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PRIMA PAGINA Secolo Italia di Oggi mercoledì, 24 luglio 2024

[thylaniusrpg]

Diversifica tu Vocabulario para un Rol Narrativo Excepcional

¡Saludos, Dinosaurios Perdidos, exploradores del mundo desconocido, y compañeros del Rol! ¡Y sí, lo admito, la edad de este dinosaurio cobra su peaje, pero aquí estoy, rugiendo con sabiduría jurásica! 🦖

Bueno, dejemos de hablar de la era de los dinosaurios y adentrémonos en el fabuloso mundo del rol. Thylas aquí, el dinosaurio rolante, y hoy no vengo a ofrecerte un PSD, sino a ofrecer un humilde recurso útil para las tierras del vocabulario imaginativo.

En nuestro viaje interminable por la tierra de la imaginación, la riqueza de nuestras palabras puede ser como el código secreto para desbloquear mundos aún más brillantes y emocionantes. Así que, aquí van unas sugerencias para que tu rol sea tan variado y cautivador como un velocirraptor en plena caza:

1. Glosario Mágico: Encantamientos, hechizos, y misterios arcanos pueden volverse aún más mágicos con un glosario específico. Agrega palabras místicas como "etéreo," "ánima," o "resonancia" para darle un toque especial a tus conjuros y rituales.

2. Descriptores Sensoriales: Haz que tus descripciones cobren vida al incorporar detalles sensoriales. Piensa en términos como "achocolatado" para describir un aroma, "sibilante" para un sonido misterioso, o "caricias de la brisa" para una sensación táctil.

3. Sinónimos y Antónimos: Enriquece tus descripciones utilizando sinónimos y antónimos. Siempre es útil tener un arsenal de palabras para expresar emociones. Por ejemplo, en lugar de simplemente decir "feliz", podrías optar por "jubiloso" o "radiante".

4. Lenguaje de Época o Cultura: Adapta tu vocabulario al contexto temporal o cultural de tu personaje. Un personaje medieval podría usar términos como "hidalgo" o "doncella," mientras que un personaje futurista podría utilizar jerga tecnológica como "holomalla" o "neónexus."

5. Arco Lingüístico Personal: Desarrolla un estilo único para tu personaje. ¿Tu héroe habla de manera grandilocuente o utiliza un lenguaje coloquial? ¿Tu villano prefiere el sarcasmo o la eloquencia oscura? ¡Define su voz!

6. La Poesía de la Acción: Transforma tus acciones en obras maestras literarias. En lugar de simplemente "correr," tu personaje podría "velocitar como el viento" o "dansear entre las sombras."

7. Consulta de Sinónimos Online: Explora recursos en línea como tesauros para descubrir sinónimos menos comunes y dar un giro fresco a tus descripciones.

Recuerda, la magia está en las palabras que elegimos. ¡Despliega tu magia personal y deja que tu vocabulario sea el conductor de tus épicas narrativas! ¿Tienes algún consejo o palabra favorita para compartir? ¡Déjalo en los comentarios y construyamos juntos para seguir creciendo y enriqueciendo el rol! 📖🌟

Thylas 🦕

[lleccmte]

SE PUDESSE ESCOLHER - bem, primeiro não teria sido puxado para o submundo, mas como esta escolha tinha sido feita contra sua vontade ; pensou que o destino podia ao menos ter lhe deixado com um grupo menos - peculiar. um grupo onde katrina não estava, para começo, já seria ótimo. ele podia admitir que tinha se preocupado quando ela desapareceu e voltou apoiada em melis, mas teria se preocupado com qualquer um deles ; a promessa tácita entre eles era : ninguém mais morre. particularmente, arthur não pensava que podia lidar com outra morte sob seus olhos vigilantes. um tinha sido demais, um tinha sido o suficiente. não pode parar então - mas faria qualquer coisa para parar agora. por isso que quando a semideusa resolveu se aventurar para longe do esconderijo outra vez , ele a seguiu . queria brigar, queria dizer que estava os colocando em risco , mas a verdade era que estava sendo corajosa, não ? parados naquele lugar, iriam perecer de qualquer forma.  ❛ espera , vou com você. ❜ tirou o anel, apertando contra a palma e sendo deixado com basileus na mão, girando levemente até que ela estivesse empunhada corretamente.  ❛ o que houve mais ce ..  ❜ não sabia se tinha o direito de perguntar - de qualquer forma ; não conseguiu terminar a sentença.

 ❛ trina ! ❜ gritou enquanto uma das dracaenae avançava em sua direção, a levando ao chão enquanto as asas das mulheres cobra irrompiam pelo ar quente e sufocante, as vozes sibilantes dizendo : ' estes estão frescos ' , e então , arrancou a pulseira, saindo de cima da antiga amiga , e deixando que a corrente tocasse o chão , uma lança como a de odin aparecendo em seu lugar, virou-se para a outra.  ❛ eu cubro 'pra você ? ❜ era assim, ao menos, que costumavam lutar.

@kretina

[sangreazul3000]

Si fueras esta brisa sibilante

que respira agitada en las cortinas

buscaría tus manos en el viento

para tatuar mi piel con tus caricias.

... Si fueras el tic tac de ese reloj

que incansable parece que te nombra

colgaría el corazón a tus agujas

para latir amando hora tras horas...

Si fueras este hueco sin contornos

que implacable me acecha en precipicios

saltaría al abismo de tu ausencia

para sobrevivir entre tu olvido...

Si fueras esta noche tan oscura

que arroja sobre mí espadas negras

cabalgaría las sombras estelares

para encender de a una tus estrellas.

Por eso Amor, si fueras simplemente,

aquello que no ha sido todavía,

en una sinfonía de arco iris

la orquesta del amor me inventarías.

🎩

[savorynights]

Fati

Se de tempo fosse eu feito,

quem sabe

da realidade não mais me desprenderia

em meio a tanta fantasia?

Se de amor fosse vosso soldo composto,

quem sabe

da fadiga não mais sofreria

cercada por tanta lombalgia?

Mãos gritantes clamam por visita sibilante,

enquanto bocas soturnas segredam suas necessidades.

Precisamos descansar de verdade,

sem se preocupar com nossa futura realidade.

E a partir disso, viver com dignidade.

Quanto será que custa a liberdade?

[be-phoenix]

Branco brilho sibilante na escuridão respingada de prata reflexiva, reafirmação de inconstantes divergências que fazem de textos insignificantes meras companhia de dias frios, palavras não carregam nenhum calor mas o frio preso na barriga arrepia a espinha enquanto o corpo só quer seguir inerte, amanhã me perco no hoje levantando só para caminhar na estrada dos sonhos perdidos, sem sentido, um pouco indefinido, por apostar em mundo diferente repleto de uma certeza liquefeita por toques incertos querendo acertar o erro...

[amenordacasa]

Quando concordamos com uma mentira, damos credibilidade à ela. Nós a internalizamos e deixamos que se torne parte de quem acreditamos que somos. Você saberá que está em concordância com uma mentira, porque irá soar como uma voz em sua cabeça. Se ouvíssemos uma voz maligna e sibilante como algo saído de um filme, nunca prestaríamos atenção. Mas, como está em nossa própria voz, estamos muito mais dispostos a acreditar nisso como verdade.

Quando os pensamentos estão alinhados com a palavra de Deus, o diabo não pode mentir para nós. O apóstolo Paulo nos encoraja a levar nossos pensamentos cativos. Isso significa não deixar os pensamentos correrem soltos, mas comparar os pensamentos com a verdade da palavra de Deus. Ele também nos exorta a pensar em tudo que é verdadeiro, nobre, amável e louvável. Ele entendeu que a mente é um campo de batalha e queria que expulsássemos tudo o que não se alinha com Deus.

[petriccor]

Día 4 - Reto Ocultubre

Vals de una sombra perdida

Cuánto sabe el que vive bajo la cama, el de los pies en la alacena que se arrastra durante la noche. 

Las palabras se entrelazan cuando lo observan en la escalera y está vez una niña: sonriente que le extiende su mano al amorfismo perplejo.

Saltar la cuerda es algo de piezas blancas, de preocupaciones simples como elegir shampoo y limpiarse los huesos expuestos con los cepillos. Lanzar las bolas flotantes en el aire que simulan las olas de otoño tan lejanas desde la oscuridad, desde la atenuante paz del silencio nocturno.

Alguna vez me dejé bañar por la plata luna, el azulado tono que siquiera contornea aquello que no tienen forma. Su risa era especial, más el espanto de mi nombre en su versión mas grande era dolor en mis tímpanos de frío. Pude ofrecerle un abrigo en caso de tenerlo, por el frío crudo de los inviernos en dónde me formaba sin nariz de vegetal, pero ¿cuándo he sido yo vestido de ropajes elegantes si la obscuridad es el traje que llevo en mi piel? Y aún así, parecía ser luz a sus ojos y gozo en su rostro. 

Han habido veces en dónde como protector he observado los pies que salen de la habitación, que besan su frente cual yo quisiera poder hacerlo, y apagan el interruptor permitiendome moverme y cantarle la nana sibilante. El viento está fuerte y susurra hacia la ventana, es de noche y qué puedo hacer entonces más que agradecer su inocencia. De hojas sueltas en la oficina del hogar, y anoche mencionó a una mujer colgada dos o tres casas más en el bloque. No hace falta recordar, sonríe en mi penumbra, que los demás que observan desde el armario ya sueñan con el día.

Qué puedo hacer, entonces, si de un día a otro eres otra persona. Y la sonrisa parece temblar cuando tú cabello ha crecido. La luz permanece encendida y los parpadeos constantes no provocan más juegos. Cuando entre cierras los ojos por creer haberme visto por el rabillo y es que antes me buscabas con anhelo de un viejo conocido, ¿es que no reconoces a quien te saluda desde las orillas del hogar? Qué puedo hacer, entonces, si de pequeña haz crecido y no solo en este mundo tangible, sino también en mi interior vacío.

Enciendes la luz y no las apagas y es que estoy seguro de tu conciencia para mí forma, mi serpenteante figura amorfa que abraza tu recuerdo. Mis manos ya no son caricias en tus tobillos y si mi dedo te rosa, solo gritos es lo que recibo. He de caminar entonces a guardarme en las despensas, y vivir entre las arañas que crecen cuál plaga en los estudios olvidados, y rincones alados en dónde alguna vez me llamaste angel. No tengo objetos que tomar, solo un corazón inexistente que canta cuál lamento fantasioso en los oidos que no escuchan. ¿Puedo decir entonces de que realmente existo?

Pronto eres igual a la mujer anterior de esta instalación. Y es que te dejaron o compraste lo que alguna vez fue nuestro lugar de juegos. Años han pasado en dónde el sol solo ha Sido el frío del refrigerador, cada que abres una puerta e intento observarte, por qué me miras un momento y pretendes no ver mi sonrisa. ¿No ves que es tortuoso verte partir, acaso el cariño se ha esfumado por no ser lo mismo que tú? Eres aún la pequeña que saltaba la cuerda, y la que me dibujaba como parte de su familia. La misma a quien alguna vez acompañé a conversar con las personas de los cuadernos, y que creyeron que tenías un problema. Dónde están ahora las risas cómplices de cuando movimos sus libros y partimos corriendo devuelta hacia la noche. Pero solo cierras la alacena en dónde me encuentro entre las comidas que olvidas preparar. 

Alguna vez decidí dejar los muebles y pasearme en el pasillo, dubitativo si tocar a tu puerta o siquiera rasgar tu velo. Es el único lugar que sé saber y se que sabes entender dónde existo, pero nada más soy lo que soy y tú duermes cuál princesa que alguna vez conocí. Sé recordar y he de ver los programas de cuando vestías de rosa  con los peluches que flotaban gracias a mi magia. Recuerdo el sonido de tus dientes al mostrarse y al hombre al que llamaste padre gritar despavorido, era un buen tiempo y un momento a atesorar, ¿debo entonces tocar esa puerta que separa mi figura escuálida de tu curvilínea sombra?

Y es que no soy yo quien gira el pomo, la luna que guardas en tu baño parpadea igual que tu rostro se contornea en miedo: he visto esas miradas antes. Se que no puedo hablarte más que lo que mi cabeza permite pensar y al menos no insultas al aire. Intento abrigarte pero tú vapor de boca me hace sumiso. Déjame cuidarte mientras tú no puedas que la muerte es traicionera yo hace años la he visto bailar su balz fuera de las ventanas. Se ha vestido de naranjas y rodeada de las hojas que se posan en las calabazas, ha tocado disfrazada de hombres que te han dicho "te amo" y deleitado en las lágrimas que congelo antes de llegar a la almohada. ¿Es que no me escuchas cuando enjuagas tus penas, es que no sientes mi mano rasgando la tela de tu delicada piel? 

Cierras la puerta como las semanas anteriores y nuestra danza constante de madrugada parece no querer terminar, solo arrodilla tu ser frío como el mar y deja que la espuma invisible inunde y moje los pies que levitan. Está vez giro el pomo y te veo, estás más blanca que muchas otras veces que te vistes de colores, destellos de autores te recubren como si quisiera y pudiera escribirte, sin embargo estás cansada. Las ojeras en tus ojos parecen las sombras que formo con mi caminar, nadie más puede verlas y es que con el tiempo aún si no me ha las te he estado protegiendo: piel de muerte andante similar a la dama de los otoños, y despiertas. Lamento que tengas que verla, pero solo puedo sonreír. Me duele tu rostro de pánico por lo que solo intento descansar bajo tu lecho. Quisiera que fuera tu pecho, pero enciendes la luz, y arde la vida bajo los tablones que sostienen tu cuerpo dormida. 

Últimamente no te he visto volver. Pienso que mal interpretas la intención mía y no poder tapar y abrigar tu cuerpo de las noches frías es agotador. Con quién converso sino con la penumbra y sus criaturas, arañas que rien y ven mi movimiento cuando columpio sus hogares. A quien engaño entonces si sé qué ocurrió en aquella casa años atrás, dónde tú amiga se colgó en los pies de esa mujer grande, a la cual llamaba madre, al patio de donde observamos esa noche de lluvia: dos cuerpos que me espantaron al jugar en la casa del árbol y el momento donde mis manos redirigieron tu curiosidad se que fue entonces donde se quebró la afinidad. Pero no estaba, esa noche no danzaba y vestía de aguas negras que la empapaban en su figura similar a la tuya, manos que en tango subrayante deslizaron la amenaza de las nubes que como orquesta te mantuvieron asustada.

De todas formas te espero, y sigo esperando. Escribiendo cartas en el abismo, hablando con voces vacías que no producen sonido, mirando más allá de las cuencas profundas que forman mis rostros, buscando mi verdadero yo en los espejos que alguna vez usaste, bailando solitario esperando en ese pasillo que no te atreviste cruzar quizás solo esperando que me vuelvas a mirar.  Me he de acostar entonces en esa cama en dónde cansada te veías más viva que nunca y aunque la no deseada amiga estire la mano para invitarnos a la balada, se encuentre cerca cada vez más, solo espero conservsr el olor a dónde sea que me encuentre, y es que hecho de menos los cuentos de la pequeña mujer que saltaba en los colchones, y con moretones hacia fortalezas oscuras en dónde los juegos parecían de vivos y vivos nos hacían sentir, o al menos a mí. Pero he de dormir, abrazado a la esencia de la persona sin género ante la nada que soy y me encuentro, que no se encuentra y busca en las afueras en dónde no existe encuentro más que el de la soledad de quién eres. 

Siento tu luz abrir las puertas, y el día no despierta, es que me haz avivado al fin en la noche perpetua en la que buscas mi persona, y es que tú voz resuena mi nombre que jamás pronunciaste y un muestrate de labios y lenguas. "Que se que me quieres y se que te quiero" y quiero que permanezca el rebote en la habitación. Mis pies escarchan la alfombra y el perro que siempre ha ladrado al observarme no está, el silencio reina: la vela en la planta titila y te veo de vestidos negros abrigada finalmente con tus ojos cansada, pacientemente y eterna amada. Y es que no estás sola y no te acompaña lo que creí era esa persona, vestido de negros y blancos con libros en manos y siento un canto que expele tu boca. No más risas color rosa y el llanto de la noche se esclarece como en la mañana que nunca ví, ¿Me expulsas a mí...? Creo entonces no podré seguir contemplandote con el cariño que me tuviste años atrás. La niña desaparece como mi cuerpo quema la silueta que queda en la pared. Y la mujer del otoño camina entre los cuatro en el cuarto, jamás buscó tu mano y la invitación se extiende, desde aquella noche con cuerpos vecinos en dónde al fin percibo, y sé su intención.

"Oh mi querida muerte, creí escapar y alejarme de ti, y aún siendo quien siente como ella, buscas el baile que jamás le di" 

-Lucciano Carabantes

[sosoawayrpg]

𝐀 𝐂𝐨𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐜̧̧𝐚̃̃𝐨 𝐝𝐞 𝐈𝐧𝐯𝐞𝐫𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐢 𝐑𝐮𝐦𝐩𝐞𝐥𝐬𝐭𝐢𝐥𝐭𝐬𝐤𝐢𝐧 𝐞 𝐨 𝐆𝐫𝐢𝐧𝐜𝐡. - 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟑 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋

Narrador:

Após inúmeras aventuras, os bravos habitantes de Tão Tão Distante conseguiram, contra todas as expectativas, obter os artefatos necessários para garantir suas vidas. No entanto, havia um item crucial que permanecia fora de alcance - a Estrela da Esperança, o coração da celebração natalina. A cidade pulsava com a agitação da busca frenética pela estrela perdida. Grich, o duende verde, liderou a missão com coragem e determinação. No entanto, apesar dos esforços heróicos, a Estrela da Esperança continuava fora de seu alcance, desafiando todas as estratégias e artimanhas do grupo.

Grich: "Maldição! Parece que o destino decidiu testar nossos limites desta vez. Sem a Estrela da Esperança, tudo pode ser perdido."

No ápice da missão, com a Estrela da Esperança ainda elusiva, Grich enfrentou uma derrota aparente. O Rei Rumpelstiltskin, conhecido por seus truques teatrais, encenou uma vitória triunfante, fingindo derrotar o duende verde em uma cena dramática que ecoou por toda a cidade.

Rei Rumpelstiltskin: "Ah, como eu previ, a vitória é minha! Tão Tão Distante é meu para comandar!"

No entanto, a realidade era outra. Grich, astuto como sempre, escapou das garras do Rei das Sombras, tornando-se um novo alvo nas listas da polícia e da marinha real.

Policia de Tão Tão Distante (FFAPD): "Atenção cidadãos de Tão Tão Distante! O duende verde Grich é agora um procurado. Qualquer informação que leve à sua captura será recompensada."

Apesar do fracasso aparente, a cidade não sucumbiu à tristeza. O espírito natalino perseverou, e os habitantes decidiram celebrar o Natal com ainda mais fervor e alegria.

Narrador:

O Grande Salão do Castelo Real foi decorado com brilhantes enfeites natalinos, e os presentes se acumulavam sob a árvore, esperando para serem abertos. As risadas ecoavam pelas ruas enquanto as famílias se reuniam, trocando presentes e compartilhando o espírito de generosidade. A Estrela da Esperança pode não ter sido encontrada, mas o verdadeiro significado do Natal brilhava nos corações de todos. Tão Tão Distante celebrou o feriado com alegria e gratidão, provando que a magia do Natal transcende qualquer obstáculo.

𝐇𝐎𝐑𝐀𝐒 𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐎 𝐎𝐔𝐓𝐑𝐎 𝐋𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐀 𝐂𝐈𝐃𝐀𝐃𝐄:

𝐑𝐞𝐢 𝐑𝐮𝐦𝐩𝐞𝐥𝐬𝐭𝐢𝐥𝐭𝐬𝐤𝐢𝐧 𝐱 𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡

Na pacífica véspera de Natal em Tão Tão Distante, enquanto os habitantes se preparavam para as festividades, uma sombra sinistra deslizava pelos corredores nevados da Oficina do Papai Noel. O Rei Rumpelstiltskin, envolto em sua capa escura, aproximou-se do bom velhinho com um sorriso malicioso.

"North, meu caro amigo", disse Rumpelstiltskin com um sorriso falso. " Estou ciente de um pequeno artefato que você guarda. Uma estrela, se não me engano. "

O rei lançou um olhar gélido e sibilante. " Uma troca simples, se me permite. A Estrela da Esperança em troca da seguranças dos seus queridos duendes e renas."

"Se recusar, posso garantir que este Natal será o último de Tão Tão Distante", sussurrou Rumpelstiltskin, revelando seu verdadeiro intento maligno.

A preparação para o natal tinha ficado quase impossível para o homem naquele ano, com todos os seus ajudantes desaparecidos, além de suas renas, North precisou fazer tudo sozinho e mantendo o seu orgulho intacto pelo simples fato de ter não dado o braço a torcer para pedir alguma ajuda que fosse. Estava mais tempo na sua oficina do que na sua loja, completamente esquecida as traças desde quando começou os últimos preparativos para o natal. O homem percebeu a aproximação do rei e não demorou para se armar com suas espadas enquanto ele surgia com a capa escura que parecia ser para passar alguma mensagem maligna que o bom velhinho tava pouco se importando. A menção ao seu token fez com que o homem apenas sorriso de canto, era meio óbvio que ele saberia sobre a existência dele, mas era um alívio saber que ele não fazia ideia de onde estava. “Não me lembro de nenhuma estrela” Falou com certo deboche, ignorando aquele olhar gélido que não lhe causava absolutamente nada. E por mais doloroso que fosse no seu interior, por mais absurdo que fosse e todos pensamentos de que era injusto ter que escolher, com aquela vozinha lhe dizendo para entregar a peça a ele, North sabia que nenhum de seus ajudantes permitiriam isso, que entregasse a única peça que poderia salvar o natal pela vida deles, que poderia ser substituída, como eles mesmos repetiam diversas vezes. “E eu posso garantir que eu não vou deixar que isso aconteça” E sabia que a batalha seria difícil, mas não deixaria que o natal deixasse acontecer em qualquer momento que fosse, North era o guardião daquele momento e a sua vida existia apenas para isso. “Então a resposta é simples e direta: Não. Espero que tenha lhe ajudado, agora pode se retirar… ou eu terei que fazer isso a força” Disse antes de bater uma espada contra a outra, fazendo pequenas faíscas saírem do impacto, sorrindo de canto.

O Rei Rumpelstiltskin, enfurecido pela recusa de North em entregar a Estrela da Esperança, lançou um olhar de fúria em direção ao bom velhinho. A resposta firme de North, apesar de seu deboche, não abalou a resolução do monarca malévolo.

A escuridão emanava dos olhos de Rumpelstiltskin quando, sem dizer uma palavra, ele ergueu a mão. Uma aura sombria envolveu seus dedos, e um vento cortante soprou na oficina do Papai Noel. Com um gesto cruel, o Rei lançou uma explosão de energia negra em direção à loja, destruindo-a com uma força avassaladora.

Os brinquedos encantados, decorações natalinas e a própria magia que enchia a loja foram reduzidos a destroços em meio às sombras que dançavam.

A destruição causada pelos poderes de Rumpelstiltskin ecoou como um lamento natalino distorcido. O Rei, satisfeito por ter infligido danos ao símbolo mais sagrado da temporada, desapareceu nas sombras, deixando North para trás em meio a loja destruída.

ooc.

o plot drop de natal está oficialmente encerrado.

por causa do meu imprevisto rn, não teve condições de fazer a dinamica que eu queria.

o natal foi salvo esse ano, será que vai dar a boa sorte no próximo?

qualquer dúvidas, só chamar no chat ou mandar uma ask pra gente!

estamos agora na vibe de fim de ano no nosso mundo do rp.

[amor-barato]

Notas para o diário

deus tem que ser substituído rapidamente por poemas, sílabas sibilantes, lâmpadas acesas, corpos palpáveis, vivos e limpos.

a dor de todas as ruas vazias.

sinto-me capaz de caminhar na língua aguçada deste silêncio. e na sua simplicidade, na sua clareza, no seu abismo. sinto-me capaz de acabar com esse vácuo, e de acabar comigo mesmo.

a dor de todas as ruas vazias.

mas gosto da noite e do riso de cinzas. gosto do deserto, e do acaso da vida. gosto dos enganos, da sorte e dos encontros inesperados. pernoito quase sempre no lado sagrado do meu coração, ou onde o medo tem a precaridade doutro corpo.

a dor de todas as ruas vazias.

pois bem, mário - o paraíso sabe-se que chega a lisboa na fragata do alfeite. basta pôr uma lua nervosa no cimo do mastro, e mandar arrear o velame.

é isto que é preciso dizer: daqui ninguém sai sem cadastro.

a dor de todas as ruas vazias.

sujo os olhos com sangue. chove torrencialmente. o filme acabou. não nos conheceremos nunca.

a dor de todas as ruas vazias.

os poemas adormeceram no desassossego da idade. fulguram na perturbação de um tempo cada dia mais curto. e, por vezes, ouço-os no transe da noite. assolam-me as imagens, rasgam-me as metáforas insidiosas, porcas... e nada escrevo. o regresso à escrita terminou. a vida toda fodida - e a alma esburacada por uma agonia tamanho deste mar.

a dor de todas as ruas vazias.

Al Berto, in: A dor de todas as ruas vazias

[uniposcautumn]

CHRONICLES of a PAINTER. ♯1

come shove me over the edge, 'cause my head is in overdrive. i'm sorry, but it's too late, and it's not worth saving, so come rain on my parade. i think we're doomed, and now there's no way back.

Berlin, DE // year 2017

Nell'oscurità incipiente, le luci dell'atelier erano ancora accese, fioche, delineando le forme indistinte degli arredi. L'aria era densa, impregnata dell'odore acre della pittura, dell'umidità stagnante che sembrava trattenere i suoni, come se ogni parola o movimento fosse imprigionato in quel silenzio opprimente. L'atmosfera sembrava stringersi attorno a lei, comprimendola, rendendo ogni respiro più difficile. Seduta su uno sgabello di legno, fragile come un uccellino in gabbia, la giovane aveva lo sguardo fisso sulla tela, ma i suoi occhi erano privi di vita, assenti.

Ogni pennellata era un atto meccanico, vuoto, un riflesso condizionato piuttosto che un'espressione creativa. Le mani tremavano impercettibilmente mentre stringevano il pennello. Il respiro era lieve, spezzato, appena percettibile nel silenzio circostante. Ogni muscolo del corpo, dalla schiena irrigidita fino ai piedi sospesi a pochi centimetri da terra, era teso, contratto in una tensione costante che le scivolava sotto la pelle, insinuandosi nelle ossa. La libertà di espressione, il volo dell'immaginazione, le erano stati sottratti. Lì, davanti alla tela, non era più una creatrice, ma un'opera in divenire, modellata non dalle proprie mani, ma da un potere esterno, oscuro.

Dietro di lei, il professore. La sua presenza era opprimente, quasi tangibile. Lo sentiva muoversi, sebbene non lo vedesse. Il suo sguardo la trapassava la schiena come lame invisibili, perforandola senza pietà. Non serviva girarsi per sapere che lui la stesse osservando, giudicando, pesando ogni sua decisione. Autumn era abituata a quegli sguardi freddi, analitici, ma la paura, quella non se n'era mai andata; era lì, sempre pronta ad emergere, un demone sottile che le stringeva il cuore ogni volta che percepiva un suo movimento, ogni volta che sentiva il fruscio dei suoi passi sul pavimento.

Quella sera, però, qualcosa dentro di lei si era mosso. Un impulso istintivo, quasi incosciente. Una pennellata oltre i confini imposti. Un tocco di colore diverso, un'esplosione improvvisa in quella prigione fatta di rigore e controllo. Forse l'aveva fatto senza pensarci, forse era stato un atto di ribellione silenziosa, ma il risultato era lì, tangibile, sul bianco della tela. Un'imprudenza.

L'aria sembrava essersi fermata. La giovane sentì l'inconfondibile rumore delle scarpe dell'uomo avvicinarsi, lentamente, con la calma glaciale di un predatore che ha già intrappolato la sua preda. Ogni passo risuonava nelle sue orecchie come un colpo di martello, scandendo il tempo che si accorciava inesorabilmente.

Il terrore le serrava la gola, facendole trattenere il fiato. Sentiva il battito del cuore accelerare, pulsarle nelle tempie, così forte da offuscare i suoi pensieri. Gli occhi fissi sulla tela, sperando invano di trovare un nascondiglio in quella superficie vuota. Ma non c'era scampo.

«Non è quello che ti ho insegnato. Che stai facendo?» La sua voce squarciò il silenzio come un coltello, tagliente e sibilante. Non era un grido, non aveva bisogno di urlare per farle capire il peso della sua collera. Quelle parole caddero su di lei come una sentenza, un'accusa che non lasciava spazio a repliche. Il pennello le scivolò dalle dita, cadendo a terra senza fare rumore, come se anche l'oggetto avesse timore di infrangere quella quiete minacciosa. Non osava alzare lo sguardo. Un tremito leggero le percorse la schiena, le mani si strinsero in grembo come a cercare conforto l'una nell'altra. Il respiro era irregolare, troppo veloce, ma cercava di controllarlo, di non farsi notare, come se l'immobilità potesse salvarla da quello sguardo che ora le bruciava dietro le spalle.

Il silenzio che seguì le sue parole fu più pesante di qualsiasi altro suono. Avvertiva la sua ingombrante presenza dietro di sé, sentiva il suo respiro calmo, controllato, eppure carico di qualcosa di ineluttabile, come una tempesta in arrivo.

«Ti ho fatto una domanda.» La voce era più fredda, più vicina. Il brivido le corse lungo la schiena come una scossa elettrica. Sapeva che non avrebbe potuto ignorarlo ancora. Sapeva che non c'era alcuna via di fuga.

«Io...» Le parole le morirono in gola, soffocate dal nodo che le comprimeva la voce. Non riusciva a parlare. La sua mente era affollata di pensieri, di paure, e nient'altro riusciva ad emergere. Le parole che avrebbe voluto dire erano bloccate da quel terrore paralizzante che le comprimeva il petto. Il respiro si fece affannoso, ma tentò di nasconderlo; cercava di mantenere una calma apparente, benché fosse ben cosciente che non le avrebbe comunque salvato la pelle. Non c'era scampo.

E poi, sentì la presa. Forte, improvvisa, brutale. Le dita dell'uomo le afferrarono i capelli, tirandoli all'indietro con violenza. Il suo corpo si sollevò dallo sgabello, costretto a piegarsi in sua direzione. Un gemito soffocato le sfuggì dalle labbra, ed il dolore si irradiò dalla nuca fino alle tempie. Gli occhi si spalancarono per lo shock, e il cuore sembrò fermarsi per un attimo eterno.

«Rispondi.» La sua voce adesso era solo un sibilo, ma carica di una violenza trattenuta, un odio che non aveva bisogno di gridare per essere percepito. Il suo respiro sul collo, caldo e soffocante, unito alla stretta ferrea della sua mano che continuava a stringerle i capelli come se volesse strapparglieli via le fecero venire la nausea.

Tentò di parlare, ma le parole non volevano uscire. Le lacrime le riempirono gli occhi, bruciando ai lati di essi come sale su una ferita aperta, ma non poteva permettersi di piangere. Non davanti a lui. L'umiliazione, il dolore, la paura si stavano mescolando in un vortice che la trascinava sempre più giù, fino a farle mancare il respiro.

«Mi dispiace...» riuscì a sussurrare infine, la voce spezzata, strozzata dalla paura e dal pianto trattenuto. Sperava che quelle parole fossero sufficienti, sperava che bastassero per placare la sua ira. Ma sapeva che non sarebbe stato così.

L'uomo non disse nulla. Per un attimo sembrò addirittura che la morsa si allentasse, ma fu solo un'illusione. In un istante, la presa si fece più forte, e con uno strattone brutale le fece piegare la testa all'indietro. Il dolore così intenso da farle sfuggire un grido soffocato, ma abbastanza forte da riecheggiare tra le pareti della stanza. La sua voce, bassa e fredda, si fece ancora più vicina, ormai solo a qualche millimetro dal suo orecchio.

«Credevo fossi la mia piccola artista, invece sei solo una delusione.»

Poi, il silenzio.

La mano che fino a un attimo prima la teneva prigioniera si ritirò, lasciandola cadere in avanti come una bambola rotta. Il corpo della giovane si piegò su se stesso, le spalle scosse dai singhiozzi che finalmente riuscivano a liberarsi. Ma non c'era conforto in quelle lacrime. Solo vergogna. Umiliazione. E una sensazione di impotenza che la paralizzava.

Sentì i passi del professore allontanarsi, il rumore della porta che si chiudeva, lasciandola finalmente sola in quella stanza vuota. Ma la solitudine non portava con sé sollievo; solo un vuoto opprimente che sembrava risucchiarla, soffocandola ancor di più.

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La pioggia cadeva leggera sui tetti di Berlino, un suono costante che si mescolava al brusio della città. Autumn camminava velocemente tra le strade umide, le braccia strette intorno al corpo, cercando di trattenere il tremito che ancora la scuoteva violentemente dall'interno. Il peso dell'incontro con il professore gravava su di lei come una cappa di piombo. Ogni passo che faceva sembrava trascinarla più in basso, in un abisso dal quale non riusciva a vedere una via d'uscita.

Raggiunse il suo appartamento senza ricordare come ci fosse arrivata. Le mani le tremavano mentre cercava le chiavi nella borsa, e quando finalmente riuscì ad entrare, si richiuse la porta alle spalle con un senso di sollievo che però durò ben poco. L’oscurità la accolse, ma non vi trovò conforto. Si spogliò meccanicamente, lasciando cadere distrattamente i vestiti sul pavimento mentre si dirigeva verso il bagno. Sentiva la necessità di lavarsi, di scrollarsi di dosso quella sensazione di sporco che sembrava avvolgerla. Accese l'acqua calda e si infilò sotto la doccia, sperando che il getto violento potesse finalmente cancellare la memoria di quelle mani, di quello sguardo.

Il volto che la fissava dallo specchio non le apparteneva più. Autumn non si riconosceva in quegli occhi spenti, gonfi di lacrime trattenute, nelle labbra tremanti che sembravano ormai incapaci di formare parole. C’era qualcosa di estraneo, di infranto, e l'immagine che il vetro rifletteva non faceva altro che amplificare quel senso di perdita. Quella non era più la ragazza che sognava di fare dell'arte la sua vita. Quella era solo il guscio di essa, una creatura silenziosa e svuotata, plasmata dal dolore. Il vapore caldo della doccia ancora aleggiava nella stanza, appannando lo specchio ed avvolgendola in una cappa soffocante. Il suo corpo, ormai asciutto ma ancora teso, era scosso da piccoli brividi, come se il freddo l'avesse invasa fino alle ossa; un freddo che non proveniva da fuori, ma dall'interno. Si sentiva ancora sporca, contaminata, come se quel tocco, quelle mani, avessero lasciato un'impronta indelebile.

Aveva passato ore sotto l'acqua bollente, sfregando con violenza la propria pelle finché questa non era diventata rossa, irritata, dolente. Ma nessuna quantità di sapone, nessuna quantità d'acqua sarebbe bastata per rimuovere la sensazione che le si era cucita addosso come un abito realizzato su misura. Marchiata, segnata per sempre. Il professore non era più lì, non fisicamente. Eppure, il suo sguardo, il suo respiro, la sua presenza permeavano ancora ogni angolo del suo essere. Il terrore che aveva provato nel laboratorio non l'avrebbe mai davvero abbandonata. Le si era infilato sotto la pelle, come veleno, strisciando attraverso ogni poro, ogni fibra del suo corpo.

Autumn fissò il riflesso della sua schiena, visibile nello specchio, osservava i segni rossi sul collo, i capelli che le ricadevano sulle spalle, ancora umidi. E non erano i segni fisici a tormentarla. Era quella mano invisibile che ancora sentiva affondare nella sua nuca, la stretta brutale, la prepotenza. Il suono della sua voce fredda, la violenza nascosta sotto un'apparente calma che l'aveva fatta tremare sino nel profondo. Si era sentita una bambina, fragile, impotente, incapace di opporsi. L'immagine riflessa davanti a sé non era solo quella di una ragazza spezzata, ma di una vittima, qualcuno a cui era stata sottratta la propria dignità, il proprio controllo. E quella consapevolezza la stava lentamente distruggendo. La sua mente cercava disperatamente una via di fuga, ma ogni tentativo sembrava riportarla sempre nello stesso punto: al ricordo di quel momento, di quella paura paralizzante.

Le lacrime tornarono a scendere, stavolta senza alcuna resistenza. Non c'era più nulla da trattenere, non c'era più alcun controllo da mantenere. Si lasciò andare, piegandosi in avanti, il viso nascosto tra le mani, mentre il suo corpo veniva scosso da singhiozzi disperati. Ogni respiro era un affanno, un fallimentare tentativo di trovare dell'aria fresca, un sollievo che però non arrivava mai. Ma non era solo la paura, non era solo il terrore che la consumava. Era anche la rabbia. Rabbia per non aver reagito, per non aver trovato la forza di opporsi, per essersi lasciata sottomettere così facilmente. Ogni fibra del suo corpo urlava indignata per quella sottomissione, per quel tradimento a se stessa.

Sollevò lentamente lo sguardo verso lo specchio, fissando la propria immagine per un lungo, doloroso istante. Il suo riflesso la guardava indietro con occhi vuoti. Lì, non vi era più nulla di lei; qualcosa negli ingranaggi interni si era spezzato irrimediabilmente. Sentiva di aver perso il controllo, di aver perso sé stessa. L’unica cosa che riusciva a vedere in quel volto era la debolezza, la paura, ed il marchio indelebile di quell’uomo; il suo professore.

Poi, un pensiero improvviso, oscuro, la colpì. I capelli. I suoi lunghi capelli castani, quelli che lui aveva afferrato con tanta brutalità, quelli che erano stati il simbolo della sua sottomissione. Erano loro la causa del suo dolore, che stavano mantenendo sanguinolenta la ferita di quel momento.

Lentamente, come in un sogno, come se il suo corpo si muovesse in autonomia senza il controllo della sua mente, Autumn si spostò verso il cassetto accanto al lavandino. Le mani le tremavano mentre lo apriva, rovistando tra gli oggetti in cerca di ciò che sapeva avrebbe trovato.

Un paio di forbici.

Le dita si chiusero attorno al metallo freddo, e per un attimo, il solo contatto con quell'oggetto sembrò darle una sorta di controllo, un barlume di speranza. Si alzò lentamente, riportando lo sguardo allo specchio, fissando ancora una volta quella chioma scusa che le ricadeva sulle spalle. Le forbici erano pesanti nella sua mano, eppure in quel momento sembravano l'unica via percorribile, l'unica soluzione a quel dolore che non riusciva a dissipare.

Le avvicinò ai capelli, esitante. Il cuore le batteva forte nel petto, la mente cercava di razionalizzare, di convincerla che non avrebbe risolto nulla, che era solo un gesto disperato. Ma quel pensiero fu presto soffocato dalla rabbia, dalla disperazione. Aveva bisogno di liberarsi, di tagliare via quella parte di sé che era stata violata.

Con un movimento deciso, tagliò la prima ciocca. Il rumore delle lame che affondavano nei capelli risultò soffocato, ovattato, come se tutto stesse accadendo in un'altra dimensione, lontano da lei. Un pezzo cadde a terra, scivolando via come un peso morto, e con esso anche un pezzo di lei stessa. Il taglio non era perfetto, non era regolare, ma non le importava. Continuò a tagliare, ciocca dopo ciocca, con una frenesia crescente, come se ogni colpo potesse cancellare la sensazione di quelle mani, di quel potere che lui aveva ingiustamente esercitato su di lei.

I capelli si ammucchiarono rapidamente nel lavandino e sul pavimento, e con essi la sua vecchia immagine, quella ragazza fragile e distrutta che era stata fino a quel momento. Quando si fermò, ansante, le forbici le caddero dalle sue mani tremanti, rimbalzando sul pavimento con un suono secco, metallico. Si guardò nello specchio, il viso segnato dalle lacrime, i capelli ora corti, irregolari, cadenti appena sotto il mento.

Non vedeva più il riflesso di prima, ma era indubbiamente sempre lei.

Il dolore era ancora lì, insopportabile, ma almeno, per un momento, le pareva di aver fatto qualcosa, seppur insignificante, per riprendersi una minima parte di sé. Ma l'illusione durò solo un istante. Il freddo delle mattonelle sotto i piedi la fece rabbrividire improvvisamente, e la realtà la colpì come un pugno in pieno viso.

Si lasciò cadere a terra, le ginocchia contro il petto e le mani ai lati della testa. Non c'era via di fuga. Aveva tentato di prendere il controllo, ma a che pro se ormai aveva perso tutto?

Il bagno era immerso in un silenzio pesante, interrotto solo dai singhiozzi soffocati di Autumn, un rumore che sembrava venire da un pozzo buio e senza fondo. Anche il rumore della pioggia, fuori, sembrava lontano, come se l'intero mondo avesse smesso di esistere, lasciandola sola nella sua sofferenza.

E così rimase rannicchiata su se stessa, intrappolata in quel circolo vizioso di disperazione che sembrava non avere fine, desiderando solo che tutto tacesse, che il dolore sparisse, e che quel giorno potesse essere cancellato per sempre.

[primepaginequotidiani]

PRIMA PAGINA Secolo Italia di Oggi mercoledì, 24 luglio 2024

[crazy-so-na-sega]

si spera che lo scirocco (nella solitudine antelucana della strada donde rovaio sibilante precipita, a notte) vi si allenti e si spenga, tre giorni dopo...(semicit.Gadda)

[armatofu]

El asma es una enfermedad que afecta los pulmones. Es una de las enfermedades de duración prolongada más comunes en los niños, aunque los adultos también pueden padecerla. El asma causa sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos durante la noche o temprano por la mañana.

¿Cómo saber si una persona sufre de asma?

Síntomas

Falta de aire.

Dolor u opresión del pecho.

Sibilancias al exhalar, que es un signo común de asma en los niños.

Problemas para dormir causados por falta de aliento, tos o sibilancia al respirar.

Tos o sibilancia al respirar que empeora con un virus respiratorio, como un resfriado o gripe.

¿Qué se hace cuando se tiene asma?

Los medicamentos de control a largo plazo, como los corticoesteroides inhalados, son los medicamentos más importantes que se utilizan para mantener el asma bajo control. Estos medicamentos preventivos tratan la inflamación de las vías respiratorias que provoca los síntomas del asma.

¿Cómo empieza el asma en adultos?

Los desencadenantes comunes del asma son: ácaros del polvo casero, pelo animal, polen, humo del tabaco, aire frío e infecciones pulmonares. Una aparición grave de los síntomas se denomina ataque de asma o exacerbación aguda de asma. Los ataques de asma pueden ser mortales y requerir tratamiento hospitalario.

¿Cuándo desaparece el asma?

A algunas personas se les diagnostica asma cuando son niños, pero con el tiempo parece que los síntomas desaparecen casi en su totalidad hasta llegar a la edad adulta. No obstante, los síntomas pueden aparecer de nuevo más adelante.

¿Cómo saber si la tos es de asma?

Tos con o sin producción de esputo (flema) Retracción de la piel entre las costillas al respirar (tiraje intercostal) Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad. Silbidos o sibilancias cuando respira.

¿Qué debe evitar una persona con asma?

Si usted tiene asma, los ácaros del polvo pueden desencadenarle un ataque. Para prevenir los ataques, se deben utilizar protectores en los colchones y las almohadas que sirvan de barrera entre los ácaros y la persona con asma. No se deben utilizar almohadas, cobijas ni colchas rellenas de plumas.

¿Cómo es la flema del asma?

Algunas personas que padecen asma producen una flema (esputo) clara y a veces pegajosa (mucoide).

¿Qué pasa si no se trata el asma?

Si el asma no se trata y controla adecuadamente, es posible que tenga respiración sibilante, dificultad para respirar y tos. También podría estar en riesgo de sufrir ataques de asma potencialmente mortales que pueden necesitar atención de urgencia u hospitalización.

¿Qué fruta es buena para el asma?

La pera: Presenta propiedad antiinflamatoria. Las legumbres: Favorecen la actividad pulmonar y el flujo de aire. La papaya: Posee betacaroteno o vitamina A, el cual mantiene en buen estado la mucosa bronquial y tiene un efecto antiinflamatorio. El brócoli: Evita la inflamación de las vías respiratorias.

[gaiainthejourney]

Io non possiedo

una casa.

Non possiedo vestiti né cibo

non ho diritti o doveri

né un passato o un futuro.

Non posseggo nulla

sebbene tutto

sia qui a portata di mano.

Non li possiedo anche se li ho:

è una mia scelta:

mi hanno insegnato che chi possiede

a sua volta è posseduto.

(Me lo hanno insegnato nel modo in cui la vita

insegna:

con i fatti, non con le parole).

E se anche volessi possedere,

cosa

possiederei, davvero?

Che significato ha questa parola

così esplosiva

così sibilante?

Non è che un accidente momentaneo

una passeggera casualità

una flebile fiamma

di fiammifero

che passa e si lascia dietro uno scheletro

contorto e annerito.

Solo due cose possiedo davvero:

me stessa

e questo momento.

Ma se non so chi sono

o cosa sono

o cosa potrei essere o vorrei

e non so che posto è questo

né che momento è...

cosa possiedo, in realtà?

Che cos'è questa materia

che mangia e che muta

che ride e riposa

che sente e sta in silenzio?

Qual è la differenza fra questa materia

e il tempo

in cui fa tutto ciò?

Perché l'uno non può esistere senza l'altro

eppure non c'è comunicazione

fra l'uno

e l'altro?

Cammino con i piedi in un sogno e

la testa nella realtà.

Respiro il fluido

di questo vortice

che non sta

mai fermo

ed io

già

con

lui.

.

[savorynights]

Insonia

Lágrimas de sangue

escorrem por um

rosto frio e vazio.

Vento sibilante

provoca calafrio

e uivo distante.

Sol vermelho

decadente some

no horizonte.

Lua minguante se ergue

como colosso elefante.

Céu pintado por cinzas

de um funeral enebriante.

De joelhos caem aqueles

de olhos negros brilhantes.

Seus sorrisos manchados por fumo e sangue

são como risos irônicos, deveras estonteantes.