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Un erudito privado que viajaba en el carruaje del emperador. Sobre el libro de Hans Blüher El papel del erotismo en la sociedad masculina (1917/19)
Por Bernd Nitzschke Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
¿Hans Blüher era alguie famoso o infame? En la segunda década del siglo XX es cierto que el público hablaba de Hans Blüher (nacido el 17 de febrero de 1888 y fallecido el 4 de febrero de 1955) como autor de una forma que apenas hoy en día es comprensible. Blüher, con su monografía sobre los Wandervögel (1912), hasta entonces un autor desconocido, se hizo con un nombre de la noche a la mañana. Blüher comentó más tarde su meteórico ascenso en su libro autobiográfico Werke und Tage confesando su orgullo: “De un plumazo me convertí en un hombre famoso y notorio, ya que desde entonces figuro en las enciclopedias públicas” (1953, 342). A veces, sin embargo, la fama de un autor se desvanece casi tan rápido como la tinta del papel en la que escribió. Y por eso hoy se busca a menudo en vano el nombre de Blüher en las enciclopedias populares.
Blüher había analizado la clandestinidad erótica de un movimiento juvenil originalmente puramente masculino – al que más tarde se unieron “chicas” (y que, en opinión de Blüher, era ya un signo del declive de este “movimiento”) – que provocó un gran escándalo. El impacto de sus escritos en la generación que antes y después de la Primera Guerra Mundial se sentía en gran medida “huérfana de un padre” fue extraordinario. Por ejemplo, Franz Werfel escribió al Blüher en 1915: “Debo confesarle, señor Hans Blüher, que sus escritos han sido un gran consuelo para mí en mi profundo agotamiento nervioso de hoy” (citado en Blüher 1953, 35). Y en una carta que Rilke escribió a Lou Andreas-Salomé en 1919, dice: “¿Conoce usted los libros de Hans Blüher? En su recién publicado segundo volumen de Die Rolle der Erotik in der männlichen Gesellschaft (Volumen 1: 1917; Volumen 2: 1919 - B. N.) hay algunas cosas maravillosas” (citado en Blüher 1953, 350).
En esta obra Blüher había retomado una idea central en su trilogía sobre los Wandervölgel y la había desarrollado hasta convertirla en un sistema: “El Wandervögel es un movimiento juvenil revolucionario que se dirige contra la cultura de los padres y el espíritu de su época en favor de un estado libre de la juventud. Puesto que no se trata de una asociación por conveniencia, sino de un movimiento apasionado de la juventud masculina, pero la pasión nunca se produce sin Eros, es también un ‘fenómeno erótico’” (Blüher 1953, 181). El poder del Eros invertido (Blüher rechazaba el uso del término “homosexualidad” porque le parecía que se refería demasiado a un comportamiento sexual explícito) era considerado por Blüher como fundamental para cualquier formación masculina de la comunidad y del Estado. Es la afirmación del Eros masculino lo que Blüher había experimentado como miembro de los Wandervögel y que más tarde quiso extender este problema como la base de cualquier – a en su opinión – afirmación de una cultura “masculina” superior e ideal.
Esta suposición se basaba en un motivo profundo: el arrebatador anhelo de tener un padre ideal, un anhelo que desde entonces ha vuelto ponerse de moda por muchas razones. En aquella época (como ahora), la búsqueda de padres ideales por parte de los hijos surgía de una decepción con el “amor paterno”. La generación descrita por Blüher era una juventud “desesperada por padres” (Blüher 51920, II, 21) y que tras el cambio de siglo se había esforzado de diversas maneras por encontrar nuevos padres y nuevos ideales. El camino, la llegada a este nuevo siglo, era el medio para llegar a la meta, tanto de la “izquierda” como de la “derecha”. Lo caduco se veía como podrido, putrefacto e inerte; la meta, la redención, parecía estar en el futuro y, sin embargo, a menudo era sólo una utopía retrospectiva proyectada hacia el futuro.
Los entusiastas del movimiento Wandervögel buscaban “héroes masculinos” que colmaran el deseo de encontrar modelos de conducta. El nuevo líder se imaginaba como un “padre mejor” (ibíd.). Sin embargo, dado que, siendo realistas, no puede haber mejores padres, sino sólo una mejor relación con el padre, esta búsqueda se basó desde el principio en una ilusión. Y, de hecho, los supuestos nuevos “padres” resultaron ser más tarde autoridades que debían su poder al abuso de los ideales proyectados sobre ellos. A lo largo de toda su vida Blüher siguió buscando figuras luminosas a las que honrar y admirar.
Blüher, de origen humilde, anhelaba lo sublime y exaltado, lo aristocrático, un emperador que se entronizara por encima de las disputas partidistas y los conflictos de intereses cotidianos, que a sus ojos eran mezquinos, sin perder de vista el panorama general. Blüher anhelaba la majestad. Reconoció esa figura luminosa en Guillermo II, que se contaba entre los entusiastas lectores de Blüher. Blüher describe con humor involuntario su encuentro con el emperador recién abdicado en su exilio de Holanda: “Me senté en el vagón central de la izquierda y el emperador alemán a mi lado, solo nosotros dos. Cada vez que pasábamos por un pueblo, los niños se paraban a vitorear en la cuneta y los campesinos nos saludaban con reverencia” (1953, 143).
Aparte de su existencia como admirador de la majestad de los soberanos, Blüher fue también un “erudito privado” (1953, 331) que intentó impulsar un renacimiento de los valores aristocráticos. Abrazó abiertamente convicciones antidemocráticas, antisocialistas, antisemitas y antifeministas. Y admitió abiertamente que siempre se había “sentido súbdito del rey de Prusia”. Porque “sólo esta relación política” – la del regente con el “súbdito” – “tiene sentido y dignidad para mí, mientras que no concedo la menor importancia a ser un ‘ciudadano libre’” (1953, 176). ¿Por qué esta añoranza por un gran hombre? ¿Por qué este desprecio por la democracia? Por eso: “(…) ‘el pueblo’, que últimamente se ha hecho tanto rogar, es una masa irracional con la que se puede hacer lo que se quiera; (…) si se le abofetea, sigue diciendo que en realidad se lo merece. Por eso siempre he opinado que sólo la pérdida de la monarquía fue grave (…); pero la pérdida de la monarquía resulta fatal, porque destruye el núcleo histórico de la nación. Lo imponderable que perece aquí ya no vuelve a crecer. Todo lo que viene después no es, pues, más que decadencia” (1953, 148).
Esta actitud de proyectar lo más alto y elevado en el pasado y querer recuperarlo en el futuro dio lugar a un peligroso desprecio por el presente, lo real, lo no ideal. Blüher evocó las virtudes tradicionales que parecían haberse perdido en el caos de los tiempos modernos: “(…) al fin y al cabo, otra cosa es que uno defienda su patria o abogue por vagas renovaciones de la humanidad. En aquella época (tras el final de la Primera Guerra Mundial, cuando Blüher dio una conferencia en Múnich sobre el Reich alemán, el judaísmo y el socialismo – B. N.) se reunieron a mi alrededor todos los jóvenes bien parecidos, la mayoría de uniforme, racial y personalmente excelentemente y destacados, mientras que en el lado opuesto se amontonaba toda la chusma de pelo largo y mal peinado, literatos con profundas miradas de humanidad, el tipo de desecho de la Alemania Libre que merodeaba por allí en aquella época: gente como Erich Mühsam (…)” (1953, 400).
Por extraño que pueda parecer, la actitud altiva, autoritaria-aristocrática de Blüher, que impregnaba tanto su entusiasmo por los Wandervögel como su teoría de la “sociedad masculina”, le impidió convertirse en partidario del “movimiento” nacionalsocialista después de 1933. Sin embargo, al principio le había atraído, ya que contenía muchos elementos de ese espíritu – por ejemplo, el desprecio de las masas como “femeninas” – que animaba a Blüher. También tenía una especie de relación de amor-odio con “los” judíos. Blüher opinaba que “los” judíos habían escindido el Eros del espíritu, por lo que este último se había perdido en las profundidades de la nada. El judaísmo, el librepensamiento, la literatura, en resumen, la modernidad, que había llevado a la destrucción de los valores conservadores que Blüher apreciaba y a la degradación de la razón convertida en un mero instrumento, eran sinónimos en según Blüher. Odiaba el “espíritu” libre, vagabundo y subversivo – supuestamente judío – que afirmaba que todo cambio enteramente positivo al mismo tiempo que admiraba muchos productos de ese mismo espíritu: “Mientras que en otros pueblos el espíritu ‘que se cierne sobre las aguas del diluvio primitivo’ está apasionadamente unido al amor (. …), en el judío tiene la tendencia casi patológica de alearse con el mero intelecto, lo que da lugar entonces a ese fatal ‘espíritu judío’ que tanto detestamos en la literatura judía” (1953, 92).
La retórica de Blüher, como la de muchos de sus contemporáneos, sobre las características “raciales” era poco racional y bastante áspera. Sin embargo, como ha demostrado Anna Bergmann (1992), el discurso sobre la “raza”, en el que también participaban los eugenistas de la época, no se limitaba en absoluto a los pensadores de “derechas”. Tampoco era sistemáticamente antimoderno. Al contrario: “(…) la figura del eugenista y socialista Alfred Grotjahn (1869-1931), o los movimientos de reforma sexual, emancipación femenina y medicina socialista proporcionan suficientes ejemplos de corrientes de izquierdas que combinaban la modernización social con las reivindicaciones eugenésicas. También el teórico marxista Karl Kautsky (1854-1938) proclamó en 1910 que la higiene racial hacia parte de la utopía socialista” (Bergmann 1992, 93). Y en ningún caso estos “primeros higienistas raciales y eugenistas (…) perseguían objetivos antisemitas; al contrario, bastantes de ellos eran judíos, y algunos se convirtieron más tarde en víctimas de la política racial nacionalsocialista. Este hecho ha permanecido en gran medida sin mencionar en la historiografía sobre la higiene racial y la eugenesia hasta la fecha” (1992, 58 y ss.).
Freud también utilizó ocasionalmente imágenes estereotipadas tomadas del discurso contemporáneo sobre las “razas” (cf. Gilman 1994). Y los políticos imperiales de la época también sabían utilizar este vocabulario. A principios del siglo XX, el presidente estadounidense Theodore Roosevelt justificó la guerra con las siguientes palabras: “La guerra más justificable es la guerra con los salvajes, aunque tiende a ser la más cruel e inhumana. Toda la humanidad civilizada está en deuda con el rudo colono que ha arrebatado la tierra a los salvajes (…). Americano e indio, bóer y zulú, cosaco y tártaro, neozelandés y maorí, en cada uno de estos casos el vencedor, por terribles que hayan sido sus hazañas, ha sentado las bases de la grandeza futura (…). Es de una importancia inconmensurable que América, Australia y Siberia sean arrebatadas de las manos de los aborígenes rojos, negros y amarillos y pasen a ser patrimonio de la raza dominante (léase: blanca - B. N.) del mundo” (citado en Rünzler 1995, 111).
No, Blüher no era el único que deliraba entonces con los “héroes masculinos”. En los “rudos colonos” de Norteamérica, que sabían combinar el robo de tierras con el genocidio y parecían defender las virtudes tradicionalmente masculinas frente a la civilización “feminizada” que se extendía por las ciudades del Este de EEUU, el “hombre heroico” de Blüher tenía un homólogo que – gracias a las numerosas películas de Hollywood sobre los “Western” – se convirtió en el modelo a seguir de varias generaciones de jóvenes. Los héroes de los Wandervögel, en cambio, eran más bien pálidas imágenes de este ideal pionero.
En el caso de Blüher, el discurso racista acabó combinándose con arrebatos antisemitas. No obstante, Blüher se mantuvo ambivalentemente apegado al estereotipo de “los” judíos. Por ejemplo, alababa “la belleza de las hijas de Israel” (1953, 165); pero se negaba a que una mujer judía fuera la madre de los hijos de un hombre “ario” porque creía que eso haría inferiores a las “razas puras”.
Las reacciones a la trilogía sobre los Wandervögel de Blüher también fueron confusas: Uno de los críticos, Georg Schmidt, preguntó si el propio Blüher era “judío”. Karl Wilke comentó en 1913: “¡Hay algo así como una lucha entre el germanismo y otra raza!”, y opinó que Blüher había manchado el honor de las ligas juveniles germánicas con su análisis de su clandestinidad erótica. Por este motivo, Wilke condenó la monografía de los Wandervögel: “Para nosotros, el libro de Blüher es un libro enfermo (…)”. (citado en Geuter 1994, 95). En 1920 Blüher fue incluso atacado en el Völkischer Beobachter como seductor de jóvenes para llevarlos a la homosexualidad (Geuter 1994, 171).
Blüher, por otra parte, ni veneraba al “Führer” en Hitler ni lo reconocía como un “héroe masculino”. Más bien, detestaba la actitud de Hitler como advenedizo, fascinado por las masas que lo admiraban, de modo que no podía dirigirlas soberanamente, como un emperador, como un espíritu que se cierne sobre las aguas, como un padre entronizado sobre el pueblo. Según Blüher, el autoproclamado “Führer” Hitler había usurpado el “poder del Estado” que por derecho sólo corresponde a un monarca de nacimiento. Y Blüher (1953, 40) despreciaba por completo a la chusma en la forma del movimiento nazi, ese “empuje desde abajo: la subraza germánica de tipo neanderthaloide”.
La época en la que escribió Blüher distaba mucho de ser unívoca. Los discursos se solapaban, las ideas se mezclaban: de autor a autor, de libro a libro, de compromiso a compromiso. Ernst Bergmann, por ejemplo, fue uno de los críticos más duros de Blüher, un autor reaccionario que intentó encasillar a Blüher en el ejército de los “médicos sexuales de la escuela freudiana” (1932, 287). Bergmann se equivocaba al hacer este juicio, porque Blüher no era ni médico ni psicoanalista, aunque ocasionalmente trabajara como consejero por su cuenta y practicara una forma de psicoanálisis “salvaje”. Bergmann atacó especialmente el respeto de Blüher por el Eros invertido. Pues “los hombres homosexuales deben ser tratados como enfermos mentales y excluidos de heredar su degeneración por infertilización (…) por razones de raza e higiene en el arte” (1932, 288). Y el juicio de Bergmann sobre la teoría de Blüher de la “sociedad masculina” fue: “Probablemente nunca se haya escrito un absurdo mayor sobre el origen sexual del Estado” (1932, 285). “Libros como La sociedad masculina pueden escribirse, imprimirse y leerse hoy, en la época de la ilustración higiénica, del deporte, de la biología, del movimiento femenino, del movimiento juvenil, de los Días de la Madre, de las Semanas de la Salud del Reich, en el ‘Siglo del Niño’. Toda la ‘Sociedad masculina’ de Blüher es una gran vergüenza” (…) (1932, 289). Por ello, Johann Plenge llegó a escribir en 1920 un libro titulado Antiblüher. Affenbund oder Männerbund.
Antes de que la monografía de los Wandervögel atrajera a tantas mentes y convirtiera a Blüher en un escritor conocido – razón por la que a partir de entonces pudo permitirse vivir como escritor-filósofo –, sólo la esperanza de figuras masculinas luminosas había mantenido a Blüher a flote. Más tarde, sin embargo, Blüher se comparó con Kant y creyó que con su libro El eje de la naturaleza (Blüher 1949) había iniciado un giro en el pensamiento similar al de Kant con la Crítica de la razón pura (cf. Blüher 1953, 130 y ss.). Antes de ser descubierto como un autor ligado a los Wandervögel, sin embargo, sólo había sido un estudiante sin título que luchaba por ganarse la vida. Su padre le había persuadido en repetidas ocasiones para que se dedicara por fin a una profesión que le permitiera ganarse el sustento. Y: “La idea de que pudiera estar condenado a llevar una vida de hambre en habitaciones amuebladas como un bohemio (…) me resultaba casi insoportable” (Blüher 1953, 327).
Sin la reputación que Blüher se había ganado gracias a su trilogía sobre los Wandervögel, y sin la fama que le proporcionó, probablemente se habría convertido en lo que tanto despreciaba: un “literato” que vivía cerca de las alcantarillas mirando a los grandes hombres que pasaban por allí y siempre en peligro de acabar definitivamente en la cuneta.
Freud fue uno de los muchos que elogiaron el talento de Blüher como escritor. El 10 de julio de 1912 escribió a Blüher: “Sin duda, usted tiene una inteligencia penetrante, es un excelente observador y un hombre valiente y sin inhibiciones. Lo que he leído de usted es mucho más inteligente que la mayor parte de la literatura homosexual y más correcto que la mayor parte de la literatura médica (…). Además, me alegra saber que usted no se cuenta entre los invertidos, pues he visto poco bueno de ellos” (citado en Neubauer 1996, 138 y ss.). Blüher había enviado a Freud el manuscrito del tercer volumen del análisis de los Wandervögel. Y Freud le había respondido. Sí, incluso quería ayudar a Blüher a encontrar un editor. Blüher vio esto como una confirmación de su logro como autor por parte de Freud y, como escribió a un confidente, sintió que este reconocimiento le daba las armas para la confrontación con los críticos de sus tesis sobre los Wandervögel (Geuter 1994, 80).
A pesar de todo el reconocimiento por parte de autores cosmopolitas, Blüher siguió siendo un joven intelectual durante toda su vida. Se mantuvo en la pose de alumno de gramática surgido de un centro educativo prusiano en medio del bosque y cuya rebeldía se limitaba a iluminar neorrománticamente los ideales autoritarios de sus profesores al resplandor de las hogueras. Aunque Blüher adoptó “una actitud rebelde, el contenido de esta actitud” permaneció en gran medida arraigado en los viejos valores (Jungmann 1936, 704 – citado en Geuter 1994, 77). Compartía la inclinación de Schiller por los ideales. Seis años después de abandonar la escuela Blüher informa – utilizando una comparación un tanto inapropiada – de que escribió a su raptor (1953, 32). Blüher se refería a su trilogía sobre los Wandervögel.
Blüher se aferró durante toda su vida a la convicción de “que los Wandervögel estaban sometidos a la ley de la ‘sociedad masculina’ y que ésta, a su vez, era un producto y una forma de vida del antiguo Eros masculino” (1953, 37). En otras palabras, nunca pudo liberarse de su miedo a un encuentro más profundo e inestable con el otro, lo femenino, el sexo ajeno. Al igual que Weininger (cf. Nitzschke 1980), a quien se refirió en repetidas ocasiones, Blüher sufría una obsesión: podía convertirse en un perpetrador, un violador, un maltratador si se acercaba a una mujer, a menos que se convirtiera en su “víctima”, su sujeto. Así que Blüher encontró seguridad y consuelo en la defensa frontal: “Lo femenino es idéntico al deseo (reprimido) de ser violado” como dice en uno de sus escritos (1953, 305). Con ello, Blüher probablemente se refería a lo “femenino” en sí mismo, de lo que no se atrevía a tomar conciencia.
Cuando Blüher se enamora por primera vez, lo hace de un compañero de colegio, un chico judío llamado Israel (1953, 87 y ss.). El Eros varonil de Blüher se dirige hacia Israel. Al mismo tiempo, concentra su odio y desprecio en otro compañero de colegio, también judío. Con él había compartido opiniones que le desagradaban profundamente: a saber, que “la ‘llamada muerte heroica’ no se diferencia en nada de un accidente en tranvía” (1953, 93). Esto era demasiado para el joven Blüher, que al menos en su caso quería aferrarse al sentido de lo sin sentido, es decir, al héroe: el “héroe” muere por lo “grande”, lo “bueno” y lo “ideal”. Y eso es algo bueno: la elevación de la muerte sin sentido a una muerte con sentido, a una muerte heroica se corresponde con el desprecio que Blüher siente por la existencia desdeñosa del hombre medio, por la gente que no está dispuesta a poner su vida al servicio de una causa superior, de una vocación; que no quiere morir en una misión. Blüher – como todo gañán y filisteo – no sólo necesitaba héroes a los que admirar, sino también antihéroes a los que despreciar.
“Pero los años que van de los catorce a los veinte, que para la mayoría de la gente están llenos de devaneos completamente inútiles con el sexo femenino, estuvieron dedicados en mi vida al amor a los chicos y a los amigos, es decir, a un erotismo muy sustancial, al que el movimiento juvenil y los Wandervögel deben su existencia” (Blüher 1953, 90). La afirmación de este erotismo es el secreto de toda “sociedad masculina” que debía organizarse como baluarte contra dos peligros: contra el retroceso de los hombres al nivel inculto del vientre materno (la sociedad “femenina” en la que los hombres se afeminan); y contra el progreso hacia la modernidad, en el curso de la cual la diferencia entre los sexos se nivelaría y las mujeres se convertirían en hombres. Pero este era el objetivo de Weininger, que se creía el verdadero defensor de la emancipación de la mujer: la abolición de la diferencia entre los sexos en favor de un ascetismo afirmado y practicado por ambos sexos, que debería ir de la mano de la masculinización de la mujer. Blüher, por el contrario, afirmaba la diferencia de los sexos organizada según la concepción tradicional de los roles y se describía a sí mismo como antifeminista (cf. Blüher 1915; 1916).
El hombre es una gota en el océano llamado mujer. Puedes quemarte el “dedo” con ello. De modo que los “héroes masculinos” se libran de este destino: mantienen las distancias con las mujeres y permanecen en “compañía de hombres”. Utilizando palabras prestadas de otro “antifeminista” Blüher advierte del abismo llamado la mujer, al que sólo se puede aproximar con extrema precaución, equipado únicamente con cuerdas y garfios: “La mujer es ‘llenada’ por el hombre porque ella lo vacía; nosotros llenamos a las mujeres porque estamos llenos. Al final, la mujer es un agujero. Siempre ronda el miedo a quedarse insatisfecha y caer en ese agujero de aburrimiento que es un pozo sin fondo. Por eso quiere tener un hombre para siempre y por eso hace esa desastrosa pretensión de totalidad que hace tan ridículo al hombre cuando se doblega” (1953, 314).
Que hay hombres “femeninos” que pueden ser incluso peores que las mujeres fue algo que Blüher también tuvo que experimentar dolorosamente, porque había dado un “grave paso en falso” (1953, 330 y ss.). Para conseguir un prólogo para la monografía sobre los Wandervögel había ido a conocer al sexólogo Magnus Hirschfeld (sobre su vida y obra, véase Herzer 1992). Blüher había publicado un artículo sobre el problema de la homosexualidad en el Jahrbuch für sexuelle Zwischenstufen de Hirschfeld en 1913, antes de volver a enemistarse más tarde con Hirschfeld, en parte porque este artículo sólo se había publicado cambiando varios parrafos. Hirschfeld defendía una teoría de la homosexualidad que disgustaba a Blüher. Según esta teoría había transiciones fluidas entre los sexos, es decir, “estadios intermedios”, mientras que Blüher quería ver lo masculino y lo femenino claramente separados. Pero, sobre todo, Blüher no quería que sus “héroes masculinos” homosexuales e idealizados fueran etiquetados como representantes “intermedios” feminizados. Blüher veía la masculinidad como una esencia fundamental que permanecía independiente de la elección de una pareja amorosa heterosexual u homosexual, mientras que Hirschfeld defendía el concepto de androginia (masculinidad y feminidad en una misma persona). Blüher era, por lo tanto, partidario de la teoría de la bisexualidad, según la cual es posible elegir un objeto sexual del propio género o de otro sin que la identidad de género masculina o femenina esté en discusión. En relación con los hombres, esto significa que la elección de alguien del mismo sexo como tal no permite concluir que la persona en cuestión deba ser poco masculina o incluso neurótica.
Esta es una tesis central que Blüher defiende en su libro sobre La sociedad masculina (1917-19): puede haber homosexuales neuróticos, pero no todos los homosexuales son neuróticos. La homosexualidad como tal es completamente normal, expresión de una parte del erotismo humano que siempre ha contribuido a la construcción de las instituciones culturales, incluida la construcción del “Estado”. El ostracismo social y la consiguiente represión forzada del erotismo homosexual tienen un efecto patógeno, afirma Blüher. De este modo, también contradice a Freud, que veía la elección por la homosexualidad en los niños como un estadio intermedio normal del desarrollo, pero en los adultos como patológica, es decir, como una fijación del estadio infantil del desarrollo (o como una regresión a este estadio), mientras que veía la elección de la heterosexualidad como un componente del desarrollo exitoso hacia la “madurez”.
Blüher representa un punto de vista ilustrado y progresista con su actitud libre de prejuicios y de aceptación del Eros del mismo sexo. Coincide con Hirschfeld en que el deseo homosexual es innato, pero – según Blüher – en todas las personas, no sólo en las que – según Hirschfeld – pertenecen a los llamados “estadios intermedios”. Blüher comparte la opinión de Freud de que el deseo entre personas del mismo sexo es normal; sin embargo, a diferencia de Freud, cree que esto se aplica no sólo durante una fase infantil del desarrollo, sino durante toda la vida. Freud describe la diferencia entre su punto de vista y el de Blüher en una carta a Blüher fechada el 10 de julio de 1912 de la siguiente manera: “La diferencia teórica entre nosotros realmente ya no es grande. Pero creo que al considerar la relación de la inversión con la impotencia frente a la mujer usted se vería obligado a modificar su apreciación de la inversión. No puedo tomarla con total normalidad, ya que la pieza de la inhibición del desarrollo puede demostrarse fácilmente en sus condiciones” (Freud – citado en Blüher 1984, 59).
En una carta a Werner Achelis del 30 de enero de 1927, escrita años más tarde, Freud profundizo en sus diferencias con Blüher: “(…) dos mundos que permanecen separados por un abismo que no se puede salvarse” (Freud 1980, 389). Este distanciamiento también tenía que ver con el hecho de que Blüher entretanto había lanzado comentarios antisemitas contra Freud: “Los judíos a menudo producen grandes eruditos que hacen importantes descubrimientos (…). Un ejemplo de tales descubrimientos es el judío Sigmund Freud. Es certero y de un gran calibre, pero tan pronto como aborda el fenómeno del amor, su carácter básico corruptor (puramente materialismo) se hace innegablemente evidente. Estas corrientes de pensamiento sólo se vuelven fructíferas cuando pasan por un cerebro alemán capaz de resistir sus orígenes traicioneros” (Blüher 1922, 23s.). Y en una carta de 1923, que escribió a Erich Leyens, miembro judío del movimiento juvenil, Freud también condenó firmemente a Blüher. Ahora lo contaba entre esas “corrientes ‘espirituales’ en Alemania” contra las que no valía la pena luchar, porque “las psicosis populares son inmunes a los argumentos (…). Blüher es uno de los profetas de este tiempo que se ha descarrilado. Ciertamente no es el más respetable de ellos en su parte analítica. No tiene nada que ver con la ciencia analítica (…). Por qué no te vuelves hacia las cosas que pueden elevar al judío por encima de todas estas locuras y ¡no te ofendas por este consejo, que es el reflejo de una larga vida! No te impongas frente a los alemanes” (Freud citado en Neubauer 1996, 131).
Las opiniones de Freud sobre la homosexualidad sólo fueron criticadas parcialmente por Blüher. Por encima de todo, quería que el más masculino de todos los hombres, el “héroe masculino”, es decir, la figura paterna que con tanto anhelo caracterizaba, se liberara del estigma de ser un neurótico fijado en una etapa infantil de desarrollo. El héroe no debe estar “enfermo” en ningún caso; debe estar “sano”. ¿De qué otro modo podría encarnar un ideal? “La leyenda del héroe sin motivos que sólo lucha por el bien y no tiene segundas intenciones recorre todas las naciones. Estos hijos de los dioses son los favoritos de los hombres colocados en los cielos” dice Blüher idealizándolos (1917, 246 – Capítulo VII: La imagen del héroe).
Blüher se opone por tanto a Freud, cuyo punto de vista exigiría una corrección del ideal de los “hijos de los dioses”: “Freud cree, por lo tanto, que existe una patogénesis de la homosexualidad en forma incondicional. Pero no puedo aceptarlo para este tipo, el héroe masculino; habría que decir entonces con el mismo derecho: existe también una patogénesis de la heterosexualidad; en todo caso, la ontogénesis de ambos es completamente la misma. Cuando Freud dice que la inhibición del desarrollo puede demostrarse fácilmente en los invertidos, bien puedo entenderlo en el sentido de su teoría sexual: que el joven no puede hacer frente a la oscilación entre los dos sexos que se instala después de la pubertad y la falta de la meta sexual normal (en Freud: ¡el objeto sexual! - B. N.) que es la mujer y por eso invierte (…). Pero, que yo sepa, todavía no se ha encontrado un punto de inhibición de validez general (…). Por lo tanto, por el momento no se puede hablar de una patología fundamental de la inversión, sino a lo sumo (y con razón) de una parcial” (Blüher 1924, 59s.).
La patología de la inversión no es “fundamental”; sólo puede existir “parcialmente”. Y, por lo tanto, no puede ni debe interpretarse de forma fundamentalmente distinta a los heterosexuales. En ambos casos existen procesos de desarrollo sanos. Por lo tanto, la homosexualidad en sí no es una enfermedad: “Los médicos (léase Freud – B. N.) no entienden nada al respecto (…). Pero la razón por la que declaro que la literatura médica al respecto (sobre el Eros del mismo sexo – B. N.) es inferior es que los médicos sólo han visto los casos que estaban enfermos. Por supuesto que existe tal cosa. Los que no dicen sí a la naturaleza enferman (…). Pero no es un punto de vista defendible analizar un fenómeno a partir de sus casos patológicos y tomar la mayoría estadística como la ‘norma’” (Blüher 1953, 91).
Este juicio revela una peculiaridad de Blüher que le obliga repetidamente a combinar lo que está bien con lo que está mal de tal manera que el resultado final son posturas reaccionarias: Blüher es tolerante con el amor entre personas del mismo sexo y, sin embargo, sigue siendo intolerante con lo que él (con otros convencionalistas) clasifica como “enfermo”. Sus “héroes masculinos” no deben estar “enfermos”. Tienen que estar “sanos” de una manera especial. Y eso les convierte de nuevo en enfermos de un modo especial: padecen – como Blüher – la enfermedad de la idealidad. Esta enfermedad es peligrosa porque aparece como salud y porque convierte fácilmente a los entusiastas en bestias que tienen que destruir lo que no quieren ser: los “enfermos”. Se separan de los “enfermos” porque son incapaces de reconciliarse con las debilidades propias y ajenas.
Para Blüher – a diferencia de Freud – sólo existen opuestos rígidos (ideales). El hecho de que “enfermo” y “sano” sean definiciones convencionales, es decir, opuestos que se corresponden poco con la realidad, que consiste en gradaciones y “estadios intermedios” y que, por lo tanto, no puede haber nadie que no sea una cosa o la otra – sano y enfermo, hombre y mujer – varias veces al día es algo en lo que Blüher no quiere pensar. Por eso trata a los “sanos” con respeto y a los “enfermos” con desprecio. Y así describe también una visita al “Club de los Degenerados” como Blüher llamaba a la sociedad dentro de la casa de Hirschfeld. Allí se encuentra con gente variopinta más allá de los límites rígidamente definidos. Ve travestis, incluso un “suboficial” vestido “de mujer” (Blüher 1953, 333s.). Esta sociedad no se corresponde con la refinada sociedad aristocrática a la que Blüher considera pertenecer. Se aparta de este lugar horrorizado y asqueado.
Apenas unas páginas antes de esta descripción de los “degenerados” reunidos en casa de Hirschfeld, Blüher describe en sus memorias otro círculo, al que le hubiera gustado pertenecer, pero al que se le negó el acceso: el "Club de Hombres Alemanes” de Heinrich von Gleichen. “Todas mis actitudes coincidían con las de esta organización social alemana de alto rango, que representaba un punto de vista conservador. A ella perteneció el verdadero florecimiento del germanismo en aquella época entre las dos guerras mundiales. Hindenburg socializaba allí al igual que la nobleza de Brandeburgo y la industria de Alemania Occidental; miembros de la familia real, altos dignatarios católicos, abades de las famosas abadías benedictinas, incluso clérigos protestantes eran invitados o miembros habituales; el posterior Canciller del Reich v. Papen surgió de este círculo (…). Las fiestas fundacionales anuales del club reunían a la élite alemana (…). Las mujeres no eran admitidas, por lo que realmente era el ‘Estado’ el que pensaba y actuaba aquí. Después de todo, yo tenía algún mérito en este club de caballeros alemanes. Sin embargo, no me fue posible ingresar (…). Debo confesar que a menudo me sentía bastante amargado por ello” (1953, 328s.).
Blüher no quería encontrar un lugar en el “Club de los Degenerados” y no pudo encontrarlo en el “Club de los Hombres Alemanes”. La amargura de Blüher era comprensible. Y también es comprensible que no dirigiera su odio a sí mismo – que no hacía sino intensificarse por el rechazo, el insulto – contra los ideales (los idealizados), sino contra los no ideales, de los que no quería tratar bajo ningún concepto. Por eso Blüher se distanció explícitamente de aquellos a los que la alta sociedad le encasillaba en secreto. Al menos quedaba abierta una salida: el camino hacia el mundo de las fantasías literario-filosóficas, mundo en el que podría crear su propia sociedad aristocrática, la “sociedad masculina”. Aquí, “la nobleza (…) no está ahí por estatuto, sino que viene dada por la naturaleza” (1919, 222).
Entonces, ¿cuál es la esencia de la sociedad ideal que lleva la etiqueta aristocrática de los Männerbund? En la unión de los puros no hay mujeres. Esta pureza se debe a la exclusión de lo impuro. Evidentemente, se trata de una comunidad que no vive en el pecado de la diferencia. Por lo tanto, el concepto de pureza presupone la diferencia, que debe ser destruida. La destrucción hace posible la pureza. Así es como triunfa la pureza. Así es como el bien triunfa sobre el mal. Así es como el bien vive de la destrucción del mal. No hay cielo sin infierno en la tierra. Y no hay amor en la tierra sin odio, ni espíritu sin carne, ni cuerpo sin sudor. Así que no puede haber amor por el cuerpo en la tierra sin amor por el olor corporal. El amor sin olor, esa es la ficción de los puros que no pueden olerse el uno al otro.
El filisteísmo que se difunde como cosmopolitismo ideal se nutre de la proyección del odio a sí mismo y del deseo de destruir lo “impuro”. “El oscurantismo es el peligro de todas las épocas cuyo deseo es lo absoluto” (Thomas Mann 1923). Blüher lo sabe muy bien: que no puede haber actos sin motivo, “puros”. “No se dan actos de razón pura (…)”, escribe. Así que tampoco puede haber una moral desinteresada. Habría que partir de la “imposibilidad de acciones no egoístas” (1917, 241). Sin embargo, la humanidad siempre ha deseado representantes de actos no egoístas, es decir, héroes fantaseados que actúan por motivos no egoístas. Serían figuras ideales, semidioses, héroes, como los “héroes masculinos” de Blüher.
La figura del héroe es la realización fantaseada de un deseo. Blüher también lo sabe: la “fantasía del héroe es una fantasía religiosa” (1917, 242). El anhelo de héroes surge de una necesidad infantil. El héroe nace de una fantasía infantil. El fantaseador, que desea ser otro de lo que es (por el momento) se fantasea a sí mismo (por el momento) como un héroe. Este héroe es el niño que tiene que liberarse “de la suave y sensual relación con su madre”. Quiere crecer. Para ello tiene que prescindir de su madre. Para este proceso de desprendimiento necesita de un guía, un modelo, una figura ideal en la que apoyarse; a la que recurrir para sobrellevar el dolor de la separación.
Por eso, en el momento del desprendimiento y la transición, el hijo busca un hombre al que admirar, un padre con el que identificarse. El anhelo del hijo heroico que quiere convertirse en hombre no es otro que una figura paterna: “Bajo la impresión de este amor, los niños ya son capaces de acciones grandiosas y se ven obligados a ser lo más valientes y capaces posibles” (Blüher 1917, 242). El “mecanismo típico es: uno quiere ser amado por el héroe y por eso realiza actos ‘desinteresados’” (1917, 246).
Este amor del niño por el hombre paternal retorna en el enamoramiento reverente del joven, en la humildad erótica del dirigido, en la voluntad de someterse a un líder. En la fusión fantaseada con este héroe-líder las acciones sin “yo” se hacen posibles porque el entusiasta realmente renuncia a su yo. Lo entrega al líder y toma de él la medida del bien y del mal, de lo sano y de lo enfermo, de lo puro y de lo impuro.
No se puede descartar que Freud también se inspirara en los trabajos de Blüher sobre la “sociedad masculina” (1917/19) cuando escribió Psicología de las masas y análisis del yo (1921). Blüher (1924) también elogió explícitamente el principio del líder más adelante. Freud, en cambio, se quedó en el análisis de los deseos correspondientes y no siguió los raptos pseudoreligiosos de Blüher que tenían mayor alcance. Analizó la enfermedad de la idealidad, que va unida a la voluntad de sacrificarse (y convertir a los demás en víctimas) a partir de dos alianzas masculinas clásicas. Utilizando el ejemplo del ejército y de la iglesia (católica) Freud mostró cómo las necesidades infantiles de dependencia y redención conducen a la identificación con los líderes y a la obediencia incondicional.
Thomas Mann (1922) también leyó a Blüher. Mann coincidió en gran medida con su elogio de la “sociedad masculina”: “En este contexto, que sigue siendo un contexto político, me atreveré a hablar con toda la cautela y reverencia debidas de la esfera emocional especial (…. ): me refiero a esa zona del erotismo en la que la ley universalmente creída de la polaridad de los sexos demuestra haber sido eliminada, haber caducado, y en la que vemos lo semejante con lo semejante, la masculinidad madura unida a la juventud que mira hacia arriba, en la que puede idolatrar un sueño de sí misma, o la masculinidad joven unida a su imagen en apasionada comunión” (1922, 47). Sin embargo, Thomas Mann intentó proteger la alianza masculina homoerótica de las aspiraciones reaccionarias. Refiriéndose implícitamente a Blüher escribió: “El Eros como estadista, incluso como creador del Estado, es una idea que nos es familiar desde tiempos inmemoriales y que ha sido ingeniosamente propagada de nuevo en nuestros días; pero querer hacer de la restauración monárquica su causa y punto de partido es básicamente un disparate. Más bien, la república es su fuerte (…)” (1922, 48).
Según Blüher, el Männerbund surgió originalmente en oposición a la mujer-madre. Por tanto, el Männerbund de Blüher también puede entenderse como un baluarte contra los miedos y los deseos: contra el retorno de la feminidad reprimida del hijo y como protección contra el deseo del hijo de volver a la madre (a la mujer como madre). Visto así, el Männerbund sería una organización defensiva dirigida contra la regresión. Es la alianza masculina que mantienen a raya los deseos que (podrían) despertar en el hombre en cuanto se involucra en una relación (demasiado) estrecha con una mujer. En este caso, el hombre podría perder la masculinidad que tanto le ha costado conseguir, su existencia heroica, y querer volver a ser un niño. Así que ahora hay que defenderlo con la guerra. Así pues, Blüher no se defiende en realidad contra la mujer, sino contra los deseos de regresión que percibe en sí mismo cuando piensa que hay que mantener a las mujeres a distancia para seguir siendo un hombre.
Blüher sabe de lo que habla cuando se refiere a las mujeres: “Los que están en unión no pueden hundirse: todos se dejan llevar por esta confianza. Pero, ¿cómo se ha hundido el hombre más fácilmente (…)? ¿Dónde han estado sus peligros más amargos? Con su amada enemiga mortal, la mujer. ¡Ay del hombre que se enamoró de una mujer! ¡Ay de la cultura que se abandonó a la mujer! Es justo y natural que la mujer se rinda, pero el hombre que se rinde está perdido (…). La mujer se esfuerza siempre por poseer completamente al hombre. Esa trampa hacia la nada que se esconde en un lugar secreto muy bien guardado de su ser y que exige un sacrificio. Así es como la mayoría de los hombres son destruidos por sus esposas. Por compasión y deseo de ayudar, no quieren tolerar el hambre noble que hace tan deliciosa a la mujer y quieren satisfacerla. ¿Ha conseguido algún hombre hacer esto sin estropearse a sí mismo?” (Blüher 1919, 221).
El miedo a la regresión obliga al hombre a convertirse en héroe. Como héroe, el hombre es entonces – aparentemente – un hombre que puede arrojarse a cualquier abismo sin perderse a sí mismo. Como héroe, el hombre preserva su identidad en la lucha contra todo monstruo creado por la fantasía; es más, gana su identidad de héroe precisamente en esta lucha.
Leamos, pues, la obra de Blüher sobre el papel del erotismo en la sociedad masculina con un corazón compasivo. Porque detrás de la homosexualidad que rodea a los “héroes masculinos” de Blüher podemos reconocer un miedo que es inherente a todos los hombres (y de ninguna manera sólo a los hombres). Leamos, pues, el libro de Blüher con la mente alerta. Porque sólo el miedo (auto)reconocido, comprendido y aceptado nos impide reaccionar de forma violenta en nombre de los ideales.
La necesidad de disolución orgiástica de los límites y el horror simultáneo a la ruptura de los límites – de la “nada” en la mujer – exige coordenadas, estrellas fijas en el firmamento de nuestra imaginación: el Estado, el líder, el “héroe masculino”, son tales estrellas fijas, garantes de los límites de nuestro ego, que hemos interiorizado gracias al hierro y que queremos mantener mediante la disciplina. Es por ello que reaccionamos con rabia asesina contra todo y contra todos los que atacan esta coraza; muerte todos los que se hacen la vida “fácil”. Y por eso adoramos al líder que nos ayuda a experimentar la embriagadora disolución de los límites manteniendo la dura coraza. Esta es la pieza de “arte” del líder, que simultáneamente disuelve y refuerza los límites del ego de los liderados. Stefan George (1934, 9) elogió al Führer con las siguientes palabras que parecían un himno:
Tú que nos liberaste de la agonía de la dualidad Nos trajiste la fusión hecha carne Uno y diferente a la vez: embriaguez y resplandor.
Bibliografía
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imninahchan · 9 months ago
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⌜ 𝑨𝑽𝑰𝑺𝑶𝑺: strangers to lovers, leitora!atriz, a sociedade da neve, leitora tem namorado então traição [gnt não traiam tá pfv], sexo sem proteção [tb não façam isso!], dirty talk, elogios, angst(?). ˚ ☽ ˚. ⋆ ⌝
꒰ 𝑵𝑶𝑻𝑨𝑺 𝑫𝑨 𝑨𝑼𝑻𝑶𝑹𝑨 ꒱ para @dejuncullen e o anon que mandou aquela ideia♡
𓍢ִ໋🀦 A PRIMEIRA VEZ QUE VOCÊ O VÊ É NO QUARTO DIA DE PRODUÇÃO ─────
Se lembra bem quando pôs os olhos na figura masculina. A porta do estúdio abre e dois outros dos atores escalados caminham primeiro, sendo seguidos pelo homem de cabelos partidos, trajando o possível figurino de seu personagem. Os outros aceleram os passos, com certeza teriam que trocar de roupa para tirar mais fotos, mas ele demora a acompanhar os demais ao fazer contato visual contigo, sentada no banco do corredor.
Não sorriem, não cumprimentam, talvez perdidos demais no olhar um do outro para conseguir pensar em outra coisa senão marcar na memória os respectivos rostos. Quando o homem desaparece na curva do corredor, você é chamada pela assistente.
Olha pra trás umas duas vezes, esperando que ele fosse, sei lá, voltar para te espiar mais um pouco, porém foi em vão. O engraçado é que, durante todas as fotos que tirou para a preparação de elenco, se apegava à imagem na sua mente. O corpo esguio, as roupas sociais vintage caindo muito bem, o olhar doce, delicado. Não sabe qual personagem ele vai interpretar, mas espera que possa vê-lo de novo.
E o vê, porque o universo parece favorecer os seus desejos. Esbarram-se na pausa dada entre as gravações de um take e outro, no mesmo cenário do aeroporto. Reconhece-o mesmo ao avistá-lo de costas. Não tem coragem de se aproximar, nem sabe que nome chamar, só que não precisa — ele se vira e lembra de ti na hora, dá pra notar só pelo brilho que reluz nos olhos masculinos.
Ei, cumprimenta, retraído. E de um simples cumprimento vocês se encontram conversando do lado de fora do trailer do set de gravação. Primeiro, falam das personagens que estão interpretando; você é um dos familiares dos sobreviventes, e ele é um dos primos Strauch. O nome dele é Esteban, e é argentino. Te arranca boas risadas, por mais tímido que aparente ser. É narcisismo demais pensar que ele se esforça pra contar tantas piadinhas entre as frases só pra te fazer sorrir? Porque essa é a sensação.
Fica tão rendida às risadas genuínas que solta uma expressão totalmente fora do sotaque que ostenta. Não soa como nada que uma pessoa que fala espanhol diria.
Ele aperta o olhar.
— Você não é argentina, é? — pergunta, direto na ferida.
Okay, talvez você tenha mentido um pouquinho no casting. Seu espanhol é magnífico, pode reproduzir sotaques regionais e tudo, além do mais, a exigência era garotas jovens latinas entre vinte e trinta anos que falassem espanhol, e para uma seleção em Buenos Aires, não seria legal arriscar que é do país vizinho cuja língua oficial não está no requerimento.
Você se aproxima, tombando o corpo de leve na direção do mais velho. Shhh, sussurra, é segredo. Esteban sorri, garante que seu segredinho de estado está a salvo com ele somente porque tem vontade de viajar para o Brasil nas próximas férias, e vai ser você quem vai ser a guia dele.
Nem se quisesse, poderia se afastar dele. O argentino é um amor, é só colocar os olhos em ti que vem para cumprimentá-la, para conversar, para estar perto. Quando o elenco se hospeda no hotel para as gravações em Serra Nevada, as noites são regadas a muitas risadas e música no espaço de convivência. Às vezes, ele te acompanha até a porta do seu quarto, te diz para ter bons sonhos e que só serão bons, claro, se você sonhar com ele.
Você ri, boba, não quer admitir para si mesma que o flerte, apesar de tolo, te faz ficar com o coração quentinho. Numa outra vez, te deixa um beijo na testa. Os pelos finos da barba que está deixando crescer arrastam pela sua pele, é uma interação áspera, mas gostosa, faz arrepiar, principalmente porque o rosto alheio fica tão pertinho do seu por aqueles poucos segundos.
Dessa vez, você não quer deixá-lo ir embora tão cedo. Quer dizer, o pessoal ainda está lá embaixo jogando ping-pong, trocando uma ideia, ninguém vai subir pra cá por enquanto. É meio impulsiva, não pode mentir, nem sabe ao certo o que quer de verdade. Esteban sabe, porém.
Segura na lateral do seu rosto, afetuoso. O olhar dele se encontra com o seu, por breve, até que se abaixa para fitar os seus lábios. Parece magnético, aqui, o calor que se instaura no seu corpo, um súbito desejo por algo a pouco de alcançar. Quando ele se inclina, se colocando mais perto.
Mas tem um problema, não tem?
— Esteban. — Se agarra à manga da blusa masculina, o impedindo no meio do caminho. Já estavam até de olhinhos fechados, por um triz de se entregarem à vontade. — Eu tenho namorado.
O argentino ergue-se.
Se pensou que ele fosse afastar de imediato, retrair ou se irritar por ser iludido até o último momento, o que assiste é diferente. Ele se põe confiante na postura, te mirando com o mesmo olhar doce de sempre, calmo, que faz tudo parecer simples ao seu redor.
— Ele veio pra cá? — te pergunta, com a voz baixa. — Veio pra Espanha contigo?
Você abaixa o olhar.
— Não — diz —, ficou no Brasil.
— Sabe... — o tom masculino permanece manso, porém se mostra um pouco mais arrastado, charmoso. — Você vai embora no fim de semana, vai voltar pra ele. Pro Brasil, não é? — Inclina-se mais um vez, retomando a proximidade de antes. — A probabilidade da gente se encontrar de novo, cariño, é muito pequena.
— Ainda não é legal...
— Mas vai ser só uma vez, pra dizer adeus — sopra, num sussurro. — Ninguém precisa saber. Nem ele.
Pô, Esteban, não faz assim... Você mordisca os lábios, inquieta. Não consegue desviar o olhar do dele, por mais que se esforce. É uma mirada tão romântica, de pupilas cheias. Por um segundo, rouba todo o seu bom senso e te faz envolver os braços ao redor do pescoço do homem e trazê-lo para o beijo que o próprio queria te entregar momentos antes.
As mãos do homem vão pro seu quadril, te guiam pelo quarto adentro na busca cega pela cama. Por que tudo que é errado tem um sabor melhor? Porque só da boca dele se separar da sua, pra buscar ar, já é suficiente para te fazer juntar o cenho, tristonha.
O mantém perto, tranca as pernas na cintura masculina. Isso vai ficar aqui, diz para si mesma, não vai contigo embora da Espanha, então vai se esquecer dele. Se aproveitar o agora, o futuro não terá nenhum vestígio.
— Vem — a visão do homem nu sentado na sua cama, a palma da mão batendo suave na própria coxa pra te convidar, é uma tentação direto do inferno —, vem cá, vem.
Você se ajeita sobre ele, a ereção molhada sob ti beirando a entrada do seu corpo. Os dedos dele percorrem o caminho da sua lombar até as omoplatas. A atenção masculina não está no encaixe que está por se realizar, ou em nada que beire o lascivo. Está enfeitiçada na sua face, na leitura da sua expressão de prazer ao se preencher sozinha, na fragrância natural do seu corpo despido.
Toca a sua bochecha com as costas da mão.
— Você é tão linda... — elogia, num suspiro. — Que pena que é do Brasil, e não minha.
Você esconde a face quente na curva do pescoço dele. Para de dizer essas coisas bonitas...
Esteban levanta o seu olhar de novo, prefere te ter o encarando quando os seus movimentos no colo dele se iniciam.
— Perdão — responde, a voz ainda embriagada pelo sentimento —, se você não fosse tão linda, talvez...
A conversa melosa te apetece, o ego vai lá em cima. Os lábios querem permanecer esticados num sorriso tolo, por isso o abraça, se esconde mais uma vez para que não possa oferecer ao argentino a imagem da sua rendição completa.
As mãos dele apertam as suas coxas, firmes, feito quisesse descontar ali todo o prazer exorbitante que sente. O nariz alongado, reto, é esfregado pela sua clavícula. Os seus dedos detém algumas mechas douradinhas do cabelo alheio. Tudo flui devagarinho, quase que totalmente silencioso senão pelo som molhado dos corpos em conexão. Esteban teme que, quanto mais dialogar contigo, quanto mais ouvir o som da sua voz, mais será assombrado pelos incontáveis anos que passarão separados. Não quer que a consciência pese, nem que o corpo derrame cedo só pra prolongar o que vive nesse instante.
As suas gravações já se encerraram, você se vai, e ele deseja deixar, pelo menos, um pouquinho de si dentro de ti. Inunda o seu interior ao atingirem o êxtase, não liga pra sensação extra escorregadia, pras gotinhas que parecem escorrer pra virilha. Não quer te abandonar, e você vai se sentir tão, mas tão vazia sem ele — metafórica e fisicamente.
O xinga mentalmente por ter um sorriso tão apaixonante, e esse olhar de garoto fisgado pelo cupido. Seria mais fácil, menos melancólico, se o sexo tivesse sido devasso, indecente, e não amoroso, sedutor, como se deu.
Ele ofega, igual que tu, mas recupera o fôlego primeiro.
— Te quero de novo, cariño — fala. — Deixa eu te ter de novo, hm? Eu por cima agora. — Não tem dificuldade para inverter as posições, te colocando com as costas no colchão. Pega numa das suas coxas, suspendendo para facilitar o encaixe do ângulo. — Prometo que é a última, e eu vou embora.
Você sorri.
— Não precisa ir agora.
— É, né? — Sorri junto. — Posso te ter de novo, e de novo... — Tira os olhos dos seus só por um segundinho, mirando a ereção na própria mão, ao se pôr no meio das suas pernas mais uma vez. — Quantas vezes eu quiser?
— Depende de quantas vezes você for querer... — faz charme.
— Porra, se eu pudesse escolher, eu queria você pra sempre, linda.
E você se derrete toda, feito uma adolescente apaixonada que nunca ouviu coisa parecida. É nessa poesia carnal que você se deixa encher novamente, menos consciente se seus gemidos sobressaem o som dos corpos em choque. Só por hoje, é isso. Enquanto todos estiverem ocupados lá embaixo, ninguém precisa saber o que acontece aqui em cima.
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habitamosblog · 21 days ago
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La Sustancia (2024)
Hace un par de días vi La Sustancia, y hacía mucho tiempo que no iba tan seguido al cine (algo que me gustaría hacer más frecuentemente). Fui sin muchas expectativas, aunque había escuchado opiniones muy variadas. La película me dejó reflexionando profundamente y, después de investigar un poco, pude comprender mejor su verdadero significado.
La Sustancia (2024), dirigida por Coralie Fargeat, es un thriller de terror con elementos de body horror que aborda temas como la obsesión con la juventud y la belleza. La historia sigue a Elisabeth Sparkle (interpretada por Demi Moore), una actriz en declive que busca desesperadamente revitalizar su carrera y apariencia. Al recurrir a una misteriosa sustancia que promete rejuvenecerla, los efectos secundarios se tornan más siniestros de lo que esperaba. A medida que su cuerpo experimenta cambios físicos y mentales, la película profundiza en el precio que está dispuesta a pagar por mantenerse relevante en una industria que idolatra la juventud.
Esta película me hizo sentir una mezcla de emociones, desde el asco hasta una profunda tristeza. Demi Moore ofrece una actuación impresionante, dando vida a un personaje complejo, y la visión de Coralie Fargeat se manifiesta como una poderosa crítica al cine y los medios. La película expone la obsesión con la juventud y la belleza en nuestra sociedad, donde no cumplir con estos estándares inalcanzables te convierte en alguien “desechable”. Esto me hizo empatizar profundamente con Elisabeth.
Luego de leer varias criticas llegué hasta el concepto del “male gaze”, propuesto por la teórica feminista Laura Mulvey, todo cobró aún más sentido. Mulvey introduce este término en su ensayo “Visual Pleasure and Narrative Cinema” (1975), donde argumenta que el cine tradicional representa a las mujeres desde una perspectiva masculina, como objetos de deseo en lugar de personajes completos. En La Sustancia, este concepto es evidente en cómo los personajes masculinos, especialmente el de Harvey (Dennis Quaid), interactúan con Elisabeth. La película critica sutilmente cómo la industria del cine perpetúa la objetificación de las mujeres, relegándolas a papeles secundarios y valorando su apariencia por encima de su talento o experiencia.
La Sustancia es mucho más que la historia de una mujer obsesionada con la juventud. Es una crítica incisiva a los medios y a los estándares de belleza, así como a la sociedad que valora más la apariencia que la persona. Si bien considero que es una gran película, no sé si la volvería a ver, especialmente después de conocer su desenlace. Sin embargo, la recomiendo al 100% para quienes disfrutan del cine de terror y los thrillers, ya que incluye múltiples referencias a películas de culto.
Espero que disfruten de la película si deciden verla, y les invito a participar en la encuesta para compartir sus opiniones.
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01298283 · 1 month ago
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A Romantização da Traição
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O Brasil carrega uma herança cultural complexa que influenciou a forma como as relações amorosas são vistas e vividas. Desde o período colonial,as dinâmicas de poder e gênero foram distorcidas pelo patriarcado e pela estrutura escravocrata,resultando em desigualdades de gênero e na objetificação de corpos femininos e masculinos. A traição,nesse contexto,muitas vezes foi tolerada e até incentivada, especialmente entre homens,como uma forma de reafirmação de poder e status. Essa visão machista enraizou a ideia de que infidelidade, sobretudo masculina,é um comportamento aceitável ou inevitável.
O entretenimento brasileiro,especialmente telenovelas e músicas contribuiu para a naturalização e romantização da traição. Personagens infiéis muitas vezes são retratados de forma carismática,e os dilemas da infidelidade são apresentados como um conflito emocional,ao invés de uma questão de integridade. Canções populares também repetem temas de traição e perdão,criando uma narrativa que suaviza o impacto do comportamento infiel e até o enaltece,o que acaba moldando a percepção pública de que a traição faz parte de relacionamentos "intensos" ou "verdadeiros".
Com o advento das redes sociais e aplicativos de namoro,os relacionamentos se tornaram mais efêmeros e descartáveis. A cultura de consumo rápido,onde tudo é temporário e substituível,migrou também para o campo afetivo. Hoje,a busca constante pelo "novo" e pela "melhor experiência" resulta em uma superficialidade nas conexões humanas. A fidelidade,muitas vezes,é vista como uma limitação,e o compromisso sério perde espaço para a busca por satisfações imediatas.
As redes sociais promovem um ideal estético e de estilo de vida onde a aparência se sobrepõe ao conteúdo emocional dos relacionamentos. O exibicionismo das vidas pessoais cria a ilusão de que há sempre alguém “melhor” ou uma relação “mais interessante” logo à frente. Isso reforça a descartabilidade nas relações, onde a construção de uma vida a dois, que exige dedicação e superação de conflitos,se torna menos atrativa frente à ideia de viver múltiplas aventuras românticas,muitas vezes simultâneas.
A romantização da traição é um reflexo de um sistema de valores que prioriza o individualismo e a busca por prazer imediato. Em um ambiente onde a individualidade se sobrepõe à coletividade do casal,a traição emerge não apenas como um ato de infidelidade,mas como um sintoma de um problema mais profundo: a dificuldade de estabelecer compromissos emocionais sólidos. Ela se torna um escape das dificuldades da vida a dois,e não uma exceção, mas um comportamento quase institucionalizado dentro de um ciclo de relacionamentos temporários.
A traição e a descartabilidade dos relacionamentos no Brasil são partes de uma cultura onde a superficialidade nas conexões humanas se impõe sobre o compromisso e a empatia. Trata-se de uma questão histórica e cultural que foi moldada ao longo dos anos,amplificada por uma sociedade de consumo e pelo individualismo. Esses homens acabam usando a infidelidade como uma forma de compensar suas próprias fraquezas internas. Muitos homens que traem têm uma autoestima fragilizada,o que os leva a buscar validação externa em forma de conquistas amorosas ou sexuais. Cada nova "conquista" funciona como uma forma temporária de elevação da autoestima,uma forma de provar para si mesmos que ainda são desejados e valiosos.
A traição se torna uma maneira de evitar essa vulnerabilidade. Em vez de enfrentar os desafios emocionais de um relacionamento,como lidar com conflitos,medos e a construção de uma parceria sólida eles fogem desses desafios buscando distrações externas,colocando em ênfase sua imaturidade e ausência de caráter. Esse tipo de homem tende a ser controlador e possessivo,muitas vezes tentando manter sua parceira em uma posição de dependência emocional. Ao mesmo tempo,ele busca se sentir livre para trair,sem reconhecer o impacto devastador de suas ações,não possuem responsabilidade afetiva.
Quando confrontados sobre suas traições,eles muitas vezes tentam minimizar o impacto de suas ações,distorcer os fatos ou até culpar a parceira pela situação,gaslighting e manipulação. Em vez de assumir a responsabilidade por seus erros,eles distorcem a narrativa para se protegerem e manterem a dinâmica de poder a seu favor. Homens que traem frequentemente não fazem isso apenas uma vez;a traição acaba sendo parte de um padrão de comportamento recorrente.
Outro aspecto do comportamento abusivo desses homens é a coerção emocional. Alguns podem fazer promessas vazias de mudança, apenas para continuar traindo e manipulando a confiança da parceira. O ciclo de traição,pedido de desculpas e repetição do comportamento cria um ambiente emocionalmente exaustivo e confuso,onde a parceira muitas vezes é levada a acreditar que,de alguma forma,pode ser capaz de mudar o comportamento do abusador. Na verdade,ele está apenas manipulando a situação para manter seu comportamento tóxico (abuso psicológico).
A imaturidade de homens comprometidos que traem é uma característica marcante que reflete a incapacidade de lidar de maneira adulta com suas emoções,responsabilidades e compromissos. Embora esses homens muitas vezes se apresentem como maduros e bem-sucedidos em outras áreas da vida,seu comportamento traiçoeiro revela uma série de falhas emocionais e psicológicas que mostram uma imaturidade profunda. Eles não conseguem encontrar estabilidade emocional dentro de si mesmos ou no relacionamento conjugal,o que os impulsiona a buscar essas emoções em lugares inadequados e de maneira destrutiva.
Esse egoísmo é típico de uma visão de mundo infantil,onde o indivíduo acredita que tem o direito de satisfazer suas vontades, independentemente do impacto nas outras pessoas. Ao invés de considerarem as consequências de seus atos,eles vivem no presente,focados no prazer imediato,o que é uma característica marcante de imaturidade emocional,se comportam de maneira egoísta e manipuladora.
O casamento e a construção de uma família exigem um compromisso sério e profundo. Homens que traem,no entanto,demonstram que não conseguem manter esse tipo de compromisso. Eles podem até participar das cerimônias e se envolver na criação de uma família,mas sua traição é uma prova de que eles não valorizam ou respeitam os laços que criaram. A traição não é apenas uma falha momentânea; é um rompimento de confiança e um sinal claro de que o homem não está disposto a colocar as necessidades do relacionamento e da família acima de seus próprios desejos egoístas. Para uma família prosperar,é essencial que o casal trabalhe em parceria,com transparência e confiança,algo que esses homens falham em oferecer.
O ato de trair demonstra uma atitude irresponsável e negligente, já que eles colocam em risco o bem-estar emocional e psicológico de suas famílias apenas para satisfazer seus impulsos momentâneos. Se um homem não consegue ser honesto com sua esposa, dificilmente será capaz de construir um relacionamento aberto e verdadeiro com seus filhos. A mentira e a desonestidade acabam se tornando hábitos,afetando não só o casamento, mas também a dinâmica familiar,onde os filhos podem crescer em um ambiente de desconfiança e instabilidade emocional.
As crianças e adolescentes que crescem em lares onde há traição e desonestidade podem internalizar esses comportamentos como normais, perpetuando ciclos tóxicos em seus próprios relacionamentos no futuro. Além disso, a traição do pai pode gerar sérias consequências emocionais para os filhos, que podem perder a confiança nele,desenvolvendo inseguranças e problemas de confiança em seus próprios relacionamentos à medida que crescem.
Homens que traem estão longe de serem adequados para ter uma família e manter um casamento saudável. A falta de comprometimento,responsabilidade, honestidade e maturidade emocional os torna incapazes de sustentar os pilares necessários para construir uma vida familiar estável. Seus comportamentos egoístas e imaturos destroem a confiança,geram sofrimento emocional e perpetuam ciclos de abuso e desrespeito, tornando-os parceiros e pais inadequados para aqueles que desejam uma família baseada em amor,respeito e segurança.
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jartita-me-teneis · 2 months ago
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NO ES UNA CIVILIZACIÓN PARA VIEJOS
Eso que llamamos civilización occidental ha decidido que las personas de la tercera edad constituyen un estorbo y deben ser confinadas en residencias no muy diferentes de las reservas indias de EEUU, donde solo prosperan la melancolía, el tedio y la soledad. Lejos de crear nuevas formas de convivencia, la necesaria crítica a la familia tradicional, basada en la hegemonía masculina, solo ha alentado la fragmentación social. Cada vez hay más hogares con una sola persona. Hogares que no son hogares, sino celdillas de un gigantesco panel donde nadie conoce a nadie y donde el vecino se percibe como un intruso y no como un semejante. En Occidente, el sentido de comunidad ha desaparecido. Un individualismo autodestructivo ha roto los vínculos afectivos, atomizando la sociedad. Los ancianos son los peor parados en este escenario. Los hijos se desentienden de ellos y las residencias, cada vez más saturadas, se limitan a proporcionar una atención insuficiente, que no incluye ternura ni calidez humana.
Desde los felices 20 del pasado siglo, se ha idealizado a la juventud, degradando a los ancianos a la condición de cachivaches inservibles. En otras épocas, la vejez era sinónimo de sabiduría, templanza y ecuanimidad, pero hoy se considera un período de decadencia que conviene ocultar, quizás porque recuerda la fragilidad de la existencia humana y su carácter efímero. No advierto muchas razones para exaltar la juventud. No he olvidado mis 20 años y recuerdo que los jóvenes de mi generación no eran sabios e inconformistas, sino egoístas, hedónicos, banales, irresponsables y, en algunos casos, absurdamente radicales o provocadores. “Bailando, me paso el día bailando”, cantaba Alaska y no mentía. En los 80, la frivolidad estaba de moda y hacer estupideces, como consumir drogas, emborracharse o llevar una vida promiscua, se consideraba una virtud o un gesto de rebeldía.
De joven, siempre busqué la compañía de personas mayores, de amigos como el tío Iturrioz de El árbol de la ciencia, ese sabio que mantenía largas discusiones filosóficas con Andrés Hurtado. Ahora tengo casi 61 años, echo de menos un Andrés Hurtado con el que hablar de todo lo humano y lo divino. Eso que llamamos civilización occidental solo me augura un futuro de soledad y olvido. Tal vez mi destino no sea demasiado importante, pero sí el de millones de personas de la tercera edad abocadas a un ocaso indigno y miserable. Los jóvenes no reparan en que ellos también envejecerán y que su final podría ser igual de amargo. No creo que haya que volver atrás, pues el pasado no fue un tiempo idílico, pero estoy convencido de que el porvenir no debería parecerse al presente. No pienso que el secreto de una buena vejez consista en un pacto honesto con la soledad, como apuntó García Márquez, sino en la posibilidad de conservar y establecer vínculos afectivos. El amor es lo que da sentido a la existencia. Sin él, el ser humano es un náufrago a la deriva.
Rafael Narbona
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translatingtradutor · 1 month ago
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[Entrevista] Interseccionalidade - experiências da transição tardia
Entrevista entre o blog e @laurisflora .
Introdução
A interseccionalidade é o fênomeno em que pessoas de diferentes grupos sociais enfrentam desafios muito especificos por ser parte de ambos os grupos, ao invés de só um. Essas experiências se sobrepõem também nos quesitos de descriminação e opressão da sociedade. Como pessoas trans*, devemos estar abertos a descobrir as interseccionalidades alheias da comunidade.
Oque é Transição Tardia?
Por diversos motivos, muitas pessoas trans* apenas descobrem sua identidade bem depois dos seus anos de adolescencia. Infelizmente a mídia e a comunidade dão enfase grande no lado jovem de ser trans, e as pessoas mais velhas da comunidade muitas vezes se sentem deixadas de lado.
A transição tardia é um termo para pessoas que transicionaram após os 30 anos. Porém, é um termo bem falho: nenhuma época é tarde demais para ser quem você quer ser! Essa é uma entrevista com Lauris Flora, uma pessoa transmasculina que começou a transição com na casa dos 30 anos.
Glossário
Neopronomes , neolinguagem e linguagem neutra -> A criação de pronomes novos na lingua portuguesa, já que não há pronomes tradicionais que falem com um gênero neutro sobre a pessoa. Os mais comuns são elu ou ile, assim como a adição de “e” ao invés de “a” ou “o” quando dando gênero a adjetivos dessa pessoa e afins.
Entrevista
Bom dia, Sre. Lauris. Gostaria de se Introduzir?
Me chamo Lauris Flora, tenho 34 anos, moro no estado de São Paulo e sou ilustrador e designer gráfico. Ainda estou no processo de entender em qual nomenclatura me encaixo, mas sou transmasculino e meus pronomes são "ele" e "elu" e sou pansexual.
Oque você acha do termo "transição tardia"? Acredita que você faz parte dessa categoria?
É uma questão de perspectiva. Comparando com a maior parte das pessoas trans, a minha transição é tardia. Porém ainda sinto que tenho alguns anos para viver uma juventude no meu corpo autêntico, meu corpo transmasculino. Tem sido interessante notar que, no ambulatório Trans que faço o meu acompanhamento (pelo SUS), vejo pessoas nos encontros mensais que estão nos dois extremos - entre os 18 e os 25, ou acima dos 50 anos. Sou o único na minha faixa etária.
Você diria que apenas se descobriu mais tarde, ou se reprimiu por muito tempo?
Me descobri mais tarde porque quando eu era mais jovem (adolescente nos anos 2000) eu não tinha nenhuma referência de transgeneridade, eu nem ao menos sabia o que isso era.
Houve algum fator que atrasou sua transição pós-descoberta? Se sim, quais?
Sim! Eu só entendi que a desconexão que eu sentia com o meu corpo tinha relação com os atributos do meu “sexo biológico” quando fui pesquisar sobre a identidade de gênero “não-binária”, em 2022. O entendimento da não-binariedade me mostrou que eu poderia ter as características físicas masculinas que eu admirava de foram tão visceral, mas sem necessariamente precisar me identificar como homem.
Isso me assustou pois eu não estava preparado para deixar para trás toda uma construção de anos em torno de uma identidade de gênero baseada no sexo que me foi atribuído ao nascer. Demorei dois anos para digerir essa ideia.
Como foi a primeira puberdade para você?
O início da puberdade não me causou estranheza ou repulsa, era algo esperado. Fui criado fortemente dentro das normas da feminilidade, e tenho uma personalidade introvertida e amável, o que se encaixa na expectativa que se existe sobre uma pessoa do sexo feminino. Então tudo parecia correto. Com o passar da adolescência, conforme minha fascinação pela androginia masculina foi aumentando, comecei a sentir um tipo de desconexão com o meu corpo, mas eu não entendia do que se tratava.
Como se sentiu com o tratamento hormonal?
No terceiro dia em testosterona, notei uma diferença na minha sensação corpórea que é um pouco difícil de explicar, por ser muito sutil. Talvez algo no meu próprio cheiro, que me fez ficar pensando repetidamente “agora eu faço sentido, agora o meu corpo faz sentido”. Parece que acendeu um sol dentro de mim.
Eu amo cada mudança da transição, inclusive a dificuldade em chorar, pois antes eu chorava muito e com muita facilidade, fora de controle. Me sinto regulado agora. Só agora consigo entender como eu me sentia miserável antes. Eu nunca havia me sentido conectado e feliz com a minha existência corpórea. Eu não sabia o que era isso. O tratamento hormonal tem sido uma libertação.
Você acredita que sua vida adulta mudou muito com a transição? Se sente mais feliz?
As mudanças ainda estão sendo digeridas. Eu só realmente aceitei que eu era trans e precisava da terapia hormonal em Maio deste ano (2024, pra quem estiver lendo no futuro). Comecei a terapia hormonal em Julho. Estamos em Setembro. Tudo tem acontecido MUITO rápido e ao mesmo tempo, as mudanças são graduais. Então não consigo dizer ainda o que mudou na vida adulta. Mas me sinto MUITO mais feliz.
H�� alguma parte da sua transição que você acha que foi especifica as pessoas que transicionam a ser maior que 30 anos? Quais eram suas maiores preocupações quanto a isso?
Deixar para trás uma construção de gênero feita por 34 anos em torno do gênero que me foi designado ao nascer, parecia algo muito assustador. Como se eu estivesse “matando” o meu antigo eu. Eu não queria viver um luto, não queria me sacrificar.
Mas então eu fui entendendo duas coisas: a primeira, é que a transição de gênero dava sentido para tudo o que eu sentia e não sabia nomear, e ainda curava todas as angústias que estavam relacionadas a isso.
Então, não era sobre “matar” o meu antigo eu, mas sobre “me curar”, sobre encontrar uma harmonia. A segunda coisa, é que transição de gênero é mais sobre se tranformar no seu eu autêntico do que sobre algo em você morrer.
Como as pessoas reagiram? Foi diferente entre sua família e os outros?
Meu circulo social é muito pequeno. Todos os meus poucos amigos me aceitaram e perceberam o quanto isso foi libertador pra mim.
Meus pais já faleceram (quando eu tinha 24 anos) então não precisei passar pelo sufoco da aprovação dos pais. Não falo com uma das minhas irmãs, e a outra ficou um pouco confusa a princípio, mas ela me aceita e hoje ela já está entendendo melhor o que isso significa pra mim e percebe o quanto isso me faz mais feliz.
Acredita que sua transição impactou muito sua jornada de trabalho?
No meu caso não, pois trabalho por conta própria. Mas ano passado estava trabalhando numa empresa (fora da minha área) onde as pessoas tiravam sarro de travestis e pronomes neutros, isso me irritava bastante. Se eu tivesse feito a transição antes, teria sido bem difícil.
Especificamente sobre ser ilustradore e designer gráfico, você diria que essa profissão é amigavel para pessoas transgênero?
Acredito que sim! Áreas relacionadas a arte ou trabalho remoto são mais amigáveis. Existe a expectativa de que o artista seja uma pessoa “fora da caixa” e no trabalho remoto você não precisa lidar com muitas pessoas. Deve haver preconceito nessas áreas, mas ainda não vivi isso.
Você já enfrentou alguma discriminação por ter transicionado em uma idade mais tarde?
Por enquanto, só no setor médico.
A primeira psiquiatra que eu passei pelo SUS achou que eu estava confuso, pois a referência que ela tinha de uma pessoa trans era muito limitada e esteriotipada dentro da expectativa da performance binária de gênero que é institucionalizada desde a infância.
O senhor mencionou à pagina que transicionou enquanto casado. Como você descreveria que foi o processo de sair do armario com sua parceira? Afetou a relação entre vocês?
Não! Eu não transicionei enquanto casado, hahaha.
Eu fui casado com uma mulher enquanto ainda “era mulher”. Quando eu transicionei, já haviamos nos separado. Mas é interessante dizer que ainda moramos juntos (por questões financeiras) e nos damos bem.
Em 2022, enquanto ainda éramos casados, eu já havia conversado com ela sobre as minhas questões de gênero, que ainda eram incertas e ela já havia notado as minhas disforias, especialmente com os meus seios. Inclusive, já no pós divórcio, ela que me disse que na nossa cidade havia aberto um “ambulatório trans” do SUS. :)
Dito isso, como você se relaciona com sua identidade sáfica que teve por tantos anos antes de transicionar?
Honestamente, sempre tive uma desconexão com a identidade sáfica, por mais que eu fizesse parte dela. Eu não sabia o motivo. Achava que poderia ser lesbofobia internalizada, mas hoje sei que não é. Então eu não tenho problemas quanto a isso.
Sobre comunidade trans e LGBT, você se sente incluide nos espaços e discussões destinados a eles? Por quê?
Sobre me sentir incluido, por mais que a minha identidade ainda esteja em construção (ainda estou entendendo se sou transmasculino não-binário ou homem trans), eu sinto que ainda existe um pouco de estranheza vindo da comunidade sobre a não-binariedade, ou mesmo da expectativa performática de um homem trans, mas (ainda, rs) não fui desrespeitado ou excluido por conta disso.
Acredita que há uma certa solidão em ser trans em uma época mais velha, visto o foco da comunidade em pessoas jovens?
Sim, mas tento não focar nisso. Tenho na minha mente que quanto mais pessoas trans mais velhas se fazerem notadas, mais forte será o senso de comunidade e ainda podemos mostrar para os jovens as possiblidades de um futuro para eles.
Considerando que você também utiliza pronomes neutros, acredita que as pessoas têm respeitado?
Só quem está por dentro assunto que se lembra de usar. No meu circulo social, percebo que as pessoas não usam pronomes neutros, mais por questão de não terem o hábito do que por desrespeito (assim como ainda me chamam no feminino, às vezes).
Como considera todo o discurso sobre linguagem neutra que tem ocorrido ultimamente? Tem te afetado pessoalmente?
O discurso reacionário sobre os pronomes neutros me entristece demais. Eu procuro não dar atenção para eles pois os que são fervorosamente contra, são irredutíveis. Mas acredito que a língua é mutável e a linguagem neutra é um percurso inevitável.
Qual parte da sua transição foi a mais difícil até agora?
Como estou no início, detesto quando as pessoas que eu não conheço me chamam no feminino, como um atendente de caixa de supermercado, por exemplo. Mas sei que preciso ter paciência e que logo as transformações da testosterona vão mudar essa situação.
Tem algo que gostaria de dizer a pessoas da comunidade que realizaram ou pensam em realizar transição tardia?
Não tenham medo. A transição tardia não precisa ser um luto. Não é uma morte, é uma transformação. Toda a construção da sua identidade anterior, contribuiu para que a identidade trans pudesse emergir e assim fazer com que você se sinta pertencente ao seu corpo e capaz de expressar o seu eu autêntico.
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Agradecemos profundamente ao entrevistado Lauris Flora por compartilhar suas experiências de interseccionalidade com os leitores. Esperamos que saber de uma experiência de pessoas mais velhas possa dar esperança aos que necessitam.
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minhamentetrans-blog · 1 year ago
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Segue de um post sobre a vontade que muitas garotas trans sentem de desistir, principalmente no início
Achei as reflexões levantadas em um fórum no Redidt muito ricas no sentido da qualidade e me identifico com muita coisa, resolvi escrever
Hoje estou com os meus 44 anos( 2 meses de th) e a disforia secreta sempre me acompanhou, também tive sempre pensamentos de que em tal idade anterior teria sido melhor ter feito a transição, foram siclos de fugas e crises constantes, dois casamentos tentando vestir uma pele masculina pelo fato de gostar de mulher. Hoje estou no início da transição a 2 meses com TH usando adesivo ( monoterapia) sendo acompanhado por um endócrino especialista na monoterapia cheio de ótimos resultados, e uma psicóloga incrível especializada. Estou casado com uma mulher cis 20 anos mais nova que eu, em um emprego estável a mais de 18 anos e tenho em minha estratégia fazer meu plano de saúde pagar por uma cirurgia de feminização facial e tudo mais que precisar, a jurisprudência na atualidade está a nosso favor, a poucos anos atrás não tínhamos essa possibilidade legal e isso mudou tudo para as transições mais tardias. Embora meu corpo esteja dentro de um padrão bem masculino meu bumbum já está totalmente diferente em vista do que era, a pele mudou um pouco, peitos doloridos e mudando, tenho várias dúvidas em minha cabeça pelo fruto da insegurança, talvez eu não possa mais sair sem camisa na praia daqui p frente, talvez eu não alcance um ideal de passabilidade, agora seria a hora de parar e voltar tudo atrás novamente mas a verdade é que é tudo tão cedo, penso em desistir assim como vc pensou mas daí lembro o preço que paguei por ficar na zona de conforto, por tentar me ajustar pela questão de agradar os outros ou ser atraente para as mulheres, por exemplo a minha mulher me ama pela forma masculina que apresento, conversamos muito sobre isso, ela sempre soube que eu era diferente, nunca escondi e só vivendo tudo isso para saber onde vamos terminar, a vida é assim... um fenômeno com muitas perguntas e experiências a viver , a cada dia que passa sei melhor quem sou.
também pela crítica da sociedade, vejo os mecanismos de defesa que criei por tantos anos para negar a mim mesmo. O que move de verdade a vontade de desistir? Fazer a transição antes teria sido melhor, mas hoje tenho mais estrutura e maturidade, na verdade o tempo certo é agora, meu tempo não vai voltar e existe muita vida para viver, hormônios também tem muito a ver com a nossa auto aprovação, nossos sentimentos, por ser assim hoje, não binário de verdade não sei até onde vou e se vou transicionar socialmente, entendi no meu caso que preciso viver essa realidade, cruzar a linha e não desistir tão cedo. A coisa que mais trabalho com a minha psicóloga são os meus mecanismos de auto preservação, de sobrevivência baseados na insegurança, em agradar o outros, culpas, sabotagens, necessidade de pertencimento a uma sociedade, necessidade de aprovação, limpando tudo isso o que sobra? As vezes faço um exercício imaginário onde só exista eu e mais nada, lá naturalmente sou mais ela, lá limpei ao ponto de não ter os ruídos de tudo isso.
Nos dias que acordo mais inseguro, desmotivado por estar desconstruindo uma identidade e ainda por não ter a nova , textos como esse são o meu porto seguro, são aquele momento de por o pé no chão e dar um desconto para mim mesmo, aceitar minhas vulnerabilidades, e acolher e tá tudo certo, segue o barco
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kaelkoth · 1 year ago
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El Edicto de Leyna, una pieza central en la historia de Kaelkoth, establece la creación de las "Leynas", permisos especiales que determinan las libertades y derechos de las mujeres, permitiéndoles estudiar, trabajar y tener ingresos propios. No obstante, un detalle crucial es que estas requieren el aval de una figura masculina, evidenciando las complejas dinámicas de poder en la sociedad kaelkothiana. Aunque son un símbolo de progresión para las mujeres, también son un recordatorio constante de las limitaciones impuestas sobre ellas.
LORE: EL EDICTO DE LEYNA
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neozhelps · 2 years ago
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odeio ser esse tipo de pessoa, mas chegou até mim que minhe personagem foi parar na askbox dos anjos da @olhaoqueakrpmefaz, depois de conversar tanto com os irmãos quanto com a moderação da @kyghq, comunidade onde estou jogando com ume personagem não binárie que usa fc cis, achei necessário explicar algumas coisas sobre mim e ê gaeul. preparem-se para textão. tw: transfobia
gaeul é não binárie, usa pronomes neutros e foi designade como homem quando nasceu. a vida delu não foi fácil graças aos seus pais, que forçavam elu a ser hiper feminine pra suprir a falta da irmã gêmea, ao mesmo tempo que a sociedade esperava que elu agisse como um macho alfa.
eu, mira, me identifico como não binárie também e uso qualquer pronome. passei toda minha vida tentando ser uma mulher cis padrão, mas cansei e agora eu decido como vou me identificar, e não nossa sociedade machista. ainda estou em processo de adaptação, assim como gaeul.
fiz elu inclusive para refletir essa minha jornada. gaeul é um reflexo meu, é o que eu espero um dia me tornar, com a única diferença sendo que fui designade mulher quando nasci e elu homem (além de eu n ter tido os mesmos traumas quanto minha família, claro, mas é algo que foi inspirado pelo nagisa de assassination classroom e um drama taiwanes que estava assistindo).
enfim, parece que o fato de eu usar um fc cis, que representa apenas o ROSTO de gaeul, para ume personagem não binárie que usa roupas tanto 'masculinas' quanto 'femininas' incomodou alguém. a foto de um look, tirado do pinterest, incomodou alguém porque simplesmente não encaixou no esteriótipo de pessoa não binárie que a sociedade como um todo tem. porque, parafraseando a ask que mandaram, usei 'foto fem'. o tweet vai estar no source.
a foto não mostra rosto, não mostra seios visíveis na roupa, não mostra absolutamente nada que comprove 100% que a pessoa é uma mulher cis. é uma pessoa magra, com uma cintura mais fina do que o 'padrão masculino', com seios pequenos. pode ser uma pessoa não binárie, pode ser uma mulher trans, mas só por que usei em minhe personagem com fc de homem cis, alguém ficou incomodado. eu mesmo me visto assim de vez em quando. roupa não tem gênero, gente, era apenas uma imagem pra ILUSTRAR o que minhe personagem usou no evento. e não quer dizer que ê gaeul vai usar só roupas assim
se quiserem mostro a pasta no pinterest delu, com o estilo delu se vestir diariamente, e vocês vão ver que elu, assim como eu na vida real, flui entre estilos mais masculinos e femininos. vocês ficam doidos quando um idol homem usa cropped ou cabelão, pintam as unhas, usam saia, mas no momento em que uma pessoa que se identifica como não binárie mas teve o 'azar' de nascer em um corpo masculino faz a mesma coisa, apontam o dedo e gritam "tá inviabilizando o movimento" QUANDO VOCÊS NEM MESMO FAZEM PARTE OU ENTENDEM ESSE MOVIMENTO.
em momento algum a pessoa que ficou incomodada veio falar comigo ou com a moderação, apenas mandou uma ask passivo-agressiva em talker, que felizmente souberam lidar muito bem com a situação ao postar apenas um comunicado breve que fez com que eu entendesse para quem essa ask havia sido direcionada. isso me mostra que não é alguém da comunidade trans/nb, é só alguém que quer reclamar e dar dor de cabeça pras pessoas. alguém que é sim transfóbico e camufla isso tentando pagar de aliada da comunidade de players trans/nb.
se seu objetivo era que eu saisse da kyg, sinto lhe informar que não deu certo. não vou sair, não vou mudar minhe personagem nem seguir o esteriótipo de pessoa não binárie que você tem. na verdade, a única coisa que vc conseguiu foi me dar uma ideia pra desenvolve-le.
a todo mundo que hypou o post com comentários fofos sobre o visual de gaeul e pediu desculpas por acabar errando o pronome delu, obrigade, vocês moram no meu coraçãozinho e no delu também, e à moderação que conversou comigo e entendeu o meu lado, vocês são incríveis e amo vcs.
agora vamos voltar à programação normal como se nada tivesse acontecido. e se eu for citade em mais alguma ask com o mesmo tom, ou com deboche, eu vou descobrir quem vc é te expor pra todo mundo ver o quão transfóbico você é. *** no teu **
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eternadelusion · 10 months ago
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Helter Skelter
“We’ll be forgotten. We’re machines for the processing of desires.”
Esta película fue originalmente concebida escrita como un manga y adaptada también por mujeres, cosa que me encanta ya que la crítica sociopolítica y cultural que se realiza solo podría haber sido derivada del análisis de mujeres que navegan por este mundo patriarcal, de otra forma hubiera sido una película desde la mirada masculina y habría perdido su sentido y significado por completo. ¡¡Aparte, they could never!!
Me recordó bastante a la película “The Neon Demon” y me hizo pensar en como constantemente el cine estadounidense trata de emular la cultura asiática, hablando específicamente de los filmes japoneses, quedándose demasiado corta una película de la otra, si las ponemos en comparación, ya que Helter Skelter me pareció, por decir poco, muy icónica.
Definitivamente mis cosas favoritas de la película fueron su grandioso sentido estético, destacando bastante toda la dirección artística y fotográfica que hay detrás, con excelentes escenografías, una estética opulenta y exuberante llena de detalles, y ni hablar de todo lo que conlleva el personaje de Lilico, sus outfits son preciosos, su maquillaje y peinados son perfectos, todo eso de la mano de una narrativa excelente, metáforas inteligentes y un dialogo muy acertado y potencialmente citable. ¡quede completamente fascinada!
Aparte de ser una película que te deleita visualmente, destaca temas importantes que actualmente son solo algunos de los problemas mas importantes en la sociedad, tales como:
La pérdida del valor social que nos llega en algún punto con la edad a nosotras las mujeres, la automutilación psíquica, la desconexión progresiva de la humanidad, la soledad, el aislamiento, la tristeza e impotencia, el sentirte podrida por dentro y las expectativas asfixiantes que son parte de buscar la perfección o al menos lo hegemónico y socialmente mas aceptado, una “belleza ideal”.
Así mismo también nos habla de los estándares de belleza, orquestados por deseos patriarcales e influenciados por el capitalismo y como los mismos afectan en la percepción de las niñas y mujeres afectando sus ambiciones y aspiraciones. Nos hacen ver como todo lo anterior puede llegar a causar una competencia entre las mujeres, aparte, también como puede llegar a surgir un pensamiento de comparación y como afecta en la autoestima, haciéndonos creer, que jamás vamos a llegar a ser suficientes, no importa que tan dispuestas estemos a someter nuestros cuerpos (y mentes) a procedimientos y cambios drásticos con tal de aspirar a la perfección.
Menciona también, implícitamente, el tema de la superficialidad entrelazada con la cosificación y mercantilización de las mujeres “hermosas” y el cómo en las culturas asiáticas es más importante generar ídolos por masas que al poco tiempo serán olvidados y desechados.
Para concluir, fue una película que evoco muchos sentimientos en mí, en su mayoría muy buenos y también me sirvió para reflexionar y hacer un poco de introspección en como toda esta situación me ha llegado a afectar hoy en día, con todas las nuevas modas y estéticas a las que se aspira actualmente, que pueden ser tan fugaces como nada, o pueden arraigarse tanto a ti que te terminan afectando de una forma mas profunda de acuerdo a como es que lo percibes.
Es una película muy digerible y amena, con personajes divertidos, también tiene tintes un tanto de comedia muy oscura y perversa, cosa que me encanta :p Lilico es un femcel icon muy infravalorado definitivamente ¡ recomiendo muchísimo verla
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zinesumarex · 1 month ago
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As origens e as implicações do uso (indiscriminado ou não) do dispositivo de Distorção Magnética por Baixa Proximidade (DMBP).
Sumarex | Outubro/2024
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Há aproximadamente cento e cinquenta anos atrás, a física nuclear e sua relação com a coexistência entre o tempo/espaço, não passava de um sonho para os acadêmicos, semelhante à um emaranhado de teses e teorias que quase nunca dialogavam entre si e muitas vezes eram contraditórias.
Contudo, dentro de algumas ordens iniciáticas e determinadas fraternidades ocultas e invisíveis aos olhos do cotidiano, o "verdadeiro cientista" (ou simplesmente o "alquimista") nunca deixou de investigar as profundezas do saber universal.
Numa dessas incursões meditativas, em uma fraternidade autodenominada "Sociedade VRL" (um dos tentáculos da franco-maçonaria), algo foi acessado. Durante uma sessão que durou sete dias e contava com apenas três mulheres (todas representantes da cúpula da Sociedade VRL e reunidas num local secreto na floresta amazônica em território brasileiro), uma delas, chamada Maria, entrou em transe por cerca de uma hora depois de um longo período de meditação que incluiu também o uso de substâncias específicas.
Ao retornar do transe, Maria diz ter ouvido uma voz masculina chamando-a para dentro de uma porta escura. Ao entrar, segundo ela, uma enorme teia de aranha se desenhou em torno dela como um domo, na altura das nuvens.
Caminhando, notou que o chão era feito da mesma teia, e ficou com os pés presos. Quando viu se aproximar alguém vestido apenas com um casaco preto com capuz que lhe cobria parte do rosto. Essa figura, segundo Maria, lhe disse:
"Eu sei o que move e o que moveu você. Retorne e diga aos seus semelhantes que nada no passado foi embora, mas reside nas teias que constroem o presente. Se vocês querem aprender como controlar, será preciso amarrar os pés do presente em algum lugar do passado. Isso dará a vocês apenas tempo para gozarem do prazer do poder, mas não será o suficiente pra evitar uma contra-resposta."
A Sociedade VRL passou imediatamente à estudar o transe da integrante Maria com a intenção de, logicamente, traduzir em ganhos tangíveis toda a sabedoria revelada.
Em apenas seis meses de reuniões eles chegaram à tese final de que era possível acessar qualquer informação do passado de qualquer ser vertebrado um dia vivo no planeta. Não só acessar um ponto específico dessa linha do tempo, mas também ser capaz de corromper esse ponto, afetando imediatamente o presente. Além de poder atar qualquer indivíduo (naturalmente evoluído à um nível de percepção sensitiva coerente de sua espécie no presente) à uma animalidade ancestral (um dia necessária) para forçar comportamentos e tendências no presente e desenhar-se com ares de natural nos hábitos da civilização.
Reuniram-se com os mais renomados professores de uma das mais conceituadas universidades do mundo. Estes professores foram pagos para estudar e extrair da premissa central do transe, algum tipo de fórmula que pudesse ser aplicada "mecanicamente". Alguns desses professores desistiram da pesquisa, mas dois deles permaneceram e apresentaram ao final de duas semanas uma coleção de teorias científicas que aparentemente se aplicavam ao conceito de "informação impressa no campo eletromagnético terrestre". Uma teoria, em especial, de um dos alunos mais aclamados da Universidade de nome oculto, era incrivelmente aplicável e convertia para o fundamento principal do transe experimentado por Maria e sua sabedoria hermética.
Em suma, todo ser vertebrado possui o mesmo diagrama eletromagnético, semelhante às cristalizações isométricas dos minerais. Esse diagrama é o registro das ações do indivíduo no mundo e corresponde ao seu tecido ou sua malha temporal. Nesse sentido, o campo eletromagnético do planeta Terra se define. Ele é a soma de todos os campos individuais dos seres vivos, vertebrados ou não, mas por razões de limitação de frequência, os seres humanos não são capazes de acessar, muito menos afetar as formações dos seres invertebrados e outros reinos naturais.
A teoria que convertia para uma aplicação prática e que serviria aos fins da Sociedade VRL era a seguinte: bastava emitir uma determinada frequência sonora, correspondente ao grau de consciência sensitiva de qualquer indivíduo, e o próprio respondia em que ponto ele está "no mapa" do campo eletromagnético terrestre. Em outras palavras, bastava emitir uma frequência sonora específica e inaudível aos ouvidos humanos e todos os humanos responderiam de forma automática à esse estímulo e assim era possível saber onde - no campo eletromagnético terrestre - as reações aconteciam.
Com apenas alguns dias de pesquisa e coleta de dados já era possível concluir que o pólo Norte era o ponto onde convertia a "massa de resposta" à influência nefasta da frequência sonora inaudível. Inclusive, esta frequência nunca foi revelada, mas ela permanece até os dias de hoje.
Dessa forma a Sociedade VRL estabeleceu a meta de redefinir a frequência mental dos indivíduos para benefícios obscuros.
Através da interferência dessa frequência, inúmeras "portas" foram abertas na mente humana.
Primeiro será preciso entender como acontece a emissão dessa frequência sonora e, depois, a distorção correlata:
A frequência sonora inaudível é ecoada à quatro ventos em todas as direções do globo através de aparelhos instalados na órbita terrestre: na linha do equador e nos meridianos. Esses aparelhos não só emitem essa frequência, como captam a "massa de resposta".
Através dessa tecnologia, a Sociedade VRL passou a inferir sobre a raça humana os gatilhos necessários para a produção de respostas animalescas em indivíduos sadios. Esses gatilhos eram inseridos sob a forma de ingestão de determinadas substâncias combinadas, tais como drogas, álcool, e alguns tipos de alimentos processados. Produzindo como consequência um determinado nível de resposta, semelhante à um controle remoto.
Para atar a civilização no passado primordial das reações instintivas era preciso gerar uma distorção no campo eletromagnético do planeta Terra. E isso foi feito. Com a incrível façanha de permanecer até agora. E através dessa mesma tecnologia eles passaram a criar outros tipos de dispositivos.
O dispositivo de DMBP é capaz de lançar qualquer pessoa no presente para algum ponto no passado. Mas para que isso funcione, é preciso materializar no presente a animalidade do sujeito em questão. Ou seja, fazer viver um demônio, praticamente; em todas as suas características.
Contudo, a Sociedade VRL sabia que era preciso evitar que a contra-resposta viesse. E, para isso, alguns poucos anos depois, em parceiria com a maçonaria inglesa, eles fundaram a Agência e passaram a operar em todos os cantos para sabotar qualquer possibilidade de alguém, em algum lugar, descobrir aquilo que eles já sabiam.
Além de operarem por várias vezes o dispositivo de DMPB.
O uso indiscriminado do dispositivo pode afetar consideravelmente o clima, gerar anomalias eletromagnéticas irreversíveis, fazer aflorar doenças novas e afetar a saúde mental dos seres humanos e animais.
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iamainhoa · 1 month ago
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Ernst Ludwig Kirchner
Potsdamer Platz, 1914 Óleo sobre lienzo 200×150cm Expresionismo
En el centro llaman la atención dos figuras femeninas. Kirchner representa a las dos prostitutas con símbolos. Se encuentran en una isleta de tráfico y, por lo tanto, son al mismo tiempo el centro y al mismo tiempo aislados de la sociedad circundante.
La cinta de luto que lleva una de las mujeres puede interpretarse como una referencia a la prostitución ocasional de muchas viudas de guerra. Al mismo tiempo es un camuflaje, la prostitución está prohibida en esa época. Kirchner hizo las figuras masculinas mucho más pequeñas. Su multitud da una idea del ajetreo del centro de aquella época.
Detrás, la ciudad con el pretendiente sombrío y afilado tiene una perspectiva tan distorsionada, como un mundo que se ha salido de control.
📍Nueva galería nacional, Berlin
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01298283 · 28 days ago
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A rivalidade feminina é um fenômeno social complexo,muitas vezes enraizado em uma estrutura patriarcal que ensina as mulheres a se enxergarem como adversárias,principalmente em questões afetivas. Esse comportamento tem suas raízes em séculos de condicionamento cultural,onde as mulheres foram constantemente colocadas em posições de competição entre si seja pelo amor de um homem,por posições de destaque ou pelo simples reconhecimento social. Isso cria um ambiente hostil,em que a própria identidade feminina se torna um campo de disputa.
Essa rivalidade geralmente se manifesta de forma mais acentuada quando o foco é a disputa por um homem. A sociedade,ao longo do tempo, posicionou o afeto e a aprovação masculina como símbolos máximos de realização para uma mulher,como se sua felicidade e completude dependessem desse reconhecimento. Nesse cenário,outras mulheres não são vistas como aliadas,mas como ameaças, rivais a serem combatidas. E,em vez de se apoiar mutuamente,muitas mulheres caem no ciclo de conflitos e competições destrutivas.
No entanto,essa rivalidade está diretamente ligada a um sistema que busca dividir e enfraquecer. Um sistema que ainda ensina as mulheres a valorizar sua aparência e sua sexualidade como formas de poder e que incentiva a comparação constante: quem é mais bonita? Quem é mais desejada? Quem consegue o “melhor” homem? Essa narrativa molda uma visão de que o sucesso amoroso,especialmente o que envolve homens,é uma espécie de "troféu",como se a aprovação masculina fosse a principal medida de valor de uma mulher.
Além disso,essa disputa faz com que muitas vezes as mulheres se alinhem com o patriarcado sem perceber,perpetuando comportamentos machistas ao defenderem seus rivais,homens que muitas vezes as traem,manipulam,maltratam ou objetificam. Essa defesa gera ainda mais conflitos entre elas, obscurecendo o fato de que o verdadeiro problema não está na outra mulher,mas sim no próprio homem ou nas dinâmicas opressoras nas quais elas estão inseridas
A ironia dessa situação é que,ao brigarem entre si,essas mulheres fortalecem o próprio sistema que as oprime. Enquanto estão ocupadas competindo por um homem ou disputando quem tem mais “direito” ao amor dele,deixam de lutar contra as verdadeiras causas de sua opressão: o patriarcado,as desigualdades de gênero e os padrões machistas que as mantêm divididas. É uma distração que enfraquece o poder coletivo das mulheres e as impede de alcançar a emancipação verdadeira.
Entender e desconstruir essa rivalidade é essencial para libertar as mulheres desse ciclo de competição e subordinação. Isso exige uma mudança profunda na forma como as mulheres são ensinadas a se ver e a ver umas às outras,reconhecerem que seu valor não depende da validação masculina. A luta não é por um homem,mas sim por respeito,dignidade e a liberdade de ser quem são,sem a necessidade de competir por um lugar que já é delas por direito.
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thehierarchyproject · 1 year ago
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R0drigo God0y, um verdadeiro exemplo de masculinidade! Ele transcendeu as expectativas, desafiando as opiniões alheias e vivendo segundo suas próprias vontades, recusando-se a se reprimir sob as expectativas limitantes da sociedade. Rodrigo é um exemplo de coragem e autenticidade, um convite para quebrarmos as correntes do conformismo. Ele nos mostra o poder de abraçar verdadeira essência masculina e experienciar o que é ser homem. Adoremos aqueles que escolhem a ousadia de vacilar, pois são eles que nos lembram que ser verdadeiramente masculino é ter a coragem de agir de acordo com as suas próprias regras.
R0drigo God0y, a true exemplar of masculinity! He transcended expectations, defying the opinions of others and living according to his own desires, refusing to repress himself under the limiting expectations of society. Rodrigo is an exemple of courage and authenticity, an invitation to break the chains of conformity. He shows us the power of embracing true masculine essence and experiencing what it means to be a man. Let us celebrate those who choose the audacity to falter, as they remind us that true masculinity is having the courage to act by one's own rules.
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translatingtradutor · 1 month ago
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[Comentário] Contra a conformidade de gênero para transicionar
A conformidade de gênero é uma coisa asustadora que ameaça todas as pessoas trans, mesmo as no armário. É possível que você esteja se parando de transicionar pensando que não é feminina/androgene/masculino o suficiente ainda, e fique toda vez botando para depois por causa disso. É possível no mesmo grau que você se pare de justamente se tornar essas coisas porque é socialmente inaceitavel o fazer antes de transicionar.
Percebem esse ciclio vicioso? É a armadilha da sociedade para nos manter nas jaulas do gênero feitas para beneficiar o conforto das pessoas cis. Elas não querem ter que questionar ou ver coisas assim - que por sinal são normais, mesmo se alguém não é trans - e nós nos curvamos perante a pressão dos outros, falando que quando transicionarmos não será mais assim. Mas ao sair do armário, percebemos que não somos aceitos se não magicamente nos tornarmos exatamente a coisa que eles esperam no mesmo segundo, ignorando o processo completamente.
Não há vergonha alguma em sair do armário antes de ter mais traços do jeito que quer. Muitas vezes as pessoas entram nesse ciclo de achar que precisa de traços do gênero delas para ser trans "de verdade", mas depois que para poder ter esses traços de maneira socialmente aceitavel precisava já ter saido do armário. É necessário quebrar esse paradigma de ser aceitável para que você possa fazer uma transição da forma que quer.
Isso nem contou ainda as pessoas não binárias. Apesar de dizermos que é possível se tornar mais androgene de uma maneira aceitável, a sociedade ativamente rejeita essas pessoas e tenta as pressionar mais e mais a ir a um dos binários de expressão de gênero, ou decide que elu deve ser o "meio a meio perfeito", que ninguém é. Assim como homens e mulheres tem esteriotipos extremizados de gênero, a ideia do não binárie completamente sem traços de gênero é uma ficção novamente feita para negar a não binariedade das pessoas já que não se encaixam em algo impossível.
Ao nos conformarmos por nervosismo com oque as pessoas cis querem, estamos esquecendo da realidade que é ser trans. Ser trans é, intrisicamente, uma quebra dos paradigmas de gênero. Ao transicionar, vamos obrigatoriamente irritar um pouco o status quo da sociedade, e temos que aprender a dizer para essas pessoas irem cuidar da própria vida. Você apenas atingirá a paz interior se fizer as coisas que você quer, não se preocupando com oque pessoas sem conhecimento vão achar ou não.
É claro, ainda é dificil. Por causa disso, redireciono certas páginas relevantes de recursos.
Masterlist de recursos do blog
Transição escondida masculina
Transição escondida feminina
Alguns recursos sobre sair de casa e família transfóbica
A ajuda do tratamento psicologico na transição
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irunevenus · 2 months ago
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Wicca: A Religião Pagã Moderna Que Revive Antigas Tradições
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A Wicca é uma das religiões pagãs modernas mais conhecidas e amplamente praticadas no mundo ocidental, particularmente na Europa e nos Estados Unidos. Surgida no século XX, a Wicca se apresenta como uma celebração das antigas práticas religiosas pagãs, revivendo rituais e crenças que honram a natureza, a magia e a dualidade sagrada do feminino e do masculino. Este artigo explora a origem, os princípios fundamentais, as práticas e a crescente influência da Wicca na sociedade contemporânea.
Origem e História da Wicca
A Wicca é frequentemente creditada a Gerald Gardner, um antropólogo britânico e ocultista que, na década de 1950, popularizou o que ele alegava ser uma religião de bruxaria ancestral que havia sobrevivido clandestinamente na Europa por séculos. Gardner publicou vários livros, incluindo “Witchcraft Today” (1954) e “The Meaning of Witchcraft” (1959), que ajudaram a lançar as bases para a prática moderna da Wicca.
Gardner combinou elementos de antigas tradições pagãs, ocultismo ocidental, folclore britânico e escritos esotéricos para criar uma religião estruturada com rituais, mitologia e crenças específicas. A partir da década de 1960, a Wicca começou a se espalhar rapidamente, influenciada pelo movimento da contracultura e pela crescente popularidade das práticas espirituais alternativas.
Princípios Fundamentais da Wicca
A Wicca não possui um texto sagrado único ou uma estrutura doutrinária rígida. Em vez disso, é uma religião altamente personalizável, com crenças e práticas que podem variar consideravelmente entre seus seguidores. No entanto, alguns princípios comuns unem a comunidade wiccana:
Reverência à Natureza: A Wicca celebra a natureza como uma expressão viva do divino. A Terra, os elementos (terra, ar, fogo, água) e os ciclos naturais são vistos como sagrados, e os wiccanos buscam viver em harmonia com o mundo natural.
Dualidade Divina: A Wicca adora uma Deusa e um Deus, que representam as forças femininas e masculinas do universo. A Deusa é frequentemente associada à Lua, à Terra e à fertilidade, enquanto o Deus é ligado ao Sol, à caça e à renovação da vida.
Roda do Ano: Um dos aspectos centrais da Wicca é a celebração dos Sabbats, os oito festivais sazonais que compõem a Roda do Ano. Estes incluem Samhain (o Ano Novo Wiccano), Beltane, Yule e Mabon, cada um marcando uma fase do ciclo agrícola e solar.
Magia e Feitiçaria: A prática da magia é uma parte vital da Wicca. Feitiços, rituais e outros atos mágicos são usados para influenciar o mundo e promover mudanças pessoais, espirituais e sociais. A magia é vista como uma forma de trabalhar com as energias naturais para alcançar resultados desejados.
Ética do “Faça o Que Quiser, Sem Prejudicar Ninguém”: A ética central da Wicca é expressa pelo Rede Wiccano, que prega que se deve agir livremente, desde que suas ações não causem dano a outros. Esse princípio enfatiza a responsabilidade pessoal e o impacto das ações.
Práticas e Rituais Wiccanos
Os rituais wiccanos são caracterizados por celebrações vibrantes e simbólicas que frequentemente ocorrem em círculos sagrados, onde os praticantes invocam os elementos e as divindades para guiar o trabalho espiritual.
Círculo Mágico: A maioria dos rituais wiccanos começa com a criação de um círculo mágico, um espaço sagrado onde as energias são contidas e os praticantes podem se conectar com o divino sem interferências externas.
Altares e Ferramentas: O altar é o ponto central dos rituais, decorado com representações dos elementos, velas, cristais e símbolos da Deusa e do Deus. Ferramentas comuns incluem a varinha, o athame (faca ritual), o cálice e o pentagrama.
Esbats: Além dos Sabbats, os wiccanos celebram Esbats, rituais que honram as fases da Lua, especialmente a Lua Cheia. Estes encontros são momentos para meditar, realizar feitiços de manifestação e aprofundar a conexão com o divino feminino.
Iniciação e Tradições: Muitos wiccanos passam por um ritual de iniciação para formalmente se tornarem parte da comunidade. Existem diversas tradições dentro da Wicca, como a Wicca Gardneriana, Alexandrina, Celta e Diânica, cada uma com suas particularidades e ênfases específicas.
Influência e Crescimento da Wicca
Desde suas origens no século XX, a Wicca cresceu e se transformou, adaptando-se às necessidades dos seus praticantes. Hoje, é uma religião reconhecida em vários países, com comunidades que praticam abertamente e celebram suas festividades.
O crescimento da Wicca também é impulsionado pela internet, que permitiu a conexão de praticantes ao redor do mundo e a disseminação de informações sobre a religião. Plataformas de mídia social e grupos de estudo online têm desempenhado um papel crucial na modernização da Wicca e na expansão de suas práticas.
Mitos Modernos e Percepção Pública
Apesar de sua popularidade crescente, a Wicca ainda enfrenta mal-entendidos e estereótipos, frequentemente associada erroneamente com o satanismo ou práticas negativas devido ao uso do termo "bruxaria". No entanto, a comunidade wiccana trabalha ativamente para educar o público sobre seus verdadeiros valores de harmonia, respeito e ética.
Conclusão
A Wicca representa uma reconexão com antigas tradições espirituais em um mundo moderno, oferecendo um caminho de autoconhecimento, harmonia com a natureza e celebração do divino. Com sua ênfase em liberdade espiritual e responsabilidade ética, a Wicca continua a atrair aqueles que buscam uma religião que valoriza o indivíduo, a comunidade e a Terra.
À medida que cresce e se adapta, a Wicca reafirma a relevância contínua das antigas tradições pagãs em um mundo que está constantemente em busca de novas formas de se conectar com o sagrado.
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