okami-otoko
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Okami_Otoko
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Decir que cualquier cosa "es mi pasión", es mi pasión | Solo son historias de la madrugada | She/her/ella 🏳️‍🌈 💖💜💙
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okami-otoko · 27 days ago
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Implementar el sistema de dormitorios había sido tanto una bendición como una desgracia. Representó un gran cambio para todos, consecuencia de terribles experiencias.
Sus vidas habían estado en peligro: casi perdieron a uno de sus compañeros y varios resultaron gravemente heridos tras aquel trágico campamento.
Por eso no fue sorprendente que, en ocasiones, los niños estuvieran desanimados: extrañaban a sus familias, sentían miedo y algunos incluso se culpaban por haberlos llevado a esa situación.
Claro que había días buenos, días en que organizaban noches de cine, grupos de estudio, tardes de videojuegos, pijamadas, muchas cosas que ayudaban a la clase a sobrellevar su situación.
Pero siempre había uno que otro que volvía a tener un mal día, donde se sentían deprimidos, cansados o ansiosos, y, por lo general, aquellos propensos a tener malos días eran a los que les daba pena pedir ayuda, creían poder sobrellevar todo por su cuenta, además de no querer ser una carga para sus amigos.
Así que ahí entraban los maestros, quienes sutilmente hacían cosas para mejorar el día de esos niños.
Cambiaban los temas de estudio por algo menos tedioso, les regalaban dulces, les hacían cumplidos... Algunos incluso llegaban a humillarse con tal de sacarles una sonrisa.
Pero eso no era muy del estilo de Aizawa, él no era el tipo de persona que repartía cumplidos a la gente por su ropa o cabello; de hecho prefería insultar las decisiones de moda de algunas personas que amaban el cuero y copiaban el estilo de las cacatúas. Tampoco tenía sentido que él fuera por la vida con paletas en el bolsillo y, mucho menos, se humillaría a sí mismo por esos engendros del demonio.
A pesar de todo, Aizawa tenía sus propias formas de demostrar afecto. Dejaba que sus gatos corrieran por los dormitorios y sugería a los más deprimidos que los acariciaran. Si notaba que alguien no comía, le lanzaba discretamente una de sus bolsas de puré. Se sentaba cerca de ellos en la sala común y, lo más importante de todo, disfrutaba del contacto físico.
Normalmente les daba palmadas en los hombros y en la espalda, pero habían ocasiones especiales, donde se necesitaba más que una palmada en el hombro, donde llegaba a su máxima demostración de afecto.
Acariciaba la cabeza de los niños, pasaba sus manos por entre los mechones de cabello y los despeinaba. Algunos se quejaban alegando haber tardado mucho en peinarse, pero la mayoría solo lo veían con estrellas en los ojos, tan felices por algo tan simple.
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Tsuyu
Había pasado un mes ya desde que se mudaron a los dormitorios, para todos fue un duro cambio, aún no eran adultos y ya prácticamente debían valérselas por su cuenta.
Pero a quién más le dolió dejar su casa atrás fue a Tsuyu. Toda su vida había cuidado de sus hermanos, siendo un pilar para su familia. Y ahora... ya no estaba allí para ellos.
ㅡSi necesitas más cuadernos en los cajones de mi escritorio hay algunos, también colores para Satsukiㅡ la niña estaba envuelta en mantas en uno de los sillones de la sala común, su rostro apenas visible ㅡNo, no lo se, tal vez pronto. Yo también los extraño... Adiós, los quiero.
Apenas colgó la llamada, el celular se le resbaló de las manos. Se abrazó a sí misma, escondiendo el rostro entre las rodillas. A pesar de las mantas se lograba ver el temblor de su cuerpo.
Apenas estaba anocheciendo, a parte de la niña en el sillón, todos los demás estaban afuera entrenando o en sus habitaciones. Solo estaban ella y su maestro que recién había entrado a los dormitorios. A pesar de haber hecho ruido intencionalmente para no asustarla ella aún saltó por la sorpresa, había estado bastante sumida en sus pensamientos como para ser consciente de sus alrededores.
ㅡLo siento, no era mi intención asustarteㅡ tomó su saco de dormir de detrás del sofá y después de entrar en él se sentó al lado de Tsuyu ㅡ¿Necesitas hablar de ello?
ㅡ¿Tiene familia, Sensei? Hablo de sus padres o hermanos.
ㅡNo. Biológica no, emocional si.
ㅡ¿Extraña a su familia ahora que está aquí encerrado?
ㅡTengo la ventaja de que mi familia también trabaja en está escuela, son contadas las ocasiones en las que he tenido que separarme de ellos, y cuando ha ocurrido los extraño muchísimo.
ㅡNunca había estado tanto tiempo lejos de mi familia, en especial de mis hermanos, siempre los he cuidado y ahora... Ahora no estoy ahí para ellos. Mis padres siempre están muy ocupados con el trabajo, mis hermanos se han estado quedando solos. No se que haré si uno de ellos enferma o se lastima, no puedo quedarme con ellos a cuidarlos.
ㅡNo es tu responsabilidad cuidarlos, es admirable que te preocupes tanto por ellos, pero son tus padres los que deben cargar con esas preocupacionesㅡ pasó un brazo por los hombros ocultos en mantas de Tsuyu, dando algunas palmaditas para reconfortarla ㅡTienes la oportunidad de librarte de ese peso por un tiempo, estamos trabajando en ello así que espero que pronto puedan reunirse, mientras tanto recuerda que eres su hermana, no su madre. No lleves cargas que no te corresponden.
Subió su mano y comenzó a acariciar la cabeza de la niña, porque eso era, no una adulta, no alguien mayor, solo una niña con preocupaciones que no le correspondían.
No tardó en quedarse dormida en su lugar, arrullada por la mano en su cabello. Ahí mismo se quedó Aizawa, aún abrazándola, no la dejaría sola en un momento así. Estuvo ahí cuando se durmió y estará ahí cuando despierte, por una vez ella merecía ser a quien cuidan y no la cuidadora.
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Shinsō
Ya era la décima vez en la última media hora que caía de cara al suelo intentando lograr un estúpido truco con el arma de captura.
Era solo tomar una lata, jalarla hacía él y atraparla con la mano contraria. Lanza, agarra, tira, atrapa. Fácil en teoría y en palabras del hombre que llevaba 15 años practicando esa clase de trucos.
No entendía qué estaba haciendo mal, seguía las instrucciones al pie de la letra, se acomodaba en la postura correcta, respiraba lento, agarraba la bufanda según su Sensei le explicó. Pero al final de todo siempre acababa en el suelo, enredado al punto de no poderse mover y cada vez más adolorido. Le dolía la quijada, los hombros, las piernas, las palmas de las manos, todo.
ㅡ¿Puedo irme ya, Sensei?ㅡ preguntó luego de lograr ponerse de pie. No soportaba otra humillación.
ㅡPara conseguir el éxito debes seguir intentando.
ㅡEl éxito sabe a tierra de tanto que me he estrellado contra el pisoㅡ estaba frustrado, enojado consigo mismo. Se quitó la bufanda del cuello y la lanzó al suelo lejos de él ㅡYa no puedo, Sensei.
Si le preguntaran lo negaría rotundamente, pero cualquiera podría darse cuenta de las lágrimas que amenazaban con caer. Le dolía saber que estaba por detrás de sus compañeros, era consciente de que requería clases extra para poder siquiera pisarles los talones.
ㅡVamos, Shinsō, se que eres capaz de lograrlo, recuerda que no te estoy pidiendo perfección, no sería lógico.
ㅡNecesito hacerlo perfecto o jamás alcanzaré a tu clase, mucho menos al niño dorado.
ㅡYo no llegué a donde estoy ahora comparandome con otros, si hubiera seguido haciendo eso cuando era estudiante habría muerto apenas salir de la escuela.
Fué a tomar el arma, sacudiéndola un poco para quitarle el polvo, se acercó al pelimorado y antes de ofrecerle la tela levantó su mano, acarició los ya despeinados mechones de cabello y le ofreció una pequeña sonrisa.
ㅡConfío en ti y en tus capacidades, es por ello que te ofrecí un lugar en mi clase.
Las lágrimas cayeron, aunque rápidamente fueron absorbidas por la tela de uniforme del pelinegro, Shinsō se había lanzado contra él, apretandolo como si su vida dependiera de ello.
ㅡGracias, Zawa.
Se apartó de él, tomó el arma de captura decidido a demostrar que podía lograr ese truco y más. No creía que dejaría de compararse con otros pronto, pero saber que su ídolo confiaba en sus capacidades lo era todo en ese momento.
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Izuku
Nuevos vendajes decoraban su brazo, había sido una noche difícil. Si alguien le preguntara, diría que estuvo entrenando hasta tarde y se lastimó, nadie sospecharía que no fue una herida de combate sino la hoja de un cúter.
Estaba perdido, su mamá seguía insistiendo en que debía dejar el curso de héroes, elegir una carrera menos peligrosa para "alguien como él", le quemaba el corazón saber que su mamá no lo apoyaba en su sueño.
No dejaba de pensar en esos días de kínder donde llegaba a casa, se ponía su mameluco de All Might y jugaba a salvar a su mamá de un villano aterrador. Era difícil creer que la mujer que en ese entonces le decía que sería un gran héroe, ahora quisiera ponerle un alto.
Aún era bastante temprano, ya había hecho su carrera matutina, se había alistado para las clases y había desayunado, si es que al simple pan con mermelada se le puede llamar desayuno. Se sirvió café en un termo y se encaminó a su salón. Podría librarse del alboroto que se hace en la mañana, todos gritando por no encontrar sus cuadernos, sus zapatos o haber tirado su desayuno, a veces parecían niños pequeños, pero, ¿quién era él para juzgar?.
No fue de sorprender ver a su maestro ya en el salón, acostado sobre el escritorio usando su saco de dormir como cobija. Se veía tan relajado, todo lo contrario a como se veía normalmente.
Izuku se sentó en su propio escritorio, aun escudriñando al pelinegro, era tan extraño.
En lugar de imitar a su Sensei e intentar dormir sobre su escritorio se decidió por sacar su cuaderno de dibujo, no era común tener la oportunidad de dibujar a su maestro. Buscó el apartado en sus notas donde un boceto mal garabateado decoraba las páginas, antes solo tenía los videos de vigilancia que había encontrado de él y lo que su memoria le dejaba recordar de sus rasgos.
El proceso de dibujo no duró mucho, su mano se cansó rápido pues aún le dolía. No sabía cómo sobreviviría a un día de puras clases teóricas, aunque peor sería tener que luchar con su brazo así.
ㅡ¿Tengo algo en la cara o por qué me ves tanto?ㅡ casi lanza su lápiz por el susto, creyó que su Sensei estaba realmente dormido. Aizawa se incorporó en su lugar, parpadeando varias veces para quitarse el sueño.
ㅡNo, no, yo solo, no quería molestarlo, perdón, no era mi intenciónㅡ agitaba sus manos frente a él como un intento de disipar el supuesto enojo del maestro. Entre la sacudida uno de los vendajes se aflojó, lo suficiente como para que la tela del saco rozase las heridas. No pudo disimular el ardor, algunas de las costras se jalaron y gotas de sangre se comenzaron a formar. La expresión de dolor en su rostro y el cómo apretó su brazo alertaron al maestro.
Se acercó a Izuku para inspeccionar la herida ㅡDejame ver, Midoriya.
ㅡEstoy bien, Sensei, no se preocupe.
Hizo caso omiso al comentario y tomó el brazo del niño, levantó la tela y movió los vendajes restantes. La compasión se reflejó en su rostro, lamentablemente comprendía al niño, él también estuvo en su lugar en algún momento de su adolescencia.
ㅡAcompáñame, vamos a limpiar tus heridas.
Titubeó por un momento antes de correr para seguirlo, llegaron a la enfermería, Chiyo aún no llegaba. Buscó entre los cajones los materiales necesarios, mientras tanto Izuku tomó lugar en una de las camillas.
Volvió con antiséptico y gasas, desechó las vendas que llevaba antes y comenzó a curar los cortes.
ㅡNo mojes las gasas, si te duele mucho puedes pedirle a tus maestros que te dejen salir, diles que tienes que ir conmigo. Si se te complica escribir graba las clases, o dime que es lo que vieron y yo te lo explico después.
ㅡNo tiene que hacer todo esto, Sensei.
ㅡEs mi trabajo, ustedes están bajo mi cuidado y haré todo lo posible para siempre estar disponible para ustedes, si necesitas hablar con alguien mi puerta siempre está abierta, solo ten cuidado de que no se salgan mis gatos.
Izuku se lanzó a sus brazos, llorando por la amabilidad que contadas veces le habían mostrado mientras crecía, era el primer maestro que se preocupaba realmente por él. Sus lágrimas incrementaron al sentir las caricias en su cabello, algo toscas al acabar sus dedos enredados en sus rizos, aún así el cariño se sentía, no podía recordar la última vez que su madre hizo algo así.
ㅡGracias, Sensei.
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Mina
No era novedad encontrar artículos que hablaran de la clase 1-A, desde el primer día habían estado en el ojo del huracán. No podían juzgarlos, se encontraban con villanos cada tanto y siempre daban de qué hablar.
Pero eso no la preparó para verse en la portada de una revista, una foto ya algo vieja de ella robada de su instagram. "Estilos que no te favorecen como mutante" era el titular del artículo, le dolió verse ahí, siendo duramente criticada por sus elecciones de moda.
El gyaru no es para chicas como tú, no lo fuerces.
Cuidado con los excesos, no parezcas payaso.
Bájale a las joyas, no ocultan tus rasgos mutantes.
Ya eres demasiado llamativa, no necesitas tantos patrones.
En ocasiones los lentes de contacto de color son muy necesarios.
Cada sugerencia iba acompañada de imágenes para ejemplificar, todas igualmente robadas. No soportó leer más, quería arrancarse la piel por la incomodidad, se sentía expuesta. Tiró de sus pulseras, lanzándolas contra la pared más cercana, algunas cuentas rodaron por el suelo, talló su cara hasta que el maquillaje que tanto le costó hacerse quedó arruinado, quería arrancarse la ropa y solo se frenó ante esa idea por estar en un lugar público. En cualquier momento alguno de sus compañeros podría llegar, verla en ese estado tan deplorable y humillante.
Podría ser Kirishima, lo decepcionaría verla tan "poco masculina"; o alguna de las chicas, y ya no querrían juntarse con ella, ¿porque serían amigas de una mutante?; O, Kami no lo quiera, Mineta, nada podría ser peor que ser objeto de burlas o acoso de esa pequeña rata.
Nunca se le pasó por la mente que sería Aizawa quien la encontrara. Era vergonzoso que aquel a quien tanto se esforzaba por impresionar, por demostrarle que valía la pena que siguiera en esa clase, la viera tan vulnerable.
Estaba apoyada contra la pared de las escaleras, las cuentas seguían rodando por los escalones, chocaban contra las botas de su Sensei quien no se inmutó ante la muestra de debilidad. Solo subió los peldaños, se sentó a su lado y comenzó a hablar.
ㅡLa primera vez que Mic apareció en una portada se puso igual que tú, lloró por días luego de que criticaran su ropa, su cabello de cacatúa y en especial sus ojos, lo cual jamás entendí, hasta la fecha no he logrado convencerlo de que salga en público sin sus lentes, le afectó mucho. Yo no estaba en mi mejor momento y no fuí de mucha ayuda, no logré frenar el efecto que ese artículo causó en él.
ㅡ¿Cómo son sus ojos?ㅡ su voz se escuchaba algo ronca por haber llorado.
ㅡHermososㅡ la honestidad y el cariño con el que lo dijo sorprendieron a Ashido ㅡSon de varios tonos de verde, forman círculos como si fueran ondas de sonido, y son muy brillantes.
ㅡSuena a que son muy lindos.
ㅡSi, lo son. Lástima que no muchos lograron apreciarloㅡ acercó su mano para acariciar su cabello, teniendo cuidado de no topar sus cuernos, la chica se deslizó hasta recargarse contra el pelinegro ㅡNo tienes porque ocultarte, se tan llamativa como quieras. Aunque si le preguntas a Mic o a Midnight te dirán que no soy quien para dar consejos de modaㅡ eso último lo dijo susurrando, como si decirlo más alto fuera a invocarlos o algo por el estilo.
ㅡA mi me gusta como te vistes.
ㅡTampoco se trata de mentir por convivirㅡ la niña soltó una carcajada, olvidando un poco lo mucho que le dolió el artículo,
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Monoma
Le dolía el cuello, ya era la tercera vez esa semana que lo noqueaban. Era Martes. El moretón de la semana pasada ni siquiera se había curado cuando ya estaba recibiendo uno nuevo. Kendo tenía, literalmente, la mano muy pesada.
Estaba harto, al inicio incluso a él le parecía divertido, pero ya era exagerado. La noqueada del día había sido simplemente por mirar a la clase 1-A, sin malicia ni nada, solo mirar. Así que sí, estaba cansado de eso.
Se encontraba sentado recargado contra la pared en un pasillo alejado de los salones y de las escaleras, esperando no ser visto por otros estudiantes, menos por la clase 1-A.
Quería mentir, engañarse a sí mismo con que todo estaba bien, que no le dolía ser encasillado en el papel del hater #1 de la otra clase. Claro, era en parte su culpa, pero se había vuelto ridículo el odio que creían él sentía.
Él solo quería demostrar su valía por una vez, ser reconocido, no sólo acabar siendo un personaje secundario olvidable e insípido.
Deseaba probarle a todos que era más que un roba quirks, que no sería un lastre una vez acabado el tiempo de su quirk. No era un copión como siempre le dijeron.
"Si dependes de los demás jamás serás un buen héroe, no sirves para esa carrera"
"¿Tal vez ser un consejero de quirks? Combinas más con ese papel"
"Maldito copycat" dijo un día quien solía ser su mejor amigo después de empujarlo contra una pared consiguiendo así que cayera al suelo adolorido, "por más que lo intentes no serás un héroe con ese quirk tan débil", luego se alejó, dejándolo tirado y humillado.
Ya ni siquiera recordaba la razón de su pelea, solo sabe que desde ese día se le quedó el apodo y su mejor amigo jamás le volvió a hablar.
Aún sumido en sus pensamientos logró escuchar los pasos que se acercaban a él, levantó la mirada y vislumbró la mancha negra que se hacía llamar Eraserhead, el profesor de la clase 1-A. Si había alguien en esa clase a quien respetase realmente sería él.
-Vlad te está buscando.
No se dignó a dar respuesta, sabía lo que eso significaba, lo iban a regañar otra vez por algo que ya no tenía sentido.
-Deberías ir a la enfermería, ese moretón no se ve bien- continuó hablando Aizawa -¿lo obtuviste del entrenamiento? No, Vlad te habría mandado a la enfermería, así que dime, niño, ¿qué te pasó?
A la par que hablaba, se iba acomodando en cuclillas para estar más o menos a la par del rubio y hacer más cómoda la conversación para ambas partes.
-Fue Kendo- no fue su intención que saliera como un susurro, solo sentía que si hablaba más lloraría. No quería hacer eso -Ya no importa, es estúpido, igual me lo merecía.
-¿Aún sigue golpeándote?- Monoma asintió, hasta ese momento no se había dado cuenta de lo mal que eso estaba.
Tampoco fue su intención encogerse al ver la mano de Eraserhead levantarse, le recordaba a la mano de Kendo acercándose a su cuello. Cerró los ojos instintivamente pero los volvió a abrir al sentir la mano del mayor acariciando su cabello, se sentía bien.
-Hablaré con Vlad para que detenga esto, no puedo creer que la haya dejado seguir golpeándote. Ven, vamos con Chiyo, puedes ir con ella también fuera del horario de entrenamiento.
Lo ayudó a ponerse de pie, pasó su mano por los hombros del rubio y le dio un par de palmaditas.
Al llegar a la enfermería Aizawa fue recibido con el golpe de un bastón y Monoma fue jalado hasta una camilla.
-Deja de traerme niños lastimados- le gritó a Aizawa y después se giró hacia Monoma -tu tranquilo corazón, pero no te le acerques mucho que los malos hábitos se pegan- besó la mejilla del chico y le entregó gomitas.
-Este no es mío, así lo encontré.
-Ay, querido- le hablo a Nieto ignorando deliberadamente a Shōta -recibir golpes así puede ser muy riesgoso para tu salud, después te haré más chequeos, pero de momento todo está arreglado.
-Y no te preocupes niño, ya no serás noqueado, por lo menos no por los engendros de tu clase.
Salieron de la enfermería, caminando en silencio, el sol aún seguía bastante alto en el cielo así que no era muy tarde.
-Gracias, Eraserhead.
-Ni lo menciones, niño- volvió a darle palmaditas en la cabeza, esta vez Monoma no se encogió.
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Los engendros del demonio se habían estado comportando extraño, se le quedaban viendo a su profesor casi sin pestañear por largos ratos, murmuraban entre ellos y parecían estar planeando su muerte.
Incluso llegó a escucharlos hablar muy detalladamente sobre su rutina diaria, cuando salía y volvía de sus patrullas, la hora a la que desayunaba, cuando y donde comía, sus horas libres de clases, rutas entre los pasillos para sus cambios de salón, midieron el tiempo que duraba cenando con ellos antes de retirarse a su habitación.
Era aterrador pero no haría nada al respecto, solo eran engendros siendo engendros.
ㅡSeñor Aizawa, ¿me puede ayudar?ㅡ al pelinegro le hacía muy feliz cada que Eri se atrevía a pedir algo, al inicio a ella le aterraba incluso pedir agua, temía pedir comida y ser regañada por gastar recursos de los dormitorios, aunque le diera miedo no decía nada cuando cerraban la puerta de su habitación y tampoco quiso preguntar si podía tener una luz de noche. Poco a poco había progresado, ya no tenía miedo al pedir cosas, aún le preocupaba gastar recursos y llegar a molestar a las personas, pero eran contadas las veces en que ella lloraba por incluso pensar en hacer algo así.
Así que si, Aizawa era feliz cada que Eri hacía peticiones.
ㅡClaro, ¿en qué necesitas ayuda?
ㅡEl señor Zashi me compró unos tenis, pero no se como amarrarlos, estos no son de los que tienen esa cosa que se pegaㅡ levantó su pie para demostrar sus tenis rojos con las cintas hechas un desastre ㅡ¿Podrías amarrarlos?
El pelinegro se hincó frente a la niña, indicándole que bajara el pie para comenzar a acomodar las cintas.
Tuvo que sacar casi completamente los listones para arreglar el desastre, mientras se concentraba en arreglar eso Eri intentaba resistirse a la tentación, siempre que ella hacía algo bien el señor Aizawa le revolvía el cabello, eso la hacía feliz. Un día escuchó a la señorita Uraraka decir que era como un perrito, no sabía qué significaba pero sonaba bonito. El señor Aizawa estaba haciendo algo bien, ayudaba a Eri a atar sus zapatos nuevos, además su cabello se veía suave, luego de mucho pensarlo decidió rendirse ante la tentación.
Levantó su manita, la acercó a la cabeza del pelinegro y lo acarició, inmediatamente el hombre se tensó, confundido por lo que acababa de suceder. Algunas inhalaciones de sorpresa se escucharon de los pocos alumnos que estaban en la sala.
Lo había logrado.
Eri logró lo que la clase llevaba días planeando.
¡Acarició la cabeza de su maestro!
ㅡ¿Acabas de acariciar mi cabeza?
La preocupación se reflejó en la carita de Eri, preguntándose si había hecho algo mal. Apretó sus manos contra su cuerpo y dio un pasó atrás.
ㅡNo estoy enojado, tranquila, solo es que... ¿Por qué lo hiciste?
ㅡTú siempre lo haces cuando hacemos algo bien o cuando nos sentimos mal- intervino Izuku, parándose a un lado de la niña.
ㅡAmarraste mis cintas así que debía acariciar tu cabeza- repitió la acción para aclarar su punto ㅡGracias.
Se escucharon más agradecimientos de parte de sus estudiantes y sin poder prevenirlo acabó tumbado luego de que su niño problema junto a Eri se lanzaran a abrazarlo, unos cuantos más se sumaron y no le quedó de otra que aceptar su destino.
Tal vez no era tan mal profesor después de todo.
♡♡♡♡♡
¡Primer fic en el que si tengo lectura beta! Gracias a mi bestie y a bl0o.mer por las correcciones (si encuentran más errores, no, no lo hicieron).
También es el fic más largo que he escrito, no es taaaan largo comparado con otros, pero igual lo siento como un logro.
Duerman bien, tomen agua y déjense querer.
https://archiveofourown.org/works/62924929
(No se pq esa cosa no se marca como el de wattpad)
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okami-otoko · 3 months ago
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okami-otoko · 7 months ago
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Oh…
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Oh no…!
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okami-otoko · 7 months ago
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🙏🙏🙏🙏
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okami-otoko · 7 months ago
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okami-otoko · 10 months ago
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Aizawa believing himself too weak to save a kitten, only to go on to comfort the symbol of peace always gets me.
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But he was always strong enough. He was always a caring and protective person.
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He was and is a hero, always lifting others to greater heights.
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He just never truly understood and believed it until Midoriya said it.
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okami-otoko · 10 months ago
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Frick it, Senku is a queer gen z, he gets the terrible shirts.
I like to imagine that Byakuya is very supportive but like… In the most over-the-top, dad jokes-y way imaginable. Senku is secretly glad about it.
Yes he does end up wearing the shirt. Taiju and Yuzu compliment him on it.
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okami-otoko · 10 months ago
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I missed them.
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okami-otoko · 10 months ago
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What a beautiful evening to be reminded of my girl Yuzuriha by a passing text post. :D
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okami-otoko · 10 months ago
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Ib: @munchcorner
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okami-otoko · 10 months ago
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I found this in my basement so i decided to post it
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okami-otoko · 10 months ago
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oh man im so sleepy i cant see straight, but im done!! Shindeku animation set to the tune of Welcome to My Parents House by NSP (with some emic on the side) i started yesterday and finished right before midnight! go me <3
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okami-otoko · 10 months ago
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He estado traduciendo mis fics
Es horrible
Solo se inglés de escuela, como se supone que adapte las tonterías que escribo así?
Lit he estado todo el rato pensando en canciones, frases de películas, memes, lo que sea que me recuerde a lo que quiero expresar para poder recordar como se traduce una palabra
Ahora todo el rato estoy traduciendo lo que escucho/leo en mi mente
Es un trauma
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okami-otoko · 10 months ago
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todofam !!
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okami-otoko · 10 months ago
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Extrañaba sentir los toques en su piel, abrazos, caricias, incluso los apretones en las mejillas que su madre le daba y siempre le dejaban roja la cara. Extrañaba el calor, el sol haciéndolo sudar mientras trabajaba en la granja, el café por las mañanas, las suaves mantas cubriendolo en las frías noches. Extrañaba sentir, sentir cualquier cosa, calor, frío, caricias, incluso el dolor, quiere sentir cualquier cosa solo para recordar que aún es humano.
Es por eso que no comprendía el porque el pelirrojo se esmeraba tanto en demostrar afecto físico, tomar su mano y plantar besos en ella, sujetar su cintura, acariciar su rostro. Toques gentiles que deseaba con todo su ser poder sentir.
Era lo mismo en sentido contrario, no podía tocar al pelirrojo sin causarle molestias, el metal frío calaba en su piel, las aberturas en sus extremidades llegaban a pellizcarlo, no transmitía calor ni eran toques suaves.
El vaquero miró confundido al caballero cuando este, por milésima vez, tomó su mano y la acercó a su rostro, era un movimiento inútil.
—¿Porqué sigues haciendo esto?— cerró sus dedos para apretar la mano del caballero y así frenar el beso que estaba por venir.
—Le ruego me disculpe, pero no entiendo a que se refiere— la confusión y la preocupación se plasmaron en el rostro del caballero, era demasiado expresivo, siempre llevando el corazón en la manga.
—Yo soy quien no entiende, siempre estás haciendo cosas como esta, besar mi mano, abrazarme, tocarme, cosas así, ¡y no tienen sentido! No puedo sentir nada de eso y tú solo recibes mi frío acero a cambio— el vaquero apartó la mirada, avergonzado por no ser lo suficiente para tan bella persona.
Argenti alzó su mano, la colocó en la mejilla de Boothill y levantó su rostro.
—Así esta mejor, mi querido vaquero— le dio una de esas dulces sonrisas que hacían derretir al androide —no me molesta nada de eso, soy plenamente consciente de que no puede sentir tales muestras de afecto, pero no es el tacto lo que importa de tales acciones sino el como hacen sentir a su corazón, quiero calentar tu interior.
—Aún así tu solo sientes el frío de mi acero.
—Eso no es algo para preocuparse pues estoy acostumbrado al frío, mi armadura es fría, el espacio es frío, muchos lugares y cosas en este universo lo son, eso no los hace menos bellos. No te hace menos bello.
Movió su mano hacía la barbilla del vaquero y su otra mano, que aún seguía bajo el agarre del otro, logró acomodarla para entrelazar sus dedos.
—Tu frío metal, los espacios entre las placas, los tornillos, tus afilados dientes, todo lo que conforma tu cuerpo es lo más hermoso que mis ojos han presenciando.
Acercó su rostro, puntos de mira apuntaban a sus ojos esmeralda, lentamente y sin apartar la vista sus rostros se quedaron a pocos centímetros de juntarse por completo.
—Puedes salir lastimado si continúas.
—Unos cuantos rasguños valen la pena si a cambio recibo un beso tuyo, así que, mi querido vaquero, ¿me permitirías sentir el frío metal de tu ser?
Boothill asintió, anhelaba sentir el calor en su corazón.
El espacio entre ambos se cerró, piel contra metal, calidez y frialdad.
Era un momento único y especial para ambos, abrieron sus corazones el uno al otro y se aceptaron tal y como eran, un frío robot y un cálido caballero, opuestos hechos para encajar.
♡♡♡♡♡
El Argenthill es mi nueva obsesión, no tengo idea de cómo surgió el ship pero a quien se le haya ocurrido le estoy muy agradecida.
Ahora, dejando de lado la obsesión, ¡¿porqué hay tantos diálogos y cinemáticas en el juegos?! Más de una hora de puro darle al espacio para poder avanzar, ya solo quería terminar eso para poder cerrar el juego y dormir, pero seguían y seguían saliendo diálogos. De verdad quiero seguir el hilo de la historia pero no puedo con tanto.
En fin, duerman bien y tomen agua. Los tqm ♡
Inspirado en este cómic de enesfwee:
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okami-otoko · 11 months ago
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Watching Dr. Stone for the first time is like: "Oh wow another anime about a super smart anti social guy how original" and then 3 episodes in and this is the protagonist:
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okami-otoko · 1 year ago
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Best cosplay of Aizawa doesn’t exi-…
El mejor cosplay de Aizawa no exis-…
Le meilleur cosplay de Aizawa n’existe pa-…
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