#eres la nata de mi chocolate
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Audiolibros navideños escuchados en 2024
¡Hola, holaaaaa! Se acerca la Navidad y he decidido cambiar mis publicaciones de este mes por entradas un poco más acorde con las fechas. Por eso, hoy os voy a hacer un resumen de mis escuchas navideñas en Audible. Espero que alguna os llame la atención y le deis una oportunidad. Os dejo información de los libros y una mini opinión con valoración de cada libro a continuación, ya que son varios,…
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Chapter 5
Conocí a Hayden en el verano del 88 cuando veraneaba con mis padres en la costa. La misma tarde que pusimos un pie en la casa que habíamos alquilado, me vestí con un vestido blanco y unas sandalias romanas y salí en busca de algún granizado que calmara mi sed y calor.
Caminé durante varios minutos por las calles del pueblo, parándome en cada puesto de collares, sin, por supuesto, no comprar nada hasta llegar a la plaza principal.
Llena de niños correteando por todos sitios, tropezando y tirando sus piruletas al suelo de piedra, mientras sus padres charlaban en las terrazas de los bares. Siempre me imaginé criando a mis hijos en una pequeña ciudad con encanto, jamás en algún pueblo perdido en el horizonte, bebiendo cerveza con mis amigas sobre sillas de metal y cotilleando sobre las demás mujeres del barrio.
Inflé mis mofletes a causa del sofoco y dudé en sentarme cerca o en el borde de la fuente con tal de que alguna gota de agua fría me salpicase, pero me decanté por entrar a la heladería más cercana.
Empujé la puerta de cristal con las manos y enseguida el frescor del ventilador sacudió mi pelo rubio durante una milesíma de segundo. Una campana resonó en el local anunciando mi entrada, y el dependiente miró en mi dirección.
Cerré la puerta tras de mí y caminé hacia la cristalera de sabores con ojos golosos. Menta con chocolate, vainilla,dulce de leche, fresa con nata... Todos parecían tan apetecibles que casi me parecía imposible elegir alguno.
-Siguiente- dijo el hombre del mostrador.-Joven,¿te encargas de la señorita?
Giré la cabeza hacia donde dirigía su mandato y divisé a un chico de cabello castaño claro y ojos azules,recogiendo una de las mesas. El chico asintió y caminó hacia el mostrador sosteniendo la bandeja.
Se sacudió las manos del delantal y ocupó el puesto de su compañero frente a mi.
Apreté mis labios tímida y aclaré mi garganta, mirando las masas de helado de colores.
Esperó unos segundos en silencio a que me decidiera,tamborileando con los dedos sobre la mesita del mostrador,pero al ver mi dilema tragó saliva y se inclinó hacia delante.
-¿Puedo recomendarte uno?- me dijo con una sonrisa.
Asentí,mirándole a los ojos.
-Bien.-volvió a su lugar y señaló con el cucharón el cartel de menta y chocolate.-Este es el mejor helado del mundo.
-Lo dudo.-le rebatí con tono suave.
-El picor de la menta y el dulzor del chocolate hacen una mezcla perfecta. Si lo pruebas estoy seguro de que te encantará.
-Me gusta más un único sabor,-puse las manos a mi espalda y me balanceé hacia delante.
-Entonces te pondré uno de vainilla.
El chico rió y abrió la tarrina.
-Eres de gustos sencillos.
-Y tú muy raro. ¿Quién toma menta con chocolate? Es como arruinar los dos sabores.
Levantó la mirada y me dio una sonrisa de lado mientras colocaba una bola en el cucurucho. Sus facciones eran tan marcadas como tiernas. Ojos índigo, tan claros como el cielo,una fina nariz respingona que hacía contraste con sus pómulos y mandíbula cuadrada. Su pelo despeinado creaba leves ondas que adquirían un tono dorado con los reflejos del sol que entraba por la cristalera.
Me di cuenta de que lo estaba observando descaradamente,pero había quedado fascinada con su rostro.
Me aclaré la garganta y pasé un mechón de pelo tras mi oreja.
-Si decides cambiar de opinión-colocó una bola de vainilla.-Estaremos abiertos todo el verano.
Tardé en darme cuenta de lo que tal vez me proponía.
-Lo tendré en cuenta.-apunté mirando cómo depositaba un segundo redondel de helado sobre el anterior.
Colocó una cucharilla de color rosa sobre la última bola y tendió el producto hacia mi sobre la mesa del mostrador.
Extendí un brazo y agarré el cucurucho sin rozar su mano.
-La vainilla está bien.-dijo.
-Va más conmigo.
-Ya lo creo.-Miró mi vestido y sonrió tiernamente.
Saqué el dinero de mi bolso ante su atenta mirada y tendí las monedas.
-Hey,em...Esta noche estaré de turno hasta las nueve.¿Te gustaría...?
-Guárdame un helado de menta y chocolate.-le pedí probando el de vainilla con la lengua.-A lo mejor no está tan mal después de todo.
Alzó sus cejas sorprendido pero con una sonrisa en su rostro.
-También puedes coger uno para ti.-dije tragando el sabor dulce.
Le di una pequeña ojeada de arriba abajo,sonriente,antes de darme la vuelta y salir del local,sin dejar de pensar en la escenita de filtro que había cometido descaradamente. Dos años atrás no había sido capaz ni de pedir el helado yo sola, y sin embargo ahora ligaba con trabajadores.
Por muy extraño que sonase, ser amiga de James, había comenzado a abrirme los ojos cada vez más. Comencé a ser más segura de mi misma, y a hacer lo que me viniese en gana la mayoría del tiempo. Aunque era algo en lo que aún estaba trabajando, sentía que mejoraba.
Aquella tarde, tras haber pasado el día en la playa, subí al pisito alquilado de mis padres y tomé una ducha más larga que de costumbre, poniéndome productos y productos en el pelo con el fin de que estuviese brillante y sedoso cuando saliera por la noche.
Me vestí con un suave vestido de tirantes color crema, con volantes en la falda y unas sandalias. Dejé que mi pelo se secase al aire natural, quedando algunas ondas por las puntas y un poco de brillo en los labios con máscara de pestañas.
El sol de verano había enrojecido mis mejillas y mi nariz, pero no me desagradaba el contraste que me proporcionaba, por lo que tan sólo me apliqué un poco de crema sin tratarlo a fondo.
Salí con mis padres a cenar en un bonito restaurante cerca de la playa, y alrededor de las nueve menos cuarto dejé que se fueran a dar paseo por el pueblo y sus tiendas, mientras yo acudía a mi encuentro con el chico de la heladería.
Caminé por las callejuelas dando de comer a algún gatito que se me cruzaba, y observé las parejas que paseaban de la mano a la altura de la orilla. Sonreí al imaginar que tal vez yo pudiese estar en una situación semejante. Mi sonrisa se borró al instante en el que James apareció en mis pensamientos, con sus cabellos chocolate y sus brillantes ojos. Me aclaré la garganta intentando disipar aquellas ideas que me atormentaban, y aparté la mirada de los amantes del verano, que se perdían entre la oscuridad de la playa.
Dirigí mis ojos a la heladería al escuchar el barullo, donde cientos de personas conformaban una cola que recorría casi la mitad del espacio en el que me encontraba.
Apoyé mi espalda en una de las farolas junto a la fuente y me crucé de brazos expectante a la aparición de Hayden. Una pequeña hoja se dirigió hacia el agua de la fuente de piedra, formando círculos sobre el líquido.
-¿Siempre eres tan puntual?-dijo una voz.
Levanté mi cabeza y lo vi llegar hacia mí a paso decidido, con dos cucuruchos en las manos. Llevaba una camiseta blanca con unos pantalones beige y unos tirantes que salían de ellos hasta sus hombros. Su pelo despeinado con gracia ahora se veía más oscuro, y tuve la oportunidad de observar sus facciones más de cerca, fijándome en sus labios finos y rosados.
Sonreí instantáneamente.
-Solo cuando la situación lo requiere.-dije mirando los helados.-Las buenas elecciones, supongo.
-Las mejores.
Tendió uno de ellos hacia mí y lo acepté, comenzando a caminar. Era bastantes centímetros más alto que yo, y rápidamente olí lo que sería su perfume, algo que me pareció aceite de argán.
-Dime... -murumuró, mirándome divertido, con la esperanza de que le proporcionase mi nombre.
-Betty.-respondí con una leve sonrisa, mirándole durante unas décimas de segundo.
-Betty.-repitió-¿No eres de por aquí, verdad?
Negué con la cabeza.
-Soy del norte, he venido de vacaciones unos días.
Sacó su lengua para probar un bocado de su helado y miró hacia el frente.
-¿Tú vives aquí?- me atreví a preguntar.
Nunca se me había dado bien empezar una conversación, tenía miedo de incomodarle con preguntas cliché o quizás demasiado extrañas.
-Sí. Me mudé aquí con mi madre y mis hermanas, y desde pequeño trabajo en la heladería de mi tío.-contestó dándome una cálida mirada.
-Parece un buen sitio. Es acogedor.
-Sí que lo es, pero los uniformes son una mierda.
Giré mi cabeza bruscamente hacia el al oír esa palabra. Tal vez no fuese para tanto pero solía escandalizarme con ese tipo de vocabulario. Lo mismo ocurría con James, aunque él era mucho más grosero utilizando las palabras.
-No me mires así, es la verdad.
-A mí me gustan.-admití más rápido de lo que me hubiera gustado.
Y era cierto, aquella camiseta verde azulado que le había visto llevar por la mañana no estaba nada mal. La chapita con su nombre me pareció de lo más gracioso, y el color de sus ojos combinaba a la perfección con el atuendo.
-Cuéntame algo de ti,¿Estudias?-preguntó interesado.
-Sí, penúltimo curso.-le miré y por un momento el hizo lo mismo.-Tengo pensado estudiar periodismo en la universidad cuando acabe el instituto.
-¿Periodista?-sonrió.-La verdad es que es una profesión que nunca entendí demasiado, no soy muy aficionado a la lectura.
Ahogué un grito y me miró confundido.
-Eso es que aún no has leído un buen libro.-apunté desviando los ojos.
-¿Cómo sabré escoger el correcto?
En su tono podía leerse su personalidad curiosa, aunque igualmente, sabía que tan sólo quería tirame de la lengua para que comenzase a hablar.
Le miré y humecedí mis labios pensativa.
-Te prestaré uno.-dije tras una pausa.- Todos mis libros son los correctos.
Hayden alzó sus cejas sorprendido pero aún conservando esa mueca dulce de su rostro.
-Sí así lo quieres, claro.- formulé al ver su expresión.
-Por supuesto que quiero.-respondió con ojos sinceros mientras volvía a centrarse en el sabor del helado.
Habíamos llegado al paseo de madera frente a la playa, dejando el barullo y el ruido atrás, en los puestecitos y las calles del pueblo. Nos sentamos en la arena fría junto a la alta silla del socorrista y observamos el oscuro mar ante nosotros. Las olas rompían delicadamente en la orilla, creando un suave sonido con el que siempre soñé quedarme dormida. Aún se escuchaba el lejano murmullo de las voces de los turistas, pero no resultaba desagradable, tan sólo disfrutamos de la ligera brisa cálida durante unos segundos, hasta que el tema de la lectura y los libros volvió a cruzar mi mente.
-¿Estás seguro de que quieres que te lo preste?
-¿Por qué no iba a estarlo?- apoyó sus brazos en la arena y se recostó hacia atrás estirando las piernas.-Me has dicho que eso me ayudaría a encontrar la pasión por la lectura.
-Lo sé, pero tengo la sensación de que te estoy instruyendo mis opiniones.- continúe sentada jugueteando con la arena del huequito que se abría entre mis piernas.
-Créeme, si no quisiera leer uno, no lo haría.
-No quiero obligarte a hacerlo, por Dios. Debería ser algo que te llamase, no que te impusieran. ¿Ves? Por eso no comprendo la necesidad de mandar lecturas en los colegios. Quiero decir, los niños deberían mostrar sus inquietudes por lo que les dicte el corazón, por lo que ordene una profesora de literatura.
Era consciente de que estaba hablando demasiado rápido, aún sin mirarle y con la vista fija en las olas podía imaginarle riendo silenciosamente tras mi espalda.
-Y para colmo, seguiré sin entender cómo la asignatura de ética sigue siendo voluntaria.¿Eso es lo que queremos inculcar en la próximas generaciones? Si queremos hacer de este mundo un lugar mejor deberíamos inculcar un poco de lógica a los niños, así evitaríamos por lo menos la mitad de las desgracias que ocurren en el planeta.
Noté el cuerpo de Hayden colocándose de nuevo en la posición inicial, sentado a mi lado.
-¿Puedes creer la cantidad de delincuentes que han aparecido en los últimos diez años? Sinceramente considero que todo es culpa de la pobre educación que les proporcionamos a los niños. Si se les enseñasen conceptos con los que se enriquecieran intelectualmente, la maldad y la imprudencia no serían un problema. Pero claro, ¿Cómo vamos a implantar una buena educación si ni siquiera los que se han preparado para enseñarla la entienden? A veces pienso que si me hiciera profesora mis alumnos saldrían con un excelente expediente, mandaría trabajos amenos y puede que incluso decorarse las clases con flores de papel. Blancas por supuesto, porque las amarillas no me causan demasiado...
-¿Betty?-me llamó.
-¿Si?-le observé, deteniendo mi patético discurso, agradeciendo que me hubiese interrumpido.
-¿Tienes novio?
Mis labios se entreabieron sin perder sus ojos de vista. Enterré mis pies disimuladamente en la arena, y por un momento, James volvió a regresar a mi mente.
Lo negué por completo y sonreí al joven de ojos azules frente a mí.
-No.
Hayden me sonrió de vuelta, pero no emitió palabra alguna. Tan sólo asintió, como si estuviese rememorando la conversación en su cabeza, y se levantó de su lugar, dejando la marca de su cuerpo entre los granos de arena fina.
Le observé sacudirse los pantalones hasta que me extendió su mano derecha.
-Te acompaño a casa.
Aún recuerdo el brillo en sus ojos cuando nuestros dedos hicieron contacto al tomar su palma. No comprendí en ese momento el espontáneo movimiento, tampoco su extraña pregunta, y mucho menos por qué tenía la sensación de que iba a besarme.
Pero no lo hizo, y por inusual que parezca, se lo agradecí.
Hayden me acompañó al porche del apartamento, y metió sus manos en los bolsillos, mirándome mientras abría la puerta de hierro con las llaves. Ésta chirrió, y cuando estuvo abierta, me giré al joven con mi mejor sonrisa.
¿Seguirás aquí cuando haya entrado?-bromeé.
-Me quedaré justo aquí.-sonrió.
Humedecí mis labios y el suspiró, acercándose a mi.
-¿Volverás algún verano?
Sonreí.
-Puede. Pero siempre puedes venir a visitarme.- alcé mis cejas.
Hayden ladeó su cabeza divertido. Me tomé la confianza de estirar una de mis manos y pellizcar su nariz con los nudillos de los dedos índice y corazón, provocando que arrugase su expresión de forma adorable.
Ambos reímos casi a la vez.
-Buenas noches.-le dije sin perderlo de vista.
Sus labios se acercaron a mi mejilla, en un movimiento cauteloso y relajado, depositando un suave beso sobre ella, haciéndome sonrojar.
-Buenas noches,Betty.
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A/N: Creo que se me fue de las manos, estaba previsto que esta historia se desarrollase en 4/5 partes y finalmente creo que será en 7. Aún así, espero que lo disfruten.
Advertencias: Leve mención de violencia intrafamiliar/violencia de género, y abusos paternos. Nada grave, una simple mención sin detalles.
Palabras 3.3K
1971
Los primeros copos de nieve empiezan a caer sobre las calles de Londres. En mitad del frío invierno, Alina mete las manos en los bolsillos de su chaqueta, evitando temblar.
"Creo que si compartimos un batido, podemos entrar en una cafetería y calentarnos." Sugiere Roger.
En un principio Alina había quedado con Mary en ir de compras. Aún le quedan algunos regalos de navidad por preparar, pero como sorpresa de última hora, Freddie cambió sus planes.
Quiso salir con Mary en una cita, así que aseguró a la chica que encontraría acompañante para sus compras. Así que se sorprendió cuando al subirse a la furgoneta, vió a Roger en la puerta trasera.
Freddie se encargó de llevarlos al centro de Londres, aunque para volver deberán tomar el autobús.
Y así están ahora, muertos de frío en el centro de la ciudad, y con muy poco dinero encima.
Roger señala una pequeña cafetería y no pierden el tiempo en entrar.
"Creo que tengo un dolar y medio" Roger revisa su cartera y maldice en ocasiones como estas el no tener un empleo serio.
"Yo creo que tengo más, invito yo." Aún así, entre ambos no juntan el dinero para dos consumiciones. "¿Qué sabor prefieres?"
"Invitas tú. Elige tú." Roger se estira en el asiento, poniendo un brazo sobre el respaldo del sofá mientras se quita la boina marrón de la cabeza.
"¡Roger! Sabes que no me gusta elegir." Se encoge de hombros con una sonrisa.
"¿Ya saben que desean tomar?" Una camarera vestida con una falda roja se acerca con una libreta en mano.
Alina vuelve la vista a la carta sin saber qué elegir. No sabe que sabor podría gustar a Roger. El rubio rueda los ojos.
"Un batido de chocolate caliente, con nata y canela por encima. Con dos pajitas. Gracias"
La chica apunta la orden, y se va.
"¿Cómo sabes como me gustan los batidos?"
"No es la gran cosa. Siempre pides lo mismo." Roger sonríe pero Alina entrecierra los ojos. Casi siempre que se juntan en una cafetería, siempre lleva alguna muchacha de su brazo, en la que centra toda su atención. "Ahora dime" apoya ambos brazos sobre la mesa, inclinándose hacia ella. "¿Qué regalos te quedan por comprar?"
"¡Solo me queda el de Mary y mi padre! Ya tengo los regalos pensados. ¡No puedo esperar a que llegue navidad!" Roger sonríe al ver su reacción. Está realmente ilusionada.
La navidad siempre fue su época favorita del año. Para ella era pasar tiempo en casa, con sus padres y hermanas. Ver la televisión juntos, escuchar música con tazas de chocolate caliente y galletas horneadas. Colocar adornos por toda la casa y la noche de navidad poner todos los regalos debajo del árbol, con los villancicos sonando de fondo.
"Realmente te gusta la navidad, ¿eh?"
"¡Es la mejor época del año! Además es la primera navidad que pasamos juntos. ¡Será genial! Hornearemos galletas de jengibre y saldremos a jugar con la nieve."
El fantasma de una mueca cruza el rostro de Roger, pero en ese momento llega la camarera con su pedido.
"¿A ti no te gusta la navidad?" Roger es el primero en poner la pajita sobre sus labios y beber.
"No mucho. Pero tu ilusión es contagiosa." Alina sonríe y bebe del batido. "¿Qué me vas a regalar?"
"¿Qué me vas a regalar tú a mi?" Roger se reclina en el asiento con una sonrisa. "¡No! Dime que no vas a observar que me gusta y cuando me de la vuelta, comprarlo"
"¡No lo haré!"
"¡Eres un mentiroso!"
Roger tira a la cara de Alina el plástico en el que estaba envuelto en la pajita.
"Hemos conseguido un productor para el disco" Alina se queda sorprendida, no solo por lo que dice, si no por cómo lo dice. Como si no fuese importante.
"¿Entonces sacaréis el disco a la venta?"
"Eso parece" Alina intenta no gritar mientras se lleva las manos a la cara.
"¡Eso es genial, Roger!"
Fuera ya había dejado de nevar, lo que queda del batido ya está medio frío, y ellos ya habían entrado en calor, pero están tan a gusto y tranquilos hablando, que se olvidan de las compras.
"Y ese fue mi mejor regalo de navidad, aunque aún sueño con un pequeño golden retriever." Alina y Roger se están mirando a los ojos. Es una de las pocas veces donde pueden disfrutar de una conversación tranquila sin picarse o enfadarse.
Alina siempre se ha sentido atraída por su aura de sensibilidad, y su gracia y simpatía genuina cuando está con los chicos. Siempre se ha preguntado por qué con ella muy pocas veces es así.
"¿Cuál fue tu mejor regalo de navidad?" Roger se queda unos instantes en silencio. Sin saber si debería decir la verdad o mentir.
"Probablemente el único regalo que recibí de mi padre" Alina se queda sorprendida por su sinceridad.
Siempre pensó que no debía tener mucha relación con su familia, ya que nunca habla de ellos y sin duda nunca los ha conocido, al contrario que con los padres de Freddie y Brian por ejemplo.
"Mis padres se separaron por esas fechas, no estaban casados, pero mi madre cogió nuestras cosas y nos fuimos de casa." Roger intenta no pensar en los detalles más escabrosos de la relación con su padre. Y agradece que Alina no pregunte. "Mi padre no era una persona fácil, así que tampoco me dolió. Pero las navidades de ese año, encontró nuestra casa y se presentó allí."
Alina siente que hay cosas que no le está contando, quizá cosas incluso más duras, por la forma en la que cambia su mirada mientras habla.
"Aunque no estaban casados, legalmente era su hijo, y le pertenecían por ley unas semanas de visita, así que se presentó en la puerta con unos papeles, vendió la custodia a mi madre"
La chica abre desmesuradamente los ojos y se lleva una mano a la boca.
"Él no quería lidiar conmigo y desde luego yo no quería pasar algunas semanas con él. Así que mi madre no dudó en firmar los papeles para que salga de nuestra vida rápido. Le pidió dos mil seiscientos dólares a mi madre por la custodia. Y se lo tuvo que pagar a plazos durante meses. Pero no lo hemos vuelto a ver."
Alina suspira aliviada, al menos esa persona no a vuelto nunca a su vida. Se le encoge el corazón al pensar en un Roger siendo un niño, teniendo que huir de casa con su madre y que meses después su padre no solo se desentendiese de él, si no que vendiese su custodia. Y ese es el mejor recuerdo que él tiene de unas actividades.
"Dos mil setecientos dólares. Eso es lo que valgo para mi padre." La mirada de Roger está en algún punto de la mesa.
"Bueno, no está mal." Los ojos de Roger se encuentran con los de Alina. "Yo no hubiese pagado tanto"
Roger sonríe mientras pasa las manos por su pelo de manera nerviosa, intentando recomponerse.
"¿Y cuanto hubieses pagado tú?"
Alina estira la mano por la mesa hasta que sus dedos rozan los suyos.
"Hay cosas que ni se compran, ni se venden" Ambos se sorprenden por sus palabras. Roger sonríe mientras siente como se le encoge el corazón. Alina siente como el calor le recorre el cuerpo entero de la verguenza.
Cuando Roger está a punto de tomar su mano sobre la mesa, de manera correcta esta vez, y poder acariciarla, llega la mesera de nuevo interrumpiendo el momento.
"¿Van a ordenar otra consumición?"
Ambos captan rápidamente la indirecta. Llevan demasiado tiempo ocupando esa mesa. De manera atropellada recogen sus abrigos y salen a la calle.
"¿Sabes?" Roger empuja levemente a la chica con su hombro. "Hemos compartido el mismo batido, es más o menos como si nos hubiesemos besado"
Se ríe mientras Alina rueda los ojos y le da un puñetazo en las costillas.
"¡Roger!"
Antes de que pueda retirar el puño de su estómago, Roger toma su mano. "¡Estás helada!"
"Observador. Estamos en invierno en Londres." Ahora es turno de Roger de rodar los ojos.
"Ven aquí." Hace que se detenga en mitad de la calle y dando un paso hacia ella toma sus manos y las lleva a sus labios. Alina con nerviosismo intenta retirarlas, pero Roger mantiene su agarre y no le permite moverse. Expulsa aire sobre las manos de Alina, mientras con sus manos las frota, calentándolas.
Alina siente como todo su cuerpo entra en calor al notar sus labios rozando sus manos.
"¿Mejor?" Como si nada hubiese pasado, Roger aleja la boca de sus manos aunque sus manos siguen sujetando las suyas.
"Si"
Roger sonríe y suelta sus manos. Siguen su camino en un silencio cómodo mientras la chica es incapaz de no pensar en otra cosa que no sean sus labios.
"¿Entramos primero en esta tienda?" Roger señala una tienda de ropa.
Después de recorrer lo que queda de tarde todas las tiendas y conseguir ambos los regalos que le faltaban, salen de la última tienda. Ya es completamente de noche y las calles están demasiado concurridas con la gente que recién salió de trabajar y aprovechan para dar un paseo y hacer compras.
Sin mediar palabra Roger cambia las bolsas que carga de mano, para poder tomar la mano de Alina entre las suyas
"Hay demasiada gente" acerca la cara a su oído para que pueda escucharlo.
Alina asiente mientras evitan chocarse con la gente y buscan una estación de autobuses
Roger se estremece ante la fría mano de Alina entre la suya, y sin dudarlo, mete sus manos entrelazadas en el bolsillo de su chaqueta, haciendo que ella tenga que acercarse aún más a él, y andar prácticamente pegados.
"¿Sabes? Hacemos un buen equipo. Creo que este año a Brian le gustará su regalo" Roger levanta el brazo con el que carga las bolsas.
"Si. Me debes una, Meddows"
"Cuando quieras te invito a compartir otro batido" vuelve a sonreír con esa sonrisa socarrona. "E invito yo"
"No pienso compartir otro batido contigo" Lo empuja un poco con el hombro al entender el doble sentido de sus palabras
"Entonces debería besarte"
Entonces nos iremos la semana próxima" Exclama Brian terminando de beber su copa. "¡Es increíble!, no lo esperábamos."
Alina frunce el ceño y deja de comer. De repente se le ha quitado el hambre.
"¿Y cuándo volveréis?" pregunta Mary a su lado.
"Si cumplimos los plazos, a principios de enero." Contesta Deaky.
Los chicos habían decidido que debían salir a cenar todos juntos, aprovechar el poco tiempo que les queda en casa antes de irse a grabar él albúm durante semanas. Claro que eso Mary y Alina no lo sabían, debía ser una sorpresa. Y vaya que lo es.
"¿Desde cuando lo sabéis?" Consigue preguntar Alina, rompiendo el contacto visual con Roger, quién está sentado justo frente a ella.
"Desde la semana pasada."
Alina siente como se le crea un nudo en el estómago. Hace solo unos días que habló con Roger de sus planes de navidad, de la ilusión que le hace pasar esas fechas con ellos, y de lo mucho que le gusta esa época del año. Y Roger en ese momento sabía que no pasarían las fiestas juntos. Y no se lo dijo. Dejó que le contase con toda la ilusión sus planes sabiendo que nunca podrían llevarse a cabo.
"Roger, ¿estás bien?, es raro que no hagas uso de tu consabida berborrea" Freddie intenta bromear mientras su amigo se remueve incómodo en su asiento.
"Muy gracioso" Con el ceño fruncido saca de su chaqueta el paquete de cigarros.
"Entonces os perderéis las navidades" Mary hace un puchero a Freddie quién sonríe enternecido. Alina rueda los ojos.
Roger se la queda viendo, esperando el momento en el que ella le mire de vuelta para hacerla una señal y salir fuera. Pero evita su mirada a toda costa.
"Bueno, podemos celebrar la navidad en enero, seguirá nevando, e intercambiaremos los regalos. Si lo miras de esa forma, nuestros regalos no serán de las típicas tiendas londinenses" Deaky intenta consolar a Mary.
En el fondo a Alina lo que le molestaba no era que pasasen las fiestas fuera, que también. Le molestaba que no se lo hubiese dicho cuando hablaron de las navidades.
Alina siente como un pie sube y baja por su pernera por debajo de la mesa, intentando llamar su atención. Hace todo lo que puede por ignorarlo. Habla con Brian, se apoya en Mary mientras habla con Freddie, incluso pone su mirada entre la gente en el local.
Roger se desespera, empezó rozando su pernera, luego dando toques con su pie en su pierna. Incluso dando golpes con los dedos sobre la mesa.
"Oye Miss dramática, ¿me acompañas fuera?" Todas las conversaciones en la mesa quedan pausadas cuando escuchan a Roger. La mesa se queda en un silencio sepulcral. En un principio tenía pensado negarse, pero todas las miradas están puestas en ellos, así que se levanta y sale del local seguida por Roger, quién casi corre para alcanzarla.
"¡Oye!" Cuando sale por la puerta se agobia al no verla fuera, casi teme que haya cogido un taxi, pero la ve sentada sobre el muro. Está casi temblando, hace demasiado frío y salió sin chaqueta. Sin pensarlo dos veces utiliza su propia chaqueta para ponerla sobre sus hombros. Alina intenta resistirse pero los brazos de Roger son fuertes. "Oye, estás helada"
Alina lo fulmina con la mirada aceptando su chaqueta. Intenta contener el impulso de llevar la tela a su nariz y olerla.
"¿Por qué no me lo dijiste?"
Roger se encoge de hombros. "Iba a decírtelo. Pero estabas tan contenta contando tus planes... No quería estropearte la tarde"
Alina bufa mirando la calle. En el fondo sabe que no puede enfadarse con él. No han decidido ellos la fecha, y entiende a Roger.
"Oye, aún podemos pasar los días que nos quedan jugando con la nieve y horneando galletas de jengibre. Incluso podemos ver películas navideñas, Brian aún conserva un videocassette." Pone las manos sobre sus hombros y hace que se miren a la cara.
"¡Pero no será en navidad!" sabe que está haciendo un berrinche cuando ve la sonrisa tierna de Roger.
"Bueno, fingiremos que sí. Y la noche de nuestra vuelta pondremos nuestros regalos bajo el árbol. Y cantaremos villancicos."
Consigue que Alina se ría imaginando una navidad en enero, simplemente es algo que solo Roger puede hacer, vivir todos los planes de navidad a su regreso.
Una lágrima de la risa se le escapa a Alina de los ojos. Roger mueve la mano a su mejilla, y con el pulgar retira la lágrima. Cuando la chica abre los ojos, se encuentra con los de Roger a una pulgada. No sabe cuando se han acercado tanto, pero sabe que Roger quiere besarla cuando desvía la mirada a sus labios mientras pasa la lengua por los suyos. Se le atasca la respiración en la garganta cuando Roger se acerca.
"¡Te has dejado la chaqueta!" Deaky grita saliendo por las puertas del local. "Oh, interrumpo algo, ¿verdad?" Alina agradece la interrupción mientras Roger mira a su amigo con la mandíbula apretada.
Jura que en ese momento podría matar a Deaky.
"¡Feliz navidad!" Grita Vicky mientras deja el último regalo debajo del árbol.
Alina está nerviosa mientras espera a que su padre les indique que pueden recoger sus regalos.
No son muchos, nunca han tenido mucho dinero como para hacerse regalos muy ostentosos, pero siempre se han asegurado de que todas las navidades tuviesen al menos dos regalos bajo el árbol. Quizá algun jersey que les había gustado en alguna tienda, o quizá un libro.
Intenta olvidarse de los paquetes que guarda en el fondo de su armario, no quiere pensar que esta noche sería la noche en la que se repartiría los regalos con los chicos.
"Este es para Maisie" Rich coge uno de los regalos medianos, por la forma de estar envuelto seguramente sea ropa.
"¡Es el vestido que vimos con Mary!" Rápidamente va corriendo a su habitación seguramente para probárselo.
"Alina" su padre le alcanza dos paquetes medianos. Uno es un libro que hace tiempo quería leer, y el otro una pulsera de plata.
"Este de aquí es de Mary, hija." Alina recoge el regalo sin querer abrirlo. Lo hará cuando los chicos estén de vuelta.
Vicky chilla emocionada cuando ve que su regalo es una tiara de plata con piedras doradas. Se enamoró de esa tiara hace tiempo, y su padre tuvo que ahorrar durante meses para poder comprarlo. Rich por el contrario recibió un vinilo de Deep Purple, uno de los pocos que le quedan para terminar la colección.
Después de abrir todos los regalos y recoger el comedor, Alina sube a su habitación para dejar el libro. Pero al abrir la puerta nota el frío que hace. Frunce el ceño al ver la ventana abierta. Está segurísima de que la había dejado cerrada. Sin embargo está abierta de par en par y las cortinas corridas.
Deja el libro sobre la mesita de noche, y ahí es cuando ve una caja sobre la cama. Una caja negra, mediana sin ningún tipo de tarjeta.
"¡Mamá!" Alina se acerca a la puerta y grita hacia el pasillo. "¿Has puesto todos los regalos debajo del árbol?"
"¿Por qué preguntas?" Se asoma por el descansillo de las escaleras.
"¿No te has dejado ninguno?, ¿en una caja negra?"
"Cariño, ¿que pasa?"
"Nada, nada" Cierra la puerta rápido y se acerca a la cama.
Cuando abre la caja, se da cuenta de que contiene solo dos objetos. Una cinta cassette y una libreta.
Una bonita libreta mediana, bastante elegante y de tapa dura pero muy ligera y suave al tacto. De color granate con un bolígrafo a juego.
Puede jurar que es demasiado, y ni sus padres, ni ninguna de sus hermanas pueden permitirse un regalo así.
Intrigada por el contenido de la cinta, corre a su minicadena y la inserta. Mientras espera a que la cinta suene, saca la libreta de la caja y pasa los dedos por su tapa.
En la habitación comienzan a sonar los acordes de Here's come the sun. Sonríe. Pero no es la voz de Paul, John, o cualquier miembro de los Beatles. Es la voz de Roger. Incluso puede distinguir el suave bajo de Deaky y la guitarra de Brian.
Con los ojos llenos de lágrimas abre la libreta, y en la primera hoja puede distinguir la bonita caligrafía de Roger.
It's feels like years since it's been here.
Ahora con las lágrimas corriendo por sus mejillas, se precipita a la ventana abierta. Es estúpido, pero recorre la calle con la mirada. Es imposible que él esté aquí.
Pero al fin y al cabo, quizá la magia si que existe.
CONTINUACIÓN
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A una nuez
Juguetona, cuasi redondita y tan oronda,
desnuda, a un cerebro te pareces chiquitito,
¡si decides salir a bailar ya eres la monda!
gracia tiene a un lado de tu cuerpo ese piquito.
Eres niña mona, señorita casquivana,
que repicando vas parodiando a castañuelas,
coqueta, aunque resultes algunas veces vana,
la alegría de los cirujanos sacamuelas.
La castaña es junto a la bellota y la avellana
-verde naces para convertirte en fruto seco-
tus hermanas. Yo aquí desearía hacerme eco
para las excelencia cantar que de ti emanan:
con nata, chocolate, miel o bien a palo seco
las tomo si la gana a mi me da o si me obceco.
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Eres una Diosa.
Casualmente una foto de una gorda con autenticidad y aceptación genera pensamientos y comentarios doblemente moralistas y casi mecanizados que dicen con pleno sentido de “responsabilidad social” y “empatía”, cosas como: “estás promoviendo la obesidad” “estás promoviendo la mala salud” ¿De dónde toman la afirmación estás personas de que ser gorda es completamente un sinónimo de estar mal de salud, de comer mal, de llevar una vida sedentaria? Y, por otro lado, de dónde sacan que subir fotos de un cuerpo delgado es totalmente aceptable y sano, mientras que a su vez este mismo cuerpo sube a redes sociales miles de historias de fotografías comiendo pizza, chocolates, comida poco sana y en este caso, ¿no se encuentra promoviendo la obesidad? Si crees que esto no es doble moral, revísate, tus actos dicen más que aquello que promulgas deliberadamente.
En mi vida, me he enfrentado a cambios donde pasé de estar con 25 kilos de sobrepeso totalmente sana, a bajar y verme físicamente aceptable, pero desarrollar un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) que me llevó a desarrollar una Bulimia y a entrar en depresión durante varios meses, además de varias complicaciones de salud que eran evidentemente ajenas para el mundo, porque cumplía con el cuerpo normado que siempre me exigieron tener para ser debidamente aceptada. Así mismo, mis amigas y compañeras del trabajo nunca paran de hablar de dietas y de quien es gorda o no, créeme, ninguna se ve lo suficiente delgada, valiosa y aceptable a sí misma, en la condición que esté.
Gorda o flaca, el cuerpo no es más que un transporte de la magia que llevas dentro, como eres físicamente, eres perfecta, puedes correr, hablar, caminar, bailar, hacer miles de cosas; y la sociedad debe entenderlo. Estudio Mercadeo y Publicidad, y si algo he aprendido, es que el canon que tanto anhelan las personas no es más que un mecanismo publicitario que incita al consumo y a adquirir ideales. Además, de que te acepten las personas y, sobre todo, que cumplas con un estereotipo que te permita ser reconocida por el sexo opuesto, porque a la sociedad de consumo le favorece que cumplas con ese perfil, para que consumas y para que los hombres también busquen ese canon y compartan contigo una vida en pareja, se reproduzcan y consuman más y más ¿lo comprendes? El poder de consumir es un ciclo que compete tus emociones y tus anhelos; porque así funcionas, así te venden, cuando estas triste, frustrada, eufórica, llega una marca y te dice: ven y lo solucionas, aprovechan y manipulan tus emociones. Y no está del todo mal, así sobrevivimos y funcionamiento socialmente, pero debemos ser conscientes de eso. Por eso nos acostumbran visualmente a algo, para que todo lo que se salga de allí sea malo y busque acomodarse a favor de las masas. Ninguno de nuestros comportamientos es aprendido de manera nata, sino que son impuestos y son improntas culturales. Una niña gordita nunca será fea y poco aceptada, y mucho menos se va a sentir así hasta el paso de los años, hasta que la sociedad le grita en la cara la palabra “GORDA” con una connotación de “no vales por ser así”.
Tu cuerpo no dice nada de ti, tu cuerpo como el de todos y todas, es materia, que funcionan en cualquier condición, y tanto flacas como gordas nos enfermamos, nos cansamos sino cuidamos nuestra salud, pero no es la condición en sí de nuestro cuerpo la que define esas situaciones. Así que tu cuerpo es tuyo y de nadie más, es hermoso, diferente y aceptable, NO TE DEFINE. El 90% de las mujeres prefieren ser atropelladas por un auto que ser gordas, ¿pero por qué? Si de exagerar hablamos ¿por qué no pensar en preferir ser atropellada por un auto si se te agota la respiración, si te cansas al caminar o simplemente no puedes caminar? Es pensar en tu SALUD, no en cómo te ves.
Si quieres cambiar tu cuerpo que sea por tu decisión, porque tu salud se está viendo afectada, por tu satisfacción, no por influencia y poca aceptación de otros individuos sometidos al lavado de cerebro de las masas culturales. Amate, amate en cantidades exageradas, eres una diosa y sobre todo, comprende el mundo en el que vives, no únicamente para que te enteres de como funcionada todo, sino, para que aprendas a sobrevivir.
Para ti y para mí, con todo mi amor, Veró.
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Corazón de Melón en la Universidad: Episodio 1 (Guía)
+ respuesta positiva (sube lov.)
~ respuesta neutral (no afecta lov.)
- respuesta negativa (baja lov.)
(Si al lado de la respuesta no aparece ninguno de estos símbolos significa que no sé cómo afecta esa respuesta al lovometro.)
El episodio comienza en la entrada del campus. Tras reflexionar un poco allí, entraremos al campus para reunirnos con Rosa:
Rosa: Muchos se fueron a vivir a otras ciudades. Otros siguen aquí... Seguramente te cruzarás con algunos.
A. ¿Qué es de Lysandro? ~
B. ¿Sabes algo de Castiel? ~
C. ¿Qué tal Nathaniel? ~
D. ¿Qué se cuentan Armin y Alexy? ~
E. ¿Kentin retomó sus estudios militares? ~
Después de hablar un poco en el patio, entraremos juntas al edificio para matricularnos. En los pasillos escucharemos a dos chicas discutir:
Yeleen: ¡Vaya, Morticia sabe hablar!
A. ¡Eh, tú! ¡No tienes nada mejor que hacer? -10
B. ¿¡No eres mayorcita para comportarte de esa manera!? -
Nos dirigiremos al aula para continuar con la matricula, allí nos encontraremos al responsable administrativo para informarnos al respecto:
Responsable Administrativo: Hola, señoritas, ¿qué puedo hacer por vosotras?
A. Vengo a matricularme en el curso de arte moderno y contemporáneo... ~
B. Me gustaría recoger la llave de mi habitación, por favor... ~
Rosa se irá y podremos buscar nuestra habitación o ir a clase para matricularnos por fin (no importa el orden en que lo hagamos):
Si vamos a matricularnos conoceremos al nuevo profesor, el señor Rayan Zaidi:
Rayan: ¡Hola! ¿Deseas matricularte?
A. Pues sí, eso creo. Bueno, por eso estoy aquí. +
B. ¡Sí! ¡Su presentación ha sido genial! -
• Si elegimos la A: Pues sí, eso creo. Bueno, por eso estoy aquí.
Rayan: No es malo no estar seguro de sí. “La incertidumbre es lo que nos cautiva. La bruma hace que las cosas sean maravillosas”
A. ¿Picasso? -
B. ¿Oscar Wilde? +
C. ¿Andy Warhol? -
D. Bonita declaración. Bueno, ¿dónde tengo que firmar? -10
• Si elegimos A o C: ¿Picasso? ¿Andy Warhol?
Rayan: Yo tampoco. Es un arte que consiste en plagiar a los demás... Bastante poco interesante. ¿No son las más bellas aquellas frases que constituyen el alma?
A. Tiene razón. -
B. No estoy de acuerdo... +
• Si elegimos la A: ¿Oscar Wilde?
Rayan: Al menos, ya somos dos. ¿Quieres participar en mis clases?
A. Por supuesto. Y dejarme así “cautivar”, tal cómo ha dicho. +
B. Me gustaría mucho. He elegido esta universidad precisamente por esta especialidad. ~
• Si elegimos la B: ¡Sí! ¡Su presentación ha sido genial!
Rayan: Espero que la vuelta a las clases no te asuste demasiado...
A. ¿Asustada, yo? ¡Nada de eso! Yo me adapto rápidamente... ~
B. Admito que esta universidad es mucho más grande de lo que esperaba... +
• Si elegimos la A: ¿Asustada, yo? ¡Nada de eso! Yo me adapto rápidamente...
Rayan: Es una gran característica. Intenta conservarla.
A. Gracias. Intentaré seguir su consejo. ~
B. Puede ser un defecto... +
• Si elegimos la B: Admito que esta universidad es mucho más grande de lo que esperaba...
Rayan: Aceptar sus miedos significa, de alguna manera, combatirlos. No te preocupes, te daré discretamente el plano que guardo cuidadosamente en el bolsillo de mi abrigo para no parecer un idiota...
A. ¡De repente me siento mucho menos sola! +
B. ¡Gracias por su gran ayuda! ~
Indiferentemente de lo que eligiésemos, tendremos este último diálogo con él:
Rayan: Ya he informado a algunos estudiantes: al llegar he visto que la cafetería del Sweet Amoris buscaba un estudiante para trabajar de camarero. ¿Te interesaría?
A. ¡Oh, gracias! Es exactamente el tipo de trabajo que necesito. + (conseguimos las imagen)
B. Camarera... No es el trabajo de mis sueños... ¡Pero iré a echar un vistazo! Gracias. ~
Al salir del aula encontraremos un póster del concierto de Castiel en la pared del pasillo, solo con dar click sobre él conseguiremos la segunda imagen del episodio.
Al salir al patio nos encontraremos con Melody:
Melody: ¡Así es! Yo nunca me fui.
A. ¡No has cambiado nada! -
B. ¡Melody! ¡Podremos volver a formar el mismo grupo, con toda la gente! +
Melody: ¡Es la primera vez que eligen a una asistente de entre los estudiantes!
A. Es una gran responsabilidad... +
B. ¡Vaya, eres delegada de nuevo, es genial! -
Melody: Sí, sí, está aquí... Pero no sé nada de él... No me interesa.
A. ¿De veras? ¿Qué ocurrió? ¡Recuerdo que te interesaba bastante en el instituto! -
B. ¿De veras? Yo tampoco sé nada... Me pregunto qué habrá sido de él... ~
Melody: No lo dudes, hablamos del mismo. Ya lo verás. Bueno, tengo que irme. Raya... Esto, el señor Zaidi me espera para finalizar las matrículas.
A. ¡Espera! ¡Esta noche, Rosalya y yo vamos a tomar algo en el pub del campus para recordad viejos tiempos! ¿Quieres venir? + (vendrá luego)
B. (Terminar conversación) ~
Después iremos en busca de nuestra habitación, al llegar allí, conoceremos a nuestra compañera:
Yeleen: Somos más de 3000 en el campus y tenia que tocarnos juntas.
A. Irónico, ¿verdad? ~
B. De todas formas, no tenemos elección. Podemos empezar de cero, ¿no? -
• Si elegimos la A: Irónico, ¿verdad?
Yeleen: Bueno, te dejo instalarte...
A. ¿Ya has elegido tu cama? -
B. Imagino que mi lugar es en el que no están esparcidas todas tus cosas... ~
• Si elegimos la B: De todas formas, no tenemos elección. Podemos empezar de cero, ¿no?
Yeleen: Creo que no lo has entendido bien. Nadie me habla como tú lo has hecho antes.
A. Escucha, no debí interponerme. ~
B. ¿Qué te daba derecho a hablarle de esa manera a Chani? -
Tras esto la conversación continúa así:
Yeleen: ...
A. Bueno, ya que estamos en esta situación, hagamos todo lo posible por que vaya lo mejor posible... ¿Cómo te llamas? -
B. Piensa lo que quieras. Me voy a colocar en ese lado, no tenemos por qué hablar. ~
Después de matricularnos y buscar la habitación, iremos a la cafetería para informarnos sobre el puesto de trabajo. Antes de ir allí, nos habrá aparecido el conjunto del episodio.
Al llegar a la cafetería conoceremos a Hyun, que trabaja allí como camarero. Hablaremos un poco con él y nos hará algunas preguntas:
Hyun: ¿Ya has trabajado en una cafetería o en un bar?
A. ¡Sí, claro! -
B. No realmente. ¡Pero aprendo rápido! +
C. Esto... ¡Hacía la comida y ponía la mesa en mi casa! ~
Hyun: ¿Cuál es tu principal cualidad?
A. La amabilidad. ~
B. Soy muy servicial. -
C. Mi humor. +
Hyun: ¿Qué es un macchiato?
A. Imagino que un tipo de café... ~
B. Café con leche para hipsters. +
C. Chocolate con leche con trozos de avellana y una nube de leche. -
Hyun: Completa esta serie de palabras: expreso, sobremesa, sacarina, nata...
A. Café. ~
B. Taza. +
C. Sombrilla. ~
Hyun: Bueno... ¿Quieres tomar algo? No hay nadie y yo iba a tomarme un descanso.
A. ¡Sí, con mucho gusto! + (para conseguir la imagen)
B. Eres muy amable, pero lamentablemente tengo que hacer otras cosas. ~
• Si elegimos la A: ¡Sí, con mucho gusto!
Hyun: ¿Qué quieres?
A. Una limonada. ~
B. Un vodka - Red bull. -
C. Un café. +
Hyun: Dime, Sucrette, nunca te había visto antes... Y aquí nos conocemos todos. Imagino que has llegado hace poco.
A. ¡Muy bien, Sherlock! +
B. No exactamente... ~
Hyun: Viendo que la conoces, imagino que tienes ya tus lugares favoritos, amigos y un chico...
A. Bueno, tengo algunos amigos del instituto que han seguido viviendo aquí, sí. Pero he llegado esta mañana. + (conseguimos la imagen)
B. Es una pregunta algo personal... -
• Encontraremos al hada en el parque antes de volver al campus. Si no aparece a la primera, entrad y salid del parque hasta que aparezca.
• Regalo del hada: un bolso.
Al llegar a la entrada del campus nos encontraremos con Chani:
Chani: Me ha preguntado si no prefería un ataúd. Ese hombre es un auténtico cielo.
A. Por mi parte, yo habrá preferido un ataúd, puedes creerme. +
B. No te preocupes, no se comporta así solo contigo. Estaba siendo así con todo el mundo. ~
Chani: Allí estaré.
A. Voy a ver a una amiga para ir a tomar algo en el bar del campus esta noche. ¿Quieres venir? + (vendrá luego)
B. Te dejo ir a tu habitación. ¡Espero que tengas más suerte que yo! ~
Entraremos al campus para buscar al responsable administrativo e intentar negociar un cambio de habitación. Mientras le buscamos nos encontraremos con Morgan en una de las aulas:
Morgan: ...
A. Tú también pareces perdido. +
B. ¡Tengo que darme prisa, voy a perderme la reunión! Muchas gracias. ~
Encontraremos al responsable administrativo en la biblioteca, durmiendo:
A. (Despertarle sutilmente.) ~
B. (Dejarlo estar.) ~
• Si elegimos la A: (Despertarle sutilmente.)
Responsable administrativo: ...
A. ¡Era solo para recordarle que hay una reunión de bienvenida! No quería que se la perdiese. ~
B. Tenía una pregunta respecto a las habitaciones... ~
• Si elegimos la A: ¡Era solo para recordarle que hay una reunión de bienvenida! No quería que se la perdiese.
Responsable administrativo: Lo tengo en cuenta, gracias. Sabré recordarlo.
A. No hay de qué, señor. ~
B. Precisamente... Hablando del tema... ~
Nos dirigiremos al comedor donde tendremos la reunión de bienvenida. Allí estarán: Chani, Yeleen, Rayan, Miss Paltry...
Miss Paltry: ¿Alguien sabe lo que es un programa de desarrollo personal?
A. Un programa que permite aprender la metodología correcta para los exámenes finales. ~
B. Un programa que permite la interrelación respecto a las dificultades de lo rutinario y los suceso de actualidad. + (con Rayan)
C. (No responder nada.) ~
Chani: No me digas que eres insensible a ese rostro. Hasta yo he sentido un escalofrío cuando he entrado en la clase para matricularme, esta mañana.
A. No sé de qué me hablas... ~
B. Reconozco que tiene... un “algo.” ~
Al terminar la reunión saldremos al patio y allí hablaremos con Yeleen y el señor Zaidi:
Rayan: ...
A. Mi habitación me hace echar de menos mi casa. ~
B. Es simplemente el primer día de la vuelta a las clases, siempre impresiona... ~
Volveremos a nuestra habitación para cambiarnos de ropa e ir al bar. Al llegar allí no conseguiremos abrir la puerta:
A. (Empujar la puerta.) ~
B. (Esperar ayuda.) ~ (conversación extra con Melody)
Al entrar en la habitación derramaremos accidentalmente un bote de pintura en la cama de Yeleen:
A. (Voy a cambiar las sábanas de su cama con las de la mía.)
B. (Las voy a dejar así y hablaré con ella después.)
C. (Voy a hacer como si nada hubiese ocurrido.)
Iremos al bar y allí nos encontraremos con Rosalya y Alexy:
Alexy: ...
A. ¡Te he echado de menos! +
B. Si tú estás aquí... ¿¿significa que Armin también?? ~
Alexy: ...
A. Y tú, Alexy... Hay... ¿Hay alguien en tu vida? ~
B. Bueno, ¿qué me he perdido? ¡Contádmelo todo! +
Entraremos juntos al bar y allí estará Priya. Un poco más tarde se unirán Melody y/o Chani si fueron invitadas:
Rosa: ...
A. ¿De veras? ¿Mojitos? + (con Alexy)
B. ¡Perfecto! + (con Rosa)
C. Yo preferiría una cereza para empezar. + (con Priya)
...
A. ¿Qué estudias tú, Priya? +
B. ¿Así que os habéis mantenido en contacto tras mi marcha? ~
Rosa: ...
A. No, pero quizás la hayamos juzgado mal y todo irá bien. + (con Priya)
B. Espero encontrar la forma de cambiar rápidamente de compañera de habitación. ~
• Si encontramos el cartel del concierto de Castiel y no era nuestro novio:
Priya: Siempre me he preguntado si habíais tenido una historia secreta... ¡Y que nos la habríais ocultado a todo el instituto!
A. Reconozco que formaba parte de los chicos que me gustaban en el instituto. ~
B. ¡No! ¡Nunca habría ocultado algo así! ~
• Si encontramos el cartel del concierto de Castiel y era nuestro novio:
Rosa: ¿Y te parece una buena idea ir corriendo al concierto de tu ex para ver en lo que se ha convertido?
A. Pues, reconozco que tengo curiosidad por saberlo. Quizás, ni siquiera se acuerde de mí. ~
B. ¿Crees que tengo alguna oportunidad? Buen... Al menos, de hablar con él... - (con Priya)
• Si invitamos a Chani y a Melody:
Melody: Sí, como ya te he explicado, soy la asistente del Sr. Zaidi y necesitaba un espacio personal con escritorio. Así que la única opción era encontrarme una habitación para mí sola... ~
A. Sin embargo, el responsable administrativo parecía decir que no había otra solución... ~
B. Entonces, ¿alguien va a explicarme de una vez por qué Nath no participa en nuestra pequeña reunión de antiguos alumnos del Sweet Amoris? - (con Melody)
C. Priya, ¿tú también tienes una habitación en el campus? + (con Priya)
• Si solo invitamos a Melody:
Melody: Sí, como ya te he explicado, soy la asistente del Sr. Zaidi y necesitaba un espacio personal con escritorio. Así que la única opción era encontrarme una habitación para mí sola...
A. Sin embargo, el responsable administrativo parecía decir que no había otra solución... ~
B. ¿Podrías ayudarme a encontrar una habitación para mí sola? +
...
A. Entonces, ¿alguien va a explicarme de una vez por qué Nath no participa en nuestra pequeña reunión de antiguos alumnos del Sweet Amoris? - (con Melody)
B. Priya, ¿tú también tienes una habitación en el campus? + (con Priya)
• Si solo invitamos a Chani:
A. Entonces, ¿nadie sabe nada de Nath? ~
B. Priya, ¿tú también tienes una habitación? + (con Priya)
• Si no invitamos ni Chani ni a Melody:
A. (Pensar en los exámenes ha traído un rostro a mi memoria... Nathaniel.) ~
B. (Prefiero no pensar en los exámenes por el momento... Quiero saber más sobre la vida cotidiana de Priya.) + (con Priya)
Por último tendremos estas opciones:
A. ¡Esta ronda la pago yo! (coste $20) + (con Priya) (conseguimos la imagen)
B. ¡Voy por algo de beber! - (con Priya)
Finalmente nos despediremos a la salida del bar y cada uno se irá por su lado. De camino al campus, en el callejón, unos tipos comenzarán a hablarnos:
...
A. Escuchen, no quiero problemas. Déjenme volver a casa, por favor. ~
B. Si alguno de los dos se acerca, gritaré. ¡Déjenme pasar! ¡AHORA MISMO! ~
• Si elegimos la A: Escuchen, no quiero problemas. Déjenme volver a casa, por favor.
Tipo extraño: Yo en tu lugar, dejaría tranquilo ese teléfono. No necesitamos que invites a más personas. Podemos divertirnos muy bien los tres.
A. ¡Sin embargo, entre más seamos, mejor! ~
B. No es lo que estaba intentando hacer. Ahora me voy. ~
...
A. (No tengo elección, tengo que gritar. Alguien me oirá.) ~ (imagen de Nath)
B. (Le voy a dar un rodillazo donde yo me se.) ~ (imagen de Nath)
• Si elegimos la B: Si alguno de los dos se acerca, gritaré. ¡Déjenme pasar! ¡AHORA MISMO!
Tipo extraño: Pero es cierto que no todas las chicas son tan bonitas como tú...
A. Os he avisado, voy a gritar. ~ (imagen de Nath)
B. Dejadme pasar, es la última vez que os lo pido. ~ (imagen de Nath)
Termina el episodio.
TOTAL GASTADO:
PA: entre 1000 y 1200
Dólares: 88 conjunto + 20 bebidas
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Para: El amor de mi vida.
Hola, corazón. ¿Cómo te encuentras el día de hoy? Espero que muy bien, yo estoy muy contento de estar cumpliendo otro mes a tu lado. Llevando la cuenta ya son catorce meses juntos, ¿no es hermoso? Estos últimos treinta días que acaban de pasar recibimos ambos una bella noticia y con ello me refiero a la llegada de nuestro frijolito, cuando me enteré que había un mini nuestro en mi pancita me puse muy contento. Aunque admito que cuando te dije la noticia estaba nervioso que no supe decirlo de forma linda, pero saber que te puso contento la noticia tanto como a mi, me causó emoción. Vas a ser un excelente padre, no solo lo digo yo, también lo dicen los bichos, todos están de acuerdo con ello.
Quiero agradecerte por ello y por todo lo lindo que haces, por ser mi compañero, mi amigo, mi esposo. Se que no es tan sencillo lidiar con un cochinola que roba chocolates, que por cierto esta vez fue idea de frijolito-
Bueno, retomando mi punto, quiero también dar gracias por hacerme sentir amado día tras día. Me hiciste darle un significado diferente al amor, uno más maravilloso de como lo describen. Disculpa si me pongo marica, pero el pensar en ti, en nosotros y nuestra familia me pone así. Soy un chanchito afortunado y sobretodo feliz, porque después de un largo camino encontró a la persona con la que desea pasar el resto de su vida, así es, esa personita eres tú. Sigamos caminando de la mano, el equipo condón enfrentando lo que venga, disfrutando uno del otro y así mismo seguir creciendo juntos. Te amo, Níccolo Saitō de Sloan y siempre te amaré. En este universo y los paralelos seguirás siendo el amor de mi vida, eres tan único y maravilloso, mi dulce y brillante estrella.
Felices catorce meses, vamos por muchos muchos más, porque somos chocolate y nata.
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GOFRES CON PLÁTANO, FRESAS Y NUTELLA
Hace poco recibí como regalo de mi santo una gofrera (Laura eres la mejor) y por fin llegó el día de estrenarla!! Mike preparó estos deliciosos gofres belgas y como somos tan “galgos” , nos los zampamos con fruta fresquita y Nutella. ¿Quién se apunta?
Ingredientes:
100ml de leche, 40 g de mantequilla,1 chorrito de esencia de vainilla, 1 yema de huevo, 15g de levadura fresca, 125g de harina y 70 g de azúcar.
Elaboración:
Paso 1:
Calentar la leche junto con a la mantequilla hasta que esta se derrita. No debe llegar a hervir la leche.
Paso 2:
Dejar atemperar la mezcla y añadir la yema.
Paso 3:
Añadir la levadura fresca desmenuzada para que se integre más rápido con la masa.
Paso 4:
Tamizar la harina junto a el azúcar y añadir a la mezcla.
Paso 5:
Dejar reposar la masa al menos 40 min.
Paso 6:
Seguir las instrucciones de vuestra gofrera para su cocinado.
Paso 7:
Servir combinando a gusto con chocolate, nata, sirope, mermelada...
Sugerencia de presentación:
Mike y yo escogimos tomar nuestros gofres con fruta y Nutella. Para la presentación, espolvoreamos un poco de azúcar glass. .Buenísimo!!
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NOV 26 2015 gran comedor
La rubia se giro hacia Evan con toda la boca embarrada de nata y chocolate, para que mentir, era sorpresivo porque aquello burlaba hasta lo exagerado. — Oh… — bajo la mirada hacia el suelo y se encogió de hombros. — No te preocupes, déjalo donde esta que luego lo recojo con toda tranquilidad…ahora estoy disfrutando. ¿Has probado los nuevos pastelitos de nata montada y chocolate con chocolate fundido? ¡Esta de muerte! — muchos seguramente la verían como una loca, bueno, no iban mal encaminados dado que la ravenclaw era un poco loca en ese sentido. Se relamió con la lengua el contorno de sus labios y siguió comiendo.
Evan asiente, pero en ver a esa Ravenclaw con la boca llena de chocolate y nata, lo cierto es que le dieron ganas de reirse, no obstante al final reprimio esas ganas y solamente le dijo: - Entendido, no pasa nada... - Termina de decir dejando donde estaban las cosas de la chica y luego se sento en la larga banca donde la chica estaba sentada. - La verdad es que no, venga voy a probar... Tras esas palabras toma un trozo de esos pastelitos y se lo lleva a la boca empezando a masticarlo. - Hmm, estan deliciosos...
¿Verdad que sí? Son fabulosos….creo que ni en francia hacen los pasteles tan ricos, de hecho…no he ido nunca a francia pero seguramente que este pastel es insuperable! — y luego vuelve a pensar en otro tipo de pastel, de fresa, con nata y aparece en sus narices. Lo coge con cuidado y empieza a comer con un poco de ansias, aun sabiendo que debe de ir poco a poco sino quiere que le duele la barriga. Suspira y observa al chico de slytherin. — me llamo wakanda mia, un placer por cierto — le pone ojitos y vuelve a tragar otro trozo.
Evan asiente con la cabeza, lo cierto es que esos pastelitos de nata y chocolate son de lo más delicioso, incluso mas deliciosos que esos que se pueden comprar en las pastelerias de Hogsmeade o incluso los hechos en francia. - Yo tampoco he ido a francia, pero ire algun día no muy lejano. - En realidad planeaba viajar un poco despues de graduarse de Hogwarts, y Francia era un buen destino. Entonces tomo otro de los pastelitos y se lo toma rapido y cuando termina de digerirlo le tiende la mano a la chica y con una sonrisa le contesta: - Un placer Wakanda, me llamo Evan, encantado...
Y eso? Es uno de tus sitios pendientes por ir? Es absurdo que la vendan como la ciudad del amor, no crees? Cualquier sitio hermoso es digno para una buena cita. Lo que hace la publicidad __ rueda los ojos y coge con su tenedor otro bocado de pastel, Wakanda empieza a sentirse llena pero intenta ignorar esa sensación, así que lo que hace para ayudar a bajarle la comida es beber un poco de zumo de melocotón. Eso siempre va bien y le encanta. ___ No diría que eres Slytherin, eres bastante amable y no pareces un gilipollas, aunque las apariencias engañan, ¿verdad?
Evan se queda mirando a la chica que le esta hablando y cuando le pregunta porque es uno de esos sitios a lo que quiere ir, rapidamente piensa en dicha ciudad porque siempre le ha llamado la arquitectura de la ciudad, su historia que tanto había inspirado a celebridades. - Es una ciudad con una larga historia. Luego la mira. - ¿No era Venecia la ciudad del amor? - Pregunta el chico mientras empieza a no estar seguro si la ciudad del amor es Paris o Venecia. Sigue escuchando a la joven que debe ser de la misma edad que él y cuando ella hace una pausa, aprovecha para preguntarle: - ¿Donde irias tu? me refiero a como una cita... - En ese momento pensaba que podría sorprender a cierta alumna de Ravenclaw que le daba un buen quebradero de cabeza y lo peor era que quizás en realidad este haciendo una montaña de un grano de arena... Luego tomo otro de esos pastelitos y su mirada se encontro con la misma chica rubia que había visto días antes colarse en una aula, pero de nuevo regreso a prestarle atención a la alumna de Ravenclaw que le estaba hablando y luego le contesto: - Soy Slytherin, solamente es que intento sentar la cabeza un poco... - No dice que la causa es una chica, la misma chica que hasta hace poco era su principal victima de bulling o como quisieran llamarlo...
Sí eso desde luego….si te soy sincera solo quiero ir para ver las catatumbas — dice con los ojos muy abiertos para luego asentir con la cabeza cuando le dice si Venecia no era la ciudad del amor. — También lo es, aunque últimamente están promocionando esas cosas. Maldito Amor, en realidad es todo comercial — se levanta después de haberse limpiado la boca y los dedos, para recoger los pergaminos que se le habían caído al no haber cerrado bien su mochila. — El lugar no es importante sino con el quién compartir el momento. Lo importante es tener a alguien con quién compartir tu día a día — quizás estaba siendo drástica porque me habían abandonado de pequeña, no tenía duro ni un novio que se preocupase por mí. — Muy bien Evan, porque últimamente solo hay imbéciles de tu casa, como mi hermano por ejemplo. Bueno me voy a clase, hasta luego — Wanda mintió, quería ir a la sala de la piscina para darse un buen chapuzón.
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Tomodomo Tours: Senpai en Kamakura (Parte 1)
¡Hola a todos! Al habla Ana, la traductora (y chica para todo) de la casa.
Tal vez sepáis que últimamente se ha puesto de moda en Japón eso que llaman el 聖地巡礼 (seichi junrei), que traducido significa “peregrinaje a Tierra Santa”. Como su propio nombre indica, hacer 聖地巡礼 es algo así como hacer el Rocío pero, en vez de ver a la Virgen, visitas los escenarios reales en los que se basan los de tu anime o manga favorito. Son muy famosas, por ejemplo, las rutas organizadas en los pueblos de Chichibu (Anohana), Hida (Kimi no na wa) o Iwami (Free!... bueno, esta ruta no es tan famosa, pero es la que tengo más ganas de hacer jajaja), localidades que, gracias a haber servido de modelo para situar un anime, obtienen un buen reclamo para el turismo.
El pasado invierno tuvimos la oportunidad de viajar a Japón y, de entre todas nuestras series, nos habría gustado hacer la ruta de orange en Matsumoto. Pero la zona nos pillaba bastante a contramano y al final no pudo ser. ¡Lo que no quiere decir que no lo intentemos en otra ocasión!
Sin embargo, sí que pudimos visitar la ciudad donde se desarrolla otro de nuestros títulos preferidos. Esa ciudad es Kamakura y el manga al que nos referimos es… ¡Senpai de Bikke!
Para los que no lo conozcáis, Senpai [ficha con resumen/tienda] es un tomo único BL que lanzamos en noviembre de 2015. Se trata de una historia con un toque agridulce y nostálgico a la que tenemos un cariño especial. Cariño que también le habéis brindado los lectores, puesto que es uno de los tomos que mejor nos ha funcionado hasta ahora.
Por eso, nos gustaría que esta ruta sirviese para hacerle un pequeño homenaje en nuestro tercer aniversario (el 14 de julio se cumplen tres años desde que sacamos el primer tomo de Nieve en verano). Por supuesto, esperamos que vosotros lectores, sin quienes nuestro trabajo no sería posible, disfrutéis también mucho de ella, ya sea a través de este texto o, quién sabe, ¡reproduciéndola en Kamakura!
Kamakura es una ciudad que se puede visitar en un día partiendo desde Tokio en tren, ya que está aproximadamente a una hora de la capital. A medio camino se puede parar también en Yokohama y, una vez en Kamakura, es posible coger el famoso tren Enoden hasta Enoshima.
En Enoshima hay más escenarios de Senpai, pero esta vez no nos dio tiempo a ir. Así que nuestra ruta se centrará en Kamakura, ciudad donde estudian Saki y su senpai, Kô, los protagonistas de este manga.
Kamakura fue capital del shogunato durante casi 150 años (de 1185 a 1333), y cuenta con un rico patrimonio cultural que, sin duda, es digno de visitar. También es famosa por sus extensas playas, a pesar de que cuando fuimos, en invierno, estaban algo desiertas. ¡Hacía un frío que pelaba!
A pesar de que se pueden encontar muchas guías para hacer peregrinaje manga en Internet, Senpai no es un título muy famoso. Por eso, tuvimos hacer el trabajo de investigación sobre las localizaciones por nuestra cuenta antes que ir, y de forma algo improvisada porque no lo teníamos planeado (de ahí que el tomo que sale en las fotos sea el japonés). A pesar de ello, os aseguramos que fue muy, muy divertido. ¿A quién no le hace ilusión pasearse por los mismos sitios en los que habitan sus personajes favoritos?
Así que si tenéis oportunidad de completar esta ruta con la parta de Enoshima y las localizaciones que nos faltan, ¡os animamos a hacerlo! (¡y a que nos mandéis las fotos!)
Aquí os dejamos un mapa con las paradas de la ruta. Podéis hacerlas en el orden que queráis, pero si pensáis visitar algún templo o establecimiento, ¡cuidado con los horarios y días de cierre!
Y ahora, os dejamos con la crónica de nuestra visita:
Llegamos a la estación de Kamakura por la mañana tempranito.
Todo en la ciudad, y más en comparación con el modernísimo centro de Tokio, parece estar un poco suspendido en el tiempo. Como muestra, este ¿calendario? totalmente analógico que había en la estación, adornado con un anuncio de… ¡página online para jugar al go!, en uno de esos contrastes tan característicos de Japón.
Había hambre, así que decidimos ir, en primer lugar, a la panadería Nisshindô, donde Saki y Kô compran caracolas rellenas al salir de clase en el capítulo 2. Por supuesto, antes de encaminarnos hacia la panadería, había que sacar fotos de la estación de Kamakura, que también sale en el manga en el capítulo 4.
¿Dónde estaría la casa de Saki? Se supone que se puede ir andando desde aquí...
La panadería estaba algo retirada, así que de camino pudimos ver un poco de la parte menos turísitica de la ciudad. Y hay que decir que en Kamakura, si no falta algo, es comida. Hay tiendas de todo tipo de dulces, bollos, chucherías, etc. Nada más volver la esquina de la plaza de la estación, nos topamos con una tienda de donuts de esos tan monos con orejas y morritos de gatito. ¡Ah, la tentación! Pero resistimos.
¡Llegamos! Por fuera no parece gran cosa, pero por dentro…
Ummm… panaderías japonesas, esos trocitos de Cielo en tierra.
Había caracolas rellenas (“corone”, que dicen allí. Supongo que vendrá de “cornet”. ¡No confundir con nuestros veraniegos cornettos!) de todos los sabores imaginables: chocolate, crema pastelera, cacahuete, té verde, batata, yogur, caramelo, oreo, limón, nata, fresa, moca, caramel macchiato (!)… Nos las habríamos llevado todas, además de unos cuantos bollos y melonpanes más, pero resisimos nuestros bajos impulsos y compramos “s��lo” tres, como Saki. Bueno, tal vez fueran cuatro.
Este era de manzana de Aomori. Los demás no sobrevivieron el tiempo suficiente como para poder hacerles foto (RIP).
Con el buche lleno, nos dirigimos, como los protagonsitas del manga después de merendar (desayunar, en nuestro caso), hacia el santuario de Tsurugaoka, el templo sintoísta más importante de la ciudad. Y menos mal que ya no teníamos hambre, porque la calle Komachi, que lleva hasta allí, está llena de más y más puestos de comida, repletos de visitantes y estudiantes de excursión comprando recuerdos para llevar a casa. Merece la pena recorrerla si eres como yo y te gusta seguir comiendo con los ojos cuando ya no te cabe más en la barriga.
Una vez en los terrenos del Hachimangu, antes de santuario Tsurugaoka, y yendo un poco a la derecha, de camino a un templete dedicado a la diosa Benzaiten, se encuentra el puente sobre el lago en el que Saki y Kô dan de comer a las palomas.
Pero como era invierno, no había ni nenúfares ni lotos ni nada :(
Y las palomas no eran blancas como en el manga, sino grises como las españolas…:((
En aquel momento pensé que quizá la autora las dibujó blancas por hacer que quedara más bonito, pero en el tomo 3 de Marmalade boy little, (para el que también sirve esta guía) son blancas también… ¿Estarían en latitudes más cálidas en esa época del año?
Nos dirigimos camino al santuario principal, sobre las escaleras. Aunque en realidad lo que íbamos buscando era… ¡el oráculo de las palomas! de donde Saki y Kô sacan esos amuletos tan bonitos. ¿Dónde estaría?
Subimos al templo y, a la izquierda, ¡lo encontramos!
Se echan 200 yenes por la rejilla y se coge un paquetito al azar, aunque puedes elegir el color (yo pillé de mi OTP). Son las palomas mensajeras del dios Hachiman, al que está dedicado el templo.
“Ah, pero si viene una cosa mona aquí dentro.” (Como dijo Saki).
¡Buena suerte! Que no es superbuena suerte, pero tampoco nos vamos a quejar.
Y ya que estábamos allí, dejamos una tablilla pidiendo por el futuro de la editorial. Que dure tanto como el gran ginko del templo. El mismo que se rompió en 2010 porque estaba podrido, ¡ups! (Nada de lo que preocuparse, ya está echando hojitas nuevas).
En japonés churretoso: “Que sigamos editando buen manga para siempre jamás. Y que tengamos muchas reimpresiones. Tomodomo Editorial”.
Espero que el dios Hachiman me perdone las confianzas de haber puesto “onegai shimasu” en vez de “onegai itashimasu”, pero es que fue un día de muchas emociones.
Y después de cotillear unos cuantos deseos ajenos, nos fuimos a comer.
Hasta aquí, la primera parte de la guía. En la segunda, os contaré cómo The Boss sufrió una indigestión de curry después de comerse un plato de arroz más grande que su cabeza. No ha vuelto a comer curry desde entonces. Seguramente nunca vuelva a hacerlo. En la vida.
¡Gracias por leer!
Continúa en http://ediciones-tomodomo.tumblr.com/post/162896455056/tomodomo-tours-senpai-en-kamakura-parte-2
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3.
—Tristán uno cinco comenzando aproximación. Iniciamos ataque.—en su infinito aburrimiento, Tristán lanzó el avión de papel cuidadosamente fabricado con los deberes de mates, impactando de forma crítica contra su objetivo: la oreja de Joey, el cual se despertó de un grito, derribando a un aburridísimo Yugi que no dejaba de mirar a su carta del Mago Oscuro.
Eso sí que fue mágico: el acabar los tres fuera de clase, castigados en el pasillo. Protestas agudas, quejas varias y medio minuto después, una enfadadísima Téa que propinó sendos capones a Joey y Tristán.
Se aflojó el lazo de la corbata de ese maldito uniforme. La resaca de alucinógenos era bastante fuerte, a pesar del gigantesco plato de huevos revueltos que Marik le había obligado a zampar.
—A ver, por dónde era...¡ARGH!—no, definitivamente el plano del colegio no era de mucha ayuda.—¿No podían haber construido un edificio más sencillito?
Llegaba tarde, muy tarde a la clase de Arte. A pesar de sus incesantes esfuerzos logró encontrar el aula, recibiendo un portazo en las narices por parte del profesor en cuestión. Sayuri soltó unos cuantos improperios en japonés que, a pesar de sonar muy bien, era mejor no traducir. Derrotada por el sistema y con la cartera en la mano, comenzó a vagar por los pasillos hasta toparse con Yugi y compañía en plena regañina.
—¡Auch! ¡Bruta!—se quejó Tristán.
—Aún te meto otro, payaso.—Téa esgrimió su puño justiciero a escasos centímetros de su cara.
—¡Eh! ¡Mirad quién está por ahí!—Yugi miró en dirección a Sayuri.
—¿Te has perdido, monada?—Joey, tan galán como siempre, exhibía su mejor sonrisa, oyéndose a continuación otro capón retumbar por las paredes.
—¿Es que sólo piensas en chicas, Joey?—Téa se mostró molesta, quizás un poco celosa.
—Chicos...—Yugi, desde atrás, se llevó las manos a la cabeza mientras Téa tomaba la iniciativa...y enganchaba el brazo de Sayuri.
—Nos vamos a la cafetería. Hum.—sentenció, dejando a los chicos caminando por detrás con los hombros encogidos.
—¿Café...tería?—ni se dio cuenta del enganche, aunque agradeció que Téa la alejase de ese par de “avanzados para su edad”.
—Oh, sí. Te va a encantar, la camarera ya nos conoce, ¡aunque no sé hasta qué punto eso es bueno!—se reía Téa, mientras Joey y Tristán parecían discutir. Incluso le pareció oír un “Yo la vi primero” que optó por pasar por alto, no así como a Yugi, a quien no dejaba de mirar por el rabillo del ojo.
—Nos dejaste muy preocupados, ¿sabes?—Téa la miraba fijamente, sinceramente preocupada por ella.—¿De verdad que estás bien?
—Sí, sí.—sonrió Sayuri, más tranquila.—Creo que me debió dar una bajada de tensión...
—¡Pues vamos a que recuperes energías! ¿Te gustan los bollos dulces? ¡Los de arándanos están de rechupete!
Y así todo el trayecto hasta llegar a la cafetería. Téa hablaba mucho, pero a Sayuri no le resultó desagradable, todo lo contrario. Incluso compartieron un par de carcajadas.
Ocuparon una mesa algo grande, tres en un lado, dos en otro. A continuación, Yugi, Joey y Tristán sacaron lo que parecían un par de barajas de cartas, mezclándolas con cuidado.
—Esta vez te voy a dar una paliza, Tristán.—se crecía Joey.
—¡JÁ! ¡Y a mí me van a poner matrícula en Mates!—se burló Tristán.
—¡¿Queréis dejar de hacer el cazurro, par de idiotas?! ¡A ver qué va a pensar la pobre chica de vosotros!
—Naomi, ¿tú juegas al Duelo de Monstruos?—inquirió Yugi, afable como siempre, tras estar un rato callado. Se podría decir que intentaba alejarse de la pelea de gallos que se libraba a escasos centímetros de él.—Es a lo que dedicamos... eh...—se llevó una mano a la nuca, riéndose levemente.—...nuestros ratos libres...
—¿Duelo de Monstruos?—se sorprendió. Negó con la cabeza, ya que no le parecía demasiado correcto decir que en sus ratos libres se dedicaba a lanzar cuchillos, caminar por los tejados, alterar el agua y etc.—Suena divertido. ¿Cómo se juega?
—Bueno, es algo complicado, pero se aprende rápido si no eres Joey.—replicó Téa, sacándole la lengua a Joey, que la ignoró por completo.—Primero necesitas una baraja, y después...
Téa comenzó a explicarle de todo, desde los tipos de cartas hasta las normas de juego, sin parar un segundo siquiera a coger aire. El espíritu hizo acto de presencia junto a Yugi.
—Tengo la sensación de que se le va a dar bien. Quiero verlo.—le susurró al oído.
—Más despacio, por favor.—le pedía Sayuri a Téa, ya que no conseguía entenderla de lo rápido que hablaba.—¡No me estoy enterando de nada!
—Vaaale, rebobino.—esta vez, la chica de ojos azules comenzó a explicarlo todo más pausadamente.
Sayuri contuvo la respiración durante un instante: ¿había alguien al lado de Yugi? ¡Sí! ¡Sí, lo estaba viendo, no era una alucinación! Se distrajo, desviando la mirada hacia él.
«Puedo oírte.»
—...Y eso es todo. Ten, utiliza mi baraja si quieres probar.—Téa le tendía un montoncito de cartas, que aceptó sonriente, y comenzó a examinarlas con detalle.
—¡Yo me enfrentaré a ella!—Joey palmeó la mesa con ambas manos; después, sacó su baraja mientras la presencia observaba con incredulidad a Sayuri, sin saber qué decir.
«Es...¡Es imposible!» replicó la presencia, atónito.
—¡Vamos, Naomi!—exclamó Joey.—¡No tengas miedo, seré bueno!
«Si tan imposible es, explícame cómo demonios estoy hablando contigo.» le dijo Sayuri a la presencia, casi entornando los ojos.
—No veo por qué no.—aceptó Sayuri, barajando las cartas. Más o menos sabía lo que hacían, pero necesitaría una pequeña ayuda.
O eso creía.
—No...no es posible...—Joey miraba el tablero sin dar crédito.
—La leche.—Tristán zarandeó los hombros de Sayuri con cierto entusiasmo, antes de señalar a Joey con burla.—¡Te ha ganado la nueva! ¡JÁAAAAAAAAA! ¡Pringao’, que eres un pringao’!
—A ver, sólo ha sido suerte.—se excusó Sayuri, sonriendo.—La suerte del principiante que le llaman.
—¿Seguro que no has jugado nunca?
—¡Que no, palabra!
Ah, pero mientras el duelo tenía lugar y Yugi aplaudía, Téa vitoreaba y Joey renegaba frente a Tristán, una extraña conversación entre la presencia y la mente de Sayuri se mantenía de forma simultánea.
«¿Cómo sabes mi nombre?»
—¡Se te da bien, Naomi!—Téa recuperó su baraja con una animada sonrisa.—Deberías conseguir una baraja, ¡quizá llegues a ser tan buena como Yugi!
«¿Ein? ¿Pero qué dices?»
—Yo sólo creo en el corazón de las cartas.—Yugi se encogió de hombros, modesto como siempre.
—Eso estaría bien.—repuso Sayuri, dejándose llevar por el momento. Se sentía cómoda, tranquila; a gusto con ellos cerca.
«Ni siquiera te conozco. ¡No me mires así, no estoy zumbada!» pero la presencia no dejaba de observarla con gesto grave, taciturno, incluso dubitativo. Recordaba aquel eco, aunque quizás ella no lo hiciera. Aquella visión.
Téa optó por ir a por los bollos, muerta de hambre, a pesar de que la mirada de Sayuri ya no estaba en ella.
«Artais.» dijo únicamente, con voz monocorde. «¿Te suena?»
—¡Bollos!—chilló Joey.—¡Comida!
—Casi se me había olvidado.—Sayuri se levantó, sin perder de vista a la presencia.
—¡Traedme un chocolate o algo!—pidió Yugi, juzgando que ya había manos de sobra para traerlo todo.
«Lo dijo ese hombre... A la mujer del balcón. ¿Fue real?»
«¿A ti te pareció una mentira, una alucinación?»preguntó la presencia, clavando su inquisitiva mirada en sus ojos. «A mí, no.»
«No. No me lo pareció. Estabas ahí, o sea, estábamos... pero no entiendo nada. Es... es como si me faltara memoria...»
Bueno, dicho y hecho. Chocolate para Yugi, cola para los dos glotones y té para las damas. Una mañana de novillos prácticamente perfecta: juegos, charlas... aunque mantener una conversación mental era harto difícil. Yugi peleaba con Joey para explicarle que las cartas de trampa no eran hacer trampa, Téa y Tristán intentaban ayudarle...
«Es curioso, ¿verdad?»repuso, esbozando algo parecido a una media sonrisa.«En mi vida te he visto, y es como si ya te conociera.»
«Es...Interesante, sí.»concedió la presencia.
«¿Puedo...puedo preguntarte quién eres? O qué, mejor dicho.»
«Yo... Yo soy Atem. El faraón.» suspiró, e incluso pareció dejar caer los hombros con pesadez. «Pero casi no recuerdo nada. Aunque, he de admitir, hay otra cosa que me llama más la atención: ¿quién eres tú? De verdad, en el fondo de tu ser.»
«¿Yo? Es una larga historia.» suspiró ella, tomando un sorbo de su té. «Yo soy Sayuri. No tengo apellido, y procedo de las Shîkuretto Shottô, Islas Secretas, una región muy remota de Japón. Tanto, que ni siquiera aparece en el mapa. Mi... Mi “familia” biológica me reclamó hace algunos meses y me trajo aquí, según dicen, para tratar mi amnesia. Es... Es algo más complicado de lo que parece.»
Contuvo una carcajada, que a nadie le extrañó ya que en ese momento, Joey se dedicaba a hacer extrañas muecas con Tristán.
—De verdad que cada cual es más pazguato.—Téa cruzó los brazos, dando cuenta de su bollo de nata y arándanos.
«Supongo que nos parecemos entonces, Sayuri “sin apellido”. » Atem hizo un ademán de reírse ante la situación. «¿Funciona...”el tratamiento”?
—Chicos, si de verdad queríais llamar la atención de Naomi, podéis parar ya.—Yugi daba cuenta de su chocolate, en calma, con alguna risa ocasional.—¡No creo que se olvide!
«Supongo que no. Sigo sin recordar nada.» Cauta, desde luego, evitando mencionar a los Cuidadores de Tumbas y los alucinógenos que seguramente le seguirían metiendo en vena hasta que consiguiesen provocarle una visión del futuro. Tampoco podía mencionar su adiestramiento en las Islas, o no por el momento al menos. Todo a su debido tiempo.
Aunque hubo de despedirse de los chicos, ya que su siguiente clase comenzaba en poco tiempo... y temía volver a llegar tarde. No podía dar esa imagen en un Instituto de tanto prestigio, y menos aún una alumna japonesa.
A la salida, los chicos la esperaban junto a la puerta. La clase no había sido muy productiva, y el profesor no había explicado nada de forma coherente. Al menos parecía que su nueva pandilla de amigos le conseguía aliviar el mal humor que acarreaba.
—¿Tienes que ir directamente a casa?—inquirió Joye bajo la peligrosa y atenta mirada de Téa.—¿O vienen a buscarte?
—Oh, no.—repuso Sayuri.—Mis hermanos quieren que vaya conociendo la ciudad, así que no tengo mucha prisa que digamos.
—Brutal.—saltó Tristán—Podríamos ir a ver a tu abuelo, ¿eh, Yugi?
—Desde luego.—sonrió el aludido.—¡Seguro que se alegra de veros!
—Además, podrás comprarte unas cartas decentes, Joey.—pinchaba Tristán, comiéndose un empujón del susodicho.
Calle arriba, una a la izquierda y todo recto; luego a la derecha y ahí estaba la tienda del señor Muto. Sí, recordaría el camino.
Solomon Muto, un señor de cabello grisáceo, estatura baja y ojos violáceos, recibió a la pandilla con alegría. Siempre le gustaba tener a esos muchachos rondando por su tienda; se podría decir que incluso se sentía acompañado.
—¡Hola, chicos!—saludó el hombre.—¡Pasad, pasad! Ya estaba a punto de cerrar.
—¡Hola, abuelo!—exclamó Yugi, yendo a darle un abrazo.—Mira, ella es Naomi. Es nueva por aquí, y se le da muy bien el Duelo de Monstruos. ¿Crees que podrías conseguirle una baraja?
Joey miraba los sobres de cartas con ojos golosos, mientras Tristán intentaba retenerlo para que no los abriera de forma compulsiva. Sayuri, por su parte, se acercó hasta el señor Muto.
—Señor, es un “honor”.—la reverencia japonesa y el confundir las palabras “honor” con “placer” causaron ciertas miradas de extrañeza por parte del abuelo, que no obstante, se rió.
—¡Bienvenida, Naomi! Yugi me ha dicho que eres bastante buena en el Duelo de Monstruos. ¿Hace mucho que juegas?
Sayuri negó con la cabeza. A pesar de la grata compañía, había algo que no encajaba. Un aura oscura, diferente, peligrosa. Una que no le gustaba.
El hormigueo en la sien no tardó en aparecer de nuevo.
«¿Lo notas?»
—Veamos...¿tienes alguna preferencia en cuanto a las cartas? Supongo que te habrán dejado las suyas, pero según quien lo haya hecho—el abuelo miró a Joey con hastío.—No te recomiendo imitarlas.
«Sí.» Atem no tardó en manifestarse a su lado, con el ceño fruncido. «Ya he estado antes con Solomon. ¿Por qué ahora?»
—Téa me prestó su baraja, señor Muto.—repuso Sayuri.
—¡Estupendo! Podemos hacerle algún cambio. Téa, niña, ¿me la dejas un momento?
«No, no. No es el abuelo. Es alguien de fuera, alguien que viene hacia aquí. No me gusta su aura.»
La vena de la sien palpitando, y Seto Kaiba haciendo acto de presencia.
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Ayudar
Looking through @writing-prompt-s I found this writing by @inkskinned ( http://inkskinned.com/post/168756887749/writing-prompt-s-at-18-everyone-receive-a ) and couldn’t helo but translate it (as an excersice and for the great story.
Ayudar
“¿Absorción de poderes?” preguntas mientras comes tu pasta, la cual devoras por completo, de fondo, el televisor de noticia de los últimos actos del grupo extremista Fénix. Hay casualidades, en gran número.
Tim asiente, retirando su ensalada. “Es un poco molesto,” se volvió vegano desde que habla con los animales. Sus mejillas están cetrinas. “ayer absorbí estática y no puedo dejar de electrocutarme.”
“No sabes de donde,” Shay está desenredando su cabello en la mesa, aun cuando no es de buena educación. Hace un segundo, su cabello estaba arreglado, lo cual indica que estuvo en algún lugar hace un instante. “intenta millones de multiversos con los cuales tus poderes conflictúan.”
“¿Acaso estamos muertos en el último?” sonríes y ella sonríe y Tim sonríe, pero nadie responde a la pregunta.
Ahora ella tiene una cortada sobre su ojo izquierdo y su cabello aun más corto. Se ve cansada, Tim se ve cansado y tu volteas a ver tus manos de 18 años, las cuales son nada.
Ellos partirán mañana. Van a las líneas de defensa frontales o adonde sea que los superhéroes van a combatir supervillanos. La crema y nata. Los chicos más sobresalientes.
“Ambos se esfuerzan demasiado,” les dices, “no pudieron haber sido, algo como, ¿muy buenos surfeando?”
“Cielos,” gruñe Shay, “lo que daría por solo estar en las olimpiadas.”
XXX
Esa noche, Tim duerme. En el camino a casa absorbió Telekinesis y lo odia también.
Shay te mira. “Estoy asustada.” Te dice.
Tal vez no hayas muerto recientemente, porque te ve de la misma manera que cuando comían, la herida sobre su ojo se regenera de forma normal no de forma hiper-rápida gracias a un salto temporal. Es solo Shay, viviendo el momento cuando el momento es algo en el que todos viven. Sus ojos son vastos y oscuros, de la manera que los ojos cafés pueden ser, esa sensación de plenitud que se siente tan familiar y cálida, esa oscuridad penetrante como una piedra al fondo de tu lengua.
“Deberias estarlo.” comentas.
Su nariz se arruga, abre la boca, pero tu continuas.
“Te voltearán a ver y dirán: ¿Rayos, Shay? No, gracias. Eres muy bonita. Hará que, no sé, baje la moral y así. Entonces te sacaran, me iré a vivir contigo en una caja y venderemos latas robadas de ravioli.”
Ella sonríe. “Algo como Chef Boyardee o marcas baratas?”
“Marcas baratas, pero imprimimos nuestras etiquetas de Chef Boyardee y las pegamos a la lata para que podamos subir el precio.”
“¿Dónde conseguimos la cinta?”
“Pues, uh…” miras esos interminables ojos oscuros, tal como la noche, como un buen chocolate caliente, como cada pijamada que has tenido con tus dos mejores amigos, y dices “De hecho, es solo tu cabello. Ato tus cabellos alrededor de las latas para poner las etiquetas.”
Te avienta almohadas.
Pasan la noche planeando que hacer en la mañana cuando saquen a Shay del Escuadron 8, División 1; rangos altos y todos jóvenes. Se escaparan juntas a la playa y Tim será su inteligencia y quemaran todo. Abrirán juntas una repostería donde tu harás la preparación y ella usara sus habilidades para, pues, acelerar las cosas para que no debas levantarte al amanecer. Se volverán planeadoras de bodas que solo hacen bodas de verdad extremas.
Se duerme sobre tu hombro. No duermes para nada.
Por la mañana, ellos ya se han ido.
XXX
Escuadrón 434678, División 23467, lo cual es básicamente “estatus civil”. Aun debes saber que esperar y todas esas cosas. Estás contenta de haber tomado clases extra en la universidad. Estás algo aburrida de reaprender lo que ya te enseñaron en la preparatoria. Hay mucha gente que necesita ayuda, y eres muy buena en eso, así que los ayudas.
Tim and Shay hablan de vez en cuando, pero están ocupados salvando el mundo, así que no los culpas por eso. Mientras tanto, te concentras en trabajar y cuando terminas tu trabajo ayudas a los que no pueden terminar el suyo. Y parece sentirse algo bien. Solo un poco.
XXX
A los veinte, el Escuadrón 340067, División 2346 parece asentarte bien. Tim y tu salen por helado en un local nuevo reconstruido después de que el grupo Fénix quemara todo. Has decidido hacer prácticas de enfermería como tu servicio social, dado que parece lo correcto, pero no eres liberada a estatuto de ciudadano completo hasta los treinta, así que has tenido mucho trabajo de oficina.
Tim esta disfuncional últimamente, esta sobrecargado. Te preocupa que lo obliguen a estar en operaciones. Es muy joven para estar así.
“Siento,” dice, “que todo es sobre este problema. Como si yo nunca fuera yo mismo. Solo robo de las cajas de otras personas.”
Envuelves sus manos con las tuyas. “Algunas veces,” dices, “nos gusta ver el rio porque es un reflejo.”
Se queda quieto por un largo rato después de eso. Un torrente de fuego pasa bajo sus ojos.
“Desearía,” responde, “desearía poder creer eso.”
XXX
A los veintitrés estás en el Escuadrón 4637, División 18. En realidad, estás aquí porque eres buena haciendo conexiones. Conoces a alguien que conoce a alguien que te conoce como una buena chica. Ayudaste a una señora a subir un autobús y le dijo a su vecino que le dijo a su amigo. Normalmente estás en el
Departamento de Archivo, pero te gusta ver superhéroes reales entrar, conocer a algunos de ellos. A este nivel, la gente tiene buenos poderes, pero no peligrosos. Ayudaste a un joven de dieciocho años que es básicamente un arma cargada cambiándolo a un frente no violento. Ayudas a aquellos con estrés postraumático a obtener un hogar a donde pertenezcan. Te concentras en trabajar, en lo cual eres bueno.
Noches largas y días largos sin vacaciones esta bien hasta que todos salen de la oficina para la Noche de Velas. Eres la única que no le importa quedarse, en caso de que alguien necesite algo.
La puerta se abre de golpe. Cuando volteas, él esta sangrando. Te levantas rápidamente.
“Oh,” exclamas, porque reconoces la insignia del ave en llamas en su pecho, “creo que te equivocas de oficina.”
“Solo necesito…” él escupe en el suelo, se tambalea y desmaya.
Bien, ok. Si. Uh. Eso. No. Es. Bueno. “Uh,” dices y extrañas a Shay terriblemente, “de acuerdo.”
Localizas la fuente del sangrado, lo estabilizas cuando el shock aparece, lo subes a una camilla y lo coses. Dos horas más tarde ya le tienes un presente de Noche de Velas y estabilizas sus signos vitales. También lo has archivado en un folder por separado (es bueno ser organizado) y le has encontrado un nuevo hogar, lejos del frente de batalla.
Cuando despierta, le das un chocolate caliente (cielos, como extrañas a Shay), y él no sonríe. No sonríe al regalo que le has dado (un mejor chaleco a prueba de balas, uno sin el emblema del Fénix en el) o las puntadas. Esta bien. Le entregas los medicamentos, le recomiendas tomar el medicamento adecuado, y que vea a un doctor. Después le entregas su folder con una nueva identidad, una nueva casa y un estatuto civil. Tomas un respiro.
Lo abre y empieza a llorar. No dice nada. Solo se va y ahora debes limpiar la sangre, lo cual no es muy bueno de su parte. Pero es Noche de Velas, así que no importa. Tal vez aprenda a apreciar su regalo.
XXX
El Escuadrón 3046, División 2356 es increíblemente alto para una persona de tu tipo, pero aun así encajas porque eres organizada y buena en el trabajo, y sabes mantenerte firme cuando otros no saben cómo.
Shay ha regresado. Aun soy muy cercanas, aun cuando parece que ella existiera en otro planeta. Cuanto más acceso a información obtienes, ella te puede contar aún más.
Cepillas su cabello mientras ella habla del Hombre Infinito que nunca muere, y como lo dividieron y escondieron alrededor del planeta. Llora cuando piensa en cuanto dolor debe estar sufriendo.
“¿Te lo imaginas?” susurra, “Ósea, es un Fénix, lo sé, pero ¿te lo imaginas?”
Ella solloza.
“Una vez mi jefe puso mi mano sobre su trasero por accidente y no pude decir nada, así que pasé toda una junta con mi mano en su trasero.” Dices.
Sus ojos son cafés y tranquilizantes, y hay cicatrices en ellas que nunca habías notado que pueden ser nuevas o muy, muy, muy antiguas; ninguna de las dos sabe exactamente por cuanto tiempo ella ha vivido.
“De verdad,” empiezas, “claro, puede que eso duela, pero una vez me despedí de alguien, pero íbamos caminando en la misma dirección. ¿Te lo imaginas?”
Se ríe al fin, aunque muy poco, y agrega, “Una vez, aunque puedo manipular el tiempo, me quede dormida y olvide ir al trabajo, aun cuando estaba organizando una presentación. Tuve que verlos y aceptarlo frente a ellos”
“Eres un completo animal.” Respondes y miras dentro esos ojos, tan tristes y llenos de líneas temporales que nunca presenciaras. “Deberían despedirte inmediatamente.”
Ella se limpia la cara. “Me encontraras en una caja,” exclama, “vendiendo ravioli en descuento.”
XXX
No sabes como sucede, pero crees que el mundo continúa de cualquier manera. No crees que te guste ser conocida como alguien a quien puedan acudir, pero tampoco es como si hubiera muchas opciones. Muchos solo quieren dejarlo atrás, así que los ayudas, o eso crees.
Les explicas muchas veces que no has hecho residencias y que solo sabes lo que un TEM haría, pero aun así acuden a ti. Cada vez que llegan a tu oficina, sientes tu corazón en tu pecho: llego el momento, así es como muero, así es como termina todo.
“Así que, este grupo,” comienzas, tratando de encontrar alguna falla en el sistema para ayudarla, “¿de las cenizas vienen todas las cosas, o algo así?”
Ella se encoge de hombros. Puedes notar con solo verla que es peligrosa. “Es algo complicado,” contesta encogiéndose de hombros de nuevo, “no pensaba terminar como una criminal.”
No le dices que no sabes como es que uno se convierte accidentalmente en criminal, ya que tienes cierta tendencia a ayudar criminales.
“No creo en nada de eso,” te cuenta, “nada de… quemar todo y empezar de nuevo.” Traga saliva. “Las cosas pasan. Y pasan. Y despiertas y aún siguen pasando, aun cuando desearías que no fuera así.
Recuerdas a Shay, y en como esta cubierta de cicatrices, y su llanto en la madrugada por cosas que nadie más verá.
“Si,” respondes, e imprimes un formato. “entiendo.”
Y ayudas a una mujer peligrosa a obtener un hogar normal.
XXX
“¿Eres del escuadrón 905?”
“División 34754.” le respondes. Lo ves mirando a tu ID y certificación. Lee tu superpoder en la tarjeta y te voltea a ver, regresa la mirada a la tarjeta y de nuevo a ti, y así continua. Se lame sus labios agrietados mientras permanece en el frío.
Esto te pasa seguido, pero tu sonríes. El guardia frunce el ceño, pero entonces llega Hanson. “¡Oh cielos!” exclama, “¡Eres tú! ¡Vamos, entra!” Te abraza a través de la ventana abierta.
El guardia está saludando firmemente ahora. Pasando saliva en terror. Hanson es una de las personas más fuertes en este sector, y te acaba de abrazar.
La puerta se abre y Hanson atraviesa pavoneándose. Miras al guardia y encoges los hombros. “Lo ayude una vez.”
Dentro hay una reunión, alguien acaba de cambiar de bando, alguien poderoso, alguien salvaje. Es algo a lo que no tienes acceso, pero sabes que es malo. Así que te concentras y trabajas, porque eso es en lo que eres buena después de todo. Investigas el nombre del guardia y le envías una tarjeta de agradecimiento junto con un labial para la resequedad casero y un buen par de cubre orejas.
Shay te mensajea esa noche. Tengo que partir. Te dice. No puedo explicarlo, pero hay una misión y puede que tome un largo rato.
Miras la pantalla por largo tiempo. Tus dedos teclean dos palabras. Borras el mensaje. En su lugar escribes ¿Dónde puede ser mejor que robar latas de Chef Boyardee conmigo?
Ella no lee tu mensaje y cierras la pestaña.
Así que te concentras y trabajas.
XXX
Es un Chili’s. ¿Pero, a ti ni siquiera te gusta Chili’s? Chili’s es de lo peor, pero el jefe lo ordeno así que estas aquí por el pedido, pensando si te dio dinero suficiente para pagarlo. Las cosas han ido mal recientemente. Muchos han muerto. Quien haya cambiado de bando es muy poderoso para detenerse. Destruyen todo y a cualquiera, a toda costa.
Te das cuenta de que el fuego de Fénix huele a pistache. Te sientes a la vez parte de ti y muy lejos. Todo pasa tan rápido, pero lo sientes muy lento. Te preguntas si Shay tiene algo que ver, pero sabes que no es así. Las puertas se abren de golpe. Hay gritos. Aquellos en el área usan sus poderes para defenderse, pero todos son de división civil. El aroma a pistache es empalagoso.
Entonces te ven y tu los ves y pones tus manos en tu cadera.
“Disculpa, Tris,” y preguntas, “¿qué crees que haces?”
Hay lágrimas en sus ojos. “Necesito el dinero.” exclama.
“¿De Chili’s?” preguntas, “¿Quién en su sano juicio asalta un Chili’s? ¿Qué vas a hacer? ¿Robar sus panes de mozzarella?”
“Está al lado del banco por la pared del este,” explica, “pero también pensé que era estúpido.”
Sacudes la cabeza, desaprobatoriamente. Sacas tu chequera personal, le preguntas cuanto necesita y la ves llorar. Le prometes el resto en cuanto te paguen.
Alguien entra en el cuarto, grita cosas. Demanda que haya muertes.
Pero tu estas parado frente a ellos, y ninguno te mataría o te dañaría, porque todos te conocen y los has ayudado en algún momento o a un amigo o a sus hijos.
Tris toma el dinero y se van. Para cuando los héroes llegan ya has sacado a todos del local.
La siguiente ocasión en que ves a Tris, se esta casando con una mujer hermosa, viviendo feliz, habiendo tratado el cáncer. Eres una dama de honor en su boda.
XXX
“Solo,” la directora insiste en saber, “¿los sacaste del lugar?”
Hanson esta entre las dos, aunque no necesitas de su protección.
“No,” explicas de nuevo, por enésima vez, “Solo le di el dinero que ella necesitaba y pedí que simplemente detuviera todo.”
“El grupo Fénix,” se le ha botado una vena a la directora del Escuadrón 300, “no se detiene simplemente.”
No mencionas todos los problemas sociales que atribuyen a hacer de la actividad criminal una necesidad para algunas personas, o como ciertos estereotipos fuerzan a la gente a roles negativos desde el principio, o como un balance imperfecto de poderes castiga a aquellos con cualquier neuro divergencia. En vez de eso solo dices, “Si, si lo hacen.”
“Te lo digo,” Hanson dice, “La hemos usado algunas veces. Así pasa cada vez. No la lastimarían. La necesitamos en nuestro equipo.”
Te mantienes firme. “No sirvo muy bien como arma.” Contestas en voz baja, sabiendo que cualquiera de estas dos personas podría eliminarte si lo quisiera. Pero no usarías la confianza de la gente contra ellos, por nada en el mundo. Además, no es como si la confianza fuera tu superpoder. Eres una persona normal.
Hanson bufe. “No,” añade, “pero me gusta que cuando apareces la pelea, pues… se detiene. Eso es muy bueno, chica.”
“¿Sabes… a que nos enfrentamos… desde que el agente 25… cambio de bando?” dice la directora en voz baja.
“Si,” responde Hanson, “por eso creo que ella sería muy útil, ¿sabe? Dar un poco de paz a las cosas.”
La directora se sienta y suspira. Y mueve la mano. “Como sea,” gruñe, “haz lo que tengas que hacer. Reasígnala.”
Hanson te muestra el camino y sales. Sobre tu hombro notas que ella pone su cabeza en sus manos. Mas tarde, le regalas un kit de spa en casa y te aseguras de ayudarla haciéndole una comida real de vez en cuando, algo para lo que está muy ocupada normalmente.
Por la noche, escribes mensajes a Shay que no envías, contándole cosas que no puedes controlar.
Despiertas una mañana con un terrible mensaje: Shay ha desaparecido. Despareció por completo.
XXX
Cuando lo encuentras estas comiendo un helado.
Tras de ti la ciudad esta en llamas. Hay cientos de muertos, sino es que miles.
El está contemplando el rio, tal vez llorando, es difícil saberlo, su cuerpo cambia, al parecer atrapado entre todas las cosas y ser nada.
“Oh, amigo,” dices, entregándole un cono de helado con vaso, tal como le gusta, “nada como una noche en la ciudad.”
La banca al lado de él está quemándose así que usas tu chamarra y la apagas. Es difícil sentarse a su lado, emana mucha energía.
“Oye, ¿Tim?” comienzas.
“Dime” su voz es un millón de voces, un millón de poderes, una maldición terrible.
“¿Puedo ayudarte?” preguntas.
Él come una cucharada de helado.
“Si.” responde al final. “Creo que me doy por vencido.”
XXX
Mas tarde, cuando te felicitan por vencerlo, no sonríes. Quieren que estés en las noticias, un héroe para la posteridad. Te niegas a todas las entrevistas y conferencias de presa. Atiendes a su funeral con un velo sobre tu cara.
La caja empieza a bajar. No puedes dejar de llorar.
Eres la última en el lugar. Está oscuro ahora. La delicada noche.
Sientes su presencia a tu lado y tu corazón deja de doler. Un remedio que no sabias que necesitabas. Su mano toma la tuya.
“Querían que lo matara.” te dice, “Creían que era la única que podía hacerlo.” Sus manos están cálidas. Aguantas tu respiración.
“Te gane.” dices.
“Si, lo note.” ella responde.
Ambas se quedan calladas. Los grillos quiebran el silencio.
“Sabes,” empieza a decir, “no tengo idea que lado es el bueno.”
“Creo que esa es una buena metáfora sobre poder y control,” respondes. “refleja el espíritu humano. No hay habilidades o talento que sea bueno o malo.”
“Solo útil.” susurra. Después de un tiempo pregunta “¿Entonces, eso que nos hace?”
XXX
Es una larga caminata por las montañas. Shay se ve mejor día con día. Más estable. Menos como si estuviera en otro plano.
“Escuche que eres del top diez.” te dice, su aliento convirtiéndose en vaho. La reclasificaste a estatus civil. Necesitaste cobrar algunos favores, pero tienes muchos.
“Si,” respondes, “invulnerable.”
“Oh, ¿ese es tu superpoder?” ríe. Ella sabe que no lo es.
“Así lo llaman.” le respondes, sin aliento. “Así explican que alguien como yo esté tan alto.”
“Si eso significa ‘Nadie quiere matarme’ creo que soy todo lo contrario.” pero ella ríe, de manera tranquila, algo que le había hecho falta.
La cabaña está muy cerca. Las luces están prendidas.
“Hay alguien en casa” respondes alegre.
Es Tim. Solo Tim. Tim que no es forzado a la guerra y a un millón de reflejos abre la puerta. “Vamos, entren.”
XXX
Escuadrón uno, División tres. Una foto de Shay en vestido de bodas esta en tu escritorio. Se ve hermosa, aun cuando está casándose contigo.
“¿Cómo lo logre? Haciendo algo en que soy buena. No es un superpoder. Es algo que todos pueden hacer: Simple y sencillamente: ayudar.”
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CDMU: Episodio 1 - Ruta Hyun (Respuestas)
Hyun: ¿Ya has trabajado en una cafetería o en un bar?
A. ¡Sí, claro! (- 5)
B. No realmente. ¡Pero aprendo rápido! (+ 5)
C. Esto… ¡Hacía la comida y ponía la mesa en mi casa! (~)
Hyun: ¿Cuál es tu principal cualidad?
A. La amabilidad. (~)
B. Soy muy servicial. (- 5)
C. Mi humor. (+ 5)
Hyun: ¿Qué es un macchiato?
A. Imagino que un tipo de café… (~)
B. Café con leche para hipsters. (+ 5)
C. Chocolate con leche con trozos de avellana y una nube de leche. (- 5)
Hyun: Completa esta serie de palabras: expreso, sobremesa, sacarina, nata…
A. Café. (~)
B. Taza. (+ 5)
C. Sombrilla. (~)
Hyun: Bueno… ¿Quieres tomar algo? No hay nadie y yo iba a tomarme un descanso.
A. ¡Sí, con mucho gusto! (+ 5) (para conseguir la imagen)
B. Eres muy amable, pero lamentablemente tengo que hacer otras cosas. (~) (para marcharse)
Hyun: ¿Qué quieres?
A. Una limonada. (~)
B. Un vodka - Red bull. (- 5)
C. Un café. (+ 5)
Hyun: Dime, Sucrette, nunca te había visto antes… Y aquí nos conocemos todos. Imagino que has llegado hace poco.
A. ¡Muy bien, Sherlock! (+ 5)
B. No exactamente… (~)
Hyun: Viendo que la conoces, imagino que tienes ya tus lugares favoritos, amigos y un chico…
A. Bueno, tengo algunos amigos del instituto que han seguido viviendo aquí, sí. Pero he llegado esta mañana. (+ 5) (IMAGEN)
B. Es una pregunta algo personal… (- 5)
• Para conseguir la imagen:
Lovometro de 35/40
Quedarse a tomar algo con él.
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Lucy había recibido un mensaje de Jillian, con el paso de los años había conseguido averiguar que los mensajes cortos y con emoticonos significaba que necesitaba verla. Sobre todo cuando el mensaje era: Ayuda con el emoticono de una hoja en blanco.
Abrió la puerta del apartamento de Jillian y nada más entrar confirmó sus sospechas.
-¿Lacrimosa? Uh...-Se adentró en el apartamento y lo vio hecho un desastre-la vio sentada en el sofá con un chándal y un bol de cereales en la mano-¿Jill?-
-....Ey...No tenías que venir-
-Por favor, ¿una hoja en blanco y un ayuda? ¿Después de 3 horas sin saber de ti? Estaba claro que tenía que venir...te ves...bien...-
-...-Se metió otra cucharada de cereales en la boca y masticó despacio.
-...¿Bloqueo?
-Por fin consigo que una editorial quiera publicar mi primera historia, haciendo unos cambios en los que estoy de acuerdo y llamó a David para decírselo-
Lucy asintió recordando al hermanastro de Jillian, estaba claro que acabaría llamándole para contárserlo-¿Y que pasó?-
-Mamá se puso al teléfono-
-Ah...-Ya empezaba a ver el problema.
-Me dijo que no podía hacerlo, así que le solté una muy buena frase, debe de estar por ahí apuntada y colgué, entonces seguí escribiendo. Pero cada vez que ponía una frase...-Se metió más cereales en la boca y habló mientras masticaba.
Lucy podía ver a donde iba a parar todo.
-Es como si la tuviera en mi cabeza diciendo “No puedes hacerlo” en repetición-
-Jillian...-Lucy suspiró y se sentó a su lado y le pasó un brazo por los hombros para acercarla-Eres una de las personas más creativas que conozco y nunca has dejado que las palabras de tu madre te impidieran algo, hablan los nervios por este libro-
-....¿tú crees?-
-Conseguiste hacer cambiar de opinión a una animadora sobre el tema de la fiesta de primavera, claro que puedes corregir unas cosas de este libro-
Jillian dejó el bol de cereales en la mesa de café y miró a Lucy, su brillo normal de vuelta.
-¿Podemos ir a la pastelería de Annie y comer tarta?-
-¿Red Velvet con chocolate y nata?-
-Y caramelo-
-Invito yo, pero antes ponte otra cosa, Annie no te dejará entrar en chándal-
-Dame 5 minutos-
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¡Princesaa hermosaaaa! 😍💛✋ ¡Cinco hermosos y preciosos meses! 💜👑. Primeros que nada lo siento por el visto:( en verdad lo siento bebe): Solo que vi el mensaje y mi celular tenia 1% de carga 😂✋ y cuando lo tenia cargado e iba a agarrarlo mi madre me dijo que saliera a jugar con mis primos y primas ggg 😒,después de que se fueron me llevaron al rosario ggg ¿Y sabes que dieron? ¡Dieron chocolate! 😱☺💛 ¡Sin nata! (Odio la Nata, Por un mundo sin la Nata 😌👌) Y pan akslaha y el domingo le toca el rosario a mi madre y me pondran a leerlo): y no quiero pero dará Tamalitos 😍😍😍💜 ¿Quieres uno? 😍👀. En fiiiiin...Lo siento 😞😔. Antes que nada quiero decir que soy un asco haciendo esto y sin contar que tenia la idea de que mañana era 27 y no hoy (Son las putas 11:41 p.m gg) Antier olvide el cumple de mi mejora 😁😁😁 Sufro aljaismer :'v pero no hay pedotl (Pedo en Nahuatl que pro soy B| , No me toquen ando chida 😂😂). ¡ME ESTOY DESVIANDO DEL TEMA! GGG😒. Bien me voy a concentrar _Concentrading_ listoop. Gracias por estos cinco..¡CINCOOOO! Meses a tu lado alshalsha ya casi el medio añoooo😍😍😍👌 Creo que de conocernos ya casi juntamos el año ¿No? 😂 No recuerdo gggg. Gracias por soportarme a mi y a mis celos (Son parte del paquete Lorem—Esme 😌✌).Gracias por apoyarme en todititooo 😍👀. Se que no tenemos mucho tiempo para hablar por el cambio de horario y blah blah pero siempre encontraremos la forma para hablar aunque sean solo unos minutitos ❤. Quiero que recuerdes una cosa siempre ¿Si? 💛 Lo tienes que prometer ✋. Prometeme que siempre de los siempre y para siempre ,estemos o no estemos juntas nunca olvidaremos nuestra pequeña pero grande historia de amor ❤✋😍☺✌. Ah y otra cosa y que siempre recuerdes lo hermosa que eres tanto por dentro como por fuera porque tu increíble y maravillosa forma de ser es la que hace que todo mundo se enamore de ti 😍❤✋ y nunca dejes que alguien llegue a dañarte psicológicamente pero si lo hacen los agarras a putazos 😂😂😂😂 Ok no ☺✌, y si llegan a decirte eso tu no les creas ¿Si? ❤. En fin x919528 ¡TE AMOOOOO! 😍😍😍😍👀 ¡ESME AMA A CARLA! 😍😍❤ ¡CESMEEEE! ❤❤👀😍 ¡CESME ES VIDAAAAA! PD: Se que ya es 28 (Bueno al menos acá en Guadalajara): y otra vez pido perdón en serio bebe): Me acabe el puto tiempo tratando de que los que escribí saliera completo pero solo lo siento ¿Si? 😞😔❤ ¡Te amoooo! 😍😍😍😍💛
Mi contestación jej
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