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Lecturas del Lunes de la 9ª semana del Tiempo Ordinario
Lecturas del día Lunes 5 de Junio de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de Tobías 1,3;2,1b-8
Yo, Tobit, seguía el camino del bien y de la justicia todos los días de mi vida y daba muchas limosnas a mis hermanos, los judíos que habían sido deportados junto conmigo a la ciudad de Nínive, en Asiria.
Durante el reinado de Asaradón regresé a mi casa y me devolvieron a mi esposa, Ana, y a mi hijo, Tobías. En Pentecostés, que es nuestra fiesta de acción de gracias por las cosechas, me prepararon una gran comida y me dispuse a comer. Cuando me trajeron los platillos y vi que eran tantos, le dije a mi hijo Tobías: “Ve a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres, cautivos en Nínive, que tenga puesta en el Señor toda su mente y todo su corazón, y tráelo, para que coma conmigo. Yo te esperaré hasta que vuelvas��.
Tobías se fue a buscar a alguno de nuestros hermanos pobres y al regresar, me dijo: “¡Padre!” Yo le respondí: “Dime, hijo”. Él prosiguió: “Asesinaron a uno de nuestro pueblo: lo llevaron a la plaza, lo ahorcaron y ahí está todavía”. De un salto me levanté de la mesa, sin probar bocado, y llevé el cadáver a una casa, hasta que el sol se ocultara y lo pudiera sepultar.
Volví a mi casa, me lavé y comí con lágrimas mi pan, recordando las palabras que el profeta Amós pronunció contra Betel: “Todas las fiestas de ustedes se convertirán en llanto, y todas sus canciones, en lamentos”. Y rompí a llorar.
Cuando el sol se metió, fui, cavé una fosa y lo enterré. Mis vecinos se burlaban de mí y me decían: “Este hombre nunca va a escarmentar. Ya una vez lo condenaron a muerte por este mismo delito, pero se escapó, y ahora sigue enterrando a los muertos”.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 111,1-2.3-4.5-6
R./ Dichosos los que temen al Señor.
Dichosos los que temen al Señor y aman de corazón sus mandamientos; poderosos serán sus descendientes. Dios bendice a los hijos de los buenos. R./ Dichosos los que temen al Señor.
Fortuna y bienestar habrá en su casa, siempre obrarán conforme a la justicia. Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. R./ Dichosos los que temen al Señor.
Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente jamás se desviarán; vivirá su recuerdo para siempre. R./ Dichosos los que temen al Señor.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Marcos 12,1-12
En aquel tiempo, Jesús comenzó a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos y les dijo:
“Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre para el vigilante, se la alquiló a unos viñadores y se fue de viaje al extranjero.
A su tiempo, les envió a los viñadores un criado para recoger su parte del fruto de la viña. Ellos se apoderaron de él, lo golpearon y lo devolvieron sin nada. Les envió otro criado, pero ellos lo descalabraron y lo insultaron. Volvió a enviarles otro y lo mataron. Les envió otros muchos y los golpearon o los mataron.
Ya sólo le quedaba por enviar a uno, su hijo querido, y finalmente también se lo envió, pensando: ‘A mi hijo sí lo respetarán’. Pero al verlo llegar, aquellos viñadores se dijeron: ‘Éste es el heredero; vamos a matarlo y la herencia será nuestra’. Se apoderaron de él, lo mataron y arrojaron su cuerpo fuera de la viña.
¿Qué hará entonces el dueño de la viña? Vendrá y acabará con esos viñadores y dará la viña a otros. ¿Acaso no han leído en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente?”
Entonces los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, quisieron apoderarse de Jesús, porque se dieron cuenta de que por ellos había dicho aquella parábola, pero le tuvieron miedo a la multitud, dejaron a Jesús y se fueron de ahí.
Palabra del Señor
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{HEBREOS - 13.}—{REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS.}—{Miércoles, 1º de diciembre. 2021.}— Jesucristo es nuestro Líder y nuestro Pastor. Y por la autoridad de Jesús es que Él dejó unos pastores y unos líderes encargados de su Iglesia; por lo tanto debemos honrarlos, obedecerlos si traen la enseñanza del Señor, y orar por ellos.
◇◇◇ En este capítulo se dan diversas amonestaciones sobre qué deben hacer y que no deben hacer las personas de este mundo, especialmente los judíos y los cristianos. Cristo te llama a practicar la caridad, y a vivir una vida honesta. Cristo te advierte contra los males de la avaricia que conduce a la perdición eterna. Cristo te llama a practicar la pureza en el matrimonio para que no sea contaminado con el adulterio. Cristo te llama a apartarte de las bajas pasiones y las fornicaciones que corrompen el alma. Cristo te insta a honrar a los predicadores de Dios.
◇◇◇ Cristo te invita a investigar la Escritura y a entenderla por ti mismo por la iluminación del Espíritu Santo, para cuidarte de las doctrinas falsas que enseñan los falsos profetas y maestros que abundan en este tiempo.
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◇◇◇ [v.11-13] Seas judío o gentil, reconoce y entiende que el cordero que moría y el sacerdote que ofrecía la sangre derramada e intercedía para la salvación del pueblo en el tabernáculo, representaba a Cristo, quien ya murió, quien derramó su sangre en la cruz para salvar a judíos y gentiles; y que ascendió al cielo para interceder por todas las personas en cada siglo. Y que después de interceder durante 1810 años en el lugar santo, está ahora ejecutando una obra de juicio investigador en el lugar santísimo, sobre las vidas de todas, todas, todas las personas que han vivido en este mundo. Daniel 7.10 dice que “…el Juez se sentó y los libros fueron abiertos.”
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◇◇◇ [v.11-12] CRISTO PADECIÓ FUERA DE LA PUERTA. "Así como Adán y Eva fueron desterrados del Edén por transgredir la Ley de Dios, así también Cristo debía sufrir fuera de los límites del lugar santo. Murió fuera de la puerta, donde se ejecutaba a los criminales y asesinos. Allí pisó solo el lagar, soportando el castigo que debía haber caído sobre el pecador. Cuán profundas y plenas de significado son las palabras: "Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, hecho por nosotros maldición". Salió fuera de la puerta mostrando así que no sólo daba su vida por la nación judía sino por todo el mundo." [YI 28-6- 1900]. [EGW].
CRISTO MURIÓ POR TODA LA HUMANIDAD. "Cristo sufrió fuera de las puertas de Jerusalén, pues el Calvario estaba fuera de los muros de esa ciudad. Esto debía demostrar que murió no sólo por los hebreos, sino por toda la humanidad. Proclama a un mundo caído que él es su Redentor, y lo insta a que acepte la salvación que Él ofrece." [SW 4-9-1906]. [EGW].
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◇◇◇ [v.13] Así como Cristo Jesús se sacrificó por cada uno de nosotros, así también nosotros debemos ayudar a las demás personas como un sacrificio agradable a Dios, para que conozcan el maravilloso plan de la salvación.
◇◇◇ Jesús padeció golpes y ultrajes fuera de los muros de Jerusalén, donde se ejecutaba a los asesinos, llevando sobre si todos los pecados de la humanidad. Así también hoy llevemos adelante la obra de Cristo de predicación para salvación, aunque nos critiquen, nos ultrajen y nos ofendan. ¿Estaremos dispuesto a hacerlo?
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◇◇◇ [v.20] EL PACTO ETERNO DE MISERICORDIA, POR MEDIO DE LA SANGRE DE CRISTO. "Los que están oprimidos por un sentimiento de pecado, recuerden que hay esperanza para ellos. La salvación de la raza humana siempre ha sido el propósito de los concilios del cielo. El pacto de misericordia fue hecho antes de la fundación del mundo. Ha existido desde toda la eternidad, y es llamado el pacto eterno. Tan ciertamente como nunca hubo un tiempo cuando Dios no existiera, así tampoco nunca hubo un momento cuando no fuera el deleite de la mente eterna el manifestar su gracia a la humanidad." [ST 12-6-1901]. [EGW].
◇◇◇ En Cristo hay salvación. Este mensaje de salvación y también de advertencia es para los judíos primeramente, pero también para los gentiles. Y se nos pide a todos que soportemos la palabra de advertencia.
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◇◇◇ HASTA AQUÍ EL MENSAJE DE DIOS POR MEDIO DE PABLO DADO A LOS HEBREOS. Este mensaje también es para ti, que por la fe en Cristo se te permite recibir las promesas dadas a Abraham, para Israel y también para los que no son Israelitas.
◇◇◇ SIGUE LEYENDO...
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[HEBREOS - 13] _ [Versión: RV1960].
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[DEBERES CRISTIANOS.]
(1) Permanezca el amor fraternal.
(2) No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
(3) Acordaos de los presos, como si estuvierais presos juntamente con ellos; y de los maltratados, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.
(4) Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.
(5) Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
(6) de manera que podemos decir confiadamente: “El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.”
(7) Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
[DESDE LA ETERNIDAD, JESUCRISTO ES NUESTRO SALVADOR.]
(8) Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
(9) No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas.
(10) Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo.
(11) Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.
(12) Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
(13) Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
(14) porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.
(15) Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
(16) Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
(17) Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
(18) Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.
(19) Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto.
[BENDICIÓN Y SALUDOS FINALES.]
(20) Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
(21) os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
(22) Os ruego, hermanos, que soportéis la palabra de exhortación, pues os he escrito brevemente.
(23) Sabed que está en libertad nuestro hermano Timoteo, con el cual, si viniere pronto, iré a veros.
(24) Saludad a todos vuestros pastores, y a todos los santos. Los de Italia os saludan.
(25) La gracia sea con todos vosotros. Amén.
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[HEBREOS - 13] _ [Versión: RV1960].
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"REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS" | Creed en sus Profetas | PLAN de Lectura de un capítulo diario de la Biblia. | #RPSP
La Oración, el investigar la Biblia con entendimiento y obedeciéndola, nos conducirá a un Reavivamiento Espiritual.
Dios los bendiga.
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Hola :). Hay algo que no entiendo, se supone que Dios es perfecto y no peca porque el pecado está fuera de Él pero... Dios ha matado y ha mandado a matar, ¿Como se explica esto?
Hola :)
Mucha gente comete el error de creer que la Biblia dice, “No matarás”, y busca aplicar este mandamiento a la guerra. Sin embargo, lo que en verdad dice la Biblia es “No cometerás asesinato.” (Éxodo 20:13). La palabra hebrea literalmente significa “la muerte intencional y premeditada de otra persona con malicia.” Con frecuencia Dios ordenaba a los israelitas ir a la guerra contra otras naciones (1 Samuel 15:3; Josué 4:13). Dios ordenó la pena de muerte para numerosos crímenes (Éxodo 21:12; 21:15; 22:19; Levítico 20:11). Así que, Dios no está contra el matar en todas las circunstancias, sino más bien el asesinar. La guerra nunca es algo bueno, pero algunas veces es algo necesario. En un mundo lleno de gente pecadora (Romanos 3:10-18), la guerra es inevitable. Algunas veces la única manera de evitar que la gente pecadora haga un gran daño es yendo a la guerra contra ellos.¡La guerra es algo terrible! La guerra es siempre el resultado del pecado (Romanos 3:10-18). En el Antiguo Testamento, Dios ordenó a los israelitas: “Haz la venganza de los hijos de Israel contra los madianitas…” (Números 31:2). Ver también en Deuteronomio 20:16-17, “Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por herencia, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente; al heteo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, como Jehová tu Dios te ha mandado.” En Éxodo 17:16leemos, “ y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Jehová, Jehová tendrá guerra con Amalec de generación en generación.” También en 1 Samuel 15:18, “…Ve, destruye a los pecadores de Amalec, y hazles guerra hasta que los acabes.” Así que, obviamente Dios no está contra todas las guerras. Jesús está siempre en perfecto acuerdo con el Padre (Juan 10:30), así que no podemos argüir que la guerra era la voluntad de Dios solo en el Antiguo Testamento. Dios no cambia (Malaquías 3:6; Santiago 1:17).La Segunda Venida de Cristo es también extremadamente violenta. Apocalipsis 19:11-21 proclama, “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es; EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo; Venid, y congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.”Es un error decir que Dios nunca apoya una guerra. Jesús no es un pacifista. En un mundo lleno de gente impía, algunas veces es necesaria una guerra para prevenir un daño aún mayor. Si Hitler no hubiera sido vencido en la II Guerra Mundial, ¿cuántos millones más de judíos hubieran sido exterminados? Si la Guerra Civil en Estados Unidos no se hubiera peleado, ¿por cuánto tiempo más los afro-americanos hubieran tenido que sufrir como esclavos? Todos debemos recordar el basar nuestras creencias en la Biblia, no en nuestras emociones (2 Timoteo 3:16-17).Eclesiastés 3:8 declara que hay, “tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.” En un mundo dominado por el pecado, el odio y la maldad (Romanos 3:10-18), la guerra es inevitable. Algunas guerras son más “justas” que otras, pero todas las guerras son a última instancia el resultado del pecado. Los cristianos no deben desear la guerra, pero tampoco deben oponerse al gobierno que Dios colocó en autoridad sobre ellos (Romanos 13:10-18; 1 Pedro 2:17). La cosa más importante que podemos hacer en un tiempo de guerra es orar por la buena sabiduría de nuestros líderes, orar por la seguridad de nuestros ejércitos, orar por una rápida solución al conflicto y orar por un mínimo de muertes – de ambos lados del conflicto (Filipenses 4:6-7).
Te mando un abrazo y que Dios te sorprenda.
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Marcos 12
Observemos que en este capítulo y en el siguiente, el relato no nos presenta ningún milagro. Habíamos afirmado previamente que Marcos era el Evangelio de la acción, con un énfasis en los milagros. De acuerdo con esta premisa, parece que la acción ahora disminuye hasta detenerse. En realidad, esta es la calma que precede a la tormenta. Porque después veremos una acción muy intensa.
He preparado un breve bosquejo de este capítulo, que voy a presentar en primer lugar:
1. Jesús avivó el conflicto contra los jefes religiosos con la parábola de la viña (vv. 1-12).
2. Jesús desbarató el argumento de los fariseos y herodianos sobre el pago de impuestos al Cesar (vv. 13-17)
3. Jesús rebatió el escepticismo de los saduceos con respecto a la resurrección (vv. 18-27)
4. Jesús calmó la inquietud de un escriba acerca del más importante de los mandamientos (vv. 28-34),
5. Jesús cuestionó la versión de los escribas sobre el Mesías y citó al Salmo 110 (vv. 35-40)
6. Jesús expuso la forma Bíblica de dar una ofrenda, evaluando las 2 monedas de la viuda (vv. 41-44)
Ahora el relato nos ofrece acción, pero de un tipo diferente. El Señor Jesús era el Cordero de la Pascua y fue sometido a un detenido examen antes de ser sacrificado. (Recordemos que en el Antiguo Testamento, el cordero de la pascua era retenido para ser examinado cuidadosamente para comprobar que no tenía ningún defecto). Toda una oleada de ira de los seres humanos pasaría sobre Su cabeza dentro de unos pocos días. Este no era un período de calma e inactividad sino un marco para el encuentro más feroz con los jefes religiosos. Fue como si ambas partes hubiesen reunido el mejor armamento y la más elaborada estrategia para la batalla entre el cielo y el infierno, entre la luz y la oscuridad, entre Dios y Satanás. Difícilmente un período así podría ser calificado como de inacción y cese de hostilidades. Los 3 años de escaramuzas periódicas de Jesús con los responsables religiosos culminaron en una áspera confrontación verbal. El tomó la iniciativa, obtuvo una victoria en el área de los argumentos y ellos cesaron en sus intentos de atraparle por ese medio. Habían esperado obligarle a decir algo que volviese a la gente contra El, pues todas las preguntas que le habían formulado habían sido malintencionadas.
El precipitó esta acción pronunciando su parábola más penetrante, clara y directa de Su ministerio, la de la viña. El significado era evidente. El capítulo, pues se inicia con esta parábola. Leamos el versículo 1:
"Entonces comenzó a hablarles en parábolas: Un hombre planto una viña y la cerco con un muro, cavo un estanque debajo del lagar y edifico una torre; la arrendó a labradores y se fue de viaje."
La viña representaba a la nación de Israel, de acuerdo con el libro del profeta Isaías 5:1-7. El trajo la "vid" de Egipto. Figurativamente hablando, plantó a esa nación. Les dio una religión que provenía de Dios. Fueron el único pueblo que jamás tuvo una religión de origen divino y la presencia visible de Dios. Las iglesias, a través de toda su historia, nunca han tenido esa manifestación visible de la divinidad. Y ahora, esta parábola aludía a los jefes religiosos de aquel tiempo. Continuemos leyendo los versículos 2 al 12:
"Al tiempo de la vendimia envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores su parte de los frutos de la viña. Pero ellos, echándole mano, lo golpearon y lo enviaron con las manos vacías. De nuevo les mandó otro siervo, y a él lo hirieron en la cabeza y lo trataron vergonzosamente. Y envió a otro y a éste lo mataron; y así con otros muchos, golpeando a unos y matando a otros. Todavía le quedaba uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: Respetarán a mi hijo. Pero aquellos labradores se dijeron entre sí: Este es el heredero; ¡venid, matémosle, y la heredad será nuestra! Y echándole mano, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará, entonces, el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros. ¿Ni aun esta Escritura habéis leído: La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido; esto fue hecho de parte del Señor, y es maravilloso a nuestros ojos? Y procuraban prenderle, pero temían a la multitud, porque comprendieron que contra ellos había dicho la parábola. Y dejándole, se fueron."
Resultaba bastante obvio sobre qué estaba hablando en esta parábola. Los siervos que Dios había enviado eran los profetas. El "hombre" que tenía la viña, mencionado al principio, era Dios el Padre. La viña era la nación de Israel. Dios había elegido y protegido a esta nación. Los labradores eran los jefes religiosos. Finalmente, El había enviado a Su Hijo que, por supuesto, era el Señor Jesús, el hijo amado del Padre. De una manera especial El había venido primero a Israel como nación. Decía en el Evangelio de Mateo 15:24: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Pero El también había venido para todo el mundo, según el Evangelio de Juan 3:16. Aunque aquí el Señor dirigió un impacto deliberado y directo a los responsables religiosos que estaban frente a El. Ellos ya habían tramado su muerte y El estaba exponiendo esos planes en público. Conocía el interior del ser humano y les estaba diciendo a aquellos personajes lo que iban a hacer. Había profetizado cada uno de sus pasos y anticipado sus movimientos. Les estaba acusando de asesinato antes de que lo cometiesen. Esta parábola constituyó, pues, un incidente notable. Después Jesús predijo el juicio de los jefes religiosos, cuyo cumplimiento ocurriría en el año 70 D.C. cuando el romano Tito destruiría la ciudad y les llevaría cautivos. Incluso al ver en la actualidad el Coliseo romano, podemos recordar que fue construido por esclavos judíos.
Hay aquí un detalle importante, en la siguiente frase: "la piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido" Es como si tuviéramos 2 parábolas en una; la de la viña y la de la piedra. Cristo fue una piedra de tropiezo, una roca ofensiva para aquellos religiosos, pero mucha gente se volvió a El y, como resultado, El se convirtió en la piedra principal de un edificio. Esta realidad tendrá su cumplimiento final cuando El regrese a la tierra, Encontramos una descripción de esto en el libro de Zacarías 4:7, que dice; ¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, te convertirás en llanura; y él sacará la piedra principal entre aclamaciones de ?¡Que hermosa es! ¡Qué hermosa!
Los jefes religiosos habrían detenido al Señor Jesús en esta ocasión para ejecutarle, pero temían la reacción del pueblo. Porque esta parábola de la viña hizo estallar una guerra verbal y sus adversarios le enviaron más delegaciones para hablar con El. Leamos los versículos 13 al 15:
"Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos para sorprenderle en alguna palabra. Y cuando ellos llegaron, le dijeron: Maestro, sabemos que eres veraz y que no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial, y enseñas el camino de Dios con verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no? ¿Pagaremos o no pagaremos? Pero El, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: ¿Por qué me estáis poniendo a prueba? Traedme un denario para verlo."
La pregunta era una obra maestra. Ellos le adulaban pero El les llamaría hipócritas. No aceptaría su adulación. Por cierto, El había aceptado lo que el fariseo Nicodemo le había dicho en otra ocasión porque era sincero, pero estos fariseos no.
¿Por qué les pidió una moneda? El iba a usar la propia moneda de ellos; en realidad, yo creo que El mismo no disponía de una. Y esto es digno de reflexión. El Señor de la gloria estaba en este mundo sin dinero en su bolsillo. ¿Puedes imaginarlo? Así que ellos le facilitaron la moneda pedida. Leamos los versículos 16 y 17:
"Se lo trajeron, y El les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Y ellos le dijeron: Del César. Entonces Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de El."
Si El les hubiese respondido que sí, que debían pagar impuestos al César, habría sido como reconocer que el César estaba en un mayor nivel que Moisés, y que el Mesías. Si hubiese respondido que no, habría sido acusado de insurrección contra el César. Sus adversarios debieron pensar que le habían hecho caer en la trampa, pero estaban totalmente equivocados. Tuvieron que sorprenderse de su respuesta.
Esa respuesta de Jesús nos revela que el creyente, el hijo de Dios, tiene una doble responsabilidad. La moneda tiene 2 caras. Hay 2 áreas de responsabilidad en nuestra vida. El ser humano tiene, por una parte, una responsabilidad terrenal o física y por otra, una obligación celestial o espiritual. Los ciudadanos del cielo pagan sus impuestos aquí en la tierra. Y los peregrinos aquí en la tierra deben depositar su riqueza eterna en el cielo. Así podemos ver que El silenció a aquellos Herodianos que deseaban afianzar el poder de la casa real de Herodes. Continuemos leyendo sobre la siguiente pregunta que le plantearon a Jesús: leamos los versículos 18 y 19:
"Y algunos saduceos (los que dicen que no hay resurrección) se le acercaron, y le preguntaban, diciendo: Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si el hermano de alguno muere y deja mujer y no deja hijo, que su hermano tome la mujer y levante descendencia a su hermano."
Los saduceos tenían una ideología que, en ciertos aspectos, era más bien secular y negaban lo sobrenatural. Por cierto, lo que ellos afirmaron era correcto. Se referían a la ley del pariente que actuaba como redentor, la del matrimonio por levirato, ilustrada en el libro de Ruth y que establecía que si un esposo moría sin dejar heredero varón, su hermano, o en su defecto, el pariente más próximo, debía casarse con la esposa del difunto. El primer hijo de esa unión recibiría el nombre del hermano muerto y era considerado como su hijo. Esta práctica tenía el propósito de evitar la extinción de una línea de familia, para mantener intacta la herencia familiar. O sea, que los saduceos conocían bien las Sagradas Escrituras. Continuemos leyendo los versículos 20 al 24:
"Hubo siete hermanos; y el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia. Y el segundo la tomó, y murió sin dejar descendencia; y asimismo el tercero; y así los siete, sin dejar descendencia. Y por último murió también la mujer. En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Pues los siete la tuvieron por mujer. Jesús les dijo: ¿No es ésta la razón por la que estáis equivocados: que no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios?"
Yo diría que ésta era la misma dificultad que tienen en la actualidad los que son tan críticos ante la Biblia. El Señor les dijo a los saduceos que ellos ignoraban 2 verdades: (1) el verdadero significado de las Sagradas Escrituras y no solo su contenido; (2) el poder de Dios para vencer la muerte y dar vida. Jesús amplió cada una de estas verdades empezando por la segunda. Leamos el versículo 25:
"Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como los ángeles en los cielos."
Ello no significa que un hombre y una mujer que estuvieron juntos en la tierra, no podrán estar juntos en el cielo. Simplemente, no estarán allí juntos como marido y mujer, porque no establecerán un hogar ni tendrán que tener y criar hijos para preservar la raza humana. Los saduceos tampoco creían en los ángeles, que son inmortales. Pero así será la vida futura para los seres humanos que hayan establecido una relación con Dios. A continuación, Jesús les expuso la primera verdad. Leamos los versículos 26 y 27:
"Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el pasaje sobre la zarza ardiendo, cómo Dios le habló, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? El no es Dios de muertos, sino de vivos; vosotros estáis muy equivocados."
Ellos desconocían el poder de Dios y alegaban que la idea de una resurrección estaba ausente del Antiguo Testamento. Por eso, en este pasaje, en el que se afirma que hay vida después de la muerte, Jesús citó el episodio de la zarza ardiendo, que vimos al estudiar el libro del Exodo, cuando Dios se había identificado con Moisés, dando a entender que los patriarcas estaban vivos y que El tenía una relación continua con ellos, aunque hubiesen muerto mucho antes. Ni Moisés, ni Abraham, ni Isaac estaban muertos, aunque sus cuerpos estaban enterrados en Hebrón. Ellos habían partido de esta tierra y se encontraban en la presencia de Dios, disfrutando de la fidelidad al pacto que El había establecido con ellos. Están en el mismo lugar en que los cristianos que mueren en comunión con el Señor también se encuentran. Y ahora, otra persona vino al encuentro de Jesús. Leamos los versículos 28 y 29:
"Cuando uno de los escribas se acercó, los oyó discutir, y reconociendo que les había contestado bien, le preguntó: ¿Cuál mandamiento es el más importante de todos? Jesús respondió: El más importante es: Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es;"
Esta es una cita del libro de Deuteronomio 6:4. No es uno de los Diez Mandamientos, pero es una de las declaraciones doctrinales más importantes del Antiguo Testamento. Israel tenía que proclamar la unidad de la Deidad en un mundo de politeísmo e idolatría. Así también hoy, la iglesia debe proclamar la Trinidad en un mundo caracterizado por el ateísmo, que niega la existencia de Dios, y por el unitarianismo, que niega la verdad Bíblica de la Trinidad. Continuemos leyendo el versículo 30:
"y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza."
Por cierto, ¿cumples tú este mandamiento? Si dices que no necesitas a Cristo como Salvador y que obedeces a Dios, yo te haría la siguiente pregunta: ¿Amas a Dios con todo tu corazón, mente y alma? Si no es así, entonces estás quebrantando Su mandamiento y necesitas un Salvador. Yo sé que necesito un Salvador. No estoy a la altura de lo que Dios requiere. Yo le amo, aunque no como debiera. Y dicen los versículos 31 al 34:
"El segundo es éste: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Y el escriba le dijo: Muy bien, Maestro; con verdad has dicho que El es uno, y no hay otro ademas de El; y que amarle con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y los sacrificios. Viendo Jesús que él había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y después de eso, nadie se aventuraba a hacerle más preguntas."
Lo que el escriba dijo era verdaderamente cierto. Amar a Dios y a nuestro prójimo es más importante que todas las ofrendas, donaciones y sacrificios. Quizás convenga repetir que si tú no estás a la altura de ese nivel de amar a Dios con todo tu corazón, mente, alma y fuerzas, y de amar a tu prójimo como a ti mismo, entonces, necesitas un Salvador. Este episodio dio por finalizado un período de pregunta formuladas a Jesús. Sus adversarios no pudieron comprometerle y Jesús pasaría a hacer las preguntas. Leamos los versículos 35 al 37:
"Y tomando la palabra, Jesús decía mientras enseñaba en el templo: ¿Por qué dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? David mismo dijo por el Espíritu Santo: El Señor dijo a mi Señor: sientate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. David mismo le llama Señor. ¿En qué sentido es, pues, su hijo? Y la gran multitud le escuchaba con gusto."
Aquí Jesús estaba enseñando sobre su propio nacimiento virginal. ¿Cómo podía David, en el Salmo 110, donde estaba hablando de un futuro descendiente suyo, llamarle su Señor? Bien, la única manera en que pudo llamarle su Señor, era que éste era realmente El Señor. La única forma en que El podía ser El Señor era siendo alguien más importante que simplemente un descendiente de David. El tenía que nacer de una virgen para ser el Hijo de Dios. O sea que, el Mesías era el hijo o descendiente de David, y el Señor de David al mismo tiempo. Esta verdad implicaba entonces que el Mesías es Dios (o Señor de David) así como hombre (o descendiente de David). Este era la gran verdad que nuestro Señor Jesús estaba enseñando.
Observemos también que Jesús atribuyó el Salmo 110 a David, diciendo que David había escrito este Salmo por el Espíritu Santo, y que este Salmo estaba hablando de El como el Mesías.
Continuemos leyendo los versículos 38 al 40:
"Y en su enseñanza les decía: Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y aman los saludos respetuosos en las plazas, los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes; que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación."
Jesús estaba enseñando que el privilegio crea responsabilidad. Denunció a los escribas porque sus vidas estaban en contradicción con lo que las Sagradas Escrituras enseñaban. Ellos serían juzgados más severamente que aquellos que no habían oído la Palabra de Dios.
El incidente final de este capítulo nos muestra a Jesús haciendo algo tan osado, que solo El como Dios podría hacerlo. Se puso a mirar como la gente ofrecía sus ofrendas. Leamos los versículos 41 y 42:
"Jesús se sentó frente al arca del tesoro, y observaba cómo la multitud echaba dinero en el arca del tesoro; y muchos ricos echaban grandes cantidades. Y llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, de muy poco valor."
El había observado que los ricos echaban mucho dinero. Eran los grandes donantes. Estaban contribuyendo generosamente, pero El no les elogió por ello, sino que fijó su atención en la viuda, que contribuyó con 2 monedas. Comparada con la riqueza de aquel templo, imaginemos lo poco que significaba su ofrenda. Proporcionalmente, ella había dado la mayor cantidad, porque era todo su sustento. Pero Jesús con su actitud hizo como si aquellas monedas equivaliesen al mismo oro del cielo, convirtiéndolas en algo más valioso que cualquier persona rica pudiese ofrecer. ¿Por qué? Porque El vio que ella no se reservó nada para sí misma y se lo entregó todo a El. Su amor y devoción estaban presentes en aquella ofrenda. Verdaderamente, ésta es la forma en que El evalúa a las personas y a sus bienes materiales.
Algunos se preguntan con qué cantidad o porcentaje debieran contribuir a la obra de Dios. Pero una pregunta válida podría ser: ¿cuánto te reservas para ti mismo? Lo importante no es la cantidad que entregas. Después de todo, no se te exige ni una cierta cantidad ni ningún porcentaje. La pregunta esencial es personal: ¿cuánto amas a Dios realmente? El Señor es el único que tiene el derecho de observar este aspecto tan íntimo de entregar una ofrenda. Aquella viuda no dio nada que tuviese un gran valor material y quizás el tesorero del templo no le prestó mucha atención. Pero al dar a Dios con sacrificio, demostró su fe y se confió a sí misma a Dios para que El proveyera sus necesidades. Cada vez que se repite una actitud ejemplar como ésta, el Señor atribuye a esas 2 monedas de la viuda el valor del oro del cielo, porque El conoce la situación personal de cada uno y llega con su mirada a lo más profundo del corazón humano.
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EL ESPÍRITU DE ENFERMEDAD DE CORONAVIRUS VOMITA DE SU BOCA HUMO Y FUEGO. EL HUMO CALIENTE PROVOCA LOS DOLORES DE PULMONES Y DE CABEZA ASÍ COMO LOS PROBLEMAS RESPIRATORIOS Y CON EL FUEGO PROVOCAN LA FIEBRE. A DIFERENCIA DEL VIRUS DEL SEXTO SELLO, EN QUE DE SU BOCA VOMITAN AZUFRE, ADEMÁS DEL HUMO Y DEL FUEGO. POR CAUSA DEL AZUFRE ESTE TIPO DE ESPÍRITU DE ENFERMEDAD DE CORONAVIRUS SERÁ MÁS MORTÍFERO, MURIENDO LA TERCERA PARTE DE LA POBLACIÓN DE LA TIERRA EXISTENTE EN ESE MOMENTO.
“El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”
Apocalipsis 9:13-21 RVR1960
TERRIBLE MORTANDAD QUE DESENCADENARÁ EL INMEDIATO LLAMADO A REUNIÓN ON LINE PARA ESTABLECER EL GOBIERNO MUNDIAL EN UNA HORA (60 MINUTOS).
“Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles.”
Apocalipsis 17:12-14 RVR1960
ESTOS SON LOS QUE JUNTO CON LA BESTIA - EL GOBERNANTE MUNDIAL- ESTARÁN REUNIDOS EN ARMAGEDÓN PARA PELEAR CONTRA EL SEÑOR JESÚS Y CONTRA NOSOTROS, MÁS LOS PISOTEAREMOS.
“Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.”
Apocalipsis 14:17-20 RVR1960
EN BASE A ESTO NO OLVIDES ESTAS PALABRAS EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS, EL TIEMPO DEL FIN QUE VIVIMOS:
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee.”
Eclesiastés 8:8 RVR1960
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El pasado fin de semana del 6, 7 y 8 de Septiembre ha tenido lugar en Córdoba, el II Concurso de Modelismo Ciudad de Córdoba.
He tenido la ocasión de asistir a esta Edición, y he vuelto con una sensación muy positiva.
Esta convocatoria lo tiene todo: una ubicación perfecta en el Salón de Actos de la Excma. Diputación Provincial, un entorno ciudad maravilloso bien ubicada para que muchos modelistas sin un viaje especialmente largo puedan asistir, y un equipo organizador eficiente, pendiente de todos los detalles con ganas de trabajar y hacerlo bien.
Esta segunda edición según se ha comentado (no asistí a la primera) ha tenido menos afluencia de maquetas y modelistas, puede ser en parte debido a las fechas, quizás en exceso próximas a Agosto y en el fin de semana previo al comienzo del curso escolar hayan influido, posiblemente una corrección en el calendario facilite mayor asistencia en futuras ediciones.
Mi conclusión es que se trata de una propuesta muy seria y a tener en cuenta, que a poco que se lo proponga se situara como referencia obligada en el panorama nacional, por lo que ánimo a la organización a perseverar y continuar su trabajo.
Por mi parte tuve la ocasión de realizar una demo-taller de pintura de caras, intenté explicar como hacer una gradación de tonos carne con aerógrafo sobre la cara de un busto de Arcabuz a 1/35 imprimado en negro, con acrílicos artísticos de Golden, y aerógrafo como herramienta principal, aplique por la tarde la gradación básica y algunos remates y detalles a pincel.
Cada vez que imparto una demo ó taller tengo más claro que esto es un “subgénero” dentro del propio hobby, no es fácil por el poco tiempo disponible, el tener que ir explicando los conceptos, esta fuera de tu mesa de trabajo, etc., etc. Cada vez aprendo más en cada demo que hago y espero seguir perfeccionando.
En este caso en concreto el resultado es claramente mejorable, aunque para tres horas que duró la demo, creo que ha quedado aceptable, aunque el día que la termine, tendré que retocar bastantes cosas, espero que a los asistentes les resultara útil el Taller.
Como siempre lo mejor las risas, la compañía y compartir con amigos algunos recientes y otros de hace ya muchísimos años, en esto siempre falta alguien, pero como muestra nada mejor que un botón o en este caso una imagen:
De izquierda a derecha: Ricardo Merino, Jorge Porto, Abilio Piñeiro, Pepe Lagares, Joaquín G. Gázquez, Antonio Sanabria y Carlos Muñoz.
Para terminar agradecer a la Organización por el trato recibido y las facilidades para realizar la demostración de pintura.
Os emplazo de nuevo en Córdoba 2020.
#modelling_expands #gazquezbooks
Fotografías por: Abilio Piñeiro, Pepe Lagares, Amelia García y Autor.
Córdoba 2019 El pasado fin de semana del 6, 7 y 8 de Septiembre ha tenido lugar en Córdoba, el II Concurso de Modelismo Ciudad de Córdoba.
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1 de diciembre
Lamentaciones 1-3 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Tristezas de Sion la cautiva
1 !!Cómo ha quedado sola la ciudad populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, La señora de provincias ha sido hecha tributaria.
2 Amargamente llora en la noche, y sus lágrimas están en sus mejillas. No tiene quien la consuele de todos sus amantes; Todos sus amigos le faltaron, se le volvieron enemigos.
3 Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras.
4 Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las fiestas solemnes; Todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, Sus vírgenes están afligidas, y ella tiene amargura.
5 Sus enemigos han sido hechos príncipes, sus aborrecedores fueron prosperados, Porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones; Sus hijos fueron en cautividad delante del enemigo.
6 Desapareció de la hija de Sion toda su hermosura; Sus príncipes fueron como ciervos que no hallan pasto, Y anduvieron sin fuerzas delante del perseguidor.
7 Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien la ayudase, Se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, Y de todas las cosas agradables que tuvo desde los tiempos antiguos. La miraron los enemigos, y se burlaron de su caída.
8 Pecado cometió Jerusalén, por lo cual ella ha sido removida; Todos los que la honraban la han menospreciado, porque vieron su verg:uenza; Y ella suspira, y se vuelve atrás.
9 Su inmundicia está en sus faldas, y no se acordó de su fin; Por tanto, ella ha descendido sorprendentemente, y no tiene quien la consuele. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.
10 Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; Ella ha visto entrar en su santuario a las naciones De las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación.
11 Todo su pueblo buscó su pan suspirando; Dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh Jehová, y ve que estoy abatida.
12 ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; Porque Jehová me ha angustiado en el día de su ardiente furor.
13 Desde lo alto envió fuego que consume mis huesos; Ha extendido red a mis pies, me volvió atrás, Me dejó desolada, y con dolor todo el día.
14 El yugo de mis rebeliones ha sido atado por su mano; Ataduras han sido echadas sobre mi cerviz; ha debilitado mis fuerzas; Me ha entregado el Señor en manos contra las cuales no podré levantarme.
15 El Señor ha hollado a todos mis hombres fuertes en medio de mí; Llamó contra mí compañía para quebrantar a mis jóvenes; Como lagar ha hollado el Señor a la virgen hija de Judá.
16 Por esta causa lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas, Porque se alejó de mí el consolador que dé reposo a mi alma; Mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció.
17 Sion extendió sus manos; no tiene quien la consuele; Jehová dio mandamiento contra Jacob, que sus vecinos fuesen sus enemigos; Jerusalén fue objeto de abominación entre ellos.
18 Jehová es justo; yo contra su palabra me rebelé. Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor; Mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio.
19 Di voces a mis amantes, mas ellos me han engañado; Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron, Buscando comida para sí con que entretener su vida.
20 Mira, oh Jehová, estoy atribulada, mis entrañas hierven. Mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me rebelé en gran manera. Por fuera hizo estragos la espada; por dentro señoreó la muerte.
21 Oyeron que gemía, mas no hay consolador para mí; Todos mis enemigos han oído mi mal, se alegran de lo que tú hiciste. Harás venir el día que has anunciado, y serán como yo.
22 Venga delante de ti toda su maldad, Y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones; Porque muchos son mis suspiros, y mi corazón está adolorido.
Las tristezas de Sion vienen de Jehová
2 !!Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, Y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor.
2 Destruyó el Señor, y no perdonó; Destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; Echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, Humilló al reino y a sus príncipes.
3 Cortó con el ardor de su ira todo el poderío de Israel; Retiró de él su diestra frente al enemigo, Y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor.
4 Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, Y destruyó cuanto era hermoso. En la tienda de la hija de Sion derramó como fuego su enojo.
5 El Señor llegó a ser como enemigo, destruyó a Israel; Destruyó todos sus palacios, derribó sus fortalezas, Y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento.
6 Quitó su tienda como enramada de huerto; Destruyó el lugar en donde se congregaban; Jehová ha hecho olvidar las fiestas solemnes y los días de reposo[a] en Sion, Y en el ardor de su ira ha desechado al rey y al sacerdote.
7 Desechó el Señor su altar, menospreció su santuario; Ha entregado en mano del enemigo los muros de sus palacios; Hicieron resonar su voz en la casa de Jehová como en día de fiesta.
8 Jehová determinó destruir el muro de la hija de Sion; Extendió el cordel, no retrajo su mano de la destrucción; Hizo, pues, que se lamentara el antemuro y el muro; fueron desolados juntamente.
9 Sus puertas fueron echadas por tierra, destruyó y quebrantó sus cerrojos; Su rey y sus príncipes están entre las naciones donde no hay ley; Sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová.
10 Se sentaron en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sion; Echaron polvo sobre sus cabezas, se ciñeron de cilicio; Las vírgenes de Jerusalén bajaron sus cabezas a tierra.
11 Mis ojos desfallecieron de lágrimas, se conmovieron mis entrañas, Mi hígado se derramó por tierra a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo, Cuando desfallecía el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
12 Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfallecían como heridos en las calles de la ciudad, Derramando sus almas en el regazo de sus madres.
13 ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, hija de Jerusalén? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu quebrantamiento; ¿quién te sanará?
14 Tus profetas vieron para ti vanidad y locura; Y no descubrieron tu pecado para impedir tu cautiverio, Sino que te predicaron vanas profecías y extravíos.
15 Todos los que pasaban por el camino batieron las manos sobre ti; Silbaron, y movieron despectivamente sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?
16 Todos tus enemigos abrieron contra ti su boca; Se burlaron, y crujieron los dientes; dijeron: Devorémosla; Ciertamente este es el día que esperábamos; lo hemos hallado, lo hemos visto.
17 Jehová ha hecho lo que tenía determinado; Ha cumplido su palabra, la cual él había mandado desde tiempo antiguo. Destruyó, y no perdonó; Y ha hecho que el enemigo se alegre sobre ti, Y enalteció el poder de tus adversarios.
18 El corazón de ellos clamaba al Señor; Oh hija de Sion, echa lágrimas cual arroyo día y noche; No descanses, ni cesen las niñas de tus ojos.
19 Levántate, da voces en la noche, al comenzar las vigilias; Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; Alza tus manos a él implorando la vida de tus pequeñitos, Que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.
20 Mira, oh Jehová, y considera a quién has hecho así. ¿Han de comer las mujeres el fruto de sus entrañas, los pequeñitos a su tierno cuidado? ¿Han de ser muertos en el santuario del Señor el sacerdote y el profeta?
21 Niños y viejos yacían por tierra en las calles; Mis vírgenes y mis jóvenes cayeron a espada; Mataste en el día de tu furor; degollaste, no perdonaste.
22 Has convocado de todas partes mis temores, como en un día de solemnidad; Y en el día del furor de Jehová no hubo quien escapase ni quedase vivo; Los que crié y mantuve, mi enemigo los acabó.
Esperanza de liberación por la misericordia de Dios
3 Yo soy el hombre que ha visto aflicción bajo el látigo de su enojo.
2 Me guió y me llevó en tinieblas, y no en luz;
3 Ciertamente contra mí volvió y revolvió su mano todo el día.
4 Hizo envejecer mi carne y mi piel; quebrantó mis huesos;
5 Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo.
6 Me dejó en oscuridad, como los ya muertos de mucho tiempo.
7 Me cercó por todos lados, y no puedo salir; ha hecho más pesadas mis cadenas;
8 Aun cuando clamé y di voces, cerró los oídos a mi oración;
9 Cercó mis caminos con piedra labrada, torció mis senderos.
10 Fue para mí como oso que acecha, como león en escondrijos;
11 Torció mis caminos, y me despedazó; me dejó desolado.
12 Entesó su arco, y me puso como blanco para la saeta.
13 Hizo entrar en mis entrañas las saetas de su aljaba.
14 Fui escarnio a todo mi pueblo, burla de ellos todos los días;
15 Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.
16 Mis dientes quebró con cascajo, me cubrió de ceniza;
17 Y mi alma se alejó de la paz, me olvidé del bien,
18 Y dije: Perecieron mis fuerzas, y mi esperanza en Jehová.
19 Acuérdate de mi aflicción y de mi abatimiento, del ajenjo y de la hiel;
20 Lo tendré aún en memoria, porque mi alma está abatida dentro de mí;
21 Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré.
22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.
24 Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré.
25 Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.
26 Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
27 Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.
28 Que se siente solo y calle, porque es Dios quien se lo impuso;
29 Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza;
30 Dé la mejilla al que le hiere, y sea colmado de afrentas.
31 Porque el Señor no desecha para siempre;
32 Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
33 Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
34 Desmenuzar bajo los pies a todos los encarcelados de la tierra,
35 Torcer el derecho del hombre delante de la presencia del Altísimo,
36 Trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
39 ¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.
40 Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová;
41 Levantemos nuestros corazones y manos a Dios en los cielos;
42 Nosotros nos hemos rebelado, y fuimos desleales; tú no perdonaste.
43 Desplegaste la ira y nos perseguiste; mataste, y no perdonaste;
44 Te cubriste de nube para que no pasase la oración nuestra;
45 Nos volviste en oprobio y abominación en medio de los pueblos.
46 Todos nuestros enemigos abrieron contra nosotros su boca;
47 Temor y lazo fueron para nosotros, asolamiento y quebranto;
48 Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.
49 Mis ojos destilan y no cesan, porque no hay alivio
50 Hasta que Jehová mire y vea desde los cielos;
51 Mis ojos contristaron mi alma por todas las hijas de mi ciudad.
52 Mis enemigos me dieron caza como a ave, sin haber por qué;
53 Ataron mi vida en cisterna, pusieron piedra sobre mí;
54 Aguas cubrieron mi cabeza; yo dije: Muerto soy.
55 Invoqué tu nombre, oh Jehová, desde la cárcel profunda;
56 Oíste mi voz; no escondas tu oído al clamor de mis suspiros.
57 Te acercaste el día que te invoqué; dijiste: No temas.
58 Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
59 Tú has visto, oh Jehová, mi agravio; defiende mi causa.
60 Has visto toda su venganza, todos sus pensamientos contra mí.
61 Has oído el oprobio de ellos, oh Jehová, todas sus maquinaciones contra mí;
62 Los dichos de los que contra mí se levantaron, y su designio contra mí todo el día.
63 Su sentarse y su levantarse mira; yo soy su canción.
64 Dales el pago, oh Jehová, según la obra de sus manos.
65 Entrégalos al endurecimiento de corazón; tu maldición caiga sobre ellos.
66 Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Jehová.
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#MARANATHA2031 SOMOS REPARADORES DE PORTILLOS SOMOS REFORMADORES Aunque Satanas el Vaticano los jesuitas masones illuminati y todas las hijas rameras digan que la reforma termino nosotros sabemos que no... El punto PRINCIPAL, final y de gran controversia esta en el VERDADERO DIA DE REPOSO SABADO. Solemne y públicamente el pueblo de Judá se había comprometido a obedecer la ley de Dios. Pero cuando por un tiempo dejó de sentir la influencia de Esdras y Nehemías, muchos se apartaron del Señor. Nehemías había vuelto a Persia. Durante su ausencia de Jerusalén se infiltraron males que amenazaban con pervertir a la nación. No sólo penetraron idólatras en la ciudad, sino que contaminaban con su presencia las mismas dependencias del templo. Mediante alianzas matrimoniales se había creado amistad entre el sumo sacerdote Eliasib y Tobías el amonita, acerbo enemigo de Israel. Como resultado de esta alianza profana, Eliasib había permitido a Tobías que ocupase una dependencia del templo hasta entonces utilizada como almacén para los diezmos y ofrendas del pueblo. PR 494.1 Debido a la crueldad y traición de los amonitas y moabitas para con Israel, Dios había declarado por Moisés que debía mantenérselos para siempre excluídos de la congregación de su pueblo. Deuteronomio 23:3-6. Desafiando estas instrucciones, el sumo sacerdote había sacado las ofrendas de la cámara situada en la casa de Dios, para dar lugar a aquel representante de una raza proscrita. No podría haberse manifestado mayor desprecio hacia Dios que el revelado al conferir un favor tal a ese enemigo de Dios y de su verdad. PR 494.2 Cuando Nehemías volvió de Persia supo de la audaz profanación y tomó prestamente medidas para expulsar al intruso. Declara: “Dolióme en gran manera; y eché todas las alhajas de la casa de Tobías fuera de la cámara; y dije que limpiasen las cámaras, e hice volver allí las alhajas de la casa de Dios, las ofrendas y el perfume.” PR 494.3 No sólo se había profanado el templo, sino que se había dado una aplicación incorrecta a las ofrendas. Esto propendió a desalentar la liberalidad del pueblo. Habiendo éste perdido su celo y fervor, le costaba mucho pagar sus diezmos. La tesorería de la casa del Señor estaba mal provista y muchos de los cantores y otros empleados en el servicio del templo, al no recibir suficiente sustento, habían dejado la obra de Dios para trabajar en otra parte. PR 495.1 Nehemías se puso a corregir esos abusos. Reunió a los que habían abandonado el servicio de la casa de Jehová, y los puso “en su lugar.” Esto inspiró confianza al pueblo “y todo Judá trajo el diezmo del grano, del vino y del aceite.” Hombres “que eran tenidos por fieles” fueron puestos “por superintendentes de los almacenes,” “y era de su obligación repartir a sus hermanos.” (V.M.) PR 495.2 Otro resultado de las relaciones con los idólatras era el desprecio en que se tenía al sábado, o sea la señal que distinguía a los israelitas de todas las demás naciones como adoradores del Dios verdadero. Nehemías comprobó que los mercaderes y traficantes paganos de la comarca venían a Jerusalén y habían inducido a muchos de los israelitas a comerciar en sábado. A algunos no los habían podido persuadir a sacrificar sus principios; pero otros habían transgredido y participado con los paganos en los esfuerzos de éstos para vencer los escrúpulos de los más concienzudos. Muchos se atrevían a violar abiertamente el sábado. Nehemías escribe: “En aquellos días ví en Judá algunos que pisaban en lagares el sábado, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos, y toda suerte de carga, y traían a Jerusalem en día de sábado. ... También estaban en ella Tirios que traían pescado y toda mercadería, y vendían en sábado a los hijos de Judá.” PR 495.3 Estas condiciones podrían haberse evitado si los gobernantes hubiesen ejercido su autoridad; pero el deseo de fomentar sus propios intereses los habían inducido a favorecer a los impíos. Nehemías los reprendió intrépidamente por haber descuidado su deber. Les preguntó severamente: “¿Qué mala cosa es ésta que vosotros hacéis, profanando así el día del sábado? ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios sobre nosotros todo este mal, y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el sábado?” Luego ordenó que “se cerrasen las puertas” “cuando iba oscureciendo ... antes del sábado,” y que no se volviesen a abrir “hasta después del sábado.” Y teniendo más confianza en sus propios criados que en aquellos a quienes pudieran designar los magistrados de Jerusalén, los puso al lado de las puertas para que hiciesen cumplir sus órdenes. PR 495.4 No queriendo renunciar a su propósito, “los negociantes, y los que vendían toda especie de mercancía,” “quedáronse fuera de Jerusalem una y dos veces,” con la esperanza de tener oportunidad de negociar con la gente de la ciudad o del campo. Nehemías les advirtió que si continuaban haciendo esto serían castigados. Les dijo: “¿Por qué os quedáis vosotros delante del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano.” “Desde entonces no vinieron en sábado.” También ordenó a los levitas que guardasen las puertas, pues sabía que serían más respetados que la gente común y, además, por el hecho de que estaban estrechamente relacionados con el servicio de Dios, era razonable esperar de ellos que fuesen más celosos para imponer la obediencia a su ley. PR 496.1 Luego Nehemías dedicó su atención al peligro que nuevamente amenazaba a Israel por causa de los casamientos mixtos y del trato con los idólatras. Escribe: “Vi asimismo en aquellos días Judíos que habían tomado mujeres de Asdod, Ammonitas, y Moabitas: y sus hijos la mitad hablaban asdod, y conforme a la lengua de cada pueblo; que no sabían hablar judaico.” PR 496.2 Estas alianzas ilícitas ocasionaban gran confusión en Israel; porque algunos de los que las contraían eran hombres de posición encumbrada, gobernantes a quienes el pueblo tenía derecho a considerar como consejeros y buenos ejemplos. Previendo la ruina que aguardaba a la nación si se dejaba subsistir ese mal, Nehemías razonó fervorosamente con los que lo cometían. Señalando el caso de Salomón, les recordó que entre todas las naciones no se había levantado un rey como él, a quien Dios hubiese dado tanta sabiduría; y sin embargo las mujeres idólatras habían apartado de Dios su corazón, y su ejemplo había corrompido a Israel. Nehemías preguntó severamente: “¿Obedeceremos a vosotros para cometer todo este mal tan grande?” “No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, o para vosotros.” PR 496.3 Cuando les hubo presentado los mandatos y las amenazas de Dios, así como los terribles castigos que en lo pasado habían caído sobre Israel por ese preciso pecado, se les despertó la conciencia, y se inició una obra de reforma que desvió de ellos la ira de Dios y les atrajo su aprobación y bendición. PR 497.1 Algunos, que desempeñaban cargos sagrados rogaron por sus esposas paganas, declarando que no podían separarse de ellas. Pero no se hizo distinción alguna ni se respetaron la jerarquía ni los puestos. Cualquiera de los sacerdotes o gobernantes que rehusó cortar sus vínculos con los idólatras quedó inmediatamente separado del servicio del Señor. Un nieto del sumo sacerdote, casado con una hija del notorio Sambalat, no sólo fué destituído de su cargo sino prestamente desterrado de Israel. Nehemías oró así: “¡Acuérdate de ellos, oh Dios mío, en orden a sus profanaciones del sacerdocio, y del pacto del sacerdocio, y del de los levitas!” (V.M.) PR 497.2 Sólo el día del juicio revelará la angustia que sintió en su alma ese fiel obrero de Dios por tener que actuar con tanta severidad. Había que luchar constantemente contra elementos opositores; y sólo se lograba progresar con ayuno, humillación y oración. PR 497.3 Muchos de los que se habían casado con mujeres idólatras prefirieron acompañarlas en el destierro; y los tales, juntamente con los que habían sido expulsados de la congregación, se unieron a los samaritanos. Allí los siguieron también algunos que habían ocupado altos cargos en la obra de Dios, y después de un tiempo echaron su suerte con ellos. Deseosos de fortalecer esta alianza, los samaritanos prometieron adoptar más plenamente la fe y las costumbres judaicas; y los apóstatas, resueltos a superar a los que antes fueron sus hermanos, erigieron un templo en el monte Gerizim, en oposición a la casa de Dios en Jerusalén. Su religión continuó siendo una mezcla de judaísmo y paganismo; y su aserto de ser el pueblo de Dios fué fuente de cisma, emulación y enemistad entre las dos naciones de generación en generación. PR 497.4 En la obra de reforma que debe ejecutarse hoy, se necesitan hombres que, como Esdras y Nehemías, no reconocerán paliativos ni excusas para el pecado, ni rehuirán de vindicar el honor de Dios. Aquellos sobre quienes recae el peso de esta obra no callarán cuando vean que se obra mal ni cubrirán a éste con un manto de falsa caridad. Recordarán que Dios no hace acepción de personas y que la severidad hacia unos pocos puede resultar en misericordia para muchos. Recordarán también que el que reprende el mal debe revelar siempre el espíritu de Cristo. PR 498.1 En su obra, Esdras y Nehemías se humillaron delante de Dios, confesaron sus pecados y los del pueblo, y pidieron perdón como si ellos mismos hubiesen sido los culpables. Con paciencia trabajaron, oraron y sufrieron. Lo que más dificultó su obra no fué la franca hostilidad de los paganos, sino la oposición secreta de los que se decían sus amigos, quienes, al prestar su influencia al servicio del mal, decuplicaban la carga de los siervos de Dios. Esos traidores proveían a los enemigos del Señor material para que guerreasen contra su pueblo. Sus malas pasiones y voluntades rebeldes estaban siempre en pugna con los claros requerimientos de Dios. PR 498.2 El éxito que acompañó los esfuerzos de Nehemías revela lo que lograrán la oración, la fe y la acción sabia y enérgica. Nehemías no era sacerdote ni profeta, ni pretendía título alguno. Fué un reformador suscitado para un tiempo importante. Se propuso poner a su pueblo en armonía con Dios. Inspirado por su gran propósito, dedicó a lograrlo toda la energía de su ser. Una integridad elevada e inflexible distinguió sus esfuerzos. Al verse frente al mal y a la oposición a lo recto, asumió una actitud tan resuelta que el pueblo fué incitado a trabajar con renovado celo y valor. No podía menos que reconocer la lealtad, el patriotismo y el profundo amor a Dios que animaban a Nehemías, y al notar todo esto, el pueblo estaba dispuesto a seguirlo adónde lo guiaba. PR 498.3 La diligencia en cumplir el deber señalado por Dios es una parte importante de la religión verdadera. Los hombres deben valerse de las circunstancias como de los instrumentos de Dios con que se cumplirá su voluntad. Una acción pronta y decisiva en el momento apropiado obtendrá gloriosos triunfos, mientras que la dilación y la negligencia resultarán en fracaso y deshonrarán a Dios. Si los que dirigen en la causa de la verdad no manifiestan celo, si son indiferentes e irresolutos, la iglesia será negligente, indolente y amadora de los placeres; pero si los domina el santo propósito de servir a Dios y a él solo, su pueblo se mantendrá unido, lleno de esperanza y alerta. PR 499.1 La Palabra de Dios abunda en contrastes notables y agudos. Se ve lado a lado el pecado y la santidad, para que al considerar a ambos podamos rehuir el primero y aceptar la última. Las páginas que describen el odio, la falsedad y la traición de Sambalat y Tobías describen también la nobleza, la devoción y la abnegación de Esdras y Nehemías. Se nos deja libres para copiar a cualquiera de ellos, según nuestra preferencia. Los terribles resultados que tiene la transgresión de los mandamientos de Dios se ponen en contraste con las bendiciones resultantes de la obediencia. Nosotros mismos debemos decidir si sufriremos los primeros o si gozaremos las últimas. PR 499.2 La obra de restauración y reforma que hicieron los desterrados al regresar bajo la dirección de Zorobabel, Esdras y Nehemías, nos presenta un cuadro de la restauración espiritual que debe realizarse en los días finales de la historia de esta tierra. El residuo de Israel era un pueblo débil, expuesto a los estragos de sus enemigos; pero por su medio se proponía Dios conservar en la tierra un conocimiento de sí mismo y de su ley. Ese residuo había de custodiar el culto verdadero y los santos oráculos. Fué variado lo que experimentó mientras reedificaba el templo y el muro de Jerusalén; y fuerte la oposición que hubo de arrostrar. Fueron pesadas las cargas que hubieron de llevar los dirigentes de esa obra; pero esos hombres avanzaron con confianza inquebrantable y humildad de espíritu, dependiendo firmemente de Dios y creyendo que él haría triunfar su verdad. Como el rey Ezequías, Nehemías “se llegó a Jehová, y no se apartó de él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió... Y Jehová fué con él.” 2 Reyes 18:6, 7. PR 499.3 La restauración espiritual de la cual fué símbolo la obra realizada en tiempos de Nehemías, se halla esbozada en estas palabras de Isaías: “Edificarán los desiertos antiguos, y levantarán los asolamientos primeros, y restaurarán las ciudades asoladas.” “Edificarán los de ti los desiertos antiguos; los cimientos de generación y generación levantarás: y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar.” Isaías 61:4; 58:12. PR 500.1 El profeta describe así a un pueblo que, en tiempos de apartamiento general de la verdad y la justicia, procura restablecer los principios que son el fundamento del reino de Dios. Reparan una brecha que fué hecha en la ley de Dios, o sea el muro que puso él en derredor de sus escogidos para protegerlos y para que en la obediencia a sus preceptos de justicia, verdad y pureza hallasen una salvaguardia perpetua. PR 500.2 En palabras de significado inequívoco, el profeta señala la obra específica de ese pueblo remanente que edifica la muralla: “Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus palabras: entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de Jehová lo ha hablado.” Isaías 58:13, 14. PR 500.3 En el tiempo del fin, ha de ser restaurada toda institución divina. Debe repararse la brecha, o portillo, que se hizo en la ley cuando los hombres cambiaron el día de reposo. El pueblo remanente de Dios, los que se destacan delante del mundo como reformadores, deben demostrar que la ley de Dios es el fundamento de toda reforma permanente, y que el sábado del cuarto mandamiento debe subsistir como monumento de la creación y recuerdo constante del poder de Dios. Con argumentos claros deben presentar la necesidad de obedecer todos los preceptos del Decálogo. Constreñidos por el amor de Cristo, cooperarán con él para la edificación de los lugares desiertos. Serán reparadores de portillos, restauradores de calzadas para habitar. Isaías 58:12. PR 501.1
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Lecturas del Martes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
Lecturas del día Martes 22 de Noviembre de 2022
Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 14,14-19
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube: “Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura”. El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha de la tierra.
Salió otro ángel del templo celestial, también él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz al que tenía la hoz afilada: “Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están maduras”.
El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar, fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión de unos trescientos kilómetros.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 96 (95), 10.11-12.13 R./ Que todo se alegre ante el Señor.
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Alégrese los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Lucas 21,5-11
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: “Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido”.
Entonces le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”
Él les respondió: “Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.
Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.
Palabra del Señor
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Homilías Dominicales P. Jesús Hermosilla García Párroco Monasterio Trapense Nuestra Señora de Corómoto Humocaro Alto Venezuela
Domingo XXVII del tiempo ordinario
Lecturas: - Is 5, 1-7. La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel. - Sal 79. R. La viña del Señor es la casa de Israel. - Flp 4, 6-9. Poned esto por obra, y el Dios de la paz estará con vosotros. - Mt 21, 33-43.
Arrendará la viña a otros labradores. Parece que a Jesús le gustaban las viñas. Al menos, como imagen del reino de Dios… Para trabajar en su viña fue aquel propietario a buscar trabajadores en la mañanita, a mediodía y hasta el atardecer. A trabajar en una viña mandó el padre de la parábola del domingo pasado a sus dos hijos. Y hoy, por si fuera poco, tanto la primera lectura como el evangelio hablan de la viña de un amigo y de la viña que plantó un propietario.
En los años de mi niñez, había viñas en mi pueblo, no muchas, cada familia tenía alguna para el consumo anual de vino; sobre ellas tengo gratos recuerdos: la ida, con un cesto, a por los primeros frutos que maduraban a mediados de septiembre, la vendimia ya entrado el mes de octubre y la pisada de las uvas en el lagar (trujal le llamábamos) de mi abuelo; también alguna anécdota menos agradable, como cuando me fracturé el brazo derecho al caerme de la bici mientras íbamos a buscar agua, a un manantial cercano, para mi padre y otros tíos que cavaban y escamondaban la viña, un día de abril del año 1964 (ese año hice la primera comunión, con el brazo enyesado).
Mi amigo tenía una viña en fértil collado… El amigo es Dios, la viña es su pueblo, Israel. Una viña en la que puso todo su esmero y cariño, una viña en la que realizó todos los trabajos necesarios para que pudiera dar buenos frutos. Esperó que diese uvas, pero dio agrazones (uvas agrias). “Esperó de ellos derecho y ahí tienen: asesinatos; esperó justicia y ahí tienen: lamentos”. “¿Qué más cabía hacer por mi viña -se queja Dios- que no lo haya hecho? ¿Por qué, esperando que diera uvas, dio agrazones?”. ¿Qué puede hacer ya el Señor con su viña? “Quitar la valla para que sirva de pasto, derruir su tapia para que la pisoteen. La dejaré arrasada, no la podaré ni escardaré, crecerán zarzas y cardos, prohibiré a las nubes llover sobre ella”. En realidad, aunque el profeta pone como sujeto de todas estas acciones a Dios mismo, como su castigo, no son otra cosa que las consecuencias del pecado mismo del pueblo: no es Dios quien destruye su viña, es ella misma quien se autodestruye por no haber dado los frutos que cabía esperar de los trabajos recibidos. Es el pueblo quien, por su propia culpa, por no haber sido fiel y no haber correspondido a las gracias de Dios, se forja su propia ruina. No eches, pues, la culpa a Dios de haber arruinado tu vida, tu matrimonio, tu trabajo… lo que sea. Han sido tus propias decisiones y acciones.
Es el fruto de una larga cadena de elecciones desacertadas, contrarias a tu verdadero bien, una larga cadena de rechazos de la gracia de Dios y de obstáculos a su acción. Un edificio no se viene abajo de un día para otro. Un hogar no se destruye de la noche a la mañana. Un futuro brillante no se pierde porque sí, por mala suerte. Una vida fervorosa, en camino de santidad, no se trunca por haber dejado dos o tres días la oración… No es que Dios te haya dejado de su mano. Dios ha invertido en ti mucho tiempo y trabajos. Has sido tú quien ha desbaratado su obra, tú quien ha desaprovechado sus gracias y bendiciones y te has destruido. Dios tenía derecho a esperar de ti otra cosa. Dios tenía derecho a ver los frutos de su inversión, pero, en vez de ello, encuentra tus desastres. Reconócelo, arrepiéntete. Y Dios, que es fiel, te dará otra oportunidad. Todavía estás a tiempo.
Este domingo es un buen día para echar la vista atrás y hacer un balance de tu vida. Mira las gracias, bendiciones y oportunidades que has recibido de Dios a lo largo de tu corta o larga vida. Mira qué frutos se han producido. Mira cómo estás, dónde estás. Qué signos aprecias en ti de vida construida, realizada, de santidad, y qué signos de destrucción, de fracaso, de ruina, de pecado. No es para que te desanimes, al contrario, reconociendo todo lo que Dios ha hecho contigo y el amor que te tiene, puedes esperar que estará dispuesto a invertir otra vez en ti eso y mucho más. Llegado el tiempo de la vendimia envió a sus criados a percibir los frutos que le correspondían.
A la parábola del libro de Isaías Jesús le añade otros matices, podemos decir que compone otra versión. Ya no se trata de esperar de la viña misma los frutos sino de unos trabajadores a los que les es arrendada. Esos labradores no son dueños, sino administradores. Tampoco tú eres dueño de tu propia vida, ni de tus cualidades, ni de tu cuerpo, ni de los bienes materiales que posees, ni por supuesto de tus hijos, de tu esposo o esposa, ni mucho menos de los dones espirituales que, desde el día de tu bautismo hasta hoy, Dios ha ido depositando en ti, sino mero administrador. Habremos de rendir cuentas a Aquel que ha puesto en nuestras manos su “viña” y que tiene derecho a pedirnos los frutos que le corresponden.
No va el dueño de la viña en persona a exigir sus frutos sino que envía, en un primer momento, a sus criados. Jesús está pensando en tantos justos del AT que recordaron al pueblo lo que debía dar al Señor y fueron despreciados y maltratados. No es difícil darse cuenta que tampoco ahora, al menos mientras vivimos en la tierra, Dios nos pide directamente los frutos que le debemos; lo hace, más bien, a través de tantas personas que, de un modo u otro, tienen derecho a esperarlos: tus hijos, tu esposa, tus compañeros de trabajo, tus vecinos, tus feligreses, aquellos que Él va poniendo a tu lado en el transcurso de tu vida, aquellos con los que Jesús mismo se identifica (“tuve hambre y me dieron de comer, estuve enfermo y me visitaron…”)
En el relato, Jesús da un paso más, un paso sorprendente: “por último, les mandó a su hijo diciéndose: “tendrán respeto a mi hijo”; pero los labradores, al ver al hijo, lo agarraron y empujándolo fuera de la viña, lo mataron”. El hijo evidentemente es Jesús mismo, sacado fuera de la ciudad y crucificado, y los labradores los sumos sacerdotes y senadores del pueblo. La parábola, en esta última parte, va también por nosotros. ¿Qué hemos hecho con Jesús? ¿Está vivo o hemos dado muerte, por el pecado, a su presencia en nuestro corazón? ¿No estamos continuamente dilapidando su herencia y, de un modo u otro, destruyendo su vida en nosotros?.
Comentando esta parábola, decía Benedicto XVI en la Misa de inauguración del Sínodo de 2008: “Si contemplamos la historia, nos vemos obligados a constatar con frecuencia la frialdad y la rebelión de cristianos incoherentes. Hay quien, habiendo decidido que "Dios ha muerto", se declara a sí mismo "dios", considerándose el único agente de su propio destino, el propietario absoluto del mundo. Desembarazándose de Dios, al no esperar de Él la salvación, el hombre cree que puede hacer lo que quiere y ponerse como la única medida de sí mismo y de su acción. Pero cuando el hombre elimina a Dios de su horizonte, cuando declara que Dios ha "muerto", ¿es verdaderamente feliz? ¿Se hace verdaderamente más libre?” El evangelio termina con una seria advertencia de Jesús: “se les quitará a ustedes el Reino de los cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos”. Benedicto XVI, en la homilía citada, recuerda las “comunidades cristianas, en un primer momento florecientes, que después desaparecieron y que hoy sólo son recordadas por los libros de historia” y se pregunta: “¿No podría suceder lo mismo en nuestra época? Naciones que en un tiempo tenían una gran riqueza de fe y vocaciones, ahora están perdiendo su identidad, bajo la influencia deletérea y destructiva de una cierta cultura moderna”.
Una seria advertencia también para nosotros. Más arriba he dicho que Dios está dispuesto a darte otra oportunidad. Es verdad, pero eso no anula la seriedad de la advertencia de que puedes perder el Reino de los cielos. No es Dios quien te lo va a quitar y se lo va a dar a otros, sino tú mismo quien lo va a dejar escapar de las manos. El quedarte sin el Reino es una posibilidad real. De ahí la necesidad de una conversión más profunda y la urgencia de evangelizar para que las Iglesias, parroquias, pueblos, hoy en decadencia puedan llegar a ser de nuevo florecientes. No podemos resignarnos a que el laicismo y secularismo acaben con la fe cristiana en nuestros contemporáneos o a que la Iglesia quede reducida al mínimo. Vivamos santamente y evangelicemos.
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Asdrúbal Cabrera fue clave en la victoria de los Mets
05/09/2017
En un duelo de equipos de la División Este de la Liga Nacional donde ambos se encuentran prácticamente fuera de carrera, los Mets de Nueva York vencieron 11-7 a los Filis de Filadelfia, un actor del triunfo fue Asdrúbal Cabrera quien dio su cuadrangular 12 de la temporada.
Fuente: Meridiano
La salida del abridor Mark Leiter por losde la ciudad donde se ubica la “Campana de la libertad” no fue la mejor y esto lo aprovecharon unos neoyorquinos quienes lo vapulearon hasta que fue retirado, el derecho solo pudo retirar a 10 contrarios en una salida para el olvido.
En la segunda entrada Juan Lagares dio un sencillo para empujar a Kevin Plawecki, en el siguiente episodio José Reyes se coló la cerca y luego Cabrera con Norichika Aoki a bordo la mandó a las gradas para poner el resultado parcial 4-0.
En el otro club house los venezolanos no pararon de intentarlo, la tropa criolla de los Filis fue liderada por Andrés Eloy Blanco quien se fue de 3-3 con una fletada y otra anotada, Freddy Galvis de 4-1 con una empujada y pisó el plato en una ocasión, por su parte Odubel Herrera como emergente en su único turno dio un indiscutible, mientras que César Hernández se fue de 4-1 con un boleto.
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Swans- Deliquescence (2017)
Hoy, en otra acercamiento al paraíso de la mano de Luis "400" Meinberg, lo nuevo de SWANS, del que seguramente, como yo, no se enteraron. Apenas 3000 copias que se vendieron en sus shows y esta reseña siempre grossa de Meinberg que también pueden leer en El siamés de las 400. Va:
“Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios.” (San Juan, Revelaciones)
Ya hace tiempo que no queda lugar para la duda:
Michael Gira es un profeta
pero no del tipo aquel personalista, jamás un ser cuyo rostro pueda ser tatuado en papel y vendido como estampita en las esquinas mas yonquis de la desgracia apática. Gira es un Janus, es el transporte, el primer llanto y el ejército de gusanos finales, el es profeta y la profecía. En sus manos descansan los dotes turbulentos que pueden ser emparentados con una mancha voraz de catástrofes, con las edificaciones del llanto levitando, desprendiéndose violentamente de la tierra, mientras montan un espectáculo larguísimo en el cielo para que nos quedemos mirándolo como un fenómeno único, hasta que al final, en un segundo, todo cae y te aplasta la cabeza mas de repente de lo que crees que existe en mediciones de tiempo. Y de alguna forma, tenes tiempo posterior para ver los fluidos de tu cuerpo, sesos, pensamientos esparcidos por el piso, durante horas. Las hogueras.
Después de 6 años, el último Swans ha muerto, llevado encima el mote de haber grabado el mejor disco del siglo 21 (The Seer) y dos discos dobles que van a quedar en los anales del delirio. Así es que, para despedirse (y reafrmar la banda con nuevos metahumanos), vió la luz un último disco en vivo y, a la vez, el LP más largo que sacaron hasta la fecha (255 minutos, 7 canciones), registro de la última gira y con 3 temas inéditos que solo fueron tocados en shows (“The Knot”, pieza que abre el álbum, es un eructo porcino de casi 46 minutos). Entendemos así, con este registro bautizado Deliquescence, la quintaesencia de la última mutación de Swans: el fuego invisible, sus trances, la violencia y los mantras repulsivos del hombre actual, hombre cobarde e infértil, seco como gusano en palangana de sal. El hombre que no crece, que no aumenta.
Genero: Post-Rock, Industrial, Experimental, Avant-arde
Año: 2017
País: EEUU
Duración: 02:35:20
Compresión: 320kbps
Tamaño: 354,9mb
Tracklist:
1- The Knot 2- Screen Shot 3- Cloud of Forgetting 4- Deliquescing 5- Cloud of Unknowing 6- The man who refused to be unhappy 7- The Glowing Man
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#swans#deliquecence#2017#eeuu#usa#estados unidos#united states#rock#post-rock#avant-garde#experimental#demencial#el siames#luis meinberg#400peliculas#live#vivo#rockkkkkk#laconchadelalora#sangre#industrial
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Lecturas del Martes de la 34ª semana del Tiempo Ordinario
Lecturas del Día Martes 24 de Noviembre de 2020
Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 14,14-19
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube: “Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura”. El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha de la tierra.
Salió otro ángel del templo celestial, también él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz al que tenía la hoz afilada: “Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están maduras”.
El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar, fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión de unos trescientos kilómetros.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 96 (95), 10.11-12.13 R./ Que todo se alegre ante el Señor.
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Alégrese los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. R./ Que todo se alegre ante el Señor.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Lucas 21,5-11
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: “Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido”.
Entonces le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?”
Él les respondió: “Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin”.
Luego les dijo: “Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles”.
Palabra del Señor
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19 de junio
Marcos 11-13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos,
2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego que entréis en ella, hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo.
3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá.
4 Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron.
5 Y unos de los que estaban allí les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
6 Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
7 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él.
8 También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
9 Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: !!Hosanna!(A) !!Bendito el que viene en el nombre del Señor!(B)
10 !!Bendito el reino de nuestro padre David que viene! !!Hosanna en las alturas!
11 Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce.
12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
13 Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
14 Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
15 Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16 y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
17 Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones(C)? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.(D)
18 Y lo oyeron los escribas y los principales sacerdotes, y buscaban cómo matarle; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba admirado de su doctrina.
19 Pero al llegar la noche, Jesús salió de la ciudad.
20 Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
21 Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.
23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.(E)
24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.(F)
27 Volvieron entonces a Jerusalén; y andando él por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,
28 y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas?
29 Jesús, respondiendo, les dijo: Os haré yo también una pregunta; respondedme, y os diré con qué autoridad hago estas cosas.
30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme.
31 Entonces ellos discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
32 ¿Y si decimos, de los hombres...? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta.
33 Así que, respondiendo, dijeron a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
12 Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña,(G) la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
2 Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de éstos del fruto de la viña.
3 Mas ellos, tomándole, le golpearon, y le enviaron con las manos vacías.
4 Volvió a enviarles otro siervo; pero apedreándole, le hirieron en la cabeza, y también le enviaron afrentado.
5 Volvió a enviar otro, y a éste mataron; y a otros muchos, golpeando a unos y matando a otros.
6 Por último, teniendo aún un hijo suyo, amado, lo envió también a ellos, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo.
7 Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra.
8 Y tomándole, le mataron, y le echaron fuera de la viña.
9 ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá a los labradores, y dará su viña a otros.
10 ¿Ni aun esta escritura habéis leído: La piedra que desecharon los edificadores Ha venido a ser cabeza del ángulo;
11 El Señor ha hecho esto, Y es cosa maravillosa a nuestros ojos(H)?
12 Y procuraban prenderle, porque entendían que decía contra ellos aquella parábola; pero temían a la multitud, y dejándole, se fueron.
13 Y le enviaron algunos de los fariseos y de los herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra.
14 Viniendo ellos, le dijeron: Maestro, sabemos que eres hombre veraz, y que no te cuidas de nadie; porque no miras la apariencia de los hombres, sino que con verdad enseñas el camino de Dios. ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?
15 Mas él, percibiendo la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
16 Ellos se la trajeron; y les dijo: ¿De quién es esta imagen y la inscripción? Ellos le dijeron: De César.
17 Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.
18 Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección,(I) y le preguntaron, diciendo:
19 Maestro, Moisés nos escribió(J) que si el hermano de alguno muriere y dejare esposa, pero no dejare hijos, que su hermano se case con ella, y levante descendencia a su hermano.
20 Hubo siete hermanos; el primero tomó esposa, y murió sin dejar descendencia.
21 Y el segundo se casó con ella, y murió, y tampoco dejó descendencia; y el tercero, de la misma manera.
22 Y así los siete, y no dejaron descendencia; y después de todos murió también la mujer.
23 En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los siete la tuvieron por mujer?
24 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
25 Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.
26 Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob(K)?
27 Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.
28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó:(L) ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.(M) Este es el principal mandamiento.
31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.(N) No hay otro mandamiento mayor que éstos.
32 Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;(O)
33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.(P)
34 Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
35 Enseñando Jesús en el templo, decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David?
36 Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies.(Q) m
37 David mismo le llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo? Y gran multitud del pueblo le oía de buena gana.
38 Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas,
39 y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;
40 que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación.
41 Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante.
43 Entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
13 Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios.
2 Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada.
3 Y se sentó en el monte de los Olivos, frente al templo. Y Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le preguntaron aparte:
4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿Y qué señal habrá cuando todas estas cosas hayan de cumplirse?
5 Jesús, respondiéndoles, comenzó a decir: Mirad que nadie os engañe;
6 porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán a muchos.
7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin.
8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
9 Pero mirad por vosotros mismos; porque os entregarán a los concilios, y en las sinagogas os azotarán; y delante de gobernadores y de reyes os llevarán por causa de mí, para testimonio a ellos.
10 Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.
11 Pero cuando os trajeren para entregaros, no os preocupéis por lo que habéis de decir, ni lo penséis, sino lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo.(R)
12 Y el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán.
13 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.(S)
14 Pero cuando veáis la abominación desoladora(T) de que habló el profeta Daniel, puesta donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes.
15 El que esté en la azotea, no descienda a la casa, ni entre para tomar algo de su casa;
16 y el que esté en el campo, no vuelva atrás a tomar su capa.(U)
17 Mas !!ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!
18 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno;
19 porque aquellos días serán de tribulación(V) cual nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó, hasta este tiempo, ni la habrá.
20 Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días.
21 Entonces si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo; o, mirad, allí está, no le creáis.
22 Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.
23 Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes.
24 Pero en aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor,
25 y las estrellas caerán del cielo,(W) y las potencias que están en los cielos serán conmovidas.
26 Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes(X) con gran poder y gloria.
27 Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.
28 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.
29 Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.
30 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.
31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.(Y)
33 Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.
34 Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase.(Z)
35 Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;
36 para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo.
37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
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14 de marzo
Oseas 8-14 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
8 Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley.
2 A mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido.
3 Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá.
4 Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos.
5 Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar purificación.
6 Porque de Israel es también éste, y artífice lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria.
7 Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán.
8 Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija que no se estima.
9 Porque ellos subieron a Asiria, como asno montés para sí solo; Efraín con salario alquiló amantes.
10 Aunque alquilen entre las naciones, ahora las juntaré, y serán afligidos un poco de tiempo por la carga del rey y de los príncipes.
11 Porque multiplicó Efraín altares para pecar, tuvo altares para pecar.
12 Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña.
13 En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.
14 Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.
9 No te alegres, oh Israel, hasta saltar de gozo como los pueblos, pues has fornicado apartándote de tu Dios; amaste salario de ramera en todas las eras de trigo.
2 La era y el lagar no los mantendrán, y les fallará el mosto.
3 No quedarán en la tierra de Jehov��, sino que volverá Efraín a Egipto y a Asiria, donde comerán vianda inmunda.
4 No harán libaciones a Jehová, ni sus sacrificios le serán gratos; como pan de enlutados les serán a ellos; todos los que coman de él serán inmundos. Será, pues, el pan de ellos para sí mismos; ese pan no entrará en la casa de Jehová.
5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad, y en el día de la fiesta de Jehová?
6 Porque he aquí se fueron ellos a causa de la destrucción. Egipto los recogerá, Menfis los enterrará. La ortiga conquistará lo deseable de su plata, y espino crecerá en sus moradas.
7 Vinieron los días del castigo, vinieron los días de la retribución; e Israel lo conocerá. Necio es el profeta, insensato es el varón de espíritu, a causa de la multitud de tu maldad, y grande odio.
8 Atalaya es Efraín para con mi Dios; el profeta es lazo de cazador en todos sus caminos, odio en la casa de su Dios.
9 Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como en los días de Gabaa; ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.
10 Como uvas en el desierto hallé a Israel; como la fruta temprana de la higuera en su principio vi a vuestros padres. Ellos acudieron a Baal-peor, se apartaron para verg:uenza, y se hicieron abominables como aquello que amaron.
11 La gloria de Efraín volará cual ave, de modo que no habrá nacimientos, ni embarazos, ni concepciones.
12 Y si llegaren a grandes sus hijos, los quitaré de entre los hombres, porque !!ay de ellos también, cuando de ellos me aparte!
13 Efraín, según veo, es semejante a Tiro, situado en lugar delicioso; pero Efraín sacará sus hijos a la matanza.
14 Dales, oh Jehová, lo que les has de dar; dales matriz que aborte, y pechos enjutos.
15 Toda la maldad de ellos fue en Gilgal; allí, pues, les tomé aversión; por la perversidad de sus obras los echaré de mi casa; no los amaré más; todos sus príncipes son desleales.
16 Efraín fue herido, su raíz está seca, no dará más fruto; aunque engendren, yo mataré lo deseable de su vientre.
17 Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán errantes entre las naciones.
10 Israel es una frondosa viña, que da abundante fruto para sí mismo; conforme a la abundancia de su fruto multiplicó también los altares, conforme a la bondad de su tierra aumentaron sus ídolos.
2 Está dividido su corazón. Ahora serán hallados culpables; Jehová demolerá sus altares, destruirá sus ídolos.
3 Seguramente dirán ahora: No tenemos rey, porque no temimos a Jehová; ¿y qué haría el rey por nosotros?
4 Han hablado palabras jurando en vano al hacer pacto; por tanto, el juicio florecerá como ajenjo en los surcos del campo.
5 Por las becerras de Bet-avén serán atemorizados los moradores de Samaria; porque su pueblo lamentará a causa del becerro, y sus sacerdotes que en él se regocijaban por su gloria, la cual será disipada.
6 Aun será él llevado a Asiria como presente al rey Jareb; Efraín será avergonzado, e Israel se avergonzará de su consejo.
7 De Samaria fue cortado su rey como espuma sobre la superficie de las aguas.
8 Y los lugares altos de Avén serán destruidos, el pecado de Israel; crecerá sobre sus altares espino y cardo. Y dirán a los montes: Cubridnos; y a los collados: Caed sobre nosotros.
9 Desde los días de Gabaa has pecado, oh Israel; allí estuvieron; no los tomó la batalla en Gabaa contra los inicuos.
10 Y los castigaré cuando lo desee; y pueblos se juntarán sobre ellos cuando sean atados por su doble crimen.
11 Efraín es novilla domada, que le gusta trillar, mas yo pasaré sobre su lozana cerviz; haré llevar yugo a Efraín; arará Judá, quebrará sus terrones Jacob.
12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de buscar a Jehová, hasta que venga y os enseñe justicia.
13 Habéis arado impiedad, y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira, porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes.
14 Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Bet-arbel en el día de la batalla, cuando la madre fue destrozada con los hijos.
15 Así hará a vosotros Bet-el, por causa de vuestra gran maldad; a la mañana será del todo cortado el rey de Israel.
11 Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
2 Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios.
3 Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba.
4 Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
5 No volverá a tierra de Egipto, sino que el asirio mismo será su rey, porque no se quisieron convertir.
6 Caerá espada sobre sus ciudades, y consumirá sus aldeas; las consumirá a causa de sus propios consejos.
7 Entre tanto, mi pueblo está adherido a la rebelión contra mí; aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer.
8 ¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín? ¿Te entregaré yo, Israel? ¿Cómo podré yo hacerte como Adma, o ponerte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de mí, se inflama toda mi compasión.
9 No ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré para destruir a Efraín; porque Dios soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.
10 En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente.
11 Como ave acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová.
12 Me rodeó Efraín de mentira, y la casa de Israel de engaño. Judá aún gobierna con Dios, y es fiel con los santos.
12 Efraín se apacienta de viento, y sigue al solano; mentira y destrucción aumenta continuamente; porque hicieron pacto con los asirios, y el aceite se lleva a Egipto.
2 Pleito tiene Jehová con Judá para castigar a Jacob conforme a sus caminos; le pagará conforme a sus obras.
3 En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel.
4 Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.
5 Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre.
6 Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios confía siempre.
7 Mercader que tiene en su mano peso falso, amador de opresión,
8 Efraín dijo: Ciertamente he enriquecido, he hallado riquezas para mí; nadie hallará iniquidad en mí, ni pecado en todos mis trabajos.
9 Pero yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
10 Y he hablado a los profetas, y aumenté la profecía, y por medio de los profetas usé parábolas.
11 ¿Es Galaad iniquidad? Ciertamente vanidad han sido; en Gilgal sacrificaron bueyes, y sus altares son como montones en los surcos del campo.
12 Pero Jacob huyó a tierra de Aram, Israel sirvió para adquirir mujer, y por adquirir mujer fue pastor.
13 Y por un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y por un profeta fue guardado.
14 Efraín ha provocado a Dios con amarguras; por tanto, hará recaer sobre él la sangre que ha derramado, y su Señor le pagará su oprobio.
13 Cuando Efraín hablaba, hubo temor; fue exaltado en Israel; mas pecó en Baal, y murió.
2 Y ahora añadieron a su pecado, y de su plata se han hecho según su entendimiento imágenes de fundición, ídolos, toda obra de artífices, acerca de los cuales dicen a los hombres que sacrifican, que besen los becerros.
3 Por tanto, serán como la niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que se pasa; como el tamo que la tempestad arroja de la era, y como el humo que sale de la chimenea.
4 Mas yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
5 Yo te conocí en el desierto, en tierra seca.
6 En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
7 Por tanto, yo seré para ellos como león; como un leopardo en el camino los acecharé.
8 Como osa que ha perdido los hijos los encontraré, y desgarraré las fibras de su corazón, y allí los devoraré como león; fiera del campo los despedazará.
9 Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
10 ¿Dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades; y tus jueces, de los cuales dijiste: Dame rey y príncipes?
11 Te di rey en mi furor, y te lo quité en mi ira.
12 Atada está la maldad de Efraín; su pecado está guardado.
13 Dolores de mujer que da a luz le vendrán; es un hijo no sabio, porque ya hace tiempo que no debiera detenerse al punto mismo de nacer.
14 De la mano del Seol los redimiré, los libraré de la muerte. Oh muerte, yo seré tu muerte; y seré tu destrucción, oh Seol; la compasión será escondida de mi vista.
15 Aunque él fructifique entre los hermanos, vendrá el solano, viento de Jehová; se levantará desde el desierto, y se secará su manantial, y se agotará su fuente; él saqueará el tesoro de todas sus preciosas alhajas.
16 Samaria será asolada, porque se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas.
14 Vuelve, oh Israel, a Jehová tu Dios; porque por tu pecado has caído.
2 Llevad con vosotros palabras de súplica, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.
3 No nos librará el asirio; no montaremos en caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
4 Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos.
5 Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Se extenderán sus ramas, y será su gloria como la del olivo, y perfumará como el Líbano.
7 Volverán y se sentarán bajo su sombra; serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid; su olor será como de vino del Líbano.
8 Efraín dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré a él como la haya verde; de mí será hallado tu fruto.
9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos.
Reina-Valera 1960
(RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.
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