Necesito leer un poco de reverse comfort con Enzo.
Onda, consolarlo si tiene pesadillas, si se enfermó, si se siente inseguro, si está triste, etc.
Llevarle la contra a un director mundialmente conocido no estaba en tus planes y tampoco lo estaba discutir con tu novio luego de haberle informado sobre tus acciones, pero el frío en el set y el exterior sólo empeoraría su cuadro gripal y eso no era algo que estuvieras dispuesta a permitir -menos con su pésimo estado anímico-.
Cuando lo encontraste intentando escabullirse del cuarto del hotel le gritaste, furiosa por verlo negarse a cuidar más de su salud y por su insistencia al mencionar que la enfermedad podría serle útil para ciertas escenas. Lo arrastraste hacia la habitación y lo obligaste a recostarse nuevamente luego de tomar sus llaves.
-¿Vos sos boludo?- preguntaste cuando volvió a quejarse-. ¿Cómo te van a echar?
No comprendiste si su temor a perder el rol era genuino o sólo producto de las altas temperaturas agobiándolo y tampoco te importó, ya que ninguna opción justificaría arriesgarse como él pretendía hacerlo. Lo dejaste en la cama, el termómetro bajo el brazo y un paño frío en su frente, y te dirigiste hacia la cocina en silencio.
Cuando regresaste con un tazón de sopa lo encontraste ya dormido, temblando más que antes y con los labios morados. Despertarlo te pareció un acto de crueldad necesario cuando recordaste que llevaba demasiadas horas sin ingerir alimentos o líquidos y te acomodaste junto a su cuerpo como pudiste.
-No quiero más- se queja cuando volvés a acercar la cuchara a su boca-. No siento el gusto.
Ahora está recostado entre tus piernas y su espalda descansa sobre tu pecho mientras peinás su cabello con tus dedos. Es un milagro que los espasmos de su cuerpo y la posición en la que se encuentran, junto con la bandeja y los platos en la cama, no hayan provocado una catástrofe.
-Bueno, ya está entonces... ¿Te sentís mejor?
-Un poco. Gracias.
-¿Querés alguna otra cosa?
-A vos no más.
Hacés una mueca aprovechando que no puede verte y soltás una risa. Continuás peinándolo, tus dedos deslizándose por su cabello cada vez más largo, y masajeás su cuero cabelludo con movimientos delicados que lo ayudan a relajarse. Su mano acaricia tu pierna mientras mira la televisión sin prestar atención, registrando prácticamente nada de la película reproduciéndose.
-¿Y de los sentimientos cómo estamos?
Voltea sólo un poco, lo suficiente para verte y permitirte apreciar el cansancio en sus ojos. Tomás su mejilla para besarlo pero él aprieta los labios, reacio a contagiarte lo-que-sea que le está afectando, así que optás por besar su mejilla y acariciás su pómulo, ahora más prominente que antes.
-Mejor.
-¿Mejor?
-Mejor- asegura-. Gracias por cuidarme.
-No hace falta que me agradezcas- depositás un beso en su frente-. ¿Querés bañarte?
-¿Te vas a bañar conmigo?
-No, tarado- golpeás su brazo sin fuerza-. Para eso te sentís bien, ¿no?
Se ríe a carcajadas y suspirás de alivio.
taglist: @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente @delusionalgirlplace @chiquititamia @lastflowrr ♡
73 notes
·
View notes
¿Qué haría Sebastian Michaelis si su pareja tuviera depresión? / What would Sebastian Michaelis do if his partner had depression?
PRECAUCIÓN: El contenido mostrado a continuación no es apto para personas con susceptibilidad a temas de salud mental. Si llegas a sospechar que padeces de problemas de salud mental, considera acudir a un especialista en salud mental para obtener una mejor orientación. / CAUTION: The content shown below is not suitable for people with sensitivities to mental health issues. If you suspect that you have mental health problems, consider seeing a mental health specialist for better guidance.
PRECAUCIÓN 2: Se hace mención acerca de actos sexuales, acoso, comentarios hirientes y autolesion. Contenido no apto para menores de edad o personas susceptibles al contenido. / CAUTION 2: Mention is made about sexual acts, harassment, hurtful comments and self-harm. Content not suitable for minors or people susceptible to the content.
Versión Español:
No es que Sebastian no se haya dado cuenta de que su amada era diferente al resto de humanos, aunque a la vez muy similar. Ha visto esa clase de padecimientos en muchos humanos, ha visto como poco a poco se rompen y hacen añicos a si mismos, como pierden el sentido de la vida y la capacidad de sentir placer se va disminuyendo al punto de llegar a sentirse anestesiados.
Pero cuando su humana especial comenzó a convivir con él, más de cerca, fue evidente que algo no iba del todo bien.
Siempre notaba tu perdida de apetito, bastante recurrente, también comenzó a sospechar que su constante ausencia de su hogar daba oportunidad a qué intencionalmente omitieras alimentarte. En un principio pensó que era una protesta por dejarte sola mientras él iba a trabajar de mayordomo con su amo todo el día, pero después comenzaste a dejar comida en tu plato y a veces manifestabas no tener hambre.
Comenzó a intentar alimentarte, lo intentaba con dulzura y paciencia, era un demonio, su paciencia y determinación eran superiores a las de los humanos. Pero sabía que intentar forzarte a comer sería muy agresivo para ti, por lo que tuvo que valerse de estrategias para hacerte probar bocado. No logro hacerte acabar la comida pero si hacerte comer más de la mitad.
También se dio cuenta de tu insomnio, no importa que tan quieta te quedarás o cuánto tiempo tuvieras los ojos cerrados, tu respiración y latidos no eran iguales estando despierta y dormida, por lo que supo enseguida que fingias dormir. Optó por preparar leche caliente, masajes, incluso provocarte orgasmos con sus dedos, boca y miembro, pero no había mucha mejoría, a excepción de unas noches donde lograbas dormir unas cuantas horas.
Él no necesita dormir y por unas noches pensó que era una excusa tuya para pasar más tiempo con él y que en la mañana cuando se fuera, tu dormirias, pero al notar tus ojeras crecientes y que estabas mucho más distraída y torpe que de costumbre, se dio cuenta que te habías pasado todo el día despierta.
Cuando se trataba de tu higiene, para él era más sencillo ayudarte, ya que desde que viven juntos, hicieron costumbre ducharse juntos, por lo que, aunque tú no tuvieras voluntad de ducharte, él era quien se encargaba. Al salir cepillaba tu cabello y aprovechaba para contarte cosas sobre su trabajo, como los casos que la reina encomendaba a su amo, las travesuras de los sirvientes o incluso los chistes e historias de Undertaker, pensó que si te decía esas cosas entonces tu también le dirías cosas de tu día a día otra vez.
Hubo ocasiones en las que tenías que salir de casa sola, en las cuales tratabas de esforzarte mucho por superar tu condición y hacer vida normal por unas horas, pero regresabas peor de lo que saliste, por ejemplo, un día tus mejillas estaban lastimadas por qué tus padres te habían abofeteado por decir que no pensabas volver a casa porque ya habías formado un hogar con tu novio mayordomo, tu vestido había sido rasgado a tirones por tus ex "amistades" debido a una discusión sobre rumores que escucharon sobre ti y tu extraño comportamiento "hermitaño".
Sin mencionar que las personas en el mercado hablaban muy cruelmente de ti: "Mira ese cabello tan opaco, se ve como una anciana", "Ese cuerpo tan delgado y frágil, como puede un hombre meter su miembro dentro de ese saco de huesos", "Tiene una mirada tan horrible, parece como si estuviera muerta".
Sebastian al llegar y observarte en tal estado, y verte inmóvil y completamente silenciosa, supo enseguida que el mundo no estaba dispuesto a cooperar para que tuvieras un momento de tranquilidad. Ya se encargaría en secreto de vengarse monstruosamente por lo que te habían hecho, pero esos días en que regresabas de una mala salida, eran los señalados para consentirte e intentar levantarte el poco ánimo que te quedaba del día.
Y hablando del sexo, ciertamente disminuyó, pero no fue porque Sebastian ya no quisiera tenerte tan seguido, sino que eras tú quién no tenía ánimos ni libido para desear llevar a cabo el coito. Sebastian aceptó esto, no siempre te negabas, había ocasiones donde aceptabas gustosa que él te poseyera, pero comparado al inicio de su vida juntos, esto había disminuido. Aunque cada vez que lograban llevar a cabo el acto sexual, Sebastian trataba de priorizar tu placer antes que el suyo y se aseguraba de que en todo momento estuvieras de acuerdo para continuar.
Esta condición no era algo común en la época, por lo que Sebastian desconocía muchas cosas acerca de los cuidados adecuados para ayudarte, por lo que a veces cuando volvía del trabajo podía percibir un ligero olor a sangre que provenía de tu boca. Al examinarte de cerca, observo que tenías pequeñas heridas en tus labios, y no solo eso, también tus rodillas y pies tenían moretones, como si hubieras pateado algo y te hubieras dejado caer. Esto no lo esperaba, sabía que algunos humanos lo hacían, pero jamás pensó que tú condición te arrastraría a esas acciones.
Cuando te encontraba con esas autolesiones, se encargaba de ponerte bálsamos en tus labios y en los moretones para que sanarán mejor y llevarte a la cama con él para besarte y darte todo el amor que necesitabas. Pero en momentos como esos, Sebastian reconocía que tus heridas eran solo un reflejo de un dolor aún más profundo, que sin duda costaría mucho tiempo sanar.
Esta clase de cosas solían suceder en temporadas muy cortas, podías estar bajo esa condición por uno o dos meses y poco a poco volverías a la normalidad. Había sus recaídas y a veces duraban más tiempo que la anterior o más corto, y sin medicamento eficaz en esa época, era complicado prevenir volver a ese abismo en el que te atrapabas. Pero eso no suponía una molestia para Sebastian, después de todo, eras su humana especial, era adicto a ti, eras su droga, así que si un día necesitabas de él para salir de esa pesadilla, con gusto acudiría a tu ayuda.
A veces Ciel notaba que su mayordomo estaba más relajado, desconociendo por completo que su mayordomo estaba ayudando a su pareja a pasar por un infierno personal, pero en esas épocas donde su demonio estaba apacible, le sugería, casi ordenándole, que trajera a su pareja a pasar la tarde en la mansión. Sebastian no lo consideraba como una buena idea, pero dado tu historial de malas experiencias con el mundo exterior, pensó que ayudarte a salir con personas más conscientes y menos críticas ayudaría a tu mejoría o aplazamiento de tus crisis depresivas.
Tal como Sebastian lo supuso, Ciel y el resto de sirvientes te hicieron sentir con tanta naturalidad que por un momento te sentiste mucho mejor que en días anteriores. El día avanzo con tanta calma y alegría que al final del día volviste a casa en los brazos de Sebastian. Se ducharon juntos y por último fueron a la cama, donde tuvieron una pequeña charla antes de que te quedarás dormida.
S: Hoy tuve doble recompensa.
(T/n): ¿A sí?
S: Si, porque mi amo estuvo de buen humor por tu presencia, así que no hubo reclamos por su parte, y mejor aún, tú estabas ahí conmigo y los demás sirvientes, y pude ver una de tus sonrisas espontáneas que hace semanas que no veía.
(T/n): Lamento haber sido una carga estos meses.
S: No fuiste una carga, no es tu culpa sentir que tú mundo se viene abajo y que nada tiene sentido, soy tu novio, y voy a estar para ti cuando me necesites.
(T/n): No quiero que digas eso, porque después puedes arrepentirte y abandonarme.
S: Jajaja, estoy loco por ti, todo aquello que involucré cuidar de ti para mí es un placer, no importa si los humanos se cansan y se arrepienten, yo no lo haré.
(T/n): Te amo.
S: Yo también te amo.
(T/n): No se escucha sincero si lo dices sujetando mis glúteos.
S: Jajaja, es mi forma de decirte que he estado impaciente por tocarte, desde que te vi pasear de un lado a otro por la mansión, tan curiosa y obediente de lo que otros decían.
Sin duda, esta noche eran de esas veces donde Sebastian y tú podían disfrutar de la calma después de la tormenta.
English Version:
It's not that Sebastian didn't realize that his beloved was different from other humans, although at the same time very similar. He has seen this kind of suffering in many humans, he has seen how little by little they break and shatter themselves, how they lose the meaning of life and the ability to feel pleasure diminishes to the point of feeling anesthetized.
But when his special human began to live with him more closely, it was evident that something was not quite right.
He always noticed your loss of appetite, quite recurrent, and he also began to suspect that your constant absence from your home gave you the opportunity to intentionally omit feeding. At first he thought it was a protest for leaving you alone while he went to work as a butler with his master all day, but then you started leaving food on your plate and sometimes you said you weren't hungry.
He began to try to feed you, he tried with gentleness and patience, he was a demon, his patience and determination were superior to those of humans. But he knew that trying to force you to eat would be very aggressive for you, so he had to use strategies to make you try a bite. I can't make you finish the food but I can make you eat more than half.
He also noticed your insomnia, no matter how still you stayed or how long you had your eyes closed, your breathing and heartbeat were not the same when you were awake and asleep, so he knew right away that you were pretending to sleep. She chose to prepare hot milk, massages, even make you orgasm with her fingers, mouth and member, but there wasn't much improvement, except for a few nights where you managed to sleep for a few hours.
He doesn't need to sleep and for a few nights he thought it was an excuse for you to spend more time with him and that in the morning when he left, you would sleep, but when he noticed your growing dark circles and that you were much more distracted and clumsy than usual, He realized that you had been awake all day.
When it came to your hygiene, it was easier for him to help you, since since you lived together, you made it a habit to shower together, so, even if you were not willing to shower, he was the one who took care of it. When he left, he brushed your hair and took the opportunity to tell you things about his work, such as the cases that the queen entrusted to her master, the pranks of the servants or even Undertaker's jokes and stories. He thought that if he told you those things then you would also tell him. you would say things about your everyday life again.
There were times when you had to leave the house alone, when you tried hard to overcome your condition and lead a normal life for a few hours, but you came back worse than you left, for example, one day your cheeks were hurt because why? your parents had slapped you for saying you weren't planning on coming home because you had already made a home with your butler boyfriend, your dress had been torn by your former "friends" due to an argument over rumors they heard about you and your stranger. "hermit" behavior.
Not to mention that the people in the market spoke very cruelly about you: "Look at that dull hair, she looks like an old woman", "That body is so thin and fragile, how can a man fit his member inside that bag of bones" , "She has such a horrible look, she looks like she's dead."
Sebastian, upon arriving and observing you in such a state, and seeing you motionless and completely silent, knew immediately that the world was not willing to cooperate so that you could have a moment of peace. He would secretly take charge of taking monstrous revenge for what they had done to you, but those days when you returned from a bad outing were the ones designated to pamper you and try to lift the little spirit you had left of the day.
And speaking of sex, it certainly decreased, but it wasn't because Sebastian no longer wanted to have you so often, but rather it was you who didn't have the courage or libido to want to have intercourse. Sebastian accepted this, you didn't always refuse, there were times where you gladly accepted him possessing you, but compared to the beginning of your life together, this had diminished. Although every time they managed to carry out the sexual act, Sebastian tried to prioritize your pleasure before his and made sure that at all times you agreed to continue.
This condition was not common at the time, so Sebastian did not know many things about proper care to help you, so sometimes when he returned from work he could smell a slight smell of blood coming from your mouth. Upon examining you closely, I noticed that you had small wounds on your lips, and not only that, your knees and feet also had bruises, as if you had kicked something and dropped. He didn't expect this, he knew that some humans did it, but he never thought that your condition would drag you to those actions.
When he found you with those self-harms, he was in charge of putting balm on your lips and on the bruises so that they would heal better and taking you to bed with him to kiss you and give you all the love you needed. But in moments like these, Sebastian recognized that your wounds were only a reflection of an even deeper pain, which would undoubtedly take a long time to heal.
These kinds of things used to happen in very short periods, you could be under that condition for a month or two and little by little you would return to normal. There were relapses and sometimes they lasted longer than the previous one or shorter, and without effective medication at that time, it was difficult to prevent returning to that abyss in which you trapped yourself. But that was not a bother to Sebastian, after all, you were his special human, he was addicted to you, you were his drug, so if one day you needed him to get out of that nightmare, he would gladly come to your help.
Sometimes Ciel noticed that his butler was more relaxed, completely unaware that his butler was helping his partner go through a personal hell, but in those times when his demon was peaceful, he would suggest, almost ordering him, that he bring his partner. to spend the afternoon at the mansion. Sebastian didn't consider it a good idea, but given your history of bad experiences with the outside world, he thought that helping you hang out with more aware and less critical people would help you improve or postpone your depressive attacks.
Just as Sebastian assumed, Ciel and the rest of the servants made you feel so natural that for a moment you felt much better than in previous days. The day progressed with such calm and joy that at the end of the day you returned home in Sebastian's arms. They showered together and finally went to bed, where they had a little chat before you fell asleep.
S: Today I had double reward.
(Y/n): Yes?
S: Yes, because my master was in a good mood because of your presence, so there were no complaints on his part, and better yet, you were there with me and the other servants, and I could see one of your spontaneous smiles that I haven't seen in weeks. saw.
(Y/n): I'm sorry for being a burden these months.
S: You were not a burden, it is not your fault to feel that your world is collapsing and that nothing makes sense, I am your boyfriend, and I will be there for you when you need me.
(Y/n): I don't want you to say that, because later you may regret it and abandon me.
S: Hahaha, I'm crazy about you, everything that involved taking care of you is a pleasure to me, it doesn't matter if humans get tired and regret it, I won't do it.
(Y/n): I love you.
S: I love you too.
(Y/n): It doesn't sound sincere if you say it while holding my buttocks.
S: Hahaha, it's my way of telling you that I've been eager to touch you, ever since I saw you walking around the mansion, so curious and obedient to what others said.
Without a doubt, tonight was one of those times where Sebastian and you could enjoy the calm after the storm.
10 notes
·
View notes