#palabra del señor
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Así dice el Señor, Rey de reyes y soberano: Estén preparados, por que yo vengo pronto, muchos no creen en mi venida, pero ciertamente ocurrirá. ¡Apercibete! Y ponte a cuentas conmigo. Haré temblar la tierra y rugiran los gobernantes. Vendrán tinieblas y maldad. Ponte a cuentas conmigo antes que sea tarde.
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
Apocalipsis 22:12
Reina-Valera 1960
#bibliasagrada#jesus#fin de los tiempos#arrebatamiento#Cristo#Mesías#palabra del señor#palabra de fe#palabra de dios#palabradedios#jesuscristo#juicio#Dios#jehová#día de la ira de jehova#yahve
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Y en el día del Señor...
mi luz resplandece bajo Tu Manto e imploro que mi carne sea vencida entre el rubor de los estigmas y la clemencia de Tu Mano; entre el vigor de Tu Pasión y el poder de Tu Voluntad. Aquí aguarda mi silencio. Aquí es la entrega de Mi Consentimiento.
He aquí, ante Ti, Tu Sierva.
Azul de Magdalia
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final alterno para este post :3c
#oc del kazzy#kazzy dibuja#al final el Dominik si se llevó su librazo#El poder de la Palabra del Señor#amen#jejeje#villania del oxxo
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La hora de la siega Los versículos de Apocalipsis 14:13-20 describen una visión profética del juicio de Dios sobre la Tierra y la separación entre los justos y los malvados.
Esta sección revela las consecuencias eternas de las acciones humanas y la cosecha final de la humanidad antes de la consumación del mundo según la voluntad de Dios.
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#144.000#144000#Apocalipsis#Biblia#regreso jesucristo#libro revelaciones#Juan Profeta#Fin Tiempos#Fin Mundo#Palabra Dios#corona oro hoz aguda#mies tierra madura#angel hoz aguda#gran lagar ira dios#mil seiscientos estadios#1600 estadios#muertos mueren señor#sus obras con ellos siguen#hora de segar#hijo del hombre#sangre frenos caballos#lagar fuera ciudad#sobre nube uno sentado#cabeza corona oro#revelacion apocalipsis#Youtube
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#🇪🇸 El primero de los escudos que puede considerarse como Escudo de España es el que adoptaron Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón#el 15 de enero de 1475#concebido como la representación de las soberanías que ejercen En ella se dispuso que las armas combinadas las llevarían con iguales derech#de modo que pertenecerían conjuntamente tanto al rey como a la reina y no dispondrían de armas personales diferenciadas#lo cual es un caso extraordinario en España y con casi total seguridad#en Europa.El yugo. Mezclado con un cordón grueso#hace referencia a la leyenda del famoso nudo gordiano que cuenta que cuando el emperador Alejandro Magno llegó al templo de Gordio#halló un yugo atado por un nudo muy complejo del que se decía que quien lo desatase sería señor de toda Asia. Alejandro#sacó la espada y cortó el nudo#diciendo: “da lo mismo (tanto monta) cortar que desatar". Otros autores añaden que es además un juego de palabras cortesano de la época#cuando se adoptaba como emblema la inicial de la persona amada. Fernando adoptó el yugo#cuya forma coincidía con la de la inicial “Y”#por la que entonces comenzaba el nombre de la reina Ysabel. A su vez#ella adoptó las flechas como emblema de la “F” de Fernando.Las flechas: representadas unas veces#sueltas y otras#paralelas en número variable. Hacen referencia al viejo cuento del padre que al morir dice a sus hijos que#permaneciendo unidos como el haz#serán más fuertes.El Águila de San Juan: símbolo de la reina Isabel la Católica#representa a San Juan Evagelista#al que la reina profesaba gran devoción. Tanto Monta Fuente ABC.
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Les dejo mi oración para el altar de muertos:
En náhuatl:
-Ni con in tlahpaloa tlanahuatihke Tonatiuhichán, Cihuatlampa, Mictlán ihuan Tlalocan
-Non huei tlanahuatihke ihuan akime on chanchihua
-Ni con zehlia no tlahtol ipam non tlanahuatihke nemiliztli ihuan mikiliztli
-Ni mo tlatzohcamati ihuan nik tlahtlani in nahuak keman ni kin tlamanilis no cohcolhua
-Iehua non ompahuitze can o chanchihke
-Tonantzi Chihuacoatl ma kin huika non keman o chanchihke ipam Tlaltipactle
-Keman mokaki atecocoli ihuan cocoxtza ieliztli ni kin tenehua no cohcolhua
-Iehua ma kicakica no tlahtol ihua ma con mo tekilika tlan o ni kin onmanili
-No ihua copalpoctli ma kin mititi ohtle ihuan cempolxochitl makin tlahuili
-Ihuan nochi tlan oni kinmanili ma con masehuika ihuan ma casika can mo iek zehuiske.
En español:
-Saludo a los señores del Tonatiuhichán, Cihuatlampa, Mictlán y Tlalocan
-A los altos señores y a quienes los habitan
-Hago llegar mis palabras a los señores de la vida y la muerte
-Agradezco y pido permiso para ofrendar este altar a mis ancestros
-Para aquellos que se encuentran en camino a su recinto
-Que la Madre Cihuacóatl lleve consigo a quienes alguna vez habitaron el Tlaltícpac
-Con el sonido del caracol y el ruido de la naturaleza hago mención de mis ancestros
-Para que escuchen mis palabras, para que se sirvan de mi ofrenda
-Que el humo del copal despeje su camino, que la flor del cempoalxóchitl alumbre su trayecto
-Y que todo lo que ofrendo sea de su provecho, para que encuentren al fin el descanso esterno.
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The word of the Lord is faithful, and all his works are faithful; he loves justice and righteousness, and his mercy fills the earth.🤍☕🌹🙏🏼🌞☁️
أن كلمة الرب صادقة، وكل أعماله صادقة؛ يحب العدل والحق، ورحمته ملء الأرض☕🌹🙏🏼🤍🌞☁️
Que la palabra del Señor es fiel, y todas sus obras verdaderas; Él ama la justicia y la verdad, y su misericordia llena la tierra.☕🌹🙏🏼🤍🌞☁️
🤍🙏🏼🌹☕🌞☁️🤍
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No era una pregunta difícil, lo que ofrecía era agradable y en esta situación no tenía nada que perder.
“Hey, Anteojos.” Grita Ethan mientras entra a la biblioteca. “¿Qué opinas? Tú y yo en una partida de Ajedrez, ¿Aceptas?” Dice mientras se acercaba. Era raro, la última vez que había visto a Ethan estaba molesto conmigo, ahora parecía actuar como si no hubiera pasado algo. Él estaba solo, siempre está acompañado de sus “hermanos”, algo no estaba bien. “Aahmm… ¿Hola?" respondí confundido. “Vamos O'Malley, solo responde.” Dice Ethan mientras se sienta en frente de mí. “Escucha, Ethan, no tengo tiempo para esto, lamento lo de la última vez, no pensé que te afectaría tanto, pero ahora no tengo tiempo para tus juegos tontos, podemos hablar en otro momento y-” “Oh ¿Qué pasa amigo?, vamos, solo un juego.” Dice confiado y optimista. “¿Que ganas haciendo esto? ¿Es algún tipo de venganza o broma?” Pregunté. “Este el trato, nerd” Responde poniéndose serio. “Si yo gano, tendrás que entregarme algo preciado de ti.” “¿Algo preciado de mí?, ¿Y si yo gano?” un breve e incómodo silencio. “¡Lo tengo! Si ganas, seré todo tuyo por el resto del mes O’Malley, estaré a tú merced, sin restricciones o excusas, como te gusta". “En serio Ethan, yo-" respondo sonrojándome. “No lo niegues O'Malley, sé que te mueres por tener estos nenes, sólo para ti”. Dice Ethan mientras Flexiona ambos brazos.
Necesitaba pensar, es difícil confiar en alguien como Ethan, no era el tipo de persona que jugará limpio pero por otro lado, es un juego de ajedrez, dudo que alguien como el haya tocado un tablero en su vida, agregando que la sala estaba completamente vacía, no había nadie que pudiera ayudarlo. “Está bien, acepto tu trató”. respondo sin emoción alguna. “WUU, Genial amigo!” Dice Ethan con entusiasmo.
“Entonces, supongo que sabes las reglas del juego, ¿Cierto?". Pregunto intentando hacer conversación alguna. “Pff, Claro que no, no aprendería esa mierda aunque mi vida dependiera de eso”. Responde con tono bromista. “Como digas grandote, tu partida”.
Comencé a colocar el tablero, el lugar estaba completamente vacío y el inmenso silencio era abrumador. A una pequeña parte de mi le aterraba la sola presencia de Ethan, aunque él era demasiado indefenso, mientras ponía el tablero él estaba eructando y masajeando sus brazos, el mayor esfuerzo que hacía era evitar que su saliva saliera de su boca.
“Bien, todo listo”. “Ah, por fin, ya era hora". Dijo Ethan mientras bostezaba. “Yo tengo las fichas blancas, inicio yo”. Cuando iba a tomar la ficha, Ethan interrumpe. “Bien, solo necesito hacer algo” dice Ethan mientras levanta los brazos. “¿Q-que estás haciendo?” preguntó mientras se quita la camisa. Sabía que el haría algo así, tratando de llamar la atención de la única manera que él conoce. “Ya sabes, hace demasiado calor aquí”. De inmediato mi rostro se sonroja al ver los músculos tonificados de Ethan, esto era ridículo, sabía que algo planeaba. Al intentar apartar mi vista, mis ojos quedan atrapados por el collar que colgaba de su cuello, “Dios, Ethan esto esss-“ intente hablar, pero mi boca se quedó sin palabras. Pronto quede inmóvil, no podía hacer nada.
“Oh, veo que te gusta está joyita, si es lindo, lo sé… Después de que me hayas dejado plantado fui a devolver el regalo a la tienda, pero el señor me ofreció un cambio y me entregó está belleza, dijo que este tendría mejores resultados, interesado lo acepte, y me dio instrucciones de cómo usarlo, y aquí estamos…”. Estaba aterrado, no podía hacer nada, solo estaba gritando internamente. Solía tener esta reacción con Ethan cuándo se acercaba con su olor penetrante hacía que todo mi sistema colapsara, me volvía tonto y pequeño, pero esto, esto era diferente. Mi vista estaba pegada al torso de Ethan, mientras él explicaba, solo podía veía como el collar daba vueltas y como sus perfectos pectorales rebotaban de arriba hacia abajo. “Bien, eso es todo, puedes empezar…” dijo Ethan con una sonrisa de orgullo en su cara. “Vamos amigo, acaso esos enormes brazos tuyos pueden moverse, ¿Cierto?”. Sus palabras rebotaron directo a mi cabeza, pronto sentí espasmos en ellos, sentí como mi camiseta se apretaba alrededor de mis brazos, pude escuchar como rasgaba y crujía, se movían de lugar mientras crecían, no podía verlos, estaba aterrado, el dolor era insoportable. “Oh vamos amigo! Solo mueve una ficha” y sin pensarlo, mi enorme mano tomo una ficha delantera. “Bien, no sé qué te pasa, pensé que eras un experto en este juego” dice Ethan en tono burlesco. “bien, mmm supongo que moveré esta, jaja, esto es divertido, tu turno!” seguía sin ser tener el control de mi cuerpo, seguía sin poder quitar la vista del torso de Ethan y cada vez su almizclé se volvía más abrumador. “Vamos O'Malley solo mueve esa dicha enfrente de la mía, si me dejas comerla, te ayudare entrenar ese perfecto torso tuyo, para que vaya juego con esos grandes brazos” la silla se agitó, la camiseta se volvió aún más incómoda y explotó, mi espalda se expandió, creciendo en músculo, mis pectorales se inflaron, rebotando en el proceso.
Mi abdomen plano explotó, sentía como con cada respiración crecían, tome la ficha y la puse en posición, para que Ethan la tomará. “Genial! Gracias hermano! Es toda mía” dice Ethan mientras mueve su ficha. “Es tu turno” dice Ethan. “Dios hermano, eres demasiado lento, toma una ficha, que sea conveniente para mí”. Era espantoso, intentaba pensar que me estaba pasando conmigo o como podía salir de este trance. “Supongo que es mi turno, pero ahora no sé qué hacer, ayúdame un poco, dime con esa voz de Alpha sexy cuál debería mover…” mi garganta se comienza a cerrar, puedo sentir como me quedo sin aire poco a poco, intento toser pero era inútil, algo se acumulaba en mi boca y… “m-mueve esa, podrás tomar mi ficha” Dije asustado con una voz que no reconocía. “Gracias Hermano, eres demasiado generoso”.
Así fue todo el juego, Ethan solo me ordenaba que hacer, y sin consentimiento alguno, obedecía, era inútil resistirse a sus palabras. “Bien, ahora tengo a tu caballo” dice Ethan. “Gracias por dármelo te recompensaré, te ayudaré a entrenar esas piernas grandes” mi pantalón se volvió incómodo, apretando mi entrepierna, mis piernas comenzaron a expandirse, comenzaron a llenarse de músculos y poder. “vaya aquí hace demasiado calor, como está el clima allá arriba grandote…?” mis huesos comenzaron a crujir y arder, abriéndose paso entre mis nervios y músculo, el dolor era insoportable, quería gritar, mi cabeza se movió hacia arriba, pero mi vista seguía fija, mientras crecían mis pies tocaron la mochila de Ethan. “Hey! cuidado amigo, esos enormes pies pueden ser estorbosos…” mis zapatos explotaron, mis dedos crecieron y mi planta del pie se expandió rompiendo mis calcetines en el proceso. “Y aquí estamos, parece que el juego está por terminar y, creo que ambos sabemos quién es el perdedor. No puedo explicar cómo me siento en este momento, creo que al final tuviste la razón, tú y yo nunca estuvimos al mismo nivel, pero de alguna manera que nunca sabré, hiciste que sintiera cosas por ti, tal vez fue la manera en la que no me temías o no eras sumiso ante mí, aunque como todos, te congelabas frente a mí, aprovechaste todo eso y me tuviste de muñeco sexual por más de un año, mientras tú te divertías, yo estaba cayendo enamorado por ti, pensaba que estábamos en la misma página, pero fui tan iluso que te invite a una cita, luego me dejaste esperando por horas, me rompí, por primera vez en mi vida no obtuve lo que quería, y Dios, no sabes cuando odio perder.” dice Ethan mientras se levanta. “Ahora quiero que sepas que se siente perder algo, algo que pensaste que siempre tendrías…” y con un movimiento de manos, toma a la reina. Mierda, estaba acabado en todos los sentidos, no podía explicarme a mí mismo como alguien tan tonto como Ethan había planeado algo así. Estaba pensando en cómo salir de aquí, antes de que mi propia arrogancia y ego me acabarán. “Ahora debes estar gritando internamente, pidiendo disculpas, pero ¡Ya es demasiado tarde!” Con un simple movimiento de dedos él me había acabado, la personalidad egocéntrica que me había creado para protegerme, me trajo a mi fin. Una lágrima de lamento salió de mí, no estaba seguro de que pasaría ahora, mentalmente estaba acabado pero estaba listo para cualquier cosa.
“/Risas”. Uuh?, no había pasado nada aún. “Wow, ¿Creíste en serio que simplemente acabaría tan rápido contigo y me iría?” Con un movimiento quito el collar de su cuello para colocarlo en la mesa, por un momento tuve la esperanza de liberarme de esto, que Ethan se había apiadado de mi alma me dejaría escapar, pero mi vista siguió fija en el collar. “Tan indefenso O’malley, si tan solo tú… Pero ya es demasiado tarde supongo” dijo mientras caminaba hacia mí, parado al lado mío, levanto los restos de lo que solían ser unos jeans para revelar mi polla , que junto con el crecimiento de mis piernas creció unas pulgadas más, con un simple apretón hizo que gimiera de placer, el primer sonido que hice sin que me pidiera. “Demonios, no recordaba que eras tan sensible” Dice mientras acerca su mirada a mi cara. “ nunca había visto tan cerca tu cara, pero ahora que tengo la oportunidad puedo mencionar como amo tu rostro, esas cejas gruesas, esa mandíbula fuerte junto con esos labios tan jugosos, pero creo que lo que más amo de ti es esa miraba, tus ojos verdes tan profundo que hacen que cualquiera suspire tan solo con verlos, es tan bello Jack, ahora entiendo todo lo que siento por ti.” Mientras Ethan seguía masajeando mi polla, mi realidad había cambiado, el rostro que alguna vez mire en el espejo había cambiado, mi nombre, el que alguna vez Ethan gimió había sido borrado, ahora solo era Jack. El collar había perdido su atracción, lo que hacía que me mantuviera bajo su poder ahora había desaparecido, antes de que pudiera reaccionar o decir algo comencé a gemir desesperadamente, en un momento todo mi cuerpo era solo placer, tan sensible. Mientras Ethan seguía masajeando mi entrepierna, con su otra mano tomo mi cabeza para tenerlo cara a cara. “Escúchame bien, en cuando llegues al orgasmo ya no serás más O’malley, serás solo Jack, cualquier rastro de tu antigua vida se enterrará en tu mente, ya no tendrás el control de tu mente, solo sabrás que tiene un dueño, ahora tu vida estará 100% dedicada a mí, todo lo eras antes se enterrará en tu mente, ahora solo serás el deportista más cachondo y tonto del mundo, pero eso no importará, todo que necesitas saber es como complacerte y adorarme.” Mierda, esto era todo, con mi última fuerza mental estaba evitando correrme, mientras seguía el masturbándome, los cambios se solidificaban en mí, mi cabello se oscureció, mi piel tomo un ligero bronceado, mis músculos tuvieron pequeños espasmos adaptándose a su nuevo cuerpo. “Como última orden hacía O’malley, no desaparecerás, quedará en el fondo de tu mente sin poder retomar el control de tu vida, simplemente verás a Jack manejar lo que alguna vez fue tuyo”. “Maldito hijo de pe- AAAAAAAAAAH~” En ese momento experimente el mejor y ultimo orgasmo de mi vida.
“UUghh… que demonios pasó?”
“Ya sabes, no pudiste resistir y tuvimos que hacerlo en la biblioteca “ “Demonios, ve todo ese semen en tu mano, genial haha” “Hahaha, guarda silencio y límpialo.” sin pensarlo los veces, Jack tomo la mano de Ethan y paso su lengua por encima de ella, limpiando cada rastro de semen. “Demonios, que mierda paso con esta ropa” dijo Jack cuando terminó. “Ugh, demasiadas preguntas, simplemente usa esto, lleva toda la semana en mi mochila pero, no hay problema alguno.” Ethan saco un par de calzoncillos sucios de su mochila, al entregárselos a Jack el no dudo en olfatearlas antes de usarlos. “Mierda, ya amaneció, tenemos que salir de aquí” Dijo Ethan mientras caminaba hacia la salida, se detuvo un momento para mirar hacia atrás y ver su cometido, sonrió y soltó una pequeña sonrisa. Jack se puso de pie dejando caer pedazos de tela de lo que alguna vez fue mi ropa, se vistió con aquella ropa sucia sin cuestionar cuanta orina y semen había en ellos. En ese momento Jack estaba tan sensible que el rose de sus enormes manos con sus pezones lo hacían gemir y ponerse duro de nuevo. Si quería seguir viviendo en el placer tenía que resistir, al final del día solo importa lo que Ethan le hacía sentir.
comeback jaja
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▐ ⦙ ❛ * ♡ ·゚ Ꮺ ࣪˖ ᥫ᭡ 🦢ˎˊ˗ Crowley/@lemecdeliott❜ ♥
🌾 ❛❛👹🤵🏻♂️🗡️🕶️Ghoul le había buscando para decirle que Asmodeus requería su presencia, ¡nah! llevaba años separado de los asuntos del infierno y de los demonios, tanto porque ya no le interesaba como porque le recordaba a Aziraphale; traicionero soñador. Pensaba para sus adentros cada que le venía a la imagen su bobo rostro. Aunque si debía reconocer que estaban pasando cosas extrañas en el mundo, eventos que no deberían estar ocurriendo ¿había escuchado bien? ¿el señor del bigote era un aclamado pintor austriaco en lugar de hacer la guerra? Había investigado y en los libros de historia aún existía ese momento histórico ¿entonces por qué? Y luego estaba John F. Kennedy y su fallido atentado hace 3 días ¿como? Todo estaba extraño. —No es mi problema—Se repitió haciendo un ademán para retirarse de ese lugar al que había ido solo para confirmar lo que había escuchado y sí efectivamente era idéntico al hombrecillo austriaco maniaco de 1939. Vaya a saber que era lo que tramaba ahora "el creador". Se giró y ahogó un grito cuando reconoció la figura frente a él. —Bonitas plumas, deben ser calidad premium, con permiso—Lo miró con desdén y paso de su lado. No quería intercambiar palabras con él, es más no quería saber de él y su utópica vida feliz en lo celestial.
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06_Juego de tronos_Catelyn II
Aquello le dolió. Ned no hablaba de la madre del niño, no decía ni una palabra de ella, pero en el castillo no había secretos y Catelyn oía a las doncellas contar las historias que a ellas les habían relatado los soldados de su esposo. Hablaban en susurros de Ser Arthur Dayne, la Espada del Amanecer, el más mortífero de los siete caballeros de la Guardia Real de Aerys, y de cómo el joven señor de Invernalia lo había matado en combate singular. Y contaban cómo luego Ned llevó la espada de Ser Arthur a la hermosa y joven hermana de éste, que lo aguardaba en un castillo llamado Campoestrella, a orillas del mar del Verano.
#asoiaf#asoiaf art#books#illustration#a song of ice and fire#game of thrones#ned stark#drawing#ashara dayne#dawn#starfall#george rr martin
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Y en el día del Señor...
Mi ser se inclina ante Ti, con la voluntad cedida y el deseo embriagado a flor de piel. Tu complacencia es el sino que me aguarda mientras vuelo, desde la delicadeza de Tu Mano, al infinito de Mi Entrega.
Azul de Magdalia
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Gira la habitación,
ojalá la melodía se aferre a tus huesos
como a mi frágil memoria;
silencio,
que alguien apague al silencio,
o que alguien apague los libros...
los cables ya calcinan nuestras memorias de antaño,
y tú,
abres los ojos.
Las estrellas solas lloran sobre nosotros,
me falta el filo de tus uñas
por la desnudez de mi espalda,
y la música apenas se escucha,
amor nuestro;
la sangre fluye en aire caliente,
mirra que escurre
por tu pecho necesitado.
Deja que me refugie
en la condena
de tus clavículas a plena vista,
y cuelga tus muñecas lascivas,
del silencio naciente de mis labios;
tus dedos están bailando
sobre las palabras vacías de un eco,
déjame enredarme en la maraña de tu pelo,
déjame hundirme en tu perfume amaredado,
déjame estirarme sobre las cuerdas
de tu cuerpo caído,
¡y cubrenos, oh señor, con tu manto!,
arrastranos juntos,
con la primera brisa,
de la última nota.
-danielac1world ~Abandono de la risa pulcra~
#mi vida#pensamientos#pensamientos nocturnos#pensamientos aleatorios#literatura#frases#fragilidad#realidadalterada#realidad#poesía#una poeta#escape#escritura#escribir#escribiendo#escritos#cosas que escribo#cosas que pienso#cosas de la vida#cosas sobre mi#cosas que siento#cosas que pasan#cosas del alma#mi alma#almas#desolción#desolada#un vacío dentro de mi#un viaje a la vida#melancolía
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Lo que significa ser Paul McCartney
Fotos: Paul McCartney durante sus conciertos en el Got Back Tour en Buenos Aires, Argentina.
Me resulta difícil poner en palabras el cúmulo de sensaciones que me ha tocado vivir en estos últimos días. Tengo apenas 19 años recíen cumplidos, y como regalo de cumpleaños he tenido la enorme satisfacción y alegría de poder asistir a un concierto de ni más ni menos que Paul McCartney el pasado 6 de octubre de 2024 en Buenos Aires, Argentina.
Fueron tres horas las que necesitó McCartney para cambiarme la vida y alterar la química de mi cerebro. No puedo encontrar palabras precisas para explicar lo que sentí en aquel tiempo y lugar.
Aún me soprendo de haber estado cantado —gritando— canciones que se compusieron hace tanto tiempo. Miraba a mi alrededor y me encontraba con una impresionante mixtura de personas en mi misma situación. Grandes y jóvenes, en pareja, sólos o en familia, todos movidos por un único motivo: los Beatles. Es tan inmenso lo que los Beatles causan en las personas alrededor del mundo, que es simplemente emocionante. Como estos cuatro jóvenes de liverpool revolucionaron la historia de la música y consigo dejaron una marca eterna en la vida de miles de personas, me hace pensar que tuvo que ser obra divina, parte del plan divino del Señor que en su eterna sabiduría y cariño nos brindó uno de los regalos más hermosos que pudo darnos. Digo esto porque cada día soy inmensamente felíz gracias a los Beatles y a Paul McCartney —y a Wings, por qué no—. Felíz de poder ser expectadora del arte de Paul McCartney, uno de los hombres más talentosos y carismáticos que pudieron haber existido, como pude comprobar aquella noche.
A través de casi cuarenta canciones grité, lloré, salté y bailé invadida de un fervor que sólo la música de Paul puede causarme. Fue una de las experiencias más maravillosas y embriagadoras de mi vida. Al salir, me invadieron las ganas de querer seguirlo por todo el mundo, reviviendo cada momento de ese espléndido recital.
Al observarlo en el escenario no pude hacer distinción alguna entre él y el Paul de los 60s o 70s. Era el mismo simpático joven, desbordado de esa energía que volvía loco al público de The Cavern Club. Fue emocionante, porque fue como realizar un viaje en el tiempo, transportarme a aquellos años en que los Beatles se comieron el mundo y empezaron a escribir una historia hermosa, sin saber si quiera que le alegrarían las horas a una jovencita argentina décadas más tarde.
Narrar como transcurrieron los días siguientes al recital es algo complejo. Pocas veces experimenté tantas sensaciones y de tantos tipos como en aquellos días. Las horas eran eternas o muy breves; experimentaba una terrible presión en el pecho o un alivio como ningun otro; lloraba desconsoladamente o reía mientras bailaba. Mi vida se puso de cabezas después de semejante experiencia y no podía evitar preguntarme, ¿Cómo seguir después de algo así?
Porque no se puede pretender que después de ver a alguien que amo con tanta intensidad, que siempre es motivo de mi alegría, que formó parte de la banda que me cambió la vida, aquella por la que me desvivo y quisiera dedicarle todas mis horas de vida, sea un evento transitorio. Siempre quedaré marcada por esa noche, la noche más feliz y loca de mi vida, la que siempre habré compartido con Paul McCartney.
#argentina#got back tour#buenos aires#paul mccartney#mccartney#the beatles#beatles#musica#music#recital#concierto#music show#music concert#music tour#love#love music#amo a paul mccartney#pensamientos
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Detrás del depredador -König Híbrido!Oso x Lectora [Medieval AU] Cap. 6
König Investiga y actúa.
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Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de tamaño, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, violencia típica del canon, dime si me olvidé de alguno.
Si este contenido no es de tu agrado continúa deslizando, gracias
*** 2 días antes del banquete con el príncipe.
— Príncipe, ella se niega a comer.
—murmuró la doncella, cuyo nombre König no se había molestado en saber..... ¿Ellia? Elisa quizás.
König estaba demasiado concentrado en documentos oficiales y más papeles como para siquiera prestar atención, no respondió, probablemente la sirvienta estaba hablando de una de las mujeres del harén que buscaban suicidarse o envenenarse entre sí, sucedía a menudo. Los curanderos lo llamaban depresión, o estrés... o la paranoia a las razones que la provocaron, por vivir constantemente encerrados en ese palacio.
La mayoría de ellos llegaron a una edad muy temprana para servir a su padre y a la familia imperial en general. Sirvientes, esclavos o incluso posibles amantes.
— La señora que trajo el otro día, simplemente rechazó el desayuno y ahora la comida.....
Tú.
— ¡Oh..... ¿Realmente?
Finalmente respondió, solo tener una referencia tuya fue suficiente para que se detuviera, y miró hacia arriba, enfocándose en la sirvienta con la cabeza gacha notablemente nerviosa.
— No me digas la razón, Príncipe, te juro que hago todo lo que
Excusas.
— Sal de aquí.
König sentenció, haciendo un gesto de despedida, volviendo su atención al papeleo.
— Eh... Sí
El crujido de la puerta de su despacho le permitió apartar la vista de sus planes para la próxima conquista. Otra vez. Se llevó las enormes manos a la cara y los dedos se pellizcaron el puente de la nariz, permitiéndose dejar escapar un suspiro profundo y lleno de tensión.
Cerró los ojos con cansancio, demasiado absorto en los asuntos de la guerra que se avecinaba, el tiempo pasó volando, ya era tarde, faltaba un poco para la puesta del sol. Para cenar. Unas cuatro horas solamente.
<<Se niega a comer>>.
Las palabras finalmente circulaban en su cerebro lleno de información.
<<Rechazo. Comida.>>
Probablemente fue un error. No tienes plato para no comer lo que te manda a la habitación, mañana, tarde y noche.
<<Nada de nada>>
Todo es exquisito, lo pide personalmente, cosas que sabe que le van a gustar a tu paladar, devoraste los platos y platos de comida con felicidad y hambre. ¿Por qué iba a ser diferente ahora?
— Estilete.
König habló con voz profunda, apoyando su enorme y robusto lomo contra el respaldo de su trono, dejando que su espalda descansara. Con los ojos cerrados y la cabeza erguida, su cuello crujió levemente por el cambio de posición.
El crujido de la puerta regresó.
Finalmente abrió los ojos, apoyando su atención en la puerta, para ver a Stiletto con su mano izquierda entrando en su oficina.
— Señor.
El subgeneral Stiletto, lo saludó con respeto, haciendo una reverencia.
— Llama a Krueger.
Ordenó con voz áspera, cerrando los ojos de nuevo.
— Está fuera, buscando más provisiones con los demás. Desde hace tres días. Como lo ordenó.
Así es. Dios, necesita dormir un poco.
— A continuación, se le seleccionará para la tarea.
— A sus órdenes.
— ¿Te acuerdas de la joven que te mandé a investigar?, de antecedentes, de familia, de todo.
El cuerpo de Stiletto se tensa, sus hombros se ponen rígidos y traga saliva. Una prueba. Sus sentidos se agudizan, sus pupilas se contraen, el aire se llena de amenaza, pero ella habla.
— Sí, la niña humana, vista por última vez caminaba por el bosque, perdida. Sus padres tampoco se molestan en mirar.
Stiletto sabe lo que tiene que responder, qué hacer sin meter la pata. Es plenamente consciente de que la joven se encuentra en la parte más profunda del castillo del rey, en los antiguos aposentos de la madre del príncipe König.
Restringido.
Tampoco es demasiado de su interés, está feliz por su Líder, triste por la niña humana. Fue una sorpresa enterarse del nuevo interés del príncipe, nunca fue de los que disfrutaban del contacto con nadie más que desmembrar directamente a sus enemigos en su forma monstruosa.
Stiletto recibe un gesto de satisfacción de König, aceptación. Y el estado de ánimo se relaja nuevamente, lo que le permite suspirar suavemente, el príncipe es aterrador incluso fuera del campo de batalla.
— Correcto, eso es lo que todo el mundo sabe.
dice König, abriendo de nuevo los ojos, mirando su escritorio, bajando una de sus manos, abriendo el cajón izquierdo. Sacó un pedazo de tela, lo poco que quedaba de tu ropa gastada del primer día, todavía tenía tu sangre en ella. Verdaderamente su deseo no conocía límites, vuélvete loco sin rastro de tu olor.
Jugaba con el pedazo de tela con sus enormes dedos, la escena era cómica a los ojos de Stiletto, un hombre, una bestia y conquistador en todo el sentido de la palabra, adorando algo tan pequeño en sus manos, un pedazo de tela de su compañero, con cuidado y suma atención para calmar su ansiedad.
— Se niega a comer.
—murmuró König, retorciendo ligeramente la tela, solo por una fracción de segundo antes de volver a ablandar el agarre y dirigir los ojos hacia Stiletto.
— Quiero que me traigas al culpable.
— Culpable...
— Probablemente haya una razón más profunda que una simple rabieta, la sirvienta incompetente demostró ser incapaz de entender por qué, incluso cuando pasa cada hora, cada día, con ella. Pero si lo es, necesito saberlo.
— ¿Desea que haga algo en particular con los involucrados?
— Confío en que hará lo prudente para obtener los mejores resultados.
König no necesitó investigar demasiado para saber que había algo más detrás de todo esto.
— Sí, mi señor.
— Bueno, adiós.
Stiletto se inclinó de nuevo, antes de girar sobre sus talones y caminar hacia la puerta.
— Estilete.
Él la detuvo.
— ¿Sí?
— Consigue un vestido.
— ¿Vestido? .... Oh... ¿Alguna tela en particular?
— Suave, muy suave, con el mismo color que este tejido.
murmuró.
Sin saber cuáles eran tus colores favoritos, simplemente se guio por el color de tu viejo vestido desgastado..... Una pieza, en realidad. Sosteniendo la pieza para que Stiletto la tocara y la mirara más de cerca, regresó, la sostuvo en sus manos, se tomó unos segundos y se la devolvió a König con un movimiento de cabeza.
— ¿Cuándo sería?
— Mañana temprano por la mañana.
— ¿Medidas?
König le dio a Stiletto detalles minuciosos e incómodos y una representación gráfica con sus propias manos para describir su tamaño, a la perfección, nada se le escapó.
— A su servicio. Me despido.
König se limitó a asentir con la cabeza, viéndola marcharse.
Se quedó solo con sus pensamientos, agotado por todo, demasiada carga de información, planeando el funeral de su padre, la campana y la administración del castillo en general. Definitivamente muy abrumador, causando una contracción en el párpado inferior izquierdo, prueba del estrés.
Odiaba ese lugar, el castillo, demasiado trabajo sentado en una silla en una habitación aterradoramente silenciosa y silenciosa, necesitaba desesperadamente la adrenalina del campo de batalla, ya era adicto a todo lo que implicaba, sintiendo la energía y el calor fluyendo por su sistema nervioso y sus venas, el olor a sangre al que se acostumbró con el tiempo, el metal, la pólvora, la carne desgarrada entre sus garras.
Y qué mejor, acompañado de sus mejores amigos de la vida, sus compañeros de armas. Realmente lo necesita más que nunca.
Su enorme mano vuelve a apretar la tela, la textura áspera de la palma de su mano, que le recordaba a ti, le arranca una profunda risa.
�� Der einzige Grund, warum ich nicht allen sage, sie sollen zur Hölle fahren ......
Susurró para sí mismo, llevándose el trozo de tela a la nariz inhalando el olor metálico de tu sangre.
Al principio, su secuestro fue por curiosidad, luego surgió rápidamente un intenso deseo carnal, alimentando aún más su retorcida obsesión. Quería saber más de ti, mucho más.
— .... Así que berauschend....
1 día antes del banquete con el príncipe.
A altas horas de la madrugada. En sus habitaciones privadas.
König se cernía sobre tu pequeña figura, respirando entrecortadamente, con el aliento caliente, espeso y pesado sobre tu pecho, mientras daba los últimos tirones de su gran longitud, extendiendo las últimas hebras de semen sobre tu vientre desnudo.
La bruma del éxtasis iba desapareciendo poco a poco de su cabeza, siendo reemplazada por un ligero zumbido en sus sensibles oídos; Su cuerpo se tensó y se relajó consecutivamente, su calor corporal se disparó hacia afuera.
Sus colmillos fuera, salivando, temblando inconscientemente, le picaban, necesitaba morderte, te tenía justo delante de él, enterrar sus colmillos profundamente en tu piel sería extremadamente fácil, tu piel suave, perfumada con fragancias suaves y ligeras para su nariz y nariz sensibles, e incómodamente cerca del puente que unía tus pechos, inhalando profundamente y exhalando con la misma lentitud y pesadez. Sus ojos cerrados, los párpados ligeros, solo apreciando tus pequeños sonidos, tus pequeños ronquidos espontáneos e incluso la respiración, indicación de tu sueño profundo..... y......
El rugido de tu estómago.
El sonido le hizo sentir una risita en la garganta, que contuvo, permitiéndose solo abrir los ojos para ir al lugar de donde provenía el peculiar y divertido sonido.
König ya sabía que por mucho ruido que hiciera no te despertarías. Tu comida realmente tenía que tener algo en ella. Ahora lo sabía. Movió una de sus patas hacia tu cara, sus ásperas almohadillas tocaron suavemente tus mejillas enrojecidas por el calor corporal compartido entre los dos, su enorme cuerpo era una barrera, una burbuja que te atrapaba en un calor casi sofocante, manteniéndote cómodo y alejado del frío de la noche en esa habitación grande y vacía. Definitivamente, cuando logre quitar todos los obstáculos del camino, te hará ocupar la habitación más grande del palacio y se llenará de regalos.
Su primera sospecha fue que todo era un berrinche, por supuesto, se había negado a verte cuando lo pediste, porque una parte de él quería seguir sintiendo que lo querías a tu lado, lo buscaba, anhelaba su presencia, pero la otra parte estaba realmente demasiado ocupada para venir a verte, Con algunas excepciones, que logró escapar de sus deberes para pararse detrás de la puerta de su habitación para escucharlo leer en voz alta algunos libros que le dio para estudiar su lengua materna. Tus errores de pronunciación eran adorables para sus oídos.
Si ese es el caso, (solo una rabieta), estabas actuando demasiado malcriado para ser un poco más plebeyo. Merecedor de castigo. Esa idea fue linda. Puede que esté demasiado interesado en mantenerte vivo y bien alimentado, pero tú no eras una excepción a los castigos.
De todos modos, si se encontrara formalmente cara a cara, no dudaría en poner sus manos sobre tu figura y abrirte para él, demasiado hambriento, su bestia completamente irreflexiva y primitiva deseando solo complacerse entre tus piernas. Algo que definitivamente se abstuvo de hacer, por ahora, no quería que fueras solo un caparazón sin vida lleno de desolación y deseo de suicidio como las otras mujeres.
Te necesitaba cuerdo y con un poco de autonomía.
Tampoco era capaz de pedir verte en su despacho, se asustaba igualmente, inclinando tu cuerpo boca abajo contra su escritorio, para que enviaras papeles importantes contigo saliva y lágrimas. Y con la pequeña espina que con frecuencia punzaba su conciencia con la idea de que uno de los sirvientes de su hermano Alejandro te viera, le hablara de tu existencia y se interesara por ti, era una idea repugnante, él... para tocar tu cuerpecito humano. no.
Asqueroso.
Su nariz se arrugó ante la idea, gruñendo involuntariamente, volviendo a la realidad, de nuevo, rascó demasiado fuerte las sábanas junto a tu cabeza, rasgando las sábanas.
Suspiró, dirigiendo su atención a tus rasgos, nariz, labios, párpados, pestañas, cejas, todo sobre ti, mientras el cabello se pegaba a tu frente y mejillas por el sudor, las almohadillas de su pata continuaban su exploración de tu rostro, eliminando los finos pelos que se interponían en el camino.
Acurrucar cada uno de ellos con sus garras detrás de la oreja, o simplemente agruparlos con el resto, rascando el cuero cabelludo en el proceso, lo que le hace temblar y una ligera arruga entre las cejas por la sensación repentina.
Su dura longitud volvió a palpitar y se llenó de sangre, dura como una piedra por tercera vez. Estaba demasiado cansado para esto, le dolían las rodillas y los brazos por la posición, gracias a horas como esta sin moverse. Se movió ligeramente, maniobrando tus piernas para que se abrieran y rodearan flácidamente su cintura, sus espinillas finalmente tocaron la suavidad del colchón, sus manos se movieron debajo de tu espalda baja y tu cabeza, para acunarte más cerca. Tu camisón semitransparente cayó sobre tu vientre y muslos con el movimiento.
Se aseguró de mantener tu rostro enterrado en su pecho desnudo, del que salía cada vez más cabello castaño oscuro, su cuerpo quería transformarse por completo, quería salir a la luz.
Te abrazó con cuidado, casi como si un movimiento en falso fuera a romperte, enterró su rostro en la unión entre tu cuello. Se volvió a laminar el hocico y se acercó, una droga para él.
<<Necesitas descendencia>>
Le resonaba en la cabeza. E inmediatamente tensó la mandíbula y te apartó lo más rápido y suavemente que pudo, colocando de nuevo tu cuerpo harapiento en la cama, obligándose a cubrirte con las mantas para mantenerte caliente y que el repentino cambio de temperatura no te enfermara.
Se sentó a tu lado, mirándote, cualquier pequeño movimiento que detectaba, pasando sus enormes garras por tu cabello, cepillando, con cuidado de no tirar demasiado fuerte. Estaba aprendiendo a apreciar esos momentos y sus pequeñas reacciones de una manera más amable y "considerada".
En un abrir y cerrar de ojos
La luz del amanecer comenzaba a atravesar las cortinas blancas de su habitación, distrayendo su atención por unos segundos. Había permanecido más tiempo del planeado a tu lado, acostado a tu derecha, con su mano ahora humana, sobre tu vientre, donde se habían formado costras por su liberación.
Cerró los ojos durante unos minutos, yaciendo allí, en paz.
Era aterrador pero adictivo.
Se obligó a sí mismo a levantarse de la cama, apartar la mano de su vientre y levantarse de la cama, para ir a su propia habitación, podía dormir un par de horas si se apuraba, antes de que nuevos papeles exigieran su presencia.
Sacó de la mesita de noche su mascarilla y se la volvió a poner.
Caminó a regañadientes hacia la puerta, agarró la perilla y salió sin mirar atrás, cerrándola. Los guardias eran estatuas, completamente inmóviles, excepto por pequeños temblores en las manos y las piernas, con la cabeza gacha, como debe ser. Y continuó su camino, de vuelta a la monotonía, a través de los vastos pasillos y pasillos, manteniéndote demasiado lejos de la mayoría y de las zonas más concurridas para evitar rumores sobre ti y tu retención, por ahora.
Ya llevabas casi un mes allí, y él no te había hablado, te oyó voz, pero no estaba dirigida a él, necesita tu voz para él. Mero capricho. Tal vez la cena que había estado posponiendo durante días sería una buena idea para verte, vestida con algo bonito, adornos enjoyados, maquillaje para arruinar tus lágrimas.....
— Il Sig...
Stiletto vuelve a hablar. detrás de él.
— ¿Ja?
— Lo tengo.
— Muy bien, llévalo al calabozo.
— Es Krueger.
Stiletto respondió sin dudarlo, pero con un tono de voz rígido. König quería ser sorprendido, pero por alguna razón no lo logró, solo una punzada de traición llenó su garganta, picando, desgarrándose por dentro.
— Krueger.....
— Sí, los sirvientes que fueron cómplices ya están en sus respectivas celdas esperando sentencia.
— Corta un dedo de cada uno de ellos.
— ....... ¿Qué hago con Krueger?
— Llévalo a mi despacho en cuanto regrese de la cacería, Adiós.
Stiletto asintió, detrás de él, volviéndose para regresar al área de entrenamiento.
— Necesito otro vestido, por la noche, confío en que el diseño sea favorable, como el primero.
Ya tenía la idea formada en su cabeza retorcida, te invitará a una cena, pero un castigo (por no comunicar tus inseguridades) sería lo que obtendrías en primer lugar, el castigo sería no comer nada, un día más no debería ser tan malo.
— Sí, señor.
Y dile a la criada y a los guardias de la puerta que no debe entrar comida de ninguna clase.
Stiletto miró la espalda del príncipe con incredulidad. Era cruel, después de todo estabas indefenso, colgando de una cuerda floja en la palma de su mano. Pero ella prefería solo asentir con la cabeza, existiendo solo para seguir las órdenes de su superior.
— Como desees. Mi Señor.
Y se marchó rápidamente.
Así que había sido krueger, el culpable de drogarte y mantenerte dormido para él,. Fuesen cuales fuesen las intenciones de krueger, el simple hecho de no advertirle fue un gran error que provocó en konig esa punzada en el párpado inferior.
Frunciendo el ceño, konig abrió las puertas de su habitación con fastidio y fuerza, cerrándolas aún más.
*** 11 horas antes del banquete.
König finalmente se estaba despertando de su pequeña siesta, estirando sus extremidades tensas y relajándose un poco. Antes de levantarse, un fuerte bostezo salió de su boca, sacó los pies de la cama.
Se dio un baño rápido y caliente.
Salió de la ducha y se volvió a poner la mascarilla, cambiándose. La ayuda de los sirvientes siempre fue extremadamente incómoda, al menos dos pares de manos temblorosas a su alrededor. .... Sí, los nervios de los demás definitivamente lo hicieron sentir nervioso también. Era mejor hacerlo solo, a su propio ritmo y con calma
— Prinz König.
Alguien llamó a la puerta. Justo a tiempo.
— Nach vorne.
Inmediatamente Horangi, otro de sus mejores guerreros y comandante entró en la habitación, con una lista de sus tareas. Fácilmente otro sirviente podría hacerlo, pero solo confía en aquellos que han estado luchando a su lado durante años por tales tareas. Sobre todo en ese palacio, lleno de serpientes.
— Más trabajo.
König tarareó, con voz profunda, incluso con tu pequeño recordatorio en su cabeza.
— Ayer te escapaste demasiado temprano, te perdiste algunas cosas que firmar y...
Horangi murmuró, antes de ser interrumpido.
— Puedes contarme todo en el camino, no arruines mi buen humor.
— ¿Alguna vez has estado de buen humor... ¿Señor?
Horangi era uno de los pocos que simplemente podía ser más ágil con su lengua con könig, sin perder una o dos extremidades, su comentario sacó una sonrisa siniestra. escondido detrás de la máscara.
Terminó de vestirse y se dio la vuelta, caminando hacia la enorme puerta de su habitación, con Horangi detrás de él, ambos imponiendo su presencia en los pasillos, camino de la oficina.
— Vamos. ¿Qué tenemos esta vez?
— Presupuesto para el mantenimiento de nuestras armas, ese tipo de cosas, señor, y veo que últimamente ha hecho algunas adquisiciones nuevas.
— ¿Y?
— Joyas caras, rubor...... Una pinza para el cabello personalizada que costó una fortuna-
Otra interrupción.
— Horangi, Príncipe, saludos.
Stiletto habló, avanzando hacia ambos, con una caja en las manos. König sonrió detrás de su máscara, con los ojos arrugados, mientras miraba por encima del hombro la caja, se detuvo y se dio la vuelta por completo.
— Bueno,,,,,, Horangi, creo que tenemos que añadir dos vestidos y más tela a la lista de gastos.
Murmuró con tono divertido. Antes de mirar a Horangi esperando felicitaciones, no más quejas.
— Enhorabuena, señor.
Dijo Horangi con la columna vertebral llena de advertencia, peligro y tensión. Stiletto se limitó a hacer una reverencia y extendió la caja a König, quien la tomó de inmediato.
— Gracias a los dos, ahora, adelante, vendré después de terminar un recado.
— Sí.
Ambos respondieron al unísono. En ese tipo de casos, las preguntas son superfluas. Y se fueron. En la dirección opuesta a aquella en la que König también avanzó, de vuelta a ti, para entregarte su primer regalo del día. Necesitaba saber cómo reaccionarías.
***9 horas para el banquete.
König entró en tu habitación con la gran caja en las manos, sin esperar verte, a esa hora apenas estarías tomando tu baño matutino. Se acercó a la cama, abrió la caja con el vestido dentro, era delicado y se veía suave al tacto. Lo miró y sonrió, lo sacó suavemente y lo colocó sobre la cama, extendido para que lo vieras inmediatamente cuando te fueras.
La anticipación lo abrumó, lo suficiente como para que sus orejas de oso tomaran forma y se contrajeran inquietas y... hacia el sonido de tu voz.
- No quiero verlo.
Ahora se podía oír tu vocecita susurrando al otro lado de las duras paredes de piedra pura y sólida.
<<No quiero verlo>>
Resonó en su cabeza.
Girando, tu mandíbula se tensó y se aflojó rápidamente. Su tono era de preocupación, casi triste y angustiado.
¿Primero querías verlo y ahora no? Bueno, el castigo ahora tenía más justificación.
Tal vez fue un poco responsable, trató de alejarse para mantener tu interés, pero el efecto fue completamente el contrario, y su incompetencia para no detectar con su olfato el rastro de la droga que salía de tus labios. Si la pastilla para dormir hubiera sido veneno ..... No. Pensar en ello solo lo hace sentir más culpable y paranoico. Será más cuidadoso, no confiará en cualquiera para protegerte, incluso si le cuesta más trabajo, hará todo lo posible para mantenerte a salvo.
Tomó la caja con fuerza, enterró sus garras en la superficie de cartón y se quedó largo rato detrás de la puerta del baño, escuchando tus pequeños movimientos en el agua de la bañera, suspirando. Cuando la voz de la doncella lo sacó de sus pensamientos.
- El príncipe sabe que usted lo siente, señorita.
Y era verdad.
El sonido del agua arrastrándose sobre tu cuerpo y cayendo en la piscina cuando te pusiste de pie y saliste de la cálida comodidad hizo que se alejara de la puerta y saliera de la habitación. Justo a tiempo para dejar la puerta entreabierta y verte salir del baño, con una toalla envuelta alrededor de tu figura.
Le hizo salivar.
Observó cómo tu pequeña figura se acercaba a la cama, tomaba el vestido con delicadeza entre tus manos y lo unía a tu cuerpo.
Medidas perfectas, sabía que no podía equivocarse, había aprendido el tamaño de tu cuerpo al revés y al revés. Entonces notó que tus orejas se llenaban de color rojo, le dejaban sin aliento, le habías gustado mucho. Él tuvo ese efecto en ti.
Simplemente estaba lleno de orgullo y con una sonrisa de suficiencia se alejó por completo, no necesitó ver más para saber que hizo un excelente trabajo.
El segundo vestido aún no había llegado, probablemente porque era más elaborado y extravagante, lo enviaría con Stiletto más tarde.
#könig x reader#konig call of duty#call of duty#konig cod#medieval au#yandere konig#konig mw2#posesivo#hibrido#fanfic#cod mw2
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❃ 𝙱𝙰𝙸𝙻𝙰𝙽𝙳𝙾 𝙴𝙽𝚃𝚁𝙴 𝙻𝙾𝙱𝙾𝚂 - 𝙲𝙰𝙿Í𝚃𝚄𝙻𝙾 1 ❃
» Temática: SKZ híbridos x Oc (Lis) » Género: Poly, fantasía, OMEGAVERSE » Warnings generales: Fluff, smut con historia, angst, tensión sexual, sexo, degradación, dinámica A/B/O explícita, dom/sub, sado, amor, entre otros. » Tipo: Serie. » Palabras: 3.512.
» Masterlist « | Capítulo 2
— A ver si lo he entendido bien. —dijo Lis, cruzándose de piernas—. ¿Me está usted diciendo que el mánager de un grupo de k-pop se ha casado y ha encontrado una manada propia, y que ahora necesitan a un substituto?
Su jefe, un beta nervioso y con unas intenciones de dudosa honestidad, asintió. Lis llevaba tres años en aquella empresa de televisores tan reconocida a nivel mundial... como una secretaria de recepción de mercancías.
— Y que, de entre todos los perfiles habidos y por haber, ¿el mío es el más adecuado? —la chica se cruzó de brazos y puso una mueca—. No me lo trago, señor Haneul. Debe haber algo más.
El hombre en traje suspiró.
— Hiciste cursillos especializados y te preparaste a consciencia buscando una oportunidad...
— Ni siquiera me saqué la universidad. —cortó—. Y los cursos fueron eso... Cursillos. No hay literalmente nada en mi historial que diga "¡Oye! ¡Eres perfecta para el puesto de mánager de uno de los grupos de la cuarta generación!"
Haneul puso las manos encima de la mesa y agachó la cabeza, deliberando si debía o no contar la razón real.
— Mira. —empezó, inseguro—. Tú no tienes nada que ver con los híbridos como nosotros. Tienes veinticuatro años, eres joven y fuerte. Puedes aguantar los instintos que los demás no podemos y controlar mejor una situación... descontrolada, valga la redundancia.
— Es decir, evitar que mis futuros protegidos se tiren a otros idols en época de celo, ¿verdad?
— ¡Exacto! Aunque claro, al ser una gran manada, no existe ese problema real. Tienen la jerarquía bien montada entre ellos. ¿Significa eso que aceptarás?
— Si no acepto, me echaréis de la empresa. —espetó, para sorpresa de su jefe—. Es lo que le hicisteis a mi anterior compañera.
Haneul sonrió mostrando así los dientes amarillos, pero perfectamente alineados.
— El caso de Jihye fue diferente, pero sí. Para que accedas te diré un detalle más: Ellos mismos fueron los que eligieron tu currículum. Sería una lástima tener que decirles que no.
— Ni siquiera me gradué en dirección de empresa. —insistió.
— Pero eres humana.
Puso los ojos en blanco, contrariada. En realidad, no lo era.
Se había volcado toda su vida en pretender lo contrario. Con parches anti olor bajo camisas de cuello alto incluso en verano y supresores médicos, ni siquiera se había tenido que preocupar por el celo. Eso hasta hace un par de ciclos en los que se había dado cuenta de que no podría seguir así mucho más. Los supresores empezaban a fallar, y casi se había desmayado del dolor sola en su casa con el último celo.
¿Por qué tomarse tantas molestias en ocultar su naturaleza? Bueno... todo el mundo tiene sus traumas. Por suerte, contaba con al menos dos meses antes de iniciar el nuevo. En ese período podría encontrar unas nuevas pastillas más eficaces.
— Vale. —sacó un bolígrafo del bolso y lo alzó—. Dame los papeles de la renuncia y los de traslado de empresa.
El hombre dio un par de palmadas en el aire, emocionado, y Lis lo apuntó con la punta del boli, el ceño fruncido y una mueca de disgusto.
— No sé qué suma te habrán prometido por dejarme ir, pero primero, no lo valgo, y segundo, espero que aproveches cada won que te den.
— Créeme. Los aprovecharé bien.
— Más te vale.
— Ah, sí. Otra cosa más. Tu presencia se verá requerida casi las 24 horas. Empieza a empaquetar tus pertenencias cuanto antes.
— ¡¿Perdona?! —revisó el contrato detenidamente, ahora sí.
En una de las cláusulas rezaba: "El contratado o contratada pasará a entera disposición de los clientes o las clientas durante el tiempo que se le asigne, con sus correspondientes días festivos y un sueldo de 20.000.000 de wons a percibir el 28 de cada mes. Dicho contrato podrá ser rescindido si una de las partes incumple con su trabajo."
Sí, estaba protestando por lo del traslado total, pero... Pero... ¿20.000.000 wons? Eso eran 13.709 euros. Eran 14.833 dólares. 245.735 pesos mejicanos. 14.534.043 pesos chilenos. 355.567 pesos cubanos. 12.721.844 pesos argentinos. Suma y sigue.
Tragó saliva. Lentamente. Muy, MUY lentamente. Era una barbaridad cada mes. ¿Cómo se gastaba tanto dinero? ¿Qué tenía que hacer con él? Podría conseguirse una casa propia, podría llegar a tener su cafetería soñada, una con temática de Alicia en el País de las Maravillas. Parecía infantil, ¿verdad?
Se levantó tras firmarlo todo, muy digna, como si la suma de dinero no fuera nada del otro mundo. Ya con la mano en el pomo de la puerta, se giró hacia su ex jefe. Aún había algo que debía preguntar.
— ¿Qué grupo es, por cierto? ¿IVE? ¿NMIXX? Qué se yo... ¿Le Sserafim?
El hombre sacudió la cabeza.
— Ni idea.
A la mañana siguiente, el sonido del despertador le hizo tomar consciencia de la vida. Sí, la vida. Se quedó mirando el techo rosa pálido y desgastado de su minúsculo piso de alquiler, exhausta. No había descansado ni un poco, y eso que, por una vez en su vida, no se había ido a dormir demasiado tarde. Poco antes de las cuatro de la mañana.
— No sé por qué no me muero ya. —dijo para sí misma. Luego se rió ante la ocurrencia y se dio la vuelta, buscando volver a conciliar un sueño que sabía que no iba a recuperar. Pero se estaba tan bien sobre el colchón hecho nido...
El zumbido de la vibración del móvil interrumpió su paz. Esta vez no era una alarma, sino una llamada entrante. Levantó la pantalla y se cegó a sí misma en la oscuridad. Emitió un sonido de dolor, pero deslizó el dedo hacia la izquierda para desbloquearlo.
— Espero que sea importante, porque si no lo es voy a estar MUY enfadada durante todo el día por haber perturbado mi sueño. —murmuró, dramática como solo sabía ser.
Al otro lado se oyó una risa.
— "Siento molestarte, señorita Elise. Te aseguro que nada más lejos de mi intención. Soy Jung Han, el mánager del grupo. Bueno, ex mánager. Llamaba para saber cuándo podría pasarme a buscarte y llevarte a conocer a los chicos."
Lis abrió unos ojos como platos y se incorporó en la cama, despierta del todo. MIERDA. Se había olvidado completamente del asunto. Y encima le había hablado mal a alguien tan importante como...
Un segundo.
— Chicos. —repitió en voz alta.
— "Sí, chicos. Stray Kids. ¿Los conoces? ¿Te habló tu jefe de ellos?"
Los labios de Lis se convirtieron en una fina línea, tensa. Claro que sabía quiénes eran, y ahora sabía que su jefe, pese a haberle dicho miles de veces que no quería tener contacto con ningún hombre, se había callado ese pequeño dato.
No, jamás podría olvidarse de quienes eran. No cuando su antiguo compañero de clase estaba en él. Oh. Espera. ¿Es por eso que la habían contratado? ¿Se acordaría de ella? La chica se llevó una mano a la frente, retirándose los alborotados cabellos de la cara.
— No, pero... los conozco. Están en todas partes. —mintió.
— "Bien, bien. Entonces, ¿cuándo crees que podrías estar lista? ¿Te parecen bien dos horas? ¿Medio día?"
— Con una es suficiente. —se levantó y fue hacia la cocina, reprimiendo un fuerte bostezo.
— "¿Segura? Hablamos de un traslado completo, tendrás muchas cosas que recoger."
Con el manos libres activado, vertió el contenido del café de un sobrecito en una taza con leche y removió perezosamente.
— Para nada. Todo lo que tengo me cabe en dos maletas. Desde que me fui de casa de mi padre he preferido no tener demasiadas cosas materiales... —¿Por qué le estaba dando información adicional a alguien a quien no conocía de nada? —. Perdón, estoy divagando.
— "No hay nada que perdonar. Entonces estaré allí a las once y media. Ah, y Lis... Gracias de antemano."
Antes de que lograra preguntarle a qué se debía ese agradecimiento, la llamada se cortó. Se sentó en el sillón del centro del goshiwon y se quedó mirando a la nada, pensativa.
¿Qué hace un mánager?
Una hora más tarde y puntual como un reloj, un precioso Hyundai Palidase 2020 la esperaba en la entrada de su casa. Era negro y grande, con las ventanas tintadas a fin de que no se viera nada del interior.
Solo había tardado media hora en hacer las maletas, y por supuesto, en asearse y renovarse los parches anti feromonas. Había dudado en si debía o no maquillarse y pese a que le hubiera gustado ir natural, el espejo le devolvió una imagen fea y demacrada de sí misma. Bueno, lo usual en realidad. Aún se preguntaba por qué seguía intentando verse guapa cuando no lo era. De igual forma, se dibujó una fina línea con el delineador, lo suficiente como para sentirse algo mejor.
Dios, cómo desearía ser normal y sin ningún tipo de problema de licantropía.
La ventanilla del conductor bajó y un hombre de aspecto risueño le dedicó una de las mejores sonrisas que había visto en su vida. No era guapo, —no su estilo—, pero poseía un aire afable que ablandaría el corazón de cualquiera en una jerarquía. Y eso que "apestaba" a alfa.
— Soy Jung Han. —se presentó—. Tu debes de ser Elise. Es un verdadero placer conocerte.
— Prefiero Lis. Es menos caótico para que otros lo pronuncien. —le devolvió la sonrisa porque, ¿qué otra cosa podía hacer cuando la estaban tratando con tanto respeto? —. Encantada.
El ex mánager señaló el asiento del copiloto.
— Sube, hablemos por el camino.
No se hizo de rogar. Tras cargar las dos maletas en el maletero, —Jung Han era enorme, como un oso gigante—, se subieron e iniciaron la marcha hacia su destino. El hombre se pasó la media hora que duró el viaje preguntándole si estaba cómoda. A la cuarta vez, Lis suspiró y lo miró de frente.
— ¿Por qué?
— ¿Hm?
— ¿Por qué tanto interés en que esté bien? Es más... ¿quién tiene tanto interés en mi bienestar?
Jung Han miró hacia adelante y sonrió.
— Hemos llegado. —comentó, evitando el tema.
Frente a ellos se alzaba una imponente casa de cuatro pisos en uno de los barrios más apartados y ricos de Seúl.
Pensaréis que es una tontería, pero las feromonas de los ocho individuos que rondaban por aquella gigantesca casa eran tan fuertes que los estaba oliendo a través de la puerta de la entrada.
Allí, de pie, sin atreverse a pasar recibió en el brazo un leve empujoncito del ex mánager para sacarla de su ensoñación.
— ¿Te ha entrado miedo o algo? —sonrió, amable—. Son peculiares, pero... creo que acabarás encajando.
Lis giró la cabeza para mirarlo.
— ¿No me había dicho que vivían separados, cuatro y cuatro? —tragó saliva, tratando de que no se le notara en la voz que su loba estaba arañándola desde dentro. Figuradamente hablando.
Jung Han perdió la sonrisa.
— Nunca dije la cantidad. ¿Cómo sabes que hay específicamente ocho ahora mismo?
Mierda. Había hablado de más. Se suponía que era humana y no notaba nada. Para salvarse de la situación, señaló los enormes coches en el porche de la casa y también la cantidad de ventanas por encima de sus cabezas.
— Son Stray Kids. Todo el mundo los conoce. Y supongo que como voy a ser su nueva mánager no habrán pillado actividades. —dijo.
Ah, tenía razón, qué despistado. No había que ser Sherlock Holmes para llegar a esa conclusión.
— Antes sí, vivían separados porque formaban un grupo platónico. Pero desde que consolidaron la manada, no pueden estar separados. Y discuten bastante, ¿sabes? Ya lo verás.
Abrió la puerta por ella y los olores la golpearon con más intensidad que antes. Se notó salivar, y una gota de sudor le bajó por la nuca. Dio gracias a que el pelo le tapaba la piel. El rellano era simple pero grande, y varios zapatos se agolpaban en el desnivel anterior al parqué de color caoba. Una vez descalzados se aproximaron al salón, donde un par de chicos abrazados levantaron la cabeza al escuchar los pasos. Uno de ellos se puso las manos en la boca y gritó:
— ¡YA ESTÁN AQUÍ!
La fuerza de su voz hizo trastabillar a Lis, demasiado acostumbrada al silencio de su goshiwon. ¿Dónde se estaba metiendo? Se oyeron varios pasos arriba y algunos de los integrantes se hicieron ver también. El mayor, que sabía que se llamaba Chan fue el primero en acercarse y extender una mano a modo de saludo. Trató de ignorar el penetrante olor a bergamota y miel que desprendía, sin éxito.
— Bienvenida, es un placer conocerte al fin. Soy Chris. O Chan, como prefieras llamarme. —le dio un apretón suave y la dejó ir—. ¿Eres Eli?
— Lis. —corrigió. No iba a dejar que nadie volviera a ponerle un diminutivo. No lo permitiría.
— Lis, sí, disculpa. Voy a evitar los rodeos: Sabes quienes somos, ¿no?
La chica asintió.
— Más o menos.
Chan fue señalando a los presentes con el dedo.
— El que acaba de gritar es Changbin, el segundo alfa. Con él está Felix, y aquí atrás tenemos a I.N, Lee Know, o Minho y...
— Kim Seungmin. —las palabras se le escaparon como un suspiro, sin poder detenerlas.
Seungmin abrió mucho los ojos y desvió la vista. Hubo un incómodo silencio en el que nadie se atrevió ni a moverse mientras intercambiaban miradas y preguntas silenciosas. I.N carraspeó y dijo:
— ¿Os conocíais?
Lis ladeó la cabeza.
— Éramos amigos en el instituto.
— ¡Por eso tenías tanto interés en contratarla! —exclamó Changbin, cayendo en la cuenta—. ¡No sabes cuántos currículums nos hizo desechar una vez vio tu fotografía!
Seungmin puso los ojos en blanco y chasqueó la lengua, aunque un rubor le cubrió las mejillas.
— Y tenías que abrir esa bocaza de morsa. —le espetó, contrariado.
Changbin se quedó un segundo quieto, y al siguiente Felix lo tuvo que agarrar para que no se abalanzara contra su compañero. Chan sacudió la cabeza, cansado de pronto.
— Lo siento, siempre hacen lo mismo. ¡Bien! Ahora que hemos arrojado un poco de luz sobre el tema... En fin, ya tendremos tiempo de hablar. —le echó un rápido vistazo a Seungmin, uno que significaba "vamos a tener una conversación acerca de los motivos egoístas y personales que te hicieron prescindir del currículum de gente mejor preparada que ella".
Jung Han frunció el ceño.
— Faltan dos. — indicó.
— Jisungie ha empezado el celo. Hace... un par de días, por cierto. —explicó—. Hyunjin está con él.
— ...Comprendo.
La situación estaba más tensa de lo que pensaba. El ex mánager se despidió de todos, deseándoles un buen día y cuando la puerta hizo "clic", Lee Know caminó perezosamente hacia la muchacha, que se puso rígida en el instante en que empezó a olfatearla.
No se movió, no respiró, ni siquiera se atrevió a parpadear mientras ese híbrido de facciones perfectas la escudriñaba de arriba abajo. Se atrevió, eso sí, a percibir disimuladamente su esencia. El olor a menta y hierbabuena casi le desencajó la mandíbula y le nubló los sentidos. Era un beta como ella.
Al poco, el hombre se retiró dejándola con el pulso disparado y la cara roja de vergüenza.
Minho arrugó la nariz y se dio la vuelta.
— No huele. —siseó—. No me gusta.
— Eso ha sido muy grosero. —contestó Lis, cruzándose de brazos.
— No creas. —una preciosa sonrisa iluminó el rostro de Felix, quien se apoyaba en el hombro de Changbin, tranquilo—. Significa que puedes quedarte.
Se giró hacia Minho, quien ya no la miraba y pretendía que ordenar la vajilla del mueble del salón era más interesante que la situación. I.N se aproximó a la muchacha, curioso.
— Con permiso. —dijo, antes de inclinarse también a olfatearle el cuello.
¿Por qué tenían que ser tan condenadamente atractivos? Todos, sin excepción. Si no se hubiera tomado los supresores esa mañana, estaba convencida de que la mezcla de olores le habría provocado el celo a ella también. El chico que tenía delante desprendía un aroma a canela con un punto especiado. Tuvo que frenarse para no rascarse la nariz por las cosquillas.
— Sí que huele, Minho. —le dijo al mayor—. Es muy leve, pero los humanos suelen tener esta clase de olor.
— Al menos tú has pedido mi consentimiento. —Lis resopló—. Creía que los híbridos tenían más respeto por las otras razas y sus costumbres, pero no se aplica a todos, por desgracia.
Changbin emitió una risa, se puso una mano en la oreja y fingió tener un micro en la otra.
— "Aquí Seo Changbin, retransmitiendo en directo. En efecto, el golpe de ese comentario se ha escuchado en todo Seúl, parte de Busán y en el sudeste asiático, y ha hecho que el anticiclón que acababa de aterrizar en Normandía se tornara una depresión con intensos vientos procedentes del sur..."
Felix le dio un golpecito en el hombro.
— Eres un payaso. —lo insultó.
Minho se dio la vuelta con cara de pocos amigos. Alguien más se estaba ganando un viaje gratis al interior dela freidora. Le importaba bien poco encararse contra un alfa, no era la primera vez ni sería la última.
El chico de pelo rubio, Felix, saltó del sofá y también le dio un apretón de manos.
Vainilla, dijo su loba automáticamente, Y almendras.
— No olvidemos las viejas costumbres. Siento mucho que no podamos estar todos para recibirte, pero... Bueno, no sé cómo de familiarizada estarás con el tema del celo.
Más de lo que crees, quiso decirle.
— Sé algunas cosas. —alzó la cabeza hacia Seungmin, esperando que mantuviera la boca cerrada como había hecho hasta ahora. Se topó con unos ojos castaños y una expresión indescifrable, aunque había algo más que no lograba distinguir—. Un compañero de hace tiempo me explicó el funcionamiento y la jerarquía. —mintió.
— Genial, entonces no hay mucho más. Tu habitación está arriba, en el ático. No hay ascensor, pero seguramente alguien muy amable te ayudará con el equipaje. —contempló a Chan, que carraspeó.
— Sí, claro. —se hizo con el asa de las dos maletas. Diablos, era fuerte—. Después de ti.
Lis se apresuró a subir por las escaleras ignorando la mirada de Seungmin, cuyos ojos, por un momento, brillaron en tono aguamarino.
No solo era fuerte, sino rápido. Casi podía oír al líder respirarle en la nuca, presionándola para que siguiera subiendo sin pararse.
Chan, por su parte, trataba de no mirar demasiado. Falló incontables veces. La visión de la parte trasera de la muchacha y cómo movía las piernas al caminar le hacían difícil la tarea de escoltarla a un sitio "seguro". Seguro y lejos de él, y seguro y lejos de todos.
Hembra. Cubrir.
¿Su lobo se había vuelto loco? Qué quería, ¿matarla? Los humanos eran tan frágiles como los gamma, sino más. ¿Por qué tenía pensamientos tan obscenos con una completa desconocida? ¿Se le estaba escapando algo?
Chan, céntrate., se reprendió, Eres el líder por algo.
— Es aquí. —señaló con la cabeza la última puerta del rellano. Lis hizo girar el pomo y ambos entraron.
Era una habitación vacía de tamaño estándar con una cama de matrimonio en el centro. Tenía facilidades como un escritorio y un armario empotrado con puertas de desplazamiento horizontal que no quitaban espacio. El balcón de marco blanco daba a unas vistas hermosas de la ciudad en aquella hora del crepúsculo, haciendo que las paredes caoba se vieran mucho más cálidas. Era un buen sitio.
— Gracias por cederme una habitación, Chris. —comentó, absorta en el exterior—. Es perfecta.
— ¿Sí? Menos mal, temía que no fuera de tu agrado. Jung Han nunca vino a vivir con nosotros así que eres la primera en usarla. Siéntete como en casa. Mañana te pondremos al corriente de tu papel como mánager. Si tienes hambre, hay sobras en la nevera... Aunque también puedes pedir a domicilio.
Una parte de ella se ablandó ante la cándida carga de información que le estaba proporcionando. El líder era el ser más amable que jamás había conocido.
Dirigir a un grupo de híbridos no iba a resultar una tarea tan complicada al parecer, ¿verdad? ------------
» Capítulo 2 «
© LUNEARTA, 2024. 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
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Cuando los señores blancos llegaron enseñaron el miedo y han venido a mancillar las flores. Para que viviese su flor, han hundido y agotado la flor de los otros. ¡Asaltantes de la vida, ofensores de la noche, verdugos del mundo! No hay verdad en las palabras de los extranjeros.
(Del Chilam Balam)
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