#cara de muñeca
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tortademaracuya · 2 years ago
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Por mi paz mental mejor ni me vuelvo a fijar hasta mañana. Nada raro está pasando en ese drive
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e-m-p-error · 2 years ago
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[ @666-dollfaced LIKED For A Starter ]
[ Valentino ]
"You know, cara de muñeca, it'd be easier to teach you this if I could just feed these words to you."
There was no harm in a little flirting, and Valentino would maintain such a thing if she got on his case about it. Regardless, he lifted his cheek from his knuckles and tried to go a little slower.
"Gilipollas." He added quickly, mostly to avoid being told 'no' on something, "He-Lee-Poe-Yass."
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juantinarchive · 1 month ago
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Post de Juanjo en instagram✨
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jaquemuses · 9 months ago
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lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
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𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
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Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
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cielob03 · 6 months ago
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Art from April 2024. Just best friends who enjoy drinking, singing and dancing to death! Stay tuned! Because tonight, these two jazz demons will be the stars of the show! 🥴🥃🎤🕺💃 I didn't draw it as ship's material, but only as best friends with confidence, however, whoever wants to take it as ship's art, is free to do so~ 🤭💙 . . . [Diálogos].
Alastor: Cariño, ¿puedo tener el honor de bailar contigo?
Mimzy: Si mi pequeño gatito borracho puede seguirme el ritmo, sabes que mi respuesta siempre será, sí.
Alastor: (¿pequeño gatito?) ¿Qué tal una canción también? Me encanta la forma en que cantas.
Mimzy: Quieres todo el espectáculo, ¿eh? Bien, cualquier cosa para ti, cara de muñeca.
✨💙 I hope you like it! :3 💙✨
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deepinsideyourbeing · 1 month ago
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Necesito un smut de pipe no encuentro casi
Quizás podrías hacer día de piscina?? Muchas gracias ♡♡♡
Kinktober, Día 9: Outdoor
Felipe siempre dice que no necesita protector solar.
-Me molesta- argumenta mientras masajeás el producto en su cara. Sus labios forman un adorable puchero y cuando lo besás sus manos sujetan tu cintura con más fuerza-. ¿Y por qué tenés tantos? Es lo mismo.
-No es lo mismo- explicás-. Este es para tu tipo de piel, este es para mi tipo de piel, este otro es corporal y podemos compartirlo. Date vuelta.
Abandonás su regazo y él se posiciona sobre su estómago. Los músculos en su espalda son tan imposibles de ignorar como sus lunares, pero su voz llama tu atención porque cuando arrojás la crema sobre su piel el sonido lo hace reír.
-Qué tonto que sos- decís mientras intentás contener la risa.
Esconde su rostro en su brazo y continúa riendo, tentado, mientras te encargás de cubrir toda su espalda, sus hombros y también la parte posterior de sus piernas. Tus manos en su cuerpo -en combinación con el silencio del pequeño y vacío hotel que encontraron- lo ayudan a relajarse y liberar la tensión.
Cuando llega el momento de intercambiar lugares empezás a temblar por el nerviosismo. Felipe tiene la costumbre de hacerte cosquillas cuando menos lo esperás y, aunque no es un problema, no querés que los empleados del hotel se alarmen por tus carcajadas y gritos histéricos.
El calor de sus manos en tu espalda te hace olvidar tus sospechas instantáneamente. Esparce el protector solar con una mezcla de firmeza y suavidad, sus dedos evitan presionar muy fuerte en la zona de tus costillas y cuando rozan la parte de tus pechos que queda expuesta por tu bikini, lo hacen con delicadeza.
-Tenés una re contractura acá- advierte luego de terminar con la zona de tus hombros-. Te puedo hacer masajes más tarde.
Suspirás.
-Por favor.
El sonido de tu voz y tus muslos entre sus manos, ahora salpicados con protector solar, tienen un efecto inmediato en su miembro. Felipe fue quien escogió tu bikini, su favorita, porque considera que la forma en que la tela abraza tus pechos y se adhiere a tus pliegues es simplemente perfecta.
Intenta concentrarse en su trabajo en lugar de mirar el tentador espacio entre tus piernas. Fracasa. Imagina cómo te verías si tan sólo moviera la prenda unos centímetros, exponiendo tu pequeña entrada, para luego enterrar sus dedos en tu interior.
El traje de baño comienza a ser un estorbo y pronto tiene que contenerse para no frotar su erección contra tu pierna, pero no controla la fuerza que emplea en tu cuerpo y el dolor que provoca cuando entierra sus dedos en tu muslo te hace gemir.
-Me dolió.
-Perdón- dice luego de carraspear-. Me distraje.
El producto se absorbe en tu piel pero él continúa tocándote. Desliza sus dedos lentamente en dirección hacia tu entrepierna, sin ocultar tus intenciones, y puede verte examinando toda la zona de la piscina antes de sentirte rindiéndote bajo sus caricias; gemís con fuerza cuando toca tu centro por sobre la tela y levantás tu cadera, suplicando por más.
-¿Sí...?- pregunta con voz ronca-. ¿Querés que te coja?
Ocultas tu rostro entre tus brazos y asentís.
Deshace uno de los nudos de la parte inferior de tu bikini y descubre tu centro. Tus pliegues brillan con tu excitación y se pregunta cuánto tiempo llevás así, consciente de que la respuesta podría incluir los besos que compartieron cuando llegaron hace media hora, pero no hace preguntas y tampoco te molesta comentándolo o burlándose de tu estado.
Recorre tus pliegues con dos dedos para humedecerlos antes de introducirlos en tu interior. Mordés tu brazo para silenciar el mitad gemido-mitad grito que escapa de tu boca, la mezcla de dolor y placer provocando que tus paredes cálidas y estrechas se contraigan y succionen sus dedos.
-Ahí- jadeás cuando gira su muñeca y curva los dígitos en busca de tu punto dulce-. Más, más.
Te deja creer que continuará tocándote sólo para poder contemplar las expresiones que hacés. Cuando volteás a verlo tus párpados parecen pesar toneladas, tus pupilas ya están dilatadas, tu mirada delata la preocupación y desesperación por el temor de que alguien los sorprenda en esta situación tan comprometedora.
Cuando te sonríe imitás el gesto y él sabe que ya estás completamente perdida, tu mente nublada por la sensación de sus dedos abusando de tu interior. Tus gemidos cada vez más constantes y más fuertes lo hacen detenerse.
Felipe se posiciona rápidamente sobre tu cuerpo, guía su miembro hacia tu entrada, con una mano capturando tu muñeca contra tu espalda. Los primeros centímetros te hacen sollozar y te mordés los nudillos en un intento de soportar el ardor.
-Ya está, ya está- intenta consolarte mientras continúa con la penetración-. Perdón, bebé, no podía más.
La sensación en tu estómago se intensifica con sus palabras. Saber que está tan desesperado por hacerte suya siempre termina excitándote más, incluso cuando significa escasa preparación o tener que ocultarse en el primer sitio que encuentran cuando necesita tenerte ahora, ya, donde sea y cuando sea.
-Dios- te quejás cuando te llena por completo. La sensación de su miembro reclamando su lugar en tu cuerpo te enloquece y cuando te reincorporás brevemente para mirarlo, hay un hilo de saliva conectando tus labios y tu brazo-. Se siente muy bien, amor.
Una sonrisa arrogante tira de sus labios.
-¿Todavía no te cogí y ya estás así?
-¿Y qué esperás?- contestás con lo que esperás que sea un tono molesto. Tu voz es temblorosa y delata tu desesperación pero te esforzás por mostrarte enojada-. Dale, boludo, ¿qué estás...?
El repentino movimiento de sus caderas te interrumpe y el resto de tu oración se transforma en un gemido. No te regala un minuto para procesar nada que no sea la profundidad que alcanza en tu interior o la brutal fuerza de sus embestidas, que sacuden tu cuerpo, porque está desesperado por sentirte.
Toma tu cintura con ambas manos.
-¿Qué pasa? ¿No decís nada ahora?
Intentás contestar pero el placer no te permite pensar.
Tu mirada desenfocada permanece sobre el agua de la piscina, cuyo brillo y movimiento se refleja en los azulejos, pero tu mente sólo registra la manera en que Felipe golpea tu interior con precisión y desesperación.
Cuando se deja caer sobre tu cuerpo, prácticamente cubriéndote y haciéndote sentir protegida por el contacto de su pecho con tu espalda, entrelaza sus dedos con los tuyos y busca tus labios. Gemís en su boca y él jadea.
-Te gusta que te tenga así, ¿no?- pregunta luego de romper el beso-. Te gusta que te coja donde cualquiera puede verte.
El sonido rítmico y húmedo que provocan sus estocadas resuena por todo el patio del hotel y opaca el tímido sí que pronunciás. Felipe no necesita oírte para saber que esa es tu respuesta...
Quiero vivir este escenario. Chau.
- @madame-fear @chiquititamia @creative-heart @recaltiente @llorented @delusionalgirlplace ♡
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rubywolffxxx · 1 month ago
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Horas extra (Bjorn x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Advertencia: +16 (¿alguien le da bola a las advertencias? Creo que más que advertir es una invitación a leerlo más emocionada xd)
Sinopsis: El minero solía pensar mucho en lo que haría cuando cumpliera con sus horas establecidas. A dónde iría, qué trabajo buscaría allí y lo sencillo que sería todo entonces. Pero en cierto punto, otra razón se convirtió en la principal de su esfuerzo. Ya no le preocupaba tanto poder irse de las minas en si, sino dejar las minas junto a ella.
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Cuando un grave virus de origen desconocido comenzó a causar la muerte de un gran número de trabajadores en tu área, los altos rangos decidieron cerrar el sector, distribuyendo a los trabajadores sanos en otros ámbitos. Por esa razón, terminaste en el área de las minas.
Al principio fue difícil. A pesar de que las mujeres estaban asignadas a tareas más leves que los hombres, seguía siendo un lugar horrible. Insalubre.
No todo fue malo, pues ahí conociste a tu nueva amiga. Navarro. Y por consecuencia a su hermano. Bjorn.
Las interacciones comenzaron como simples intercambios de saludos, escalando a pequeñes charlas cuando se topaban por casualidad. Luego comenzaron las salidas juntos.
Eran buenos chicos. Esa era tu opinión sobre el par de hermanos. No iba a mucho más.
Fue así hasta que cierta tarde-noche, te topaste con Bjorn en una de las áreas ya minadas.
—¿Bjorn? ¿Qué haces aqui solo, amigo?—____ se acercó al barandal donde el chico estaba sentado—. Ya casi son las ocho, vamos a firmar el cierre y larguémonos de aquí.—
—¿Cuántas horas te faltan, ____? ¿Y qué harás cuando se terminen?—Bjorn siguió mirando el desolado paisaje, perdido en las oscuras fauces de la cueva apenas iluminada. Aquella pregunta tan seria tomó por sorpresa a la mujer, quien ya no tenía apuros por irse. En su lugar, se sentó junto a Bjorn.
—Pues me quedan poco menos de 600... Y cuando las terminen quiero que me pasen al sector de oficinas.—el chico finalmente la miró, y en su rostro se notaba cierta indignación—. ¿Por qué la cara larga?—
—Podrias pedir el pase a otra colonia, otro planeta... ¿Por qué diablos elegirías quedarte en este lugar de mierda?—
____ revisó su muñeca, donde aquel reloj de la compañía cubria su piel.
—597 horas. Tres meses, menos si hago extras...—habló con tono relajado—. En esos tres meses, la población actual de Jackson se reducirá. Mucho más si no controlan esa enfermedad pulmonar que esta matando a la gente.—Bjorn frunció el ceño—. No hay muchos jóvenes en la colonia, y a eso súmale que nos morimos lentamente... ¿Crees que la compañía nos dejará ir a Yvaga a tomar limonadas y trabajar de floristas en el soleado centro de la ciudad?—
—Terminamos el contrato. Es lo que corresponde.—
—Cosita linda, cree que la compañía es fiel a su palabra.—Bjorn se ofendió con el tono burlón con el que dijo aquello—. Van a extenderlo en cuanto te pares ahí, con tu sonrisa tonta a pedir el traspaso.—la inconfundible sirena que anunciaba el fin del turno resonó sobre sus cabezas—. Lo último que quiero es destruir tus ilusiones, Bjorn... Pero considero que tenemos la suficiente confianza para decirte esto... No saldremos de esta mierda, asi que haz que esta mierda sea más amena.—presionó su hombro—. Y podríamos empezar por comer unas pizzas ¿No crees?—
Desde ese día, los encuentros con Bjorn ya no eran por casualidad, sino que él te buscaba para compartir un momento de charla.
La idea de viajar a Yvaga no se había extinguido por completo de su cabeza, pero Bjorn entendió que tenías razón, así que en sus tiempos libres discutían sobre qué área era "no tan mierda" para poder pedir el pase.
Todas las tardes, mientras tomaban y bebían algo para reponer energías, buscaban algún rinconcito apartado para revisar el nuevo tema en cuestión.
Fue una de esas tardes, mientras se refugiaban del agobiante calor en una cueva, que la línea de amistad entre ambos comenzaba a desdibujarse.
—Jardinero... ¿Qué tal?—
—Estamos en un puto carbón gigante ¿Dónde diablos viste un árbol?—____ rió bajito, quitándole a Bjorn aquella revista con toda la lista de trabajos elegibles de la compañía.
El par llevaba apenas unos minutos sentados en la fresca cueva, iluminados por la precaria iluminación instalada en las paredes. Había sido descartada para minar hacía unos días, por lo que se había convertido en su lugar preferido para perder el tiempo. Nadie los molestaba ahí.
—Son opciones en general, para todas las colonias. No todas aplican aqui.—____ hojeó las páginas de forma rápida—. ¿Qué tal... Mensajero?—
—¿Y usar ese ridículo traje marrón mierda? No, cariño. Busca otro.—intentó quitarle la revista, pero ____ la apartó. Una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.
—Oh, vamos. Es una idea más que buena. Además, asi podríamos vernos seguido.—aquello llamó la atención de Bjorn—. Porque no olvides que si me dan el puesto en la oficina, me trasladarán al sector norte. Y si las minas son el trasero, el sector norte son las tetas, estaremos muy separados. No nos veremos tan seguido.—Solo entonces el chico comprendió que en solo unas semanas, no volvería a ver a ____. Al menos no con la frecuencia que lo hacía ahora. Se sintió extrañamente mal—. O podrías venir a las oficinas conmigo. Pero dudo que estar encerrado en un cubo de 3 metros cuadrados te guste.—
—¿Estaría encerrado contigo? Porque en ese caso no sería tan malo.—la chica rió con aquello, levantándose del suelo y sacudiendo vagamente el polvo de su pantalón.
—Me retracto. No sé si quiero aguantar tus tonterías todo el dia.—
—Pensé que te agradaban mis tonterías.—Bjorn se levantó también, mirando como la chica se quitaba la chaqueta y la amarraba a su cintura.
—Por un rato. Pero algo me dice que después de unas horas te vuelves insoportable.—lo escuchó quejarse—. Nav en cambio... Me gustaría tenerla como compañera. Sí... tú serás el mensajero color mierda y Nav mi vecina de oficina.—Bjorn miró a la mujer refrescarse con el agua de su cantimplora, mojando un poco su cabello para amarrarlo mejor.
Algo del agua que escurría por su pecho empapó su camiseta, y Bjorn pudo ver el sujetador negro traslucirse un poco bajo la blanca tela. Se sintió un idiota por enfocarse en eso, apartando la mirada apenas reaccionó.
—Aún es temprano... No debemos irnos todavía.—soltó mientras recogía la revista, evitando mirarla de nuevo.
—Pero ya elegimos tu trabajo, mensajero. Ahora debemos adelantar horas para apurar el asunto.—____ le lanzó la cantimplora, invitándolo a usar el agua restante—. Porque temo informarte que en dos meses ya me largo de aquí, y no volverás a ver mi dichoso rostro hasta que cumplas tu cuota.—
Ah... Bjorn no había pensado en eso.
—Me quedan 6 meses... A Navarro 4.—____ se acercó a él, extrañándose al ver lo pensativo que se había puesto de un momento a otro.
—Pues 6 meses no es tanto.—
—Ya me acostumbré a pasar las tardes contigo, querida. 6 meses sin escuchar tus tonterías sí es mucho.—____ sonrió, mirando como Bjorn volcaba algo de agua en su mano y la pasaba por su nuca.
—Aww, ¿Me extrañarías? ¿De verdad?—recibió la cantimplora—. Yo no sé si te extrañaría a ti, la verdad.—
—Que graciosa.—
—Pero echaría de menos a tu hermana, y que me dieras tu postrecito del almuerzo...—lo vio rodar los ojos antes de comenzar a caminar hacia la entrada de la cueva—. Y tal vez, un poco... Echaría de menos compartir el ascensor contigo.—
—¿Y eso por qué?—
—Porque la luz del ascensor hace que tus ojos resalten ¿Sabes? Y por si no lo notaste, son muy bonitos.—aquel comentario hizo que Bjorn la mirara enseguida—. Oh no, te inflé el ego. Ya vámonos.—
—¿Mis ojos? ¿Son lindos?—sonrió enseguida, acercándose a la mujer que ignoraba ese repentino aumento de energía—. ¿Y el resto de la cara?—
—Es la cara de un idiota, no acompaña mucho a los ojos.—Bjorn se paró frente a ella, sin dejar de sonreírle con diversión—. Ya, hazte a un lado.—
—Pues si me preguntas...—
—No lo hice.—
—... En mi opinión, toda tu cara es jodidamente linda.—____ se sorprendió con aquello—. No... Tú eres jodidamente linda de pies a cabeza... asi que sí, voy a extrañar verte... haré horas extras para que la separación no sea tan larga.—
—¿te parezco linda?... ¿Yo?—la chica se autoseñaló, y Bjorn asintió enseguida—. No creo... De seguro es porque no has visto muchas chicas que tengan menos de 40 años en las minas... que no sean Navarro, tu prima o la hija del supervisor.—
—No es eso. De verdad me pareces bonita ¿No puedes aceptar el halago?—
—Bueno bueno, lo tomo.—la sirena que indicaba el fin del descanso rompió el raro ambiente—. Ya, mensajero. Volvamos a trabajar.—
—Y luego horas extra, cariño.—
—No te sobreesfuerces.—
Desde ese día, la actitud de Bjorn cambió bastante. Se volvió más coqueto, adulador. Y a pesar de que no insinuaba nada más, era evidente que comenzaba a desarrollar ciertos sentimientos.
No es que no tuvieras interés, por supuesto que lo tenías. Pero algo en la forma de ser despreocupada del chico -sumado a algunos chismes de Navarro relacionado a parejas anteriores de su hermano- te advertía sobre posibles problemas a futuro.
Ya te habían roto el corazón hacía no mucho, no querías que volviera a pasar. Y Bjorn era un buen amigo, no querias arruinar eso.
Ese coqueteo disimulado era divertido de recibir, y no dudabas en responderlo también.
Lo veías como algo inocente, una tontería. Una que no le haría mal a nadie.
Pero cierto día, mientras hacías tus últimas horas, Bjorn terminó destapando todo.
—Disculpa, eres ____ ¿Verdad?—la chica levantó la mirada, encontrándose un rostro nuevo—. Soy Adam, tu reemplazo.—le extendió la mano—. En la agencia dijeron que en unos días te cambian de sector y que yo cubriré tu lugar, vine a ver cómo es el trabajo.—
La chica le estrechó la mano dudosa, pues era un puesto que usualmente se le atribuía a mujeres debido a no ser tan pesado.
—Hola, Adam. Un placer... Disculpa la pregunta pero-
—Ya no hay mujeres que quieran venir a las minas, asi que quien sea que esté disponible ¡Pum! de cabeza a las minas.—respondió divertido al ver que había adivinado la pregunta de la mujer—. Asi que sí, tuve suerte.—
—Bueno, compañero. Será un trabajo liviano, pero es tan repetitivo y aburrido que en lugar de cansancio físico caerás en la locura... Ven, te mostraré.—
El resto del turno ____ se dedicó a explicarle al chico cómo era el trabajo. Cargar, llevar, descargar, volver y repetir... Unas 200 veces por día. Adam era simpático. El chico aprendió rápido y se ofreció a hacer el último tramo las tareas de la chica. Quería tomarle ritmo al asunto antes de empezar a trabajar, además de que notó que ____ estaba algo cansada ese día.
—Bueno, tenías razón. Fácil es, divertido no mucho.—Adam recibió la cantimplora que la mujer le extendió, descansando un momento junto al carrito.
—Harás amigos que hagan más pasadera la tarde, no te preocupes.—se sentó a su lado—. ¿Quieres comer algo? Ya casi es hora del descanso.—
El chico no pudo responder, cuando un tercero se paró frente a ambos. Era Bjorn. Su mirada era de confusión, pero en el fondo también se sentía inquieto. Ver a la chica sonreírle a un desconocido no le hizo mucha gracia.
—¿Y tú quién eres?—miró a Adam, controlando las ganas de decirle que se apartara dos metros de la mujer.
—Mi reemplazo ¿Me harías el favor de no espantarlo?—____ se levantó, para alivio de Bjorn—. Adam tomará mi lugar aqui, le estoy enseñando cómo es todo.—Bjorn entonces se enfocó en la chica, dando por terminado el asunto del extraño.
—¿Vamos a almorzar?—
—Justo le pregunté a Adam si quería almorzar. Puedes unirtenos.—
Al diablo, por supuesto que Bjorn no quería. Y mucho menos que ella almorzara con el otro idiota.
—... Es que Nav quería almorzar juntos, los tres... Porque... Ya sabes... Podría ser el último almuerzo.—
Ah... Mentirita piadosa.
—Oh, ya veo...—____ miró a Adam—. Lo lamento, en otro momento hablamos ¿Si?—el chico asintió con una sonrisa algo decepcionada, mirando como la chica tomaba su mochila y salía detrás de Bjorn.
—¿Y... Dónde está Nav?—____ miraba confundida hacia la entrada de las minas, extrañándose al ver que su amiga no estaba en el lugar de siempre.
—Nav esta en casa, durmiendo. Tuvo el turno de noche.—
—... Osea que mentiste.—la chica frunció el ceño—. Dejé a Adam solo y es su primer día aquí, Bjorn.—
—Que se pudra Adam... El viernes terminarías tus horas ¿No?—Bjorn revisaba su reloj vagamente, ignorando el enojo de la chica—. Ese día, si mis cálculos no fallan... tendré 4 meses y Nav 2.—
—¿Vamos a ignorar el hecho de que mentiste entonces?—
—Querida, tus almuerzos son conmigo. Yo debería ser el ofendido aquí ¿Por qué lo invitaste a él a comer?—____ sonrió apenas.
—¿Celoso de mi reemplazo?—
—Pues sí, obvio.—respondió sin problemas—. La idea de que voy a ver su tonta cara en lugar de la tuya me hace enojar...
—Pues acostúmbrate.—
—Voy a hacer muchas horas extras para ir contigo más rápido...—
—No te sobreexijas.—la chica tomó la mano de Bjorn, mirando el cronómetro de su reloj. El chico sonrió por el tacto—. Si haces dos horas más por día, y te cambias al turno nocturno, podrías reducirlo a un mes.—
—Un mes sigue siendo mucho tiempo sin verte.—Bjorn bajó la mirada a su mano, que aún era sujetada por la mujer. La presionó un poquito al ver que ella quería soltarlo—. Asi que veamos la forma de vernos cada tanto ¿Si? Aunque sea para tomar una cerveza, o lo que sea.—
—... ¿De verdad es para tanto?—
—¿Tú no me extrañarás?... Bueno, a mi o a Navarro.—se excusó enseguida, siguiendo su camino como si nada.
—Solo es un mes, Bjorn...—lo miró por unos segundos, debatiéndose si aquello era una buena idea—. Incluso... Yo podría hacer una semana más aquí y cederte mis horas... Así estarías parejo con Navarro y vendrían juntos al sector norte.—
Bjorn se emocionó con aquello, sin entender que se estaba exponiendo demasiado con la mujer.
Cada vez que ella mencionaba lo poco que le quedaba en las minas, Bjorn se ponía de mal genio. No sabía disimular. Ni un poco. Y ____ comenzaba a pensar, para alegría de su corazón enamoradizo, que lo del chico era algo más serio.
Caminaron en un silencio algo raro por un rato, hasta que llegaron al puestito callejero donde solían comprar la comida.
—Deberian comprar y marcharse, niña. Lloverá en cualquier momento.—el vendedor metió unas hamburguesas en una bolsa de papel, luego unas papas fritas—. Este mes las lluvias tendrán una acidez algo alta, asi que lo mejor será que no se empapen.—
—Ya veo... ¿Vamos a mi departamento? Esta aquí cerca.—____ miró a Bjorn, quien tomaba las gaseosas y pagaba la comida. El chico se sorprendió por el ofrecimiento, pues nunca había ido a su casa. Solían comer en las minas, o ese puestito de la calle. Nunca en su casa. Se sintió algo ansioso.
—Bueno... Pero tú lleva la comida. Yo llevo las bebidas.—
Al llegar al departamento, Bjorn se sorprendió al ver que era bastante bonito. Y mucho más grande que cualquier casa de mineros.
—¿Por qué no nos dijiste que eras ricachona?—se sentó en el sofá que la mujer le señaló, dejando la comida en la mesita ratona de la sala.
El departamento tenía una sala y la cocina, separabas por una pequeña barra, al fondo dos puertas, Bjorn supuso que eran el baño y el cuarto de la chica. La sala era el lugar central, eso era evidente. La decoración era simple, pero Bjorn entendió que a la chica le gustaban las plantas. Había decenas de ellas, por todas partes. Y una pecera repleta de peces adornaba un rinconcito.
—Si fuera ricachona, estaríamos por comer algo más sano que unas hamburguesas ¿No te parece.—____ se sentó junto al chico, dejando las bebidas en la mesita—. Es una casa prestada. Recuerda que éste no era mi sector, yo era del lado oeste.—
—¿Oeste? ¿Investigación?—Bjorn la miró sorprendido, pues ahora que lo pensaba, la chica nunca le había contado de dónde venía.
—Era de laboratorio, yo en específico era la encargada de actualizar la base de datos. Era un trabajo simple. Pero un idiota se enfermó y todos empezaron a caer como moscas.—tomó la hamburguesa—. Y ahora aquí estoy, comiendo una hamburguesa contigo.—
—Pues me alegro de que eso suceda... No de que muera gente... Ni de que te degraden... Bueno, tú me entiendes.—____ le sonrió—. De verdad... Siento que conocerte fue algo que debía pasar.—
La chica dejó de comer, mirando como Bjorn tomaba un poco de su bebida.
—Bjorn... ¿Puedo hacerte una pregunta?—
—No.—la miró divertido—. Ya, solo bromeo. Dime.—
—... ¿Yo te gusto?—
Mal momento para llenarse la boca de papas fritas.
Bjorn se ahogó apenas, sintiendo como la papita seca se le atoraba en la garganta. La chica le dio unas palmaditas en la espalda.
—¿Qué preguntas tan de repente?—el rostro de Bjorn se puso completamente rojo, y ____ no supo si era por vergüenza o por casi haberse muerto por asfixia.
—Algo que quiero saber, claro... No quiero molestarte, ni estoy bromeando. Es solo que... te comportas raro a veces, y yo... No lo sé, no quiero confundir las cosas.—la chica bajó la mirada a su hamburguesa, apretándola un poquito—. Solo di sí o no, tampoco es que importe mucho.—un silencio algo raro los rodeó.
—¿Por qué me preguntas si no te importa?—Bjorn se llevó unas papitas a la boca, sonaba desilusionado—. Si te digo sí o no, dices que te importa un carajo.—
—Yo no dije "un carajo".—
—Es lo mismo...—
—Di sí o no, Bjorn. No compliques una pregunta simple.—
—No es tan simple, ____.—el chico apoyó las manos en sus rodillas, comenzando a sentirse nervioso. El leve tic que comenzaba a nacer en su pie lo delató.
—¿Por qué no?—
—... A ver, dime tú primero ¿Te gustó o no?—
—Un poquito.—respondió sin más—. ¿Lo ves? No es complicado.—
—... ¿Qué es esa mierda de "un poquito"? O mucho o nada. Poquito no existe.—____ enarcó una ceja.
—Existe, y es una respuesta. Tú no me diste nada.—
Bjorn la miró sin creerse que realmente estaban discutiendo por esa tontería.
—Poquito roza la nada, es menos que poco. Entonces no te gusto nada.—frunció el ceño con tal seriedad que ____ no pudo evitar reir—. No sé qué te causa gracia, es algo serio.—
—Si te molesta que te quiera poquito, es porque tú me quieres más que poquito.—Bjorn se indignó al verla robarle de sus papitas, pero comenzaba a ver que todo aquello comenzaba a darse de forma natural, sonrió apenas—. ¿Mucho tal vez?.—
—... Demasiado, mucho.—soltó sin más, tomando con la guardia baja a la mujer—. Tanto que la idea de no poder verte por al menos un mes... Diablos, me esta volviendo loco desde hace días.—tomó una papita, mordiéndola apenas—. Dijiste que responda sí o no... La respuesta es mucho. Mucho de mucho y nada de poco ¿Esta bien?—
La chica lo miraba completamente anonadada. Creía conocer a Bjorn, creía que se haría el tonto y evitaría la pregunta. No creyó sacarle una respuesta tan seria. O al menos la consideraba seria teniendo en cuenta que se trataba de Bjorn.
Y era justo lo que quería escuchar.
Sus manos se aferraron a las mejillas de Bjorn con necesidad, y sus labios no tardaron en chocar con los ajenos. Suspiró al sentir que Bjorn la tomaba de la cintura, apretándola un poco.
La cena pasó completamente a segundo plano, y el par de jóvenes se desplomó en aquel sofá, recorriendo el cuerpo ajeno con total necesidad.
—Poquito... A mi no me parece que esto sea poquito, cariño.—Bjorn se separó apenas de la mujer, mirándolo con una sonrisa agitada.
—Poquito mucho, tal vez.—____ gimió bajito al sentir la mano del chico colarse en su camiseta—. Se... enfriará la comida.—Bjorn levantó la prenda, y sus labios no se tardaron en dejar besitos por todo su abdomen, ____ amó eso.
—Comeremos luego... En la cena. Que en esa sí estará Navarro.—subió hasta su sostén, levantándolo sin una pizca de duda—. Diablos... Tal vez nos salteemos la cena también.—
Esa noche, cuando Navarro recibió al par de jóvenes en el restaurante del centro, no tardó en cuestionar dónde diablos habían estado.
—¿no te enteraste, hermanita? Hubo lluvia ácida.—Bjorn arqueó las cejas, dándole una seriedad que aquello no tenía—. Tuvimos que refugiarnos en la casa de ____... muy juntitos, por seguridad.—la chica no tardó en golpearle el hombro.
—¿Podemos cenar en paz, Bjorn?—
—Sí, corazón... algo tenemos que comer ¿verdad?— el chico sonrió, y esa vez ____ no pudo enojarse con él.
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spideryuu · 4 months ago
Text
HUGE ME, PLEASE || SUKUNA ; ONE-SHOT
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🖇ᘎ warning(s): f!reader, smut, apodos (bebé, cariño, muñeca, princesa...). 🖇ᘎ summary: vas a la casa de tu novio para que te consuele, pero él parece tener otra idea distinta sobre cómo consolar a una persona. 🖇ᘎ words: 1170
➥ english ver. here
꒷‧₊˚💿‧₊˚꒷
Estabas fuera frente a la puerta principal de la casa de tu novio. Tenías dudas sobre si llamar o no, pero el frío calando en tus huesos comenzaba a molestarte, lo que te hizo decidir por fin optar por llamar.
Esperaste varios segundos que se te hicieron eternos, y al ver que nadie venía para abrirte, suspiraste y te diste la vuelta, pero te detuviste de inmediato cuando escuchaste un chirrido.
— ¿Cariño? —preguntó una grave voz detrás tuya.
En cuanto te encontraste con los ojos de Sukuna, no pudiste retener por mucho tiempo más las lágrimas. Este gesto le preocupó, pero su orgullo era demasiado grande para simplemente ir y abrazarte.
— ¿Qué ha pasado?
— ¿Puedo estar contigo? —preguntaste sollozando—. No puedo estar sola ahora mismo en casa.
Sukuna hizo un gesto con su cabeza, permitiéndote entrar. Le agradeciste en voz baja y pasaste. Lo primero que hiciste fue sentarte, no sin antes quitarte los zapatos, y luego soltaste un largo suspiro.
Las lágrimas ya no salían, pero seguías moqueando y sentías que en cualquier momento ibas a parecer un grifo abierto otra vez.
Tu novio se había sentado a tu lado, en silencio. Supuso que querías tu espacio y eso era lo que estaba tratando de hacer.
— Gracias por dejarme entrar —rompiste el silencio tras varios minutos.
— ____, sabes que siempre puedes venir aquí. Tus bragas siguen en mi armario, por cierto.
— Eres un puto idiota —reíste.
Algunos podrían decir que tu novio era un insensible de mierda, pero él sabía perfectamente que lo único que querías ahora era olvidarte de todo y simplemente reírte hasta que te doliera la barriga.
— Pero eres mi idiota, así que supongo que eso está bien.
Sukuna no pudo evitar esbozar una leve sonrisa, cosa que te puso nerviosa.
— ¿Quieres tomar alg-?
No pudo terminar la frase cuando sintió un fuerte agarre en su brazo. Te habías aferrado a él como si fuese lo único que te atase a este mundo, apretando fuertemente tus ojos para que no volviera a salir ninguna lágrima.
— ¿____?
— Solo, estemos así, por favor.
— Está bien —resopló.
No le gustaba el contacto físico pero cuando se trataba de ti, siempre intentaba hacer un esfuerzo sabiendo lo mucho que te gustaba expresar tu cariño a base de eso mismo.
Estuvisteis así por varios minutos. Tú seguías con los ojos cerrados y no pretendías abrirlos hasta que Sukuna volvió a hablar.
— Oye ____...
Alzaste tu cabeza solo para notar que por sus mejillas se asomaban un tímido color rojizo, cosa que te extrañó.
Te separaste de inmediato, pensando que habías hecho algo mal.
— Lo siento, ¿me he pasado?
— No idiota, es solo que has estado demasiado tiempo frotando tus pechos en mi brazo —soltó Sukuna sin pelos en la lengua, haciendo que ahora tú también estuvieras avergonzada y entendieras qué estaba pasando.
— Dios mío, lo siento mucho —volviste a disculparte sin poder verle a la cara.
Te levantaste, dispuesta a irte y dejar de sentirte una molestia, pero Sukuna te agarró del brazo y preguntó:
— ¿A dónde vas? No pretendes que me encargue yo de esto, ¿no?
Tenías la cabeza cabizbaja. No podías entender cómo tu novio con una simple frase podía ponerte de extremadamente triste, a extremadamente nerviosa.
Frotabas tus muslos de tan solo pensar en la situación; tal vez una cogida era lo que necesitabas para alejar todos esos pensamientos.
Sukuna pudo notar lo inquieta que te habías puesto, cosa que le dio luz verde para continuar.
A él se le daba fatal hacer de psicólogo, pero cuando se trataba de tu cuerpo, él era todo un experto.
Se levantó y se puso detrás tuya. Podías sentir su lenta respiración chocar contra tu cuello, calentándolo. Con una mano jugueteaba con alguno de tus mechones mal peinados mientras que con la otra, acariciaba suavemente tu cadera.
— ____... —volvió a susurrar.
Se podía notar lo desesperado que estaba por arrancarte la ropa ahí mismo, pero no quería ser tan brusco.
Te diste la vuelta y lo miraste a los ojos. No supiste por qué, pero eso fue suficiente para hacer que volvieras a llorar. Sukuna estaba por preguntarte, pero no le dejaste siquiera abrir la boca cuando posaste tus labios contra los suyos.
Sorprendido pero no disgustado, correspondió tu beso, olvidando por completo de la pregunta. Tú seguías llorando, era todo muy extraño, pero necesitabas que te animase de la mejor forma que sabía.
Dejaste caer a Sukuna en el sofá, rompiendo el beso, mientras tú te quedaste ahí parada, observando el notable bulto que se marcaba en sus pantalones.
— ¿Qué pasa? —preguntó extrañado—. ¿Por qué paras? —inquirió, sujetándote de la muñeca.
— ¿Te parezco atractiva? Es decir, ¿sientes que mi cuerpo está bien?
Tu novio te miró incrédulo ante tal pregunta.
— ____, si te soy honesto, lo único que quiero ahora mismo es que te sientes encima mío y que me dejes follarte por horas. Y todo por ese cuerpo tuyo. ¿De verdad piensas que me das asco?
Te quedaste sin palabras ante esa respuesta. No pensaste que él iba a ser, bueno, así de honesto, pero ahora estabas más nerviosa. Querías creerle, pero algo te decía que no, y necesitabas que ese algo se callara la boca lo más pronto posible.
Sukuna te guió suavemente hasta sus piernas. Apoyaste tu cabeza sobre su pecho porque te era imposible verle a los ojos.
— Muévete —te pidió.
Pero no le hiciste caso.
— ____ por favor, siento que voy a explotar si no te mueves ahora.
— ¿Y no te vas a quitar la ropa?
No contestó, se limitó a agarrarte de tus caderas y a hacer el trabajo por ti. Soltaste un leve quejido en cuanto sentiste sus frías manos tocando tu piel, un quejido que Sukuna disfrutó. Él necesitaba escuchar muchos más.
Siguió moviendo tus caderas mientras que lo único que podías hacer tú era seguir con la cabeza apoyada, sintiendo cómo tu coño palpitaba. No creías que podías aguantar así mucho más tiempo, pero parecía ser que Sukuna disfrutaba ver cómo te retorcías y pedías en silencio que hiciera mucho más.
Él quería escucharte decirlo, decir que lo necesitabas. Normalmente a este punto ya te hubiera obligado discretamente, pero estaba teniendo paciencia puesto que tú seguías mal. Si no fuera por eso, ahora mismo él ya habría hecho que tuvieras por lo menos un orgasmo.
— Sukuna... —susurraste entre jadeos.
— ¿Hmm? —fue lo único que respondió mientras jugueteaba con tus pezones.
— ¿Puedes?
— ¿Él qué?
— Abrazarme. ¿Puedes hacerlo? —pediste soltando un débil gemido.
Tu coño estaba lo suficientemente mojado como para no prescindir de un lubricante. Necesitabas que Sukuna te hiciese gemir y venirte hasta que no pudieras pensar en otra cosa que no sea su pene entrando y saliendo de ti bruscamente.
— ¿Seguro que solo quieres que te abrace? —preguntó esta vez acariciándote la espalda y jugueteando con el cierre de tu sujetador.
— Sí...
— Eres toda una mentirosa, pero de acuerdo princesa. Pero luego te tendrás que hacer cargo del desastre que has hecho aquí abajo —sonrió envolviéndote en sus cálidos brazos.
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yurnu · 6 months ago
Note
en Deadly Sin au va a pasar la pelea del hotel pero esta vez con eva en lugar de Adam?
||🔱👑 Deadly Sin!Adam AU👑🔱||
Ocurrirá. Pero ella no morirá ya que Adam intervendrá antes de que Niffty haga su ataque furtivo.
(Escena)
Eva salió del cráter en la que había estado postrada, su expresión era de pura ira mientras que miraba a esos inmundos y repugnantes pecadores.
Eva: ¡USTEDES MISERABLES HIJOS DE PUTAS!— comenzó a despotricar— ¡USTEDES NO EXISTIRÍAN SI NO FUERA POR MÍ! ¡SALIERON DE MIS PUTOS OVARIOS!—Gritó con rabia—
Los residentes la miraron con una cara llena de indiferencia o algunos rodaban los ojos.
Pero de repente una enorme y gruesa liana verde salió detrás de Eva. Todos miraron sorprendidos la repentida entrada de dicha planta, la cual estaba sosteniendo a Niffty que tenía una mirada loca y hacia amagues de apuñalar al aire con una de sus agujas.
Eva se dió cuenta que estaba a punto de morir por esa enana.
— "Sabía que tu hija era una berrinchuda. Pero no sabía que sería hasta el grado de querer casi irse a una puta guerra contra el cielo"— una voz ronca resonó por el aire. Los ángeles exterminadores y los pecadores miraron hacia el origen de la voz—
Caminando hacia ellos con un caminar tranquilo se encontraba un enorme sujeto. Sus patas de carnero estaban cubiertas por un holgado pantalón grisáceo, dejando al descubierto su torso de un corto pelaje rojizo oscuro. Su cabellos castaños enmarañados y cubiertos por pequeñas flores amarillas parecía desprender pequeñas bolitas luminiscentes naranjos. Sus enormes cuernos curvos dorados brillaban con el cielo rojo del infierno.
Su rostro cubierto por su máscara los miraba con desprecio con sus cinco ojos rojizos.
Lucifer: Satán... —murmuró Lucifer. De todos los pecados capitales que el mismísimo diablo que pudieron aparecer, tuvo que ser él.—
No por nada siempre confundían a Satán con el diablo en las interpretaciones bíblicas o signos de invocación. Ese pecado tenía más poder que él y había hecho un sin fin de atrocidades por los contratos que los mortales firmaron para obtener lo que quisieron.
Adam: Si sabes... Que estás a punto de enviar al puto infierno a una guerra contra el cielo... ¡SOLO POR EL CAPRICHO DE TU MALDITA HIJA!—Rugió con rabia. Su cabello castaño se transformó en una gran llama flameante, teniendo casi la forma entre la melena de un león y una flor. Su tamaño se acrecentó— ¡IBAS A ENVIAR A ESTE PUTRIDO LUGAR A UNA GUERRA SANTA POR UNOS ASQUEROSOS PECADORES!— Se acercó a ellos con rabia, con cada paso que daba la tierra temblaba bajo sus cascos dorados— ¡IBAS A CONDENAR A UN MONTÓN DE HELLBORNS POR ESTOS ASQUEROSOS PECADORES!— Movió su enredadera que sostenía a Niffty hacia su mano y la agarro del cuello. Moviendola como si simplemente fuera una muñeca de trapo—
Lucifer: Satán, déjame explicarte —lo que menos quería Lucifer era batallar contra el pecado de la ira. Sabía de primera mano lo fuerte que era ese desgraciado—
Charlie: ¡LOS PECADORES MERECEN SEGUNDAS OPORTUNIDADES!—Gritó sin miedo Charlie, parándose frente a Adam con desafío. Tratando de agarrar a Niffty—
Adam: —Resoplo por la nariz. Pequeñas llamas surgieron de ahí — No sé si eres o muy valiente, o muy estúpida—le gruño y la apartó con fuerza de su camino y se dirigió hacia Eva. En el camino lanzo a Niffty hacia los escombros —
Adam se inclino ante ella.
Adam: En nombre de los otros seis pecados capitales. Le pedimos disculpas por este desagradable intercambio con el infierno. Quiero que sepas que ninguno de nosotros está de acuerdo con darle segundas oportunidades a estas almas humanas. Nosotros mismos nos encargamos de nuestros propios exterminios y los mantenemos en áreas apartadas de nuestros hellborns y ciudades. —hablo con respeto ante la que fue alguna vez su segunda esposa. Tenía unas enormes ganas de abrazarla y besarla. Pero él era un pecado capital y ella era una ángel. No quería mansillar su pureza—
Eva lo miro con sorpresa. El mismísimo pecado de la ira era mucho más racional que el que alguna vez fue un ángel.
Eva: No se preocupe, pecado capital de la Ira. Pero los cielos sabrán de este desagradable intercambio. Aunque me aseguraré que los cielos no toque los otros seis círculos a excepción del orgullo —declaró Eva y se dirigió hacia sus soldados — ¡Nos retiramos!—antes de que alguna protestará alzó el vuelo y se dirigió hacia el portal del cielo—
Cuando todos los ángeles exterminadores se fueron. Adam se enderezó y se acercó hacia Lucifer. Parándose frente a él con orgullo y ira.
Adam: Te esperaremos en la próxima reunión. Discutiremos sobre esta... Situación —gruño y chasqueo los dedos, un portal se abrió detrás de él. Se adentro a dicho portal. Llendose del anillo del orgullo —
Lucifer se pasó las manos por el cabello con nerviosismo, estaba jodido.
Muy, muy, jodido.
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flan-tasma · 1 year ago
Note
HOLA, amo como escribes las escenas nsfw, así que podría pedir un escenario con Wriothesley en donde somos una prosti pero el nos enseña un sexo lleno de amor y cosas fluffly pq se enamoro en vez del sexo sucio y feo¿
JSBDKD NO SE SI SE ENTIENDA, PERO GRACIAS DE ANTEMANO 🫶🫶
💖~ aydios amix, ME ENCANTÓ ESTA IDEA DKGDKHD literal podrían ser el típico "Yo te saco de trabajar, mi reina, ntp" KDHKDH gracias por tus palabras~ me hace feliz que te gusten mis escritos! ✨
Me pasé de verg* y esto terminó siendo muy largo, no sé si le debería hacer parte dos pero realmente quiero hacer algo más bonito con esta idea~ Escuché "All you wanna do" del musical Six mientras escribía esto, me gustó en lo personal
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Spanish:
La vida es difícil, está llena de baches y no fluye como el agua de una fuente. Esas eran las palabras que tus padres te repetían todos los días como si fuera un mantra divino. La vida se trataba de trabajar para no morir, hacer lo que fuera necesario para comer un trozo de pan, para asegurar que la niña que criaban no moriría de hambre ni de frío. Trabajaban día y noche, remendaban la ropa y las mantas, los zapatos y los muebles viejos, todo debía cumplir una labor incluso si ya no servía, el reloj era un muerto viviente que tu padre siempre trataba de reparar con algunas herramientas oxidadas y la luz de una vela que casi no tenía cera, pero siempre sonaba a sus horas.
La vida era difícil, se trataba de trabajar para conseguir gas y poder hervir agua para hacer sopa, se trataba de bañarse en agua helada en la mañana y trabajar todo el día para caer rendido en un triste colchón en el piso. Eso aprendiste de tus padres desde joven y entendiste, aquella noche fría en que un mazo oxidado abrió el cráneo de tu padre por la frustración, que sus palabras eran muy sabias. Entendiste, el día en que tu madre falleció por enfermedad y sin disponibilidad de medicamentos, que la vida era tan fría como el agua con el que te lavaste la cara en la mañana, tan dura como el piso en el que dormiste por varias noches, entendiste que tenías que salir de ahí de alguna manera.
Aprendiste muchas cosas en tu vida, que si lavas tu cara antes de salir a vender periódicos tendrías unas monedas de más, que si preferías usar una blusa sin mangas tendrías más atención y eso te podría ayudar a comer más que una hogaza de pan duro. Entendiste que siendo atractiva te podrías salvar cuando un hombre te llevó para trabajar en algo más "adecuado".
Pura mierda. Un edificio con luces extravagantes y cortinas traslúcidas, una prisión lujosa donde has sido reclusa desde la adolescencia. No podías quejarte, se supone, tenías una cama suave y comida, un techo que no permitiría que la lluvia ni el sol te enferme, tenías una habitación y un baño decente por primera vez en tu vida y la ropa que vestías, si bien era incómoda, entallada y lujosa, era ropa y se agradecía. Para alguien que no tenía nada de eso, era una bendición que pagaste con un trabajo sucio.
Bailaste, cantaste, aprendiste a conversar y a sonreír aún si estabas incómoda, aprendiste a no quitar las manos que te hacían temblar de miedo, aprendiste a no chillar de dolor ni de miedo cuando te usaban como si fueras un vulgar agujero o una muñeca bonita para mancillar.
Lloraste al final de cada encuentro, no disfrutaste ninguno, siendo todo jalones y mordidas de demonios que arrancaban tu piel, los ojos de los monstruos que dormían bajo tu cama queriendo llevarte al infierno te veían como un trozo de carne lujosa, preparados para rostizarte con especias asquerosas y comerte, y tirar tus huesos contra el plato para que alguien más limpiara el comedor donde pecaron.
Un nuevo día, una ducha con agua helada y tu cabello enmarañado en el espejo, tu cuerpo dañado ya no era lo que solía ser cuando te preparabas para vender periódicos en las oscuras calles, sino una figura más madura y cuidada, el ejercicio y la alimentación que regulaban para mantenerte como un sujeto atractivo combinaba con los moretones espantosos en tus piernas y en tu cuello. Los odiabas, y te apresurabas a cubrir tu cuerpo con una toalla para seguir llorando una mañana más.
La vida era triste, fría y solitaria. Te trataría como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Hasta que te salvaron.
Wriothesley, que sonríe cada vez que lo llamas. Wriothesley, cuyos ojos se suavizan cuando te ve. Wriothesley, que no temió en usar su fortuna para mantenerte. Wriothesley, que te salvó de esa prisión pintada de lujoso pecado, depresión y miseria.
El hombre que llegó al lugar donde trabajabas y se quedó hechizado con tu figura, que casi detuvo una misión para verte un poco más, sentir tu mirada en él mientras bailabas con un traje tan soez. Viendo a través de tus ojos seductores y tu sonrisa caprichosa lo poco que quedaba de una mujer feliz, que buscaba aferrarse a la sugestión como último aspecto verdadero de una personalidad destrozada por las luces rojas y música persuasiva.
Esa noche lo supo, debía sacarte de ese lugar cuánto antes.
El perfume femenino se sentía como humo en tus pulmones, pero era el adecuado para ti, el labial rojo en tus labios y las sombras cuidadosamente difuminadas en tus párpados para que luzcan más bellos eran como se esperaban de alguien como tu, que vestía con poca ropa y joyas asquerosas contra tu piel. Una mujer, un bello trozo de carne que alguien más engulliría hoy.
La puerta se abrió para el caballero de oscuros cabellos, el guardia lo había guiado hacia la recámara de oscuridad tenebrosa. Entró, recibió sus felicitaciones del asqueroso hombre que te miró con una sonrisa repugnante y que después cerró la puerta nuevamente, dejándote indefensa frente a un lobo hambriento. Sonreíste, volviendo a tomar un poco de la seguridad que se supone que tenías como la diva de este maldito lugar.
"Buenas noches, monsieur..." Un tono bajo, como un susurro, bonito y encantador, mezclado con la caricia que diste a tus piernas cruzadas. Sabías quién era el hombre, y precisamente por eso –y porque de lo contrario te castigarían si lo trataban mal– no te permitirse ser nada más que una encantadora bolsa para su semen. Agradecías en silencio que no fuera un viejo otra vez, estabas harta de los vejestorios orgullosos que se hacían llamar hombres entrando por las puertas.
Fue preocupante en un inicio, el caballero no te quitó la mirada de encima pero no se dedicó aa comerte con la mirada, sus ojos no reflejaban sus ganas de arrancarte la lencería de un vibrante color rojo, sino que se mostraba molesto mientras paseaba la vista por el conjunto que tenías puesto. Temblaste, no acostumbrada a cuando te volvió a mirar a los ojos y sonrió compasivo.
"El color no te queda." Habló de lo más calmado, dando algunos pasos hasta atraer la silla que estaba a un lado y dejándote lejos, respetando tu espacio personal cuando se sentó y volvió a mirarte. "Este lugar es muy... pequeño, no parece una buena habitación para ti." Sus ojos analíticos pasearon por toda la habitación, el papel de la pared y la madera del piso, sin cuadros ni carteles de nada, solo una cama, un escritorio y un baño. "¿Vives aquí o me equivoco?"
"Si estamos hoy aquí es porque ha considerado que era el mejor servicio que puede tener, monsieur Wriothesley." Si un hombre deseaba sacar a relucir todos sus fetiches, incluidos los más raros y repugnantes, tendría que usar juguetes especiales que tenían en habitaciones especiales, y claro que un servicio más completo e ilimitado requería una mayor cantidad de mora en los bolsillos del gran señor que te mantenía. Ese no era el plan de Wriothesley, no estaba buscando diversión, no completamente. Wriothesley sonrió y entendió a lo que te referías, suspiró y siguió viendo a todos lados menos a ti en silencio, uno que te estaba atormentando. "¿Se ha estado sintiendo a gusto últimamente, monsieur?"
Preguntaste de manera en la que pretendías estar tranquila, no querías obligarlo a hacer nada y era mejor si era así, pero no entendías la necesidad de pagar por estar una noche con una prostituta y perder tiempo viendo una decoración mundana. Parecía que Wriothesley estaba de acuerdo con tus pensamientos, e incluso parecía que estaba a punto de decir algo pero se quedó aliado mirándote una vez más, otra vez con molestia. "¿Te gusta mucho ese conjunto?"
Es asqueroso, repulsivo, asfixiante y desabrido, querías decirlo pero sabías que no le importaría, reír un poco te ayudaría a sacar el aire que se mantenía incómodo dentro de tus pulmones. "¿No es de su gusto?" Wriothesley sonrió mirándote a los ojos, su mirada iluminada por el sucio rojo de la habitación se notaba cálida a pesar del ardor de todos los colores chillones de la sala.
"Preferiría algo negro en ti, ¿Es de tu gusto?" Wriothesley se levantó por fin de su silla, acercándose a ti con pasos tranquilos y tomando tu mentón para inspeccionar bien tu rostro, soltando ruidos de satisfacción mientras analizaba tus labios y tus mejillas. "Si me lo permitieras podría llenar tu vida de otros colores que no sean este. Violeta, rosa, blanco o negro, si me lo pidieras todo sería tuyo." Su toque era delicado, tanto que te hipnotizó y por un momento olvidaste todo, hechizada por sus palabras. Tal vez eran mentira pero entre cada palabra que caía de su lengua s tus oídos te calentaba el corazón. "No estarías obligada a vestir de esta manera, no te pediría que hagas esto tampoco. Serías una reina a mi lado, mi reina."
"Lo que usted quiere es una esposa trofeo, monsieur." Wriothesley soltó una risa mientras te dejaba caer en la cama, una mano debajo de tu cabeza para que no te lastimarse, otra mano en el colchón para no dejar caer todo su peso sobre ti.
"No, lo que yo quiero eres tú." Te besó, pero a diferencia de besos anteriores que has experimentado no hubo lengua que incomode tu boca, no hubo dientes que choquen con tus labios, solo besos tranquilos y deliciosos, lentos y sensuales que te hacían perseguir sus labios por más. Tus manos lo sostuvieron por sus hombros para que no se aleje, queriendo sentir más del cariñoso acto que te quitaba el aliento con cada caricia en tus labios. "¿Puedo...?"
¿Qué clase de tonterías estaba diciendo este hombre? Que compra a una prostituta y le pide permiso para hacer lo que quería hacer cuando pagó. Aturdida por la frustración, solo asentiste y dejaste que te quitara la ropa, él aún tenía el ceño fruncido y era delicado en sus acciones, quitando tu blusa transparente y revelando tus senos, dándoles una caricia y un beso lento antes de quitar tus medias por el elástico, deslizándolas por tus piernas con cuidado y sosteniendo tus piernas a los lados de su cadera. Cuando quisiste moverte para tomar la botella de lubricante de la mesa al lado de la cama, la mano de Wriothesley te detuvo y besó tu mano.
"Tranquila, yo me encargo de esto." El hombre seguía vestido, lo que te mantenía indefensa ante él, sin contar que sus manos empezaron a delinear tu figura, tus brazos, tu cintura, se estaba esforzando para memorizar tu forma bajo sus manos ásperas y con cicatrices. Sus dedos tomaron tus pezones y jugaron con tus botones con sus pulgares, dando vueltas a sus circunferencias y apretando ligeramente la carne delicada, arrancándote suspiros.
"Si algo no te gusta podemos detenernos." Te miró con cariño, ahora sin molestia en tus ojos, mientras estiraba la tela de tu braga. Asentiste nuevamente, ahora con un murmullo suspirado, y pareció que el ego de Wriothesley creció en ese momento. Te quitó la molesta tela revelando tu intimidad desvergonzada, por extraño que parezca te sentiste demaciado expuesta ante él, pero todo se fue al diablo cuando una de las manos de Wriothesley pasó de tu seno a tus pliegues y pasó delicadamente por tu raja hasta tu clítoris, masajeando los botones de carne con ambas manos en dos zonas distintas que te hicieron soltar un jadeo más alto. Su boca bajó desde tu mejilla hasta tu vientre, dejando tus piernas cómodamente en sus hombros, repartiendo besos como una cascada hasta tu intimidad dónde empezó a lamer y a arremolinar su lengua en ti.
Arañaste la sábana y arrugaste los dedos de los pies, jadeaste por la humedad nueva que estabas descubriendo con su lengua y sus labios besando tu intimidad con hambre, bebiendo todo el líquido que caía por su barbilla y que te enredaba el estómago en una sensación tan exquisita que no pudiste ignorar. Gruñiste el nombre de Wriothesley, lo abrazaste con tus muslos y él fue dichoso de sentir tu miel fluir como un río por su paladar, no se molestó en mojar la sábana de bajo de ti, nada importaba ahora.
"No te puedo pedir que seas mía ahora, pero por favor dame la oportunidad." Amó cada parte de ti, como respirabas con dificultad, tus piernas temblando y deseando más, adoró cuando lo miraste a través de tus pestañas húmedas por tus lágrimas y sonreíste. Ibas a caer, si tenía que ser una ilusión rezabas que fuera eterna, que nunca te rompa el corazón con una verdad amarga si todos los días tendrías algo como esto. Tal vez es amor, pensaste, así se debe sentir estar enamorado, una inmensa felicidad y tranquilidad.
Había pedido permiso y se lo concediste, lo dejaste introducir su polla dura entre tus pliegues, ambos jadearon al sentirse completos, Wriothesley premió tu tranquilidad con más besos dulces y se tomó su tiempo para hacerte el amor entre suspiros y anhelos.
Mientras sus bolas casi entraban profundamente en ti a un ritmo lento pero rudo, los gruñidos del hombre besaban la piel expuesta de tu hombro y mordía delicadamente. Trataba de no hacerte daño mientras te sostenía la cintura con delicadeza, haciendo rodar tu clítoris en sus dedos y meciéndote contra su falo. Wriothesley besó tu clavícula a través de las manchas que dejaban sus labios, chupaba tu piel salada y mojada mientras susurraba frases inentendibles por la dicha de unirse a ti.
La vida no debía ser difícil, no debe estar llena de baches, fluye como el agua de una fuente. Tus noches no deberían pasar entre lágrimas y maldiciones, no deberían tratarte como una pieza en un tablero, sin importancia, destinada a ser abusada y manchada por otros. Estabas destinada a ser amada y mimada, a los ojos de Wriothesley, estabas destinada a vivir una vida honrada y feliz, sonreír todos los días de tu vida y cada noche dejarlo hacerte el amor de manera lenta, empalarte en su polla mientras soltaba más susurros de amor y adoración a ti.
Lo raro no acabó, el cariño no acabó. Cuando ambos estaban saciados por el nuevo tipo de placer que habían encontrado en el otro, no se separaron, él no se vistió y se fue luego de recordarte que fuiste la más hermosa de todas. Wriothesley se preocupó por ti, te ayudó a limpiarte y se quedó a tu lado en la cama, el silencio fue agonizante al inicio pues no sabías qué hacer hasta que empezaste a dormir en su pecho, arrullada por el respirar del hombre y sus brazos que te mantenía caliente. Lloraste una vez más, en silencio, por la felicidad que creías que sería pasajera.
Desde esa noche, todas las mañanas te alegras de despertar perezosamente en los brazos del duque que no te quiere soltar, pasas tus días a su lado vistiendo de los colores del arcoiris pero no el color del infierno, con un anillo con una piedra oscura en tu dedo. Un establecimiento clausurado, una oportunidad junto a Wriothesley y al final tu libertad estaba frente a ti. La libertad que había buscado tu padre, la que había buscado tu madre y la que no pudo encontrar tu yo más joven, ahora resplandecía frente a ti en la figura mortal de un hombre.
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English:
Life is difficult, it is full of potholes and it does not flow like water from a fountain. Those were the words your parents repeated to you every day as if it were a divine mantra. Life was about working to not die, doing whatever it took to eat a piece of bread, to ensure that the girl they were raising would not die of hunger or cold. They worked day and night, mending clothes and blankets, shoes and old furniture, everything had to do its job even if it was no longer useful, the clock was a living dead that your father always tried to repair with some rusty tools and the light of a candle that had almost no wax, but always rang on time.
Life was difficult, it was about working to get gas and be able to boil water to make soup, it was about bathing in ice water in the morning and working all day to fall exhausted on a sad mattress on the floor. You learned that from your parents from a young age and you understood, that cold night when a rusty mallet opened your father's skull out of frustration, that his words were very wise. You understood, the day your mother died due to illness and without the availability of medicine, that life was as cold as the water with which you washed your face in the morning, as hard as the floor on which you slept for several nights, you understood that you had to get out of there somehow.
You learned many things in your life, that if you washed your face before going out to sell newspapers you would have a few extra coins, that if you preferred to wear a sleeveless blouse you would have more attention and that could help you eat more than a loaf of stale bread. You understood that by being attractive you could save yourself when a man took you to work in something more "suitable."
Pure shit. A building with extravagant lights and translucent curtains, a luxurious prison where you have been an inmate since you were a teenager. You couldn't complain, you were supposed to, you had a soft bed and food, a roof that wouldn't let the rain or sun make you sick, you had a decent room and bathroom for the first time in your life, and the clothes you wore, even though they were uncomfortable, fitted and luxurious, it was clothing and it was appreciated. For someone who didn't have any of that, it was a blessing that you paid for with a dirty job.
You danced, you sang, you learned to talk and smile even if you were uncomfortable, you learned not to remove the hands that made you tremble with fear, you learned not to scream in pain or fear when they used you as if you were a vulgar hole or a pretty doll to taint.
You cried at the end of each encounter, you did not enjoy any of them, it was all pulls and bites of demons that ripped off your skin, the eyes of the monsters that slept under your bed wanting to take you to hell saw you as a piece of luxurious meat, ready to roast you with disgusting spices and eat you, and throw your bones against the plate so that someone else could clean the dining room where they sinned.
A new day, a shower with ice water and your hair tangled in the mirror, your damaged body was no longer what it used to be when you were preparing to sell newspapers on the dark streets, but a more mature and well-kept figure, exercise and the diet they regulated to keep you attractive combined with the hideous bruises on your legs and neck. You hated them, and you rushed to cover your body with a towel to continue crying one more morning.
Life was sad, cold and lonely. Life would treat you like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. Until he saved you.
Wriothesley, who smiles every time you call him. Wriothesley, whose eyes soften when he sees you. Wriothesley, who was not afraid to use his fortune to support you. Wriothesley, who saved you from that painted prison of luxurious sin, depression and misery.
The man who came to the place where you worked and was enchanted by your figure, who almost stopped a mission to see you a little more, to feel your gaze on him while you danced in such a vulgar outfit. Seeing through your seductive eyes and your capricious smile what little was left of a happy woman, who sought to cling to suggestion as the last true aspect of a personality destroyed by red lights and persuasive music.
That night he knew, he had to get you out of that place as soon as possible.
The feminine perfume felt like smoke in your lungs, but it was the right one for you, the red lipstick on your lips and the shadows carefully blended on your eyelids to make them look more beautiful were as expected from someone like you, who dressed scantily. Disgusting clothes and jewelry against your skin. A woman, a beautiful piece of meat that someone else would gobble up today.
The door opened for the dark-haired gentleman, the guard had guided him into the chamber of gloomy darkness. He walked in, received his congratulations from the disgusting man who looked at you with a disgusting smile and then closed the disgusting door again, leaving you defenseless against a hungry wolf. You smiled, regaining some of the confidence you were supposed to have as the diva of this damn place.
"Good night, monsieur..." A low tone, like a whisper, pretty and charming, mixed with the caress you gave to your crossed legs. You knew who the man is, and precisely for that reason –and because otherwise you would be punished if you treated him badly– you were not allowed to be anything more than a charming bag for his semen. You were silently grateful that he wasn't an old man again, you were sick of proud geezers who called themselves men walking through the doors.
It was worrying at first, the gentleman did not take his eyes off you but he did not dedicate himself to staring at you, his eyes did not reflect his desire to tear off your vibrant red lingerie, but rather he seemed annoyed as he looked around. for the outfit you were wearing. You shivered, not used to when he looked back into your eyes and smiled sympathetically.
"The color doesn't suit you." He spoke as calmly as possible, taking a few steps until he attracted the chair that was on one side and leaving you far away, respecting your personal space when he sat down and looked at you again. "This place is very... small, it doesn't seem like a good room for you." His analytical eyes roamed the entire room, the wallpaper and the wood of the floor, no pictures or posters of anything, just a bed, a desk and a bathroom. "Do you live here or am I wrong?"
"If we are here today it is because you considered it to be the best service you could have, Monsieur Wriothesley." If a man wanted to bring out all his fetishes, including the strangest and most disgusting ones, he would have to use special toys that were kept in special rooms, and of course a more complete and unlimited service required a greater amount of mora in the pockets of the great lord that kept you. That wasn't Wriothesley's plan, he wasn't looking for fun, not entirely. Wriothesley smiled and understood what you meant, he sighed and continued looking everywhere except at you in silence, one that was tormenting you. "Has he been feeling at ease lately, monsieur?"
You asked in a way that meant you were calm, you didn't want to force him to do anything and it was better if that was the case, but you didn't understand the need to pay to spend a night with a prostitute and waste time looking at mundane decorations. It seemed like Wriothesley agreed with your thoughts, and it even seemed like he was about to say something but he just stood there looking at you once again, again with annoyance. "Do you really like that outfit?"
It's disgusting, repulsive, suffocating and tasteless, you wanted to say it but you knew he wouldn't care, laughing a little would help you get out the air that remained uncomfortable inside your lungs. "Isn't that to your taste?" Wriothesley smiled looking into your eyes, his gaze illuminated by the dirty red of the room felt warm despite the heat of all the bright colors in the room.
"I would prefer something black on you, is that to your taste?" Wriothesley finally got up from his chair, approaching you with calm steps and taking your chin to inspect your face well, letting out satisfied noises as he analyzed your lips and cheeks. "If you allowed me, I could fill your life with colors other than this one. Violet, pink, white or black, if you asked me, everything would be yours." His touch was delicate, so much so that he hypnotized you and for a moment you forgot everything, enchanted by his words. Maybe they were a lie but between every word that fell from his tongue your ears warmed your heart. "You wouldn't be forced to dress this way, I wouldn't ask you to do this either. You would be a queen by my side, my queen."
"What you want is a trophy wife, monsieur." Wriothesley let out a laugh as he dropped you onto the bed, one hand under your head so you wouldn't hurt yourself, another hand on the mattress so he wouldn't let his full weight fall on top of you.
"No, what I want is you." He kissed you, but unlike previous kisses you've experienced there was no tongue to bother your mouth, no teeth to collide with your lips, just calm and delicious kisses, slow and sensual that made you chase his lips for more. Your hands held him by his shoulders to keep him from moving away, wanting to feel more of the affectionate act that took your breath away with each caress on your lips. "Can I...?"
What kind of nonsense was this man talking? That he buys a prostitute and asks her permission to do what he wanted to do when he paid. Dazed with frustration, you just nodded and let him remove your clothes, he was still frowning and delicate in his actions, removing your sheer blouse and revealing your breasts, giving them a caress and a slow kiss before removing your stockings by the elastic, sliding them down your legs carefully and holding your legs to the sides of his hips. When you wanted to move to grab the bottle of lube from the table next to the bed, Wriothesley's hand stopped you and kissed your hand.
"Don't worry, I'll take care of this." The man was still dressed, which kept you defenseless before him, not to mention that his hands began to outline your figure, your arms, your waist, he was trying hard to memorize your shape under his rough and scarred hands. His fingers cupped your nipples and played with your buttons with his thumbs, circling their girths and lightly squeezing the delicate flesh, drawing sighs from you.
"If you don't like something we can stop." He looked at you lovingly, now with no discomfort in your eyes, as he stretched the fabric of your panties. You nodded again, now with a sighed murmur, and it seemed like Wriothesley's ego grew in that moment. He removed the annoying fabric revealing your shameless intimacy, strangely enough you felt too exposed to him, but everything went to hell when one of Wriothesley's hands moved from your breast to your folds and delicately passed along your slit to your clit, massaging the flesh buttons with both hands in two different areas that made you gasp louder. His mouth went down from your cheek to your belly, leaving your legs comfortably on his shoulders, spreading kisses like a waterfall to your intimacy where he began to lick and swirl his tongue in you.
You scratched the sheet and wrinkled your toes, you gasped at the new moisture that you were discovering with his tongue and his lips kissing your intimacy hungrily, drinking all the liquid that fell down his chin and that entangled your stomach in a sensation so exquisite that you couldn't ignore. You growled Wriothesley's name, you hugged him with your thighs and he was happy to feel your honey flow like a river through his palate, he didn't bother to wet the sheet under you, nothing mattered now.
"I can't ask you to be mine now, but please give me the chance." He loved every part of you, how you were breathing hard, your legs shaking and wanting more, he loved when you looked at him through your eyelashes wet with your tears and smiled. You were going to fall, if it had to be an illusion you prayed that it would be eternal, that it would never break your heart with a bitter truth if every day you would have something like this. Maybe it's love, you thought, this is what being in love must feel like, immense happiness and tranquility.
He had asked for permission and you granted it, you let him insert his hard cock between your folds, you both gasped as you felt complete, Wriothesley rewarded your tranquility with more sweet kisses and took his time making love to you between sighs and longings.
As his balls nearly entered you deep at a slow but rough pace, the man's grunts kissed the exposed skin of your shoulder and bit gently. He tried not to hurt you as he gently held your waist, rolling your clit on his fingers and rocking you against his phallus. Wriothesley kissed your collarbone through the stains left by his lips, he sucked on your salty and wet skin while he whispered incomprehensible phrases for the joy of joining you.
Life should not be difficult, it should not be full of potholes, it flows like water from a fountain. Your nights should not be spent in tears and curses, you should not be treated like a piece on a board, unimportant, destined to be abused and stained by others. You were destined to be loved and pampered, in Wriothesley's eyes, you were destined to live an honest and happy life, smile every day of your life and every night let him make love to you slowly, impale you on his cock while he let out more whispers of love and adoration of you.
The strangeness didn't end, the affection didn't end. When you were both satiated by the new kind of pleasure you had found in each other, you didn't separate, he didn't get dressed and left after reminding you that you were the most beautiful of all girls in that night. Wriothesley worried about you, he helped you clean yourself and stayed next to you in bed, the silence was agonizing at first because you didn't know what to do until you began to sleep on his chest, lulled by the man's breathing and his arms that held you. kept you warm. You cried once again, silently, for the happiness that you thought would be temporary.
Since that night, every morning you are happy to wake up lazily in the arms of the duke who does not want to let you go, you spend your days at his side wearing the colors of the rainbow but not the color of hell, with a ring with a dark stone in your finger. A closed establishment, an opportunity with Wriothesley and in the end your freedom was in front of you. The freedom that your father had sought, that your mother had sought, and that your younger self could not find, now shone before you in the mortal form of a man.
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3amdistress · 10 months ago
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lo amo en lo mas profundo de mi corazon. oirlo respirar asi mientras duerme placidamente me llena el alma. siempre que divago magicamente pensamientos sobre el vienen a mi e invaden mi mente. todo mi ser, mi existencia y mi piel giran alrededor de este ser, su existencia y su piel.
que le puedo hacer? quiero tenerlo cerca.
quiero envolverlo con mis brazos y que sienta mis manos frias en mi calido abrazo… quiero besarlo lentamente y limpiar sus lagrimas con mis dedos. quiero acariciarle el cabello y rozar sus oidos. quiero alejarme lentamente mientras se acerca para alcanzar mis labios y en cuanto los toque, cerrar los ojos y dejarnos llevar…
me da risa cuando ronca jiji…
asi acabaria despues de pasarnos un buen rato revolcandonos en la cama, en el piso o en el sofa del salon, frente a la consola encendida. lo haria llorar sus penas y desahogarse para que al final acabaramos dandonos apasionadamente todo el amor que tenemos en nosotros por el otro. caricias suaves, miradas borrosas entre gemidos y suspiris, palabras innecesarias, decir tu nombre y que digas el mio… borrar todos las memorias que teniamos con otras personas y reducirlas a la nada, remplazarlas por nosotros.
solo nosotros dos. en el universo… olvidar todo.
tus manos sobre mi cintura, moviendome muy delicadamente, muy dulce y agradablemente, sin hacernos daño, solo placer… nuestras bocas tan cerca, sentir nuestras respiraciones rozando nuestros cuerpos. quitarte las gafas mientras deslizo mis uñas sobre tu mejilla hasta llegar a tu cuello y despues seguir hasta tu abdomen. besarte las claviculas y lamerte el cuello… que te excites tanto que acabes desgarrandome la camisa y sujetandome las muñecas detras de la espalda… manoseandome, desabrochando mi brasier y besandme el pecho. asi, sentada sobre ti, la calentura subiendome a la cara, rogandote que me hagas tuya… que te desabroches el pantalon, me metas el pulgar en la boca y la lengua despues sin soltarme las muñecas. me volverias a tocar el pecho mientras deslizas tu mano hasta ahi abajo y notes lo humedo que se siente. me acariciarias asi un rato sin fuerza, tu lengua dentro de mi boca hasta yo perder la nocion de tiempo… y de repente pararias, me despegarias de ti y me pedirias que me parara. me pondria de pie recolocandome el brasier y cubriendo mi pecho con la camisa y los brazos y te veria bajarte la cremallera lo que me llevaria a un estado euforico. asi, me agacharia y me arrodillaria mientras coloco mi cabello detras de los oidos, emocionada y te ayudaria con una leve sonrisa que no sabria disimular. mis manos acabarian alli y solo besaria y lameria con todo el amor que te tengo. y cuando abriera mi boca y me deslizara hasta tu pelvis, acomodarias tu cabeza contra el sofa… tomaria tu mano y la pondria sobre mi cabello como un perrito feliz pidiendo su recompensa, y seguiria hasta que te vinieras en mi boca. tragaria mirandote a los ojos y apartaria mi miarada avergonzada… te colocarias los boxers y me abrazarias hasta dejarme sin aire. luego, me levantaria, me giraria para irme, pero me estirarias para caer sentada sobre ti. y te acostarias, conmigo entre tus brazos hasta quedarnos dormidos.
durante la noche me giraria y me pegaria a tu pecho para sentir tu corazon latir con mis manos y mi cara, contenta de tenerte.
en la mañana despertaria y desayunariamos algo rico juntos, nos bañariamos juntos, nos arreglariamos juntos y luego saldriamos a una cita: iriamos a caminar por un parque, tomados de la mano, nos tomariamos fotos, me darias alguna flor que encontraste por alli, iriamos a comer tus comidas favoritas y te daria lo que no me pude terminar. me recostaria en tu ombro mientras volvemos a casa temprano para jugar y volver a repetir la locura de ayer, esta vez en otro lugar de la casa, o mientras preparamos la cena que acabamos comiendo a las tantas de la noche porque se nos fueron las horas volando, nos tomariamos un baño juntos o fregaria los trastes mientras tu te duchas y despues de bañarme te encontraria dormido en la cama, pondria tu brazo sobre mi almohada y me dormiria sobre ti abrazandote.
seriamos felices los dias que no tuvieramos nada mas que hacer. fines de semana, dias importantes para mi o para ti, momentos solo para nosotros… cosas asi.
hariamos tiempo para nosotros primero.
siempre. no se. es solo porque te amo tanto. creo que los mejores momentos seran solo contigo.
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46snowfox · 8 months ago
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Diabolik Lovers Daylight Rejet Shop/Skit Dolce Tokuten: 「Lección Irrazonable♪」 [Ayato Sakamaki]
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Título original: 「理不���レッスン♪」
//Traducción pedida en Ko-fi//
*suena la campana de la escuela* *están entrenando basquetbol en el gimnasio*
Ayato: ¡Así no! ¡Abre más las piernas! ¿Ves? Puedes hacerlo si lo intentas. Ahora baja tu cintura. ¿Por qué te distraes? ¿No escuchaste las órdenes de tu majestad? Si me escuchaste, entonces obedece. Rayos, me estoy tomando el tiempo de enseñarte porque eres extremadamente tonta y tomas esa actitud.
Ayato (1:02): Je, ¿de verdad? No parece que lo estés haciendo en serio. Eres muy poco sofisticada. Pff… Ay rayos, lo volví a recordar, cómo te veías al lanzar la pelota… Jajaja. ¡Claro que sí! ¡Todos en la clase se estaban aguantando la risa! Te veías tan tonta que el resto solo intentó no reírse. Sabía que eras mala en esto, pero jamás imaginé que pudieras ser tan torpe. ¿Cómo eres tan torpe si ni siquiera tienes pechos? De hecho, por eso mismo tu cuerpo debería ser ligero. Jaja, si te frustra, entonces intenta demostrarme lo contrario. Bien, adopta la pose que te dije antes e inténtalo.
Ayato (2:02): Abre tus piernas y baja tu cadera. Intenta lanzar la pelota en esa pose. No pongas fuerza de más, solo arroja la pelota. *la lanzas* ¿Qué fue eso? Ni siquiera alcanzó la canasta… Eres un caso perdido. ¡Cállate! ¡No me contradigas! Inténtalo de nuevo. ¿Acaso sostienes mal la pelota? Tu posición está bien. Vamos, en posición. Ah, ya veo, no estás colocando bien los brazos. Tienes que levantarlos más *mueve tus brazos*.
Ayato (3:01): Te estoy ayudando de esta forma porque no me entiendes con palabras, vamos, céntrate, céntrate. Esto no es la gran cosa… Cállate y déjame moverte como a una muñeca de trapo. ¿Te da cosquillas? Pues aguántate. Solo eres una pecho plano y te crees con derecho de quejarte por todo, engreída. ¿Y qué quieres que haga? Oh, ya sé, tengo una idea. Cambiemos de método. Jeje, enseñarte de forma normal es aburrido. Lanza la pelota como te dije, te observaré… Y por cada vez que falles succionaré tu sangre, ¿qué te parece? ¡Tonta! ¿Por qué pones esa cara de tonta? Lo mejor es darte una condición que te provoque nervios y motive a hacerlo bien.
Ayato (4:07): Es por eso que nunca lo haces bien, te falta motivación. ¡Soy un genio! De esta forma aprenderás a lanzar y yo me divertiré, ambos ganamos.  Me he tomado varias molestias ayudándote, es lo mínimo que me merezco. Acepta y déjame succionar en paz y si no quieres eso, entonces lanza bien una o dos veces. ¡Deja de quejarte! Vamos, lanza. Te ves más decidida que antes, debiste haberlo estado desde un inicio… Bien, ¡lanza! *lanzas y anotas*
Ayato (5:03): ¿Eh…? ¿Qué pasó? Antes no entraba… ¿Por qué ahora sí anotas? ¡Eso fue pura suerte! Es imposible que alguien que ni siquiera alcanzaba la canasta pueda encestar. Lánzala otra vez. *lanzas y anotas* Imposible… ¡Maldita sea! Esto no es divertido. ¡Otra vez pecho plano! ¡De nuevo! ¿Ah? ¡No fastidies! ¡Mi clase aún no acaba! ¡Que no se te suban los humos a la cabeza solo porque encestaste un par de veces! ¡De nuevo! ¡Lánzala otra vez! *encestas* Tch, que aburrido… ¿Por qué no falla…?
Ayato (6:03): Ya entendí, estás haciendo trampa, ¿no? ¡No mientas! Es imposible que puedas anotar tantas veces seguidas sin hacer trampa. Silencio, tú eres la loca. ¿Sabes qué le pasa a los tramposos?  Tú eres la que siempre dice que no hay que hacer trampa, que es algo malo. Cuando haces eso en un deporte se toma como un incumplimiento de  las reglas y recibes una penalización. *retrocedes* Jajaja, no escapes. Es tu culpa, así que no puedes negarte. Vamos ven aquí. *te atrae hacia él* Jajaja, ¿desde dónde debería succionar? No voy a detenerme, además, aunque te niegues tu cara… me dice que estás ansiosa.
Ayato (7:09): ¿Segura? Haré que te sientas bien… Maldita sea, cierra el pico, ¿qué importa si nos ven? *sonidos de pasos* Tch… Justo cuando estaba en la mejor parte… ¿Por qué te relajas? Nunca dije que no ibas a ser penalizada, solo digo que no te la daré aquí, pero cuando volvamos a casa te daré un duro castigo para compensar lo que no te hice aquí. De nada te servirá intentar huir, succionaré mucha de tu sangre, así que prepárate.
¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn
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la-semillera · 22 days ago
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ANNE DE GELAS & TOVE DITLEVSEN
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Los niños llevaban la cara como si aún no les valiera y les restasen muchos años por crecer. Casi siempre les quedaba muy arriba y tenían que ponerse de puntillas y hacer tremendos esfuerzos para ver las imágenes del interior de los párpados. Algunos, sobre todo niñas, habían tenido que vivir la infancia de sus madres mientras la suya quedaba arrumbada en un cajón secreto. Ellas lo tenían mucho más difícil. La voz les brotaba como el pus de una herida, y al oír su sonido se espantaban tanto como cuando descubrían que alguien había leído su diario, aunque estaba guardado bajo llave entre cachivaches y juguetes viejos de la época en que llevaban la frágil cara de una pequeña de cuatro años. La cara las observaba entre las peonzas y las muñecas inválidas de ojos de vidrio inocentes y pasmados. Tenían un sueño ligero que olía a miedo. Por las noches, cuando recogían el cuarto, cazaban sus pensamientos como quien atrapa pájaros que hay que encerrar en su jaula. A veces daban con uno que no era suyo y no sabían qué hacer con él. Con las prisas, pues siempre estaban cansadas, los metían de cualquier forma detrás de un armario o entre dos libros. Pero cuando despertaban, los pensamientos de estas niñas ya no iban con sus caras, deshechas durante el sueño como máscaras de carnaval con el cartón agrietado y reblandecido por el calor del aliento. Con esfuerzo, se ponían la cara nueva como una fatalidad y al mirarse los pies se mareaban, tanto había aumentado la distancia en el transcurso de la noche.
_ Las caras,Tove Ditlevsen. Lumen, Traducción de Blanca Ortiz Ostalé
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noviistarz · 6 months ago
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꒰ It/She 𖦹 ♯ 2004
Daily Click
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⟢ bienvenidos a la casa de muñecas
previous url in archive tag. deleted my last blog cuz i was being stalked + tumblr decided to test me during a very moody mood.
multishipper, heavy on the multi
the important stuff :
do not repost my drawings on any platform elsewhere. i don’t care if you’re going to give credit or link the original post in the comments (only in certain situations but ask first)
on the other hand, reposting my dumb edits and memes im perfectly ok with
i do not have any art centric accounts on any of the following: instagram, snapchat, facebook, cara, discord, pinterest. i am not in any huge discord servs at the moment and i never really was, so yes that was someone pretending to be me.
blogs solely for darkship content please block me / dont follow , thank you
trying to follow back all my old moots im sorry if i forget to fallow back
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delreyshit · 2 months ago
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Rescatándola
Resumen: Básicamente tienes una relación con Ghost, con quien también trabajas. Durante una misión, ambos discuten y siguen sus propios caminos durante el día, hasta que el equipo enemigo te atrapa y tu hombre debe ir a salvarte.
Here is the English version
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El bastardo que me había abandonado en plena misión ahora había vuelto por mí.
Me habría gustado escupirle en la cara y decirle que podía salvarme yo sola, pero, estaba atada y también muy aterrada. 
-¿Cómo es posible que te haya dejado sola un par de minutos y te hayan atrapado, eh?-
-¿Minutos? Fue casi una hora y fue tu culpa que me hayan dejado en esta tonta silla, me dejaste sin ni una sola arma para defenderme.-bufé, molesta con su presencia.
-¿Quieres bajar el volumen? Si los del bando contrario llegan a escuchar tus chillidos, estaremos fritos.-Susurró contra mi oído, mientras intentaba cortar los cables que me sujetaban por detrás.
Giré mi cabeza hacia atrás, intentando verlo. Su uniforme no lograba ocultar los músculos de sus fornidos brazos, que se flexionan cada vez que mueve el cuchillo cerca de mis muñecas.
-Eres un idiota, Simon.-escupí en voz baja. 
-La idiota eres tú, por dejar que te atraparan tan fácilmente, arruinando nuestra misión. Y no vuelvas a decir mi nombre, que alguien te puede escuchar.-Su intensa mirada recorría mi rostro, intentando asustarme con su firme tono.
Resople indignada cuando finalmente fui liberada de aquella oxidada silla.
Observé a Ghost de brazos cruzados quien guardó en sus bolsillos un par de cosas.
-¿No estás feliz de que te haya liberado?-me preguntó.
-Solo me viniste a buscar porque la misión no ha tenido éxito, habría preferido que me hubieras dejado abandonada… Hubiera sido mejor que simplemente no te hubieras parecido.-
-No te abandoné, simplemente quería estar solo. No me estabas ayudando en nada de lo que te pedía y el hecho de que empezáramos a discutir no era… agradable.- suspiró cansado.-Además, ni tu misma te crees todas esas cosas que dices, sé que te alegra que haya salvado tu bonito trasero.-
Aparto la mirada, incapaz de seguir peleando, mientras él abre con cuidado la puerta de la estrecha habitación que me había aprisionado por largos minutos.
Ghost caminó delante de mí a través de los oscuros pasillos, guiándome.
-Nena…-murmuró con inquietud.
-No me digas así. Sigo enojada por lo-soy interrumpida por su mano que tapa mi boca.
Con rapidez me acorrala contra una pared, protegiéndome con su corpulento cuerpo.
Mi cabeza está confundida hasta que unos pasos externos resuenan en mis oídos. Mis manos automáticamente se sostienen de la espalda de Ghost y me refugió en su pecho, con temor de que nos atrapen. Una vez que estuvimos seguros de que no había moros en la costa, los dos tomamos distancia. 
-Eres un imbécil.-susurré contra sus labios. 
-Y tú una loca y gruñona.-respondió.
Lo vi levantar su máscara hasta su boca antes de que nos embriagamos en un confuso e intenso beso, que hizo que olvidara completamente mis razones para haberme molestado con él. Sus guantes rozaron la delicada piel debajo de mi camisa, hasta llegar al cinturón de mis pantalones. Con avidez, mientras su lengua jugaba con la mía en unas sucias caricias, con fuerza bajó mi ropa hasta mis rodillas, quedando inmediatamente expuesta a él.
-Simon, nos pueden ver…-susurré con un jadeo.
-Te dije que no dijeras mi nombre acá. Ahora, será mejor que te mantengas callada.-
Antes de siquiera poder contradecirlo, se arrodilló ante mí, con sus manos separó mis piernas para luego, abrir mis labios hinchados y brillantes de excitación. 
Sus dedos se movieron hasta apretar la carne de mi trasero y se inclinó sobre mi vientre con delicadeza.
-Mierda, nena. No tienes ni puta idea de lo deliciosa que eres…
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deepinsideyourbeing · 6 months ago
Note
Necesito saber cómo creés que sería Enzo en el sexo. Aspectos generales, gustos, kinks, si gime, etc.
Gracias por la investigación de mercado jajaja
+18!
-NSFW ALPHABET-
A = Aftercare (what they’re like after sex)
Le gusta masajear tu espalda, tus brazos o cualquier parte de tu cuerpo hasta que recobrás el aliento y podés beber el agua que te ofrece, luego te acompaña hasta el baño y de ser necesario entra en la ducha para ayudarte y/o acompañarte (y más...). Siempre tiene a mano algún snack o prepara algo para comer y ambos lo disfrutan mientras ven alguna película o acurrucados.
B = Body part (their favorite body part of theirs and also their partner’s)
A Enzo le gustan sus manos pero sólo porque adora cómo se ven sobre tu cuerpo. Le gusta ver el contraste cuando sujeta tus muñecas sobre tu cabeza, mientras acaricia tus pechos o tu cadera, cuando sus dedos aprisionan tu garganta o tu cara.
Tiene un punto débil cuando se trata de tu boca y tu lengua, tus muslos y la curva de tu abdomen donde siempre coloca sus manos. Son sus lugares favoritos para marcarte con su semen y eso nos lleva a...
C = Cum (anything to do with cum, basically)
Hiperespermia, nada más que agregar.
D = Dirty secret (pretty self explanatory, a dirty secret of theirs)
Un poquito de CNC y polaroids comprometedoras en su billetera. Adora someterte y saber que si no cooperás puede amenazarte con enseñar a sus amigos y conocidos las imágenes que tomó cuando eras un desastre, en las cuales se aprecia tu expresión de satisfacción y los fluidos que manchan tu rostro y cuerpo.
E = Experience (how experienced are they? do they know what they’re doing?)
Suele decir que no tiene mucha experiencia y tal vez sea cierto, pero no es impedimento alguno para que sus dedos, su lengua y su miembro te brinden los orgasmos más intensos que tuviste en toda tu vida. Siempre está dispuesto a probar cosas nuevas, es un firme creyente de que uno no debe dejar de educarse.
F = Favorite position (this goes without saying)
Missionary, vainilla pero romántico como a él le gusta. Le encanta poder ver tu rostro mientras te da placer, la forma en que tus pechos se mueven con cada una de sus estocadas y besarte cuando se desespera porque siente tu interior muy apretado y muy caliente :)
G = Goofy (are they more serious in the moment? are they humorous? etc.)
Es bastante serio y jamás pierde la concentración, prefiere mantenerse atento a tus reacciones para actuar rápidamente en caso de que algo te genere incomodidad o te haga sentir abrumada.
H = Hair (how well groomed are they? does the carpet match the drapes? etc.)
Siempre mantiene el vello corto y prolijo, pero cuando se depila por completo su miembro parece todavía más grande y la imagen por sí misma te hace delirar.
I = Intimacy (how are they during the moment? the romantic aspect)
Enzo es muy romántico, le gusta tenerte lo más cerca posible en todo momento para besarte y abrazarte con fuerza. Si está arriba tuyo siempre va a reposar su frente en la tuya y mirarte con una intensidad casi abrasadora, todo mientras te retorcés de placer debido a sus movimientos.
J = Jack off (masturbation headcanon)
Las polaroid en su billetera y algún que otro video que guarda en una carpeta oculta en su celular son lo único que puede utilizar para masturbarse cuando no te tiene cerca. Está obsesionado con vos y con tu cuerpo y al pasar tanto tiempo en el set de rodaje y en zonas horarias incompatibles no tiene otra opción.
K = Kink (one or more of their kinks)
Breeding kink porque es posesivo y le encanta marcarte de esa forma. Además disfruta ver la forma en que su semen escapa de tu entrada antes de -ignorando tus quejidos- empujarlo hacia dentro con sus dedos.
Cockwarming si está demasiado cansado y decidís ser caprichosa. Te ordena quedarte quieta mientras sentís cómo palpita entre tus paredes, muy de vez en cuando sujetando tu cadera para moverte lentamente, y sólo cuando le rogás entre lágrimas te permite hacer el trabajo.
Dacrifilia... No puede evitarlo, sos demasiado tierna cuando llorás y adora ver la forma en que tus labios tiemblan o las lágrimas corriendo por tus mejillas.
Daddy kink. (Controversial pero...) Cada vez que tu voz entrecortada pronuncia esa palabra y tus ojos suplican por más, tiene que hacer un gran esfuerzo para poder controlar la fuerza que utiliza para manipular tu cuerpo -que está enteramente a su disposición-.
Finger-sucking porque además de ser la única forma que tiene a veces para mantenerte callada, también le gusta ver cómo cerrás los ojos y simulás que lo que está entre tus labios es otra parte de su anatomía.
L = Location (favorite places to do the do)
Nada se compara con la comodidad de su cama o el sofá de la sala, pero puede que surja la ocasión en que no resiste y te sienta sobre la mesa o el mármol para poder tener fácil acceso a tu entrada. No vamos a hablar del asiento trasero del auto o el parque.
M = Motivation (what turns them on, gets them going)
Todo tu ser lo excita, pero le cuesta contenerse cuando lo sentás en la cama para enseñarle alguna prenda nueva o la lencería que acaba de llegarte por correo.
Tiene un pequeño problema con la particular forma en que comés helado y se niega a tener citas si implican permanecer dentro de una heladería.
N = No (something they wouldn’t do, turn offs)
No le gusta incorporar ningún elemento si cree que tienen el potencial de herirte verdaderamente, por lo que el knife play y objetos como látigos o nipple clamps quedan descartados por completo.
O = Oral (preference in giving or receiving, skill, etc.)
Ama pasar horas entre tus piernas, succionar tu clítoris o acariciar tus pliegues y tu entrada con su lengua hasta volverte loca. También le fascina ver cómo besás su miembro y la forma en que tu lengua lo recorre o forzarte a tomar toda su extensión y hacer que te ahogues cuando golpea tu garganta una y otra vez ♡
P = Pace (are they fast and rough? slow and sensual? etc.)
Un pequeño drabble dedicado a este punto ♡
Q = Quickie (their opinions on quickies, how often, etc.)
Le gusta tomarse todo el tiempo del mundo cuando se trata de darte placer, pero si están más desesperados de lo usual no va a dudar en arrastrarte hasta la superficie más cercana o hacia algún escondite.
S = Stamina (how many rounds can they go for? how long do they last?)
Un poquito más de hiperespermia (qué linda palabra).
T = Toys (do they own toys? do they use them? on a partner or themselves?)
Bajo la cama tienen una caja llena de juguetes, todos en tu color favorito: un pequeño vibrador, dildos de diferentes tamaños, butt plugs, collares, correas, cuerdas para shibari, antifaces, cock rings y más.
V = Volume (how loud they are, what sounds they make, etc.)
Enzo no oculta sus gemidos y siempre se encarga de hacerte saber lo bien que lo hacés sentir, ya sea con sonidos o con palabras de aliento similares a las que repite cuando es él quien te lleva hacia el orgasmo. Cuando estás moviéndote sobre su cuerpo le es imposible contener sus suspiros y jadeos o maldiciones.
Me comí un par de letras pero sé que Enzo me va a perdonar y ustedes también 😌❤️
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