Tumgik
#siendo algo en la garganta
thefulcrumfiles · 1 year
Text
Ya terminé de escuchar unreal unearth. Teniendo un momento de tristeza real no puede ser
Tumblr media
0 notes
malkaviian · 2 years
Text
estaba haciendo otro post que mandé a borradores, pero me hizo preguntarme si maverick repetiría lo mismo que le hizo zachary a él con sus amores, o en realidad trataría de evitarlo
3 notes · View notes
yurnu · 3 months
Text
||🔱💮Reincarnation AU 💮🔱||
Beautiful Monster
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Cuando su amorío con Lilith fue descubierto. Lucifer y la primera mujer en vez de ser expulsados para caer al infierno, son condenados a reencarnar una y otra vez sin sus poderes, memorias. Siendo castigados a estar siempre juntos, si tanto se aman pues que estén juntos en todas sus reencarnaciones para ver si su amor es tan verdadero como tanto presumían.
Resultó no ser así, en cada vida en la que renacian, se juntaban pero luego se separaban cuando Lilith obtenía lo que quería de Lucifer, ya sea riqueza, poder o tierras.
Eso siempre terminaba con Lucifer suicidándose por la depresión, por su corazón roto.
Adam, el primer hombre, tuvo un romance bastante fructífero con su Eva a pesar de haber sido expulsado del Edén cuando ella mordió la manzana (influenciada por Lucifer y Lilith antes de que esos dos fueran castigados) y lo forzó a comerla también, pero terminó ahogándose y con un trozo de dicha manzana en su garganta.
Cuando murió y se fue al cielo, él se enteró de que Eva no podía ingresar al paraíso, que su alma estaba infectada por el pecado de la manzana. Adam se ofreció a contener el pecado para que así Eva entrara al paraíso, aunque él fuera condenado al infierno.
Así se hizo, los pecados dentro del alma de Eva fueron almacenados dentro de Adam, justo en su garganta en dónde se alojaba ese trozo de la manzana que no había sido expulsada. Esto provocó que Adam se deformara un poco, siendo afectado por los males del fruto prohibido. Pero debido a que su alma era bastante pura su apariencia humana se mantuvo, al igual que sus alas doradas en señal de su pureza.
Fue expulsado del paraíso y cayó al infierno, siendo ahora un híbrido entre ángel y demonio, siendo ahora una mezcla de pureza y el mal primordial.
Hizo del infierno un lugar sin reglas, un lugar en dónde la lógica no tiene sentido y las leyes de la razón desafía lo lógico.
El infierno era el lugar de nadie, en dónde sobrevivía el más fuerte.
(Imagínense el Mundo Distorsión de Giratina de Pokémon Platino)
El infierno era un lugar distorsionado con la gravedad cambiante y con islas flotantes, en dónde en lo más profundo de ese lugar lo habitaba él, Adam, el monstruo con él cual nadie tenía que meterse.
Cuando llegó la época moderna ocurrió algo sorprendente. Comenzaron a aparecer mazmorras de forma aleatorias cuyo interior tenían mundos de fantasía y como toda fantasía tiene sus monstruos.
Debido a eso también comenzaron a aparecer "despertados", personas con poderes que se dividían por rangos.
El más débil era el de rango F, no se diferenciaba mucho de un humano común, después estaba el rango D, no eran del todo sorprendente pero podía hacer algunas cosas, después estaba el C, el cual ya era el más fuerte que el humano común y podía catalogarse como "súper humano" , lo mismo aplica para él rango B.
Luego tenemos a los rangos A. Los cuales son los más fuertes y por último los de Rango S, siendo considerados semi-dioses por sus poderes.
Para despejar las mazmorras se construyeron gremios, siendo liderados por los cazadores de rango S o A, cuando una mazmorra es despejada (matando al jefe de ese lugar) está desaparece o se logran mantener abiertas para extraer sus recursos para el consumo humano.
Para que una persona pueda "despertar" tiene que estar en una situación de vida o muerte, no importa el rango, si o si tiene que ser así. Debido a eso se creo un centro de despertado en dónde se ponen a las personas en simulaciones realistas para que así puedan despertar sin poner en riesgo su vida, luego son enviados a un psicólogo para poder ser tratados si adquieren algún trauma durante la experiencia del despertar.
Lucifer Morningstar es un despertado de rango S y es líder de un gremio de cazadores llamado "Estrella del Alba". Es un hombre divorciado de 30 años con una hija de 6 años llamada Charlie Morningstar.
Desgraciadamente esta pasando por un caso de depresión debido a su divorcio con su ex-esposa Lilith, una cazadora de rango A. Realmente pensaba que se amaban, pero al parecer ella solamente lo buscaba por su riqueza, quedándose con la mitad de sus cosas, por suerte no logro quedarse con el gremio, pero si con algunos de sus terrenos, riquezas y mansiones.
Un día es secuestrado, debido a que cayó como un tonto en una trama muy elvadorada de un grupo de cazadores, que al parecer tenía entre sus filas a un cambia formas que se hizo pasar por su hija. Siendo atado por unas cadenas especializadas para contener a los de rango S (solamente las autoridades tenían el derecho a usar eso, así que esas cadenas eran de contrabando) .
Fue maltratado para que estuviera débil y así no ofrecer resistencia para un ritual.
Querían invocar a un tal "Rey de la nada". Un ser de lo cual no se tienen registros.
Cuando llegan al portal de la mazmorra y se adentran en ella comienzan los preparativos. Escribiendo signos desconocidos y hablando en una lengua muerta mientras que Lucifer está en el centro del círculo y un anillo de oro con una joya violeta está frente a él.
El tiempo pareció relentizarse y cantos en un idioma desconocido comenzaron a resonar dentro de la cueva oscura de la mazmorra, los cazadores dejaron de hablar cuando un enorme portal tan negro como el abismo se presentó frente de ellos. El silencio gobernó el lugar, pero no ocurrió nada. Uno de esos cazadores camino hacia el portal oscuro y miro dentro de ella por un rato, antes de que dicho portal oscuro le regresará la mirada y de repente emergiera una enorme figura humana cubierta de una luz dorada.
Antes de que el líder de esos cazadores hablara sus almas se vieron absorbidas por el ente y sus cuerpos cayeron como peso muerto en el terroso suelo.
Todo esto ocurrió siendo observando por un anonadado Lucifer, el cual no pronunció ni una sola palabra.
"No tengas miedo. Humano." pronunció la criatura, mientras que la luz que lo cubría desaparecía, dejando ver su apariencia monstruosa.
Pero para Lucifer era el ser más hermoso que alguna vez existió.
Adam destruyó las cadenas que aprisionaban a Lucifer con un vago gesto de su mano. Y antes de poder volver a su mundo descubrió algo que lo dejo en shock.
Todo su ser se vio ligado a ese anillo dorado con una joya violeta, la misma que estaba frente de Lucifer. Haciéndole imposible volver al infierno a menos que su alma se viera libre de esa joyería.
Al parecer ese grupo tenía pensado usar el poder de Adam como un arma para su propios beneficios. Para eso el ritual.
Y así comienzan las aventuras del duo para desligar el alma de Adam de ese anillo. Siendo Adam tratando de adaptarse a las nuevas costumbres de sus descendientes y con Lucifer a su lado tratando de cortejarlo mientras que ambos crían a una pequeña niña de 6 años.
Y lo más gracioso de todo es que Adam no sabe que este Lucifer aunque es el mismo Lucifer que alguna vez arruinó su vida y solamente cree que este pobre diablo tiene la desdichada suerte de tener su apariencia, como un doppeltgänger.
(Este es un Au AdamsApple)
168 notes · View notes
chiquititamia · 5 months
Text
Make you feel better, parte 2
Tumblr media
Holaaaa, aquí les traigo la segunda parte de mi último fic, espero que les encante y me comenten qué cosas le gustan y qué cosas puedo mejorar. Gracias por leer!💕
+18
❤️‍🔥Por fin sucede
💞Enzo x fem!reader
⚠️Warnings: sexo menstrual, sexo sin protección, sexo oral, algo romántico también.
Make you feel better, pt.2
Tratabas de dominar tu respiración, los nervios te la estaban alborotando. Enzo estaba encima de ti, mirándote con esos ojos oscuros y profundos, su pelo negro enmarcándole el rostro.
-Tranquila, chiquita…
Soltaste una pequeña risa para intentar hacerle caso y darle a entender que deseabas esto tanto como él.
-Está bien si te toco? – preguntó con esa voz suya que era como chocolate negro derritiéndose y cayendo sobre tu piel. Asentiste sin quitarle la mirada de encima, pero, cuando su mano rozó tu cuello y fue bajando con la punta de los dedos hacia tus pechos, tuviste que cerrar los ojos. Su otro brazo le sostenía, apoyándose junto a tu cabeza y acariciando tu mejilla para intentar, de una vez, que estuvieses tranquila.
-Cómo no me llevás sujetador, nena? - provocó con media sonrisa de diablo.
-Me dolía…
-Ah, te dolía…-sonaba a falso reproche, a que te iba a enseñar porqué eso era una temeridad y estaba mal. Procedió a serpentear su mano por debajo de la vieja camiseta hasta llegar a tu pecho, el cual abarcó sin esfuerzo. Masajeó como si fuera un experto y lo tuviese todo bajo control, sin embargo, aunque lo ocultase mejor que tú, él también estaba nervioso, y sobre todo embelesado por lo que estaba pasando. Mientras pasaba el pulgar por encima de tu pezón, con cuidado de no hacerte daño, notabas como exhalaba su aliento caliente como fuego en tu cuello, indicativo que se estaba quemando por dentro tanto como tú. No era lo único, naturalmente, también podías sentir su erección, imposiblemente firme contra tu muslo, la cual hundió un poco más para su propio alivio y para hacerte saber cómo te deseaba. Eso provocó que gimieras en su oído.
Antes de que te dieras cuenta, Enzo se había desecho de tus shorts.
Un pensamiento cruzó tu mente como un rayo, ¿estarías sangrando? Aunque las molestias y el dolor habían comenzado, el sangrado no lo había hecho, según tus cálculos, lo más probable es que empezara mañana o esta noche, pero eras consciente de que no era una ciencia exacta. No podías aceptar la idea de que quizá manchases a Enzo, te morirías de la vergüenza y desearías que te tragase la tierra. Cuando éste deslizó tu ropa interior lentamente por tus piernas lograste echar un vistazo y comprobaste que no había restos de sangre, pero sí de toda tu excitación, lo cual él se tomó como un halago no verbal.
-Sigues teniendo cara de preocupada, chiquita… - dijo con una voz que te sonó aún más grave, pero como si casualmente no estuviera acariciando tu monte de venus.
-Es que no quiero mancharte, boludo-te reíste, al fin siendo tú misma con él.
-No sé con que clase de nenes has salido vos, pero a mí un poco de sangre no me asusta.
¿Es que acaso estaba dentro de tu cabeza para saber exactamente qué decir para prenderte aún más?
Tanteó con la punta de los dedos tu entrada, y la humedad que él había provocado en ti se adhería a su piel, pequeños hilos transparentes adornando sus dígitos. Poco a poco se introdujo en ti haciendo que te estremecieras y arquearas la espalda. Él resopló y te miró frunciendo el ceño.
-Ufff… qué apretada que estás, nena…-acercó su boca a tu oído provocando un nuevo vuelco en tu corazón- ¿Así me vas a apretar la pija?
Dios. DIOS. Un gemido que fue casi un grito escapó de tu garganta sin que tú pudieras (o quisieras) hacer nada por evitarlo. Hubieras jurado que cualquier pibe que te hablase sucio se hubiera ido de tu casa con una patada en el culo, pero joder, cómo te había prendido que Enzo dijera eso. De hecho, como si tu cuerpo quisiera darle la razón, tu interior se contrajo alrededor de sus dedos, provocando una risita maliciosa en él. Los movía con habilidad, dibujando el típico gesto de “ven aquí”, encontrando y masajeando un punto muy sensible de tu centro.
-Enzo…-gimoteaste.
- ¿Qué, nena? - contestó con la respiración agitada, notando, desde hace un rato como su líquido preseminal estaba formando una mancha húmeda en sus bóxers negros, su erección, pulsando dolorosamente.
Querías contestar, pero el placer te nublaba la capacidad de hablar, solo podías gemir y agarrarte con fuerza a su espalda, reparando en lo firme que era, y lo pequeña que parecías debajo de él. Le miraste a los ojos suplicante, queriendo comunicar tus deseos sólo con tu mirada.
-Ya sé, ya sé... – se apiadó él. Se apartó de ti con cuidado de retirar sus dígitos suavemente para no herirte. El vacío que dejaron te molestó intensamente, pero sabías que simplemente el aperitivo había terminado: ahora venía el plato fuerte.  Arrodillándose en tu cama comenzó a desabrocharse el cinturón. Iluminado solamente por tus tenues luces azules y la pantalla de tu televisión, la figura de Enzo era escultural: su cabello largo y oscuro, su torso definido y bronceado. Incluso el vello de sus axilas te pareció intensamente atractivo cuando alzó los brazos para sacarse la camiseta. Su aroma, su aroma parecía tener temperatura, emanaba calor, y un olor riquísimo a madera y café, a hombre.
Se bajó un poco el pantalón vaquero, y, aunque su intención era levantarse para desprenderse de él por completo, un instinto súbito tuyo se lo impidió. Te incorporaste y gateaste hasta que tu rostro quedó a la altura de su cintura. Acariciaste la tela de su bóxer, notando su dureza, cómo su anatomía estaba provocando que la prenda estuviese tirante. Cuando Enzo procesó lo que estabas a punto de hacer suspiró. Su caballerosidad no quería dejarte continuar, esta noche se trataba de ti, pero ¿cómo te iba a decir que no? Tu boquita debía sentirse como el cielo en la Tierra.
Apenas te tomaste un momento para admirar cómo su miembro se erguía ante ti, inflamado, expectante de tu atención. Lo tomaste con delicadeza en tu mano derecha e hiciste que entrase en tu boca, tus labios haciendo de cálida bienvenida para él, tratando de relajar la lengua para que pudieras acomodar su tamaño más fácilmente.
-Ay, sí…- gimió con voz ronca.
Sonreíste para ti misma, no era algo de lo que pudieras alardear en cualquier conversación, pero sabías que era algo que se te daba muy bien hacer.
Continuaste el movimiento de vaivén, utilizando tu saliva como lubricante, provocando una serie de sonidos que Enzo juraba que le iban a volver loco. Tenía su mano en tu mentón, sin sujetarlo, pero marcando la posición. Notaba como tu boca se llenaba y nunca se vaciaba del todo.
Su respiración, su pulso acelerándose, la forma en la que tensaba los abdominales, eran señales de que le costaría mucho aguantar si continuabas con ese ritmo.
-Basta – sacó su pija de tu boca sin previo aviso, y tú te quedaste con la cara que se le queda a un niño cuando le quitas su juguete favorito – tumbáte – ordenó.
Te dejaste caer sobre la pila de almohadas, que se desinflaron suavemente por tu peso.
No había ya lugar para miramientos o preámbulos, tenía que cogerte ya.
Enzo volvía estar encima de ti, pero esta vez frente a frente. Se mantenía en equilibrio, además de con sus piernas entre las tuyas, con su antebrazo sosteniéndole junto a tu cabeza. Su otro brazo, sin embargo, se perdía debajo de su abdomen, no podías verlo, pero pronto notaste cual era su cometido. Su mano estaba agarrando su propio miembro, pesado, duro, para posicionarlo en tu entrada, que no podía esperar para tragárselo. Sentías su sudor en tu piel, su calor, tus pulsaciones disparadas, la humedad que compartíais. Pero todas esas sensaciones se vieron ensordecidas por la más intensa que habías sentido probablemente en tu vida:
Enzo entrando en ti
Tus ojos y tu boca se abrieron como para sustituir el sonido que eras incapaz de generar.  Tu mirada se encontró con la suya. Él también tenía una expresión obscena, os mirabais incrédulos del placer que os estabais dando el uno al otro. ¿Porqué carajo no lo habíais hecho antes?
Tras un momento de adaptación, tú a su tamaño y él a tu estrechez, las embestidas se tornaron más rápidas y casi todo lo profundas que podían ser sin hacerte daño.
Enzo pareció leer tus preocupaciones (una vez más), y de forma inconsciente, las tomó como si fueran un papelito, las arrugó y las tiró lejos de ti.
-Dios, nena… -dijo con voz grave y entrecortada- ¿te gusta? ¿te alivia un poco…?
-Muchísimo, amor- Mierda. Eso se te había escapado, por mucho que estuvierais haciendo lo que estabais haciendo no debías haberlo llamado así.
-Me alegro, mi vida – al decir esto, besó tu mejilla con calidez, decidiste que su respiración era lo único que querías en tus pulmones.
¿Era posible que te sonrojaras aún más? Sí, era posible.
Habías conseguido entrelazar las piernas a su espalda, acercando más tu cadera a su cuerpo, haciendo que las estocadas fueran todavía más profundas. El movimiento cada vez era más errático, estaba golpeando tu punto más débil, la humedad que había provocado en ti estaba con seguridad creando una gran mancha en tus sábanas, escurriéndose por tus ingles y tus glúteos. Notaste fuego dentro, en tu bajo vientre y en el fondo que Enzo estaba tocando una y otra vez con su glande hinchado. No hacía falta que dijeras nada - tampoco es que pudieras- te aferraste a él con desesperación, como si no quisieras salir volando arrastrada por una corriente de viento brutal. Por instinto te encogiste, escondiendo la cara en su pecho.
-Dale, princesa, miráme cuando te venís- tomó tu cara en su mano y te obligó a encararle.
Como todo un experto eligió un ritmo y lo mantuvo para ayudarte a concentrarte en perseguir tu clímax, mientras tanto, agarró uno de tus pechos, estimulando tu pezón, añadiendo otro foco de placer a la ecuación.
-Vamos nena, dejate ir…-continuó animándote.
Tus labios dibujaron una ‘O’ que no se cerraba más, él miraba tus ojos y después tu boca, la cual se le antojaba la frutilla más dulce que había tenido el placer de devorar. Dios, como deseaba él acabar en esa lengua rosada.
Tu interior se contrajo exponencialmente, atrapándole y, a los gritos, te viniste agarrada a él, en el orgasmo más increíble de tu vida. Si había un cielo podías afirmar que lo habías tocado.
Enzo seguía haciéndote el amor, (por que ya no se podía decir que simplemente te estaba cogiendo), pero la sobreestimulación no te estaba incomodando, querías seguir sintiendo, y de hecho seguías sintiendo muchísimo placer.
-¡Dentro, Enzo!
-Nena, no voy a aguantar…- te miró con urgencia entre gemidos roncos- d-dime…dónde…
Te miró confundido. Estabas disfrutando malévolamente de su preocupación, omitiendo el pequeño detalle de que estabas en la píldora.
-¿Tomás la pastilla? -casi gruñó por el esfuerzo de aguantar su eyaculación.
Asentiste con sonrisa de diabla, divertida.
-¿Te lleno? ¿querés que te llene…? - su respiración cada vez más agitada, su voz, rota.   
En respuesta gemiste aún más alto, encontrando un momento para lamer su cuello, salado por el sudor, y terminar de volverle loco.
Un último quejido salió de su pecho y le obligó a cerrar los ojos con fuerza. Estaba derramándose por completo en tu interior. Jurabas notar los disparos blancos y ardientes inundando tu interior. El pulso bombeando alocadamente en su miembro había hecho que se sintiera todavía más ancho, arrebatando más lloriqueos desesperados de tu boca.
-Ufff… - resopló exhausto antes de unir su torso al tuyo y descansar encima de ti.
-Yo te tenía unas ganas inmensas, chiquita- confesó él por fin- Te quiero, ¿sabías? - remató, haciéndote sonreír inmensamente.
-No me lo puedo creer- te reíste peinando su pelo húmedo con tus dedos- ¿qué hemos hecho?
Le apartaste el cabello de la cara con dulzura para poder verle bien.
-Yo también a ti. - soltaste, sintiéndote ligera después de decirlo.
Una extraña nueva confianza se estaba apoderando de ti, Enzo te hacía sentir como la mujer más maravillosa, y con él en tus brazos, lo viste todo mucho más claro.
Parte 1
tags: @iamjustadoll @andyrubei @madame-fear @miskhalie @karylvsjuanii @koiibiito @quarzitos @voglatte @llorented @deepinsideyourbeing
(me he basado en mis reblogueos e interacciones para hacer la tag-list, diganme si quieren que les agregue o los borre de la misma ;))
94 notes · View notes
suzukis-posts · 5 months
Text
𝗜'𝗺 𝘆𝗼𝘂𝗿𝘀...
𝗠𝗔𝗡𝗝𝗜𝗥𝗢 𝗦𝗔𝗡𝗢 - 𝗕𝗢𝗡𝗧𝗘𝗡
Tumblr media
Bonten!Manjiro sano x Male!Reader
𝗔𝗗𝗩𝗘𝗥𝗧𝗘𝗡𝗖𝗜𝗔: Dom!Male!Reader, degradación, estimulación, híbridos, NSFW en general.
────────────────────────────
── ¿Sabes, lo que estamos haciendo es ilegal de varias maneras? ── Dijiste observando a tu jefe mientras te bajaba los pantalones junto con tu ropa interior.
── ¿Crees que me importa? Quiero que tengamos sexo y lo quiero ahora. ── Mikey exigió, empujándote en la cama antes de sentarse encima de ti, frotando tu erección semi dura entre su trasero.
Su pequeña y linda nariz se rascaba en el sentimiento, sus orejas de conejo flotando hacia arriba y hacia abajo, su pequeña cola meneando de emoción.
── Por lo menos consigue algo de lubricante. ── Su propia cola esponjosa se movía, el hormigueo que irradiaba de ustedes dos era inmenso.
── No lo necesito, ya me preparé antes. ── Antes de poder hablar sus palabras quedaron atrapadas en su garganta por como Manjiro se hundió en tu enorme miembro.
── Tienes que ser más paciente, Manjiro espera... ── La diferencia de tamaño entre ustedes dos fue humillante para el conejito más pequeño, que apenas podía bajar y ya se sentía tan lleno.
Tus manos se asentaron en la cadera del híbrido, manteniéndolo en su lugar y admirando su pequeño cuerpo en la parte superior del tuyo.
── ¡V-Vamos M-Muévete! ── El más pequeño soltaba gemidos, moviendo su cadera en círculos con la esperanza de conseguir que tu te muevas.
El chico agarró tus orejas de zorro, tirando y frotándolas. Gemidos vinieron de tu boca, la estimulación en sus oídos, las estocadas y el tocar tus orejas lo aún encendió aún mas. Tomas a Manjiro y lo das la vuelta, agarrando sus piernas y empujándolas hasta las orejas.
── He dicho paciencia. ── Bonitos gemidos brotaron de Manjiro, no siendo capaz de manejar tu brusco movimiento. Tomaste sus piernas, obligándolos a permanecer allí mismo antes de empezar a empujar en su pequeño agujero apretado.
── ¡A-ah~! ¡E-espera~! ── No estando preparado para tus duros golpes, Manjiro se quejó, queriendo que disminuyeras la velocidad.
Una sonrisa danzó en tus labios antes de que se incliné y besó al pobre conejito, el sonido de la piel golpeando contra la piel y los ruidos húmedos de tus besos llenaron toda la habitación.
Empujas tu lengua en su boca, inmediatamente tomando el control de la dominación, sin dejar siquiera un poco de espacio para la resistencia.
Las manos de Mikey apretaron tu espalda, aplastando las uñas en tu espalda en el proceso y apretando su miembro.
Sueltas varios gemidos, dejando ir su boca en el proceso. ── Siempre tan ansioso conejito, siempre tomando lo que te doy. ── Una de tus manos exploró su pecho, jugando con sus pezones.
── S-Siempre estoy ansioso por ti... ── Él gaseó, la sensación de tu mano en su pecho lo hizo débil.
── Hmh... creo que sólo debo mantenerte como mi pequeño conejo. ¿Qué piensas de eso, eh? ── Las embestidas se hacían aún más rápidas, dejando a Manjiro con la mente en blanco.
── ¡A-Ah~! ¡Sí! ── Él se quejó, arrojando la cabeza hacia atrás. Aprovechas esta oportunidad, marcando su bonita piel con todo tipo de besos húmedos.
── Más, por favor. ── Aceptas a sus súplicas, empezando a mover tus caderas más rápido y más duro que antes, cada vez que empujas adentro Manjiro temblaba con cada empuje, siendo empujado hacia arriba cada vez.
── ¡S-se siente tan bien! ¡Ni siquiera pienses en p-parar! ── Su mente solo pensaba en como lo penetrabas, estaba en las nubes en este momento por el placer que recibía por tu parte.
── Mmm.. p-por supuesto, Manjiro... ── El nombre se deslizó tan fácilmente de tus labios, con Manjiro buscando aire.
Lo observabas de cerca, mirando cada reacción que venía del muchacho y mirando la protuberancia prominente de tu miembro dentro de él. ── Mira eso, eres tan pequeño, ni siquiera puedo tomar mi polla bien. ── Tu mano dejó su pecho, presionando fuertemente sobre la protuberancia de su estómago.
── ¡A-Ah! ¡No puedo soportarlo! ── Ríes de sus patéticos gritos, sus ojos fueron a rodar por la parte posterior de la cabeza, él puede tomar todo, es un buen conejito, dispuesto a hacer cualquier cosa por ti.
Fue muy divertido ver al jefe de Bonten deshacerse bajo tus órdenes.
57 notes · View notes
nontimesversion · 6 months
Note
cuál es la excusa perfecta para no comer?
Tips para no ser una cerda
1.- Ahora que voy a ingresar a un concurso de mate, me tengo que quedar en la tarde y mi familia me da dinero para comer cerca del colegio pero yo la guardo para ahorrar y pues ya no me obligan comer. 2.- Si hay talleres en la tarde en tu colegio inscribete (opcional que sea altetismo) en uno de ellos y asi te evitas el almuerzo. 3.- Se la primera en comer yo siempre sirvo mi comida y abajo dejo el plato de mi perro asi que cuando nadie ve le doy toda mi comida a mi perro. 4.-Para desayunar y eres escolar despiertate mas tarde asi no tendras tiempo para desayunar. 5.-Siempre di que te encanta comer asi nadie sospechara de ti. 6.-Si te invitan para comer o algo puedes decirle que hay muchas otras actividades que hacer, con un amigo siempre vamos a correr. 7.- Di que tienes un granito en tu boca o en tu cara asi evitaras comer y asismo evitas que te den comida chatarra. 8.-Si te llaman para cenar di que ya haz comido mucho y te sientes super llena asi nadie se dara cuenta. 9.-Para evitar hambre siempre mastico algo, despues lo escupo y rapidamente me cepillo los dientes. 10.-Consume hielo si vomitar asi evitas la inflamacion en la garganta. 11.-Evita el cafe eso te da mas ansiedad para comer, una opcion para remplazarlo seria el te o el agua con pepino. 12.-Di que no te gusta algo o eres alergica. 13.-Cuando tienes hambre siempre toma agua o hielo eso calma tu ansiedad. 14.-Juega videojuegos con personas, personalmente juego roblox, free fire y fornite ya que hace que te concentres en el juego y dejas de pensar en comer. 15.-Otra excusa es que primero me voy a bañar cuando mi familia esta almorzando y yo soy la ultima en servirme la comida asi que lo mas logico que hago en darle comida esa comida a mi perro ( mi perro es mi pro ana) 16.-Si no tienes energia come un dulce(con pongas calorias) o toma suero eso hace que te repongas. 17.-Si eres nueva empieza de poco a poco, consume 900cal en tu primer dia despues en tu sngudo dia 750cal. en el tercer dia 550cal y en tu cuarto dia 350cal y en el quinto 150cal, asi hasta tener que dejar consumir alimentos ( en este momento estoy en mi segundo dia de ayuno aun asi me siento bien y he bajado 5 kilos y eso es increible si se lo proponen pueden lograrlo) 18.- Para las mia espera 20 minutos para expulsar tus alimentos antes de comer toma agua, no durante y no despues sino antes. 19.-Si estas empenzando en lo de calorias para quemarlo haz dos horas de ejercicio pero si estas en tu ayuno intermitente haz 30 minutos, te recomiendo que sea pilates. 20.-Siempre entra a tumblr o pinterest para ver inspiracion o quieres seguir siendo una cerda. 21.-Siempre en las tardes ponte a estudiar o a leer eso evita que pienses en comer. 22.- Distraete o vee videos de personas obesas ¿Asi quieres terminar? 23.- Hablar con personas que quieren ser unas princesas como tu, ellas te daran tips o cosas que no deberias hacer, si quieren pueden hablar conmigo.
24.- Proponte metas semanales y mensuales mi meta semanal es pesar 54 y mi meta mensual es 49
25.- Igual con los ejercicio te recomiendo que hagas cardio de 10 minutos no mas ya que te pondrias desmayar y alarmaras a la gente ( si me ha pasado) obviamente la idea esque la gente no note que no estas comiendo sino que vea que te estas viendo mas delgada y mas linda.
26.- Vee al Mall y llevale comida tu familia y dices que no quieres por haz comido alla.
27.- No rechazes comida regularmente solo aceptale y cuando nadie se de cuenta botalo.
28.-Cuando sea un cumpleaños de un amigo y te invitan para comer diles que antes de eso fuistes a comer o simplemente no vayas al cumpleaños.
29.-Cuando tienes hambre duerme en la tarde asi dejas de pensar en eso. 30.- Despues del colegio llega a tu casa y duerme asi no podras comer.
55 notes · View notes
Text
Una cita junto al mar.
Me preguntaba si iba a venir. ¡Qué ilusa era! De seguro ni se acuerda de mí y mucho menos de esta cita en el mar que habíamos concertado hacía ya cinco años. Y, sin embargo, había una parte de mí que quería creer que todavía me recordaba, que no había olvidado todo lo que habíamos vivido y sido el uno para el otro.
Era aquí, precisamente, donde nos habíamos conocido hace siete años. Yo era una arquitecta recién divorciada, después de un largo pero muy infeliz matrimonio, y él era un joven estudiante de pos-grado. Ambos fuimos llevados al mar por diferentes cuestiones. Yo al buscar paz y consuelo, y el que sólo encontraba al mirar las olas mientras sentía la brisa acariciarme el rostro y peinar mis cabellos, y él al encontrar un espacio para reflexionar y pensar sobre su futuro. Recuerdo la primera vez que lo vi. Estaba descalzo sobre la arena, las olas llenando sus pies de espuma para luego retroceder y dejar un espacio entre la arena mojada y ellos. Yo miraba hacia el horizonte, a ese ocaso precioso que se dibujaba. Los ocasos en el mar me eran de un sabor diferente, le daban a mi alma un sentido más precioso por ser tan apacible y maravillosos a la mirada. Llevaba puesto un vestido amarillo de algodón con tirantes que dejaban al descubierto a mis brazos, un sombrero de playa ancho y blanco. Tenía los brazos cruzados y me abrazaba a mí misma, mientras lloraba en cuclillas viendo el horizonte. Hoy se había finalizado mi divorcio después de dos años de litigio arreglando la división de bienes y la custodia de nuestras hijas. Había luchado tanto por ese matrimonio que se había despedazado. A los treinta y cinco años me sentía hueca, como si hubieran arrancado de tajo todas mis ilusiones. Cinco años es todo lo que había tomado, sólo eso. Los últimos tres ya habían sido necedad de mi parte por tratar de salvar lo insalvable. Luis ya no disimulaba su flagrante infidelidad y su excesivo derroche de dinero que yo misma ganaba. No sabía cómo había podido escoger tan mal, sólo podía achacarlo a la locura del primer amor y a todas esas fantasías románticas que, leer tantos libros de romance, me habían metido en la cabeza. Diez años después yo era una mujer cambiada, más realista y menos idealista, con heridas en el alma que todavía sangraban. Me sentía aliviada, pero a la vez destrozada. Había venido aquí porque no quería llorar frente a mis hijas, pero necesitaba desahogarme. El mar siempre me traía consuelo y sosiego. Podía pasarme horas perdida, contemplándolo, aunque sólo alcanzaba a verlo borroso, siendo difuminado por mis lágrimas. La brisa soplaba fuerte. No podía evitar pensar que, ojalá así como se llevaba mis lágrimas, se llevará también todo lo que guardaba en el corazón: mis sueños hechos pedazos, el dolor del desamor de Luis y la desilusión por mi hogar roto.
En una ráfaga de viento, mi sombrero de paja salió volando. No me moví, no me importaba en lo más mínimo. Seguí sollozando cuando, de repente, sentí que una sombra me tapaba el sol. Volteé y lo primero que divisé fueron unos pies descalzos. Eran pies delgados, largos, algo huesudos, unos pies masculinos, pero bien cuidados, los cuales yacían parcialmente enterrados en la arena. Entonces, una profunda e igualmente masculina voz, llena de una gentileza inconfundible, me preguntó...
“Disculpe, ¿esto es suyo?”
Fue entonces que mis ojos recorrieron el camino desde los pies hasta la fuente de esa voz tan llena de ternura que había penetrado mi desdicha. Tenía los ojos más azules que jamás había visto. Eso fue lo primero que pensé. Era un hombre joven, bronceado, de cabello castaño y ondulado que no podría tener más de veinticinco años. Me despejé la garganta y, apresuradamente, me limpié las lágrimas del rostro para incorporarme. Era un hombre muy alto, yo no le llegaba ni al hombro.
“Si, es mío. Gracias”.
Acepté el sombrero de la mano del hombre y agaché el rostro. Había algo en este hombre me hacía sentir vulnerable.
“Disculpe mi atrevimiento, pero la he observado desde hace rato, mas no quise inmiscuirme. Creo que su sombrero fue la señal que necesitaba para acercarme. No la conozco ni sé por qué llora tan desconsoladamente, pero si algo he aprendido en esta vida es que, a veces, tener con quien hablar, hace un poco más llevaderas las penas. Quiero ofrecerle eso. Un par de oídos que la escuchen atentamente y que no la juzgarán. Permítame invitarle un café. Me llamó Rodrigo”.
Había algo en su semblante, una gran gentileza, una suavidad en su mirada, un sincero deseo de ayudar que terminó por convencerme. Esa tarde me llevó a un café a la orilla de la playa. Allí conversamos por horas. Yo le conté mi historia. De cómo había conocido a Luis mientras estudiaba en la universidad y todo lo que había sucedido desde entonces. Él me escuchó con cuidado sin interrumpir. Cuando ya había purgado todo lo que me volvía pesado el corazón, él empezó a contarme de su vida.
Creo que quería tranquilizarme y ponerme más cómoda al ponernos en igual condición de vulnerabilidad. Me contó que él recién había llegado a la ciudad a estudiar una maestría en Finanzas, también que extrañaba a su madre y a su hermana, pero que, por el deseo de superarse para poder sacarlas adelante, había decidido seguir con su educación, aunque lejos de casa. Me confesó que por eso había venido al mar. Estaba reconsiderando su decisión de seguir estudiando tan lejos de casa. Su madre era viuda y él, su único hijo varón, se sentía sumamente responsable por ella y por su hermana menor, pero entendía también que el programa de maestría le abriría puertas y podría proveer para ellas un mejor futuro. Había trabajado mucho para ganarse la beca que le permitiría seguir con sus estudios, pero a veces desfallecía en su determinación. Estaba solo y no tenía amigos, además de extrañar mucho su hogar. Así pasamos toda esa tarde, la cual se volvió noche, platicando. Ambos nos sentíamos muy bien. Al despedirnos, intercambiamos números de teléfono y prometimos seguir en contacto.
Tumblr media
Al día siguiente recibí un mensaje de texto de Rodrigo.
"¿Cómo sigues? ¿Te sientes mejor?"
Así empezamos a platicar, regularmente, vía texto. Nos fuimos conociendo cada día más. A veces hablábamos por teléfono, cuando necesitábamos escuchar una voz amiga. Pasaron varias semanas así, hasta que Rodrigo me invitó a tomarme un café. Ese día caminamos por la playa, platicamos y nos tomamos un café en la cafetería a la orilla de la playa, aquella en donde nos habíamos conocido. Había pasado por Rodrigo a su universidad y, ya entrada la noche, lo fui a dejar a su modesto apartamento cerca del campus. Al estacionarme enfrente de su edificio, procedí a despedirme de él con un beso en la mejilla, así como se despiden los buenos amigos; lo consideraba precisamente eso. Pero, al momento de acercarme a su mejilla, él volteó su rostro y capturó mis labios con los suyos. La sorpresa me hizo abrir la boca, a lo cual aprovechó para poner su mano sobre mi cuello y profundizar el beso. Dios, había pasado tanto tiempo desde que un hombre me había besado así. El deseo floreció en mi vientre, recordándome que, a pesar de todo lo que me decía, constantemente, era una mujer de carne y hueso. Me besaba con un hambre que me hizo gemir en su boca. Me hacía sentirme deseada, sexy y tan mujer. Sí, no la madre ni la galardonada profesional, sino simplemente mujer, tan mujer. Me bebió el aliento e hizo de mi boca una extensión de la suya. Cuando tuvimos que respirar, soltó mis labios y, sosteniéndome el rostro con ambas manos, me miró directamente a los ojos.
“Laura, quédate, por favor”.
Ese fin de semana, mis hijas estaban en la casa de su padre, así que nadie me esperaba en casa y Rodrigo lo sabía. Lo vi a los ojos. Podía ver la sinceridad en ellos, la misma que relucía en los míos. Esa noche me dejé llevar y la pasamos juntos. Por un instante se nos olvidó todo: el mundo, nuestras familias, nuestras responsabilidades y planes, las diferencias de edad y posición. Éramos sólo Rodrigo y Laura, un hombre y una mujer.
Así comenzó nuestro idilio. Aún ahora, después de tantos años, me hacía suspirar. Fueron tantas memorias y vivencias las que pasamos juntos. Él me devolvió la fe, el gozo de vivir, la confianza en mí misma y la seguridad de que aún había hombres buenos. Nos ayudábamos mutuamente, nos escuchábamos y ofrecíamos apoyo en lo que podíamos. Éramos amigos, confidentes y amantes. Yo me volví su hogar lejos de casa y él mi refugio anhelado. Nos amábamos mucho y a pesar de todo. Aunque Rodrigo era menor que yo, él era muy maduro y respetuoso, además de ser el más apasionado de los amantes, también era el más tierno y cariñoso de los hombres. Vivimos dos años maravillosos, llenos de felicidad, pero llegó el día que habíamos previsto desde el comienzo de nuestra relación. Rodrigo terminó su maestría y era hora de regresar a casa. Quizás por eso nunca quisimos hacernos promesas. Vivíamos día a día. Ese último día lo pasamos juntos y amanecimos en la playa, viendo el amanecer y prometimos volvernos a encontrar, pasara lo que pasara.
Era así que aquí estaba, parada en esa playa, esperando por él, cumpliendo mi promesa, aunque ya había esperado más de una hora. Seguramente, Rodrigo ya me había olvidado; eso pensaba. Miré el mar, una última vez, y me presté a regresar a mi auto. Fue entonces que lo vi. No había cambiado nada y, al mismo tiempo, había cambiado mucho. Mi corazón se volvió loco en mi pecho. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas, pero no podía despegarle la vista. Se aproximó hasta estar frente a mí. Veía las lágrimas también en sus ojos. Tomó mis manos en las suyas y, por un momento, fuimos otra vez sólo Laura y Rodrigo, nada más. Me abrazó y estuvimos así por largos minutos, después me llevó a ese café en la playa que era tan nuestro.
Me contó que había regresado a su ciudad y que su hermana y madre habían estado tan contentas de volverlo a ver. Había conseguido un buen trabajo en una compañía transnacional, lo cual le permitió comprarse una casa. Su madre vivía con él, aunque su hermana no, ya que se había casado con un muy buen hombre que la hacía feliz. El también se había casado con una compañera del trabajo y estaban esperando su primer hijo en unos meses. Lo oí platicar sobre su vida. Se le notaba la felicidad y eso me llenó de alegría. Yo le conté de cómo mis hijas habían crecido y estaban en la secundaria ya. Le conté de mi éxito en el trabajo y del proyecto que actualmente ocupaba mi tiempo. Le conté de Armando, un doctor divorciado con quien estaba saliendo desde hace un tiempo, cómo era tan especial conmigo al cuidarme y al hacerme reír. Le conté, también, cómo Armando me había propuesto matrimonio, pero yo insistía en esperar hasta que mis hijas se graduaran de la secundaria. Así estuvimos varias horas platicando. Alegrándonos de las alegrías y simpatizando con las penas y dificultades que el otro había experimentado durante estos cinco años.
Llegó la noche y la hora de despedirnos.
“Te ves más hermosa que nunca. Cuídate mucho, Laura. Recuerda tu valor y sigue persiguiendo tus sueños. Eres una mujer asombrosa. Siempre daré gracias por el tiempo que te tuve en mi vida. Fuiste la forma que el Universo utilizó para hacerme crecer, para cobrar aliento. Aprendí tantas cosas valiosas a tu lado, todo ese amor que me brindaste, tan desinteresadamente, me dio la fuerza que necesitaba para seguir y el valor para afrontar lo que vendría después. Te llevo siempre en el corazón con gratitud y mucho cariño. Te deseo lo mejor”.
“ Yo también te agradezco, Rodrigo, por todo lo que me brindaste; un hombro donde llorar, unos brazos siempre listos para abrazarme, un compañero y un amigo que me dio su compañía y escucha en el que fue el tramo más difícil de mi vida. Me alegra sobremanera que hayas logrado lo que te propusiste y que, tú y tu familia, sean tan felices. Siempre te recuerdo, doy gracias por ti y pido por tu bienestar. Mi cariño y respeto los tienes siempre. Yo también te deseo lo mejor”.
Así nos despedimos y volvimos a renovar nuestra cita en el mar. Nos volveríamos a encontrar, después de cinco años más, y veríamos dónde la vida nos tendría, pero mi corazón agradecía que, lo que ya habíamos vivido, nada ni nadie podría arrancárnoslo del alma.
E.V.E
24 notes · View notes
teddywook · 2 months
Text
chosing you ꨄ jung sungchan
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
pequeño drabble pedido ➺aquí espero que te guste cariño, no es mi mejor trabajo pero dios sabe que lo intenté 💔
words. 773
⋅•⋅⊰∙∘☽༓☾∘∙⊱⋅•⋅
"¿cuánto tiempo vas a seguir figiendo que no te das cuenta?" siento la mirada de yeji taladrandome, puedo jurar que tiene esa boba sonrisita en su rostro 
"¿cuenta de qué?" juego con la pajilla de mi malteada, evitando su mirada a toda costa
"del par de ojos que te espían detrás de una enorme taza de café"
"sungchan no bebe café" las palabras dejan mis labios antes de poder retenerlas. me atrapé yo sola.
"entonces sí te diste cuenta" levanto la vista, en efecto, se burla de mí "ustedes dos necesitan hablar enserio"
"estamos bien así" hago una mueca
ella me mira y suelta un suspiro "el otro día lo vi ¿sabes? dijo algo sobre que sabe que habías hecho el sacrificio de dejarlo por su bienestar y que no podía obligarte a volver con él cuando tu habías tomado la decisión"
"me alegro de que entendiera que es lo mejor para él. no podía seguir soportando sus ojos tristes cada vez que sus padres salían a relucir. no importa cuanto me quisiera, cuanto lo quisiera yo a él... jamás le haría elegir entre su familia y yo"
"¿y donde quedas tú? ¿qué es lo mejor para ti?"
"yo..." las palabras mueren en mi gargata, el escosor del nudo que me rodea el cuello cortandome la respiración
"los dos son unos tontos" continua yeji, su mano viaja hasta mi mejilla y con su pulgar limpia una lagrima traicionera que escapa de mi ojo "tú por siempre poner a los demás por encima de ti, él por dejarte hacerlo"
"no puedo pedirle que se oponga a su familia"
"es una decisión que él debe tomar ¿no crees?" ella mira rápidamente a mi espalda y luego vuelve la vista a mi "supongo que pueden hablarlo ahora, sungchan viene hacia acá"
antes de poder reaccionar, ella se levantó de su asiento y saludó al chico pasando a su costado. sungchan está de pie junto a mi mesa, puedo ver su cuerpo por el rabillo del ojo. 
"¿te molesta si me siento?" su voz suena ansiosa y un poco áspera, como cada vez que está nervioso. la mía es solo un susurro cuando le respondo.
"hola, chan" quiero decirle tantas cosas, pero me obligo a permanecer callada. sus ojos me observan, recorren mi rostro en busca de algo.
"¿cómo has estado?" quiero decirle que lo extraño a morir, que cada día que pasa solo puedo pensar en él y lo mucho que lo necesito a mi lado.
pero no me atrevo, y sin embargo, tampoco me atrevo a mentirle "he estado mejor" 
sungchan me ofrece una sonrisa triste "somos dos"
lo analizo más de cerca, notando entonces la ausencia de luz en sus ojos y las manchas oscuras debajo de ellos, reflejando su agotamiento. los huesos de sus mejillas comenzando a notarse, sus labios resecos.
siento el nudo en mi garganta hacerse más grande, el pecho me duele y hago el esfuerzo de contener las lagrimas que pican detrás de mis ojos. yo lo lastimé, le hice daño cuando lo que quería era hacerle la vida más fácil.
"lo lamento" mi voz flaquea, apenas un murmuro quebradizo. pero él lo escucha perfectamente, porque lo siguiente que sé es que está a mi lado, con sus brazos rodeando mi cuerpo y mi rostro enterrado en su pecho. su calor y aroma me rodean, trayendo a mi mente una abalancha de recuerdos y vivencias a su lado que me hacen ceder al llanto
"tranquila cariño, estoy aquí contigo" sungchan me arrulla aunque me toma un rato recomponerme lo suficiente para poder mirarlo, tiene la nariz roja y un par de lagrimas se han deslizado por sus mejillas. me atrevo a limpiarselas, sus ojos no dejan los míos en ningún momento "sé que no debería pedirte que vuelvas conmigo, pero no puedo evitar el impulso egoísta de hacerlo. te extraño, tanto que duele"
"pero tús padres-"
"si ellos prefieren a su hijo siendo infelíz, yendo por la vida vagando como un zombie, en vez de verme felíz con la chica que amo, entonces el problema es de ellos"
mi corazón golpea contra mi pecho, ¿cómo pude renunciar a este hombre, cuando no ha hecho más que demostrarme que me ama? 
"yo quiero estar contigo, si tú quieres estar conmigo" 
miro a sus ojos que desbordan amor y anhelo, esperanza y súplica. no hay más dudas, no hay miedos. yo me alejé temiendo que estando conmigo tendría que elegir entre los seres que le dieron la vida y yo, no queriendo causarle ese dolor. cuando lo unico que conseguí fue hacerle daño. hacernos daño a los dos. 
pero sungchan ya ha tomado su elección. ha elegido ser felíz, y me ha elegido a mí. así como yo lo he elegido a él. 
12 notes · View notes
snetofed · 22 days
Text
Tumblr media
Hola estos solo es lo que piensa Mattheo Riddle
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
El carmesí escondido debajo de mi piel
Quería que me vieras ahora. Desearía que entraras a mi habitación necesitando mi ayuda con algo estúpido y me vieras así, seguro que esperarías que me detuviera, pero no podría hacerlo cuando todo en lo que he estado pensando ahora está frente a mí.
Sus ojos se detendrían en mí y sentiría mi cuerpo completamente endurecido, mis movimientos serían incontrolables y necesitaría que su boca se abriera en shock siendo completamente llena por mí.
Quería que tomaras el control de la situación, te subieras encima de mí y dijeras que me cuidarás, y luego me dejas hecho un desastre al no terminar lo que empezaste y te digo "no, joder", un gemido mixto. con un suspiro.
Ayer me diste esa sonrisa diab��lica tuya justo durante la clase. Maldita sea, ¿por qué no me sonríes? Merlín, ¿te das cuenta de lo tenso que estoy y de que todo es culpa tuya? Maldición. Maldición. Maldición.
Quiero castigarte por esto. Voy. Tu garganta se pondrá azul por mi culpa, te lo prometo, amor. Te prometo que seré gentil, y luego sujetaré tu cabello con tanta fuerza que tu cabeza ya no estará a cargo, serán mis manos fuertes y mi polla necesitada trabajando juntas para hacerte arrepentirte de lo que me hiciste.
Voy a sentirme golpeando el fondo de tu garganta, puta. Y ver tu culo respingón justo frente a mí...  oh. Aún mejor son tus manos tratando de sostener mi puño, lo sé, cariño, no puedes soportarlo todo de una vez, por eso se llama castigo, y mereces ahogarme por completo hasta que no puedas respirar o abrir la boca. ojos, ni lo pienses.
Lo que sea. No importa. Sigue gritando y llorando. Pero joder, cómo quiero que te arrepientas de esa sonrisa.
*-*-*--*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-**-*-*--*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-*-
Me encantaría si me dieran algunas ideas....
8 notes · View notes
belencha77 · 28 days
Text
CAP 39 - CUANDO EL CORAZON CANTA
Tumblr media
Después del desayuno, decidí salir a tomar aire fresco para despejar mi mente. Me sentía cansada; la noche había sido difícil, y el estrés se estaba convirtiendo en un peso abrumador. Hoy era crucial, ya que representaba mi última oportunidad para obtener información de Regina.
Al salir del tren, vi a lo lejos a Liam, que también estaba afuera, tomando aire. Sostenía una taza en la mano y miraba hacia el horizonte. Me acerqué lentamente para hablar con él. Jacob, al verme, sonrió.
|| Buenos días, Lady Riley || saludó Jacob con cortesía.
|| Buenos días, Jacob. ¿Cómo amaneció el rey? ¿Hubo algún problema adicional? || pregunté con una sonrisa. Jacob, sonriendo con timidez, respondió:
|| En realidad, no. Después de que usted se fue, no se despertó hasta esta mañana. Parece estar bastante avergonzado como para hablar del tema… Afortunadamente, recuerda pocas cosas de ayer y de las que le conté, se siente bastante mal… ||
|| Pobre Liam… ¿Podría hablar con él un momento? ||
|| Por supuesto, Lady Riley || dijo Jacob amablemente, dejándome pasar. Cuando llegué junto a Liam, aclaré mi garganta para anunciar mi presencia.
|| Hola, guapo... || exclamé, esbozando una sonrisa al verlo. A decir verdad, no se veía nada bien: sus ojos estaban hinchados y su rostro mostraba signos de cansancio.
|| ¡Riley! Hola, muñeca... || respondió con una sonrisa que no alcanzó a ser completa que pronto fue seguida de un suave beso en la mejilla.
|| Tal vez mi pregunta suene un poco tonta, pero... ¿cómo amaneciste? || pregunté, buscando las palabras adecuadas para describir su apariencia || Te ves... eh... ||
|| ¿Quieres decir que me veo horrible? || me interrumpió, y yo solo me reí, tapándome el rostro con las manos y negando con la cabeza. Su risa se unió a la mía || Honestamente, yo también lo creo. Tengo una resaca tremenda. Mi cabeza duele, mi estómago me odia y el cálido sol que pensé que me ayudaría no está siendo de mucha ayuda || se quejó, y yo no pude evitar sonreír.
|| Liam, para ser sincera, estás muy lejos de verte horrible a pesar de todo || dije, y él me respondió con una media sonrisa || Pero lamento mucho que te sientas tan mal. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte? ||
|| Por lo poco que recuerdo y lo que Jacob me dijo… no creo. Ayer hiciste bastante || dijo Liam con nerviosismo y una nota de culpa en su voz || Jacob me contó en detalle lo que pasó y… quisiera disculparme. Normalmente no me comporto así. De hecho, rara vez bebo de esa manera. Honestamente, recuerdo solo fragmentos de lo que ocurrió y poco de lo que dije, así que… || Pero antes de que pudiera continuar, lo interrumpí con una sonrisa tranquilizadora.
|| Liam, no tienes que disculparte. No hay nada que perdonar. Todo lo que hice, lo hice con gusto. Si beber de esa forma fue tu manera de liberar el estrés, no lo veo mal. Todos necesitamos una válvula de escape de vez en cuando, ¿no crees? ||
|| Tal vez, pero igual dije algunas cosas inapropiadas sobre Madeleine. Te hablé sobre el hecho de que no te enamores de Drake en caso de que las cosas no se solucionen. ¡Rayos, Riley! Mi corazón se desbordó ayer y… no era mi intención hacerte sentir incomoda || Exclamó, visiblemente avergonzado. Rápidamente tomé su mano en la mía.
|| Liam, lo único que dijiste ayer fueron verdades que, aunque puedan ser incómodas, son parte de lo que eres. A veces, abrir el corazón, incluso bajo los efectos del alcohol, puede ser una forma de liberar emociones que llevamos dentro. No tienes por qué sentirte mal por eso || le dije con sinceridad, sonriendo para aligerar el ambiente. Liam bajó la mirada, su expresión se volvió más seria y nerviosa.
|| De todas formas, disculpa mi comportamiento y, sobre todo, por hacerte sentir incómoda. No era mi intención. No tenías que quedarte a cuidarme ni debías arroparme; pero te agradezco mucho que lo hayas hecho ||
|| No me hiciste sentir incómoda, Liam. De hecho, me sentí muy bien al hacerlo || dije suavemente, enlazando mis dedos con los suyos || Y no fue algo tan complicado arroparte, además lo necesitabas, ya que no tenías conciencia de hacer nada por ti mismo || Él sonrió, aceptando que tenía razón, y cerró los ojos por la vergüenza. Llamé su atención, y volvió a mirarme || ¿Sabes? Me gustó ese Liam borracho. Es bastante divertido y, sobre todo, dice cosas que son verdad ||
|| Bueno, no me siento orgulloso de eso, pero me alegra que te guste ese Liam borracho, aunque espero que nunca más salga || exclamó riendo.
|| ¿Sabías que es muy difícil llevar a un hombre adulto borracho a su habitación? Afortunadamente, Jacob estaba ahí para ayudarme || dije sonriendo, haciendo que Liam se sonrojara un poco, evidentemente abrumado por la vergüenza.
|| ¡Cielos, Riley! Cuánta vergüenza siento, no puedo creer que--- || Pero sus palabras fueron interrumpidas cuando Jacob se acercó.
|| Mil disculpas, su Majestad, pero la Condesa Madeleine me pide avisarle que lo está esperando en el despacho del tren || Liam puso los ojos en blanco mientras yo suspiraba profundamente.
|| Gracias, Jacob, dile que enseguida voy || respondió Liam. Luego, se volvió hacia mí y me besó en los nudillos || Creo que debo irme... Nos vemos después, mi amor. Y muchas gracias... ||
Le sonreí, y Liam lentamente se alejó.
**
Las horas pasaron y llegó la tan anhelada tarde. Eran alrededor de las tres cuando escuché un golpe en la puerta. La abrí y encontré a Hana sonriendo ampliamente.
|| ¡Hola, Riley! ¡Se me ha ocurrido una gran idea! || exclamó mientras entraba rápidamente y se sentaba en la silla de mi tocador || Sé que debes estar más que estresada por lo que pasará esta noche con Regina, así que noté que cerca de aquí hay un bar karaoke. Podemos tomar algunos cócteles, cantar un poco y divertirnos. ¿Qué opinas? ||
|| Mmmm, no lo sé, Hana… No estoy segura de estar con ánimos ||
|| Vamos, amiga, es perfecto para quitarte el estrés antes de que empiece la ópera || dijo llena de emoción. Al verla tan feliz, no pude evitar decirle que sí.
|| Ok-ok, está bien. ¡Cielos! Cada vez te pareces más a Maxwell || Dije y Hana me miró y sonrió.
|| Entonces… ¿Eso es un sí? ||
|| Así es… ¡Después de ti! || exclame y Hana se levantó más que emocionada para salir por la puerta.
Al salir y pasar por el lobby, noté que Drake estaba conversando con Sara de una manera bastante coqueta. Intercambiaban sonrisas, se tocaban las manos y los brazos. Una punzada de celos me atravesó, pero rápidamente me di cuenta de que, aunque me doliera, lo mejor era dejarlo ir. No es justo mantenerlo con esperanzas, especialmente cuando yo no puedo corresponderle.
Hana me miró, pero intenté evitar su mirada. Ni Drake ni Sara notaron nuestra presencia, así que rápidamente salimos del tren.
|| Riley, ¿la chica con la que estaba Drake es Sara? ||
|| Así es… Es ella || le respondí, tratando de ocultar cualquier tipo de emoción. Hana no dijo nada más y continuamos nuestro camino al bar.
**
Después de recorrer juntas algunas calles de París, finalmente llegamos al BAM Karaoke Box. El lugar estaba escondido en una pintoresca calle lateral, adornada con luces de colores y pequeñas mesas al aire libre. Al acercarnos, podíamos escuchar el sonido amortiguado de risas y canciones provenientes del interior, lo que aumentaba nuestra emoción.
La fachada del BAM Karaoke Box era acogedora, con grandes ventanales que dejaban entrever un interior vibrante y bien iluminado. Al entrar, nos recibió una atmósfera cálida y animada. Las paredes estaban decoradas con carteles de conciertos y discos antiguos, creando un ambiente retro y divertido.
El personal nos saludó con una sonrisa, y Hana rápidamente se acercó a la recepción para asegurarse de que tuviéramos una mesa. Nos condujeron a una cómoda mesa en una esquina, lo suficientemente cerca del escenario para que pudiéramos disfrutar del espectáculo, pero lo suficientemente lejos para tener una conversación tranquila.
Nos sentamos y pedimos nuestras bebidas. La carta de cócteles era variada, y decidimos empezar con algo ligero y refrescante. Mientras esperábamos, la conversación fluyó naturalmente, tocando temas ligeros y divertidos, hasta que empezamos a hablar de cosas más profundas y significativas.
|| ¿Sabes? || dijo Hana, con una sonrisa nostálgica || De adolescente, solía practicar mis recetas de postres con la esperanza de que estuvieran perfectas para cuando encontrara a la persona con quien casarme. En esa época, pensaba que la vida doméstica sonaba romántica y que, gracias a eso, por fin conocería a alguien, me enamoraría, y que una vez que nos tuviéramos el uno al otro, nada importaría || Me dijo y yo le sonreí, comprendiendo el sentimiento. A veces, las fantasías adolescentes chocan con la realidad de la vida adulta, pero es hermoso recordar esos sueños con cariño.
|| Esas fantasías son parte de lo que nos hace quienes somos || respondí || Aunque la realidad pueda ser diferente, no significa que no podamos encontrar felicidad en lo que hemos aprendido y en las experiencias que vivimos ||
|| Lo sé, pero mi madre siempre creyó que encontrar un buen partido era más importante que otras cosas. Cuando conocí a Maxwell, al principio me negué a aceptar que él era el adecuado para mí. Pensaba que éramos demasiado diferentes y no quise conocerlo bien. Pero, con el tiempo, me di cuenta de que él me complementaba. Sabe cuándo estoy feliz o triste y siempre encuentra las palabras justas para hacerme sonreír. Ahora, cuando imagino esa vida que te conté, lo hago con él. Puedo decir con total seguridad que lo amo; Maxwell es el amor que tanto esperé en mi vida || exclamó Hana, pero su rostro se contrajo y su alegría se apagó rápidamente.
|| Entonces, ¿cuál es el problema? || pregunté con preocupación.
|| Cuando llegué a Cordonia, pensé que podría ser feliz viviendo la vida que mis padres querían para mí. Ellos esperaban que encontrara un “gran partido” y viviera según sus deseos. Pero desde que conocí a Maxwell, mi perspectiva cambió. Siento que él es ideal para mí y no necesito buscar a nadie más… Pero || Dijo Hana y bajó la voz, haciendo que me acerqué más para escucharla || Lamentablemente, las cosas son complicadas ahora. Quisiera que todo el mundo supiera que Max y yo nos queremos, pero tengo que mantener las apariencias por mis padres y por Madeleine… Y para ser sincera, es muy incómodo ||
|| Supongo que lo dices por los pretendientes que Madeleine tiene para ti, ¿verdad? ¿Fue demasiado incómodo? ||
|| Lo fue. Fingir que Maxwell no importa y tener que coquetear con otros hombres me parece terrible. Max y yo estamos por caminos separados, sin poder demostrar a los demás lo que realmente sentimos ||
|| De verdad, Hana, lamento mucho lo que ha pasado. Imagino que Max debe sentirse igual, ¿no? ||
|| Sí, Maxwell está muy afectado. Ayer noté que estaba consumido por los celos. Aunque lo intuyo, nunca me lo ha confirmado directamente, y tampoco se lo he preguntado. Muchas veces guarda sus sentimientos para sí mismo || Comentó Hana con un toque de frustración.
|| ¿Y los pretendientes? ¿Cómo se comportaron contigo? || Pregunte curiosa.
|| Se puede decir que bien... Charles está convencido de que me interesa y de que tiene asegurado su matrimonio conmigo. En cambio, Rashad, aunque es agradable y no tan pretencioso como Charles, habla casi exclusivamente de su trabajo. No para de hablar de lo gran abogado que es y de cómo no puede desconectarse de su profesión. Además, parece que está bastante interesado en ti, porque me preguntó mucho sobre ti || Comentó Hana con una sonrisa, mientras yo solo ponía los ojos en blanco.
|| ¡Cielos! Ni lo menciones. Aunque no puedo negarlo, Rashad es bastante apuesto, no me interesa || Le respondí, riéndome también.
|| Lo que realmente detesto de Charles es su pretenciosidad y egocentrismo. Nunca se cansa de hablar de sí mismo; incluso ayer me comentó lo feliz que estaba de haber encontrado finalmente una 'mujer adecuada' que sepa cómo darle el cuidado que merece ||
|| ¿En serio? ¡¿Quién se cree este tipo?! || exclamé indignada.
|| Lo sé, es un completo idiota. Pero fingir interés es lo que me mantiene aquí. Lo único malo es que Maxwell está llegando a su límite. Esta mañana me dijo que no le importa lo que diga la gente y que es el momento de que anunciemos nuestra relación ||
|| Eso es genial, ¿no? Además, Madeleine no puede mandarte de la corte, ya que Liam intervendría de inmediato ||
|| Puede que sea así, pero no es ella quien me preocupa; son mis padres. Ellos harían lo que fuera necesario para separarme de aquí y de Maxwell. Si eso llegara a pasar, me quedaría sin Max y sin la capacidad de ayudarte. Por eso le dije que no podemos hacer eso. Se enojó un poco, pero luego lo entendió. Además, Max jamás te dejaría sola en estos momentos || dijo Hana con un tono que combinaba tristeza y sinceridad. No puedo evitar sentirme abrumada al darme cuenta de cuánto se están esforzando y sacrificando mis amigos solo para ayudarme.
|| Hana… ¿Crees que realmente vale la pena? Quiero decir, ¿que ustedes dos se sacrifiquen por mí? || Pregunte con un poco de ansiedad.
|| Riley, no es culpa tuya. Es una decisión nuestra. Somos tus mejores amigos, y los mejores amigos nunca se abandonan. Además, estoy aquí para ayudarte de la mejor manera posible. Tengo muchas más posibilidades de hacerlo aquí que en casa, y no me iré hasta que tu nombre esté completamente limpio || Me aseguro con certeza.
|| Pero, ¿después? ¿Podrás finalmente ser feliz con Max? || pregunté, llena de esperanza.
|| Sí, amiga. Finalmente seré feliz con él. Después de limpiar tu nombre, hablaré con mis padres y les contaré sobre Max, pase lo que pase. No dejaré que nada ni nadie nos detenga ||
|| ¿Y has pensado en cómo se lo vas a decir? ||
|| He estado dándole vueltas a la forma más delicada de hacerlo, pero siempre temo que resulte mal. No puedo evitar pensar que podrían repudiarme, pero ya no me importa. Estoy dispuesta a enfrentar cualquier cosa por la felicidad que ahora tengo ||
|| Ellos deben darse cuenta de que no puedes ser quien ellos quieren que seas ||
|| Lo sé, pero lamentablemente ha sido así toda mi vida. Antes, no sabía cómo sentirme sin ellos marcando cada aspecto de mi existencia, pero ahora tengo el apoyo incondicional de Max y de ustedes. Así que todo es diferente; siento que finalmente estoy construyendo mi propia vida. Y sé que Bertrand también nos apoyará cuando lo sepa ||
|| Así será, Hana. Te prometo que haré todo lo posible para asegurarme de que ambos encuentren la felicidad que merecen. Lo prometo de corazón ||
|| Gracias, eres una buena amiga || me dice, dándome un pequeño abrazo. Luego se separa y me mira con atención || Riley, ¿puedo hacerte una pregunta? || Asiento con la cabeza, expectante, esperando su pregunta || ¿Aún sientes algo por Drake? || Miro a Hana con sorpresa y un toque de tristeza || Perdón si fui demasiado directa, pero noté que te molestó ver a Drake con Sara ||
A pesar de mis esfuerzos por ocultar mis celos, no pude evitar que mi corazón se llenara de emociones al verlos juntos.
|| No puedo negar que sentí un poco de celos. En cuanto a tu pregunta, sí, todavía tengo sentimientos por Drake. Es difícil admitirlo, especialmente cuando esos sentimientos se hacen más evidentes en momentos como este. Sin embargo, lo que siento por él no se compara con lo que siento por Liam. Mis sentimientos por Liam son más profundos y claros. Quiero lo mejor para todos nosotros, y eso incluye dejar ir a Drake, incluso si al final eso significa que no me quede con Liam. No quiero herir a ninguno de los dos. Aunque es doloroso, estoy decidida a hacer lo correcto y eso implica mantener a Drake a distancia ||
|| Es muy maduro de tu parte hacer eso || dice Hana con convicción.
|| Drake estaba ganando un lugar importante en mi corazón. Él me ha estado apoyando, pasaba mucho tiempo conmigo y tenía momentos muy tiernos, pero no es justo que alimente sus esperanzas. Hablé con él y le expliqué que es mejor que busque a alguien que pueda hacerlo feliz. Por lo que vi hoy, parece que lo está logrando. Si sigo aferrándome a dos hombres, siento que soy una persona terrible ||
|| Riley, no sientas eso. No eres una mala persona. Sentir celos es normal cuando aún tienes sentimientos por Drake || exclama Hana, tratando de calmarme. Sin embargo, me siento profundamente abatida.
|| No, esos celos no están bien. Drake es libre de estar con quien quiera; al fin y al cabo, él es soltero. Incluso Liam teme que me enamore de Drake si las cosas no se resuelven ||
|| ¿Liam lo sabe? || pregunta Hana, sorprendida.
|| Sí || respondo con tristeza || Es por eso que me siento como una persona horrible. No quiero herir a Liam; él es un hombre maravilloso. Pero tampoco quiero lastimar a Drake. Mi prioridad ahora debería ser limpiar mi nombre, y después de eso veré qué sucede... || De repente, me fijo en las personas que están cantando en el escenario y siento unas ganas locas de unirme. Miro a Hana y sonrío || ¿Sabes qué? Creo que voy a cantar una canción que habla justo de nosotras y de nuestros amores secretos ||
Hana me sonríe y yo me dirijo al escenario. Espero que sea una buena idea.
<<Punto de vista de Liam>>
|| Maxwell, ¿para qué vinimos aquí? Tengo una resaca terrible y me arrepiento por completo || digo, lamentando la vergüenza que pasé con Riley || Por lo tanto, no deseo volver a beber por un buen tiempo ||
|| Liam, necesitas distraerte. Sé que el asunto con Sebastián no es agradable, pero no te traje aquí solo para beber, sino para disfrutar de las hermosas voces que salen de este karaoke. Confía en mí || responde Maxwell.
|| Maxwell, ¿quién te dijo que queremos escuchar a personas cantar? || pregunta Drake con fastidio, mientras Maxwell simplemente se encoge de hombros. Drake niega con la cabeza, visiblemente derrotado por la insistencia de Max || ¡Cielos! Eres demasiado necio. Si no te sales con la tuya, no eres tú ||
|| Está bien, amigos, sin peleas || digo con firmeza || Ya que estamos aquí, vamos a quedarnos. Lo único que te pido, Maxwell, es que vayamos a sentarnos en la mesa que está al fondo. No quiero lidiar con nadie ahora ||
|| ¡Ese es mi amigo! || exclama Maxwell con entusiasmo. Nos dirigimos a una mesa en el fondo y, de repente, veo cómo se enciende una luz en el escenario. Parece que es el momento en que alguien comienza a cantar.
<< Punto de vista Riley>>
youtube
En el escenario, me acomodo en el taburete que han dispuesto para mí. En cuanto comienzan las notas de la melodía, cierro los ojos, dejando que la música me envuelva. Siento cómo cada acorde y cada letra resuenan en lo más profundo de mi ser. La canción que escogí es un reflejo de mis emociones más íntimas, y mientras voy entonando la canción, algunas lágrimas comienzan a derramarse.
♪ ♪We keep behind closed doors, Every time I see you I die a little more, Stolen moments that we steal as the curtain falls, It'll never be enough, It's obvious your meant for me, Every piece of you it just fits perfectly, Every second, every thought, I'm in so deep, But I'll never show it on my face, But we know this, we got a love that is hopeless ♪ ♪
En esos momentos, me siento abrumada por un torbellino de sentimientos que inunda cada rincón de mi ser. La melodía se convierte en un puente entre mi alma y el mundo, y me permito perderme en ella, en el fervor de mis emociones. Cada palabra y cada nota se transforman en una expresión sincera de todo lo que llevo dentro.
>>Punto de vista de Liam<<
|| ¿Es Brown? || exclama Drake, sorprendido.
|| Tienes razón, es mi pequeña flor… Y… ¿Hana? ¿Qué hacen ellas aquí? || dice Maxwell, también sorprendido. Mientras tanto, observo a Riley en el escenario, derramando sus sentimientos. Su dolor es tan palpable que mis propios ojos se llenan de lágrimas.
|| Liam, ¿sabías que vendrían? || pregunta Drake. Aclaro mi garganta antes de responder.
|| No, no tenía ni idea. Hablé con Riley esta mañana, pero no mencionó nada. Después de eso, no volvimos a hablar || le explico, tratando de mantener la calma.
|| Voy a ir a verlas || dice Maxwell, pero lo detengo firmemente del brazo.
|| ¡Maxwell, detente! No quiero que sepan que estamos aquí. ¿Recuerdas cómo estaba lastimada cuando cantó contigo en el karaoke? La veo igual ahora. No es conveniente que aparezcas || le digo. Maxwell me mira preocupado, y los tres seguimos escuchando la conmovedora melodía de Riley.
♪ ♪Why can't I hold me in the street?, Why can't I kiss you on the dance floor?, I wish that it could be like that, Why can't it be like that?, 'Cause I'm yours, Why can't I say that I'm in love?, I wanna shout it from the rooftops, I wish that it could be like that, Why can't it be like that?, 'Cause I'm yours. When you´re with her, do you call her name, like you do when you´re with me?, Does t feel the same?, Would you leave if I was ready to settle down, Or would you play it safe and stay? But we know this, We got a love that is hopeless… Why can't I hold me in the street?, Why can't I kiss you on the dance floor?... ♪ ♪
>>Punto de vista Riley>>
Al terminar la canción, una gran ovación me devuelve a la realidad. Suavemente, me seco las lágrimas y sonrío al público. Mientras me dirijo hacia Hana, algunas personas me felicitan y me sonríen, pero siento mi corazón completamente roto. Fue una pésima idea cantar.
|| ¡Amiga! Eres maravillosa. Esa canción fue perfecta. Pero, ¿estás bien? || pregunta Hana con preocupación.
|| Gracias, pero no puedo mentir. Siento una mezcla de sentimientos ahora || respondo, sonriendo débilmente mientras seco unas lágrimas restantes y lanzo un profundo suspiro || Pensé que cantar me ayudaría, pero creo que empeoró las cosas ||
|| ¿Deseas que volvamos? ||
|| Sí, creo que es lo mejor. Lamento arruinar nuestra salida, pero no me siento bien. Te agradezco por traerme y, sobre todo, por tu apoyo en este momento || digo, con sincero agradecimiento.
|| No tienes por qué agradecerme, Riley. Para eso están las amigas || responde Hana con una sonrisa cálida.
|| Gracias de nuevo || le digo, con una expresión de gratitud.
|| ¿Sabes qué te animará? ¡Un postre! De camino de regreso, pasaremos por mi pastelería favorita. Te invitaré mi postre favorito || exclama Hana, llena de entusiasmo.
Tomamos nuestras cosas y, rápidamente, salimos del lugar, con la promesa de un dulce consuelo esperando al final del camino.
>>Punto de vista Liam<<
|| Se están yendo || exclama Drake.
|| Déjalas irse, Drake. No quiero que Riley nos vea aquí. Y para nosotros también será mejor irnos. No me siento del todo bien || le respondo. Al mirar a Riley, siento que mi corazón se rompe en mil pedazos. ¿Por qué tengo que hacerle tanto daño?
|| ¿Estás seguro de dejarla ir, Liam? No se veía muy bien || pregunta Drake, preocupado.
|| Estoy seguro, Drake || confirmo. Así, las veo salir del lugar. Minutos después, los tres nos dirigimos rápidamente al tren.
>>Punto de vista Riley<<
Después de pasar por la pastelería favorita de Hana y comprar algunos dulces, llegamos al tren riendo y conversando. Su compañía fue un bálsamo para el mal rato que había pasado; con tantas preocupaciones en la mente, disfrutar de su risa y compañía fue un verdadero alivio. Pero ahora era el momento de prepararme para la ópera.
Después de una exhaustiva búsqueda, encontré el atuendo perfecto: una falda de tubo negra de cuero que abrazaba mis curvas con elegancia y un jersey de lana negro con cuello alto que completaba el conjunto con un toque sofisticado. Los tacones, altos y elegantes, realzaban mis piernas y añadían un aire de confianza. Me arreglé el maquillaje con un toque de sofisticación y me hice unas ondas suaves en el cabello, que caían con gracia sobre mis hombros. A las siete de la noche, Hana y yo estábamos listas para disfrutar de la velada, sintiendo una mezcla de emoción y expectativa por la noche que nos esperaba.
Tumblr media
@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
8 notes · View notes
softaikiria · 1 year
Text
Querido Nadie:
Quererme
No sé si vas a quererme. Que difícil pensar esto, notarlo o sencillamente entrar en aquel estado ansioso en donde empiezo a preguntarme si podrías quererme. Yo, soy prisionera de una mente caótica llena de colores que no combinan entre sí, algunos son llamativos, vibrantes y resplandecientes, otros, simplemente, muy oscuros y sin matices.
Quiero saber si podrías quererme, saber si comprenderías mis grietas y desequilibrios. Es extraño toparse con personas extrañas, es extraño ser–extraño— y toparse con personas que, afortunada o desafortunadamente, son muy consientes de la vida que los rodea y no hacen un escándalo de ello. Yo he llorado viendo el atardecer, caminando sola por las calles, en un momento la música de los audífonos se vuelve viento y las galerías a mis costados suman presencia con sus luces cálidas. Hay personas allí dentro tomando café, leyendo un libro o charlando entre sí, las veredas brillan con ríos diminutos llamados charcos y el frío comienza a existir sobre mi cara, sobre mi cuerpo. Sí, es este momento donde lágrimas comienzan a salir y la garganta se me cierra. No, no es algo nostálgico, es la vida. Es la belleza de la vida. La presencia dulce de la existencia caótica del ser humano. Entonces, es por esto que quiero saber si lograrías quererme. Porque hay días que soy extraña y otros en donde soy un ser muy triste, días dónde camino sola y bailo en la calle, días dónde charlo con extraños cuerpos sin nombres porque no he preguntado y esto es maravilloso, la existencia de otros–con rostro–pero sin nombre.
—Es un día hermoso— comenzó una charla aquel hombre en la parada del colectivo— amo esta época— había un brillo infantil, juguetón y hermoso en su mirada— las calles repletas de estas hojas amarillas, secas y de tantos colores más. Todo tiene otra esencia, algo de película y que deberíamos apreciar más— sin notarlo, ya nos estábamos conociendo y siendo íntimos. No sé su nombre, pero conozco la delicadeza de su voz, llegando como un susurro de ensueño a mis oídos junto con el viento del otoño.
Y bailo desenfrenada en la disco como si nadie me viera con ojos juzgones y río fuerte y hablo mucho, sobre todo y nada. Un día alguien escribió sobre mí sin saber que yo nacería y sería su verso más conocido “a veces es tan niña, a veces tan mujer” Quiero saber si podrías quererme porque he notado que la vida de cada espíritu es un dulce secreto que compartimos solo con nuestro cuerpo— nuestro yo interno—. Nadie verá nada como tus ojos miran y nadie sentirá como tu cuerpo siente. La taza blanca con lo último del café que aun vapor expulsa con sus hondas al cielo, desvaneciéndose, formas que nadie más verá, formas que son un secreto con nuestra alma.
¿Podrías quererme? ¿Aun cuando la delicadeza de la vida ha golpeado en mí sobresaltandome tan violentamente que siento todo con tanta fuerza hasta casi desvanecerme? ¿Podrías quererme aun cuando amo con cada diminuta partícula de mi ser o me alejo de maneras teatrales para que me recuerdes como algo extravagante? Vivo en un escenario de vidas paralelas, soy una persona de mil vivir y la ordinariez no es parte de mi ser. Soy teatral, soy algo desenfrenada y hago ruido o mucho silencio. No soy diferente, no lo creo, no me siento especial porque quizás alguien suspira oliendo el perfume de una rosa con muchas hojas y yo lo mire de lejos pensando –no me gusta el rojo de esa flor tan espinosa– ¿entendés a lo que voy? Así que nadie ¿Podrías quererme?
90 notes · View notes
alva-lumin · 4 days
Text
Tumblr media
Libro: Canción Anómala, Libro 1 de la saga Majestic Dragon, tomos Oníricos.
Celestia era pequeño, a comparación de los planetas vecinos, pero lleno de vida y fulgor. Toda su superficie estaba conformada por agua, sin embargo, habían nacido allí, su simple existencia les daba las capacidades exactas para subsistir. La piel era escamosa y en tono aguamarina, con branquias en la mayoría de su cuerpo, aptas para su supervivencia. Sus cabellos, en colores celestes, blancos y verdes, ondeaban al viento, al grácil aire templado.
Sus templos se alzaban con una mampostería delicada, marmoleada y ondulada, agradable a la vista, en excelso trabajo y planeación. Con sus ciudades y aldeas cubiertas por una cúpula parecida a una burbuja, resistente a los peligros, dócil al tacto.
Las grandes construcciones se erguían gracias a las placas anfibias que se movían y flotaban con el movimiento del agua. Soportando enormes cantidades de peso. El material, llamado Levianita, se obtenía de las profundidades. La peculiar piedra se conectaba como una cadena que, solo al despegarlas, podían flotar sin problemas. De apariencia suave pero de textura porosa, reflejaba la luz de manera etérea, no necesitando ninguna otra fuente de iluminación.
Las pequeñas islas, conectadas por puentes delgados y resistentes, se regaban en zonas en las que las piedras y arena de las honduras, fueran menos profundas. Así, mantendrían mejor su edificación.
Eran parecidos a los humanos, bípedos, de diferentes tamaños, de carácter voluble, de corazones distintos, de sentimientos abrumados, con algunos traumas del pasado. Habían desarrollado una hermosa nación, de tecnología creciente, de ideas y sueños enormes. Algunos trajes hechos de la fauna local les permitían nadar a decenas de metros, permitiéndoles llegar aún más lejos. Brincaban sobre las aguas como delfines, y nadaban con tal pericia, que parecían proyectiles.
Una tarde, de colores borgoña y de luces por dormir, el cielo se nubló por completo, a una velocidad desbordante, apabullante. Las nubes demostraban tormenta y las aguas yacían inquietas.
—Es tiempo de subir a la ciudad central, es tiempo de subir a la ciudad central. Los puertos se cerrarán. Todas las personas deben subir a la ciudad central. —Se escuchaba de las bocinas del lugar—. Una tormenta se acerca.
No tardaron en acatar las órdenes, estaban acostumbrados a ellas. La marea se alzaba en inmensa cantidad, y las olas comían todo a su paso. La ciudad central no era más que un campo gigantesco con lo primordial para sobrevivir; alta y de estructura resistente. Aunque sus habilidades de nado eran indescriptibles, aquello era en extremo riesgoso.
Pero el cielo se apagó más de lo habitual. Las alarmas sonaron, indicando el pronto cierre de las entradas y salidas, y la peligrosidad de lo que se avecinaba. Los murmullos no se hicieron esperar, el miedo gobernó con voracidad cada pensamiento. No era un cuento que algo llegase desde el cielo, creían firmemente en deidades capaces de cumplir tales eventos. Y mientras algunos se hincaban ante la indómita imagen, las estrellas desaparecieron. En el horizonte, las nimias luces se apagaron de isla en isla, como un corredor perdiendo toda iluminación; hasta llegar a la metrópoli central.
Las voces a orillas de la gran ciudad desaparecieron junto a la oscuridad que se acercaba con una velocidad presurosa. Interrumpiendo los gritos, siendo arrebatadas desde las tráqueas, consumidas en las gargantas. La gente rezaba a diversas entidades, llorando ante lo ocurrido, esperando lo peor, sintiendo el miedo acrecentarse sin control, a medida de la negrura apremiante.
A lo lejos del universo, el pequeño y tímido planeta desapareció, hundiéndose en una piscina de tinta negra, de textura parecida a la brea. Para luego desvanecerse, dejando todo en perfecto orden, como si Celestia, nunca hubiera existido.
4 notes · View notes
fantasy-relax · 4 months
Text
Alfa Dulce Omega Peligroso
Part 9.
KNOCK KNOCK
“Madre necesito hablar urgentemente contigo”
“Entra”
Bela entro acompañada por una joven omega y Alcina frunció el ceño al notar el olor a culpa que rodeaba a ambas, así como el de la ira de su hija.
“Dime”
Bela respiro profundo pero su aroma seguía irradiando con intensidad, lo que sea que haya pasado estaba afectándole seriamente.
Señalando a la mujer detrás de ella Bela procede a hablar con un tono controlado. “Zina me ha informado de una serie de abusos hacia el alfa por parte de las demás sirvientas” El olor a culpa aumenta. “Desde el primer día que el alfa empezó a vivir aquí ha sido víctima de ataques verbales y físicos al punto de evitar en lo posible el contacto con el demás personal, el único grupo que parece tratarle con decencia es el personal de cocina, la jefa de sirvientas Greta, la maestra carpintera Relia y la chef Dorottea”
Alcina suspiro colocando un cigarro nuevo en el portador y procediendo a fumar.
Eras un imán de problemas.
“Pudo haber hablado con Greta o contigo en lugar de ocultarlo para salvar su orgullo”
“Umm Señora Dimitrescu”
La señora de la casa volteo a ver a la sirvienta.
“¿Qué?”
“No creo que haya sido por orgullo, vera desde que tengo memoria esa mujer ha sido tratada así”
Imposible los alfas eran venerados, una mujer alfa mientras tratada de peor manera que un hombre seguiría siendo considerada mejor que los omegas o betas.
“Sus padres la habían echado de casa y nadie de su familia se acercó ayudarle, sobrevivía haciendo labores para los ancianos por una paga miserable, recuerdo a verla visto dormir en las calles de la plaza con solo su ropa vieja y rota como abrigo, dejo de hacerlo luego de un grupo de hombres la golpeara reclamándole por infectar el lugar con su olor” La joven sirvienta bajo la cabeza. “Supe que uno de los ancianos le había vendido una cabaña lejos del pueblo con un camino estrecho rodeado de árboles, pensé que los Lycan serían los que acabarian con su vida” Alzando la mirada Alcina noto la lastima en los ojos de la mujer. “Si no dijo nada no fue por orgullo fue por que para ella eso era lo normal”
La matriarca se froto las sienes.
“Así que Lucia le agredió y acabo con su paciencia”
Dirigiendo su mirada a la sirvienta noto como esta apretaba con fuerza sus manos, el miedo se mezclaba con su culpa.
Pero era opacado por el olor de furia que desprendía de si hija.
La humana se aclaró la garganta.
“El alfa se dirigía a la cocina cuando Carla le mando un comentario lascivo, el alfa la ignoro, pero se detuvo y ataco luego de escuchar lo que Lucia dijo”
Lady Dimitrescu miro fijamente a la sirvienta.
“¿Qué fue lo que dijo? “
La mujer estaba temblando.
“Le dijo a Carla que no bromeara de esa manera pues ser montada por un perro callejero era algo asqueroso”
Alcina alzo una ceja.
La humana trago saliva.
“Y que si lady Cassandra estaba tan desesperada por ser cogida bien podría haber dejar que los Lycan le dieran uso a su coño rígido”
BAM
CRASH
El escritorio choco contra el estante, destrozando ambos con el impacto.
La sirvienta estaba casi llorando, tartamudeaba incapaz de seguir con el relato por el terror que le provocaba el aroma de furia de madre e hija.
“Vete de aquí”
No tuvo que repetirlo.
------------------------------------
El silencio fue roto por Bela.
 “El alfa mantuvo su compostura todo el mes sin siquiera gruñir o devolver las palabras, solo ataco cuando el honor de la omega de su interés fue atacado” Si no fuera por sus guantes sus uñas ya hubiera atravesado la piel de su mano. “E inclusive mantuvo suficiente control para solo atacar al culpable, nadie mas fue herido no entro en frenesí a pesar de la inmensa furia que sentía” El peso de sus acciones y sus conclusiones precipitadas le pesaban. “Dejamos que nuestros prejuicios nos controlaran” Soltó una risa sin humor. “Que irónico”
Las heridas de tu cuerpo no fueron por padres tratando de controlar a un alfa rebelde que trataba de imponer su autoridad, fueron hechas por un hombre y una mujer que buscaban limpiar con tu sangre el estigma de tu existencia.
Bela asumió lo peor de ti a sabiendas de lo que habías hecho por su hermana, si hubieras intentando abusar de Cassandra esta te hubiera matado en segundos sin importar que estuviera en la cúspide de su celo sin embargo ella estaba contenta contigo y si Daniela no les hubiera interrumpido habría termino emparejadas, ¡Por el Dios Oscuro tu primera acción fue consolarla cuando volviste a verla! Estabas cubierta de suciedad y tenias vidrio incrustado en las plantas de tus pies y aun así tu prioridad era Cassandra.
¿Cómo era eso diferente a la manera en que los humanos trataban a su familia?
Cada vez que llegaba personal nuevo siempre susurraban los mismos rumores:
Las Dimitrescu secuestraban a las mujeres para esclavizarlas, experimentar con ellas y consumir su sangre.
Las Dimitrescu devoraban a todo hombre que tuviera el infortunio de entrar a su territorio.
La mayor tenía el corazón helado incapaz de sentir algo por nadie.
La de en medio era una bestia bruta cuyo único placer era causar dolor y miseria.
La menor tenia el cerebro dañado viviendo en fantasías que cuando eran rotas sangre manchaba el piso.
Eso era lo que la gente del pueblo decía.
No iba a negar que en los primeros años no tenían control alguno sobre la sed de sangre que tenían y entraban en frenesí al menor momento. Pero madre las mantuvo atrapadas en el castillo y les enseño a controlarse, no había servidumbre y el castillo estuvo años en descuido. El día en que entraron en razón y se dieron cuenta de lo que estaban comiendo se negaron a comer hasta que el hambre las envió de vuelta a un frenesí, para sobrevivir y mantener el control necesitaban como mínimo sangre humana no había otra opción.
Con los años se acostumbraron, la sangre y la violencia formaba parte de ellas, era su naturaleza negarlo sería negarse a sí mismas. Bela podía ser a veces apática, Cassandra disfrutaba castigando a las sirvientas y Daniela a veces perdía la noción de la realidad. Sin embargo, las cosas no eran como los rumores, algo que pocas sirvientas comprendían:
Casi nunca había secuestros, las mujeres eran las buscaban trabajar y lo hacían bajo un contrato con todo lo que debían hacer, así como las acomodaciones que necesitaran. Los castigos y muertes solo eran cuando incumplían con lo acordado, lo cual mientras era común no asesinaban sin pensar a todo el personal que ingresaba al castillo; algunas incluso preferían vivir en el castillo por el resto de sus vidas y al final ofrecían su carne como alimento.
Los hombres que entraban al territorio intentaban matarlas o aprovecharse de las sirvientas, actuando de manera grosera y asquerosa.
Bela era callada mas no cruel y cualquier problema era escuchado con atención y solucionado adecuadamente.
Cassandra se la pasaba peleando para proteger a los habitantes del castillo. Muchas sirvientas morían en sus manos, pero otras eran salvadas por las mismas de ser asesinadas por los animales salvajes o sometidas a perversiones por intrusos.
Daniela solía consolar a las sirvientas y trataba de amenizar su estadía, sus ataques no eran violentos y en realidad eran dolorosos de presenciar.
A pesar de eso la gran mayoría se negaba a ver a través de sus prejuicios pues el simple hecho de no ser humanas era suficiente para odiarles y romper con las reglas lo que las llevaba a conocer la afamada crueldad de las Dimitrescu.
Bela detestaba que crearan una falsa verdad basada en solo rumores y prejuicios sin siquiera tratar de ver el otro lado de la moneda.
Y eso fue lo que hizo contigo.
-------------------------------------------------------------------------------------
Al sentir el aroma de culpa aumentar Alcina se acercó a su hija y se arrodillo frente a ella limpiando con delicadeza las lágrimas que por la mirada sorprendida su niña ni siquiera sabía había derramado.
Bela respiro profundo inclinándose mas a la mano que le acariciaba, se mantuvo unos segundos antes de componerse y alejarse.
“¿Qué procede madre?”
Alcina suspiro, pero sabia que su hija no dejaría de sentirse culpable hasta solucionar este desastre.
“Sacare al alfa del calabozo y la llevare a su habitación; tu busca a Greta y dile que me traiga un botiquín, luego ve con Daniela a buscar a Lucia, diviértanse con ella”
“¿Y Cassandra?”
“Sigue castigada nada de ir al calabozo por al menos otros cuatro meses, pero puedes pedirle consejo sobre como proseguir con Lucia”
La rubia rodo los ojos sonriendo. “Hablara por horas”
Alcina sonrió. “Por supuesto que lo hará”
----------------------------------------------------------
“Vamos estírate más ¿Qué no tienes hambre?”
Estaba demasiado lejos, lo único que conseguirías era abrir tus heridas. Tenías que aceptar que hoy no ibas a comer.
Pasos hacían eco por las paredes y un aroma a rosas llego hasta a ti sabias bien quien venia.
La sirvienta igual, por un momento pensaste que te acercaría la bandeja, pero en su lugar la tiro la suelo.
“¡Lady Dimitrescu que bueno que llego!” Lagrimas falsa rodaban por sus mejillas mientras te señalaba. “¡Esta bestia me ataco provocando que tirara la bandeja de comida que tan dadivosamente le traje, es un peligro!”  Suspiraste al oler la ira de la señora, no intentaste defenderte después de todo era tu palabra contra la suya y lady Dimitrescu no estaría de tu lado.
SLASH
“¡AHH!”
Un corte adornaba el rostro de la sirvienta quien trata de contener la sangre entre sollozos.
“Fuera de mi vista y agradece que no te corte la lengua rata mentirosa”
La mujer salió corriendo y la matriarca te miro, el olor a rosas era más fuerte y debajo de ello había una emoción que no podías identificar.
Sin decir nada abrió la puerta de tu celda.
“Sal”
Trataste de pararte, pero un mareo provoco que tambalearas y cayeras.
Escuchaste a la mujer suspirar “Eres un problema”
Manos te levantaron de las axilas para luego colocar tu cabeza sobre un hombro de blanco la señora coloco su brazo bajo tus piernas te asombraba la facilidad con la que podía cargarte como una niña pequeña.
El aroma era mas fuerte y aun no sabias que emoción era la que contenía.
Pero el cansancio que sentías era demasiado y el aroma de rosas era relajante.
Dormiste todo el camino con tu rostro oculto en el cuello de la matriarca y un ronroneo en tu pecho.
7 notes · View notes
alasdepaloma · 2 years
Text
Sí, amores hay muchos,
tantos que se dividen en colores,
en aromas y en tamaños.
Amores hay tantos como
cielos y atardeceres,
tantos como los continentes.
Se habla de amores maduros y
aquellos que no lo son tanto.
La realidad es que nadie nació
amando, el amor es un constructo
que se ha ido enseñando.
No sé si la clase de amor
que yo doy sea linda,
está llena de desperfectos
pues brota de una fuente que
ya se ha cuarteado con el tiempo.
El amor de mi ser es callado,
no busca llamar la atención…
Callado de voz, mas no de intención,
puedo escribirle al amor todo el día
y gritarle en un mutismo
el anhelo que le tengo.
La clase de amor que otorgo
también lleva un amplio retazo de celos,
lo fui aprendiendo…
lo fui labrando…
cuando se me fue prometiendo
y, al terminar el día,
la promesa no cumplida
se fue marchitando.
Hay una pequeña dentro de mí
que se ha estado guardando
entre las arrugas de la piel
de la dueña a quien pertenece.
No me fue sencillo recuperarme
después de romperme,
después de ser flor
para terminar siendo sólo
una corola en busca del cuerpo
que le mutilaron.
Sin embargo pasó el tiempo y,
aún con el miedo en mis entrañas
atestado… sabía que yo era un
pequeño regalo de Dios
con ansias de poder amar
y de poder ser amado.
Desconoces cuánto me ha costado
Volver a abrir mi corazón
a otro ser humano,
después de haberlo cerrado y sellado,
y de haberme prometido
no permitir que alguien más
me volviera a hacer daño.
Las puertas yacían pegadas
a mis memorias ya muertas,
no quería abrirlas por miedo,
no quería mirar de nuevo las estrellas.
La luz me encandilaba,
Ofuscaba a mis emociones retraídas,
no quería ni mirar por las ventanas pero…
Él apareció en mi vida.
Es difícil comprender a alguien
—Llámese hombre o mujer—,
que vivió muchos traumas en la vida,
no es sencillo asimilar
el nivel de rotura que deja
en un otro, el filo ambiguo de una daga
demente,
un arma que sólo buscó satisfacerse.
Levantarse… ¡Cuánto duele!
Pero lo vi… lo vi a él
saludándome con esa preciosa sonrisa
tras la bruma de la pieza que creí
jamás sería exhibida.
Se asomaba e irradiaba una luz
que yo desconocía.
Intenté huir pero su mirada
atrajo como imán a la mía,
mi piel se enjugó las heridas
entre las lágrimas de sus poros,
el alma despertó del periodo
de olvido… de la narcosis
de la desilusión.
‘No quiero enamorarme’, pensé,
pero ya me habían vuelto a clavar
el corazón.
Sentí latir algo dentro de mí
cuando me dijo su nombre,
no quería mirarlo,
un nudo se formó en mi garganta
y quise salir huyendo
como huye un ladrón que ha robado un pan,
no por gusto,
sino por el hambre que ya le carcomía
hasta la soledad.
Quise correr lejos de él
pero no pude hacerlo…
en un instante él encontró
la combinación de ingreso a mi
desasosiego. Abrió la puerta del patio
trasero, del patio que nadie
jamás había visto…
El lugar de las heridas,
mi lugar más desprovisto.
Volvió a repetir su nombre,
mis mejillas se sonrojaron,
volví a nacer como niña,
volví a recuperar mi encanto.
Entonces le dije mi nombre,
entre el temblor de mis pensamientos,
de mis manos, de mis sueños…
Hubo un sismo sobre las ruinas
que ya cargaba.
Y brotó de entre todas ellas
una paloma enamorada.
‘No quiero sufrir’, le dije
como si él me hubiese pedido
amarme…
Entonces me abrazó en
un entendimiento,
que yo creí que sólo existía
entre las alas de un ángel.
Lloré y lloré por dentro,
me sentía en indefensión…
‘No prometas lo que no es cierto…
Si no vas a quedarte,
déjame como todos me han dejado,
antes de que sea tarde…’
Y me apretó a su pecho,
sin darme oportunidad de hablar…
El amor ascendía desde la tierra
y salía por mi coronilla
para conectarse con el fuego
de la estrella,
y sus cabellos que exhalaban vida.
‘Jamás nadie me ha amado…
Han sacado beneficios de mí,
y me lo he callado…
No soy una mujer que valga algo…’
Y sin embargo…
Continuó abrazado a mí.
‘No tengo miedo
Ni de tus emociones,
ni de tu llanto,
ni de tu forma tan inmadura de amar…
No tengo miedo de ti,
ni de tus arranques,
ni de tus miedos,
ni de tu soledad.
Toma el volante y conduce tú
yo te abrazaré para protegerte,
que no tropezaremos
y si lo hacemos…
Estaré ahí para contenerte…’
Pero este tipo de amor sólo
lo entiende aquel
que también fue abandonado,
en algún momento,
por su misma suerte.
Tumblr media
—PalomaZerimar.
**Un amor así**
83 notes · View notes
esuemmanuel · 1 year
Text
Caían las hojas como si fuese otoño, el viento soplaba grave entre los árboles, haciéndolos temblar y balancearse con estrepitosa furia… y las hojas, siendo arrancadas de sus ramas, atravesaban con tristeza el paisaje que se arrebolaba de carmesíes que reflejaban el dolor del cielo. La tormenta arreciaba sin lluvia. EL viento era demasiado, arrastraba a las nubes densas hacia otras partes del cielo, apretándolas fuertemente entre ellas haciéndolas tronar sobre las planicies, los senderos y los montes por los que sucedían…
Y ella, la inquilina de ese pequeño hotel en el que se había resguardado, miraba por la ventana el estruendoso atardecer. El clima había cambiado de manera drástica, provocándole cambiar el itinerario de su viaje. No tenía planeado hacer un alto en el camino, menos en ese lugar perdido entre las sombras. Había escuchado historias sobre ese lugar que la habían hecho temblar y, por lo mismo, se había prometido no visitarlo jamás en su vida, pero la naturaleza no es de compartir nuestros planes, ella hace y deshace a su gusto, dejándonos a expensas de la incertidumbre. Ella reflexionaba en ello mientras miraba a las primeras gotas de lluvia caer sobre el cristal de la ventana. Decidió cerrar la cortina y esperar en la habitación a que menguara la tormenta, sin embargo algo en su pecho la afligía más que preocuparla. Desde el momento que pisó ese lugar, se sintió triste, como si una mancha carmesí se hubiese impregnado en su corazón, llenándola de una profunda tristeza. Sus ojos, de pronto, comenzaron a verter lágrimas que, al roce de sus mejillas aterciopeladas, resbalaban ligeramente hasta acabar en las comisuras de sus labios. No entendía esa tristeza ni tampoco de dónde surgía. Trató de comprenderla, de analizarla, de darle un significado y un probable sentido…, y se encontró, de pronto, con un recuerdo; una imagen que le hizo agitar dolorosamente el corazón. Se llevó las manos al pecho, apretando fuerte su blusa, mientras las lágrimas caían y un gemido de su boca se hacía escuchar. La habitación se colmó de oscuridad, ya no sólo era la tormenta la que se hacía presente al azotarse en los cristales de las ventanas, sino la que estaba padeciendo la mujer que, sin mediar razón, se echó a la cama a llorar. Mientras le temblaban las manos sobre su pecho, aferradas a su blusa, sus labios pronunciaban un nombre… y le dolía más, le dolía tan hondamente que la garganta se le cerró al mencionarlo. Quiso ponerse de pie, pero no pudo. Ese nombre la sometía, la reprimía, la obligaba a mantenerse tirada sobre esa cama fría. Fue entonces que cerró los ojos con fuerza y vio que no estaba sola, a un costado de la cama y de pie, yacía un hombre de aspecto cansado y lúgubre, mirándola fijamente y en silencio. Se escuchó un relámpago en la lejanía cimbrando en sus raíces al suelo que pisaban; ella en la cama y el hombre misterioso en sus pies. Temblorosa, la mujer se incorporó lentamente, limpiándose como pudo el rostro mientras aferraba su mirada espantada a ese hombre que no dejaba de mirarla con esos ojos inundados de oscuridad y vacío; eran negros como la noche, tormentosos como el agua que arreciaba en las afueras y profundos como dos abismos que absorbían el aliento de quien miraban.
“¿Quién es usted y cómo entró aquí?”, trémula le preguntó la mujer como si no recordara nada, se quiso poner de pie, pero la presencia del hombre parecía mantenerla sujeta a la cama.
El hombre se acercó, con paso lento y arrastrando los pies, a la orilla de la cama. La lluvia seguía cayendo, mientras la mujer respiraba nerviosa y agitada.
“¡No se acerque a mí! Respóndame ¿cómo entró a la habitación?”, entrando en la desesperación, volvió a cuestionarlo, pero, como la primera vez, tampoco recibió respuesta. El hombre que tenía el semblante pálido, escuálido y moribundo, elevó su huesuda mano hacia ella, tratando de tocar su rostro. Sin embargo, la mujer no dejó que la tocara, moviéndose un poco hacia atrás, evitó que la mano del hombre la alcanzara. Éste gimió de dolor y también de enojo. De pronto, los ojos comenzaron a llenársele de una luz extraña, como una pequeña llamarada que crecía en el centro de su globo ocular; no tenía pupilas, sólo dos flamas de un fuego extraño que comenzaba a crecer conforme el dolor y la ira se acrecentaban dentro de él. La mujer quiso gritar, pero sus labios no le respondían. Todo su cuerpo había sido paralizado; sus extremidades temblaban, su estómago se contraía, su pecho subía y bajaba agitado. El hombre estiró su mano, alcanzando la frente de la mujer con la punta de su dedo índice y…
Suscribete a mi Patreon para apoyarme y tener acceso a contenido exclusivo.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
The leaves were falling as if it were autumn, the wind was blowing hard through the trees, making them tremble and sway in a resounding fury… and the leaves, being torn from their branches, were sadly crossing the landscape, which was turning crimson, reflecting the pain of the sky. The storm raged without rain. The wind was too much, it dragged the dense clouds towards other parts of the sky, pressing them tightly together and making them thunder over the plains, the paths and the mountains where they passed…
And she, the tenant of that small hotel in which she had taken shelter, was looking out the window at the thundering sunset. The weather had changed drastically, causing her to change the itinerary of her trip. She had no plans to stop along the way, let alone in that place lost in the shadows. She had heard stories about that place that had made her tremble and, for the same reason, she had promised herself never to visit it in her life, but nature does not share our plans, she does and undoes as she pleases, leaving us at the expense of uncertainty. She pondered on this as she watched the first drops of rain fall on the window pane. She decided to close the curtain and wait in the room for the storm to subside, but something in her chest distressed her more than troubled her. From the moment she set foot in that place, she felt sad, as if a crimson stain had permeated her heart, filling her with a deep sadness. Her eyes, suddenly, began to shed tears that, brushing against her velvety cheeks, slid lightly until they ended at the corners of her lips. She did not understand this sadness, nor where it came from. She tried to understand it, to analyze it, to give it a meaning and a probable sense…, and suddenly she came across a memory; an image that made her heart flutter painfully. She put her hands to her chest, clutching her blouse tightly, while tears fell and a moan from her mouth made itself heard. The room was filled with darkness, it was no longer only the storm that was present as it lashed at the window panes, but the one the woman was suffering, who, for no reason, threw herself on the bed to cry. While her hands trembled on her chest, clutching her blouse, her lips pronounced a name… and it hurt her more, it hurt so deeply that her throat closed at the mention of it. She wanted to stand up, but she could not. That name subdued her, repressed her, forced her to stay lying on that cold bed. It was then that she closed her eyes tightly and saw she was not alone, at the side of the bed and standing lay a tired and gloomy looking man, staring at her in silence. A flash of lightning was heard in the distance, shaking the ground they were walking on; she on the bed and the mysterious man at his feet. Trembling, the woman slowly sat up, wiping her face as best she could while clinging her frightened gaze to the man who kept staring at her with those eyes flooded with darkness and emptiness; they were black as the night, stormy as the water that rushed outside and deep as two abysses that absorbed the breath of the one who looked at them.
"Who are you and how did you get in here?" tremulously asked the woman as if she remembered nothing, she wanted to stand up, but the man's presence seemed to keep her fastened to the bed.
The man approached, with slow shuffling steps, to the edge of the bed. The rain continued to fall, while the woman breathed nervously and agitated.
"Don't come near me! Answer me how did you get into the room?", entering in desperation, she questioned him again, but, like the first time, she did not receive an answer either. The man who had a pale, emaciated and dying countenance, raised his bony hand towards her, trying to touch her face. However, the woman did not let him touch her, moving a little backwards, she prevented the man's hand from reaching her. The man groaned in pain and also in anger. Suddenly, his eyes began to fill with a strange light, like a small flame growing in the center of his eyeball; he had no pupils, only two flames of a strange fire that began to grow as the pain and anger grew inside him. The woman wanted to scream, but her lips did not respond. Her whole body had been paralyzed; her limbs trembled, her stomach contracted, her chest rose and fell in agitation. The man stretched out his hand, reaching up to the woman's forehead with the tip of his index finger and....
Subscribe to my Patreon to support me and get access to exclusive content.
34 notes · View notes
asambleaeru · 9 days
Text
Ah ...
Boston. Ahora estamos en Roma Pero Boston las últimas noches en Boston fueron una locura, lo digo enserio. Armand jamás había estado tan interesando en algo que no fuese aprender sobre los humanos, en mantenerme alejado de algo que no fuese eso porque para eso estaba. Para enseñarle sobre la humanidad Pero, yo era insistente aún creo que lo sigo siendo pero ya no lo necesito tanto o eso creo es peligroso tentar al diablo pero para cuando estábamos en Boston yo creía tener un poder que en verdad era solo un espejismos no era real
Tumblr media
Yo quería tentarlo llevarlo a los extremos y al menos conseguí que me tocara, conseguí arrancar de esa maldita garganta gemidos por mi mano, por mi lengua y mis labios sobre aquella virilidad siempre erguida siempre lista para matar. Y vaya que fue delicioso, el maldito aprendió con tanta facilidad que cuando me llevo al ballet lo hicimos de nuevo pero osado yo que le mostré que también podía tener mis trucos. Sus jadeos, gemidos, sus sonidos eran y serán siempre música.
Tumblr media
Jamás había sentido aquello .. hable de Roma y la noche siguiente estábamos entrando a un hotel en esta cuidad. Tente al diablo y conseguí más de lo que pedía ¿Cuánto más puedo seguir jugando a esto? Porque me va a matar, al final de todo esto se que me va a matar. El problema es ¿Cuando?
Tumblr media
No lo sé, pero cierro nuestro capitulo en Boston y abro este nuevo en Roma ¿Que pasará? Estaré escribiendo que sucederá con esto, si es que como le he dicho soy un suicida sin remedio y el, él es mi nueva maldita droga.
Tumblr media
Estractos del diario de Daniel
Roma
1980
4 notes · View notes