#colgando en tus manos
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spockulative · 1 year ago
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i want to know the 20th and 23rd songs
also the 11th bc it's november
aaand the 29th :)
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luchicm04 · 8 months ago
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day 17 - you'd sing in a duet with someone on karaoke
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jackredfieldwasmyjacob · 10 months ago
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CARLOS BAUTE????
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presumablydeadarm · 1 year ago
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FINALLY REDISCOVERED ONE OF MY FAVORITE SONGS & MUSIC VIDEO AS KID!!!!! YIPPEE!!!!!!! YAY!!!!
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noisuwa · 1 year ago
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@charvlotte // Claro, la suma de dos bellezas debía ser una aún superior, seguramente. Apretó dedos contrarios y le sonrió alentadora, demostrándole que no podría haber dicho algo mejor. Noi no pretendería que nunca había caminado de la mano con otra persona, ni diría que no había disfrutado de otras citas, mas estar con Charlotte le generaba un sentimiento distintivo. Aunque no había ahondado en ello aún. No lo haría nunca, si continuaba propio historial al respecto. Soltó suave risita. Claro, separarse sería difícil para Noi, quien no sabía patinar demasiado bien. Debía de confiar mucho en Lottie como para aceptar esa cita, se dijo—. Excelente, gracias, me deja más tranquila —admitió con una sonrisa que seguía juguetona. Pero para lo siguiente la suavizó un poco, volviendo a dar apretón a la mano ajena—. Me pondré en tus manos, entonces. No me dejes caer —pidió, aunque confiaba en la contraria, tanto en sus habilidades como en sus promesas. ¿Era raro que lo hiciera? No debería, seguramente. Pero no podía evitarlo con la contraria. Escuchó con extrema atención sus indicaciones, observando atenta sus demostraciones. Debía de hacerlo perfecto—. Me gusta más apoyarme en ti —jugó de nuevo, buscando relajar propia mente con un poco de chanza—. Pero creo que lo tengo. Ya verás, en poco tiempo seré tu competencia —tanto voz como actitud denotaban una confianza que no sentía, pero aún así siguió sus avances hasta el borde del hielo—. Sería embarazoso si tropiezo aún antes de entrar a la pista, ¿no? —fue lo que respondió, permitiéndose reír antes de tomar segunda mano, sonreírle agradecida y dar el paso definitivo. Había patinado antes, conocía un poco el sentimiento, pero la inestabilidad siempre le generaba malestar. Era la primera vez que este era mitigado por presencia de otra persona. Sonrió como si no sintiese una victoria en su tablero—. Ya, listo. Ahora es cuando me enseñas a dar saltos, ¿no? —dijo mientras probaba con disimulo su peso sobre los patines. Dejó un beso en una de sus manos antes de soltarla, un poco reacia, para poder avanzar en el hielo.
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' eso también. ' comentario se tiñe de humor característico cuando se encuentra en compañía de la aquila, pero negativa de cabeza casi parece dejar en claro que no habla en serio. ' prefiero presumir lo bonitas que nos vemos de la mano. ' entona bajito, casi avergonzada de propias palabras y, si baja un poco su cabeza, es por la poca costumbre que tiene de otorgar comentarios tan honestos como esos. acercamiento femenino parece revolucionar ligeramente su sistema y, ansiedad, repentinamente, ya no recae en poder deslizarse sobre el hielo, sino en hacerlo con ella. ' perfecto, porque no haré que separarte de mí sea tan fácil. ' asegura en ese mismo tono que carga diversión, denotando emoción que genera compartir algo que ama con la muchacha. dígitos se afianzan a los opuestos, nerviosismo disipándose ligeramente al sentir tacto femenino contra el suyo. ' si te caes, presentaré una queja por una pista en malas condiciones. ' sentencia, pero es veloz en ofrecer una carcajada suave, de esas que muestran un panorama ameno. ' iremos tranquilas, no permitiré que nada suceda. ' promete. ' solo te daré dos consejos. ' corrige, sin desear arruinar experiencia femenina con demasiada información que no les llevaría a ningún sitio. ' la postura ideal es con las rodillas semi flexionadas e inclinándote muy poquito hacia adelante. ' mención se acompaña de accionar que pretende mostrar la forma correcta de mantenerse estable sobre el hielo. ' eso disminuye las posibilidades de caída. ' no las anula, por supuesto, eventualidades siempre existían. ' si sientes que pierdes el equilibrio o que vas a caerte, apoya tus manos en las rodillas y mantén esa posición hasta que te sientas segura otra vez. ' agrega. ' o puedes aferrarte a mí, seré tu punto de apoyo si es necesario. ' asegura. ' eso es lo principal e importante. ' aunque, al final del día, caídas formaban parte importante de aquel deporte. ' vamos. ' concluye al ponerse en movimiento de forma lenta, pasos que le separan de la pista no son demasiados y, en un pestañeo, se encuentra sobre el hielo. afianzar agarre es automático y, a su vez, ofrece mano en libertad hacia ella si decide tomarla en búsqueda de estabilidad. ' ten cuidado. '
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qstarhalo · 9 months ago
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Como hoy es el día del idioma para qsmpblr, quería hacer una lista con todas las canciones que me han enviado y las que yo misma he elegido! ^^ ¡y si quieren enviarme más, por favor hazlo!
Español:
★ En la Ciudad de la Furia - Soda Stereo
★ Colgando en tus manos - Carlos Baute
★ Soñé - Zoé
★ Festival de las luces - Mueran Humanos
★ Japón - Mecano
★ Él Me Mintió - Amanda Miguel
★ Honey, No Estás - Bratty
★ Fuimos Amor - Esteman
★ Cariño - The Marías
★ ¿Porqué te vas? - Jeanette
★ Ahora Decide - Pimpinela
Portugués:
★ Se Eu Fosse Casado - Lui Lorenzo
★ Inveja - Lourandes
★ Avião De Papel - Carolina Deslandes, Rui Veloso
★ A Vida Toda - Carolina Deslandes
★ Lambada - Kaoma
Francés:
★ Tout le monde se presse - Sanseverino
★ Jalousie - Angèle
★ Démons - Angèle, Damso
★ Ta reine - Angèle
★ Papaoutai - Stromae
★ Dernière danse - Indila
★ Je veux - Zaz
★ Ça (c'est vraiment toi) - Téléphone
★ Comme des enfants - Cœur De Pirate
Alemán:
★ Alles Neu - Peter Fox
★ Schrei nach Liebe - Die Ärzte
Serbian:
★ Molitva - Marija Šerifović
Idioma + Idioma:
★ Corazón - Maluma ft. Nego do Borel (esp. + pt.)
★ Fever - Dua Lipa, Angèle (eng. + fr.)
★ Everything Matters - AURORA, Pomme (eng. + fr.)
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julyzaa · 1 month ago
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thanks @pennyngram
Shuffle your on repeat playlist and have people vote on their favourites
most if not all will be in spanish
no pressure tags
@justrainandcoffee @mischievouslittlecreature @zablife @thegreatdragonfruta @bouncehousedemons @ohhmichelettoohh @hurremsultanns
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totally-not-kawaii · 2 years ago
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it's 4am and im spiraling over the idea of 141/los vaqueros going out for karaoke just for shits and giggles, and alejandro & rodolfo choose to do a duet and it's "colgando en tus manos" and they fucking nail it but the thing is that now the two of them dont know what to do bc they fell for each other just a bit more and neither of them know if the other likes them or not
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solivigantkaiba · 3 months ago
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Toji is a man who sang Me Enamora by Juanes to Mamagumi.
Down below is a list of songs I believe he sang to her, and you will have to pry this from my dead, decrepit, and rotting corpse. Even then, you'd have to drag me up from h3ll, so good luck.
- A Dios le Pido - Juanes
- Colgando en Tus Manos - Carlos Baute & Marta Sanchez
- Como Te Extraño Mi Amor - Café Tacvba
- Robarte Un Beso - Carlos Vive & Sebastián Yatra
- Te Mando Flores - Fonseca
- Si No Te Hubieras Hido - Mana (he sings it at her grave)
- Fruta Fesca - Carlos Vives
- Canción Bonita - Carlos Vives & Ricky Martin
Vice versa Mamagumi has got to have had her shine serenading him with the following
- Eres Para Mi - Julieta Venegas
- Límon y Sal
- Disfruto - Carla Morrison (on her deathbed)
And together 🥰
- duele el amor - alex syntek y ana torroja
Then, when he remarried Mothermiki for sure sang
- Rosas - La Oreja de Van Gogh
Toji absolutely loved Mamagumi, and while I'm sure he respected Mothermiki, it just wasn't the same.
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un-invierno-eterno · 7 months ago
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Lunes 22 de abril del 2024 23:42pm
Querido Niño:
Ya van casi 2 semanas sin ti, mañana se cumplen las 2.
Hace 2 semanas te tenía durmiendo a los pies de mi cama y te extraño tanto.
Ayer sentí tu olor al despertar, creí que todo había sido una maldita pesadilla y que estabas conmigo sano y salvo. Pero no, solo me viniste a visitar unos segundos.
Últimamente le hago cariño a los gatos y lo único que hacen es hacerme daño, el Vicente se engancho de mi cuello el otro día y la Mimi me mordió la mano por querer abrazarla. Tu nunca me hubieras hecho eso.
Dios sabe que le gritaría al cielo para que te traiga conmigo otra vez.
Creeme no quería dormirte, TE LO JURO QUE NO, YO TE AMABA CON MI VIDA, MI ALMA Y MIS PUTOS HUESOS.
Eras mi día, mi tarde y mis noches. Estuve contigo cuando ya no dabas más y creía que te traería de vuelta a la casa y saldrías a pasear, te daría de comer e iríamos a dormir juntos. Pero ya no estabas quieto, estabas sufriendo por la bronquitis crónica al no llevarte a tiempo al veterinario. Y es que los papás no me hacían caso, mamá te quiso medicar a la mala y yo sólo me deje influenciar por pobre y por miedo.
Te mejoraste, te bañé y de caiste de nuevo pero para peor, luchaste con tu resfriaste una semana y media hasta que notaron que de verdad era grave cuando tú quisiste irte a la pieza con ellos y pedirles ayuda.
Ahí por fin entendieron.
Pero ya era demasiado tarde.
Y yo juro que hice de todo para que me creyeran, pero sentía que está vez ya no mejorarias, que quizás ya tendrías que irte.
Viví toda tu enfermedad, tus días respirando de la mierda, viéndote caminar por la casa enojado, con dolores a mil en tu cuerpo, con tu corazón a punto de explotar, con tu alma lejos de tu cuerpo y haciendo pipí a cantidades que ya no eran normales.
Buscabas frío y calor, no querías beber agua, no querías comer pero te ayude a que lo hicieras, te vi sangrar por las narices, te vi vomitar sangre, te vi vomitar flemas, mocos verdes, rojos y rosados de tu nariz. Vi como hasta hacías sangre.
Las secreciones en tu cuerpo ya no eran normales, te vi llorar del dolor y un día te escuché quejarte en medio de tu respiros ahogados. Ese día quería morirme porque no soportaba la forma en la que dios te había elegido para morir.
Nunca quise que sufrieras y lo hizo con todas las de la ley, ví como te dolía todo, y nunca me pusiste un diente encima. Te abrazaba y me lo aceptabas aunque te dolieran los pulmones, los bronquios y el corazón. Porque me amabas tal y como yo lo hacía.
Dios, te eligió de esta forma porque ninguno de los dos nos queríamos soltar y fue cruel. Te dio metástasis, en el veterinario no lo quisieron aclarar así, pero al ver tu radiografía supe que ya no eras mío y que se venía lo peor.
Quería que te fueras solito, pero ya no respirabas, te estabas haciendo pipí solito y tenías mocos verdes horrorosos. Ni siquiera dormías.
Yo creía que ese día estarías de vuelta conmigo en la casa, pero no. Tuve que dejarte ahí porque te dormi y elegí la opción de incinerarte, ya que no iba a poder soportar el poner tu cuerpo en la tierra.
Me daba pánico.
Después de nueve días llegaste otra vez, pero en una caja, con una placa ordinaria con tu precioso nombre, sin fechas de nada como habían prometido.
Pero por fin tenía algo de ti cerca de mi.
Te he llorado todos los días, cada vez que te recuerdo porque extraño abrazarte y sentir tu olor a perrito viejo. Ese aroma dulce con olor a perro. Era cálido, era acogedor y me hacía sentir tranquila.
Pero no estás y me duele cada segundo, escribo esto llorando con los mocos colgando, acostada en mi cama en posición fetal en dirección hacia la ventana. Me imagino que estás en la curvita de mis piernas dándome calor, pero no estás.
Eras tan calentito, tan acogedor, tan reconfortante, que hasta pienso en tener otro perro pero tengo miedo de que sea traicionero y no me dé el mismo amor que tú me entregaste.
Tu eras maravilloso, me amabas y me respetabas.
Te hiciste cargo de mi con meses de vida, hiciste que mi hermano no me volviera a poner una mano encima, me defendías con tus 80 cm de largo y tus 45 cm de largo.
Eras un petizo precioso, rubio, coludo, de patitas chuecas, orejas grandes y peluditas. Cómo un cocker, pero mestizo ajajajaja.
Te tuve que dormir con 14 años y 7 meses.
Fue duro, te juro que no quería, pero estabas hasta la mierda de mal.
Extraño tu calor, tu vibra, tus chistes, tu buena onda, tu alma de niño, tu respeto, tu amor incondicional, tu amistad, tu fortaleza, tu compañía y tu fidelidad.
Eras el ser más puro de mi vida, contigo por fin sentí que un ser en todo el mundo tuvo piedad de mi, de mis sentimientos, de mi sensibilidad y de mi forma de querer.
Me amaste con paciencia.
Y te juro que eres el unico que hizo eso.
Ya no se a quien contarle mis cosas y sentí que me escuchan, que me quieren y que me acompañan en todo. Tu estabas en todos lados conmigo, hasta cuándo almorzaba sola. Cuando mis papás se iban al sur, ahí estabas tu a mi lado durmiendo y acompañándome. Ahora no estás y siento frío, una pena enorme, me siento vacia, incomprendida y enfurecida.
Eras mi alma, el calor que siempre me había faltado de niña, la compañía y el amor que nadie me daba. Te cuento que otra vez le temo a la oscuridad, me volví ansiosa e insegura al igual como solía ser antes de que estuvieras en mi vida. Cómo que volví a tener 10 años. Te fuiste y en vez de evolucionar me hice pequeña e indefensa otra vez.
No estás y otra vez soy miserable, vacía y sin amor suficiente.
Se que estás descansado y lo siento por molestarte tanto. Pero te extraño tanto, la casa se siente una mierda fría y vacía sin ti.
Te amo tanto mi bebé.
Espero que cuando me vaya de aquí me recibas en el cielo, porque contigo lo sentiré un cielo seguro. Fuiste mi pilar fundamental en mi niñez, adolescencia e iniciada adultez.
Fuiste la luz de mi camino y la crianza que tanto necesitaba.
Muchas gracias por tu bendita existencia.
Te amo demasiado.
Sé que lo diste todo para quedarte, pero lamentablemente ya no se podía hacer nada más.
"con besos de amor llenos de agradecimiento y mucha pena..."
–Winter❄️
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thecanvasofmadness · 1 year ago
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“Ten consideración por los que leen”. ¡No! ¡Ten consideración por ti, por lo que traes en el alma colgando como un diente que te ha querido ser arrancado por una mano hostil! ¡Ten consideración por tu corazón, por tu piel, por tu centro y por tu vida, pues la única salida a la salud es serte fiel! ¿Por que vas a considerar a los otros antes que a ti? ¡Si en ti está la razón de ser feliz!
"Have consideration for those who read" No! Have consideration for yourself, for what you have in your soul hanging like a tooth that a hostile hand wanted to pull out! Have consideration for your heart, for your skin, for your center and for your life, because the only way out to health is to be faithful to yourself! Why should you consider others before yourself? If in you is the reason to be happy!
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lizbethsletters · 8 months ago
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letters | 025
𝓭𝓮𝓪𝓻, 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝓸𝓯 𝓶𝔂 𝓵𝓲𝓯𝓮
Today, I got my nails done I wanted to send you a photo and show you them. Maybe time does heal all wounds but I wish it didn't because I never want to stop remembering how much I love you. During one of our late night phone calls you and I were just talking but you were over at a party but had stepped out to call me because a song started playing that reminded you of me. That song happened to be one of my all time favorite songs "Colgando en tus manos". Ever since then I have imagined countless of time us dancing to it or you trying to teach me while I very much can't and we break apart laughing but come back to just put my head on your shoulder and just not being able to stop laughing. I miss your eyes and everything about you but I have decided I can't even talk to you at all breaking no contact isn't an option. If we were able to come back from this we wouldn't all of a sudden live right next to each other and every problem we had wouldn't even exist. I love you but we can't be together. We were the right person at the wrong time. It breaks my heart more than you can even imagine. I'm sorry but it was what I had to do. I hope one day you realize that you haven't already. I love you and I miss you. I miss all the stupid conversations and how you used to look at me and your smile that made me smile even harder. I love you.
𝔂𝓸𝓾𝓻𝓼 𝓽𝓻𝓾𝓵𝔂,
𝓷𝓸𝓽 𝔂𝓸𝓾𝓻 𝓰𝓲𝓻𝓵 𝓪𝓷𝔂𝓶𝓸𝓻𝓮 :(
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irontragedyreview · 9 months ago
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Colgando en tus manos es un temon atemporal.
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ohellpo · 1 year ago
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Día 3: De amigos a amantes
Ao3 Wattpad Blue Beetle movie!!!
____
Titulo: De cuando Impulse falló en su única misión
₊˚⊹♡
Cuando Robin pasaba documentos en el monitor de la computadora, Impulse lo detuvo, algo había llamado su atención.
—¿Qué es eso? —le dijo.
Rob regresó la lluvia de archivos.
—Ah, es… el nuevo Blue Beetle. B lo ha estado vigilando desde la muerte de Victoria Kord.
—¿Es un villano?
—No, él no la mató. Larga historia. Como sea, está iniciando. ¿Por qué el interés?
—Curiosidad, no lo había visto antes.
Robin se encogió de hombros, aceptando la versión de su amigo. Impulse a veces era algo raro.
—Quizás lo veamos pronto por aquí.
Impulse sonrió y cambió drásticamente de tema. Robin no notó que el chico guardó perfectamente en su memoria todo lo que acababa de ver.
₊˚⊹♡
Una ventaja de la super velocidad era que podía escapar cuando quisiera y nadie lo notaría. Así que esa tarde por supuesto que Impulse lo aprovechó para hacer una visita a Palmera City.
Era gracioso, antes Robin y Kid Flash lo habían regañado por ser tan escandaloso y entorpecer un poco las misiones encubiertas. Y ahora, ahí estaba, siendo el hombre más cauteloso del mundo, escondiéndose y vigilando desde la distancia.
No le tomó más que un par de vueltas a la ciudad para hallarlo, sobre todo porque corrió con la suerte de que el escarabajo estuviera activo justo en ese momento. Estaba en una azotea, con los pies colgando al vacío. Impulse se escondía desde las escaleras de emergencia, solo asomando los ojos. Era como ver a una presa midiendo a su depredador.
De pronto el llamado Blue Beetle se levantó. Impulse se ocultó.
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?
Blue Beetle miró a todos lados y suspiró.
—¿Ves? No hay nadie. Seguro lo que sentiste fue un pájaro.
Impulse se volvió a asomar. ¿Había alguien más ahí? No, seguramente se trataba de eso. Un ligero escalofrío lo recorrió.
—Bien, bien, pero nada de armas.
Blue Beetle caminó en dirección a Impulse y el joven héroe del futuro debió tomar una decisión. Confrontación fue el veredicto. Si lo atacaba, él llamaría a los refuerzos de inmediato y terminaría con esto de una vez. Y si no, eso era más complicado de adivinar.
Impulse asomó toda su cabeza y recargó los brazos en el suelo sucio.
—Hola —saludó, sonando lo más simpático que pudo.
—¡AH! ¡Santo Dios!
La mano derecha de Blue Beetle se deformó.
—¡No! ¡Espera! ¡No! ¡Sin armas, ya te dije! ¡Solo me asusté, no significa que estoy en peligro! ¡Que la chingada contigo!
Impulse observó la escena, un poco en alerta al principio, pero luego se dio cuenta de que… era gracioso. Blue Beetle se giró al notar su ligera risa.
—¡Te juro que no estoy loco! Es solo que tú no le puedes escuchar… Ay Dios, eso suena más loco ¿verdad?
Impulse asintió.
Blue Beetle se talló la cara, rendido.
—Como sea, olvídalo. ¿Quién eres tú?
Impulse salió de su escondite y se colocó de frente al desconocido.
—Uhm, soy Impulse.
—Impulse… No te conozco.
—Trabajo más hacia el centro y el este —explicó.
—Eso está algo lejos de aquí.
Impulse se encogió de hombros.
—Ah ya sé, Batman te envió. Oye, ya le dije que me dejara pensarlo. Ahora mismo no es el mejor momento para todo esto de ser un héroe.
Blue Beetle sonaba cansado.
—En realidad Batman no me mandó. Ni siquiera lo he conocido. Trabajo con los Titanes.
—Ah. —No sonaba más relajado. —Los Titanes. —El muchacho le dio la espalda y regresó a su sitió en la orilla del edificio. —Bueno, si viniste por lo mismo que Batman, mi respuesta sigue siendo no.
—Yo no dije que los Titanes me mandaron.
Blue Beetle se giró a verlo.
—¿Entonces qué necesitas? —Al decir eso se giró de inmediato. —¡Que no! —Lo oyó susurrar con fastidio.
—Vi en los archivos que eras nuevo y me dio curiosidad. Yo también soy algo nuevo, ¿sabes?
Blue Beetle pareció mirarlo un momento, luego habló más tranquilo.
—Supongo que soy como el nuevo fenómeno.
Impulse le sonrió amable.
—Tu traje se ve muy cool. ¿Qué es lo que haces? Eso no lo vi en el archivo —mintió.
—Ah, pues yo… La verdad no lo sé. Creo que… todo lo que yo imagine. —Blue Beetle se talló la cabeza, apenado. —¿Tú qué haces?
Impulse iba a responder, cuando el reloj en su muñeca sonó.
—Ugh. Oh, bro, eso no es crash.
Blue Beetle lo miró curioso.
—Me tengo que ir.
—Oh, está bien. Nos vemos, supongo.
—¡Claro! —Esta vez su tono fue más sincero y amable. —¡Nos vemos, Blue!
Impulse se levantó y desapareció en un manchón.
₊˚⊹♡
La próxima vez que Impulse apareció frente a Blue Beetle fue en una misión.
—¡Hola! —saludó el chico, de nuevo asustando al desconocido.
—¡AY LA MADRE!
«Blue Beetle, ¿pasa algo?» alcanzó a escuchar el velocista del comunicador del otro.
—A-ah, no, nada, es solo-. —Al girarse a ver a Impulse, éste le hizo una seña de guardar silencio. —No es nada, Khaji Da se alteró un poco, eso es todo.
«Concéntrate en la vigilancia».
Blue Beetle era muy nuevo, Impulse lo sabía. Él se acercó a su espacio personal como si nada y oprimió un botón del comunicador.
—Con eso ya no te va a escuchar —le explicó sonriendo.
Ahora Impulse estaba más tranquilo. Batman había convencido a Blue Beetle de entrenarlo y además Robin ya había trabajado una vez con él. «A mí me cayó bien» le dijo.
—A-ah, gracias. ¿Qué haces aquí?
—Pasaba por aquí. ¿A quién vigilamos?
Blue Beetle soltó una suave risa y le explicó el objetivo. Ahora Blue también sonaba más tranquilo.
Luego de aquel segundo encuentro, las visitas se volvieron mucho más frecuentes.
₊˚⊹♡
—Impulse, deja de asustar a Khaji y sal.
Blue Beetle estaba sentado en una colina, junto a una chica. Normalmente ahí lo podía encontrar solo, pero alguien había comenzado a invadir ese espacio -además de él-.
—Ugh, le quitas lo divertido a la vida, bro. Hola, Jenny.
La chica lo saludó, tan habituada a verlo, e Impulse se unió a ellos en el pasto.
—De verdad amo tu cabello, ¿cómo le haces?
Jenny era tan agradable que Impulse no podía resistirse a conversar con ella. Entendía porque le gustaba a Blue Beetle.
Mientras ella hablaba, Impulse no dejaba de ver a Blue. No era la primera vez que veía su rostro real, pero siempre se sentía atrapado, en su cabello esponjoso y en su brillante sonrisa. El miedo que le había tenido en un principio hacía tanto que había desaparecido. Además, saber tiempo después que él y Jenny terminaron lo hizo tan feliz y lo incitó a invadir su vida todavía más.
₊˚⊹♡
—Bart, la gracia de vivir solo es tener mi privacidad.
—Pues entonces deja de llenar la alacena con comida.
—Ay hombre, esa es mi comida. Eres peor que Milagro.
Bart estaba tirado en el suelo de la habitación de Jaime. Desde que él se había mudado, gran parte del tiempo Bart se la pasaba ahí. No era que a él no le agradara la familia de Jaime, al contrario, le parecían increíbles todos. Pero, entendía a su amigo, ellos a veces podían ser muy entrometidos. Además, Bart no era el más apto para mantener la boca cerrada si alguien le preguntaba, por ejemplo: “¿Mi hijo no ha estado al borde de la muerte allá afuera, del otro lado del país?”. ¿Qué podía decir Bart? ¿Qué no? Él podía guardar secretos, todos los que él quería, pero mentirle a la señora Reyes, eso era imperdonable.
Así que ahí estaban, uno llenándose la barriga con frituras robadas y otro revisando documentos en su laptop.
—¿Qué se siente haber rechazado a la liga por irte con la JLI?
Jaime sonrió sin despegar la vista de la pantalla.
—Me sentiría mal, de no ser porque yo nunca me sentí parte de ellos.
—Creo que sentirse rechazado es un requisito para entrar a la JLI, ¿no?
Bart recibió como respuesta un almohadazo.
—Tú formaste tu propio grupo con Red Robin, payaso.
—Meh, igual todos seguimos siendo titanes. Deja eso, mejor dime qué se siente tener a tu propio mentor.
—Ted está mal de la cabeza.
Bart sabía que mentía, Jaime lo admiraba demasiado, tal como él hacía con Walls.
—Bueno, Jenny nunca te dijo lo contrario. Y debiste deducirlo cuando otro tipo del futuro vino a verte para rescatarlo.
—Sí, los viajeros del tiempo son todos igual de… fastidiosos.
—¡Oh! ¡No dijiste eso!
—¡No sabes qué dije!
—¡Sí lo sé! ¡Mili me enseñó!
—¡Esa chamaca!
Bart ahora estaba sobre Jaime, jugueteando y riendo, golpeándolo con la almohada que él le había lanzado. Se sentía feliz, era feliz. Algo había hecho, algo en su viaje había alterado los eventos, y en su corazón crecía la esperanza de que ellos ya no vendrían.
₊˚⊹♡
Se equivocó. Sí lo hicieron, ellos llegaron, pero ya no tenían a Khaji Da de su lado.
—¡Si sabías que esto pasaría, debiste decirlo!
Jaime estaba molesto, se sentía usado.
—¿Y qué debía decirte? “Hola, me llamo Bart, vengo del futuro a detenerte porque tú te volverás el soldado que derrocará a este planeta”.
—¡Sí! ¡Habría estado bien para empezar! ¡Todo este tiempo…! ¡Tú! ¡Yo! ¡Me lleva la chingada! —Jaime estaba al borde de un ataque de nervios.
—Basta, este no es el momento —espetó Tim, también cansado.
No estaban solos, el grupo de Bart estaba con ellos.
Todo estuvo tenso al principio, pero Jaime lo logró, él y los héroes que los apoyaron lo hicieron, aun a pesar de las perdidas.
₊˚⊹♡
—Hola.
—Hola.
Después de las peleas iniciales ya no hubo tiempo para hablar más. Debieron concentrarse en pelear y, ahora, su respiro había llegado luego de los funerales de sus mentores.
Jaime estaba en el techo de su casa, con su familia abajo. Había regresado con ellos luego de todo el desastre. De hecho, Jaime siempre volvía ahí cuando todo el exterior lo superaba.
—¿Hay espacio para mí?
Bart ya no sabía cómo acercarse.
—Sí.
Ambos permanecieron un rato en silencio, mirando la calle vacía.
—Tú te acercaste a mí solo para vigilarme, ¿verdad?
Bart ya no tenía que guardar más secretos.
—Al principio sí, pero luego pude haberte dejado. Batman te vigilaba, Ted te vigilaba, Michael también.
Los dos volvieron a guardar silencio.
—¿Y por qué te quedaste?
Bart se giró a verlo, directo a los ojos.
—¿Tú por qué crees?
Jaime le sonrió y agachó la cabeza.
—Sí, pensar en que fue eso ayudó a dejar de sentirme mal.
Bart sonrió y luego regresó su vista a la calle.
—¿Te acuerdas de la primera vez que te vi?
Jaime asintió, también regresando su vista al frente.
—No te respondí tu pregunta.
Jaime frunció el ceño.
—¿Qué pregunta?
—Me preguntaste qué era lo que hacía.
Jaime sonrió.
—Ah sí, pero cuando te vi desaparecer me di una idea.
Bart soltó una suave risa.
—Sabiendo lo que sé ahora te habría respondido que lo que hacía era arruinar toda mi misión.
Jaime rió.
—¿Por qué? Tú la cumpliste.
Bart agachó la cabeza.
—No, no hice exactamente lo que tenía que hacer.
Jaime mantuvo la sonrisa y estuvo a punto de expresar alguna idea, pero Bart no lo dejó. El muchacho se acercó a Jaime, lo tomó de la mejilla y lo besó. Todo en tan solo unos segundos, dejando a Jaime conteniendo el aliento cuando él se alejó.
—Y tampoco se suponía que tenía que hacer eso.
Bart mantenía la cabeza gacha, con sus mejillas ardiendo y su corazón latiendo con fuerza.
—M-mejor me voy —dijo antes de levantarse para bajar.
—¡No!
Jaime lo sujetó de la mano y lo jaló hacia él. Bart lo miró, sorprendido, el color en su cara solo empeoraba.
—¿Puedes hacerlo de nuevo? Solo para estar seguro de que capté bien el mensaje.
Jaime también estaba rojo, pero se notaba muy firme en lo que pedía. Bart parpadeó un momento y luego mostró una gran sonrisa.
—Lo hago hasta en cámara lenta si quieres.
El primer beso apenas fue un ligero toque, algo tímido e impregnado de dudas. Los que le siguieron estaban llenos de emoción, deseo y afecto, todo lo que Bart había comenzado a sentir hacía mucho tiempo por su amigo.
Fue una escena tan conmovedora, que solo pudo ser detenida por las risas de Milagro desde la orilla del tejado.
—¡Rudy! ¡Te dije que Jaime comía de todo!
—¡¿Qué Jaime qué?!
—¡¡Milagro!!
₊˚⊹♡
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jackredfieldwasmyjacob · 10 months ago
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colgando en tus manos was a collective delusion I fear
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kiyuoijnoyo · 2 years ago
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Bleeding Star
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Pareja: Yunho x Jongho
WC: 6.5k
Género: fluff, smut, ligero angst.
TW: sangre, ligeras referencias religiosas.
Resúmen: El sabor de la sangre obtiene otro significado cuando conoces el éxtasis de esta mezclada con el anhelo y lujuria de encontrar a quien permanecerá la eternidad a tu lado o por lo menos para el conde Yunho parecía serlo desde el momento que Jongho entregó su ser a él.
Los vampiros y los brujos eran igual de malvados a los ojos de cualquiera, los vampiros eran seres sin alma que mataban y derramaban sangre para saciarse, los brujos maldecían a quien se atravesara en su camino y regresaban almas de la muerte.
Jongho vivía en una choza alejada del pueblo principal, cierta vez se dejaba ver, para él, era un constante dejá vu lleno de horrores tener que buscar refugio cada que el último día del mes llegaba, la gente salía en busca de ellos para prenderles fuego y acabar con la penumbra de la sangre maldita de su familia, la cual afortunada o desafortunadamente lo perseguía, pero ¿acaso no era violento y cruel armar una cacería de brujas cuando muchos de ellos ni siquiera los atacaban?
Era un recuerdo interminable, Jongho lo había vivido desde que tenía 10 años, la última vez que sucedió fue el inicio de su soledad, los recuerdos lo inundaban, la casa está en llamas, huye, corre, preserva el conocimiento, escóndete, lo más importante no hables con ellos.
Al ser un brujo que trabajaba con la naturaleza su conexión con ella era increíblemente alta, amaba tocar las plantas, hacer brebajes con ellas, disfrutar su aroma y pasar el mayor tiempo posible rodeado de ellas, lamentablemente tenía que hacerlo de noche, temía ser visto y atrapado por ellos.
El cielo estrellado marcaba la medianoche, hora en que el pequeño brujo salía a recolectar las plantas necesarias.
- Dos orquídeas y 5 hojas de laurel y la pócima estará terminada.
Jongho hablaba consigo mismo de camino a su hogar, sin percatarse que un par de ojos rojos vigilaban atento su alrededor.
El conde Yunho habitaba en su castillo a mitad del bosque, no era un lugar recóndito y mucho menos desconocido, todo aquel que se acercara sabía que estaba destinado a morir en las manos del vampiro despiadado que, según los rumores, llevaba años habitando ahí y cada cierto tiempo salía en las noches a cazar y saciar su hambre.
A decir verdad, no siempre eran humanos sus presas, a veces se adentraba en el bosque en busca de grandes animales para saciar su sed, aunque estos no fueran igual de exquisitos que un humano.
Fue en una de sus cacerías cuando encontró la choza del brujo, cosa que le pareció raro puesto que ningún humano seria lo suficientemente estúpido para desear vivir apartado de la sociedad conociendo los rumores del terrible vampiro que los acechaba y de los brujos que podían esconderse en el bosque y usarlos para sus hechizos.
Desde el día que descubrió la choza solía rondar durante más tiempo la misma, quería conocer al o los individuos que podrían ser su siguiente cena y que por ende parecían desafiarlo al estar en esa zona.
Pero en una de esas noches cuando la luz de la luna iluminaba por completo el bosque encontró al dicho individuo de su curiosidad, no parecía ser más grande que él, claro, si hablaba de la edad que tenía justo antes de ser convertido, su capa negra llegaba hasta sus pies, el crucifijo colgando en su pecho brillaba en un plateado refulgente, su semblante serio y prolijo lo hacían verse extremadamente etéreo.
- Brujo.
Entonó para sí mismo, el dulce aroma de su sangre combinado con el aroma a hierbas hacia inconfundible saber lo que era, y en ese momento Yunho se sintió estúpido, por no haberlo supuesto antes, había de admitir que lo entendía, cuando eres considerado un monstruo no puedes estar con los humanos y había algo del brujo que hacía querer verle y hablar con él.
Los días pasaban tranquilamente, pero esa noche al acercarse al arroyo a lavar su recolecta como de costumbre Jongho creyó sentirse observado, no era la primera vez que lo sentía, pero ese día era más intenso, al mirar de reojo pudo ver dos gemas rojas en la oscuridad, decidió mirar fijamente con miedo de ser descubierto, sin embargo, la mirada desapareció de la manera más rápida posible.
Jongho regresó rápido a casa, ¿acaso eso era un vampiro? ¿iría tras él? ¿iba a matarlo?, Decidió dormir para olvidarse de lo visto, sin embargo, no contaba con que al amanecer del día siguiente hubiese rosas rojas en su portón decoradas con un moño negro. Al pasar los días, los obsequios no cesaron, cuando no eran pequeños ramos de flores eran esencias de tierras lejanas que Jongho en su vida pensó tener en sus manos o a veces eran más sencillos, cómo chocolates envueltos con pequeñas notas, describiendo lo mucho que deseaba conocerle.
El brujo lo tenía planeado, esperaría despierto toda la noche para conocer al ser que parecía acecharlo.
El conde Yunho se aseguraba de mostrar a través de obsequios que no era peligroso, que quería verle, pero aún no se atrevía a hacerlo, el brujo imponía algo sobre él, algo atrayente, como un imán, mentiría si dijera que desde que vio al pequeño brujo logro sentir algo que creyó ya estaba muerto dentro de si hace más de 100 años.
El reloj del castillo marcaba las 03:15 am, cómo habitualmente lo había hecho iría a dejar un ramo de rosas blanca, lamentablemente el vampiro no sabía que había alguien esperando por su llegada.
Jongho no perdía la vista desde el ventanal, esperando la llegada del ser que parecía estar interesado en él, fue ahí cuando el conde hizo su aparición y el brujo abrió la puerta estrepitosamente.
- ¿Qué eres? y ¿Qué quieres? - pronunció Jongho, intentando esconder el pánico en su voz, si era atrapado sería su fin.
La voz de miel del brujo hizo eco en su cabeza, ahora parecía más adorable.
- Evidentemente no soy uno de ellos, no tienes por qué preocuparte por eso, sé que puedes ver lo que soy, soy Yunho y obviamente soy un vampiro, he de admitir que en mi cacería te encontré y te he encontrado muy interesante. - yunho avanzo hasta llegar al brujo. -
- Para ti.
Exclamó alzando su brazo con el ramo de rosas blancas, lamento si te he causado algún inconveniente, no era mi intención asustarte.
Jongho no sabía por qué encontraba agradable su presencia, se sentía intrigado por el vampiro que había estado mirándolo y que en vez de postrarlo sobre la pared y drenarlo, le entregaba flores y mostraba un ser dulce y descuidado.
- Soy Jongho, cómo debes haberte dado cuenta soy un brujo.
Dijo recibiendo las flores y dando su mano en un apretón extraño, Yunho estaba helado, el contraste en su piel era raro pero calmante y en ese momento un sentimiento cálido se instaló en su ser.
La eternidad comienza a florecer.
La visita del conde comenzó a ser habitual hasta el punto de que el brujo dejaba entrar al vampiro a su hogar, le gustaba la manera en que parecía interesado en él y le daba obsequios con el fin de ganarse su confianza.
- Si no está mal que te pregunté ¿Cuántos años tienes? O ¿Cuántos años has vivido?
Preguntó Jongho extendiendo una taza llena de la sangre de un conejo que había cazado en la mañana, porque ciertamente, el brujo estaba perdiendo la cabeza sobre Yunho y si este vendría a visitarlo sería descortés no darle algo que beber.
- Gracias y bueno, es algo raro -rio el vampiro- cómo humano viví 24 años, edad en la que fui convertido y como físicamente permaneceré en este plano, cómo vampiro he vivido 126 años, así que han sido 150 años.
- ¿Siempre has estado solo?
 Jongho se interesó más mientras tomaba un bocado de su galleta, para el mayor era tierno ver al pequeño brujo estar tan inmenso en la plática sobre su vida.
- Algo así, la aldea donde vivía fue atacada por la guerra, quedé muy mal herido, no recuerdo mucho de lo que sucedió ese día, solo recuerdo que corrí hasta llegar a la iglesia y rece deseando que todo terminara hasta que uno de ellos entro con sus estrepitosos ojos rojos y me ató a este destino, he conocido gente, pero he intentado relacionarme lo menos posible, aunque he de admitir que mi castillo se siente vacío - dijo tomando un sorbo de sangre- pero ¿Que hay sobre ti?
- Al igual que tú quedé solo, tenía 15 años cuando ellos quemaron mi hogar, decían que éramos monstruos que les comerían y utilizarían sus cuerpos como ofrenda, pero mi clan solo realizaba brujería con plantas, nada de humanos ni cosas así, de ahí he estado huyendo, no tengo mucho aquí, pero parece ser un lugar tranquilo, tengo 22 por cierto, es interesante la manera en que no luces terrorífico para ser un vampiro. - el brujo dedico una gran sonrisa al vampiro.
- Es bueno conocer a alguien como tú, me agradas muchísimo.
Esas palabras resonaron en el corazón del mayor.
En su ensoñación, Jongho estaba siendo lo más feliz que jamás había experimentado, tanto, que olvidó porque huía, quizá dejar de tenerlo en cuenta provocó que bajara la guardia y cuando menos lo espero ellos sabían de su presencia.
Los encuentros nocturnos entre ambos hacían que la noche se tornara de calma y amor como caramelo derretido.
- Yunho ¿Cómo se siente la eternidad? – pregunto el brujo mirando el cielo estrellado.-
- Solitaria, he estado en distintos lugares, he visto demasiada gente, he presenciado cambios en todo lo que puedes imaginar en los más de 100 años que he vivido, pero, es como un bucle, aunque haya terminado volverá a comenzar y lo presenciaras una y otra vez.
En movimientos torpes el conde decidió entrelazar su mano con la del brujo.
- ¿Por qué lo preguntas?
El brujo volteo hasta quedar cara a cara con él y de reojo volteo a ver sus manos juntas, de manera que un destello de sonrojo apareció en sus mejillas.
- Simple curiosidad.
- He comenzado a pensar que pusiste un hechizo en mí – extendió su brazo hasta acariciar la mejilla del menor. - Eres demasiado lindo.
- En todo caso, sería al revés, - río tímidamente.-
 Sus miradas comenzaron a jugar de sus ojos a sus labios y cuando las estrellas comenzaron a brillar más, juntaron sus labios en un beso que pareció durar la eternidad.
Porque comienzo a pensar que quisiera compartirla contigo, se dijo así mismo.
Como cada domingo del mes, una vez terminada la misa, el sacerdote Lee llamaba a sus elegidos (o como se les conocía a los hombres devotos a él) a una junta para debatir cualquier tipo de avistamiento que involucrara la seguridad del pueblo y su santidad.
- El martes pasado los hijos de la señora Park salieron a explorar los límites y durante su juego encontraron una cabaña un tanto escondida. – exclamó el señor Choi reposando sus brazos sobre la mesa. -
– Y como usted sabe nuestra santidad, cualquier persona nueva aquí debe venir y presentarse aún si está en los límites, ¿no es así?
- Decidimos adelantarnos un poco y comenzar a responder nuestras sospechas, parece ser un joven, desconocemos cuanto tiempo llevé entre nosotros, mantiene un perfil bajo, pero, mi señor, cuando la tarde noche cayó ví como drenó la sangre de un conejo en un tazón y comenzó a mezclar diferentes plantas mientras recitaba un hechizo en lo que parecía ser latín, brujería pura, es uno de ellos, no hay duda.
El sacerdote Lee se levantó con premura y mirando con dominio a sus elegidos ordenó:
- ¡Avisen a nuestra gente, uno de ellos está aquí, vendrá por nosotros, la liturgia se llevará a cabo el último día de este mes, iremos por él una vez caiga la tarde y lo haremos arder por sus pecados! Mientras tanto nadie se acerque a la zona, jugaremos como el, mantendremos un perfil bajo, nadie puede salir.
Y en unísono se exclamó:
- Entendido nuestro señor.
- Te ves algo débil, ¿hace cuánto que no bebes sangre? o bueno lo suficiente que necesitas.
- He cazado algunos animales en el bosque, no he tenido la suerte de encontrarme un humano merodeando por aquí, pero si me lo preguntas saben igual de horrible.
- Te daré algo que pueda ayudarte con eso, preparé un brebaje especial, te ayudará o eso espero.
El brebaje fue un tanto asqueroso que el conde ni siquiera quiso terminar con eso, lo regreso a la mesa y de la manera más dócil le pidió disculpas al brujo, sin saber que este aún no había terminado.
Lo próximo que supo es que el menor lo tomo del brazo recorriendo la cocina hasta llegar a su habitación, de tal manera que le dio un pequeño empujón para sentarlo en su cama, el vampiro lucio completamente desconcertado, Jongho se sentó a ahorcajadas en su regazo y comenzó a desabotonar su camisa, ladeando su cabeza, mostrando su cuello.
- ¿Qué crees que haces?
-Te dije que te daría algo para que te sintieses mejor.
- Se supone que había sido ese brebaje, no te haré eso. - Sabía que mentía, quería probar su sangre desde el primer momento, pero era tan lindo y lo quería tanto que no podía pensar en herirlo siquiera, había notado la manera en que Jongho miraba sus colmillos de reojo en varias ocasiones; La deliciosa forma en que ocupaba su regazo, que su piel estaba expuesta de una manera que no había visto, la forma en que parecía desearlo y entregarse era exquisitamente tentadora.
- Vamos Yuyu, no me harás daño sabes que lo necesitas, y si así quieres saberlo yo también lo deseo – Dijo jugueteando con el crucifijo entre sus dedos. -
- Jongho yo-
- Estaré bien, lo prometo.
Yunho lo tomo de la cintura mientras Jongho se sujetaba a su cuello y comenzó besando sus labios hasta dejar besos húmedos y fríos en su cuello, sus ojos se tornaron en un rojo carmín profundo y le preguntó entre suspiros:
- ¿Estás seguro Jonghie?
- Maldición, sí Yuyu.
El vampiro jaló más la pulcra camisa del menor para tener mas espacio -Eres tan bonito – dijo admirando su piel y su lindo lunar, comenzó a lamer tentadoramente su cuello y abrazando más fuerte al brujo hundió sus colmillos comenzando a disfrutar de.
- Ahhh Yunho.
El brujo no podía negar que dolía, pero algo en el lo hacia sentirse satisfecho, quería más.
Su sangre sabia mejor de lo pudiese haber imaginado, de lo que nunca creyó probar, era extremadamente exquisita y dulce combinada con el aroma de hierbas de su amado, podía sentir como sus latidos se aceleraban, era cautivador.
- Sabes tan bien Jonghie.
- Mhhh.
Se separo de su cuello alzando su mirada y contempló el rostro del brujo, sus ojos cerrados, sus labios ligeramente abiertos, su respiración agitada y un sonrojo brillante en sus mejillas.
Regreso a su cuello y volvió a tomar otro bocado de la manera más amable posible, no quería asustarlo y mucho menos hacerle daño, tampoco tomo mucho, incluso si quisiese tenía que parar, se separo sin desperdiciar gota alguna del liquido rojo y tomo las mejillas de Jongho con sus manos para volver a juntar sus labios y murmurarle pequeñas gracias entretejidos con besos alrededor de su rostro.
- ¿Te gustaría conocer mi castillo?
Ambos se adentraron en la oscuridad del bosque camino al castillo del conde, la luna parecía seguirlos y las estrellas cuidaban su camino, el aroma a naturaleza inundaba el aire y sus manos entrelazadas hacían que el aura a tenue amor se hiciera hipnótica.
Su charla estuvo llena de anécdotas y risas interminables.
El vampiro contándole de todos los cambios que había visto, de las tierras en las que había vivido y como llegó al castillo; Por otra parte, el brujo le explicaba cada detalle de toda aquella planta que se atravesara en su camino.
El castillo era visible e inclusive antes de entrar, Jongho estaba anonadado, era una construcción medianamente grande, su estilo gótico al igual que los ventanales eran preciosos, el jardín estaba lleno de incontables rosales de varios colores, justamente como los que Yunho le hacía llegar antes de conocerse y que, de vez en cuando, aparecía con ramos en sus citas nocturnas.
- Bienvenido a mi hogar, espero pueda ser acogedor al igual que el tuyo.
- Mientras estés tu todo es acogedor -sonrió tímidamente- es idéntico a ti.
- Puedes ir a conocer todo el castillo, hay una sección en la librería que quizá pueda interesarte, estaré en la habitación continúa, preparé algo para ti.
El brujo comenzó a indagar alrededor del castillo, por dentro era más precioso aún, las cortinas de terciopelo rojo caían hasta el suelo en cascada, las velas en los candelabros hacían que todo fuera una odisea de terror hermoso, todo era justo como su dueño.
Al llegar a la biblioteca Jongho entendió a lo que Yunho se refería, había una sección llena de escritos en latín, de tan solo imaginar el conocimiento que contenía le generaba felicidad en exceso, si bien había aprendido mucho el gusto no le duró el tiempo que hubiese querido, con eso expandiría sus habilidades.
El conde amaba estudiar y aprender todo lo que podía, había recolectado mucho conocimiento a través de los años y sus estancias en distintos lugares.
De regreso a la habitación donde le esperaban pensó en lo mucho que quería estar con Yunho y la felicidad combinada con amor lo hizo querer estar ahí por siempre.
Por su lado el vampiro estaba inmerso en su lectura, esperaba a Jongho en su habitación con dos tazas sobre la mesita de estar, era un contraste gracioso, una taza estaba llena de sangre fría y la otra con un té humeante.
Había de admitir que desde que fue convertido en vampiro la comida no tenia índole en su vida, de vez en cuando compraba ciertos alimentos para sentir lo que alguna vez fue y con el paso del tiempo dejo de hacerlo, no tenía sentido, sin embargó, al conocer a un ser mágico que le ofrecía amabilidad, cariño y su sangre debía tener algo para el.
El amanecer llegó con Jongho entrando a la habitación y la imagen del conde era maravillosa, se había despojado de su saco color sangre, parte de su cuello y pecho estaba a la vista, la mirada seria posada en su lectura, el cuarto oscuro decorado con el mismo patrón que el demás castillo con detalles bordados en dorado.
Simplemente espectacular, ¿cómo podían temerle?, Lo que el miraba generaba querer entregarle todo su ser y sangre.
- La biblioteca es hermosa, tienes una basta colección.
- Toda tuya, puedes leer lo que quieras.
Jongho se acercó al conde acariciando su cabellera negra.
- ¿A qué cosa pertenece la sangre que tomas? -exclamo alzando una ceja con cierto recelo. -
  - Es de un cordero que encontré por ahí, probablemente se le escapó a alguien. -dijo llevando la taza a sus labios. -
El brujo tomo la taza alejándola.
- Déjala, no la necesitas, no mientras me tengas a mi Yuyu.
El día en el castillo se remontó a que el vampiro bebiera sangre de su brujo, mordiendo sus muñecas y su cuello, alternando las mordidas con palabras dulces y besos por doquier mientras Jongho le decía lo mucho que lo deseaba y que no debía disculparse por nada.
Cuando el atardecer llegó el brujo estaba cansando, somnoliento y con un ligero mareo, por más que quisiera aguantar no podía, Yunho había tomado mucho de él y lo único que quería era dormirse en sus brazos.
El vampiro lo tomo con cuidado, se aseguró que tomara el té, lo despojó su capa negra y lo acostó en su cama.
- Iré a la ciudad, te traeré algo que te hará recuperar la fuerza que has perdido. – dijo acomodándose en la cama junto a él mientras lo abrazaba en su pecho. – Tomé mucho de ti, partiremos en la madrugada, descansa Jonghie, hiciste mucho hoy.
El contemplar a su adorado dormir hizo querer tenerlo para la eternidad a su lado, si bien era la primera vez que compartía el castillo con alguien, quería hacerlo eterno, despedir la soledad era algo que jamás imaginó podría suceder y en un instante el mayor susurró:
- Estoy perdidamente enamorado de ti Jongho.
 Llegada la madrugada partieron, Yunho cubría cualquier rastro visible de piel para que la luz no lo quemara, una fedora y guantes negros combinados con un abrigo largo del mismo color sobre su saco rojo.
Al llegar a la choza del brujo Yunho le dio la orden de dormir y descansar lo suficiente, si bien ya no estaba mareado, la sensación de debilidad era presente.
- Regresare en dos días, el trayecto es un poco largo y tomare descansos para no levantar sospechas, prométeme que descansaras.
- Lo prometo, cuando regreses miremos las estrellas desde lo alto del castillo, ve con cuidado Yuyu.
Ambos rieron y se besaron con estrellas brillando en sus ojos.
El día parecía estar cubierto con un velo de tranquilidad desmesurada, más de lo normal, pero Jongho decidió ignorarlo y seguir durmiendo, porque a pesar de que el sol brillaba a su máxima intensidad desvelarse para poder estar con el vampiro y darle su sangre era absolutamente agotador.
Yunho había prometió venir esa noche, llegaría de su viaje de dos días y el brujo quería descansar para verle.
Al caer la tarde el brujo decidió ir al arroyo a lavar sus especieros de vidrio, sin embargo, un aroma a quemado comenzó a inundar el ambiente y a ponerlo en alerta, dejo caer los especieros y al correr hacia su hogar lo primero que vio fueron llamas consumiendo su lugar seguro y el terror se apodero de él, ellos sabían de su existencia, lo habían encontrado.
No tenía otra opción más que correr, si llegaba al castillo de su amado estaría seguro, ellos no entrarían ahí por temor al demonio que lo habitaba.
Pero al momento de intentar correr el cansancio se hizo presente y una flecha fue directo a su pierna ocasionando que comenzara a flaquear y entre varios, comenzaron a golpearlo hasta hacerle perder el conocimiento.
Yunho regresó más temprano de su viaje, había prometido a su querido brujo que iría a visitarlo, había conseguido una hierba especial que podía regresarle la energía que había drenado de su ser al tomar tanta sangre de él en los últimos días, tenía que admitirlo, la sangre de Jongho era exquisita, no era como la de los animales que salía a cazar o como los inmundos humanos que solía consumir de vez en cuando, había algo mágico en ella que lo hacía desearlo cada vez más y más, quería al brujo solo para el en toda la extensión de la palabra, no como una bolsa de sangre, si no como alguien con quien pudiese pasar toda su eternidad amando.
No obstante, a su llegada al castillo un aroma a humo y un sentimiento alarmante comenzó a instalarse en él y al mirar por el ventanal, vio que el humo provenía de un área extremadamente conocida y supo que algo estaba mal, que no debió haberse ido – Jongho – lleno de furor hizo su camino lo más rápido vampíricamente posible y al llegar al hogar de su amado todo estaba hecho cenizas.
- ¡Jongho, cariño! ¿Dónde estás? – gritaba desesperadamente intentando oler su rastro y mirando desesperadamente a cualquier lado en busca de su amado.
- La basura que estas buscando no está aquí, ¿también eres una de esas escorias? – dijo uno de ellos con odio desmesurado.
Ese comentario fue suficiente para que el conde que habitaba en el bosque perdiera la poca humanidad que aún vivía en él.
Las estrellas lloraron y la oscuridad de la noche comenzó a mancharse de olas rojizas.
En el pueblo había comenzado todo para iniciar con la liturgia, en la plaza principal se erguía un tronco con el brujo inconsciente siendo atado, a sus pies cargas de leña acomodadas perfectamente esperando ser ardidas y quemar la maldad con ellas.
Su santidad, el sacerdote Lee se acercó al tronco con su biblia abierta con y un rosario colgando por la mitad y mirando al brujo gritó:
- Este inmundo ser ha intentado burlarse de nosotros escondiéndose en las afueras del bosque, esperando su turno para llevarse a cada uno de nosotros y usarnos en sus rituales satánicos.
Los murmullos de la gente comenzaron a ser audibles y Jongho despertó mareado, deseando que su realidad fuera un sueño, había fallado al intentar escapar y en vez de pensar en volverlo a intentar, solo podía lamentarse en su mente de no decirle a su amado lo mucho que deseaba compartir la eternidad con él.
- ¡Muerte al brujo!
- ¡Háganlo arder!
El brujo comenzó a llorar e intentar desatarse, pero era imposible.
Inhumanos, juzgándolo por ser un brujo que ni siquiera tenía planes de acercarse a ellos, se suponía que esa noche vería al conde y estaría siendo feliz, era injusto, llevaba años escondiéndose, estando solo y justo cuando había encontrado una razón para ser feliz y dejar sus prejuicios atrás iban a arrancarle todo.
E irónicamente en sus plegarias imploró que Yunho lo salvase.
Su santidad comenzó a rezar y alzo una antorcha con su mano izquierda hacia el cielo nocturno mientras pronunciaba:
- Nuestro señor, antes bien líbranos de todos los peligros siempre…
Y gritos horrendos resonaron de tal manera que la liturgia se detuvo.
- Su santidad, el demonio del castillo ha despertado, está aquí por nosotr- y antes de terminar la frase su cuello fue desgarrado de la forma más macabra posible dejando un torrente de sangre y libre espacio al vampiro para beber cuanto quisiese de él.
Los gritos del pueblo eran espeluznantes mientras corrían para buscar refugio del vampiro, su santidad y los elegidos se quedaron de pie para terminar con ambos demonios.
Jongho no sabía si sentir tranquilidad o tener más miedo al ver que Yunho había venido por él, pero no estaba para nada cerca de lucir como siempre lo hacía.
El conde que tenía a su vista no era aquel al que juraba haber dicho no parecía terrorífico.
Todo él estaba bañado en sangre, numerosos coágulos entre su pulcro traje rojo y manos, sus ojos carmesíes resplandecían más de lo normal, tanto sus labios como sus afilados colmillos indicaban que acababa de darse un banquete con todo aquel que se había entrometido en su camino, había perdido completamente el control y no pensaba recuperarlo hasta tener de vuelta a su brujo entre sus brazos.
Mientras los elegidos se acercaban a terminar con el vampiro, su santidad hacia lo mismo con el brujo.
- Maldito seas, desde el momento que llegaste aquí nos maldijiste e hiciste que esa otra monstruosidad apareciese, debes morir y pagar por tus pecados.
Y antes de que lanzara la antorcha al tronco, el vampiro atravesó su pecho hasta arrancar su corazón y formar un lago de sangre en el suelo.
La mirada de Yunho aún destilaba descontrol, comenzó a romper las cuerdas que ataban a su amado pidiendo disculpas por no estar ahí antes para detenerlos, mientras limpiaba sus lagrimas y lo tomaba en sus brazos le prometió que lo llevaría con él y lo cuidaría por siempre.
En todo el trayecto de regreso al castillo el aroma a sangre inundaba el bosque, el vampiro cargó al menor en sus brazos y a pesar de tenerlo seguro con él, seguía en descontrol, podía notar las marcas que había dejado con un ligero tono violeta en sus cuello y muñecas, el problema eran las marcas de golpes en su rostro y que probablemente tenía en el cuerpo.
No se arrepentía de la masacre que había cometido, nadie merecía a Jongho.
Él era todo lo que pensó había perdido y que no tendría como humano, pero se equivocaba el no era uno de ellos nunca más y en su viaje eterno encontró una parte de vida, de amor, por quién destrozaría todo su alrededor, quería que Jongho permaneciera con el por siempre.
Una vez dentro de su castillo recostó al brujo en su cama, desatando las cortinas del negro dosel que la decoraba, dejándolo descansar de la horrorosa liturgia.
Tenía que calmarse, no quería horrorizarlo, aunque probablemente lo haya hecho, pensó.
Decidió tomar un baño y deshacerse de toda la sangre que cubría su cuerpo, una vez terminase prepararía algo de comer para su precioso brujo durmiente y le pediría que se quedase con el en su castillo, le daría todo el espacio que quisiese y le ayudaría a construir un nuevo lugar para seguir con sus pócimas.
Con el paso de las horas el brujo despertó con miedo que rápidamente fue disipado al reconocer el aroma y lugar en el que estaba, los sucesos aturdieron su mente y recordó que su Yunho lo había rescatado; Con movimientos y pasos torpes decidió ir en busca de él, necesitaba agradecerle y en su momento indicado decirle lo mucho que quería estar con él para siempre, que lo convirtiera, que fueran eternos.
El conde noto la presencia del menor y apurado fue a tomarlo entre sus brazos mientras las lagrimas caían de su rostro como una lluvia de líridas.
- Pensé que te había perdido, cuando llegué todo estaba destrozado, creí que había sido el fin, después te encontré y perdí el control, lo lamento, lamento que hayas visto ese lado de mi.
Esas palabras fueron suficientes para que el brujo comenzará a llorar de la misma forma.
- Creí que no llegarías, que no te volvería a ver Yuyu -tomando las mejillas las mejillas del mayor preguntó- ¿Estás herido? Gracias por buscarme, gracias por dejarme estar entre tus brazos.
- Ninguna de esas basuras podría hacerme daño… Jamás tienes que agradecer, iría por ti eternamente Jonghie.
Los días pasaron tranquilamente, Yunho se aseguró que su amado descansara y comiera lo suficiente para recuperar energía y algo de la estabilidad mental que le había sido arrebatada, moría por proponerle que entregara su eternidad a el, pero eso significaba pedir demasiado y desconocía el sentir al respecto del brujo, no quería atiborrarlo con tanto.
Quizá debería esperar un poco más, pero su espera llegaría más pronto de lo qué suponía.
Durante sus días descansando el brujo se dedicó a leer, a estar bajo el cuidado del vampiro, a admirarlo y pensar en el un poco más de lo debido, era mucho más alto que el, ni siquiera parecía estar muerto en vida, sus colmillos relucientes en su sonrisa eran lindos y bastante atractivos desde que estuvieron en su cuello, siempre era hermoso, incluso cuando su verdadero ser salía a la luz y el terror se apoderaba de todo, sus ojos rojos, su aura en descontrol y la sangre bañándolo, pero esa noche ambos tenían un brillo especial, Jongho se sentía muy diferente, sería la noche en que confesaría su amor por Yunho, se entregaría en alma y ser.
Cuando el silencio de la noche llegó irrumpió en su habitación, el candelabro estaba apagado, lo único que le iluminaba eran las velas alrededor de ella y la luz de la luna filtrada por el ventanal, el ambiente era mágico, tranquilo, suave, tenebrosamente tentador y romántico, justo como el ser que estaba sentado en la cama.
- Jonghie has estado algo raro hoy, ¿Sucede algo?
El menor se acercó a Yunho para juntar sus cuerpos en un abrazo.
- Podría ser, es solo que tenía muchas ganas de hablar contigo.
- Puedes decirme lo que quieras pero antes de eso –dijo con la voz más dulce posible y jugando con sus manos es la espalda del otro– Jongho, mi amor, desde que te vi por primera vez algo en ti me atrajo mucho, fue creciendo más y más y desde el momento que pisaste el castillo quise que te quedaras conmigo por siempre, he estado solo por muchos años, tu presencia me reconforta y he de admitir que estoy enamorado de ti, eres tan atrapante, orbito en ti y si a si lo deseas, quédate, quédate conmigo aquí.
Y si el vampiro pudiese sonrojarse sus mejillas estarían en rosa vibrante al igual que las del brujo.
Y Jongho pensó que su corazón iba a combustionar.
- He estado pensado en lo mucho que deseo entregarte mi eternidad, me gustas mucho Yuyu -musitó en el pecho de Yunho.
Para Jongho, estar en los brazos del conde era abrasivamente embriagador, lo amaba ¿Estaba mal si se sentía tan bien? Cada vez quería más, quería que Yunho lo tomara para toda la eternidad, quería ver a su lado lo que aún no estaba escrito, al final del día no tenía nada que perder, a dónde ni con quién más ir, solo con su amado vampiro.
- ¿Sabes que no hay marcha atrás? - dijo Yunho a punto de perder lo único que lo aferraba a no perder la cordura, el pequeño brujo era lo que más amaba y no podía permitirse lastimarlo.
Jongho tomó del cuello a su anhelado vampiro para juntar sus labios en un beso diferente a los demás, uno lleno de lujuria y romance desbordado.
- Tómame Yuyu, toma todo de mí.
La manera en que esas palabras habían sido pronunciadas durante el beso fueron suficientes para mandar al borde al conde, la magnífica luz de las velas, el cielo rojizo fuera del castillo, la tenebrosa y cálida atmósfera daban comienzo al inicio de la eternidad, la cual solo podía ser apreciada por la luna y el velo de estrellas cubriendo el cielo.
Yunho postró al brujo en el ventanal besándolo con la misma intensidad, bajando de sus labios a su cuello dejando ligeros hilos de saliva iluminados por la luz de la luna que conectaban a ambos.
Sus manos empezaron a desabotonar la camisa del menor para tener mayor espacio para morder y besar su pecho, comenzó a bajarlas hasta acariciar sus caderas y su creciente bulto.
- De rodillas Jonghie.
Jongho se arrodillo frente al vampiro y bajo sus pantalones llevándose la erección del contrario a su boca dando pequeñas lamidas y saboreando el líquido preseminal hasta llegar al fondo y permitir que este lo usará tomaba su cabeza entrando y saliendo de sus labios sin parar hasta descargarse en el, mientras tomaba todo sin renegar.
- Eso es, buen trabajo brujito bonito.
La imagen de Jongho tragando su semen era tan tentadora, el brujo lamia sus labios y en sus comisuras era evidente los sobrantes blanquecinos de.
Yunho lo tomó del crucifijo, admirándolo para levantarlo y besarlo saboreándose a sí mismo mientras el otro saboreaba su sangre.
La ropa de ambos termino esparcida entre la cama y el piso de la habitación.
Una vez en la cama el vampiro se posiciono a la altura de los muslos del brujo con las piernas en sus hombros y comenzó a besar y morder su muslo derecho mientras su mano subía y bajaba apretando ligeramente la erección del menor.
- Tus muslos son tan bonitos, desde que te vi supe que serían mi perdición.
Comenzó a ser descuidado con sus mordidas, la sangre de Jongho combinada con la excitación tomaba un sabor exquisito y quería más, sus ojos rojos cargados de lujuria daban a entenderlo.
Subió dando besos por ambos muslos sin dejar de masturbarlo y al momento de morder su abdomen bajo el menor se vino con un gemido de lo menos tímido apretando las sábanas, Yunho aprovecho para besarlo de nuevo, tomando con sus dedos el semen del brujo como lubricante y comenzar a prepararlo.
Una vez listo, volvió a tomar semen del brujo para esparcirlo por su pene y entrar en el.
- Voy a entrar bonito, dime cuando pueda moverme. -dijo posicionándose entre sus piernas. -
Era algo incomodo, pero pronto se acopló.
- Puedes moverte Yuyu.
Yunho comenzó con estocadas suaves, subiendo el ritmo poco a poco.
Jongho comenzó a impacientarse besando el cuello del contrario e intentando acelerar las estocadas a lo que el vampiro tomo sus muñecas y las inmovilizo sobre su cabeza, penetrando más fuerte a su Jonghie y disfrutando de los besos, los gemidos entre cortados, las pequeñas mordidas y marcas que debía estar dejando su amor.
Pero tampoco era suficiente para él.
- En cuatro brujito.
Y la imagen del brujo era maldita, Yunho estaba perdiendo. Amasando sus muslos y trasero volvió a entrar en el.
El brujo arqueaba su espalda moviendo sus caderas hacia atrás apretando el borde de la cama perdido en el placer de Yunho montándolo y el éxtasis de que le generaba su sangre siendo drenada.
- Ahhh Jongho no puedo tener suficiente de ti – murmuro lamiendo su cuello para volverlo a morder, cada vez más descuidado, cada vez anhelando más.
Mhhh más Yuyu, ahhh, más, más duro, más rápido, no tengas piedad conmigo – rogaba mientras movía en desesperación sus caderas. -
Y quien era Yunho para negárselo.
Los bonitos gemidos de su amado eran como una melodía para el y su rostro lleno de sonrojo y placer una obra de arte.
Los gemidos, el ruido de las pieles chocando, el aroma a semen y sangre inundaban la habitación.
El vampiro bombeó el pene de Jongho y mordió su cuello nuevamente para drenarlo definitivamente lo que ocasiono que este gritara de placer y viniera por segunda vez, aprovechando el subespacio del otro, el vampiro comenzó a dar estocadas en el sin control buscando su liberación y cuando llegó se aseguro de eyacular todo dentro de su bonito Jongho.
Una vez tomó lo suficiente para iniciar con el rito de convertir al brujo en vampiro y tenerse eternamente, mordió su brazo succionado la suficiente sangre para besar a Jongho dándole de tomar su sangre desde sus labios.
Obediente comenzó a beber la sangre de los labios de Yunho, la sangre escurría entre el beso, el vampiro cortó el sangriento beso y rasgó la carne de su muñeca haciéndola sangrar.
- Bebe Jonghie.
A pesar de que el brujo estaba ido debido a el placer y la debilidad de perder tanta sangre seguía las instrucciones del mayor.
Jongho comenzó a beber la sangre directo de la muñeca de Yunho y este a beberla mordiendo justo debajo del lunar del cuello del otro.
Y mientras la odisea llena de sangre se llevaba a cabo, la luz de la luna dejo de ser clara y brillante para convertirse en una luz roja oscura, las estrellas brillaban ferozmente en el cielo y el fuego de las velas comenzó a titilar hasta apagarse.
Tenebrosamente mágico.
Lo último que Jongho recordaba borrosamente era la manera en que su Yunho lo había cargado hasta la tina y se aseguro de limpiar a ambos, para después acostarlo en su pecho.
Sería la última noche que el brujo experimentaría el sueño.
A las horas, mientras la oscuridad de la noche aún reinaba, Jongho despertó sintiéndose extraño, sediento, pero con la noción de que Yunho estaría eternamente a su lado.
Yunho notó el despertar de su amado quien lo miraba con ojos rojos y colmillos visibles, seria una nueva experiencia en lo que se acostumbraba a su nuevo ser.
Jongho no dejaba de mirar el cuello de su Yuyu, tenía mucha sed y le necesitaba.
El mayor dejo su cuello y clavículas a la intemperie para que el brujo vampiro se deleitase con cuanta sangre quisiera.
Y si le parecía bonito antes, ahora le parecía infinitamente hermoso.
- Te amo eternamente Yunho.
- Te amo eternamente más Jongho.
Y la eternidad dio inicio para siempre en un amor como azúcar glass hecha de estrellas sangrientas.
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