#oxímoron
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volví aquí, mas nebuloso que nunca.
la verdad han pasado tantas cosas en mi culia vida desde la ultima vez que entre a esta red social, conocí la decepción tanto como protagonista como victima de este sentimiento, aparte de separarme de grande amores por mi inestabilidad y cuando la tuve, tuve que también alejarme por mi bien. porque la inestabilidad ajena era un problema constante.... hoy quizás no predique la estabilidad como mi fuerte trascendental, pero si he controlado aspectos míos que creí que eran solo manejados por mis instintos. hoy soy mejor persona podría decir. ya que no cometo los mismo errores, pase de justificar mis faltas a entender que todo tiene su causa y también un efecto. esta wea es entera obvia si lo pensai. pero no estaba tan claro para mi, me considero weon por las formas en las que tuve que aprender a valorar lo que me rodea. onda enserio habían mejores formas. pero bueno, es lo que toca ahora espero solamente que esta instancia que no se si corta o larga en esta red me alivie de mi hoyo emocional en el que estoy cómodamente pudriéndome. pero?. porque lo haría?, esta red siempre fue algo especial para mi en el corte de profundo, soy un ser que siente y CALETA. a veces entre tanto sentires no se pa donde tirar todo esto, ni gestionarlo de formas correctas todo el tiempo y esta red, me demuestra cosas, mi mente se llena de dopamina al ver algo que encuentro interesante, o imágenes que pondría de fondo o frases que podría dedicar a personas precisas o simplemente ver perfiles antiguos. tumblr fue mi refugio mental y espero ahora cumpla con el rol que le di. -.Paciencia.-
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oxímoron
Preguntó que era un oxímoron, y un estruendoso silencio ivandio el lugar...
De más está decir que sabía la respuesta, y que en un momento tímidamente intenté decirlo...
Al igual, intenté responder a la pregunta de quien hacía arte, pero otra vez enmudecí...
Quizas fue porque los escritores no sabemos de largas charlas, sabemos de escribir, de expresar entre líneas aveces fáciles, otras complejas el arte de la expresión escrita, en el sudor de la tinta.
Un oxímoron, es nada más ni nada menos, que la retórica del silencio más ruidoso que cualquier alma pudiese escuchar ese día, en ese lugar.
Natalia grhol
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LA BÊTE (Bertrand Bonello, 2023)
Tres diferentes épocas convergen en esta película para conciliar una génesis común que mediante innumerables correlaciones alegóricas reflexiona acerca del extrañamiento ante el cambio. Un pasado indescifrable, un presente figurado y un inminente futuro. Cronografía de un delirio cinematográfico plagado de referencias y en cuyo eje transversal y espiritual se sitúa un personaje concéntrico: Gabrielle. El sonido del Evergreen de Roy Orbison pareciera un eco de su In Dreams en Blue Velvet, y el título de aquella canción, además, adquiere un doble sentido en la película de Bonello, que comienza con los desesperados gritos de Léa Seydoux sobre un verde que se fragmenta y difumina policromáticamente. En cierta forma y aunque audibles, podrían considerarse los gritos silentes ante la revelación de la bestia a la que Henry James alude en su aflictivo relato. Este sería el oxímoron resultante ante la depauperación existencial como consecuencia de la falta de atrevimiento y viveza en la toma de decisiones. No decidir también es decidir. Recelar del amor es tenerle miedo y, al final, solo queda echar la vista atrás, darse cuenta de que ya es tarde para comenzar de nuevo. La monotonía impera y la tragedia se encamina hacia su dodecafónico acto final: "When love is evergreen, evergreen. Like my love for you"...
#la bete#the beast#la bestia#bertrand bonello#lea seydoux#george mackay#dasha nekrasova#julia faure#guslagie malanda#tiffany hofstetter#lukas ionesco#parker henry#martin scali#lottie andersen#kester lovelace#thomas hayward#jiselle henderkott#joa jappont#veronica szawarska#film#cine
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Quien domina la cultura siempre acabará dominando el Estado
Por Alain de Benoist
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
La siguiente entrevista fue publicada por primera vez el 27 de junio en el blog del escritor turco Eren Yesilyurt.
Alain de Benoist es un escritor y pensador francés considerado como uno de los principales representantes del movimiento europeo conocido como la Nueva Derecha. De Benoist ha escrito muchas obras importantes, especialmente sobre la identidad, la cultura y el nacionalismo. Le he preguntado sobre la Revolución Conservadora, el gramscismo de derechas, las elecciones francesas y muchos otros temas. Esta es la primera entrevista que se ha hecho a de Benoist en Turquía.
¿Qué piensa del concepto de “Revolución Conservadora”? ¿Qué significado tiene hoy el concepto de Revolución Conservadora? Usted es considerado como un intelectual francés que muestra un considerable interés por los intelectuales alemanes del siglo pasado, especialmente por Friedrich Nietzsche, Carl Schmitt y Ernst Jünger. Empecemos por su interés por la Revolución Conservadora y los intelectuales conservadores revolucionarios.
La expresión “Revolución Conservadora” suena como una especie de oxímoron, una contradicción en los términos. Pero no es asó. Cuando uno desea hacer cambios radicales con tal de preservar ciertos elementos obviamente te conviertes automáticamente en un revolucionario. Si pensamos, por ejemplo, que para preservar los diferentes ecosistemas tenemos que acabar con el sistema capitalista, principal responsable de la contaminación y los daños ecológicos, entonces se hace manifiesto la magnitud de los cambios que debemos hacer. Muchos autores (y no sólo en Alemania) han sido clasificados como revolucionarios conservadores, empezando por Hegel, Walter Benjamin y Gustav Landauer.
También hay que recordar que lo que ahora llamamos Revolución Conservadora (RC) en Alemania nunca fue un término que usaran estos autores para autodescribirse. Ese término fue acuñado por el ensayista suizo-alemán Armin Mohler en una conocida tesis publicada en 1951 para designar a varios centenares de autores y teóricos que, bajo la República de Weimar, no pertenecían ni a la derecha tradicional o al nacionalsocialismo. Mohler distinguió varias corrientes diferentes dentro de la RC, siendo las principales los Jóvenes Conservadores, los Nacionalrevolucionarios y los representantes del movimiento Völkisch.
Usted busca crear una revolución cultural de derechas en contra de la hegemonía cultural de las izquierdas. Es conocido su interés por intelectuales de derecha como Schmitt y Jünger, así como por intelectuales marxistas como Antonio Gramsci. Usted incluso se describe como un “gramscianista de derechas”. ¿Qué han aprendido los intelectuales de derechas de Gramsci? ¿Por qué es tan importante la hegemonía cultural? Y tomando en cuenta lo anterior, ¿qué significa el concepto de “metapolítica”, un concepto muy utilizado por usted?
Antonio Gramsci, uno de los líderes del Partido Comunista Italiano, fue el primero en plantear la tesis de que ninguna revolución política es posible a menos que la mente de las personas haya sido imbuida por ciertos valores, temas y “mitos” transmitidos por los partidarios de esa revolución. En otras palabras, sostuvo que la revolución cultural era la condición sine qua non de cualquier revolución política y asignó esta tarea a lo que él llamó los “intelectuales orgánicos”. El ejemplo clásico de este problema sería la Revolución Francesa de 1789, que probablemente no habría sido posible si las élites de esa época no hubieran simpatizado con las ideas difundidas por la filosofía de la Ilustración. Del mismo modo, podría decirse que Lenin fue posible primero gracias a Marx.
El concepto de “metapolítica”, a menudo muy mal entendida, se refiere sobre todo al trabajo de los “intelectuales orgánicos”. La metapolítica es lo que está más allá de la política cotidiana: por lo que en ciertos momentos es más importante dedicarse al trabajo de las ideas, a un esfuerzo cultural y teórico, que embarcarse en empresas políticas prematuras condenadas al fracaso.
El “gramscismo” no hace referencia necesariamente a una familia particular de pensamiento. Ser conscientes de que la cultura no es algo secundario frente a la acción política es una idea importante para cualquier círculo. En este sentido he podido hablar de “gramscismo de derechas”.
Añadiría que, a finales de la década de 1970, me di cuenta de que el mundo estaba en un proceso de cambio y que los conceptos y teorías de los años anteriores se estaban quedando cada vez más obsoletos como consecuencia de ello. El gran ciclo de la Modernidad parecía estar llegando a su fin, mientras que el mundo venidero era aún demasiado incierto. Llegué a la conclusión de que había que empezar de cero y construir una doctrina intelectual sin preocuparse por la procedencia de sus ideas. Para mí no existen ideas de derechas e ideas de izquierdas, sino ideas correctas e ideas erróneas.
Mayo de 1968 fue sin duda un punto de inflexión, pero tampoco debemos sobrevalorarlo. Ante todo, debemos darnos cuenta de que en mayo del 68 surgieron dos corrientes que estuvieron relacionadas la una con la otra, pero que en realidad eran muy ajenas entre sí. Por un lado, había revolucionarios sinceros que querían romper con la sociedad del espectáculo, teorizada por Guy Debord y más tarde por Jean Baudrillard, y poner fin a la lógica del beneficio; y por otro, liberales-libertarios que querían fundar “una playa sobre la cual ver guijarros” y que obedecía a una realidad puramente hedonista. Los representantes de esta tendencia se dieron cuenta rápidamente de que el sistema capitalista y la ideología de los derechos humanos eran los principios más indicados para permitirles alcanzar la libertad ilimitada y la “revolución del deseo” que tanto buscaban.
Desde este punto de vista, yo no diría que seguimos viviendo en una hegemonía cultural creada por mayo del 68, sino que, más bien, estamos viviendo el reinado de una ideología dominante basada en una antropología de tipo liberal, a la que se han adherido muchos de los antiguos actores de mayo del 68. La hegemonía innegable de esta ideología dominante, cuyos dos vectores principales son la ideología del progreso y la ideología de los derechos humanos, no tiene nada de inevitable. En cuanto al argumento que cita (“los derechistas dirigen el Estado, pero nosotros dirigimos la cultura”), me parece extremadamente hipócrita, que es precisamente lo que Gramsci nos ayudó a comprender: quien domina la cultura siempre acaba dominando el Estado. La prueba es que quienes hoy dirigen el Estado están cada vez más influidos y manipulados por la ideología dominante que reina también en los medios de comunicación y en los círculos editoriales del sector cultural. Como vio claramente Marx, esta ideología dominante también está siempre al servicio de la clase dominante.
Con el inicio de la globalización parece que la distinción entre derecha e izquierda ya no es tan fuerte como antes y que resulta insuficiente para definir los conflictos actuales que se libran en la arena política. ¿Cómo podemos caracterizar las tensiones políticas del siglo XXI? ¿En base a qué contradicciones fundamentales divergen los países y el mundo? En su opinión, ¿siguen siendo válidas las distinciones entre izquierda y derecha? ¿Se ha convertido hoy la política esencialmente en una guerra cultural?
Lo que se denomina “populismo”, a menudo de forma puramente polémica, es uno de los fenómenos más característicos de la recomposición política que ya he mencionado. También habría que hablar de la aparición de “democracias iliberales”. Pero no hay que equivocarse: No existe una ideología populista, ya que el populismo es ante todo un estilo y este estilo puede estar al servicio de sistemas y doctrinas muy diferentes. Lo que mejor caracteriza al populismo es la clara distinción que hace entre democracia y liberalismo. En un momento en que las democracias liberales están todas más o menos en crisis, es hora de reconocer que existe una incompatibilidad fundamental entre liberalismo y democracia. La democracia se basa en la soberanía popular y en la distinción entre ciudadanos y no ciudadanos. El liberalismo analiza las sociedades desde la perspectiva del individualismo metodológico, es decir, piensa todo como una agregación de individuos. Desde el punto de vista liberal, los pueblos, las naciones y las culturas no existen como tales (“la sociedad no existe”, como dijo Margaret Thatcher). El liberalismo espera que el Estado garantice los derechos individuales sin percibir la dimensión colectiva de las libertades. También condiciona el ejercicio de la democracia rechazando cualquier decisión democrática que contradiga la ideología de los derechos humanos.
La asimilación del populismo a la “extrema derecha” (concepto que aún necesita de una definición precisa) no resulta para nada serio. Cuando se tildan de “extremistas” las reivindicaciones de una mayoría de ciudadanos, en última instancia se legitima el extremismo. Al hacerlo, terminamos por ser incapaces de cuestionar las causas profundas del auge del populismo.
Todavía es demasiado pronto para hacer un balance de los regímenes populistas que han surgido en los últimos años. A algunos les va muy bien. Otros han empezado a decepcionar a su electorado transigiendo con el sistema, como vemos actualmente en Italia (aunque el Gobierno de Giorgia Meloni es simplemente conservadurismo liberal que verdadero populismo). Pero carecemos de la perspectiva necesaria para emitir un juicio global.
Aún no se ha producido el fin de la hegemonía liberal y “occidentalista”, pero nos estamos acercando rápidamente a ello. Lo que ocurra en Francia, Alemania, España e Italia en los próximos diez o quince años será sin duda decisivo. Ya está claro que hemos entrado en un periodo de interregno, es decir, en un periodo de transición. La característica de los periodos de transición es que todas las instituciones experimentan una crisis generalizada. La brecha que se ha ensanchado entre la “clase alta” y las clases populares, asociada a una clase media en declive; la miseria social debida a la inseguridad política, económica y cultural de la mayoría; las amenazas que plantea la generalización de la precariedad y el agravamiento de la inseguridad, todo ello no hace sino agravar la crisis.
Pronto se celebrarán las elecciones al Parlamento Europeo. Todos los sondeos predicen que, en muchos países, incluida Francia, las elecciones darán la victoria a movimientos que durante mucho tiempo han sido etiquetados y demonizados como de “extrema derecha” por los actores políticos dominantes. ¿Qué puede decirnos del destino del populismo en la arena política? ¿Seguirán estos movimientos una línea de compromiso y se integrarán en el sistema, como en el caso de Italia, o estamos ante el principio del fin del orden de Maastricht y de la hegemonía liberal?
Es probable que la decisión de Emmanuel Macron de disolver la Asamblea Nacional tras las elecciones europeas, marcadas por el espectacular ascenso de la Agrupación Nacional (más del 30% de los votos) y el hundimiento de la antigua “mayoría presidencial” (15% de los votos o el 8% de los votantes registrados) acelere aún más la recomposición política. Mientras escribo, nos acercamos a las elecciones legislativas que tal disolución ha hecho inevitables. Creo que todo ello confirmará las tendencias reveladas por las elecciones europeas, a pesar de las diferencias entre los dos sistemas de votación, pero no podemos saber de antemano en qué medida. Lo que es seguro es que entramos en un periodo de gran inestabilidad. Son posibles los escenarios más diversos. Oswald Spengler usaba la expresión “años decisivos”.
#alain de benoist#política#izquierda#derecha#metapolítica#cultura#revolución cultural#filosofía#revolución conservadora
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@miniminttea when you realize that HUNTER IS CANONICALLY IN LOVE AND IN A RELATIONSHIP TO WILLOW y'all can't accept that also he is straight never in the show he is shown to be bi it's just headcanon sexuality Dana clarified it. ANYWAYS ACCEPT THE FACT THAT WILLOW AKA HUNTER'S GIRLFRIEND EXIST
I'm laughing so hard rn this is my first hate message on here.
"Dana's headcanon" is the oxímoron of the century tbh
Anyway thought I'd share the laugh. I never even mentioned willow XD
Anyway I love my bi son and his pan crush and/or partner Willow
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Glosario
1. Aliteración: Repetición de sonidos similares en una serie de palabras, generalmente consonantes iniciales, para crear un efecto rítmico o poético. Ejemplo: "El suave susurro de las hojas".
2. Anáfora: Repetición de una o varias palabras al inicio de varios versos o frases para enfatizar una idea. Ejemplo: "Aquí todo se sabe, aquí todo se juzga, aquí todo se pierde".
3. Antítesis: Contraposición de dos ideas o conceptos opuestos en una misma frase o verso para destacar el contraste. Ejemplo: "Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido".
4. Asonancia: Repetición de sonidos vocálicos en palabras cercanas para crear un efecto musical. Ejemplo: "Sueño con fuego, en el cielo veo".
5. Calambur: Juego de palabras que consiste en modificar el significado de una frase al cambiar la agrupación de las sílabas. Ejemplo: "Si el Rey no muere, el reino muere".
6. Clímax: Momento de mayor tensión o intensidad en una narrativa o discurso, donde se desarrolla el punto culminante de la acción.
7. Diéresis: Pronunciación separada de dos vocales que normalmente forman un diptongo, para ajustar la métrica en poesía. Se marca con dos puntos sobre la vocal (ü). Ejemplo: "ruïdo".
8. Elipsis: Supresión de palabras en una oración que, aunque se omiten, se sobreentienden. Ejemplo: "Ella tenía mucho dinero; él, no tanto".
9. Epígrafe: Cita o frase al comienzo de una obra o capítulo que indica su tema o establece el tono.
10. Eufemismo: Sustitución de una palabra o expresión dura o desagradable por una más suave o decorosa. Ejemplo: "Pasar a mejor vida" en lugar de "morir".
11. Hiperbatón: Alteración del orden normal de las palabras en una oración para lograr un efecto especial. Ejemplo: "Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar".
12. Ironía: Uso de palabras para expresar lo contrario de lo que realmente se quiere decir, a menudo con un tono sarcástico. Ejemplo: "¡Qué buen trabajo hiciste! (cuando se hizo mal)".
13. Metáfora: Comparación implícita entre dos cosas diferentes sin usar palabras como "como" o "parece". Ejemplo: "Sus ojos son dos luceros".
14. Onomatopeya: Palabra que imita el sonido de lo que describe. Ejemplo: "Tic-tac", "crujir".
15. Oxímoron: Combinación de dos términos contradictorios en una sola expresión. Ejemplo: "Silencio atronador".
16. Paradoja: Expresión que contiene una aparente contradicción, pero que revela una verdad profunda. Ejemplo: "Menos es más".
17. Personificación: Atribución de cualidades humanas a animales, objetos o ideas abstractas. Ejemplo: "El viento susurraba entre los árboles".
18. Símil: Comparación explícita entre dos cosas diferentes, generalmente usando "como" o "parece". Ejemplo: "Era tan rápido como un rayo".
19. Sinestesia: Mezcla de sensaciones percibidas por diferentes sentidos, o la atribución de sensaciones a cosas que no corresponden. Ejemplo: "El sabor amargo de su voz".
20. Zeugma: Figura retórica que consiste en utilizar una sola vez una palabra que es necesaria para dar sentido a varias partes de una oración. Ejemplo: "Ella encendió la luz y la sonrisa".
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El río sin orillas - Juan José Saer
Además de un río, hay muchas otras cosas que pueden carecer de orillas, por ejemplo, un libro.
El río sin orillas es ese libro híbrido, sin orillas o bordes definidos, porque va y viene entre diferentes géneros, mezclando historia, autobiografía, comentarios antropológicos, relato de viajes, literatura, geografía... Se podría decir también que es un libro rizomático, que sólo puede crecer y avanzar conectando puntos diversos, cruzando transversalmente múltiples disciplinas, como si la perspectiva desde una sola de ellas no fuera suficiente para abordar o siquiera acercarse a la inmensidad heterogénea de lo que se propone estudiar.
¿Y qué es lo que se propone estudiar? ¿Un río? ¿Una región? ¿La historia de un país? El Río de la Plata, por su falta de orillas visibles, por la confusión de sus límites con el horizonte mismo, es un espacio lo suficientemente flexible y difuso como para que Saer pueda hacerlo equivaler no sólo al río y las ciudades inmediatas que baña, sino también a sus afluentes y la zona del litoral argentino, así como la pampa y el país entero.
Desde los primeros párrafos, su autor nos aclara que tiene la voluntad de limitarse a narrar acontecimientos efectivamente sucedidos, ya sea de la historia personal o colectiva. Y esa voluntad es todo lo que nos puede asegurar y todo lo que podemos exigirle en materia de verdad, a sabiendas de que la ficción de hecho impregnará su discurso, pues no es posible escribir sin que se cuelen elementos de artificio y ficción por alguna parte, “floraciones sutiles” que sobrepasan cualquier esfuerzo consciente de la voluntad. De ahí la reticencia de Saer ante la posible inclusión de su obra dentro de la non-fiction, categoría que le despierta muchas sospechas, pues se cuestiona seriamente la posibilidad de alcanzar una objetividad, o de que existan orillas y delimitaciones tajantes entre ficción y no ficción. De ahí también, conjeturamos, la razón del subtítulo de su libro: Tratado imaginario, oxímoron que sugiere al mismo tiempo la exactitud y rigurosidad de la exposición científica y los vuelos de la imaginación. Y por cierto que su relato nos deja comprobar esta ambivalencia a cada paso, porque todo el tiempo sentimos multitud de énfasis novelescos y poéticos en los hechos que nos cuenta (además de un bienvenido sentido del humor).
La primera perspectiva que el libro presenta sobre el río es una vista desde la distancia de un avión a miles de metros del suelo. Saer viaja de visita al país, como era su costumbre todos los años, y llegando a Buenos Aires, en el momento en que están sobrevolando el río en la desembocadura del Paraná y el Uruguay, se asoma por la ventanilla del avión. Es curioso lo que ocurre cuando vemos desde lo alto un lugar que conocemos bien. Todos los detalles y particularidades que asociamos con ese lugar quedan borrados: gente, edificios, animales, autos, calles…, así como todos los conflictos, angustias y alegrías humanas. Sólo se ofrecen a la contemplación algunas formas generales y manchones de color, que parecen inmóviles, inmemoriales. Desde la distancia, el paisaje se disuelve en geometría, dirá Saer, y es justo en ese momento, mirando de lejos, cuando él puede sentir una especie de placer melancólico, no exento de enojo y amargura. Ahí es cuando ese pequeño lugar del planeta se le vuelve durante unos segundos mágico, el centro del universo, más cargado de intensidad y aventuras que Babilonia, Roma, Tebas o Jericó. La mención de estas ciudades tiene el efecto de retrotraernos a algunas de las primeras civilizaciones de la historia, todas las cuales se asentaron sobre la vera de ríos y pudieron crecer y desarrollarse gracias a ellos. Y el hecho de poner la región rioplatense —lugar marginal y oscuro para los libros de historia universal— en comparación con esas ciudades antiguas, de alguna forma tiene el efecto de teñirla de una misma antigüedad misteriosa y mágica.
Desde esa vista en altura, Saer descubre en el río no sólo formas geométricas, sino también dos formas orgánicas: un pene penetrando la tierra y un escorpión, las dos pinzas formadas por las bahías en cada una de las dos costas (uruguaya y argentina) y la cola por el río Uruguay, ese mismo río por donde se internaron Juan Díaz de Solís y un contingente de hombres en el verano fatídico de 1516, después de atravesar el Río de la Plata en barco, probar su sabor, comprobar su extensión y bautizarlo con el nombre de “Mar Dulce”. Allí les esperaba una muerte a flechazos a manos de los pobladores nativos, quienes, según fuentes antiguas que Saer retoma, se los comieron crudos.
Haya sido esa comilona cierta o no, es indudable que el contacto entre poblaciones originarias y europeos comienza de una forma violenta y conflictiva en la región rioplatense, esa región de la que Saer dirá que fue durante mucho tiempo un lugar de paso, pues uno de sus principales atributos, la fertilidad del suelo, todavía no había sido descubierto y en ese entonces no interesaba a nadie: ni a los indios nómades que vivían de la caza y la recolección, ni a los conquistadores y viajeros españoles, obsesionados en un comienzo con encontrar metales preciosos y rutas que condujeran a ellos. Esta fue una región sin población autóctona y un lugar adonde todos llegaban para quererse ir. “Hasta el siglo XX, nadie se sintió en su casa en Buenos Aires.” Sin metales, sin piedras, sin fauna comestible, sin árboles, bordeada por la extensión infinita de la pampa y la chatura infinita del río, llena de barro bajo el sol abrasador… sólo resultaba interesante para mosquitos, mariposas, jejenes y tábanos.
Uno de los cometidos del libro, entonces, es explorar el proceso por el cual esta región supuestamente pobre en recursos y “pobre estéticamente” se transformó, al cabo de unos siglos, en el lugar donde todos querían estar y en la zona donde se aglomeraría más de un tercio de la población total del país. ¿Por qué justamente aquí? Uno de los acontecimientos fundamentales para entender ese proceso es la proliferación de vacas y caballos salvajes por la llanura. Traídos a esta parte del mundo por vez primera en los sucesivos desembarcos españoles, abandonados y dispersados a su arbitrio por el campo, esos pocos ejemplares iniciales no tardaron en multiplicarse de manera espontánea hasta devenir multitudes, manadas ondulantes galopando o pastando en la chatura del paisaje, la primera elevación y “singularidad viviente” de la pampa. Más que el guanaco, el avestruz u otras plantas y animales autóctonos, para Saer fueron la vaca y el caballo los primeros habitantes de esta región, sin los cuales no habría sido posible el desarrollo de una cultura específicamente rioplatense. (Y una no puede dejar de preguntarse y especular, ¿qué tipo de cultura se habría desarrollado de haber tomado primacía la relación con otros animales?) Gracias al caballo la llanura se volvió un espacio transitable, y junto a las vacas aportaron un elemento fundamental a la dieta. Luego vendrían los indios (vistos por vez primera a caballo tan pronto como 1584), los gauchos (“un invento que fraguaron los caballos para entretenerse en la monotonía de la pampa”), los terratenientes criollos, los afro-descendientes, los inmigrantes europeos… todos los cuales se disputarían un mismo territorio, con más o más violencia, con más o menos afán de coexistir o erradicar la existencia de los otros (esto especialmente acentuado en el caso de los “blancos cristianos”, que llevarían esa violencia a su apoteosis en la Campaña del Desierto).
Quizás podríamos cuestionar a Saer algunas afirmaciones que dejan traslucir cierta visión evolucionista, como cuando dice que para los españoles el viaje a estas tierras no sólo significaba un viaje en el espacio sino también en el tiempo, pues aquí habrían de encontrarse con su pasado vivo en unos pueblos prehistóricos y arcaicos. Así como cuando asevera sin matices que la cultura europea era superior cultural, económica y técnicamente, y se refiere a las creaciones materiales de los indios americanos de esta zona como “los pocos cachivaches que poseían”. La ideología también crea sus ficciones, que se cuelan subrepticiamente sin que a veces nos demos cuenta o podamos cuestionarlas, de tan naturalizadas que están (algo que, por cierto, Saer nos advirtió al comienzo). ¿Cómo podrían las culturas que existían en estas tierras asimilarse al pasado de los europeos, si les eran contemporáneas y desarrollaban su vida en otro espacio geográfico? A menos que supongamos que hay una progresión lineal en el tiempo, la misma para todos, por la cual la cultura de los diversos grupos humanos avanza desde formas menos evolucionadas hasta formas superiores y más evolucionadas, representando, por supuesto, la cultura europea en cualquier momento que se considere, la cúspide del desarrollo y el modelo frente al cual todo se compara y adquiere sentido. Pero estos supuestos evolucionistas, progresistas y eurocéntricos hace mucho tiempo que fueron puestos en duda por la antropología. No hay razones para pensar que el arte del Renacimiento era superior a las creaciones de las poblaciones americanas. La obsesión por el cuerpo humano y la representación realista del mundo, que llevó a los europeos renacentistas a desarrollar la perspectiva en la pintura, no es superior a la imaginación ilimitada y la proliferación de formas zoomórficas que podemos apreciar en algunas vasijas de la cultura alamito-condorhuasi, por ejemplo. Es sólo diferente. Así como las formas no estatales de organización política en ningún caso pueden considerarse “inferiores” a las formas estatales que por entonces estaban tomando cuerpo en Europa.
Hay otras cosas que afirma el libro que, si bien eran válidas para el momento en que fueron escritas, finales de los ’80, ya no lo son tanto en la actualidad. Por ejemplo, la idea de que los barrios de Buenos Aires conservan “ese ambiente a la vez urbano y rural que los vuelve apacibles y aptos para el goce de las cosas elementales”. Lamentablemente, treinta y cinco años más tarde, van siendo pocos los barrios que conservan ese aire barrial y esa apacibilidad, invadidos como fueron y están por el capitalismo constructivo más voraz, que tiró abajo chalets, árboles, casas chorizo, edificios históricos, sin dejar nada en pie con tal de elevar sus horrorosas torres e instalar sus ruidosos comercios por todas partes, lo cual, sumado a la expansión sin control del automóvil privado, hizo de los barrios de la ciudad lugares bastante menos aptos para el goce de esas cosas elementales.
Pero en lo que se refiere a fenómenos relativamente menos cambiantes como el clima, las bajadas y crecidas del río, los vientos, el relieve y algunos aspectos de la idiosincrasia de los diversos habitantes rioplatenses, Saer siempre tiene algo interesante para aportar, y su recurso de poner a jugar múltiples perspectivas basadas en relatos de extranjeros (naturalistas, misioneros jesuitas, viajeros, ingenieros, conferencistas, escritores, etc.) es particularmente rica, porque quienes no viven en estas tierras son capaces de ver detalles y sorprenderse de cosas que para los nativos son invisibles de tan habituales y se pasan por alto. (Aunque también habría sido interesante que incluyera, si no fueran tan escasas las fuentes, la visión de los indios acerca del paisaje y las tierras que habitaban.)
Si el libro abre con una imagen del río a la distancia, se cierra con una de la mayor cercanía posible. Saer está ahora mezclado entre las cosas como un elemento más del paisaje, apoyado contra el tronco de un sauce, a la sombra, mirando cómo un caballo toma agua del río y unos niños chapotean, mientras una mujer se introduce lentamente en el agua, arremangándose el vestido. Su compenetración en la escena es tal, que puede sentir en su propia piel y en sus propios pies, secos y enfundados en alpargatas, la frescura del agua que moja las pantorrillas y la piel desnuda de la mujer, como si ya no hubiera límites ni distinción entre los cuerpos: ni entre él y la mujer, ni entre él, la mujer, el río, el caballo y los niños. Como si fueran todos un mismo fluir sin orillas, vibrando y sintiendo al unísono en esa siesta de primavera, en contacto íntimo con algo que les es común. Saer lo llamará Logos, siguiendo a Heráclito, pero bien podría llamarse simplemente vida.
Caminar en las inmediaciones del río es a veces la única ocasión que tenemos para “acceder a la delicia” en medio del espanto, para vivir estados en los que por fin ya no deseamos ninguna otra cosa más que estar justamente ahí donde estamos, “fuera del vaivén de la oferta y la demanda, de la pesadumbre del pasado y de la ansiedad del porvenir”. En esos instantes, nos es dado vivir la alegría del presente, como un don que se da porque sí y a cualquiera, por el cual podemos sentirnos formando un mismo cuerpo con el río, borrada la conciencia de ser un yo separado y todo espejismo de lo individual.
Mirar de lejos, desde un avión; mirar de cerca, en medio del paisaje; mirar siendo extranjero, mirar con ojos de niñx, mirar a través de un cúmulo de proyecciones y quimeras, mirar sin expectativas, mirar a través del recuerdo, mirar hasta perder la mirada… en el horizonte. El río sin orillas es también una meditación acerca de qué significa percibir y los efectos que tienen los lugares cuando nos podemos abrir, por fin, a la singularidad compleja y múltiple que son. Hay lugares que siempre vamos a llevar a cuestas adondequiera que vayamos, especialmente esos donde “saboreamos el mundo” por primera vez y que se convirtieron, por eso mismo, en punto de referencia de nuestra relación con todos los otros lugares. No son necesariamente los más hermosos, no son necesariamente los más excitantes, son simplemente los lugares donde vivimos algo que nos afectó profundamente, los lugares que aprendimos a amar.
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Que la resiliencia no haya sido estudiada, a pesar de que todos los facultativos la hayan constatado, es muy diciente acerca de nuestra cultura, una cultura para la cual los sobrevivientes siguen siendo sospechosos. "Si no murieron con los demás fue porque pactaron con el agresor. Sólo las víctimas son inocentes".
"La maravilla del dolor" (1998), Boris Cyrulnik
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Una desgracia nunca es maravillosa. Es un fango helado, un barro negro, una escara dolorosa que nos obliga a escoger: someterse o sobreponerse. La resiliencia define el resorte de los que, habiendo recibido un golpe, han podido sobrepasarlo. El oxímoron describe el mundo íntimo de esos vencedores heridos. "
La maravilla del dolor" (1998), Boris Cyrulnik
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Profesor Javaloyes, “Memorias… fotográficas”.-
Capítulo VI.-
¡Arrepentíos, Arrepentíos!!!.-
Un día hace no mucho, querido niños, el viejo Profesor Javaloyes, conocido por su desdén hacia todo tipo de forma de socialización que implique al ser humano, decidió descender a los infiernos y comprobar si las cosas habían cambiado algo respecto a la idea general acerca de tan pavoroso lugar en donde pasar la eternidad. Y sí pequeñas criaturas ¡sorpresa!. Atentos.
El panorama que se encontró fue muy distinto al que los antiguos textos describen. Nada de fuego eterno, ni calderos burbujeantes, ni siquiera un mísero tridente. En cambio, lo que enfrentó fue un silencio ensordecedor (valga el oxímoron), interrumpido solo por los suspiros de las almas en pena que buscaban desesperadamente señal de wifi.
"¡Esto es el colmo de la inmisericordia!", exclamó el viejo Profesor, mientras un demonio con una camiseta que decía "El infierno es offline" pasaba a su lado, encogiéndose de hombros. Las torturas físicas habían sido reemplazadas por algo mucho más cruel: la desconexión total. No más selfies infernales, ni memes diabólicos, ni playlists o tik tok para quemar las penas.
El viejo y ponderado Profesor Javaloyes, que nunca había sentido la necesidad de actualizar su estado, comenzó a sentir una extraña sensación de leve compasión por aquellas pequeñas criaturas que no pueden compartir su experiencia en el inframundo. "¿Cómo van a contarles a todos sobre este lugar sin Instagram?", pensó, mientras un demonio influencer,que iba ofreciendo a los condenados un curso acelerado de vida sin redes y muerto de risa, le dijo: "No se preocupe, en una semana ni se acordarán de lo que es un 'hashtag'", le aseguraba con una sonrisa malvada consciente de la mentira.
Y así, el viejo Profesor fue testigo de que, en el nuevo infierno de los condenados, con una wifi gigantesca a la vista y de velocidad supersónica. La verdadera tortura es vivir sin poder conseguir señal.
Un mundo donde el peor castigo es no poder publicar a la vista de todo el mundo: "¡Mira dónde estoy!".
“¿Y el cielo?” se preguntarán. Lógico, pues les adelanto que no es mucho mejor. Pero es que esa, pequeñas criaturas, es… otra historia.
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Un comic strip de mi proyecto webtoon Oxímoron
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¿Qué es lo más importante que debes saber sobre Dying Sol para decidir si este es tu rol?
Usamos PBs animados.
Nuestras tramas mastereadas (misiones, tramas globales, eventos...) utilizan obligatoriamente los sistemas RPG, es decir, dados. Sin embargo, no se aplicarán dados para todo; esto dependerá de lo que el narrador considere relevante.
En las tramas más orientadas a la interpretación y al desarrollo de personajes y relaciones (como las libres, solitarias y privadas) no está mal ignorar los sistemas RPG.
Somos un foro de horror fantasy. Ya que la concepción del dark fantasy en la comunidad rolera hispana es muy "ligera", hemos optado por el término horror fantasy para hacer hincapié en que verdaderamente utilizamos elementos del terror en muchas de nuestras tramas. En muchas de las historias que exploraremos, esperamos transmitir una atmósfera oscura o umbría, con el fin de transmitir sensaciones de horror. Nuestro Bestiario es una muestra de cómo buscamos apegarnos a este género.
Además de ser horror fantasy, implementamos las ideas del dieselpunk retrofuturista. Esto quiere decir que combinamos la estética y tecnología basada en el motor diésel del periodo entreguerras hasta la década de los 50 con tecnología retrofuturista. Los robots, las aeronaves, los vehículos y los dispositivos electrónicos parece que hubieran sido creados en la década que vio el final de la Segunda Guerra Mundial a pesar de que son mucho más avanzados que cualquier cosa vista entonces. Otras estéticas tecnológicas de las que prestamos son el trenchpunk y el decopunk.
Nuestra temática, entonces, combina la fantasía con el retrofuturismo, lo cual significa que verás cosas como tecnología avanzada y magia dentro de una misma trama, así como también podrás ver ambas combinadas. Un ejemplo es la teoingeniería descrita en el apartado de Ambientación.
Este foro se ambienta en un mundo diferente a la Tierra. Todo el lore de nuestro mundo, Terenar, se expone en nuestra Wikia y lo más importante está en el apartado de Ambientación de nuestra plataforma en Foroactivo.
Lo importante a saber de las naciones al rolear acá es que no hay utopías. Los Estados buenos son oxímoron y todos manejan un sistema ético relativamente gris. Algunas naciones son peores o mejores que otras, pero ningún Estado es completamente bueno. La distopia es un tema que frecuentemente se explora en nuestras tramas. Un vistazo a las descripciones de cada zona de rol, como el Reino de Helhyn y la Tearquía de Leshaím, demostrará lo depravados que pueden ser los gobiernos terenarios.
No tienes que leerlo todo para rolear aquí. Con que entiendas lo básico para interpretar a tu propio personaje está bien. A medida que rolees con nosotros aprenderás más y más por osmosis.
No tenemos una ambientación específica. Terenar es un mundo completo, por lo cual no hay algo que sea importante en todos lados con el mismo grado de relevancia (al menos de que un evento apocalíptico ocurra). Al mismo tiempo que Dying Sol es acerca de muchas cosas, es acerca de nada también, pues todo depende de en qué punto del espaciotiempo quieras rolear. Si echas un vistazo a las diferentes partidas (tanto colectivas como solitarias) en el foro verás que cada una toca temas y problemáticas diferentes de este mundo, así como también aquello que es único de los personajes y de cómo se relacionan con otros. ¡No todo es sobre política!
Nuestros asks, submits y mensajes privados están disponibles para cualquier duda.
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somos parte de la paradoja
te aliento a cuentagotas por oxímoron insaciable ad hominem imborrable hay tantas formas de retratarte
hay tanta agua y tan poco embalse hay tan pocas horas y tanto amague que se arraiguen mis entrañas primero, entonces guardaré el anzuelo
no necesito tantos pescados, sólo para mis gatos aún así, serán amados y de los que sobran, devueltos al mar a donde realmente pertenecen ánimas sintientes he de soltar
desearía no quedarme con ninguna y sin embargo siempre hay que sacrificar pues algo que se desprende suele hacer que se renutra una herida mayor, enraizada al gran panal
un ninja noble, con causas justas a veces encuentra el manantial de que perdido en el desierto tampoco haye culpas cuando se deje vivo al mortal
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LYGIA CLARK & HÉLÈNE CIXOUS
[...] Era el 14 de agosto de 1922. Proust se iba. “Y si el mundo se acabara, ¿qué haría usted?”, había preguntado el periódico 'L’Intransigeant'. Menuda pregunta. Si el mundo se acabara. Cómo la vida nos parecería bruscamente deliciosa, dijo el que partía. Entonces nuestra pereza, que posterga la vida sin cesar, sería derrotada. Si el mundo se acabara, finalmente, viviría, dijo el moribundo, me liberaría de la negligencia.
Era el 9 de diciembre de 1989. Beckett se iba. 'I’m done', dice. Y usted, ahora que el mundo se acaba, preguntará V., una voz curiosa, a Beckett, ¿qué dirá Ud.? 'Was there much of the journey you found worthwhile?' Respuesta: 'Precious little'. Dos palabras. Intraducible. ¿Hubo algo en este viaje que valiera la pena? 'Precious little'. Bien poco. No gran cosa. Literalmente: preciosamente poco. Bello oxímoron idiomático. Lo precioso es poco, poco precioso. Puedo amar ese poco [...]"
_ El vecino de cero. Sam Beckett, Hélène Cixous. Swan ensayo/Shangrila. Trad.: Mariel Manrique
_ Lygia Clark. Planos em superfície modulada no. 4 (Planes in modulated surface no. 4). 1957
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«El concepto de un pesimismo americano es un oxímoron. En una cultura que prospera a partir del emprendeurismo, la farmacología y la autoayuda, “pesimismo” no es más que una forma elegante de referirse al mal humor. Es una cultura que premia la actitud proactiva y el espíritu emprendedor, ser pesimista no es más que resultar quejoso; si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Vivir en una cultura así es estar perpetuamente a la sombra de un optimismo obligatorio, un nuevo tipo de coerción que es patologizada a temprana edad por la educación infantil mediante la apreciación “No le gusta jugar con otros”».
Eugene Thacker: Tentáculos más largos que la noche. El horror de la filosofía vol.3. Materia Oscura Editorial, pág. 151. Segovia, 2019
TGO
@bocadosdefilosofia
@dies-irae-1
#eugene thacker#tentáculos más largos que la noche#el horror de la filosofía#pesimismo#mal humor#emprendeurismo#iniciativa emprendedora#farmacología#autoayuda#actitud proactiva#espíritu emprendedor#optimismo#educación#educación infantil#pesimismo americano#nihilismo#realismo especulativo#colapsología#teo gómez otero
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orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
Efesios 6:18-20 RVR1960
Ora sin cesar por justicia
En la gran historia de los propósitos eternos de Dios, habrá muchas notas a pie de página escritas y talladas en piedra por héroes anónimos, siervos no apreciados y santos no reconocidos que son la razón detrás de cada titular del reino que glorificó a Dios, reveló a su Hijo y atrajo a la gente a su presencia.
Estas notas divinas a pie de página son las oraciones. Como dijo una vez el ministro de la fe Robert Murray M'Cheyne: "Cristo nunca desperdicia una oración de fe".
Mientras nos concentremos en las notas a pie de página de la oración, Dios seguirá escribiendo los titulares en nuestra vida, en el mundo y en nuestra misión para borrar y erradicar la injusticia. Son nuestras oraciones las que impactan e influyen en la historia eterna de Dios. Nuestras oraciones, literalmente, cambian las cosas. Sin embargo, lo que a menudo nos desanima es nuestra incapacidad para discernir y diferenciar entre orar por alguna circunstancia y la necesidad de orar a lo largo de esa circunstancia.
En el pasaje de hoy, el escritor a los Efesios nos ordena permanecer alerta y ser persistentes en nuestras oraciones (versículo 18). Nos preguntamos, ¿por qué hay un retraso entre las oraciones hechas con perseverancia y el momento en que Dios responde? A menudo, es porque la petición que hacemos también viene acompañada de nuestras propias sugerencias a Dios sobre cómo debería responder. Sin embargo, Dios casi siempre responde a nuestras peticiones de maneras más grandes y mejores de lo que podríamos imaginar.
Otras veces, Dios nos invita a ser la respuesta a nuestras oraciones, especialmente cuando se trata de buscar justicia. ¿Por qué? Porque si la iglesia no se identifica con los marginados, ella misma quedará marginada. Esa es la justicia poética de Dios: utiliza a su pueblo para rescatar a los oprimidos, restaurar a los quebrantados y renovar el corazón cansado.
Uno de los primeros padres de la iglesia sugiere que un creyente que no persigue apasionadamente la justicia es un oxímoron, porque la adoración y la justicia son dos caras de la misma moneda. Jesús no solo quiere que se entonen cánticos de adoración los domingos, anhela justicia para la gente de la tierra, de lunes a sábado.
Si te sientes abrumado por el tamaño del desafío o la magnitud de la necesidad, recuerda que luchamos por la libertad y competimos por la justicia, pero luchamos y combatimos con armas diferentes: manos ungidas, manos que se levantan en oración y manos que se extienden y ayudan, en amor y servicio.
Como iglesia de Jesucristo, recordemos esta semana que debemos compartir el evangelio, compartirnos a nosotros mismos y compartir a Dios con los demás. Cuando nosotros, la iglesia, no estamos para los que sufren, los quebrantados y los oprimidos, entonces la iglesia no está viviendo para Cristo.
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La manipulación de la información
Parece que en estos tiempos las palabras “mentira” y “verdad” han perdido su significado y que todo puede ser verdadero y ser falso a la vez. La lógica y la crítica parece que han caído en el basurero de la historia. es el triunfo del oxímoron, del disparate y del absurdo. Ahora no hay verdad ni mentira, ahora hay “posverdad”, “meta verdad” o, dicho de manera menos hiriente, hay diferentes…
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