Tumgik
#curso escritores
aperint · 10 months
Text
Jorge Ibargüengoitia
Jorge Ibargüengoitia #aperturaintelectual #palabrasbajollave @tmoralesgarcia1 Thelma Morales García
Tumblr media
View On WordPress
3 notes · View notes
sorjuanaenlinea · 1 year
Text
En septiembre 2015, cuatro encuentros en torno a Levrero y una mesa de café!
“Yo trato de librarme de un problema, escribiendo. Pero si en alguna medida, lo que escribo puede ayudar a alguien como me ayudó a mí Kafka, por ejemplo, creo que mi vida está más que justificada”.   Un mes con Mario Levrero A cargo de Gabriela Onetto   Seminario taller para todo público: escritores con experiencia, lectores entusiastas de Levrero (y su personaje),  gente que quiere irse animando…
Tumblr media
View On WordPress
8 notes · View notes
chicosanchez · 7 months
Text
Libros en oferta de Chico Sánchez
Sigo con la oferta 2X1 y al que compre un  ejemplar en papel desde mi página web de El curso de la vida, La Profecía de los Jaguares o  La Gran Obra le enviaré dos libros por el precio de  uno. Cómpralos en estos enlaces:
El curso de la vida: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-el-curso-de-la-vida La Profecía de los Jaguares: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-profecia-de-los-jaguares La Gran Obra: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-gran-obra-chico-sanchez-version-papel-historia-campesino-andaluz
Gracias por compartir
0 notes
empreendedo · 10 months
Text
Tumblr media
Writing as a therapeutic tool: Exploring the benefits of expressive writing
0 notes
Como escrever melhor?
Hoje, quem ocupa o blogue é Lunna Guedes com dicas de escrita... corre lá e aproveita!
Faz alguns anos que ministro oficinas de escrita… O primeiro ciclo foi presencial, numa época anterior à pandemia, que me fez migrar para o mundo virtual. Encontros semanais diante da tela, com uma turma pequena porque gosto de dar atenção a todos que se reúnem comigo em prol de um mesmo objetivo: melhorar a escrita. Não foi difícil perceber — ao longo de cada encontro — que a maioria esbarrava…
Tumblr media
View On WordPress
1 note · View note
tionitro · 1 year
Text
O Contador de Histórias e o Ouvinte e Os Segredos Mais Importantes da Criação de Narrativas! | NITRODICAS PARA ESCRITORES PODCAST #002 | #escrita #dicasparaescritores
No segundo episódio do nosso podcast, exploramos os três elementos essenciais da narrativa: o Contador, a História e o Ouvinte. Descubra como o Contador de Histórias tece um jogo intrigante com palavras e frases, selecionando e conectando momentos intensos e emocionantes para proporcionar experiências emocionais e racionais ao público. Entenda como o Contador mantém o público engajado ao revelar…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
frankikenstein · 2 years
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
0 notes
hellokittywrites · 3 months
Text
TEETH
primera parte.
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo?
pair: vampire! park sunghoon x f!reader (no hay descripciones específicas de cómo luce físicamente, así que puedes imaginarla como quieras <3)
summary: sólo te diré que está inspirado en la canción teeth de enhypen, vampire academy y hierarchy ;)
warnings of part 1: menciones de mordiscos, sangre y ataques de pánico (si hay alguno más no dudes en decírmelo¡!). also, la academia se llama bram stoker en referencia al escritor de Drácula
words: 5501
segunda parte tercera parte
Tumblr media
¿Qué tenía Park Sunghoon que siempre conseguía dejarte sin respiración? Podía ser su característica belleza principesca, casi digna del llanto de una voz poética romántica inglesa que la llamaba desde la desesperación de sólo ver fealdad. Podía ser su caminar, simple ante los ojos de los principales catadores de modelos que deben crear ellas mismas con cada paso la pasarela, pero demasiado elegante como para ser tan simple. O simplemente era el hecho de que era el ex de tu mejor amiga.
Él cortaba tu respiración desde la incertidumbre. Una chispa de interés provocaba que tu mirada quedase atrapada en su belleza, en su caminar, en su identidad. O, la identidad que él debe tener sin ningún juicio último que lo destinase así salvo la existencia de tu mejor amiga, la cual lo hacía en un ex y, por tanto, alguien que jamás debe traspasar las líneas de lo desconocido. Pues no debes saber quién es Park Sunghoon verdaderamente, no debes sentir interés ante él ni definirlo de una manera que no se resuma en tres catadoras palabras: frío, egoísta y narcisista.
Así debía ser Park Sunghoon en tu perspectiva, dentro de tu propio juicio crítico. Una sombra de fealdad y no de la belleza que tus ojos tan inocente e involuntariamente percibieron. Una imagen despectiva, para nada atractiva ya que, ¿por qué querrías a alguien frío, egoísta y narcisista en tu vida?
Pero aquella fijación silenciosa e indeterminada que tu persona padecía sufrir ante el imponente Park Sunghoon no coincidía con los asentimientos de cabeza que siempre le regalabas a Aerin, tu mejor amiga, cada vez que mencionaba a este "ser sin corazón", como ella lo definía. ¿Estaba bien juzgar a una persona sin conocerla? ¿Dejarse llevar por rumores emitidos por una clara e indiscutible subjetividad? No, claro que no lo estaba y tus padres, especialmente tu madre, te lo había inculcado, repitiéndote la misma reflexión cargada de tolerancia millones de veces, demasiadas este último verano, antes de ingresar en la prestigiosa academia Bram Stoker. Lugar en el que conociste a tu nueva y aclamada mejor amiga y lugar dónde tu secreta fijación tan vergonzosa ha nacido con el nombre de Park Sunghoon.
Jamás te habías sentido de esta forma hacia alguien en tu corta vida de veinte años. Era una constante consciencia que, si vuestros ojos se encontraban, se volvía similar al encierre que una historia produce sobre ti, llevándote consigo a lo más profundo de sus páginas, una absorción plácida que en ningún momento te hace considerar tu necesidad de libertad individual. Podía sonar demasiado particular e intenso esta comparación, pero de verdad lo sentías de esa forma: tan irreal. Más razones que hacían que tu curiosidad creciera hasta lo superlativo, quemara hasta tu propio sentido común.
Y es que cuando hacías contacto visual con Park Sunghoon, un indescriptible nacía. Una pregunta sin respuesta, una negación sin argumento. Pero, sobre todo, una atracción con, lo que parecía, una imaginaria justificación. Porque, a ver, sí, eras reservada y observadora. Una Luna que debe sentirse atraída a un Sol y no a otra Luna. En cambio, eso no sucedía así contigo. Sunghoon, otra Luna era el centro de tu capacidad de sentir atracción por alguien. Y no eras muy fanática de los romances entre personas similares, más atraída hacia los polos opuestos.
Esta ferviente situación comenzó a principio de curso, la primera vez que su persona, junto con la de su famoso grupo de amigos, entró en tu campo de visión. Con tu uniforme negro con corbata azul, te sentaste en lo que los alumnos denominaban Comedor -cafetería en tu antiguo instituto- y, jugando con la tirita de un corte en tu pulgar que el libro que te encontrabas leyendo la noche anterior causó, Park Sunghoon apareció. 
No hubo una primera impresión. No hubo una reacción. No pensaste nada. Las acciones del protagonista de la novela que leías hicieron que, ante hombres reales, no hubiese estándar alcanzable. Sí, la belleza de Sunghoon era arrebatadora, digna de ser observada por más de cinco segundos o un minuto, pero no sentiste esa necesidad. Fue como ver una obra de arte que no resonaba contigo, aunque fuese la obra más destacada y más bella de todo un siglo de artistas galardonados. 
No sentiste nada, pero al mirar de nuevo hacia tu mano para seguir observando la tirita, tu piel se encontraba lo más erizada que jamás la habías visto. Una piel de gallina casi enfermiza, con las puntas de las uñas de tus manos temblando. La confusión reinó por completo tu mente, expresándose en un ceño frunciéndose. Te acariciaste la piel cuestionándote su estado, y tus yemas de los dedos casi no la sentían. Te incorporaste un poco en la silla, colocando tus manos en tu regazo, intentando calentarlas un poco, mientras decidías no darle mucha importancia y pensar en otra cosa. Y, a la vez que decidías olvidarte de ello, tus ojos parecieron tener otra opinión distinta a la de tu mente, pues se dirigieron directamente a lo que habían visto antes de centrarse en la tirita. Tus párpados los cubrieron casi buscando detenerlos pero ya era demasiado tarde.
Unos ojos negros, profundos como el carbón, ocultos entre una piel extremadamente pálida, casi sin vida, asomándose entre dos líneas de oscuridad dada por pestañas, unos ojos brillantes ante la luz del comedor pero aun así tremendamente opacos, capturaron todo tu ser, aunque solo deberían haber capturado tu mirada. Ahora sí, la piel de gallina fue sentida. Ahora sí, los rápidos latidos de tu corazón dejaron de ser ignorados por tu cerebro. Ahora sí, tu lengua empezó a quejarse de su sequedad. Ahora sí, habías notado aquel indescriptible.
Desafíamelo con biología o con física, pero sentiste como si Park Sunghoon te hubiera activado, encendido, creado. Por aquella milésima de segundo que aquel contacto visual duró, Park Sunghoon pareció autodenominarse como dueño de tu cuerpo, controlando tus acciones con una simple mirada, manipulándote a su semejanza. Pero esto no era posible y, buscando ignorar la grandiosidad de las nuevas emociones que acababas de descubrir en ti misma, tras ver como él, sin inmutarse, rompía aquella conexión, miraste hacia otro lado.
Lado en el que se encontraba Aerin y el resto es historia.
Ahora que te encontrabas observándola durante largos periodos de tiempo, buscando que no se enterase de las miradas furtivas que le estabas lanzando a Park Sunghoon inconsciente de las mismas y el cual se encontraba bajando las barrocas escaleras de la entrada principal de la Academia, notaste la gran diferencia entre él y Aerin.
—Entiende que, por mucho que ya hayan pasado dos meses desde mi ruptura con el ser desgraciado...— Hizo una mueca con los dientes que los dejó pintados de su llamativo pintalabios rosa. Rápidamente gesticulé el mensaje y, sin vergüenza alguna, pues Sim Aerin nunca sentía vergüenza de ella misma desde el ser desgraciado; y tras una sonrisa que, como siempre, nunca le llegaba realmente a los ojos, continuó. —Lo que equivale a tres meses en el curso y por tanto, el final del semestre, he decidido dar un evento—.
Sonrió triunfalmente. No era la primera vez que Aerin hacía este tipo de "eventos", término con el que realmente definía una fiesta privada dónde lo ilegal se volvía legal por el dinero en la cartera de papá, el director de Bram Stoker, tataranieto del verdadero Bram Stoker. Nunca habías asistido a aquellas fiestas encubiertas porque eran para los alumnos SSR, es decir, los hijos de los principales dirigentes, tanto económica como políticamente, de la alta sociedad del país. Estos alumnos se diferenciaban del resto con una corbata carmesí y, aunque no pareciese real, no había un clasismo encubierto. No existía a diario una gran diferencia entre ellos y el resto de alumnos. De esta forma, que Aerin se hiciese mejor amiga de una de las estudiantes nuevas becadas de tercer año, tú, no le sorprendía a nadie.
Ni siquiera existía un trato especial para con estos alumnos por parte de los profesores. Es como si ellos hubiesen con su personalidad y acciones, hecho olvidar al resto de su verdadera posición social. Gesto que se observa en cómo no existía un grupo de populares diferenciados intocables. Salvo el grupo de Park Sunghoon, alumno obviamente SSR que junto a sus amigos Heeseung, Jay, Jake, Sunoo, Jungwon y Niki; se mantenían como el único grupo en todo Barm Stoker conformado por sólo alumnos SSR de distintos cursos.
Aerin y tú érais del mismo curso que Sunoo y, pese a lo anterior mencionado, Sunoo había mantenido plenas conversaciones amigables contigo e incluso él te consideraba una amiga. Pero no del grupo que, desde tu punto de vista, parecía una fraternidad llena de secretos. 
Podía ser que era por malas experiencias del pasado, pero una parte de ti siempre esperaba lo peor de Aerin, o lo peor de Sunoo. Todos ellos compartían esa sonrisa que jamás llegaba a sus ojos, un gesto que, bajo tu juicio, resonaba a una amistad llena de un vacío que jamás se podría cubrir. Aunque también podía ser simples suposiciones, pues Aerin no había sido mas que amable y Sunoo, más de lo mismo.
Cierto era que habías notado una ausencia de envidia o celos de los alumnos de tu rango hacia ellos. Ni una queja, ni ningún mal deseo. Ni una revolución. Es más, parecía que estaban deseosos de tener la atención de los SSR, especialmente de Sunghoon, la cara de la Academia. Un deseo que no compartías y que, siempre que escuchabas conversaciones en el baño de las chicas o tus compañeros de clase te comentaban algo entre as líneas de "ojalá poder estar con ellos", la extrañez era sembrada en tu interior. No te habías acercado primero ni a Aerin ni a Sunoo y no creías que hubieras tenido esa necesidad si ellos no lo hubieran hecho. Y, con respecto a Sunghoon, mientras sus ojos no se encontrasen con los tuyos, escapar era todavía posible.
—¡Qué buena idea!— Dijiste sin saber muy bien qué responder ante la noticia de otro evento al que, por normas establecidas desde un criterio un tanto desconocido para ti, alumnos de tu rango no estaban invitados. Aerin frunció el ceño rápidamente y sentiste un miedo irracional a haber dicho algo equivocado o a que hubiese notado tus miradas furtivas hacia Park Sunghoon. —¿Por qué el desinterés?— Su comentario, como tantos otros que desde su ruptura con Sunghoon te había dirigido, volvió a descuadrarte por un instante. Pero, y similar a lo que siempre sucedía, como si se hubiese acordado de algo tremendamente importante, ignoraba su propio comentario, en este caso una pregunta, para continuar con su monólogo, volviendo a sonreír de esa forma tan... SSR.
Aquel cambio en la actitud de Aerin hacia ti en instantes como éste fue paralelo a su desastrosa ruptura con Sunghoon. Dos semanas tardó Aerin en darse cuenta de que verdaderamente Sunghoon iba en serio en aquella conversación que, sin querer, habías escuchado un sábado lluvioso de noche, volviendo de la biblioteca de la Academia, dirigiéndote a los dormitorios que te correspondían, los de los alumnos no SSR, los azules. Además del lujo, la única diferencia con los otros era que se encontraban en un edificio separado de la Academia, al aire libre.
El libro de Literatura Universal era bastante pesado y ocupaba incómodamente gran parte la circunferencia deforme que tus brazos doblados y unidos realizaban para poder agarrarlo. Tus bailarinas negras sin tacón conseguían no hacer ruido al entrar en contacto con el suelo de baldosa a cada paso, siendo sólo posible escuchar el ruido de la lluvia. Hasta que, justo cuando ibas a girar la esquina para seguir con tu recorrido, la voz de Aerin te hizo pararte en seco justo cuando te ibas a adentrar en el pasillo en el que ella estaba.
—¿Cómo que quieres romper conmigo? ¿Tú sabes con quién estás hablando ahora mismo?— Su voz sonaba con un toque de ferocidad que jamás habías escuchado en ella al sólo conocerla desde hace un mes en este momento. El silencio le respondió. —No sólo asientas con la cabeza, Sunghoon. Eso siempre me ha sacado de quicio— Recordaste cada vez que asentiste como respuesta a una pregunta de Aerin y fue ahí donde empezaste a notar esa sonrisa SSR y, así, el modelo de sonrisa SSR.
Escuchar el nombre del mencionado te cortó la respiración del susto. ¿Por qué del susto? ¿Qué es lo que pasaba? Seguías confundida por cómo te estabas sintiendo mientras tratabas de pegarte a la pared, escondiéndote. Apretaste más el libro contra ti. 
Entonces escuchaste la voz que llamaba al latido de tu corazón a revolucionarse, como si fuese dueña de ellos, de él. Pero no de manera romántica, sino de una forma primitiva, casi depredadora. Sonaba grave, aterciopelada y un poco nasal. A tus oídos, estúpidamente un Beethoven. ¿Cómo era posible que una voz fuese catalogada de esta manera por cómo tu cuerpo se sentía al escucharla? No sabías.
—Cállate. Me tienes harto, Aerin— Frío.
—Nunca quise esto y sólo acepté por mi padre y lo sabes— Egoísta.
—Ah, espera... No me digas... ¿Te has enamorado de mi?— Narcisista.
Podías hasta casi oír la sonrisa ladina burlesca con la que había pronunciado aquellas palabras.
Fue tal y como Aerin en dos semanas te describiría a Park Sunghoon. 
Sus palabras tan duras envueltas en el sonido tentador que su voz era te aterrorizó por completo porque, en vez de cesar todo aquel juego que considerabas individual del observar el efecto que Park Sunghoon tenía sobre ti, no cabía en tu cuerpo la necesidad de volver a jugar. Así, te fuiste de aquel pasillo sin escuchar más.
Dos semanas después te "enteraste" de lo sucedido y, a partir de ese encuentro, notaste el cambio en Aerin y el esquema, además del espejismo, en el que todos los SSR parecían estar dentro.
—Bueno, olvida eso. Lo importante es que, esta vez, estás invitada— Dijo Aerin cambiando de actitud mientras daba saltitos y te abrazaba efímeramente. No te dio tiempo a corresponder el abrazo. —¿Cómo? Pero, ¿eso es posible? ¿No va contra las normas?— Aerin te miró como si tuvieras tres ojos y no dos durante un momento, para después ignorar tu negación. —Todo está permitido y es legal, creo que ya sabes quién soy— Se rio y la mención de su identidad te produjo un escalofrío.
La principal razón por la que existía una aparente igualdad entre los alumnos era porque nadie hablaba de quienes eran en realidad. Todos lo sabían, pero ellos jamás habían forzado ese conocimiento en el resto. ¿La razón? Desconocida. Así, te reíste nerviosamente, haciendo como si no hubieses escuchado sus palabras. Los ojos de Aerin brillaron. Respuesta correcta.
—No acepto un no por respuesta. El impresentable va a estar allí y necesito a mi mejor amiga para que me apoye— Su brazo rodeó tus hombros mientras os girabais para ir a clase, apareciendo Park Sunghoon en tu campo de visión, el cual estaba hablando con Heeseung y Jake cerca de la escalera por la cual le habías visto bajar inicialmente.
Estabas tan centrada en Aerin que pensaste que Park Sunghoon sólo había bajado las escaleras para después desaparecer, pero parece que había estado ahí todo el tiempo tras encontrarse con sus amigos. Fue inevitable no mirarlo mientras se te secaba la garganta y decías un "Claro Aerin" al no poder dejar jamás que ella te pirase mirándole. Aerin casi paró en seco tras darse cuenta de la presencia de Park Sunghoon. Tras titubear un momento, retomó el paso a una gran velocidad que te sorprendió. Así, con tu mente sumergida en la sorpresa, tus ojos aprovecharon para dirigirse hacia él y tu corazón latió con fuerza. Como siempre, Park Sunghoon parecía inmune a hacer contacto visual contigo. Te miraba como si estuviera mirando al vacío, haciendo un contacto similar al que haces al confundirte y sonreírle a una persona que en verdad, estaba mirando a otra parte.
Así habías llegado a la conclusión de que, en verdad, debía de estar siempre mirando en otra dirección. No provocabas en él lo que el provocaba en ti. Además, no sentías que el mismísimo Park Sunghoon mirase en tu dirección las mismas veces que tú le mirabas.
Tu interior quería su atención, la necesitaba de una forma que nunca conseguía dejar de sorprenderte. Pero él seguramente miraba a Aerin, arrepintiéndose estos dos últimos meses de su decisión de abandonarla, de ser ese Park Sunghoon frío, egoísta y narcisista, de no ser él. La conexión tan individual que sentías hacia él te hacía pensar de esta manera, apenas sin conocerlo. Unos dirán idealización, otros dirán una búsqueda de entendimiento de tus propios gustos. Yo digo una satisfacción de los deseos de tu yo más profundo que parecía que sólo él podía brindarte...
Pero él estaba por Aerin. Estabas convencida.
Pero oh, cómo te equivocabas.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Tras llegar al comedor casi escapando de su ex, Aerin te sentó en uno de los bancos, justo al lado de Sunoo. La miraste con duda, temiendo su reacción ante el encuentro con Park Sunghoon. Pero, para tu sorpresa, y en contradicción con sus apretados puños casi blancos por sus puntiagudas uñas, estableció. —El evento es este sábado, siento que te avisara tan tarde pero me estaba asegurando de que pudieras venir con seguridad y déjame decirte que... qué segura estoy— Pronunció esto último mirando hacia el horizonte, gesto que te descuadró un poco. Miraste a Sunoo, el cual te la devolvió con una sonrisa ladina. —¡Hay que prepararse!— Le sonreíste de vuelta mientras un sentimiento asfixiante se asentaba en tu pecho. Lo llamaste hambre pero y tras comer, el hambre no puede durar... ¿verdad?
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Park Sunghoon no estaba mirando a Aerin precisamente. Desde que te vio por primera vez, todas sus convicciones de haber estado vivo temblaron -y mira que ha estado vivo por mucho tiempo-, ya que fue observándote (y después de hacerlo) cuando fue totalmente consciente de que no estaba ciego, de que sus ojos observaban una realidad cuyos colores sólo podía conocer a través de ellos, que realmente observar es una acción impersonal en la que el objeto que ha conseguido toda su atención, se vuelve lo más importante para él, aunque sólo sea por un segundo, una milésima, un simple pestañeo.
Cuando Park Sunghoon te observaba, no podía centrarse en nada más. Pero esta esclavitud de su concentración no estaba producida por resultar cautivado ante tu presencia, no. Era porque, por muy irracional que sonase, Park Sunghoon se sentía responsable de cada movimiento que hacías, cada respiración, cada paso. Era totalmente exasperante. Poco a poco, su sanidad se veía intoxicada por ti y, cuando eran tus ojos los responsables de su gran carga, Park Sunghoon quería más de ti. ¿El qué exactamente? No tenía ni la remota idea. O de eso se intentaba convencer.
Tampoco, según él, tuviste ninguna influencia en su decisión de terminar su trato, su engaño con Aerin. Y, tras ahora abandonar el hall con su ex, tampoco sintió las inmensas ganas de que te dieras la vuelta, volviéndole a brindar toda tu atención.
—Parece que Aerin te sigue odiando, Sunghoon— Sim Jake mencionó mientras que, con los brazos cruzados en el pecho, hacía una mueca de cansancio hacia donde Aerin antes se encontraba contigo. Eran primos lejanos y, tantos años juntos (demasiados), habían creado una atmósfera un tanto extraña. Su pelo rubio se movió también, al nunca estar tan controlado por Jake como le gustaría. Esto lo distrajo por un momento y no se fijó en como Sunghoon siguió mirando hacia aquella salida, contemplativo. Gesto que no paso de largo por Lee Heeseung.
—Ah, ya.— Fue simplemente lo que Sunghoon le respondió. A esto, Jake gesticuló con cierta energía.
—¿Esa es tu reacción? ¿No estuvisteis saliendo juntos durante todo el verano?—Sunghoon miró a Jake con cierto aburrimiento.
—Nunca fue seriamente— Jake miró con shock a Heeseung mientras cerraba la boca.
Heeseung, tras mirar un segundo a Sunghoon, hizo contacto con Jake y tras ver su sorpresa, rompió su silencio. —¿Qué? ¿No lo sabías?— Jake negó con la cabeza un poco, todavía sorprendido. Heeseung rio mientras le daba un suave golpe en el brazo. —Eso te pasa por siempre irte a Australia en verano— Jake lo empujó y comenzó a caminar hacia el comedor, negando con la cabeza.
—No es mi culpa que mi familia sea de allí— Refunfuñando, fue seguido por Heeseung. Sunghoon, un tanto sonriente ante las reacciones de su amigo, les siguió también, unos pasos por detrás.
Jake, que iba unos pasos más por delante, se giró y, tras dirigirle una mirada de disculpa, se colocó junto a Sunghoon. —No pasa nada, Jake— Rio este último mientras Heeseung esperaba a que llegasen a su altura, aprovechando para seguir observando la actitud de Sunghoon. —¡Perfecto entonces! Porque me acabo de acordar de la gran noticia. Aerin hará otro de sus eventos este fin de semana—.
Llegaron a la altura de Heeseung y Sunghoon simplemente resopló. —Vamos Sunghoon, el rol de vegetariano no te va muy bien—
Heeseung miró a Jake de soslayo, esperando que no siguese por ese camino. Sunghoon se tensó al momento. —No soy un asesino—.
Su tono frío le recordó a Jake por qué era un tema sensible pero, buscando reconfortar a su amigo, continuó.
—Tranquilo Sunghoon, es sólo pasarlo bien. Nunca ha muerto nadie así que no deberías— Heeseung interrumpió. —Mejor cambiamos de tema, ¿vale?—
Siendo el mayor de los tres, tanto Jake como Sunghoon dejaron de mirarse para asentir y continuar caminando. —Ahora que lo pienso no se si suena tan bien... Aerin va a llevar a su amiga, así que será su protegida— Jake lo mencionó con toda la buena intención del mundo, pero a Sunghoon no le gustó ni un pelo el tono decepcionante que usó Jake ni la mirada compasiva que Heeseung le dirigió.
Una necesidad casi primaria de prohibir a todo aquel que no sea él de mencionarte en los términos a los que Jake se refería perforó sus instintos y casi llegó a hablar para expresar tu súbito estatus como suya. Claro que Sunghoon fue el primero que se paró a sí mismo, extrañado ante sus sentimientos y negando absolutamente una posibilidad de necesitar protegerte o, peor aún, de morderte.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Llegó el sábado sin anormalidad ninguna. Tampoco era como si estuvieses esperando algún cambio en la monótona vida académica que llevabas, o eso te repetías continuamente. El final del semestre se había dado el día después de que Aerin te invitara a aquel evento y de que te lo anunciara. Así pasaste el miércoles, jueves y viernes sin clases en tu dormitorio sólo compartido por ti y tu soledad. Aunque no sólo estuviste pudriéndote en tu cama con un buen libro, sino que también quedaste con Aerin y Sunoo en una especie de bosques interiores que existían en la Academia.
Un diseño arquitectónico que jamás habías visto, pues toda la academia se encontraba cubierta de patios interiores con la única excepción de la salida a los dormitorios de los alumnos azules.
Acostumbrada a las ventanas y, especialmente, a estar en contacto con el Sol, la estructura de las aulas y de la academia entera en general te resultó al principio un tanto agobiante. Techos infinitos que formaban triángulos afilados apoyados en altas paredes que sólo se encontraban agujereadas por ventanas en lo más alto. Escuchar por primera vez las campanadas de lo que parecía Notre Dame te había sorprendido. Antes de trasladarte, sabías de la apariencia tétrica de la academia, pero cada techo formaba un escondijo perfecto para el mismísimo Fantasma de la Ópera.
Pero nadie más que tú parecía extrañada, así que la normalidad fue sencillamente fácil de alcanzar.
La tela roja que conformaba tu vestido imitaba a tu propia piel al abrazarse con gracia y elegancia a la silueta de tu cuerpo. Sunoo te había convencido para elegir aquel vestido, haciendo hincapié en su gusto exquisito, cualidad que la misma Aerin no compartía pese a ser también una alumna SSR. Ella vestía bien, pero Sunoo más. La mirada indescifrable que Aerin te había regalado tras verte con aquel vestido a la salida de la academia (el evento se celebraba en una de las tantas casas sofisticadas de propiedad del director de la academia, es decir, del padre de Aerin), provocó una cierta inseguridad en tu apariencia. Fue Sunoo que, tras encargarse de tu pelo, asesinó cualquier sentimiento de duda.
—Estás exquisita—Estableció tras hacer contacto visual a través del espejo que el chófer de Aerin siempre traía consigo. Tu ceño se frunció ligeramente ante el uso de aquel adjetivo entre los tantos similares que podría haber usado pero, centrándote en la Luna que se dejaba ver a través del cristal, sonreíste con gratitud.
Aerin con su vestido verde oliva también lucía absolutamente preciosa y, la forma en la que había mencionado a Sunghoon con tono de venganza, entre las líneas de "se arrepentirá de haberme dejado" tras Sunoo alabarla, sonaba más a una auto convicción que una promesa.
No decidiste prestar atención a cómo siguió la conversación porque... Sunghoon. Una adrenalina provocada por un estímulo que no sabías muy bien identificar se había asentado en tu vientre, haciendo casi temblar tus manos. Ahora el hambre era adrenalina.
Tu intuición te avisaba de que hoy no iba a ser como las otras veces, una presa que consigue escapar por la indiferencia de su depredador. Hoy, tu intuición te hacía asesina de tu propio juicio, o eso es el destino que ésta selló. ¿Iba a ser así? No tenias la prueba científica... ni siquiera sabías exactamente por qué te sentías así. Pero, cada vez que Park Sunghoon se hacía camino entre tus otros pensamientos hasta llegar al centro de tu mente consciente, la adrenalina se descontrolaba. Morirías de hambre a este paso.
Aunque tu juicio, todavía vivo, no quiso atender, ya que ¿por qué pasaría algo con Park Sunghoon justo hoy tras tres meses de simple atracción no correspondida?
De nuevo, erraste en el primer momento en el que estableciste que a Park Sunghoon le eras indiferente.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
El trayecto fue corto y simple, lleno de ilusión. No sabías que te esperaba y la cantidad de anécdotas que Aerin y Sunoo te contaban hicieron que tuvieses grandes expectativas. Tenías pensado pasarlo bien, intentando ignorar tus presentimientos, ya sean malos o buenos. Además de que todo iría bien, como muchas veces Aerin y Sunoo habían repetido porque ibas en calidad de su "protegida". Todavía no habías entendido muy bien qué significaba aquel término y las respuestas evasivas de Aerin no te aclaraban nada. Pero como estabas centrada en disfrutar del momento buscando cesar tu personalidad de naturaleza tan responsable que te ahogaba con el constante recordatorio de la existencia de consecuencias que tus actos podían llegar a producir, no insististe más.
Hasta que los viste. Varios pares, casi centenares, brillantes y puntiagudos, escondidos, casi tímidos en las distintas bocas por las que se asomaban. Colmillos.
Entrar en la fiesta que se estaba dando en la piscina no supuso ningún alteridad de tu intención inicial: pasarlo bien porque todo iría bien. Ni rastro de colmillos, nada. Simplemente te extrañaron dos cosas. La primera: ¿cómo una fiesta con tanta gente tenía tan poca iluminación, dependiendo solamente de la luz de la luna para ver? Aerin te habló de un apagón temporal. La segunda: ver la cantidad de parejas que se encontraban besándose en el cuello. Sunoo te dijo que eras demasiado inocente, hecho probablemente cierto.
Nada alarmante, nada alterante. Hasta que, tras estar bailando cinco canciones seguidas con Aerin y Sunoo (realmente te lo estabas pasando en grande), un pin pon con un borracho Jungwon y un descanso en la cocina con Jake y más conocidos; te excusaste para ir al baño.
Llevabas cerca de dos horas en aquella fiesta y sin una gota de alcohol en el estómago (sorprendentemente sólo había vino y Aerin no te lo recomendó al ser de mala calidad, pese a, después y desde la cocina, verla bebiéndolo), pensaste que buscar el baño no iba a suponer un gran reto. Pero te perdiste y caminando por el segundo piso sin rumbo alguno, la suerte preció estar de tu lado cuando lo encontraste.
Todo iba tan bien, tan perfectamente bien que mientras acercabas tu mano al pomo de la puerta entreabierta sonreíste para ti misma, sintiendo que habías juzgado todo demasiado meticulosamente, dándole la razón a tu madre. Hasta que lo escuchaste.
—Muérdeme, por favor— Una voz femenina y un sonido de piel desgarrándose rompieron el silencio de aquel blanco pasillo del segundo piso y, levantando la cabeza, viste a un Heeseung mordiéndole el cuello a una chica que no conocías haciéndolo sangrar.
Tus mofletes se calentaron y te apartaste rápidamente. Los gemidos de ella y los gruñidos de él anularon cualquier sonido que pudiste llegar a hacer mientras te alejabas, buscando volver a la piscina. Buscabas quitarte aquella imagen de la cabeza, aunque la sorpresa era indudable. Sabías que había gente a la que el dolor le producía placer y nunca te habías considerado una de esas hasta que viste aquella sangre corriéndole por su cuello. ¿Por qué tu cuello no paraba de palpitar?
Bajaste la escalera y echando una ojeada al primer piso para distraerte, volviste a encontrarte con la misma posición. En este caso, era Jake con una chica que tampoco conocías. Rápidamente seguiste bajando las escaleras, llegando al porche. Tu corazón latía demasiado fuerte y decidiste pese a lo que Aerin te había dicho, beber el vino servido. Necesitabas alcohol para quitarte aquella sensación.
Así te llevaste el vaso a la boca en la soledad de una desierta cocina. Todos estaban en la piscina bailando o besándose el cuello, pues la cantidad de parejas parecía haberse multiplicado desde el inicio de la fiesta. Verlas así te devolvió el recuerdo de lo que minutos antes habías visto y, ya sin dudas, te llevaste el vaso a la boca.
Un sabor metálico y un tanto caliente hizo contacto con tu lengua. Escupiste al momento. ¿Por qué aquel vino sabía a sangre? Abriste la nevera con la necesidad de quitarte aquel horrible sabor de la boca y las viste.
Más de veinte envases de plástico con etiquetas que ponían nombres de distintos animales en rojo te recibieron tras abrir la nevera. Era sangre de animal. El estómago te dio un vuelco y sentiste arcadas. Rápidamente fuiste al grifo y bebiste agua pese a nunca gustarte beber de él.
Mientras te limpiabas la boca notando que el gloss todavía resistía en tus labios, lo que habías visto anteriormente ya no te pareció una simple coincidencia. Así, con el ceño fruncido y una valentía calculadora, te acercaste a la piscina y observaste tus alrededores,¡. Destellos blancos similares a perlas parecían reflejar la luz de la Luna en aquellas parejas que ya no estaban unidas por un beso. Mirándolo mejor, era un mordisco.
Tu respiración se aceleró casi entrando en un ataque de pánico hasta que viste la figura de Aerin y Sunoo. Sintiéndote infinitamente aliviada, ibas a empezar a caminar para ir hacia ellos hasta que Sunoo abrió la boca tras acercarse al cuello de Aerin y viste con tus propios ojos como los dientes de Sunoo se transformaban en afilados colmillos que perforaron la piel de Aerin, haciéndola sangrar.
Las caricias de Aerin y sus ojos cerrados por placer fue la señal que necesitaste para darte cuenta de que había un consenso, de que esto era normal, de que esto era lo que pasaba en estos eventos.
Tu mente empezó a dar muchas vueltas, especialmente por el hecho de que no sabías muy bien qué tipo de culto de imitación vampírica se estaba llevando a cabo. Tu respiración se aceleró y entraste de nuevo en la casa, buscando escapar. Subiste la escalera hasta el primer piso sin darte cuenta de que Jake podría seguir allí (tampoco pensaste en ello del estado de shock en el que estabas entrando). Esta vez subiste hasta arriba de todo, no parando en el segundo piso. Necesitabas alejarte de fuese lo que fuese que estaba pasando abajo y, por alguna razón, ir arriba del todo. Necesitar ir arriba del todo.
Rápidamente, llegaste a la cima de las escaleras que consistía en una puerta ligeramente normal para el lujo del resto de la casa. Estaba entreabierta y la brisa nocturna salía de aquella. Justo lo que necesitabas en ese momento, lo que más anhelabas en ese momento estaba detrás de esa puerta. Así, cumpliste esa necesidad abriéndola y penetrándola.
Con las manos en los bolsillos y sus dos mechones de flequillo moviéndose en un dócil aleteo que la brisa nocturna provocaba, la figura esbelta e imponente de Park Sunghoon te recibió y sus profundos y mortales ojos se clavaron en tu persona sin titubeo ni expresión, pero con la intensidad de un contacto anhelado en sueños.
"Él es lo que necesito, mi sueño cumplido"
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
notes 1: la segunda parte está en camino y esta semana estará terminada... no tengo pensado hacer más así que esto sería un one shot de dos partes (?). aunque si se me ocurre algún drabble pues quién sabe juju. espero verte en la segunda parte ilysm <3
ʕ•̫͡•ʕ•̫͡•ʔ•̫͡•ʔ•̫͡•ʕ•̫͡•ʔ•̫͡•ʕ•̫͡•ʕ•̫͡•ʔ•̫͡•ʔ•̫͡•ʕ•̫͡•ʕ•̫͡•ʔ•̫͡•ʔ•̫͡•ʕ•̫͡•ʔ•̫͡
notes 2: omg!! el primer fic en español que escribo por aquí... veremos. si te ha gustado puedes dar un like y rebloguear y, si te sientes amable, un comentario me haría super happy. no he visto muchos blogs escribir en español de enhypen e intimida un poco 🙂‍↔️ solo espero que te lo hayas pasado bien leyéndolo como yo escribiéndolo jusjus. i love you <3
48 notes · View notes
psicotaipan · 6 days
Text
Entras en las redes y todo el mundo quiere venderte algo, un curso, una suscripción, un producto, una idea, o a si mismos.
"Bienvenid@s al Mercado Sin Amor“, que decía el escritor Kurt Vonnegut.
Tumblr media
21 notes · View notes
u-emo-r · 27 days
Text
Tumblr media
𝑹𝑶𝑴𝑬𝑼 𝑴𝑶𝑵𝑻𝑬́𝑸𝑼𝑰𝑶.
Atenção,  atenção,  quem  vem  lá?  Ah,  é  ROMEU  MONTÉQUIO,  da  história  ROMEU  E  TADEU!  Todo  mundo  te  conhece…  Como  não  conhecer?!  Se  gostam,  aí  é  outra  coisa!  Vamos  meter  um  papo  reto  aqui:  as  coisas  ficaram  complicadas  para  você,  né?  Você  estava  vivendo  tranquilamente  (eu  acho…)  depois  do  seu  felizes  para  sempre,  você  tinha  até  começado  a  ESCREVER  UM  DIÁRIO…  E  aí,  do  nada,  um  monte  de  gente  estranha  caiu  do  céu  para  atrapalhar  a  sua  vida!  Olha,  eu  espero  que  nada  de  ruim  aconteça,  porque  por  mais  que  você  seja  CARISMÁTICO,  você  é  EMOCIONADO,  e  é  o  que  Merlin  diz  por  aí:  precisamos  manter  a  integridade  da  SUA  história!  Pelo  menos,  você  pode  aproveitar  a  sua  estadia  no  Reino  dos  Perdidos  fazendo  o  que  você  gosta:  ESCREVENDO  DARK-ROMANCES  ERÓTICOS  DE  FANTASIA  MEDIEVAL. 
𝐇𝐂
░░░ “Mr. Moore Owens Rivers Travis Elandurian” ou apenas “M.O.R.T.E.” é o tenebroso pseudônimo que Romeu Montéquio escolheu usar para a publicação dos seus romances. Assolado pelo horroroso fato de que o fim da jornada se aproxima, o jovem Montéquio canaliza seus sentimentos mais pesados através de contos que ... poderiam muito bem ocupar as prateleiras do Wattpad! — se isso fosse uma possibilidade para ele;  o homem fadado a morrer antes de conhecer o tal “Wattpad” apropriadamente… Veja bem. Na segunda-feira, Romeu estava feliz em um relacionamento saudável, com a pessoa amada (Tadeu) e uma xícara (sua xícara favorita azul) de café com leite logo à mesa. Na terça-feira, ele encontrou um amontoado de pessoas vestidas com roupas engraçadas e, meio minuto depois, experimentou a sombra do destino se fechar ameaçadoramente sobre sua garganta. A xícara, nas mãos trêmulas do dono, quebrou com um baque violento no chão. É claro que o homem odeia os "Perdidos"! Foram eles que arruinaram tudo — até mesmo, pasmem: o seu amado feliz-para-sempre casamento! 
░░░ Isolado do resto do mundo, Romeu passou as últimas semanas (meses) trancado no seu escritório — The Almost-Deceased’s Office —, sem dar a ninguém o som de qualquer palavra; ou mesmo o som de qualquer suspiro. Ao que parece, o mundo está tentando encaixar esse bando de alienígenas no sagrado curso das histórias e Montéquio se opõe com todas as forças à tentativa. Mas por mais miserável que isso soe, uma formiga solitária não ergue um formigueiro; o que significa que Montéquio vêm abrindo a porta do escritório com maior frequência e, acredite ou não: interagindo cada vez mais com os outros! Não por desejo do seu bondoso coração, é claro, mas porque concluiu que seria mais simples unir-se aos inimigos do que enfrentá-los sozinho. Obviamente que ele têm as suas reservas quanto à empregar um dos perdidos, mas a hipótese de ter um servo particular já não parece tão amedrontadora — especialmente se esse servo estiver disposto a ajudá-lo a reconquistar o coração de Tadeu…
░░░ The Almost-Deceased’s Office.  Era uma vez… um lugar iluminado. Repleto de esperança e sonhos e esboços de histórias felizes em que o par principal sempre termina com sorrisos de orelha à orelha. Então, um míssil teleguiado metaforicamente falando entrou pela janela do lugar e explodiu tudo — tudo; abandonando ruínas do que um dia foi o escritório do estimado e honrado (talvez não-tão-honrado) Romeu Montéquio. Com as persianas abaixadas e apenas a luz fraca da lamparina iluminando a mesa, você dificilmente pode chamar o lugar de “escritório", mas as coisas são como elas são. Montéquio mantém à direita uma pilha gordurosa de pratos usados e, à esquerda, uma pilha de canecas sujas. O chão foi coberto com papel sulfite, amassado ou apenas jogado: todos eles rascunhos de projetos que o escritor há muito tempo abandonou. Após o infeliz término com Tadeu, o interior do cômodo se tornou seu novo mundo; ou pelo menos a única companhia que ainda o aceitava: suas próprias paredes.
░░ Agora, Romeu odeia a luz do sol. E o amor. 
░░ Sofre pelo ex-marido sete vezes por semana. 
░░ Não superou e, na verdade, é um pouquinho tóxico com esse lance desesperado de reatar o relacionamento… 
░░ É meio (muito) patético e prefere roupas pretas como se vivesse no tumblr de 2015.   
░░ Irá (e eu digo isso com propriedade!) ameaçar os intrusos (os perdidos) com a elegante caneta que usa no dia-a-dia.
░░ Bissexual.
11 notes · View notes
nevenkebla · 2 months
Text
Reentrada
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Fantastic Four (1961) #279 John Byrne (Escritor, dibujante)
— Reed Richards: Tu campo de fuerza es nuestra única esperanza, querida. Ahora, primero abre un agujero diminuto en este lado. ¡Deprisa! — Susan Storm: Pero eso hará que nuestro aire… ¡Oh, por supuesto! ¡Entiendo lo que estás planeando! ¡Ya está! — Johnny Storm: ¡Eh, funciona! ¡Nos movemos hacia la Tierra! ¡Pero esta burbuja tiene el aerodinamismo de un ladrillo! ¿Cómo controlamos el descenso? — Reed Richards: Todo está calculado en mi plan, Johnny. No te preocupes. Sue, cierra el agujero. Ahora relaja la tensión de tu campo de fuerza. Voy a darle a mi cuerpo una forma concreta. Deja que tu campo de fuerza la imite. ¡Eso es, querida! ¡Lo conseguimos! Empieza a aumentar la rigidez del campo en la parte delantera. ¡Perfecto! Una configuración aerodinámica perfecta. Ahora, Sue, conserva esa forma mientras yo recupero mi forma humana. — Johnny Storm: Pero… ¡Empezamos a calentarnos!
— Reed Richards: Ahí es donde entras tú, muchacho. La fricción de nuestra reentrada va a generar una tremenda cantidad de calor. Solo la Antorcha Humana puede protegernos de ello… ¡Absorbiéndolo en su propio cuerpo! — Johnny Storm: Me pongo, cuñado. ¡Pero será mejor que este viaje no sea muy largo! No podré absorber demasiado antes de tener que liberarlo… y si eso ocurre dentro del campo… — Reed Richards: No te preocupes, Johnny. La reentrada solo llevará unos ocho minutos desde aquí. Puedes hacerlo. ¡Debes hacerlo! — Johnny Storm: Haré… cuanto pueda. — Reed Richards: ¡Eso es, Johnny! ¡Eso es! Solo unos minutos más, hijo. ¡Unos pocos más! Máximo calor ahora, Johnny. ¡Aguanta! ¡Aguanta!
— Susan Storm: ¡Oh, Reed! ¡Johnny parece sufrir mucho! ¿Y si se está forzando demasiado? — Reed Richards: Lo conseguirá, Sue. Es un buen chico… ¡Un buen hombre! Ahora tú tienes que hacer otra cosa. — Susan Storm: ¿Otra…? Espero que no sea demasiado, Reed. Prácticamente, estoy atada solo con mantener este campo de fuerza contra la presión de la reentrada. — Reed Richards: Entonces esto debería facilitarte un poco el trabajo, cariño. Quiero que empieces a ajustar los contornos del campo. Vamos a usar el flujo de aire en lugar de luchar contra él. ¡Vamos a intentar dirigirlo! Empieza levantando el morro. Necesitamos hacer una entrada más directa. Eso es. ¡Lo estás consiguiendo! Ahora, gira la superficie de estribor… ¡Con cuidado! ¡Sí! ¡Funciona! Ahora… un giro de la parte de babor… ¡Excelente! ¡Justo siguiendo el curso! — Susan Storm: Pero… ¿Siguiendo el curso hacia dónde, Reed? ¿Dónde vamos? ¿A casa? — Reed Richards: No, Susan. Estamos sobre Europa Central. Aunque no estoy totalmente convencido de que el Doctor Doom esté detrás de esto, el mensaje amenazador que recibimos sí se originó en su país, Latveria. Ahí es donde vamos. ¡Vamos directos al castillo de Doom!
— Johnny Storm: ¡Reed! ¡No… puedo contenerlo más! ¡Tengo que soltarlo! — Reed Richards: No pasa nada, Johnny. ¡Tu trabajo ha terminado! Sue, abre el campo de fuerza para dejarlo salir. She-Hulk, ahora necesitaremos tu fuerza y casi invulnerabilidad… ¡Como ariete vivo! — Johnny Storm: ¡Ahhh! ¡Justo a tiempo! — Reed Richards: Muy bien, She-Hulk, prepárate. Sue, deja que tu campo de fuerza se ablande y nos cubra a todos… para amortiguar el impacto. — She-Hulk: ¿“Impacto”? Eso no parece una palabra lo bastante fuerte para describir la potencia con la que vamos a chocar, Reed. Preferiría decir… ¡Es la hora de las tortas!
17 notes · View notes
hermeneutas · 18 days
Text
Sobre os Primordiais - Ponto e Tálassa, os Mares.
Dando continuidade a nossa série de posts sobre os protogenoi, os Deuses Primordiais, desta vez focando em duas deidades interessantíssimas que encarnam aspectos poderosos da existência: Tálassa e Ponto, os Mares.
Descritos pelo ilustre Hesíodo como as Potências mais antigas dos oceanos, Ponto e Tálassa são os genitores de todas as criaturas do mar, principalmente os peixes. Juntos eles personificam o próprio elemento líquido e a vastidão oceânica, misturados eternamente. Ambos Deuses são descritos como pais dos daimones chamados de telquines, descritos como divindades com cabeça de cão e corpo de foca responsáveis pela invenção da metalurgia e pela forja da temível foice de Cronos, o Rei dos Titãs. Zeus, nas narrativas escoliásticas e do romano Ovídio, os teria punido por seu uso maligno de mágica e jogado-os ao Tártaro.
Nos mosaicos greco-romanos Tálassa é representada como uma mulher maternal vestida em algas, com chifres que imitam as pinças de um crustáceo e portando um remo na mão, já Ponto é representado como o rosto de um homem maduro e barbado emergindo da água, com pinças de crustáceo como chifres e cabelos nas cores do mar.
Ponto em si é descrito como o pai, junto a Gaia, a Mãe-Terra, de diversos Deuses do mar: Nereu, o Velho dos Mares, oráculo marítimo e Deus dos peixes; Taumante, Deus das maravilhas do mar; Fórcis e Ceto, Deuses dos horrores marítimos, monstros das profundezas e baleias e Euríbia, Deusa do poder de dominar os mares.
Os nomes deles em si são variações da palavra mar em grego antigo. De modo interessante, Tálassa é descrita pelos órficos em seu hino como mãe de Afrodite, deidade nascida da união das partes retalhadas da genitália de Urano, o Deus-Céu, atiradas ao mar.
E embora ao menos um destes protogenoi contem com um hino, os relatos de culto de ambos são escassos nas fontes mais confiáveis, aparecendo mais em representações poéticas como a antiquíssima Teogonia ou o tardio Dionisíacas, do escrito grego Nono. Suas funções e aspecto também são curiosamente replicadas pelos titãs Oceano e Tétis, descritos como pais dos rios da terra, dos seres marítimos e de diversas divindades, as oceânides.
Mesmo assim, há fragmentos de preces e descrições de Pausânias que apontam para a presença de Tálassa em templos dedicados a Poseidon. Nos escritos da Haliêutica, um guia de cinco livros sobre a arte da pesca em escrita símile ao estilo de Homero, o escritor greco-romano Opiano descreve uma prece para os Deuses do mar (Daimones Thalassoi), incluindo Tálassa entre eles.
Por fim, findamos mais um post sobre os Deuses Primordiais que compõem nosso mundo e espiritualidade politeísta. Paz a vós!
Tumblr media
Hino Órfico a Tálassa, tradução de Rafael Brunhara.
"A ninfa do Oceano eu chamo, Tétis de olhos glaucos, soberana de escuro véu, corredora ondeante, com brisas de doce sopro pulsando pela terra, quebrando em praias e abrolhos as suas vastas ondas, na calmaria de moventes tenros turbilhões, (5) exultante de navios, umente nutriz de feras, mãe da Cípris, sim; e mãe das Nuvens trevosas, e das fontes florescentes em que fluem as Ninfas; Ouve-me, Deusa multi-insigne; prouvera ajudes, benfazeja, enviando bons ventos aos navios de reto curso, ó venturosa.  (10)"
Trecho da Haliêutica de Opiano, tradução livre.
"Sê misericordioso comigo, tu que és rei no trato do mar [Poseidon], filho governante de Cronos (Cronos), Cinturão da terra, e sê misericordiosa tu mesma, ó Thalassa (Mar), e vós, deuses que no mar ressoante tendes a vossa morada (Daimones Thalassai); e concede-me contar sobre os teus rebanhos e tribos criadas no mar."
Tumblr media
18 notes · View notes
chicosanchez · 11 months
Text
Tumblr media
He recibido libros nuevos, en perfecto estado, de algunas librerías que han cerrado o han reducido su espacio debido a la crisis económica. Por esto voy a regalar estos libros haciendo una oferta 2X1. Desde hoy 4 de noviembre de 2023 hasta el día 15 de diciembre a todo el que compre un ejemplar en papel de El curso de la vida, La Profecía de los Jaguares o La Gran Obra desde mi página web le enviaré dos libros por el precio de uno. Los enlaces donde los podéis comprar son estos: 
El curso de la vida: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-el-curso-de-la-vida
La Profecía de los Jaguares: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-profecia-de-los-jaguares
La Gran Obra: https://chicosanchez.com/libros/ols/products/libro-gran-obra-chico-sanchez-version-papel-historia-campesino-andaluz
Gracias por compartir
0 notes
pplivros · 2 months
Text
A Influencer – Ellery LLoyd
Tumblr media
Para seus seguidores, Emmy Jackson, a @Mama_semfiltro, tem uma língua afiada e não perde a chance de falar a verdade.
Para seu cético marido, um escritor caído no ostracismo que sabe bem como Emmy é capaz de aumentar a verdade, ela é absurdamente brilhante no que faz — monetizar os detalhes íntimos da sua vida familiar.
Para uma pessoa que a segue de forma perigosamente obsessiva no Instagram, Emmy é a mulher que tem tudo, apesar de não merecer.
À medida que o casamento de Emmy começa a ceder sob a pressão do estrondoso sucesso e sua bússola moral se desvia de rumo, sua família passa a correr cada vez mais perigo.
Narrado sob a perspectiva de três vozes nada confiáveis, o romance de Ellery Lloyd — pseudônimo do casal britânico Paul Vlitos e Collette Lyons — prende a atenção do leitor até a última página. Há uma diabólica conspiração em curso, pontos de vista diferentes para os mesmos fatos e, claro, mágoas que não podem ser resolvidas.
Ao explorar o lado sombrio do universo dos influenciadores e os perigos da hiperexposição da vida privada, A influencer surpreende ao demonstrar nossa necessidade quase desesperada de sermos vistos e validados nas redes sociais e questiona até onde somos capazes de ir em busca de likes.
A Influencer
Quando baixarem algum livro deixa o like e reposta para outras pessoas conseguirem baixar também.
7 notes · View notes
notasfilosoficas · 5 months
Text
“La historia es una galería de cuadros en la que hay pocos originales y muchos falsos”
Jules Michelet
Tumblr media
Fue un escritor e historiador francés, nacido en París en agosto de 1798, conocido por su obra de varios volúmenes “Historia de Francia”, que traza la historia de Francia desde los primeros tiempos hasta la Revolución Francesa de 1789.
Nació en el seno de una familia calvinista, su padre era un próspero maestro de imprenta y Jules le asistía en el trabajo de impresión. 
Estudió en el célebre colegio Lycée Charlemagne rechazando un puesto en la imprenta imperial. Fue un alumno destacado aprobando su examen universitario en 1821 y convirtiéndose en profesor de historia en el College Rollin.
En 1824 contrajo matrimonio con Pauline Rosseau en donde tenía padrinos poderosos como el político y escritor Abel-Francois Villemain y el filósofo y espiritualista Victor Cousin entre otros.
Michelet era más que un apasionado político, un hombre de letras y un investigador de la historia, publicó sus primeras obras escolares entre los años 1825 y 1827, produciendo diferentes esbozos y cronologías de la historia moderna. 
1838 fue un año de gran importancia en la vida de MIchelet, fue nombrado titular de la cátedra de historia en el Collège de France en un momento en que la actividad de la orden jesuita causaba cierta pretendida alarma. 
Ayudado por su amigo el escritor e intelectual francés, Adgar Quinet, abrieron polémicas conferencias en contra de la orden religiosa, era tal su fervor que sus cursos tuvieron que ser prohibidos al inicio del estallido de 1848, tiempo en el que emprendió y llevó a cabo una entusiasta “Historia de la Revolución Francesa”, durante los años que transcurrieron entre la caída de Felipe II y la instauración definitiva de Napoleón III.
Tras el golpe de estado de 1851, el hombre de ideas liberales, y republicanas, con la instauración del segundo imperio, se vio privado de su empleo en el Archivo Nacional y de su cátedra en el colegio de Francia.
Al tiempo en que continúa trabajando en su obra histórica monumental, emprende la publicación de una serie de libros extraordinarios como versiones extendidas de ciertos episodios o comentarios a volúmenes anexos.
En 1867 la gran obra de su vida es terminada y se trata de una edición compuesta de 19 tomos que abarca desde la historia antigua llegando a la muerte de Carlomagno, hasta la historia del siglo XVIII y el estallido de la revolución.
Michelet es probablemente el primer historiador en dedicarse a algo así como una historia pintoresca de la edad media, y su narración sigue siendo la mas viva que existe.
Aunque su investigación en manuscritos y textos impresos fue de lo mas laboriosa, su imaginación y fuertes prejuicios religiosos y políticos lo hicieron ver las cosas desde un solo punto de vista.
Michelet no pudo concluir la segunda parte de su obra titulada Histoire du XIX, llegando hasta la Batalla de Waterloo.
Jules Michelet muere a la edad de 75 años de un infarto agudo al miocardio y su cuerpo es enterrado en el cementerio del Père-Lachaise en Paris, uno de los cementerios mas celebres del mundo.
Fuentes: Wikipedia, phte.upf.edu
10 notes · View notes
liveinhecate · 11 days
Text
Lendo Maranhão... pt. 2
Se você é um pouco habituado a História do Brasil, você sabe que grande parte das análises dos nossos 500 anos em sua maioria são econômicas. Uma tendência das escolas históricas que ainda estamos tentando rever nos materiais didáticos, mas sempre que o assunto é Brasil Colônia, ou o período Imperial, a nossa divisão histórica é feita em ciclos de produção. A escrita maranhense não ia ser a contramão dessa prática.
História econômica é uma constante dos escritores do sertão maranhense, sempre numa perspectiva de como nos explorarem economicamente e nos fazer produzir. Iniciada com os relatos de viagem de Francisco de Paula Ribeiro, você não encontra documentos que quebrem esse padrão, e nesse caminho temos o livro de Adalberto Franklin, com uma proposta de fazer uma história econômica de Imperatriz, sem muito sucesso. Numa sessão antes da introdução, chamada de “explicação prévia”, o autor do livro faz uma ressalva, que apesar do título, a obra não se trata de uma análise aprofundada de história econômica, usa apenas os ciclos de produção econômicos da cidade para dividir e melhor estruturá-la.
Só é história regional, pois tem seu recorte geográfico bem colocado, mas não chega a usar a teoria para a produção. O livro funciona como uma grande revisão bibliográfica, não deixa de cumprir com a intenção de reunir “fontes”, seja produção historiográfica ou documentos sobre sul maranhense, tem uma consistência e um peso substancial, de fato, funciona como um convite ao pesquisador para um aprofundamento dos estudos. Não cabe aqui fazer uma critica sobre a escrita das monografias do curso de história em Itz, nem dos jornalistas metidos com seus resgates, mas é necessário que aja um cuidado na elaboração de um projeto de pesquisa em história que não costuma ser levado em conta na maioria das produções. *escrevi e sai correndo*
O livro conta com dois mapas no início, um deles inclusive é o mesmo da segunda edição de “O Sertão” da Carlota Carvalho, como os livros são da mesma editora, acho que aproveitaram a produção da APEM.  Os três primeiros capítulos falam da expansão da cidade durante a segunda metade do século XIX, e início do século XX. O primeiro sendo o ciclo econômico do gado e abertura de estrada no sertão maranhense (estradas que não vão vingar, mais detalhes no quarto capítulo), o segundo é o ciclo da extração da borracha na Amazônia, e o terceiro fica com o ciclo das castanhas.
3 notes · View notes