#ya quiero verla de nuevo
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vi la sociedad de la nieve y voy a necesitar de 5 a 7 días para superarlo
#😭😭😭#tenía ganas de verla hace rato pero hasta hoy mi hermana y yo la vimos#ya sabía todo lo que pasa pero nada me preparó#fueron dos horas y media de estrés pero que película más buena#ya quiero verla de nuevo#no puedo creer que alguien pudiera de verdad sobrevivir algo así por dios#la sociedad de la nieve
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Final A (Bjorn x Lectora)
Masterlist de mi autoría
Primer final del shot Demasiado tarde.
Nota: +18.
Sinopsis: después de semanas de haber sido rechazado y botado, Bjorn mantuvo la distancia. Se había decidido a hacer bien las cosas, ganaría de nuevo el cariño que no supo apreciar en un primer momento.
Era jueves por la tarde-noche, y había comenzado a refrescar cuando Navarro llegó a su hogar. Bjorn la recibió en la sala, ya con la cena a medio hacer.
—Estaba por salir a buscarte, no avisaste que saldrias.—Bjorn revolvía aquella salsa vagamente.
—Rain y ____ estaban intentando arreglar el temblor de Andy, y yo me quedé de colada para tomar café. Por cierto, me acordé de ti y te traje esto.—Bjorn volteó a mirar lo que su hermana dejó en la mesa antes de sentarse en el sofá. Era un frasquito con algo de café molido.
—... Hubieses traído uno ya hecho por ella.—siguió revolviendo la comida—. ____ lo prepara rico...—
Navarro lo miró preocupada, pues ya era demasiado el tiempo que su hermano llevaba desganado por todo aquello. Creía que se olvidaría rápido del asunto, que no tardaría en encontrarse a otra chica para pasar el rato. Pero no. Bjorn quería a ____.
—... ¿Tanto la extrañas?—el chico no respondió—. Deberías... Intentar hablar con ella.—
—Ya lo hice ¿Recuerdas? Y me mandó al diablo.—apagó la cocina, mirando a su hermana algo ansioso—. Ya no la veo en el trabajo, y-y en el comedor me ignora. Cambió sus horarios para que no nos crucemos, pero la veo a veces en la oficina y ni así voltea a mirarme. Pero si lo hiciera ¿Qué cara pongo? Parezco imbécil.—
—... Algo me dice que venías aguantando esa frustración hace rato ¿No?—
Bjorn se tumbó junto a su hermana en el sofá, recostando la cabeza en su hombro.
—De verdad... Quiero volver a verla.—
—Pues inténtalo.—Bjorn suspiró con pesadez—... Yo puedo preguntarle sobre ti, si tal vez sigue muy enojada o solo un poco.—
—¿Harías eso por mi?—
—Solo eso, más no. Ya te dije que no quiero que se enoje conmigo.—Bjorn acarició su cabeza, dejando un beso en su coronilla
—Te adoro, pelona.—
—Ay, ya. Termina de cocinar eso. Iré por la bebida.—
La tarde siguiente, ____ y Rain seguían trabajando con Andy. Y ese momento fue el que Navarro eligió para preguntar sobre Bjorn. Tuvo una idea que catalogó como "brillante".
—Oye, ____.—la chica la miró—. ¿Haces algo el viernes? Tenía pensado hacer una pijamada con Rain y Kay.—
—No. No hago nada y suena divertido... ¿Quieren venir todas a casa después del trabajo?—
—Oh, pensaba hacerlo en casa... ¿Aún estás enojada con Bjorn? Puedo decirle que se largue al diablo.—
—Oh, no es eso... Es solo que pensé que podríamos hacerlo aquí. Ya sabes, es más espacioso.—
—O sea que no te molesta Bjorn.—____ la miró enseguida.
—... Él te pidió que me preguntaras ¿No?—se levantó de la mesa, pero Navarro no tardó en aferrarse a su brazo.
—Sé que estás enojada con él, y tienes una razón más que válida.—Navarro se apresuró a excusarse—. Pero es deprimente para mi verlo de esa forma... Por favor, al menos dile "hola" cada tanto. Es como esa hadita de las pelis viejas que vimos la otra vez... Se muere sin atención.—
____ imaginó a Bjorn como la pequeña Campanita, recordando cómo lo ignoraba las pocas veces que se cruzaban por la colonia. Y no pudo evitar sonreír.
—Bien, Nav. Prometo no ignorarlo... No tanto.—
—Gracias... ¿Lo invitamos a cenar?—
Bjorn apenas había llegado de las minas hace unos minutos cuando Navarro apareció en la puerta de su departamento. La habría regañado por no haber descongelado el pollo para la cena, pero entonces notó a la chica a espaldas de su hermana, y las palabras se atoraron en su garganta.
—____... Hola... Yo... Hola.—sonrió embobado—. Hola...—
—Hola, Bjorn.—curvó apenas sus labios por un segundo antes de tornarse neutral de nuevo.
—¿Ya te duchaste?—Navarro entró sin más al lugar, tomando su juego de cartas de un cajón y lanzándolo sobre la mesa junto a una chaqueta—. Cenaremos en lo de ____. Así que alístate.—
Navarro desapareció de la sala, dejando al par en la entrada. Bjorn no sabía qué hacer. No esperaba nada de aquello.
—¿Cena?—
—Asi es.—
—... ¿Estoy invitado?—
—Si te duchaste, si.—
—Si lo hice...—miró a la mujer que se sentaba finalmente en la pequeña mesita del lugar.
—Es jueves, te tocaba transporte ¿No?—____ tomó las cartas—. Siempre terminabas lleno de ollin.—
—Si, eh... Es cierto.—se removió en el lugar—. Veo que lo recuerdas.—
—¿Cómo no hacerlo? Era una pesadilla hacer que te bañaras.—lo miró de forma fugaz—. Veo que ya no eres un vago mugroso de ollin.—
—... Bañadito me veo más bonito ¿No?—la chica sonrió sin mirarlo, recordando que solía decirle aquello tras la complicada misión de hacer que se duchara.
Navarro no tardó en aparecer con algunas mantas y los tres volvieron a la casa de ____. No sin antes pasar por Tyler en el camino.
Ya era algo tarde cuando el grupo de jóvenes finalmente terminó de cenar. Y tras acomodarse por toda la sala, ____ preparó el proyector para ver una película. Kay y Navarro eran las únicas atentas a la pelicula de hadas animadas, mientras que Rain y Tyler intentaban enseñarle a Andy cómo jugar al póker. Por su parte, ____ terminaba de lavar los platos.
—¿Necesitas ayuda?—Bjorn se acercó nervioso, parándose junto a ella frente al lavamanos.
—No no, ve con los demás. Termino con esto y veremos el postre.—____ enjuagó unos vasos, acomodándolos en el escurridor—. Tengo algo de fruta en la alacena... O té de manzanilla.—
—... ¿Puedo pedir un café?—Bjorn la vio sonreír, y esta vez fue una sonrisa más sincera que la de horas antes.
—Claro, Bjorn. Lo que quieras.—
Quiero que vuelvas a quererme. Pensó para sus adentros.
—¿Pudiste arreglar lo de la calefacción?—desvió su atención al respiradero sobre sus cabezas—. No se escucha nada.—
—Eso es porque aún no funciona.—siguió acomodando trastes en el escurridor—. Tal parece que se rompió el filtro de carbono por absorber demasiado polvillo externo. Tengo que cambiarlo pero no consigo un repuesto.—
—¿Hablas de esa cosita cuadrada con un papel duro encastrado como tapa?—la chica asintió—. Tengo de esos en casa, reparamos algunos la semana pasada en las oficinas y me traje los que sobraron.—
—¿Robas insumos de la empresa?—
—Los tomo prestados sin intención de devolverlos.—sonrió algo más relajado, notando que ____ lo hacía también—. Si quieres podemos echarle un vistazo ahora. Hará frío en la noche, y si vamos a dormir en la sala nos vendría bien la calefacción.—
—Es tarde, Bjorn. Y tu casa queda lejos.—
—Iré yo, no te preocupes.—sonaba más emocionado, pues veía esa pequeña acción como un buen inicio para su misión de "recomponer la relación"—. Puedo ir en tu bicicleta, aún la tienes ¿No?—
—No pienso dejar que uses mi bici, la última vez pisaste un pozo enorme y la destruiste. Me costó horrores encontrar refacciones...—____ miró hacia la sala, con intenciones de pedirle a Tyler que lo acompañara. Pero el chico estaba tan distraído con Rain que le pareció desafortunado molestarlo—... Yo manejo.—
—No puedes ir sola.—
—¿No vendrás conmigo?—
—¡Por supuesto, si!—enseguida se emocionó, haciendo que ____ riera bajito.
—¡Nav, pon la tetera! Volveremos enseguida.—
Durante todo el viaje hasta la casa, ni ____ ni Bjorn hablaron.
La mujer siguió reacia a la idea de que el chico manejara su bicicleta, asi que fue ella quien lo hizo. Bjorn iba sentado detrás, aferrándose con cierta torpeza a la cintura de ____. Si fuera por él, rodearía su cintura con necesidad, intentando sentirla lo más cerca posible. Pero sabía que eso sería un movimiento estúpido de su parte. Debía comportarse, no ser un idiota. Asi que simplemente se limitó a posar sus manos apenas en su cintura, lo justo y necesario para no caerse. Podría haberse sujetado de las manijas a ambos lados del asiento, pero tampoco era tan tonto. Aprovecharía aunque sea un poquito la situación.
Al llegar, Bjorn bajó primero. Y mientras ____ acomodaba la bicicleta junto a la entrada, el chico entraba a la casa apresurado, intentando hacer memoria de dónde había dejado las refacciones.
—No puede ser ¿Ordenaste tu cuarto?—la chica entró detrás de Bjorn al pequeño lugar, sonriendo con cierta burla al ver que estaba decente.
—Intento mejorar de a poco... Tener el cuarto ordenado es un buen inicio ¿No crees?—Bjorn dijo aquello sin mucho interés, y no notó que la chica se sorprendió un poco.
Mientras Bjorn hurgaba en unos casilleros de su armario, ____ miraba vagamente el lugar. La verdad era que no había ido mucho a la casa de Bjorn antes. Solían reunirse en casa de ella, asi que el cuarto de Bjorn no era algo que veía seguido. Fue por eso que se sorprendió al ver que, en el respaldar de la cama, habían algunos de sus broches para el cabello. Tomó uno, el lila de mariposa, mirándolo con sorpresa.
—Aqui, bingo.—Bjorn alzó el filtro emocionado, volteando hacia ____. Solo entonces notó lo que la chica estaba haciendo—. Oh, eso... Tú me lo diste aquella vez ¿Recuerdas?—
—Dije que sería un recuerdo de nuestra primera cita... ¿Por qué lo conservaste? Creí que te pareció una cursileria.—
—Sé que me vivía quejando de tu mania de acumular chucherias para el cabello, pero los broches y moños... Siempre te quedaron bonitos.—rascó su nariz apenado—. Yo conservé todos los que dejabas olvidados aquí... Y los que me regalabas con cada cita.—
—No pensé que te importaba.—
—Lo hacía, lo hace... tardé en entenderlo.—carraspeó apenas—. Cómo sea, ya tengo las refacciones. Volvamos a tu casa y lo arreglaremos en-
Las manos de ____ no tardaron en atrapar el rostro de Bjorn, uniendo sus labios en un desesperado beso. Bjorn enseguida se fundió en ese gesto. Pero cuando sus piernas se apresuraron en moverse y arrinconar a la chica contra la puerta de su cuarto, tuvo un destello de lucidez. ____ se extrañó al ver que la rechazaba con gentileza, alejándola enseguida.
—¿Qué sucede?—sintió como Bjorn presionaba apenas sus muñecas, bajando la mirada—. ¿No quieres?—
—No quiero... Que pienses que solo quiero esto de ti.—sacudió apenas la cabeza antes de alejarse del todo y tomar el filtro del suelo—. Solo... Volvamos a tu casa.—
—Si no quieres esto ¿Qué quieres?—
—Todo, ____.—la miró finalmente—. Quiero todo de ti, no solo compartir una cama por un rato. Todo lo que puedas darme, lo que pueda tomar... Quiero hacer las cosas bien... ¿Volvemos ya? El beso no fue buena idea... Déjame ir al baño antes de irnos.—
____ tomó sus mejillas nuevamente, esta vez más relajada. Bjorn tomó sus muñecas, más no la separó. Solo se limitó a tocarlas, recordando lo mucho que adoraba sentir la suavidad de su piel.
—Yo te di todo... Y tú no lo quisiste.—
—Sabes que soy un idiota lento, tardé en entender que lo quería.—la chica miró fugazmente sus labios, y Bjorn se removió ansioso—. De verdad, necesito ir al baño.—
—Eres un idiota.—____ lo besó, y esta vez Bjorn no la apartó.
La abstinencia del cuerpo ajeno hicieron que las caricias fueran desesperadas, agresivas. Querían en solo unos segundos saciar esa distancia que habían tenido en esas semanas. Querían sentirse, recordarse. Y lo lograron enseguida.
Las manos de Bjorn recorrían la cintura de la mujer con necesidad, subiendo en un segundo su camiseta y lanzándola a algún lado del cuarto.
—Ah, mis buenas amigas...—Acunó el par de pechos entre sus manos—. A ustedes las extrañé mucho... Si...—
____ lo empujó apenas, indicándole que se sentara en la cama. No tardó en sentarse sobre sus piernas, aferrándose a su cabello al sentir como Bjorn besaba y lamía sus pechos, repartiendo besitos cada tanto mientras los mordisqueaba apenas. La mujer gimió con aquello, y buscando generar fricción, hizo un leve vaivén contra la entrepierna de Bjorn.
—De verdad, ____...—gimió contra su cuello al sentir las manos de la mujer deslizarse por sus laterales, levantando su camiseta y sacándola por encima—. Quiero volver a tenerte así... Todos los días.—sus manos se aferraron a las mejillas ajenas, mirándola con fascinación.
—¿Y si te digo que no?—la chica sonrió al ver la desesperación en su rostro.
—Bueno... Ya no me alcanzará con ir al baño un momento.—____ rió, volviendo a besarlo.
—Una oportunidad.—apoyó su frente en la de Bjorn, sonriendo al sentir que el chico buscaba estar aún más cerca—. Solo una más...—
—Es más que suficiente.—Bjorn volvió a besarla, esta vez tumbándola en la cama—. No te arrepentirás, seré el mejor novio de todo el maldito Jackson.—comenzó a bajar por su cuello, dejando un camino de besos hasta sus pechos—. Espero que no te arrepientas porque no podrás volver a sacarme de tu lado.—subió hasta su rostro, sonriendo en cuanto la mujer lo besó.
—Tú no seas el que se arrepienta.—Bjorn tensó la mandíbula al sentir la mano de la mujer deslizarse por su pecho, descendiendo poco a poco hasta el borde de su pantalón—. Porque yo también quiero todo de ti, Bjorn...—
El pantalón del joven no tardó en terminar en el suelo junto al de ____, y los besos volvieron a quitarles el aliento.
Las piernas de la mujer se abrieron al sentir que Bjorn se aferraba a sus muslos y la acercaba aún más a él, y enseguida rodearon su cintura. Bjorn se inclinó sobre la mujer sin aplastarla, besándola una vez más antes de tomar su miembro y alinearlo con la entrada de ____.
—¿Qué estás esperando, Bjorn?—el chico sonrió apenas.
—A que lo pidas, cariño.—comenzó a penetrarla lentamente, sintiendo como la calidez de la mujer lo rodeaba. Se sentía tan maravilloso como lo recordaba, y ver como el rostro de ____ transmitía lo bien que se sentía... Bjorn no tardó en emocionarse. Aceleró las embestidas, hundiendo el rostro en el cuello de la mujer. La respiración húmeda y caliente de Bjorn sobre su piel hacía que ____ se perdiera aún más, aferrándose con desesperación a la espalda de Bjorn. De seguro dejaría marcas en su piel.
—Bjorn...—____ presionó sus piernas alrededor de su cintura aún más, y sus manos subieron una vez más a su cabello.
—Lo sé, cariño...—mordisqueó su cuello, dejando una rojiza marca que se quedaría ahí por días—. Suéltalo todo para mi ¿Si?—dejó un besito sobre la reciente marca. Y eso fue suficiente para que ____ alcanzara el climax. Las paredes de la mujer se contrajeron sobre el miembro de Bjorn, quien no tardó en acompañarla también, llenándola de su semen por completo. Se desplomó a su lado enseguida, saliendo de su interior. Se aferró a su cintura, dejando un último beso en su mandíbula.
—¿Crees que nos ausentamos mucho tiempo?—____ sonrió al sentir que Bjorn hundía el rostro en su cuello, mordisqueando más su piel—. Deja de hacer eso.—
—Es una marca, para que los otros mineros sepan que tienes novio.—sonrió de solo pensarlo—. ¿Me das una marca de territorio a mi también? Asi presumo que tengo una novia.—
—¿Tienes una?—Bjorn se separó enseguida, mirandola con una fingida molestia.
—Tengo, sí. Una muy linda. La más linda.—se subió sobre ella, haciéndola reír. Repartió besos por todo su rostro, dejando uno más extenso sobre sus labios.
____ tomó sus mejillas al romper el beso, mirándolo divertida antes de besar su cuello. Le hizo un pequeño chupón, pues la idea de morderlo no le pareció muy divertida.
—Listo, eres mío ahora.—Bjorn sonrió enseguida, volviendo a besarla.
—Mierda... Me puse duro de nuevo.—sus manos volvieron a acariciar el cuerpo ajeno con urgencia—. ¿Nos quedamos aquí? Ya no necesitamos arreglar la calefacción.—
—¿Dónde están? Ya pasó mucho tiempo.—Kay miraba preocupada a su hermano, quien se frustraba por tercera vez al ser derrotado por Andy en las cartas.
—Algo me dice que ya no volverán.—Navarro miró a Rain, quien sonreía con cierta complicidad—. No te preocupes, estarán bien... parece que Bjorn hizo bien las cosas al final.—
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SALIR CON KEN INCLUIRÍA...
(Quiero mucho a Ken y no me resistí a escribir esto 🫶)
Advertencia: No hay spoilers importantes, pero si no han visto la película VAYAN A VERLA!!!
•Ken haría muy obvio que está enamorado de ti: Te miraría como bobo todo el tiempo, tu sola presencia alegraría su día e intentaría impresionarte para llamar su atención.
•Una vez descubriera que no era necesario impresionarte para llamar tu atención querría pasar todo el tiempo contigo. Amaría hablar contigo sobre lo que sea ya que todo le era interesante si venia de ti y tu voz le resultaba muy dulce para sus oídos.
•Es el primero en hacerte cumplidos cuando te ve con un conjunto de ropa que te hace ver muy bien, (osea todo el tiempo para él), y querría alguna vez llevar uno que combine contigo.
•Se tardaría en confesar sus sentimientos debido a su temor a que lo rechaces, por lo que probablemente serias tú quien termine haciéndolo. Estaría muy sorprendido, pero también feliz de que compartas sus sentimientos.
•Se sentiría tan feliz de ser tu parejas que se esforzaría en ser el novio perfecto para ti. Comenzarían dándote pequeños regalos todos los días que le recordarán a ti por ser igual de lindos, tú le dirías que no era necesario, pero lo seguiría haciendo porque cree que te mereces lo mejor del mundo.
•Al inicio se avergonzaría cuando lo tomaras de la mano o besaras su mejilla, pero después sería él quién lo hiciera con gusto cada que te viera.
•Te escribiría canciones y te las cantaría en sus citas frente a la fogata de noche, en una de ellas sería donde se darían su primer beso.
•Sería el primero en decir "Te amo", te lo diría en cuanto se hicieran pareja, y desde entonces no podía evitar decírtelo seguido porque sentía que se enamoraba más de ti cada día.
•Disfrutaría mucho de hacer pijamadas juntos, también de arreglarse y vestir de manera combinada como tanto había querido.
•También le gustaba mucho bailar contigo durante las grandes fiestas, aún si en ese momento no querías hacerlo no dudaría en bailar con tal de impresionarte con sus increíbles pasos.
•Sería algo celoso, no le gustaba la idea de otro Ken haciendo esas actividades contigo o de si quiera teniendo tu atención, ya que sabía que cualquiera de ellos querría estar contigo.
•Claro que tú siempre estabas ahí para hacer que se vayan sus inseguridades recordándole que él era el único al único que amabas.
•En sus momentos privados te abrazaría y llenaría de besos mientras te dice cuanto te ama y que está muy feliz de estar contigo.
•"Te quiero más que ayer, pero menos que mañana" Sería la frase que describiría a su relación.
(publicado en wattpad también, no publicar de nuevo)
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🧊 Bruno Bucciarati 🧊 [02] Parte por parte (1/3)
Sinopsis: Una de las cosas más difíciles a las que uno debe enfrentarse cuando tiene como objetivo bajar de peso y mejorar la salud, es el control de la ansiedad con la comida, ya sea chatarra o no. Regular las cantidades, porciones, gramos de azúcar, proteína o almidón, etc. y para María, este desafío la supera. ¡Por suerte tiene amigos que la respaldan!
Ship: Bruno Bucciarati, Leone Abbachio, María Smith
Fandom: Jojo's Bizarre Adventure
Recuento de palabras: 4776
María: *Un mes, pasó un mes desde que empezó la dieta "paulatina", un recorte a lo que consumía antes, es decir, comer mucho menos y sacar varios alimentos que no aportaban nada al cuerpo, como por ejemplo los paquetes de frituras, alimentos cocinados en aceites, bebidas energéticas o gaseosas en lata, postres, caramelos, entre otros. Sin embargo, a pesar de ese gran avance... las ansias empezaban a consumirla. No agarró ni siquiera un chocolate pequeñito, y lo que más deseaba era una barrita en el desayuno o después de la cena, o en la merienda, solo quería algo dulce. Esa mañana a las seis abrió su heladera para verla bastante vacía, su desyuno se trataba de café, té o leche sola -muchas veces variaba para no cansarse-. Hoy tocb un banana con un vaso de leche, nada más* Oh *Suspira con pesadez, su estómago rugía mucho y ver estos alimentos solos la ponía triste y de mal humor* Uff... *No comentó más, abrió la banana para darle un par de mordiscos y bebió el vaso de leche. Después de ello se abrigó bien para ir al gimnasio de Passione, era nuevo de hace dos años, había equipo como mancuernas, colchonetas, ligas plásticas de diferentes gradaciones, paralelas bajas, medias y altas, entre otros. Le habían dicho que iban a instalar más coss y comprar más suplementos, iba a ser un lugar de entrenamiento de diferentes deportes solo para el personal. También escuchó que iban a contratar a gente específica para enseñar técnicas de pelea, entrenamiento, etc* Bien, a trabajar *Se encontraba en su habitación, había pedido una no tan grande porque le recordaba a la de su casa y eso le recordaba a su padre. Los techos altos la aplastaban de alguna manera, es como que si ese espacio la asfixiara, necesitaba sentirse en una caja cómoda y con un balcón. Con mucha suerte Giorno le concedió esa habitación pequeña con baño propio y un balcón, incluso había otro cuarto que conectaba como un mini-living, incluso tenía una pequeña cocina y heladera. Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de Bruno Bucciarati saliendo de su habitación, se había acostumbrado a los ruidos de su alrededor, pero le llamó la atención pasos extras (Debe ser Giorno o Abbachio, son los únicos que se levantan temprano). Ya estaba vestida desde antes con el uniforme de Passione, lista para ir al gimnasio. Salió de su cuarto cuando los pasos cesaron y de allí se fue a hacer su rutina: hoy tocaba calentamiento -obvio-, flexiones de brazos sobre cajón, escaladores cruzados, remos en anillas, fondos en cajón con pausa abajo, plancha, y por último sentadillas zumo alternando con estocadas frontales*.
María: *Durante el almuerzo le sirvieron un gran plato de arroz con verduras, pero al ver esa cantidad empezó a negar en su interior ¡No podía comer eso!* (Come menos de la mitad, debes gastar más y consumir menos) *Su estómago rugía fuerte y firme, pero si comía todo el plato posiblemente pida otro y no podía hacer eso, sino, caería en el círculo interminable de la ansiedad y excusas*.
Mista: ¡Bueno, sí! *Le responde a Fugo* Hoy quiero y merezco en pedir postre ¡recibí una bala en mi trasero!
Narancia: ¡Pff! ¡Jajajajaja! *Ríe con energía señalándolo* ¡Ese idiota disparó ya en el suelo y le dio en el culo! *Le cuenta a Trish que también quería reírse, pero se limitaba para que Mista no se sienta tan mal. En cambio, a Abbachio le daba bastante igual y seguía escuchando música por sus auriculares* Si tu pides algo, yo también. Tengo que acompañar a mi amigo en su travesía *Levanta sus hombros mirando a Bruno esperando su permiso*.
Bruno: *Suspira* Bien, yo también voy a pedir algo dulce, se me antoja *Hoy le había pedido al cocinero personal que Giorno contrató que haga de almuerzo un wok de verduras con camarones y otra con pescado. Amaba el pescado y más con verduras, el agregado de crema le daba la escencia*.
Giorno: No veo porque hoy no *Comenta terminando su plato de wok con pollo, no era tan fan de ciertos pescados —casi del pescado en general—* Un flan no se le niega a nadie *Le hace una leve seña a su mano derecha y deja que sus compañeros pidan el postre de su preferencia*.
Abbachio: Si tanto insisten *Dice sin darle tanta importancia a la conversación ni a Mista que estaba en reposo por una bala que fue extraída de una de sus pompas en la misión anterior*, pediré un pastelillo de coco.
Bruno: Lo mismo, por favor *Mira al pobre Robin de mesero que anotaba todas las órdenes en su cabeza* Muchas gracias *Asiente con la cabeza* ¿María? Venga, date un pequeño gusto y pide algo.
María: *Fue ahí donde sintió su cuerpo congelarse y a la vez sentir un calor insoportable, como una ola que la arrasaba por dentro. Era un momento de decidir ¿pedir o no pedir? ¿darse el gusto o no darse el gusto? Sintió también cómo su estómago se revolvía, ya no tenía hambre, veía la mitad del plato de arroz con camarones y en su interior, tenía ese sentimiento que si seguía comiendo iba a pecar, a cometer un terrible error* Oh, *Responde finalmente después de unos segundos* no, muchas gracias *Levanta su mano en negación*.
Bruno: Esta bien, entonces es todo *Mira a Robin que luego de hacer una leve reverencia, se retira del comedor*.
María: De hecho, no tengo tanta hambre *Dice alejando unos milímetros el plato con mucho arroz aún y camarones* Estoy satisfecha *Da un suspiro*, además debo cuidarme *No permitió que nadie diga más nada, no quería iniciar una conversación con respecto a lo que consumía ni las cantidades, ni su peso, ni nada más* Buenas noches, gracias por la comida *Los saluda con una sonrisa para no preocuparlos y se retira a su habitación. Todos los días desde que empezó la dieta y el ejercicio, sale a correr después de cenar a darse mínimo diez vueltas al complejo de Passione —que pequeño no era—*.
Bruno: Claro *La vio irse con rapidez* Mh, no sé porqué tengo un mal presentimiento *Comenta a la mesa*.
Fugo: También yo. Ha estado comiendo la mitad de los platillos que pide o menos *Termina el suyo ya satisfecho, no iba a pedir un postre solo porque no se le apetecía* ¿Deberíamos hablarlo? *Le habla a Bruno mirándolo con seriedad*.
Bruno: Si sigue haciendo esto, sí. Comer menos o no comer lo que su cuerpo necesita le hará daño a corto y largo plazo.
Abbachio: Posiblemente no quiera tentarse a pedir más cosas si ve que nosotros sí *Deja su plato vacío, había disfrutado mucho el arroz con camarones de hoy*.
Bruno: Buen punto. Pero temo que se martirice por la más mínima cosa. No debe ser nada fácil cambiar tan drásticamente de hábitos, a pesar de que la alentamos y apoyamos, es más una lucha contra uno mismo. Por hoy la dejaría *Dirige su mirada al plato todavía lleno de María, no podía negar que estaba preocupado por ella* ¿Cómo va en los entrenamientos? *Le pregunta a Abbachio* No les des actividades tan pesadas, puede le-
Abbachio: Lesionarse, lo sé. Sí, sí *Dice mirando unas publicaciones en su teléfono* No le estoy dando nada difícil, pero a este paso no creo que logre mucho si no se esfuerza.
Bruno: Lo hace, Abbachio. No hay que dudar de ella, quizás no lo entendamos porque no estamos en su situación.
Abbachio: *Decide no comentar nada más al respecto y simplemente esperar su postre mientras seguía escuchando música*.
Giorno: *Da un suspiro, estaba dispuesto a hablar con su compañera de este tema si la situación se prolongaba. Su salud era primordial, la de todos*.
Giorno: *Mientras todos dormían, se quedó observando por su balcón —con disimulo— cómo María trotaba alrededor del edificio de Passione. Sí, tenían seguridad y estaban armados hasta los dientes, pero solo quería verla. Su esfuerzo y constancia lo inspiraba mucho. No tenía fuerzas en el día como para ejercitarse, pero verla a ella le daban ganas de empezar alguna rutina. Cuando María terminó su trote, se fue a dormir tranquilo*.
Bruno: *Durante los siguientes días, notó cómo su amiga comía cada vez menos. A pesar de ser alimentos buenos, saludables y nutritivos, las cantidades eran muy pocas para el viaje que debía recorrer, podría darles desmayos, presión baja, mareos, falta de energía y mucha ansiedad. Debía tratar el tema de una manera tranquila, no era un tema tan simple como sonaba realmente, así que pensó y pensó cómo podría abordar —y en especial convencerla— de comer lo que le correspondía. Fue un viernes cuando la notó bastante desganada en la merienda. No siempre el grupo completo iba a merendar en la tarde ya que algunos debían cumplir misiones o hacer papeleo, así que era aleatorio quien caía a comer un entretiempo. Cuando se dirigió al comedor, no había nadie. Entendía que Giorno se fue de viaje por dos días con su nuevo asistente a unas reuniones de rutina que amaba (las odia), Abbachio tenía la tarde libre así que se fue a ver ropa nueva, Narancia y Mista a patrullar, Trish estudiando en alguna parte de Passione y bueno, quedó solo. Así que aprovechó a buscar a su amiga y convencerla de cuidarse con los métodos correctos. Una tarde le comentó que prepare sus cosas para que lo acompañe a la mañana siguiente a pescar, iba a enseñarle todas las técnicas que aprendió de pequeño y también a manejar una lancha. Así que sin chistar, pasó lo que pasó, al otro día se levantaron bien temprano y salieron del edificio de Passione*.
María: *Antes de juntarse con su jefe, empacó un lonche con su desayuno, unas revistas de héroes que le gustaba mucho, un kit sanitario y de primeros auxilios siempre por las dudas, y por último, un presente para Bruno que iba a ser una sorpresa. Se puso una campera impermeable y debajo otro saco porque el clima era bastante helado; botas para la lluvia, pantalones ajustados y una coleta sujetando en un rodete su cabello enrulado* Buenos días, capo *Le regala una bonita sonrisa aunque sus ojos se veían un poco dormidos y decaídos, eran las cinco y media de la mañana y el sol apenas asomaba por el horizonte*.
Bruno: *Se encontraba en la puerta de la edificación con su equipo de pesca* Buenos días, señorita María, ¿está lista para la clase de hoy? Debemos ir bien temprano porque a la tarde también tenemos cosas por hacer, así que, andando *Toma la mochila que cargaba María y la suya sin ningún problema* ¿Alguna vez manejaste una lancha?
María: Señor, permíteme llevar mi mochila, puedo cargarla... Creo que debo hacerme cargo de mis cosas y, un poco de ejercicio de musculación no me vendría nada mal *Insiste viéndolo con preocupación, no quería que se hiciera daño la espalda*.
Bruno: Oh, por supuesto *Le devuelve su mochila con todas sus cosas, ambas eran bastante pesadas* Si te cansas, me dices y la llevo sin problema *Camina por las calles con tranquilidad, subiendo escaleras de piedras en algunos momentos y bajándolas. A veces pisaban baldosas que tenían muchos años de antiguedad, y otras suelo con azulejos coloridos* Hoy vas a aprender a manejar una lancha, es momento. Cuando tengamos misiones y te necesitemos al frente, sabrás a la perfección qué hacer. Y por supuesto, pescar la cena, ¿por qué no? Es crucial *Por el momento, todo iba de acuerdo a su plan. Llevaba a su presa, su amiga, a la boca del lobo* Primero navegaré por los canales hasta una zona muy ancha, ahí tendremos todos los metros para practicar y pescar.
María: Sí, señor. Y a su pregunta, no, no había conducido nunca una *Lo escucha atentamente y trataba de seguirle el paso, caminaba un poco rápido ya que él era más alto*.
Bruno: Por cierto, ¿cómo llevas tu dieta? ¿comes bien? *Dice mirando al frente para luego voltear a verla directo a los ojos, quería analizar sus expresiones y su reacción a tal pregunta directa*.
María: ¡O-oh! Muy bien, gracias. Me siento con energías todos los días y cada vez con más fuerza *Desvía su mirada haciéndose la tonta con aquella pregunta y más con la conexión visual que trató de hacer Burno, siempre se ponía nerviosa con ese tipo de cosas*.
Burno: Me alegro mucho, querida *Sonríe ante su respuesta*, estoy orgulloso de todo tu progreso *Después de caminar un rato más, llegaron a un almacén cerrado con plataformas laterales para que pudiesen subir a la lancha, que descansaba en el cubículo de agua* Bien, con cuidado *Toma su mano y la ayuda a subirse* Eso *Sticky Fingers se encargó de abrir el portón corredizo mientras él encendía el motor de la lancha dejando que se calienten un poco, el frío de esta época podía hacerle un poco de daño si no la usaban diario* ¿Y bien? ¿Qué te parece? Giorno me la regaló hace dos años, es una belleza *Comenta mientras acaricia el volante y limpia con un trapo un poco del sector sacando la tierrilla* Queremos comprar una mucho más grande más adelante, de esas que tienen un puso arriba y una habitación abajo. Son un lujo *Se imaginaba manejar esa monstruosidad, ¡era un sueño!*.
María: *Sonríe al verlo tan emocionado hablando de lo que más le gustaba* ¡Oh! Ya veo. Sí, la verdad que es preciosa y creo que lo van a conseguir. Puedo ayudarte apoyando ese sueño tuyo *Deja las mochilas en la parte trasera y toma asiento finalmente mientras frotaba sus propios brazos para ir entrando en calor. Al salir a una zona más abierta iban a haber corrientes de aire muy frías y fuertes, o tal vez no*.
Bruno: No te preocupes, ya casi lo conseguimos. Gracias por el apoyo *Después de presionar un par de botones y encender las luces, arrancó la máquina y avanzó por las aguas de Roma, era un canal permitido solo para barcos pequeños, lanchas o góndolas incluso. Este camino llevaba a una zona abierta bastante alejada pero con unas playas hermosas* ¡Aquí vamos, sujétate! *Cuando pasa el portón, su stand cierra el mismo con seguro y finalmente parten a la aventura... o al terrible destino de María mejor dicho*.
María: ¡W-wow! *Se sujeta de ambos bordes cuando siente el impulso repentino, pero el viento frío en su rostro y las gotitas que mojaban su campera impermeable, era una hermosa sensación* ¡Que increíble! *Miraba las casas pasar a una velocidad moderada y a la gente que poco a poco salía de ellas para dirigirse a sus respectivas actividades del día. El cielo poco a poco empezaba a despejarse, al parecer iba a ser un día hermoso*.
Bruno: ¡Jaja! Sí, es genial manejar *Su cabello corto se movía con la fuerza del viento junto a una sonrisa resplandeciente, disfrutaba mucho estos momentos de paz y fuera de tanto trabajo, le traía recuerdos con su padre* ¿Por qué me mientes? *Dijo de repente saliendo de aquel canal dirigiéndose a aguas más abiertas, a lo lejos se podía ver una isla apartada*.
María: ¿E-eh? ¿Cómo? *De pasar a ver su rostro tan feliz y que su corazón latiese con calor, ahora latía de los nervios por su cambio brusco de expresión y tono de voz* ¿A qué te refieres? No te mentí en nada, jefe...
Bruno: *Su sonrisa se borró de inmediato, y ya cuando estuvieron bastante lejos del sector rural, apaga la lancha y la deja flotar* Sí, María *Suelta el voltando y se damedia vuelta para mirarla a los ojos* Sé sincera, por favor y muéstrame el bento que trajiste, quiero ver qué te preparaste para desayunar.
María: Señor, e-escuche, yo- *Pero es interrumpida de inmediato. Ahora el ambiente se había transformado en uno más tenso y mucho más con el silencio del lugar, solo se escuchaba el golpeteo de las oleas bajas contra la lancha*.
Bruno: Es una orden *Dice de repente levantando un poquito la voz frunciendo el ceño*.
Bruno: *Nunca le había hablado en este tono a su amiga, pero este era un tema necesitaba un choque de realidad ante su propia percepción de las cosas* No me gusta que me mientan, y no deberías hacerlo con nadie del equipo. Estás con nosotros no solo por tu gran fuerza de voluntad, sacrificio y dedicación, sino también por tu sinceridad y buen trato con la gente. No arruines todo tu progreso tan solo porque no quieres decirme que estás comiendo menos *Hace una pausa luego de un suspiro y cruza de brazos esperando a la chica* El lonche.
María: *Se sentía bastante avergonzada. Antes la habían regañado varias veces por errores pequeños para perfeccionarse en su trabajo, pero nunca nada con algo tan personal como su relación con la comida, que era un asunto complicado para ella. No tuvo más opción que sacar de su mochila aquel lonche de plástico que lo envolvía una bolsita plástica. Cuando su kefe lo abrió y vio aquel desayuno tan carente a modo nutricional y de cantidad, no pudo evitar desviar su mirada. Le daba muchísima vergüenza esta situación, se sentía como una niña que se portó muy mal*.
*El silencio perduró muchos segundos que se sintieron como una eternidad, ¿qué tenía para decir? Nada, era evidente su error, no tenía ninguna defensa contra esto*.
Bruno: *Levanta su mano y extiende su dedo índice señalandola* Tienes una sanción, sra Smith. Por esto vas a hacer horas extra en la semana siguiente y el resto del fin de semana, sin excusas. Mentiste a tu jefe y te hiciste daño a ti misma, creo que fui bastante justo.
María: *Se limita a asentir con la cabeza sin mirarlo a la cara porque la suya era espectacular, sentía que le ardía muchísimo de la vergüenza. Otro silencio se apoderó del momento*.
Bruno: Mírame *Ahora relaja su tono de voz, era más suave y no tan autoritario como el anterior, no quería asustarla tampoco, pero creía que fue necesario un poco de realidad* Entiendo que quieres adelgazar, pero desayunando solo una banana no vas a conseguirlo, sino todo lo contrarios: falta de energía, fuerzas, mucha ansiedad. Esta ansiedad se va a transformar en atracones que pueden prolongarse y arruinar su progreso, es por eso que el plan nutricional se arma para que sea todo bien equilibrado. Puede parecer mucha comida, pero es lo que tu cuerpo te pide para que funciones *Extiende su mano y saca de su mochila dos bentos grandes con un buen desayuno nutritivo* Desayunemos, ¿te parece? *Le entrega el bento que le correspondía. Había dos huevos duros, una palta cortada, arroz y unos trozitos de pollo cocinados el día anterior. Su compañera aceptó el bento pero notó que comía muy lento y no había dicho nada con respecto al tema*.
María: *Miraba aquellos dos huevos duros en su bento que se veían deliciosos, y aunque su estómago quería desayunar, su corazón estaba asustado y triste* Lo lamento, Bruno *Murmura*.
Bruno: *Suspira con pesadez y apoya su mano sobre la de la mujer con mirada triste* Tranquila, sé que fui un poco rudo... pero debes entenderlo. Comer menos te hará obtener los efectos secundarios. Haces un muy buen trabajo y entrenas todos los días, antes de ir a dormir trotas varias vueltas alrededor de Passione. Sé que quieres esto más que nadie, pero no le temas a comer y probar cosas nuevas, tu cuerpo necesita de los alimentos para gastar esa energía, ¿si? No quiero verte cansada, que se te baje la presión en una misión, que estés mal porque no te das el gusto de probar ese postre. María, no te castigues *Levanta su mentón con su mano para regalarle una sonrisa* Tranquila, lo estás haciendo bien, confía en ti y en el proceso...
María: *Sus ojos no pudieron evitar cristalizarse por sus palabras. Asintió con la cabeza, dejó el bento al costado y se lanzó para abrazarlo* L-lo siento, lo siento mucho *Deja caer una lágrima, este tema de la relación con la comida era muy difícil y si ella misma se ponía más obstáculos, más lo era*.
Bruno: Está bien, tranquila *Corresponde al abrazo con ternura y cuidado, odiaba verla así, pero sabía perfectamente que este recorrido era uno de los más difíciles, y quería darle a entender que no estaba sola. Acariciaba su espalda y luego su cabeza, su cabello enrulado siempre le gustó, era muy esponjoso* Venga, tranquila. Desayunemos, ¿si? Le pedí al nuevo secretario que haga los desayunos bien temprano *Se separa del abrazo y le pasa un pañuelo* ¿Mejor?
María: *Asiente con la cabeza limpiando sus ojos* S-si, muero de hambre. Seguiré el plan alimenticio que me dieron, haré mi mayor esfuerzo *Toma el bento y empieza a comer* Mhh, delicioso ¿Hablas de Robin? Quiere que le digan Barbie, ya que su segundo nombre es Bárbara *Lo mira mientras saboreaba el delicioso arroz*.
Bruno: *Así mismo, toma su propio bento con tomate extra* Pues, estaré al tanto de eso. Sí, es aquel. Giorno últimamente lo vigilando mucho. Normalmente cuando hay gente que ingresa, los ponemos a prueba o en situaciones difíciles para ver cómo actuaban, pero... tengo un extraño presentimiento. Este chico y Giorno, hablan mucho en la oficina y le corrige en todo, nunca lo vi tan atento con él *Come un poco de huevo con arroz*.
María: Mh, ¿crees que haya algo más en todo esto? No quiero sospechar de él, confío en sus decisiones *Ahora anhelaba tomar un café bien caliente, pero Bruno su adelantó y puso a calentar agua en una latita sobre una mini-cocina eléctrica* Oh, gracias, necesitaba un café.
Bruno: Siempre vengo preparado *Piensa al respecto* No lo sé, tampoco quiero sospechar de él, es mi jefe después de todo... pero... *Hace una pausa* Le preguntaré después, es mejor hablar las cosas. Quizás simplemente vio potencial en aquel joven y quiere perfeccionarlo *Ve que el agua en la latita poco a poco se llenaba de burbujitas, mientras, aprovecha a moler el café*.
María: ¿Cómo está Abbachio? No hablamos mucho, y las veces que intento comunicarme no me ha correspondido o... bueno, es bastante seco, a veces pienso que no le caigo muy bien *Mira su bento y sigue comiendo a gusto*.
Bruno: *Tuvo que ocultar muy bien una sonrisa que quería salir, porque ella no estaba aquí solo por la clase de conducción y pesca, estaba aquí por otras razones y que él no era el único que planeó* No te preocupes, él es así con todos. Es cuestión de conocerlo, ¿sabes? Puede sonar muy seco y cortante, pero es fiel y leal a fin de cuentas. Si necesitas ayuda, se la puedes pedir que él lo cumplirá, posiblemente a regañadientes o protestando, o te lance una mirada seria... pero lo hará.
María: *Sonríe* Tienes razón, intentaré hablar un poquito más en los entrenamientos. Confío mucho en él, como tú me dijiste, debo conocerlo mejor *Acomoda algunos mechones de su cabello detrás de su oreja. Termina de desayunar y sirve el cafesito para ambos, el aroma invadía el lugar* Mhhh~, que delicia *Da varios sorbos más*.
Bruno: *Después de desayunar, se puso de pie y estiró sus brazos hacia el cielo* ¡Bueno, vamos a comenzar la clase! Tendremos una mañana atareada *Y sin perder ni un segundo, le enseñó primero a conducir: los comandos principales, cómo funciona el motor, cómo estacionar y acelerar en lugares amplios, pero también varias maniobras para espacios muy reducidos. Las horas se iban poco a poco de sus manos hasta que se hicieron las nueve, ¡y el día no había terminado todavía! Así que sacó dos cañas de pescar y un balde con carnada* Bien, mi parte favorita *Le entregó un gorrito para el sol, aunque veía nubes a lo lejos que no tenían buena pinta*.
María: Jeje, gracias *Se acomoda el gorrito y agarra la caña de pescar, estaba muy emocionada por aprender a pescar, es un sueño frustrado que tenía desde adolescente. Se hicieron otro café y sin más, arrancó la clase de pesca con su profesor, Bruno Bucciarati. No sabía por qué, pero cada vez pasaba tiempo con él... sentía que estaba en casa, le gustaba estar a su lado, hacer cosas juntos. Mientras disipaba sus pensamientos, escuchaba las explicaciones de su compañero sobre los tipos de peces, qué hacer y qué no hacer cuando había uno presente, qué carnada usar, si estar en silencio o hablar de mientras*.
Bruno: Sujetas así *Posa ambas manos sobre las de María*, y solamente te sientas y esperas *Toma asiento a su lado y se acomoda para esperar en el silencio de la hermosa mañana, que poco a poc se iba nublando*.
María: Bien *Hace silencio varios minutos mirando su caña de pescar atentamente* Mh...
Bruno: ¡Pff! ¡Jajaja! No hace falta que la mires detenidamente... solo debes relajarte, te avisaré si hay movimiento. Las carnadas que puse son bastante tentadoras *Desató su peinado un momento para hacerse un rodete, se daba cuenta que estaba creciendo y ya tenía que hacerse el corte de siempre. Aprovecha a abrir una bolsa de maní, no había nada mejor que picar algo en momentos así*.
María: *Se sienta un poco más cómoda mirando la caña de pescar, de vez en cuando picaba un poquito de maní, pero Bruno se acabó el paquete rápidamente* Mh, que goloso eres *Le dice con una sonrisa*.
Bruno: ¿Ah? ¿Esa es forma de hablarle a tu jefe? *Sonríe* Y eso que te consiento *Saca de su mochila unos bocadillos de chocolate con almendra*.
María: *Abre sus ojos de la sorpresa, pero no sabía si agarrar uno o dos, o ninguno* M-mh, no lo sé... *Rasca su nuca mostrando signos de inseguridad*.
Bruno: Venga, no me dejes solo en esto *Se endereza y come uno* Esto no te hará dar pasos hacia atrás, ya te dije. Hay que vivir también, no nos podemos privar de todo *Levanta sus hombros y come un segundo bocadillo, eran un sueño*.
María: Vale, vale *Suspira rindiéndose a aquella tentación* (Se ven deliciosos, veamos qué tal ¿Hace cuanto tiempo vengo sin comer chocolate? Más de un mes y tiene razón, la ansiedad poco a poco te va consumiendo si no la calmas de forma moderada) Gracias *Prueba uno dejando que el dulzor y el característico sabor inunde sus papilas gustativas* ¡Mhhh! Sí, que delicia *Come un segundo bocadillo mientras probaba el café. Estaba disfrutando mucho del momento. Fue entonces que su caña de pescar se movió más de lo normal* ¡¿E-eh?! ¡P-picó alg- *Pero no pudo terminar de hablar, porque cuando sostuvo firme su instrumento, el pez tuvo tanta fuerza como para tumbarla al agua. Ni siquiera Bruno pudo predecir el movimiento y atraparla*.
Bruno: ¡Mierda! ¡MARÍA! *No dudó un segundo en tirarse al agua de inmediato para nadar hacia ella. El pez o aquel monstruo con ral fuerza descomunal, arrastraba a la pobre chica en el agua y no la dejaba salir a la superficie por alguna razón. Se sumergió para que con su stand, le tome del brazo a tiempo* ¡Gh! *Notó que el hilo de la caña de pescar enredó su pierna con dos vueltas. Sticky Fingers y él hicieron una gean fierza para nadar hacia arriba, pero el pez no iba a dejar que eso pase, así que hizo una cremallera en el hilo para separarla y así salir a la superficie*.
María: ¡AHG! *Toma una gran bocanada de aire y tose escupiendo un poco de agua* ¡Qué carajos fue eso! *Dice entrando en pánico, no sabía nadar* ¡O-oh! ¡N-no quiero estar aquí! *Mueve sus brazos frenéticamente sin un orden alguno y salpicando bastante la visión de su compañero*.
Bruno: ¡María, María! ¡Tranquila, estamos bien! ¡Pero si te sacudes así te vas a hundir! *Intenta calmarla de alguna manera, pero el pez mordió su muslo izquierdo y lo sumergió sin piedad a las profundidades* (¡Mierda! No se trata de un pez noemal, es un enemigo o un usuario de stand!) *Hizo presencia su stand otra vez para golpearlo repetidas veces y aunque recibía daño, no paraba de nadar a grandes velocidades, ¡esto no era nada bueno!*
María: ¡BRUNO! *Se dejó sumergir al agua con valentía y terror a la vez, pero consiguió congelar una enorme distancia desde su punto hacia su amigo. ¡Si no podía dañar al monstruo, al menos detenerlo! Notó que Bruno se quedó con medio cuerpo atrapado en hielo, así que fue directo hacia él. Rápidamente rompe el hielo que lo contenía y con mucho cuidado y sanando su pierna a la vez, lo saca de la boca del pez, este se había quedado atrapado y era una posibilidad que muera de la asfixia ya que tapó sus vértebras. Cuando pudo sacar al capo, empezó a nadar... pero él subía y ella se hundía. Le quedaba poco aire y por el pánico, patalea y se sacude con terror. Lo único que vio fue una bruma negra que poco a poco se apoderaba de ella y un dolor horrible en el pecho*.
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AU: ARMANDO SE VUELVE AUN MÁS LOCO. Betty y Nicolás van a estar juntos o eso parece. ¿Qué va a hacer Armando? Lo veremos a continuación.
- Muy bien, doña Betty. Va a dejar de jugar conmigo. - Dice Armando mientras arranca el auto, dispuesto a seguir a su asistente y su amigo.
"Amigo..." mastica él con amargura en lo privado de su mente.
Es su viaje en carro más sombrío de los últimos días. Dentro de su cabeza se repiten las palabras de Mario en un loop infinito. ¿Cómo es que ella estaba tan lejos de él? El designio de Mariana era la respuesta, y tal parecía que él no iba a poder contra el destino.
"¡No!" gritó él para sus adentros. A mi Betty este saltimbanqui no la va a tocar.
El Mercedes último modelo, aparca en Le Noir y Armando se prepara para ralentizar su paso con el fin de que no noten su presencia. Espera con impaciencia a que entren. No puede evitar observar cada detalle. ¿Se toman de la mano? ¿Se miran fijamente? ¿Tienen mucho contacto físico? Es tan difícil determinarlo a esas horas de la noche, que sólo se abstiene a confiar en que, una vez en el restaurante, pueda ver con lujo de detalles.
Una vez que los ve ingresando, se prepara para avanzar su vehículo hasta la entrada. Ahí le da sus indicaciones al valet parking para que estacione su auto lo más escondido posible.
_ Tan bonitos que se ven, cogiditos de la mano. - Murmura al entrar a Le Noir y ver cómo ellos buscaban una mesa.
_ ¡Dr. Mendoza! - Lo interrumpe el mesero - ¡Buenas noches!
_ ¡Shhh! - Se apresura a contestarle en bajo volumen. - No quiero que nadie se de cuenta que estoy acá.
_ Acaba de entrar su asistente con un señor. - Le comenta.
_ Ya me di cuenta, ya me di cuenta. Pero quiero que ellos tampoco se den cuenta de que estoy acá.
De repente, el mozo cae en la cuenta de lo que implica el pedido del doctor; que Marcela Valencia, su prometida, y su asistente, la feita, no se enteren. Generalmente, veía al Doctor Mendoza esconderse de su futura esposa para tener citas con modelos, eso no era tan nuevo para él. Sin embargo, lo de su asistente sí. Con cara de póker decide responderle.
_ Claro Doctor, ¿una mesa?
_ No, un whisky. - Susurra Armando, concentrándose de lleno en su Betty de vuelta.
Para sus ojos ningún gesto o roce pasaba desapercibido. Si bien, al comienzo, nota expresiones de enojo en ella, se imagina que son reclamos de celos y eso hace que no baje ni un poco la guardia. Hasta que nota que los ojos cafés de Beatriz se asoman entre la gente. Con rapidez atina a esconderse detrás de otras personas y debajo de la barra.
La observa preguntando, saliendo y volviendo. Tenso y pensando en qué hacer si lo descubre, qué decirle y cómo llevarlo en tal espacio público.
_ ¿Se dio cuenta de que yo estaba aquí? - Le pregunta al camarero mientras se incorpora.
_ No Doctor, dijo que le pareció verlo pero que todo fue un espejismo.
Esto lo hace respirar con un poco de alivio, no obstante, éste no le dura mucho. Pues cuando vuelve a dirigir su atención en la parejita están mucho más cariñosos. La ira dentro de su alcoholizado ser comienza a emerger más de lo que, últimamente, ella lo tiene acostumbrado. Los ve tomados de la mano, cada vez con menos espacio que los separe, caricias entre los dedos y sonrisas coquetas. Armando aprieta con fuerza el vaso de whisky entre sus manos, antes de pegarle un trago largo.
_ Así la quería ver Beatriz Pinzón, así la quería ver. - Miente.
Más allá de los motivos que lo llevaron a involucrarse con su asistente íntimamente, nunca esperó realmente verla admirando y queriendo a otro hombre. Él, por dentro, sabía que ella estaba avocada a su trabajo y a él, sobre todo a él. Por esa razón, Bertha lo pilló desprevenido cuando le contó que él era su amor platónico. Y, una vez que la aseguró y reaseguró a su lado, siguiendo los consejos de su mejor amigo, se llegó a sentir con la tranquilidad y la certeza de que ella ya era suya y de nadie más. Después de haber hecho el amor y conocer su pasado, no habría esperado esto de Beatriz. Su angelito... que ahora le mentía para escaparse con ese tal Nicolás Mora cada vez que quería acercársele.
Sin previo aviso, una vieja conocida lo saluda e intenta entablar una conversación con él. Éste desvía la mirada un segundo, por reflejo al percibir que le están hablando a él pero no lo suficiente como para descifrar de quién se trata. Tampoco le importa. A pesar de la insistencia de la mujer, él no aparta sus ojos de Beatriz y Nicolás. En eso, ve que se están parando de sus asientos, listos para hacer su retirada entre descarados mimos.
_ Con que se fueron de planecito éstos... - Dice Armando en voz baja.
_ ¿Quiénes son? - Pregunta la chica un poco molesta ante la actitud de ingrato que estaba teniendo Armando con ella.
_ Unos enemigo. - Fue lo único que tuvo ganas de contestarle.
Ni siquiera tuvo tiempo para preguntarse qué pasaba con esa mujer, quizás le decían a Marcela que lo habían visto en Le Noir o quién sabe. Fuera lo que fuera no le preocupaba lo suficiente. "Ahora es momento de saber la verdad sobre lo que traen estos dos a sus espaldas."
Sale del restaurante directo hasta su carro. No debe perderlos de vista.
_ Va jugando, Beatriz Pinzón, va jugando.
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Con las manos apretadas alrededor del volante y con más alcohol en su sangre que cuando salió de Ecomoda, Armando continúa la persecución.
Está al borde del desespero pues no quiere creer realmente que Beatriz sea capaz de hacerle esto. A medida que va viendo cómo toman un camino distinto que el de la casa de sus padres, su tensión aumenta y siente que no está preparado para conocer la verdad. Los ve dando vueltas, como si estuvieran buscando un lugar, hasta que percibe cómo empiezan a tomar una ruta específica y... familiar. ¿Mm?
Armando puede imaginarse lo que ocurre dentro de ese carro en ese momento.
Nicolás sugiriéndole ir a un lugar más íntimo. Betty sonriéndole como en Le Noir, aceptando su propuesta. Mirándolo como lo miraba a él mismo el día de su cumpleaños. El "muelón" ese saboreándose ante la idea de atar a Betty a él para quedarse con todo. Para después botarla por esa tal peliteñida, origen del conflicto que parecían haber resuelto con mucha facilidad.
_ ¿Qué? - Exclama con incredulidad al caer en la cuenta del lugar al que están yendo, de la razón por la que le resultaba conocido el camino. - No, Betty, ¿qué hace?
El Mercedes parece estar yendo en dirección al mismo hotel en el que ambos compartieron su primera vez haciendo el amor. Entonces las imágenes de Betty hablándole de ese lugar para seguir la noche no tardan en atormentarlo. Su mente empieza a nublarse en rabia y dolor.Está consternado ante la insensibilidad y descaro de Beatriz hacia él, parece no ser la misma que una vez conoció.
Armando saca otra botella de whisky de la guantera y se toma otros buenos tragos. No obstante, y a pesar de estar lejos de sus sentidos, su pulso y su conducción no parecen verse afectados todavía. Sigue en línea recta detrás del Mercedes, ya ni siquiera con la preocupación de que no se den cuenta que los sigue.
Está tan saturado imaginándose horribles escenarios en el hotel, en la misma habitación, en la misma cama que ambos compartieron, que su mínima cordura de a poco va brillando por su ausencia.
En medio de la ráfaga de esadillas que cruzan por su cabeza, tiene un debate interno sobre qué hacer.
_ Lo mejor es que los intercepte en el estacionamiento.
_ ¿Estás loco? ¿Y eso a cuento de qué? ¿De armar un escándalo en público? ¿De que Beatriz sepa que la he estado siguiendo? ¿Cómo me justifico?
_ Gracias por plantearme preguntas que no me interesan. ¡No puedo dejar que entren al hotel y sea demasiado tarde! Ese idiota no me va a tocar un pelo de Betty en la vida.
_ Beatriz Pinzón... Usted va a tener que decirme todo a la cara esta noche. Nos vamos a dejar de jueguitos.
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_ Betty, ¿usted está segura de esto? Mire, está pisando nuestros talones. Hasta le puedo ver la cara de energúmeno que tiene desde aquí. ¡Está totalmente loco! Ya ni siquiera se molesta en disimular. Es capaz de hacer cualquier cosa, ¡hasta de acostarse con usted!
Beatriz mira a su mejor amigo con mala cara.
_ Disculpe Betty, fue un mal chiste. ¡Pero mire!
Apunta una vez más al espejo retrovisor.
Ella lo ignora, convencida de hasta dónde va a llevar las cosas. Seguramente esa noche estaba destinada a colapsar pues difícilmente las cosas se resolverían de manera decente después de todo esto. "Esta noche Don Armando tendrá que enfrentarse a mí y admitir todo, darle las explicaciones que le debe a la persona que tanto asco le produce y que, aun así, fue capaz de acariciar, besar y tocar con tanto cinismo.
_ Armando va a pagar cada herida que me ha hecho, Nicolás. Y sí, estoy totalmente segura de lo que estoy haciendo.
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Patricia Fernández llama por tercera vez a su última conquista pero, otra vez, el celular le da apagado.
_ ¡Maldita sea, Nicolás Mora!
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Beatriz y Nicolás estacionan el auto a las afueras del hotel aunque no se bajan de inmediato. Los minutos que se tardan se manifiestan en los latidos acelerados de Armando, que está a un milímetro e salir y enfrentarlos como sea. Pero parte de él guarda esperanzas en su Betty, en que no lo va a hacer., en que va a rechazarlo antes. En el fondo desea saber hasta dónde es capaz de llegar con ese estúpido.
Esa parte es la que logra, con mucho esfuerzo, refrenarlo antes de verlos bajar del auto.
Los observa tomados de la mano y caminando juntitos.
_ Dígale que no, Betty, se lo ruego. - Susurra para sí.
Sin embargo, ella parece no escuchar sus plegarias. Pues entra al hotel con una sonrisa pintada en su rostro y susurrándole cosas en el oído a su acompañante. Armando ni siquiera tiene fuerzas para imaginarse las cosas que le debe estar diciendo. Conociendo lo cariñosa y pura que ella es en la intimidad... Pensar en que comparta esa parte suya a otro es más de lo que puede tolerar.
Él baja del auto luego de que ellos pongan apenas un pie en la entrada del hotel. Intenta estar lo suficientemente cerca como para escuchar el número de habitación que les dan, pero sin dejar de estar oculto entre otras personas que pasan por ahí. Acto seguido, habiendo ellos subido al ascensor, él le habla a la recepcionista para pedir una habitación próxima a la de ellos.
Finalmente le entregan la llave y se apresura a tomar el ascensor igualmente.
_ Esto se ha terminado, Beatriz Pinzón Solano. - Murmura mientras las puertas se abren.
Aquí está la primera partecita de lo que me imaginé ante esta posibilidad en la novela. Espero que lo disfruten (? se viene armando mortal kombat era?
#ysblf#yo soy betty la fea#betty la fea#au#armando se vuelve aun mas loco#el hotel de la muerte#oremos por nicolas
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Soy de las personas que cuando no saben qué hacer en su vida o cuando sienten ansiedad o pasan más de dos días en cama agarran un cuaderno y se ponen a planear cosas para sentirse un poco más viva, para darle un poco más de sentido a su vida para decir "wow tengo que hacer esto" o "Wow me gustaría hacer esto" eso hace que automáticamente yo simplemente tenga ganas ganas de vivir, ganas de salir, de peinarme, bañarme cosas simples, como comer porque sí no cómo voy a poder hacer eso que me gustaría. Tengo cuadernos de aqué lugares quiero viajar, qué cosas quiero hacer, qué cosas me gustaría estudiar, que quiero investigar, qué instrumentos me gustaría tocar, qué ropa me gustaría poner, de qué color me gustaría tener el pelo qué tan largo lo quiero, cosas simples que me gustaría hacer sola, qué película se va a estrenar y me gustaría ir a verla, la mayoría de estos planes son conmigo misma por que disfruto tanto mi compañia, caminar con auriculares y vivir en mi mundo, tambien acá entre nosotros no quiero tener en cuenta a otras personas porque uno nunca sabe qué va a pasar no quiero vivir con ese anhelo o esa esperanza de tener esa espera en la cabeza de" quiero ir a ver esta película con tal persona" y que al final nunca pase o peor que pase para que luego me lastime y me va a doler horrible volver a ve esa pelí por el recuerdo de aquel dolor causado... *inhala y exhala
Quiero hacer todo esto sola. Quizás sí es un poco triste pero a largo plazo si pienso en que hice muchas cosas sola almenos el dolor me lo cause yo misma y no otra persona.
Creo que estuve mal estos últimos días es por eso que tuve miedo por un segundo de quedarme ya sin ni siquiera saber cómo llenar aquel cuaderno que siempre llenaba cada vez que me sentía mal capaz tal vez no llegué a hacer ni el 5% de lo que escribí en todos esos cuadernos capaz nunca lo voy a hacer (espero que si) pero me llenaba de esperanza y ahora no sé cómo llenar otro porque no tengo más ideass, me llenaban de esperanza, de ganas de vivir la vida y todas esas cosas pero ayer tuve miedo no sabía ya ni qué hacer de tanto planear ya no sabía qué hacer planeaba que tenía que planear cosas, que ES ESTOO!!!PERO TUVE UNA IDEA y entonces planeé ir a lugares de mis películas favoritas, capaz son lugares muy exóticos algunos creo, ese es un nuevo aliento de vida para mi y lo voy a tomar muy fuerte después no sé cómo voy a llenar ese cuaderno no sé si algún día voy a hacer algo de esto y simplemente son como pequeñas migajas que me ayudan a quedar un poco más viva pero supongo que si hago esto osea antes yo pensaba que quería morir, pero supongo que sí tantos cuadernos tengo llenos es porque de alguna manera quiero estar viva solamente no encuentró suficientes motivos.
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Desde la última vez que escribí en este diario, no he parado ni un segundo de intentar rellenar mis días con cosas. Llegué al punto incluso de no dormir para aprovechar ese tiempo, aunque fuera para simple ocio. Decidí tomarme unos días para descansar, pero estoy tan lleno de energía que me resulta difícil decir que no, aunque realmente me duelan los pies.
Hace tanto que no interactuaba con el celular o la pantalla de la computadora que mis ojos no aguantan verla por más de 20 minutos sin empezar a doler o llorar. Me aburre lo que me gustaba antes de empezar. Todo este proceso, por más corto que sienta que fue, me enseñó demasiado sobre autocontrol, sobre decidir bien e incluso sobre aprender a disfrutar de cosas a pesar de sentir rechazo.
He hecho nuevos amigos y siento más cerca a las personas que creía que ya lo estaban. La verdad es que extrañaba sentir los sentimientos a flor de piel. Por eso, últimamente, extraño estar enamorado jaja, pero es un proceso demasiado largo y no pienso apurarlo en ningún tipo de contexto. Lo único que estoy seguro es que quiero tener a las personas cerca. Las pantallas ya no me satisfacen, un like ya no significa nada.
Por cierto, encontré otras pequeñas pasiones, y de las que ya tenía, estoy intentando salir de mi zona de confort y explorar nuevos horizontes. Además, estos días la música se siente distinta. Mejor.
En fin, tengo que tomarme un descanso. El mundo seguirá, pero no me interesa qué hagan los demás.
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La Roomate Australiana parte final
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Después de estar todo ese tiempo sin hablarnos, yo quería que habláramos de que arregláramos las cosas, y le dejé una de mis notas debajo de su puerta, donde nos fuéramos a hablar sentadas a la orilla del mar. Tal vez le hubiese confesado que me gustaba, tal vez. Si ella respondía la nota, lo haríamos, pero no lo hizo. Ese día ella estaba sentada en el sofá y yo llegué molesta después de un mal día de trabajo. Fui a mi habitación y no vi su nota, lo que me dio a entender que no quería hablar.
Después de eso me propuse a evitarla; ya no quería verla y aunque me gustaba mucho, ya no podía seguir así. Ya no me acuerdo si fue la última vez que la vi hasta que sucedió 5 días antes de irme. Llegué de un viaje, me preparaba mi cena y ella llegó. Se había cortado el cabello. Su hermoso cabello largo ahora era corto; quedé sorprendida al verla. Ella me preguntó si me gustaba y le dije que sí, se veía bien (aquí entre nos siempre me va a gustar con su cabello largo).
El día 11 de marzo me fui de la casa; mi contrato de arrendamiento y mi visa acababan y fue doloroso irme. No quería verla porque nunca me han gustado las despedidas y menos despedirme de alguien que me gusta. Ese día la escuché irse temprano, por lo que ya sabía que para las 11:30 no estaría cuando me fuera.
Recogí todo y me fui, pero como soy muy terca o romántica, le deje una de mis acostumbradas notas en su caja de copas que tiene encima de la nevera. Ella no suele abrir esa caja y si lo hace no sé cuándo será; puede que pase mucho tiempo.
Lo hice porque tal vez quiero que algún día ella entienda el porqué de mi comportamiento, porque me intimidaban tanto con su presencia, porque quisiera que viajase a Portugal y nos reencontráramos.
Para mí fue difícil irme así, lloré y la extrañé muchísimo. Fueron muy difíciles esos primeros meses. La extrañaba demasiado, cada noche recordaba tantas cosas que ella hacía, su imagen estaba en mi mente, pero me dije a mí misma que no vería su foto de Facebook, así no se me grababa más su imagen. Si veía su foto, me decía, siempre perdiste.
Curiosamente, encontré una terapia para olvidarme de ella, o para no sentir lo que alguna vez sentí por ella. Fue escribir. Antes de mi viaje a Cascais estando en Portugal; pensé en escribir y contar en esta forma de blog todo lo que había pasado con ella y funcionó. Los tres primeros blogs sobre “La Roomate Australiana 1 2 3” me sirvió para sacar todo lo que sentía por ella. Fue desahogarme con usted, Dear Piscologa, ya no sentía que la extrañaba y recuerdo que disfruté de mi viaje a Cascais y cuando regresé ya no había nada. Esos 4 meses intensos de extrañarla, de añorar y contemplar volvernos a encontrar ya se habían ido.
Escribir para que se desvanecieran esos sentimientos fue mi terapia y el motivo por el cual he creado este blog.
Dear Psicologa, no sé si algún día la vida nos reencontrará de nuevo, no sé si sentiré algo si la veo nuevamente de frente; ¿estaré nerviosa? ¿Cómo me sentiré? Solo sé que este es el último blog que yo escriba sobre ella y estoy contenta de haber seguido adelante, aunque no la tuviera a mi lado. Ella dejó una huella; sé que siempre me acordaré de ella, pero supe seguir mi vida sin su recuerdo.
#romance#lover#lgbtqia#amor#recuerdos#pensamientos#escritos#nostalgia#lesbianas#experiencias#amoresplatonicos#vida#Youtube
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Hi...
Soy yo de nuevo, hoy quiero platicar con ustedes un poco sobre que hacer en estos días que se vienen de convivir con la familia (navidad), como sabrán ya es noviembre y terminará el año dentro de poco, y quiero en este post pueda ayudarlas a acercase a su meta dando consejos por si es que no han llegado, o puedan seguiir para lograrlo.
En éstas celebraciones es difícil cumplir co la dieta pues en todos lados hay golosinas y pues al verlas talvez se te antojen así que hoy te daré un truco que uso :).
Primero hermos@ tienes que ponerte una mata y límite de calorias, para estos 2 meses, un ejemplo puedes ponerte la meta de baja 5 klg cada mes, y así baja 10klg para principios de este nuevo año, y ponerte en límite de no consumir más de 1200 caloria (es ejemplo, pues de pende de ti como quieres que sea).
Haora como es obvio ejercicio y puede hacer la rutina q te acomode, que usaras los 2 meses (Aré un hilo pronto de ejercicios, que te pueden ayudar).
Haoara si lo bueno como no tener atracones por estas fechas, o como poder engañarte a ti mismo y a los demás, primero sírvete tu, en caso que sea en las fiesta así podrás servites menos y cundo estés a mitad del plato, di "creo q me serví demasiado lo guardaré", todos estará ocupados con los demas a si que no tendrás todos los ojos en ti, también come despacio, no tomes refresco solo agua, y antes de cualquier cómida 5 min antes toma máximo 500ml de agua, para sentirte lleno.
Después de esto intenta no consumir nada después de las 8 si es que van aser una cena muy noche, escaso de que den postre guárdalo, come solo un poco o dacelo a alguien más diciendo q estas satisfecho con la comida y no quiers q te haga daño.
Y creo q untenta estar lejos de la cosina y te ayudará, toma té, te ayudará a calmar los antojos y en caso extremo come un fruta o una galleta de arroz inflado, sin acompañarlo con eso de mermelada o crema de mani pliss.
Espero le ayude enserió esto lo hago cada reunión con mi familia y me ayuda mucho a no romper mi ayuno o mi limite de calorias.
P.D. Perdón la tardanza tuve q realizar de nuevo mi hilo ya que se borro :(
Los quiero s si se puede dejar de ser cerdito
Onki onki 😳
#tw ana bløg#tw ana rant#ana y mia#tw ed ana#anadiet#tw ana mia#tw mia#no quiero ser gorda#quiero ser flaca
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Podrías hacer una historia sobre un chico que tiene diarrea en el cine y se tira pedos durante la pelicula y al final tenga un accidente PD: me gustan mucho tus historias
Un Cine (Spanish Version of "A Cinema")
Drake desde que tiene uso de memoria siempre le ha gustado el arte del cine, siempre observo como este iba evolucionando creando nuevos géneros, algunos fuertes y otros débiles, pero sin importar que, disfrutaba la magia y experiencia que significaba sentarse en una sala de cine.
Ya siendo alguien joven su interés por conocer personas aparecieron, hizo un gran amigo llamado Leo, Drake siempre lo acompañaba en sus actividades, eran compañeros de clase y siempre hablaban, bueno, realmente Drake no tenia otra opción porque era su único amigo con el cual se empezaba a formar un lazo más fuerte.
Un día en el cine local se estrenó una emocionante película de acción: “Bala Perdida” (Esta película ya existe, pero esta historia no se va a relacionar con ninguna película ya existente).
Drake y Leo paseaban por el parque al frente del cine y Leo se percató:
Leo: “Vaya mira la cartelera del cine! Bala perdida va a ser estrenada la siguiente semana”
Drake: “En serio? Deberíamos ir a verla”
Leo: “Claro!”
Drake: “¿Quieres verla de verdad?”
Leo: “Por supuesto! Soy fan de la saga original y me encantan las películas de acción”
Drake: “¿Entonces, el sábado de la siguiente semana?”
Leo: “Allí estaré”
Drake llego a su hogar con una gran sonrisa y emoción en sus ojos, finalmente se podría considerar como una primera cita… más o menos, aun así la idea de ir por primera vez al cine con un amigo emocionaba mucho a Drake esperando con ansias el día acordado.
El sábado por la mañana Drake llamo a su amigo para asegurarse que el plan no se canceló, por suerte este no era el caso y en unas pocas horas ambos se irían a reunir para comprar las entradas, Drake se puso su mejor ropa casual, se peino y perfumo, por último, tomo sus ahorros para, además de comprar la entrada, comprar alguna botana del cine el cual el invitaría a Leo como un gesto generoso.
Llegando al cine a lo lejos vio a Leo vestido con un rasgado jean azul con una camiseta verde, Leo se percató de la presencia de Drake y lo saludo desde lejos mientras que el se acercaba más al cine.
Ambos compraron sus entradas y entraron:
Drake: “Hey, he traído un poco de dinero extra asi que pensé que talvez te gustaría alguna botana que venden aquí, no te preocupes yo invito”
Leo: “Seguro? La comida aquí es muy cara”
Drake: “Eso no es problema solo quiero hacer que esta ocasión sea más especial…”
Leo: “¿Especial en qué manera?”
Drake: “Especial en la manera de que es la primera vez que vamos al cine juntos por supuesto”
Por suerte para Drake, la fila para las botanas era corta, no se tardaría más de 5 minutos y llegarían a tiempo a la sala de cine. Llego su turno y lo atendió un joven muchacho:
Vendedor: “¿Que te podemos servir chico?”
Drake: “Unas palomitas de tamaño gigante por favor”
Vendedor: “Seguro que solo eso? Veo que también lo acompaña otro chico, ¿qué tal si le ofrecemos gaseosas?”
Drake: “emmm... ok también gaseosas, gracias”
Vendedor: “También tenemos el combo 1 el cual contiene 1 hot dog con queso derretido, frituras y un pequeño recipiente con queso extra, y con la compra de dos combos 1 le ofrecemos evolucionar el pedido a combo 2 en donde al hot dog se le añade chilli moderadamente picante, tocino y tomate, y las gaseosas aumentan al tamaño mediano”
Drake no estaba seguro, era mucha comida y aunque la película dura 3 horas no sabría como su estómago iba a reaccionar, iba a negar la oferta hasta que vio como Leo estaba viendo fijamente el avaricioso combo 3, si en verdad quería impresionar a Leo, debía conseguir lo que él quería.
Drake: “Que tal dos combos 3”
Vendedor: “El combo 3 contiene…”
Drake: “Solo démelos, la película está por comenzar…”
Vendedor: “A sus órdenes!”
Pasaron 3 minutos hasta que Drake recibió dos bandejas plásticas de lo que seria el combo máximo que podía ofrecer el cine, Leo camino hacia Drake, tomo una de las bandejas:
Leo: “¿Realmente pagaste todo esto? ¿Para mí?”
Drake: “Bueno… no podía escatimar en gastos si se trata de mi… mejor amigo”
Leo: “Muchas gracias”
Drake se enrojeció y fue interrumpido por el brazo fuerte de Leo tomando de su brazo para correr y llegar a la sala, fue tan rápido que casi toda la comida se tambaleo a punto de caer, buscaron sus asientos que estaban ubicados en el centro horizontal y vertical de la sala.
Empezaron los trailers y Leo ya se encontraba devorando su comida: “Pruébalo sabe increíble!”, Con timidez Drake le dio un mordisco a su hot dog… su sabor era increíble y empezó a devorar el primer hot dog (el combo 3 incluye dos hot dogs). Empezó la película y Drake ya se había comido la mitad de su plato, Leo sorprendido puso su mano en el hombro de Drake y dijo: “Deja un poco para la película amigo” haciendo que el se sonrojase aun más y se calmara un poco.
Los primeros 30 minutos de la película habían pasado, todo iba bien, Drake no había tocado su plato desde lo que le dijo Leo, un rugido estomacal hizo eco en su cabeza, “Seguro es hambre” pensó el así que volvió a tomar el segundo hot dog y lo comió lentamente evitando que sus condimentos no se caigan al suelo, al terminar el rugido no se había ido, al contrario, aumentaba, así que el empezó a comer las frituras que tenía untándolas en el chili, queso derretido y guacamole extra que pertenecían al combo 3, a la primera hora de la película su barriga empezó a doler, Drake temía que el dolor sea provocado por otra cosa además del hambre, pero siguió con lo último del combo: palomitas con mantequilla y el vaso gigante de gaseosa.
Paso 30 minutos más, oficialmente llego a la mitad de la película cuando otro rugido estomacal lo golpeo desprevenido, empezó a masajear su estomago y su frente empezaba a sudar gracias a los dolores seguidos, otro rugido más hizo sentir a Drake un pequeño aire atrapado entre sus intestinos, volteó a ver a Leo, el estaba atento hacia la película con una pequeña sonrisa admirando la gigante pantalla, nervioso, Drake se inclino un poco y… *pppfftfttf*
Fue un pedo pequeño y silencioso, el olor fue compacto y se entrelazo alrededor del cuerpo sudoroso de Drake, el volteo de nuevo y al parecer Leo no se había dado cuenta, el ruido de la película y el aire acondicionado de la sala de cine pudo atacar al olor limitándolo a estar cerca de su progenitor.
Drake dio un suspiro aliviado esperando a que esta situación no se vuelva a repetir, pero por su mala suerte en 5 minutos llego otro dolor, una gran acidez se centro en su estomago donde algo terrible se estaba cocinando, pero mientras que la olla empezaba a hervir el humo empezó a salir viajando por las gigantes cuevas del intestino grueso hasta tocar el esfínter anal del agotado Drake: *GRRRRRRRRRRR*
Tomo su mano y la llevo a su estómago, el dolor hizo que se retorciera en su asiento cuando sintió que otro gas estaba apunto de salir de él, se inclinó y un pedo más violento salió: *PPPFFFttttttt* este empezó con un gran estruendo para después adoptar un sonido agudo, sin duda se pudo escuchar si tenías un buen oído.
Leo: “¿Hueles algo extraño?”
Drake: “¿No, porque lo dices?”
Leo: “Apesta este lugar, deberían limpiarlo mejor”
Drake: “Si, por supuesto”
El olor fue disuelto lo suficiente como para que este se pueda dejar pasar como un hedor a suciedad más que a intestinos o comida chatarra, Leo empezaba a notar los olores de Drake pensando que son propios del cine, Drake sabía que necesitaba una mejor estrategia para evitar que su malestar se note, se quito su chaqueta y cubrió su cadera con esta, luego aplico la suficiente presión como para que el asiento termine formándose alrededor de su trasero creando una pequeña prisión para los olores y sonidos.
Leo vio lo que estaba haciendo Drake y extrañado pregunto:
Leo: “Hey, pasa algo?”
Drake: “No pasa nada…”
Leo: “¿Te ves incomodo y creo que estas sudando mucho, te duele algo?”
Drake: “Para nada Leo, solo tengo mucho calor, por eso me quite mi chaqueta”
Leo: “Si tú lo dices… *BUM* WOW! ¡Mira esa explosión!”
Por supuesto, esa era la solución pensó Drake, en este momento ya iban por dos horas de película, era claro que la última hora sea la que más acción contenga: disparos y explosiones eran la fachada perfecta para ocultar de una mejor manera el sonido de sus nalgas chocantes.
Drake estaba atento a la pantalla grande, no tanto por la trama, sino por las explosiones y de una manera audaz logro sincronizar sus pedos con cada una de ellas:
*PUMMMMMMMMMM*
*PPFPPFPPDFTFTFTFTFTF*
*BUMMMMMMMM*
*PRPRPRPPRRRRRRRRRRRRRRRRR*
*UFFUFFCHUCHUMMMMMMM*
*PFFPFFPFTTTTTTTTPPRPRPRPRPRPRPRPRPPRRPPRRR* *GRRRRRRRR*
Los pedos eran cada vez más largos y recurrentes, poco a poco su estómago empezó a alborotarse más: *GRGRGRGRRRRRRRR*, Drake llevo sus dos manos a su estómago intentando calmar el dolor con masajes, pero no funciono, *GRGGRRRRRR*, alzo su trasero y ni siquiera le importo si había alguna explosión o no y se pedorreo *PPFFTFTFTFTFTFTFTFTTFTFFT* *PFTTFTF* este fue el más violento de todos hasta el momento, la humedad del mismo le advertía que el chili estaba a punto de salir, aun quedaba media hora para acabar la película, todavía no podía rendirse.
Volteo a ver a Leo y vio que este tenía una cara de disgusto, Leo se percató, volteo y dijo:
Leo: “Drake, realmente apesta este lugar, como si algo se estuviese pudriendo…”
Drake: “No te preocupes por eso, ya solo faltan 30 minutos más y saldremos de aquí”
Leo: “Revisa tu asiento, creo que de allí viene el olor”
Drake estaba avergonzado, Leo empezaba a sospechar de él, el olor ya ni siquiera podía deshacerse del aire y lo peor es que la trampa de gases lo que hacia era contener el olor más no eliminarlo, poco a poco los gases atascados en el asiento empezaban a filtrarse haciendo que alrededor de Drake se formara una aura putrefacta que ya se podía notar a metros de él, Fingiendo e intentando convencer a Leo que el olor no venia de el empezó a buscar en su asiento, obviamente sin resultados.
Ambos siguieron viendo lo que faltaba de la película, unos 10 minutos ya, los cuales Drake tuvo que retener sus gases lo más adentro de sus intestinos posibles, no podía permitir que Leo se diera cuenta de lo que le pasaba, la típica situación de diarrea en la primera cita.
Llegando casi al final, los protagonistas de la película tenían que desactivar una gran bomba de un gran centro comercial, seria la explosión más grande de todas, pero será superada por Drake quien ya no podía aguantar y necesitaba liberar urgentemente el aire atrapado en su ano.
Llego la cuenta regresiva para la explosión de la bomba, el protagonista intentaba desarmarla sin éxito, al llegar al número 1, Drake relajo su esfínter confiado hasta que escucho algo terrible: “La Desactive!”.
Era demasiado tarde, se pudo evitar la explosión falsa, pero no la real:
*PFPTPPTFPTPFTPPFPFPFPPTPPPPPTPTPTPFD* *PPTDTTDTSTTSTSTSFTFTFTTFTFRR* *GRRERRGRGRGRRRRR* *PRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR* *SQHHSQSH*
Todos en la sala de cine se quedaron callados mirando fijamente hacia los asientos de Drake y leo, este último volteo hacia a Drake y dijo: “Tu…”, Drake salió corriendo del lugar, además de llevarse una gran vergüenza, también se llevo un pequeño regalito del pedo, la diarrea pudo filtrarse y ser expulsada con éxito manchando la ropa interior de Drake con una mezcla caliente y espesa.
Vendedor: “¡Chico, no corra en los pasillos!”
Finalmente, Drake llego al baño público del cine, corrió hasta que casi se resbala, se ubico en el último cubículo del lugar, cerro la puerta, se desnudo y finalmente su trasero beso la tan apreciada porcelana fría:
*PRPRPRPRPRPRPRPRPPRPRPR* *HSQHQSBHSHQSHSHQSHSHSHSHSHSHSHHHHH* *PFFTTFT* *SQHQHSHSHHSHQSHSHSHQSHQSH* *PRRRRRRPSSSSSSSSPRRRRRRPFTFTFTFTFTFTFT* *SQHHSHSHSHQSHSHS* *GRRGRGRGRGR* *PFFTTTFTFTFTFTFTTF* *QSHHSQHSHQSH*
Drake sentía como su trasero goteaba lava directamente traída de un super volcán en erupción, la acidez de su estomago lo empezó a atacar y:
*RPPPRRPRRRRF* *QSHHQHSQHSHQHSHSHSHQHHSQSHHS* *QHHSHSHQSHQSSHSH* *GRGRGRGRGGRGR* *PPPFTFTFTFTFTFFFTTTTT* *PSPSPSPSPSPSPSPSPSPSPPS*
El dolor era agudo, Drake empezó a sudar como loco y se quito su camisa, tomo un poco de papel higiénico y se seco su frente, jadeando tomo fuerzas para seguir expulsando la diarrea:
*FPTPPPFTFPPTFPTPFPFPFPPTTTTTT* *PRPRPRPRPRPRPRPRPPR* *GRGRGRGGRR* *PLOP* *PLOP* *PPSPSPSPSPSPSPSPPSPSPS* *PFFTFTTFFTTF* *PDPSPSPSPPSPSPSPPRPRPRPRPR*
El dolor seguía, Drake con ambos brazos tomo pequeñas barandillas que había en el cubículo agarrándolas con fuerza, cerro sus dientes y abrió sus piernas hasta que escucho a alguien entrar: “¿Drake, estas aquí?”
Drake alzo sus piernas lo más alto que podía rezando a que Leo saliera de allí, pero su estómago jugo sucio:
*PPPFPFPFPFPPFPTPTPTPTPTPPFPPTPTPTPTPTTTTFTTFT* *GRGRGRGGRGRRRRRRR*
Un pedo sonoro delato su ubicación, Leo toco la puerta del cubículo:
Leo: “¿Estas bien amigo?”
Drake: -Sin Respuesta-
Leo: “Nunca pensé que esa comida te hiciera tanto daño, tampoco pensé que el olor venia de ti, pero, ¿por qué no pediste ir al baño?, la película tampoco estaba tan buena como para que no quieras saltarte ninguna parte…”
Drake: “Lo siento, lo arruine todo”
Leo: “No digas eso, a cualquiera le puede pasar y lo comprendo”
Drake: “No quería dejarte solo…*GRRRRRRR*”
Leo: “Por favor, no es la primera vez que voy al cine, no me voy a perder o algo asi”
Drake: “Yo-”
Un dolor agudo interrumpió a Drake, preparándose para lo peor no pudo evitar gritar de dolor:
*PRRPRPRPRPRPRPRPRPRPRPRPPRPRPRPRPRPRPR* *PLOP* *PLOP* *PLOP* *QSHSHQHQSHSQHQSHSQHSQHQHSHSQHSQ* *PRPRPRPRPRPRPPR* *QSHQHSQHHQSHQHSHSQHSHQS* *PLOP* *PRRRRRRRRRR* *PSPPSPSPSPSPSPSPSPSSP* *PFPFTPPPFPTPTPTPTPTTTT* *PFTPFPTPFPFTPTPFPTPFTPPFT* *PLOP* *PLOP* *QSHHSQHSHQSHQSHQHSHSQHS* *PFFTFTFT* *GRRRRRRRR*
El lugar quedo en un gran silencio, ambos estaban sorprendidos y no podían decir ninguna palabra, valientemente Leo fue quien calmo a Drake:
Leo: “Perdóname, yo no debí proponerte venir aquí y no debí entrar aun sabiendo que estabas enfermo del estómago, no se lo diré a nadie y fingiremos que nada de esto paso”
Drake: “No te disculpes, en verdad quería venir aquí, contigo”
Leo: “Como una… cita?”
Drake: “Si… *GRRRRR* si te incomoda, también podemos fingir que nunca dije esto”
Leo: “No… creo que fue una primera cita maravillosa después de todo”
Drake: “Gracias… *PFPPFPFPFPTPTPPTPTPPT* *SQHQHSQHSHSQSHQHSHQ*”
Leo: “Te dejare solo…”
Drake: “No, quédate, quiero que alguien este conmigo porque en verdad me duele bastante, además en este cubículo no hay papel higiénico”
Leo: “Por supuesto”
PD: Tengo como 4 propuestas de una historia en el cine, finalmente pude cumplir con esto, y me gusta el resultado.
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Mensajes ocultos
Este es el unico medio que tengo para decir como me siento.
Estoy bien, solo estan pendientes de que me tome mi medicamento y ya no he tenido pensamientos extraños.
Quiero ver a mi hijo 😭😭😭, quiero verla a ella, quiero estar con los 2, pero estoy aprisionado aqui, sobreviviendo a su manera de hacer las cosas. Aunque sea solo aqui puedo desahogarme y pedir tregua a esta guerra que se que no se va a acabar pronto. No quiero otra cosa mas que regresar el tiempo, a cuando era feliz, a cuando estaba en casa.
QUIERO VOLVER A CASA!!!! QUIERO VOLVER CON MI FAMILIA!!!!
Perono puedo. Intente hablar con ella y no me dejaron. Intente hacer las cosas demanera pacifica y ella no acepto, ahora solo espero pacientemente hasta la hora en que medigan que he perdido todo.
Solo sere una persona que paga las cuentas de sus errores, de su fracaso, de su malparida vida.
No atentare mas con mi vida, solo vere como la pierdo con el paso del tiempo solo siendo un zombie sin emociones al saber que ni los 4 pisos de disculpas sirvieron para recuperar lo que contruimos y me quitaran por la fuerza.
Como dije en su momento, yo siempre fui el malo del cuento, lo que ahora me esta pasando es porque lo merezco, esmi precio a pagar por ser tan mediocre como esposo. Solo espero que mi hijo crezca bien, que sea un buen chico y que no cometa los mismos errores que yo cometi.
De nuevo, lo siento mucho, ese dolor no se ira, dejare que me mastique a placer hasta el ultimo de mis dias.
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Odiar amarte (Bjorn x lectora)
Masterlist de mi autoría
Parte 1
Sinopsis: la negativa de la mujer ante el pedido de Bjorn para rehacer lo que tenían no iba a detener al joven para seguir intentándolo. Y asi como Yvaga sería un nuevo comienzo en su calidad de vida, también lo sería en su relación.
La primera en despertar del criosueño fue ____, quien se encargó de alistar todo lo mejor posible. Luego despertó Navarro, y entre ambas encaminaron el Corbelan hacia Yvaga ese último trayecto que quedaba.
Los demás fueron despertando uno por uno, todos menos Bjorn. Fue por eso que ____ se acercó s su criocámara.
—... ¿Por qué no saliste?—lo miró preocupada al ver que estaba consiente, pero sin levantarse.
—Queria ver si te preocupabas y venías a buscarme.—sonrió apenas, solo logrando que ____ le diera un golpe en el hombro y se largara del lugar.
Al llegar a Yvaga, el gobierno regente los mantuvo en cuarentena unos días. Investigaron el tema del xenomorfo, pues Yutani venía hace años experimentando con ellos. Incluso los años que los jóvenes estuvieron en el hipersueño, hubo otros accidentes con la criatura.
Pero todo eso quedó atrás cuando el gobierno les cedió una gran ayuda social. Una bonita casa, empleos livianos y la promesa de una vida tranquila fueron más que suficiente para olvidar todo lo vivido.
Pero mientras Rain se mudaba con Tyler y Kay, y Navarro y Bjorn vivían a unas manzanas, ____ se desvaneció.
En un inicio les comentó la oportunidad de unirse a un centro de investigaciones sobre plantas medicinales que Yvaga quería inaugurar, y lo emocionada que estaba con ello. Pero de un día para el otro desapareció. Y pasaron semanas sin tener novedades. Al menos hasta que Navarro la vio en las costas de la ciudad.
—¡Estaba ahí! Hurgando en las piedras de la costa.—miró a su hermano, quien enarcó una ceja incrédulo.
—¿Y por qué no te acercaste a hablarle?—Kay la miró preocupada—. No sabemos nada de ella hace mil años.—
—Un chico se acercó a ella, y se fueron juntos en un vehículo. Yo estaba lejos, no me escuchó cuando la llamé...—
—Osea que ya tiene novio y se olvidó de Bjorn.—Tyler miró divertido a su primo, quien no tardó en levantarse molesto y salir de la sala.
—Tenían el mismo uniforme, eso dice que son compañeros...—
—Si entró a ese proyecto de hierbas medicinales... ¿Tal vez buscaba algas?—Rain lo meditó un segundo—. Significa que puede volver a ir. Podemos quedarnos en la playa...—
—¿Y qué? ¿Quieres plantarte ahí todo el día y esperar a que aparezca?—Bjorn la miró desde el umbral de la cocina—. Es evidente que no le importamos, se esfumó. No quiere vernos.—
—A ti no quiere verte, y por ello todos estamos en el mismo problema.—Kay sonó molesta—. Todo es tu culpa... yo sí quiero ir a la playa.—
—Voy con ustedes.—Navarro sonrió emocionada—. Aún no veo el atardecer sobre el mar.—
Bjorn no podía creer la emoción del trío de chicas, parecían ignorar el hecho de que ____ no quería verlas...
¿No quería?
De todas formas...
Él sí quería verla.
Era un hermoso sábado por la mañana cuando ____ llegó a las costas del norte de Yvaga. Dejó su bicicleta sin mucho cuidado en la acera lindera a la arena, y tras quitarse los zapatos caminó hacia el agua. Le gustaba la sensación cosquilleante de la arena bajo sus pies, asi que disfrutó el corto trayecto.
Se acercó a unas grandes rocas de la orilla, comenzando su búsqueda de algas. Fue solo unos minutos después que un llamado desesperado la hizo voltear.
—¡____! ¡Quédate ahí quieta, señorita!—una Kay apresurada corría con dificultad por la arena, hundiéndose torpemente por usar zapatos pesados. ____ sonrió.
—No me iré.—volvió la atención a las piedras—. Tengo una buena porción de porquería verde aquí...—
—Asi que adiviné.—Rain y Navarro se acercaron a paso más seguro que Kay, apoyándose en la piedra que respaldaba a su amiga—. Eran algas.—
—¿Me espiaban?—Kay finalmente llegó, viendo a ____ guardar algas en un contenedor de plástico—. Que triste.—
—Te vi de casualidad antes... Perdón si me preocupo por una amiga que desapareció de la nada.—Navarro rodeó la roca, agachándose a su lado—. ¿Cuál es tu maldita excusa por habernos ignorado asi.—
—No las ignoré.—la miró finalmente—. Solo... No las estaba buscando.—cerró el contenedor ya lleno, dejándolo sobre las rocas—. Lo siento si las preocupé.—
—... Que disculpa más asquerosa.—
—Bueno, es la única que tengo.—____ se acercó al agua—. Yvaga es genial, y yo solo quiero... Aportar mi ayuda. Debo pagar la oportunidad que nos dieron ¿No crees?—
—¿"Nos dieron"?—Kay enarcó una ceja confundida.
—Si ayudaba en el laboratorio, les darían buenos lugares a ustedes. Y a mi, claro.—sonrió apenas—. Perdón si no te visitaba, Kay. Pero con saber que estabas a salvo y lejos de una mina de carbón estaba tranquila.—
—Nadie te pidió un esfuerzo asi.—Navarro llamó su atención.
—Son mis amigos, haría lo que sea por ustedes. No necesito tu permiso...—sonrió divertida antes de tenderle una especie de microscopio chiquito—. ¿Quieren ver algo genial? Hay gambas chiquitas que viven entre las rocas.—
Tal vez ____ no era una persona muy amorosa como Kay, o abierta como Navarro. Pero amaba a sus amigos, y el trío de chicas en aquella playa lo entendió al enterarse de todo lo que ella hizo por su seguridad.
—Le dijeron que si trabajaba en el laboratorio, nos mantendrían en el sector B, a todos.—Rain miró a Tyler, notando lo sorprendido que estaba—. ____ esta en el área de biomateria.—
—¿Por qué diablos no nos lo dijo?—Bjorn apoyó los brazos en la mesa—. Solo... desapareció.—
—Estamos hablando de ____, Bjorn. Desaparecerse por días era algo muy suyo en Jackson ¿Recuerdas?—Navarro se sentó a su lado—. Esta muy emocionada por este proyecto... Creo que ni siquiera duerme bien.—
—Pasó la tarde con nosotras pero nunca dejó sus apuntes.—Kay apoyó el mentón en la mesa, mirando con cierta tristeza aquella pecera con gambas blanquecinas que había juntado en la playa. (Mi sueño frustrado es tener de esas... Ahre cortaba el relato)
—Bueno, siempre estaba trabajando.—Tyler recordó las tardes de ausencia en las reuniones de fines de semana—. Supongo que aquí será igual.—
—No. No puede ser.—Bjorn lo meditó un segundo—. No puede ser una loca del trabajo aquí también, debe relajarse... Y la idea de que se sobreexija para que nosotros vivamos bien... No me gusta nada.—
Un silencio algo raro los rodeó. Todos creían que Bjorn tenía razón. Y debían hacer algo al respecto.
—Solo será la cena y luego me voy.—
—No, señora. Usted se quedará aquí con nosotros.—Kay la abrazó por la espalda—. Haremos una pijamada~
____ entró a aquella casa y de inmediato fue recibida por sus amigos. Y por Bjorn.
Mientras la lasagna se cocinaba en el horno y Kay llenaba su acuario de más y más plantas, ____ les relataba qué había estado haciendo esos días. Y Bjorn lo supo, la chica estaba comenzando a perderse de nuevo en ese círculo vicioso de trabajo.
—Debes controlarte con eso.—Rain la miró preocupada, diciendo en voz alta lo que todos pensaban—. Vinimos a Yvaga para mejorar nuestra forma de vida... Y tú haces exactamente lo mismo que antes.—
—Si, pero... Ahora lo hago feliz y bajo el sol.—____ intentó bromear, pero a su amiga no le hizo gracia—. Bueno bueno... Intentaré calmarme con eso.—
Después de la cena, y tras tontear un poco entre todos, media docena de colchones se desparramaron por toda la sala. Y todos cayeron rendidos enseguida. Todos menos ____.
Bjorn dormitaba apenas, cuando unos ruidos del comedor llamaron su atención. Se levantó con cierta pesadez, y esquivando a todos sus amigos tendidos en el suelo, se abrió paso hasta el comedor. Y entonces vio a ____ sentada en el marco de la gran ventana que daba a la playa.
—¿No puedes dormir?—la chica se dio un pequeño susto, pero no tardó en asentir—... ¿Puedo acompañarte?—
Algo insegura, ____ le hizo un lugar, y Bjorn no tardó en acercarse. Se sentó a su lado, cuidando no invadir mucho su espacio. Era la primera vez en su vida que se sentía tan nervioso por estar cerca de ella. Algo que sonaría imposible de creer en sus años de noviazgo, donde no se separaban para nada. Al menos hasta que todo se fue al diablo.
—¿Que es eso que se ve a lo lejos?—el chico señalo las costas a lo lejos, donde algo resplandecía apenas.
—Las gambas que viven en las rocas tienen un pigmento en su exoesqueleto que las hace bioluminiscentes.—explicó ____.
—... ¿Como me habías dicho en la nace? ¿Poco agraciado de cerebro?—la chica lo miró—. Hablas en chino para mi, cariño.—no pudo evitar sonreírle, y Bjorn se la devolvió.
—Bichos chiquitos. brillar en luna. Bonito.—habló cual salvaje, señalando la pecera de Kay detrás de ellos. Bjorn resopló con gracia.
—Ya ya, entiendo.—notó el leve resplandor de las criaturas sobre la cajonera de la sala. Eran bonitas—... Sobre lo que hablamos hoy... Era en serio, debes relajarte.—se tornó más serio, y ____ notó eso.
—Me gusta mi trabajo, de verdad es algo que disfruto hacer...—Bjorn estaba por hablar, pero vio que ella continuaría—. Pero vi la preocupación de las chicas en la mañana... asi que lo tomaré con calma.—
—No puedes desaparecer así... Hacías lo mismo en Yvaga.—
—Y por eso hiciste lo que hiciste ¿No?.—Bjorn se aferró al marco de la ventana, afectado por el tono neutral y cortante de aquello—. Me engañaste. Y antes de que te defiendas, esta bien... No fui una novia presente... lo entendí apenas hoy.—
—No, no pienses que es culpa tuya... Yo fui un idiota.—
—Ah, sí lo fuiste. No dije lo contrario.—____ se apoyó en el marco lateral de la ventana—. Me enamoré de mi trabajo, más de lo que lo estaba de ti... Descuidé lo nuestro, y tú tampoco te esforzaste mucho en intentar mejorar las cosas...—un aire helado la hizo tiritar apenas—. Los dos fuimos unos idiotas.—La chica bajó de la ventana, ya algo afectada por el frío y el cansancio—. Será mejor que vayamos a dormir, mañana trabajo por la tarde, y creo que podría descansar bien por primera vez en semanas.—
—... aún quiero intentarlo.—Bjorn no tardó en alcanzarla—. Empezar de cero.—
—... seamos amigos ¿Si? Asi nos evitamos el ciclo repitente de yo estresada por el trabajo y tú engañándome con una mesera.—
—Lo dices tan a la ligera que parece que no te importa.—
—Oh, no no no. No confundas mi actitud ahora. Porque en ese entonces me destrozaste el corazón.—la voz de la mujer se quebró un poquito en esa última palabra, y Bjorn sintió la urgencia de abrazarla en cuanto ella le dio la espalda.
—Lo lamento... Lo lamento de verdad.—la abrazó incluso más fuerte—. Fui un imbécil... Déjame arreglarlo... Si tú quieres.—apoyó el mentón en su hombro, agachándose un poco por la diferencia de altura—. Pero si dices que no, seguiré insistiendo.—
—Ah, que molesto.—
—Juntaré algas contigo... Te acompañaré al trabajo, y te esperaré a la salida... Veré que comas bien, que duermas bien... Me esforzaré para mejorar las cosas... Solo déjame hacerlo.—
____ se aferró a los brazos que rodeaban su pecho, asintiendo apenas. Bjorn sonrió, sintiendo cómo la chica se relajaba bajo su tacto.
Sabía que las cosas serían extrañas en un inicio, que no todo sería color de rosa. Pero se esforzaría, haría lo que sea para recuperar el corazón de la amante del trabajo.
La verdad yo no sé si podría perdonar algo asi.
No sé, nunca tuve pareja, quéseyo cómo reaccionaría. Re solari la piba xd.
Pero calculo que no volvería, no me olvido fácil de las cosas, no podría ignorar el hecho de que en algún momento me cagaste we.
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Hermana Mayor & Hermano Menor (Siempre Te Protegeré | Kate & Charlie) : (Parte 1)
(Advertencia : Esta Es Una Historia No Canónica En Mi Historia De Creepypasta De Wattpad, Y Recuerden Que Este Es Mi Propio Universo Así Que Ciertas Cosas Están Cambiadas, Si Les Gusta La Historia Por Favor Suscríbase A Mi Cuenta Y A Mi Canal De YouTube Que Ahí Hay Enlaces Para Entender Mejor Mi Universo)
( Para Los Haters Si No Te Gusta No Veas)
(Ahora Sí Disfruten La Historia ^^)
Charlie Matheson: *Llorando Y Escondido En Un Árbol*
Chris Venganza: Sal Ya Mocoso Matheson!!!! ¿En Serio Crees Que Me Puedes Hacer Daño!!!!?, Ni Tu Hermana Te Quiere Por Ser Producto De Una Infidelidad, JAJAJA
Charlie Matheson: Callate!!!! Mi Hermanita Si Me Quiere..... Ella No Le Importa!!!!!
Chris Venganza: Ay Vamos SI Ella Te Quisiera Estaría Contigo Cuidandote, No Te Estaría Cuidandote Lauren!!!!
Slender Doll: CHRIS!!!!!!!!, Deja A Charlie En Paz!!!!, El No Te Hizo Nada!!!
Chris Venganza: ¿Adeline?, Adeline Esto No Es Asunto Tuyo
Slender Doll: Claro Que Si, Charlie Es Uno De Nosotros Es Uno Más De Los Proxys Y Un Creepy, Asi Que Dejalo
Chris Venganza: *Suspira* Esta Bien...., Oye ¿Te Puedo Decir Algo?
Slender Doll: Si, Pero Rapido *Molesta*
Chris Venganza: Tu Me Gustas
Slender Doll: *Suspira* Lo Siento Chris... Pero Se Tus Bromas, Además Soy Lesbiana
Chris Venganza: ¿En Serio..? *Se Va Molesto* Adios Lesbianita
(Narradora: Cuando Chris Se Va Slender Doll Se Destransforma Y Vuelve A Su Forma Humana)
Adeline Abendroth: Dios Ese Chico Es Molesto Y Desubicado..., ¿Eh..? ¿Charlie...?
Charlie Matheson: *Llorando*
Adeline Abendroth: Sal Chris Ya Se Fue, No Llores...
Charlie Matheson: *Sale De Su Escondite*
Adeline Abendroth: Bien... Así Todo Está Bien... *Se Sienta A Lado De Él* No Le Hagas Caso... Kate Si Te Quiere Los Hermanos SIempre Te Quieren
Charlie Matheson: Pero.. Por Que No Está Conmigo...
Adeline Abendroth: No Lo Se... Pero Seguro Que Te Extraña....., Hey ¿Por Que Te Metiste Aquí De Nuevo?, Sabes Que Lauren No Te Deja Salir De La Casa Y Mucho Menos Que Te Acerques Al Bosque
Charlie Matheson: Buscaba A Mi Hermanita……, Lauren Realmente Yo No Le Importó…., Solo Le Quitó La Custodia A Mi Hermana Para Verla Sufrir………, Lauren Es Injusta.. Kate La Dejó Vivir… Desobedeciendo Órdenes De Slender, Y Ahora Sí Lauren La Odia No Entiendo Por Qué…., Pero Solo Sé Que Ella Es Cruel, Siempre Se Va Dejandome Solo Por Varios Días…. Y Cuándo Viene Solo Se Echa A Dormir Es Como Vivir Solo….., Cuando Ella Está Nada Cambia Nunca Me Presta Atención…..
Adeline Abendroth: Eso Es Horrible….., Pero Entiendo Tu Sufrimiento… Yo Lo Viví También....., Bueno….. Ya No Hablemos De Cosas Feas………, ¿Hay Algo Que Me Quieras Decir?
Charlie Matheson: Sí, ¿Por Qué Dijiste Que Soy Un Proxy? Slender Me Usó Una Vez Y Después Me Devolvió A Mi Forma Normal, Y ¿En Serio Eres Lesbiana?
Adeline Abendroth: Lo Dije Para Que No Te Moleste.. Igual Nunca Dejaste De Ser Proxy, Y No Soy Lesbiana, Eso Lo Dije Solo Para Que Se Vaya Y Por Qué No Quiero Salir Con Él, No Es Mi Chico
Charlie Matheson: Entonces... ¿Cuál Es Tu Clase De Chico?
Adeline Abendroth: JAJAJA, Solo Tengo 13 Años….., Aún No Me He Enamorado De Nadie…., Pero Me Gustan Los Chicos Así Como Tú Tímidos Y Tiernos
Charlie Matheson: *Se Sonroja* No Soy Tierno..........
Adeline Abendroth: Si, Que Lo Eres.. Solo Mira Esos Pequeños Cachetitos *Le Toca La Cara*
Charlie Matheson: Me Haces Cosquillas
(Narradora: Así Estuvieron Todo El Día Jugando Hasta Que Llegó La Noche Adeline Acompañó A Charlie A Casa Pero Digamos Que Al Entrar No Tuvo Una Cálida Bienvenida)
Lauren Brown: Mira Mira Quién Se Aparece Por Aquí….. Si No Es Nada Más Ni Menos Que El Señorito Materson Jr.
Charlie Matheson: Lauren........
Lauren Brown: *Lo Agarra Del Pelo…* En Todo El Día Te Estuve Buscando!!!, Y ¿Recién A La Noche Apareces!!!!!!!?, La Verdad Es Que Sos Igual Que Tu Hermana!!! Los Dos Son Unos Imbéciles De Mierdas!!!!!
Charlie Matheson: *Llorando* Lauren.. Me Estás Lastimando.. Por Favor Ya….
Lauren Brown: *Lo Lleva Hasta Su Cuarto Y Lo Encierra* Hoy Tengo Una Cita Con Carl!!! Y No La Vas A Arruinar!!! Así Que Más Vale Que No Hagas Ningún Ruido!!!!!
HORAS DESPUÉS
Carl Ross: Oye Lauren Amor ¿Dónde Está Charlie?
Lauren Brown: Está En Su Habitación Durmiendo
Carl Ross: ¿Puedo Verlo?, Es Que.. Lo Extrañé Mucho
Lauren Brown: *Sonríe Y Le Toca El Hombro* Estuvo Todo El Día Jugando, Está Cansado… Mañana A La Mañana Podrás Verlo Mi Amor
Carl Ross: *Sonríe* Está Bien
Lauren Brown: *Se Acerca Al Oído De Cr Y Le Dice* Además Mi Cama Esta Esperando A Que Nosotros Vayamos Acostarnos
Carl Ross: *Se Pone Rojo* Esta Bien...
Lauren Brown: Pero Primero Me Voy A Bañar *Leda Un Beso Y Se Va*
Carl Ross: *Nervioso* Vaya Con Todo Y Quemaduras Le Gusto, Voy A Ver A Charlie *Sube Las Escaleras Y Se Dirige Hacia La Puerta*
Charlie Matheson: *Sentado En Su Cama Y Miendo La Ventana* Kate.... Por Qué... Paso Todo Esto Si Éramos Una Familia Feliz Con Mamá... Por que Papá Me Quiso Alejar De Ustedes Dos....
Carl Ross: *Abre La Puerta* Oh... Charlie Aun Estas Despierto *Sonríe*
Charlie Matheson: *Lo Ve De Reojo Y Se Acuesta* Hola... Carl.......
Carl Ross: *Entra A La Habitación Y Cierra La Puerta* Hace Mucho Que No Te Veo…. ¿Cómo Estás Desde La Última Vez Que Nos Vimos…..?
Charlie Matheson: "Feliz Desde Que Me Alejaron De Mi Hermanita…..", Dijiste Que Siempre Ibas A Defenderla Sin Importar Lo Que Pase Entre Ustedes… Y Al Final Ayudaste A Lauren En El Juzgado
Carl Ross: Char.... Kate No Era Apta Para Criarte…, Tu Padre Tenía Razón Sobre Kate……., No Estaba En Sus Cabales……
Charlie Matheson: Mi Hermana No Fue La Loca Que Se Quiso Suicidar Y Prenderse Fuego A Ella Misma Y Obligar A Otra Persona Que Se Mate Junto Con Ella.........
Carl Ross: ..............., Charlie... Solo Queremos Lo Mejor Para Ti......
Charlie Matheson: *Comienza A Llorar* ¿Lo Mejor....?, Lo Mejor Era Estar Con Mi Hermana Y Mi Mamá Ellas Siempre Estaban Conmigo..........., A Diferencia De Mi Padre... Y Mi Madre Biológica..........
Carl Ross: Charlie.... Vamos... No Llores......, Solo Quería Protegerte....., Al Igual Que Lauren...
Charlie Matheson: ¡¡¡¡¡A LAUREN NI LE IMPORTO!!!!!!! *Se Da La Vuelta Y Lo Mira Fijamente*
Lauren Brown: *Abre La Puerta* Wow.. ¿Qué Está Pasando Aquí?
Charlie Matheson: *Se Vuelve A Acostar Asustado*
Carl Ross: Eh… Nada Solo Estaba Hablando Con Charlie…..
Lauren Brown: Oh... Bueno....., Carl Vamos Deja Dormir A Charlie
Carl Ross: Esta Bien..... *Sale Del Cuarto* Buenas... Noches Char.....
Lauren Brown: *Ve De Reojo Hacia La Cama De Charlie Y Cierra La Puerta* ¿Qué Te Dijo…?
Carl Ross: Que Extrañaba A Kate Solo Eso.. Pero Después... Todo Bien....., Está… Cansado………
Lauren Brown: Bueno.. Mañana Voy Hablar Con El...
Carl Ross: Me Siento Mal……, Por Charlie.. Lo Alejamos De Kate…
Lauren Brown: Carl Compórtate, Kate Está Loca, Casi Me Mata No Se Como Me Dejo Vivir, ¿Y Aún Sientes Lástima Por Ella? *Suspira* Por Favor
Carl Ross: Lauren.. Yo.....
Lauren Brown: Shhh..... Mejor Vamos A La Cama Y Hablamos Mañana
Carl Ross: Esta Bien.... *Pensamiento: Esto.. ¿Estará Bien..?, No Me Siento Bien… Me Siento Como Un Maldito……., Por Esto……*
MIENTRAS TANTO
Brian Thomas: Kate... Ya Vasta No Sirve De Nada... Estar Así Todo El Tiempo, ¿De Qué Sirve Estar Deprimida Siempre?, Simplemente Es Patético E Inútil
Kate Matheson: Ya Déjame En Paz… Vete A Molestar A Otro Lado…
Brian Thomas: Eres Una Idiota
Kate Matheson: Y Tú Igual, Siempre Juzgas La Vida De Los Demás Sin Mirar Antes La Tuya
Brian Thomas: Eso No Es Cierto..., Mocosa Matheson
Kate Matheson: *Separa Del Sofá* Vete A La Mier..., Tú No Sabes Lo Que Se Siente Que Te Quiten A Un Ser Querido Y Que Tu Propio Padre Arruinen Tu Vida!!!!! *Llorando*
Brian Thomas: Ey!!! Ven Acá Mocosa Matheson!!! *La Toma Del Brazo*
Kate Matheson: Ey!!!! Suéltame!!!! Por Favor......
Brian Thomas: *Nota Que Está Llorando Y La Suelta* Yo..... Lo Siento...... No Quería Hacer Eso...
Kate Matheson: No... Pasa Nada....., Ya Me Acostumbre... A Esto..., Mis Propios... Amigos Me Dejaron Sola......
Brian Thomas: *Suspira* Quizá... No Eran Amigos...., Lo Siento Mucho Kate....
(CONTINUARÁ)
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Ánimo
Gritos de fanáticos resonaban por todos los rincones del gimnasio, incluso en los más recónditos. En una esquina de un cuarto, donde se guardaban los materiales de voleibol, se escuchaba unos suaves chasquido.
—Kou, creo que ya deberíamos irnos, tu calentamiento comienza 30 minutos antes del partido y ahora faltan 15—. Dijo la mujer con escaso aliento por el reciente intercambio de besos.
Kotaro solamente asintió con una enorme sonrisa seductora y apretó aún más los muslos de su esposa.
—Solo un beso más, amor. ¿Si?—. Suplicó.
—Pero, Kou. Ya casi comienza, no quiero que te lastimes por no calentar bien.
Ella lo miró suavemente mientras acariciaba las mejillas del hombre alto y musculoso. Bokuto la miró totalmente enamorado y al igual que ella, inició un recorrido de caricias por el cuerpo femenino frente a el. Ver la así, pequeña, con ojos suplicantes y chupetones por todo su cuello encendió una llama incandescente. Era tan pequeña, tan linda que no se resistió a besarle las mejillas.
—Eres tan perfecta.
—No me vas a convencer tan fácil. Atsumu a de estar buscándote como loco.
Bokuto no dijo nada; estaba perdido entre las llamas de su deseo inigualable que por algunos minutos había olvidado que era el As del equipo de MSBY. Solo verla era sinónimo de ensoñación. Nunca había conocido el amor, pero el amor sincero, o “verdadero” como solía llamarlo él, hasta que la conoció a ella, su “media naranja”, pues era un romántico empedernido sin siquiera intentarlo.
—¿Estarás donde siempre en las gradas?
Ella asintió emocionada. Su figura femenina estaba envuelta por la camisa oficial de MSBY como equipo local, y por supuesto esta prenda poseía el número 12 de su esposo y estampado el apellido: “Bokuto”.
—Traje una matraca, pompones, el cartel que hice anoche y los globos que suenan cuando los pegas entre si. Me preparé bien.
—Te ves tan bien hoy, amor.
No pudo evitar decirlo. Ver el apoyo incondicional de su esposa, la emoción de verlo jugar, lo prendió más que otra cosa. Sus grandes manos subieron más arriba de los muslos femeninos, sobre las bolsas de los shorts de mezclilla. La besó de nuevo, pero con más fiereza y necesidad. Ella, sorprendida, trató de seguirle el ritmo, a la par que acariciaba, por encima de la camisa, sus pectorales firmes y fuertes.
—Maldito búho. ¡Sal de donde estés! No es momento de ponerte cachondo, te vi irte de la mano con tu esposa antes del calentamiento. Deja que te encuentre y verás, ni un pase mío recibirás durante el partido.
Bokuto dió un pequeño salto en su lugar al escuchar los reclamos de Atsumu. No quería dejarla, quería continuar y nunca parar. Ella era un peligro para él, no importa que hiciera, la encontraba sumamente atractiva. Se calentaba al verla apoyándolo durante sus partidos. Siempre iba a verlo con las camisas oficiales de MSBY con el numero 12. Cuando anotaba puntos, saques y buenas colocaciones, volteaba a verla entre los asientos VIP, donde ella gritaba como loca, totalmente emocionada por las hazañas de su esposo, animando al unísono con la porra oficial de los Black Jackals al igual que la afición. Amaba esos momentos. Sus festejos entre punto y punto los dirigió a ella y solamente a ella, hacia poses victoriosas en su dirección a los cuales su esposa respondió con gestos dirigidos a él.
—Sal tu primero, amor. Si Atsumu me ve salir al mismo tiempo junto a ti, será un infierno—. Respondió la chica.
Una ligera mirada triste, por la momentánea separación, se colocó en el rostro de Bokuto. Ella sonrió enternecida y lo guió a la puerta no sin antes darle un ultimo beso y desearle la victoria. Sólo así, Koutaro volvió a sentirse renovado. La abrazo y le prometió llevarla a cenar a un restaurante después del partido.
Cuando Bokuto salió a hurtadillas del cuarto, que servia de almacén, fue sorprendido por Hinata que iba de camino a la cancha después de pasar al baño. Ambos se rieron de algo y de un momento a otro, Koutaro recibió un golpe en la espalda de Atsumu quien comenzó a regañarlo.
(Nombre) miró de forma curiosa a un hombre que parecía perdido, mientras ella estaba a la espera de que revisaran su boleto VIP, vió una credencial de prensa colgado en su camisa y se dió cuenta que era de la misma revista deportiva que hacía semanas habían entrevistado a Bokuto y lo llenaron de elogios por su tremendo talento. Quiso retribuirle un poco de amabilidad a la revista y se acercó a él.
—Hola, ¿estas perdido? La fila de prensa es esa de la derecha— Señaló a la fila que se encontraba justo a un costado de la zona VIP.
El hombre, de aspecto pasado de peso, con no más de 30 años asintió y le sonrió de forma algo rara.
—Gracias, es mi primera vez haciendo un reportaje deportivo. No sabía como funcionan las cosas por aquí
La chica sonrió comprensiva y asintió dándole la razón.
—Las primeras veces son difíciles, ánimo.
Ella se despidió y se dirigió a la fila VIP donde el guardia la saludó alegremente, como en cada partido lo hacía. Su hija era fanática del voleibol y a veces veía los partidos junto a (nombre) en la zona VIP mientras su padre trabajaba revisando los boletos. Ambos intercambiaron saludos y sin mucha dilación, ella se sentó en las gradas, más cercanas a la cancha, del palco.
(Nombre) comenzó a sacar un cartel escrito con letras grandes: “Te amo, Bokuto. Cásate conmigo”. Era tradición que cada partido llevara un cartel con frases distintas que sabía perfectamente cuan encantado estaba su esposo cuando volteaba a verla a ella desde la cancha y leer cada mensaje distinto.
—¿Tu jugador favorito es el número 12?
(Nombre) volteó extrañada por la pregunta y vio al hombre que había ayudado antes a encontrar su camino, pero era raro, la prensa estaba en el mismo palco, pero del lado contrario y no se les permitía rebasar la línea que separaba ambos lados.
—Sí, así es—respondió secamente, pero aún con amabilidad.
El hombre tenia una barba que acentuaba sus mejillas regordetas, era de estatura pequeña.
—Bokuto es el As del equipo.
—Sí—volvió a responder tratando de sonar seca. Tal vez, así el entendiera la seña de que ella quería disfrutar del partido sin interrupciones.
—¿Te gusta mucho el voleibol?
—Solo me gusta por Koutaro—asintió mientras recogía de su mochilas los globos de color negro que hacían un sonido hueco al chocar.
—Ya veo.
Arrepentida de haber sonado muy seca o verse descortés, suspiró.
—El deporte es muy emocionante, pero yo solo vengo a apoyar a Bokuto. Él es genial, ¿no lo crees?
El hombre la miró y asintió.
—Es un buen rematador y un confiable As, pero no me convence en lo absoluto, es muy…infantil.
—Para cada persona hay gustos y en lo personal me encanta su personalidad, es muy jovial—(nombre) asintió a sus propias palabras, dándose se la razón.
El hombre la miró de arriba a abajo escaneando su figura, cosa que ella no se dió cuenta pues estaba ocupada mirando a su esposo calentar antes de iniciar el partido.
—Tienes razón, tiene algo especial, no sé que, pero supongo que algo especial tiene para tener tantas fans corriendo a su alrededor por un simple garabato, después de todo, los idiotas siempre son populares—dijo el hombre.
(Nombre) lo escuchó y frunció el ceño ante el comentario tan despectivo hacía su esposo.
—No me refería a ti por supuesto, pero eres bonita. ¿Cual es tu nombre?
—¿Por qué quieres saber? —dijo ella aún enojada por la ofensa hacía su esposo.
—Es normal que quiera saber el nombre de alguien tan linda como tu.
El hombre hablaba con una mirada entrecerrada, un tono aparentemente confiado y un vocabulario que trataba de hacerse pasar por intelectual, detrás de una sonrisa aparentemente seductora. (Nombre) lo miró con desagrado, pero el grito de la multitud la atrajo de nuevo a la cancha al ver como Shoyo festejaba con todo el equipo un nuevo punto por su remate arrollador.
—Mira, solo vine aquí a ver el partido, agradecería si regresaras a la zona de prensa, No quiero sonar grosera, pero solo estoy aquí exclusivamente para ver, además si tu trabajo es escribir, deberías ver también el partido .
El hombre se quedó con las palabras en la boca ante la rotunda negativa de ella a su coqueteo.
—Perdona, no quise molestarte. Simplemente quería agradecerte por la ayuda.
—No hay problema— “ahora que lo pienso, mejor no te hubiese ayudado” pensó ella.
El le ofreció un chocolate a lo cual ella se negó, justo cuando toda la multitud gritó emocionada, (Nombre) volteó rápidamente a los jugadores y vió a su esposo con la cara más seria del mundo, sin festejar su punto hecho a base de pura fuerza bruta, dejando al libero del equipo contrario tirado en el suelo. Ella creyó que su esposo la voltearía a ver y comenzó a gritar con todas sus fuerzas emocionada por sus habilidades como As.
—¡Vamos, vamos, Koutaro! ¡Vamos, vamos, Koutaro! ¡Uno más!—gritó al unísono con todos los aficionados de los Black Jackals.
Bokuto volteó a verla por un momento y sonrió encantadoramente emocionado, pero sus ojos se suavizaron aún más al ver el cartel que ella sostenía sobre su cabeza con tanto ahínco mientras saltaba y gritaba.
—Parece que fueras el único jugador de la cancha, Bokuto. (Nombre) se emociona tanto cuando anotas—comentó Shoyo riendo.
Bokuto sintió una ola de calidez al ver a su esposa siendo su apoyo en todas las cosas que él hacía.
—La semana pasada le compré la nueva camiseta del equipo. Se ve hermosa, ¿no crees?
—¡Yo también le compré la nueva camiseta a mi novia! Pero no pudo venir a verme hoy, te envidio tanto, Bokuto.
Bokuto rió triunfante mientras seguía presumiendo lo hermosa que era su esposa al equipo entre el cambio de cacha después de ganar el primer set.
—Bokuto, no sabía que tenias más amigos, además de Akaashi, que te vinieran a ver hoy—dijo Shoyo mientras tomaba agua.
El chico de cabellos grises levantó su mentón, cuando terminó de amarrar sus agujetas, e inmediatamente inclinó su cabeza con curiosidad.
—Akaashi no pudo venir hoy, tiene que entregar la revisión final de un proyecto mañana. Solo vino mi esposa a verme.
—Pues al parecer tu esposa tiene compañía—Atsumu se metió en la conversación. Su complexión musculosa sudaba a mares por el ejercicio reciente y las cámaras no se perdieron ni un momento como el chico de cabello rubio secaba la humedad de su rostro.
Bokuto abrió los ojos sorprendido y volteo a ver el lugar donde su esposa se encontraba agitando con euforia un par de matracas; sonrió inconscientemente, pero su sonrisa se tornó en una mirada oscura al ver a un hombre, en el asiento contiguo al de ella, recorrer el cuerpo de su chica con los ojos. Sabía que su esposa era una diosa, no solo a sus ojos, pero no podía evitar que otros hombres la miraran de forma tan grosera; y ese hombre no solo se atrevía a verla de esa forma; Bokuto fue espectador de como ese sujeto le hablaba cómodamente, con una sonrisa desagradable. La ira recorrió cada parte de su ser, cuando (Nombre) tomó su lugar y el hombre trató de rodear con su brazo izquierdo el hombro de ella con un bostezo fingido, pero (Nombre) cuando notó que Bokuto la miraba se levantó inmediatamente de su asiento y se acercó al barandal para saludarlo y comenzar a mandar golpes al aire, incitándolo a luchar por la victoria.
—Nunca lo había visto. No sé que hace a lado de mi esposa—dijo Bokuto secamente después de sonreír y mandarle un beso a su esposa lo más vistoso posible.
—¿Celoso?—se burló Atsumu.
—Ese chico no me llega ni a los talones. Además, mi chica, me ama tanto que resulta una ofensa hacia ella pensar que me engañaría— Tomó su botella de agua y le dió un trago. Su mirada seria sorprendió al equipo.
—¡Bokuto, eso sonó genial! Le diré lo mismo a mi novia cuando llegue del trabajo—respondió Hinata asombrado por las palabras del búho.
—Me dan repugnancia sus cursilerías—Sakusa los miró a ambos con asco.
Un fuerte pitido llamó a los jugadores a sus respectivos lugares.
Después de unos minutos llegó el turno del número 12 de sacar. Bokuto respiró suavemente y volteó a ver a su esposa antes de iniciar su saque. Ella lo miró orgullosa, pero ese desconocido se paró junto a ella y comenzó a hablarle. Vio como (Nombre) frunció el ceño enojada y se alejó del hombre, no mucho después este la siguió y volvió a colocarse a su lado. Vio la cara incómoda de su esposa y la ira que se guardaba en su interior volvió a salir a la luz; el arbitro chifló indicando que iniciara su saque. Lanzó el balón al aire y con toda su ira remató el balón, el libero contrario alcanzó el balón, pero la velocidad del recorrido y la fuerza descomunal hicieron imposible levantar el balón, causando un punto definitivo. El mundo se volvió loco por el saque tan increíble del As.
Fueron cerca de 4 puntos seguidos que consiguió gracias a su saque, pero el 5 fue marcado como fuera.
No tardaron mucho los Black Jackals en ganar el set, finalizando el partido con una victoria contundente.
—¿Irás a la celebración, Koutaro?—preguntó el entrenador.
—Le prometí a mi esposa que la llevaría a cenar—respondió secamente.
La multitud comenzó a irse y los medios de comunicación comenzaron a llenar la cancha para las entrevistas. Buscó entre tantas cámaras el rostro de su esposa, pero no la encontró por ningún lado. Hasta que vio al hombre que había amargado su juego. Todo el equipo comenzó a hacer apuesta de como reaccionaria el As del equipo ante el hombre que se había atrevido a dirigirle la palabra al amor de su vida.
—Bokuto, ¿verdad?—dijo el desconocido.
—Si sabes leer, verás que eso dice mi camiseta.
Todo el equipo hizo sonidos asombrados al ver la fiereza de su respuesta. Bokuto no era un tipo conflictivo, era un sol andante, por eso ver esta nueva faceta era increíble. Un intercambio de apuestas más jugosas comenzó a surgir entre compañeros.
—Ah, si. Perdón, vengo por parte de ETV NEWS—un sonido nervioso se dejó entrever. Koutaro era un hombre de aspecto temible, de alta estatura, musculatura impresionante y unos ojos penetrantes que se mezclaron con la seriedad de su tono de voz.
—¿Y qué quieres? No tengo todo el día.
—Yo…¡quiero hacerte una entrevista!—el nerviosismo se notó en su mirada. Bokuto sonrió arrogante, ¿este hombre patético se atrevió a coquetear con su esposa? Se veía a leguas como sus piernas temblaban. Por un momento quiso decirle: “¿En dónde quedó esa sonrisa confiada con la que viste a mi esposa?”.
—¡Yo también, As!
—¡Bokuto, por aquí!
Los reporteros comenzaron a amontonarse a su lado. Bokuto respondió preguntas de todos, menos de aquel hombre desagradable. Sonrió aún más cuando todos sus compañeros se solidarizaron con él y no respondieron ninguna de las peticiones del hombre.
Bokuto, pasó a su lado y susurró suavemente cerca del oído del hombre: “patético”. Este lo volvió a ver sorprendido solo para encontrarse con la sonrisa triunfante de Bokuto, tuvo que levantar su mirada tan siquiera para poder ver el cuello del As.
El As de los Black Jackals encontró la cabecita del amor de su vida entre los camarógrafos y en cuanto tuvo la distancia adecuada la arrastró a sus brazos y besó su frente con cariño.
—¿Lista para ir a cenar, bonita?—dijo seductoramente el As.
—¡Claro! Vayamos al restaurante de comida china—respondió ella.
Ambos comenzaron a hablar con alegría y ella sin darse cuenta que el hombre, que la había estado acosando durante todo el partido, estaba escuchando todo, siguió emocionada.
—Un sujeto molesto no me dejó disfrutar de tu partido.
Bokuto quiso besar los labios de su esposa al verla insatisfecha por no poder divertirse adecuadamente.
—¿Si, mi vida? ¿Como era el? —tomó entre sus grandes manos el rostro femenino y poco después su cintura.
—Algo bajo de estatura, robusto y con una mirada de compungido.
Bokuto soltó una carcajada al ver como su esposa imitaba al hombre.
—Para la próxima me aseguraré de comprar los asientos aledaños al tuyo para evitar que te molesten, amor.
Ella lo miró suavemente y besó la mejilla de Bokuto. Él sujetó la cintura femenina y la atrajo a su lado mientras comenzaba a caminar fuera de los camarógrafos y reporteros mientras escuchaba atentamente las alabanzas de su esposa, y justo cuando pasó al lado del hombre, que se había escondido entre los camarógrafos, Bokuto le guiño el ojo victoriosamente.
Después de que la pareja se fue, todo el equipo exhaló, algunos felices y otros derrotados por el resultado de las apuestas. Atsumu se acercó al reportero, y sin ningún pudor le dijo:
—Ya no tienes mucho que hacer aquí, campeón. Ninguno de nosotros contestará tus preguntas.
—¡Vaya que tienes agallas para coquetear con la esposa de Bokuto!
Todos los miembros de los Black Jackals rieron a carcajadas. Lo único que pudo hacer el chico fue irse con la poca dignidad que le quedaba.
¡Espero y les haya gustado! Últimamente mi gusto por Bokuto ha ido en ascenso y mas por el hipe de la película.
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@1949s ღ ⸻ "¡Love! —— detente" fue lo que pronunció antes de asir la muñeca femenina con sus trémulas falanges para obligarla a frenar. El agarre era uno desesperado; esta vez no dejaría que se escapara de él, no como tantas veces le había ocurrido en delirios febriles y alucinaciones sin un final. El eterno bucle en el que se encontraban metidos tenía que terminar. O al menos así lo había decidido Xavier en un arranque de valentía. La afrenta proveniente del silencio ajeno lo tenía arañando las paredes. Ya no aguantaba un segundo más de desconcierto y desasosiego. Iba a perder por completo la cordura si aquello continuaba, e ignoraba las crudas consecuencias; podrían ser fatales, irreversibles, incluso. Sin embargo, en ese instante no pensaba en ello. Sólo anhelaba obtener una palabra de esos labios que no se cansaría jamás de besar, pero que a veces portaban el poder de arruinarlo por completo bien con un simple vocablo o con un violento silencio. "¿Podrías dejar de escaparte de mí por un puto momento?" siseó con el cansancio derrumbando sus facciones. En tantas ocasiones había sido capaz de hacer caso omiso de la indiferencia femenina, de respetar la lejanía impuesta contra su voluntad. Ahora todo había cambiado. Y la ausencia de Love se convirtió en un agujero insondable en el que terminó de caer con el burdo intento de hacer que alguien más ocupara el enorme lugar vacío. "Necesito que hablemos" sentenció con toda la entereza que era capaz de recolectar. Por dentro estaba deshaciéndose en desesperación. "Y si tú no quieres hablar, me importa una mierda, me da absolutamente igual, porque entonces vas a escucharme sin ningún reparo. Me lo debes" sus fosas nasales flaquearon con el último hálito de quien había estado posponiendo su propia muerte en vida. No le quedaban más fuerzas que las que se colaban en sus palabras para no derrochar patetismo. Cierto resentimiento inconsciente refulgió en sus pupilas agotadas. "Me lo debes porque yo no puedo seguir con esta mierda de darte el tiempo que no te mereces después de que me trataras como si fuese el puto amor de tu vida —— después de que jugáramos a la estúpida parejita feliz por dos semanas. ¿Tú sabes cuánto me han preguntado si en verdad estamos juntos? No tienes ni idea de lo humillante que es tener que decir que no, que no lo sé, que somos amigos antes que cualquier otra cosa" la angustia iba haciendo carne en él a medida que hablaba. Las palabras parecían atorarse en su garganta, desgarrándose sin ningún tipo de piedad.
El agarre en la extremidad contraria se hizo más fuerte y ejerció cierta presión porque temía que en cualquier instante la perdería de nuevo. No lo permitiría, no esta vez. Verla partir de Los Ángeles en aquellos términos tan conocidos, pero no por ello menos mortificantes, lo había abatido por completo. Ya no existía en él la voluntad de continuar fingiendo que esos días compartidos como dos amantes no habían concluido con su trabajo de quebrarlo. ¿Qué más le quedaba? Absolutamente nada. Estaba drenado, abatido en su totalidad. Había vagado, errante, por semanas. Había intentado de todo para tenerla sin realmente poseerla. No quedaba ningún vestigio de sanidad mental en él y sus compañeros ya habían decretado un estado de emergencia. Xavier seguía, obstinado, en su búsqueda final. Tenía que verla. Tenía que hablar con ella y zanjar el asunto de una vez por todas. De otra manera, acabaría cometiendo una locura sin siquiera contar con la oportunidad de sincerarse. Un jadeo abandonó sus labios, y no supo si la celeridad que aquejaba los latidos de su corazón se debían a la situación en sí, o a las líneas que había aspirado en uno de los baños del Museo Metropolitano. Daba igual cuando la tenía frente a él y bajo la frialdad de sus dígitos podía sentir el pulso femenino. "Te juro que ya no aguanto, Love. No puedo más. Y te prometo que lo he intentado, pero… Estoy agotado. Ya no puedo jugar este juego. Ya no quiero hacerlo, porque no es justo. No es justo lo que me haces, Love" trató de refrenar tanto como pudo el oleaje de atormentada valentía. ¿Cuánto tardaría en soltar su más profunda confesión? ¿Cuánto más podía sostenerla en sus labios y dejar que lo quemara, que lo consumiera con una lentitud tortuosa pero eterna? "Te he respetado por tanto tiempo. Te he seguido toda la vida. Creo que llegó el momento de poner un alto y… Y decirte en verdad cuánto me afecta. Hay cosas que no puedo ocultar más. Y me vas a tener que escuchar, Love. Es lo último que te pediré".
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16 Cartas.
Javiera:
En momentos como estos me alegra haber estudiado con los jesuitas, me enseñaron a leer y escribir, y gracias a ello puedo seguir manteniendo comunicaciones contigo. Vea, aunque me hayan botado de la hacienda, me imagino porque su señora madre supo de lo nuestro, tenga por seguro que esto no acabará aquí. Por eso, corazón, extiendo mis saberes para ti por medio de estas cartas que le estaré enviando de a poquito, y en cambio, quiero que usted haga lo mismo para conmigo. Ponga su carta, por favor, en el mismo lugar donde yo deposito las mías, así cuando pase por las noches podré tomarlas y leerlas y después enviarles mis respuestas.
No las fecho porque, ya sabe, por la clandestinidad de esto.
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Javiera:
Me complace que me hayas hecho caso. Cuando pasé por la noche cerca de la ventana de su habitación y ahí vi la carta, debo de admitir que el aliento se me escapó. Más se me escapó cuando lo leí justo ahí. Lo sé, qué imprudencia la mía, pero las emociones me pudieron más. Su mensaje fue corto ¿es por el miedo a esto? Le comprendo, estoy igual. Pero mire, habrá sido corto pero igual me hizo sentir cosas. Y cuando llegué al final del mensaje, cuando me pedías que me cuidase, que comiera y durmiera bien, se me ha escapado la sonrisa boba. ¿Cómo lo haces, mujer? ¿Esto de hacerme sonreír con tan poco? Usted parece bruja ¿Qué maleficio me ha echado? Pero no importa, me gusta.
Usted que me deseó tantas buenas cosas, yo le deseo eso y algo más: sueña con los angelitos.
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Javiera:
Comprendo que queme las cartas por su seguridad. Yo las tuyas las tengo guardadas, me puedo dar ese lujo, usted no. No importa ¿sabe por qué? Porque usted tiene un gran corazón, el cual dicen que alberga todo esto a lo que llamamos sentimientos y sé que aunque queme mis escritos, ahí donde tiene el corazón, ahí está mi tinta como recuerdo. Creo en esto. Sabes, mi madre también tenía un gran corazón, uno demasiado grande, y era así. Daba igual cuánto pasara, recordaba a pie juntillas todas las veces que le dije “te amo”, y mi corazonada dice justo eso, que usted recuerda todo lo que le he escrito y lo recita como mantra, tal como yo, en mi trabajo, recito el suyo, porque esto que nos escribimos es un “te amo” aunque la frase no haga presencia.
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Javiera:
Hoy fui a misa, el Padre en su sermón dijo “todos los caminos llevan a Roma”. No me pregunte por el sermón, no presté atención, sabe cómo soy. En eso que iba para mi casa me topo con esta división de caminos. Uno va para mi hogar, el otro para el suyo. Ahí exclamé “¡oh!” porque justo me vino de nuevo esa frase cuando vi el camino. Yo digo que tú eres mi Roma, y sí, todos los caminos siempre me conducen a usted. Estoy seguro que puedo irme a la montaña más alta de por aquí, vivir ahí una temporada, y cuando baje, aun sin conocer el camino, sin duda terminaría frente a su hacienda porque eres Roma. La altiva, la recia y la necia. Esa Roma es usted.
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Javiera:
¿Cómo puede decir que se le ha olvidado montar a caballo? Tanto que me costó enseñarle; eso nunca se olvida, cariño. Creo que me estás mintiendo. Cuando leas esto dirás “¿cómo?” pero no se haga. Es una trampa. Quieres que vaya allá y nos veamos, eso quiere. Se hace la tonta, pues, para vernos una vez más las caras. Sí, sí. Estate atenta la próxima semana y tendrá que estar en vela, iré allá y me verá, aún en la oscuridad de la noche, pero me verá.
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Muchachita:
¿Te puede decir así? Verá, ayer soñé contigo y te volví a ver y caí en cuenta que eres bastante bajita. Me reí al verla. Le llevo una cabeza de alto, quizás una y media. Entonces para burlarme de usted le puse mi codo en su cabeza y apoyé ahí mi peso. Se enojó. Yo me reí, porque así mismo es usted en vida real.
A veces siento que mis sueños son realidades, que la usted de ahí es verdadera. Debe imaginarse mi decepción cuando me despierto y no es así. ¿Usted sueña conmigo también? Porque si es así, quizás sea cierto lo que me dijo el indio aquel, que a veces los sueños son realidades y estas se dan cuando dos personas sueñan con ellas al unísono. Si ayer soñó conmigo. . . Tengo el corazón en la garganta, mujer. Solo de pensar esa posibilidad.
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Javiera querida, muchachita mía:
No se preocupe por mí, le aseguro que el accidente no fue tan malo como lo describí en mi anterior carta. Creo que me entró la vena dramática y por eso lo redacté como tal. Pero no te enojes tampoco, por favor, que desde acá siento cuando estás hecha un huracán. Me quedó solamente una cicatriz en la frente, un tanto prominente pero nada catastrófico. Le juro que sigo siendo guapo, mujer, que no me volví el feo del pueblo. Tan así que le pedí a mi hermano Francisco que me retratara, ya sabe, él dibuja bonito, y ahí verá. Y después con ese retrato lo puede guardar o quemar, lo que mejor le convenga, pero yo insto a lo primero ¿sí? Temo a veces que se olvide de cómo me veo.
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Mi corazoncito:
Vea, anteayer andaba por la plaza del pueblo y por ahí había un artesano vendiendo sus cosas. No tenía absolutamente planeado comprarle algo pero vi una cuestión que me llamó la atención. Había una muñeca de porcelana y era igualita a ti, pero es que igualita se queda corto. Era tu viva imagen. Solo le faltaba un poco de rosa en los mofletes y eras tú. Se hizo el día el artesano conmigo. Ahí lo tengo bien guardado en una cajita para dártelo, no sé cómo porque las cartas pasan bien entre las ranuras de la ventana, no así una caja, pero usted lo tendrá más pronto que tarde y podrá confirmar lo que le dije.
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Muchachita:
Usted no sabe cuánto me complace saber que le ha gustado el regalo ¿vio que se parece a ti? Su comentario me hizo sonrojar, Dios mío, tenía los cachetes a candela viva. ¿Me da permiso para sonrojarme? Le pregunto porque dicen que esto de sonrojarse no es cosa de varones, y que ustedes las mujeres odian eso de nosotros, pero también dicen que pedirle permiso a una mujer es incorrecto, pero yo digo que sí quiero estar con usted, que lo nuestro trascienda, debo saber lo que piensas y lo que quieres, y cumplir (juntos) esos deseos.
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Javiera, corazón:
Sé que he tardado mucho en escribirle. No piense que me he olvidado de ti. Antes muerto que eso. Mire, me salió un trabajo a un pueblo más alejado de donde estás y por eso ha costado poder enviarle mis escritos. Calma, sí, es un trabajo temporal así que no se asuste, cuando vuelva a donde estaba seguiremos la correspondencia con la misma frecuencia de siempre. En esto que he estado más lejos de ti hice introspección sobre cuánto te amo. ¿Sabe a qué tan lejos estamos? Los cálculos que saqué fueron de 10 leguas. Entonces puedo decirte una cosa: mi amor por ti es tan grande como 10 leguas de distancia.
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Amor mío:
Quiero hacerte una pregunta retórica ¿Sabes cuántos llevamos en esto de las correspondencias? Nunca feché mis cartas, usted hizo lo mismo, pero recuerdo vívidamente el día en que escribí mi primera carta a usted. 16 de enero de 1871. No hay en absoluto nada especial en esas fechas, hasta ahora; ya dos años de eso es prueba suficiente como para decirte que el 16 de enero es de mis días favoritos porque recuerdo esto que hemos mantenido con tanto receloso entre ambos y es especial por ello. Mis hermanos se burlaron de mí la primera vez que les conté sobre estas correspondencias. Me dijeron “¡eso no va a funcionar!” y yo les dije que se mordieran la lengua los tres. Lo que más me llena es que justo no parece perecer este ejercicio, seguimos en lo mismo, con una frecuencia envidiable, eso me dice que aún no se ha aburrido de mí y ya sabe, yo no me he aburrido de usted.
Pero también otro pensamiento me ha invadido la cabeza. Eso que hemos durado me parece casi que inverosímil. Lo que le quiero decir es que nunca me consideré buen hombre. Usted si estuviera cara a cara conmigo me habría dicho que lo contrario, lo sé, pero me explicaré. No me considero buen hombre porque no lo soy. Para entrar a trabajar en su hacienda me valí de tretas para sacar del paso a uno que poseía más experiencias que yo. Antes de eso, con Ángel hacíamos cuatrerismo por ahí y de hecho, casi me meto a bandolero en una vuelta, sino fuera que Rodrigo me sapeo sobre que ustedes buscaban un caporal y que era mejor eso que acabar colgado de un árbol. Yo solo estaba ahí para ganar dinero, hasta que la conocí. Después de eso no he sido el mismo.
A usted le debo de agradecer muchas cosas; primero, su amistad; segundo, su amor; tercero, mi salvación por usted. Porque verá, cuando comenzó nuestras andadas me dije que cambiaría porque usted se merece algo mejor que ese diablillo que llegó ahí por puras artimañas y que quería seguir en esas sendas. Me dije que no se merecía eso. Por eso cambiaba, más buena gente quería ser, y sí vino de corazón, si no, no hubiera llegado hasta donde estoy. Y como un acto de esos, de buena gente, yo le confieso esto sobre mí a sabiendas que puede cambiar su percepción de mí, pero como la amo mucho mucho y sé que es lo correcto, no tengo más opción que hacer esta prueba de fuego y esperar su respuesta.
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Javiera:
Mi pregunta para ti es: ¿estás loca? He demorado en contestarle porque he estado analizando su propuesta. Es bastante osado. Si falla estaré yo colgado en algún árbol de la zona, lanceado por alguien de su escuadra o bien, muerto a hierro. Pero lo que más temo es por ti, lo que te pueda suceder. Pero si es así, habrá que irse lejos, muy lejos de estas montañas ¿Aguantarás el calor de las llanuras? Porque solo yendo para allá o lugares así estaremos a salvo.
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Javiera:
He logrado convencer a mis hermanos para raptarte, porque por más que lo quieras vender de otra forma, lo que haremos es un rapto. “Convencer”, bueno, no será la palaba correcta porque solo se los comenté y aceptaron de una vez. Ahora los quiero mucho. Pero en fin. Estate atenta en esta luna menguante que viene por ahí se hará esto. Ten a mano solo lo necesario. Eso es lo único que te recomiendo.
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Moreno. 1 de agosto 1888.
Muchachita mía:
Lastimosamente ha de esperar más. Este señor que no es más que un desgraciado aún no me paga las reses, así que le dije “aquí estaré” y heme aquí, día a día yéndole a cobrar. Pero pese a ello me puse a pensar en ti y me volvió a salir la risa boba. ¿Sabes qué recuerdo? Pues mire. Oficialmente me llamo Juan Jáuregui y usted Manuela del Cid, pero yo la conocí por Javiera Gonzáles y usted a mí por Andrés Gómez. Por cosas de la vida acá me han apodado André, que no Andrés, y he sonreído tan grande porque hacía tiempo que alguien que no fuese cercano mío se refiriese por mi nombre, o en este caso, algo cercano a mi nombre. Ahora que lo pienso, y es que ni gente cercana. Esos chiquillos endiablados tuyos me dicen “papá Juan”, pero me gustaría que me dijeran “papá Andrés” pero no se puede. ¿A usted le gustaría que le dijeran “mamá Javiera”? Me temo que sí, por los nombres eran necesarios para disipar cualquier persecución.
Nos casamos como Juan Jáuregui y Manuela del Cid, pero para mí siempre serás Javiera y es el nombre con el cual te llamo sea aquí, en tinta, o allá, con voz. Cuando canto es el nombre que sale, cuando pienso en ti pienso es en Javiera. Mi vida la estoy edificando con Javiera Gonzáles. Por eso a veces cuando andamos en público me enerva no poder decir tu nombre a la otra persona, porque quiero decirles “sí, ella es mi esposa Javiera” y no eso de Manuela. Se me pasó por la cabeza rápido proponerte usar nuestros verdaderos nombres, pero caí en cuenta que ya ha pasado mucho tiempo y todos nos conocen por Juan y Manuela, solo nos queda ese nombre para nosotros, y mis hermanos supongo, y unos que otros amigos tuyos. Pero ya le digo y le repito que para mí eres Javiera. La altiva, la recia y la necia. Mi Roma. Mi bruja. La de muy gran corazón.
—Andrés Gómez.
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La Espiga. 16 de enero de 1920.
Amor mío:
Vieras lo que me pasó. Acá esperando a que el señor arregle la muñequita de porcelana me vino una niñita muy parecida a uno de los chiquillitos de tus endiablados chiquillos. Me dijo “¡qué pelo más blanco tiene, señor!” y yo me he reído y sonreído. Cómo pasa el tiempo, tanto que uno de mis hermanos ya no está con nosotros y cada tanto tengo que hacer un recuento de cuántos nietos llevamos porque siento que cada año salen dos más. El tiempo pasa muy deprisa y ahí me imaginé tu rostro y se me magulló el corazón. Estás como yo, con el pelo muy blanquito pero al menos mis cejas siguen siendo oscuras, las tuyas no. Y tu rostro, muy arrugado, como el mío también. Mas me alegra que podamos seguir caminando a la par; me gusta ir contigo a la plaza y sentarnos ahí a ver la gente pasar. Gracias a eso volvió a latir mi corazón, porque aún sigues conmigo a mi lado. Se me pudo haber magullado un poco el corazón pero siempre se recupera gracias a ti.
—Andrés Gómez.
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20 de octubre de 1926.
Mi querido:
De todo lo que vivimos tengo una queja, quizás la única queja que te pueda tener: me consentiste mucho, demasiado. Como no estás espero paciente tus cartas, como siempre has hecho cuando no estamos juntos, pero no llegan. Creo que mis “endiablados” chiquillos se han dado cuenta de mi tristeza, sino no se explica que me haya visitado uno de tus hermanos. Hablamos un poco. Hablamos de ti. Me reí mucho con sus cuentos y sonreí bastante gracias a esas tertulias. Aún recuerdo cómo me hiciste “incivilizarme” (tus palabras, no las mías) solo para que calzara entre el campesinado porque según tú andaba muy de fina. No te mentiré, sí me costó, me costó pasar de mi casa de adobe a tu rancho de pencas que suelo de tierra poseía; me costó trabajar lo suyo el campo, me costó entender a las bestias y domarlas. Te maldecí una vez. Pero a las finales te lo agradezco. Sé más gracias a estar contigo a lo que sabría si me hubiera quedado allá. Gracias a ti puedo tocar la guitarra, y cantar algo, ¿recuerdas cuando canté para el cumpleaños número treinta de Ángel? Se me salieron los gallos pero no me dijiste nada, solo me sonreíste, pero no por gracia, sino por orgullo.
Dijiste que tengo un muy gran corazón. Creo que ahora me está siendo contraproducente. Sí cariño, recuerdo todas esas cartas quemadas en la chimenea. Las releía muchas veces, tantas que me sabía línea por línea lo que decía. En efecto, eran “te amos” no puestos. Pero ahora ese gran corazón lo siento un poco quebrado. Cuando me despierto siento un peso en el otro lado de la cama y me volteó rápido pensando que eres tú. Mi decepción es mayúscula cuando no te veo. Quiero que estés aquí conmigo, pero eso sería muy egoísta ¿no? Porque me imagino que allá donde estés andarás muy feliz con tu madre y cantando con tu hermano. Aún me queda tiempo aquí. A veces quiero que sea poco y otras no, porque si no ¿quién cuidará de tus endiablados chiquillos y sus chiquillitos?
Así que heme aquí, escribiéndote aunque sé que no tendré respuestas, pero lo seguiré haciendo Andrés, ¿sabes por qué? Porque este ejercicio que llevamos haciendo más de cinco décadas solo puede morir cuando los dos ya no estemos aquí. Por tanto aquí estaré llenando esa cajita de madera con estas cartas mías y las tuyas, las que ahora sí guardé, ahí al ladito de la muñeca de porcelana.
—Javiera Gonzáles.
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@animeluci-98thpg Aprovechando que aún poseía un ápice de inspiración y que a la vez estoy desempleada así que tiempo tengo, le hice esto para emendar la trapeada que le he hecho a su OTP porque donde aparezca la Javiera es para andar de loca o tener más cuernos que un vena’o. Así que algo más feliz.
Eso no quita que es mucho más entretenido pensar a Javiera con más cacho que un toro o que los poderes sobrenaturales de Diomedes sean tal que pueda volver cuck a Andrés. Por lo menos acá nos podemos reír un poco que los hermanos hayan dicho «hell yeah, raptemos a la cuñada» sin pensarlo dos veces.
Más tarde subo esto a AO3 para mejor lectura.
Editado
Para mejor lectura »aquí«.
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