#mi cara cuando leí se cierra ._.
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" ¿Alguien se ha burlado de ti? " cuestiona con extrañeza, ya que seguro se trataba de un accidente que pudo pasarle a cualquiera, menos a él, sin duda... y no es que estuviesen precisamente en un ambiente para hacer chistes con la situación ¿comportándose como adolescente? " Escondiéndote solo provocaras mucho más morbo a algo que no tiene sentido ¿no lo crees? "
⸻ ubicación : comedor.
tras un despiste, se encontraba en una de las esquinas del comedor tratando de ocultar lo que parecía ser un pequeño accidente en sus pantalones. cansada de repetir que simplemente se trataba de café, suspiró. ' ¿vienes a burlarte o quieres hacerme una pregunta? ' se dirigió a la persona frente a ella. siendo honesta, ninguna de las dos opciones le apetecía en este momento.
#jovvest#﹙ ⠀ 𝑶𝑽𝑬𝑹𝑪𝑶𝑴𝑬⠀ ﹚ ⠀﹕ ⠀ interacción. ⠀#mi cara cuando leí se cierra ._.#mi cara cuando leí que contaste likes :D#jajaja hola!!#un poco tarde pero quería contestar >:C
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Sobre cómo probar una teoría
Título: Sobre cómo probar una teoría
Resumen: Algunas hipótesis sólo pueden comprobarse de forma empírica.
Carry On Countdown 2020
Día 3: Retellings
Advertencias: n/a
Palabras: 823
@carryon-countdown
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Baz
Esta plática sobre Nicodemus, sobre los vampiros en general, me está comenzando a poner demasiado incómodo. Estamos acercándonos demasiado a un nivel personal. Es que simplemente no lo entiendo...
—¿Para qué ibas a querer convertirte en vampiro, punto?
Tengo que reprimir mi contestación, fingiendo interés en el libro que tengo entre las manos. No me siento capaz de verlo a la cara justo ahora.
—Dímelo tú.
Snow se para justo delante de mí, que he tomado asiento en una mesita de centro. Soy inferior a él, en más de un sentido.
—Hablo en serio. ¿Por qué querría hacerlo Nicodemus?
Esto llama mi atención. Levanto la cabeza para encontrarme con que él ya tiene los ojos fijos en mí.
—¿Me estás pidiendo que formule una teoría?
Asiente. Me pongo en pie y quedo invadiendo su espacio personal. Mi rostro está excesivamente cerca del suyo. respiro el aire que él exhala.
—Tal vez lo hizo para volverse más fuerte —respondo—físicamente.
—¿Qué tan fuerte?—pregunta Snow. Tiene la boca entreabierta, es una tortura.
Pongo mis manos sobre sus costados, con un agarre firme. Se tensa pero no convoca su espada para atravesarme con ella.
—Es más fácil demostrártelo. —digo.
Con muy poco esfuerzo lo levanto unos cuantos pies del suelo, el peso de Snow no es nada para mi si uso mi fuerza sobrehumana. Él suelta un chillido, más sus piernas se enredan alrededor de mi cintura, y sus manos me aprietan los hombros.
—¿Estás admitiendo algo, Baz?
—Por supuesto que no. Soy deportista Snow, es obvio que soy capaz de levantarte.
Cambio mis manos de posición, sosteniendo sus muslos. Su respiración se agita. Camino hasta que su espalda queda colocada contra uno de los libreros.
—Probablemente, si un vampiro te cargara, podría hacerlo sin apoyarse en nada más que sus manos—trato de justificarme.
—¿Y por qué más? —pregunta, casi se ha olvidado de que lo tengo a mi merced.
—Para mejorar… sus sentidos.
—¿Como tener visión mejorada, por ejemplo?
—En la oscuridad. Escuchar mejor —cómo en este momento, que escucho su corazón y la sangre subiendo a su rostro— Percibir los olores con mayor intensidad.
Toco un lado de su cuello con la punta de mi nariz. Un escalofrío lo recorre y no sé si está nervioso o me tiene miedo. O una mezcla de ambos.
Aspiro sobre su piel. Su olor es muy intenso en este momento. Quiero besarlo, quiero morderlo; improvisar quizá sería lo mejor. Acerco más mi cara, casi se parece a un beso.
Puedo sentir como una especie de electricidad me molesta en las glándulas salivales. Duele, como si estuviera hinchado. Es el efecto de su cruz, pero no podría ser menos desalentador.
Crowley, no permitas que alguien de mi familia entre en este momento. No existe una manera heterosexual de explicarlo ¿Que podría decirles?
—¿Vivir para siempre?
Su voz me despeja. Me alejo un poco.
—No creo que funcione así.
Snow baja las cejas. Sus manos ahora están sobre mi cuello. Una de ellas frota pequeños círculos justo dónde está la cicatriz de mi mordida. (Es muy fácil de notar, por eso me dejó el cabello largo) la otra, me acaricia la nuca.
—Viéndolo así ¿Por qué no quiere cambiarse de bando todo el mundo?
Aprieto sus muslos y se le sale un quejido. Espero no haberle causado moretones. Me mira con un leve reproche.
—Porque es la muerte, tu alma muere.
—Eso es una tontería—disiente.
—¿Cómo puedes saberlo, Snow?
—A través de la observación.
Suelto el aire que no sabía estaba conteniendo.
—No puedes observar un alma.
—Yo creo que con el tiempo, puedes
Sus dedos ahora están enredados en mi cabello. Su lengua toca su labio inferior y sólo puedo pensar en succionar su sangre desde allí. Sus ojos no han abandonado los míos.
—Es la muerte…
Un jalón de cabello me interrumpe.
—¡Simon!
—¡No quiero oírte hablar más!
Estoy muy tentado a dejarlo caer sobre su trasero. Demasiado tentando… hasta que cierra la distancia entre los dos y sella con sus labios los míos. Mis ojos se cierran.
Simon Snow besa de la misma forma en la que vive: es apasionado y hambriento.
Lo da todo por hacer que disfrute esto, trato de corresponder… yo también busco hacerlo sentir bien.
Mis brazos tiemblan, así que voy dejándolo en pie otra vez. Doy un paso atrás para recuperar el aliento. Simon pone sus manos contra mi pecho.
—Tienes que estar vivo para que esto pase.
Recalca su punto apretando la mano sobre mi corazón. Sonríe cómo si hubiera hecho el mayor descubrimiento del universo. Sus rizos le caen sobre la cara, los empujo hacia atrás con la mayor delicadeza.
—Deberías escribir un libro sobre vampiros, al parecer lo sabes todo sobre ellos.
Tomo su mano, la que esta sobre mi pecho, y beso su muñeca. Sigue siendo muy tentadora la posibilidad de morderlo.
—Tal vez debería hacerlo.
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¡Hola!
Bueno, volví a leer Carry On hace poco y, cuando leí esta parte, la escena de ellos dos en la biblioteca me pareció muy llena de tensión así que… salió esto. Espero les guste c:
Mañana no habrá fic, tengo cosas que pensar (?) (A no ser… que pensando cosas se me ocurra algo que escribir)
Gracias por leer~
Ciao!
#simon snow#baz pitch#snowbaz#snowbaz fanfiction#my fanfiction#carry on fanfiction#carry on rainbow rowell#carry on countdown#carry on countdown2020#coc 2020
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Los miembros que tu quieras cariño. Es sobre POR EJEMPLO **Taeyong con caracter de mafioso le toca estar presente en la menstruacion de ella. Es la primera vez
oh, okay, i got it! no puedo creer que no le haya entendido desde el principio, i’m that babo, hahahs, pero ya que me has dado a elegir los miembros entonces será con la hyung line de nct 127 porque siempre los he visto más como gang/mafia leaders. espero te guste, corazón, gracias por tu pedido uwu
taeil:
“¿estás bien, dulzura? debemos irnos ya”, taeil da dos pequeños golpes a la puerta del baño y te miras al espejo. aún si ya estabas lista para acompañarlo a la reunión con doyoung para hablar sobre sus “negocios” (los cuales aún desconocías pero claramente sabías que no era algo muy legal que digamos), te sentías morir.
“creo que vas a tener que ir sólo, amor”, gimes de dolor e inmediatamente escuchas a taeil intentar abrir la puerta.
“t/n, déjame entrar, ¿qué tienes?”, la voz de tu novio se escucha llena de preocupación y tú te apresuras a quitar el seguro para que pueda pasar. no querías que terminara llamando a uno de sus hombres e intentara tirar la puerta… otra vez. “¿qué pasa?”
“estoy en esos días”, dices con un puchero y te lanzas a sus brazos, él inmediatamente te estrecha con delicadeza y comienza a acariciar tu cabello.
“¿qué días, princesa? no enti… oh”, susurra al final, comprendiendo a lo que te referías y camina hacia atrás contigo aún entre sus brazos, dirigiéndose a su cama. te sientas sobre ella y él saca su celular, escribe rápidamente y después se levanta, buscando entre el armario tu pijama.
no había pasado ni un minuto cuando la puerta de su habitación se abre con fuerza. donghyuck, el segundo al mando y mano derecha de tu novio, entra agitadamente, sosteniendo entre sus manos un arma, haciéndote soltar un grito ahogado.
“mierda, donghyuck, ¿qué te pasa?”, tu novio, quien prácticamente había corrido a colocarse frente a ti cuando vió la puerta abrirse tan bruscamente, lo regaña y ves al menor suspirar.
“¿qué mierda te pasa a ti?”, le contesta igual de molesto poniendo de nuevo el seguro de su arma y colocándola en la parte trasera de sus jeans. “me enviaste un sólo mensaje de “urgente, te necesito en mi habitación”, creí que estaban en peligro”.
“es porque necesito que te prepares, imbécil, tú vas a ir a la reunión con doyoung”, taeil dice al momento en que recoge tu pijama del suelo y te la ofrece mientras que donghyuck y tú no pueden evitar verlo con sorpresa. taeil, al ser el jefe, no dejaba que nadie (incluso el menor) interviniera en sus negocios, y menos con doyoung, que prácticamente era su mayor competencia, por eso resultaba tan extraño que lo mandara solo.
“¿de qué hablas? doyoung no va a querer hacer tratos conmigo, lo conoces, taeil…”
“y por eso mismo te estoy mandando. si no te quiere recibir entonces el negocio con él se acaba y tú vas a asegurarte de dejarle claro quién sigue mandando en esta zona”, donghyuck asiente a las palabras de taeil y tú simplemente muerdes tu labio inferior, bajando la mirada al escucharlo. no era común que se expresara de esa manera frente a ti.
“bien, como digas. le diré a los demás que ya nos vamos, ¿quieres que te deje a alguien de más?”, donghyuck regresa a su típico rostro indiferente y la voz monótona que siempre usaba cuando se trataba de obedecer las órdenes de taeil.
“dile a seowoo que se quede, en un rato más le enviaré un mensaje con unas cosas para que las vaya a comprar”, el menor asiente y se retira de la habitación, sonriéndote apenado por haberte asustado.
“taeil, no es necesario que te quedes, voy a estar bien”, te acercas a él para dejar un beso sobre sus labios y él niega rápidamente.
“nada es más importante que tú”, te responde y coloca una mano sobre tu vientre, “¿qué necesitas para eliminar los cólicos? haré una lista y se la enviaré a seowoo”
johnny:
“¿t/n?”, te congelas al escuchar la voz de johnny detrás de ti y maldices hacia tus adentros. giras a verlo y aún si no podías ver su rostro con claridad porque dentro de la casa no había ninguna luz encendida, podías imaginar que no estaba feliz. “¿estás huyendo?”
tu novio se acerca más a ti y un pequeño rayo de sol se cuela entre las cortinas de la sala de estar posándose en su expresión molesta pero, al mismo tiempo, dolida.
“no, john, yo…”
“¿lista para ir…?”, mark se detiene en seco al ver a su jefe con expresión sombría.
“¿qué carajo está pasando?”, johnny dice con voz profunda y tu piel se eriza, se acerca a uno de los apagadores y lo enciende, llenando la sala de luz mientras tú y mark intercambian miradas nerviosos, dudando quién debería hablar primero.
“amor, te juro que no es lo que crees”, dices rápidamente y te acercas a él nerviosa. tu novio intentaba mantener sus facciones neutrales pero, ¿qué se supone que iba a pensar cuando había encontrado a su novia escabulléndose a las 8 de la mañana lista para irse con su mejor amigo y colaborador?
“t/n, sé que te acabas de enterar de lo que me dedico hace poco y seguramente es mucho para procesar para ti pero no tienes que huir, podemos hablarlo, ¿sabes?”
“tengo la regla”, hablas de repente y johnny te ve completamente sorprendido, “tenía mucha pena de decírtelo así que le llamé a mark para que me llevara a la farmacia y poder comprar mis cosas. jamás podría huir de tu lado, john”.
mark toma aquella última confesión como su señal para marcharse y los deja solos. johnny cierra los ojos con fuerza completamente apenado por pensar mal de ti y se acerca a ti para abrazarte.
“lo siento, desde que te dije sobre esto he estado pensando que quizá te ibas a sentir abrumada y me ibas a pedir un tiempo y, cuando desperté y no te vi a mi lado me imaginé lo peor”, tu corazón se encoge al escucharlo tan avergonzado y te separas de él para mirarlo a los ojos, acariciando sus mejillas con tus pulgares.
“claro que ha sido difícil de procesar, no siempre tu novio resulta ser el líder de una mafia pero, créeme, te amo y nada de lo que llegue a pasar puede cambiar eso”, johnny suelta un suspiro de alivio al escucharte decir eso y besa tu frente con dulzura.
“bueno, ahora que ya todo se aclaró, ¿quieres que yo te acompañé a la farmacia y, cuando volvamos, nos acurruquemos en la cama todo el día?”
taeyong:
“¿taeyong?”, sales del baño al escuchar la puerta de la habitación que compartías con tu novio abrirse. “oh por dios…”
“¡hola, t/n!”, hawon, el ama de llaves, te saluda con efusividad desde la puerta de la habitación, revisando que cada mesero (los cuales jamás habías visto en tu vida) pusiera las bandejas de comida sobre la gran mesa (que tampoco sabías en qué momento había aparecido) frente a ti.
“¿por qué es todo esto?”, preguntas luego de que el último mesero dejara la habitación.
“bueno, pregúntale a tu novio que a él se le ocurrió todo”, hawon te contesta riendo y se despide de ti agitando su mano.
taeyong entra a la habitación segundos después con una taza de té entre sus manos, sonriendo con superioridad al ver todo el banquete.
“¡sorpresa!”, habla en todo dulce y, aún si querías enojarte con él, al verlo sonreír todo lo que querías era llenarlo de besos.
“taeyong, literalmente yo sólo te pedí una taza de té y galletas”, dices mientras comienzas a levantar la tapa de todas las bandejas de comida frente a ti, salivando de manera inconsciente al ver tanta comida.
“y eso era todo lo que iba a traerte pero, buscando en internet, leí que la comida ayudaba a disminuir los cólicos pero, ya que no especificaba qué comida, ¡decidí traerte todo lo que se pudiera”, lo ves atentamente y niegas riendo. ¿de verdad aquel chico tan dulce era el líder de toda una mafia?
todavía dudabas de ello.
“gracias por preparar todo esto para mi”, respondes y te acercas a él, colocando tus brazos alrededor de tu cuello, “aunque debo confesarte algo”.
“¿qué pasa?”, tu novio frunce el ceño y te mira atentamente.
“a mi no me dan cólicos, sólo quería el té y las galletas porque tenía mucha hambre”, sonríes y dejas un beso en su nariz.
“oh…”, taeyong luce genuinamente sorprendido pero luego se encoge de hombros y te acerca más a él, sosteniéndote por la cintura, “pues entonces luego de todo esto quedarás más que satisfecha”.
yuta:
“¿cómo estuvo la reunión?”, preguntas inmediatamente que yuta aparece por la habitación y él simplemente niega con la cabeza, deshaciéndose de la chamarra negra de cuero que llevaba puesta, lazándola al suelo con cansancio.
“jiwoon pensó que no me iba a enterar del negocio que estaba haciendo a mis espaldas con kun y todavía cuando lo confronté el muy hijo de perra me negó todo, ¿acaso tengo cara de imbécil?”, tu novio se sienta en el borde de la cama y te acercas a él, te rodea con sus brazos por la cintura y hunde el rostro en tu estómago, respirando con tranquilidad al oler tu perfume en tu ropa. “no sabes cuánta falta me hiciste allá”.
pasas tus dedos entre sus cabellos con tranquilidad, dejando pequeños masajes para relajarlo y hacerlo olvidar de todo el estrés.
“entonces supongo que tuviste que encargarte de él, ¿verdad?”, susurras lo último pero yuta te escucha con claridad, se separa de ti y te mira fijamente. no quería que pensaras que era un asesino cualquiera, odiaba la idea de que quizá te estabas haciendo una idea completamente errónea de lo que hacía porque, bueno, quizá si se “encargaba” de algunas personas pero, no era porque quisiera, al final del día el negocio tenía que ser manejado por el más fuerte y yuta quería ser el jefe de todo.
“t/n, las personas saben bien en lo que se meten estando aquí”, responde y tú asientes mordiendo tu labio inferior, evitando su mirada. aún no podías acostumbrarte a todo eso y menos al saber que ahora tú también estabas metida en eso.
“lo siento, aún lo estoy asimilando”, dices con sinceridad y yuta te sonríe con tranquilidad. tenía muy poco desde que tu novio te había explicado todo lo que conllevaba ser el jefe de una mafia y, por más que lo amaras, tenía claro que te iba a costar acostumbrarte.
“ven aquí”, te jala hacia él, sentándote sobre su regazo, con las piernas a cada lado de las suyas y te besa con pasión, explorando tu boca con su lengua. tú te deshaces ante su tacto y sus labios hasta que lo detienes cuando posas sus manos en tu trasero. “¿pasa algo?”
“no podemos”, le sonríes sonrojada y te levantas de su regazo, yuta te mira completamente confundido y te adelantas a responder antes que él pudiera preguntar algo, “estoy en mis días”.
“a mi no me molesta”, dice mirándote atentamente de arriba a abajo y tú golpeas su brazo con diversión.
“por dios, cállate”, tu novio ríe a carcajadas al verte tan nerviosa y vuelve a acercarte a él para dar un último beso.
“¿quieres que pida que nos preparen algo de cenar y vemos una película juntos?”
doyoung:
“ow, mierda”, susurras y vuelves a girar en la cama. realmente estabas intentando no hacer ruido para no despertar a doyoung pero el dolor era insoportable.
“��t/n?”, la voz adormilada de doyoung llega a tus oídos y un nuevo espasmo te hace gemir de dolor. tu novio se levanta con rapidez, enciendo la lámpara en la mesita de noche a su lado, abre el cajón de la misma y está a punto de sacar su arma cuando gira alrededor y ve completamente vacío el cuarto. “¿qué te pasa, bebé?”, pregunta luego de soltar un suspiro y se acerca a ti tranquilamente.
“los cólicos me están matando”, respondes girando de nuevo para quedar frente a él. te llenas de culpabilidad al ver sus ojos hinchados por el sueño y su cabello despeinado. otra vez había llegado muy tarde luego de arreglar unos “asuntos pendientes” (no había querido decirte con exactitud de qué se había tratado) y ahora lo estabas despertando en la madrugada.
“princesa, ven aquí”, te susurra con cariño mientras alarga sus brazos para que puedas recostar su cabeza encima de uno de ellos y pueda rodearte en un abrazo. “¿quieres que te traiga algo?”
“no, doie, debes dormir, últimamente has estado llegando de madrugada, no es justo que te sigas desvelando ahora por mi culpa”, hablas entrecortadamente, reprimiendo los quejidos que querían salir de tus labios.
“pero, amor, te escuchas muy mal”, habla lentamente y baja su mano hasta tu vientre, trazando pequeños círculos. “puedo hablar para que te vayan a conseguir una pastilla…”
estabas a punto de negar de nuevo pero no creías soportar el dolor más tiempo así que te rindes y asientes a su propuesta. doyoung rápidamente toma su celular y envía unos cuantos mensajes.
“bueno, ya pedí una pastilla, que te traigan un paño caliente y un te, ¿ahora te parece bien que, si mientras esperamos, me cuentes algo? para distraerte, corazón”, la voz de tu novio sale cargada de amor y ternura, haciendo que tu estómago se llenara de mariposas.
“me encantaría”.
#qué hago publicando a las 4am?#ni yo lo sé la verdad#sigo preparando los pedidos que me enviaron sólo que mi tarea no me ha dejado escribir con tranquilidad :(#odio las clases en linea hahdha :(#request#nct español#nct 127 español#nct 127 escenarios#nct escenarios#kpop español#kpop escenarios#kpop imaginas#taeil#johnny#taeyong#yuta#doyoung
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Un psicoanalista de Nueva York recibe una carta amenazadora el día de su 53 cumpleaños. Pero no se trata de una advertencia cualquiera. Ricky Starks tiene 15 días para descubrir el nombre de su acosador. Pasado este tiempo sólo su suicidio salvará a uno de sus parientes de la destrucción que el autor de las amenazas está dispuesto a llevar a cabo. ¿Quién es capaz de tanta perversión? ¿Y por qué?.
¿Alguien a leído “El psicoanalista”?
Una de las novelas más famosas e exitosas del autor John Katzenbach y eso totalmente comprensible, porque es una gran novela. Tengo que admitir que la primera vez que la leí no la aprecie como es debido, pero ahora que entre más análizo la novela, más me doy cuenta de lo buena que es.
Una novela que tiene mucho para hablar, tanto por como esta contada, como por los temas que toca, pero eso será en otro momento. Ahora, lo que es un casi un hecho es que lo principal que nos cautivo a todos en su momento, creo, que es la amenaza y el juego de muerte que comienza en el momento en que el psicoanalista Frederick Starks recibe el anónimo.
Me encargué de transcribir la carta para tenerla por separado, una carta que entre más la leo más me faccina por lo bien hecha que está.
Feliz 53.° cumpleaños, doctor. Bienvenido al primer día de su muerte.
Pertenezco a algún momento de su pasado.
Usted arruinó mi vida. Quizá no sepa cómo, por qué o cuándo, pero lo hizo. Lleno todos mis instantes de desastre y tristeza. Arruinó mi vida. Y ahora estoy decidido a arruinar la suya.
Al principio pensé que debería matarlo para ajustarle las cuentas, sencillamente. Pero me di cuenta de que eso era demasiado sencillo. Es un objetivo patéticamente fácil, doctor. De día no cierra las puertas con llave. Da siempre el mismo paseo por la misma ruta de lunes a viernes. Los fines de semana sigue siendo de lo más predecible, hasta la salida del domingo por la mañana para comprar el Times y tomar bollo y un café con dos terrones de azúcar y sin leche en el moderno bar situado dos calles más abajo de su casa.
Demasiado fácil. Acecharlo y matarlo no habría supuesto ningún desafío.
Y, dada la facilidad de ese asesinato, no estaba seguro de que me proporcionara la satisfacción necesaria.
He decidido que prefiero que se suicide.
Suicídese, doctor.
Tírese desde un puente. Vuélese la tapa de los sesos con una pistola. Arrójese bajo un autobus. Láncese a las vías del metro. Abra el gas de la estufa. Encuentre una buena viga y ahórquese. Puede elegir el método que quiera.
Pero es su mejor oportunidad.
Su suicidio será mucho más adecuado, dadas las circunstancias de nuestra relación. Y, sin duda, una manera más satisfactoria de que pague por lo que me debe.
Verá, vamos a jugar a lo siguiente: tiene exactamente quince días para descubrir quién soy. Si lo consigue , tendrá que poner uno de esos pequeños anuncios a una columna que salen en la parte inferior de la portada del New York Times y publicar en él mi nombre.
Eso es todo: publique mi nombre.
Si no hace... Bueno, aquí viene lo divertido.
Observará que en la segunda hoja de esta carta aparecen los nombres de cincuenta y dos parientes suyos. Su edad comprende desde un bebé de seis meses, hijo de su sobrino, hasta su primo, el inversor de Wall Street y extraordinario capitalista, que es tan soso y aburrido como usted.
Si no logra poner el anuncio según lo descrito, tiene una opción: suicidarse de inmediato o me encargaré de destruir a una de estas personas inocentes.
Destruir
Una palabra muy interesante. Podría significar la bancarrota financiera. Podría significar la ruina social. Podría significar la violación psicológica.
También podría significar el asesinato. Es algo que deberá preguntarse. Podría ser alguien joven o alguien viejo. Hombre o mujer. Rico o pobre. Lo único que le prometo es que será la clase de hecho que ellos —sus seres queridos— no superarán nunca, por muchos años que hagan psicoanálisis.
Y usted vivirá hasta el último segundo del último minuto que le queda en este mundo sabiendo que fue el único responsable.
Salvo, por supuesto, que adopte la postura más honorable y se suicide para salvar así de su destino al objetivo que he elegido.
Tiene que decidir entre mí nombre o su necrológica. En el mismo periódico, por supuesto.
Como prueba de mi alcance y del extremo de mi planificación, me he puesto en contacto hoy con uno de los nombres de la lista con un mensaje muy modesto. Le insto a pasar el resto de la tarde averiguando quién ha sido el destinatario y cómo. Así por la mañana podrá empezar, sin demora, la tarea que le espera.
Lo cierto es que no espero que sea capaz de adivinar mi identidad, por supuesto.
Así pues, le demostrarle mi deportividad, he decidido que a lo largo de los próximos quince días voy a proporcionarle una pista o dos de vez en cuando. Solo para que las cosas sean más interesantes, aunque alguien intuitivo e inteligente como usted debería suponer que esta carta está llena de pistas. Aún así, ahí va un simple anticipo, y gratis.
“La vida era alegre en el pasado:
un retoño y sus padres a su lado.
El padre soltó amarras, se largó,
y entonces todo eso se acabó.”
La poesía no es mi fuerte.
El odio sí.
Puede hacer tres preguntas que se contesten con sí o no.
Use el mismo método, los anuncios de la portada del New York Times.
Contestaré a mi propia manera en veinticuatro horas.
Buena suerte. Talvez desee también dedicar tiempo a los preparativos de su funeral. La incineración es probable mejor que un entierro tradicional. Se cuanto le desagradan las iglesias. No creo que sea buena idea llamar a la policía. Lo más seguro es que se burlen de usted, y sospecho que su altanería no encajaría demasiado bien. Además, podría enfurecerme más; no se imagina lo inestable que soy en realidad. Podría reaccionar de modo impredecible, de muchas formas malvadas. Pero puede estar seguro de algo: mi cólera no conoce límites.
Rumpelstiltskin
Ricky Starks se reclinó en la silla, como si la furia que emanaba de aquellas palabras le hubiera propinado un puñetazo en la cara.
Se puso de pie, se acercó a la ventana y la abrió, de modo que los sonidos de la ciudad irrumpieron en la calma de la pequeña habitación transportados por una inesperada brisa de finales de julio que auguraba una tormenta nocturna. Inspiró buscando alivio para el calor que le embargaba.
Oyó el aullido agudo de una sirena de policía y la cacofonía regular de los cláxones, que es como el ruido uniforme de Manhattan.
Respiró hondo dos o tres veces antes de cerrar la ventana y dejar fuera todos los sonidos de la vida urbana normal.
Volvió a la carta.
«Tengo un problema», pensó. Pero todavía no estaba seguro de lo grave que era.
Definitivamente recomendable, una novela llena de intriga, que juega con tu mente y hecha por un escritor que sabe jugar bien con el miedo.
#libros#literatura#leer#lectura#John Katzenbach#El psicoanalista#Carta#Rumpelstiltskin#Recomendación literaria#Blog de libros
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Ruki Mukami Vandead Carnival Capítulo 2
[Prólogo] [Cap 1]
Lugar: Calle del carnaval
Yui: Ahora que lo pienso, tú también dijiste que no sabías sobre la reina del carnaval, ¿verdad Ruki-kun?
Ruki: Sí, sabía del carnaval, pero no había oído hablar de la reina de este.
Yui: ¿Sabías del carnaval? Pero no habías venido antes, ¿verdad?
Ruki: Es la primera vez que vengo a uno, pero hace tiempo leí sobre este en el Edén.
Yui: ¿Edén?
Ruki: Es el castillo donde vivía con mis hermanos cuando recién nos habíamos convertido en vampiros, así es como lo llamábamos.
Ruki: En la biblioteca de ese castillo encontré un libro que hablaba del carnaval y lo leí.
Ruki: Si mal no recuerdo en ese libro decía que el carnaval del mundo de los demonios imitaba a los festivales humanos.
Ruki: En aquel entonces no imaginaba que podría llegar el día en que asistiera a uno...
Ruki: No sabía que podría haber.
Ruki: Pero por más que intente recordarlo siento que en ningún lado decía algo respecto a una reina.
Ruki: Y eso me llama la atención.
Yui: (Me estoy empezando a preocupar. ¿Cuál es el rol de la reina del carnaval?)
Yui: (Solo espero no tener que verme involucrada en algo raro o terrorífico...)
Ruki: ...
Ruki: Oye ganado, vamos a descansar, tu también debes de estar cansada, ¿no?
Yui: ¿Eh? ¿Por qué tan de repente...?
Ruki: Justo allí hay una tienda. Andando.
Yui: ¿Eh? ¡¿Ruki-kun?!
Lugar: Tarte Tatin
Camarero A: Bienvenidos.
Yui: (¿Esto es un café...? Luce bastante normal...)
Yui: (Pero todas las personas que están aquí son vampiros, cuando lo pienso así es increíble...)
Ruki: ¿Tienen una mesa disponible?
Camarero A: Sí, una para dos, ¿verdad? Esperen un momen-- Ah...
Camarero A: Mis disculpas señor cliente, pero... Esa persona, ¿es una humana?
Yui: (Nos descubrieron... A pesar de que gracias a la medicina el aroma de mi sangre había disminuido...)
Yui: Esto, yo...
Ruki: ¿De ser así habría algún problema?
Camarero A: N-no he dicho eso...
Ruki: ¿Entonces por qué lo preguntas?
Camarero A: E-es que...
Jefe de camareros: --Mis disculpas señor cliente.
Jefe de camareros: ¿Sucede algo con nuestro empleado?
Ruki: Sí, parece tener preferencias con respecto a los clientes... Solo estaba señalandole eso.
Jefe de camareros: ...Esa señorita, ¿es humana?
Yui: (Lo sabía, nos descubrieron. ¿La medicina de antes seguirá haciendo efecto?)
Yui: (Justo cuando Ruki-kun dijo que podríamos divertirnos... A este paso...)
Ruki: Que sepan que ella no es una humana ordinaria.
Ruki: Es una existencia especial, ya que fe elegida por Karl Heinz-sama.
Camarero A: ¡¿Por Karl Hainz-sama...?!
Jefe de camareros: ¿Esta humana...?
Ruki: Rechazarla es lo mismo que oponerse a esa persona.
Jefe de camareros: ...
Jefe de camareros: ...Prepara los asientos de ls terraza.
Camarero A: ¿Eh? ¿Está seguro?
Jefe de camareros: Yo doy el permiso, ya que son unos preciados clientes.
Jefe de camareros: Discúlpennos estimados clientes, en breve terminaremos las preparaciones así que por favor esperen un momento.
Ruki: Sí.
Yui: (... Ruki-kun...)
Ruki: ¿Qué pasa con esa cara? Si hay algo que quieras decir entonces dilo.
Yui: U-uhm...
Yui: (Ruki-kun es confiable y en momentos como este de verdad me alegro de que sea mi aliado...)
Ruki: ...Yui, sería mejor que aprendiera a presentarte.
Yui: ¿Presentarme?
Ruki: Me refiero a que no te contengas cuando quieras decir algo.
Ruki: Ser cobarde no te traerá nada bueno.
Ruki: Tú eres la elegida Eva, ten más confianza, siéntete orgullosa.
Ruki: Si te amedentras de esa forma también me subestimaran a mí por estar a tu lado.
Yui: ...Tienes razón, lo siento Ruki-kun.
Ruki: Claro que también soy consciente de que esa es tu personalidad, así que no te estoy reprochando.
Ruki: Además esa forma de ser tuya... también me gusta.
Yui: ¿Eh...?
Camarero A: Lamento la demora, voy a guiarlos.
Ruki: Andando.
Ruki: La terraza es un lugar especial, asegúrate de ver hacia adelante para poder apreciarla, ¿entendido?
Camarero A: Su café, café con leche y tarta tatin.
Yui: ¡Luce delicioso! ¡Mira Ruki-kun!
Ruki: Oye, no armes tanto escándalo, te dije que estos eran asientos especiales, es deplorable.
Yui: Ah... Lo siento mucho.
Ruki: Cuando comas hazlo con calma, no como Kou y Yuma.
Yui. Sí... Entonces que aproveche.
Yui: Nn... ¡Delicioso!
Ruki: ¿En serio?
Yui: ¿No vas a comer algo Ruki-kun?
Ruki: No, me basta con ver como comes alegremente algo tan dulce.
Yui: ¿Pero porque no intentas probar algo dulce?
Yui: Aprovechando que estamos juntos, dale aunque sea una probadita.
Ruki: Si tanto insistes entonces está bien, pásamelo.
Yui: Entonces le pediré al camarero un tenedor...
Ruki: No es necesario, tú ya tienes un tenedor en tu mano, ¿no?
Ruki: Con ese basta.
Yui: P-pero entonces...
Ruki: ¿Qué? ¿No puedes hacerlo...?
Yui: No es que no pueda.
Ruki: ...Espero que no intentes decir que te da vergüenza.
Ruki: A pesar de que tu cuerpo ya ha recibido mis colmillos, ¿te vas a avergonzar por algo como esto?
Ruki: Si tanto te niegas entonces no tienes porque compartir conmigo, ya que no me interesa tanto.
Yui: Es vergonzoso, pero quiero aprovechar y que lo pruebes Ruki-kun.
Ruki: Hmph, entonces... Sabes que hacer, ¿no?
Yui: (Ugh... Tal vez sea difícil tenerlo como aliado...)
Lugar: Calle del carnaval
Camarero A: Muchísimas gracias.
Yui: ¡Todo estaba delicioso! Me alegro de haber venido.
Ruki: Tienes razón.
Yui: Oye Ruki-kun, ¿a donde iremos ahora?
Ruki: A donde sea, ya que debemos pasar el rato hasta que sea la hora acordada.
Payaso A: ¡Escuchen todos! ¡Ahora va a empezar un divertido, divertido espectáculo!
Payaso A: ¡Si les llama la atención entonces vengan a Honoré Saint Park! ¡Les aguardan unas divertidas horas!
Yui: ¿Saint Park...? ¿Qué tipo de espectáculo será?
Ruki: Si te llama la atención, ¿entonces te gustaría ir a ver? Aún tenemos tiempo.
Yui: ¡Sí!
Lugar: Calle Honoré Saint Park
Yui: Hay muchas personas... ¿El espectáculo será por aquí?
Ruki: Oye ganado, no te--
*Yui choca con alguien*
Yui: ¡Ah!
Vampira D: ¡Ten más cuidado! ¡Mira por donde caminas!
Yui: L-lo siento mucho...
Ruki: ...Ah.
Ruki: No deambules sin el permiso de tu amo, ¿a quién crees que le causarás problemas si te pierdes?
Yui: Lo siento...
Ruki: Si has reflexionado, entonces no te alejes de mí, yo tampoco quiero meterme en problemas.
Yui: S-si...
Yui: (P-pero esta demasiado cerca...)
Mago A: Con esto concluye el espectáculo de marionetas.
Mago A: También hubieron algunos accidentes con hilos enredados, pero es parte del encanto de hoy.
Yui: (¡No pueden reírse de eso...!)
Mago A: ¡Ahora iniciemos el siguiente espectáculo!
Mago A: Necesito un asistente para el siguiente espectáculo... ¿Alguno de ustedes me ayudaría?
Yui: Fufu, es normal ver este patrón.
Ruki: Aunque por lo general se elige a un asistente que ha sido preparado con antelación.
Yui: Ruki-kun...
Mago A: Uhm... Entonces... Ah.
Yui: (¿Eh? ¿Nuestras miradas se acaban de cruzar?)
Mago A: La señorita de allá, ¿podrías ayudarme?
Yui: (¡Lo sabía...!)
Ruki: ¿Acaso hablas de ella?
Mago A: En efecto, sentí como si el destino la señalara.
Mago A: Siento que si la elijo a ella definitivamente lograré mi truco, s diferencia de antes.
Ruki: ...Lo lamento, pero no puedo prestsetela.
Mago A: ¿Eh? No sea tan duro... ¿Verdad señorita? ¿Qué dice usted?
Yui: ¿Yo? Pues yo...
Quiero intentarlo
Preguntarle a Ruki (correcta)
Yui: ¿Qué debería hacer Ruki-kun?
Ruki: ...Si quieres hacerlo, entonces hazlo.
Yui: Entonces--
Ruki: Es lo que me gustaría decir, pero esta vez no, no puedo darte permiso.
Yui: (Ruki-kun lo dice severamente...)
Yui: ¿Hay alguna razón en específico Ruki-kun?
Ruki: ...Tú también sabes que todos a nuestro alrededor son vampiros, ¿verdad?
Ruki: Los vampiros no mueren fácilmente, por eso incluso si ocurre algún accidente grave puede encubrirlo diciendo que es parte del espectáculo.
Ruki: De hecho, parece ser que se aprovechan de ese error para aumentar la audiencia, el show anterior también parece haber sido así.
Ruki: Un error que normalmente podría costarle la vida a alguien es solo una broma para los inmortales vampiros.
Ruki: Pero tú eres distinta... un solo error y morirás.
Ruki: No puedo permitirte que partícipes cuando soy consciente de ello.
Yui: (Ahora que lo pienso... antes se estaban riendo de lo que parecía ser un grave accidente.)
Yui: (Si sucediera un accidente mientras estoy ayudando...)
Ruki: ¿Aún tras escuchar eso seguirás queriendo participar?
Yui: ... N-no quiero...
Ruki: Me lo imaginaba.
Mago A: ¿Disculpen? ¿Ha decidido su respuesta?
Ruki: La respuesta estaba decidida desde un principio, ella no participará, si necesitas a alguien entonces elige a otra persona.
Mago: ¿Ni un poco? Me basta con que esté de pie.
Ruki: No.
Mago A: ...Entonces es inevitable.
*el mago aparta a Yui de Ruki*
Yui: ¡Duele...!
Ruki: ¡O-oye...!
Mago A: Tranquilo, acabará de inmediato.
Yui: (¡Esta persona es muy fuerte...!)
Yui: ¡D-detengase por favor...!
Mago A: Tranquilízate, incluso si llegara a ocurrir algún error nosotros no moriremos.
Yui: (¡¿Él cree que soy una vampira?! ¡¿Es porque mi olor fue borrado gracias a la medicina...?!)
Ruki: ¡Oye! ¡Te dije que la soltaras--! *lo detienen*
Ruki: ¡¿...?! ¿Qué les pasa a ustedes?
Payaso A: No debes interrumpir el espectáculo.
Payaso B: Entiendo que te preocupes por ella, pero esto es por el bien del carnaval, colabora un poco.
Ruki: ¡¡No bromeen!! ¡...!
Mago A: ¡Presten atención! ¡Esta bella señorita me va a ayudar en--!
Mago A: ¡¡Un show de lanzamiento cuchillos!!
Yui: (¡¿Cuchillos...?!)
Mago A: Tras la señorita hay tres figuras, ahora mismo procederé a derribarlas.
Mago A: Si logro derribar las tres sin comenter ningún error, entonces ustedes me brindarán un fuerte aplauso.
Yui: (Imposible... ¡Las figuras de atrás están cerca de mi cara...!)
Yui: ¡No! ¡Ruki-kun...!
Ruki: ¡...! ¡Suéltenme...!
Payaso A: No te muevas.
Payaso B: No se preocupe, solo le dolerá un poco.
Ruki: ¿Que solo le dolerá...?
Ruki: ¡¡...No bromeen!!
Mago A: ¡Aquí va el primero!
*redoble de tambores*
Yui: ¡¡...!!
*Yui cierra los ojos*
Yui: (¡¡Ruki-kun...!!)
Ruki: ¡¡...Yui!!
*el cuchillo es arrojado*
Mago A: Vaya vaya.
Payaso A: ¿Eh? Que fuerza tan increíble.
Payaso B: Se nos escapó a pesar de que lo estábamos reteniendo los dos juntos.
Ruki: ¿...Estás bien Yui?
Yui: Ruki-kun...
Yui: (Como tenía los ojos cerrados no pude ver, pero... ¿Ruki-kun me salvó...?)
Yui: (...El cuchillo se clavó... ¡¿En el lugar donde yo estaba antes...?!)
Yui: (¡Si Ruki-kun no me hubiera salvado se habría clavado en mí...!)
Yui: ¡...! ¡Duele...!
Ruki: Oye, ¿qué sucede? ¡¿Acaso el cuchillo...?!
Yui: Estoy bien... Parece que solo rozó mi brazo... Pero hay sangre...
Espectador A: ¿Hm? Este olor...
Espectador B: ¡Un humano! ¡Hay un humano aquí! Pero esto es...
Espectadora C: ¡Que olor tan delicioso! ¡Viene desde esa señorita...!
Ruki: Tch... ¡Cubre tu brazo! ¡Vamos a huir!
*se van del lugar*
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Metamorfosis 2
Just be aware (...)
El loco y la doncella
El rompió el silencio y de manera abrupta exclamó:
Estoy molesto contigo! Contemplándote una vez más le diste respuestas a varias de mis preguntas. Por unos minutos sentí miedo y nada de soñar... porque el salpicar de la brisa en tu cara me hizo notar que estábamos flotando. Ya no me interesan las leyendas ni tus cuentos de hadas, ni tampoco deseo montarme en el unicornio que me prometiste. Ya no me interesan las vidas que viví ni tampoco las que vamos sumando. Se acabaron las cartas para ti y sabes por qué? Porque en cada una tropiezo con un acertijo cósmico que dejé de descifrar. Sí... mi lado humanoide se rinde ante la absurda realidad de abrazarnos en los sueños cuando en cada uno de ellos me vuelves a enviar a despertarte. Y ahora? Pregúntale a la razón! Al parecer tiene la respuesta que te mantendrá jugando a ‘‘ser sin estar’’ y a ‘‘estar sin ser’’ (...)
La brisa se agitaba con cada palabra que se decía en presencia del mar...
No me vengas con tus cursilerias baratas! Las promesas no están hechas en Urantia ni en ninguno de estos planetas jóvenes que ``tu misma´´ dibujaste. O ya se te olvidó? Ante la corte, tu sed de expansión me ha llevado a naufragar en cada estrella que visito y en cada una, he tenido que usar disfraces para defenderme de las múltiples manifestaciones del miedo. No intento explicarte nada más porque no crees en nada (!) Cómo hacerlo...si lo hicimos tan obvio que lo dejamos de notar y como consecuendia de, navegamos en ciclos de 7 vidas y mil y una noches. Y con la luna llena se cumplen las mil! Sin tí, deja de tener sentido mi eterno viaje! Así que continúo buscándote en otro corazón. Sancho Panza se vistió de amarillo para acompañarme. Y por lo de loco, pregúntale a Davinci por qué pintó la Mona Lisa? Y para que sepas, nadie repite el mismo nombre en otra vida (ley cósmica de las constelaciones); Eso cierra las posibilidades de que termine santo en este planeta... Si! Estoy molesto contigo.
Y con el mar al hombro y un cuerno de unicornio se despidió caminando entre las piedras.
Metamorfosis
La transformación estaba completa. El ser que por tantos años buscaba respuestas finalmente emprendía un vuelo sin final. Fue necesario la renuncia absoluta a los esquemas convencionales ya planteados. Fue necesario una soledad prolongada. Fue necesario la duda, el desvelo y la furia compasiva. Fue necesario los múltiples espejos que le recordaban todo aquello que había vivido para continuar el aprendizaje. Fue necesario hasta lo inneseario!
Finalmente el templo abrió sus puertas para un sueño de colores. Allí llegué a contemplar el hecho de que el amanecer y el atardecer se manifestaban como el resultado de una convicción colectiva y no por las historias que contaban los planetas y los científicos de la razón. Lo que en el templo llamaban fe - Y como en ese sueño era una realidad incuestionable, cada cierto tiempo el cielo premiaba a todos con nuevos colores para seguir creyendo. Las transformaciones eran evidentes desde el macro-cosmos al micro-cosmos. Cada ser tenía una capacidad ilimitada de transformar el contexto, de crear y de creer. El creer, que poderoso es el creer. Y el sentir reflejaba una rosa, un mandala y un anillo.
La metamorfosis ponía a prueba la existencia de dos mundos como condición a cualquier ser que invocara esta ley universal - pues toda conciencia de luz tenía el derecho divino de evolucionar, si su espíritu estaba preparado. Un tercer mundo se hacía visible y una fuerza celestial se unía a cualquier llamado, sin importar el propósito. Pues lo bueno y lo malo, era relativo a la mente que emitía el prejucio y al prejucio que se creaba en las mentes.
La eterna trilogía: El pasado, el presente, el futuro... (3)
La doncella
Hermosa, aguardaba impacientemente y se sube a la roca más alta del muelle y ante el viento, abre su carta:
Lo siento... En mi última visita quise decirte cuanto te quiero pero sabes que los seres invisibles no hablan. He intentado saciarme con una mirada y con una sonrisa pero a veces hace falta alguien para calmar las malcriadeces que buscan atención de tu parte. De repente me sentí cansado de jugar a las escondidas porque ha pasado tanto tiempo, que se nos olvidó que nos estamos buscando. Se me hizo insoportable escuchar las cartas de acertijos que se suponen que debo entender antes de volver a partir; Tú dime... qué debo hacer? No se supone que para eso estas a mi lado...(?) O es parte de otra broma cósmica que me hace el universo para hacerme entender que aún me falta mucho por aprender?
Me pediste que disfrazara mis palabras pero es que ya con un ´´te quiero´´ lo hago: Qué hubieras pensado si te digo te amo. Vaya que sería un loco! Por eso una melodía en fa y un abrazo en re menor... para volver a comenzar. El mundo del que hablas no es el mundo que visito. Constantemente cruzo las realidades de las formas y las imágenes, y corroboro que la ignorancia tiene cura en un momento donde la gente busca ``significado´´, transformación y sentido. Por qué no enseñar a la gente a cómo mover las montañas? Y así abrir los caminos...
Se que fuí rudo al dejarte y créeme que esa piedra no fue al mar, sino al viento! Te has preguntado... Quién puede contener al viento? Yo se que eres tú por que así lo pedí, sin más ni menos. Y como callaste aquello por lo que debiste empezar, me asusté y te reclamé para que me abrazaras. Tan sólo para sentir que estaba a salvo. Así también me lo prometiste por siempre sentados en un cometa de estela plateada, como el color de un anillo de promesas.
Quise decirte muchas cosas pero me tienes miedo. Quizás el mismo que siento cuando pienso que todo esto es una broma sin principio ni fin. Creo que comparto tu misma mirada cuando le pregunto a la razón qué hacer (?) Pero es sólo por un instante, porque cuando me siento en el teclado cósmico de mi lenguaje, el corazón me dice como volver a llegar a ti. No importan las vidas ni los planetas; tampoco los karmas, ni los oráculos ni las circunstancias que nos rodeen. A veces tú, otras yo... Adelante! Todas las vidas son muy cortas - tan sólo por contar con un principio y un fin.
Quisiera escribirte más de mi pero ahorro la tinta para un mantra que deseo terminar. Aún no logro componer la melodía que unifique los tres mundos ante todo este ruido expuesto. Leí una leyenda de un flautista llamado Hamelin que lo logró, lo conoces (?). Te lo escribí desde una dimensión: En Urantia, uno aprende a distinguir el querer de tres dimensiones donde sólo una posee corazón. Lo leíste?
Recuérdalo. La clave está en vivir enamorado... y si lo estás, entonces estamos siendo guiados por la misma fuerza que arrojó la piedra al mar y que causa ese suspiro (...)
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Hoy 30 de Octubre me acordé de ti como todas las noches solo que hoy fue mucho más, tanto que me puse a leer las conversaciones viejas donde apenas y nos conocíamos. Al leerlo todo me vino esa nostalgia que se supone yo ya sentía extinta, pero no, rompí en llanto al ver que antes éramos una pareja ideal, algo nuevo y hermoso. Pero todo se fue apagando, por tus mentiras, promesas rotas, sentimientos siendo quemados poco a poco, errores de ambos, y me pregunto qué tan poca voluntad puede tener una persona para llevar a la borda cada vez más algo que se construyó con amor y esfuerzo, para ser sustituido por vacío. Ojalá en tu próximo intento en el amor si funcione y no tengas que verle la cara al fracaso, es feo cuando intentas querer bonito y terminas con las manos vacías y el corazón roto. Es sorprendente como un amor que hubiera dado todo por él, que narré en muchos de mis escritos, la estrella que tanto amé, dejó de brillar. Hoy sólo quedan cicatrices y fragmentos rotos de un corazón que amé. Espero ames, ames como loco, pero eso sí, sana todos tus asuntos pendientes antes, recuerdo que leí esto una vez “sí no cierras las heridas de tu corazón primero, sangrarás sobre personas inocentes” No quiero que nos escribamos más, ya no quiero un cariño que me da mas tristeza que alegrías, así no quieras, es hora de dejarte ir, porque el amor real hace bien, no mal. Y ya se extinguió el mío hacia a ti, pasó en el primer momento que se marchitó la persona que realmente me quiso y yo la quise a ella, esa que me respetaba como nadie, esa que realmente me cumplía, no esa persona egoísta que sólo se satisface, no sabe quererme pero tampoco soltarme. Uno debería irse cuando el otro se se va y no quedarse a esperar por sí algún día vuelve. Haga o no, mi vida aquí o afuera, ya no quiero más nada entre tú y yo. Ya lo que fue, fue. Espero cumplas lo que desees, así sea siendo un asesino en serie, sólo vive. Aclaro que ya no te responderé más, ya basta de ataduras, siempre he sido un alma libre y brillante como para estar atada a cualquier situación o persona. Soñaré, volaré, lucharé y venceré sola, no necesito a nadie para hacerlo. Haz lo mismo, camina con la frente en alto y celebra tus logros y felicidad sin importar quién esté a tu lado. No me retiro vencida, si no sonriendo ante la oportunidad de habernos cruzado. ¡Vive la vida! Con cariño y amor nostálgico, Yuli
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Leí en Internet que para morir podías utilizar 4 opciones y como de regalo una quinta, recuerdo claramente que estaba en mi habitación a punto de llorar y leo:
Uno
Abre la llave del gas.
Cierra todo:
Puertas, ventanas, mirillas y pensamientos de vacilación.
Primero sentirás dolor de cabeza,
luego dolor de garganta,
un impulso de dejarlo ahí,
pesar.
No te muevas, sólo espera
hasta que ya sea tarde.
Estás muy débil para quedarte.
Sólo salta.
No dejes ninguna nota.
Tu letra no se entiende
y no hay nada peor que una nota suicida confusa.
Imprímela si es necesario.
Cómo carajo voy a imprimir, quiero que noten mi desesperación en lo que dejé, que se den cuenta que no estoy bien hace varios meses, que mi estabilidad mental se fue al carajo, que me siento alguien temporal, alguien que si se va no importa, si yo dejaría una carta diría “Nadie se acordara de mí, pero estuve en su momento en la vida de cada uno de ustedes” y luego empezaría a nombrar a una lista interminable de personas. Continuemos con lo que seguí leyendo
Que sea divertida,
¿La fucking carta tiene que ser divertida?, bueno tiene razón, tal vez tiene que ser divertido porque será una vida sin mí, continuo.
algo así como “No molestar”.
No quieres hacer sufrir a nadie.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
Loco, 20 años de mi vida en este mundo y he sufrido demasiado solo quiero irme, no es pronto, es ahora, pero anyway , luego va el :
Dos
Ve al mercado, escoge el mejor cuchillo.
Si has tenido una vida de mierda, has de querer una muerte de lujo.
Bueno tiene razón, soy Leo, quiero tener una muerte de lujo
Y si tuviste una vida de lujos, no querrás una muerte de mierda.
Sonríele a la señora del puesto, cuéntale un chiste,
algo así como “¿Puedo probarlo primero?”
No es mala idea, la señora se ha de reír y así le hubiera hecho feliz así sea un momento…
No importa lo que hagas,
no compres cualquier cosa.
Quieres que la señora recuerde tu cara
Cuando la policía vaya a preguntarle.
A menos que te parezca divertido incriminar a alguien.
¡Incriminar a alguien!
Estoy bromeando.
Pero en serio, no lo hagas con un cuchillo chafa.
Te robarían la gloria.
No lo hagas en el baño,
Lo haré en un hotel 5 estrellas, para así cuando los niños vayan con sus padres de visitas digan que hay un fantasma por ahí molestando
Respétate un poco.
Puedes hacerlo en la recámara.
No, es mucho batidillo.
En la cocina.
No,
te recordarán cada vez que metan carne al horno.
¿Una hamburguesa de humano?
En el balcón.
No, hace frío
Sí y yo me congelo entonces no jajaja
y tú quieres una muerte calientita.
Hazlo en el baño, sí,
pero remplaza el cepillo dental con lapiceros y el jabón con post-its,
la esponja con clips y la toalla con tu toga de graduación.
Hazte un corte vertical. Puede que duela,
Que sirvan las 18 temporadas de Grey’s Anatomy
pero recuerda que quedarse duele más.
Seguro vas a llorar.
Ahí empieza el batidillo.
Tú sigue.
Sigue.
Nada tan ridículo como que te lleve la ambulancia por intento de suicidio.
Ni se digan las críticas y molestias…
Todo el mundo pensará que lo hiciste para llamar la atención,
pero no querías morirte realmente.
No ven que no es posible llamar la atención con un cuchillo,
a menos que seas el carnicero el día de plaza.
Termina lo que empezaste.
No dejes ninguna nota.
No hay nada peor que un papel ensangrentado
y no quieres hacer sufrir a nadie.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
Y dale, no me voy temprano, ya es mi momento, pero ajá, luego del dos va el
Tres
Llena de agua la tina.
Pero tienes que encontrar una a tu medida.
Agua caliente.
Tu vida ya fue bastante fría, quieres una muerte cálida.
No te metas desnuda, ponte algo chistoso.
Me pondré un disfraz de jirafa porque me encantan…
Haz que se rían.
Un disfraz de conejito, una corbata con una camisa llamativa
o un pantalón debajo de la falda.
No te pintes.
Ya bastantes máscaras usaste.
Lo que buscas es una muerte honesta.
Rompe todos los records aguantando bajo el agua
hasta que todo se desvanezca:
las burbujas, el techo, los ruidos de tu mente.
La vida no estuvo tan mal,
pero la muerte puede saber mejor.
Cuando te la bebas,
Bébetela toda.
Recuerda que, si te echas para atrás,
tendrás que explicar el batidillo en el piso,
la toga de graduación en el baño y el elevado consumo de agua.
No dejes ninguna nota.
No hay nada peor que un papel que se deshace en las manos
y no quieres hacer sufrir a nadie.
Dejaré el titulo de graduación del bachillerato.
Ya es suficiente con que te vayas pronto.
De ahí va el
Cuatro
Aprendí bien a contar en uno en uno
No uses pastillas.
Las pastillas son tramposas.
Te pueden dar diarrea o que te salgan ronchas.
Tendrían que hacerte un lavado
y no hay nada peor que tener una manguera en la boca
mientras un montón de extraños te dan palmaditas.
“Con esas pastillas te van a salir pelos en los ojos”,
me dijeron.
Al menos tendré pestañas
Pedí unas pastillas que pudieran encerrar mis demonios.
No funcionaron. No hicieron dormir a los demonios.
No aplacaron las batallas en mi cabeza.
Al contrario, hicieron crecer un bosque en mis ojos
y me supieron amargas.
La vida ya es bastante amarga.
Mereces una muerte dulce,
así que no uses pastillas.
No uses pistola.
Las pistolas son frías y ciegas.
Además
no tienes fuerzas para apretar el gatillo.
No te columpies como un péndulo:
No eres tan santa como para convertirte en fruta.
No te avientes de un edificio alto.
Qué tal si vuelas
o rebotas.
Todo rebota.
Soy gorda obvio que voy a rebotar como pelota
No importa qué escojas, no dejes ninguna nota.
La subirán al Face y la compartirán extraños.
Me imagino a la castrosa de mi curso en la universidad diciendo “Fue mi mejor amiga,estoy mal “ así que tienes razón no pondré ninguna nota, solo lo haré y ya.
Recuerda:
No quieres hacer sufrir a nadie.
¿El objetivo es ese no?, pero quiero que me recuerden, así que vamos con el
Cinco
Quédate.
¿Para qué?, soy alguien irrelevante
Tu vida es una nota.
No es una nota, es solo la vida, y ya no tengo ganas, estoy cansada, estoy frustrada, estoy decepcionada, triste, sin ganas ni de cepillarme los dientes por las noches, tal vez sí es una nota, pero una mala nota, porque estoy con ganas de literalmente dormir y no despertar, pero ya ni para eso sirvo, no estoy en paz ni conmigo misma, así que sí, dejaré una nota y será la de morir joven, entiendo, en el funeral tal vez diga, “Es una guagua de 20 años, tenía un futuro por delante, pobres padres, que cobarde fue” pero no se dan cuenta que creo que es lo más valiente que he hecho en mi vida, solo quiero decir que lo intenté y no lo logre.
Deja una nota.
“Queridos padres, queridos amigos, y querido amor de mi vida, lo siento por decepcionarlos con esta acción, pero es algo que he venido planeado por varios días, disculpen si alguna vez hice algo que no estuvo correcto, no fue con la intención de dañarlos, sin embargo, espero que logren entenderme y entender el punto de esto, solo no quiero más molestias, no quiero que tengan más deudas por mi culpa, solo lleven girasoles, no, no lleven nada solo a mis perritas, mis cupcakes de chocolate o algo que tenga chocolate, solo recuerden que los amo mucho, y que de allá arriba o desde allá abajo los estaré cuidando porque son los únicos que estuvieron a pesar de todo, quise ser lo mejor de su vida pero, creo que esto es lo mejor que pudo haber les pasado”.
Pdts: No quiero morir, quiero salir adelante pero no sé cómo hacerlo, no tengo amigos, no hablo con nadie, mis padres se preocuparían mucho, mi novio tiene sus propios problemas, no hablo con nadie, solo estoy yo, y ya no sé ni para qué me tengo, solo quiero quererme como alguna vez pude hacerlo, pero ya no sé cómo, quiero que alguien me ame por como soy pero es difícil que eso se haga realidad, sé que he cometido errores y espero que me sepan disculpar por eso, la verdad nunca fue mi intención lastimar a nadie, pero lo he hecho así que mil disculpas.
Y esa sería la nota que dejaría, a lo mejor nadie se tome la molestia de leerlo, a lo mejor digan “Es solo una nota”, o ni siquiera la encuentren, pero, en fin, yo ya estoy llegando a mi tope, estoy desesperada, y hablar conmigo misma no es de muy buena ayuda, he llamado a las personas que creí que estarían ahí para mí, pero me he equivocado, nadie contestó. Y no los culpo tienen sus gestiones, sus propios problemas y sus propias preocupaciones, ¿para qué molestar?, díganles a mis perritas que las quiero mucho.
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Confesiones de un artista de mierda: el titulo no te miente
Confesiones de un artista de mierda - Philip K. Dick
calificación: 3/5 ★ ★ ★ ☆ ☆
detalles: Libro digital
Sinopsis: Jack Isidore no ve el mundo como la mayoría de las personas. Según su cuñado Charley, es un artista de mierda, que está obsesionado con sus propias teorías e ideas extravagantes, que registra celosamente en sus muchos cuadernos. Está tan mal preparado para la vida real que su hermana y su cuñado se sienten obligados a rescatarlo. Pero aunque Fay y Charley Hume presentan una cara feliz al mundo, demuestran que están tan aislados de la realidad como él, sujetos a unas obsesiones que solo son un poco más aceptables que las de Jack, pero mucho más desagradables. Sus luchas y traiciones constantes demuestran ser una amenaza para su propio matrimonio y las relaciones de todos los que los rodean. Cuando se llevan a Jack a su casa, éste se encuentra en medio de una vorágine de angustia burguesa de la que quizás no podrá escapar.
La quieres leer? cierra esto y ve a buscarla o mándame un mensaje para pasártela en formato digital gratuitamente 👍 Ya la leíste o no la vas a leer y te interesa la opinión? adelante
Opinión y chisme: 👇👇👇
👽¿Te interesan los ovnis? Pues, no esperes nada eso en este libro.
¿Alguna vez encendieron o vieron encender un fuego artificial, vieron la mecha ir disminuyendo entre chispas, preparándose mentalmente para un buen espectáculo pero luego de un momento no sucede y al final la pirotecnia se queda ahí, inerte sin mas? Bueno, algo así puedo comparar mi experiencia con este libro.
Me siento desconcertada, algo así como ese gif de Travolta mirando alrededor confuso, me vendieron este libro como algo humorístico, y admito que tuvo muchas cosas irónicas y absurdas, pero lo máximo que conseguí expresar fue una risita de incomodidad de vez en cuando, en vez de carcajadas.
Además, veo que es clasificado como sci-fi y no creo que nombrar platillos voladores un par de veces sea suficiente para clasificarlo así.
De todos modos, al principio me tentaba abandonarlo porque parecía ser un tipo de historia común sobre una familia disfuncional que empieza una nueva aventura cuando llega el personaje raro, sin embargo, por esa misma razón no la abandone, por el chisme y la ilusión de que el conjunto de personajes irritantes en cualquier momento explotase, y nada más.
Le doy un 3/5, buena prosa, fue entretenido y tenso en algunos capítulos, debió clasificarse algo así como un drama absurdo, o quizá soy yo y no entiendo este tipo de “humor”. Por lo menos, el titulo es honesto, al final me dejo con esa sensación de que leí una m*erda y no sé si ese fue el cometido del autor 🤔.
🏷 #booklover #bookstagram #bookstagramperu #bookstaexplore
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[continúa de aquí]
Me despierto con una sensación horrible de entumecimiento, humedad y mareo. No sé ni dónde estoy. Y tengo un peso muerto a mi lado con un brazo sobre mi pecho.
"¡CEDRIC!" me incorporo con rapidez y le tomo el pulso. "¡CEDRIC, CEDRIC, VAMOS, HOMBRE! ¡Si un inútil como yo ha salido a flote no te me ahogues tú, capitán!"
Le aprieto el pecho una y otra vez. No escupe agua. Tendré que... Vamos Justin, no es momento de puritanismos. Le sujeto la nariz con una mano, respiro hondo y-
"¡Aaah, Justin, que estaba inconsciente, no muerto!" tose Cedric incorporándose de golpe. Se restriega los ojos, se aparta el pelo empapado de la cara y mira a nuestro alrededor con igual desconcierto que yo. "Al menos hemos llegado adonde queríamos. Y no me puedo creer que hayas mantenido la mochila contigo todo este tiempo."
"Pues siendo de tela imagínate cómo estará todo," suspiro, me la quito, estiro las cuerdas y vuelco el contenido. "Sopa de Twix espachurrado."
"¿Qué ibas a hacer hace un momento? ¿Por qué me has tapado la nariz?" sonríe con curiosidad.
"Eeeeh... un método muggle de reanimación a la desesperada," respondo nervioso, mientras guardo todo de nuevo rápidamente. "¿En qué consiste?"
"Eeeeh... es la coordinación de un movimiento pectoral, con una succión oral para expulsar el agua. Por eso te he tapado la nariz, para que el agua saliese por la boca."
"¿Succión?" las cejas de Cedric tocan techo facial.
"¿Cómo has localizado Urquhart en la distancia?"
"Con un hechizo, Justin. Lo enseñan en Hogwarts. ¿Succión?"
"¿Y cómo has conseguido que respirásemos bajo el agua?"
"Con un hechizo que leí en un libro," se impacienta. "¿Succión?"
"¿Qué es eso?" señalo alarmado.
"¡Deja de cambiarme de tema!"
"No, Cedric, ¿qué es eso que viene-?"
Dejando detrás de sí una cascada inmensa, el monstruo del Lago Ness hace de nuevo su aparición estelar en la pequeña bahía en la que hemos naufragado junto al castillo. Se detiene a apenas unos centímetros de nosotros, mirándonos con curiosidad y luego se deja caer con la mitad del cuerpo fuera y la otra mitad dentro del agua. Algo en su mirada inspira a Cedric a acariciarle la cabeza y yo decido imitarle. El monstruo cierra los ojos de placer. Esto no me está pasando a mí. Me echo a reír.
"Cedric, ¡te has ligado al Monstruo del Lago Ness! Nessie, éste es Cedric; Cedric, Nessie. Ahora es cuando os dejo a solas."
Y caigo rodando al suelo de la risa.
"No tiene gracia," se sienta Cedric a mi lado, resoplando y tiritando.
Demonios, ¡qué frío hace!
"No podemos quedarnos aquí, Cedric. Nos congelaremos."
"Tienes razón. Busquemos refugio en Urquhart. ¡Hasta la vista, Nessie!" lo acaricia una última vez, y el monstruo se lo queda mirando con expresión de perrito recién abandonado en la carretera.
— Extracto de ¡Hufflepuff Existe! Capítulo 8 - Un mes en el Lago Ness [AO3] [Ffnet]
Justo antes de los Mundiales de Quidditch, el comando Hufflepuff, es decir, la pandilla de Justin Finch-Fletchley y medio equipo de Quidditch, junto con los más pequeños de la casa, pasan un mes de vacaciones de campamento en el Lago Ness, supervisados por la profesora Sprout, la prefecta, y el prefecto Cedric Diggory, a cuyos encantos no podrá resistirse ni el famoso monstruo. Ni, por supuesto, Justin.
Fuente de la imagen aquí.
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Porque un día acepté una flor (Morí de bajo una avalancha de pétalos), capítulo 4: Semillas (pt8)
En unos días más irán tras Madame A y Kaneki prácticamente tiene a todos los días a Tsukiyama en el cuarto de entrenamiento. La ley de Murphy no debería de aplicar a alguien con la suerte de Kaneki, tan mala y trágica, sin embargo, a alguien con la estrella de Tsukiyama… Kaneki y Tsukiyama están tan entrados en la pelea que en algún punto empezaron a usar sus kagunes y mientras que ninguna extremidad había salido volando como usualmente pasaba, esta vez pasa algo peor.
Kaneki vuelve en sí con tres de sus cuatro garras enterradas en el abdomen de Tsukiyama. Tsukiyama está tosiendo sangre, y trata de quitarse a Kaneki de encima, aunque con muy pocas fuerzas. Kaneki puede ver como poco a poco se cae en pedazos el kagune púrpura y rojo del brazo que tenía extendido hacia él. Kaneki quiere decirle a Tsukiyama que todo está bien, que no estaba tan mal, pero sabía que si sacaba bruscamente su kagune del abdomen de Tsukiyama saldrían con todo y sus intestinos.
Tsukiyama sigue tosiendo y parece que quiere decirle algo a Kaneki, pero Kaneki sacude la cabeza, nervioso, pero inhala profundamente y trata de poco a poco ir deshaciendo su kagune. Toma unos cuantos respiros más, pero lo logra y junto con Tsukiyama, ponen sus manos en su abdomen esperando la regeneración exagerada de Tsukiyama.
Por un largo rato están así, juntos, manos pegadas, ensangrentadas, hasta que Tsukiyama logra dejar de toser, y un largo suspiro les permite saber que por lo menos sus pulmones están intactos. Kaneki y Tsukiyama se miran intensamente por unos segundos y ambos caen de rodillas al suelo. Kaneki separa sus manos de los músculos expuestos del abdomen de Tsukiyama se deja caer totalmente al piso. Tsukiyama se le une, con una risilla entrecortada,
—Una vez más, check mate, ¿no?
Por unos segundos sólo se escuchan las bocanadas de aire de los dos. Kaneki no dice nada. Tsukiyama se preocupa.
—¿Cher?
Kaneki había tenido el brazo roto y varias cortadas profundas hace unos minutos; ya no están para cuando se sienta, derecho y tenso, a un lado de Tsukiyama. El pelimorado se hubiera sentado también si no fuera porque sería un movimiento totalmente doloroso. De todas maneras, le gusta ver a Kaneki en este ángulo. Kaneki tiene la más curiosa expresión en su rostro, como si se estuviera debatiendo entre algo doloroso o algo penoso. No dura mucho, y el peliblanco le dice,
—Perdón. Fui demasiado lejos..
Tsukiyama no tiene palabras para describir lo que siente, y de todas maneras está tan asombrado que no sabe ni siquiera qué decir. Kaneki continúa,
—Muérdeme. Así te recuperarás más rápido.
Los ojos de Tsukiyama se abren imposiblemente. Inmediatamente lo rechaza. El movimiento brusco le marea, pero logra decir, —¡No! Yo.. Yo no te quiero comer... Así…
Tanto Tsukiyama como Kaneki piensan lo mismo: ¿quién está más sorprendido por este desarrollo tan inesperado?
Ambos caen en silencio, pero ninguno aparta la mirada. Tsukiyama, habiéndosele pasado el shock, le sonríe y dice, —Dame unos minutos para que termine de regenerarme y regresamos…
Kaneki asiente lentamente, pero permanece al lado de Tsukiyama. El pelimorado puede escuchar cómo su respiración se va tranquilizando, poco a poco, junto a la de él. Después de unos momentos, Kaneki vuelve a hablar,
—Cuando nací, yo era un humano.
Tsukiyama no sabe que expresión se está mostrando en su cara; sólo que a Kaneki le parece divertido, aunque no esté sonriendo. Tsukiyama cae en cuenta que está viendo a Kaneki a los ojos, no su boca, no su cuello o su cabello. Miraba sus ojos, desde hace mucho, para entender completamente a esta persona que nunca quería revelarse frente a él. Kaneki por su parte, parece estar considerando sus siguientes palabras. Nunca le había contado esto a alguien… En Anteiku solo se.. enteraron. Toma una gran bocanada de aire y luego exhala lentamente.
—Tenía una madre y un padre que trabajaban mucho. Trabajaron tanto que se murieron. Primero mi papá, luego mi mamá. Mi padre me dejo decenas de libros que yo leí desenfrenadamente por años.. Mi madre me dejó con unos familiares que nunca entendí al morir.
Tsukiyama cierra los ojos. Kaneki sigue halando.
—Empecé a vivir solo cuando entré a la universidad. Estudiaba literatura.. Tenía un mejor amigo y un restaurante de hamburguesas favorita. Estudié en el departamento de literatura de la universidad Kamii por dos años hasta que..
Tsukiyama abre los ojos. Kaneki le mira, cansado, devastado, abierto:
Le sonríe.
—Hasta que Rize trató de comerme y murió en el intento.
—Por eso.. Tu kagune.. Tu sabor..
Kaneki asiente, desvía la mirada hacia sus manos en sus piernas, continua, —Me trasplantaron sus órganos… Aunque dudo que esté muerta en verdad. Ella era… Bueno. Tú la conociste mejor.
Tsukiyama no sabe que decir. Poco a poco logra alzarse y sentarse. Su abdomen está casi completamente regenerado. Kaneki le mira furtivamente, tratando de ver el daño, pero tan pronto se siente asegurado, continua, mirada aún baja.
—A los ghouls los humanos les temen de manera abstracta; de la manera en que te da miedo la oscuridad... Hasta que te pasa algo inesperado, no tienes idea de qué tan peligroso es. Yo sabía que le tenía miedo a morir, no sabía que me daría tanto miedo ser devorado por un ghoul.
Kaneki extiende su brazo izquierdo hacia Tsukiyama y espera a que le mire. No tarda Tsukiyama en pasar sus ojos sobre el brazo ofrecido, sobre el hombro expuesto, sobre el cuello cuierto, sobre los labios suaves, la nariz recta, los ojos cafés cenizos. Kaneki le sonríe otra vez, aunque esta estaba teñida de cinismo. Le dice, —Pero si algo aprendí de Jason, estando todo ese tiempo con él… Es que yo también soy un ghoul y...
Kaneki cierra los ojos y respira profundo. Cuando los vuelve abrir no hay reservas, sus ojos están claros.
—Yo no te temo, Tsukiyama.
Tsukiyama baja la mirada al brazo extendido de Kaneki y piensa mil cosas a la misma vez. Se convierten en un zumbido mientras que inclina la cabeza y toma el brazo de Kaneki suavemente con ambas manos, una en el codo, otra en la muñeca. Puede sentir el palpitar de su corazón bajo sus dedos, escucha su respiración alentarse, preparándose. Porque, aunque seas un ghoul, el dolor sigue siendo una característica universal de los seres vivos.
Tsukiyama respira profundo, absorbiendo el dulce olor de Kaneki y sonríe al darle un suave beso en el brazo.
Le brota una risilla desde el pecho cuando escucha más que observa a Kaneki mortificarse. Cuando alza la mirada, Kaneki está imposiblemente rojo de la cara y Tsukiyama no puede evitar reírse totalmente, con todo y su abdomen crudo y rosado.
Kaneki se toma su brazo de vuelta, se alza repentinamente y dice mortificado, —Mal aprovechaste tu única oportunidad Tsukiyama. Ni si quiera sé por qué me sorprendo. ¡Eres imposible de entender!
Por primera vez es él quien se va del cuarto y Tsukiyama se vuelve a tirar al piso. Ese mismo día, en camino a su punto de encuentro con Matsumae, Tsukiyama ve en la repisa de una florería varias macetas de jacintos morados.
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Odds don’t count
Este texto trata sobre un futuro en pasado
Hacía mucho que no me pasaba. Y podía haberlo evitado, pero claro, quién sale en fiestas sin beber. Licor café, nombre y apellidos del culpable de que me tuvieran que llevar al hospital. Aunque tampoco exactamente, sufrí un desmayo por la tensión, el alcohol puso de su parte y tuve la mala suerte de darme con algo en la cabeza en mi camino al suelo -o eso dicen, porque yo mucho no recuerdo-. La cosa es que ahí estaba, medio aturdida aunque recuperándome, en busca de un baño donde aclararme un poco la cara antes de ir a casa. En mi búsqueda me perdí por los pasillos -ya sabes, mi mala orientación-, y como todas las grandes historias, esta también comienza con una pequeña casualidad teñida de confusión. Pero esta no es mi historia, sino la de alguien más.
Los hospitales tienen la mala costumbre de estar diseñados con puertas que llevan a más puertas a través de pasillos. Como todas son iguales, supuse que alguna desembocaría en el baño. Explorando un pasillo y otro topé con uno de pacientes ingresados -no me alcanzo a ver el cartel de la puerta, pero a juzgar por el tipo de personas en cama diría que cardiología, dolencias del corazón-, y en pleno horario de visitas. Fue en el momento exacto en el que iba a desistir en el cual esa opción se borró de las disponibles.
-Por fin has llegado. Pasa, pasa, bonita, no te quedes ahí fuera.
Me costó un par de giros de cabeza buscando al destinatario real de ese mensaje entender que efectivamente se refería a mí. La situación era de todas extraña, no solo que me invitase a entrar, a mí, que me había perdido, sino que en ese pasillo atestado de gente nadie fuera a ver a este señor.
-Pasa y cierra la puerta, no aguanto tanto ruido -me ordenó en tono suave. La verdad es que con la resaca que tenía no fue una mala idea.
Estaba reclinado en la cama, con la televisión apagada. En su lugar parecía encontrar su pasatiempo en los libros. Había media docena, todos de ediciones bastante antiguas. Adiviné entre ellos El lobo estepario de Hermann Hesse, autor de uno de mis libros favoritos, Demian. Los demás libros eran más antiguos, y todos parecían contener un final triste, el que le espera a un protagonista que no se siente pertenecer a ningún sitio en el mundo. Todos a excepción de uno, era una recopilación de los mejores poemas de Miguel Hernández.
-Tómalo -me dijo-, este libro merece ser leído a diario, que tenga la vida que a su autor le fue arrebatada. Yo he tenido la suerte de poder hacerlo desde mi temprana juventud, y con ello su poesía en mi memoria estará por siempre. Hay un poema, uno en concreto, que a día de hoy me sigue revolviendo por dentro. Esos versos nacieron en mí dos veces: la primera cuando los leí, poco curtido en el género, por vez primera; la segunda cuando vi su cara, de piel morena, a la que estos pertenecían. Desde entonces, y sobre todo desde que no la veo, me basta con recitar sus dos primeros versos para ver como aparece delante de mí con una sonrisa de otra época. El poema en cuestión se titula Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo y este libro es tuyo ahora pues suyo debió ser en su momento, pero fruto de la impotencia decidí que volviese a mis manos. Tú, niña, me recuerdas en exceso a la que yo conocí tiempo atrás. Tómalo y disfrútalo como se hace con una puesta de Sol a solas.
Para cuando me quise dar cuenta había pasado demasiado tiempo como para desdecirle y sinceramente disfrutaba cada segundo de su tono de voz. Al principio pensé que me debía de haber confundido con su nieta, fruto de la fiebre o de la edad. Más tarde su historia me dejó claro que no había tenido hijos, ni por lo tanto nietos. Tenía unos rasgos bastante propios y marcados, acentuados por el paso del tiempo. La forma de sus labios era muy particular, y quizá más el arco que se le formaba cuando fruncía el ceño y las cejas, pobladas, ocultaban gran parte de sus pequeños ojos. Aun así, su mirada era firme y penetrante, como con propósito, y en ocasiones difícil de sostener.
-Espero que estés preparada, aquí comienza la historia de mi vida, y es solo a día de hoy cuando, recapitulando y vista la situación, puedo sacar conclusiones verdaderas. Dice así:
Nos conocimos en la universidad, yo tendría unos veinte o veintiún años. Ella era nueva, venía de un intercambio, tras pasar otro intercambio anterior, y coincidíamos en un par de asignaturas. Cuando me percaté de su existencia empecé a llegar pronto a clase, cosa harto inusual en mí, solo para verla pasar y escoger sitio. Se lo fui poniendo difícil, y como ella solía escoger los sitios de atrás, mi asiento también se fue atrasando poco a poco. Como puedes adivinar, las clases de derecho no era mi principal interés entonces, como tampoco lo es ahora. Aun así ella siguió sentándose detrás de mí, y aunque ya solo era una fila, la clase entera podía oír mi cuello crujir solo para ver si me miraba aunque fuese sin querer. Empezamos a intercambiar mensajes de vez en cuando para ver si coincidíamos por un casual por ahí -tendrías que haberme visto, arrastrando amigos a zonas que ninguno de los dos frecuentábamos solo por si nos veíamos-. Una vez coincidimos, de forma casi pactada, y por aquel entonces la labia que me caracterizaba desaparecía por completo, temblándome las rodillas, si se acercaba demasiado. Seguimos hablando hasta que me dio la primera mala noticia. Su último novio se había mudado a Madrid y, desayunando, le había propuesto volver. Quizá ahí pudo acabar todo, pero yo era demasiado joven y confiado, pensándome roto con anterioridad -mi imaginación apenas acertaba a imaginar lo que vendría después- le comente que no pasaba nada, que también podíamos ser amigos, cuando esa era la última de mis intenciones con ella. No te quiero aburrir con detalles, niña, pero aquella noche que salimos fue lo más mágico que me ha pasado jamás. Después de ver una película antigua en unos cines desiertos acabamos bebiendo, dejando que fuesen las cartas las que guiasen nuestros tragos. Creo que ese fue el punto exacto de no retorno. Después de vernos alguna vez más, y tras una serie de desdichas familiares que le ocurrieron, acabó poco menos que mandándome a la mierda. Y yo, que me sentía en el cielo, tuve que experimentar la caída más profunda que se recuerda, directo al subsótano del infierno.
Pasé un año escribiendo las líneas más bonitas hasta entonces, proporcional de forma inversa a mi estado de ánimo. Ese año me lo pasé buscando consuelo por ahí, trabajando mucho para viajar lejos de la que era mi ciudad pero en la cual no podría ser feliz mientras estuviese ella, o mientras no estuviera conmigo. Había zonas que evitaba, por saber que podríamos encontrarnos, y días en los que al contrario, quizá por el anonimato que da el casco y su visera ahumada, deseaba verla cruzar la calle mientras esperaba en cualquier semáforo. Nada de eso ocurrió. Empecé a frecuentar casas, muchas, a cruzar puertas y gastar algunas horas dentro. Pero rara vez dormía allí, y jamás nadie durmió en la mía. Lo peor de hacer algo fuera de lo común, de lo rutinario, era esa sensación de tener ganas de contárselo. Pero yo también tuve mi oportunidad, y de ese momento me arrepiento del que más. Un año más tarde volvió, yo trabajaba de noche y empezaba a curarme de su ausencia. Me dijo que nos viéramos, y así hicimos. Alrededor de una semana duró, pero mi estado era bastante raro, y el miedo quizá bloqueó la parte de mí que quería estar con ella, y aun sigue queriendo a día de hoy, después de todos estos años y de todos estos países por los que he vagado ofreciendo los servicios de mi pluma.
-No entiendo -le interrumpí-, después de todo ese tiempo sin contacto volvió, y si lo hizo fue porque sentía algo, porque lo que sintió por ti en su momento aunque pareció no ser suficiente, fue intenso al punto de poderlo aguantar por más de 300 días. ¿Qué pasó entonces?
-Pasó que tuve sentimientos encontrados. El miedo a volver a pasar por todo otra vez crecía. Jamás hubiera deseado para nadie por lo que pasé yo, y menos a ella. Pero era todo demasiado rápido, demasiado ‘normal’, y el pensamiento de haber sido segunda opción siempre era patente. ¿Y si volvía a pasar y volvía a ser yo el descarte? No pude sino decirle que teníamos que dejar de vernos. En los meses posteriores ella anduvo pendiente de mí, pero cuando conseguí deshacerme de mi bloqueo mental era tarde, ella ya había encontrado a alguien. Después de aquello nos vimos una vez para intentar aclararlo todo y liberarnos mutuamente, pero lejos de ello se convirtió en otra noche de complicidad entre ambos. Desconozco si ella ha tenido eso con alguien más, esos no reproches, esa comodidad, esas ganas reales de preguntar cómo estás porque realmente te interesa la respuesta. Quedamos para cenar pero no probamos bocado, intuyo que porque lo único que queríamos morder era el uno al otro. En su lugar bebimos, y anduvimos de bar en bar un día de entre semana. Quedamos en quedar, pero nunca más lo hicimos, ella volvió con él y yo continué siendo segunda opción. Quizá es eso lo que siempre me faltó, el saber que si de ahí en adelante se encontrará en una situación similar sería yo el escogido. No volvimos a hablar.
-¿No volvisteis a hablar? ¿Perdiste para siempre el contacto con ella solo porque te faltó valor para escribirle? Si fue así no me da pena, el arrojo es esencial en la vida.
-Jaja, ese carácter tuyo guárdalo, es preciado, no dejes que se pierda con tu juventud. No, no fue por falta de arrojo. Fue por respeto. Siempre he respetado mucho lo que puede unir a dos personas, y como lo quiero para mí, lo quiero para ella. Aunque lo odie en la misma dosis en la que odio que no sea conmigo. Si te soy sincero siempre pensé que nos encontraríamos. Pasé dos años estudiando en el mismo edificio del gimnasio que ella frecuentaba, y jamás la vi, por el mero hecho de que las puertas daban a calles paralelas.
Esta historia, niña, es lo de menos, las historias cambian y no se repiten, y por cada persona involucrada hay una versión, por eso es por lo que te debes deshacer de todo rencor que tu lado de la historia te genere, no querrás acabar siendo una vieja gruñona y solitaria como yo; recuerda, “ríe y el mundo reirá contigo, llora, y llorarás sola”. Lo importante es todo lo que aprendí a raíz de esto, y créeme, lo llevo aprendiendo no pocos lustros, ya me ves. Aprendí a querer cosas que no me agradaban. Aprendí a sufrir corriendo, por la recompensa de haber corrido; aprendí a madrugar por el regalo de la luz del día; aprendí a echarla de menos aunque lo odiase y doliese, porque pensar en ella era lo más parecido a vernos.
Aprendí a apuntar todos los sitios mágicos a los que fui por si volviéramos a vernos, no privarla de uno solo. Toda la vida he seguido esperando que nos reencontrásemos, porque aunque cada día más improbable, como dijo el joven poeta A.W., personaje de Paul Austen, “Odds don’t count when it comes to actual events, and just because a thing is unlikely to happen it doesn’t mean it won’t”.
-El amor romántico es una mentira. Sí, está claro que uno siente cosas, yo misma ando ahora hecha un lío, las cosas en casa no están muy bien, y ha aparecido alguien por ahí al que quizá no estoy tratando de la mejor forma… pero no es momento de empezar nada. La verdad, no entiendo como has podido esperar tanto tiempo, estoy convencida de que alguien más ha aparecido, y podríais haber formado una familia, o construir algo juntos…
-He conocido a más gente, sí, y algunas eran excelentes en muchos aspectos, probablemente más ideales que ella, pero tan pronto como descubrí que no podría amarlas hasta el punto que podría haberla amado a ella tuve que dejarlas ir. No podría perdonarme jamás el privar a alguien de ser amado de la forma que se merece. Pero un consejo te doy, uno que igual yo no seguí, y es bien sencillo: jamás te quedes con las ganas de preguntar solo porque te de miedo la respuesta. La respuesta es, invariablemente de que formules o no la pregunta en voz alta, la respuesta ya es.
Como puedes deducir, yo no tengo descendencia, y en este punto de la vida en el que los pocos amigos que de verdad tuve marcharon ya, nadie viene a visitarme. Échame una mano, alcanza ese maletín de allí. Dentro están todos os textos que he ido escribiendo para mí estos años. Llévalos contigo, algo habrá que puedas sacar de ellos. Y si, debido a una casualidad como esta que nos ha reunido, topases con ella dáselos, todos le pertenecen. Es improbable, pero…
-”Odds don’t count when it comes to actual events.”
Salí de allí con una sensación rara y vaga en la tripa. Envuelta en un estado de nerviosa calma inducida por su relato. Tenía la sensación de haber cambiado de parecer en muchas cosas sin saber poner una sola como ejemplo, como si su vida hubiera hecho un click en algún interruptor que desconocía en mí. Seguidamente, recibí un mensaje al móvil: “Estás bien? Qué ha pasado?”. Es este chico. Me había olvidado de aquel tuit que publiqué mientras recorría interminablemente los pasillos. Quién sabe.
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Besos sabor calabaza
Summary: Octubre, y lo que este otoñal mes proporciona, es el mejor mes para enamorarse. y nada como un mágico huerto de calabazas para que el romance surja
Advertencias: Menciones mínimas de elementos de Wayward Son
Palabras: 1618
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Baz
Me había prometido a mi mismo jamás volver a poner siquiera un pie sobre Estados Unidos otra vez.
Después del fiasco que fue nuestra primera vista, no me quedaron ganas de regresar. Demasiados recuerdos amargos se relacionaban con el lugar como para pensarlo. Mi plan era, mientras me quedara vida, mantenerme lo más alejado posible de ese país maldito.
Y, sin embargo, aquí estoy, parado en un huerto de calabazas en algún punto de Omaha. Cómo dicen por allí: uno propone, Dios dispone, llega el diablo y todo lo descompone.
Aunque, esta vez, todo es diferente. Ningún tipo de criatura nos persigue, Agatha no está secuestrada y Watford no es un caos. Sólo somos un grupo de amigos disfrutando de unas vacaciones. Bien merecidas, por cierto.
Algo que mejoró bastante después de nuestra primera vez aquí, fue la relación entre Snow y yo. Una vez que has chocado contra el fondo, lo único que queda es regresar a la cima… lo cual requiere de paciencia, trabajo conjunto y de amor, por supuesto.
Sacudo la cabeza para alejar de mi mente nuestras penas pasadas. De momento quiero ser sólo un veinteañero disfrutando un paseo con el amor de su vida.
Snow habla, sacándome del trance.
—Nunca antes había conocido un huerto así.
Su voz suena alegre, infantil incluso.
—Ni yo— admito —No se parecen nada a los que mi padre tiene. Más bien, es como Disneylandia de calabazas.
Se ríe. Tiene su mirada de "¿Hablas en serio?"
—No puedo imaginarte trabajando en un huerto, Baz.
—Pues deberías, los Grimm son granjeros.
Lo cierto es que a mi pocas veces me dejan trabajar allí, gracias a Fiona. Ella no quiere desgraciar así el apellido Pitch.
Me da un codazo, sabiendo lo anterior tan bien cómo yo, y continúa la conversación.
—Y jamás he visitado Disney. Sólo llegué a verlo en los VHS de vacaciones que regalaban con las películas. En el orfanato, ya sabes.
Lo sé. Duele pensar en su infancia. Rodeo su cintura con mi brazo, reconfortandolo.
—Algún día, iremos juntos.
Él gira la cabeza y me sonríe tímido. Caminamos hacia un puesto de palomitas, no tenemos prisa alguna.
Pen, Shep y Aggie decidieron ir a un concierto. Si no estámos con ellos es porque Snow decidió que quería probar todas las botanas posibles. Especialmente, una Bomba de Calabaza que incluye pay, helado de vainilla y chocolate.
Debería asquearme su apetito por los dulces; lo encuentro adorable.
Tengo mi mano izquierda sobre su espalda baja. La punta de mi meñique se cuela debajo de sus pantalones, sintiendo su piel tibia; sólo lo hago por coquetear con él. Snow no se queda atrás, su cola está envuelta desde mi muñeca hasta mi codo.
Ignoro si él tiene control sobre esa parte de su anatomía o sólo actúa por instinto. No importa, ya que al final siempre termina buscandome. Es un contacto que me ayuda a poner los pies sobre la tierra.
Real. El frío otoñal, los ruidos de gente pasando un momento agradable, el olor dulce a caramelo y la presencia cálida de Simon Snow a mi lado. Todo ello es real.
—¿A dónde quieres ir ahora, amor?—pregunto.
—Al laberinto de Maíz. —dice, buscando con la mirada algún letrero que nos indique el camino.
—Vamos a preguntarle a algún empleado.
Solo damos unos cuantos pasos y nos topamos con dos trabajadores. Un alto chico rubio y una chica morena, también bastante alta. Ambos van vestidos con camisas rojas a cuadros y overoles.
—¿Podría decirme por favor cómo llegar al laberinto de maíz? —pregunta Snow, con una sonrisa amable.
Él chico, cuya etiqueta pone Josiah, resplandece, como si esto fuese el objetivo de su vida.
—Claro. Tienen que ir a…
Nos dice una serie de instrucciones que memorizo de inmediato, le doy las gracias y guio a Snow.
En cuestión de unos pocos minutos ya estamos en la entrada del laberinto. Como empieza a oscurecer, da un poco de miedo, aun si es irracional.
Snow me toma de la mano, entrelazando nuestros dedos, y es el primero en entrar. Siempre es el más valiente de los dos. Caminamos sin fijarnos mucho en el rumbo, solo disfrutando la compañía del otro.
—¿Habías hecho esto antes? —me pregunta cortando el silencio.
—No, es mi primera vez… ¿Por qué la pregunta?
Se encoge de hombros.
—Sólo estaba pensando en que haremos si no podemos encontrar el final.
Lo considero unos segundos.
—Somos magos, solo será cuestión de un movimiento de la muñeca y ya.
El precioso Simon Snow me mira como reproche.
—Eso sería hacer trampa.
Lo ignoro y sigo caminando.
Llegamos a un callejón sin salida y siento a Snow temblar a mi lado. Sé que no está asustado, su ritmo cardíaco no indica ello. Voy a molestarlo un poco.
Suelto su mano y me paro frente a él, asegurándome de resaltar mi altura superior. Ahora está confundido. Coloco un dedo bajo su mentón para hacerlo mirarme.
—¿Tienes frío, mi niño?
Sus mejillas se llenan de arrebol de forma que me dan ganas de morderlas.
Antes de que pueda contestarme, me quito mi bufanda azul, la bufanda de madre, y la acomodo alrededor de su cuello. No soy un santo y dejo que mis dedos toquen su piel por más tiempo del necesario.
Cuándo la prenda está en su lugar, apoyo mis manos contra su pecho. Pareciera que su corazón quiere salirse y saltar a mi por como lo siento en mi palma.
—Va bien con tus ojos, Simon.
Él sólo baja la mirada, casi tímido.
Simon
Ya he tenido suficiente. Baz ha estado jugando conmigo todo el día. Tocandome, acariciándome, y ahora diciéndome cosas dulces.
Pero no me ha besado ni una sola vez. Y me empiezo a sentir desesperado.
No voy a aceptar que me traten así.
Baz
Estamos parados en un rincón a media luz dentro de un laberinto de maíz. A solas. Snow está usando mi bufanda, temblando entre mis brazos y es mío.
Quiero besarlo. Voy a besarlo ahora…
Y, entonces, él me besa a mí.
En un principio sólo pega sus labios a los míos y los mueve con cuidado. Es tierno y pareciera que no tiene prisa alguna. Sus manos están jalando mi cabello, y eso se siente fantástico.
Bajo, lento y suave, mis manos por su pecho hasta dejarlas sobre su cintura. Aprieto y lo escucho soltar un jadeo. Es imposible tenerlo más cerca, pero de todos modos lo intento.
Siento la tibia lengua de Snow rozando mis labios. Abro la boca y él aprovecha para profundizar nuestro beso. Mueve su mandíbula de la forma en que me enloquece, sus manos acarician mi cara. Para poder alcanzame bien, esta parado de puntas.
Toca mi paladar y se me sale un gemido. Siento cómo sonríe sobre mis labios. Cuelo mis manos debajo de su camisa, él tiembla y jadea.
Estoy tentado a cargarlo y salir de aquí para buscar un lugar más privado cuando escucho pasos seguidos de alguien diciendo:
—Todos los años es lo mismo.
Entre abro los ojos. Veo pasar corriendo a dos figuras uniformadas. Los empleados de antes. Quisiera sentir más vergüenza y pena por ellos; la boca de Simon está matando todo lo que intento pensar.
Succiono su labio inferior una última vez antes de separarme. Ambos tenemos la respiración bastante agitada. Ni aún ahora me siento avergonzado. Sus manos me acarician la nuca.
—Llevaba todo el día deseando esto. —dice suspirando.
Su aliento me roza la cara. Pellizco una de sus mejillas, le doy un beso en el nacimiento del cabello. Sólo entonces me alejo con un paso.
—Vamos, Simon… aún debemos ir a buscar tu bomba de calabaza.
Ante mis palabras sus ojos resplandecen. Siento una ola de cariño nacer en mi. Toma mi mano y me hace salir del callejón.
—Salgamos de aquí. —Dice para luego concentrarse en buscar la salida.
Nos toma poco más de media hora llegar al final del laberinto, pues de vez en cuando nos detenemos para compartir algunos besos. Mis labios se sienten un poco entumecidos. Y no sólo por el frío.
El área de conciertos y el local donde venden las Bombas están a muy poca distancia de la salida. Pago por sus golosinas, me he propuesto cumplir cada uno de sus caprichos, por más pequeños que sean. Me recargo en una barda, él se sienta sobre ella. Estamos esperando a que nuestros amigos salgan de su concierto. Snow está tan contento comiendo que me da curiosidad.
—¿De verdad saben tan bien? —presunto.
—Mucho más que bien… ¿Te gustaría probarla, Baz?
Hay algo un poco coqueto en su voz. Interesante.
—Si, quiero.
Sonríe y sé que voy a tener problemas.
—Cierra los ojos y ven.
Asiento y me acerco a él. Efectivamente, soy recibido con el postre más exquisito de todo el mundo: los labios de Simon Snow. Me acomodo bien entre sus piernas. Cuando él abre la boca soy capaz de sentir la mezcla de sabores: realmente es deliciosa.
Su lengua, usualmente cálida, se siente fría contra la mía. Es extraño pero muy placentero. disfruto de sus caricias un poco más antes de separarme de él. Snow me sigue, buscando continuar con el beso. Tomo su mentón en mi mano derecha.
—Sabes a calabazas, Simon.
Él sólo se rie. Soy muy afortunado de estar vivo, ambos lo somos.
Me abraza, escondiendo el rostro en mi cuello, me hace cosquillas. Correspondo rodeándolo con fuerza. Levantó la mirada y a lo lejos, alcanzo a notar a los empleados que nos ayudaron hace un rato. Ellos también están compartiendo un abrazo. Se ven lindos juntos.
Con el amor de mi vida entre los brazos, sonrío sinceramente por ellos.
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¡Hola!
Hace poco leí la novela gráfica de Rainbow y me encantó la idea de ver a Simon y Baz en ese universo. Me parece adorable y aquí está este pequeño fic. Iba a publicarlo el 31 pero un Desmuerto y otras cosas se me cruzaron.
¿Qué tal su vida últimamente? ¿Cómo los trata la pandemia?Cuídense por favor
Gracias por leer~
Ciao!
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12.02
Hace unos días escribí sobre cómo se transforman las personas cuando lloran. La transformación física que involucra el afligirse, sería el título de la investigación. A muchos les debe pasar. Pero yo no puedo hablar por muchos, por lo que acudí a la introspección.
Examino mi performance. Me hallo más pequeña, me estrujo y la piel se me pega a los huesos, haciéndome sentir sellada al vacío. La garganta se me cierra como si pescara algún tipo de alergia temporal, que se cura con el paso del pensamiento. Entonces empiezo a gesticular bruscamente, esforzándome lo suficiente para que mi cara haga absolutamente cualquier otra cosa, menos llorar. A decir verdad, se debe ver bastante raro y obvio a la vez, pero pongo lo mejor de mí.
Examinar mi performance me lleva a algo más profundo: ver de dónde sale este paso a paso que forma mi mente, esta coreografía innecesaria y consciente.
Y lo encuentro: ponerme triste me vuelve un ser egoísta. Todo este esfuerzo para que nadie me vea llorar, para no compartirlo con nadie. A pesar de que esté sola, no quiero meterlo en mi propia realidad, no quiero que sea parte de mi recuerdo diario aunque caduque en 24 hs. “Hoy leí, escribí un poco, fui al gimnasio y lloré”, no. Todo este esfuerzo podría ser, entonces, para que sea un momento mío y de nadie más, ni siquiera del arrebatador presente. No se puede decir que lloré, pero lo sentí por adentro y es sólo mío. La historia no puede contar ni juzgar algo que no vio.
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Capítulo 19: Vicenç Turó Arnau haciendo spam
Viendo que ninguna de sus tretas le había dado resultado hasta ahora, Vicenç intentó otra cosa, llenar con mensajes basura los post ajenos para que la gente pudiese dejar de escribir en ellos.
En la red social del Google+ cuando llegas a los 500 comentarios automáticamente se cierra esa publicación. Con esto en mente, el niño grande que es Vicenç Turó Arnau se puso manos a la obra.
En el siguiente vídeo, cortesía de Contrasteman del Intertest, que fue quién hizo esta grabación de escritorio, se muestran las capacidades mentales de este sujeto majareta:
youtube
La usuaria Mer cy que andaba por allí, ese día creo ya se dio cuenta de la clase de mierda que era el viejo Vicenç, al que calificaba ya como “viejo pederasta“. Se trataba de una internauta que empezó a frecuentar el perfil de Contrasteman desde hacía un tiempo. Una absoluta desconocida por todos, pero que solía andar por ahí observando todos los movimientos, y con la que tuve algún altercado en el pasado. Veáse el capítulo 1 de este libro, en una de las capturas.
El loco Vicenç en mi cuenta hizo igual y comenzó a llenar de basura mis publicaciones.
Más tarde, Vicenç Turó Arnau se fue a comentar la jugada con su confidente Tina Moreno, en una conversación que él creía privada, porque cuando saqué las capturas luego, y se mostraron al público (como solía hacer), se hizo el gilipollas diciendo que era una actuación, no sé qué... etc.
Tina Moreno le empezó a decir que tuviese cuidado, que yo era un hacker y no le convenía que me subestimase como adversario. Ella le dijo a Vicenç que Juan España y mucha gente como Alberto Vinagre le habían hablado de mis capacidades, pero que yo me hacía el tonto para pasar desapercibido a ojos de los demás, y que en realidad yo escondía algo mucho más grande que lo que aquí mostraba.
Cuando leí todo aquello me pareció una conversación de plenos idiotas, pero me era indiferente. Tenía cosas que hacer. Me fui a buscar al famoso Inocencio de Aquisgrán para comentarle cuatro cosas por privado. Le enseñé la foto que hice donde se comparaban los rostros aquellos, cuyas caras parecían idénticas. Él me contestó que ese de ahí no era Josep María, que él tenía la voz más ronca y un profundo acento marcado catalán. Y me enseñó el vídeo aquel del Parlament de Cataluña. Me comentó también que el personaje en cuestión llevaba como año y pico dándoles la tabarra, pero lo único que perseguía es que dejase de publicar, algo que no iba a hacer. Probablemente era otra persona que daba la cara por él para protegerle, y por el parecido físico podría ser su hermano o algo.
Con estas premisas abandoné mi conversación con Inocencio de Aquisgrán, no sin antes ofrecerle toda mi ayuda posible y amistad para lo que quisiese. Era un tío majo, la verdad. Muchos hijos de puta hay por aquí sueltos, de ideología similar a la mía, y peor trato me dieron. Pues así son, y así te juzgan en el mundo virtual.
#payaso#payaso de red#troll#troll del Google#google+#red social de google#Mer cy#Vicenç Turó Arnau#Inocencio de Aquisgrán#Alberto Vinagre#Juan España#Tina Moreno#Contrasteman del Intertest
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El conciliábulo de las Tres Cruces
capítulo uno - parte uno: un mail en diferido
rafael koldowsky
todo empezó, en lo que respecta a mí, una tarde lluviosa de primeros de octubre. no recuerdo exactamente la fecha, aunque supongo que podría recuperarla si buscara el mail de la vieja. si le pidiera a kurofuji que lo buscara, en realidad, pero eso da lo mismo. para que esta historia tenga al menos algo de sentido, lo que sí es imprescindible es aclarar primero quién (o qué) es kurofuji ryuu.
se trata de mi vecino y, en la medida que lo permiten nuestros temperamentos, también mi amigo. como su nombre lo indica, es japonés, pero vive en uruguay hace por lo menos diez años. y de japonés (de esas costumbres y actitudes que el imaginario colectivo asocia con lo nipón) tiene tanto como yo de bailarina. no es un buen tipo, no es simpático, no es trabajador, no es respetuoso. es un bocasucia y un cascarrabias; y, he aquí la razón de parte de todo este inmenso lío, está enfermo de aburrimiento. literalmente enfermo.
kurofuji no es humano. estoy convencido de ello. es una especie de ser de otro mundo que sufre de aburrimiento crónico y es capaz de hacer cualquier cosa (CUALQUIER COSA) con tal salir durante unos minutos de ese estado en que vive.
aclarado este punto, vamos al comienzo:
estábamos en su casa, pegado a la mía. nos disponíamos a perder el tiempo, como tantas otras veces. estábamos instalandonos en la mesa de la cocina. él había prendido la laptop y preparaba el mate. yo saqué los joysticks que guarda en el tercer cajón de la mesada, los conecté y fui hasta el living a poner en el equipo de audio el cd que usamos para los torneos de la tekken, la ost de kill bill vol. 1. pese a todos sus defectos, kurofuji sabe distinguir las cosas importantes, como por ejemplo una correcta ambientación musical para los juegos de video. es que simplemente no da con la musiquita que traen.
-ah, acabo de acordarme -dijo, sacándome de mi reflexión mental acerca de la música. últimamente estoy teniendo demasiadas digresiones, como si mi mente estuviera descascarándose, como si se le estuviesen saliendo las eventuales capas que la recubren (al estilo de las cebollas)-. recibí un mail que era para ti.
por un instante, y por estar pensando en aquellas capas de mi mente, no capté totalmente lo que me decía.
-¿recibiste un mail que era para mí? -pregunté, lento pero ya sospechando que la mano de kurofuji había echado a rodar alguno de sus planes absurdos.
-tu talento para la captación y repetición de información simple es sorprendente. deberías presentarte a algún concurso -se burló kurofuji.
muchas veces me pregunto por qué no lo mato y se acabó, por qué soporto una y otra vez su sarcasmo y todas sus cosas, y la respuesta es, siempre, que porque somos iguales. yo me aburro menos, pero nada más.
-en realidad no repetía solo por repetir -le dije-. lo hacía porque me sorprende. o sea, digamos que mandar un mail no es como meter una carta por debajo de una puerta. ¿por qué alguien en internet te confundiría conmigo?
-¿insinúas que estoy mintiendo?
-no -he llegado a la conclusión de que con este japonés hijo de puta no se puede ser blando-. estoy diciendo que vos tuviste algo que ver con la supuesta confusión. que esto es otra de esas cosas que hacés para divertirte.
-andate a la puta que te parió.
-¡no te metas con mi madre!
así, como tantas otras veces, nos agarramos a trompadas.
rato después, los dos bastante machucados pero ya calmadas nuestras iras, volvimos a la civilización y nos sentamos a tomar mate. ryuu giró la laptop hacia mí y me dijo:
-leé el mail, pedazo de nabo. no quiero que por una confusión de mierda te pierdas de una posible oportunidad y después me culpés a mí. lo miré de reojo tratando de decidir si existía al menos la remota posibilidad de que estuviera diciendo la verdad y... pero no, no le creí. en mi defensa, debo decir que no habría sido la primera vez que se inventa un plan elaborado solo para divertirse a costa mía. pero leí el mail igual.
el contenido era bastante original. ryuu había personificado a una supuesta editora de ultramar que de momento quería mantener su nombre en la penumbra. decía estar interesada en que yo participase, como coautor, de la escritura del guión de un manga. sonreí mentalmente ante el hecho de que hay cosas para las que mi amigo tiene una debilidad particular, y por más que lo intente no puede alejarse de ellas. ¡podría haber dicho cualquier otra cosa, pero propuso un manga! ¿qué más pruebas necesitaba de que era él el artífice de aquello? decidí seguirle la corriente.
-parece interesante -dije tratando de seguir fingiendo la desconfianza que nos hizo agarrarnos a piñas aunque en un grado un poco menor-. ¿puedo contestar desde acá?
-no -fue la respuesta-. solo pretendía que lo vieras. luego, después del campeonato de tekken te lo reenvío.
los torneos de juegos de video son sagrados para él. literalmente sagrados. una vez, un par de meses antes, estábamos enfrentándonos al samurai spirits zero (como le llaman al samurai shodown 5 en japón, porque kurofuji odia llamar a los juegos por su nombre occidental) y recibí una llamada al celular. puse pausa y atendí. me paré y me fui a hablar junto a la puerta, mirando hacia la calle. él quedó en la cocina, sentado ante la laptop como si no hubiera pasado nada. yo casi estaba terminando la llamada cuando siento que me da unos golpecitos en el hombro. me vuelvo y allí está su cara japonesa, tan parecida, ahora que lo pienso, a la de masuka, el peladito aquel de dexter. me dice “tu majikina mina está muerta”, me encaja un espachumbo en la boca del estómago, me empuja fuera de su casa y cierra la puerta. después de eso no supe nada de él por una semana.
así que mejor no contradecirlo, no tenía ganas de darle otra paliza. jugamos durante las siguientes tres horas. cuando volví a casa ya era de noche.
~fin de la parte uno~
Ocos Tagon: Carta a Walt Disney
Cecilio Pastrami: Albatros
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