#si le da espacio esta sigue hablando...
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interés por respuesta es genuino, atención se centra en él. elevar de comisuras es inevitable, creyendo haber interceptado problemática de forma correcta. ' los aviones deben generar lo mismo. ' opina. a raíz de lo que escucha, considera que situación, quizá a diferencia del tamaño, podría aplicarse a eso también. ' lo soy. ' admite. ' o lo era. ' forma de expresarse se mantiene confusa aún, no se ha planteado realmente que hará al terminar con academia. resultados positivos o negativos, tal vez no acabarían por ser suficientes para llevarle a abandonar lo que conoce y emprender en una nueva línea de empleo. ' nunca lo intenté, usualmente hacemos eventos más generales. ' bebidas temáticas inclinándose a cosas más globales, satisfaciendo gusto de masas. aprovechar festividades era una gran fuente de ingreso para establecimientos. ' la descripción del trabajo depende del lugar. ' explica, algo sencillo de alcanzar, si se piensa. ' si es un ambiente frenético como un club nocturno, solo necesitas saber mezclar bebidas y tener un poco de carácter para poner límites. ' espacio en cuestión, no es de sus favoritos. experiencias no han sido del todo agradables, llevándole a inclinarse por establecimientos más tranquilos. ' en un bar, el ambiente cambia. es más relajado y puedes interactuar con las personas. ' más de lo que podrías en un lugar donde música está demasiado alta e interés general, solo recae en emborracharse rápido. ' lo principal es atender la necesidad del cliente y no siempre es un trabajo sencillo, hay quienes son demasiado silenciosos o introvertidos y otros que desearía que fueran menos escandalosos. ' aclara con gracia, extremismos es algo a lo que se ha acostumbrado, pero también un aspecto de empleo que le generó asombro al inicio. ' tienes que saber observar e interpretar para poder servir. te sorprendería las cosas que puedes saber de alguien solo analizando su postura o los gestos que hacen.' desarrollo de habilidades han sido consecuencias directas de trato con individuos. leerles, se volvió algo natural con el tiempo. ' no somos psicólogos titulados, pero nos acercamos mucho. ' risa suavecita se abre paso, es solo una broma, pero ofrecer un espacio ameno para que cualquiera pueda hablar con libertad, también forma parte de su trabajo. ' así que las habilidades sociales son clave. si ofreces un espacio seguro y agradable, se sentirán cómodos hablando contigo. ' prosigue. ' a veces, más que alcohol, lo que necesitan es ser escuchados. ' bebidas en cuestión, solo funcionan como un desinhibidor, permitiendo que puedan expresarse sin vergüenza. ' ¿es demasiado? lo siento, me dejé llevar un poco. ' admisión es sencilla de alcanzar, pero no se avergüenza. elección profesional se ha visto influenciada por más de un factor, después de todo. ' hay mucho más detrás de lo que se ve. personalmente, me siento realizada si mis clientes se van un poco más felices que al llegar. ' concluye. ' va, intentemos con las manos. ' cede. no le importa, aunque tampoco sabe cuánto tiempo invertirían en ello. ' ¿lo sientes? estar en la playa significa estar cubierto de arena. ' ofrece con algo de gracia. ' descuida, tengo paños húmedos para limpiarnos las manos luego. '
‘ el tamaño, lo que conlleva el estar en él. por ejemplo, estar en el medio de la nada es intimidante. en el caso de que sucediese algo, tendrías que esperar a que tocara un muelle, de lo contrario no podrías hacer nada ’ explica quizá un poco más rápido de lo que quiere, y lo sabe porque olvida respirar hasta que termine la oración. ‘ ¿si? ¿eras bartender en casa? ’ se permite preguntar con la poca información que tenía de ella. ‘ yo aprendí a hacer bebidas basadas en star wars ’ y por más cómico que sonase, había al menos aprendido a como mezclar algunos licores con alcohol y que no supiesen completamente asquerosos. era más de vinos, por lo que era un mundo completamente nuevo para él. ‘ ¿de qué más se trata? yo solo estuve empleado por unos días, no sabría cómo funciona todo el negocio ’ por sus palabras si que nace curiosidad por lo que se refería porque él lo veía como eso, preparar bebidas y nada más. claro, habla desde el privilegio de nunca haber tenido que trabajar, por eso quiere conocer un poco más. asiente cuando le dice que tiene tiempo libre, al menos así no se sentía como que la estaba obligando a algo. ‘ no tengo cubeta, ni pala tampoco. si te soy sincero, no esperaba que dijeras que sí ’ admite bajito, una sonrisa creciendo sobre sus labios. ‘ usemos las manos, no creo que sea tan difícil ’ y para demostrarlo, arrastra arena con sus brazos. ‘ khai ’ alza su mano para presentarse hasta que se da cuenta que está llena de arena pero ya era muy tarde para arrepentirse. ‘ lo siento ’ intenta sacudir arena con su camiseta, pero parecía pegada a sus palmas. que vergüenza.
#· 𝐒𝐎𝐋𝐈𝐕𝐀𝐆𝐀𝐍𝐓 : interacción.#khai.#si le da espacio esta sigue hablando...#JSAFAS#amamos a khai; incluso si es una bolita de nervios
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En las primeras páginas, una peculiar nave espacial, rodeada de plantas y con detalles metálicos y círculos rojos, flota en el espacio mirando hacia la Tierra. Los operadores a bordo confirman que su trayectoria es clara, y le dan la bienvenida al Pico, la estación espacial central de S.W.O.R.D.
En esta página, Magneto llega a la estación espacial S.W.O.R.D., llamada El Pico. Los sistemas confirman su llegada, y él agradece la bienvenida de Nathan. Magneto nota un comentario un poco sarcástico: “Espero que sobreviva a la experiencia…”, mientras camina por la nave.
El director de seguridad se presenta a Magneto, bromeando sobre que lo despedirán si algo sale mal. Magneto le responde que intentará no envejecer mientras esté ahí. Seguidamente le preguntan a Magneto por qué ha venido, y él explica que está allí para hacer una inspección por parte del Consejo de Krakoano. También menciona que habrá una pequeña mudanza, aunque no parece algo importante.
Un personaje se sorprende al ver que Magneto mueve la estación de mil toneladas mientras la inspecciona. Magneto responde con calma, diciendo que es algo sencillo para él. Al final alguien le pide que tenga cuidado y no dañe la estación, a lo que Magneto sonríe.
La Comandante Brand llega y le dice a Magneto que puede volver a sus tareas, ya que ella se encargará del resto. Magneto viajó solo y le preguntan por qué no usó un portal más fácil. Él responde que a veces es mejor tomar el camino difícil para probar los propios límites.
Brand y Magneto visitan la sala de tecnología. Genio les cuenta que la tecnología krakoana ha mejorado la estación y se presenta de forma divertida y se da cuenta de algo inesperado que llama la atención de Magneto.
Genio, habla con Magneto a cerca de que puede controlar tecnología mutante y biotecnología. Magneto le dice que él es parte importante del futuro de Krakoa y le recuerda que no se olvide del lanzamiento que tienen pronto. Rápidamente, una mutante interrumpe para que sigan con su trabajo.
Magneto y Brand caminan mientras discuten sobre el futuro de Krakoa. Magneto cree que el trabajo de Los Seis será clave para todos. Brand dice que trabaja con el Consejo, pero no lo hace directamente para Krakoa. A pesar de eso, sigue estando ahí. Magneto le recuerda que, aunque no lo quiera, Krakoa también la ayuda a ella.
Brand le dice a Magneto que no le gusta pedir ayuda, pero que S.W.O.R.D. volvió en un buen momento porque hay una crisis en la galaxia. Ella recuerda que en Alpha Flight siempre iban atrás y los héroes no avisaban bien las cosas. Magneto le asegura que con ellos no pasará lo mismo, y Brand le dice que sabe que hacerlo sola sería más difícil, pero todavía piensa en algo más grande que Krakoa.
En esta escena, Brand y Magneto hablan sobre los peligros en el espacio, como una guerra y una criatura que devora planetas. Brand le explica a Magneto que S.W.O.R.D. debe proteger al sistema solar, no solo a Krakoa.
Magneto habla sobre cómo S.W.O.R.D. es una organización de mutantes y se pregunta quién los representa. Brand y Frenesí responden que ellas hablan por S.W.O.R.D. Frenesí demostrando su fuerza, golpea a un enemigo y se presenta como la embajadora de la Tierra, pero pide que la llamen Frenesí cuando está trabajando.
Frenesí le muestra la base a un representante de la Alianza Kree-Skrull, y él está impresionado por la tecnología de S.W.O.R.D. Luego hablan de problemas pendientes y Brand explica que la alianza Kree-Skrull ahora tiene tanto poder como el imperio Shi’ar, por lo que no es buena idea hacerles enemigos.
Magneto menciona a Wanda, llamándola una farsante. Paibok, un alienígena de piel verde, habla de ella como un miembro leal de Los Vengadores y alguien a quien el emperador respeta. Se menciona que "Los Seis" están esperando a Magneto. Finalmente, Frenesí, comenta que antes prácticamente adoraba a Magneto, pero ahora su opinión ha cambiado.
Magneto está hablando con un personaje llamado Fabian Cortez. Fabian se disculpa por sus errores del pasado y se inclina para pedir perdón, pero Magneto lo rechaza diciendo solo "No, gracias." Fabian sigue intentando hablar con él, pero Magneto no le hace mucho caso. Al final, otro personaje se pregunta por qué Magneto lo ignora, pero parece que no es importante para Magneto.
Los personajes están en un lugar llamado "La plataforma de despegue". Aquí pueden abrir portales que los llevan a cualquier ciudad. Genio explica que este viaje tiene dos partes y que, con su ayuda, los teleportadores pueden usar sus poderes para decidir a dónde ir. Magneto se ríe sorprendido y dice que no puede creer lo que está viendo.
Peeper se encuentra con Magneto y le comenta con entusiasmo cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que se vieron. Magneto menciona que no sabía que Peeper era parte de "Los Seis", y Peeper responde que trabaja también con Marv en otra misión. Mientras discuten, Fabian Cortez observa y pregunta qué está ocurriendo, a lo que Amelia Voght le ordena que vuelva a su puesto porque esta vez es necesario.
Los personajes se preparan para una misión importante. Fabian Cortez parece molesto y critica la situación. El equipo de teletransportadores sigue el plan, creando una gran explosión de energía. En medio del caos, hablan sobre lo peligrosa que es la situación. Finalmente, Magneto mira lo que está pasando y dice que ahora todo depende de los dioses, mostrando que está preocupado por lo que sigue.
En esta página, Los Seis viajan a través del espacio protegidos por un escudo de energía. Llegan a una costa muy lejana, el lugar más remoto al que han llegado, y se preparan para ir más lejos. El viaje los lleva hacia lo desconocido, mientras el escudo los protege durante la misión.
El equipo sigue adelante, pero sienten que su trabajo no es suficiente. Se concentran en controlar una energía poderosa. Mientras avanzan, se dan cuenta de que no basta con solo mirar la energía, deben llevársela con ellos para poder cumplir su misión.
El equipo llega a su destino, una estación espacial ubicada a más de 35,405 kilómetros sobre Krakoa. Tras un largo viaje, confirman que finalmente han alcanzado el lugar al que se dirigían.
Magneto informa que S.W.O.R.D. está en órbita sobre Krakoa. Bran advierte sobre una descarga iónica y ordena a los teleportadores que se preparen para traer a los demás a casa. Genio sostiene a Distribuidor, quien dice que han roto algunas leyes cósmicas y ha visto cosas extrañas.
El equipo vuelve de su misión con un objeto misterioso. Lo revisan y confirman que es seguro y no tiene radiación. Todos se sorprenden al ver lo que han conseguido y se dan cuenta de que lo que están haciendo en S.W.O.R.D. es más grande de lo que pensaban. Un personaje le dice a Magneto que él tenía razón sobre lo importante de la misión.
El equipo se reúne tras su exitosa misión, y parece estar listo para enfrentar lo que venga después. Brand al frente del grupo menciona con confianza "Lo que viene ahora", mostrando que el equipo está preparado para nuevos desafíos. El resto del equipo están a su alrededor, observando con confianza el futuro de S.W.O.R.D..
Continuará...
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Ideas de rol: Enemigos a amantes
Recordamos que el siguiente texto no ha sido redactado por el staff de ToL, solo lo hemos traducido para que pueda llegar a más personas. La autoría pertenece a @screnwriter-old. Podéis leer el post original en su tumblr así como en nuestro tumblr bajo la etiqueta “idioma original”.
Advertencia: incluye nsfw. Algunas de las escenas pueden ser algo picantes ;)
Tu enemigo ha sido gravemente herido y alguien necesita vendarlo, así que accedes a ayudarlo, y de repente está sin camisa y no puedes evitar admirar su cuerpo, algo de lo que se da cuenta.
Tú y tu enemigo tienen que besarse para crear una distracción, aunque se pierden en besarse, y los únicos que terminan distrayéndose sois vosotros dos, y mientras tu enemigo te empuja contra la pared, buscas a tientas su cinturón.
Encadenas a tu enemigo, dejándolo atrás mientras grita y te maldice para que vuelcas a liberarlo.
Sólo hay una cama, pero esta vez están discutiendo sobre quién debe dormir en el suelo, a lo que ninguno accede, así que termináis compartiendo, increíblemente molestos por tener que compartir el espacio. No es el común amigos a amantes, en que ambos se meten torpemente en la cama. Esto es un directo "Prenderé fuego a esta cama si no te quedas de tu lado".
Tu enemigo te seduce besando tu cuello, pasando sus dedos por tu cuerpo. Bonus: si tiene lugar en un balcón, con tus amigos en el jardín debajo. Si uno de ellos mira hacia el balcón, te atraparán y, sin embargo, no puedes obligarte a alejar a tu enemigo de ti.
Estás molesto una noche, y no sabes a dónde ir, así que terminas en la casa de tu enemigo, y cuando abren la puerta, te quedas en silencio por un segundo, antes de decir (con lágrimas en los ojos) ' 'No sé a dónde más ir'. Tu enemigo no dice nada. En lugar de eso, te tiran a sus brazos, dándote un hombro para llorar.
Durante un baile, formal o informal, el personaje A está bailando con el personaje C, y el personaje B no puede quitarles los ojos de encima, y cuando el personaje A se da cuenta de esto, sonríe y comienza a bailar más íntimamente con el personaje C, mientras sin apartar la vista del personaje B.
La banda de tu enemigo está hablando de secuestrarte o torturarte, y tu enemigo no entiende por qué siente una repentina necesidad de estrangular a su banda por querer ponerte en peligro.
Sujetando a tu enemigo contra la pared, o montando a horcajadas sobre sus caderas, sujetando sus brazos por encima de su cabeza.
Arrebatas un cuchillo de las manos de tu enemigo y lo arrojas al suelo, luego agarras a tu enemigo por el cuello y golpeas tus labios contra los suyos. Se sorprende, pero responde de inmediato.
Amenazas a tu enemigo, y cuando cierras la distancia entre vosotros, te da cuenta de lo atraído que realmente te siente por él.
La banda de tu enemigo le dice a tu enemigo que tiene que elegir entre tú y ellos. Tu enemigo no duda. Te elige a ti a medida que su banda levanta sus armas, tu enemigo te protege, porque si quieren llegar a ti, primero tendrán que matarlo a él.
Meterte en la cama con tu enemigo para "desahogarse" o "resolver la tensión sexual". Os prometéis mutuamente que será sólo una vez, pero a la noche siguiente, vuelve a suceder .
Tirando a tu enemigo al suelo cuando te amenazan, poniendo un cuchillo en su garganta "tócame si te atreves". "¿Eso es un desafío?"
"No vas a matarme". "No estés tan seguro de eso". "Si me quisieras muerto, ya estaría seis pies bajo tierra".
Has sido herido, tu rostro está todo amoratado, tu enemigo pone un dedo debajo de tu barbilla, acercando tus ojos a los suyos, preguntando: "¿quién te hizo esto?" cuando no respondes, preguntan de nuevo "¿ Quién te hizo esto?"
Tu enemigo sigue sonriendo cuando lo tienes inmovilizado, y parece disfrutar tener un cuchillo contra su garganta "¿Te estás excitando con esto?" "Disfruto bastante la vista".
Tú y tu enemigo os unís por algo que tenéis en común. cuando la conversación termina y necesitas irte, tu enemigo te sigue hasta la puerta y dice "todavía nos odiamos, ¿verdad?", dudas por un momento: "todavía te patearía el trasero". ''Cuento con ello'' compartís una risa, y cuando salís por la puerta, comenzáis a sonrojaros.
Tú y tu enemigo os abrazáis, es completamente accidental, y ninguno de vosotros sabe por qué sucedió, y es como... Os miráis el uno al otro, con una expresión de "nunca más hablemos de esto" .
Os evitáis durante semanas después de compartir un momento íntimo, ya sea un beso, un abrazo, tomarse de la mano o simplemente mirarse los labios
Terminas en el regazo de tu enemigo, y tiras del cinturón de sus pantalones "vamos a terminar con esto".
Es la 1 a.m., tu enemigo llama a tu puerta, y estás como qué estás haciendo en mi casa, luego te das cuenta de que están cargando un cadáver, y piensas qué diablos es eso, y tu enemigo está como, necesito tu ayuda, ahora, desesperadamente, y estás como, bien, pero si manchas de sangre mi alfombra, terminarás como él (muerto).
Recientemente rompiste con tu pareja, quien te engañó. sabiendo que estás molesto y enojado, tu enemigo aparece en tu casa. Le dices que no lo quieres allí, y mientras abres la puerta, insinuando que quieres que se vaya, tu enemigo la cierra de golpe y dice "úsame ". Sabes que quiere decir en la cama. y sabes que está mal y sabes que no deberías y sabes que te arrepentirás. Pero terminas durmiendo con él la misma noche.
'' No puedo ir allí contigo, lo sabes. Todo es... demasiado complicado.''
''Si les haces daño, te mataré. ¿Me escuchas? Te mataré.''
Tu enemigo dice "golpéame". Tú lo golpeas, sin dudarlo y tu enemigo se queda como ?????
#ideas de rol#de enemigos a amantes#enemies to lovers#tol#spanish rpg#rpg español#foro de rol#rol en foro
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Región austral y polo
Aún a pesar del público conocimiento y lo que sale en la prensa no existe más que un solo polo lo demás es solo una región austral final, el polo es inicio y el austral el fin. Un polo es un punto fijo, un pin, en el polo es el único lugar donde se ven las mismas estrellas y constelaciones sin alteración o alternancia alguna, la constelación de Atenea, por toda la eternidad, la diosa atenea es pues la diosa de la eternidad y lo eterno, por otro lado los eternautas debieron venir de ahí y los dinosaurios. Un eternautas es una ser que viaja por la eternidad, como si estuviera en e espacio o mira mucha tv o es historiador. Parece que no hay tiempo en el polo, no hay gravedad y las cosas se fijan por su energía centrifuga y ya que este punto no se mueve junto con la tierra es energía potencia y se ata al manto o universo, por ahí se relaciona la tierra con el universo como cordón umbilical mientras que el resto de la tierra parece querer separar del universo emanciparse y posee energía cinética. La gravedad se origina cuando al moverse la tierra genera en su entorno próximo una presión de llenado o presión negativa o presión de difusión por gradiente y esto nos ata a la tierra, una fuerza centrípeta cuya energía la obtiene de su entorno potencia que al difundir nos ata a la tierra, que otras cosas traerá consigo? La luz, está llega más y más rápido que en otro planetas y más y más rápido en nuestro sistema solo que en otro, la tierra atrae más y más rápido luz a nuestro sistema solar por lo que atrae la tierra luz y potencia de otros sistemas, un sistema opulento cuyo energía productiva es la tierra , sentiros orgullosos pues terrícolas ya no sois osos y cebras relacionándose libremente, sois potencia , todo por un punto fijo, así a través del movimiento rotatorio producido por la luna la cual genera la energía cinética produce una fuerza centrípeta que ata al mundo y atrae potencia, esto es replicable por un caleidoscopio, un punto fijo con un extremo que gire sobre su eje pero puede ser en ambos, da energía aprovechable, es como la cabeza del perrito del taxi o remis. O los eternautas pueden ser viajante del eter sea como se dirija eso. El sector austral cambia sus estrellas o vista de estas porque sigue el movimiento del planeta. Así se presenta una diferencia, lo quieto potencia centrípeto y cargado lo móvil cinético centrífugo, una polarización que lleva a una polaridad, el polo cargado se descarga el sector austral, la carga polar viajan hasta la tierra austral donde son expulsadas a su medio próximo así una y otra vez. El polo intentando separarse del manto deforma el universo próximo o curvando el espacio tiempo, pero sin este punto fijo no existe no hay deformación alguna posible ya que todo es homogéneo, debe haber un punto fijo para que haya una deformación por estiramiento.
Funciona como un corto circuito polar, cuando dos puntos cargados contactan, el manto polo y el manto Universo.
Lo que diría que un cortocircuito podría generar energía aprovechable entendiendose como un corte de tierra o resistencia o conducción a los extremos, ambos extremos frenan la circulación por alta densidad como chocar con una pared el sistema elemento se hace homogéneo y pierde existencia siendo todo toti potencia así se requiere de cinética para dar existencia o aprovechamiento o utilidad o productividad a la potencia
Todo esto nos habla de la suma en serie, la suma en serie aumenta la potencia siempre que en el mismo punto haya una conexión fuga o rio abajo dos conexiones fuga
Está fuga no existiría pues en sistema tierra por eso la existencia magnética siendo siempre está una una fuga perdida o perdida en fuga
La tierra un elemento en corto
Curiosamente la electricidad alterna es en serie, estaría tratando de encontrar un corto, tenía toda la casa en corto
Le saltaba la térmica a todo rato y se le quemaba todo
Hablando de cortos háblale a Napoleón
La cinética disminuye la potencia pero la hace aprovechable y la potencia choca desvía expulsa a la cinética la hace antropica o entropica que viene de trófico o afin y la absorbe pero para ellos la modifica sin perdida de corriente a carga de corriente cinética a carga potencial terminando en su estado estacionario potencia o La potencia
Así la aceleración de los objetos hacia la tierra depende de la superficie de estos, una superficie regular tendrá menos aceleración hacia la tierra, las superficies irregulares con pocos discontinuos tendrán más aceleración hacia la tierra y esto es por la homogeneidad de distribución de carga. Los regulares poseen una distribución homogénea por tanto no cargados sin polaridad por tanto no se genera una polarización con la tierra, por otro lado y una superficie irregular presenta un poco esto polaridad y cargo el objeto lo cual polariza la aclaración. Toda carga va al punto más austral así por esa fuerza centrifuga hacia la región austral la aceleración aumenta. Los viento también tienen que ver con esto, la superficie irregular cuando no es homogénea actúa como polarizante además de acelerar cualquier cosa hacia la tierra como una descarga o una corriente que naturalmente llegaría sin tanta aceleración y el contacto sería poco perceptible, lo que nos habla de un aumentador de potencia de alcance mediante la aceleración
Así es que para aumentar el alcance se debe aumentar la aceleración que no es lo mismo que velocidad y esto se consigue por un emisor homogéneo y un receptor no homogéneo
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Hijo del este
El libro perdido
Nota: acabo de terminar de escribir este capítulo u.u
Capítulo 22: La invitación
Izuku va corriendo por las calles del fuerte hasta las caballerizas, pidiendo permiso con impaciencia al tumulto de gente que se acumula frente a cada tienda. Pero aun en su frenetismo logra identificar la figura alta de Nemuri. Está parada bajo el arco de la plaza principal llamando la atención de todos a su alrededor con su escote generoso y sugerente, sin sentir la menor vergüenza por las miradas descaradas de los alfas, betas y omegas que transitan a esa hora de la mañana. Sus ojos azules se ciernen con elegancia en un mudo asentimiento, para que pueda continuar con su camino casi sin perder el ritmo.
Y con la misma brusquedad con que se vio rodeado de gente, las personas desaparecieron para que pudiera correr de vuelta a su refugio. Aún a la distancia, el granero se alza con lúgubres tablas, oscurecidas por los inviernos inclementes. Es viejo y sin florituras, más ninguna astilla podría opacar el alivio que siente cuando regresa a sus paredes donde ningún eco del nuevo mundo alcanza a penetrar el refugio oculto en sus entrañas.
Ni siquiera el grupo de personas congregado fuera de sus puertas, merma su breve alegría porque son los peones que ya conoce. Su corazón se alivia cuando ve la pequeña mata de cabello negro asomándose más allá de las puertas, pero Kota no lo ha visto todavía. Va enojado, de brazos cruzados y la mirada afilada de esa forma que no entiende de dónde sacó y atrás aparece Inasa con su voz potente, hablando aceleradamente mientras Kota le quita la mirada, ignorándolo con tozudez.
Pero, de pronto, el niño da un pequeño salto en su lugar cuando lo reconoce, su gesto se desarma, luego se tuerce en una mueca triste, con los ojos húmedos listo para llorar. Inasa retrocede un paso con culpa, como si hubiera roto un vaso o algo peor hasta que por el rabillo del ojo nota la cabellera verde que pasa como un borrón negro bajo la forma de una capa negra demasiado grande.
Izuku saluda brevemente al alfa mientras disimuladamente se quita la capa de Katsuki, preocupado de que él valla a reconocerla. Kota comienza a llorar con más fuerza, pero su mamá lo alza en sus brazos al tiempo que lo lleva devuelta al fondo donde el lecho solitario es ahora un nido de retazos de tela y mantas viejas. Toman asiento y el olor reconfortante se libera cubriendo todo el espacio.
– Lo siento ¿Tarde mucho en llegar? Vine corriendo, lo juro – murmura abrazándolo con fuerza. No se suponía que tardarían tanto en relevarlo y ahora tendrá que pensar en algo para las siguientes noches, porque esta es una oportunidad demasiado buena para dejarla ir, incluso si Katsuki sigue viniendo.
– Izuku. – llama el alfa más joven, siguiéndolo con cierta impaciencia. – ¿Dónde estabas? – pregunta en tono confuso, afectado por las feromonas maternales que van aplacando parte de las emociones que lo asaltaron cuando abrió el granero e Izuku no estaba dentro.
– Estaba trabajando…En los túmulos de carbón. – informa empujando la capa entre las colchas de su nido para luego recostar a Kota de vuelta a la cama. Algo en Inasa es diferente, su mirada se afila de forma penetrante, con sus facciones tensas y peligrosas. Es un rostro que nunca le ha dedicado antes y sólo por eso intuye que esta no es una conversación que Kota debería escuchar.
En ese momento, Izuku toma un atado de hierbas y lo sacude liberando un olor penetrante y medicinal, luego lo abandona dentro de la olla, para llenar un balde de metal con paja y madera, pero nada de ese tiempo comprado es suficiente para que Inasa se calme y mientras acurruca a Kota entre las mantas con la promesa de regresar pronto, el alfa lo sigue hacia la entrada del granero casi pisándole los talones. Izuku se para frente a las puertas abiertas, detenido por el brazo de Inasa que echa un breve vistazo hacia el exterior, pero no hay nadie afuera por el momento. No quiere que nadie los escuche discutir y él intuye porqué: hizo lo mismo que todos los demás, suponer. Pero, aunque duela, no puede culparlo.
Nadie sabía que iba hacer anoche, excepto Nemuri. La mujer no podía cuidar a Kota porque comparte carpa con las otras ayudantes de Chiyo y la anciana ha sido implacable con Izuku. Pero así como ella rechaza a Kota y su forma de criarlo, el hace lo mismo cuando rechaza sus invitaciones para charlar sobre su siguiente celo y precalentamiento. En cada oportunidad, su rostro se arruga todavía más, luego niega con la cabeza apretando el bastón, mientras se va refunfuñando cosas sin saber lo reconfortante que es poder decir que No. Por ahora Nemuri es su única guía y así se mantendrá hasta que no sepa cómo resolver cada uno de sus problemas.
Ahora que tiene un trabajo, debe pensar en cómo mantenerlo sin importar lo que pase al mismo tiempo que debe prepararse para el peor invierno de su vida. Aún ahora las noches son demasiado frescas dentro del granero, y sólo será peor una vez que el frío se asiente y las primeras nevadas lleguen a estas tierras. Por eso, debe pensar en muchas cosas y aunque Katsuki le dio una salida para varias de sus problemas, ahora que tiene la cabeza más fría, no se siente más aliviado porque en realidad sólo cambió unas preocupaciones por otras.
Cuando decidió tomar el empleo, no sólo estaba preocupado porque iba a tomar un trabajo peligroso, sino porque Kota iba a quedarse solo y no estaba seguro de que su hijo podría soportarlo. Durante sus 5 años de vida han dormido juntos en el mismo futón y por ese mismo tiempo lo ha acompañado en cada pesadilla e ida al baño nocturna. Cinco años consecutivos y recién hasta hora comprende que dormir juntos es un lujo que ya no puede permitirle por más tiempo.
Katsuki anoche le hizo un importante recordatorio, la vida que conoció antes de la guerra se fue con su padre o, sospecha, nunca existió. Quizás su padre era otro soñador, como su abuela, un halcón de tinta, el vigilante de los cielos luminosos que tanto Izuku quería tocar…
Por eso no puede cometer el mismo error, aunque Kota sea tan pequeño.
– Yo…honestamente no sé cómo debería decir esto Izuku, pero ¿En serio te recibieron? ¿Cómo supiste de ese trabajo? – pregunta Inasa e Izuku frunce el ceño cuando escucha el tono sospechoso.
– He estado haciendo preguntas…– responde mirando directamente a los ojos de Inasa por primera vez en todo el día. Esto no era sólo preocupación. – Escuché hablar a alguien sobre los túmulos y presioné un poco para saber si podría ir y es lo que hice. – insiste porque hasta donde todos saben, Katsuki no habla con él jamás, además, es cierto que estuvo preguntando a varias personas sobre ese trabajo, en las caballerizas. – Técnicamente puedo salir de aquí cuando quiera, es lo que dijiste hace unos días…
– Si es lo que dije, pero me refería a si tenían que salir por algo urgente. Hay mucha gente vigilándote, no debería explicártelo, pero no es bueno que te vean salir de noche, especialmente con esa capa. No es tela de aquí…
La mirada de Izuku se oscurece, pero no se deja dominar por la preocupación, en cambio, hecha un breve vistazo hacia Kota, pero el niño está de espaldas a ellos en el nido. –Se la compre a uno de mis clientes en los lavaderos. Pague por ella, honradamente. – agrega cuando Inasa no parece satisfecho con su pregunta. – Seguiré yendo hacia allá, Inasa, ellos pagan y no es tan duro como podría ser, sólo debo quedarme ahí y nada más.
– Tu situación es diferente, las cosas que haces son...
– ¿Mi situación? – interrumpe, frustrado. Él sabe perfectamente cuál es su situación, y porque lo sabe, salió a los túmulos. No tiene alternativas, si algo se presenta debe tomarlo. Esa es su vida ahora. – Inasa, los demás ya pensaban que soy una ramera. –murmura para que Kota no tenga que escucharlo, no está listo para responder a esas preguntas todavía. – Y lo pensarán siempre, porque no se trata de lo que haga sino de lo que quieren ver.
- Y por eso deberías darte cuenta de que, para esas personas, es casi como una confirmación.
Izuku suspira pesadamente, conteniéndose porque en el fondo sabe que Inasa tiene buenas intenciones, incluso si está cruzando una línea. -Sí, se ve mal, pero porque estoy en esta situación es que tengo que esforzarme más que nadie sin importar lo que los demás piensen. En tanto las matriarcas sepan la verdad, nada más importa Inasa. Necesito que ellos sepan que haré todo lo que esté en mi mano para salir adelante y para lograrlo necesito que me vean en todas partes, incluso donde da miedo para que pueden confiar en mí como una madre. - dice sin despegar su mirada, pero algo en el rostro de Inasa lo traiciona y eso duele de una forma que no esperaba-¿No confías en mí?
El alfa jadea apesadumbrado y en cierta forma acorralado. No es que no confíe en el omega, sino en los demás y lo cierto es que no puede estar en todas partes para cuidarlo. Pase lo que pase, Masaru ya decidió su destino y exponerse de esa forma sólo hará que la caída sea más grande y fea…
La falta de palabras en el otro hace que Izuku se hunda, porque si él, siendo el hombre que le dio el trabajo, todavía no está convencido de su valía ¿Qué piensa el resto de nómades? ¿Lo odian como Goto, lo toleran como Gin? ¿Puede ganarse su respeto como hizo con Inasa y al parecer Katsuki? Tiene que volverse alguien indispensable, pero si Ulgen fue su puerta de entrada y trabajar como todos los demás no es suficiente, ¿Qué hizo bien en un principio? No lo sabe, no lo entiende, ni lo entenderá si sigue haciendo las mismas cosas…
Su olor se agria junto con sus emociones, pero toma el balde caliente con el atizador de hierro para no quemarse y se va hacia el fondo para depositar las brasas en el brasero de piedras. Inasa lo sigue, con el rostro lleno de culpa una vez que siente las feromonas tristes, pero antes de que pueda rectificarse, Izuku lo despacha.
– Tengo que alimentar a Kota – avisa súbitamente e Inasa hace una mueca. – luego iré a los lavaderos, así que muchas gracias por preocuparte...
– Lo siento. Cuando no te vi dentro me preocupé demasiado y Kota no quiso decir nada.
– No soy chismoso – bramó el niño de pronto descubriéndose la cabeza. Izuku salta en su posición y el alfa toma la intervención del niño como su salida. Quizás Masaru tenga razón y sólo debe dejar que las cosas pasen.
– Kota…no te pedí eso. –murmura Izuku, una vez que Inasa los deja solos. Kota se encoge en su posición, luego mira el fuego y la olla con deseo.
– Tengo hambre – berrea e Izuku se apresura a preparar algo.
Tan pronto terminan, se van tomados de las manos al mismo tiempo que Izuku sostiene sobre la cabeza un atado con su propia ropa, el jabón y la aguja con sus hilos de colores.
Esta vez se lleva la capa que le dio Katsuki y la lava a mano con cuidado mientras piensa en cómo intervenirla para que nadie pueda reconocerla. Necesita hacer una basta y bordar algún diseño que durante el día distraiga la atención de la tela mientras que por la noche no se vea, para que siga protegiéndolo de las miradas inescrupulosas que seguramente estarán vigilando sus pasos más de cerca. Pero solo de pensar en eso, siente como si se quebrara la cabeza, porque odia los puntos en cruz, el festón, los rellenos, o mas bien cualquier tipo de bordado, si tiene que hacerlo él…
Izuku se limpia el sudor de la frente tras lavar colchas de lana gruesas y pesadas. Literalmente fue un infierno encargarse de ellas y apenas logra colgarlas Kota se ríe de él porque termina con toda la camisa y el pantalón mojados.
Juntos tiran el agua jabonosa por el desagüe que está detrás del pozo y como siempre el ruido dulce y libre se escapa por el túnel oscuro y profundo, impedido por una reja pesada de acero. De pronto, Kota se agacha para mirar el interior con mucha concentración e Izuku hace lo mismo porque el también quiere saber.
– ¿A dónde se va? – pregunta mientras trata de levantar la rejilla pero el metal esta oxidado, húmedo y pesa demasiado para él, así que termina de culo en el suelo mojándose los pantalones, con las orejas rojas.
Izuku disimula una sonrisa antes de contestar. – La verdad no estoy seguro. El agua que salía de la cocina de nuestra casa se iba a un canal de regadío, y creo esta se va al foso del castillo…
– ¿No podemos mirar? – pregunta con sus ojos llenos de curiosidad e Izuku se ríe entre dientes porque esa mirada le recuerda a él mismo y suena como una aventura corta, además, ya terminó con esas ropas. – Tiene que ser rápido Kota – informa con falsa severidad y el niño asiente tomándole la mano.
En realidad, no tienen que caminar demasiado, unos cuantos metros más allá hay una pequeña valla de piedra y del otro lado está un margen de tierra llena de pasto, maleza y musgo verde. En sus profundidades, nacen plantas acuáticas, juncos lanudos y arbustos tupidos que no hacen un buen trabajo en esconder el par de nidos que yacen abandonados entre sus ramas.
Kota se desinfla al ver el foso del castillo. No es tan ancho como imaginaba, huele a agua estancada y está lleno de bichos, sin embargo, Izuku cruza la valla para mirar todavía más de cerca el fondo de agua sólo para encontrar la salida del desagüe, pero no puede ver nada, ni la espuma, por otro lado, ahora que está más cerca puede ver pequeñas sombras con forma de pez moviéndose en el fondo del agua pantanosa y se pregunta si serán comestibles.
Cuando regresan hay dos personas con canastas e Izuku se apresura a ofrecer sus servicios. Sólo unos momentos después Izuku está lavando ropa con rapidez para que luego puedan comer algo, más Nemuri llega oportunamente y el omega sonríe ampliamente sin dejar de trabajar hasta que se da cuenta que ella puede ayudarlo.
– Necesito hilo de bordar – murmura inclinándose y ella se ríe enternecida.
– Levanta la cabeza Izuku, me avergüenzas muchacho, iré por tu hilo – dice con una sonrisa, mientras imagina a Izuku usando otra cosa que la fea camisa omega dagobense. – ¿Cómo van tus hierbas?
– Están secando bien. El mercader del castillo dice que podrá conseguirme frascos, aunque son algo caros igual que la miel...
– Vale la pena Izuku, y por la miel no te preocupes, en cuanto pueda te traeré un frasco, pero ha sido difícil esconderlo. Cuando tengas todo, recuerda bien las cantidades y en un mes tendrás un poderoso estimulante para tus fuerzas. Serás robusto como un roble. – dice con una sonrisa. – Ahora, no vine solo para charlar de nimiedades, por favor no olvides contar los días y recuerda que los signos de cortejo serán más notorios igual que el olor que liberes, llegará a distancias más largas.
– ��Recuerdo lo que me dijiste, yo le pregunto a Kota todos los días, porque tiene buen olfato y en casa fue el primero en darse cuenta de mi maduración, así que creo que él se dará cuenta antes que nadie.
– Sí, es buena idea y recuerda que todas las emociones que sientes son normales, no te reprimas demasiado…Creo que eso fue lo que empeoró las cosas para ti, la última vez, no puedes contener tanto a tu omega.
El rostro de Izuku se ruboriza y asiente, pero no sabe cómo decirle que no es algo que haga apropósito. Cuando se da cuenta de que lo ha hecho, no siente el malestar que le han dicho. En realidad, es como estar parado contra una puerta que se sacude, algo tan sutil y mecánico que a veces olvida hasta que siente esa pequeña sacudida. Otras veces despierta y su instinto está a su lado, terriblemente dominante. Entonces, murmura secretos sutiles que hablan sobre esas sensaciones que se enrollan en su vientre y pecho, como una fuerza que lo atrae y suelta, un pulso constante e iterativo que se hace más fuerte por la noche, donde danza y presiona como un cosquilleo en la piel y se transforma en imágenes vivas en sus sueños.
Ella lo observa con ternura, pero no le insiste para que saque a la luz sus aprensiones. Izuku ya tiene demasiados problemas en su cabeza y obligarlo a resolver todo en un solo día es cruel e injusto. – Traeré lo que me pediste…- murmura antes de irse.
Las siguientes horas Izuku termina de trabajar y se refugia junto con Kota a la sombra de los edificios y antes de que puedan darse cuenta pueden dar por terminado el día y retornar con suficientes horas de luz a su refugio.
Por el camino Kota se adelanta para que puedan llegar al granero porque está aburrido y quiere jugar con la lagartija que esconde en su bolsillo. Izuku lo regaña, llamándolo hasta que logra alcanzarlo a unos cuantos metros del granero, donde ambos se detienen abruptamente al encontrar a Masaru junto con su séquito de guardias y ayudantes.
Izuku inclina la cabeza a modo de saludo, con la esperanza de dejarlos atrás, pero una chica castaña de rostro amable saluda animadamente a Kota haciendo que el niño se apegue a sus piernas impidiéndole que pueda seguir caminando. Masaru se ríe ligeramente mientras uno de los peones trae dos caballos blancos y otro trae consigo la montura para uno de ellos.
- ¿Día ocupado? – pregunta Masaru mientras recibe la montura para ensillar el mismo a su propio caballo.
Más Izuku tarda un poco en responder, porque esta es la primera vez que ve a Masaru hacer esto. Sin exagerar, cada silla pesa casi 30 kilos, peso que levanta por encima de la línea de sus hombros sin esfuerzo alguno, pero así como llega ese sobresalto su instinto lo reprende porque aquí no hay una regla “natural” que divida físicamente omegas de alfas. Sigue teniendo el mismo prejuicio que su padre y su propia gente, a pesar de que él también puede levantar ese peso y a veces más.
- Nada especial, estuve en los lavaderos señor. – responde Izuku incómodo. Intenta seguir adelante, pero Masaru lo detiene. El hombre observa cuidadosamente sus facciones y la vergüenza se asienta como un calor tibio en su cuello y mejillas. Es como si buscara algo, más sea lo que sea lo abandona esbozando una sonrisa reconfortante.
- Izuku, me han dicho que eres bastante diestro y quiero dar una vuelta por el alrededor del fuerte ¿Me acompañarías? – pregunta para luego subir a su caballo sin esperar por su respuesta. El otro peón se acerca por detrás de Izuku y le entrega las riendas del caballo. No puede negarse.
Los ojos verdes se desvían hacia el cachorro y antes de que pueda hablar con él para pedirle que se porte bien y lo espere, Masaru vuelve a insistir- Ella es Ochako, es una alfa de la manada de mi hijo, pero sabe bastante sobre niños, no te preocupes, ella lo cuidará. – dice con un tono que no admite negativas.
Izuku puede sentir otra ola de frustración venir, este desplante no es necesario, él sabe que no puede negarse, sólo le preocupa que Kota se asuste y comience a llorar, más contra todo pronóstico Kota abandona su escondite y saluda a la chica con los brazos cruzados, al tiempo que adopta esa mirada que ahora entiende que significa.
– Muchas gracias por la invitación. – dice al mismo tiempo que suelta la rienda, luego le entrega a Kota el atado con sus ropas lavadas para poder apretar sus hombros tal y como hacía su padre para consolarlo.
Masaru se tensa con cierta incredulidad porque piensa que va a rechazarlo, más cuando ve como reconforta al cachorro, algo en él se llena de duda. Es cierto que no está muy familiarizado con la cultura dagobense, pero es extraño ver que un omega repita el mismo gesto que su tribu hace con sus cachorros para decirle que se mantenga firme, aún más, el niño asiente reconociendo la señal sin que se medie palabra, como si pudieran comunicarse sólo con los ojos que necesitan del otro.
- Es un hermoso espécimen – halaga Izuku liberando un poco de sus feromonas para presentarse al caballo. La yegua se anima con su olor y abre sus fauces para memorizarlo. Es la primera vez que está directamente frente a los caballos de Masaru, porque sólo uno de sus compañeros hace ese trabajo, Nirengeki.
El rostro de la Matriarca se ilumina con ese orgullo elegante que lo caracteriza - Su nombre es Touma, y ella es Batbayar, la matriarca de su manada.
Izuku observa el porta imperioso del caballo, sus ojos serenos pero atentos y ciertamente es una criatura especial. Su aura es limpia, casi difuminando su silueta en el aire, pero no puede seguir admirándola cuando todavía esperan que monte el caballo. Una vez arriba, Masaru inmediatamente dirige el camino sin que nadie más de su guardia los siga. “Esto es una prueba”, dice una voz en su cabeza y su omega salta al frente para dirigir el torrente de emociones que agitan el corazón de Izuku, pero a lo largo del camino Masaru no dice mucho a medida que los acerca hacia la puerta oeste del fuerte, donde los soldados se apresuran a despejar el camino.
Están ahora en los mismos límites por los que se le permiten transitar y solo basta una mirada del hombre para que Izuku casi pierda todo el color de su rostro al tiempo que intuye lo que siguiente que le dirá.
– Si hubieras llevado al niño contigo a los túmulos, hubiera sido un problema bastante grave. – advierte mientras hace que Batbayar avance un par de metros por delante. – Junto a mí – ordena, pero antes de que Izuku pueda reaccionar, su propio caballo se mueve avanzando los metros que los separan donde un grupo de soldados armados se detiene para mirarlos con curiosidad.
Son un grupo de 6 hombres montados a caballos y con arcos. Preparados para disparar hasta 90 metros de distancia. El peliverde rápidamente intenta frenar al caballo, pero Touma ignora el tirón en su rienda y sigue avanzando hasta alcanzar a su verdadero amo. Nervioso, Izuku mira la puerta que están dejando atrás y de pronto está listo para bajar del caballo, pero antes de que pueda saltar ambas yeguas giran hasta quedar mirando hacia el sur, sin que nadie las dirija. Incrédulo Izuku jadea al tiempo que Masaru sonríe de la misma forma que hace el hijo y sólo por eso sabe que algo hará.
Un olor boscoso inundado de feromonas dominantes comienza a picar en la nariz de Izuku. Su omega se eriza agraviado por la orden, pero cede e Izuku inclina su cabeza con sumisión. – No sé quién fue el tonto que te dio la idea, pero tras mucho pensarlo no voy a impedir que vallas…Está dentro de los límites y a juzgar por las indagaciones que hiciste con tanta delicadeza ya sabes que es peligroso, incluso aquí donde todos nos temen.
Izuku abre la boca para hablar, pero es imposible, su omega le dice que no porque deben esperar a que el otro omega los autorice a hablar. El rostro de Masaru se suaviza, sus ojos avellanas se cierran al tanto que sus feromonas se diluyen y, entonces, Izuku puede relajar los músculos de su cuello y espalda.
- Ese era yo como líder y ahora voy a hablarte como madre. – continúa con un tono paternal, al tiempo que busca la mirada vidriosa de Izuku. – Mi yurta está disponible para todos, incluso los omegas dagobenses que no pertenecen todavía a la tribu. Si algo sucede a partir de ahora o si algo ha pasado y por alguna razón sentiste que no podías decírselo a nadie, este es un buen momento para que lo hagas…
La espalda de Izuku se yergue y casi se voltea a mirarlo, pero los ojos muertos de ese hombre se asoman por su mente, el sabor del vómito inunda su boca, se siente enfermo, humillado y sobre todo tiene miedo. “Nadie está de tu lado”, murmura una voz extraña y aunque le causa un escalofrío desagradable, Izuku no puede estar más de acuerdo con él. Si Masaru sabe lo que pasó, si él sabe y de verdad quisiera ayudarlo lo habría hecho sin una confirmación. No puede decirle, y se morirá con ese secreto.
El silencio se instaura entre ellos y eso es casi tan inquietante como los rumores, porque el silencio, a menudo, confirmar las suposiciones, pero esta es lo único que no querría para un omega jamás. Entonces, Izuku lo mira a los ojos afectado, pero con resolución. – Sólo palabras mi señor…Muchas palabras. No estoy acostumbrado porque nunca salía tanto de casa. – agrega y se sorprende de que esa verdad a medias sea suficiente para que el hombre abandone su treta, en cambio, parece que hay cierto alivio en su rostro y lástima. Él no quiere lástima.
“¿Palabras?” piensa Masaru, pero no porque le resulte extraño que un insulto pueda hacer que el rostro de alguien palidezca de esa forma, sino porque él esperaba que una madre y su bastardo ya estuvieran acostumbrados a escuchar ese tipo de desprecio, o cuando menos sabría cómo manejarlo. Más, de nada servirá si insiste y tira de ese hilo ahora, Izuku todavía necesita tiempo para confiar en él y todavía deben mostrarle más cosas de su cultura. Es preciso que vea con sus propios ojos y sin pretensiones, el mundo que le aguarda si decide incorporarse. Uno más esplendoroso que el de sus compañeros, si esos alfas no se retractan en sus intenciones de cortejo, antes de que termine la prueba.
- Somos omegas Izuku, las palabras es algo con lo que tendrás que aprender a lidiar siempre, especialmente los omegas como nosotros que podemos imponernos con nuestro olor. – dice en tono compresivo, pero Izuku lo observa sin entender. – Tus feromonas, son fuertes ¿No te has dado cuenta? – inquiere con una mirada incrédula y hasta cierto punto enternecida- ¿Por qué piensas que los caballos beligerantes te respetan?
- Servicio – murmura y el omega mayor comienza a reír.
- ¿Quién te dijo eso? ¿Tu madre? No hay un solo caballo salvaje que se someta por servicio Izuku…
- Pero el olor…- comienza a decir y entonces lo termina de entender, el mismo acaba de vivirlo ¿Es por eso por lo que dejó que trabajara en las caballerizas? Y como si sus pensamientos estuvieran escritos en su rostro, Masaru lo observa invitándolo a decir sus pensamientos en voz alta – Podemos hacer eso.
- Podemos hacer lo mismo. – confirma Masaru y se deleita cuando los ojos grandes se mueven de un lado a otro mientras murmura rápido, cada idea y reflexión. No pudo tener más razón al imponerle esta prueba a Izuku. Él tiene virtudes de los tres dioses y sospecha que ya ha pasado por dos pruebas de espíritu.
La primera debió ser con la diosa Eutuken, cobijando al cachorro inesperado, luego la segunda debió ser impuesta por Erlik Khan, a través de Ulgen, y pronto, si sigue cultivándose como hasta ahora, Elle Maijima aparecerá tan problemático y enigmático como le gusta ser y hará falta que se prepare para eso o caerá de forma estrepitosa.
- Vas a quemarte ahí muchacho – dice Masaru cuando no parece que vaya a salir de su cabeza pronto. Los ojos verdes se abren con vergüenza, el color regresa un poco a sus mejillas, aunque todavía parece que sigue nervioso. – La próxima vez muchacho, habla conmigo sobre las cosas que vallas a hacer, a mi edad nos gustan cada vez menos las sorpresas…
Izuku asiente y traga saliva, de pronto, el peso del mundo cae sobre sus hombros y siente que realmente necesita ir a descansar, pero es irónico que Masaru reproche esta sorpresa, cuando técnicamente es un chasco que Katsuki orquestó. Ese alfa engreído ha sido una pesadilla desde que tuvo la mala suerte de encontrarlo ¿Qué le costaba una maldita advertencia? Después de todo él le dio la idea. Aunque, quizás debió suponer que sería así o entonces Katsuki no habría estado tan preocupado de que nadie supiera que fue a los túmulos…Lo que de nuevo trae a colación la misma duda ¿Tanta influencia tenía Katsuki? Porque está claro que alguien, entre los guardias o el encargado de los túmulos, dio aviso al alfa de su llegada para que lo encontrara. Más, habiendo superado el susto y comprendiendo el alcance esa jugada, ahora tiene algo con que chantajear a Katsuki, como intente ser un imbécil de nuevo.
- Supongo que fue estúpido. – le responde tratando de parecer más arrepentido que enojado.
- No, sólo fue temerario…- corrige Masaru de forma conciliadora. Quizás fue un susto demasiado grande, pero él ya ha demostrado que no es quien aparenta y debía recordarle quien tiene las riendas aquí. - Supongo que no estas acostumbrado a pedir permiso… ¿O me equivoco?
Entonces, el rostro de Izuku enrojece y Masaru enarca una ceja porque no esperaba tener una confirmación tan rápida. – En casa, era más fácil pedir perdón que pedir permiso. Mi padre trataba de retenerme todo el tiempo…
- Bueno, siendo honesto contigo muchacho, no puedo juzgarte demasiado, no era mucho más joven que tú cuando peleaba con mis padres para poder ir con todos los demás a las regiones del mar, pero nací con una tarea y un deber. Así que viajes tan largos nunca fueron una opción…
Midoriya entonces lo observa curioso por la dirección que tomó todo esto, sin embargo, ya no tiene energía para seguir pensando. Quizás sólo deba dejarlo hablar. – La vida es corta Izuku, pero no porque pocos llegan a la edad de Chiyo, sino porque hay cosas que sólo puedes hacer a cierta edad, luego tocan otras tareas, otras responsabilidades y tienes que hacerte cargo de ellas, a mi me hubiera gustado que me lo advirtieran antes.
- No creo entender.
- Me refiero a que me hubiera gustado saber que tenía opciones y que no pasaba nada malo por tomarlas. En ese tiempo, cuando me resigné a cumplir mi papel, asumí todo el peso de esa responsabilidad sólo y comencé a actuar como si no existiera nada más en la vida, pensaba que no podía hacer nada más y era…
- inquietante…- murmura Izuku porque, eso es lo que había sentido antes de todo esto. Era por eso, que concentró todos sus deseos en un solo anhelo, un alfa tan fuerte que no tuviera miedo de que Izuku quisiera un poco de eso para si mismo, para así llevar su nueva vida sin soltar a Kota. Ese día, cuando su madre murió, las cosas cambiaron y tuvo que aprender a ser fuerte y desde entonces no ha llorado una sola por Inko, porque su padre apenas podía mantenerse en pie y por dos semanas, se olvidó de que tenía hijos.
- Bueno, eso era antes y logré superarlo. No te deprimas por eso, yo aprendí a darle un lugar a cada cosa que me gusta hacer, como cabalgar.
- ¿Cabalgar? – pregunta sin creer que esté proponiendo una carrera.
- Hace tiempo que no he podido correr a destajo… ¿Una carrera a la puerta este? – pregunta, pero en realidad no le da tiempo de responder, Batbayar grita de emoción y galopa recto hacia el sur.
Izuku lo observa aturdido, pero espolea a Touma y el caballo emprende marcha tan rápido que el viento impulsa el cuerpo de Izuku hacia atrás. La resistencia del aire rasguña su ropa, mientras el aroma de azahar y vainilla de la matriarca lo alcanza en pequeñas ráfagas. Las emociones del hombre poco a poco van tomando forma en su mente y contagian de calma sus ánimos tormentosos. Sus manos se aferran a la brida mientras sus piernas se tensan alrededor de la montura y los estribos al tiempo que se inclina hacia adelante para cortar mejor el aire que lo detiene.
Por el horizonte el sol lucha por no extinguirse, enviando fuertes reflejos de luz blanca, pero Izuku en realidad no tiene que desviar al caballo, cerrar los ojos ni apagar el creciente deseo por alcanzarlo. Touma se dirige prácticamente solo, acostumbrado a estas travesías y arrebatos. El campo es basto y por primera vez en mucho tiempo puede ver la enorme extensión del bosque que rodea al río, como una silueta de formas irregulares y brumosas en la lejanía mientras el fuerte se expande con yurtas cada vez más alejados de sus murallas donde varias parejas se asuman a mirar a los caballos se cruzan súbitamente por el estrecho camino que separa esta distrito de las murallas de madera y piedra.
La vida sigue adelante, tan rápido que casi lo deja atrás. Tan rápido que apenas tiene tiempo de maniobrar al caballo y hacer que baje la velocidad cuando están tan cerca de la puerta este. Ambos jadean tras contener la respiración en la última vuelta, pero sólo Izuku siente un escalofrío cuando ve las puertas abrirse para recibirlo de vuelta a su realidad. Donde todavía está en el paso cero de las miles de paradas que le quedan por hacer.
Cuando se baja del caballo, devuelta en las caballerizas, lo hace con un nuevo conocimiento. Si quiere ganar este reto diseñado para que pierda, deberá desprenderse de todo lo que conoce y recuperar su dignidad. No tiene a donde ir y si el dice que puede hacer lo mismo que todos, es porque debe ser así. Hay una trampa en esas palabras, un mensaje oculto tras todo lo que ocurrió y el primer paso que debe hacer para entender lo que estas personas quieren de él, es aprender su cultura. Y tiene tantas preguntas, mañana al salir del trabajo, hará que Katsuki responda a cada una de ellas y entonces será el quien de un golpe en la mesa.
Pero, Katsuki eventualmente dejará de responder. En cuanto se dé cuenta de que Izuku se está preparando, seguramente intentará retenerlo, así que debe buscar otros caminos y elegir con cuidado cuáles serán las primeras preguntas que le hará al alfa. Estos nuevos guías, no puede ser Inasa, ni Nemuri, nadie que sea sospechoso, sino personas que encuentre de forma incidental en la calle, para que nadie pueda distinguir estas incursiones de su costumbre natural por querer saber cada cosa nueva que encuentra en su camino.
- Muchas gracias, mi señor – murmura agotado y hasta cierto punto hambriento. Masaru responde con una sonrisa y lo acompaña de vuelta al granero donde Kota corre para saludarlos con una manzana en la mano. Al fondo, la chica alfa ha preparado el brasero, encendió el fuego y colocó la olla con agua. Sobre los barriles vacíos hay una canasta con algo de comida que no le permiten agradecer. Se van y sin fanfarrias, llevándose sus intenciones pero dejando abierta la invitación a seguir conociendo todavía más este mundo.
Nota 2:
Tengo tanto sueño, he dormido super mal, nerviosa por tener que escribir, los cursos y porque la busqueda de empleo ha sido difícil, por mi nunca dejaría de estudiar. Hace tiempo conocí a una mujer que tenía 3 carreras universitarias, dos magister y un doctorado. Quisiera ser ella Jajaja, pero soy pobre todavía
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Hijo del Este
El libro perdido
Capítulo 22: La invitación
Izuku va corriendo por las calles del fuerte hasta las caballerizas, pidiendo permiso con impaciencia al tumulto de gente que se acumula frente a cada tienda. Pero aún en su frenetismo logra identificar la figura alta de Nemuri. Está parada bajo el arco de la plaza principal llamando la atención de todos a su alrededor con su escote generoso y sugerente, sin sentir la menor vergüenza por las miradas descaradas de los alfas, betas y omegas que transitan a esa hora de la mañana. Sus ojos azules se ciernen con elegancia en un mudo asentimiento, para que pueda continuar con su camino casi sin perder el ritmo.
Y con la misma brusquedad con que se vio rodeado de gente, las personas desaparecieron para que pudiera correr de vuelta a su refugio. Aún a la distancia, el granero se alza con lúgubres tablas, oscurecidas por los inviernos inclementes. Es viejo y sin florituras, más ninguna astilla podría opacar el alivio que siente cuando regresa a sus paredes donde ningún eco del nuevo mundo alcanza a penetrar el refugio oculto en sus entrañas.
Ni siquiera el grupo de personas congregado fuera de sus puertas, merma su breve alegría porque son los peones que ya conoce. Su corazón se alivia cuando ve la pequeña mata de cabello negro asomándose más allá de las puertas, pero Kota no lo ha visto todavía. Va enojado, de brazos cruzados y la mirada afilada de esa forma que no entiende de dónde sacó y atrás aparece Inasa con su voz potente, hablando aceleradamente mientras Kota le quita la mirada, ignorándolo con tozudez.
Pero, de pronto, el niño da un pequeño salto en su lugar cuando lo reconoce, su gesto se desarma, luego se tuerce en una mueca triste, con los ojos húmedos listo para llorar. Inasa retrocede un paso con culpa, como si hubiera roto un vaso o algo peor hasta que por el rabillo del ojo nota la cabellera verde que pasa como un borrón negro bajo la forma de una capa negra demasiado grande.
Izuku saluda brevemente al alfa mientras disimuladamente se quita la capa de Katsuki, preocupado de que él valla a reconocerla. Kota comienza a llorar con más fuerza, pero su mamá lo alza en sus brazos al tiempo que lo lleva devuelta al fondo donde el lecho solitario es ahora un nido de retazos de tela y mantas viejas. Toman asiento y el olor reconfortante se libera cubriendo todo el espacio.
– Lo siento ¿Tarde mucho en llegar? Vine corriendo, lo juro – murmura abrazándolo con fuerza. No se suponía que tardarían tanto en relevarlo y ahora tendrá que pensar en algo para las siguientes noches, porque esta es una oportunidad demasiado buena para dejarla ir, incluso si Katsuki sigue viniendo.
– Izuku. – llama el alfa más joven, siguiéndolo con cierta impaciencia. – ¿Dónde estabas? – pregunta en tono confuso, afectado por las feromonas maternales que van aplacando parte de las emociones que lo asaltaron cuando abrió el granero e Izuku no estaba dentro.
– Estaba trabajando…En los túmulos de carbón. – informa empujando la capa entre las colchas de su nido para luego recostar a Kota de vuelta a la cama. Algo en Inasa es diferente, su mirada se afila de forma penetrante, con sus facciones tensas y peligrosas. Es un rostro que nunca le ha dedicado antes y sólo por eso intuye que esta no es una conversación que Kota debería escuchar.
En ese momento, Izuku toma un atado de hierbas y lo sacude liberando un olor penetrante y medicinal, luego lo abandona dentro de la olla, para llenar un balde de metal con paja y madera, pero nada de ese tiempo comprado es suficiente para que Inasa se calme y mientras acurruca a Kota entre las mantas con la promesa de regresar pronto, el alfa lo sigue hacia la entrada del granero casi pisándole los talones. Izuku se para frente a las puertas abiertas, detenido por el brazo de Inasa que echa un breve vistazo hacia el exterior, pero no hay nadie afuera por el momento. No quiere que nadie los escuche discutir y él intuye porqué: hizo lo mismo que todos los demás, suponer. Pero, aunque duela, no puede culparlo.
Nadie sabía que iba hacer anoche, excepto Nemuri. La mujer no podía cuidar a Kota porque comparte carpa con las otras ayudantes de Chiyo y la anciana ha sido implacable con Izuku. Pero así como ella rechaza a Kota y su forma de criarlo, el hace lo mismo cuando rechaza sus invitaciones para charlar sobre su siguiente celo y precalentamiento. En cada oportunidad, su rostro se arruga todavía más, luego niega con la cabeza apretando el bastón, mientras se va refunfuñando cosas sin saber lo reconfortante que es poder decir que No. Por ahora Nemuri es su única guía y así se mantendrá hasta que no sepa cómo resolver cada uno de sus problemas.
Ahora que tiene un trabajo, debe pensar en cómo mantenerlo sin importar lo que pase al mismo tiempo que debe prepararse para el peor invierno de su vida. Aún ahora las noches son demasiado frescas dentro del granero, y sólo será peor una vez que el frío se asiente y las primeras nevadas lleguen a estas tierras. Por eso, debe pensar en muchas cosas y aunque Katsuki le dio una salida para varias de sus problemas, ahora que tiene la cabeza más fría, no se siente más aliviado porque en realidad sólo cambió unas preocupaciones por otras.
Cuando decidió tomar el empleo, no sólo estaba preocupado porque iba a tomar un trabajo peligroso, sino porque Kota iba a quedarse solo y no estaba seguro de que su hijo podría soportarlo. Durante sus 5 años de vida han dormido juntos en el mismo futón y por ese mismo tiempo lo ha acompañado en cada pesadilla e ida al baño nocturna. Cinco años consecutivos y recién hasta hora comprende que dormir juntos es un lujo que ya no puede permitirle por más tiempo.
Katsuki anoche le hizo un importante recordatorio, la vida que conoció antes de la guerra se fue con su padre o, sospecha, nunca existió. Quizás su padre era otro soñador, como su abuela, un halcón de tinta, el vigilante de los cielos luminosos que tanto Izuku quería tocar…
Por eso no puede cometer el mismo error, aunque Kota sea tan pequeño.
– Yo…honestamente no sé cómo debería decir esto Izuku, pero ¿En serio te recibieron? ¿Cómo supiste de ese trabajo? – pregunta Inasa e Izuku frunce el ceño cuando escucha el tono sospechoso.
– He estado haciendo preguntas…– responde mirando directamente a los ojos de Inasa por primera vez en todo el día. Esto no era sólo preocupación. – Escuché hablar a alguien sobre los túmulos y presioné un poco para saber si podría ir y es lo que hice. – insiste porque hasta donde todos saben, Katsuki no habla con él jamás, además, es cierto que estuvo preguntando a varias personas sobre ese trabajo, en las caballerizas. – Técnicamente puedo salir de aquí cuando quiera, es lo que dijiste hace unos días…
– Si es lo que dije, pero me refería a si tenían que salir por algo urgente. Hay mucha gente vigilándote, no debería explicártelo, pero no es bueno que te vean salir de noche, especialmente con esa capa. No es tela de aquí…
La mirada de Izuku se oscurece, pero no se deja dominar por la preocupación, en cambio, hecha un breve vistazo hacia Kota, pero el niño está de espaldas a ellos en el nido. –Se la compre a uno de mis clientes en los lavaderos. Pague por ella, honradamente. – agrega cuando Inasa no parece satisfecho con su pregunta. – Seguiré yendo hacia allá, Inasa, ellos pagan y no es tan duro como podría ser, sólo debo quedarme ahí y nada más.
– Tu situación es diferente, las cosas que haces son...
– ¿Mi situación? – interrumpe, frustrado. Él sabe perfectamente cuál es su situación, y porque lo sabe, salió a los túmulos. No tiene alternativas, si algo se presenta debe tomarlo. Esa es su vida ahora. – Inasa, los demás ya pensaban que soy una ramera. –murmura para que Kota no tenga que escucharlo, no está listo para responder a esas preguntas todavía. – Y lo pensarán siempre, porque no se trata de lo que haga sino de lo que quieren ver.
- Y por eso deberías darte cuenta de que, para esas personas, es casi como una confirmación.
Izuku suspira pesadamente, conteniéndose porque en el fondo sabe que Inasa tiene buenas intenciones, incluso si está cruzando una línea. -Sí, se ve mal, pero porque estoy en esta situación es que tengo que esforzarme más que nadie sin importar lo que los demás piensen. En tanto las matriarcas sepan la verdad, nada más importa Inasa. Necesito que ellos sepan que haré todo lo que esté en mi mano para salir adelante y para lograrlo necesito que me vean en todas partes, incluso donde da miedo para que pueden confiar en mí como una madre. - dice sin despegar su mirada, pero algo en el rostro de Inasa lo traiciona y eso duele de una forma que no esperaba-¿No confías en mí?
El alfa jadea apesadumbrado y en cierta forma acorralado. No es que no confíe en el omega, sino en los demás y lo cierto es que no puede estar en todas partes para cuidarlo. Pase lo que pase, Masaru ya decidió su destino y exponerse de esa forma sólo hará que la caída sea más grande y fea…
La falta de palabras en el otro hace que Izuku se hunda, porque si él, siendo el hombre que le dio el trabajo, todavía no está convencido de su valía ¿Qué piensa el resto de nómades? ¿Lo odian como Goto, lo toleran como Gin? ¿Puede ganarse su respeto como hizo con Inasa y al parecer Katsuki? Tiene que volverse alguien indispensable, pero si Ulgen fue su puerta de entrada y trabajar como todos los demás no es suficiente, ¿Qué hizo bien en un principio? No lo sabe, no lo entiende, ni lo entenderá si sigue haciendo las mismas cosas…
Su olor se agria junto con sus emociones, pero toma el balde caliente con el atizador de hierro para no quemarse y se va hacia el fondo para depositar las brasas en el brasero de piedras. Inasa lo sigue, con el rostro lleno de culpa una vez que siente las feromonas tristes, pero antes de que pueda rectificarse, Izuku lo despacha.
– Tengo que alimentar a Kota – avisa súbitamente e Inasa hace una mueca. – luego iré a los lavaderos, así que muchas gracias por preocuparte...
– Lo siento. Cuando no te vi dentro me preocupé demasiado y Kota no quiso decir nada.
– No soy chismoso – bramó el niño de pronto descubriéndose la cabeza. Izuku salta en su posición y el alfa toma la intervención del niño como su salida. Quizás Masaru tenga razón y sólo debe dejar que las cosas pasen.
– Kota…no te pedí eso. –murmura Izuku, una vez que Inasa los deja solos. Kota se encoge en su posición, luego mira el fuego y la olla con deseo.
– Tengo hambre – berrea e Izuku se apresura a preparar algo.
Tan pronto terminan, se van tomados de las manos al mismo tiempo que Izuku sostiene sobre la cabeza un atado con su propia ropa, el jabón y la aguja con sus hilos de colores.
Esta vez se lleva la capa que le dio Katsuki y la lava a mano con cuidado mientras piensa en cómo intervenirla para que nadie pueda reconocerla. Necesita hacer una basta y bordar algún diseño que durante el día distraiga la atención de la tela mientras que por la noche no se vea, para que siga protegiéndolo de las miradas inescrupulosas que seguramente estarán vigilando sus pasos más de cerca. Pero solo de pensar en eso, siente como si se quebrara la cabeza, porque odia los puntos en cruz, el festón, los rellenos, o mas bien cualquier tipo de bordado, si tiene que hacerlo él…
Izuku se limpia el sudor de la frente tras lavar colchas de lana gruesas y pesadas. Literalmente fue un infierno encargarse de ellas y apenas logra colgarlas Kota se ríe de él porque termina con toda la camisa y el pantalón mojados.
Juntos tiran el agua jabonosa por el desagüe que está detrás del pozo y como siempre el ruido dulce y libre se escapa por el túnel oscuro y profundo, impedido por una reja pesada de acero. De pronto, Kota se agacha para mirar el interior con mucha concentración e Izuku hace lo mismo porque el también quiere saber.
– ¿A dónde se va? – pregunta mientras trata de levantar la rejilla pero el metal esta oxidado, húmedo y pesa demasiado para él, así que termina de culo en el suelo mojándose los pantalones, con las orejas rojas.
Izuku disimula una sonrisa antes de contestar. – La verdad no estoy seguro. El agua que salía de la cocina de nuestra casa se iba a un canal de regadío, y creo esta se va al foso del castillo…
– ¿No podemos mirar? – pregunta con sus ojos llenos de curiosidad e Izuku se ríe entre dientes porque esa mirada le recuerda a él mismo y suena como una aventura corta, además, ya terminó con esas ropas. – Tiene que ser rápido Kota – informa con falsa severidad y el niño asiente tomándole la mano.
En realidad, no tienen que caminar demasiado, unos cuantos metros más allá hay una pequeña valla de piedra y del otro lado está un margen de tierra llena de pasto, maleza y musgo verde. En sus profundidades, nacen plantas acuáticas, juncos lanudos y arbustos tupidos que no hacen un buen trabajo en esconder el par de nidos que yacen abandonados entre sus ramas.
Kota se desinfla al ver el foso del castillo. No es tan ancho como imaginaba, huele a agua estancada y está lleno de bichos, sin embargo, Izuku cruza la valla para mirar todavía más de cerca el fondo de agua sólo para encontrar la salida del desagüe, pero no puede ver nada, ni la espuma, por otro lado, ahora que está más cerca puede ver pequeñas sombras con forma de pez moviéndose en el fondo del agua pantanosa y se pregunta si serán comestibles.
Cuando regresan hay dos personas con canastas e Izuku se apresura a ofrecer sus servicios. Sólo unos momentos después Izuku está lavando ropa con rapidez para que luego puedan comer algo, más Nemuri llega oportunamente y el omega sonríe ampliamente sin dejar de trabajar hasta que se da cuenta que ella puede ayudarlo.
– Necesito hilo de bordar – murmura inclinándose y ella se ríe enternecida.
– Levanta la cabeza Izuku, me avergüenzas muchacho, iré por tu hilo – dice con una sonrisa, mientras imagina a Izuku usando otra cosa que la fea camisa omega dagobense. – ¿Cómo van tus hierbas?
– Están secando bien. El mercader del castillo dice que podrá conseguirme frascos, aunque son algo caros igual que la miel...
– Vale la pena Izuku, y por la miel no te preocupes, en cuanto pueda te traeré un frasco, pero ha sido difícil esconderlo. Cuando tengas todo, recuerda bien las cantidades y en un mes tendrás un poderoso estimulante para tus fuerzas. Serás robusto como un roble. – dice con una sonrisa. – Ahora, no vine solo para charlar de nimiedades, por favor no olvides contar los días y recuerda que los signos de cortejo serán más notorios igual que el olor que liberes, llegará a distancias más largas.
– Recuerdo lo que me dijiste, yo le pregunto a Kota todos los días, porque tiene buen olfato y en casa fue el primero en darse cuenta de mi maduración, así que creo que él se dará cuenta antes que nadie.
– Sí, es buena idea y recuerda que todas las emociones que sientes son normales, no te reprimas demasiado…Creo que eso fue lo que empeoró las cosas para ti, la última vez, no puedes contener tanto a tu omega.
El rostro de Izuku se ruboriza y asiente, pero no sabe cómo decirle que no es algo que haga apropósito. Cuando se da cuenta de que lo ha hecho, no siente el malestar que le han dicho. En realidad, es como estar parado contra una puerta que se sacude, algo tan sutil y mecánico que a veces olvida hasta que siente esa pequeña sacudida. Otras veces despierta y su instinto está a su lado, terriblemente dominante. Entonces, murmura secretos sutiles que hablan sobre esas sensaciones que se enrollan en su vientre y pecho, como una fuerza que lo atrae y suelta, un pulso constante e iterativo que se hace más fuerte por la noche, donde danza y presiona como un cosquilleo en la piel y se transforma en imágenes vivas en sus sueños.
Ella lo observa con ternura, pero no le insiste para que saque a la luz sus aprensiones. Izuku ya tiene demasiados problemas en su cabeza y obligarlo a resolver todo en un solo día es cruel e injusto. – Traeré lo que me pediste…- murmura antes de irse.
Las siguientes horas Izuku termina de trabajar y se refugia junto con Kota a la sombra de los edificios y antes de que puedan darse cuenta pueden dar por terminado el día y retornar con suficientes horas de luz a su refugio.
Por el camino Kota se adelanta para que puedan llegar al granero porque está aburrido y quiere jugar con la lagartija que esconde en su bolsillo. Izuku lo regaña, llamándolo hasta que logra alcanzarlo a unos cuantos metros del granero, donde ambos se detienen abruptamente al encontrar a Masaru junto con su séquito de guardias y ayudantes.
Izuku inclina la cabeza a modo de saludo, con la esperanza de dejarlos atrás, pero una chica castaña de rostro amable saluda animadamente a Kota haciendo que el niño se apegue a sus piernas impidiéndole que pueda seguir caminando. Masaru se ríe ligeramente mientras uno de los peones trae dos caballos blancos y otro trae consigo la montura para uno de ellos.
- ¿Día ocupado? – pregunta Masaru mientras recibe la montura para ensillar el mismo a su propio caballo.
Más Izuku tarda un poco en responder, porque esta es la primera vez que ve a Masaru hacer esto. Sin exagerar, cada silla pesa casi 30 kilos, peso que levanta por encima de la línea de sus hombros sin esfuerzo alguno, pero así como llega ese sobresalto su instinto lo reprende porque aquí no hay una regla “natural” que divida físicamente omegas de alfas. Sigue teniendo el mismo prejuicio que su padre y su propia gente, a pesar de que él también puede levantar ese peso y a veces más.
- Nada especial, estuve en los lavaderos señor. – responde Izuku incómodo. Intenta seguir adelante, pero Masaru lo detiene. El hombre observa cuidadosamente sus facciones y la vergüenza se asienta como un calor tibio en su cuello y mejillas. Es como si buscara algo, más sea lo que sea lo abandona esbozando una sonrisa reconfortante.
- Izuku, me han dicho que eres bastante diestro y quiero dar una vuelta por el alrededor del fuerte ¿Me acompañarías? – pregunta para luego subir a su caballo sin esperar por su respuesta. El otro peón se acerca por detrás de Izuku y le entrega las riendas del caballo. No puede negarse.
Los ojos verdes se desvían hacia el cachorro y antes de que pueda hablar con él para pedirle que se porte bien y lo espere, Masaru vuelve a insistir- Ella es Ochako, es una alfa de la manada de mi hijo, pero sabe bastante sobre niños, no te preocupes, ella lo cuidará. – dice con un tono que no admite negativas.
Izuku puede sentir otra ola de frustración venir, este desplante no es necesario, él sabe que no puede negarse, sólo le preocupa que Kota se asuste y comience a llorar, más contra todo pronóstico Kota abandona su escondite y saluda a la chica con los brazos cruzados, al tiempo que adopta esa mirada que ahora entiende que significa.
– Muchas gracias por la invitación. – dice al mismo tiempo que suelta la rienda, luego le entrega a Kota el atado con sus ropas lavadas para poder apretar sus hombros tal y como hacía su padre para consolarlo.
Masaru se tensa con cierta incredulidad porque piensa que va a rechazarlo, más cuando ve como reconforta al cachorro, algo en él se llena de duda. Es cierto que no está muy familiarizado con la cultura dagobense, pero es extraño ver que un omega repita el mismo gesto que su tribu hace con sus cachorros para decirle que se mantenga firme, aún más, el niño asiente reconociendo la señal sin que se medie palabra, como si pudieran comunicarse sólo con los ojos que necesitan del otro.
- Es un hermoso espécimen – halaga Izuku liberando un poco de sus feromonas para presentarse al caballo. La yegua se anima con su olor y abre sus fauces para memorizarlo. Es la primera vez que está directamente frente a los caballos de Masaru, porque sólo uno de sus compañeros hace ese trabajo, Nirengeki.
El rostro de la Matriarca se ilumina con ese orgullo elegante que lo caracteriza - Su nombre es Touma, y ella es Batbayar, la matriarca de su manada.
Izuku observa el porta imperioso del caballo, sus ojos serenos pero atentos y ciertamente es una criatura especial. Su aura es limpia, casi difuminando su silueta en el aire, pero no puede seguir admirándola cuando todavía esperan que monte el caballo. Una vez arriba, Masaru inmediatamente dirige el camino sin que nadie más de su guardia los siga. “Esto es una prueba”, dice una voz en su cabeza y su omega salta al frente para dirigir el torrente de emociones que agitan el corazón de Izuku, pero a lo largo del camino Masaru no dice mucho a medida que los acerca hacia la puerta oeste del fuerte, donde los soldados se apresuran a despejar el camino.
Están ahora en los mismos límites por los que se le permiten transitar y solo basta una mirada del hombre para que Izuku casi pierda todo el color de su rostro al tiempo que intuye lo que siguiente que le dirá.
– Si hubieras llevado al niño contigo a los túmulos, hubiera sido un problema bastante grave. – advierte mientras hace que Batbayar avance un par de metros por delante. – Junto a mí – ordena, pero antes de que Izuku pueda reaccionar, su propio caballo se mueve avanzando los metros que los separan donde un grupo de soldados armados se detiene para mirarlos con curiosidad.
Son un grupo de 6 hombres montados a caballos y con arcos. Preparados para disparar hasta 90 metros de distancia. El peliverde rápidamente intenta frenar al caballo, pero Touma ignora el tirón en su rienda y sigue avanzando hasta alcanzar a su verdadero amo. Nervioso, Izuku mira la puerta que están dejando atrás y de pronto está listo para bajar del caballo, pero antes de que pueda saltar ambas yeguas giran hasta quedar mirando hacia el sur, sin que nadie las dirija. Incrédulo Izuku jadea al tiempo que Masaru sonríe de la misma forma que hace el hijo y sólo por eso sabe que algo hará.
Un olor boscoso inundado de feromonas dominantes comienza a picar en la nariz de Izuku. Su omega se eriza agraviado por la orden, pero cede e Izuku inclina su cabeza con sumisión. – No sé quién fue el tonto que te dio la idea, pero tras mucho pensarlo no voy a impedir que vallas…Está dentro de los límites y a juzgar por las indagaciones que hiciste con tanta delicadeza ya sabes que es peligroso, incluso aquí donde todos nos temen.
Izuku abre la boca para hablar, pero es imposible, su omega le dice que no porque deben esperar a que el otro omega los autorice a hablar. El rostro de Masaru se suaviza, sus ojos avellanas se cierran al tanto que sus feromonas se diluyen y, entonces, Izuku puede relajar los músculos de su cuello y espalda.
- Ese era yo como líder y ahora voy a hablarte como madre. – continúa con un tono paternal, al tiempo que busca la mirada vidriosa de Izuku. – Mi yurta está disponible para todos, incluso los omegas dagobenses que no pertenecen todavía a la tribu. Si algo sucede a partir de ahora o si algo ha pasado y por alguna razón sentiste que no podías decírselo a nadie, este es un buen momento para que lo hagas…
La espalda de Izuku se yergue y casi se voltea a mirarlo, pero los ojos muertos de ese hombre se asoman por su mente, el sabor del vómito inunda su boca, se siente enfermo, humillado y sobre todo tiene miedo. “Nadie está de tu lado”, murmura una voz extraña y aunque le causa un escalofrío desagradable, Izuku no puede estar más de acuerdo con él. Si Masaru sabe lo que pasó, si él sabe y de verdad quisiera ayudarlo lo habría hecho sin una confirmación. No puede decirle, y se morirá con ese secreto.
El silencio se instaura entre ellos y eso es casi tan inquietante como los rumores, porque el silencio, a menudo, confirmar las suposiciones, pero esta es lo único que no querría para un omega jamás. Entonces, Izuku lo mira a los ojos afectado, pero con resolución. – Sólo palabras mi señor…Muchas palabras. No estoy acostumbrado porque nunca salía tanto de casa. – agrega y se sorprende de que esa verdad a medias sea suficiente para que el hombre abandone su treta, en cambio, parece que hay cierto alivio en su rostro y lástima. Él no quiere lástima.
“¿Palabras?” piensa Masaru, pero no porque le resulte extraño que un insulto pueda hacer que el rostro de alguien palidezca de esa forma, sino porque él esperaba que una madre y su bastardo ya estuvieran acostumbrados a escuchar ese tipo de desprecio, o cuando menos sabría cómo manejarlo. Más, de nada servirá si insiste y tira de ese hilo ahora, Izuku todavía necesita tiempo para confiar en él y todavía deben mostrarle más cosas de su cultura. Es preciso que vea con sus propios ojos y sin pretensiones, el mundo que le aguarda si decide incorporarse. Uno más esplendoroso que el de sus compañeros, si esos alfas no se retractan en sus intenciones de cortejo, antes de que termine la prueba.
- Somos omegas Izuku, las palabras es algo con lo que tendrás que aprender a lidiar siempre, especialmente los omegas como nosotros que podemos imponernos con nuestro olor. – dice en tono compresivo, pero Izuku lo observa sin entender. – Tus feromonas, son fuertes ¿No te has dado cuenta? – inquiere con una mirada incrédula y hasta cierto punto enternecida- ¿Por qué piensas que los caballos beligerantes te respetan?
- Servicio – murmura y el omega mayor comienza a reír.
- ¿Quién te dijo eso? ¿Tu madre? No hay un solo caballo salvaje que se someta por servicio Izuku…
- Pero el olor…- comienza a decir y entonces lo termina de entender, el mismo acaba de vivirlo ¿Es por eso por lo que dejó que trabajara en las caballerizas? Y como si sus pensamientos estuvieran escritos en su rostro, Masaru lo observa invitándolo a decir sus pensamientos en voz alta – Podemos hacer eso.
- Podemos hacer lo mismo. – confirma Masaru y se deleita cuando los ojos grandes se mueven de un lado a otro mientras murmura rápido, cada idea y reflexión. No pudo tener más razón al imponerle esta prueba a Izuku. Él tiene virtudes de los tres dioses y sospecha que ya ha pasado por dos pruebas de espíritu.
La primera debió ser con la diosa Eutuken, cobijando al cachorro inesperado, luego la segunda debió ser impuesta por Erlik Khan, a través de Ulgen, y pronto, si sigue cultivándose como hasta ahora, Elle Maijima aparecerá tan problemático y enigmático como le gusta ser y hará falta que se prepare para eso o caerá de forma estrepitosa.
- Vas a quemarte ahí muchacho – dice Masaru cuando no parece que vaya a salir de su cabeza pronto. Los ojos verdes se abren con vergüenza, el color regresa un poco a sus mejillas, aunque todavía parece que sigue nervioso. – La próxima vez muchacho, habla conmigo sobre las cosas que vallas a hacer, a mi edad nos gustan cada vez menos las sorpresas…
Izuku asiente y traga saliva, de pronto, el peso del mundo cae sobre sus hombros y siente que realmente necesita ir a descansar, pero es irónico que Masaru reproche esta sorpresa, cuando técnicamente es un chasco que Katsuki orquestó. Ese alfa engreído ha sido una pesadilla desde que tuvo la mala suerte de encontrarlo ¿Qué le costaba una maldita advertencia? Después de todo él le dio la idea. Aunque, quizás debió suponer que sería así o entonces Katsuki no habría estado tan preocupado de que nadie supiera que fue a los túmulos…Lo que de nuevo trae a colación la misma duda ¿Tanta influencia tenía Katsuki? Porque está claro que alguien, entre los guardias o el encargado de los túmulos, dio aviso al alfa de su llegada para que lo encontrara. Más, habiendo superado el susto y comprendiendo el alcance esa jugada, ahora tiene algo con que chantajear a Katsuki, como intente ser un imbécil de nuevo.
- Supongo que fue estúpido. – le responde tratando de parecer más arrepentido que enojado.
- No, sólo fue temerario…- corrige Masaru de forma conciliadora. Quizás fue un susto demasiado grande, pero él ya ha demostrado que no es quien aparenta y debía recordarle quien tiene las riendas aquí. - Supongo que no estas acostumbrado a pedir permiso… ¿O me equivoco?
Entonces, el rostro de Izuku enrojece y Masaru enarca una ceja porque no esperaba tener una confirmación tan rápida. – En casa, era más fácil pedir perdón que pedir permiso. Mi padre trataba de retenerme todo el tiempo…
- Bueno, siendo honesto contigo muchacho, no puedo juzgarte demasiado, no era mucho más joven que tú cuando peleaba con mis padres para poder ir con todos los demás a las regiones del mar, pero nací con una tarea y un deber. Así que viajes tan largos nunca fueron una opción…
Midoriya entonces lo observa curioso por la dirección que tomó todo esto, sin embargo, ya no tiene energía para seguir pensando. Quizás sólo deba dejarlo hablar. – La vida es corta Izuku, pero no porque pocos llegan a la edad de Chiyo, sino porque hay cosas que sólo puedes hacer a cierta edad, luego tocan otras tareas, otras responsabilidades y tienes que hacerte cargo de ellas, a mi me hubiera gustado que me lo advirtieran antes.
- No creo entender.
- Me refiero a que me hubiera gustado saber que tenía opciones y que no pasaba nada malo por tomarlas. En ese tiempo, cuando me resigné a cumplir mi papel, asumí todo el peso de esa responsabilidad sólo y comencé a actuar como si no existiera nada más en la vida, pensaba que no podía hacer nada más y era…
- inquietante…- murmura Izuku porque, eso es lo que había sentido antes de todo esto. Era por eso, que concentró todos sus deseos en un solo anhelo, un alfa tan fuerte que no tuviera miedo de que Izuku quisiera un poco de eso para si mismo, para así llevar su nueva vida sin soltar a Kota. Ese día, cuando su madre murió, las cosas cambiaron y tuvo que aprender a ser fuerte y desde entonces no ha llorado una sola por Inko, porque su padre apenas podía mantenerse en pie y por dos semanas, se olvidó de que tenía hijos.
- Bueno, eso era antes y logré superarlo. No te deprimas por eso, yo aprendí a darle un lugar a cada cosa que me gusta hacer, como cabalgar.
- ¿Cabalgar? – pregunta sin creer que esté proponiendo una carrera.
- Hace tiempo que no he podido correr a destajo… ¿Una carrera a la puerta este? – pregunta, pero en realidad no le da tiempo de responder, Batbayar grita de emoción y galopa recto hacia el sur.
Izuku lo observa aturdido, pero espolea a Touma y el caballo emprende marcha tan rápido que el viento impulsa el cuerpo de Izuku hacia atrás. La resistencia del aire rasguña su ropa, mientras el aroma de azahar y vainilla de la matriarca lo alcanza en pequeñas ráfagas. Las emociones del hombre poco a poco van tomando forma en su mente y contagian de calma sus ánimos tormentosos. Sus manos se aferran a la brida mientras sus piernas se tensan alrededor de la montura y los estribos al tiempo que se inclina hacia adelante para cortar mejor el aire que lo detiene.
Por el horizonte el sol lucha por no extinguirse, enviando fuertes reflejos de luz blanca, pero Izuku en realidad no tiene que desviar al caballo, cerrar los ojos ni apagar el creciente deseo por alcanzarlo. Touma se dirige prácticamente solo, acostumbrado a estas travesías y arrebatos. El campo es basto y por primera vez en mucho tiempo puede ver la enorme extensión del bosque que rodea al río, como una silueta de formas irregulares y brumosas en la lejanía mientras el fuerte se expande con yurtas cada vez más alejados de sus murallas donde varias parejas se asuman a mirar a los caballos se cruzan súbitamente por el estrecho camino que separa esta distrito de las murallas de madera y piedra.
La vida sigue adelante, tan rápido que casi lo deja atrás. Tan rápido que apenas tiene tiempo de maniobrar al caballo y hacer que baje la velocidad cuando están tan cerca de la puerta este. Ambos jadean tras contener la respiración en la última vuelta, pero sólo Izuku siente un escalofrío cuando ve las puertas abrirse para recibirlo de vuelta a su realidad. Donde todavía está en el paso cero de las miles de paradas que le quedan por hacer.
Cuando se baja del caballo, devuelta en las caballerizas, lo hace con un nuevo conocimiento. Si quiere ganar este reto diseñado para que pierda, deberá desprenderse de todo lo que conoce y recuperar su dignidad. No tiene a donde ir y si el dice que puede hacer lo mismo que todos, es porque debe ser así. Hay una trampa en esas palabras, un mensaje oculto tras todo lo que ocurrió y el primer paso que debe hacer para entender lo que estas personas quieren de él, es aprender su cultura. Y tiene tantas preguntas, mañana al salir del trabajo, hará que Katsuki responda a cada una de ellas y entonces será el quien de un golpe en la mesa.
Pero, Katsuki eventualmente dejará de responder. En cuanto se dé cuenta de que Izuku se está preparando, seguramente intentará retenerlo, así que debe buscar otros caminos y elegir con cuidado cuáles serán las primeras preguntas que le hará al alfa. Estos nuevos guías, no puede ser Inasa, ni Nemuri, nadie que sea sospechoso, sino personas que encuentre de forma incidental en la calle, para que nadie pueda distinguir estas incursiones de su costumbre natural por querer saber cada cosa nueva que encuentra en su camino.
- Muchas gracias, mi señor – murmura agotado y hasta cierto punto hambriento. Masaru responde con una sonrisa y lo acompaña de vuelta al granero donde Kota corre para saludarlos con una manzana en la mano. Al fondo, la chica alfa ha preparado el brasero, encendió el fuego y colocó olla con agua. Sobre los barriles vacíos hay una canasta con algo de comida que no le permiten agradecer. Se van y sin fanfarrias, llevándose sus intenciones pero dejando abierta la invitación para ser parte de ese mundo.
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Para eso escribo
Me despierto y estoy sin luz. Gotea en el vestíbulo y dentro de la baulera. Esto pasa siempre en los fines de semana largo. Claro, todo es pura «casualidad»; aunque yo no lo creo.
Y de eso quería hablar. Debo controlar mi tranquilidad interior cuando todo a mi alrededor se derrumba. No es estar muerto o no tener emociones, sino el autocontrol de ellas. Las emociones debes expresarlas con quien se lo merece; no con las personas que te hacen la vida difícil.
Y lo que veo es eso, como un abandono de las personas. Ayer escuchaba a una chica que hablaba en las redes sociales y decía que los hospitales están sin médicos. Imagina el terror que puedes sentir cuando piensas que puedes enfermarte y que nadie te atienda. Y eso es lo que se busca en esta sociedad, destruirte desde los laterales. No es un ataque directo, sino cobarde. Te destruyen tu entorno, es decir, todo lo que te rodea. Contaminan tus alimentos, te dejan sin médicos, vacían los hospitales, arruinan la educación, fomentan idioteces. Pero tú sigues respirando y hablando. Entonces, ellos no invaden tu alma, solo pueden tocar lo que se encuentra a tu alrededor. Y si tú te dejas caer por todo lo que ves, entonces, ellos te han ganado.
Aquí en mi edificio me han dejado en un espantoso abandono. Hace años que vengo reclamando el arreglo de todo lo que está roto, pero el primer abogado abandonó el caso. Da miedo este lugar. El entorno es lo que esta gente cobarde va destruyéndote. Por eso, pensé en utilizar mi mejor arma, una de mis mejores virtudes: la templanza. Yo no sabía que tenía esa virtud hasta que una alumna me lo dijo. Muchas veces, los demás pueden ver mejor tus defectos que tú mismo, lo mismo que tus virtudes.
Por eso, controlar tu espacio interior, imaginando que nadie puede tocar tu alma, aunque sufras de goteras y cortes de luz, como yo padezco, es un arte que debes dominar. Siempre pienso en cómo despegarme de esta sociedad cobarde que nos controla. Hasta se meten con los niños. ¿Puede haber alguien más cobarde que aquel que le hace daño a un niño? Y eso es lo que está pasando.
Otra vez estoy sin luz en mi casa. La vecina me llamó a mi celular para preguntarme si yo quería que ella me recibiera la tarjeta de débito. Te imaginas que con todo el prontuario de esta gente, que me deja en el abandono, no voy a ser tan tonta como para confiar en ellos, ¿verdad?
Hay algo muy simple de entender. Si todo se derrumba a tu alrededor, ponerte nervioso y entrar en pánico es lo peor que puedes hacer. ¡Y por qué! Porque además de tener todos los problemas que tienes, vas a sumar otro más, tu nerviosismo.
En la religión también todo es un caos, porque para algunos es más grave hablar mal de otros, pero permiten la prostitución a escondidas. Entonces, te das cuenta de la hipocresía. No hay lugar en donde puedas ir que no haya sido destruido por esa gente cobarde que controla el sistema. Y los cobardes se ponen nerviosos y algo hacen. Todos los fines de semana largos estoy sin luz. ¡Bah, casi todos! En la esquina de mi casa están construyendo y pusieron chapas e hicieron huecos enormes. Los cobardes se esconden como ratas de alcantarilla en logias o sectas secretas como la masonería. Y muchos de ellos obtuvieron poder. Tan solo imagina una rata gigante vestida en traje de esmoquin.
Tuve que buscar recién esa palabra: «esmoquin», en el diccionario de la Rae (Real Academia Española), porque no sabía cómo escribirla. Y para eso escribo. ¡Qué pensabas! ¡Acaso pensabas que las ratas cobardes me quitan el sueño o me alteran los nervios! ¡No, querido! Y eso es controlar tu espacio interior, que tus proyectos y sueños sean más importantes que esas ratas de alcantarilla.
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AS IT WAS, video musical — Harry Styles.
Estaba pensando en el significado y congruencia que el video musical tenía, ¿de qué nos estaría hablando Harry en él? ¿Cuál era la interpretación? Esta es solo mi teoría, mi idea acerca del significado del video de "As it was"
La primera escena del video nos muestra como Harry sale de un teatro y va vestido formalmente con todas las personas a su alrededor, hasta que el tiempo se va en reversa. El hecho de que Harry aparezca con ropa formal (traje, bien vestido y hasta una pequeña boa en el cuello) es como si estuviera cubriendo todas esas capas y no mostrándose como es en realidad, queriéndose amoldar a lo que las personas opinan, por eso va caminando alrededor de las personas, pero entonces el tiempo va en reversa. Como si detuviera sus pensamientos y rebobinara la cinta para pensar de nuevo en esa decisión que estaba tomando, el llenarse de capas para mostrarse al exterior una persona distinta a quien es.
Es por eso que sale que entra de nuevo a ese espacio del teatro y es donde lo vemos de manera distinta vestida y a una chica con un vestuario similar al de Harry pero de color azul.
El azul es un color frío y el rojo un color cálido ¿Qué pueden significar estos colores? El azul representa el pensar con firmeza, su raciocinio, su sabiduría al tomar decisiones guiándose por la mente. El rojo representa lo cálido, lo amoroso y, por lo tanto, lo emocional. Harry representa cómo sus emociones y sentimientos lo llevan a tomar decisiones sin pensarlo claramente, dejándose llevar por el momento. Estas dos partes de su persona se encuentran en su mente, su interior (el circulo giratorio), queriendo encontrar ese equilibrio.
Entonces Harry vestido de sus emociones intenta alcanzar su capacidad de razonar para tomar la decisión correcta, pero como en el video se aprecia, nunca llega a alcanzarla al 100%. La abraza por detrás (dando a entender que se aferra a ella), intenta tomarla de la mano (queriendo ir al mismo tiempo) pero es imposible, hasta que en un punto Harry deja de perseguirla, haciendo ese equilibrio, donde no va más por ella, sino que está en el lugar adecuado junto a sus emociones.
Entonces es Harry lleno de sus emociones queriendo actuar para dejarse ver completamente, pero retrocede para pensar las cosas con frialdad y madurez, intentando encontrar ese equilibrio entre sus emociones para tomar la mejor decisión. Pero al final, se deja guiar de nuevo por le mismo, cuando encuentra el equilibrio, se va al otro extremo, no pensando de manera racional. Cuando su parte madura intenta pararlo, es cuando él no le hace caso y la suelta, dejándose guiar por sus emociones.
Ahora nos cambian de escena, donde Harry esta en el centro de ella en distintos escalones, y tiene distintas personas a su alrededor, entre ellas, la chica vestida de color azul, o sea su capacidad de raciocinio. Harry se empieza a quitar la ropa hasta quedar en interior solamente, al igual que las personas de su alrededor, solo la chica de color azul solo se quita un saco negro.
Esto quiere decir que una vez que Harry "toma la decisión" de quitarse todas esas capas de encima, no lo hace de la mejor manera. Por lo tanto, se convierte alguien vulnerable (desnudo) y fácil de criticar y juzgar. Cuando intenta dejar de fingir quien es, se va al otro extremo, la desnudez. Pero entonces voltea a ver a la chica de color azul, quien lleva todas sus prendas, y la abraza fuertemente. ¿Qué quiere decir? Una vez que se da cuenta de lo que hizo, dejarse ver sin filtros, se pone a pensar en lo que ha hecho y es cuando intenta de nuevo querer encontrar ese equilibrio con su capacidad de razonar. Su conciencia. Por eso se aferra fuertemente a ella, porque el razonamiento correcto es ser vulnerables pero no llegar al punto de volvernos débiles (por eso la chica solo se quita lo necesario)
La escena vuelve a cambiar: ambos están tomados de la mano en una habitación. Intentan mantener sus manos unidas, Harry sigue en ropa interior y no se ve alegre. Lo mismo con la chica.
Esto quiere decir que Harry llega al punto de perderse él mismo entre las críticas negativas y el odio recibido (es por eso que distintas personas llegan y ponen como metal entre las piernas y brazos), afectando también su capacidad de razonar. Lo que ha hecho produjo que sus emociones y madurez se vieran afectadas, y que poco a poco empezaran a separarse. La chica que se acerca a él yo la veo como sus miedos, su ansiedad, la tristeza queriendo cautivarlo pero Harry gira el rostro. Ha caído profundo, se ha dado cuenta del error que ha cometido demasiado tarde. ¿Qué hará para remediarlo?
Intenta con todas sus fuerzas llegar de nuevo a la chica azul en el círculo giratorio ¿Recuerdan que significaba ese círculo? Su mente. Pero, tristemente, en esta ocasión será muy difícil arreglar las cosas. Es por eso que corre detrás de ella, intentando alcanzarla, aferrarse, pero nunca puede llegar. Poco a poco va cayendo en sus emociones tristes, que le hacen creer que ya no hay vuelta atrás.
Entonces ocurre, ambas partes se separan abruptamente, su razón y sus emociones están divididas. Ahora, como Harry representa el rojo, eso quiere decir que la mayoría de las veces toma las decisiones guiándose por su corazón, por lo que está sintiendo. Y eso no está mal, pero también también que saber aceptar esos errores. Entonces se encuentra solo, la parte que más predomina de él se encuentra luchando sola. Aunque intente tomar madurez y razonar bien las decisiones, al final sus emociones son quienes lo guiarán. Es por eso que al final del video se ve a Harry feliz, bailando y sin importarle nada de lo que ocurre a su alrededor ¿Qué quiere decir? Encontró un equilibrio, donde podía seguir siendo él sin tener que aferrarse demasiado al razonamiento estricto. Pudo arreglar lo ocurrido, dejando ver una parte de él, pero solo la necesaria. Siendo vulnerable, pero no mostrándose débil. Importándole poco los comentarios ofensivos y las críticas negativas, como si esas personas no existieran (es por eso que en la escena final no hay nadie a su alrededor) y que solo era él en ese mundo, sabiendo que las cosas no serían iguales a como lo eran.
#as it was#harry styles#harries#fine line#music#harrys house#one direction#harry#harrystyles#harry update#teoriamusical#hs3 theories
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El significado oculto de “El Principito”
Por ti, me leí “El Principito”, escrito por Antoine de Saint-Exupéry. “El principito” era uno de entre esos miles de clásicos en los cuales pensé que aunque leyera trozos sueltos por alguna parte, jamás metería mi nariz entre sus páginas. ¿Por qué? No lo sé, pero tenía la sensación de que jamás lo leería.
Yo, yo que te quería tanto, presté atención hasta del detalle más pequeño de esa temporada en la que estuviste hablando conmigo. Desconozco cuanto fue, ¿fueron cuatro? ¿Quizá cinco meses? No lo sé, de todas maneras, ¿de qué sirve contar los minutos hablados con una persona que ya creó una vida en la que no formas parte ni del punto o coma más microscópicos? Me leí el libro, porque siempre me decías que era tu libro preferido.
Vivías tan lejos mi vida, tan, tan lejos; que el único salvavidas o tabla de madera a la que me veía capaz de aferrarme para no hundirme era ese libro con ilustraciones en tapa blanda de unas 95 páginas junto a las canciones del Cuarteto de Nos y Caramelos de Cianuro. Por cierto, que sepas, que sigo escuchando esa lista mierdera que me hiciste, ahí sigue. La escucho, más que nada, porque es amiga de la brisa calificada de nostalgia, porque abraza esos recuerdos que ambos sabíamos que iban a permanecer.
Comencé a leer el libro, y una vez llegados a la mitad, me veía incapaz de continuar, no porque no me atrajera su contenido, pues al contrario, picaba más y más mi curiosidad. Me veía incapaz de continuar por que te veía en cada ilustración y letra a medio borrar. Te vi en muchos de los planetas que ese pequeño hombrecito narró al autor cuando su avioneta no hizo más que irse a nada más y nada menos que el mismísimo desastre.
Primero, te localicé en el hogar del propio principito. Te veía deshollinando dos volcanes y sentándote en otro que estaba apagado. Te escuché, y observé intentando proteger a una rosa que no tenía más de tres espinas con poco más que una campana y un biombo. Tú tenías una, que pensabas que era única aunque simplemente fuera una cómo cualquier otra que terminó en tu planeta haciéndote compañía. Un día, te hartaste de todo y decidiste irte. Decidiste irte muy, muy lejos y explorar todas las estrellas que había al alcance de tus dedos.
En el instante en el que abandona su hogar, yo ya no te asocio con él, te pierdes de nuevo en los recodos más oscuros y profundos de mi memoria, cómo había ocurrido desde que te fuiste. Ya no te encontrabas a mi lado leyendo el libro conmigo. Sencillamente me convertí en una niña que caminaba detrás del autor a medida que va escuchando la historia de un niño que le pide que dibuje un cordero pequeño para su hogar, entonces ya no te encontrabas ahí.
Eran 7 planetas, los cuales fui visitando con lentitud para quedarme hasta con el más mínimo detalle y así comprender porque amabas ese libro. Más que en planetas, te encontré en pensamientos sueltos, en palabras que sin contexto no poseían coherencia ninguna. Te encontré en la extrañeza que expresaba el pequeño, respecto a los adultos y los números. Te vi, en el planeta del borracho, por la manera que tenía de olvidar.
- ¿Para qué bebes?
- Para olvidar
- ¿Para olvidar qué?
- ¡Para olvidar que tengo vergüenza!
- ¿Vergüenza de que?
- ¡Vergüenza de beber!
Tú no bebías para olvidar tu vergüenza de amante del alcohol y tus malos vicios. Tú bebías para pintarte la ficción de que eras fuerte y hacerte pensar a ti mismo que no te llegaste a enamorar. Te querías hacer creer a ti mismo, que no llegaste tarde, que no pasa nada, que más que nada no servía de nada llorar por tu famosa leche derramada. Te lo repetí entonces, y en este escrito que quiero pensar que no verás porque tengo la sensación de que ya no me lees en absoluto te lo vuelvo a repetir, eres humano, de manera que está bien que muestres debilidad y que llores. A veces, hasta al caballero más fuerte se le cae la armadura.
Fui visitando, localización por localización, y en mi imaginación tuve conversaciones con reyes, astrónomos, faroleros, y geógrafos. Me hicieron embajadora de un planeta pequeño, me hicieron comprender que a veces nos importan en exceso las posesiones hasta que llegamos al punto de exigir algo cómo las estrellas numeradas que no pueden ser de nadie, aún por la inmensidad del firmamento.
El geógrafo le pidió al principito que le contara cómo era su planeta de procedencia. Él, emocionado, le habló de sus atardeceres, de sus volcanes y cómo no; de su hermosa rosa protegida del viento por un globo de cristal. El geógrafo lo corrigió, explicando al pequeño que en los mapas solamente se escribían cosas eternas y que las flores o las puestas de sol eran efímeras, que desaparecerían nada más que con el roce de una fuerza mayor. Creo que por eso el principito no comprendía o le desagradaban los adultos. Con el crecer, me parece que olvidaron que el recuerdo también nos hace eternos. Que eterno por definición, es aquello que no puede ser medido por el tiempo o que da la sensación de no tener principio ni fin. El recuerdo, nos hace eternos, es algo que no tiene capacidad de medida a nivel temporal. El principito vivía junto al recuerdo de su rosa, ella era eterna, inmortal; y nadie le podía decir lo contrario.
Nosotros, a ratos pensábamos que tendríamos fecha de caducidad y en otros que sería eso, que seríamos eternos. Éramos distintos, tú querías con prisas, yo amaba con calma. Tú desaparecías y yo aguardaba pacientemente a tu regreso, con la esperanza de que lo hicieras, con la esperanza de que fueras a regresar. Quiero pensar que la rosa esperó al principito con paciencia, y que después de ese año y poco más que se pasó lejos del hogar, este volviera con más historias que contarle a su flor preferida.
En la Tierra, comprendí muchas cosas. Tú y yo, físicamente no éramos únicos. Tú eras un muchacho cómo cualquier otro, y yo era una niña que era una más entre un millón. Sí, éramos un poco distintos físicamente al resto de personas de nuestro alrededor, pero no dejábamos de ser muñequitos de porcelana creados de todos los colores y tamaños imaginables a granel. De todas maneras, al igual que para el principito no había flor más única que la suya, no había chico inconcluso más único que tú para mí, y quizás no había mujer más incomprensible que yo para ti. Así estaba bien.
Dejándote un poco más de lado, quiero poner el foco sobre otra cosa. ¿Tú crees que a ti te llegaron a domesticar? ¿Te pones a pensar y te das cuenta de que has creado unos lazos interpersonales tan potentes que te ves capaz de añorarlos? El niño iba en busca de un amigo, y se encontró a un pequeño zorro que le asocio el hacer amigos con la creación de esos lazos, o dicho de otra manera, con el ser o no domesticado.
Me puse a pensar sobre eso mismo. Mi primera fase de pensamiento no se limitó más que a un:
- Yo no creo haber domesticado a nadie, pero sí creo haber sido domesticada por alguien.
En ese instante, pensé en todas las personas que de una manera u otra me habían domesticado. No voy a mentir, no fueron muchas, no tantas cómo pensaba, pero sí que fueron bastantes. Entonces esta misma duda, con mi respuesta se la planteé a mi mejor amiga y me dijo algo que llamó mucho mi atención:
- Domesticaste a un zorro que es libre además de curioso, y a un infierno que es incapaz de confiar en alguien y que solo quema. Aún así dudas del poder que tienes.
¿Yo? ¿Tener poder? Me costaba hacerme a la idea de que una niña sobre ruedas, tuviera poder con tan solo un bolígrafo de colores y un papel con líneas espaciadas de un 0.5cm de espacio. Yo no tenía unos pies fuertes que me ayudaran a recorrer el mundo, tampoco era muy inteligente para tener grandes ideas o era tan buena con los números cómo para contar todos los astros del universo para decir que eran de mi pertenencia y que yo los descubrí cómo hizo el obsesionado de los números. Entonces, ¿dónde me quedo? ¿Dónde se encuentra esa magia, ese poder del que tanto habla? Me di cuenta a base de observarte, que domesticar a alguien cómo tú resultaba una misión muy complicada, extremadamente laboriosa. De todas formas, a veces me pregunto si lo conseguí por accidente.
Por último, hago hincapié en el regalo del principito. Regaló al aviador, unas estrellas que ríen. Después de mucho tiempo, unos seis o siete años, el autor aún las miraba y sonreía porque escuchaba la risa de cascabel que procedería de alguna de esas estrellas. A tí, fui incapaz de dedicarte estrellas, pues las canciones de mis estrellas y la llave de mi corazón pertenecían a otra persona. Sin embargo, te regalé borrones de carboncillo, cera rosa y sellos de colores que me hacen sonreír al igual que el eco lejano del cielo. A pesar, de que todas y cada una de las cartas que te mandé se perdieran, no puedo evitar sonreír cada vez que paso por delante del estanco de la escuela, y la mujer del flequillo negro me saluda a través de la puerta de cristal, porque me acuerdo de ti.
Tú le diste un significado nuevo, hermoso y oculto para mí a ese relato tan cortito. Gracias, gracias por hacer al principito tan especial para mí.
- María I
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La vida en pareja
21-12-2020
Me encuentro hablando con una amiga que vive con su marido en casa y mira tú por dónde, estamos estando agotadas las dos porque tenemos maridos estupendos, majos, cariñosos, atentos, buenos y aliados que no se responsabilizan de la casa. Hacen cosas, pero no están pendientes.
Y la teoría se la saben, ojo. La carga mental la entienden. Si yo digo que estoy cansada, sabe de dónde viene y me dice "descansa, no hace falta que te preocupes" Guess what, sí hace falta. Yo lo llevo intrínseco, ¿por qué tú no? ¿Por qué tú no sabes cuándo hay que limpiar?
Y me dice mi amiga: es que esto rompe parejas, es que hace a las mujeres infelices tener que estar pendiente de su novio. Y ahora que su novio se va haciendo cargo de algunas cosas, de repente él se siente mejor, más autosuficiente, más _en su casa_
Para mí esto es un choque cultural porque yo he sido soltera HASTA AHORA. Y este año he entendido de qué están cansadas siempre las mujeres, de qué no tienen tiempo y de qué va siempre el motor que no para. Y ElNovio sabe que tiene que ocuparse de la casa. Si yo lo hago.
Ha tardado un año en empezar a limpiar el sábado sin que arranque yo primero. Sigo estando pendiente de la compra yo porque aunque abre la nevera varias veces al día, no la ve vacía y no sabe, un año después, que comemos verdura de temporada.
Y tengo que estar agradecida porque tiene la intención, lo entiende, lo va haciendo, va cambiando y adaptándose. Por lo menos tiene interés y entiende si le digo "mi socialización es estar pendiente, la tuya es relajarte, eso no puede ser".
Y mi amiga dice "hay otros que prefieren cambiar de pareja a cambiar de actitud", y tiene razón. Pero esta pelea la tengo yo porque yo no quiero vivir agotada. He visto a mi madre que tiene un buen marido que no hace nada. Yo no quiero eso. Pero es lento, tedioso y cabrea.
Y además me da la sensación de que me lo como. Le como terreno, hago muchas cosas, mi trabajo, mi vida, mi casa y mientras él ahí... esperando a ver cuando toca, ¿es eso bueno para su autoestima? Es su problema, yo bastante tengo, pero lanzo esa reflexión al aire.
Este año casi no he podido leer, mentalmente, no he tenido espacio. He pedido comida de fuera más que nunca antes en mi vida. Si estoy mal, me pregunta qué puede hacer y entonces, cocina (que es mi tarea), pero sigue sin estar pendiente de sus cosas, me quita de las mías.
Yo he estado trabajando y él ha estado de vacaciones y aún así, yo he estado pendiente de la casa, he limpiado cuando ha tocado, he hecho la compra. Él no pensó en ocuparse de todo ya que yo trabajaba y él no. Yo tampoco caí en decirle nada.
He cocinado para compis de piso que trabajaban 10 horas fuera de casa. Yo trabajo en casa, si puedo ponerles la lavadora, se la he puesto, tengo más tiempo. Él, de vacaciones, no lo ha pensado. Siempre he sido desordenada y me ha costado limpiar. Heme aquí, tirando.
Y entonces hablo con amigas de mi edad, feministas, emancipadas, empoderadas y estamos agotadas, llegamos a casa y la cena no está hecha, la casa no está recogida. Esperar cansa muchísimo. Y a mí me bailan los anuncios de vitaminas para mujeres cansadas en la cabeza.
A veces tenemos que oírles hablar con sus amigos como si supieran lo que es. Ellos lo han leído, siguen a LaCrono y comparten sus hilos. Yo no lo sabía de soltera viviendo sola y toda la vida oyendo a las mujeres suspirar, pero ellos sí, ¿sabes?
Mientras nosotras seguimos pendientes, y ellos siguen relajados porque su madre les enseñó a limpiar pero obvian el resto. Y en fin, unos meses después, asumen una tarea más y hay que agradecerlo.
Ah: que muchas mujeres de mi generación no somos relimpias. Que yo con una limpieza medio bien a la semana voy que me mato. Y si eso no es bajar el listón respecto de la obligación suprema de nuestras madres, no sé qué más queréis.
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Cerezos en diciembre.
RinHaru Week 2020.
Summary: El destino es como el agua; una esencia viva que te impulsa al frente si se lo permites. Haruka Nanase nunca ha temido del agua, pero sí teme al destino, especialmente cuando éste lo ha guiado hasta Rin Matsuoka y todo lo que conocía sobre ser libre se desvanece tal como los cerezos en primavera.
ao3 here.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀Day 2: Family.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀AU: Fake dating.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
II. Romántico.
.
.
— ¿El 23?
— ¿Mh? —Gou enarca las cejas al mirar la expresión contrariada de su hermano— ¿Tienes algo que hacer esa fecha?
Rin hace una pequeña mueca, lo que es suficiente para que su hermana suelte una queja inmediata, recurriendo a la expresión que Rin conoce bien como aquella que siempre lo convenció de jugar juntos cuando eran niños y que le gustaría que no tuviera efecto sobre él, sin embargo, lo tiene.
— Quiero que conozcas a Makoto —insiste ella.
— Tengo una cita, Gou.
— Kou.
— Tengo una cita, Kou —corrige con el sobrenombre que su hermana ha insistido en tener desde la secundaria, y aunque eso logra pintarle una expresión satisfecha, no es suficiente para dejarlo ir.
— Lleva tu cita a la fiesta —Gou encoge los hombros.
— No es una cita que quiera presentar a mi hermana... todavía.
La reacción que espera de su hermana no tarda en llegar cuando los hombros de Gou caen ligeramente y lo que antes fue un puchero de convencimiento, se convierte en una expresión seria donde frunce el ceño recordándole a las veces que su madre lo regañó de niño (e incluso siendo adulto).
— No me digas que estás usando aplicaciones de citas, otra vez.
— ¡No es así! —se defiende al instante, pero la expresión severa de su hermana quiebra la mentira y Rin recurre a tomar el tenedor de su plato para pinchar en el pedazo de pastel que come esperando que sea suficiente para desviar la atención de Gou.
— Rin... ese tipo de citas-, mh, bueno... No te han funcionado —el tono de la chica Matsuoka se torna ligero, Rin casi quiere gruñir ante ello porque no le gusta sentir que las personas le tienen lástima, pero se contiene porque se trata de Gou, su hermana pequeña, así que suspira.
— Lo sé.
— Odio que no te tomen en serio —ella frunce el ceño; de pronto vuelve a estar molesta, pero esta vez él no es el centro de ese enojo— Tú mereces más que un tonto match con alguien que sólo quiere un momento.
— A veces yo también sólo quiero un momento —aporta en un tono burlón, pero el bufido de Gou corta la broma y Rin suspira, cediéndole el round a su hermana.
Bien, puede que a veces disfrute de los momentos, pero el caso es que es fácil acordar ese tipo de encuentros cuando se siente frustrado por el entrenamiento o su cuerpo simplemente decidió aumentar su temperatura. La tragedia aparece cuando Rin se siente solo. Esos instantes donde desea provocar una sonrisa o escuchar sobre el día de otro, sin importar quién sea. Es allí cuando cae en las palabras disfrazadas, cediendo a cumplidos aleatorios que cree especiales hasta que realmente no lo son; hasta que la persona crea excusas que rompen sus ilusiones o, en el peor de los casos, cortan la comunicación sin decir nada más.
Rin no cree que se haya enamorado nunca de ninguno de esos chicos, no verdaderamente, pero cada que un nuevo prospecto de relación falla, se siente un poco más solo.
— Esto es diferente —murmura.
Lo es y no lo es, piensa para sí mismo. Lleva tres días hablando con Haruka desde el match que tuvieron. El chico es callado, tiene un humor inusual y nunca utiliza emojis, todo apuntaría que no tiene interés en la plática, sin embargo, Rin presiente que Haru no tiene interés en la mayoría de pláticas que le suceden y el hecho de que responda es suficiente para demostrar que lo está intentando. Le intriga, pero también sabe que no hay futuro entre ellos.
Haru es honesto. Lo supo desde el momento en que el chico confesó que sólo buscaba una cita y Rin comprendió a lo que se refería cuando mencionó no querer ser la tercera rueda, una sensación que lo había acompañado en los últimos meses. Apreció eso, nunca antes se cruzó con alguien que tuviera tal franqueza y, como un plus, se dedicara a la natación; de entre muchas citas fallidas, aquel chico resultaba casi el mejor prospecto hasta ahora.
Aunque se ha convencido de que Haru no es el inicio de una historia de amor, basta con ser una buena distracción para las vacaciones de fin de año en su país natal. Ambos se cumplen un favor al otro y nadie sale herido.
— ¿Dónde lo conociste?
— Una competencia de nado —responde en automático.
— ¿Su nombre?
— Dejaré que él se presente.
— ¿Es inventado?
— ¡Gou!
— ¡Kou! —replica ella al instante, señalándolo con el tenedor. — Más vale que no estés mintiéndome porque lo averiguaré, ¿entiendes? Y sobre la reunión, asistan un par de horas, ¿sí? —la expresión de ruego vuelve a ella. — Después tendrán su cita, ¡por favor, Rin!
Rin suspira.
— Bien.
Cuando su comida con Gou finaliza y vuelven a casa, se desvía directo a su habitación para tener privacidad de abrir la bandeja de Haruka en su teléfono.
Rin: Haru, te estoy haciendo un favor, ¿cierto? Así que necesito que me hagas uno.
La respuesta no tarda en llegar, sopesa la idea de que Haru es débil ante la tentación de la curiosidad.
Haru: El favor de vuelta era nadar juntos.
Rin maldice al novio de su hermana. Si él no estuviera en sus vidas, no tendría por qué conocerlo y asistir a una reunión desperdiciando así su oportunidad de entrenar con alguien en Japón (a pesar de no saber aún el nivel de su contrincante). Si tan sólo Sousuke estuviera disponible tampoco estaría desesperado por un poco de entrenamiento, mas su mejor amigo aún sigue en rehabilitación y se ha prometido a sí mismo no presionarlo. Sin más remedio, chasquea la lengua al escribir una respuesta.
Rin: Surgió algo más. Mi hermana quiere presentarme a su novio el 23 de diciembre. ¿Podrías acompañarme sólo una hora y después vamos a tu reunión?
Haru: Okay.
Rin envía emojis agradecidos junto a un corazón escarlata, después se tira sobre la cama a descansar. No espera que Haru responda más, por ello es que se sorprende cuando su teléfono vibra de nuevo y lo desbloquea guiado por la curiosidad cuando observa el nombre del chico en su pantalla.
Haru: ¿Aún vamos a nadar?
Rin suelta una carcajada.
— Este chico sí que parece amar el agua —comenta para sí mismo y no pasa por alto el tirón de emoción que siente en su estómago, el tipo de sensación que le acompaña al inicio de cada carrera y lo impulsa en el agua.
Rin: Por supuesto, no te quitaría la oportunidad de perder.
Haru: Eres gracioso.
Rin vuelve a reír.
.
.
.
Rin ha pasado los últimos días convenciéndose que la cita arreglada con Haruka es sólo eso, una cita arreglada en la que sólo fingirán estar juntos para evitar todos los espacios incómodos que surgen cuando hay más parejas en la misma habitación. Es un acuerdo justo, un buen respiro del drama que las citas reales suelen ser, se deshará de los regaños de Gou por al menos unas semanas y nadie tendrá ilusiones rotas al final del día.
No recuerda la última vez que sintió tal tranquilidad.
— ¿Tú eres Rin Matsuoka?
Una sonrisa surca sus labios por mero reflejo y levanta la mirada hacia la persona que se ha acercado. Reconoce el saco azul oscuro que Haruka dijo que llevaría, después se topa con una bufanda gris que cubre el cuello del chico, así como sus labios, y cuando finalmente lo mira a los ojos, el aire deja de existir.
— Abrigo vino, gorro invernal negro...—lee Haru en su teléfono, por fortuna no lo ha olvidado en el apartamento— Eres tú —afirma tras no haber recibido respuesta alguna. Rin aún está en silencio mientras lo mira, Haru comienza a sentir la incomodidad del silencio y desvía el rostro, frunciendo ligeramente el ceño— No estás arrepintiéndote ahora que me has visto, ¿cierto?
No está seguro de dónde ha venido eso, no es alguien que se preocupe por su imagen, pero tampoco es descuidado con ella. Sabe que es limpio, atlético e incluso, de acuerdo con la opinión de Kou, entra en la categoría de atractivo. Sin embargo es nuevo en el universo de las citas (aún si es una cita falsa) y se pregunta si debió poner más esfuerzo en su imagen para no provocar que Rin perdiera el interés, pero antes de siquiera tener la oportunidad de pensar en una despedida, el chico se incorpora de la barda donde ha estado esperando y mueve las manos.
— ¡No, no estoy arrepintiéndome! Me distraje por un instante —se explica, mientras pasa una mano tras su cuello de forma avergonzada— Tus ojos...—Haru recupera la curiosidad y espera, pero Rin carraspea y niega con la cabeza. — Olvídalo, no importa. Sí, soy Rin. Es bueno verte en persona, Haru.
Rin extiende su mano hacia él, mostrándole una sonrisa. Haru no quiere dejar ir el tema sobre la distracción de Rin, pero realmente no tiene la suficiente confianza de preguntar, así que sólo acepta la mano que le es extendida y da un apretón suave, asintiendo en acuerdo.
Es Rin quien retoma la plática caminando hacia la circulación de autos para llamar un taxi hasta ellos. Al igual que en los mensajes, Haru no siente la presión de decir más de lo que debe decir y agradece que sea Rin quien lleva las riendas de la conversación en el trayecto.
Escucha atentamente sobre Australia, el tipo de entrenamiento que Rin lleva y los sitios que más le gustan de vivir allí. Haru casi se siente sonreír por imaginar estar tan cerca del océano todo el tiempo, lo que le hace extrañar su vida en Iwatobi.
— Realmente extraño los cerezos...—dice Rin de pronto seguido de un suspiro, llevando la vista hacia el cristal de la ventana. Haru lo observa en su usual silencio y la curiosidad que se sembró en él desde que vio al chico en la aplicación, crece.
— ¿Siempre quisiste hacer esto? —pregunta, teniendo de vuelta la mirada de Rin sobre él. — Nadar.
Rin sonríe. Haru hace una nota mental de que parece ser un gesto que Rin usa demasiado, como si tuviera una travesura en mente todo el tiempo.
— Mi padre quería ser nadador olímpico —los labios de Rin titubean por un segundo, pero se recupera casi al instante. — Por un tiempo consideré la posibilidad de estar persiguiendo un sueño ajeno, uno que no podría cumplir, pero mientras más nadaba... más quería seguir —Rin lleva su mano hacia su pecho, posándola allí por encima del abrigo vino— Ahora es mi sueño.
Haru quiere apartar la mirada, aunque no lo hace. No está seguro si son las palabras de Rin o la forma en que su expresión cambia al hablar de su sueño, pero se encuentra atrapado en ese momento a pesar de lo íntimo que es. Una parte de él lo entiende. Nadar es todo lo que desea hacer, pero a veces... a veces se pregunta por cuánto tiempo más logrará hacerlo.
— ¿Qué hay de ti, Haru?
Finalmente es capaz de desviar la mirada.
— No tengo un sueño —murmura, por un momento cree que ha hablado tan bajo que sus palabras no llegaron a Rin (espera que no), pero entonces su hombro se encoge ante la calidez de la mano de Rin repentinamente apoyada en él.
— Está bien. Tener un sueño no es requisito para ser feliz —Haru entreabre los labios por la impresión que causan tales palabras en él.
Jamás le han dicho algo como eso. El último año de preparatoria fue terrible al enfrentarse a sinfín de propuestas sobre su futura; qué quería hacer, qué quería ser, cuál era su sueño; y a la falta de uno, se sintió incompleto. La presión fue tal que sintió su cuerpo rígido en el sitio que más libertad le dio: el agua. Su mente se había sumergido en un pozo vacío donde no halló ninguna motivación que fuera suficiente para seguir adelante. Casi había dejado de nadar.
— Nado —responde entonces, como si sólo eso bastara para decir: nadar me hace feliz— Mi mejor amigo me convenció de ingresar a Hidaka para seguir nadando mientras pienso qué hacer con mi futuro.
— ¿No has considerado dedicarte a la competencia? —Haru hace una mueca.
— Los tiempos no me importan. Sólo nado libre.
Rin ríe por lo bajo. No es una burla, al menos, Haru espera que no lo sea.
— El agua es el mejor sitio para ser libre, lo entiendo —responde Rin, reafirmando que no hay burla alguna en su risa o palabras, todo en él parece sincero e incluso un poco cursi. Haru sonríe apenas y desvía la vista hacia la ventana cuando el automóvil se detiene. — Gou siempre se queja de que el agua me ha apartado de ella, ojalá pudiera entenderlo...—Rin abre la puerta mientras dice eso.
La alarma en Haru se enciende al instante. ¿Gou?
— ¡Nii-saaaan! —cuando Haru sale del automóvil, Rin tiene a una chica colgada de su cuello que trata de controlar para que no lo avergüence en el medio del paso peatonal, pero ella sólo ríe.
Haru conoce esa risa. Conoce ese color de cabello. Conoce a esa chica.
— ¿Kou...?
— ¡Nanase-kun! —Gou se aparta del abrazo y sonríe a Haru, hasta que recuerda cuál es la situación. Su hermano traería al chico con quien salía a la reunión. Sus labios se separan al instante ante la sorpresa, mira de Haru hacia Rin; lo mismo hace éste último, mientras Haru sólo trata de entender cómo diablos puede suceder algo así en la vida real. — ¿Sales con Rin?
— ¿Se conocen? —interviene Rin, quien parece estar a un paso del pánico. — ¿Cómo se conocen?
— Wow. Siempre dije que te presentaría a mi hermano como broma, ¡pero esto es maravilloso! ¡Se encontraron mutuamente! —Gou junta ambas manos y las coloca sobre su pecho, liberando un suspiro— ¡Eso es tan rom-!
— ¡Gou! —interrumpe Rin. — ¿Cómo se conocen?
— Kou —corrige ella, a lo que Rin sólo gira los ojos con impaciencia— Haru es el mejor amigo de-
— ¡Haru-chan, llegaste! —Haru suspira de alivio en cuanto Makoto entra a la escena. Ni siquiera se percata del castaño que camina a la par de su mejor amigo, todo lo que importa es que Makoto salvará la incómoda situación del momento. — Oh, tú debes ser Rin-san. Es un gusto conocerte al fin —Makoto se detiene antes de saludar a Haru, inclinándose ante Rin.
El castaño atrás suelta a reír.
— Rin-san —repite como una burla, pero no hacia Makoto, pues sus ojos están fijos en Rin— No seas tan educado, Makoto. Rin podría ponerse a llorar.
— Sousuke —gruñe Rin— ¿Qué rayos haces tú aquí?
— Makoto me invitó —da una palmada a la espalda del mencionado una vez que ésta se ha enderezado. Gou sonríe ante el gesto, rodeando a su novio para ir hacia Sousuke y colgarse de su brazo izquierdo.
— Makoto-kun es asistente del entrenador que ayuda a Sousuke en su rehabilitación —explica ella— ¡Fue una grata casualidad! Como lo de ustedes —añade. Rin y Haru comparten una fugaz mirada, que se desvía después a lados contrarios— Sousuke, Makoto-kun, Rin y Haru son novios —anuncia con orgullo.
El color sube pronto al rostro de Rin, mientras Haru voltea con rapidez su vista hacia el chico.
— ¿Novios?
— ¡No es tan formal, Kou! —pelea al instante. — No-, yo-, él-, ¡ugh! —las palabras tropiezan unas con otras y tener la mirada de todos sobre él no ayuda a calmarlo. — Aún no lo llamamos noviazgo, sólo hemos... lo estamos intentando.
Haru separa los labios, pero en un movimiento rápido la mano de Rin está sobre la suya y sus dedos se entrelazan a los propios, cortándole las palabras al instante. Rin quiere que le siga la corriente.
— No me habías dicho de esto, Haru...—Makoto habla entonces, atrayendo su atención.
— Ha sido algo a distancia —responde con la primera mentira de su boca, pero el suspiro que logra escuchar en Rin le confirma que ha hecho lo correcto. Inconscientemente su mano se aprieta en el agarre que ambos mantienen, como si quisiera dar seguridad a Rin de que puede con esto. — No quería decir nada sin estar seguro...—añade en un tono más bajo, lo suficiente para expresar a Makoto que no está listo para un interrogatorio. Él lo entiende, así que no pregunta más (por ahora).
— Kou, creí que habías dicho antes que Rin te dijo que conoció a su cita en una competencia —Sousuke se une a la conversación y de pronto las miradas de Makoto y Gou vuelven a estar sobre ellos, esta vez con algo de sospecha.
Rin bufa algo parecido a una risa.
— Nos conocimos en una competencia —afirma con seguridad. Tal parece que actuar no es una debilidad en él y Haru se pregunta si es porque Rin parece ser un poco dramático— Me gustó su nado, así que le pedí su número.
— El nado de Haru suele tener gran impresión en quienes nadan con él —aporta Makoto dirigiéndose a Sousuke. Gou asiente enseguida.
— Así es. Le gané y no pudo resistirse —el comentario escapa de Haru sin siquiera pensarlo, pero la reacción que recibe de Rin es tan graciosa que vale la pena sumar una mentira más a su relación ficticia.
— ¡No me ganaste! —reclama.
— ¿Quieres otra competencia? —Rin suelta un bufido.
— Cuando quieras.
— Oh, mírense. Parecen rivales en lugar de novios —Gou se burla, aunque la mirada enternecida que les dedica es suficiente para que un nuevo sonrojo los ataque a la vez. — Vamos dentro. Nos congelaremos si seguimos aquí.
Makoto rodea a Gou por los hombros en un intento de transmitirle calor, Sousuke les sigue de cerca tras dar una última mirada de sospecha hacia Rin. Sólo hasta que han avanzado lo suficiente, Rin suelta un suspiro donde descarga toda la tensión.
— ¿Por qué rayos me pasan estas cosas a mí?
— No eres el único —murmura Haru.
— Es tu culpa —acusa Rin, girando a mirarlo— ¿Cómo no pudiste notar que soy hermano de Gou Matsouka? ¡Prácticamente somos dos gotas de agua!
Haru frunce el ceño.
— Debiste decir tu apellido. Es tu culpa.
— ¡Tu culpa!
— ¡Tu culpa! —repite Haru al instante, negándose a ceder.
— Ugh...—Rin se quita el gorro de la cabeza, revolviéndose el cabello con hastío— Olvidémoslo, ya estamos metidos en esto. Pasaremos esta noche y después de unas semanas diremos que la distancia fue demasiado y decidimos terminar.
— En buenos términos —aporta Haru, imaginándose el panorama que traería su "primera ruptura" y ciertamente no quiere lidiar con sus amigos preocupados por una relación falsa fallida.
— En buenos términos —repite Rin y hace el amago de avanzar, pero entonces una presión lo detiene y ambos bajan la mirada hacia sus manos que siguen unidas. Una vez más, Rin siente el calor en sus mejillas y suelta el agarre. — Vamos —gruñe, avanzando por su cuenta.
Haru le sigue en silencio, resistiéndose al impulso repentino de salir corriendo.
Nada es como lo planeó. Y nada lo es una vez que ingresan al espacio rentado para la reunión.
Todos sus conocidos están allí, incluso ha visto a Ikuya al fondo con aquel chico de anteojos que siempre está con él, cerca de ellos Asahi crea alboroto con sus compañeros mientras Kisumi lo anima. También reconoce a Rei y Nagisa en la barra, ambos saludando a su dirección. Tras dar un vistazo a Rin que acompaña a Gou en las presentaciones, se dirige hasta sus amigos para ponerlos al tanto de la situación.
Ha encontrado alguien para salir, Nagisa festeja; pero Haru aclara que acordó una cita no real, Nagisa se queja; explica entonces que Rin es el hermano de Gou Matsuoka, tanto Rei como Nagisa sueltan un exclamo de sorpresa; continúa diciendo que se han "conocido" en una carrera que él ganó y su relación es a distancia, por lo que nadie supo de ella hasta ahora, a lo que ambos asienten en acuerdo.
— No revelaremos nada, Haruka-senpai. Cuente con eso —Haru se siente aliviado por la seguridad en Rei, aun así, su vista se desvía con sospecha hacia el vaso que el chico sostiene. — ¡Es jugo de manzana! —aclara, ocasionando que Nagisa ría. Es de conocimiento público que Rei tiende a ser extremadamente sincero al beber.
— Yo cuidaré de su consumo, Haru-chan —interviene mientras apoya su mano sobre la de Rei para calmarlo; no obstante, su mirada sigue en Haru cuando vuelve a hablar. — Aunque, ¿no crees que es extraño que te toparas justo con el hermano de Gou-chan? —inclina la cabeza hacia un lado y sonríe. — Tarde o temprano iban a conocerse. Eso es casi romántico.
Haru desvía la vista.
— Confío en ustedes —da por terminada la conversación y se aleja en búsqueda de Rin.
Lo encuentra en compañía del chico llamado Sousuke. No sabe cuál es el problema que tiene, pero a Haru no le agrada la forma en que lo ve. Afortunadamente Gou interviene en ese momento y tira de la muñeca de Sousuke para llevarlo consigo, Rin parece querer seguirlos hasta que su mirada se topa con Haru. Aunque el estrés los había dominado antes de entrar al lugar, el semblante de Rin luce tranquilo e incluso le sonríe, lo que reafirma su confianza para llegar hasta él.
Rin lleva una cerveza que bebe en cortos sorbos. Le explica sobre su responsabilidad con lo que consume para no afectar su entrenamiento, así que cuando le ofrecen a Haru una botella de cerveza también, él imita el ritmo con el que Rin bebe.
El silencio no es incómodo. Matsuoka es una presencia distinta a lo que Haru acostumbra, casi podría sentirse intimidado por su personalidad, casi; en cambio, todo lo que siente en su silenciosa compañía es parecido a flotar en la alberca antes del entrenamiento, cuando no hay nadie y el agua le pertenece sólo a él.
— Deberíamos hacernos preguntas personales. Cosas que debemos saber si queremos que crean que estamos juntos —Rin lo extrae de sus pensamientos y asiente en acuerdo. — ¿Comida preferida?
— Caballa asada —Rin enarca una ceja y se gira a mirarlo. —... No sé qué preguntar.
— ¿Qué quieres saber?
Haru lo piensa. Nunca antes ha estado en esa situación. Todo lo que sabe de las personas que conoce es porque estuvo allí para saberlo, porque pasa tiempo a su lado y los escucha, pero fuera de ésas razones no ha hablado nunca con una persona en búsqueda de saber algo. Oprime los labios.
— ¿Animal... preferido? —intenta.
— Tiburón —Rin responde al instante, el orgullo marcado en su respuesta y expresión. — ¿Qué piensas del amor?
La pregunta es absurdamente inesperada. Haru lleva la botella a sus labios porque la sonrisa de Rin es demasiado juguetona como si estuviera disfrutando de verlo en aprietos, algo que no desea mostrar ante él, y da un trago un poco más largo que los anteriores.
Amor.
No conoce mucho sobre el amor. Sus padres solían decirle que lo amaban, pero entonces pasaban largos períodos lejos, así que el amor se volvió distante y solitario. Makoto es una mejor representación de ello, es su mejor amigo, pero sabe que el amor que siente por él y el amor por el que Rin ha preguntado son dos tipos distintos de emoción. Amor. ¿Qué significa para él? ¿Qué es? Acaso... ¿siquiera lo conoce?
— No lo sé —responde con sinceridad. Quiere agregar algo más, algo que haya leído y que quizá funcione como respuesta, pero antes de decir algo o de que Rin intervenga, Makoto los encuentra y los lleva consigo a la mesa donde Gou y Sousuke están reunidos. Nagisa y Rei también están allí.
— Quiero su historia —exige Gou apenas se sientan frente a ella, uno al lado del otro.
— Quizá quieren mantener su historia sólo para ellos, Kou-chan —media Rei, apoyado por repetidos asentimientos de Nagisa, aunque la mencionada niega con la cabeza en desacuerdo.
— Yo también quiero saber la historia. Estoy muy interesado —Haru mira hacia Sousuke. No entiende del todo su fijación para atraparlos, pero no le agrada, aún menos cuando los mira con burla como si supiera que están mintiendo.
— Una competencia —Haru se adelanta a Rin, su vista fija en Sousuke.
— Le ganaste —dice él, a lo que Nanase asiente— Curioso —continúa y Haru aprieta los puños teniendo la sensación de que algo va mal, en especial porque es capaz de sentir a Rin tensarse a su lado y chasquear la lengua. — Rin es competitivo y odia perder. No lo imagino pidiendo tu teléfono después de perder.
Esta vez, su seria mirada va hacia Rin e inclina la cabeza.
— Te conozco desde niños, Rin —añade, palabras envueltas en un tono de desafío que lo reta a desmentirlo.
— Mh, es cierto... Eres un mal perdedor —aporta Gou, mirando a su hermano también en espera de una respuesta.
Por un instante, sólo un instante, Haru considera tomar la mano de Rin bajo la mesa en señal de apoyo, pero deshecha la idea de inmediato. Eso sería extraño. Real. Y se recuerda que la cita de ese momento es arreglada. Falsa.
— Quise golpearlo al inicio —responde Rin finalmente y parte de la mesa ríe, a excepción de Sousuke y Makoto (éste último probablemente por la protección que siente sobre Haru). — Pero... cambié de opinión al verlo de frente —una discreta sonrisa aparece en sus labios, Haru se siente contrariado por la naturalidad con la que Rin es capaz de sonreír y por un momento casi parece que lo hace en serio—. Fueron sus ojos. Me distrajeron de mi plan.
Nagisa suelta un chillido de emoción, a pesar de ser consciente de que la cita no es real. Incluso Rei se encuentra interesado por el comentario y la expresión seria que Sousuke mantuvo, flaquea por un instante.
— ¿Mis ojos...? —la pregunta escapa de los labios de Haru sin siquiera preverla, mas la curiosidad trabaja por cuenta propia, así que continúa: — ¿Por qué?
Las mejillas de Rin se coloran con suavidad, es casi imperceptible y podría tratarse sólo de un efecto de la luz que los ilumina, pero la sonrisa sigue allí, tenue y avergonzada. Rin niega con la cabeza sin tener más remedio y alza la cabeza para mirarlo.
— No te lo dije, ¿cierto? Son del color del agua, —responde—, el color exacto de cuando me sumerjo en ella. —el calor nace en el pecho de Haru y se extiende hacia su estómago, le recorre los brazos como un escalofrío y obstruye su garganta como lava ardiendo. — Romántico, ¿no? —Rin sonríe.
Es justo como la sonrisa que vio en su primera fotografía. Sincera, amplia y provoca que sus ojos se cierren por un segundo.
El calor llega a las mejillas de Haru y aparta la mirada, sin saber qué más puede hacer en una situación que lo avergüenza.
No es real, piensa, está fingiendo, continúa para que sus pensamientos lleguen a su pulso acelerado y le recuerden que es una cita arreglada. Esto es falso.
— ¿Te avergoncé? —Rin se burla. Por supuesto que se burla, ¡es así de irritante!
— No estoy avergonzado —rebate Haru, cruzando los brazos.
— Lo que sucede es que Haru-chan siempre sonríe en su corazón —comenta Nagisa, ganándose las risas conjuntas de la mesa.
Haru mira a Rin de reojo, encontrándose con él mirándole de vuelta.
¿Romántico, no?, las palabras de Rin resuenan en su mente durante el resto de la noche.
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Catarsis N°12 - Final feliz (Ahora si)
Ya pasaron un par de días, y aunque en casa sigue el ambiente un poco tenso, yo ya me siento de buen humor como para pensar en mi final feliz.
¿Qué es lo que quiero para mi vida? Si me tengo que referir a algo especifico diría que no tengo idea. Estoy estudiando para ser profesora pero no estoy segura que sea algo que me apasione. Sin embargo, voy a seguir haciéndolo porque prefiero eso a seguir siendo cajera.
No es por desprestigiar el trabajo de cajera. Realmente creo que siendo tanto cajera como profesora, puedo lograr de igual manera lo que quiero para mi futuro. Solo que prefiero un trabajo que me obligue a estimular más mi mente, a cultivarla, no a sentirme un robot todo el día haciendo los mismos movimientos y repitiendo las mismas frases.
Se supone que al escribir mi final feliz tengo que fijarme un plazo, una meta, y definir que sería el éxito para mi. Así que a eso voy.
Voy a pensar de acá a 3 años, contando lo que queda de 2021 como un modulo introductorio a lo que será mi nuevo régimen. Así que el periodo del que estoy hablando sería 2022, 2023 y 2024. Dicho así parece una eternidad, pero en mi experiencia los años se pasan volando.
¿Qué es lo que quiero conseguir en estos tres años y dos meses? En primerísimo lugar, para finales del 2024 quiero tener ya mi titulo de profesora. No lo quiero atrasar ni un año más. Esa es la meta que voy a perseguir y por la que me voy a esforzar todos estos años.
Pero ¿Cómo quiero llegar a ese momento?, digo ¿Qué tipo de persona quiero ser para finales de 2024? Definitivamente no la que soy hoy en día.
No porque me caiga mal, al contrario, creo que soy inteligente, divertida, talentosa, cariñosa, atenta, y la persona más maravillosa que alguien tenga el placer y la suerte de conocer (Y humilde por sobre todo). Pero no lo demuestro, porque soy muy insegura, y tímida. Así que en estos años quiero trabajar para reforzar la seguridad en mi misma.
Una de las cosas que mencione en el párrafo anterior es que creo que soy inteligente y talentosa. Y sé que lo soy. Siempre lo supe, pero siempre culpé a mis padres por no haberme dado el apoyo y el espacio suficiente para sacar a la luz todo mi potencial. Y de grande, cuando me di cuenta que ellos ya no podían hacer nada por mi, me dije a mi misma que era demasiado tarde para hacerlo por mi cuenta. Pero hoy en día estoy harta de ser así.
La cosa es que en estos años quiero tomarme el tiempo y el esfuerzo para hacer todas esas cosas que no pude hacer de chica porque no tenía el apoyo, y no quise hacer de grande por creer que ya era tarde. ¿Qué cosas son esas? Bueno, enumero:
Quiero estudiar inglés, no tengo dinero así que lo voy a hacer completamente por mi cuenta. También me gustaría estudiar algún otro idioma, preferentemente el coreano ¿Porqué? Porque me obsesione con BTS y todo lo relacionado con el K-pop (Me llegó un poco tarde la etapa pero bueno, es lo que hay, es lo que soy). Esto también planeo hacerlo con recursos de internet.
Quiero escribir. Antes lo hacía, no tanto, pero lo hacía. Pero desde que empecé este blog me doy cuenta que me siento realmente bien escribiendo. Me gusta y podría pasarme horas enteras haciéndolo. Así que otra de mis metas va a ser desarrollar mi habilidad de escritura, tanto creativa como personal (No se como se diga). Es más, si me atrevo a soñar muy en grande, realmente me gustaría publicar algo en algún momento. Realmente me gustaría.
Quiero ser una persona organizada y ordenada. Me da vergüenza decirlo pero también me gustaría ser menos descuidada con mi higiene y aspecto personal. Nunca le presté atención a eso, nunca me enseñaron a hacerlo. Recuerdo que cuando era pequeña, y de adolescente también, mis padres nunca me decían que tenia que bañarme, cepillarme los dientes, peinarme, etc. Y así andaba yo por la vida, llena de piojos, con olor a niña sucia y los dientes sin lavar (Padres del año, lo sé). De adolescente me di cuenta de alguna de estas cosas gracias al contacto con más gente de mi edad, por lo que empecé a cuidar un poco más de mi misma, lo suficiente para no ser apartada del mundo social adolescente. Y cuanto más fui creciendo, mas me fui dando cuenta de estas cosas, y fui mejorando. Poco a poco. Hoy en día, siento completamente una adulta, quiero realmente establecer una rutina de cuidado personal, como esas que veo en los videos de YouTube que tanto me enganchan.
En cuanto a la organización y el orden, es prácticamente la misma situación. Además, me doy cuenta de que si hubiera sido más organizada en mi transcurso por el liceo, se hubieran arreglado al menos un 90% de mis malas calificaciones.
Mi cuarto y mi casa siempre fueron un despelote, crecí la mayor parte de mi vida con mi padre y el es un mugriento. Mi madre lo intenta, le va mejor en ese sentido, pero es muy dejada. A esta edad me doy cuenta que me desespera el desorden y la suciedad, por eso estoy tratando de desarrollar hábitos para mantener mi casa y mi cuarto como corresponde.
Otro punto importante (con el que creo que coincido con al menos el 80% de la población) es sobre mi cuerpo. Nunca me gustó realmente. Y estoy harta de eso. Nunca hice ejercicio, nunca comí saludable, nunca hice nada para sentirme mejor conmigo misma. El único momento de mi vida en el que mas o menos me sentía bien era cuando me encajaba al menos 2g de merca todos los fines de semana y una que otra pasti. Pero eso era estar demacrada y consumida, así que no cuenta. Además, en esa época odiaba mi vida y me quería morir todos los días. La cuestión es que hace un par de semanas se me prendió la lamparita y me di cuenta que podía dejar de detestar mi cuerpo si hacia ejercicio (ya mencioné antes que soy muy inteligente), y me enfocaba en comer más saludable. Así que voy a por ello. Igual soy consiente de que no estoy tan mal. Mido 1.70cm y peso 85kg aprox. Se que no es muy bodypositive de mi parte, pero mi meta es pesar 65Kg.
Otra cosa en la que me quiero enfocar estos años, es en mi personalidad. No en cambiarla, sino en reforzarla. Toda mi putisima vida, adapte mi personalidad a la de la gente que me rodeaba por miedo a no ser aceptada. TODA MI PUTISIMA VIDA. Que rabia me doy. Yo se que esto es parte de ser insegura, pero ya está, ya basta. No va a volver a pasar. Mi amiga Maga (Se llama así, no es una bruja) me inspira mucho en ese sentido, siempre es ella misma, no importa lo rara que sea, siempre se muestra. Yo quiero ser así. Creo que en gran parte, la razón por la que me volví tan retraída es por eso, porque al estar tanto tiempo adaptándome a otras personalidades, se me desdibujó la mía. Por eso, mi meta para el final del periodo, es no volver a esconderme ni a adaptarme a otros. Ser yo, con toda mi fuerza y mi rareza, y con orgullo.
También quiero estudiar mucho sobre mi carrera (Profesorado de historia). Quiero estudiar a fondo cada tema, quiero dar los parciales y sacarme las mejores notas, quiero poder hablar en publico sobre mis conocimientos con voz alta y firme. Quiero no tener miedo de enfrentarme a un grupo de niños en un salón de clase. Quiero disfrutar aquello a lo que me voy a dedicar el resto de mi vida.
Como metas a corto plazo, quiero arreglar mi casa, sacarle toda la energía de mierda que se acumulo durante años. Quiero cocinar más, quiero sacarme fotos sin sentir vergüenza de como me veo, quiero decirle a las personas cercanas a mi lo que siento y pienso más seguido, quiero ser más atenta con las personas.
Como meta a muy cortísimo plazo, quiero salvar los exámenes de historia del arte e historia de la historiografía.
También me gustaría mejorar la relación con mi madre, pero eso ya no depende solo de mi. Yo voy a hacer lo posible.
Y creo que eso es todo, si se me olvida algo lo voy a agregar aquí. Esto lo voy a ir leyendo periódicamente para que no se me olviden mis metas y no perder la motivación.
:)
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Una última carta de amor
17 de septiembre 2021.
Hace mucho no sentía una tristeza como la que hoy invadió mi alma, esa tristeza que arde en todo el cuerpo y te recuerda que estás viva. Le he contado a tres personas diferentes y siento que nadie ha terminado de entender cómo fue ni que pasó; tal vez es otra de esas cosas muy nuestras.
Me siento en paz. Es extraño y casi contradictorio, porque escribo esto con un dolor insoportable de cabeza y los ojos casi extintos por la hinchazón, intento ponerle nombre e intensión a lo que siento. ¡Que orgulloso estaría Juan Carlos, mi psicólogo! Me acaba de dar de alta ayer, después de un proceso lento y doloroso del cual salí victoriosa. Que risa pensar que ayer lloré poquito cuando acabó lo que tendría que haber sido nuestra última sesión: -aquí voy a estar siempre que me necesites, pero creo que por ahora tienes las herramientas para seguir tu proceso sola, vas muy bien, estoy orgulloso de ti.- Me reí mientras le escribía hoy, apenas unas 24 horas después pidiéndole un espacio en su agenda.
Cortar se sintió bonito. ¿? La verdad no se me ocurre un adjetivo más adecuado, no creo que exista una palabra que lo explique. Pienso que dentro de todo el dolor fuimos capaces de reconocer un amor inmenso, que nos permite terminar así, entre un montón de lagrimas y carcajadas y con la certeza de que volveremos a encontrarnos un día y seremos amigos, de que estaremos siempre cercanos. La certeza que ambos estamos tatuados en un lugar grande y calentito del corazón del otro.
Pensar que no voy a estar en tu examen de titulación, ni que voy a poder ver tu tesis impresa o a saber de primera mano a que posgrado te irás hace que me ponga a llorar. Me es muy triste saber que ya no seré más parte de tus proyectos, de tu caminar. Me pone peor saber que tu tampoco lo serás del mío y me apanica la idea de no tener a quien enseñarle correos antes de enviarlos o a quien contarle sin miedo a ser juzgada que me da pavor irme a una isla desierta a muestrear pájaros sin internet ni agua caliente.
Han pasado bien poquitas horas y ya me dí cuenta de lo difícil que será reconfigurar mi vida a una donde tú no seas personaje estelar. Me siento muy perdida, hace mucho no me sabía soltera – esta vez es la primera que se siente definitiva ¿no? – y me parece extrañísimo que hace cinco horas estuviéramos hablando como sí nada y ahora no tener ni la mínima idea de que es lo que sigue. Eliminar las fotos, nuestro chat – que es además, el archivo de los últimos tres años de mi vida- pensar si podré escribirte si me siento muy mal, no saber si me contestarás, si tu vas a querer saber de mi tan pronto o sí lo vas a sentir como una intromisión. Es rarísimo que eras la persona con la que más cómoda me sentía existiendo y ahora me aterroriza no saber ni cómo tratarte. Me asfixia no saber cómo estás ni que piensas. Quisiera que existiera un manual para saber cuales son los protocolos y dónde poner tantas emociones. – Me voy a inventar el mío.-
Sé que fue la decisión correcta, se sintió bien. Siempre supe que iba a ser un dolor desgarrador, pero estamos seguros. Estoy segura de que es lo mejor para los dos. Para mí. Eso me mantiene cuerda, le da sentido al dolor.
Tengo ganas de dejarme estar triste, saberme humana, tener la certeza de que amé con pasión y que fui amada.
Ya puse mi himno de los fines de relación, se que te parecerá ridículo. Me lo enseñó Juan la primera vez que me rompieron el corazón. -Adiós de Cerati, escucha la letra.- Le hice caso y los siguientes tres meses de tristeza y reparación esa canción me acompañó todos los días. Nunca lo había puesto contigo, ni cuando te corté, ni cuando me cortaste. Por eso sé que esto va enserio. Porque sé que estoy segura y sé que tu también y Adiós de Cerati solo se pone en situaciones de esa índole.
Quiero acordarme de ti y de nosotros en nuestra mejor etapa, pero no sé nombrarla, no puedo elegir una. Creo que fuimos muy cambiantes a lo largo de nuestra historia, lo normal, pues al final, crecimos juntos, fuimos buenos y mejores muchos días. Pero de lo que sí tengo certeza es que siempre me sentí protegida, cobijada y acompañada contigo. Sobre todo eso último, desde esa noche donde un borracho me agarró las nalgas en un bar y aunque tu estabas lejísimos estuviste dispuesto a mandar a tus amigos -que ni me conocían- por mí, hasta hace un mes que me hiciste una tarea porque no podía más con la carga escolar ni con la carga viral de la vacuna. Desde que te conocí no volví a sentirme sola, desde ese beso en medio de un bar lleno de estudiantes borrachos y chicharrones con valentina embarrados en el piso.
La UNAM me recuerda a ti, todos sus secretos los conocí de tu mano: las rutas del puma bus, los mejores pozoles, las cervezas más baratas, el espacio escultórico.
La ciudad entera me recuerda a ti.
Me da mucho miedo pero también mucha emoción aprender a sentirme acompañada por mí misma, a resignificar cada espacio de la ciudad y a hacerla toda mía de nuevo. Hacer memorias nuevas – sólo mías.- Conocer lugares nuevos -sólo míos.- Tener nuevos amigos – sólo míos.- Tengo ganas de conocer y armar mi vida propia, de conocerme a mí sin ti.
La vida contigo fue espectacular, no tengo ninguna queja. Te lo he dicho varias veces pero no puedo imaginarme pensandote sin sentir mucho cariño. Quedamos que no nos íbamos a agradecer nada, creo que los dos conocemos bien nuestro papel en la vida del otro. Pero te quiero dar un resumen rápidito, como esos que ponen en las series antes de que empiece la nueva temporada para refrescar la memoria de los televidentes. Ahí te va: Gracias por la paciencia de amarme en momentos tan oscuros de mi vida, se que fue difícil, gracias por ayudarme a salir de ahí. Gracias por las carcajadas, tantas y tantas carcajadas. Gracias por tu franqueza siempre empática. Por tu trato dulce y ligero entendiendo mi fragilidad. Gracias por cada mañana amanecida en tus brazos. Gracias por cada charla, aprendí una inmensidad de cosas contigo. Gracias por dejarme un poquito de todos tus saberes, por compartirme tus pasiones y hacerlas un poquito mías también. Gracias por tu apropiarte también, un poquito de las mías. Gracias por tus abrazos siempre apretados, para que no cupiera nunca duda de cuanto me querías. Gracias por compartirme a tus amigos, tu familia y en general a todo tu círculo social. Gracias por creer en mí siempre, por hacerme saber que podía con todo y por estar ahí cuando no podía. Gracias por la paciencia manejando mis intensas emociones. Gracias infinitas por tu compañía: por saber que estabas al alcance de una llamada, para lo que fuera, el día que fuera, a la hora que fuera. Fue el más grande regalo que alguien me pudo haber dado en momentos donde sentía que la soledad me comía viva. Gracias por tres años y medio de mucho amor, de mucha amistad, de mucha alegría.
No se me ocurre un placer más absoluto que haberte conocido y haberme dejado conocer por ti, eres un hombre increíble al que siempre admiraré y querré.
Cuando me despedí de alguien a quien quiero mucho me pidió que le escribiera cuando pasaran cosas importantes en mi vida, esta carta es una solicitud explícita de que hagas tu lo mismo. Serán muchas y estaré esperando.
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VAMOS APRENDIENDO
⭐En este pequeño espacio que también es tuyo, se podrá leer un análisis comparativo entre las teorías conductuales y el estudio de la psicopedagogía.
WATSON muestra el poder del condicionamiento tanto en animales, como en seres humanos, con esto, el pretende mostrar que se pueden aprender emociones fuertes en una situación por condición y después transferirlas a situaciones similares tanto en la vida como en la escuela, en el video al bebé Albert se le muestran varios animales que habían sido de su gusto, para después tan solo verlo se asustara, poco después una de las alumnas ya graduadas de Watson y Mary Cover Jones invierte el experimento con el bebé Albert que después de crearle ese temor por los animales, los enseño a no temerles, pues mientras comían los bebés fue acercando poco a poco los animales, para así poder dejar de sentir ese miedo.
Se le debe dar más importancia al comportamiento de los niños en la escuela, ya que esta puede estar arraigada con un trasfondo que por eso mismo su desempeño en clases sea baja, acercarse a el poco a poco hasta así obtener respuesta del porque su comportamiento para después apoyarlo y posteriormente vuelva a tener confianza y así cumplir sus sueños y metas en la vida, otra teoría que se hace presente es: CONDUCTISMO PROPOSITIVO DE TOLMAN, que indicaba que el comportamiento es propositivo y la conducta es activa, siempre y cuando se integren propósitos y cogniciones, en breve un ejemplo de su demostración:
Con esto, el propone su esquema, que fue: (Estimulo - Propósito - Respuesta) que en la imagen muestra que el gato al jalar la cuerda, pueden escapar, empujar un objeto, así llevándolo a hacer 3 cosas distintas, Tolman nos dice que debemos tener algún estimulo donde el aprendizaje tenga relación con la psicología que tenga altas expectativas, un ejemplo que doy era en la secundaria que estudiaba, el salón podía tener varias recompensas (tiempo libre, ver una película, escuchar música) si se eran completas las tareas o actividades en clase, con este conductismo crea esa emoción y las ganas de aprender al saber que van a ser recompensados.
Hablando de estas conductas, sigue la CONDUCTA MECANICISTA DE HULL que su modelo hipotético - deductivo del aprendizaje que se indican como: "los análisis moleculares son correspondientes a la fisiología, psicología, en su caso lo hace de manera macroscópica molar", ósea que se presentan de manera hipotética que no son muy claras de observar ni son definidas, nos aclara que se aprenden con, hábitos molares que se hacen reducción de una necesidad, para esto hay una formula: ePr = D X eHr X V X K - elr
Nos dice que tener un buen potencial en la escuela, los niños deben ser estimulados y así generarles que tengan un buen habito en la escuela, ya que muchos aun la ven como aburrida, como perdida de tiempo y no como un centro para nutrir sus mentes, HULL, me da entender que hay que darles motivos e integrar en los niños esa vista buena por el habito a la escuela y la vean con gusto.
Skinner creía por su lado que nuestra mente y nuestro sistema nervioso eran una "caja negra, invisible (e irrelevante) , consideraba que los psicólogos debían dar mas importancia a lo que entraba y salía de ella, no por lo que había dentro, actualmente el conductismo forma parte de nuestra vida cotidiana, algunos ejemplos donde se aplica el conductismo en la escuela:
El sonido del timbre
Sanción por copia
El reforzar el interés hacia la escuela.
Ribot, Janet y Binet, conocida como la Sociedad Francesa de Psicología en sus obras:"La Psychlogie anglaise contemporaine"(1870) y "La Psychologie allamande cintemporaine (1879). (Anguera 2009, p.85)Ribot nos hizo una propuesta en base a la psicología por la experiencia y la misma experimentación, un ejemplo claro es la memoria visual en el ajedrez.
Janet que fue un psico patólogo con mayor renombre en Francia trabajo a profundidad en la histeria e hipnosis y haciendo su diferencia con la PSICASTEMIA (característico por fobias, compulsiones, obsesiones y ansiedad)
Una muestra de algunos ejemplos que se se presentan sobre las fobias, que se fueron confrontando de diferentes maneras y poco a poco ya que muchas veces se quedan con severos traumas que a veces en vez de ir superándolos conforme al tiempo, los deja pasar y terminan siendo peor en ocasiones. BINET se intereso mas por el estudio de la conducta psicopatología que es mas bien el fue el primer diseñador del "Test de predicción sobre el rendimiento escolar". Se me hace un buen test para así saber en que materia de la escuela pueda ser apoyado o que se necesite un reforzamiento.
(PIERON, WALLON, BOVET)Se centran especialmente en 4 factores para dar una explicación sobre la evolución psicológica del niño, la emoción, el medio y el movimiento. Estas teorías ayudan a la psicopedagogía al estudio del aprendizaje y comportamiento del niño, siendo así la enseñanza de una generación a otra. Ayudan a modificar el intelecto comportamiento que no se desea por medio de estas teorías se puede moldear el comportamiento y carácter del niño e intervenir adecuadamente si se presenta algún problema.
Por su lado PIAGET ( JEAN PIAGET) Consideraba que la inteligencia podía ser comprendida y explicada sin tener que adentrarse a principios que fueran extraños para la conciencia, considera que la inteligencia puede ser mas comprendida y explicada sin adentrarse mas halla de otros principios extraños para la conciencia, pues lo que el dice, mi parecer es que tenemos que pasar por 4 etapas que puede variar dependiendo de la edad y otros factores opino, solo así podemos alcanzar la inteligencia humana completa. La teoría de PIAGET tuvo mucha importancia en mi vida ya que en resumen hace 2 años sufrí un traumatismo craneoencefalico por una caída lo que llevo a la perdida de memoria 1 semana antes del accidente y el día del evento, estuve en estado de un coma inducido por 1 mes, no recuerdo 2 semanas ya estando en casa y el tiempo que estuve en cama, tuve que utilizar pañales, volver a caminar y pasar por las 4 etapas que menciona PIAGET, para poder llegar nuevamente a mi inteligencia completa. PAVLOV Y SU REFLEXOLOGIA, aplica estímulos para generar una respuesta automática que aun no haya sido mostrada, ya que estas no están bajo un control especifico.
Su manera de ejemplificar su teoría mostraba que para el perro la comida es el estimulante y así genere saliva, al solamente escuchar la campana y ver que no hay comida, no se presenta ningún estimulo, pero al sonar la campana y ver la comida aumenta mayormente su salivación, que aun así al escuchar la campana hace caso. Esto nos lleva a que como próximos psicopedagogos logremos estimular a los alumnos y así puedan lograr a los sueños que se propongan.LA PSICOLOGÍA HISTÓRICO SOCIAL DE VYGOTSKY nos dice que propone una teoría Marxista hacia el funcionamiento intelectual humano que lo involucran en el desarrollo intelectual del cerebro y el desarrollo de sus condiciones psicológicas, nos presenta un cuadro que explica 10 principios con base a la escuela, en estos aplica lo que es crearle una conciencia al alumno, integrarlo al desarrollo cultural y social, crearle un carácter, ayudarlo a desarrollar su conducta y conciencia. Finalmente nos encontramos con la NEUROPSICOLOGIA DE LURIA quien es mayor conocido como uno de los pioneros respecto a su comprensión del cerebro como un "todo funcional, fue un proceso difícil el volver a iniciar de 0 con mi vida, pero también en esta carrera como futura psicopedagoga conocer y ayudar a los niños tanto en su ámbito familiar, social, escolar y el personal.
★Contestando a la pregunta en cuestión, ¿ Como estas teorías podrían aportar a la psicopedagogía?
Brindarles un ambiente estable, donde se encuentren motivados, sean inspirados y así tanto la escuela como en casa puedan desarrollarse plenamente y así puedan obtener su vocación para el futuro, cumplan sus metas y sueños.
GRACIAS POR TOMARSE EL TIEMPO DE LEER ESTE PEQUEÑO BLOG INSPIRADO EN MIS SUEÑOS Y EN LOS NIÑOS DEL FUTURO.
La informacion donde se obtuvo la muestro abajo:
https://es.slideshare.net/baztian79/modelo-funcional-de-luria
Baquero, R. (2012). Cap. 2: Vigotsky: Sujeto y situación, claves de un programa psicológico. En J. A. Castorina y M. Carretero (Comps.), Desarrollo cognitivo y educación I: Los inicios del conocimiento(pp. 61-86). Buenos Aires: Paidós.
(Anguera 2009, P. 97)
(Anguera, 2009, P. 96
https://lic.ieu.edu.mx/mod/lti/view.php?id=77471
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Mis Amigos
Como contar esto, bueno contextualicemos un poco. En la oficina nos permitieron teletrabajar así que llevo un tiempo contestando correos, evitando salir. Fuera de todo pronóstico ha sido una carga brutal junto que a mi pareja lo veo mucho menos dado que el sigue trabajando debo lidiar con todas las cosas domésticas. El estrés me tiene mal, pero de la nada me llego una invitación de mi mejor amiga. Por whatsapp me dice que les habían instalado una tinaja en su campo y si me tinca ir con ellos para relajarnos, también irían otros conocidos así que me pareció una idea genial. Mi pareja no se interesó dado que no se lleva muy bien con ellos así que tengo chipe libre para ir. Con mis amigos siempre ha habido mucha confianza, pero nada que me hiciera pensar algo raro de ellos. Llego el día así que pasaron a eso de las 19 horas por mí. Tras una hora de viaje llegamos a la cabaña, un entorno genial entre bosque medio nativos y pinos dan una gran atmosfera. Descargamos las cosas del auto y mi amiga me invita a cambiarnos, vamos a una de las habitaciones y mi amiga se quita todo, nos hemos visto mil veces sin ropa así que procedo al mismo menester, ella grita ¡¡Cristian no vengas…!! Que estamos en pelotas, nos reímos y partimos corriendo en traje de baño a la tinaja que ya habíamos encendido al llegar, el agua esta muy genial. Nos quedamos un rato copuchando y llega su marido, trae una tablita con queso jamón y otras cositas ricas y unas copas de espumante. Una delicia todo. – Gracias- le digo, a lo que el responde – de nada Javi gracias por acompañarnos, yo por mi reina hago todo para complacerla- nos reímos todos.
-Y no iba a venir mas gente? Les pregunto
- Se echaron todos pa atrás con el miedo a contagiarse- respondió Cris – pero no te preocupes que yo las voy a atender muy bien-
Transcurrió la noche, seguimos bebiendo y jugando al típico yo nunca nunca, que se fue poniendo más calentón en medida que avanzaba el juego. Terminamos hablando de nuestras fantasías y me preguntaron si estaría dispuesta a hacer un trio a lo que respondí que sí, siempre que encontrara a las personas indicadas pero que no estaba en mis fantasías hoy por hoy. Ellos por su parte me contaron que un tiempo lo buscaron, pero no se atrevieron. El tema quedo ahí. Ya las copas se habían pasado y nos fuimos a dormir como pudimos me metí a la cama con mi amiga y ahí nos quedamos ambas en ropa interior dormidas, recuerdo que nos acariciamos algo mientras nos reíamos presas del alcohol. Al día siguiente el panorama no vario mucho. Salimos a recorrer el campo recolectamos algunos hongos de la temporada y al regresar preparamos comida y continuamos bebiendo. Creo que la borrachera de la noche anterior apenas se iba, pero qué más da, quería pasarla bien. Nuevamente fuimos a la tinaja esta vez los tres. Poco a poco el juego se fue tornando más riesgoso, con mi amiga empezamos a seducirlo con un jueguito lésbico algo inocente, toqueteándonos entre el calor del agua todo era muy excitante. En un momento Barbi, mi amiga, se puso de pie y se salió de la tina dejándome a solas con Cristian. Yo no se cuál era la intención de ella en ese momento y creo que el tampoco ya que la conversación se entrecorto y se puso nerviosa. De todos modos, no perdió momento de decirme que cualquier hombre estaría feliz de ver lo que el vio entre su mujer y yo. Solo me reí y le dije somos amigos ¿igual podemos jugar no? – Claro que si me respondió. Pasaron unos minutos y mi amiga lo llama, se para y se va. Queda sola y veo que pasan los minutos, no sé cuántos porque estaba algo mareada, pero varios según yo y no tengo señales de ellos, pienso. ¿estarán peleando o tirando? Trato de escuchar, pero no logro oír lo uno ni lo otro. Mi juicio medio nublado me hace pensar igual seria rico estar sin nada aquí. Sin pensarlo mucho me quito la parte de debajo del bikini el agua se siente agradable fluyendo por mis partes, miro a todos lados y me quito la parte de arriba. Ya esta cayendo la noche así que el riesgo de alguien mirando es mínimo. Mi relajo es total mis manos se dedican a recorrer mis partes centrándose en mi clítoris y pezones erectos por el frio ambiente pero abrigados por el agua tan temperada. Miro de reojo no vaya a ser cosa que me sorprendan y continúo haciéndolo suave. Analizo mi entorno y me fijo que las toallas están lejos, casi a la entrada de la cabaña tras un rato me levanto desnuda y voy a saltitos por una de ellas, no hay nadie y comienzo a secarme poniendo una pierna sobre el borde del barandal de la terraza, estoy tan relajada y todo se quiebra de golpe. Siento las manos calientes de Cristian cogerme por las caderas me estremezco, he intento voltearme
- Shhhhh! Tranquila, no te hare nada malo
- ¡Pero Cris no, esta mal!
- La Barbi esta dormida- Me abraza y puedo sentir que esta completamente desnudo, su pene se acomoda entre mis nalgas con gran calor. No es muy grande, Cris es rellenito pero un sujeto muy varonil y agradable. Me dejo llevar, siempre de espaldas a él. Sus manos me recorren con un deseo loco, como si siempre hubiese querido hacerlo, no opongo resistencia mi cuerpo también lo desea. Paso una mano entre el espacio que queda entre nuestros cuerpos y comienzo a acariciar su pene, masturbándolo lentamente. El responde colando sus gruesos dedos entre los labios de mi húmeda vulva, me muevo contorneando las caderas anhelando que sus dedos entren mas en mí. Mi cola frota su pene, me empuja dejándome apoyada en la baranda quedando toda a su merced, se separa y agacha, siento su boca besar mi cola, y lentamente su lengua caliente recorrer mi ano, infructuosamente intenta llegar a mi vagina por lo que se queda lamiendo mi culito, el agua contribuye a la dilatación de mis partes y puedo sentir como su lengua da pequeños empujones queriendo entrar, mientras el lo hace yo me dispongo a frotar mi vagina, estoy gimiendo despacio, lo miro de reojo nos reímos con morbo.
- De verdad lo quieres hacer? Le pregunto.
- Claro sería un placer
- Por mi trasero?
- Se puede?
- Vamos inténtalo, le respondí, acto seguido saqué de mi boca un chorro de saliva embadurnando su pene para facilitar su inserción. Poco a poco fuerza y me penetra.
- Cris, despacio porfa, le digo. Estoy en eso cuando siento una mano fina guiando su pene en mi culo. Es la Barbi que esta mirando como su marido me da una deliciosa culiada. La miro y solo atina a reír, se sienta y nos mira mientras se toca. Cris lo hace muy delicioso, su pene es preciso, alterna sus empujones entre mi vagina y mi culo, me tiembla las piernas, pero no quiero que pare
- Dale fuerte! le pido a lo que no tarda en responder penetrándome con toda fuerza, apenas si logro sujetarme de la fría madera, mientras veo que la Barbi esta grabando con su móvil. Ahora entiendo que todo esto es un plan, pero que más da, me lo estoy pasando genial. Siento que ya no puedo mas y me suelto en un orgasmo rico que le moja todas las piernas a Cris, no se detiene. Siento su pene cada vez mas duro se que va a acabar en cualquier momento.
- Cris, acaba en mi cola que no me estoy cuidando
- Ya lo sé preciosa, no te preocupes.
La Barbi esta a un lado arrodillada mirando como me penetra su hombre, Cris se agita y me aprieta se sale de golpe y mi concha lanza un chorro. Me volteo y veo como su descarga va directo a la boca de la Barbi, es realmente generosa, ella no me quita los ojos mientras recibe toda esa leche. Algo escurrida por sus labios se acerca a mi y me besa compartiendo el caliente semen de su hombre, no lo trago, pero lo dejo escurrir. El beso es tan caliente y apasionado dura varios segundos y tomo la toalla y me voy en silencio al baño. No puedo creer lo que acaba de pasar. Al salir ambos están en la cama y me invitan, riendo nos tomamos unas botellas de espumante más…y quizás les cuente el resto en otro relato.
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FIESTA ESTIVAL (FANFIC PARTE FIESTA)
Escucho a Kiara de fondo refunfuñar mientras da vueltas por toda su habitación. No encuentra el otro par de sus tacones. Me da por echarle un vistazo rápido a la habitación y lo encuentro debajo del puf que tiene para sentarse, que suelo aprovechar cuando me quedo con ella. Estamos preparándonos para la fiesta que realizan los kooks todos los años y en la cual ambas volvemos a ir juntas. No tengo el cuerpo para mucha fiesta, y especialmente de esta, ya que mi cabeza sigue estando en JJ. Todavía me cuesta creer que se haya culpado de lo que pasó con el barco de Topper porque, según él, no tiene nada que perder.
No puedo dejar de lado que me dolió que hiciera eso aunque fuera un acto muy bonito por su parte, porque él es así y no lo puede evitar. Admito que no me lo esperaba. Cada vez que lo pienso las lágrimas van a mis ojos por lo que me obligo a volver a la realidad y presto atención cuando Kiara me llama mientras rebusca en su armario.
— ¿Has visto mi zapato?, no se donde está — se queja — ¡Dios!.
— Lo tienes debajo del puf — ella echa un vistazo y sonríe cuando ve que está en el sitio donde le he indicado.
Kiara está especialmente guapa esta noche, lleva un vestido color lila que le llega hasta los tobillos con tiras finas, el pelo recogido en un moño alto con unos mechones que le caen por los perfiles de su cara y una diadema de flores muy delicada. Yo, en cambio, llevo un mono color vino cruzado en el pecho que hace contraste con mi piel blanca dejando la espalda al aire, el pelo lo tengo recogido en una trenza de cascada dejando algunos mechoncitos por fuera para que no se vea tan estirado y el resto alisado.
La madre de Kiara llama a la puerta y asoma la cabeza para avisarnos que en unos minutos saldremos. Kiara se acerca a mí y se sienta a mi lado, me pasa uno de sus brazos alrededor de mis hombros y me acerca a ella. Yo apoyo mi cabeza en su hombro
— ¿Sabes que puedes contarme lo que sea verdad? — me dice. Levanto la cabeza y la giro un poco.
— Es sobre JJ. No puedo dejar de pensar en él — confieso, jugueteando con mis manos.
— Hey, Lena, mírame — fijo mis ojos en los suyos — JJ sabe salir de los problemas más grandes que se puedan formar. Tiene un don. Ya verás como en cuanto menos te lo esperes está con nosotros.
— Kiara.
— ¿Qué?
— Creo que estoy enamorada de él — aparto la mirada — joder, creo que me he enamorado de mi mejor amigo — digo llevándome las manos a la cara.
— Wow, osea, wow — guarda unos segundos de silencio y de repente la escucho reírse. Se está riendo de mí, la capulla.
— ¿Qué te hace tanta gracia? — pregunto un poco molesta.
— Lo siento, no quería que pensarás que me estaba burlando de ti — deja de reírse y vuelve a ponerse seria, o al menos, intentarlo.
— Pues trabájate mejor eso.
— Oye, lo siento de verdad — me coge las manos — Lena, eso es maravilloso.
— ¿El qué? ¿Qué me haya enamorado de mi mejor amigo?
— Sí.
— ¿Sí? pues a ver cómo se lo explicas a John B.
— ¿Qué tiene que ver John B?
— Te suena algo de, no líos entre pogues — digo con imitando su voz.
— Que le den por culo a la norma. No mejor, que le den por culo a John B.
— Me he enamorado de JJ — repito en voz baja.
— Pegáis mucho — yo la miro a los ojos — ¿Qué?, ahora que lo pienso, es la verdad.
— ¿Crees que sentirá lo mismo?
— No sé, puede. Ya sabes JJ es como un libro cerrado. No hay quién sepa lo que pasa por su cabeza — asiento — en cuanto lo veas deberías hablar con él, y así te quedas tranquila.
— No quiero problemas en el grupo.
— Dios mío Lena, esta vez piensa en ti. Olvídate de nosotros.
— ¿Y si no siente lo mismo? — pregunto un poco acongojada.
— Lena, si no siente lo mismo pues ya lo resolveremos. Estoy en esto contigo ¿vale?
— Gracias — suspiro — Dios, necesitaba soltarlo.
— Para eso estamos — sonríe.
La voz del padre de Kiara rompe la burbuja en la que estábamos metidas. Kiara se agarra a mi brazo y vamos hacia el todoterreno de la familia de mi amiga en dirección a la fiesta. Antes de subir el padre de Kiara nos hace una foto, como ya va siendo tradición, para tenerlas de recuerdo. Cuando llegamos a la fiesta la mayoría de la parte rica de la ciudad ya está riendo y bebiendo. Yo me siento un poco fuera de lugar pero he de admitir que el sitio está muy bonito decorado. En el centro del jardín hay una placa de madera como simulación a una pista de baile, detrás un pequeño espacio para el DJ que actualmente está poniendo música pop bajita para no molestar demasiado a los invitados y todo el entorno está decorado con pequeñas bombillas de un tono cálido. Hay mesitas por todos lados con manteles en blanco roto a juego con las columnas del porche y el resto de decoración en los que la gente se reúne y beben y también hay varios camareros andando con bandejas de arriba abajo con pastelitos que tienen muy buena pinta.
Le doy un codazo a Kiara cuando distingo a Pope entre la gente justo haciendo costillas, su padre no está así que nos acercamos a él. Está de espaldas por lo que no nos ve llegar.
— Disculpe señor, ¿las costillas las tenemos que comer con las manos? Es que acabo de hacerme la manicura — dice Kiara con una voz de pija rica super absurda.
— Sí, ¿no tienen un cuchillo y un tenedor? no quiero mancharme el vestido que traigo puesto con salsa barbacoa — continuo.
Veo como Pope respira hondo y se prepara para poder respondernos con la mayor educación que puede tener. Se gira y abre los ojos cuando nos ve mientras un suspiro de alivio se escapa de sus labios.
— Joder, sois gilipollas las dos — niega con la cabeza — Por cierto estáis… Estáis increíbles - nos halaga. Quedándose un rato más mirando a Kiara.
— Gracias Popie, a ti tampoco te sienta nada mal ese delantal — le respondo. Él ríe y se le achinan los ojitos.
— No me llames así — gruñe - Oye… — parece dudar a la hora de hablar - ¿sa-sabéis algo de JJ? — pregunta.
— Nada — Responde Kiara por las dos, yo no puedo evitar apartar la mirada de ambos y centrarme en lo que tengo a mi alrededor. No quiero pasarme toda la noche pensando en JJ, bastante tengo con comerme la cabeza durante el día.
De repente el jardín se queda en completo silencio y los tres nos giramos a ver el por qué. Enseguida tenemos respuesta a nuestras dudas cuando, la familia Cameron aparece por la puerta de la casa que da a la parte trasera. Sarah lleva un vestido blanco con las mangas caídas y una pequeña diadema en la frente con alguna que otra flor, la hermana pequeña lleva un vestido corto muy bonito y una trenza en su pelo rizado, Rafe lleva un traje celeste con una camisa blanca y una pajarita negra. Su madre lleva una especie de corona que da risa solo con verla. Rafe nota nuestra presencia porque clava los ojos en nosotros y nos saluda con un movimiento disimulado de cabeza, mientras Kiara opta por sacarle el dedo del medio.
Las horas van pasando, Kiara y yo nos movemos de un lado a otro despacio al son de la música mientras vamos hablando de la gente que hay en la fiesta. De vez en cuando, si la canción es animada y nos la sabemos, nos marcamos un baile en dirección a Pope provocando que este se tape la cara mientras niega mirando hacia otro lado y algunos de los presentes nos miren con el ceño fruncido por formar escándalo. Kiara se acerca un poco a mí a la vez que se sujeta de mi brazo.
— Voy a ir al baño ¿Quieres acompañarme? — me pregunta.
— No, tranquila, te espero aquí — respondo. Ella asiente y se va alejando mientras intenta hacerse hueco entre la gente.
Yo me quedo en el sitio meciéndome de un lado a otro al ritmo de la música. Agacho un poco la cabeza mientras jugueteo con el poco de champán que me queda en la copa. Comienzo a preguntarme cómo hemos acabado en esta situación. John B lleva sin aparecer desde este medio día y no tiene pinta de que lo vaya hacer. Y JJ, bueno JJ está vete tú a saber dónde, si en la cárcel todavía, porque su padre no piensa ir a recogerlo, o en casa recibiendo otra de esas palizas. El vello se me eriza con solo pensar que el padre de JJ está pagando todas sus frustraciones con él. Mi mente me traiciona una y otra vez haciendo que piense de nuevo en él.
Respiro hondo para intentar calmarme y le doy un último buche a la copa que tengo en la mano. Segundos después aparece un camarero con la bandeja vacía y aprovecho para colocarla y tener las manos libres.
Recorro el lugar con mis ojos, todos están riendo y disfrutando unos con otros y yo me siento totalmente fuera de lugar. Este no es mi sitio. Respiro. He llegado a la conclusión de que no quiero estar aquí. Quiero estar sola. Quiero estar sentada en la orilla del mar tocando la guitarra o podría haberme quedado en casa. Kiara ha desaparecido desde hace un rato. Seguramente sus padres la están presentando por ahí a todo tipo de personas. Salgo de la esquina en la que me he encajonado sin darme cuenta y me hago hueco entre la gente a la vez que pido disculpas. No he llegado al centro de la pista cuando un par de ojos azules me están mirando fijamente.
JJ. JJ está aquí. Lleva un traje de ¿camarero?. Tal vez. Tiene las manos metidas en los bolsillos. Me quedo quieta en el lugar asimilando lo que veo. De repente todos las imágenes que mi cabeza ha hecho esta mañana, aparecen a cámara lenta delante de mis ojos. No soporto esta situación. Justo cuando me doy la vuelta para salir de ahí lo tengo delante de mí a una distancia considerada, como si supiera que algo no va bien. Evito mantener contacto con sus ojos porque me conoce demasiado bien y entonces empezaría a hacerme preguntas que no sé si quiero contestar. Me muevo a la derecha para rodear su cuerpo pero él ve mis intenciones y se mueve también. Vuelvo a moverme hacia la izquierda y él imita mi movimiento Está empezando a molestarme. Doy un paso hacia atrás y me cruzo de brazos buscando una solución. Entonces él aprovecha eso y me agarra de los hombros, haciendo que yo levante mi cabeza y tenga que mirarle.
— Lena, tenemos que hablar — dice cauteloso.
— Tú y yo no tenemos nada que hablar, JJ. Así que por favor déjame irme — le digo un poco cortante. Él no se mueve.
— Solo espera y déjame explicártelo todo, por favor — le miro dolida.
— ¿Sabes lo preocupada que he estado por ti? — le digo, empujando un poco su cuerpo — Por dios cuando te vi esposado, casi se me sale el corazón por la boca, JJ — él me pide perdón con la mirada.
— Lena...
En un momento recorro con mis ojos su cara entera y la respiración se me queda atragantada en el inicio de la garganta. Tiene la mejilla amoratada y una herida en el labio inferior. Instintivamente mi mano va directamente al moretón que tiene justo en la mejilla. Él cierra los ojos ante mi toque. Los vuelve abrir y coloca su mano encima de la mía.
— No te preocupes Len, no es nada que no haya pasado antes — suelta. Yo no puedo evitar que los ojos se me cristalicen. No es justo lo que está sufriendo. Él no se merece esto.
— ¿Cómo has entrado? — pregunto.
— Tengo mis truquitos — dice mientras suelta una pequeña risa y gira un poco la cabeza hacia la derecha.
No puedo negar que las cosquillas que se producen en mi estómago salgan cuando él está delante. Dejando a un lado el hecho principal, me alegro de que haya salido de la cárcel y que esté bien, aquí conmigo. Obviamente todo lo bien que se puede estar después de que tu padre te haya pegado una paliza. Mi enfado se reduce un poco cuando me sonríe de esa manera. Nos quedamos mirándonos el uno al otro durante un momento. Hasta que él habla.
— Lena, tengo que decirte algo…
— JJ, de verdad, no es necesario — Le corto. Él pone un dedo en mi labio para que me calle, mira a su alrededor y se separa de mí. Yo lo miro con los ojos entrecerrados. Él sonríe de lado.
— ¿Qué pasa? ¿Por qué sonríes así?
— Baila conmigo.
— ¿Qué?
— Te encantan los bailes de salón y acaban de poner una de tus canciones favoritas — Baila conmigo, va.
Es cierto, me sé esos primeros acordes de memoria. Miro a la mesa del DJ y luego dirijo mi mirada a él. Estoy segurísima que algo ha hecho.
(PONER PULL A LITTLE LOVE ON ME - NIALL HORAN) https://youtu.be/bO3S8CKafbE
— No tienes ni idea de bailar, JJ.
— Vamos, ven aquí de una vez — dice agarrando mi mano y tirando de mí.
Me acerca a él y pasa su mano por mi cintura mientras yo la coloco en su hombro. Empezamos a movernos lentamente al son de la música. Él no aparta sus ojos de los míos y yo no aparto los míos de los suyos.
Is it wrong that I still wonder where you are? (¿Está mal que todavía me pregunte dónde estás?)
Is it wrong that I still don't know my heart? (¿Está mal que todavía no conozca mi corazón?)
— Estás preciosa — susurra.
Los nervios comienzan a apoderarse de mí. El ruido de la gente hablando y el de las copas en las bandejas desaparece. Centrando todo en nosotros dos. Todo ha desaparecido. Solo estamos él y yo en el medio de la pista. Cierro los ojos. Él hace lo mismo y apoya su frente en la mía. Es tan íntimo todo que intento no temblar.
Put a little love on me, put a little love on me (Dame un poco de amor, dame un poco de amor)
When the lights come up and there’s no shadows dancing… (Cuando las luces se encienden y no hay sombras bailando…)
No puedo evitar pensar en nosotros cada vez que escucho esta canción. Mis sentimientos por JJ han cambiado, ya no puedo ser más su amiga, ya no quiero ser su amiga. Él parece oír mis pensamientos porque abre los ojos. Veo como su nuez sube y baja al tragar saliva y no me mira como siempre, me mira con un brillo especial. Como yo lo miro cuando no me está mirando. Suspira y empiezo a notar mi pulso en las orejas. Solo puedo escuchar el sonido de mi corazón.
— Escúchame Lena, necesito decirte algo — me dice en un susurro para que yo solo pueda oírlo. Yo asiento para que continúe hablando — Siento mucho lo de esta mañana, solo hacía lo que creía correcto, no podía dejar que Pope perdiese la oportunidad de dedicarse a lo que quiere. Se lo merece. Joder soy un capullo, no te mire ni a la cara. Pero es que no podía llevarme esa imagen conmigo. De verdad que lo siento. Pero necesito que sepas esto de una vez ya — yo lo paro.
— JJ no pasa nada de verdad, yo también lo siento. Tampoco debí haberte exigido nada. Debí haber respetado...
— Len, mira, sé que soy un jodido desastre, ¿vale?, que no tengo la caballerosidad de un kook ni tampoco su bolsillo. Sé que te he hecho enfadar muchísimas veces y que puede que sea una persona difícil. Te garantizo que habrá épocas difíciles y que en algún momento, uno de los dos o los dos, querremos dejarlo todo. Pero te juro por lo que más quieras que lo que siento por ti es real. Eres lo más importante que tengo y joder, me gustas mucho, muchísimo y no puedo dejar de pensar que has sido la única que siempre ha estado para mí y me ha aceptado tal y como soy sin poner ninguna pega.
No soy capaz de emitir ningún sonido.
— Quiero ser aquel al que te haga ilusión contarme cualquier cosa que te haya pasado por muy absurda que sea. Darte mi apoyo para todo lo que necesites y evitar que te salgas del camino. Quiero ser aquel que te pise los pies mientras bailamos — tras decir esto me pisa uno de los pies aposta. Se me escapa una risita — Necesito que sepas que estoy enamorado de ti - Termina.
Él se acerca a mí poco a poco, sus labios rozando los míos. Mi respiración se acelera un poco. Le miro a los ojos. Él no ha quitado la vista de los míos. Mueve la mano que tiene en mi cintura y la coloca en mi mejilla, acariciándola con el pulgar. Es la señal que necesito para lanzarme, para tomar el impulso. Junto sus labios con los míos. Un beso impaciente, que lleva muchas ganas y deseo acumulado. JJ tarda en responder pero lo hace. Nuestros labios empiezan un baile que deseaban hacer desde hace tiempo. El contacto es suave al principio, pero luego, como si necesitara más, se apoya contra mí y me besa con ansiedad. Sus labios son cálidos y suaves, su pelo me hace cosquillas en el puente de la nariz. Noto un poco el sabor de la sangre de su labio pero ahora mismo me da igual. En ningún momento hemos dejado de bailar, lo sé porque casi me caigo por culpa de los zapatos. Llevo una de mis manos a su nuca y le doy un pequeño tirón en el pelo. Él hace un sonido hondo con la garganta.
‘Cause you’re the only I need (Porque eres la única que necesito)
So put a little love on me… (Así que dame un poco de amor…)
Last night I lay awake (Anoche me quedé despierto)
Stuck on the things we say… (Pensando en las cosas que dijimos…)
Nos separamos poco a poco. Nuestras frentes siguen pegadas una a la otra. Sonreímos.
— No sabes las ganas que tenía de hacer esto - Confiesa. Una risa nerviosa se escapa de mis labios.
Mi mano que está detrás de su nuca comienza a acariciarle el pelo. Él agarra la mano que tengo en su hombro por la muñeca. Me separa un poco y hace que de una vuelta sobre mí misma, me tira hacia atrás y volvemos a la misma posición de antes. Reímos. Lo hace un par de veces más y de repente me agarra de la cintura y da una vuelta en el aire, se me escapa un gritito. Volvemos a pegar nuestras frentes, cada uno ya sin aquel peso que teníamos. Entonces JJ comienza a cantar bajito. Para mí.
— Put a little love on me, put a little love on me...When the lights come up we're the only ones dancing… — canta mientras me hace cosquillas por el brazo. Yo no apartó la mirada de él en ningún momento, no podría ni aunque quisiera — I look around and you're standing there asking...You say, you're the only one I need...So put your love on me…
(Dame un poco de amor, dame un poco de amor... Cuando las luces se encienden y somos los únicos bailando... Miro a mi alrededor y estás ahí parada, preguntando... Dices: Eres lo único que necesito... Así que dame tu amor)
— You're the only one I need… Put your love on me… — cantamos ambos bajito, mientras me sujeta la cara con ambas manos.
(Eres lo único que necesito… Dame tu amor)
La canción finaliza. No nos movemos, seguimos parados el uno frente al otro. Ha sido precioso. Lleva sus dos manos a mi mejilla y junta su nariz con la mía y hace que se rocen varias veces. De repente JJ parece volver a la realidad. Levanta la cabeza, me mira y se separa de mí buscando con la mirada a alguien con urgencia.
— Tengo que encontrar a Sarah, John B se ha liado con ella y ahora se hablan por nombres en clave — Dice apresurado
— ¿Cómo? — digo confusa.
— Una movida, te veo luego ¿vale? — me da un beso en la frente y se marcha corriendo.
Yo me quedo asimilando todo lo que ha pasado. Kiara aparece detrás de mí gritándome y exigiendo explicaciones de todo. Me agarra por la muñeca y nos movemos del centro de la pista. Todos me miran de reojo y mis mejillas se tiñen de color rojo. Nos subimos al porche cada una a un lado de la mesa.
— ¿Pero qué demonios ha sido eso? — pregunta con las cejas levantadas.
— No-no lo sé, yo me iba a ir y de repente estaba allí en medio y yo.... No sé.
— ¡Te ha besado! — chilla mientras salta — ¡JJ, te ha besado!
— ¡No puedo creerlo! — salto también.
Entre el murmullo de la gente, el grito de un chico rompe en medio de todos. Kiara y yo nos giramos y nos ponemos de puntillas para poder ver de quién se trata. Y de quien se va a tratar si no que de JJ.
— ¡Eh! ¡eh!, tranquilo ya me voy, ya me voy — le dice JJ al segurata que le tiene agarrado del chaleco — ¿Se va a beber eso señor?, ya lo hago yo por usted — JJ coge la copa de whisky de un señor y se la bebe de un trago.
El segurata baja de malas maneras a JJ del porche y lo sigue arrastrando por medio del patio para echarlo fuera. Por el camino JJ se encuentra con la madre de Sarah que se queda mirándole.
— Rose, que llevas en la cabeza, pareces la estatua de la libertad — dice. Esta se lleva la mano a la cabeza y mira a JJ con confusión. Yo río.
— ¡Eh! déjenlo tranquilo, lo he invitado yo — grita Kiara.
— ¡Pope!, hora de irse — John B aparece por detrás de él corriendo — Kiara, Lena, moved el culo — nos señala.
Kiara y yo nos miramos mientras sonreímos. Sus padres parecen ver nuestras intenciones y empiezan a llamarle la atención a la morena para intentar que no vaya detrás del chico. Ella mira hacia atrás y sale disparada hacia los chicos que nos empiezan animar para que vayamos con ellos.
— ¡Nena, vamos! — oigo gritar a JJ.
Yo hago una sonrisa de disculpa hacia los padres de Kiara y me cojo un poco los pantalones del mono para no pisarlos a la vez que voy escaleras abajo hacia ellos. Veo a Kiara corriendo hacia ellos delante de mí. JJ me espera en el sitio con una gran sonrisa y los abrazos abiertos y me guiña el ojo como si me hubiese leído el pensamiento. Sonrío y cojo más carrerilla. Salto a sus brazos. Él me coge ágil y da un par de vueltas sobre nosotros mismos, levantándome un poco del suelo. Le enredo los brazos alrededor de su cuello y suelto una carcajada antes de mirarle. Él me sonríe. Cuando me baja le cojo la mano y salimos corriendo detrás de los demás mientras gritamos. Dejando la fiesta atrás y todos pendientes de nosotros.
CRISTIPICCOLA.
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