#Estilo de Piel
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makeupvartiz · 1 year ago
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Aprende la Técnica de Maquillaje Micro-Concealing con Verónica Artés desde la Comodidad de tu Hogar
En el mundo del maquillaje, la técnica de Micro-Concealing está tomando el centro del escenario, y en Make Up Vartiz by Verónica Artés, te ofrecemos la oportunidad de aprender esta técnica innovadora desde la comodidad de tu hogar. Únete a Verónica Artés,
El mundo del maquillaje está en constante evolución, y siempre hay nuevas técnicas y tendencias que surgen para ayudarnos a lucir lo mejor posible. Una de las últimas tendencias que ha estado causando sensación en el mundo del maquillaje es el “Micro-Concealing”, y en Make Up Vartiz by Verónica Artés, estamos emocionados de ofrecer un curso online para enseñarte esta técnica innovadora. ¿Qué es…
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curlymangue · 1 year ago
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Hay otro modelo de belleza más allá del eurocentrismo. ¡Búscala!
Busca tus referentes de belleza Afrocéntrica en los medios sociales Hola, Curly. Este es un post, que creo que es necesario hacer. Ya que tiene que ver con la belleza de nuestras niñas y futuras mujeres negras. Y el concepto de belleza que tienen a su alrededor. Puesto que por experiencia, comprendo lo difícil que es entender la existencia de una belleza negra, sin verse a través de los ojos de…
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lasdietashoy · 1 year ago
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Nuevo Post: Veganismo: ¿Qué es ser un vegano y qué comen los veganos?
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Veganismo: ¿Qué es ser un vegano y qué comen los veganos?
El Veganismo es un estilo de vida y una dieta que ha ganado popularidad en los últimos años. Muchas personas eligen seguir una dieta vegana por razones éticas, ambientales y de salud. En este artículo, exploraremos qué es ser vegano y qué alimentos consumen los veganos.
1. Introducción al Veganismo
El Veganismo es una filosofía de vida que busca evitar la explotación y el sufrimiento de los animales en todas las áreas posibles. Además de una dieta basada en plantas, los veganos también evitan el uso de productos derivados de animales, como cuero, lana y cosméticos probados en animales.
2. Definición de un vegano
Un vegano es alguien que ha decidido excluir todos los productos de origen animal de su dieta y estilo de vida. Esto significa que no consumen carne, aves, pescado, huevos, lácteos ni miel. Los veganos basan su alimentación en alimentos vegetales como frutas, verduras, legumbres, cereales, nueces y semillas.
3. Diferencias entre vegetarianismo y veganismo
Aunque los vegetarianos también evitan comer carne, pescado y aves, aún pueden consumir productos lácteos y huevos. Los veganos, por otro lado, excluyen todos los productos de origen animal de su dieta. El veganismo va más allá de la alimentación y se extiende a todos los aspectos de la vida, evitando el uso de productos animales en la vestimenta, el entretenimiento y otros ámbitos.
4. Alimentos veganos y opciones de reemplazo
Los veganos disfrutan de una amplia variedad de alimentos vegetales que les proporcionan los nutrientes necesarios. Algunas opciones populares incluyen frutas y verduras frescas, granos enteros como el arroz y la quinoa, legumbres como los frijoles y las lentejas, tofu y otras proteínas vegetales, así como productos lácteos y de carne vegetal que se han convertido en alternativas populares.
5. Beneficios para la salud del veganismo
El veganismo bien planificado puede proporcionar todos los nutrientes necesarios para mantener una buena salud. Las dietas veganas tienden a ser ricas en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Además, pueden ser bajas en grasas saturadas y colesterol, lo que puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud.
6. Impacto ambiental del veganismo
El veganismo también se ha asociado con beneficios ambientales significativos. La producción de carne y lácteos tiene un impacto negativo en los recursos naturales y contribuye a la deforestación, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Al elegir una dieta vegana, las personas pueden reducir su huella ecológica y contribuir a la sostenibilidad del planeta.
7. Desafíos y consideraciones del veganismo
Aunque el veganismo ofrece numerosos beneficios, también presenta desafíos. Obtener suficientes nutrientes específicos, como vitamina B12 y hierro, puede requerir una planificación cuidadosa o la incorporación de suplementos dietéticos. Además, la socialización y la elección de alimentos veganos fuera de casa pueden ser un desafío para algunas personas.
8. Mitos comunes sobre el veganismo
El veganismo a menudo está rodeado de mitos y malentendidos. Algunas personas creen que es difícil obtener suficiente proteína en una dieta vegana o que los alimentos vegetales no son tan sabrosos como los alimentos de origen animal. En realidad, una dieta vegana bien planificada puede proporcionar todos los nutrientes esenciales y puede ser deliciosa y variada.
9. Veganismo y estilo de vida sostenible
El veganismo no se limita solo a la alimentación, sino que también abarca otras áreas de la vida, como la moda y los cosméticos. Muchas marcas están optando por productos libres de crueldad animal y veganos, lo que permite a los consumidores elegir opciones éticas y sostenibles.
10. Consejos para comenzar una dieta vegana
Si estás interesado en adoptar una dieta vegana, aquí hay algunos consejos para ayudarte a comenzar:
Investiga y aprende sobre la alimentación vegana.
Haz una transición gradual y establece metas realistas.
Experimenta con recetas veganas y descubre nuevos alimentos.
Busca apoyo y únete a comunidades veganas en línea o en tu localidad.
Escucha a tu cuerpo y asegúrate de obtener todos los nutrientes necesarios.
11. Recetas veganas deliciosas
Una de las mejores formas de disfrutar de una dieta vegana es explorando nuevas recetas y platos. Aquí hay algunas ideas de recetas veganas deliciosas para probar:
Ensalada de quinoa y vegetales asados.
Curry de garbanzos y espinacas.
Hamburguesas de frijoles negros y quinoa.
Batido de plátano y mantequilla de maní.
Brownies de chocolate vegano.
12. Apoyo y recursos para veganos
Si necesitas ayuda o más información sobre el veganismo, hay numerosos recursos disponibles en línea y en libros especializados. Además, las comunidades veganas y grupos de apoyo pueden brindarte orientación y compartir experiencias.
13. El veganismo en la sociedad actual
El veganismo ha experimentado un aumento significativo en popularidad en los últimos años. Cada vez más personas se están dando cuenta de los beneficios éticos, ambientales y para la salud de una dieta vegana. Además, la disponibilidad de alimentos veganos y opciones de estilo de vida ha aumentado, lo que facilita la adopción de este estilo de vida.
14. Veganismo y la industria de la moda y los cosméticos
La industria de la moda y los cosméticos también ha respondido a la demanda creciente de productos veganos y libres de crueldad animal. Muchas marcas están adoptando prácticas éticas y ofreciendo alternativas veganas a los productos tradicionales. Esto brinda a los consumidores la oportunidad de elegir opciones de moda y belleza alineadas con sus valores.
15. Conclusiones
El veganismo es más que una dieta, es un estilo de vida que busca minimizar el sufrimiento animal y proteger el medio ambiente. Al elegir una dieta vegana, las personas pueden disfrutar de una alimentación saludable y sostenible. Además, contribuyen a la protección de los animales y la conservación del planeta.
Preguntas frecuentes sobre Qué es ser un vegano
¿Es saludable seguir una dieta vegana? Sí, una dieta vegana bien planificada puede proporcionar todos los nutrientes necesarios para una buena salud. Es importante asegurarse de obtener una variedad de alimentos y, en algunos casos, puede ser necesario complementar con vitaminas o minerales específicos.
¿Los veganos obtienen suficiente proteína? Sí, es posible obtener suficiente proteína de fuentes vegetales como legumbres, tofu, tempeh, frutos secos y semillas. La combinación adecuada de alimentos puede satisfacer las necesidades de proteínas del cuerpo.
¿Qué opciones hay para reemplazar los lácteos en una dieta vegana? Hay muchas alternativas a los lácteos en una dieta vegana, como leche de almendras, leche de soja, leche de avena, yogur vegetal y queso vegano. Estos productos se elaboran a partir de ingredientes vegetales y están ampliamente disponibles en tiendas de alimentos saludables.
¿El veganismo es más costoso que una dieta tradicional? El costo de una dieta vegana puede variar dependiendo de los alimentos que elijas. Algunos alimentos veganos, como frutas y verduras frescas, pueden ser más asequibles, mientras que otros productos veganos especializados pueden tener un precio más alto. En general, una dieta vegana equilibrada puede ser rentable y asequible.
¿Qué pasa con las vitaminas y minerales que se encuentran en los alimentos de origen animal? Es importante asegurarse de obtener todas las vitaminas y minerales necesarios en una dieta vegana. Algunos nutrientes que pueden requerir atención adicional son la vitamina B12, el hierro, el calcio y el omega-3. Estos nutrientes se pueden encontrar en alimentos fortificados o a través de suplementos dietéticos.
¡Comienza tu viaje hacia el veganismo y descubre una forma saludable y sostenible de vivir!
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isabelavivasanomx · 6 months ago
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Rituales Matutinos para el Bienestar de los Pies: Comienza Tu Día con el Pie Derecho
¡Hola a todas! Hoy quiero compartir con ustedes un tema que muchas veces pasamos por alto: el cuidado de nuestros pies. Nuestros pies son la base de nuestro cuerpo y merecen ser tratados con tanto cariño como el resto de nuestro organismo.
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Comenzar el día con un ritual matutino para el bienestar de los pies no solo puede mejorar tu salud física, sino también tu bienestar emocional. Acompáñame en este recorrido hacia unos pies felices y saludables.
Importancia de los Pies en el Bienestar General
Nuestros pies son fundamentales para nuestra movilidad y equilibrio. Pasamos gran parte del día de pie o caminando, lo que puede causar fatiga, dolor y otros problemas si no los cuidamos adecuadamente.
Unos pies sanos contribuyen a una postura correcta, mejor circulación y menos estrés en las articulaciones. Además, al ser una parte tan importante del cuerpo, el bienestar de los pies influye directamente en nuestra energía y estado de ánimo.
Baño de Pies Relajante
Uno de mis rituales favoritos es comenzar el día con un baño de pies relajante. Esto no solo despierta a mis pies, sino que también me ayuda a empezar el día con una mentalidad tranquila y centrada.
Ingredientes:
Agua tibia
Sal marina
Aceite esencial de lavanda
Rodajas de limón
Instrucciones:
Llena un recipiente grande con agua tibia.
Añade un puñado de sal marina y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
Coloca algunas rodajas de limón en el agua.
Sumerge tus pies durante 10-15 minutos mientras respiras profundamente.
La sal marina ayuda a exfoliar y desintoxicar la piel, mientras que la lavanda y el limón ofrecen propiedades relajantes y refrescantes.
Masaje con Aceites Naturales
Después del baño de pies, me gusta darme un masaje con aceites naturales. Este paso no solo nutre la piel, sino que también mejora la circulación y alivia la tensión acumulada.
Ingredientes:
Aceite de coco
Aceite esencial de menta
Aceite esencial de eucalipto
Instrucciones:
Mezcla una cucharada de aceite de coco con unas gotas de aceites esenciales de menta y eucalipto.
Calienta la mezcla frotando tus manos.
Masajea tus pies con movimientos circulares, prestando especial atención a los arcos y los talones.
La menta proporciona una sensación refrescante, mientras que el eucalipto ayuda a reducir la inflamación y el dolor.
Ejercicios de Estiramiento y Fortalecimiento
Unos pies fuertes y flexibles son clave para evitar lesiones y mejorar el equilibrio. Incluye estos ejercicios en tu rutina matutina para fortalecer y estirar tus pies.
Estiramiento de Dedos: Siéntate y cruza una pierna sobre la otra. Toma tus dedos y estíralos suavemente hacia arriba y hacia abajo durante 30 segundos en cada dirección.
Rodillo de Pie: Usa un rodillo de masaje o una botella de agua fría. Coloca el rodillo bajo el arco de tu pie y rueda hacia adelante y hacia atrás durante 1-2 minutos.
Elevaciones de Talones: De pie, levanta tus talones del suelo y mantén la posición durante unos segundos antes de bajar lentamente. Repite 15 veces.
Hidratación y Protección
Para mantener tus pies suaves y libres de grietas, es esencial hidratarlos y protegerlos adecuadamente.
Ingredientes:
Crema hidratante natural (con aloe vera o manteca de karité)
Calcetines de algodón
Instrucciones:
Aplica una capa generosa de crema hidratante en tus pies.
Ponte unos calcetines de algodón para ayudar a que la crema se absorba mejor y proteger tus pies durante el día.
Conclusión
Incorporar estos rituales matutinos para el bienestar de los pies puede marcar una gran diferencia en tu salud general y tu calidad de vida.
Recuerda que cuidar de tus pies es una forma de honrar tu cuerpo y tu bienestar. Espero que pruebes estos consejos y me cuentes cómo te sientes. ¡Hasta la próxima!
Espero que disfrutes de este artículo y que te sea de gran ayuda para mejorar tu rutina diaria. ¡Cuida tus pies y ellos cuidarán de ti!
Para más consejos sobre bienestar natural, visita mi viaje y filosofía y descubre el poder de la naturaleza en tu bienestar diario. Además, te invito a transformar tu salud con nutrición holística.
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vahairstylist · 1 year ago
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¡Descubre tu pasión por el maquillaje profesional con Verónica Artés de Make Up Vartiz en Pamplona, Navarra!
Descubre tu pasión por el maquillaje profesional en Pamplona, Navarra, con el curso impartido por la renombrada maquilladora Verónica Artés de Make Up Vartiz. Desde el 15 de enero hasta el 27 de febrero de 2024.
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salud101 · 1 year ago
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Veganismo: ¿Qué es ser un vegano y qué comen los veganos?
El Veganismo es un estilo de vida y una dieta que ha ganado popularidad en los últimos años. Muchas personas eligen seguir una dieta vegana por razones éticas, ambientales y de salud. En este artículo, exploraremos qué es ser vegano y qué alimentos consumen los veganos. 1. Introducción al Veganismo El Veganismo es una filosofía de vida que busca evitar la explotación y el sufrimiento de los…
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humbertocantu · 2 years ago
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¿Las Hormonas Pueden Causar Acné?
Las hormonas son de los principales factores para tener acne El acné es una afección cutánea común que puede afectar a personas de todas las edades. Si alguna vez te has preguntado por qué el acné aparece o empeora en ciertas etapas de tu vida, los factores hormonales podrían ser la respuesta. En esta entrada, te explicaremos cómo los desequilibrios hormonales pueden desencadenar el acné y las…
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fitnesscancun · 2 years ago
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CONSEJOS PARA MANTENER LA PIEL SALUDABLE
Hoy hablaremos sobre algo que nos preocupa a todos: nuestra piel. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y es importante cuidarla adecuadamente para mantenerla sana y hermosa. Aquí te dejamos una lista de recomendaciones para ayudarte a mantener una piel saludable: Imagen de gpointstudio en Freepik LIMPIEZA DIARIA: Es importante limpiar tu piel diariamente para eliminar impurezas y…
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olee · 10 months ago
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Boludo | Enzo Vogrincic
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Para mis hispanas/hispanos: en español completito.
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Mientras caminas por las calles de Tlaquepaque en Guadalajara, decides acudir a una pizzería llamada La Valentina. Es de noche y llevas puesto un vestido negro hecho a mano, te sientes supercómoda y segura de ti misma. El mesero te pregunta si quieres ir a una mesa o al bar, y le dices que prefieres el bar. Al llegar, te sientas y le pides al bartender un Moscow Mule. Lo tomas tranquila y feliz, entablas una conversación con él, y le cuentas que eres de (tu país) con una gran sonrisa.
A medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que el bartender está muy ocupado. Miras a tu alrededor y ves a tres chicos guapos, pero hay uno en particular que llama más tu atención. Te das cuenta de que no son mexicanos; tienen un acento argentino. Sin embargo, el chico que estás mirando tiene un acento muy peculiar.
Sigues disfrutando de tu trago, y el chico se acerca a ti, diciendo: "Disculpa, eh... es que mis amigos me retaron a que te hablara, porque te ves hermosa y, en realidad, no sé cómo hablarte. Ah... ¿te apetece un trago en la terraza y una pizza? Veo que no has ingerido ningún alimento", dice con timidez.
Sonríes y le respondes, repitiendo sus palabras: " 'No has ingerido ningún alimento', suena muy formal, ¿no? Es que cuando estás tomando un trago, la comida va al final, like the end," dices, terminando en inglés.
"Bueno... arrancamos con un traguito, supongo que eso es un Moscow Mule, y al final nos mandamos una pizza," dice con un toque coqueto.
"¡Vale! Nos vamos pa' la terraza y charlamos," le dices, esbozando una sonrisa pícara.
Cuando suben las escaleras hacia la terraza de La Valentina, te quedas asombrada al contemplar el paisaje nocturno, con una iglesia colonial antigua como telón de fondo y las coloridas calles de Tlaquepaque. Las luces de la terraza crean un ambiente relajante y romántico, y a tu lado está el chico, y comienzas a admirarlo. Sus ojos tienen un toque de caramelo, pero debido a la oscuridad de la noche, se ven intensamente cafés puya. Su nariz es prominente, al estilo de Adam Driver, y su piel tiene un tono moreno, como café con un toque de leche. Alto y hermoso. Era simplemente perfecto.
Entonces, él te mira y se presenta diciendo: "Che, creo que debería presentarme. Soy Enzo, de Montevideo. Resulta que acabo de laburar en una película, o mejor dicho, soy actor, y..."
Sin embargo, lo interrumpes diciendo sorprendentemente: "¡Oh! Con razón ese acento. Me preguntaba de dónde eras. Anyway, me llamo (tu nombre) y soy de (tu país), pero llevo casi toda una vida viviendo en los Estados Unidos".
"Y... ¿por qué estás aquí?" él dice intrigado.
"Amo viajar, y la verdad es que no soy tan amante de Estados Unidos, así que decidí recorrer América Latina. Pronto me iré a España, ya que tengo amistades en Madrid. Quizás me quede allí y trabaje como maestra de inglés," respondes.
Enzo te mira con interés y te dice: "Me encanta que hagas eso— viajar y conocer el mundo. De verdad que sos muy afortunada. Ojalá te vea en Madrid, ya que laburo bastante por allá."
"Gracias, y tú, eres muy afortunado. Yo pienso que la actuación es un trabajo de talento y valentía," le decís orgullosamente, dejando un toque de coqueteo en tus palabras.
Mientras Enzo y tú están inmersos en una conversación sobre logros y conociéndose, entran los amigos de Enzo, visiblemente tomados. Un chico guapo y argentino le dice a Enzo: "Che, yo pensé que te habías desaparecido con la boluda," mientras otro chico le pregunta a Enzo: "Pero, ¿quién es esta chica, Enzo? Preséntela." Tú te ríes ante sus comentarios disparatados.
Enzo te mira medio avergonzado y suelta: "(Tu nombre), estos son mis amigos del alma y compatriotas, Matías, Agustín y Simón. Son más locos que una cabra en patines, pero los banco a muerte".
"Un placer," decís tímidamente, mientras Matías suelta con su típico humor: "Che, vos sos muy guapa, Enzo, me la cogiste, pero como amigo te la doy." Agustín te dice: "(Tu nombre), te dejamos a vos y a Enzo tranquilo, nosotros nos vamos para una discoteca. Enzo, me mandás un mensaje para saber que vos estás vivo. Y sí, vente chico’, que nos vamos, ciao." Todos se despiden de manera cómica y se encaminan hacia la discoteca.
Tú miras a Enzo riéndote, y él, medio avergonzado, te dice: "Los quiero, pero a veces se pasan." Tú te ríes aún más y le dices que no te preocupes. Después, Enzo te dice: "Vos tenés una sonrisa hermosa," y luego, como disculpándose, agrega: "Es que es verdad."
Después de la risueña conversación, Enzo te mira y sugiere: "¿Qué te parece si caminamos un poco por la calle? Seguro encontramos algo interesante." Asientes con entusiasmo, y juntos se aventuran por las coloridas calles de Tlaquepaque.
Enzo y tú se encuentran con unos mariachis que entonan “Y…” de Javier Solís. Sin dudarlo, Enzo te toma de la mano y te invita a bailar cómicamente en plena calle, siguiendo el ritmo apasionado de la música mexicana. Ríen y se divierten, creando un momento inolvidable mientras los mariachis continúan su serenata. La noche se llena de risas, música y la magia de ese encuentro espontáneo en las coloridas calles de Tlaquepaque.
Mientras caminan, se cruzan con una parada animada de tacos. Enzo sonríe y te propone: "(Tu nombre), ¿qué te parece si paramos acá y nos mandamos unos tacos? Y, obvio, los acompañamos con una Coronita." La idea te parece re buena, y los dos se acomodan en la parada, compartiendo risas y sabores locales.
Son las dos de la mañana y de repente llegan los tres amigos de Enzo, caminando en zigzag debido a la borrachera, y le gritan a los dos: "¡Enzoooo, boludo! ¿Nos vamos?" Enzo te mira y tú le dices: "No te preocupes, ya tienes mi número." Él te dice: "Me escribís cuando llegues a casa, y nos vemos mañana por un café, ¿vale?" Tú le respondes: "Claro, ¿cómo no?" y le das un beso, a lo cual Enzo responde profundamente. Mientras tanto, los chicos están gritando: "¡Enzoooo, ya cásate, cabrón!" La noche termina con risas, besos y la promesa de un encuentro al día siguiente.
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makeupvartiz · 1 year ago
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¡Descubre tu pasión por el maquillaje profesional con Verónica Artés de Make Up Vartiz en Pamplona, Navarra!
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deepinsideyourbeing · 2 months ago
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Soo, Enzo se tiene que ir de viaje por un tiempo, entonces cómo el fotógrafo que es, sugiere tomarle nudes a reader 🤓☝🏻
+18!
Todo comenzó cuando ocupaste el lugar entre las piernas de tu novio.
Sólo la tenue luz de la lámpara iluminaba la sala de estar mientras él leía su libro favorito por quinta vez. Una tormenta azotaba el exterior y de vez en cuando el brillo de algún relámpago, seguido pocos segundos más tarde por un trueno, lograba distraerlo tanto o más que tu figura cruzando la habitación.
Te encontrabas inquieta, por la tormenta o por el viaje que él debía emprender por la mañana, así que en un movimiento más que habitual dejó caer un cojín sobre la duela para llamar tu atención. Te posicionaste sobre tus rodillas sin hacer preguntas y esperaste en silencio antes de obtener su permiso para desnudarlo.
-Me la podés chupar un ratito mientras leo, ¿está?- pregunto sin dejar de acariciar tu mejilla. Mucho antes de que lo tomaras entre tus labios notó ese característico brillo en tu mirada, la manera en que tus párpados parecían cerrarse en contra de tu voluntad y tu dificultad para contener esos sonidos de desesperación.
El libro dejó de interesarle y tomó su teléfono para inmortalizar el momento. Su miembro palpitando en tu boca te hizo gemir y cerraste los ojos cuando comenzaste a succionar enérgicamente, regalándole una nueva expresión para la siguiente foto, ´probablemente sin ser consciente de la saliva escapando por la comisura de tus labios y manchando tu mentón.
Permitió que continuaras por un largo rato, llevándolo hacia el límite y deteniéndote antes de dejarse ir, hasta que tus manos abandonaron tus muslos para cerrarse sobre los suyos. Llamó tu atención con un simple sonido de desaprobación y liberaste su miembro con un sonido húmedo para tomar aire antes de contestar:
-Perdón, es...- mordiste tu labio inferior con fuerza y él capturó la acción. Te detuvo cuando intentaste limpiar la saliva que corría por tu piel, obligándote a permanecer en la misma posición hasta que encontró el ángulo correcto, tus ojos vidriosos y suplicantes mirando directo a la cámara.
-¿Querés más?- asentiste-. Contestá bien.
-Sí, por favor.
Te arrastró hacia la habitación, prácticamente arrancando la ropa de tu cuerpo en el corto trayecto, y una vez en la cama encontró entre tus piernas un nuevo objetivo. Su pulgar recorriendo tus pliegues húmedos, presionando sobre tu entrada y colándose en tu interior fue el protagonista de una decena de fotos.
La expresión en tu rostro, una mezcla de vergüenza y falta de claridad mental provocada por tu excitación, pronto amenazó con ocupar el restante almacenamiento de su teléfono. Tomó su cámara del escritorio como último recurso, desesperado por producir todavía más recuerdos, y el click no dejó de sonar mientras él se introducía lentamente hasta llenarte por completo.
Cuando sujetó tus tobillos con una mano, ignorando tus protestas por el dolor que sus dedos ocasionaban, escupió sobre tus pliegues y tomó las fotografías suficientes para lograr una producción estilo stop-motion. El mismo tratamiento recibió tu otra entrada, cada vez más dilatada por sus dedos, cuando te posicionó en cuatro para capturar todas las curvas de tu cuerpo.
Enzo decidió, luego de manchar tu interior y tu espalda con su semen (tomó otra decena de fotografías, entre ellas algunas en las que su punta se deslizaba sobre tu piel), que quería tomar más fotografías. La lente de la cámara parecía estar cargada con la misma intensidad que sus ojos cuando deslizó su miembro, todavía muy despierto, entre tus pechos y por todo tu rostro.
-Mirá qué hermosa- repitió cuando te enseñó la que podría ser la milésima foto en su galería. Estaba sosteniéndote firmemente contra su pecho, evitando que escaparas luego de finalizada la sesión, y te sorprendió cuando giró la cámara para tomar otra fotografía, pero esta vez de sus rostros-. Sonreí, dale.
Las agujas del reloj marcaban las tres. Sonreíste, agotada. Enzo besó tu mejilla.
Me desbloqueé una nueva necesidad y no tengo forma de solucionarlo 😞 taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented ♡
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curlymangue · 9 months ago
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Maquillaje ético: 7 razones para abrazar la belleza sin crueldad animal
Explorando las razones y beneficios de elegir productos veganos y Cruelty-free El maquillaje vegano y libre de crueldad animal, no solo está de moda, también es una de las mejores elecciones que una puede hacer a la hora de comprar, no solo cosmética sino todos los productos de uso diario. Ya que con esta decisión estarás ayudando además de proteger el planeta, algo que parece muy abstracto, si…
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silvertice · 28 days ago
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You Idiot.
[halloween especial]
Eddie Alden x fem!reader
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Summary: Ella ha estado enamorada de su compañero de cuarto durante años, pero con cada desprecio, su paciencia se agota. Una fiesta de Halloween ofrece la oportunidad perfecta para intentar seguir adelante, pero él no está dispuesto a dejarla ir tan fácilmente. Entre disfraces y juegos, la tensión se transforma en algo más.
Category: Slow Burn Romance, Friends to Lovers, Halloween Vibes, 2000s, Jealousy, Emotional Turmoil, Unrequited Love, Misunderstandings {TW: Light Humor, Emotional Moments, Friendship Dynamics, Flirting}
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Me miro en el espejo, terminando de ajustar los últimos detalles de mi disfraz. No puedo negar que esta noche me veo increíble; algo en la luz tenue del cuarto, el maquillaje, el disfraz... todo parece estar en su lugar. Incluso mi confianza, que siempre tambalea cuando estoy cerca de él, parece haberse reforzado esta vez.
Eddie aparece detrás de mí, preparándose en su estilo despreocupado de siempre. Su disfraz le queda sorprendentemente bien, resaltando justo lo suficiente para que todas en la fiesta se den cuenta de su presencia. No es nada nuevo, claro; Eddie siempre ha sido de los que dominan la atención sin siquiera intentarlo. Me atrevo a lanzar un cumplido, un comentario ligero, esperando quizá un gesto que me demuestre algo más. “Vas a dejar a muchas chicas suspirando esta noche, ¿eh?” le digo, medio en broma y medio esperando algo más.
Él solo sonríe de esa forma suya, como si nada le importara demasiado, y responde con algún comentario casual. Una broma, un guiño, todo lo que dice sin comprometerse nunca. Siento el orgullo revolverse en mi interior; no puedo dejar que esta sensación se repita más. Y entonces se me ocurre una idea. Lo miro de reojo, y con una sonrisa casi indiferente, suelto: “Bueno, probablemente yo no vuelva esta noche... Un amigo me va a pasar a buscar más tarde, por si quieres traer alguien esta noche.”
La reacción de Eddie es casi imperceptible, apenas un pequeño cambio en su expresión que trato de no leer demasiado, pero está ahí. Y aunque mantengo la mirada en el espejo, noto que su postura se tensa un poco. Por un segundo, me permito disfrutar del poder de haberle dado una pizca de su propia medicina.
De repente, Eddie se inclina hacia mí, tan cerca que casi siento su respiración en mi cuello. Sus manos encuentran mi cintura con la familiaridad de quien sabe exactamente cómo afectarme, incluso sin proponérselo. Su toque es suave, apenas una presión en la piel que me quema de una forma que odio admitir.
Me mira a través del espejo con una sonrisa que tiene algo de desafío y algo de burla. “¿De verdad vas a dejar que otro te lleve esta noche?” Su tono es ligero, como si la pregunta fuera inofensiva, pero sus dedos se ajustan un poco más en mi cintura, manteniéndome firmemente en mi lugar. La tensión entre nosotros es palpable, como si ese simple contacto fuera suficiente para que todo mi plan de olvidarlo se tambaleara.
Mis manos se tensan en el borde del tocador, y me obligo a no mirarlo directamente, a mantener la mirada en mi reflejo. No voy a ceder tan fácil… o al menos, eso me repito en la cabeza mientras intento ignorar el torrente de emociones que él desata en mí con tan solo un roce.
Pero él, como siempre, parece saberlo. Su sonrisa se ensancha, y con esa confianza arrolladora de quien siempre obtiene lo que quiere, añade en voz baja: “¿Por qué buscar en otro lado cuando sabes que aquí tienes todo lo que quieres?”
Siento cómo algo se rompe y algo se despierta dentro de mí al mismo tiempo. Maldigo internamente, odiando la forma en que tiene de hacerme replantear todo. Justo cuando creo que puedo seguir adelante, aparece con esa actitud suya que me hace dudar, que me recuerda por qué me enamoré de él en primer lugar.
“Estúpido Eddie…” murmuro para mí misma, aunque no sé si intento convencérmelo a mí o a él.
Suspiro, tratando de mantener la compostura, y retoco mi labial en el espejo, aprovechando cada segundo para calmarme. Él sigue ahí, observándome como si disfrutara de cada una de mis reacciones. Cuando finalmente termino, me doy la vuelta para verlo y sacudo la cabeza, reprimiendo una sonrisa.
“¿De verdad no había otro disfraz?” le digo, cruzándome de brazos. Lo miro de arriba abajo, notando cómo su disfraz es una versión bastante similar al mío, pero con esos detalles que sólo él podría agregar para hacerlo único… y provocativo.
Él se encoge de hombros con una sonrisa burlona. “¿Qué? Pensé que haríamos buena pareja vampiresca.”
Ruedo los ojos y le doy un ligero empujón en el pecho. “No necesitamos ir a juego.”
Pero por dentro, esa parte de mí que todavía alberga algo de esperanza se pregunta si realmente eligió ese disfraz por casualidad o si, en algún rincón de su mente, quiso hacerme saber que le importa un poco más de lo que está dispuesto a admitir.
Eddie suelta una risa suave y se inclina hacia mí otra vez, con esa cercanía que hace que cada célula de mi cuerpo se ponga en alerta. “No podía dejar que te divirtieras sola, ¿verdad?”
Y ahí está otra vez, haciendo que una chispa de ilusión crezca dentro de mí, aunque sé que no debería. Me muerdo el labio y niego con la cabeza, porque a estas alturas, no puedo dejar que vuelva a quebrar mi orgullo… no de nuevo.
Finalmente, salimos del departamento que compartíamos, y la brisa fresca de la noche de Halloween me envolvió al instante. Eddie seguía haciendo comentarios juguetones mientras caminábamos hacia el auto. Una vez dentro, me acomodé en el asiento del pasajero, pero no podía dejar de pensar en lo que había estado sintiendo últimamente.
Mientras él encendía el motor, miré mi teléfono y vi un mensaje de mi amigo que decía que vendría a la fiesta mas tarde y que nos podiamos encontrar allí. Una mezcla de emoción y nervios me invadió. “Parece que esta noche podría ser más interesante de lo que esperaba,” murmuré para mí misma, pero Eddie lo escuchó.
Sin darme cuenta, él frenó de golpe, y el movimiento me hizo inclinarme hacia adelante, golpeando el cinturón de seguridad. “¿Qué carajos te pasa, Eddie?” le reclamé, irritada y sorprendida.
“Oh, nada, solo asegurándome de que no vayas a volar por la ventana si alguien decide buscarte un poco antes de tiempo,” respondió con una sonrisa que no ocultaba un toque de celos.
Lo miré, confundida. “¿Qué quieres decir con eso?” pregunté, sintiendo una chispa de tensión en el aire. Pero el no respondió.
La incomodidad se instaló entre nosotros mientras me debatía entre sentirme frustrada por sus comentarios y emocionada por la forma en que, incluso en su tono casual, dejaba entrever lo que realmente sentía.
Mientras continuábamos conduciendo, me resultaba cada vez más difícil entender qué le pasaba a Eddie esa noche. Estaba demasiado juguetón con sus comentarios, como si disfrutara de picarme. Aquella mezcla de humor y celos era nueva, y no podía evitar pensar que había algo más detrás de sus palabras.
“¿Por qué estás tan…?” empecé a decir, pero decidí callar. No quería profundizar en eso. La última cosa que necesitaba era complicar más nuestras dinámicas. Me obligué a sacar esos pensamientos de mi mente y concentrarme en la noche que tenía por delante.
“Solo relájate y disfruta, estamos a punto de ir a una fiesta, ¿recuerdas?” murmuré para mí misma, intentando hacer que la emoción del momento opacara cualquier otra inquietud. Había pasado demasiado tiempo deseando que Eddie me prestara atención, y ahora que lo hacía, no sabía cómo manejarlo.
Finalmente, llegamos al lugar de la fiesta, y la música ya resonaba en el aire. Abrí la puerta del auto y respiré hondo, tratando de despejar mi mente. “Vamos, no podemos llegar tarde,” le dije, forzando una sonrisa mientras bajaba del coche, decidida a disfrutar de la noche y dejar atrás cualquier confusión.
La fiesta era un caos encantador. La casa de dos pisos estaba completamente decorada para Halloween: telarañas falsas colgaban de las esquinas, calabazas iluminadas adornaban cada mesita y luces parpadeantes creaban una atmósfera espeluznante pero festiva. La música retumbaba en las paredes mientras la multitud se movía al ritmo de la canción, todos disfrutando de la noche disfrazados de criaturas de la noche y personajes de películas.
Me perdí en el mar de gente, saludando a amigos y conocidos. La noche era justo lo que necesitaba: risas, bailes y un momento para olvidarme de las complejidades. Disfruté de la libertad de dejarme llevar, riendo con amigas y compartiendo anécdotas sobre los disfraces que llevábamos. Pero a pesar de la diversión, había una parte de mí que no podía evitar buscarlo en la multitud.
Era difícil no notarlo. Eddie, con su disfraz de vampiro, se movía con una confianza que atraía las miradas de todos. Cada vez que pasaba cerca, una energía palpable me envolvía. Había algo en su forma de actuar que todavia me hacía dudar.
Más tarde, mientras estaba en la sala, rodeada de amigos, vi a un chico que se acercaba a mí. Era el que había mencionado antes, aquel que iba a pasar a buscarme. Tenía una sonrisa encantadora y una mirada que me hizo sentir emocionada. “¡Hey! Te estaba buscando,” dijo, acercándose y ofreciéndome su mano.
“¡Hola! Perdona, estaba en medio de la fiesta,” respondí, sintiendo que mi corazón se aceleraba un poco al verlo. La química entre nosotros era evidente, y me sentí aliviada al darme cuenta de que él también estaba disfrutando de la noche.
El chico comenzó a hablarme sobre lo que había hecho en la fiesta, y mientras intercambiábamos risas, sentí que Eddie me observaba desde un rincón de la sala. Era una sensación extraña, como si ambos estuviéramos conectados a pesar de la distancia. Sin embargo, decidí concentrarme en el momento y disfrutar de la compañía del chico.
Nos movimos por la fiesta, bailando y riendo.
Mientras charlábamos y reíamos, el chico me sonrió con una expresión cómplice. “¿Te gustaría ir a la cocina a buscar un trago? Escuché que tienen un ponche de Halloween que está increíble,” sugirió, su tono era casual pero atractivo.
“Claro, suena bien,” respondí, sintiendo una chispa de emoción al saber que tendríamos un momento a solas. Me dejé llevar por la idea de disfrutar de la noche y la compañía del chico, dejando de lado mis pensamientos.
Nos dirigimos hacia la cocina, donde la música sonaba más tenue y la iluminación era un poco más cálida. El ambiente era perfecto, y el aroma de las bebidas mezcladas flotaba en el aire. Él se movió hacia la mesa de la cocina, sirviendo dos vasos con el ponche.
“Aquí tienes,” dijo mientras me pasaba uno, sus dedos rozando los míos. El contacto me hizo sonreír, y por un instante, me sentí liviana y despreocupada.
Empezamos a charlar más relajados, compartiendo historias sobre los disfraces que habíamos elegido para la noche. “Me encanta tu disfraz de vampiro.” comentó, mirándome con una sonrisa genuina que hizo que me sintiera bien.
“Gracias, pero creo que tú te ves bastante bien también,” respondí, riendo mientras lo miraba a los ojos. Estaba empezando a olvidarme del caos emocional que había traído a la fiesta, y la química entre nosotros era evidente.
Mientras tomábamos un trago, el chico hizo un gesto hacia el jardín. “¿Te gustaría salir a ver la decoración afuera? Escuché que hay una fogata,” sugirió, y sin pensarlo mucho, asentí.
“si, claro.” exclamé, emocionada por la idea. Quería disfrutar de la noche y dejar que el momento me llevara, al menos por un tiempo.
Salimos juntos al jardín, riendo y disfrutando de la brisa fresca. A lo lejos, la fogata iluminaba el área y creaba un ambiente acogedor. Me sentía libre, y por un momento, olvidé todo sobre Eddie y las complicaciones que solía traer.
Mientras disfrutábamos del aire fresco y reíamos, compartiendo historias sobre nuestras aventuras pasadas, la atmósfera se sentía cada vez más relajada y divertida. La fogata chisporroteaba suavemente, y el calor del fuego contrastaba con la brisa de la noche.
“No puedo creer que viniste a esta fiesta,” dije entre risas, mientras él me contaba sobre una experiencia cómica que había tenido en otra fiesta de Halloween. Su risa era contagiosa, y me encontraba cada vez más cómoda en su compañía.
Justo cuando me preparaba para decir algo más, un grupo de chicos pasaron junto a nosotros, riendo y bromeando. Uno de ellos, evidentemente borracho, perdió el equilibrio y me empujó accidentalmente. “¡Hey!” exclamé, pero antes de que pudiera caer, el chico a mi lado me agarró de la cintura con firmeza, manteniéndome en pie.
Nos encontramos cara a cara, el espacio entre nosotros se redujo drásticamente. Su aliento era cálido y su mirada, intensa. Aquel breve momento me hizo sentir una conexión inesperada, pero decidí mantenerme enfocada en la diversión de la noche.
“Cuidado,” dijo él, una sonrisa juguetona asomando en sus labios, “no quiero que te caigas por culpa de estos locos.”
Reí, tratando de disimular la chispa de tensión que había surgido. “No te preocupes, creo que tengo un buen equilibrio,” respondí, alejándome un poco, aunque su mano aún permanecía en mi cintura.
“¿Quieres salir de aquí? La gente se está poniendo un poco densa,” sugirió él, lanzando una mirada hacia el grupo cercano que comenzaba a reírse más ruidosamente y a acercarse al borde de lo molesto. “Podríamos encontrar un lugar más tranquilo.”
Un alivio recorrió mi cuerpo al escuchar su propuesta. “Sí, eso suena bien,” respondí, y antes de que me diera cuenta, él tomó mi mano y comenzamos a abrirnos camino a través de la multitud.
La música resonaba a nuestro alrededor mientras la gente reía y bailaba. Pero había algo en su presencia que hacía que me sintiera más segura. La idea de intentar algo nuevo me llenaba de emoción.
Sin embargo, justo cuando estábamos a punto de salir, noté una figura familiar en el centro de la sala. Eddie, medio borracho, había levantado la vista y nos estaba mirando con una expresión que no podía descifrar. Su mirada pasó de la diversión a una mezcla de sorpresa y algo más, y en un instante, se acercó rápidamente.
“Ey, ey, ey ¿A dónde crees que vas?” preguntó Eddie, tomando mi brazo con firmeza y deteniéndome en seco. La intensidad en su mirada me hizo detenerme, y sentí un pequeño tirón en mi estómago. “¿No te quedas un rato más?”
El chico a mi lado me soltó, confundido, mientras yo intentaba procesar lo que estaba sucediendo mientras soltaba una risa nerviosa. “Solo íbamos a buscar un lugar más tranquilo,” respondí, tratando de sonar despreocupada, aunque mi corazón latía con fuerza.
Eddie me miró de nuevo, esta vez con una mezcla de celos y preocupación. “¿Por qué no me dijiste que te ibas con él?” su tono era un poco más intenso de lo que esperaba, y podía sentir la tensión en el aire.
“Si te dije que me iba con el, pero estás tan borracho que no te acuerda, solo... vete a casa, Eddie,” le dije, sintiendo que la situación se complicaba cada vez más.
El chico, aún a mi lado, parecía no saber qué hacer con la situación. Eddie, con su agarre en mi brazo, no me dejaba mover. La multitud seguía bailando a nuestro alrededor, pero en ese momento, solo había espacio para nosotros tres.
“No, estoy bien” respondió él, su tono firme aunque un poco tambaleante. “Solo quédate un rato más. No tienes que irte con él.”
El chico a mi lado, confundido por la tensión, miraba de uno a otro sin saber qué hacer. “¿Todo bien aquí?” preguntó, tratando de romper el hielo.
“Sí, todo bien,” respondí rápidamente, sintiendo la incomodidad en el aire. Pero la mirada de Eddie no se apartaba de mí, llena de frustración y algo más profundo que no podía descifrar.
“Vamos, solo un rato más,” insistió Eddie, dando un paso más cerca, ignorando al chico que estaba a mi lado. “No estoy tan borracho, ¿verdad?” trató de hacer una broma, pero su risa sonó más nerviosa que divertida.
“No sé, Eddie,” dije, sintiendo que cada palabra se volvía más difícil de pronunciar. “Quizás deberías pensarlo. De verdad, vete a casa.”
El chico se rascó la nuca, claramente sin saber cómo ayudar. “No quiero interrumpir…” dijo, mirando de reojo entre los dos.
“No es eso, solo… solo estoy tratando de aclarar las cosas,” respondí, intentando evitar el caos que estaba surgiendo.
Eddie se cruzó de brazos, la frustración visible en su rostro. “No quiero que te vayas, eso es todo. ¿Por qué no podemos quedarnos un rato más y disfrutar de la noche?”
La tensión creció, y la mezcla de emociones en el aire era casi palpable. Era como si Eddie intentara aferrarse a algo que ya estaba escapándose de su alcance.
Pero antes de que pudiera dar un paso más, sus pies tropezaron con el suelo y se desplomó, cayendo de espaldas. El golpe resonó en el suelo de la casa, y la gente a nuestro alrededor se giró, algunos riéndose y otros mirándolo con preocupación.
“¡Eddie!” grité, sintiendo una mezcla de frustración y preocupación. Me agaché a su lado mientras algunos amigos se acercaban para ayudarlo. “Dios mio. No puedo creerlo, ¡eres un idiota!” lo maldije entre dientes, sintiendo que la rabia crecía dentro de mí.
El chico a mi lado miraba la escena con sorpresa. “¿Está bien?” preguntó, tratando de contener la risa.
“Claro, solo es un borracho que no sabe cuándo parar,” respondí, sintiendo que mi corazón latía con fuerza. La situación que había intentado evitar se tornaba más complicada de lo que había imaginado.
Mientras ayudaba a Eddie a incorporarse, no podía evitar pensar en lo absurdo de todo esto. ¿Cómo podía seguir sintiendo algo por alguien tan imprudente?
El chico se acercó, preocupado por Eddie. “Déjame ayudarlo. Puedo llevarlo a casa,” ofreció, mirando de reojo a Eddie, que seguía tambaleándose.
“Sí, por favor. Eso sería genial,” respondí, sintiendo que esta era la mejor solución en medio del caos. No tenía ganas de lidiar con sus tonterías ni un segundo más.
Eddie murmuró algo incomprensible, pero el chico lo rodeó con un brazo por sus hombros, guiándolo hacia la salida. A medida que caminábamos hacia el auto, el aire fresco de la noche me despejó un poco la mente. Sabía que no podía dejar que Eddie arruinara mi noche.
Cuando llegamos al departamento, el chico y yo ayudamos a Eddie a entrar. Él se dejó caer en el sillón, y aunque trataba de mantenerse consciente, sus ojos se cerraron lentamente.
“Te dije que no debías beber tanto,” le dije, sintiendo una mezcla de frustraci��n y preocupación mientras me aseguraba de que estuviera cómodo.
El chico me miró después de acomodar a Eddie en el sillón. “¿Te llevo a casa o quieres quedarte un rato más?” preguntó, con una sonrisa amistosa.
“Vivo con él,” respondí, señalando a Eddie, lo que hizo que la atmósfera se tornara un poco incómoda. “Así que tecnicamente estoy en casa.”
“Oh, claro...,” dijo el chico, su sonrisa desvaneciéndose un poco. “No sabía que eran compañeros de cuarto. Es... un poco raro.”
Me encogí de hombros, intentando mantener la conversación ligera. “Sí, bueno, es mas barato pagar la renta.” Sentí que tenía que defender la situación, pero la incomodidad entre nosotros se hacía palpable, dibujando una sonrisa algo nerviosa.
La atmósfera se tornó tensa tras el comentario del chico. “Es... un poco raro,” repitió, mirando a Eddie como si esperara alguna reacción. Yo me sentía atrapada entre querer aclarar las cosas y el deseo de salir de esa incomodidad.
“No es tan raro, solo es un compañero de cuarto,” dije, tratando de restarle importancia. “No pasa nada entre nosotros.”
Él me observó, y pude ver la duda en su mirada. “Ya, claro... pero, ¿no es un poco complicado vivir con alguien así?” cuestionó, frunciendo el ceño.
“Complicado o no, es...simplemente Eddie” respondí, un poco más defensiva de lo que pretendía. La frustración comenzaba a aflorar en mí, y podía sentir que las cosas no se estaban desarrollando como esperaba.
Finalmente, el chico dio un paso atrás, alzando las manos en señal de rendición. “Está bien, no quiero hacerte sentir incómoda,” dijo con un susurro. “Quizás debería irme.”
“No, no es eso,” intenté tranquilizarlo, pero era demasiado tarde. Él dio un paso atrás, murmurando algo sobre que era mejor dejar las cosas así.
“Está bien. Cuídate,” dijo antes de alejarse, dejándome sola en el departamento con Eddie.
Suspiré, sintiéndome frustrada y decepcionada. Había querido que la noche fuera diferente, pero aquí estaba, de nuevo lidiando con los efectos del alcohol en Eddie y la incomodidad que había creado. Me quedé mirando a Eddie en el sillón, preguntándome si alguna vez entendería lo que realmente quería.
Eddie se movió en el sillón y, como si despertara de un profundo letargo, se incorporó con una expresión clara en el rostro. “Era un completo idiota,” murmuró, frotándose los ojos. “Menos mal que no te fuiste con ese tipo.”
Mi indignación creció al escuchar su tono tan lucido. “No me jodas ¿Así que todo esto era un juego para ti?” respondí, cruzando los brazos con fuerza. “¿Estabas fingiendo estar borracho?”
Él se echó a reír, como si fuera la cosa más graciosa del mundo. “Vamos, no es tan grave. Solo estaba probando tus límites.”
La rabia se apoderó de mí. No podía creer lo infantil que era su actitud. “No es una broma, Eddie. No tienes idea de lo que siento, y te comportas como un tonto. ¿Por qué siempre tienes que jugar así?” Mi voz se quebró ligeramente mientras hablaba, la frustración acumulándose en mis palabras.
Eddie se detuvo, su risa se desvaneció. Se acercó un poco más, su expresión cambió a una de seriedad. “Espera... ¿qué quieres decir?” Su mirada se volvió intensa, como si realmente comenzara a entender la profundidad de mis palabras.
“No sé por qué siempre tengo que estar aquí rogando que te des cuenta de lo que hay entre nosotros,” seguí, sintiéndome vulnerable pero decidida. “Es como si no pudieras tomarte nada en serio. Eres tan estúpido a veces.”
Su rostro se suavizó, y la broma que había querido lanzar se desvaneció. Sentí el aire cargado entre nosotros, la tensión palpable. Estaba claro que ambos habíamos llegado a un punto crítico. La pregunta ahora era si estaríamos dispuestos a dar el paso hacia lo que realmente queríamos.
Sentí que las lágrimas comenzaban a acumularse en mis ojos mientras la frustración y el dolor se desbordaban. Me dejé caer en el sillón, sintiéndome atrapada entre la ira y la tristeza. “Siempre he estado aquí, Eddie. Siempre. Pero parece que nunca te das cuenta de lo que siento, simplemente lo ignoras y te comportas como un verdadero imbecil. He estado tratando de ser fuerte, de hacer como si no me doliera, pero no puedo más,” solté, mi voz temblando mientras hablaba.
“Me esfuerzo por seguir adelante, por no esperar nada de ti, pero siempre termino esperando, deseando que alguna vez reconozcas lo que hay entre nosotros. Me haces sentir como si estuviera persiguiendo sombras, como si mis sentimientos no importaran en absoluto.” Las palabras se deslizaban fuera de mí, un torrente de emociones que no podía controlar.
“Siempre eres el primero en divertirte, el que se ríe y juega. Siempre es ‘solo una noche’ o ‘solo diversión’ para ti, pero yo no puedo seguir pretendiendo que eso no me afecta. Quiero más que eso, y es tan frustrante porque sé que tú sientes algo, pero no lo admites. ¿Por qué no puedes simplemente ser sincero conmigo?” Mis ojos se llenaron de lágrimas, y sentí cómo una de ellas se deslizaba por mi mejilla.
Eddie se quedó en silencio, su mirada fija en mí, tratando de absorber cada palabra. Se acercó, y aunque la distancia entre nosotros era corta, me sentía más vulnerable que nunca. “No sabía que te sentías así,” dijo, su voz apenas un susurro.
“Claro, como si no fuera obvio, Ed. Pero estoy cansada. Estoy cansada de estar aquí, esperando que te des cuenta de que soy más que una amiga para ti.” La presión en mi pecho era abrumadora, y la realidad de mis sentimientos se hacía más clara.
“No quiero ser solo una opción para ti.” terminé, sintiéndome expuesta y al borde de las lágrimas. La combinación de la tristeza y la rabia me envolvió, y lo último que quería era que mis sentimientos lo asustaran o lo alejaran aún más.
Eddie se inclinó hacia mí, su expresión cambiando a una de sinceridad profunda. “Yo lo siento mucho, no quería que te sintieras así.”
Mis lágrimas comenzaron a caer libremente, y mientras los sentía deslizarse por mi rostro, comprendí que tal vez, solo tal vez, esta noche podría cambiar todo.
Se acercó lentamente, como si temiera romper la atmósfera delicada que nos rodeaba. Con cuidado, rodeó mi cintura con sus brazos, atrayéndome hacia él. Sentí el calor de su cuerpo, una sensación de protección que me reconfortó en medio de mi tormenta emocional. El silencio se alargó entre nosotros, un espacio en el que mis sollozos comenzaron a calmarse poco a poco, mientras él simplemente me sostenía.
Finalmente, rompió el silencio con su voz suave. “Lo siento de verdad,” dijo, su mirada profunda y sincera. “A veces soy un completo idiota, y no sé cómo reaccionar ante lo que siento. Pero no quiero que pienses que no me importas. Es justo lo contrario.”
Me miró fijamente a los ojos, y en su expresión había una mezcla de juguetonería y seriedad. “La verdad es que tengo miedo, ¿sabes? Miedo de que algo salga mal, de que nuestras risas se conviertan en lágrimas, de que si me atrevo a dar un paso adelante, no sea capaz de manejarlo. No creo que te merezca, pero quiero que sepas que te quiero con todo mi corazón.”
Mientras hablaba, acarició mi rostro con las yemas de sus dedos, secando mis lágrimas con un gesto tierno. Su toque era suave, casi reverente, y sentí cómo la calidez de su cariño comenzaba a calmar mi angustia.
“Lamento ser tan complicado y no saber cómo hacer las cosas bien,” continuó, su voz ahora llena de sinceridad. “No sé cómo manejar lo que siento, pero lo que más deseo es que no me pierdas. No quiero que te vayas.”
Las palabras de Eddie me envolvieron como un manto cálido, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que tal vez, solo tal vez, estaba en el camino correcto.
“Ed…” susurré, tratando de procesar todo lo que me estaba diciendo. Su cercanía me llenaba de esperanza, y aunque sabía que había un largo camino por recorrer, su sinceridad me hizo creer que tal vez podríamos enfrentarlo junto
Eddie me abrazó con más fuerza, y, de repente, me sentí vulnerable, atrapada entre sus brazos y el sillón. Antes de que pudiera reaccionar, me tumbó, quedando él encima de mí, mirándome con una sinceridad que me desarmaba. Los latidos de mi corazón resonaban en mis oídos mientras lo observaba, buscando en su mirada alguna pista de lo que realmente sentía.
“Shh,” dijo suavemente, acercándose más. Su rostro estaba tan cerca que podía sentir su aliento cálido sobre mi piel. La luz tenue del departamento jugaba con las sombras, acentuando la intensidad de su mirada. Era un momento tan íntimo que casi podía olvidar lo que había pasado antes, las risas, los celos y la confusión.
“Solo escúchame,” continuó, y sentí que se me aceleraba la respiración. Cada palabra suya era un hilo que tejía un nuevo camino entre nosotros, un camino que temía recorrer, pero que a la vez deseaba con todas mis fuerzas.
Lo miré a los ojos, buscando respuestas. Era difícil ignorar el calor que emanaba de su cuerpo, la forma en que su mirada se posaba en mí como si estuviera intentando grabar cada detalle. “Eddie, ¿qué estás haciendo?” pregunté, mi voz temblorosa.
“No quiero perderte,” dijo, y esas palabras resonaron en mí como un eco. “Sé que he sido un idiota, pero, ¿podríamos intentar ser algo más que amigos esta vez?”
Su sinceridad me golpeó.
“No lo sé, Eddie,” respondí, sintiendo las lágrimas amenazando con escapar nuevamente. “Siempre estás en la cuerda floja entre el chico que me gusta y el que parece no importarle nada.” Mi voz se quebró, y, en un momento de vulnerabilidad, dejé caer mi guardia.
Eddie se acercó un poco más, sus ojos fijos en mí, como si cada palabra que decía contara. “No quiero que te vayas con el primero que se cruce en tu camino solo para olvidarme, y sé que esto es raro, vestidos de vampiros y todo, se que tarde un poco en darme cuenta pero...” bromeó, tratando de aligerar el ambiente, y por un momento, me hizo sonreír a pesar de la tensión.
Era una locura lo que estaba pasando, pero, mientras lo miraba, sabía que había algo real entre nosotros, algo que merecía ser explorado.
Nos miramos en silencio, el mundo exterior desvaneciéndose mientras nuestras miradas se entrelazaban. Era como si el tiempo se detuviera, cada segundo estirándose hasta el infinito, lleno de significado. La habitación se llenó de una energía palpable, y pude sentir el latido de mi corazón resonando en mi pecho.
Eddie, aún inclinado sobre mí, mantuvo su mirada fija en la mía. Sus ojos, llenos de sinceridad, parecían decirme todo lo que nunca había podido expresar. Sentí cómo la distancia entre nosotros se acortaba, un imán invisible atrayéndonos el uno hacia el otro. Era un momento cargado de promesas y posibilidades, de todo lo que podríamos ser.
Finalmente, sus labios se acercaron a los míos, lentos y deliberados, como si temiera que cualquier movimiento brusco pudiera romper el hechizo. Cerré los ojos, sintiendo su aliento cálido acariciar mi piel, y me dejé llevar por la magia del momento. Cuando nuestros labios se encontraron, fue como si todo cobrara vida de nuevo.
El beso fue honesto, lleno de la vulnerabilidad que ambos compartíamos. Sus labios eran suaves, exploratorios, y había una dulzura en su toque que me hizo sentir segura. Me devolvió todo lo que había sentido por él, y en ese instante, todas mis dudas se desvanecieron. Era solo nosotros, envueltos en un mundo que parecía pertenecer únicamente a nosotros dos.
Eddie inclinó un poco su cabeza, profundizando el beso, y la calidez que se expandía en mi pecho me hizo sentir viva. Era un beso lleno de amor, de esa conexión que había anhelado por tanto tiempo. La tensión que había existido entre nosotros se transformó en un sentimiento reconfortante, como si finalmente hubiéramos encontrado nuestro camino de regreso a casa.
Cuando nos separamos, nuestras frentes se tocaron, y sentí su respiración entrecortada mezclándose con la mía. Los ojos de Eddie estaban brillantes, y por un momento, el mundo exterior volvió a existir, pero esta vez, me sentí lista para enfrentar lo que viniera, porque sabía que, a su lado, podría ser quien realmente era.
“¿Qué hacemos ahora?” murmuré, una sonrisa tímida asomándose en mis labios, sabiendo que había dado el primer paso hacia algo nuevo y emocionante.
“Lo que sea que tú quieras,” respondió él, y en su voz, escuché la promesa de un futuro lleno de posibilidades y juguetón.
Lo miré a los ojos, una mezcla de risa y frustración burbujeando en mi interior. “Eres un idiota,” le dije con una sonrisa. “Podrías ser un gran actor con lo que hiciste para parecer tan borracho.”
Eddie soltó una risa baja, intentando mantener la seriedad. “Siempre he sido bueno para hacer teatro. Pero la verdad solo quería asegurarme de que no te fueras con ese tipo.”
Su sonrisa se amplió, y en ese instante, todo lo que nos había separado pareció desvanecerse. Nos miramos, y él se inclinó hacia mí, robándome un beso suave y tierno. Me reí entre los labios de él. “Eres un idiota,” murmuré, mientras él seguía robándome besos, cada uno lleno de cariño y complicidad.
“Quizás debiera seguir actuando así más a menudo,” bromeó, y ambos estallamos en risas, dejando atrás cualquier duda que nos hubiera atormentado.
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jazzandother-blog · 20 days ago
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Ray Charles and Quincy Jones
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(English / Español / Italiano)
‘Shortly after arriving in Seattle, I heard about a blind man who had shown up one night at the Elks Club on Madison Street and had blown up the place away with his playing and singing. Rumour had it that he had appeared in Seattle out of nowhere and was amazing, so I snuck in one night to hear him. He was a lanky, dark-skinned guy, and he was throwing himself around like a madman. He played piano and sang like Nat King Cole and Charles Brown, and he also played be bop on alto sax like Charlie Parker. There was even something of Bud Powell in his piano playing. I attended a whole set and then introduced myself. He told me his name was Ray Charles and it was love at first sight for both of us. I was fourteen when I met him and he was sixteen, and what I liked about him and his music was that he was independent. At sixteen, Ray Charles was already a man. […] I admired the way he did the shopping, the way he cooked, the way he did the laundry. I'd watch him cross the street without a cane or a dog, avoid traffic, do the shopping, figure out the rest, shuffle across the pavement, never missing a step, and I'd say to myself, ‘Hell, if he can do it, I can do it. [Ray was my role model at a time when I had few role models. He understood the world as I was incapable of understanding it. He told me, ‘All music has soul, Quincy. No matter what style, you have to be true to it. He refused to set limits for himself.
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
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«Poco después de llegar a Seattle, oí hablar de un chico ciego que se había presentado una noche en el Elks Club de Madison Street y había hecho estallar el local tocando y cantando. Se rumoreaba que había aparecido en Seattle de la nada y que era increíble, así que me colé allí una noche para escucharle. Era un tipo delgaducho, de piel morena, y se lanzaba como un loco. Tocaba el piano y cantaba como Nat King Cole y Charles Brown, y también tocaba be bop con el saxo alto como Charlie Parker. Incluso había algo de Bud Powell en su estilo al piano. Asistí a un set entero y luego me presenté. Me dijo que se llamaba Ray Charles y fue amor a primera vista para los dos. Yo tenía catorce años cuando le conocí y él dieciséis, y lo que me gustaba de él y de su música era que era independiente. A los dieciséis años, Ray Charles ya era un hombre. […] Admiraba cómo hacía la compra, cómo cocinaba y cómo lavaba la ropa. Le veía cruzar la calle sin bastón ni perro, evitar el tráfico, hacer la compra, calcular el resto, arrastrar los zapatos al pisar la acera, sin perder nunca un paso, y me decía: «Joder, si él puede hacerlo, yo también». […] Ray fue mi modelo a seguir en una época en la que tenía pocos modelos a seguir. Entendía el mundo como yo era incapaz de entenderlo. Me dijo: «Toda la música tiene alma, Quincy. No importa el estilo, tienes que ser fiel a él». Se negaba a ponerse límites».
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
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«Poco dopo essere arrivato a Seattle, sentii parlare di un tizio cieco che una sera si era presentato all'Elks Club di Madison Street e aveva buttato giù il locale suonando e cantando. Si diceva che fosse comparso a Seattle dal nulla e che fosse incredibile, perciò una sera mi intrufolai lì dentro per ascoltarlo. Era un ragazzo magro, dalla pelle bruna, e ci dava dentro come un matto. Suonava il pianoforte e cantava come Nat King Cole e Charles Brown, e suonava anche il be bop sul sax alto come Charlie Parker. C'era anche un po' di Bud Powell nel suo stile al pianoforte. Assistetti a un intero set e poi mi presentai. Mi disse che si chiamava Ray Charles e fu amore a prima vista per entrambi. Avevo quattordici anni quando lo incontrai per la prima volta, e lui ne aveva sedici, e ciò che mi piacque, sia di lui che della sua musica, è che era indipendente. A sedici anni, Ray Charles era un uomo. […] Ammiravo il modo in cui faceva la spesa da solo, cucinava da solo e si lavava i panni. Lo guardavo attraversare la strada senza un bastone né un cane, evitare il traffico, fare gli acquisti, calcolare il resto, strascicare le scarpe mentre saliva sul marciapiedi, senza mai mancare un passo, e mi dicevo: “Accidenti, se lo può fare lui, posso farlo anch'io”. […] Ray era il mio modello, in un momento in cui di modelli ne avevo pochi. Capiva il mondo come io non ero capace di capirlo. Diceva: “Ogni musica ha la sua anima, Quincy. Non importa in che stile sia, devi esserle fedele”. Rifiutava di porsi dei limiti»
("Q: The Autobiography of Quincy Jones", Three Rivers Press, 2002)
Source: jazzit.it
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vahairstylist · 1 year ago
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Descubre el Arte del Strobing: El Secreto de Verónica Artés, una de las Mejores Maquilladoras de España
En el competitivo mundo del maquillaje en España, Verónica Artés se destaca como una de las mejores maquilladoras, y su secreto radica en la técnica del strobing. Esta habilidad única le permite realzar la belleza natural de sus clientes, creando looks lu
En España, una de las maquilladoras más destacadas y respetadas en la industria es Verónica Artés de Make Up Vatiz, quien ha logrado un lugar destacado gracias a su talento y habilidades únicas. Una de las técnicas que la ha convertido en una verdadera experta en maquillaje es el “strobing”. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es el strobing y cómo Verónica Artés lo utiliza para…
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diurnostarfizz · 2 months ago
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el banderas
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si me cambia mucho el estilo sobretodo estos dias es porque estoy en fase experimental
me gusto como hice el lineart la ultima vez pero sentia que como sombreaba no le pagaba asi que intente algo diferente, pero es algo tardado y querio hacer animaciones algun dia asi que voy a tener que hacerme un segundo estilo mas simple para eso, ya mas o menos tengo una idea con un dibujo de sailor que estoy haciendo ahora mismo
por cierto la cague con el color por que las puntas de los guantes de bandee se ve casi el mismo color de su piel pero no, todo eso es guante.
en algun momento voy a tener que hacer fichas de referencia para todas mis gijinkas y ocs pero se me da fataaaallllll
no voy a explicar mucho porque me duele la espalda
adieeeeuuuuuu
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