Tumgik
#desde abajo
anadelacalle · 7 months
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La utopía como raíz de lo no realizable.
Los humanos atravesamos lo real singularizando nuestras existencias como únicas. No unas, en el sentido de fenómenos aislados, sino propias, que se derivan de vertebrar lo apropiado para cada uno, y siempre en íntima conexión con los Otros, que a su vez luchan por su apropiedad, es decir, su particularidad que no es apropiación de nada como tal. Esta realización dinámica y nunca acabada de cada…
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infacundia · 5 months
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Histórico desborde multitudinario de LO PÚBLICO. Defensa de las universidades públicas, sí. Y de la educación y de Aerolíneas, y del salario y de la salud, y del derecho a estudiar y a ocupar la calle y a ser cientos de miles y a cantar y a organizarnos.
A esta altura se impone una corrección necesaria: la "casta" es el bloque de clases dominantes, los gobiernos que les sirven y los políticos que trabajan para ellos. Lo otro de la "casta", y de ese bloque, en la Argentina es la multitud que le pone el cuerpo a lo común. Se vio en enero, con la CGT. EI 8M con los feminismos. El 24 de marzo con la Madres y Abuelas. Ni en el peor momento el país estuvo desmovilizado. Y hoy, para qué abundar. Vuelve a haber un proceso de acumulación dede abajo, exactamente lo que preciamos. que la oposición política no sepa como ordenarse, que no tenga balances, que no sepa qué papel asumir. Allá ellos. Lo que es claro es que no esa la situación de millones de personas que no parecen tener -que no tenemos- muchas dudas sobre el proceso de organización desde abajo que estamos intentando. A partir de mañana varias palabras van a comenzar a sonar distinto. Hoy, un día feliz.
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Diego Sztulwark
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civilwar2024eeuu · 7 months
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@CanalRed_TV🇲🇽"El cambio en México lo hemos hecho desde abajo y entre todos" Entrevista exclusiva de @inafinogenova a @lopezobrador_🇲🇽presidente de México 📺 Aquí el video completo:https://youtube.com/watch?v=NFXnnFYRq9g https://pic.twitter.com/5QFp6PvEnq #URK0 @ElAmaDeCasa1 https://www.tumblr.com/civilwar2024eeuu/742974427054096384/gdl-reeed-reziztek-inforzk
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Onda si lo piensan un toque yo creo q este país se empezó a ir definitivamente a la mierda cuando sacaron Pasapalabra de Telefé
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nikte98h08 · 1 year
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“Contigo quiero ver un nuevo amanecer”
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wachi-delectrico · 2 years
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Boludo hace tanto calor que estos últimos días las picadas del barrio las escucho a las 8 DE LA MAÑANA. El cambio climático ha ido demasiado lejos
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mmbob · 2 years
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Durante una década, los nombres que ha tenido este blog de porquería han salido de diversos extractos de la letra de 'Te ves buena' de El General.
Desde el día de hoy, eso cambia para dar paso a fragmentos de letras de las canciones de Aquamosh de Plastilina Mosh
Muchas gracias por su atención, nos vemos por aquí en una década si seguimos vivos
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stuckwthem · 8 months
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in the world of boys, he's a gentleman. | enzo v.
summary: después de verte perder el tiempo con otros tipos, tu mejor amigo tiene algunas cosas que confesarte. puro fluff.
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nunca pensaste que ir con vestido en una bici fuera una experiencia tan emocionante, pero ahí estabas, agarrada al cuerpo de enzo e intentando mantener el equilibrio en la parte trasera de su bicicleta mientras reías como una loca. 
para ponerlo en contexto, enzo era tu mejor amigo hacía algún tiempo, desde que habías alquilado una habitación en su piso a dos años, por lo que la convivencia se convirtió inevitablemente en una genuina amistad. de vez en cuando, su mejor amigo y compañero de piso era también su superhéroe. ya fuera leyéndole el pensamiento cuando se moría de hambre y no quería cocinar, o llegando siempre a casa con sus dulces favoritos, o salvándole de emboscadas.
cuando antes llegaron sus mensajes al móvil de enzo, quejándose de una cita que iba de mal en peor con un tipo un poco arrogante, no dudó en levantarse y subirse a su bici para recogerla. la sola idea de imaginarte en una cita con un tipo horrible, y peor aún, un tipo que no era él, le ponía nervioso, así que ahora te encontrabas en esa situación tan improbable pero completamente cómica. no te había dado opción.
"no puedo creer que haya hecho eso", dijiste, estallando en risas, que enzo correspondió negando con la cabeza. "¡imagínate su cara cuando vuelva a la mesa!".
"lo siento mucho por él", responde enzo con ironía y una sonrisa que indica que no, que no se arrepiente de habérsela robado.
"apuesto a que sí", apoyando la cabeza en la espalda de el moreno, respondiste en el mismo tono. su cuerpo está caliente y un poco sudado, pero su aroma es bueno y familiar.
enzo conducía la bici calle abajo, mientras tú te sujetabas rodeando su cintura con los brazos, la brisa nocturna los envolvía. el silencio se hizo un momento antes de que decidieras romperlo.
"enzo, en serio, no tenías que hacer eso. ya iba a estar bien. iba a durar unos minutos más".
se rió, lanzándote una mirada esquinada. "bueno, a juzgar por tu desesperación en los mensajes, diría que 'bien' es una palabra bastante generosa".
bufaste, fingiendo indignación. "lo estaba dramatizando un poco, ve".
"lo sé, lo sé. pero, sinceramente, no podía dejar que mi amiga pasara una noche horrible con un tipo idiota. después de todo, ¿quién más va a aguantar mis estúpidas bromas?"
"oh, ¿para eso estoy yo? ¿una compañera que tolere tus bromas?".
enzo sonrió, divertido. "entre otras cosas, claro. pero en serio, no iba a dejar que te salieras con la tuya una vez más".
puso los ojos en blanco como ofendida, pero no pudo contener una sonrisa.
"¿a dónde quieres ir?" preguntó de repente, dejándote un poco confundida.
"creía que íbamos a casa", te encogiste de hombros.
"¡no puedo dejar que te vayas a casa tan arreglada sin haber tenido una cita decente!". exclama enzo, girando ligeramente la cabeza, lo que te permite ver su expresión indignada.
procesas lo que acaba de decir y sientes que el corazón te da un vuelco. estaba suponiendo cosas o...
"¿así que vamos a tener una cita?", es tu réplica automática, y entonces, tratando de disfrazar, te aclaras la garganta, preocupada por estar leyendo las líneas equivocadas.
quizá, además de compañero de piso, mejor amigo y superhéroe ocasional, enzo era también un pequeño flechazo tuyo. uno que habías intentado olvidar a base de citas terribles que siempre te devolvían a la casilla de salida: enzo. enzo, que te compró tu helado favorito cuando te dieron una patada en el culo cuando os conocisteis, aunque nunca le hablaste directamente de tu sabor favorito. enzo, que siempre te esperaba en casa con una sesión de cine y una manta calentita. enzo, que siempre escuchaba todo lo que decías. enzo, que era tu punto débil.
"si quieres llamarlo así, tendremos una cita, sí", dice, e involuntariamente tus manos se aprietan alrededor de su cintura. 
tras unos minutos pedaleando por las tranquilas calles, te das cuenta de la ruta conocida, la de todos los días. puede que enzo haya cambiado de opinión. realmente estabais de camino a casa y todas tus expectativas se habían venido abajo. hasta que, lentamente, se detiene, y lo siguiente que sabe es que están frente a una pizzería de la esquina. la misma pizzería nueva que había abierto hacía unos días cerca de su casa y de la que no paraba de hablarle a enzo.
"¿pizza?", pregunta como si esperara tu aprobación.”
enzo te tiende la mano para que te bajes de la bicicleta y él te acompaña en seguida. es curioso cómo contrastas, mientras el mayor lleva ropa casual y sencilla, tú vas arreglada con ese estúpido vestido. dentro de tu cabeza, maldices el momento en que aceptaste salir con ese idiota de antes. realmente no se merecía todas tus joyas, pero enzo, uau. realmente parecía estudiar cada parte de ti y admirar cada aspecto. desde la forma más inocente en que algunos hilos sueltos de tu moño desordenado enmarcaban tu cara hasta la forma más indecente en que se fijaba en lo bonitas que te quedaban las piernas con aquel vestido ajustado. 
los dos tuvisteis que sentaros fuera, ya que dentro estaba lleno, y cuando te sentaste en la pequeña mesa de la acera frente a enzo, tu mejor amigo dejó escapar un largo suspiro mientras te miraba fijamente. un suspiro que decía: por fin. 
"pero para serte sincera ahora, no sabes el alivio que supuso verte fuera de aquel restaurante", confesaste, con una risa ligera y sincera.
"¿tan mal estaba el clima?", preguntó el chico con expresión incrédula.
"¡simplemente no había humor! el tipo no paraba de hablar de las lecciones de vida que aprendió cuando su papá dejó de darle dinero durante un mes, o de cómo no debía sentirme especial si me llevaba a su piso después de cenar. y acabábamos de llegar!", exclamaste asombrada a enzo, que de repente parecía serio. demasiado serio. "¡no me ha hecho ni una sola pregunta en 45 minutos!".
"¡qué imbécil!", murmuró el moreno, poniendo los ojos en blanco. la mirada de enzo se apartó de ti por un momento, siguiendo su propia mano mientras jugueteaba con las salsas y arrancaba trozos de servilleta de la mesa. "¿por qué sigues saliendo con tipos así?".
preguntó, sin mirarte aún, y de repente la sangre te hirvió, subiéndote a la cabeza. respiraste hondo, sintiendo que una punzada de decepción te golpeaba el pecho, sin creerte lo que enzo acababa de decir. 
"¿estás insinuando que es culpa mía? soy responsable de que los hombres sean totalmente egoístas y..." cierras los ojos, colocando involuntariamente la mano contra tu propio pecho. indignada.
"¡no! no es eso a lo que me refería, mi vida". enzo levantó la cabeza rápidamente, encontrándose con tu mirada, dolida y traicionada. 
se sintió como un completo idiota, desesperado por la forma en que le mirabas, sin saber muy bien cómo dar marcha atrás. se irguió en su silla, inclinándose sobre la mesa para alcanzar tu mano, listo para defenderse cuando un camarero se detuvo justo a su lado.
"¡buenas noches, parejita! ¿qué les sirvo?", preguntó el hombre, con un tono amable y alegre, en contraste con los ánimos encendidos en la mesa.
te reíste irónicamente de la confusión del camarero, algo habitual cada vez que salías juntos, y te cruzaste de brazos, alejándote de enzo.
"ahm, hola", se rascó la nuca desconcertado, y entonces se dio cuenta de que ni siquiera había mirado el menú. tanteó las hojas, no sabía qué pedir y de repente parecía perdido.
"dos pedazos de marguerita, de la opción vegana, por favor", tu dije, enderezándose. "y una coca-cola, con limón, para él".
enzo te mira ansioso mientras el hombre toma su pedido, su pierna colgando bajo la mesa, rozando la tuya sin darse cuenta. el contacto hace que todo tu cuerpo se estremezca, pero sigues sin mirarle. el camarero se retira de la mesa y anuncia que te servirá en breve.
"mira, no digo que sea culpa tuya. en absoluto, chiquita", dice, con voz grave y tono preocupado. te miras las uñas, haciéndote la indiferente. un poco dramática. 
enzo suspira y junta su rodilla a la tuya. entrecierras los ojos, indiferente, mientras él se humedece los labios como si tratara de encontrar las palabras en la punta de la lengua. 
"estoy intentando decirte que te mereces algo mejor que estos tíos. tú lo sabes, yo lo sé." la forma en que conduce lo que dice es lenta y cuidadosa, continúa. "te mereces a alguien que realmente te aprecie, que vea todas las cosas increíbles que yo veo en ti. estos tipos que ves claramente no ven a la increíble persona que tienen delante y pierden por completo la oportunidad de conocer a la mejor persona que podrían tener en la vida."
sus ojos se elevan automáticamente al oír lo que dice, y sus pulmones parecen no realizar su acción rutinaria. su labio tiembla nervioso. se le acumulan las lágrimas en la comisura de los ojos, porque tiene que decirse a sí misma que sólo lo dice porque quiere su bien, porque es lo que diría un mejor amigo. y tienes que luchar con todas esas palabras antes de irte a dormir, tragándote todos tus sentimientos.
"sabes, eres amable, increíblemente inteligente, aunque sigas pensando que puedes ganarme jugando al mortal kombat apretando todos los botones a la vez". enzo continúa, suavizando su sermón, haciéndola reír por lo bajo. "eres divertida, talentosa, real. linda."
sin poder resistirte más, vuelves a encontrarte con la mirada del moreno, que te dedica una pequeña sonrisa al notar que te rindes poco a poco.
"por no hablar de tu paciencia, sobre todo cuando decido cocinar y dejar la cocina como un campo de batalla" 
esta vez no puedes contener la sonrisa que se extiende por tu cara, recordando la última vez que enzo había intentado preparar la comida. realmente, una negación para la cocina. 
"como cocinero, eres un gran actor", murmuras, lo que hace que enzo se ría y aproveche el espacio que le estás dejando.
"y cuando tienes esos estallidos creativos, escribiendo o creando tus propias recetas. es fascinante ver tu mente en acción, y siempre me pregunto cómo alguien puede ser tan... única. cómo iluminas allá donde vas, cómo haces que las cosas parezcan mucho más fáciles cuando estás cerca y...".  
enzo parece estar en medio de un gran descubrimiento. se ríe para sí mismo, sacudiendo la cabeza, como si se arrepintiera de haber dicho todo eso y sus cejas se levantan, casi en un gesto de desesperación.
"ya lo tengo", dices, un poco tímida. tus mejillas se calientan y de repente te sientes como una adolescente.
"de todos modos, supongo que lo que intento decir es que eres una persona apasionante". enzo parece ceder, y su cuerpo se ablanda en la silla. "y cualquiera que no vea eso no merece estar contigo".
su respiración sale como si alguien acabara de darle un puñetazo en el estómago. tus manos corren por la mesa, buscando las suyas, que te agarran los dedos con suavidad. no decís nada durante un largo rato, durante el cual vuelve el camarero y os sirve en completo silencio. 
su confesión da a la atmósfera otro tipo de tensión. antes de que pudiera responder, enzo desvió la mirada, como si intentara escapar de la intensidad de la situación.
"¿sabes qué? olvida lo que he dicho. disfrutemos de la cena y olvidemos que he dicho todo eso. ¿qué soy yo? ¿shakespeare? ¿don juan?", bromeó, tratando de aligerar la situación gesticulando exageradamente. él da un sorbo a su coca-cola, disimulando su desesperación.
"enzo", su nombre en los labios sale como una súplica. todo le golpea a la vez. la conciencia de sus sentimientos, la conciencia de los tuyos. menea la cabeza negativamente y te suelta la mano.
"está bien, no tienes que intentar consolarme y decirme que somos amigos, lo sé. lo he aceptado". enzo se precipita, pasándose las manos por el pelo, nervioso.
"enzo", le dices, más firme ahora. "¿por qué no me lo dijiste antes? ¿por qué no me llevaste a una cita antes?".
parece ahogarse en su propia respiración, con las narinas inflamadas y el pecho subiendo y bajando rápidamente. enzo te mira con una mezcla de sorpresa e incredulidad. sus ojos buscan los tuyos, como si tratara de leer tu expresión y comprender si aquellas palabras eran reales. ¿cómo puede alguien conocerte tan bien y no tener ni puta idea?
"porque yo... no sabía cómo. siempre fue más fácil ser tu amigo. quedarme en la comodidad de no arriesgar demasiado. no sentir el rechazo. llevarte a una cita parecía cruzar alguna línea invisible, y tenía miedo de estropearlo todo". 
escondió la cara entre las manos, riéndose para sus adentros. enzo parecía al punto del colapso, asustado. nunca le habías visto así. te levantaste rápidamente, sentándose en la silla junto a él, tocando tranquilamente sus muñecas.
"qué estúpido eres", afirmas, riendo. él te mira con expresión ofendida y confusa. "¿de verdad no te has dado cuenta en todo este tiempo?".
la cara de tu mejor amigo se llena de algo parecido a expectación y espanto. esperando el golpe fatal en cualquier momento.
"espera, quieres decir que... que tú...", empieza a balbucear, pero tú le interrumpes con una sonrisa.
"sí, enzo. yo también" tu confesión hace que su rostro se ilumine y luego se sonroje. ¿de verdad tenía 30 años? porque le estabas haciendo sentir como un niño.
"nunca pensé...", murmura, y tú completas la frase.
"¿que yo pudiera sentir lo mismo? pues ahora ya lo sabes. era obvio". te ríes, acercándote un poco más a él. "¿cómo podría no enamorarme de ti?".
enzo siente tu susurro en los labios, provocándole escalofríos. su cálido aliento se mezcla con el de él, la incertidumbre se cierne entre ellos, un territorio desconocido por atravesar. la mirada de enzo examina su rostro, buscando cualquier rastro de indecisión, pero no lo encuentra, y entonces sus ojos bajan hasta la boca su boca.
"si me dejases mostrarte todo esto antes", susurra él también, mientras una de sus manos, grande y cálida, se posa en su muslo, bajo la fina tela de su vestido, y la otra descansa detrás del respaldo de su silla.
"todavía estás a tiempo" 
y con su confesión, es como si perdiera el control. sus pupilas, más oscuras y dilatadas ahora, son lo último que ve antes de sentir unos labios suaves contra los suyos. se te corta la respiración de golpe y una descarga recorre tu cuerpo, desconectando todo tu sistema nervioso durante milisegundos. te besa con ansia, como si recompensara todas las demás oportunidades que había perdido. la mano detrás de tu hombro se mueve rápidamente hacia tu nuca y se te escapa un jadeo. su boca tiene un gusto dulce, a cola y limón mezclados con su propio sabor.
enzo apenas puede contenerse, el resto del mundo deja de existir cuando tu lengua pasa por sus labios, como pidiendo permiso, y casi pone los ojos en blanco ante la sensación. dios, cómo había soñado con eso. lo había repetido en su mente un millón de veces y luego se había culpado por aquello. se sacudió los pensamientos cuando sintió los dedos de ella recorriendo su cuero cabelludo, mientras su otra mano le acariciaba suavemente la mejilla. como si un tornado de emociones no estuviera sucediendo en su interior en ese momento. todo lo que había pasado hasta entonces hacía que este momento valiera la pena. 
después de casi cinco minutos, el mundo real parece volver, al igual que la necesidad de oxígeno, inútil, en la percepción de enzo. los sonidos de la calle vuelven a resonar en sus oídos, todo vuelve a tener sentido poco a poco. el mundo deja de girar mientras os miráis con amplias y tontas sonrisas en los rostros. se lleva el dedo a la comisura de los labios de enzo, limpiando con cuidado los restos de carmín. le dan ganas de arruinar el resto que queda en sus labios bien delineados.
"entonces, ¿qué hacemos ahora?", preguntas, todavía un poco sin fuerzas, intentando no reírte. la sensación de besar a tu mejor amigo, algo que se te había pasado por la cabeza un millón de veces antes, parecía lejana. de hecho, era algo mucho mejor de lo que podría haber soñado.
"supongo que podríamos empezar con una primera cita", sugiere enzo, fingiendo cierta despreocupación, sacudiendo los hombros. sus dedos se pasean por su cara, apartando algunos hilos de cabello sobre sus ojos. es tan dulce y tranquilo que quieres atesorar sólo ese momento entre todos los demás.
durante el resto de la noche, comes esa pizza fría como si fuera la mejor que has comido en la vida. el resto de la cena se desarrolla con naturalidad, con ligereza, con besos y suspiros, conversaciones y confesiones, como todo lo que necesitabas. como si todo estuviera por fin en su lugar. una alineación milenaria. era tan fácil estar allí, junto a él, sin necesidad de máscaras ni disfraces, estar frente a él era poder verse de adentro hacia afuera. sin ocultar nada, sin ningún deseo de huir. completamente inmersos el uno en el otro. era como soñar medio despierta.
era lo perfecto, simplemente. había incertezas, guardadas para un futuro lejano, era aterrorizante perder esa conexión que tenían. mas tal vez no fue la manera mas correcta, tal vez fue imprevisto y completamente caótico, pero fue la mejor y última primera cita de su vida.
─━━━━━━⊱✿⊰━━━━━━─
hola! :)
español no es mi primer idioma (que es el portugués), así que ¡perdónenme los errores!
si quieres, hazme asks para fics con el cast de lsdln <3
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on-the-open-range · 4 months
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Note: The outfits in the first picture are prototype outfits Panchito find the warners first, a sleazy oil baron is trying to trick the recently-orphaned warners into selling their land (The oil Baron has reason to believe there's a large amount of oil on it.) but Panchito is an outlaw, and successfully scares away the man and his posse. Seeing these children are kind of in over their head which such a large plot of land, he arranges for some friends to show up and teach them how to protect themself and run the farm better. Second, enters José. After being called to the farm, and a couple weeks days travel, he begins to show Yakko how to more effectively sell their goods, and how to properly read contracts to avoid being scammed. (He was chased out of Brazil for scamming people, so he's familiar with the tricks.) Panchito helps Wakko with the animals and showing him how to do some of the less ideal chores relating to them, as well as works as the sort of "muscle" for the farm. Having the face of a wanted criminal does a good enough job at keeping most trouble at bay. Lastly, comes Donald. A retired naval officer (discharged for an injury), he reunites with the other two, and has since taken in his nephews Huey, Dewey, and Louie. The four of then join up with the Warner to help around as well, as there's more than enough for everyone to do. (Each person will get their own ref sheet later)
(aqui abajo el texto en español(like over down here the text in spanish)
Nota: Los conjuntos de la primera imagen son prototipos. Panchito encuentra a los Warner primero, un sórdido barón de petróleo está tratando de engañar a los Warner, recientemente huérfanos, para que vendan sus tierras (el barón de petróleo tiene motivos para creer que hay una gran cantidad de petróleo en ellas), pero Panchito es un forajido y asusta con éxito al hombre y su pandilla.
Al ver que estos niños están un poco perdidos con una granja de tierra tan grande, hace arreglos para que algunos amigos se presenten y les enseñen cómo protegerse y administrar mejor la granja.
Segundo, entra José. Después de ser llamado a la granja y de un par de semanas de viaje, comienza a mostrarle a Yakko cómo vender sus productos de manera más efectiva y cómo leer correctamente los contratos para evitar ser estafado. (Lo expulsaron de Brasil por estafar a la gente, así que está familiarizado con los trucos/)
Panchito ayuda a Wakko con los animales y le muestra cómo hacer algunas de las tareas menos ideales relacionadas con ellos, además de trabajar como una especie de "músculo" para la granja. Tener la cara de un criminal buscado es suficiente para mantener a raya la mayoría de los problemas.
Por último, viene Donald. Un oficial naval retirado (dado de baja por una lesión), se reúne con los otros dos y desde entonces ha llevado a sus sobrinos Huey, Dewey y Louie. Luego, los cuatro se unen a los Warners para ayudar también, ya que hay más que suficiente para que todos hagan.
(Cada persona recibirá su propia hoja de referencia más adelante)
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olee · 8 months
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Pelotudo | Francisco Romero
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*enemies to lovers (almost)
*pelotudo: dicho de una persona, que actúa sin entendimiento, razón ni gracia.
“Que lindo ojos tenés - Quiere que te dé un beso?”
~
Conocías a Francisco desde kindergarten, y la verdad es que nunca congeniaron. Desde aquel entonces, sentías que le caías pésimo, y no era para menos. Él siempre se codeaba con los populares y se paseaba con aires de superioridad. Además, compartían el mismo interés por el teatro, lo cual resultaba ser uno de los puntos más irritantes para ti.
Durante los ensayos en la escuela de teatro, Francisco no perdía la oportunidad de soltarte comentarios hirientes: “Eso no es así", "Pelotuda, ¿no te lo estudiaste?", "Boluda, estás re-te mal", "Sos una mierda", "Andate a la mierda", y una lista interminable de despectivos. Era difícil soportar sus constantes críticas y la mirada de desprecio que te lanzaba en cada oportunidad.
Finalmente, llegó el día de tu graduación y decidiste mudarte a vivir a la Ciudad de México, dejando atrás esos incómodos encuentros con Francisco.
Después de varios años, tus amigos te insisten en que veas la película "La Sociedad de la Nieve". Como amante del cine y el teatro, y teniendo conocimiento de la historia del avión uruguayo, decides verla un día con tus amigos. Sin embargo, durante la proyección, algo llama poderosamente tu atención.
Al reconocer a algunos colegas del teatro en la pantalla, te sorprende descubrir que Francisco también forma parte de la película. Al verlo, no puedes contener tu reacción y susurras entre dientes un "concha de tu madre". La expresión de asombro en la cara de tus amigos es inevitable, y te preguntan: "¿Qué pasó?".
No puedes evitar soltar la verdad: "Ese es el pelotudo que arruinó mi carrera en Buenos Aires". La revelación deja a tus amigos boquiabiertos, y a partir de ese momento, la película adquiere un matiz completamente diferente para ti.
Después de un mes, decides regresar a Argentina para visitar a tu familia. Al llegar, te encuentras con un escenario inesperado: Francisco está en la cocina, cocinando con tu mamá. Ella, con una sonrisa en el rostro, te señala y exclama: "Mira, tu amigo de teatro está aquí".
Te quedas atónita, ya que la relación que tenías con Francisco distaba mucho de la amistad. Eran prácticamente enemigos durante tus días de teatro en Buenos Aires. Sin embargo, allí está él, ayudando en la cocina como si fueran los mejores amigos.
Tu madre, notando tu sorpresa, te presenta a Francisco con una alegría contagiosa. Él, con una voz inesperadamente dulce y fresa, te saluda: "(Tu nombre!), tu madre me invitó y, obviamente, no podía decir que no". Su tono amigable y su actitud llena de encanto te desconciertan, ya que no esperabas encontrarte con esta versión de Francisco.
Tu madre te informa que hace falta zanahoria y papas para la comida, y te pide que vayas al supermercado. Lo que más te sorprende en ese momento es escuchar a Francisco decir con una sonrisa: "Bueno, yo también voy contigo".
La idea de ir al supermercado con alguien con quien solías tener una relación conflictiva te resulta extraña, pero decides aceptar su compañía. Te das cuenta de que Francisco ha cambiado mucho desde la última vez que lo viste. Su actitud es relajada y amigable, y se muestra dispuesto a ayudar a elegir las mejores zanahorias y papas.
Mientras caminas para el supermerkado, decides soltar las palabras que hasta hace poco te parecían impensables: "Eh... felicidades, te vi en la película, hermoso de verdad". Francisco te mira con una expresión de sorpresa, pero el sol refleja intensamente en sus ojos verdes, haciéndolos brillar de una manera cautivadora.
Agradecido, Francisco responde con amabilidad: "Gracias. ¿Y vos? Tu madre me contó que haces teatro en México". Hipnotizada por la luminosidad de sus ojos, respondes sin poder evitar mirar hacia abajo: "Bueno, sí, estoy en el teatro y me va tranqui".
Él asiente con interés y suavidad en su tono de voz: "Qué bueno. Siempre fuiste la mejor en el teatro, la verdad es que te envidiaba mucho". De repente, te detienes en medio de la calle, mirándolo en blanco, tratando de procesar esas palabras. La sorpresa y la confusión se reflejan en tu rostro mientras intentas entender la nueva dinámica entre tú y Francisco.
Después lo encarás con una mirada bien intensa y le largás un "¿Posta estás diciendo eso?". Después de un silencio medio incómodo, le soltás un "En serio, che, ¿te olvidaste de todos los insultos que me tirabas cuando éramos pibes?". Francisco tira un "Che, (tu nombre), era un pibe, ni me daba cuenta de lo que decía". Ahí le mandás un "Sos un gil, me terminé mudando a Ciudad de México por tu culpa". Francisco te clava la mirada y suelta un "La verdad, nunca entendí por qué te fuiste". Y vos, con cara de sorpresa, le tirás un "¿Qué no entendés? ¡Me arruinaste la vida con esos comentarios arrogantes que tirabas todos los días, loco!". Te quedás re en shock después de soltar todo eso, dándote cuenta de que sacaste todo lo que tenías adentro y sin tener ni idea de qué va a decir el boludo.
Francisco te sigue mirando con esos ojos como platos y tira un "No sabía que te afectaban tanto, posta". Ahí te quedás mirándolo, medio paralizada, y le soltás un "¡¿Cómo que no sabías?! ¡Me hiciste mierda con tus comentarios, Francisco!". Francisco intenta explicarse, "Es que no lo hacía con mala intención, era joda de pibes". Y vos, caliente, le retrucás, "¿Joda? ¿Te parece joda tener que dejar todo e irme a otro país por tu culpa?".
Él baja la mirada, como sintiéndose culpable, y murmura un "No pensé que lo tomarías tan en serio, boluda". Ahí te explota la paciencia y le decís, "¿En serio? ¿No pensaste que abandonar mi vida acá sería en serio?". Francisco, medio nervioso, trata de justificarse, "Pero mirá, ahora estoy acá, podemos arreglar las cosas". Y vos, sin aflojar, le disparás, "No sé si tiene arreglo, Francisco. Me hiciste pasar por un infierno".
Francisco, sintiendo la incomodidad del momento, decide romper el hielo de alguna manera. Mira las bolsas de supermercado que sostienes con esfuerzo y sin decir una palabra, se acerca y te las quita suavemente de las manos. Lo hace como si de repente se diera cuenta de la carga que llevas.
Te mira con una sonrisa apologeta y te dice, "Che, dejame ayudarte con esto. Parece que están pesadas". Le das una mirada sorprendida, agradecida por el gesto repentino, y asientes. "Gracias, de verdad", le dices genuinamente. En ese momento, entre las bolsas, se crea un pequeño espacio de complicidad, como si ambos recordaran que, a pesar de todo, alguna vez fueron amigos.
*Thanks to my sis por ayudarme a escribirlo! We had fun!!!
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ittom2m · 5 months
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Poseyendo a mi mejor amigo
Alex ha sido mi mejor amigo desde hace varios años hemos sido inseparables hasta ahora que vamos en la universidad he comenzado a sentir cosas por él, no puedo dejar de pensar en que le diré hoy justo iba cruzando la calle cuando derrepente todo se nubló no recuerdo nada más que el sonido de un carro frenando hasta que abrí mis ojos estaba en el hospital podía ver mi cuerpo acostado en la cama y al lado estaba Alex, que estaba pasando? Me sentía tan perdido pero feliz de poderlo ver, creo que soy un fantasma
Trate de comunicarme con Alex hasta que vi que saco su teléfono, pase mi mano fantasmal por la pantalla creo que puedo escribir en su teclado
Alex al instante supo que era yo, supongo que de tantos años de conocernos tenemos algún tipo de conexión, empezo a preguntar Jon eres tu? Que esta pasando?
Jon: creo que estoy muerto soy como un fantasma no se como regresar a mi cuerpo
Alex: puede que sea algún tipo de proyección astral de tu alma,me alegra poder hablar contigo aunque sea de esta manera
Jon: a mi también me alegra que estes aqui pero ahora necesito volver a mi cuerpo
Alex: hablando de eso tu cuerpo esta en coma, no parece ser algo grave pero no sabemos cuando puedas despertar así que si vuelves a tu cuerpo talvez ya no podamos hablar
Jon: entonces que hago no me puedo quedarme así
Alex: déjame pensar Tu sabes que todos estos temas de fantasmas me gustan pero nunca me había pasado algo parecido
Jon: es cierto siempre me obligabas a ver esas películas de terror
Alex: tengo una idea es algo rara pero si funciona seria genial, por que no me posees?
Los ojos de Alex se iluminaron no podía creerlo que idea tan descabellada aun así cierta curiosidad nació en mi interior por que estaba tan emocionado por que yo poseyera su cuerpo, aun así no lo pensé mucho quería salir de ese hospital
Jon: estas seguro de esto alex, crees que funcione?
Alex: hay que intentarlo no perdemos nada, simplemente voy a cerrar mis ojos, me voy a relajar lo más que pueda y cuando sientas que es el momento trata de abrazarme yo te dejarte entrar a mi cuerpo
Jon: okey aquí voy
Me acerque a Alex mientas él cerró sus ojos y empezó a meditar se veía tan lindo así que fue fácil al instante quize abrazarlo Fue ahí cuando todo se nubló
Abrí mis ojos me sentía mareado todo me daba vueltas mire hacia abajo fue ahí cuando vi las manos de alex. No puede ser en verdad lo he poseído.
No recordaba lo bonitas que eran sus manos, sentía mi corazón latir me volví a sentir vivo en el cuerpo de mi mejor amigo corrí al baño a verme al espejo. En persona Alex es más guapo empeze a tocar mi cara mi pelo mis brazos hasta me quite la playera que bien se ve el cuerpo de Alex todas esas visitas al gimnasio le han dado resultado me di cuenta que podía hacer cualquier cosa con su cuerpo ahora que lo poseía pero solo tome una foto en el espejo.
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Ya iba a salir de baño cuando me entraron unas ganas de mear. No puede ser no quiero ver ahí abajo pero no puedo aguantar más, me la tuve que sacar, no podia creerlo tantas años siendo amigos y es la primera vez que le veo el pene a Alex no pensé que se lo vería estando en su cuerpo, su pito es de buen tamaño, sin circuncisión, es un poco más grande que el mio y vaya que necesita una rasurada
Al acabar Inconcientemente sacudi su pene para limpiarlo, había olvidado que este es el cuerpo de Alex en seguida empezó a ponerse duro no podía evitar ver su pito crecer sentida como su corazón bombeaba toda su sangre ahí abajo empezaba a incharse. Derrepente ya estaba viendo todas las venas de su pene, sentía que iba a explotar pero no podía martubarme que diría Alex aun así todo su cuerpo me lo pedía empeze a apretarlo se sentía tan bien que una cosa llevo a la otra cuando me di cuenta ya estaba masturbandome. Solté un gemido con su voz, esto fue lo que me puso aún más caliente y segui martubandolo hasta venirme
Pude sentir como salia toda su leche y escuria por mis manos. Un pensamiento intrusivo paso por mi cabeza y me lleve la mano a la boca sabia bastante bien su leche estaba caliente y bastante espesa Me sentía tan culpable pero a la vez tan bien en su cuerpo. Al final es como si Alex lo hiciera solo que soy yo quien controlo su cuerpo, solo pensar esto me ponía más duro pero antes tuve que limpiar todo el desastre que deje, ya se hacia tarde asi que guarde sus cosas en la mochila que traía y regrese a su casa
No había nadie en casa sus padres llegaban hasta tarde me sentía cansado y estaba bastante sudado por la caminata y lo que paso en el baño, sus axilas ya olían bastante fuerte aunque no me disgustaba ese olor tenía tenía que cuidar el cuerpo de Alex así que decidí meterme a bañar Me empeze a desvestir al quitarme los tenis me di cuenta que las axilas de Alex no eran lo único que olia fuerte no me imagine que los pies de mi amigo fueran tan bonitos no se por que pero comencé a ponerme caliente
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era raro ver que el cuerpo de mi mejor amigo desnudo pero aún más raro era ver como su pene se ponía erecto al ver sus pies, me sentía exitado pero antes necesitaba bañarme abrí el agua y comencé a tallar por todas partes fue toda una experiencia bañarme en el cuerpo de mi amigo estoy bastante agradecido con él y su cuerpo
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Ahora tengo que fingir ser él y ver como me puedo comunicar con Alex pero antes creo que me haré otra paja este cuerpo es muy caliente
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( hola esta es mi primer historia pienso subir más tengo varias ideas si tienen Algúna sugerencia o simplemente quieren platicar estoy feliz de escucharlos aquí en los comentarios o por DM)
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televisionenjoyer · 15 days
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hola, sabes cómo hacer para donar a los gofundme de palestinos desde argentina? o qué se puede hacer? gracias!
Siii creo que hay mucha gente que no sabe que se puede donar en los GoFundMe desde acá. Se hace con cualquier tarjeta de débito o crédito (q no sea cabal x favor 😭). Cositas para tener en cuenta:
- En los GoFundMe hay un mínimo de donación. en todas las monedas "grandes" el límite es de 5 unidades. Cinco dólares, cinco euros, cinco libras, etc.
- Sobre eso recaen las percepciones del cepo (lo que se le dice "dólar tarjeta" q en realidad rige para cualquier moneda) ya que estás emitiendo un pago a una organización (GoFundMe) que está fuera del país. Es cierto que hay una ley que dice que las donaciones están exentas de impuestos, pero eso solo rige para organizaciones avaladas por la AFIP. Para que te des una idea de cómo está la cotización tarjeta, una de las últimas donaciones de 5€ que hice me llegó en la tarjeta como $11500.
- Si no estás bancarizado tambien se puede donar con tarjetas prepagas como ualá, cencopay y la tarjeta de mercado pago
- Si te da paja que este estado pseudolibertario de mierda se quede "con la tuya"(que si bien todos sabemos que los impuestos PAIS y ganancias están para que puedan sostener el precio del dólar sin que se vaya al tuje, no tenemos seguridad de a dónde va concretamente esa plata), podés donar a organizaciones con representación local. Personalmente recomiendo médicos sin fronteras, que se pronunció públicamente contra la ocupación de Israel, y cuyos médicos ya fueron víctimas de varios ataques de la IDF que además de dañar equipamiento y transporte se cobraron las vidas de varios de sus médicos. Donaciones a MSF están exentas de impuestos a las ganancias y se pueden abonar por tarjeta, transferencias y mercadopago. También podés donar una mensualidad bajo las mismas condiciones.
- Si querés donar a un GoFundMe pero no te decidís por un fundraiser en específico, gazafunds te randomiza un fundraiser para sacarte la presión de elegir. Hay también muchos fundraisers generales como el de la municipalidad de gaza y varias organizaciones que se encargan de acercar comida a los campamentos. Este post tiene una lista de organizaciones generales que necesitan donaciones.
- Hay una página que te permite hacer donaciones por abajo de cinco dólares para después juntarlas y mandarlas a un GoFundMe que las necesite. No me acuerdo el nombre y no la puedo encontrar pero si alguno se acuerda chiflen y la agrego.
- Si te mandan muchos fundraisers y te da miedo donar/promocionar a alguien que está estafando, esta planilla de excel está llena de fundraisers verificados por palestinos.
- info de esims que me pasó mi mutual @orfeolookback! esto es muy útil porque se están re necesitando. Podés donar desde CripsforEsims (también en inglés) o abonar una esim y mandarla mediante ESims For Gaza (acá un par de posts en inglés que explican un poco el proceso)
Además de todo esto promover es súper importante. especialmente si tenés una followbase gringa/europea, hacerles entender que ellos con menos esfuerzo hacen mucho más que nosotros, que no se hagan los boludos. Además ellos son los países cuyos gobiernos tienen peso en las políticas internacionales y en los que meter presión a los políticos da resultados. La verdad es que a fin de cuentas que Milei sea un sionista de mierda no le mueve la balanza a Israel porque como país no tenemos ni el peso ni los fondos para intervenir en una guerra.
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deepinsideyourbeing · 6 months
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Standing in the light of your halo - Esteban Kukuriczka
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+18! Dom!Esteban, spanking, breve nipple play, sexo oral, alusión a bondage y/o shibari, fingering, sexo sin protección, face slapping, spitting, begging, creampie, aftercare, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
Esteban te sostiene firmemente sobre su regazo, el bulto entre sus piernas roza tus costillas y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu piel ardiente una y otra vez, sin darte respiro. Tu voz es apenas un murmullo al contar y agradecerle por cada nalgada.
-¿Color?- pregunta, dirigiendo sus dedos a tus pliegues mojados y moviéndolos de arriba abajo. Te resulta difícil concentrarte y la siguiente vez que habla, acentúa sus palabras tirando más fuerte de los mechones entre sus dedos-. Contestá cuando te pregunto algo.
Tomás aire.
-Verde.
Siembra un par de besos en tu espalda luego de un último roce a tu centro y masajea tu cuero cabelludo por unos instantes antes de obligarte a reincorporarte para sentarte entre sus piernas, sus manos se deslizan desde tus caderas hasta tus pechos desnudos salpicados con las marcas de sus dientes. Besa tu mejilla, tu cuello, desciende hasta tus hombros y deshace el camino que trazaron sus labios hasta llegar a tu boca, pero no te besa.
-¿Querés que te coja?- asentís-. ¿Sí…?
-Sí, por favor.
Sus dientes capturan tu labio inferior mientras una de sus manos te aprisiona contra su pecho y la otra juega con tus pezones. Sus dedos no muestran piedad alguna y emite un sonido de falsa simpatía cuando te quejás a causa del dolor, sonido que sería convincente de no ser porque sentís la forma en que su miembro caliente palpita contra tu espalda baja y humedece tu piel.
En un rápido movimiento te deja de rodillas entre sus piernas y tus manos se ubican de manera instintiva sobre tus muslos para que pueda verlas con claridad. Acaricia tu rostro con suavidad y perseguís el calor y confort de su mano mientras mantenés contacto visual con él, los destellos verdes en sus ojos fundiéndose con el color ámbar ahora que sus pupilas están dilatadas.
Te perdés contando las pecas que salpican la piel de sus mejillas y el puente de su nariz, observando cómo los mechones rubios caen sobre su frente y sus cejas, la particular forma en que sus labios se fruncen y delatan así el deseo y la necesidad que siente por vos. Recostás tu cabeza contra su pierna y la sombra de una sonrisa amenaza con romper su semblante serio.
-¿Puedo…?- tu mirada alterna entre sus ojos y su miembro, erecto y goteando.
Cuando asiente dejás escapar una respiración temblorosa, deseosa de tenerlo en tu boca, y sin perder tiempo cerrás tu mano alrededor de él. Lo masturbás con lentitud y un agarre firme, hipnotizada por la aparición de gota tras gota de líquido preseminal, por los suspiros y por sus palabras de aliento que te incitan a continuar. Tu pulgar juega con su punta brillante y roja, provocando que su excitación impregne su miembro y también tus dedos.
Comenzás besando sus muslos, dando alguna que otra mordida inofensiva para luego plantar besos sobre su miembro y delinear con tu lengua la vena que lo recorre. No pasa mucho tiempo antes de sentir su mano sobre la parte posterior de tu cabeza, una silenciosa indicación o una orden que obedecés inmediatamente: cuando tu lengua se desliza sobre su punta y su sabor invade tus sentidos tus labios se cierran sobre esta para comenzar a succionar con fuerza.
Esteban no te la hace fácil, por supuesto que no. Su mano ejerce presión para que tomes más de su miembro en tu boca y no se detiene al sentir la forma en que tu garganta se contrae –una sensación que lo vuelve loco-, sabe que de necesitar parar vas a tocar su muslo dos veces. Acaricia tu mejilla y limpia las lágrimas que desbordan tus ojos antes de liberarte, observa fascinado la forma en que su miembro y tus labios permanecen conectados por un hilo de saliva.
Toma tus manos entre las suyas y masajea tus muñecas antes de llevárselas a los labios para besar con delicadeza las marcas en ellas, el recuerdo que las cuerdas de yute dejaron en tu piel. Cubre de besos el dorso de ambas manos y las yemas de tus dedos, cerrando sus ojos y suspirando cuando su lengua prueba el rastro que dejó en vos.
Te ayuda a ponerte de pie y te recuesta en la cama deshecha, el movimiento realzando el aroma de sus respectivos perfumes en las sábanas. Sus ojos recorren tu cuerpo de manera intensa antes de recostarse a tu lado y separar tus piernas con un simple toque de su mano, sus largos dedos instalándose entre tus muslos para acariciar superficialmente la piel alrededor de tu entrada.
-Mirá cómo te mojaste- acerca su mano a tu rostro para que puedas apreciar la forma en que sus dedos brillan bajo la tenue luz de la lámpara-. Abrí.
Tus labios se separan e introduce dos dedos en tu boca, el sabor de tu esencia esparciéndose sobre tu lengua rápidamente. Esteban clava sus ojos en los tuyos y observa la forma en que batallás para sostenerle la mirada cuando comienza a golpear tu garganta con sus dígitos: una de tus manos cerrándose sobre su muñeca a modo de advertencia, o tal vez súplica, basta para que los retire. Te recompensa besando tu mejilla y presionando sus dedos contra tu entrada.
-Por favor- humedecés tus labios-. Necesito…
-¿Qué necesitás?
-A vos.
Una sonrisa de satisfacción tira de sus labios y sus dedos se hunden en la calidez de tu interior con movimientos lentos, medidos y expertos. Centra su atención en tus puntos más sensibles, una acción reflejo del conocimiento que posee sobre tu cuerpo, y minutos más tarde su pulgar masajea tu clítoris siguiendo el mismo ritmo.
Tus gemidos cada vez más altos acompañan los sonidos obscenos que reverberan en las paredes desnudas de la habitación y las muecas que atraviesan tu rostro, junto con la contracción de tus paredes alrededor de sus dedos, le permiten saber que tu orgasmo se acerca. Normalmente te haría esperar, pero decide darte el capricho sólo por esta vez y cuando intentás advertirle asiente de manera comprensiva para hacerte saber que tenés su permiso.
Silencia tus gemidos besándote en el momento justo y disfruta el hecho de que te cueste corresponder el beso, tus piernas se cierran con fuerza ante el placer abrumador y no sos consciente de que tus uñas se entierran sobre la piel sensible de uno de sus hombros… Pero no le importa, Esteban adora que todo el mundo sepa que te pertenece tanto como vos a él.
Retira sus dedos y utiliza tus fluidos para lubricar su miembro, pero se detiene al posicionarse entre tus piernas para apartar los mechones de cabello que caen sobre tu rostro y asegurarse de que te encontrás en las condiciones adecuadas para continuar. Desliza su punta entre tus pliegues y el calor de esta te roba un suspiro que se transforma en un gemido cuando por fin te penetra.
Para distraerte del ardor inicial provocado por la intrusión, Esteban acaricia tu cadera y dibuja círculos sobre tu clítoris sensible. Observa la forma en que su miembro se desliza entre tus pliegues, tu entrada apretada cediendo lo suficiente para que él logre hundirse profundamente en vos, y aparta la mirada de vez en cuando para observar en tu rostro las expresiones que ya conoce. Están grabadas a fuego en su memoria pero no puede evitarlo, adora verte.
Te perdés en el placer y la sensación de sus caricias, de tu boca sólo surgen palabras sin sentido pero Esteban comprende que es la forma en que rogás por más. Descansa su peso sobre una de sus manos y la otra toma tu mejilla antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza, abusando de tu punto dulce como sólo él es capaz de hacerlo.
El pulgar rozando tu mejilla se desliza entre tus labios y su mirada vuelve a perderse entre tus piernas, la imagen desplegándose frente a sus ojos es casi suficiente para hipnotizarlo y tus gemidos son su melodía favorita, siempre acompañada por el ostinato que producen sus pieles en contacto.
-¿De quién es esta conchita?- remarca sus palabras con una fuerte embestida-. Decime, dale.
El dedo en tu boca te impide hablar casi tanto o más que el placer que nubla tu mente y Esteban es consciente de ambas cosas, pero no significa que deje de esperar una respuesta de tu parte. Retira el dígito de manera brusca y la palma de su mano impacta con fuerza sobre tu mejilla, el escozor devolviéndote a la realidad demasiado tarde.
En un segundo te posiciona dejándote sobre tu estómago y se sienta sobre tus muslos, desliza sus uñas sobre las aun notorias marcas que sus manos dejaron en tu piel hasta hacerte llorar y luego masajea la zona afectada. La punta de su miembro roza tu entrada por una fracción de segundo antes de que te penetre con fuerza y deje caer su pecho sobre tu espalda, su peso corporal haciéndote sentir protegida al igual que sus labios besando tu cabello.
Con las fuerzas restantes en tu cuerpo te reincorporás lo suficiente para voltear a verlo, intentás pedir que te bese pero lo único que escapa de tus labios entreabiertos son gemidos y sonidos de desesperación. Acerca su rostro al tuyo y escupe sobre tu lengua, observando con atención la forma en que las emociones tiñen levemente tus mejillas antes de tragar su saliva.
La sensación de su miembro golpeando el punto más profundo en tu interior te lleva al borde de otro orgasmo, ocultás tu rostro contra la almohada y tu mano se cierra sobre su muñeca.
-Por favor, por favor- rogás, tus palabras apenas audibles-. ¿Puedo?
-Sí, bebé- besa tu sien con delicadeza, una acción que contrasta con la agresividad de sus estocadas y los sonidos húmedos que estas provocan.
Intentás ahogar un grito mordiéndote el labio, pero es completamente inútil una vez que alcanzás el orgasmo y el placer se extiende por todo tu cuerpo. Una de tus manos se cierra con fuerza, haciendo un puño con las sábanas, mientras las uñas de la otra marcan nuevamente la piel de Esteban y aprisionás la almohada entre tus dientes.
Unos segundos más tarde, cuando la sensibilidad  post orgasmo amenaza con convertirse en tortura, sentís la forma en que Esteban llena tu interior y sus movimientos se detienen. Susurra palabras dulces en tu oído, entre ellas apodos como princesa y bebé, y riega besos en cada sitio que sus labios encuentran en su camino hasta tu boca.
-¿Estás bien?
Te aclarás la garganta.
-Perfecta- le dedicás una sonrisa.
Su miembro abandona lentamente tu interior y observa la forma en que su semen escapa de tu entrada -que se contrae ante la pérdida de él-, cayendo sobre tus pliegues y manchando las sábanas. Utiliza un dedo para recoger los restos de ambos y los empuja nuevamente hacia tu interior haciendo caso omiso de tus protestas.
-¿Qué te parece si nos damos una ducha y comemos algo?- propone mientras te ayuda a sentarte. Es una pregunta retórica, no tenés otra opción; Esteban es sumamente cuidadoso y jamás permitiría que experimentes los efectos de un descuido o la falta de atención luego de una sesión. Además, ¿por qué te negarías a ser consentida por él?
Te acompaña al baño y ambos esperan a que la temperatura del agua sea la ideal para entrar en la ducha, ignorando el vapor que empaña por completo los azulejos y el espejo. Lava tu cabello con cuidado y hacés lo mismo con el suyo, masajea gentilmente tus hombros y los músculos de tu espalda, y cuando salen observa con atención cómo realizás tu rutina de skincare.
Se acerca y rodea tu cintura con sus brazos, la punta de su nariz rozando tu cuello mientras mira tus ojos en el reflejo del espejo. Te sonríe, agotado y somnoliento, y sabés que tu lugar en el mundo siempre será entre sus brazos.
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pink-onyx-au · 6 days
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Tentative Spanish Translation Script
Traducción provisional al Español
The entire episode script available below for review. If any corrections are recommended, post a comment. Thanks! A continuación puede consultar el guión completo del episodio. Si se recomienda alguna corrección, envíe un comentario. ¡Gracias!
(Updated 9/17/24 edits in bold)
Steven: No. Lo siento. Dónde está... Jasper, no puedo encontrarla. Tiene que estar aquí. Está aquí en alguna parte. ¡Me he estado conteniendo! Tengo que hacer algo al respecto.
Steven: Jasper. Por favor. Quiero hablar.
Jasper: ¿Qué puedo hacer por usted, mi Diamante?
Steven: ¡Por favor! Solo quiero hablar. De igual a igual. Por favor...
Jasper: Para eso, tendrás que ponerte en el suelo. Ahora que estás aquí abajo con el polvo, ¿de qué quieres hablar?
Steven: No puedo dormir. Han pasado muchas cosas desde... mi crisis. Todo el mundo está pendiente de mí a todas horas, pero tengo que disculparme por cómo actué aquel día. Solo intentabas ayudarme e hice lo peor que podía hacer.
Jasper: Ya te lo he dicho antes, ¡no te disculpes!
Steven: ¿Por qué?
Jasper: Quería ver todo el alcance de tu poder y obtuve mi respuesta. Te dejaste llevar. Eso es lo que quería.
Steven: Pero Jasper, yo...
Jasper: ¿Me destrozaste? ¿Por qué te molesta eso?
Steven: ¿Por qué no te molesta?
Jasper: Los soldados son ROMPERdos todo el tiempo, Steven. Para eso estamos hechos. Para ganar y SER reemplazaDOS. Por eso lo único que no entiendo - es por qué me trajiste de vuelta después de conseguir lo que querías.
Steven: «¿Lo que yo quería?» Yo... ¡yo no quería ROMPERTE! Fue un error.
Jasper: En el momento en que a una gema se le permite actuar al máximo es cuando muestra lo que realmente quiere. Es absoluto. De guijarro a Diamante. Puede que digas que no querías ROMPERme, pero por la expresión de tus ojos, algo lo hizo.
Steven: ¡No sé lo que era! Ahora sí, pero...
Jasper: No lo entiendes, así que viniste aquí. Igual que la última vez. ¿Por qué sigues viniendo aquí a buscar respuestas? ¿Es lo único para lo que te sirvo? Tú mismo me has dicho que no quieres saber nada de mí.
Steven: ¡No! No. No es eso. Eres... simplemente lo más alejado de lo que conozco de mi mundo. Y actúas como si eso fuera normal para ti. Así que cuando nada en mi mundo tiene sentido, simplemente tiene sentido venir aquí.
Jasper: Bueno, al menos estamos de acuerdo en una cosa.
Steven: ¿Qué quieres decir?
Jasper: Mi mundo ya no tiene sentido para mí tampoco. Nada de lo que ha hecho mi Diamante tiene ya sentido para mí. ¿Comenzar una colonia sólo para preservarla? ¿Empezar una guerra para perderla? ¿Morir para renacer como tú? Me crearon para ganar una guerra de gemas por un diamante con un poder tan destructivo que los demás Diamantes dudaron en darle una colonia en primer lugar. Un diamante TAN PODEROSO QUE UNA PALABRA SUYA PODI’A ROMPER A TODOS. Lo más cerca que estuviste de tener sentido para mí fue el día en que finalmente te soltaste. Entonces, como todo lo demás, tu colonia, tu corte, tu estatus, tu forma, me echaste a un lado y pasaste a lo siguiente. Me dijiste que «buscara algo mejor que hacer con mi vida», cuando toda mi vida ha sido luchar por ti, mi Diamante.
Steven: Jasper, lo siento.
Jasper: Estrellas, ¡cállate con eso! ¡Hiciste lo que quisiste cada segundo que has estado fuera de la tierra! ¡Incluso esta forma humana! ¡Incluso estando aquí ahora mismo! ¡Hasta que no lo entiendas, esta conversación va a ser una pérdida de tiempo para los dos!
Steven: Es que... he hecho algo horrible, y no puedo dormir porque se repite una y otra vez, y cada vez que lo veo, me muero de miedo porque odio lo bien que me siento.
Jasper: ¡Vamos! Si vas a empezar esto, lo haremos aquí fuera. No quiero que destruyan mi guarida. Escucha atentamente, Steven. ¿Es esto lo que quieres?
Steven: No.
Jasper: Entonces céntrate en lo que quieres.
Steven: No quiero hacerte daño
Jasper: ¡Entonces cálmate!
Steven: Lo siento. ¿Cómo es que estás de acuerdo con lo que te hice?
Jasper: En serio, Steven, no sé por qué no estás. Yo no doy un puñetazo sin intención de golpear algo. Y mucho menos arrepentirme después del hecho. Vas a tener que vivir con la idea de que no nos vamos a entender. Pero quiero hacerlo. Eso es lo que quiero.
Jasper: ¿Y cómo pretendes conseguirlo? ¿Viniendo aquí y suplicando respuestas que no tengo?
Steven: Tal vez haya una manera, pero, yo-yo tengo una manera. De que ambos podamos obtener respuestas. Si quieres respuestas. También.
Jasper: Continúa.
Steven: Tal vez si sentimos lo que es ser el otro
Jasper: ¿Qué estás insinuando?
Steven: ¡Ah, estoy insinuando! Que podríamos fusionarnos, si tú quisieras hacerlo. También. ¿Tal vez?
Jasper: Esa ha sido la petición de fusión más patética que he oído nunca. No voy a fusionarme con alguien que lloriquea como un guijarro mal cocido. Así que, si eso es lo que de verdad quieres, ¡demuéstrame que tienes agallas para aceptarlo!
Steven: Bien, Jasper. Entonces, como tu Diamante: Fusionate conmigo.
Jasper: ¡Mucho mejor!
Jasper: Debería haber sabido que estabas lleno de tierra.
Steven: No sé qué ha pasado. Normalmente se me da bien hacer esto.
Jasper: ¡Huiste!
Steven: No yo, creo que algo separó.
Jasper: ¡Pues no he sido yo! Así que, ¡fuera lo que fuera, VINO DE TI!
Steven: Todo va a ir bien. Haremos esto juntos la próxima vez.
Steven: Tengo una idea pero, necesito algo de tiempo para prepararme. Volveré mañana al anochecer. Así tendremos toda la noche.
Jasper: Estás bromeando. ¿Hiciste un pedido de diamantes y ahora me dejas atrás otra vez? ¿En serio?
Steven: Lo sé. Lo siento. Una última vez, luego me aseguraré de que esto funcione. Te lo prometo.
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chiquititamia · 6 months
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Lo más dulce
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Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
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nebulamorada · 2 months
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Cregan Stark x Targaryen!reader
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Las mujeres de la sangre de dragón que han sido jinetes a lo largo de su vida, siempre sienten un particularmente duro calor en dos épocas específicas del año; la incontenible necesidad de cargar una cría en su vientre. Algunos dragonkeepers mantienen la creencia que es este deseo de la madre lo que se trasmite a través del vínculo hacia el dragón, manteniéndolo anidando durante los meses de gestación humana para que los niños que nazcan acaben teniendo un huevo con el que compartir la cuna, otros creen que es a la inversa y es el calor del dragón lo que se siembra en la jinete desde el deseo primitivo de la reproducción; aunque nadie tiene alguna forma de comprobar ninguna teoría, el conocimiento de los dragones era demasiado limitado en los días que corrían y si alguna vez esto había tenido respuestas, encontraron su fin junto con la herencia de la antigua Valyria.
Siendo Dragonstone la cede del heredero, el primer lugar al que llegaron los Targaryen por primera vez desde que dejaron su tierra destinada a la ruina, la fertilidad de la princesa Rhaenyra que desembocó en la mayor cantidad de dragones en los cielos y el mayor número de huevos en las cuevas de la isla, esas creencias se fortalecieron mediante murmullos de algunos maestres y dragonkeepers, interesados en comprender más de la magia valyria. Murmullos que son demasiado débiles como para ir a algún lugar más allá de Dragonstone debido al desinterés y la comprensión escasa de los andalos...una pena, realmente, porque ahora, a kilómetros de allí en Winterfell, Cregan no tiene idea de por qué lo asaltaste en medio de la tarde en la sala vacía del consejo por tercera vez en la semana, comenzando a montarlo de forma desesperada, con tus uñas clavadas sobre sus hombros y tus tetas apretadas contra su rostro mientras continúas suplicando entre gemidos airosos lo mucho que deseas tener su semilla llenándote hasta que desborde tu coño y la sientas chorreando por tus muslos, pero créeme, no se esta quejando mientras sostiene tus caderas, embistiendo desde abajo al compás de tus caderas.
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