#hermanas hasta la muerte
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ℙ𝕣𝕠𝕩𝕚𝕞𝕠 𝔼𝕤𝕥𝕣𝕖𝕟𝕠
El regreso por el que todos mueren.
Temporada 2 de "Bad Sisters" se estrena el 13 de noviembre en Appletv
Temporada 1 ⬅️
Las chicas Garvey intentan mantener en secreto las intenciones mortales de la primera temporada
En medio de crecientes preguntas y temores sobre lo que hizo el clan, se muestra a Grace (Anne-Marie Duff) teniendo una segunda oportunidad en el amor cuando se casa con un nuevo hombre, antes de que él desaparezca durante dos días.
#“Bad Sisters”#Temporada 2#próximo estreno#13 de noviembre.#apple tv#hermanas hasta la muerte#Anne-Marie Duff#Eva Birthistle#Sarah Greene#Eve Hewson
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Faraway Down.
Drover (Jack Clancy) x female reader.
Summary: Dos hermanas llegan a un lugar remoto buscando respuestas tras la muerte del esposo de una de ellas, pero se ven envueltas en un desafío inesperado: conducir un enorme ganado a través del desierto australiano. Mientras que la otra se ve envuelta en una conexión inesperada con el jefe del viaje.
Category: Slow Burn Romance, Strangers to Lovers, Period Piece Meets Modern World, Wholesome Romantic Tension, Sweet and Lighthearted Encounters, Playful Banter. {TW}: Mild Social Misunderstandings, Brief Assumptions of Relationship Status, Emotional Tension, Nostalgic Yearning, Period-Modern Clashes, Mild Fluff, Playful Banter.
El viaje no podía ser más extraño, pensé mientras el calor abrasador del sol australiano quemaba mi piel y el polvo se acumulaba en las esquinas de mi vestimenta. Llegar hasta este continente había sido una idea que rozaba la locura, pero a estas alturas ya nada me parecía imposible. La noticia de la muerte del esposo de mi hermana, aunque impactante, no logró provocar en mí un pesar desgarrador. Era un buen hombre, eso nadie lo negaba, pero no habíamos cruzado océanos para quedarnos de brazos cruzados lamentándonos. Ashley tenía su propia forma de lidiar con las cosas; la mía era observar y esperar.
Y en medio de todo este caos, mi atención encontró un punto fijo: él. Aquel hombre que nos había llevado hasta este rincón remoto del mundo, conocido como Faraway Downs. Era tan diferente a cualquiera que hubiera conocido, con su aire rudo, su andar confiado y esa mirada que parecía no tener tiempo para tonterías. Su aspecto desaliñado contrastaba brutalmente con mi mundo ordenado y pulcro. Era incómodo admitirlo, pero algo en esa rudeza, en esa indiferencia tan natural, me intrigaba más de lo que estaba dispuesta a aceptar.
Después de días de discusiones y la impactante revelación sobre quién era realmente Fletcher, mi hermana, en un arrebato de determinación, decidió emprender un viaje imposible para recuperar la tierra que le correspondia a su amado: dirigir un enorme rebaño de ganado hasta la otra punta del país. Aunque sabía que la idea rozaba la insensatez, no tuve mucho que objetar. Por un lado, la testarudez de Ashley no tenía rival, y por otro, algo en mí veía el desafío como una forma de escapar del caos que había sido nuestra llegada. Y, por supuesto, estaba él. Drover. Encargado de liderar aquel plan asignado. No podía evitar la electricidad en el aire cada vez que nuestras miradas se cruzaban, y aunque no era una mujer especialmente dada a las coqueterías, un par de comentarios más atrevidos de mi parte parecían arrancarle una sonrisa que hacía que el viaje prometiera ser mucho.
El primer día del viaje fue un caos absoluto. El calor era abrumador, los animales parecían desafiarnos en cada paso, y el polvo se adhería a mi piel como una segunda capa. Intenté mantenerme útil, aunque estaba claro que no era mi terreno. Fue entonces cuando Drover se acercó por primera vez.
—No así —dijo con su voz grave, su acento cargado de ese tono directo que siempre parecía llevar. Me tomó la mano con firmeza, pero sin brusquedad, y me mostró cómo sujetar las riendas del caballo correctamente. Era un gesto simple, pero el contacto fue suficiente para que mi corazón se acelerara.
Intenté responder con indiferencia, como si el gesto no hubiera tenido ningún efecto en mí.
—¿Así está mejor? —pregunté, alzando la barbilla con algo de orgullo.
Drover asintió, sus labios curvándose apenas en una sonrisa.
—Mejor. Aunque no sé si serás capaz de aguantar todo el trayecto. Esto no es para cualquiera, señorita.
—Me estás retando? —réplica, sin pensarlo.
Sus ojos se encontraron con los míos, una mezcla de diversión y desafío que me dejó sin palabras.
—Talvez. Veremos si llegas al final.
Al caer la noche, después de un día agotador arreando el ganado, finalmente encontramos un lugar para detenernos y descansar. Mientras Drover y los demás hombres acomodaban a los animales, mi hermana insistió en supervisar la instalación de las tiendas. Tan pronto como vio una sola de ellas, puso el grito en el cielo.
—¿Cómo esperan que seis personas duerman aquí? Esto es inaceptable —protestó, cruzando los brazos como si estuviera frente a un mayordomo descuidado en vez de un grupo de hombres acostumbrados a vivir al aire libre.
Drover, que estaba bebiendo agua cerca, soltó una carcajada.
—Así es como se duerme aquí, Lady Ashley. Juntos y apretados. Algunos incluso dirían que es parte del encanto.
Yo no pude evitar reírme ante su tono burlón, pero mi hermana no se lo tomó con el mismo humor.
—Ridículo —bufó, girando sobre sus talones para regresar a la tienda con un aire ofendido.
Cuando nuestras miradas se cruzaron, todavía había una chispa de diversión en los ojos de Drover. Su sonrisa persistía, y la mía también. Sentí un calor extraño subir a mis mejillas, algo que intenté disimular mirando hacia otro lado, pero no antes de notar que él seguía mirándome, como si el momento hubiera sido nuestro pequeño secreto.
Mientras todos se ocupaban de organizar el campamento, mis ojos no podían evitar seguir a Drover. Estaba cerca de la fogata, en un rincón donde la luz del fuego iluminaba su figura de manera casi hipnótica. Vi cómo se quitaba la camiseta sin el menor pudor, con una naturalidad que me dejó sin aliento. Sus músculos, marcados y definidos por años de trabajo bajo el sol y el sudor, parecían cobrar vida bajo el brillo cálido del fuego. Cada movimiento que hacía, desde el simple gesto de dejar caer la tela sobre el suelo hasta la forma en que se pasó una mano por el cabello, hacía que mi pulso se acelerara.
Me obligué a apartar la mirada, pero no pude evitar que mis ojos volvieran a él. Drover estaba completamente ajeno a mi presencia, o al menos eso quería creer. No hacía nada especial, solo se acercó a un balde de agua, lo levantó con un gesto fluido y lo volcó sobre su torso. El agua cayó en cascada, mojando su piel, resaltando aún más sus músculos, y los reflejos danzaban con el brillo del fuego, como si el mismo calor del campamento fuera insuficiente para la intensidad de lo que sentía en ese momento.
Mi mente se descontrolaba, dando vueltas, tratando de racionalizar lo que estaba pasando. No quería mirar. No debía mirar. Pero, simplemente, no podía dejar de hacerlo. Mis ojos se clavaron en él, en la forma en que el agua recorría su torso, trazando un mapa en su piel, cada gota como una caricia que yo no podía tocar. No me sentía culpable, pero sí atrapada en algo que no entendía.
Estaba tan absorbida por la escena que ni siquiera me di cuenta de que mi mirada era demasiado obvia. Fue Magarri quien rompió el hechizo.
—Vaya, señorita, parece que alguien aquí está disfrutando de las vistas —dijo con una risa burlona que hizo que todos los hombres se volvieran hacia mí. Su voz resonó en el campamento, y el silencio que se creó fue suficiente para que mi estómago se apretara. Mi rostro se encendió al instante, y aunque intenté disimular la incomodidad, sabía que no podía esconder lo evidente.
Drover, que seguía con su rutina, no pareció notar el cambio en el ambiente. Sin embargo, la sonrisa en su rostro, esa sonrisa que hasta ahora había sido reservada para momentos en los que me desarmaba con su actitud desenfadada, ahora parecía un poco más cargada de algo más. ¿Era mi imaginación, o estaba disfrutando de la atención que no quería darle?
Rápidamente, me levanté, la incomodidad apoderándose de cada rincón de mi cuerpo.
—Voy a hacer la primera guardia de la noche —dije, forzando una voz que intentaba sonar firme, pero que seguramente traicionaba mis nervios. Sin esperar una respuesta, me di la vuelta, apresurándome a alejarme del campamento.
El sonido de las risas quedó atrás, y al fin pude respirar sin esa constante presión en el pecho. Caminé en la dirección contraria, sin mirar atrás, pero sentí que la mirada de Drover seguía persiguiéndome, como una sombra que se negaba a desaparecer.
Me senté sobre una roca fría, observando el vasto paisaje árido frente a mí, donde el horizonte se perdía en la oscuridad. El aire nocturno era fresco y seco, y el silencio se sentía pesado, roto solo por el crujir lejano de la fogata y algún que otro ruido de los animales en la distancia. Las estrellas, tan brillantes, parecían estar mucho más cerca de lo que yo podía alcanzar, colgando sobre nosotros en un lienzo interminable.
Intentaba calmar mi mente, buscando en las estrellas un poco de paz, cuando de repente sentí el peso de alguien en la roca a mi lado. Al principio pensé que era uno de los hombres, pero al girarme y ver sus ojos, supe inmediatamente que era Drover. Estaba tan cerca que casi pude sentir el calor de su cuerpo. Sin pensarlo, me corrí un poco hacia el costado, dándole más espacio.
Pasaron unos segundos de silencio, y aunque intenté ignorar su presencia, era imposible no sentir su cercanía. Finalmente, él habló, sin la intención de molestar, pero sí con su típica manera directa.
—¿No puedes soportar estar cerca de mí, o es porque te deje sin palabras? —dijo, una sonrisa apenas perceptible en sus labios.
Miré hacia otro lado, incómoda, tratando de mantener la calma.
—No, claro que no —respondí rápidamente, pero mi tono fue algo cortante, como si quisiera evitar más conversación.
Él se acomodó, como si no estuviera perturbado por el silencio —Bueno, no hay mucho que hacer, ¿verdad? —dijo finalmente, mirando también el cielo estrellado. La conversación, aunque breve, era una de esas cosas simples que no necesitaban más explicación.
Nos quedamos en silencio un momento, ambos mirando las estrellas, pero sin la tensión de antes. No era un momento coqueto, solo... tranquilo.
Pasaron unos segundos de silencio, y aunque intenté ignorar su presencia, era imposible no sentir su cercanía. Finalmente, él habló, sin la intención de molestar, pero sí con su típica manera directa.
—¿No tienes sueño? —preguntó, mirando el horizonte con calma.
Lo miré de reojo, un poco sorprendida por la pregunta tan directa, pero no podía evitar responder con la misma franqueza.
—No, no suelo tener sueño a esta hora. —Hice una pausa, un poco pensativa, mientras mi mente viajaba a otros tiempos. — De pequeña, mi hermana y yo solíamos quedarnos despiertas hasta tarde, con la excusa de que no queríamos ir a dormir mientras nuestra madre aún estaba ocupada. No sé... supongo que me acostumbré a estar despierta durante las horas en que todo está en silencio.
Mi voz sonó más suave al final, como si esas palabras me hubieran dejado una sensación de nostalgia.
Drover asintió, como si no necesitara más explicación, y se acomodó de nuevo en su sitio, mirando las estrellas sin decir una palabra más. Yo también volví a observar el cielo, pero con la sensación extraña de que había algo más en el aire, algo que no podía identificar, pero que me hacía sentir más viva que nunca.
Nos quedamos un rato en silencio, cada uno perdido en sus pensamientos y mirando las estrellas. Yo, aunque intentaba concentrarme en el cielo, me encontraba robando miradas a Drover, como si su presencia tuviera un magnetismo al que no podía resistirme. No era solo el silencio entre nosotros, sino la tranquilidad que se había instalado, algo que me hacía sentir una extraña calma.
Finalmente, mi mirada comenzó a fijarse en él, más allá de la silueta que se recortaba contra la oscuridad. Observar sus facciones me resultaba casi hipnótico. Sus ojos, que antes me parecían duros y desinteresados, ahora parecían más suaves bajo la luz tenue de las estrellas. Su mandíbula cuadrada y marcada, los rasgos tan definidos que cualquier movimiento sutil de su rostro los destacaba, de alguna manera me mantenía cautiva.
Me sorprendí a mí misma analizando cada detalle: el modo en que su cabello caía ligeramente sobre su frente, la manera en que sus labios estaban partidos de tanta tierra y sol, parecían moldearse a la forma de su rostro como si de alguna forma estuviera en completa armonía con la noche. No era solo su físico, aunque sus músculos marcados y su cabello oscuro también formaban parte del conjunto que me mantenía hipnotizada. Había algo más, algo en su carácter tranquilo pero también desafiante, en esa confianza sutil que desprendía incluso en los momentos más simples.
Pero justo cuando mi mirada se detuvo un poco más de lo que debía, Drover levantó la vista hacia mí, sus ojos encontrándose con los míos en un parpadeo, como si hubiera notado mi observación. Fue un instante breve, pero suficiente para que un rubor rápido subiera a mis mejillas.
Su expresión fue un tanto desconcertada, como si estuviera a punto de formular una pregunta que no sabía cómo formular.
—¿Qué estás mirando? —preguntó, con una nota de curiosidad que me hizo sentir aún más expuesta.
—Tus facciones —respondí, sin pensar del todo, mi voz saliendo más baja y más sincera de lo que había querido. Volví a mirar hacia otro lado, incómoda con la manera en que esas palabras me habían dejado al descubierto.
Drover se quedó callado un instante, y luego soltó una risa suave, como si no creyera del todo lo que acababa de escuchar.
—¿Facciones? Eso es nuevo —dijo, pero no había burla en su tono, solo una especie de aceptación como si también hubiera sentido la intensidad del momento.
El silencio volvió a caer entre nosotros, pero no sentí la necesidad de llenarlo. Las estrellas seguían brillando, y por un momento, el peso de las miradas y las palabras no dichas me envolvía como una manta invisible, creando un vínculo que me era difícil entender del todo.
Después de unas horas, el silencio de la mañana fue interrumpido por un susurro lejano que me hizo sobresaltarme. Mi hermana, que había estado en la tienda más alejada, apareció de repente, su rostro visiblemente alterado, y se acercó rápidamente hacia nosotros. Cuando vio que estaba acostada en el suelo, junto a Drover, sus ojos se abrieron de par en par, claramente sorprendida y molesta.
—¡¿Qué estás haciendo?! —exclamó susurrando, levantando las manos en señal de desesperación—.
La forma en que me miraba, como si fuera lo peor que pudiera haber hecho, me hizo sentir una mezcla de incomodidad y algo de vergüenza. Ella avanzó hacia mí, claramente molesta por la situación. Drover, por su parte, ni siquiera pareció inmutarse. Estaba acostado con los brazos detrás de su cabeza, y con sus ojos cerrados, como si nada de eso fuera tan importante.
—No es tan grave —dije, levantándome lentamente, mientras trataba de encontrar las palabras para calmarla—. Simplemente estaba descansando un poco. El suelo es cómodo, y la noche estaba fresca... no quería volver a la tienda. Y Drover no me ha hecho nada.
Mi hermana no parecía convencida. Su expresión era de total incredulidad.
—¿Qué?! ¿No te das cuenta de cómo te ves? —su voz, casi histérica, me sorprendió—. ¡Durmiendo aquí, con él, a solas!
Suspiré, mirando a Drover para ver si él decía algo, pero él no reaccionó.
—No pasa nada —respondí, algo cansada de la reprimenda. Mi hermana parecía no entender que no siempre buscaba seguir reglas o expectativas.
Ella no me dejó terminar.
—Espero que no pienses en hacer nada, ¿si? —y su mirada se clavó en Drover como si él fuera la causa de todo lo que estaba mal en ese momento.
Por un segundo, sentí una leve molestia. Nadie, ni mi hermana, tenía derecho a juzgar algo que no entendían.
Mi hermana me fulminó con la mirada, y aunque intenté calmar la situación, no pude evitar que una parte de mí se sintiera molesta por su actitud. No entendía que necesitaba estar tranquila, que este viaje había sido algo más para mí que solo un simple escape.
Finalmente, mi hermana dio un paso atrás, respirando hondo, y con una mezcla de desaprobación y frustración, se alejó de nosotros, murmurando algo sobre "lo que era correcto" y "mantener la compostura". Yo me quedé allí, mirando cómo se alejaba, con la sensación de que algo había cambiado, que esa tensión en el aire ahora era aún más pesada.
Me quedé mirando a Drover por un momento, mientras mi hermana se alejaba, todavía murmurando palabras de desaprobación entre dientes. No pude evitar sentir una ligera molestia por su reacción, pero también algo de gratitud por la tranquilidad que Drover me había ofrecido en silencio.
Al darme vuelta para mirar a Drover, me sorprendí al encontrarlo observándome con una ligera sonrisa en su rostro. Parecía que no se sorprendía en lo más mínimo por la escena, como si ya estuviera acostumbrado a que mi hermana actuara de esa manera.
—Tu hermana no parece muy contenta con lo que está pasando —comentó Drover, con una mueca divertida, mientras su tono mostraba que no era un comentario ofensivo, sino más bien uno que veía con algo de diversión.
No pude evitar sonreír ante su observación. La situación había sido incómoda, pero su forma de decirlo me hizo sentir un poco más ligera.
—Oh, no, no te preocupes. Ella siempre es así —le respondí con una risa suave, intentando restarle importancia al asunto—. Si no está discutiendo sobre algo, no se siente bien. Pero, ya sabes, está preocupada por mí.
Drover soltó una pequeña risa, y aunque su mirada estaba relajada, había algo en su expresión que me hizo pensar que entendía perfectamente cómo era la dinámica entre mi hermana y yo.
—¿Así que esto es solo otra de sus... preocupaciones? —preguntó, arqueando una ceja, claramente intrigado, pero también con un tono amistoso.
—Exactamente —contesté, relajándome más al saber que Drover no estaba tomando la situación tan en serio. Sonreí, sintiendo cómo mi tensión se desvanecía poco a poco—. Si la tuviera que describir, diría que es como un volcán que no sabe cuándo dejar de erupcionar.
Drover rió, y esa risa me resultó más relajante de lo que pensaba. Había algo en su actitud que me tranquilizaba, algo que me hacía sentir que no importaba lo que sucediera, las cosas seguirían adelante de la manera más sencilla posible.
—Bueno —dijo Drover, mirando hacia la tienda donde mi hermana se había refugiado—, parece que te tiene bien vigilada.
Sonreí una vez más, y aunque todavía había algo en el aire entre nosotros, esta vez no lo sentí tan pesado. Drover y yo compartimos un momento de complicidad en el que las palabras sobraban. En ese instante, la tensión de la noche anterior parecía disolverse, reemplazada por una calma más agradable.
La mañana llegó sin previo aviso, con el sol ya alto en el cielo, marcando el inicio de otro día caluroso en el que el paisaje árido se extendía interminable ante nosotros. Todos ya estábamos a punto de continuar el viaje, el ganado listo para ponerse en marcha, y el ruido de los caballos comenzaba a llenarlo todo.
Estaba montada en mi caballo, cuando, de repente, sentí una presencia cercana. Miré hacia un lado y vi a Drover cabalgando junto a mí. No dijo nada al principio, solo se acercó con esa mirada tranquila que siempre parecía acompañarlo.
Luego, con un gesto tan natural como si fuera lo más común del mundo, extendió su brazo y, sin decir una palabra, colocó su sombrero sobre mi cabeza.
—Hay mucho sol —comentó simplemente, como si eso fuera toda la explicación. Pero yo sabía que había algo más en ese gesto, algo que lo hacía diferente a cualquier otra acción rutinaria.
Sentí una ligera calidez en el rostro, no solo por el sol, sino por la cercanía inesperada. Mi corazón dio un pequeño brinco, pero me esforcé por no mostrar lo que estaba sintiendo. Aunque no era un gesto grandioso, su cercanía, su presencia, me había tomado por sorpresa.
—Gracias —respondí, casi en un susurro, mientras tomaba el sombrero con las manos y lo ajustaba un poco mejor. Sentía cómo las yemas de mis dedos rozaban el borde, sin querer soltarlo de inmediato. Algo tan sencillo, pero me hacía sentir... emocionada.
Drover asintió, su mirada no se apartó de mí, pero no dijo nada más. En su rostro había una mezcla de serenidad y algo más, algo que no podía leer completamente.
—No es nada —dijo finalmente, con una leve sonrisa, mientras se alejaba un poco para seguir el camino. Su voz era baja, pero su tono tenía algo en él que me hizo pensar que sabía perfectamente lo que había hecho.
Yo me quedé allí, mirando su figura alejarse, y por un momento, el mundo a mi alrededor pareció desvanecerse.
Después de días agotadores atravesando el desierto, finalmente llegamos a Darwin. El aire parecía distinto allí, más húmedo y lleno de movimiento. La ciudad estaba en plena actividad, con el bullicio de trabajadores y el sonido constante de barcos en el puerto. Era un cambio abrumador después del silencio casi ensordecedor del desierto.
Las reses, a pesar del arduo trayecto, estaban en buena forma, y fue un alivio ver cómo se dirigían hacia el puerto bajo las indicaciones de Drover y los demás hombres. Todo el trabajo, todo el esfuerzo, había valido la pena.
Entonces apareció Carney, con su porte altivo y una expresión que oscilaba entre la sorpresa y el enfado. No podía creer lo que estaba viendo.
—¿Cómo es posible? —exclamó, mirando a las reses siendo embarcadas una por una. Su voz era una mezcla de incredulidad y frustración—. ¡Nadie atraviesa el desierto con este ganado y lo logra!
No pude evitar sentir una chispa de orgullo ante su reacción. Mi hermana, que había sido la más decidida a emprender este viaje, se mantenía firme a mi lado, con una expresión que mezclaba satisfacción y determinación.
—Bueno, parece que nadie les informó a nuestras reses que era imposible —respondió ella con frialdad, sus palabras como un golpe directo.
Carney se quedó sin palabras, viendo cómo nuestro ganado llenaba el barco que se marcharía pronto. El trato con el ejército ya estaba cerrado, y no había nada que él pudiera hacer para cambiarlo.
Drover pasó junto a mí, su mirada cargada de una mezcla de satisfacción y alivio. Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa al cruzar su mirada con la mía, y en ese instante, sentí el peso de todo lo que habíamos logrado.
No solo habíamos atravesado un terreno implacable y desafiado las expectativas, sino que lo habíamos hecho juntos, enfrentándonos a cada obstáculo y saliendo victoriosos. Era un logro que sabía que recordaría por siempre.
La tarde dio paso a una pequeña celebración organizada por los hombres del equipo. No era nada ostentoso, pero después de tantos días de esfuerzo, el ambiente se sentía ligero, casi alegre. La música improvisada llenaba el aire, acompañada por risas y el chisporroteo de una hoguera en el centro.
Me alejé un poco, disfrutando del calor del fuego y observando a los demás relajarse. Entonces, lo vi.
Drover apareció, pero no con su habitual aspecto desaliñado y lleno de polvo del desierto. Esta vez, llevaba una camisa blanca ligeramente abierta y un pantalón limpio que parecía incluso planchado. Era una imagen completamente diferente a la que estaba acostumbrada. Su cabello, todavía un poco húmedo, caía desordenado, pero de una forma que le quedaba sorprendentemente bien.
Por un momento, me quedé mirándolo más tiempo del que habría querido admitir. Algo en mí se revolvió al verlo así, tan distinto pero tan él.
Él notó mi mirada y, como si fuera un reflejo, sus ojos buscaron los míos. Cuando nuestras miradas se encontraron, el bullicio a nuestro alrededor pareció desvanecerse. Una ligera sonrisa apareció en sus labios mientras caminaba hacia mí.
—¿Y esa mirada? —preguntó con un tono divertido, inclinándose un poco hacia mí cuando llegó a mi lado.
Sonreí, intentando parecer más tranquila de lo que realmente me sentía.
—No sé, solo me sorprende verte tan... limpio. Casi no te reconozco. ¿Es tu intento de parecer civilizado? —dije con un toque de broma, levantando una ceja.
Él soltó una risa baja, esa que siempre parecía hacer que algo en mi interior se agitara.
—No te acostumbres. El polvo me sienta mejor, ¿no crees? —respondió, con esa mezcla de confianza y despreocupación que era tan propia de él.
Negué con la cabeza, reprimiendo una sonrisa mientras me apartaba un mechón de cabello del rostro.
—Tal vez, pero no te queda nada mal este cambio. Aunque no lo admitiré en voz alta de nuevo.
Él me miró fijamente por un momento, y sentí cómo mi pulso se aceleraba ligeramente. Luego, simplemente asintió, su sonrisa nunca desapareciendo del todo. Había algo en él, algo que me atraía cada vez más, incluso cuando intentaba resistirme.
Mientras intentaba retomar el ritmo de mi respiración tras ese intercambio, sentí que Drover no se alejaba del todo. En lugar de regresar por completo al grupo, su mano, algo áspera por el trabajo, rozó la mía de manera sutil. Al principio, pensé que había sido accidental, pero luego la deslizó con más decisión, entrelazando sus dedos con los míos.
Lo miré, confundida y sorprendida al mismo tiempo, pero él ya me estaba observando con esa expresión tranquila, como si todo estuviera perfectamente en su lugar.
—Esto es por la victoria —dijo, su voz grave pero suavizada por una nota de calidez—. Estuviste genial ahí afuera, de verdad. Te lo mereces.
La firmeza y sinceridad en sus palabras me desarmaron. Era extraño recibir reconocimiento, más aún de alguien como él, que solía guardar sus emociones bajo una capa de humor y comentarios sarcásticos.
—¿Celebrar agarrando mi mano? —pregunté en un murmullo, intentando mantener el control, aunque sentía cómo mi corazón comenzaba a latir más rápido, casi como un tambor desbocado.
Drover dejó escapar una pequeña sonrisa y, con ese mismo gesto seguro, dio un paso hacia mí. Ahora estábamos tan cerca que podía percibir el tenue olor a jabón en su piel, mezclado con algo más natural que me resultaba imposible de ignorar.
—Celebro a mi manera —respondió, y su voz sonó tan baja que hizo que todo mi cuerpo reaccionara—. Pero si tienes una mejor idea, podemos intentarla.
Por un momento, nuestras respiraciones se mezclaron, y la cercanía era tan palpable que no sabía si el calor que sentía provenía de la hoguera o de él. Mis ojos se encontraron con los suyos, y sentí que el tiempo se detenía, como si en ese instante solo existiéramos nosotros dos.
No dije nada, incapaz de formular una respuesta coherente, pero mis dedos, aún entrelazados con los suyos, se apretaron ligeramente, como si mi cuerpo hablara por mí.
Drover sostuvo mi mirada por un instante que pareció eterno. El mundo alrededor desapareció; no había música, risas ni conversaciones, solo nosotros dos bajo el manto de estrellas y la tenue luz del fuego.
Sin decir nada más, su mano libre subió lentamente, rozando mi mejilla. El contacto fue tan suave como inesperado, y no pude evitar cerrar los ojos por un segundo, como si mi cuerpo aceptara rendirse a lo inevitable. Cuando volví a abrirlos, él estaba más cerca, lo suficiente como para que su respiración cálida rozara mi piel.
Y entonces sucedió.
Sus labios encontraron los míos en un beso que no tenía dudas ni reservas. Fue un beso lleno de emoción contenida, de algo que había estado creciendo entre nosotros desde aquel primer cruce de miradas en el desierto. Mis manos, casi por instinto, subieron hasta su pecho, sintiendo los latidos firmes de su corazón, mientras los suyos se apoyaban en mi rostro y mi cintura, acercándome aún más a él.
Era como si todo lo que habíamos vivido hasta ahora culminara en ese momento. No era un beso apurado ni torpe, sino uno que hablaba de una conexión profunda, como si ambos supiéramos que este instante cambiaría algo dentro de nosotros.
Cuando finalmente nos separamos, solo lo suficiente para recuperar el aliento, nuestros ojos se encontraron de nuevo. Sus labios todavía rozaban los míos, y en su mirada había una mezcla de emoción y sorpresa, como si tampoco él pudiera creer lo que acababa de pasar.
—Asi que asi querias celebrarlo.—dijo con una media sonrisa, su voz baja y llena de una calidez que hizo que mi pecho se agitara aún más.
Solté una risa suave, incapaz de ocultar mi propia sonrisa.
— No sea una mala idea después de todo, ¿no? —respondí en un murmullo, mis dedos aún aferrados a su camisa.
Por un momento más, ninguno de los dos quiso romper la burbuja que nos envolvía. Solo estábamos él y yo, como si el resto del mundo pudiera esperar un poco más.
Drover se separó apenas un poco, dejando que nuestras respiraciones se mezclaran por última vez. Por un momento, sus dedos aún acariciaron mi mejilla, pero luego dio un paso atrás, rompiendo esa burbuja que habíamos creado.
—Vamos, será mejor que volvamos con los demás antes de que empiecen a buscarnos —dijo, con una sonrisa apenas perceptible, como si quisiera que aquello quedara entre nosotros.
Asentí, aún algo aturdida, mientras comenzaba a girar hacia el campamento. Pero, antes de que pudiera dar otro paso, sentí un impulso. Su mano aún estaba cerca, y no lo pensé dos veces antes de tomarla y tirar suavemente de ella, deteniéndolo.
—Espera —susurré, sin soltar su mano.
Él se volvió hacia mí, con una ligera curiosidad en la mirada.
—¿Qué pasa?
Lo miré, estudiando cada detalle de su rostro bajo la tenue luz. Había tantas cosas que no sabía de él, tantas preguntas que me rondaban desde el momento en que lo conocí, pero solo una salió de mis labios:
—¿Cuál es tu nombre?
La pregunta pareció tomarlo por sorpresa. Durante todo este tiempo, había sido simplemente "Drover" para todos, un título que definía lo que hacía, pero no quién era.
Por un instante, vi algo diferente en sus ojos, algo más personal, más vulnerable.
—Jack... Jack Clancy —respondió finalmente, con un tono tranquilo pero firme, como si esas palabras llevaran un peso especial.
Repetí su nombre en mi mente, como si quisiera grabarlo para siempre y solamente asentí y me deje guiar hacia el.
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velorio del amor de mi vida, papá (discurso)
lima, jueves 1 de abril del 2021.
buenas tardes con todos,
hace dos días tuve, el día más desgarrador y doloroso de mi vida a mis cortos veintitrés años, realmente no quería hablar. como saben me caracterizo por nunca dejar de hacer esto mismo, pero...hoy siento que se me agotaron las palabras. siendo sincera, sigo procesando, todo. hace unos días tenía a mi padre escribiéndome palabras de aliento, aunque el que las necesitara fuera él y hoy estoy hablando junto a su ataúd. mi papá es el amor de mi vida y no es un secreto. soy lo que el formó y así, ustedes a lo largo de mí existencia, han sido testigos de los detalles que nos dábamos públicamente, demostrándonos amor. desde videos en youtube, sorpresas musicales, hasta mi primera tesis “mi papá es el mejor del mundo” en su último día del padre. realmente fue una tesis tan seria como la universitaria que tengo que hacer. una tesis que me hizo pensar en lo realmente grandioso padre que es. una tesis que fue expuesta por mí, en la casa de mis abuelos y ustedes de testigo. a lo largo de nuestra vida hemos recibido comentarios como: “me encantaría tener un padre como el tuyo” “tu papá es el mejor” “que cariñosa y buena hija tienes” y así, eso nos retroalimentaba, reafirmándonos en el amor que manteníamos.
mi padre fue sostén, regla, refugio y medicina, para mí. no es un secreto que soy algo complicada pero increíblemente, existía una criptonita en este mundo y esa era él. papá fue padre, madre, amigo, psicólogo, maestro musical, entrenador y un gran desafío para mí. ¿cómo estar a la altura de un gran padre? simplemente, seguía mis objetivos y los iba cumpliendo, eso era su mejor recompensa, según sus palabras. mi papá fue buen hermano, músico, hijo y maestro. como cualquier persona, cometió errores, que luego, con acciones, hicieron que se disiparan en mí, cualquier repercusión de esta. mi padre me enseñó, muchas veces a la fuerza –jajaja- que la familia y el momento familiar, no se reemplaza por nada. aún recuerdo cuando tenía doce y trece, todos los domingos tenía clases obligatorias de música, primero la guitarra, luego el bajo, ukelele, batería y así. un profesor exigente diría yo. me enseñó que la rutina, estructura y disciplina, son el pilar, para cumplir mis sueños, ya que soy una gran soñadora, que vuela mucho y no sabe aterrizar muchas veces.
papá me enseñó la palabra confianza y aunque muchas veces terminé en una ducha helada por confiar mucho y sobrepasarme con mis arranques de ira, eran lecciones que felizmente, aprendí. papá fue un rockero increíblemente cariñoso y gracioso, un rockero que siempre será mí estrella favorita y que le ruego al destino, me topé con alguien con la pizca de talento y amor, que él tenía. papá no quería ser papá, pero cuando me vio por primera vez, supo que seríamos él y yo contra el mundo. y si, ahora tengo muchas referencias de películas en mí mente, sin embargo, el preferiría que mencione nuestras playlists infinitas o tal vez, alguna memoria divertida, como: cuando tenía diecisiete y tomé alcohol por primera vez, unos sorbos, llegué a casa, me olió y dijo: a bueno te gusta tomar, ok. ve a dormir. y dije “uf me salvé”. volvió con un balde de agua con detergente y me lo tiró, diciéndome “estás sucia”, me reí, se fue y dije “bueno ya, dormiré con mi hermana” pasaron unos minutos y volvió, con sólo agua, me lo tiró y dijo “para que te enjuagues” y me quitó mí recién comprado iphone 4. no volví a beber hasta mis veinte años. jajajaj. y así, mi papá sabía que los golpes nunca funcionarían en mí, ni mucho menos los insultos. mi padre se instruía todas las noches, en libros, meditaciones, consejos y dios (algo que me enteré hace muy poco). algo que recordé ayer , mientras hablaba con mi hermana, es el pacto que hicimos, como jugando, que hoy, es una realidad y aunque suene extraño, espero que siga hasta la eternidad, hace unos años, mi padre y yo, vimos una película sobre “que hay después de la muerte” seguidamente, me preguntó: valerie ¿cómo te comunicarías conmigo, si no te puedo ver (muerte)? y yo respondí riéndome: a través de la luz, obvio, para asustarte, jajaja y que sepas que estoy ahí y si estoy de buen humor, haría como luces de discoteca jajajaj, y pregunte: “¿y tú?” y el sonriendo me dijo: “que es lo que más nos une? la música, pues. imagínate que vas a una cita y coloco una música de tu infancia o una de nosotros jajaja, como vas a viajar por el mundo, imagínate en australia, españa o estados unidos en algún centro comercial, con amigos nuevos o tu familia y que suene una canción de mí banda, una nuestra o la que te dediqué” yo repliqué: “ay papá, ya no comiences, que si me imagino sin ti, voy a empezar a llorar” recordar eso, ayer, mientras lo sentía a mí lado, sentada en el piso, de fondo nuestras músicas, fue simplemente consolador y espero que ese pacto siga hasta volver a reencontrarnos.
recuerdo a mí papá, faltando al trabajo para no dejarme sola en los días de las madres del colegio y en el día del padre, siendo el cabecilla para organizar todo. recuerdo a papá dándome un abrazo cuando mis lágrimas de niña preguntaban por mamá. recuerdo a papá, tratándome de enseñar a perdonar, algo que aún tengo pendiente. pero sobre todo recuerdo a papá en sus últimos años, siendo mejor amigo de mamá, como dándome una gran lección de amor, perdón y esperanza. alimentó estos últimos años, junto con mamá, mí idealización de amor, familia y complicidad. papá y mamá juntos por primera vez en mí vida consciente, fue lo mejor que me pudo regalar, escuchar por primera vez “la comida está lista” “vamos a comer en familia” “mamá a cocinado”. nunca entenderé el propósito de dios, ni mucho menos lo juzgaré, sin embargo, hoy, me rindo ante él, porque se ha llevado absolutamente toda mi vida. muchas veces, tomé decisiones que no debía, muchas veces probablemente lo decepcioné, pero me quedo siempre con lo último que me dijo y a lo largo de mi vida, me repetía: “te amo valerita, eres mí orgullo más grande, mi primer amor”. gracias a la vida y sus perfectas historias, no me quedo con nada que decirle, porque se lo dije todo en vida y se lo demostré, pero si me quedo con todo el amor y mi futuro por delante, que se va cumpliendo como el deseaba, de sus frutos, mi accionar y su amor. después de hoy, no soy más una niña que hace rabietas para conseguir lo que quiere, hoy me convierto en lo que él me enseñó: una mujer, con estabilidad emocional, independiente que cumple sus sueños, o al menos, voy a luchar y tratar de ser mí mejor versión, aunque eternamente tenga un luto. pero por favor, no lloren, aunque es inevitable, recuerden que diría mí padre: “no me gusta verlos llorar”. mi papá luchó hasta el final, está con una sonrisa, siendo parte de nosotros ahora mismo, porque, él me enseñó alguna vez, esto: “nuestro amor es como el aire, no se ve, pero se siente”. y ya para terminar, quiero agradecer a todo aquél, que está aquí, a pesar de las circunstancias, hoy no voy a cantar a su lado como de costumbre y realmente no sé qué pase mañana, pero... nunca lo olviden por favor, nunca olviden que existió en la tierra, un ser maravilloso, un padre excepcional y alguien que siempre estará con nosotros, mientras su recuerdo persista. te amo hasta la eternidad papá, sé que estás acá, porque te siento y en cada música conversamos. te amo hasta volvernos a reencontrarnos, allá, en el muy, muy, lejano. gracias.
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me a costado tres años, escribir este texto, algo que me debía, le debía a él y a todo aquel que me lee desde hace un tiempo, siguiendo mi historia. traté de recopilar todas las grabaciones y memorias de ese día para ser lo más fiel posible a la versión original. sólo espero que si me están leyendo entiendan que este texto, se lleva parte de mí, de mi historia, de la gran relación con mi padre y por fin, luego de tres años, muchos poemas, narraciones y escritos, le puedo decir adiós de la manera más digna, al momento más doloroso de mi vida. quiero añadir, que a la actualidad, mí padre siguió cumpliendo su promesa, se comunica cada cierto tiempo y sobre todo en fechas especiales, cuando estuve en portugal, valencia, madrid y francia. lugares sumamente extraños algunas a solas y la mayoría con personas que ya conocían la promesa y de repente, mi padre, en el momento más aleatorio, hizo demostración de nuestro amor y conexión que sólo dios, él y yo conocemos, gracias a eso, las personas que me acompañaron en esos maravillosos y conmovedores momentos, entendieron, lo incompleta que quedé luego de su pérdida. pero que gracias a él mismo y dios, tengo los dones hermosos de seguir comunicándome a través de la música y la escritura. así que, sin más, gracias por leer.
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''Un guardián olvidado, en soledad se oscurecía su mente y predomina la envidia y el dolor'' . . .
Ssenkrad, el guardián de la oscuridad, a lo desconocido y el miedo, hijo de Luner y hermano de Eci.
Un ser sin cuerpo, mas que el que su propio creador le formo al nacer y al crecer, salido de un frasco con la esencia de la oscuridad que su dios podía controlar y con el tiempo este dios le dio forma, aunque su presencia seguía siendo una sombra, Luner lo hizo solido al contacto y así con el tiempo Ssenkrad podría controlar su cuerpo y poder moldearlo a su gusto.
Así luego se le otorgo vigilar el mundo bajo el reino lunar, pero nunca se imaginaria el cervario que viviría.
A diferencia de su hermana, el no podía crear vida, el no tenia ni la habilidad ni el poder para crear compañeros que le ayudaran, y al mismo tiempo, no era tan amado como a su hermana, todo el mundo le temía, todos se sentían incomodos con su presencia, pero todo empeoro cuando una de las lunas murio.
Luner quien era bueno con ambos, de repente se hizo hostil con Eci y se volvió indiferente con Ssenkrad, aun despues de ser echada, aun Luner vigilaba a Eci con recelo.
Lo que molestaba a Ssenkrad, que aunque no era maltratado, no tenia ni una sola pisca de atención de su creador, llenándose de odio y envidia a su hermana.
Ssenkrad siempre hizo todo por Luner, todo para ganar algo de su atención, pero nada, poco a poco su mente se quebró, dejando solo la idea de algo, matar a su hermana.
Así a escondidas del dios de la Luna, Ssenkrad bajo al reino de hielo, viendo como su hermana se las arreglo para sobrevivir en un mundo donde el era el vigilante, viendo como creaturas convivían entre si y ella los gobernada, con tanta tranquilidad y silencio, llevándolo aun mas a envidiarla.
Así una noche de luna llena ambos hermanos se enfrentaron, Eci no podía con Ssenkrad, pues su hermano podía estar en todas partes, cada sombra que existía en su pelea era un arma para Ssenkrad y una desventaja para Eci.
Eci agotada caer en lo mas alto del castillo, donde la luz de este mundo estaba, Eci pide explicaciones y Ssenkrad se las da...
-Te odio tanto, tu lo tenias todo, su amor, su admiración, incluso su odio, toda su atención era para ti, que hay de mi, ¿Que pasa conmigo?...
-Hermano...
-Porque todo el mundo me odia, porque todo el mundo me evita, yo era el que mas trabajo hacia, yo tenia que venir a este infierno oscuro sin luz, sin acompañamiento, y tu ahora lo llenas con nieve y luz, porque yo no tuve ese don, porque no pude gobernar este lugar, porque, PORQUE....
-Hermano, lo siento tanto...yo...yo no lo sabia...
-Claro que no, tu eres igual que todos, pero todo va a cambiar, cuando te mate...así que vete en paz...
Así Ssenkrad se dirige a Eci con velocidad, pero el miedo de Eci causo que se activara la luz de este mundo y todo su poder se dirigió a su hermano, quien murió lentamente hasta desvanecerse, dejando a Eci destrozada, pues nunca podría pagar el dolor que le causo a su hermano.
Gracias a eso, Eci descubriría a la gente sombra, seres parecidos a su hermano que vivían en este mundo que ella nunca quiso adentrarse, y por ello ahora conviven juntos en paz.
También se agrego un día de la oscuridad total, como un aniversario de la muerte de su hermano, donde su mundo de hielo se cubre de oscuridad y solo se vería la luna como el único brillo del cielo.
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''Oh, pobre guardián olvidado, que la oscuridad invadió su mente, y sus pensamientos se oscurecieron, aun sin darse cuenta que algo malvado esta gobernando ahora el reino de la luna, algo hostil, y el solo fue otra victima de ese poder maligno que emana, tal vez, solo tal vez, si hubiera seguido la débil luz que la luna emanaba, nunca hubiera seguido a la oscuridad''
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Este es Ssenkrad en su forma base XD como lo veríamos en la mayoría de los dibujos solamente en momentos concretos lo veríamos con la capucha abajo o cuando es pequeño donde allí lo veríamos su cara totalmente.
También mencionar que su traje es mágico, algo echo por Luner para que su hijo se vista, Luner luego le enseñaría como usar el poder de esa ropa para que esta se adaptara a todos las trasformaciones o desvanecimientos de su hijo.
Ssenkrad no gobernaba el reino de la oscuridad, era algo así como su vigilante para que la oscuridad nunca llegara al reino lunar, pero nunca imagino que en realidad este lugar podía ser habitado, no hasta que su hermana lo gobernó y ese reino se volvió de hielo y nieve.
Antes ambos hermanos se quería mucho, pero algo hizo el cambio, llevando a Ssenkrad a ser envidioso y a Eci ingenua. Si Eci tuviera otra oportunidad, haría que su hermano se sintiera bienvenido y querido. Pero tristemente eso no podrá ser.
Ssenkrad si tenia a una luz que lo protegía y lo amaba, su nombre era Ryue y era su sirviente y su único amigo, pero la oscuridad de Ssenkrad era mas grande que su luz, (´´tal vez, solo tal vez, si hubiera seguido la débil luz que la luna emanaba, nunca hubiera seguido a la oscuridad'') ahora Ryue vive en el reino de hielo, rezando por Ssenkrad y culpándose por ser débil, además de ser el único adulto a parte de Eci que December confía.
Hola de nuevo, estoy aquí dibujando muchas cosas y no he podido dar seguimiento a nada XD además de unos acontecimientos que sucedieron en casa que me dejaron sin energía la verdad XD pero aquí estoy de nuevo, mas o menos desocupada, pero les dejo esto para darle vida a mi canal XD
Bueno espero y les guste 💙🤍🖤
#senig063#senig#senig-art#original character#personajes originales#oc#personaje original#el reino de hielo#Ssenkrad
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𝐒𝐚𝐥𝐯𝐚𝐭𝐨𝐫𝐞
☆ pairing: hwang hyunjin x fem!character
𐙚 genre - content - tags: fanfic / smut / legal age gap / mention of suicide, self harm, murder / mystery / abusive relationships / depression
₊˚⊹♡ inspired by lana del rey's song: salvatore
Sinopsis: ❝Muriendo de la mano de un hombre extranjero, felizmente...❞
Una historia con muchos enredos y tantos finales desde el comienzo, lo que parece un acertijo sin fin, un trágico y triste misterio, la astuta Benedetta intenta llegar hasta al fondo de la causa de su tristeza más grande, la muerte de su hermana. Junto a un acompañante sabio pero insolente, ambos se embarcan en una aventura por la verdad, con bastantes obstáculos y tropiezos.
SALVATORE PLAYLIST ⋆ ˚.⋆୨୧˚
𝓢𝓪𝓵𝓿𝓪𝓽𝓸𝓻𝓮 ♡₊˚ ❀・₊✧
Luego de la muerte de su hermana, la joven Benedetta busca respuestas ya que las circunstancias y todo aquello relacionado con su deceso le parece extraño. Busca respuestas en lugares y personas nunca antes frecuentadas, induciéndose en el mundo turbio de la gente adinerada en la bella y remota isla de Jeju; y los lugares fantasmas habitados por artistas bohemios adictos al sexo y las drogas.
En su camino a la verdad, con tontos pasos al principio, cree llegar a algo sólido al conocer a Hwang Hyunjin, un artista de alma oscura con bastantes secretos.
Por un momento Benedetta piensa tenerlo todo para salir de su dolor. Curiosa, astuta, tenaz y salvaje... o al menos en eso se convirtió justo luego de la muerte de Bethany; pero la verdad es que se encontraba tan vacía, hundida en el dolor de la pérdida creyendo que descubriendo la atrevida y oculta vida que llevaba su hermana podría sacarla de aquel túnel sin salida.
Dolor y muchas otras sensaciones a tan corta edad... buscando un refugio para su desolado corazón en los brazos equivocados. La historia parece repetirse.
°❀⋆.ೃ࿔*:・
this one lowkey my fav child shh
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¿Podrías hacer un shot de bjorn de Alien romulus de tu libro de space lovers pero esta vez en la parte donde es la muerte de bjorn pero ella se sacrifica por el?
No soy muy fan de los relatos con finales tristes, pero bueeeeno. Ustedes piden, yo cumplo.
Space lovers (Bjorn x lectora)
Masterlist de mi autoría
Nota: basado en mi libro Space lovers publicado en Wattpad (¿Debería publicarlo acá también? 👀)
Sinopsis: volver a compartir espacio con Bjorn no te resultaba para nada agradable. Su pasado juntos y los errores cometidos en el mismo aún estaban latentes, pero debías tolerarlo si querías ir a Yvaga. Quedarse varados en una nave y ser acechados por una criatura no estaba en los planes.
Ver a Bjorn en el transportador fue una sorpresa. Una que a la joven bióloga no le hizo mucha gracia.
Después de que él la dejara plantada tiempo atrás, dando por nulas sus intenciones de tener algo serio, la chica quiso cortar lazos por completo. Y lo había logrado, al menos hasta que Tyler le pidió que los acompañara a Yvaga. El plan de ____ era ignorarlo, pues le pareció un precio justo tolerar a Bjorn a cambio de una salida de Jackson.
Pero las cosas se complicaron, y ahora ahí estaba, sosteniendo a una Navarro ya muerta en sus brazos, manchándose de una sangre que comenzaba a coagularse.
Para cuando Bjorn llegó a la cabina, la nave ya estaba fuera de control. Pero poco y nada le importó. Su atención ya estaba por completo en la bióloga que se aferraba al cuerpo inerte de su hermana.
—¿____?—Bjorn se acercó a ella, notando que murmuraba cosas por lo bajo.
—Si no hubiese perdido tiempo en el laboratorio, si no hubiese discutido contigo... El tiempo... el tiempo... y Navarro podría...—
—____...—Bjorn quiso alejarla de Navarro, pero ____ se aferró incluso más al cuerpo de la chica.
—¿¡Es que no puedo salvar a nadie!?—
Un golpe seco hizo que el Corbelan se sacudiera, y entonces los adolescentes salieron despedidos hacia todos lados.
Navarro...
____ abrió los ojos de golpe, intentando levantarse enseguida. Pero una presión horrenda en su cabeza la hizo detenerse. Se sentó de forma brusca. Se había lastimado la nuca. Gimió de dolor mientras tanteaba su cabeza, buscando más heridas. Aplicó algo de medicina en el golpe y solo cuando se sintió en todos sus sentidos se paró. Y entonces recordó lo sucedido.
No había sido un mal sueño.
Navarro sí estaba muerta.
—... Rain... Tyler... Debo volver por ellos.—aún algo desorientada, ____ comenzó a caminar. Y fue entonces que vio a Kai en un rincón. Nunca fue alguien de su interés. No era su amiga, no a la misma altura que Nav o Tyler. Asi que su shockeada cabeza no se detuvo en ella.
Siguió caminando por el área superior, con la esperanza de que sus amigos estuvieran allí. No había nadie. Fue por ello que decidió salir.
Al bajar al área de acople, vio a Bjorn a los pies de las escaleras. La joven asumió que por el choque terminó cayendo por la escotilla. Por un segundo pensó en hacer lo mismo que con Kai y simplemente ignorarlo mientras iba por los demás.
Pero era Bjorn...
—Hijo de...—resopló por lo bajo antes de agacharse a su lado. Sacó de su mochila aquella máquina de rayos X que Nav le había dado momentos antes y lo escaneó. No tenía el parásito. Buena noticia—. Bjorn... Despierta, idiota.—
Presionó sus mejillas apenas, para luego darle un golpecito. Luego otro. Ya el tercero fue más fuerte, y entonces el chico abrió los ojos.
—... Me duele la pierna.—
—Esguince.—
—Y la cara.—
—Cachetada.—____ le clavó una pequeña ampolla bajo la rodilla—. Eso hará que no duela tanto la pierna, pero será mejor que te quedes quieto en un solo lugar. Asi que vete a la cabina.—
—¿Tú no vendrás?—
—Iré a buscar a Tyler y Rain.—La chica quiso levantarse, pero Bjorn la tomó de la mano.
—... No fue tu culpa.—La chica tensó la mandíbula, intentando mantener esa postura firme que necesitaba para afrontar esa horrible situación—. Siempre haces eso, ____... Crees que todo es tu culpa. No es asi.—
—... Debo ir por Rain.—la chica se soltó de su agarre.
—Iré contigo entonces.—
—Estás herido, solo estorbarías. Además te conozco, me abandonarás en cuanto todo se complique... no sería la primera vez.—acomodó la mochila en su espalda, caminando hacia el área de acople.
—Ya te dije que esa vez fui al bar y tú ya no estabas. No te dejé.—
—Claro, sí. Púdrete.—Solo entonces notó la extraña masa de tejido adherida a la pared—. ¿Qué mierda es esto?—Bjorn se acercó con algo de dificultad.
—Si digo lo que parece, me golpearás.—la miró de reojo.
—Una vagina, Bjorn. Parece una vagina.—el chico sonrió apenas—. ¿Qué tienes? ¿6 años?—
La joven revisó su holotableta, buscando en la información que había guardado antes si decía algo de esa cosa.
—El parasitoide brotó de Nav ya transformado en otra cosa...—____ apartó la mirada de la tableta, enfocándola en aquella cosa—. Esta por salir de su nueva crisálida... mostrará su nueva forma.—
Bjorn se preocupó. Había visto a la criatura salir de su hermana, era pequeña. Pero esa crisálida, como la llamó ____, era enorme. No quería ver qué cosa salía de ahí dentro.
—... ¿Puedo darle con esto?—le mostró a la chica aquel bastón eléctrico que había tomado antes, pero ____ negó.
—No sabes cómo reaccionará... Larguémonos de aquí. Según el informe tarda unos 40 minutos en dejar la crisálida.—la chica finalmente caminó a la entrada—. Dejemos la compuerta abierta asi sale, no puede estar aquí cuando regresemos.—
Bjorn miró preocupado como la chica pasaba totalmente de aquella cosa, comenzando a revisar la compuerta. Estaba bloqueada.
—Con el golpe de antes se habrá reiniciado... Tomará un momento abrirla.—Bjorn se acercó enseguida, revisando el tablero—. Yo la abro ¿Si?—
____ alzó las manos, haciéndose a un lado y dejándolo trabajar.
—Lo de abrir puertas aseguradas es lo tuyo, chatarrero.—el chico la miró, notando que la comisura de sus labios se alzaba un poquito—. Solo que esta vez no es la oficina del director.—
—En mi defensa, me quitaron mi consola sin justificación.—siguió trabajando en la puerta.
—Jugar videojuegos en plena clase justifica a la perfección que te lo quitaran.—____ rió bajito—. Esa tarde me arrastraste a la sala de profesores, nos colamos a su oficina... Fue divertido.—
—Hasta que nos atraparon. Te sancionaron por mi culpa.—
—Bueno... Pasamos todo un mes limpiando los salones después de clases... Al menos estábamos juntos, eso era genial... O eso creía en ese entonces.—____ se removió avergonzada por haberse sincerado tanto—. Como sea... Iré a ver que Kai esté bien. La dejaré en las criocápsulas. Si no ayuda, al menos que no estorbe.—
Bjorn la vio subir las escaleras, desapareciendo por la escotilla. Entonces se dedicó a revisar la puerta por completo.
Mientras cortaba y empalmaba algunos cables, el joven pensaba en mil y un formas de arreglar las cosas con ____. De verdad quería empezar de cero en Yvaga. Y quería que la relación con ella sea lo que desde un inicio debió ser. Lo que ella merecía... Y lo que Bjorn deseaba.
Estaba tan absorto en esos pensamientos que no vio a la criatura que comenzaba a emerger de la crisálida. Su mirada estaba clavada en el conjunto de cables, tratando el último par antes de que la puerta finalmente se abriera. Vio la oscuridad del hangar expandirse desde el limite de la compuerta. La sonrisa en su rostro por el reciente logro no duró mucho, pues en cuanto volteó hacia el pasillo dispuesto a llamar a ____, se encontró con el xenomorfo que terminaba de salir de la crisálida.
Se congeló por completo.
Su presencia era diminuta frente a la de la criatura, que además de superarlo en altura, lo intimidaba con su sola presencia.
Voy a morir...
Eso pensó Bjorn.
Navarro apareció en su mente, Tyler, Kay, Rain...
Y entonces miró hacia las escaleras, donde ____ acababa de aparecer. El horror se reflejó en su rostro al ver al xenomorfo. Y Bjorn lo supo, estaba tan aterrada como él. Pero a diferencia de su miedo paralizante, ____ se movió por inercia. Se apresuró a tomar el bastón eléctrico, clavandolo en el lateral del abdomen de la criatura. Bjorn no sabía qué hacer. Si se acercaba a la mujer, no sabía si esa cosa lo atacaría, y si se lanzaba por la puerta recién abierta, dejaría a ____ sola con esa cosa. No era siquiera opción.
Al final no tuvo que elegir nada, pues en solo segundos, ____ accionó. Y no de forma que a Bjorn le gustara mucho. El bastón eléctrico se clavó más y más en la criatura, quien a pesar de retorcerse de dolor, no se tumbaba. Luchaba contra la electricidad y su intimidante figura se mantenía erguida entre el par de jóvenes. ____ no podría pasarlo y dirigirse a la salida. Y Bjorn no podria pasarlo y entrar a la nave. Estaban separados, y cualquier movimiento era arriesgado.
—¡Bjorn!—____ llamó su atención, notando el terror en el rostro del chico—. ¡Busca a Rain y los demás!—
—¡No voy a dejarte aquí con esta cosa!—La chica sonrió, y Bjorn supo que se venía algo desagradable.
—Lo sé.—La joven bióloga finalmente pasó a la criatura, empujando a Bjorn hacia afuera. Cuando la espalda de Bjorn impactó en el suelo, un horrible dolor se esparció por todo su cuerpo, pero no era nada grave. Giró sobre si mismo, apoyándose en sus rodillas y manos. Su mirada estaba en el suelo cuando una importante salpicadura de sangre cayó desde arriba, impactando junto a sus manos y salpicándolo un poco. Sintió un nudo en la garganta al saber de quién era.
—____...—
La joven estaba suspendida en el aire, siendo atravesada por la cola de la criatura que se aferraba al techo del Corbelan.
—Corre... Bjorn...—
Cuando Rain y Tyler se cruzaron con Bjorn en los pasillos, se preocuparon por no verla con Navarro o ____.
—¿Qué sucedió, Bjorn?—Tyler lo sujetó de los hombros, notando lo nervioso que estaba.
—____... Ella me salvó...—su voz salía temblorosa—. Yo debía salvarla a ella, Tyler... Yo debía morir.—
—¿Está muerta?—Rain se desesperó con aquello—. ¿Dónde está?—
—Se la llevó...—
El par de jóvenes corrió hacia la nave, pero Bjorn se quedó ahí parado.
Perdió a su hermana.
Perdió a la chica que amaba.
Y ni siquiera pudo decirle que la quería. Que la quería bien.
Esperaba empezar de cero en Yvaga, borrón y cuenta nueva. Quería hacer las cosas bien con ____. Demostrarle lo que en un pasado no pudo. Que ella era importante para él.
Pero ahora ella estaba muerta. Y él estaba solo.
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Búsqueda de PJ para el foro: https://1920-ny.foroactivo.com/
BLOOD OF MY BLOOD II
El medio hermano bastardo de Irina y Andrey, el mayor de los tres. Ellos jamás han escuchado hablar de su hermanastro, pero él sí conoce quién es su padre. Criado muy lejos de los lujos y la vida palaciega que sí han tenido sus hermanos, Dmitri Ivanov es el hijo de una campesina a la que un hombre de la alta sociedad rusa dejó embarazada antes de casarse con la madre de Irina. Aunque lo mantuvo siempre en secreto, Alexandr Ivanov ayudaba económicamente a su bastardo y a la madre de éste, pero negándose a reconocer al hijo como suyo o a tener contacto alguno con él. Dmitri es de los primeros soldados en alistarse en el Ejército Rojo, siendo un ferviente bolchevique a pesar de sus raíces aristócratas, de las cuáles reniega, ocultando quién es su padre a sus camaradas comunistas.
Es un hombre despiadado, no duda en eliminar a cualquier objetivo que sus superiores designen, incluidos sus medio hermanos o su propio progenitor si fuese necesario. De hecho, es enviado a Nueva York en busca de Irina, con el objetivo de asesinarla y dar así por terminada la dinastía Ivanov, siendo ella la única miembro que se conoce viva, ya que Andrey sigue desaparecido.
La idea de esta búsqueda es que Dmitri cambie de opinión sobre asesinar a Irina al conocerla, detalles por privado, pero se baraja el incesto :)
Datos sobre Dmitri: ♡ Es un hombre frío, que rara vez muestra sus sentimientos o sonríe. ♡ Asesino despiadado, carga más muertes de las que puede contar a sus espaldas. ♡ Ha sido entrenado por el Ejército Rojo para ser un súper-soldado completamente letal. ♡ Solo habla en ruso, desprecia el inglés y a los Estados Unidos por encima de todo. ♡ Tener que ir a Nueva York le incomoda, pero no cesará hasta encontrar a su media hermana. ♡ Ostenta el rango de Teniente en su división. ♡ Orientación sexual: heterosexual. ♡ Tiene un sentido del humor oscuro, que casi nadie comprende. ♡ En Nueva York está metido en peleas ilegales por mera diversión. ♡ Lleva tatuajes que se hizo durante su tiempo en el frente. -Se requiere prueba de rol para este personaje. -FC negociable, aunque prefiero que sea Tom Wlaschiha y daré prioridad a quién escoja este FC. -Rol en tercera persona. -La historia del PJ así como su personalidad etc pueden discutirse y adaptarse al gusto de la persona que ocupe la búsqueda. -Mínimo dos post a la semana (excepto si se postea ausencia por algún motivo) -Cualquier duda, pregunta o lo que sea me podéis mandar MP para hablar por Discord.
Enlace a la búsqueda: https://1920-ny.foroactivo.com/t5964-busqueda-fire-blood-a-little-mouse-1-4#25526
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¿Te acordás que el otro día te dije que había escuchado una canción que me había inspirado para hacer el pedido? Bueno, la canción que me inspiró es “Enamorado Tuyo”, de Cuarteto de Nos.
La idea que tenía, en resumen, es esta:
Fran con una lectora que sea la hermana menor de Mati. Todos los chicos (incluido Mati) le insisten para que invite a la lectora a tener una cita, y declarle lo que siente por ella a pesar de que él crea que los sentimientos no son recíprocos (el crush mutuo es super notorio) . Obvio, hace lo que los chicos dicen igual a pesar de sus nervios. ¿Cómo lo hace? Invitandola a cenar a su casa y cocinando la comida favorita de la lectora, para que cuando luego terminen ambos de cenar, él le regale un osito de peluche que sostiene un corazón, y una mini nota escrita a mano por él donde expresa sus sentimientos por ella. Me imagino que él cuando ve a la lectora quedarse en silencio al ver todo eso (y leer la nota), él le pediría perdón por si la hizo sentir incómoda y que entiende si ella no siente lo mismo, pero ella lo hace callar dándole un beso y básicamente diciéndole: al fín te diste cuenta (?
Por las dudas, para expandir un poco mas la idea, me imagino que ellos tienen este tipo de relacion: la lectora a pesar de dar claras señales de que tiene un crush con Fran, es más discreta. Por otro lado, Fran es totalmente obvio con su crush. Siempre mirándola fijo, sonriendose y sonrojandose cada vez que la ve (o la lectora le da algún halago), usando cualquier excusa para hablarle o tener contacto físico, ligando con ella a “modo de chiste” (cofcof), etc etc. Todos lo cargan mucho por ser así con la lectora, aunque él niega su crush hasta la muerte (?
¡Gracias por considerar mi pedido, nena! ♡ Obviamente no te tenés que sentir presionada, ni mucho menos obligada a hacerlo. Si querés hacerlo y necesitás modificar algo del pedido, por favor sentite libre de hacerlo. Tampoco hace falta que escribas todo a fondo, el resto de lo que escribí son sólo detalles para que te des una idea de su relación 🤭 ¡Te quiero un súper montónnnn, que tengas un excelente día! 😘
— totalmente no soy @madame-fear, cofcof, para nada (? ayuda por favor me estoy muriendo de vergüenza me siento super ñoña y cringy AHJSJDK
Fluff ♡
Francisco despertó más temprano de lo normal y con el estómago cerrado. Llevaba toda la semana (y más) preparándose para este día, pero aún así estaba nervioso y los mensajes de apoyo de sus amigos no eran de gran ayuda. Sólo logró reírse con Matías, que le envió un audio amenazándolo y luego, más que seguro del éxito del plan, agregó "Cuidame a mi hermana eh".
Gran parte de la mañana del sábado la pasó en el supermercado. Compró los ingredientes necesarios para preparar tu comida favorita, preguntándose en medio de un pasillo si en verdad sabía cuál era tu plato favorito o si estaba equivocado, se aseguró de comprar un par de snacks en caso de que aceptaras quedarte a ver una película, y luego hizo una rápida parada en un vivero para escoger una planta.
Cuando el timbre sonó su corazón se detuvo por una fracción de segundos y la inseguridad paralizó su cuerpo. ¿Y si no sentías lo mismo? ¿Si te incomodaba? ¿Si Matías y todos los demás estaban equivocados y no sentías por él nada más que un amor fraternal, si lo veías como a un hermano? Si... Sacudió el cuerpo y sus dudas y abrió la puerta para encontrarse con tu dulce sonrisa.
-Hola, hadita- le sonreiste y besaste su mejilla. Hizo una mueca de molestia por el apodo, pero internamente reía cada vez que lo llamabas así-. ¿Todo bien?
-Todo bien- contestó, aunque con lo nervioso que se sentía estuvo a punto de decirte todo lo contrario-. Ya está la comida.
La conversación fluyó con naturalidad, como siempre, con las risas y anécdotas que normalmente compartían en momentos como ese. Francisco estaba aliviado, todo parecía seguir el libreto que imaginó durante las incontables noches en vela que le dedicó a este, su gran día. Sus nervios sólo volvieron a florecer cuando llegó el momento de entregarte el regalo y la nota que había preparado.
-¿Y esto?- preguntaste con una sonrisa temblorosa que lo alarmó.
-Perdón por mi letra- fue todo lo que dijo mientras te veía desdoblar el papel y comenzar a leer. Observó las expresiones que transformaron tu rostro conforme tus ojos avanzaban sobre las palabras en las que volcó su corazón: sorpresa, confusión, algo que podría jurar que era ¿decepción? ¿Estabas decepcionada de él?-. Perdón, perdón, te juro que no quería que te... Tu hermano...
Bajaste la carta y sonreíste mientras observabas el oso de peluche entre tus manos. Cuando tu mirada encontró la suya su cerebro comprendió que era momento de hacer silencio y él te miró desde su asiento, inexpresivo y preparado para lo que estuvieras por decirle, sin importar qué fuera.
-Ya era hora...- suspiraste-. Pensé que sólo yo me sentía así.
Parpadeó lentamente. Procesó tus palabras. Soltó una risa histérica y deshizo la distancia entre ambos para abrazarte, la fuerza del impacto amenazando con hacerlos caer a ambos. Besó tu mejilla, todavía demasiado tímido como para considerar besar tus labios, y sus manos acunaron tu rostro.
-Me volvió el alma al cuerpo- confesó.
Reíste ante sus palabras y tus ojos brillaron. Dios, pensó, ¿cómo podía ser tan afortunado de tenerte en su vida y ahora de que correspondieras sus sentimientos? La respuesta era un misterio, pero él tenía en claro que jamás te dejaría ir.
Espero que lo hayas disfrutado, hermosa ♡ taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented @lastflowrr ♡
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La dama y el cerdo
Félicien Rops 1833 1923 pintor nacido en Belgica y fallecido en Francia, abarcó temas eróticos y escenas d amplio sentido satánico y anticlerical , se lo incluye dentro de la corriente simbolista. Pese a ser educado por jesuitas y criarse en el seno de una familia textil acaudalada, abandonó ese mundo para internarse en el conocimiento de los placeres y la perversidad y formar parte de una época turbulenta de creación y ruptura del orden y la moral establecida en esos años. Rops como otros artistas lectores de Sade pensaban que la expresión de la crueldad estaba lejos de ser un vicio, era un sentimiento más de la naturaleza humana. Gran admirador de el francés Charles Baudelaire, vivió de la fortuna familiar y dilapidó en las vivencias de placeres y busqueda del conocimiento. Fue Masòn y conoció al príncipe anarquista Pierre-Joseph Proudhon. Hizo muchos grabados eróticos y libertinos con el propósito de fastidiar a las personas respetables de la sociedad, láminas de masoquismo, dominación de mujeres, brujas y anticristos.Viajo a España y de regreso en París fue asiduo visitante de prostitutas y los cabaret
Por cierta reprobación que tuvo, se vio involucrado en duelos y peleas, estuvo casado y tuvo hijos que fallecieron, pero en su estadía en Francia sostuvo un vinculo con dos hermanas que fueron sus amantes,mantuvo un notable ménage à trois con ellas e incluso tuvo hijos con ambas, Aurélie y Léontine Dulac, que dirigían una exitosa casa de moda en París "Maison Dulac". vivieron juntos durante más de 25 años, hasta su muerte.Rops afirmaba que amaba los placeres brutales y vivió años en ese triángulo amoroso con las hermanas Dulac a las que fusionó en un solo nombre "Aureleon". Rops sostenia que la naturaleza no es sucia y nunca sintió absurdas culpas ni arrepentimientos siguió pintando hasta su muerte.
La pintura la dama y el cerdo o Pornokrates de 1878 es junto a la tentación de San Antonio sus obras más conocidas, pintó Pornokrates a los 45 años. En su linea sacrílega satanista y una aparente misoginia, para muchos este cuadro expresa el poder de una mujer (Femme Fatale), una cortesana semi desnuda pero ataviada con elementos eróticos, se desplaza libremente paseando a un cerdo que bien podría simbolizar el poder del hombre reducido a un cerdo gobernado y sumiso y a la mujer que puede conducirlo con gracia incluso con los ojos vendados. hay quienes han tenido otras interpretaciones incluso esgrimiendo que la mujer es el mal llevado a la ceguera y el cerdo un elemento diabólico que arrastra a la mujer. Otras figuras alegóricas de las artes completan el cuadro y tres ángeles se horrorizan de lo que ven.
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Aristeo, hijo de Apolo, y la extraña muerte de las abejas de Tempe
Apolo se enamoró perdidamente de una náyade de nombre Cirene, hija de Hipseo y Creúsa. Gracias a sus talentos para el deporte y la cacería, llamó la atención del dios y este la convirtió en reina de una ciudad en Libia, a la que bautizó con el nombre de su amada.
Después de un tiempo, Cirene dio a luz a un niño llamado Aristeo. Además de ser su partero, Hermes fue su proveedor y lo alimentó con la ambrosía de los dioses, y las ninfas del bosque le enseñaron numerosas artes domésticas: le enseñaron a cuajar leche y hacer queso, a construir colmenas y a hacer que el oleastro diera el olivo cultivado. Además, Apolo lo dirigió a Beocia para que el centauro Quirón lo instruyera en sus propios misterios.
El joven no solamente tenía muchos talentos, también gustaba de compartirlos. Enseñó a los habitantes de Cirene todo lo que había aprendido de las ninfas del bosque. Por tal motivo, empezó a ser honrado como una divinidad. Cuando Aristeo llegó a la edad viril, se casó con una mujer llamada Autónoe y juntos engendraron a Acteón y a Macris.
En una ocasión, consultó al oráculo de Delfos, que le dijo que fuera a la isla de Ceos, donde se le rendirían grandes honores por sus enseñanzas. Cuando llegó a la isla, se llevó una desagradable y triste sorpresa: los culpables de asesinar a Icario debían ser castigados y mientras no confesaran su crimen, la isla sufriría de terribles plagas. Aristeo convocó a los habitantes y les ordenó que hicieran ofrendas a Zeus. Complacido, el dios ordenó a los vientos que soplaran favorablemente sobre Grecia y cesaran las plagas. Además, los culpables fueron hallados y castigados.
Después de su paso por Ceos, Aristeo viajó a la ciudad de Tempe. Allí, mientras vagaba por el bosque, divisó a una hermosa mujer que también caminaba errante. Se acercó y pudo notar que se trataba de una ninfa. Capturado por su belleza, le pidió que se fuera con él. Para su desgracia, la ninfa de nombre Eurídice le contó que estaba enamorado de Orfeo, un músico protegido de Apolo, y que él le correspondía, por lo que no estaba dispuesta a conocer otro hombre. Molesto ante la negativa de la ninfa, Aristeo trató de llevársela por la fuerza, pero esta logró zafarse y corrió a toda velocidad. Desgraciadamente, pisó una serpiente que la mordió y el veneno la envió inmediatamente al Hades.
Aristeo permaneció unos días más en Tempe. Al poco tiempo, notó un evento extraño que lo dejó desconcertado: la tierra se cubrió de abejas muertas. Como apicultor, se sintió bastante apenado, así que buscó a su madre Cirene en el estanque del río Peneo. Allí fue recibido por su tía Aretusa, quien lo dirigió al palacio de las náyades, en el fondo del río. Después de bañarlo y honrarlo con un gran banquete, las náyades le aconsejaron buscar a su tío Proteo y cuestionarlo a él por la muerte de las abejas.
Teniendo que viajar hasta la isla de Faros donde vivía Proteo, Aristeo finalmente lo encontró descansando en una cueva y pudo preguntar si alguna enfermedad extraña aquejaba a las abejas. Decepcionado de su sobrino, el espíritu marino respondió: "El origen del mal de las abejas eres tú. Tú provocaste la muerte de la ninfa Eurídice con tu lujuria, y por eso las abejas mueren todos los días".
Aristeo regresó al palacio de las náyades para pedir a su madre y tías que le aconsejaran cómo podría deshacerse de la maldición que sus malas acciones habían precipitado sobre las abejas. La propia Cirene le ordenó construir cuatro altares en el bosque de Tempe y consagrarlos a las hermanas de Eurídice, las ninfas protectoras de aquel paraje. Además, debía sacrificar cuatro toros y cuatro novillas, y hacer libaciones con las sangre de aquellas reses. Para solicitar el perdón de las ánimas que afectó, debía llevar hierbas del olvido, una ternera y una oveja negra, para ofrendar al espíritu del amante de Eurídice, Orfeo, que ya la había alcanzado en el Hades.
Al cabo de unos días, Aristeo fue perdonado. Un enjambre de abejas surgió de las entrañas de los animales sacrificados. Tras capturarlas, les hizo una colmena y enseñó a los habitantes de Tempe cómo criarlas. Así fue como el hijo de Apolo comenzó a ser honrado en la ciudad como un dios.
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“La verdadera felicidad se encuentra en dedicar nuestra vida a un propósito más grande que nosotros mismos”
Edith Stein
Fue una filósofa, mística religiosa, mártir y santa alemana de origen judío nacida en Breslavia imperio alemán hoy Polonia en octubre de 1891.
Nació en el seno de una familia judía, su padre era dueño de un aserradero y fue la séptima hija de un total de 11 hijos del matrimonio, y como tal vivió las raíces hebreas familiares y el nacionalismo prusiano.
Desde muy temprana edad mostró especial interés por la historia y la literatura alemanas y de las grandes figuras de la música como Bach, Mozart y Wagner.
A la edad de 15 años experimentó una etapa de ateísmo y crisis existencial, causada por el suicidio de dos de sus tíos y a la falta de respuesta de la religión al tema del más allá. Abandona el colegio y se traslada a Hamburgo para asistir a su hermana Elsa quien iba a tener un hijo.
En 1913, la lectura de “las investigaciones lógicas“ de Husserl le abrió una nueva perspectiva en vista a su orientación objetivista, por lo que decide trasladarse a Gotinga a terminar los cursos universitarios y por ejercer Husserl allí su magisterio.
En Friburgo, en 1917, aprobó con la calificación de summa cum laude su tesis doctoral titulada “Sobre el problema de la empatía”, tema que le sugirió Max Scheler, con el que inició sus obras filosóficas.
Como estudiante de filosofía, fue la primera mujer que presentó una tesis en esta disciplina en Alemania.
Gracias a su amigo Georg Moskiewicz, Edith Stein fue aceptada en la sociedad de la filosofía de Gotinga, que reunía a los principales miembros de la fenomenología naciente como Edmund Husserl, Adolf Reinach y Max Scheler, y durante estos encuentros una correspondencia personal y profunda con el filósofo, ontólogo y teórico literario Roman Ingarden así como con el filósofo francés de origen ruso Alexandre Koyré.
Durante la primera guerra mundial Edith Stein decidió regresar a Breslau, tomó cursos de enfermería y trabajó en un hospital austriaco. Cuando el hospital fue cerrado, Edith regresó a reanudar sus estudios filosóficos con Husserl obteniendo un doctorado en la Universidad de Friburgo.
Una vez obtenido el doctorado, se enroló en la cruz roja en donde fue enviada a ocuparse de los enfermos de problemas infecciosos y trabajo en salas de operaciones, obtuvo una medalla por su dedicación y debido a lo precaria de su condición de salud fue enviada a su casa y no la llamaron mas.
Estas experiencias con los jovenes que morían a muy temprana edad de todas partes de Europa del Este, la marcaron profundamente, y poco a poco fue acercándose a la fé católica, la entereza con la que su amiga Ana Reinach, sobrellevó la muerte de su joven esposo, una vez que ambos fueron bautizados así como su acercamiento a los escritos de Santa Teresa de Jesús, y la entrada en una iglesia católica de Frankfurt en donde reparó la presencia del santísimo, hizo que se decidiera a ser bautizada en enero de 1922.
Durante esta época, dedica parte de su vida a la docencia con poco éxito para ofrecer cátedra en universidades, por lo que se dedica a dar clases particulares de fenomenología y ética en Breslau y en ocasiones pronuncia conferencias en congresos de pedagogía en Alemania, Austria y Suiza.
En octubre de 1933 ingresa al Carmelo de Colonia y rehusa marcharse a Iberoamérica para huir del nacional socialismo prefiriendo permanecer junto a los suyos, hasta que el 31 de diciembre de 1938, tras “la noche de los cristales” es trasladada al Carmelo holandés de Echt que para entonces era un país neutral, sin embargo esto no impide su deportación en 1940 junto con 244 judíos católicos mas tarde, y ser llevada a las cámaras de gas de Auschwitz-Birkenau en donde muere en compañía de su hermana Rosa.
Durante su estadía en Auschwitz cuida de los niños encerrados en ese campo, los acompaña con compasión hacia la muerte y les enseña el Evangelio a los detenidos.
Fueron conmovedores relatos de sus últimos días dando ánimo a las demás profesas, haciendo que el papa Juan Pablo II la canonizara como Santa Teresa Benedicta de la Cruz en octubre de 1988.
Su sólida visión de personalista cristiana forjada entre la fenomenología, el tomismo y la mística, es fruto de una pasión que supo encauzar con audacia en medio de una vida singular, fruto de un arduo camino intelectual y vital que el hombre de la primera mitad del siglo XX se exponía con el materialismo, el nihilismo, el hedonismo, la xenofobia y el nazismo de su época.
Fuente: Wikipedia y philosophica.info, personalismo.org, vaticannews.va
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ℍ𝕖𝕣𝕞𝕒𝕟𝕒𝕤 𝕙𝕒𝕤𝕥𝕒 𝕝𝕒 𝕞𝕦𝕖𝕣𝕥𝕖 (2022)
"A falta de pan buenas son tortas", dice el refrán. Y sin ser ninguna maravilla, ni alcanzar un buen nivel de humor negro pese a algunos ocasionales chispazos, "Hermanas hasta la muerte" se deja ver. Aupada por la química que logran alcanzar las actrices que dan vida a las hermanas Garvey y en menor medida por la estructura narrativa elegida.
Las hermanas Garvey, tienen un problema, su cuñado J. P. El esposo de Grace lo tiene todo. Es ruin, mezquino, avaricioso, machista y se ha ganado a pulso la enemistad de todas las hermanas, que ven como Grace vive humillada a su sombra y que es incapaz, pese a intentarlo, de romper esa relación tóxica que mantiene con Jean Paul, que no cesa de vejarla y humillarla. El termino peyorativo de cuñao, alcanza con él pleno significado.
La serie comienza mostrando que J P ha sido asesinado. Eso queda claro desde el principio. Y con ese comienzo la serie va hacia atrás en el tiempo mostrando las motivaciones personales de cada hermana para cargarse al sinvergüenza del cuñado y cada intento, en ocasiones torpe y chapucero, por matarlo. Y también hacia delante en el tiempo, con los dueños de la compañía de seguros sospechando que hay algo raro en la muerte de J P y decididos a desenmascarar a las hermanas para evitar la quiebra del negocio familiar de seguros de vida.
Como dije, lo mejor está en las actrices. Destacando la británica, Sharon Horgan, quien se roba el espectáculo cuando aparece en pantalla y se le nota la soltura para la comedia negra de su trabajo en "Catastrophe".
La serie tiene un final abierto, pues hay una 2º temporada que no tardará en salir, será ahí cuando sepamos si el último intento por matar a J P de verdad es el que lo logró, o solo es uno más de los fallidos intentos antes mostrados. Más cuando vamos viendo que no solo las hermanas tenían algún motivo para dar cuenta de él. Como dice una de ellas, parece más fácil matar al correcaminos que al escurridizo J P.
10 Episodios que una vez comenzada la serie, tiene cierto picante que empuja a verla, más cuando te das cuenta que las actrices se lo han pasado pipa juntas rodando la serie y que esa alegría en el rodaje se traspasa a la pantalla.
Al final no sabría decir si es un acierto de Apple TV, o solo otra más de sus series, la mayoría mediocres, alguna medio decente, pero que en general sigue sin dar con una que le dé sello de prestigio a la marca.
A estas hermanitas les ponemos 3 estrellitas ⭐⭐⭐
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Lin Kuei (MK 1) x lectora Alice Liddell.
Primero antes que nada, quiero decir que lo que escribí pasó en el videojuego, obviamente tuve que ingeniarmelas para que entrara el personaje.
Segundo, sinceramente, esto es apenas un fragmento de lo que es este juego. Además siento que no toqué muy bien las cosas como lo hizo el creador del videojuego. Recomiendo mirar el gameplay o si quieren las cinemáticas, también el análisis de lo que contiene el juego. Es una verdadera joyita y disfruten tanto de esto como del juego
Dejo aquí y aquí donde saqué las frases de los personajes y otras cosas más importantes que usé de la wiki.
Contexto: Tras el incenddio de tu familia, la culpa y el dolor te carcomen hasta que necesitas desesperadamente volver a buscar en las cenizas de tu memoria del incidente. No crees que fue un accidente y tu pareja intenta ayudarte en tu búsqueda y te refugias en lo que llamas País de las Maravillas y tu pareja descubre este sitio(no sabemos cómo logras hacerlo, pero se hace y punto. Magia)
Bi Han:
Bi Han conoce apenas de tu pasado, pero conoce cuanto fue tu dolor. No sabe cómo darte el consuelo que necesitas, lo único que puede ofrecerte es el escuchar. Verte con cada recaída por los recuerdos de esa noche trágica, le hace sentir un inútil. No quieres contarle las cosas que atravesaste por la pérdida de tu familia y Bi Han respeta esa decisión.
Tu amado sabe que vas con un doctor para que lidiar con tus emociones. No entiende la función de los psicólogos, no quiere afrontar con sus problemas personales y prefiere tenerlos ocultos en lo más profundo de su mente (no hagas eso, necesitas que psicólogo te ayude a procesar los problemas).
Las veces que lo escuchaba no le agradaba: “El equilibro es la dorada mediocridad de las cosas”. Ver que también en su consultorio esperaban un montón de jóvenes e incluso niños para olvidar los problemas era algo sumamente extraño a ojos de Bi Han, a pesar de eso siempre te esperaba a que tu sesión terminara.
Sabía que sospechabas de la muerte de tu familia, que había pasado algo más y debías recordar esa noche espantosa. Decías que si recuperabas esos recuerdos tu País de las Maravillas se salvaría al igual que tu o que si no lo lograbas sería tu destrucción.
Muchas veces te veía soltar frases de según tú, los habitantes de tu País de las Maravillas. “Mi mente está destrozada” “Un nuevo día un nuevo sueño quizás.” “Si la ausencia hace más afectuoso al corazón, ¿qué hace la presencia?” Decías que peligraba por una corrupción que estaba acrecentando tras la muerte de tu familia.
No cree la existencia de ese sitio, piensa que es algo que sueñas por las noches y tu mente recuerda ese sueño vívido. Esos pensamientos quedan callados cuando sales del templo Lin Kuei, seguías algo y Bi Han no sabía que era. Comienza a seguirte para saber que era lo que estabas persiguiendo, no esperaba ver que el paisaje frío de Artika cambiara a cálido, con hongos gigantes y criaturas extrañas pasando alrededor suyo. Te das cuenta que te había seguido y solamente dices:
“Parece que seguir a criaturas peludas hasta agujeros oscuros es ya una costumbre. Espero no aficionarme.”
“¿Qué es este sitio?”
“Bienvenido al País de las Maravillas” No tiene palabras por lo que está viendo, era mucho para asimilar (tampoco tanto, vive en un páramo congelado y defiende a la Tierra de otros mundos). Animales extraños, hongos gigantes, una estatua tuya con agua saliendo de sus ojos y teteras sirviendo el té por sí solas.
Bi Han jura acompañarte en tú búsqueda por los confines de este mundo extraño. “Promete solamente lo que puedas cumplir”
Esas palabras las mantiene a toda costa y te sigue. El lugar en el que cayeron que lo llamabas Valle de Lágrimas. Bi Han vio memorias tuyas, algo muy personal para compartirle.
Vio los momentos hermosos que pasaste con tu hermana, tu madre y tu padre. Las aventuras que inventabas con tu País de las Maravillas o las tantas conversaciones que tuviste con tu hermana. Observó los recuerdos de cómo acompañabas a tu padre a sacar fotos o a tu madre comprar vestidos.
También tus peores momentos, el incendio, tu estancia del psiquiátrico y las ruinas de tu País de las Maravillas. Vio cómo intentabas encontrar a tu familia en las llamas de lo que fue tu hogar y oyó los gritos de tus padres tan vivido como si estuviera en el incendio. Observó como querías salvar a tus padres, pero corriste hacia la salida. Presenció cómo los médicos trataban tus quemaduras y cómo la pena y el dolor te absorbieron por completo. Fue testigo de tu silencio por diez años en el manicomio, cómo los doctores te maltrataban y usaban diferentes métodos horribles para hacer que te recuperaras. Escuchó tu llanto cada vez que los enfermeros se llevaban tu conejo de peluche, tu consuelo.
Bi Han tiene intenciones asesinas hacia las doctores y enfermeros que empeoraron tu dolor. No le importaba que lo hacían con la intención de mejorar tu salud, incluso él sabe que era una farsa. Desconocía cómo pudieron quebrantar el espíritu que tenías y eso lo pone colérico.
Ver esas memorias le hace sentir un profundo respeto y admiración hacia a ti. Sobreviviste a un infierno en la tierra y no sabe cómo lograste salir adelante. Bi Han no sabe cómo expresar sus sentimientos hacia ti, no tuvo mucha experiencia en las parejas, pero quiere hacer lo que pueda para que te sientas amada y puedas superar tus tormentos.
En el camino se topan con el Gato Sonriente, Bi Han está sorprendido por el animal y la sonrisa enorme que adorna su cara. El Gato te muestra la Espada Vorpal y te dice: “Enfréntate a lo que te ofenda o asuste: la charla imprudente o insultante nunca debería quedar sin replica.”
Bi Han no puede ir en contra de ese dicho y le resulta curioso el arma que el Gato te entrega. Un cuchillo con salpicaduras de sangre no le ve un valor de arma poderosa, pero eso queda en el olvido cuando los enemigos los amenazan y usas el cuchillo con una gran habilidad.
Le sorprende las armas que consigues durante el viaje. No sabe cómo es que un pimentero puede aturdir a los enemigos o como un conejito a cuerda puede ser una bomba y a su vez un distractor de enemigo. No lo entiende, pero si funcionan no le dará más vueltas.
Mientras pasaban por el Valle de Lágrimas se encuentran con una parte de aspecto oriental hasta encontrar un pequeño monasterio del tamaño de una espada. Del diminuto techo, emergía humo tranquilamente. Al costado del diminuto monasterio había una pipa de la cual absorbes el humo hasta que llegue a tus pulmones y Bi Han hace lo mismo.
Se sorprende al ver que el mundo que lo rodea se hace más grande y él pequeño. Lo que lo intriga más es la familiaridad del lugar, no sabe cómo pudiste crear este pequeño lugar tan único. Tras subir por el monasterio, ven a la Oruga y solamente les tira el humo en la cara.
“Un gran viaje, comienza con un gran paso.”
La Oruga te muestra una puerta que mostraba llamas desde las pequeñas ventanas. Te diriges a la puerta y entras al otro lado. Mientras Bi Han esperaba tu retorno tuvo apenas un intercambio de palabras con la criatura. Solamente le dijo a Bi Han: “El maltrato es un delito con el cual los fuertes visitan a los débiles.”
El Gran Maestro es listo y sabe el por qué se lo dijo. Muchas veces insultó a Tomas por no ser Lin Kuei y cree que la culpa lo invade solo unos momentos, pero elimina ese sentimiento rápidamente. Además, aparece el Gato Sonriente y antes de desaparecer nuevamente dice: “’Busca y encontrarás’ se dice, pero lo que no se dice es qué encontrarás.”
Esas palabras lo dejan confundido y tiene miedo con lo que van a “encontrar”. Cuando desaparece el animal, regresas de la puerta y tu mirada está confundida. No sabes cómo explicarle a Bi Han lo que descubriste en lo más profundo de tus recuerdos. “¿Qué recordaste?”
“Los reportes decían que mi gato tiró una lámpara de aceite sobre la chimenea y que con eso inició el fuego. Pero estaba conmigo durante la noche, no pudo estar en la biblioteca. Además no dejé una lámpara de aceite en la biblioteca” Eso trajo la incógnita de si alguien puso esa lámpara de aceite para matarlos a todos.
Tienes que volver a la realidad porque era sumamente cansador estar en el País de las Maravillas. Son esos momentos en los que Bi Han quiere mostrarte cuanto te ama. Te trae un poco de té para que recobres fuerzas, te deja dormir para reponer fuerzas, si quieres tener un momento en silencio con él no le importará para nada y estará dispuesto a poder mostrarte su devoción hacia ti (tomándote la mano, un pequeño abrazo o incluso con pequeños besitos).
Después de días de reposo, Bi Han y tú regresan al País de las Maravillas y llegan a los territorios de la Reina Roja. Piensa que esas tierras vieron días mejores con sus rosas secas y podridas, acompañados por sus largos y basto laberintos y la piedra del castillo también estaba descolorida y vio mejores momentos. Durante su camino hacia el castillo, se encontraron con el Ejecutor (una carta gigante con una guadaña), mientras la voz de la Reina Roja les instigaba a marcharse.
En la huida recibiste heridas dadas por el enemigo y sus secuaces. Bi Han quiere cargarte, pero tu aspecto cambia rotundamente. Tus ojos se tornan rojos y emanan lágrimas de sangre, tu piel se vuelve tan blanca como la leche al igual que tu vestido y tus manos se cubren con sangre. Sueltas un grito desgarrador y destrozas a los enemigos, no hay nadie con vida y dejas débil al Ejecutor.
El último ataque lo hace Bi Han congelándolo y rompiéndolo en pedazos después. No puede formar palabras hasta que le explicas que es una defensa cuando estás en aprietos para luego avanzar hacia los salones de donde se hallaba la Reina Roja. Le preguntas con tranquilidad si te puede ayudar con los recuerdos de lo que ocurrió aquella fatídica noche. “Lo que aseguras no conocer es sencillamente lo que has negado”
“Quiero ver lo que supuestamente estoy negando, permíteme ver que lo que no estoy viendo”
La Reina Roja a regañadientes y con muy poca voluntad, te muestra el camino y deja que te dirijas hacia la puerta ardiente. Una segunda vez, Bi Han se queda esperando tu regreso de recuerdos reprimidos. En su espera la Reina Roja le comenta las tantas cabezas cercenó y su basta corte. “¡La autoridad está para ser respetada, o de lo contrario, derrocada!” Esa frase hace que Bi Han no pueda estar más que de acuerdo con eso.
Tras un tiempo, regresas de la puerta y tu mirada es de confusión. Te acercas a Bi Han, antes de marcharse del salón de la Reina Roja. Salen del castillo y sigues desconectada de lo que te rodea. “¿Lograste recordar algo de aquella noche?”
“Mi hermana odiaba las puertas cerradas. Recuerdo que una silueta entró en el cuarto de ella y también creo que se llevó la lámpara de aceite que teníamos para iluminar el pasillo”
Bi Han siente que la cólera lo invade, va a torturar y asesinar al maldito que te hizo esto. El daño que causó te dejó cicatrices y horrores indescriptibles. Pasaste por mucho para poder salir del psiquiátrico y descubrir la verdad.
Querías seguir adelante con tu búsqueda. Después de salir de las tierras de la Reina Roja, llegan a lo que llamas Casa de Muñecas. Para Bi Han es un lugar macabro y de pesadillas, no entiende cómo las niñas tienen afición por esos juguetes. No comprende cómo pudiste crear este horror. Partes de muñecas desperdigadas por todos lados, casas de juguete con fotos horribles y espeluznantes.
Mientras caminaban por los alrededores se encuentran con unos niños de aspecto horrible. Los llevan a un fuerte improvisado que armaron. “Bastante loca. ¿Lo estás viendo? Las semillas de tu destrucción se plantaron hace mucho y ahora él recogerá la cosecha. Tu mente le pertenece; solo la has tenido en alquiler. Debes saldar tu deuda con él”
“¿Quién es él? ¿Es el responsable de esta destrucción?” “Mi mente es solo mía no le debo nada a nadie”
Los niños te muestran la última puerta de tu camino y entras. Por última vez, tu amado se queda esperando, los niños lo miraban fijamente como estudiándolo y suelta algunas palabras con ellos. El Gato Sonriente aparece y le dice a Bi Han: “Lo que se busca de verdad suele ser lo más encontrado; si es ‘encontrable’”
Al desaparecer, una muñeca gigante invade el fuerte de los niños, acompañada por los que tu llamaste ruinas (unas criaturas con rostros de bebé muñecos) y asesina sin dudar a los pequeños. Bi Han se lamenta por las pérdidas y se enfrenta a la muñeca. No pensó que costaría derrotar esa cosa maldita, tuvo que primero congelar y destruir a las ruinas. Después tuvo que congelar parte por parte las extremidades de la muñeca hasta poder eliminarla.
Tras su dura lucha, entierra a los niños con el mismo honor que un Lin Kuei ya que son una parte de ti y del País de las Maravillas. Saliste de la puerta y de tus ojos brotaban lágrimas y tu cara mostraba furia. “¿Qué pasó, querida? ¿Qué descubriste?”
“Fue él. Todas esas mentes destruidas y olvidadas, negué todo por mi dolor. Fui una tonta”
“¿Quién ocasionó el incendio, querida? ¿A qué te refieres con mentes?”
“Mi doctor”
Bi Han resuelve una parte del rompecabezas y está más colérico que tú, es cien veces peor… corrección, mil veces peor. No puede creer que tu doctor, quien debía reconstruir tu salud la esté destrozando para encubrir su crimen. Caminan y se dirigen hacia el Juguetero, la personificación de tu médico y dice: “Ellos están muertos y tú también deberías estarlo”
"¡Me has usado y abusado de mí, pero no me destruirás!”
“Voy a matarte maldito” Bi Han quería encargarse de este asunto, porque no quiere que sufras más, pero lo detienes.
“Para Bi Han. Esta es mi lucha yo quiero encargarme de esto. Yo fui la que estuvo ciega y negué todo. Déjame hacer esto”
Acepta a regañadientes y te deja luchar, no puede intervenir en eso. Antes de que se marche le das uno pequeño beso en la mejilla. Se aleja dejando escarcha por donde pisa y ve a los personajes de su trayecto. Escucha a la Oruga decir que te consumiste por el dolor y no viste lo que ocurría con los niños que sufrían. Oye a la Reina Roja hablar de que le des significado a tu supervivencia.
Te enfrentas al Juguetero con verdadera inteligencia, usando todas tus armas y destruyendo a los esbirros que enviaba como trabas. Dejaste a tu contrincante en un estado débil y lo desmembraste parte por parte hasta que no pudo moverse.
Mientras tanto, Bi Han logra salir del País de las Maravillas. Su enojo funciona más que su cerebro y se dirige donde se encuentra tu doctor. Acabará con tu dolor él mismo, no quiere ver más lágrimas por culpa de ese maldito. Bi Han lo ve y quiere torturarlo de formas inimaginables. Lo hace y no se arrepiente. Sufriste por ese hijo de puta y merece lo que le están haciendo.
No se da cuenta que caminas con una mirada desconectada y observas la escena con sorpresa. Escuchas cómo admite sus crímenes y que esa noche hizo algo maligno con tu hermana. Bi Han te ve con mirada seria y le apuñala el corazón para finalizar su trabajo. Miras el cuerpo sin vida de tu doctor y Bi Han pasa al lado tuyo. “Tenía que enfrentarme a él. Era mi pelea Bi Han, no tuya.”
“Sufriste por culpa de él. Destrozó todo lo que tenías, fue él quien causó tu locura, que tuvieras quemaduras y fueras a un manicomio. No iba a dejar que se atreviera a dañarte de otra forma o tomara más cosas de ti”
Estás enojada por lo que hizo, porque era un asunto que tenías que resolver sola y Bi Han no tenía que intervenir. Vuelven juntos a los territorios del clan y sientes que hay paz después de toda tu búsqueda.
Por tus esfuerzos al estar tanto tiempo en el País de las Maravillas quedas noqueada en los aposentos del Gran Maestro y no te das cuenta que te observa. Te ama profundamente y ahora solo busca que logres encontrar tu felicidad. Te da un beso en la frente y Bi Han continua con su día siendo Gran Maestro de los Lin Kuei.
Kuai Liang:
Kuai Liang entiende tu dolor. La pérdida de tu familia fue un golpe muy duro para ti, pero no sabe cuan duro fue ese golpe. A veces se consuelan durante momentos extremadamente duros.
Odia ver cada recaída que tienes. Le rompe el corazón las veces que te mueves incómoda en la cama por una pesadilla, escuchar los nombres de tu familia cuando te despiertas del mal sueño y tus llantos incontrolables. Siente que el pecho se le estruja las pocas veces que no logras recordarlo.
Kuai Liang comprende que necesitas ayuda médica para controlar tus emociones. No le gusta que alguien estudie sus emociones o su mente (las emociones las tiene que asimilar él y no otro. Sí, tiene una mente cerrada como Bi Han y lo mismo con Tomas). No le agrada que tu médico diga que hay que olvidar los sucesos y menos que se lo diga a niños. A pesar de eso, siempre te espera después de las sesiones.
Sabe que quieres buscar los recuerdos de aquella noche y descubrir la verdad, porque tu País de las Maravillas peligra por una corrupción. Sientes que algo está roto y no quiere ser encontrado.
Kuai Liang no entiende a que te refieres con País de las Maravillas. No cree que sea un reino desconocido, porque varias veces te refieres a algo tuyo. Siempre repites frases de los habitantes del País de las Maravillas, como si estuvieran presentes.
“No todos los cambios son buenos.” “¿Es de locos rezar por tener mejores alucinaciones?” “Otro día, quizás un sueño diferente. “¿Quién elegiría estar solo, aprisionado por sus recuerdos rotos?”
Teoriza que es una habilidad que te permite ver fantasmas y despertó producto de la pérdida de tu familia y a lo que te refieres País de las Maravillas es el mundo paranormal, pero eso queda desmentido poco tiempo después. Cuando te ve saliendo de las tierras Shirai Ryu, con una mirada desconectada y no escuchas a tu amado decide ver hacia donde te diriges.
Mientras caminabas pérdida en tu mente, Kuai Liang se da cuenta de que el paisaje nipón cambia lentamente por flores extremadamente gigantes, dados y figuras de ajedrez enormes cubiertas por maleza y arbustos. Cerca estaba una pequeña laguna en la que te sumerges y Kuai Liang sigue tus pasos. Antes de acompañarte aparece un gato de aspecto inquietante con una sonrisa enorme y le dice: “Todas las cosas cambian con el tiempo. A menudo no para mejor”
Eso deja a Kuai Liang pensando en las acciones de su hermano, pero quedan calladas cuando escucha tu voz. Por tu tono parecías un poco disgustada y dices: “Todos tienen una excusa para no hacer nada, me recuerda al psiquiátrico.”
Ni siquiera sabe qué es un psiquiátrico, pero seguramente no debe ser algo bueno. “Es de mala educación escuchar conversaciones a escondidas” Por los dichos del animal te das la vuelta y ves a tu amado. Te sorprende que este aquí.
“Kuai Liang, bienvenido al País de las Maravillas. Te presento al Carpintero y Morsa” Se sorprende por todo lo que ve. Todo el paisajismo le resulta tan único algo que no ha visto en todos los reinos que ha visitado. Vuelves a mantener conversación con el Carpintero y la Morsa y te piden que hagas las tareas para su espectáculo.
A regañadientes lo haces y Kuai Liang te acompaña en hacer los favores que te pidieron. El ninja necesita respuestas del lugar en el que se encuentra ¿Cómo lo creaste? ¿Quiénes son los demás habitantes? ¿Este era el lugar que tanto decías que peligraba?
“Es un lugar que yo hice hace tiempo, me hace sentir segura. Cuando mi familia murió este lugar me ayudó a enfrentar el dolor, aunque sufrió muchos cambios y ahora hay una nueva corrupción” Kuai Liang no puede creer que este sitio fue un lugar que creaste con tu propia mente. Sumamente hermoso.
Mientras van cumpliendo los favores tu amante se asombra por el País de las Maravillas. Descubren las memorias de tu pasado, algo que no pensaba ver, era algo tan personal y tan tuyo… le mostraste lo más vulnerable de tu persona.
Kuai Liang vio la relación estrecha que tenías con tu hermana (con nostalgia, pensó en su infancia con sus hermanos). Las tantas veces que pasaste con tu padre acompañándolo a tomar fotografías y las ocasiones que estabas en la biblioteca con tu madre. Tus hilarantes fiestas de té, las rosas blancas que pintaste de rojo para evitar que la Reina Roja cortara cabezas y entre tantas buenas memorias.
Pero Kuai Liang vio lo que pasó luego de la pérdida de tu familia. Observó vívidamente la noche del incendio, cómo intentaste ayudarlos y tuviste que huir del calor de las llamas. Fue testigo del dolor y la culpa que te absorbieron hasta la locura y por eso te enviaron al manicomio. Observó como te mantuviste callada por todos esos años metida en el País de las Maravillas, para evitar los horrores del manicomio. Descubrió como los doctores usaban métodos horribles (sanguijuelas, terapia de electro shock, etc) para que volvieras a estar cuerda y que los enfermeros siempre te robaban a la fuerza tu conejo de peluche… tu único consuelo.
Kuai Liang verdaderamente quiere matar a esos malditos médicos por lo que te hicieron. Su furia acrecentaba con cada memoria que descubrías y le dolió que tuvieras que pasar por esa tortura. Quiere saldar cuentas por lo que te hicieron, pero le dices que fue hace mucho y aunque sigues enojada por sus maltratos no ibas a asesinarlos. Tu amante lo acepta a regañadientes.
Además de terminar los pedidos del Carpintero y la Morsa, Kuai Liang se quedó estupefacto por las armas que ibas consiguiendo en el camino. No pensó que un cuchillo llamado Espada Vorpal sirviera para arrasar con enemigos o un molinillo de pimienta se usase como arma de largo alcance. Le asquea los enemigos que enfrentan, le dijiste que los llamas ruinas seguramente debe haber muchos más durante su viaje.
Después de haber terminado los favores se dirigen a ver al Carpintero y la Morsa y te muestran una puerta que detrás de esta hay flamas ardientes. Entras sin dudar y Kuai Liang espera tu regreso con paciencia. Apenas intercambiaron palabras con el ninja.
El espectáculo dio comienzo, pero toma un camino rotundamente siniestro. Kuai Liang presencia cómo el Carpintero convierte al público en la comida para la Morsa y el ninja se prepara para combatir contra ese par. En ese instante sales y al ver la destrucción acusas al par de destruir el País de las Maravillas y el Carpintero solo dice: “Las cosas no son blancas o negras.”
Al mismo tiempo, la corrupción que tanto decías arremetió el teatro y tuvieron que correr sin mirar atrás. El Carpintero y la Morsa se quedaron atrás de ustedes, no pudieron salir y apenas ustedes dos lograron salir con vida y volver a la superficie.
Te sentias muy cansada por todo lo que presenciaste y necesitabas reponer fuerzas para la aventura que ibas a comenzar. Kuai Liang ve tu cansancio y antes de caer rendida al sueño te carga hasta el recinto Shirai Ryu. Te acomoda en la cama y te observa dormir, él se siente como un tonto por las teorías que tenía del País de las Maravillas. Ahora solamente quiere saber qué encontraste detrás de la puerta por la que pasaste y ayudarte en todo lo que pueda.
Descansaste por varios días y Kuai Liang te esperaba con un poco de comida para que recuperes fuerzas. Tenía una nueva perspectiva de ti ahora, una mujer que sobrevivió a un infierno y todavía quiere buscar la verdad sobre la causa del dolor. Le comentas sobre lo que encontraste detrás de la puerta. “Es una parte de mis recuerdos de lo que ocurrió la noche del incendio. Esa noche dicen que la lámpara de aceite estaba en la biblioteca con los elementos tóxicos, pero sé que estaba en el pasillo donde estaban nuestros cuartos”
Kuai Liang tiene duda, quizás fue una equivocación y algún miembro de tu familia lo puso en la biblioteca después de que te durmieras. Le aseguras que ellos tenían un sueño pesado y era imposible.
Durante tu reposo hacías algunos favores y ayudas a Kuai Liang sobre los asuntos del clan. También con el reclutamiento de Hanzo, está asombrado por las frases que dices y que fueron dichas por los habitantes del País de las Maravillas. El joven admira mucho cómo le cuentas sobre ellos y las cosas que hacías, hasta incluso le enseñas a tomar el té, jugar cartas y literatura. Kuai Liang está orgulloso de ti cada vez que logras disipar tu dolor pasando tiempo con su recluta, te ve como una madre fuerte y llena de luz.
Se sumergen al País de las Maravillas y caen en la Fortaleza de Cartas. Los guían hacia otro lugar dónde tú te alzaste con la victoria hace tiempo, los territorios de la Reina Roja. Kuai Liang está sorprendido por lo fuerte que fuiste durante tu batalla, porque dejaste un lugar destruido. La vegetación está podrida, la infraestructura apenas puede mantenerse en pie, pero sigue resaltando que es un lugar donde todavía hay mucho poder.
Se enfrentan a los seguidores de la gobernante y en varias ocasiones resultas mal herida en la batalla. Antes de que Kuai Liang pueda hacer algo para ayudarte ve que tus ojos se convierten rojos y emanan lágrimas de sangre. Tu piel se vuelve blanca como la tiza al igual que tu vestido, excepto tus manos que estaban cubiertas por sangre. Sueltas un grito aterrador y comienzas atacar a los enemigos hasta que no queda ninguno en pie, solo hay avistamientos de la destrucción que provocaste. Kuai Liang intenta que recobres la conciencia y tu aspecto vuelve a la normalidad.
Tu amado no sabe que decir sobre lo que acaba de ver. Te disculpas por lo que presenció y le dices que es algo que se activa cuando estás muy malherida. Se curan mutuamente y siguen con su búsqueda.
Después de derrotar a los Guardia Carta entran al palacio. A Kuai Liang le repugna cómo se parecen al interior de una boca con sus lenguas y a veces ven corazones palpitantes y ojos que se mueven sin cesar. Entran al salón del trono donde recide la Reina Roja y le preguntas si puede ayudarte con tus recuerdos. Ella solamente dice: “Tu no conoces tu propia mente.”
“Entonces déjame conocerla, déjame ver la noche del incendio. Así puedo salvar el País de las Maravillas” La Reina Roja con una mirada capciosa te muestra la puerta y entras con paso firme. Se queda hablando con Kuai Liang y no para de decirle los poderosos que eran sus Guardia Carta, las abundantes rosas rojas que se hallaban en los jardines y el color que irradiaba el palacio antes de tu enfrentamiento con ella.
Pobre Kuai Liang, no sabemos como pudo sobrevivir durante la larga espera charlando con la reina, pero lo hizo. Te ve salir de la puerta y tienes una mirada confusa y asustada. “¿Qué recordaste, amor?”
“Esa noche mi gato estaba conmigo, no en la biblioteca. Además, mi hermana odiaba las puertas cerradas, alguien más estaba aquella noche.”
Te sentías agobiada por lo que descubriste y necesitabas buscar la verdad… faltaba tan poco, lo percibías. Kuai Liang y tú se dirigen a la salida del salón y antes de marcharse escuchas las palabras de la Reina Roja: “Haz que tu supervivencia signifique algo o estaremos todos condenados.”
Se alejaron de las tierras y llegaron al lugar más espantoso a ojos de Kuai Liang, la Casa de Muñecas. No sabe cómo pudiste crear este lugar de pesadillas, extremidades de muñecas por todas partes, las cabezas tenían una mirada fija y le daban una mala espina. Las casas eran lo que mayor le repugnaban, miles de extremidades y lo que parecía trozos de carne.
Llegan a un fuerte y aparecen unos niños sumamente maltratados. Kuai Liang les tiene miedo, aunque no lo admita y se mantenga imperturbable, un niño se acerca a ustedes y habla: “Los inestables son más que simplemente locos: tienen 'otras partes'. El Fabricante de Muñecas los privará de lo que queda de sus almas trastornadas. ¡Necesitan cuidados!”
“¿Quién es el Fabricante de Muñecas? ¿A qué te refieres con privarles sus almas?” El niño se da la vuelta y los demás los instigan a ambos a seguirlo hasta llegar a la última puerta de tu aventura y la verdad. Antes le das una mirada a Kuai Liang y lo besas dándole las gracias, te ve desaparecer detrás de la puerta.
Los niños miran y estudian fijamente a Kuai Liang. Entablan conversación del cómo se creó este sitio y cada vez que le cuentan del que llaman Juguetero percibe que es un ser de pesadillas y horrores. De repente, una muñeca de porcelana gigante asesina a los niños y Kuai Liang se lanza al ataque contra la muñeca. La incinera y con su kunai logra dejarla sin cabeza y sin corazón.
Toma un respiro debido a la adrenalina y apareces detrás de la puerta. Tu mirada está cubierta por lágrimas y de tus ojos irradia la ira. Buscas los brazos de Kuai Liang y le aterra tus palabras: “Todas esas mentes… corrompidas y retorcidas. Es un monstruo. Lo vi y me cegué por mi dolor. Fui una tonta”
“¿Quién fue el que ocasionó el incendio, querida?”
“Mi doctor”
Kuai Liang no lo podía creer, el hombre que tenía que ayudarte a que pudieras recuperar tu estabilidad estaba ocasionándote que tu mente quedara retorcida y tus recuerdos fueran al olvido. La venganza consume a tu amado por segunda vez y quiere tomar el asunto en sus propias manos, pero te ve tan decidida a acabar con lo que creaste que no va a intervenir a menos que sea sumamente necesario.
Siguen adentrándose por la zona hasta encontrarse con el Juguetero y lo confrontas furiosa, algo que Kuai Liang jamás vio en ti. Guardaste muchas cosas en tu interior y estaban explotando. “¡Tú abominación mal engendrada! ¡Asesino! ¡Tú parásito chupa sangre! ¡El daño que les has hecho a los niños, el abuso!”
“Ellos están muertos y tú también deberías estarlo.” Te pones en posición de combate y Kuai Liang hace lo mismo, pero lo detienes, le dices que es tu lucha y no debe intervenir. Se retira no sin antes darte un beso y ánimos para tu combate. Te ve que le das la espalda y estás enfrentando a tus pesadillas.
Vio a los diferentes habitantes con los que se toparon y dicen cosas sobre el viaje que hicieron. La Reina Roja dice que ocurrió algo más oscuro en la noche del incendio, mientras que el Gato Sonriente dice: “Colecta y atesora cada recuerdo sin importar el precio.”
Kuai Liang no intervendrá, pero lo que va a hacer es preparar a tu doctor para que lo confrontes y admita lo que hizo. Fue al consultorio de tu doctor y cuando ve la figura de tu amante echa a correr como si viera al diablo. Kuai Liang usa su kunai para detener al doctor y espera tu retorno.
Por otra parte, caminabas con una mirada desconectada, pero en tu mente librabas una batalla con el Juguetero. Esquivabas cada ataque de tu enemigo con audacia, usabas tu arsenal de la mejor manera y debilitabas a tu contrincante. Cuando sientes que el cansancio y tus heridas empiezan a cobrarte factura, tu Modo Histeria te inunda y es tu última esperanza para derrotar al enemigo. Con ese movimiento logras derrotarlo.
En el mundo real, te confrontas con tu doctor exigiendo las respuestas que tanto necesitabas. “¿Por qué lo hiciste?”
“Brindo un servicio. En la grande y terrible metrópoli hay que satisfacer apetitos de todo tipo.” Repugna demasiado a Kuai Liang que lo que hace es activar su poder para que la herida de tu doctor le duela más de lo que ya la tiene.
“Ocurrió algo más esa noche ¿Verdad?” El kunai de Kuai Liang ejerció presión en la herida y el médico solo intentaba salirse de la situación.
“Tu hermana era una verdadera flor, siempre jugaba conmigo. Solamente le hice un favor esa noche” Colérica, con la Espada Vorpal le cortas la garganta a tu doctor y sientes que todo termina en ese instante. Kuai Liang te toma por los hombros y te lleva a casa.
Tu amado se da la vuelta y ve a tus habitantes del País de las Maravillas observar el cuerpo de tu doctor. Mientras se dirigen, Kuai Liang incinera el cuerpo del maldito y los habitantes del País de las Maravillas lo ven arder con miradas fijas.
Llegan a los aposentos, donde lloras la pérdida de tu familia y descubrir la verdad. Kuai Liang te consuela hasta que te duermes y hace vigilia para ver que no tengas pesadillas. Se siente tranquilo al ver que encuentras paz y piensa que podrás salir adelante. Te besa la frente mientras estás sumida en tu mundo y promete cuidarte de todos los males.
Tomas Vrbada:
Tomas sabe lo que es perder a la familia y entiende perfectamente tu dolor. Por eso se consuelan mutuamente, pero cuando escucha que intentas recordar el incendio de tu familia, tiene sentimientos encontrados. Él nunca quiso volver a Praga, no quiere recordar cómo perdió a su familia y solo quiere matar a Jarek.
Comprende por qué quieres hacerlo, ya que tienes dudas de aquella horrible noche. Quiere ayudarte en todo lo que puede, pero estás pérdida en lo que llamas País de las Maravillas. No paras de soltar frases sobre lo que dicen los habitantes y que peligra por una corrupción.
“Mi País de la Maravillas destruido. Mi mente está destrozada” “La locura no es un estado de mente. Es un lugar” “¡Fuego! ¡Esto es un infierno!” “No puedo. Estoy atrapada... en mi pasado” Mi país de las maravillas está roto. Para mí está muerto”
Tienes ayuda de tu psicólogo para que olvides los malos recuerdos y siempre dice: “El cambio es bueno. Es el primer eslabón en la cadena de olvido” Tomas siempre que te acompaña a tus sesiones y escucha esas palabras siente duda. Ve a muchos jóvenes como tu que también quieren olvidar y asisten a las terapias de tu psicólogo, eso le genera extrañeza y confusión.
No cree en la existencia de tu País de las Maravillas, piensa que es algún invento tuyo que hiciste para lidiar con la culpa. Pero cuando le muestras tu mundo verdaderamente se siente como un tonto. Es tu compañero en tu búsqueda de los recuerdos del incendio y por primera vez ve cómo es tu mente.
A veces encuentran memorias sobre tu estancia en el psiquiátrico. Vio cómo el dolor te llevó a tu límite y te encerraban en una pesadilla. Cómo estuviste callada por mucho tiempo y pérdida en la culpa, por la muerte de tu familia. Observó cómo los doctores y enfermeros del psiquiátrico te hacían tratamientos sumamente crueles, te quitaban a tu conejo de peluche que era tu consuelo y estabas en tu País de las Maravillas para afrontar tus horrores.
También presenció las memorias de tu familia. Los dichos de tu madre, padre y hermana. “Papá, tu entusiasmo por la fotografía ha hecho que la biblioteca huela a fruta podrida. ¡Y creo que esas soluciones son tóxicas!” Momentos lindos con ellos, viéndote saltar, estar con tu gato y visitar un mejor País de las Maravillas.
Tomas sintió muchas emociones, viendo una parte tan importante de ti y se recordó a sí mismo. Rememoró la vida que tenía con su madre y hermana, esos momentos compartidos que tuvo con ellas, incluso los dolorosos y admiró tu fuerza de voluntad por estar de pie. Piensa que tienes verdaderas convicciones al creer que no fue un mero accidente y te cree.
Mientras recorren el lugar, ven a sus habitantes y tu amado descubre de quienes son algunas de las frases que dices a veces. “El cambio no es ni bueno ni malo, simplemente no es lo mismo”
Esas palabras fueron dichas por el Gato Sonriente. Al ver a Tomas (se sorprende por el aspecto que tiene la criatura, pero verte a ti tan tranquila le da un buen visto) y hablar con él solamente dice lo siguiente: “¿No sabías que la confianza en uno mismo es una virtud? Pues ya lo sabes” Se siente alagado por eso y le agradece al animal antes de que desaparezca.
Algo que sorprende a Tomas son las armas que te llevas para tu búsqueda. Nunca creyó que una tetera o un caballito de juguete sirvieran para repeler a un enemigo, menos un cuchillo. Lo que lo deja más atónito son los enemigos que se encuentran en tu País de las Maravillas, esas cosas con rostros de muñeca le provocan asco y verte decidida a acabarlos le da el valor suficiente para enfrentarlos.
Visitan al Sombrerero loco y Tomas le impacta la altura del Sombrerero, además de sus frases. Cuando intentas buscar tus recuerdos sobre el incendio solamente suelta: “Bueno, aquí estamos todos locos y es una buena excusa para irse al infierno en una tetera, pero no para olvidar lo que has visto.” No entiendes a qué se refiere, pero te muestra una puerta donde se ven flamas naranjas y entras sin dudar.
Mientras te espera, intenta tener una conversación con el Sombrero. Le invita al ninja un té y diferentes masitas para la espera y apenas Tomas le cuenta de que Bi Han lidera el Lin Kuei (además de decirle que lo tratan mal) dice: “La ley...es solo un susurro... que lleva a preguntarte, quien... ¿Quién mide las reglas?” Sigue sin entender muchas de las cosas que dice, pero se revuelve el cerebro para poder encontrar una forma de darle sentido. Es en vano y más cuando el Gato Sonriente aparece algunas veces y cuando se encuentra con Tomas solamente dice:
“Solo los estúpidos creen que el dolor es el inconveniente por ser diferentes”
Después de que desaparezca, sales de la puerta y estás con una mirada confusa. “Mi gato estuvo conmigo en el incendio. No lo pudo haber iniciado” Eso deja a Tomas confundido, no puede creer que alguien haya estado en tu casa.
Necesitas volver a la realidad ya que te cansas demasiado al estar en el País de las Maravillas y necesitas reponerte. Son esos momentos en los que Tomas puede mostrarte lo que vales para él y te ayuda en buscar tu verdad con los reportes del incendio y algunos testimonios de los más cercanos a tu familia.
Después de unos días de descanso, marchan a los territorios de la Reina Roja y le sorprende la cantidad de enemigos que siguen defendiendo ese sitio en ruinas. Luchan de la mejor manera posible, pero en un momento tus heridas te están cobrando factura. Tomas te ve en ese estado débil y antes de que pueda ir a ayudarte, tu aspecto repentinamente cambia.
Tus ojos se tornan rojos y de ellos salen sangre. Tu piel y vestido se vuelven blancos como la tiza, pero tus manos tienen sangre. Comienzas a atacar a diestra y siniestra a los enemigos que los rodean, no dejas más que cadáveres a tu paso. Tu mirada es de furia y Tomas siente que sus huesos se le hielan al ver tu estado. Tomas intenta hacer que cobres la conciencia y al hacerlo le explicas lo que presenció: “Es lo que llamo Modo Histeria. Es algo que me ocurre cuando estoy mal herida y es lo único que me queda como defensa”
No sabe cómo reaccionar a la forma que tomaste, pero prefiere cuidarte las espaldas. Tras eso, conocen a la Reina Roja e infunde un respeto muy enorme a Tomas. Le preguntas sobre la puerta para poder recobrar tus recuerdos y dice: “No se debe preguntar lo que ya se sabe, no es de buena educación”
“No sé nada, solo quiero respuestas. Luego nos marchamos” Ambas se enfrentan en duelo de miradas y vas hacia la puerta. Una vez más, Tomas aguarda a que salgas y escucha a la monarca hablar de las tantas veces que mandó a cortar cabezas, cómo gobernaba de forma “soberana y justa” y de cómo la derrotaste con los opositores.
Al salir, tu mirada vuelve a estar confundida. “Mi hermana odiaba tener la puerta cerrada, pero recordé que hubo alguien esa noche que entró a su habitación y al salir cerró la puerta” Esperaba esas palabras, pero a su vez no, porque ahora quieren saber quién fue el responsable de tu dolor. Antes de volver a la realidad, el Gato Sonriente vuelve aparecer:
“Colecta y atesora cada recuerdo sin importar el precio.”
Toman unos días de descanso, fue mucha información para digerir y procesar. A pesar de eso, sientes la culpa por no ayudar a tu familia, por no ser lo suficientemente fuerte. Tomas dice: “No fue tu culpa, no podías hacer nada ante esa situación. El responsable de la muerte de tu familia va a pagar por lo que hizo. Te prometo que te ayudaré en cualquier cosa.”
“Promete solamente lo que puedas cumplir.” Tus palabras lo dejan en duda sobre sus dichos, pero igual quiere mantener lo que te prometió.
Al volver al País de las Maravillas, se encuentran en la Casa de Muñecas. Tomas no le gusta este sitio, ve maldad, una muy oscura y maligna, peor que la de los brujos. Avanzan y se encuentran con unos niños en lo que parecía ser un castillo hecho con bloques gigantes. Una de ellos se acerca a ti para hablarte:
“Bastante loca. ¿Lo estás viendo? Las semillas de tu destrucción se plantaron hace mucho y ahora él recogerá la cosecha. Tu mente le pertenece; solo la has tenido en alquiler. Debes saldar tu deuda con él”.
“¿A qué te refieres niñita? ¿Con quién debo saldar deuda?”
La niña los permite entrar al castillo y a ti te deja pasar por la puerta. Por tercera y última vez, Tomas espera en el castillo y quiere saber la causa del por qué estos niños están ocultos. No esperaba que dijeran que huían y peleaban contra un monstruo. De repente, sale una muñeca gigante con tijeras y elimina a los niños que se revelaban contra lo que ellos le decían el Juguetero.
Se enfrenta a esa muñeca enorme hasta hacerla perder sus armas, luego corta las extremidades y por último apuñala su corazón. Nunca imaginó que unas muñecas satánicas y costara muchísimo derrotarlas. Aparece el Gato Sonriente y solo dice: “La libertad es tan valiosa para algunos que pagan por ella con sus vidas.”
Retornas de tu viaje de recuerdos y esta vez no llevas una mirada de confusión, sino de dolor y en tus ojos solo había furia. “¿Qué descubriste, amor?”
“Fue él. Todo este tiempo, las mentes que retorció y cambió. Lo negué todo, no lo reconocí. Mi hermana… todo es su culpa. Destruyó inocencias”
“¿Quién hizo qué cosa?”
“Mi doctor, fue él.”
Las palabras que dijiste dejaron mal a Tomas (entendió las tantas del Gato Sonriente que dijo durante el viaje). Pensaba que un doctor debía ayudarte con tu dolor, no hacer que olvidaras para fines oscuros. La ira lo invade y quiere con todas sus fuerzas matar a ese maldito.
Avanzan por la Casa de las Muñecas encuentrandose con el Juguetero, una personificación de tu doctor y solamente dice: “El coste por olvidar es alto.”
“¿Abandonar el recuerdo de mi familia?” Pasabas por un sinfín de emociones. Vergüenza, ira, tristeza, culpa. Era todo o nada la batalla que estaba por comenzar.
Tu amante quiere ayudarte a enfrentarlo, pero lo detienes. “Gracias por acompañarme en mi viaje Tomas, pero quiero encargarme yo de esta batalla. Gracias por todo” Le das un beso antes de enfrentarte al causante de tu dolor. El beso es tierno, le transmites todos los sentimientos que tienes, lo feliz que eres con él a su lado y tu roca para superar todo.
Antes de irse, Tomas vio cada personaje del viaje. Al Sombrerero Loco, que decía de tu falsa búsqueda y a la Reina Roja, que hablaba de que tu hermana sufrió antes de morir. El ninja quería matar a toda costa ese doctor. Mientras te enfrentabas a una personificación de él, hizo lo que estuvo en su poder encontrarlo. Aguardó con paciencia y esperanza que tu combate terminara.
Esperó y esperó, te vio dirigiendote hacia donde se hallaba tu doctor. Tomas simplemente fue tu sombra y comenzaste a enfrentarlo por todo lo que hizo, el abuso hacia los niños, retorcerles la mente hasta olvidar, prostituirlos e incluso lo que iba hacerte. Solamente mostró orgullo por sus acciones y te presumía que ibas a ser su obra maestra si hubiera hecho que olvidaras. “Una pequeña ramerita sin recuerdos de lo que le ocurre”
Tomas está al borde de la cólera y con intenciones asesinas hacia tu doctor, más cuando expuso la obsesión que tenía por tu hermana y lo que le hizo la fatídica noche del incendio. No soportas eso y usas el karambit de Tomas para apuñalarlo en el ojo de tu doctor.
El miedo brota de lo mas profundo de ti y sueltas el cuchilo. No sabías qué habías hecho y Tomas te consuela, llevándote lejos del horror. Te dice que hiciste bien en acabar con ese monstruo, que merecía ese destino o uno mucho peor y merecías paz.
Apenas Tomas vislumbra el cadáver y los habitantes del País de las Maravillas miran amenazante al Juguetero débil antes de abalanzarse sobre él y desmembrarlo. Tomas te lleva a que duermas y puedas procesar tus emociones. Se promete que no va a dejar que nadie te lastime, te manipule o haga olvidar lo que te ocurrió. Tus recuerdos te hicieron lo que eres ahora y no va a permitir que los destruyan.
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Ideas random que se me ocurren cuando me estoy lamentando por mi deplorable existencia ajajajaja
"—Mi príncipe —la suave mano de Daeron sostiene la de Jace con delicadeza. Su tacto cálido provoca una sensación hormigueante en su estómago, está lejos de sentirse como náuseas, pero cerca de algo que ha experimentado últimamente con las atenciones del alfa.
Jace no sabe si se debe a que es un omega recién presentado. Su madre le explicó que era casi milagroso que un omega naciera en la Casa Targaryen. Aegon el Conquistador fue uno, la Reina Buena Alysanne fue la siguiente, y ahora, más una década desde su muerte, Jacaerys se ha presentado como uno. A los doce años experimentó la dolorosa transformación de su casta, pasando la prueba con "honores" de acuerdo con las evaluaciones de los maestres. El rey Viserys, extasiado por la noticia, ordenó se informara de la buena nueva. Fue como si recuperara la energía, pues se afanó en que se realizara un torneo en honor a su nieto.
Se invitó a cada señor importante, por supuesto, y con ellos vendrían sus hijos, alfas y betas dispuestos a demostrar que podían ser dignos de la mano del príncipe Jacaerys aunque nunca se hubiera hablado de un compromiso. Como estaba las cosas, Jacaerys se vio envuelto en un montón de responsabilidades, de reuniones a las que tenía que asistir con un chaperón para conocer a los alfas y betas de los Siete Reinos.
Los pocos momentos que tenía para él los pasaba con su familia, aunque la reina Alicent hubiera prohibido a sus hijos acercarse a él. Aemond obedeció al instante, como el hijo devoto que se jactaba de ser. Aegon lo hizo para evitar más castigos. Helaena ni siquiera necesitó que se pidieran, ensimismada como era prefería sus insectos que con las personas. Pero con Daeron era distinto.
Como hermanos de leche, ambos había compartido un vínculo íntimo desde bebés, por lo que a pesar de los intentos de Alicent por alejar a su hijo de Jacaerys, Daeron solía pasar su tiempo en su compañía. Jugando, leyendo, soñando con lo que el mundo les depararía.
Justo como ahora. Daeron besando la mano de Jacaerys como un galante caballero. El omega dentro de Jace se regocijó antes sus atenciones y él le dedicó una sonrisa pequeña a Daeron.
—No puedo ser tu príncipe a menos que ganes el torneo, tío —enfatizó Jacaerys deseando que Daeron nunca soltara su mano.
—Si eso es así, entonces pediré prestada una armadura y entraré a las justas como un caballero errante —respondió Daeron—. Su Majestad verá mi valor y sabrá que soy el mejor aspirante para ser tu pareja. Nos comprometerá y reinaremos juntos.
Jacaerys se rió, extasiado con sus palabras.
—Hablas como si fueramos a gobernar después del abuelo. Te recuerdo que después de él sigue mi madre.
—¡Mucho mejor! —la alegría en el rostro de Daeron siempre es algo digno de ver. A diferencia de las muecas crueles de Aegon o del desprecio en la mirada de Aemond, el rostro de Daeron se caracteriza por la sinceridad en sus gestos; si está feliz, es porque sencillamente se siente así—. ¡Después de que mi hermana sea coronada, pediremos su permiso para viajar por el mundo! Volaremos en nuestros dragones a donde queramos. Iremos a Pentos, luego a Norvos y más allá, quizás hasta Qohor hasta atravesar el Mar de los Dothrakies. Y nuestros hijos...
—Espera, espera, ¿nuestros hijos?
—¡Por supuesto, es nuestro deber proveer de herederos a la Corona! —las mejillas se le tiñen de rojo en cuanto lo dicen—. ¡Pero no creas que sólo quiero hijos por eso!
—Ah, ¿y por qué sería? —dice de manera juguetona.
La cara de Daeron se ruboriza aún más, pero no desvía la mirada. Si hay otra cosa que admirar de él, es esto: su valor.
—Porque te quiero —confiesa Daeron con el corazón palpitándole fuertemente en el pecho. Jacaerys no tiene que verse al espejo para saber que él también se ha sonrojado—. Por eso quiero que seas mi omega, y yo... yo seré tu alfa, pero sólo si me aceptas. Y-Yo sé que los omegas no pueden elegir, pero si tú... si una mujer puede ser reina, entonces... un omega puede elegir con quien quiere casarse.
Las palabras de Daeron conmueven a Jacaerys profundamente y no le cuesta mucho tomar una decisión. Sabe que su chaperona está cerca (una de las hermanas de Ser Harwin), pero también sabe que ella no dirá nada sobre lo que va a hacer (posiblemente a sus padres, pero Jace metería las manos al fuego al decir que ni Rhaenyra ni Laenor le echarían bronca por esto).
Se suelta de la mano de Daeron, para usar las suyas para tomarlo de sus mejillas. Cuando acerca sus labios a la frente de su tío deposita un pequeño beso.
—Por ahora tendrás que conformarte con esto —informa Jacaerys cuando termina. Sus mejillas están profundamente rojas—. Cuando crezcamos... cuando estemos casados, podrás besarme de verdad.
Daeron parece tan impactado con lo que acaba de suceder, que Jacaerys casi se siente mal por haberlo dejado en tal estado. Lo que no espera es ver a Daeron caer de rodillas ante él, como hace un caballero al pronunciar sus votos, y levantar su mirada purpura hacia él con determinación.
—Juro por los Dioses Antiguos y los Nuevos, por las Catorce Llamas, por todos los Dioses que adoran en el Mundo, que tendrás para siempre mi alma y mi corazón, príncipe Jacaerys. Nada ni nadie podrán impedir que esté a tu lado —y para sellar su juramento, toma de nuevo la mano de Jace para besarla—. Siempre seré tuyo".
Mi hc es que Daeron se llevaba mejor con los hijos de Rhaenyra, y por eso Alicent pidió que se lo llevaran a Oldtown :(
O sea que después de esto, Daeron y Jacaerys fueron separados y el juramento fue olvidado (o quizás no)
Y un bonus extra de Aegon, Aemond y Lucerys planeando asesinarse entre sí por ser quien se queda con Jace jajaja
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El dolor de perderte
El corazón de Hinata, antes frágil, se volvió fuerte y feroz con el paso del tiempo y durante años había creído que eso fue gracias a su amor por Naruto, pero ¿Qué sabía ella sobre el amor? Ciertamente no sabía nada y lo comprendió el mismo día que perdió a su primo.
Aquel maldito día una parte de su alma había sido arrebatada de la manera más cruel. Nunca creyó que lo perdería, pero en la guerra cualquier cosa podía pasar. Eso lo sabía.
Las noches posteriores a la muerte de Neji lo había pasado mal, no existía paz en su corazón y la tristeza se apoderaba de ella cuando la luna se encontraba en lo alto del cielo. Su pecho le dolía cuando pensaba en él. Las lágrimas brotaban con facilidad y no podía hacer nada para evitar que cayeran.
«Es mi culpa —pensó—. Es mi culpa que él muriera.» Hinata lloró amargamente como lo había hecho desde ese entonces.
Un grito de dolor salió de lo más profundo de su ser. Jamás había producido un sonido tan horrendo, pero ya nada le importaba. Él se había ido y jamás lo volvería a ver.
Los sonidos de la noche eran lo único que le acompañaban hasta ese momento. La soledad la consumía y su mente se distorsiona. El dolor era abrumador. Pero, deseaba recordar los momentos que pasó junto a Neji. Aquellos maravillosos momentos en los que él la hizo sentir realmente importante y feliz. Ninguna duda existía cuando tomaba su mano y con una voz dulce, le decía que todo estaría bien.
«Oh, tonta de ti. — Le dijo una vocecita— Ni llorándole cien años lo trerás de vuelta»
La brisa gélida calaba en todo su cuerpo, pero estaba dispuesta a soportarlo. Eso no era la mitad del dolor que merecía.
Morir. Morir. Morir. Eso deseaba. Un deseo que arrastraba desde hace tanto tiempo. ¿Para qué vivir si no estás aquí? Mi sol y mi luna se han ido.
Hinata quedó perdida en sus pensamientos. La tristeza la envolvía cada vez más y los sonidos de la noche desaparecieron.
Pasos apresurados se dirigieron hacia ella, pero no giró su mirada en ningún momento. Quería desesperadamente reunirme con Neji. Pero después de tanto tiempo seguía siendo cobarde.
—Señorita Hinata— Dijo Ko. Su voz era tranquila, pero había algo de tristeza en ella. — No es bueno que se encuentre en este lugar. Hace demasiado frío y puede enfermar.
Ko puso sobre sus hombros una manta y la ayudó a ponerse de pie. Quería gritarle que se fuera, que no necesitaba de su ayuda, pero sus labios no pronunciaron palabra alguna.
Hinata giró su rostro hacia Ko y vio su rostro lleno de una profunda tristeza. No comprendió el porqué de su dolor y para ser sincera no le importaba. Volvió su vista al suelo y contemplo sus pies descalzos, los cuales estaban cubiertos por sangre y tierra.
No recordaba cómo había llegado a ese lugar. Tampoco recordaba si las heridas le habían provocado algún tipo de dolor, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su antiguo guardián sin embargo decidió ignorarlo una vez más.
En un momento inesperado Ko la tomó entre sus brazos y la llevó hacia sus habitaciones.
En el camino Hinata sucumbió al cansancio y cerró los ojos por primera vez.
Al despertar observó a su hermana dormida a su lado.
Trató de salir de su cama sin despertarla, pero fue algo inútil. El movimiento alertó a Hanabi de inmediato y sus ojos grises se posaron sobre ella. Su hermana había llorado o tal vez no durmió por días enteros. Aquellos ojos grandes estaban inyectados en sangre. Como hermana mayor era su responsabilidad cuidar y proteger a su hermana pequeña, pero esta vez le faltaban fuerzas para decirle que todo estaría bien.
— Déjalo ir, hermana —. Dijo en un susurro. La lagrimas comenzaron a brotar y sus ojos comenzaron a tornarse nuevamente de rojo. — Le has llorado lo suficiente, es momento de que avances.
—No tengo motivo alguno para avanzar —Dijo fuerte y claro. — Mi otra mitad se ha ido ¿No lo comprendes? Él era la única persona que me mantenía a flote.
Aquellas palabras resonaron en su mente como si de un eco se tratase. Tonta, tonta, mil veces tonta. Era tarde para reconocerlo, no había marcha atrás. Las pocas decisiones que tomó la habían llevado a la desgracia.
—¿Qué hay de mí? — La voz de Hanabi salió como un suave susurro. Y las lágrimas poco a poco se iban secando—. ¿Qué hay de nuestro padre y del clan? Piensa en Naruto y en el amor que tanto le profesabas.
«¿Estaba realmente enamorada de Naruto? — Pensó con amargura — ¿O estaba enamorada de la idea de ser como él? Ahora lo sabía, siempre lo había sabido, pero en su momento estaba cegada. «Su supuesto amor por él murió cuando perdonó al asesino de su primo». Eso era algo que la destrozó. La muerte de Neji no le había importado, Naruto sólo tenía sus pensamientos y su corazón en sus dos amigos, Sasuke y Sakura. Aquello le había dado vueltas a su mente una y otra vez. ¿Perdonaría a Obito si Sasuke hubiera muerto en lugar de Neji? Sabía la respuesta. Todos lo sabían. No existiría perdón para aquel que se atreviera a tocar a sus seres queridos.
Hinata sintió punzadas en las sienes. No quería tolerar esos pensamientos ni las palabras de su hermana, pero estaba tan débil que no podía ni gritar, aunque lo deseara. Lentamente se levantó de la cama y sintió que sus huesos le dolían.
El dolor de sus extremidades le hizo pensar que había dormido más tiempo de lo que creía. Ciertamente era algo que anhelaba, dormir para soñar con Neji.
— ¿Aferrarme al padre que me despreció? — La voz le había salido más fuerte de lo que esperaba. A pesar de tener eso en cuenta siguió arremetiendo contra su pequeña hermana—. Sacrificaría a todo el clan y a Naruto si eso me devolviera a Neji.
El rostro de Hanabi mostraba sorpresa. Sus ojos estaban tan abiertos que parecía que en cualquier momento saldrían de sus cuencas. La pequeña no dijo nada más y sólo bajó la mirada al piso. Sabía que eso la había herido, pero no pronunció palabra alguna para que supiera que no la sacrificaría a ella. Hinata sabía que era injusta con su hermana, ella no era la responsable de su muerte.
Hinata no estaba dispuesta a seguir con aquella conversación, y posó su vista a un punto fijo. Quería que su hermana entendiera el mensaje y en cuestión de minutos Hanabi salió de la habitación. La habitación ahora se sentía enorme y solitaria. Sin embargo, prefería la soledad. No quería hacerle más daño. La amaba, eso era verdad, era su única hermana y daría la vida por ella. Pero, sus sentimientos más profundos salieron a la luz por primera vez.
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Bueno, creo que ahora esta época de mi vida es en la que me estoy convirtiendo en mis tías jajaja, me empecé a ver 'Yo soy Betty, la fea' y ya estoy a nada de terminarmela ver. Que novelón, 100000/10. Obvio tiene sus cosas y ajá, pero lo siento muy confortante. Tengo varios pensamientos que quisiera decir, de lo que visto y recuerdo hasta ahora: No relacionados con el lore en sí de la serie: - Sé que la nueva temporada en Amazon ha tenido varias opiniones, especialmente negativas, y no abordaré sobre eso. Pero me hace pensar que hubiera estado chevere que hubieran hecho una serie tipo "precuela", es decir, una serie para enseñar el pasado de los personajes, tipo: Por qué los Valencia y los Mendoza son así como son, conocer a la hermana de Armando, como se conoció con Mario, incluso ver un poquito más de la amistad entre Betty y Nicolás. Igual y si seria complejo juntar todas esas historias, pero un spin-off precuela siento que podría servir. - Otra idea, que se me ocurrió, es que hubieran hecho un reboot a la serie animada, yo me ví un capitulo y no sentí tanta pena como creí que iba a sentir, porque tiene un guión decente, pero la animación si esta bien cutre. Igual estos son solo thoughts, ya cuando me terminé la serie y siga con 'Ecomoda' veré que tal esta la nueva temporada. Ahora sí quiero hablar de los personajes: *ejem* Más de un personaje en esta novela, no es hetero. Y me encanta. No sabía que en Colombia teníamos este tipo de representación en televisión, porque igual siento que, si hay un poco de homofobía pero no siento que los usen como una burla o una parodia, a demás de Hugo también hay otros personajes gay, el que más me impacto fue el de RagTela. Yo fuí tipo- whatttttt 👀- lo cual me agradó porque sentí que en los cap anteriores le estaba coqueteando a Betty, pero no fue de esos coqueteos si quiera tiernos, fue uno de esos incomódos. Y había su razón. (Jsksjks)
No alargaré mucho esto pero creo que diré algunos personajes que me hacen pensar que no son hetero: Mario, es obvio, minimo es bisexual. También amo cuando salen Sandra y Mariana juntas porque, asafdksj, no sé- se me hacen una pareja muy cute. También levanto un 🏳️🌈? a Wilson, que aparte de chismosito (y que debian agregarlo al cuartel de las feas), si tenía ahi sus momentos... especialmente con Freddy. Bueno, ya, sigo. Otros personajes que me fascinan, más que por su historia son los Valencia. Toda la familia de hecho. - Los tres hermanos, son huerfanos siendo cuidados por el mejor amigo de su papá. La novela hasta ahora solo se enfoca más que todo en Marcela y como ella si tiene un gran peso respecto a Ecomoda, su familia, etc. Pero aunque la novela no lo diga, definitivamente la muerte de sus papás si les afectaron a los tres, y teniendo en cuenta que los Mendoza tampoco son muy buenos padres:
*Daniel se volvió más distante. Su actitud fría y calculadora podría ser un mecanismo de defensa ante la pérdida y la falta de apoyo emocional, buscando llenar el vacío con ambición y control. *Marcela se volvió más dependiente emocionalmente. Su necesidad de aprobación y su dependencia de Armando reflejan su inseguridad y su búsqueda de estabilidad emocional que perdió con la muerte de sus padres. *María Beatriz... en la novela dicen que ella era la "fea", pero no explican si esto viene de antes, cuando sus padres aún vivían, o fue después de que los Mendoza los acogieran. Siendo así, y sabiendo lo superficiales que son los Mendoza, especialmente Margarita, no sería raro que, siendo tan pequeña y con los comentarios de Margarita como única figura materna, haya sido impulsada a esta percepción de sí misma. También podría ser que los Mendoza les prestaron atención, pero no la suficiente para entender lo que pasaba en su interior. Para evitar que se afligieran más o vivieran en una depresión interminable, les permitieron hacer de todo, enterrando el problema y ya. Igual y también quiero creer que la alegría que aún quedaba en María Beatriz mantenía unidos a los tres hermanos Valencia. A pesar de lo tontos o irrelevantes que pudieran parecer sus comentarios, Daniel y Marcela nunca parecían molestos con ella. Después de todo, era su hermanita, y su presencia era un recordatorio constante del amor y el vínculo que compartían como familia.
Y para terminar con esto, si me termino la novela y Mario y Daniel siguen solteros, los voy a shippear, ya dije. 👀
Me expandí mucho con los Valencia, quería hablar más de los otros personajes como Patricia y las del Cuartel. Pero siento que ya esta muy largo, y aun no tengo mis pensamientos claros sobre esos personajes.
Uy pero no- un spin off de los valencia - me ilusioné yo solita 😭
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