#descansar en Dios
Explore tagged Tumblr posts
mesientotanamada · 7 months ago
Text
No te preocupes por hacer mi voluntad
Hacer la voluntad de Dios: qué fácil es rezar por ello y pedir a Dios que me ayude a cumplirla, pero qué difícil es luego aceptarla y llevarla a termino.
Me he dado cuenta de que todos los días cuando rezo le pido a Dios “ayúdame a aceptar Tu voluntad” o “haz esto si es Tu voluntad” pero luego, cuando Su voluntad se cumple de verdad, y no es como la mía, me molesto.
¿Para qué le pido a Dios algo, si luego no estoy dispuesta a hacerlo? ¿Por qué es tan complicado aceptar Sus planes?
Muchas veces me hago mis ilusiones, mis expectativas, y espero que Dios las cumpla, y me dé exactamente lo que yo quiero. Pero es que el plan de Dios es mucho mejor que el mío y por mucho que no me guste, es lo mejor para mi, por mucho que no sea lo que yo deseo, como yo quiero, cuando yo quiero.
La segunda lectura de ayer lo decía claro: “Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer vuestras pasiones”. Santiago 4:3
Pienso que rezo bien, que lo hago agradeciendo y estando dispuesta a fiarme de Dios, pero la verdad es que no confío nada en Él, no confío en Su plan, me da miedo fiarme de algo que no veo y que a lo mejor de primera hasta me desagrada. Puede hasta no ser un gran sufrimiento, puede ser solo dar un pequeño paso de fe, pero me cuesta la vida hacer algo que no está en mis planes.
La misma lectura, decía: “Donde hay envidia y rivalidad, hay turbulencias y todo tipo de malas acciones. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera. El fruto de la justicia se siembra en la paz para quienes trabajan por la paz”. Santiago 3:16-18
Leyéndola me di cuenta de cómo me preocupo por obtener todo lo que quiero, por mis ambiciones, por mis deseos, por mis planes… pero Dios quiere que descanse en Él, que me fíe de Su plan.
El único que puede darme paz es Él.
Por más que intente yo luchar por mis deseos y por mis sueños, siempre voy a estar preocupada y ansiosa por el mañana, por si salen o no, por si lo logro o no. Dios en cambio quiere que yo esté tranquila, que Él Su plan lo va a cumplir, y no tengo yo que estar preocupándome por nada.
Dios va a luchar por mí y va a hacer que se cumpla. Siempre que yo le deje hacerlo. Pero si acepto que Él lo haga, seguramente va a salir bien y va a ser lo mejor para mi vida.
A pesar de saberlo, me sigue costando mucho aceptarlo y fiarme sin ver como lo va a hacer, sin ver como acaba. Pero es lo mejor para mí.
Le pido realmente que me ayude a descansar en Su paz, sabiendo que Su voluntad siempre va a ser lo mejor para mi.
Tumblr media
7 notes · View notes
bellamonarca · 1 year ago
Text
Tumblr media
Ninguna noche es tan oscura que no pueda ser iluminada por la luz que viene de Dios. ¡Feliz descanso y bendiciones!
🦋🩵🙏🌙🌹
30 notes · View notes
tetha1950 · 2 months ago
Text
Todo se resolverá...
Tumblr media
Efesios 1:11 es una versículo poderoso con una lección vital:
En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad.
Durante los 30 años de mi vida cristiana, he llegado a tener una gran confianza en la capacidad de Dios para resolver todas las cosas. No importa lo que esté sucediendo o qué tan oscura sea mi comprensión de la situación, creo que Dios siempre está obrando todas las cosas de acuerdo a Su gran plan soberano.
Es como si hubiese un tapiz gigante que Dios está tejiendo y mi vida fuera parte de ella. A veces me enredo en las cosas temporales y las cosas que están sucediendo, pero Dios me recuerda: “Nada me puede pillar de sorpresa. Estoy tejiendo todas estas cosas en este gran patrón. Tus faltas, las cosas que te suceden, todo obrará para bien”.
¿Alguna vez ha llegado a pensar que a Dios no se le ocurre nada? La cuestión en la que se encuentra embrollado ahora mismo no le sorprendió a Dios. Él no vio su situación y dijo: “¡Oh, no! No me esperaba eso. Gabriel, ¿Qué podemos hacer, tienes alguna sugerencia? ¿Qué haremos?”
Sé que en ocasiones, en mi perspectiva microscópica he dicho: “Señor, tal y tal cosa debe suceder”. Y Dios me ha respondido: “Bueno, no tienes el panorama entero”. Después, con el tiempo, Dios ha alejado la cámara y he podido ver el panorama amplio, y me he dado cuenta de que Dios estaba tramando algo bastante bueno, algo completamente distinto a lo que yo pensaba que “tenía que suceder”.
Cualquiera que sea su situación, puede descansar en que Dios tiene planes de acomodar todas las cosas. Dios está obrando todas la cosas conforme al consejo de Su voluntad. De manera que, ¡relájese! Inclusive si sus circunstancias actuales lo han pillado por sorpresa, Dios ya lo había visto venir y había preparado una solución por adelantado.
(Ps. Bayless Conley).
2 notes · View notes
zzztelladraco · 29 days ago
Text
Tumblr media
SHADOW MILK COOKIE HEADCANONS x LECTORA NSFW
ADVERTENCIAS: Contenido NSFW, size kink de alguna forma, sexo sin protección ¿las galletas tienen preservativos de todas formas?, marcaje, no es la primera vez de Shadow Milk todos pongámonos celosos, algo de angustia al final, Shadow Milk es un llorón inseguro en el fondo.
Si tienes alguna solicitud no dudes en escribirme. ALIMÉNTAME, amo mucho a este bufón. Cree esta cuenta para dedicársela a él grrr. Entiendo inglés perfectamente pero responderé en español porque no tengo tiempo de traducirlo gramaticamente correcto aunque pierda audiencia en el proceso, lo siento???
Tumblr media
Shadow milk es esbelto, tiene una cintura marcada y probablemente los huesos de su cadera sobresalgan levemente a través de su traje de bufón. Él prefiere estilizarse y sentirse cómodo con la tela del traje pegada, por lo que tiene poco dentro de sus pantalones si sabes a lo que me refiero.
Quizás solo tuvo una aventura por curiosidad; torpe, apresurada e incómoda. Después de todo es el dios del conocimiento, él sabe lo que nadie acerca del sexo, pero haberlo puesto en práctica con éxito es cosa diferente.
Está familiarizado con el placer y donde tocar para conseguirlo de él mismo y su pareja, pero cuando el sentimiento de insuficiencia lo golpea como un tren desde la espalda al darse cuenta de que tienes una cara confundida cuando finalmente está dentro de ti. No sabe dónde gritar. ¿No es suficiente para ti? ¿No estás satisfecha? Puede lucir cuan confiado e intrépido quiera, pero en el fondo no es más que un hombre inseguro y solitario. Teme que ya no lo veas como un hombre, que te burles, que lo rechaces o que simplemente lo empujes lejos y te vayas.
Entonces lo tranquilizas diciéndole que tú tampoco tienes mucha experiencia y no sabías que esperar. Pero es tu discurso acerca de que el tamaño no importa lo que derrama la gota de paciencia dentro de su vaso.
Shadow Milk es un peligro andante. Él es un dios, creado de manos divinas para convertirse en un ser superior y en consecuencia ser mucho más en todos los aspectos. Shadow Milk es grande, y no me refiero ahí abajo, es mucho más grande que tú y todos los demás galletas en general. Es solo que su tamaño no sería muy amigable si lo que busca es socializar y pasar tiempo a tu lado, mucho menos si quiere meterse entre tus piernas. Por lo que siempre opta por adecuarse a tu altura, siendo el más alto por supuesto.
Él sabe en el fondo que no es tu intención hacerlo sentir mal, pero su virtud corrupta le envenena el oído con palabras de insuficiencia y mentiras. Por lo que se lanza contra ti aún dentro y se aferra a tu cuello para que no puedas ver la expresión en su rostro, murmurando en voz baja con acidez. “Yo, yo soy el único para ti, yo…”
Shadow Milk de forma impulsiva se aleja de golpe del abrazo íntimo que tenía contigo. Levanta tus piernas y las deja descansar sobre su pecho. Gimes levemente ante la posición que te ha hecho apretarlo más pero te inquietas un poco ante el repentino cambio de ambiente.
Es hasta unos segundos después como notas con sorpresa y horror como se está volviendo cada vez más grande, no solo dentro de ti sino él también. El peso sobre la cama donde están comienza a hacer una diferencia irreal y las tablas de madera que la sostienen crujen, todo su cuerpo te supera dos o tres veces más y su largo y despeinado cabello se riega por toda la habitación. Sin embargo, no para ahí.
Es hasta que tu estómago se abulta y echas la cabeza hacia atrás con un profundo gemido cuando se detiene. Cuando tu entrada está bien y estirada a su alrededor y la punta de su pene golpea firmemente tu cervix. Incluso ha crecido tanto que una parte de la base de su longitud ya no cabe dentro de ti, solo para demostrar algo. Claro, siempre pudo simplemente agrandar su pene y ya. Pero, ¿donde estaba la diversión en eso?
Se sentía bien tenerte así, casi poderoso, omnipotente. Toda nerviosa y desesperada, retorciéndote bajo su forma un par de veces más grande que tú mientras él reposaba sobre ti con ambos brazos alrededor de tu cabeza. Dejabas escapar leves gemidos acerca de cómo es tan grande y como va a romperte si se mueve más. Unas cuantas caricias a su ego.
Esperando a que te acostumbres a su ahora enorme longitud y que con mucho amor te presiona con uno de sus dedos para sentirse a él mismo. Suspirando gustoso. Se te escapan las lágrimas mientras estiras la mano hacia donde sus cuerpos se conectan y comienzas a frotar tu clitoris desordenadamente para relajar los músculos de tu vagina.
Entonces Shadow Milk se aprieta contra ti, teniendo cuidado en no dejar caer su peso. Solo quedando a la altura de tu rostro en una especie de abrazo tan íntimo que se te hacía difícil mirarlo a los ojos. Pero algunos mechones de su cabello controlados bajo su voluntad te tomaron de la barbilla y los ojos en ellos te suplicaron que lo vieras y te bebieras sus expresiones.
Y él te lleva, te toma de forma suave, rítmica pero bastante ruidosa. Jadeos y gruñidos mezclados de ambos, tanto por ti siendo llenada hasta más allá del borde como por él siendo apretado como tornillo. Lo besas en los labios a boca cerrada, ya que un beso de lengua no es opción, sobretodo con él tomando ese tamaño. Pero él, como si leyera tus pensamientos: y lo hace, sonriendo maliciosamente mientras te empuja sus caderas y se mete más profundo en ti haciendo que abras la boca en un grito.
Es ahí donde saca su lengua y la pasa por tus labios, invadiendo tu espacio y metiendo la punta dentro de tu boca. El rojo se te sube a la cara aún más, pero simplemente te dejas llevar y chupas la punta de su lengua mientras choca sus caderas contra ti. Intentando forzar lo último de su longitud que siempre se queda fuera de ti.
Y cuando lo logra meterlo, no puedes evitarlo. Te estira tanto que tu clitoris recibe la suficiente estimulación y te corres. Deshaciéndote perfectamente como él esperaba, incluso parece que él se sintió mucho mejor que tú. Porque frunce el ceño y todo el cuidado que estaba poniendo en no romperte se pierde cuando se desploma sobre ti sin aplastarte y comienza a embestirte rápido y duro para prolongar tu orgasmo lo más que puede, al mismo tiempo que busca el suyo.
Se vuelve un desastre, puedes sentir su calor corporal acogedor, gotas de su sudor caliente caen sobre tu piel. Puedes sentir como te abre y de no haber pasado por los espasmos de tu clímax, probablemente hubieses llorado por la intrusión.
Los ojos en su cabello miran hacia todos lados frenéticamente, pero cuando Shadow Milk se viene; todos voltean hacia tu dirección, mirándote con la intensidad que él no lo hizo por estar tan inmerso en la sensación. Así que simplemente escondió la cabeza cerca de tu cuello dejando escapar un gruñido para evitar morderte.
E intentas alejarte, pero el deja escapar un sonido extraño. No de placer sino algo más gutural, tomándote entre sus brazos y anclándote para que no vayas a ningún lado. Su semen se filtra entre la unión de ambos, te sientes demasiado saturada y mojada. Te remueves incómoda esperando que se retire y puedan descansar. Pero él se mete más en ti, asegurándose de que te lleves todo. Incluso si su longitud pierde la firmeza, él se encarga de hacerlo aún más grande para que sirva como un tapón y no se desperdicie nada.
Terminas llorando y pataleando a su alrededor, entonces él te levanta levemente entre sus brazos con su polla aún profundamente en ti y se empuja hacia adelante para alcanzar tu cuello y te muerde en la nuca. Gritas y sus colmillos te perforan la piel. La poca sangre que logra sacar se la bebe y se queda pegado a tu piel un buen rato hasta que dejas de pelear y simplemente intentas reposar en su tirano agarre.
Shadow Milk habla entre dientes y directamente en tu mente “esto es lo que te ganas por amarme”. Aunque fue una frase dirigida hacia ti, parecía más como una idea de auto desprecio. Como si danzar con él, ofrecer y compartirle tu cuerpo fuese un intercambio donde sales perdiendo. Como si lo que estás recibiendo de él fuese nada más que un castigo.
Casi pones los ojos en blanco. Estás bastante familiarizada con las tendencias de tu amado a auto provocar su soledad, así que lo tomas del cabello y lo jalas hacia atrás para que te mirara a los ojos. Casi olvidas que te está partiendo a la mitad justo ahora. Sus colmillos te hacen sisear de dolor cuando son retirados de tu nuca, mucho más grandes y afilados que de costumbre, seguro a tu cuerpo le costará sanar eso sin la ayuda de Shadow Milk.
Confundido y con los restos de su sangre alrededor de sus labios te observa confundido desde arriba. “Amar nunca es un castigo”. Y le das un suave beso en los labios.
Esa noche Shadow Milk baila contigo solo como ustedes saben hacerlo. Tiene tanto y aún así es tan considerado para ofrecerse a él mismo. Sientes algo mojado en tu espalda, muy cerca de donde tu amado tiene escondido su rostro entre tu cuello y cabello alborotado. Pero no dices nada y simplemente abrazas su forma que ya ha vuelto al tamaño habitual en el que se pavonea alrededor de ti. El cielo sobre la torre del engaño se hace de día por unos cuantos segundos.
Tumblr media
Me puse algo sentimental al final, amo mucho a este hombre galleta??
74 notes · View notes
elblogdeandresco · 2 years ago
Text
Nota para el amor de mi vida 💗
Sé que tal vez deba descansar un minuto, dormir un poco, pero antes de hacerlo quiero dedicarte estas palabras antes de irme a dormir.
No paro de darle las gracias a Dios por permitirme estar sano y salvo después de mi accidente, no te miento, por un momento pensé en todo lo peor que pudo pasar, sin embargo, siento que esa oportunidad de salir ileso de ese accidente es una señal para no desistir jamás en la vida, porque a pesar de que siempre planeamos a futuro lo que importa es el momento presente y quiero decirte que en verdad soy el hombre MAS AFORTUNADO al encontrarte entre millones de personas, me siento tan feliz de ser merecedor de tu amor, tu bondad y tú honestidad, con tus oraciones sé que me protejes de todo mal y peligro, de verdad, no se que sería de mi vida sin tu amor, ese mismo amor que transformó mi vida sin pensarlo; qué cambio tan radical le diste a mi existencia.
Tú y yo vamos a recorrer cada galaxia del universo, jugaremos en cada estrella y constelación, caminaremos agarrados de la mano y volaremos en cada cometa por millones de años luz hasta llegar a nuestro destino, cumpliremos cada sueño y meta juntos. Eres luz en mi vida, mi solecito hermoso, por favor nunca dejes de ser mi niña, mi consentida y mi bebé, no te alcanzas a imaginar lo fuerte que soy desde que te conocí, nada podrá derrumbar nuestro amor y mucho menos a nosotros mismos, si yo te tengo a ti siento que NADA me falta en la vida y lo digo muy en serio. Si tan sólo supieras lo feliz que me siento al regresar a casa después de verte, siento que cada segundo de espera vale la pena con tal de ver tus ojitos brillar y dibujar en tu rostro una espléndida sonrisa.
Y antes de irme a dormir quiero darte las gracias por:
Gracias por creer en lo nuestro, por tenerme paciencia, por no rendirte, por confiarme tu corazón y tu cuerpo, por valorar mi cariño y mis esfuerzos, por ser mi mejor amiga y mi gran amor, para cualquiera podría sonar a despedida, excepto para nosotros dos, pues bien sabemos que estamos más cerca de la eternidad que de una separación, gracias por estos días, por esta vida, amor de mi vida...
Te amo con todo mi corazón y todo mi ser.
Con mucho amor y cariño, tu novio Andrés. ❤‍🩹
P.D: Siempre juntos, hasta el infinito y más allá.
563 notes · View notes
luciaestatriste · 29 days ago
Text
Ya no se trata de canciones tristes,ni de las noches sin dormir,mí enojo,mi umbral de dolor inalcanzable ante tu traición;ahora que sabemos quién fue el que dio el golpe equivocado de los dos;¿Cómo haces para apoyar la cabeza en la almohada y descansar sabiendo que me hundiste a mí también cuando solo quise salvarte de vos mismo?.
No te guardo rencor,no puedo enfurecerme si un día me quemo el corazón de amor por vos, pero no me olvido,no me puedo olvidar.construiste un mundo entero para mí en donde nada me doliera nunca más,juraste que eras quien había sido enviado para rescatarme de tanta mala suerte;con los ojos abiertos te vi cumplirme la cura,con las manos manchadas de mí no pude creer que fuiste el que tiró a matarme en el momento en que me di la vuelta creyendo que solo ibas a abrazarme más fuerte.
Todavía tengo pensamientos respecto a la esperanza silenciosa de que un día sepas cómo disculparte por haberme castigado al solo intentar amarte bien,me invento palabras que se que no voy a escucharte decir para que no me pese tanto seguir adelante sin tu consuelo necesario.te imagino en ocasiones extrañandome un montón,queriendo volver a verme una última vez,ideando un plan para saber cuándo aparecer,me averguenza creer que dentro del frío que hay en tu pecho todavía queda o si es que alguna vez hubo, un poco de amor para mí.
-Lucia
24 notes · View notes
walker-skull · 10 months ago
Text
PRESTO CAMBIO 3
Estuve disfrutando mucho del cuerpo de José, cuando obtuve su cuerpo regrese a su casa para tener una mejor vista de mi nuevo cuerpo.
Me observe en el espejo, empecé a tocar mi cara , sentir mi nueva barba era muy excitante jamás había tenido vello facial así que eso era nuevo para mí.
Empecé a explorar cada parte deslizando mis manos por sus pectorales hasta llegar a su abdomen, también sentí mis brazos que estaban velludos.
Tumblr media
Decidí quitarme la camisa para ver mi cuerpo tonificado y wow tengo pelo en pecho a diferencia del cuerpo de Tony que estaba completamente lleno de pelo, este no tiene mucho pero aún así que bien se me ve y sobretodo el que tengo en mi ombligo ufff que genial sobo mi panza para sentir esos vellos.
Me quedo solamente en unos shorts que había encontrado para poder disfrutar de mi cuerpo , hago algunas poses frente al espejo y al levantar mis brazos me llega el hedor de mis axilas, el aroma que tenian era bastante oloroso, pase mis manos por cada una para sentir mis vellos y el sudor que tenían y lo ponía en mi nariz y darle una buena olfateada.
Tumblr media
Terminando decidí ir a la piscina a pasar un buen rato y gozar de la maravillosa vista que tenía dejando al descubierto mi cuerpo velludo y exponiendo mis axilas a todo al que quisiera verlas.
Tumblr media
Mientras estaba recostado vi un chico el cual captó mi interés ya que su cuerpo se veía bastante atractivo y decidí que era momento de cambiar de cuerpo.
Tumblr media Tumblr media
Me acerque a el para poder conversar y conseguir cambiar de cuerpo con el ya que sería complicado solo llegar y cambiar.
-Oye amigo, qué buen físico tienes ¿Cuánto tiempo llevas entrenando para llegar a estar así?
-Llevo entrenando 8 años, ha sido muy duro ya que requiere esfuerzo y dedicación aunque tú también no estás mal si te esfuerzas puedes conseguir resultados como el mio
-Muchas gracias por el consejo, lo tomare en cuenta la verdad te ves muy bien, oye ¿Te parece si hacemos algunas poses así sirve que me des algunos tips.
-Claro, no tengo problema mira como lo hago
Tumblr media Tumblr media
-wow amigo que genial haber ahora voy yo y me dices que tal.
-Adelante
Tumblr media
-Posas bien Bro solo trata de hacer que se noten más tus músculos pero lo haces bien. Me dio gusto haber pasado este momento pero me tengo que ir. Por cierto soy Juan Bernardo
-Igualmente, si nos llegamos a ver de nuevo espero sea en el gimnasio. Me despido de el con un apretón de manos.
(Estiró mi mano con el interruptor para cambiar de cuerpos, me da la mano y mi alma sale del cuerpo de José y me pasó al cuerpo de Juan Bernardo)
-Wow que paso como llegue aquí.
-Descuida bro estábamos hablando sobre el gimnasio, estabas algo fatigado y veniste a la piscina no recuerdas.
-No mucho pero tengo vagos recuerdos creo que me esforcé demasiado y perdí la noción. Tendré que ir a casa a descansar.
Genial estoy en el cuerpo de Juan Bernardo que buenos bíceps tiene además aunque no tenga vello corporal el aroma que tendrá al hacer ejercicio esto definitivamente fue una excelente elección
Tumblr media
92 notes · View notes
mujerconalasdemariposa · 17 days ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Hola Mi Gente Buenos Días...
Tumblr media
Semana Santa
¡Dios nos bendiga trayendo paz y amor a nuestras vidas!
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor...
Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas, exista calma y serenidad dentro de nuestro corazón...
Este es el verdadero significado de la paz...
¡En Cristo Jesús, nuestro Señor, podemos encontrar esa paz!
Bienaventurados los pacificadores,
porque serán llamados hijos de Dios...
(Mateo 5:9)...
Tumblr media
Y dijo también:
Ustedes que viven siempre angustiados y preocupados,
vengan a mí, y yo los haré descansar...
Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí a ser pacientes y humildes de corazón...
Conmigo podrán descansar...
Lo que yo les pido no es difícil de cumplir,
ni es pesada la carga que les hago llevar...
Tumblr media
(Mateo 11:28-30)... Amén...DTBM.!!🙌🦋🌺🍃👏
22 notes · View notes
chiquititamia · 1 year ago
Text
Tumblr media
Sunkissed
🩷Hola mis amores!! Les traigo un pequeño drabble, me ha venido la inspiración divina y lo he tenido que escribir desde el móvil. Espero que lo disfrutéis aunque sea cortito!🩷
Enzo x f!reader
Warnings: soft smut
Si hay algo que te relajaba era el mar. La arena caliente debajo de tu toalla, una lata de coca cola bien fría semi enterrada para que no se moviese. La sensación de la sal en tu piel bronceada. Era algo que necesitabas de vez en cuando. Habías llegado más o menos temprano a la playa, habías plantado tu sombrilla y habías disfrutado de un primer refrescante baño. Ahora, te habías tumbado a descansar.
Era lunes, así que no había más que un par de transeúntes. Cuando la playa se llenaba de verdad era el fin de semana, después de todo. Aprovechando esto, habías decidido quitarle la parte de arriba de tu bikini.No estaría mal broncear un poco tus pechos, que estaban pálidos por la falta de sol. Llevabas puestos tus anteojos de sol cumpliendo una doble función: protegerte de la luz y del contacto visual con los bañistas y algún que otro vendedor ambulante.
Habías olvidado tu libro en casa, así que decidiste dedicar tu tiempo a escuchar música tranquila. Podrías dormirte tranquila, tan sólo habías traído tu vestido y un monederito con algo de cambio para quizás tomar un helado. Si decidieran robarte mientras duermes no sería la gran cosa. Además esta era una playa tranquila.
Dawn chorus de Thom Yorke sonaba a través de tus auriculares. Los tonos repetitivos y tenues resonaban en tu cabeza invitándole a relajarte. Te encontrabas tumbada boca abajo cuando una sombra cambió en la arena y pudiste ver cómo unos pies masculinos habían aparecido delante de ti. Te quitaste los auriculares por si te estaban diciendo algo, y, sin pensarlo, empujaste tu cuerpo con tus manos para incorporarte y levantarte.
Oh Dios mío. No era posible.
- Hola, disculpá, no tendrás fuego?
Era Enzo Vogrincic sosteniendo un cigarro entre sus dedos. Entrecerraba un poco los ojos para no verse cegado por el sol.
Calma. CALMA -pensaste- Encuentra el encendedor y dáselo. Mantén la calma.
-Sí, esperame. -murmuraste
Revolviste en tu tote bag hasta que encontraste el pequeño encendedor morado.
Encendiste el mechero tapando con la otra mano el cigarro para que el viento no apagara la llama. Él había acercado su boca a tus manos para que se lo pudieras encender.
-V-vos sos... Sos vos, verdad? -Bravo por tu elocuencia, pensaste.
-Sí, creo que sí - dijo Enzo riéndose.
-Sí, claro, qué pelotuda. Yo soy muy fan de tu trabajo sabés?
- Ah, mirá, muchas gracias- le dio una amplia calada al cigarro y exhaló el humo hacia arriba. Te miraba con esa sonrisa suya tan seductora, peinando de vez en cuando su cabello con las manos.
No se te ocurría que decir. Estabas en blanco y temías que, ahora que ya había encontrado lo que venía a buscar, se marchase por donde había venido.
-Sé que te tiene que molestar, pero... ¿Te tomás una foto conmigo? Mis amigas me asesinaran si les cuento que te he conocido y no te lo he pedido.
-Sí, claro, pero....
-No hace falta si no, ¿eh? - te arrepentiste de haberlo pedido. Claro que no le apetecía tomarse una foto en la playa donde seguramente solo había ido a relajarse- No te preocupes...
-No, pero... No querés taparte para la foto? -dijo riendo suavemente.
Oh, no. Toda la emoción y tu pendejismo crónico habían nublado un importante asunto: seguías estando en topless.
-Ay! -chillaste, ya roja como un tomate- disculpáme por favor, no me di cuenta- te intentaste cubrir con las manos- qué boluda....
Si no hubiera sido porque eso hubiera supuesto despegar las manos de tu pecho, te hubiera gustado cavar un hoyo con las manos y enterrarte ahí para huir de la vergüenza. Tierra, trágame.
-No, pará, ¿pero porqué te tapás ahora? No pasa absolutamente nada... -seguía sonriendo de una manera condenadamente encantadora.
-Yo no me había dado cuenta de que estaba así, yo...
-Hey, hey -trató de tranquilizarte- te ví los pechos, ¿y qué? Es natural, no tiene nada de malo... Además... - pareció Interrumpirse a si mismo.
Lo miraste interrogante. El rubor aún quemando tus mejillas.
Se sentó en tu toalla como si nada, debajo de tu sombrilla. El gesto te invitó a hacer lo mismo.
-Además son preciosos, bo- dijo mirando al mar con el cigarro entre los labios para volver a dar una calada.
No pudiste evitar reirte y él te miró sonriendo.
-Qué vergüenza, no puedo parar de hacer el ridículo- pensaste en alto
-¿Pero porqué 'el ridículo'? -pareció regañarte con su tono.
-Y, ¿porque me encuentro al mismísimo Enzo Vogrincic y le enseño las peras? -dijiste enfurruñada contigo misma
Ahora fue su turno de reírse.
-Che, no es tan grave el asunto...- apagó el cigarro en tu lata vacía- ¿te estabas bronceando ,no?
-Sí...
- ¿Y cómo va quedando?
Estallaste en risa apretando tus manos contra tu pecho y le miraste
-¿Vos me estás jodiendo?
-No te estoy jodiendo, tengo.. Curiosidad- pareció saborear esa última palabra.
-¿Querés ver? -una voz en tu cabeza te gritaba "Se puede saber que hacés, loca?", pero decidiste ignorarla como si fuera una amiga molesta y responsable y tú estuvieras borracha.
-Obvio - se giró hacia ti.
Here goes nothing, pensaste y descubriste tus pechos ante él.
Enzo resopló por lo bajo y te observó por un par de segundos, para después dirigir su mirada a tus ojos de nuevo.
-Y, les falta un poco, están paliditos -comentó.
-Sí, deberían seguir tomando el sol- concediste con un tono seguro que ni tú sabías de donde venía.
Está claro que esta coqueteando contigo, ¿no? Tu mente iba a mil por hora.
-Tumbáte chiquita- dijo relajadamente, dando un par de toques a su regazo.
Obedeciste, ¿cómo no hacerlo? Te reclinaste sobre tu regazo, él seguía sentado. Su bañador mojado entró en contacto con tu nunca. Luchaste por no volver a cubrirte.
-Deberías echarte loción solar, nena. ¿Puedo?
Cerraste los ojos bajo tus lentes oscuros. Los nervios iban a acabar contigo. Tan sólo asentiste.
Él alargó su brazo para alcanzar la crema. Pudiste escuchar cómo la destapaba y se echaba un poco en las manos, posiblemente templándola un poco.
Y entonces sucedió: sus dedos se posaron en tus senos, manchados de la loción que olía a coco y a verano. Masajeó suavemente durante un rato. Rozaba tu piel suave con delicadeza y experiencia. No pudiste evitar que un gemido escapase de tu boca.
-Shh.... Chiquita, no seas mala...
Una de tus manos subió hasta tu boca para taparla.
Él se inclinó un poco sobre ti, acercando su rostro al tuyo. Su pelo negro caía enmarcando su cara.
-Qué lindas tetitas tenés...
Otro gemido ahogado.
Te incorporate un poco para apoyar tu espalda en su torso y así estar protegida por su cuerpo.
-Me estás poniendo malo, preciosa -susurró- tengo la pija durísima y ahora no me voy a poder levantar- pudiste comprobar que no mentía, notabas su erección contra tu culo.
-Enzo... -gemiste, como todas las veces que lo habías hecho en tu cama, a solas, solo que esta vez él estaba ahí para escucharte.
-Qué ganas de cogerte...- Gimió aún masajeando tus pechos y apretando su bulto contra ti, jurabas que lo sentías palpitar.
Tú no podías parar de gimotear en tu mano.
La humedad que sentías en tu parte de abajo del bañador ya no tenía nada que ver con el mar.
De repente, un grito a lo lejos os sacó de vuestro universo.
-"¡Enzo! ¡Vamos, boludo, te estamos esperando!"
-Mierda- maldijo él- son mis amigos, me tengo que ir, chiquita.
Antes de que pudieras protestar y mirarle te dio un beso en la cabeza y te prometió:
-Hoy a medianoche aquí, ¿sí?
Qué acababa de pasar?
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
80 notes · View notes
pach1nk0 · 2 months ago
Text
Personajes de sih y junjou que sí resuelven 🙌
Mi gente latino se me ocurrió hacer esto en clase de matemáticas (por eso la voy dejando AJAJSJA) y me dio hueva escribir todo en inglés así que ni modo
Misaki
Ay no amigos, Misaki es la personificación de la palabra resolver. El tipo puede estar todo acabado económicamente y aún así seguiría resolviendo Y NO SOLO RESUELVE EN EL SENTIDO ECONÓMICO !! Se me hace que él es de esos que te ven que estás que te lleva la verga y te ayuda como sea para que puedas descansar. Mi raiting es de 1000/10
Hiroki
Chicos yo amo mucho a Hiroki pero siento que no resuelve mucho 😭. Se me hace que de la pena no hace NADOTA o termina buscando la manera de ayudar indirectamente y en el peor de los casos ps complica más las cosas. Yo le doy un 6/10 nada más porque tiene buenas intenciones pero es medio pendejito ☹️🩷
Shinobu
Yo lo quiero mucho y todo pero se me hace que no puede hacer ni mierda JAJSJD 😭. Me cae que al igual que Ritsu, que nació en cuna de oro, no sabe hacer muchas cosas por sí solo; me da vibes de ese capítulo de Alejo y Valentina en la que dice "vengo a hacer un trámite" y cuando le preguntan cuál responde "no sé, cuáles tiene?" 😭. Creo que en su defensa ps está chiquito y mi hc es que por eso todavía ocupa que Miyagi lo lleve a hacer trámites
Yo le doy un 3/10 porque siento que al menos hace el intento de ayudar
Isaka
Siento que él y Shinobu te pueden ayudar económicamente, pero nunca lo pongas a hacer algo muy complejo que te queda mal JAJSJS. Siento que el maje tiene complejo de payasito y a veces no te va a tomar muy en serio 💔
Le doy un 5/10 solo pq siempre me gustó mistake ☹️
Akihiko
Creo que es muy obvio que él no te va a poder resolver en situaciones que involucren cocinar, limpiar o algo por el estilo pero en cuestión de dinero te resuelve ASAP
A él le doy un 6.5/10
Nowaki
Uffff, a mi me cae que si hicieran un premio al que más resuelve, fijo que él estaría nominado. En sus épocas de estudihambre puede q no resolvía mucho con el dinero, pero ahora que ya está más cerca de ser doctor ya tiene más dinero para resolver en ese sentido. Lo único negativo es que ps el dundo es doctor y las 24 horas del día no son suficientes para él 😞
Yo le doy un 8/10
Miyagi
Creo que por ser de los más viejitos me cae que resuelve pero no mucho. A veces le cuesta entender el problema y llega a hacer las cosas peor o simplemente no se da cuenta 💀💀
Para mí es un 5.5/10
Asahina
MI NIÑOOOO YO LO AMO 😭 ÉL ES OTRO QUE SUPER RESUELVE. TODO LO PUEDE HACER MEU DEUS 😭 aunqueee siento que a veces es medio pendejito y solo asume y ps la termina medio cagando
Le doy un 9/10
12 notes · View notes
alicecatfan2007-owlfallsau · 6 months ago
Note
Omg I just thought of something, I don’t know how For the Future would play out in this AU, though I would imagine if playing out nearly in the same way, with Collector taking the Hex Squad -Luz away, and the rest of them, including Stan, Dipper, Mabel, and Ford being stuck Collector’s mind game of their worst fears.
Luz will find her way the exact same way, Stan, I see will also be able to break free of it and helps Luz free the others.
Then there’s the whole reforming the Collector, which I see again, Luz doing the same things that she did in the original. Stan also helps a lot in reforming him.
And then of course there’s the confrontation with Belos, though instead of Luz saving the Collector from him, it’s Stan, and so now Luz, Collector, Eda, Mabel, Dipper, AND Ford watches Stan die and transform in to lights, just as Luz did in the OG.
So now, my question for you is, how do you think each of then will take Stan’s “death”
how do you think each of then will take Stan’s “death" in "watching and dreaming"?
IN ENGLISH
Holy crap! I love this question!
When Stan, Luz, Eda and King, along with Ford, Dipper and Mabel are facing Belos, instead of Luz saving the Collector from Belos' attack, it's Stan...
"yo... l-lo siento... lo siento mucho, Ford... Al menos.... Al menos hice algo bien ¿No?"
everyone sees Stan dies and turns into fire and then ashes...
It won't be spontaneous combustion or painful, it will be something quick, it won't hurt, it will be like falling asleep for him...
It will indeed be beautiful to see...
In the end, the ashes land gently on the ground, right in front of the children, Eda, the Collector and Ford...
Ford would be the first to run to where his brother's ashes now lie, desperately screaming to bring him back, trying to find a solution, taking out his journal in search of something that will help him relive it, The guilt quickly destroys him...
"I already lost it once! I can't lose it again! Not after wasting so much time!"
Luz would be terrified to see Stan die, in this AU, she learned thanks to him that she was not bad for making mistakes and that she should choose herself to do the right thing, Seeing the person she loved die was a hard blow for her.
"N-no... No... Dad!"
Eda had barely been able to spend time with Stan, seeing who she wanted as her brother was horrible, she was so... Sad... Angry... She wanted her brother back, and Belos was going to pay for his actions.
"You will pay for what you did! Bring my little brother back!"
Mabel would be in shock, crying and sobbing, Mabel was totally terrified, she loved Stan, he was her role model, now that he was gone, she didn't know what to do anymore.
"Grunkle Stan... Grunkle Stan, come back.... ¡Grunkle Stan!"
Dipper estaría furioso, estaba lleno de ira, quería recuperar a su tío, a su mentor, a quien le prometió que siempre lo escucharía hablar de la magia salvaje
"That's enough! Bring my uncle back, or else!"
Y King... Ooh, King... Pobre e inocente niño... Ver a su padre adoptivo arder en llamas antes de desaparecer le dolió... No va a descansar hasta vengarse de Belos... Ya ni siquiera puede hablar...
The collector didn't understand death until Dipper explained it to him while he began to understand the concepts of friendship and forgiveness, seeing someone like Stan, A person who has lived so many things in such a short time, to fade away as if he were worthless, was enough for his tears to fall for the first time.
"I-I'm sorry... I'm sorry, for everything!"
Tumblr media
¿Cómo crees que cada uno de ellos tomará la “muerte” de Stan en “watching and dreamimg”?
EN ESPAÑOL
¡Dios mío! ¡Me encanta esta pregunta!
Cuando Stan, Luz, Eda y King, junto a Ford, Dipper y Mabel estan enfrentando a Belos, en lugar de que Luz salve al Coleccionista del ataque de Belos, es Stan...
"yo... l-lo siento... lo siento mucho, Ford... Al menos.... Al menos hice algo bien ¿No?"
Todos ven a Stan morir y convertirse no en Luz, sino en fuego y luego cenizas...
No será una combustión espontánea ni dolorosa, será algo rápido, no le dolerá, será como quedarse dormido para él...
De hecho será hermoso de ver...
Al final, las cenizas aterrizan suavemente en el suelo, justo frente a los niños, Eda, el Coleccionista y Ford...
Ford sería el primero en correr hasta donde ahora están las cenizas de su hermano, gritando desesperadamente por traerlo de vuelta, tratando de encontrar una solución, sacando su diario en busca de algo que lo ayude a revivirlo, la culpa lo destroza rápidamente...
"¡Ya lo perdi una vez! ¡No puedo perderlo de nuevo! ¡no después de haber perdido tanto tiempo!"
Luz estaria aterrada de ver morir a Stan, en este AU, ella aprendió gracias a el que ella no era mala por cometer errores y que ella debía elegirse para hacer lo correcto, ver morir a la persona que le enseñó tantas cosas buenas fue un golpe duro para ella
"N-no... No... ¡Papá!"
Eda apenas había podido pasar tiempo con Stan, ver a quién quería como su hermano fue horrible, estaba tan... Triste... Enojada... Quería recuperar a su hermano, y Belos iba a pagar por sus acciones
"¡Pagarás por lo que hiciste! ¡Trae a mi hermanito de vuelta!"
Mabel estaría en shock, llorando y sollozando, Mabel estaba totalmente aterrada, quería a Stan, era su ejemplo a seguir, ahora que se había ido, ya no sabía que hacer
"tío Stan... Tío Stan, vuelve.... ¡Tío Stan!"
Dipper estaría furioso, estaba lleno de ira, quería recuperar a su tío, a su mentor, a quien le prometió que siempre lo escucharía hablar de la magia salvaje
"¡Suficiente! ¡Trae de vuelta a mi tío, o verás!
Y King... Ooh, King... Pobre e inocente niño... Ver a su padre adoptivo arder en llamas antes de desaparecer le dolió... No va a descansar hasta vengarse de Belos... Ya ni siquiera puede hablar...
El coleccionista no entendió la muerte hasta que Dipper se lo explico mientras empezó a entender los conceptos de la amistad y el perdón, ver a alguien como Stan, una persona que ha vivido tantas cosas en tan corto tiempo, desvanecer como si no valiera nada, fue suficiente para que sus lágrimas cayeran por primera vez
"l-lo siento... ¡Lo siento, por todo!"
Tumblr media
20 notes · View notes
bellamonarca · 1 year ago
Text
Tumblr media
Que la misericordia de Dios te cubra mientras descansas y te libere de cualquier preocupación.🦋
29 notes · View notes
tetha1950 · 2 years ago
Text
Estar quietos y descansar...
Tumblr media
Dios está con usted en todo momento; puede hablar con Él y descansar en su presencia siempre.
Salmo 46
El pasaje de hoy dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones... Estad quietos y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46.1,10). Dios nos invita a estar quietos, pero eso no es fácil cuando nos sentimos estresados.
Todo el mundo experimenta estrés. A veces, la carga que soportamos es una lucha constante; otras veces, puede ser un exceso de cosas buenas que nos exigen más allá de nuestra capacidad. Con frecuencia, sin embargo, la vida es una mezcla de cosas que preferimos no abordar, y de otras que deseamos, como estudiar, tener un bebé, recibir un ascenso en el trabajo, etc... En medio de todo esto, ¿cómo podemos manejar el estrés de manera provechosa?
A menudo, lo que necesitamos es hacer una pausa para descansar en la presencia de Cristo. Es tentador pensar que solo podemos hacerlo cuando las condiciones son perfectas: el entorno, el tiempo o el momento del día. Pero recuerde que Dios está con nosotros en cada momento. Por eso, incluso el más breve descanso en nuestra apretada agenda puede dar lugar a un encuentro significativo con Él.
La próxima vez que sienta que su estrés aumenta, dese un momento para recuperarse. Ore, respire el aire que Dios le ha dado y descanse. Cuanto más a menudo lo haga, más de Él experimentará y menos preocupaciones tendrá.
(Ps. Charles Stanley).
3 notes · View notes
yuzuyom · 23 days ago
Text
Tumblr media
•|•|•|•|•|•|• A D V E R T E N C I A •|•|•|•|•|•|
•Violencia, ab/uso sexual, mención de suic/dio, canibalismo, tortura, secuestro.
No romantic3z nada de lo que veas aquí.
|||||||||||||||||||||||||
Capitulo 1
Capitulo 5
••••••••••••••
6. Desconocidos.
Diego no dejó de llorar ni un segundo hasta que el cansancio lo hizo caer dormido. 
Su mano, la cual se aferraba con fuerza a la tuya sufría de pequeños espasmos. Sus hombros temblaban  y su entrecejo se arrugaba de vez en cuando dando a entender que su sueño era perturbado por una pesadilla y al parecer esta pesadilla le abría el apetito pues podías oír a su estómago gruñendo cada poco tiempo.
Soltaste un suspiro agotada debido a todo los acontecimientos del día. Tu mano fue a tu cuello masajeando para intentar aliviar el estrés. Tus ojos se centraron en el cielo que se coloreaba en tonos rosados intentando ignorar el sonido de la olas rompiendo contra la orilla de mar.
Después de un rato donde no hiciste absolutamente nada volviste a mirar a tu compañero dormido, prestando atención a los siseos que escapaban de su boca un tras otro mientras sus dedos apretaban tu mano con fuerza. Cuando te cansaste de verlo no dudaste en intentar separar su mano de la tuya con cuidado. Tus oídos aún escuchaban a su estómago exigir alimento distrayéndote un poco de los sonidos de tu alrededor. Cuando fuiste libre de su agarre, caminaste directo al mar sin levantar la vista para no concentrarte en las profundidades. Sacaste tu cuchillo para intentar ganar una gran pesca o al menos lo que sea que te permitiera tu agotado cuerpo. Tu vista se centró en el agua debajo tuya y cuando un pez estuvo en tu línea de visión tu cuerpo se lanzó hacia adelante encajando el cuchillo a la mitad del cuerpo. 
Esto sería más fácil si tuvieras un arma.
Estuviste en ese lugar unas largas horas, volteando de vez en cuando a donde descansaba Diego quien seguía profundamente dormido. Cuando todo se oscureció y los peces comenzaban a brillar decidiste que ya era suficiente. Seis peces de buen tamaño habían sido atrapados, era un buen número para solo ser dos personas. Si eran repartidos bien podrían desayunar y hasta cenar el día siguiente sin necesidad de cazar.
Saliste del agua sin mirar atrás, ignorando la voz que te llamaba en las profundidades. Dejaste la comida encima de una hoja gigante que estaba en en la arena, avanzaste con cuidado intentando no despertar al alienígena qué descansaba plácidamente en la fresca arena. Tus ojos le echaron un vistazo notandocómo  Diego aún tenía ligeros espasmos, sin embargo, seguía dormido. Tan dormido que te causaba un poco de envidia, o tal vez no, porque si pensabas en las circunstancias sabías que su profunudo sueño era debido al desgaste mental que aquel lugar le había causado. No podías cerrar los ojos si querías vivir, no cuando en aquel lugar experimentan de las formas más crueles con los Na'vi o con cualquier cosa de este mundo.
Lo dejaste descansar porque realmente no veías la necesidad de despertarlo. Tus pies avanzaron pasando de él yendo hacia la selva que había detrás de ustedes. Tus manos tomaron ramas y hojas secas del suelo, además de algunas rocas para crear una fogata. Cuando reuniste todo lo necesario volviste a tu lugar, donde Diego seguía dormido. 
 Tus manos se movieron inconscientes recordando las misiones donde debías sobrevivir en la interperie.
Sola, sin ninguna compañía.
Tus manos sacaron el encendedor que tomaste del soldado idiota pelirrojo rezaste a Dios para que éste funcionara después de haberse mojado. Al tercer intento fue cuando una chispa salió y la pequeña llama se encendió. Estabas a punto de celebrarlo de no ser porque un enorme pie lo alejó de golpe de tu mano. Te lanzaste hacia atrás sacando el cuchillo dispuesta a atacar encontrándote con unos ojos dorados. Diego te siseó por lo bajo con su cola levantada en señal de alerta, una clara advertencia para tu persona.
Con una clara desconfianza comenzaste a bajar tu cuchillo sin alejar tus ojos de los suyos, para demostrarle que no eras una amenaza. Tu mano devolvió la navaja a su lugar y con lentitud te sentaste en la arena. Diego seguía atento a cada uno de tus movimientos y aquello te erizaba cada uno de tus vellos. Una vez que estabas en una posición mas cómoda te estiraste con cuidado para tomar el encendedor que había caído de tus manos. Una vez que el objeto fue tomado por tus dedos escuchaste a la criatura azul gruñir. Te acomodaste con suavidad en tu lugar mientras tu otra mano tomaba una hoja seca sin despegar tu mirada de la suya lanzaste la hoja a la fogata preparada la cual poco a poco fue encendiéndose quemando las demas hojas y ramas. 
El calor que brindó fue reconfortante.
Diego se había distraído con el danzar del fuego y con eso como una señal, guardaste el encendedor. Haciendo como que nada había ocurrido en estos momentos. 
Tomaste uno de los pescados para comenzar a quitarle las escamas con el cuchillo. 
De forma repentina Diego se acercó, tomando un pescado para comenzar a imitar tus acciones. 
Tal vez este era un buen momento para una conversación.
---- Quién diría que eres un buen compañero ----- intentaste empezar una conversación con broma, tus manos encajaron un palo en el pescado. No hubo respuesta ----. Por cierto, no sabía que podías hablar.
Tus ojos lo miraron por un segundobuscando  alguna reacción en su rostro. Diego era callado y a veces inexpresivo, loúnico  que delataba que si teestaba prestando atencion era el movimiento de sus orejas.
----"Tesur tejelen" ¿Qué significa? ---- preguntaste curiosa.
Su respuesta fue un siseo de molestia y un claro entrecejo fruncido. Él negó cuando sus ojos se encontraron.
Por supuesto, te sentiste un poco indignada ante su negativa y como era habitual viniendo de ti, solo atinaste a dar una respuesta infantil. Imitaste su actitud devolviendo el siseo lo cual provocó que sus ojos se abrieran con sorpresa y sus orejas apuntarán hacia ti atentas. 
Le hiciste una mueca demostrando tu fastidio, tus manos metieron el pescado con brusquedad al fuego.
---- Si, que pinche hueva que solo se comuniquen así, ¿verdad? ---- soltaste como molestia.
Ignoraste su mirada. Te concentraste en sacar el pescado del fuego cuando suestómago  volvió a exigir alimento. Lo extendiste hacia él con tranquilidad ignorando sus ojos que pasaban del pescado a tus ojos.
---- Vamos, come — señalaste dejando el pescado en sus manos — Mañana debemos ver a dónde iremos.
Ni sus manos y rostro  hicieron algún movimiento, simplemente se quedó  quieto mirando el gran pez en sus manos, al menos hasta que su estómago volvió a hacer acto de presencia. No tardó ni dos segundos en llevar el pescado a su boca. Sus mordidas eran desesperadas, podías ver sus dientes arrancando la piel y carne del animal, a veces llevándose espinas entre sus dientes que parecía ignorar. Mientras todo aquello ocurría su estómago seguía gruñendo como si no hubiera comido en días.
Su actitud era cual la de un perro callejero.
Tomaste otro pescado comenzando a pellizcarlo para intentar entretener tus manos en algo. Aunque tus ojos aún lo miraban pues te llenaba de curiosidad no entender por qué razón siempre estaba comiendo como si nunca más volvería a comer bocado. Era tal como si toda su vida dependiera de este preciso momento, supones que es lo que se le enseñó mientras estuvo confinado. 
Aprovechar cualquier oportunidad y tomarla como si fuera la última.
Cuando tus ojos se encontraron con sus ojos dorados te diste cuenta que el pescado que había estado comiendo ya había desaparecido por completo de sus manos. Su mirada pasaba de tu propio pescado a tu rostro una y otra vez. Entendiste el mensaje y cumpliendo su capricho le entregaste tu comida. Esta vez no vaciló, sus manos lo arrebataron de las tuyas y en cuestión de segundos volvió a morder una y otra vez sin tirar ni una pequeña miga a la fría arena. 
Era grotesco.
Una escena que simplemente no podías dejar de ver porque te causaba morbo, la cual se revolvía con una sensación extraña de pena.
Volviste tu mirada al frente cuando te diste cuenta que estabas siendo demasiado metiche. 
Tus acciones volvieron a asar un pescado para ti. Ya estabas ideando en cómo dividir los restantes para los demás días de no ser porque él ya había terminado el pescado que le habías dado y su mirada insistente atravesaba tu sien. Tus ojos volvieron a él mientras tu ceño se fruncía con extrañeza. Su mano se extendió pidiendo más con una mirada llena de exigencia y por supuesto tú te negaste.
-----Ya no más, te va a doler la panza.
Él siseó con molestia demostrando que tu negativa no le había agradado para nada. Sus manos intentaron tomar tu pescado y aquello te hizo enojar porque ni siquiera habías probado bocado y él ya estaba pensando en arrebatarte el que tenías en tus manos. Por inercia alejaste el pescado de sus intenciones y esta acción provocó que Diego siseara para lanzarse encima tuyo en cuestión de segundos. Tus movimientos fueron por inercia, tu sentido de autoproteccion se encendió y tus dedos tomaron la navaja en menos de un segundo cubriendo tu rostro para atacar de no ser porque Diego simplemente pasó de ti y tomó los últimos pescados crudos que quedaban. 
Se alejó con los dos en la mano sin siquiera mirar hacia atrás.
----¡Hey cabron, eso está crudo! ---- gristaste con fastidio. Una mueca de asco apareció al verlo morder desesperado mientras que su cola se movía de un lado a otro demostrando su enojo, cuál gato grande enojado ---- ¡ni siquiera le quité las escamas! ---- rodaste los ojos ante su terquedad ----. Pues cortate la pinche lengua si quieres.
Guardaste la navaja en tu bota sin dejar de observar cómo comía con ansias sin dejar de mirarte. Lo ignoraste dejando escapar un suspiro cansado, tu vista volvió al fuego de la fogata que bailaban en un vaivén tranquilo. Sacaste tu comida y finalmente habías decidido comenzar a comer.
Hasta que fuiste consciente de algo... ¿Cómo mierda ibas a comer sin morir? La mascara estaba ahí y no había forma de meter los dedos por ningún lado. Maldejiste mientras tu sien punzaba por el estrés. Si querías comer tendrías que quitar la mascara, dar una mordida y volver a poner la mascara. Diste un grito de frustración, tomando aire para intentar calmar tu frustración ante la situación.
Arrancaste trozos de tu pescado colocándolos con cuidado encima de una hoja cualquiera y finalmente al tener todo listo desabrochando el seguro de la mascara. Tu mano la mantuvo ahí y tomando una gran bocanada de aire hiciste todo lo más rápido que pudiste. La apartaste de tu cara y metiste un pedazo de pescado a tu boca para volver a ponerla y tomar una gran bocanada de aire. Saboreaste la carne del pescado con gusto pues después de tanto tiempo habías probado bocado de una comida real en lugar de esa asquerosa pasta de la prisión.
repetiste la misma acción hasta terminar tu cena.
 No sabías en qué concentrarte. Podías oír las llamas del fuego chispear, el sonido de las ramitas secas quebrandose ante el fuego, sin embargo, este cada vez se volvía más lejano y tu cerebro no podía evitar centrarse en las cosas que le aterraban, en aquello que encendía su estado de alerta ante un peligro aprendido. Las olas rompiendo en la orilla eran campanas que acaparaban toda tu atención y a pesar de evitar mirar hacia ella el volumen cada vez se volvía más alto causando que todos tus vellos se erizaran ante el recuerdo del pasado que asaltaba tus tranquilos pensamientos llevándote a la profunda melancolía. 
De repente había gritos a tu alrededor y el mar se acercaba cada vez más y más aferrado a llevarte a las profundidades y acabar con lo que alguna vez habían empezado.
Tus ojos se cerraron con fuerza y en tu desesperación volviste tu atención a Diego quien seguía comiendo ansioso. Eso te distrajo de tu cabeza, sacándote de los recuerdos que con tanto trabajo siempre estabas ignorando. Finalmente te acostaste en la arena para ver el cielo estrellado, el suave tarareo que siempre te tranquilizaba llegó a tu mente y aquello provocó que lograras calmarte y la calma te ayudó a descansar, cayendo en el profundo sueño que tanto llevabas esperando.
No soñaste nada. 
Nunca podías formar sueños alegres ni pesadillas atemorizantes y eso volvía la acción de dormir en algo aburrido, sin anécdotas por las cuales compartir, aunque también era un alivio para tu agotada cabeza.
 Arrugaste la nariz cuando sentiste como algo rozaba la punta de esta misma causándote cosquillas y entonces tu cerebro se preguntó si incluso las molestas moscas pueden existir en este extraño mundo. Abriste los ojos de golpe sentándote en la arena para asegurarte que nada estuviera cerca tuyo. Tu vista miró a tu alrededor mientras el sonido de las olas golpeaba tus tapados oídos, para tu suerte no había ningún peligro. Miraste al cielo con ojos incómodos donde un brillante sol quemaba tu piel en forma de saludo. Maldejiste esperando no requemar tu delicada piel gracias a los rayos ultravioleta si es que eso funcionaba de la misma forma que en la tierra... Ni siquiera estabas segura de eso.
Finalmente te dignaste en mirar al otro lado de la fogata apagada encontrándote con un Diego echo bolita dando la espalda al mar. A pesar de la lejania aún podías notar su rostro con expresiones incómodas, probablemente a las pesadillas que lo invadían. 
 Te estiraste en tu lugar sintiendo todos los huesos de tu espalda tronar, un  bostezo escapó de tu boca mientras mirabas al cielo y cuando volviste a mirar hacia abajo te encontraste con unos ojos dorados que te miraban fijamente.
----Dios, eres como un fantasma raro, ¿Lo sabías?
Él frunció su ceño, levantándose rápidamente de la arena para mirar al mar mientras su mano estaba sobando su estómago. Lo miraste incrédula, revolviendo tu cabello frustrada para mirarlo con una sonrisa forzada.
----¿Tienes hambre? ----- él te miró ----. Podríamos haber comido si ALGUIEN no se hubiera atascado todos los pescados.
Te mostró los dientes y eso te hizo sonreír porque te recordaba a un gatito malhumorado.
---- Si, si "hisss" para ti también ----. Le respondiste levantándo tu trasero de dónde estabas.
Tus manos sacudieron la arena de tu pantalón y con pasos seguros avanzaste hacia él. El chico de cabello negro no se movió ni un centímetro, sus ojos dorados no se despegaron de ti mientras avanzabas y sus orejas puntiagudas apuntaron hacia ti en todo momento.
---- Vamos por tu comida, grandullón ----- indicaste sobando tus cansados hombros.
No te importó si te estaba siguiendo, así que no te giraste a asegurarte. Simplemente avanzaste mirando hacia abajo en todo momento para no ver al mar e intentando no pensar mucho en la situación no dudaste ni un segundo en adentrar tus pies descalzos en el mar y con absoluta calma esperaste paciente a qué algún pez se acercara a ti.
 Te repetías en tu cabeza que estarías bien siempre y cuando no miraras hacia las profundidades.  No serías arrastrada por el mar y no tendrías preocuparte de ahogarte si simplemente no levantabas la mirada.
Tomaste una gran bocanada de aire y tu vista se centró solo en lo más cercano a tus pies, no a la lejanía.
Por el rabillo del ojo podías ver cómo una figura azul se colocaba encima de una roca esperando con tranquilidad. No tardó mucho en que su mirada comenzara a pesar en tus hombros. 
Estabas segura de que si él lo deseara podría atravesar tu cara con su pesada mirada.
---- Sabes... — comenzaste a hablar notando como sus hombros brincaban ante tu repentina platica — en lugar de mirarme podrías ayudar.
Cómo era de esperarse, solo recibiste el más cálido silencio por parte de tu enorme amigo y eso te fastidió.
----¿Al menos puedo saber tu nombre? — volviste a cuestionar — Es incómodo llamarte chico azul en mis pensamientos ¿sabes?---- está vez lo miraste y lo único que encontraste fue una cara inexpresiva que te dejaba en claro que no le importaba en lo más mínimo ----. O puedo ponerte un nombre. Ya sabes, cómo cuando estábamos en la cueva.
Est vez obtuviste algo.
Una mirada llena de fastidio y luego Diego giró su rostro concentrando su atención en la lejanía para simplemente ignorarte. Acción que te hizo soltar un suspiro frustrado.
-----O no.
Cuando tus ojos captaron un pez dejaste de hablar. Tu navaja se elevó y con lentitud moviste tu pie acercándote sigilosa. Cuando la criatura ya estaba lo suficiente cerca te lanzaste hacia él atravesando el pez con tu cuchillo. sonreíste victoriosa mientras tus manos se esforzaban en sacar al pez del agua, el cual aún se movía lleno de desesperación salpicando a ambos. De forma inevitable miraste a Diego con una sonrisa levantando tus manos con esfuerzo, acercando el pez para que te ayudará a sacarlo.
---- Vamos, ayúdame a sacarlo de ahí.
El na'vi te miró con su ceño fruncido llevando sus enormes manos al pez para sacarlo de la navaja. Sonreíste orgullosa volviendo tu atención al agua haciendo una mueca cuando oíste cómo masticaba a tu recién pesca.
---- Enserio, eso va a ponerte malo del estómago. Debes esperar a que lo cocine ----. Regañaste sin mirarlo ganándote nada más que un siseó que te hizo sonreír. Te acostumbrabas fácil----. O enfermate tú escoge.
Volviste tu atención a los peces, estuviste ahí más de una hora mientras el estómago de Diego era el constante recordatorio de que un solo pez no sería suficiente. Por supuesto, su atenta mirada era otra señal de que aún no estaba satisfecho y por si fuera poco tú tampoco habías comido.
Entonces, hubo un momento donde el sonido del pez siendo devorado ya no volvió a escucharse.
Cuando tu rostro volvió a girarse notaste que en sus manos tenía dos peces  sin comer y sus ojos amarillos seguían encima tuyo atentos a cualquier movimiento que hicieras. Asentiste teniendo suficiente por hoy, porque estabas segura que si se tratara de tener a este muchacho satisfecho no terminarías hasta que todos los peces de tu alrededor se acabaran.
----- Pudiste haberme dicho que dejara de pescar, sabes ----- señalaste comenzando a caminar hacia la orilla. El chico se levantó siguiéndote desde atrás con los pescados en mano -----. Deberíamos buscar algunas frutas para el agua y para ya no tener que usar toda mi energía en sacar pescados para ti.
Él dejó los peces en la hoja de palma con sus ojos atentos a ti sin decir alguna palabra.
---- Deberías ir tú — tenías que hacer que coopere de alguna forma — tú conoces qué fruta se puede comer y qué no.
Él no habló. Ningún sonido escapó de su boca y aquello comenzaba a desesperarte. Ya estabas por explotar, dispuesta a golpearlo y hacerlo hablar de no ser porque pensaste... Recordaste que este chico estuvo confinado por mucho tiempo con contacto cero y bajo tortura. Obligarlo a hablar es egoísta simplemente porque no estabas cómoda con el silencio.
Debes respetar las decisiones de los demás y no pasar por encima de ellos.
Así que tranquilizaste tu furia y tomando  grandes respiraciones volviste a mirarlo.
---- O vamos los dos, da igual. Solo quiero algo con agua.
Caminaste hacia la selva sin pensarlo mucho y ahí fue cuando notaste que la criatura de ojos amarillos caminaba detrás tuyo sin decir alguna palabra.  Ambos se adentraron al bosque donde las plantas bajo tus pies se iluminaron en un azul brillante. Tal cual una bienvenida a un cuento de hadas. Sin embargo, esto en lugar de maravillarte te puso de los nervios y tu mente te obligó a evitar tocar cualquier rama ante el desconocimiento del peligro de estas mismas. 
Tus ojos buscaron con atención cualquier cosa que parezca una jugosa fruta en este enorme bosque. Después de un rato donde ya no oías los pasos detrás tuyo miraste hacia atrás. Diego estaba lejos de ti, agachado en sus rodillas mientras sus dedos arrancaban pequeñas bolitas rojas parecidas a las fresas. 
Te acercaste mientras suspirabas, ganándote una rápida mirada de él. Imitaste su posición cuidando de no tocar, ni rozar su piel con la tuya.
----¿Saben ricas? ---- preguntaste mirando cómo se llevaba una a la boca.
Diego te miró.
 Sus acciones no titubearon cuando una de sus manos tomó la tuya y la otra colocó una de esas pequeñas frutas en la palma de tu mano. 
A pesar de que no querías hacerlo sentir incómodo a veces te era imposible detener tus imprudentes acciones. Tus iris no se despegaron de su persona, intetando entender sus acciones y extraño actuar. Tus pupilas se concentraron en sus ojos y en ese momento notaste que estos mismos tenían tonos verdosos que se combinaba con el brillante e inusual dorado. Tu mirada recorrió su rostro, el cual era adornado por puntos blancos que llamarías pecas, las franjas en su rostro eran de un azul oscuro algunas deformadas por cicatrices que decoraban su piel, seguro de las torturas que había pasado en ese lugar, tambien aquella mascara que le brindabaocigeno en la celda seguía en su rostro. De alguna forma este chico te hacía recordar a un tigre.
 Un tigre tan majestuoso que venció a tantos por un poco de territorio y luego fue encarcelado y sacado de tpsu reino para destruirlo. 
Era terco, malhumorado y su cuerpo lleno de cicatrices eran recuerdos de todo lo que vivió... De todos lo que perdió.
----Eres como un tigre ----. Tus labios mordieron la fruta, era jugosa y el líquido rojo bajó por tu mentón mientras tu garganta se refrescaba ante su dulce sabor ----. Hermoso y peligroso a la vez.
Su mano se pegó a tu frente y con fuerza te empujó lejos de él haciéndote caer de sentón contra el suelo. Tus ojos volvieron a él llenos de indignación, por supuesto, a Diego poco le importó si te habías hecho daño y lo demostró levatándose del suelo y alejarse de ti sin mirar atrás.
Tus puños se apretaron con rabia.
----¡Oye cabron, qué te pasa!
Te levantaste rápidamente, tomando varias frutas para ponerlas en tu blusa como una bolsa y comenzar a caminar hacia él.
----¡Eso fue grosero, pendejo! ---- exclamaste esquivando todas las plantas que él quitaba del camino -----. ¡No debes tratar así a una persona! ¿No te enseñaron modales o qué?
Una gran hoja golpeó tu cara y eso demostró que claramente no le enseñaron a ser amable con nadie.
----- Hijo de tu chingada madre.
Avanzaste con tu ceño fruncido saliendo de la selva para acercarte a la fogata y sentarte furiosa. Alagabas a alguien y este te lo agradecía con golpes, típico.
 Tomaste los pescados qué habías dejado a la deriva y con rapidez los limpiaste para ponerlos al fuego. Tu estómago gruñía debido al hambre y tal vez eso te ponía de más mal humor. 
Y Diego.
Uhhh, Diego.
Diego decidió que ahora era el momento perfecto para ponerse a revisar la navaja que le habías entregado y hacer quién sabe qué. 
Rodaste los ojos con fastidio intentando ignorarlo de no ser porque se fue de paso, acercándose a la orilla del mar sin una pizca de temor comenzando a mojar sus pies en el agua bajo los brillantes rayos del sol. Él simplemente se sentó ahí mismo y supones que observó las olas romperse y volver a formarse. Con ese pensamieto asumiste que le gustaba el mar y aquel pensar provocó que un escalofrio recorriera tu espalda.
Era increíble cómo las personas podían amar algo que era aterrador.
Tomaste tu comida y lo comenzaste a morder con calma. 
 El viento de la playa hacía ondear tu cabello y la arena se pegaba a tu piel mientras el sol incomodaba tus ojos.
 No sabías qué hacer ahora.
 Eran libres, si, pero ahora qué. 
Tú debías volver a un lugar que fuera seguro para ti pues el oxígeno no duraría tanto, de eso cualquier persona estaría segura. Debían ir a un laboratorio pronto y robar suministros de oxígeno para que pudieras sobrevivir en este lugar.
Rascaste tu frente frustrada dándote cuenta que ni siquiera habías pensado en cómo es que afrontarías los ataques de abstinencia que este tipo tendría. ¿Cómo vas a controlarlos? Necesitabas por lo menos las dosis para ir quitando su adicción poco a poco... Quitarlas de golpe nunca era conveniente para el adicto. Tus dedos fueron a tu labio y con cuidado comenzaste a jugar con él mientras pensabas en qué es lo que harían a continuación. Debían ir a otra sección donde ellos no sepan de dónde son... Un lugar donde puedas infiltrarte. Recordabas que al norte de tu brigada había otro sector, uno que venía con fines distintos.
 Si venían de atrás significaba a que debían ir hacia la izquierda... Ni siquiera sabías qué estabas diciendo.
Pero lo harías, por qué era mejor que no hacer nada. 
Tigresito iría a su hogar y tú robarías una nave para volver a casa o a lo que supone debías llamar casa.
----Bien, de nuevo lo resolviste... Eres chingona, eres una chingona -----. Murmuraste para ti misma.
 Masticaste tu pescado mientras mirabas al frente donde ahora Diego estaba pescando.
Sonreíste divertida, esperando que esto significara por lo menos un poco de avance.
Cuando llegó al día siguiente empezó a su pequeña exploración. 
El primero en levantarse fue él, quien ya estaba pescando en la orilla del mar cuando tú apenas estabas despertando. Volvió con siete pescados y estás segura de que te sonrió presumido, como si ver quién pescaba más fuera una competencia...por supuesto eras boba y caíste en el juego. De todos modos no servía de nada presumirle, pues así cómo llegaron no duraron nada. Él comió cinco en poco tiempo y tú solo comiste uno mirándolo ya sin expresión alguna porque comenzabas a acostumbrarte a su enorme apetito en el poco tiempo que llevaban conviviendo. 
También estaba su situación con las drogas que abría el apetito.
Cuando su merienda acabó tú te levantaste de la arena estirando tus adoloridas extremidades para que tus huesos se acomodaran. Moviste tus tobillos intentando disfrutar por un segundo el descanso que tuvieron. Cuando por fin te sentiste cómoda destruiste con los pies la pequeña fogata con la que habían estado brindándose calor por las noches . Tu atención fue a Diego quien estaba en la orilla del mar y simplemente se sentaba disfrutando de la vista.
Eso es todo lo que hizo en todo el día de ayer.
-----¡Hey, Tigresito! ---- llamate risueña notando que cada vez que lo llamabas por este apodo él te miraba molesto.
Esta vez hubo un clara diferencia con las otras veces, pues había decidido que no voltearía a verte, probablemente debido al apodo. De todos modos, no sabías su nombre y parecía no querer decírtelo o hablarte en todo caso.
  Te acercaste a él sin mirar el mar, centrando tu mirada en su gran espalda llena de cicatrices. Cuando estabas a unos metros de él tu bota se enterró en la arena y con cuidado pateaste la arena intentando lanzarsela. 
Diego se giró molesto, siseándote mientras se sacudía la arena de los hombros que le lanzaste.
----- Hora de irnos — avisaste poniéndote en cuclillas para que su cuerpo tapara tu vista.
Su rostro expresó una total confusión sin entender realmente lo que tus palabras trataban de decir, aunque fuera lo más simple del mundo.
----¿Qué? ¿Pensabas que nos íbamos a quedar eternamente aquí? ---- soltaste con una sonrisa, rascando tu mejillas gracias a la arena que comenzaba a picarte ----. Debemos seguir. No sabemos si ellos nos siguen buscando. Además, los dos queremos ir a distintos lugares, ¿No es así?
Diego se levantó al suelo sin decir ni una palabra, como siempre.
 Sus pies no se alejaron del mar y con tranquilidad comenzó a avanzar sin mirar hacia atrás haciéndote soltar un suspirar agotada. Te levantaste del suelo sacudiendo tu pantalones para intentar relajar tu enojo.
Dios, era como convivir con un maldito adolescente.
Tal vez... Tal vez lo era... ¿como sabes cual es la edad de un na'vi? Todos eran gigantes y para ti lucían exactamente iguales. ¿Tal vez sus expresiones?, ¿su rostro? Habías escuchado por el enfermo de Mark que podías saber la edad de un Na'vi debido al tamaño de sus colmillos y quién sabe qué otras mierdas. Pero... También sabías que Diego se veía mucho mas pequeño que un nativo adulto. Probablemente debido a la forma que vivió en los últimos años. La falta de alimentación podía haber afectado su forma de desarrollarse.
Tus ojos volvieron a él notando su mirada perdida en la lejanía, casi como si tratara de ignorarte.
----- Oye, Tigresito. ¿Cuántos años tienes? ---- Diego te miró mal, porque realmente odiaba ese apodo -----. Bueno, supongo que tendré  que adivinar... Mmm, ¿27..?
Su rostro se mostró indignado cosa que te hizo reír debido a su reacción exagerada.  A pesar de que Diego no hablara era bastante expresivo cuando lo tomabas con la guardia baja.
Carraspeaste intentando tranquilizar tu diversión. Tus iris se concentraron en su persona mirando de arriba a abajo intentando encontrar algo que te dijera cuánta edad podría tener tu compañero de aventura. Tal vez, la respuesta estaría en su rostro malhumorado que te miraba con atención.
----¿24...?
Rodó los ojos con molestia y eso te hizo fruncir el ceño frustrada porque él no te estaba ayudando a saber más de él. La única que hablaba eras tú intentando hacer mas ameno el viaje y siempre eras recibida por su exasperante y molesta actitud. 
Cuando ya estabas dispuesta a ignorarlo hubo movimiento de su parte que logró retener tu atencion. Sus manos se elevaron estirando sus cuatro dedos. tus ojos miraron con atención las enormes cicatrices que descansaban donde se suponía debía estar un meñique. Su expresión serena titubeó por un momento emanando un segundo de dolor y sufrimiento, aunque Diego rápidamente lo ocultó. Hiciste como si no notaste nada y prestaste atención a cómo sus manos empujaban hacia ti dos veces y luego simplemente elevaba dos de su dedos. 
Lo miraste extrañada ante sus acciones, intentando encontrar algún signifcado hasta que tu cabeza encontró la respuesta provocando que tus ojos expresaran sorpresa, pues... Era lo primero que sabías de él por su parte.
----¿20...? — murmuraste con suavidad.
 Era menor que tú... por tres años, pero seguía siendo menor. 
Hubo un silencio que parecía eterno, tus labios se sellaron y sus miradas no se alejaron de la otra. Comenzaste a ser consciente de que todo se estaba volviendo incómodo cuando sus orejas se agacharon y sus iris dorados intentaban mirar a otra parte avergonzado. Miraste al frente formando una sonrisa relajada.
— Que raro, juraba que por tu humor tendrías como unos cuarenta.
Su repuesto iba a ser obvia así que no dudaste en imitar su siseo, el cual se sincronizó con el suyo, saliendo en el mismo momento. Tus ojos lograron ver su expresión llena de sorpresa haciéndote reír. Levantaste tus hombros con indiferencia mientras tronabas tus dedos con una pequeña sonrisa presumida.
----- Qué te puedo decir, me he vuelto buena leyéndote.
Tal vez te estabas volviendo loca o tu vista te estaba fallando, pero estabas segura de que pudiste percibir una pequeña sonrisa que se formó en su rostro. Una llena de diversión debido a tu tonta imitación y aquello te hizo sentirte orgullosa, pues eras humana y traumada. Una pequeña muestra de aprobación sería suficiente para tu solitario corazon.
Para tortura de Diego aquella acción desencadenó una reacción y un mundo de posibilidades se abrió cuando decidiste seguir haciendo preguntas. 
Ninguna fue contestada, pero ahora el muchacho se permitía sonreír de vez en cuando ante las propias respuestas que dabas.
Por el camino era inevitable que tus ojos buscaran sus reacciones con curiosidad, casi con desesperación por una conviviencia sana. Pudiste ver distintas acciones, como por ejemplo su cola la cual se movía de un lado a otro mientras que sus orejas se movían en tu dirección con pequeños tics. No estabas segura de si era por los sonidos que creabas con tu risa o una secuela de su adicción.
Cuando la noche cayó no se detuvieron.
Caminaron bajo la noche estrellada y el extraño eclipse que simulaba la luna en este mundo.
 En todo el recorrido tú no paraste de hablar ni por un segundo. Así que cuando tu garganta había comenzado a doler habías decidido que sería bueno un momento de silencio. Tu ojos se concentraron en los alrededores que estaban tranquilos y sin ninguna señal de peligro, lo único curioso que había a su alredeor eran las pequeñas luciernagas de este mundo que volaban por enicma de la arena saliendo de las profundidades del bosque o selva.
El ligero sonido de chapoteo te hizo volver tu mirada a tu compañero el cual seguía caminando sobre la orilla del agua jugando a petear la espuma mientras sus pies se mojaban. Parecía tranquilo y su vista estaba concentrada en el brillo que emanaba el agua en sus pies. 
El aire fresco de la noche acariciaba tu cuerpo y provocaba que tú pelo volara junto con el viento causando que los vellos de tu nuca se erizarán debido a la desnudez de tu cuello. A él parecía no molestarle el frío a pesar de que su única vestimenta fuera aquella prenda pequeña y rasgada que se había amarrado alrededor de la cadera.
Siguieron.
Caminaron y caminaron sin detenerse ni por un segundo.
 Tú de vez en cuando sacabas una pequeña fruta y la metías en tu boca distrayéndote con el dulce sabor de esta misma. Al menos hasta que llegó el amanecer y tu estómago comenzó a gruñir por probar algún bocado, habías notado que se había vueto exigente desde que escaparon y ahora buscabas mucha más comida de la que se te ofreció por tanto tiempo. 
Tus pies se detuvieron y tu mirada fue a Diego quien estaba concentrado en el agua que mojaba sus pies. 
Te acercaste a él haciendo ruido con tus pies para no tomarlo por sopresa. Sus orejas se movieron y en segundos sus pupilas ya estaban atentas a ti. 
---- Creo que es hora de pescar, Tigresito ----. Avisaste mientras te detenías a su lado.
Como siempre él no dijo nada, pero tampoco esperabas una respuesta de su parte.
Te agachaste con una quejido, sintiendo tus rodillas doler para comenzar a desatar tus agujetas. Lanzaste las botas y quitaste tus calcetas para evitar que estas se mojaran. Comenzaste a doblar el pantalón y finalmente te adentraste en la orilla para buscar qué comer. Tus ojos miraron con atención a los curiosos pececillos que nadaban con calma a tu alrededor, como sino fueras a comertelos en cualquier momento. Buscaste a uno grande y que se viera apetecible, preparándote con la navaja en mano cuando uno logró captar tu atención. Te lanzaste hacia la comida atravesando al pesacado con tu navaja, lo sacaste del agua con esfuerzo y miraste a Diego con una sonrisa presumida el cual solo rodó los ojos ante tu actitud. 
De repente algo inesperado sucedió. El na'vi que te había estado mirando desde la orilla estaba a tu lado con su propia navaja en mano. Fue inevitable observar sus acciones con sorpresa, más a él pareció importarle poco pues ni siquiera te miró. Solo se concentró en buscar la presa perfecta. No querías arruinar el momento así que no dijiste nada y lo dejaste ser, esperaste atenta a sus acciones el cual ya se había lanzado a un pez y sacarlo con una sonrisa victoriosa haciéndote reír ante su cara orgullosa.
Te giraste a seguir con lo tuyo, siguiendo con la mirada a un pez amarillo y grande. Inclinaste ligeramente las rodillas lista para atraparlos de no ser porque una enorme criatura azul saltó enfrente tuyo robándote tu presa y todavía se atrevió a mirarte con una cara llena de altanería. Sus manos levantaron la presa sin esfuerzo pasándolo frente a tu cara en forma de burla encendiendo una llama ante la burla a tu orgullo.
---- Ohhhh, bueno, bueno, te vas a arrepentir ---- advertiste lanzándote al siguiente pez más cercano pinchándolo con tu navaja para lanzarlo a la arena ---- ¡Llevo dos!
Él se levantó de golpe elevando un pescado con victoria.
----¡Pxey! ----- festejó lanzandolo a la arena.
Lo miraste incrédula dejando salir una carcajada cuando lo escuchaste volver a hablar. No en un lenguaje que conocieras, pero a fin de cuentas estaba hablando y todo por un juego bobo de ver quién atrapaba más peces.
Sacudiste tu cabeza para salir de tu estupor intentando atrapar al siguiente pez sin pensarlo mucho maldiciendo cuando este escapó de tus manos. Te levantaste rápidamente a punto de lanzarte a otro de no ser porque una cola lanzó agua a tu cara cayendo en tus ojos y nublando tu vista. Después de tallar tus ojos miraste a Diego indignada quien tallaba tenía una sonrisa burlona en su rostro. Le lanzaste agua a su cara para enseguida golpear el pez en su mano causando que este lo soltara y el animal huyera a toda velocidad de ambos. Sus iris amarillos te miraron mal mostrando sus dientes en forma de advertencia, por supuesto, tú no tardaste ni un segundo en imitar su  expresión con una sonrisa divertida. 
Diego sonrió.
 Volvió a lanzarse  por otro pez y tú lo imitaste atrapando otro.
----¡Llevo tres!
----¡Tsìng! ---- exclamó con alegria, lanzando su propio premio.
Lo miraste un momento notando cómo ya estaba a punto de tomar otro pez y eso lo pondría mucho más cerca de la victoria que a ti, así que hiciste un poco de trampa y metiste tu pie en su camino para que cayera contra la arena. Te giraste a otro lado lanzándote a otro pez para al fin empatar esta competencia porque definitivamente no permitirías que este muchacho te ganara. 
----¡Cuatro! ---- cantaste burlona.
---- ¡Skxáwng! ---- gritó tomando tu tobillo para hacerte caer ---- ¡Jajaja!
Te levantaste del agua de golpe limpiando las gotas de agua de la mascara. Una vez que la limpiaste lo miraste fijamente salpicando agua a su cara sin dudarlo provocando que te mire indignado para después sonreír y también comenzar a lanzarte agua.
Lo minutos pasaron donde no dejaron de jugar y reír hasta que sus brazos se entumieron y sus respiraciones se volvieron agitadas. 
Fue un empate.
 Ambos terminaron cansados en la orilla del mar y totalmente empadados de pies a cabeza, el fuego fue encendido por ti mientras Diego quitaba las escamas de los pescados. 
Fuiste cuidadosa cuando tus manos tomaron el encendedor, intentando que Diego no se sintiera bajo amenaza por el pequeño objeto. Tus ojos se concentraron en la pequeña danza de la llama, el viento golpeaba tu cuerpo haciéndote sentir frío debido a que el atardecer comenzaba a caer. Tus dedos tomaron una hoja seca y con cuidado permitiste que esta se prendiera fuego. Tus hombros se relajaron al ver cómo poco a poco la hoja en tus manos se volvía cenizas y el fuego se avivaba conforme más avanzaba. Cuando tus dedos estaban a punto de quemarse lanzaste la hoja al montón de hojas de secas las cuales no tardaron ni diez segundos en prenderse en llamas.
Soltaste un suspiro para caminar hacia Diego y sentarte a su lado, alejada exactamente por un metro de distancia para no hacerlo sentir incómodo. Tus manos tomaron los pescados que ya estaban limpios y con calma comenzaste a encajar los palos en ellos para después ponerlos al fuego para que se preparen. 
Te preguntabas si en algún momento llegarías a cansarte de tanto pescado o tal vez, correrías con la suerte de que se volvería tu comida favorita, no sabias cuál opción tenía más probabilidad. 
Cuando el olor hizo agua tu boca no dudaste en sacar la comida del fuego para estirarla a Diego quien no dudó en tomarlo para comenzar a comer.  Mientras lo hacía su estómago gruñía una y otra vez provocando que una sonrisa divertida se formara en tu rostro, pues era gracioso ver como a pesar de tomar kilos de comida su delgado y flaco vientre no dejaría de exigir comida.
---- Sabes, creo que comes demasiado — iniciaste la conversación.
Aunque tu comentario fue grosero, no lo decías con esa intención.
Diego ya te estaba mirando con la boca llena. Sus mejillas se encontraban hinchadas debido al alimento como si estuvieea acumulándolo lo cual te hizo reír con diversión, pues te recordaba a un hamster gordo. Mordiste tu propio pescado asíntiendo mientras notabas que sus iris amarillos seguían atentos a tu persona.
----- Si y aún así siempre tienes más hambre, es sorprendente ----. Diego te miró unos cuantos segundos sin hacer ningún movimiento. Luego simplemente alzó los hombros y volvió a comer como si nada ---- es increíble tu elección de momentos para hablar.
 Volviste a morder tu comida, tomando otro pescado para entregarlo a Diego quien no tardó en tomarlo y volver a comer con su vista atenta al basto océano frente a ustedes. No lo pensaste mucho cuando seguiste la dirección de su vista sintiendo un vuelco en tu pecho cuando tus pupilas se encontraron con las enormes olas rompiendo contra la orilla. Tu cerebro se volvió consciente de que aquel mar era capaz de arrastrar a cualquier persona a sus profundidades sin posibilidad de salir, un escalofrío recorrió tu columna cuando recordaste la sensación del agua rodeándote. Decidiste que la mejor opción era alejar tu vista de ahí y centrar tu mirada en el fuego de la fogata. Sintiste cómo poco a poco la calma invadía todos tus pensamientos. 
Fue una hora de descanso, uno donde solo se dedicaron a comer y centrarse en sus pensamientos. Eso hasta que empezó a anochecer.
---- Bueno, iré por fruta — avisaste un tanto aburrida de no hacer nada — Tú puedes ir a ver el mar o lo que siempre haces, volveré en poco tiempo -----. Avisaste levantándote de tu lugar para adentrarte a la selva.
No lograbas entender la extraña plantación que había en este planeta. Realmente nunca le habías prestado atención porque siempre estabas cuidando el culo del idiota de Mark y ese estúpido siempre estaba encerrado en su maldito laboratorio. La única vez que saliste de las instalaciones te llevaron a mantenerte encerrada.
 No era tu culpa, tú habías advertido que era lo que no permitirías y ellos no te escucharon. Tu líder de escuadrón te diría que eres demasiado cabeza hueca y que siempre haces lo que quieres y si, pero, son ventajas de ser una de las mejores y tener conexiones. Tal vez todo había salido mal porque estabas lejos de ellos y por tu cuenta realmente no valías nada.
Estabas segura de que tu hermana te regañaría si te escuchara decir aquello acerca de ti.
Ignoraste tus pesares concentrando tu mirada en la vegetación para encontrar a unos escazos centimetros de ti lo que buscabas. La fruta roja brillante con sabor jugoso brillaba entre los arbustos llamándote cual dulce prohibido, estabas segura de que se volvería tu favorita en pocos días. No dudaste en ir a por ella y con rapidez metiste varias en tu bolsillo hasta que estos se inflaron cual mejillas de ardillas. Estabas tranquila hasta que todo se erizó y tu cerebro envió señales donde te advertían que algo andaba mal.
Alguien te miraba.
Había algo que te vigilaba en las profundidades de la selva preparándose para atacarte o tal vez intentaba ver si eras un peligro.
Si tuvieras un arma sería mucho más fácil para ti y te sentirías mucho más segura de lo que ahora te sientes, pero la vida era injusta y ahora solo contabas con un estúpido cuchillo que no sabías si podría protegerte de lo que sea que te estuviera acechando. Dejaste de arrancar las bayas y sin hacer ningún movimiento brusco te levantaste de tu lugar comenzando a caminar a la salida de la selva con pasos cuidadosos intentando hacer el menor ruido posible, aquella pesada mirada jamás dejó de estar encima tuyo. Cuando saliste a la playa miraste directo a la orilla donde Diego se encontraba sentado, sin hacer nada,  como siempre hacía después de comer. Tus ojos volvieron al fuego que ya había sido apagado y el esqueleto de cinco peces descansaban en la arena. Tu vista volvió al chico quien te daba la espalda con su vista fija en el mar. Caminaste hacia él con pasos tranquilos, lista para seguir avanzando por el largo camino que les quedaba.
Hiciste sonidos cuando ya estabas a unos cuantos metros de él para no tomarlo por sorpresa.
----Hey, hora de seguir ---- avisaste alejado a un metro de él.
Se giró de golpe casi saltando de su lugar cosa que a ti también te asustó pues habías hecho el suficiente ruido para no asustarlo y al parecer no sirvió de nada. Fuiste capaz de notar la ansiedad que llenaba su mirada. Pero eso no duró mucho pues sus ojos se volvieron dolidos, como si hubieras interrumpido una ensoñación que él necesitaba. 
Tal vez...
Tal vez era su abstinencia volviendo a atacar. 
----¿Todo bien? ---- preguntaste cuidadosa, mentalizando a tu cabeza a reaccionar por si de repente se volvía irracional.
Lo que tanto sospechabas se confirmó con una pequeña acción que te hizo sentir incómoda. 
Su mano se levantó y sus dedos rascaron el dobles de su brazo, justo donde estaba lleno de cicatrices de piquetes pasados. Te cruzaste de brazos mirando fijamente sus ojos mientras su respiración comenzaba a volverse inestable. Él asintió mientras se levantaba del suelo en segundos para alejarse unos cuantos pasos de ti, casi tropezando con sus propios pies por su urgencia. Hiciste lo mismo para hacerlo sentir cómodo intentando evitar una crisis nerviosa de su parte.
De repente fuiste consciente de que lo que habían avanzando en este corto lapso de tiempo se deslizaba de entre tus dedos. Era como ver arena suave  cayendo y siendo llevada por el viento, lo cual dejaste que sucediera. 
Realmente no se conocían de nada. 
Solo se estaban usando para saborear la libertad y sobrevivir en este basto mundo. Llegaría un momento en el futuro donde él volvería con su gente y tú volverías a donde pertenecías.
Lo que sucedió después de ese día fue la consecuencia de quién sabe qué. El silencio los rodeaba y la rutina se vio envuelta en la nula convivencia amistosa.
Ahora simplemente se centraban en caminar por la orilla de la playa. 
Él caminaba dentro del agua y tú avanzabas por la dorada arena sin detenerse ni por un segundo. Lo unico que no había cambiado y asegurabas que se había vuelto constante era aquella mirada insistente que siempre estaba encima tuyo. Advirtiendo a tu cerebro que los estaba estudiando para poder atacar cuando menos lo esperes y eso te estaba volviendo paranoica. Porque no era la única preocupación que agobiaba a tu cabeza sino también la insistente mirada que te dirigían desde la orilla del mar.
 Ambos te estaban volviendo loca.
Eran dos sensaciones de peligro que no dejaban de sobreestimular a tu cerebro y aquello te estaba comenzando a alterar. 
Por si fuera poco podías notar como el raciocinio de Diego se iba deteroriando con las horas. Sus tics se volvían cada vez más difíciles de ignorar, podías ver cómo comenzaba a rascar sus brazos, sus manos jalaban su cabello en un intento de control y a veces cuando nada de eso era suficiente mordía sus uñas con desesperación.  
Y todo debido a la abstinencia.
En este tiempo él ya tendría su dosis del mes y su cuerpo lo sabía perfectamente.
Seguramente aquello influyó en la distancia que ahora mismo mantenían. Su propio cuerpo haciéndolo sentir desesperado por la necesidad de calmar su adicción y por supuesto la situación de la última vez que realmente no entendías. Sabías que habías hecho algo mal por la mirada que invadió su rostro. Algo que se salía por completo de tus manos y tal vez también de las de él.
 Intentabas sentirte satisfecha con el solo hecho de estar segura de que no era tu culpa, porque realmente no habías hecho nada malo. Al menos no intencionalmente. Así que no vas a intentar resolver el problema y tampoco cuestionarías para ver qué lo acongobaja.
 Decidiste fingir que nada pasaba. 
 Fingir que todo estaba bien era algo que habías aprendido desde niña y tal vez por eso tu madre te amaba demasiado.
Tu mirada volvió al na'vi causando que sus ojos se encontraran. 
No sentías ningún peligro emanando de él, pero era incómodo el pensar que tal vez en un momento llegaría a acercarse y hablar. Así que para brindarte seguridad tu mano fue al cuchillo e intentaste engañar a tu cabeza de que lo que te preocupaba era que te atacara. 
Por supuesto eso no pasó.
Y se miraron... Se miraron por segundos qué parecían eternos con un clara y enorme distancia. Él en la orilla y tú en la arena.
Era extraño saber que podrías mirarlo por horas. Tal vez porque aquello se había vuelto parte de tu rutina en aquella celda en la cual se vieron obligados a convivir. Con el pasar del tiempo entender el sentir de tu compañero y empatizar con su situación se volvió facil.  Por eso mismo eras capaz de percibir la gran nube de tristeza y melancolía que lo rodeaba, así como fue fácil tener empatía por él también fue difícil ignorarlo. 
El na'vi se había uelto algo dificil de ignorar...
Tal vez porque te recordaba al pasado o porque estuviste confinado con él por largos meses e inevitablemente formaste un extraño vínculo.
Después de todo eras un humano y a veces necesitabas no sentirte sola pra vivir.
Así que te obligaste a ignorar el vacío de tu pecho por cuanto tiempo pudieras. Fingirías ser ignorante a las miradas insistentes y verías el vaso desbordarse. No harías nada hasta que comenzaras a ahogarte en la situación... 
Eso es lo que mejor sabías hacer.
Cuando llegó la hora de comer no se acercó y tú no lo llamaste para compartir el momento de comida. 
Parecía que cada uno tomó un papel sin decir alguna palabra. Mientras él pescaba tú te adentraste al bosque para buscar las cosas para la fogata y cuando volviste de tu pequeño viaje ya había un pez en una hoja de palma.
Apretaste la mandíbula intentando ignorar la incomodidad en tu pecho y simplemente te obligaste a ignorar el sentir. Le quitaste las escamas con tranquilidad y una vez que estuvo limpio comenzaste a preparar la fogata. 
Cuando la llama del encendedor surgió tus ojos se distrajeron en esta misma, imaginando que los problemas se convirtían en cenizas y eran llevadas por el viento lejos de tu cabeza. La insistente mirada del bosque desaparecía, la voz de tu hermana se alejaba, el mar se evaporada y Diego...
No sabías si hacerlo desaparecer te tranquilizaba o te ponía más de los nervios.
Cerraste tus ojos con fuerza intentando dejarte llevar por la calma.
Te obligaste a estar en tu habitación de la instalación, aquella habitación que te entregaron en tu primer día de llegar a Pandora. La música surgía a través de los audífonos mientras la luz cálida del foco iluminaba la habitación y ese estúpido incienso de lavanda qué adoraba tu hermana llenaba tu nariz calmando a tus hombros. 
Cuando terminaste el pescado dejaste el fuego encendido adentrándote al bosque.
Tus sentidos se concentraron en los alrededores un tanto nerviosa por aquella mirada que te vigilaba en las profundidades. Así hasta que aquellos frutos rojos fueron encontrados por tus pupilas, te acercaste con un pequeña pizca de alegría comenzando a arrancar varios del arbusto con aparente calma y cuando tenías los bolsillos llenos al igual que tus manos te sentaste en el suelo recargando tu espalda en un tronco de un enorme árbol buscando cualquier cosa que intentara hacerte daño, intentando no agobiar a tu cabeza con aquel vigilante entre los árboles.
Ibas a estar ahí un buen rato. Al menos para darle tiempo a Diego para que terminara de comer.
Sacaste tu navaja para ponerla encima de tu muslo mientras comías las bayas. Escuchaste sonidos lejanos de animales, entreteniendo tus sentidos en el sonido de las hojas bailar. Mirando insectos volar por ahí. 
Decidiste volver después de dos horas donde nada apareció.
Cuando saliste de la selva el muchacho ya estaba sentado en la orilla del mar y el esqueleto de siete peces estaba en la arena junto al fuego apagado.
 Soltaste un suspiro cansado ante la situacion. No estabas segura cómo decirle que era momento de seguir, si era correcto hablarle o no.
Decidiste tomar una rama y lanzarla hacia al mar. Funcionó porque él  no tardó en girarse y a pesar de que ambos tenían expresiones abatidas ninguno dijo nada. 
Tú le diste una señal con la cabeza  y él se levantó para comenzar a caminar.
Esta vez te alejaste unos cuantos metros de él pateando la arena mientras caminabas para entretenerte en algo y no concentrarte en tu pensar.
De repente a tu cabeza llegó el recuerdo de tus días en la celda... Tus labios comenzaron a moverse cantando en un suave murmullo cualquier canción que te llagara a la cabeza. Te entretuviste de esa forma a lo largo de esta pequeña travesía ignorando las dos insistentes miradas. Aquella que venía del océano azul y la que venía de las profundidades del bosque.
La rutina siguió por tres días.
 Tú te adentrabas al bosque, él se acercaba a comer cuando te ibas y cuando volvías él se encontraba a la orilla del mar mirando a la nada. 
No entendías su fascinación por él. Tampoco entendías esta repentina lejanía... O tal vez si, pero no querías prestarle atención. 
No querías centrarte en el na'vi cuando podías sentir cómo tus vellos se erizaban cada vez que rascaba su brazo. 
Te sentías segura intentando evitar encariñarte más de lo que ya lo había hecho tu cerebro por superviviencia. 
Iba a ser más fácil hacerle daño si él llegara a atacar. 
Ser cercanos y hablar haría mucho más difíciles las cosas para ambos en un futuro cuando deban separarse. Además no eras buena hablando, no sin sentirte vulnerable y ser vulnerable te haría cercana a alguien que en algún momento llegará a irse.
Fue así una semana más. 
Los pescados ya estaban a tu lado y los preparabas con calma mientras él, como era habitual, estaba en la orilla. 
Aunque esta vez algo fue diferente.
De forma repentina notaste cómo se levantaba de su lugar y sin mirar atrás se adentró al mar con calma. Tus manos titubearon un segundo, sin embargo, te obligaste a restarle importancia y concentrarte en preparar los pescados. Fue inevitable para ti que tus ojos se levantaran cada pocos segundos hacia él intentando no perderlo de vista. Fue así hasta que tu cabeza fue consciente que no se había detenido y aquello provocó que toda tu atención se centrara en él. Fue exasperante ver cómo cada vez llegaba a lo más profundo del océano. Llegó a tal punto donde solo podías ver encima de sus hombros y aquello accionó recuerdos en los cuales no querías pensar.
Fueron unos pocos segundos donde apartaste tu mirada para sacar los pescados del fuego, estabas segura de que no fue tanto tiempo, tal vez ni siquiera dos segundos. Pero cuando tus ojos volvieron al mar él ya no estaba por niguna parte y aquello provocó que te levantaras de golpe con tu corazón martillando contra tu pecho. Tus pies no dudaron en correr hacia la orilla, no pensaste mucho cuando seguiste avanzando al menos hasta que el agua llegó a tus caderas y eso te paralizó.
 No te ahogarías. 
No lo harías porquetenías  la máscara del oxígeno, pero el temor estaba ahí.
El terror  de qué pasará estaba ahí. 
Tomaste grandes bocanadas y con un inmenso miedo diste un ligero paso al frente. El mar reventó una ola y por alguna razón el sonido de está fue demasiado ruidoso hasta el punto de hacer doler tus tímpanos.
Tus manos habían cubierto tus oídos y de repente te diste cuenta que ni siquiera sabías su verdadero nombre. 
No podrías llamarlo.
No podrías hacerlo volver porque no sabías su maldito nombre.
Tampoco podrías ir a salvarlo porque estabas tan aterrada que no podías moverte.
 Una ola volvió reventando contra tu cuerpo y eso desencadenó un reecuerdo que tratabas de ignorar. La situación te estaba llevando al pasado y eso era aterrador. Eras valiente cuando se trataba de armas, cuando se trataba de alzar los puños eras increíble, pero no esto, no podías enfrentar algo que te aterró de niña, no ahora.
¿Entonces qué debías hacer?
Mordiste tus labios con fuerza y encajaste las uñas en las palmas de tus manos intentando forzarte a avanzar dentro del inmenso mar al que tanto pavor le tenías.
 Las voces de aquel día volvieron a llenar toda la playa, las personas gritando por ayuda retumbaban en tus oídos y el frío de la tarde te provocaban escalofríos. 
De repente tenías cinco años y estabas siendo llevada a las profundidades del mar. 
Podías oír gritos pidiendo que se detuviera y a pesar de que en ese momento personas intentaron ayudar está vez no hubo nadie. Te dejaron entrar a la boca del mar mientras tu cuerpo temblaba y tu cabeza te gritaba que volvieras a la orilla donde estarías a salvo. Tu corazón se aceleraba con ansiedad y estabas segura de que saldría de tu pecho en cualquier momento sino te detenías. Conforme te adentrabas tu ropa se iba empapando dejándote en claro dónde estabas y aquello provocaba que tu cerebro entendiera que te estabas adentrando más y más. Enviando señales de advertencia que comenzaban a agobiar a tus sentidos. 
Necesitabas volver a la orilla, pero si regresabas él  ya no estaría y tú quedarías sola... Otra vez.
----- ¡Oye! ----- gritaste sintiendo como el mar comenzaba a tragarte  ----. ¿¡Dónde estás!? ¡S-sal!
Tu vista comenzaba a cubrise con el agua y aquello te obligó a dar saltos para que tu cabeza pudiera sobresalir. 
No te ahogarías. No hasta que el oxígeno se acabará en la mascara. Aún así el pánico de que pronto tus pulmones se llenarían de agua no se iba de tu cerebro. Finalmente comenzaste a hundirte y esta vez ni siquiera tus dedos que se estiraban a la superficie pudieron sentir el viento en ellos. La oscuridad a tu alrededor te llenó de terror y a pesar de que sabías que había plantas que brillaban no podías verlas... Lo único que lograste percibir fue esa mano que te arrastraba dentro del mar.
----¡Volvamos a la orilla! ---- gritaste intentando empujarte a la superficie ---- ¡V-vamos a la orilla!
Tus pies dejaron de tocar el suelo y tus manoteos fueron inútiles cuando solo podías sentir agua y más agua. Tus ojos se abrieron aterrados cuando ya no veías más el cielo y solo veías un azul oscuro que te rodeaba. 
Comenzaste a llorar desesperada cerrando tus ojos con fuerza mientras cubría tus oídos con fuerza.
----- P-por favor... P-por favor mamá... V-volvamos a la orilla... Por favor, mamá ---- susurrabas mientras ignorabas todo lo demás.
Tu cintura fue tomada con fuerza y tu cuerpo fue expulsado hacia la superficie sacándote de golpe del mar. El viento frío golpeó contra tus hombros y tus manos se aferraron con fuerza a lo que sea que te estuviera sacando. Cuando entendiste que alguien te había salvado abriste tus ojos encontrando unos iris amarillos llenos de furia.
----¿¡Fípo keye!? ---- gritó en un idioma que definitivamente no entendías para nada ----. ¡Ke omu'm kayna! ¿¡Peyfa pelun!?
La impotencia burbujeo en tu pecho y tu entrecejo comenzó a doler debido al llanto que intentabas detener. Tu frustración explotó y tus manos golpearon su pecho con fuerza haciendo callar cualquier sonido que saliera de su boca.
----¿¡Qué te pasa!? — reclamaste con voz rota — ¡N-no puedes simplemente hundirte y desaparecer!---- gritaste mientras el enojo se instalaba en tu pecho sin dejar de golpearlo porque no sabías cómo regularte o qué reclamar----. ¡N-ni siquiera sé tu nombre para gritarlo! — algo que salió sin pensar — ¡N-no podía llamarte!
Mordiste tus labios soportando las lágrimas para que no bajaran más por tus mejillas y te pusieran en una situación mucho más vulnerable de lo que ya estabas.
---- N-no podía llamarte porque... — ¿tiene tanta importancia? — N-no sé tu nombre...
Tal vez solo querías volver a hablar y buscar cualquier cosa por reclamar... porque había cosas mucho más importantes que saber su nombre.
Por supuesto, él guardó silencio.  Nadó hacia la orilla sin decir alguna palabra haciéndote sentir estúpida por romperte. Así que cuando tu ya podías tocar arena no dudaste en alejarte de él para calmar tus nervios. Saliste del agua y te sentaste en la orilla para cubrir tu rostro y evitar sus insistentes ojos amarillos.
El muchacho salió del agua y podías sentir cómo se había sentado cerca de ti. La vergüenza comenzó a invadirte y luego te llenaste de enojo interno porque si lo pensabas bien te veías estúpida. No había razón para querer llorar por esto, no había razón para reclamarle el no saber su nombre. Pudiste haberte enojado por otras cosas, pudiste haber esperado a que saliera del agua en lugar de haberte lanzado al mar y buscarlo con desesperación. Tal vez fue todo el estrés acumulado que llevabas cargando a lo largo de estos meses que explotó en este momento debido a situaciones similares.
Eran dos desconocidos abandonados acompañándose en este mundo solitario y no veías por qué desquitarte con él de tus traumas. 
Estabas a punto de decir que tiene que olvidar todo lo que ocurrió y pedir que ambos actúen como si nada pasó hasta que una voz interrumpió tus palabras.
— Lo'ak.
Tu corazón se detuvo unos instantes. Tus pupilas miraron a tu costado con un semblante aturdido encontrándote con sus brillantes iris dorados.
----¿Qué...?
----Mi nombre es Lo'ak.
8 notes · View notes
nevenkebla · 4 months ago
Text
Que nos vamos de vacaciones
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Fantastic Four (1961) #64 Stan Lee, Jack Kirby (Autores)
— Reed Richards: ¡Por amor de Dios, Sue, usa la cabeza, para variar! ¿Cómo vamos a descansar, relajarnos ni un solo instante, mientras el peligro sigue presente? Como líder de este temperamental equipo, debo hacer mi trabajo, mal que me pese. — Susan Storm: Claro, Sr. Richards, grítame. ¡Vamos, compórtate como el típico marido! Solo te falta poner un enorme cartel en Times Square que anuncie que nuestra luna de miel se ha terminado. Antes de casarnos, jamás me habías hablado de esta manera. — Reed Richards: ¡Lo siento, Sue, cariño! Sabes que no querría hacerte daño por nada del mundo. Supongo que tienes razón. Necesitamos tomarnos un descanso; llevamos toda la semana que saltamos a la mínima. Ahora que ya hemos cerrado la puerta dimensional, es hora de que nos tomemos unas vacaciones. — Susan Storm: No quiero ser una esposa agobiante, cielo. Es solo que no puedo evitar preocuparme por ti. Quiero que entre nosotros todo vaya tan bien como antes. — Reed Richards: Las cosas siempre serán así, cariño. Te quiero… ¡Y cada día más!
— Ben Grimm: ¡Se acabó! Como si no fuera suficiente que me uséis de grúa humana, encima tengo que seguir escuchando esas cursiladas. ¡Me largo de aquí! — Reed Richards: Lo siento, viejo amigo. Me había olvidado de que seguías aquí. Ya puedes dejar eso donde quieras. Y ve a hacer las maletas, grandullón. ¡Que nos vamos de vacaciones! — Susan Storm: Voy a buscar a Johnny, a Crystal y a Tritón, y a darles la buena noticia, querido. — Reed Richards: Yo no voy a decir nada. Seréis vosotros quienes elijáis dónde vamos.
16 notes · View notes
samuxel · 5 months ago
Text
Mas de él y menos de mi
Mi alma pide descansar en ese Dios que me creo. Mis latidos lloran desesperados porque sean escuchados y los calmen.
Siempre había pensado que no podía estar cerca de Dios, por alguna razón creí que era incorrecto clamar a él en medio de mi agonía.
Hasta que lo hice, en mis últimos momentos, en que mis pensamientos sofocaban el anhelo de poder vivir.
Mi oración se repetía una y otra vez, aun recuerdo el momento, mis palabras y ese encuentro en el que el tiempo se hizo eterno.
Aun lo recuerdo...
Mi alma pide cada día mas de él y menos de mi. Al fin alguien que siempre creyó en mi, pude decirle que si.
13 notes · View notes