#Transformación política
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El estado de La Laguna: una realidad que hoy es posible
México atraviesa una época de transformación en la que lo que antes parecía imposible, hoy se ha convertido en materia de discusión y cambio. En un país donde los gobiernos del pasado nulificaron la creación de un nuevo estado, ahora, en este contexto, se abren nuevas posibilidades para lograr lo que generaciones han deseado: la creación del estado de La Laguna. La amada y bendita comarca…
#Autonomía regional#Coahuila#Congreso de la Unión#Durango#Estado de La Laguna#Historia de La Laguna#La Laguna#Política regional#Reforma territorial#Transformación política
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«Una breve comparación entre la etapa formativa de la teoría de la sociedad industrial y su situación actual puede ayudar a mostrar cómo han sido alteradas las bases de la crítica. En sus orígenes, en la primera mitad del siglo XIX, cuando se elaboraron los primeros conceptos de las alternativas, la crítica de la sociedad industrial alcanzó la concreción en una mediación histórica entre la teoría y la práctica, los valores y los hechos, las necesidades y los fines. Esta mediación histórica se desarrolló en la conciencia y en la acción política de las dos grandes clases que se enfrentaban entre sí en la sociedad: la burguesía y el proletariado. En el mundo capitalista, éstas son todavía las clases básicas. Sin embargo, el desarrollo capitalista ha alterado la estructura y la función de estas dos clases de tal modo que ya no parecen ser agentes de la transformación histórica.»
Herbert Marcuse: El hombre unimensional. Planeta-Agostini, págs. 22-23. Madrid, 1998
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#herbert marcuse#marcuse#el hombre unidimensional#teoría#sociedad industrial#crítica#siglo XIX#crítica de la sociedad industrial#mediación#mediación entre teoría y práctica#acción política#masas#burguesía#escuela de frankfurt#teoría crítica#freudomarxismo#marxismo#proletariado#clases sociales#capitalismo#mundo capitalista#desarrollo capitalista#transformación histórica#función#estructura#movimiento obrero#teo gómez otero#los jugadores de cartas#cezanne#práctica
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Irina Karamanos | Los detalles (y el precio) de su taller sobre “estudios de la discriminación”
Esta semana, a través de sus redes sociales, Irina Karamanos compartió en sus redes sociales un video en el que adelantaba que, entre el 4 y el 25 de julio realizará un “seminario de profundización” cuatro sesiones sobre la discriminación.
Fuente – Facebook: International Institute For Philosophy and Social Studies Fuente: La Tercera La ex primera dama realizará un seminario de cuatro clases durante julio. En él se abordan temas como los “sistemas de marcado”, las “fronteras de la subjetividad” y el “pensamiento único”. Esta semana, a través de sus redes sociales, Irina Karamanos (Convergencia Social) compartió en sus redes…
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#activista feminista#democracia#desigualdad#desinformación#discriminación#Instituto Internacional de Filosofía y Estudios Sociales#Internacional Feminista#Irina Karamanos Adrian#libertad de expresión#Políticas Feministas#seminario de profundización#subjetividad#transformación y resistencia
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Cuarta teoría política Vs. cuarta transformación
La Cuarta Teoría Política de Alexander Dugin y la Cuarta Transformación liderada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son conceptos distintos y no están directamente relacionados en términos filosóficos.
La Cuarta Teoría Política de Alexander Dugin y la Cuarta Transformación liderada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) son conceptos distintos y no están directamente relacionados en términos filosóficos. Cuarta Teoría Política (Alexander Dugin): Alexander Dugin, un filósofo ruso, propuso la Cuarta Teoría Política como una alternativa a las tres principales ideologías políticas del siglo XX:…
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#4T#Alexander Dugin#comunismo#Cuarta teoría política#cuarta transformación#Daria Dugina#fascismo#Geopolítica#liberalismo#México#nazismo#Rusia#Tomás Moro#Utopía
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Zutara como ship no me molesta. Al contrario, entiendo de donde viene. Mi odio es pura y exclusivamente con las que lo shippean.
Pero algo que me llama la atención es que sisi es algo que pasa con los ships que de la nada el delirio te hace creer que una serie gira en torno a ese ship y todo pasa por eso y al final hubo una traición porque no es canon. Con zutara esto pasa pero lo que me divierte es que no es ni de cerca la relación mas significativa de ambas partes en la serie. Es mas, fuera de algun amague no hay casi nada para laburar. Ahí la gorda fanfic tiene su laburo, pero es importante que reconozca el delirio.
Siguiendo con Zuko y Katara. La relación mas importante de ambos en la serie es con *para sorpresa de nadie* Aang. El pibe es el fan numero 1 de Katara desde el primer momento y por fuera de situaciones del guion, es una relación bastante sana y soft. Pero Zuko.... dios mio Zuko.
TODA la transformación de Zuko es catalizada por Aang. Desde el primer momento que aparecío diciendo hola como anda el crew que la psiquis de Zuko se vio afectada para siempre. Su mundo de a poco se derrumba y después encima lo ponen a laburar en Starbucks.
Me encanta como terminan siendo amigos y como Aang incluso con todo siempre fue abierto con el en sus intenciones y como era algo de Zuko el aprovechar esa relación. Es tan influencial en toda la trama y la historia que te juro que si los hacían de la misma edad ni una sola fujoshi habría sobrevivido. Pero la diferencia es grande y la gente gravitó a Zutara con el tiempo.
Ahora igual esta Zukka que me fascina porque las gordas sabemos que es chamullo. Como todo ship del bien, Zukka es el gran "era joda y quedó."
Esta es mi opinion sobre la política global.
#despues lo elimino la verdad solo quería decir que la relacion de zuko y aang es la relacion principal en toda la serie. y no es romántica.#Al menos que a aang de 20 años le agarre la duda no se eso ya no está en mis manos#ademas zuko tiene una pinta de puto. Y mai no se ella es la goth gf así que permitido.
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DNU de Milei, 20/12/23
Derogación de la Ley de Alquileres.
Derogación de la Ley de Abastecimiento.
Derogación de la Ley de Góndolas
Derogación de la Ley del Compre Nacional.
Derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía.
Derogación de la Ley de Promoción Industrial.
Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
Derogación del régimen de sociedades del Estado.
Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
Flexibilización del régimen laboral.
Reforma del Código Aduanero
Derogación de la Ley de Tierras
Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola
Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
Autorización para la cesión del paquete accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
Implementación de la política de cielos abiertos.
Modificación del Código Civil y Comercial.
Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
Establecimiento de la receta electrónica
Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas
Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas
Desregulación de los servicios de internet satelital.
Desregulación del sector turístico.
Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.
algunas de las más de 300 modificaciones
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Me fascina el sur estadounidense porque el clima, y en mucha medida la naturaleza, es muy parecida a mi propio hogar (el litoral argentino).
Y encuentro muchos paralelismos; así como el Gran Chaco ahora está pasando por un proceso de pampeanización, con la destrucción total de la matriz vegetal "mosaico" (o sea, bosques sabanas y humedales) para el cultivo de soja y otros, el sur estadounidense también sufrió una transformación muchísimo más destructiva y profunda. Para pensar que el sur de EEUU, antes de las grandes transformaciones de su ambiente con la colonización, tenía cotorras (Cotorra de Carolina, extinta), cañaverales (Arundinaria, que de no ser por tumblr no sabía que existía, casi extinta), yaguaretés (!!!), y por supuesto todavía tiene caimanes y otra fauna bien subtropical. El Paraná no parece tan lejos del Mississippi.
Y lo que me sorprende acá es la discriminación que siempre veo asociada CONTRA el sur de EEUU. Porque desde que tengo memoria que ando en el internet anglosajón, el sur de EEUU siempre es un chiste; lleno de racistas, incesto, pobreza, mala educación. Lo cual me parece irónico, porque justamente es el sur donde vive una gran cantidad de afro-americanos, así que no es un poco raro acusar a toda una región de racismo, sabiendo que las principales víctimas de ese racismo viven ahí y lo consideran su hogar? Y no solamente eso, sino la cultura que tiene. Sin el sur, no existiría el rock ni el funk que tanto disfruto, ni hablar del jazz o del blues y mucho más. Cosas que no solo formaron la cultura de EEUU, sino que transcendieron a una escala global.
En fin, me parece interesante esto porque yo vivo en un contexto donde la cultura de EEUU, en general, se impone sobre mi país y el resto del mundo por la globalización. Y al ver como es EEUU por dentro, veo que esa imposición también empieza y se da ahí de cierta forma (y esto ni siquiera hablando de las tribus nativas, la segregación y mucho más). Es como lo siguiente; el sur de EEUU, como el litoral argentino, es subtropical, es "exótico". Lo cual no concuerda con un mundo que es, culturalmente, eurocéntrico, y templadocéntrico. Así que incluso si forma parte de ese centro de los países centrales, siempre culturalmente se lo discrimina y se lo tiene apartado de lo que es algo "culto" y "rico", como sería el norte de EEUU. Cuando me quejé del eurocentrismo en las historias de ficción, apunto a esto. Como se expresa incluso en el rechazo de ciertos climas y culturas, que parece tan arraigado que hay gente que ni lo piensa dos veces.
(ni siquiera llegué a tocar directamente de política acá porque eso ya es otro tema)
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“Practicar el arte de la vida, hacer de la propia vida una “obra de arte” equivale en nuestro mundo moderno líquido a permanecer en un estado de transformación permanente, a redefinirse perpetuamente transformándose (o al menos intentándolo) en alguien distinto del que se ha sido hasta ahora”
Zygmunt Bauman
Fue un sociólogo, filósofo y ensayista nacido en Polonia en noviembre de 1925 y nacionalizado Inglés.
Nació en el seno de una familia judía humilde de polacos no practicantes. Cuando Polonia fue invadida por la Alemania nazi en 1939, su familia escapó hacia el este.
Se alistó en el primer ejército polaco trabajando como instructor político. Participó en la batalla de Kolberg durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial y en la batalla de Berlín. En mayo de 1945, recibió la cruz militar del valor.
Después de la guerra, fue un oficial político, y posteriormente regresó a Polonia donde militó en el partido comunista.
En 1954 finalizó su carrera e ingresó como profesor en la Universidad de Varsovia, en la que permaneció hasta 1968.
En 1968, fue obligado a dejar Polonia debido a la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Renunció a ser miembro del Partido Comunista obrero polaco y perdió su puesto en la Universidad, siendo obligado a renunciar a la ciudadania polaca para que le permitieran salir del país, marchando a Israel en donde le fue aceptada posteriormente una cátedra de sociología en la Universidad de Leeds en Inglaterra.
Desde finales de la década de los 90, Bauman ejerció una influencia considerable en el movimiento antiglobalización. Su periodo más prolífico comenzó cuando abandonó la enseñanza en la Universidad de Leeds con el libro titulado “modernidad y Holocausto” que refiere acerca de la supuesta conexión entre estas dos ideologías.
Cuenta entre sus influencias principales a Hannah Arendt y Theodor W. Adorno, Bauman estaba convencido de que la tesis de Arendt era correcta, y afirmaba que lo aterrador del Holocausto es que fue cometido por personas normales como Adolf Eichmann, (el cual fue declarado clínicamente sano). Es decir, que no necesitas monstruos para que pasen monstruosidades, y eso es lo terrible, porque no podemos achacarlas a alguien diferente a nosotros. Es decir, cualquiera podría haber sido Eichmann y volver a hacer lo que hizo.
Las primeras obras de Bauman fueron proyectos basados en el concepto de la modernidad, fundamentados en el diseño de una mejor sociedad. Sin embargo, a comienzos de la década de los 80 y con la publicación de sus obras y con el tiempo, acuñó lo que él denominaría la “modernidad liquida”, refiriéndose a los conceptos de fluidez, cambio, y adaptación entre la sociedad globalizada.
Para Bauman, la modernidad liquida moderniza compulsivamente, el cambio es constante y parece haberse constituido un fin en sí mismo, ya no aparece un proyecto superior claramente definido, las instituciones y organismos sociales no tienen tiempo de solidificarse, y ya no pueden ser fuente de referencia para las acciones humanas y para planificar a largo plazo, lo hace introducir unos niveles extremos de inestabilidad e incertidumbre, todo es móvil, y en cualquier dirección.
Bauman habla de un periodo fatídico, en el que comienza el paso de una sociedad de productores a una sociedad de consumidores en el cambio del siglo 19 al 20. Que nos ha llevado a afirmar nuestra personalidad comprando cosas. El individuo líquido vive permanentemente en su esfera privada pero busca hacerla pública, como si eso fuera a resultar relevante para el resto de las personas o fuera a resolver sus problemas.
La obra de Bauman comprende 57 libros y más de cien ensayos, murió en enero del año 2017 en Leeds Reino Unido, a la edad de 91 años.
Fuentes: Wikipedia, biografiasyvidas.com, YouTube La travesía Zygmunt Bauman y la Modernidad (Líquida y Sólida).
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1771- Declaración universal de los derechos de la paz.
Nosotros, los pueblos de la Tierra, tenemos derecho a la Paz
Paz, del niño en el vientre de la madre
Paz, del recién nacido
Paz, para que los seres humanos puedan crecer y transformarse
Paz, en el hogar y en el trabajo. Paz, entre hombres y mujeres
Paz, entre las religiones. Paz, entre los partidos políticos. Paz, con democracia y tolerancia a la diversidad. Paz, entre las naciones.
Paz, como solución de los conflictos. Paz, en los medios de comunicación
Paz, sin el uso de violencia de cualquier naturaleza
Paz, sin hambre y ni miseria. Paz, sin miedo o inseguridad
Paz, con libertad y dignidad
Paz, con solidaridad y cooperación. Paz, con preservación del ambiente. Paz, con desarrollo sustentable. Paz, libre de apego, odio, venganza, rivalidad, celos y orgullo.
Paz, del espíritu. Paz, como cultivo de los valores eternos de Amor, de Belleza, de Verdad, de Justicia, de Libertad y de Igualdad
Que la Paz pueda habitar en el corazón de los seres humanos mediante una educación que amplíe su conciencia del mundo, lo despierte para reconocer su papel de artífice de la realidad y desarrolle el protagonismo en la vida. Que la visión que inspira a cada uno se construya a partir de un paradigma de paz y no violencia, por intermedio de instituciones y políticas públicas orientadas hacia la Cultura de Paz. Que cada ciudadano se ocupe de despertar la paz en su interior cultivando cualidades y valores bajo la orientación –cuando fuese necesario- de maestros, instituciones y organismos afines. Que prevalezcan las prácticas compasivas que generan en lo cotidiano vivencias de paz y unidad en los niveles individual, social, ecológico, planetario y cósmico. Que las personas se organicen en comunidades sustentables, con autonomía para promover el desarrollo colectivo, inclusivo y solidario, permitiendo el ejercicio de la paz como medio de organización comunitaria y social. Que los gobiernos y sus colaboradores asuman el deber y la responsabilidad de orientar las estructuras que dirigen al servicio de los diferentes aspectos de la paz, contribuyendo así a la transformación de la Cultura de Guerra en Cultura de Paz. Que los currículums de las instituciones educativas focalicen la educación hacia una Cultura de Paz y no violencia, promoviendo la paz consigo mismo, con los otros y con la naturaleza. Que se desarrolle una percepción que trascienda las individualidades de cualquier tipo, sea en las personas, instituciones, comunidades y regiones, fortaleciendo la conciencia de unidad que integra lo visible y lo no visible. Que se promuevan formas creativas de integración, en las cuales la riqueza de la razón esté al servicio de la inteligencia del corazón y que conduzcan a una sinergia entre la actual Cultura del Hacer y una Cultura del Ser. Que el espíritu de educación para la paz inspire a la justicia y la seguridad pública y que sus funcionarios sean preparados dentro del enfoque educativo y no punitivo. Que las prisiones se transformen en centros de recuperación, mediante la educación y la producción de bienes agrícolas y de consumo. Que la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales incentiven y apoyen los esfuerzos de los gobiernos en el sentido de establecer una Cultura de Paz. Que las Naciones Unidas realicen estudios y planes estratégicos con el fin de incentivar a los gobiernos en la realización de los objetivos de paz. Que cada conciencia despierta sea un ejemplo de la paz que se desea ver florecer en el mundo, conspirando pacíficamente para el desarrollo de la unidad de toda la humanidad, para la integridad de cada individuo y la plenitud de todos los seres. Que se derriben las fronteras y los límites internos que separan a los seres humanos de su propia especie y de todos los demás seres vivos, permitiendo a todos una convivencia fraterna, próspera y benéfica. Que nosotros, los pueblos de la Tierra, estemos reunidos en la Unidad de la Paz, danzando en lo infinito del espacio eterno, sin comienzo y sin fin. Esta Declaración apoya y refuerza la Declaración Universal de los Derechos Humanos, revoca y anula los abusos perpetrados por la violencia. (WEIL, PIERRE. Documento presentado en el Festival Mundial de la Paz. 1 de septiembre de 2006. Florianópolis,
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30 de las primeras 300 leyes para los que no quieren ver el incendio de basura que fue esa conferencia de prensa:
1. Derogación de la Ley de Alquileres. “Para que el mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y que alquilar no sea una odisea”, dijo el mandatario.
2. Derogación de la Ley de Abastecimiento. “Para que el Estado nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos”.
3. Derogación de la Ley de Góndolas. “Para que el Estado deje de meterse en las decisiones de los comerciantes argentinos”.
4. Derogación de la Ley del Compre Nacional. “Que solo beneficia a determinados actores del poder”, aseguró Milei.
5. Derogación del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía. “Para evitar la persecución de las empresas”.
6. Derogación de la Ley de Promoción Industrial.
7. Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
8. Derogación de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
9. Derogación del régimen de sociedades del Estado.
10. Transformación de todas las empresas del Estado en sociedades anónimas para su posterior privatización.
11. Modernización del régimen laboral para facilitar el proceso de generación de empleo genuino.
12. Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio internacional.
13. Derogación de la Ley de Tierras para promover las inversiones.
14. Modificación de la Ley de Manejo del Fuego.
15. Derogación de las obligaciones que los ingenios azucareros tienen en materia de producción azucarera.
16. Liberación del régimen jurídico aplicable al sector vitivinícola.
17. Derogación del sistema nacional del comercio minero y del Banco de Información Minera.
19. Implementación de la política de cielos abiertos.
20. Modificación del Código Civil y Comercial. “Para reforzar el principio de libertad contractual entre las partes”, dijo el Presidente.
21. Modificación del Código Civil y Comercial. “Para garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser canceladas en la moneda pactada”, enfatizó.
22. Modificación al marco regulatorio de la medicina prepaga y las obras sociales.
23. Eliminación de las restricciones de precios a la industria prepaga.
24. Incorporación de las empresas de medicina prepaga al régimen de obras sociales.
25. Establecimiento de la receta electrónica para agilizar el servicio y minimizar costos.
26. Modificaciones al régimen de empresas farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos.
27. Modificación de la Ley de Sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran.
28. Desregulación de los servicios de internet satelital.
29. Desregulación del sector turístico “eliminando el monopolio de las agencias de turismo”.
30. Incorporación de herramientas digitales para trámites de los registros automotores.
Fuente: https://ceresciudad.com/milei-le-hablo-al-pais-derogo-este-miercoles-varias-leyes-de-un-paquete-total-de-300/
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La revolución fallida de Karl Polanyi. El orden mundial liberal se derrumba una vez más
Por Thomas Fazi
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Pocos pensadores del siglo XX han tenido una influencia tan duradera y profunda como Karl Polanyi. «Algunos libros se niegan a desaparecer: son arrojados a las porfundidades del mar, pero emergen de nuevo y se mantienen a flote», señaló alguna vez el historiador de la economía Charles Kindleberger cuando se refería a la obra maestra de Polanyi: La gran transformación. Esto sigue siendo hoy más cierto que nunca, 60 años después de la muerte de Polanyi y 80 años después de la publicación del libro. Mientras las sociedades siguen luchando contra los límites del capitalismo, este libro sigue siendo posiblemente la crítica más fuerte en contra del liberalismo de mercado jamás escrita hasta la fecha.
Polanyi nació en Austria en 1886 y creció en Budapest en el seno de una próspera familia burguesa de habla alemana. Aunque su familia era nominalmente judía, Polanyi se convirtió pronto al cristianismo o, más exactamente, al socialismo cristiano. Tras el final de la Primera Guerra Mundial, se trasladó a la Viena «roja», donde se convirtió en editor de la prestigiosa revista económica Der Österreichische Volkswirt (El economista austriaco), siendo uno de los primeros críticos de la escuela neoliberal, o «austriaca», de economía, representada por Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, entre otros. Tras la conquista nazi de Alemania en 1933, las opiniones de Polanyi fueron condenadas al ostracismo social, por lo que tuvo que irse a Inglaterra y luego a Estados Unidos en 1940. Escribió La gran transformación mientras impartía clases en el Bennington College de Vermont.
Polanyi se propuso explicar las enormes transformaciones económicas y sociales de las que había sido testigo a lo largo de su vida: el final del siglo de «paz relativa» en Europa, de 1815 a 1914, y el posterior descenso a la agitación económica, el fascismo y la guerra, que aún estaba en curso en el momento de la publicación del libro.
El autor atribuye el origen de estos trastornos a una causa general: el auge del liberalismo de mercado a principios del siglo XIX, la creencia de que la sociedad podía y debía organizarse a través de mercados autorregulados. Para él, esto representaba nada menos que una ruptura ontológica con gran parte de la historia de la humanidad. Antes del siglo XIX, insistía, la economía humana siempre había estado «integrada» en la sociedad: estaba subordinada a la política, las costumbres, la religión y las relaciones sociales locales. La tierra y el trabajo, en particular, no se trataban como mercancías, sino como partes de un todo articulado: de la vida misma.
El liberalismo económico, que postulaba la supuesta naturaleza «autorreguladora» de los mercados, anuló esta lógica. No sólo separó artificialmente «la sociedad» y «la economía» en dos esferas distintas, sino que también exigió la subordinación de la sociedad y de la vida misma a la lógica del mercado autorregulado. Para Polanyi esto «significa nada menos que el sometimiento de la sociedad al mercado. En lugar de incorporar la economía a las relaciones sociales, las relaciones sociales se integran en el sistema económico».
La primera objeción de Polanyi era moral y estaba inextricablemente ligada a sus convicciones cristianas: es sencillamente erróneo tratar los elementos orgánicos de la vida – los seres humanos, la tierra, la naturaleza – como mercancías o bienes producidos para la venta. Tal concepto viola el orden «sagrado» que ha regido las sociedades durante la mayor parte de la historia de la humanidad. «Incluir [el trabajo y la tierra] entre los mecanismos del mercado es subordinar la sustancia misma de la sociedad a las leyes del mercado», argumentaba Polanyi. Y en este sentido Polanyi era lo que podríamos llamar un «socialista conservador»: se oponía al liberalismo de mercado no sólo por motivos distributivos, sino también porque «atacaba el tejido de la sociedad», rompiendo los lazos sociales y comunitarios y generando formas atomizadas y alienadas de individuos.
Esto se relaciona con el segundo nivel del argumento de Polanyi, que era más práctico: el liberalismo de mercado quería separar la economía de la sociedad y crear un mercado completamente autorregulado, e hizo todo lo que pudo para lograrlo, pero su proyecto siempre estuvo condenado al fracaso. Sencillamente, no podía existir. Como escribe en el comienzo del libro: «Nuestra tesis es que la idea de un mercado autorregulado implica una burda utopía. Una institución así no podría existir durante mucho tiempo sin aniquilar la sustancia humana y natural de la sociedad; destruiría físicamente al hombre y convertiría su entorno en un desierto».
Según Polanyi, los seres humanos siempre reaccionarán contra las devastadoras consecuencias sociales de los mercados desenfrenados y lucharán por volver a subordinar la economía, hasta cierto punto, a sus necesidades materiales, sociales e incluso «espirituales». Este es el origen de su argumento del «doble movimiento»: puesto que los intentos de separar la economía de la sociedad inevitablemente provocan resistencia, por lo que las sociedades de mercado están constantemente conformadas por dos movimientos opuestos. Por un lado, el movimiento de expansión constante del mercado y, por otro, el movimiento opuesto que se resiste a esta expansión, sobre todo en lo que respecta a las mercancías «ficticias», principalmente el trabajo y la tierra: «Los intentos de separar la economía de la sociedad invitan inevitablemente a la resistencia».
Esto nos lleva al tercer nivel de la crítica de Polanyi, que desmonta la visión liberal ortodoxa del surgimiento del capitalismo. Precisamente porque no hay nada natural en la economía de mercado, que es en realidad un intento de alterar el orden natural de las sociedades y el mercado nunca puede surgir espontáneamente ni autorregularse. Al contrario, el Estado es necesario para imponer cambios en la estructura social y en el pensamiento humano que permitan una economía capitalista competitiva. La proclamada separación entre Estado y mercado es una ilusión, afirmaba Polanyi. Los mercados y el comercio de mercancías forman parte de todas las sociedades humanas, pero para crear una «sociedad de mercado» estas mercancías deben estar sujetas a un sistema más amplio y coherente de relaciones de mercado. Esto es algo que sólo puede lograrse mediante la coerción y la regulación estatales.
«No había nada natural en el laissez-faire; los mercados libres nunca podrían haber surgido simplemente dejando que las cosas siguieran su curso», escribió. «El laissez-faire fue planificado... [fue] impuesto por el Estado». Polanyi se refería no sólo al «enorme aumento del intervencionismo continuo, organizado y controlado centralmente» necesario para imponer la lógica del mercado, sino también a la necesidad de la represión estatal para contrarrestar la inevitable reacción – el contra-movimiento – de quienes soportan los costes sociales y económicos de la perturbación: familias, trabajadores, agricultores y pequeñas empresas expuestos a las fuerzas perturbadoras y destructivas del mercado.
En otras palabras, el apoyo de las estructuras estatales – para proteger la propiedad privada, controlar las relaciones mutuas de los distintos miembros de la clase dominante y proporcionar servicios esenciales para la reproducción del sistema – era el requisito político previo para el desarrollo del capitalismo. Sin embargo, paradójicamente, la dependencia del liberalismo de mercado del Estado es también la principal razón de su perdurable atractivo intelectual. Precisamente porque no puede haber mercados puramente autorregulados, sus defensores, como los libertarios contemporáneos, siempre pueden argumentar que los fracasos del capitalismo se deben a la falta de mercados verdaderamente «libres».
Sin embargo, incluso los enemigos ideológicos de Polanyi, los neoliberales como Hayek y Mises, eran muy conscientes de que el mercado autorregulado es un mito. Como escribió Quinn Slobodian su objetivo no era «liberar los mercados sino protegerlos, vacunar al capitalismo contra la amenaza de la democracia» utilizando al Estado para separar artificialmente lo «económico» de lo «político». En este sentido, el liberalismo de mercado puede considerarse un proyecto tanto político como económico: una respuesta a la entrada de las masas en la arena política a finales del siglo XIX, como resultado de la extensión del sufragio universal, un desarrollo al que la mayoría de los liberales militantes de la época se opusieron con vehemencia.
Este proyecto se persiguió no sólo a escala nacional, sino también internacional, mediante la creación del patrón oro, que fue un intento de extender la lógica del mercado supuestamente autorregulado (pero en realidad impuesto) a las relaciones económicas entre países. Fue un temprano intento globalista de marginar el papel de los Estados-nación – y de sus ciudadanos – en la gestión de los asuntos económicos. El patrón oro subordinaba de hecho las políticas económicas nacionales a las reglas inflexibles de la economía mundial. Pero también protegía el ámbito económico de las presiones democráticas que se iban acumulando a medida que el sufragio se extendía por Occidente, al tiempo que ofrecía una herramienta muy eficaz para regular el trabajo.
Sin embargo, el patrón oro impuso unos costes tan elevados a las sociedades, en forma de políticas deflacionistas destructivas, que las tensiones creadas por el sistema acabaron por implosionar. Primero asistimos al colapso del orden internacional en 1914 y esto se repitió con el inicio de la Gran Depresión. Esta última desencadenó el mayor contra-movimiento antiliberal que el mundo había visto jamás, ya que las naciones buscaron diferentes formas de protegerse de los efectos destructivos de la economía global «autorregulada», abrazando incluso el fascismo. En este sentido, según Polanyi, la Segunda Guerra Mundial fue una consecuencia directa del intento de organizar la economía mundial sobre la base del liberalismo de mercado.
La guerra todavía estaba en curso cuando se publicó su libro. Sin embargo, Polanyi seguía siendo optimista. Creía que las violentas transformaciones que habían sacudido el mundo en el siglo anterior habían sentado las bases para la «gran transformación» definitiva: la subordinación de las economías nacionales y la economía mundial a las políticas democráticas. Polanyi denominó a este sistema «socialismo», pero su interpretación del término difería significativamente del marxismo tradicional. El socialismo de Polanyi no era sólo la construcción de una sociedad más justa, sino «la continuación de ese esfuerzo por hacer de la sociedad una relación típicamente humana entre las personas que en Europa Occidental siempre se ha asociado a las tradiciones cristianas». En este sentido, también hizo hincapié en el «carácter territorial de la soberanía» y el Estado-nación como condición previa para el ejercicio de la política democrática.
Según Polanyi, un mayor papel del gobierno no tiene por qué adoptar una forma opresiva. Por el contrario, sostenía que liberar a los seres humanos de la lógica tiránica del mercado era una condición previa para «lograr la libertad no sólo para unos pocos, sino para todos», libertad para que la gente empiece a vivir en lugar de limitarse a sobrevivir. Los regímenes socialdemócratas y capitalistas de bienestar implantados tras la Segunda Guerra Mundial, aunque distaban mucho de ser perfectos, representaron un primer paso en esa dirección. Ellos desmercantilizaron parcialmente el trabajo y la vida social y crearon un sistema internacional que facilitaba altos niveles de comercio internacional al tiempo que protegía a las sociedades de las presiones de la economía global. En términos polanyianos, la economía fue, hasta cierto punto, «reintegrada» en la sociedad.
Pero esto acabó generando otro contra-movimiento, esta vez de la clase capitalista. Desde la década de 1980, la doctrina del liberalismo de mercado ha resucitado en forma de neoliberalismo, hiperglobalización y un renovado ataque a las instituciones de la democracia nacional, todo ello con el apoyo activo del Estado. Mientras tanto, en Europa, se creó una versión aún más extrema del patrón oro: el euro. Una vez más, las economías nacionales se vieron forzadas a entrar en una camisa de fuerza. Al igual que en anteriores iteraciones del liberalismo de mercado, este viejo-nuevo orden empobreció a los trabajadores y devastó nuestra capacidad industrial, los servicios públicos, las infraestructuras vitales y las comunidades locales. Polanyi habría argumentado que era inevitable una reacción violenta, y de hecho se ha producido desde finales de la década de 2010, aunque ni siquiera los levantamientos populistas de la última década han logrado sustituir el sistema por un nuevo orden.
El resultado es que, al igual que hace un siglo, las contradicciones inherentes al «orden liberal internacional» están conduciendo de nuevo al colapso del sistema y a una dramática escalada de las tensiones internacionales. Si Polanyi viviera hoy, probablemente no sería tan optimista como cuando publicó su libro. No cabe duda de que nos encontramos en medio de otra «gran transformación», pero el futuro que anuncia no podría estar más lejos del orden internacional democrático y cooperativo que imaginó.
Fuente: https://www.sinistrainrete.info/neoliberismo/28032-thomas-fazi-la-rivoluzione-fallita-di-karl-polanyi.html
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El Legado del Sultán
En un reino apartado, oculto entre montañas y desiertos, reinaba un hombre cuya sola presencia hacía temblar la voluntad de los más fuertes. El Sultán Idris no era un monarca común; no gobernaba con ejércitos ni con políticas de corte. Su reino era diferente, un lugar donde el verdadero poder residía en la mente y el espíritu, y donde la libertad era un concepto reemplazado por la entrega absoluta. Idris no buscaba súbditos; buscaba perfección.
El Sultán seleccionaba personalmente a aquellos que servirían bajo su mando. No eran elegidos al azar ni por capricho. Cada uno de los hombres que entraban en su círculo había demostrado ser excepcional: líderes, guerreros y figuras poderosas en sus propios mundos. Pero todo eso era irrelevante una vez que cruzaban los muros del palacio. Allí, sus títulos, logros y voluntades eran despojados hasta que no quedaba nada más que su esencia, lista para ser moldeada por el Sultán.
Idris tenía un don único. No necesitaba gritar ni usar la fuerza física para doblegar a los demás. Su mirada era suficiente para desarmar las defensas de cualquier hombre. Su voz, calmada y firme, penetraba hasta lo más profundo de sus pensamientos, desbaratando cualquier resistencia. Aquellos que lo conocían decían que su poder no era de este mundo, que su presencia misma exigía sumisión.
Los hombres que el Sultán elegía para estar a su servicio pasaban por un proceso largo y meticuloso. Primero, eran separados de sus antiguos nombres y vidas. Se les prohibía recordar quiénes eran antes de llegar al palacio, porque, según Idris, no había nada más importante que el presente que él les ofrecía. Luego, comenzaba la verdadera transformación: días, semanas y meses dedicados a erradicar cualquier rastro de individualidad. No era un castigo; era una reconstrucción.
El Sultán no buscaba esclavos comunes. Buscaba perfección, una devoción tan absoluta que superara cualquier lazo con el pasado. Cada uno de los hombres se convertía en una extensión de su voluntad, como si el Sultán viviera a través de ellos. Eran sus ojos, sus manos y su voz. Todo lo que hacían lo hacían en su nombre y para él, sin necesidad de órdenes explícitas. Idris no solo controlaba sus cuerpos, sino también sus almas.
A medida que el tiempo pasaba, estos hombres, quienes alguna vez habían sido símbolos de fortaleza y autonomía, se convertían en algo más. Eran perfectos en todos los sentidos: físicamente impecables, mentalmente invulnerables y espiritualmente entregados. No existían dudas, deseos ni pensamientos que no estuvieran alineados con el Sultán.
El palacio, un lugar de belleza austera, era el escenario de esta transformación. En sus salones no había música ni distracciones del mundo exterior. Todo estaba diseñado para que el silencio fuera la única compañía de los hombres, un recordatorio constante de que sus pensamientos ya no eran suyos. En ese entorno, cada mirada del Sultán, cada palabra y cada gesto reforzaban su control absoluto.
A pesar de su poder, Idris no veía su dominio como un acto de crueldad. Para él, era un arte, una obra maestra en constante evolución. Los hombres a su servicio no eran siervos; eran símbolos de su grandeza, un testimonio vivo de su capacidad para moldear y perfeccionar lo imperfecto. Él creía que, al someterse por completo, estos hombres encontraban una forma de libertad que el mundo exterior jamás podría ofrecerles.
La historia del Sultán Idris y sus hombres no era conocida fuera de los muros del palacio. Aquellos que cruzaban sus puertas desaparecían del mundo, transformados en algo más grande, más puro. Y aunque nadie podría entender desde fuera la naturaleza de su reinado, los hombres que vivían bajo su dominio no deseaban otra cosa. Porque en el reino del Sultán Idris, no había nada más allá de él, y eso era suficiente.
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📻 100 años de radio: El medio que transformó e inspiró a España.
La radio en España ha sido mucho más que un medio de comunicación: ha sido un pilar fundamental en la historia reciente del país. Desde su creación hace 100 años, la radio ha demostrado una capacidad única para informar, acompañar y conectar a las personas. En el documental 'Cien años de compañía' de RTVE, se explora cómo la radio ha sido testigo de grandes acontecimientos históricos y cómo ha tenido la habilidad de llegar a los hogares españoles con “la rapidez que solo la voz puede dar” en momentos de crisis y de transformación. Este medio ha estado presente en cada gran evento, desde guerras y transiciones políticas hasta logros deportivos, proporcionando siempre un espacio confiable de información al que las personas siempre han podido acudir.
Además de su papel informativo, la radio en España ha sido una fuente de compañía y cercanía para sus oyentes. Según el documental 'Las voces de la radio' de Movistar+, uno de los testimonios destaca que “la radio es esa voz amiga que no te abandona, estés donde estés”, y que ha sido especialmente importante en tiempos de aislamiento o incertidumbre. En este sentido, los programas y locutores han sido una constante en la vida diaria de los españoles, generando una conexión emocional única. Incluso en la era digital, la voz sigue dando calidez y cercanía, algo que pocos medios pueden igualar.
Culturalmente, la radio en España ha sido un espacio de innovación, promoviendo programas de entretenimiento, deporte, música y debates sociales que han marcado a generaciones. El programa 'Radio Paradiso: La SER cumple 100 años' de la Cadena Ser es un ejemplo de cómo la radio conecta con los oyentes, no sólo informando, sino creando una comunidad a través de música y cultura. “La radio no solo informa, sino que crea comunidad, da voz a quienes no la tienen y ofrece un espacio para todos los que buscan algo más que noticias”. Este tipo de programas han sido clave para integrar a diversas comunidades, reflejando los cambios y desafíos de la sociedad española. Como dice otro testimonio, “la radio ha sido la gran ventana a la realidad de nuestro tiempo, porque siempre estuvo ahí, en los buenos y en los malos momentos”.
Desde mi punto de vista, es fascinante ver como hoy en día la radio sigue siendo muy relevante, a pesar de vivir en un mundo donde las opciones de información y entretenimiento son infinitas. Su capacidad para reinventarse y adaptarse a las plataformas digitales ha hecho que continúe siendo un medio actual y accesible. A pesar de los avances tecnológicos, la radio mantiene su esencia de cercanía, siendo una compañía diaria que informa y entretiene de manera única.
Cien años de compañía - RTVE: https://www.rtve.es/play/videos/informe-semanal/cien-anos-compania/16193147/
Las voces de la radio - Movistar+: https://www.movistarplus.es/entretenimiento/las-voces-de-la-radio/ficha?tipo=E&id=3830103
Radio Paradiso: La SER cumple 100 años - Cadena SER:
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El Capitalismo Venezolano
El capitalismo venezolano ha recorrido un camino tumultuoso, caracterizado por momentos de prosperidad y crisis. Desde sus inicios hasta la actualidad, el sistema económico de Venezuela ha estado estrechamente ligado a su contexto político y social. En este artículo, analizaremos la evolución del capitalismo en Venezuela, sus principales características y los desafíos que enfrenta en la actualidad.
Breve Historia del Capitalismo en Venezuela
Los Primeros Pasos: La Colonización
La raíz del capitalismo en Venezuela se remonta a la llegada de los colonizadores españoles en el siglo XVI. Aunque el sistema económico de la época era predominantemente feudal, la explotación de recursos naturales como el cacao y el tabaco sentó las bases para un futuro desarrollo económico que comenzaría a tomar forma en los siglos posteriores.
La Era del Café y el Petróleo
Durante el siglo XIX, el país experimentó una transformación significativa impulsada por la agricultura, especialmente con la producción de café. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión llegó en el siglo XX con la explotación del petróleo. Venezuela, rica en reservas de crudo, se convirtió en uno de los mayores exportadores a nivel mundial. Este auge petrolero no solo atrajo inversiones extranjeras, sino que también permitió la acumulación de capital y el desarrollo de una clase media emergente.
El Desarrollo del Estado Rentista
El advenimiento de la renta petrolera generó un fenómeno conocido como el "Estado rentista". Este modelo se caracteriza por la dependencia de los ingresos derivados de la exportación de petróleo, lo que llevó a una economía poco diversificada y a una falta de políticas efectivas para el desarrollo de otros sectores productivos.
El crecimiento de la economía venezolana durante las décadas de los 50 a los 70 atrajo migrantes en busca de oportunidades, lo que aportó a la conformación de un país más urbano y con mayores expectativas de desarrollo. Sin embargo, la dependencia del petróleo comenzó a evidenciar sus debilidades con la caída de los precios del crudo a finales de los años 70 y principios de los 80.
Crisis Económica y Social
La Onda de Crisis: La Década de los 80
Los años 80 fueron testigos de una crisis significativa que afectó a Venezuela. La caída de los precios del petróleo condujo a la denominada "década perdida", en la que se registraron altos índices de inflación, devaluaciones de la moneda y aumento del desempleo. Las políticas de ajuste estructural impuestas por organismos internacionales para estabilizar la economía también provocaron descontento social.
Subida y Caída del Chavismo
A finales de los años 90, Hugo Chávez llegó al poder con una propuesta de transformación del país y la promesa de disminuir la desigualdad social. Aunque al principio su gobierno experimentó una bonanza económica gracias al incremento de los precios del petróleo, la posterior mala gestión y la corrupción llevaron a una severa crisis económica, que se profundizó durante la década del 2010. Problemas como la hiperinflación, la escasez de productos básicos y la migración masiva de venezolanos comenzaron a convertirse en la norma.
Impacto en la Clase Media y la Pobreza
La crisis ha tenido un impacto devastador en la clase media, que ha visto reducidos sus ingresos y, en muchos casos, su capacidad de acceder a bienes y servicios. Más de la mitad de la población venezolana vive actualmente por debajo del umbral de la pobreza, y aquellos que alguna vez disfrutaron de una vida cómoda han visto sus estilos de vida deteriorarse dramáticamente.
Características del Capitalismo Venezolano Actual
Dependencia del Petróleo
A pesar de ser uno de los países más ricos en recursos naturales, la economía venezolana sigue sufriendo por su excesiva dependencia del petróleo. Esta falta de diversificación ha hecho que el país sea vulnerable a las fluctuaciones de los precios del crudo, y la falta de inversión en otros sectores limita las oportunidades de crecimiento sostenible.
Informalidad y Economías Alternativas
La caída de la economía formal ha llevado a un crecimiento notable del trabajo informal. Muchas familias dependen de pequeñas actividades comerciales, lo que ha llevado a una especie de resiliencia ante la crisis. Sin embargo, esta informalidad también crea incertidumbres, ya que carece de garantías laborales ni protección social.
Control Estatal y Sectores Productivos
El gobierno actual ha implementado políticas de control estatales sobre la economía. La nacionalización de industrias clave y la implementación de controles de precios han generado distorsiones en el mercado. A pesar de que se han propuesto reformas para abrirse a la inversión extranjera en ciertos sectores, la desconfianza persiste entre los inversores debido a la inestabilidad política.
Desafíos del Capitalismo Venezolano
Inestabilidad Política
La inestabilidad política es uno de los principales obstáculos para el desarrollo económico. La polarización y la falta de consenso han dificultado la implementación de políticas coherentes y sostenibles. El contexto internacional también juega un papel determinante, ya que las sanciones económicas y la falta de reconocimiento internacional del gobierno actual generan incertidumbre.
Crisis Humanitaria
La crisis económica ha desencadenado una crisis humanitaria. La falta de acceso a alimentos, medicamentos y servicios básicos ha propiciado un éxodo masivo hacia otros países. Este fenómeno no solo afecta a la economía venezolana, sino que también impone un reto a las naciones vecinas que deben gestionar el flujo migratorio.
Innovación y Desarrollo Sostenible
Para que Venezuela logre un cambio estructural, es crucial promover la innovación y el desarrollo sostenible. La educación y la inversión en tecnología son esenciales para diversificar la economía y fomentar un crecimiento más inclusivo.
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Brunswick, Georgia, un pequeño pueblo costero, comenzó su transformación hace más de 40 años, cuando el gobierno de los Estados Unidos, en un intento por aliviar la sobrepoblación de las grandes ciudades y promover la ocupación de áreas menos desarrolladas, lanzó un programa que ofrecía casas gratuitas, empleo y otros incentivos para atraer a nuevas familias. La iniciativa resultó ser un éxito, y lo que antes era un lugar casi deshabitado se convirtió en una comunidad diversa y dinámica.
Con el tiempo, Brunswick pasó de ser un refugio para migrantes a un destino turístico pintoresco, famoso por sus playas serenas, sus encantadoras tiendas y los festivales culturales que atraen a turistas de todas partes del país. Sin embargo, a pesar de su apariencia tranquila, la ciudad ha comenzado a enfrentar desafíos.
El crecimiento del turismo trajo consigo la llegada de personas indeseadas y, con ello, un aumento en la delincuencia. La ciudad, que antes gozaba de una tranquilidad casi idílica, comenzó a sentirse insegura. Como respuesta, se construyó una nueva academia de policía y se implementaron estrictas medidas de seguridad en los negocios locales, lo que generó un aire de desconfianza entre los turistas.
La situación alcanzó su punto más crítico cuando la familia más poderosa de Brunswick, los Hadley, fue brutalmente asesinada en su propia mansión, una propiedad histórica en el corazón de la ciudad. Los Hadley habían sido figuras clave en la política local y propietarios de varios negocios, pero también contaban con numerosos enemigos. El asesinato fue extraño y no dejó rastros claros, lo que sumió a la comunidad en el caos.
Pronto, la ciudad entera quedó bajo sospecha. Cada habitante parecía tener un motivo oculto, un secreto enterrado que lo conectaba de alguna manera con la familia Hadley. La desconfianza y el miedo se esparcieron rápidamente, y lo que antes era una comunidad unida comenzó a desmoronarse. Los rumores se multiplicaron, y todos parecían tener algo que esconder.
Ante la presión, las autoridades locales pidieron ayuda externa para resolver el caso, pero a medida que las investigaciones avanzaban, más oscuros secretos salían a la luz. Brunswick ya no era el lugar pintoresco que una vez fue; se había convertido en un hervidero de tensiones, acusaciones y traiciones.
¿Quién estuvo detrás del asesinato de los Hadley? En Brunswick, nadie está a salvo de las sombras del pasado. ¿Quién será el primero en ceder? Todos son sospechosos en este pueblo...
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Camino a Melide
El camino a Melide fue diferente al resto, finalmente nos encontró la lluvia. Enfundadas en ponchos impermeables y cubiertas bajo la protección de un paraguas, supimos capear el temporal.
Nuevamente surgió la idea del desierto. Pensé en que el costo de habitar ambientes fértiles es justamente soportar estas tormentas. También me pregunté de qué modo el clima influye en la idiosincrasia de un pueblo y hasta qué punto. En este pasatiempo de teorizar sin mucho fundamento, imaginé que quien habita el desierto se ve constantemente tentado a creer que su subsistencia es fruto de su capacidad de adaptación, de su inteligencia en el aprovechamiento de los recursos, de la tecnología que diseñe (como acequias y diques). Por el contrario, quien habita terrenos fértiles, donde las frutas y hortalizas crecen con o sin su intervención y el agua dulce no escasea, posiblemente adopte cierta actitud de mansedumbre frente a la naturaleza y, por qué no, frente a la existencia. Pensé en el control y la docilidad, en la soberbia y el agradecimiento. Pensé también en las energías del universo, en los dioses Shiva y Vishnu del hunduismo, en el Yin y el Yang del Tao, en la conservación y la transformación, la búsqueda y la atracción, Marte y Venus, energía masculina y energía femenina. Pensé en lo mucho que me cuesta pensarme desde la fertilidad, confiar en que mi destino me va a encontrar, dejarme llevar, recibir. Pensé también que quizás eso tenga que ver con las expectativas de las que hablaba al comienzo del viaje, con esperar una pera de un olmo o una fresa de un cactus. Quizás la clave esté en aprender a disfrutar de las tunas o a soportar las tormentas. Pensé en mi hermana Machi, quien, en respuesta a mi comentario sobre la belleza de esta vegetación me dijo -con la acidez y sabiduría que la caracterizan- "eso es porque en Mendoza estamos obsesionados con los parques europeos, el césped y las palmeras. Si en lugar de aparentar ser París o Miami, invertieramos en estudiar y potenciar la flora autóctona, podríamos tener hermosos jardines xerófilos". Maldita genia, me pongo el poncho porque me cabe. Pero al mismo tiempo me pregunto: ¿prefiero vivir comiendo tunas bajo un sol resplandeciente, o las más variadas frutas bajo la lluvia? ¿Realmente no hay una opción diferente y superadora? ¿Aceptar implica siempre renunciar? Y en ese caso, ¿qué es aquello que estoy dispuesta a aceptar?
Incómoda por el agua que chorreaba por mi cara y con algo de frío, caminé junto con mis compañeras un largo trayecto. En un momento, divisamos a un hombre parado al reparo de una rama frondosa al final de un túnel de árboles, que esperaba que amainara la tormenta. Mi madre se acercó y le preguntó si quería compartir el paraguas. Tras un breve momento de recelo, accedió. Se llamaba Sergio, era de Malaga. Serio al punto que parecía que a su nombre le sobraba una letra. Circunspecto. Distante. Nos acompañó hasta la próxima fonda, donde entró a repararse. Nosotras nos detuvimos un momento (teníamos que sellar nuestros pasaportes de peregrinas, claro), y seguimos camino.
Al llegar a la entrada del pueblo de Melide, encontramos un mesón muy concurrido por lugareños. "Buena señal" dijo Frau Valdiviesen, "quedemonos acá". Pedimos una mesa, una paila de fideua, una de arroz con setas, una ración de jamón serrano y dos jarras de cerveza. Al cabo de un rato vimos entrar a nuestro amigo Sergio. Como antes le habíamos ofrecimos resguardo, ahora le ofrecimos compañía; había algo en él que parecía necesitarlos. Esta vez con menos recelo que antes, accedió rapidamente. Se sentó con nosotras y charlamos un rato largo, sobre todo de política. Sus opiniones eran moderadas y respetuosas, por lo que pudimos conversar amenamente. Nos contó sobre su vida, el deporte y sus lesiones: dos rodillas desgastadas que en esta aventura le estaban pasando factura. En su cara se adivinaba un dolor que más abajo confirmaban dos rodilleras.
Al terminar de comer llamó al mozo para que trajera la cuenta. Mientras esperaba para pagar la Euge le preguntó si quería que le realizara una práctica de sanación. Accedió con docilidad y se entregó. Su problema no estaba en las rodillas sino en aquello que no podía decir; estaba somatizando algún dolor del alma. Al finalizar la práctica la Euge le dijo algo al oido que hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas. Luego se incorporó y se dispuso a partir rumbo a Arzua, pues el camino que había elegido exigía hacer dos estapas en una. Nos despedimos y se marchó conmovido y lleno de agradecimiento.
El resto del día nos quedamos pensando en Sergio, en lo inexorable del encuentro, en lo necesario -quizás- para él y en lo importante para nosotras, en su dolor. Ojalá pueda encontrar el alivio que busca, ojalá el camino lo ayude a sanar.
Y volvió a mí una vez más las ideas de aceptación y transformación. ¿Son realmente contrarias o una implica a la otra? Aceptar y fluir con lo que nos envía el Ser no nos lleva, en cierta medida, a transformarnos? ¿Al aceptar nuestro encuentro, no comenzó Sergio a transformarse? ¿Al aceptar un dolor, no es acaso como se comienza a sanar? Y lo nuevo que trae consigo la transformación, ¿no requiere sino una grandísima aceptación? ¿Es acaso posible transformar sin prever cierto grado de aceptación?
Quizás se trate encontrar en esa energía principal que nos domina, la contracara que la compone y profundizarla. A fin de cuentas, detrás de una gran energía de transformación hay un igualmente gran potencial de aceptación (en mi caso, ese que utilizo con cada nuevo resultado, el que hace que me cuesten menos los principios que los finales). Del mismo modo, detrás de una gran energía de aceptación, hay un enorme potencial transformador que permite conectar con los finales, con lo que cumplió su ciclo, con lo que ya no aporta, y así gestar poco a poco las transformaciones que se vuelven, como el encuentro con Sergio, inexorables.
Buen camino!
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