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#dasein auténtico
bocadosdefilosofia · 2 years
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«Esta posibilidad más peculiar e “irreferente” es al par la extrema. En cuanto “poder ser” no puede el “ser ahí” rebasar la posibilidad de la muerte. La muerte es la posibilidad de la absoluta imposibilidad del “ser ahí”. Así se esboza la muerte como la posibilidad más peculiar, irreferente e irrebasable».
Martin Heidegger: El ser y el tiempo. Fondo de Cultura Económica, pág. 274. México, 1968.
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consecuencialogica · 4 years
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Uranga haciendo cosas
Análisis del ser del mexicano (1952). Emilio Uranga.
II. Filosofía. (40-63)
Insuficiencia constitucional.
+
1.
La insuficiencia determina al accidente frente a la sustancia
Ser rebajado o "quebrantado" por su mezcla con la nada; hay en él una constitución de claro- oscuro en que comunican el ser y la nada.
El accidente -inestable combinación- remite constantemente a sus extremos, sus aumentos constitutivos se llaman y se rechazan a la vez.
La sustancia es plenitud o llenazón de ser, ente sin paros o fisuras. La sustancia no implica cambio alguno. Su estabilidad la pone por fuera de toda transformación. indiferente a toda movilidad, alteración o descomposición.
si el accidente es nada frente a la sustancia, es algo en relación con la nada._Una nada relativa. Un _no-ser cuando mira a la sustancia y un ser cuando vuelve su vista hacia la nada.
+
Todos los modos de ser que se levantan sobre el accidente participan de una fundamentación como carencia, están asentados en una base inconsistente y quebradiza.
el ser pone la nada y la nada pone el ser.
Lo concreto es la transferencia misma , el alargamiento del ser que lo hace nada, y la distensión de la nada que la troca en ser.
en el accidente hay tránsito y movimiento.
los extremos, en cuanto tales, y en su aislamiento, son "abstracciones ideales".
2.
El ser del hombre es ontológicamente, accidental.
Problemas entrañados en la caracterización del ser como accidente.
ser en sentido o significación
sustancial y ser en sentido accidental.
Tendencia sustancializante en la tradición occidental
Como ser para el accidente es éste su ser un tener que ser accidente.
accidentalizarse es lo más preontológicamente inmediato
El ser del hombre no es una propiedad o atributo que se posea o se tenga ya. Tiene que hacerse o aparecerse como una tarea.
El ser del hombre es un ser propuesto (aufgegeben)
la insuficiencia del mexicano es la insuficiencia de su ser como accidente y solo esto.
ser para la sustancia, ser que tiene que hacerse sustancial
"La esencia de este ente (del hombre) consiste en su tener-que-ser." Heidegger. S. u Z., p.42.
Mi ser es un tener que ser mi ser
Realizarse como accidente significa mantenerse como accidente, en el horizonte de posibilidad del accidente mismo.
Lo inauténtico sería en este caso pretender salir de la condición de accidentalidad y sustancializarse, tentación a que se orilla casi por necesidad el mexicano cuando no "soporta ya más" su originaria constitución.
La suficiencia a que aspiramos es una suficiencia brotada de la misma insuficiencia, único tránsito legítimo y propiamente moral.
El ser del hombre para Heidegger es Sein zum Tode. Ser para la muerte. Ser que tiene que morir.
El ser se asume como obligación, deber, imperativo ontológicos. Ser para el accidente.
El ser como accidente entraña la posibilidad esencial de accidentalizarse, posibilidad que también podría esclarecerse como un traer todas las conductas del hombre a un radical horizonte de accidentalidad.
ser que tiene que accidentalizarse, ponerse en la situación radical de no saber a qué atenerse, inseguridad, imprevisión.
Todos los "existenciarios" o "caracteres" del ser del hombre están colocados bajo la formalidad inevitable de ser accidentales.
3.
Objeción:
Es un problema distinto el que se aplica a deslindar lo humano de lo ontológico, y no el mexicano del "hombre en general".
¿Naturaleza de la ontología fundamental? Replanteamiento de la pregunta ontológica decisiva: ¿Qué es el ser?
La ontología es anterior a la antropología o al humanismo.
Necesidad de apropiarnos de la fórmula ontológica del Dasein para volver al hombre e inquirir su esencia.
Error de la Antropología filosófica de Max Scheler, quien hace lo contrario.
¿Y si al afirmar que el ser del mexicano es accidental, se define con ello la condición humana general de que participa el mexicano?
Repuesta:
¿Y si el hombre es accidental y no el mexicano? ¿Ontología del hombre en general?
No estamos muy seguros de la existencia del hombre en general.
Lo que se hace pasar por hombre en general, humanidad europea generalizada, no nos parece definirse precisamente por su accidentalidad, sino justamente por una jactanciosa sustancialidad.
Exigencia de precisar rigurosamente el ente que ha de responder a esa pregunta.
Sólo el hombre puede plantear y eventualmente contestar tal pregunta
En el hombre hay una estructura peculiarísima de ser , el Dasein, que es justamente desde donde hay que plantear y responder la pregunta ontológica.
No es el hombre el sujeto interrogado en la ontología fundamental, sino el Dasein del hombre.
Ésta no se subsume a una antropología filosófica.
El humanismo reposa en la ontología fundamental y no al revés.
4.
Ontología del mexicano que precede a toda investigación sobre el hombre mexicano, su vida, o su alma.
hablar del mexicano como hombre: se quiere significar una interpretación del mexicano como hombre a partir su ser. > Más radical que hablar del mexicano como hombre, es hablar del mexicano como ser, habla de que precisamente se ocupa la ontología.
Fórmula ontológica del mexicano como ser que no es hombre.
El ser del mexicano no quiere decir un estado del mexicano en que todavía no sería hombre, una especie de primer momento puramente ontológico, interpretado, por agravamiento de la imbecilidad como época o tiempo histórico en que se viviría en un feliz estado de inocencia ontológica.
Distinción entre el mexicano como ser y mexicano como hombre.
La investigación las distingue sin aislarlas abstractamente y convertirlas en realidades autosubsistentes cada una por su lado.
El mexicano, como ser, o en su aspecto ontológico, , funge o funciona como generador de un sentido de lo humano que se comunica a todo aquello que tenga pretensiones de hacerse pasar como humano.
Se trata de construir lo humano como mexicano. Lo mexicano es el punto de referencia de lo humano, se calibra como humano lo que se asemeja a lo mexicano y se despoja de esa característica a lo desemejante y ajeno al ser del mexicano.
Toda interpretación del hombre como criatura sustancial nos parece inhumana.
Desvalorización por no asemejarnos al hombre europeo. Hoy devolvemos esa calificación y desconocemos como humana toda esa construcción del europeo que finca en la sustancialidad a la dignidad humana. Esto lo hacemos con el mismo sesgo de espíritu que nos valorizó
5.
si el hombre es constitucionalmente accidental
se comprende por qué el mexicano ha de ser descrito como auténticamente humano cuando vive en proximidad estrechísima con el accidente.
es auténtico porque se vive como originariamente ontológico.
sustancializarse y accidentalizarse.
¿cómo definir la proximidad al accidente?
escala de aproximación y de correlativo alejamiento.
en la relación como accidente, según la tradición, es el más alejado de la sustancia: accidente de los accidentes, el accidente más próximo a la nada y más alejado de la sustancia.
tal lejanía no es espacial.
La existencia goza de una espacialidad sui generis que no es el orden de las posiciones y emplazamientos, sino de los lugares y sitios de la preocupación cotidiana
lo cercano es lo que tiene presente nuestra preocupación, no lo más inmediato geométricamente hablando.
la existencia desaleja. (Heidegger)
El mexicano presta continuamente oído a la voz de su ser, bajo la forma de ese sentimiento tan cotidiano en nuestra vida que es la pena.
La pena es la voz de la conciencia en el mexicano, voz que a su vez hay que interpretar como surgida del ser mismo que nos constituye.
emerge y se cruza en el campo de la experiencia cotidiana.
hay, en el mexicano, una sensación casi nunca dominada de agobio del ser.
El afán de "saturar de azar" la vida es, quizás, la manifestación más patente de una libertad para el accidente.
búsqueda irritable y convulsa del accidente que saque de la insoportable monotonía de una rutina, la espera desesperada del milagro o de la lotería hablan elocuentemente de esa voluntad de accidentalización en que vemos acuñada nuestra particularidad ontológica.
Si el accidente forma el ser de todo hombre, el mexicano, al accidentalizarse, se aproxima a la condición originaria de nuestra propia y auténtica constitución, aunque a la vez se aleja de una manera de existir en que ya se ha adquirido una especie de facilidad en el vivir.
la "desconfianza" con que el mexicano lo aborda todo, y la desgana con que también todo lo matiza, son exhibiciones de su cercanía al accidente, así como la "confianza" y la "generosidad" de otros estilos de existir son símbolos de su dominio del accidente y de cierta seguridad que se han dado por haber entrado en el camino de la sustancialización.
6.
Esclarecimiento metodológico:
Se abre el horizonte de sentido cuando se afirma que el ser del mexicano es accidental.
noción de accidente entrañada en la experiencia preontológica de tal idea.
justificar ka asimilación o asimilación de accidente y existencia.
explicación del accidente por la idea de existencia y la existencia por la idea de accidente.
7.
Noción ilustrada de existencia de Kierkegaard.
noción de existencia (esse) del pensamiento filosófico tradicional.
Existencia (Existenz-Dasein) de la cual hablan los "existencialistas".
¿Cómo entendería la noción de existencia la filosofía tradicional misma? ¿Qué lugar le asignaría en su acervo categorial?
existentia
se coloca en aquella región de la meditación tradicional en que se discuten nociones como las de accidente y privación.
En la elucidación del accidente, del mal y de la privación, tal y como entiende nuestra tradición estas nociones, hay un asidero o soporte en el que prender la idea de existencia tal y como entiende este concepto el existencialismo.
estudio de los campos recíprocos de significación, sus cambios de sentido, de la existencia y la privación, del mal y el accidente.
¿Explicar es identificar? (Emile Meyerson)
La aclaración de los conceptos opera la identidad de los mismos, por la vía de la explicación. En ciertos límites.
si bien las proposiciones emanadas del entendimiento formulan inevitablemente, como idénticos, el sujeto y el predicado de los juicios que pronuncian, no menos tácitamente, pues no está en su poder hacerlo explícitamente, formulan también inevitablemente como diversos el sujeto y el predicado de sus juicios.
desformalización: divisa metódica, surgida de la fenomenología.
fenomenología: ciencia descriptiva de las esencias en actitud fenomológica.
las esencias que describe la fenomenología no se quedan montadas en la región del puro formalismo, sino que se les proyecta hacia regiones "materiales" en que se trata de precisar sus variantes regionales, sus transformaciones, por el proceso que han sufrido de "desformalización".
a propósito de la noción de fin.
hay que matizar el concepto de fin, asignándolo a determinadas regiones regiones de entes, como las cosas inanimadas (la luna llena es el fin del cuarto creciente), la vida (el fruto es el fin de la planta) , lo humano (la última pincelada que da fin a una obra de arte), y lo existenciario (la muerte es el fin del "ser-ahí), para precisar su contenido, cada vez peculiar de esa noción de fin, previamente tenida en su estructura formal y generalísima.
La "aplicación" a una región material determinada "aclara" el concepto, lo "enriquece", pero a la vez lo "transforma".
transforma a la noción formal en material, la concretiza;
transforma a la realidad a que se aplica, pues permite entreabrir nuevas dimensiones ónticas de su propia estructura que "antes" de confrontarla con esa noción estaba fijada o acotada, por referencia a otros horizontes que no eran los que ha despejado la nueva noción que le aplicamos.
Las nociones de existencia y accidente en un principio son formales.
en su "comunicación", al ponerse en contacto, se altera su estructura. Se enfrentan ya materializadas o concretizadas, y en tal estado es como se opera el intercambio de sentido de que antes se hablaba.
se piensa al accidente en el horizonte de la existencia y pensamos a la existencia en el horizonte del accidente. (le abrimos nuevas dimensiones en su estructura ontológica hasta no develadas, e inclusive que no se barruntaba podría albergar en la forma de virtualidades. )
se hallará en tal proceso de confrontación al final con el "problema" de la existencia como accidente.
problema de que hablar aquí carecería quizás de todo sentido.
8.
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jgmail · 4 years
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PENSAMIENTOS DURANTE LA PLAGA # 4. LA PLAGA Y EL DASEIN
Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
  Hola, estás viendo la serie "Pensamientos durante la peste". Hoy me gustaría hablar sobre cuestiones filosóficas relacionadas con la epidemia del coronavirus.
  Ya hemos dicho que, desde el punto de vista de Heidegger, el Dasein está determinado por la actitud hacia la muerte. En la época de una pandemia, una epidemia, la muerte, que llega a nosotros y está muy cerca de nosotros, entra en la zona de nuestra atención, se convierte en un factor activo en nuestra presencia. Desde el punto de vista de la filosofía existencial, esto aumenta la agudeza de nuestra presencia en el mundo. Nuestro Dasein en esta situación se despierta para sí mismo, llega a la fijación.
  Por lo general, cuando la muerte está fuera de toda discusión, el Dasein se difumina, se dispersa, se esparce, se olvida de sus extremidades y, por lo tanto, de sí mismo. En cambio, el modo enajenado del Das Man (el se)se activa cuando Man denkt (se piensa). Cuando en lugar de decir "pienso", "bebo", dicen: "beber", "pensar", "comer", "dormir".
   De hecho, Das Man es quien hace todo esto, come, duerme, piensa, está presente, se mueve, camina, disfruta o está triste cuando no estamos. Creemos que somos nosotros, pero en realidad este Das Man es alguien, algo que no coincide con nada específicamente. Parece que duerme, come, cae... Pero existe a través de nosotros. Esto sucede cuando no hay muerte.
Y cuando la muerte se acerca a nosotros, nos sacudimos, no estamos de acuerdo: Man denkt, Man trinkt (se bebe). Necesitamos que seamos nosotros, porque la muerte está cerca, está parada afuera de la puerta o ya está entrando por la ventana. En esta situación, ya no estamos satisfechos de que Das Man esté haciendo esto por nosotros, estamos comenzando a hacerlo nosotros mismos. Tal vez esta es la última vez que pensamos, bebemos, comemos, miramos, caminamos, nos movemos, hablamos, respiramos, etc.
  En consecuencia, desde el punto de vista de la filosofía existencial desde el punto de vista de Heidegger, tal existencia frente a la muerte es más auténtica, más genuina. En este momento, la presencia en el mundo se vuelve nuestra, porque antes de eso no era nuestra, sino del Das Man. Cuando nos llega la muerte, comenzamos a percibir verdaderamente este aliento como nuestro, este pensamiento como nuestro, este sentimiento como nuestro. Estamos volviendo a nuestro Dasein.
  Pero aquí hay un cierto punto de bifurcación. Cuando nos enfrentamos a la muerte en la era de una pandemia, la propagación del coronavirus, entramos en un modo auténtico. Al menos nos alejamos de Das Man y nos acercamos a nosotros mismos. No podemos darnos el lujo de no notar la muerte, dispersada en fragmentos. Nos vamos, nos estamos concentrando, somos como animales asustados, luchamos por atacar a la víctima y estamos listos para saltar, nos volvemos densos, nuestra presencia gana atención, preparación, autodisciplina, porque la muerte está cerca, esto no es una broma.
  Pero en este caso, hay 2 estrategias: incluso cuando la muerte está cerca y no se puede ignorar, puede haber dos estrategias.
  Cuando llegamos a la muerte, experimentamos horror, miedo, asombro. Estamos empezando a temblar. Es interesante que incluso el concepto de temblor fue interpretado en la experiencia religiosa desde dos lados: hay un temblor como un terremoto que comienza desde abajo, el temblor material. Y hay un temblor que proviene de los dioses del cielo, de Zeus, de Apolo, del temblor de los árboles del santo laurel, el roble del santuario de Zeus en Dodona, cuando la presencia de la deidad comienza con un ligero temblor casi imperceptible del follaje del árbol sagrado. Este es un temblor “desde arriba. Por lo tanto, a pesar del hecho de que la presencia de la muerte, la presencia de lo sagrado, la presencia de lo que es fundamentalmente más alto que nosotros y que nos cancela a nosotros mismos, puede venir de abajo o puede venir de arriba. Puede ser extremadamente pesado y subterráneo, como un terremoto, y puede ser sutil, como la epifanía de Zeus o Apolo.
  Si aplicamos esto a categorías existenciales, Heidegger divide dos formas de actitudes hacia la muerte: el miedo (Furcht) y el horror (Angustia). Entre estos dos modelos de actitud hacia la muerte hay una elección fundamental (Entscheidung), una decisión fundamental de una persona (o Dasein): cómo existir más auténtica o genuinamente. Cuando la muerte es ya hay algo auténtico: ya estamos obligados a responder la pregunta principal, pero podemos responderla de dos maneras. Aquí se produce el punto fundamental de la bifurcación.
  Cuando los filósofos comienzan a involucrarse en la comprensión de la pandemia y la filosofía de la plaga, queremos decir que esta es una oportunidad fundamental para que una persona cambie algo. Recibo muchas preguntas: ¿cuál es esta oportunidad? ¿cómo aprovecharla? Quiero decir cuál es la posibilidad desde el punto de vista de Heidegger: que percibamos la muerte a través del horror, a través de la Angst, no del Furcht. ¿Cuál es la diferencia entre horror y miedo? Hay una profunda oposición metafísica en esto. Cuando nos enfrentamos a la muerte, podemos enfrentarla, y será la Angst, pero podemos darle la espalda: el Furcht. Si le damos la espalda a la muerte, entonces, por el miedo que inspira, correremos. Huir de la muerte ya es bueno, mejor que nunca haber pensado en ello. Darle la espalda a ella y reunir todas tus fuerzas para sobrevivir, escapar de la muerte, salvarse a sí mismo, a sus seres queridos y a otros: este deseo de evitar este extremismo que lleva la muerte, ya es bueno, pero es un fracaso metafísico. Aquí hay una falla metafísica. Es decir, el que le da la espalda a la muerte y el que huye de él mismo, el que trata de escapar de ella, sobrevivir, salvar e incluso salvar a los demás; esto no es solo una cuestión de egoísmo, es una relación con la muerte. Quien percibe la muerte como una amenaza fundamental y se esfuerza por evitarla, no toma la decisión más importante que se abre con la plaga. Es decir, alguien que, en general, percibe la plaga como un objeto y al mismo tiempo se convierte en un objeto que solo se salva de la plaga, en realidad es una pérdida. Entonces, la plaga ganó, luego la muerte fue más fuerte. Pero también hay otro enfoque, porque cuando una persona comienza a huir de la muerte, huye de sí misma. Corre por miedo a descubrir su propia frontera, su propia causa, su propio abismo oscuro, indistinguible y metafísico que lo asusta.
  Y la otra actitud, la otra opción es volverse para enfrentar la muerte. Mírala a los ojos. No te apresures a huir de ella. Compárala, correlaciónate con ella. Mírala, intenta en esta oscuridad, en esta pesadilla, en este horror, en este abismo, distinguir algo, algún tipo de inscripción, algún tipo de signo que esté escrito en lo negro y oscuro. Ver algo aún más negro en este abismo. Reconocer los rayos de la noche que hablan dentro de la muerte es una operación muy difícil y complicada. Pero esto significa un retorno a lo que Heidegger llamó Selbst Dasein, es decir, el "yo" del Dasein. Este somos nosotros mismos. Y cuando vemos en la muerte que trae la pandemia, la imagen de nosotros mismos, nuestra profundidad verdadera y secreta, entramos en el modo Angustia, el modo horror. Y luego la muerte se convierte no solo en un objeto que nos infunde pánico, sino que se convierte en un sujeto. Entramos en diálogo con ella. E intercambiamos precisamente el estado de subjetividad entre nosotros. Y aquí no importa si morimos o no, de hecho, cualquiera puede morir en este momento: el que corre (la muerte puede alcanzarlo) y el que se para y la mira "a los ojos". No se trata de cómo escapar mejor de ella, se trata de cómo entender correctamente el mensaje, el mensaje metafísico, el mensaje de la plaga, el mensaje de la muerte. Se trata de un movimiento filosófico, y no de una salvación o recuperación biológica y física.
  Ahora podemos aplicar este dualismo de la actitud hacia la muerte, esta bifurcación dn la filosofía de la peste y en otros niveles de la filosofía. Por ejemplo: si aplicamos lo mismo a la "Fenomenología del Espíritu" de Hegel, en la parte en que se trata de la aparición de un esclavo y un amo, entonces nos enfrentamos exactamente a la misma situación. Hegel describe el momento del surgimiento metafísico del esclavo y el amo exclusivamente en relación con la muerte. Cuando una persona se enfrenta a la muerte, tiene dos opciones, dice Hegel, ya sea entrar en la batalla con la muerte, esto significa arriesgarse o lanzarse a la carga, y también significa huir de este riesgo. De hecho, observemos: en un nivel completamente diferente, en un contexto diferente, estamos tratando con la Angst y el Furcht, estamos lidiando con una elección entre el "miedo" y el "horror". Y, según Hegel, hay una separación entre el esclavo y el amo. ¿Quién es el amo según Hegel? Es el que mira la muerte a los ojos, el que acepta su desafío y entra en una batalla desigual con la muerte, en la batalla por la inmortalidad. ¿Y quién es un esclavo, según Hegel? Es aquel que está listo para perder la libertad y perder la dignidad con tal de salvar su vida. El amo entrega su vida al altar de este riesgo. No está listo para correr, está tomando riesgos. Entra en batalla con la muerte, y de ese modo se convierte en el objeto de esta muerte. ¿Qué es un esclavo? Alguien que no resiste esta tensión y está listo para perderlo todo, incluida la libertad, con tal de no enfrentar la muerte cara a cara. Entonces Hegel habla asombrosamente: sí, por supuesto, el amo no adquiere la inmortalidad, pero sí adquirirá un esclavo. El esclavo se encuentra en su posesión precisamente porque el amo se enfrentó a la muerte. Si aplicamos este modelo metafísico a la historia etno-sociológica, vemos que así es como se llevó a cabo la formación del Estado. La clase militar, que a menudo viene "de afuera", lista para morir y matar, recibió "por esta disposición", una sociedad agrícola, pacífica y trabajadora, que cayó bajo su dominio. En realidad, se produce la formación del Estado y se produce la formación de la clase alta.
  De hecho, así es como se lleva a cabo la formación del Estado, y así se lleva a cabo la formación de la clase alta. Los que están dispuestos a correr riesgos, los que llevan una angustia metafísica, es decir, el horror, los que desafían la muerte, se convierten en amos, y los que la evaden se convierten en sus esclavos. En consecuencia, de esta manera, la peste (o la muerte, o el riesgo, o, a menudo, la guerra, o cualquier situación extraordinaria) es el momento, esta es una forma de determinar quién es el amo y quién es el esclavo. El que está listo para arriesgarse, le que se mira cara a cara con la muerte, es el amo. El que huye es el esclavo, y nada más. Un valiente esclavo que se sacrifica, manteniendo su propia dignidad, ya no es un esclavo, es un amo. Un caballero cobarde que piensa que sus méritos burocráticos, su barriga, el robo y la mezquindad lo protegerán de la muerte inminente es un esclavo. Hoy, el coronavirus nos muestra que no conoce límites, que destruye modelos sociales artificiales, que llega a las personas comunes y lejanas con la misma facilidad. Y todos deberían dar una respuesta a esto. Si una persona que pertenece a la élite de hoy escapa del coronavirus, se convierte en un esclavo. Y si una persona simple mira el coronavirus a los ojos, se convierte en un amo. Por lo tanto, se produce una nueva afirmación de las élites, y cualquier emergencia crea una nueva clase de amos y una nueva clase de esclavos. Esta es la segunda reflexión sobre la misión metafísica existencial de la peste.
  Y el tercer punto, el cristiano. Pueden prestar atención, porque ahora también se está volviendo muy importante. Por supuesto, tan pronto como llegó el coronavirus, resultó que las personas religiosas modernas en su mayor parte no lo son, porque para ellos las instrucciones de los epidemiólogos o la prohibición de algunos servicios sociales de repente se vuelven mucho más importantes que las demandas de su propia fe. Entonces, en general, la fe se verifica, dice mucho. Veamos qué es para una persona religiosa, un cristiano, tome nuestra religión, la religión de muchos, todos los rusos: el cristianismo, la ortodoxia. ¿Qué nos dice nuestra fe y religión sobre el alma y la muerte? Ella nos dice que nuestra alma es inmortal. El ser en el cuerpo, ella habita en una parte muy pequeña, una parte infinitamente pequeña de su existencia, de su ser. Y lo más importante, lo más importante, está más allá. Dependiendo de cómo vivamos este breve momento de la vida terrenal, esto determinará una vida grande, muy larga, incomparablemente más importante, significativa y llena de acontecimientos al otro lado de la tumba. En consecuencia, ante la muerte, nos enfrentamos con nuestra propia alma, nos enfrentamos con lo que tenemos que hacer en esta vida. Nos enfrentamos a los mandamientos, nos enfrentamos a Cristo, porque si Cristo no murió, si no venció a la muerte, si Él no sufrió por nosotros, luego se convierte en una figura incomprensible, pierde su significado. Y ahora, al borde de la muerte, confrontando su proximidad, solo podemos comprender verdaderamente el sacrificio de Cristo y el significado que tiene para nosotros hoy, para nosotros que vivimos. Todos sus mandamientos, todas sus acciones, todas sus palabras, todos sus gestos, todo esto se trata de nosotros, de nosotros y de nosotros, de nuestra alma inmortal. Y si elegimos la opinión de instituciones políticas o sociales aleatorias, completamente locas, y creemos que nuestra religión es más secundaria, más convencional, más convencional que cualquier decreto, entonces nosotros mismos determinamos el precio tanto de nuestra fe como de nuestra Iglesia y a nuestro Dios.
  Por supuesto, nunca se debe escuchar a nadie, excepto a nuestro corazón, excepto al sacerdocio, excepto a nuestra Iglesia sobre cómo debe comportarse un cristiano en estas pruebas difíciles. Porque ante la muerte solo importa nuestra fe y nada más. Solo nuestras acciones, solo nuestra devoción a Cristo, solo nuestra fe y solo nuestro amor por Él, por Dios y por nuestro prójimo, es decir, los cristianos. Y aquí, precisamente, está la posibilidad de probar, aquí está nuestro terrible juicio de que debemos esperar las trompetas. Esta trompeta angelical suena ahora. Suena en la plaga, en el coronavirus. Ella dice: "¿Quién eres? Un cristiano, por aquí. No eres cristiano, sino un incrédulo, al otro lugar". Y estamos llamados a enfrentar la muerte para afirmar la dignidad de nuestra alma cristiana, este es precisamente nuestro llamado, y de nuevo, uno que mira a la muerte a la cara, porque esto vuelve a la vida la hazaña de Cristo, el contenido del Símbolo de la Fe vuelve a la vida, el Evangelio vuelve a la vida, ya nos suena bien, justo en el corazón. Todo está claro, y el Eslavo Antiguo se vuelve absolutamente comprensible, cada letra del Evangelio y las palabras de Cristo y las obras de Cristo se vuelven inteligibles, porque se dicen para el alma, y ​​el alma es lo que se despierta cuando la muerte se acerca. La angustia es el único estado, el horror, en el que puedes escuchar el Evangelio, necesitas escuchar el Evangelio. Esto no es lo contrario del amor, este horror. De hecho, este es el temor de Dios, la raíz de todo lo bueno, como dice nuestra religión. Ese temor de Dios, a partir del cual comienza la Iglesia de nuestras almas.
  La muerte es lo que se encuentra en la balanza de nuestra existencia. Así es como se activa nuestra alma. Por lo general, duerme, cómo esas vírgenes descuidadas que despiertan con la llegada del novio. El coronavirus, la epidemia, la peste: este es un ensayo del matrimonio con Cristo, que se sostiene e interpreta como dice el Evangelio. Él llama a nuestra puerta y no escuchamos este golpe cuando nos estamos divirtiendo. Y cuando comprendemos que el último aliento no está muy lejos, aquí está Su golpe para nosotros, aquí para nosotros su presencia se vuelve fundamental. Por lo tanto, no hay nada más cristiano que una pandemia. Nada más conmovedor, sano, que nos despierte y nos ilumine que las difíciles pruebas en las que nos encontramos.
  Entonces, examinamos tres niveles de la metafísica de la plaga: el filosófico existencial, el hegeliano y el cristiano. Me parece que podemos hablar mucho sobre esto, todos debemos pensarlo, pero, en mi opinión, buscamos el punto de entrada a la metafísica de la plaga. Creo que vale la pena volver a esto, vale la pena pensarlo y no deberíamos dejar de hacerlo. Les deseo lo mejor.
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jgmail · 3 years
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El Evola Siberiano: entrevista a Askr Svarte por parte de la revista italiana Il Primato Nazionale.
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Por Askr Svarte
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
 Primero, quisiera saludarlo antes de empezar. Ahora bien, ¿puede describir brevemente a nuestros lectores los objetivos y las ideas de su proyecto "Svarte Aske", el cual nació en Rusia, pero que tiene resonancia en varios países europeos e incluso en otras partes del mundo?
 ¡Saludos a ustedes!
 Svarte Aske es una comunidad formada por paganos rusos tradicionalistas. En nuestra comunidad existen tanto seguidores del odinismo germano-escandinavo como creyentes de los viejos dioses eslavo-rusos. Igualmente tenemos muchos amigos, conocidos y lectores con ideas a fines que viven en muchos países diferentes. Y a pesar de la enorme cantidad de tradiciones y dioses venerados por nuestros simpatizantes, la filosofía tradicionalista se ha convertido en nuestra plataforma ideológica común. Nuestra comunidad cumplirá diez años este 2021.
 Quisiera dejar claro que el tradicionalismo es para nosotros un metalenguaje que nos sirve para describir el estado de degradación y decadencia que vive el ser humano en todos los aspectos de nuestro ser en el mundo (In-der-Welt-sein) contemporáneo. Por lo tanto, el tradicionalismo es una forma de pensamiento que permite rescatar las tradiciones paganas indoeuropeas y enfrentar la destrucción que hoy sufren los distintos Logos paganos debido a la occidentalización y el eurocentrismo promovido a escala global por la Modernidad.
 Mi camino particular me ha llevado a profundizar dentro de esta corriente filosófica y en los aspectos teológicos y prácticos que me proporcionan el odinismo germano-escandinavo y la investigación hermenéutica de la figura de Wotan. Los otros miembros de nuestra comunidad hacen cosas parecidas con los Veles eslavos y los cultos tántricos de Shiva y Kali. Creo que en todas las tradiciones es posible encontrar las figuras y los arquetipos que expresan esta verdad tradicional por medio de un lenguaje auténtico particular.
 Otro de los proyectos en el que hemos estado trabajando desde hace un par de años es la Fundación para las Religiones Tradicionales. Se trata de un grupo de personas especializadas que se dedican profundizar en temas como la teología pagana, la sociología y la investigación social. Además, intentamos recopilar información y proyectarnos a los medios de comunicación rusos. Hace poco publicamos en ingles una descripción del trabajo que realizamos: www.tradition.foundation/about_the_ftr
 Siempre hemos estado abiertos al trabajo y a la cooperación en todos los campos.
 En uno de tus libros, Polemos, describes la oposición que existe entre el tradicionalismo pagano y el mundo moderno y posmoderno. Por otra parte, expresas un gran escepticismo frente a Internet y las redes. Sin embargo, estas mismas herramientas han permitido que distintos grupos de paganos puedan conectarse de un modo que antes era imposible. Por lo que te pregunto: ¿puede existir una forma de usar la tecnología desde una perspectiva "tradicionalista"?
 No, no existe una forma de usar la tecnología moderna desde una perspectiva "tradicionalista". De todo esto podemos deducir que el "arqueo-futurismo" no tiene nada que ver ni con el tradicionalismo, ni con el conservadurismo y mucho menos con la Nueva Derecha europea.
 Yo todavía pertenezco a la generación que creció sin la necesidad de usar celulares o acceder al Wi-Fi y al Internet. En cambio, las generaciones más jóvenes nacieron en un mundo dominado por estas tecnologías. Y eso lo podemos ver incluso en los pueblos más remotos de Siberia.
 Es verdad que usamos la World Wide Web y algunas de las herramientas que esta nos proporciona, pero no hacemos uso de todas. Yo sostengo que debemos considerar esto como una especie de entorno objetivo desfavorable. Somos como los habitantes de una aldea que viven al pie de un volcán o en un clima muy malo. Nos encontramos en una situación muy desfavorable: hace ya mucho tiempo que la humanidad perdió el control que antes tenía sobre la tecnología, ya sea que se trate de frigoríficos inofensivos, sistemas de control global como el Internet, el BigData, la política de datos, etc.,
 Podemos comparar esta situación a la adicción a las drogar, pero a una escala mucho más perversa. Literalmente ya no existe nada que no esté conectado al internet o que no se encuentre sometido a la vigilancia digital: y esto último no solo se aplica a las personas, los pueblos, las culturas, los países, sino también a las cosas, los animales y los fenómenos naturales. Se trata de una transgresión radical y patológica de nuestro ser-en-el-mundo (Dasein) que de ahora en adelante es reducido a una terminal conectada a la red, es decir, una existencia dependiente de la tecnología.
 Podemos decir que la tecnología se convierte en un sistema totalitario y arbitrario que le ha impuesto a todo lo que existe una forma de alienación terrible que destruye los pueblos, las personas, lo sagrado y los diferentes paisajes naturales. Es la imposición, a nivel mundial, del poder industrial, científico y económico de la técnica. Heidegger llamó a esto la Gestell (dispositivo). Es un mito creer que la técnica es “solamente una herramienta” independiente y autónoma. La técnica es la ideología por excelencia de la Modernidad y la Posmodernidad, pues ella es la encarnación de una realidad objetiva concreta que todo el tiempo está buscando destruir, ya sea más rápido o más lento, lo sagrado.
 Por lo tanto, el punto más débil de la civilización postindustrial se encuentra en los sistemas de comunicación, la energía y la electricidad. Pero todos los que se encuentran fascinados por el progreso creen que es más probable que se produzca el Fin del Mundo a que suceda un apagón. Eso nos lleva a concluir que la escatología es convertida en algo secundario frente al modo de vida aburrido y laico del das Man.
 Debemos usar el internet y las demás tecnologías como si estuviéramos manejando sustancias demoníacas bastante peligrosas. Y para escapar a su influencia es necesario crear fuertes lazos, vínculos y relaciones estables con el mundo real. Igualmente es necesario crear nuestros propios centros espirituales, construir casas lejos de las ciudades, mantener una especie de higiene digital, etc.
 Volviendo sobre el problema de la tecnología, usted dice que la biopolítica es la manifestación por excelencia de un principio titánico anti-tradicional que se encuentra muy en consonancia con estos tiempos oscuros en que vivimos. Usted también afirma que la manipulación mediática hace parte del mundo de los simulacros, es decir, de una representación vacía de la realidad tal y como este concepto es entendido por Jean Baudrillard. Tomando en cuenta todo lo anterior, ¿qué piensa de la actual pandemia del Covid-19, que se ha convertido en el principal problema político y mediático que enfrentamos, además de la vacunación?
 Espere a que transcurrieran seis meses o un año para ver a qué nos conduciría la actual pandemia del Covid-19. Leí toda clase de teorías conspirativas, científicas y geopolíticas sobre lo que estaba sucediendo durante la primavera del 2020. Sin embargo, concluí lo siguiente:
 El virus existe y sin duda provoca una grave enfermedad. Pero su tasa de mortalidad es baja si lo comparamos con otras pandemias que han sucedido antes. Además, no importa si el virus apareció de forma natural o es el resultado de una fuga de armas biológicas.
 Las consecuencias de todo esto las podemos ver en los medios de comunicación, la política y el capital y no en los pulmones de los enfermos. Se trata de una especie de infodemia (pandemia informática). Lo único que ha hecho la pandemia es acelerar la implantación a escala global de todos sistemas de control digital de la población. De no haberse desatado esta pandemia, sin duda habrían usado otra excusa como lo hicieron hace dos décadas con la histeria que provocó el terrorismo. Las excusas no importan, lo único que importa son los objetivos que tienen.
 La infodemia provocada por el Covid-19 les ha dado a los globalistas la oportunidad, la justificación y los medios para llevar a cabo sus planes. Entre esos actores podemos encontrar a personajes como Klaus Schwab y su propuesta acerca de una Cuarta Revolución Industrial que busca instaurar un Global Reset (Reinicio Global). El gobierno ruso y nuestro banco más grande, Sberbank, se han sumado a este proyecto. Las personas han aceptado de forma acrítica toda una serie de requisitos que, desde el punto de vista sanitario, son innecesario. Incluso han sido introducidos en ciertos países sanciones penales por el incumplimiento o el dudar de la pandemia. Con la implementación de estas medidas se busca romper la voluntad, el pensamiento creativo y crítico y de ese modo subordinar los cuerpos de los ciudadanos a la voluntad de las élites por medio de la biopolítica. La principal división que nos ayuda a comprender las protestas de los movimientos populistas de derecha y de izquierda es la lucha que hoy enfrenta a la “élite contra el pueblo”.
 Y a pesar de que se ha reducido drásticamente el número de vuelos internacionales, la desaparición casi total del turismo, la interrupción del intercambio de mercancías, etc., la verdadera globalización está siendo implementada en estos momentos. Todos los seres humanos se vieron obligados a encerrarse en sus casas con tal de usar Internet, registrar sus datos en sitios web, crear cuentas, convertir su dinero en moneda electrónica, trabajar en Internet, etc. La verdadera globalización consiste en la gran migración que está sufriendo la población al ser absorbida por la realidad virtual, una realidad donde son destruidas todas las características culturas y étnicas del ser humano y somos reducidos a simples usuarios, reproductores de archivos MMORPG, consumidores activos de la propaganda liberal de izquierda que transmite Netflix, etc. De ahora en adelante los seres humanos se encuentran sometidos a la tecnología gracias a los cables físicos o las ondas inalámbricas que propagan por las redes su propaganda. Todo esto lo escribo y denuncio en mi libro Tradición y Shock Futuro.
 La pandemia del Covid-19 ha acelerado la implementación de todas estas tecnologías. Por ejemplo, Rusia tenía planeado instaurar la mayoría de estos sistemas de control, calcados de China, en un lapso de diez años. Pero debido a la epidemia, todos estos sistemas fueron instalados y probados durante el año pasado. Rusia no es el único país que está atravesando por este proceso: se trata de una destrucción global de la libertad, sin hablar de un rechazo de la pluralidad de pueblos y culturas que existen en todas partes.
 Usted dice que el postmodernismo nació en los Estados Unidos de América y ese país es precisamente el centro desde donde se difunde esa ideología. Ahora bien, hoy somos testigos del ascenso de China como nueva superpotencia y tal acontecimiento parece darle nacimiento a un sistema multipolar. ¿Qué opinas de eso? Además, Rusia, su país natal, es considerado en Europa como el principal antagonista de los Estados Unidos, tanto en su dimensión ética como civilizacional. ¿Cuál sería su respuesta?
 Estados Unidos de América es un proyecto que nació desde cero. Basta con leer a Jean Baudrillard y las críticas filosóficas que hizo al respecto.
 La vieja Europa tuvo que pasar históricamente por varias etapas como la Ilustración para llegar a la Modernidad. Europa tuvo que atravesar primero por Roma, el cristianismo, la Edad Media, el Renacimiento y el humanismo. Y todas estas etapas han dado forma a la historia de Europa antes de que apareciera la Posmodernidad. Podemos decir que Europa posee una historia y un trasfondo cultural milenario que hunde sus raíces en una profundidad y una complejidad inmensa. Los Estados Unidos no cuenta con algo parecido: lo único que conocen los estadounidenses es la época de la Frontera y del pionero libertario, explorador y aventurero, que conquistaba los territorios vacíos del Oeste (los indios no eran considerados seres humanos sino parte de la fauna). El imaginario del hogar en la psiquis norteamericana se encuentra lleno de problemas. Existe una enorme cantidad de literatura y películas de terror estadounidenses dedicadas a tratar como dentro de las casas suceden masacres o como se encuentran poseídas por demonios; normalmente se trata de mansiones victorianas o casas de campo construidas sobre cementerios indígenas. No existe el hogar como una dimensión metafísica para los estadounidenses. Todo lo que está relacionado con las raíces o la tierra natal (ya sea la tierra natal de los indios o las raíces europeas de los colonos) está impregnado de un gran horror. Por lo tanto, Estados Unidos rechaza de forma tajante lo que ha tardado siglos en desintegrarse en Europa. Si aún es posible encontrar en Europa opciones y rasgos diferenciales, entonces podemos decir que en Estados Unidos solamente existe una especie de vacío interior adornado por la sonrisa plástica de Hollywood y el crisol multicolor. Estados Unidos es un proyecto futurológico y no posee en absoluto rastros de un pasado real.
 Esa es la razón por la que no entiendo el patriotismo que defienden muchos paganos estadounidenses. Los paganos que viven en los Estados Unidos, especialmente en el interior de ese país, que está habitado por colonos de origen germánico muy conservadores, deberían sus buscar raíces en Europa con tal de conectarse con su verdadera patria que está al otro lado del mar y de ese modo erradicar gradualmente el “Sueño Americano” que es la base de la identidad globalista. De ese modo podan prepararse esos pueblos para volver a Europa.
 Vayamos al otro lado del mundo y pensemos en China. China es hoy dominada por las mismas ideas que encontramos en Occidente: la ideología socialista china tiene orígenes occidentales y en algún momento fue mucho más progresista que todo lo que existía en el continente europeo. Además, China posee una economía y un mercado consumista capitalistas y globalista, sin hablar de que es uno de los líderes mundiales en todos los ámbitos tecnológicos y logísticos. Es verdad que tienen una cultura particular que se expresa tanto a un nivel estético como cotidiano, pero en todos los demás aspectos han adoptado los mismos principios de la metafísica occidental moderna, por lo que encarnan, al otro lado del continente euroasiático, los mismos principios que mueven a Occidente. La lucha que hoy enfrenta a los Estados Unidos contra China no es sino una continuación de una guerra interna de Occidente contra sí mismo. Es una continuación del globalismo contemporáneo y de la instauración de la Gestell. Lo único que está en juego es ver quién será el actor principal que imponga su propia versión de la globalización, la tecnificación y el capitalismo.
 Martin Heidegger escribió, después de la Segunda Guerra Mundial, que Europa se encontraba atrapada entre las tenazas de los Estados Unidos y la URSS. Él argumentaba que ambas potencias encarnaban la misma y mortífera metafísica occidental, por lo que no tenía ningún sentido elegir entre un bando o el otro. Hoy estamos experimentando el mismo problema: el mundo está atrapado entre los Estados Unidos y China, pero ambas potencias son igualmente malas, a pesar de que actúen bajo disfraces muy diferentes.
 Con respecto a Rusia, puedo decir que mi país se encuentra gobernado por el mismo "pantano" que existe dentro del Estado profundo norteamericano (Drain the swamp, drenar el pantano). Y a pesar de que en el discurso político se ha popularizado desde hace tiempo la idea de decir que Rusia es una civilización particular, no se ha hecho nada para consolidar esa realidad. No se crean sino simulacros y parodias. En cuanto al conservadurismo, puedo decir que la televisión y los partidos políticos usan esa fachada con bastante éxito durante las elecciones para conseguir votos o apoyo, sin hablar de que se ha convertido en parte de la propaganda internacional dirigida a las audiencias conservadoras que existen en Occidente.
 Las élites financieras dentro del sector bancario y el gobierno se dedican ahora a implementar formalmente el programa de Klaus Schwab, pero haciendo enmiendas que tomen en cuenta los intereses de los grupos locales. Rusia tiene una de las mejores coberturas de Internet que existen en el mundo y uno de los servicios más baratos de todos. Las élites culturales y la juventud están impregnadas de liberalismo de izquierda y cosmopolitismo: el Estado ha permitido que generaciones enteras se hayan perdido en estas ideologías. En cuanto a la oligarquía gobernante, podemos decir que únicamente está interesada en mejorar su política fiscal y continuar controlando a la población. Puedo decir que soy muy pesimista con respecto al futuro de Rusia.
 Apoyo la idea de crear un mundo multipolar, pero no veo razón alguna para considerar que el mundo va rumbo a la multipolaridad. Todos los llamados "nuevos polos" que han aparecido en el mundo se dedican a implementar las mismas políticas: modernización de la producción, crecimiento económico, establecimiento de alianzas globales o glocales, inversión en el desarrollo y el progreso, etc. Todos permanecen dentro del marco de la Modernidad y la Gestell, solo que ahora están mucho más integrados que en los años noventa. China y Rusia difieren de Occidente solo en cuestiones exteriores, pero en su interior existen el mismo conjunto de bytes, códigos de programación, máquinas de herramientas, mercados de productos básicos, explotación, control, sin mencionar que son dominados por los mismos sistemas de pensamiento y la misma cultura que existe en Occidente. Podemos hacer una analogía con una computadora en la cual instalas dos programas que de repente entran en conflicto con la memoria y el sistema de acceso al procesador. Pero, ¿acaso importa que uno de los programas sea distinto si al final “el hardware” es el mismo para todos? Mientras esto siga siendo cierto en la práctica, la multipolaridad no será sino una ficción.
 El asalto al Capitolio de los Estados Unidos ha causado una gran controversia dentro del paganismo germano debido a que muchos de sus símbolos fueron usados en ese acontecimiento. ¿Qué opina al respecto?
 También sabemos que usted expresa una gran aversión hacia las series de televisión y las películas que están basadas en temas "paganos" y "germanos". ¿No cree que tales producciones, a pesar de haber sido creadas por la "sociedad de consumo", puedan de algún modo encender una chispa positiva dentro de quienes la ven y eso puede llevar a que muchos profundicen en la identidad y la espiritualidad de sus ancestros?
 El personaje que asaltó el Capitolio era un actor y eso lo sabemos a ciencia cierta. No obstante, todo eso fue muy gracioso, pues causó una tremenda reacción negativa entre los paganos progresistas, wiccanos, LGTBI y demás. Estos sectores hicieron inmediatamente un llamado a "luchar contra el odio", siguiendo, sin dudarlo ni por un segundo, la agenda impuesta por el sistema. De ese modo el enemigo interno quedo al descubierto. Nosotros somos partidarios de una fuerte polarización al interior de la comunidad pagana, donde diferenciamos a aquellos que son partidarios del tradicionalismo pagano de los pseudo-paganos seculares, progresista y arcoíris que forman parte del sistema.
 La cultura pop moderna solo produce tonterías sobre el paganismo. He visto a muchas personas que solamente se interesan por el paganismo después de haber visto programas de televisión o juegos virtuales. Ninguno de ellos ha progresado en nada y solamente se dedican a refugiarse en fantasías y disfraces o a actuar como paganos virtuales únicamente durante los fines de semana. ¿Por qué recurrir a programas de televisión o fantasía si uno puede más bien leer los textos sagrados, los mitos, las canciones y las sagas épicas de su pueblo que deberían convertirse en las estrellas que guíen nuestras vidas y destinos? Pero muchos prefieren masticar su comida mientras miran una pantalla y ven una forma de vida que ni siquiera tienen la intención de vivir. Los actuales paganos que viven del consumo de la cultura pop son uno de nuestros peores enemigos al interior del paganismo.
 Siempre he sido un partidario de que el verdadero camino para conectarnos con lo sagrado está relacionado con estados existenciales donde se experimentan el horror, la tragedia, la muerte, la guerra, el deleitarnos frente a la belleza sobrenatural, el colisionar por medio del amor con lo imposible, etc.
 En su libro Gods in the Abyss realizas una descripción exhaustiva del Logos germánico que va desde la antigua literatura germánica hasta llegar finalmente a la filosofía de Heidegger, siendo esta última construida en torno al misterio del Seyn-Ser. Nos gustaría que nos explicaras como estas investigaciones están ligadas al Logos europeo y a los pueblos no germánicos.
 Mi libro "Los Dioses en el abismo" fue desde el principio una obra que iba dirigida a los alemanes en general y en especial a los seguidores de la tradición pagana germano-escandinava. Yo soy un descendiente de alemanes suabos, por lo que puedo decir que este libro va dirigido a los alemanes y trata sobre nosotros. Quienes no son alemanes pueden leerlo, estudiarlo o traducirlo si quieren con tal de tener una mejor comprensión de los pueblos germánicos y su Logos. Normalmente se habla de los alemanes que viven en Europa, pero podemos también hablar de los pueblos germánicos en un sentido más amplio: la mitología se conservó mucho mejor en Escandinavia, mientras que en el Centro de Europa se desarrolló el pensamiento político y filosófico. Igualmente, este libro intenta trazar el rumbo de la historia misma de Europa, mostrando como los alemanes han hecho contribuciones decisivas en este continente parecidas a las que hicieron los griegos y los romanos. En los últimos capítulos del libro abordamos preguntas y problemas que van mucho más allá de las fronteras estrictamente alemanas y que sin duda afectan a toda Europa. Vale la pena señalar que también reivindico la influencia del pensador italiano Julius Evola, cuyas ideas se pueden encontrar también al final del libro. Lo mismo se puede decir de los dos volúmenes de mi libro Polemos.
 Te consideras un practicante del Camino de la Mano Izquierda y dices abiertamente que este es el camino más adecuado para quienes viven en la Edad de Hierro. Aunque este término es a menudo usado de forma incorrecta para hablar de una espiritualidad que supuestamente es incompatible con el tradicionalismo. Pero, ¿qué entiende usted por el Camino de la Mano Izquierda?
 Julius Evola, que es uno de los "fundadores" del tradicionalismo, dedicó muchos artículos y libros a definir el Camino de la Mano Izquierda, sobre todo a Dionisos y el Tantra.
 En cuanto a decir que el Camino de la Mano Izquierda es incompatible con el tradicionalismo, se debe sobre todo al mal uso que hacen del termino A. Crowley y sus seguidores, así como el satanismo de LaVey, el New Age, etc. Es un grave problema que existe dentro del Camino de la Mano Izquierda de Occidente, el cual está obsesionado con las imágenes anticristianas que surgieron de la Cabalá y el espiritismo de los siglos XVII-XX.
 Nosotros entendemos el Camino de la Mano Izquierda desde el Advaita, el Tantrismo, Dionisos, además de los aspectos más enigmáticos y oscuros del culto de Odín. En un principio el concepto de lo sagrado, tal y como fue definido por los franceses, es un todo único que incluye elementos tanto claros como oscuros, y se opone principalmente a lo profano. Los que vivimos en la Edad del Hierro sabemos que la columna que sostenía la Luz ha sido derribada y esta se ha convertido en ruinas, pero el lado oscuro de lo sagrado permanece entre nosotros. Nuestro objetivo es abrirnos paso hasta alcanzar lo Uno, es decir, llegar al verdadero yo (Selbst) que solo podemos alcanzar atravesando la oscuridad y caminando por los fenómenos inferiores mientras que evitamos todos los simulacros y falsedades. Dentro de mi libro, "Los Dioses en el abismo", he mostrado y formulado claramente estas ideas usando como ejemplo el Logos germánico.
 Este año usted está planeando publicar en inglés el segundo tomo de Polemos junto con otro libro nuevo titulado Tradición y Shock Futuro. ¿De qué tratan esos libros?
 El segundo tomo de Polemos simplemente continúa y desarrolla las metodologías descritas en la primera parte. Allí se abordan los problemas más difíciles que tenemos que enfrentar: la actitud del paganismo hacia las religiones abrahámicas, además del cómo el pensamiento pagano puede superar los límites impuestos por el monoteísmo y el creacionismo. El problema más importante que se aborda es el Eros y como este niega todas las formas de feminismo y las perversiones de la ideología de género. Los paganos izquierdistas justifican todas estas patologías simplemente porque se oponen al cristianismo (hasta el punto de que incluso interpretan a Odín de una forma muy extraña), por lo que me dedico en este libro a demostrar que el paganismo europeo defiende nada de eso.
 Otro tema que he abordado de forma muy breve es el impacto político del paganismo contemporáneo. Se trata de un campo muy extenso que debe ser abordado desde el marco del tradicionalismo pagano, por lo que debemos desarrollarlo desde una perspectiva política que lo haga absolutamente independiente y que se convierta en el marco de convergencia de todos los intereses plurales de las distintas tradiciones de los pueblos paganos. Pienso que los paganos no tienen ninguna razón para apoyar a los Estados, los partidos y los regímenes que simplemente no expresan sus ideas, intereses y objetivos. Esto sin duda va a contracorriente de las ideas actuales, donde los conservadores intentan unirse y permanecer dentro del marco legal.
 El segundo volumen de Polemos concluye finalmente dando una respuesta muy detallada acerca de la naturaleza y las diferentes formas en que se han manifestado las enseñanzas del Camino de la Mano Izquierda dentro del contexto indoeuropeo.
 En cuanto a Tradición y Shock Futuro. Imágenes de un futuro que no es el nuestro, puedo decir que existe un manuscrito en ruso que no va a ser publicado porque la comunidad pagana no está preparada para tal texto. El extenso prefacio y el índice del libro, que están disponibles en inglés (http://askrsvarte.org/eu/blog/tradition_and_future_shock/), deja claro que en este texto nos dedicamos a exponer ampliamente muchos de los temas que habíamos abordado en el segundo volumen de Polemos y que también hemos expuesto en esta entrevista. En el libro realizamos una crítica radical en contra de la civilización industrial y postindustrial, atacamos el concepto europeo de verdad, la tecnología, el progreso, el arqueo-futurismo y el aceleracionismo de derecha. Estudiamos los proyectos transhumanistas que existen en la cultura, la ciencia y la realidad cotidiana. También hacemos una lectura propia de la ideología del primitivismo y su excesiva simplicidad frente al aspecto central de lo sagrado y la verdadera posición del tradicionalismo pagano.
 Como he dicho antes, nuestras ideas son atrayentes para representantes de diversas tradiciones indoeuropeas, por lo que invitamos a todos los que comparten nuestras posiciones y nuestro pensamiento escatológico a cooperar y dialogar con nuestro proyecto.
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A la España negra
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Por Alexander Dugin – Introducción para la edición española de “La Cuarta Teoría Política”.
“Ser” local vs “no ser” universal
La Cuarta teoría política no tiene un destinatario sociocultural definido. Ella se dirige a cada persona disgustada por el estado de las cosas en este mundo, a cada persona lo bastante profunda como para tratar de buscar las causas y razones de este estado. Dudamos que los temas tratados en el libro despierten el interés de la gente que está contenta con todo, que está satisfecha con las alternativas actuales en política, cultura, sociedad, o a la que está preocupada solo por su adaptación individual al statu quo o corrección de ciertos tecnicismos. Pero para los profundamente descontentos este libro puede ser útil. En esta ocasión no hay gran diferencia entre un europeo y un latinoamericano, entre un musulmán y un ruso, entre un asiático y un africano: en todos los continentes y en todas las sociedades hay aquellos que toman conciencia y saben que hoy día todo se juega a una carta y que todos nosotros debemos contestar a la pregunta principal – ser o no ser. Claro que cada sociedad y cada cultura da al concepto “ser” (igualmente al “no ser”) su propio sentido. Sin embargo, la Modernidad (contemporaneidad) tiene un rasgo característico: está planteando su paradigma universal. Por eso su estructura es global. Esta estructura de la contemporaneidad global está atacándonos en todas las sociedades. Es un reto para todos. Antes de proponer alternativas (que pueden ser locales o universales), hay que discernir su esencia. Podemos decirlo de otra forma: el asunto del concepto “ser” cambia según el contexto cultural, mientras que “no ser” puede ser total. El modelo global del orden mundial nos propone “no ser”. Aceptándolo nosotros estamos entrando en la zona de estandarización. Rechazándolo (pero eso sería posible solo después de que tomáramos conciencia de todo lo que decidimos rechazar) estamos reconquistando el derecho de ser en toda la extensión de la palabra, el derecho de ser nosotros mismos (salvar nuestra identidad) y hacernos a nosotros mismos (es decir ganar, crear esa identidad).
Triunfo del liberalismo. El axioma de la contemporaneidad
La época de la Modernidad europea (occidental) ha llevado y ha impuesto a todo el mundo su modelo universal del ser humano, del cosmos, del tiempo, de la historia, de la sociedad, de la naturaleza. La quintaesencia y el esquema básico holográfico de tal imagen del universo devinieron ideologías políticas. En ellos, como en un espejo, se ha reflejado la Modernidad como un proyecto y como una voluntad. La esfera de lo Político es la zona de la Modernidad donde emerge con todo su poder y con su carácter libre. Por eso en la Modernidad todo se parece a la política. La misma imagen de este mundo es un fenómeno político.
Desde el principio de la Edad Moderna las ideologías políticas se han dividido en tres tipos: la Primera (el liberalismo), la Segunda (el marxismo) y la Tercera (el fascismo y el nacionalsocialismo). Estas tres ideologías están batallando por parecerse lo máximo a la naturaleza de la Modernidad, en esto consiste el sentido de la historia política de los últimos siglos. La historia es siempre la historia de unas ideas y sus choques.
El fin del siglo XX resume la historia política de la Modernidad. Después de batallas dramáticas y encarnizadas, revoluciones y dos guerras mundiales, la Primera teoría política está venciendo. Esto significa que la teoría más exacta manifestando la naturaleza de la Modernidad es el liberalismo, el orden burgués, el capitalismo global. Este último es el paradigma básico en el presente, quien está resumiendo la historia de la Modernidad política, declarando (aunque un poco prematuramente) “el fin de la historia”, es decir, el fin de la “guerra de las ideas”. La idea triunfante no tiene más rivales a su nivel.
Con este axioma de la contemporaneidad empieza la conformación de la Cuarta teoría política. Su hito inicial consiste en lo siguiente: la victoria de la Primera teoría, la cual se trata como un acto básico. Aceptamos su derecho a manifestar la naturaleza de la Modernidad, de ser la quintaesencia de la historia de la Edad Moderna. Aceptamos el fracaso de sus oponentes, que perdieron la batalla por el sentido de la presente. La Modernidad = el liberalismo. Esta fórmula es correcta. Los intentos de debatirla han fracasado. De ello se desprende lo siguiente: 1. Hay que reconocer la falta de alternativas contra el liberalismo y dejarnos de estar arrastrando por su lógica ulterior (postmoderna); 2. Proponer una nueva alternativa, basada según otras reglas u otra geometría que las teorías políticas precedentes.
La Cuarta teoría política es segunda elección. La diferencia principal entre ella y otras teorías antiliberales es que esta teoría no es solo antagonista del liberalismo, ya que reconociendo la identidad del liberalismo y la Modernidad va en contra de la Modernidad misma; no solo contra sus consecuencias sino también contra sus raíces. En otras palabras, la Cuarta teoría política es una llamada a una insurrección radical contra el mundo moderno, a romper sus esquemas, negar su lógica, sus normas. En esto la Cuarta teoría política se solidariza con el programa de la Postmodernidad, por lo menos con su orientación a la destrucción de mitos de la Modernidad a través de revelación de su quid político-instrumental.
La Cuarta teoría política propone dar un paso no atrás sino adelante, y no continuar debates con los liberales acerca de tradiciones de socialismo, comunismo y nacionalismo (todos subproductos de la Modernidad), sino atacar las raíces de la Modernidad. En la práctica esto significa fundar una alternativa radical, empezando con sus postulados ontológicos, antropológicos, cosmológicos, gnoseológicos, epistemológicos y económicos. La Cuarta teoría política es un intento de realizar la síntesis de la Premodernidad y la Postmodernidad, o sea de todo lo que no es la Modernidad, lo que era antes y lo que será después. Pero mientras que la Modernidad es global, cada cultura tiene su propia Premodernidad. De eso emana el cometido de formar tal teoría que se fundamenta como negación universal de la amenaza global (del liberalismo como orden mundial americanocéntrico, occidental, capitalista) vuelve a tradiciones locales y acciones revolucionarias y acabará en proyecto de futuro multipolar. Negando, desafía de ese modo a lo universal del status quo, y que hay que proponer un proyecto que daría el derecho a cada cultura de ser autóctona e independiente. Por lo tanto las metas de cada participante del Cuarto camino serán parcialmente comunes (el derrocamiento de la hegemonía liberal) y parcialmente propias (la formación de la sociedad según sus tradiciones).
Dasein y su doble
El sujeto de la Cuarta teoría política es el Dasein. Esto es un término de la filosofía de Martin Heidegger que refleja el ápice de la Cuarta teoría política como la política existencial. No podemos tratar al Dasein como una adición a los sujetos de las tres teorías clásicas (el individuo en el liberalismo, las clases en el marxismo, el Estado y la raza en fascismo y nacionalsocialismo). Dasein es lo que corresponde a la naturaleza del hombre como especie, en el estado primario que antecede a todas las superestructuras filosóficas, políticas, sociales e ideológicas. Por eso el termino Dasein es una implosión del sujeto político, la caída del homo ideológico (e ideologizado, eso es, fascinado por el liberalismo, convertido en “el fantasma totalitario de la evidencia”) en el fondo de su facticidad existencial, su encuentro cara a cara con la muerte.
Heidegger dice que el Dasein existe en dos estados: el auténtico (eigene) y el inauténtico (uneigene). En primer caso se trata de una excepción, el paso del Dasein hacia su Sein, hacia sí mismo (Selbst). En segundo caso, esta es la situación habitual, cuando Dasein existe en el retraimiento, ilegitimo, suscitando su doble sociológico, es decir das Man.
La Modernidad es la esfera de la inauténtica existencia del Dasein. Por eso todas las ideologías políticas de la Modernidad son nada menos que modificaciones de das Man, los productos de la enajenación de la existencia humana de sí misma. El individuo, la clase y el Estado son conceptos quiméricos de un ser perdido, abandonado por la existencia. Estos son productos de la decadencia, de la degradación, del Untergang. Pero la filosofía de Heidegger está exhortándonos a reflexionar sobre el Dasein no dual: auténtico e inauténtico son los dos estados de lo mismo y no dos cosas diferentes. Por eso el Dasein no es interpolado a sujetos de otras teorías políticas, él explota los de dentro porque el individuo, la clase y el Estado/la raza son sus reflexiones deformadas, sombras visibles, los simulacros. La Cuarta teoría política implantando el Dasein no pretende transcenderlo de la historia, sino que implanta como Untergang un relampagueo de conciencia que puede cambiar radicalmente el estado a través de su presencia. Esto lo podemos denominar como “un despertar a la existencia” de lo que siendo existencia ha caído en el centro de la inexistencia y ha olvidado que es existencia. Pero La Cuarta teoría política lo trae a las mentes.
La multiplicidad de los Dasein
La inauténtica existencia del Dasein es universal, el das Man siempre es igual. El liberalismo y su fijación con un individuo son el resumen del aislamiento. No hay nada más encadenado, parecido a una máquina y previsible que el “individuo libre” del modelo liberal. Es una máquina para el consumo que ya no tiene más de animal cuanto más humano es. El nuevo orden mundial es el reino global del das Man, de la impersonalidad máxima individualizada. Por eso el ataque contra el liberalismo en la esfera de antropología política es el destronamiento de la inautenticidad y el despertar del Dasein existencial. Pero aquí encontramos un problema: si el destronamiento del das Man es universal, ¿cual será el Dasein despertado para las diferentes culturas? No tenemos una solución definitiva. La pregunta sobre la multiplicidad o unidad del Dasein se queda sin respuesta.
Por un lado, el discípulo de Heidegger y editor de sus obras, el profesor Friedrich Wilhelm von Hermann haciendo referencia a la opinión de su maestro, cree que en el nivel de los Existenzial el Dasein es algo que va unido y que en diferentes culturas hay solamente su diferente manifestación, es decir, secundarias (culturales) conformaciones de los Existenzial. Por otro lado en esto podemos percibir la continuación del eurocentrismo de Martin Heidegger quien vio el Logos y la filosofía como fenómenos occidentales. Por eso la colocación de la filosofía de Heidegger en un contexto policultural contando con sociedades asiáticas, africanas y otras cambia toda la imagen y propone la tesis sobre la multiplicidad de los Dasein. Con relación a la cultura rusa hemos examinado el tema en el libro “Martin Heidegger: la potencialidad de la filosofía rusa”, pero algo parecido podemos encontrar en otras culturas, por ejemplo en obras de representantes de la escuela de Kioto en Japón; o del filósofo iraní Ahmad Fardid o del filósofo moderno libanés Nader El-Bizri. Para solucionar este problema importante tenemos que usar la lógica que Heidegger ha aplicado planteando el problema del monoteísmo y el politeísmo. Él ha notado que no la gente sino los dioses mismos reunidos en su Thing deciden si hay un dios único o hay muchos dioses. Es importante para un hombre acercarse en la medida de lo posible a la esfera de lo Divino, sin sostener la mirada demasiado fijamente, tal importunación puede quemar a los dioses o hasta espantarlos; es que los dioses, como decía Platón, son volátiles y prontos a la huida (esta es la etimología filosófica de las palabras griegas θεὸς “dios” y θύω “huir”). Por analogía tenemos que brindar una oportunidad a los mismos Dasein despiertos para decidir si hay un Dasein universal de la humanidad o no. Esta decisión es asunto de los Dasein, y nuestro asunto es despertarlos y remitir la cuestión a ellos. Prácticamente despertando al Da-sein tratamos su Da, eso es su localización espacial, un lugar que es predeterminado por la cultura y la historia. Cualquier lugar es lugar de tal o cual pueblo. Por eso el Dasein se despierta a través de un pueblo. Dasein existiert völkisch.
El Dasein es plural a nivel de fenómeno. Su despertar se realiza dentro de un cierto lugar (Da). Ese lugar no está vacío. Él… 1. Está ocupado por los liberales (das Man) como una suma de ser inauténtico, que está manifestándose en todo – de la cultura a la tecnología, de la vida cotidiana a la política, de la moda a la educación. 2. Tiene una dimensión interior que corresponde a cierto pueblo y su cultura.
Por eso el imperativo de la revolución libertadora dirigida contra la hegemonía del das Man (del liberalismo, la globalización, la americanización), siempre va a apoyarse en una tradición cultural concreta. Por eso en cada acercamiento él estará en cada lugar, en cada Da propiamente suyo. Si redujéramos apresuradamente todos los Dasein despertados a un común denominador, nos arriesgaríamos a frustrar toda la estrategia de la Cuarta teoría política y reemplazarla por una nueva versión del universalismo escolástico (lo que está pasando con las ideas de Heidegger, si la gente no las comprende en forma debida; eso lo lamentaría el mismo Martin Heidegger, pues en tal caricatura han transformado los “existencialistas” franceses sus ideas).
Pues, la Cuarta teoría política constata la multiplicidad fenomenológica de los Dasein, eso es, acepta el tesis de que Dasein existiert völkisch. Este principio no debilita la unión de todos los Dasein en su contrarrestación al inauténtico ser en el régimen del mundialismo/liberalismo; el enemigo está atacando de manera global, y para vencer es necesaria la coordinación de los Dasein también de manera global, cada uno de cuales está tratando de despertar al ser. Pero el enemigo común está impidiendo hacerlo. Esto es la unidad en presupuestos. Y queda abierta la pregunta sobre el problema de la unidad y singularidad de los Dasein de los pueblos despiertos. Por lo tanto el Cuarto camino se hace según la fila dialéctica: 1) la unidad en la negación; 2) el pluralismo en la afirmación; 3) la pregunta abierta sobre el horizonte superior de la unidad eventual de las afirmaciones. Puede ser que haya que enrocar esta unidad máxima con términos apotemáticos, por el estilo de la “henología” de Plotino o de la teología negativa de Dionosio Areopagita.
La existencia de la España Negra
Está cercana la publicación del libro “La Cuarta teoría política” en español. Las explicaciones antes expuestas acerca de la multiplicidad de los Dasein ya dicen que el contenido concreto del programa positivo de la Cuarta teoría política dentro del contexto español es un cometido de los españoles mismos. El programa negativo que consiste en el análisis de la lógica de los procesos de formación y conflicto de las ideologías políticas de la Modernidad es universal. En este sentido, España es parte de Europa, del proyecto occidental responsable de la degradación de la humanidad, su Untergang. La cuestión es ¿los españoles se dan cuenta en esta degradación? Y ahí hay que buscar en la cultura española aquellas partes donde la comprensión de la tragedia de la existencia humana, de la catástrofe ontológica se sienten más fuerte. Aquí empieza la esfera de la existencia española única. ¿Qué es la España existencial?
Armin Mohler cree que el símbolo del espíritu español es la defensa del Alcázar de Toledo durante la Guerra Civil.
“La defensa del Alcázar de Toledo al principio de la Guerra Civil duró del 21 de julio al 27 de septiembre de 1936. Solamente el 27 de septiembre los nacionalistas pudieron romper el cerco de los rojos que sitiaban la ciudad. La visita al Alcázar del Toledo, que ha permanecido intacto desde la batalla como una demostración de la guerra, aclara como pasó todo. Un teléfono arcaico sobre una mesa, unas fotos colgadas en las paredes y el texto de una conferencia telefónica traducido a muchos idiomas (incluso japonés, hebreo y árabe). Todo esto debe recordar los acontecimientos del 23 de julio de 1936.
Ese día el coronel Moscardó, quien encabezaba la sublevación en Toledo recibió una llamada telefónica desde la ciudad. Su interlocutor era el jefe de la milicia roja que sitiaba la ciudad. Le propuso al coronel capitular sin demora, en caso contrario su hijo que estaba en manos de los rojos sería fusilado. Los rojos dieron el teléfono al hijo para que confirmara esto. Entre el padre y su hijo hubo el siguiente diálogo: Hijo: ¡Papá! Moscardó: ¿Qué hay, hijo mío? Hijo: Nada, que dicen que me van a fusilar si el Alcázar no se rinde. Moscardó: Si es cierto encomienda tu alma a Dios, da un viva a Cristo Rey y a España y serás un héroe que muere por ella. ¡Adiós, hijo mío, un beso muy fuerte! Hijo: ¡Adiós, papá, un beso muy fuerte! Después el coronel añadió al jefe de la milicia roja: Puede ahorrarse el plazo que me ha dado y fusilar a mi hijo, el Alcázar no se rendirá jamás. Colgó el auricular. Su hijo fue fusilado en la ciudad.
Aquí los protagonistas no son masas, sino dos figuras definidas y aisladas: el coronel y su joven hijo. La escena se desarrolla en un estilo frío que ya es tan conocido. Todas las emociones son reprimidas, cado uno está deseando jugar su papel hasta el fin (sino cumplir con su misión). Pero todo esto es animado por una tirantez profunda entre la juventud (el hijo pronuncia la palabra “papá”) y la muerte (la amenaza por el lado del jefe de la milicia). Y al fondo está la España Negra; aquella España no conocida por los turistas, es terrible España bajo la cortina de agua, con caras empapadas, cubierta por una sabana de muerte”…
Lo que nos interesa es el contexto político, el espíritu español y más exacto en el fondo, ante el que se desarrolla una escena fría y desgarradora al mismo tiempo. Nos interesa la España Negra. Ella es la protagonista. A través de acciones como la del coronel Moscardó, a través de todos los participantes del drama ella está manifestándose. La España Negra como existencia orientada a la muerte.
El duende: la patria de la Muerte de García Lorca
Ahora cambiamos el registro político y pasamos a otro flanco de España de la primera mitad del siglo XX, donde reina el mismo espíritu de la tierra, el odio al alejamiento, al capitalismo y la civilización mecánica, la misma voluntad de muerte. La voz de la “España Negra” es la voz de Federico García Lorca, del poeta de la muerte, fusilado durante la misma guerra civil pero por el campo contrario. Ya no tiene ningún sentido quién fue fusilado por quién. Todos fueron llamados por una amada, la doncella negra, la España santa, la novia majestuosa del espíritu cálido.
En la conferencia “De la teoría y Juego del Duende” en Buenos Aires, Federico García Lorca trató de contar la última verdad sobre la esencia de la poesía. Con esfuerzos sobrehumanos buscando una palabra para describir lo indecible, encontró la palabra “el duende”: un daimon recóndito y omnipotente de las últimos fondos de la sangre humana, declarado como la muerte y como España.
La teoría del Duende en muchos aspectos concuerda con el concepto del Dasein de Martin Heidegger. El Duende es lo que hace pasmarse a los reunidos en una taberna, oyendo la voz de una vieja cantante provincial; lo que llena el cuerpo de una bailarina con escalofríos de otoño antes de los primeros sones del flamenco; lo que permite a un matador herido de muerte por última vez echar una mirada a su pierna ensangrentada; lo que aprieta los dedos de una gitana en torno al cuerpo de un niño muerto y no deja al grito surgir del pecho sufriendo; lo que coloca en un poeta maldito el don de crear un mundo nuevo. El Duende es un espíritu, pero no es algo abstracto, no es una caricatura mitológica. Es un espíritu vivo, concreto; él no conoce diferencias entre lo malo y lo bueno; es recién nacido pero ya penetrado en el ser. El espíritu/el Duende es la muerte, es su corpórea, concreta, empírica manifestación. El duende significa el dueño. Está unido a un lugar. Él convierte este lugar, el topos, en la zona de apertura de una explosión. Es un lugar existencial, el lugar del ser-hacia-la-muerte. Esto es el Da, el lugar del Dasein. En el momento de acontecimiento el ser (Sein) hace del lugar (Da) algo propio (eigene), eso es, deviene el dueño del lugar de su manifestación, de su parusía. Distintamente del ángel y de la musa que vienen de fuera, el Duende viene de dentro, de los últimos rincones de la sangre, escribe Lorca. Él se hace el dueño del hombre cuando siente la muerte. El duende y la muerte son sinónimos, pero es aquella muerte que encuentra al hombre cuando él despierta y deviene por de pronto un hombre verdadero.
Para Lorca, los topos donde reina el duende tienen su nombre. Este nombre es España. Escribe:
“España está en todo momento movida por el duende. Como país de música y danza milenaria, donde el duende exprime limones de madrugada y como país de muerte. Como país abierto a la muerte”.
“País abierto a la muerte”. Pronunciar eso es pronunciar la esencia de España, expresar su Dasein, es decir, sobre España lo más español que podemos imaginar. La muerte y la apertura, la muerte como apertura. Como Heidegger describe Da, el lugar de Dasein, como precisamente apertura (Offene, Offenheit). Después Lorca de modo sonámbulo desarrolla la metáfora, apelando a la metafísica del teatro:
“En todos los países la muerte es un fin. Llega y se corren las cortinas. En España. No. En España se descorren. Mucha gente vive allí entre muros hasta el día en que mueren y los sacan al sol. Un muerto en España está más vivo que en ningún sitio del mundo: hiere su perfil como el filo de una navaja barbera… España es el único país donde la muerte es el espectáculo nacional”.
Existir es auténtico para un español, esto significa encontrar el duende, a sí mismo y su muerte. Y esto significa también volverse a sí mismo y superar los últimos límites.
“El duende… ¿Dónde está el duende?” Lorca hace una pregunta sobre el mapa existencial de España.
“Por el arco vacío entra un aire mental que sopla con insistencia sobre las cabezas de los muertos, en busca de nuevos paisajes y acentos ignorados: un aire con olor de saliva de niño, de hierba machacada y velo de medusa que anuncia el constante bautizo de las cosas recién creadas”.
Al Imperio existencial
El despertar de España en el contexto de la Cuarta teoría política debe ser ante todo un descubrimiento de su plano existencial. Sin eso todo esto no vale nada. En una lucha aislada España tiene que encontrarse a sí misma, al lado contrario de la Modernidad. Eso es en la profundidad de su pueblo, de su etnicidad, en piedras y danzas y al mismo tiempo en grandes proyectos de todas las épocas. Para una parte de la humanidad europea la Modernidad como un sitio del aislamiento global, como Untergang, es el destino; para toda esta gente el destino es deshacerse en el aire junto con los últimos suspiros de la perecedera civilización. Pero hay otra Europa, más profunda. Hay otra España. La misma, negra, mortal, mortífera. Y su destino puede ser diferente.
Fuente: La Cuarta Teoría Política
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