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¿Abiertos o Cerrados? Los mejores diseños de cocinas en Tomares
Cuando se trata de reformar tu cocina, la elección entre un diseño abierto o cerrado puede tener un impacto significativo. No sólo en la funcionalidad y el estilo de tu espacio sino en su impacto visual. Hemos analizado junto a los expertos de la mejor tienda de cocinas en Tomares las ventajas y desventajas de ambos estilos de diseño.
Descubriremos cuál es la opción ideal para ti. Si buscas renovar tu espacio, esta guía te ayudará a tomar una decisión informada y transformar tu cocina en algo excepcional.
Diseño abierto: Conexión y amplitud
Las cocinas de diseño abierto son conocidas por su sensación de amplitud y conexión con el resto del hogar. En este diseño, la cocina se integra con el comedor y la sala de estar, creando un flujo continuo entre los espacios. Esto es ideal para aquellos que disfrutan de la interacción social mientras cocinan o desean un ambiente luminoso y espacioso. Además, el diseño abierto permite una mejor circulación del aire y la luz, lo que puede hacer que tu cocina se sienta más acogedora y relajante.
Ventajas del diseño abierto
Mayor sensación de espacio: Al eliminar las paredes, el espacio se abre y se siente más grande y aireado.
Interacción social: El diseño abierto fomenta la interacción entre quienes cocinan y quienes se encuentran en las áreas circundantes.
Luz natural: La luz fluye sin obstáculos, creando un ambiente luminoso y positivo.
Diseño cerrado: Privacidad y organización
Las cocinas de diseño cerrado ofrecen un nivel de privacidad y organización que puede ser atractivo para muchos. En este diseño, la cocina está separada del resto de los espacios, lo que proporciona un ambiente más íntimo para cocinar y realizar tareas culinarias. Además, los olores y el ruido de la cocina se mantienen contenidos, lo que puede ser beneficioso en situaciones en las que deseas mantener la privacidad mientras cocinas.
Ventajas del diseño cerrado
Privacidad: El diseño cerrado ofrece un espacio más privado para trabajar en la cocina sin interrupciones.
Control de olores y ruido: Mantener la cocina cerrada puede ayudar a contener olores y ruidos no deseados.
División de funciones: Las áreas están claramente definidas, lo que puede contribuir a una mejor organización.
¿Cómo decidir entre los dos estilos?
Al considerar entre un diseño abierto o cerrado, es importante tener en cuenta tus necesidades y preferencias personales. Aquí hay algunas preguntas que te ayudarán a tomar la decisión adecuada:
¿Valoras la interacción social?
Si disfrutas de la compañía de tus seres queridos mientras cocinas, un diseño abierto puede ser ideal.
¿Prefieres mantener la privacidad?
Si aprecias la tranquilidad y la privacidad mientras cocinas, un diseño cerrado podría ser más apropiado.
¿Cómo utilizas tu cocina?
Considera tus hábitos culinarios y si tiendes a mantener la cocina ordenada o prefieres que esté fuera de la vista.
¿Qué estilo se adapta a tu hogar?
Piensa en la arquitectura y el estilo de tu casa para determinar qué diseño encajaría mejor.
Diseños que se adaptan a ti en Tomares
Al buscar las mejores cocinas en Tomares, es esencial que los profesionales comprendan tus necesidades y preferencias. Un equipo de diseño experimentado puede asesorarte sobre las opciones que se ajusten a tu estilo de vida y espacio. Ya sea que optes por un diseño abierto o cerrado, lo más importante es crear una cocina que refleje tu personalidad y funcione para ti.
Tu cocina, tu elección, tu pasión
Sin duda, la elección entre un diseño abierto o cerrado depende de tus preferencias y necesidades específicas. Tanto el diseño abierto como el cerrado tienen ventajas únicas que pueden mejorar la funcionalidad y el estilo de tu cocina. Al explorar las opciones del mercado, toma en cuenta cómo utilizas tu cocina y cómo deseas que se integre con el resto de tu hogar.
Con la orientación de profesionales en diseño de cocinas, estarás en el camino correcto para crear una cocina que refleje tu estilo y se adapte a tu vida cotidiana.
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Movie Night - Enzo Vogrincic
+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen. Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos) y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…, ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
-Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso, pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
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Los amigos se ayudan entre si
Mi mejor amigo Garret y yo acabamos de hacer la mejor broma del mundo, y creo que eso no le gustó mucho a los maestros en especial al coordinador ya que acabábamos de causar un gran desorden. El personalmente se encargaría de informar a nuestros padres de lo ocurrido, por lo que nos dio un reporte a cada uno y un citatorio donde decía que nuestros padres debían asistir mañana.
Mi padre estaba fuera de la ciudad por lo que el coordinador decidió que a él le informaría por llamada, pero mi amigo no tendría tanta suerte, así que decidí que le ayudaría un poco con este asunto.
Para poner contexto se podría decir que en mi familia tenemos una peculiaridad, todos recibimos un poder al cumplir los 17 años, mi abuelo puede sanarse inmediatamente de cualquier enfermedad o accidente, mi hermano tiene un olfato tan potente que puede oler y distinguir cualquier objeto, animal o persona que desprenda un olor a kilómetros, mi tío puede comunicarse con otros a través de los sueños y mi papá puede ver a través de los objetos, pero el mío es el mejor y eso que aún no he descubierto todo su potencial, digo hace 4 meses que lo obtuve así que aun ocupo explorar mucho, mi familia cree que mi poder es salir de mi cuerpo y explorar el entorno sin ser detectado, y en teoría lo es, pero lo que no les he contado ni a mi familia ni a Garret es que al salir de mi cuerpo obtengo el poder de entrar en los demás y tomar sus cuerpos, la desventaja es que al entrar en alguien esa persona puede sentir mi presencia en lo que tomo el control, pero si lo hago mientras duermen no pueden resistirse a mi posesión.
Garret sabe que mi familia no es normal, esto porque hace 2 años vio como mi abuelo callo del techo de mi casa y se clavaba una barrila en su pecho, solo para sacarla y sanarse en segundos, pero como esos sido amigos desde la infancia comprendió que debía guardar el secreto.
Así que bueno deje a Garret en su casa y le dije que no le dijera nada a su papá hasta mañana temprano, el me preguntó porque pero le dije que confiara en mi. Sabía que Sergio el padre de Garret llega del trabajo a las 6:30pm y debía asegurarme que Garret no dijera nada a su padre así que espere a que fueran las 6:00pm , le dije a mi hermano que me quedaría a dormir con Garret porque teníamos que hacer un proyecto en su casa y como se entregaba al día siguiente, tendríamos que trabajar en el aunque se hiciera noche, el solo me dijo que le llamara cuando llegara y así lo hice, para mi sorpresa llegue justo antes que Sergio ( el papá adoptivo de Garret), el me saludo y fue a su cuarto, espere unos minutos y le recordé a Garret que por nada del mundo le dijera a sí padre sobre que el coordinador lo mando a llamar.
Luego de la cena Sergio se fue a dormir, se veía muy cansado, Garret y yo hicimos lo mismo, bueno no exactamente, yo espere a que Sergio estuviera profundamente dormido, y luego de unos minutos escuche sus ronquidos, me concentre, y expulse mi forma astral de mi cuerpo, yo estaba en la sala así que flote hasta el segundo piso donde dormía Sergio, lo vi y estaba profundamente dormido, entonces tomé un poco de impulso y me abalance sobre el, sentí como mi ser estaba tomando posesión de su cuerpo, sentía sus sabanas rosando con su piel, escuchaba como el viento chocaba a la ventana, y por último abrí sus ojos, o bueno mis nuevos ojos, estaba un poco iluminado por la luz de luna que entraba por la ventana, pero entonces sentía como el cansancio me llevaba a un profundo sueño, era algo normal después de todo el se veía exhausto antes de ir a dormir y la posesión deja los cuerpo muy cansados.
Al llegar la mañana me despertó una alarma, entonces caí en cuenta que era Sergio, me levante y rápidamente escondí mi cuerpo inconsciente en el cuarto de Sergio antes de que Garret lo viera, decidí que le jugaría una broma. Después baje a la cocina y prepare el desayuno, Garret y me dijo:
Garret: papá no sabes donde esta Alex?
Alex: su hermano llegó a recogerlo, dijo que tenía que ir con el a hablar con él coordinador.
Levante una caja fingiendo ser un padre que sabe que su hijo le debe muchas explicaciones.
Garret: Hablando de eso...
Alex: Antes de que me digas algo, ya habale con Daniel y me dirijo que su hermano y tu estaban juntos en eso.
Garret: Entonces... ya lo sabes?
Alex: si y estoy muy decepcionado, yo no te eduque así, no pensé me ocultaras estas cosas, y más si se supone que hoy tendríamos que asistir, quien te dijo que debías ocultarle cosas a tu padre.
Miraba a Garret callado, así que lo miré fijamente como si estuviera demasiado enojado, prácticamente obligándonos a hablar.
Garret: lo que pasa es que Alex me dijo que te dijera hasta hoy, pero ...
Alex: pero nada, come y nos vamos.
Garret: pero aun faltan 1 hora para mi primera clase y la escuela a 5 minutos en carro, porque vamos tan temprano?
Alex: porque tengo cosas que hacer y como no me avisaste, ya no puedo ir mas tarde.
Procedí a servir su almuerzo y mientras comía pensé en que debía confesarle lo que hice, pero decidí esperar un poco más.
El camino a la escuela fue un poco incómodo, Garret no se atrevía a de ir nada pero yo no quería desatarse aun.
Luego de hablar con el coordinador y dejar en claro la sanción por lo ocurrido, me subí al asunto con Garret y comencé a charlar con el:
Alex: Hijo, quiero que sepas que estoy muy decepcionado.
Garret: perdón papá, no volverá a pasar.
Alex: eso espero, porque es muy molesto tener que aguantar esas juntas.
Garret me miró con extrañeza, por lo que acababa de de ir.
Garret: puedo bajarme, voy a buscar a Alex.
Alex: hablando de tu amiguito... debo dejarte algo claro respecto a el.
Garret: La idea fue mía, no de el, el no me invito a hacer esa broma.
Alex: Vamos la mitad de la broma fue idea mía.
Garret: que?
Alex: jaja, deberías ver tu cara, bro soy yo Alex.
Garret: no entiendo ...
Alex: bro, sabes de mi habilidad, pero resulta que no solo salgo de mi cuerpo, sino que puedo tomar el de otros.
Garret estaba completamente shock, su expresión era lo mejor, luego de procesarlo todo me dijo:
Garret: Entonces ahora eres mi padre.
Alex: si
Garret: y esto es algo temporal verdad.
Alex: si
Garret: Entonces mi padre nunca sabrá de esto.
Alex: no,solo yo y tu lo vamos a saber
Garret: genial, oye pero que va a pasar contigo, ya no puedes faltar más a clases.
Alex: descuida por eso venimos 2 horas Antes, tengo tiempo para ir y regresar.
Garret: Entonces, ya vas a dejar a mi papá?
Alex: si, solo que mi cuerpo está en tu casa, voy a regresar a y a dejar tu papa y regreso.
Garret se quedó en la escuela y yo regrese a casa de Garret.
Al llegar sabía que tenia que resolver un asunto, como lograría volver a mi cuerpo y salir de la casa sin que el papá de Garret se diera cuenta, cuando dejó a alguien tarda unos minutos en despertar, pero yo también tardo unos minutos en tomar conciencia, así que tome mi cuerpo, lo llevé asta la puerta de la casa, discretamente lo saqué y coloque detrás de unos rosales y arbustos que están en el jardín delantero, pero al hacer esto me atore con un rosal y por accidente rompí la camisa del padre de Garret, regrese a su habitación a cambiarme de ropa, al desvestirse note algo que en la mañana pase por alto, el padre de Garret estaba en forma, ver su cuerpo se volvió algo un poco incomodo al notar que mi nueva herramienta comenzó a apretar contra los pantalones.
Luego por mi mente paso una idea que me hizo dudar si acaso estaría bien que si me encargara de ese asunto, digo es algo personal y es el cuerpo de otra persona, nunca había echo nada indebido en otro cuerpo que no fuera el mío, pero para cuando menos lo pensé ya me estaba bajando los pantalones, una culpa comenzaba a inundarme, pero no podía hacer nada en contra del cuerpo de Sergio que se ponía cada vez más duro.
Me senté en la sala y comencé a acariciar si polla por encima de su bóxer, era tan sensible que un gemido salió de mi boca, comenzaba a presionar y a jugar con mi nueva polla por encima del bóxer, la sensación era única, la sensibilidad me hacia temblar de placer.
Fue entonces que me traslade a su cuarto, me desnude por completo y comencé a bombear mientras acariciaba el pecho de Sergio, era demasiado placentero, mis piernas cedían ante el placer y me tumbe en su cama, seguí jugando cada vez mas duro con su pene, mi espalda se arqueo mientras dejaba salir toda la semilla de Sergio cubriendo mi pecho y parte de su cara, pero entonces algo pasó, salí disparado hacia fuera de su cuerpo, nunca me había pasado eso, pero no sólo salí yo, de alguna forma arrastre a Sergio conmigo, veía como su silueta comenzaba a reaccionar, así que en un momento de pánico solo pude empujar su forma astral hacia su cuerpo.
Acaso había descubierto una nueva parte de mi poder, estuve analizando todo durante unos minutos pero en eso Sergio despertó desconcertado, se notaba que no entendía lo que estaba pasando, vio su pene que aún pedía más, se acercó a la puerta y grito nuestros nombres, cuando se aseguró que no había nadie, vi como regreso a terminar lo que yo empecé, me acerqué con la intención de volver a entrar, pero entonces vi un reloj que decía que ya había pasado mas de media hora y recordé que debía regresar con Garret antes de que empezarán las clases o sería sospechoso, regrese a mi cuerpo y me fui rápido.
Llegue con un poco de tiempo antes de que empezara la primera clase, le dije a Garret que había descubierto que podía sacar a otros de sus cuerpos, el se veía emocionado y me comenzó a hacer preguntas
Garret: ¿como descubriste eso?
Alex: bueno...
Sabía que no podía decirle a Garret que me estuve masturbando con el cuerpo de Sergio así que omití esa parte.
Alex: veras cuando deje el cuerpo de tu Papá sentí algo diferente a cuando he salido de otros cuerpos y vi a tu padre a mi lado, lo dejé en su cuarto acostado así que lo poco que vio pensara era un sueño.
Garret: ¿y como regresaste?
Alex: solo lo tome y lo empuje fuera de si.
Garret: pero no se supone que cuando sales eres como un fantasma?, ¿cómo pudiste tocarlo si ambos eran intangibles?
Alex: primero,si soy como un fantasma y segundo talvez porque los dos eramos como fantasmas, la verdad no estoy seguro.
Garret: crees que podrías sacarme a mi de mi cuerpo?
Alex: no lo se
Garret: que te parece si saliendo de clases vamos a mi casa y lo intentas.
Alex: No lo se, digo me ayudaría a saber si es algo que podre hacer a voluntad, pero que tal si pasa algo.
Garret: no te preocupes, será interesante ver todo desde el plano en el que lo haces cuando sales.
Alex: si seria como si tuvieras un poder también.
Garret: bien, y crees que también pueda poseer?
Alex: creo que ya estas exagerando
Garret: que tal si tu poder no es salir a otro plano, sino manipularlo, quiero decir que tal que tu poder no solo es poder salir de ti, sino algo así como "controlar las almas".
Alex: Talvez... sabes se hace tarde vamos a clases
Honestamente veía a Garret muy emocionado, digo yo también lo estoy pero el se veía particularmente más emocionado que yo, era un poco raro.
En fían creo que debería hacerle caso a su idea, cuando terminen las clases iré a su casa.
#body swap#body switch#bodyswap#possession#male body swap#male body switch#body possession#male possession#male body possession#posesion
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Ok so this is for whenever you start posting again, and this contains a tiny spoiler for the new archon quest so if you haven't done it yet then you can ignore this So you know how during the archon quest Arlecchino confronts Furina when she's alone? That but with Dom Lyney (or Freminet if you don't do requests for Lyney yet i'll be happy with either one) and reader is Furina's assistant/servant (Not like neuvillette like they serve Furina and stuff) And instead of attacking the Reader Lyney (or Freminet depending on you choose to write) Fucks them? Yeah that's it, i feel like this is a little different from the other nsfw requests you've done so if this makes you uncomfortable then feel free to delete this
💖~ I haven't gotten to that part in the game yet, but I already wanted to write this kdhkdhd Sorry for the delay! :(((((
Writing Freminet crying and then Lyney horny is the most "sex mode: on" thing I've ever done.
I liked the idea of putting Reader as a lady-in-waiting in the care and service of Furina, I couldn't stop thinking that I would like to write for Furina with a Reader like this and the life they have together kdhkdhd ✨✨✨✨
Warning: smut, there is consent! Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
La arconte Hydro te había enviado a buscar comida para gatos con la esperanza de hacer que un pequeño minino se dejara acariciar, parecía una misión sencilla comparada con las tareas que solían darte en los momentos más aleatórios, pero sonreíste, te inclinaste y seguiste la orden de tu señora. Poco sabías que ni bien cruzaras la esquina para ir a la cocina algo te interceptaría.
Una flecha había dejado la manga de tu camisa atravesada en la pared, el metal no te permitía liberarte y el olor a fuego que chamuscó tu ropa te alarmó. Entre las sombras apareció a quien menos habías esperado encontrar entre los pasillos tan cercanos a tu arconte y eso te hizo sudar más.
Lyney, vestido con su usual traje de mago con sombrero de copa, no te miraba con la galantería usual que demostró entre sus actos en los que acompañabas a la arconte Hydro, su sonrisa coqueta se mostraba muerta, con una expresión seria. Se acercó poco a poco a ti, acorralándote contra la pared en la que estabas.
"Monsieur Lyney, el uso de armas contra mi está restringido." Recordaste al mago que por fin te miró a los ojos, sonriendo de una manera extraña.
"Vamos, mon chéri, ¿el riesgo no es la parte más divertida de nuestra relación?" Las palabras burlonas de Lyney te golpearon salvajemente en el corazón, sonrojándote cuando su mano alcanzó tu mentón para mirarte mejor. "Habíamos hablado acerca de algo como esto antes, ¿o vine en mal momento?"
No podías dejar esperando a Furina tanto tiempo o te haría algún berrinche, pero las manos de Lyney en tu cintura y sus labios en tu cuello se sintieron más embriagadores que las anteriores veces en las que el mago se coló a tu habitación para un encuentro carnal. Sus dedos hábiles desataron tu corsé y solo pudiste tomar su cuello con un brazo para acercarlo para besar sus labios. Su semblante serio te daba una inquietante señal de que no te dejaría ir en mucho tiempo, y te lo confirmó cuando quitó la flecha de tu manga y te metió a una habitación cercana, un almacén en donde te presionó contra la pared mientras dejaba caer la vestimenta que usabas como dama de Furina. La falda larga cayó al suelo junto al corsé y la camisa chamuscada, la blusa interior desapareció entre la oscuridad del armario mientras Lyney creaba marcas en tus pechos.
"Lamento si... vine en un mal momento." Las palabras de Lyney estaban cargadas de arrepentimiento y culpa, pero su tono hambriento mientras se metía una de tus tetas a la boca, chupaba y su lengua masajeaba tu pezón con furia. Estaba tan necesitado, habiendo pasado semanas desde que te había visitado por última vez y ambos se necesitaban. "Pero puedes hacer esto por mi, ¿verdad? Puedes perdonarme luego."
Los dedos de Lyney jugaron con tu botón sensible a través de la ropa, manchando cada vez más la tela hasta que no fuera más que un mal necesario que quitaría del camino para tocarte más profundamente con dos dedos que entraban y salían manchados de humedad.
"O s-si quieres no me perdones." Querías preguntarle a qué diablos se refería, pero sus labios te besaron más rápido, callando lo que fuera que tuvieras en la cabeza y haciéndote mover contra sus dedos en busca de lo que ambos sabían que tendrían. El miembro de Lyney jugó con tus pliegues antes de entrar al mismo tiempo que sus manos dejaban marcas severas en tu cintura, sus jadeos se quebraron cuando te empezó a empujar fuertemente contra la pared y besaba tu pecho, en donde estaría tu corazón mientras se disculpaba por necesitarte tanto, por amarte tanto que lo único que quería ahora era llenarte hasta que el día acabe. "Te amo, de ve-verdad. Eso no es mentira, mon chéri."
Lyney lloraba por el placer mezclado con la culpa de estar engañándote para que Padre pudiera quitarle la gnosis al arconte Hydro, por haber empezado a visitarte para descubrir la rutina de Furina, por haberte usado hasta enamorarse de ti hasta el punto en que ahora gemía contra tu piel caliente y sudaba contra tu carne, machacando su polla contra tus paredes que apretaban su forma de manera perfecta.
La culpa no superó al placer cuando pintó tus entrañas con su semen y mordió tu cuello hasta dejar una bonita marca rojiza. Sus caderas no se detuvieron y siguió golpeando tus zonas sensibles y mojadas entre beso desordenados. Soltó más frases amorosas contra tu oído, maldiciendo internamente si luego pensabas que eran las mentiras más viles, marcó tu cuerpo para que no lo olvides si lo mandabas al diablo cuando te enteres de su engaño.
"Me dejarás follarte como disculpa, ¿verdad?" Lyney sonrió ante tu rostro bañado en lujuria, con tu perfecto maquillaje corrido y los labios de ambos manchados con labial. "Me aseguraré de follarte tan bien que me perdonarás todo, déjame mostrártelo."
English:
The Hydro archon had sent you to find cat food in the hopes of getting a little kitten to pet, it seemed like a simple mission compared to the tasks she usually gave you at the most random moments, but you smiled, bowed and followed the order of your lady. You didn't know that as soon as you crossed the corner to go to the kitchen something would intercept you.
An arrow had left the sleeve of your shirt pierced in the wall, the metal did not allow you to free yourself and the smell of fire that singed your clothes alarmed you. From the shadows, someone you had least expected to find appeared among the corridors so close to your archon and that made you sweat more.
Lyney, dressed in his usual magician outfit with a top hat, did not look at you with the usual gallantry that he showed between his shows in which you accompanied the archon Hydro, his flirtatious smile was dead, with a serious expression. He slowly approached you, cornering you against the wall you were on.
"Monsieur Lyney, the use of weapons against me is restricted." You remembered the magician who finally looked you in the eyes, smiling in a strange way.
"Come on, mon chéri, isn't risk the most fun part of our relationship?" Lyney's teasing words hit you savagely in the heart, blushing as his hand reached for your chin to get a better look. "We'd talked about something like this before, or did I come at the wrong time?"
You couldn't keep Furina waiting for so long or she would throw a tantrum, but Lyney's hands on your waist and his lips on your neck felt more intoxicating than the previous times the magician snuck into your room for a carnal encounter. His skillful fingers untied your corset and you could only grab his neck with one arm to bring him closer to kiss his lips. His serious expression gave you a disturbing sign that he wouldn't let you go for a long time, and he confirmed it when he removed the arrow from your sleeve and took you into a nearby room, a warehouse where he pressed you against the wall while he dropped the outfit you wore as Furina's lady-in-waiting. The long skirt fell to the floor next to the corset and the singed shirt, the undershirt disappeared into the darkness of the closet while Lyney created marks on your breasts.
"I'm sorry if... I came at a bad time." Lyney's words were laced with regret and guilt, but his tone was hungry for as he took one of your tits into his mouth, sucking and his tongue furiously massaging your nipple. He was so needy, it having been weeks since he had last visited you and you both needed each other. "But you can do this for me, right? You can forgive me later."
Lyney's fingers played with your sensitive button through your clothing, staining more and more of the fabric until it was nothing more than a necessary evil that he would move out of the way to touch you deeper with two fingers that moved in and out smeared with moisture.
"Or i-if you want, don't forgive me." You wanted to ask him what the hell he meant, but his lips kissed you faster, hushing whatever was on your mind and making you move against his fingers in search of what you both knew you'd have. Lyney's cock played with your folds before entering at the same time as his hands left severe marks on your waist, his gasps breaking as he began to push you hard against the wall and kissed your chest, where your heart would be as he apologized for needing you so much, for loving you so much that the only thing he wanted now was to fill you until the day is over. "I love you, really. That's not a lie, mon chéri."
Lyney cried out of pleasure mixed with guilt that he was tricking you so that Father could take Hydro Archon's gnosis, that he had started visiting you to discover Furina's routine, that he had used you until he fell in love with you to the point where he was now moaning against your skin hot and sweaty against your flesh, grinding his cock against your walls that squeezed his form perfectly.
The guilt didn't outweigh the pleasure when he painted your insides with his cum and bit your neck until he left a nice reddish mark. His hips didn't stop and he continued hitting your sensitive, wet areas between messy kisses. He blurted out more loving phrases against your ear, internally cursing if you then thought they were the vilest lies, he marked your body so you wouldn't forget it if you sent him to hell when you found out about his deceit.
"You'll let me fuck you as an apology, right?" Lyney smiled at your face bathed in lust, with your perfect makeup smudged and both of your lips stained with lipstick. "I'll make sure to fuck you so good that you'll forgive me for everything, let me show you."
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ˡᵃ ᶜᵒᵐⁱᵈᵃ ˢᵉ ˢⁱᵉⁿᵗᵉ ᶜᵒᵐᵒ ˢⁱ ᶠᵘᵉʳᵃ ᵛᵉⁿᵉⁿᵒ
🫐🫐🫐
Me siento en la mesa de la cocina frente a ese enorme plato de comida, lleno de grasa y de calorías que me costará mucho quemar. Me quedó viendo el plato mientras lentamente tomo los cubiertos para tomar un poco de comida. Puedo notar la manera en que mi familia me observa, expectantes, esperando que me lleve esa comida a la boca y mastique hasta tragar.
“No tengo hambre” dije tres veces seguidas mientras mi madre me insistía molesta que fuera a comer.
“¿Que comiste?” “¿Porque no tienes hambre?” “¿No vez lo flaca que estás? Ven a comer de una vez por todas”
Esas y mil frases más salen de su boca asegurando que soy un esqueleto.
La báscula no dice lo mismo.
La cinta con la que medi mi cintura una y otra vez no dicen lo mismo.
Esa ropa talla m que me hace ver como un costal de papas no dice lo mismo.
Mi cuerpo esta lleno de grasa que me envenena y me enferma para no poder ser perfecta, veneno que mi familia me obliga a consumir una y otra vez a pesar de que soy un cerdo obeso.
Mire el trozo de comida en mi tenedor una vez más. Mínimo 100 calorías por bocado.
“Recordé que tengo tarea” dije mientras me levantaba de la mesa para ir a mi habitación con mi plato en mano. Nadie me reprochó nada ya que "comería ahí".
Primero muerta que seguir consumiendo ese maldito veneno que me hace parecer una vaca.
#tw ed ana#ana y mia#anamotivation#tw ana bløg#hasta los huesos#anorecxia#tc4#diario de una gorda#quiero ser flaca
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Final A (Bjorn x Lectora)
Masterlist de mi autoría
Primer final del shot Demasiado tarde.
Nota: +18.
Sinopsis: después de semanas de haber sido rechazado y botado, Bjorn mantuvo la distancia. Se había decidido a hacer bien las cosas, ganaría de nuevo el cariño que no supo apreciar en un primer momento.
Era jueves por la tarde-noche, y había comenzado a refrescar cuando Navarro llegó a su hogar. Bjorn la recibió en la sala, ya con la cena a medio hacer.
—Estaba por salir a buscarte, no avisaste que saldrias.—Bjorn revolvía aquella salsa vagamente.
—Rain y ____ estaban intentando arreglar el temblor de Andy, y yo me quedé de colada para tomar café. Por cierto, me acordé de ti y te traje esto.—Bjorn volteó a mirar lo que su hermana dejó en la mesa antes de sentarse en el sofá. Era un frasquito con algo de café molido.
—... Hubieses traído uno ya hecho por ella.—siguió revolviendo la comida—. ____ lo prepara rico...—
Navarro lo miró preocupada, pues ya era demasiado el tiempo que su hermano llevaba desganado por todo aquello. Creía que se olvidaría rápido del asunto, que no tardaría en encontrarse a otra chica para pasar el rato. Pero no. Bjorn quería a ____.
—... ¿Tanto la extrañas?—el chico no respondió—. Deberías... Intentar hablar con ella.—
—Ya lo hice ¿Recuerdas? Y me mandó al diablo.—apagó la cocina, mirando a su hermana algo ansioso—. Ya no la veo en el trabajo, y-y en el comedor me ignora. Cambió sus horarios para que no nos crucemos, pero la veo a veces en la oficina y ni así voltea a mirarme. Pero si lo hiciera ¿Qué cara pongo? Parezco imbécil.—
—... Algo me dice que venías aguantando esa frustración hace rato ¿No?—
Bjorn se tumbó junto a su hermana en el sofá, recostando la cabeza en su hombro.
—De verdad... Quiero volver a verla.—
—Pues inténtalo.—Bjorn suspiró con pesadez—... Yo puedo preguntarle sobre ti, si tal vez sigue muy enojada o solo un poco.—
—¿Harías eso por mi?—
—Solo eso, más no. Ya te dije que no quiero que se enoje conmigo.—Bjorn acarició su cabeza, dejando un beso en su coronilla
—Te adoro, pelona.—
—Ay, ya. Termina de cocinar eso. Iré por la bebida.—
La tarde siguiente, ____ y Rain seguían trabajando con Andy. Y ese momento fue el que Navarro eligió para preguntar sobre Bjorn. Tuvo una idea que catalogó como "brillante".
—Oye, ____.—la chica la miró—. ¿Haces algo el viernes? Tenía pensado hacer una pijamada con Rain y Kay.—
—No. No hago nada y suena divertido... ¿Quieren venir todas a casa después del trabajo?—
—Oh, pensaba hacerlo en casa... ¿Aún estás enojada con Bjorn? Puedo decirle que se largue al diablo.—
—Oh, no es eso... Es solo que pensé que podríamos hacerlo aquí. Ya sabes, es más espacioso.—
—O sea que no te molesta Bjorn.—____ la miró enseguida.
—... Él te pidió que me preguntaras ¿No?—se levantó de la mesa, pero Navarro no tardó en aferrarse a su brazo.
—Sé que estás enojada con él, y tienes una razón más que válida.—Navarro se apresuró a excusarse—. Pero es deprimente para mi verlo de esa forma... Por favor, al menos dile "hola" cada tanto. Es como esa hadita de las pelis viejas que vimos la otra vez... Se muere sin atención.—
____ imaginó a Bjorn como la pequeña Campanita, recordando cómo lo ignoraba las pocas veces que se cruzaban por la colonia. Y no pudo evitar sonreír.
—Bien, Nav. Prometo no ignorarlo... No tanto.—
—Gracias... ¿Lo invitamos a cenar?—
Bjorn apenas había llegado de las minas hace unos minutos cuando Navarro apareció en la puerta de su departamento. La habría regañado por no haber descongelado el pollo para la cena, pero entonces notó a la chica a espaldas de su hermana, y las palabras se atoraron en su garganta.
—____... Hola... Yo... Hola.—sonrió embobado—. Hola...—
—Hola, Bjorn.—curvó apenas sus labios por un segundo antes de tornarse neutral de nuevo.
—¿Ya te duchaste?—Navarro entró sin más al lugar, tomando su juego de cartas de un cajón y lanzándolo sobre la mesa junto a una chaqueta—. Cenaremos en lo de ____. Así que alístate.—
Navarro desapareció de la sala, dejando al par en la entrada. Bjorn no sabía qué hacer. No esperaba nada de aquello.
—¿Cena?—
—Asi es.—
—... ¿Estoy invitado?—
—Si te duchaste, si.—
—Si lo hice...—miró a la mujer que se sentaba finalmente en la pequeña mesita del lugar.
—Es jueves, te tocaba transporte ¿No?—____ tomó las cartas—. Siempre terminabas lleno de ollin.—
—Si, eh... Es cierto.—se removió en el lugar—. Veo que lo recuerdas.—
—¿Cómo no hacerlo? Era una pesadilla hacer que te bañaras.—lo miró de forma fugaz—. Veo que ya no eres un vago mugroso de ollin.—
—... Bañadito me veo más bonito ¿No?—la chica sonrió sin mirarlo, recordando que solía decirle aquello tras la complicada misión de hacer que se duchara.
Navarro no tardó en aparecer con algunas mantas y los tres volvieron a la casa de ____. No sin antes pasar por Tyler en el camino.
Ya era algo tarde cuando el grupo de jóvenes finalmente terminó de cenar. Y tras acomodarse por toda la sala, ____ preparó el proyector para ver una película. Kay y Navarro eran las únicas atentas a la pelicula de hadas animadas, mientras que Rain y Tyler intentaban enseñarle a Andy cómo jugar al póker. Por su parte, ____ terminaba de lavar los platos.
—¿Necesitas ayuda?—Bjorn se acercó nervioso, parándose junto a ella frente al lavamanos.
—No no, ve con los demás. Termino con esto y veremos el postre.—____ enjuagó unos vasos, acomodándolos en el escurridor—. Tengo algo de fruta en la alacena... O té de manzanilla.—
—... ¿Puedo pedir un café?—Bjorn la vio sonreír, y esta vez fue una sonrisa más sincera que la de horas antes.
—Claro, Bjorn. Lo que quieras.—
Quiero que vuelvas a quererme. Pensó para sus adentros.
—¿Pudiste arreglar lo de la calefacción?—desvió su atención al respiradero sobre sus cabezas—. No se escucha nada.—
—Eso es porque aún no funciona.—siguió acomodando trastes en el escurridor—. Tal parece que se rompió el filtro de carbono por absorber demasiado polvillo externo. Tengo que cambiarlo pero no consigo un repuesto.—
—¿Hablas de esa cosita cuadrada con un papel duro encastrado como tapa?—la chica asintió—. Tengo de esos en casa, reparamos algunos la semana pasada en las oficinas y me traje los que sobraron.—
—¿Robas insumos de la empresa?—
—Los tomo prestados sin intención de devolverlos.—sonrió algo más relajado, notando que ____ lo hacía también—. Si quieres podemos echarle un vistazo ahora. Hará frío en la noche, y si vamos a dormir en la sala nos vendría bien la calefacción.—
—Es tarde, Bjorn. Y tu casa queda lejos.—
—Iré yo, no te preocupes.—sonaba más emocionado, pues veía esa pequeña acción como un buen inicio para su misión de "recomponer la relación"—. Puedo ir en tu bicicleta, aún la tienes ¿No?—
—No pienso dejar que uses mi bici, la última vez pisaste un pozo enorme y la destruiste. Me costó horrores encontrar refacciones...—____ miró hacia la sala, con intenciones de pedirle a Tyler que lo acompañara. Pero el chico estaba tan distraído con Rain que le pareció desafortunado molestarlo—... Yo manejo.—
—No puedes ir sola.—
—¿No vendrás conmigo?—
—¡Por supuesto, si!—enseguida se emocionó, haciendo que ____ riera bajito.
—¡Nav, pon la tetera! Volveremos enseguida.—
Durante todo el viaje hasta la casa, ni ____ ni Bjorn hablaron.
La mujer siguió reacia a la idea de que el chico manejara su bicicleta, asi que fue ella quien lo hizo. Bjorn iba sentado detrás, aferrándose con cierta torpeza a la cintura de ____. Si fuera por él, rodearía su cintura con necesidad, intentando sentirla lo más cerca posible. Pero sabía que eso sería un movimiento estúpido de su parte. Debía comportarse, no ser un idiota. Asi que simplemente se limitó a posar sus manos apenas en su cintura, lo justo y necesario para no caerse. Podría haberse sujetado de las manijas a ambos lados del asiento, pero tampoco era tan tonto. Aprovecharía aunque sea un poquito la situación.
Al llegar, Bjorn bajó primero. Y mientras ____ acomodaba la bicicleta junto a la entrada, el chico entraba a la casa apresurado, intentando hacer memoria de dónde había dejado las refacciones.
—No puede ser ¿Ordenaste tu cuarto?—la chica entró detrás de Bjorn al pequeño lugar, sonriendo con cierta burla al ver que estaba decente.
—Intento mejorar de a poco... Tener el cuarto ordenado es un buen inicio ¿No crees?—Bjorn dijo aquello sin mucho interés, y no notó que la chica se sorprendió un poco.
Mientras Bjorn hurgaba en unos casilleros de su armario, ____ miraba vagamente el lugar. La verdad era que no había ido mucho a la casa de Bjorn antes. Solían reunirse en casa de ella, asi que el cuarto de Bjorn no era algo que veía seguido. Fue por eso que se sorprendió al ver que, en el respaldar de la cama, habían algunos de sus broches para el cabello. Tomó uno, el lila de mariposa, mirándolo con sorpresa.
—Aqui, bingo.—Bjorn alzó el filtro emocionado, volteando hacia ____. Solo entonces notó lo que la chica estaba haciendo—. Oh, eso... Tú me lo diste aquella vez ¿Recuerdas?—
—Dije que sería un recuerdo de nuestra primera cita... ¿Por qué lo conservaste? Creí que te pareció una cursileria.—
—Sé que me vivía quejando de tu mania de acumular chucherias para el cabello, pero los broches y moños... Siempre te quedaron bonitos.—rascó su nariz apenado—. Yo conservé todos los que dejabas olvidados aquí... Y los que me regalabas con cada cita.—
—No pensé que te importaba.—
—Lo hacía, lo hace... tardé en entenderlo.—carraspeó apenas—. Cómo sea, ya tengo las refacciones. Volvamos a tu casa y lo arreglaremos en-
Las manos de ____ no tardaron en atrapar el rostro de Bjorn, uniendo sus labios en un desesperado beso. Bjorn enseguida se fundió en ese gesto. Pero cuando sus piernas se apresuraron en moverse y arrinconar a la chica contra la puerta de su cuarto, tuvo un destello de lucidez. ____ se extrañó al ver que la rechazaba con gentileza, alejándola enseguida.
—¿Qué sucede?—sintió como Bjorn presionaba apenas sus muñecas, bajando la mirada—. ¿No quieres?—
—No quiero... Que pienses que solo quiero esto de ti.—sacudió apenas la cabeza antes de alejarse del todo y tomar el filtro del suelo—. Solo... Volvamos a tu casa.—
—Si no quieres esto ¿Qué quieres?—
—Todo, ____.—la miró finalmente—. Quiero todo de ti, no solo compartir una cama por un rato. Todo lo que puedas darme, lo que pueda tomar... Quiero hacer las cosas bien... ¿Volvemos ya? El beso no fue buena idea... Déjame ir al baño antes de irnos.—
____ tomó sus mejillas nuevamente, esta vez más relajada. Bjorn tomó sus muñecas, más no la separó. Solo se limitó a tocarlas, recordando lo mucho que adoraba sentir la suavidad de su piel.
—Yo te di todo... Y tú no lo quisiste.—
—Sabes que soy un idiota lento, tardé en entender que lo quería.—la chica miró fugazmente sus labios, y Bjorn se removió ansioso—. De verdad, necesito ir al baño.—
—Eres un idiota.—____ lo besó, y esta vez Bjorn no la apartó.
La abstinencia del cuerpo ajeno hicieron que las caricias fueran desesperadas, agresivas. Querían en solo unos segundos saciar esa distancia que habían tenido en esas semanas. Querían sentirse, recordarse. Y lo lograron enseguida.
Las manos de Bjorn recorrían la cintura de la mujer con necesidad, subiendo en un segundo su camiseta y lanzándola a algún lado del cuarto.
—Ah, mis buenas amigas...—Acunó el par de pechos entre sus manos—. A ustedes las extrañé mucho... Si...—
____ lo empujó apenas, indicándole que se sentara en la cama. No tardó en sentarse sobre sus piernas, aferrándose a su cabello al sentir como Bjorn besaba y lamía sus pechos, repartiendo besitos cada tanto mientras los mordisqueaba apenas. La mujer gimió con aquello, y buscando generar fricción, hizo un leve vaivén contra la entrepierna de Bjorn.
—De verdad, ____...—gimió contra su cuello al sentir las manos de la mujer deslizarse por sus laterales, levantando su camiseta y sacándola por encima—. Quiero volver a tenerte así... Todos los días.—sus manos se aferraron a las mejillas ajenas, mirándola con fascinación.
—¿Y si te digo que no?—la chica sonrió al ver la desesperación en su rostro.
—Bueno... Ya no me alcanzará con ir al baño un momento.—____ rió, volviendo a besarlo.
—Una oportunidad.—apoyó su frente en la de Bjorn, sonriendo al sentir que el chico buscaba estar aún más cerca—. Solo una más...—
—Es más que suficiente.—Bjorn volvió a besarla, esta vez tumbándola en la cama—. No te arrepentirás, seré el mejor novio de todo el maldito Jackson.—comenzó a bajar por su cuello, dejando un camino de besos hasta sus pechos—. Espero que no te arrepientas porque no podrás volver a sacarme de tu lado.—subió hasta su rostro, sonriendo en cuanto la mujer lo besó.
—Tú no seas el que se arrepienta.—Bjorn tensó la mandíbula al sentir la mano de la mujer deslizarse por su pecho, descendiendo poco a poco hasta el borde de su pantalón—. Porque yo también quiero todo de ti, Bjorn...—
El pantalón del joven no tardó en terminar en el suelo junto al de ____, y los besos volvieron a quitarles el aliento.
Las piernas de la mujer se abrieron al sentir que Bjorn se aferraba a sus muslos y la acercaba aún más a él, y enseguida rodearon su cintura. Bjorn se inclinó sobre la mujer sin aplastarla, besándola una vez más antes de tomar su miembro y alinearlo con la entrada de ____.
—¿Qué estás esperando, Bjorn?—el chico sonrió apenas.
—A que lo pidas, cariño.—comenzó a penetrarla lentamente, sintiendo como la calidez de la mujer lo rodeaba. Se sentía tan maravilloso como lo recordaba, y ver como el rostro de ____ transmitía lo bien que se sentía... Bjorn no tardó en emocionarse. Aceleró las embestidas, hundiendo el rostro en el cuello de la mujer. La respiración húmeda y caliente de Bjorn sobre su piel hacía que ____ se perdiera aún más, aferrándose con desesperación a la espalda de Bjorn. De seguro dejaría marcas en su piel.
—Bjorn...—____ presionó sus piernas alrededor de su cintura aún más, y sus manos subieron una vez más a su cabello.
—Lo sé, cariño...—mordisqueó su cuello, dejando una rojiza marca que se quedaría ahí por días—. Suéltalo todo para mi ¿Si?—dejó un besito sobre la reciente marca. Y eso fue suficiente para que ____ alcanzara el climax. Las paredes de la mujer se contrajeron sobre el miembro de Bjorn, quien no tardó en acompañarla también, llenándola de su semen por completo. Se desplomó a su lado enseguida, saliendo de su interior. Se aferró a su cintura, dejando un último beso en su mandíbula.
—¿Crees que nos ausentamos mucho tiempo?—____ sonrió al sentir que Bjorn hundía el rostro en su cuello, mordisqueando más su piel—. Deja de hacer eso.—
—Es una marca, para que los otros mineros sepan que tienes novio.—sonrió de solo pensarlo—. ¿Me das una marca de territorio a mi también? Asi presumo que tengo una novia.—
—¿Tienes una?—Bjorn se separó enseguida, mirandola con una fingida molestia.
—Tengo, sí. Una muy linda. La más linda.—se subió sobre ella, haciéndola reír. Repartió besos por todo su rostro, dejando uno más extenso sobre sus labios.
____ tomó sus mejillas al romper el beso, mirándolo divertida antes de besar su cuello. Le hizo un pequeño chupón, pues la idea de morderlo no le pareció muy divertida.
—Listo, eres mío ahora.—Bjorn sonrió enseguida, volviendo a besarla.
—Mierda... Me puse duro de nuevo.—sus manos volvieron a acariciar el cuerpo ajeno con urgencia—. ¿Nos quedamos aquí? Ya no necesitamos arreglar la calefacción.—
—¿Dónde están? Ya pasó mucho tiempo.—Kay miraba preocupada a su hermano, quien se frustraba por tercera vez al ser derrotado por Andy en las cartas.
—Algo me dice que ya no volverán.—Navarro miró a Rain, quien sonreía con cierta complicidad—. No te preocupes, estarán bien... parece que Bjorn hizo bien las cosas al final.—
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En un futuro en quimera au
Lugar oficina de correos del infierno, un enorme y viejo edificio que se salvó del incidente de Adam.
Charlie junto a Angel hacían fila para buscar su correo, los carteros se cansaron de poner su vida en peligro y muchos tuvieron que ir al medico por quemaduras, ahora tenian que ir hasta a la oficina para saber que cuentas pagar.
Charlie: desearía que Vaggie me acompañara pero alguien devia cuidar del hotel.
Angel: la última vez que ambas salieron tu sexy tío quemo la cocina por que tú papá trato de tomar fotos de Adam.
Charlie: si, desearía que papá dejara eso, aun no comprendo que lo tiene tan obsesionado.
Angel: no lo sabes? Son sus tetas, eso y que antes que fuera un kaiju también era su trasero, sabes cuantos clientes me pedian que usara el traje del jefe de los exorcistas.....fueron muchos.
Charlie: yo no quería saber eso.....no sientes que nos observan?
Angel: siempre soy observado (muy arrogante)
Angel y Charlie notaron que todos los trabajadores los veian enojados especialmente los que tenían vendas y parecian lastimados.
Charlie: creo que algunos son nuestros viejos carteros, no pensé que estuvieran tan enojados.
Angel: bueno el fuego sagrado parece ser más difícil de sanar que el normal, tambien nunca les dimos alguna disculpa ni compensación.
Charlie: oh si creo me olvide de eso. deveria hacer algo?
Angel: ya que estas aquí, podrías pedir perdón y darles un cheque.
La fila seguía avanzando hasta llegar a la ventanilla.
Charlie: hola soy Charlie Morningstar y vengo por mi correo.
Trabajar genérico imp (TGI): carnet de identificación.
Charlie se sorprendió por que nadie se lo a pedido antes. Mientras buscaba en su bolso noto que no lo tenía.
Charlie: disculpe no lo tengo.
TGI: lo necesito para validar que usted es Charlie Morningstar.
Angel: Validar que cosa, es obvio que ella es la princesa del infierno.
TGI: Señor solo trato de hacer mi trabajo correctamente y necesito la identificación.
Angel: Señor? Que acaso no sabes quien soy!
TGI: (suspiro) mire esta bien, por hoy lo dejo pasar...ya que quiero deshacerme de esa horrible cosa.
Angel/Charlie: que cosa?
el trabajador les pasa por la ventanilla 4 cartas y un saco enorme del cual desprendían diferentes perfumes. Luego toma una llave y sale de la oficina de ventanillas.
TGI: vengan conmigo.
Charlie y Angel siguen al trabajador dentro de la oficina de correos hasta llegar a una enorme y lujosa puerta roja, dorada, con diseño de serpientes.
TGI: Aquí llega el correo de su majestad, usualmente esta vacío.... hasta que llegaron estas cosas.
El trabajador abre la puerta mostrando varias estatuas muy detalladas y de un raro material, serian hermosas si es que no fueran estatuas de Adam y lucifer en varias poses, son muy realistas.
TGI: Llamare a una empresa externa para ayudarlos a trasladarlas, saldrá de su bolsillo.... solo quiero trabajar sin pensar que esto sigue aquí.
Angel: Jajajaja algunas poses no las puedo hacer ni yo.
Charlie: ........
Angel: es como el kamasutra pero didáctico.
Charlie: .......
Angel: Hey.... te encuentras bien?
Charlie: ......
Fuera la oficina de correos, las estatuas fueron llevadas por la empresa externa. Angel sostenía el saco y las cartas, Charlie seguía sin responder.
Angel: sabes algo Charlie, no nos disculpamos con los carteros.
Perdon si esto quedo raro, El idiota de lucifer puso la dirección del hotel en vez de su palacio para hacer su pedido, Charlie estará bien pero necesita terapia.
||🔱🪹 Chimera!Adam 🪹🔱||
— En el salón del hotel —
Charlie: Papá, tenemos que hablar —dice seria con las esculturas detrás de ella—
Lucifer: ¡Oh! ¡Mis estatuas! Pensé que les había dado la dirección correcta.
Charlie: ¡PAPÁ! ¡Está situación con respecto a Adam y tú obsesión se está saliendo de control! ¡Literalmente ordenaste estás cosas obsenas para cumplir tus fantasías! ¡Eres un hombre casado! ¡CON MI MAMÁ!
Lucifer: Tan casado no lo sé, tu madre nos abandono hace 7 años y ni siquiera se ha molestado en llamarnos. Así que técnicamente estamos divorciados y yo tengo tu custodia.
Charlie: ... ¿Cómo puedes decir tal cosa? ¡Es tu esposa!
Lucifer: Técnicamente ya no. Ahora, hija, si me disculpas, tengo un lugar especial para esas estatuas —chasqua los dedos y hace desaparecer las estatuas— ¡Adiós mi niña! —Abre un portal y se va—
Charlie: ... —Agarra una almohada, entierra su rostro en ella y grita—
Angel Dust: ... Saben... Me sorprende que el angelito posesivo no estuviera aquí para destruir las estatuas y para perseguir a Lucifer para matarlo
Husk: Está ayudando a Adam con su muda de plumas.
Angel Dust: a
#hazbin hotel#hazbin hotel fandom#hazbin hotel adam#hazbin adam#adam hazbin hotel#hazbin hotel au#hazbin lucifer#hazbin hotel lucifer#lucifer hazbin hotel#michael hazbin hotel#hazbin hotel michael#adam x michael#michael x adam#guitarhero#Chimera!Adam AU🪹
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POLLO A LA PORTUGUESA: INGREDIENTES para 5 personas: 10 muslitos de pollo 250 ml de caldo de pollo 200 g de tomate triturado 1 vaso de vino blanco 2 patatas medianas 1 cebolla 1 pimiento verde 1 pimiento rojo 100 g de guisantes congelados 2 dientes de ajo Aceite de oliva Sal y pimienta
ELABORACIÓN: 1. Corta la cebolla en juliana, los ajos laminados, los pimientos en tiras y las patatas en rodajas.
2. En una cazuela con un buen chorro de aceite cocina el pollo por todos los lados con sal y pimienta hasta que esté dorado. Añade la cebolla, los ajos y los pimientos y cocina con una pizca de sal hasta que empiecen a tomar color.
3. Vierte el vino blanco y reduce el alcohol. Vierte el tomate y reduce de nuevo para que pierda agua. Incorpora el caldo y cocina tapado durante 20 minutos.
4. Mientras tanto fríe las patatas aparte y retira a un plato sobre papel absorbente. Una vez cocinado el pollo, introduce los guisantes y cocina hasta que estén blanditos. Antes de servir, añade las patatas al pollo a la portuguesa y sirve.
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Diabolik Lovers Daylight Animate Tokuten:「Durmiendo junto a un★Vampiro」 [Reiji Sakamaki]
Título original: 「添い寝でおやすみ★ヴァンパイア」
//Traducción pedida en Ko-fi//
Reiji: Oh… La puerta de su habitación está abierta. Aah, no sé si tiene cero sentido de supervivencia o si es simplemente descuidada… *se acerca* ¿Estará dormida? Espero que no se haya quedado dormida encima de la cama sin cubrirse con alguna manta. *entra* Está sobre la cama… y no está tapada… solo sabe causar problemas. *te cubre con una manta*. ¿Hm? Esta revista… “técnicas para cortar verduras para decorar”.
Reiji (1:07): ¿Acaso quería probar a hacer esto? Dudo que puedas hacer algo tan complicado. Hm, supongo que puedo darle una ojeada. Voy a tomar prestada tu silla *se sienta*. ¿Hm? Vaya, tiene una nota adhesiva y hay otra en la página siguiente, a ver. Jaja… Marcó unas decoraciones bastante llamativas porque pensó que podrían gustarme. Tienes un lado bastante adorable, no me molestaría que practicáramos estos cortes. Ya puedo prever que vas a cortarte un dedo, así que será mejor que tengas a alguien a tu lado, estarás más segura que estando sola.
Reiji (2:23): Oh, ¿te desperté? ¡…! Aah… ¿No recuerdas? Antes de caer dormida estabas leyendo una revista mientras pensabas en mí, incluso estabas dejando notas en ella… Y aun así dijiste el nombre de otra persona… ¿Qué significa? Me debes una explicación. Vamos, levántate.
Reiji (3:06): Sí, soy yo, no necesitas asustarte. No te preocupes, más importante, antes dijiste el nombre de otra persona mientras estabas medio dormida. ¿Acaso estabas soñando? ¿Fue un auto-reflejo? Pues eso se me hace más raro considerando lo mucho que piensas en mí. *te muestra la revista* Tras ver esta prueba no puedes excusarte. Ya es tarde para esconderla, puesto que ya he posado mi vista en las notas que escribiste en ella. Sí, las vi. Querías practicar cómo hacer decoraciones con las verduras, ¿me equivoco? Bueno, me lo imaginaba, si lo haces bien te felicitaré, pero dudo que suceda.
Reiji (4:13): ¿Lo lograrás si practicas? Si practicas estoy seguro de que desperdiciarás ingredientes, te cortarás y dejarás la cocina hecha un desastre, no puedo imaginar un futuro pacífico en donde eso no ocurra… Tampoco te deprimas… te aconsejaré, pero ya es demasiado tarde, hagámoslo mañana. ¿Por qué te ves insatisfecha? ¿Acaso te incomoda que te ayude?
Reiji (5:03): La dificultad de estas decoraciones es demasiado alta como para que las domines en un solo día. Sé que querías sorprenderme, pero si hubieras practicado estas técnicas te habrías llenado las manos de heridas y te habría descubierto de inmediato. ¿O acaso planeabas causarme problemas de más a propósito? Entonces recibe mi ayuda sin quejarte. Aunque si te la pasas fallando incluso conmigo entrenándote tendré que castigarte, ¿de acuerdo? Entonces, como te ves cansada va siendo hora de dormir. Asegúrate de acostarte bajo las mantas.
Reiji (5:58): Vamos, cúbrete hasta el cuello. Me quedaré a tu lado hasta que te quedes dormida. Ahora, cierra tus ojos… *se vuelve a sentar en la silla* Estaré leyendo esta revista mientras observo tu rostro dormido. ¿Te tranquiliza? Es un honor saber eso. A diferencia de ciertas personas sin disciplina yo no te atacaré ni morderé de la nada. Aunque si eso es lo que deseas, puedo hacerlo. Oh vaya, ¿te has sonrojado? Déjame ver tu expresión. *se acerca a ti*
Reiji (7:06): Fufu, buenas noches, espero que tengas espléndidos sueños *beso*. Supongo que le encargaré el resto que limpien la casa o que salgan a comprar para evitar que no interfieran en nuestras prácticas… Si nos encuentran van a causar alboroto. Oh, ya ha caído dormida, debe de haber estado agotada. Dudo que leer un libro la haya dejado tan cansada, es probable que alguien la haya usado para cumplir recados… Ah, desearía que aprendiera a decir que no. Oh, debo evitar despertarla. Todavía debo pulir los platos, será mejor que me retire. Me llevaré la revista para leerla en mi habitación.
Reiji (8:15): ¡…! Ahora sí dijo mi nombre mientras dormía… No tiene remedio, supongo que veré su rostro dormido por un rato más… Ya va siendo hora de retirarme. Espero ansioso el tiempo que pasaremos juntos mañana. Yo seré el primero en decirte buenos días, así que descansa… *se retira de la habitación*
Reiji (9:17): *leyendo la revista mientras camina* Hm… Necesitamos pepinos, zanahorias, rábanos… y también… paprica. Voy a ver si tenemos todo eso en el refrigerador. Oh, también necesitaremos curitas y desinfectante. Aparte de pulir los platos también afilaré los cuchillos. Seguiré leyendo al llegar a la habitación, debo acabar las preparaciones ahora y despertar a mi amada estando en plena forma.
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Capítulo 15.
—¿Será que primero va el huevo o el tomate?—preguntó Enzo con curiosidad mientras inspeccionaba de arriba a abajo el bote del sustituto de huevo, como esperando encontrar una instrucción de cocción ahí.
—El orden de los factores no altera el producto—respondió Alana haciéndose la sabia mientras hundía su cara en la espalda de Enzo e inspiraba su delicioso aroma, como cada mañana, se encontraban en el campo de batalla (la cocina) tratando no quemar el edificio entero en el intento.
—Nena, ya vimos que eso no aplica acá—replicó Enzo, Alana rió al recordar cómo habían hecho un total desastre hace unos días al intentar hornear un pastel, Enzo estaba seguro que aquella abominación de repostería había salido tan mal por no mezclar los ingredientes secos y húmedos por separado.
—Creo que es una vergüenza que estemos así de viejos y no podamos preparar unos simples huevos—dijo Alana despegándose del cálido cuerpo de su novio para servirse algo de café, gimió ante el delicioso sabor de este, al menos eso sí les salía bien.
—Bueno, por algo se empieza—dijo Enzo dándose por vencido y vaciando en la sartén el tomate picado.
Alana sintió algo rasposo en su pie, bajó la mirada y encontró a Zola lamiéndole un dedo, la cargó en un abrazo, era increíble lo mucho que había crecido en los últimos días, la gata había pasado de tomar biberón a alimento húmedo y por muy mala suerte de Enzo, había comenzado a dañar los sillones, aunque a él no le parecía molestar mucho.
—Te voy a extrañar hoy—dijo Alana con algo de tristeza en su voz mientras acariciaba el pelaje de Zola, en los últimos días el chico había estado más ocupado que nunca entre entrevistas y grabaciones.
—Podés acompañarme hoy a grabar—sugirió él—. Escribís allá—dijo batiendo los huevos, Alana pensó que era una buena idea, quizá no podría verlo mucho, pero le haría bien escribir en otro lugar y estar cerca de él.
—Uy, sí, me gusta esa idea—dijo emocionada.
—A mí me gustas vos—dijo Enzo.
Alana se preguntaba si en algún momento la tan famosa fase de luna de miel terminaría, desde que Enzo le había pedido ser su novia no podían despegarse el uno del otro, y aunque seguían manteniendo una relación bastante privada, el chico no temía a decir abiertamente en las entrevistas que la escritora era su novia.
Algunos odiaban a la pareja, otros la amaban, pero a ellos no podía importarles menos las opiniones, se encontraban bastante contentos en el pequeño mundo que habían creado juntos.
Alana no tuvo que aferrarse a su mochila como la primera vez que había visitado el estudio de grabación, pues ahora Enzo la llevaba de la mano, dirigiéndola hasta el camper, el staff los saludaba efusivamente, se notaba de lejos que todo el equipo de producción se encontraba encantado con Enzo, así como el resto de los actores, Enzo la presentó con algunas personas, Alana se sintió halagada cuando uno que otro le mencionó haber leído uno de sus libros en alguna ocasión.
—Buenas—exclamó Lucía cuando los vio entrar al camper, Alana le sonrió tímidamente, no habían tenido el mejor inicio de todos y se sentía un poco tonta por haberse puesto celosa de ella la primera vez que se vieron, Enzo se encargó de contarle tiempo después que su amiga en realidad era lesbiana y llevaba más de cinco años de novia con una chica chilena llamada Mayra.
—Hola—dijo Alana sentándose en el sillón y procediendo a sacar su mochila para mantener sus manos ocupadas.
—Enzo me contó que ya están de novios—dijo Lucía simplemente, Alana se sintió sonrojar—. Aunque bueno, no necesita que lo haga, la noticia está en todas partes, son como la nueva pareja real o algo así.
—Lucía, me quería disculpar contigo, la primera vez que nos vimos no fui muy amable—dijo Alana.
—Ah, ¿qué va? Yo también me porté grosera con vos, Enzo es como mi mejor amigo, si sos su novia automáticamente somos amigas.
Alana sonrió ampliamente, se sintió un poco triste por nunca haberse permitido entablar amistades desde que se había mudado a Sevilla, sin embargo, se sentía emocionada de que Enzo le estuviese presentando a tanta gente.
—Mucha amistad y mucho romanticismo, pero el director anda como loco llamándome—dijo Enzo echándose el cabello para atrás, invitando a Lucía que le aplicara los productos cuanto antes.
—Qué pesado que sos—Lucía rodó los ojos y comenzó a trabajar en su rostro, Alana le sonrió por última vez y se hundió en la escritura.
Durante la mitad del día Enzo y Lucía estuvieron entrando y saliendo del camper, a Alana le parecía increíble todo el trabajo que la maquillista tenía que hacer en el chico a pesar de que su rostro luciera prácticamente natural, si no estuviera viendo todos los productos que la rubia le aplicaba, ni se hubiera enterado que Enzo llevaba maquillaje.
—Estoy que me muero del cansancio—dijo Lucía moviendo las piernas, al menos Enzo tenía oportunidad de sentarse durante el proceso, ella se la pasaba moviéndose de arriba a abajo, Alana se había sentido tan estresada por ella que estuvo apunto de preguntarle si necesitaba ayuda con algo—. Me voy a comer en lo que te llaman de nuevo, chau—dijo saliendo de un portazo.
—¿Vos tenés hambre?—preguntó Enzo desde su silla, Alana protuyó el labio al escucharlo, aún se encontraba llena del desayuno que habían preparado esa mañana.
—No realmente, ¿tú?
Enzo se negó y se llevó la mano a la frente para peinarse el mechón rebelde que le había caído por la cara, Alana no podía despegar la vista de él, para su papel tenía que llevar ropa bastante casual, así que técnicamente iba vestido como en su día a día, sin embargo, la camisa negra que llevaba se acomodaba en su cuerpo de forma correcta y Lucía había hecho maravillas con su cabello, este se veía más suave que nunca.
—¿Qué tanto me mirás?—preguntó Enzo con tono de nerviosismo, ¿cómo podía ser tan atractivo y adorable al mismo tiempo?
—Lo guapo que eres—respondió.
Enzo le sonrió a través del espejo para después caminar hacia ella y estrellar sus labios tan dulces como siempre, Alana no pudo evitar pasar sus dedos por el cabello de su nuca, lo cual pareció tener un gran efecto en Enzo, porque soltó un jadeo como respuesta, Alana mordió suavemente su labio inferior al escucharlo.
Como ella seguía sentada en el sillón, Enzo tuvo que arrodillarse frente a ella para estar a la misma altura, siguieron besándose con profundidad hasta que Enzo decidió romper el beso para dirigirlo a la mandíbula de la chica, ella cerró los ojos con fuerza, pensó en lo mucho que habían cambiado las cosas desde la última vez que habían estado en ese mismo lugar y se sintió agradecida de que lo hubieran hecho, era difícil apagar su mente, pero cuando sintió las manos firmes de Enzo sobre sus muslos desnudos se olvidó de todo lo demás de inmediato, todo lo que podía sentir y pensar era él.
—En—suspiró al sentirlo profundizar el ataque en su cuello, él sonrió en su piel como respuesta.
Ella no pudo evitarlo y elevó un poco las caderas, demostrando lo necesitada que se encontraba por el toque de él.
—¿Puedo?—preguntó Enzo subiendo sus manos aún más sobre sus muslos, justamente ese día había decido usar un vestido de verano, Alana asintió rápidamente mientras soltaba un jadeo.
Sintió los largos dedos de Enzo deshacerse de sus bragas y levantar aún más su vestido, dejándola completamente expuesta para él, Enzo abrió sus piernas y procedió a dejar húmedos besos en su entrepierna, Alana elevó las caderas aún más como respuesta.
—Me volvés loco—suspiró él contra su proximidad y Alana sintió que todo su cuerpo se encendía.
Enzo comenzó a acariciarla suavemente y una vez encontró el ritmo que ella claramente disfrutaba, procedió a adentrar su dedo índice, Alana suspiró ante la imagen de Enzo arrodillado frente a ella, su dedo se ocultó hasta donde su anillo del dedo índice llegaba, nunca volvería a ver esos anillos de la misma manera.
—Enzo—gimió su nombre y dejó caer la cabeza sobre el sillón, si cerraba los ojos podía jurar que veía estrellas, sin embargo volvió a dirigir la atención hacia Enzo, pues esa era una imagen digna de adorar.
Ella soltó un sonido de protesta cuando Enzo sacó sus dedos abruptamente, pero volvió a soltar un grito de placer en cuanto ahora sintió sus labios.
Enzo la tomó de los tobillos y llevó sus piernas sobre sus hombros para poder llegar con más profundidad, al hacerlo, la laptop de Alana estuvo apunto de caer de su costado, por lo que ella la cerró abruptamente y la acomodó mejor en el sillón.
—¿No se borra lo que escribiste?—preguntó Enzo con preocupación desprendiendo la boca de su clítoris, tenía las pupilas dilatadas y la respiración entrecortada, sus labios se encontraban entre abiertos y mojados, Alana por un segundo que se vendría en ese mismo instante ante la obscena imagen.
—No, no—dijo rápidamente—. Tú sigue—ordenó empujando los hombros del chico, él soltó una risa y siguió con su trabajo, ambos se encontraban demasiado excitados como para importarles el lugar en el que se encontraban y que cualquier persona pudiera entrar en cualquier momento.
Alana hundió sus dedos en el cabello de Enzo en cuanto sintió que él comenzó a utilizar tanto la lengua como dedos, no sabía lo mucho que podía sentir hasta que él comenzó a tocarla y besarla de esa forma, soltó otro gemido ahogado en cuanto otro dedo se insertó.
—Me encantan los sonidos que hacés, mi vida, pero te me van a escuchar—dijo Enzo con la voz agitada para llevar su mano libre hacia la boca de Alana, silenciándola, soltó otro grito cuando Enzo regresó sus labios en ella, sin embargo el grito fue disipado por la palma de él.
—Santa mierda—exclamó.
—Esa boquita—rió Enzo dejando un beso en su rodilla mientras aún la penetraba con sus dedos, Alana no pudo resistirlo más, se dejó colapsar y que la ola de placer la invadiera por completo, Enzo sacó los dedos de ella en cuanto las pequeñas convulsiones se detuvieron, ambos se encontraban cubiertos por una ligera capa de sudor, Alana no podía pensar en otra cosa que desnudarlo y subirse sobre él, así que cuando él volvió a estrellar sus labios contra los de ella, comenzó a jalar el cuello de su camisa.
—¡Escena 4!—gritó alguien tocando la puerta de metal fuertemente, haciendo que ambos se separaran abruptamente.
Enzo arrugó la nariz y apretó los ojos ante la orden, Alana soltó una risita.
—Qué mala que sos—dijo él negando con la cabeza.
—Tú fuiste el que empezó—exclamó ella para después dejar un corto beso sobre el cuello del chico.
—No, fuiste vos por verte así—exclamó dando un pequeño golpe en su cadera—. Tengo que ir ahora.
—Vale—dijo—. Suerte—exclamó para volver a llevar la laptop a sus muslos y bajar su mirada hacia la entrepierna de Enzo, él llevó la mano ahí como intentando disminuir el tamaño de su notoria erección y volvió a negar con la cabeza.
—Que sepas que te odio mucho—dijo él, Alana sabía que no lo decía en serio, pues tenía una enorme sonrisa en su rostro y en sus ojos había un brillo que demostraba adoración.
—Te quiero—dijo ella lanzándole un beso mientras él salía.
El resto del día Alana intentó distraerse cada que Enzo regresaba al camerino junto a Lucía para el retoque de maquillaje, sintiendo la mirada profunda de él sobre ella cada que la sangre subía por sus mejillas.
Alana llevaba un buen tiempo viendo a la hoja en blanco que le mostraba la pantalla de su computadora, su imaginación se había ido por completo para la escena de guerra que se había encontrado escribiendo y se había centrado en ideas de qué podía hacer para recompensar a Enzo una vez estuvieran solos, entonces su celular vibró.
Había un mensaje de Maricia, su agente, diciéndole que tenía que ir a la oficinas de la editorial de urgencia, Alana se sintió algo confundida, pero guardó sus cosas y salió del camper, tantos años trabajando con Maricia le habían enseñado que cuando ella le hablara, tenía que acudir cuanto antes.
Enzo se encontraba viendo una de las escenas que acababa de grabar en una de las pantallas de la cámara, se veía satisfecho con el trabajo e intercambió unas cuantas palabras con el director, pareció notar la presencia de Alana en el set porque se giró y la encontró parada en una esquina jugando con las correas de su mochila, Alana no sabía si despedirse propiamente de él o simplemente avisarle mediante un mensaje que tenía que ir a la editorial de emergencia.
Sin embargo, Enzo colocó una mano sobre el hombro de Julio, como indicándole que ahora volvía y caminó hasta su novia.
—¿Qué pasa?—preguntó observando que la chica llevaba la mochila en los hombros, aún faltaba un rato para que Enzo terminara de filmar.
���Me habló Maricia, dice que tengo que ir a la editorial cuanto antes—le informó.
—¿Pasó algo malo?
—No creo—respondió honestamente—. Pero tengo que irme ya, el taxi ya viene.
—Dale mi amor, con cuidado, me avisas cualquier cosa—dejó un rápido beso en sus labios y volvió hacia su zona de grabación.
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Como mujer que mide 1.50 necesito un super soft smut con enzo donde sea muy fácil para el manejarla durante el sexo, ejemplo yo tengo tetas promedio para mi cuerpo y YO SE que se verían chiquitas en las manos de el 🥺 (si podes hacer que el sea muy verbal seria hermoso)
TE AMO LU ❤️
Kinktober, Día 1: Size Kink
Enzo recorre la casa descalzo, vestido únicamente con el pantalón que utiliza para dormir, buscándote luego de descubrir tu lugar en la cama vacío. Las luces están aún apagadas, pero no las necesita; ya conoce cada rincón de su hogar y también puede guiarse por los sonidos provenientes de la cocina.
El calor de sus manos en tus hombros y un beso en tu cabello son un silencioso “buenos días”. Besa también tu mejilla y luego rodea tu pecho con sus brazos -su torso desnudo irradiando calor- para desaparecer cualquier centímetro de distancia entre su cuerpo y el tuyo, ignorándote cuando te quejás porque descansa todo su peso en vos.
-¿Qué hacés despierta tan temprano?- pregunta con voz ronca luego de bostezar.
-Quería prepararte el desayuno.
Sonríe contra tu mejilla.
-Te ayudo.
-Puedo sola- insistís-, podés volver a…
La sensación de su erección contra tu espalda provoca que un placentero escalofrío te recorra. Enzo ríe, más que consciente de lo que desencadenó con ese simple roce, empujándote contra el mármol sin pensarlo y tomando tu cintura entre sus manos.
-¿Qué dijiste?
Concentrarte es difícil cuando sus dedos comienzan a ejercer presión, masajeándote sobre la camisa de tu pijama, pero se vuelve imposible una vez que sentís el palpitar de su miembro. Decide utilizar la oportunidad -la forma en que te rendís contra él, dejándote hacer- para cubrirte con su cuerpo, inclinándose para poder besar tu cuello y capturando entre sus manos todo lo que puede tomar.
Cuando dejás caer tu cabeza sobre su pecho una de sus manos se desliza hacia tu centro, colándose por debajo de tu ropa interior, mientras la otra juega con tu pecho izquierdo. Sus dedos recorren tus pliegues cada vez más húmedos y cuando rozan tu clítoris gemís con fuerza, completamente perdida en el calor de sus manos, sus besos y la forma en que embiste contra tu espalda.
-Mirá cómo estás...- susurra contra tu piel. Deja de tocarte para colocar su mano frente a tu rostro, enseñándote el brillo de tu excitación y los hilos que esta forma cuando separa sus dedos; desabotona tu camisa, exponiendo tus pechos que suben y bajan con tu respiración ya agitada, sólo para poder manchar tu piel con tu humedad y pellizcar tus pezones.
Intentás evitar el contacto, pero es en vano. Enzo es más fuerte.
-Duele.
-¿Sí? ¿Te duele?- pregunta en tono burlón. Un patético sollozo deja tus labios y él decide tener compasión, regalándote otro beso y cubriendo tus pechos (cree que están hinchados y se pregunta en qué momento de tu ciclo estás) con sus manos para brindarte un poco de calor-. Me encantan tus tetitas, ¿sabías? Me encantás.
Te obliga a voltear y te sujeta por las axilas para levantarte, sin tener que hacer mucho esfuerzo, sentándote sobre el mármol frío y posicionándose entre tus piernas rápidamente. Observás las venas que decoran sus brazos, el tamaño de sus manos y sus dedos sobre tus muslos, el contorno de su erección y su glande brillante, preso entre la cintura del pantalón y su estómago.
Cuando separás aún más las piernas, en una especie de invitación que no necesita, libera rápidamente su miembro y tira de tu ropa interior hasta rasgar el algodón. Jadeás, sorprendida y tan excitada como para olvidar indignarte por el acto, desesperada por sentirlo en tu interior.
-No- advierte cuando lo tomás entre tus manos, masturbándolo lentamente y bañando su extensión con la humedad que brota de su punta. Está igual o más desesperado, extrañando y necesitando tu cuerpo desde que despertó, pero sabe que necesitás preparación-. Todavía no.
-Enzo...
-Después vas a llorar porque te duele- explica con una mezcla de preocupación y arrogancia. Besa tu mejilla y cuando vuelve a hablar su voz es más dulce-. Dejame cuidarte, ¿sí?
Lleva sus dedos desde tu entrada goteante hasta tu clítoris y viceversa, empapando tus pliegues con tu excitación y emitiendo un grave sonido de aprobación cada vez que dejás escapar un gemido. Introduce sólo su dedo medio y tus paredes cálidas parecen succionarlo, exigiéndole más, pero su ritmo permanece igual.
-Estás muy apretada- dice cuando encuentra tu mirada. Tus pupilas están dilatadas y una lágrima amenaza con derramarse cuando un segundo dedo tantea tu entrada-. ¿Cómo te la voy a meter, eh?
Respirás de manera temblorosa. Humedecés tus labios. Pensás.
-Más.
-¿Querés más?- asentís frenéticamente-. ¿Más qué?
Intentás contestar pero, en lugar de palabras, de tus labios escapa un sonido mitad grito-mitad gemido, débil y quebradizo, ya que en ese preciso momento introduce otro dedo. Mordés tus nudillos, recordando que los vecinos podrían escucharlos y quejarse, pero Enzo retira tu mano mientras te observa con una intensidad desbordadora.
Todavía no estás lista, grita la voz cuerda y sensata en su mente, pero él no puede esperar más. Retira sus dedos lentamente y se los lleva a la boca para probar tu esencia, complacido por la forma en que llorás ante su gesto; con una mano te desliza sobre el mármol hasta que estás peligrosamente cerca del borde, completamente a su merced.
-¿Querés que te la meta?
-Sí- contestás y él arquea una ceja, expectante-. Sí, por favor, Enzo.
Contemplan juntos la imagen entre tus piernas: el tamaño de su miembro comparado con tu pequeña entrada, el contraste entre su mano y la tuya -tus dedos separando tus pliegues para poder ver más y mejor-, la forma en que su otra mano te sujeta firmemente por el muslo. El panorama te hace gemir de desesperación.
Cuando por fin comienza a penetrarte mordés tu labio en un intento de reprimir cualquier sonido de dolor, pero él te conoce mejor que nadie y sabe de memoria todas tus tácticas. Mueve su cadera lentamente, con estocadas casi milimétricas, permitiéndote acostumbrarte a la intrusión.
Sólo lleva unos centímetros, mucho menos de la mitad, cuando tus músculos comienzan a contraerse por tu orgasmo. La expresión de placer en tu rostro es un poema que contiene vergüenza y timidez, pero Enzo te sonríe para consolarte -una sonrisa de puro orgullo, comprendés- y comienza a jugar con tu clítoris para hacerte delirar.
-Qué linda que sos- dice entre jadeos mientras los espamos aún sacuden tu cuerpo. Besa tus labios fugazmente-. ¿Querés que te lleve a la cama...?
- @madame-fear @chiquititamia @creative-heart @llorented @recaltiente @delusionalgirlplace ♡
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A M O R VUDÚ
Con tantas agujas bajo tu poder, yo seguí expectante
C on tanto amor bajo mi pecho, tú seguiste esperando
Te di el poder y tú me diste dolor soltando cada aguja, encajando solamente una en mi cuerpo vudú
Con una bastó para derribarme
Me sentí frágil como una de esas copas de vidrio con las que disfrutabas tomar vino tinto, de nuestra cocina, de eso que alguna vez llamamos nuestro hogar
Piedad tampoco merecía, pero caer de tan alto me pudo haber matado, frágil como el vidrio, exploté al tocar suelo y me rompí
Adiós amor vudú, y perdón por ser quien encajó la primer aguja.
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CUANDO VUELVA (FIC) (AGNES/AGATHA X LECTORA) Una historia de Agnes of Westview PARTE 3
¡Ya actualicé! Espero les guste este capítulo, T/N podría decir lo mismo.
Quedaste atrapada y Agnes entró en pánico. Empieza a darse cuenta de qué es lo que siente.
T/N = Tu nombre
T/A = Tu apellido
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3
Después de correr unas tres calles desesperadamente, chocar con la señora Hart causando que tire al suelo su bolsa del supermercado y tropezar un par de veces, Agnes llegó a tu casa a golpear la puerta como desquiciada. Usaba los puños para golpear la puerta con toda su fuerza, a tal punto que los vecinos de al lado se asomaron desde sus ventanas y se escondían tras sus cortinas.
Murmuraba cosas sobre meter el trasero de Rio Vidal en prisión y maldecía por cada frase que iba soltando para ella sola. Se notaba angustiada, su rostro palideció aún más que de costumbre y su frente estaba cubierta de sudor por el esfuerzo físico. Al darse cuenta de que nadie respondía a la puerta, con la respiración agitada dio unos pasos atrás y de una patada fuerte logró deshacerse del seguro, haciendo que suene como un estallido. Escuchó un grito proveniente de alguna habitación y reconoció fácilmente tu voz. Miraba hacia todos lados como esperando alguna pista, algo que la ayude a encontrarte, pero sólo tenía frente a ella utensilios de cocina, un reloj de gato que miraba a los lados y cosas tiradas al suelo, muchas de ellas causadas por un posible forcejeo entre tú y Rio.
Agnes estaba más que convencida de que Rio se estaba desquitando contigo, lo cual no era justo bajo ninguna lógica, pero ¿qué podía esperar de esa bruja? Debía encontrarte lo antes posible, encontrarte y esconderte de Rio.
"¡AAHH!"
Agnes te escuchó exclamar, y empezó con la búsqueda veloz. "Esto duele..." Tu voz hacía una especie de eco, Agnes se sentía impotente y detestaba esa sensación. Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo pero la detective siguió intentando contenerlas, no podía continuar con su búsqueda en ese estado.
"¡T/N!"
Repetía Agnes mientras entraba mirando hacia todas partes, tiraba las puertas del baño, la cocina, subió al segundo piso dando pasos fuertes, aventó mesas, entró a tu habitación, volvió a bajar, pero no te veía.
"¿Detective? ¡¿Detective, es usted?!"
Agnes escuchó algunos sollozos y su desesperación seguía creciendo.
"¡¡T/N!! ¡¿ME ESCUCHAS?!" Gritaba. "¡SOY YO, AGNES! ¡T/N!" la garganta empezaba a doler, se llevó una mano al cuello para seguir caminando y siguiendo tu voz. Ya había pasado por el baño, por la cocina, tu voz seguía sonando por un pasillo que Agnes parecía estar pasando por alto.
"T/N, DI ALGO, LO QUE SEA, ¿DÓNDE ESTÁS?" Agnes preguntaba mientras caminaba y miraba cada pared, cada cuadro colgado, cada estante con libros, hasta que logró ver una puerta angosta que abrió de golpe.
Se oyó un grito más agudo.
Agnes te vio en una posición encorvada, con los brazos heridos cubriendo tu cabeza y cubiertos de pequeñas manchas de sangre, llena de polvo, y la habitación entera llena de cuchillos clavados en las cuatro estrechas paredes. Muchos de ellos ya te habían hecho cortes en las manos, brazos y parte de tu frente. La miraste derramando lágrimas y te abalanzaste sobre la detective apenas pudiste poner un pie afuera de ese pequeño almacén, a lo que Agnes reaccionó volviendo a envolverte en sus brazos, con una mano en tu cuello y la otra haciendo una presión firme en tu espalda. Sollozabas sin control y Agnes sólo pudo calmarte trazando pequeños círculos con la mano en tu espalda.
"Fue ella" Repetías.
"¡Fue esa mujer, detective!"
"Vámonos de aquí...vámonos de aquí ¿si?" Te susurraba Agnes, a milímetros de distancia. "Está bien, mírame" Agnes respiraba pesadamente y trató de tomar tus mejillas en sus manos para que puedas verla. Tu cara empapada en lágrimas se dejó guiar por ella y sus miradas se encontraron de nuevo. Agnes traía los ojos acuosos.
"Tranquila, respira" Ordenó Agnes.
"¿Qué fue lo que te ha hecho?"
Agnes tomaba con delicadeza tus mejillas y apartó unos mechones de cabello que se interponían colocándolos detrás de tu oreja, observando los pequeños cortes que los cuchillos te habían ocasionado en la frente y una de tus mejillas. Sangraba un poco, manchando ligeramente una de las manos de Agnes.
"Tenemos que irnos ahora, iremos a mi casa, tenemos que curar esto"
Agnes susurraba de tal forma que sólo tú podías oírla. Tú seguías sollozando y sólo podías asentir con la cabeza repetidas veces. Agnes se acercó un poco más, parecía tener la intención de juntar su frente con la tuya pero volvió a separarse y a rodearte con un brazo para dirigirte afuera de la casa.
Verte así le causaba una horrible sensación en el pecho, su mente se fue al primer día en que ingresaste a trabajar con ella y aún no confiaba en tu capacidad del todo, a tu voz y tu sonrisa, a tu mirada de reojo al entrar a tu casa cuando te iba a acompañar y a cuando muy amablemente te ofrecía otro café, por un momento Agnes deseó volver a ese día. Tal vez hacer las cosas ligeramente distinto.
"Tenemos que irnos ahora, tomarás algo y te quedarás ahí a pasar la noche, ¿entendido? No se va a acercar mientras yo esté ahí. ¡Mierda! ¡El caso! No puede ser..." Murmuraba Agnes, aún con su mano cubriendo tu espalda y caminando contigo hacia la otra calle donde estaba su casa.
"¡¿Pero qué le pasó a esa chica?!"
Oyeron una voz que se aproximaba y la Señora Hart se detuvo en medio de la calle con su bolsa del supermercado, al parecer nada de lo que llevaba se quebró ni se perdió cuando Agnes chocó con ella. Te miraba con asombro debido a la sangre y se llevó una mano a la boca.
"Ocúpese de sus asuntos, quiere, Señora Hart? Estoy en medio de algo importante y es un asunto confidencial" Contestó Agnes secamente, sin mirarla y caminando contigo a paso rápido. Tu llanto había cesado y sólo respirabas entrecortadamente. La señora Hart se encogió de hombros y se marchó.
"¿Quién es esa mujer, detective?"
Preguntaste, sin poder aguantar más las ganas de saber quién diablos te había atacado con cuchillos.
Agnes no dejaba de caminar pero hizo una corta pausa, te lanzó una mirada rápida pensando en qué iba a decir y cómo ordenar la información. Soltó un suspiro.
"Te lo cuento al llegar. No debería, porque realmente no estás involucrada en esto y no es asunto tuyo, pero ella te atacó dos veces y está acabando con mi paciencia..." Contestó Agnes. "...Te lo diré al llegar, pero tenemos que curar esos cortes y tiene que ser rápido"
Llegaron a la casa y Agnes abrió la puerta para que ingreses, caminó rápidamente hacia un cajón que tenía en la sala y sacó una pequeña caja después de ponerle dos seguros a la puerta y cerrar las ventanas.
"Siéntate"
Te ordenó Agnes dando pequeños golpecitos al asiento del sofá mientras abría la caja a dejar ver unos frascos y unas láminas de gasa. "Y ponte cómoda, que esto va a tardar un poco, pero estarás bien"
Las manos frías de Agnes te causaban algo de alivio en las zonas donde tenías las heridas que ardían. Su mirada estaba fija y enfocada en tus heridas, las desinfectaba con cuidado usando una botellita de alcohol y después colocaba las gasas encima, haciendo lo que podía, pero cubriendo cada herida tratando de ser lo menos brusca posible con sus movimientos. Llegó a tu rostro y fue ahí cuando empezó a perder la concentración porque tu mirada parecía distraerla, pudiste notar una ligera sonrisa y se la devolviste.
"Oh..."
Soltaste un pequeño quejido cuando el alcohol tocó tu herida pero la sensación de ardor no duró más de un par de segundos.
"Lo siento, duele un poco"
"Quédate quieta" Dijo Agnes, esta vez con la sonrisa más grande y mordiendo ligeramente su labio inferior, muy cerca de tu cara. Te quedaste contemplando sus hermosos rasgos por un buen rato, haciendo que las mejillas de la detective se tornen rosadas. Ambas suspiraban cada tanto y Agnes, con su mano, giraba tu mentón en su dirección, quedando siempre a pocos centímetros de distancia.
"uhm...T/N..." Agnes dudó por un segundo pero finalmente decidió tocar el tema.
"¿Sí, detective?"
"Lo único que recuerdo de la mujer que te atacó es que siento un...profundo desprecio hacia ella" Dijo Agnes con el ceño fruncido mientras limpiaba una herida de tu frente, aún a esa corta distancia de ti. "Su nombre es Rio, la conozco y...Escucha, voy a investigar por qué te hizo esto, voy a arrestarla y haré que se pudra en la cárcel" Agnes suspiró.
"Ella y yo tuvimos una historia complicada pero es parte del pasado y es ahí donde debe quedarse, ella hizo cosas horribles. Si fuera posible la enviaría a la silla eléctrica pero...ya sabes, estos tiempos y las leyes..."
Agnes no recordaba exactamente qué diablos había hecho Rio en el pasado, lo que tuvierone staba tan enterrado en su mente que le era imposible ir sacando los recuerdos pero aún sentía ese desprecio guardado, la aborrecía, sólo que no recordaba bién por qué.
Después de desinfectar tu herida pasó la mano por tu cabeza acomodando tu cabello sin dejar de mirarte. Había una razón por la cual ella aceptó trabajar contigo y dejar que te quedes, y parecía ser sólo ella quien empezaba a notarlo en aquel instante.
"Listo, señorita T/A"
Dijo Agnes, aún inclinada hacia tu lado, su mirada bien puesta en tus ojos te causaba un poco de nerviosismo. "Lávate esas heridas cada veinticuatro horas y en unos días estarás bien y te veré de nuevo en la..."
"Gracias, detective..." Susurraste, Agnes te oyó y esbozó una sonrisa. Arqueó las cejas cuando sintió que tu mano tibia tomó la suya pero, lejos de soltarla, se quedó sentada e inclinada hacia tí y tomando tu mano en respuesta. Sentía cómo se le erizaba la piel, del mismo modo en que sucedía cuando tú llegabas a la oficina. Sus palpitaciones se hacían cada vez más veloces, y había algo que deseaba hacer urgentemente al dirigir su mirada a tus labios, tan urgentemente que no podía resistirse. Sus dudas con respecto a tí y tus intenciones se iban despejando y las suyas se iban aclarando, una intensa atracción hacia ti era lo que Agnes sentía desde que llegaste a la oficina y con el paso de los días, sólo de unos días, fue creciendo y evolucionando.
Todas las veces en las que llegabas y le ofrecías algo de tomar o de comer, todas las veces en las cuales le preguntabas si estaba bien, cuando te encargabas del papeleo para que pueda tomar un descanso, cuando la escuchabas hablar del caso de la mujer fallecida y juntas trataban de llegar a una conclusión, esos momentos la hicieron sentirse diferente. Estar ahí, trabajar ahí ya no era un calvario con tu presencia y le había costado reconocerlo pero fue inevitable. Le preocupabas, fue doloroso cuando te vio herida y sintió un fuerte impulso de destruir todo.
"Por rescatarme, y..."
No pudiste terminar, Agnes se acercaba cada vez más a ti. Volvió a tomar tu mejilla con una mano, estuvo a punto de cerrar los ojos y la distancia entre ustedes.
"T/N...¿Qué tal si dejamos por un día las formalidades?" Susurró Agnes, las puntas de sus narices ya estaban a punto de tocarse. La detective sintió tu otra mano suavemente puesta en una de sus mejillas, haciendo que se asombre sin dejar de lado su intención.
"¿Está segura?" Preguntaste, mirándola a los ojos dulcemente. "¿De verdad? ¿Está segura?"
"Si"
Agnes asintió con la cabeza mientras apoyó su frente en la tuya, perdiéndose en tu mirada. ¿Cómo no habría de estarlo? Se preguntaba. Se iba dando cuenta de que estuviste en sus pensamientos por horas, por días, quería verte, sentía emoción al verte, la calidez de tu trato era lo único que la hacía sonreír un poco en ese lugar y cuando te tenía tan cerca de ella parecias no notar lo que sucedía. Volvió a asentir con la cabeza, ambas tenían la respiración agitada pero aquello no detuvo a Agnes, quedaste apoyada en el respaldo del sofá y fue ahí cuando los labios de Agnes atraparon a los tuyos en un tierno beso.
Una sensación de calor comenzó a sentirse por toda su cara, principalmente en sus labios, y su otra mano quedó puesta en la base de tu cabeza y enterrada en tu cabello mientras su frecuencia cardíaca seguía aumentando. Pasaste los dedos por la línea de su mandíbula y cerraste los ojos lentamente haciendo un pequeño sonido, Agnes abrió ligeramente la boca e iba guiándote para profundizar el beso con la mayor delicadeza, sentía que debía tratarte con cuidado cuando días atrás pensaba en ser exigente contigo, soltó una risita al notar el cambio sin dejar de besarte y tomar el control. Ambas disfrutaban el momento, ninguna de las dos quería que acabase. Agnes deslizó una mano por su brazo intentando llegar a tu cintura, pero se oyó fuertemente el sonido la puerta, haciendo que se separen.
Agnes empezó a sentir una molesta descarga eléctrica recorriendo su cuello.
"Sube, ¡Sube ahora!" Ordenó Agnes "y escóndete. Iré a buscarte en un momento pero no hagas ruido"
Corriste hacia la escaleras y te metiste a la primera habitación que encontraste, no podías ver porque no encontrabas el interruptor de la luz pero lograste notar que se trataba del dormitorio de un niño.
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Acuarelas - PARTE 1
Nunca había soñado con Hanji. Onyankopon solía decir que, las personas que se hacen bruma, en el inconsciente se vuelven carne. Y que allí, rebrotando de entre las grietas como margaritas, nos reencontramos. Que vienen a dejarnos un mensaje.
Le parecía injusto, entonces, que Hanji aún no se le hubiera aparecido, ni siquiera para saludarlo de lejos. Que sólo hubiese podido recordarla en pesadillas.
A veces la veía, cubierta en llamaradas rojas, cayendo y cayendo en un infinito del que no podía salvarla. El cielo azul se teñía de gris, empapado por el rastro de humo que dejaba su cuerpo, y él estiraba la mano, inútilmente, por las ventanillas del avión, como si eso sólo hubiera alcanzado.
Había otras noches, las más terribles, en las que las muertes se suscitaban: una tras otra, otra tras una. Las escenas se repetían, — como si de un ciclo eterno se tratase. Como si cada átomo de imagen hubiese quedado grabado tras las retinas, y al caer dormido alguien palpara esos rincones del alma que todavía ardían. Podía escuchar los desgarros de dolor en los tímpanos, los pedidos de auxilio estrujándole el corazón. Él también gritaba, lloraba, hacía fuerzas para respirar, pero los sonidos se le atascaban en las cuerdas vocales. Sólo salían en sollozos recortados cuando despertaba en su habitación.
–Ey. – Onyankopon lo sacude ahora, cuidadoso de no sobresaltarlo. Solía dormir en el cuarto de al lado, por si los alaridos y el sufrimiento se volvían demasiado, y hacía falta atenderlos o calmarlos.
Levi se restriega los ojos, y reconoce la humedad en sus mejillas de inmediato. Las lágrimas se desdibujan hasta las comisuras de sus labios, allí donde se pierden, como el cauce del río que desemboca en el mar.
–Mierda. – escupe entre dientes, y se estira para tomar del vaso de agua en su mesa de luz. – Es ese sueño de nuevo.
Onyankopon asiente. Ya lo sabe. En los tres años que lleva viviendo con Levi, ha llegado a conocerlo como quien conoce a su hermano. Está seguro de que el té le gusta a secas; sin azúcar, sin miel, a lo sumo con limón. Está al tanto, también, de cómo limpiar para no llevarse un coscorrón.
–Es Hanji, ¿no? – pregunta, aunque ya se ve venir la respuesta, y Levi no se lo dice. Esta vez, la tomaba de las mangas para tratar de detenerla. Y entonces, justo cuando creía que iba a hacerlo, que por fin iba a cambiar ese desenlace fatídico, atravesaba la tela de su camisa como si fuera aire.
–Llegué muy tarde. – susurra, casi inaudible. Tiene los músculos tiesos, entumecidos de la angustia. La mirada inconexa, perdida en algún punto del empapelado en la pared. Afuera, cerca de la playa, una tormenta repiquetea en las ventanas, salpica los vidrios con motas gordas.
–Tranquilo. – le asegura Onyankopon, sonriéndole desde la silla de junto al colchón. Registra, porque siempre ha sido un hombre de percepción, que las pesadillas florecen más en los días de lluvia; casi con la misma fuerza con la que suelen alzarse los tallos de entre la tierra. Se convence, porque otra opción no le queda, que los truenos deben de recordarle a Levi, tanto como le recuerdan a él, a los estruendos horrorosos de ese día. Tiene sentido, al fin y al cabo, se explica. Cada estallido es la pisada de otro titán que se acerca. Cada crujir, es el último suspiro de un alma nueva. – Vayamos a la cocina.
Levi lo contempla un segundo, sin ánimos de hablar o moverse. Todavía puede sentir a Hanji; diluyéndose a cuentagotas de entre sus dedos. Piensa que, si estuviera aquí, ella sabría qué hacer para apaciguar sus miedos. Adormecería los gritos con caricias suaves; le besaría el pelo, la frente, el espacio entre las cejas, y lo arrullaría con dulzura. Lo arroparía, firme entre sus brazos, y recitaría palabras de cuna para hacerlo soñar bonito.
–Está bien. – suspira, entonces, y, como puede, se incorpora sobre la cama. Lo cierto es que le duelen los huesos, aún lastimados por los años. Que le duele el pecho. Que le duelen ausencias. Que le duele todo. – Ya sabes dónde está el té.
Los viernes, Jean viene a casa a visitarlo. A veces, Armin es quien lo acompaña; otras son Connie, o Pieck, o Reiner.
Onyankopon prepara una merienda abundante para dos; bizcochos de avena y limón con un té apenas dulce. También se ocupa de dejar bien cortado el césped del patio; justo allí donde ambos se sientan a pintar por un rato.
Hace ya dos años que Jean enseña a Levi lo que sea que sabe de arte. Al principio, había sido Moblit, hacía ya mucho tiempo atrás. Luego él, después de la guerra y por pedido suyo, había decidido seguir y tomar el mando.
Era naturalmente bueno para pintar, Levi, decía Jean. Había comenzado con bosquejos desprolijos en un cuaderno, cuando las reuniones de Erwin lo aburrían más de la cuenta. En cambio, ahora, las líneas finas y garabatos acababan por transformarse en retratos reconocibles y concretos que decoraban la casa. Mike, Isabel, Farlan, Kuchel, Petra; todos tenían algún lugar. Todos sonreían detrás de los marcos.
–Algún día tengo que enseñarle a pintar con acuarelas. – insiste Jean, mordiendo el dorso del pincel, casi pensativo, antes de volver a remojarlo.
Levi chasquea la lengua, y lo mira durante una fracción de segundo. Lleva meses insistiendo con que no lo traten con honoríficos, o de “usted”, por lo menos, pero, realmente, no va a ensañárselas con eso ahora. En su lienzo, la figura de Hanji vuelve a aparecerse de entre las sombras, y, cree, entonces, que eso requiere de toda su atención. Incluso más que como puedan llamarlo o no los niños.
–De acuerdo. – acepta, al fin y al cabo, como quien no quiere la cosa, y su pincel se detiene un momento. Lo cierto es que la ha pintado ya demasiadas veces— más de las que uno es capaz de contar. Y es que tal vez Hanji no se le presente en sueños, pero puede verla en cada parpadeo, grabarla en cada exhalación y latido. Está igual de bella que cuando la perdió; allí, enmascarada en témperas. Tiene el cabello desprolijo, arremolinado en el viento. Su boca está torcida en una sonrisa a medias que apenas le achina los ojos.
Si quisiera, piensa, podría pintarla, también, incluso hasta con la vista ciega. Siendo sincero, la ha inmortalizado ya en su memoria demasiadas noches, cuando aún podía dormir a su lado. Sus manos, las yemas de sus dedos, han recorrido cada uno de sus recovecos; suave, cuidadosamente. Han atrapado bajo sus palmas el lunar junto a sus labios, — la expresión en sus pupilas—, cada minucioso retazo de ella.
–Dicen que pintar con acuarelas, es aprender el arte de dejar ir. – cuenta Jean, después de un rato en silencio. Afuera, en el claro en el jardín, la brisa cálida remueve las hojas de los árboles en un arrullo suave. Permite que el sol atraviese las copas verdes y frondosas, y los envuelva en un manto de ocres y dorados. – Creo que podría hacerle mucho bien, ¿sabe, Capitán?
Levi inspira hondo un segundo. No está muy seguro de quién pudo haber dicho eso, o con qué motivo habría sido, pero no va a ponerse a discutirlo ahora. Cuando comenzó a pintar, acababa de subir a la superficie, luego de años de ser preso de los subsuelos. Flores, las tazas bellas que veía en el mercado, había descubierto que, dibujando, comprendía mucho mejor el mundo que lo rodeaba. Que podía volver inmortal todo aquello que hiciera que su corazón saltara de alegría.
Los retratos llegaron después, con el correr de los meses, o de los años. Por alguna razón, Hanji era quien más se le desparramaba de entre las manos y volcaba en el papel. Había algo espontáneo en ella, — algo fugaz y efímero— que lo hacía querer pintarla, casi de manera inevitable. Tal vez, piensa ahora, era su risa. Alocada, terca, suelta y rebelde. Tal vez, también, era su esencia, — algo salvaje y arrollador, imposible de capturar por mucho tiempo.
Se echa hacia atrás, y, con nostalgia, contempla su trabajo casi terminado en el lienzo. Ahora que la ve, un sentimiento parecido a la angustia le hace agujeros en el pecho, — se le instala en el medio del corazón. Quisiera, por un momento nada más, que pintarla no le trajera este sufrimiento agigantado. Que tenerla de vuelta, aunque sólo fuera en recuerdos, lo hiciera sonreír, y no lo llenara de culpas pesadas, o de miedos infundados.
–Está bien. – contesta, entonces, y Jean lo mira esperanzado. Tiene que admitir que siente a Hanji en la frescura de las olas; entusiastas, e indomables. Que la ve en los cielos morados, o que puede acariciarla en el vaivén de los vientos. Lo que no puede, porque el alma aún le arde, es mencionarla delante de Gabi o de Falco. Soñarla sin despertar empapado de sudor.
“Pintar con acuarelas, es aprender el arte de dejar ir.”, las palabras de Jean resuenan en su cabeza, y se vuelve a verlo, alejándose del cuadro. Quiere que pensar en Hanji no lo ahogue en un dolor venenoso, que lo corroa por dentro. Que las pesadillas punzantes sean fantasías de algodón, livianas, en las que se reencuentran y pueden abrazarse de nuevo.
–Está bien. – repite, con la voz algo ronca, y Jean le sonríe. – Enséñame a pintar con acuarelas.
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Bueno después de que alguien confesó su crush en vos, yo voy a dar una confesión también. Cuando me aparece un post tuyo en el inicio siempre voy a tu cuenta y scrolleo porque prefiero ver todos tus posts del día de una (?). Pero se siente como si entrase a mi cocina y estuvieses vos en la mesa hablando (de lo que sea que posteaste ese día) mientras yo me sirvo un vaso de coca y asiento con la cabeza. Esa es la imagen que tengo en mi cabeza.
Lo cual es medio irónico porque en realidad soy yo la que está invadiendo tu cuenta así que sería más como que yo entre a tu cocina a servirme algo para tomar mientras vos hablás ahí.
Amo toda esta imagen. Lo más probable es que si entraras a tomar algo en mí casa yo seguiría hablando como si nada.
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Oye, me gusto la temática de tu última historia sobre el chico que autodescubre sus "gustos culposos" en el campamento de verano. Podrías escribir una historia en donde un niñero sufre de "misteriosos ataques de diarrea (laxantes)" luego de cuidar a un chico.
Podrías hacer diferentes escenarios para el niñero, en uno se podría ver obligado a cagar en la casa del chico al que cuida, otro podría ser que luego de cuidar al chico tenga una salida con amigos al cine y le de diarrea, y otro en donde después de cuidar al chico tenga un evento importante de la prepa (fotos para el anuario, baile escolar, partido de fútbol americano, etc) y tenga que usar el baño de la preparatoria, pasando un momento muy vergonzoso.
Un Niñero (Spanish version of "A Babisitter")
James era un joven muchacho que pasaba por una situación económica no muy buena, necesitaba el dinero para salir con sus amigos asi que decidió tomar el trabajo de niñero.
No muchas personas querían un niñero masculino asi que fue difícil para el conseguir trabajo y casi se retira de esto, sin embargo, le llego una solicitud para ser niñero de un niño el cual recientemente hizo que su anterior niñero huyera de él.
Esto desde un principio lo preocupo, pero realmente necesitaba el dinero asi que era tomar el trabajo o dejarlo y negarse a las siguientes salidas con sus amigos, se dijo asi mismo: “¿Que tan difícil puede ser?”
Toco la puerta de una gran casa con varias decoraciones lujosas, abrió una pareja vestida de manera elegante, se dieron la mano y pusieron las siguientes reglas:
1. Debe cuidar de nuestro hijo, su nombre es Dave
2. No tocar nada que no sea para cuidar a Dave y no entrar a las habitaciones.
3. Hay ingredientes en el refrigerador para que cocine la cena para Dave.
4. Debe estar dormido para media noche y esperar a que ellos regresen.
Por un momento se preguntó: “Es un poco mayor para tener un niñero, pero eso significa que no será de los típicos niños que debo calmar cada berrinche que haga”
Detrás de la pareja se encontraba el joven, tenia una cara molesta y desinteresada, finalmente ambos padres se retiraron y los dejaron solos.
No había tanta diferencia de edad entre ambos asi que James intento empezar una conversación amistosa con Dave:
James: “¿Entonces, como vas en la preparatoria?”
Dave: “solo cocina algo por favor”
James: “oh vamos, sé que apesta que tus padres a esta edad te contraten un niñero, pero solo estoy haciendo mi trabajo”
Dave: “Mejor me voy a jugar videojuegos…”
James: “También me gustan bastante! ¿Necesitas un segundo jugador o algo?”
Dave se impresiono bastante, ninguna de sus niñeras anteriores que lo cuidaron se interesaron realmente en él, tampoco tenía algún amigo que quisiera jugar algunas partidas y aparentando desinterés acepto la propuesta de James.
Ambos pasaron bastante tiempo dentro del cuarto de Dave, el intentaba mostrar que no le importaba e incluso que le molestaba el hecho de que James estaba allí, pero simplemente no lo pudo ocultar y pasaron una noche muy divertida.
Dave: “Realmente apestas en este juego”
James: “Bueno dejemos esto por ahora, debo cocinar la merienda”
Dave: “Por qué no pides pizza? Mis padres no se enterarán”
James: “No me quiero meter en problemas con ellos, realmente necesito este trabajo, además el queso me da gases, ¡como este!”
*PFFFFFTTTTTTTTTTT*
Dave se sorprendió, no por el hecho de ver a un hombre de su misma edad tirarse un pedo asi, él ya había escuchado y olido algunos de los pedos de sus compañeros, sin embargo, en esta situación se sintió diferente, talvez sea la intimidad del momento o que de verdad empezó a apreciar a uno de sus niñeros por primera vez, lo que sea que paso provoco una ligera erección que tuvo que ocultar.
James se retiró de la habitación con el olor desagradable y Dave pensó en lo que paso y en cómo se sintió “Talvez sea amor?... me gustan los hombres? … me gusto lo que hizo?”, el estaba en negación de sus sentimientos, simplemente estuvo en un momento intimo algo que nunca en la vida experimento, el estaba seguro de que si fuera con una mujer y sin… los olores le provocarían exactamente los mismos sentimientos e incluso más fuertes.
Esto pensaba hasta que minutos más tarde vio a su ahora amigo cocinando para el sin camisa, era un cuerpo bastante musculoso y fornido para provocar las miradas indeseadas de muchas personas incluido Dave quien no podía parar de pensar en lo increíble que se vería James en su baño lujoso… espera un momento… esta fantasía esta bastante cerca de hacerse realidad.
Dave recordó que en la habitación de sus padres había bastantes medicamentos para cualquier emergencia, rápidamente se escabullo y busco desesperadamente en los cajones repletos de pastillas y jarabes hasta que… “BINGO! ¡Aquí esta!”, debajo de algunos vendajes se encontraba un pequeño frasco sellado de un poderoso laxante “Acción en 1 hora”
Se puso manos a la obra, fue a la cocina junto con James y empezó a preparar un jugo de naranja para su niñero con la excusa de que quería ayudarlo para seguir jugando videojuegos y cuando volteo vertió al menos 3 cucharadas del laxante al vaso destinado a Dave, lo tomo y alzo diciendo “Te aseguro que tiene un sabor explosivo”
La cena era algo sencilla y no tan elegante: ensalada de aguacate y pollo apanado, nada mal para alguien que se acostumbra a comer hamburguesas de 1 dólar. Esto era perfecto para Dave que no podía esperar el resultado de la combinación del laxante y el aguacate y como esto dejaría su limpio baño.
Terminaron la cena en tiempo récord, Dave agradeció a James y casi que lo obligo a ir a su habitación, una vez dentro se encargo de cerrar toda puerta y ventana para evitar que cualquier olor o sonido se escapen y luego de 10 minutos empezó la magia.
*GRRRRRRRRR*
James: “Aghhh”
Dave: “Qué sucede?”
James: “El aguacate está haciendo efecto”
Dave: “Eso significa que?”
James: “Creo que pronto tendré que ir al baño”
Dave: “Oh! Si quieres puedes usar el baño de mi habitación, de hecho, es el único que puedes usar realmente”
James: “Oh vamos! No quiero apestar este sitio, ¿seguro que no hay otro baño?”
Dave: “Si, pero mis padres se molestarían bastante, si utilizas este no diré nada y ellos nunca entran en mi habitación asi que no se darían cuenta”
James: “Naaahh creo que me aguantare hasta que ellos lleguen y pueda irme a mi casa”
Dave: “Estas seguro de eso?”
Sin previo aviso Dave cerro su puño y pego con la suficiente fuerza al estomago de James mientras que el solo miraba como el molesto y tímido chico que no necesitaba de ningún niñero lo golpeaba sin preocupación y con una mirada alegre y juguetona.
*GGGGGRRRRRRRRRRR* *PFFFTTT*
James: “Ha! Buen intento, pero necesitaras más fuerza que eso para-”
*PFTFTFTFTFTFFFFFTTTTTTT*
James: “Olvídalo… tú lo pediste amigo”
Se levanto de la cama y con otro pedo ruidoso camino lentamente hacia el limpio baño de Dave, dio una última advertencia: “Si no quieres morir, mejor vete de este cuarto porque siento que va a ser una cagada monstruosa” y cerró la puerta.
Dave fue rápidamente y puso su ojo en la cerradura donde vio la siguiente escena:
James empezó a quitarse su camisa que ya se encontraba sudada de tanto jugar los videojuegos competitivos del chico, antes de sentarse en el inodoro dijo en voz baja: “Esta será una grande” para después volverse a levantar y empezar a desnudarse completamente, James al parecer era uno de esos cagadores desnudos.
A pesar de que la cerradura era algo incomoda para ver lo que estaba pasando detrás de la puerta, Dave pudo notar el gran pene de James que estaba colgando suavemente mientras se sacaba sus últimas prendas de ropa y con un “perfecto!” se sentó en el inodoro.
*PRRRRRRR* *PLOP*
Fue lo primero que se escuchó, al parecer alguien estaba teniendo problemas para evacuar estos últimos días.
*PFFFFFFTTTTTTT* *PLOP*
Un pedo semihúmedo advirtió que no seria una cagada normal mientras que poco a poco el olor empezaba a filtrarse por los pequeños agujeros de la puerta del baño.
*PFFFTTT* *PLOP* *PLOP* *PLOP* *PLOP* *PLOP*
Varios pedazos solidos cayeron algo similar a las heces de una cobaya, cada una haciendo un *SPLASH* y *PLOP* al caer al fondo del inodoro.
*PLOP* *PLOP* *TRRRRRRRRRRR* *PLOP*
El sonido de un gran tronco seco saliendo del ano de James puso fin a la parte fácil de su visita al baño.
*GRRRRRRRRR* *PRRRRRRRRRRR* *SQHSHQHQHQSSQSQQHSHQSHQS* *PRRRSSSSSSSSSSS* *PFFFFFTTTT* *QHSHQHSSQHQS* *SHHHHHRTRTRTRTRTRR* *PFFFTTTT*
Al parecer aquel tronco impedía que toda la mierda liquida saliera como si fuera la tapa de una botella de agua, la cual todo su liquido es expulsado violentamente si se le saca la tapa y la pones bocabajo.
*PFFTFTFTFTFFT* *PRRRRRRRRRRRRR* *SQHQSHSHSQHSQHSQ* *PSSSSSSSSS* *TRTRTRTRTRTRTRTRTR* *SHQHQSH* *GRRRRRRR* *PFFFTTTT* *PLOP* *PLOP*
Con un suspiro, el finalmente se levanto del inodoro, tomo un par de pedazos de papel higiénico y empezó a limpiarse parado, a Dave le pareció rara esa pose sin embargo solo significaba que tenia más que ver del culo desnudo de su niñero.
Dio movimientos suaves y firmes pasando entre sus nalgas el fino y suave papel en donde sus manchas revelaban que fue una mierda violenta la que salió de su estómago. Mientras se limpiaba se detuvo por un momento y sin sacar su mano del culo se tiro un sonoro y largo pedo *PFFFFFFFTTTTTTTTT*, gimió luego voto todo el papel hacia el inodoro y finalmente mando a la basura cualquier evidencia de lo que paso en esa pequeña habitación.
Mientras James volvía a vestirse, Dave aparto su vista de la cerradura y actuó como si nada hubiera pasado, finalmente James sale del baño:
James: “Ufffff no entres allí en al menos 1 hora”
Dave estaba realmente caliente, pero eso no le quitaba su timidez, aun asi tomo fuerza y decidió comentar acerca de lo que paso allí adentro:
Dave: “Wow eso fue algo violento, no lo crees?”
Hubo un pequeño momento de silencio después de aquella oración, él pensó que la había cagado con decirle algo tan directo a alguien que apenas conoce un par de horas, pero su reacción no era de esperarse:
James: “HAHAHAHA y esa no fue una de mis más grandes cagadas en mi vida!”
Dave: “HAHA parece que te hayas comido algo podrido, realmente has apestado mi habitación”
James: “Perdón por eso, pero cuando este bebe *Palmea su estómago* quiere algo debo obedecerlo sin rechistar”
Dave: “Qué bueno que no pedimos pizza”
Luego de esa conversación sincera pasaron horas jugando videojuegos con algún ocasional pedo de ambas partes hasta que llego la hora de que Dave se vaya.
Luego de dos semanas fue convocado de nuevo por la familia en donde Dave aplico el mismo truco: ponerle laxante a su bebida, sin embargo, algo diferente paso en esta ocasión, los padres de Dave llegaron mucho antes de lo esperado y James tuvo que irse sin siquiera usar el baño de la casa.
Ahora con la paga tenia el suficiente dinero para salir con sus amigos a ver una película en el cine local, fue acompañado por dos de ellos y compraron sus boletos.
Al entrar en la sala de cine James volvió a sentirse mal del estómago, la misma sensación que tuvo hace dos semanas con aquel chico que estaba cuidando, “¿Tal vez sea el nerviosismo por estar fuera de casa por bastante tiempo que me provoca malestar en el estómago? naahh”
Empezó los primeros 10 minutos de la película y James podía sentir varios gorgoteos estomacales *GRRRRRRRRRR* “ugh creo que me cagare en los pantalones… liberare un poco de presión” alzo un poco su trasero y… *PFFFTTTT* fue un pedo corto y algo silencio, James tenia miedo de que sus amigos lo olieran ya que estaba justo sentado entre los dos, pero al parecer no se dieron cuenta de nada.
A los 30 minutos otro gorgoteo ocurrió, esta vez él podía sentir como iba a ser un pedo gigante asi que espero una escena de acción y empezó a toser fuertemente:
*PPPPPPPPPPFFFFFFFTTTTTTTTTTTT*
Un pedo algo ruidoso pero el ruido de la sala y de su tos lo camuflo realmente bien, pero hay algo que no puede ocultar y es el olor:
-“Está empezando a oler realmente mal aquí”
-“Si! Como si abrieran una tubería o algo asi”
James: “No se preocupen por eso, debe ser las palomitas con mantequilla que ya se enfriaron”
Casi lo descubren, pero no paso a mayores. Al pasar ya una hora de película sus intestinos estaban ardiendo ferozmente, uso la misma técnica y…
*PFFFTTTT* *PRRRRRRRRRRRR* *SQSHHH*
Fue un pedo insonoro, pero esto se debió a que James se cago en sus pantalones.
-“El olor reapareció y volvió peor”
-“Huele como a…”
James: “Mierda!”
El se levanto de su asiento y corrió fuera de la sala dejando a sus amigos confundidos y desconcertados de lo que paso.
Corrió lo más rápido que pudo, abrió la puerta del baño público del cine, se sentó en el primer cubículo del lugar, con desesperación se saco sus jeans ajustados y su calzoncillo manchado con mierda espesa y se agacho mostrando su trasero al aire para no tocar el sucio inodoro.
*PFFFFTFTFTFTFTFTF* *PLOP* *PLOP* *PLOP*
Empezó con pequeños pedazos sólidos, pero esto solo era una advertencia para lo que se avecinaba:
*PFFTTT* *PFFTTTPRRRRRRRRRTRTRTRTRTR* *PLOP* *PLOP* *PFFFTTTT* *SQQSHQHSHSQHSQHQSHQSHQSHQ* *PFFFTTT* *PRRRRRRRRR* *PFFFTTTT*
Empezó a gemir del dolor y pensando en lo peor: que sus amigos entren a buscarlo al baño, sin embargo, otro dolor estomacal lo interrumpió:
*GRRRRRRRRR* *PFFFFFFFTTTTTT* *SHQSHQHSQHSSHQHSQ* *PFFFTTT* *SHHHHHHH* *SQHSQHQSHS* *PLOP* *QRRRRRRRQRRRRRRR* *PLOP* *PLOP* *TRTRTRTRTRTR*
Finalmente, el dolor desapareció, pero hubo un nuevo problema: no había papel higiénico. Intento llamar por ayuda en los cubículos vecinos, pero nadie respondía, al parecer su deseo de que no haya nadie en el baño que lo pudiera escuchar se convirtió en una pesadilla.
Con el culo manchado se levanto de su asiento y con pequeños pasos camino por todo el baño revisando cada cubículo a ver si encontraba algún rollo sin suerte, asi que James siendo la persona valiente que era volvió a su cubículo y sacrifico ambos calcetines para limpiarse.
Al pasar el primer calcetín por sus nalgas siento mucho dolor debido a lo rasposo que era y el asco que le producía ya que para limpiar todo el desastre en su trasero tenia que darle varias vueltas para utilizar todos los lados limpios que un calcetín puede ofrecer y luego de unos extensos 10 minutos voto ambos calcetines al inodoro y jalo la cadena.
Regreso a la sala de cine viendo que la película estaba a punto de terminar sus amigos le preguntaron porque había salido corriendo y avergonzado James decidió mentirles diciendo: “Los padres del chico que estoy cuidando me llamaron y necesitaba responderles rápido”, algo que sus dos amigos les costó mucho creer, pero al final aceptaron su versión.
Paso una semana desde entonces y James no podía quitarse de la cabeza aquella situación tan vergonzosa, es decir, casi se caga en el cine y eso perturba a cualquiera, pero no hay tiempo para eso ya que otra vez fue convocado por los padres de Dave.
El ya no estaba obligado a seguir con este trabajo, pero no podía renunciar a esto ya que era una buena fuente de ingresos y sobre todo Dave era alguien agradable con el quien conversar y obviamente se podía cuidar solo, prácticamente era dinero fácil.
Todo ocurrió con normalidad, jugaron videojuegos, hicieron la cena juntos pero esta vez Dave decidió que era una buena idea cuadruplicar la dosis de laxante que le daría a James, los efectos como era de esperarse fueron el doble de rápidos y el doble de “sorpresivos”
Mientras jugaban un rugido estomacal se hizo presente *GRRRRRRRRR*, el sonido generado por este fue lo suficientemente grande como para que ambos se dieran cuenta y empezaran a hablar de ello:
Dave: “La cena te hizo mal?”
James: “Un poco, pero nada que un pedo no pueda resolver”
James se inclino un poco mientras que cierta parte del cuerpo de Dave se levantaba… *PFTTFTFFFFFFTTFTF* *PRRRRRRRRRRRRR*
Fue un sonido bastante extraño como si el pedo que salió vino con algo más que aire, James se congelo en ese instante mientras que Dave empezó a sonrojarse de manera bastante obvia, luego, James empezó a correr hacia el baño y Dave hizo lo mismo hasta llegar a la puerta y poner su ojo en la cerradura como la primera vez.
Esta vez vio a un James bastante alarmado tratando de arrancarse sus pantalones de una manera violenta y cuando se quedo desnudo de las caderas para abajo, Dave pudo presenciar como el hermoso trasero desnudo estaba manchado con un líquido marrón bastante desastroso.
Sin siquiera sacarse su camisa como siempre lo solía hacer se sentó en el inodoro, alzo a una gran altura sus piernas y su ano se relajó:
*PFPPFTPPTFTPFTPFTTFTFT* *SQHQSHQSHQHHSQHSQSSSHHHHH* *TRRTRRRRRRRRRRR* *SHQSHSHQSHSHSQHSHQSHS* *SHHHHHH*
Esta vez no había nada sólido, solo una catarata marrón gigante que solo se puede comparar con el Niagara.
*PFTFTFTFTFFF* *TRTRTRTRTRTRTRTRTRTR* *SQHQSHQSHQSSQHQHS* *PFFFFFFFFFTTTTTTTT* *PRPRPRPRPRPRPRPRPPRRPR*
En la segunda ráfaga hubo tormentas de pedos húmedos en donde gotas y gotas de diarrea se esparcían y chocaban contra las paredes del inodoro, cada gemido que James daba era uno de sufrimiento en donde sentía que cada pedo le destrozaba el ano para hacer paso a la carga que tenia que salir de alguna manera.
*PFTFTFTFTFT* *SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSHHHHHH* *PFTFTFTFTFTF* *SHQQHSHHSQSHSHQSHSQ* *KKJKJKJKJKPRPRPRPRRRRRR*
Volvió la catarata aun más fuerte que nunca, esta vez su estómago empezó a temblar mientras intentaba sacar aún más pedos:
*GRRRRRRRRRRRR* *PRPRPRPRPRPRPRPR* *PFFFFFFFTTTTTTTTTT* *PFFFTTTTTTT* *PPFFTT*
Hacia un gran calor en la pequeña habitación, James retomo la compostura y finalmente se saco la camisa para refrescar su cuerpo mientras más mierda salía, puso su mano en su estomago y se preparo para otra explosión violenta hasta que tocaron la puerta:
*KNOCK* *KNOCK*
Dave: “Todo bien allí adentro amigo?”
Dave se “preocupo” por su amigo asi que decidió tocar la puerta (mientras que él estaba desnudo tocándose su entrepierna)
James: “Haha creo que tenías razón, la cena me cayó muy mal a mi estómago…” *PFFFFFFFFFTTTTTTT*
Dave empezó a sonrojarse aun más mientras agarraba con un poco de fuerza su pene, pero decidió resistir un poco más para seguir hablando con su nuevo amor.
Dave: “Allí dentro suena como un campo de guerra amigo”
James: “¡No seas exagerado, esto es una diarrea de verdad de un hombre de verdad! ¿Nunca has tenido diarrea tú también? Hahahaha... ooow” *SQHHSHQSHQSHQS* *TRTRTRTRTRTRTRR* *SQHQSHQSHSQHSHQHS*
Dave: “Pero no una diarrea tan enorme como la tuya”
James: “Pues deveras acostumbrarte si quieres ser mi amigo! Oh no puede ser, Dave ¿puedes pasarme un poco de papel?”
En ese momento, además de casi caer al suelo cuando dijo “ser mi amigo”, Dave recordó que había quitado el papel higiénico del baño intencionalmente, y con un “No te preocupes” tomo el papel escondido en su habitación y toco la puerta:
Dave: “Tendré que entrar para dártelo”
James: “Esta bien, pero entra bajo tu propio riesgo”
Cuando entró una nube mal oliente lo choco con una gran brutalidad que casi lo hizo desmayarse y con lagrimas en los ojos vio a un adolorido pero sonriente James que intentaba esconder su vergüenza con un poco de comedia.
James: “Te lo advertí bro”
Dave: “Parece que alguien detono una bomba de gas pimienta aquí adentro!”
James: “Es solo el olor de un deportista como yo! *GRRRRRRR* owww aquí viene el round dos! Deberías irte”
Dave: “Quiero ver lo desastroso que tu trasero puede ser!”
James: “¡Esta bien, tú lo pediste!”
James volvió a inclinarse del inodoro y libero lo poco que tenia de una manera violenta:
*PFFFFFFFFFFTTTTT* *QSHHHSHQSHQSHQSQSSQQQQHSHSS* *QRRRRRRRRR* *PRPRPRPRPRPRPR* *SQHHSHSHSQH* *PLOP* *PLOP* *PPPPFFFTTTTT*
Una risa avergonzada y sincera salió de la boca de James mientras que Dave alabo el potencial flatulento de su estómago.
James se levanto de su asiento aun estando desnudo enfrente de Dave luego empezó a limpiarse y dio una última frase: “Seguimos jugando?”
A la mañana siguiente tenia una nueva actividad en su preparatoria la cual era una sesión de fotos para el anuario, todo iba bien mientras que el esperaba en la fila hasta que su estómago de nuevo empezó a rugir: *GRRRRRRRRRR*
“No, no otra vez”
Empezó a masajear su estomago para amortiguar el dolor, pero fue en vano, incluso hizo las cosas peores ya que agilizo el escape de sus diarreicos y apestosos pedos algo que se volvió obvio para los estudiantes a su alrededor.
Luego de 15 minutos finalmente le toco el turno al mareado James quien se sentó en la silla esperando al fotógrafo.
*GRRRRRRRRRRRRR*
“Otro pedo no hará daño…”
*PFFFFFTTTTT* *SQHSQHSQHS*
“Maldita sea!”
-“Señor acomódese para la foto”
“Eh? perdone”
Todo paso tan rápido, el olor a heces en descomposición lleno la pequeña sala en cuestión de segundos, y sus propias heces empezaron a llenar también sus pobres bóxers maltratados con tanto sudor y gotas diarreicas que salieron con sus anteriores pedos húmedos.
*CLICK*
Finalmente, la cámara disparo, el rostro en la foto se veía bastante nerviosa e incluso se podía ver un par de gotas de sudor, pero James no se preocuparía por un segundo intento de foto.
-“Muy bien joven, puede irse”
Con esas palabras, James salió disparado directamente al baño intentando ignorar las miradas confundidas y asqueadas de las personas que le seguían con los ojos, llego al baño de hombres más cercano, cerro la puerta principal y mientras más pedos húmedos salían de su cuerpo empezó a desnudarse sin siquiera haber entrado al cubículo todavía.
Con una sola patada derribo la puerta y después de tanto sufrimiento su trasero beso la porcelana:
*PFTFTFTFTFTTFTFFF* *SHHQHSHQSHHQSHQSHQ*
Fue una diarrea emergente sin precedentes y aunque más que lo intenta, James no podía siquiera suavizar el ruido.
*SQHQHSHQSHSQHQSHQSHSHQHQSSQSQ* *PRRRRRR* *TRRRRRRRRRRRRRRR* *PLOP* *PLOP* *PLOP*
Pequeños troncos solidos empezaron a salir como muestra que su sistema digestivo sigue trabando arduamente para darle una cagada normal a James después de tantos días con explosiones recurrentes.
*TRRRRRRRRRRRRRRR* *SQHHSQHSHQSHSQSQHSQ* *PFFFFFTFTFTFTTFF* *PFFFTTTT* *PFFFTTTT* *SHQQQQQQSHSHSHSHS*
Con esta explosión escucho la puerta del cubículo de al lado, un chico toco la puerta de James y dijo: “Realmente necesitabas ir, ¿eh?”, James lo ignoro y siguió su trabajo.
*GRRRRRRRRR* *TSSSSSSSSSSSSSSSSSS* *PFFFFFTTTT* *TSSSSSSSSSSSSSSS* *SQHHQSHQSHQSHQSHSQHS* *GRRRRRRRRR*
Él no se sintió satisfecho, pero ni loco seguiría cagando en la preparatoria, se limpio con el poco papel que tenia y desecho sus boxers a la basura andando así todo el día solo con pantalones en sus piernas.
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