#si le da pie; no se va a callar más
Explore tagged Tumblr posts
Text
vocecita atrapa atención, mas iris acaban deslizándose a cuadernillo, incapaz de evitar análisis interno de dibujo cuando, en realidad, disfruta un poco el hacerlo. presiona labios de forma inmediata, considerando opciones ante pedido de opinión. ' algunas líneas son... imprecisas. ' comenta sin demora, casi concordando con mención impropia sobre pulso, mas no busca desmerecer intento de artista. acabado general le parece decente. ' y ciertos detalles no me parecen simétricos. ' algo que, en una estructura como aquella, probablemente lo serían. cabeza se ladea, observaciones podrían ahondar en mucho más, pero vestigios de bebida parecen evaporar cualquier interés que tuviera en ello. ' no puedo decir algo más específico sin conocer la pieza original. ' si alguna vez la visitó en su paso por corea del sur, no lo recuerda. cambio de tópico le resulta ligeramente sorpresivo, pero elevamiento de hombros parece ser suficiente para restar importancia a situación que les rodea. ' no las llamaría cómodas. ' réplica resulta automática. ' pero cumplen su función general, supongo. ' en caso que estadía en túneles se extendiese demasiado. ' lo ideal sería salir de aquí antes de tener que usarlas. '
"se supone que es la pagoda del templo gyeongcheonsa," muestra entonces aquel cuadernillo de dibujo donde el boceto de aquella característica pieza del museo nacional, objeto que había llamado su atención cuando había visualizado las iniciales hjh en un costado, con la misma fuente que recordaba en prácticamente todo en la residencia de los hak. no siente cariño por ello, no siente más que curiosidad. "¿qué opinas? creo que tenía un pulso terrible~" agrega con suavidad usual en tono de voz, con todo y crítica que carece de esa intención. vale, que tampoco es de mucha ayuda que se sienta aún un poco ebrio y que el corte que se hizo con una copa rota en la mano lo esté molestando y le impida abrir del todo el puño, y que busca simplemente distraerse de todo malestar charlando con quien sea. "siento que llevamos aquí días. ¿tú cómo la llevas, las literas no son cómodas?"
#* / 𝗺𝗲𝗻𝗮𝗴𝗲𝗿𝗶𝗲 : interacción.#jinoh.#se encontró con el tonto este#si le da pie; no se va a callar más#also; mildis#no tengo gif chiquitos u_u
31 notes
·
View notes
Text
Nuevamente ahí me encontraba, en la sala de un macho, en ropa interior y de rodillas, rogando por lo que tenía colgando entre las piernas, pensando en las vendes que estubo dentro de alguien más y deseando que yo fuera el siguiente cuando él macho me decía:
+ De rodillas putito! (Mientras acariciaba mi cara?
+ que estás dispuesto a soportar? Cuánto me deseas?
- estoy dispuesto a soportar lo que sea, lo que vos quieras!
+. Si? Estás seguro?
-si, poneme a prueba!
Justo es ese momento dejo de acariciar mi rostro para golpearlo con la mano abierta, una bofetada ligera.
- soy tuyo mi amor!
Volvió a sujetar mi rostro para abofetearlo, retiro su mano y el golpe arremetió en mi cara de una manera brutal, me tiró al suelo, me tomo del cuello y me dijo al oído:
+ yo no soy tu amor, yo soy tu macho, entendiste puto de mierda?, te vas a arrastrar como lo mierda que sos y vas a rogar por mi, me escuchaste? ( Mientras terminaba de hablar sujetaba mi cuello con una mano, con la otra volvías descargar un golpe en mi cara que me hizo gemir de dolor, sus manos eran tan grandes que podía sujetarme del cuello tranquilamente con una sola.
En ese momento le contesté:
-eso es solo lo que podés hacer? Y solté una carcajada, aunque por dentro temblaba un poco.
+ te vas a arrepentir de haber dicho eso!
Sujetándome por el cuello me levanto y me apretó contra la pared, yo sujetaba el brazo que me sostenía para evitar que me ahorcara, cerro la otra mano y me dió un puñetazo en el estómago.
Mi grito quedó ahogado por su mano apretándome, luego me soltó y me dejó caer.
- perdón! Te voy a obedecer!
+ por su puesto que lo vas a hacer, de rodillas ya!
Mientras trataba de reponerme, me tomo de el pelo y me puso de rodillas.
Sacate el puto boxer ahora!
Me pare y me lo saque, extendió su mano y se lo di, lo agarro con ambas manos y lo destrozó en un segundo y lo dejo caer al suelo.
- No! Era mi boxer favorito! Porque hiciste eso?
+ cállate! Y veni acá! (Me acerque a él)
+ que vas a hacer? Eh? Agarró mi remera y le hizo lo mismo
+ ahora te vas a callar y me vas a hacer caso xq te vas a quedar sin ropa! Arrodíllate ya mismo y bésame los pies!
Me arrodille y cuando incline mi torso me pateó la cara, caí de costado y me puso la cabeza, dejó su pie ahí, no podía quitarlo de arriba.
Quédate quieto!
Retiro su pie solo para patearme el estómago, luego volvió a pasarme, me retorcía y quejaba en el suelo con su pie en mi cabeza.
+voy a sacar mi pie y no vas a despegar la cara del suelo me escuchaste?
- si!
+ si amo, quiero escuchar!
- si amo!
No me moví de la posición en que estaba, veía que tenía una erección enorme y entendí que se lo causaba mi sufrimiento.
+ no paras de mirarme la verga he putito?
Me escupió la cara, junto saliva y lo volvió a hacer.
+ así hay que tratar a los pasivos como vos! Lloran y gritan pero en el fondo les gusta, o no?
-si amo!
+ querés que siga? O querés parar?
- quiero ser tuyo amo, quiero ser de tu propiedad!
+ me encanta que digas eso!, arrodíllate! (Abrió mi boca y metió su miembro erecto)
+ ponete a chupar! ( Obedecí, mientras tenía su miembro en mi boca recorrí su cuerpo con mis manos, desde sus piernas hasta sus glúteos y abdominales.
En un momento me sujetó de la nuca apretándome contra su cuerpo, su verga quedó enterrada entera en mi garganta, orinó un poco dentro de mi, me atoré y vomité un poco, otro poco lo tragué, me separé de él, vomitando orina el aprovecho para orinar me encima.
- basta por favor! Esto ya no me gusta!
+ si me pediste continuar!, de verdad querés parar?
Me mantuve en silencio.
+ vez? Vení a chuparme la pija, dale!
Me re puse un poco y de rodillas me puse su verga en la boca, me sujeto del mentón para que lo mirara sin sacar su miembro de mi boca.
+ viste lo arrastrado que sos? Me das asco!
Me tomo del pelo y puso mi cara contra el suelo que estaba cubierto de orina y pedazos de tela.
+ quiero que sequen el piso con tu lengua.
Cómo no quince hacerlo, pateó mis genitales, cuando abrí la boca, resfregaba mi cara por el suelo, en cuanto se fue el dolor empecé a tomar la orina entre arcadas y llorando.
Luego de eso me levanté y me quise poner el pantalón sin Acer caso a lo que me decía.
El se aproximó a mi rápidamente y me dió otro puñetazo en el estómago, caí al suelo con el pantalón entre las piernas, se puso sobre mi con una rodilla en mi espalda, me costaba respirar y afloje todo mi cuerpo, tomo mis brazos y me esposó.
Llorando le pedía por favor que me soltara, sin obtener resultado, el ya no hablaba, tomo un rollo de cinta adhesiva de algún lugar y lo puso sobre mi boca, dando varias vueltas.
Me puso boca arriba y comenzó a chupar mi pene, estaba completamente flácido, metió todo mi miembro en su boca, incluyendo mis huevos, mientras deslizaba sus dedos entre mis piernas, sus dedos lubricados penetraron mi culo sin detenerse hasta llegar a fondo, su verga estaba dura y pronta para partirme el culo, podía ver cómo se mojaba, podía ver lo húmeda que estaba, las gotas de líquido corrían por su verga.
Empecé a exitarme y el lo notó, saco mi miembro de su boca y lo mordió, apreté dud dedos con mi culo, en ese momento los saco, causandome un dolor, como si me hubieran penetrado en seco.
Me dió vuelta y lubrico su verga un poco, SO puso sobre mi, me abrazo con su brazos apretándome sentía como aproximaba su miembro metiéndose entre mis nalgas hasta llegar a mi culo, soltó un gemido en mi oído apretó mi boca aún con la cinta y con la otra mi cuello sacándome el aire; comenzó a deslizarse dentro de mi, fue increíblemente placentero, todo lo sufrido se redujo, el sabor a orina se difuminaba con el placer ingresando por mi culo, cuando llego a fondo soltó otro gemido, no pude evitar dilatarme, el empujó más y yo gemí.
Estando dentro de mi se detuvo a quitarme la cinta y las esposas.
+Querés irte o querés seguir?
- quiero que sigas dentro de mi!
Volvió a rodearme con sus brazos, a sujetar mi cuello y tapar mi boca y empezó a penetrarme, descargando con su cuerpo de forma violenta contra mi culo.
Me sentí libre de gemir, él apretaba mi cuello, como un impulso.
Levantaba mi cola sobre él para abrirme más y él avanzaba de forma más violenta sobre mi, en un momento me dijo al oído:
+ te voy a preñar!
Yo asentí con la cabeza, él avanzaba más violento y más rápido sobre mi, apretó mi cabeza contra el suelo y soltó un quejido mientras sentía como su verga palpitaba en mi culo, me había llenado de semen, me agarró del cuello y me besó, metió su lengua en mi garganta, saboreando su gusto a orina, luego escupió sobre mi cara, me soltó y saco su verga chorreando leche de mi culo, se limpio. Con la mano y la mano la limpio en mi cara.
+Vestite y andate, antes de que te de una paliza!
Me puse el pantalón, los championes y la campera y me fui chorreando leche de mi culo.
1 note
·
View note
Text
Cansancio
No he hecho nada, nada de lo que tenía que hacer, no me arreglé, no saqué al perro, no tendí la cama y ya voy tarde, ya el bus pasó, ya el último servicio de las nueve se fue, ¿qué sentido tiene continuar? Perdí. Cállese y vístase. Me puedo poner el mismo saco, un jean y unos tenis, lo mismo de siempre en diferentes colores. Qué insípida. No hay más, no hay tiempo, ni para un labial, ni para un polvito, ni para un respiro. Está tarde, así que, si me apuro o no, no importa, ya no importa, que se vayan los buses, que se acaben las clases, que se cierre la ciudad, que se apague el día, yo ya no quiero seguir, me cansé. Yo solo quiero tirarme en el suelo, sentir el frío que emana, sentir como la tierra me habla, contarle que me duele el pecho, que estoy sola, que se me secaron la raíces, que necesito del abono del afecto, que se me cayeron los pétalos, que me arrancaron las hojas, que me podaron las alas, que me fumigaron los sueños, que no quiero este cuerpo, yo solo quiero recostarme en el suelo hacerme una bola y morirme allí. Pero otra vez está sonando la alarma. La de las 9:10, todavía alcanzo a llegar, puedo hacer al menos una cosa hoy. Corra, que se le va el bus. Solo tengo que dar unos pasos más y me subo, me subo, me subí. Ahora le toca irse de pie, por lenta. Pero me subí y aquí estoy y tal vez pueda llegar a clase para redimir el fracaso de esta mañana perdida, es pan comido solo, debo seguir el plan. No va a llegar. Sé que el tiempo está en mi contra, pero aún puedo hacer algo. No importa, ya va tarde, ya para qué. Cállese, cállese, cállese, no me está dejando pensar, olvidé el plan que tenía por su culpa, ¿por qué no se puede callar solo por cinco minuticos? Ya no recuerdo si tengo pasajes ¿y si olvidé mi tarjeta? Seguramente, como no hizo nada. Ya, no me acose, pero bueno y a todas estás ¿Yo si desayuné?
La esfera en la que se mueven las hermanas mayores, se encuentra llena de muchas emociones. Sin embargo, si hablamos de cómo es su forma de interpelar el mundo y de comunicarse con él, es preciso hacer énfasis en una postura en concreto, el cansancio. Cuando se habla desde ese lugar, donde la falta de tiempo para poder realizar todas las actividades y que haceres que supone hacerse cargo de una casa, hay muchos factores que son causa para dicho cansancio, las tareas que son delgadas muchas veces traspasan los roles familiares que se establecen en las estructuras normativas, ayudar a la madre el crianza de los hermanos, cocinar para la familia cuando los padres no están, hacer frente a los gastos del hogar cuando hay ausencia de figuras de autoridad (madre, padre), todo esto lleva a estar lleva a estar cansada (física, psicológica y emocionalmente) todo el tiempo. Por ello es importante entender ese traspaso indirecto que se da de los papeles y las tareas, aunque la madre aún conserva su papel, con el tiempo delega a esa otra figura, que siente como su par, responsabilidades que siente que ya puede dejar de lado, olvidando y quizá sobrepasando esa línea de los lugares que naturalmente deben desarrollar cada una.
No esta demás aclarar, que este análisis no es una forma justificación a los berrinches que muchas personas hacen por no querer tener responsabilidades, sino todo lo contrario se busca reflexionar sobre la importancia de la ayuda en el hogar y de como cuando las fuerzas se unen pueden seguir sosteniendo una comuna, pero también entender cómo en algunos casos, la subsistencia de ese hogar o esa comuna se ve recargada en una sola persona y no hay reconocimiento por todo el trabajo que hay detrás de esa labor. Todo se convierte en un viaje agotador por intentar cumplir estándares impuestos, por eso hay cansancio, por eso falta siempre tiempo, por eso el caos esta presente en la cotidianidad y el desespero para poder hacer todo invade y penetra por lo orificios del cuerpo y lo envenena y lo vuelve maniático.
1 note
·
View note
Text
@skirino / ‘ esa señorita no puede mantenerse de pie por sí sola y seguramente ni siquiera puede hacer un cuatro ’ recuerda posición antigua, que sigue de moda entre la juventud, el determinar de alguna forma que uno es consciente de su anatomía. estaba seguro que ella no pasaría ninguna de las pruebas, a no ser que la inmortalidad hiciese parte de su trabajo. acaricia su mano con aquella que tiene libre, para evitar que en un ataque de estupidez se suelte del agarre y termine en el suelo: no sería capaz de detener sus risas en ese panorama. ‘ ah, esto fue un poquito de adrenalina, querías emborracharte frente al príncipe y contarlo con tu cabeza pegada al cuello ’ y concuerda con ella, pero cambia el rumbo de su conversación, porque se siente contrariado — parte de él, habría anhelado que alguien lo salvase de transformarse en esto, que no debía. y la otra, le gusta el límite. el sentir el fantasma de su corazón subiendo a su garganta, experimentar un poco. jugar con lo que puede y no hacer. y, sobre todo, hablar de más. acusación lo hace pestañear, no quiere escucharlo. su mandíbula se aprieta ante el recuerdo, y la afonía reina por primera vez en su boca, había logrado callar al único hijo de los sallow. un hecho histórico, si se lo permitían. ‘ no juegues con eso ’ aunque quiere que suene como una orden, es casi una súplica en tono monótono, pero sus orbes que ahora se encuentran en el pasillo son los que delatan el malestar que le ocasiona la mención en sus entrañas. en exterior, toma aire profundamente, incluso cuando sus pulmones no lo necesitan, pero sí lo hace esa ansiedad que comienza a martillear en su cabeza. esa que sólo suele ser acrecentada por sire, ahora ha sido fecundada en los labios de otra persona. alguien que recibió una confesión que nunca debió haber profesado en primer lugar. pestañea un poco, se golpea en su mente el rostro, y vuelve a poner la máscara sobre su semblante. ‘ por algo te lo estoy ofreciendo ’ mueve la petaca en su mano, como un péndulo. se termina por sentar a su lado, pierna izquierda se posa sobre la derecha, doblada, y sus manos se ocultan por un instante en los bolsillos de su pantalón, en búsqueda de cajetilla con nicotina. ‘ ah — quizás ’ la observa con cierta ternura, mientras sus dedos obtienen un cigarrillo de la caja metálica, pero no lo prende, en su lugar lo ocupa para jugar con sus dedos. ‘ tengo gustos refinados, no puedo tomar cualquier cosa ’ mueve su mentón con soberbia, aunque es verdad, tampoco es tan complicado como otros. o al menos eso se dice a sí mismo. su pregunta lo obliga a fruncir el ceño, detiene el movimiento de sus dedos y baja su mirada para encontrarse con ella. no le interesa si va a interrumpirla: ‘ ¿lindo de tierno? siempre soy así, de hecho, busqué el juego ese que me nombraste en la pista de patina— ’ pero fue interrumpido por preguntar sobre su apariencia, mira sus prendas y luego vuelve a verla a ella. ‘ ¿dices que con otra ropa soy feo? hoy estás particularmente grosera, kirino ’ se carcajea y, finalmente, se rinde ante la necesidad y posa nicotina sobre sus labios. tapa con su mano izquierda la punta en tonalidad más clara, para comenzar a consumirlo con llama de su encendedor. da una primera calada. ‘ bebe otro sorbo, puedes quedártelo ’ la invita, mientras expulsa el humo.
' esa señorita puede cuidarse a sí misma un rato, así puedes despreocuparte un rato. ' asegura palmeando sobre el hombro del brazo que usa de apoyo para navegar entre los pasillos y, finalmente, el jardín. negar los efectos que el vitae habían logrado en su sistema sería como intentar tapar el sol con un dedo, sin embargo todavía se consideraba en el pleno uso de sus facultades mentales. (la diferencia era que dichas facultades se desdibujaban de a ratos.) ' mmmnh, no lo llamaría un fracaso. hipotéticamente hablando, podrías ser un ángel que corre... algunos riesgos. ¿te imaginas una vida donde nunca nos tengamos que preocupar por nada? ¿colmada de momentos perfectos? no suena como algo que valga la pena, ' aunque no se da cuenta de cómo su razonamiento ha saltado a un tema más filosófico, no se cohíbe de expresar la idea completa. siente como si fuera realmente necesario explicarlo. ' pppfttt. haz cometido un crimen mucho peor... ' acerca el hilo de perlas hacia su pecho, ocultándolo an no querer que mirara el accesorio sino que se fijara en ella y en lo que decía. ' y al compartírmelo en la cueva también me has hecho un cómplice. ' inventa con una sonrisa, ladeando la cabeza y cerrando los ojos. todavía podía recordar los susurros en los que milo le había regalado aquella triste imagen. quizá nunca había sido un secreto que debiera guardar y aún así ahí estaba, latiendo en el fondo de su cabeza cada vez que hablaban. ' ¿lo puedo tomar? ¿en serio? ' se percata que han llegado hasta una banca cuando dobla su cuerpo para tomar asiento, aunque la vista esté sobre él y en el vitae que le ofrece. la ansias le llevan a tomar el frasco, más tarde paladeando con pequeños ruiditos de felicidad burbujeando en su garganta. ' ¡mmmnh! ¡está divino! ¿creo que suelo probar vitae diferente? ' mira el contenedor por fuera, buscando pistas que delaten su origen aunque no obtiene nada. ' ¿siempre eres así de lindo o es que hoy tienes algo diferente? es como si-- como si te vieras más encantador de lo usual. ¿será tu ropa? ¿tu peinado? mmmmm. '
46 notes
·
View notes
Text
Carta de suicidio.
A veces me da la impresión de que solo escribo a la nada, sin embargo hay algo en mi mente que no me deja escaparme nunca de estos pensamientos, tomo medicinas que se supone deberían hacerme sentir mejor, tomo terapias que se supone me hacen sentir mejor, pero, cada día siento que me vuelvo más miserable de lo que ya soy. Hay veces en las que quisiera ponerle fin a mi eterno y sublime sentimiento.
Pienso en las muchas (o incluso pocas), las veces en las que he intentado quitarme la vida, es tan sencillo tomar un bote de pastillas y sumergirlas en tu garganta con vodka, pongo a prueba mis habilidades cuando estoy en ese estado; casi catatónica, mi vida avanza y corre en segundos cruciales y, aunque irónico, no dejo de luchar por mi integridad y mi muerte segura, en mis pocos (o muchos) intentos de suicidio dejo muy en claro las causas y motivos que hacen que quiera arrancarme la vida a apuñaladas, solo quiero dejar de sentir esta esclavitud (o eso creo yo), dejar que la vida me siga martirizando con cada una de las muchas (o pocas) circunstancias que me han llevado a quitarme la vida, quiero dejar de sentir que no valgo nada, que nadie nunca se va a fijar en mí, que nadie nunca me hace caso, estoy cansada de ser la enferma a la que todos ignoran, que no solo es un trastorno el que me mata, que la bulimia y anorexia nerviosas son causas de mi debilidad mental, que cada vez que intento salir adelante me surgen nuevos retos, ¿Cuándo podre verdaderamente gozar de mi vida? Escasos son los momentos en los que me siento alegre, plena y satisfecha, no tengo una balance emocional que me mantenga en paz y calma al menos un par de horas de mi vida.
¡Hago lo que quiero y eso ni siquiera me complace! No he comprendido que debo hacer para que esta vida me trate mejor, no puedo pensar en los días buenos porque la vista se me humedece hasta sentir que no hay más días felices, cuando fui feliz no supe apreciarlo, ¿o se supone que esto es arbitrario? Los días felices se han ido y solo sobrevivo con la poca felicidad que se supone que mi cuerpo debería generar, se supone que me médico para sentirme mejor conmigo misma y no lo consigo, los recuerdos solo me hunden más que ponerme feliz, son solo recuerdos de un pasado que jamás volverá, y, ¿Cómo quieres que piense en el futuro si ni siquiera puedo vivir el presente? Si todo el tiempo vivo pensando en el presente, en el presente que me acongoja y me hace sentir miserable, no vale la pena repararse en arreglar mis pensamientos más catastróficos puesto que todos se han rendido conmigo, no soy más que una carga adolescente que solo genera pensamientos de preocupación e ira, que, no se compensan con tan solo unas disculpas, estoy harta de pensar que hay soluciones cuando simplemente no las veo, busco las respuestas, las soluciones, hacer un poco de esto, de aquello y de nada; nada sirve y nada queda, mis palabras vacías al viento se quedan, mis últimos suspiros se encuentran en cartas que nunca serán leídas, nadie quiere leer como me siento, nadie quiere saber de mí, cuando soy solo una carga adolescente, cuando todo lo que intento sale mal o peor de lo que se supone debería ser.
Pienso en cada una de las veces que he intentado salir adelante y caigo repentinamente; ahora, simplemente tomo una posición neutral ante mis fracasos, dejo proyectos a medio camino y me enfoco en vivir mi miserable vida como la de los demás, pienso un poco en mis pocas facultades mentales que me hacen seguir adelante, pienso pues, que mi alegría se ha ido dispersa por el mar azul, ahí donde solía recorrer de pequeña, ahí donde las olas del mar nunca me van a alcanzar, pienso pues, en la soledad del inmenso mar y la calma que me atrae hasta el, como poco a poco comienza a susurrarme que me hunda en la inmensidad del ser, quiero pues, pensar que hay solo días tristes y días, vivir en la alegría no es algo que este en mi calendario o programado en mi agenda, últimamente me he vuelto más agresiva, más insolente y más aventurada, quiero salir de este infierno llamado vivir y no encuentro la manera de hacerlo, doy mil vueltas a la cama y me desplomo sabiendo que jamás va a terminar mi existencia a menos que alguien lo haga por mí, me desplomo pues en los pensamientos ebrios que invaden mi mente después de drogarme con la ración controlada de medicamentos que suponen alivian mi enfermedad; cansada estoy de intentar creer que esto se puede curar, vivo con los sentimientos al tope cada día de mi vida, siento como nadie siente y creo que nadie jamás va a saber lo que mi piel vive día con día, pienso solamente en que algún día este sufrimiento eterno va a terminar. Y dirás “¡oye, busca algo que te guste!”, y esa será la frase que más odiare de ti, lo he intentado todo y vuelvo al mismo punto, la felicidad es momentánea, sí, pero ser un adulto saludable que esté en condiciones físicas y mentales reguladas es técnicamente imposible para mí, no puedo soportar un solo segundo de esta existencia que me exige ser esclava de los pensamientos puros y felices que no tienen cabida en mi mente, todos los días son sublimes, duele tener la herida abierta todos los días de mi vida.
Quiero terminar con mi vida una vez más, pero sé que no lo lograre y volveré al mismo lugar de donde intento constantemente escapar, ¿Qué me mantiene en este estado en el cual puedo permanecer neutra? El mismo sentimiento que me hace querer morir, la esperanza.
Sentir que esto algún día va a cambiar es una de las cosas que jamás van a estar en la checklist de cosas que hice en mi vida, sin embargo intento cumplir con las expectativas de mi familia que cree que sigo en pie y a flote con medicamentos, que cree que soy inmortal y que piensa que todo es tan ligero, que sus palabras no duelen, que todo esto es de piedra cuando no es más que una hoja de papel mojada en mis llantos y lágrimas de tristeza sublime y pura, quiero pensar que no les dolerá cuando por fin decida morirme y todo en mi este en calma, no entienden que solo quiero estar en paz, me obligan a pensar en ellos, en todo lo que me rodea y como tarde o temprano voy a terminar afectando a una persona u otra, pero jamás se han detenido a pensar en lo que siento yo ante tales circunstancias, cuando todo el tiempo estoy luchando por no perder la cordura y ser una persona funcional, cuando yo perfectamente sé que todo esto es una mierda y nada a va cambiar, porque me dieron esta vida que no me tiene más que atada a una existencia absurda e inútil que me hace entristecer más y más, cuando mi sola existencia es una carga para todos y yo no puedo con ella, cuando no es nada más que un pequeño fragmento de universo, hago lo que quiero y aun así no me lleno, ¿Qué más quieres de mí? ¿Qué más te puedo pedir? Aúllo todas las noches por un simple placer, algo que me haga sentir llena y viva, pero nada llena tanto para hacerme sentir viva.
Todas las noches estallo en lágrimas que no se secan por más que yo intente callar el llanto, sé que todos escuchan mis lamentos, pero quiero ser egoísta y pensar que nadie me escucha. Quiero dejar de preocuparme por mi familia, por mis amigas, por la gente que me rodea y poder morir en paz, solo quiero dejar este mundo para poder descansar y sentir la paz que nunca he tenido, ¿Por qué nunca he podido sentir esa paz que tanto anhelo? ¿Por qué mi vida tiene que ser una constante tragedia? Jamás he querido sentirme así, quiero sentirme viva como las demás personas, como la gente neurotipica, no quiero sentir más esta presión en el pecho que hace que todos los días llueva en mi corazón e intente matarme de una u otra forma, quiero sentir lo que los demás sienten a un nivel normal, no quiero sentir de más, no quiero que esto siga aplastándome hasta que por fin tenga un final trágico, nadie cesa mi llanto por las noches, mientras me ahogo con mi llanto y saliva esperando...
167 notes
·
View notes
Text
Hay momentos en la vida donde sientes que ya no puedes más, donde todo el peso de la realidad te aplasta y te hace añicos. Donde una simple situación puede ser lo suficiente para que te acabes de derrumbar.
Y en esas situaciones lo único que queda por hacer es aguantar, ver a la vida de frente y decirle "hoy no". Aguantar, ser fuerte y soportar el peso de la realidad.
Aunque nos hundamos en la desesperación.
Aunque nos sintamos débiles.
Solo hay que aguantar.
Y esa situación, ese sentimiento, aquel pelinegro lo conocía a la perfección. Su vida no había sido un agradable paseo, su pasado, su presente y muy posiblemente su futuro, estaban llenos de desgracias. Desde que tuvo que arreglárselas para entrar a la Yuuei con aquel quirk que de nada le servía contra un robot, desde que tuvo que esforzarse al máximo en la escuela, desde que su infancia estuvo repleta de problemas familiares. Desde que su mejor amigo murió. Desde que tuvo que lidiar con perdidas, con situaciones desesperantes, con TEPT, con ansiedad, con los restos de la depresión que sufrió durante su adolescencia.
No le quedaba más que aguantar, aceptar que la realidad es una mierda y que todo eso no fue su culpa. Engañarse y engañar a otros constantemente diciendo que todo estaba bien.
Pero no lo estaba.
Fingía muy bien, se ocultaba detrás de esa fachada de profesor serio y antipático, un profesor responsable que se preocupaba por el futuro de sus alumnos y que dormía cada que podía. Porque su horario de sueño había quedado hecho polvo hacia varios años. Donde las noches era su mayor momento de actividad, dormía lo que podía en el horario escolar y por las tardes cumplía con sus obligaciones como profesorvulnerabilidad
La fecha de la muerte de Shirakumo se acercaba, eso hacia denotar más su falta de interés a la realidad, prefería fingir que nada importaba, como si no existiese, y así no demostrar su vulnerabilidad.
Solo algunos lo llegaban a notar, Hizashi, Kayama y Emi eran quienes podían notar su estado decaído, su desinterés y apatía en general.
-recuerden que mañana quienes gusten continuar con el entrenamiento de esta semana podrán ir con Ectoplasm y Cementoss al gimnasio Gamma. Yo estaré ocupado así que no podre acompañarlos. Sería todo por hoy, pueden retirarse- rápidamente el salón se vació, las voces animadas de los estudiantes se escuchaban cada vez mas lejos y durante ese proceso Aizawa aprovecho para dormir en la esquina del salón.
-ahorita los alcanzo, chicos. Olvidé mi cuaderno en el salón- no era novedad que el peliverde dejara cosas en el salón. Por lo general al dejar el aula se iba hablando de mil y un cosas con su grupo de amigos, no era de extrañar que esa distracción lo hiciera olvidar algún que otro cuaderno o lapicero. Aizawa lo comprendía, sabia que cualquier distracción siempre era buena, más para aquel estudiante problema que tanto peso cargaba sobre sus hombros -disculpe Sensei, volví a dejar la libreta.
Rápidamente registro su butaca, tomo el cuaderno y camino de regreso a la salida.
-que tenga buen día, adiós- Aizawa daba por hecho que el pecoso había dejado el aula, más en esos segundos no había escuchado el sonido de la puerta -¡Ms. Joke! Es un gusto verla nuevamente, si viene a ver a Aizawa-sensei el esta durmiendo, es mejor no molestarlo.
-el gusto es mío, chico problema- Ms. Joke inhaló algo de aire y sin pensarlo exclamo -¡Buenos días, Shota!
-silencio.
El peliverde no quiso seguir irrumpiendo así que solo continuó con su camino.
-vamos, Shota, no puedes dormir a esta hora, es momento de salir, divertirte, si quieres nos podemos casar, hay suficiente tiempo.
-no me voy a casar contigo.
-no seas así, Shota- ella se coloco en cuclillas para ver de frente al saco de dormir -Hizashi, Nemuri y yo iremos más tarde a beber, acompáñanos ¡por favor!
-bien.
Incontables veces Emi acompaño a Aizawa en sus momentos más difíciles, para el pelinegro era como su lugar seguro, era con quien podía desahogar sus preocupaciones sin preocupar a terceros, ella siempre encontraba la manera de tranquilizarlo y alegrarlo, era su especialidad.
Ella también tenia sus problemas, sus momentos de tristeza, sus preocupaciones que ocultaba, al igual que Aizawa, bajo una fachada. Bajo esa sonrisa tan característica que día tras día adornaba su rostro.
Le preocupaban sus estudiantes, le preocupaba no hacerlo suficiente para ser una buena heroína, le preocupaban tantas cosas que habían ocasiones donde no podía soportar más esa sonrisa.
-a las 7, en el bar de siempre. No te vayas a quedar dormido ¡nos vemos!
Salió del salón, sin mirar atrás. Ambos sabían que el otro no estaba bien, se comprendían y se apoyaban en el otro para liberar su sentir, porque para ellos era mejor aguantar todo juntos que estando solos.
Es mejor tener a quien te acompañe en esos momentos de desesperación, donde sientes que has tocado fondo, tener a quien este a gusto lado, así como Aizawa tenia a Emi, Yamada y Kayama, o como Izuku tenía a Todoroki, Uraraka e Iida. Porque teniendo a quien te apoye, siempre habrá quien te saque de aquel agujero de desesperación.
La hora llego, no estaba particularmente arreglado, solo había tomado una ducha y había cambiado su ropa por algo más casual.
-¡¡Shota!!- la estruendosa voz del rubio resonaba desde afuera de su apartamento.
Inmediatamente abrió la puerta y metió a Hizashi al lugar.
-te he dicho cientos de veces que no grites aquí, los vecinos se la pasan quejándose de eso- tomo sus llaves, guardo su celular en la bolsa y apoyo su mano en el hombro del rubio -ya vámonos, no quiero que Emi se moleste por que volvimos a llegar tarde.
El bar no se encontraba tan lejos de donde estaban, a pie fácilmente llegaban en 10 minutos, ya comenzaba a oscurecer y el cielo se pintaba de varios colores mientras el sol continuaba descendiendo.
-A Emi le ha de encantar como se ve el cielo, ha de estar con esa sonrisa de siempre- para Hizashi no era novedad que el pelinegro hablase de manera espontánea de la peliverde, sabía lo cercanos que eran y le alegraba que su querido amigo tuviera quien le alegrara los días.
-también Nemuri adora los atardeceres, pero creo que no tanto como Emi.
-¡Hizashi! ¡Shota!- era la voz de Kayama -¿porque tardaron tanto? Ya son las 7:30
-Shota no quería abrirme la puerta.
-eso no es verdad, tu solo tardaste mucho en llegar a mi apartamento.
-ya da igual, ¡vamos a beber!
Copa tras copa, vaso tras vaso, botellas vacías, se acercaba la media noche y el grupo de amigos seguía bebiendo, hablaban de banalidades y recordaban momentos de cuando aun eran jóvenes.
-¿porque aceptaste ponerte ese nombre? Es muy estúpido- las risas inundaban el lugar -es que, ¿en serio te pareció buena idea llamarte "cabeza de borrador"?
-fue... Idea de Hizashi, no planeaba aparecer en las noticias o algo por el estilo... Solo... Necesitaba un nombre- el alcohol hacía rato que les había afectado, Ms. Joke era la que estaba menos tomada, había que tener a alguien responsable que los dirigiera al apartamento del pelinegro para pasar la noche -además, ustedes no se quedan atrás, Medianoche, señorita bromas y ¿presentar micrófono?
-¿porque todos nuestros nombres de héroes son en inglés?
-no lo se, señorita bromas...
-¡Nemuri!
-voy al baño- el rubio intento levantarse de su asiento, pero sus piernas no respondieron provocando que cayera al suelo y a la vez tirara su vaso de tequila -demonios.
-creo que ya va siendo hora de que nos vayamos, yo ya no... No... Yo también quiero ir al baño.
La peliverde y el pelinegro ayudaron a sus amigos a ir que caminaran hacia el baño, Emi cuido la puerta de Kayama y Aizawa dejo a Yamada a su suerte y se fue a pagar por las bebidas.
Volver al apartamento resulto mucho mas complicado que la travesía hacia el baño, los 10 minutos de camino se transformaron en 30, la noche se iluminaba con la luna, aunque pocas estrellas lograban verse.
Al entrar al apartamento Aizawa dejo caer a Hizashi en uno de los sillones, Emi recostó con más cuidado a Kayama en otro y ambos se fueron a la cocina por algo de agua.
-Shota, estas sonrojado- Era un momento de tranquilidad, ante el silencio de la noche y el brillo a través de la ventana. Simplemente era su momento de relajarse juntos.
-es por el alcohol- cubrió su rostro con una mano y desvío la mirada -esa ropa te... Te queda muy bien.
-a mi me encanta como se te ve esa camisa, ¡aunque pudiste haberte arreglado más!
-es la camisa que me regalaste en mi cumpleaños- le dio un ultimo sorbo al vaso y lo dejó en el lavaplatos -ya deberíamos ir a dormir. Mañana será algo complicado.
No tenían la necesidad de decirlo, ni de gritarlo a los cuatro vientos, ellos sabían lo que sentían el uno por el otro y eso les era más que suficiente.
Taparon a los otros dos con mantas y se fueron a intentar dormir.
-Emi...- dos horas habían transcurrido, la peliverde hacia rato había logrado conciliar el sueño, en cambio el pelinegro veía las manchas en la pared, contaba los cuadros en el suelo y tarareaba canciones al azar. Le era imposible dormir, había tanto en su cabeza que cerrar los ojos no era suficiente para callar a sus pensamientos -Emi...- Sacudió su brazo, necesitaba de su compañía.
-¿Shota?- vio sus ojos llorosos, las ojeras en su rostro y el cabello revuelto -ohh...
Se incorporó y abrazo al pelinegro y deslizo su mano por su espalda. con solo ver su rostro comprendió que estaba mal, que la preocupación lo superaba y que necesitaba desahogarse.
-No quiero que mis estudiantes pasen por lo que yo, quiero verlos a todos juntos y felices, no hundidos en preocupación. Y ya no soporto tener que vivir como si nada hubiera pasado, lo extraño, es estúpido seguir llorando por su muerte como su hubiera sido ayer... Han sido más de 10 años y aún duele.
-todos hemos perdido a perdonas cercanas, todos hemos tocado fondo, solos nos queda aguantar y recordar que no estamos solos. No puedo decirte que todo estará bien, o adornar la realidad para que parezca rosa con brillitos, pero puedo decirte que siempre estaré a tu lado, cada que necesites un abrazo, unas palabras de "todo estará bien", o unos chistes malos. Talvez algún día logre hacerte reír con alguno de ellos.
-estaré esperando ese día- Aizawa apretó el abrazo y escondió su rostro en el hombro de Emi -Gracias. Gracias por estar conmigo.
-gracias a ti, por dejarme estar a tu lado- ella sentía la humedad en su hombro, las lágrimas aún salían de los ojos de Shota -entonces... ¿si te vas a casar conmigo?
-Emi...
-ya entendí, ahora si hay que dormir, no puedes ir a visitarlo viéndote comí si un camión te hubiera pasado por encima.
Las horas pasaron, el abrazo nunca se disolvió y las lágrimas de secaron, era seguro que en algún momento volverían a salir, pero sabía que si eso ocurría tendría a Emi para consolarlo.
Ahora solo quedaba ir a visitar a su preciado amigo, esta vez no iría solo, nunca más haría eso.
-hola, Shirakumo...- a veces sentía que era en va no hablar con una tumba que sabía que estaba vacía, pero ver su nombre tallado en la lapida le hacia sentir que el realmente estaba ahí, escuchándolo, de ser así habría escuchado cientos de lamentos, cientos de desahogos. Pero al menos sentía que esta ahí -ha pasado mucho tiempo.
Razones de que este fic exista:
1) Este shipp se me hace muy lindo
2) sentir frustración no esta chido amixes, menos si no hay quien te abrace :c
3) Pues porque me dio la gana y ya.
Tome awa, duerman bien (-la que escribe esto a las 2:00 a.m.) y no duden en pedir ayuda a sus amixes cuando no se sientan bien.
P.d. al escribir la historia cambié muchas cosas de como se desarrollaba la relación y al final no tuvo nada que ver con el titulo que ya le había puesto, hasta ahora no me di cuenta de ello pero ya da igual
#eraserjoke#aizawa shouta#shouta aizawa#aizawa#shouta#emi fukukado#emi#fukukado#aizawa x emi#eraserhead#ms joke#bnha español#mha español#my hero academia español#boku no hero español
6 notes
·
View notes
Text
Me duele Chile despierto
Ellos pedían esfuerzo, ellos pedían dedicación
y para qué, para terminar bailando y pateando piedras
Los prisioneros
Me despierto nuevamente a las 6:10 am. Luego de otra noche de desvelo intermitente, en ese silencio duro de presencia densa en otro amanecer del Chile de protesta, el treceavo día de lucha para que la dignidad se haga costumbre. Creo que ya tenemos una rutina, no tan lejana a la anterior, abrimos los ojos a la pantalla negra del teléfono celular pero ya no para ver basura que nos haga sonreír tímidamente, como un espasmo no controlado, sino para saber que nuestro país está vivo aún y que a pesar de que nos sigue doliendo, no queremos curar esa fractura que vive entre alguna parte de nuestro sistema nervioso y las cavidades óseas.
Esa herida que cargamos mucho tiempo, pero que el crédito impagable - y las deudas para vivir un día más -, los psicotrópicos enajenantes - y cualquier cosa que nos sumerja en el olvido inducido - y una esperanza sombría pero muy lejana hacían casi invisible.
Pensamos que 30 años de esa herida escondida en nuestra carne - por que sí, somos hijas e hijos de una dictadura qué nos quebró el temple y el futuro -, serían suficientes para su cicatrización. Situación imposible si nunca supimos diagnosticar y encontrar el daño para reparar. Vivimos 30 años con la sintomatología cotidiana, vivimos apenas y a penas, a punta de deudas pagadas a cómodos 40 o 50 años, impagables con jubilaciones de miseria de 71 dólares en promedio, qué si calculamos nos alcanza sólo para pagar la luz y el agua, comprar a penas un gas. ¿Y el pan? ¿Y la salud? ¿Y el transporte? ¿Y la descendencia? Y ni hablar del deporte, la cultura, la educación, la sonrisa y la ropa.
Mientras trato de esquivar los comentarios digitales de personas que quieren que maten a todas las personas que roban, que vuelvan los milicos, qué escriben idiotizados que vuelva el toque de queda, me paro en un vídeo hermoso de miles de compatriotas cantando El baile de los que sobran en la gran marcha del 25 de octubre multitudinaria - nota nuevamente, se dice 1.2 millones de personas en Santiago, pero ese día todo Chile salió a protestar -, por que en este país de instituciones de cartuchos, en ambos sentidos de la palabra, lo que sobra es el pueblo entero, más del 95% de la población. Esa humanidad que no es dueña de los medios de comunicaciones, ni de las empresas que precarizan nuestro trabajo, ni de de las viviendas que habitan, ni de su propia educación, pero sí al menos de una olla, una cuchara de palo y su grito.
Fuimos 30 años personas silenciosas, tímidas, compungidas y de cuerpos caídos. Nunca fue nuestro real carácter, era nuestra enfermedad social que cala nuestro cuerpo, lo habita, esa que no sabemos cómo curar. Y sacamos nuestra voz, vuelve a nuestro ritmo la canción de protesta tan vigente nuevamente, abrimos los ojos y comprendemos lo que vivieron nuestras familias en dictadura, ahora en carne propia. Algo que ellos y ellas no querían para nosotros y nosotras, por eso guardaron silencio, por eso nos criaron despolitizados, por eso nos educaron para trabajar solamente. Pero vamos por la dignidad ahora, con la lista de canciones de nuestros padres y madres, que hoy nuevamente es nuestra música.
Y al ver ese vídeo, de la multitud que coreaba nadie nos va a echar jamás, nadie nos quiso ayudar de verdad, al escuchar en voz de miles esa canción tan triste de Los prisioneros, a 2 minutos de despertar, al fin lloró mientras mis manos y las palabras se agolpan en mi cabeza. Decido escribir. Y al fin trato de exorcizar esa herida, ya no a punta de medicamentos para el estrés, la depresión, a angustia o el pánico con el que la mayoría de Chile vive, pero ojo, exorcizarla para encontrar esa herida, no para que se esfume, sino para atraparla y vestirse con ella, por qué esa fractura del temple es nuestro ropaje, la queremos lucir por qué no queremos olvidarla nunca más, por que Chile despertó y ahora en esta hermosa lucidez colectiva - ya no nos empujamos como sin querer en las calles, ya no nos miramos con espanto, ahora sí estamos unidos y unidas por qué nos reconocemos en nuestras vestimentas de dolor y miedo lucida con orgullo -, queremos luchar hasta que la dignidad se haga costumbre.
Miren cómo nos hablan de libertad, cuando de ella nos privan en realidad
miren cómo pregonan tranquilidad, cuando nos atormenta la autoridad
Violeta Parra
Y hablamos más por redes sociales, pero hablamos más para coordinar vernos, para pactar encuentros, para vernos cara a cara, abrazarnos, saber realmente cómo estamos - ya no decimos bien por inercia, decimos mal pero luchando, preocupado pero esperanzado, con miedo pero con ganas de seguir hasta el final -. Y descreemos esa normalidad de mentira que nos quieren meter a punta de fusil, hipermediatización y amenazas laborales. Han vuelto a torturar, crucificar, mutilar, desaparecer, violar, disparar, golpear y asesinar. Han vuelto como si nada, cómo si no hubieran pasado 30 años de democracia fallida, falsa y pactada en cuotas.
Por qué no son 30 pesos sino 30 años de callar, de aguantar, de esperar que las cosas mejorarán. Por qué no estamos en guerra querida sudamérica. Sino que nos cansamos de ver cómo en 30 años de ver como privatizaban todo, incluso hipotecando el aire en las zonas de sacrificio humano en pos del desarrollo. En pos del desarrollo. ¿Qué desarrollo me pregunto yo?, sólo ha crecido en nuestro país los bolsillos de 1800 personas dueñas del 33% de toda la riqueza de nuestro país, y han ahorrado con nuestra plata más del 72% del PIB en las AFPs. Qué utilizan ellos mismos.
Escuche a un analista en la radio, que la gente de clase baja de Chile vive como las personas de algún país pobre de europa del este, y esa otra gente - sólo porque parecen persona pero están vacíos de todo - de la verdadera élite vive como la misma élite en Alemania. Imagine la brecha. Imagine la indignación.
No, perdón, no imagine, no es necesario ya que no hay mucho espacio para imaginar, ya que la realidad la ha superado. Enumero.
Un país en donde una empresa multimillonaria paga una patente de 9 dólares al semestre y las empresas pequeñas, micros y de emprendedores pagan sobre 35 dólares en el mismo período.
Un país en donde la clase política en su mayoría no cotiza en el propio sistema de pensiones que protegen.
Un país donde los ministros dicen pachotadas que parecen de cualquier cómic social - V de Vendetta, The Watchmen, Batman, X-Men -, qué todos tenemos una o dos casas - quizás sí pero no nos han dicho dónde -, que vamos a hacer vida social a los centros de salud desde las 5 de la mañana para que nos atiendan 8 meses después, donde le da espacio para que nuestros dolores crezcan. Un país en dónde nos dicen, subió todo pero las flores bajaron, para los románticos.
Un país en donde el ministro de economía dice que leer nos sirve para nada y que sus hijos andan siempre con condones porque son campeones.
Un país en donde el cambio del gabinete - entre aplausos, vítores y abrazos de la élite política -, sólo nos da miedo por Chadwick sale de lo visible para ir a lo oculto y tememos otra caravana de la muerte.
Un país en dónde el presidente decidió no escuchar al pueblo y jugar a las apariencias - las mismas a las que nos tienen acostumbrados estos 30 años -, apelando a la normalidad y a que lo sucedido estos 13 días fue por células criminales mientras veíamos cómo los mismos carabineros incendiaron varios supermercados y estaciones de metro, con personas adentro. Cómo no, si su señora piensa que somos unos alienígenas.
Un país en donde la deuda promedio por persona es de 2.570 dólares. Y ojo digo promedio, por lo menos hay 10 generaciones de estudiantes con el crédito CAE para acceder a la educación, pactado a 30 o 40 años, con cuotas mensuales en promedio de 241 dólares, la mitad del sueldo mínimo. Y consideré que muchas personas dejan de estudiar a la mitad de sus carrera - por qué deben trabajar y estudiar al mismo tiempo durmiendo 2 a 3 horas diarias -, pero a pesar de eso, deben seguir pagando esos créditos.
Un país que en pleno toque de queda y explosión social, los hospitales son ordenados a no registrar en las fichas médicas a las personas que llegan heridas, baleadas, golpeadas y violadas, en la que al menos nuestro Colegio de Profesionales Médico levanta la voz en contra de esa práctica. Y ahí vemos cómo nuestras y nuestros compatriotas de salud, rompen la orden y sí avisan, y sí se preocupan, y sí apoyan el mundo.
Hoy dormimos poco, comemos mal y nuestras emociones están a flor de piel. Por qué miedo tenemos mucho y acumulado, pero lo estamos usando para luchar, a pesar de que volvemos a vivir en una casi dictadura y en un estado de esquizofrenia. Trabajamos pero andamos con las cacerolas, vamos al supermercado pero ahora compramos lo más necesario, escuchamos música pero no podemos evitar pensar en el futuro de nuestro Chile, caminamos y sonreímos al ver que seguimos en pie, pero nuestra sonrisa se ensombrece por que nos preocupan nuestros vecinos y vecinas, queremos que todos alcancen a ver lo que logremos unidos.
Por qué hace años estamos luchando por la equidad de género y leyes sobre violencia de género, pero ni nos dimos cuenta que cierta equidad llegó enfermizamente, ahora todas y todos nos avisamos al llegar a casa, nos informamos que estamos a salvo, que despertamos aún, qué podemos seguir luchando.
Ahora, ahora, ahoooora, ahora. Cómo gritabamos por el Barrio Yungay el domingo con motivación para llenarnos de energía, reflexión y futuro.
Ahora, que ya no es momentos de los binarismos obsoletos de izquierda y derecha en el que nos atrapa para autodisciplinarnos. Somos seres políticos pero sin partidos, nadie nos representa, somos nuestros mismos representantes, el pueblo entero. ¿Por qué? La clase política chilena es toda la misma, dueños de grandes empresas, millonarios, descarados y representando siempre, y sólo siempre, sus propios intereses.
Ahora es la hora de que sigamos luchando, unidos, ahora que creemos y queremos sentir que los tenemos perplejos, ignorantes de cómo controlar a un pueblo que se abrazo y no se quiere soltar.
29 de Octubre 2019
A semanas del inicio de la revolución social de Chile
#Callejeo#Domingo#Escrituras#Lectura#Leer#Liar para Leer#Literatura
4 notes
·
View notes
Text
80 frases de sonrisas para sacar tu mejor versión
**El humor es una herramienta que nos puede permitir abrir muchas puertas en la vida**, ser una persona con don de gentes implica muchas veces saber desarrollar un humor que nos haga ser el centro de una conversación. Además, es una fuente inagotable de felicidad: cuánto más nos sabemos reír de nosotros mismos y de las circunstancias, más agradable se vuelve nuestra existencia. * Artículo recomendado: ["40 frases graciosas que expresan sentido del humor"](/reflexiones/frases-graciosas) ## Frases de sonrisas para hacer el humor Para demostrar a los demás que somos una persona sociable y entrañable nos puede venir muy bien saber que decir en el momento oportuno, por eso en el siguiente artículo **os vamos a mostrar 80 frases de sonrisas** que además son muy graciosas con las que sacar tu mejor versión y ser el centro de una conversación. ### 1. La única vez que éxito viene antes que trabajo es en el diccionario. No es posible alcanzar el éxito sin haber trabajado antes para conseguirlo, quien lo alcanza lo sabe muy bien. ### 2. ¡Abajo las drogas!… Atentamente: Los del sótano. Una frase graciosa que dicha de esta forma tiene un sentido diferente al lema clásico. ### 3. ¿Eres feliz? No, casado. El matrimonio puede resultar una tarea muy difícil de llevar a cabo, pues la convivencia entre personas puede tener altibajos. ### 4. ¿Por qué todos los asiáticos son recelosos? Una frase humorística que utiliza uno de lo rasgos típicos de las personas asiáticas para darle un sentido en particular. ### 5. ¿Un disco duro no es un CD fabricado de hierro? Si es duro debería estar hecho con un material resistente, sin duda. ### 6. 1 sentimiento, 2 palabras; Tengo hambre. La necesidad de comer puede ser algo que nos llegue a tocar el alma, también puede ser una invitación en un grupo para ir a comer. ### 7. A veces olvido mis errores. Perdona, ¿cómo te llamabas? Una frase graciosa con doble sentido que sin duda dejará sin palabras a aquel que se la digamos. ### 8. Antes de señalarme, límpiate el dedo. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra, esta frase es otra forma de decirlo. ### 9. Antes me parecías mala persona, ahora lo puedo confirmar. Cuando conocemos a alguien es cuando podemos dar fe sobre la personalidad de este. ### 10. Buscando dragones para domesticar. Todos sabemos que los dragones no existen pero sin duda sería una mascota la mar de divertida. ### 11. Cállate, que no me dejas ver nada. A veces cuando nos hablan no nos dejan concentrarnos en aquello en lo que nos queremos enfocar. ### 12. Cerrar un sobre está chupado. Un poco de humor que habla de el gesto clásico que debemos realizar para cerrar un sobre. ### 13. Creo que esto de comer tanto encoge la ropa. Una buena forma de decir que estamos en etapa de crecimiento, sobretodo en lo que a diámetro se refiere. ### 14. Cuando te sientas triste piensa cosas que te hagan reír: recuerda a quién se tatuó el nombre de su ex. Cometer el error de tatuarse el nombre de una persona con la que has tenido una relación puede con el tiempo convertirse en un recuerdo gracioso de nuestra inmadurez. ### 15. Cuidado… Sé Karate…. y otras palabras orientales. Frase con doble sentido de la que no esperamos el significado final que la convierte en graciosa. ### 16. Dicen que el que ríe último ríe mejor, a mí me parece que es porque piensa muy lento. Reir a destiempo puede ser señal de haber cojido la broma tarde ¿a quien no le a pasado? ### 17. El consejo para cuando tienes que trabajar y no tienes ganas está en ir a trabajar sin ganas. Una frase motivacional graciosa y no por ello menos cierta, en ocasiones no nos queda más remedio que trabajar aunque nuestros animos esten bajos. ### 18. El dinero no da la felicidad, pero me gustaría llorar en un descapotable. Nunca e visto a nadie llorando dentro de un ferrari, el dinero no da la felicidad pero nos pone en el camino. ### 19. El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta. Sin duda las personas más intolerantes son aquellas que más alardean de sus opiniones. ### 20. El tabaco mata lentamente, y yo no tengo prisa por morirme. Una forma graciosa de enfrentarnos en el debate sobre el consumo de tabaco. ### 21. En la vida existen 3 grupos de personas, los listos, y gente como yo. Todos tenemos entre nuestras amistades a alguien que no se le dan muy bien las matemáticas. ### 22. En la vida no hay nada más fuerte que el amor, excepto las telarañas que columpiaban a tantos elefantes. Frase que nos recuerda la famosa canción infantil archiconocida que todos cantábamos cuando éramos niños. ### 23. En la cama no tengo límites… anoche me caí dos veces… Superar nuestras propias marcas puede ser algo maravilloso en la vida, siempre y cuando esas marcas no sean cometiendo errores. ### 24. Equivocarse es de humanos, pero culpar a un tercero es de humanos inteligentes. Frase graciosa que además guarda cierta sabiduría, la sabiduría del traidor nato. ### 25. Es posible vivir un mundo mejor, pero no con mi economía. La economía de muchos de nosotros puede ser en ocasiones algo austera, sin duda se podría vivir mejor pero no con estos recursos. ### 26. Estados Unidos pone medidas para no saltarse los semáforos, al parecer los colocan a 6 metros de altura. Seguro que a seis metros de altura nadie se los salta, me parece una excelente medida que otros países deberían emular sin duda. ### 27. Estado civil: Cansadísima. El cansancio que arrastramos en nuestra vida puede incluso llegar a figurar en nuestro carnet de identidad. ### 28. Fabrico sillas a medida, a medida que aprenda os lo mostraré. Una frase ingeniosa de la que nadie se espera el desenlace y podemos utilizar en cualquier reunión informal entre amigos. ### 29. Grupo sanguíneo: A veces negativo. No sabía que nuestro grupo sanguineo tambien hablaba de nuestra personalidad.. ### 30. He comprendido con el paso de los años que complacer a todo el mundo es imposible, por eso les enfado. Una buena forma de enfocar las relaciones personales, lo mejor es ser nosotros mismos. ### 31. Hoy te escribí algo muy profundo: “subsuelo”. Una frase igual de profunda que nuestra personalidad y nuestro humor personal. ### 32. La gente dice que no puedes vivir sin amor…creo que el oxígeno es más importante. En mi lista de prioridades también está antes el oxígeno y el agua, sin ello durariamos bastante poco. ### 33. La luz viaja más rápido que el sonido… es por eso que personas parecen brillantes hasta que hablan. En ocasiones más vale callar que hablar para quedar en mal lugar, el sabio habla cuando tiene algo que decir y el ignorante porque tiene que decir algo. ### 34. Las últimas investigaciones afirman que el negocio que más se expone a la quiebra este año es la cristalería. Las cristalerías son uno de los negocios más delicados que conozco ¿porque sera? ### 35. Lástima que aquel diabético no pueda ir de luna de miel. Nuestra luna de miel puede ser un momento muy dulce y muy probablemente no apta para diabéticos. ### 36. Los precios más locos son los que cobran los psicólogos. Los psicólogos deben enfrentarse a todo tipo de locuras en su dia a dia, llevan una vida de locos. ### 37. Me encanta comprar cosas nuevas, pero odio gastar dinero. Una frase graciosa que puede demostrar a los demás un humor un tanto bipolar por nuestra parte. ### 38. Los primeros 5 días después del fin de semana son los peores. Debemos ser pacientes en esos días y aguardar el fin de semana con esperanzas renovadas. ### 39. Me iré en vacaciones a un crucero, cruzo al cuarto, cruzo a la cocina, cruzo al baño… Estos son los cruceros que realizó muchas veces al cabo del año, a veces también cruzo la calle. ### 40. Me siento fatal, creo que es culpa de esta silla. Frase con doble sentido muy buena para romper el hielo o intentar bajar el tono de la conversación en la que nos podemos encontrar. ### 41. No hay peor fracaso que tener miedo a fracasar. Debemos tener iniciativa y luchar por aquello que queremos conseguir, sin tener miedo a no conseguirlo a la primera. ### 42. Mi doctor se enfadó y eso que cumplía hasta con cinco dietas a la vez. Más de uno no seguimos las dietas al pie de la letra ¿sera por eso que no funcionan? ### 43. No por mucho madrugar se ve a las vacas en camisón. Una frase muy graciosa que le da un nuevo giro de tuerca al famoso refrán: no por mucho madrugar amanece más temprano. ### 44. No veo el momento de ponerme gafas. Una frase con doble sentido que puede ser también una buena metáfora de la vida que llevamos. ### 45. Odio que la canción se equivoque cuando estoy cantando. ¿Quien no a cantado alguna vez en inglés sin tener la más mínima noción de este idioma? ### 46. Odio ser bipolar, es tan genial. Ser bipolar puede aportarnos una forma de ver la vida quizás un tanto peculiar. ### 47. Para los ojos cansados, gafas con sillones. Si las gafas fuesen así seguro tendríamos la vista un poco más descansada. ### 48. Que ganas de coger las maletas, y darte con ellas en la cabeza. Hay amigos o amigas de los que aunque nos enfademos en ocasiones, tampoco podríamos vivir sin ellos. ### 49. Reírse de todo es de tontos; no reírse de nada es de estúpidos. Una frase muy cierta que nos habla muy bien de las personas y sus posibles personalidades. ### 50. Saltan a la vista las ventajas del nudismo. La práctica del nudismo puede proporcionarnos algunas experiencias positivas. ### 51. Si el trabajo es salud, quiero vivir enfermo. El exceso de trabajo puede ser perjudicial para la salud, quizás estar enfermos a la larga nos resultará más saludable. ### 52. Si hablan mal de ti, algo estás haciendo bien. Tienen que hablar de nosotros sea para bien o para mal, pues eso nos indica que somos una persona relevante en la sociedad. ### 53. Si no puedes convencerlo, confundelo. Tratar de confundir a alguien puede ser una forma muy astuta de hacerle perder su convicción sobre algo. ### 54. Te vas a ir al suelo de tanto madurar. En ocasiones madurar demasiado deprisa nos puede acarrear algún que otro golpe en la vida. ### 55. Soy tan bueno durmiendo que puedo hacerlo con los ojos cerrados. A más de uno se nos puede dar igual de bien esa fantástica tarea a la que llamamos dormir. ### 56. La inteligencia me persigue, pero yo soy más rápido. Si nos movemos lo suficientemente deprisa podremos zafarnos de ella sin duda. ### 57. Tener la conciencia limpia es señal de mala memoria Todos hemos hecho cosas en la vida de las cuales no estamos orgullosos y si no es así será porque no te acuerdas de ellas. ### 58. No le temo a la muerte, solo que no me gustaría estar allí cuando suceda. (Woody Allen) Una frase muy ingeniosa de este monstruo del cine que es Woody Allen, su humor es sin duda una referencia en el género. ### 59. El sexo es como jugar al bridge. Si no tienes un buen compañero, más vale que tengas una buena mano. En ocasiones con la falta de compañeros pasamos de jugar un texas holdem a un solitario. ### 60. Suelo cocinar con vino, a veces incluso se lo agrego a la comida. Más de uno acaba por beberse hasta el vino de que se suponía era para cocinar. ### 61. No creo en una vida más allá, pero, por si acaso, me he cambiado de ropa interior (Woody Allen) Debemos ser precavidos y estar preparados para todo aquello que un dia nos pueda aportar en nuestra vida. ### 62. La verdad absoluta no existe, y esto es absolutamente cierto. La verdad es solo nuestra percepción de ella bajo nuestro punto de vista. ### 63. Ya que amarnos los unos a los otros no resulta, ¿por qué no probamos amarnos los otros a los unos? (Mafalda) Debemos entendernos los unos a los otros de una forma u otra, al final será beneficioso para ambos. ### 64. Más vale tarde, porque por la mañana duermo. ¿Cuántos de nosotros nos gusta levantarnos a una hora prudencial? a las 13h de la mañana. ### 65. Me puedo resistir a todo menos a la tentación (Oscar Wilde) La tentación puede ser una fuerza muy fuerte en nosotros y puede ser complicado poderla frenar. ### 66. Es mejor callar y parecer estúpido que hablar y despejar las dudas definitivamente. (Groucho Marx) El gran Groucho Marx nos deja esta graciosa cita que además refleja una rotunda verdad. ### 67. La edad es algo que no importa, a menos que seas un queso (Luis Buñuel) Hay personas que mejoramos con el paso del tiempo como si fuésemos un buen vino. ### 68. Hay dos palabras que te abrirán muchas puertas: “tire” y “empuje”. Debemos anotarlas pues nos pueden ser de gran utilidad en la vida, no nos cabe duda. ### 69. Hijos, os habéis esforzado, ¿y para qué? Para nada. La moraleja es: No os esforcéis. (Homer J. Simpson) ¿Quien no conoce a Homer o Homero en américa latina? sus lecciones nos han acompañado durante décadas y aún lo siguen haciendo. ### 70. Soy tan inteligente que a veces no entiendo una simple palabra de lo que estoy diciendo. (Oscar Wilde) Esta cita de Oscar Wilde nos demuestra su gran sentido del humor y de cómo era capaz de reírse de sí mismo. ### 71. Ahorra agua. No te duches solo. Ducharnos por parejas está comprobado científicamente que tiene numerosos aspectos positivos en nuestra vida y en la del planeta. ### 72. No eres Google, pero tienes todo lo que yo busco… Una frase graciosa e inteligente que también nos puede servir como indirecta hacia la persona que nos agrada. ### 73. No puede haber una crisis la próxima semana. Mi agenda ya está llena. (Henry Kissinger) Henry Kissinger era un hombre muy ocupado y además con un gran sentido del humor que seguro le ayudó en muchas situaciones difíciles. ### 74. El sexo es lo más divertido que se puede hacer sin reír. El sexo es una actividad muy saludable tanto a nivel físico como mental siempre y cuando tomemos las suficientes precauciones. ### 75. Solía pensar que soy indeciso, pero ahora no estoy seguro. Una buena frase que demostrara a los demás que además de ser indeciso también tenemos un gran sentido del humor. ### 76. Dejar de fumar es lo más fácil del mundo. Lo sé porque lo he hecho miles de veces. (Mark Twain) Una gran frase con un toque de humor para hablar en el debate sobre el consumo de tabaco cuando estamos en sociedad. ### 77. No quiero trabajar como conductor de autobús, porque no me gustan las cosas pasajeras. Una buena frase con doble sentido que sin duda nos da una visión curiosa sobre este tipo de oficios. ### 78. Mi psiquiatra me dijo que estaba loco; pedí una segunda opinión y me dijo que también era feo. En ocasiones quedarnos con la primera opinión nos puede resultar más provechoso. ### 79. Dos cosas son seguras: el universo y la estupidez humana; y no estoy seguro de la primera. (Albert Einstein) Gran frase del genio Albert Einstein que además siempre fue querido por su gran sentido del humor. ### 80. Los niños son más inteligentes que cualquiera de nosotros. ¿Sabes cómo lo sé? No conozco a un solo niño con un trabajo a tiempo completo. (Bill Hicks) En ocasiones sabernos reír de nosotros mismos puede demostrar a los demás que somos una persona muy sociable. Ver Fuente Ver Fuente
2 notes
·
View notes
Text
P. I. Tchaikovsky - Violin Concerto in D major, Op. 35
Estiro mi cuello hacia un lado, haciendo crujir los agarrotados huesos. Levanto una de mis manos del teclado para masajear mi nuca, intentando aliviar el pinchazo de dolor que surge al mover los músculos por primera vez en una hora. Entrelazo ahora mis dedos y los estiro para producir otra sucesión de chasquidos, después continuo con las muñecas.
-Para- dice ella, sin levantar la vista de su trabajo. Enarco una ceja, sorprendida de que haya sido capaz de notar mi acción por encima de la música y el zumbido de la aguja. - Me da dentera que hagas eso. -
Bufo, pero detengo mi acción. Ella sigue concentrada en la piel del muslo de su cliente, marcando el ritmo de una canción de The Neighbourhood con el pie. Lleva puesta la menor cantidad de ropa posible, como de costumbre. Un sujetador deportivo y unos short de la nueva colección de Primark intencionadamente cortos; el atuendo perfecto para lucir su cuerpo. Le encanta hacerlo. En su momento me costó acostumbrarme a su constante desnudez parcial, en varias ocasiones total, pero ahora verla sin ropa se ha convertido en parte de la cotidianidad.
No hablo de su amor por la falta de tela sobre la piel como algo a condenar, al contrario. Entiendo que de la misma forma que yo presumo de intelecto, ella se siente orgullosa de su cuerpo. Cómo no hacerlo. Su figura es simplemente perfecta, de esas que ves en las portadas de la revistas y te dan ganas de quejarte de cómo retocan a las modelos con photoshop. Tetas pequeñas y culo prieto, una muñequita amante del rock underground. Sonrío de medio lado, la música, lo único en lo que más o menos coincidimos. Sin embargo, no necesita ir ligera de ropa para presumir de las delicadas formas de su cuerpo; no, no es eso lo que le gusta mostrar.
El zumbido de la aguja cesa, el hombre sobre la camilla suelta un suspiro de alivio. Vuelvo a concentrarme en mi trabajo, la líneas de palabras aparecen en la pantalla de mi portatil y desaparecen con la misma velocidad. No me gusta lo que estoy escribiendo, lo hago sin ganas ni inspiración, solo para llegar a tiempo a la fecha límite. Chasqueo la lengua, no pensé en escribir la gran novela americana, de hecho detestaría hacerlo, pero mi plan nunca fue escribir folletines pseudo eróticos que triunfaran entre el público adolescente.
Escucho la puerta cerrarse, y sé que el cliente ya se ha ido con un flamante tatuaje nuevo. Vuelvo a mirarla mientras recoge meticulosamente los materiales y los guarda en su maletín. Es un desastre absoluto para todo, excepto a la hora de tatuar. Termina de ordenar y se estira. Su mirada se cruza con la mía, me gustaría decir que salta algún tipo de chispa, que la electricidad recorre cada uno de mis nervios, pero no pasa nada de eso, solo nos miramos. Camina hacia mí, descalza, dejando las huellas de sus sudados pies sobre el parquet que tanto me he esmerado en fregar.
- ¿Follamos? - dice, dejándose caer a mi lado en el sofá. La miro, no directamente, sino a través del reflejo de la pantalla. La petición carece de deseo o sensualidad, bien podría haberme preguntado si quiero pedir comida china para cenar. O no, es probable que pusiera más entusiasmo en conseguir fideos con gambas que un orgasmo.
No paro de teclear, pero dejo escapar un gruñido que podría interpretarse como una afirmación. Su mano se arrastra hasta el interior de mis pantalones de pijama. - No llevas bragas - comenta, sin detener los movimientos de sus dedos en mi entrepierna.
-No suelo llevar, ya lo sabes - sigo escribiendo, ignorándola. Sé que a ella le divierte.
-¿Qué escribes? - pregunta. Acto seguido empieza a besar mi cuello con dedicación.
-Se supone que he firmado un acuerdo de confidencialidad - comento.
-Entonce es la novela esa para niñas de 15 años ¿no? - asiento - Se supone que está siendo éxito, he visto anunciada la película. ¿No deberías estar ganando millones, niña pija? - frunzo el ceño ante el apodo, año y medio y no ha dejado de molestarme. Ahora sí, la miro. Su piel está cubierta de tatuajes, como si fuera un cuadro con vida propia. De diferentes tipos y colores decoran gran parte de su cuerpo. Más de cien horas de trabajo y demasiado dinero invertido en mancillar algo tan perfecto como el tejido epitelial y convertirlo en una pared de hormigón llena de grafitis. Odio los tatuajes, ella lo sabe, piensa que soy una clasista.
-La idea no es mía, ni el libro es mío. Lo escribimos entre yo y otros tres tipos que no he visto en mi vida - llevo mi mano a su nuca y agarro su cabello de forma firme pero sin llegar a hacerle daño y la separo de la piel de mi cuello. - Sin marcas, ya lo sabes - ella asiente. Acerco su boca a la mía y nos besamos; de forma lenta, delicada, pero sin sentimiento. Pasamos mucho tiempo besándonos, más que teniendo sexo; quizá es porque es lo más cercano a una muestra de cariño.
Al final sí que follamos, varias veces. No es sexo duro y apasionado como él que tiene ella cuando trae a casa a cualquiera de esos tipejos que conoce en el gimnasio. Follamos dulce y romántico, mirándonos a los ojos; los míos vacíos de emociones, los suyos repletos de preguntas. Siempre me mira así, como un niño observando a un animal exótico enjaulado.
La hacemos en silencio, no hace falta decir nada para saber qué hacer.
Cuando acabamos a su piel color canela se le han sumado las marcas de mis dientes como parte de su colección de tatuajes. La mía sigue impoluta, blanca como la porcelana y sin apenas lunares.
Descansamos tumbadas en el suelo, sin ropa y la respiración acelerada, la mía más que la suya; no estoy muy en forma. Medio dormida, rueda hasta estar sobre mi pecho y su aliento caliente golpea contra mi clavícula. No la aparto. Recojo un mechón de pelo castaño que cae sobre su cara y lo llevo tras su oreja.
La observó en silencio, a ella y sus innumerables tatuajes. No, innumerables no, son 23. Demasiados. Una serpiente que sube por su muslo izquierdo, una flor de loto entre sus senos, un faro en el bíceps derecho, una libélula en su nuca. Dibujo el contorno de la tinta con la punta de los dedos hasta llegar a sus labios. Su boca, me gusta su boca, la única parte de su cuerpo que se mantiene inmaculada. Es suave de manera natural, como si el tacto de seda estuviera escrito en su código genético.
Abre los ojos y sonríe, como si me hubiera pillado haciendo una travesura. Ella suele sonreír mucho, sin razón aparente.
-¿Quieres que te eche crema? - asiento. De un brinco se levanta, haciendo que su carne joven se agite ante mi atenta mirada. Va hacia el baño y yo me incorporo. Mi cuello vuelve a crujir, debo haber dormido en mala postura. La sección de suelo donde estamos ahora está llena de marcas, ligeramente pegajosa. Mis dedos se crispan, me irrita, voy a tener que volver a fregar. Estoy a punto de levantarme cuando sus manos se apoyan en mis hombros y me empujan a mi posición inicial. - Shhh, tranquila - susurra con voz dulce como la de una madre en mi oído - luego me encargo yo.
-Tú lo haces mal - replico. Ella vuelve a mandarme callar y unta mi espalda con la crema con fragancia a azahar. Cuando acaba pasa a mis piernas, masajeando con fuerza los músculos cansados - Tienes la piel tan sumamente suave - comenta con adoración - pareces una escultura de mármol.
-Se te han acabado ya, ¿verdad? - pregunto, sabiendo la respuesta. Ella asiente, sin dejar de lado su tarea. - Consumes mucho.
-Eres mi camello - dice, sin mirarme - no eres la más adecuada para preocuparte por mí salud.
-Me importa poco tu salud - respondo - pero tus vicios me cuestan el dinero.
-Ese era el trato ¿no? - ahora unta la crema por mi pecho, sin una pizca de erotismo ni cariño, pero con absoluta delicadeza - Tú me suministras - se inclina y me besa de forma profunda. Yo solo me dejo hacer, cosa inusual en mí - y yo me hago cargo de que no te quedes atrapada contigo misma. - Llevo mi mano alrededor de su cuello y aprieto hacia arriba, creando la sensación de asfixia pero sin cortar el suministro de oxígeno a sus pulmones.
-Cállate - digo. Sus ojos miran fijamente los míos. La suelto y voy a mi habitación. La puerta está cerrada con llave, solo yo tengo la copia. Abro el primer cajón de mi escritorio. Dentro, una bolsa de plástico herméticamente cerrada se anuncia con un post-it donde he escrito “Anna”. La cojo y vuelvo al salón.
Ella me está esperando, de rodillas, como un buen perro amaestrado. - Abre la boca - ordeno. Obedece. Saco una de las pastillas azules de la bolsa y la colocó sobre su lengua. Ella la traga. Su piel se eriza y sus pupilas se dilatan.
-Gracias - responde. No digo nada. Me siento en el sofá con el ordenador nuevamente en mi regazo. Ella hace lo mismo. - Tengo la sensación de que un día apareceré muerta en este apartamento. Y tú serás la actriz perfecta llorando mi muerte.
-Es probable - digo - Pero tranquila, no me apetece matarte.
-¿Por qué?
-Últimamente matar ha perdido su interés- respondo. - Eventualmente se vuelve monótono.
-¿Quién lo diría? - dice con sarcasmo.
-Lo he probado ya todo, y nada tiene suficiente interés - acerco mi mano a su pecho izquierdo y pellizco con fuerza el pezón. Se queja, pero no me detiene - Ni siquiera tu querida droga es lo suficiente para engancharme.
-¿Qué te pasó, Lis? - pregunta - ¿Qué tipo de trauma te hizo estar tan jodida? - ahora sí, río con fuerza. Mi reacción la descoloca. No suelo reír.
-Ninguno - ella enarca una ceja - Fui una niña feliz en una casa de campo. Sin ninguna carencia y unos padres cariñosos.- Me acerco para besarla, pero me paro a una pulgada de su rostro. Sus ojos están cerrados de anticipación - Algunas personas son simplemente monstruos, Anna. - Vuelve a sonreír. Me confunde
-¿Sí me matas te quedarás algo como recuerdo? - pregunta.
-No suelo hacerlo - respondo - Pero si te hace ilusión, me quedaré tus labios.
-¿Seguirás besando mi boca cuando ya no tenga aliento? - sonrío, orgullosa de ver como mi locura ha consumido su mente.
-Solo si sigue siendo igual de suave - acaricio con mis dedos sus labios. Ella los abre para poder chuparme con dedicación.
-¿Qué harás cuando tu piel se vuelva vieja? - aparta el ordenador y se sienta en mi regazo. Me lo esperaba, el MDMA la pone cachonda. -¿Cuándo ya no sea tersa y suave?
-En el momento en el que aparezca la primera arruga - acuno su rostro con mi mano derecha - Me suicidaré.
-¿Tan horrible sería? - pregunta.
-Imaginate que un día despiertas y la carne que cubre tus huesos está muerta, y cada día que pasa se descompone más y más, estando tú atrapada en un cuerpo que se pudre - digo - Imagínate el olor a podrido. Los insectos anidando en cada pliegue de tu cuerpo, los gusanos deslizándose en el interior de tu carne, las moscas poniendo huevos bajo tus uñas.
-Suena como la peor de las torturas. - dice, su cara ahora ligeramente pálida.
-Eso sería para mí seguir viva - muerdo su cuello hasta notar que se retuerce entre mis dientes. Al apartame noto la carne roja y brillante cubierta de mi saliva. - Una agonía.
-A lo mejor te mato yo antes de que llegue ese momento - comenta.
-¿Por qué lo harías? - pregunto.
-Porque mataste a mi novio. - responde, sus labios deslizándose por mi torso - Porque disparaste a mi hermano - se encoge de hombros - o puede que porque simplemente tenga curiosidad por matar.
-Te he jodido la mente, pequeña - la sujeto por la barbilla, obligándola a mirarme. - Creo que debería sentirme culpable.
-Tú no puedes sentirte culpable - ronronea.
-Cierto. - La empujo fuera de mi regazo. - Déjame, estás sucia. - Me levanto en dirección a mi cuarto, dispuesta a acabar con toda posible interacción social. Su voz me interrumpe
-Lis -
-¿Qué quieres ahora? - mis palabras se ven interrumpidas por un estallido negro ante mis ojos y el dolor hueco en la parte posterior de mi cabeza. La sensación de mareo se adueña de mi cuerpo y siento como mi equilibrio se desvanece.
Despierto. El mundo gira a mi alrededor y el dolor sordo palpita en mi nuca. Algo me hace espabilarme. No es la luz de la bombilla del salón que ciega mis ojos, ni la música punk a todo volumen. No, es el zumbido de la aguja eléctrica trabajando y un agudo dolor en mi antebrazo izquierdo. Levantó mi cuello, luchando contra la ganas de vomitar.
La veo, concentrada en su trabajo, marcando el ritmo de la guitarra eléctrica con su pie.
Mi piel enrojecida, marcada con tinta.
Chillo. El grito nace de lo más hondo de pecho. Un alarido de terror puro y dolor, como una madre que sujeta el cuerpo muerto de su hijo. Caigo de la camilla, sin dejar de chillar. Estoy temblando, mi respiración agita mi pecho. Me ahogo, mi corazón amenaza con reventar en el interior de costillas.
Ella deja la aguja sobre la camilla y se agacha a mi lado. Me abraza y besa mi mejilla con ternura.
-Shhh, tranquila - susurra contra mi sien. El miedo empieza a disiparse. La rabia, fría cae con cuentagotas dentro de mi estómago. Me levanto de golpe, un fuerte mareo me golpea pero lo ignoro. Agarro su brazo izquierdo y tiro a la vez que empiezo a caminar. Pierde el equilibrio, así que la arrastro hacia mi habitación mientras patalea y se retuerce. La encierro con llave. Grita y golpea puerta, pero no la escucho. Un silencio ensordecedor se ha adueñado de mi consciencia. Voy a la cocina, donde rebusco en la alacena donde guardamos las medicinas. No tardo en encontrar lo que busco, la medicación que teóricamente tomo para paliar una bien fingida depresión. Me trago sin pensarlo demasiado tres veces la dosis indicada. Mientras espero el adormecimiento de las articulaciones y la sensación de euforia me atrevo a mirar mi antebrazo. Un fino contorno de tinta define un dibujo minimalista de la Venus de Milo en mi preciada piel, ahora profanada por una aguja que ha tatuado a yonkis y madres solteras. Me muerdo la zona, ahora sin casi sensibilidad. Noto el sabor de mi sangre en la lengua, pero no paro hasta sentir la carne ceder bajo mis dientes. Escupo el trozo al suelo, el dolor es fuerte pero soportable. La satisfacción de ver el tatuaje despedazado me da cierto alivio, pero no es suficiente.
Coloco una sartén sobre la vitrocerámica y la enciendo al máximo. Después abro el cajón de los cubiertos, donde al lado de los tenedores guardamos los tubos de goma para cuando alguien viene a pincharse. Agarro varios y los ato con fuerza sobre mi codo, el hormigueo de la falta de riego sanguíneo no tarda en hacerse presente.
También cojo un cuchillo de sierra.
Inspiro. Expiro. Empiezo a cortar mi tierna carne. Lo más difícil es serrar el hueso.
Tardo menos de lo que esperaba, el dolor es tan intenso que me mareo pero contengo las ganas de vomitar, necesito la medicación en mi organismo. Mi impoluta cocina está cubierta de sangre, pero ya no importa. Tengo que darme prisa, de seguro los vecinos han llamado a la policía.
Con la sartén caliente cauterizo la herida, grito, pero mantengo el material caliente pegado a mi brazo cercenado el tiempo necesario. Cuando acabó tiro la sartén al fregadero y vuelvo a mi habitación. Al abrir la puerta la encuentro en el suelo, la bolsa de pastillas a medio vaciar. Me acerco a ella y apoyo mi oído sobre su pecho. Su corazón late, lento, pero vivo. La cojo en brazos, y observo a mi princesa durmiente cubierta de tinta mientras la llevo al baño. Una vez allí lleno el lavabo de agua y sumerjo su cabeza. No pasa un minuto hasta que empieza a retorcese en busca de aire. La mantengo ahí hasta asegurarme de que no queda oxígeno en sus pulmones. Ella abre su boca, respirando como un pez fuera del agua. Su estómago se contrae y vacía su contenido sobre el sueño del baño. Agua, bilis y pastillas de éxtasis cubren mis pies. Me doy cuenta de que estoy vestida aunque no recuerdo haberlo hecho. Una camiseta de manga corta de publicidad y los pantalones del pijama. Quizá ella me vistió después de golpearme, sabe que no me gusta estar desnuda. Ahora está sobre el suelo, intentando de recuperar el ritmo de sus adoloridos pulmones. La pateo, mi pie impacta contra su estómago. Vuelve a gritar. Salgo al salón y saco de debajo del sofá la caja de herramientas. Aprieto el botón del mango del taladro, la broca gira. Creo que debería sonreír, pero no siento nada.
Cuando vuelvo al baño ella sigue en el suelo, tosiendo y agarrando su estómago. Me siento sobre ella, atrapando sus brazos con mis rodillas. Sus ojos se abren llenos de pánico al ver el taladro.
-Lis, por favor - solloza - Lis - sigue llorando y repitiendo mi nombre cuando apoyo la punta de la broca sobre su frente y enciendo el taladro. Los gritos son más fuertes de lo que había previsto. Mi piel se eriza y la sangre caliente me salpica en la cara.
Está muerta. He hundido la broca de 7cm en su cráneo. Tiene los ojos abiertos, mirando al vacío. Esperaba que la expresión de dolor quedara esculpida en su rostro, pero parece serena, sin alma. Llevo mis dedos a sus labios sin vida, siguen siendo igual de suaves, todavía están cálidos, ligeramente húmedos.
Me aparto y me siento con la espalda apoyada en la pared. Me permito llorar, observando la imperfección de mi piel cortada sin cuidado. Escucho las sirenas de la policía en la entrada del edificio. Tropiezo un poco, pero me levanto y llego a mi habitación. La pistola de mi padre está en el segundo cajón del escritorio, cargada. La cojo y me la meto en la boca. Aprieto el gatillo cuando escucho a la policía aporrear la puerta de la entrada.
10 notes
·
View notes
Text
Los tres magníficos de la amnesia voluntaria
Por @Mandolina39 (A.K.A. Seller Best)
“Se eu sou algo incompreensível, meu Deus é mais” (Gilberto Gil – Esotérico)
Macelinho llega hasta la sede de nuestra logia corriendo, transpirado, jadeante, pobre. Viene desde Campinas, Brasil, es nuestro corresponsal allá, en la tierra de los negros que con dos latitas hacen música. Macelinho es negro. Grandote, fibroso, musculoso, es un mix entre Gilberto Gil y Edgar Davis. Con dreadlocks, no “rastas” como dicen los estúpidos. Son dreadlocks. Macelinho nos cuenta una historia que nos deja pasmados, nos estremece, nos hace reír y llorar por igual, nos duele y nos avergüenza.
Tuvo que venir a pie desde Campinas, porque nuestra logia no permite que uno viaje en transporte público cuando tiene alguna anécdota de una felonía monstruosa para contar. El temor es que no aguante y se lo cuenta a otro pasajero y el relato se desperdigue por ahí hasta perderse. No, tienen que venir a pie, si es corriendo mejor. Y Macelinho vino corriendo. Un cuadro.
Nuestra logia es secreta, tiene sede en Villa Urquiza, “Villurca” le dice el canillita, y se dedica a la conservación de ignominias. La que nos contó Macelinho hasta ahora rankea primera cómoda. Es verdad que no hay muchas, pero ésta tiene esa cosa de hit que ya se le ve de entrada.
Voy a contarla tal como me la refirió Macelinho. Tomé nota, no grabé, pero supongo que mi memoria ayudará a que no se escape ningún detalle.
********************************* Itamar Franco llegó a ser presidente de Brasil de pedo. Después de que lo voltearon a Fernando Collor, tuvo que asumir, en medio de una brutal acefalía. Pero tenía ambiciones de quedarse a vivir en el Planalto. Entonces, él, que era un viejo choto, se rodeó de pendejos progresistas y de coeficiente intelectual medio. Ni unos capos ni unos boludos. Grises y un poquito audaces.
Itamar les encargó una tarde: quiero tener un periodista propio en cada diario importante, que escriba cuando haya que escribir y que calle cuando haya que callar.
De las relaciones juveniles de sus asesores, surgió la respuesta. Y se conformó el grupo. Eran tres: Tito Manes, Griselda Moch y el catalán Josep Sonatan. Esos componían lo que se dio en llamar “el núcleo duro”. El más alto, era Josep Sonatan, que además era el más jovencito. El más inteligente era Tito Manes. La más recia Griselda Moch.
Daba gusto verlos cenar (cenas opíparas, suculentas, bien regadas, con música de fondo de Keith Richart). Parecían los Thundercats preparando una misión. Se reían poco. Tiraban “escenarios para adelante”. Siempre acompañados por alguno de los jóvenes asesores de Itamar y, claro, por Keiht Richart.
Tito Manes trabajaba en el diario más importante, el más vendido (en el sentido de la circulación de ejemplares). Griselda Moch en el segundo y Josep Sonatan en el tercero y más progresista, aunque todos jugaban de progresistas, como siempre.
Manes, Moch y Sonatan, tenían acceso reservado, frecuente y garantido al presidente de la nación. Y ni hablar a los papers, planes, rumores, versiones y –digámoslo también- operaciones que desde el Planalto salían como pizzas. Todo era para ellos.
Y escribían, escribían. Ya llegaría el momento de callar. Pero para eso faltaría un buen tiempo. No mucho en realidad. Lo suficiente como para que nuestro trío pudiera saborear las mieles de estar y no estar en el poder.
Tanto habían confundido sus roles, tanta empatía tenían con sus fuentes, que a veces hasta fungían (verbo que le gustaba usar a un columnista de Minas Gerais de apellido Banfield) de voceros. Ellos mismos, si señor, sin más pedido que el de su conciencia.
¡¡Había periodistas que los llamaban a ellos para chequear información!!
Y ellos respondían en ese confuso rol. No pasaban info posta. Esa se la guardaban, pero “orientaban” a los colegas menos privilegiados.
Todos los odiaban, hay que decirlo. En la alianza de gobierno que sostenía a Itamar los odiaban. Porque para el trío periodístico hablar con un ministro o un secretario era un embole. Tenían al presi o a su familia cuando quisieran. Para qué llamar a un burócrata cagón, se preguntaban. Y en los diarios donde trabajaban directamente los despreciaban. Un poco porque tenían buena información. Sus notas eran tapa seguro. Pero también por la petulancia que da el roce con la misma familia presidencial. Con el corazón del poder. Con el jefe de los servicios de informaciones. Con su segundo que les pasaba en un walkman escuchas telefónicas a colegas o empresarios. Y los tres sonreían. Una vez les pasaron una escucha protagonizada por el vicepresidente. Tremenda. Se quería levantar una mina y decía cursilerías a metralla. Ese día se puso tenso el aire. Sobre todo porque Tito Manes lo quería al vice. Griselda Moch lo apreciaba. Y Sonatan había aprendido a entenderlo.
Como les decía, estaban convencidísimos ellos. No dudaban. Tito Manes hasta llegó a escribir un libro sobre la metamorfosis de Itamar, queriendo decirle a la genchi que un reverendo idiota, por consejo de gente moderna y copada se había convertido en una mezcla de De Gaulle con Churchill con algunos toques de Köhl, una pizca de JFK y un cacho de Felipe González (su costado más perverso).
Tito se arrepentiría más tarde de esa obra abominable titulada, encima, con un gerundio. Griselda Moch también intentaría olvidar que una vez cada 15 días sacaba una nota en la que decía que el grupo de jóvenes asesores de Itamar era lo mejor que le había pasado a Brasil en todos sus años de historia. Más que el Amazonas, más que Pelé, que Garrincha. El catalán Sonatan era muy joven. Sí, se arrepintió de haber elogiado taaaaanto un spot publicitario en donde Itamar decía “Alguns filhos da puta tao falando por aí que eu sou uma pessoa nefasta. Porra irmao!!, será porque eu nao transo sem camisinha? Será porque no escreví essa merda da teoría da dependencia? Será porque eu acho que Caetano Veloso é viadao?”.
Cuatro notas Josep Sonatan. Cuatro. Para un spot publicitario. Se nota muuucho diría Niembro, en su frase hit.
Pero no nos vayamos por las ramas, dijo el macaco.
Porque el arrepentimiento vino después. Antes, todo era un colectivo yendo a 200 por hora rumbo a las grandes ligas, a los grandes restaurantes de París, Roma, Barcelona y London. “Me saqué una foto con Tony Blair, eso no me lo quita nadie”, diría después, cínica, una de las jóvenes asesoras de Itamar, de la que sólo conocemos su apodo: “La Pérfida Albión”.
Y Tito Manes, Griselda Moch y Josep Sonatan sonreían ante eso. Les daba vergüencita, un poco, les corría un aire por la nuca. Pero en fin. El deber mandaba. Pero un día llegó el hecho que marcaría a fuego al trío. Un hecho extraordinario, voluptuoso. Inconmensurable.
Estaba Itamar sentado en un sofá individual de su despacho. A su lado, en otro individual “La Pérfida Albión”. Y en un sofá triple, Tito Manes, Griselda Moch y Josep Sonatan. Eran esos sofás de pana, esos que si pasás un dedo a contrapelo, hacés una rayita. Bueno esos. Muy cómodos, amplios. Tanto que en el de los tres periodistas podría entrar uno o dos más si se apretaban.
Era una reunión de rutina, en donde nuestros tres héroes iban a escuchar a Itamar y a alguno de sus jóvenes ayudantes con la intención de volver a la redacción con algún dato que pudiera marcar, o bien la portada, o bien el “análisis” que también hacían. No el análisis onda lo que hacen acá Morales Solá y esos. Ellos en una nota metían el parrafito de “análisis” y cumplían con todo y con todos. Un datito, una lectura, una frase original, alcanzaba.
Decía que era una reunión de rutina. Itamar estaba contando sus típicas imbecilidades que a ninguno de los tres les importaba.
Hasta que en un momento señores. Créanlo. En un momento de silencio. No va Itamar y se desgracia.
Si señores, se le escapó un pedito.
Más bien sonoro eh? Nada de ese al que se le dice “Luis” porque hace “sssss”. No, no, no, un pedito con todas las de la ley. Tampoco una bomba, pero un pedito bien reconocible.
Ay dios, no haber tenido una cámara para retratar el segundo posterior al pedito.
Tito Manes, Griselda Moch y Josep Sonatan ahí adelante. Mirando hipnotizados.
Sin moverse, sin mirarse, haciendo todo el esfuerzo por no desviar sus ojos de los de Itamar.
Sabían que si alguien se movía, estallaba todo. Se pudría todo.
Todo quieto. Dos segundos de oro.
El sillón, como se dijo, era de pana, no de cuerina, que podría haber generado un ruido similar al del pedo por causa de un movimiento. No, Itamar estaba sentado quietito como una estatua. Con las piernas cruzadas. Y por ese conducto señores, por ese puente de Niteroi, pasó el gas a toda bala, con un pequeño rugidito.
“La Pérfida Albión”, para peor, miró al sillón de Itamar en el instante del pedo. Y luego se hizo la boluda también olímpicamente. Itamar siguió hablando como si nada.
Pero nuestros héroes estaban ahí, petrificados. Queriendo que mamá les de la teta, o que el abuelo los lleve a la calesita.
Ni pestañearon los turros, ojos bien abiertos, secándose a velocidad crucero, y ellos sin pestañear.
Inmóviles. Griselda Moch, a los tres segundos, sólo atinó a sacarse un mechón de pelo que había caído sobre su ojo.
Los demás, estatuas. Nadie se quería mirar, ni tocar. Ya nadie se escuchaba, obvio. Tras que lo que decía Itamar era una pelotudez, el sonido de GNC hizo que todo lo demás les chupara un huevo.
Pero mis amigos. Eso no fue el final.
A los cinco segundos. A los seis segundos, señores. Cuando la tensión parecía empezar a disiparse. Cuando los músculos comenzaban a aflojarse. Cuando se pudo volver a respirar. Sí a los seis o siete segundos. Pasó lo peor.
Pintó la baranda.
Era un olor que nadie había sentido nunca antes. Apestoso. Nauseabundo. Horrible. Tremebundo.
Tan penetrante que nuestros héroes debieron dejar de respirar otra vez. Y empezaron a pestañar más rápido. Nadie quería hacer una aspiración un poquito fuerte, como cuando te metés un moco para adentro, un snif. Porque implicaría hacer el comentario letal: “Che, qué olor a mierda”.
No entraba aire por la nariz. La boca fungió (otra vez el verbito) de conducto.
“La Pérfida Albión”, imperturbable hasta ese momento, se acomodó suavemente de nuevo en su sofá y clavó sus ojos en el techo, como buscando algo.
Itamar seguía hablando como si nada. En ese momento comentaba algo sobre el incremento de la exportación de “Camarao palito”. A nadie le importaba.
¿Y qué hicieron nuestros tres ídolos? Uno pensará “bueno, alguno dijo voy al baño un segundo salió y vomitó”, otros dirán que no, que le pidieron a “La Pérfida Albión” que abra la ventana un minuto, que hacía calor, en fin. Reacciones normales.
No señores. Tito Manes, Griselda Moch y Josep Sonatan se fumaron el pedo en silencio.
Se lo aspiraron entero señores. Sin decir ni pío.
Sin siquiera ponerse la mano en la nariz, como haciendo que les picaba y de paso intentar sentir el olor a piel.
Nada. Impertérritos los tres. Haciendo que escuchaban, saboreándose el pedo más desagradable de la historia do Brasil.
El pedo de la feijoada más rancia que alguna vez se haya cocinado en el mundo.
Josep Sonatan, como les decía, el más, joven, algo más osado. Recordó que el día anterior Itamar había hecho una gira por Pernambuco. “¿Qué mierda habrá comido este hijo de puta” pensó muy, pero muy para sus adentros.
Pero nadie dijo nada. El olor tardó en disiparse unos 6 o 7 minutos. Que parecieron eternos, lógico.
Pasaron 10 minutos más y la charla concluyó tan amena como había empezado. Itamar le tuvo que mover el brazo a “La Pérfida Albión” para avisarle que había terminado. Ella seguía con los ojos clavados en el techo.
Ante el aviso murmuró algo respecto de la humedad que se filtraba, una tontería así y acompañó hasta la salida del Planalto a los jóvenes jornalistas.
La caminata fue acompañada por un sacrosanto silencio. Habitualmente dicharacheros, esta vez, iban mudos. Escuchaban sus pasos. El sonido de los tacos de Griselda Moch y el “crich crich” que hacían las suelas de las All Star del catalán al despegarse del suelo.
“Bueno, bien, ¿no?” preguntó de forma “La Pérfida Albión” que quería volver rápido a su oficina. “Bien, bien”, respondieron los tres, bajito. Besos a los tres y adiós.
Tito Manes, Griselda Moch y Josep Sonatan atravesaron la plaza frente al Planalto en silencio. En un momento, Sonatan no pudo más y preguntó: “¿Cómo se cagó el amigo, no?” y a renglón seguido, “qué hijo de puta”.
Terror. Griselda Moch miraba para todos lados, cogoteaba, para ver que no hubiese nadie cerca que pudiera escuchar la herejía. “Y sí, bueno, a veces pasa” minimizó Tito Manes que seguía afectado y sentía que esa baranda nunca más se iría de la napia.
“Pero es un hijo de puta” insistió el catalán para pavor de sus colegas. “Si se caga así nomás adelante nuestro, sin importarle absolutamente nada, imaginate como va a manejar el país”, tiró. Griselda Moch, se enojó: “Bueno boludo, ¿vos no te tirás pedos? ¿O los tuyos tienen olor a rosas?”.
“No flaca”, aceptó Sonatan, “pero entre el olor a rosas y ese olor hay una gama tan grande que….”.
Ahí quedó todo.
Nunca se contó nada más. El caso fue sepultado en un juramento implícito entre los tres periodistas y –a distancia- “La Pérfida Albión”.
Ese episodio fue simbólico. Ahí aprendieron a callar.
Y el Gobierno siguió adelante. Y los tres escribieron muchas pero muchas notas, la mayoría de ellas de tapa. Ganándose tapa a tapa el odio de sus colegas.
El Gobierno terminó mal. Con algunos quilombitos digamos. Un bardo que puso en riesgo la vida y la libertad de terceras personas, como dirían los abogados.
Y ellos, que estuvieron ahí, al lado, callaron.
Ellos, que se fumaron el flato de Itamar, callaron.
Escribieron cuando tuvieron que escribir y callaron cuando tuvieron que callar. Mantuvieron la lealtad a un viejo execrable y a una bandita de forros que creyeron –como Skeletor- que iban a manejar el mundo.
No sabemos si es para felicitarlos o para fusilarlos.
Pero callaron.
No contaron nada. Y mirá que vieron pasar de todo eh? Si, eso también. Plata también vieron pasar.
No sabemos si hacia sus bolsillos. Dejémosle el beneficio de la duda. Suponemos que es gente honorable. Que hicieron lo que hicieron convencidos.
Pero estimados Tito, Griselda y Josep, el pueblo merece más de ustedes, quiere saber qué pasó. Quiere que le cuenten la decadencia, ustedes que fueron testigos privilegiados.
Pero no, callaron.
Y dejaron el periodismo, claro. Ese noble oficio, el mejor del mundo según García Márquez.
Hoy nos cuentan que Tito Manes se exilió en Canadá, en donde se dedicó a la ficción, si concedemos que todo lo que escribió durante la gestión de Itamar fue “realidad”.
Griselda Moch se puso a revisar su árbol genealógico en procura de encontrar algún sentido a sus pesadillas. Nos dicen que está casada con un pariente lejano del consultor Jaime Durán Barba, pero no lo sabemos.
Josep Sonatan, anduvo por ahí, fue, vino, la jugó de intelectual, escribió papers, conoció glorias de la politología y por ese mundo debe andar.
Algunos suponen que en algún momento de sus vidas no podrán seguir con la culpa y hablarán. Otros afirman que ya lo hicieron, pero no en público. Ante sus analistas, o sus parejas, o sus amigos.
O povarao sonámbulo, espera aún novedades. Tarde o temprano van a llegar.
Quizá cuando Keith Richart vuelva a tocar de fondo, en ese casette, en ese walkman.
2 notes
·
View notes
Photo
-No puedo evitar reír por lo que me dice mi mejor amigo, mientras se señala los ojos. A diferencia de él, yo no siento nada especial cuando veo a una mujer, por hermosa que ésta me parezca-. Anda, calla... -Le digo y en ese momento, veo la puerta abrirse. Miro hacia allí, y las veo cogidas de la mano. Sonrío al ver como Dolores me saluda, y me fijo en lo hermosas que están las dos, y en la preciosa pareja que hacen. Le doy un codazo a Jack con disimulo-. Ahí están... -Digo en voz baja, y me pongo de pie en cuanto veo que se acercan a la mesa, rodeando ésta para salir-. Hola, chicas... Estáis guapísimas. -Digo y les doy un beso a cada una, poniendo mi mano en sus respectivas cinturas cuando lo hago. Después me aparto sonriendo, y señalo a mi amigo-. Jack, estas son Dolores y Carmen. -Las señalo al presentarlas, sintiendo dentro de mí una alegría enorme, por tener a mis tres mejores amigos, juntos en el mismo local-. Chicas, este es Jack. -Digo mientras las miro a ellas, sonriendo con orgullo.
-Mi amigo me manda a callar y yo le hago caso porque, en verdad, creo que estoy mejor callado. Pero yo no me callo cuando estoy nervioso. Y lo estoy. Pero no tanto como cuando siento el codazo que me da. Justo estaba mirando a otro lado pero, cuando llama mi atención y miro a la puerta para ver a esas dos amigas, la verdad es que no puedo creerme lo que estoy viendo. Taylor actúa con tanta normalidad que yo no sé cómo hacerlo pero me levanto de la silla, cuando mi amigo me señala, sonriendo a las dos, que no podían ser más guapas y perfectas. Lamentablemente, tienen todo lo que me gusta en una chica.- Hola, chicas, es un placer. -Digo saliendo de la mesa para dar un beso a cada una. Huelen a perfume, a maquillaje, a champú y a tantas cosas que hasta se me encoge el estómago.- Dolores eres tú. -Digo señalando a la rubia, para que me quede claro. Pongo la mano en el hombro de mi amigo.- Tay me ha hablado mucho de ti. Bueno, de las dos.
-Me había imaginado muchas veces este momento pero siempre todo sale distinto a como lo imaginas día tras día en tu cabeza aunque no por eso es peor o menos perfecto. El chico es más guapo que en las fotos, tenía razón Taylor y va bien vestido y huele muy bien. Me saluda diciéndome que si yo soy Dolores.- Aquí me tienes, yo soy Dolores. -Le digo.- A mí también me ha hablado de ti, mucho además, y a Carmen también. -Me acerco entonces a ti para romper esa línea de fuego que siempre hay en un primer encuentro y poniendo la palma de mi mano en tu hombro, te doy un beso en la mejilla.- Encantada, Jack. -Te digo con una sonrisa y después miro a Taylor con una más cómplice.
-Todos los encuentros tienen su momento tenso. Yo no sé qué nos espera hoy pero he visto muchos hombres con el aspecto, los gestos y la forma de actuar de Jack. Parece mentira pero, una cara, dice mucho. Sé de sobra que es un vacilón y también sé que tiene pinta de gustarle todo lo que se mueve. Estoy dispuesta a aguantar lo que sea por Taylor y Dolores pero, si algo va con ella, mal vamos... Saludo al dulce Taylor con un beso, agarrándole por el brazo cuando se nos acerca. Y correspondo con amabilidad a Jack, pero no pierdo atención de lo que sucede y, a juzgar porque nombra ya antes a Dolores, está claro que es quien ha captado su atención.- Lo mismo digo, Jack. Respondo disponiéndome a abrirme el abrigo porque aquí hace calor. Miro a Taylor, que parece contento, y me acerco a la mesa donde estaban, para ocupar una de las sillas.
Taylor, Jack, Dolores y Carmen
7 notes
·
View notes
Text
Gatito malo.
Maridaje: Jungkook x Lector, gato híbrido.
Género: Angustia leve, Smut (M) Jungkook, humano, amo x Lector, gato híbrido
Resumen: Jungkook, tu dueño, no tenía idea que habías comenzado con tu celo.
Estabas emocionada por volver a ver a Jimin después de tanto tiempo. Ustedes eran muy bueno amigos. Namjoon, dueño de Jimin, y Jungkook eran como hermanos. Luego de que fuiste adoptada, tu dueño te llevo a conocer a Jimin, él era el gato más cariñoso y dulce del mundo. Él no se parecía en nada a los gatos de tu refugio.
Cuando Jimin estuvo en celo, Namjoon le propuso a Jungkook la idea de que yo lo ayudara con eso. Jungkook se había puesto celoso ante esa idea, eras su bebé, pero terminó aceptando.
Tu dueño no dejaría que se volviera a repetir, le comentaste que Jimin talvez no había sido muy cuidadoso al principio, no tuviste que seguir hablando para que Jungkook ya tomara una decisión.
Sin embargo Jimin y tú siguieron juntandose, compartiendo tiempo el uno con el otro, mientras sus dueños hablaban de sus cosas.
Hoy era uno de esos días en donde visitarías a Jimin después de varias semanas. Dabas saltitos de alegría, haciendo que Jungkook sonriera.
Tu dueño llamo a la puerta, cuando se abrió pudiste ver a un Namjoon con una sonrisa recibiendo a sus invitados. Primero entra Jungkook, y tu le sigues, lo primero que ves es a Jimin sentado en el sofá, él al verte corre hacía ti, y se unen en un gran abrazo, cuando comienza a oler tu cuello como lo hace normalmente, solo que ahora por unos segundos más. Él te invita a que vean una película, a lo cuál tú aceptas, mientras que sus dueños van a la cocina, a preparar su leche seguramente.
Te sientas al lado de Jimin, mientras él aprieta el botón y la película comienza a reproducirse. Comienza a acercarte a Jimin, colocas tu cabeza en su cuello, cuando comienzas a ronronear, el gato a tu lado se percata de esto, y comienza a acariciar su cabeza con la tuya. Desde que entraste a su casa el pudo oler tu celo, si siguiera sus instintos felinos ya te hubiera follado en el sofá, pero no lo hizo por respeto a ti y sus dueños. Él coloca su mano en tu muslo, y comienza a acariciarlo, tú haces lo mismo, mientras sigues con tu ronroneo. En ese momento entran sus dueños, Jungkook abre sus ojos cuando ve como ambos gatos se acarician, siempre eran cariñosos el uno con el otro, pero nunca de esta manera. Tu dueño coloca tu caja de leche frente a ti, dejando de lado a Jimin, tomas tu leche sin apartar tu mirada del gato, y él hace lo mismo. Puedes oir como ambos amos hablan de cosas que no te interesan. Luego de terminar con tu leche, Jimin y tú vuelven juntarse. De la nada, Jimin, te levanta y te pone en su regazo, colocando su mano derecha en tu muslo, mientras ambos sigues dandose cariño, la mano de Jimin sube muy lentamente metiendose en tu muslo interno.
— ¿Porqué no me dijiste que traerías a T/N mientras esta en celo?— dijo Namjoon, a lo que Jungkook lo miro con los ojos muy abiertos, ante la sorpresa.
— Y-yo no sabía que ella estaba en celo.— contesta Jungkook, sin apartar la vista de ambos felinos.
— Vas a dejar que estén juntos. Dímelo antes de que sea demasiado tarde.— le dijo Namjoon mientras tomaba un sorbo de su café.
— ¿A que te refieres?— pregunta Jungkook, ahora observando a Namjoon.
— No se si después pueda detener a Jimin.— ambos hombres miran a los gatos, que ahora estaban compartiendo un beso.
De repente Jungkook se pone de pie, haciendo sobresaltar a su amigo.
— T/N.— te llamo Jungkook con un tono frío. Lo miraste. — Toma tu abrigo, nos vamos.— volvio a hablar acercandose a ti.
— No, yo quiero quedarme.— dijiste mientras hacías un puchero, y te aferrabas más a Jimin.
— Dije que nos vamos.— dijo tu dueño con un tono más firme, señalando la puerta.
Protestando te alejas de Jimin, tomas tu abrigo, Jungkook se acerca a ti te lo coloca, sin mirarte, estaba enojado. Ambos se despiden de sus amigos para volver a su hogar.
Al llegar a casa entras primero, maldiciendo por lo bajo. Seguro tu dueño te iba a obligar a que tomes tus supresores, esas pastillas que apagaban tus deseos sexuales, eran horribles, no sabían para nada bien, hacían que tuvieras sueño, y que subieras de peso, las odiabas. Jungkook sabía de estos efectos secundarios, pero aún así te obligaba a que las tomaras.
— Ven aquí.— te llama Jungkook luego de sacarse su abrigo. Te acercas con un puchero, y tus cejas fruncidas, tú también estabas enojada. Él fue un poco brusco a la hora de sacarte el abrigo.
— ¿Porqué no me comentaste que comenzabas con tu celo?— te pregunto con un tono firme, mientras que estabas con la cabeza hacía abajo, y tenías tus brazos cruzados. — Contéstame T/N.— te ordeno, mientras también cruzaba sus brazos.
— No lo sé.— no sabías que había sido en realidad, no querías tomar esas pastillas, o talvez querías que Jungkook te cuidará, como lo hace en pocas ocasiones.
— Si que lo sabes. ¿Querías estar con Jimin? Es eso ¿verdad?— te pregunto, sabías muy bien que estaba tratando de insinuar.
— No, no es eso...— querías seguir hablando, pero tu amo te interrumpió.
— Es eso, no quieres tomar tus pastillas, para luego ir y follar con Jimin. Dime si estoy equivocado.— mientras más hablaba, su tono aumentaba, algo que te asustaba en realidad. Pero no dejarías que decida sobre ti, querías poder decidir por una vez.
— ¡No! ¡No quiero tomar esas pastillas! ¡Quiero estar con Jimin por que tu nunca me cuidas!¡No quieres estar conmigo y por eso me das esas...— querías seguir expresando tu ira pero la voz estruendosa de Jungkook te hizo callar.
— ¡No me eches la culpa a mi! Querías ir y follar con Jimin, por que no tienes ni poco de respeto hacía quien te da de comer, quien se queda cuidandote todo el tiempo que se necesite, quien te conciente como nadie. Fuiste ahí y te le insinuaste a Jimin. ¡No me dijiste nada por qué eres un gatito malo!— frente a sus últimas palabras abres la boca sorprendida, eran lo peor que te podían decir. Tu cola se esconde entre tus piernas, y tus orejas se pegan a tu cabeza. Mientras sale tu puchero, y tus ojos se llenan de lágrimas.
— ¡Ahora ve y sientate en sofá!— gritó Jungkook, a lo que simplememte obedesiste.
Cuando viste que la figura de tu amo desaparecía en la cocina, te sentiste libre de dejar que tus lágrimas salgan. Talvez él no te entendía, pero era horrible estar en tu situación. Estar en celo era cuando, tus deseos sexuales se elevaban por las nubes, y necesitabas atención, Jungkook no se negaba, pero muchas veces no tenía tiempo a cuidarte. Prefería darte esas asquerosas pastillas, antes de que te fueras con otro gato.
Habían pasado 30 minutos, en los que no dejaste de llorar, cuando ves a Jungkook aparecer con un vaso de leche y tus pastillas en otra mano. Su rostro se veía más calmado. Probablemente estuvo en la cocina debatiendo internamente, sobre como te grito. Se sento a tu lado, y colocó los objetos frente a ti.
— ¿Vas a tomar tus pastillas?— te pregunto en un tono muy diferente a el de hace unos minutos. Negaste con la cabeza, a lo que el suspiro. Era un amo muy estricto y odiaba cuando te ponías 'rebelde'.
— Gatito...— iba a hablar pero lo interrumpiste con tus acciones. Te arrodillaste frente a él. Jungkook miraba tus ojos hinchados, y se sentio culpable por haberte gritado.
— Papi, por favor, perdóname. No quise ser un gatito malo. Yo solo quería que me cuidaras. Por favor papi, lo siento.— le rogaste.
— Esta bien bebé, perdón por gritarte. Tu no eres un gatito malo... Solo estaba celoso, no quería que estuvieras con Jimin.— confesó mientras comenzaba a acariciar tus orejas.
— Papi yo no iba a dejar que eso sucediera. Solo quería atención. Perdón... q-quiero compensarte papi.— dijiste mientras dirigias tus manos a su abdomen. Podías ver en los ojos de tu amo, lo sorprendido que estaba ante tus palabras. Tras unos segundo pensando, solo decidió asentir lentamente.
Te inclinaste y pusiste tus labios en los de Jungkook, el beso fue un poco tímido al principio. Luego sentiste como tu amo dirigía su mano hacía la parte trasera de tu cabeza, para darle más intensidad al beso, acarició tu labio inferior con su lengua, a lo que abriste dejando que entrará. Mientras seguía el beso dejaste que tu mano callera hasta su entrepierna, donde comenzaste a acariciar, sintiendo como su erección crecía. Oiste como solto un gemido. Te separaste de él y comenzaste a deshacerte de su cinturón, bajaste sus pantalones y sus boxers hasta sus muslos, cuando finalmente se libero su erección. Sentiste como tu boca se llenaba de saliva, solo querías complacer. Te acercaste a su punta y diste unas pequeñas lamidas, cuando llevaste su punta a tu boca, podías sentir el presemen en tu lengua, fuiste metiendo más cantidad en tu boca, al llegar a la base volviste a subir rápidamente, y comenzaste con un ritmo constante.
Tu amo, llevo sus manos, que antes estaban a sus costados, a la parte trasera de tu cabeza, para apartar el pelo de tu cara, y fue ahí cuando comenzó a manejar tu ritmo. Era rápido y al llegar a la base te mantenía ahí, por unos segundos. Cuando su respiración comenzo a hacer mas inestable, sostuvo tu cabeza en la base, por más tiempo que antes, él vio como tus ojos se llenaban de lagrimas, y como te ahogabas con su polla. Eso lo exitaba.
— Mi gatito es tan bueno.— dijo para luego soltar un gruñido. Sabía mejor que nadie, que odiabas cuando hacía que te metieras toda su polla en tu boca, pero cuando lo hacías te llenaba de elogios.
— No podría estar enojado, cuando mi gatito se come toda mi polla.— soltó entre gruñidos. Cuando su liberación se acercaba, él se separo de ti.
— Ven aquí, bebé.— el te acostó en el sofá, se desnudó completamente, para luego colocarse encima tuyo. — ¿Mi bebé quiere que la cuiden?— asentiste con gran entusiasmo. — Bien.— murmuró, para luego agarrar el extremo de tu suéter y llevar por encima de tu cabeza, junto con la camiseta que tenías debajo.
Ahora podía ver tu sostén de un color rosa pastel, y te lo quito, para acercar tu pezón a su boca y lamerlo con entusiasmo. Soltaste unos pequeños gemidos. Él tenía su otra mano masajeando tu otro seno. Cuando soltó tu pezón, comenzo a dejar besos hasta llegar a tu cuello.
— No puedo esperar para tenerte apretada alrededor de mi polla. Tu eres mía, gatito.— murmuró en tu cuello, a lo que solo pudiste soltar otro gemido.
Sus manos dejaron tus senos, para dirigirse a tu falda y levantarla. Pudiste escuchar el sonido de tela rompiendose, efectivamente, tu amo había destrozado tus bragas. Él paso sus dedos sobre tus pliegues, y luego tomo su polla y la froto sobre tu intimidad, él soltaba gruñidos. Pudiste sentir como entraba en ti lentamente para evitar herirte, una vez que estuve completamente dentro, solo le tomó unos segundos comenzar a moverse, aunque no te habías acostumbrado a su tamaño todavía, el placer fue más grande que el dolor, solo podías gemir.
Sorprendentemente su ritmo era muy rápido, el embestia hacía ti con la fuerza, para que pudieras sentirlo completamente.
— Jimin no podría hacerte sentir así gatito.— te murmuró Jungkook, a lo que soltaste un gemido, para luego comenzar a besarlo con gran pasión. Sabías que Jungkook se pondría celoso si te viera con Jimin, talvez lo hiciste a propósito, solo querías que tu amo te cuidara, como lo estaba haciendo ahora.
Jungkook tenía ambas manos en tus caderas, para poder entrar más profundamente, cada embestida que daba llegaba al punto exacto para hacer que te sintieras en las nubes. Jungkook y tu, no mantenían relaciones sexuales, a veces lo ayudabas con su estrés, él te ayudaba con tu celo. Pero después de eso todo volvía a la relación de amo y mascota.
Sentiste comos sus movimientos se volvieron erráticos, significando que ya estaba cerca. En ese momento comenzaste a sentir ese hormigueo en tu pelvis.
— P-papi, estoy cerca...— Jungkook gruño fuertemente, como señal de que él también lo estaba.
Tomó unas cuantas embestidas hasta que ambos llegaran al orgasmo, tu amo, siguió pero con movimientos mas profundos, probablemente para que todo su semen quede dentro de ti.
Luego de que sus respiraciones volvieran a la normalidad, ambos se vistieron. Sus vistas quedaron fijas en las mesa, que aún tenía la pastilla y el vaso de leche. Tomaste el vaso de leche y en segundos estaba vacío.
— No quiero tomarla papi.—dijiste dirigiendo tu vista a tu amo, él tenía su cabello desordenado, lo que lo hacía lucir más tierno. Soltó un risa.
— Esta bien gatito, no te obligare.— te contesto, poniendo una mano sobre tus orejas y acariciandolas. El bajo su mano a tu cuello, acomodó tu pequeño collar, que seguramente se había torcido tras los besos en el cuello.
— ¿Quieres que te de un baño?— te pregunta, a lo que asientes con emoción. Te levantaste de tu asiento y fuiste dando saltitos hacía el baño, él fue a tu habitación a buscar tu ropa, y toallas.
Jungkook era el mejor dueño que pudieras tener. Él te cuidaba mucho, aunque a veces eras un gatito malo.
#btsescenarios#btsscenarios#bts#btsjungkook#jungkook#jungkookangustia#jungkookangst#jungkooksmut#bts smut#btshybrid!au#btshibrido!au#hybrid#híbrido
5 notes
·
View notes
Text
Hola, Querido Amor...
Como cualquier otra carta, común y corriente, debería iniciar con cortesía; mostrando la mucha educación y respeto que se tiene a quien va dirigida la cantidad de palabras escritas. Pero... ¿Podré hacerla como "cualquier otra carta, común y corriente"?.
Hola, Espero que estés bien, y si lo estás, me alegro mucho, muchísimo de ello; no sólo por educación, sino porque así he esperado que hayas estado todo este tiempo. Desconozco qué haces o si es un momento inoportuno, de ser así, me disculpo, no es mi intención causar incomodidad ni distracción.
Te he escrito para saber de ti, si estás bien de salud, emocionalmente, físicamente... me preocupa tu bienestar. Recuerdo que hablábamos de tus dolencias y ahora que no estoy al tanto de tu diario vivir, me inquieta saber si estás bien. Sea como sea, cuidate mucho porque de eso depende tu vida, y el bien de tu familia, amigos y seres queridos, de eso dependo yo también. Que estés sano, fuerte y vivo, nos llena de vida a todos, sí, a todos los que podemos ver en ti parte de nuestro corazón, tiempo, espacio, sensaciones y emociones compartidas que han dejado un ancla en nuestra historia en este mundo.
Te extraño, lamento decirlo, pero callar no es una opción factible para mi bienestar. De hecho, nunca he dejado de extrañarte ¿Qué raro, no? Y pensar que en varias ocasiones pensé estar seguro de que sólo teníamos que estar lejos y no saber nada el uno del otro para olvidar y superar. Pero otra vez me equivoqué, tontamente.
Extraño tu voz por las mañanas, tu voz cálida, dulce y tierna al decirme «buenos días», extraño tu sonrisa, esa sonrisa perfecta que me enamoró en una sola fotografía. Disculpa, sé que puede incomodar todo lo que estoy escribiendo, pero debo desahogar todo lo que por mucho tiempo he callado ante ti. ¡Perdón!.
Cada domingo en el que veo películas en mi casa, suelo imaginar que estás a mi lado, comentando la trama, acariciando mi cabello despeinado, rodeando mi cuerpo con un abrazo o simplemente mirándome entretenido al ver la Televisión. ¡Qué loco estoy quedando!. Pero, me sienta bien hacerlo, o eso creo.
Louis, el oso de felpa que me regalaste, me acompaña todas las noches a dormir, siento que de alguna forma me da un poco de calma, de protección y sensación de que estás más cerca de lo que mi realidad me obliga a ver. Suelo imaginarte en muchos momentos de mi vida, en las comidas, en los baños, en mi cama, incluso en el trabajo o de paseo; me encantaría que fueses a conocer a toda mi familia en el próximo viaje que haremos al interior del país.
Te quiero, como quieren los locos, de una manera desenfrenada y sin medidas. Te quiero como si no pudiera hacer más nada para ocultarlo, es que simplemente no puedo evitarlo. Te quiero en mi vida otra vez, con amigos, sin amigos, con o sin familias, aunque sólo seamos tu y yo, ocultos al mundo entero... Pero te quiero.
Me haces tanta falta, tanto que contarte, tanto que escucharte. Mi sobrino ya no te reconoce, le pregunto por su tío y sólo menciona a los tíos de parte de papá y a mi de parte de mamá; antes no paraba de torturarme preguntando por su tío, tu.
Siento que el tiempo ha pasado rápido y lento a la vez. He hecho cosas malas, como hablar con alguien más pero no he podido hacer que mi corazón sienta algo más allá. Estoy esperando algo, o más bien, a alguien. Recuerdo la promesa que te hice, esperarte el tiempo que sea necesario, y recibirte con los brazos abiertos. Sigue en pie y Ojalá la tomes en cuenta.
No puedo hacer que me quieras otra vez, aunque es lo que más anhelo, no mando en tu corazón, sólo puedo decirte que mi vida sin ti es igual de gruñona, sólo que más triste, más vaga, más oscura y no de maldad, más bien de soledad. Tengo amigos, familia, sobrinos que amo con todo mi corazón, una madre maravillosa, y agradezco a Dios por eso, porque tengo formas reconfortantes de llevar la vida, pero me faltas tu.
Hola, Querido Amor... Sólo quiero decirte que te amo y que nunca te olvidaré.
#dimemanuelito#amore mio#cartas de amor#citas de desamor#olvido#querer#amor#corazon#asi es la vida#esperar#hola mi amor#blogger#boyfriend#te extraño#tumblrboys#poets on tumblr#cosas del corazón#cartas#poesia#poem#versos#citas de amor#te quiero#lovestory#inspiring love quotes
204 notes
·
View notes
Text
Who r u?
Imagino que, luego del último escrito, te quedaste con una gran duda. ¿Qué opinión tengo yo realmente de vos?, o mejor dicho, ¿quién sos realmente?
Como había dicho antes, es algo muy complicado de responder a pesar de que parece tratarse de una simple pregunta. No necesito inspiración; en realidad necesito tener la capacidad de hablarte desde los adentros de mi corazón, y esto es algo que no suele suceder. Te soy explícita en cuanto a pensamientos, sin embargo soy un desastre explicando mis sentimientos.
Esta es una de esas noches en las que está sucediendo (qué fortuna).
¿Qué sos entonces? Bien. Sos de ese tipo de personas que pueden encontrarse sólo una vez en la vida debido a lo especial, lo diferente que sos. Tienes muchos aspectos de tu personalidad que hoy en día resultan esenciales en las personas, y que tristemente a pocos les quedan. Esto sucede debido a que a la gran mayoría no les agradan (y es por esto que las personas deciden cambiar, porque pareciera que ellos necesitan caerle bien a los demás para sobrevivir, y tener un pensamiento como tal en mente es un puto asco) como ocurre con tu honestidad que, sinceramente, es digna de mi aplauso.
Sos simple, sos directo, no necesitas darle vueltas a las cosas para llegar al punto, no necesitas palabras extras. Me dijiste alguna que otra vez que no tenías tacto para decir las cosas, y puede que haya sido verdad en ciertas ocasiones (no conmigo), pero no es algo que vaya a costarte mucho cambiar. Sos muy bueno, y tampoco tenemos que ir al extremo de decirles a todos lo que ellos mismos desean escuchar. En resumen, sos muy honesto y me encanta. Me encanta de vos porque eso es lo que necesito cerca mío, y más allá de eso, no sólo es lo que todos necesitamos oír en nuestras vidas, sino que vos necesitas ser honesto con vos mismo.
Siempre envidié esa honestidad. Vos sabes que yo soy todo lo contrario, nunca puedo decir lo que siento al 100% con las demás personas, pues mi verdad termina mutando al verse condicionada por los sentimientos de los demás, porque sí, porque los demás siempre van a ser priorizados.
Pienso que no hay nada más lindo que eso, que serse objetivo a uno. Vale mucho la pena, y estoy de acuerdo en que en la mayoría del tiempo lo sos (y en otros momentos te tiras abajo y me dan ganas de callarte, y sí, ya sabes cómo es el mecanismo de callar al otro). ¿Puedo aclarar que la honestidad no está ligada únicamente a la sinceridad? Vos siempre decís la verdad, pero no es lo único que te hace honesto, sino el ser un chico razonable, lógico.
Eso me lleva al siguiente punto: sos muy inteligente. Siempre pensé que tenemos dos formas muy distintas de ver al mundo, sin embargo nos atraemos un montón, y es porque nos da curiosidad la perspectiva del otro. En mi caso, aunque al discutir pueda enojarme, me gustan tus argumentos que son, no sólo convincentes, sino también coherentes. Me gusta la calidez y calidad de tus palabras. Me gusta que puedas callarme, es como un juego constante de quién posee o no la razón, me encanta. Aprendo mucho de vos, aprendo cómo ganarte en un debate la próxima vez. Siempre vemos este tipo de cosas como algo malo, y pienso que hay que verlo quizás con más positivismo. ¿Viste el dicho de ‘los que se pelean, se aman’? Es algo parecido. Podrás ver en momentos como esos que quiero tomar autoridad e imponer lo que pienso, sin embargo lo veo como un coqueteo hacia vos. (Estoy haciendo enfoque a debates o discusiones de temas triviales, las peleas siempre son malas y tenemos que evitarlas como sea).
Siempre dicen que los varones son más inmaduros que las mujeres, sin embargo nunca lo ví así con vos. No sé si es porque soy menor o tengo menos experiencia en muchas cosas, pero siempre admiré de vos eso. Y esto apoya mi teoría de que te diferencias de los demás: Actúas como alguien mayor, y dios, eso enamora un montón. Nunca te enojarías por boludeces, no sos alguien que haga berrinches, no molestas en lo absoluto. Sos tranquilo, paciente, con una personalidad bastante bien descubierta y marcada. Es que no sé, pienso en tu forma de pensar y actuar y me derrito, es como, vení y actuá así frente a mí. Yo me muero. (Tenés que ser mi novio, sólo digo).
A ver, a ver, más cosas de vos... Me fascina lo dedicado que sos con todo lo que haces. Las personas suelen destacar de los demás el hecho de esforzarse en metas que realmente quieren conseguir, y no me parece algo que deba recibir tanto mérito. TODOS debemos luchar por lo que queremos, sin embargo... vos tenés una forma de hacer las cosas muy linda, muy tuya. No hay forma de explicar esto, pero por ejemplo, tus dibujos, esa cartulina que hiciste con ese círculo tan perfecto y tu letra prolija, aquella vez que me ayudaste a editar el chat del juego (Gipsy) que creamos con Maia, July y Joaquín, tu forma de escribir. ¿Podríamos decir que estoy enamorada de la forma en la que haces las cosas? Porque me encanta un montón. Me llama muchísimo la atención, y me recuerda lo precioso que sos cada día. Además, te considero perfeccionista también, y disfruto de eso. No podría estar con alguien que haga las cosas ‘así nomás’. No me gusta.
Tu tranquilidad es simplemente perfecta. Soy una persona que tiende a estar nerviosa, enojada o hiperactiva gran parte del tiempo, y es tu tranquilidad la que me complementa. Son tus dulces palabras, esa voz tan bonita, dios... se siente como si abrazaras cada parte de mí, incluyendo mi interior, y me provocas un grande suspiro. Luego de eso, puedo llegar a quedarme igual de tranquila o más que vos, y encima me dejas mimosa. Es impresionante. Sos muy bueno.
Me gustan tus gustos. Suena raro, ¿no?, pero es verdad. Me fascina tu gusto por el negro, hasta cuando te vistes (pero sigo insistiendo en que tenés que experimentar con nuevos colores, como el bordó por ejemplo, porque podrian llegar a quedarte muy bien y aún no lo sabes). Tu música es tranquila, oscura pero muy relajante muchas veces, y me agrada. Y lo mismo sucede con los animes que ves, siento que no podría gustarte cualquiera; deben tener una historia o trama que llamen tu atención. Por ejemplo, tu gusto por Ergo Proxy con tan sólo ver en un amv unas cuantas escenas... encima terminó siendo, por lo que me contaste, un buen anime. No sé, me encanta todo lo que te gusta, tienes un estilo muy marcado y que gusta mucho (o al menos a mí).
Y con respecto a tu humor, uff. Puede que hagas algún que otro chiste que a vos mismo no te cause gracia, pero a mí me haces reír un montón siempre. Sos una persona ocurrente, con una imaginación, sueños y pensamientos interesantes, y las personas así, no sé, disfruto de estar con ellas porque me sacan sonrisas constantemente. Vos sos de esas personas. Me encantaría poder ser tu psicoanalista y conocer tu inconsciente a fondo. Tu cerebro en sí es peculiar.
¿Sabías que sos alguien muy ubicado? Me refiero al antónimo de desubicado. La gente tiende a ser desagradable en el dia a día, a realizar acciones o decir cosas que no deberían en cierto momento, y pienso que disgusta muchísimo. Siempre pensé que sos todo lo contrario. Ambos, de hecho, somos personas muy... no correctas, pero si educadas en muchos sentidos, y me gusta.
Hay algo que AMO de vos, sí, como lees. Y es lo respetuoso que sos. Desde que te conozco nunca me faltaste el respeto, y sé que no lo vas a hacer. Nunca te aprovechaste de mí, nunca me insultaste, ni me maltrataste, ni me usaste. Nunca insististe en cosas que yo decía que no (a menos que consideres que son buenas para mí, o que puedo llegar a disfrutarlas). Siempre mantienes la distancia a la hora de yo realizar mis decisiones (si es que no te pedí ayuda) y eso me gusta un montón. Me respetas muchísimo, como nunca nadie lo hizo. Y no sólo conmigo sos respetuoso, sino en general, hasta en lol. Sos bello. Sos muy bueno.
Arriba ya lo había mencionado antes, pero me gustaria volver a hacerlo: tu paciencia. Hace unos días hablábamos juntos de las posibles carreras que te gustaría tener, y en una de ellas, uno de los requisitos secundarios era la paciencia. Hiciste una broma al respecto, como diciendo que no la tenés, pero yo no lo veo así. En realidad, llevas teniendo paciencia desde que naciste, yo creo. Pasaste por muchísimas cosas horribles que realmente no deberían haber sucedido, y yo sinceramente, en tu lugar, hubiera perdido la cordura hace muuuucho tiempo. Aguantas muchas cosas que no deberías, y en este mismo momento estás siendo paciente al esperar por mí, al esperar por que estemos juntos. Esperas siempre, aguantas todo el tiempo. Sos muy fuerte. Y sí, este párrafo va a ser un poco más largo debido a que también quiero resaltar tu fortaleza; ésta última y tu paciencia están muy ligadas. Vivís diciéndome que sos débil, y dejame decirte que vas a tener que leer de nuevo el principio del párrafo 7. Sé objetivo con vos mismo. Sos muy fuerte, pasaste por tanta mierda, por personas estúpidas que te lastimaron desde chico muy injustamente. Sufriste por amor horriblemente y no te quedó otra que cerrarte en el no querer más a nadie, porque cualquiera podría pensar que esa es la salida en aquellas situaciones. Vos tuviste la valentía de seguir de pie, mientras que otros siquiera estarían vivos... La vida es triste, injusta y dura, pero aquí estás. Te admiro un montón, siempre lo hice.
Y es que a día de hoy seguís sonriendo. Por más que pueda llegar a ser yo la causante de esa sonrisa, sos vos el que sonríe, el que se deja sacar sonrisas.
La puta madre.
Me enorgulleces.
¿Ya dije que sos bueno?, ¿sí?, ¿Ya tres veces? Bueno, dejame decírtelo una cuarta: Sos muy bueno. Y de verdad quiero cerrar con este testamento eterno hablando específicamente de eso.
Quiero que lo que vaya a decirte te llegue, y no tengo la menor idea de cómo hacerlo.
Es muy posible que no me creas cada vez que destaco tu bondad y la halago, pero quiero que pienses que es por algo que te lo repito una y otra y otra vez. De hecho, deberías creerlo de alguien tan buena como yo, porque vos me ves de esa forma, ¿no?. Puede que en este momento estés negando la cabeza y queriendo contradecirme, recordando cada una de las veces que hiciste mal a alguien. ¿Pero acaso yo no lo hice? Lo más fácil en este mundo es herir los sentimientos de alguien más, y lo hacemos constantemente con o sin intención. No es ese mi punto, sino que me llamas buena a mí cuando soy muy parecida a vos en este aspecto. La bondad la tenés desde que comenzaste a existir, es una cualidad tuya, es parte de tu personalidad. ¿Sabes qué pasó con ella? La ocultaste cuando te rompieron el corazón. Fue tu único mecanismo de defensa, y no quisiste creer en las personas nunca más. Y es perfectamente entendible. Pero... ¿Entonces, tu bondad desapareció? La respuesta es no, nunca. Siempre estuvo ahí, con vos, y creaste un escudo con odio cuando sentías que ya no podías más. Yo rompí ese escudo, y estoy viendo al fuerte Aarón, recuperándose del dolor cada segundo que pasa, y veo su bondad conmigo, su forma de querer, tan pura y apasionada, y no sólo eso, sino sus ganas de seguir adelante.
Hoy en día, la bondad en vos es como una cualidad reservada. La ocultas, no te gusta que te vean como bueno porque pueden aprovecharse de eso y lastimarte. Somos pocas personas las que gozamos de lo bueno que sos, a las que nos apoyas día a día, a las que nos das ganas de vivir. Lou, Eze y yo.
Ojalá pudieras verte con mis ojos sólo por unos segundos, para que veas todo lo que lograste en nuestras vidas, y que sin vos no seguiríamos siendo los mismos. Ninguno hubiera salido adelante.
¿Qué hubiera sido de Eze sin aquél abrazo?
¿Qué sería hoy en día de Lou si no pudiera contarte las cosas que hizo/hace? ¿Sin desahogarse ni confiarte sus más profundos secretos? ¿Sin tu apoyo?
¿Qué hubiera sido de mí? Estaría pasando por la peor depresión de mi vida, probablemente la más larga... y no sé si podría salir viva de ella.
¿Querés una prueba de un acto de bondad?
Limpiaste mis lágrimas sólo con PALABRAS.
Acariciaste mis heridas y rogaste porque el dolor que ellas causaban cesara.
Me envolviste con tus suaves brazos y un par de mensajes en los momentos de debilidad y fragilidad.
Dibujaste con tus besos, sobre el lienzo vacío que eran mis labios, sonrisas perfectamente cimétricas rellenas con diversidad de color.
Salvaste mi vida sin que nadie haya tenido que pedírtelo.
Sólo vos, y nadie más que vos...
Aarón, muchísimas gracias.
Mi todo, te quiero infinitamente.
2 notes
·
View notes
Text
El Fifeto: ¿Por qué lo Hacemos?
Muchas veces no logro entender las razones de porque surgen, repentinamente, nuevas “Teológías” sobre alguna ceremonia, cuando estas ya están definidas, en nuestro Ifá, pero como sabes que me gusta el sentido práctico de las cosas, seré un poco más crudo para explicártela. Esta ceremonia se realiza después de los sacrificios que involucren cuatro patas, especialmente durante consagraciones religiosas, ya sean de Ocha o de Ifá. Cuando estos sacrificios terminan, se debe sacrificar una Gallina Guinea, para de esta forma, comunicar a Oggún, que el derramamiento de sangre terminó.
Otra realidad del asunto, es que después de hacer todos los sacrificios y que todos han sido aceptados, se realiza esta ceremonia, que en el sentido práctico del asunto, también es para darle coco al cuchillo y verificar que todo esté bien. Esta es una ceremonia que nace en el Odu de Ifá Oggunda Irete. Veamos su razón de ser:
Awó Oggún vivía en el monte por la maldición de su padre Obbatalá. Un día, un extranjero blanco que pasó por allí, le regaló un machete y un cuchillo de acero y le enseñó el arte de convertir el hierro en acero, por lo que Oggún siempre andaba con machete y cuchillo.
Awó Oggún no tenía amigos, pero un día que estaba caminando por el monte encontró a un vecino, llamado Konikuo, el cual criaba a su pequeño hijo huérfano de unos diez años.
Un día Awó Oggún invita al vecino para que lo acompañe a la plaza y el vecino accede y salieron caminando junto con el niño que llevaba consigo un Perrito negro.
Como a una hora de camino, escucharon el eco de unos tambores Batá, decidieron ir a ver y cuando llegaron, encontraron que Yemayá estaba montada. En ese momento comenzaban a tocar los Batá para saludar a Oggún, por lo cual se montó Eyedi, hizo piruetas, roció Sheketé a los presentes y cuando mira al niño, ve el Perrito negro que tiene, lo toma con furia, lo baila y lo muerde en la yugular, bebiéndose toda la sangre. En su éxtasis, Oggún no notaba el llanto del niño y los presentes pudieron alejarlo de Eyedi.
Cuando todo aquello pasó y Oggún volvió a sus sentidos, Konikuo le dice que no le perdonaba el que hubiese sacrificado el Perrito negro de su hijo, el cual estaba sufriendo.
Oggún, que no sabe nada de lo sucedido, queda perplejo ante el reproche de su vecino y trata de disculparse con él. Konikuo, al ver que Oggún estaba desorientado ante el reproche, se da cuenta que aquello fue un acto involuntario de Oggún y le dice: “Ojalá que esto no te pase con quien no sea tu amigo, como lo soy yo”. Siguieron su camino a la plaza, hicieron sus compras y regresaron a casa. Konikuo pudo tranquilizar a su hijo, dándole otro Perrito negro.
Al siguiente domingo, Oggún invita nuevamente a su amigo Konikuo a ir a la plaza, que en aquella época era donde se atendía a la gente. Cuando están en el camino, nuevamente escuchan los sonidos de tambores Batá y como están cerca, Oggún corre hacia el lugar seguido de su amigo Konikuo. Oggún ya llega montado por Eyedi, saca su machete y hiere en la mano a Konikuo diciéndole: Esto es por haberme maldecido al comerme el Perrito negro de tu hijo”.
Konikuo va a casa de Ozaín para que lo cure y cuando Oggún vuelve en sí, uno de los Oluwos del Batá le dice lo que había hecho a su amigo Konikuo. Oggún, al ver todo aquello, va a casa de su hermano Orunmila y avergonzado le cuenta lo que sucedió. Orunmila lo registra, le ve este Ifá y le dice que no se preocupara, ya que él no tenía la culpa.
En aquella época Oggún era soltero y un día va a casa de su hermano Orunmila y lo invita a su boda para que fuera su padrino. Orunmila le da las gracias y le pregunta quién era la novia, a lo que Oggún le dice que es Toshe, la hija de Olokun. Al oír esto, Orunmila se pone a meditar y le dice a Oggún: “Querido hermano, si me escuchas, no te cases con la hija de Olokun, pues ella ha estado conmigo varias veces y no es correcto que yo sea el padrino de esa unión, ni puedo callar ese secreto ante ti que eres mi hermano”.
Oggún, apenado y cabizbajo por lo que había oído de su hermano, se fue para su casa y al otro domingo, oyó nuevamente los Batá y vio que estaba Yemayá montada. Eyedi montó a Oggún, sacó su machete y de un solo golpe decapitó a Toshe. Cuando Oggún vuelve en sí, llora y se maldice y va a buscar refugio a casa de su hermano Orunmila, a quien le cuenta lo sucedido y le pide consejo.
Orunmila le dice que lo mejor que podían hacer, era darle cuenta a Olofin de lo sucedido. Se pusieron en camino y al llegar le cuentan a Olofin lo sucedido. Olofin escucha con atención y luego se dirige a Oggún y le dice:
Tú eres el dueño del cuchillo y del machete, pero desde hoy no podrás utilizarlo en ceremonias y serán Orunmila y sus hijos los que usaran el cuchillo para matarle a los Ocha. En homenaje a Toshe y por respeto a su padre Olokun, no habrá ceremonia donde él no intervenga y en la cual no se le brinde honor a su hija Toshe y respeto a Olokun. También sentenció a la maldición, a aquel que sin ser Babalawo, use un cuchillo en Ocha”.
Dicho esto Orunmila le dijo a Oggún To Iban Echu.
Como puedes ver, la ceremonia de Fifeto, solo puede ser realizada por Babalawos, que además deben tener recibido su Kuanaldo y en el sentido “Teológico”, se le rinde homenaje a Olokun, por lo que hizo Oggún con su hija y de esta forma, cumplir con la sentencia de Olofin.
Para esta ceremonia, tomarás un plato, donde se pondrán todos los ingredientes y obviamente, tendremos una Guinea, que es el animal apropiado para esta ceremonia. Se tomarán los cuchillos que trabajaron en los sacrificios, se limpiarán y se les untará manteca de corojo. Estos cuchillos se colocarán frente a Oggún y se cubrirán con los ingredientes que colocaste en el plato. De todos los animales de cuatro patas que fueron sacrificados, es preciso que haya pedazos de carne y adicionalmente pedacitos del hígado de los mismos, debidamente cocinados.
Para iniciar la ceremonia, tomas la Guinea, la cual se le presentará a todos los que participaron en el Santo, tocándole la frente y luego la pasarás en forma circular alrededor de la cabeza, en sentido contrario a las manecillas del reloj, lo cual se hace entonando un canto. A los hijos de Elegguá que estén presentes en la ceremonia, no se les hará esto.
Es entonces que se procederá al sacrificio de la guinea y se le dará sangre a todos los cuchillos. Al terminar, se le dará coco al cuchillo y a Oggún, dándole cuenta de los animales que se les sacrificaron a los distintos Santos, nombre de la personas o personas que recibieron la ceremonia, o los del Iyawó y los padrinos que le asentaron Ocha. Después se le cantarán varios cantos a Oggún.
El que está cantando, bailará el cuchillo mientras canta. Después, con todo lo que está en el suelo, se hará un paquete y se limpiará a todos los participantes del Santo, excepto los hijos de Elegguá. Esto se hará desde el fondo de la casa hasta el portal, siempre entonando otro canto y por último se llevará al monte.
Ahora bien, muchas veces suceden imprevistos en una ceremonia y puede suceder que con tantos animales, nadie revisó lo recibido o sucede que no se vieron o cuidaron adecuadamente los animales y nos causa el problema de poder continuar la ceremonia. Sin embargo, la guinea es la única que nos ofrece un recurso de poder hacer algo en caso de que muera o si simplemente hubo negligencia y no se compró. El Odu de Ifá Oshe Meyi, es el que nos ofrece ese recurso en caso de que este animal falte y así no detener la ceremonia, utilizando unas partes específicas de los animales (esto tiene que explicártelo tu padrino para no entrar en detalles) una jícara y otros ingredientes. Sin embargo, se lleva para el monte con dos velas y se deja al pie de una Ceiba.
Esta no es la ceremonia más complicada que hay, pero como te dije antes, si abres una ceremonia, debes cerrarla debidamente. Otra cosa, siempre pregunta si puedes guardar la cabeza de esta guinea, es un elemento que te servirá para muchas obras y cargas místicas de muchos secretos de Ifá.
0 notes
Text
Monthly (IV)
-¿Ya por fin me voy a ganar el título o qué chingados?
-La verdad no, no sé por qué aún esperas ganarlo
-Porque necesito dejar en claro que fui el mejor empleado del mes y de toda tu empresa
-¿Necesidad de aplauso?
-Necesidad de callar a todos los pendejos que mensualmente ponen esa risa pendeja de “No te lo volviste a ganar”, y también de ganar una apuesta
-Mira Víctor, hay algo que debes entender, la gente como tú nunca gana reconocimientos como “empleado del mes”
-¿Pooooooor!
-Porque lo eres, pero no podemos ponerte a ti como el ejemplo de lo que los de más deberían de ser.
-¿Muy cabrones en lo que hacen?
-No, tomar sus propias decisiones para sacar adelante el trabajo
-¿Sí notas lo estupido de eso que dijiste?
-¿Me estás diciendo estupido?
-No, estoy diciendo que tu motivo para no dármelo es estupido, si gustas llamarte así pues adelante
-¿Lo ves? Cualquier otro hubiera agachado la cabeza, pedido perdón y se hubiera regresado a su lugar a seguir trabajando, tú te pones de altanero a defender lo que quieres, por eso jamás te haré empleado del mes, no quiero que los de más crean que tu actitud te hace mejor que los de más
-¿O sea que prefieres poner ahí a una persona que no hizo más que obedecer ciegamente a tus indicaciones así no sean las correctas y te hagan perder tiempo, dinero, esfuerzo y clientes?
-Pues se que sería mi error y de nadie más, como sea hacen lo que yo hubiera hecho, tú haces las cosas a tu manera y aunque no serían mis formas veo que sabes resolver, se que muchas veces la cagas pero sabes arreglarlo y sólo llegas nervioso esperando que no me de cuenta que más de una vez por no hacerme caso te complicaste las cosas.
-Aquí lo importante es que se hacer mejor las cosas, más rápido y no puedes dudar de mí y los métodos.
-¿Te imaginas que alguno de los otros hicieran eso?
-La cargarían
-¿Te imaginas que quieran seguir tu ejemplo y hacer las cosas a su manera?
-Quiebras en tres días
-¿Ya entendiste?
-Jodete
-Cuándo te vayas voy a decir que fue porque te corrí por tus pinches formas de hacer las cosas, y eso me va a servir de mucho, no espero que lo entiendas.
-Entiendo lo miserable que es ese reconocimiento
-Pero aún así lo quieres
-Tengo mis motivos
-Ese reconocimiento representa que aceptaste trabajar bajo mis condiciones y que no has cuestionado lo que se te pide hacer, no es bueno pero a tus compañeros los motiva y tienen algo que presumir, me conflictua que tú lo quieras, no tienes lo que se necesita para obtenerlo
-¿Y para qué lo das si sabes que es algo vacío?
-Porque así los mantengo motivados, siempre buscan ser mejores y el único camino es que seas obedientes y hagan las cosas al pie de la letra
-Todos son así ¿Tienes un verdadero criterio para darlo?
-No, a todos les debe tocar un mes y nadie debe repetir
-¿Y yo?
-Tú eres el ejemplo de cómo no ganar
-Ya entiendo
-Se que te irás pronto, no sé cuándo pero si decidieras quedarte me decepcionarías mucho
-¿Por?
-Tú lugar no es aquí, puedes dar mucho más y no me gustaría que te estancaras por un sueldo apenas arriba de la media. Anda crece y titúlate pronto, como tú dices: Hay personas que nacieron para inmediatamente morirse, tú has cosas más interesantes entre una y otra.
-Dame el pinche premio
-Largo de aquí o este día lo descuento de tu nómina
- .l.
0 notes