#el punto azul
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Checking the timeline to see if I can make a marcmarc baby in preg!Bezz au (spoiler: i can't)
#preg! Bez#ñ#Simplemente no encaja#No habría tiempo suficiente porque el embarazo debería darse en valencia en lugar de Australia#Lo que arruina completamente al menos dos puntos de trama#Buuuu#Bueno anyways#Al menos así continuo con el bicho de ojos azules y cabello rubio y lacio <333
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El Bolsón
Bueno gente, hoy 8/2/2025 las cosas en El Bolsón están muchísimo más complicadas, el fuego no da tregua y las condiciones climáticas no ayudan. Se están evacuando nuevos lugares, los bomberos y vecinos hacen todo lo que pueden para contenerlo pero nada es suficiente ya, se siguen causando nuevos focos de manera intencional e incluso hay gente en caballos reprimiendo gente y parando aviones hidrantes para que no avancen.
Quienes son responsables de parar esto brillan por su ausencia, como siempre. Así que otra vez todo recae en el pueblo.
Voy a volver a pasar información para quienes puedan colaborar. Y no puedo parar de repetir: difundir ayuda muchísimo también!
Es sabido que la situación económica en el país está lejos de ser la mejor y muchos quisieran pero no pueden colaborar monetariamente, así que les pido que amplifiquen toda la información que vean sobre esto, datos para donar, puntos de acopio para donaciones en sus provincias, todo ayuda!
[For those who don't speak spanish, intentional fires have been started and are spreading through different places around Patagonia Argentina's forests since last month. Right now the biggest fire is in El Bolsón, Río Negro province. Hundreds of families have been evacuated as of now and the government has completely left the affected people and volunteer firefighters to their own devices, so people around our country have started to help however they can. At the end of this post there's gonna be a GoFundMe linked so if you want to help, any donation is greatly appreciated and if you can't it would mean the world to us if you'd share this around anyway.]
Acá van datos que he encontrado hoy y si alguien tiene más, siéntanse en completa libertad de agregar todo lo que quieran a este post (iré actualizando a medida que encuentre más info).
Brigada Andina
Alias: brigada.andina
Brigada autogestiva de Azul Zafiro Ecoespacio
Titular: Sabina Aimé Bizama
Alias: brigada.azulzafiro
Titular: Silvestre Argorn Muñoz Alvarez
Paypal: [email protected]
Donaciones destinadas a la compra de mochilas de agua, generadores, mangueras ignífugas, motosierras y demás herramientas.
Asunto: "Donación"
Brigada forestal de Mallin Ahogado
Alias: flanco.foco.fuego
Titular: Natalia Belén Dobranski
Bomberos voluntarios de El Bolsón
Alias: motor.tunel.pera
Titular: Asoc. Bomberos Vol.
Brigada Cuchara y Barro
Alias: cuchara.y.barro
Titular: Rodolfo Patricio Garcia Nuñez
Brigada Río Azul
En el link pueden encontrar una lista de alias para donaciones monetarias y otra de herramientas y equipos que están necesitando.
Universidad Nacional de Río Negro
Alias: solidaridad.unrn.mp
Titular: Federico Juan Vercelli
En el link también van a encontrar lugares de acopio para donaciones y horarios.
Centro Cultural Galeano - El Bolsón
Alias: incendiomallin25.mp
Titular: Maria Emma Zapata
Contacto: +54 9 221 555-5016
Lo recaudado se destina a la compra de motobombas, grupos electrógenos, mangueras y demás herramientas.
SOS Galgos de Zárate
Alias: galgos.solidarios
Titular: Celeste Peyon
Amigos de la Patagonia
Alias: amigos.patagonia
Razón social: Asociación de Amigos de la Patagonia
Tienda de Mascotas
Alias: donacionincendiotdm
Titular: Zoel Moroni Fernández
Incluir la palabra "donar" en el concepto de la transferencia.
Importante: Enviar comprobante con el asunto "donación" vía WhatsApp al +54 9 116726-3633
Lo recaudado se destina a ayudar a animales afectados por los incendios.
En el link también van a encontrar las sucursales que reciben donaciones materiales.
También dejo esta lista de gente que está necesitando ayuda urgente.
For people from outside Argentina/para la gente de afuera de Argentina:
Toda ayuda sirve por más pequeña que sea.
#argentina#el bolson#rio negro#incendio forestal#wildfires#signal boost#fundraiser#please boost#argieposting#argieblr#argie tag#Latinoamérica#latam
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Cambia, todo cambia
🌟 Novedades
Ahora te enviaremos una notificación cuando alguien rebloguee una de tus publicaciones en una comunidad. Hemos querido encontrar un equilibrio justo entre mantener informadas a las personas que han publicado originalmente el contenido y garantizar la privacidad de las comunidades: por eso, solo enviaremos estos avisos si formas parte de la comunidad donde se ha compartido o si es de acceso libre, funciona mediante solicitudes para unirse o es pública y te han invitado a formar parte de ella.
Hemos incluido un punto azul junto a los filtros del apartado de actividad que tengas activados para indicar claramente cuáles estás aplicando.
Las opciones de moderación de las comunidades ahora están integradas en las aplicaciones para iOS y Android. En otras palabras, ya no se abrirán en el navegador interno de la aplicación para que disfrutes de una experiencia más rápida y cómoda al usarlas.
🛠 Mejoras y solución de problemas
Las colaboraciones publicadas ahora incluirán una versión en miniatura del avatar del blog que las envió superpuesta sobre el avatar del que las ha compartido. Diseñamos la interfaz para que apareciera así, pero en algún momento dejó de mostrarse correctamente.
🚧 En curso
Estamos al tanto de un problema que afecta a las personas que usan [tumblr] desde Turquía y que les impide acceder a la plataforma. Estamos investigando las causas: si es tu caso, ¡escríbenos!
También estamos trabajando para averiguar por qué los enlaces de algunos correos de verificación no están funcionando correctamente. Ponte en contacto con nuestro equipo si te está pasando.
🌱 Próximamente
No hay lanzamientos que anunciar por ahora.
¿Tienes algún problema? Consulta los errores conocidos de Tumblr y, si has detectado alguno nuevo, envía una solicitud al equipo de asistencia: se pondrán en contacto contigo lo antes posible.
¿Quieres hacernos llegar tus comentarios o impresiones sobre alguna función? Echa un vistazo a nuestro flamante blog Work in Progress y empieza a compartir tus ideas y sugerencias con la comunidad.
¿Quieres apoyarnos con una pequeña contribución? No te pierdas la suscripción a Tumblr Prémium y nuestro distintivo de fan incondicional en TumblrMart.
¡Y no olvides que puedes consultar todos estos cambios en cualquiera de los idiomas disponibles en Tumblr en los blogs oficiales de los equipos internacionales!
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Permashifting + Respawning
credits: @shiftinglea @salemlunaa

ESTE NO ES TU HOGAR
Deja de actuar como si este lugar fuera tu hogar, porque no lo es. Lo mismo para aquellos que intentan manifestar cosas.
Quieres manifestar un nuevo cuerpo, pero sigues creyendo que tu hogar es esta realidad en la que odias tu cuerpo. Piensas que estás haciendo algo revolucionario al tratar de cambiar de realidad. Quieres tu vida soñada a través del estado del vacío, pero crees que esta realidad que experimentas ahora es tu punto de partida, tu base. Crees que, debido a lo aferrado que estás a esta realidad, cambiar a una nueva es algo increíblemente difícil y fuera de lo común.
Déjame decirte algo: no lo es.
Sé que esto puede sonar extraño, pero estás tan cerca de tu vida soñada como lo estás de esta realidad. Estás tan ligado a la realidad en la que tienes los ojos verdes que siempre has querido como lo estás a esta donde tienes los ojos azules que no te gustan.
La única razón por la que los shifters usamos el término "realidad actual" es porque es la realidad en la que tu conciencia está enfocada en este momento. Voy a repetirlo: hay múltiples versiones de ti leyendo esto que no son conscientes de tu existencia, al igual que tú no eres consciente de ellas.
Piensa en el país en el que vives ahora. Hay una versión de ti que nació en otro lugar y que no tiene ni idea del sitio que tú llamas hogar.
Nunca ha pisado ese territorio y ni siquiera lo conoce. ¿No es una locura pensarlo? Lo que intento decir es que esta no es tu única realidad, ni tu único hogar. Pero lejos de dar miedo, ¿no debería ser algo reconfortante y empoderador saber que puedes ser quien quieras ser?
Cambiar tu conciencia es muy fácil. No necesitas prepararte mentalmente, no hay nada que hacer. En cuanto decides e intenciones el cambio, sucede, sin importar lo que estés viendo.
No estás atrapado aquí. Me duele ver cómo las personas hablan de sus circunstancias como si fueran permanentes.
No tienen que existir en absoluto. No hay un viaje que recorrer, solo una teletransportación inmediata. Piensa como si. Concibe tu "realidad deseada" y tu realidad actual de la misma manera.
Coloca tu conciencia en tu realidad deseada.
La razón por la que sientes resistencia es porque crees que tiene que ser así. En el fondo, crees que necesitas hacer esfuerzo para irte, crees que debes atravesar un viaje complicado porque estás dejando atrás el lugar en el que siempre has creído estar atado. No necesitas hacer nada de eso. Ya te has ido. Ya has cambiado.
El problema es que no puedes comprender que absolutamente nada necesita ser hecho para entrar en el estado de conciencia pura, tu verdadero yo. Crees que debe ser difícil porque parece demasiado bueno para ser verdad.
Deja esa creencia atrás. No estás lejos de la vida que deséas
De hecho, ya estás ahí.
Piensa en todas estas realidades como si fueran tus hijos.
Todos están igualmente conectados contigo. No hay un solo hijo al que estés absolutamente atado, suponiendo que eres un buen padre sin favoritos. Todas tus realidades están igual de cerca de ti. Todas tienen la misma relación contigo. Es tu conciencia fluyendo por todas ellas.
No necesitas esforzarte enormemente para conseguir ese cuerpo, esa vida, ese cambio. Cuando decimos que es tuyo, no lo decimos solo para motivarte, lo decimos porque es un hecho.
Piensa en Doctor Strange. ¿Acaso tiene problemas para viajar entre dimensiones? No. El simplemente sabe a dónde quiere ir y abre un portal. Sé como él. Sabe a dónde quieres ir y simplemente vete.
Lava tus manos de lo que no quieres y piensa como si.
Pensar como si = Colocar tu conciencia en tu estado deseado =
Estás en tu estado deseado = La realidad física seguirá.
Esta no es tu base. No existe una base.
NO ERES UN CLON. NI TIENES UN CLON.
Tu conciencia no está confinada a esta realidad ni a este cuerpo.
La versión de "tú" que existe en esta realidad es solo una de las infinitas expresiones de tu conciencia. Eres como un reflector, iluminando una realidad mientras las demás siguen existiendo simultáneamente.
Cuando cambias de realidad, la versión de "tú" en esta realidad sigue existiendo como siempre. No es que tu conciencia se mueva, simplemente cambia su enfoque a otra realidad. El "tú" que está aquí seguirá con su vida, pero sin la observación directa de tu conciencia.
Imagínalo como un cine gigante con infinitas salas, cada una con una película distinta. Ahora mismo, estás viendo una de esas películas, completamente inmerso. Esa película representa tu realidad actual.
Cuando decides cambiar de realidad, es como levantarte y caminar a otra sala donde se proyecta otra película. La primera película sigue corriendo, aunque tú ya no la estés viendo. Y lo mismo pasa con todas las demás películas en otras salas. No estás alterando ni deteniendo la película anterior, y tampoco estás creando la nueva. Simplemente estás moviendo tu atención a otra experiencia.
Entiende esto.
PERMASHIFTING VS RESPAWNING
Hay mucha desinformación sobre esto, así que aquí lo aclaro:
• Shifting permanente: Cuando alguien cambia de realidad permanentemente, pero aún tiene la opción de regresar a su realidad actual si lo desea.
• Respawning: Cuando alguien cambia de realidad y corta completamente los lazos con su realidad actual, sin posibilidad de volver.
No necesitas hacer ningún compromiso para respawnear. No es necesario que tu cuerpo muera. Hay formas seguras de hacerlo, como borrar por completo tus recuerdos de tu realidad actual, cortar el lazo de tu conciencia con esta realidad o simplemente escribir que no puedes volver.
He visto mucho odio hacia estos conceptos debido a la desinformación. Pero no sabes lo que alguien está pasando. No sabes qué tipo de vida tienen. Para algunas personas, permashifting o respawning pueden ser su única vía para una vida feliz.
Si no quieres hacerlo, está bien. Pero deja de difundir miedo y odio. No ayuda en nada y solo crea una comunidad llena de terror e ignorancia. Además ya habéis aprendido con todo esto leído que no hay absolutamente nada de malo en hacerlo, es totalmente natural y normal en hacerlo.
COMO FUNCIONAN LOS "CLONES"
El término "clon" está mal utilizado porque no refleja cómo funciona realmente esto.
Nuestra conciencia se extiende por todas las realidades.
Cuando cambiamos de realidad, nuestra conciencia ya está allí.
Solo estamos cambiando nuestra percepción, no moviéndonos físicamente.
Un clon no es una copia de ti. Es solo otra parte de tu conciencia. No puede hacer cosas que tú no harías, porque es tú.
Cuando cambias de realidad, tu cuerpo en esta realidad sigue existiendo con una parte de tu conciencia.
No es otra persona. No es un ser distinto. Sigue siendo tú.
Si te preguntas si recordarás lo que hizo tu clon cuando regreses, la respuesta es sí. Todo lo que haya hecho será un recuerdo para ti, a menos que elijas no recordarlo.
Al final del día, todo lo que tienes que hacer es decidir dónde quieres estar y estar allí. Tu casa es donde tú decides, tu realidad actual es la que tú decides, ¿no quieres tener realidad actual y vivir toda tu vida entre realidades? Pues que así sea, como siempre digo:
No hay límites en el shifting, no hay reglas universales, no hay cosas imposibles. No dejes que las creencias ajenas limiten tu verdadero poder. Eres el creador de tu propia realidad.
MI EXPERIENCIA CON EL PERMASHIFTING
Como algunos sabréis, yo hice permashifting a mi better cr y a mi idol dr. Estuve hay por unos años pero decidí volver.
¿Porque?
Simple. Porque no pertenezco a ninguna realidad, es mi decisión donde estar y donde pertenecer. Vine porque quería sentir y experimentar esta realidad "por última vez". Quería ver todo lo que he avanzado y el cómo sentiría esta realidad sabiendo ya que no me "identifico" con esta versión de mi como antes. Ya lo experimenté, por lo tanto ya se que es posible y es real.
Puedes volver, irte, regresar, las veces que plazcas. ¿Estás en tu realidad deseada por 80 años y decides volver? Totalmente posible y verídico.
Cuando digo que no hay reglas ni limitaciones ES QUE NO HAY.
No hay que sobrepensar ABSOLUTAMENTE NADA, porque todo es posible.
El universo es totalmente tuyo, tú haces tus propias reglas, tú puedes ser quien quieras ser, tú eres el Dios, tú eres el universo, eres el máximo poder existente.
Una vez entendido esto espero que todo el miedo y dudas se desvanezcan, porque no hay nada más que esto.
#reality shifting#shifting antis dni#shifting community#shifting consciousness#shiftingrealities#shiftblr#shifters#shifting#shifting blog#permashifting#respawning
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Donde el Azul se Tiñe de Rojo
Shisui Uchiha x fem!Reader
Sinopsis: Dos almas marcadas por la guerra han sido todo el uno para el otro. Cuando ella arriesga su vida para salvarlo, Shisui ya no puede contener la verdad: no son solo amigos. Entre la luna, el agua y un deseo reprimido por años, la entrega es inevitable.
Advertencia: fluff, lemon, sexo, penetración sin protección.
Conteo de palabras: 2.7k

En este momento te encuentras corriendo en el bosque con un Uchiha de 1.80 inconsciente en tu espalda, no importaba que la zona de peligro ya estuviera lejos, habías perdido el foco y estabas en piloto automático, nunca antes habías tenido que matar a tantas personas.
Tu mente repetía una sola frase ''sálvalo, aléjalo de todo''.
Ni siquiera a tus padres habías llegado a conocer tanto como al gran genio del Shunshin no Jutsu, ellos murieron en la tercera guerra a tus cinco años, cualquier alegría por haber ingresado a la academia tan joven fue arrebatado al tener que regresar a un hogar vacío cada día. Ambos fueron grandes ninjas y al dejarte sin una razón para vivir solo entrenaste cada día para jamás manchar sus nombres con tu fracaso, tu mente jamás se separó de tu objetivo y te habías vuelto apática con cualquiera que tratase de socializar contigo, al menos así fue hasta que Shisui te descubrió y se pegó como un chicle a tu alma, al principio lo detestabas, siempre era alegre y veía en todos algo bueno, en ese momento no lo entendías pero sentías envidia de la forma en que todo para él tenía color y para ti eran tonos grises.
Hasta que un día Shisui se tornó azul, estaban en la flor de la adolescencia y no sabias como él se metió debajo de tu piel, comenzó a contagiarte de sus travesuras y sonrisas, todo lo que Shisui tocaba comenzaba a tomar color delante de tus ojos, incluso tu.
Sin quererlo él se había vuelto tu mundo, el creador de la paleta de colores de todo aquello que acariciaban tus emociones más profundas, llevándote hasta este punto, donde ambos han llegado torpemente a sus veinticuatro años y ya no reconoces la palabra 'amistad' cuando salen de tus labios.
Pero había algo que, si reconocías, darías tu vida por ese chico de rizos oscuros.
-Mhm, ¿____?-Shisui murmuro en tu oído y te erizo toda la piel-Me siento débil.
-Te envenenaron, tranquilo, ya extraje el veneno y te apliqué el antídoto-respondiste saliendo de tus pensamientos. Toda la tormenta mental se calmó con solo su voz.
Lo llevaste a una cascada que ya conocías, un escondite. No faltaba mucho para llegar a la aldea, pero tus piernas comenzaban a doler.
-¿Como extrajiste el veneno? Esa serpiente me pico en el muslo, cerca de mi tesoro-murmuro en un tono burlón y ya te imaginabas su sonrisa. El maldito solo quería que admitieras que tuviste que extraer el veneno con la boca.
-Te salve para matarte yo-refunfuñaste ganándote su suave risa en respuesta.
Llegaste a la cascada y te adentraste entre las piedras, detrás de la caída del agua había una pequeña cueva, una vez allí bajaste a Shisui en el suelo liso de piedra y te arrodillaste frente a él.
Sus ojos cansados se posaron en ti y fue cuando noto todos tus rasguños y que tu uniforme tenía manchas de sangre en distintas posiciones.
-¿Estas herida?-pregunto levantando sus manos hacia ti, tú las tomaste bajándoselas y abriste su chaleco-Tranquilo, estoy perfecta, solo hice lo que tenía que hacer para sacarte con vida-apoyaste ambas manos en su pecho ya que aún quedaban algunos huesos rotos y comenzaste a sanarlo con tu chakra.
-¿Los mataste?¿a todos?-el haría una expresión de sorpresa si su rostro no le doliera.
-Tú te encargaste de la mayoría, no lo recuerdas por el veneno-subiste tus manos a su cuello, tenía muchos golpes y querías dejarlo como nuevo.
Tus verdades estaban manchadas con mentiras, no necesitaba usar el Sharingan, tu chackra fluctuó.
Shisui apretó los dientes enfurecidos consigo mismo, el quería protegerte hasta que su último hueso se rompiese, se odiaba a si mismo por permitir que algo así sucediese, no importaban las circunstancias, nadie debía tocarte un solo mechón.
-No malgastes tu chakra en mi-su tono reflejaba su odio hacia sí mismo.
-Shisui no, eran casi treinta hombres, te envenenaron con una dosis que mataría a un elefante y me mantuviste detrás de ti hasta desfallecer, no eres un inútil y mucho menos me has fallado.
Apoyaste las manos en sus mejillas aun sanando sus heridas, borrando las cicatrices de ese bello rostro, te dolería si dejaras pasar alguna y su bella cara de bebé cambiará, seguro se vería rudo con una cicatriz, pero no en tu guardia. No era necesario tocarlo, pero querías hacerlo, necesitabas transmitirle tu tranquilidad.
Shisui dejo que sus ojos descansaran en ti, estabas tan concentrada borrando cada rasguño de su cuerpo y no pensabas en ti, tu semblante tranquilo, tus manos cálidas, tu largo cabello suave. Siempre que te veía recordaba porque era una buena razón estar vivo, sería un pecado conocerte y no dedicarte cada día de su vida.
-Debes descansar ¿Sí? Se que me dirás que eres fuerte y ya te sientes perfecto, pero yo necesito que te quedes quieto y asegurarme de que el antídoto no tiene efectos secundarios.
El parecía estar atento a lo que decías, pero Shisui, es Shisui.
-¿Entonces si viste mis joyas?
Tu rostro se puso rojo completamente y apartaste la mirada, el pelinegro quedo fascinado, usualmente lo golpeabas, ¿que era esta reacción nueva?
-Solo te baje el pantalón idiota, no me interesa lo que hay debajo de tu ropa interior-intentabas sonar molesta pero tu vergüenza era notable.
Su mente hizo click. No estaba usando ropa interior.
-No hay forma, si me viste, ____, si lo hiciste-Shisui parecía emocionado-Grande ¿no? Es uno de mis orgullos.
-Yo... Yo debía asegurarme de que no tuvieras otra mordida, deja de decir ese tipo de cosas-te estabas poniendo nerviosa.
-Vaya, quien lo diría, ____, tantos años detrás de ti y para enamorarte solo debía dejar que me pusieras las manos encima-se jacto burlón.
Tu límite de resistencias a sus burlas fue rebasado, sentías un calor extremo y tus oídos se te taparon, te pusiste de pie y con un uso rápido del parpadeo corporal lo dejaste solo en la cueva.
Shisui suspiro, estaba feliz, le gustaba provocarte y si se trataban de ese tipo de emociones dejaría de medirse contigo.
-Campeón, la impresionamos, gran trabajo, siempre confié en ti-si pudiera chocar los cinco con su pene, lo haría.
El ninja vago un largo rato por su imaginación, estaba colocando todas sus fuerzas en obedecer tus órdenes y estar quieto, pero tú no volvías, así que lo obligaste, Shisui se puso de pie y salió a buscarte.
Tu estabas tomando un baño relajante en el lago en el cual desembocaba la cascada, por un momento le molesto que conservaras la ropa interior. La noche perpetuo ante ambos, quedo hipnotizado con tu figura siendo acariciada por los rayos de la luna mientras dejabas caer el agua con delicadeza en tu cuerpo, como tus manos seguían los senderos de esa piel que deseaba conquistar.
Una sed lastimera lo domino.
Lo siguiente que sentiste fueron sus manos tomando con firmeza tus caderas, con un movimiento rudo te volteo y tus ojos se encontraron con los suyos encendidos por el sharingan, te arrebato el aire lo intimidante de aquello junto con su desnudes, lo sabias, estabas atrapada, te quito la verdad con sus ojos.
-Me mentiste-su tono de molestia poseía una acuarela distinta, una sexual.
-Shisui si yo tengo que morir por ti lo hare-la seguridad en tus palabras eran una gran ola de todo lo que quería evitar, no podía permitir que eso sucediera.
-¿Porque?-te pego más a su pecho cuando intentaste apartarlo.
-Porque somos amigos-inseguridad. Lo único que nunca lograbas declarar de forma correcta.
-Nunca serás buena mintiéndome. ¿Acaso olvidas quién soy? hemos compartida cada etapa de nuestra vida juntos y esta no será la excepción, ya no somos amigos, no lo soporto más.
El aire entre ambos se espeso con la intensidad de su confesión, ese azul con el que tu corazón lo pintaba se tornó en un rojo anhelante. Sus siluetas reflejadas en el lago con la gracia de la luna, esparciendo los destellos de sus deseos sobre las suaves ondulaciones del agua que los envolvía. Lo miraste con los ojos muy abiertos, tu respiración entrecortada y tu corazón desbocado, eras una pincelada desprolija de todos tus sentimientos escondidos. Sabias que él tenía razón. No podías mentirle. No podías esconder lo que ardía en tu pecho.
Las yemas de sus dedos se aferraban a tu cadera con desespero, sus cuerpos rozándose bajo el agua templada. Sus labios se encontraban a un suspiro de distancia, podías sentir tu aliento mezclándose con el suyo, cálido, ansioso.
-Dímelo-susurró él, su voz ronca de emoción-Dime que no sientes lo mismo y me iré.
Pero no lo hiciste. Tus dedos temblorosos se aferraron a sus hombros, y en lugar de palabras, le diste la única respuesta posible.
Te alzaste apenas sobre la punta de tus pies y dejaste que la gravedad te guiara hacia él. Sus labios se encontraron en un roce suave al inicio, apenas una caricia, como si probaran el instante, como si memorizaran el sabor del otro. Pero pronto, la contención se quebró como una ola estrellándose contra la orilla.
Él profundizó el beso con una urgencia contenida durante años, como si en ese instante quisiera recuperar todo el tiempo perdido. Sus labios se entrelazaron con hambre y ternura a la vez, como si estuvieran destinados a encajar de esa manera. Las manos de él subieron por tu espalda desnuda, estremeciéndote, mientras te sostenía con devoción, como si temiera que te desvanecieras entre sus brazos.
El mundo se desdibujó a su alrededor. No existía el lago, ni la brisa nocturna, ni la luna testigo de su amor. Solo existían ustedes dos, fundiéndose en un beso que no era solo un beso, sino una promesa silenciosa de un lienzo en blanco desbordado por todos sus colores. Un pacto irrompible.
Cuando finalmente se separaron, apenas unos milímetros, sus frentes quedaron unidas, sus respiraciones entrelazadas.
-Nunca fuimos solo amigos-murmuraste, tu voz temblorosa pero llena de certeza.
Él sonrió contra tus labios, y sin decir nada más, volvió a besarte. Esta vez, sin dudas, sin miedo. Solo amor.
Shisui no se apartó de tus labios. Su beso, antes cargado de desesperación, se volvió lento, pausado, como si ahora tuviera la certeza de que no ibas a desaparecer. Su lengua rozó la tuya con una exquisita paciencia, saboreando cada pequeño jadeo que escapaba de tu boca.
Sus manos, antes firmes en tu cadera, comenzaron a explorar con más intencionalidad. Acarició la curva de tu cintura, subió lentamente por tu espalda hasta entrelazar sus dedos en tu cabello mojado, obligándote a inclinar la cabeza hacia atrás mientras descendía con besos por tu mandíbula.
Su respiración cálida acariciaba tu piel mientras sus labios descendían por la línea de tu cuello, dejando pequeños mordiscos y besos que enviaban descargas eléctricas a cada rincón de tu cuerpo. El agua a su alrededor se sentía más caliente de lo que realmente estaba.
-Dime que pare y lo haré -murmuró, su aliento rozando tu oído, su voz ronca y llena de deseo contenido.
Pero no lo hiciste.
Tus manos finalmente tomaron el control, deslizándose por la musculatura de su espalda, disfrutando de la textura de su piel caliente bajo el agua. Lo habías sanado con tanto esmero, pero ahora solo querías tocarlo sin propósito más allá de sentirlo.
Shisui sonrió contra tu clavícula, notando la forma en que tus dedos se aferraban a él, y supo que ya no había vuelta atrás.
El deseo en sus ojos era abrasador. Sin darte cuenta, te levantó del agua con facilidad, haciéndote rodear su cintura con tus piernas. Su cuerpo mojado se pegó al tuyo, sus manos explorando más allá de lo permitido, deslizándose por la piel sensible de tus muslos.
-Voy a enseñarte que nunca más podrás llamarme tu amigo.
Tus labios se entreabrieron, tu respiración agitada. Su declaración te sacudió hasta los huesos, como un relámpago iluminando la verdad que habías intentado ignorar por tanto tiempo. Lo miraste con los ojos encendidos, con esa mezcla de desafío y rendición que solo él lograba provocar en ti.
-Entonces hazlo-susurraste, tu voz apenas un aliento contra sus labios-Demuéstramelo, Shisui.
Lo viste oscurecerse con ese tono carmesí en sus ojos, la suave vibración de su risa contra tu piel antes de que su boca reclamara la tuya de nuevo, hambriento, decidido.
El agua templada acariciaba tu piel desnuda, pero nada comparado con el calor de su cuerpo contra el tuyo. El sonido de la cascada rugía detrás de ustedes, un eco lejano en comparación con el retumbar de sus respiraciones entrecortadas.
Shisui no dejó espacio entre ustedes. Su piel caliente se fundió con la tuya, su pecho firme aplastando tus senos, sus manos deslizándose con desesperación por tu espalda, reclamando cada curva, cada rincón de tu cuerpo mientras se deshacía de tus pequeñas prendas. No había más barreras. No más dudas. Solo el deseo latente que había crecido entre ustedes durante años, hecho carne y ardor en ese instante.
Su boca se deslizó por tu cuello, mordiendo suavemente, marcándote como suya. Un jadeo escapó de tus labios cuando sus dientes atraparon la piel sensible de tu clavícula antes de succionar con fuerza, dejando una marca ardiente que te hizo arquear la espalda.
-Sabes cuánto he esperado esto-susurró contra tu piel, su aliento caliente erizándote- Cuánto he soñado con tocarte así.
Sus manos descendieron, firmes pero reverentes, recorriendo cada centímetro de tu cuerpo como si intentara memorizárselo con las yemas de los dedos. Cada caricia encendía un fuego que te hacía temblar bajo su tacto.
Cuando sus labios encontraron los tuyos otra vez, el beso fue distinto: hambriento, feroz. Su lengua invadió tu boca con la misma intensidad con la que su cuerpo comenzaba a moverse contra el tuyo. Tus piernas se enredaron instintivamente a su alrededor cuando sus manos tomaron posesión de tus caderas, acomodándote con precisión para recibirlo, sentías la punta de su gran miembro tonteando con tu entrada febril.
El primer contacto fue una tortura deliciosa, se empujó dentro de ti con un roce lento y provocador que hizo que todo tu cuerpo se tensara en anticipación. Tus uñas se clavaron en sus hombros cuando él, con una lentitud casi cruel, separaba tus paredes.
Un gemido ahogado escapó de tu garganta cuando lo sentiste llenarte por completo, su dureza encajando en ti como si hubieran sido creados el uno para el otro. Él cerró los ojos, su mandíbula apretada, conteniendo el placer arrollador de finalmente poseerte.
-Mierda, ____… -gruñó contra tu boca-Eres tan jodidamente perfecta…
Se quedó quieto por un momento, permitiéndote acostumbrarte a la sensación, a la ardiente conexión que los mantenía unidos en la profundidad más íntima posible. Pero la paciencia se desvaneció rápido.
Cuando comenzó a moverse, lo hizo con la intensidad de un hombre que había reprimido su deseo por demasiado tiempo. Sus embestidas eran profundas, precisas, enviando descargas de placer a través de cada terminación nerviosa de tu cuerpo. Te agarraste a él con desesperación, sintiendo cómo cada estocada te llevaba más alto, más cerca del abismo del éxtasis.
El agua se agitaba a su alrededor con cada movimiento, reflejando la pasión desenfrenada que compartían. Su respiración era errática contra tu oído, sus gruñidos de placer se mezclaban con tus jadeos y suspiros suplicantes.
-Mírame-exigió, su voz rasposa y cargada de necesidad.
Y cuando tus ojos se encontraron con los suyos, lo viste todo. No solo el deseo abrasador, sino la devoción, la entrega total. No era solo sexo. Nunca lo había sido.
Él inclinó su frente contra la tuya, acelerando el ritmo, golpeando una y otra vez ese punto dentro de ti que te arrancabas gritos ahogados de placer.
-Dame todo-susurró contra tu boca-Déjame sentirte, dame todo lo que eres.
Tu obedeciste.
Tu cuerpo se arqueó con fuerza cuando el placer te consumió por completo, estallando en mil estrellas que nublaron tu visión. Tu nombre escapó de sus labios en un jadeo ronco cuando él te siguió al borde del éxtasis, enterrándose profundamente en ti mientras su cuerpo temblaba de puro placer y te llenaba con toda su esencia.
El mundo se quedó en silencio por un momento, solo existía el sonido de sus respiraciones aceleradas, el agua envolviendo sus cuerpos, sus corazones latiendo al unísono.
Shisui te sostuvo contra él, sin dejarte ir, sin permitir que un solo centímetro de tu piel se separara de la suya.
-Mía-murmuró contra tu cabello, besándote suavemente, con la misma devoción con la que te había tomado-Siempre has sido mía.
Tu sonrisa fue temblorosa, pero segura.
-Y tú siempre has sido mío.
Y en ese instante, bajo la luna testigo y el agua que los envolvía, supiste que no había vuelta atrás. Pero tampoco la querías.
#shisui smut#shisui uchiha#shisui x reader#naruto x reader#kakashi x reader#uchiha obito#obito x reader#naruto#kakashi naruto#sasuke uchiha#itachi uchiha#uchiha clan#obito uchiha#madara uchiha#kakashi hatake#kakashi x you
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¿In Spanish? (Carlos Sainz x lectora)
Resumen: Carlos siente algo por la nueva periodista designada a las prácticas, y una serie de comentarios inocentes desembocó en lo mejor que le pasó en la vida.


Masterlist de mi autoría
Cuando el piloto español llegó a la sección de entrevistas cierto viernes, no pudo disimular su sorpresa.
Aquella nueva periodista lo miraba con nervios crecientes acercarse, y Carlos no pudo evitar sonreír.
—Hola, Carlos. Es un placer conocerte.—le extendió la mano, y el hombre la estrechó con gusto—. Soy ____, la nueva encargada de molestarte después de las prácticas.—sonrió con cierta pena.
—... Nunca habías estado aquí antes ¿No?—se cruzó de brazos—. No olvidaría un rostro tan bonito.—la chica sonrió nerviosa, haciendo que Carlos riera.
—Buen halago, bien acomodado... no tanto como tu entrada en la curva 4.—
—Auch...—
Toda la entrevista se dio de lo más natural, hasta que en cierto punto, Franco se acercó.
—Perdón, no quería interrumpir... Me dijeron que sigo yo.—volteó hacia la mujer, luego a Carlos—... que linda que es...—susurró por lo bajo.
—¿Verdad que si?—
El par de pilotos le sonrió a la mujer, creyendo que no entendía de lo que hablaba.
A partir de ese fin de semana, cada viernes después de la primera práctica, la chica estaba ahí esperándolo con una sonrisa.
Era la primera vez en años que Carlos iba a hablar tan emocionado en una entrevista.
—Ya sé, ya sé. No me mates por lo de la curva.—
—Veo que eres consciente de lo que pasó ahí.—
—Solo me distraje un milisegundo y perdí el puesto.—se encogió de hombros—. Son cosas que pasan.—la chica lo miró divertida.
—¿Se puede saber cómo te distrajiste en una curva tan simple?—
—Por tu culpa.—la chica frunció el ceño apenas—. Es que pensaba "si fallo esta curva, ella se burlará de mí"—eso la hizo sonreír.
—¿Pensando en mí antes de las curvas?—
—Siempre lo hago.—soltó el hombre con tal naturalidad que se arrepintió enseguida.
No tendría que haber dicho eso...
—Bueno... ¿irás a la fiesta de hoy?—soltó la chica intentando desviar el tema. Le hizo señas al camarógrafo de que cortara la filmación.
—Sí, por supuesto. Irán todos.—Carlos la miró enseguida—. No me digas que tú irás.—
—Es el plan, sí... Supongo que nos veremos entonces.—el rostro de Carlos se iluminó con aquello.
—Te estaré buscando... O bueno, te veré ahí.—sonrió nervioso.
—Ya, demasiada vergüenza pasaste.—Franco llegó con una mueca divertida—. Creo que es mi turno ¿no?—
—Si, ya comenzamos la entrevista. Dame un segundo.—____ le sonrió antes de enfocarse en Carlos—. Bueno, señor Sainz. Ha sido un placer hablar contigo, como cada viernes... nos vemos en la noche.—
—Por supuesto, querida...—Carlos le devolvió la sonrisa antes de comenzar a alejarse.
____ lo miró alejarse, notando como él volteaba una última vez a mirarla. Lo vio sonreír.
—¿No la viste por el lugar? Aún no la he encontrado.—
—Fuah, Carlos. Disimulá un poco al menos.—
Franco miró divertido a su compañero, quien miraba sin un poco de disimulo hacia todos lados. ____ no aparecía y ya casi era la hora de la cena.
—¿Pensás hacer algo hoy? ¿Adelantamiento por la izquierda?—el chico alzó las cejas—. Yo creo que si te arriesgás, ganás a la chica. Es ooobvio que vos le gustás también.—
—... ¿Tú crees?—
El argentino estaba por contestar, cuando vio algo del otro lado del restaurante que llamó su atención.
—Mira, está llegando. Yo que vos me apuro a invitarla cerca antes de que se siente en las mesas de la otra punta.—
Carlos asintió enseguida antes de salir emocionado hacia donde la mujer estaba.
Se veía hermosa.
Ante los ojos de Carlos, ella siempre estaba hermosa.
Pero no iba a negar que ese vestido azul marino parecía hecho exclusivamente para ella.
Más que ansioso, Carlos tocó su hombro con cuidado. No quería parecer descortés, y mucho menos dejar en evidencia su felicidad por verla allí. Asi que simplemente le dio unos toquecitos con el índice.
Algo confundida, ____ volteó. No tardó en sonreír al ver a Carlos ahí parado.
—Veo que no era chiste lo de buscarme.—
—No te buscaba, solo te vi de casualidad.—
—... No te lo crees ni tú.—se inclinó hacia él—. Me dijeron que la cena esta por comenzar ¿En qué sector estás tú?... ¿Te molesta si me siento a tu lado?—
—Me encantaría, la verdad.—
Carlos y la mujer caminaron hasta el final del salón, sentándose en la punta de la mesa. Franco y Lando estaban a un lado, Max del otro.
—Vestido azul... ¿Será por vos?—Franco miró con disimulo a Carlos, quien sonrió.
—No creo, tal vez coincidencia.—
—Nada de español. Que no se entiende.—Lando interrumpió frustrado—. Yo querer comida ya, tarda mucho. Hambre.—
—Si, mejor hablemos en inglés. O a Lando le explotará el cerebro.—
Los pilotos charlaban con la mujer de la actual temporada, sobre lo que cubriría, qué cosas le estaban gustando, cuál era su piloto favorito y demás cuestiones comunes de preguntar en el ámbito. Se estaban divirtiendo, aunque Carlos hubiese preferido tener la atención de la mujer para él solo.
—Pero si es mi reportera favorita.—
La mirada del grupo se clavó en un Checo que apenas estaba llegando. Se sentó junto a Max.
—¿Qué haces aquí, querida? ¿Al final Fox se dignó a soltarte un poco la soga?—
Antes de siquiera poder asimilar aquello, Carlos escuchó la risita de la mujer.
—Tal parece que soy la favorita de muchos, me gané la cena hoy.—
Fue con esa oración que Carlos entendió algo. Su perfecta pronunciación con un leve acento le indicó que era una lengua materna o paterna sin dudas.
Carlos miró a Franco con cierto pánico.
Ella entendió todos y cada uno de los comentarios tontos que Carlos le hacía a Franco en las entrevistas...
Es muy bonita...
Le pediré una cita en estos días.
¿El reglamento prohíbe algo de esto?
¿Crees que tenga novio?
—... ¿Sucede algo?—
Carlos volteó a mirar a ____, quien lo miraba con curiosidad.
—No... Nada... —
La cena transcurrió con normalidad, no volviendo a hablar en español por los reclamos de Lando.
A la hora de marcharse, ____ se retiró junto a Carlos.
—¿Algo te preocupa? Estuviste raro en la cena.—
____ caminaba a su lado, parándose frente a su auto.
—... No me habías dicho que hablabas español.—la chica se sorprendió por el planteo
—¿Qué? ¿Querías que expusiera mi secreto? Así ya no podría escuchar tus chismes con Franco.—sonrió al ver su sorpresa—. Y no, el vestido azul no era por ti.—
—Estoy... Muriendo de vergüenza justo ahora.—
La mujer rió bajito, volteando para quedar frente a él.
—¿Pensabas seguir hablando a escondidas de mi o en algún momento tendrías el valor de avanzar?—
—Lo iba a hacer hoy, pero lo del idioma me tomó desprevenido.—
—Bueno... Si quieres podemos dar un paseo ahora.—____ sonrió apenas—. Hablaremos en español o inglés si quieres...—
—Entonces no tienes novio.—
—Tal vez hoy me consiga uno...—
Carlos sonrió apenado, asintiendo enseguida.
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Ya no me puedo encender
como un foquito de navidad lo se desde mi sombra
pero un día fui todo un cielo lleno de navidad
ahora la navidad está afuera en alguna galaxia distantisima
desde aquí es un punto allá afuera
nada me conmueve como la navidad
de niño le recuerdo en la lumbre de mi casa llena de ella
por eso le escribo a la navidad ahora como un loco
loco le pinto a esa estrella diminuta te digo que es un punto
es parecida a un ruido que oí
ahora desde mi sombra casi no oigo pero te oí quedito que viniste sin zapatos no hiciste ruido
o te oí o me avisa el viento que luego me visita como a una hoja seca
nada es parecido hoy a la navidad
ni siquiera se porque está melancolía le nombra casi sin afán pero mientras also los hombros te digo de como es mi casi memoria
aquí todo es casi noche o casi tarde o casi yo
nada está completo
en partes se divide la calle cada pedazo de tarde le quiero acomodar y a ti que viniste intento escribirte algo que me hace sonreír poquito aunque falte que venga
ya te dije que es un punto pero le pienso como en lo alto de ese árbol azul inmenso llamado universo que se burla de mí tan pequeño como un todo
trato de ser congruente ante lo era
Y pensaba bonito de hasta la lluvia
ella también llueve lejos le oigo luego caer como un eco grande en sueños y ahora que le nombró me parece casi verla adelante de cada ojo
no sé si escribir o tocarle o limpiarle para que el polvo de estas palabras quede bonito si pues
está retórica de algún sueño intenta decirte mucho apenas
estaba silencita como cuando la noche se espera a que la tarde se balla
en veces digo en pequeño las cosas
y en veces les digo del tamaño de inviernos reunidos
.
.
.
Diario de un sueño
Agosto de 2024
patas de gato 🐾🐾🐾🐾🐾
#poem#poetry#poets on tumblr#books#fantasy#imagines#my words#poetas méxico#novel#poemas de patas de gato 🐾
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Fuera de Foco - Felipe Otaño


Preludio ♡
+18! SoftDom!Pipe. Begging, (leve) choking, (posible) dacrifilia, dirty talk, (breve) edging, fingering, masturbación, sexo sin protección, sex toys, size diference/size kink, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Es de madrugada cuando Felipe se arroja sobre su cama luego de un relajante baño caliente. El aire del exterior es gélido y él se refugia bajo las mantas convencido de que el agotamiento de su cuerpo lo arrastrará hacia un sueño profundo; mientras tanto juega con su teléfono con la esperanza de no olvidar conectarlo antes de dormirse y también chequea sus redes sociales, eventualmente olvidando el paso del tiempo.
El sonido de una notificación lo sorprende y toca el ícono para ver de qué se trata, pero se lamenta inmediatamente cuando la imagen carga y lo primero que ve es tu cuerpo adornado con un delicado conjunto de lencería bajo tu pijama de seda. Se arroja con fuerza sobre la almohada e intenta reprimir todos esos pensamientos que normalmente le quitan el sueño… en vano, porque no puede evitarlos así como tampoco puede evitar su erección.
Normalmente no contestaría tus historias, limita sus interacciones a tu página azul porque allí es donde más probabilidades hay de obtener respuesta –sobre todo cuando acompaña sus mensajes con una generosa propina-, pero no está utilizando su cuenta pública de Instagram y eso le da el valor que necesita para arriesgarse.
Quería dormir y ahora no puedo, escribe y presiona enviar antes de poder arrepentirse. Bloquea la pantalla de su celular e intenta contener la sonrisa mordiéndose los labios, luego desbloquea el dispositivo y su pulso se incrementa cuando descubre que estás escribiendo una respuesta.
“perdón…?” es el mensaje que recibe. Contiene la respiración mientras espera que continúes escribiendo, pero con el correr de los segundos comprende que eso será todo y también que es lógico que no quieras conversar con alguien en plena madrugada. Acepta la derrota y está a punto de darle me gusta a tu mensaje para retirarse en silencio, pero lo interrumpís:
“qué lindos ojos! lo digo por tu foto de perfil :)”
Suelta una risa de puro éxtasis y dirige una mirada a su ventana, el espacio milimétrico entre las cortinas permitiéndole ver la tenue luz proveniente de tu habitación. Se pregunta por qué estás despierta tan tarde, por qué mantenés las luces encendidas y las cortinas abiertas, dudas que refleja en un mensaje antes de reparar en ello.
Vos también tenés lindos ojos :) Y creo que también andás con insomnio…
“tuve un día un poco agitado estaba tan cansada que cuando llegué a casa dormí siesta y ahora no puedo dormir vos qué hacés despierto a esta hora?”
Recién llego de un viaje de trabajo contesta, ignorando la voz en su cabeza que grita para advertirle que no debería mencionar ciertos detalles de su vida. Le gustaría saber qué te llevó a contestar su mensaje y chequear su perfil, lleno de fotografías que tomó con su cámara en algún que otro viaje, pero sin importar la respuesta pretende hacer lo posible para conservar tu atención.
“no me conviene preguntar de qué trabajas, no? ☠️”
Audiovisuales responde con simpleza. No es del todo una mentira, ¿no? El término resume perfectamente sus estudios y su profesión actual y cree que no habrá problema en tanto no se te ocurra pedirle que te enseñe alguno de sus trabajos (¿está soñando que la conversación llegará lo suficientemente lejos? Se reprende mentalmente por ser tan patético).
“ah, como yo ;)”
Se desliza fuera de la cama riendo y camina hacia la ventana sin dejar de ver la pantalla. La nueva habitación todavía le resulta extraña y la falta de iluminación no le permite ver la maleta –la dejó tirada allí antes de bañarse- con la cual tropieza: deja caer el teléfono y cuando intenta tomar su pie adolorido cae sobre la alfombra, que sirve para amortiguar el golpe pero no la vergüenza que siente.
Se sujeta de las cortinas para reincorporarse y sólo repara en la gravedad de su error cuando los soportes en la pared ceden y la barra metálica golpea su frente. Se lleva ambas manos al rostro y masajea con sus dedos la zona adolorida, intentando recordar en qué momento activó el modo auto-destrucción y también preguntándose cómo puede ser tan idiota.
Evita moverse por temor a sufrir otro golpe y contempla a través de la ventana una pequeña franja del cielo nocturno. Es demasiado tarde, tal vez es también demasiado temprano, son escasas las luces que titilan en el firmamento y no encuentra explicación al resplandor que golpea los cristales e ilumina la pared de su habitación con movimientos frenéticos.
-No- escucha el pánico en su propia voz-. No, no, no.
Se estira para tomar su teléfono y desbloquea la pantalla, la cual para su alivio está aún intacta. Teclea lo primero que se le ocurre y luego se arrastra sobre la alfombra para lograr alejarse de la ventana, reincorporándose una vez que está seguro de que la pared cubre por completo su cuerpo y que tu linterna no logrará localizarlo si permanece escondido allí.
Abraza sus rodillas, temblando de frío mientras espera tu respuesta y mordiendo sus uñas para calmarse. Desearía ser mejor vecino y mejor hombre, también ser más inteligente y muchísimo menos torpe, pero de poco sirve arrepentirse luego de prácticamente destrozar su habitación en su afán por ver cómo lucías mientras hablabas con él.
Tu respuesta no llega y Felipe, que sólo lleva puestos una camiseta y un bóxer, muere de frío.
Dirige su teléfono hacia la ventana y ayudándose con la cámara observa a través de la pantalla tus cortinas cerradas: las luces de tu habitación están apagadas, seguro, pero eso no le garantiza que no estés espiando tal como él suele hacer a diario. Lleva una mano a su rostro, frustrado, quejándose cuando su palma le recuerda el dolor del golpe.
Se lamenta profundamente porque por fin tenía un día libre, planeaba dormir hasta tarde y ordenar comida para no tener que molestarse cocinando… Y ahora nada de eso podrá ser, ya que en cuanto despierte tendrá que buscar la manera de arreglar las cortinas e ingeniárselas para no llamar tu atención en el proceso.
Son pasadas las diez de la mañana cuando Felipe despierta en el sofá, desorientado y con las extremidades adormecidas por la incómoda posición en la que durmió. Rescata su teléfono de entre los cojines y aunque juró no continuar con sus malos hábitos, lo primero que hace es entrar a Instagram para chequear tus historias: tu desayuno, tu outfit, flores (cree saber a qué edificio vecino pertenecen) y por último una historia con el link de tu página, acompañada por el texto “Buenos días a todos ♡”.
Hace click sobre el enlace y una vez que el video comienza se recuesta sobre su espalda para mayor comodidad. Sigue tus manos cuando desabotonás lentamente la camiseta de tu pijama y la seda que cae para revelar tus pechos desnudos y tus pezones erectos por el frío, sensibles en extremo a juzgar por los quejidos que se oyen cuando tirás de ellos.
El masaje en tus pechos es acompañado por tus suspiros y respiraciones temblorosas, además de algún que otro comentario sobre cuánto te gustaría tener con quién despertar durante los días más fríos. Felipe no tiene idea de si tus palabras son ciertas o no, pero suenan lo bastante genuinas como para darle ideas de todo tipo y empeorar su estado.
Tira de su ropa interior para liberar su miembro y comienza a masajear su erección con movimientos lentos, casi perezosos, siguiendo el ritmo de tus propias manos sobre tu cuerpo. Jadea cuando ve que tu respiración comienza a acelerarse y que rozás tus muslos, como si llevaras ya una eternidad esperando por una caricia.
Tu contenido tiene siempre pequeños detalles que lo hacen sentir menos como producciones y más como encuentros verdaderamente íntimos, así que no se sorprende cuando en busca de una mejor posición se te escapa una pequeña risa (sólo la mitad inferior de tu rostro es visible esta vez) y comenzás a hablar sobre lo difícil que fue acomodar el trípode sobre tu cama.
-Además tenía mucho sueño- y bostezás-. Ojalá tuviera alguien que me ayude, me vendría bien tener de acompañante a alguien que sepa más sobre ángulos y tomas.
No es posible que recuerdes la conversación que tuvieron en la madrugada, ¿o sí? Porque adoraría ayudarte con lo que sea, por vos solucionaría cualquier problema técnico y también los otros, esos que provocan que te muerdas el labio con fuerza cuando tus dedos trazan una línea desde tu pecho hasta tu ombligo para luego colarse debajo de tu pantalón.
Tus labios se separan en un gesto de aparente sorpresa y dejás salir un gemido casi inaudible. Felipe sabe mucho antes de que muestres tus dedos brillantes ante la cámara que tu sorpresa es debida a la humedad que encontrás entre tus piernas y también sabe que esta no es producto de los escasos minutos que llevás grabándote. Se pregunta si despertaste excitada luego de algún sueño húmedo o si te encontrabas así horas atrás, cuando hablaste con él.
Intenta contenerse y no acelerar sus movimientos cuando te deshacés de toda tu ropa, permitiendo ver tu piel humedecida con tu excitación. Separás tus piernas para regalar una mejor vista de tu centro, tan tentador como para que Felipe quiera perderse en vos cada vez que lo ve, y cuando comenzás a acariciar tus pliegues y tu clítoris te mordés los labios.
Su mano imita el ritmo de la tuya cuando vuelve a ascender hasta tus pechos, masajeándolos y tirando de tus pezones, los cuales parecen suplicar por todavía más atención gracias a las bajas temperaturas. Ahoga un gemido cuando se permite jugar con su punta goteante y sensible, pero sólo lo hace porque no quiere opacar tus sonidos angelicales.
Conducís tus dedos hacia tu entrada y muy lentamente deslizás uno en tu interior, utilizando los otros para separar tus pliegues manchados con tu esencia. Cuando comenzás a mover el dígito entre tus paredes y rozás tu punto sensible gemís; Felipe no puede evitar recordar todas las veces que tuviste que batallar con tus propias manos y las cantidades de lubricante que necesitaste en tantas ocasiones para poder utilizar un dildo, lamentándote por no lograr introducirlo por completo.
Rodea con sus dedos y presiona la base de su miembro cuando nota entre las sábanas el dildo que admitiste usar pensando en él (y todavía le cuesta creer que ese sea uno de los efectos de su fama). Perdió la cuenta de cuántos orgasmos tuvo rememorando la manera en que dijiste su apodo durante aquella transmisión y cómo relataste el escenario que imaginabas con él.
Pronto son dos los dedos que preparan tu entrada y arrancan gemidos de tus labios, un poco hinchados y enrojecidos por tanto morderlos, y no pasa mucho tiempo antes de que tomes el juguete junto a la almohada y lo cubras de lubricante con movimientos que simulan otra cosa.
Utilizás la punta -que muchas veces es lo único que lográs tomar dentro tuyo- para jugar con tu clítoris por unos minutos y luego dejás caer tus manos hasta que esta roza tu pequeña entrada. Estás desesperada y es aún más evidente cuando presionás el dildo con fuerza, en un inútil intento de complacer inmediatamente tu necesidad.
Sollozás, ya sea por el ardor de la penetración o por tu excitación, y tu voz causa estragos en el cuerpo de Felipe. Acelera los movimientos de su mano y se ayuda de su muñeca, oyendo cómo los obscenos sonidos de su miembro comienzan a mezclarse con los sonidos que provoca el dildo en contacto con tu humedad.
Intenta controlarse, hace un esfuerzo prácticamente inhumano para no dejarse ir, pero contenerse es difícil cuando en su mente es él quien está atacando tu cálido y estrecho interior. Imaginó miles de veces cómo se sentiría tenerte bajo su cuerpo, todas las cosas que haría para complacerte y para arruinarte, y el ángulo que escogiste para el video sólo alimenta esa fantasía.
El orgasmo lo golpea repentinamente, corta su respiración y parece detener su pulso por completo, pero continúa acariciándose hasta que su sensibilidad y la sobre estimulación lo superan. Cuando por fin se detiene, jadeando y apretando los párpados con fuerza, todavía siente sus latidos acelerados y es alarmante la rapidez con que sube y baja su pecho.
En la pantalla de su celular tu video está aún reproduciéndose y ve los espasmos de tu cuerpo, pero lo que más llama su atención es el movimiento de tus labios y cómo parecen dibujar dos sílabas en particular. Su miembro palpita y unas últimas gotas de semen caen sobre su abdomen, uniéndose al no tan pequeño desastre que mancha su piel.
Casi de manera cronometrada recibe un mensaje tuyo y sólo entonces recuerda que lo último que te preguntó durante la madrugada estaba relacionado a cámaras y micrófonos.
Cuando relee tu respuesta y comprende lo que significa puede sentir que toda la sangre de su cuerpo vuelve a alojarse entre sus piernas y también su corazón latiendo con fuerza, pero esta última sensación intenta ignorarla.
“si tenés alguna recomendación podemos charlarlo profesionalmente con un café ;)”

Días más tarde entrás a una cafetería y lo primero que notás es que está casi desierta; lo segundo, consecuencia del silencio generado por la ausencia de personas, es la claridad con que se oye la música que resuena en el lugar. Aún en la entrada tirás de la bufanda que protegía tu cuello del frío exterior y te quitás el abrigo cuando la calefacción comienza a agobiarte.
Escaneás el lugar y encontrás un suéter azul –que enmarca de maravilla la espalda ancha de tu cita- en una de las mesas más alejadas de la entrada. Tus pasos suenan sobre la duela brillante cuando caminás con fingida seguridad, procurando esconder los nervios que te consumen y la forma en que tus piernas tiemblan hasta casi hacerte tropezar.
Te aclarás la garganta cuando llegás a la mesa y Felipe voltea rápidamente, pálido y con los labios entreabiertos. Sus ojos son más impresionantes en persona, iluminados por la luz solar filtrándose a través de los ventanales que dan al jardín del establecimiento, y no estás segura de cuál es el color que utilizarías para describirlos.
-Hola- le sonreís, acariciando delicadamente su hombro antes de inclinarte para besar su mejilla. Tomás asiento frente a él y ante su silencio agregás:- ¿Todo bien?
-Bien, ¿vos? ¿Tuviste problema para llegar?
Negás y en un intento de calmar los latidos de tu corazón acomodás el delicado centro de mesa, un pequeño frasco de vidrio con flores frescas. Es la primera vez que visitás el pintorezco lugar que Felipe escogió para que se encontraran y te encanta la decoración, la música reproduciéndose y, por sobre todo, la compañía.
-Vivo cerca- explicás-. Pero eso ya lo sabías, ¿no?
Percibís la agitación en su respiración y te parece tierna la forma en que evita el contacto visual. Toma una bocanada de aire, se relame los labios y cuando los separa para hablar lo interrumpe la mesera que viene a tomarles el pedido, quien parece ignorar que llegaste hace unos pocos minutos y los observa extrañada cuando ambos comparten una risa por la incomodidad.
Te alegra ver en la mejilla de Felipe la huella de tus labios.
-Y vos ya sabías que era yo cuando me respondiste, ¿no?- contesta cuando vuelven a estar solos.
-Y mucho antes de eso ya sabía que eras mi vecino- tus dedos juegan con las flores en la mesa-. Y que te gusta espiarme todos los días, ¿o por qué creés que no cerraba las cortinas?
En pocos segundos la vergüenza hace arder su rostro y sus pecas resaltan como estrellas en sus mejillas ruborizadas. Permanece en silencio y concentra su atención en las flores con las que entretenés tus manos, permitiendo que sus largos dedos rocen los tuyos cuando acaricia los pétalos.
-Entonces supongo que no te interesan mis consejos sobre cámaras y micrófonos.
Soltás una risa y él te imita, más relajado.
-En realidad sí, me gustaría que me aconseje alguien con más conocimiento que yo- confesás-. Además miré varios cortos que dirigiste y me encantaron.
-¿De verdad?
-De verdad- te mordés los labios y te cubrís el rostro con las manos-. Soy tremenda fangirl.
-¿Y yo…?
Cuando volvés a reír te sonríe y te cuesta horrores dejar de mirar sus labios y la forma que toman cada vez que esboza una sonrisa o habla. Parece sentirse más cómodo, se ve mucho menos tímido de lo que lucía durante los primeros instantes del encuentro, y para cuando la mesera regresa con sus pedidos sólo mantiene sus ojos en vos.
La conversación se desarrolla de manera fluida y cuando pregunta es fácil compartirle los detalles sobre tu trabajo: qué te llevó a decidir incursionar en la creación de contenido para adultos, cómo fueron los largos primeros meses cuando todavía no tenías mucho público, cómo te sentiste con la mirada de las personas que sabían a qué te dedicabas.
En todo momento es respetuoso, amable, comprensivo y parece no importarle en lo absoluto la naturaleza de tu profesión. Hablan sobre cámaras y micrófonos, justo como habían acordado, pero luego la conversación toma un rumbo alejado de los aspectos técnicos que pretendían tratar y es así como te enseña su galería repleta de fotos que tomó durante viajes y en otros momentos.
Escuchás con atención cuando habla sobre la película que lo arrojó al estrellato, ofreciendo anécdotas divertidas y otras que no lo son tanto, reflexiones sobre las consecuencias de una experiencia como la vivida durante el rodaje y sus pensamientos respecto a este. Sus manos moviéndose acompañan su voz en todo momento y cuando nota tus ojos siguiéndolas evita comentarlo.
La agradable compañía y la familiaridad nacida en cuestión de minutos provoca que ambos pierdan la noción del tiempo, ignorando el cielo oscureciéndose o el reloj en la pared y sus agujas que caen, caen y caen. Comparten algún que otro dulce, le hacés saber sobre las migas en su rostro y en un momento de atrevimiento borra una mancha de azúcar glass de la comisura de tus labios.
-¿Y esta semana qué tenés planeado?- preguntás mientras tomás tu abrigo de la silla. Luego de ordenar otra taza de café uno de los empleados se acercó para informarles que estaban próximos a cerrar y deslizó sobre la mesa la cuenta, por la cual Felipe y vos pelearon hasta que dejaste de insistir.
-Con suerte descansar un poco- abre la puerta para permitirte salir primero-. ¿Vos…?
-Renegar con mi cámara y el programa de edición que uso para los videos.
-¿Por qué?
-El formato de los archivos- contestás cuando se detienen en una luz roja-. Ya no sé si el problema es la cámara, la computadora, el programa…
Caminan lentamente, deshaciendo el camino que los llevará a ambos a sus respectivos hogares y fingiendo no notar que se encuentran un poco muy cerca el uno del otro, tanto que cuando el viento corre su perfume invade tus sentidos de la manera más placentera y es por eso que decidís no acomodar tu bufanda.
La tarde es casi noche y mientras cruzan el parque del vecindario, repleto de hojas secas e iluminado por los faroles, Felipe finge que no observa tu rostro y tu cabello, tus labios moviéndose mientras hablás de algo que apenas procesa, sin saber que vos estás haciendo lo mismo cuando se te presenta la oportunidad.
-Cuando quieras te puedo ayudar- susurra al detenerse frente a la puerta de tu edificio, jugando con sus llaves y haciéndolas tintinear dentro del bolsillo de su abrigo.
Frotás tus manos, cubiertas con unos delicados guantes pero aún así frías y temblorosas, y observás a Felipe con la intensidad suficiente para memorizar todos los detalles de su rostro. Podés apreciar cada respiración que escapa de sus labios gracias a la temperatura, la cual no deja de descender, y también cómo intenta mantenerse en calor moviéndose sutilmente de un lado a otro.
-¿Ahora estás ocupado?
-No.
-¿Subimos?
Felipe te sigue hacia el interior de hogar y luego a tu habitación sin poder creer lo que sucede: la cama que tantas veces deseó conocer esta deshecha y aún así se ve prolija, el escritorio donde muchas de tus transmisiones inician sólo lo ocupan tu set-up junto con algunos libros, y puede ver a través de tus cortinas su ventana.
Te sentás en la cama y, concentrada en el menú de la cámara entre tus manos, no percibís su figura acercándose hasta que sus piernas entran en tu rango de visión. Dejás de jugar con los botones del dispositivo, un tanto avergonzada, y cuando su mano toma tu mentón para obligarte a mirarlo te forzás a no cerrar los ojos.
-¿Por qué estamos acá?
-Para que me ayudes.
-¿Con qué…?- acaricia tu labio inferior con su pulgar-. Y no me mientas.
Tomás con una mano su muñeca, obligándolo a permanecer en su lugar, y capturás su dedo entre tus labios para luego succionar con fuerza. Mantenés el contacto visual y podés apreciar el efecto que tienen tus acciones cuando tu lengua acaricia su piel y cuando comenzás a mover tu cabeza de arriba abajo.
-Te das cuenta de lo peligroso que es lo que hiciste, ¿no?- asentís y cerrás los ojos-. ¿Y todo por qué? ¿Querías qué…?
Presiona tu lengua con su pulgar y tira de su mano para desocupar tu boca, pero en lugar de alejarse acaricia tu mejilla y suspira cuando recostás tu rostro en su palma cálida. Acaricia tu pómulo con su pulgar aún húmedo y ante la falta de respuesta alza una ceja.
-Te quería a vos.
-¿Por qué?
-Porque me gustás.
-No me conocés- razona.
-Nos conocemos mejor de lo que creés- parpadeás rápidamente, nerviosa-. Me acuerdo de todos tus mensajes y de todas las cosas lindas que siempre me dijiste.
-¿Hace cuánto sabías que era yo?
-Desde que cambiaste la foto de perfil- confesás-. Tu nombre de usuario me parecía obvio y con esa foto de tus ojos…
Antes de terminar la oración Felipe te empuja contra el colchón y te acorrala con su cuerpo, haciéndote sentir indefensa y atacando tus labios antes de que puedas reaccionar. El beso es hambriento pero sus manos sobre tu figura son gentiles y sólo te exploran luego de oírte gemir. Entre besos pregunta:
-¿De verdad soy tu favorito?
-Obvio- sonreís-. Hace mucho, mucho, mucho.
Te responde igualando tu sonrisa y luego comienza un camino de besos en tus labios que baja por tu mentón y se detiene en la piel sensible de tu cuello hasta que tus gemidos se asemejan más a sollozos. Se aparta unos centímetros para chequear tu rostro, asegurándose de no estar ignorando cualquier límite.
Aún bajo el foco de sus atentas pupilas dilatadas arqueás tu espalda para poder sacarte el suéter y también la camiseta, permitiéndole ver el sostén que adorna tus pechos y su color contrastando con tu piel. Su mano rodea tu cintura y su pulgar acariciando la zona de tus costillas amenaza con hacerte reír.
-Si en algún momento querés que pare…
-No quiero que pares- y para dar énfasis a tus palabras alzás la cadera y rozás tu pelvis con su erección, haciéndolo jadear contra tus labios-. Por favor.
Adorna tu piel con besos húmedos, muerde tus clavículas para hacerte temblar y besa tus pechos por sobre el encaje, su lengua jugando con tus pezones visiblemente erectos a través de la tela. Sujeta tu cadera con firmeza para evitar más de tus movimientos provocadores y ante esto tirás de su cabello para rogar por más.
-¿Estás segura?
Acariciás su mejilla y tu voz tiembla cuando -perdiéndote en la seguridad que te brinda su mirada honesta y cálida- en lugar de dar una respuesta decís:
-Tus ojos parecen acuarelas.
La profundidad de tu observación y tu elección de palabras resultan encantadoras y busca refugio en tu cuello para evitar decir algo que lo deje en ridículo e intentar recomponerse, tomando respiraciones profundas. Exhala y su aliento sobre tu piel te hace temblar.
-No me respondiste- te recuerda cuando se aleja-. ¿Estás segura?
-Yo sí, ¿y vos? ¿Estás seguro?- jugás con un mechón de su cabello que cae y roza tu mejilla, intentando ignorar la extraña culpa que sentís con tan sólo pensar en lo que dirán otros-. ¿No te da cosa que...?
Te interrumpe con un beso.
-No.
-Entonces...
-¿Qué querés?
-Que me toques.
El ardor en tu rostro resulta insignificante una vez que sus dedos se deslizan entre tus pechos y por sobre tu estómago, dejando un rastro de fuego que conduce hacia el calor entre tus piernas. Desabotona tu pantalón y cuando llega a tus pliegues te encuentra completamente húmeda, tanto como para humedecer también tu ropa interior.
Gemís cuando te acaricia con movimientos suaves y delicados, dibujando círculos sobre tu punto más sensible mientras estudia las expresiones que transforman tus rasgos. Su tacto quema en el mejor de los sentidos y que sea él quien te toca sólo maximiza tu placer, haciéndote gemir más fuerte y con más frecuencia.
En pocos minutos te permite saborear tu orgasmo y cuando lo mirás, entre sorprendida y atontada, murmura alguna que otra palabra de aliento sobre tus labios. Besa tus párpados, muerde tus pezones sensibles y te sonríe cuando arqueás tu espalda buscando más contacto... Pero entonces sus movimientos cesan y se aparta.
-Estaba por...
-Todavía no.
Te gustaría reclamarle pero la profundidad de sus ojos basta para desorientarte y también para que desees complacerlo. Tira de tu ropa hasta despojarte de ella, prácticamente escaneando cada centímetro de piel que le es revelado, y cuando vuelve a posicionarse sobre tu cuerpo sus manos separan tus piernas con delicadeza extrema, como si temiera herirte.
Felipe finge que el ver tu intimidad en persona no le roba la poca cordura que le queda y vos intentás ocultar que tu excitación sólo empeora bajo su escrutinio; ambos fracasan, por supuesto, porque él no logra apartar su mirada de tu entrada brillante y vos goteás.
Te estremecés cuando vuelve a tocarte y tu mano toma su brazo con fuerza por la intensidad de sus atenciones. Humedece tus pliegues y luego toda tu entrepierna con tu excitación, que no deja de bañar sus dedos cada vez que rozan tu entrada, juega con tu clítoris hasta que tus muslos amenazan con cerrarse y se detiene, retomando luego de segundos el ritmo que –a juzgar por tus reacciones- te enloquece.
Estás tan mojada que no puede evitar tantear tu entrada con su dedo medio e introducir sólo la punta del mismo, moviéndolo sin prisas e insistiendo hasta que tus paredes estrechas permiten que este se deslice por completo en tu interior húmedo y ardiente.
Curva el dígito en busca tu punto dulce y cuando lo encuentra gemís, aferrándote a su cuerpo. Intentás comprender cómo logra acertar con todas y cada una de sus acciones, pero cualquier rastro de claridad en tu mente está desdibujándose y te es difícil pensar.
Entre gemidos y balbuceos Felipe cree distinguir su nombre.
-¿Querés más?
-Sí, por favor- suplicás con voz entrecortada. Sus ojos parecen oscurecerse y de no ser por el contexto creerías que su ceño fruncido y sus labios apretados son un indicio de molestia-. Por favor, más…
Tu interior ahora vacío te hace gemir de angustia y la única solución que Felipe encuentra para silenciarte es atacar tus labios y el interior de tu boca con su lengua. Continúa besándote mientras acaricia tu entrada con dos dedos y cuando presiona con fuerza bebe de tus gritos, producto del ardor.
Golpeás su pecho y sin dejar de jugar con tu sensibilidad rompe el beso para poder observarte, buscando cualquier pequeño indicio que le haga saber que debe parar y encontrando en los sonidos que emitís motivos para únicamente seguir satisfaciéndote.
Redobla el ritmo y cubrís tu boca para ahogar un grito. Tus párpados se cierran con fuerza y dejan caer las lágrimas que hacían arder tus ojos. Tus mejillas y las sábanas bajo tu cabeza se humedecen con rapidez pero Felipe, muy lejos de detenerse, continúa tocándote.
-¿Dónde está?
Estás completamente inmersa en el placer y no lográs descifrar sus palabras, así que optás por ignorar su pregunta y centrarte en llegar al orgasmo. Tirás de su suéter con fuerza, tanta como para rasgar el tejido, los dedos de tus pies se contraen y también los músculos de tu abdomen cuando oís los sonidos de tu humedad.
Tomás aire y estás a punto de dejarte llevar, pero tu clímax nunca llega porque Felipe se detiene nuevamente. Te abandona en la cama, ignorando tus quejidos justo como vos ignoraste la pregunta que él hizo, y rebusca entre los cajones de la mesita de luz hasta hallar el lubricante que siempre utilizás.
Comienza entonces a desvestirse y no logra ocultar su nerviosismo: sus manos tiemblan cuando tira de su cinturón y lo deja caer sobre la alfombra, también cuando desabotona sus jeans y baja la cremallera, dejando entrever su ropa interior manchada con sus fluidos y el contorno de su erección.
Desnuda también su torso y cuando ves sus abdominales trabajados y su pecho tonificado te es imposible no suspirar. Cuando regresa a tu lado tu mano recorre todo lo que alcanza, desde su mejilla hasta su cuello -donde podés sentir su pulso- y también sus pectorales.
Tus dedos siguen el rastro de vello hasta perderse bajo su ropa interior, encontrando allí su miembro cálido y asombrosamente -aunque no sea sorpresa alguna- pesado. Tus movimientos lentos parecen gustarle y muerde su labio antes de tocar tu frente con la suya, permitiéndote apreciar sus largas pestañas rozar su piel.
-¿Te la puedo chupar?
-No voy a aguantar- lamenta-. Y no doy más, necesito cogerte.
Suspirás y la necesidad tira de tus músculos.
-Y yo necesito que me cojas.
Se deshace de su ropa interior y sólo entonces comprendés la gravedad de la situación: Felipe es alto, musculoso, y sus grandes manos tienen una razón de ser que no se reduce a adornar tu cuello. Soñaste e imaginaste mil veces con este momento, pero en todas tus fantasías su tamaño era... bueno, menos peligroso.
Intentás disimular la inquietud que ensombrece tus pensamientos, permitiéndole bañar tus pliegues y tu entrada con lubricante antes de aplicar el producto sobre sí mismo, pero cuando vuelve a buscar consentimiento en tu rostro sólo halla pánico y se detiene.
-No pasa nada- asegura-. Podemos parar o hacer otra cosa...
-No quiero hacer otra cosa, quiero que me la metas.
-Pero...
-Por favor- y masajeás su erección, palpitante y necesitada de atención-. Por favor, Pipe.
Felipe obedece, por supuesto, porque él también soñaba con vivir un momento así a tu lado. Observó mil veces cómo utilizabas tus dedos y tus batallas con dildos de menor tamaño, pensando en todos esos momentos cómo te arruinaría por completo y cómo tu única opción sería rendirte ante él.
Acaricia tu clítoris con su glande y luego lo guía hacia tu entrada, donde se detiene unos instantes mientras espera cualquier señal de arrepentimiento. Cuando tu mano se posa sobre su cadera sus dudas e inseguridades se desvanecen y comienza a penetrarte, siempre atento a las reacciones de tu cuerpo y en tu rostro.
Arrojás la cabeza hacia atrás y escoge ese momento para besar tu cuello en un intento de distraerte del dolor. Parece funcionar porque tus gemidos comienzan a caer de tus labios y te relajás tanto que él logra introducir otros cuantos centímetros entre tus paredes, las cuales se contraen sin cesar.
Lleva su pulgar a tu clítoris y comienza a jugar con el mismo con la esperanza de que te relajes aún más, pero también porque desea llevarte una vez más cerca de tu orgasmo para tal vez volver a privarte de él. Tu respiración es acelerada y tus pechos aún prisioneros de tu sostén llaman su atención.
Arranca la pieza de lencería de tu cuerpo y mientras continúa dibujando círculos en tu centro masajea con su otra mano tus pechos, dedicándole un par de minutos a cada uno y adorando escuchar todos los diferentes sonidos que te arrebata.
Mareada por las sensaciones y por su dedicación a tu placer te reincorporás, descansando tu peso sobre tus codos para poder admirar lo que sucede entre tus piernas. Tu respiración parece detenerse y mirás a Felipe con una mueca de incredulidad, preguntándole silenciosamente si ve lo mismo que vos.
-No va a entrar toda.
Toma el lubricante y arroja otro poco sobre su miembro.
-Vamos a hacer que entre.
Te dejás caer sobre el colchón y él cumple con su palabra. Mueve su cuerpo lentamente contra tu centro, desapareciendo la distancia que los separa y consolándote con las caricias de sus labios o limpiando tus lágrimas cuando el ardor de la penetración te hace temblar y protestar.
Tus ojos nublados no te permiten ver el movimiento de las agujas del reloj, el cual reposa junto a tu cámara sobre tu mesita de luz, por lo que no tenés manera de saber cuánto tiempo transcurre hasta que Felipe logra introducirse por completo en tu interior.
Descansa su peso sobre sus brazos y el movimiento de su cadera lo acompaña con besos en tus mejillas y en tu boca, las caricias de sus labios sobre los tuyos siguiendo el ritmo creciente de sus estocadas.
Abrazás su cuello y lo atraés aún más hacia tu cuerpo, desesperada por obtener más contacto y provocando con la nueva cercanía que su pelvis estimule tu clítoris. Tus gemidos aumentan sumándose al conjunto de sonidos obscenos que resuenan en tu cuarto y entre los cuales se escucha tu humedad.
Felipe jadea y también sisea, todavía más excitado, cuando tus uñas dejan marcas en su piel. Deja de preocuparse por la intensidad y la profundidad con que abusa de tu interior pero no se preocupa, porque tus gemidos son confirmación y guía suficiente.
Su mano se desliza entre tu cuerpo y el suyo pero en lugar de tocarte, como esperabas, la posiciona sobre tu abdomen bajo y ejerce presión para permitirte sentir la profundidad que alcanza en tu interior. Gritás por lo placentero de la sensación y él sonríe, una arrogancia impropia de su persona adornando su belleza.
Tomás su muñeca y tirás para que se detenga, creyéndote incapaz de tolerar el placer que el peso de su mano te otorga, pero él no cede y es así como finalmente te permite disfrutar de tu orgasmo. Rodeás su cadera con tus piernas y llorás bajo su cuerpo, padeciendo el placer que nubla tu mente, anuda tu lengua y te desorienta.
Recuperarte no es un lujo que te puedas dar porque mientras los espasmos aún te recorren Felipe manipula tu cuerpo para dejarte boca abajo, sentándose sobre tus muslos y acariciando tu centro todavía sensible con su punta. Cuando vuelve a penetrarte jurás sentirlo mucho más profundo que antes.
Con sus manos separa tus glúteos para poder apreciar mejor la forma en que su miembro, brillante por el lubricante y tus fluidos, luce contra tu diminuta entrada. Se muerde los labios y siente los músculos de su abdomen bajo tensándose, pero se contiene.
Finge no mirar la cámara que dejaste sobre la mesita de luz y se arroja sobre tu espalda, cada vez más desesperado. Sus largos dedos abrazan tu cuello para alejarte de las sábanas y encuentra tu rostro húmedo por tus lágrimas y tu saliva, que escapa de entre tus labios junto con su nombre.
Siembra besos en tu omóplato, en tu hombro y permite que sus dientes rocen tu oreja sólo para deleitarse con la contracción de tus paredes sobre su miembro, que golpea tu cérvix repetidamente y provoca que arrugues las sábanas bajo tus palmas sudorosas.
Volteás tanto como su mano te lo permite y separás los labios para hablar, frustrada cuando de tu boca sólo salen sonidos patéticos y palabras indescifrables. Felipe cree comprender que querés besarlo y es por eso que se acerca, pero antes de llegar a tu boca te oye decir:
-Adentro.
Felipe es débil y sólo lo comprende luego de procesar tus palabras, porque es entonces cuando sus movimientos se tornan brutales y sacuden tu cuerpo desconsideradamente. Tus gemidos mutan en gritos que se entremezclan con sus jadeos de placer y estos no se detienen en ningún momento, tampoco cuando sus bocas se fusionan.
Unos pocos segundos más tarde sentís la forma en que su miembro palpita, las venas recorriéndolo junto con el constante asalto a tus profundidades estimulándote todavía más que antes, y cuando salpica tus paredes con su semen otro orgasmo te golpea.
Temblás y el placer que contrae tus músculos también roba las últimas gotas de la liberación de Felipe, que llena con su calidez tu interior y amenaza con hacerte perder aún más la cabeza.
-¿Estás bien?- pregunta Felipe. Su voz está cargada de preocupación y ese usual deje de dulzura-. ¿Necesitás algo?
-¿Podemos quedarnos así?
Su confirmación es un abrazo y el calor de su pecho sobre tu espalda te hace sentir protegida. Besa tu cabello, ahora desastroso, tu piel brillante por el sudor y tus mejillas saladas por tus lágrimas.
-¿No necesitás nada, segura?
-A vos.
Sonríe contra tu piel.
-Me tenés- susurra-. Si de verdad me querés, me tenés.
El suspiro que deja tus labios es una mezcla de alivio y satisfacción pero se convierte en un quejido cuando Felipe abandona tu interior, haciéndote sentir vacía y luego molesta cuando los fluidos de ambos escapando de tu entrada, sensible e irritada.
-¿Te querés quedar...?
-¿De verdad?
-Sí.
-Bueno- sonríe y besa tu frente-. ¿Querés que cocine yo?
-Podría ser, pero no sé qué... ¿Qué hacés?- preguntás cuando lo ves tomar la cámara y arrodillarse sobre el colchón.
Separa tus piernas con cuidado y cuando oís el click gemís.
-Esta es sólo para mí.
Si están leyendo esto es porque vencí a Tumblr y... no, mentira, tuve que transcribir la historia no más. Quería publicarla más temprano pero en pleno delirio místico me pareció que era una muy buena idea sacrificar escenas, reescribir otras y editar todo lo que no me gustaba, pero no me arrepiento de nada porque el resultado me gustó :) Espero que hayan disfrutado la lectura y haberle hecho justicia a Pipe ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @delusionalgirlplace @chiquititamia @lastflowrr @recaltiente @llorented ♡
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Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba.
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible.
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio.
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa.
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño…
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor.
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes.
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca.
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo.
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba.
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado.
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale.
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda.
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello.
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho.
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria.
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo.
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió.
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí.
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—, no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida.
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado.
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
#pipe otaño#fife de mi corazón#lsdln cast#lsdln#la sociedad de la nieve#felipe otaño#ff#the society of the snow#felipe otaño x reader#fluff
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Sex on the Beach - Fran/Francisco Romero x Reader
Pairing: Fran Romero
Advertencias: smut, cunnilingus, fingering, ¿Public sex?
El sol de verano calentaba el agua del mar, la piel y la arena de la playa. Tu te abanicabas con tu mano incluso dentro del agua. Metiste la cabeza dentro del mar. Cuando volviste a la superficie, miraste a Fran, que se bronceaba junto con las toallas y el bolso. Llevaba unas gafas de sol de colores que le quedaban preciosas con su tono de piel mas bronceada. Además, sus bañadores azules se veían desde la distancia.
Decidiste ir hasta allá. Fran vio como Venus surgió del mar. Tu caminabas a paso seguro mientras el agua te lamia el cuerpo y resbalaba sobre tu piel, dejando atrás gotas. ¡Que mujer!, pensó Fran. ¡Vaya vistas! Se tuvo que levantar un poco, apoyandose en sus codos y quitarse las gafas porque eras todo un espejismo. Tu pelo mojado, tu sonrisa, las gotas bajando por tu cuello a tus pechos a tu cintura y caderas hasta la arena. Se sintió afortunado, como lo había hecho muchas veces más.
Te sentaste sobre tu toalla y lo miraste con esos ojos que le expresaban ternura.
- ¡Que buena esta el agua! - dijiste - Metete si quieres, yo guardo el bolso.
Pero Fran tenia otras intenciones. Lo volvías loco y lo hacías actuar fuera de si. Queria recorrerte la piel con la punta de sus dedos.
- No, gracias. Estoy bien así. - te respondió.
Quizás si debía meterse en el agua, porque estaba empezando a sentir un cosquilleo dentro del estomago que solo podía significar una cosa: te quería allí mismo.
Él también estaba irresistible, con su piel morena, la arena pegada al cuerpo en pequeños granos y el cuerpo reluciente por el aceite corporal. De sus labios colgaba una sonrisa misteriosa y picara. Como si ya estuviera maquinando su siguiente movimiento. Su pelo al sol relucía tanto que parecía Apolo. Y olía a after-shave y a aceite de playa.
Te acercaste a él y juntaste tus labios con los suyos. Sabía a la macedonia que habías comprado de camino. Su lengua era suave, dulce y cariñosa. Por como profundizaba el beso, sabías que estaba necesitado. De ti. Sin separar los labios, te tumbaste a su lado. Un brazo voló a agarrarte de la cintura. Por suerte, habíais colocado en un lugar un poco remoto de la gente, en una pequeña cala a solas.
Su boca bajó de tus labios a tu cuello, donde dio un lametón caliente y sentiste un escalofrío. Suspiraste. Fran se puso sobre ti y poco a poco fue besando tu cuerpo, lamiendo y mordiendo. Cuando llegó a tu braga, beso sobre el forro de esta y sin previo aviso, metió la mano suavemente. Se tumbó a tu altura y siguió besándote con lengua. De momento solo sujetaba tus partes intimas como si lo reclamara, pero tu te sentía tensa, impaciente.
Un dedo hizo camino a tu agujero y se mojó ligeramente para poder acariciar tu punto más sensible, tu clitoris. Con la primera caricia, soltaste un gemido sutil. Fran se comió este al posar su boca sobre la tuya para hacerte callar. Te tapaste la boca después de que te besara y le concediste paso a tu cuello, donde dejaba marcas y besaba con pasión. La combinación de los besos húmedos y calientes con la euforia que sentías por como te tocaba te hacía mojarte más.
La rena de su cuerpo y el agua del tuyo se mezclaban creando una fricción que aunque te irritaba la piel también causaba sensaciones placenteras. El olor a Fran, a playa y el sol que calentaba, todo te traía a un trance del que no eras consciente. Tan profundamente estabas en ese trance que no notaste cuando Fran despego sus labios de tu cuello y fue dejando un camino de os labios de tu cuello y fue dejando un camino de besos hacia tu entrepierna. Hizo a un lado la tela y empezó a lamer. Tu tensabas tus músculos al gemir y no podías ya negar que te gustaba estar así en un lugar medio publico.
Fran te lamia con dulzura, con largos lametones de arriba abajo. Tú levantabas las caderas presa de las sensaciones. Tu cuerpo pedía más y formaba un nudo en la base de tu estomago. Se sentía tan bien que agarraste a tu novio del pelo, por lo que empezó a hacer vibrar su lengua y a lamer en círculos tu nudo más sensible. Justo cuando pensabas que no podías más, te introdujo un dedo, después de que lo aceptaras con facilidad, fueron dos, hasta que fueron tres. Sin parar de dar atención a ese punto donde los nervios de tus genitales se juntaban.
En unos minutos más te derretiste sobre sus dedos. Ambos jadeabais, tu casi perdiendo el conocimiento de tal climax y él asombrado por como habías estado.
- Che, no sabia que podías hacer eso. - se rió.
#fran romero#francisco romero#lsdln cast#lsdln#fran romero x you#Fran romero x reader#sociedad de la nieve#society of the snow
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I wanted to do the city at night, but I decided on something different, we can see the RRBs in the background flying through the city and the girls being higher up in the sky.
-Ohh, there go the boys!- the bubuja's voice sounded happy while in the distance above the city lights the three trails of red, blue and green that flew over the sea of lights. Buttercup had her arms crossed over her chest and laughed. "Don't shout or they'll know we're up here."
Her brother looked at her bewildered. "Why wouldn't they know?"
-Don't pay attention Bubbles- Blossom smiled at her sister -She just doesn't want to accept that she lost that food fight with Butch and the others- in a mocking tone of the redhead, it bothered her endangered sister a little, who acted "indignant."
-It's not true! - She looked away - That guy has the stomach of a hyena, if Brick didn't avoid it he would probably try to eat buildings or something stupid - Buttercup said looking at the clouds below them.
The laughter of her sisters, the space behind them and the clouds beneath them made the city look so small, but despite the bright city lights it was good to see the three contrails travel at night over Townsville, Blossom knew that they They deserved this, a chance at life, the chance to live and not just survive.
-Come on girls, remember that we have a meeting! - Blossom's leader's voice caught the attention of her sisters and they followed her back to her place.
Oh I like it and in my ppg universe the fact that the boys got stronger and are trying to live more normally and the girls at this point are already good friends with the boys in different ways, remember that the two AUs are related to each other, and I intend for them to coexist at some point or meet, this AU and the Fallen Heroes one:3
Queria hacer la ciudad de noche, pero me decidi por algo diferente, podemos ver a los RRB al fondo volando por la ciudad y laa chicas estando mas arriba en el cielo.
-Ohh alli van los chicos!- la voz de buebuja sonaba alegre mientras a la distancia sobre las luces de la ciudad las tres estelas de color Rojo, azul y verde que volaban sobre el mar de luces. Buttercup tenía los brazos cruzados sobre su pecho y soltó una risa -No grites o sabrán que estamos aquí arriba-
Su herman la miró desconcertada -Por qué no lo sabrían?-
-No hagas caso Bubbles- Blossom sonrió a su hermana -Solo no quiere aceptar que perdió esa guerra de comida con Butch y los demas- en tono burlon de la pelirroja molesto un poco a su hermana peligra quien actuó "indignada".
-No es cierto!- ella miró a otro lado- ese bastando tiene el estómago de una hiena, si brick no lo evitará probablemente trataría de comer edificios o alguna tonteria- dijo Buttercup mirando las nubes bajo ellas.
Las risas de sus hermanas, el espacio detrás de ellas y las nubes bajo ellas hacían ver la ciudad tan pequeña, pero a pesar de las brillantes luces de la ciudad era bueno ver las tres estelas viajar por la noche sobre Townsville, Blossom sabía que ellos merecían esto, una oportunidad de vida, la oportunidad de vivir y no sólo sobrevivir.
-Vamos chicas, recuerden que tenemos una reunion!- la voz de líder de Blossom capto la atención de sus hermanas quieres la siguieron de regresó a su lugar.
Oh me gusta y en mi universo ppg el hecho que los chicos se reforzaron y están tratando de vivir más normalmente y las chicas a este punto ya son buenas amigas de los chicos en diferentes formas, recuerden que los dos AU están relacionados entre sí, y tengo la intención de que convivan en algún momento o se conozcan, este AU y el de Fallen Heroes:3
#powerpuff girls#ppg fanart#natsuki67#las chicas super poderosas#my art style#fanart#rowdyruff boys#powerpuff girls fanart#powerpuffgirls#ppg#ppgfallenheroes#powerpuff girls blossom#powerpuff girls bubbles#powerpuff girls buttercup#rowdyruff boys brick#rowdyruff boomer#rowdyruff butch#choconat67
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Escribirás.
Me preguntarás cómo estoy, diré que bien, no me gusta mentir, no me gusta halagar , ni describir, ni llorar más de la cuenta en las letras sangrantes que no valen esta pena.
Harás como que sí, como que escuchas,"todo bien de aquí todo bien de allá", le seguirán a tu boca trivialidades que pensaré más de una vez al responder con los párpados cerrados. Y halagarás mis ojos, me dirás que el carmín de mi boca es del mismo tono que tus sueños, me agarrarás los senos, y gemirás algo que pretenderé no escuchar... te responderé en seco, pretendiendo que has comprendido el calor de mi cuerpo... Suspiro, ¿ay cariño mío, cuántos días más haremos esto?.
Desaparecerás dejando un rastro de miguitas de pan, quieres que te encuentre, que te piense, que te suplique y que te desee; yo no sé que quiero, quiero quererme, principalmente... pero lo haces tan difícil.
Y estaré desgarrando mi carne frente al espejo, contando el fino hilo de cordura que conservan mis pesadillas, mirando las estrellas, pensando quizás en saltar frente al atardecer una última ocasión. Hay gente como tú, querido mío, que pretende volver una y otra vez sobre el mismo ovillo, y a mí no me gusta tejer, yo enredo los hilos hasta cortar la circulación de mis muñecas, y quedar terriblemente colgada del fino vacío...¿En serio me has mirado alguna vez realmente a los ojos?, ¿me has escuchado gemir fuera de mí?... yo sé que volverás vacío mío, yo sé que extenderás la palma de la mano y pronunciarás un poema cliché, halagarás un fuego que no tengo, buscarás en mí el mínimo punto blando, y pintarás de azul lo que no es.
Y yo aquí, solo aquí, volveré a ti, porque las viejas costumbres que aún retuercen la carne, nunca se pierden, aunque me pierdas a mí.
-danielac1world ~Extrañar la sensación de lo imposible ~
#mi vida#pensamientos#pensamientos nocturnos#pensamientos aleatorios#literatura#realidadalterada#realidad#poesia en prosa#una poeta#escape#escritura#frases#escritos#escribir#fragilidad#escribiendo#cosas que pienso#cosas que escribo#cosas de la vida#cosas sobre mi#cosas que siento#cosas que pasan#cosas tristes#almas#mi alma#desolada#desolación#un vacío dentro de mi#un viaje a la vida#desaparecer
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"Cuando me dijeron a quién habían elegido y que me enviarían las cintas de la audición, yo estaba en el auto, conduciendo de Phoenix a Santa Fe con mi esposo. Al no poder acceder a mi computadora hasta que llegamos a Santa Fe, busqué en Google “Sam Heughan” en mi iPhone.
Francamente, pensé que parecía extraño. Mide 6'3", eso está bien... cara muy cincelada, pero extrañamente cincelada, ¿y qué pasa con la frente grande y la barbilla hendida?!? Jamie no tiene un hoyo en la barbilla y su nariz no es tan larga, aunque es recta... y Dios mío, sé que queríamos a alguien que pudiera interpretar a una virgen de 22 años, pero este tipo no parece tener pelo en su trasero, y mucho menos en las partes colgantes... pero...
Me senté frente a mi computadora, mirando con cautela a través de mis dedos.
Así que aquí está, de pelo oscuro, con una camiseta gris de manga larga, y pienso: "Vaya, no se parece en nada a sus fotos de IMDB, en realidad parece bastante humano, eso es un alivio..."
Y cinco segundos después, Sam Heughan se había ido y estaba Jamie Fraser justo delante de mí. Verdadero. Sin disfraz, sin maquillaje, sin accesorios, nada más que pistas de un director de casting fuera del escenario, y... era él.
Hizo dos escenas. Primero, un enfrentamiento con Dougal, justo después de que Dougal se arrancara la camisa en la taberna.
“¡Que el diablo te lleve, Dougal MacKenzie! ¡No te debo eso! Ojos azules ardientes, hombros hinchados y… bam.
La segunda escena fue aún mejor; es la escena en la que Jamie le explica a Claire exactamente por qué está a punto de castigarla. Y lo tenía todo: paciencia, seriedad, molestia, paciencia, humor, amenaza, humor y... suficiente sexo para dejar boquiabierta a cualquiera con ovarios funcionales..."
Esto contaba Diana Gabaldon en su página, en noviembre del 2013 , en respuesta a las quejas de las fans que querían que Chris Hemsworth fuera Jamie...
Ahora... ¿Nuestro ##KingOfTodo GROTESCO???? ¿En que pensabas Dianita??
#JAMMFesSAM
#11AñosQueSonTodo
#PichonDeJAMMF
#SamElGrotesco
#CastiversarioDelKingOfTodo
#SamHeughanEsElOne
#ComoNoAmarlo
#Outlander
#OutlanderFanMal
#OutlanderPasion
#OutlanderasInsaciables
#PoneleOutlanderATodo
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Lista completa de títulos disponibles
Hola, mismamore. He aquí Keíto Comunica.
Me parecía que nos hacía falta una forma de dimensionar realmente cómo se va formando de a poco este proyecto, y no me parecía que la forma de navegación del Drive, carpeta por carpeta, fuera la más cómoda. Por ende, les traigo una lista completa (o índice temático) de lo que por ahora compone esta biblioteca con sus respectivos enlaces para fácil acceso tanto a las carpetas como a los títulos.
Como ven, si acceden al documento, les saldrá al costado un esquema, tipo índice, por el cual podrán navegar y acceder a las temáticas y secciones de las mismas que les apetezca, den curiosidad, interesen, etcétera.
Esta es la vista desde el teléfono, para encontrar el esquema basta con dirigirse a los tres puntitos en la esquina superior derecha y donde dice "Esquema del documento", les saldrá:



Esta lista, por supuesto, se irá actualizando a medida que vayamos agregando contenido, así que quedará aquí, en el Drive, y en la publicación fijada del blog, para que puedan acceder a ella cuando deseen.
> Aclaraciones:
Los enlaces en azul (sobre todo vistos en las secciones de Literatura) son formatos no-PDF, es decir: ePubs, MOBI, azw3, etc., por lo que no se ven la portadas, a menos que los descarguen.
Los títulos/carpetas que por debajo no tengan una lista de puntos es porque aún se encuentran vacías, pero igual están ahí porque me parecen que son temas de los que vamos a encontrar libros argentinos.
Con el tiempo pueden haber cambios dentro de las temáticas generales e incluso dentro de las subdivisiones como eliminación, combinación, creación de carpetas, según nos parezca que sea más cómodo. (Hay carpetas que claramente faltan, como, por ejemplo, en Historia Argentina para historia de provincias específicas faltan, todas, básicamente, y por el momento sólo hay Historia de Buenos Aires e Historia de Corrientes.)
Como siempre les digo, a lo mejor vean un libro bajo una temática y se pregunten por qué no está en otra: hay libros difíciles de catalogar, cuyo texto se explaya sobre demasiados tópicos, así que intentamos meterlas donde nos parezca más correcto (pero siempre escuchamos nuevas sugerencias y correcciones.)
> Recomendaciones: para leer en escritorio, los PDFs, específicamente, se puede desde el Drive mismo o desde los navegadores, Firefox probablemente sea el mejor. Sin embargo, no te garantiza que se vuelvan a abrir donde los hayas dejado, pero existen muchos programas descargables como Calibre en la que pueden almacenar su propia biblioteca electrónica y visualizar, leer y creo que hasta editar sus libros. Si leen desde una tablet o el celular, recomiendo ReadEra o Moon+ Reader, que soportan muchísimos formatos (y si tienen Android, mejor, porque se pueden piratear las versiones premium).
Pueden dejar más recomendaciones por reblog o inbox, que a todes nos viene bárbaro.
Me parece que no me olvido de nada, así que, eso sería todo por hoy. Muchas gracias y buenas noches, gente.
#libros argentinos#argentina#argieblr#literatura argentina#autores argentinos#literatura#hice esto durante el acto de apertura de mi facultad#aprecien mi esfuerzo </3
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Hay una enseñanza que dice que detrás de todo endurecimiento, y rigidez del corazón, siempre hay miedo. Pero si tocas el miedo, detrás del miedo hay un punto suave. Y si tocas ese punto suave, te encuentras con el vasto cielo azul. Encuentras lo que es inefable, inasible e imparcial, lo que puede apoyarnos y despertarnos en cualquier momento.
Pema Chödrön
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La heredera del Infierno
Secretos
Pasaron días desde que Adelina se había marchado a Arctika y Daniela y Mariano siguieron con las rutinas. Todo el grupo se enfocaba en pulir sus habilidades en el combate y tener una sana convivencia durante los días que quedasen.
Daniela pasó las tardes entrevistando a profesores de la Academia Wu Shi después de los entrenamientos. También, leía los libros de la biblioteca para escribir críticas, ya que se había terminado los que llevó a la academia y Adelina no había dejado ninguno para compartir. Esperaba que cuando ocurriera una visita a Arctika le prestara algunos. Por ahora, tendría que esperar a que llegaran noticias de ella. Daniela seguía enfocada en mejorar, mientras escuchaba las divagaciones de Mariano.
En esos días, su creatividad había despertado y logró encontrar herramientas y objetos necesarios para crear un pequeño aparato para cargar los celulares usando el medallón de Raiden. En los momentos de descanso, Mariano intentaba dialogar con el granjero para trabajar en ello. El resto de luchadores se reían de cada vez que mencionaba el tema y se le iluminaban los ojos, como un niño.
–Vamos Raiden, déjame usar el medallón –pidió Mariano mientras comía su almuerzo y el resto miraba el escenario–. Voy hacer un gran invento.
–No te lo prestaré, Mariano –soltó Raiden enojado–. Lord Liu Kang, me lo dio para el torneo y como obsequio. No vas a usarlo para otra cosa.
–Ni tampoco para hacernos reventar por los aires –siguió Daniela sorbiendo de la sopa que hicieron los cocineros–. Me basta y me sobra que sos un peligro aterrizando con la avioneta.
–¿Explotó alguna cosa Mariano? –preguntó Johnny.
–Oh, sí lo hizo –contestó la pelirroja enfocada en su comida–. Una vez metió al microondas huevos y pescado para calentar. Lo puso a tres minutos y al poco tiempo escuchamos algo que explotó en la cocina. El olor estuvo por varias semanas y no importa cuantas veces limpiando, ese puto olor seguía. Otra vez, se olvidó de encender la hornalla. De milagro el Viejo Mario se dio cuenta y nos salvamos de volar por los aires.
–¿De enserio apestó tu casa a pescado por días? –preguntó Kung Lao sonriente y Daniela asintió.
–Che, mira que me volví mejor cuidando las cosas –espetó Mariano mientras tomaba la sopa.
–Deberíamos ver su casa –dijo Kenshi riendo–. Tal vez, lo que queda son solo escombros.
–Es una gran calumnia a mi persona, Kenshi –dijo Mariano dramático–. Me siento difamado.
Todos rieron y continuaron el almuerzo hasta que el sonido del gong anunciara el final. Dejaron sus platos cerca de las cocinas y volvieron a los entrenamientos. En las horas siguientes, hicieron clases para mantener equilibrio en la punta de los postes en los que Daniela caía en varias ocasiones, terminando con varias magulladuras.
Al llegar a los cuartos, Daniela sintió un alivio al sentarse en las escaleras. Mariano trajo mates y compartió con el resto, mientras se enfocaba en convencer a Raiden para dejarlo usar el medallón. Ya al punto en el que estaban, todos querían que Mariano se callara, incluido Johnny.
–Raiden, por favor, déjalo que haga sus manualidades para que deje de insistir –espetó el actor.
–¡Mira quién habla! El que no paró de parlotear por hacer una película –argumentó Mariano sarcásticamente y bastó para que Johnny cerrara la boca–. Sino quédate en mi habitación a vigilar el medallón, mientras lo uso para crear algo. No te lo quitaré porque lo estarás cuidando ¿te parece? ¿mucho mejor?
Raiden suspiró cabizbajo y alzó su mirada a los ojos azules de Mariano. Tenía ojos expectantes combinados con los de un cachorro.
–Está bien –dijo el granjero con los brazos cruzados–. Pero yo lo estaré cuidando. No permitiré que rompas lo que me obsequió Lord Liu Kang.
Mariano celebró y le dijo a Raiden que comenzarían al día siguiente después de los entrenamientos. Daniela rio por el entusiasmo de su amigo y siguieron tomando mates hasta que los sonidos del gong anunciaran la cena. Comieron tranquilamente y Daniela se sintió incompleta por la ausencia de Adelina, pero se recordó que pasaron algunos momentos así y pudieron cuidarse.
En la noche, Daniela se preparó para dormir, se puso óleo para el cabello en sus rizos rojizos y se acomodó en el futón. Tomó el libro que había tomado de la biblioteca de la academia y empezó a leer. Mientras se perdía en las palabras, no se percató de una luz anaranjada tapada por el libro. Daniela sintió que algo liviano caía en su regazo y tras vislumbrar sobre las hojas, vio un pequeño papel. Dejó el libro a un costado del futón y recogió el papiro.
Tenía delineaciones violetas y se dio cuenta de que era una carta de Shang Tsung. Lo desplegó por completo y comenzó a leer su contenido.
Querida Daniela:
Pasaron días desde nuestros pequeños encuentros durante el torneo y espero que te encuentres bien. Quiero seguir hablando contigo a través de cartas y aguardaré tu respuesta. Tu persona me cautivó y tengo la curiosidad de seguir descubriendo más sobre ti.
En estos días, estuve ocupado con mis avances para mejorar la salud del Mundo Exterior y necesitaba a alguien con quien hablar. Mi mente ha estado divagando en los pocos dichos que tuvimos y espero que en las cartas podamos seguir conversando.
Atentamente,
Shang Tsung.
Daniela sonrió, buscó hoja y birome y escribió. Sus mejillas se tornaron rojas ante lo que pensaba poner y dejó que su mano la guiara.
Querido Shang Tsung:
¡Gracias por escribirme! Tengo la esperanza de que hayas podido ayudar a tus pacientes y a los miembros de la casa real. Por lo que tengo de tu entrevista, sé que lo hiciste de maravilla.
En la Tierra, estuve entrenando, pero tenemos algo de tiempo libre y me lo paso leyendo y entrevistando a algún maestro. También, escribo críticas de los libros que voy terminando para despejar mi mente. Me entretiene, pero sería lindo hablar contigo mediante las cartas.
Tengo curiosidad sobre ti, también. Desearía conocerte más que como el brujo de la familia imperial.
Espero tu respuesta,
Daniela.
La muchacha dobló bien la hoja y la vio esfumarse entre llamas anaranjadas. Se sorprendió y volvió a acostarse en el futón con la esperanza de que el hechicero le volviera a escribir. Alzó su mano mirando el anillo con la joya rosada y un calor en sus mejillas inundó su rostro. Ocultó su mano en las colchas y sus párpados comenzaron a pesarle.
Pasaron pocos días cuando Mariano logró hacer el invento para cargar el celular usando la electricidad del medallón de Raiden. El primer prototipo lo usó en el de Johnny y casi explota por el nivel de voltaje. Daniela se sorprendió al ver el desastre de la habitación de Mariano.
Había muchos metales esparcidos por cualquier parte, haciendo difícil la posibilidad de caminar. Se escuchaba música y se veía a Raiden sentado al lado de Mariano, con la cara resignada. El futón estaba desordenado y la madera estaba repleta de yerba mate y migas de comida.
–¿Podrías bajarle el volumen a eso? –preguntó Raiden.
–No –contestó Mariano tranquilamente sorbiendo mate–. Uno, es Tornado of Souls de Megadeth y un buen tema. Número dos, es mi habitación y son mis reglas.
–Solo te pido que le bajes el volumen.
Mariano lo bajó apenas y siguió haciendo experimentos. Raiden miró a Daniela y sus ojos mostraban hartazgo.
–Lo lamento, Raiden –dijo la muchacha con los brazos cruzados–. Te tocará soportar su música hasta el final.
–No me molesta su música. Me molesta el volumen –espetó Raiden.
–¿Cuánto te falta para que termines con ese invento? –preguntó Daniela.
–No sé, creí que a la primera me funcionaría –dijo Mariano analizando el aparato–. Lamento que casi reventara tu celular, Johnny.
–¡No permitiré que mi celular sea una rata de laboratorio, otra vez! –exclamó el actor y lo guardó en su pantalón–. Tengo muchos videos para hacer mi gran película.
Todos miraron de mal manera a Johnny y Mariano se enfocó nuevamente en la maquinaria. Salían cada pocos segundos chispas naranjas y maldecía cuando había un pequeño cortocircuito.
–¿Quieres que te ayude, Mariano? –preguntó Kung Lao.
–Sabes que sí –el granjero se sentó y esperó nuevas órdenes–. Sosteneme el aparato y no lo muevas que tengo que ver mejor si ubiqué bien los metales.
Daniela y los demás se marcharon lentamente, escuchando a lo lejos la música estruendosa de su amigo. Siguieron charlando hasta la hora de la cena y antes de que la joven fuera al gran comedor, el anillo comenzó a darle calor en su dedo. En frente de los ojos de la joven, una nueva carta de Shang Tsung apareció. Desplegó el papel y leyó las palabras del hechicero.
Querida Daniela:
Me alegro que hayas aceptado mi propuesta y tengo intenciones de conocerte más. Me resulta positivo que puedas tener tiempo libre durante tus entrenamientos y mejores tus talentos.
Estuve tan ajetreado que no me enfoqué en mis pasatiempos. Quisiera hacerlo, pero mis labores me agobian. Son muchas cosas las que tengo que hacer y cada vez que termino una, aparece una nueva. No tienen fin, pero los hago con gusto. Cada tarea que me comprometo, la cumplo de forma meticulosa y me tomo mi tiempo.
Aun así, al leer tu carta sentí que pude tener un pequeño pasatiempo, aunque sea algo insignificante, para mí, significa mucho.
Espero con ansias tu respuesta,
Shang Tsung.
Daniela sonrió y comenzó a escribir emocionada las cosas que sentía hacia el hechicero. Sus mejillas se tiñeron de rojo como su cabello y notó un mechón pequeño se colaba en su vista. Se enfocó en el papel y su mano guio la pluma.
Querido Shang Tsung:
Espero que logres completar todas tus tareas. Si sientes que no puedes con todo, está bien sentirlo, es necesario que descanses y busques algo con lo que distraerte, aparte de escribirme cartas. No me molesta que me escribas, leo con gusto lo que me envíes, pero también busca otras cosas y experimenta.
Mi consejo es que limpies, a veces hacerlo es una gran forma de distraerte y hasta pensar en el siguiente paso. Otras cosas que pueden ayudarte son: cocinar, dormir, meditación, entre otras muchas.
Algunas veces, es necesario dejar algunas tareas para el día siguiente. Escribir, leer y hasta cocinar (no siempre me sale bien) son algunas de mis formas de descansar mi mente. Incluso salir a caminar me ayuda y espero que te sirvan a ti también.
Confío en que mis consejos te ayuden,
Daniela.
El papel se esfumó entre llamas. Tuvo la esperanza de que Shang Tsung leyera en poco tiempo su carta y volvieran a escribirse. De repente, Daniela escuchó gritos.
–¡Dani! ¡Ya es hora de comer!
–¡Ahí voy, Mariano!
Salió de su cuarto y corrió hacia donde estaban sus compañeros para unírseles. Caminaron, iluminados por los faroles anaranjados y las hojas secas y pétalos adornaban los caminos de piedras, llegando al gran comedor.
Luego de la cena, Daniela se aseó y fue hacia sus aposentos. Frente a su puerta, la luz de las velas de la habitación de su amigo seguía encendida y sonrió por sus maldiciones. Entró a su habitación y se sumergió en las vastas colchas de su futón.
Pasaron los días y Daniela siguió entrenando junto al resto de sus amigos y escribiendo cartas a Shang Tsung. Lo que sí le preocupaba a la muchacha fue la falta de noticias de Adelina, seguramente los entrenamientos en Arctika la agobiaban. Incluso, Raiden, Kung Lao, Kenshi y Johnny preguntaban por las noticias de ella hasta que esas dudas se apaciguaron un día después del almuerzo.
Previo a eso, luego de terminar los aparatos para cargar celulares, Mariano encontró en pueblos cercanos partes de torres de radio y comenzó a comprarlas para construirla. Ante eso, Daniela le propuso que lo hablara con Liu Kang para evitar cualquier inconveniente. El joven salió rápidamente hacia donde estaba el dios y le resultó difícil convencerlo para que le diera luz verde.
Fue poco tiempo, tras algunos discursos Liu Kang se lo permitió y Mariano dio comienzo a su construcción, haciendo que suenen chispazos y pequeños incendios en su habitación. Él y Kung Lao, a veces, salían por el humo y Daniela los ayudaba a recuperarse para que volvieran a meterse y seguir trabajando con la torre de radio.
El día que había llegado la carta de Adelina, tanto los demás luchadores como los profesores tuvieron que detener a Johnny y Kenshi por una riña por la espada Sento. Ambos se separaron, tomando diferentes caminos para bajar los aires de pelea, dejando a Mariano, Raiden, Kung Lao y Daniela en el recinto de estudiantes. Mientras esperaban a que los dos luchadores volvieran, un maestro llegó con una carta de Adelina.
Emocionados, Daniela y Mariano la leyeron y luego la joven preparó la respuesta. No mencionó las cartas que tenía con Shang Tsung hasta tener más confianza con él y poder hablarlo con sus amigos. Por ahora, sería algo que mantendría en privado.
Tras terminar la carta, un maestro los guio hacia el palomar y le dieron el papel con el invento de Mariano a un ave. La soltaron y la vieron perderse en el cielo. Regresaron al recinto con tranquilidad y Mariano se recogió el cabello rubio haciéndose una cola de caballo. Los dos entraron a sus respectivos cuartos y Daniela se enfocó en escribir la opinión de un libro de la biblioteca. Los faroles y velas le proporcionaban una gran luminosidad a su cuarto y la canción que reproducía de su celular la hacía olvidar el alrededor. Hasta que hubo otra explosión en la habitación de Mariano y Daniela, alarmada, salió a ver qué ocurría.
–¡Ay! ¡La concha de la lora! –maldijo el muchacho, sacudiendo su mano–. Putos cables de mierda.
–¿Qué pasó, Mariano?
–Estamos bien, Daniela –calmó Kung Lao–. Solo fue un cortocircuito.
–Me costó muchísimo pagar por todo esto –dijo Mariano enfocado en la maraña de cables y metal–. Más vale que me rinda la plata para hacer una pequeña torre de radio.
–¿Le preguntaste a Liu Kang sobre hacer esto? –cuestionó el granjero–. Me resulta difícil de creer que te haya permitido hacer esta locura.
–Me costó convencerlo, pero lo logré.
Mariano se calló y siguió enfocado en su trabajo con la ayuda de Kung Lao, algunas indicaciones se escuchaban cuando Daniela volvía a su cuarto. Al cerrar la puerta, oía la canción de Graveyard de Halsey y se centró en su crítica hasta el anuncio de la cena.
Pasaron los días y entre carta y carta la relación entre Daniela y Shang Tsung se amplió. Hablaron sobre los pasatiempos de cada uno y algunos libros que leían. A veces, le llegaban mensajes antes de ir a dormir y los respondía lo más rápido posible con una sonrisa adornada en el rostro.
También, recibían cartas de Adelina y se alegraban de tener noticias de ella. Le molesta un poco que su amiga no se arriesgara un poco, pero era entendible. La extrañaba, nunca habían estado tanto tiempo separados los tres, pero tendrían que esperarla. Quería hablar cara a cara con Adelina y pasar junto a Mariano los entrenamientos. Era extraño no tenerla al lado.
Mariano seguía enfocado en poder instalar la torre de radio, pero entre explosiones y maldiciones, parecía que no tenía resultados positivos. Hasta Kenshi y Johnny creían que era imposible que lo lograra, pero no les hacía caso y seguía manteniendo su convicción. Raiden y Kung Lao no soportaban la música de Mariano, pero mantuvo el volumen bajo para mantenerlos contentos.
Un día, en los aposentos recibió una carta de Shang Tsung y comenzó a leerla. Su sonrisa se acrecentaba con cada palabra escrita por el hechicero del Mundo Exterior.
Querida Daniela:
Me alegro que en estos días hayas podido seguir entrenando y haciendo tus tan mencionadas críticas literarias. En algún momento, me gustaría poder leerlas a tu lado y compartirnos nuestros gustos por los libros. Espero que hayas podido terminar el libro que estabas leyendo.
También, me causa mucha curiosidad los tantos alimentos de tu amada patria, sus nombres me resultan curiosos y deliciosos. Me gustaría probarlos algún día. Por ahora, me conformaré con mi imaginación. Tu patria parece bastante maravillosa por cómo me la cuentas, pero quizás verla en persona sería más hermosa.
Ansío tu respuesta,
Shang Tsung.
Daniela salió inmediatamente hacia las cocinas de la Academia Wu Shi y luego de conseguir todos los ingredientes empezó hacer unos cañones rellenos de crema pastelera y de dulce de leche. Los cocineros le dejaron un pequeño espacio para hacerlos.
Preparó la masa con harina, manteca de cerdo y leche. Mezcló con tranquilidad y al compás de los ruidos de los cocineros yendo de un lado para el otro para la cena. Poco a poco, la masa de los cañones se iba despegando del bol, Daniela amasó con fuerza el alimento, comenzó a formar bolitas pequeñas para aplastarlas y después enroscarlas.
Mientras las cocinaba, preparó la crema pastelera con maicena, azúcar, yemas de huevos, leche y canela. Colocó la crema y el dulce de leche en las masas hechas y los cocineros comieron unos pocos para volver a sus asuntos. Daniela llevó una gran cantidad para los demás luchadores y celebraron el pequeño gesto junto a los mates de Mariano. La joven guardó en una pequeña caja para Shang Tsung en su habitación y siguió compartiendo el momento con sus amigos.
Antes de que sonara el gong, Daniela fue a su cuarto y le escribió una carta para el hechicero. Se sentió una cursi haciendo el postre, pero esperaba que le gustara el gesto.
Querido Shang Tsung:
Me encantaría mostrarte todas mis críticas que he hecho, pero por ahora las tengo en borrador y quiero mejorarlas para que las puedas leer. Estoy terminando el libro y me siento muy emocionada por ver cómo termina. Escribirlo no es lo mismo que decirlo con palabras.
Lo único que puedo darte son cañones de crema pastelera y dulce de leche. Son uno de las tantas facturas que hacemos en Argentina. Si no llegan con la magia que hiciste, pido perdón. Me las comeré luego para que tengas antojo y envidia.
Espero que te gusten.
Daniela.
En cuanto terminó la carta, la puso junto a la caja de madera y ambas ardieron hasta desaparecer. La joven tuvo la esperanza de que los haya recibido y no se quemaran en el proceso. También, uno de los maestros llegó con una nueva carta de Adelina y se apresuró a contestarla.
Querida Daniela:
Espero que te encuentres bien y que Mariano haya avanzado con la torre de radio. No sé por qué pienso que va a tener todo el cabello para arriba como si fuera Dragon Ball. Me rio con la imagen de la cabeza que tengo.
Todos los días tengo entrenamiento a la mañana entrenamiento con Bi Han y no puedo despertar mi criomancia. Después sigo mis clases con sus hermanos y otros maestros. Aprendo manejo de armas (siento que es un poco atrasado usar una puta espada, pero bueno qué puedo hacer), sigilo, combate, etc. Al mediodía, es la hora del almuerzo y soporto las miradas hostiles de los demás principiantes (es una porquería, pero ni siquiera sé por qué lo hacen y no tengo intenciones de saberlo). Después sigo haciendo entrenamiento y limpieza.
Termino hecha mierda, me da ganas de tirarme en la cama y dormir por un año. Me cuesta poder encontrar un tiempo para averiguar las ruinas con todas las tareas que me asignan, apenas logré hallar el palomar.
Los extraño mucho y quisiera hablar con ustedes en persona. Me siento un poco sola, pero a veces hablo con Tomas, no es mucho lo que hablamos, pero me hace sentir comprometida… eso creo. No me molesta hablar con él, es solo que parezco buscar algo más de él y no es así. Cuando aparece un extraño intentamos ser lo más formales… me hace sentir una tonta.
Además, mis mejillas se calientan y me gustan sus ojos. Me hacen recordar a portadas de libros y mañanas nubladas.
Espero tu respuesta,
Adelina.
Daniela tomó un papel y la pluma comenzó a escribir.
Querida Adelina:
Te extrañamos también y queremos verte lo más pronto posible. Para tu decepción, Mariano no tiene el cabello parado ni sé si avanzó o no con su torre de radio. Sinceramente, pienso que avanza de a poco, aunque cada explosión y maldiciones me hace sentir lo contrario.
Por lo que entiendo de los Lin Kuei, cuando estábamos teniendo las clases teóricas, son nuestro ejército. Así que sí, te tocará el entrenamiento más fuerte, aunque admito que deberían darse unos descansos, pero ese es mi pensamiento. Por otro lado, también me resulta anticuado el uso de armas, pero son sus costumbres, no podés hacer mucho.
Me enoja que te traten diferente, me recuerda al orfanato, pero no busques pelea con ellos y evita cualquier provocación. Además, me alegra que puedas hablar con Tomas, no te agobies la cabeza con esos pensamientos, mientras no busques algún privilegio usando sus sentimientos, no hay problema. Te conozco y no lo harías, así que deja atormentarte.
Con cariño,
Daniela.
La muchacha preparó la carta, fue hacia el palomar y soltó el ave. Voló perdiéndose en la oscuridad de la noche y escuchó el sonido del gong anunciando la cena. Bajó de la torre y corrió hacia el gran comedor, alcanzando a sus amigos.
Las risas y barullo se acrecentaron en las cuatro paredes cuando los platos se sirvieron. Todos comieron y agradecieron con júbilo la habilidad de los cocineros. Las charlas continuaron hasta que los maestros anunciaron la hora de dormir.
Daniela se bañó y se preparó para sumergirse en las vastas colchas del futón. Tomó el libro que tenía al lado y lo abrió. Las palabras fueron atrapándola y la metió en el mundo de la trama, perdiendo la noción del tiempo. Con cada página, los párpados le pesaron y le costaba mantener la coherencia de lo que leía. Cerró el libro y se tapó con las colchas, esperando un mejor día y posiblemente alguna carta de Shang Tsung.
Los entrenamientos siguían todos los días, Daniela lograba seguir a sus amigos, pero a veces tenía dificultades. Las clases en equilibrio y meditación eran las más complicadas, ya que la joven tambaleaba en los postes y perdía el equilibrio constantemente generándose varios moretones. Mariano se reía de cada caída, una y otra vez para luego ayudarla levantarse. Por el lado de la meditación, su mente siempre fue acelerada y encontrar la calma le resultaba complicado. Lo que le parecía media hora, en realidad, eran segundos o minutos.
Le frustraba a Daniela, pero se esfumaban por las cartas de Shang Tsung y preparar algunas facturas o picada para los luchadores y el hechicero. Entre carta y carta la relación entre ellos se fue abriendo más y más. Se actualizaban de los días y hablaban de sus gustos. Se expresaban mucho las ganas de verse en persona y seguir con sus divagaciones.
En una de las tantas cartas, Daniela se emocionó por su contenido y un cosquilleo invadió su estómago.
Querida Daniela:
El papel no logra expresar mis ganas de hablarte en persona. Quisiera escuchar tu voz que hace tiempo mi memoria no le hace justicia. Mi petición es que podamos hacer un encuentro y vernos. Si estás de acuerdo, por favor envíame una respuesta.
Shang Tsung.
Daniela no supo contener su alegría y le escribió una respuesta inmediatamente.
Querido Shang Tsung:
Me encantaría. Veámonos en dos días a la medianoche, afuera de la Academia Wu Shi. Te esperaré con algunas cosas para comer juntos.
Daniela.
La carta se esfumó entre las llamas y los nervios la carcomieron, esperando la respuesta del hechicero. Su mente divagó a su sonrisa encantadora de hace semanas atrás, en su estadía en el Mundo Exterior. Sus ojos marrones que le recordaban a las tortas negras.
Luego de cenar y asearse, Daniela se quedó despierta por un tiempo más, con la esperanza de que Shang Tsung le mandara una respuesta a su propuesta. La ansiedad la mantuvo caminando en círculos por su habitación por varios minutos hasta que el cansancio le pesaba. Se acostó en el futón y se envolvió con las colchas. Antes que sus ojos se cerraran, llegó una nueva carta con la respuesta afirmativa del hechicero. Se durmió con una sonrisa en su rostro y pensando en qué hacer de comida para Shang Tsung.
Los dos días fueron eternos, haciendo que las ansiedades de Daniela se acrecentaran y lo único que la despejaba eran los entrenamientos. Preparó más cañones de crema pastelera y dulce de leche, junto a algunas medialunas y galletitas. Compartió parte de sus facturas a sus amigos y a veces le entregaba a Mariano cuando se enfocaba en hacer la torre de radio.
Raiden y Kung Lao seguían en la habitación de su amigo para evitar que le explotara algo nuevamente. La música estruendosa de Mariano se podía escuchar al pasar cerca de su habitación, junto con el vocabulario vulgar y miles de maldiciones cada vez que ocurría un cortocircuito.
Johnny y Kenshi seguían peleados por la espada Sento y Daniela estaba hartándose de escuchar sus idas y vueltas. Después del primer conflicto, se mantenían al margen, pero se tiraban comentarios mordaces.
Cuando llegó el día de ver al hechicero, los nervios carcomían a Daniela y se tocó constantemente el cabello rojizo. Algunos mechones enrulados y cortos se metían en sus ojos y se los apartaba para calmarse. Estuvo todo el día con el estómago revuelto y se acrecentaron cuando terminó la cena.
Cuando todas las velas del complejo de estudiantes se apagaron y los faroles iluminaban los caminos. Daniela salió sigilosamente y caminó hacia las grandes puertas de la Academia Wu Shi. Las abrió con cuidado y se sumergió entre las plantas del vasto bosque, chocándose con varias y algunas hojas se metían en su boca.
Llegó hacia unas colinas donde había un árbol con flores y a lo lejos se veían las columnas de la Academia Wu Shi. Se sentó en la roca y dejó al lado una canasta pequeña con las facturas que había traído para el encuentro. Estiró las piernas y se quedó esperando a la llegada del hechicero.
Los nervios la carcomían por dentro y se mordió la uña del pulgar. Los segundos parecieron minutos y sintió que sus esperanzas para la reunión se apagaban. La chica admiró el paisajismo y el cielo estrellado. El viento sopló suavemente, haciendo que algunos mechones rojizos se elevaran.
De repente, un destello blanco apareció enfrente a sus ojos. Poco a poco, se reveló la figura de Shang Tsung y el corazón de Daniela dio un vuelco. Los ojos del hechicero la vieron y de su rostro adornaba una pequeña sonrisa.
–Buenas noches, Daniela.
–Hola, Shang Tsung –saludó la muchacha y un sonrojo invadió sus mejillas que rivalizaron con su cabello corto–… Eh… traje más facturas para comer juntos. Espero que no te moleste.
–Está bien –dijo el hechicero y se acercó a Daniela–. Extrañaba tus delicias ¿Quieres sentarte?
–Sí, gracias.
Se sentaron en el pasto y abrió el canasto con las facturas. Desvió sus ojos del hechicero y se enfocó en el hermoso cielo. Hacía tiempo que no veía las estrellas, eran pocas las que se distinguían en capital y las veces que las vio fue cuando pasó noches con el Viejo Mario en la provincia de Buenos Aires.
Tomó un cañón de dulce de leche y comenzó a comerlo tranquilamente. Vislumbró al hechicero e imitó la misma acción que ella. Su corazón le latió con fuerza y el estómago le cosquilleaba.
–Es bonita la noche –soltó Daniela después de tragar la factura–. Hace tiempo que no veía las estrellas.
–Tienes razón, es encantadora –coincidió Shang Tsung con la vista enfocada en el cielo–. Es extraño ver solamente estrellas. En el Mundo Exterior, hay días o semanas que veo diferentes colores en los cielos hasta incluso galaxias.
–¿De enserio?
–Sí, es maravilloso –respondió el hechicero y la miró–. Al igual que tus delicias.
–Gracias y espero que mis consejos te hayan ayudado.
–Sí, me ayudaron… –dijo Shang Tsung y le sonrió tímidamente–… pero lo que más me favoreció fue escribirte.
Las mejillas de Daniela se calentaron y se cautivó por los ojos chocolate del hechicero. Le recordaban las tortas negras y caramelos de dulce leche. Tomó otra factura y la mordió. La delicia de la masa y la crema pastelera invadió sus papilas gustativas.
Tras terminarla, su mano fue hacia la canasta para tomar otra, pero chocó con la de Shang Tsung y la tomó con delicadeza, como una flor. Daniela se sonrojó más, pero dejó que tocara su mano, parecía fascinado con ella.
–Son suaves –exclamó el hechicero hipnotizado–. A pesar de tus entrenamientos, siguen siendo delicadas.
–Gracias, Shang Tsung.
Sus dedos se entrelazaron y Daniela sintió que encajaban perfectamente, cual piezas de rompecabezas. Sus pulgares chocaron y el calor de su fuerte mano le pareció confortante. Una electricidad recorrió todo su cuerpo y sus mejillas se calentaron mucho más.
Daniela no quiso zafarse de su tacto. No llevaba los guantes que recordaba verlos puestos en la estadía en el Mundo Exterior y agradeció ver la complexión de su mano. La muchacha desvió la mirada hacia el cielo nocturno por unos minutos más, pero sentía los ojos del hechicero.
Volvió a mirarlo y hubo un silencio. Las hojas se levantaron por el viento leve y el cabello rojizo de Daniela se elevó suavemente. Dejó de lado el cielo y cualquier tema de conversación y se acercó dudosa a Shang Tsung. La imitó y el estómago comenzaba a revolotear.
Daniela apartó lentamente la canasta y se aproximó más. La mano del hechicero tocó su rostro, como si fuera porcelana y la acercó hasta ver mejor su reflejo en los ojos de Shang Tsung. Sus respiraciones se unieron y ya no hubo espacio entre ellos. Los labios de ambos se juntaron y el corazón de Daniela explotó. Fue suave, pequeño y tímido.
Se alejó del muchacho lentamente y volvió a mirarlo. Sus ojos chocolate la recibieron y quedó hipnotizada por ellos. No se percató que los labios del hechicero capturaron los de ella nuevamente, dudoso y Daniela lo siguió. La mano que ahuecaba su rostro se encaminó al cabello pelirrojo de Daniela, enredándose en sus rulos.
Daniela chocó con el cuerpo de Shang Tsung y continuó besándola con suavidad. El corazón bombeaba con intensidad y buscó aire para respirar. Se alejaron un momento y las puntas de las narices de ambos chocaron. Shang Tsung volvió acercarla y la besó con más pasión, tomando a Daniela desprevenida. Las manos de la chica se enredaron en el cuello del chico, pegada a sus labios. La otra mano de Shang Tsung se posó en su cintura acercándola con más pasión.
Daniela se separó y buscó aire desesperadamente. Las mejillas las sintió acaloradas y el brujo la observó con fascinación. Poco a poco, la mano que se había enredado en su cabello pelirrojo se zafó lentamente y se apartó.
–Eres hermosa –soltó el hechicero.
–Gracias, Shang Tsung.
El silencio perduró por más tiempo. Ambos se miraban, entrelazaban sus manos y sus pulgares recorrían las complexiones. La comida fue olvidada y se besaban delicadamente de vez en cuando. Pero poco a poco, el sueño invadía a Daniela, haciendo que cabeceara.
Shang Tsung se percató y la ayudó a levantarse para irse a la Academia Wu Shi. Recogió la canasta y caminó con tranquilidad a las profundidades del bosque. Antes de sumergirse, despidió a Shang Tsung con un delicado beso y lo vio esfumarse en el resplandor blanco. Daniela sonrió y se metió en el frondoso bosque.
Llegó a las puertas de la academia y entró sigilosamente, evitando los faroles que iluminaban los caminos de piedra y ramas de árboles con sus hojas anaranjadas. Daniela ingresó al complejo de estudiantes con cuidado hasta su habitación. Se sumergió en el futón, se tocó los labios y sonrió, como una niña pequeña enamorada por un famoso. Repitió los sucesos de esa maravillosa noche hasta quedarse dormida.
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