#Aspecto Natural
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makeupvartiz · 1 year ago
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Aprende la Técnica de Maquillaje Micro-Concealing con Verónica Artés desde la Comodidad de tu Hogar
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El mundo del maquillaje está en constante evolución, y siempre hay nuevas técnicas y tendencias que surgen para ayudarnos a lucir lo mejor posible. Una de las últimas tendencias que ha estado causando sensación en el mundo del maquillaje es el “Micro-Concealing”, y en Make Up Vartiz by Verónica Artés, estamos emocionados de ofrecer un curso online para enseñarte esta técnica innovadora. ¿Qué es…
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cristincruz72 · 2 years ago
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flowers-in-august · 1 month ago
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Acho curiosa a expressão "entrei para o ed". Querida, eu não sei se você sabe, mas "disorder" pode ser traduzido neste contexto como "transtorno". As pessoas que estão aqui não "entraram" e decidiram do dia para a noite pensar da maneira como pensam e agir da maneira que agem.
A comunidade existe simplesmente para pessoas que possuem a questão poderem explorar suas ideias, pensamentos, desabafos em um lugar seguro e sem julgamentos onde apenas quem pensa exatamente como elas irão compreender. Absolutamente qualquer discurso dessa bolha, se chega às mãos erradas, pode ser interpretado de maneira totalmente distorcida.
Sim, aqui não é um ambiente saudável! Sim, apesar da maioria ser pro-recovery o estímulo para não perder o grande caminho conquistado também existe. Não é pra ser bonitinho, legal, fofinho... Sim, é tóxico e essa comunidade existe e foi construída por pessoas doentes. Não existe isso de entrar para o ed, pelo menos não de maneira racional e consciente.
É algo muito natural, ele surge geralmente quando você está fazendo suas pesquisas pessoais, quando precisa de inspirações e de um dia para o outro você se vê completamente aprofundada no ambiente, entendendo as siglas, compartilhando experiências. Se você procura grupos, comunidades e contas de transtorno alimentar para perder uns quilinhos, esse lugar não é para você. É prejudicial e você corre risco de desenvolver um problema sério. Se achar acima do peso, feia ou qualquer coisa do tipo não é NECESSARIAMENTE t.a, existem dezenas de aspectos que fazem um transtorno ser o que ele é (falo como uma pessoa diagnosticada há mais de dez anos).
Enfim, cuidem da saúde de vocês. Ninguém escolhe estar onde estar simplesmente por estética, por achar "bonitinho"... Com o tempo você pode realmente desenvolver uma doença séria e em muitos casos sem volta. As nossas frases de encorajamento aqui existem porque nós somos sim meio cruéis com nós mesmas, estamos no fundo do poço SIM e romantizando ou não nosso transtorno, todas nós sabemos disso. Então, não veja como um estímulo para você QUE NÃO POSSUI T.A continuar o que está fazendo. Procure um médico nutricionista, faça exercício físico e terapia.
ps: já vi meninas aqui julgando as outras ou invalidando t.a alheio. não é uma competição. ninguém tem que ficar provando nada. cada um está passando por uma situação diferente e lidando de uma maneira diferente.
Xoxo, Dasha.
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ellizxs · 2 months ago
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História de sucesso
oii amores! já tem um tempo que estou procrastinando de vir contar pra vocês, mas hoje lembrei do quanto eu gostaria de ter mais histórias de sucesso com a lei da suposição em português. Então vim contar 3 coisas que manifestei instantaneamente pra vocês (sem entrar no vazio), mas antes, quero pedir que não se comparem. o tempo não existe, não é real! se quiserem saber como eu manifestei instantaneamente, podem pular para o final do blog, mas já aviso que não é nada irreal e complicado.
1° coisa: corpo desejado.
a primeira coisa que eu quis manifestar, já que sempre fui muito insegura com meu corpo. e hoje viver com meu corpo dos sonhos? é maravilhoso e ainda tenho vontade de chorar toda vez que me olho no espelho.
2° coisa: rosto/cabelo desejado.
logo em seguida, já manifestei meu rosto é meu cabelo desejados. se eu contar pra vocês que passei duas noites inteiras chorando de alegria por me olhar no espelho e amar TUDO o'que eu vejo, vocês vão me achar louca KKKKKKKK
3° coisa: minha vida dos sonhos.
país, amigos, boletim, dinheiro, casa, e cada mínimo aspecto desejado da minha vida!!
Como manifestar tudo isso instantaneamente?
primeiro, toda manifestação já é instantânea.
segundo, eu afirmei de forma natural todas as vezes que eu me lembrava. (ex: eu sou uma grande gostosa, olha meu corpo mano!)
segundo, eu visualizava tudo que eu queria antes de dormir e assim que eu acordava (quando eu estava bem sonolenta, já que nosso subconsciente fica mais vulnerável nessas horas)
terceiro, eu vivia cada dia aproveitando tudo, sem me preocupar e ficar obcecada com algo que já é meu.
qualquer dúvida vai ser um imenso prazer responder vocês nos comentários!
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stuckwthem · 10 months ago
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te extraño | enzo vogrincic fluff
summary: tu y enzo tuvieron una discusión antes de que él se fuera a viajar, pero ni siquiera recuerdas por qué.
hola! si quieres, hazme asks para fics con enzo ;)
dedico esta para mis amores de ternurinas <3
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hace una semana, enzo estaba fuera de casa, rodando en españa. llevaba siete días sin ver a su novio. habían pasado 10.080 minutos sin él, la angustia le oprimía el pecho tan dolorosamente que sólo pensar en volver a verlo la dejaba sin aliento. no era extraño extrañar a su novio, la otra vez llevaban dos meses sin verse, pero esta vez la sensación de nostalgia era diferente, porque hacía exactamente ocho días habían tenido una discusión que acabó con enzo yéndose sin despedirse. cosa que nunca ocurrió. 
inevitablemente, volvieron a hablarse a través de mensajes. un aviso de que había llegado y alguna que otra conversación para comprobar que todo iba bien, pero nada muy natural, todo seguía pareciendo tenso. y lo más cómico era que al menos recordaba lo que habían discutido. 
ahora se encontraba en el sofá, mordiéndose las uñas, ansiosa por saber cómo sería cuando él volviera, ¿cómo se disculparía? ¿cómo se justificaría? no tenía ni idea. probablemente debería haber empezado. algún comentario insinuante, alguna sospecha estúpida, algo que nunca debería haber ocurrido, pero ahora era demasiado tarde. enzo había dicho que volvería al día siguiente, y desde entonces se había estado devanando los sesos intentando planear algo bonito, un poco romántico, una rendición. ¿quizás una cena? ¿un regalo? ¿qué haría si él parecía tan molesto?
su mente iba a demasiados sitios, a demasiadas situaciones, invocaba paranoias que empezaban a deprimirla aún un poco. ¿y si estaba cansado de la relación? ¿y si lo de iros a vivir juntos había sido una decisión precipitada? ¿y si puso fin a las cosas cuando regresó? sería horrible perderle. no volver a despertar a su lado probablemente te sumiría en un horrible estado de desesperación. sólo pensarlo te daban ganas de vomitar. aunque suene dramático, es la verdad.
uma y ada, las bellotas peludas, estaban en una disputa incansable sobre su regazo, como si se dieran cuenta de lo preocupada que estaba, y como fieles escuderas, la rodeaban y ronroneaban como si quisieran responderle cuando empezaba a murmurar para sí misma.
"oh, chicas, ¿cómo puedo ser tan idiota?", un suspiro cansado salió de sus labios mientras acariciaba el pelaje de uma, que maulló en respuesta. quizás tenía razón. 
incluso pensó en enviarle un mensaje a matías y preguntarle cómo estaba enzo, tal vez personalmente sus nervios podrían ser muy diferentes ahora. tal vez matí le daría una pista sobre qué hacer, después de todo, eran amigos íntimos. pero temía ser demasiado invasiva. sólo sabía que tenía que encontrar la manera, pero se le escapaban todas las palabras. cena en casa, algo íntimo y su postre favorito, decidió finalmente. algo íntimo, tal vez una botella de vino y podrían hablar de lo que fuera que estuviera mal. enzo siempre sabía hablar, era fácil hablar de sentimientos con él, ¿no? pero al mismo tiempo, temía que enzo lo interpretara como un intento de compensarlo. no quería parecer desesperada, pero no podía ignorar el hecho de que había que decir algo.
finalmente se levantó, decidiendo revisar la heladera y ver qué podía preparar para el día siguiente, pero faltaban muchas cosas, por lo que un viaje al mercado sería su distracción para la tarde. sin pensarlo mucho, se puso las zapatillas y se echó un jersey por encima, demasiado inerte en sus pensamientos como para preocuparse por su aspecto. y justo cuando estaba frente a la puerta, el picaporte se movió. su cuerpo se congeló, una reacción de miedo. alguien intentaba entrar en el piso, por el amor de dios. cogió rápidamente una cuchara de madera de la cocina y observó a quienquiera que fuese a través de la mirilla. y entonces sus piernas flaquearon un momento. 
"¡enzo!", exclamó eufórica, abriendo la puerta a velocidad récord. una sonrisa se dibujó en su rostro al ver de nuevo a su novio, y cuando abrió la puerta del todo, allí estaba él, con sus inseparables joggers negros y el pelo detrás de las orejas, tan precioso. tan hermoso, con una sonrisa en la cara tan grande como la suya.
enzo tenía una expresión que mezclaba sorpresa y alivio. sus ojos se encontraron con los suyos y, por un momento, lo único que pareció importar fue que volvían a estar juntos. sin pensarlo, sus piernas rodearon su cintura, y enseguida, las manos de enzo la sujetaron por los muslos. manteniéndola firme y tan cerca como pudo de su pecho.
"no pude resistirme. tenía que volver antes", confesó, con la voz tan dolida como sentía su corazón. pareció vacilar un momento antes de continuar. "te extraño tanto, gorda".
sus labios se encontraron con los de él tan vorazmente que era imposible saber quién había empezado el beso. sentir la suave y caliente boca de enzo contra la tuya después de tanto tiempo era como entrar en un oasis privado, que restauraba cada pequeña parte de ti y hacía que todo lo demás, tu entorno, el mundo, tus problemas, todo desapareciera. en un instante, todas las preocupaciones e inseguridades parecían extinguirse, sustituidas por la felicidad de tener a enzo de vuelta en casa. era adictivo e insaciable besarle, sentir su lengua bailar suavemente bajo la suya mientras sus manos recorrían su espalda. ahora sentía las piernas como gelatina, todo su cuerpo reducido a nada más que una sensación cálida y líquida. sentir el calor de su piel mientras sus manos recorren su nuca y luego bajo la tela de sus hombros, sentir la contracción de los músculos de su espalda. es casi una experiencia religiosa.
"lo... lo siento, estaba preocupadísima..." te apresuras a decir cuando se rompe el beso, porque desgraciadamente aún hacía falta oxígeno, pero enseguida te interrumpe enzo, que apoya su frente contra la tuya. de repente, te das cuenta de que sigues en medio del pasillo del edificio.
"lo sé, cariño. lo sé", murmura contra tus labios, abrazando tu cuerpo con tanta ternura, como si pudiera romperse en mil pedazos si te soltara. tal vez lo haría.
así que enzo la colocó suavemente sobre su regazo, cogió su mochila y entró en el piso, sin la menor intención de soltarla. ahora que había vuelto, sería difícil escaparse al menos tres días seguidos. empuja la puerta del piso con el pie y, sin perder tiempo, la coloca bajo el brazo del sofá, dejando caer la mochila en cualquier rincón, para poder por fin sujetarle la cara con ambas manos, estirando desde los pulgares bajo la mandíbula hasta las puntas de los dedos en las sienes. la rodilla de enzo golpea contra su muslo e, instintivamente, hace espacio entre sus piernas para que él quede entre ellas. pasa un rato acariciando tus mejillas, sus ojos apreciando cada marca de tu cara que conoce tan bien, que incluso si cerrara los ojos podría nombrar cada una. sus ojos tienen un brillo familiar e intenso que te envuelve por completo, haciendo imposible estar fuera de esa burbuja construida alrededor de los dos. de nuevo, saboreas su beso cuando se inclina para besarte, disfrutando de cada detalle, de la textura, de su olor familiar y agradable, de la cercanía, de las pequeñas interrupciones en su respiración, de los pequeños suspiros. se disfruta cada bendito segundo. enzo la besa como si estuviera hambriento. como si contara cada segundo desde que salió por la puerta.
"ni siquiera recuerdo por qué nos peleábamos", dice entre bocanadas de aire. sigue con los ojos cerrados, pero se le nota que está sonriendo. qué cabrón. "¿te acuerdas?"
"no tengo ni idea", es todo lo que puedes responder. toda la expectación de todo el día, toda la preocupación y el miedo se olvidan y quedan enterrados en ese momento. la idea de estar separados está ahora muy, muy lejos de tu mente. "creía que estabas enojado conmigo"
"creía que tu estabas enojada conmigo", admite, con énfasis. una risa al unísono es compartida, la confusión se convierte en una broma tonta.
su presencia desborda júbilo, su corazón como una fuente de amor, acompañado de inquietas mariposas en la boca del estómago. esa sensación nunca desaparecería. nunca sabría lo que sería no amarle. la sensación de estar con él era algo completamente indescriptible, incluso las luces parecían más cálidas, los colores más vibrantes. como volver a estar en órbita.
"y sólo quiero que sepas que, pasase lo que pasase antes, ahora estoy aquí, y no quiero estar ni un minuto más lejos de ti". con la más pura sinceridad, declara enzo, cogiéndole la mandíbula e inclinándola para que le mire. para asegurarse.
le dan ganas de tragárselo. es algo extraño, pero está creciendo dentro de ti. no quieres perder ni un segundo enfadándote por estupideces.
las bellotas peludas, uma y ada, que observaban la escena con curiosidad, se acercaron y empezaron a frotarse contra las piernas de enzo, como si le dieran la bienvenida. enzo volvió a reír y se inclinó para acariciarlas.
"vosotras también me extrañában, ¿no?", bromea con las gatas, con un tono de voz como si hablara con bebés.
sonríe ante la interacción, dejando que se aleje un momento, sabiendo que ellas le extrañaban tanto como tú. miras el piso por encima del hombro de enzo y te das cuenta de que, cuando él no está, es una casa más. su mera existencia convertiría cualquier lugar en un hogar. dios, cómo le extrañaba.
"pensaba hacer una cena especial mañana, pero ahora... creo que ya hemos empezado a celebrarlo, ¿no?" dices, sintiendo que tu cara se ruboriza al recordar su estado. no esperabas que llegara tan pronto, desearías haber hecho algo para darle la bienvenida. debía de estar muerto de hambre. y a ti también te gustaría estar más presentable, pero a él no parece importarle.
enzo asintió, todavía con una sonrisa radiante, volviendo a centrar su atención en ti. "por supuesto. me encantaría que me hicieras la cena, pero por ahora creo que necesito quedarme aquí, cerca". te acerca y apoya tu cabeza contra su pecho. "ya no te preocupes, ¿vale? sólo nosotros dos, las gatas y este momento".
te ríes, asintiendo, y él se inclina para besarte la nariz. 
"te quiero, chiquita".
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hansolsticio · 7 months ago
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✦ — "expectativa". ᯓ joshua h.
— namorado! joshua × leitora. — 𝗰𝗮𝘁𝗲𝗴𝗼𝗿𝗶𝗮: smut (+ muita fofura e contexto). — 𝘄𝗼𝗿𝗱 𝗰𝗼𝘂𝗻𝘁: 4932. — 𝗮𝘃𝗶𝘀𝗼𝘀: continuação de "natural" (várias referências), primeira vez da pp, fingering, dry humping, a pp é um tantinho insegura, sexo fofinho & não muito realístico. — 𝗻𝗼𝘁𝗮𝘀: eu meti digressão sem dó nessa aqui, mas juro que tentei deixar compreensível... por favor me digam que funcionou.
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"Não sei responder, meu bem. Mas acho que nunca toquei nesse assunto por medo de te colocar pressão.", acariciou suas bochechas com os polegares. Sempre era sincero com você, mas esse nível específico de sinceridade exigia que ele não olhasse nos seus olhos — optou por olhar para cima, fingindo pensar. "Fiquei com receio de te dar a impressão de que eu queria... alguma coisa, entende?", havia verdade ali, mesmo que muito acanhada.
Você suspirou, tinha medo de perguntar e tinha medo da resposta — ambos infundados, Shua nunca havia te dado motivos para se sentir insegura. Mas, ei! 'Quem tem boca vai a Roma', não é? (ou será que é 'vaia'?, honestamente não importava).
"E você já sentiu vontade de... 'cê sabe?", torceu os lábios. A expressão do homem deixou claro: ele entendeu o que você quis dizer.
[...]
Como vocês chegaram nesse tema? É difícil saber. A conversa nada discreta que você teve com as suas amigas numa 'Noite das Meninas' uns três dias atrás não tem nada a ver com isso. Ah! E o jeito como as coisas entre você e Joshua tem esquentado rápido até demais nas últimas semanas com certeza não tem relação nenhuma com a sua pergunta. Claro que não!
Porém, estava se tornando um acontecimento recorrente: você e ele acabam se deixando levar pelos toques e algum dos dois precisa 'dar uma segurada', porque não sabem onde isso poderia acabar — francamente, sabem sim, mas ainda não conseguem lidar com essa informação.
Não é algo ruim, definitivamente não. Você gosta do fato de finalmente se sentir mais confortável com seu namorado (fisicamente falando). Já fez algumas coisas com Shua que nunca havia feito com ninguém e isso te deixava acesa por dentro. Era um frio na barriga que não te incomodava. Na verdade, ansiava pela expectativa — desejava desejar e ser desejada em consequência. Honestamente não consegue pensar em nada que não deixaria Joshua fazer com você — e sabia que ele compartilhava do mesmo sentimento, ainda que não te dissesse.
Pareciam estar presos numa eterna 'honeymoon phase': Já conheciam tanto um sobre o outro, mas isso parecia dar mais abertura para ter o que descobrir. Esse aspecto também se transferia para o plano físico: Já haviam sentido tanto, mas é tudo sempre tão bom que surge a necessidade de sentir ainda mais. Quer dizer, você gosta muito das mãos de Joshua, gosta do que elas fazem com você, mas não consegue evitar de pensar no que elas poderiam fazer com outras partes ainda intocadas — pensa o mesmo sobre a boca dele, mas teme ser engolida pela timidez caso algum dia precise trazer isso à tona.
[...]
"Eu sou completamente apaixonado por você. Que tipo de pergunta é essa?", se esquivou pela primeira vez na noite, o questionamento era um tanto embaraçoso.
"Mas isso não garante nada."
"Claro que garante!", franziu as sobrancelhas se esquivando novamente.
"Shua!", queria uma resposta concreta.
Joshua suspirou derrotado, reprimiu tudo o que já sentiu vontade de fazer com você bem no fundo da memória — algumas coisas não precisavam ser ditas. Escolheu o conjunto de palavras mais leves que conseguiu pensar:
"Sim, meu bem. Eu já senti vontade de fazer amor com você. Respondi sua pergunta?", jogou a questão para você, não queria ficar com o peso do assunto.
"E por que você nunca tentou nada?", deu errado, os holofotes voltando para ele quase tão rápido quanto o deixaram.
[...]
Não é que ele não tenha tentado. Sempre se deparava com a própria mente fantasiando demais sobre você e tudo o que ele poderia fazer com você. Essas fantasias curiosamente ganhando destaque sempre que ele sentia seu corpo no dele. Não dava para não pensar nos barulhinhos que você produzia toda vez que ele te beijava com mais fervor sendo emitidos em outras situações e por outros motivos. Tinha que refrear a si próprio sempre que divagava muito sobre como seria quando ele finalmente tirasse sua roupa. Bom, ao menos evitava fazer isso quando você estava perto, porque quando ele estava sozinho... é outra história.
Mas, com você ali pertinho, a barreira existia, mesmo que de forma imaginária e sem a necessidade de palavras para estabelecê-la. E ela aparecia sempre que vocês estavam prestes a descobrir algo novo...
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"Joshua, eu juro que se eu me atrasar-"
"Não vai! Confia em mim.", te assegurou entre risos. A mão que prendia seus dois pulsos não te deixava escolha. Talvez ter caído na conversinha ir pro colo dele só um pouquinho não tenha sido a melhor das ideias, você já tinha experiências demais para prever perfeitamente que Shua ficava super grudento quando sabia que você ia sair.
"E o que você quer?", se fingiu de brava, um teatrinho muito meia-boca.
"Um beijinho.", te ofereceu um biquinho fofo. Você selou os lábios bonitos esperando que aquilo fosse suficiente para fazer ele te soltar. "Um aqui agora.", ele usou a mão livre para apontar para uma das bochechas. Você obedeceu, dando um beijinho rápido. "E aqui.", a outra bochecha. Mais um beijinho. "Aqui também.", agora era a testa. Mais um. "Aqui", a ponta do nariz.
"Joshua, eu-'"
"Além de me abandonar você quer me negar carinho também? Cê acha isso justo?", fez drama com direito a beicinho e tudo. Você sorriu com o jeitinho dengoso.
"Eu tô falando sério, amor. Preciso me arrumar.", tentou libertar suas mãos, sabia fazer tanta birra quanto ele.
"Só mais um beijinho então. O último. Juro que te solto.", a proposta te fez suspirar derrotada, concordando com a cabeça. "Quero aqui dessa vez.", apontou para a própria boca.
"Mas aí eu já dei.", argumentou.
"Quero um de verdade.", sussurrou, os lábios macios roçando no catinho da sua boca. Como provocar não machuca, você ofereceu um selo demorado a ele.
"Que foi? Te beijei de mentira por acaso?", um sorriso vitorioso adornava suas expressões. Ele mordeu o lábio inferior em pura descrença — como quem diz 'se eu te pegar...'. "Já pode me soltar, Shua."
"Tá tão espertinha hoje, 'né?", a mão livre acariciando sua coxa num carinho absorto. Ele parecia não ter nenhum pensamento e, ao mesmo tempo, todos os pensamentos do mundo por trás dos olhinhos hipnotizados. "E se eu não quiser te soltar? E se eu quiser você só 'pra mim hoje?", sentiu os dígitos circularem seus pulsos com mais firmeza, como se não houvesse a mínima intenção de te libertar. "E então, amor? O que 'cê vai fazer?", provocativo. Era uma faceta meio inédita da personalidade do homem, mas que você estava amando conhecer.
"Shua-"
"Eu sou tão bonzinho com você, não sou? 'Cê não acha que eu mereço um agradinho não, linda?", o timbre envolvente fazendo coisas com o seu corpo. Era um jogo gostoso de se jogar: Joshua fazia o máximo para te conquistar — como se você já não fosse completamente dele — e você adorava se fazer de difícil. Ele aproximou mais o rosto. "Hein, amor? Só um pouquinho?", a respiração quente batia no seu rosto, sentiu seus pelinhos arrepiando. Não dava para negá-lo. Avançou nos lábios dele sem fazer muita cerimônia, o sorrisinho que ele deu quando sentiu você ceder te fazendo sorrir em resposta.
Te beijar já havia se tornado algo instintivo para o homem, sabia o que fazer, o que tocar e como tocar. Shua conhecia seu corpo como ninguém e isso estava se tornando uma maldição. Não demorou nada até que você se esquecesse do mundo lá fora, optando por se concentrar na maneira gostosinha que ele brincava com a sua língua. Suspirava desejosa, sentindo o homem trazendo seu corpo mais para perto. O calor da pele dele queimava a sua. As mãos entraram sorrateiras embaixo da sua blusa, os dígitos repousaram na sua cintura.
Em certo ponto estava tão perto que já não havia mais para onde ir. O peito colado ao seu te obrigava a inclinar o rosto para beijá-lo direito, sentia o quadril dele bem embaixo do seu e isso te fazia imaginar coisas demais. Seu namorado interrompeu o beijo e você estava prestes a reclamar, isso até sentir os mesmos lábios quentinhos sugando a pele do seu pescoço. Foi inevitável, seu corpo quase derreteu no colo dele. Puxava os fiozinhos curtos na nuca de Shua para tentar descontar os arrepios que sentia toda vez que a língua dele entrava em contato com sua pele.
Sua mente já ia longe e nesses momentos você gostava muito de não ser capaz de pensar. Joshua desligava seu cérebro com facilidade. Mal notou quando seus quadris passaram a se mover timidamente, como se ganhassem consciência própria. Shua também parecia não perceber que retribuía, impulsionando a própria intimidade contra a sua. Arfavam baixinho, os corpos presos num transe prazeroso.
Emaranhou as mãos no cabelo dele, precisava muito descontar a sensação gostosa no meio da suas pernas em alguma coisa. Não via motivos para parar, tudo parecia tão certo. Sentia ele pulsar embaixo de você, mas vocês dois conscientemente fingiam não notar quando isso acontecia — até porque você sempre acabava do mesmo jeito que ele. Você queria testar algo, impulsionou os quadris com mais intensidade, os olhos se apertando quando o estímulo acertou bem onde você precisava.
"Shua...", foi inevitável gemer, principalmente quando ele pressionou os dentes no seu pescoço, tão afetado quanto você. Continuou com o movimento, tinha certeza que de fora vocês provavelmente pareciam dois desesperados — mas não tinha cabeça para pensar nisso agora.
Joshua moveu as próprias mãos para o interior das suas coxas de modo involuntário e foi aí que o cérebro dele clicou. Estabilizou sua cintura com as mãos e te deu um beijinho inocente na base do pescoço. Encheu seu rosto de selinhos para não deixar as coisas ainda mais embaraçosas, só cessando quando te viu sorrir.
"Pronto, finalmente te libertei.", brincou, se referiu aos seus pulsos. "Vai se arrumar, amorzinho."
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"Eu quero esperar seu tempo, amor.", ele tentou esclarecer com a maior sinceridade.
"Eu...", respirou fundo. "Eu tô pronta, Shua.", tá bem, mais um choque — Joshua recebia informações demais ao mesmo tempo. Tentou pensar com cautela, não queria fazer nada por impulso.
"Tem certeza disso? Não tem pressa. Eu posso esperar por quanto tempo você precisar.", te assegurou. Era sincero, Joshua não queria que você se sentisse pressionada a nada — queria que tudo fosse tão natural quanto sempre foi.
"Eu tenho certeza. Eu quero você.", seu rosto queimou em admitir isso. Mas sentia que precisava falar, senão ele nunca iria saber.
"Okay, hm, calma...", viu ele soltar um risinho nervoso, coçou os olhos como se fosse informação demais para processar — e de fato era mesmo, Joshua nem sabia mais como que vocês haviam chegado nesse assunto. "Droga, você não pode falar essas coisas assim do nada, amor.", sorriu novamente parecia até meio desacreditado.
"Por que não?"
"Porque eu não vou conseguir parar de pensar nisso. Acho que eu é quem não 'tava preparado.", confessou. O homem não sabia mais o que fazer consigo mesmo. Ter a noção de que você queria ele desse jeito desconfigurava-o completamente — você conseguiu, finalmente quebrou ele de vez.
"Você quer...?", testou, não sabia bem o que estava fazendo.
"Não.", pontou rápido até demais. "Quer dizer, não agora.Tô totalmente despreparado, linda. 'Cê me pegou de surpresa.", esclareceu, não queria passar a impressão errada. Tinha muitos detalhes para acertar.
"Então quando?", soou claramente impaciente. O homem não segurou o risinho.
"Não sei... quando tiver que acontecer vai acontecer.", te viu suspirar. "Quero que seja especial, meu bem.", selou o topo da sua cabeça.
𐙚 ————————— . ♡
Você não sabe como e nem o porquê, mas finalmente conversar sobre isso não te tranquilizou tanto quanto você achou que iria. Dormia e acordava pensando nesse assunto. Era uma expectativa boa e meio angustiante ao mesmo tempo. Sua mente estava um caos: Podia acontecer a qualquer momento, não é? Ele sabe que você quer. Será que ele pensa nisso tanto quanto você? Espera muito que ele não tenha se assustado com o modo repentino que você surgiu com essa história. Ele sempre foi gos-... atraente assim ou é coisa da sua cabeça? Você se sentia até meio indecente — não que fosse santa. Era meio maluco... espera muito que ele não tenha notado você encarando quando ele tirou a camisa e-
"Amor?", foi como um estalo te tirando de um estado hipnótico.
"Oi.", ficou até sem graça.
"Perguntei se você viu minha camiseta quadriculada. A de botão."
"Não sei.", não sabe se ouviu o que ele acabou se falar, essa é a verdade. "Ah! Eu separei, porque queria usar ela pra dormir. 'Cê quer?", seu cérebro voltando a funcionar do nada.
"Não. Pode ficar.", sorriu fofinho — adorava te ver com as roupas dele.
Assistiu-o fazer o mesmo ritual que sempre fazia antes de dormir. Vestiu algo confortável, conversou um pouquinho, te deu um beijo de boa noite e finalmente caiu no sono. Você se esforçou para não colocar expectativas sobre cada uma dessas ações, mas foi mais forte que você — até mesmo estranhou o fato de Joshua não questionar sua inquietação. Suspirou meio decepcionada quando percebeu que ele havia dormido mesmo. Significava que era a sua vez, precisava dormir também.
[...]
Forçou as pálpebras para continuarem fechadas, virou-se na cama mais uma vez, nada parecia te deixar confortável. Suspirou impaciente, abrindo os olhos. Joshua dormia tranquilo, o peito subindo e descendo com a respiração compassada. Você engoliu seco, sabia o motivo por trás da sua insônia — os pensamentos não deixavam sua mente nem por um segundo. Droga, talvez trazer esse assunto à tona tenha sido má ideia. Não sabia mais o que fazer, só sabia que queria muito isso. Sentia seu corpo esquentar, mesmo que tentasse apaziguar sua mente.
Seu erro talvez fosse achar que Shua pularia em cima de você quando finalmente conversassem. Erro de principiante. Conhecia o homem muito bem, ele nunca foi apressado em relação à intimidade de vocês. Mesmo que quisesse tanto quanto você, ainda te esperaria com paciência. Gostava que as coisas acontecessem de forma espontânea.
Mas, poxa, era até paradoxal: sentir desejo é algo que acontece de forma espontânea. E foi com essa conclusão que você finalmente tomou coragem para acordá-lo, balançando o corpo dele com delicadeza.
"Amor?", a voz não ultrapassava o volume de um sussurro. Ele abriu os olhos, dando um sorrisinho preguiçoso.
"Hm?", o timbre era áspero, culpa do sono.
"Eu não consigo dormir."
"Tá se sentindo mal, amor?", franziu a testa, se esforçando para te ver melhor com a pouca luz do ambiente.
"Não. Só 'tô sem sono.", suspirou.
"Quer que eu faça algo?", pausou a frase para bocejar. Você negou a cabeça, encolheu-se, agora se sentia meio mal de ter o acordado. Ele se aproximou em silêncio, tateando pelo seu corpo na escuridão. Quando percebeu, já estava presa num abraço apertadinho. Seu corpo esquentou ainda mais, sabia que Joshua era a causa, mas agora não sabia classificar muito bem a razão (era o corpo dele ou era o corpo dele?). "Amor, você quer me falar alguma coisa?", o tom agora era cauteloso, como se ele tentasse não soar acusatório.
"Não...?", isso não era uma pergunta, você não sabe porque soou como se fosse.
"Tem certeza?"
"Não sei.", a estratégia do homem não funcionou muito bem, você se sentia meio intimidada. Sorrateiramente selou o cantinho dos lábios dele, não queria falar sobre isso de novo e sabia qual era o único jeito de manter Joshua calado. O silenciou com um selinho demorado. Ele te afastou com carinho, rindo um pouco.
"Isso tem a ver com a conversa que a gente teve?", sussurrou contra sua boca. Simples e direto. Você suspirou frustrada.
"Sim. Tem sim.", tentou beijá-lo novamente e ele te impediu de novo. Sorrindo com o seu estresse.
"É tão apressada... deixa eu fazer direitinho, pode ser?", pela primeira vez naquela noite você se sentiu intimidada — e isso era bom, muito bom. Ele guiou seu corpo, te fazendo deitar totalmente. Arfou quando o viu em cima de você, aquilo não era novidade, ele já havia estado naquela posição anteriormente. Mas não daquele jeito, não pelo mesmo motivo que agora. O homem pareceu perceber seu nervosismo, pois fez questão de brincar com os botões da camisa que você vestia. Ameaçava abri-los, sem tirar os olhos dos seus.
"Shua!", você repreendeu a provocação.
"Que foi?", disse junto a uma inocência forçada, como sempre fazia quando queria te testar. "Não era isso que você queria?", inclinou a cabeça em 'confusão'. Você cobriu os olhos com o antebraço, frustrada com o fato de estar envergonhada. "Eu tô brincando com você.", ouviu ele rir. "Desculpa, amor.", retirou o braço dos seus olhos. "Fica assim não.", selou sua boca. "Vai ficar bravinha comigo?", ele não estava te ajudando a se livrar do biquinho contrariado.
Mas você se esqueceu que era Joshua ali, o homem era fluente em te fazer feliz. Bastou ele iniciar um beijo lentinho e você ficou mole, sorvia os seus lábios só para te ver suspirar. Usava a língua do mesmo jeitinho que costumava fazer quando vocês ficavam de chamego no sofá — e sabia que era extremamente eficiente, pois você sempre terminava sentando no colo dele só para poder rebolar um pouquinho. Sentiu o peso de Shua em cima do seu quadril, suas pernas se abriram de forma instintiva, queria sentir ele bem ali. Era previsível que ele começasse a simular estocadas por cima dos tecidos, rapidamente se sentindo sobrecarregado com a situação. Desabotoou a camiseta, você mal parecia perceber.
"Posso tocar aqui?" abriu a peça por completo, referindo-se aos seus seios. Você concordou timidamente. Ele os apalpou com cuidando, entendendo como um sinal verde para que pudesse chupá-los também. Suas bochechas ardiam demasiadamente, ter que assistir seu namorado te mamando sem tirar os olhos dos seus não estava na sua cartela para aquela noite. Não nega que a sensação era gostosa, teve que morder o interior da própria boca para segurar os sons teimosos. Shua beijava e sugava seus biquinhos da mesma maneira que fazia com a sua boca, roçava os dentes uma vez ou outra só para ver o modo que você reagia, mas logo passava a língua ali, como se quisesse acalmar o local. O homem distribuiu selinhos até a barra do seu short e foi aí que os alarmes da sua mente soaram.
"Shua.", esperou ele olhar para cima, negando com a cabeça assim que ele o fez. Você confiava em Joshua com todo o seu coração, porém essa ainda era uma das questões que vocês tinham que resolver em conjunto. Queria muito dar o próximo passo com ele, mas, por algum motivo, ter ele bem ali, vendo tudo tão de perto, fazia você se arrepiar de um jeito ruim. Era um problema mal resolvido entre você e o seu corpo, uma parede que você ainda tinha que quebrar — e, aparentemente, Joshua também precisaria te ajudar no processo.
"Não quer minha boca aqui?", você negou novamente. Não sabe o porquê, mas se sentia incerta com a reação dele, não queria acabar com clima por conta das suas inseguranças. E era um medo infundado, no fundo você sabia, o homem nunca faria você se sentir mal por algo assim. Ele refez a mesma trilha de beijinhos, só que de forma contrária, subindo até o seu rosto. "Tudo bem, meu amor.", te deu um selo demorado, como se quisesse te assegurar. "Você ainda quer continuar?"
"Quero.", concordou com a cabeça, mais rápido do que havia planejado.
"Okay. Eu posso tirar isso aqui?", os dedos brincaram com a barra das suas peças de baixo, te viu concordar novamente. Se livrou das peças com a sua ajuda, observando o seu rosto a todo momento. Os dedos logo se colocaram no interior das suas pernas. "Tudo bem fazer isso?", você suspirou ansiosa, não era mais capaz de negar nada. Os dígitos resvalaram no seu pontinho, fechou os olhos, sentiu sua pele queimar.
Se perdeu nas sensações, especialmente quando ele começou a te tocar de uma maneira muito gostosinha. Tanto tempo desejando isso fazia tudo ser grande coisa. Seu interior pulsava. Era diferente saber que eram os dedos de Joshua ali, não os seus. O homem friccionava a própria ereção contra o seu quadril, dava para perceber que era involuntário. Ele observava seu rosto, hipnotizado com as suas reações. Colocou um dos dígitos dentro de você com cuidado, queria testar até onde podia ir.
"Tá tão apertadinha, amor.", o comentário saiu impensado, mas foi suficiente para te fazer apertar mais. Seu namorado franzia o rosto, como se estivesse se imaginando ali. "Vou colocar mais um.", brincava com o local meladinho, movido pela luxúria. Estocava os dois dedos com cuidado, te estimulando com o polegar. Não parou quando suas pernas se fecharam em volta do braço dele, sabia o que significava. Suspirou desejoso quando te viu gozar, fez questão de observar cada uma das suas expressões — admirava como se você fosse alguma espécie de miragem, jurava ter se apaixonado ainda mais.
[...]
Sentiu ele encaixar devagar, os olhos treinados no seu rosto buscavam por qualquer sinal de desconforto. A sensação era diferente dos dedos de Shua: era maior, mais pesado, sentia como se ele estivesse te esticando — e sua pele parecia frágil demais para abrigá-lo. Era como se ele enchesse o seu corpo todo, te obrigando a sentir cada movimento, cada pulsação.
"Respira, amor.", a voz dele te trouxe de volta, os pulmões cheios automaticamente se esvaziando com o comando. "Tá tudo bem? Cê quer que eu tire um pouquinho?", sempre cuidadoso, assistia ele tentar ignorar as reações do próprio corpo. Parecia estar quase tão sobrecarregado quanto você, os quadris vacilando com a sensação, enquanto o rosto se segurava para não se contorcer em prazer. Você queria ver mais, queria sentir mais.
"Não. Fica.", a voz saindo em um fio. Você achava que conseguia ser capaz de ignorar a ardência se isso significasse poder continuar observando as expressões do homem. Era tão gostoso quanto parecia? Seu íntimo contraiu e ele jura que quase te repreendeu, mas sabia que não era culpa sua. As mãos fixaram sua cintura na cama, como se isso fosse te impedir de apertá-lo. Não funcionou, você pulsou ainda mais. Joshua começava a questionar o próprio autocontrole, mordia os lábios para tentar controlar os sons teimosos.
"Tá doendo, meu amor?", organizou os fios de cabelo soltos pela sua testa. Você negou com a cabeça, incomodava um pouco, mas dava para aguentar. "A gente vai esperar um pouquinho, tá bom?", fechou os olhos quando ele se aproximou mais do seu rosto. Seu corpo ardia, finalmente sentia Joshua por inteiro — nada até aquele ponto parecia ter sido tão íntimo quanto isso. Ele estava ali de um jeito que era só seu. Rodeou os braços em volta dos ombros dele, puxando-o para um beijo lentinho. Queria fazer seu corpo relaxar, queria dar prazer para ele também — mesmo que já estivesse fazendo isso indiretamente.
E talvez fosse uma estratégia muito boa. Não havia espaço para incômodo quando seu namorado sugava sua língua de um jeito tão gostoso. O contato era lascivo, mas cheio de amor ao mesmo tempo — você não sabia como interpretar. Sentiu o braço dele serpenteando até o seu íntimo, abriu ainda mais as pernas por puro instinto. Ele sorriu no meio do beijo — toda e qualquer ação sua mexendo com a cabeça dele. Seu corpo retesou ao sentir ele levar as pontas dos dedos até o lugar onde vocês estavam conectados, recolhendo parte do líquido viscoso. Usou os dígitos molhadinhos para estimular seu clitóris com cuidado. Você arfou contra os lábios dele. Okay. Isso é muito bom. Por alguma razão era muito mais gostoso pelo fato de ter algo dentro de você.
"Shua...", não sabe porque o chamou, mas parecia certo.
"Que foi, amor? É bom assim?", soltou um risinho soprado ao te ver concordando, o corpo relaxando no colchão. Respirou fundo quando sentiu ele estocando de forma rasa, era uma pressão diferente, mas muito gostosinha. Forçou os quadris contra os dele algumas vezes, querendo experimentar melhor. O carinho atencioso no seu pontinho te fazendo esquecer de qualquer incômodo que você jurava não sentir mais. Seu namorado enfiou o rostinho no seu ombro, enchia o local de beijinhos — com a intenção de te relaxar mais ainda.
Em certo ponto, você não sabia mais onde prazer começava ou terminava. Talvez começasse a entender o porquê das pessoas serem tão fissuradas nesse tipo de coisa. Era sim tão bom quanto diziam — você só não tem certeza se o fato de estar com quem você ama tornava tudo melhor (claramente sim). Quando percebeu que você não oferecia mais nenhum sinal de desconforto, Joshua passou a estocar com mais velocidade. O corpo ia e voltava em cima do seu, a mão trêmula não sendo mais capaz de te masturbar direito. Sentiu as mãos dele procurando pelas suas, achou-as sem dificuldade. Os dedos se entrelaçando e o peso forçando seus braços contra o colchão, como se não quisesse te deixar ir embora — e ele sabia que você não iria.
Finalmente sentiu o homem se afastando do seu pescoço, a ausência da respiração quente deixando uma sensação de estranheza. Seu namorado entrou no seu campo de visão e você jurou que ia gozar. Nunca havia visto ele tão... fraco. O rosto completamente entorpecido, os olhinhos pesados — como se estivessem prestes a se fechar — e a boquinha entreaberta, esforçando-se para suspirar seu nome. Ele ainda se movia, sedento, como se te dar prazer fosse a única coisa na mente dele. Naquele momento, você não tinha autoconsciência suficiente para perceber, mas espelhava as expressões dele perfeitamente. Gemia sensível, como se estivesse hipnotizada com tudo. Era uma conexão quase que visceral, te tirava toda a noção do mundo lá fora. Só precisava disso, só precisava dele.
"Amor...", chamou com manha, não sabia o que queria, ele já estava bem ali. Mas ele sempre entendeu suas vontades. Abaixou-se com cautela, soltando suas mãos para envolver seu rosto. Te beijou com necessidade. Ou ao menos tentou, o "beijo" nada mais era que uma troca atrapalhada. Ninguém ali tinha forças para retribuir, inconscientemente optando por gemer e arfar contra os lábios um do outro.
Os quadris de Joshua começavam a falhar, ele se sentia tão perto... Se enfiou no seu pescoço novamente, como se buscasse por algum tipo de apoio. Os dedos dele achando seu clitóris sem dificuldade alguma e isso pareceu te quebrar mais que da primeira vez. Algo no seu ventre apertou, te enchia de ansiedade e era delicioso de sentir. Ouvia Joshua gemer baixinho bem perto do seu ouvido e ainda não sabia lidar muito bem com isso. Apertou os olhos, cravando as unhas nas costas do homem. O som ficando mais claro, as palavras começando a fazer sentido.
"Amor, goza 'pra mim, goza. Por favor...", suplicava, a voz frágil, saindo por um fio. Seu corpo respondeu com uma submissão que você nunca havia sentido. Contorcia-se por completo, parecendo não te obedecer mais. Forçava-se contra ele, querendo sentir ele perto, mais fundo. Sua mente estava presa num limbo interminável: era excruciante, mas você queria mais. Os braços apertavam o homem com carência, sabia que ele podia te dar mais.
Voltou a si aos poucos, seu corpo era pura gelatina. Ele já estocava com lentidão, aproveitando as últimas sensações do próprio orgasmo — que aliás passou despercebido por você (uma pena, queria muito ter visto o rostinho dele). O quarto enchia-se com os arfares de vocês dois, que lutavam para recobrar o fôlego. Os selares repentinos no seu pescoço te fizeram sorrir. Ele saiu de você, retirando o preservativo para descartar depois.
"Shua?", chamou acanhada, ainda não havia processado tudo o que tinha acabado de acontecer. Ele te olhou por alguns segundos, mas logo te puxou para um beijo apaixonado e preguiçoso — como se quisesse responder todas as dúvidas na sua mente.
"Eu te amo tanto, meu amor.", suspirou as palavras, a testa ainda colada na sua.
"Eu também te amo, Shua.", sussurrou. Os olhos fechadinhos se abrindo quando ouviu um risinho baixo vindo do homem.
"Você é tão boa 'pra mim, amor. Mas eu queria ter feito algo especial.", confessou baixinho, não parecia desapontado, só queria comentar.
"Mas foi especial, Shua.", tentou assegurar, as pontinhas das unhas fazendo carinho na nuca dele.
"Eu sei que foi, meu bem. Tão especial que não vejo a hora de fazer de novo.", disse sapeca, sorrindo com o apertão que você deu no braço dele — ainda sentia um tantinho de vergonha. "Só que eu queria ter te levar 'pra sair antes, te tratar igual princesinha, acender umas velas...", agora ele mesmo se sentia envergonhado com o quão meloso estava soando.
"Você ainda pode fazer isso.", pontuou cheia de razão, selando o cantinho dos lábios dele. Joshua sorriu, como se tivesse acabado de pensar em alguma coisa.
"Eu posso...", arrumou seu cabelo atrás da orelha. "Vou encher a banheira, amor. Me espera aqui.", disse já se levantando.
"São três da manhã...?", ele já atravessava o quarto completamente nu, você poderia se acostumar com essa visão.
"E daí? 'Cê falou que eu ainda posso te tratar igual princesa, não posso? Quero que minha princesa durma cheirosinha então.", parte do diálogo sendo abafado pelo eco do banheiro. Ele voltou depois de alguns minutos, uma toalha branca presa no quadril. Te ofereceu uma das mãos e você já ia se levantando para acompanhá-lo até o banheiro. "Assim não!", você o olhou confusa com a bronca repentina. "Vou te carregar no meu colinho, amor.", você não conseguiu segurar o riso, deixando ele finalmente te pegar no colo. "Não tenho fama de ser cavalheiro à toa, eu hein."
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# — © 2024 hansolsticio ᯓ★ masterlist.
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cherryblogss · 2 months ago
Note
Oi, divaaa!! Você pode fazer um abc nsfw do della corte, por favor?? Tô obcecada nele
n revisado pq a vergonha me acometeu glr
A = Aftercare
Agustín tende mais a ficar de chamego e agarradinho contigo depois de transar. Gosta de ficar deitadinho escutando sua respiração desacelerar e também ama ficar todo manhoso sussurrando entre beijinhos como te ama. Demora e procrastina um pouco para ir se limpar, geralmente quando transam antes de dormir ele só cai no sono mesmo ou se limpa rapidamente com alguma peça de roupa suja, mas quando ele tem tempo te leva para tomar um banho refrescante, te mima muito até fazendo alguma comida para ti e levando na cama.
B = Body part (parte favorita do próprio corpo e da parceira)
Agustín não tem problemas com a aparência - apesar de as vezes se sentir grande demais - mas se tem uma parte que ele adora em si mesmo são os braços e mãos que servem para te abraçar, segurar e te tocar de todas formas.
Agustín ama tudo em você e sempre muda qual aspecto físico mais o atrai em ti, mas tem um apego especial aos seus lábios, fica tontinho de felicidade com seu sorriso e outras expressões suas no geral. Na hora de foder ele nota que tem uma certa tendência em segurar sua cintura e quadris a quase todo momento, gosta muito de toque físico então é crucial para ele estar em contato pele a pele.
C = Cum (onde gosta de gozar)
Gosta de gozar dentro (quando é seguro), mas prefere gozar na sua bunda ou barriga, gosta de assistir as gotas de porra caírem na sua pele e ver a bagunça melecada que fica depois, ainda nesse ponto aqui, quando se lembra prefere tirar o pau de dentro da sua buceta e gozar na sua sua entradinha só para ficar admirando a mistura dos fluídos de vocês dois.
D = Dirty secret (um segredo sujo ou algo que ele deseja mas não fala)
Sempre quis fazer 69, mas tem vergonha de pedir. Sempre fica sonhando acordado pensando em como seria te chupar enquanto você mama ele. Até bateu uma e gozou em tempo recorde só de imaginar a cena dos seus gemidos misturados e abafados.
Antes de vocês transarem pela primeira vez sem querer te viu sem camisa e ficou horas bestinha pensando em chupar seus peitos, nesse dia você até pensou que ele estava doente de tão avoado que ficou de repente.
E = Experiência
Acho que se encaixa em um nível intermediário de experiência. Já fez muito o básico, se aprofundou mais um pouco com algumas mulheres, entretanto só começou a realmente explorar além com você.
F = Favorite position (Posição favorita)
Agustin sente algo MUITO diferente quando você tá por cima. Um tesão a mais de ver seu corpo no topo do corpo gigante dele. Além disso, ele consegue manter o olhar fixado nos seus peitos, cintura, quadril e rosto, também gosta de ficar admirando seus movimentos e o pau dele sendo engolido pela sua buceta. Agustin é um homem que gosta muito de um showzinho por isso sempre fica extasiado quando você senta nele.
Não imaginem esse homem com os braços atrás da cabeça todo relaxado te apreciando com um olhar bobinho lesado😭
Um adendo, ele também gosta de te foder no banheiro com vocês dois de frente para o espelho. O bração dele te mantendo de pés enquanto te empurra na pica dele.
f cherryblogss
G = goofy (se ele é mais sério ou brincalhão no momento)
Puxa mais para o lado brincalhão, acha que esse é um momento que deve ser mais descontraído e por isso sempre acaba dando umas risadinhas entre beijos enquanto te fode. Gargalha real quando algo muito engraçado acontece, você só não perde o tesão porque até a risada desse homem é de molhar calcinhas.
H = hair (higiene com os pelos)
Não liga muito para isso, mas raspa tudo e só deixa crescer um pouquinho até ficar confortável para depilar tudo de novo.
I = Intimidade
Agustín é uma pessoa que te faz ficar totalmente a vontade e isso é algo muito importante na hora de ter relações sexuais. Independente do que vocês estão fazendo no quarto sempre parece algo espontâneo e natural. Também acredito que ele só se entrega de verdade quando já tem um tipo de afeto pela pessoa o que só intensifica a sintonia entre vocês.
J = jerking off (masturbação)
Não tem muito o costume desde que começou a namorar contigo, mas se você não estiver por perto ou cansada demais ele não tem problemas em se masturbar. Gosta de fazer no chuveiro.
K = kink (fetiches)
Size kink: é meio óbvio que ele adora comparar o seu tamanho com o dele e sente um tesão insano em como consegue manipular seu corpo com uma certa facilidade de tão forte que é. Gosta de te foder de frente para espelhos só para admirar como a figura musculosa e forte dele praticamente engole a sua.
Tigh riding: novamente, ele é gigante! então, você se esfregar na coxa grossa dele se torna algo meio rotineiro quando está menstruada ou nas preliminares.
Agora um monstro
Pet play: realmente nunca parou para pensar nisso, mas quando você foi fantasiada de coelhinha para uma festa só faltou gozar nas calças de tanto imaginar como seria te foder nessa roupinha.
Praise kink: é muito natural para ele te elogiar e gosta de escutar você elogiar dele volta. Apesar de ser gigante, é um bebezão que ama escutar o quanto você acha ele bonito e como te fode bem.
hiperestimulação: te fode até lágrimas de prazer deslizarem pelo seu rosto e sua mente só conseguir focar em quão deliciosa é a sensação do pau dele socando todos os seus pontos sensíveis.
L = local
Qualquer lugar com uma porta e privacidade já é um motel para ele. Claro que tem lugares que ele não pensa em sexo, como restaurantes e outros nesse viés, mas de resto, como casa de amigos, festas e carro é hora de te foder sim.
Uma vez até te fodeu enquanto faziam uma trilha na floresta e tem certeza que as outras pessoas viram.
M = Motivação
Não precisa de muito para ele ficar todo desesperadinho querendo migalhas de buceta e te comer, as vezes só de pensar em ti já sente o pau latejar. Entretanto sente um tesão especial quando vocês estão deitadinhos depois de um dia separados e fica naquele chamego todo até virar algo mais sexual do que carinhoso.
N = Não (o que ele não gosta ou faria na cama)
Nada que te traria dor extrema ou te deixe desconfortável. É um não definitivo para qualquer coisa que não tenha seu consentimento explícito e também não é muito de compartilhar.
O = oral
Não é algo fora desse mundo, mas sabe muito bem o que faz. No início era um pouco desleixado, aí com o tempo aprendeu o que você gosta e agora consegue te deixar com as coxas tremendo só com a língua dele. É do tipo que poderia passar horas no meio das suas pernas.
Não tem preferência em dar ou receber. Os dois são lucro e prefere muito mais foder sua buceta do que ser chupado.
Quando você mama ele, fica totalmente perdido e vocal, segura seus cabelos e fica soltando gemidos curtos a cada movimento seu.
P = Pace (a velocidade que eles gostam de transar)
Gostar de foder rápido e bruto alternando a velocidade para lentinho quando sente que vocês vão gozar cedo demais. Também gosta de fazer devagarinho antes de dormir para saborear cada partezinha sua e matar a saudades.
Q = Quickie (rapidinhas)
Grande adepto de rapidinhas de manhã ao acordar ou em locais públicos, mas somente em lugares que ele tem certeza que é seguro e minimamente confortável. Gosta muito de rapidinhas também porque consegue te carregar contra a parede ou qualquer superfície com os braços fortes.
R = Riscos (o quão disposto ele está a fazer algo mais arriscado)
O único risco que Agustín realmente te expõe ou corre é quando vocês transam em público, mas de resto nunca quer tirar o conforto desse momento e prefere jogar no lado seguro.
O maior risco que ele lembra de ter passado foi quando te fodeu no vestiário do clube de rugby dele e quase pegaram vocês no flagra.
S = Stamina ( quantos rounds ele aguenta)
Se tem tempo e disposição, aguenta 3 rounds tranquilo (só se não chupar ele, senão só 2 mesmo).
Se ambos estão de férias ou viajando pode crer que ele vai te foder em quase toda situação oportuna.
T = Toys (brinquedos sexuais)
Não entende muito desse mundo de brinquedos e não tem curiosidade. Ele tem pau, dedos e boca que são o suficiente para te deixar burrinha e esgotada. Mas quando descobriu como usar um vibrador em ti ficou alucinado e raramente tenta brincar contigo.
U = Unfair (quão injusto ou provocante ele é)
Não te provoca tanto porque ele mesmo não aguenta, ou seja, é mais o inverso na relação, as provocações na maioria das vezes vem de você.
No entanto☝🏻ele ama te provocar quando consegue segurar a onda. Por exemplo, as vezes ele te deixa abertinha para ele, se deita no meio das suas pernas e calmamente beija sua bucetinha, sugando o clitóris até você ficar perto de gozar, mas aí ele se afasta rindo dos seus choramingos e botando os dedos dentro do seu buraquinho iniciando novamente o ciclo de você chegar perto e ele tirar até ambos não aguentarem mais.
V = volume (quão vocal ele é)
Geme alto só quando tá gozando, mas de resto são só uns grunhidos e suspiros másculos delicioso de escutar. Parece até que ele tá na academia hehe
Agustin ama um praise kink tanto direcionado a ele quanto ele te enchendo de elogios. Na maioria das vezes é ele te enchendo de palavras doces e chamegos sussurradas diretamente no seu ouvido e adora te escutar se declarando para ele toda apaixonadinha. O dirty talk no sentido degradante ocorre sempre quando ele chega energizado depois de um jogo ou quando ele tá ciúmes.
W = Wild Card (Um headcanon aleatório)
Apesar de ser meio tímido, sente um prazer diferenciado quando as pessoas sabem que ele acabou de foder. Por exemplo, se estão em uma festa e vê como os amigos ficam te encarando com a sua face toda corada e andando com as pernas bambas, sente o ego dele aumentando um pouco, ainda mais que claramente marca o território.
Nesse ponto, ele não é um homem ciumento, mas é possessivo e demonstra a dominância dele de diversas maneiras, como gozando dentro e te mandando voltar para a festa com a porra dele na sua calcinha ou distribuindo inúmeros chupões onde só ele pode ver.
X = Raio x (tamanho do brinquedo)
Como já dizia beyonce: its too big, its too wide, it wont fit😛
Brincadeiras a parte, ele tem uns centímetros a mais que a média e é bem grosso. Tem uma corzinha rosa puxada para um vermelho, bem veiudo e um pouquinho mais escuro que o corpo dele.
Y = yearning (sex drive/libido)
Ele é jovem, atleta e obcecado por você, então a libido dele sempre está nas alturas e literalmente te foderia a qualquer momento, até quando chega exausto dos jogos ou dias em set de filmagens ainda quer pelo menos um dry humping ou chupada.
Z = zzz (nanar depois do sexo)
Depende do momento e do tipo de transa, se for uma rapidinha antes de dormir, na hora que termina já tá caindo no sono agarrado ao seu corpo igual um koala. Mas se for em um momento em que ele não tá tão cansado ou no clima para dormir, te chama para tomarem um banho juntos ou simplesmente te mima muito enquanto você tá bem deitadinha toda pillow princess.
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yourteght · 3 months ago
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» OS FILMES DE ROMANCE MENTIRAM — pedido pessoal
⟅17.08.2024 — eu sou péssimo com clean :') eu sou uma fraude, já ta na hora de mudar minha bio pq eu já estou me envergonhando a essa altura do campeonato ;_; eu não sei se deu pra notar mas tô tentando puxar uma composição mais jogada e menos reta esses últimos tempos, venho tentando sair dessa faz um bom tempo e estou praticando pra deixar as capas com aspecto mais natural. Falando sobre a capa, eu falhei em alguns fatores, principalmente com as cores e a culpa é toda minha pq eu sou uma ameba e sempre taco quase a mesma configuração para TODAS as minhas capas, dai elas ficam com esse fundo bem mais alaranjado :'') em minha defesa, laranja define meu espírito. Essa é minha primeira capa zosan, eu não esperava um pedido com eles (menos ainda que uma das minhas maiores inspirações como capista, iria aparecer pra me pedir capa) mas eu achei um amor, não parece aqueles filmes românticos que a gente assiste na sessão da tarde? Ficou fofa :3
Art by @themetalhiro, thank you very much for the permission <3
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sunshyni · 5 months ago
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não sou santo não
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ღNOTAS DA SUN: ontem eu tava escutando “Santo” do Jão e brotou esse plot na minha cabecinha pensante. Me inspirei também em “Surpresa” do Gaab, então pode-se dizer que esse é o primeiro texto daquela série “Haechan + músicas do Gaab” que eu acabei de inventar KKKKKK
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ღAVISOS: tá um teco sugestivo, br!au mais especificamente teatro municipal do RJ (tá orgulhosa, mamãe @moonlezn??? KKKKKK), Haechan sendo um grande gostoso e acredito que seja isso!!!
BOA LEITURA, docinhos!!! ♡
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não me ponha no altar, que eu sou meio desonesto
– Você tá bem? Parece trêmula – Jeno tocou seu queixo com os dedos, virando sua cabeça para a direção dele, você focalizou os olhos no bailarino à sua frente que cobriu as suas mãos com as palmas maiores dele – Tá assim por causa dos olheiros ou a sua preocupação tem nome e sobrenome, e sorriso fácil?
– Eu não gosto de ficar com assuntos pendentes prestes a ser protagonista de um espetáculo tão importante pra minha carreira, Jeno.
– Te avisei que se envolver com ele resultaria nessa mesma historinha.
Não era à toa que Lee Jeno era o seu parceiro nos palcos, ele conhecia seus movimentos dentro do balé e também conhecia sua mente muito melhor até que quem te colocou no mundo, tratou de deixar explícito que se relacionar com Lee Donghyuck seria como se banhar nas praias do Rio de Janeiro com um sol escaldante aquecendo o corpo e a alma, mas assim como toda estação do ano, o verão tinha começo, meio e fim, e o fim era inevitável.
– Tá bom. Esfrega na minha cara que você tava certo desde o início – Você se ouviu dizer, os olhos começando a arder com a anunciação de lágrimas que seu corpo tentava a todo custo conter, lembrar de Haechan, da conexão que tiveram desde que se encontraram pela primeira vez no último banco da igreja, numa quarta-feira cinza anual, fazia seu coração diminuir e doer dentro de si. Sentiram a textura e o sabor dos lábios um do outro naquela metade da semana mesmo, quando o Lee te beijou na orla da praia, tocando seu rosto com leveza e delicadeza como ninguém havia feito antes.
Faziam balé juntos, mas quase não se tocavam nos ensaios, após eles, saíam para algum barzinho próximo dali ou simplesmente optavam pela varanda do seu apartamento, onde poderiam relaxar achegados um no outro ao som de algum vinil enquanto assistiam aquela troca de personagens habitual, em que o sol se despedia para a lua entrar em cena. Você só não esperava que Donghyuck fizesse o mesmo, desaparecesse, desistisse do seu esplendor sem nem ao menos se despedir da sua platéia, vulgo você.
– Falando no diabo... – Jeno soltou as suas mãos que começavam a transpirar, pelo nervosismo para a apresentação e também porque sabia quem estava atrás de você, segurando uma única peônia solitária, os cabelos naquele aspecto natural que você era completamente gamada, os olhos brilhantes feito duas bolinhas de gude, a maquiagem suave ressaltando toda a sua beleza, as pintinhas que em hipótese alguma deveriam ser encobertas te deixavam com vontade de desbravá-lo mais uma vez como um náutico.
Você tinha mais do que consciência de que idolatria era um pecado, mas você poderia facilmente adorá-lo num altar, e não fazia ideia do que era preciso para parar de venerá-lo com todo corpo e alma.
– Lembrou que eu existo depois de duas semanas me ignorando? – Esperava que tivesse conseguido pronunciar aquela indagação de forma firme, mas alguma coisa te dizia que você havia tropeçado nas palavras. Dispensou a flor que ele te oferecia com um gesto de mão, com medo de tocar o caule e encostar nos dedos dele no processo – Não aceito presentes antes do espetáculo.
– É por isso que essa é do buquê que vou te entregar depois – Donghyuck justificou, deixando a flor em qualquer lugar para segurar seu pulso e te impedir de sair andando sem arrependimentos, ele te olhou nos olhos, depois desviou o olhar estrelado, sem saber como começar, como se expressar com dizeres, afinal ele sempre fora melhor na arte do toque – Conversa comigo. Não tô pedindo pra você me perdoar por ter te dado um gelo, só tô te pedindo por uma chance pra eu me explicar.
A mão de Haechan desceu do seu pulso, sentindo os seus batimentos cardíacos que evidenciavam o quanto ele mexia com a sua estrutura, para o centro da sua palma e finalmente seus dedos gélidos e os dedos quentes dele se encaixaram. Donghyuck te levou embora dos bastidores, mesmo que a apresentação começasse dali uns 12 minutos e você fosse a Julieta e ele, Benvólio, primo de Romeu.
– 'Cê lembra do que me disse quando a gente se beijou pela primeira vez? – Você afastou uma mecha levemente ondulada do rosto dele, o que serviu como um convite para que ele soltasse a sua mão e encaixasse a própria na sua cintura. É claro que se recordava do que havia sussurrado para ele no calor do momento e com medo de se ferir, depois de ter passado por um término complicado e delicado – Disse que eu te perderia se me apaixonasse.
– Isso ainda não explica o seu sumiço depois da gente...
– Depois da gente ter transado? – Você cobriu a boca de Haechan no mesmo milésimo de segundo que ele deixou escapar a questão, não era como se as pessoas já não soubessem que vocês estavam juntos e se distraiam um com o outro há meses, no entanto parecia falta de profissionalismo falar sobre aquilo no ambiente de trabalho. Donghyuck afastou sua mão, beijou os nós dos seus dedos e sorriu, aquele sorriso fácil que Jeno havia comentado antes, que chegava aos olhos e iluminava o rosto lindamente – Que foi? Ninguém pode saber que a gente fez amor e que foi perfeito?
– Escuta o que eu quero te falar. Eu não me apaixonei por você, fiz pior – Seu peito subia e descia numa velocidade que provavelmente não indicava saúde e sim a falta dela, quando Donghyuck encostou a testa na sua e você só pôde e só teve forças para admirar as pupilas que se expandiram e as íris se reduziram a um arco finíssimo castanho escuro – Eu te amo.
– Caralho, eu te amo – Ele repetiu a confissão, como se a frase resumisse tudo que estava sentindo por você, e realmente foi a única junção de palavras que uniu tudo que ele queria dizer com as outras milhões de frases que formulou na cabeça muito antes de te ter nua nos lençóis – Deixa eu te mostrar o quanto eu te amo, deixa?
– Se afastou de mim porque não queria me perder? – Haechan te beijou de leve, unindo os seus corpos quando enlaçou sua cintura de fato, uma das mãos a acariciar o seu rosto. Você sorriu em reação às cócegas que ele provocou ao cariciar o lóbulo da sua orelha entre o indicador e o polegar.
– Prefiro te observar de longe do que te perder – Ele afirmou confiante – Só, só me namora, pelo amor de Deus.
– Benvólio deveria ser tão impaciente assim? – Donghyuck revirou os olhos com a sua brincadeira e te beijou pra valer, pressionando o corpo no seu enquanto segurava sua nuca com firmeza, o dedão num carinho lento na sua garganta que te fazia perder a estabilidade nos joelhos.
– Não me olha nos olhos em cima daquele palco – Haechan estreitou as sobrancelhas docemente – Todo mundo vai perceber que Julieta Capuleto e Benvólio Montéquio estranhamente têm química.
Haechan chupou de leve o lóbulo da sua orelha, alí, a vista de todo mundo, sem vergonha alguma, ao contrário de você que sentiu as bochechas se esquentarem e provavelmente atingirem a cor púrpura. Se divertindo e muito com o seu constrangimento, ele sussurrou, os lábios rosados e inchadinhos roçando suavemente na sua pele.
– Infelizmente, vou ter que ser o Benvólio talarico então.
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kyuala · 7 months ago
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ranking de paus-mandados do cast de lsdln
fontes: nao foi preciso.
10. enzo
gente vcs que me perdoem mas não consigo comprar muito a fic de que o enzo é pau-mandado não 😔 imagino que num relacionamento ele seja mais propenso a fazer as vontades da outra pessoa do que o normal (acho um suspiro e um "olha o que vc me faz fazer, nena" a cara dele 👁️) mas mesmo assim ele tem limites. este homem tem orgulho. então fica em 10º lugar no nosso ranking pois temos piores
9. fran
eu vejo o fran muito neutro na real? (o que diz muito sobre esse ranking uma pessoa neutra estar em penúltimo rs) não acho que ele vá te negar muitas vontades mas tbm não acho que ele saia fazendo tudo que vc manda (talvez na fase da lua-de-mel pra querer te agradar, mas só). acho que ele gosta mais de relacionamentos igualitários, onde as vontades dos dois são saciadas. mas como eu disse, não acho que ele te negue muita coisa até pq é muito do "vamo?" "vamo!" então acho que ele acaba sempre indo na tua mais pq ele também já tava querendo fazer aquilo do que só pq vc quis, sabe?
8. matías
o famoso reclama mas faz. na maior parte do tempo ele até finge que não (já admitiu uma vez ser teu pau-mandado mas nega até hoje e até jura de pé junto que não foi ele) mas a verdade é que ele faz sim a maior parte das tuas vontades. faz reclamando, faz bicudo, pode até fazer xingando, mas faz. o problema é que às vezes ele também gosta de negar algum desejo ou outro teu só pelo prazer de ver você toda bicudinha e emburrada pois acho que ele é atentado nesse nível sim. aí é foda
7. pipe
aposto que vcs acharam que ele estaria mais pra baixo mas CALMA LÁ eu tenho minhas razões. já falei aqui e vou repetir: acredito firmemente na ideia de que o pipe caga e anda pras pessoas que não sejam da família ou dos amigos dele, então ficante ou peguete não tem mt papo com ele não; se desagradou ele mete o pé, não deixa se crescer muito pra cima dele não. agora no momento que ele fica apaixonado, minha filha... ele se fudeu pq perde todo e qualquer senso de orgulho que tinha antes e a vida dele passa a ser vc. quer sim sempre fazer todas as tuas vontades e não liga muito de ser praticamente teu capacho pq pra ele é muito óbvio e natural ele simplesmente?? fazer tudo??? que a princesa dele quer???? o único aspecto que ele perde aqui é que na verdade ainda tem um pouquinho de orgulho sim e não costuma ser muito do amistoso quando estão brigados ou acabaram de se resolver. pra piorar quando o time dele perde ele fica todo esquentadinho e não quer mto saber de nada, mas isso é com todo mundo (não só vc) então tudo bem. só dê o espaço dele que em pouco tempo ele volta todo dengoso pra ser teu cachorrinho de novo
6. della
simplesmente quase não há momentos em que ele não queira te agradar, são raríssimos. acho que só se for uma coisa tipo, muito absurda, fora da realidade ou que possa vir a fazer mal pra alguém de alguma forma, sei lá. mas de resto ele é da mesma ideia do pipe de que pra ele é muito natural ele querer sempre fazer todas as tuas vontades até pq vc é a rainha da vida dele e ele apenas um maluco apaixonado, claro que ele vai querer te fazer feliz o tempo inteiro. e tem zero vergonha de ser teu capacho: só da uma risadinha quando os amigos zoam chamando ele de gado, nem contesta pq sabe que é
5. pardella
mesma linha do della. você = rainha, ele = teu servo e ele tem isso muito claro. ia deixar os agustíns juntos mas, além do coração fraco do pardella (acho que até se for algo muito fora da realidade ou uma ideia não tão boa assim, talvez um biquinho teu e um olhar de cachorro pidão sejam o suficiente pra ele se derreter todo, jogar toda a noção pela janela, falar "claro, minha princesa" e ir dar um jeito de fazer), o critério de desempate aqui foi que o pardella tem seus momentos de bater no peito e falar "eu obedeço minha mulher MESMO" com muito orgulho, enquanto o della já é mais na dele, só acena com a cabeça e concorda. acho que só
4. kuku
aqui se separam os homens dos meninos: não é necessário nem relacionamento pra esses aqui começarem a te servir. bastou pintar um clima ou uma pontinha de sentimento pro kuku já te olhar com os maiores corações do mundo nos olhos e querer te atender em tudo. tá sempre à tua disposição pro que vc precisar, vai querer sempre saber de todos os teus gostos e dos teus quereres e lembra de tudinho. pra ele tudo que vc quer tá bom e isso só se intensifica quando tá num relacionamento. é muito fácil de lidar com ele pq ele muda todo o planejamento dele só pra atender as tuas vontades, dá até dó. se vc perguntar o que ele quer e se dispor a atender os desejos dele, independente dos seus, ele entra em curto-circuito e é capaz de te pedir em casamento na hora. só não entrou no top 3 pq ainda é um homem sensato e se ele acha uma ideia sua ruim vai tentar te convencer disso - com muito jeitinho, mas vai
3. santi
queria iniciar dizendo que foi bem difícil desempatar o top 3 pois aqui está apenas a nata dos homens capachos. só os mais mandados dos mais mandados. o santi segue à risca os mandamentos do homem pau-mandado (no caso todos os mandamentos são teus) simplesmente pq ele tem muito amor no coração, principalmente por vc, e quer fazer de tudo pra te fazer sentir esse amor o tempo inteiro. ele é completamente incapaz de lidar com a sua infelicidade ou insatisfação, odeia te ver descontente e é capaz até de chorar junto quando você não se sente bem. dá tudo de si por vc e pela relação e só pegou o 3º lugar pq quando acha uma coisa má ideia vai hesitar (mas só hesita mesmo pq no final é sempre vencido pelo amor)
2. rafa
bom simplesmente desafio qualquer um a olhar para este homem e não falar que ele é o capacho mais submisso do planeta terra. assim que ele bate os olhos e se encanta por vc a cabeça dele já começa a funcionar só para te agradar. ele é o tapete pra vc pisar (mas por favor tenha cuidado com ele, ele é apenas um homem 😔) e as suas vontades viram as vontades dele, perigoso até perder um pouco a noção de si ou dos limites da vida se não tomar cuidado. do tipo que você precisa dar uma dura de vez em quando pra fazer ele pensar um pouquinho em si mesmo. parabéns rafael federman nos nossos corações vc já ganhou
1. simón "vivo para minha mulher 🙏🏼" hempe
O PÓDIO SÓ PODIA SER DELE, PARABÉNS SIMÓN! PAU-MANDADO DO ANO 2024 🥳 ele pode até chegar com uma desvantagem (na vida de cachorrada que ele levava antes de vc não tinha espaço pra ficar obedecendo os outros não - era só uma sacanagem e tchau 👋🏼) mas ele mais do que compensa uma vez que está apaixonado. não tem desejo teu que ele não queira atender ou vontade tua que ele deixe passar sem ser saciada. move céus e terra e faz das tripas coração por vc. vc mandou? ele obedece. vc pediu? ele faz. vc comentou por cima? ele já está indo atrás. vc começou a pensar? o sexto sentido dele já se aguça. bate no peito (e na aliança) com orgulho e fala que é teu pau-mandado SIM e que sabe o lugar dele, que é só te obedecer. não suficiente ele ainda fala pra deus e o mundo e quem quiser ouvir que mulher é pra ser obedecida e respeitada e ainda tenta espalhar essa ideologia pros amigos. ícone dos paus-mandados e presidente da associação dos homens cachorrinhos <3
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interpretame · 7 months ago
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sobre mudanças
A mudança é uma constante na vida, uma força dinâmica que nos molda e nos impulsiona a evoluir. Se parar pra pensar já não é o mesmo de ontem, alguma coisa está diferente aí. Embora possa ser assustadora e desafiadora, a mudança também traz oportunidades de crescimento e renovação. É através da mudança que aprendemos valiosas lições, nos adaptamos a novas circunstâncias e descobrimos novos aspectos de nós mesmos. Às vezes, a mudança é deliberada e planejada, outras vezes é imposta pelo curso natural da vida. Em qualquer caso, a chave para navegar com sucesso pelas mudanças é manter uma mente aberta, uma atitude positiva e uma disposição para aprender e crescer com as experiências que elas trazem consigo. É sua melhor escolha quando há insatisfação, não dá pra esperar resultados diferentes e uma vida diferente sem sair do lugar, fazendo as mesmas coisas, as vezes vezes é necessário arriscar.
interpretame.
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silvertice · 14 days ago
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Enchanted
Leopold x fem!reader
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Taylor Swift - Enchanted
My thoughts will echo your name, until I see you again
These are the words I held back, as I was leaving too soon
I was enchanted to meet you
Summary: Leopold, un caballero con elegancia de otra época, se encuentra en una ciudad moderna, lidiando con los altibajos de un mundo que no parece encajar con sus valores y estilo. Un día, en un parque, "paseando" al perro de su vecina ve a una joven que llama su atención de inmediato.
Category: Slow Burn Romance, Fish-Out-Of-Water, Meet Cute, Sweet and Lighthearted Encounters, Fluff, Period Piece Meets Modern World
{TW: Mild Social Misunderstandings, Brief Assumptions of Relationship Status, Nostalgic Yearning, Period-Modern Clashes, Wholesome Romantic Tension, Playful Banter**}**
El parque estaba particularmente animado aquella tarde, lleno de familias, bicicletas y alguna que otra ardilla que correteaba entre los árboles. Tomé un respiro, sintiendo el aire fresco de otoño mientras intentaba mantener el ritmo de Toby, mi perro de tamaño medio, que arrastraba su correa con la energía de un torbellino. Se emocionaba con cada pequeño movimiento y, francamente, era más rápido que yo para decidir qué dirección tomar.
—Toby, espera, tranquilo… —intenté calmarlo, aunque mi voz claramente no fue suficiente para detenerlo. Justo cuando me detuve para tomar aliento, me di cuenta de que ya no lo tenía a la vista.
A mi alrededor, gente y perros iban y venían, pero Toby… Toby había desaparecido en cuestión de segundos. Me giré a tiempo para verlo, allá a unos metros, corriendo hacia otro perro y su dueño. Aquel hombre tenía una postura recta, elegante, y aunque intentaba mantener el control de su perro, no parecía tener mucha experiencia con correas.
—¡Toby, no! —grité, comenzando a correr en su dirección, pero fue inútil. Antes de que pudiera hacer algo, mi perro se lanzó juguetonamente hacia el suyo, con tanta fuerza que logró desestabilizarlo. Para cuando llegué, aquel hombre, con su traje impecable y mirada de sorpresa, ya estaba en el suelo, con Toby saltando felizmente a su alrededor como si de un gran logro se tratase.
—Lo siento tanto —dije, intentando atrapar a Toby mientras sentía mis mejillas arder de vergüenza—. Normalmente es un poco travieso, pero esto... esto ha sido extremo, incluso para él."
Por un momento, no pude evitar reírme. Toby no dejaba de saltar alrededor del hombre como si quisiera felicitarlo por caer al suelo. La escena era surrealista: aquel caballero de aspecto pulcro, de porte tan distinguido, ahora en el suelo de tierra, y Toby con la lengua fuera, feliz de la vida.
El hombre me miró con una expresión que parecía debatirse entre la sorpresa y la exasperación. Sin embargo, tras un instante, sus labios se curvaron levemente en una sonrisa, y pude ver cómo sus ojos se llenaban de una chispa de diversión.
—Perdón… —dije entre risas, acercándome a él y extendiendo mi mano para ayudarlo—. No suele hacer esto... bueno, al menos no tan drásticamente.
Él miró mi mano, levantando una ceja con una especie de dignidad natural, antes de rechazarla cortésmente con un pequeño gesto.
—Le agradezco la intención, señorita, pero puedo valerme por mí mismo —respondió, incorporándose con precisión y sacudiendo ligeramente su abrigo, aunque era evidente que el polvo se había adueñado de su elegancia por completo.
Me mordí el labio, entre divertida y algo avergonzada. Él se irguió de nuevo, con ese aire impecable a pesar de la caída, y volvió su atención hacia mí, con una sonrisa ahora más sincera.
—Diría que su amigo aquí tiene una fuerza admirable... aunque quizá algo más de disciplina no le vendría mal.
Reí suavemente, encogiéndome de hombros mientras intentaba calmar a Toby, quien seguía disfrutando del caos que había causado.
—Tiene razón. No parece que la obediencia sea su punto fuerte.
A pesar de su formalidad, había algo en su forma de mirarme que transmitía un encanto casi cálido, como si la situación absurda lo hubiera divertido más de lo que dejaba entrever.
—Déjeme decirle que no veo muchos caballeros con... —me interrumpí, intentando encontrar las palabras correctas sin parecer demasiado directa— …bueno, con ese estilo tan particular.
Él bajó la mirada hacia su propio atuendo, como si recién recordara lo que llevaba puesto. Su chaleco cuidadosamente abotonado, el reloj de bolsillo asomando, y el abrigo de corte impecable parecían extraídos de otra época.
—¿Extraño? —respondió, alzando una ceja mientras sus labios formaban una leve sonrisa—. A decir verdad, es más bien usted quien va… inesperadamente desaliñada —añadió, con una nota de humor disimulado.
Sonreí ante el ingenio de su respuesta, notando el modo en que su porte formal parecía disolverse ligeramente. Me sentí tentada a seguir con el juego.
—¿Y qué se supone que haría alguien como usted, vestido para otra época, en un parque común? —le pregunté, cruzándome de brazos con una sonrisa que no lograba contener.
Él la mantuvo un segundo, como si disfrutara de la pregunta tanto como de mi reacción, y luego simplemente sonrió, encogiéndose de hombros con ese aire de misterio que parecía tenerle muy cómodo.
—A veces, uno termina exactamente donde debe estar, sin importar el siglo, —respondió, sus palabras tan enigmáticas como su mirada.
Justo en ese momento, el perro del hombre comenzó a sacudirse con entusiasmo, reclamando atención. Me agaché para acariciarlo, sonriendo ante su expresión amistosa.
—¿Cómo se llama? —pregunté, rascándole detrás de las orejas.
El hombre, que hasta entonces me había parecido elegante y seguro, frunció ligeramente el ceño.
—No tengo la menor idea. No es… —hizo una pausa, como buscando las palabras correctas—. No es mío, exactamente.
Levanté la vista, algo desconcertada.
—¿No es tuyo? —reí, mientras el perro lamía mi mano—. ¿Entonces… qué haces aquí, con él?
Él suspiró, lanzándole una mirada severa al animal, que parecía no tener ninguna intención de acatarla.
—Digamos que es… un préstamo, por así decirlo. Un acuerdo temporal, de mutua conveniencia.
Su manera de hablar, tan formal y algo anticuada, despertó aún más mi curiosidad. Había algo en su tono que hacía que cada palabra sonara como si viniera de un libro. Me crucé de brazos, entretenida por el enigma.
—Eso suena muy… diplomático —le respondí, esbozando una sonrisa—. Suelo escuchar “estoy cuidando al perro de un amigo” o “me pidieron que lo paseara”, ya sabes, algo… menos ‘de época’.
Él entrecerró los ojos, con una expresión entre divertida e intrigada.
—Pues, señorita, algunas costumbres de nuestra época no son tan malas… aunque debo confesar que su interpretación no es incorrecta.
Asentí, divertida, sin dejar de acariciar al perro.
Mis pensamientos divagaban, cuestionando si este encuentro no se volvería aún más interesante. Este hombre, tan fuera de contexto, parecía intensamente cómodo en su aire misterioso, y por alguna razón, la mezcla de sus maneras y su ropa hacían que me sintiera como en otra época. Me encontraba cada vez más tentada a seguir la conversación con él.
Sonreí, sin poder evitarlo.
—¿Siempre hablas así? Porque, bueno… estamos en pleno siglo XXI, y la forma en la que te expresas es… —me detuve, buscando una palabra adecuada—… divertida. Pero es raro, en el mejor sentido.
Él inclinó levemente la cabeza, como si analizara mi comentario.
—¿Divertida, dices? —preguntó, alzando una ceja con una ligera sonrisa—. No esperaba que elocuencia y diversión fueran palabras cercanas en este tiempo. Aunque confieso que algunas expresiones modernas… me cuestan.
Antes de que pudiera contestar, su perro tiró suavemente de la correa y se sentó en el césped, jadeando visiblemente.
—Creo que tu compañero necesita agua —le dije, señalando con la cabeza hacia el perrito que estaba casi tumbado en el suelo, respirando con fuerza.
—¿Acaso intenta decirme algo? —murmuró él, observando al perro con una curiosidad casi ingenua.
Contuve una risa, divertida por su desconcierto.
—A la vuelta del parque hay una fuente de agua para ellos. —le indiqué—. Podrías llevarlo allí, si quieres que recupere un poco de energía.
Él me miró, entre agradecido y sorprendido.
—Muy amable de tu parte, señorita… —dijo, y por un segundo, pareció dudar si debía preguntar algo más o no.
Me encogí de hombros, con una sonrisa.
—Lo hago más por el perro que por ti, pero si quieres, te acompaño —le respondí, guiñando un ojo mientras comenzaba a caminar en dirección a la fuente.
Él comenzó a caminar a mi lado, manteniendo una ligera distancia, como si la cercanía con alguien que acababa de conocer fuera una cuestión seria de etiqueta.
—No he tenido el placer de saber tu nombre —dijo, mirándome de reojo, con ese aire de formalidad que ya parecía natural en él.
—Me llamo Isa, Isabella—respondí, observándolo con una sonrisa—. Y tú… ¿tienes un nombre, o prefieres que te llame 'Señor siglo XVI'?
Eso arrancó una sonrisa sutil en sus labios.
—Muy graciosa, mi nombre es Leopold Alexis Elijah Walker Thomas Gareth Mountbatten.—Hizo una pequeña inclinación de cabeza, como si fuera parte de una presentación ceremonial—. Un gusto, Isabella, un bello nombre tienes.
Reprimí una risita y asentí.
—¿Así que... ‘Leopold’? Bueno, sin incluir los otros cinco nombre más que tienes, suena igual de antiguo que el resto de tu estilo. Me gusta, combina contigo —bromeé.
Caminamos unos metros en silencio, pero él parecía pensativo, como si sopesara mis palabras.
—Me pregunto… —dijo al fin, mientras sus ojos paseaban por el parque— si la vida en el siglo XXI es tan diferente como parece a simple vista. La gente se viste de una manera curiosa, y pareciera que el tiempo es algo que siempre se escapa.
Lo miré, sorprendida.
—Supongo que sí. Todo va rápido, y no sé si realmente todos entendemos el valor de cada momento… O al menos de cómo lo entenderían en tu… época —le dije, dejándome llevar un poco por su manera de hablar—. Aunque pareces adaptarte bien, con todo y el traje.
Él me lanzó una mirada rápida, llena de esa mezcla de sorpresa e intriga que llevaba desde que nos conocimos.
—Intento hacerlo. Aunque, debo decir que algunas cosas del presente aún me confunden bastante.
Llegamos a la fuente de agua y señalé el bebedero para perros, donde su compañero de cuatro patas casi saltó de emoción, bebiendo de inmediato.
Leopold sonrió, agradecido.
—Aprecio tu compañía y ayuda, señorita Isabella. No sé si habría llegado aquí sin ella.
—Tranquilo, me aseguré de que sobrevivieras al siglo XXI —bromeé, guiñándole un ojo.
Cuando el perro de Leopold terminó de beber agua, me di cuenta de que el carrito de helados estaba a pocos pasos de nosotros. Una idea traviesa me cruzó la mente. Tomé a Leopold suavemente del brazo, sintiendo cómo se tensaba ligeramente ante el gesto, y lo guié con una sonrisa.
—¿Qué haces? —preguntó, un poco desconcertado, mirándome como si acabara de proponerle una locura.
—Te estoy llevando a vivir la experiencia completa del siglo XXI. —Lo miré divertida, soltando su brazo solo cuando llegamos frente al carrito de helados—. ¿Te gusta el helado?
Él me observó, curioso, y después miró el carrito, con sus colores brillantes y la fila de personas esperando su turno.
—Helado… si, he oído hablar de él, pero no estoy seguro de haberlo probado.
No pude contener una sonrisa. Había algo inexplicablemente tierno en su manera seria de observar todo, como si estuviera analizando los detalles con sumo cuidado.
—Entonces será una primera vez —respondí, emocionada. Mientras revisaba la lista de sabores, traté de contener una risa al imaginarlo probando helado por primera vez—. ¿Qué te parece… uno clásico, como vainilla? O podrías ser más aventurero y probar algo nuevo… aunque con tu estilo, la vainilla te quedaría bien.
Él arqueó una ceja y asintió.
—Lo que tú sugieras, señorita. Confío en tu buen criterio en estos asuntos.
Pedí un par de helados y le extendí uno a él. Leopold lo tomó, mirándolo como si le acabara de dar una pieza de arte extraña.
—¿Y ahora? —preguntó, sosteniéndolo con cierto recelo.
—Pues, ahora lo comes —me reí suavemente y le mostré cómo dar el primer mordisco.
Él siguió mi ejemplo, probando un poco de helado, y al instante su expresión cambió de sorpresa a una sonrisa genuina.
—Debo admitir que… esto está delicioso. Aunque también bastante frío —dijo, riendo casi a regañadientes, mientras el helado se derretía un poco en su mano.
Nos quedamos ahí, disfrutando de nuestros helados, y él parecía casi absorto en la simpleza del momento, como si estuviera en un mundo nuevo.
Leopold miró el helado en su mano, luego a mí, con una expresión de leve preocupación.
—Me temo que debería compensarte por esta experiencia… pero no tengo moneda alguna en mi posesión —dijo con tono serio, aunque se notaba su leve incomodidad.
Reí suavemente, sacudiendo la cabeza. —No te preocupes, va por cuenta de la casa. Considera el helado como un regalo.
Él asintió, agradecido, aunque parecía tomarse la falta de dinero más en serio de lo que imaginé. Aun así, retomamos el paso y comenzamos a caminar en dirección a la ciudad, cada uno con su helado en mano y sus perros avanzando a nuestro lado. Noté que el ruido de la ciudad parecía llamarle la atención cada vez más; sus ojos recorrían los edificios modernos, los vehículos y la gente como si fuera un espectáculo.
—¿Siempre está todo tan… activo? —preguntó finalmente, rompiendo el silencio.
—Sí, esta parte de la ciudad no descansa. —Lo miré, divertida—. Me imagino que debe ser muy diferente a lo que estás acostumbrado.
—Diría que es… excesivo —respondió, aunque sonrió levemente—. Aunque, admito que encuentro ciertos encantos en su caos.
Solté una risa y, sin darme cuenta, la conversación continuó hasta que nos acercábamos cada vez más a mi calle. Sus respuestas y observaciones, tan diferentes a las de cualquier persona que hubiera conocido, despertaban una curiosidad en mí difícil de ignorar. Y, a medida que avanzábamos, el camino de regreso a casa pareció acortarse más de lo que esperaba.
—Bueno, aquí estamos —dije, señalando mi edificio, con una leve mezcla de pesar y sorpresa por lo rápido que había pasado el tiempo.
Él se detuvo, mirándome con una expresión en la que pude ver el reflejo de aquella misma sorpresa. —Entonces, esta es tu morada… —dijo, como si el término “casa” fuera insuficiente para describirla.
Reí suavemente y asentí, manteniendo la puerta abierta. —Sí, aquí es donde vivo.
Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que él dio un paso hacia atrás con una ligera inclinación de cabeza. —Aprecio mucho tu… hospitalidad, y el curioso sabor del helado —dijo, mirándome—. Ha sido… realmente peculiar, gracias.
Me reí, sintiendo que lo que parecía un adiós formal escondía algo más.
—Ciertamente lo ha sido, Leopold —respondí, con una pequeña sonrisa—. Tal vez, si alguna vez te encuentras sin alguien que te explique las peculiaridades de este siglo, podríamos repetirlo.
Él pareció considerar mis palabras, y en su mirada, por un instante, vi algo de aquella chispa que había visto antes.
Justo cuando iba a hablar para despedirse, una figura apareció de la nada, casi como si hubiera salido del viento mismo. Una chica de cabello rubio, corto y liso, con una expresión entre preocupación y exasperación, corrió hacia nosotros. Parecía agitada, y al reconocer a Leopold, frunció el ceño.
—¡Leopold! Llevo un buen rato buscándote —dijo, con voz firme, cruzándose de brazos.
Él, sorprendido, alzó las cejas y le dedicó una leve reverencia. —Oh, mis disculpas. Me he… entretenido un poco más de lo que anticipaba.
La chica soltó un suspiro y lo miró con una mezcla de familiaridad y regaño que me hizo sentir como si estuviera presenciando algo privado. Suspiró otra vez, mirándome ahora con curiosidad, antes de volver a dirigir su atención a él.
—Por favor, no te alejes tanto la próxima vez —le dijo con un tono algo suave, pero con una mirada que dejaba claro que no era una simple petición.
Sentí una leve incomodidad, como si de repente hubiera irrumpido en una escena en la que no tenía lugar. La familiaridad con la que se hablaban y su postura protectora hacia él dejaron una impresión que no podía ignorar. ¿Sería… su novia? La idea hizo que una leve incomodidad se asentara en mi pecho, y de pronto, el momento se sintió como una despedida inevitable.
Leopold notó mi expresión y se volvió hacia mí, pareciendo un poco más reservado.
— Gracias nuevamente, Bella. Ha sido una tarde… inolvidable —dijo con una leve sonrisa, mirándome por un instante más largo de lo necesario antes de dar un paso hacia atrás.
Asentí, sonriendo con algo de nerviosismo, sin saber muy bien qué decir. —Claro, un placer haberte conocido, Leopold.
Con una última inclinación de cabeza, él se dio la vuelta y comenzó a caminar junto a la chica, quien seguía lanzándome miradas ocasionales. Al verlos alejarse, no pude evitar preguntarme si lo volvería a ver alguna vez.
Los observé mientras se alejaban, un poco desorientada y sin saber muy bien cómo sentirme al respecto. La puerta estaba a solo unos pasos, así que me giré para entrar en mi edificio, cuando escuché mi nombre resonando en el aire.
—¡Espera!
Volteé rápidamente y ahí estaba Leopold, con esa intensidad en sus ojos y una leve sonrisa en el rostro. Dio unos pasos hacia mí, ignorando a su acompañante que lo miraba con incredulidad, y se detuvo lo suficientemente cerca como para que nuestras miradas se encontraran de nuevo.
—¿Podrías anotarme tu dirección? —preguntó con esa voz tan particular, formal y a la vez suavemente intensa—. Sería un placer… saber más de ti. —Se inclinó ligeramente hacia mí y, con una sonrisa encantadora, añadió—: Porque no he encontrado en esta ciudad algo tan interesante como tú y.. me gustaria recompensarte por el helado.
La sinceridad en su mirada y ese comentario me hicieron sonreír, y cualquier duda que tuviera se desvaneció en el acto. Saqué un papel y buscando una lapicera en mi bolso, le di mi número, tratando de ignorar el latido acelerado de mi corazón.
—Quiero verte pronto, entonces —dije, mordiéndome un poco el labio mientras anotaba mi número y mi dirección en el papel.
Él sonrió, guardando el papel con cuidado. —Eso espero, sinceramente.
Al final, nos despedimos, y cuando me giré para entrar, no pude evitar sentir que todo acababa de dar un giro inesperado y maravilloso.
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okeutocalma · 1 month ago
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Brahms Heelshire * Capítulo um.
Leitor masculino.
Boys love.
É uma long-fic.
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Prezados leitores,
Permitam-me apresentar-me de forma sincera, reconhecendo os aspectos mais sombrios de minha personalidade. Sou alguém que carrega consigo a inquietude da inveja e a voracidade da ambição, sempre buscando ser o melhor em todas as áreas da vida.
Desde os primórdios de minha existência, cultivei a ânsia por alcançar a excelência e ser aclamado por todos. Contudo, quando outra pessoa supera minhas conquistas, sinto minha alma corroer-se pelo pecado da inveja, que me perturba profundamente, ainda que um sorriso falso se manifeste em meus lábios.
Apesar dessas características infelizes que carrego, guardo em meu íntimo um sonho que ilumina meus dias e me faz perseverar:
Eu sou um escritor sonhador, alguém que vive imerso em um mundo de palavras, histórias e personagens que só existem em minha mente. Anseio por ser reconhecido, por ver meus escritos ganhando vida nas páginas de um livro, mas ao mesmo tempo sinto um medo avassalador da exposição, da possibilidade de não ser compreendido e apreciado.
Por isso, me escondo atrás da tela do computador, criando e recriando universos que só eu conheço, esperando pacientemente o momento em que minhas palavras serão descobertas e apreciadas pelo mundo. Cada frase, cada linha escrita é um pedaço de mim, uma parte do meu ser que deseja ser compartilhada com os outros.
Tenho medo da rejeição, do fracasso e certamente isso me trouxe a este fim de mundo que estou no momento, mas ao mesmo tempo tenho uma imensa vontade de ser lido, de ver meu trabalho reverberando na mente e no coração daqueles que o lerem. Sonho com o dia em que serei reconhecido como um grande escritor, cujas ideias e emoções transbordam das páginas dos livros e tocam a alma dos leitores.
Enquanto isso, continuo a escrever, a me expressar através das palavras que fluem de mim de forma natural e pulsante, me mantendo atrás da tela, essa que me esconde daqueles que me procuram como se eu fosse um monstro.
Recentemente meu perfil foi descoberto, meu lugar seguro foi mostrado para aqueles que tomava coragem para me assumir, os meus pais. Fui expulso de casa, jogado na rua como se fosse apenas um saco de lixo.
No momento estou indo para um lugar que futuramente terei paz, me deitarei na minha cama sem me arrepender de meus sonhos e sem ter vergonha daquilo que sou. Não desistirei dos meus livros e quando finalmente tiver oportunidade para postar, estarei lançando novos capítulos.
Agradeço pela compreensão,
[Nome].
[...]
Após publicar o aviso, eu fechei o notebook e dirigi o olhar para a janela do carro observando as formas passarem lentamente à medida que o veículo se deslocava pela estrada. Um suspiro baixo deixou os lábios e voltei a guardar novamente o meu aparelho dentro da mochila.
Querendo ou não, ainda sentia uma dor em meu peito, não era tão forte como antes, quando escutei aquelas palavras, ameaças e pragas jogadas em mim. Me feriram como álcool em minhas feridas mais profundas e após uma enchurrada de merdas em minha vida, finalmente havia um pouco de sorte. Graças a ajuda de uma amiga, consegui chegar nesse finalzinho de mundo e no momento estava sendo levado em direção ao meu novo emprego.
Não seria algo muito difícil, afinal era cuidar de uma criança. Uma grande parte é atentada, mas também há as quietas, que me fazem repensar sobre minha vida e que talvez sejam um incentivo de adotar um.
Fui arrancado de meus pensamentos quando escutei batendo na janela, foquei meus olhos e pude ver o senhorzinho me olhando com um sorriso simpático nos lábios.
— Desculpe senhor. Eu não sabia como chamar sua atenção, te chamei e infelizmente não escutou. — Ele abaixou o banco do carro e eu desci do automóvel tendo minha bolsa em mãos. — Os Heelshire tiveram que sair e pediram desculpas, e pediram para esperar na sala de estar, levei sua outra bolsa para dentro.
— Parece que saiu de um livros — Comentei enquanto olhei a belíssima mansão antiga, era linda e devidamente sombria. Parecia que saiu diretamente de um conto de terror ou de vampiros. Foquei meus olhos na minha mochila desgastada e quando abri o zíper escutei as palavras.
— Não se preocupe, os Heelshire já cuidaram disso. — Ele falou e me virei para olhá-lo.
— Oh… entendo, então tudo bem. — acenei novamente dando um sorriso para o senhor — Agradeço por me acordar e por me trazer aqui.
Assim que me despedi comecei a caminhar até a enorme mansão tendo em mãos minha mochila. Estava abismado, totalmente apaixonado pelo local que iria trabalhar, mas no momento que empurrei a porta e pisei dentro do local, me senti observado.
Olhei para dentro da casa, os móveis antigos mas bem cuidados, a mansão era linda. A decoração clássica e elegante me encantou, cada detalhe parecia ter sido pensado com muito cuidado. Fiquei impressionada com a beleza e a grandiosidade daquele lugar, me sentindo-me privilegiado por ter a oportunidade de conhecer aquela bela mansão.
Pude ver minha bolsa em cima de uma poltrona e tudo que fiz foi colocar a mochila junto a bolsa, tirar meus tênis para não sujar nada na bela casa e comecei a caminhar casa adentro. Era como se tivesse sido transportada para outra época, onde o luxo e a sofisticação eram abundantes. A sensação de estar em um lugar tão imponente me deixou apaixonado, e me senti grato por ter a chance de explorar cada canto daquela casa.
Quando percebi que estava andando para mais fundo na casa, voltei para onde estavam minhas malas, pois as palavras do senhorzinho vieram em minha mente. Eu sabia que não deveria me afastar do que era familiar e seguro, e suas palavras me lembraram disso. Decidi voltar ao meu ponto de partida.
— Ooi?
Quando menos percebi já tinha saltado para um bom espaço de distância daquele ser. Era um homem jovem, estranho por assim dizer.
— Prazer, eu sou Malcolm, você deve ser “a nova babá” certo? — Ele perguntou fazendo aspas com as mãos. Acenei positivamente.
— Sim, sou [Nome].
— Eu sou o garoto da entrega, quer conversar na cozinha? Eu vou guardando as compras e enquanto esperamos os Heelshire?
Não vi motivos para negar tal proposta, então concordei e o mesmo guiou o caminho até a área até então desconhecida por mim.
[...]
Como um piscar de olhos, o tempo passou até com rapidez, conversamos enquanto lentamente guardei algumas coisas me lembrando de onde deveria colocar tal coisa. Infelizmente aquela sensação de está sendo observado não passou. Por mais que Malcolm estava comigo, eu podia sentir que não era ele.
E sem mesmo perceber a senhora tinha chegado e agora estava na sala conversando com a Heelshire.
— Você deve ser o cuidador. — A elegante velhinha falou comigo, seu tom era bastante sério e sua face estava dura. Ela me analisava, me observava de cima a baixo como se estivesse olhando algum tipo de ralé.
Não posso culpá-la, uma mulher rica e elegante frente a frente com alguém como eu. Roupas desgastadas, cabelos arrepiados, olheiras fundas e não posso negar que é bem provável que esteja pálido, já que não tenho uma refeição minimamente aceitável desde que fui expulso.
— Sim, sou [Nome].
A velhinha me levou para conhecer a casa - e ignorei totalmente o fato que estava fingindo não conhecer uma boa parte do térreo - quanto mais ela mostrava mais eu ficava encantado, a casa era realmente bela e encantadora.
— E seu filho? Onde está? — Questionei enquanto subimos a escada de madeira.
— Brahms está lá em cima, vamos apresentar você para ele. — ela disse me guiando. Assim que adentramos a sala, o velho senhor Heelshire saí da frente da poltrona e me permite ver o boneco. Tendo conhecido Malcolm alguns minutos antes do encontro, sua maneira de falar sobre o garoto dizia pelo menos que havia algo estranho nele, então já estava preparado para manter uma cara séria.
— Pelo visto você conheceu o famoso Brahms. — Malcolm fala sorridente e se aproxima.
— Ele é adorável.
— Claro que é, não é mesmo garotão? Trate eles bem, ambos vieram de longe pra conhecer você. — Ele comprimenta o boneco de cerâmica, se despede e depois saí.
Eu caminho até ele, me abaixei e o comprimento.
— Olá Brahms! É um prazer te conhecer! Espero que possamos ser bons amigos. — Pego a mão do boneco e o comprimento, depois me afasto.
Depois de conversar a sós com Brahms, eles me ensinaram o necessário e partiram, agarrando as malas e sumindo pelos portões da casa.
[...]
Brahms estava observando-o novamente através das paredes. Essa ação normalmente nunca o fazia se sentir sujo, mas... isso acontecia porque ele era diferente. Tudo nele era diferente. Ele tratava o boneco dele com muito cuidado e a comida que o homem fazia para ele era muito melhor do que a que sua mãe fazia para ele há anos.
Observar aquele belo ser sair do chuveiro e caminhar pelo quarto vestido apenas com uma toalha. Brahms ficou tenso, os olhos concentrados em cada movimento do dono dos fios [claros/escuros]. A maneira como seus pés descalços pisavam no carpete. Seu cabelo úmido caindo em mechas pelas costas. A curva de seus ombros nus e o rubor em seu rosto e peito. Ele é... lindo. O pobre Brahms nunca tinha visto alguém tão bonito antes.
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loveandife · 1 year ago
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“A vida é como um processo, cheia de transformações e ciclos, ela é como as estações do ano. Há momentos que enfrentamos dias ensolarados, há momentos que enfrentamos dias tempestuosos. Assim como o sol vem para todos, assim acontece com a chuva, porém devemos estamos preparados para os dias rudes. Diz a bíblia que há tempo para tudo, mas vivemos em um ritmo frenético e não percebemos a nossa condição e mergulhamos na fadiga espiritual ou na mais profunda depressão. Então vêm os dias maus, dias de tristezas, dias de grandes lutas. E quando esses dias baterem na porta do nosso coração é importante buscamos abrigo em um lugar seguro que é a presença de Deus. Os dias maus, as dificuldades se olhamos com os olhos da fé pode nos servir como degraus para crescemos espiritualmente, porque é nesse tempo que mais buscamos a face do SENHOR e Ele não negará a nossa busca e virá ao nosso socorro. Mas o que vem a ser o DIA MAU que tantos temem? Para muitos o dia mau, é um dia de luta, um dia de frustrações e perplexidades, um dia em que o inesperado acontece. Mas, o dia mau, vai muito além de uma luta natural, do dia-a-dia. O dia mau, é a prova da nossa fé. Quando ele chega, precisamos resistir em nossa fé em Cristo, honrando-o até o fim. Há pessoas que os seus dias maus será uma dor forte de cabeça, uma perda de um familiar ou um amor intenso, talvez bicho de estimação. Ou até mesmo um dia lutando contra os seus próprios pensamentos. É certo amigos, que dias maus sempre vão existir! Mais será que o dia “MAU” é tão ruim quanto pensamos? Cada pessoa tem sua conclusão de dias maus O que nunca devemos esquecer é que, mesmo quando passamos por um período muito difícil, podemos decidir qual será a nossa atitude, positiva ou negativa, perante uma determinada situação. É útil saber que é normal sentir-se preso e não saber que direção tomar diante de uma escolha ou de uma situação difícil, mas dar o primeiro passo é essencial, e ter consciência da situação em todos os seus aspectos, aceitando-a como ela é, isso é fundamental para enfrentá-la. Medo, desespero, estresse, falta de paciência são os fatores de não encontrarmos soluções para dias maus. Você de fato irá passar por esses dias, mais não se desespere tudo há uma solução, para Deus o impossível torna-se possível e não queira questionar sobre isso, apenas aceite os dias difíceis. Porque um dia difícil é como um dia em escuridão, existe ausência de luz, saiba iluminar nos dias das angústias e sofrimento e se apegue com Deus. Quando teus dias forem difíceis, clame ao nome do SENHOR e permita Ele segurar e te guiar para dias melhores.”
— Fred A. Lima
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cartasparaviolet · 8 months ago
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Eu sonhava em ser livre, mas quem sonha ainda não alcançou. Esqueci que a liberdade reside em mim, é um aspecto natural de nossa essência. Em termos de cocriação, é preciso ser para ter. Senti-me, então, como um pássaro de asas renovadas voando pleno sob o céu azul. A tão almejada soberania flutuando pelos quatro cantos de um mundo particular. E algo em minha estrutura notou a força dessa mudança.
@cartasparaviolet
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pauletteeree · 1 year ago
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CÓMO MANIFESTÉ MI APARIENCIA DESEADA (historia de éxito)⋆.ೃ࿔*:・🎐
POSDATA: esta historia es de @honeytonedhottie, asi que todo lo que leeras es de su cuenta, yo solo lo traduzco ૮ ˶ᵔ ᵕ ᵔ˶ ა
Así que manifestar mi apariencia deseada en su totalidad tomó aproximadamente 2 semanas, además esta publicación es bastante larga porque no estoy controlando nada, les estoy dando la historia completa, la primicia completa sobre cómo lo hice, así que aquí vamos…
Algunas cosas que recuerdo haber hecho fueron que, antes de irme a la cama, leía cómo era mi apariencia deseada (escribí una lista porque, como persona, me ENCANTA escribir cosas) y leía esa lista antes de acostarme, como fue un hecho.
O si no tenía la lista conmigo, cuando estaba en un estado similar al de dormir, hablaba conmigo mismo (sé que suena raro, pero es natural para mí, así que funcionó) y decía: "lo sé". de hecho lo soy (llene el espacio en blanco)" o "sé de hecho que tengo (llene el espacio en blanco)"
y simplemente me lo decía a mí mismo, o a veces cuando me duchaba, por cada parte de mi cuerpo que lavaba (la separaba en secciones) y por cada sección hablaba de un aspecto de mi apariencia. como si fuera el punto de vista de otra persona. Por ejemplo, parte de mi apariencia deseada era una diferencia en la textura del cabello, así que decía "Dios mío, el cabello de Honey es TAN largo y brillante". como si hablara a través del punto de vista de otra persona SOBRE mi apariencia, ya sea en un tono de admiración, envidia o indiferencia.
Incluso si no vi movimiento un par de veces o me desanimé, volví a lo que me parecía CORRECTO y eso es afirmativo para mí.
Tumblr media
Algunas declaraciones clave que utilicé:
Lo sé a ciencia cierta
Tengo exactamente la apariencia deseada porque soy Dios y lo dije.
Otra cosa que realmente me ayudó fue la visualización, vivía PURAMENTE en mi imaginación, completamente en mi cabeza. Yo era REAL Delulu. Tengo un tablero de visión en Pinterest que fue MUY útil para mí.
cuando vi cosas en 3D que no me agradaban, las ignoré por completo, y cuando te lo dije COMPLETAMENTE, descarté por completo cualquier cosa que no me gustara o que no me sentara bien.
Otro pequeño ejercicio que me gustaba hacer fue en realidad debido a un mal hábito. Así que tengo la mala costumbre de comprobar el 3D, pero lo usé a mi favor. Mi costumbre era que todas las mañanas lo primero que hacía era ir a mirarme al espejo. Cuando manifestaba mi apariencia deseada, lo que hacía era ir al espejo del baño y decirle a mi subconsciente lo que veo. Entonces mi lógica detrás de esto era que como el subconsciente no tenía ojos, podía decirle a mi subconsciente que tenía cabeza de unicornio y me creería 💀. Entonces hablaría con mi subconsciente y le contaría lo que vi. "Veo una calavera de ángel" "Veo pestañas muy largas" "Veo cabello hasta la cintura", etc., etc.
Fui hasta el final y DISFRUTÉ de ello. Moraleja de esta historia de manifestación:
Persistir independientemente de lo que experimentes con tus 5 sentidos.
El tiempo es una ilusión, así que olvídalo.
No te conformes con menos de lo que buscas.
Ve directo al final y báñate en él porque no puedes intentar ser algo que ya eres.
El fracaso no existe.
Aplicar.
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