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#hecho en pavo
dabid-motozalea · 3 months
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🇹🇷 La majestuosa Puerta al Bósforo en el Palacio Dolmabahçe se encuentra en Estambul, Turquía. Este impresionante palacio, situado en la costa europea del Bósforo, fue el principal centro administrativo del Imperio Otomano desde 1853 hasta 1922, con la excepción de un período de veinte años en el que se utilizó el Palacio de Yildiz. Dolmabahçe no solo simboliza el poder y la opulencia del Imperio Otomano, sino que también destaca por su arquitectura que fusiona estilos barroco, rococó y neoclásico, representando una era de modernización y transformación en Turquía.
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cuchufletapl · 1 year
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La mayoría del tiempo siento una alienación y un dolor muy profundos por no haber conseguido socializar en mi pueblo, la soledad que eso acarreó durante la infancia (porque, por movidas familiares, yo iba al pueblo todas las semanas y no sólo en verano; lejos de mis amigos del colegio) y que todavía acarrea actualmente, y luego pienso en los rumores que me llegaban de los dramas de las peñas y digo hostia pues lo mismo esquivé una bala importante
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my-fortnite-blog · 1 year
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Epic Games is reportedly laying off 16% (approximately 900 people) of its employees.
Según se informa, Epic Games está despidiendo al 16% (900 personas aproximadamente) de sus empleados.
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Yesterday it was reported about the price increase in B-bucks (PaVos) and bundles in different countries in Europe, Japan, the USA, among others.
El día de ayer se informó sobre la subida de precios en los B-bucks(PaVos) y en los bundles en diferentes países de Europa, Japón, USA, entre otros.
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And today we are given the news of the dismissal of around 900 employees at Epic Games. Through the following statement, Tim Sweeney, the CEO of Epic Games, reports the reasons and problems that Epic Games is going through.
Y hoy se nos da la noticia del despido de alrededor de 900 empleados en Epic Games. A través del siguiente comunicado, Tim Sweeney, el CEO de Epic Games, informa los motivos y problemas por los que atraviesa Epic Games.
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All employees who were laid off will receive "six months severance and health benefits” (according to @jasonschreier on X)
“Todos los empleados que fueron despedidos, recibirán 6 meses de indemnización y servicios de salud”( decuerdo a @Jasonschreier en X)
In summary:
Epic is spending more than it earns to invest in the next evolution of Epic & Fortnite.
Fortnite: Creative is now more popular than Fortnite: Battle Royale, in terms of playtime
Fortnite is growing again, but because of Creative, which is a lower margin business than Battle Royale.
Epic has been spending less on marketing & events in an effort to reduce costs, which wasn't effective enough in the end, so they decided to lay off employees.
En resumen:
Epic está gastando más dinero de lo que gana para invertir en Fortnite y otros proyectos
El crecimiento en el modo creativo es mayor al esperado y el margen de ganancias es menor en ese ámbito ya que las ganancias se reparten entre los creadores de contenido.
A pesar de los esfuerzos para reducir gastos y costos ( está la principal razón por la que no hayamos tenido eventos) no fueron suficientes por lo que se tuvieron que despedir empleados.
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Epic confirms that they are focused on the following projects:
The next season.
Chapter 5.
Del Mar (Racing Mode)
Sparks (This is unknown what it is)
Juno (Collaboration with Lego)
Epic confirma que están centrados en los siguientes proyectos:
La siguiente temporada.
Capítulo 5.
Del Mar (Modo de carreras)
Sparks (Esto no se sabe lo que es)
Juno (La colaboración con Lego)
Donald Mustard…
At the time I did not talk about this because when I wanted to do it, the news had already been spreading around the web for several days, but it is a fact that the departure of Donald Mustard as creative director of Fortnite was already a warning of the problems that are happening with Epic Games.
En su momento no hablé de esto porque cuando quise hacerlo la noticia ya llevaba varios días circulando por la red, pero es un hecho que la salida de Donald Mustard como director creativo de Fortnite ya era un aviso. de los problemas que están pasando con Epic Games.
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However, I never imagined that the problem was so big. Many people lost their jobs and now the future of games like Fortnite and Fall Guys is uncertain. Let's trust that they can solve it, for now, if you really love Fortnite, play and consume Fortnite, it is the best way to support.
What do you think about all this? Leave me a comment!!
Thanks for reading me, Haru out !
Sin embargo nunca imaginé que el problema fuese tan grande. Muchas personas perdieron su trabajo y ahora el futuro de juegos como Fortnite y Fall Guys es incierto. Confiemos en que podrán solucionarlo, de momento, si realmente amas Fortnite, juega y consume Fortnite, es la mejor forma de apoyar.
¿Y ustedes, qué opinan de todo esto? Déjame un comentario.
Gracias por leerme, Haru fuera.
Credits to:
@Jorge_Most_ and @ShiinaBR on X
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charopchan · 2 years
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‘Macario’, este es el significado la cinta que inmortalizó a Ignacio López Tarso
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“¡Bienvenido a mi gruta, Macario!”, es una de las frases más conocidas de la película que convirtió a Ignacio López Tarso en una estrella de fama mundial y que, con el reciente fallecimiento del actor, es recordada por su relación con la muerte. 
Con 98 años de edad, el famoso histrión del Cine de Oro mexicano falleció este 11 de marzo, dejando un gran vacío en la escena artística nacional e internacional, quienes lo vieron brillar en la cinta ‘Macario’ dirigida por Roberto Gavaldón en 1960 y que fue la primera cinta mexicana en tener un lugar en los Premios Oscar. 
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El largometraje está inspirado en la novela homónima de B. Traven, quien tomó como referencia el cuento “La muerte madrina” de los Hermanos Grimm, y esta es la importante reflexión que nos deja sobre vida y la muerte. 
Ignacio López Tarso quedó en la memoria nacional por su interpretación en “Macario”
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“Macario, un aldeano sumamente pobre, desea comerse él solo un pavo, el cual comparte con la Muerte, quien, como agradecimiento, le entrega un agua curativa con la que hará milagros.”, es la argumento principal que sigue la cinta. 
En la historia, que cuenta con un inesperado giro hacia el final, nuestro protagonista vive obsesionado con la idea de poder comer todo un banquete el solo, puesto que siempre ha vivido en la miseria, por lo que su esposa se roba un guajolote para poder cumplirlo.
Sin embargo, Macario y su familia no esperarían que esto los llevaría a enfrentarse con un destino del que, aunque él lo intenta, no se puede escapar: la muerte. 
Esta es la reflexión que nos deja “Macario”
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El largometraje aclamado por su impecable fotografía, es una pieza imperdible del cine nacional, no solo por desarrollarse durante la época virreinal durante el Día de Muertos, sino por retratar la cosmovisión que existe en la cultura mexicana sobre ese plazo que nos llega a todos en algún momento. 
“Hay que tener consideraciones con los muertos, porque pasamos mucho más tiempo muertos que vivos.”, es una de las reflexiones que La muerte le dice a Macario.
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Representadas con velas en una cueva, la historia nos recuerda la débil línea que hay entre la vida y la muerte, lo frágil que puede ser la condición humana y que, sin importar cuanto se intente, el final de nuestra vida es algo que pasará inevitablemente.
“Esta es la humanidad. Aquí ves arder las vidas tranquilamente. A veces soplan los vientos de la guerra, los de la peste y las vidas se apagan por millares al azar.”, se expresa en el filme.
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Esta emblemático relato fue una de las más importantes de Ignacio López Tarso, y consciente de su importancia cultural siguió representando con entusiasmo en eventos como el “Festival de Vida y Muerte”, donde dio vida de nuevo a su legendario personaje.
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"Cuando nacemos ya tenemos nuestra muerte escondida en el hígado, o en el estómago, o acá, en el corazón, que algún día va a pararse."
Fuente: https://laverdadnoticias.com/espectaculos/Macario-este-es-el-significado-la-cinta-que-inmortalizo-a-Ignacio-Lopez-Tarso-20230311-0232.html
El texto fue hecho como parte de mi trabajo y con admiración a una de mis cintas favoritas del cine mexicano. La película se puede encontrar completa en YouTube.
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Imagen tomada de un post realizado en la página Leonora Carrington, el actor Ignacio López Tarso, una figura que dedicó su vida a la actuación en la obra 'El Rey se Muere', donde la misma Leonora Carrington trabajó como escenógrafa y vestuarista, además de realizar el cartel que se comparte aquí.
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angelsofchicago · 2 years
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Anything you say can and will be used against you, so only say my name.
Part I.
«Inspira… Espira».
Jay lo repetía una y otra vez. Eran pocas las fechas que marcaban la vida del americano, pero la del 21 de octubre sabía que sería para siempre. Con los nudillos de su izquierda, tocó la fría madera de la puerta de los Corson con una sutileza poco digna de él. Al otro lado del marco, abrió una señora con ojos apagados le sonrió y abrazó como si llevase sin verle varios años.
— Hola señora Corson, ¿Cómo está? — Pronunció en mitad de aquel abrazo.
— Me alegro mucho de verte, Jay. — Respondió, abriéndole paso.
Jay entró con confianza, sacando de una bolsa un par de paquetes muy bien envueltos para dejarlos sobre la mesa.
— Pastrami para Danny y pavo ahumado para ti.
— ¡Oh, Dios! Voy a estar comiendo esto hasta Navidad. Deja que te prepare un sándwich.
— No, no puedo. Me tengo que ir…
— Oh, bueno… Al menos podrás llevarte un trozo de tarta.
Encima de la mesa, lucía un pastel casero de chocolate intacto. Los ojos azules de Jay se posaron en él y después sobre el señor Colson, quien sin mediar palabra se levantó con los labios prensados y salió de la sala.
— Este día siempre es duro para él. No se la va a comer... Tendré que tirarla entera.
Con algo de remordimiento, o más bien llamándolo pena, Jay hizo un gesto con la mano y un ojo guiñado para acompañar a sus palabras e indicarle que se llevaría un trozo.
— Un pedacito.
Su siguiente destino no estaba demasiado lejos, tan solo unas manzanas más de aquel barrio residencial y llegaría. Su mandíbula apretada cada segundo más, prevenía de cómo se sentía por dentro. Jay no toleraba injusticias y perdía los papeles rápido. Aparcó frente a un hogar que podría parecer idílico, pero él más que nadie sabía lo podrido que estaba por dentro. Se apoyó sobre la carrocería del vehículo y abrió la fiambrera que la señora Corson le había preparado con la tarta, comenzando a comérsela con la vista puesta en una de las ventanas del hogar.
— Su permiso de conducir.
Una voz a su lado le hizo desviar su atención; era un compañero de la patrulla. El detective se hizo a un lado la chaqueta para dejar ver su placa policial.
— Halstead, inteligencia.
De la puerta salió un hombre adulto bien entrado en carnes haciendo aspavientos y acercándose al americano con furia.
— ¡Esto es acoso!
— Solo como tarta. — Dijo, haciendo una pequeña pausa al percatarse de que detrás suya estaba Lonnie, escondiéndose. Eso solo lo enfureció más. — Hoy era su cumpleaños.
— ¡Arréstelo! Lléveselo de aquí. — Le señaló aquel hombre en tono amenazante, mirando al policía que seguía junto a ellos sin entender qué estaba ocurriendo.
— Lo siento, tío. — Dijo el agente.
— Cabrones, os defendéis entre vosotros. Siempre igual.
— Hoy hace 7 años, Lonnie. HOY. — Jay se hizo aún lado para dirigirse al más joven de la escena. Una vena marcaba su frente conforme iba avanzando su voz.
— ¡Lárgate de aquí!
— 7 AÑOS. HOY CUMPLIRÍA 15.
La fiambrera salió por los aires haciendo que el trozo de tarta se destrozase contra el suelo. No podía controlarse cada vez que pensaba en lo que había hecho aquel animal, en quién había perdido, en todo el dolor que les había ocasionado a personas que quería.
El padre de Lonnie se situó ante él ante la reacción violenta de Jay por miedo a que le agrediera.
— Lárgate o pediré una orden de alejamiento.
— Algún día la vas a necesitar. JODER. — Pronunció el detective en dirección a su coche. — Tú y el enfermo de tu hijo.
Ante la mirada incrédula del patrullero, un Lonnie asustado y un Phil enfadado, Jay arrancó el motor y salió de la escena antes de perder los papeles por completo y hacer lo que había deseado hacer desde hacía 7 años. Era increíble que Lonnie no había abierto la boca ni una sola vez. Eso lo hacía aún más culpable de lo que sabía que ya era.
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lanuevajerga · 2 years
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HABRÁ UN LUGAR DONDE PODRÍAMOS ESTAR
Es genial llegar al centro de Sevilla y abrazar a tus amigos de toda la vida, vernos otro año más, estamos sanos, todos trabajamos. Es una una enorme suerte poder disfrutar de estos momentos, deberíamos valorarlos mucho más.
Tenemos mesa reservada en una bodega en el Arenal. Estamos a gusto, nos atienden de manera adecuada. Me paso al Pedro Ximenez, se me agarra a la garganta, me da calidez. Comemos, me encuentro bien. Hay otras mesas que también se van ambientando, empiezan a cantar villancicos y pienso que esto sí que se le parece algo a la navidad, buen ambiente, alegría, amistad, reencuentros...
La silla es un poco incómoda, el sofá de mi casa es todo lo contrario. El jaleo me hace teletransportarme. Hace unos días, sentado en él, me salió algo interesante con la guitarra y lo grabé en el móvil. De vez en cuando me lo pongo mientras mis amigos hablan cada vez más alto, intento descifrar si es bueno lo que hice o es realmente bueno, sé que no es una mierda, me lo han dicho. Me apetece tocar un poco, pero lo estamos pasando de puta madre, intento permancer donde estoy.
Madre mía qué temperatura hace en Sevilla en Diciembre, esto no lo tienen en ningún lugar del mundo. Viaja un poco, chaval. La calle está a reventar, vamos a una terraza pero dicen mis amigos que allí está sentado el Imserso, no entiendo esto. Andamos más. En realidad empiezo a estar cansado y el ajetreo de la calle hace que el mareíllo gracioso que tenía empiece a molestarme.
Quiero a mi nueva ducha, es increíble, no es para nada bonita pero sale el agua con una potencia y una temperatura que a veces siento que me llama desde lejos. Mi casa además es calentita, da el sol de lleno toda la mañana dejando un ambiente muy agradable el resto del día. Estoy arreglando mi estudio también, lo tengo puesto de tal modo que me apetezca tocar el sintetizador que me han dejado, coger la guitarra, trastear un poco. Espera, sí, quiero un Zafire con tónica, son diez pavos. Hola buenas tardes.
Diez pavos. Los pago, es normal en estas fechas, estamos con los colegas en el centro, no vas a pedirte un vaso de leche. El sitio es como un bar de copas, para mis gustos de bohemio trasnochado es feo de cojones. Pasan apenas veinte minutos y se convierte en una discoteca. No se puede hablar, la música está alta, huele mal, pero dicen esta gente que verás que se va a petar de tías. Me voy a la parte de fuera, qué mierda es esta cabrones, yo no puedo estar aquí.
Tengo una manta marrón de pelitos, da igual que sea fea, hay pocas mantas que no cumplan bien con su función. Coño, los Clippers juegan esta noche a las nueve y media. Cuando llegue voy a ponerme el disco a dúo de Sufjan Stevens y Angelo de Agustine, está genial, es tranquilito y dura lo justo para desvestirme tranquilamente, ducharme despacio y ponerme mi pijama chándal. Qué suaves pueden ser algunas noches previas al invierno.
Hay un hombre pegado a la puerta de cristal del antro este, le veo de espaldas, yo estoy fuera terminando mi copa de diez pavos, él está dentro. De repente se da la vuelta, lleva gafas de sol. Empieza a hacer movimientos como de estár tirándose a alguien así en modo "American Pie" mientras mira, manoseando el cristal y dejando ver su juguetona lengua, a las chicas que están en la mesa de al lado mía. El tipo lo hace bien, tiene práctica en hacer el idiota. Cada vez se pone más cerdo, las chicas se descojonan. Hay cola en la calle para entrar en este sitio. A veces cuesta sentirse parte del mundo.
Escapo de allí, quiero con locura a mis amigos, pero me doy cuenta de que tengo cosas mucho más interesantes que hacer en casa.
Pienso en que habrá un lugar donde podríamos estar los que ya no encajamos tanto como antes. Pienso que a lo mejor esa misma tarde he decidido que me voy a ir yo sólo a tomar por culo este verano. Pienso que a lo mejor, en Bulgaria, hay otra persona que ha tenido un día tal que le ha hecho pensar en la dirección que está tomando su vida y se pone a buscar vuelos al llegar a casa. Pienso que como el búlgaro y yo debe haber miles, cientos de miles de personas sopesando lo mismo pero que sólo unos pocos darán el paso. Pienso que tengo una crisis de los 40 como una catedral. Lo sé, y me da lo mismo.
Pienso que algún día, lejos de cualquier parte, nos encontraremos todos los que nos vamos pronto a casa, y no, las copas allí no valdrán diez pavos ni habrá carajotes que te hagan cuestionar seriamente las teorías de la evolución de Darwin. Sé que existe ese lugar, sé que algún día daré con él.
Allí, el sol cae muy despacio, estamos descalzos, hablamos en círculo, tenemos una conversación alegre e intersante. También hay cerveza helada, gente sana, no sólo de cuerpo, y surge la magia, y el tiempo se detiene, y nos damos cuenta de que sólo se trataba de mirar un poco fuera del camino marcado, de virar de vez en cuando.
Alejémonos para volver a encontrarnos.
Por favor.
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chang-chito · 2 years
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24 de Diciembre, 2022
Recuerdo que fue la ultima navidad en la que estuvimos todos juntos, la felicidad en mi casa no era complicada de encontrar cuando era asi. Eramos una familia singularmente feliz en un pais como este. Recuerdo que ya era de noche, se juntaron para ver “El regalo prometido” cuando llego tu mensaje. Yo estaba preocupado, no se, las formas para encontrar felicidad en tu familia eran diferentes o tal vez se me hacian complejas porque nunca estuve tan cerca, te amaba desconocida y eso nunca estuvo bien. Como eras el retrato romantico de la damicela nostalgica arrancada de una pelicula de Sofia Copolla, siempre cometi el delito de hacerte mas sustantivo que verbo. En una casa llena de alegria lo unico que me quitaba el orden era como estabas tu, tu amaba mal pero lo hacia, lo prometo. Tu hermana te habia tomado fotos, tu siempre tuviste problemas serios sobre como poner las manos, pero estabas hermosa. Como Rodolfo, tu cabello era rojo como la grana y de un brillo singular, lamentablemente aun Santa no habia bajado a gritartelo. Recuerdo que fui a mi cuarto a hacer lo que empezaba a ser mi oficio mas preciado, abri los tres programas de edicion que tenia y empece a mover los circulos de derecha a izquierda con torpeza. Mas exposicion, reducir los blancos, hacer el mismo jueguito de la curva que solo agregaba un contraste opaco, seguro hice muy poco, ridiculo yo estaba intentando ediar un Soroya. Hermosa, Arrebol, siempre tan hermosa. Hoy tambien he dejado la mesa, ya no estan mis dos hermanas y con ella se fueron las risas faciles y las peliculas, tratare de ver The Crown con mis papas ya que tu me dijiste que no tenia escenas de sexo que incomodaran. Dos capitulos ya lograron quitarnos la nostalgia mientras se hacia el pavo, que de hecho hice yo, mi amor, parece que cada dia voy mejorando y menos personas tendran que ver la mierda que tu espectaste por meses. Escucho a mama cortando lechuga para un esposo que se va haciendo mas viejo, escucho a hugo caminando entecortado ya que le hemos puesto una botita para que no se rasque sus heridas, escucho a pelos tratando de dormir redeado de cohetes, casi todo esta como te lo conte y como te lo seguiria contando, casi todo excepto yo. Espero tu casa este muerta de emocion al ver la canasta que te dieron en tu trabajo exitoso y si no es asi, ya llegara, eres mi genio, recuerdas? El estado fallido no te merece, una ong seguro que tampoco, pero sera mas bonita. Si tuviera valentia podria saber algo de ti, pero no me da, no me dan los hombros, ya asi me cuesta dejarte de soñar. Messi gano un mundial, nosotros perdimos el repechaje, tantas cosas que hubieran ameritado audios largos y aburridos que tenias que escuchar, sin ellos seguiras mejor, mi vida, sin ellos y sin el emisor. No he parado ni he escribir y no he editado nada como cuando hago mi diario, dicen que el peor enemigo de un escritor es la goma de borrar, indisciplinado me acojo a esas frases para justificarme. 
Perdon, Arrebol, perdon cada dia
Te extraño esta navidad
Atte. Pompoko
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kittytvng · 2 years
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‘  estuve viendo un par de recetas en internet ¿sabían lo difícil que es intentar hacer un pavo?  ’  tal vez por eso es que esa no iba a ser la cena esa noche, un par de platillos mucho más sencillos de elaborar y con los que no corría el riesgo de que sus hermanes terminasen en el hospital.  ‘  es la primera vez después de mucho tiempo que estamos reunidos los cuatro y quería hacer algo especial.  ’  el hecho de que talay estuviese ahí, por fin, después de tanto tiempo, merecía una celebración.  ‘  ¡y hay regalos! hasta los gatitos tienen regalos~  ’   /   @malaitg, @veecys, @ttanglay​ .
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you-moveme-kurt · 2 years
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Glee «The revenge of the onion»
Noviembre de 2041
-Ok, veamos como va todo por aquí… —dijo Kurt mientras se ponía un guante para horno que hacia juego con el delantal que llevaba sobre la ropa elegante, estaba en al cocina encargándose de los últimos detalles de la cena de «Acción de Gracias» que, como había sido tradición por la proximidad del departamento con el epicentro del desfile de Macy’s, todos habían votado para que fuera en New York nuevamente— perfecto como siempre…  —añadió mirando el termómetro en el pavo que se asaba en el horno, tomó una pequeña taza y lo roció con caldo una vez más— creo que con eso será suficiente… perfecto Kurt Hummel-Anderson, no me pones más viejo… te  pones mejor…  —dijo auto dedicándose palabras de felicitación— a seguir con lo otro…  —agregó moviéndose por la cocina tomó un cuaderno que tenía sobre la mesa y leyó la lista de cosas por hacer y ´puso un ticket de listo en la tarta de de calabaza, la salsa de arándano y la de carne— ahora a lo que queda…  —dijo poniendo el cuaderno de vuelta sobre la mesa, tomo uno de los cuchillos y se dispuso a picar cebolla — por favor no me hagas llorar… —pidió mirando el vegetal, tomo aire y se puso en aquello comenzando a derramar lagrimas en cuanto le quito la primera capa a la cebolla. -¿Donde esta el resto de las copas?...  —preguntó Blaine entrando en la cocina. -¿Como?...   —respondió su esposo como sollozando. -Las copas… me faltan dos, en el gabinete de la sala solo habían… oye… ¿estás bien?...  —dijo acercándose al verlo limpiarse la nariz y escucharlo sollozar como cuando terminaban de ver «Moulin Rouge»
-Estoy bien… esto no lo esta… —añadió señalando la cebolla a medio picar. -Claro… pero, ¿por que picas cebollas?, creí que lo de picar había quedado listo ayer… yo personalmente recuerdo haber cortado unas cuantas verduras… —dijo Blaine alcanzando un paquete de pañuelos descartables desde uno de los cajones. -Lo se, pero esto es algo de última hora… -¿«Última hora»?, más explicaciones por favor…—añadió entregándoselos. -Veras… ayer hable con mi suegra… —Blaine alzo una ceja con suspicacia divertida al escuchar aquello— ya sabes, por lo del vuelo, las entradas al desfile, ese tipo de cosas— añadió sonándose tres veces antes de seguir explicando— y entre la conversación  me contó que su mamá, es decir tu abuela… preparaba el puré de patatas de manera tradicional, pero que al final le agregaba trozos de cebolla y guisantes… -Ok… -Entonces, me pareció que sería una buena idea traer ese recuerdo a su corazón este día… ¿que?... —pregunto al ver que Blaine lo miraba como a punto de reír. -Nada, es decir… ¿por qué quieres congraciarse con mi mamá?... ¿qué hiciste?.. -¡Oye!, yo no he hecho nada y tampoco quiero eso de congraciarme… solo, no se… le debo mucho a esta persona… si no fuera por ella… tú no estarías aquí… -Oh... eso fue muy dulce… bastante cursi, pero muy dulce…—dijo Blaine sonriendo, Kurt alzo una ceja y levantó un hombro orgulloso de su comentario dulce y cursi. -Y juro que me hubiera gustado ahorrarme todo este sufrimiento comprado una bolsa ya lista y picada, pero las cosas escasean en las fiestas… —termino por decir desechando los pañuelos usados, se lavo las manos y se puso nuevamente frente a la tabla de picar. -Claro...oye,  ¿por que no usas esos lentes que compraste?... —sugirió Blaine hacienda ademán de ir a por ellos. -Porque son estúpidos… -Fue tu idea… —advirtió su esposo medio sentándose en la mesa del desayuno -Lo se. pero fue una compra compulsiva a las 2 de la mañana… nada bueno surge de ese tipo de  compras… además, es solo media cebolla que necesito, no más… — respondió tomando un poco de aire como para buscar dentro de sus pulmones la valentía para seguir con  la tarea —dime que necesitas… con un demonio… —exclamó al sentir que la cebolla  liberaba las diferentes sustancias químicas, las enzimas, los aminoácidos sulfóxidos y los compuestos azufrado de una sola vez,  casi como si se vengara de Kurt por cortarla en trozos tan pequeños y regulares. -¿Quieres que yo lo haga? -Por que?, ¿eres inmune a todos estos gases?… —preguntó volviendo a lo de sonarse y enjugar sus lágrimas en repetidas ocasiones. -No… -¿Entonces? -Entonces… solo me ofrecí porque quería librarte de un sufrimiento, pero como no aceptas mi ayuda… puedo ofrecerte un remedio infalible… -¿Si?...¿cual?... -Este… —dijo abrazándolo por la espalda, le dio un par de besos en el cuello y luego le tomó la cara para besarlo en los labios, Kurt sonrió y giró hacia él para besarlo de vuelta y con ganas. -Vaya remedio… —dijo suspirando— oye, ya no tengo lágrimas… —agregó señalándose la cara -Te lo dije… -¡Ahí tiene tu venganza cebolla del demonio!… —exclamó Kurt mirando el vegetal, Blaine sonrió de maravillas y Kurt no pudo evitar perderse un segundo en su mirada —nunca cambies Blaine Anderson-Hummel… —añadió suspirando— ahora a terminar de una vez y para siempre…—dijo dándole otro beso pequeño y rápido antes de apartarse para seguir con los últimos preparativos— dime lo que necesitas…—dijo comenzando a picar lo más rápido posible— te escuche decir que faltaba algo… -Si, pregunte por las copas…—dijo Blaine mirando a su alrededor. -¿Copas?, ¿qué copas?…. con un demonio… —repitió mientras sentía más lágrimas caer y movía el cuchillo como si su vida dependiera de ello. -Las altas con borde dorado, faltan dos… -Pues empiece buscando en el piso de nuestro baño junto a la bañera… —dijo Kurt alzando una ceja con picardía . -Ah… —añadió Blaine como recordando algo— había olvidado nuestra noche  de anoche… -Oye, eso es bastante ofensivo para mí y para mi ego… —sentenció Kurt terminado por fin, puso la cebolla picada en un tiesto de vidrio y lavó la tabla, la cuchilla y sus manos para evitar más gases vengativos y azufrados. -Lo siento, pero debes saber… -Papá, «Papáblen»… ¿son ustedes acaso?… —pregunto Noah llegando a la cocina con «Desmond» y «Mister Stephen Wishkers» entre sus brazos. -Lo somos hijo… -Cariño, ¿qué te dije sobre cargar a ese animalito?... aún no te recuperas bebé… —advirtió Kurt acercándose al pequeño, le hizo unas musarañas al gato hasta que este se vio forzada a  abandonar los brazos de su amo. -Es porque tiene un problema… —replicó Noah siguiendo a su mascota -¿Un problema?... ¿qué problema hijo?... —pregunto Blaine siguiéndolo a él. -Creo que esta enfermo… -¿No es un tipo de gripe mortal o algo?... —añadió Kurt alejándose un poco. -Kurt… —dijo su esposo mirándolo con reprobación, este murmuro un «¿Qué?» y siguió en lo suyo. -¿Por qué crees que esta enfermo hijo?... —dijo Blaine bajando a la altura del más pequeño de la familia. -Porque estábamos con «Desmond» y «Mister Stephen Whiskers» hizo así… —dijo Noah simulando  una arcada, Blaine dio un respingo sorpresa y Kurt otro como de asco  — después no quiso comer sus croquetas… —añadió preocupado. -Seguro no es nada cariño, los gatos son así de… raros… en ocasiones… —dijo Kurt volviendo a lo de la cara de asco y pensando que en realidad quería decir «repugnante» y «cochino» -Pero yo creo que debe ir al  «dopstor»… puede ser algo grave, yo leí todo al «respepsto» -Cariño, dudo que exista un veterinario de guardia el día de «Acción de gracias», mañana seguro y conseguimos la primera de las citas… —dijo Kurt como sentenciando el asunto, Noah bajó la cabeza entristecido y Blaine no pudo evitar no solidarizar con él, le acarició la espalda e hizo una mueca de tristeza con su cara. -Tal vez podemos llevarlo a urgencias… creo que hay un hospital… -Blaine… —interrumpió Kurt dejando a su esposo con el ademán de revisar su teléfono— ¿puedo hablar contigo un segundo?...—dijo señalando hacia atrás y por sobre su hombro Blaine le sonrió a Noah y partió hacia él como en cámara lenta, Kurt era el mejor hombre de la tierra, pero bien sabía que cuando el gato estaba involucrado, no era mucho lo que podía esperar de él.
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mutantes-sinmas · 2 years
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Qué dia hoy, mara meva!... toda la mañana con gestiones burocráticas de esas de las que me gustan, y esta tarde he pagado los cuatrocientos pavos de multa que me puso la guardia urbana el otro dia... he aprendido algo? La burocracia me cuesta, pero ahí voy pasito a pasito y con respecto a pagar ppr saltarme las normas tb estoy aprendiendo la lección. Hoy ha sido el primer día que he respetado las reglas, y he tomado la decision de que va a ser así a partir de ahora. Porque siempre voy como si tuviese prisa y un poco inconsciente en muchos momentos, arriesgando sin necesidad alguna mi vida y bacilando a los guardias por el mero hecho de la adrenalina que supone y porque me gusta bacilar. Así que eso se acabó. No pienso pagar ninguna multa mas, ni bacilar, ni arriesgar así facil mi vida... así que ole yo y mi nueva forma de ir por la vida, hoy es un día para celebrar, sé que mi yo del futuro va a agradecer este gesto...
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lovedonut · 2 years
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Rise! Leonardo x tu
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Es un Oneshot! aunque Honestamente es el primer cap de un libro que tengo en Wattpad llamado "Growing Love" :], espero les guste!. :D
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Estar en un salón con temática de cóctel realmente no es como ___ planeaba que fuera su noche, pero  aquí estaba ella con su mejor amiga Mika con quien solo estaba hablando puras pendejadas sin ningún punto de base cualquiera.
Ahora¿como llegaron ahí? pues básicamente.....
Era otro día cualquiera en el Rise Academy, donde siempre se repite lo mismo.
•Despertar
Lo que normalmente consiste de puro caos todos buscando sus útiles, arreglando sus uniformes y la mayoría socializando... enserio de ¿dónde sacan tanta energía para gritar tan temprano?, varios profesores han dicho que la casa Hokori es probablemente la mas hiperactiva de esta Academia, de ahí siguiéndole los provenientes de la casa Doki...
Terminando de esto procede
•Desayunar
Probablemente mi actividad favorita ya que puedo ver a Mika, una chica de cabello largo de color azabache,  que siempre tiene su reconocido moño en su peló, es parte de la casa Sakusei.
y hablando de ella ahí esta en su esplendor....
"Hey Mika!" grito ____ mientras corría a acercarse a la peli-negra quien simplemente voltio a verla con una sonrisa, mientras se quitaba sus audífonos. "____! al fin llegas, ahora ¿por que llegaste tarde a la cafetería?" pregunto su amiga, a la misma vez tirándole un sándwich hacia su dirrección, sabiendo perfectamente que ____ se le habría olvidado el claro punto de esta cafetería... alimentar a sus alumnos,"GRACIAS ERES LA MEJOR!" dijo ____ y rápidamente se sentó alado de Mika, quien sólo sonrió y espero a que respondiera su pregunta anterior, "y esta vez llegue tarde SOLO por que estaban haciendo un relajo mis compañeros de habitación,  portales abiertos por dónde sea y otros haciéndole bromas a sus amigos" recalcó ____ con una tonalidad monótono pero Mika podía ver el pequeño brillo de sus ojos (c/o) cuando menciono sobre las bromas.
Algo que la peli-negra sabía bien de su querida amiga, es que no importa cuanto dice que odié a su casa, ella realmente le tenía un gran cariño especialmente cuando hacían tonterías como esas, asi que Mika solo río y dijo "aja, haste la simulada que no tuviste nada que ver con eso", _____ al terminar de comer su bocado del sándwich simplemente mencionó "QUE? YO? HAH-...claro que no-" Mika solo se le quedo viendo "tal vez...PERO, PERO después paso lo peor, EL MALDITO PAVO ENTRO Y NOS---" en ese momento como si las leyes de la vida no estuviera a su favor de la estudiante de pelo (c/p), el profesor paso cerca de su comedor, Mika trato de callarla pero la (c/p) siguió y ya era muy tarde.
"___!" grito el Profesor Hayato "a la concha de mi mamá-" procedió a decir ____ en voz baja continuando en una voz de lo mas normal "heeeey~ profe~" "Ve a dar 20 vueltas al rededor de la cancha para que te enseñes a respetar a tus Maestros" respondió el Profesor Hayato con una gran elegancia, y después siguió con su camino.
"AGHHH" Mika simplemente movió su cabeza de un lado al otro, mostrando claramente sin ninguna palabra su decepción hacia _____.
terminemos diciendo que ____ apenas y pudo terminar las 20 rondas ya que varias veces casi se desmayaba.
No fue un buen desayuno.
•Clases
Las clases son como cualquier otra, tenemos las clases básicas 'Ingles' 'Español' 'Biología' e 'Historia' las cuales son clases compartidas entre casas, osea todas las casas de sus respectivos grados se juntan a tomarlas,  y luego las clases especiales, cada casa tiene clases particulares, las de la casa Hokori siendo Kendo, Estrategia y Hokori mystic.
Las cuales ____ siempre termina herida especialmente en las de Kendo, Mika nunca deja de preguntarse como carajos sigue viva...
Pero ese día la clase de estrategia fueron canceladas por el maestro principal Nyx, (para el alivio de ___ ya que no había hecho la tarea), esto sucedió ya que el dicho maestro tenia un anuncio para hacer, dicho anunció que ___ no prestó atención a.
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Por lo cual, cuando llegó la noche y vio que todos sus compañeros estaban buscando varios diferentes vestuarios, quedo por decirlo simple, estupefactada y extraño ya que ni su amiga que siempre estaba en su teléfono le contestaba sus mensajes...No fue hasta que una compañera se le acerco.
"Oyes ____, ¿no te vas a arreglar? ya mero es hora para irnos" la chica era bella ojos color miel, cabello esponjoso y radiante de color cremita se podria comparar con aquello de una oveja, el vestuario que llevaba era un elegante vestido de color coral que ajustaba muy bien su figura.
si fuera por ___ le pide que sea su amada en esos momentos, claro de broma, ya que la chica llamada Nina ya tiene novia, además que ____ realmente no siente lo que es amor hacia ella mas que nada admiración.
"¿arreglarme? ¿para que? más que nada ¿por que todos se estan arreglando me perdí de algo o?" pregunto ____ con honesta confusión, la chica llamada Nina se acerco a la cama de la (c/p) y se sentó en la orilla "____, mor ¿como que para que? ¿acaso no escuchaste al Profesor Nyx? literalmente canceló la clase de estrategia para que tuvieramos tiempo de arreglar todo para cuando vayamos al evento que organizó Big Mama" respondió Nina con la misma confusión que ____ "¿QUÉ- ENTONCES POR ESO SE CANCELO? a la madre estoy más perdida, con razón Mika no contesta mis mensajes...eso o me puso en silenció después del spam que le hice-" Nina simplemente se comenzo a reír a carcajadas y procedió a tomar a la (c/p) de la mano para ayudarla a arreglarse.
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Lo cual nos lleva de vuelta al inicio.
____ hablando con Mika de cualquier cosa que ven alrededor del salón, y saludando alguno que otro compañero o compañera que se acercaba, pero claro toda diversión debe llegar a su fin.
Ya que Mika tuvo que despedirse, por que por algun motivo había algo mas importante que estar con ____, pero aun así se despidió y ____ quedo sola en esa esquina donde antes estaba con su amiga.
Podría ir a buscar a otras personas pero ¿realmente quería hacer eso? honestamente no.
Asi que solo se quedó ahí, hasta que alcanzo a ver una mesa de bocadillos, verán El Profesor Pavo- digo Hayato les había dado una clase de etiqueta anteriormente, ya que segun el "deben de tener elegancia para poder manejar la espada".
En esa misma clase de etiqueta, el había mencionado que los bocadillos en eventos, normalmente solo estaban de adorno, ya que el punto principal era socializar, claro normalmente ____ le haría caso (no realmente) pero ver esa dulzura de varios distintos postres simplemente no podía detenerse, además no esta haciendo nada ¿que podría pasar?.
Asi que se acerco a la mesa de bocadillos y agarro algunos cuantos, _____ después procede a buscar un sillón vacío donde podría sentarse, parecía que la suerte estaba de su lado cuando vió uno cerca de la pared, listo para ser tomado por ella, de ese modo se dirigió hasta allá y se acomodo para comenzar a comer los bocadillos que había elegido.
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-Mientras esto ocurría, algo interesante pasaba del otro lado del salón -
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Leo no estaba muy seguro de que hacer, claro estaba muy satisfecho con la atención que le prestaban los alumnos de la casa Hosuke, unos bromeando , por lo cual el les regresaba el chiste, pero cuando otros preguntaban sobre como exactamente fue que el y sus hermanos pudieron detener al Kraang, no sabía que decir exactamente, el mismo no quería recordar que tanto hizo sufrir a sus hermanos o cómo casi los perdía, esas preguntas simplemente abrían heridas que honestamente aun no cerraban completamente, asi que dijo lo primero que se le vino a la mente para escapar esa situación.
"bueno, bueno toda esta atención es genial y todo, pero tengo que ir a ver a mis queridos hermanos, ya que quedamos en vernos, asi que me tengo que ir!, ba-bye"
Mientras Leo se alejaba del pequeño circulo que se había creado al rededor de el, alcanzo a escuchar a unos regresar su adiós mientras otros simplemente quedaban decepcionados que sus preguntas no fueron respondidas.
Honestamente Leo había mentido, nunca quedo en verse con sus hermanos, aunque eso podria verse ya obvio, pero aun así fue a buscar a su gemelo querido, quien sorprendentemente no fue muy difícil de encontrar ya que parecía estar en la misma situación que el, aunque la diferencia era obvia ya que la tortuga morada se miraba muy emocionado de estar explicando como funcionan sus inventos a los otros alumnos interesados...muy interesados-, pero que hay de esperar eran de la casa Sakusei, literalmente lo suyo era la tecnología y la creación.
Pero eso no paro a Leo de 'mejorar' todo con su presencia, asi que se acerco a Donatello y le puso un brazo sobre su hombro, esta acción es respondida con Donnie preguntándole "¿que estas haciendo?" con un tono de voz aburrido, la tortuga de color azul al escuchar esto solo suelta una pequeña risa y le contesta "no puedo creer que hayas olvidado que nos quedamos en ver" esto lo dice mientras se limpia una lagrima inexistente de su ojo, "¿que? nunca quedamos en eso" la tortuga de color morado le responde como si fuera lo mas obvió del mundo, esto simplemente fue respondido por un codazo de Leo, una seña que significaba  'sígueme la corriente' claro nunca perdiendo la sonrisa que se mostraba en su cara, lo cual Donnie le hace caso de mala gana, no sin antes despedirse de los alumnos que estaban ahí.
"Leo" Donatello comienza seriamente "¿sí mi hermano?" "¿Por que carajos hiciste eso?" Donnie procede a decir viendo a la tortuga de azul fijamente "¿Qué? ¿acaso no puedo pasar tiempo con mi hermano favorito?" respondió Leo inocentemente, lo cua es respondió por Donnie, no con palabras pero una mirada que podía decir mas que varias palabras podrian.
"¿Qué?, agh es que simplemente me sentía algo sofocado" procedió a confesar Leo esto ocasiona una risa de parte de Don "¿tú? ¿sofocado?, Leo que siempre anda buscando atención ¿se sentía sofocado?" esto lo dice de la manera más dramática posible "wow, este será el fin del mundo", Leo simplemente se le quedo viendo a su gemelo querido, "desprecio...esta bien bien, bueno ahora que me has separado de los otros seres como 'muah', ¿que quieres hacer?" terminó preguntando Donnie, lo cual Leo procede a sonreír y contesta "honestamente no tengo idea, simplemente quería separarme de los otros, pero podemos ir a buscar a Mikey"  "claro, pues está allá y se ve muy alegre" respondió Donnie apuntando a la dirrección donde se encontraba su hermano menor, Leo voltea a ver dicha dirrección y dice "ok, tal vez dejémoslo para que se divierta" esto ocasionando una reacción instantánea del morado, para voltear a ver a su hermano en azul "Y DECIDISTE ¿NO DEJARME A MÍ DIVERTIRME?, al fin había encontrado personas que entendían mis inventos y mostraban apreció hacia ellos"  Leo simplemente ignoró a su hermano diciendo"tú eres una historia distinta".
Mikey durante su platica sobre los diferentes tipos de artes con otros alumnos, alcanzó a ver a sus hermanos de la esquina de sus ojos y decidió acercarse a ellos, entonces se despidió y fue a ver que estaba pasando exactamente con sus dos hermanos.
Donatello seguía dramatizando de lo anterior, y como al fin encontró a los suyos, durante ese tiempo Leo se canso de escuchar las disputas de su gemelo y comenzo a observar su alrededor, no fue hasta que sus ojos cayeron en una cierta persona que honestamente no conocía pero le llamo la atención.
Era una chica que se encontraba sola en un sillón cerca de la pared, su vestido era hermoso de un color (c/f) y se le miraba comiendo un pequeño cupcake, Leo no sabía de dónde le llegó tanto interés de saber quien era, o hasta de acercase a simplemente hablarle, el había quedado hipnotizado,  ¿cuanto tiempo se le quedo viendo? ni idea pero el tiempo no parecia  pasar, no fue hasta que escuchó alado de el un pequeño grito de su hermano menor "LEO ¿ESTAS AHÍ?!?!", en ese momento Leo salió de su ensueño y voltio a ver a sus dos hermanos el menor viéndolo con preocupación mientras que su gemelo con confusión.
Mikey le pregunta a su hermano "¿estas bien? estas todo rojo ¿te sientes mal? nos podemos ir si quieres!, dejame ir a hablarle a Raph", Leo al escuchar de como estaba se avergonzó y al querer decirle a mikey que esta bien, el pequeño ya había desaparecido a buscar a su hermano mayor.
En ese momento Donnie le habló y Leo voltio a verlo, esto sin antes voltear a ver el lugar donde estaba la chica para ver si seguía ahí,  Donnie claramente se dió cuenta que voltio a ver a otro lado antes de verlo a el, asi que el al igual que su hermano checo que le había interesado tanto a su querido gemelo.
Leo al percatarse de dicha acción, inmediatamente supo que ya valió madres.
Donatello voltea a ver a su hermano con una sonrisa y tono algo burlona y dijo "que tienes hermano querido?".
Leo sintió todo su ser paralizarse no podia responder con palabras coherentes todo lo que decía terminaba siendo un simple tartamudeo, la sonrisa de Donnie creció más en ese momento, ya que sus cálculos cerebrales fueron acertados de lo que estaba pasándole a Leo.
Leo tenía un pequeño crush.
Donnie no lo podía creer su hermano que siempre penso que quedaría solo,  estaba admirando a una chica que solo vio una vez, la tortuga de caparazón suave no iba dejar esta oportunidad pasar, de poder burlarse y chantajearlo.
Leo por obra del espíritu Santo pudo mantener su postura y al fin dijo algo coherente "nada solo estaba admirando el salón a y te diste cuenta que hay bocadillos alla?", sonriendo como si nada hubiera pasado, al mismo tiempo que la tortuga de orejas rojas estaba rezando de que Donnie realmente no se hubiera dado cuenta y que su gemelo solo estaba sonriendo por otra cosa, nada que ver con el, en ese momento pareció que cualquier ser superior escucho los rezos de dicha tortuga, ya que Mikey al fin había regresado con Raph, respirando profundo y apunto de proclamar que estaba bien, Donnie lo corto diciendo "parece que Leo vio algo interesante".
Que se valla a la jodida cualquier ser superior que claramente no existe.
Leo estaba en problemas.
La tortuga azul entrando en panico procedió a decir "si algo muy interesante como la mesa de bocadillos-" , Donnie responde con "si claro, creo que viste un bocadillo especial ¿verdad?", esto ocasiona que Leo se vuelva mas rojo que un tomate, poniendo la mascara de Raphael en vergüenza.
Mikey al fin hablo solo para decir "MIRA RAPHA LE ESTA PASANDO OTRA VEZ" el hermano menor entrando en pánico sobre lo que le sucedía a su hermano.
Mientras que Raphael estaba... confundido, por ponerlo simple, digo tenemos a su hermano menor diciendo que Leo esta mal, pero del otro lado tenemos a Donnie con una sonrisa que como hermano mayor sabe que significa problemas y para acabarla el ahora supuesto "lider" no puede decir ninguna palabra coherente para callar a Mikey.
Raph necesita respuestas y sabe que no vendrían de Leo o de Mikey asi que se acerca a Donnie..digo si esta asi de calmado y sonriendo significa que debe saber algo..verdad?
"Donnie que esta pasando?", la tortuga morada lo voltea a ver contestando algo muy simple "oh nada, solo Leo admirando a alguien"
Raph se esperaba todo menos eso
Su hermano menor, el mismo hermano quien siempre se mostraba con orgullo y confianza ahora se muestra todo nervioso y avergonzado por una simple persona que vió por ahí, y el, no como Donnie que solo esta gozando de todo esto, el va a ayudar a su hermano a aunque sea hablar con aquella persona que lo tiene así.
Entonces se acerco a Leo y le puso un brazo sobre su hombro y le dijo "entonces...quien es la persona desafortunada?", Leo sorprendido contesto "QUE?! bueno- ESPERA DIJISTE DESAFORTUNADA?"
Mikey quedo confundido hasta que proceso las palabras de su hermano mayor "LEO ESTA VIENDO A ALGUIEN?" en una voz un poco mas alto de lo normal lo cual ocasiono que los 3 hermanos callaran rápidamente al menor, "perdón perdón me emocione, pero Leo ¿quien es?, ¿quien es? ¿que le gusta hacer? ¿cual es su color favorito? OH! tal vez ¿le gusta dibujar?"
Donnie lo voltea a ver y le dice "Mikey cálmate, y estoy mas que seguro que Leo no sabe nada de eso ya que solo la vió UNA vez", Rapha se une a la conversación diciendo "PERO con ayuda de nosotros estoy seguro que pronto sabra todo eso", "espera que? no me agreguen a sus babosadas" dijo Donnie, Mikey por el otro lado estaba trinando de emoción para ayudar a su hermano.
No fue hasta que Leo hablo, "chicos ya dejen de decir esas cosas solo la ví una vez y solo fue un momento, nada más ahi quedó, mejor vamonos a hacer otra cosa"
Leo estaría mintiendo si dijera que no quisiera hablar con ella o que no estuviera feliz que sus hermanos (menos Donnie) quisieran ayudarlo, pero solo la vio, no es para tanto, además, ¿que tal si esta esperando a alguien? o ¿tal vez no quiere nada que ver con el? digo no es por presumir pero el evento estaba dirigido hacia el y sus hermanos por salvar el mundo de los kraangs...los kraangs... no eso ya es el pasado ya no están, el y sus hermanos estan bien, pero aun así si quisiera algo que ver con el hubiera ido a saludarlo como la mayoría de los que estan en el baile hicieron.
Raph y Mikey estaban apunto de decir "esta bien no te esforzaremos" pero su gemelo tenia otra idea, aunque no lo crean Donnie estaba observando siempre lo a hecho especialmente despues de lo del kraang y ver que tanto daño ocasiono a sus hermanos especialmente Leo en el momento de que regreso del otro portal, el estaba apuñalado con varios huesos rotos, Donatello no sabía que hacer, Leo era el medico del equipo no el, claro sabía lo básico pero no tanto como Leo, asi que tuvo que aprender y cuando Leo mejoro un poco de sus heridas, la tortuga azul actuaba como si no le dolía nada, aunque era obvio que sí, esto ocasiono que Donnie fuera mas observador hacia su gemelo de lo normal.
Asi que Donatello podia leer su lenguaje corporal como un libró, Don no falto notar, el pequeño movimiento de hombros al decir que no quería hacerlo, ya que si quería pero se sentía inseguro , una palabra que nunca pensaría usar para describir a Leo.
"suspiro, no puedo creer que valla a hacer esto" "eh-!? DONNIE QUE HACES" "quien tenga miedo de vivir que no nazca" fueron las ultimas palabras que escucho Leo antes de que Donnie lo empujara a la dirección del sofa donde se encontraba la chica, Leo estaba sorprendido pero luego soltó una carcajada, ya que esas mismas palabras son las que el siempre dice antes de atacar o hacerle una broma a sus hermanos.
Despues de lo sucedido Leo se sentía un poco más seguro, no mucho pero hey algo es algo, durante su caminata que por alguna razón parecia tomar mas tiempo de lo normal, sus pensamientos estaban al choque no sabía que decir exactamente y eso era muy obvió para sus hermanos que lo veían desde la mesa de bocadillos
"Donnie por que hiciste eso??? lo va a arruinar!" "NO SE POR QUE LO HICE fue lo primero que se me vino a la mente" "vamos Don, Raph confíen en el, todo va a estar bien! y si algo pasa pues Dr. Delicadeza esta aqui para solucionarlo" termino diciendo Mikey con mucho orgullo.
"MÍRALO MIKEY APENAS Y ESTA CAMINANDO CORRECTAMENTE" dijo calmadamente Rapha
Leo mientras tanto ya no sabía que exactamente hacer y no entendía por que, digo EL era el lider del equipo, el mejor en crear planes de último momento pero por algún motivo ningún plan se le venía a la cabeza en ese momento, hasta que se dio cuenta que la chica tenia una pequeña mancha de Crema batida del cupcake en su mejilla, era tierno honestamente y gracias a ello ya sabía que hacer
"buenas noches señorita, parece tener algo en su mejilla" dijo Leo al mismo tiempo que agarraba un pañuelo de su sacó para dárselo
La chica lo voltio a ver avergonzada de lo sucedido y aceptó el pañuelo rápidamente y a la vez  diciéndole un suave "gracias"
Leo en ese momento supo que esa chica que estaba enfrente de el era la mas tierna y bella que había visto en su vida, se mostraba sonrojada por lo que había dicho el, y eso la hacía ver aun mas linda que dejaría a los bocadillos en vergüenza, y para acabarla cuando la chica alcanzo a agarrar su pañuelo sus dedos toparon con las de el por un momento, ocasionando que el corazón de Leo saltara un latido.
Leo vio que a lado de ella estaba el sillón desocupado asi que hizo lo mas obvio pero primero que todo dijo "me puedo sentar a su lado?" la chica que ya habia limpiado su mejilla le sonrió y le dijo "claro que puedes" ahora de que Leo había escuchado mas claramente su voz quería escucharla aun más era tan adictiva que podria escucharla hablar por horas y dias, al sentarse alado de ella, la chica siguió con la conversación "gracias una vez más por el pañuelo, lo lavare y te lo regresaré" Leo estaba apunto de decir que así estaba bien pero se dio cuenta que esa sería una buena excusa para volverla a ver asi que solo le agradeció por ello, despues de eso Leo se dio cuenta que realmente no sabía de que hablar, POR PRIMERA VEZ Leo Hamato no sabía socializar, asi que dijo lo primero que se le vino a la mente "buen clima, verdad?"
La chica solo se le quedo viendo y contesto "si buen clima del aire acondicionado que a estado activado todo este tiempo", "eh digo uh-" decir que Leo estaba avergonzado es un eufemismo pero de la nada escucho a la chica reírse y maldita sea esa risa era como una melodía que nunca podría dejar de escuchar.
"solo estaba bromeando, es que te mirabas muy tensó y pues".
¿Acaso era tan obvió?, que hasta ella se dió cuenta, ¿realmente esto no podría empeorar? "ah-, perdón es que no soy muy bueno socializando" Leo al darse cuenta de lo que dijo quería morir de vergüenza, ¿como que no sabe socializar?, literal socializar es lo suyo, es lo que lo representa es lo que mejor sabe hacer, y ahora está aquí diciendo ¿que no sabe????, "mmm te entiendo honestamente tampoco se mucho de ello aunque este en la casa hosuke y según ahí todos somos extrovertidos" termino su oración con una pequeña risa algo avergonzada, "espera estas en la casa hosuke?" Leo pregunto con mucha curiosidad, acaba de aprender algo nuevo de ella, y eso es que es una alumna de la academia que básicamente esta en la misma casa que el, aunque el no va a la academía-
Pero ignorando esa última parte, el quería aprender mas de ella, asi que de esa manera creó su nuevo plan preguntar cosas sobre ella de la manera mas sutil posible, "si creo que seria obvio por el listón azúl de mi brazo- literalmente todos tenemos un listón de la casa que pertenecemos", "uh- bueno es que, cierto-" ok tal vez ese plan de Leo no fue muy bueno "hablando de eso ¿y tu liston? ¿de que casa eres? ¿como hiciste para que te dejaran estar aqui sin liston?.
ok- TAL VEZ fue muy mala idea de Leo, hacer preguntas ya que ahora le estan haciendo preguntas a el, pero espera....acaso ¿no sabe quien es?, si no sabe quien es, el no sera la persona en decírselo asi que simplemente contesto con "a es que soy un invitado especial de Big Mama por ello no tengo listón", la chica se mostraba sorprendida por ello "espera, estas diciendo que todos los que estan aqui, ¿no son solo maestros y estudiantes? si no que también hay otros, ¿que no tienen nada que ver? WOW con razon Don Pavo quería que fuéramos social", "Don Pavo?" un nombre muy interesante y poco común pero ¿quien era Leo para juzgar? "a claro es un hijo de- digo un Profesor de la academia"
____ no podia decir vulgaridades hacia su querido maestro, ¿que tal si la escuchaba?, no queria saber cual seria su castigo, aun no olvida las 20 rondas alrededor de la cancha que hizo esta mañana. Asi que solo sonrió después de responderle
"ah ya veo bueno, ese maestro ¿quería que socializaras?, pues estas de suerte que aqui estoy! soy Leonardo, Leon o Leo elige tu favorito, un placer conocerte" Leo se dio el mismo los cinco...bueno en su situación los tres mentalmente.
___ soltó una pequeña risa y procedió a decir "muy cierto!, soy ____ un gusto conocerte también Leo"
Y así fue como inicio su conversación, poco a poco fueron conociendose mejor desde su color favorito hasta contarse historias de lo que han hecho con sus hermano o amigos.
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Mientras tanto Raph, Donnie y Mikey solo observaban de re-ojo lo que sucedía
"ven les dije que todo iba a salir bien, Leo sabe lo que hace" menciono Mikey "de milagro eso paso ¿Mikey acaso no lo viste al inicio?" dijo Donnie de manera algo monótono mientras que Raph solo observaba orgullosamente.
Regresando con Leo y ____  que se encontraban riéndose de la vez en la que la amiga de _____ le había mencionado sobre unos froot loops jumbo, esto no fue hasta que fue interrumpido por una llamada proveniente del teléfono de Leo.
Leo reluctantemente contesta el teléfono pero no sin antes ver que era Donnie, "LEO TODO BIEN?" se escucha la voz de Mikey gritar "Mikey esperate" se escucha la voz de Raph "Leo averigüe que el siguiente baile de la noche será en 5 minutos" se escucha de parte de Donnie decir
Leo honestamente no pudo reprimir su sonrisa, simplemente saber que sus hermanos estaban dispuesto a ayudarlo con esto realmente lo hacía muy feliz asi que simplemente le agradeció a Donnie y menciono que todo estaba bien para responder la pregunta de Mikey al colgar ya sabía que tendria que hacer
Asi que se paro y se puso enfrente de ____ para después decir "me permite está danza?" como si fuera todo planeado, la musica comenzo a sonar al terminar su oración.
___ se mostraba algo reluctante "veras honestamente no se bailar" "¿y? simplemente hay que divertirnos solo deberas seguir mis pasos" Leo dijo con confianza parecía que todo estaba a favor de esta Tortuga ya que la iluminación era perfecta y su mirada hacía ____ era alentador.
"esta bien, vamos" contesto ____,  y agarró la mano que le ofrecía él caballero
Al estar en la pista parecia como si fuera un cuento de hadas, solo ellos dos en su mundo, ellos dos llenando el espacio con su presencia, ellos dos divirtiéndose hasta el final, parecia que los dos encajaban perfectamente bailando de mano en mano, el príncipe y su princesa.
Al llegar al final de la canción ambos estaban riéndose por las varias veces que casi caían pero aun así seguían bailando, no fue hasta que por las bocinas se escucharon las palabras que Leo nunca quiso escuchar.
"estudiantes de la academia es hora de regresar, espero se hayan divertido el día de hoy, recuerden que mañana abra mas clases"
se escucharon varios 'nooo' al escuchar el final, pero aun así todos comenzaron a regresar a sus propios grupos para irse.
Leo se sentía decepcionado ya que acabo tan pronto, pero al ver que ____ se había despedido de el, Leo rápidamente agarro su mano y le preguntó "podrias darme tu número? para mantenernos comunicados", ____ acepto y procedió a darle su número y al terminar se despidió  con una pequeña reverencia, Leo se rió y le devolvió dicha reverencia.
La tortuga azul simplemente se quedo viendo como ____ procedía a unirse a su grupo, no sin antes ver que se acerco a una chica peli-negra y procedió a darle un zape, pero justo después un abrazo, algo simplemente hizo que Leo sonriera, poco a poco las dos chicas desaparecieron de su vista.
Al ver que ya no estaba Leo regreso a ver a sus hermanos que se encontraban cerca de la mesa de bocadillos y corrió hacia ellos gritando "CONSEGUÍ SU NÚMERO"
Lo cual fue respondido con una sonrisa de Raph,  un "wow, ¿realmente lo lograste?" de parte de Donnie y unos pequeños "woooo" y "supe que lo ibas a lograr" de Mikey.
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bluebirdrella · 7 days
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Te percibo y eso es lo que me cuesta. Porque no paro de sentirte alrededor de mí, como un rugido, pero con tu plumaje tan bello. Lo bello en mi vida siempre ha sido caótico pero tú eres el caos en persona y eso me encanta. ¿Qué has hecho para tenerme picando tu mano? Mi pico ahora es tu pico y verte es como verme a mí en el espejo. Pero me cuesta atravesar el reflejo y besarte, así que debo arrancar mi piel y desangrarme para tener pedazos de ti. Migajas de ti. Mi pavo real. Tan cerca pero muy lejos. Con tu cabello rizado y tan libre como tú. Ojalá me leas.
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karaokulta · 20 days
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🚀🎮 ¡Atención creadores de mundos virtuales y maestros de los game pitches! Mad Crusader está apuntando alto, invirtiendo $30 millones en la próxima generación de éxitos de videojuegos AA. 🕹️💰 - ¿Innovación en marcha? Sí, mis queridos game changers, esa es la actitud que Mad Crusader lleva en su escudo. - $30 millones no son moco de pavo, están destinados a catapultar conceptos iniciales de juegos a IP comerciales 💡 ➡️ 🏪. - Este Pixel Padrino no anda jugando, están dando forma al futuro del entretenimiento interactivo, y lo hace desde la ciudad de los dioses, ¡Sí, Chipre! Aquí las jugadas maestras del plan: 1. La inversión se repartirá en cuatro rondas y en dos años. Vamos, que constancia no les falta. 2. Los talentos de su programa de incubación tendrán su pedazo de la torta, ¡equidad en productos e incluso en Mad Crusader! 🍰🏰 3. Si alguna vez soñaste con diseñar tus propios mundos y que alguien apostase por ti, ¡esto es un sueño de respawn hecho realidad! Así que, ¿estamos frente al nacimiento de los futuros titanes del gaming? ¿Será que el próximo fenómeno digital saldrá de estas iniciativas audaces? Yo digo que preparemos los controles porque el juego está por comenzar. - 🤝 Comunidad gamer, estamos viviendo momentos que harán historia. - 🚀 Para los soñadores digitales, es hora de dar el gran salto. - 🎩 A Mad Crusader, le toca ahora mostrar que pueden encontrar y pulir las gemas de la innovación en el gaming. ��� Descubre más, sin duda alguna, vamos a querer seguir de cerca esta saga. [#GamingRevolution #Innovación #Videojuegos #EmprendedoresDigitales #MadCrusader #Inversión #Tech] ¿Opiniones, apuestas o alguna idea loca que crees que podría nacer de esta movida? ¡Deja tu comentario y no te olvides de taggear a ese compadre o comadre que vive con los joysticks en las manos! 🕹️👾 ¡Vamos a darle play a la conversación! 👉 [Lee más aquí](https://www.gamesindustry.biz/mad-crusader-to-invest-30-million-in-aa-games)
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chipdebarista · 21 days
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Tesoros y Momentos
Sofía y Valeria, madre e hija, estaban disfrutando de una tranquila tarde en el centro de la ciudad, explorando librerías de segunda mano y tiendas de antigüedades. Después de una caminata llena de hallazgos, decidieron detenerse en una acogedora cafetería para reponer energías. Se acomodaron en la mesa 3, rodeadas del cálido aroma a café recién hecho y el murmullo de conversaciones ajenas.
Las ciabattas de pechuga de pavo con queso que habían pedido estaban a medio terminar, mientras que las tisanas que acompañaban la comida llenaban los vasos con un vapor ligero producido por el hielo. La conversación fluía con la naturalidad y confianza que solo el tiempo puede cultivar.
Sofía observó el libro que acababa de comprar: una hermosa edición antigua de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. Lo sostenía con cuidado, pasando los dedos por la encuadernación de cuero, los detalles dorados brillando suavemente bajo la luz del café.
—Hoy en la oficina —empezó Sofía, dejando el libro sobre la mesa por un momento— tuve que tomar una decisión difícil. Uno de los proyectos más importantes estaba atorado, y todos volteaban a verme para encontrar la solución. Pero, como en una partida de ajedrez, hay que pensar en todas las jugadas antes de hacer la propia. Así que, después de analizar todas las opciones, tomé un riesgo... y resultó que fue la decisión correcta. Como si hubiera encontrado la pieza clave que faltaba para que todo se acomodara.
Valeria, quien estaba absorta en su propio proyecto de ciencia, levantó la vista y sonrió a su madre. Su entusiasmo era palpable.
—Eso suena a una gran lección, mamá. Hoy también aprendí algo interesante en la escuela. Estamos trabajando en un proyecto de ciencias sobre la fotosíntesis, y decidí enfocarme en cómo las plantas adaptan sus hojas para captar la mayor cantidad de luz posible. Es increíble ver cómo la naturaleza se las ingenia para sobrevivir y prosperar, a veces de maneras que ni siquiera notamos.
Sofía la miró con admiración, notando cómo Valeria hablaba con pasión, sus ojos brillando con entusiasmo.
—Es increíble, Valeria. Las plantas saben aprovechar cada rayo de sol, igual que nosotros deberíamos aprovechar cada oportunidad que se nos presenta, incluso si no es obvio al principio. Es algo que aprendemos tanto de la naturaleza como en la vida diaria.
Valeria asintió, acariciando las páginas del libro antiguo que habían encontrado en la librería. Había algo en esos objetos, en las historias que guardaban, que le hacía pensar en todo lo que aún quedaba por descubrir.
—A veces creo que las mejores cosas están escondidas, como los secretos que guarda un libro viejo o las historias detrás de un objeto antiguo. Solo hay que tener los ojos y el corazón abiertos para encontrarlas.
Sofía tomó un sorbo de su tisana, sintiendo una calidez especial al escuchar a su hija. Le encantaba ver cómo Valeria crecía, no solo en conocimientos, sino en sabiduría.
—Eso es lo que hace que cada día valga la pena, ¿verdad? —dijo Sofía, sonriendo—. Explorar, aprender, y hacerlo juntas. Esos son los verdaderos tesoros, los que no se pueden comprar ni vender, pero que enriquecen nuestras vidas de una manera única.
La tarde continuó con ese mismo espíritu, lleno de complicidad y cariño. Madre e hija, explorando el mundo una conversación a la vez, compartiendo no solo lo que aprendían, sino también lo que sentían. Y así, en esa pequeña mesa de café, en medio de libros viejos y objetos antiguos, ambas descubrieron que los momentos compartidos eran los verdaderos tesoros que guardaban en el corazón.
Luis estaba absorto en sus pensamientos cuando el silbido del vapor de la máquina de café lo devolvió a la realidad. Desde su puesto detrás del mostrador, observaba la mesa 3, ajustando la presión para la próxima tanda de espresso. Sofía y Valeria, madre e hija, compartían una conversación animada mientras disfrutaban de sus tisanas. Había algo en la dinámica entre ellas que capturaba la atención de Luis cada vez que pasaba su mirada por ahí.
Sofía, con su vestido de lino azul claro, contrastaba con el estilo juvenil y desenfadado de Valeria, quien llevaba una camiseta con un estampado artístico. La conversación entre ellas fluía con una calidez que parecía llenar el aire, un remanso de paz en medio del bullicio de la cafetería. Mientras Luis preparaba un cappuccino para otro cliente, alcanzó a escuchar retazos de su charla. Valeria hablaba entusiasmada sobre un proyecto de ciencias, y Sofía, en respuesta, compartía una anécdota del trabajo, comparando la toma de decisiones con una partida de ajedrez.
—¡Gaby! —anunció Luis, colocando una taza de latte en el mostrador, su mirada regresando casi de inmediato a la mesa 3.
Valeria acariciaba un libro antiguo que habían comprado, sus dedos recorriendo con cuidado la encuadernación de cuero. Luis escuchó cuando ella mencionó que los objetos antiguos guardan secretos, y que las mejores cosas a veces están ocultas a simple vista. Esa observación hizo que Luis sonriera. Tenía razón, pensó. Lo veía cada día en esa vieja máquina de café, que a pesar de sus años, seguía produciendo tazas perfectas, llenas de historia en cada sorbo.
Sofía respondió con una frase que quedó grabada en la mente de Luis, algo sobre cómo explorar, aprender y hacerlo juntas eran los verdaderos tesoros de la vida. Luis sintió un calor en el pecho, no solo por el vapor de la máquina, sino por el poder de las palabras de Sofía.
Un nuevo pedido llegó, esta vez un espresso para Fernando. Mientras vertía el shot, Luis reflexionó sobre cómo esas dos mujeres estaban construyendo algo más que una simple conversación. Era como preparar una bebida con esmero, donde cada palabra añadía una capa de significado, creando al final algo extraordinario.
Finalmente, Luis anunció el espresso de Fernando y miró hacia la mesa 3 una última vez. La tarde avanzaba, y el sol se colaba tímidamente por las ventanas, iluminando los rostros de Sofía y Valeria con una luz suave. Ellas continuaban hablando, sus risas y miradas cómplices resonando en el pequeño café.
Luis se dio cuenta de que, en cierta forma, su trabajo no era muy diferente al de ellas. Así como ellas buscaban tesoros en las antigüedades y en las historias compartidas, él encontraba el suyo en cada taza que preparaba, en cada pequeña interacción que observaba desde su lugar. Y con cada bebida servida, sentía que, de alguna manera, también formaba parte de esos momentos, tan efímeros como el aroma del café, pero tan significativos como los recuerdos que dejaban.
Al final, Luis pensó que todos eran como esa máquina de café antigua: llenos de historia, de detalles ocultos que solo se revelan a quienes se toman el tiempo de mirar más allá de la superficie. Y así, en cada sorbo, en cada charla, descubrían que los verdaderos tesoros estaban en los momentos compartidos, en la quietud de una tarde y en la calidez de las palabras que los unían.
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wingzemonx · 3 months
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Resplandor entre Tinieblas - Capítulo 157. Acción de Gracias (III)
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Resplandor entre Tinieblas
Por WingzemonX
Capítulo 157. Acción de Gracias (III)
Adrián llegó a New York un poco después del mediodía. El aeropuerto era un caos debido a toda la gente que arribaba al mismo tiempo por las fiestas, pero se las arregló para pasar desapercibido y subirse a un taxi que lo llevara directo a su departamento.
En cuanto Neff y Lyons les confirmaron que Damien estaba a salvo y de camino a Chicago, Adrián y Ann acordaron moverse; él de regreso a su casa con su madre y su hijo, y ella se encaminaría a Los Ángeles para ver a Verónica. Todo tenía que volver a la aparente normalidad lo antes posible, en especial cuando aún los acontecimientos de lo ocurrido en aquella base militar no se hubieran hecho públicos.
Pero independientemente de ello, Adrián ansiaba poder dejar todo ese asunto atrás, aunque fuera un par de días. Ya había cumplido con su deber con la Hermandad y con Damien; ahora le tocaba enfocarse en su madre. Luego de esperar tantos años para reunirse de nuevo con ella, se lo había ganado.
Al ingresar por la puerta principal del departamento, lo primero que lo recibió fue el delicioso aroma de la comida. Lo más seguro es que Gilda les hubiera preparado para cenar, pese a que usualmente se tomaba ese día libre. Dejó entonces su maleta un momento en vestíbulo y, sin anunciarse, se encaminó hacia la cocina. Esperaba poder dar la sorpresa de su llegada, pero el sorprendido terminó siendo él en cuanto echó un vistazo a la cocina y, además de Gilda frente a la estufa, vislumbró a alguien más.
Rosemary Riley, envuelta en una gruesa bata blanca de lana, y con su cabello canoso atado en una cola, estaba de pie a un lado, canturreando en voz baja, mientras cortaba con un cuchillo pedazos del pavo rostizado que tenían sobre la encimera de la cocina. Adrián se quedó atónito, tanto que fue incapaz de decir nada para hacer notar su presencia. Igual no fue necesario, pues en algún momento su silueta fue visible para Rosemary por el rabillo del ojo. La mujer se giró hacia él, y le sonrió ampliamente con alegría.
—Hey, miren quién está aquí —pronunció Rosemary con júbilo, dejando el cuchillo de lado por un momento, y acercando una servilleta para limpiarse las manos.
—Mamá —masculló Adrián, despacio—. ¿Estás…?
—¿De pie? —le complementó Rosemary, riendo divertida. Se acercó entonces una andadera de aluminio que tenía a un lado, y la usó como apoyo para así aproximarse hacia su hijo con paso lento, arrastrando un poco los pies—. Parece que la terapia física está dando resultado. ¿No es genial?
Adrián no supo qué decir. Ann le había mencionado algo sobre que en efecto su madre estaba respondiendo bien a la terapia, pero no se había imaginado poder verla levantada de la cama tan pronto. Si no conociera las circunstancias reales tras el malestar de su madre, incluso se atrevería a decir que se trataba de un milagro.
Rosemary se acercó lo suficiente a él para colocar una mano sobe su mejilla y luego inclinarse para darle un beso en la otra. Adrián se agachó un poco para facilitárselo. La sensación de sus labios contra su piel resultó más cálida de lo que se había imaginado.
—Pero no te acostumbres —indicó Rosemary justo después, con voz cansada—. Creo que ya he gastado mi cuota de hoy. Te dejó el resto, Gilda —indicó con tono vivaracho, al tiempo que se encaminaba hacia la mesa del comedor para sentarse.
—Tranquila, señora —respondió el ama de llaves desde la cocina—. Esto ya casi está terminado.
Adrián se apresuró para ayudar a su madre a sentarse, jalando una silla hacia atrás y tomándola del brazo para que se apoyara en él mientras bajaba lentamente hacia el asiento.
—Deberías estar descansando —señaló Adrián, rozando peligrosamente el regaño.
—¿Cuarenta años te parecen poco descanso? —bromeó Rosemary, y Adrián no pudo evitar reír un poco también. Al menos parecía que estaba de bastante mejor humor, y eso era bueno.
—Rosemary me estaba ayudando con los últimos toques para la cena —indicó Gilda, saliendo de la cocina con un tazón de puré de papa en una mano y una salsera en la otra, para colocarlas en el centro de la mesa—. Así que se puede decir que esto tendrá un poco de amor de mamá.
—Gracias por quedarte a preparar esto, Gilda —mencionó Adrián, genuinamente agradecido.
—No digas nada —respondió el ama de llaves con una sonrisa relajada—. Es un placer cooperar para que su primer Día de Acción de Gracias luego de tanto tiempo sea memorable.
Salió de la cocina poco después con más platos que contenían los diferentes acompañantes, siendo lo único que faltaba el pavo, que ya estaba listo en la cocina para que se sirvieran lo que quisieran. Una vez todo lo demás estuvo en la mesa, se retiró rápidamente el delantal y lo dejó sobre el respaldo de una de las sillas.
—Pero ahora sí debo retirarme, porque mi familia me está esperando —indicó Gilda con apuro en su voz.
—Muchas gracias por todo —masculló Rosemary—. Espero que la pases bien con tu familia.
—Igualmente. Nos vemos el lunes, y coman rico.
Gilda se dirigió presurosa hacia la puerta, ante la mirada atenta de Adrián y Rosemary. Cuando escucharon la puerta cerrarse detrás de ella, Adrián volvió su atención una vez más hacia su madre.
—¿Y Sebastián?
—En su cuarto, estudiando. Es un niño muy aplicado; en eso también me recuerda a ti. Apropósito, ¿cómo te fue con lo que tenías que atender?
—Todo salió bien —declaró Adrián, asintiendo.
—Gracias a Dios —exclamó Rosemary en alto, y la mención ciertamente destanteó un poco a Adrián; difícilmente algo de lo ocurrido involucraba a Dios—. Ann se fue esta mañana —mencionó Rosemary justo después.
—Sí, lo sé. Ella también tenía asuntos que atender.
—Es una mujer adorable —profirió Rosemary, esbozando una sonrisita socarrona—. Pudimos hablar un poco mientras estuvo aquí. Me habló de su negocio, de la muerte de su esposo y de su hijastro... Pero con lo que se portó un poco evasiva, fue cuando le pregunté cómo es que ustedes dos se conocieron.
Adrián carraspeó un poco antes de responder.
—Por negocios, principalmente.
—Sólo negocios, ¿eh? —susurró Rosemary, asintiendo lentamente.
Adrián dejó escapar un largo suspiro.
—Mamá, escucha —pronunció con seriedad—. Ann y yo…
Antes de que terminara su frase, Rosemary alzó una mano hacia él, indicándole que parara.
—No tienes que decirme nada si no te sientes listo. Pero no me mientas.
Había severidad en sus palabras, pero también un notorio cariño imposible de ocultar; dos ingredientes siempre presentes en cualquier madre, concluyó Adrián. Y no puedo evitar reír un poco ante tal idea.
—Te extrañé mucho —musitó el hombre de barba anaranjada, observándola atentamente con una cándida sonrisa, que Rosemary no tardó en corresponderle.
—Ven acá —indicó la mujer extendiéndole los brazos. Adrián se aproximó a ella sin dudarlo, y la estrechó en un fuerte abrazo. De nuevo, el calor que le provocaba su cercanía lo tomó por sorpresa.
¿Por qué no sentía lo mismo con quién, supuestamente, era su hija biológica?
En el momento en el que se separaron, ambos notaron por el rabillo del ojo como la pequeña figura de Sebastián ingresaba en el área del comedor. Estaba vestido bastante formal para un niño de su edad, saco negro y pantalones grises, e incluso corbata. Debajo su brazo traía un folder color beige. Al posar su mirada en Adrián, no pareció particularmente sorprendido con verlo ahí.
—Hey, amigo —le saludó Adrián con cordialidad—. ¿Listo para cenar?
—Sí —respondió el niño sin más. Se aproximó a la silla más próxima y se sentó en ella, dejando la carpeta que traía en la mesa a su lado.
—¿Por qué no le muestras a tu papá en lo que estuviste trabajando mientras no estaba? —comentó Rosemary, con tono de complicidad.
Aquello atrajo la curiosidad de Adrián.
—¿Qué es?
—Una composición para el violín —señaló Sebastián, y sacó entonces del interior de la carpeta unas cuantas hojas de partituras—. Pero no está terminada.
—¿Una composición? —exclamó Adrián, sorprendido—. ¿Hecha por ti?
—Te lo dije, es un niño muy aplicado —expresó Rosemary con orgullo—. Pero mejor dejemos eso para después de comer. Déjenme les sirvo…
Rosemary hizo en ese momento el inicio de un intento para levantarse, pero Adrián se apresuró a detenerla antes de que lo concretara.
—No, no te levantes. Yo me encargo.
Adrián se dirigió  a la cocina, y él mismo se dispuso a sacar tres platos, y a servirle en cada uno una buena porción de carne de pavo y relleno. Igualmente tomó tres vasos, y sirvió en cada uno un poco de sidra de manzana sin alcohol. Mientras se encargaba de todo eso, a sus oídos llegaban rastros de las palabras y risas provenientes del comedor; tanto de Rosemary como, para su sorpresa, del propio Sebastián, que solía la mayor parte del tiempo ser bastante serio y callado.
Cuando Adrián volvió al comedor, tras haber traído los platos y los vasos con sidra en tres viajes, su sonrisa alegre debió ser bastante evidente en su rostro, pues en cuanto se sentó en la cabecera de la mesa, notó como su madre lo observaba con atención.
—¿Qué pasa? —preguntó Rosemary, curiosa.
—Nada —respondió Adrián, negando con la cabeza—. Sólo pensaba en que fue un año complicado, pero justo ahora tengo mucho por lo cual estar agradecido.
—Yo igual —indicó Rosemary con alegría, atreviéndose en ese momento a estrechar con delicadeza la mano de su hijo entre sus dedos—. ¿Y tú, Sebastián? —preguntó a continuación, girándose hacia el joven muchacho sentado delante de ella.
—Supongo que sí —respondió Sebastián con emoción moderada, encogiéndose de hombros.
—Comamos entonces —exclamó Rosemary con entusiasmo—. ¿Quieres dar la bendición, Andy? —propuso con emoción, mirando a su hijo.
La repentina pregunta tomó por sorpresa tanto a Adrián como a Sebastián, que se miraron el uno al otro, sin decir nada. Rosemary los miró a ambos, y sin lugar a duda detectó ese titubeo entre ambos. Pero en lugar de cuestionarles al respecto, dio un paso en otra dirección.
—Yo lo haré, descuiden —indicó rápidamente con convicción. Juntó sus manos delante de ella en posición de rezo, y cerró los ojos. Adrián y Sebastián la imitaron, aunque el niño claramente vaciló al hacerlo, pero por suerte para ese momento Rosemary tenía ya los ojos cerrados para notarlo—. Bendice Señor estos alimentos que vamos a consumir gracias a tu bondad. Oh Dios Todopoderoso, da pan a los que tienen hambre, y hambre de Dios a los que tienen pan…
— — — —
Una vez que la mesa estuvo servida con todo lo que habían preparado para él, Damien le indicó a toda la servidumbre que seguía en la casa que podían retirarse. O, más bien, les exigió que se fueran en ese mismo instante y lo dejaran solo. Y aunque un par de las sirvientas insistieron en quedarse por si se le ofrecía cualquier otra cosa, Damien fue aún más contundente con su orden, y a ninguno le quedó más que acatarla sin chistar más.
Aquello, por supuesto, no se debía a un acto de bondad por parte de Damien para que fueran a cenar con sus familias, y disfrutar lo que quedara de la noche, ni mucho menos. En realidad, lo único que deseaba era tener la casa sólo para él; en especial sin ojos indiscretos mirando sobre su hombro, esperando ver qué podían hacer para complacerlo. Ya tendría oportunidad de lidiar con eso, e incluso de volver a disfrutarlo. Pero de momento no era lo que apetecía.
Una vez que todos se fueron, se dirigió al comedor, y caminó con paso cauteloso a lado de la larga mesa, como si recorriera la galería de algún museo. Sólo que aquello por lo que recorría su mirada no eran obras de arte o reliquias antiguas, sino los diferentes platillos dispuestos en la mesa sólo para él.
Las cocineras se habían esmerado, a pesar de que todo era para sólo una persona. Había pavo, por supuesto, aunque uno tan pequeño como un pollo rostizado; no se le ocurría dónde podrían haber encontrado algo así, y se cuestionó si acaso no sería algún otro tipo distinto de ave. Había relleno, puré de papa, salsa de arándano, pan, algo de ensalada, sidra de manzana, y hasta un pastel de calabaza como postre. Habían colocado también a lo larga de la mesa unos candeleros con velas rojas encendidas como decoración, y un adorno en el centro de la mesa con flores otoñales y calabazas.
Todo muy bonito y muy detallado. Se cuestionó si acaso había surgido por iniciativa propia de los sirvientes, o quizás Paul los había incitado a hacerlo. Como fuera, era claro que alguien quería congraciarse con él, algo que no tenía muy claro cómo debía digerir.
Se dirigió al puesto justo a la cabecera de la mesa, y comenzó a servirse sin mucho apuro un poco de cada cosa en su plato, así como sidra en una copa de cristal. Tomó asiento en la silla, miró un instante el plato delante de él, y luego alzó su mirada pensativa hacia la larga mesa, totalmente vacía salvo por él. Y la mesa no era lo único; toda la casa entera estaba tan sola y silenciosa, que a Damien incluso le parecía escuchar las paredes viejas crujir, el tic tac del viejo reloj del salón principal, y quizás incluso los pasos de algún escurridizo ratón moviéndose entre las paredes. Pero fuera de eso, nada más.
Damien cerró un momento sus ojos cansados, y al abrirlos de nuevo un recuerdo de un tiempo atrás se materializó frente a él. Recuerdo de un momento en el que esa misma mesa estuvo mucho más concurrida. Y en lugar de ese profundo y melancólico silencio, las voces de la charla y las risas eran las que reinaban.
Del lado derecho de la mesa, pudo ver sentados a unos jovencitos Mark y Damien; del lado izquierdo, se encontraban Ann, su tío Richard, e incluso la tía Marion también había venido de visita ese año. El banquete servido en la mesa era aún más espectacular y variado.
—Esperen, esperen —decía Ann con tono de regaño, extendiendo sus manos en señal de alto hacia Damien y Mark. Como los dos jovencitos en crecimiento que eran, estaban más que dispuestos a clavar el diente en cuanto la comida estuvo servida en su plato—. Bajen esos tenedores, ahora. ¿Acaso se les olvida que tenemos que decir primero por qué estamos agradecidos?
—Oh, vamos —exclamó Mark con tono quejumbroso—. Muero de hambre, con un demonio.
—Oye, cuida tu boca —le reprendió su padre con severidad.
—Lo siento —masculló el pequeño Mark, agachando la mirada, apenado.
—No pasa nada —se apresuró Ann a indicar con una radiante sonrisa—. Sólo será un segundo, y luego podrán comer lo que quieran. ¿A alguien le gustaría empezar?
—¿Por qué no lo haces tú?, si tanto insistes —soltó la tía Marion con ligero desdén, volteando hacia otro lado como si en realidad el comentario no fuera dirigido a nadie en especial.
Ann no se lo tomó a mal, y en lugar de eso le tomó la palabra.
—Bueno, yo definitivamente estoy muy agradecida por este año lleno de bendiciones que hemos tenido, y por el hecho de que todos estemos aquí, juntos y sanos. Y por lo guapos y grandes que están creciendo mis dos muchachotes. Y… creo que eso es todo, en resumen.
—Original —ironizó tía Marion con una sonrisa burlona, que se ganó una mirada de reprobación por parte de Richard. Éste carraspeó un poco, y tomó de inmediato el relevo.
—Yo estoy muy agradecido por el buen año que tuvo la empresa; tercer año consecutivo con el mejor crecimiento y metas superadas, y vamos por más. Pero también estoy orgulloso de lo bien que se han aplicado mis dos chicos —añadió mirando fijamente a Mark y Damien delante de él—, y que el año que viene ambos asistirán a Davidson. ¿Emocionados por ello? —preguntó con marcada emoción. Damian y Mark se miraron entre sí, y se limitaron luego a sólo sonreír y asentir—. Les encantará. Nuestra familia tiene un largo legado en esa institución. Recuerdo claramente mi primer día…
—Cielo —masculló Ann, colocando una mano sobre la suya. En su mirada le decía claramente que ese no era el momento.
—Claro, lo siento —masculló Richard, un poco sonrojado—. Bueno, será una buena experiencia, ya verán. ¿Tía Marion? —susurró girándose a ver a la mujer sentada a su lado—. ¿Tú por qué estás agradecida?
La mujer alzó su mirada fría y dura hacia él, y luego la recorrió por toda la mesa. Intentó suavizarla, sin embargo, en cuanto miró a Mark, y entonces esbozó una sonrisa más cándida.
—Yo también estoy orgullosa de todos tus logros, Mark —indicó con júbilo en la voz—. Y aunque no comparto del todo el gusto de los hombres Thorn por las academias militares, sé qué harás un excelente papel. Y que te convertirás en un extraordinario muchacho, como tu padre o tu abuelo. O, como yo espero, mucho mejor. Así que estoy agradecido por ti, muchacho.
—Gracias, tía Marion —masculló Mark, sonriendo apenado.
—¿Y Damien? —cuestionó Ann con ligera severidad—. También estás orgullosa de él, ¿verdad?
Marion giró su atención hacia el muchacho sentado a un lado de Mark, y su expresión entera se agrió al instante; ni siquiera pareció intentar disimular su descontento.
—Claro —susurró despacio, aunque las palabras parecieron casi atragantarse en su garganta—. Tú también lo has hecho muy bien.
Y eso fue todo lo que dijo, y Damien en realidad no esperó nada más. Tampoco es que él le hubiera contestado nada. Sólo le sonrió, de la forma más falsa que pudo; tanto como sus elogios.
—Yo sigo —se apresuró Mark a pronunciar para sorpresa de todos. Damien lo miró, un poco confundido por su entusiasmo tan repentino—. Yo estoy agradecido por tener a toda mi familia junta aquí conmigo. A mi papá, a Ann que es como mi mamá, a mi tía Marion, y en especial a mi primo Damien. —Se giró hacia él, sonriéndose de forma amable—. Que es como mi hermano.
Aquello tomó por sorpresa al joven Damien, tanto así que le tomó un rato poder reaccionar. Pero cuando lo hizo, su impulso fue reír de forma indiferente al comentario, como si no le importara, y luego darle un pequeño empujoncito en el brazo.
—No te pongas sensible conmigo —masculló jugando al tiempo que lo empujaba. Mark y rio y lo empujó de regreso.
—Niños, no jueguen así —les regañó Ann—. Fue unas palabras muy bonitas, Mark —le indicó Ann, felicitándolo—. Ahora tú, Damien —señaló a continuación, mirando al último miembro de la familia en la mesa.
Damien se apoyó contra el respaldo de su silla, y miró reflexivo hacia el techo sobre él. ¿Por qué estaba agradecido? Esa era una pregunta complicada para un niño como él. Podría decir lo mismo que todos los demás dijeron, y de seguro eso era lo que esperaban que dijera; familia, salud, prosperidad, logros académicos y laborales… Pero debía haber algo más; algo por lo que él realmente se sintiera agradecido.
Tras un rato de meditarlo, bajó de nuevo su mirada hacia la mesa, y se apoyó en ésta, inclinando su cuerpo hacia adelante.
—Estoy agradecido de ser un Thorn —dijo de pronto con asombrosa convicción al hacerlo—. De estar en esta cómoda casa, y ante esta deliciosa comida que ruega porque la comamos de una maldita vez. Agradecido por todas las cosas que tengo; mi cama de sábanas cómodas, mi computadora, mi teléfono, mi televisión… Y, más que nada, que todos ustedes me hayan abierto las puertas de sus vidas para hacerme parte de ellas… No, eso sonó demasiado cursi —exclamó con expresión de asco, agitando una mano en el aire—. Olviden que dije eso. Lo cambio a que estoy agradecido porque mañana no hay clases.
—Damien —pronunció Ann con mirada de regaño, pero en su voz era incapaz de ocultar la diversión que acompañaba a sus palabras—. Te aseguro que nosotros estamos muy agradecidos de que te hayas vuelto parte de nuestra familia.
Richard sonrió y asintió, y Mark le colocó una mano reconfortante en su hombro. Los hombres Thorn claramente eran más reservados con sus sentimientos, pero no inmunes a estos. Damien sonrió complacido.
Al parpadeo siguiente, aquella ilusión de su recuerdo se esfumó sin más, dejando ante él de nuevo la mesa vacía.
Ni siquiera estaba seguro si aquello había ocurrido realmente, o si había ocurrido de esa forma. Pero se dio cuenta rápido que, en realidad, no importaba. Mark, su tío Richard, la tía Marion; todos ellos estaban muertos. Y él, en realidad, nunca había sido un Thorn. Todo eso no había sido más que una sarta de mentiras para complacer a los otros. Y, quizás en el fondo, para todas las familias era lo mismo.
Tomó su copa de sidra, la alzó en alto hacia la habitación vacía, y pronunció en alto:
—Feliz Acción Gracias…
Bebió entonces un sorbo de sidra, y pasó de inmediato a comer, dejando de lado el mar de los recuerdo de momento.
— — — —
Abra se sentó a mitad de las escaleras que llevaban a la planta alta de la residencia Honey, con el teléfono de Sarah en sus manos, y el rostro de Terry ocupando toda la pantalla del dispositivo por la videollamada. Ambas chicas no ocultaron ni un poco su alegría de ver a la otra, y en especial verla sana y salva. Tras unos saludos iniciales, buenos deseos por la fechas, y un intercambio de teléfonos y contactos que dadas las circunstancias no pudieron hacer cuando estuvieron juntas en Indiana, pasaron a hablar rápidamente de los diferente temas que las atañía a ambas.
Terry quiso saber a detalle todo lo que había ocurrido allá en Los Ángeles. Abra le pasó a contar de manera resumida lo ocurrido, al menos de lo que ella tenía pleno conocimiento; esperaba que no hubiera ningún agente del FBI espiando su llamada, porque algunas de esas cosas eran bastante incriminatorias. Le contó de Charlie y Kali, del tiempo que viajaron juntas, como vigilaron a Thorn varios días, hasta incluso seguirlo a una fiesta. Los detalles sobre el día final, decidió guardárselos lo más posible; en especial no quería hablar de la muerte de Kali, o volver a explicar sobre el Nudo Verdadero y la presencia de esos dos individuos que los habían atacado.
Lo que sí le contó fue sobre su herida, la cual Terry, por algún motivo, le insistió que le enseñara. Abra lo consideró un poco raro, pero igual lo hizo; se levantó un poco su suéter y blusa, dejó que la cámara del teléfono enfocara en vendaje que cubría su costado. No podía enseñarle lo que se ocultaba debajo, pero esa simple vista fue suficiente para que Terry sintiera ella misma el dolor que de seguro debía sentir.
La hija de Eleven pasó a contarle un poco cómo fueron las cosas de su lado cuando su madre y el tío de Abra despertaron, incluyendo por encima además el descontento de su padre. Y, sobre toda las cosas, lo que Terry más buscaba con esa llamada era justamente agradecerle a Abra todo lo que había hecho. Cosa que tomó bastante por sorpresa a la joven de New Hampshire.
—¿Agradecerme? —masculló Abra, confundida—. Yo no creo haber hecho nada que sea digno de agradecimiento. De hecho, siento que sólo arruiné todo.
—Claro que no —declaró con Terry con ferviente convicción—. Mi madre me lo dijo, que tú lograste herir a ese idiota con tus poderes. Y gracias a eso tu tío y ella lograron despertar.
—Sí, ella mencionó algo parecido —musitó Abra, insegura—. Pero, no sé… No estoy muy segura de haber logrado algo en realidad.
—Yo sé que sí. Tus poderes son extraordinarios, lo pude ver yo misma. Ni en un millón de años llegaré a estar a un nivel como el tuyo.
—Tampoco es que yo haya elegido ser así, o haya hecho algo para tener estos poderes —pronunció Abra, encogiéndose de hombros—. Sólo pasó. Así que tampoco lo consideró un logro del cual sentirse orgullosa.
—Esa negatividad no me agrada —exclamó Terry con falso tono de regaño—. Las cosas no “sólo pasan” y ya; lo creo firmemente.
Abra resistió el impulso de indicarle que a veces las cosas sí pasaban sólo porque sí, sin ningún motivo mágico. Aunque debía admitir que la forma en la que se habían dado todas esas cosas esas semanas, era sospechosa. La manera en la que todos ellos se habían interconectado y encontrado; similar a la forma en la que su tío Dan y ella lo habían hecho años atrás. Quizás en efecto el Resplandor tenía formas curiosas de hacer las cosas.
—Como sea —pronunció Terry tras un rato—, lo bueno es que ese mequetrefe ya no es una amenaza.
—Terry… la verdad es que yo no estoy tan segura de eso —susurró Abra despacio con voz enigmática.
—¿De qué hablas? —masculló Terry, confundida—. Mi madre dijo…
—Sé lo que dijo —le cortó Abra, un poco tajante—. No sé cómo explicarlo, pero lo siento. Damien aún está ahí, y está bastante vivo y consciente. Y no se ha olvidado de mí, ni de ningún de nosotros. No sé cómo lo sé, pero es así. Creo que cuando chocamos nuestras mentes la última vez, pude haber abierto una puerta entre ambos. He tenido algunos sueños donde lo veo a él, o más bien escenas de su pasado. Como recuerdos de hace años.
El rostro de Terry reflejó absoluta perplejidad ante lo que escuchaba, y fue evidente también que de entrada no supo qué debía responderle. Abra se sintió un poco culpable. No era que esperase que ella le resolviera sus dudas de alguna forma; sólo quería poder desahogarse y expresar en voz alta lo que sentía. Estaba justo por decirle eso, cuando ella se le adelantó y dijo:
—¿Has hablado de esto con mi mamá?
—Sí, pero no le dio importancia —indicó Abra con cierta amargura—. Está convencida de que Damien está encerrado en algún sitio seguro, y por lo pronto no es una amenaza.
—Si ella lo dice, puedes creerle. Mi madre sabe bien cómo hace las cosas.
—Supongo —masculló Abra, no sonando muy convencida. Pero igual intentó de alguna forma darle algún tipo de cierre a la discusión—. Quizás todos tengan razón, y esto en verdad ha acabado.
—Yo estoy segura que sí —declaró Terry, optimista—. Ya verás, todo saldrá bien. Y espero poder volver a verte pronto. Quizás puedas volver algún día para acá, y yo ir a visitarte a New Hampshire.
—Eso me encantaría —respondió Abra, esbozando una sonrisa sincera—. Aunque no hay mucho que ver en dónde vivo. Pero quizás podamos hacer una escapada a Boston, o incluso New York.
—Eso suena divertido —indicó Terry, pero casi de inmediato puso cara de arrepentimiento—. Mi hermana vive en New York. Quizás ella pudiera hospedarnos unos días, en lo que…
Su frase quedó sin terminar en el momento en el que una voz de fondo la llamó, aunque Abra no fue capaz de escuchar bien lo que decía.
—Sí, ya voy —pronunció Terry en alto, girándose a mirar sobre su hombro. Se volvió justo después de nuevo hacia la cámara—. Debo colgar. Seguimos en contacto, ¿de acuerdo?
—Es una promesa —pronunció Abra, siendo ahora ella la optimista—. Hasta luego.
Abra dejó escapar un pequeño suspiro una vez la videollamada terminó. Le gustó volver a hablar con Terry, aunque de cierta forma fuera otra persona más que le decía que debía dejar todo ese asunto de lado y volver a casa. Ojala fuera tan sencillo como todos decían…
Tras unos segundos logró recuperarse. Se puso de pie y bajó rápidamente las escaleras. Ya en el vestíbulo, se cruzó convenientemente con Sarah, justo la persona la que iba a buscar.
—Aquí tienes, muchas gracias —indicó cordial, extendiéndole de regreso su teléfono, el cual ella recibió sin chistar.
—No hay de qué. ¿Pudieron hablar de lo que querían?
—Sí, se podría decir que sí. Terry propuso irnos de viaje a New York, y que tú nos hospedarías sin costo, y con comidas incluidas —bromeó Abra.
—Ajá —masculló Sarah, entornando los ojos—. Si acaso “sin costo” significa que me limpiarán mi departamento y lavarán mi ropa todos los días, y “comidas incluidas” que ustedes se cocinarán solas, entonces podemos discutirlo.
Abra rio divertida, pero Sarah no parecía compartir del todo su humor.
Danny entró en ese momento al vestíbulo y se le aproximó, por lo que Sarah optó por disculparse y seguir su camino hacia la sala, que era a dónde se dirigía originalmente.
—¿Estás bien, enana? —le preguntó su tío.
—Ya no soy tan enana, ¿sabes? —le respondió Abra tajante, cruzándose de brazos—. Y sí, estoy bien. Me gustó volver a hablar con Terry. Espero que la siguiente vez que nos veamos no haya ningún familiar en coma.
—Hablando de familia, tu madre me habló —informó Danny—. Tu padre ya aterrizó, y quiere que nos veamos con ellos en el hotel. Así que es hora de irnos.
—¿Tan pronto? —exclamó Abra, inconforme—. Si apenas acabamos de llegar.
—¿Qué dices? —dijo Danny, divertido—. Llevamos ya un par de horas aquí, y es lo que le prometiste a tu madre que tardaríamos.
—Ah, ¿sí? —susurró Abra, sorprendida. Sacó en ese momento su teléfono para ver la hora, y en efecto la afirmación de su tío no estaba muy apartada de la realidad. Al parecer el tiempo se había ido volando sin que se diera cuenta.
—¿Ya se van? —escucharon preguntar a Cole, que venía desde la sala en su dirección—. ¿Por qué no se quedan un poco más? Al menos hasta que Matilda y Samara lleguen para que las saluden.
—Sí, tío —musitó Abra, suplicante—. Sólo un poco más.
Dan suspiró y pasó una mano por sus cabellos. Se sentía sin lugar a duda acorralado entre complacer a su sobrina, o complacer a su hermana. Y ninguna de las dos resultaba sencilla en ese ámbito.
Pero el destino parecía estar su lado, pues en ese mismo instante la puerta principal cerca de ellos se abrió, jalando la atención de los tres. Del otro lado aparecieron justo Matilda y Samara, que se detuvieron un instante al ver a los tres al pie de las escaleras, y mirando en su dirección.
—Buenas tardes —saludó Matilda con discreta cordialidad, al tiempo que cerraba la puerta detrás de ella.
—Justo de quienes estábamos hablando —indicó Cole con entusiasmo, confundiendo un poco a las recién llegadas.
—Ah, ¿sí? —masculló Matilda dubitativa, pero decidió no darle mayor importancia—. Sr. Torrance, Abra. Un gusto verlos —indicó al tiempo que se aproximaba hacia ellos. Estrechó la mano de Dan, y luego pasó a darle un discreto abrazo a Abra.
—Igualmente, Dra. Honey —masculló la joven con alegría.
—¿Cómo sigues de tu herida?
—Bastante mejor. ¿Y la suya?
—Ya está bien —indicó la psiquiatra, tocándose el hombro con una mano.
Samara se aproximó en ese momento, parándose a un lado de Matilda. Su presencia repentina tomó un poco desprevenida a Abra, que se sobresaltó por mero reflejo en cuanto la vio, sin ningún motivo consciente. Intentó, sin embargo, mantener la calma lo mejor posible y no dejar tan en evidencia su reacción.
—Hola, Samara —musitó despacio, agitando una mano.
—Hola —le respondió ésta con su habitual estoicidad.
—Te… cortaste el cabello, ¿eh? Se ve bien.
—Gracias.
—¿Un cambio de look? ¿Por algún motivo en especial?
—Tal vez…
Abra asintió lentamente, y se quedó al instante sin idea de qué más decir. La incomodidad que esa niña le provocaba le era aún muy confusa.
—Te queda bien —comentó Cole con mayor entusiasmo—. Te da personalidad.
Samara volteó a verlo, y le sonrió levemente como respuesta.
—Lamentamos no poder quedarnos más —intervino Danny—. Pero tenemos que reunirnos con los padres de Abra para cenar.
—Sí, lo entiendo —masculló Matilda, apenada—. Lamento haberme tardado tanto; tenía un asunto que atender, y no podía esperar. Pero me alegra que estén bien. Y Abra, fue un placer verte. Y espero podamos reunirnos en mejores circunstancias muy pronto.
—Lo mismo digo —respondió la joven, sonriendo—. Y lo más probable es que tarde o temprano tenga que ir a terapia por todo esto, y por otras cosas; así que guardaré su tarjeta.
—Abra —musitó Danny con ligera desaprobación por su comentario, pero igual rio junto con ella—. Que pasen buena noche. Despídanos de la Sra. Wheeler, por favor.
—Vayan con cuidado.
Ambos se encaminaron hacia la puerta principal. Matilda, Cole y Samara los despidieron desde el marco de la puerta, viendo como avanzaban hacia la acera.
—¿Tú cómo estás? —le preguntó Cole a la recién llegada, una vez que la puerta se cerró una vez más—. ¿Cómo te fue con… ese asunto?
—Sí, Matilda —intervino alguien más antes de que pudiera responder. Los tres se giraron, y miraron a Eleven entrando ahora al vestíbulo desde la sala, caminando hacia ellos apoyada en Sarah—. ¿Cuál fue el asunto que te tuvo entretenida casi todo el día?
—Hola, Eleven —le saludó Matilda, ligeramente nerviosa—. ¿Cómo estás?
—De una pieza —respondió El rápidamente—. ¿Entonces?
—¿Es que acaso por una vez no lo sabes todo? —indicó Matilda con tono burlón, cruzándose de bazos.
—No seas condescendiente conmigo —le respondió Eleven con voz sólo un poco afilada.
Matilda dejó escapar un suspiro, y respondió sin más.
—Fui a ver a mi padre a prisión.
El comentario causó una reacción de marcado pasmo tanto en Eleven como en Sarah. Era evidente que entre las posibilidades que habían barajeado, esa no era una de ellas. Privilegio de no haber estado presentes la otra noche durante la visita sorpresa de Michael.
—Oh, entiendo —susurró Eleven, asintiendo.
—Estuvo bien —se apresuró Matilda a aclarar—. O no tan mal como podría haber sido, más bien.
—Yo sé un poco sobre relaciones familiares complicadas —indicó Eleven esbozando una sonrisa un tanto apagada—. Estoy segura de que lo que haya sido, habrá sido para mejor.
—Lo sé —suspiró Matilda—. Pero no se preocupen por eso ahora. Comparado con todo lo demás que nos ha ocurrido estos días, esto es algo insignificante.
—Nada de eso —se apresuró Cole a espetar, sonando casi molesto.
—El detective tiene razón —secundó Eleven—. No haga menos los asuntos y problemas que le angustien en estos momentos, doctora; ni siquiera los pequeños. Como psiquiatra, creo que eso lo sabes bien.
—Bueno —masculló la psiquiatra, encogiéndose de hombros—, a veces ocupamos que alguien nos recuerde lo que en teoría ya sabemos. Por algo los terapeutas también van a terapia.
—¿Y tú lo haces? —preguntó Sarah con curiosidad, arqueando una ceja.
Matilda rio, y sus mejillas se ruborizaron un poco.
—No en este momento —admitió—. Pero quizás también lo vaya a necesitar, pronto.
Todos rieron al instante siguiente, y el aire se aligeró un poco; todos menos Samara, aunque hizo el intento de sonreír, pese a que en el fondo no entendía bien si aquello había sido un chiste o no.
—Bueno, dicho eso —pronunció Eleven, y centró entonces para sus sorpresa la mirada justo en la niña, que respingó un poco al notar esto—. Samara, ¿te molestaría venir conmigo a la mesa del comedor para sentarnos de una vez? —le preguntó, extendiéndole la mano que no sujetaba su bastón—. Necesito hablar contigo de lo que ocurrirá a continuación con tu regreso a casa. Sé que Matilda ya te habrá hablado al respecto, pero hay algunos puntos que deseo tocar contigo directamente.
Samara contempló su mano con ligera desconfianza asomándose por sus ojos. Se giró por reflejo hacia Matilda, en busca de su guía.
—No te preocupes —pronunció Eleven rápidamente al notar su vacilación—. Matilda se reunirá con nosotros en la mesa en un rato más. Pero ahora el Det. Sear y ella tienen que hablar primero de unas cosas.
Aquello tomó a la propia Matilda por sorpresa, y por reflejo se giró a mirar a Cole, cuestionándole con la sola mirada a qué se refería. Éste se limitó a sólo sonreírle y encogerse de hombros. Lo que fuera, de seguro quería en efecto que lo hablaran a solas, e inevitablemente eso le causó una pequeña punzada de preocupación.
—Está bien, pequeña —le indicó con suavidad a Samara, agachándose un poco hacia ella—. Voy en un momento, ¿sí?
Samara asintió, sintiéndose más segura con que Matilda se lo indicara. Tomó entonces la mano que Eleven le ofrecía, y tanto ella como Sarah comenzaron a guiarla en dirección al comedor.
—Qué bonito peinado, por cierto —comentó Eleven mientras se alejaban—. ¿Sabías que en gran parte de mi niñez y adolescencia me tocó llevar la cabeza completamente rapada? Por favor no te lo imagines.
Matilda y Cole permanecieron en silencio, hasta que las voces se alejaron lo suficiente del vestíbulo.
—¿Tenemos que hablar de unas cosas? —preguntó Matilda curiosa, girándose hacia el detective.
—Sí, algo así —masculló Cole, sonando un poco abatido al hacerlo. Recorrió con una mano su nuca de forma nerviosa, y se giró sobre sus pies para comenzar a caminar en dirección a la sala. Matilda lo siguió de cerca—. No es nada grave, en realidad —se apresuró a aclarar—. Solamente que hablé con mi capitán esta mañana, y me pidió… No, más bien me ordenó que haga acto de presencia en la estación el lunes a primera hora, para que hablemos con mayor detalle de… bueno, de todo esto.
Cole se dejó caer de sentón en uno de los sillones, y se giró a mirarla con una de esas sonrisas despreocupadas en los labios, que Matilda había aprendido rápidamente a identificar como no del todo sinceras.
—En pocas palabras, deberé volver a Filadelfia pronto; el domingo, a lo mucho —concluyó Cole con diversión, aunque su mirada no reflejaba el mismo sentimiento.
—Oh —murmuró Matilda, pensativa—. Entiendo. Bueno, sabíamos que pasaría tarde o temprano, ¿no? Ya hiciste más que suficiente por Samara y… por mí. Arriesgaste incluso tu propia seguridad. Es momento de que tú también vuelvas a tu vida normal.
—Con gusto arriesgaría el doble o el triple otra vez por ustedes dos —declaró Cole con asombrosa convicción—. No me importaría perder mis dos piernas, si a cambio pudiera asegurar que ustedes estén bien.
—En verdad procuremos que eso no vuelva a ser necesario —bromeó Matilda. Se aproximó entonces al sillón, y se sentó justo a su lado; quizás bastante más cerca de lo que Cole se esperaba, y eso lo puso un tanto tenso, pero procuró disimularlo—. Igual dentro de poco yo tendré que llevar a Samara de regreso a su casa, y ver qué pasa —indicó Matilda justo después, cruzándose de piernas.
—Sí, Eleven me lo mencionó —asintió Cole—. ¿Y luego de eso? ¿Qué harás?
Matilda se encogió de hombros.
—Si el padre adoptivo de Samara la acepta de regreso, que lo dudo… tendré que aplicar esfuerzo monumentales para asegurar el bienestar de Samara a su lado. Y si no puedo estar segura de ello, moveré cielo y mar para retirarle la custodia. Y todo eso puede tomar bastante tiempo. Pero, si por el contrario la rechaza y desea ya no hacerse cargo de ella, que me temo será lo más probable… entonces intentaré llevar a cabo el proceso de adopción, con el apoyo de la Fundación; otro proceso que también puede tomar su tiempo. Pero lo más grave es que no sé cuál de esos escenarios lastimará más a Samara.
—No podrás protegerla por siempre —indicó Cole con seriedad—. Tendrá que afrontar la verdad sobre sus padres tarde o temprano. Pero al menos, pase lo que pase, te tendrá a ti a su lado para ayudarla a hacerlo. Y tras ese momento rasposo, si todo sale bien, le esperará un brillante futuro contigo.
—Espero que ella lo vea así —suspiró Matilda, claramente ansiosa—. Pero bueno, respondiendo a tu pregunta, lo más probable que tenga que estar en Washington una temporada hasta que todo esto se resuelva, de una u otra forma; quizás hasta fin de año, o más. Luego de eso, volveré a Boston; sola o, como espero que suceda al final, acompañada de Samara.
Cole asintió, indicando que comprendía con claridad el plan, incluso las ramificaciones más complicadas de éste. Carraspeó entonces un poco, se sentó derecho en el sillón, e incluso se atrevió, aunque un poco dubitativo, a apoyar su brazo en el respaldo del sillón, detrás de la espalda de Matilda. Ésta miró de reojo aquel acto, pero no dio indicio alguno de querer detenerlo.
—¿Y… qué significa eso? —preguntó Cole en voz baja, mirándola fijamente—. Para nosotros, quiero decir.
—Nosotros —repitió Matilda despacio, casi como si la palabra le resultara ajena. Carraspeó también, miró un tanto distraída al frente, y con una mano alisó la tela de sus pantalones—. ¿Qué te gustaría a ti que ocurriera con nosotros?
—Lo que tú quieras que ocurra —respondió Cole rápidamente sin pensarlo mucho—. No aspiró a nada más que eso.
—Muy considerado —masculló Matilda, pero no dejaba muy claro si acaso lo decía en serio, o estaba siendo sarcástica—. Bueno… Filadelfia no está muy lejos de Boston, en realidad.
—Cinco horas en carro, un poco menos de una hora en avión —indicó Cole rápidamente—. No es que lo haya revisado.
Matilda rio un poco por la ocurrencia, pero se serenó rápidamente para seguir hablando.
—Supongo que una vez que Samara y yo estemos instaladas, y todo se calme… Quizás podríamos planear algo. Unas pequeñas vacaciones de verdad, esta vez. Y ver qué pasa a partir de eso.
—Suena agradable —susurró Cole, esbozando ahora sí una radiante y sincera sonrisa, de la cuál de inmediato Matilda se sintió contagiada.
Ambos guardaron silencio en ese momento, y se limitaron a sólo mirarse, perdiéndose un rato en los ojos del otro. Qué rápido se habían acostumbrado a esos momentos de silencio en los que ninguno tenía que decir nada, y aun así entender lo suficiente.
En esa ocasión no estuvo claro quien dio el primer paso; quizás fue Cole, quizás fue Matilda. Pero para cuando ambos fueron conscientes, sus rostros ya estaban a medio camino aproximándose al otro. Y en lugar de retroceder, se limitaron a simplemente cerrar los ojos y cortar la distancia que les faltaba. Sus labios llegaron a rozarse sólo un poco, y eso fue suficiente para causar una pequeña chispa de electricidad en ambos. Sin embargo, no pudieron llegar más lejos de eso, antes de que los pasos de alguien entrando a la sala los distrajera.
Ambos se separaron rápidamente por mero reflejo, sentándose derechos y girándose al mismo tiempo hacia la puerta de la sala. Jennifer los miraba desde ahí, paralizada en su lugar en cuanto vislumbró lo que estaba ocurriendo un instante antes de que entrara.  
—Yo… lo siento —susurró Jennifer apenada—. No quería interrumpirles. Sólo venía a decirles que ya está todo servido para comer… pero yo me voy, hagan de cuenta que no estuve aquí.
—No, mamá, alto —exclamó Matilda rápidamente, poniéndose de pie al instante, antes de que ella “huyera” de esa forma—. Ya vamos para allá, ¿cierto? —indicó, girándose hacia Cole para confirmación.
—Sí, por supuesto —se apresuró Cole a responder, parándose también—. Estoy más que dispuesto a comer enseguida.
Jennifer asintió, aunque claramente se sentía culpable por haber roto el momento de esa forma. Pero igual los tres se dirigieron juntos hacia el comedor, como estaba planeado.
—¿Cómo te fue? —le preguntó la Srta. Honey a su hija mientras avanzaban.
—Te lo platicaré todo en la mesa —le respondió Matilda, y ambas entrelazaron sus brazos mientras se encaminaron juntas a la mesa.
— — — —
La cena en casa de los Wheeler se llevó a cabo sin muchas complicaciones. Mike, Will, Jim y Terry se sentaron a la mesa grande del comedor, comieron el pavo preparado y los demás complementos, incluyendo el dulce de calabaza de Will. Platicaron, rieron y agradecieron las cosas buenas que habían ocurrido ese año, por encima de las malas. Y de alguna forma fueron dejando atrás, aunque fuera por un par de horas, los sucesos desagradables de las últimas semanas.
Sin embargo, los puestos vacíos que deberían haber sido ocupados por Jane y Sarah, eran como dos parpadeantes luces rojas, presentes a toda hora, y jalando irremediablemente la atención de los cuatro en algún momento. En especial la de Mike, que en gran parte de la cena fue incapaz de ocultar su enojo aún latente, provocado indiscutiblemente por la ausencia de su esposa.
Pese a todo, la cena terminó bien. Y una vez terminada, sólo quedaba la parte no tan agradable de limpiar y lavar los platos. Sorprendentemente, Mike terminó ofreciéndose a hacerlo todo él, quizás simplemente buscando algo que hacer para distraerse. Sus hijos le tomaron la palabra con facilidad, pero Will se negó a dejarle todo el trabajo. Así que tras recoger los platos de la mesa, ambos se dirigieron juntos al fregadero de la cocina.
Una vez estuvieron lejos de los oídos de Jim y Terry, mientras Mike lavaba y Will a su lado secaba, éste último soltó sin más espera lo que había querido decir toda la noche:
—No puedes seguir enojado con El por más tiempo —exclamó con seriedad.
Mike soltó un pesado suspiro exasperado.
—¿Qué no puedo? —espetó, casi ofendido—. Estuvo en coma por semanas, y al despertar lo primero que hace largarse. Aún ni siquiera puede caminar ella sola, y prefiere cruzar medio país en lugar de quedarse quieta medio minuto y estar con su familia.
—Tenía que hacerlo. Alguien debía resolver todo esto.
—¿Y por qué tenía que ser ella? —pronunció en alto, girándose a mirar a su amigo—. ¿Por qué siempre tiene que ser ella?
Mike se volvió abatido hacia los platos, comenzando a tallar uno de ellos con, quizás, bastante más fuerza de la que requería.
—No vayas a romperlo —musitó Will con ligera sorna. Luego añadió—: Te recuerdo que eso fue lo que te gustó de ella en un inicio; ¿ya lo olvidaste? Su valor, su poder, su deseo de ayudar y proteger a otros. El que fuera una verdadera heroína.
—Ya no somos más unos niños, Will —soltó Mike con amargura—. Y he estado ya demasiadas veces tan cerca de perderla, y en verdad pensé que en esta ocasión la perdería por completo…
Se detuvo un momento, agachó la cabeza y apoyó ambas manos contra la orilla de la encimera, como si temiera caerse si no se sostenía de esa forma.
—No sé si resistiré pasar por algo como esto una vez más —susurró despacio; no con enojo o como una recriminación, sino como un sincero y doloroso lamento.
Will se quedó sin palabras unos momentos. No podría reprocharle sus palabras, pues vivir constantemente con la sensación de que, en cualquier momento, la persona que más amas en el mundo podía simplemente ser arrancada de tus brazos con tanta facilidad, debía ser agotador para cualquiera.
Pero Mike sabía desde hace mucho quién era Jane, y las cosas de las que era capaz. Sabía bien que no se quedaría sentada todo el tiempo en casa, siendo una esposa y madre común, y fingiendo que allá afuera no ocurría nada. No iba con su personalidad. Y, de cierta forma, Will sabía que Mike era muy parecido a ella. El Mike que él conoció hace años, saltaría al fuego sin dudarlo por cualquiera de sus amigos. Solamente quizás los años habían sepultado a ese Mike en una pequeña capa de amargura y preocupación; pero Will sabía que él seguía ahí, en algún lado.
—Hey, papá —escucharon la voz de Jim pronunciar desde la entrada de la cocina. Mike se forzó a recuperar la compostura para mirarlo—. Voy a casa de Joan a saludarla a ella y a su familia. Me voy a llevar a Terry para que se despeje un poco.
—Está bien —respondió Mike, asintiendo—. Sólo no regresen tarde, por favor.
—Descuida, será sólo un par de horas. Nos vemos después, tío Will.
—Cuídense —indicó Will con solemnidad.
Jim se retiró entonces, y Mike volvió de nuevo a la distracción de los platos.
—Sé que es duro, Mike —dijo Will con algo de severidad—, pero tienes que sobreponerte. Tus hijos te necesitan, en especial Terry. No les hace ningún bien verte estar molesto de esa forma con su madre.
—Ya lo sé —espetó Mike, defensivo.
—Si sirve de algo, le dijo a los chicos que muy probablemente volvería el domingo.
—Pues ojalá sea cierto.
Unos segundos después, alguien más hizo acto de presencia en la cocina, tomando a ambos un poco por sorpresa.
—Toc, toc —pronunció la voz animada de la Dra. Mayfield, de pie en la puerta en la cocina. Llevaba puesta aún su bata blanca, y su cabello rojizo atado con una cola. En sus manos, cargaba un recipiente redondo de pay.
—Hey, Maxine —pronunció Will, alzando una mano a modo de saludo. Mike se limitó a mirarla sobre su hombro y asentir con la cabeza.
—¿Cómo están, chicos? —preguntó Max, dándose permiso para ingresar con pauso cauteloso a la cocina—. Perdón por a intromisión. Jim y Terry me dejaron entrar mientras iban de salida.
—¿Vas saliendo de su tu guardia? —preguntó Will.
—Sí, apenas —suspiró Max con voz agotada—. Pero traje un poco de pay de manzana —indicó con entusiasmo, alzando el pastel en sus manos para que ambos lo vieran.
—¿Hecho por ti? —preguntó Will con tono divertido.
—Comprado, por supuesto —masculló un poco apenada—. Pero con mis propias manos.
Will y Max rieron divertidos, pero Mike no pareció muy interesado en acompañarlos en la broma.
—En fin, ¿llego tarde para comer algo?
—Siéntate, te caliento un poco de pavo —indicó Mike un poco ausente. Cerró las llaves del fregadero, se secó las manos, y comenzó a servir de todo un poco en un plato, de forma casi mecánica.
Will y Max se miraron entre ellos, suspiraron al unísono, y pasaron a sentarse juntos en la mesita de la cocina.
—¿Cómo está? —preguntó Max en voz baja, mirando de reojo a Mike.
—Aún le aplica la ley de hielo a El —le informó Will con pesar en su voz.
—Qué maduro de su parte —pronunció Max, aunque lo suficientemente alto apropósito para que Mike pudiera escucharla. Éste la miró de reojo, pero no dijo nada, y se limitó a colocar el plato de comida en el microondas.
—Está preocupado por ella —le defendió Will con voz mediadora.
—¿Y crees que yo no? —masculló Max con severidad—. ¿Hablaron con ella hoy?
—Sí. Está bien, y dice que volverá pronto.
—Eso espero, porque además de arreglar ese otro asunto, necesita arreglar su relación familiar; y no se diga su salud.
Will asintió, estando completamente de acuerdo con ella, así que en verdad no tenía nada más que añadir.
—¿Y tú cuánto te quedarás? —le preguntó Max, curiosa.
—Quizás vuelva a New York el lunes, si ya no me necesitan por aquí.
—Este tonto siempre te va a necesitar por aquí —indicó Max con tono bromista, apuntando con su mentón hacia Mike que se acercaba a ellos con el plato humeante de comida.
—Bueno, gracias —farfulló Mike con seriedad. A pesar de todo, colocó el plato delante de Max, con todo y cubiertos, y ésta lo aceptó gustosa—. Puedes quedarte todo el tiempo que desees, Will —indicó Mike, mirando a su amigo—. Me hace bien tu compañía.
Will no pudo evitar sonreír contento de escucharlo decir eso.
—Te lo agradezco, amigo.
—¿Qué dices? Yo te lo agradezco a ti —declaró Mike con convicción—. Quizás estaríamos perdidos si no hubieras estado aquí para apoyarnos.
—No, nada de eso —masculló Will, riendo nervioso—. Sólo vine a ayudar en lo que podía, eso es todo.
—Oh, ya basta, ustedes dos —masculló Max con tono de falsa molestia, teniendo medio bocado de pavo en la boca—. No se pongan más cariñosos o tendré que llamar a El.
—Oye, oye —exclamó Will, alarmado—. Eso fue bastante inapropiado, Max.
—Lo siento —rio Max, divertida. Terminó de tragar lo que tenía en la boca, y pareció querer en ese momento decir algo más. Sin embargo, un fuerte ruido los sacudió a los tres, haciéndolos ponerse en alerta.
—¿Qué fue eso? —susurró Will, parándose despacio de su silla.
Mike giró su atención hacia la puerta de la cocina, que daba hacia el patio posterior.
—Fue atrás —indicó el dueño de la casa con severidad.
—Quizás sean los chicos —comentó Max con calma, pero Mike no parecía estar muy de acuerdo con esa teoría. Sin decir nada, se dirigió con paso resuelto hacia la puerta.
—Mike, ¿a dónde vas? —le cuestionó Will alarmado, y sin titubear mucho fue detrás de él. Max lo pensó un poco más, pero al final también se paró y los siguió.
Mike abrió la puerta de par en par rápidamente, y se asomó hacia el exterior. El patio estaba envuelto en sombras, hasta que presionó el interruptor que encendió las luces traseras. La luz adicional no hizo mucho cambio, pero ayudó a poder identificar lo que posiblemente había provocado aquel sonido: uno de los botes de basura estaba volteado, y su contenido desperdigado por la tierra.
Suspiró con molestia, pero se dirigió de inmediato al bote para levantarlo, y regresar la basura a su interior. Will y Max salieron también por la puerta, y el primero se apresuró de inmediato a ayudarlo a recoger.
—Quizás sólo fue un perro —señaló Max, cruzada de brazos para protegerse un poco del frío que estaba comenzando a sentirse.
—Quizás —carraspeó Mike.
Una vez el bote estuvo de pie y todo en su sitio, decidió llevarlo a la parte frontal de la casa, en caso de que la basura decidiera pasar el día de mañana. Caminó entonces hacia un lado con la intención de rodear la casa por un costado. Sin embargo, justo cuando iba a pasar la esquina de la casa, escuchó un click resonando en la noche, y un segundo después ante su rostro apareció el largo y oscuro cañón de un arma, apuntando directo al centro de su frente.
Mike se sobresaltó, soltó el bote dejándolo caer, y dio por un instinto un apenas apreciable paso hacia atrás. El sonido de la basura cayendo alarmó a Will y Max, y de inmediato se aproximaron hacia él. Cuando estuvieron a su lado, pudieron ver lo mismo que Mike veía, y se quedaron paralizados en su sitio al instante.
El arma que apuntaba a Mike era sostenida por la mano grande y firme de un hombre, de piel oscura, con su rostro perlado por el sudor y mirada cansada, que parecía apenas poder enfocarse en uno de ellos. A pesar del clima, usaba solamente una camiseta blanca delgada y unos pantalones negros. Se le veía agotado; respiraba con agitación, y estaba claramente malherido. A la altura de su abdomen tenían enredados un improvisado vendaje que le rodeaba por completo, y que estaba además en esos momentos impregnado de sangre. Otras parte como su pierna, brazo o frente tenían igualmente vendajes rudimentarios.
Su estado era tan impactante, que por unos segundos ninguno lo reconoció. Pero conforme las luces del patio lo enfocaron mejor y pudieron tener una vista más clara de su rostro, los tres se quedaron atónitos al darse cuenta de quién era.
—¿Lucas? —pronunció Maxine, azorada.
Él los miró de regreso, pero no parecía mirarlos del todo. Bajó lentamente el brazo que sostenía el arma, y entonces se apoyó con su hombro contra la casa para evitar caer.
—Lucas, ¿qué te pasó…? —murmuró Will con preocupación, y se atrevió a dar un paso hacia él, a lo que Lucas respondió rápidamente, alzando de nuevo su arma, ahora apunando con ella hacia el rostro de Will.
—Aléjense… No se me acerquen —les advirtió con voz débil, pero aun así beligerante.
Los tres retrocedieron, alarmados.
—Lucas, espera —susurró Mike, alzando ambas manos delante de él para mostrarle que no había amenaza en ellos—. Somos nosotros, Mike, Will, y Max. Nos reconoces, ¿cierto? Somos tus amigos…
Él miró a cada uno con aprehensión, apretando su mano más firmemente contra el mango de su arma. Era evidente que estaba alterado; quizás lo suficiente para cometer una locura con esa cosa. Pero al final pareció tener la suficiente lucidez para reconocerlos, y entender dónde estaba. Volvió a bajar su arma, y en esta ocasión apoyó su espalda entera contra el muro exterior de la casa.
—No sabía a dónde más ir —soltó con dolor e impotencia—. Ya no sé en quién puedo confiar…
Y esas fueron las últimas palabras que pudo pronunciar, antes de que sus ojos se cerraran, y sus dedos fueran incapaces de sostener la pistola y ésta se resbalara hacia el piso. Lucas no tardó en seguirla, deslizándose por la pared hasta quedar sentado en el suelo.
—¡Lucas! —pronunció Max alarmada, y se aproximó rápidamente hacia él, colocándose de cuclillas a su lado. Mike y Will igualmente se aproximaron para verlo de cerca.
La cabeza de Lucas colgó hacia adelante, pegando su mentón contra su pecho; al parecer había quedado totalmente inconsciente, como si sólo le hubieran alcanzado las energías para llegar hasta ese sitio, y nada más.
Max rápidamente llevó sus dedos a su cuello.
—Su pulso es débil —declaró con inquietud. Agachó su atención hacia el vendaje de su abdomen, tocándolo con sus dedos; estos se mancharon de rojo al hacerlo—. Creo que ha perdido mucha sangre. Ayúdenme a meterlo, rápido.
Will y Mike obedecieron, y al instante lo tomaron entre los dos, uno de las piernas y lo otro de las axilas. Lo alzaron lo mejor que pudieron, y comenzaron a avanzar presurosos de regreso a la puerta de la cocina. Lucas no reaccionó en ningún momento del trayecto, y no lo haría por completo hasta mucho tiempo después.
FIN DEL CAPÍTULO 157
Notas del Autor:
Como prometí, estos capítulos fueron un poco más tranquilos, en donde vimos a nuestros personajes celebrar Acción de Gracias, y poder ver además un poco de interacción entre ellos. Y claro, de paso repasar en qué situación se encuentran varios de ellos, incluso el propio Damien, así como dar un pequeño vistazo a lo que vendrá más adelante.
Dentro de poco a muchos les tocará viajar y volver a sus vidas “normales”, pero todos sabemos que eso no durará mucho. ¿Qué pasará ahora? Muchas cosas, por supuesto. Pero primero hay otros personajes que tocará ver también, aunque ya no en situaciones tan tranquilas. Estén atentos a los siguientes capítulos.
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Turismo bien empleado
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Jessica de León es una política con garra. Ya le vale, porque gestionar el turismo y el empleo en Canarias no es moco de pavo. Lleva su tiempo y cuesta mucho trabajo. Los problemas se van de vacaciones cuando los mandan de paseo.
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-¿Cuál es el panorama actual del turismo en Canarias? “La salud del turismo sigue siendo buena. Tenemos unos niveles de ocupación de en torno al 80% y la facturación turística bate récords cada mes. Gasta más y mejor en Canarias. La conectividad aérea la tenemos garantizada cara al verano con ese 9% más de plazas programadas, lo que no significa que vayan a llegar un 99% más de turistas; simplemente, que las reservas han aumentado. Ahora hay que llenar esas plazas de turistas y veremos si Canarias lo consigue. Por lo tanto, como la salud del turismo es buena, creo que deberíamos centrarnos en los debates de futuro”.
-¿Sobre qué? “Sobre lo que siempre ha dicho esta consejería, que es modificar el bloque normativo para hacer la actividad más sostenible, más rentable y redistribuir mejor la riqueza. La ley de ordenación del turismo del territorio vigente es de 1995 y hay que adaptarla. La idea consiste en refundirla con la ley 2/2013, de renovación y modernización, para que de verdad en Canarias se apueste por la modernización de las instalaciones hoteleras que tenemos en estos momentos y de apartamentos en detrimento del consumo del territorio. Queremos que todo ese bloque normativo asociado al turismo hable en términos de sostenibilidad, pero de la sostenibilidad bien entendida: económica, social y ambiental. Dado que el turismo no está destruyendo empleo -muy al contrario-, que está garantizada la capacidad aérea, es un buen momento para, más allá de la transformación económica y ambiental, afrontar los retos sociales de Canarias”.
-¿Qué mensaje ha dejado la movilización del 20 de abril? “Que hay un hartazgo ciudadano en la forma de hacer las cosas en Canarias. Ese es el mensaje que yo he captado y que comparto plenamente. Esperar soluciones que nunca llegan en materia de vivienda, de protección del territorio, en movilidad, agua… Lo que tenemos que hacer los gobernantes es agilizar la toma de decisiones, ser valientes, invertir recursos públicos en solucionar los problemas de la ciudadanía. En apenas diez meses, este Gobierno ha promovido dos iniciativas legislativas y cuatro emergencias que vienen a dar respuesta a parte de las reclamaciones de la ciudadanía. Quiero recordar que empezamos esta legislatura con Mariano Hernández Zapata declarando la emergencia energética y tomando medidas en materia de renovables, de interconexión y suministro energético para islas como La Gomera, que sufrió un cero energético, y ese concurso va a ser resuelto. En vivienda salió el decreto ley de medidas urgentes y, en el ámbito turístico, la ley de ordenación de uso sostenible de la vivienda. Estamos dando pasos en la buena dirección; pero, evidentemente, los resultados no van a ser inmediatos. Se trata de programar y diseñar el futuro en el medio y en el largo plazo. No son soluciones cortoplacistas, como algunas de las que se han planteado”.
-Al calor de estas protestas ha resurgido el debate sobre la ecotasa o el impuesto turístico. Nueva Canarias y Podemos lo intentaron en la anterior legislatura, con el rechazo de ASG y el “cambio de opinión” del PSOE en el cuatripartito… “Desde Hacienda, que gestionaba Nueva Canarias, lo podrían haber impulsado perfectamente. De hecho, si mañana se aprobara un ecoimpuesto en Canarias, sería responsabilidad de Hacienda, no de la Consejería de Turismo. Así que achacárselo a Casimiro Curbelo [ASG] me parece una cobardía por parte de los otros partidos del anterior Ejecutivo”.
-¿Subir el IGIC a las pernoctaciones, como ha sugerido Fernando Clavijo, sería oportuno? “En primer lugar, lo que están reclamando es un impuesto, no una tasa. El impuesto puede tener una finalidad concreta -por ejemplo, construir viviendas-, pero, al no ser finalista, va a una caja común y, luego, el Gobierno hace con ese impuesto lo que quiera: viviendas, agua o a la promoción turística, lo que considere conveniente. Habría una finalidad, aunque no sería finalista. Además, apunto un dato incuestionable: Canarias está batiendo el récord de recaudación a través del IGIC, el único impuesto que tenemos directo al consumo de los turistas en el territorio. En Canarias existe un exceso de recaudación por el IGIC y no podemos gastar más, porque nos lo impide la Ley de Presupuestos Generales del Estado; en este caso, la prórroga y la reactivación de las reglas fiscales. De facto, la oposición hace un brindis a la galería para tranquilizar y ganar votos a costa de la masa. A mí me gustaría ser coherente, desde un Gobierno que ha prometido no incrementar la presión fiscal a la clase trabajadora, que tendría que pagar por ese impuesto. Distinto es cobrar por la prestación de un servicio, como la tasa que va a instaurar el Cabildo de Tenerife [a partir del 1 de enero de 2025] por el acceso a los espacios naturales protegidos y que repercute directamente en su mantenimiento: contratar personal, adecuar las infraestructuras… Miremos el modelo de Lanzarote, que recauda cuarenta millones de euros de sus centros turísticos y espacios naturales. No hemos inventado la pólvora”.
-El de la vivienda de uso turístico es otro asunto candente. La Asociación Canaria de Alquiler Vacacional (Ascav) denuncia que la regulación de esta modalidad que impulsa el PP es de las “más restrictivas” de Europa. ¿La patronal exagera? “El Ayuntamiento de Madrid, la cuna del liberalismo supuestamente, ha hecho lo mismo en el ejercicio de sus competencias. Eso es lo que plantea el anteproyecto de ley del Uso Turístico de Viviendas [el periodo de información pública finalizó el jueves 9 de mayo]. Hasta que el plan general no concrete cuántas, dónde y cómo, ni una sola licencia vacacional más, porque necesitamos volver a la ordenación territorial y que esta actividad económica tenga equilibrio en el territorio, que no se desequilibre la población residente con respecto a la turista. Esto lo recoge precisamente la normativa canaria. Ni más ni menos liberal, es sentido común”.
-¿Sobran alojamientos? “Desde 2016 hemos perdido 50.000 plazas de hoteles y apartamentos. Hemos decrecido, no crecido. Por otro lado, la vivienda vacacional ha crecido del orden de un 25% desde 2017 y ese es el incremento sustancial de camas que se ha producido en Canarias, que no es ni malo ni bueno. Yo estoy a favor, con una regulación, un orden y un equilibrio”.
-Con control… “¡Claro! No puede ser que a cualquier tipo de vivienda en cualquier zona de cualquier barrio, incluso siendo de protección oficial, en veinticuatro horas le dé una declaración responsable y entre a operar en el mercado turístico”.
-¿Y la saturación demográfica, de la que tanto se habla? “Es preocupante, porque el crecimiento poblacional no se está viendo acompañado de infraestructuras que atiendan esa demanda de población. Fuerteventura lo ha vivido en las últimas décadas. Recuerdo que en la época de finales de los 90 hubo un bum turístico y de repente eran 20.000 o 30.000 habitantes más, sin colegios, hospitales ni carreteras. La población ha seguido creciendo sin ese acompañamiento. En algunas islas, el envejecimiento poblacional tampoco ha ido parejo al desarrollo de las infraestructuras que va necesitando esa población, como residencias de salud mental y recursos sociosanitarios en general. Lo que ha fallado es la planificación de las infraestructuras, destinar recursos públicos, la ordenación del territorio para habilitar esos suelos y que después todo pueda ejecutarse conforme a un crecimiento poblacional o decrecimiento. No obviemos que en Canarias hay dos velocidades: islas que crecen y otras que decrecen. No hay varitas mágicas. Las fórmulas para Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote no funcionan en El Hierro, La Gomera y La Palma. La saturación no es una realidad uniforme”.
-Ese principio estuvo muy presente en la Conferencia de Presidentes de Cabildos… “Ha sido un primer foro para acordar los grupos de trabajo. A esta consejería le toca la mesa de fiscalidad y empleo turístico, desde esa triple perspectiva: el conjunto de Canarias, las islas verdes y las áridas. A ello añadimos que La Graciosa se halla encuadrada administrativamente en un término municipal [Teguise] de otra isla [Lanzarote]. En consecuencia, conviene utilizar un bisturí”.
-Dentro de Gran Canaria y Tenerife hay matices… “Sí. La despoblación en medianías contrasta con la concentración en la costa. Entonces, tendremos que articular medidas para que no se mueren los pueblos, la agricultura… Y sostener el paisaje y la idiosincrasia de Canarias, que la población se asiente allí donde encuentre un proyecto de vida. Las familias se mueven buscando un futuro, no porque no les guste su pueblo. El éxodo se evita ofreciendo oportunidades, con programas de diversificación socioeconómica”.
-Se entiende que los Premios de Turismo amplían su campo de visión no por capricho, sino con una intencionalidad… “Hemos modernizado el decreto 29/2014. Los Premios de Turismo Islas Canarias distinguirán los méritos relevantes de aquellas personas, tanto físicas como jurídicas, que hayan destacado en aspectos como el empleo, la comunicación, la innovación, la accesibilidad e inclusión, la sostenibilidad y la excelencia. Se plasman los objetivos de la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible. Premiaremos las actividades e iniciativas que cuiden de sus trabajadores y que sean un faro de las buenas políticas y buenas prácticas para el resto de las empresas, igual que en la sostenibilidad. Y, por supuesto, la trayectoria empresarial y la promoción al servicio de una industria que genera en Canarias el 60% de la ocupación. Ha llegado la hora de reivindicar la idiosincrasia de nuestro sector turístico”.
-Son varios los planetas que giran alrededor del sol y la playa, y se benefician del sistema… “Sin duda. Cuando a mí me hablan del cambio de modelo, yo interpreto que es el modelo económico de Canarias. El cambio del modelo turístico se me antoja complicado. Somos una potencia líder en el mundo por ser este un destino de sol y playa competitivo en calidad. Y esto nos ha costado muchísimos años: rehabilitar la planta hotelera, meter hoteles de cuatro cinco estrellas donde antes había tres estrellas o apartamentos… El destino compite ante países que únicamente pueden ofrecer precios. Además del clima, Canarias aporta calidad y seguridad. Este es un modelo de éxito rotundo, mejorable. De esas empresas que operan en el turismo, el 80% son pymes y autónomos que dependen de la actividad turística: bares restaurantes, excursiones, guías, alquiler de coches… Al hotel lo señalan para echar la culpa de todos los males, pero detrás hay una economía de proveedores, una industria enganchada a los valores del turismo que sostienen el sistema. Que la ciudadanía ha perdido calidad de vida es innegable. Han subido los precios de la vivienda, de los carburantes y de la cesta de la compra”.
-¿Les han llegado por conductos oficiales reacciones desde los mercados emisores al malestar expresado por colectivos e individuos que realizan pintadas hostiles? “Sí. Los operadores están preocupados porque juzgan que la Administración deberían dar una respuesta ágil a las demandas de los canarios. Nos han transmitido su intención de ayudarnos para arreglar algunos de esos problemas”.
-El área de Turismo del Gobierno autonómico está vinculada a Empleo y en el ministerio se asocia a Industria. ¿Por alguna razón estratégica? “Es un binomio interesante. Estamos articulando estrategias de formación, profesionalización y recualificación como vasos comunicantes con la industria turística. La experiencia demuestra que ha sido un acierto del vicepresidente, Manuel Domínguez, fusionar ambas consejerías y transformar las políticas activas de empleo en formación”.
-¿Los datos son generosos? “Son buenos y los analizamos con prudencia. Los más de 900.000 ocupados representan una cifra histórica. Nos propusimos terminar 2023 con menos de 170.000 parados y se contabilizaron 169.000. Los índices de la EPA nos situaban como la región que menos empleo había destruido y como la de mayor tasa de actividad de España”.
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La majorera Jessica de León Verdugo es licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla. Ha ejercido la profesión en varios medios de información: Emisoras Municipales de Andalucía, Ola Andalucía, Radio Difusión Fuerteventura, La Provincia y RTVC. Además, pasó por el gabinete de prensa del PP de Fuerteventura y en el de Canarias desempeña las funciones de vicesecretaria de Comunicación. Durante casi dos años fue supervisora de las tiendas libres de impuestos del aeropuerto de Fuerteventura. De 2015 a 2019 estuvo como concejal de la oposición en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario y luego se trasladó al Cabildo, donde en marzo de 2021 asumió Turismo. El 15 de julio de 2023 tomó posesión como consejera autonómica de Turismo y Empleo. Ha propuesto “un gran pacto ligado a la sostenibilidad social, medioambiental y económica en el que participen todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, expertos, académicos y el conjunto de la sociedad, sin demagogia”. Adaptar la formación a las demandas del mercado laboral constituye uno de los ejes en la otra vertiente de sus responsabilidades.
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