#Ella no era mala
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𝐿𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 𝑟𝑜𝑡𝑜 💔
Ella ya no te escribe tanto. Te amaba, le importabas, habría dado todo por ti, pero la alejaste con tu indiferencia y tus tonterías. No te diste cuenta de que ella era diferente. Fue fuerte para dejarte ir y permitirte ser feliz en el lugar que elegiste. ¿Sabes cuánto dolor le causaste? ¿Cuántas noches sin dormir pasaron pensando en ti, llorando, preguntándose qué hizo mal? No, no lo sabes.
Ya no te dices las cosas bonitas de antes. Se tarda en contestar, no porque quiera castigar, sino porque ahora ha puesto sus prioridades en orden. Antes, tú eras todo, incluso más que ella misma. Pero aprendió a no esperar nada de ti, a no anhelar un "buenas noches, amor" o un "buenos días, mi vida". Siguió adelante, aprendió a reír, a salir, a divertirse, ya se dio cuenta de lo hermosa que es.
Ella era increíble, ¿no? Qué pena que sea demasiado tarde, porque ya la perdiste. Hubo un tiempo en que eras su mundo, la razón de su sonrisa, su todo. Así que no vuelvas con tu "te extraño", porque, aunque ella te siga amando como el primer día, ya no confía en ti ni en tus palabras. Ahora teme emocionarse por un mensaje tuyo, temiendo que sea solo otra mentira.
La mujer que habría dejado todo por verte sonreír, que se sentía como una niña enamorada de ti, sin importar nada ni nadie… la dejaste ir. Ella no era mala; si la hubieras conocido bien, te habrías dado cuenta de que vivía por ti. Y ahora, la dejaste con el corazón roto.
#𝐿𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑎𝑠𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜𝑛 𝑟𝑜𝑡𝑜#tumblr#escritos#frases#palabras#texto#citas#vida#foto#autoestima#Ella no era mala#texto español#eras su mundo#la razón de su sonrisa#su todo
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Narnia tampoco tiene personajes que me caigan bien pero tienen a Tilda de Elsa malvada 🧎🏽♀️
#era MALA en serio y tenía lookazos#hagan un spin off de ella. basta de los hermanos británicos esos
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me tuve que contener de decirle a una compañera que se calle mamita
#estabamos hablando de las prácticas y que vamos a observar con mi compa y no se si se daba#cuenta o no pero tiraba una mala onda: que cuando ella curso no era asi que la escuela que elegimos la habia tenido ella y que eran muchos#me la estaba asustando a mi compañera y a mi se me iba a saltar la termica
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el otro dia me habló un chico que era amigo mio hace unos 9 años y fue super raro pq no se si me habló como si el tiempo no hubiera pasado o cómo si hubieramos tenido contacto seguido en estos últimos 9 años o como si me estuviera hablando por primera vez en su vida. yo le hablé con el mismo tono que él me habló igual así queeeeee
#es que él era novio de mi mejor amiga de la secundaria#y ella creía que él gustaba de mi o que yo me lo quería robar#but i just thought he was being nice to me do i was nice to him right back#y ahora despues de 10 años me doy cuenta que capaz el pibe tenia otra intencion#pero no se#eramos re amigos nosotros tambien onda#él y yo al igual que mi amiga con mi novio. eramos los 4 fantasticos osea#ANYWAYS yo los ayudé a cortar con au relación que era mala para los 2#y ella se enojó de que yo le siguiera hablando a su ex (entendible) así que le dejé de hablar#and now he's back..... like nothing ever happened.... like time didn't pass#creo que sólo estoy viejo y nostalgico ya. y apenas tengo 25
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"Vaya vaya, este lindo pirata cibernético sabe ligar, me gusta, se nota la experiencia." agrega, siguiendo los pasos ajenos e inclinándose sobre la mesa hacia él, dejando ver parte de su escote para mayor diversión. "Pero temo decir, cariño, que tu preciada munición te costará más que unas simples palabras." sus labios se curvan en una expresión traviesa, alzando la zurda a la altura de su rostro, tocándolo con una suavidad única, y porqué no, desesperante también. La vida en los distritos y el sacrificio de su madre por brindarle una mejor vida desde que nació provocaron en Hyewon buscase una forma de ayudarla para que no continuase desgastándose física y mentalmente, usando su belleza para iniciarse en el espionaje y tareas en secreto, ganándose la reputación de una de las mejores francotiradoras de la zona. Debido a esto, el coquetear le salía de manera natural y en especial si la persona frente a sus ojos era de su tipo. "Intenta negociar conmigo y si eres lo suficientemente bueno tendrás un regalo." su mano se aferra al mentón ajeno y le atrae hacia ella, lo suficiente para poder perderse en esos preciosos y únicos ojos. Más tarde le enviará a Doom un mensaje de agradecimiento por presentarle un muchacho tan bello. "¿Te atreves, ángel? ¿O prefieres pagar el precio completo?"
Está acostumbrado a ser el centro de atención en la población de vida galante, porque todas y todos decían que era un sujeto gentil y agradable, que los hacía sentir amados dentro y fuera de la cama. Por ende, no le resultaba tan raro que la muchacha le hablase con un coqueteo sutil en sus vocablos, consiguiendo una risa de su persona. - —Sé que lo harás bien, hermosa — -no tarda en seguirle la corriente, apoyando las palmas sobre la mesa y mantiene el contacto con todos los movimientos de la muchacha. - —Ahora cualquier imbécil se cree revolucionario, estos grupos minúsculos van a llevar a la quiebra a los nuestros — -a él no le importaban los pro-androides o los pro-humanos, simplemente le interesaba mantener su zona a salvo y que pudiesen sus padres vivir humanamente sin tener que volver a vender sus órganos o matarse de hambre. La serpiente en su prótesis izquierda se enciende un verde esmeralda, indicando la dosificación de su medicamento y extiende la misma hasta la chica para tomar una de las balas. - —¿Por guapo me llevaré un descuento en tu ultimo lote? — -pregunta con la misma sonrisa coqueta, jugando con la bala entre sus dedos. - —Aunque debería pagarte a ti por simplemente venirte a ver.
#cabello platinoooo 😭#me encanta porque contrasta tanto con el rojo de hyewon??#son muy inconfundibles pero hermosos 😭#( dialogue: jun hyewon )#mikrokosmcs#( dynamic ♡ suyeong & hyewon )#( verse ❀ deus ex machina )#taba pensando que al final ella se crió solita con su mamá#que pues bueno tuvo que hacer muchas cosas para que su hijita sobreviva(?)#me gusta la idea también que su papá era un hombre de la ciudad que le dijo jaja salu2 cuando la señora le dijo que estaba embaraza(?)#y hyewon ya de grande comenzó a tomar trabajos de espionaje y/o encargos para que su mamá no se esfuerce más 😭#así que sabe mucho... de todo... cosas buenas y malas... ahí lo dejo(?)#necesitamos que los padres de sully la conozcan y aprueben too (??
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Margaritas Podridas
Anteriormente no lo vi necesario pero tal vez sea bueno contarles por qué se salieron miembros pasados de Margaritas Podridas. Para contextualizar, empecé mi proyecto cuando tenía 16 años subiendo canciones a bandcamp. Después invité a otras personas a colaborar. La primera alineación éramos Sofía, Rafa y yo, y aunque Sofía dejó la banda a veces toca con nosotros. Después se unió Esli y Poncho. Él no tenía tanto compromiso con la banda, ya se había salido antes pero regresó con la condición de que tocara batería la mitad del set, porque Rafa ya había compuesto nuevas canciones en guitarra y quería tocarlas. Esa dinámica no funcionó, y Rafa volvió a la batería. Después de una mala experiencia y falta de responsabilidad sacamos a Poncho y probamos a un guitarrista nuevo que conocimos en Seattle. No fue parte de la banda ni grabó material. Cubrimos los gastos y su paga. No tuve nada con él, yo tenía novio y él hablaba con Esli. Decidimos que no queríamos seguir tocando con él y Rafa quiso pasarse totalmente a la guitarra.
Eso provocó una discusión y Rafa y yo nos fuimos. Después de unos días los tres volamos a Los Ángeles y tocamos con Eru en batería. Ya habíamos tocado con él antes y sonó súper bien. Le dije a Esli que se quedara, pero decidió mudarse y ya no seguimos tocando con ella. Poncho aún tenía visa y le ofrecimos tocar. Grabamos Tornillo y a todos nos gustó. La canción es de Rafa y mía, y no era necesario que grabara Poncho, solo Rafa y yo estamos en la disquera. Renovamos las visas de trabajo, que nos costó mucho conseguir (miles de dólares) y dijo que se iba a salir al día siguiente. Me dijo que no escribiera canciones sobre ciertos temas, y para mi no es condicionable mi libertad creativa porque la música es para eso.
Fuimos amigos. Le presté mi guitarra cuando rompió la suya (que no es mi obligación, es su responsabilidad), diseñé el logo y una portada de su banda sin créditos. Nos apoyábamos mutuamente y la pasábamos bien. Las canciones que grabamos antes son de ambos, y el bassline de Muñeca solo lo hice siguiendo el riff principal. Fuimos adolescentes que hacían cosas de adolescentes, y evito contar cosas personales por respeto. Traté de quedar bien con él antes, pero no quiso. Tengo derecho a sentirme enojada y triste, pero ya no quiero estarlo. No les voy a dar gusto a todos y tengo que vivir con eso.
Una vez no le dimos acceso a la novia de Poncho de entonces porque Esli no quería tener contacto con ella, ni yo. Me disculpo si no maneje las cosas de la mejor manera. La privacidad y los procesos de cada quien son importantes. Para mí también fue difícil ver a Rafa con otra persona, por eso tomé distancia de sus círculos sociales y él respetó mi espacio. Mi pareja ha entrado a mi camerino porque es un artista reconocido y lo abordan mucho, pero antes no era buen momento así que no volvió a hacerlo hasta que todo estuvo más calmado. Actualmente lo hablamos y todos estamos bien.
Agradezco a mis ex compañeros a pesar de todo por las experiencias que vivimos. Tal vez no sea suficiente para ustedes, pero ya es suficiente para mí. Quiero paz y que todos estén bien. Todos tomamos nuestras decisiones voluntariamente.
(Texto actualizado con respecto a la alineación original y cambios)
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Cómo le jodía la pierna mala. Chilli fingía que no era nada, pero le jodía tanto que la tenía de un mal humor que no sabía disimular. Margarita la mandó a la mierda dos veces esa pura mañana.
Ahora estaba más tranquila, sin embargo, ejercitándose en un lugar cualquiera mientras veía a la gente pasar. Cuando hace un sonido para llamar a alguien, se encuentra con las piernas flexionadas en noventa grados con la espalda contra una pared.
"¡Hey! Sorde, a ti te llamo. Ven, ven-ven," indicó, con un gesto. "Si me ayudas a pararme, te... uh, doy algo." ¿El qué? Ni ella lo sabía aún. "¿Estás complete?" preguntó, solo por hacerlo.
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Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
#enzo vogrincic#pipe otaño#la sociedad de la nieve#society of the snow#matias recalt#blas polidori#lsdln x reader#aaaaaa#esteban kukuriczka#x reader
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Una tarde tranquila - Enzo Vogrincic x Reader
Pairing: Enzo Vogrincic Advertencias: ¿insinuaciones? Solo fluff
Era un miércoles por la tarde. El sol brillaba aun a estas horas de la tarde, era verano y los días se habían alargado por lo que el sol no llegaba a irse del todo. Además hacia un calor que calentaba las zonas áridas, por lo que tu novio, Enzo, y tú habías decidido quedar en el parque, donde regaban el césped y había una fuente donde los niños se bañaban.
Os sentasteis sobre el césped aún seco y empezasteis a hablar sobre la nueva película que había empezado a rodar. Un drama sobre un avión siniestrado en los Andes. Su personaje se moría por lo que no podías dejar de burlarte, pensando que solo sería otro cameo de los suyos. Otro extra que moría de fondo, pensabas. Pero esta vez te equivocabas. De hecho te lo explicaba mientras tu desplegabas la manta para sentaros.
Este tiene mucho recorrido, seguramente hasta el final de la película. - sonrió altivo.
Quizás no te echan porque les da pena decírtelo. - una vez estirada os sentabais sobre ella y sacabais lo que habías traído para merendar, organizando un pequeño picnic.
Muy graciosa - dijo riendo sarcásticamente.
Decidiste hacer fresas con chocolate para que cubrir los antojos de tu novio desnutrido. No podía comerlo, pero no tenían porque saberlo, además, Enzo nunca te decía que no, ya que te veía preocupada. él había traído coco cortado y frutos secos. Pero, a última hora, compró dulces porque sabía que te encantaban las gominolas. Tú también decidiste traer algo más cuando lo viste en la panadería, unas galletas caseras con frutos secos.
Enzo cogió una galleta y se la llevó a la boca. Su flequillo le cubrió la frente y tú se lo colocaste detrás de su oreja.
Estas precioso hoy, espero que no te hayan agobiado mucho las mujeres por el camino. - cogiste una fresa y la rodeaste con tus labios. Enzo cogió aire al verlo. El jugo te caía por los labios y el chocolate cubría tu boca como un delicioso pintalabios. Era un hombre después de todo, no podía resistirse a tus encantos.
Te besó suavemente, saboreando el gusto de tu boca. Fresa, chocolate y tú. No era mala combinación.
Y algunos hombres. - admitió avergonzado. Aún no había triunfado con su film y ya se echaban sobre él. Tú reíste, apoyándote en tus codos para tumbarte al igual que hacía él.
Aunque no daba mucho el sol donde os habíais tumbado, se te podía ver el pecho saliendo de las copas de tu sostén por debajo de la blusa blanca transparentosa. Traviesa, habías decidido llevar un sostén rosa pastel para que Enzo se muriera al verte. Pero esta vez, aun que lo había notado, te miraba melancólico a los ojos y besaba tus labios sin una pizca de lujuria, sino que con cariño. No era inusual, ya que la debilidad de su cuerpo en ayuno lo ponía más cursi de lo normal. Así que lo disfrutabas en silencio, como si fuera un cervatillo y en cualquier momento pudiera asustarse.
Te quiero - simplemente dijiste.
Yo también te amo. - dijo él con los ojos cerrados a la vez que acariciabas su mejilla.
Ayer te había mandado un mensaje de lo mucho que te quería y de lo importante que eras en su vida. Le había parecido necesario debido a que una de las escenas de la película lo había puesto sensible. La escena donde Liliana Methol moría.
Y justo cuando os ibais a dar un beso, se conectaron los aspersores y os mojaron enteros. Por suerte, tu falda vaquera no dejo ver nada, pensaste mirándola. Levantaste la cabeza y viste a tu novio mojado, con sus músculos rígidos bajo su remera blanca y su pelo semi-largo mojado sobre su frente. Tragaste saliva. Tu tampoco eras inmune a la belleza de ese hombre.
Te dieron ganas de llevártelo a casa y hacerle suplicar por ti. Pero te acordaste de que hoy era un día tranquilo para él.
¿Podemos ir a casa? - se mordió el labio. Quizás al final no estaba tan tranquilo.
#enzo vogrincic#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic x you#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic one shot#lsdln cast#lsdln#la sociedad de la nieve#the society of the snow
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Aquí un corto de D-16 soñando con Sentinel, antes de la carrera de Iacon.
D-16 disfrutaba cuando el flujo de pensamientos, mientras se recargaba, lo conducía a este escenario. Claro, como un bot minero y sin su engranaje, no contaba con su hardware de interfaz.
Pero podía soñar con que, si las tuviera, sería justo como lo estaba imaginando ahora.
Admiraba a Sentinel Prime; para él, era el mejor de todos los Primes, solo superado por Megatronus, claro. Sin embargo, no podía evitar que Sentinel invadiera sus pensamientos. Agradecía que Pax estuviera del otro lado, recargándose al igual que los demás, porque odiaría que lo despertaran de su recarga justo en ese momento.
— D-16... —gimió el Prime, mientras abría las piernas de manera provocativa, revelando el tentador tesoro entre ellas, invitando al minero a tomarlo.
Era una válvula hermosa, no, perfecta. Por supuesto, Sentinel no podría ser menos que perfecta.
Le había ordenado al Prime tocarse, dándole a D-16 la vista perfecta para que su púa se presuriza.
El bot más pequeño se colocó entre las piernas del Prime y comenzó a frotar su púa contra esa encantadora válvula, que ya soltaba una generosa cantidad de lubricante.
— ¡D-16! —gritó Sentinel mientras el minero lo penetraba.
D-16 sonrió al escuchar su designación salir de los encantadores labios del Prime.
Sin decir más, tomó el casco del bot azul con su servo y lo acercó al suyo, ahogando los gemidos de Sentinel en un beso necesitado y hambriento.
[...]
— ¡D! ¡Despierta! —gritó Orion, golpeando el casco de su amigo para sacarlo de surecarga.
D-16 abrió sus ópticos de mala gana. Siempre lo despertaban justo cuando las cosas empezaban a ponerse buenas.
....
English.
...
D-16 enjoyed when the flow of his thoughts, while recharging, led him to this scenario. Of course, as a mining bot and without its gear, it did not have its interface hardware.
But I could dream that if I had them, it would be just like I was imagining now.
He admired Sentinel Prime; For him, he was the best of all the Primes, only surpassed by Megatronus, of course. However, he couldn't stop Sentinel from invading his thoughts. He was grateful that Pax was on the other side, recharging like the others, because he would hate to be woken from his recharging right then.
— D-16... —the Prime moaned, as he opened his legs provocatively, revealing the tempting treasure between them, inviting the miner to take it.
It was a beautiful valve, no, perfect. Of course, Sentinel's couldn't be less than perfect.
He had ordered the Prime to touch himself, giving D-16 the perfect view for his spike to pressurize.
The smaller bot positioned himself between the Prime's legs and began to rub his spike against that lovely valve, which was already releasing a generous amount of lube.
—D-16! —Sentinel shouted as the miner penetrated him.
D-16 smiled as he heard his designation leave the Prime's lovely lips.
Without another word, he grabbed the blue bot's helmet with his servo and brought it close to his own, drowning Sentinel's moans in a needy, hungry kiss.
[...]
—D! Wake up! —Orion shouted, hitting his friend's helmet to get him out of charge.
D-16 reluctantly opened his optics. They always woke him up just when things were starting to get good.
____________
*Espero y les haya gustado
*I hope you liked it
#transformers one#transformers one d16#transformers one sentinel prime#tfone#tf one#sentinel prime#d 16#transformers#megsen
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Una hija triste
Ella decía que me amaba,
me miraba enardecidamente cada vez que le decía que no era así.
Desde niña, la nostalgia invadía mi corazón,
el dolor de saber que todo siempre sería mi culpa.
Ahora no sé quién o qué soy,
he perdido toda esperanza de ser amada como deseo.
Aislada de mi propia familia, el seno materno
suele ser más amargo de lo que podemos imaginar.
Siempre golpeada, siempre humillada, ultrajada,
siempre la burla de un amor sincero.
Pelear por el amor de un hombre
es menos doloroso que pelear por el amor de tu madre.
Ver cómo defiende a tus hermanos como nunca lo hizo contigo,
cómo la mejor comida, las mejores prendas, zapatos, tratos,
todo es para ellos.
Siempre siendo madre con ellos,
pero nunca conmigo.
Siempre siendo madre de todos,
menos la mía.
Supongo que no sientes la soledad tan profunda,
tan sin propósito como cuando ni siquiera tú mismo puedes amarte.
¿Pero cómo amarte?
Si no sabes cómo se siente amar.
Si no sabes cómo es ser amado.
Si no sabes qué es el amor.
Una ex pareja me dijo antes de irse lo valiosa y hermosa persona que era,
pero lo que más me impactó fue que no era una mala hija.
¿Alguna vez alguien me había entendido tanto como para decirme eso?
Me siento sola,
me siento triste.
Cuando era niña no podía describir mis sentimientos más allá de la frase:
"Nadie me quiere."
¿Se imaginan?
20 años sintiéndome sola.
-Mala poesía
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Ya está listo el tercer Capítulo de Mi Au de el Asombro circo digital, "El increíble circo del Limbo" la foto no es mia, Créditos de la foto: endomentendo.
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*Pomni estaba en frente del dormitorio de los hombres, estaba allí para pedirle a Jax que le ayudara a hablar con ese tal Kaufmo para saber si era cierto que existía una salida de ese lugar.
Estaba por tocar la puerta cuando Kinger la abrió
-
Pomni & Kinger:
Ha!
-
*Ambos se asustaron Pero después se tranquilizaron*
-
Pomni:
Disculpa no fue mi intención asustarte
-
Kinger:
Digo lo mismo, nos vemos!
-
*Kinger empezó a caminar mas de prisa, Pomni observo dentro del dormitorio de chicos y Jax estaba jugando con Caíne, cuando devolvió la mirada a dónde estás Kinger vio que este estaba entrando al cuarto de castigo y que había dejado la puerta abierta, así que decidió pasar de Jax y se diriguio a dicho cuarto aprovechan la oportunidad*
*Al llegar camino despacio para no llamar la atención de nadie, Pomni al ver el lugar lo analizo con cuidado ya que le parecía extraño, la zona de la entrada era un lugar alto, pero bajando habían como una especie de pueblo y las paredes estaban pintadas para asemejar el bosque que se encontraba afuera de circo dando la ilusión de que estaban en el exterior, las casas parecían bloques de construcción para niños pero muy grande.
Antes de poder seguir viendo el lugar, Pomni vio a Kinger y decidió seguirlo, al bajar, Pudo ver qué una mujer estaba hablándole a varios bloque de construcción como si tuvieran vida propia, estaba por acercarse a ella para oir lo que decía pero al ver que kinger se detuvo frente a otra mujer paso de ella y se acercó con cuidado a el*
-
Kinger:
Cómo has estado?
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???:
Oh? Eres tu otra vez, me alegra volver a verte
-
*Pomni se detuvo se escondió detrás de un árbol artificial del lugar y escucho a Kinger hablando con la mujer
-
Kinger:
Han presentado mejoría?
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???:
No mucho en realidad, Gloink sigue pensado que es una reina y que sus juguetes son sus súbditos y Kaufmo se retrajo y ya no quiere hablar conmigo
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Kinger:
Que hay de los otros?
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???:
Caíne me advirtió la última vez que no bajara a los pisos infieriores ya que tiene un plan para el resto
-
Kinger:
Ya veo, aún así me alegra ver qué estás bien
-
*El reloj de Kinger sonó*
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Kinger:
Lo siento me tengo que ir, no puedo pasar mucho tiempo aquí
-
???:
Lo sé, Aún asi gracias por venir, nos volveremos a ver?
-
Kinger:
Claro que sí, hasta pronto
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???:
Adiós
-
*Kinger se empezó a retirar del lugar, Pomni pensó en ir a ver a ese tal Kaufmo y se escondió mejor para evitar que Kinger la viera, después de de que este pasará, algo hizo que ella alzara la voz de un susto*
-
???:
Hola, eres amiga de Kinger?
-
*La mujer con quien había hablado Kinger había visto a Pomni y se acercó para saludarla, ella se asusto ante el saludo y Kinger volteo dándose cuénta y llendo a dónde estába Pomni*
-
???:
Kinger, porque no me presentas a tu amiga
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Kinger:
Oh! Ella es Pomni, acaba de llegar recientemente, no te preocupes no es una mala persona
-
???:
Me alegra
-
Kinger:
Pomni, te importa acompañarme?
-
Pomni:
Por supuesto que no
-
Kinger:
Nos vemos otra vez
*Kinger se retiró junto con Pomni, al salir, ella intento excusarse*
-
Pomni:
Yo, lo siento, no quise
-
Kinger:
Está bien, querías ver a Kaufmo verdad?
-
Pomni:
como lo sabes?
-
Kinger:
Escuché tu conversación con Jax cuando estaba jugando ajedrez, sin embargo debo decirte que Kaufmo no está muy bien ahora mismo
-
Pomni:
Que fue lo que le pasó? Y que pasa con esa mujer? Porque está allí?
-
Kinger:
Ella era una de nuestras amigas, al principio, Caíne, Shira, Gloink y Yo nos encontramos en el bosque del inicio, con el paso del tiempo a Gloink se le ocurrió la idea de crear un lugar para que los extraviados llegaran, Caíne y yo no estabamos de acuerdo, ya que al no saber cómo funcionaba este lugar y el poder crear cosas de las cenizas pues...
Era muy peligroso, No teníamos ni idea de como controlar a alguien si quisiera iniciar un conflicto y hasta que punto podría llegar a escalar, sin embargo Shira apoyo la idea y al final caine y yo aceptamos.
Después de crear el el circo, empezó a llegar gente, sin embargo, Gloink pues, empezó a ser mas avariciosa, quería controlar a los demás y para cuando la confrontamos ya era tardé, había creado varios lugares subterraneos en el circo y aun no conocemos mucho de ellos
-
Pomni:
Espera, y que paso con la gente que llegó?
-
Kinger:
Estában atrapados allí, intentamos ayudar a varios pero...
Cuando llegamos simplemente habían desaparecido
No sé porque pasó realmente, Pero tengo la hipótesis de que si pierdes la esperanza en este lugar, puedes desaparecer, sin embargo, no sé si sales de aquí a otro mundo o simplemente dejas de existir
-
Pomni:
Y Shira?
-
Kinger:
Ella entro en depresión...
Después de que esas personas desaparecieran y Gloink eloqueciera, pensó que todo esto era su culpa y empezó a cuestionarse todo lo que había hecho
Se perdió en sus pensamientos y aunque no sé si te lo abra dicho caíne, El tiempo no pasa igual para cada persona
Cuándo nos dimos cuenta de que ella estaba mal, Ya era demasiado tarde, desde ese entonces, ella suele perder la memoria y otras veces tiene momento de lucifer
La visito todo los días con la esperanza de que eso le ayude, pero ella se olvida de mis cada cierto tiempo
-
Pomni:
No sabía que la cosa estaba así
-
Kinger:
Y sobre Kaufmo pues, el llegó después de que Caíne y yo mantuvieramos bajo control a Shira y a Gloink, y a diferencia del resto, el era diferente, el decía que recordaba haber muerto y que eso le trajo aqui
Caíne y yo ya teníamos las sospechas de que algo así pasaba, pero Kaufmo solo nos ayudó a confirmarlas
-
Pomni:
Podrías tratar de ser un poco mas específico?
-
Kinger:
Existen 2 posibilidades, la primara, es que estamos en un mundo distinto al nuestro, y la segúnda, es que hayamos muerto y este lugar sea lo que sigue después de la muerte
-
*Pomni se puso algo nerviosa*
-
Pomni:
No es una especie de broma cierto? Y no hay posibilidad de que esto sea solo un sueño?
-
Kinger:
No, Pero hay algo que puedo decirte, no somos los únicos aquí
-
Pomni:
Que quieres decir?
-
Kinger:
Hace unos días antes de que llegarás, al mirar por las ventanas ví algo moviéndose afuera, y como en este lugar no hay vida silvestre, eso quiere decir que hay mas personas allí afuera vagando, tal vez una de ellas tenga mas información
-
Pomni:
Y porque no se lo has dicho a los demas?
-
Kinger:
Yo diría que por Miedo...
Tengo miedo de que mi teoría sea cierto, y que aquellos que estén afuera sean malas personas
Solo, prométeme que no se lo dirás a Caíne?
-
Pomni:
Porque no a Caíne?
-
Kinger:
Caíne a estado un poco loco, es difícil de explicar pero no esta en su mejor momento
-
Pomni:
Entiendo
-
Kinger:
Aún así no te preocupes, tengo planes de contárselo, solo estoy esperando a que se reponga
-
Pomni:
Bien
-
Kinger:
A! Pomni, una cosa mas, trata de hacerte amiga de alguien, puede que no me creas, Pero la soledad aquí es lo peor que te podría pasar
-
Pomni:
Porque lo dices?
-
Kinger:
No hay que ser muy inteligente para entender el porque, Un mundo desconocido y sin color, sin saber la fecha, el dia o la hora, es deprimente tal vez no lo parezca, pero te va afectando si estas solo y la compañía de un amigo te podría salvar de...
Malos pensamientos
-
Pomni:
Gracias por el consejo...
-
Kinger:
Bien, tengo que regresar, Nos vemos!
-
*Kinger se retiró de nuevo al dormitorio de los chicos, Pomni camino lentamente al dormitorio de las chicas, estaba por entrar Pero Ragatha justo salió, parecía que estaba saliendo a escondidas, al voltear vio a Pomni y se asusto tirando los papeles que llevaba consigo*
-
Ragatha:
Ponmi, que estás haciendo?
Pensé que estabas descansando
-
*Ragatha estába nerviosa y recogía los papeles que tiro rápidamente, Pomni le ayudo a recoger uno y vio que ella estos estaban dibujados los planos del lugar con pequeñas anotaciones sobre dónde buscar la próxima salida, Ragatha al verlo se quedó en silencio y Pomni se lo regreso*
-
Ragatha:
Por favor no se lo digas a nadie...
-
Pomni:
De acuerdo...
-
Ragatha:
Quiero decir, no es que me desagrade este lugar, es solo que...
No, creo este lugar sea todo
-
Pomni:
O-oye, está bien no tienes que darme explicaciones
-
*Ragatha seguio hablando*
-
Ragatha:
Es solo que siento que no está bien sabes?
Todo es como muy...
Bueno? Y algo me dice que no debería ser así, que estoy olvidado algo importante y... Y...
-
*Ragatha se sentó en el suelo y dejo sus papeles a un lado*
-
Ragatha:
Ya ni siquiera se porque busco la salida...
Realmente no me quiero ir pero aunque no lo recuerdo, se que siempre que algo bueno me pasa algo termina arruinandolo
Quisiera recordarlo Pero se que siempre es así...
-
*Pomni se sentó al lado de Ragatha y está se recostó en su hombro, entendió lo que Kinger le dijo hace rato sobre la importancia de no perder la esperanza y decidió ayudarla*
-
Pomni:
Sabes...
Kinger me dijo que no se lo dijera a Caíne Pero no dijo nada sobre ti
-
Ragatha:
Que cosa?
-
Pomni:
Kinger dice que vio a alguien afuera antes de que yo llegara, y dice que es posibilidad que hayan mas personas en el bosque, tal vez una de ellas te ayude a encontrar la salida
-
Ragatha:
De verdad!?
Gracias por contarme
-
*Ragatha le dió un abrazo muy fuerte a Pomni*
-
Pomni:
Si embargo hay que esperar, Kinger aun no se lo cuenta a Caíne, dice que esta esperando el momento adecuado
-
Ragatha:
Está bien, entiendo solo tengo que espera
-
Pomni:
Y eso lo por curiosidad...
Porque quieres encontrar la salida de aquí?
-
Ragatha:
He? Bueno...
La verdad es que extraño el calor
-
Pomni:
Color?
-
Ragatha:
Ya sabes, no ser blanco, negro o gris todo el tiempo, me gustaría volver a ver colores otra vez, realmente no quiero irme Pero, siento que una vida sin color es...
Deprimente...
Aunque me quedaría aquí sin dudarlo si volviera a ver colores
-
Pomni:
Te entiendo, en ese caso cuenta conmigo, te ayudare a encontrar la salida o encontrar colores
-
Ragatha:
gracias Pomni, realmente me hacía falta una ayuda
-
.
.
.
.
.
-
Caíne:
Oh? Kinger ya regresaste
-
Kinger:
Hola, paso algo?
-
Jax:
Si, oye ayúdame a convencer a Caíne y volver a darme la revancha
-
Kinger:
Revancha?
-
Jax:
Daaa, no recuerda que perdí contra esas?
-
Kinger:
Oh! Es cierto
-
Caíne:
Ya le dijo que si su juego volvía a salir en la ruleta tendría su revancha
-
Jax:
En serio Caíne? Has visto bien esa
-
Caíne:
Por supuesto que si, yo la cree
-
Jax:
Bien, pues si recuerda hay mas de 50 juegos allí, y las probabilidades de que salga Paint ball otra vez son muy bajas
-
Caíne:
Pero aún así
-
Kinger:
Y que tal lo haces cediendo otro turno, Quiero decir, darle su revancha a Jax Pero si la próxima vez toca un juego de el giras la ruleta otra vez
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Caíne:
Bueno, eso tiene mucho mas sentido
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Jax:
Pero está vez no lo haremos de la misma forma
-
*Jax arroko el libro guia de Caíne del cuarto de control*
-
Jax:
Diseñare contigo el próximo Paintball, está vez será un reto de verdad...
-
Caíne:
Bueno, si tú lo quieres así, Pero nada de trampas en beneficio propio
-
Jax:
Tu tranquilo, se exactamente que hacer
-
*Jax empezó a reír como un villano, Caíne y Kinger se miraron*
-
Kinger:
Jugamos ajedrez?
-
Jax & Caíne & Bubble:
Claro!
-
.
.
.
.
.
-
Shira:
Hola Gloink, disfrutando de la vista
-
*Shira de acerco a saludar a
Gloink, sin embargo un bloque cayó detrás de ella se dió la vuelta, Gloink y Kaufmo fueron con Shira para ver qué había sucedido y Vieron que de arriba alguien tiraba una cuerda*
-
Gummigoo: Si que esa alto, estás segura de que por aquí es la entrada?
-
Max:
Eso dijo la princesa jefe
-
Gummigoo:
Bien, andando!
-
*Gummigoo, Max y Chad bajaron por la cuerda, encontrándose con Kaufmo, Shira y Gloink*
-
Continuara
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Holi! Como estas? Soy la que pidió el request de dark!Enzo y la lectora con vibes Audrey Hepburn. Si bien no está publicado quería pedirte un smut dentro de ese mismo universo en donde ellos duermen juntos por primera vez y medio que se cambian los roles por ejemplo la lectora saca su lado más sucio y obsceno (me la imagino diciendo "dale si chupame las tetas" "cogeme mas fuerte" "como me encanta ser tu putita") y el pobre enzo todo suave en plan 😯😲😳 porque ella ni siquiera dice malas palabras
Kinktober, Día 16: Degradation
El plan original consistía en una meticulosamente planeada tarde/noche de películas en tu hogar. Esperaste durante todo el día que las agujas del reloj marcaran las cinco para recibir a Enzo, que llegó puntual como siempre y cargando un ramo de tus flores favoritas.
Ignoraban que unas horas más tarde -mientras comentaban el final de Orgullo y Prejuicio antes del comienzo de Constantine- se desataría una tormenta que cambiaría el desenlace de la velada. El rugido de un trueno los sorprendió y cuando las luces parpadearon un escalofrío te recorrió.
Una vez finalizada la última película Enzo insistió en marcharse, argumentando que no quería molestarte más tiempo y que sólo era un poco de lluvia, pero sus intentos de ser un caballero llegaron a su fin cuando con voz firme le dijiste que no permitirías que se marchara en esas condiciones.
Regresó a tu habitación en silencio luego de tomar un baño y la imagen que lo recibió le cortó la respiración. Estabas sentada en tu cama, sin saber que por la posición tu ropa interior era visible, masajeando una crema en tus piernas; la delicada seda rosa de tu pijama caía sobre tu cuerpo y...
Tu voz sacude sus pensamientos. Vuelve a centrarse en el presente.
-¿Me abrazás?- preguntás tímidamente-. Tengo un poco de frío.
Enzo tiembla. No tiene que ver con la temperatura.
Gira sobre su costado, rodeando tu cintura con su brazo, procurando que sólo su pecho entre en contacto con tu espalda. Suspirás cuando su calor te invade y te dejás caer aún más hacia su cuerpo, moviéndote hasta que la distancia que los separa se ve reducida a átomos, pero cesás tus acciones abruptamente cuando lo sentís.
-Perdón.
-¿Por qué me pedís perdón?- preguntas luego de dejar salir una pequeña risa-. No es nada malo.
-No, pero se supone que sólo vamos a dormir, no quiero que pienses que...
-¿Que me querés coger?- completás. Estando de espaldas y en completa oscuridad no podés ver la expresión en su rostro, la manera en que separa los labios para dar paso a palabras mudas o sus pupilas dilatadas, por lo que su silencio te preocupa-. ¿No querés...?
-Quiero- besa tu hombro-, pero sólo si vos querés.
Es tu turno de voltear y justo cuando lo hacés un relámpago llena de luz la habitación. No es la primera vez que tenés el privilegio de ver el rostro de Enzo desprovisto de su usual maquillaje pero todavía te maravillás por el largo de sus pestañas, más notorias sin el delineado, así como por la manera en que el color de sus ojos destaca.
De nuevo en la penumbra tu mano encuentra su mejilla y tu pulgar se desliza con suavidad sobre su piel. Podés percibir la manera en que busca más contacto con tu palma, pero interrumpís tus caricias y arrastrás tus dedos por su cuerpo -sus labios, su mandíbula, su pecho- hasta finalmente tocar el elástico de su ropa interior.
-Obvio que quiero.
Deja que tu mano explore bajo su ropa: es pesado, grande, y ya está húmedo, pero no lográs concentrarte mucho en esos detalles porque cuando comenzás a tocarlo, con movimientos lentos y un poco de dificultad por su tamaño, el suspiro que escapa de sus labios es más un gemido.
Buscás su boca y corresponde el beso con desesperación, mordiendo y tirando de tus labios, pero explorando tu cuerpo tímidamente con su mano. El calor de su palma en tu cadera, tu cintura y cuando roza brevemente tu pecho comienza a hacer efecto entre tus piernas. La necesidad se vuelve imposible de ignorar.
Te separás de Enzo y cuando te reincorporás para encender la lámpara su mano termina entre tus muslos, sujetando tu pierna con firmeza, expresando sus deseos silenciosamente. Podés ver en sus ojos el momento en que reúne el valor necesario y luego sentís sus dedos colándose bajo el dobladillo del short.
Bajás la mirada y gemís.
Las venas que decoran su brazo y el dorso de su mano hacen que la imagen sea más erótica. Roza tu centro por sobre el algodón ya húmedo y cuando te mira en busca de consentimiento asentís, estúpida por el deseo, sin recordar que querías buscar el lubricante.
-Estás muy mojada- dice en voz baja, como si se sorprendiera, cuando sus dedos entran en contacto con tus pliegues-. Vos decime si querés que pare, ¿sí...?
-Sí.
Enzo intenta controlarse pero es difícil cuando la imagen frente a él resulta así de tentadora. La suavidad de tu piel bajo sus manos, la manera en que separaste las piernas sin que tuviera que pedirlo, el tirante de tu blusa cayendo sobre tu hombro, tus pezones duros marcándose en la tela, tu centro brillando con tu excitación cuando mueve aún más la delicada prenda.
Te ayuda a recostarte y en un movimiento que parece dominar retira sólo tu ropa interior. No te da tiempo de preguntar o bromear sobre su acción, rápidamente introduce su dedo medio y suspirás, tentada por la manera en que el dígito trabaja sobre tus músculos.
El brillo en tus ojos y tu mirada fija sobre sus movimientos sólo empeoran el estado de su erección y no sabe qué quiere primero: sentir tus manos otra vez, utilizar tu boca o enterrarse en vos. Opta por prepararte para lo último porque llegado el momento quiere que estés más que cómoda.
Enzo está entre tus piernas, observando tu centro y tu rostro, su erección sobresaliendo y goteando sobre el bóxer. La punta está de un intenso color rojo y de sólo pensar en tenerlo en tu interior tus paredes se contraen, succionando el dígito y haciéndolos gemir a ambos, su voz grave empeorando tu humedad y los sonidos que sus movimientos provocan.
-Más.
Obedece sin pensarlo y en cuanto desliza el segundo dedo gritás. Intenta consolarte jugando con tu clítoris, implorando tu perdón, pero no tiene idea de cuánto disfrutás sentir ese ardor que nace por la diferencia de tamaño entre sus dedos y los tuyos.
En cuanto sentís los primeros indicios de tu orgasmo lo detenés.
-¿Qué pasa? ¿Te lastimé?
Negás y cambiás de posiciones, obligándolo a recostarse para sentarte sobre él, liberando su miembro para guiarlo a tu entrada. Mientras recorrés tus pliegues con su glande -arde- él mira, como en un profundo trance, mordiéndose los labios y brindándote un poco de apoyo con sus manos en tu cadera.
Sentís la forma en que juega con tu pijama. Estás segura de que quiere arruinarlo.
-Necesitaba tu pija- respondés finalmente. Te dejás caer-. Dios...
Es sólo la mitad, notás en cuanto bajás la vista, pero la sensación de plenitud ya es increíble y amenaza con desbordarte. Tu entrada arde por lo súbito de la penetración y Enzo insiste con que tengas cuidado, te recuerda que no hay necesidad de ir rápido, pero vos negás mientras continuás esforzándote por tomarlo.
-Necesito que me cojas de una vez- explicás entre gemidos y sollozos de placer-. Cómo me encanta tu pija, Dios, no sabía que la tenías tan grande...
La obscena confesión hace que sus caderas se muevan casi que involuntariamente, con la fuerza suficiente como para terminar de enterrarse en tu cuerpo y haciéndote caer sobre su pecho por el impulso de su acción. Sus brazos rodean tu cuerpo en un gesto protector, aunque extremadamente posesivo, mientras espera unos minutos para que te acostumbres.
-Estás muy apretada- dice contra tu hombro-. ¿No necesitás que...?
-No- te reincorporás lo suficiente para poder ver su rostro-. Necesito que me cojas toda, Enzo, por favor. Quiero ser tuya.
Toma tu mentón con sus dedos.
-Sos mía.
-Pero...- te interrumpe el palpitar de su miembro y el lento movimiento con el que se desliza fuera de tu cuerpo, hasta que sólo su punta permanece en tu interior. Dejás caer tu frente en su hombro-. Quiero que me tengas como a una putita.
-¿Qué?
-Llename toda, dale.
El shock es menor -mucho menor, ínfimo en comparación- que la excitación por tus palabras. Intenta contenerse, no quiere hacer o decir nada que esté fuera de lugar, pero la desesperación en tu voz y la forma en que permitís que manipule tu cuerpo hacen que peligre su autocontrol.
No te quejás cuando te sujeta con más fuerza para volver a penetrarte, tampoco cuando sus dedos rozan tu otra entrada o cuando escuchás el característico sonido de tela rasgándose bajo sus manos. Enzo se pregunta qué tan lejos lo dejarías llegar.
Muerde tu hombro y aumenta el ritmo de sus embestidas. Escucha tus gritos, amortiguados por tu mano o por la almohada, por lo que tira de tu cabello para obligarte a abandonar tu escondite. Un hilo de saliva mancha tu mentón.
-Mirá cómo estás- dice con tono burlón-. Y recién empezamos...
El dolor en tu cuero cabelludo te hace llorar y las lágrimas que corren por tus mejillas parecen ser un incentivo. Sucede lo mismo con la colisión entre sus cuerpos, con el obsceno y repetitivo sonido húmedo que genera, con tus gemidos y gritos.
-Querés que te escuchen todos, ¿no?- pregunta. Cuando no respondés suelta bruscamente tu cabello y golpea tu mejilla-. Contestá.
-No...
Otro golpe. Esta vez más fuerte.
-Querés que todo el mundo sepa que sos una putita, ¿no?- acentúa sus palabras con estocadas que te roban el aliento-. Querés que sepan que tenés dueño.
-Sí, sí, sí.
-Decilo- ordena luego de tomarte por el cuello-. Decí que sos una putita. Mi putita.
Humedecés tus labios mientras intentás ignorar la sensación en tu abdomen bajo, causada por el constante roce de tu clítoris con su pelvis e indudablemente agravada por el maltrato, pero no lográs pronunciar palabra alguna. Sentís sus dedos presionando para privarte de oxígeno.
-Soy...- negás frenéticamente-. Voy a...
-No- cesa sus movimientos y cuando protestás utiliza su agarre en tu cuello para sacudirte-. ¿Qué pasa? ¿Ahora no podés hablar?
Es mucho, pensás, consciente de cuánto te gusta la situación. Enzo vuelve a golpear tu mejilla cuando permanecés en silencio y por la fuerza del impacto unos hilos de saliva brotan de tu boca. Sentís su miembro pulsando.
-¿Querés que te llene la conchita?- su pulgar juega con tu labio inferior antes de deslizarse dentro de tu boca y presionar sobre tu lengua. Asentís-. Entonces me vas a decir que sos mía, ¿no?
-Sí.
-Sí, ¿qué?
Tus palabras son incomprensibles:
-Soy tuya.
-¿Y qué sos?
Cerrás los ojos. Todo tu cuerpo arde.
-Una putita- contestás con tu boca ahora vacía-. Tu putita.
Buscás refugio en su cuello, intentando ocultar tu estado, pero estás convencida de que es inútil. Esto recién empieza.
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Comfort.
Logan howlett x female reader.
Summary: Tras una misión agotadora, regresas a casa herida y encuentras a consuelo en los brazos de Logan, quien te recuerda con su ternura y pasión por qué siempre ha sido tu refugio.
Category: Romance, Hurt/Comfort, Fluff, Domestic Moments, Post-Mission Recovery, Established Relationship, Emotional Bonding, Soft Logan, Tender Care, Healing {TW}: Minor Injuries, Blood Mention, Emotional Vulnerability, Intense Emotions, Physical Intimacy, Suggestive Themes, Power Imbalance (Emotional Context), Trauma, Healing Touch.
El cansancio era pesado, una sensación familiar que te envolvía desde los dedos hasta los huesos. Habías vuelto de una misión difícil, más heridas de las que te gustaría admitir, pero no era eso lo que te preocupaba ahora. Había algo más importante esperándote en la mansión: Logan. No habían tenido casi tiempo para estar juntos últimamente, entre las misiones y el constante caos. Aunque la rutina se volvía cada vez más exigente, había algo en él que te mantenía siempre volviendo. Nadie más conocía esa faceta suave y cariñosa de Logan, y esa era la parte que más te había conquistado. Sabías que no podías dejar que esa conexión se desvaneciera. No importaba lo cansada que estuvieras, no podías ignorarlo, ni ahora, ni nunca.
El cielo teñido de tonos anaranjados y violetas anunciaba el atardecer cuando abriste la puerta de tu habitación. El sol ya comenzaba a esconderse tras las colinas que rodeaban la casa, proyectando sombras largas y cálidas por el lugar. Suspiraste al no encontrarlo allí, suponiendo que aún debía estar terminando de dar una clase. Sabías que no le gustaba dejar sus responsabilidades a medias, incluso si eso significaba sacrificar el poco tiempo que podían compartir. Sin hacer ruido, te quitaste el traje con movimientos lentos, sintiendo la tela pegajosa por el sudor y el polvo acumulado durante la misión. Fue entonces cuando el ardor en tu costado captó toda tu atención. La herida no era grave, solo un rasguño profundo en la costilla, pero el dolor punzante cada vez que respirabas hacía que pareciera peor.
Te levantaste con cuidado, sujetando un paño limpio contra tu costado para presionar la herida mientras te dirigías al baño en busca de algo con qué limpiarla. Sin embargo, el sonido de la puerta abriéndose repentinamente te hizo detenerte en seco. Tu respiración se cortó, y por un instante, tu mente te jugó una mala pasada, pensando en cualquier peligro que pudiera haberse colado en la mansión. Pero entonces lo viste. Logan. Su figura inconfundible llenó la entrada, y con ella, el peso de toda la preocupación que habías cargado durante los últimos días pareció evaporarse. Una sonrisa cálida se dibujó en tus labios casi de forma automática, como si tu cuerpo supiera que él era la única constante que podía calmarte. Sus ojos, oscuros pero llenos de una nostalgia que pocas veces dejaba ver, se encontraron con los tuyos. Sin pensarlo, corriste hacia él, lanzándote a sus brazos con tanta fuerza que prácticamente te colgaste de su cuello.
El abrazo fue cálido y firme, pero apenas sus brazos te rodearon, un gemido de dolor escapó de tus labios. Habías olvidado por completo tu herida en la emoción del momento. Logan se tensó al instante, separándose lo suficiente para mirarte con el ceño fruncido, aunque su agarre no disminuyó. “Lo siento,” susurraste rápidamente, pero antes de que pudieras explicar, él te atrajo de nuevo hacia su pecho, esta vez con más cuidado. Su voz, profunda y baja, resonó cerca de tu oído, y las palabras que dijo parecieron derretir cualquier barrera que hubieras levantado. “Te necesito,” susurró, su tono apenas un murmullo cargado de sinceridad. “Te he extrañado.”
Una sonrisa suave se formó en tus labios al escuchar sus palabras, sintiendo cómo tu corazón se apretaba con calidez. Pero su mirada pronto descendió hasta tu costado, donde la tela de tu ropa descansaba manchada de un tenue rojo. “Estás herida,” dijo Logan con ese tono grave que usaba cuando algo realmente le preocupaba. Sus ojos se oscurecieron aún más mientras examinaba la herida rápidamente, intentando contener la molestia en su expresión. “¿Cómo pasó esto?” preguntó, aunque su tono sonaba más como un regaño preocupado que como una verdadera pregunta. Antes de que pudieras responder, ya estaba moviéndose hacia el baño. “Voy a buscar algo para curarte. Quédate aquí.” No había espacio para discusión en su voz, pero de todos modos obedeciste, dejándote caer en la cama con un suspiro cansado.
No pasó mucho tiempo antes de que Logan regresara con un botiquín en mano. Sin decir nada, se arrodilló frente a ti, sus movimientos meticulosos pero llenos de cuidado. Te observó por un momento, como evaluando cómo proceder, y sin pensarlo demasiado, abriste ligeramente tus piernas para darle más espacio. Fue un gesto instintivo, casi automático, pero tan pronto lo hiciste, te diste cuenta de lo que implicaba. El calor subió a tus mejillas, y apartaste la mirada, esperando que él no lo notara. Logan, como si nada hubiera pasado, abrió el botiquín y sacó lo necesario para limpiar la herida. Con un suspiro, agarraste el dobladillo de la camiseta que llevabas debajo del traje, tirando de ella con cuidado para quitártela. Un leve jadeo escapó de tus labios al sentir cómo el movimiento tiraba de la piel herida, pero te obligaste a ignorar el dolor.
Con una suavidad que solo alguien con su experiencia podía tener, Logan comenzó a limpiar la herida. Sabías que, por su pasado, estaba más que acostumbrado a tratar este tipo de cosas. Cada movimiento de sus manos era preciso, pero su expresión seguía siendo de profunda concentración, como si estuviera manejando algo frágil. El roce de su toque sobre tu piel te hizo sentir una extraña mezcla de alivio y ternura, algo que solo él lograba provocarte. Sin pensarlo, tu mano se levantó, y con un gesto suave, acariciaste su mejilla, buscando su mirada. Cuando tus ojos se encontraron con los suyos, un nudo se formó en tu garganta, pero no pudiste evitar sonreír con ternura. Ese lado suyo, tan fuerte pero al mismo tiempo tan suave contigo, era lo que más te había cautivado.
“¿Me extrañaste tanto, mi lobito?” le preguntaste, casi en un susurro, mientras tus dedos seguían recorriendo su mejilla. Logan negó con la cabeza, una sonrisa cómplice jugando en sus labios. Sabías que no le gustaba admitir sus sentimientos de esa forma, pero su mirada decía todo lo que necesitabas saber. Sin pensarlo más, te acercaste lentamente, el roce de tu respiración entrelazándose con la suya. Cuando tus labios finalmente encontraron los suyos, el mundo pareció desvanecerse por un momento. Era un beso suave, pero cargado de todo lo que no se habían dicho en esas largas semanas. “Yo te he extrañado mucho más,” dijiste con un murmullo entre el beso, como si fuera un secreto solo para los dos.
Logan no tardó en responder al beso, pero esta vez con más intensidad, como si hubiera estado conteniéndose por mucho tiempo. Sus labios se apretaron contra los tuyos, más exigentes, como si todo lo que había sentido durante las últimas misiones, la distancia y la espera, estuvieran estallando de golpe. Te pregunté lo necesitado que se sentía de ti, el control que aún mantenía sobre su instinto animal, la lucha interna que parecía librar en silencio. Pero no te importó. Te entregaste al beso sin reservas, dejándote llevar por esa oleada de emociones compartidas. Sin previo aviso, Logan se incorporó con rapidez, quedándose encima de ti, sus manos firmes sobre tu cuerpo mientras sus labios nunca se separaban de los tuyos. La sensación de su peso sobre ti solo se intensificó todo lo que estabas sintiendo, como si finalmente el mundo hubiera quedado en pausa y solo existieran los dos.
De repente, Logan mordió tu labio con más fuerza de la que esperabas, provocando un pequeño sangrado que te hizo jadear. La sensación de su boca sobre ti era a la vez feroz y cautelosa, como si no pudiera contenerse más. Inmediatamente se separó, mirando tus labios con una mezcla de sorpresa y culpabilidad. Su expresión fue una disculpa silenciosa, como si no hubiera querido ir tan lejos, pero sin poder evitarlo. Sin embargo, antes de que pudieras decir algo, sonreíste suavemente, rodeando su cuello con tus brazos, atrayéndolo de nuevo hacia ti. Tu mirada, llena de cariño y ternura, se encontró con la suya, y sin pensar, murmuraste: “Te amo”, repitiéndolo una vez más, como si esas palabras pudieran resumir todo lo que sentías por él. "Te amo, Logan".
Logan te abrazó con fuerza, apagándose hacia ti, como si quisiera fusionarse contigo, sintiendo la calidez de tu cuerpo cerca del suyo. Su rostro se hundió en la curvatura de tu cuello, inhalando profundamente, absorbiendo tu olor, algo que siempre lo hacía sentirse seguro, como si fuera su ancla en el caos. Tú, por supuesto, correspondiste al abrazo, acariciando su cabello con ternura mientras sentías la firmeza de su ancha espalda bajo tus manos. Habías extrañado tanto a tu hombre, a su presencia, a su fuerza, que no querías que ese momento se terminara. Querías quedarte así, envuelta en su abrazo, sintiendo cómo cada parte de él se relajaba en tu cercanía, como si todo lo demás desapareciera por fin.
Después de unos minutos en ese abrazo silencioso, sintiendo la calma en su cercanía, una risa suave se escapó de tus labios. Te apartaste un poco, levantando la vista hacia él con una sonrisa traviesa. “Amor, ¿no dimensionas tu tamaño? Yo sé que me extrañaste, pero me estás aplastando”, dijiste en tono juguetón, dejando que el aire entre ustedes se relajara un poco. Logan levantó la cabeza, viéndote con esa mirada intensa, pero ahora suavizada por el toque de humor que había traído. Un leve rubor subió a sus mejillas al darse cuenta de lo aferrado que estaba a ti.
Logan, con una sonrisa tímida, se incorporó un poco, levantándose de ti con una ligera risa. Luego, se sentó en el borde de la cama a tu lado, mirando al frente por un momento antes de hablar, su tono suave pero cargado de esa cercanía que siempre lograba transmitir. “¿Sabes? Tal vez deberíamos tomarnos unas vacaciones... los dos, solos”, sugirió, su mirada fija en el horizonte mientras las palabras salían con un toque de sinceridad que te hizo sonreír. El ambiente entre los dos, tan cargado de emociones, ahora se había vuelto más relajado, casi como si esa sugerencia fuera una forma de finalmente encontrar un respiro después de tanto tiempo sin estar juntos.
La idea te pareció tan hermosa que no pudiste evitar sonreír, imaginando esos días solo para los dos, lejos de las misiones y de todo lo demás. Después de tanto tiempo sin poder estar juntos, era justo lo que necesitabas. Volviendo a sus brazos, te subiste a su regazo con suavidad buscando, acomodándote como un oso, buscando la comodidad de su cercanía. Apoyaste tu cabeza en su pecho, escuchando su respiración tranquila, y cerraste los ojos por un instante, sintiéndote finalmente en casa. “Me encanta la idea”, susurraste, dejando que tus palabras se perderían entre su abrazo. Te aferraste a él, sabiendo que, aunque fuera solo por unos días, el mundo podía esperar.
Logan te rodeó con sus brazos con cuidado, como si temiera romper la paz que acababan de encontrar. Se acomodó contra ti, con su rostro cerca de tu cabello, inhalando tu aroma con tranquilidad. Luego, con un suave susurro, te dio un beso en la cabeza y, casi como un secreto, dijo: “Te amo, princesa”. Esas palabras, tan simples pero tan cargadas de cariño, hicieron que tu corazón latiera con fuerza. Te aferraste aún más a él, sin querer soltar ese momento. Finalmente, sentí que no importaba nada más en ese instante. El mundo podía esperar, porque ahora, con Logan, lo tenías todo.
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LA MUJER QUE DEJASTE IR 🥀
Ella ya no te escribe tanto, ella te amaba,
le importabas, hubiera dado todo por ti,
pero la alejaste poco a poco, con tus tonterías,
con tu indiferencia...
No te diste cuenta que ella era diferente
al resto, ella no tuvo miedo de alejarse,
ella fue lo suficientemente fuerte como para
dejarte ir, para que seas feliz en el lugar que
elegiste, sabes cuánto dolor le causaste...
Tienes idea de todas las noches que no pudo
dormir por pensar en ti, y llorar y preguntarse
qué hizo mal...
No, ya no la tienes, ella ya no te escribe tanto,
ya no te llama más, cuando te escribe ya no
te dice las cosas bonitas que te decía antes,
se tarda en contestarte, y no porque quiera castigarte...
No, no, ella no es de rencores, sólo que ahora
ella puso sus prioridades en orden, cuando antes
eran nada más que tú, incluso antes que ella
misma, pero le enseñaste, que de ti ya no esperara
un "buenas noches amor", un "buenos días mi amor"...
Siguió adelante, empezó a salir, a reír, a divertirse,
ahora está empezando a darse cuenta de lo hermosa que es, ella era increíble...
No, bueno, pues lástima que sea demasiado tarde, por que ya la perdiste, por tonto, hubo un tiempo
en el que tú eras su mundo, su todo, la razón de su
sonrisa, así que no vengas con tu "te extraño"...
Porque a pesar de todo el dolor que le causaste, ella te ama como el primer día, sólo que no confía
mas en ti, ni en tus palabras, hasta temor de
emoción por un mensaje tuyo tiene, por creer que sólo sea una mentira más...
Por que la mujer que lo hubiera dejado todo sólo por verte sonreír, la mujer que se sentía niña, que estaba enamorada de ti sin importar nada ni nadie, la dejaste ir...
Ella no era mala, si la hubieras conocido bien,
te darias cuenta que solo vivía por ti y tú solo la
dejaste con el corazón en mil pedazos...
Pura maldad❄️
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Pole Position (Formula 1 x lectora)
Resumen: el par de Ferrari solo estuvo en Argentina una semana, pero fue suficiente para que ambos quedaran enamorados del lugar. Y uno en específico, enamorado de algo más.
Nota: +16
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Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ XXV ~
—¿Es necesario?—
—La seguridad primero.—Tania le extendió el casco—. Tomamos algo de alcohol, no quiero ser la causante de que Charles Leclerc se strolle en la acera.—
—¿"strolle"?—
—Choque, accidente, caída, obligaciones parentales...—el hombre sonrió.
—Que mala...—
Con cascos puestos y ya con la motocicleta en la acera, Charles subió. Tania subió detrás.
—Agárrate bien.—
—Ya lo estoy.—la chica se aferró a los soportes a ambos lados del asiento.
—De mi cintura, por si acaso.—
—¿Es necesario?—
—Mira si sales volando...—Tania rió bajito antes de pasar los brazos alrededor de su cintura, pegándose lo más posible.
—¿Feliz?—
—Bastante, sí...—
—Pues arranca. Todo derecho. Te aviso cuando dobles.—
—¿Es aquí?—
Charles se sacó el casco, notando como la mujer bajaba apurada de la moto y se paraba frente a la cortina metálica.
—Hace mucho no venía...—Tania dejó el casco sobre el asiento de la moto, y su rostro demostraba lo conmovida que estaba—. Vamos, entremos.—
La chica sacó un manojo de llaves de su bolsillo y en un segundo la cortina subió.
—Imagina ser Mary, llegar con tu súper auto tecnológico y que una niña llena de grasa te reciba...—resopló con gracia—. Ella ni siquiera creía que yo pudiera entender su auto... Y lo dejé impecable.—
Charles la miró caminar con cierta nostalgia por el lugar, revisando algunas cosas de la mesa de trabajo.
—¿Ayudabas a tu papá aqui?—
—Trabajaba aquí, en realidad. Parte de las ganancias eran mías... Luego fui mecánica en el TC, luego piloto, Formula 2... El resto lo sabes bien.—
Caminó a la puerta al final del lugar, abriéndola y dejando ver una pequeña sala. Tenía una cocina, una mesita, un sofá y un televisor. Al final una puerta que Charles dedujo era el baño.
—A veces extraño este cuartito pequeño... Lo siento más acogedor que los grandes hoteles elegantes.—se sentó en el sofá, revisando vagamente las cuentas y boletas sobre la mesa—. Terco... Papá nunca me dice de las deudas.—Charles se sentó a su lado, notando como la chica comenzaba a realizar transferencias—. Este será nuestro secreto, Charles. Hasta que papá se dé cuenta de que le pagué todo y se enoje conmigo, yo ya voy a estar lejos.—la vio sonreir—. ¡Oh! Casi lo olvido. Atrás están los kartings que construimos cuando era pequeña ¿Quieres verlos?—
—... Cambiaste de tema tres veces en 2 minutos.—
—Cierto... ¿Lo cambio una cuarta vez y te ofrezco una Coca-Cola fría?—le sonrió divertida, y Charles terminó de caer.
La chica quiso levantarse para buscar las bebidas, pero entonces las manos de Charles atraparon su rostro. Y sus labios no tardaron en encontrarse.
Charles no estaba muy seguro de si la chica accedería a aquello, y no lo hubiese intentado de saber el fiasco que había sido el primer intento de Lando por hacer exactamente lo mismo.
Pero para suerte de Charles, Tania a esas alturas ya tenía una mentalidad más descontracturada. Le importaba un diablo.
Sintió su cuerpo tensarse en cuanto Tania se subió a su falda.
—Es el sofá de mi papá, no sé qué tan correcto sea esto... La última vez aquí vimos Cars.—Charles sonrió apenas, deslizando sus manos bajo la camiseta de la mujer.
—¿Quieres volver a tu casa, con un Carlos ebrio durmiendo también en tu sofá?—Tania levantó los brazos, sintiendo una brisa fría recorrerle el torso en cuanto Charles le arrebató la camiseta. Volvió a besarlo con ganas, suspirando contra sus labios al sentir como el hombre se aferraba a sus muslos y la acercaba aún más.
Charles había fantaseado muchas veces con aquel momento. Pero no pudo imaginar lo bien que se sentía.
Las manos de la mujer buscaron con cierta ansiedad la camiseta de Charles, lanzándola a un lado del sofá. Ninguno de los dos quería desperdiciar ni un solo minuto, por lo que las pausas para quitar el resto de la ropa eran fugaces.
—¿Segura de que quieres hacer esto?—
—¿Y lo preguntas mientras lo siento presionar en mi muslo?—la sonrisa de Charles se convirtió en una mueca de placer en cuanto Tania generó fricción contra su entrepierna—. ¿Cambiamos de lugar o me quieres arriba?—
—Diablos... Nunca imaginé escucharte preguntar eso.—
—¿Imaginabas otras cosas?—Tania bajó la mano hasta la ropa interior de Charles, tomando su ya más que duro miembro y liberándolo de aquella tela. El hombre gimió por el tacto, Tania sonrió por eso—. Que lindo... No te vengas todavía.—
Carlos despertó con una horrenda jaqueca, tardando unos minutos en ubicarse en tiempo y espacio. Estaba en un sofá, tapado con una manta de Monster High.
—Buenos dias, querido.—Tania dejó un vaso de jugo de naranja en la mesita ratona frente al sofá, también un pequeño sobrecito—. Tira eso en el vaso y tómalo de un tirón. Ayudará con la jaqueca.—
—Gracias...—
El hombre se sentó con toda la pereza del mundo, sintiendo que la cabeza le explotaba.
—En 40 minutos iremos al autódromo. Hoy corren niños en kartings asi que debes estar fresco, Sainz.—el piloto volteó hacia la barra de la cocina, notando que Charles desayunaba en silencio. Sonrió al verlo.
—Bonne journée, Carlos.—
—¿A qué hora volvieron anoche?—el español se levantó con toda la pereza posible, bebiendo el jugo burbujeante de un sorbo—. No los escuché llegar.—
Tania miró de reojo a Charles, quien sonrió con disimulo.
—No muy tarde, pero ya estabas desmayado. No quise despertarte.—
Carlos no era tonto. Pero estaba muy desorientado como para notar la pequeña tensión entre el par.
El resto de la semana, Tania no se despegó del par.
Pasearon por la capital, sin mucha oportunidad de ir muy lejos por la falta de tiempo. Faltaron muchos lugares por visitar, pero lo que no faltó fueron oportunidades de que Charles y Tania compartieran un espacio íntimo cada tanto. Y en esta oportunidad, ya sin resaca ni sueño, Carlos lo notó. Pero no dijo nada.
No me incumbe, no me interesa...
Pero Lando moriría si se enterara.
—Bueno, señores. Fue un placer y gusto tenerlos en casa estos dias.—Tania bajó del auto el bolso de Carlos, quien no tardó en tomarlo—. Ojalá vuelvan en algún momento, tenemos que ver la nieve, las cataratas...—
—Las ballenas y la cordillera, si.—Charles la miró, sonriendo apenas—. Tuvimos una buena guía turística, asi que sin dudas volveré.—
—Lo veo difícil, hablo de coincidir. Ya nos divorciamos.—Carlos intervino—. Tal vez venga con Alex. O Charles venga con Lewis.—
—Dudo que Lewis quiera preparar capelletini y hacer pijamadas en la sala.—Tania río bajito—. Pero iremos viendo, ustedes son bienvenidos siempre que quieran venir... En esta casa o en cualquiera que yo esté quedándome.—
—Recordaré eso.—Charles se acercó a ella—. Gracias por todo, Tania.—la chica le dio un abrazo fugaz, dejando un beso fugaz y disimulado en la comisura de sus labios.
—Gracias a ustedes por visitarme.—Carlos recibió un abrazo mucho mas eufórico. Un buen abrazo de oso—. Nos vemos en unas semanas para las próximas prácticas.—
—je compterai chaque minute *contaré cada minuto*...—
—¿Quieres hablar de eso?—
—¿De qué cosa?—
—De esos momentos de tensión sexual entre ustedes y por consecuencia incómodos para mi.—Carlos se sentó en su asiento del avión, notando que Charles revisaba las fotos y videos de esa última semana. Preparaba algunas para subirlas a Instagram.
—No es nada importante, no te preocupes. Digamos que... un amor de verano.—
—Amor de verano, claro. Si tú lo dices...—
—Ah, si. Definitivamente pasó algo ahi.—
—No eres de mucha ayuda.—
—No busco serlo.—
Lando miraba la más reciente publicación de Charles, y una desagradable sensación se instaló en su pecho. Tal vez Oscar creía que no era nada tan importante, y solía bromear con ello. Pero lo que él no entendía, era que su amigo había estado cayendo cada vez más por la mujer. Y todo ese asunto con Charles y Tania lo mantuvo estresado toda la semana
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