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arnoldocuellar · 11 months ago
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DÍAS DE GUARDAR Domingo 10 de marzo de 2024
Reivindicaciones feministas marcan agenda en Guanajuato Seguridad, el tema central del debate electoral Universidad de Guanajuato bajo intolerancia y simulación Foto: Edith Domínguez Continue reading DÍAS DE GUARDAR Domingo 10 de marzo de 2024
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bynzz080 · 9 months ago
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Sustentabilidad Ambiental "Reforestación Urbana" Querétaro
Ubicación: La histórica y vibrante ciudad de Querétaro en el centro de México es el lugar ideal para este ambicioso proyecto. Custodiando este rico patrimonio cultural, esta joya arquitectónica se encuentra estratégicamente ubicada en el corazón del país, convirtiéndola en un centro neurálgico de crecimiento.
El negocio en cuestión aprovecha las ventajas únicas que ofrece Querétaro. Su robusta infraestructura respaldada por una eficiente infraestructura de comunicación facilita las conexiones con los principales centros económicos y urbanos del país. Además, su atmósfera segura y acogedora crea un entorno propicio para el florecimiento de la innovación.
A través de un enfoque visionario, este proyecto tiene como objetivo mejorar el desarrollo sostenible local, de la comunidad San Rafael (El Marques), hacer crecer las economías locales y crear oportunidades para las comunidades locales. Al mismo tiempo, promete preservar y realzar el rico patrimonio histórico y cultural que define la esencia de Querétaro, realzando así la experiencia de locales y visitantes.
Institución coordinadora: La agenda de este importante proyecto está en el ámbito de la Secretaría de Desarrollo Sostenible Municipal de Querétaro, una organización comprometida con el desarrollo equilibrado y amigable con el medio ambiente pero no sólo con el cumplimiento de su misión, sino que se nutre de fuertes contratos con diversas dependencias estatales y de la Ciudadanía. Organizaciones de la sociedad.
Esta colaboración interinstitucional permite un enfoque integral e interdisciplinario, que cubre todos los elementos necesarios para el éxito del proyecto. Mientras la Secretaría de Desarrollo Sostenible ofrece su experiencia en la gestión de proyectos con impacto ecológico y social, las agencias estatales brindarán apoyo en áreas clave como infraestructura, financiamiento del desarrollo y preservación del patrimonio cultural.
Por su parte, las organizaciones de la sociedad civil involucradas brindan valiosos aportes de la comunidad, asegurando que las necesidades y voces de los ciudadanos sean escuchadas y atendidas. Esta sólida asociación entre autoridades y ciudadanos sienta las bases para un trabajo verdaderamente inclusivo y sostenible.
Como resultado de esta iniciativa conjunta, se maximizan los recursos y se potencian las capacidades de cada actor participante, y se combinan esfuerzos persiguiendo un objetivo común: potenciar el desarrollo de Querétaro de una manera responsable y visionaria.
Objetivos: Se incrementarán significativamente los espacios verdes urbanos y la cubierta forestal urbana, con el fin de mejorar la calidad del aire, promover la biodiversidad y proporcionar instalaciones recreativas públicas.
Implementar estrategias forestales para mitigar los impactos negativos del cambio climático y la contaminación del aire y crear menores emisiones de gas natural, ayudando así a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire en la ciudad.
Se fomentará y reforzará la cultura ambiental y la participación comunitaria activa en la planificación de la reforestación, la gestión de espacios verdes y la conservación de los recursos naturales, el sentido de la naturaleza misma y la responsabilidad compartida.
Aprovechar la incorporación de espacios verdes, parques urbanos y corredores ambientales para mejorar los espacios públicos, creando un ambiente hermoso, saludable y accesible que residentes e invitados lo agradecerán.
Acciones: La importancia de esta ciudad verde y arbolada es innegable. Los árboles y las plantas no sólo añaden belleza a nuestro entorno, sino que también proporcionan muchos beneficios ambientales y para la salud. Por ello, es importante que implementemos campañas de reforestación en nuestra ciudad de vez en cuando, involucremos a la comunidad local y fomentemos una cultura de cuidado y respeto por la naturaleza.
Estas campañas pueden incluir las siguientes acciones.
Distribución de árboles y plantas a escuelas y comunidades: Se pueden organizar jornadas de distribución para escuelas y comunidades interesadas en la reforestación de sus áreas. Esto no sólo ayudará a cultivar árboles en la ciudad, sino que también fomentará la participación y la propiedad de la comunidad.
Educación ambiental en escuelas y comunidades: Es importante sensibilizar al público, especialmente a los más jóvenes, sobre la importancia del árbol urbano. A través de conferencias, talleres y actividades recreativas podrás conocer los beneficios de los árboles, como capturar dióxido de carbono, regular la temperatura, mejorar la calidad del aire y crear hábitat para la vida silvestre.
Mantener y mantener las áreas reforestadas: No basta con plantar árboles y plantas, sino que es necesario velar por que se mantengan y mantengan. Esto podría lograrse mediante la creación de grupos de trabajadores ambientales locales, que serían responsables de regar, segar y mantener la calidad de las áreas reforestadas.
Beneficiarios: Los beneficiarios de este proyecto son muchos grupos diferentes. Primero, todos los queretanos se beneficiarían de más espacios verdes, contribuyendo a la calidad del aire, al bienestar físico y mental de los residentes y al embellecimiento del entorno urbano.
En segundo lugar, las generaciones futuras también se beneficiarán, ya que tendrán una ciudad más sostenible, más comprometida con la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Finalmente, las criaturas urbanas tendrán más hábitats y refugio gracias a los nuevos bosques que crean un equilibrio ecológico y ambiental en la ciudad.
En resumen, estos proyectos tienen un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y las generaciones futuras, promoviendo un estilo de vida mejor, más ecológica y sostenible para todos. Los beneficiarios de este proyecto son muchos grupos diferentes. Primero, todos los queretanos se beneficiarían de más espacios verdes, contribuyendo a la calidad del aire, al bienestar físico y mental de los residentes y al embellecimiento del entorno urbano.
En segundo lugar, las generaciones futuras también se beneficiarán, ya que tendrán una ciudad más sostenible, más comprometida con la conservación del medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Finalmente, las criaturas urbanas tendrán más hábitats y refugio gracias a los nuevos bosques que crean un equilibrio ecológico y ambiental en la ciudad.
En resumen, estos proyectos tienen un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y las generaciones futuras, promoviendo un estilo de vida mejor, más ecológica y sostenible para todos.
Otras características:
Se busca plantar especies nativas y adaptadas al clima semiárido de la región.
Se promueve el aprovechamiento de aguas residuales tratadas para riego.
Existe colaboración entre autoridades, empresas, ONG's y ciudadanos voluntarios.
Estadísticas y metas:
Incluir datos sobre la cantidad de árboles plantados hasta el momento y la meta de reforestación para los próximos años.
Porcentaje de áreas verdes actuales en la ciudad y el objetivo de incremento.
Especies de árboles más utilizadas y su tasa de supervivencia.
Componente social:
Detallar los programas de participación comunitaria y voluntariado en las jornadas de reforestación.
Mencionar si se han impartido talleres o capacitaciones a la ciudadanía sobre temas de jardinería urbana, cuidado de árboles, etc.
Explorar si se han creado empleos verdes o proyectos productivos relacionados.
Retos y estrategias:
Identificar los principales desafíos que enfrenta el programa como falta de espacios, vandalismo, sequías, etc.
Describir estrategias implementadas para solventar esos retos (sistemas de riego, cercos, campañas de concientización, etc.)
Casos de éxito:
Resaltar algunas de las zonas urbanas que han sido transformadas positivamente gracias a la reforestación.
Compartir testimonios o percepciones de los ciudadanos sobre los beneficios obtenidos.
Financiamiento y alianzas:
Detallar de dónde provienen los recursos económicos para el programa (presupuesto público, donaciones empresariales, etc.)
Mencionar alianzas con universidades, organizaciones ambientales, empresas patrocinadoras, etc.
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jgmail · 2 years ago
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Decrecionismo y (eco)socialismo. ¿Perspectivas afines o en disputa ante la crisis ecológica?
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Por Esteban Mercatante
Fuentes:
La izquierda diario
En este artículo presentamos una mirada sobre los planteos decrecionistas como respuesta a los desastres ambientales producidos por el capitalismo, e interrogamos sus propuestas desde una perspectiva ecosocialista revolucionaria.
Los desastres ambientales en múltiples dimensiones que viene produciendo el capitalismo, cuyos efectos vienen resultando cada vez más devastadores, dieron un –necesario– sentido de urgencia a las discusiones de cómo encararla. La rutina de reuniones internacionales en las que los representantes estatales realizan performances en las que se muestran preocupados, para después realizar compromisos apenas cosméticos respecto del nivel de emergencia –especialmente en materia de emisiones de carbono, pero lo mismo vale para muchos otros planos–; el lavado de cara verde que realizan numerosas firmas con campañas que sirven sobre todo –y a veces únicamente– de marketing para estimular un crecimiento de ventas, y el negacionismo del cambio climático que impera en sectores ligados a la extrema derecha (como el trumpismo en EE. UU. o Javier Milei en la Argentina), actuaron de ariete para la puesta en discusión de alternativas que se proponen ser más disruptivas. Entre ellas se ubica el planteo decrecionista, que plantea que es necesario desescalar de manera urgente y voluntaria la producción y el consumo, a través de cambios profundos en la manera en la que estos procesos se llevan a cabo. Desescalar, básicamente en los países ricos, es la única manera para reducir la emisión de gases, pero también los efectos que tiene sobre los ecosistemas la extracción de recursos que hoy supera holgadamente la capacidad que tiene la naturaleza para reponerlos. La discusión del decrecionismo no es nueva. Sus antecedentes se remontan por lo menos hasta La ley de la entropía y el proceso económico de Nicholas Georgescu-Roegen, de 1970-71. André Gorz en la década de 1980 planteó abiertamente la necesidad de que la economía de los países ricos, imperialistas, decreciera, para recuperar un sendero sostenible. Wolfgang Harich también habló en los ‘70 de una perspectiva de “comunismo sin crecimiento” que asociaba necesariamente a un régimen autoritario, noción esta última con las que polemizó Manuel Sacristán (sin rechazar este último la idea de que un régimen comunista debiera ser decrecionista, pero sin renunciar nunca a la posibilidad de una perspectiva de “democratismo radical directo”) [1].
Pero fue, sobre todo en las últimas dos décadas, gracias a las contribuciones de autores como Serge Latouche y a la luz del recrudecimiento de las señales de emergencia ecológica, que esta perspectiva ganó terreno.
En los países desarrollados, responsables casi exclusivos de los mayores trastornos ambientales, empezando por la emisión de gases acumulada en doscientos años de acumulación capitalista, el decrecionismo se ha vuelto una mirada de gran consenso en sectores activistas y académicos ligados a las problemáticas ecológicas desde perspectivas críticas –es decir, entre quienes no adscriben a la noción de que puede ser viable un “capitalismo verde”, con sus soluciones para los problemas ambientales a la medida del sostenimiento de la ganancia y de la acumulación de capital–.
El crecimiento como ideología
El blanco principal del decrecionismo, como su nombre lo indica, es el crecimiento económico. El PBI como indicador económico cargado de ideología es un punto de partida de casi todos los tratados que se ubican en esta corriente. Encontramos un importante espacio dedicado a revelar la construcción selectiva que produjo este índice, que identifica “la economía” con la producción de mercado y otras esferas como los servicios prestados por sector público, mientras deja afuera otras –como el trabajo doméstico–. Al mismo tiempo, se deconstruye la idea de que el crecimiento económico continuado, medido en términos de un Producto Bruto Interno siempre en aumento está necesariamente asociado a una mejora del bienestar. Por empezar, como nos recuerda Jason Hickel en el libro cuyo libro Menos es más. Cómo el decrecimiento salvará el mundo, recientemente editado en español por Capitán Swing, durante la mayor parte de la historia del capitalismo, “el crecimiento no trajo mejoras en el bienestar en las vidas de la gente común; de hecho, hizo todo lo contrario” [2]. La “acumulación originaria”, que Karl Marx aborda en el Capítulo XXIV de El capital para recordarnos que el capitalismo llegó al mundo “chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies” [3], con su “liberación” del campesinado que dejaba de disponer de medios directos para su reproducción, creó las bases para poder imponer a la fuerza de trabajo, en Inglaterra primero y luego en el resto de Europa, largas jornadas laborales. El hacinamiento en las ciudades y la insalubridad laboral contribuyeron a un aumento de la mortalidad y reducción de la esperanza de vida. Esta misma “acumulación originaria” tuvo como presupuesto el colonialismo, que devastó poblaciones de África, América Latina, y Asia. La “correlación” entre crecimiento y bienestar se puede observar recién desde mediados del siglo XIX en Europa, y más tarde en otras geografías. Pero, incluso entonces, la mejora en muchos indicadores como la reducción de la mortalidad por enfermedades, la mortalidad infantil, y el aumento de la esperanza de vida, se debió menos al crecimiento que la aplicación extendida de medidas sanitarias básicas, como el acceso a agua potable y cloacas [4]. Sin embargo, el principal argumento es que, pasado un determinado umbral de PBI per cápita, este correlato se disocia, e incluso puede haber casos en los que “más es menos”. Hickel argumenta que “la relación entre PBI y bienestar humano se despliega en una curva de saturación, con retornos decrecientes pronunciados: después de un cierto punto, que las naciones de altos ingresos han superado hace rato, más PBI adhiere poco o nada al florecimiento humano” [5].
Algunos autores, como Latouche, refuerzan la crítica a la asociación entre riqueza –en un sentido amplio– con PBI, apelando a la experiencia –truncada por la fuerza por la imposición de políticas procapitalistas– en los países dependientes y semicoloniales (hablando en nuestros términos, no en los del autor que más bien se refiere al mundo “no occidental”): la ideología del crecimiento y del “desarrollo” (entendido siempre bajo los términos capitalistas impuestos por las potencias imperialistas) se usó como vara para tildar de pobres a sociedades en las que la reproducción estaba ampliamente organizada bajo formas de subsistencia no capitalistas, que eran sustentables en su relación con la naturaleza. La “pobreza” en términos de PBI –que quedaba magnificada por el limitado desarrollo de la esfera mercantil que podía medirse con este indicador pero resultaba más discutible con otras medidas más cualitativas de la satisfacción de necesidades– apuntaba a “remediarse” a través del impulso de las medidas “necesarias” para iniciar el camino del “desarrollo” bajo los lineamientos de las agencias internacionales, que no eran otra cosa que políticas de desposesión que abrían el paso a la acumulación capitalista. Acumulación que, bajo las condiciones de dependencia, produjo cualquier cosa menos desarrollo en casi todos los casos y que, al abrirse paso mediante la desarticulación de las formas de reproducción social preexistentes, no capitalistas, produjo un aumento de la pobreza en gran escala en estas sociedades. En el planteo de Latouche puede haber alguna inclinación a romantizar aspectos de las relaciones de producción no capitalistas, pero es indiscutible el resultado de los programas de ajustes y reformas estructurales implementados bajo mandato del FMI y el Banco Mundial en el mundo periférico.
¿Por qué el decrecionismo toma la crítica a la meta del crecimiento perpetuo del PBI como punto de partida? Básicamente porque, afirman varios autores de esta corriente, este objetivo –ligado a otro concepto con connotaciones todavía más positivas, el de “desarrollo”– es el que ordena todas las herramientas de política económica al menos desde las primeras décadas del siglo XX.
El ya mencionado Jason Hickel, es más específico: el problema no es el crecimiento en sí, sino la ideología del crecimiento, “la búsqueda del crecimiento por sí mismo, o por el bien de la acumulación de capital, en lugar de satisfacer necesidades humanas concretas y objetivos sociales” [6]. Esta pulsión está inscripta en la lógica básica de funcionamiento del sistema capitalista, en el que “el dinero se convierte en ganancia que se convierte en más dinero que se convierte en más ganancia […] Para los capitalistas, la ganancia no es solo dinero al final del día, que se utilizará para satisfacer alguna necesidad específica: la ganancia se convierte en capital. Y el punto central del capital es que debe reinvertirse para producir más capital. Este proceso nunca termina” [7]. Este autor se distingue por plantear de manera más clara que otros decrecionistas la necesidad de un horizonte anticapitalista, y considera claramente que el crecimiento es una pulsión inevitable de este sistema, y por ende que para decrecer la economía hay que ir más allá del capitalismo. No obstante, comparte con la corriente poner el foco en atacar la compulsión al crecimiento como cuestión nodal.
Y este objetivo de mantener el crecimiento sin pausa del PBI se está, literalmente, devorando el planeta.
PBI per cápita y huella material
El crecimiento del PBI no ocurre en el vacío; toda producción social es un proceso material. El crecimiento infinito del PBI significa un aumento también sin fin de la utilización de materiales, apropiados de la naturaleza, y de generación de desechos. No faltan entonces motivos para plantear que la hipertrofia de los aparatos de producción capitalista de los países imperialistas, orientados a una perpetua acumulación acrecentada de valor que se consigue a través de procesos de producción material que ocurren en escala necesariamente acrecentada, alcanzó niveles insostenibles en relación con los límites biofísicos del planeta. Una reorganización en gran escala de la producción en estas economías, para reorientarla hacia la satisfacción sostenible de las necesidades sociales de la mano de una reducción de la jornada de trabajo, tendrá que pasar inevitablemente por el desescalamiento de numerosas ramas de la producción –cuestión que con el desarrollo de las cadenas globales de valor implica reorganizaciones que atraviesan fronteras, lo que le otorga otra complejidad–.
Hickel repasa muchos de los indicadores que ilustran los trastornos generados por este crecimiento de los procesos materiales de producción, y la manera drástica en que se aceleraron. Vale la pena detenerse en ellos.
El consumo de materias primas pasó de 7 mil millones toneladas en 1900, a 14 mil millones poco antes de mediados de siglo. Pero desde 1945 hasta hoy creció hasta más de 100 mil millones de toneladas. Al ritmo actual, observa Hickel, vamos encaminados a superar las 200 mil millones de toneladas para 2050, cuando algunos estudios estiman que lo manejable para el planeta –lo que puede extraerse sin dañar de manera irreversible a los ecosistemas– equivale a 50 mil millones de toneladas. Es decir, la mitad de lo que se extrae actualmente. La ONU estima que el 80 % de la pérdida de biodiversidad global se debe a la extracción material [8].
El cambio climático, impulsado por las emisiones de los combustibles fósiles, responde a la misma mecánica. “¿Por qué estamos quemando tanto combustible fósil en primer lugar? Porque el crecimiento económico requiere energía. Durante toda la historia del capitalismo, el crecimiento siempre ha causado un aumento en el uso de energía” [9].
Pero las responsabilidades por este estado de cosas están claramente localizadas geográficamente. El tamaño del PBI per cápita está muy asociado al consumo de materias primas por persona y al impacto ambiental de conjunto. La huella material en los países de bajos ingresos (su consumo de materias primas) es de 2 toneladas por persona por año. Los países de ingresos medianos bajos consumen alrededor de 4 toneladas por persona, y los países de ingresos medianos altos consumen alrededor de 12. Los países desarrollados, de ingresos altos, consumen alrededor de 28 toneladas por persona por año, en promedio. Hickel observa que “un nivel sostenible de huella material, expresado en términos per cápita, es de unas 8 toneladas por persona. Las naciones de altos ingresos superan ese límite casi cuatro veces” [10].
Este exceso tiene consecuencias en variadas dimensiones. “Aumentar la extracción de biomasa significa arrasar bosques y drenar humedales. Significa destruir hábitats y sumideros de carbono. Significa agotamiento del suelo, zonas muertas del océano y sobrepesca. Aumentar la extracción de combustibles fósiles significa más emisiones de carbono, más descomposición del clima y más acidificación de los océanos. Significa más remoción de cimas de montañas, más perforación en alta mar, más fracking y más arenas bituminosas. Aumentar la extracción de minerales y materiales de construcción significa más minería a cielo abierto, con toda la contaminación aguas abajo que conlleva, y más automóviles, barcos y edificios que demandan aún más energía. Y todo esto conlleva más residuos: más vertederos en el campo, más tóxicos en nuestros ríos y más plásticos en el mar” [11].
El problema con el crecimiento económico, afirma Hickel, “no es solo que nos quedemos sin recursos en algún momento”, que era como tendía a presentar la cuestión el informe Los límites del crecimiento presentado por el Club de Roma en 1972. El problema “es que degrada progresivamente la integridad de los ecosistemas” [12]. El autor se apoya en trabajos recientes, como el presentado en 2009 por Johan Rockström, James Hansen y Paul Crutzen que desarrolla el concepto de “límites planetarios”. La biosfera de la Tierra “es un sistema integrado que puede soportar presiones significativas, pero pasado cierto punto comienza a descomponerse” [13]. Basándose en datos de la ciencia de los sistemas terrestres, identificaron nueve procesos potencialmente desestabilizadores que tenemos que mantener bajo control para que el sistema permanezca intacto. Estos son: el cambio climático; la pérdida de biodiversidad; la acidificación de los océanos; los cambios en el uso del suelo; los ciclos del nitrógeno y del fósforo; el consumo de agua dulce; la carga de aerosoles atmosféricos; la contaminación química y la destrucción de la capa de ozono. Los científicos han estimado “límites” para cada uno de estos procesos. Por ejemplo, la concentración de carbono atmosférico no debería sobrepasar las 350 ppm si el clima se mantiene estable (cruzamos ese límite en 1990 y hoy supera los 415 ppm); la tasa de extinción no debe exceder las diez especies por millón por año; la conversión de tierras boscosas no debe exceder el 25 % de la superficie terrestre de la Tierra; etcétera. “Estos límites no son límites ‘duros’, en sentido estricto. Cruzarlos no significa que los sistemas de la Tierra se apagarán de inmediato. Pero sí significa que estamos entrando en una zona de peligro en la que corremos el riesgo de desencadenar puntos de inflexión que eventualmente podrían conducir a un colapso irreversible” [14].
Son muy interesantes y pertinentes las páginas que Hickel dedica a desmontar las nociones de que pueda haber un “capitalismo verde”; o, en otros términos, de que puedan desarrollarse soluciones tecnológicas que puedan eventualmente hacer compatible el crecimiento económico continuado con un metabolismo socionatural equilibrado. Muchas de estas soluciones se centran en el problema de las emisiones de carbono, proponiendo soluciones que puedan absorberlo. De hecho, en la idea de que pueda implementarse en un plazo no muy lejano una tecnología de este tipo, se basan las proyecciones del acuerdo de París de que, con los compromisos de emisiones realizados por los distintos países (que no dan visos de cumplirse) la temperatura aumente “solamente” 1,5 grados a finales del siglo. Sin una tecnología de absorción de carbono, el aumento sería del doble con el nivel de emisiones proyectadas. El problema es que una tecnología de este tipo, aún si fuera realmente viable para absorber todas las emisiones (algo que no está probado ni técnica ni económicamente) requeriría construir decenas de miles de fábricas dedicadas a esto. Un trastorno ecológico formidable.
La energía “verde”, como puede ser una matriz basada en generación solar y eólica, si se pone en función de sostener el crecimiento “verde” también es garantía de desastres. Como observa Hickel, la explotación de litio para producir baterías “apenas está comenzando y ya es una catástrofe [15].
Hickel desmonta de manera implacable muchos de estos mitos, sin renunciar de plano a la idea de que ciertos desarrollos tecnológicos –desembarazados de la lógica capitalista que guía hoy a la innovación– deban ser parte de la respuesta a los desastres ambientales.
¿Más allá del capital?
A remediar los trastornos en las condiciones materiales que ha producido y seguirá profundizando el “crecimiento compuesto” del PBI es que apunta el decrecionismo.
El nombre en el que se embanderan, y las diatribas –bien fundamentadas– contra las ideologías que rodean al PBI como indicador excluyente, podrían llevarnos a concluir que el planteo decrecionista se reduce –nada más ni nada menos– que en una reducción del tamaño de la economía. Si así fuera, todo el planteo se reduciría a poner en el centro un aspecto cuantitativo, o “técnico”, un medio, sin ligazón con aspiraciones claras de una transformación social más amplia. Pero no es este el caso.
Giorgos Kallis especifica que la meta no es simplemente la reducción del PBI, sino que esta sería más bien una consecuencia de las transformaciones buscadas. “El objetivo del decrecimiento no es hacer que el crecimiento del PIB sea negativo. En términos económicos, el decrecimiento se refiere a una trayectoria en la que el “rendimiento” (energía, materiales y flujos de desechos) de una economía disminuye mientras que el bienestar mejora. La hipótesis es que el rendimiento decreciente vendrá con toda probabilidad con el producto decreciente, y que estos solo pueden ser resultados de una transformación social en una dirección igualitaria” [16].
En todos los trabajos encontramos la idea de que son necesarios cambios muy agudos en las formas de producción y consumo. La idea de una nueva sociedad está presente incluso en los autores que son más ambivalentes respecto de la necesidad de terminar con el dominio del capital. Según Latouche
El decrecionismo es fundamentalmente anticapitalista. No tanto porque denuncia las contradicciones y las limitaciones ecológicas y sociales del capitalismo como porque desafía su ’espíritu’, en el sentido que Max Weber ve el “espíritu del capitalismo” como una condición previa para su existencia Si bien es posible, en abstracto, concebir de una economía ecológicamente compatible con la existencia continuada de un capitalismo de lo inmaterial, esa perspectiva es poco realista cuando se trata de lo imaginario fundamentos de una sociedad de mercado, a saber, el exceso y el desenfreno (pseudo-)dominación. Un capitalismo generalizado no puede sino destruir el planeta de la misma manera que está destruyendo la sociedad y cualquier otra cosa que sea colectiva [17].
El problema es que no hay equivalencia entre aquello que se quiere desmantelar, y lo que se propone construir. Se pretende que podrá venir el final de un modo de producción a través de la imposición del decrecionismo. Pero este último, por más que se afirme que es mucho más que una postura negativa respecto del crecimiento económico, no termina de delinear una hoja de ruta coherente para subvertir las bases del capitalismo.
Kallis compara en Degrowth las propuestas realizadas por distintos exponentes del decrecionismo. Algunas de las principales que encontramos son:
– volver a tener una huella ecológica menor recortando consumos intermedios (transporte, energía, envases, publicidad); –  aplicar impuestos que graven la contaminación; – poner fin a la obsolescencia programada; – relocalizar actividades priorizando la escala urbana; – revitalizar la agricultura campesina; – transformar ganancias de productividad en reducción de jornada y creación de empleo; – incentivar la “producción” de bienes relacionales, como la amistad y vecindad – limitar el rango de desigualdad en la distribución del ingreso con un ingreso mínimo y un ingreso máximo; – cortar el desperdicio de energía por un factor de 4; – imponer sanciones por gastar en publicidad; – declarar una moratoria en innovación tecnocientífica; – desmercantilizar los bienes públicos y expandir los comunes; – establecer un jubileo de deudas; – aplicar un impuesto global sobre transacciones financieras, ganancias transnacionales, un impuesto global a la riqueza, un impuesto sobre las emisiones de carbono y un impuesto sobre los residuos nucleares altamente activos; – rerregular el comercio internacional con el objetivo de alejarse del libre comercio, y restringir la libre movilidad de capitales; – degradar a la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el FMI [18].
Es indudable que muchos de estos planteos atentan contra la viabilidad del capitalismo. Otros, no incompatibles per se con los imperativos básicos de este modo de producción, apuntan contra algunos de los pilares fundamentales que conquistó la clase dominante durante las décadas de ofensivas bajo la ideología neoliberal. Pero, aunque pueda ser un conjunto de propuestas destinados a generar una movilización en favor del decrecimiento, están esencialmente planteadas –y pensadas– como un programa de reformas a ser implementadas por el Estado capitalista, garante de las relaciones de producción que tienen su fundamento en el sostenimiento del crecimiento de la acumulación de valor (y de producción material).
Esta limitación resulta inevitable, ya que hay una contradicción no resuelta entre las intenciones anticapitalistas y la renuencia a plantear abiertamente una estrategia que ataque el principal centro de gravedad del capitalismo: la propiedad privada de los medios de producción. Latouche es explícito en cuestionar cualquier noción de que los objetivos decrecionistas deban alcanzarse a través de una socialización generalizada de los medios de producción. Por el contrario, sostiene que “eliminar a los capitalistas, proscribir la propiedad privada de los medios de producción y abolir la relación salarial o acabar con el dinero” todo lo que hará es “sumergir a la sociedad en el caos, y no podría hacerse sin usar el terror a gran escala” [19]. Latouche, pero también Kallis, apuntan que el “socialismo realmente existente” fue productivista, y extienden esto a todas las principales corrientes del marxismo, incluyendo al trotskismo. Hay una cierta incongruencia entre el reconocimiento que encontramos en autores decrecionistas de que los países que no pertenecen al selecto club de los ricos tienen derecho a invertir esfuerzos en elevar las condiciones de vida, mientras se achaca sin distinción el mote de “productivismo” a pensadores marxistas que en muchos casos no bregaban por un crecimiento sin fin, sino por superar los problemas del atraso en países que eran a todas luces pobres y con estructuras económico sociales distorsionadas por el lastre imperialista. Dicho esto, es innegable que para la burocracia estalinista en la URSS y en Europa del Este, así como para el maoísmo, el productivismo dominó la planificación económica, y la búsqueda del desarrollo estuvo acompañada de numerosos desastres ambientales que podrían haberse evitado. También podemos observar, aún hoy, la existencia de fuertes impulsos productivistas en corrientes y autores marxistas y socialistas. Pero basarse en esto para dar por cerrada cualquier perspectiva de salida anticapitalista y socialista, es cerrar la única puerta que pude sacarnos de las encerronas del capitalismo y su impulso al crecimiento sin fin con miras a la ganancia.
Se trata de una cuestión de estrategia, pero también de los actores llamados a intervenir para favorecer una perspectiva decrecionista. El “sujeto” es la ciudadanía, ante la cual es necesario librar una batalla por la opinión para movilizarse ante el Estado, para presionar por medidas decrecionistas y para que modifique sus propias conductas de consumo. Entre el gesto anticapitalista y el rechazo de la socialización de los medios de producción, el planteo de autores como Latouche no logra ser más que un compendio de medidas para poner límites al capitalismo, desde el Estado, sin abolirlo. Una contradicción en los términos, si lo que se pregona es el decrecimiento.
El decrecionismo, como ya señalamos, es un conjunto heterogéneo. Como lo pueden sugerir algunas de las propuestas del compendio presentado más arriba, están quienes propugnan una estrategia de crear espacios de autonomía, no regidos por el crecimiento. Esto se vincula al fuerte énfasis en lo regional/local –en oposición a lo nacional o global–, que también está muy presente en Latouche.
Algunos planteos decrecionistas lo señalan como una salida tanto individual y colectiva en clave “anticapitalista”, cuyo sujeto está también en general en la ciudadanía, pero especialmente en las comunidades rurales, campesinas, originarias, etc.. Así, la crítica al hiperconsumismo y las relaciones mercantilizadas de las grandes ciudades desemboca en una idealización de la vida local y rural; y a menudo la crítica de las consecuencias devastadoras de determinadas tecnologías se convierte en una impugnación general al desarrollo industrial y tecnológico (como se expresa en la “moratoria” a la innovación que forma parte del compendio señalado más arriba). Latouche y muchos otros decrecionistas cuestionan la asociación de la corriente con una romantización de formas de vida precapitalistas o como una propuesta de “retorno” al pasado. Pero esta crítica encuentra asidero en algunos de los planteos del decrecionismo.
Una lógica emparentada con la recientemente señalada, es la bregan por establecer espacios de autonomía con respecto al capitalismo en los intersticios de las sociedades dominantes. Esto lo vemos entre quienes se definen como anarquistas, libertarios (no confundir con los libertarianos), autonomistas o incluso algunos ecosocialistas. Para Giorgos Kallis, por ejemplo, la perspectiva decrecionista puede configurarse a través de una articulación “contrahegemónica” de distintas esferas de la producción social y comunidades no regidas por la valorización, que puedan dar lugar a “economías alternativas”.
meros microcosmos o prefiguraciones de un mundo en decrecimiento. Son incubadoras, donde la gente realiza todos los días el mundo alternativo que les gustaría construir, su lógica hecha sentido común. Los bienes comunes alternativos son nuevas instituciones de la sociedad civil que nutren nuevos sentidos comunes. A medida que se expanden, deshacen los sentidos comunes de crecimiento y vuelven hegemónicas a las ideas compatibles con el decrecimiento, creando las condiciones para que una fuerza social y política cambie las instituciones políticas en la misma dirección [20].
Incluso aunque una transición de este tipo –que reproduce a grandes rasgos la que dio lugar al surgimiento del capitalismo de las relaciones feudales– fuera factible en los marcos del capitalismo (cuya reproducción ampliada opera presionando permanentemente por integrar y subsumir todas las esferas donde haya potencial de producción rentable), implica una transición larga, inconsistente con la urgencia de poner el “freno de emergencia” a la crisis ecológica que recorre todos los planteos decrecionistas.
Tenemos otros autores, como el mencionado Hickel, que ponen más énfasis en las propuestas que apuntan a poner palos en la rueda de la valorización del capital. Pero incluso acá, poner en primer plano el decrecionismo y dejar apenas sugerida la perspectiva ecosocialista, le quita una cierta coherencia estratégica al planteo.
Incluso en los autores que, como Hickel, delinean un –difuso– horizonte postcapitalista, no emerge en ningún momento ni una hoja de ruta clara para alcanzarlo ni los actores sociales que puedan motorizar una transformación que vaya en ese sentido. El autor incorpora a una sumatoria de propuestas que incluye algunas de las mencionadas más arriba, la necesidad de un “imaginario” postcapitalista, y la necesidad de organizar la producción y consumo social “asegurándose de devolver como compensación, haciendo lo posible para enriquecer, en vez de degradar, los ecosistemas de los que dependemos” [21]. Son cuestiones muy importantes, pero no definen las alianzas ni estrategias para hacer ese imaginario realidad. El mismo abismo entre horizonte estratégico ambicioso, sujetos sociales indefinidos y propuestas inmediatas de reformas no transicionales, ocurría con el planteo de comunismo decrecionista de Saito, como hemos señalado en otra oportunidad.
Por otra parte, aunque los autores le atribuyan al decrecionismo un carácter anticapitalista y progresivo, sus coordenadas son tan generales que la bandera de decrecer no está exenta de apropiaciones bastardeadas de algunos de su planteos, que en nombre de la sostenibilidad ecológica puedan abrazar un neomalthusianismo e imponer políticas socialmente regresivas, buscando “desescalar” a costa de los ya raleados consumos de la clase trabajadora y el pueblo pobre.
Las coordenadas para el ecosocialismo
El decrecionismo no es sinónimo de socialismo, aunque algunos ecosocialistas decrecionistas busquen minimizar la diferencia de perspectivas debida a la heterogeneidad de visiones entre los proponentes de la primera perspectiva. Vista como alternativa, es apenas una variante de las propuestas de reformas del estado de cosas existente, aunque las más drásticas –sin las cuales no hay una hoja de ruta “sustentable”– resulten incompatibles con el capitalismo, y por tanto resulten inviables sin una estrategia anticapitalista articulada, que solo puede ser socialista.
Por otra parte, la cuestión no es simplemente reducir la escala de los procesos de producción de acuerdo a los límites biofísicos. Es necesario cambiar de conjunto una lógica de producción de acuerdo a la ganancia, que tiene otras implicancias, como la implementación siempre de los procesos productivos más baratos aún cuando pueda haber otros más costosos pero menos dañinos en términos ambientales. Esta última dimensión del metabolismo socionatural no está claramente presupuesta en el término “decrecimiento”. Por eso, para abordar todas las dimensiones de la problemática ecológica, es necesaria una clara perspectiva anticapitalista y socialista.
Dicho esto, la advertencia decrecionista sobre la urgencia de equilibrar el metabolismo socionatural en concordancia con los límites biofísicos del planeta largamente superados por el capitalismo, no debe ser tomada a la ligera. Es necesario llenar el vacío de estrategia y articulación de fuerzas de clase que los decrecionistas dejan sin resolver, pero no dar la espalda a su diagnóstico y lo que esto significa para la transición poscapitalista, y socialista, en la actualidad. Si es el desarrollo de las contradicciones del capitalismo el que crea las precondiciones para que se desarrolle en el seno de esta sociedad una alternativa superadora, estas potencialidades hoy vienen acompañadas de una pesada herencia ecológica de la que habrá que hacerse cargo.
El objetivo fundamental de los planteos decrecionistas, que es alcanzar un metabolismo socionatural equilibrado, que no imponga sobre el planeta una extracción mayor a la que los sistemas vitales son capaces de regenerar y reduzca la huella material drásticamente desde sus niveles actuales, que busque mitigar los efectos de la emisión acumulada de gases de carbono en el menor plazo posible y apunte hacia un ordenamiento económico que no tenga como meta el crecimiento sin fin; este objetivo, es enteramente compatible y solamente alcanzable con una estrategia socialista. Solo si la clase obrera, en alianza con el pueblo pobre, interviene para socializar los medios de producción estratégicos y los reorganiza priorizando la satisfacción plena de las necesidades sociales en los marcos de un metabolismo socionatural equilibrado, se pueden volver realizables los objetivos que propone el decrecionismo. Esto implica también nacionalizar las tierra urbana y rural para rediscutir los usos del suelo y liquidar la especulación inmobiliaria, nacionalizar los bancos, como algunos de los resortes fundamentales para reorientar la producción social. Sobre esta base, en los países ricos imperialistas se podrá discutir el drástico desescalamiento de muchos sectores de la producción e imponer la redistribución de la riqueza por la que brega el decrecionismo, pero que sin esta “redistribución” de la propiedad de los medios de producción resulta una utopía.
¿Deberá abandonar el socialismo cualquier perspectiva de “abundancia material”? No nos parece que esto deba ser así, pero esta abundancia no puede entenderse como un incremento ilimitado de la disponibilidad individual de bienes de consumo, que es la única manera en que nos permite entenderla el capitalismo. Autores como el ya mencionado Sacristán tienen el mérito de haber intuido tempranamente esta cuestión, abordando a la vez los “atisbos político-ecológicos” de Marx (al decir de Sacristán) para repensar el comunismo frente a la crisis ecológica.
Una crítica central de Marx al modo de producción capitalista, se encuentra en el empobrecimiento que impone a la fuerza de trabajo al establecer una relación enajenada con esta, como mercancía y forzarla a ponerse al servicio del capital para sostener la rueda constante de la acumulación. La dinámica de la producción por la producción misma, que apunta hacia la máxima extensión posible o socialmente tolerable del tiempo de trabajo en pos de la valorización, niega todas las posibilidades del desarrollo de la riqueza social en el amplio sentido planteado en la cita que reproducimos más arriba de los Grundrisse. De igual modo, esta dinámica arrasa con la riqueza de la naturaleza. Romper con esa enajenación, socializando los medios de producción, sienta las bases para un desarrollo más pleno de las potencialidades negadas bajo el capitalismo. A esto apunta Marx cuando discute el pasaje del reino de la necesidad al reino de la libertad.
La libertad en este terreno sólo puede consistir en que el hombre socializado, los productores asociados, regulen racionalmente ese metabolismo suyo con la naturaleza poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de ser dominados por él como por un poder ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de fuerzas y bajo las condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana. Pero éste siempre sigue siendo un reino de la necesidad. Allende el mismo empieza el desarrollo de las fuerzas humanas, considerado como un fin en sí mismo, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La reducción de la jornada laboral es la condición básica [22].
Creemos que John Bellamy Foster está en lo correcto cuando señala que:
la sociedad, particularmente en los países ricos, debe avanzar hacia una economía de estado estacionario o de estado estacionario, lo que requiere un cambio a una economía sin formación neta de capital, que se mantenga dentro del presupuesto solar. El desarrollo, particularmente en las economías ricas, debe asumir una nueva forma: cualitativa, colectiva y cultural, enfatizando el desarrollo humano sostenible en armonía con la visión original del socialismo de Marx. Como argumentó Lewis Mumford, un estado estacionario, que promueve fines ecológicos, requiere para su cumplimiento las condiciones igualitarias del “comunismo básico”, con la producción determinada “según la necesidad, no según la capacidad o la contribución productiva”. Tal alejamiento de la acumulación de capital y hacia un sistema de satisfacción de las necesidades colectivas basado en el principio de lo “suficiente” es obviamente imposible en cualquier sentido significativo bajo el régimen de acumulación de capital. Lo que se requiere, entonces, es una revolución ecológica y social que facilite una sociedad de sostenibilidad ecológica e igualdad sustantiva [23].
Esta perspectiva ecosocialista requiere más que nunca actuar internacionalmente. Ante los desafíos que plantea la crisis ecológica, es hoy más claro que nunca que no hay transformaciones posibles “en un solo país”; atacar las múltiples dimensiones de la crisis ecológica requiere respuestas globales, que deben ser radicalmente distintas a los formalismos habituales de las cumbres de países donde la batuta la tienen las potencias imperialistas y el gran capital. Las transformaciones en los países imperialistas ricos, que hace tiempo han excedido los límites biofísicos, hacia sociedades socialistas “estacionarias” a, decir de Foster y los desafíos de los países oprimidos y semicoloniales, en los cuales la pelea de la clase trabajadora y los sectores populares para cortar los lazos con el imperialismo y sus socios capitalistas locales –socios en el extractivismo– es clave para poder satisfacer demandas sociales fundamentales –sin repetir los patrones ecológicos insostenibles del desarrollo capitalista pero sí concentrando esfuerzos en inversiones impostergables para elevar el nivel de vida– deben estar como nunca entrelazadas. Solo un movimiento revolucionario ecosocialista internacionalista que derrote a la clase capitalista y sus agentes políticos, podrá cambiar los juegos de “suma cero” que hoy dominan la (ausencia de) política ecológica bajo la batuta de las potencias imperialistas, que en los discursos de las cumbres hablan de coordinación y de “responsabilidades” pero evitan cualquier reconocimiento significativo de la “deuda ecológica” –es decir, el saqueo acumulado contra los países oprimidos–. En las luchas de hoy contra grandes grupos trasnacionales imperialistas que generan en todo el planeta numerosos desastres ecológicos aunque sean muchas veces los mismos que apelan al “greenwashing” en vistosas campañas publicitarias, debemos ir forjando la necesaria la unidad internacionalista de las clases trabajadoras y los pueblos oprimidos de todo el planeta.
NOTAS:
[1] Ver por ejemplo Manuel Sacristán Luzón, “Presentación” a Wolfgang Harich, ¿Comunismo sin crecimiento?, Barcelona, Materiales, 1978, p. 27.
[2] Jason Hickel, Less is More. How Degrowth Will Save the World, Londres, William Heinemann, 2020, p. 156. Las citas son traducción directa de la edición original en inglés.
[3] Karl Marx, El capital. Crítica de la economía política, Tomo 1, vol 3, México DF, Siglo XXI Editores, 1976, p. 950.
[4] Jason Hickel, ob. cit., p 157.
[5] Ibídem, p. 159.
[6] Ibídem, p. 95.
[7] Ibídem, p. 83.
[8] International Resource Panel, Global Resources Outlook (UN Environment Programme, 2019).
[9] Jason Hickel, ob. cit., p. 98.
[10] Ibídem, p. 101.
[11] Ibídem, p. 97.
[12] Ibídem, p. 113.
[13] Ibídem, p. 114.
[14] Ídem.
[15] Ibídem, p. 132
[16] Giorgos Kallis, Degrowth, Newcastle, Agenda, 2018, p. 20.
[17] Serge Latouche, Farewell to Growth, Cambridge, Polity, 2009, p. 91.
[18] Giorgos Kallis, ob. cit., p. 128.
[19] Serge Latouche, ob. cit., p. 91.
[20] Giorgos Kallis, ob. cit., p. 138.
[21] Jason Hickel, ob. cit., p. 236
[22] Karl Marx, El capital. Crítica de la economía política. Tomo 3, Vol 8, México D. F., Siglo XXI editores, 1981, p. 1044
[23] John Bellamy Foster, Marxism and Ecology: Common Fonts of a Great Transition, en Great Transition, consultado el 05/07/23. Sin embargo, el propio Foster, después de señalar este horizonte, argumenta que si bien “está clara la necesidad objetiva de tal revolución ecológica, queda pendiente la cuestión más difícil de cómo llevar a cabo las transformaciones sociales necesarias”, y por eso plantea, erróneamente en nuestra opinión, una estrategia en etapas que debería atravesar primero una “fase ecodemocrática”, en la cual “es necesario luchar por una amplia gama de cambios drásticos dentro de un movimiento radical de base amplia”. Mientras que el “objetivo a largo plazo de la transformación sistémica plantea la cuestión de una segunda etapa de la revolución ecológica, o la fase ecosocialista”. Creemos que esta diferenciación etapista es errónea, y pone límites casi insuperables a la posibilidad de construir un horizonte de superación del capitalismo como el que el autor propone.
Esteban Mercatante. Economista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas. Autor de los libros El imperialismo en tiempos de desorden mundial (2021), Salir del Fondo. La economía argentina en estado de emergencia y las alternativas ante la crisis (2019) y La economía argentina en su laberinto. Lo que dejan doce años de kirchnerismo (2015). @EMercatante
Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Decrecionismo-y-eco-socialismo-perspectivas-afines-o-en-disputa-ante-la-crisis-ecologica
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frociaggina97 · 1 year ago
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a la nacion le dieron como 500 millones estas campañas y tiraron una noticia que los medios estatales y coso salio 55millones este año FUERA LA NAZION
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chicasriot · 2 years ago
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¡Exigimos justicia para Holy Yash / Alin Yashica! #HolyYash es una menor de edad que lleva 5 años viviendo violencia por parte del Estado.
"Soy Holy tengo 16 años, a los 12 en un operativo que se llama rastrillo dónde habían policías municipales estatales de investigación militares me secuestraron unos comandantes de la fiscalía del estado de México me tuvieron 4 días donde me drogaron me violaron y me fueron a tirar a morelos desde ese día mi vida cambio por qué he levantado más de 20 carpetas de investigación todas derivadas a ese delito una de las últimas fue porque siempre que preguntamos por las carpetas nos hacen algo los policías. apenas el 1 de abril 2022 unos policías de tránsito de Chimalhuacán se llevaron a mi mamá la tuvieron desaparecida por más de 8 horas donde la golpearon la amenazaron la estaban asfixiando al grado que perdió el control de los esfínteres le tiraron los dientes le desviaron su columna mi mamá tiene que tomar terapia de rehabilitación por esos golpes tiene dos hematomas en la cabeza la van a operar de la columna en 10 días hicimos una protesta en la fiscalía de CHIMALHUACÁN nos mandaron a pegar con más de 300 policías y la guardia nacional nos quitó todas nuestras cosas megáfonos casa de campaña nos golpearon a mi y a varias de mis amigas que me acompañaron a buscar a mi mamá. El primero de diciembre 2022 volví a preguntar por los avances de la carpeta ala fiscalía por qué ya van 8 meses más y me siguen negando la justicia por qué no tiene a ninguno de mis agresores y a los policías que torturaron y golpearon a mi mamá los dejaron salir con 15 mil pesos. El día 1 de enero 2023 fue atacada nuevamente, con amenazas y matando a su mascota para posteriormente arrojarla a una cisterna con la amenaza de que la próxima en estar allí sería ella.” - #AlinYashica
https://www.infobae.com/mexico/2023/03/25/protesta-en-eje-central-por-agresion-a-adolescente-dejo-enfrentamiento-entre-policias-y-feministas/
#JusticiaParaHolyYash
#Feministas #Feminismo #FeminismoInterseccional #InterFem #AnarcoFeminismo #AnarcoFem #TransFeminismo #FeminismoTransIncluyente #LGBT #LGBTTTI #LGBTQIA #Aborto #AbortoLegal #AbortoLegalSeguroYGratuito
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fernando-arciniega · 2 years ago
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Huehuetoca - Contexto social, económico y cultural de Huehuetoca Estado de México
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En este capítulo se tratarán puntos importantes sobre el contexto que rodea al municipio de Huehuetoca en el Estado de México. Se tratarán puntos importantes como su demografía, nivel de estudios de la población, aspectos económicos, así como la fuente de ingresos del municipio, los negocios que mueven la economía principal, inversiones, etc., así como semblantes culturales que hacen identidad dentro de la región.
Contexto Social
Huehuetoca es un municipio del Estado de México que se caracteriza por su riqueza histórica y cultural. Huehuetoca es uno de los 125 municipios del Estado de México, se localiza al norte del Valle de México, tiene una superficie de 118.853 km² y cuya cabecera municipal es la población homónima de Huehuetoca. Su nombre significa "lugar de los viejos sabios" y se remonta a la época prehispánica, cuando fue habitado por los pueblos náhuatl y otomíes. Durante la colonia, Huehuetoca fue parte del Camino Real de Tierra Adentro y albergó una importante obra hidráulica: el desagüe del Valle de México. En el siglo XIX, Huehuetoca fue escenario de varios acontecimientos políticos y sociales, como la guerra de independencia, la intervención francesa y la reforma agraria.
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Camino Real de Tierra Adentro Actualmente, Huehuetoca es un municipio que enfrenta diversos retos y oportunidades en materia de desarrollo económico, social y ambiental. Según el censo de 2020, tiene una población de 125 178 habitantes, de los cuales el 18.5% son vulnerables por carencias sociales y el 15.6% son vulnerables por ingresos. Las principales carencias sociales son el acceso a la seguridad social, a los servicios de salud y a la alimentación. Por otro lado, Huehuetoca cuenta con un patrimonio cultural que incluye monumentos históricos, artesanías, fiestas populares y gastronomía típica. Además, tiene un potencial turístico por su cercanía con la Ciudad de México y su belleza natural. El municipio tiene una superficie de 97.67 km² y una población total de 163,244 habitantes según el censo de 2020, lo que representa un crecimiento del 63.2% respecto al censo anterior. De esta población, el 51% son mujeres y el 49% son hombres . El municipio se dedica principalmente a la agricultura, la ganadería, la industria y el comercio. Entre sus principales productos de exportación se encuentran los textiles, los plásticos y los metales.
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Contexto Económico
Huehuetoca es un municipio del Estado de México que forma parte de la Zona Metropolitana del Valle de México. Su economía se basa principalmente en el sector terciario, con actividades como el comercio, los servicios y el transporte. Según datos de Data México, Huehuetoca tiene un PIB per cápita de $87,800 MXN y una tasa de desocupación de 2.9% en 2020. El gobierno municipal de Huehuetoca ha enfrentado retos para estabilizar sus finanzas públicas y gestionar recursos para la inversión en infraestructura y desarrollo social. En su cuenta pública 2017, el gobierno reportó que realizó programas de proyección en los flujos de efectivo y adecuaciones presupuestales periódicas, así como campañas recaudatorias para incrementar los ingresos propios. Sin embargo, también reconoció que la inversión en infraestructura fue limitada debido a la escasez de recursos federales y estatales. Entre las obras y acciones que el gobierno municipal ha realizado o planeado realizar se encuentran: la construcción y rehabilitación de vialidades, drenajes, alumbrado público, espacios deportivos y culturales; la implementación de programas sociales como becas, apoyos alimentarios, salud y seguridad; la mejora regulatoria y la transparencia; y la promoción del desarrollo económico local mediante la atracción de inversiones privadas.
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Contexto cultural
Huehuetoca es un municipio del Estado de México que tiene una rica historia y cultura. Su nombre significa "lugar de los viejos sabios" y se refiere a los antiguos habitantes nahuas y otomíes que poblaron la región. Huehuetoca fue parte del Camino Real de Tierra Adentro, una ruta comercial que conectaba la Ciudad de México con el norte del país. En el siglo XVII, Huehuetoca adquirió una gran importancia por los trabajos del desagüe de la cuenca de México, una obra hidráulica monumental que buscaba evitar las inundaciones en la capital. Huehuetoca cuenta con un patrimonio cultural destacado, como la iglesia de San Pablo Apóstol, construida por el padre franciscano Pedro de Gante en el siglo XVI, y el acueducto del Padre Tembleque, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015. La gastronomía de Huehuetoca es variada y deliciosa, e incluye platillos como el mole rojo, los tamales de frijol y las carnitas.
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miwisconsin · 12 days ago
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El presidente número 47 se posesionó oficialmente y durante su discurso reafirmó la línea radical que podría utilizar durante su mandato para “eliminar la presencia de todas las pandillas que están aumentando la delincuencia”.  Su posesión estuvo cargada de una serie de actividades y eventos previos con personajes políticos y líderes de gran trascendencia en la opinión pública como Elon Musk. Siguiendo los mandatos del estado de derecho, el saliente presidente Joe Biden y la vicepresidente Kamala Harris estuvieron presentes durante toda la ceremonia con rostros marcados por una sonrisa y renuentes a aplausos y ovaciones. El presidente número 47, Donald Trump volvió a una segunda temporada en la Casa Blanca y durante su discurso de posesión le habló a los ciudadanos americanos en un tono esperanzador, “regreso a la presidencia con confianza y optimismo de que nos encontramos al inicio de una emocionante nueva era de éxito nacional. Una ola de cambio recorre el país, la luz del sol irradia sobre todo el mundo, y Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovechar esta ocasión como nunca antes” Durante más de diez minutos se dedicó a hablar de los desafíos que enfrenta el país y de las debilidades que, según él, han perjudicado a estadounidenses que se dedican a trabajar por atender otras situaciones, “falla en proteger a nuestros magníficos ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley, pero brinda refugio y protección a criminales peligrosos, muchos provenientes de prisiones e instituciones mentales que han ingresado ilegalmente a nuestro país desde todo el mundo”. Poco a poco su discurso fue lanzando dardos a la comunidad inmigrante que reside en Estados Unidos de América hasta llegar a un anuncio de medidas enfocadas a latinos, hispanos y comunidad que llegó en algún momento a este país en busca de mejores oportunidades y terminó jalonando una economía al ejercer labores que muchos americanos se rehúsan a realizar. No obstante y paradójicamente durante su alocución extendió un mensaje de agradecimiento, “A las comunidades negras e hispanas, quiero agradecerles por la tremenda muestra de amor y confianza que me han demostrado con su voto. Batimos récords y no lo olvidaré. He escuchado sus voces en la campaña y espero trabajar con ustedes en los próximos años. Hoy es el Día de Martin Luther King y su honor, esto será un gran honor. Pero en su honor, lucharemos juntos para hacer realidad su sueño. Haremos su sueño realidad”. A renglón seguido, el magnate y actual jefe de estado informó que firmaría una serie de órdenes ejecutivas para empezar una “restauración y revolución del sentido común”, varias de ellas con una mirada hacia la población inmigrante: -       Declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Toda entrada ilegal será detenida de inmediato y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron. Reinstauraré mi política de Permanecer en México. Pondré fin a la práctica de atrapar y soltar. Y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país.  -   Designaremos a los carteles como organizaciones terroristas extranjeras. Y al invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, instruiré a nuestro gobierno para que use todo el inmenso poder de las leyes federales y estatales para eliminar la presencia de todas las redes de pandillas criminales extranjeras, que traen un crimen devastador a suelo estadounidense, incluidas nuestras ciudades y áreas urbanas.  -       Comenzaré de inmediato la reforma de nuestro sistema de comercio para proteger a los trabajadores y familias estadounidenses. En lugar de gravar a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, gravaremos a los países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos.  -       Esta semana, también pondré fin a la política gubernamental de intentar gestionar socialmente raza y género en todos los aspectos de la vida pública y privada. Forjaremos una sociedad que no discrimine por color y se base en el mérito. A partir de hoy, será política oficial del gobierno de los Estados Unidos que solo existen dos géneros: masculino y femenino.  -       Cambiaremos el nombre del Golfo de México al Golfo de América. Y restauraremos el nombre de un gran presidente, William McKinley, a la montaña McKinley, donde debería estar y donde pertenece.  -       A los buques estadounidenses se les está cobrando tarifas excesivas y no se les trata de manera justa en ningún sentido. Y eso incluye a la Armada de los Estados Unidos. Y, por encima de todo, China está operando el Canal de Panamá, y nosotros no se lo entregamos a China, se lo entregamos a Panamá. Y lo vamos a recuperar.  Otras órdenes ejecutivas enfocadas en la población inmigrante son:  -   Sellar las fronteras justificando que estos corredores son flujo de drogas y delincuencia.  -   Freno al Programa de Libertad Condicional de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV por sus siglas en inglés) con el que ciudadanos de estos cuatro países pueden ingresar a los Estados Unidos.  -   Planea poner fin a la Ciudadanía de derecho por nacimiento, una enmienda de la Constitución estadounidense que establece que: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos y sujeta a su jurisdicción, será ciudadana de los Estados Unidos y del estado en el que resida. Ningún estado aprobará o hará cumplir ley alguna que restrinja los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; ni ningún estado privará a persona alguna de su vida, su libertad o su propiedad sin el debido procedimiento legal; ni negará a nadie, dentro de su jurisdicción, la protección de las leyes en un plano de igualdad”. Al momento de cierre de este artículo, varios estados se han unido para rechazar esta orden ejecutiva, entre los cuales se encuentra Wisconsin.  Otras de las iniciativas que anunció Trump son:  -       Instruiré a todos los miembros de mi gabinete a movilizar los vastos poderes a su disposición para derrotar lo que fue una inflación récord y reducir rápida y drásticamente los costos y los precios. La crisis inflacionaria fue causada por el gasto masivo y el alza incesante de los precios de la energía. Por eso, también declararé hoy una emergencia energética nacional. Perforaremos, sí, perforaremos.  -       Volveremos a ser una nación rica, y es ese oro líquido bajo nuestros pies lo que nos ayudará a lograrlo. Con mis acciones de hoy, pondremos fin al Nuevo Pacto Verde y revocaremos el mandato de vehículos eléctricos, salvando nuestra industria automotriz y cumpliendo mi sagrada promesa a nuestros grandes trabajadores automotrices estadounidenses.  -       El sueño americano volverá pronto y florecerá como nunca antes. Para restaurar la competencia y eficacia al gobierno federal, mi administración establecerá el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental.  -       Después de años y años de esfuerzos federales ilegales e inconstitucionales para restringir la libre expresión, también firmaré una orden ejecutiva para detener de inmediato toda censura gubernamental y devolver la libertad de expresión a Estados Unidos.  -       Nunca más se permitirá que el inmenso poder del estado sea utilizado para perseguir a oponentes políticos, algo que sé bien. No permitiremos que esto suceda. No volverá a suceder. Bajo mi liderazgo, restauraremos la justicia justa, igualitaria e imparcial bajo el estado de derecho constitucional. Y devolveremos la ley y el orden a nuestras ciudades. En solo un día según los reportes de la oficina de prensa, el presidente Trump firmó 42 ordenes ejecutivas, 115 acciones personales, más de 200 acciones ejecutivas, y 60 minutos con la prensa. FUENTE: WhiteHouse / Foto: WhiteHouse - Facebook. Read the full article
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maquilanews · 19 days ago
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Activa alcaldesa Carmen Lilia Canturosas estrategia de prevención ante pronóstico de tormenta invernal
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NUEVO LAREDO, TAM.- Con el objetivo de fortalecer la colaboración interinstitucional y garantizar la protección de las familias neolaredenses, la presidenta municipal Carmen Lilia Canturosas Villarreal encabezó la sesión extraordinaria del Consejo Municipal de Protección Civil, a la que convocó a autoridades de todos los niveles de gobierno, representantes de instituciones educativas y líderes de organismos civiles. Durante la reunión, se acordaron medidas extraordinarias para brindar protección a las familias, dentro de las que destacan una jornada de vacunación contra Influenza, Neumococo y Covid los días 16 y 17 de enero, la disposición de dos albergues municipales y en caso de ser necesario la activación de otros edificios como refugio temporal, coordinación con la Comisión Federal de Electricidad con cuadrillas especiales, así como el apoyo de corporaciones como Guardia Estatal y Sedena. “Nuestra principal prioridad como gobierno municipal es el bienestar y la salvaguarda de las familias de Nuevo Laredo. Esta sesión nos permite unificar criterios y establecer estrategias que protejan a los sectores más vulnerables de nuestra comunidad”, declaró la edil. En el encuentro participaron representantes de dependencias federales, estatales y municipales, así como directores de instituciones educativas y líderes de organizaciones civiles, quienes trabajaron en conjunto para definir las acciones a implementar. Entre las medidas destacan el Operativo Carrusel, la habilitación de las 5 subestaciones de Bomberos como refugios temporales y la entrega de cobertores y calentadores en las áreas con mayor riesgo. Otra de las medidas que se dio a conocer por parte de Heriberto Cantú Deándar, delegado de Bienestar Federal, es la de el cierre de las oficinas de Bienestar del Gobierno Federal, esto para evitar que los adultos mayores se expongan a las bajas temperaturas.
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De igual se hizo un exhorto a los ciudadanos para que tomen medidas preventivas relacionadas con los servicios básicos como la protección de tuberías, el almacenamiento de agua potable, el uso responsable de calentadores para evitar sobrecarga y la protección de árboles y plantas, para esto se implementarán campañas informativas en redes sociales y medios de comunicación. La presidenta municipal hizo un llamado a la ciudadanía para mantenerse informada a través de los canales oficiales y medios de comunicación serios, donde se compartirán actualizaciones diarias sobre el pronóstico meteorológico. Por su parte, César Bolaños Hernández, jefe del CREDE, dio a conocer que el protocolo de la Secretaría de Educación en Tamaulipas para proteger a los menores de las inclemencias del clima, marca la suspensión de clases de cero grados hacía abajo, mientras que a partir de 1º grado a 5º, queda a consideración de los padres de familia; además de poner a disposición 18 escuelas como refugio temporal en caso de ser necesario. Finalmente, la alcaldesa refrendó el compromiso del gobierno municipal de trabajar de manera coordinada con el estado, la federación y los organismos civiles para garantizar la seguridad y el bienestar de las familias. “Estamos preparados para actuar con eficiencia y responsabilidad ante cualquier emergencia. Unidos, superaremos cualquier reto que esta temporada invernal pueda traer consigo”, concluyó. La sesión fue una muestra del esfuerzo conjunto de las instituciones y organizaciones de la ciudad para proteger a la comunidad y asegurar una atención oportuna ante las adversidades del clima. Read the full article
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pachamama-radio · 1 month ago
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Ángel Manero minimiza pedido ciudadano en Cañete: "No esperen todo del Estado"
El ministro de Agricultura, Ángel Manero, enfrentó intensas críticas tras desestimar las preocupaciones de un ciudadano en Cañete sobre la implementación de los Planes de Cultivo y Riego (PCR). El encuentro, ocurrido durante una aparición pública, mostró al ministro riéndose de las preocupaciones legítimas del ciudadano mientras se alejaba del lugar.
El ciudadano había abordado a Manero para discutir la implementación del PCR en las comunidades locales, recordándole el papel de supervisión del ministerio en dichas políticas. En respuesta, Manero alegó que la política no está regulada por ley y, entre risas, declaró que «No esperen todo del Estado» mientras sugería que la planificación privada debería tener prioridad.
El PCR, administrado por el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego en coordinación con instituciones de gestión de recursos ambientales, busca planificar las campañas agrícolas en distritos de riego. El programa considera políticas de producción agraria a nivel nacional y regional, incorporando características hidrológicas, agrológicas y fitosanitarias junto con las proyecciones de siembra de los agricultores.
Este incidente se suma a la creciente lista de declaraciones polémicas de Manero, incluyendo su afirmación ampliamente criticada de que «en el Perú no hay hambre» a pesar de los significativos índices de pobreza y desnutrición del país. Las declaraciones del ministro han provocado constantemente el rechazo público por parecer minimizar problemas sociales urgentes.
En Cañete, donde la alta aridez se combina con una producción agrícola sustancial, la actitud despectiva del ministro resonó particularmente entre los agricultores locales. Los desafíos geográficos específicos de la región demandan una atención cuidadosa de las autoridades, haciendo que la respuesta de Manero sea especialmente problemática para la comunidad agrícola.
Más recientemente, Manero defendió la administración de la presidenta Dina Boluarte a pesar de su histórico bajo índice de aprobación del 3%, afirmando que «no importa cómo entró, sino cómo salga.» Sus continuas declaraciones controversiales han tensado aún más las relaciones entre el gobierno y las comunidades agrícolas que buscan apoyo y comprensión de las autoridades estatales.
Nacional
via https://pachamamaradio.org/angel-manero-minimiza-pedido-ciudadano-en-canete-no-esperen-todo-del-estado/
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noticiasdelcanar · 1 month ago
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Candidatos estarían incumpliendo con el calendario electoral
Nueva entrada publicada en https://www.noticiasdelcanar.com/2024/12/26/candidatos-estarian-incumpliendo-con-el-calendario-electoral/
Candidatos estarían incumpliendo con el calendario electoral
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En medio del proceso electoral en marcha, inquietudes han surgido en la provincia del Cañar respecto al posible incumplimiento del calendario electoral por parte de algunos candidatos. Según lo estipulado en el artículo 208 del Código de la Democracia, desde la convocatoria a elecciones hasta el inicio oficial de la campaña electoral, las organizaciones políticas pueden difundir sus principios, programas de gobierno y planes de trabajo. No obstante, esta actividad no debe involucrar contratación de publicidad en medios de comunicación tradicionales, digitales o vallas publicitarias.
En redes sociales, varios ciudadanos y otros candidatos han denunciado actividades de una candidata a la Asamblea por el Cañar, quien habría realizado entregas de insumos e inaugurado obras, presuntamente violando la normativa vigente. Ante esto, se solicitó al director de la delegación provincial del Consejo Nacional Electoral (CNE), Jhoe Coronel, aclarar las disposiciones legales aplicables y las sanciones previstas.
Actividades permitidas y restricciones legales
De acuerdo con el delegado del CNE, los candidatos, una vez oficializadas sus candidaturas, pueden realizar proselitismo político, lo que incluye socializar sus planes de trabajo y presentarse como candidatos. Sin embargo, está prohibido organizar caravanas, mítines o concentraciones masivas en espacios públicos antes del inicio de la campaña electoral.
El artículo 278 del Código de la Democracia establece sanciones para quienes incumplan estas disposiciones, las cuales van desde multas de 11 a 20 salarios básicos unificados hasta la suspensión de derechos de participación por períodos de seis meses a dos años. Entre las conductas sancionables se incluyen la entrega de donaciones, dádivas o regalos que no hayan sido autorizados por el CNE.
Participación en eventos públicos: una línea delgada
La normativa también aborda casos en los que candidatos que ocupan cargos públicos participan en eventos financiados con fondos estatales. Según el artículo 207, aunque pueden ser invitados a estos actos, no deben protagonizarlos ni utilizarlos para su promoción electoral.
Coronel señaló que las denuncias deben ser documentadas conforme a derecho para que puedan ser remitidas al Tribunal Contencioso Electoral (TCE), organismo encargado de las sanciones. Agregó que toda prueba debe ser recopilada directamente por funcionarios electorales, garantizando su autenticidad.
Preocupación ciudadana
La población del Cañar, junto con algunos candidatos, ha expresado preocupación por estas posibles irregularidades. Se espera que el CNE refuerce la vigilancia y garantice un proceso transparente y equitativo para todas las candidaturas. Este caso sirve como un recordatorio de la importancia de respetar el marco legal para mantener la confianza en las instituciones democráticas y evitar que el proselitismo desmedido afecte la legitimidad del proceso electoral.
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vertigosmx · 1 month ago
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CONTINÚA LA VACUNACIÓN CONTRA LA INFLUENZA EN UNIDADES MÉDICAS DE BCS
La campaña de vacunación invernal 2024, que incluye la aplicación de biológicos contra la influenza para grupos poblacionales con mayores factores de riesgos, continúa desarrollándose en las unidades médicas estatales, así como en las del sector salud, como parte de los esfuerzos que se llevan a cabo en la entidad para proteger el bienestar de las sudcalifornianas y sudcalifornianos.#vertigos La…
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elplata · 3 months ago
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¿Los mejores ladrones de elecciones o la "democracia más grande del mundo"?
Las elecciones estadounidenses son horribles. Esto es intencional.
Se podría perdonar que no comprendan por qué, el próximo martes, Estados Unidos utilizará el colegio electoral, una serie de contiendas en las que el ganador se lo lleva todo en cada estado, para determinar el resultado de sus elecciones presidenciales, en lugar del recuento nacional. El candidato con millones de votos más podría, de hecho, perder la carrera, como le ocurrió a Hillary Clinton en 2016.
Tiene razón en sentirse confundido acerca de cómo se promueven los valores democráticos por el hecho de que el día de las elecciones es un martes que ni siquiera es feriado nacional.
No ser��a el único que se sorprendería por el hecho de que cada ciudadano necesita registrarse con mucha antelación para poder votar. Tampoco que cada cuatro años llegue una ola de noticias sobre intentos indecorosos de los republicanos de invalidar los registros de cientos de miles de votantes, de intimidarlos con amenazas de multas o prisión si cometen un error o, de diversas formas innovadoras, de cambiar las reglas del juego en el último momento.
Y aunque la ley federal prohíbe la destitución masiva de votantes menos de 90 días antes de las elecciones, esta semana, apenas siete días antes de las elecciones, la Corte Suprema, dominada por republicanos radicales e ideológicos, dictaminó que el gobernador republicano de Virginia podía hacer exactamente eso. Los funcionarios estatales y republicanos alineados con Trump también han intentado trucos furtivos en los estados de Alabama, Georgia, Nebraska, Carolina del Norte, Michigan , Arizona, Nevada y más allá.
Si bien esta suciedad se ha convertido en la nueva normalidad, este año, sin embargo, la tensión es mayor que nunca, ya que Trump todavía se niega a aceptar que perdió en 2020 y algunos de sus partidarios más fervientes, que han estado insistiendo en esta mentira durante cuatro años, Están dispuestos a armar un infierno si le vuelven a “robar” las elecciones. Esto aporta otra dimensión mucho más espantosa al juego del robo electoral, provocando que muchos trabajadores electorales con larga trayectoria renunciaran por temor a la violencia.
Mire, la “democracia más grande del mundo” (¿alguien todavía cree eso?) fue diseñada desde el principio para ser antidemocrática. James Madison, el “padre de la Constitución” venerado por ambos partidos, escribió la famosa frase que el sistema de gobierno que él y sus amigos de élite diseñaron serviría para prevenir “la tiranía de la mayoría” (que es como lo hacían los ricos y los eruditos de la época). aparentemente se refiere a “democracia”.
Los tribunales, el sistema electoral, el Senado: todo fue creado para frenar la voluntad popular y proteger los intereses de quienes están en el poder. Madison escribió la Constitución en un momento en que las élites estaban asustadas por los levantamientos populares de agricultores pobres y veteranos militares descontentos con la creciente desigualdad, la codicia de las élites y una crisis de deuda que estaba provocando que la gente normal perdiera sus granjas a manos de banqueros y comerciantes. Sabían que esto era injusto y exigieron su parte de la prosperidad que el nuevo país había prometido.
Estados Unidos enfrenta actualmente niveles de desigualdad mayores que los registrados durante la “Edad Dorada” de los “magnates ladrones” de principios del siglo XX que condujo a la Gran Depresión. Por lo tanto, no sorprende que la elite política y económica esté nuevamente innovando en formas de suprimir la democracia.
Algunas de las peores derrotas han procedido de jueces designados por los republicanos en los tribunales, incluido el infame fallo de Citizens United de 2010, que eliminó efectivamente los límites al gasto de multimillonarios y corporaciones para influir en las campañas (lo que se puede hacer sin revelar quién pagó qué) bajo la ley. argumento de la libertad de expresión. (Libertad para los ricos, pero malditos sean todos los demás, para variar).
Open Secrets, un grupo que monitorea la corrupción legalizada en Washington, estima que se gastarán 92 mil millones de reales en este ciclo electoral, el más caro de la historia.
Pero si bien los republicanos son los principales protagonistas de este vergonzoso proyecto, los demócratas también merecen gran parte de la culpa porque aparentemente son alérgicos a la victoria. En primer lugar, porque son imperdonablemente mansos frente al fraude y el robo flagrantes: no están dispuestos a proponer políticas audaces que bloqueen estas medidas antidemocráticas porque sus mayores donantes no quieren eso.
En segundo lugar, porque se niegan a ofrecer a los republicanos una verdadera alternativa electoral que pueda servir de salida al creciente descontento popular que actualmente se siente más representado en el circo Trump, a pesar de las evidentes contradicciones.
Joe Biden prometió a los donantes ricos en 2019 que podría “no estar de acuerdo en los márgenes, pero la verdad es que todo está en nuestro poder y nadie necesita ser castigado. El nivel de vida de nadie cambiará, nada cambiará fundamentalmente” si llega a ser presidente.
Eso no era del todo cierto. Bajo Biden y Harris, los demócratas se han movido más hacia la derecha en muchos temas, acercándose a los extremistas republicanos y abrazando, por ejemplo, la política de inmigración de Trump, que calificaron de bárbara y malvada.
Harris ahora luce con orgullo el respaldo de criminales de guerra como Dick Cheney, el ex vicepresidente de George W. Bush que fue la fuerza impulsora detrás de la invasión estadounidense de Irak que mató a cientos de miles de personas inocentes y destrozó el Oriente Medio. mientras enriquece su antigua empresa.
Como resultado de estos fracasos de los demócratas, se espera que alrededor de un tercio de los votantes con derecho a votar se queden en casa el martes, y la elección que se suponía iba a ser aplastante ahora está empatada.
Las travesuras locales en un estado pueden ser suficientes para determinar todo el juego. Lo mismo podría suceder debido a la insistencia de Biden y Harris en apoyar plenamente el genocidio de Israel en Gaza, que al parecer se ha vuelto tan flagrante que incluso un importante periódico, el LA Times, ha decidido no respaldar a ningún candidato este año (al menos excepto el La hija del propietario multimillonario lo dijo , pero la portavoz de su padre lo niega). Se espera que cientos de miles de votantes hagan lo mismo, incluso en el estado clave de Michigan.
Por supuesto, existen diferencias entre los dos candidatos presidenciales, pero en mi opinión no son suficientes para que esto se considere “democracia”. La mayor diferencia está en el clima: si Trump gana, cualquiera que se preocupe por salvar el planeta debería llorar. Pero al mismo tiempo, si Harris tiene éxito, hay pocos motivos para tener esperanzas, ya que la cola de su partido está profundamente ligada a las compañías petroleras y al sector financiero.
Puede estar seguro de que una victoria de Trump también alentaría a los estafadores en Brasil a probar suerte nuevamente en 2026.
Estados Unidos es un país destrozado, con un imperio que se desmorona rápidamente, una corrupción legalizada para oligarcas rampantes y una población cada vez más enojada y desesperada. Esta elección es una triste prueba de que nadie debería mirar a este país como una fuente de inspiración o coraje. Si este sueño existió, ya se acabó.
(De Andrew Fishman, presidente y cofundador de The Intercept)
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ferrolano-blog · 3 months ago
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La injerencia de Israel en la Corte Penal Internacional... Una denuncia penal presentada este mes en los Países Bajos por los intentos de Israel de intimidar a la CPI debería ser una llamada de atención para los estados occidentales... un abogado del bufete Prakken d'Oliveira, con sede en Ámsterdam, solicitó a la fiscalía holandesa que investigara las acusaciones de acoso, intimidación, presión y difamación del personal de la CPI, en particular de los miembros de la Fiscalía, junto con sus familiares... se presentó contra oficiales del aparato de seguridad de Israel y/o personas que actuaban bajo las órdenes del Estado de Israel... En los cuatro meses transcurridos desde que se hizo pública la información sobre la campaña de intimidación, la fiscalía neerlandesa no inició una investigación penal de forma proactiva y por iniciativa propia. Queda por ver si lo hará cuando se vea empujada por la denuncia penal... es bastante plausible que «el correcto funcionamiento de la Corte, libre de interferencias de cualquier tipo» esté actualmente en grave peligro, y lo ha estado durante la última década como resultado de la interferencia israelí... De hecho, la denuncia en los Países Bajos expresaba el recelo de los palestinos de que esta campaña de intimidación esté presionando a la Corte para que ponga fin a su investigación sobre Palestina... Una investigación penal en los Países Bajos enviaría una señal inequívoca, también a otros actores estatales (ocasionalmente) hostiles de todo el mundo, incluidos Rusia y Estados Unidos, de que la interferencia con la justicia de la CPI no será tolerada ni barrida bajo la alfombra (Sergey Vasiliev, profesor de Derecho Internacional, Un. Abierta, Países Bajos)
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dergarabedian · 4 months ago
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Campaña para que paguen mi trabajo
Mi amiga, compañera y colega Irina Sternik batalla desde hace años contra un flagelo laboral: la solicitud de dar charlas, o compartir opiniones o análisis en medios o actividades de organizaciones estatales y/o privadas sin el pago correspondiente por ese trabajo. Continue reading Campaña para que paguen mi trabajo
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jgmail · 4 months ago
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De Theodor Herzl al sionismo contemporáneo
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Por Robert Steuckers
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Jean Mabire, según me han contado, se sentía fascinado por los «despertadores del pueblo», Grundvigt, Petöfi, Pearse, etcétera. Por el abate Cyriel Verschaeve, pero también por la figura del judío vienés Theodor Herzl, que lanzó la idea entre las poblaciones judías de Europa central y oriental de retornar a la tierra, la cual, al principio, no era necesariamente Palestina, en ese entonces administrada por los otomanos. En primer lugar, veamos el contexto en el que Herzl se desenvolvió en la Viena de finales del siglo XIX: era el famoso «movimiento de las nacionalidades» que había animado a toda Europa desde el hundimiento de los planes de Napoleón tras la desastrosa campaña de Rusia y la batalla de Waterloo. La emancipación a través de las ideas universalistas de la Ilustración y la Revolución Francesa ya no resultaba tan atractiva como antes. Los pueblos querían liberarse adoptando sus propios valores, en sus territorios natales, legados por sus antepasados y organizados por el derecho consuetudinario (no por códigos derivados de la ideología de la Ilustración). Herzl nació en un mundo judío que también estaba moldeado por las ideas del «movimiento de las nacionalidades». Pensadores judíos como Léon Pinsker y Moses Hess habían reflexionado, sin éxito, sobre la emancipación judía, la hipótesis sionista y el problema de las lenguas que debían adoptarse mucho antes que Herzl, que era con mucho su hijo menor.
Moses Hess, nacido en Bonn en 1812, fue inicialmente compañero de viaje de Karl Marx y Friedrich Engels, acompañándolos en su exilio de Bruselas y luego en París. Fue un teórico del socialismo que acabó criticando la idea marxista de la «lucha de clases», sustituyéndola por la «lucha popular» o incluso la «lucha de razas». Hess, consciente de que las poblaciones judías nunca serían plenamente aceptadas en Europa, teorizó un socialismo que ya no se basaba en las ideas revolucionarias habituales, sino en fundamentos científicos y biológicos, lo que le llevó a rechazar el universalismo, que era irrelevante cuando se adoptaba un enfoque científico, y prefirió explorar las particularidades reales, tangibles y concretas de cada población. Para sus lectores judíos, este recurso a las particularidades étnicas (o etno-religiosas) implica una reinmersión en el judaísmo tradicional. Sin embargo, Hess desarrolló un sistema de pensamiento más complejo: el judaísmo es una «nacionalidad» (biológica) antes que una religión; el modelo a seguir es el Risorgimento italiano de Mazzini, porque la unificación italiana confirmó la primacía de la nacionalidad sobre las entidades estatales, que él consideraba obsoletas por estar dominadas por extranjeros o dinastías; según Hess, la vanguardia del judaísmo combinaría el socialismo (nacional) con la aspiración a construir un Estado propio «en la tierra de los padres» y, mientras tanto, los judíos podrían, si así lo deseaban, recurrir a la ortodoxia religiosa para preservar su identidad, rechazando al mismo tiempo el «judaísmo reformista» liberal vinculado a los ideales etéreos de la Ilustración.
Léon Pinsker, nacido en 1821 en la Polonia rusa, era médico de profesión. Su compromiso intelectual estuvo profundamente influido por el antisemitismo de los progromos rusos, el cual causó grandes estragos en el siglo XIX, especialmente tras el atentado que costó la vida del zar Alejandro II, emancipador de los campesinos y conquistador de Asia Central. La violencia de los pogromos y la judeofobia (que él percibía como una enfermedad psicológica hereditaria, que se podía encontrar en toda Europa y no sólo en Rusia) le llevaron a rechazar el judaísmo asimilacionista y humanista del movimiento liberal de la Haskalá en favor de una visión «autoemancipadora» que reclamaba el advenimiento de un «Estado judío» en algún lugar del mundo. Sus ideas hicieron eco en Rumania y Odesa, donde se las discutió y trató de hacerlas progresar en la mente de la gente por medio del Chovevei Zion o Chibbat Zion, que se unió a los «Congresos Sionistas» lanzados por Herzl y fue disuelto por los bolcheviques en cuanto llegaron al poder.
Estas son las principales raíces del sionismo (hay otras) antes de la aparición de la persona que más nos interesa hoy. Las ambiciones del joven Theodor Herzl eran inicialmente convertirse en un «escritor alemán», autor de obras de teatro populares. Hizo todo lo que estuvo a su alcance para promocionar sus obras y conseguir que se representaran en teatros alemanes y austriacos, pero su éxito fue limitado. En 1891 se trasladó a Francia, donde trabajó como corresponsal en París del diario vienés Die Neue Freie Presse. Pero el contexto social y político que observó en la capital francesa como periodista político le obligó a reflexionar sobre su judaísmo: en 1892, el marqués de Morès, en una reunión antisemita, «pidió la expulsión de los Rothschild del Banco de Francia» y «la prohibición de extranjeros y judíos en suelo francés». Al mismo tiempo, el periódico La libre parole de Edouard Drumont, lanzado en 1892, publicó una serie de artículos, firmados con el pseudonimo de «Lamasse», denunciando «la influencia judía en el ejército». Drumont fue retado a duelo y herido. Para vengarse, el marqués de Morès desafió al testigo contrario, el capitán Armand Mayer, que resultó herido de muerte en el duelo. Estos fueron los inicios del caso Dreyfus. El ministro de Guerra, Charles de Freycinet, condena el deseo de los antisemitas de enfrentar a los oficiales por motivos religiosos. Pero las amonestaciones del ministro no disminuyeron la virulencia antisemita que sacudía Francia en aquel momento. Drumont redobló sus ataques, acusando a los diputados de estar sobornados por Alphonse de Rothschild. El diputado radical Auguste Burdeau le llevó ante los tribunales y fue Theodor Herzl quien cubrió el juicio para su periódico vienés. Ese mismo año, el juicio por el escándalo de Panamá volvió a despertar las pasiones (antisemitas): la «Compañía del Canal de Panamá» había quebrado a pesar del prestigio de Ferdinand de Lesseps (el arquitecto del Canal de Suez). El ingeniero y su hijo fueron citados a comparecer ante los tribunales de París, al igual que los financieros Jacques de Reinach y Cornélius Herz (nacionalizado estadounidense). Ambos banqueros eran judíos. Herzl asistió al juicio en nombre de su diario. Drumont denunció la corrupción de muchos diputados. Fue en ese momento cuando todo cambió: Herzl observó que, aunque ninguno de los directores de la Compañía era judío, la presencia de los dos banqueros de religión mosaica desató la furia de los accionistas estafados y de las masas.
Así tomó conciencia de su judaísmo y abandonó gradualmente sus opiniones asimilacionistas, típicas de los judíos liberales. Sin embargo, dudó en que él y sus hijos se convirtieran con tal de escapar de la venganza antisemita. Pero no dio el paso: «Ofendería a mi padre si lo hiciera» y «no se debe abandonar el judaísmo cuando está siendo atacado». La conversión total era imposible. Por tanto, Drumont fue en cierto modo el detonante de este movimiento sionista, que acabaría triunfando, ya que el sionismo anterior, incipiente, no era más que un juego intelectual para unos cuantos soñadores letrados que los judíos de a pie de Europa Central y Oriental, Francia y otros lugares de Occidente apenas comprendían. En respuesta al panfletario de Drumont Le Testament d'un antisémite (1891) y al boulangiste Gabriel Terrail (alias «Mermeix») Les antisémites en France, Herzl consideró necesario dar una respuesta y, al mismo tiempo, encontrar una solución original al antisemitismo que estaba propagándose entre el público.  Herzl consideraba, tras su atenta lectura de la prensa antisemita francesa, que los cataclismos que podía provocar el antisemitismo serían en última instancia una «dura, pero buena prueba».
En enero de 1893, Regina Friedlander ofreció a Herzl la posibilidad de editar el periódico Das Freie Blatt, órgano de la Liga Austriaca contra el Antisemitismo. Sin embargo, él declinó la oferta porque, escribe su biógrafo Rozenblum (véase más adelante), «no creía en la eficacia de las interminables protestas contra los brotes antisemitas». Entonces, ¿qué había que hacer? ¿Mezclarse con la gente mediante la conversión? La idea le estimuló durante un tiempo. Con el barón Leitenberger, de la Liga Austriaca contra el Antisemitismo, urdió el plan de dirigirse al Papa para pedirle que ayudara a los judíos contra el odio que los perseguía por todas partes, a cambio de lanzar, en el seno de todas las comunidades judías, un vasto plan para empujar a los judíos a convertirse al cristianismo.
Los acontecimientos que se sucedieron posteriormente a un ritmo frenético le distrajeron del proyecto sionista que medita en sus ratos libres. A finales del verano de 1894, tras cubrir el proceso del anarquista italiano Sante Caserio, que había matado a puñaladas al presidente de la República, Sadi Carnot, Herlz regresó a Viena para pasar unas semanas de vacaciones. En la capital del Imperio Austrohúngaro, el antisemitismo también estaba a la orden del día: el alcalde de la ciudad, Karl Lüger, había capitalizado la judeofobia latente de los vieneses, desencadenando una serie de incidentes y ataques hostiles contra personalidades judías, entre ellas Nothnagel, presidente de la Liga contra el Antisemitismo. Lüger, que al principio de su carrera había sido un defensor de los pobres, había sido elegido tres veces alcalde de Viena sin obtener el aval del emperador. Presionado por el Papa León XIII, Lüger, que se definía a sí mismo como un «cristiano social», fue finalmente nombrado alcalde de la capital austriaca, que gobernó con mano maestra, al tiempo que lanzaba grandiosos proyectos urbanísticos que sólo se realizaron parcialmente cuando la Gran Guerra degradó la metrópoli imperial a la condición de capital de un pequeño estado alpino sin salida al mar. Antisemita declarado que fustigaba a banqueros, míseros inmigrantes judíos de los guetos del mundo eslavo y periodistas críticos con su política (etiquetados como «judíos del tintero»/«Tintenjuden»), Lüger era perfecta y maquiavélicamente consciente del impacto de sus discursos: consideraba el antisemitismo un excelente trampolín electoral, una eficaz estrategia de agitación y un «deporte amado por la chusma» («Pöbelsport»).
La doble experiencia de Herzl en París y Viena confirmó sus sentimientos y aprensiones. Esto le llevó a iniciar una larga investigación periodística sobre la historia de las comunidades judías en Rusia, Galitzia (una provincia austrohúngara en aquella época), Bohemia y Hungría. Su conclusión: «Los judíos han abandonado físicamente el gueto, pero sus muros siguen encerrando sus mentes. El gueto ya no existe, pero sigue vivo en la mente de la gente». Intentó lanzar una nueva obra de teatro, acertadamente titulada El gueto, que pretendía impulsar una «política judía» en las mentes (judías). Los temas que maduraron en su atormentada mente aparecen en la obra: se rechaza la idea de la conversión personal o colectiva y los personajes hacen explícitos sus pensamientos germinales; por ejemplo, el personaje del rabino Friedheimer dice en la obra: «Disfrutamos de la protección de las leyes. Es cierto que se nos vuelve a mirar de reojo, como cuando vivíamos en el gueto, pero aun así los muros han caído». Sin embargo, Friedheimer aboga por un judaísmo rabínico y tradicional y canta sus virtudes, que han desaparecido o al menos se han diluido desde la gran ola de la emancipación. El personaje Samuel Jacob, en cambio, busca otra solución, consciente de que el gueto generaba «vicios» que él deploraba. Quiere abandonar el gueto, tanto el visible como el invisible, y muere en un duelo, asesinado por su oponente, un vagabundo prusiano. La obra no gustó porque Herzl no incluyó suficientes personajes judíos simpáticos. Él lo justificaba por su visceral misantropía.
Luego vino el caso Dreyfus, que llevó el antisemitismo francés a su punto más álgido. La política revolucionaria de asimilación, nacida en 1789, había fracasado. Una vez más, fue Drumont quien reforzó las convicciones de Herzl: en un artículo para La libre parole, pedía a los judíos «que regresaran a Oriente». Durante el «asunto Dreyfus», Herzl conoció a Alphonse Daudet, un antisemita con el que, sin embargo, mantuvo una amistosa discusión. Daudet le disuadió de escribir una investigación sobre la condición judía y más bien que escribiera una obra similar a La case de l’Oncle Tom. La sugerencia tocó las fibras más sensibles de Herzl. A partir de entonces, se propuso escribir un libro en el que, como recuerda su biógrafo Rozenblum, «ya no se trataría de suscitar compasión, sino de pasar a la acción», de «no trazar un itinerario individual, sino de sugerir un proyecto colectivo». Para apoyar su proyecto, se dirigió al barón Moritz de Hirsch, un rico banquero filántropo que había amasado una fortuna financiando ferrocarriles en los Balcanes, Rusia y Turquía. Hirsch financió la formación profesional y técnica de jóvenes judíos de Galitzia y Bucovina, y más tarde de Rusia, que debían emigrar al Nuevo Mundo, en particular a Argentina, para establecer colonias agrícolas. Los seguidores de la sociedad Hovevei Zion suplicaron que estos jóvenes emigrantes fueran enviados a Palestina, pero Hirsch se negó, pues era muy consciente de que el sultán otomano no cedería en nada. Edmond de Rothschild, en cambio, financió las colonias judías en Palestina. Herzl observó que las colonias de Argentina y Brasil no despertaban gran entusiasmo y pidió una audiencia con Hirsch para explicarle su proyecto, ya que «es con ideas a la vez sencillas y extraordinarias como se puede conmover a la gente». 
Herzl no tuvo pelos en la lengua con su interlocutor. Describió con vehemencia el generoso proyecto del barón Hirsch como «completamente perjudicial» porque los beneficiarios de su filantropía no eran más que «mendigos» («Schnorer») que sólo sobrevivían en sus lejanas colonias sudamericanas o canadienses gracias a su generosidad. La entrevista con Hirsch revela un rasgo del carácter de Herzl que nunca antes se había puesto de manifiesto: la exaltación. El pequeño dramaturgo sin éxito, el periodista moderado, el tímido judío que había considerado la posibilidad de convertirse para escapar de la furia antisemita, se convirtió en el ardiente suplicante que quería convencer a multimillonarios, diplomáticos y ministros (¡e incluso al Kaiser!) de que aceptaran la idea de una emigración general de judíos a una «tierra prometida», para que ya no tuvieran que soportar un antisemitismo inerradicable. Se le ocurrió la idea de convocar un «congreso judío internacional» para propagar este entusiasmo en un pueblo temeroso y desmoralizado. Herzl quería un «despertar». Pretendía recurrir a los jóvenes profesionales judíos que no encontraban trabajo (por diversas razones, entre ellas el antisemitismo) y que, por lo tanto, se habían convertido en un «proletariado intelectual»: «Con ellos», escribió Herzl, «formaré al personal y a los cuadros del ejército destinado a identificar, reconocer y construir el futuro país».
Fue en Munich, en las habitaciones del famoso Hotel des Quatre Saisons (¡que más tarde se convertiría en la sede de la Sociedad Thule!), donde tuvieron lugar largas discusiones entre Herzl, por un lado, y el rabino Moritz Güdemann y el banquero berlinés Heinrich Meyer-Cohn, por el otro, a raíz de las cuales el libro programático de Herzl empezó a tomar forma. Tanto el rabino como el banquero se mostraron muy escépticos y se dieron cuenta de que estaban tratando con una persona exaltada. Pero Herzl convenció vagamente al rabino, que cambió de opinión, sin conseguir ganarse el entusiasmo del banquero berlinés. El rabino Güdemann aconsejó a Herzl que leyera una novela de un utópico judío, Theodor Hertzka, originario de Pest, Hungría. La novela se titulaba Eine Reise nach Freiland («Un viaje al país de la libertad») y que fue publicada en Leipzig en 1883. Este panfleto, seguido de otro publicado en Dresde en 1890 (Freiland, ein soziales Zukunftsbild/Tierra de libertad, una visión social del futuro), evocaba falansterios agrícolas formados por hombres libres que vivían en medio de la propiedad colectiva. Un precursor de los kibbutzim, por supuesto. Pero los intentos de aplicar las ideas utópicas de Hertzka en Kenia, colonia británica, resultaron un fiasco. Herzl introdujo correcciones en este plan de los falansterios que parecían más racionales y, por lo tanto, más factibles. Se dio cuenta de que su proyecto no podía ser utópico, sino basado en el derecho y la economía. Incansable viajero de su propia idea, Herzl conoció al francés Narcisse Leven, vicepresidente de la Alliance Israélite Universelle, que se mantuvo tan escéptico como Güdemann, pero le dio algunos consejos: que se pusiera en contacto con el Gran Rabino de Francia Zadoc Kahn, con el coronel inglés Albert Goldsmid (que quería fletar barcos para reconquistar Palestina) y, sobre todo, que leyera las obras de Léon Pinsker (véase más arriba).
Finalmente, Herzl escribió su libro Der Judenstaat, del cual un resumen apareció en Londres en el Jewish Chronicle el 17 de enero de 1896. Al día siguiente, la editorial vienesa Breitenstein aceptó el manuscrito. Había nacido la idea sionista, que echaría raíces desde entonces. Un periodista vienés, Alexander Scharf, intentó frenarlo: «Usted es un segundo Cristo que hará un gran daño a los judíos (...). Si yo fuera Rothschild y no supiera que no se te puede comprar, te ofrecería cinco millones para que no publicaras tu panfleto. O le haría asesinar porque va a causar un daño irreparable». El 14 de febrero de 1896, Herzl se enteró de que habían salido a la venta los primeros 500 ejemplares de los 3.000 previstos. ¿Su reacción? «Ahora mi vida puede estar dando un giro».
La publicación del libro allanó el camino para la organización de los primeros «Congresos Sionistas»: Basilea (1897, 1898, 1899, 1901 y 1903) y Londres (1900). En el primer Congreso de Basilea, celebrado en 1897, se creó la Organización Sionista Mundial. El 2 de noviembre de 1898, Herzl obtuvo una audiencia con el Káiser en Jerusalén, pero el emperador Hohenzollern no quiso dar el paso para generar una ruptura diplomática con los otomanos. En 1899 se creó en Londres el Jewish Colonial Trust Limited, con el objetivo último de crear colonias judías en territorios bajo el control británico, siguiendo el espíritu del sionismo naciente. Tras la muerte de Herzl, el VII Congreso Sionista de Basilea rechazó la propuesta británica de ofrecer a los judíos un territorio en África Oriental. En 1903, una comisión de investigación consideró la idea de establecer un asentamiento judío en el Sinaí, pero sin éxito.
A partir de 1905 se produjo el segundo retorno de judíos según la historiografía sionista. El primero había tenido lugar después de 1881, tras el asesinato del zar Alejandro II por nihilistas rusos, seguidores del revolucionario radical Netchaev (¿con el apoyo de los servicios británicos? Se podría plantear tal hipótesis). Esta primera migración a los vilayets otomanos de Palestina estaba formada por sionistas avant la lettre, motivados sobre todo por ideas socialistas, a menudo utópicas. La segunda, en 1905, siguió a la revolución abortada desencadenada por la derrota de Rusia ante Japón, apoyada entonces por las potencias anglosajonas. Fue principalmente obra de revolucionarios radicales procedentes de los shetls (comunidades) del imperio zarista, de esa vasta región que incluye las actuales Bielorrusia y Ucrania y que a veces se denomina Yiddishland. La tercera migración judía a Palestina se produjo tras la revolución bolchevique de 1917 y la consiguiente guerra civil rusa: ciertamente esto incluía otros elementos social-revolucionarios, pero también mencheviques y elementos de derechas que darían lugar a la derecha sionista y, más tarde, a la derecha israelí, cuyo principal teórico fue Vladimir Zeev Jabotinsky, oriundo de la comunidad judía de Odessa, italianista de buen nivel y admirador del fascismo italiano, oficial británico en la Legión Judía durante la Primera Guerra Mundial y propagandista fascista de entreguerras. La quinta gran emigración se produjo después de 1933 y 1938, en su mayoría judíos de habla alemana que abandonaron el Reich tras la llegada al poder de los nacionalsocialistas y el subsiguiente Anschluss de Austria y Bohemia-Moravia tras la anexión de los Sudetes. La sexta oleada de emigración siguió a la Segunda Guerra Mundial y condujo a la creación del Estado de Israel.
Tras la muerte de Theodor Herzl el 3 de julio de 1904 en la Baja Austria, a pesar de la lealtad de muchos judíos alemanes al Reich de Guillermo II, hubo un marcado pro-britanismo en los círculos sionistas antes y durante la Primera Guerra Mundial, que debe compararse con un marcado pro-sionismo de la élite inglesa, moldeada por una ideología bíblica inducida por el protestantismo puritano. Philipp Kerr, editor de la influyente revista imperialista británica Round Table, influyó en el diplomático Mark Sykes, que estuvo detrás de los llamados acuerdos «Sykes-Picot» de 1916, siendo Picot su homólogo francés. Sykes era lo que podríamos llamar un «sionista bíblico» inglés, que soñaba con devolver a los judíos el territorio que habían perdido en las revueltas contra el Imperio Romano en los años 70 y 135, revueltas que, según la narrativa sionista, habían provocado la dispersión de los judíos por el mundo mediterráneo, Mesopotamia y otros lugares. El razonamiento de Kerr era puramente geopolítico y tomaba el relevo de lo que aún eran los confusos planes de la intervención británica en el Mediterráneo oriental. Uno de ellos se había visto coronado por el éxito: el apoyo a los otomanos frente a los rusos, búlgaros y rumanos había permitido apoderarse de Chipre en 1878, para disponer de una base cerca del canal de Suez, la puerta de la India, que fue excavado en 1869. En 1882, los británicos, aliados singulares de los otomanos, a los que cortaron en seco, consiguieron el protectorado de Egipto por medio de la rebelión de Mehmet Ali, privando así a Francia de toda oportunidad de controlar la zona del Canal en beneficio propio. Palestina, si se judaizaba, sería un activo adicional para el Imperio en esta región altamente estratégica.
Para Kerr, una Palestina judaizada bajo control británico sería «una bisagra entre tres continentes» (Europa, Asia y África), en el centro neurálgico que le permitiría vigilar la ruta hacia la India. Para el sultán otomano, que temía con razón los designios rusos sobre el estrecho y el apoyo de San Petersburgo a los eslavos rebeldes de los Balcanes otomanos, la llegada de refugiados judíos «proto-sionistas» representaba una afluencia de personas hostiles a la Rusia pogromista, así como de gestores potenciales (médicos, ingenieros) para su imperio moribundo («el enfermo del Bósforo» según Bismarck). La primera reacción árabe-palestina, aunque a escala modesta, fue anterior al manifiesto del libro de Herzl: en 1891.
Los esfuerzos de Kerr y Sykes desembocaron en la famosa «Declaración de Balfour», llamada así por el ministro británico que la emitió. Balfour prometió a los sionistas la creación de un «hogar judío en Palestina», que era diferente de la promesa de un «Estado judío» formulada en el libro de Herzl. Pero los británicos jugaban a dos bandos: apoyaban simultáneamente a los hachemitas en el norte de la península arábiga y a los sionistas que participaban en la Legión Judía, donde servía el futuro fascista Vladimir Zeev Jabotinsky. Los hachemitas recibieron los tronos de Irak y Jordania (Transjordania en el vocabulario del Imperio Británico de entreguerras) pero no obtuvieron nada de los franceses en Siria, que optaron por un mandato basado en la ideología republicana, laica y masónica, lo que provocó una violenta revuelta drusa entre 1925 y 1928. En Versalles, los británicos obtuvieron un mandato sobre Irak, Transjordania y Palestina, mientras que los franceses ejercieron el suyo sobre Líbano y Siria, que finalmente fue despojada de las regiones de Kirkuk y Mosul porque los británicos habían descubierto allí yacimientos de petróleo. El sionismo se convirtió rápidamente en un instrumento del imperialismo británico, a pesar de la hostilidad hacia Gran Bretaña que algunos maximalistas cultivaron a partir de 1931 (véase más adelante).
En la Palestina del Mandato, los británicos trataron de hacer convivir a árabes palestinos e inmigrantes judíos, procedentes sobre todo de Europa Central y Oriental. Las revueltas árabes, apoyadas por el joven muftí de Jerusalén, se sucedían, al igual que las represalias sionistas: las tropas británicas tenían que mantener el orden. Bajo el impulso de Vladimir Zeev Jabotinsky, un oficial británico a la postre leal, se organizó el «sionismo militarizado». Para evitar disturbios cerca del Canal de Suez y de los pozos petrolíferos iraquíes, los británicos, sin abandonar su idea de un «hogar judío en Palestina», limitaron la inmigración judía al territorio bajo su mandato. En 1939, un «Libro Blanco» publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores limitó la inmigración a 75.000 almas en los cinco años siguientes, a pesar de las innumerables solicitudes judías de emigración que venían desde Europa Central, la cual estaba bajo control nacionalsocialista. Al mismo tiempo, las autoridades británicas frenaron el celo potencial de los sionistas restringiendo el acceso de los judíos a las tierras de Palestina de forma obligatoria.
La militarización del sionismo comenzó muy pronto: ya en 1920, los inmigrantes judíos de Palestina formaron la Haganah o Irgun Haganah (= «Organización de Defensa»). En 1931, los maximalistas sionistas se escindieron de esta organización para formar el Irgún, cuyos objetivos ya no eran contener la agresividad de las multitudes árabes, sino optar por una política más agresiva, en oposición a un sionismo socialdemócrata o comunista más conciliador con los árabes y el Poder del Mandato. Uno de sus líderes haría carrera: Menachem Begin. En 1940, mientras el Reino Unido estaba en guerra con Alemania e Italia, apareció una facción aún más radical, la Lehi, a la que los británicos llamaron la «Banda de Stern» por su principal activista, Avraham Stern, que pretendía luchar frontalmente contra las tropas británicas estacionadas en Palestina y Transjordania, ¡mientras pedía ayuda a la Italia de Mussolini y a la Alemania de Hitler! Stern fue ejecutado sin juicio por la policía británica en 1942.
La muerte de Stern no puso fin a la hostilidad hacia Londres por parte de los «sionistas militarizados», inspirados en las teorías del IRA irlandés de Michael Collins. En mayo de 1941 se formó el Palmach, una organización combativa de 2.000 hombres y mujeres decididos. Más prudentes que Stern y su Lehi, los militantes del Palmach se limitaron a unas pocas operaciones de asalto y huida contra la presencia británica, mientras proseguían una guerra de desgaste contra la población palestina, prefigurando la expulsión de los árabes en 1947-48, que los palestinos llamaron la Nakba (o «catástrofe»). El 10 de octubre de 1945, el Palmach reanudó las hostilidades atacando el campo de detención de Atlit para inmigrantes judíos ilegales, liberando a 200 detenidos que naturalmente se unieron a sus filas.
La ideología del «sionismo militarizado» no tiene su origen en Herzl, un utopista exaltado, sino en Max Nordau y Vladimir Z. Jabotinsky. Max Nordau, también de Pest (Hungría), organizó el primer Congreso Sionista en Basilea con Herzl en 1897. Se convertiría en uno de los principales impulsores de los congresos posteriores. Apreciado orador, teorizó sobre el abandono de la postura del «judío nervioso» o «judío talmúdico», un ser puramente intelectual, en favor del advenimiento, a través del sionismo, de un «judío musculoso» que debería inspirarse en los principios hebertistas franceses o en las «sociedades gimnásticas» alemanas promocionadas por Jahn (en la época napoleónica como parte del nuevo ejército prusiano de 1813). Los que le siguieron fundaron la sociedad gimnástica vienesa la Hakoah. Al principio, Nordau (cuyo verdadero nombre era Maximilian Simon Südfeld) no era necesariamente un partidario de que los futuros emigrantes sionistas se establecieran en Palestina: se había interesado por el plan británico de crear colonias sionistas en Uganda. El 19 de diciembre de 1903, en París, un maximalista favorable al asentamiento judío en Palestina, Chaim Selig Louban, joven judío ruso, le disparó dos balas de revólver, pero falló. Súbdito austriaco, tuvo que abandonar Francia inmediatamente después del estallido de la guerra en 1914 y se refugió en Madrid. Tras la guerra, se trasladó a Londres, donde conoció a Chaim Weizmann, a quien había criticado antes de la guerra por sus opiniones moderadas, y a Vladimir Z. Jabotinsky. Hasta su muerte en 1923, Nordau defendió ideas radicales, más próximas al futuro nacionalsocialismo que a la socialdemocracia profesada por la mayoría de los intelectuales judíos no comunistas. Socialdarwinista, defendió el colonialismo europeo y, radicalizando a Moses Hess (véase más arriba), aceptó la validez de las teorías raciales en boga en su época. Lector de las obras del italiano Cesare Lombroso, desarrolló, en su estela, una interesante teoría sobre la «degeneración», fenómeno mortífero revelado por la literatura desde finales del siglo XIX y que, en las décadas siguientes, anunciaba una catástrofe sin precedentes para la civilización europea: «Los fenómenos de degeneración irán en aumento y provocarán la muerte de nuestras culturas». Nordau menciona también el «parasitismo» y el «ilusionismo», males de los que adolece la humanidad y que deben ser superados mediante el conocimiento de los hechos y los principios social-darwinistas de solidaridad (y no la lucha de todos contra todos).
Jabotinsky fue su discípulo, que pidió que se construyera en Palestina un «muro de hierro de bayonetas judías» contra los árabes autóctonos. Conoció a Herzl en el Sexto Congreso Sionista, cuando se estaba produciéndose un pogromo en Chisinau, Moldavia, cerca de su ciudad natal de Odessa. Jabotinsky se convirtió en el portavoz de los judíos de Rusia que tenían que hacer frente a la violencia de las turbas del imperio zarista. Activo en el Imperio Otomano, donde los judíos sefardíes, bien integrados, prestaron poca atención a la idea sionista, se trasladó después a Egipto al servicio de los británicos, los cuales le permitieron en 1917 la creación de la Legión Judía, la cual comandó como una compañía y participó en los combates del valle del Jordán. Decepcionado por la reticencia británica a mantener unidades exclusivamente judías en la Palestina del Mandato, creó el movimiento juvenil Betar y fundó el movimiento «sionismo revisionista». El término «revisionista» se refiere aquí a un maximalismo radical, hostil no tanto al Mandato británico (Jabotinsky permaneció leal al país que le había dado el rango de capitán en su ejército) como a las políticas moderadas de Weizmann y de la izquierda sionista en Palestina. Por ejemplo, Jabotinsky pretendía extender el territorio del futuro «Estado judío» a ambas orillas del Jordán, lo que Weizmann consideraba totalmente irrealizable. Jabotinsky también rechazó el proyecto del sionista Chaim Arlosoroff (1899-1933) que había conducido a los llamados acuerdos «Ha'avara» con las nuevas autoridades nacionalsocialistas, que habrían permitido a los judíos alemanes emigrar a Palestina al tiempo que habrían fomentado la importación de productos industriales alemanes. A su regreso de Alemania, Arlosoroff fue asesinado.
Poco a poco, su lealtad inicial a sus padrinos británicos se fue desvaneciendo y asumió el mando del Irgún, donde militaba Menachem Begin, que sería su sucesor, tras su muerte fortuita en Estados Unidos, donde buscaba reclutar combatientes judíos para la causa sionista.
Tras la guerra sionista-británica que asoló Palestina entre 1945 y 1948, se creó el Estado de Israel, gobernado hasta 1977 por mayorías socialdemócratas («laboristas»). En 1977, Menachem Begin llegó al poder tras la victoria de la derecha israelí, unida alrededor del partido Likud. Fue la victoria póstuma de Nordau y Jabotinsky. El sionismo más radical tomó el timón de Israel. Pero esta victoria de la derecha israelí, que iba a tener muchas variantes, a menudo con disidentes religiosos aún más radicales, llevó a varios intelectuales e historiadores israelíes a criticar la narrativa sionista, que se había convertido en la doctrina del Estado.
Benny Morris, Colin Shindler, Ilan Pappé y Shlomo Sand (francófono especializado también en Georges Sorel) son las principales figuras de lo que hoy se conoce como el movimiento «post-sionista». En su opinión, el sionismo es una construcción ideológica arbitraria en la que ciertos intelectuales judíos del siglo XIX trataron de imitar a los nacionalistas europeos imaginando una «esencia de lo judío» del mismo modo que los posrománticos alemanes lo hacían con respecto a una «esencia de lo alemán» o los eslavófilos rusos frente a una «esencia de lo ruso». Shlomo Sand explica que esta esencia nació a partir del relato de Flavio Josefo, escritor latino de la antigüedad romana, que describió el exilio de los judíos tras la destrucción del templo por las legiones de Tito. La narrativa sionista evoca una Judea martirizada y, como resultado, un «pueblo de Judea» disperso por el mundo antiguo, lo que resumiría la experiencia judía en su totalidad. Sand, explorando la historia de la antigua Palestina, demuestra que existió un judaísmo «asmoneo» helenizado y luego romanizado, que practicaba la conversión forzosa de las tribus semitas vecinas y no practicaba un monoteísmo riguroso. Esta población asmonea no se dispersó. Más allá de la escuela post-sionista, podemos retomar la tesis de Arthur Koestler sobre la 13ª tribu que tiende a sostener que muchos judíos de Rusia y Ucrania, cuyos antepasados nunca vivieron en la Judea romana, tienen su origen en la conversión masiva de los jázaros. En Israel se libra una guerra cultural entre la narrativa sionista y los historiadores post-sionistas.
Así pues, el sionismo ha sido un instrumento primero del Imperio Británico y luego del imperialismo estadounidense, promoviendo el asentamiento judío en Oriente Próximo y convirtiéndolo en enemigo de todos los Estados árabes de la región. Israel se encuentra, por lo tanto, en una posición que el famoso historiador inglés Arnold J. Toynbee calificó de «herodiana», es decir, no sionista según la narrativa sionista, en la medida en que los antiguos herodianos judíos, helenizados, romanizados y aliados del Imperio Romano, se alinearon con la geopolítica implícita de un imperio situado al oeste del Mediterráneo, como lo era el Imperio Británico desde principios del siglo XIX hasta 1956 (durante el asunto de Suez) y posteriormente Estados Unidos. Según el historiador y geopolítico Luttwak Estados Unidos se ve a sí mismo como una continuación de la geopolítica romana en la cuenca oriental del Mediterráneo, ya que los romanos, y más tarde los bizantinos, se habían fijado el objetivo de impedir que los imperios persa, parto y sasánida alcanzaran las costas del Mediterráneo.
La crítica del sionismo debe pasar inevitablemente por el estudio de la obra de los historiadores israelíes de la escuela post-sionista, muy críticos con la «Nakba» sufrida por los palestinos en 1948. De lo contrario, cualquier crítica a esta vertiente ideológica judía se basará probablemente en eslóganes y excesos antisemitas infundados, dando la razón, retrospectivamente, a Leon Pinsker cuando los describió como «enfermedades mentales incurables».
Bibliografía:
Alain BOYER, Les origines du sionisme, PUF, Paris, 1988.
Franco CARDINI, Lawrence d’Arabia, Sellerio Editore, Palermo, 2019.
Maurice-Ruben HAYOUN, Le judaïsme moderne, PUF, 1989.
Serge-Allain ROZENBLUM, Theodor Herzl – Biographie, Kiron/Editions du Félin, Paris, 2001.
Shlomo SAND, Les mots et la terre – Les intellectuels en Israël, Champs/Flammarion, Paris, 2010.
Colin SHINDLER, The Triumph of Military Zionism – Nationalism and the Origins of the Israeli Right, I. B. Tauris, London, 2010.
Richard WILLIS, «The Hebrew Insurgency», en: History Today, Vol. 72, Issue 6, June 2022.
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chicasriot · 2 years ago
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¡Exigimos justicia para Holy Yash / Alin Yashica! #HolyYash es una menor de edad que lleva 5 años viviendo violencia por parte del Estado.
"Soy Holy tengo 16 años, a los 12 en un operativo que se llama rastrillo dónde habían policías municipales estatales de investigación militares me secuestraron unos comandantes de la fiscalía del estado de México me tuvieron 4 días donde me drogaron me violaron y me fueron a tirar a morelos desde ese día mi vida cambio por qué he levantado más de 20 carpetas de investigación todas derivadas a ese delito una de las últimas fue porque siempre que preguntamos por las carpetas nos hacen algo los policías. apenas el 1 de abril 2022 unos policías de tránsito de Chimalhuacán se llevaron a mi mamá la tuvieron desaparecida por más de 8 horas donde la golpearon la amenazaron la estaban asfixiando al grado que perdió el control de los esfínteres le tiraron los dientes le desviaron su columna mi mamá tiene que tomar terapia de rehabilitación por esos golpes tiene dos hematomas en la cabeza la van a operar de la columna en 10 días hicimos una protesta en la fiscalía de CHIMALHUACÁN nos mandaron a pegar con más de 300 policías y la guardia nacional nos quitó todas nuestras cosas megáfonos casa de campaña nos golpearon a mi y a varias de mis amigas que me acompañaron a buscar a mi mamá. El primero de diciembre 2022 volví a preguntar por los avances de la carpeta ala fiscalía por qué ya van 8 meses más y me siguen negando la justicia por qué no tiene a ninguno de mis agresores y a los policías que torturaron y golpearon a mi mamá los dejaron salir con 15 mil pesos. El día 1 de enero 2023 fue atacada nuevamente, con amenazas y matando a su mascota para posteriormente arrojarla a una cisterna con la amenaza de que la próxima en estar allí sería ella.” - #AlinYashica
https://www.infobae.com/mexico/2023/03/25/protesta-en-eje-central-por-agresion-a-adolescente-dejo-enfrentamiento-entre-policias-y-feministas/
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