#Ciudad más cara
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Miami es cara: pero otras ciudades de EEUU lo son mucho más
En un análisis reciente sobre el mercado inmobiliario y el costo de vida en Estados Unidos, el periodista Mario J. Pentón conversó con la reconocida realtor Dolly López, experta en los mercados de Miami, Tampa, Orlando y Kentucky, entre otros. La experta reveló que a pesar de la percepción de que Miami es extremadamente cara, hay muchas otras ciudades en EEUU donde los costos son…
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ excuses
pairing: actor!enzo x actress!r
sinopsis: Enzo y vos estan teniendo dificultades para filmar una de las escenas en su nueva pelicula, por lo que una noche se aparece en tu puerta con la excusa de practicar.
contenido: SMUT !! insultos, thigh-riding, creampie, p en v, sexo sin condon, diferencia de edad (reader 22 y enzo 34), mirror sex, un poquito de breeding kink, reader es un poco innocente (kinda) smut con plot
word count: 5.3k me re inspire sepan disculpar
a/n: holis !! primero que nada PERDON por tardar tanto, soy bastante perfeccionista y cada vez que decia que iba a subir el fic no me convencia como quedaba, pero me parece que ahora esta bastante decente, espero que les guste, me inspire en tres reqs que me mandaron asi que muchas gracias, sigan mandando !!!
i.
"¡No, no, no, corten!" El director grito repetidamente, su creciente irritación coloreaba su voz por completo. "Chicos... Ya se los dije antes, pero..."
Te restregaste la cara con un suspiro, levantandote del regazo de Enzo, quien se masajeaba el puente de la nariz en una clara seña de agotamiento. "No veo chispa... no veo-"
"No veo pasión", terminaste la oracion de tu director, quien asintió con seriedad. Era la quinceava vez que estaban intentando repetir esta escena ese dia, el cansancio se hacia presente en el set, sin embargo todo el equipo seguia ahi, inalterable, esperando a que el director diera las ordenes para poder retirarse a descansar ya que, despues de todo, eran casi las doce de la noche.
"Les juro que esto es igual de agotador para mí como para ustedes.", continuó el con el guión entre las manos. "Necesito que quede bien. Simplemente imaginense que esta escena es la culminación de seis meses de espera entre los personajes. Seis meses de tabú, de tensión sexual implacable. Nada más que miradas en clase y breves caricias... se supone que estan al borde de la locura el uno por el otro, feroces el uno por el otro. Pero aca solo veo nervios e inexperiencia... Ustedes son profesionales, les pido por favor que se concentren... Cuanto antes se suelten mas rapido vamos a terminar."
Enzo y vos estaban rodando la primera escena de sexo de una película que relataba la enfermiza y prohibida relación amorosa entre una alumna de 18 años y su profesor quien era mucho mayor que ella. Bueno, no exactamente filmando —ya que no estaban llegando muy lejos con la escena.
Esto era dificil para los dos, simplemente no podían complacer a su director.
El papel ya de por si era increíblemente agotador, incluso sin contar el estrés extra de la escena de sexo: eran jornadas de rodaje de 15 horas, viviendo en el set en una ciudad lejos de tu casa, y la mitad de esas horas se dedicaban a filmar o practicar esta misma escena, tener a un director perfeccionista que se creia la reencarnacion de Kubrick no era facil.
El problema de la escena era su extensa duracion, y el director quería que se hiciera en una sola toma.
una. sola. toma.
Daniel era un director brillante, y tenía un amor incondicional por este proyecto y sus personajes que desearías que todos los directores tuvieran por el suyo, pero él era inflexible en que todo sea hecho a la perfección ya que en varias reuniones previas al rodaje hablo sobre como esta escena estaba destinada a ser la mas "icónica" de toda la película, porque era el quid de la cuestion, el punto de inflexion para los personajes, el punto de no retorno.
"Con todo respeto, Daniel..." empezaste "nunca me habia imaginado en un escenario así, y tampoco tengo experiencia en este tipo de situaciones. ¿A que te referis con que nos falta pasion?"
"Ese es tu trabajo: imaginar e interpretar". El director exigió. Obviamente frustrado con la situacion.
Justo antes de que pudieras retrucarlo, Enzo intervino con suavidad. "Creo que lo que ella quiere decir", dijo, viendo las venas de la frente del director casi por estallar "es que es difícil actuar porque no es una situacion que se viva cotidianamente. Es fácil actuar enamorado porque amor hay por todas partes, ¿no? Pero aca no tenemos mucho en lo que basarnos mas que en lo que podemos llegar a imaginarnos."
La mirada del director se turnaba rápidamente entre vos y enzo por un momento antes de suspirar cansado.
"Me vas a decir que nunca pensaste en alguien mas grande de esta manera?" te insistió, obviamente bromeando y tratando de aligerar el ambiente en el set.
Hiciste una pausa, y trataste de no mirar a Enzo, tu co-protagonista de unos treinta y tantos años.
Enzo habia sido casteado no solo por su impecable actuación sino que tambien por lo absolutamente precioso que era.
Su personaje era enfermizo y asqueroso, por eso sabias que el haberlo elegido a él era una decision calculada y previamente analizada. Querian que el publico bajara la guardia ante su belleza para poder darle un plot twist y que la inmoralidad del personaje los tomara por sorpresa mas tarde.
Estaba destinado a ser visto como un hombre encantador, guapo, totalmente fuera de los límites. El objeto de deseo completamente prohibido, la línea que tu personaje estaba desesperada por cruzar.
No era muy distinto en la vida real; la joven actriz inexperta que anhelaba pasar por alto las reglas sociales y expresar con total sinceridad su admiración por el actor de mediana edad con años de experiencia a sus espaldas.
No estabas enamorada ni nada, pero te deleitabas ante su presencia, despues de todo Enzo era todo lo contrario a su personaje; el mayor era paciente, amable y completamente comprensivo con tu falta de experiencia en el ambito cinematográfico, siempre te guiaba durante el rodaje y te daba tips para sobrevivir a un rodaje. Eran cosas basicas, tales como cuando podias quitarte el maquillaje y el vestuario o como pedir ciertas cosas en set y lenguaje especifico, todas las cosas que a él le hubiera gustado que alguien le diga cuando estaba empezando.
Siempre estaban esos tiempos libres en donde compartian risas sinceras y conversaciones tontas que nunca esperabas de un hombre tan imponente como Enzo, conversaciones en donde sus manos ásperas apenas rozaban tu cintura y su mirada recorria con atencion tu rostro y tu cuerpo, en donde su voz sonaba sensual y provocativa a pesar de que nada vulgar salia de su boca.
Enzo hacía que tus interiores palpitaran, con anticipacion especialmente cuando llegaba la hora de rodar las escenas más íntimas, y solo podías aferrarte a la fantasía de que él sintiera lo mismo.
Todavia te acordabas de la primera escena que hicieron juntos: en la película, sus personajes se encontraban después de clase para conversar sobre un examen desaprobado, el punto en donde comenzaria su atracción del uno por el otro. Enzo estaba presionado contra tu espalda, inclinándose sobre vos para mirar con insistencia el examen, con una de sus grandes manos agarrando tu hombro. El aire se sentía cargado, su cuerpo cálido, su voz baja haciéndote sentir mareada mientras recitaba sus líneas.
Te estremeciste al recordar el momento, y, volviendo a la realidad, respondiste a la pregunta del director con un enérgico asentimiento de cabeza.
El director soltó una risa ‐forzada- y golpeó suavemente el guion contra la palma de su mano. "Bien. Bueno, les parece si cortamos por hoy. Aprovechen este tiempo extra para imaginar, investigar, cualquier cosa, e intenten practicar la escena antes de mañana, ¿Si? La práctica hace al maestro."
Enzo y vos asintieron al unísono, intercambiándose una mirada que gritaba "que vamos a hacer?" antes de apartar la vista mutuamente y regresar a sus caravanas.
Más tarde esa noche, estabas preparándote para irte a dormir, quitándote el pelo recién lavado de la toalla mientras veias el guión reposando sobre tu cama, la luz tenue te invitaba a relajarte, sin embargo un golpe en la puerta del trailer te saco del trance.
"Ahí va!!," exclamaste, mientras te ponías tus shorts de seda. Te percataste rapidamente de lo incómodo que podría ser ser vista en esos pijamas si el director o alguno de tus compañeros actores estaba detras de esa puerta, pero estabas demasiado cansada como para preocuparte.
Te importó, si, pero sin embargo, en vez de cambiarte cruzaste tus brazos de manera que estos estuvieran cubriendo tu pecho, el cual se encontraba ligeramente descubierto. Fue entonces cuando abriste la puerta y ahi, en los escalones, estaba tu compañero de reparto, Enzo.
Antes de hablar, te examinó de arriba a abajo, con sus oscuros ojos brillando detrás de un par de lentes de descanso, los cuales eran desconocidos para vos, no pudiste evitar pensar en lo lindos que le quedaban. "Uh, disculpame chiquita, ¿Te estabas por ir a dormir?" preguntó por lo bajo, su voz se escuchaba mas grave de lo normal. Ese tipo de apodos eran normales viniendo de Enzo, sin embargo hizo que tu piel se erizara, ¿O habia sido el frio aire del exterior? Sí, probablemente era eso.
Su mirada se paseo por tu cuerpo y se detuvo en la piel desnuda de tus piernas por unos segundos más, te moviste incómodamente, cruzando los tobillos en un intento pobre de esconderte. "Si... son casi las tres de la mañana En... ¿Pasó algo?" preguntaste con un tono un poco agresivo, un poco mas de lo que pretendías ser.
"Si ya se, disculpame", se corrigió, sacudiendo la cabeza y finalmente mirándote a los ojos. "Quería pasar antes... me quede pensando porque sé que esta escena nos está desconcertando, así que..." se interrumpió, levantando el guion que sostenía detrás de su espalda. "¿Estas muy cansada como para practicar un poco? Sino mañana temprano, no hay problema." Parpadeaste rápidamente ante la simple e inocente solicitud. Enzo estaba parado en tu puerta a las tres de la mañana preguntandote si podian ensayar. Solo un ensayo, no alguna travesura lasciva de última hora de las que te estabas imaginando. "Ah... sí, obvio, pasá que está frio.", asentiste entumecida, apartándote para dejarlo entrar.
Enzo asintio en forma de agradecimiento y te regalo una sonrisa, una vez dentro de la caravana se instaló en el borde de tu tocador, mirandote mientras cerrabas la puerta y te volteabas en su direccion. Se veia casual, tenia puestos unos joggings grises holgados y una camiseta blanca ajustada y desgastada.
Ya estaba todo predefinido en el guión, cada palabra que tenias que decir y cada acción que tenias que hacer, pero aún así. Decir y hacer cosas de esa índole después de las horas de trabajo parecia formar parte de una de tus fsntasias con el mayor. Sin embargo, te obligaste a despavilarte internamente -por segunda vez en menos de dos minutos-. Enzo había venido a ensayar la escena con intenciones profesionales y probablemente solo lo había hecho porque estaba cansado de que arruinaras la escena, despues de todo el podía hacer su parte magistralmente, y sabías que si hubiera estado acompañado por una actriz más experimentada, la filmación habría avanzado hace ya mucho tiempo. Caminaste temblorosamente hacia tu cama, acomodándote sentada como indiecito en la misma mientras lo veías hojear el guion; enzo levantó la vista y frunció el ceño con una sonrisa. "¿Qué estás haciendo ahí? Vení para aca", te indicó que te acercaras, casi como una orden sin embargo salil de su boca con amabilidad. "No tenemos un escritorio, así que podemos usar tu tocador. ¿Te parece?" Asentiste, mordiéndote el labio y obedeciendo nerviosamente a sus palabras. "¿Entonces, arrancamos desde el principio?" preguntaste, sintiendo de repente como tu voz y tus piernas se sentian débiles.
Sus ojos seguían fijos en el papel mientras respondía. "No, no creo que haga falta. La parte del sexo es lo único con lo que estamos teniendo problemas, ¿No?" Tragaste saliva, tu garganta estaba repentinamente seca.
"Sí, supongo que sí."
Con eso, Enzo termino de darle un último vistazo al guion antes de sumergirse en la escena.
Sus acciones ya eran familiares para vos ya que habian estado intentando filmar esta escena todos los días durante al menos tres dias. Su cuerpo se volvió hacia el tuyo, sus manos subieron a tu mandíbula y presionaron tu espalda ligeramente sobre la mesa. Te abrazó fuertemente y te hizo mirarlo, mientras recitaba sus líneas. Torpemente, hiciste lo mismo, recordando mal lo que necesitabas decir. "La puta madre, perdón, me puse nerviosa." dijiste de repente, apartándote de su contacto y suspirando. Él te dio una pequeña y cuidadosa sonrisa, rompiendo inmediatamente el personaje y dando un paso atrás del tocador. "No hay necesidad de ponerse nerviosa. La práctica hace al maestro, ¿te acordas?" Te burlaste de su cita al director.
"Sí, ya se... Es que no entiendo a qué se refiere con apasionado. Estoy tratando de ser una profesional al respecto, pero - pero nunca fui parte en una historia de amor de este tipo, me cuesta imaginarmelo..."
"No es muy raro igual viniendo de vos, es normal. Sos muy joven todavia, nena. Demasiado buena para este tipo de cosas... ¿No?" dijo, su mano subiendo a tu hombro, donde el tirante de tu pijama de seda se había resbalado, acariciándolo suavemente. Prácticamente te derretiste ante el apodo y cómo las yemas de sus dedos rozaban tu piel. Estabas tan cautivada que casi gemiste cuando se detuvo y levantó tu tirante caído, pero en cambio, tomaste en silencio el guion que se había caído sobre la mesa y encontraste una de las líneas, inhalando profundamente y preparándote para entrar en personaje.
Tu mano subió para tirar de la manga de la camisa de Enzo, según lo dictaba el guion. "Por favor", susurraste con la voz aguda de tu personaje, "Quiero que me toques."
"No, esto está mal... Soy tu profesor y..." respondió Enzo, rápidamente volviendo al personaje, el dorso de su mano rozando tu mejilla. "No te quiero romper el corazon."
Miraste a Enzo, las lagrimas nublaban tu vista, tal como lo indicaba el guión. "Por favor. Te necesito." Despues, una de tus temblorosas manos bajó por el pecho de Enzo mientras hablabas, tal como lo hacías en el set. "Pienso en vos todas las noches... Me mojé tanto el día que me regañaste enfrente de todos."
Escuchaste cómo a Enzo se le entrecortaba la respiracion.
No, Enzo no, su personaje, te recordaste a vos misma.
"Ay nena... Yo pienso en vos todos los dias, en clase, en mi casa...", gruñó despues de decir sus lineas.
Hasta ahora, todo bien, pensaste. No era incómodo y ya estaba siendo mucho mejor que las actuaciones mediocres que habías dado anteriormente. Continuaste inclinándote hacia Enzo, haciéndo que se siente en el tocador, esta era la parte de la escena a la que habían llegado antes de que el director les dijera que cortaran.
Esta vez, sin embargo, las acciones de Enzo difirieron de las que se suponía que tenia que realizar: en lugar de acariciar tu rostro, sus dedos bajaron por tus caderas, enviando escalofríos por tu espina dorsal.
"Te prometo que me voy a portar bien... Nunca le voy a contar a nadie...", recitaste, sintiendo calor en la cara mientras su mano se acercaba más a la curva de tu trasero. "Podes hacer lo que quieras conmigo".
La mirada de Enzo se oscureció recorriendo tus rasgos. No dijo su línea, y pensaste que se había perdido, por lo que retiraste tus manos de su cuerpo preocupada. "¿Enzo estás bien?"
Antes de que pudieras terminar tu oración, Enzo te agarró por el culo, cambiando sus lugares y colocándote en el borde del tocador.
"¡Enzo!" chillaste, era lo único que podías decir mientras procesabas lo que acababa de suceder. Tu mente divagaba en confusión - y anticipación - mientras él estaba de pie enfrente tuyo, con las piernas presionando a ambos lados de tus rodillas, su gran cuerpo atrapándote contra el tocador.
"Shh... un poquito de improvisacion nunca mató a nadie." musito en voz baja con su característico acento antes de que un guiño pícaro se dibujara en sus rasgos afilados.
Su mano luego acarició tu cabello, mientras que su otra mano subió a tu barbilla y te hizo mirar hacia arriba. "¿Todo lo que yo quiera?" murmuró, volviendo al guion.
Batiste las pestañas coquetamente. "Todo. Soy tuya".
Aca es donde pensabas que Enzo se detendría, porque después de tu línea venían los besos, los toques y las caricias intensas: todas las cosas que hasta ahora no habías filmado en absoluto, porque ni siquiera podías pronunciar el diálogo correctamente.
Pero en cambio, se inclinó y comenzó a besar vorazmente tu cuello, haciéndote jadear.
"¿Qué haces?"
"Seguime", exigió suavemente, "es todo parte de la escena, ¿te acordas?"
Parpadeaste aturdida, abriendo y cerrando la boca, incapaz de registrar un pensamiento o palabra coherente. Dijo que era parte de la escena, pero habías leído el guion, y sus dientes mordiendo ligeramente tu sensible piel no estaba escrito en ninguna parte.
Pero, te tragaste tus pensamientos y recitaste varias líneas más junto con las suyas. Sentias como su otra mano sostenia tu muslo tan fuerte que pensaste que podría dejar moretones, pars este entonces ya empezabas a creer que tal vez esto era una de esos sueños que tenias sobre el mayor, solo producto de tu imaginación.
Estabas siguiendo el guion, tal como él había dicho que harian, pero incluso así, era evidente lo sencillo que podria ser rendirte ante sus besos, después de todo, apenas te estabas reprimiendo para no entregarte por completo. Pero ¿cómo resistirse, con su hermoso rostro a escasos centímetros del tuyo? esa era la verdadera pregunta.
Actuando o no, estabas decidida a disfrutar cada minuto de esto.
Cuando una de sus manos comenzo a jugar con la cintura de tus diminutos shorts y sus labios succionaron levemente a piel de tu cuello -justo en ese punto-, no pudiste evitar el gemido que salió de tu boca.
Sin embargo, el ruido pareció asustarlo; lo sacudió, lo devolvió a la realidad, y tus sospechas se confirmaron cuando se apartó bruscamente de vos.
"Dios, perdon nena..." una mueca cubrió sus rasgos, mirándote de arriba abajo como si acabara de darse cuenta de lo que estaba haciendo. "No sé qué me pasó, yo... no tendria que haber venido tan tarde, perdón."
Lo miraste, tu cuerpo decepcionado por la falta de contacto, observándolo presionar sus labios rosados en una mueca conflictiva. "¿Qué - qué queres decir?"
Su mirada recorrió cada rasgo tuyo, tan intensamente que pensaste que estaba admirando tu rostro. "No puedo, no podemos. Sos mi compañera, sos... sos mas chica que yo y..."
"Entonces podemos parar. Si eso es lo que queres", murmuraste coqueta, levantando la mano para quitar un pequeño hilo de su delgada camisa. "Pero solo si lo decis, decime que no queres que esto siga." dijiste, peligrosamente cerca de sus labios.
Gruñó, mordiéndose el labio. "No me hagas esto. Por favor sabes que no puedo"
"Hacerte qué?" Inclinaste la cabeza hacia un lado mirandolo con ojos grandes, fingiendo inocencia.
"Provocarme asi, nena. Porque sabes que no te voy a decir que pares. Y porque lo haces sabiendo que no voy a poder controlarme", gruñó antes de darte un beso profundo y desesperado, bajandote del tocador y bajando los besos por tu pecho.
"Entonces no me lo pidas En." gemiste enredando tus dedos en su cabello, siguiendo cada movimiento suyo, derritiendote bajo su toque dominante. "Y cogeme de una vez."
Enzo jadeaba entre besos. "Decis todas esas cosas con esa boquita tan bonita... No sabes como me calentas."
Tus manos recorrían todo su cuerpo, te detuviste en el borde de su camiseta, levantando esta para quitarsela, Enzo se separo y se deshizo de la prenda el mismo. Estabas desesperada por sentirlo. Y él tenía pensamientos similares, sus largos dedos se sumergieron en tus pantalones de seda y acariciaron tu intimidad por encima de la tela de tu ropa interior.
"Te necesito tanto, Enzo", jadeaste, y, despues de escuchar tus palabras, te quito desesperadamente los shorts y las bragas, haciéndote estremecer ante la repentina exposicion.
Acto seguido, se sentó en la silla de tu tocador y te agarró bruscamente por las caderas para colocarte sobre uno de sus muslos. La gruesa tela de sus pantalones de jogging, absorbiendo tu humedad como una esponja.
"Dale entonces", exigió sombríamente, "Mostrame cuánto me necesitas y movete".
Te mordiste el labio, la cara ardiendo de vergüenza ante la orden. Pero había una necesidad dolorosa en tu centro, y la forma en la que cruzó los brazos, mirando y esperando a que te frotaras en su pierna, hizo que te apretaras contra su muslo.
Tus manos se aferraron a sus hombros, y comenzaste a mover tus caderas de adelante hacia atras lentamente, la suave tela de sus pantalones haciendo mal trabajo para complacerte, apretaste tu cara contra su hombro, molesta por la falta de fricción.
"No puedo yo sola", te quejaste, "por favor".
Él sonrió socarrón. "Dijiste que me necesitabas y ahora no te podes ni mover? Mira que vende humo que sos, hermosa.". Entonces, de repente movio su pierna hacia arriba haciendo que un gritito saliera de tu boca.
No habia nada que necesitaras mas que enzo adentro tuyo, pero ahi estabas, frotandote pateticamente en su muslo hasta que el te permitiera hacer otra cosa. Obedeciste con resignacion, comenzando a establecer un ritmo constante en tus caderas aumentando el calor en tu interior clavando tus uñas en sus hombros, buscando algo que sea tu cable a tierra ante el placer que te estabas inflingiendo.
Tus caderas se movian vigorosamente contra el muslo del mayor cada vez más fuerte, cada vez de una forma más necesitada, sintiendo la presión en tu coño crecer cada vez mas y más haciendo que te muevas desenfrenada.
"Enzo por favor... por favor te lo pido" hiciste una pausa al sentir una de las manos del mayor posicionarse en tu mejilla, acariciandola lentamente. "No puedo mas... te necesito adentro."
¿Te estas escuchando chiquita?" Preguntó, uno de sus dedos tomo tu barbilla, inclinandola hacia arriba para que lo miraras, acto seguido metio dos dedos dentro de tu boca abruptamente.
"¿Te das cuenta de lo necesitada que te escuchas? ¿De lo duro que me pone saber que estas asi... solo por mi y que todavia no te haya tocado ni un pelo?"
Asentiste extasiada mientras pasabas tu lengua por al rededor de sus gruesos dedos, pero en realidad no estabas prestando atención: estabas cerca de tu orgasmo a tan solo unos segundos de liberarte de toda esa presion en tu estomago que te estaba volviendo loca, tus caderas desincronizadas, buscando el alivio... "Basta."
Escuchaste la voz de Enzo cargada de deseo mientras posicionaba su otra mano en tus caderas, deteniendo la fricción. Lloriqueaste ante la perdida de tu climax, era casi como si te lo hiciera a proposito. El pelinegro se levanto y te giró, manteniendote presionada a su cuerpo con una mano en tu cintura y la otra todavia empujando sus dedos dentro de tu boca, quedaron de tal manera que tu cuerpo estaba mirando hacia el espejo de tu tocador, la vista de ambos siendo reflejada ante tus ojos, sin embargo no pudiste prestar mucha atencion a eso. La mirada de enzo bajo hacia sus pantalones, viendo la mancha que habias dejado en la zona del muslo "Mira como me enchastraste los pantalones, ¿Mh?" Musitó contra tu oido.
No respondiste, o mas bien no pudiste responder, ahora tus muslos estaban siendo presionados entre si, buscando la mas minima fricción entre ellos mientras te mordias el labio en un intento de ocultar los quejidos necesitados que amenazaban con salir de tus labios hinchados.
Él se dio cuenta de esto, sin embargo, en vez de hacer algo solamente sonrió y rápidamente presiono tu estomago contra la mesa que yacia enfrente de ambos, sus dedos salieron de tu boca y sostuvieron tu cara, obligandote a mirarte al espejo por primera vez desde que habias salido de la ducha, tus ojos estaban entreabiertos pero tus pupilas se encontraban dilatadas, tus labios rosados y humedos por la saliva, tu ceño ligeramente fruncido.
Te veias absolutamente destrozada, fue entonces cuando sentiste cómo Enzo alineaba la gruesa punta de su polla contra tu entrada, el momento en el que se deshizo de sus pantalones habia sido algo que te habia pasado desapercibido al estar tan absorta en tu expresion siendo reflejada en el espejo. Cerraste los ojos con anticipacion.
Y de repente, tomaste plena conciencia de la situación: te habías entregado por completo a tu compañero de reparto, quien era 12 años mas grande. Y ahora él sabía que no eras solo una talentosa aspirante a actriz, sino simplemente una chica desesperada y rogando por ser follada.
"Ey, ey, ey, no" dijo rapidamente, "abri los ojos y acordate de tus expresiones. Te va a servir para la escena". Gemiste sin poder evitarlo, obedenciendo a sus ordenes y abriendo los ojos mientras él introducía lentamente su miembro entre tus pliegues.
"E-En, Dios!", exclamaste cuando finalmente se adentró por completo. Te sentías tan llena, tus paredes estirandose hasta el límite para poder tomar su polla tan profundo que sus testículos rozaban tu clítoris.
"Dios, chiquita... Mira lo mojadita que estas, me vas a matar", comentó casi sin aliento desde atras, su expresion mlstraba lo extasiado que se sentia. Tus jugos facilitaban su entrada rápida, aunque su miembro seguía siendo una intrusión ajena para tu inexperiencia íntima. Eras joven y nunca habías sido del tipo de estar cogiendo por ahi- o al menos no tan intensamente como ahora.
Te contrajiste alrededor suyo, un gemido escapando de su boca debido a la presión en su miembro. Enzo comenzo a empujarse adentro tuyo con un ritmo moderado, haciendo que tu cuerpo presionado contra la mesa se moviera de adelante hacia atras, el tocador rechinaba ante la abrupta sacudida y tus labios se separaron ligeramente para dejar salir un dulce gemido.
Habías estado enfocada en su rostro en el espejo, te encantaba ver su ceño fruncido, como su cabello se pegaba a su frente, producto de su traspiracion, su boca levemente abierta, y como sus cachetes se volvian cada vez mas colorados, sin embargo la mano de enzo se enredó en tu cabello tomandote de sorpresa, agarrando un puñado y levantando tu cabeza para hacer que tu atencion vuelva a tu cara. "Te dije que te mires, nena" dijo con seguridad mientras sus caderas chocaban contra tu culo haciendo que la caravana se inunde en ese sonido acompañado de tus gemidos. "Mirate y aprende como tenes que actuar ante la cámara."
Su otra mano se posicionó en tus caderas, apretandola con fuerza mientras sus embestidas se volvian cada vez mas erraticas.
En cualquier otra situacion ya hubieras objetado por el repentino cambio de velocidad ya que apenas habías tenido tiempo para acostumbrarte a su largo miembro. Sin embargo, tu calentura era aún más intensa que antes, si eso era posible.
Tu boca estaba entreabierta, tu lengua afuera y estabas jadeando y gimiendo como si fueras un perro; tus ojos se ponian en blanco con cada fuerte embestida, y habia saliva cayendo por tu barbilla, sentias como Enzo te sacudía contra el pobre tocador y como estimulaba cada parte dentro tuyo. Los sonidos que emitías no hacían nada más que aumentar tu vergüenza, eran gemidos ininteligibles y quejidos necesitados, jamas pensaste en mostrarte asi adelante de un hombre, pero el simple hecho de ver lo grande que era a comparación de tu cuerpo y como te podia manejar a su antojo te excitaba de sobremanera.
Y sin duda los doce años de diferencia formaban parte de esa excitacion.
"¿Hace cuanto que necesitabas que te cogiera asi? ¿Te pensas que no me daba cuenta de lo desesperada que estabas? cuando te presionabas contra mi mientras filmabamos y como tus manos tocaban de mas... No perdias el tiempo vos tampoco preciosa.", se burló.
"Desde siempre En..."susurraste, con entusiasmo, apenas capaz de comprender lo que estabas haciendo con el placer que te envolvía y nublaba tus sentidos. "Dios me cojes ta-tan bien... No pares por dios que rico" Tu espalda se arqueaba hacia él, tus paredes tomaban su miembro con desesperacion experimentando un extasis casi desgarrador con cada embestida. Tus gemidos eran cada vez mas incoherentes, cada vez mas fuertes.
"Dios, mirate como gritas por mi, chiquita... ¿Queres que te coja y que mañana todos se enteren de lo desesperada que estas por mi pija? Mirate, mirate lo patetica que te ves, te encanta que te coja fuerte ¿O no?", murmuró, inclinándose para dar un beso en tu mejilla; dulce y encantador, una clara contradicción con sus embestidas freneticas y las palabras degradantes.
Gimiste ante sus palabras, pero sabías que eran ciertas: nunca te habías visto siendo penetrada ya que estabas ocupada, bueno, siendo penetrada. Ver tu reflejo en el espejo de esta manera te tenía inesperadamente más excitada que antes. Había algo en ello, tu rostro contorsionándose del placer, las manos de Enzo serpenteando por tu cuerpo mientras seguía embistiendote desde atras.
Era como ver tu propia pelicula porno, pensaste de pasada, y te preguntaste como seria grabaras a vos misma. Y si tenias suerte, con enzo.
Su otra mano se deslizó hacia tu coño, separando tus pliegues para poder ver cómo su miembro desaparecia en tu interiores. "Por dios mira como me tomas... Viviría adentro tuyo", gruñó, inclinando la cabeza hacia atrás, entregándose al placer.
El orgasmo que sentias venir no era como el que tuviste al restregarte contra su muslo, no, venía más rápido, haciéndote temblar debajo de su gran cuerpo.
"Enzo... más rápido" exclamaste "m-más fuerte",
"Por favor", rogaste sin muchas esperanzas de una respuesta, "dale, Enzo, p-por favor". lloriqueaste ante su indiferencia.
Sin embargo y para tu sorpresa, ambas manos agarraron tus caderas para mantenerse firme. "Mira lo necesitada que estas, bebé", gruñó, empujándose más profundo y rápido, sintiendo cómo las paredes de tu cavidad se adaptaban a su nuevo ritmo. "Llorando por que te de mas fuerte, ¿Mh? ¿Asi te gusta? ¿Queres que te coja hasta dejarte sin poder caminar?"
Con esas palabras, tu climax llegó tan rápido como un tren de carga, golpeándote y sacudiendote, haciéndote gritar su nombre. Tu orgasmo te destrozó, tu visión se volvió blanca y tus pensamientos se pararon por completo. Apenas distinguiste el suave murmullo de Enzo, diciendo "Muy bien chiquita, aca estoy... tranquila" en tu oído, sosteniendote con sus fuertes brazos, evitando que te cayeras.
Cuando volviste en sí, tenías la cabeza baja, los ojos desorbitados y los labios hinchados. Enzo seguía moviéndose adentro tuyo, pero esta vez sus estocadas eran más entrecortadas, inestables y necesitadas.
"Acabame adentro", rogaste de repente, agarrándote de la superficie, tus piernas temblando, tu voz debil de tanto gritar.
"¿Si? ¿Queres que te llene to-toda?", titubeo entre gemidos, dando una última embestida antes de correrse en tu interior, podias sentir su miembro latiendo adentro tuyo. Estaba tan adentro que podías sentir cómo su semen entraba directamente en tu cuello uterino, no estabas preocupada, despues de todo estabas tomando anticonceptivas.
Pero tampoco te molestaria si no fuera asi.
Después de un momento, retiró su miembro, de tu coño y te alzó por la cintura para colocarte en el tocador y evitar que cayeras al suelo.
"Gracias", susurraste, mirándolo a través de tus pestañas. Luego mordiste tu labio al sentir como su semilla se deslizaba lentamente fuera de tu coño.
Él también se percató, y soltando un gemido satisfecho, abrio ligeramente tus piernas para recoger parte de su semen con el dedo, empujándolo nuevamente dentro de tu coño. "Te portaste tan bien, chiquita", dijo, volviendo a ser tierno, acariciando tu cabello, mimando tu frágil figura y mirandote profundamente.
Te derretiste ante sus delicadas acciones. "¿Es un buen momento para decir que me gustas?"
Enzo se rió con ternura. "Es un buen momento, si. Y vos también me gustas."
"Pero dijiste que era muy joven" le recordaste, pasando tu mano por su cabello ligeramente transpirado
Él suspiró, desviando la mirada nerviosamente por un momento antes de regresar a vos "Sí, porque es verdad, pero si a vos no te va a molestar verme con un baston en un par de años lo podemos hacer funcionar...", se encogió los hombros, reprimiendo una sonrisa.
No pudiste evitar la risa que broto desde lo mas profundo de tu pecho ante sus palabras tan fantasiosas y alejadas de la realidad "Ah, bueno no voy a tener mucho problema con eso, mientras que te sigan funcionando las caderas" dijiste con una sonrisa socarrona.
Antes de que pudiera terminar de abrir la boca para decir algun otro chiste malo, tus brazos se envolvieron al rededor de su cuello y lo empujaste hacia vos, uniendolos en un suave beso.
"Me gustas de gustar, en serio..." le dijiste en un susurro, mirandolo a los ojos con sinceridad, Enzo no podia creer lo brillantes que se veia tu mirada.
Sus manos se acercaron a tu rostro, sosteniéndote suavemente, su mirada demostrando todo su aprecio "Ya se, bebé, a mi tambien me gustas de gustar". Dijo con suavidad antes de presionar un pequeño beso en tu frente.
ii.
"¡Corten!" exclamó el director, y sentiste cómo tu corazón se detenia. Mierda, pensaste, con la mente acelerada, ¿qué salió mal esta vez? ¿Fue el beso o las manos en el pelo? Capaz no le gusto la forma en la que estaban encuadrados...
Sin embargo, el director se acercó a Enzo y a vos y soltó un grito de deleite para nada característico de su persona. "Perfecto", dijo simplemente, bordeando lo catatónico por lo satisfecho que estaba.
Tus hombros se relajaron con alivio, y te inclinaste hacia Enzo, quien sutilmente acariciaba tus muslos. "¿Ya terminamos?" preguntaste, sin aliento de la emoción.
El director asintió. "Fue increible, eléctrico, necesitado y apasionado, muy, muy apasionado", continuó con un suspiro, juntando las manos con fuerza. "Ustedes dos son de los actores más increíbles con los que he trabajado; tienen un talento asombroso, fueron tan convincentes que por un momento pense que realmente habian mantenido relaciones sexuales". dijo seguido de una carcajada
Sonreíste con satisfacción ante sus palabras, pero no sin echarle un vistazo a Enzo, compartiendo una mirada complice tratando de mantener tu expresión contenta y neutral, y no delatarte al recordar los eventos de la otra noche.
Mientras el director divagaba sobre la obra maestra que sería la película, Enzo te siguió fuera del set, murmurando bajito en tu oído, "Al final la práctica sí hace al maestro".
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Pelotudo | Francisco Romero
*enemies to lovers (almost)
*pelotudo: dicho de una persona, que actúa sin entendimiento, razón ni gracia.
“Que lindo ojos tenés - Quiere que te dé un beso?”
~
Conocías a Francisco desde kindergarten, y la verdad es que nunca congeniaron. Desde aquel entonces, sentías que le caías pésimo, y no era para menos. Él siempre se codeaba con los populares y se paseaba con aires de superioridad. Además, compartían el mismo interés por el teatro, lo cual resultaba ser uno de los puntos más irritantes para ti.
Durante los ensayos en la escuela de teatro, Francisco no perdía la oportunidad de soltarte comentarios hirientes: “Eso no es así", "Pelotuda, ¿no te lo estudiaste?", "Boluda, estás re-te mal", "Sos una mierda", "Andate a la mierda", y una lista interminable de despectivos. Era difícil soportar sus constantes críticas y la mirada de desprecio que te lanzaba en cada oportunidad.
Finalmente, llegó el día de tu graduación y decidiste mudarte a vivir a la Ciudad de México, dejando atrás esos incómodos encuentros con Francisco.
Después de varios años, tus amigos te insisten en que veas la película "La Sociedad de la Nieve". Como amante del cine y el teatro, y teniendo conocimiento de la historia del avión uruguayo, decides verla un día con tus amigos. Sin embargo, durante la proyección, algo llama poderosamente tu atención.
Al reconocer a algunos colegas del teatro en la pantalla, te sorprende descubrir que Francisco también forma parte de la película. Al verlo, no puedes contener tu reacción y susurras entre dientes un "concha de tu madre". La expresión de asombro en la cara de tus amigos es inevitable, y te preguntan: "¿Qué pasó?".
No puedes evitar soltar la verdad: "Ese es el pelotudo que arruinó mi carrera en Buenos Aires". La revelación deja a tus amigos boquiabiertos, y a partir de ese momento, la película adquiere un matiz completamente diferente para ti.
Después de un mes, decides regresar a Argentina para visitar a tu familia. Al llegar, te encuentras con un escenario inesperado: Francisco está en la cocina, cocinando con tu mamá. Ella, con una sonrisa en el rostro, te señala y exclama: "Mira, tu amigo de teatro está aquí".
Te quedas atónita, ya que la relación que tenías con Francisco distaba mucho de la amistad. Eran prácticamente enemigos durante tus días de teatro en Buenos Aires. Sin embargo, allí está él, ayudando en la cocina como si fueran los mejores amigos.
Tu madre, notando tu sorpresa, te presenta a Francisco con una alegría contagiosa. Él, con una voz inesperadamente dulce y fresa, te saluda: "(Tu nombre!), tu madre me invitó y, obviamente, no podía decir que no". Su tono amigable y su actitud llena de encanto te desconciertan, ya que no esperabas encontrarte con esta versión de Francisco.
Tu madre te informa que hace falta zanahoria y papas para la comida, y te pide que vayas al supermercado. Lo que más te sorprende en ese momento es escuchar a Francisco decir con una sonrisa: "Bueno, yo también voy contigo".
La idea de ir al supermercado con alguien con quien solías tener una relación conflictiva te resulta extraña, pero decides aceptar su compañía. Te das cuenta de que Francisco ha cambiado mucho desde la última vez que lo viste. Su actitud es relajada y amigable, y se muestra dispuesto a ayudar a elegir las mejores zanahorias y papas.
Mientras caminas para el supermerkado, decides soltar las palabras que hasta hace poco te parecían impensables: "Eh... felicidades, te vi en la película, hermoso de verdad". Francisco te mira con una expresión de sorpresa, pero el sol refleja intensamente en sus ojos verdes, haciéndolos brillar de una manera cautivadora.
Agradecido, Francisco responde con amabilidad: "Gracias. ¿Y vos? Tu madre me contó que haces teatro en México". Hipnotizada por la luminosidad de sus ojos, respondes sin poder evitar mirar hacia abajo: "Bueno, sí, estoy en el teatro y me va tranqui".
Él asiente con interés y suavidad en su tono de voz: "Qué bueno. Siempre fuiste la mejor en el teatro, la verdad es que te envidiaba mucho". De repente, te detienes en medio de la calle, mirándolo en blanco, tratando de procesar esas palabras. La sorpresa y la confusión se reflejan en tu rostro mientras intentas entender la nueva dinámica entre tú y Francisco.
Después lo encarás con una mirada bien intensa y le largás un "¿Posta estás diciendo eso?". Después de un silencio medio incómodo, le soltás un "En serio, che, ¿te olvidaste de todos los insultos que me tirabas cuando éramos pibes?". Francisco tira un "Che, (tu nombre), era un pibe, ni me daba cuenta de lo que decía". Ahí le mandás un "Sos un gil, me terminé mudando a Ciudad de México por tu culpa". Francisco te clava la mirada y suelta un "La verdad, nunca entendí por qué te fuiste". Y vos, con cara de sorpresa, le tirás un "¿Qué no entendés? ¡Me arruinaste la vida con esos comentarios arrogantes que tirabas todos los días, loco!". Te quedás re en shock después de soltar todo eso, dándote cuenta de que sacaste todo lo que tenías adentro y sin tener ni idea de qué va a decir el boludo.
Francisco te sigue mirando con esos ojos como platos y tira un "No sabía que te afectaban tanto, posta". Ahí te quedás mirándolo, medio paralizada, y le soltás un "¡¿Cómo que no sabías?! ¡Me hiciste mierda con tus comentarios, Francisco!". Francisco intenta explicarse, "Es que no lo hacía con mala intención, era joda de pibes". Y vos, caliente, le retrucás, "¿Joda? ¿Te parece joda tener que dejar todo e irme a otro país por tu culpa?".
Él baja la mirada, como sintiéndose culpable, y murmura un "No pensé que lo tomarías tan en serio, boluda". Ahí te explota la paciencia y le decís, "¿En serio? ¿No pensaste que abandonar mi vida acá sería en serio?". Francisco, medio nervioso, trata de justificarse, "Pero mirá, ahora estoy acá, podemos arreglar las cosas". Y vos, sin aflojar, le disparás, "No sé si tiene arreglo, Francisco. Me hiciste pasar por un infierno".
Francisco, sintiendo la incomodidad del momento, decide romper el hielo de alguna manera. Mira las bolsas de supermercado que sostienes con esfuerzo y sin decir una palabra, se acerca y te las quita suavemente de las manos. Lo hace como si de repente se diera cuenta de la carga que llevas.
Te mira con una sonrisa apologeta y te dice, "Che, dejame ayudarte con esto. Parece que están pesadas". Le das una mirada sorprendida, agradecida por el gesto repentino, y asientes. "Gracias, de verdad", le dices genuinamente. En ese momento, entre las bolsas, se crea un pequeño espacio de complicidad, como si ambos recordaran que, a pesar de todo, alguna vez fueron amigos.
*Thanks to my sis por ayudarme a escribirlo! We had fun!!!
#francisco romero#francisco romero x reader#enzo vogrincic#fanfic#society of the snow#my writing#la sociedad de la nieve#uruguay#latina#spanish#argentina#francisco romero fic
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Valdrá la pena
Debe estar aquí llevo una semana rastreando a ese idiota, si hubiera sabido que desaparecería con el cuerpo de mi hermano nunca le hubiera mostrado la forma de intercambiar cuerpos.
Hace algunas semanas mi mejor amigo no dejaba de expresar lo bien que se sentía tomar el cuerpo de otras personas. En ese entonces creí que solo sería una alegría pasajera, lo mismo me paso a mi cuando lo intente por primera vez.
Aquella noche regresaba de mi trabajo de medio tiempo, mi amigo estaba sentado en el sillón de mi sala con una cara de completo shock. Lo primero que paso por mi cabeza fue como logro entrar, de inmediato, note algo diferente en él, algo familiar. La persona que estaba allí no era mi amigo, sino, mi hermano atrapado en su cuerpo ¡Se lo había robado!
Le prometí que encontraría su cuerpo y lo obligaría a cambiar, y cuando estuviera de vuelta le daría la golpiza de su vida. Esa llama me dio motivación para buscarlo de manera exhaustiva, me costó recorrer cinco ciudades y casi todos mis ahorros, pero valdrá la pena, lo sé.
─Por fin te encuentro ─susurro.
Camine rápidamente hacia el tipo sentado en la terraza del bar, al sentir mi presencia trato de marcharse pero violentamente le impedí el paso empujando su pecho contra mi mano.
─He… Hey ─balbucea mi amigo nervioso.
─¡Eres un hijo de puta!
─¡Tranquilo! Pensaba regresarlo, solo quería divertirme un poco.
─No te creo, desapareces de la nada, usas el cuerpo de mi hermano para estar con otros chicos y lo viste de esa forma tan absurda.
─Tu hermano no sabía cómo vestirse ─responde con furia─, siempre se escondía en ropa holgada, era un desperdicio que no mostrara más este cuerpo.
Eso fue el colmo, ya no toleraría más excusas, viajé hasta aquí por semanas, estoy exhausto, lo único que pasa por mi cabeza es hacerle pagar todo lo que nos hizo sufrir. Lo tomé de los hombros para mirarlo directamente a los ojos, un pequeño destello apareció, ese era el momento.
Saque con fuerza el alma de ese cuerpo y la deje entrar en el mío, luche por varios segundos contra su espíritu, de ninguna forma dejaría que entrara de nuevo en el cuerpo de mi hermano. Mi alma salió disparada hacia el cuerpo vacío, sentía como poco a poco me adaptaba al tamaño y volumen de mi nueva forma.
Ambos retrocedimos después de culminar el intercambio, nos miramos durante unos segundos acostumbrándonos a nuestra nueva vista, fue extraño ver mi cuerpo sucio y descuidado.
─¿Este es tu plan? ─cuestiona mi amigo con gracia─ Recuerdas que yo también puedo tomar el cuerpo de otras personas.
Se abalanzo contra mí de la misma forma que yo hice hace algunos minutos, pero para su mala suerte no iba a funcionar.
─Nos selle ─dije en seco─ Ni yo sé si esto es reversible.
Pude ver su cara cambiar, de una de éxtasis a una de pánico. Después de llegar hasta aquí no iba a permitir que se quedara con este cuerpo, no me importaba quedarme así lo único que buscaba era que él no lo conservara.
─¡Estas loco! No te puedes quedar con el cuerpo de tu hermano.
─Es mejor a que lo tengas tú ─dije engrosando la voz.
Tomé a mi anterior cuerpo de la cintura y lo jalé hasta que nuestros labios quedaron muy cerca.
─Y como cereza del pastel ─susurre─ vas a ayudarme a estar más cómodo en este cuerpo.
Acerque mi entrepierna a una de sus manos, mi bulto se hizo más grande, su cara de sorpresa era lo que había buscado todo este tiempo.
─O..o..oye ─mi amigo por fin hablo─ Ahora somos hermanos, sería extraño y asqueroso hacerlo.
Con una sonrisa maliciosa confirme mi poder sobre él.
─No es como que tengas otro cuerpo al que saltar.
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Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti.
Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes.
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
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Horas extra (Bjorn x lectora)
Masterlist de mi autoría
Advertencia: +16 (¿alguien le da bola a las advertencias? Creo que más que advertir es una invitación a leerlo más emocionada xd)
Sinopsis: El minero solía pensar mucho en lo que haría cuando cumpliera con sus horas establecidas. A dónde iría, qué trabajo buscaría allí y lo sencillo que sería todo entonces. Pero en cierto punto, otra razón se convirtió en la principal de su esfuerzo. Ya no le preocupaba tanto poder irse de las minas en si, sino dejar las minas junto a ella.
Cuando un grave virus de origen desconocido comenzó a causar la muerte de un gran número de trabajadores en tu área, los altos rangos decidieron cerrar el sector, distribuyendo a los trabajadores sanos en otros ámbitos. Por esa razón, terminaste en el área de las minas.
Al principio fue difícil. A pesar de que las mujeres estaban asignadas a tareas más leves que los hombres, seguía siendo un lugar horrible. Insalubre.
No todo fue malo, pues ahí conociste a tu nueva amiga. Navarro. Y por consecuencia a su hermano. Bjorn.
Las interacciones comenzaron como simples intercambios de saludos, escalando a pequeñes charlas cuando se topaban por casualidad. Luego comenzaron las salidas juntos.
Eran buenos chicos. Esa era tu opinión sobre el par de hermanos. No iba a mucho más.
Fue así hasta que cierta tarde-noche, te topaste con Bjorn en una de las áreas ya minadas.
—¿Bjorn? ¿Qué haces aqui solo, amigo?—____ se acercó al barandal donde el chico estaba sentado—. Ya casi son las ocho, vamos a firmar el cierre y larguémonos de aquí.—
—¿Cuántas horas te faltan, ____? ¿Y qué harás cuando se terminen?—Bjorn siguió mirando el desolado paisaje, perdido en las oscuras fauces de la cueva apenas iluminada. Aquella pregunta tan seria tomó por sorpresa a la mujer, quien ya no tenía apuros por irse. En su lugar, se sentó junto a Bjorn.
—Pues me quedan poco menos de 600... Y cuando las terminen quiero que me pasen al sector de oficinas.—el chico finalmente la miró, y en su rostro se notaba cierta indignación—. ¿Por qué la cara larga?—
—Podrias pedir el pase a otra colonia, otro planeta... ¿Por qué diablos elegirías quedarte en este lugar de mierda?—
____ revisó su muñeca, donde aquel reloj de la compañía cubria su piel.
—597 horas. Tres meses, menos si hago extras...—habló con tono relajado—. En esos tres meses, la población actual de Jackson se reducirá. Mucho más si no controlan esa enfermedad pulmonar que esta matando a la gente.—Bjorn frunció el ceño—. No hay muchos jóvenes en la colonia, y a eso súmale que nos morimos lentamente... ¿Crees que la compañía nos dejará ir a Yvaga a tomar limonadas y trabajar de floristas en el soleado centro de la ciudad?—
—Terminamos el contrato. Es lo que corresponde.—
—Cosita linda, cree que la compañía es fiel a su palabra.—Bjorn se ofendió con el tono burlón con el que dijo aquello—. Van a extenderlo en cuanto te pares ahí, con tu sonrisa tonta a pedir el traspaso.—la inconfundible sirena que anunciaba el fin del turno resonó sobre sus cabezas—. Lo último que quiero es destruir tus ilusiones, Bjorn... Pero considero que tenemos la suficiente confianza para decirte esto... No saldremos de esta mierda, asi que haz que esta mierda sea más amena.—presionó su hombro—. Y podríamos empezar por comer unas pizzas ¿No crees?—
Desde ese día, los encuentros con Bjorn ya no eran por casualidad, sino que él te buscaba para compartir un momento de charla.
La idea de viajar a Yvaga no se había extinguido por completo de su cabeza, pero Bjorn entendió que tenías razón, así que en sus tiempos libres discutían sobre qué área era "no tan mierda" para poder pedir el pase.
Todas las tardes, mientras tomaban y bebían algo para reponer energías, buscaban algún rinconcito apartado para revisar el nuevo tema en cuestión.
Fue una de esas tardes, mientras se refugiaban del agobiante calor en una cueva, que la línea de amistad entre ambos comenzaba a desdibujarse.
—Jardinero... ¿Qué tal?—
—Estamos en un puto carbón gigante ¿Dónde diablos viste un árbol?—____ rió bajito, quitándole a Bjorn aquella revista con toda la lista de trabajos elegibles de la compañía.
El par llevaba apenas unos minutos sentados en la fresca cueva, iluminados por la precaria iluminación instalada en las paredes. Había sido descartada para minar hacía unos días, por lo que se había convertido en su lugar preferido para perder el tiempo. Nadie los molestaba ahí.
—Son opciones en general, para todas las colonias. No todas aplican aqui.—____ hojeó las páginas de forma rápida—. ¿Qué tal... Mensajero?—
—¿Y usar ese ridículo traje marrón mierda? No, cariño. Busca otro.—intentó quitarle la revista, pero ____ la apartó. Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.
—Oh, vamos. Es una idea más que buena. Además, asi podríamos vernos seguido.—aquello llamó la atención de Bjorn—. Porque no olvides que si me dan el puesto en la oficina, me trasladarán al sector norte. Y si las minas son el trasero, el sector norte son las tetas, estaremos muy separados. No nos veremos tan seguido.—Solo entonces el chico comprendió que en solo unas semanas, no volvería a ver a ____. Al menos no con la frecuencia que lo hacía ahora. Se sintió extrañamente mal—. O podrías venir a las oficinas conmigo. Pero dudo que estar encerrado en un cubo de 3 metros cuadrados te guste.—
—¿Estaría encerrado contigo? Porque en ese caso no sería tan malo.—la chica rió con aquello, levantándose del suelo y sacudiendo vagamente el polvo de su pantalón.
—Me retracto. No sé si quiero aguantar tus tonterías todo el dia.—
—Pensé que te agradaban mis tonterías.—Bjorn se levantó también, mirando como la chica se quitaba la chaqueta y la amarraba a su cintura.
—Por un rato. Pero algo me dice que después de unas horas te vuelves insoportable.—lo escuchó quejarse—. Nav en cambio... Me gustaría tenerla como compañera. Sí... tú serás el mensajero color mierda y Nav mi vecina de oficina.—Bjorn miró a la mujer refrescarse con el agua de su cantimplora, mojando un poco su cabello para amarrarlo mejor.
Algo del agua que escurría por su pecho empapó su camiseta, y Bjorn pudo ver el sujetador negro traslucirse un poco bajo la blanca tela. Se sintió un idiota por enfocarse en eso, apartando la mirada apenas reaccionó.
—Aún es temprano... No debemos irnos todavía.—soltó mientras recogía la revista, evitando mirarla de nuevo.
—Pero ya elegimos tu trabajo, mensajero. Ahora debemos adelantar horas para apurar el asunto.—____ le lanzó la cantimplora, invitándolo a usar el agua restante—. Porque temo informarte que en dos meses ya me largo de aquí, y no volverás a ver mi dichoso rostro hasta que cumplas tu cuota.—
Ah... Bjorn no había pensado en eso.
—Me quedan 6 meses... A Navarro 4.—____ se acercó a él, extrañándose al ver lo pensativo que se había puesto de un momento a otro.
—Pues 6 meses no es tanto.—
—Ya me acostumbré a pasar las tardes contigo, querida. 6 meses sin escuchar tus tonterías sí es mucho.—____ sonrió, mirando como Bjorn volcaba algo de agua en su mano y la pasaba por su nuca.
—Aww, ¿Me extrañarías? ¿De verdad?—recibió la cantimplora—. Yo no sé si te extrañaría a ti, la verdad.—
—Que graciosa.—
—Pero echaría de menos a tu hermana, y que me dieras tu postrecito del almuerzo...—lo vio rodar los ojos antes de comenzar a caminar hacia la entrada de la cueva—. Y tal vez, un poco... Echaría de menos compartir el ascensor contigo.—
—¿Y eso por qué?—
—Porque la luz del ascensor hace que tus ojos resalten ¿Sabes? Y por si no lo notaste, son muy bonitos.—aquel comentario hizo que Bjorn la mirara enseguida—. Oh no, te inflé el ego. Ya vámonos.—
—¿Mis ojos? ¿Son lindos?—sonrió enseguida, acercándose a la mujer que ignoraba ese repentino aumento de energía—. ¿Y el resto de la cara?—
—Es la cara de un idiota, no acompaña mucho a los ojos.—Bjorn se paró frente a ella, sin dejar de sonreírle con diversión—. Ya, hazte a un lado.—
—Pues si me preguntas...—
—No lo hice.—
—... En mi opinión, toda tu cara es jodidamente linda.—____ se sorprendió con aquello—. No... Tú eres jodidamente linda de pies a cabeza... asi que sí, voy a extrañar verte... haré horas extras para que la separación no sea tan larga.—
—¿te parezco linda?... ¿Yo?—la chica se autoseñaló, y Bjorn asintió enseguida—. No creo... De seguro es porque no has visto muchas chicas que tengan menos de 40 años en las minas... que no sean Navarro, tu prima o la hija del supervisor.—
—No es eso. De verdad me pareces bonita ¿No puedes aceptar el halago?—
—Bueno bueno, lo tomo.—la sirena que indicaba el fin del descanso rompió el raro ambiente—. Ya, mensajero. Volvamos a trabajar.—
—Y luego horas extra, cariño.—
—No te sobreesfuerces.—
Desde ese día, la actitud de Bjorn cambió bastante. Se volvió más coqueto, adulador. Y a pesar de que no insinuaba nada más, era evidente que comenzaba a desarrollar ciertos sentimientos.
No es que no tuvieras interés, por supuesto que lo tenías. Pero algo en la forma de ser despreocupada del chico -sumado a algunos chismes de Navarro relacionado a parejas anteriores de su hermano- te advertía sobre posibles problemas a futuro.
Ya te habían roto el corazón hacía no mucho, no querías que volviera a pasar. Y Bjorn era un buen amigo, no querias arruinar eso.
Ese coqueteo disimulado era divertido de recibir, y no dudabas en responderlo también.
Lo veías como algo inocente, una tontería. Una que no le haría mal a nadie.
Pero cierto día, mientras hacías tus últimas horas, Bjorn terminó destapando todo.
—Disculpa, eres ____ ¿Verdad?—la chica levantó la mirada, encontrándose un rostro nuevo—. Soy Adam, tu reemplazo.—le extendió la mano—. En la agencia dijeron que en unos días te cambian de sector y que yo cubriré tu lugar, vine a ver cómo es el trabajo.—
La chica le estrechó la mano dudosa, pues era un puesto que usualmente se le atribuía a mujeres debido a no ser tan pesado.
—Hola, Adam. Un placer... Disculpa la pregunta pero-
—Ya no hay mujeres que quieran venir a las minas, asi que quien sea que esté disponible ¡Pum! de cabeza a las minas.—respondió divertido al ver que había adivinado la pregunta de la mujer—. Asi que sí, tuve suerte.—
—Bueno, compañero. Será un trabajo liviano, pero es tan repetitivo y aburrido que en lugar de cansancio físico caerás en la locura... Ven, te mostraré.—
El resto del turno ____ se dedicó a explicarle al chico cómo era el trabajo. Cargar, llevar, descargar, volver y repetir... Unas 200 veces por día. Adam era simpático. El chico aprendió rápido y se ofreció a hacer el último tramo las tareas de la chica. Quería tomarle ritmo al asunto antes de empezar a trabajar, además de que notó que ____ estaba algo cansada ese día.
—Bueno, tenías razón. Fácil es, divertido no mucho.—Adam recibió la cantimplora que la mujer le extendió, descansando un momento junto al carrito.
—Harás amigos que hagan más pasadera la tarde, no te preocupes.—se sentó a su lado—. ¿Quieres comer algo? Ya casi es hora del descanso.—
El chico no pudo responder, cuando un tercero se paró frente a ambos. Era Bjorn. Su mirada era de confusión, pero en el fondo también se sentía inquieto. Ver a la chica sonreírle a un desconocido no le hizo mucha gracia.
—¿Y tú quién eres?—miró a Adam, controlando las ganas de decirle que se apartara dos metros de la mujer.
—Mi reemplazo ¿Me harías el favor de no espantarlo?—____ se levantó, para alivio de Bjorn—. Adam tomará mi lugar aqui, le estoy enseñando cómo es todo.—Bjorn entonces se enfocó en la chica, dando por terminado el asunto del extraño.
—¿Vamos a almorzar?—
—Justo le pregunté a Adam si quería almorzar. Puedes unirtenos.—
Al diablo, por supuesto que Bjorn no quería. Y mucho menos que ella almorzara con el otro idiota.
—... Es que Nav quería almorzar juntos, los tres... Porque... Ya sabes... Podría ser el último almuerzo.—
Ah... Mentirita piadosa.
—Oh, ya veo...—____ miró a Adam—. Lo lamento, en otro momento hablamos ¿Si?—el chico asintió con una sonrisa algo decepcionada, mirando como la chica tomaba su mochila y salía detrás de Bjorn.
—¿Y... Dónde está Nav?—____ miraba confundida hacia la entrada de las minas, extrañándose al ver que su amiga no estaba en el lugar de siempre.
—Nav esta en casa, durmiendo. Tuvo el turno de noche.—
—... Osea que mentiste.—la chica frunció el ceño—. Dejé a Adam solo y es su primer día aquí, Bjorn.—
—Que se pudra Adam... El viernes terminarías tus horas ¿No?—Bjorn revisaba su reloj vagamente, ignorando el enojo de la chica—. Ese día, si mis cálculos no fallan... tendré 4 meses y Nav 2.—
—¿Vamos a ignorar el hecho de que mentiste entonces?—
—Querida, tus almuerzos son conmigo. Yo debería ser el ofendido aquí ¿Por qué lo invitaste a él a comer?—____ sonrió apenas.
—¿Celoso de mi reemplazo?—
—Pues sí, obvio.—respondió sin problemas—. La idea de que voy a ver su tonta cara en lugar de la tuya me hace enojar...
—Pues acostúmbrate.—
—Voy a hacer muchas horas extras para ir contigo más rápido...—
—No te sobreexijas.—la chica tomó la mano de Bjorn, mirando el cronómetro de su reloj. El chico sonrió por el tacto—. Si haces dos horas más por día, y te cambias al turno nocturno, podrías reducirlo a un mes.—
—Un mes sigue siendo mucho tiempo sin verte.—Bjorn bajó la mirada a su mano, que aún era sujetada por la mujer. La presionó un poquito al ver que ella quería soltarlo—. Asi que veamos la forma de vernos cada tanto ¿Si? Aunque sea para tomar una cerveza, o lo que sea.—
—... ¿De verdad es para tanto?—
—¿Tú no me extrañarás?... Bueno, a mi o a Navarro.—se excusó enseguida, siguiendo su camino como si nada.
—Solo es un mes, Bjorn...—lo miró por unos segundos, debatiéndose si aquello era una buena idea—. Incluso... Yo podría hacer una semana más aquí y cederte mis horas... Así estarías parejo con Navarro y vendrían juntos al sector norte.—
Bjorn se emocionó con aquello, sin entender que se estaba exponiendo demasiado con la mujer.
Cada vez que ella mencionaba lo poco que le quedaba en las minas, Bjorn se ponía de mal genio. No sabía disimular. Ni un poco. Y ____ comenzaba a pensar, para alegría de su corazón enamoradizo, que lo del chico era algo más serio.
Caminaron en un silencio algo raro por un rato, hasta que llegaron al puestito callejero donde solían comprar la comida.
—Deberian comprar y marcharse, niña. Lloverá en cualquier momento.—el vendedor metió unas hamburguesas en una bolsa de papel, luego unas papas fritas—. Este mes las lluvias tendrán una acidez algo alta, asi que lo mejor será que no se empapen.—
—Ya veo... ¿Vamos a mi departamento? Esta aquí cerca.—____ miró a Bjorn, quien tomaba las gaseosas y pagaba la comida. El chico se sorprendió por el ofrecimiento, pues nunca había ido a su casa. Solían comer en las minas, o ese puestito de la calle. Nunca en su casa. Se sintió algo ansioso.
—Bueno... Pero tú lleva la comida. Yo llevo las bebidas.—
Al llegar al departamento, Bjorn se sorprendió al ver que era bastante bonito. Y mucho más grande que cualquier casa de mineros.
—¿Por qué no nos dijiste que eras ricachona?—se sentó en el sofá que la mujer le señaló, dejando la comida en la mesita ratona de la sala.
El departamento tenía una sala y la cocina, separabas por una pequeña barra, al fondo dos puertas, Bjorn supuso que eran el baño y el cuarto de la chica. La sala era el lugar central, eso era evidente. La decoración era simple, pero Bjorn entendió que a la chica le gustaban las plantas. Había decenas de ellas, por todas partes. Y una pecera repleta de peces adornaba un rinconcito.
—Si fuera ricachona, estaríamos por comer algo más sano que unas hamburguesas ¿No te parece.—____ se sentó junto al chico, dejando las bebidas en la mesita—. Es una casa prestada. Recuerda que éste no era mi sector, yo era del lado oeste.—
—¿Oeste? ¿Investigación?—Bjorn la miró sorprendido, pues ahora que lo pensaba, la chica nunca le había contado de dónde venía.
—Era de laboratorio, yo en específico era la encargada de actualizar la base de datos. Era un trabajo simple. Pero un idiota se enfermó y todos empezaron a caer como moscas.—tomó la hamburguesa—. Y ahora aquí estoy, comiendo una hamburguesa contigo.—
—Pues me alegro de que eso suceda... No de que muera gente... Ni de que te degraden... Bueno, tú me entiendes.—____ le sonrió—. De verdad... Siento que conocerte fue algo que debía pasar.—
La chica dejó de comer, mirando como Bjorn tomaba un poco de su bebida.
—Bjorn... ¿Puedo hacerte una pregunta?—
—No.—la miró divertido—. Ya, solo bromeo. Dime.—
—... ¿Yo te gusto?—
Mal momento para llenarse la boca de papas fritas.
Bjorn se ahogó apenas, sintiendo como la papita seca se le atoraba en la garganta. La chica le dio unas palmaditas en la espalda.
—¿Qué preguntas tan de repente?—el rostro de Bjorn se puso completamente rojo, y ____ no supo si era por vergüenza o por casi haberse muerto por asfixia.
—Algo que quiero saber, claro... No quiero molestarte, ni estoy bromeando. Es solo que... te comportas raro a veces, y yo... No lo sé, no quiero confundir las cosas.—la chica bajó la mirada a su hamburguesa, apretándola un poquito—. Solo di sí o no, tampoco es que importe mucho.—un silencio algo raro los rodeó.
—¿Por qué me preguntas si no te importa?—Bjorn se llevó unas papitas a la boca, sonaba desilusionado—. Si te digo sí o no, dices que te importa un carajo.—
—Yo no dije "un carajo".—
—Es lo mismo...—
—Di sí o no, Bjorn. No compliques una pregunta simple.—
—No es tan simple, ____.—el chico apoyó las manos en sus rodillas, comenzando a sentirse nervioso. El leve tic que comenzaba a nacer en su pie lo delató.
—¿Por qué no?—
—... A ver, dime tú primero ¿Te gustó o no?—
—Un poquito.—respondió sin más—. ¿Lo ves? No es complicado.—
—... ¿Qué es esa mierda de "un poquito"? O mucho o nada. Poquito no existe.—____ enarcó una ceja.
—Existe, y es una respuesta. Tú no me diste nada.—
Bjorn la miró sin creerse que realmente estaban discutiendo por esa tontería.
—Poquito roza la nada, es menos que poco. Entonces no te gusto nada.—frunció el ceño con tal seriedad que ____ no pudo evitar reir—. No sé qué te causa gracia, es algo serio.—
—Si te molesta que te quiera poquito, es porque tú me quieres más que poquito.—Bjorn se indignó al verla robarle de sus papitas, pero comenzaba a ver que todo aquello comenzaba a darse de forma natural, sonrió apenas—. ¿Mucho tal vez?.—
—... Demasiado, mucho.—soltó sin más, tomando con la guardia baja a la mujer—. Tanto que la idea de no poder verte por al menos un mes... Diablos, me esta volviendo loco desde hace días.—tomó una papita, mordiéndola apenas—. Dijiste que responda sí o no... La respuesta es mucho. Mucho de mucho y nada de poco ¿Esta bien?—
La chica lo miraba completamente anonadada. Creía conocer a Bjorn, creía que se haría el tonto y evitaría la pregunta. No creyó sacarle una respuesta tan seria. O al menos la consideraba seria teniendo en cuenta que se trataba de Bjorn.
Y era justo lo que quería escuchar.
Sus manos se aferraron a las mejillas de Bjorn con necesidad, y sus labios no tardaron en chocar con los ajenos. Suspiró al sentir que Bjorn la tomaba de la cintura, apretándola un poco.
La cena pasó completamente a segundo plano, y el par de jóvenes se desplomó en aquel sofá, recorriendo el cuerpo ajeno con total necesidad.
—Poquito... A mi no me parece que esto sea poquito, cariño.—Bjorn se separó apenas de la mujer, mirándolo con una sonrisa agitada.
—Poquito mucho, tal vez.—____ gimió bajito al sentir la mano del chico colarse en su camiseta—. Se... enfriará la comida.—Bjorn levantó la prenda, y sus labios no se tardaron en dejar besitos por todo su abdomen, ____ amó eso.
—Comeremos luego... En la cena. Que en esa sí estará Navarro.—subió hasta su sostén, levantándolo sin una pizca de duda—. Diablos... Tal vez nos salteemos la cena también.—
Esa noche, cuando Navarro recibió al par de jóvenes en el restaurante del centro, no tardó en cuestionar dónde diablos habían estado.
—¿no te enteraste, hermanita? Hubo lluvia ácida.—Bjorn arqueó las cejas, dándole una seriedad que aquello no tenía—. Tuvimos que refugiarnos en la casa de ____... muy juntitos, por seguridad.—la chica no tardó en golpearle el hombro.
—¿Podemos cenar en paz, Bjorn?—
—Sí, corazón... algo tenemos que comer ¿verdad?— el chico sonrió, y esa vez ____ no pudo enojarse con él.
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Charlie y todos el equipo recibieron una invitación del Heaven , son recibido por Emi que ella personalmente lleva a todos para que conozca el Heaven, y también contar sobre .Sir Pentious, mientras que Charlie, Vaggie y Emi habla, el equipo esta asombrado por la vista de esta ciudad sin saber que unos ojos los mira con Odio y Asco (spoiler son Víctimas del Equipos ) .
Llega a una Cafetería /Pastelería qué le pertenece a una amiga de Emi, diciendo que ella y su Hermano hace los mejores y también deliciosos postres de mundo.
Elige 2 mesas (mesa 1 Emi, Charlie y Vaggie. Mesa 2 Alastor, Husk, Niffy y Angel)
La amiga de Emi llega a la mesa 1 para anotar su pedido y también conoce los nuevos amigos de Emi pero cuando llega a la Mesa 2 y ve a Alastor, ella suelta un grito desgarrador.
Todo el personal está asustados y preocupados , la lleva a la cocina donde esta su hermano, mientras esto sucede, Vaggie esta enojada con Alastor, creyendo que le hizo algo a la amiga de Emi.
Emily preocupada por por su amiga decide ir donde esta ella, pero de la cocina sale el hermano (su apariencia es de un perro cazador y es grande ), le pide "amablemente" a Emi que se largue del lugar juntos con sus amigos.
Cuando Charlie esta a punto de protestar y defender a su amigo lo que sea que hizo (a igual que Vaggie cree que Alastor le hizo una broma a la amiga de Emi) , el hermano le un golpe a Alastor en la Cara tan fuerte que hizo volar los dientes de Alastor , saca a Charlie y todos como si fuera " basura" de su cafetería.
Emily esta confundida y el hermano a ver su mirada le dice
Hermano: ¿Por qué mejor no le preguntas al tu nuevo amigo el "Rojito" sobre lo que hizo? Después de todo, él es el responsable de lo que le hizo a mi hermana. Le quitó sus sueños, su carrera y su "VIDA".
E:...
Her: Y una cosa más, YA NO ERES BIENVENIDA A ESTE LUGAR, NO TE QUIERO CERCA DE MI HERMANA! *cierra la puerta de golpe *
Emily:
Y una multitud mira a Emily, Charlie y al equipo con Odio.
En otro lugar
God: *comiendo palomitas*
Zeus : *le quita las palomitas de God*
Es que sería la reacción más lógica de los ganadores en el cielo. Siento que comenzarían a tener miedo y pánico cuando comiencen a ver que los pecadores empiezan a caminar entre ellos.
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! reader)
Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2:
Para cuando Alana llegó a casa, alrededor de las dos de la mañana, el alcohol ya había desaparecido por completo de su sistema, sin embargo, aún se sentía intoxicada, no pudo hablar mucho con Enzo después de la ronda de fotografías y toda la farándula que el actor invocó con su mera presencia, sin embargo, el chico se encargó de hacerle saber que seguirían en contacto.
—Tenemos que terminar esta conversación eventualmente por teléfono—había bromeado en su oído mientras algunas personas grababan la interacción—. Tenés que avisarme cuando escribas algo nuevo, muero por leer cualquier cosa que salga de tu mente.
Así que ahora se encontraba parada en medio de su departamento, con el corazón latiendo a mil por hora y con el número telefónico de su actor favorito en su lista de contactos, Alana miró la pantalla de su celular y lo dejó en la mesa, no había manera en la que ella fuera a mandarle un mensaje a Enzo, ¿qu�� se supone que le diría?
Pero sabía que si por cosas del destino él llegara a llamarle o mandarle un mensaje, ella no pensaría dos veces en responder.
Alana se quitó los pendientes y corrió emocionada hacia el estudio para platicarle a su novio sobre cómo había conocido a Enzo (claro, evitando ciertos detalles, como todos los que delataban la manera en la que el chico había despertado cosas en ella que no sabía que existían) Sebastián era consciente de lo mucho que Alana admiraba a Enzo como actor, irónicamente, la primera película que habían visto juntos había sido protagonizada por el mismo uruguayo.
Cuando abrió la puerta del estudio no se encontró con más que el monitor encendido, un escritorio repleto de tazas de café a medio terminar y un olor a cigarrillo, ¿desde cuándo Sebastián había vuelto a fumar? Alana se recordó a sí misma que a la mañana siguiente, después de su entrevista, limpiaría el lugar.
Se encaminó hacia la habitación que compartía con su novio, la puerta del baño se encontraba abierta y ahí encontró a Sebastián de espaldas lavándose la cara.
El chico levantó la mirada para verla tras el espejo, el regaló una sonrisa y una vista cansada, Alana olvidó por un instante los acontecimientos de las horas anteriores, no podía evitar sentir una calidez en su pecho cada que veía a Sebastián, siempre se encontraría eternamente agradecida con él, pues Sebastián había aceptado editar su obra cuando nadie había confiado en ella, en ese entonces ella apenas había escrito un par de relatos cortos para concursos de la universidad y sitios web, Alana era consciente que sin Sebastián, no estaría parada en esta preciosa ciudad.
—¿Cómo te fue?—preguntó él secándose la cara y dándose vuelta para verla frente a frente.
Alana arqueó las cejas, la sonrisa de Enzo volviendo a sus pensamientos.
—Conocí a Enzo—hasta su propia declaración le sorprendió.
—¿Enzo?
—Enzo Vogrincic, charlamos un poco y todo—dijo emocionada.
—Genial—dijo él protruyendo el labio inferior, Alana parpadeó varias veces, acababa de decirle a su novio que había conocido a su jodido ídolo y él sólo decía genial.
Actuaba como si Alana se hubiera topado con el vecino de la puerta de alado.
—Me dijo que le gustó bastante la saga de arco de sangre—mencionó.
—Todo mundo que hable español y sepa leer dice eso, cariño—dijo él con tono de obviedad y hasta rodó los ojos—. Seguramente te lo dijo para caer bien, ¿le mencionaste que la primera película que vimos de él fue aquella…la de las montañas?
Alana parpadeó varias veces incrédula, años atrás, cuando había visto La sociedad de la nieve con Sebastián, sintió que su vida había cambiado por completo, ella no había vuelto a ser la misma.
Había sido un error creer que Sebastián se había sentido de la misma manera.
—¿Podrías estar aunque sea un poco emocionado por mí?—preguntó dolida, le pesaban los ojos del sueño y la idea de aún tener que desmaquillarse le agobiaba, lo único que pedía era un poco de tacto por parte de su pareja.
—Estoy emocionado por ti—replicó él con la voz más plana de todas—. ¿Quieres que te haga una fiesta y te compre globos?
—Jódete—dijo ella dándose vuelta.
—Ya, Alana, perdón—se disculpó caminando detrás de ella—. Claro que me entusiasma, te mereces más que nadie conocerlo, lo digo en serio—dijo tomándola del rostro, Alana lo miró fijamente intentando conectar con los ojos azules de su novio, claro que sentía esa calidez en su pecho, pero desde tiempo atrás no sentía esos fuegos artificiales que le habían hecho mudarse a otro continente por él, tragó saliva bruscamente, su padre le había dicho cientos de veces que no se mudara de su hogar por un hombre, y ahora estaba acá, a miles de kilómetros lejos de casa casi rogándole al que creía ser el amor de su vida por un poco de atención.
Qué patética situación.
Se encontraba cansada y con sueño, ni siquiera tenía ganas de que Sebastián la tocara, meses atrás que no lo hacía, Alana podría decir que había olvidado cómo se sentía el tacto del chico, aún así, por la mera razón de querer pasar aunque sea un poco de tiempo con él, se desabrochó el botón del vestido de seda, este se resbaló por su cuerpo e hizo un charco en sus pies, Sebastián bajó su mirada por un instante.
—Está carísimo ese vestido, si lo estropeas lo vamos a tener que pagar—dijo él apartando el vestido de sus pies y yendo a colgarlo al closet, Alana quedó petrificada en su lugar.
—Iré a escribir—dijo él sonriendo débilmente, depositó un seco beso en su mejilla y le palmeó el hombro.
Alana sintió la humillación llenarla por completo, se había desnudado enfrente de su jodido novio y de cambio había obtenido un par de palmadas en el hombro.
No estaba sorprendida, pero sí decepcionada, no permitió que la vergüenza la atormentara, por lo que se desmaquilló rápidamente, se puso la pijama y comenzó a buscar la reseña que Enzo le había dejado al segundo libro de la saga en su perfil de GoodReads.
Cuarenta minutos después, con el dedo adormecido de tanto dar hacia abajo en en la pantalla y con los ojos secos de sueño, se topó con la reseña de un perfil llamado en_vgc al principio no estaba segura si se trataba de él, pero vio que de foto de perfil tenía un gato exactamente igual al que había posteado en su Instagram días atrás.
Se sentía tan sola y patética.
Como cada que estaba apunto de leer una reseña, sentía que su corazón quería salirse de su caja torácica, se incorporó mejor en la cama, se talló los ojos y comenzó a leer la dichosa reseña.
˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖
Habían pasado días desde que Alana conoció a Enzo la premier y que corrió a casa a leer lo que él había dicho de su libro, se sentía avergonzada, pero más de una vez cada tantos días se sorprendía a sí misma releyendo una y otra vez lo que el chico había dicho sobre el segundo libro de arco de sangre.
Alana lo había embellecido y hechizado por completo, había tomado su alma, la había golpeado, besado y la había regresado a su pecho (palabras de Enzo) o bueno, Alana no, más bien el libro.
Ahora se encontraba en el escritorio de su oficina, comprobando su aspecto por última vez antes de encender la cámara web, desde que se le había visto con Enzo, Alana había captado la atención en redes, algunas personas ya la conocían, otros estaban sorprendidos de que la chica fuera la creadora del mundo de fantasía de la saga, mientras que otros se reían de ella por como se había comportado con Enzo (se le notaba claramente extraña en cada vídeo y estúpidamente nerviosa) en este instante estaba por hacer una entrevista vía Zoom para un programa de espectáculos.
—Alana, ¿cómo estáis?—preguntó la entrevistadora desde el otro lado de la pantalla, Alana se acomodó sus audífonos y carraspeó.
—Bien, bien, gracias.
La entrevista siguió tranquila, con las típicas preguntas de siempre: qué le había inspirado para escribir la saga (su depresión y cierto actor) si había presentado choques culturales entre Sevilla y México (un montón, pero nada grave) si actualmente se encontraba escribiendo algo más (por el momento no, pero no podía esperar por retomar la escritura) con el paso de minutos comenzó a desenvolverse más y a contestar las preguntas elocuentemente.
—Hace un par de días te vimos en un evento con Enzo Vogrincic, ¿cuál fue tu experiencia con el actor uruguayo?
—Fascinante—respondió rápidamente—. Enzo es una persona totalmente comprometida a su trabajo, lo vengo admirando desde años atrás y me considero completamente afortunada de poder haberlo encontrado en un evento así, se nota que es un apasionado por la actuación y que se siente en casa en ese tipo de lugares—comenzó a decir—. Y no sólo eso, como persona es bastante amable, humilde y con los pies en la tierra.
La entrevistadora sonrió al escucharla, claramente encantada por la respuesta tan elaborada que ella había dado, tal vez un ‘’muy buena’’ hubiera sido más que suficiente, pero llevaba días pensando en lo amigable que Enzo se había comportado con ella y las cosas tan hermosas que había escrito sobre el libro.
—Habláis de él como si lo conocieras de mucho, ¿ya se habían encontrado en un evento como ese?
—No, no realmente—rió avergonzada—. Como dije, llevo tiempo siguiendo su trayectoria pero no había tenido oportunidad de conocerlo hasta la premier, simplemente digo lo que todos ya saben sobre él.
—Vale, vale—rió—. Supongamos que hicieran una película de tus libros, ¿te gustaría ver a Enzo en la pantalla grande?
—Ah no bueno—respondió Alana bastante emocionada—. Primeramente es un sueño muy grande y loco pensar que lleven a carne y hueso uno de mis libros, yo creo que estaría en la cima del mundo si hicieran eso, cuanto más tener a Enzo como el protagonista, sería un verdadero sueño hecho realidad. Entonces si alguna vez se presenta la oportunidad, probablemente me verán persuadiendo al encargado del casting para que considere a Enzo—bromeó.
La entrevistadora le hizo un par de preguntas más ya no referentes al actor, aún así, Alana estuvo el resto de la hora pensando en él y fantaseando con un Enzo caracterizado como Luther.
Después de la entrevista, Alana se cambió por una ropa más cómoda y procedió a limpiar el estudio de Sebastián aprovechando que el chico había salido a comprar unas cosas, el escritorio estaba repleto de colillas de cigarros y manuscritos corregidos a mano por la misma Alana, tomó el bonche de hojas y las observó rápidamente, cada una de ellas con anotaciones, correcciones y sugerencias para el libro que Sebastián llevaba tiempo escribiendo, no pudo evitar acordarse en Enzo diciéndole que le avisara si volvía a escribir algo, Alana se mordió el interior de la mejilla, ¿no estaba escribiendo porque estaba de vacaciones o no lo hacía por el desgaste que tomaba corregir el libro de Sebastián?
Se sentía hasta inútil, estaba en una ciudad hermosa que le inspiraba en cada esquina y calle y ella dedicaba todo su tiempo a llenar los vacíos de trama de la historia de Sebastián, no le agradaron sus pensamientos, así que se dedicó a terminar de limpiar, estaba por sacar la última bolsa de basura cuando sintió su celular vibrar en el bolsillo de la pijama, Alana y leyó el mensaje que mostró la pantalla.
''Vi tu entrevista, gracias por tus palabras, estaré aquí hasta que termine de rodar la peli, si algún día quieres ir por un café, llámame, Enzo x''
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El calor y la luz solar convierten el adorable letrero de una tienda de ropa en una pesadilla:
Una pequeña tienda de ropa japonesa se ha transformado en todo un fenómeno viral después de que su letrero con un precioso bebé se convirtiera en una atracción de terror debido al intenso calor y la luz solar de los últimos años.
Hangai, un establecimiento de ropa y complementos de la ciudad de Nagahama, tiene el mismo cartel desde hace diez años: un adorable bebé con un globo de diálogo que dice "Tenemos muchas cosas buenas y baratas".
Sin embargo, el año pasado, después de un verano particularmente sofocante, el cartel cambió y se convirtió en una imagen espeluznante: los ojos y la boca del pequeño se volvieron completamente negros.
Por el intenso calor y la luz solar directa, los colores oscuros del cartel se carbonizaron, creando una imagen aterradora, indica un medio local.
Las cosas empeoraron aún más este año, después de otro verano abrasador. Las altas temperaturas hicieron que el letrero, que alguna vez fue enternecedor, fuera aún más aterrador: ahora toda la cara del bebé se volvió extrañamente oscura, como si hubiera salido del fuego.
Tras el proceso de abrasión, no está claro si el propietario de la tienda, Masanao Itaya, va a retirar por fin el cartel terrorífico. Mi consejo es que lo haga lo antes posible, si no quiere alejar a los clientes más miedosos.
Fuente: 20minutos
Enviado por: Antonio
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Hello, I remind you that I only write small One shots of ships that I like, I am not the artist of these beautiful arts that I find ✨💚
All my writings are in Spanish, so I apologize if I don't have them in English 🥲 I'm not very good at the language.
Batstantine: Encuentro en las Sombras
El eco de los pasos de Batman resonaba en el callejón oscuro mientras se acercaba sigilosamente a la figura solitaria que fumaba un cigarrillo. John Constantine, con su característica chaqueta y mirada desafiante, levantó la vista al sentir la presencia del Caballero Oscuro.
— ¿Constantine? —llamó Batman, su voz apenas un susurro entre las sombras.
— ¿Batman? —respondió Constantine, arqueando una ceja—. Qué sorpresa verte por aquí. ¿Has venido a pedirme un consejo sobre cómo lidiar con tus demonios internos?
— No estoy aquí por juegos, Constantine. Gotham está siendo asediada por fuerzas que no puedo explicar. Necesito tu ayuda.
— Ah, así que necesitas un poco de magia en tu vida después de todo —dijo Constantine, apagando su cigarrillo con indiferencia—. Bien, supongo que puedo hacer una excepción por ti, Bats. Pero prep��rate para sumergirte en lo profundo, donde la luz no alcanza.
Ambos hombres intercambiaron miradas intensas, cada uno evaluando al otro con cautela. A medida que trabajaban juntos para resolver el misterio que envolvía a la ciudad, surgía una extraña camaradería entre ellos. A pesar de sus diferencias, compartían un sentido de propósito y determinación.
Después de horas de investigación y enfrentamientos con criaturas sobrenaturales, encontraron una pista crucial que los llevó a un antiguo cementerio en las afueras de la ciudad. Mientras exploraban las tumbas en busca de respuestas, se encontraron acorralados por una oscuridad abrumadora.
— Estamos rodeados, Constantine. ¿Algún truco bajo la manga? —preguntó Batman, su voz resonando con autoridad en la noche.
— Oh, siempre tengo un as bajo la manga, Bats —respondió Constantine, con una sonrisa desafiante—. Pero esta vez, necesitaremos un poco de trabajo en equipo.
Con un gesto rápido, Constantine invocó un hechizo que envió a las criaturas de vuelta a las sombras. En el silencio que siguió, se encontraron cara a cara, el brillo de la luna iluminando sus rostros.
— ¿Qué te parece, Bats? ¿Te he convencido de que la magia tiene su lugar en tu mundo? —bromeó Constantine, con un destello travieso en sus ojos.
— Tal vez haya algo de verdad en lo que dices, Constantine. Gracias por tu ayuda —admitió Batman, con una nota de agradecimiento en su voz.
Un momento de complicidad pasó entre ellos, cargado de tensión y algo más. En un impulso inesperado, Batman se inclinó hacia adelante y sus labios se encontraron en un beso fugaz pero lleno de significado. El tiempo pareció detenerse mientras el mundo se desvanecía a su alrededor.
— Parece que la noche aún tiene algunas sorpresas guardadas para nosotros, Bats —dijo Constantine, con una sonrisa enigmática.
Con el corazón latiendo con fuerza en sus pechos, ambos hombres se separaron y se prepararon para enfrentar lo que la noche aún les deparaba.
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Diabolik Lovers Daylight Animate Tokuten:「Durmiendo junto a un★Vampiro」 [Laito Sakamaki]
Título original: 「添い寝でおやすみ★ヴァンパイア」
//Traducción pedida en Ko-fi//
Laito: ¡Ah! ¡No aceleres tanto! ¡No necesitas correr! No, estoy bien, me he estado divirtiendo desde el momento en el que me invitaste a salir a pasear para disfrutar de la vista nocturna incluso la espera fue entretenida. Me alegro de que digas eso. Oh, ya sé, podemos ver la ciudad mientras caminamos, ¿pero no te gustaría sentarte un rato y verla con calma? Hay un parque por aquí cerca. Entonces te escoltaré. Bueno, andando. Por cierto, ¿por qué te atrasaste? Ah, no estoy enojado, solo me llamó la atención.
Laito (1:05): ¿Rompiste un plato? ¿No te lastimaste? Hm… Es que eres algo atolondrada, así que pensé que te habrías cortado un dedo, pero parece que estás bien. Eres mía, así que no debes desperdiciar ni una sola gota de sangre. ¡Ay no! ¡No me veas con esa expresión de desazón! Al final no desperdiciaste nada, ya que no te lastimaste. Listo, llegamos. ¿Qué opinas? La ciudad se ve hermosa desde aquí, ¿no crees? Fufu, entonces sentémonos aquí.
Laito (2:02): Sí, es una buena locación. Esto no es nada, invítame siempre que quieras, así podré monopolizarte, bitch-chan. Por cierto, el viento es realmente agradable hoy y la ciudad se ve bien. Sí, sí, la vista nocturna es preciosa. Me cuesta creer que todas esas luces representan a los humanos que viven en la ciudad. ¿Hm? Es verdad, el puente brilla con distintos colores, como un arcoíris. Parecen luces decorativas, ¿habrá algún evento? Sí, está bien, vayamos a ver las iluminaciones, podríamos aprovechar de cenar afuera. Decide qué quieres comer ese día.
Laito (3:12): Jaja, no te preocupes, no tienes que decidir ahora. ¿Sabes? Esta vista nocturna me recuerda a los humanos en sí, las luces que repentinamente se desvanecen me hacen pensar en las almas que de la nada se extinguen, me hace pensar en lo fugaces que son. No pongas esa cara, no dije que fuera algo malo. Mientras tengan luz se esfuerzan por vivir, ¿no? Y pensé que eso era algo que vampiros inmortales como yo no podemos sentir, solo eso… Es algo silencioso y efímero, pero por eso mismo es hermoso… Lo hice sonar algo cursi, pero a eso me refería.
Laito (4:12): ¿Qué piensas tú? Ajaja, como dije algo fuera de lo normal te preocupé, ¿no? No lo pienses profundamente, solo dije lo que sentí. Sí, sí, gracias por ser tan honesta. ¿Hm? ¡Es verdad! Ahora el puente tiene un estampado de flores. ¿Será eso a lo que llaman un “mapeo de proyección”? Estamos tan lejos que no puedo ver nada, pero parece que sí están celebrando algún evento. Está bien, vayamos a verlo. Jaja, cada vez hay más diversión. Oh cierto, ¿no tienes frío? Hay una máquina expendedora allí, ¿quieres que te compre algo de beber?
Laito (5:15): Viniste muy ligera de ropa, si te ataco no te… ¿Eh? ¿Tienes sueño? Así que es porque te relaja estar a mi lado… ¿A pesar de que tiendo a maltratarte? Incluso si me dices eso no seré amable cuando succione tu sangre. Que rara eres. ¿Entonces? ¿Qué quieres beber? Muy bien, entendido. Sé buena chica y espérame, ¿sí? *va a comprar*
Laito (6:09): A ver… me pidió esto… ¿Qué me pediré yo? Creo que lo mismo. *deposita dinero en la máquina y saca dos bebidas* Perdona la espera, ya regresé. Está caliente, así que ten cuidado de no quemarte. No, no te preocupes, yo también quería beber. *se sienta conmigo y abre su lata para beber* Es deliciosa, oye, tú también… Oye, no cabecees con la lata en tu mano. Sabía que tenías sueño. Dame la lata, sería malo que se te derramara encima.
Laito (7:16): ¿Quieres cerrar tus ojos? Pero si ya está dormida… Por más que diga que le relaja estar a mi lado me impresiona que pueda dormir tan tranquila al lado de un vampiro hambriento… No tiene nada de precaución… Aunque no le perdonaría que se durmiera al lado de alguien más. Oye, bitch-chan… *beso* Ni con esto despierta… Fufu, que remedio, la dejaré dormir un poco. Pero cuando despierte tengo que succionar su dulce sangre. Es lo que mereces por invitarme y quedarte dormida… si te resfrías tu sangre sabrá mal, me acercaré un poco más. *se acerca a ti*
Laito (8:28): Hay bastante viento… ¿Cuándo debería despertarla? Oye, quiero beber tu sangre para poder dormir plácidamente, así que hazme caso cuando regresemos. Fufu, aunque dudo que me escuches. Jaja… se siente como si estuviéramos en nuestro propio mundo, no está mal… ya que en casa nos interrumpen… ¿No piensas lo mismo mi bella durmiente? Ese adorable rostro dormido, muéstramelo solo a mí, ¿sí?
Laito (9:22): Ah… en sueños dijo “te quiero”… Obviamente hablas de mí. ¿Verdad bitch-chan? Oye, no soltaré tu mano… así que tú tampoco sueltes la mía… Estemos a solas por un rato más. Aunque… siempre eres cálida… Eres como un cálido guatero… *bosteza*
Laito (10:13): Al acurrucarme a tu lado me entró sueño… Solo un momento… *se queda dormido*
Nota: Con vista nocturna se refieren específicamente a ver la ciudad durante la noche, las luces de la ciudad a lo lejos, durante la noche.
¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn
#animate tokuten#laito sakamaki#diabolik lovers daylight#diabolik lovers#traducción al español#mi traducción
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Granada, 2022 | Esteban Kukuriczka
Para: el individuo que me recomendó escribir sobre Adolfo Strauch *mañana escribiré del otro Strauch XD
~
Estás sentada en la terraza de un café en Madrid, reflexionando sobre la vida con tu taza de café y un cigarrillo. Después de días de indecisión sobre qué hacer con tu vida y recibir recomendaciones que no te convencen, te encuentras en una situación financiera precaria, con casi nada en tus manos.
Sientes el deseo de escapar y explorar una ciudad diferente, con un estilo único, algo que se asemeje a la esencia nazarí. De repente, ves un cartel que destaca la belleza y la arquitectura de Granada. Con el poco dinero que posees, tomas la decisión de comprar un billete y partir hacia Granada al amanecer.
Al día siguiente, te despiertas a las 4 de la mañana, listo para la nueva aventura. Empacas tu cámara Polaroid, metes tus pertenencias en la mochila y esperas mientras un Cabify te recoge para llevarte a la estación de tren.
Una vez en la estación, te percatas de que es muy temprano, así que decides esperar con calma la llegada del tren. Cuando llega la hora de abordar el tren Iryo, te diriges al carril cinco y te sientas. Con tranquilidad, te pones tus audífonos y comienzas a escuchar tu canción favorita. Sorprendentemente, el tren está prácticamente vacío, no tienes a nadie a tu lado ni enfrente de ti.
Mientras miras por la ventanilla del tren, contemplas la belleza del paisaje en el camino hacia Andalucía. La canción que estás escuchando envuelve tu vida con un toque romántico, y de repente, una sonrisa ilumina tu rostro. En ese momento, escuchas una voz masculina que te dice: "Sos prácticamente un protagonista". Tratas de ubicar de dónde proviene la voz, ya que no hay nadie frente ni a un lado de ti, pero percibes un reflejo en la ventanilla de un chico que está detrás de ti.
Tú le preguntas, "¿Disculpa?" En respuesta, el chico se levanta de su asiento y se acerca a donde estás sentada, poniéndose justo enfrente de ti para poder hablar cara a cara.
"Perdona," él te dice, "Me llamo Esteban y vos?" te pregunta. Sin embargo, tú le respondes con tu nombre de manera indecisa.
"¡Qué lindo nombre tenés! Y, ¿vas para Granada o sos de Granada?" Esteban te pregunta. Le respondes que estás escapándote hacia Granada y que eres de tu país. Él comenta, "¿Cómo que de escapada, como de alguien?" y tú te ríes levemente, aclarándole que simplemente estás buscando algo significativo. Él te dice, "¡Qué raro, no?" y tú le preguntas por qué. Esteban responde, "Es que eso es algo que un protagonista haría", dejándote pensativa mientras intentas entender a qué se refiere.
Luego, le comentás a Esteban que pensabas que cada individuo es su propio protagonista. Sin embargo, Esteban te responde, "Vos tenés razón, pero nadie es capaz de dirigir su propia vida. Hay que tener valentía para poder hacerlo". De repente, te reís y le decís, "¿Eres muy filosófico, no?" y Esteban te responde, "Creo que vos me hacés sentir filosófico".
Ambos se ríen y de repente, un miembro del personal pasa por el pasillo ofreciéndoles café. En tono cómico, le comentás a Esteban, "Creo que el café te ayudará a profundizar un poco más", a lo que él responde, "Pues, perfecto".
Ambos disfrutan del café y tú contemplas el paisaje por la ventanilla. Sin embargo, notas una mirada fija hacia ti. Miras a Esteban y le preguntas, "¿Qué?" Él te responde, "Es que, vos sos única, es decir, guapa". Tímida, le agradeces, pero luego, en el silencio, te quedas mirándolo y te das cuenta de lo guapo que es. Su cabello tiene unos reflejos rubios, como rayos del sol, sus ojos son color café, y está lleno de pecas de miel. Luego, tus ojos se desplazan hacia sus brazos, observando las venas que van hacia sus manos rojizas, las cuales se ven cálidas.
Después, Esteban te interrumpe y te pregunta, "¿Qué?" Tímidamente, le respondes, "Nada."
Esteban y tú quedan en pleno silencio, cada uno contemplándose en silencio. De repente, se conectan a través de sus miradas, y él te dice, "Me gustaría salir contigo".
Confundida, le respondes, "¿Aquí en Granada o...?" y él te interrumpe diciendo, "Ambas".
Fin
#society of the snow#la sociedad de la nieve#esteban kukuriczka#fanfic#my writing#uruguay#argentina#reader x Esteban kukuriczka.#enzo vogrincic#spanish
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Save a horse, ride a cowboy! (or an outlaw, I dont mind)
Pissa outlaws, cowboys and bandits AU! encontre un clip pasión de gavilanes y esto nacio(no tiene nada que ver igual)
Missa abandona su ajetreada vida en la ciudad cuando un sobre misterioso llega a su puerta citandolo a nombre del Badolero BigQ
La araña escarlata a desaparecido y Quakity busca por todos los amigos de aquella epoca con la esperanza de que ayuden a encontrarlo. Y aún que Missa es extremadamente reacio a volver a una vida que solo trajo dolor a su puerta pero se encuentra incapaz de cerrarle una puerta en la cara a un amigo.
El pueblo es justo como lo recordaba de sus paseos nocturnos solo que ahora esta mas lleno y vivo que nunca! sus ojos se demoran en como los niños corren detras de si con espadas de madera, inconscientes del como en las afueras del pueblo, cuando el atardecer empieza a atenuarse hasta convertirse en la noche los bandoleros salen a saquear lo que encuentren, matar ganado, y robando de los cultivos. Todo para pasar al siguiente pueblo el dia después.
Fue una vida agotadora, e incluso cuando ya termino sabe que no lo abandonara del todo, nunca podra tener sus propios hijos o alguien por quien dar la vida.
Mientras suspira pensando en como seria mucho mas digno morir en los brazos de un amate que un callejon después de una pelea de bar una repentina presión en sus piernas lo hace perder su equilibrio, ya de por si malo, y caer contra el piso arenoso lleno de rocas.
Levanto la mirada, escaneando con sus ojos morados la causa de la caida y ahi lo ve, un niño pequeño de a lo mucho 7-6 años esta sentado en el piso frente a el, alterado y con sus rodillas sangrantes; el claro culpable de la colicion sucedida.
El niño se disculpa rapidamente pero el ceño fruncido en su cara lo hace creer otra cosa, no duda que lo lamente pero hay algo mas ahí, antes de que el hombre pueda hablar el niño gruñe enojado hacia sus rodillas, suena mas como un ruido molesto que lastimero y se apresura a coger una espada de madera que seguro perdió en la caída con un gesto brusco.
Missa conoce esa ira, la a visto antes y sabe que a donde lleva no es un lugar para un niño.
Asi que lo detiene suavemente de hacer cualquier movimiento, "Esos son raspones bastante desagradables los que tienes ahi, chico" Missa se levanta en toda su extensión, tapando un poco el sol con su espalda y Chayanne solo se queda sorprendido por el mínimo el segundo antes de intentar reponder, pero Missa sigue resueltamente "todo el mundo sangra después de un fea herida" "pero eso es lo que vale la pena de ellas, dejan una marca bajo la sangre como el dios de la sangre, sabias?”
Chayanne niega timidamente con la cabeza de pronto toda su rabia ardiente como lava se siente fria, la curiosidad reemplaza el enojo y no puede evitar preguntarse si es ese dios de la sangre tan cool como suena? su padre le ha contado sobre multiples dioses como quien cuenta cuentos para dormir, pero su favorito siempre a sido sobre el guerrero legendario Technoblade, no cree que ese dios de la sangre sea mas cool!
Dan un paseo por la plaza y Chayanne puede empezar a admitir que el dios de la sangre puede que sea cool, no mas cool que su padre o su heroe! pero es tan ominoso y genial sobretodo cazando a sus presas que suenan tan molestas con su “Quaks” desesperados, le recuerdan a cierto profesor!
Estos Quaks pueden no ser geniales (más bien molestos) pero este hombre misterioso lo es, en cierto punto. Parece que siempre sabe que decir, su tono de voz es confiado y alegre como de quien conversa con un buen amigo pese a haberlo conocido hace solo unos minutos y de mala manera. No parece importarle que Chayanne lo haya derribado sobre el piso duro o su animosidad inicial (que en su defensa no era contra el señor alto, era más contra sí mismo) incluso se asegura suavemente que no hay nada malo con lloriquear cuando asisten con Mr Bad para que le limpie y le aplique una pomada en sus rodillas, Chayanne es uno guerrero así que lo lloro no se quejo! Pero él le permitió estrujar su mano durante le proceso si lo necesitaba.
Cuando él señor levemente genial y Mr Bad se empezaron al poner al día rápidamente noto como en vez esforzarse por entrar a la charla de los adultos él señor alto lo empujaba lentamente a descansar un poco.
Él le trae un vaso con agua y distrae a Bad para que Chayanne pueda robar algunos caramelos extra de su “bolsillo para buenos muffins”.
Los compartirá con su hermanita.
Ese hombre puede que sea de hecho un tipo cool.
Sus ojos son morados, Chayanne nota.
Le agrada ese tipo.
.
Philza es un hombre tranquilo que a tenido su dosis justa de aventuras en la vida, pero eso ya termino. Ahora es un simple samaritano con dos hijos.
En sus ultimos años de vagar por el mundo escucho un rumor sobre y una especie de vaquero calavera que aterroziba el pueblo de Quesadilla en el condado Q.Essempi, inmediatamente decidio establecerse con su dos hijos ahí.
Llamalo loco, el mismo se regaña a veces por buscar una ultima aventura con dos niños tan pequeños, practicamente bebes, a cuestas pero algo dentro de el lo impulsaba a creer que habia algo mas en Quesadilla, algo maravilloso esperando por el. Intento preguntarle a su diosa no hubo respuesta directa pero al alba cuando su pequeña Tallulah abrio los ojos, finalmente se habian definido. Eran morados.
Ojos morados enormes que lo miraban con tanta inocenncia que juro que nunca habria dolor en sus vidas, ni de ella o su hermano mayor. Lo tomo como la respuesta de su diosa para quedarse en el pueblo y vivir pacíficamente.
Y así pasaron los años en el pueblito, el pequeño Chayanne tenía muchas energía, que generalmente usaba para apuñalar a los otros residentes y la pequeña tallulah crecería para ser una niña realmente alta! Muda y extremadamente talentosa con la música, Philza estaba orgulloso de ella se preguntaba si ese talento musical era lagun tipo de bendición porque de él no lo había aprendido.
Vio el pueblo cambiar con los años, gente ir y venir, gente que hablaba inglés, gente que hablaba francés, gente que hablaba portugués y gente que hablaba español, era con mucho el lugar más variado donde había estado y se sentía cómodo de que aún sin moverse constantemente sus hijos también pudieran aprender de otras culturas.
Diablos Chayanne incluso estaba aprendiendo alemán con su madrina Niki!
Philza no podía estar más feliz, de no ser porque de vez en cuando sentía algo solo similar a un tirón de pelo, en lo profundo de su pecho, en su corazón. Como si tuviera que voltear a algún lado, buscar algo, algo que esperaba por él y que le hacía falta incluso sin saberlo.
Podría dejarlo en que es viejo e ignorarlo, dejarlo pasar de no se porque sabía que era su diosa, señalándole algo que se había perdido o que profetizaba sería importante. Así fue cuando encontró a sus hijos, su cabeza zumbaba, no del todo, ahí arrastrándolo por la sala de adopciones, su corazón se sentía más liguero ahora que el pequeño paquete que pronto se nombraría Chayanne por las instalaciones estaba acunado en su pecho.
Pero la necesidad instintiva de avanzar no se detendría hasta encontrar a una diminuta y abandonada criatura, que resultó en ser la niña olvidada y abandonada por las instalaciones de adopción; Tallulah.
Era fácil suponer que después de encontrarla su idea de retirarse fue más que bienvenido y Phil decidió sacudirse el recuerdo de esas horribles instalaciones, no quería recordarlas y mucho menos que sus hijos supieran de esos cabrones federación, irresponsables.
Pero eso está en el pasado
.
Phil suspiro, sus años de viajero y superviviente habían arruinado sus papilas gustativas. Hubiera estado bien antes si fuera solo él solo, pon un poco de aguacate en ese pan y sigue con el día. Pero ahora tenía dos niños y ciertamente Tallulah está arta de las tostadas de aguacate, Chayanne no va a luchar pero su hijo demora mucho su mirada en él cuando está cocinando, tratando de detenerlo telepáticamente.
El pensamiento lo hace reír ligeramente Phil es lo suficientemente funcional como para hacer una pasta decente que lo alimente a él y a dos niños, puede ver desde la ventana frente al fregadero su jardín de atrás. Tallulah está alimentando a algunos cuervos que se pasan por ahí, algunos incluso lo siguen durante el día! la niña se ríe de Brayan cuando accidentalmente empieza a ahogarse en el vivero para aves que instalaron especialmente para Esperanza y el corazón de Phil se derrite por un segundo cuando nota como algunos se posan de forma protectora frente a la niña (antes de distraerse y emperezar a ser caóticos, de nuevo) la imagen le recuerda que ya está la comida y su nido está vacío así que se apresura a abrir la ventana, llamar a Tallulah y salir a buscar a Chay. Probablemente esté vagando por el pueblo otra vez o se entretuvo con Ramón.
Sea como sea su hijo es fuerte, él conoce a las personas del pueblo como la palma de su mano y sabe que nunca le harían daño a su hijo, lo sabe y no se encuentra a sí mismo para estar preocupado. aún así corre, apresurado, no sabe porque pero siente que debe apresurarse antes de que se vaya, antes de que se vaya que? no lo sabe pero se mantiene rapido, buscando con la mirada a su alrededor y su corazón late agitado y anhelante, tirando mas rapido, tirando de su corazón susurrando un nombre que nunca habia oido antes.
Llega al centro del pueblo, no vio que algunos de los cuervos lo habían seguido moviéndose furiosamente por los aires vibrando y caw de emoción, están absolutamente extasiados, los cuervos saben algo que él, lo que solo lo hace querer reír, esta listo, lo a estado desde hace tanto tiempo, donde está, donde está, necesita verlo necesita-
“Chayanne!”
.
El niño deja de reír de alguna de las bromas que hizo Missa, su pequeño rostro se ilumina ante la voz que grita, quien asume es su padre. Ambos se parecen, piel clara y cabello amarillo paja, Missa se detiene súbitamente inseguro de acercarse al hombre guapo con el sombrero a rayas ay dios y si cree mal de él? se quiere morir, lo vio ladrandose con uno de los perros de vigilancia para hacer reír? Lo vio interpretando música con una botella random que encontró? Dios que alguien por favor lo mate.
.
Antes de que él pueda decidir si acercarse lentamente al hombre y agradecerle por encontrar a su hijo o por el contrario alejar a Chayanne del tipo extremadamente alto y desconocido pero entonces lo ve, ve como uno de sus cuervos se posa en el hombro del hombre misterioso como si lo hubiera hecho antes como si pertenecía ahí y sus ojos se permiten vagar una vez está lo suficientemente cerca al rostro del desconocido y oh… uh oh es guapo, no solo guapo, sino su tipo, maldición.
Un hombre alto, de cara bonita, cabello negro largo y vestimenta tirando a colores oscuros con azules brillantes, lo mira a los ojos antes de apartar la mirada nerviosamente y Phil ahora no solo quiere reír sino carcajearse.
Lo encontro. Ni siquiera es un "eso" sino un "él". Chayanne mira confundido el intercambio (o la falta de) entre los dos adultos y Phil casi quiere abofetear al cuervo cuando le lanza una mirada que solo puede definir como un "Te lo dije". Pero eso puede esperar ahora que tiene que presentarse ante el tipo que buscaba, que estuvo buscando, sin siquiera saberlo. Intenta hablar antes de que el chico se haga más pequeño sobre si mismo.
Ocultando su sonrojo lo mejor que puede, Phil extiende una mano, notando que el extraño había estado acariciando nerviosamente al cuervo en su hombro, Phil respira y finalmente se presenta.
"Hey there! I'm Philza, Philza Craft, but y´can call me Phil, are you new in Quesadilla, mate?"
...
El post original tenia unas traducciones pero ahora que estamos hablando español, pues f, no? AAAAaaaAAAaaaaRAGARAGA!! Quería que esto fuera breve, quería escribir algo más en Death Duo (forma platónica) pero mi crisis de sueño tomó el control y he estado en esto todo el día, ¡Pissa Nation, esta es mi oferta! asterisco-reverencia-asterisco/j Muchas gracias por apoyar mi primera publicación, ustedes fueron encantadores <3 Ahora intertare hacer la version español del post anterior, perdonen los errores ortograficos no tengo mucha experiencia en la escritura, también vuelvo a mencionar que el título viene de la canción, no esperen cosas explícitas porque simplemente no me siento cómoda haciéndolo. Gracias por leer los quiero mucho 💞💞
#pissa au#qsmp pissa#pissa#pissa nation#qsmp#death family#qsmp philza#qsmp missa#qsmp tallulah#qsmp chayanne#ver. español#yeii#author is tired#qsmp au#qsmp shipping#au intro#juro que estaba escribiendo como#estableciendo al personaje de Missa y de pronto#COWBOY C´MON#tengo sueño#but here whe are#tiene algunas modificaciones que hice para que me suene mejor#espero no les moleste <3#cowboy-outlaw au
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Pole Position (Formula 1 x lectora)
Resumen: Lando no debía estar en Michigan esa semana. Ni siquiera tenía pensado volver a Estados Unidos. Pero a la chica no le diría eso. No le diría que solo fue con la esperanza de pasar más tiempo cerca de ella.
Nota: capítulo enfocado por completo en Lando
~ Capítulo anterior Capítulo siguiente ~
Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ XIII ~
~¿Señora Cabrales? ¿Hola?~Tania miró a la cámara distraída, pero en realidad Carlos no estaba ahi~. ¿Sucede algo?~
—Nada, mensaje de un amigo... ¿En qué estábamos?—
~Jugaremos Overwatch el viernes.~
—Si sí...—la chica dejó el celular a un lado—. Bueno, en realidad va a depender de cuándo lleguen mis papis a Michigan. Porque claaaro, si están mis papás en casa no puedo clavarme a jugar jueguitos. Tengo que ser una hija social y buena anfitriona.—
~... Lando me mandó mensaje, dice que quiere jugar con nosotros... ¿Estará mirando el stream?~
—No entendería nada, no sabe español.—
~Le enseñé un poco. Se defiende.~
—Bueno, si Lando está mirando...—
~...No elijas Widowmaker de nuevo.~
Lando rió por lo bajo, bloqueando su celular al notar que acababa de llegar a su hotel.
Sabía por comentarios vagos de Carlos en Brasil que la chica volvería a su departamento en Michigan. Y tal vez no sabía dónde vivía, pero no era nada que no pudiera averiguar.
La verdad era que Lando ni siquiera sabía qué quería.
Se pasó los últimos días viendo cuanta entrevista se encontrara de la joven, al igual que profundizó un poco en la competencia que lideraba en Argentina. Y estaba más que cautivado por todo aquello. Tania era increíble. Y a pesar de que Lando no sabía qué esperaba de su llegada a Michigan, sabía que quería estar más cerca de la mujer.
—¿Quiere que le consiga una acompañante?—aquel asistente llamó la atención de Lando, quien negó enseguida.
—No, nada de eso. Solo quiero subir al cuarto y descansar.—el asistente asintió, guiándolo al ascensor—. ¿Sabes... Si algún otro piloto se está quedando en la ciudad?—
—El chico Bearman vive no muy lejos de aquí, venía a cenar junto a su novia al restaurante del hotel... Oh, y la chica argentina también.—Lando lo miró—. Creo haberla visto hace no mucho, también cenando con Bearman y el niño Antonelli. Creo que Perez también...—
Tania terminaba de alistar el desorden del garage cuando su celular sonó. Era Alex, preguntando si podían jugar un ratito esa noche. Estaba por decirle que sí, cuando una notificación iluminó la parte superior de su celular. Era Lando.
En cualquier otra circunstancia, Tania estaría feliz de recibir mensajes de su gran ídolo, pero últimamente sentía que Lando tenía intenciones algo dudosas. Sus mensajes no se sentían como los de Carlos, con sus memes tontos. O como los de Kimi debatiendo sus tonterías ficticias de películas. No. Las interacciones de Lando eran raras. Y Tania no era tonta.
Fue por esa razón que invitó a Lando a cenar a su casa, para tantear qué diablos quería y, de ser necesario, decirle que se detuviera.
Idea que obviamente Franco determinó como horrible. Eso terminaría mal.
~Escuchame una cosa, señora "soy amiga de todos". Vos misma lo dijiste, Lando es un ojitos alegres, se calienta con todo el mundo. Yo mismo lo vi en fiestas del ámbito... Asi que no juegues con eso porque se te va a caer un idolo. Cuando Lando intente darte un beso, acordate de mi cara eh.~
Tania ignoró aquel mensaje de voz de Franco, y se dispuso a seguir con la cena. Le hacía cierta ilusión poder tener una buena relación con Lando. Ser cercanos.
Eran casi las 9 cuando Lando llegó al departamento de la chica.
—¿Segura de que querías esto?—
—¿Qué tiene de malo?—Lando enarcó una ceja al ver la sonrisa de la mujer, quien recibía emocionada las botellas de jugo de frutas—. No puede ser que a todo el mundo le sorprenda mi intolerancia al vino... Hay cosas mejores.—
Lando entró al departamento, mirando con curiosidad cada rincón.
Cuando uno escucha la palabra departamento, imagina algo pequeño. Algo pasajero. Pero aquello era un hogar, Lando lo sintió así. Además era inmenso, un lujo.
Había plantas por todos lados, decorando en perfecta armonía los rincones junto a otras decoraciones variadas.
Tenía algunos acuarios, donde pececitos de lo más vistosos nadaban con gracia. Y luego estaba el enorme televisor de la sala, adornado con chucherías de videojuegos que Lando reconocía sin dificultad.
—Kimi ha dicho que es genial, Oliver que es un desastre de la armonia visual y Franco adora el sofá y solo al sofá... Dime tu opinión, como cuarto piloto en pisar este lugar. —Tania se paró junto a Lando, quien miraba emocionado la pecera con algunas gambas chiquitas.
—Es genial. Pero definitivamente no sabes qué estilo darle a tu casa.—la chica le extendió un tachito con algo de alimento, invitándolo a darles de comer. Lando accedió enseguida.
—Las casas que siguen un estilo determinado son taaan aburridas. Al igual que las que son ridículamente enormes... Y más cuando uno vive solo.—
—Tú no vives sola, mira a estas cosas. Son geniales.—Tania sonrió al ver lo fascinado que Lando estaba con los animales.
—Hay más por allí... Y por ahi.—
Después de un pequeño tour por la sala de estar, Tania le indicó a Lando que debía ayudarla a cocinar. Claro está que el chico era un desastre en ello, por lo que se le dio la tarea más sencilla e inofensiva posible.
—Cuando me invitaste a cenar, no esperaba esto.—
—¿Qué? ¿No te parece divertido?—Tania sonrió al ver a Lando empanizar el pollo—. ¿Esperabas que te recibiera con la comida lista?—
—Usualmente pasa eso, si.—
—Pues conmigo no, yo creo que no hay nada más divertido y unificador que preparar la comida en equipo. Es como... Los hombres de las cavernas, cuando cazaban y comían juntos un mamut. Manny sabía más rico si lo compartían entre amigos.—Lando rió con aquello—. ¿Ya terminaste con eso o quieres dos horas más?—
—Ya casi termino, ten paciencia.—Tania terminó de cortar las papas, echándolas a la freidora.
—Déjame ayudarte...—
En solo unos minutos, la comida ya estaba en el horno, y Tania aprovechó para preparar lo que beberían.
—Tres cuartos de jugo, un cuarto de licor y un poquito de fruta... Ta-rán~
Lando recibió la colorida copa que la chica le ofreció, pensando que realmente se veía rico.
—Toma asiento, ya sirvo la comida.—Tania le dio un sorbo a su vaso antes de dejarlo en la mesada.
Cuando la mesa estuvo servida y el par de pilotos finalmente se sentó a comer, ya era bastante tarde. Pero no lo sintieron asi.
—Bueno, dime qué te parece. Milanesas de pollo con papitas fritas.—Tania miró al chico llenarse la boca de comida—. No estoy segura de si hay una traducción para milanesa...—
—Tenias razón... Es como comerse un mamut.—La mujer rió con aquello, y Lando se sintió bien de cierta forma—. Pero fuera de bromas, esto esta rico. De verdad.—
—Desde que estoy aquí, intento cocinar platos usuales de casa.—Lando la miró—. A veces llamo a mamá, y cocinamos por videollamada.—una sonrisa triste adornó su rostro—. No es fácil estar lejos del hogar... ¿Tú no te sientes solo a veces?—
Lando se congeló con aquello. Por supuesto que se sentía solo.
—A veces, sí... Pero hoy no.—Tania sonrió apenas—... ¿Cómo se llamaba esto? ¿Millanecha?—
Durante toda la cena, Tania y Lando hablaron de mil y un cosas. En ningún momento la situación se tornó aburrida ni rara. A ambos les gustaba hablar, y compartían el mismo humor tonto. Congeniaron bien. Todo iba bien.
O al menos asi fue hasta que el leve alcohol en sangre hizo que Lando diera un paso en falso.
—El auto que estás construyendo por stream ¿Lo tienes aqui?—
Lando seguía mirando vagamente los acuarios, mientras Tania juntaba la mesa y dejaba todo en el lavavajillas.
—Si, pagué un sector extra del edificio y lo uso como garaje. Esta ahi.—
—¿Podemos verlo?—Lando volteó a mirarla, notando que ella se acercaba.
—Ya es tarde, y los almacenes tienen un horario designado... Además, me gustaría mostrártelo cuando esté terminado.—
—¿Me llevarías de paseo?—Tania lo meditó un segundo antes de acercarse a la enorme televisión de la sala. Encendió la consola y se lanzó al sofá—. ¿Qué haces?—
—Te mostraré mi auto. Ven.—
Lando se sentó a su lado, tomando uno de los joysticks que descansaba en la mesita ratona. Se sintió raro al ver que cada uno tenía el nombre de uno de los amigos de la chica, incluso con diferentes colores. El suyo decía "Fran", y era celeste.
¿Podría él tener el privilegio de tener su propio joystick designado?
¿Cómo lo nombraria? ¿Lando?
¿Sería anaranjado?
—¿Juegas algo que no sea ese asqueroso F1 24?—la chica lo bajó de su nube de pensamientos.
—juego lo que sea, ponme a prueba.—
—Need for Speed. Callejero y sin reglas... Sin penalizaciones por roces ni segundos extras.—Tania entró al dichoso juego—. Los he jugado todos, y en cada uno de ellos elijo y modifico el mismo modelo.—
—¿Camaro?—Lando notó la sonrisa de la mujer—. Que sorpresa...—
—Vamos, elije algo y modifícalo. Corramos, que de seguro te destrozo.—
Lando recorrió la larga lista de autos disponibles, y fue eligiendo las diferentes características -con ayuda de la mujer, pues mucho no entendía de pistas ajenas al asfalto-
—McLaren P1. V8 biturbo... Híbrido...—Lando la miró sorprendido—. ¿Acerté?—
—No sé, no tengo idea.—La chica rió de forma tonta, ya algo afectada por el alcohol.
—Pregunté por inercia, por supuesto que acerté... ¿Cómo voy a equivocarme en algo de autitos de carreras?—volvió su atención a la pantalla—. Además, es de McLaren, necesito saberlo todo.—
—Cierto, escudería favorita.—
—McLaren no es mi favorita, esa es Ferrari. Tú eres mi favorito, independiente del equipo.—
—... ¿Por qué soy tu favorito? ¿Por qué yo y no Max o Hamilton?—Tania se relajó en el sofá, descansando mejor contra el respaldar.
—¿"Por qué"?... ¿Y por qué no?—siguió configurando la pista de carreras—. Eres divertido, talentoso... Y quitando algunos comentarios dudosos que te han causado problemas, de verdad creo que eres un gran piloto.—
—Lo dudo.—
—... Vi tu cara tras el gran premio. Y sé lo que se siente... Creer que no eres suficiente. Lo he pasado, muchas veces.—Tania finalmente lo miró, notando que Lando la miraba con atención—. Asi que deja de castigarte, enfoca tu mente en cosas menos nocivas.—
—¿Milanesas y jugo de frutas?—la vio sonreír.
—Si, eso serviría.—
—... ¿Jugar contigo?—
—Perder contra mi, sí. Asi que vamos, apreta X asi empieza la-
Cuando los labios de Lando atraparon los de Tania, la mujer dejó de respirar. Y tuvo que hacer un gran esfuerzo de voluntad para alejarlo.
—No, Lando... No.—el chico se separó confundido, viendo como Tania se levantaba enseguida del sofá.
—¿Confundí las cosas?—Lando se puso de pie enseguida—. Lo lamento, yo solo... Creí que porque me invitaste a cenar...—
Franco tenía razón...
—Cenamos y ahora jugamos videojuegos ¿En qué contexto eso significaría otra cosa?—suspiró frustrada—. Si cenar tiene otro tipo de connotación en tu entorno, es triste.—Lando no supo qué responder—. Solo... Vete.—
Esa noche, cuando Lando se tumbó en la solitaria cama del hotel, su alcoholizada cabeza se despejó lo suficiente para entender que lo había arruinado.
—Mierda... Debí seguir jugando a las estúpidas carreras.—
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Note
en Deadly Sin au va a pasar la pelea del hotel pero esta vez con eva en lugar de Adam?
||🔱👑 Deadly Sin!Adam AU👑🔱||
Ocurrirá. Pero ella no morirá ya que Adam intervendrá antes de que Niffty haga su ataque furtivo.
(Escena)
Eva salió del cráter en la que había estado postrada, su expresión era de pura ira mientras que miraba a esos inmundos y repugnantes pecadores.
Eva: ¡USTEDES MISERABLES HIJOS DE PUTAS!— comenzó a despotricar— ¡USTEDES NO EXISTIRÍAN SI NO FUERA POR MÍ! ¡SALIERON DE MIS PUTOS OVARIOS!—Gritó con rabia—
Los residentes la miraron con una cara llena de indiferencia o algunos rodaban los ojos.
Pero de repente una enorme y gruesa liana verde salió detrás de Eva. Todos miraron sorprendidos la repentida entrada de dicha planta, la cual estaba sosteniendo a Niffty que tenía una mirada loca y hacia amagues de apuñalar al aire con una de sus agujas.
Eva se dió cuenta que estaba a punto de morir por esa enana.
— "Sabía que tu hija era una berrinchuda. Pero no sabía que sería hasta el grado de querer casi irse a una puta guerra contra el cielo"— una voz ronca resonó por el aire. Los ángeles exterminadores y los pecadores miraron hacia el origen de la voz—
Caminando hacia ellos con un caminar tranquilo se encontraba un enorme sujeto. Sus patas de carnero estaban cubiertas por un holgado pantalón grisáceo, dejando al descubierto su torso de un corto pelaje rojizo oscuro. Su cabellos castaños enmarañados y cubiertos por pequeñas flores amarillas parecía desprender pequeñas bolitas luminiscentes naranjos. Sus enormes cuernos curvos dorados brillaban con el cielo rojo del infierno.
Su rostro cubierto por su máscara los miraba con desprecio con sus cinco ojos rojizos.
Lucifer: Satán... —murmuró Lucifer. De todos los pecados capitales que el mismísimo diablo que pudieron aparecer, tuvo que ser él.—
No por nada siempre confundían a Satán con el diablo en las interpretaciones bíblicas o signos de invocación. Ese pecado tenía más poder que él y había hecho un sin fin de atrocidades por los contratos que los mortales firmaron para obtener lo que quisieron.
Adam: Si sabes... Que estás a punto de enviar al puto infierno a una guerra contra el cielo... ¡SOLO POR EL CAPRICHO DE TU MALDITA HIJA!—Rugió con rabia. Su cabello castaño se transformó en una gran llama flameante, teniendo casi la forma entre la melena de un león y una flor. Su tamaño se acrecentó— ¡IBAS A ENVIAR A ESTE PUTRIDO LUGAR A UNA GUERRA SANTA POR UNOS ASQUEROSOS PECADORES!— Se acercó a ellos con rabia, con cada paso que daba la tierra temblaba bajo sus cascos dorados— ¡IBAS A CONDENAR A UN MONTÓN DE HELLBORNS POR ESTOS ASQUEROSOS PECADORES!— Movió su enredadera que sostenía a Niffty hacia su mano y la agarro del cuello. Moviendola como si simplemente fuera una muñeca de trapo—
Lucifer: Satán, déjame explicarte —lo que menos quería Lucifer era batallar contra el pecado de la ira. Sabía de primera mano lo fuerte que era ese desgraciado—
Charlie: ¡LOS PECADORES MERECEN SEGUNDAS OPORTUNIDADES!—Gritó sin miedo Charlie, parándose frente a Adam con desafío. Tratando de agarrar a Niffty—
Adam: —Resoplo por la nariz. Pequeñas llamas surgieron de ahí — No sé si eres o muy valiente, o muy estúpida—le gruño y la apartó con fuerza de su camino y se dirigió hacia Eva. En el camino lanzo a Niffty hacia los escombros —
Adam se inclino ante ella.
Adam: En nombre de los otros seis pecados capitales. Le pedimos disculpas por este desagradable intercambio con el infierno. Quiero que sepas que ninguno de nosotros está de acuerdo con darle segundas oportunidades a estas almas humanas. Nosotros mismos nos encargamos de nuestros propios exterminios y los mantenemos en áreas apartadas de nuestros hellborns y ciudades. —hablo con respeto ante la que fue alguna vez su segunda esposa. Tenía unas enormes ganas de abrazarla y besarla. Pero él era un pecado capital y ella era una ángel. No quería mansillar su pureza—
Eva lo miro con sorpresa. El mismísimo pecado de la ira era mucho más racional que el que alguna vez fue un ángel.
Eva: No se preocupe, pecado capital de la Ira. Pero los cielos sabrán de este desagradable intercambio. Aunque me aseguraré que los cielos no toque los otros seis círculos a excepción del orgullo —declaró Eva y se dirigió hacia sus soldados — ¡Nos retiramos!—antes de que alguna protestará alzó el vuelo y se dirigió hacia el portal del cielo—
Cuando todos los ángeles exterminadores se fueron. Adam se enderezó y se acercó hacia Lucifer. Parándose frente a él con orgullo y ira.
Adam: Te esperaremos en la próxima reunión. Discutiremos sobre esta... Situación —gruño y chasqueo los dedos, un portal se abrió detrás de él. Se adentro a dicho portal. Llendose del anillo del orgullo —
Lucifer se pasó las manos por el cabello con nerviosismo, estaba jodido.
Muy, muy, jodido.
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
Capítulo 10:
—Hemos llegado—anunció el taxista.
Alana se sobresaltó al escuchar la voz del hombre, estuvo todo el camino absorta en sus pensamientos que no había estado prestando atención del recorrido, se limpió las lágrimas rápidamente y agradeció que la ciudad estuviera a oscuras como para que el pobre hombre pudiera notar que ella había estado llorando desde que se subió al auto, había una tonelada de emociones en ella: la nostalgia de estar cumpliendo años lejos de su familia y amigas, la discusión que había tenido con Enzo el día anterior y claro, la cereza del pastel, Sebastián olvidando su cumpleaños.
—Eh, aquí no es—respondió Alana mientras entrecerraba los ojos para poder tener una mejor visión desde la ventana, no se encontraba muy lejos del departamento de Enzo, reconocía esa avenida, pero definitivamente no estaba frente al edificio como había planeado.
—Es la dirección que puso en la aplicación—dijo el señor, Alana sacó su celular y abrió la aplicación, efectivamente, había colado el pin del destino en el lugar incorrecto del mapa, había salido tan apresurada del departamento y había tenido tantas cosas en mente que no se había asegurado de colocar la dirección del departamento correctamente, soltó un suspiro de desesperación, todo en ese día estaba saliendo cada vez peor.
—Mierda—maldijo para sí misma—. Puse la dirección mal, el lugar al que voy está a unos 15 minutos de aquí—dijo.
—La puedo llevar si gusta, pero serían unos 5 euros más.
—¿5 euros?—exclamó sorprendida—. Son menos de 2 km—dijo casi ofendida.
—La tarifa es más cara durante la noche—dijo el hombre con tono de obviedad viéndola por el espejo retrovisor.
—Vale, aquí tiene—dijo ella dándose por vencida y entregándole los 5 euros que faltaban de la cuota.
—Eh…le faltarían los otros 15 de este viaje.
—¿Cómo qué otros 15?—preguntó ella confundida—. La cuota de este viaje ya la pagué desde la aplicación.
—Señorita, puso que iba a pagar en efectivo—respondió el señor.
Alana volvió a ver su celular, tampoco había pagado el viaje con tarjeta como había creído.
Era una idiota.
Esto era culpa de Enzo por siempre pedir los taxis por ella.
—Mire, déjeme aquí—dijo ella—. Y aquí tiene lo del viaje—le entregó el resto del dinero, aunque quisiera, no podía tomar otro viaje hasta la casa de Enzo, pues ya no tenía suficiente efectivo.
—Buenas noches—dijo el taxista de mala gana, probablemente por el lío que Alana acababa de hacerle pasar.
—Buenas noches—salió el auto.
Caminó rápidamente hacia la dirección del departamento, por suerte se sabía el camino de memoria, apenas dio unos cuantos pasos más volvió a llorar, al menos podría hacerlo tranquilamente hasta que llegara al edificio de Enzo.
Pero claro, porque el universo la odiaba en su jodido cumpleaños, una gota cayó sobre su cara y comenzó a llover.
˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖
Enzo no tenía idea de cuánto tiempo había estado viendo la pantalla de su celular fijamente.
Tal vez sí tenía idea, pero se encontraba demasiado avergonzado como para admitirlo.
¿Había sido demasiado la manera en la que había felicitado a Alana? No había dicho nada que no sintiera, en verdad apreciaba a la chica, más que eso, la quería.
Era imposible no hacerlo, no cuando era tan inteligente, carismática y divertida, no incluso cuando estaba de malas lograba continuar siendo graciosa, no cuando se movía con una elegancia y con un precioso descuido que sólo ella tenía, no cuando lo había besado y tocado de aquella forma la noche anterior.
Una llama de esperanza se había incendiado en él cuando notó que ella claramente se había puesto celosa de Lucía, esa llama había crecido aún más cuando se atrevió a besarlo, pero todo se apagó cuando ella le recordó que seguía siendo novia de Sebastián y se fue del set de grabación después de decirle que no lo haría, se sentía patético, Enzo siempre había sentido desagrado hacia las personas que eran infieles, no veía el sentido de engañar a una persona, no encontraba la lógica de seguir con alguien cuando querías estar con alguien más y si hace 4 meses le hubieran dicho que él sería partícipe de una infidelidad, pensaría que eso sería una vil mentira.
Pero esta ocasión todo era diferente, se encontraba en una situación jodidamente difícil, le gustaba Alana más de lo que creía, no sólo era su belleza y que siempre había estado enamorado de su forma de escribir, eran las noches que pasaban juntos, conversando durante horas, era la forma en la que lo miraba con sus enormes ojos color miel y la forma en la que lo había besado, como si se encontrara desesperada de tenerlo cerca, justo como él se sentía con respecto a ella, era la conexión que ambos compartían, una que Enzo nunca había experimentado con alguien más, eran tan diferentes y similares al mismo tiempo.
Alana no había respondido su mensaje de felicitación, había escrito durante unos segundos para después no terminar de envíar nada.
Enzo en verdad sentía de la manera en la que le había hablado en el set, pero no se arrepentía de las cosas que le había dicho, ambos sabían que eran ciertas, ambos sabían que Alana no era feliz con Sebastián, pero Enzo era conciente que desgraciadamente, Alana era la única que tenía el derecho de decidir permanecer con el idiota de su novio o irse.
Lanzó el celular al lado de la cama, tenía que dejar de sobrepensar tanto, lo único que quería es que Alana fuera honesta con él, si decía permanecer con Sebastián, por más que eso le doliera a él, no le reprocharía, sólo esperaba que al menos siguieran siendo amigos, que al menos ella se sintiera cómoda de seguir escribiendo en su departamento, lo único que le importaba era la felicidad de ella, incluso si eso significaba sacrificar la suya.
Quería que las cosas volvieran a la normalidad, quería regresar a casa del trabajo y encontrar a Alana escribiendo hasta que sus dedos estuvieran entumecidos, él se los masajearía y después cenarían hasta hartarse, si se encontraban aburridos verían alguna película o simplemente pasarían horas echados en el suelo.
Se preguntaba dónde se encontraba ella en estos momentos, probablemente cenando en un lujoso restaurante con Sebastián, quizá en alguna fiesta que la editorial le había organizado o haciendo videollamada con sus padres.
Se dio una, dos y hasta tres vueltas en la cama, no tenía sueño, pero no encontraba otra cosa más interesante por hacer más que dormir, apenas cerró los ojos, escuchó unos golpes firmes en la puerta principal.
De un brinco se paró de la cama y se colocó la primera camisa que vio, no sabía quién pudiera estar llamando en su departamento tan noche, pensó que probablemente algún vecino necesitaba ayuda con alguna tontería.
—Ya voy—gritó caminando hacia la puerta, se pasó la mano por el pelo para estar aunque sea un poco presentable y la abrió.
Alana estaba ahí, empapada de pies a cabeza y con los ojos inyectados de sangre, seguramente de tanto llorar, pues justo ahora lo estaba haciendo.
—Lana—susurró ante la imagen, no sabía qué hacer primero, si felicitarla por su cumpleaños o preguntarle qué mierda había ocurrido, sintió una enorme preocupación y cuando estuvo apunto de decir algo, ella se le lanzó a los brazos rodeando su cuello con sus largos brazos y llorando sobre el—. Chiquita—susurró abrazándola sin importarle que lo estuviera empapando también.
La sostuvo entre sus brazos tan fuerte como pudo, estaba helada producto a la lluvia torrencial que se escuchaba desde fuera.
—Vení, te me vas a resfriar—le susurró despegándose de ella y tomando su mano, la adentró al departamento y sintió su corazón caer a sus pies cuando volvió a observarla.
Por más que intentaba quitarse las lágrimas del rostro estas no dejaban de caer, temblaba de frío y se abrazaba a sí misma al no sentir el calor de Enzo.
—Tenés que bañarte o te vas a enfermar—le dijo tomando su rostro, ella negó con la cabeza—. Tenés que hacerlo, ahora te presto algo seco y te preparo algo ¿te gusta la idea? ¿tenés hambre? ¿sed?
Alana no respondió y se limitó a volver a abrazarlo, Enzo sintió las comisuras de sus labios caer, sentía una pena profunda, deseó nunca haberse enterado que la tristeza de Alana era tan contagiosa como su felicidad.
—Por favor—le dijo, no dejó que ella respondiera y simplemente la encaminó hasta el baño de su habitación, la usual mirada curiosa de la chica ahora se encontraba puesta fijamente sobre él, como si tuviera miedo perderlo de vista, Enzo abrió la llave de la tina, esperó que se llenara y que el agua estuviera caliente, rebuscó en su cajón de pijamas y sacó ropa seca para ella.
—Tomáte el tiempo que quieras—le dejó un beso en la frente y salió del baño dándole privacidad.
Estaba dando todo de sí para no quebrarse frente a ella, no podía hacerlo, siempre se había sentido incómodo cuando la gente lloraba frente a él y no se consideraba para nada bueno consolando a las personas, pero quería hacer lo posible para traerle algo de alivio a ella.
Se encontraba actuando casi de modo piloto sacando ingredientes y ollas lo más rápido posible, no dejaba de preguntarse qué había sucedido para que Alana terminara así en su maldito cumpleaños, empujó la idea de Sebastián siendo el culpable porque una rabia profunda lo invadió.
Miró los pancakes que preparó en menos de 15 minutos con disgusto, estaban bastante delgados, lucían algo quemados de las orillas y crudos por dentro, si hubiera sabido que Alana iría a verlo en su cumpleaños le hubiera comprado un jodido pastel, por un momento pensó en salir a comprar uno a la panadería de la esquina, pero el lugar seguramente ya se encontraba cerrado y aunque no lo estuviera, no pensaba dejar a Alana sola.
—¿Qué es eso?—preguntó tímidamente aquella dulce voz que tan loco lo volvía, se giró sobre sus talones, Alana estaba recién bañada parada en la cocina, el suéter que le había prestado le llegaba casi hasta las rodillas y los pantalones de pijama tenían un montón de dobladillos para que no se arrastraran sobre el suelo.
Jamás había lucido así de sexy antes.
—Eh…pancakes—respondió—. Creo—Alana soltó una pequeña risa al escucharlo y él sintió que su estómago se volteaba de felicidad al saber que al menos había provocado que ella riera un poco.
—¿Queŕes hablar al respecto?—preguntó acercándose a ella, sabía la respuesta de antemano, pero aún así quería asegurarse de no ponerse a cantar las mañanitas en un momento inadecuado.
—No—respondió, como era de esperarse—. Más tarde—dijo apretando los labios, él asintió y la rodeó con sus brazos.
—Feliz cumpleaños, Lanita—susurró—. Te quiero un montón, en verdad.
Escuchó otro sollozo por lo cual la abrazó más fuerte.
—Ya son casi las 12—dijo ella tristemente.
—Aún quedan como 15 minutos de tu cumple, hay que aprovecharlos.
Se separó de ella y le indicó que se sentara en la silla de la mesa de la cocina con los pancakes frente a ella, ella los miró como la cosa más preciosa del universo cuando claramente eran una tremenda aberración culinaria.
—De haber sabido que vendrías te hubiera conseguido un pastel apropiado, me sorprende que haya tenido harina para prepararlos—dijo él con tono apenado.
—Son perfectos—respondió ella con la voz llena de amor.
—No tengo vela de cumpleaños—advirtió Enzo sacando un fósforo y perforando el pancake que se encontraba en el superior de la pila.
—No tienes que cantarme o algo así—dijo Alana riendo.
—No pensaba hacerlo, soy malísimo—respondió él—. Pero al menos tenés que pedir un deseo.
Alana sonrió tristemente, cerró los ojos y sopló el cerillo.
—Gracias por todo, en serio.
—No tenés nada que agradecer, vení a la sala para darte tu regalo.
Alana lo siguió no sin antes llevarse el plato de pancakes con un tenedor, se sentó en su típico espacio del suelo, Enzo le entregó la caja de regalo y se sentó frente a ella.
—Pensaba dártelo hasta el lunes, pero ya que estás aquí.
Alana sonrió ampliamente y abrió caja en menos de cinco segundos.
—¿Te gusta?—preguntó él nerviosamente—. Me parece un poco raro darte libros siendo que sos escritora, pero…
—¡Es el mejor regalo del mundo!—exclamó ella lanzándose a sus brazos nuevamente, Enzo no podría estar más feliz de cuantas veces se habían abrazado en la hora que Alana llevaba en el lugar—. ¿Cómo sabías que quería estos tres?—preguntó ella viendo las cubiertas de los libros completamente embellecida, para ser alguien que se la vivía entre libros y hasta los creaba, ahora mismo los veía como si nunca hubiera visto unos en toda su vida.
—Revisé tu lista de deseos en Amazón—carraspeó, esperando no sonar como un psicópata, por suerte Alana lo miró con adoración.
—Alana—murmuró Enzo una vez que vio que Alana volvió a guardar los libros cuidadosamente en la caja—. Lamento lo de ayer, tal vez no usé las palabras correctas, estaba cabreado por…
—Sólo decías la verdad—respondió Alana tristemente—. Tengo que terminar con Sebastián, no lo he hecho por el miedo a estar acá sola y cosas superficiales, pero está claro que somos buenos el uno para el otro.
Enzo tragó saliva en seco al escucharla, había tristeza en su voz ante la declaración, era de esperarse, llevaban años de novios y se notaba que Alana le tenía un gran aprecio al chico, a pesar de que era un completo idiota.
—Se olvidó de mi cumpleaños—dijo, Enzo apretó la mandíbula, pensaba que Sebastián no podía ser más estúpido, pero se equivocaba, ¿cómo podía olvidar el cumpleaños de su novia de hace años?—. Claro que no esperaba un regalo costoso o una celebración, pero no sé, al menos una felicitación, ¿sabes?
—Alana, vos merecés ser celebrada cada día de tu existencia, ¿me escuchás?—dijo él tomándola de las manos.
—Te quiero—dijo ella.
Enzo no resistió más e hizo lo que estaba pensando durante toda la noche, tomó su rostro entre sus manos y la besó.
Sus labios sabían y se sentían justo como los recordaba, suaves y dulces, pero desesperados y firmes al mismo tiempo, olvidó por completo lo que había sucedido en las últimas horas y se centró en sentir el cuerpo de Alana junto al de él.
Jadeó cuando dejó ella rompió el beso, pero de pronto sintió sus labios recorriendo su cuello, él se mordió la lengua al sentirla por primera vez ahí, dejó que la chica hiciera su trabajo por un buen tiempo hasta que no resistió más y la recostó suavemente sobre la alfombra con él encima de ella.
—Sos la persona más maravillosa que existe—dijo, no le importaba el tiempo que llevaban conociéndose o la situación sentimental de ella, lo único que le importaba es que la quería y haría lo que fuera por tenerla entre sus labios, Alana respondió volviendo a besarlo fuertemente, lo único que se escuchaban eran sus lenguas chocando y los jadeos que soltaban de vez en cuando, adoraba que ninguno tenía miedo de admitir lo mucho que sentían ante el toque del otro, así fuera una simple caricia.
Enzo metió las manos por debajo del suéter encontrándose con la tersa piel de Alana, trazó las líneas de su cintura y sin poder evitarlo comenzó a moverse sobre ella, ambos gimieron fuertemente al sentir sus proximidades rozando con la ropa puesta.
Las piernas de Alana le rodearon la cintura provocando que estuvieran aún más juntos, Enzo hundió su cara en el cuello de ella, olía a su propio jabón por haberse duchado en su baño, pero aún así podía percibir toques de ese auténtico olor a lavanda que tanto le encantaba.
Enzo no creía poder más, o paraban ahora o terminaría pasando lo predecible, la necesitaba sentir rodeándolo cuanto antes, la chica pareció leer sus pensamiento porque se detuvo en seco y lo apartó suavemente.
—En verdad quiero esto—dijo como pudo intentando recuperar la respiración, Enzo sintió cientos de fuegos artificiales en su abdomen al escucharla y decidió acariciar su cabello, el cual seguía bastante húmero—. Pero quiero hacer esto bien.
—Ehh, lo estás haciendo bastante bien—exclamó él burlonamente bajando su mirada hacia su propio short, el cual delataba lo mucho que estaba disfrutando del momento.
—Idiota—respondió Alana con el mismo tono y le dio un ligero golpe en el brazo.
—Sé a lo que te referis—dijo él inclinando la cabeza, sin dejar de observarla como ya lo estaba haciendo—. Todo a tu tiempo, bonita.
—Mañana mismo romperé con él—dijo ella firmemente, Enzo asintió haciendo lo posible por mantener la compostura y no ponerse a brincar de la felicidad—. Después de eso haremos cualquier cosa que quieras.
—Ahh, ¿sí?—preguntó él volviendo a besar su cuello.
—Sí—respondió ella riendo.
—¿Y por ahora?—preguntó él despegándose de ella levemente.
—Por ahora comeremos esos horribles pancakes que preparaste.
—Suena bien—respondió Enzo sentándose de vuelta al suelo y ayudando a Alana a hacerlo también.
No recordaba haberse sentido así de feliz alguna vez en su vida.
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