#carreras de autos
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Keanu Reeves hace un trompo durante su debut en las carreras de autos profesionales en el Indianapolis Motor Speedway
El actor Keanu Reeves hizo un trompo en el césped aproximadamente a la mitad de su debut en las carreras de autos en la Copa Toyota GR en el Indianapolis Motor Speedway el sábado. No resultó herido, según los representantes de las carreras. Reeves, de 60 años, conocido por sus habilidades de mente sobre materia como The One in the Matriz franquicia de películas, lució el papel mientras corría…
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Emoción en la Pista! Descubre la Nueva Temporada de F2™ y la Actualización Deportiva en EA SPORTS™ F1® 23
Siente la Emoción del Asfalto con las Novedades más Calientes de F1® 23!” Saludos aficionados del automovilismo con el corazón en la mano, con el anuncio de una emocionante actualización para EA SPORTS™ F1® 23. Los motores están rugiendo y las ruedas están en acción, ya que los jugadores pueden sumergirse en la esperada Temporada F2™ 2023 y disfrutar de la tan esperada Actualización Deportiva.…
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Cannonball; La película: un ícono cultural de los años 70
La película Cannonball: un ícono cultural de los años 70
Introducción La década de 1970 fue una década transformadora marcada por agitación social, paisajes políticos cambiantes y cambios significativos en la cultura popular. AI Art by SIGNAL En este contexto, la película “The Cannonball Run” surgió como una encarnación cinematográfica del espíritu rebelde de la época, la fascinación por la velocidad y el amor por los automóviles. AI Art by…
#1970s culture#70s cinema#American car culture#análisis dialéctico#automotive symbolism#Autos#Cannonball movie#car racing films#carrera a campo traviesa#Cars#cine de los 70#Cinema#Cinematografía#Coleccionismo#cross-country race#cultura automovilística estadounidense#cultura de los años 70#Curso de Coleccionismo#dialectical analysis#freedom and rebellion#libertad y rebelión#Paul Bartel#Película Cannonball#películas de carreras de autos#simbolismo automovilístico
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bestie te iba a preguntar justo que onda con el posting? 😭
pongo el auto en autismo etc etc
#me acordé que me gustan los autos y me picó el bicho. de chiquito copiaba todos los logos de las marcas de autos que veia por la calle#es mas tengo toda una fila de autos en un renglon me encantan los hotwheels los jueguitos de carreras etc etc#el need for speed me cambió la vida en los dos mil#sambuchito#* no renglón 😭 ESTANTE
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Sigo pensando en el hecho de que mi titulo de licenciada es una joda y una basura y como probablemente solo gasté años de mi vida al pedo 🥰
#por supuesto q justo fui y elegi el mas inutil de todos#yo tmb estoy de acuerdo completamente q habria q cambiar la forma en q lo estan dando#pero escuchar acerca de como no sirve ni me va a servir para nada me hizo mierda aun si ya lo sabia#cuanto mas tiempo pasa y mas se acerca la fecha mas verguenza siento#en comparacion a todes les demas no soy más q una inutil asi que por que habria que festejar nada?#de lo unico q sirve es como una muy mala excusa de porq no deberia ser considerada nomas una desempleada#ojalá me pise un auto cuando me reciba. o mejor mañana el micro cuando vaya a clase#estoy harta#me saca toda la motivacion de siquiera intentar terminar el escrito y la obra#siento q va a llegar el festival y voy a tener q dejar a alguien mas controlando porq voy a estar muy ocupada llorando#haunted.txt#hasta los gilazos de audiovisual estan mejor q nosotres. no tenemos absolutamente nada en la facu#ni siquiera se acuerdan q nuestra carrera existe. asi de giles somos#tipico momento 'debi haber estudiado x carrera en vez de esto'#no puedo terminar nada de lo q necesito porq me siento demasiado mal y no puedo dormir porq me siento demasiado mal y tengo cosas q hacer#pasantias q mierda es eso jajaja a ustedes nadie los quiere
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1949 1998
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#niege#nieve#snow#neve#nevicare#montagne#montañas#montanhas#mountains#race car#carro de carrera#voitures de course#carros de corrida#auto da corsa#naturaleza#nature#natura#natureza#europa#europe#france#francia#frança
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Nascar 1959
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putita. — franco colapinto x lectora.
sin piedad dejás atrás un séquito de vana idolatría. / sos tan espectacular que no podés ser mía nada más. / (tenés que ser de todos.)
sinopsis: entre tu compañero de equipo, franco, y tu, hay muchas cosas sin decir.
wc: 4.1k
warnings: nsfw (18+), bratty teammate!reader, celoso & mean dom!franco. como esto es un regalo, les dejo el resto como una sorpresa ;)
A/N: FELIZ NAVIDAD MI GENTE LATINO!!! no crean que me olvidé de ustedes con esa pequeña investigación de mercado que hice hace casi un mes. consideren esto un regalo navideño de mi para ustedes. rompí mi récord personal de palabras escritas (3.7k) hehe pero creo que es pq la canción me dio la oportunidad de ponerle mucho trasfondo. mención especial a @deepinsideyourbeing pq aunque no lo sepa ha sido una súper ayuda e inspiración en esta travesía mía de volver a escribir en español. tqm niñita <3
now playing . . . putita por babasonicos
“¿Todo bien?”
Tu voz consternada sacó a Franco rápidamente del trance accidental en el que se encontraba, ojos fijos en tu posición frente a él en las mesas compartidas de trabajo, cuando se supone que debería estar concentrado en la pantalla explanando gráficas y estadísticas que su mente al parecer faltaba de ganas para comprender.
Por fin se acababa la montaña rusa que había sido la temporada 2024. Definitivamente las últimas carreras no fueron las mejores fechas para el equipo, pero el optimismo seguía predominando el ambiente desde el día que llegó alguien con un carisma para competir con el tuyo.
“¿Eh? Si, si; sólo me distraje, tranqui.” Explicó rápidamente, pupilas volviendo al enfoque que debió tener desde un principio. Permanecieron ahí mirando el contraste que hacían las líneas en un potente azul contra su fondo gris— casi negro— y nada le hacía sentido. No cuando ocupabas cada esquina de su mente, e inevitablemente su mirada empezó a trazar cada centímetro de tu rostro como si fuera a olvidarlo todo en cuestión de un par de horas.
Pero él simplemente no podía evitarlo.
Espectacular era un adjetivo relativamente acertado para describirte. Para los chicos (y chicas) de categorías inferiores eras como una leyenda urbana. Franco te había visto antes en las ocasiones que la Fórmula Dos tenía sus feature races en la misma pista que la máxima categoría de los deportes de motor.
Era impresionante la manera en la que todo el mundo volteaba a verte al pasar, como si de una figura mítica que flotaba en vez de caminar a paso firme se trataba. Solo los más valientes y quizás elegidos por el universo— en otras palabras, los que te conocían— tenían la osadía de retornar tu cálido saludo.
Ya para cuando recibió la noticia de su entrada al equipo, eras un espejismo que habitaba en la parte de atrás de su mente, completamente inalcanzable. Seguía con la misma mentalidad de pertenecer a una categoría inferior, quizás ibas a ignorarlo en el momento de las introducciones de equipo.
Realmente, nunca olvidará el abrazo que le diste. Cálido, podía oler tu perfume a la perfección, mezclado con el aroma de tus productos para el cabello.
Aún no se lo creía, ni cuando te veía todos los días.
Pero la parte lógica de su cabeza le recordaba que todo no podía ser glamoroso. Eras admirada y codiciada por tu belleza, no por tus logros a tu corta edad y en un monoplaza que— y seamos honestos— era tremenda mierda. Un auto volátil como una bestia indomable, que lograbas tranquilizar con magia negra, quizás. El todavía no estaba claro de cómo hacerlo una constante, y prefería teorizar una explicación lógica a lo inexplicable.
“Muy interesante la data del año, ¿hm?” Ahí estaba de nuevo, tu dulce voz ahora complementada por los remanentes de tu perfume, sacándolo de otro trance frente a la pantalla.
Lentamente, levantó la vista, encontrándose primero con tu torso antes de escalar por tu cuello para llegar a la sonrisa un poquito burlona; sabías muy bien que estaba distraído.
“Nos podemos ir.” Indicaste, observando cómo se quitaba los audífonos y los ponía en su lugar antes de log out de la sesión, cerrando todos los documentos antes de.
Tus ojos seguían cada uno de sus movimientos con cautela, evitando hundirte en tu propia locura sobre la atracción que sentías por él desde el día uno, pero evitabas con fervor dar algún indicio.
Cómo cambian las cosas.
“Vení,” El turno de sacar al otro de sus pensamientos fue de Franco, su mano tomando tu muñeca para prácticamente arrástrate fuera del motorhome, cerrando la etapa de un fin de semana tan… tétrico.
“Quiero dormir catorce horas,” Bostezaste mientras el auto que los llevaría al edificio donde la gran mayoría de pilotos se hospedaban al estar cerca de la fábrica, estirando tus extremidades de una manera intencionalmente inapropiada, tomando todo el espacio en el vehículo para hacerlo.
Sabías— de manera acertada— que luego de su retiro en Abu Dhabi Franco estaba un poco fuera de serie, y no hay nada que no harías para animar a quien ha sido tu compañero de equipo favorito hasta ahora.
¿Cierto?
“Pará,” Su risa rellenó el silencio cómodo que antes ocupaba el espacio, sus manos envolviéndose nuevamente en tus muñecas en un intento de devolverlas a los límites de tu espacio personal.
Completamente contraproducente, el hombre desconociendo el efecto que tenía la presión que su cuerpo contra el tuyo ejercía, tu risa debilitándose en ciertos momentos quizás podía ser un indicio del ardor suave que se esparcía por tu abdomen.
“¡Tú primero!” Te quejaste, tirando de tus manos para liberarlas, intentando olvidar lo suave que eran sus dedos contra tu piel. Quizás, si Franco se concentraba, podía sentir tu pulso acelerado contra la fina capa en el reverso de tu muñeca.
“¡Vos empezaste!” De la manera más infantil y tierna te sacó la lengua, su cara lo suficientemente cerca de la tuya para que pudiera notar la manera en la que lo miraste.
¿Mirabas a todo el mundo así igual? A todo el que te adulaba, buscando una de tus características sonrisas pícaras, buscando una reacción de ti. ¿Los mirabas con las pupilas dilatadas igual que como lo mirabas a él en ese momento?
“Bandera blanca; ya.” Reíste, completamente ignorante a la manera en la que él te miró en ese microsegundo, logrando zafarte con éxito de su agarre.
Al llegar al lugar de su estadía Franco te abrió la puerta del vehículo, esperando pacientemente a que tomaras tu cartera para salir.
“Ay qué caballeroso,” Tu voz salió como un gratificante arrullo, acercando tu mano para pellizcar sus mejillas, ignorando la cara de traviesa que se cargaba.
Grave error, concluiste cuando Franco intentó morderte.
“Hijo de tu puta—“ Ni te dejó completar la oración, cerrando la puerta rápidamente y caminando a paso rápido hacia las puertas deslizantes, corriendo al ver tu expresión de sorpresa.
Hay veces que simplemente no podías descifrarlo, por más que quisieras. Saltaba con cosas así, coqueto y carismático, buscando sacar cada nota musical que componía la sinfonía de tu risa. Pero otras veces, te miraba embelesado, y tú simplemente no tenías idea por qué.
Sea lo que sea, igualabas su actitud, sus vibras. ¿Por qué no lo harías, si al final del día, el vibraba tan bonito?
Tampoco era muy difícil convencerte.
Todo esto para entender que claramente corriste detrás de él, pidiendo permisos a los pocos residentes que te cruzaste, maldiciendo— porque Franco siempre empujaba tus límites a nuevas alturas que desconocías, de la mejor manera posible.
Viste como se cerraba la puerta al elevador en tu cara, la suya con esa sonrisa que en cualquier otra situación te haría derretir. Ahora, simplemente querías borrarla de su cara.
Tus pies te guiaron por las escaleras, efectivamente llegando a uno de los pisos reservados para el equipo, esperándolo frente al ascensor con los brazos cruzados. Su sorpresa por tu rapidez era evidente, y sus pasos hacia ti, cautelosos.
“Pendejo,” Simplemente le diste un ligero golpe vertical a la parte de atrás de su nuca, su risa haciendo eco en el pasillo desértico.
“¿Querés agua? Estás rojita,” Ahí estaba ese tono coqueto de nuevo, pero decidiste ignorarlo y dejar de lado el pequeño desacuerdo para asentir, viendo como sus manos exploraban lo desconocido del bolsillo interior de su chaqueta para sacar las llaves antes de quitarse esa prenda.
El pequeño departamento era parecido al tuyo en cuanto a estructura; una pequeña sala de estar con algunos muebles, el angosto pasillo que dirigía hacía la única habitación, la cocina que parecía que nadie había preparado un solo platillo, y la ventana que guiaba hacia un pequeño balcón.
Quizás, el tuyo un poco más desorganizado, tu intento de seguir a la moda a pesar del frío podría ser el culpable del tremendo desastre que habías dejado y seguías fielmente ignorando hasta el momento de empacar para el siguiente destino. Podías divisar a la lejanía las tenues luces de otros edificios y casas de familia. Woking era como cualquier otra ciudad no turística de Inglaterra; fría, nublada. Muchas casas pequeñas y un público poco emocionante.
“Para vos, señorita.” El tour que te estabas dando de su living quedó en el olvido— absteniéndote de tocar lo que sea— tomando la botella de agua mineral antes de beber largos sorbos, Franco tomando asiento en el sillón que pertenecía a la pequeña sala de estar.
“¿Te puedo hacer una pregunta?” Las palabras escaparon sus labios. Levantaste las cejas, acabando la botella de agua para ponerla en la basura antes de sentarte a su lado.
“Hasta tres,” Para él, tu sonrisa competía con las luces de la ciudad donde se encontraban, de tanto que deslumbraba.
“¿Te gusta alguien?”
La pregunta colgó en el aire por unos escasos segundos, tu expresión curiosa cambiando a una de confusión. Te moviste más cerca, como para descifrar con lo que te cuestionaba.
“Si, me gusta todo el mundo. Bueno… la mayoría de gente que conozco, si.” Una respuesta digna de una Miss Universo, pero no era nada cercano a lo que te preguntaba.
“No, no.” Franco sacudió su cabeza de lado a lado, acercándose más. Su rodilla chocaba con la tuya.
“¿Te gusta alguien? Como… más que amigos.” Notó rápidamente como tu expresión cambió a una que no reconocía exactamente bien. No sabría decirle a alguien más que pasaba por tu cabeza, pero era tristemente común; no sabía leerte.
“¿Por qué preguntas?” Evadiste su pregunta de manera exitosa dejando de lado la botella mitad llena, esforzándote para que la fachada que habías construido con el tiempo se mantuviera de pie frente a lo que considerabas un ataque. ¿Sabía? ¿Franco sabía lo mucho que le gustabas?
“Parece que estás enamorada de todo el mundo.” Su comportamiento calmado te estaba sacando de serie, te estaba dando ganas de trepar las paredes de la desesperación. Lo que desconocías es la furia que la idea de que esa fuera la realidad le daba a Franco.
¿Por qué tenías que ser de todos, y menos de él, a su parecer?
“¿O estás enamorada de la atención?” Su tono te sorprendió, al igual que la agitación que te estaba provocando le sorprendió. Eras la definición de perfección, hasta en momentos exasperantes asumías una calma impresionante.
“¿Qué pasa si lo estoy?” Observaste la manera en la que sus cejas se levantaron por tu tono; desafiante, grosero.
La cercanía repentina entre sus cuerpos fue algo que pudo notar, pero no podía dejar de mirarte a los ojos. Era como si hubiera volcado un switch en ti. Una sonrisa un tanto burlona se escondía detrás de tus labios. El aire que flotaba en frente de ustedes se sentía espeso, y por un momento, se quedaron mirándose uno al otro. No pudieron haber pasado más de medio minuto, pero se sintió como una eternidad.
Era como si Franco por fin había descifrado el código de la caja fuerte donde escondías tu actitud sincera, tu vulnerabilidad donde no eras tan inocente ni agradable de lo que parecías.
“Te comportás lindo con todo el mundo para que te den atención, por qué te encanta que te miren.” No le importó externar sus hallazgos; sus palabras eran como una pieza que acababa de encajar tanto para ti, como para el.
Pero no obtuvo ninguna reacción vocal de tu parte, solamente tus ojos fijos en él, siguiendo cada movimiento que ejercitaba.
“¿O estoy en lo equivocado?” Franco retó, buscando una respuesta explícita de tu parte, su mano posicionándose en tu muslo, el círculo deforme que trazaba con su índice dejaba piel de gallina a su paso que la ropa apenas lograba esconder.
“No, pero si me vas a juzgar, creo que es suficiente por hoy.” Intentaste extender tus piernas, pero sus reflejos fueron lo suficientemente rápidos para tomar tu mano y devolverte a la posición anterior.
“Yo nunca te juzgaría, preciosa.” Su tono de voz era algo que desconocías. Dulce, callado; íntimo. Tiernamente, acarició tu mejilla con el dorso de su mano antes de que sus dedos aprisionaran tu quijada.
“Sos una putita; eso no es nada.” Pudiste captar brevemente sus palabras detrás del latido ensordecedor de tu corazón, tu cara todavía no le brindaba una respuesta implícita a lo que necesitaba.
Por otro lado, ¿tus labios? Una historia completamente diferente.
Los anexaste a los suyos como si de una necesidad primaria se tratara, tus manos empuñaron la tela del team kit, y te aferrabas con una desesperación que gritaba más, más, más.
Franco simplemente ya no podía resistirse.
Desde el momento que entró en realización de que todo lo que pasaba era real, sus manos siguieron el camino para poder reposar más arriba de tus muslos, con suficiente fuerza para casi arrastrarte a sentarte en su regazo.
Sin embargo, eso no logró suceder, el beso terminó abruptamente. Te dejó persiguiendo sus labios mientras los suyos continuaban su camino a lo largo de tu cuello. El suspiro que salió de tus labios no fue lo suficiente para satisfacer esa sed que tenía por ti.
Tus manos se enredaban entre los rizos con highlights naturales, tu agarre apretándose el momento en el que sentiste un pequeño ardor particular cerca de tu clavícula. La marca producida por la combinación de sus dientes y sus labios logró su objetivo de sacar un gemido de tus labios.
Pero no era suficiente.
Sin recibir órdenes te quitaste el sweater de lana, y rápidamente Franco pudo comprobar que la piel de tu torso era mil veces más suave que la tela que te mantenía calientita… hasta ahora. Ya era su turno, después de infinitas horas de espera.
“¿Sabés algo?” Su voz era demandante, lo suficiente para sorprenderte justo como hiciste con él hace menos de veinte minutos. “Vos me gustás— no, me encantás. Pero siempre me tratás igual que todo el mundo.”
No encontrabas la voz para responder, atónita por la manera en la que ni se preocupó en quitarte el bra, simplemente rodando los straps hacia abajo para dejar que el aire acariciara la piel, endureciendo tus pezones casi instantáneamente.
La forma en la que se lamió los labios simplemente te hizo retorcer, algo similar a la electricidad recorrió tu cuerpo para detenerse entre tus piernas.
La excitación se mezcló con confusión en el momento que no se detuvo a darle atención a tus pechos, si no que siguió el camino con su boca luego de dejarte expuesta. La pausa al encontrarse con tus jeans fue suficiente indicación para que levantaras las caderas, dejando que remueva la pieza con más facilidad.
“Se me olvidó que eres friolenta.” Su risa fue un tanto sarcástica al encontrarse con un par de medias térmicas, casi arrancándote la pieza y llevándose tu ropa interior húmeda a su paso.
“Fran…” Ni sabías lo que ibas a decir, pero tu compañero tomó caso omiso a tus palabras, maravillado de la hermosa vista que tenía en frente de él.
“No sabés lo mucho que siempre he querido hacer esto.”
Fueron las últimas palabras que soltó antes de ocupar su boca en brindarte placer, su lengua trazando una línea que recogía el exceso de humedad que cubría cada centímetro de tu centro, el murmullo de aceptación chocó con el sonido del aire que tus pulmones exhalaron de repente por la sorpresa.
El sentimiento era inexplicable, la devoción y expertise con la que movía su lengua para estimular ese punto sensible era inexplicable. La timidez que tuviste por escasos momentos desvaneció, tus gemidos reemplazando el vacío que dejó en la habitación.
Elogios entre cortaron tus gemidos al momento en el que él encajó su índice más allá de tu entrada, la facilidad debido a la lubricación que ya empapaba su mentón. Muy en contra de su voluntad, Franco tuvo que separarse para tomar aire, pero se tomó la libertad para deslizar otro dedo.
Movía su mano con cierta lentitud, observando a detalle tus expresiones. Frunciste el ceño a la falta de estimulación, tu labio inferior destacándose en forma de protesta. Era una comunicación no verbal, la forma en la que rodó sus ojos indicó que entendía tu reclamo, aún más cuando empezaste a mover tus caderas para conseguir más fricción.
Franco sonrió para sí mismo antes de inclinar de nuevo la cabeza y volver con aún más ansias a probarte, los sonidos que producía al chupar suavemente eran obscenos. Cualquier queja o desagrado se desvaneció en el placer que sentías cuando posicionó sus dedos para acariciar ese punto dulce con una textura peculiar que te estaba haciendo retorcer, tus manos nuevamente apretando las hebras onduladas. El movimiento de caderas que mostraste en forma de protesta anteriormente se volvió a producir a causa de la creciente sensación en tu abdomen bajo.
Tú lo sabías. Franco lo sabía también.
Tu orgasmo llegó de manera repentina,— aunque no inesperada— haciendo temblar tus muslos que igual apretaban la cabeza de tu compañero de equipo que te devoraba con fervor.
“Que conchita tan rica,” El halago hizo que tu vista se dirigiera hacia donde provenía la voz, una sonrisa creciendo al momento que notaste la fina capa brillosa que cubría sus labios y mentón; se veía hermoso.
Casi haces que arrastre sus rodillas en la alfombra de la habitación cuando tiraste de su camiseta para otro beso, tus labios danzando en contra de los suyos con cierta desesperación en cada movimiento.
“Vamos a la cama,” Franco murmuró entre besos, aunque su petición fue ignorada al momento que le quitaste la pieza, tirándola a otro lado de la habitación antes de resumir la sesión de besos que compartían. No te importaba probarte a ti misma en su lengua; es más, te excitaba aún más.
“No, aquí y ahora.” Respondiste a su intento de levantarse, luego de regresar a su posición anterior, arrodillado enfrente tuyo. Tus dedos acariciaron delicadamente la cicatriz, como si la piel se volviera a romper. Franco tembló por la caricia, pero sus dientes hundiéndose en tu labio inferior superaron el breve momento de debilidad de su parte.
Un quejido salió de tus labios al sentir el tirar que producía su mano en tu cuero cabelludo, separándolos de beso. “Cuidá tu tono, putita.” Te advirtió, entrecerrando los ojos al ver la sonrisa burlona que produciste.
“¿Y si no quiero, qué?” Moviste tus pestañitas para continuar con el acto de inocencia, sabiendo que era todo lo contrario a tus acciones y palabras en momentos anteriores.
“No estaba preguntando.” Soltó el agarre que tenía en tu cabello, parándose rápidamente. Con la separación, tomaste la oportunidad de quitarte el sostén, tomando en cuenta que estaba estorbando en tu torso inferior; era casi una falda. “Cama. Ya.”
Prácticamente te jaló hacia su habitación, dejando atrás la ropa despojada, pero seguiste a paso rápido con una pequeña risita. Los roles se habían invertido, considerando que ahora tenías una nueva fuente de dopamina al hacerlo molestar.
Sus labios volvieron a conectar con los tuyos por un breve instante antes de que prácticamente te empujara hacia a la cama con cierta brusquedad antes de posicionar su cuerpo sobre el tuyo y volver a besarte con frenesí.
Sentiste algo contra tu pierna, y en un acto de inocente malicia, doblaste tu rodilla ligeramente. En medio del beso, un quejido escapó de los labios del hombre encima tuyo, sintiendo la piel de tu suave muslo estimular su entrepierna aún cubierta por ese par de cargo pants que casi salían solos.
“Te gusta provocarme, ¿eh?” Era una pregunta retórica pero aún así asentiste con entusiasmo, su voz entrecortada por la respiración agitada causó que un escalofrío recorriera tu cuerpo.
Sin otra palabra más, se apartó de la cama y del calor de tu cuerpo para desabrocharse los pantalones, rápidamente quitándolos del paso junto con la ropa térmica y su ropa interior. No pudo evitar ver la forma en la que te lamiste los labios, observando cuidadosamente cada movimiento.
Franco posicionó su cuerpo entre tus piernas, y sentías ese mismo peso ahora reposando entre el interior de tu muslo mientras besaba tu cuello con lentitud y cuidado. Por un momento, dejaste de lado la desesperación por sentirlo adentro tuyo, y dejaste que te manoseara como si de una pieza de porcelana se trataba, mientras tu mano acariciaba sus sedosos rizos.
Pero la paz duró poco, tus párpados desplegándose extensivamente para mirarlo fijamente mientras rozaba su punta— ya goteante por la excitación— desde tu entrada hacia tu clítoris, todavía sensible por el trato que le brindó hace unos momentos.
“Fran…” Tus quejas cayeron en oídos sordos, retorciéndote contra su cuerpo, intentando desesperadamente encontrar ese alivio de tanta necedad reprimida en ti.
Lo necesitabas, y en ese preciso momento.
“¿Qué pasa?” La voz de Franco resonó con sarcasmo al ver tu angustia. “¿Querés que te lo meta?” Asentiste, sintiendo el calor subir a tu cara. “Di por favor.”
Lo miraste como si estuviera loco, pero demostró la seriedad de sus palabras al alinearse contra tu entrada empapada y empujando su glande suavemente para luego volver a estimular tu clítoris.
Exhalaste como si su petición era lo más complicado que alguien te hubiera pedido nunca antes, tomándote un momento para pensar solo para seguir molestando, antes de responder “Por favor, Franco.”
“¿Ves que no fue tan difícil?” Besó tu mejilla antes de volver a alinearse con tu entrada, resistiendo la invitación que le brindaba el calor de tu centro de que lo tomaras completo en ese instante.
Un quejido ruidoso salió de los labios de ambos, casi armonizado, en el momento que su miembro entró por completo. Cerraste los ojos, tu respiración agitada durante el proceso de adaptación a la intrusión dentro tuyo.
Franco, por otro lado, sentía que se podía morir.
Estabas tan… apretadita, calentita y mojada para el que se sentía como si estuviera en un sueño. La mujer que tantos hombres codiciaban estaba debajo de él, con sus piernas envueltas en su cintura y besando la cicatriz de su hombro entre exhalaciones superficiales.
Y si moría, moriría el hombre más feliz del mundo.
“¿Bien?” Preguntó después de un momento, tomando el corto movimiento de cabeza como confirmación para empezar a mover sus caderas.
Quién diría que esa chispa malcriada e insolente podía ser apagada de una sola manera. Ahora te tenía a su merced, gimiendo y disfrutando el placer que te brindaba su miembro tocando ese punto dulce una y otra y otra y otra vez. Tus uñas dibujaban patrones rojos en su espalda, hundiéndose más en la piel al momento que se concentraba en llegar lo más profundo posible.
“Abrí la boca,” Franco demandó entre gemidos, una de sus manos colocadas en tu quijada, pero quizás se vería mejor alrededor de tu cuello— se estaba emocionando demasiado.
“¿Para qué?” Preguntaste pícaramente, mirándolo con ese intento de inocencia, como si no estuvieras tomando cada centímetro que podía ofrecerte sin ninguna queja.
“Abrí.”
“No.”
“Putita.” La saliva cayó en tu pómulo en vez de tu lengua, donde él la quería en un principio, pero tú terquedad no lo iba a detener. No lo detuvo al momento que colocó tu pierna encima de su hombro, probando tu flexibilidad para poder dibujar círculos sobre ese núcleo sensible.
La estimulación hizo que tus ojos se cerraran de repente, tu boca formando una O para poder dejar salir los gemidos que salían desde la parte más profunda de tu garganta.
“Fran… Franco—“ Jadeaste, tratando de recuperar un poco de compostura para la siguiente petición. “¿Puedo…”
“No.” Su respuesta interrumpió la pregunta, haciéndote fruncir el ceño. Sabía lo que ibas a pedir, por la manera en la que tus cálidas paredes internas estaban apretando su miembro de una manera tan deliciosa. “Si tan solo mi putita se portara bien…”
Un grito ahogado lleno de angustia rebotó por las paredes antes de que tu labio inferior resaltara, enseñando tu arrepentimiento justo cuando te convenía. “No, Fran, porfa.”
Oírte rogar trajo más satisfacción de lo que esperaba, pero aún así no tenía ninguna intención de doblegarse a tus exigencias. “No.” Insistió, moviendo sus caderas con más velocidad.
“¡Franco, no puedo!” Lloriqueaste, sintiendo el placer abrumador casi asfixiarte. Era demasiado; el peso de tu cuerpo sobre ti, el estiramiento que sentías en el músculo interior de tu muslo, como llenaba cada curva— cóncava y convexa— dentro de ti a la perfección, y la estimulación que te estaba volviendo loca.
“Ya.” Apretaste más el entrecejo en confusión a sus palabras. “Venite conmigo; ya.”
Fue un alivio para ambos, tu cara escondida en la coyuntura de su cuello y su hombro, gimiendo su nombre como si fuera un cántico para los dioses. Solo ahí, y subsecuentemente al ver tu centro goteando el líquido blancuzco mientras intentabas recuperar el aliento, Franco pudo confirmar que por más despampanante que eras, no podías ser de todos.
Tenías que ser solo de él.
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#𓈒ㅤׂ 𓇼✽ — writing !#franco colapinto#franco colapinto smut#franco colapinto x reader#franco colapinto x you#franco colapinto fanfic#fc43#fc43 x reader#fc43 x you#fc43 fic#fc43 smut
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𝐒𝐎𝐋𝐄𝐃𝐀𝐃 𝐘 𝐄𝐋 𝐌𝐀𝐑, 𝐂.𝐒𝐀𝐈𝐍𝐙 𝐉𝐑
SUMMARY ! in which Carlos and his wife enjoy their little life in spain with their children but are somewhat a cute family dynamic !
FACECLAIM ! julia.hatchh, TROPE ! long lasting love !
It was no secret that Carlos Sainz Jr. wanted a family of his own. Growing up in a household that held so much love was all he ever wanted in the future. He and his sister were showered with love since well..forever.
Carlos thought of it all the time while holding his wife in his arms every night, in his eyes it would be a long night for him but he wouldn't nag about it. Carlos was a sincere man, he would shush his wife to sleep when she was overstress and tired, massage her hair to caress her to sleep, then hold her while looking at her delicate body.
Carlos would study the women that had catched his heart with just a look. Those brown doe eyes just looking at her like she was the moon, he was looking at her in a way a woman dreamed of. He was utterly in love with her, wishing to be by her side forevermore.
Lana was a woman that was soft spoken, a woman that would praise him for right about everything. She would shower him with love when feeling low. She was his best friend, a woman he could never get tired of.
When the topic of children rose in conversation, Lana became shy. She had admitted she did want a family with Carlos and said it was always a thought in her head. She dreamed of them having his eyes and his way loving. It had almost brought him to tears, twirling her around in excitement.
With that, they were blessed with a baby boy. His name soonly becoming Lorenzo Sainz, most of his uncles calling him 'Enzo'. A boy that look exactly like his mamita, but having his papitos eyes. He was and adored toddler until simply two years later he had his baby sister.
Carolina Sainz was her father's carbon copy with her mamitas eyes, and she was a daddy's girl. Becoming the princess of the Sainz family, with everyone adoring her.
Carlos decided that this would be enough for him, becoming traumatize with his wife pregnancy. Lana would admit both of them were harsh pregnancies but she didn't want to let her husband down.
Now they were a simple family living in spain, somewhere near a part of the ocean. In hacienda spanish style home, where both children live their childhood dreams.
"Caro, linda, estás listo para ir a ver a papi?" Lana said while making her son look presentable. Lorenzo just looked at his mother while she called out for her four year old daughter. "Si mami, me miro bonita?"
Although she looked like her father, she had a bit of her mother witty personality. "Preciosa." Lana smiled at the girl, sitting her down on the bathroom counter. Her silky brown hair were tied into pigtails, making her look absolutely stunning. "yo tambien?" her little boy said.
"guapo." She said before kissing them on their cheeks, staining their brown skin with a lipstick stain. "Listos para mirar ver a papá en su auto de carreras?" Lana smiled sweetly at them, watching them nod furiously.
They left the house on time, driving to see Carlos drive. It was somewhat special since it was a home race but if Carlos was being honest, it was Carolina's first time watching him race in person.
Trust that he told every soul in the paddock, and they loved seeing the spanish driver all excited. Though he wished it was under a better situation, Ferrari didn't extend his contract and he somewhat he needed to focus on landing on the podium.
"Well aren't you excited!" A very well known english accent rand from behind him. "You have no idea." Carlos smiled sincerely at Lando, making the younger boy laugh. "Is our princess coming for the first time today?" Lando was not going to express it but he loved the kids to an extent.
"Yes, and I must land on the podium to celebrate it." Carlos said half serious and half jokingly. Lando rolled his eyes playfully the wishing him luck.
Carlos had entered the Ferrari garage before a squeak called out to him. “Papi!” There she was the golden girl of Ferrari.
"Caro!" Carlos immediately crouch down to embrace his little girl, a large grin spreading like wildfire across his lips. "Papi! Papi! estoy de igualitas con mami!" Carolina let go of him and jumped before spinning around. "Si? Donde esta mami preciosa?" Carlos asked and right on que, Lana walked right in.
She was wearing white sundress with her red ballerina flats, looks gorgeous in his eyes. Then his eyes drifted to his son, cuddled in his mother's arms. Carlos sighed before listing his little girl up into his arms. "Todo bien amor?" Lana asked him, earning a smile from him.
"Se puso mucho mejor desde que te vi entrar.." Carlos kissed while she let out a small laugh. Carlos then felt a small hand push him off his wife, right beside him was his son looking quite annoyed. "¿No te dije que tu mamá no puede te cargar por tanto tiempo?" Carlos told his son who just stuck his tongue out.
"Papi, es tio cha!" Carolina squealed and ran to one of her uncles, who gladly picked her up. "Tioo cha!" Enzo jumped out of his others arms and ran towards his uncle. While the kids were occupied by their uncle and knowing colleagues, Carlos dragged his wife to his arms who gladly embraced him.
"Todo bien amor?" Lana asked yet again but in her soft honey voice, making Carlos melt almost immediately. "Solo estoy nervioso." He mumbled into her ginger hair, she then let go of him and walked towards Charles. "Can you watched them for a minute Charles?" She asked him, making him nod and go towards Alex to introduce the kids to her.
"Amor, no tienes por qué estar nervioso, eres un gran piloto, eres el mejor." Lana cupped his face after entering his driver room, making him relax a bit in her arms. She smiled softly analyzing every adoring feature on him, of course she saw bits of children in him and that made her happy. Carlos would say the exact same thing, he could only be so greatful.
"Dale gana, pero no olvides que te amamos." With that she kissed him on his nose. Carlos had laughed just a bit before lunging in to kiss her properly.
With his wife and kids encouragement, Carlos came out on 2rd, proudly standing at his home podium. With Carolina and Lorenzo screaming happily for their papa. Not missing how they ran towards him after his podium, knocking him to the ground.
What a cute family.
MENTIONS ! @landitolover, @moneygramhaas, @d6za1, @ch3rryknots @louvrepool @thearchieves
𝓂𝒶𝓈𝓉𝑒𝓇𝓁𝒾𝓈𝓉, ⟢ more!
#୧⋆。🕯my stories!!#carlos sainz jr imagines#carlos sainz jr#carlos sainz#ferrari#married life#long lasting love!!#carlos sainz jr fluff#formula 1#charles leclerc#charles lecrelc x reader#papa carlos sainz jr au!!#lando norris#lando fluff#carlos sainz x reader#carlos sainz jr x reader#carlos sainz jr blurbcarlos sainz
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[English version below]
Entonces, surgió la idea de crear una niña Dipcifica en este Au y ahora me siento obligada (conmigo misma) a desarrollar esa idea, lo que me llevó a desarrollar primero el cómo chingados se llega ahí.
Entonces, Dipper y Mabel. Me duele pensar que ellos tendrían una pelea de ese tipo, pero claro que la tendrían.
También, siento que Dipper no es taaaan científico como Ford(? Quiero decir, es un gran Nerd, y en general es muy inteligente, pero no lo veo tan inclinado a lo científico per se. Pero como investigador paranormal? Claro que sí. Ese tipo solo quiere cazar fantasmas y criptidos y mostrárselos al mundo.
(También pensé un poco si hacerlo periodista o Detective, esas son completamente sus vibes)
Oh! Oh! Oh! un detalle más. Dipper se dejo crecer el cabello porque lo hacia sentir cercano a Mabel aunque estuvieran distanciados. Lo mismo con Mabel, mantenia su cabello más corto para sentirse más cerca de Dipper.
A esta idea le falta algo de desarrollo, pero va más o menos así.
Mientras tanto, Mabel es rechazada de una escuela de artes, también había escuchado a sus padres con un maestro hablando en que deberían empezar a buscarle un marido y que Dipper podría aplicar a algunas universidades por su promedio, en general hacer que los Gemelos mantuvieran distancia para no frenarse mutuamente. Una mala temporada en general, que la hace ponerse celosa de que a Dipper le esté yendo (relativamente) bien, especialmente porque ella no estaba con él cuando lo logró.
Entonces, van a exponer al este fantasma que está almacenado en *algún lado* Mabel va a ver el fantasma y lo libera por accidente justo cuando está por mostrárselo a la revista y Dipper queda en ridículo por esto (dudando si hacer mayor la humillación si la revista lo deja como un fraude local). Dipper descubre uno de los pins de Mabel en la escena y asume que fue ella.
Dipper va con Mabel y le reclama, a lo que ella le reclama alguna otra cosa y él menciona que seguro lo hizo porque no la aceptaro en su escuela y blah blah blah, cosas hirientes aquí, cosas hirientes allá. Los padres llegan, Dipper va a su cuarto, la pelea continua y los padres amenazan con echarla de la casa, Mabel dice que no la pueden echar si ella se va primero.
Esta no es la primera pelea que tienen así, pero generalmente son los Gemelos contra sus padres.
Dipper esta lógicamente enojado, hasta que dos días después se da cuenta que Mabel realmente se a ido y no solo esta ignorandolo (como ha pasado antes) negocia con sus padres el regreso de Mabel a cambio de estudiar la carrera que ellos quieran. Ellos aceptan, pero no encuentran a Mabel por ningún lado.
Mabel, mientras tanto, termino robandole el auto a su exnovio, decidida a hacerse un nombre como artista. Digamos que ella tuvo un poquito más de suerte que Stan en un inicio, pero más pronto que tarde se mete en problemas. La imagino estafando a la gente con imitaciones de cuadros que hace pasar por originales y terminar descubierta porque tenia que ponerle “su toque”.
Inevitablemente se enamoraría de algún malandro que la metería en cosas más turbias hasta que logra escapar.
Dipper, solo por primera vez en su vida, empieza la universidad por presión de sus padres, donde conoce a Pacifica Noroeste. Oh si, mi niña entra en escena. No son compañeros de cuarto, pero si de estudio. Tienen una rivalidad silenciosa de quien saca las mejores notas y en general mucha tensión no resuelta jajsh
Al final, se terminan llevando bien y se molestan mucho entre sí.
Dipper es un nerd de primera, así que de hecho le va bastante bien, pero su afición por lo paranormal y extraño se nota y él no se calla al respecto. Es por Paz que Dipper se entera de Gravity Falls. Y consigue el préstamo estudiantil bajo la excusa de una tesis/investigación. (También consigue un descuento porque el terreno que consigue para la cabaña es de los Noroeste y Paz se encarga del trato jsjsj)
Dipper también se entera de que Pacifica engaño a sus padres, que pensaban estaba haciendo alguna licenciatura en negocios o una wea así, y en su lugar entro a una ingeniería por puro capricho y descubrió que se le da bien arreglar e inventar cosas.
A Dipper le pone de nervios como es capaz de manejar maquinarias y circuitos con uñas tan afiladas y perfectas.
No son compañeros de habitación, pero como si lo fueran. Aprenden a colarse en la habitación del otro a horas indebidas por cualquier cosa
(Paz! Ya sé porque salía ese resultado!)
(Nerd, mira lo que construí! Podríamos agregarlo al proyecto de…!)
Sus respectivos roomies están hartos.
Dipper termina la universidad y se da cuenta que puede hacer pasar su investigación paranormal como una tesis, así que eso hace y termina en Gravity Falls.
Luego detallare como fue el tiempo de Dipper en gravity falls antes de que llamara a Mabel.
La relación de Dipper con Bill… creo que él sería mucho más desconfiado de un triángulo parlante, pero terminaría cayendo al final, porque este hombre lleva la curiosidad a niveles insanos.
ojala la que la traducción sea decente, se va a notar que mi inglés es pobre en el mejor de los casos jsjs
I hope the translation is decent, it will be noticeable that my English is poor at best lol
[English version ]
Oh! Oh! Oh! One more detail. Dipper let his hair grow because it made him feel close to Mabel even though they were far apart. Same with Mabel, she kept her hair shorter to feel closer to Dipper.
So, the idea of creating a Dipcifica girl in this Au came up and now I feel compelled (to myself) to develop that idea, which led me to first develop how the hell you get there.
So, Dipper and Mabel. It pains me to think that they would have a fight like that, but of course they would.
Also, I feel like Dipper isn't as scientific as Ford (? I mean, he's a huge nerd, and he's generally very smart, but I don't see him as scientifically inclined per se. But as a paranormal investigator? Sure he is. That guy just wants to hunt ghosts and cryptids and show them to the world.
(I also thought a bit about making him a journalist or a detective, those are totally his vibes)
This idea is a bit lacking in development, but it goes something like this.
Dipper wanted to look for monsters/ghosts and Mabel wanted to be an artist, obviously they thought they were crazy but they helped each other and planned to travel the world looking for ghosts and showing their art respectively. Mabel was still more sociable (although her art was looked down upon, it's like the 60's). One day when they're not together, Dipper manages to actually catch a ghost or creature. He manages to get the attention of a local newspaper/magazine that offered a very good sum of money if he could prove paranormal activity.
Meanwhile, Mabel gets rejected from an arts school, she's also overheard her parents and a teacher talking about how they should start looking for a husband for her and that Dipper could apply to some colleges because of his GPA, generally making the Twins keep their distance so they don't hold each other back. A bad season overall, which makes her jealous that Dipper is doing (relatively) well, especially since she wasn't with him when he made it.
So, they're going to expose this ghost that's stored *somewhere* Mabel goes to see the ghost and accidentally releases it just as she's about to show it to the magazine and Dipper is made to look ridiculous by this (hesitating to make the humiliation even greater if the magazine leaves him as a local fraud). Dipper discovers one of Mabel's pins at the scene and assumes it was her.
Dipper goes to Mabel and complains, to which she complains about something else and he mentions that she must have done it because he didn't accept her in his school and blah blah blah, hurtful things here, hurtful things there. The parents arrive, Dipper goes to his room, the fight continues and the parents threaten to kick her out of the house, Mabel says that they can't kick her out if she leaves first.
This isn't the first fight they have like this, but it's usually the Twins against their parents.
Dipper is understandably angry, until two days later he realizes that Mabel is really gone and she's not just ignoring him (as has happened before) he negotiates with his parents for Mabel's return in exchange for studying whatever career they want. They accept, but they can't find Mabel anywhere.
Mabel, meanwhile, ends up stealing her ex-boyfriend's car, determined to make a name for herself as an artist. Let's say that she was a little luckier than Stan at first, but sooner rather than later she gets into trouble. I imagine her scamming people with imitation paintings that she passes off as originals and ending up discovered because she had to put “her touch” on them.
She would inevitably fall in love with some thug who would get her into shadier things until she manages to escape.
Dipper, alone for the first time in his life, starts college due to pressure from his parents, where he meets Pacifica Noroeste. Oh yes, my girl enters the scene. They are not roommates, but they are study mates. They have a silent rivalry about who gets the best grades and in general a lot of unresolved tension lol
In the end, they end up getting along and they annoy each other a lot.
Dipper is a first-class nerd, so he actually does quite well, but his fondness for the paranormal and strange is noticeable and he does not keep quiet about it. It is through Paz that Dipper finds out about Gravity Falls. And he gets the student loan under the excuse of a thesis/research. (She also gets a discount because the land she gets for the cabin is in the Northwest and Paz takes care of the deal lol)
Dipper also finds out that Pacifica deceived her parents, who thought she was doing some business degree or something like that, and instead she entered an engineering school on a whim and discovered that she is good at fixing and inventing things.
Dipper gets nervous about how she is able to operate machinery and circuits with such sharp and perfect nails.
They are not roommates, but as if they were. They learn to sneak into each other's rooms at odd hours for anything
(Paz! I know why that result came out!)
(Nerd, look what I built! We could add it to the project of…!)
Their respective roommates are fed up, hehe
Dipper finishes college and realizes he can pass off his paranormal research as a thesis, so he does just that and ends up in Gravity Falls.
I'll go into detail about Dipper's time in Gravity Falls before he called Mabel.
Dipper's relationship with Bill... I think he'd be a lot more suspicious of a talking triangle, but he'd end up falling for it in the end, because this guy takes curiosity to insane levels.
#fanart#illustration#gravity falls#dipper pines#mabel pines#gravity falls au#gravity falls dipper#dipcifica#relativity falls au#relativity falls#post en español#gravity falls mabel
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Pole Position (Formula 1 x lectora)
Resumen: Abu Dhabi marcaba el final de un ciclo, pero el inicio de muchos otros. Tanto fuera como frenreo de la pista.
~ Capitulo anterior Capítulo siguiente ~
Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ XXI ~
—Nunca pensé ver al señor Leclerc tan al fondo de la fila... ¿Qué pasó?—
—... Esperas que lo diga ¿Verdad?—Charles miró a la chica frente a él, quien le sonreía de forma convincente—. Nothing, just an incident.—
—No~, así no era.—
—Inchident.—exageró la pronunciación, haciendo que la sonrisa de Tania sea incluso más grande.
Le gustaba demasiado la forma en que sus ojitos se achicaban y su sonrisa lo deslumbeaba...
En realidad, la chica le gustaba en general.
—¿Verás la carrera desde nuestro sector? ¿O irás a Williams?—Charles invitó a la chica a acompañarlo por el paddock, caminando a la sombra de los árboles del gran patio.
—Seguro vaya a Williams. Hoy temprano hablé con Fran y no se veía muy tranquilo por la carrera de mañana... Quiero estar cerca de los boxes, para apoyarlo en espíritu.—alzó las cejas divertida.
—... ¿Segura de que no son pareja? Ya es sospechoso que sean tan unidos.—
—¿No sería sospechoso también que yo esté caminando contigo a solas por tu sector, riendo de tonterías y tomando un helado?—
—No estamos comiendo helado.—
—Exacto ¿Dónde conseguimos uno? Hace calor.—Charles sonrió.
—Eso afirmaría la cita.—
—Cita de colegas disfrutando un helado, eso se aclara en las entrevistas.—
—¿Y si no lo aclaro? Sería divertido ver a la gente volverse loca con rumores tontos.—
—¿Serían tontos?—Tania lo miró divertida, pero no tardó en reir—. Es broma, es broma. No quiero problemas.—
—... No sería un problema.—Charles se tornó un poco más serio—. En lo absoluto.—
La chica estaba por cuestionar aquello, cuando un destello de lucidez la iluminó.
¿Acaso Charles...?
—¡Tato~!—un Carlos sonriente se acercó al par, extendiéndole a la chica una botellita de jugo—. Encontré esto en el minibar ¿No era tu favorito?—
—¡Que genio! ¡Gracias!—Tania recibió emocionada el regalo—. Justo me estaba quejando del calor.—le dio un sorbo, suspirando fascinada—. Que rico...—
—¿Sigue en pie lo del helado?—Charles la miró, sonriendo al ver lo maravillada que estaba por un simple jugo.
—No, ya no necesito nada.—le ofreció—. ¿Quieres probar? Es lo más delicioso que existe en la faz de la tierra... Después de la pizza y la milanesa de pollito.—
—¿Asi? ¿Del pico de la botella?—
—... Que llorón.—Tania lo apartó—. En Argentina bebemos todos de la misma bombilla del mate, no le tenemos miedo al intercambio de saliva.—
—No lo rechacé, solo me extrañó.—
—Ahora no quiero convidarte nada. Vete al dibalo.—Charles negó divertido.
—Dime, señora clarividente.—Carlos le hizo un vago gesto de mano, y Tania entendió que quería un poco del jugo. Se lo alcanzó enseguida—. ¿Qué tenemos para mañana? Ilumínanos.—
—Usando la lógica, Fran no sé si llegará muy lejos. No soy su mecánica pero su auto se ve detonado a simple vista... Asi que no me choquen al niño, eh. Con que termine la carrera ya sería una gran alegría para los argentinos...—
—¿Y nosotros?—
—Charles saldrá desde su casa en Francia por la penalización... Pero confío en que subirá.—Tania lo miró—. Mi tercer favorito no se quedará entre los simples mortales.—
—¿Cómo que tercero?—
—Lando, Checo y tú...—los enumeró con los dedos—. Pero si te sirve de consuelo, Checo está muy apagado... No me sorprendería si tiene una salida prematura de la pista.—
—En ese caso, súbeme a segundo favorito.—Charles alzó las cejas divertido.
—Veamos qué tal te va hoy... Y puede que te suba.—
—¿A quién le importa la lista?—Carlos intervino—. Dinos qué piensas del campeonato ¿McLaren o nosotros?—
—... No me hagas elegir entre Lando o ustedes... Porque perderían... ¡Te tomaste todo mi jugo, Carlos!—
Ese último domingo en Abu Dhabi, McLaren se consagró campeón de constructores. Y Lando había dado una pelea más que emocionante protegiendo el liderazgo.
Tania era piloto, si... Pero antes de eso era fanática. Fanática de Lando... Y toda esa situación la superaba.
—Dale, decilo. Decilo o vas a explotar.—
—¡La rompió toda, Fran! ¡Lando es un putísimo crack!—Tania sacudía a su amigo de los hombros eufórica—. Mi señor mandarina no perdió el liderazgo en la primer curva como siempre, y a Ferrari ¡Los mantuvo ahi, Franco! ¿¿Entendés la epicidad de todo??—gritó apenas—. Ah, me va a dar un infarto...—
—Me doy cuenta, si.—
—¡Y vos no seas tan amargo, nene! No chocaste, te chocaron pero no tanto y diste lo mejor de vos.—lo abrazó con fuerzas—. Estoy orgullosa de vos, corazón.—dejó un largo beso en su mejilla—. Y no te pongas mal, en marzo arrancamos con todo, y vamos a ser nosotros los que estemos en ese podio en todas las carreras.—
—Que optimista.—
—Realista, Fran... Le vamos a romper el ocote a todos... ¿Te parece si vamos con Alex? Lo quiero felicitar también.—
Durante esas primeras horas post carrera, Tania se mantuvo junto a Franco. Puede que el chico se mostrara alegre y optimista frente a todos, pero la chica lo conocía. Sabía que en el fondo estaba frustrado. Decepcionado. Y debía estar para él, para lo que la necesitara.
Fue recién en la noche que Mary le informó de una fiesta privada para los equipos y miembros del paddock. Todos estarían ahí, incluídos los miembros de la nueva escudería.
Asi que Tania salió apresurada junto a Mary a buscar algo para usar esa noche.
—Entiendo que no te gusta la idea de tener un asistente, niña... Pero es la primera y última vez que te acompaño a comprar.—Mary miró cansada a la chica que elegía algunas prendas en la tienda. Llevaban un buen rato así, a Tania no le gustaba nada.
—Entonces traeré a alguna amiga de Argentina y le pagaré para que sea mi dama de acompañamiento, como en Game of Thrones o algo asi.—
—Lo que quieras, mientras no me toque a mi hacer esto...—
Tania tardó solo unos minutos en probarse la última tanda de ropa y escoger lo adecuado para esa noche. La ropa elegante no era de sus favoritas, pero hizo un gran esfuerzo por elegir prendas a la altura -y aprobada por Mary, por supuesto-
Fue durante esa atareada tarde de compras que Tania se topó con algunas fanáticas. Y por primera vez en su carrera, fue partícipe del conocido "intercambio de brazaletes de la amistad". Le resultó divertido, interesante. Y durante ese intercambio, las muchachas le pidieron un gran favor.
—¿Y esto?—
—Me los dieron unas chicas hoy a la tarde.—Tania le acomodó a Franco aquellas gafas decoradas—. Tengo pulseritas para vos, Carlos, Charles, Lando, Oscar... Creo que para Lewis y Max también... Ahora, posá que voy a sacarte unas fotos así las etiqueto a las chicas. Se van a re emocionar.—
—¿Hago de cuenta que tengo un conejo en brazos otra vez?—
Mientras el par tonteaba en aquella escalera, riendo y subiendo historias con las dichosas pulseritas, los demás pilotos comenzaron a llegar. Tania repartió las pulseras que tenía, atajando hábilmente a sus objetivos. Todos accedieron sin problemas, y a esas alturas Tania se sintió bendecida por la buena predisposición que todos tenían para con ella -incluso la pequeña Penelope prometió invitarla a su cumpleaños-. El próximo año, quería mantener esas buenas vibras con todos.
—Señor canguro.—Tania sonrió al ver llegar a Oscar. El chico venía acompañado de su novia, asi que la piloto se presentó enseguida, intentando no generarle incomodidad o dudas a la desconocida—. Regalos de unas fanáticas, Osc ¿Te molesta si...?—alzó su celular tras darle algunas pulceritas.
—¿Sigues con lo del periodismo o porqué la dedicación?—
—Dedicación de una fan para fans.—tomó la foto—. Gracias, Oscar. Nos vemos luego ¡Oh, y felicidades por el campeonato, señor campeón!—
Tania y Franco se despidieron de la pareja, y entonces el último piloto de la lista de pulseras llegó. Lando apareció solo, para cierto alivio de la mujer.
—Lindo traje.—Tania le alcanzó las pulseras—. Con éstas quedarás incluso más elegante.—
—¿Nada de "señor campeón" para mi?—Lando se acomodó los brazaletes, sin despegar la mirada de la mujer. Estaba hermosa.
—Estuviste increíble, Lando... De verdad.—Tania sonrió—. De solo imaginar tu desesperación por tener a los chicos Ferrari detrás y a Oscar ocupado chocando a Franco tan atrás... Pero lo manejaste como un campeón.—le extendió la mano—. Asi que felicidades, de parte de la Tania fanática de Lando... y de parte de la Tania que el año que viene te va a destronar, si.—
—Ya venía tardando la amenaza..—Lando le estrechó la mano, y en un rápido movimiento tiró con suavidad de ella, dejando un beso en su dorso. Tania se avergonzó con el gesto, pero no tardó en disimularlo.
—Bueno... ¿Te molesta si te saco una foto con las pulseras? Las chicas que las hicieron esperan la confirmación de que te llegaron los regalos, asi que...—
—Claro... Con la condición de que tú salgas en la foto.—la chica sonrió antes de acomodarse a su lado y extenderle a Franco el celular.
La mano de Lando se deslizó por la cintura de la mujer, descansando en su cadera mientras una somrisa más que triunfante se dibujaba en su rostro.
Sentía lo tensa que Tania estaba por la cercanía. Le encantaba. Y Lando entendía que no quería separarse de la mujer en toda la noche.
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10 días de diversión automovilística! The Crew™ Motorfest te espera del 10 al 20 de octubre
Los jugadores podrán disfrutar de hasta 5 horas de juego gratuito. Hoy, Ubisoft anunció el regreso de la Prueba Gratuita de The Crew™ Motorfest para jugadores de PlayStation, Xbox y PC del 10 al 20 de octubre. Después del tremendo apoyo y la positiva recepción por parte de la comunidad, convirtiendo a Motorfest en la entrada mejor calificada de la franquicia The Crew, los jugadores que deseen…
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Ferrari 499P: El Renacer de un Icono en Le Mans y su Reflejo en Miniaturas de Colección
El regreso triunfal de Ferrari a las 24 Horas de Le Mans en 2023 y 2024, después de más de 50 años de ausencia en la máxima categoría de resistencia, marcó un hito histórico. El Ferrari 499P nº 51 gana las 24 Horas de Le Mans de 2023, seguido por el nº 50. 2023 24 Hours of Le Mans Con su innovador Ferrari 499P, no solo volvieron, sino que dominaron, llevando la bandera del Cavallino Rampante a…
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Esa última foto de Enzo mmMMmmMMM AU donde reader manda a arreglar el auto (el suyo o el de su novio/marido si nos andamos sintiendo un poquito putas hsjsddjksjd) y el que la recibe es Enzo en su taller y creo que es obvio lo que pasa después
+18! hacia el final :)
-¡Ganó Ferrari, ganó Leclerc…! Que era lo que...
El resto del relato no llega a tus oídos gracias a los eufóricos gritos del mecánico que, durante los últimos treinta minutos, miraba sin disimular la carrera. Por su expresión podés jurar que en cualquier momento comenzará a llorar y no comprendés quién está más emocionado: el piloto que ganó y su equipo o él.
Ignorás los festejos en la pantalla mientras te movés por el taller en busca de señal para realizar una necesaria llamada: es domingo y regresando de un viaje de trabajo, en el medio de la nada, el auto de tu prometido comenzó a emitir un extraño sonido y despedir humo negro. Condujiste como pudiste, temiendo provocar un accidente, y fue así como llegaste a... Lo de Enzo.
Los pilotos están de pie en el podio, el himno de Italia sonando luego del de Mónaco, y tu acompañante lo tararea animadamente sin apartar la mirada del televisor. Una de sus manos, ahora más que relucientes, está sobre su pecho en un gesto que para vos roza lo dramático; no tolerás a los fanáticos, pero tenés que reconocer lo poético de su nombre y el deporte que sigue.
Intentás ignorar los músculos en sus brazos, su piel bronceada brillando bajo las luces y la forma en que cuelga el overol de su cadera. Sus ojos permanecen fijos sobre el televisor y sus pestañas, oscuras y largas, se roban tu atención.
-¿Todo bien?- pregunta cuando te sorprende mirándolo.
Te esforzás por dejar de contemplar las venas que recorren sus manos y la línea de su definida mandíbula. Su cabello largo moviéndose dificulta un poco mucho la tarea.
-Sí- contestás. En tu oído una voz mecánica repite que "la llamada no pudo realizarse" por vigésima vez y él observa tu expresión de creciente frustración-. ¿Cuánto me dijiste que era?
Camina lentamente hacia el mostrador y sus pasos resuenan por todo el lugar. Arranca la hoja donde anotó el presupuesto junto con los detalles de lo-que-sea que hizo en el vehículo y te la entrega: es un buen precio, suponés, sobre todo considerando que es domingo y que continuás viva.
-Tarjeta aceptás, ¿no?- preguntás rebuscando en tu bolso. Cuando la toma sus dedos rozan los tuyos y se disculpa, su atención ahora puesta en la máquina. Hace una mueca-. ¿Qué pasa?
-La rechazó.
-Probá con esta.
Desliza la tarjeta. Silencio. Te mira.
-Tampoco.
-¿Puedo pagar por transferencia?- niega-. ¿Me estás cargando?
Tu tono de voz te resulta extremadamente desagradable y cubrís tu rostro con una mano, avergonzada. Considerando que son tus tarjetas las que no funcionan y que es muy persona-de-ciudad depender siempre de medios virtuales de pago, no estás en posición de indignarte.
-Perdón, me zarpé- te disculpás y volvés a marcar el número de tu pareja-. No tengo efectivo, únicamente que llame y...
Un tono. Dos tonos. Tres. Tu rostro arde de vergüenza.
-¿Hay alguna otra forma en la que pueda pagarte? Te anoto mis datos o...
La mirada en sus ojos es intensa y su aura imponente. Permanecen en silencio por unos minutos y cuando te perdés mirando sus labios carnosos no te molestás en ocultarlo, porque sos consciente de que él está mirando el escote de tu blusa.
Eventualmente sí encuentran una forma de pago que resulta para ambos y es así como terminás sentada sobre el mostrador, con su cuerpo entre tus piernas. Tus dedos tirando de su camiseta y sus dientes capturando tu labio inferior con tanta fuerza como para cortar tu piel y dejar una marca, sin importarle tu anillo.
Cuando por fin se desliza en tu interior tus dedos se deslizan por su sedoso cabello y gruñe luego de sentirte tirando, su cuero cabelludo ardiendo. Te lo devuelve mordiendo tu pezón, marcándose por sobre la tela de tu blusa, con fuerza.
-Enzo- sollozás, intentando zafar de sus dientes. Te mira y muerde todavía más fuerte, provocando que tus paredes se contraigan sobre él-. Más.
Está mal, dice una voz en tu cabeza. No te importa.
#deep inside - love letters#letters to enzo#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#lsdln smut#lsdln x reader
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Masterlist
Wattpad
usuario: jinetacromadette
historia en proceso: Esa Estrella Era Mi Lujo | Franco Colapinto
sinopsis : Esa estrella era mi lujo
Fragmentitos
Solo un instante
Franco Colapinto x (fem)! teammate
Cascos de la Amistad | Franco Colapinto
summary: Franco y Agus comparten un momento íntimo en un hotel en Las Vegas, cuando ella le regala un casco personalizado con sus iniciales, despertando emociones profundas en ambos.
Franco Colapinto x (fem)!singer
Morderte la lengua | Franco Colapinto
summary: al ritmo de su canción favorita, Agus se inclina hacia Franco, dejando en el aire la tentación de morderle la lengua, mientras Franco solo puede sonreír cuando ella juega con su control.
Entre Canibales | Franco Colapinto
summary: mientras Franco se prepara para la carrera, aprovecha para lucirse frente a Agus, disfrutando de su atención.
Te llevo para que me lleves | Franco Colapinto
summary: Después de ganar su primera carrera en Fórmula 1, Franco le regala a Agus su casco.
Crazy Karts | Franco Colapinto
summary: franco le enseña a agus a conducir un auto de carreras en un circuito privado, ayudándola a salir de su zona de confort mientras ríen juntos.
Send the code, i’ll be there just to hold you | Franco Colapinto
summary: Cuando Agus intenta ocultar su agotamiento, Franco aparece inesperadamente para recordarle que no tiene que enfrentarlo todo sola.
Headcanons
Headcanons about dating Franco (1)
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