#y se saca sin mirarse nada
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NAH bro,, some men are INCREDIBLY attractive. Hondo AND street 🤠
And this one too, ngl
#🤔🤔🤔🤔#like why did they get a 40% something?#hmmm#I went to wiki and checked one of the actors and he’s actually an engineer like wHY would u go into acting if ur already the bomb#pls explain#👀#I was like well that was unexpected#creo que tengo un examen el día 2 y no voy a estudiar nada#no se suben apuntes? no se estudia#alea iacta est#la vdd me da mucha pereza el profe#y me da muy igual#el objetivo ahora es tirar todo lo del proyecto adelante#para prostodoncia pues si que se estudia para seguir con la racha de 10s#paso del tema#hay profes que me dan MUCHA pereza#porque en clase tambn paso de todo#con un 8 me basta la vdd#y se saca sin mirarse nada
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Oct 09 - Corazón sangrante
Él lleva una dieta particular, odia consumir carne.
Algunas veces su trabajo consta de jugar entre sábanas, a veces debe hacer algo más. Él deja abierta aquella puerta de donde sale la energía que tira a las personas hacia él, es una magia oscura y enfermiza, se enreda entre los cuerpos y los vuelve sus títeres. Jesse debería odiarlo, Jesse debería querer mantener cerrada aquella puerta, pero no lo hace, la cosa con la magia negra es que siempre pide algo a cambio, y ante todo; siempre se siente como la mejor opción.
Las personas empiezas a entrar en el salón y su acompañante no duda en ofrecerle su brazo para guiarlo. Ha conocido a tantas personas estúpidas que creen que mirar hacia abajo es sinónimo de ser más importante, que no le importa jugar el papel que le corresponde y ofrecerle una sonrisa cuando es el primero en sentarse y aquel hombre lo mira desde arriba, aún de pie. Es estúpido, egocéntrico y rico, Jesse quiere reírse por la forma en que se le mira, Jesse es el más alto en toda la habitación, aun así, el hombre cree que la ventaja de verle sentado hace algo. No hace nada, Jesse sigue siendo un príncipe del infierno y aquel idiota solo un humano con algunos ceros en su cuenta.
Ian tiene su mirada clavada en aquel hombre, nunca ha sido bueno con las expresiones corporales y Jesse debe obligarse a tirar de los músculos del otro chico para hacerlo sonreír. Por una fracción de segundo, vuelven a mirarse, y el muchacho ahora sonriente, se relaja.
— ¿Crees que, podamos hacer algo después? – Le susurra su acompañante al sentarse, tiene los labios muy cerca del oído de Jesse y una mano suelta sobre su pierna.
— Tenemos trabajo, señor. – Le responde él.
La mano del tipo sube y baja por su pierna, sube y baja.
— Haremos tiempo.
Pero no lo harán.
Pronto entra el entretenimiento a la sala, un par de personas suben a la mesa desde donde saludan a los comensales, sonriendo, cantando, mueven sus manos y de ellas nace el fuego, flores, luces. Bailan contra el mundo como si no vieran lo que les rodea. Van desnudos, también descalzos, sus pies a veces resbalan contra las flores en forma de corazón que gotean sangre, Jesse alcanza a ver cómo la piel de sus tobillos brilla al rojo.
Una chica muy bonita de cabello color trigo gatea hacia él, Jesse debe cerrar la puerta que los atrae, pero no puede hacerlo. Ella se mueve como si estuviera cazando, como si no pudiera detenerse. Se inclina y lamé la mejilla del chico hasta que un grito ahogado la hace retroceder.
Jesse saca el cuchillo ensangrentado de la mano de la muchacha y se lo lleva a los labios.
— Juega con el que quieras y no te me vuelvas a acercar.
Ella parece obedecerlo, se retira con ojos tristes y le ofrece la mano a otro invitado.
El ruido estalla.
El infierno se abre cuando las personas dejan de cohibirse. El hombre a su lado toma un cuchillo y se lo entrega a una muchacha de piel moteada en blanco, viendo como ella misma pasa el filo por sus muñecas. Hombres y mujeres ahora están armados y perfilan a las personas desnudas con filos de acero.
Suena uno y dos cañones.
Personas corren y otros ríen, Ian no suele participar en las cacerías, así que le sorprende cuando lo ve levantarse y caminar lentamente hacia la chica bonita que se le acercó. Él toma su cabello y tira de él, obligándola a voltearse, con un movimiento rápido saca su cuchillo y le abre la boca.
La lengua de la chica cae antes de que pueda gritar.
Jesse piensa, con tristeza, que ella no tiene la culpa, aún así, no puede evitar mirar cuando las manos de Ian toman el cuello de la chica y este cruje bajo su agarre.
Ella cae al suelo con un golpe seco, a nadie le importa.
A Jesse nunca ha apoyado la muerte sin sentido. Estas misiones le parecen absurdas, los humanos le parecen absurdos. Cada tantos meses, la Iglesia Sangre debe mandar una cometida a los banquetes de la élite. Los ricos y más ricos se reúnen en distintas islas para realizar juegos como este, en donde cazan a otros humanos para comprender la ciencia del asesinato.
Jesse no lo entiende.
— ¿A cuál quieres? — Le pregunta el nombre a su lado.
Él no puede decir que, en realidad, no come carne. — A la chica, tiene buen gusto.
No lo ve, pero siente el cambio en el hombre. Está molesto porque quería cazar para él, así como los depredadores en la selva, como forma de cortejo. — La ha matado tu amigo ya.
— Entonces estará lista más rápido.
…
Había una leyenda de una chica que entregó su alma al diablo a cambio de años de fama y un nombre que fuera recordado por libros de historia.
Los humanos no entendían las historias de demonios y poco tenía que ver con la poca comprensión que tienen hacía el lenguaje que los oscuros manejan. Los demonios odian hacer tratos con los humanos, pues un alma no es precio suficiente para ensuciarse las manos con el mundo.
No, los demonios no hacen tratos con los humanos, pero aman que ellos crean que lo hacen.
Jesse pasa las manos por el cabello del hombre a su lado y suspira levantando su cabeza para sacar su pañuelo. Está manchado de sangre, ahora es inservible. Lo deja caer sobre el tipo y se levanta.
Mujeres y hombres caídos adornan la nueva habitación. Esta está mucho más limpia que la que usaron para la cacería, aún cuando los charcos de sangre se agrupan bajo el cuerpo de las personas, estas no manchan las paredes o los manteles. A la Iglesia le gusta el orden y el control, odian el desastre.
Todos aquellos humanos conocían a los demonios, cada uno había tratado de traicionarlos y exponerlos al mundo, como si el mundo ya no les conociera.
— Mi señor, disculpe la tardanza, creímos que la cantidad era demasiada.
Jesse levanta una mano para hacerlo callar. La cena había transcurrido de prisa, la cocina había trabajado maravillosamente rápido con las presas cazadas. Los habían despellejado, cortado y asado a perfección. Bandejas de distintos platillos adornaron la habitación, canapés y vasos con bebidas digestivas fueron servidos.
Todo parecía hecho a la medida.
Todo parecía normal.
Todo parecía correcto, limpio.
Cuando las personas empezaron a disculparse para ir al baño, Jesse apenas había comido dos bocados, Ian ninguno. Cuando las personas empezaron a desmayarse, Jesse había terminado su vaso de agua, Ian cuatro copas de vino tinto. Cuando las personas empezaron a llorar por el ardor de sus gargantas, Jesse se había dedicado a limpiar su boca con la servilleta, y todos aquellos comensales que habían comido algo, comenzaron a morir.
Sus corazones, sin embargo; seguían latiendo, sangrando.
Los demonios odian a los humanos, pero aman robarles el corazón.
Flores de corazón sangrante decoraban la mesa, el veneno había tardado cinco minutos más en hacer efecto, todo por culpa de la incompetencia del chef. Jesse tomó su barbilla con una mano. Él lo miraba desde abajo, miedo y excitación se olía del aliento del cocinero. Jesse quiere vomitar.
— Sí te digo que coloques cuarenta galones de mi veneno a tu comida, lo colocas. Si te digo que te bañes en él, lo haces. – Lo empujó – Ustedes no piensan, yo pienso. Si alguien salía vivo de esta habitación, yo mismo me encargaría de matar a cada uno de los que piso tu maldita cocina el día de hoy.
Se volteó para tomar su propio plato y se lo tendió al chef — Cómelo, dime si darles cinco minutos más valió la pena.
Jesse no probó más de dos bocados, odiaba la carne. Aquel cocinero, devoró sus sobras como si fuera su última cena.
Lo sería.
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Nightmares
XII. ACOGIDAS
"¡tu no estas autorizada a besar!"
"no puedo estar contigo porque ¡tu eres un monstruo y odio a los monstruos!"
"¿pero si puedes vivir con esto? ¿engañándome, mintiéndome? ¡¿teniendome aquí por siempre, sabiendo que mi sueño era irme?!"
¿dirigir el hotel? ¿una inexperta como tu? Es un buen chiste."
"el conde Dracula se sentía decaído al momento que llego aquí, se culpaba de lo que habías hecho, de hecho, estaba devastado, si fuera por mí, diría que está decepcionado de ti ahora mismo."
"no es correcto que la hija del gran conde Drácula se comporte de esa manera."
"tienes razón, los humanos nos odian"
"si no te comportas como una verdadera vampira nunca tendrás ninguna posibilidad de nada, es mejor que no decepciones a la familia Drácula"
"tu nunca llegaras a ser importante si no te esfuerzas lo suficiente, aprende a ser como tu primo Klaus"
Todos esos recuerdos se reproducen sin cesar dentro de la mente de Mavis, bastos recuerdos que no pudo evitarlos a toda costa, la torturaban en estos eternos minutos donde seguía anestesiada.
Por alguna razon se sentía atrapada dentro de una caja llena de agua, ahogándose sin posibilidades de moverse al estar paralizada.
En medio de su forcejeo para salir de ese tormento, despierta alarmada en una camilla de hospital.
- ¡¡maldita sea!! -grita ella, empezando a toser.
Al terminar de expulsar el agua dentro de sus pulmones comenzó a observar a su alrededor: todo era de un aspecto verdoso y solo llegaba poca luz del día hacia este lugar, ni hablar del olor a concluyendo que esta en lo profundo de las cloacas.
-no puede ser... ¡esto significa que!.. -dijo muy asustada para después mirarse el resto del cuerpo, quien estaba acostada con una manta.
De inmediato forcejeo con todas sus fuerzas para liberarse, dándose cuenta que esta muy amarrada tanto de las manos como de los tobillos, debido a la fuerza de la atadura es imposible que ella logre escapar, detalle que le comienza a poner ansiosa.
-esto debe ser una broma. -ella intenta transformarse en cualquier cosa para librarse más fácil, causando que comience a glitchear de forma horrible.
Entre gritos decidió ya no hacer nada, suspirando del cansancio y del dolor que sintió después de ese máximo esfuerzo, debido a todo lo que ha hecho, el liquido rosa volvió a estar presente, escurriendo por su nariz.
Creyendo que esto no podría empeorar, varios enfermeros entraron rápido a la sala donde estaba la vampira, quien los miraba con mucha confusión.
-¿Q-quiénes son ustedes? -preguntó Mavis, no se sentia muy comoda en estos momentos ya que solo la observaban sin una pizca de sonido.
Todos se preparaban para una posible operación, le colocaron a la vampira un respirador de oxígeno, teniendo que usar la fuerza bruta para lograr colocarlo en su boca sin problemas.
-¡la paciente esta lista! -dijo uno de los enfermeros.
-¿nombre? -preguntó la enfermera a cargo de esto.
-Mavis Dracula. -respondió un enfermero.
-sus pulsos cardiacos están subiendo a altos niveles, ¡debemos hacerle una autopsia de inmediato! – dijo uno de ellos, lo cual la enfermera asciende.
-debemos actuar rápido entonces.. -al decir eso, saca una mini sierra circular, activandolo frente a ella.
Los ojos de la vampira se abrieron como platos al ver lo que estaban a punto de hacerle en esos momentos, gritaba con fuerza para evitar que le corten todo el estómago, de igual forma trata de liberarse de las ataduras de manera desesperada sin lograr algún éxito.
Ya totalmente estresada, se sentia acorralada y no sabia que hacer, de nuevo estaba en una pesadilla sin posiblidades de despertar, o eso es lo que creeria en esos momentos.
-no te preocupes nena, vengo a rescatarte. -una voz muy conocida sorprende a Mavis.
Al voltear para verlo, se da cuenta que se trata de Jonathan Loughran, eso podria alegrar a cualquiera, sin embargo, la vampira se encontraba muy confundida en estos momentos ya que se preguntaba qué hacía ahí.
-descuida, todo estará bien cariño... -susurró él, preocupado por su bienestar.
Inesperadamente para la chica, el de cabello café la agarro fuerte de la mejilla, apretando el respirador para después arrancárselo a la fuerza. Esta claro que la acción preocupa mucho a la vampira.
- ¡¿q-que haces?! -pregunta ella con dificultad ya que esta agarrando sus mejillas de tal forma que siente varias pequeñas cuchillas incrustandose en estas, causando que escurriera un poco de sangre.
-te dije que te voy a ayudar ¿acaso.. no confias en mi? -al decir eso, su voz se torna a uno mas grave y ronca en conjunto a sus pupilas que se vuelven de un amarillo profundo.
Al darse cuenta del cambio, ella intentó forcejear las manos para liberarse de nuevo de las ataduras, esta vez hizo otra técnica aunque esta es más dolorosa: jaló tan fuerte su mano que pudo entrar por el orificio de el cinturon que la ataba, eso le costaba mucho los huesos y la piel ya que estos se torcian por el tamaño que debe adaptarse, en cuanto a su piel, cada vez que la jalaba esta se raspaba debido a la calidad de los cinturones que ya estaban un poco deplorables, todo eso le causa varios cortes severos en su mano.
Sintiendo mucho dolor, logra finalmente liberarse, por lo menos de una mano, sin pensarlo dos veces le agarra la cara a Jonathan, quitándole el cubrebocas que llevaba puesto.
Su apariencia alarmó mucho a Mavis, ya que el tenia una cara de aspecto pálido, sus cuencas estaban vacías y su boca solo formaba una expresión de tristeza. Ella no pudo entender cómo pudo cambiar su expresión en un abrir y cerrar de ojos, estaba paralizada por eso.
Esa cosa que ya no se veía como el novio que conocía se acercó de forma rápida, quedando frente a frente.
Por si no fuera suficiente con tenerla a su merced con solo apretar las mejillas, con su otra mano le sujeto el otro extremo de la cara, ella intento hacer algo para apartarlo de encima, lamentablemente el era mas fuerte que ella por alguna extraña razón que no comprende, la cual la pone en una situación estresante.
Lo único que se limitó esa cosa es susurrarle al oído con un tono de voz seco, manteniéndose en lo grave:
-veamos si de verdad cumples las expectativas, perra.
Esa cosa la miro con deseo, besándola con mucha pasión, hay un problema y es que se sentía muy asqueroso debido a que Mavis sentía como varios insectos de todo tipo se intercalaban en su boca, pasando por su garganta incluso.
La estrés y la ansiedad se apoderaba de ella en su totalidad, lo golpeaba con todas sus fuerzas para que se alejara pero era imposible, de alguna manera se sentia debil, por otra parte, esa cosa seguia besandola, ahora sintiendo como los insectos pasaban por debajo de su piel, terminando con salir por medio de sus cuencas como si lágrimas se trataran.
La cosa que imita la apariencia de Jonathan levantó su mano derecha, lo único que alcanzo a apreciar debido a que tiene la visión borrosa eran una especie de uñas gigantes que rápidamente sintió como le hacía una fuerte herida en el estómago, cortandole gran parte del estómago.
Lo único que se limitó a hacer era escupir sangre debido al impacto de esas cosas filosas dentro de su estómago...
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El impacto de esas cosas filosas parecidas a uñas la despertó de forma repentina y alarmante, escupiendo un poco de sangre en la cama donde se encontraba ahora.
Un dolor punzante proveniente de su estómago se hizo presente, abrazándose a sí misma para esconder ese sentimiento horrible, era tan insoportable que no evitó hacer gemidos del fuerte dolor que estaba sintiendo ahora.
En eso escucha pasos provenientes de las escaleras junto a una voz que muestra mucha preocupación:
- ¡¿todo esta bien allá arriba?!
-¡s-si! ¡Todo esta bien! Solo me cai de la... cama... -al darse cuenta que era la voz de la mujer que vio en la entrada de la casa correcta según la direccion de la nota, tuvo que mentirle para que ya no se preocupen mas por ella, ocultandole la sospechosa mancha de sangre que tenia en la camisa.
- maldita sea... -susurró Mavis, yendo rápido al baño que, para su suerte, estaba a lado de la habitación de donde estaba.
Al entrar, cerró la puerta con seguro y se sentó en el retrete, el dolor si que era insoportable, sin duda alguna. Se subió la camisa dejando al descubierto su estómago, que tenía un largo corte de cuatro cuchillas que cubría toda la zona, al verse en ese estado se quedó en shock; era un sueño solamente, no entendía porque la pudo herir de manera fácil o porque permanece la herida al despertar.
No sabía qué hacer ante la situación, en ese momento, ella se acordó de que está en la casa de esa mujer y su hija llamada Nina, de ningún modo deben enterarse de esto, no quería que se preocupan más por ella, sería una molestia si la tratan de nuevo, esto debido a que la ayudaron en detener la corrupción que tenía en el cuerpo el dia de ayer.
De todos modos, su habilidad de regeneración jamás le falla, confía mucho en que esos cortes desaparecerán al pasar de los días.
Creyendo que ya no podía pasar algo malo, sintió algo escurridizo en la garganta, cosa que le da comezón pero a su vez se alarma de nuevo, antes de poder pensar que era lo que le ocurría ahora, esa cosa que estaba en su garganta sale por medio de su boca, resultando que era un ciempiés negro.
A punto de ahogarse, la vampira lo agarro fuerte y lo sacó en su totalidad, lanzándolo con fuerza al lavabo, terminando por toser mucho, sintiendo un fuerte ardor en su boca.
Mavis observó con asco el insecto, quien recorría todo el espejo del baño como si no tuviera problema alguno, sin pensarlo dos veces lo lanzó al suelo con telequinesis para después pisarlo fuerte.
Lamentablemente para ella, esto no le salió muy bien, debido a que ahora su media derecha esta totalmente manchada de los restos del cienpies, lo cual la asquea demasiado y al mismo tiempo se estresa un poco.
- ¡esto no puede ser! -grita entre dientes mientras un poco los puños, acabando por golpear un poco la pared, creando una pequeña grieta en esta.
- ¿Qué no puede ser? – de la nada, pregunta la pequeña niña, curiosa por verla en el baño.
Mavis la ve con un poco de miedo de que descubran el insecto o las cortadas en su estómago, por lo cual le sonrió con nervios mientras apoyaba su hombro en la pared donde hizo el golpe.
- ¡no es nada! Es solo que no encuentro la pasta de dientes. -miente ante ella mientras seguía con la sonrisa.
Eso confunde a Nina, de tal modo que analizó la situación, encontrándose con el insecto muerto, su media ya manchada y la grieta que causó en la pared, causándole mucha impresión.
- eso es increíble. -le dice con emoción, dando pequeños saltitos.
La vampira, al darse cuenta de que ya descubrió lo que causó, se puso más nerviosa de lo que ya estaba.
-porfavor Nina, no le cuentes a tu madre sobre esto, yo misma lo arreglare. -le rogó ella a la pequeña sintiéndose un poco ansiosa.
- ¡oh por dios te acuerdas de mi nombre! -grita ella emocionada, sin embargo, da un leve suspiro para calmarse, mirándola fingiendo seriedad. -descuida, tu secreto esta a salvo conmigo. – se lo dice a la vampira, mostrando el pulgar levantado.
Lo que ha dicho hizo que se sintiera aliviada, saliendo del baño mientras se quitaba las medias.
-te lo agradezco. – dice Mavis dándole una cálida sonrisa.
Justo en ese momento llega la madre de la pequeña, confundida por todo lo que escucho hace rato.
- ¡hola mami! -la saludo al verla subirse por las escaleras.
-hola mi amor, ¿ya estas lista? -pregunta eso al verla ya vestida con su uniforme para la escuela.
-sipi, tengo mi mochila y todo. -dijo Nina, sonriendole a la mujer, mostrándole su mochila rosa.
-bueno, ve a la mesa que el desayuno ya esta listo. – ordena la mujer dándole una cálida sonrisa hacia su hija, la cual acepta feliz.
- ¡yupi! -grita ella, corriendo rápido hacia las escaleras, bajando a la sala.
Mavis sonríe al ver esto, le parecía adorable la situación, en cambio, la madre miró a la vampira con una ceja levantada.
-así que, ¿te caíste de la cama? -le cuestiona seriamente.
-si, me dolio mucho. -dijo ella un poco nerviosa por la actitud de la madre.
-escucha, no entiendo lo que paso ayer pero lo que si era preocupante es que casi te corrompes por completo en frente de mi hija y de sus amigos, ni hablar de las otras personas que presenciaron todo. -se lo dijo manteniendo la seriedad.
- ¿a qué te refieres con "corrompes" ? -pregunta confundida por lo que ha dicho.
-si, de alguna manera tuviste contacto con el cristal rosa, causando que tu cuerpo experimente "cambios" por así decirlo, ahora comprendo que ese artefacto afecta también el cuerpo desde dentro. -se lo explico, aunque no se quita de la cabeza esa sustancia rosa que vio ayer cuando se corrompía la vampira.
- ¿cristal rosa? Enserio ¡¿de que estas hablando?! -pregunto, estando más confundida por toda la información que le decía.
-perdon, mi esposo sabe mejor de este tema, lamentablemente salió hace unos días y no creo que vuelva temprano. -se lo dijo la mujer. -no debi confundirte tanto sobre esto.
-descuida, esa era la misma razón por la que me escapé de casa. -confesó Mavis un poco avergonzada.
- ¿enserio hiciste eso? A todo esto... ¿de verdad eres Mavis Dracula? -pregunta con curiosidad, revisandola por completo.
- espera un poco, esto ya es extraño, ¿cómo es que la niña sabe mi nombre? ¿o como saben sus amigos en cómo me vestía antes? - pregunta la vampira sintiéndose muy nerviosa.
La mujer no sabía cómo responder, igualmente estaba impactada de que de verdad sea ella.
- ¿entonces ya saben que soy una vampira? ¿conocen a mi padre? ... ¿acaso soy una celebridad o algo por el estilo? -ella comienza a cuestionar a la madre de Nina sintiendo mucha curiosidad por saber las respuestas.
-digamos que es un poco de todo... más o menos. -le respondió la mujer con un poco de nervios, no sabia como decirle la verdad detrás de todo esto. -escucha Mavis, hice de desayunar y tal ves tengas hambre después de todo lo que tuviste que pasar. -se lo dice sonriéndole un poco, dejando de lado el tema anterior a la conversación.
-de hecho, me moría de hambre... pero no quisiera ser una molestia. -dijo Mavis, sintiéndose nerviosa por la propuesta que le dio.
-tranquila, mi casa es tu casa, puedes quedarte el tiempo que quieras. -dijo amablemente. -no eres una molestia.
Esas últimas palabras la dejaron atónita.
-¿d-de verdad no me consideras una molestia en tu casa? -preguntó ella, manteniéndose impactada.
- ¡por supuesto! -respondió feliz. – ¿Por qué preguntarías algo así?
-n-no es nada... -niega rotundamente dar explicaciones por alguna extraña razón.
-perdon si no me presente, me llamo Katherine. -se presentó de manera amable.
-mucho gusto... -dijo Mavis, siguiendo atónita por el comentario anterior.
-bien, tomate el tiempo que quieras, cuando estés lista puedes bajar a comer. -explicó la mujer. -te veo abajo "vampira". -al decirle eso en forma de broma, fue a la sala de estar bajando las escaleras.
-claro, gracias. -agradeció sonriéndole.
En esos largos segundos donde reflexionaba acerca de lo que le ha dicho, observo toda la casa, incluido la habitación donde se había quedado para pasar la noche después de esa situación que paso ayer.
Por primera vez se sentiría satisfecha y en calma gracias a personas amables como Frederick, o Katherine, incluso Nina, que por alguna razón que no comprende la admira mucho.
Al voltear a ver su camisa que ahora estaba manchada, decidió lavar esa sangre que por suerte no era tanta, usando el lavabo en conjunto con una barra de jabón que se encontraba ahí.
Pasando los minutos, ella se dirige hacia la sala de estar, donde se encontraban la madre y la hija ya comiendo.
-hola mavis, siéntate a mi lado, te aparte una silla. -dijo Nina al momento de verla acercarse, dejando espacio para que se siente.
-eres muy amable, gracias. -dijo Mavis mientras se sentaba a lado de la niña, provocando más emoción.
La mujer solo se limito a reir un poco por el fanatismo que tenia la pequeña.
La vampira miro su plato de sopa, lo cual tenia un aspecto delicioso y lo mejor es que era de fideos, ella estaba confundida por esa apariencia extraña ya que jamas ha probado algo asi.
Con dudas, agarro la cuchara y tomó un pequeño sorbo para probarlo, llevándose la sorpresa de que esta muy bueno.
- ¡santa rabia, esto es delicioso! -justo al decir eso, empieza a tomarse todo el tazón como si fuera una bebida.
- ¡dijo la frase, acaba de decirlo mama, mira! – grito Nina muy emocionada, señalando a la vampira.
-Nina, es de mala educación señalar a la gente. -le recordó a su hija mirándola un poco seria, lo cual entendió la pequeña.
-lo lamento mami. -se disculpó ella, rascándose la nuca mientras sonreía.
-cuidado Mavis, te podrías ahogar. -recomendó la mujer un poco nerviosa al ver como se lo acababa rápidamente, ella hace caso al instante, mirándola aun con la boca llena.
-perdon, es que esto es lo mas rico que he probado en mi vida. -dijo ella justo después de pasarse lo que tenía en la boca. - ¿Cómo se le llama a esto?
-es sopa de fideos.
-es una delicia total... -dijo mientras seguía bebiendo la el caldo de la sopa.
- ¿no habías probado esto antes? -preguntó Katherine sorprendida.
-si he comido sopas pero no de este tipo. -menciona Mavis.
- ¿a qué te refieres? -pregunta la mujer, interesada por lo que dijo.
- en donde vivo hay comida de todos los sabores y tamaños, claro que para los humanos sería inusual como dedos de lagarto a la diabla, pastel de cucaracha, gelatina de ratón, lombricakes, omelet de trompa bubónica, queso a grito... -ella seguía contando las comidas típicas que se servían en el hotel transylvania, cosa que dejaba un poco asqueada a Katherine.
Nina no se quedó atrás, pero a diferencia de su madre, estaba tan sorprendida de la variedad de comida que había en el hotel.
-adivinare, tu comida favorita entre todas ellas son los lombricakes y el queso a grito. -menciona Nina muy contenta.
En ese momento, la vampira mira sorprendida a la pequeña ya que si pudo adivinar a la perfección lo que más le encantaba.
-eso es correcto, admito que me impresionas pequeña. -se lo dijo aun sorprendida, acariciando un poco su cabello, lo cual reacciona ella con una pequeña risa. – pero dime ¿Cómo sabes todo acerca de mi?
Katherine revisa su celular, dándose cuenta que ya eran las 7: 46 de la mañana, faltaban pocos minutos para la escuela de su hija y se le estaba haciendo tarde para su trabajo.
- ¡oh no, ya es muy tarde! ¡Debemos apurarnos inmediatamente! – grita apresurada, interrumpiendo la respuesta que Nina le iba a dar a Mavis respecto a su pregunta.
La niña se apura en terminar de comer, al finalizar se levanta rápido y prepara el almuerzo que Katherine dejó en la cocina, por otro lado, su madre estaba preparando su bolsa junto a las llaves de su auto, todo esto mientras que la vampira las observa confusa.
- ¿que está ocurriendo? -pregunta ella.
-a las 8 debe entrar Nina a la escuela, es el mismo horario que tengo yo para irme, a este paso no llegaríamos a tiempo ya que nos levantamos un poco tarde ahora. -le explica Katherine un poco apurada mientras peina a su hija.
-auch, me duele mama. -se queja Nina, intentando no moverse tanto.
-si quieres... podria dejarla yo a tu hija en la escuela mientras tu vas a tu trabajo. -propone Mavis un poco nerviosa. – te ahorras un poco más de tiempo ¿no?
- ¡eso suena perfecto! Te lo agradeceria mucho... -observa detalladamente a la vampira en esos momentos. -primero ponte shorts. -dijo de manera seria.
- ¿¿eh?? ¿De qué me hablas? -pregunto la vampira muy alarmada.
-no puedes irte afuera en calzones. -dijo ella manteniendo la seriedad, señalando la zona de su entrepierna.
Al mirarse en la zona, su cara se puso roja como un tomate.
- ¿¡estuve así todo este tiempo?! -pregunta muy avergonzada, lo cual Katherine hace un suspiro.
-espérame aquí ¿de acuerdo? -al preguntar eso, corre hacia su habitación.
Al pasar los segundos ella regresa junto con un short de mezclilla azul y unas sandalias negras.
-ten y cambiate rapido. -se lo dice apurada, dandoselo a Mavis.
-esta bien pero.. ¿porque las sandalias? -pregunta confundida mientras se pone el short.
-tampoco iras descalza a la calle. – responde la mujer seriamente.
-es verdad, lo lamento. -se lo dice sonriendo, poniéndose las sandalias.
-recuerda bien, la hora de salida para Nina es a las 2:30 de la tarde, yo saldré hasta las 7 asi que cuento contigo para cuidarla en estos días que no estaré debido al trabajo extra. -explica ella siguiendo apurada.
-entendido. -dijo la vampira segura de sí misma.
Antes de que se vaya a a su trabajo, se despide de su hija:
- portate bien y recuerda: si tienes dudas solo levanta la mano, te vere en la noche. -Katherine le da un tierno beso en la frente. -te amo mucho.
-yo tambien te amo mami. –Nina le da un beso en la mejilla. -que tengas suerte en el trabajo.
Después de despedirse, le da las llaves de la casa a Mavis.
-cuento contigo recuerdalo, de 8 a 2:30 de la tarde, de nuevo gracias. – al decirle eso, no perdió más el tiempo y entra a su auto lo más rápido que puede, encendiendolo y yendo en marcha hacia su trabajo.
Tanto Mavis como Nina se despiden de ella desde la distancia.
-bien, entonces... ¿sabes dónde está tu escuela? -pregunta la vampira viendo desde la entrada que hay mucho sol afuera.
-tu no te preocupes tanto, claro que me lo se. -responde a su pregunta segura de si misma. –es más, yo te guio en el camino.
-apoyo tu idea, el problema es el sol ¿Cómo podría cubrirme de eso mientras te llevo a la escuela? -al preguntarle, enseguida piensa en algún plan para eso.
La pequeña se le ocurre una idea, agarrando un sombrilla ubicado a lado del sillón y entregandoselo a mavis.
-esto podría servirte mucho. -dice ella.
- ¿de verdad crees que funcionara? -pregunta eso al agarrar y abrir la sombrilla, contemplando su reluciente color celeste.
-he visto que en "Hora de Aventura" una vampira usa una sombrilla para cubrirse de los rayos del sol, si a ella le funciono, ¿porque a ti no? Habrá que intentar. – le explica su plan a ella, confiando que enserio le funcionara.
- ¿Qué es Hora de Aventura? -pregunta Mavis con curiosidad.
-es una caricatura de la televisión, dicen que esta buena. -responde Nina sonriendo un poco, agarrando su mochila y saliendo de su casa.
-como tu digas. -dice sin tanta molestia, saliendo de igual manera y cerrando la puerta de la casa con llave.
Las dos se apresuran de ir rumbo a la escuela, en el camino la vampira observa con más detalle todo lo que ofrece el pueblo de dia: hay varios puestos de compra y venta, las personas van a sus trabajos y algunos estudiantes van a la prepa o a la universidad, todo es más activo de día y eso le sorprende ya que en Derry, aunque era de dia, no veía tanta actividad como en Springwood.
Al suspirar profundamente, se siente más calmada y sin duda era muy tranquilo el camino hacia la escuela, incluso algunos padres acompañan a los niños al mismo lugar a donde van las dos chicas, caminando en la misma ruta que ellos.
Las miradas hacia la vampira no eran de esperarse; algunos infantes se sorprendieron al verla, otros se emocionaron a escondidas y otros solo le decían a sus padres sobre su presencia. A Mavis no le molestaba para nada, solo se le hacía adorable ese gesto, hasta los saludaba con amabilidad.
Nina al ver todo esto solo se limita a sonreír de la felicidad que es tener a la misma vampira como su compañera para que la lleve a la escuela, sin duda era un sueño hecho realidad.
Después de caminar por varios minutos, justo llegan a la escuela, donde ya están entrando al sonar de las campanas, anunciando el inicio de clases.
Los amigos de la chica de cabello café castaño la andaban esperando en la entrada con ansias de que entren a clases.
-hola Nina. -saluda Jeffrey sonriendo.
-hola amigo. -le regresa el saludo Nina, chocando los puños entre los dos.
Los demás la saludan con normalidad, entre eso ven a la vampira a distancia, al principio tiemblan de miedo pero Nina les explica todo lo que paso ayer justo cuando la anestesiaron entre susurros, aclarándose que ella era buena persona después de todo.
-tranquilos, hasta me ha dicho todas las comidas que servían en el hotel, justo como en la película. -les susurra con emoción.
Todos se sorprenden ante esto, agarrando más confianza a la vampira, quienes le sonríen saludandola.
Mavis al verlos asi solo soltó una pequeña risa, devolviendoles el saludo.
Ya por fin entran a sus clases, la vampira ya no tiene nada más que hacer, solo esperar seis horas y media.
Por supuesto que no lo esperara en la entrada, regresando de vuelta a la casa. En el camino explora un poco con la mirada algunas tiendas de electrodomésticos, de ropa y finalmente el parque, en lo cual decide sentarse en una de las bancas para descansar, claro que escogió uno cerca de la sombra para que la cubra del sol.
Ya al sentarse, cerró los ojos a modo de descanso mientras escuchaba algunos pájaros cantar y el sonido de las mangueras regando las plantas y el césped.
Algunas veces escuchaba niños jugando a las traes, las escondidas o simplemente estando en los columpios, parecía que todo estaba tranquilo hasta que..
La mano de la vampira empezó a hacer ritmo dando palmadas en su pierna, era extraño pero lo seguia haciendo sin ningun problema, incluso con otros ritmos
Su cuerpo comenzó a moverse en forma lenta como si fuera de un baile, la razón de todo esto era porque capto con su super audición una canción que al parecer era muy pegadiza; jamas la habia escuchado y con total razón le gustaba su ritmo.
Se sentía tan raro pero le gustaba en el fondo hacer esos movimientos, a cualquiera le daría vergüenza pero ya no le importa si la gente la miraba, solo se dejo llevar por el momento de relajación que tenía en esos momentos, lo necesitaba después de pasar torturas tanto en el sueño como en la realidad.
Nadie se esperaría que se levante y con la influencia de esa canción camina hacia el origen de ese sonido tan pegadizo, seguía con los ojos cerrados y lo único que hace es bailar, estaba en su punto maximo de relajacion y le encantaba.
En el centro del parque, las personas veían un show de porristas patrocinado por la preparatoria del pueblo, todos ellos hacen una coreografía ensayada a la perfección y la gente estaba sorprendida por verlas en su esplendor.
Las chicas junto a algunos chicos daban su esfuerzo para que el evento sea espectacular a la vista, el director encargado de este evento esperaba donaciones para la caridad y estaba un poco nervioso de como saldría todo esto al final.
Nadie se espero que entre el público se encontraba Mavis, quien seguía bailando y acercándose al escenario al mismo tiempo, ella vio lo que hacían las porristas y de alguna manera loca se le ocurrió subir con ella y bailar, lo cual terminó haciendo.
Tanto el público como los estudiantes estaban totalmente confusos por lo que estaba ocurriendo en estos momentos, justo iban a empezar otra coreografía con otra canción pero al comienzo de esta, la vampira interrumpe todo dando unos pasos de baile que para otros sería extraño, sin embargo, ella bailaba a su manera y estaba hipnotizada por el ritmo de la canción que sonaba en esos momentos.
El encargado de la coreografía estaba por apagar todo y detener esta locura, sin embargo, Mavis le subió al volumen usando la telequinesis, el estaba sorprendido por lo que hizo ya que con un simple movimiento pudo girar el interruptor para aumentarlo sin ningún problema. pero el director de la preparatoria le vio potencial al show, ordenando que los chicos le sigan el paso.
La gente estaba estupefacta por los pasos que daba la vampira en frente de todos, es como si no tuviera problemas con los prejuicios y de verdad se dejaba llevar por alguna fiesta.
Algunos de los estudiantes siguieron la corriente y bailaron junto a ella, otros se salieron del escenario por esa falta de respeto, destacando entre ellos la hija de la misma mujer que Mavis asusto en los baños del restaurante aquella noche.
Esa mujer veía a la vampira con total asco y desprecio.
En un momento inesperado, ella saltó lo más alto que podía y de un abrir y cerrar de ojos volvió a transformarse en murciélago, lo más increíble es que no se glitcheo como tenía de costumbre, la gente se asustó mucho por esa revelación: una vampira estaba entre ellos.
La murciélago seguía bailando en el aire como si no hubiera un mañana, los estudiantes le encontraron genial ese momento y ahí se les ocurrió hacer acrobacias para hacer esto un poco más interesante según ellos.
Mavis volvió a su forma normal y agarró el micrófono usando de nuevo la telequinesis, la gente calmó su miedo al ver que trataba de hacer con eso, llevándose una gran sorpresa:
- you put it down like New York city, I never sleep, wild like los Angeles, my fantasy, hotter than Miami, I-I-I feel the heat, oh, girl, it's, it's international love, oh, oh, oh, yeah, it's international love. - cantaba ella a todo pulmón.
Eso sorprendió a todos ya que tenía una voz muy hermosa para cantar, el director estaba maravillado y la gente empezó a donar dinero por este gran giro de tuerca que tuvo el show.
La canción había terminado junto con el espectáculo, la gente seguía sorprendida.
- ¡boom draculaca! -gritó la vampira con mucha emoción.
Para su mala o buena suerte, había recobrado la conciencia después de relajarse tanto mientras sonreía frente al público, el problema es que, al abrir los ojos, se dio cuenta que, pasó de estar sentada a estar frente a casi todo el pueblo, eso la puso roja como tomate de nuevo mientras se le borraba la sonrisa.
Los rayos del sol iluminaron el escenario, el humo no se hizo esperar y Mavis aún no se daba cuenta, en su lugar, agarró el micrófono con mucha pena.
- h-hola humanos. -saludo ella, sonriendoles de los nervios.
El público aplaudió fuerte, al mismo tiempo que la felicitaban por ese increíble show que ha presentado; tanto los niños como los adultos e incluso los abuelos estaban contentos por lo que ha hecho la vampira, tanto su canto como en la forma en la cual ha bailado.
Mavis estaba sorprendida por la reacción de la gente al verla, al ver como sus manos apretaron con fuerza le llenaba de felicidad: recuperó su habilidad de transformarse en murciélago, claro que su sentimiento solo duró pocos segundos debido a que se estaba quemando por culpa del sol, gritando fuerte y corriendo a esconderse a la sombra cerca del escenario, lugar donde estaba el equipo técnico de los sonidos y la música.
Los encargados estaban un poco confundidos por esa aparición, más cuando observaron que ella se escondía debajo de las mesas de descanso.
Las televisoras del pueblo estaban impactadas por lo que han observado, llevando varias cámaras junto a una reportera hacia el escenario, quien se encontraba el mismo director de la preparatoria agradeciéndole a todos los presentes y a los estudiantes que hicieron esto posible, han conseguido recaudar lo necesario para la caridad y no solo eso, apoyaron para que se construyan más escuelas y hospitales infantiles.
-les agradezco a todos de verdad, tanto los estudiantes como yo estábamos dispuestos en darles algo espectacular y en ayudar a los niños con enfermedades terminales, incluso apoyando a los soldados que luchan por nuestro país cada día. -dijo el director, agradeciéndoles de corazón todo esto, saludando un poco las cámaras.
Ahí es cuando la reportera se acerca a él junto a su camarógrafo, dispuesta a preguntarle algunas cosas respecto a todo lo que está pasando en esos momentos.
- ¡señor Sullivan! Eso fue increíble, ¿Cómo ha logrado todo esto? Y ¿Cómo se siente respecto a todo esto? – al preguntarle con curiosidad le acerca el micrófono para que pueda responder mejor.
-bueno, todo ha estado planeado con una dura coreografía que mis estudiantes pudieron lograrlo sin complicación alguno. -responde con total seguridad, dirigiéndose a la mujer que hace de reportera con una sonrisa.
- ¿y sobre la chica de hace rato, es una de sus estudiantes?
-oh bueno, solo fue un pequeño cambio que agradezco mucho, ella lo ha hecho a la perfección ya que mejoró más la coreografía. -sigue respondiendo manteniendo su seguridad al aire.
- ¿Dónde está ella ahora?
El director los guió al lugar donde se escondía la vampira, invitándole a dar unas preguntas, solo era cuestión de decir su nombre y todo listo, ella aceptó un poco nerviosa por la presión social que le provocaba, ni siquiera era su idea estar aquí, sin embargo, no se quejo para nada para no causar problemas.
Los estudiantes la felicitaron por su baile y el poco canto que pudo mostrar, algunos la veían indignados como la hija de la mujer bien vestida, esto porque les arruino todo cuando apareció ella, tanto sus pasos de coreografía como su momento de brillar, esto según la madre.
Independientemente de lo que les parezca a todos, a Mavis le parecía curioso como la felicitaron e incluso se tomó algunas fotos con los estudiantes, claro que más tarde no se verá más que solo la ropa que trae puesta debido a que, evidentemente, es un vampiro.
Las horas pasaron desde aquel evento, por fin la vampira regreso a casa junto con la sombrilla que por suerte se acordó que lo tenía, se sentía un poco agotada por lo que había pasado respecto a la coreografía, terminando por quitarse las sandalias y sentarse en el sillón.
Al observar el reloj de la casa, se da cuenta que aun faltan unas horas más para que Nina salga de la escuela, podría usar el tiempo para pensar y descansar, sin embargo, piensa que sería muy arriesgado hacerlo por los lados ya que podría corromperse de nuevo si recuerda cosas de su pasado o podría volver a sufrir pesadillas con tan solo cerrar los ojos.
Los minutos pasaban y aun no sabia que hacer para matar el tiempo, no importa cuantas veces camine por las paredes y el techo o juegue con la palanca del sillón, subiendo y bajando el asiento, simplemente no se le ocurría una idea.
Al estar explorando la sala, Mavis encontró una radio casi antigua, saber si funcionaba le dio mucha curiosidad, sin pensarlo dos veces apretó el botón de encendido, activándose a la perfección.
La estación que estaban transmitiendo ahora mismo no le convencía del todo, procediendo a cambiar en alguna que le parezca mejor. Por suerte encontró una estación donde sonaba música relajante, sin duda era algo que sí le gustaba así que prefirió dejarle ahí.
En eso se le ocurrió la gran idea de devolverle el favor a Katherine y eso es limpiar toda la casa y hacer las tareas del hogar, era lo menos que podía hacer después de lo que hizo con su corrupción y prácticamente darle apogeo en su hogar.
Enseguida se puso un pañuelo en la cabeza, guantes de limpieza que encontró en el baño del piso de arriba y un cubre bocas, demostrando que se puso manos a la obra, empezando con barrer todo el suelo.
Apresurando un poco el paso usando su súper velocidad, procedió a trapear y a desinfectar toda la casa, eso último resultando un poco complicado debido a la humedad que se encontraba en los rincones del techo y de la pared.
Las horas pasaban y la vampira seguía con las actividades del hogar, esta vez encargándose de lavar los platos, seguido con tallar las manchas difíciles que se encontraban en el suelo de los dos pisos con la ayuda de una esponja.
Hay veces donde se ponía a bailar depende de las canciones que transmitían en la radio mientras se encargaba de trapear todo el segundo piso, nadie la culparia ya que hace lo que todos harían cuando limpian sus casas.
No se olvido de lavar toda la ropa sucia, agregando ahí sus medias aprovechando el momento, mientras estaba en uso tanto la lavadora como la secadora procedió a limpiar y lubricar bien sus tenis rojos.
Al terminar de ordenar toda la habitación de Katherine y su esposo e incluso el de Nina al colocar sus peluches en una posición agradable y familiar, dio por terminada su labor.
Mavis se encontraba satisfecha por lo que ha hecho, demostrándolo con una gran sonrisa en el rostro.
-creo que eso ya es todo. -dijo ella para después transformarse en murciélago, volando por las escaleras para ir más rápido al primer piso. -creo que puedo comparar mi labor con las brujas del hotel. -se dice a sí misma, pensando en la labor que tienen las del aseo en el hotel.
Aun en su forma de murciélago, guarda las herramientas de limpieza en donde las había encontrado antes como en los cajones.
Cuando estuvo a punto de guardar el recogedor y la escoba, encuentra una puerta extra ubicado cerca de las escaleras, era algo que jamás había notado antes y que sin duda le deja intrigada, no importa si debe limpiar de nuevo ya que eso lo volvería a hacer con gusto.
Al volver a su forma normal, giro la perilla con cuidado para empujar la puerta, dándose paso a lo que parecía ser un sótano, el ambiente es un poco terrorífico, pero no será problema para la hija de Drácula, todo esto según ella misma.
Sin problema alguno comenzó a barrer todo el suelo mientras paseaba por todo el sótano, explorando las diferentes cosas que había; Katherine y su esposo acumulan varios utensilios o cosas reservadas para fiestas importantes como la navidad, claramente se nota por las partes armables de un pino.
Todo esto lo veía intrigada, se le hacía curioso como acumulaban las cosas para usarlas después, lamentablemente esa distracción causo que la mayoría de los artículos acumulados se caigan en el suelo, haciendo sonar un ruido estruendoso.
Ella voltea rápidamente para ver lo que ha ocurrido.
-mierda, no es posible... -dijo ella un poco alarmada al observar que la pila de distintos objetos se ha caído por su culpa, comenzando por recoger todo lo que se ha tirado antes de que se le suban los nervios al tope.
Ya a punto de terminar, nota a simple vista una fisura sospechosa en de la pared del sótano, lo cual se confunde instantáneamente.
-... ¿Qué es eso? – se pregunto la vampira, tocando un poco la parte de la fisura.
La misma se destruye un poco, dejándose ver un pequeño agujero que al mismo tiempo salen de ahí algunas pequeñas cucarachas, mostrando que ese agujero no es para nada reciente.
Eso era muy extraño, parecía que de verdad alguien hizo esto hace tiempo atrás, Mavis no confía para nada la teoría de que Katherine lo hizo, ni siquiera Nina, tal vez podría ser el esposo,aunque lo ve ilógico porque al notar las pequeñas telarañas y el polvo que desprendía esta es totalmente comprobable que esto fue hecho hace años, mucho antes de que la familia se mudara o tal ves no lo notaron.
La vampira analizo bien el agujero y dentro de esta, encontrando algo que la dejo impactada: había una especie de libreta roja con un pequeño broche en el centro.
Su mente tenía muchísimas preguntas sobre eso, pero era mejor saberlo ahora, agarrando la libreta empolvada y darle un fuerte soplido, claro que al hacer eso empezó a toser debido al gran polvo que había acumulado el dichoso objeto.
Entre tanto polvo logro darse cuenta que esa libreta en realidad es un diario. Curiosa por saber qué es lo que contenía, abrió el dicho diario, encontrándose en la primera hoja el nombre de la propietaria del objeto junto con algunos datos importantes:
"Nancy Thompson.
1428, Calle Elm."
Esto la dejaba pensando un poco, le dejaba intriga saber quien era esa persona, no había nadie en la casa así que continúo leyendo mientras salía del sótano junto con las herramientas de limpieza para guardarlas:
"A veces estando acostada en mi cama, logro ver a Glenn en su ventana al otro lado de la calle, alistándose para dormir. Su cuerpo es esbelto y musculoso, se que no debía mirarlo, pero la parte en mi que lo desea me obliga a hacerlo, es cuando flaqueo.
Es cuando quisiera estar con el, no puedo reprimir mis instintos"
Todo lo que esa tal Nancy ha escrito en la primera página sin duda le parecía gracioso, pero en el buen sentido, la vampira también tendría sentimientos encontrados si esta enamorada de una persona, para eso era el Clic.
Comprende perfectamente eso ya que gracias a las circunstancias conoció a una gran persona como lo es Johnny, en eso ella se pregunta a sí misma si su novio estará bien, si su padre se encuentra bien....
Sus pensamientos se interrumpen cuando alcanza a escuchar en la radio que eran las 2:25 debido a una estación que pasaban las noticias, tenía que recoger a Nina de la escuela, ya no podía perder más su tiempo.
Rápidamente subió las escaleras hacia el segundo piso, guardando el diario dentro de un cajón a lado de la cama dentro de la habitación que se estaba hospedando.
Ya preparada, agarro la sombrilla junto con las llaves de la casa, al cerrar con seguro la entrada fue rumbo a la escuela sin pensarlo dos veces.
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En clases, Nina estaba guardando sus cosas para la hora de salida ya que completo la actividad que estaba escrita en el pizarrón, por lo tanto, la maestra le permitió salir justo cuando la campana suene.
Le quedaba un poco de tiempo así que decidió sacar su libreta de dibujo y su lápiz morado decorado con lentejuelas, sin duda su lápiz favorito.
Al acomodar todo, comenzó a retomar lo que siempre hacía en su tiempo libre: dibujar. Nina tenia varios dibujos de personajes caricaturizados o en su versión "chibi", aún le faltaba en pulir los detalles como los sombreados y las expresiones, pero le disfrutaba mucho hacerlo.
Un grupo de niños se encontraban susurrando a las espaldas de la pequeña, entre risas se les ocurrió algo para molestarla; prepararon unas pajillas mientras enrollaba pequeñas bolas de papel, colocándolas en su boca.
La campana suena y la gran mayoría de niños salen del salón para dirigirse a la salida, Nina estuvo a punto de levantarse, pero comenzaron a dispararles bolas de papel en todo su cabello, arruinándolo por completo.
Por supuesto que eso le molesto bastante mientras que los demás se echaban a carcajadas.
-no aguantas nada, está claro que eres una sensible. -dijo uno de los niños en tono burlesco.
- ¡ya déjenme en paz! – les grita Nina con mucha ira.
- uy, eso da mucho miedo ¿Qué nos harás? -pregunta el, provocando a que ella se enoje.
Antes de que ella pudiera responderles, una niña parte del grupo la empuja desde atrás, haciéndola caer en frente de ellos.
Ella sufre de dolor por lo que esa niña le hizo, ya van varios meses así, incluso desde el segundo grado que las cosas son iguales: la molestan y le dicen cosas hirientes mientras ella no tiene oportunidad de defenderse.
- ¿de nuevo vas a llorar? – pregunta el niño mientras observa cómo las lágrimas de Nina recorren sus mejillas. - ¿vas a pedirle ayuda a tu papito? -pregunta en tono burlón.
-de seguro ya se murió y dejó sola a ti y a tu horrible mami. -mencionó uno de ellos, riéndose de ella.
Los demás le seguían la corriente, la pequeña por otra parte, no soportaba que hablaran mal de su padre, sus ojos lo veían como una gran persona y lo admiraba, aunque quisiera golpearlos fuerte la maestra la vería y la regañara por mal comportamiento, ella no lo entendía el porque le echan la culpa por todo, sus bravucones siempre se salían con la suya.
Los niños terminan por patearla fuerte para irse corriendo junto con sus mochilas hacia la salida riéndose de lo "divertido" que fue hacerlo según ellos.
La maestra se encontraba fumando varios cigarrillos con la ventana abierta, al ver que Nina seguía en el suelo se enojó mucho.
- ¡Nina Hopkins! ¡deje de estar de floja y ya salte de la clase! -ordena la señora.
Ella sin poder hacer nada, se levanto y preparo sus cosas aun con lagrimas en los ojos.
Al salir del salón se encontró con su amiga Susan, quien la vio preocupada.
- ¿Qué te pasó Nina? -pregunta ella.
- n-no es nada. -se limpió las lágrimas al decirle eso. -solo jugué rudo en el descanso, algunos niños tienden a jugar rudo...
Esa excusa no le convence del todo a Susan, ella sabe que algo malo le hacían a Nina y eso le enojaba un poco.
-no creo que sea eso, de lo contrario, los chicos nos hubieran protegido. -dijo ella, mencionando claramente a Jeffrey, David y Billy. - ¿son esos bravucones otra vez verdad?
- s-sí... -respondió la pequeña del cabello castaño sintiendo muchos nervios.
-debes decirle a tu mamá -recomendó su amiga con seriedad. -ya tienes ese problema desde el año pasado, no permitas que siga continuando.
- no se si sea correcto.. -mencionó Nina asustada.
- ¿Cómo puedes decir eso? Aunque sus padres sean de mucho dinero no significa que no puedas defenderte. -se lo explica indignada por lo que ha dicho.
Los nervios se le subían al tope a la pobre niña, esto al ver al niño que lo molesta junto con sus amigos en la salida de la escuela, despidiéndose con normalidad, se sentía con mucho miedo de encontrarlos de nuevo.
Susan, al ver que su amiga se sentia muy mal la abraza un poco y la tranquiliza mientras le incitaba a seguir caminando hacia la salida sin sentir miedo.
Mavis finalmente había llegado al lugar después de algunos tropiezos debido a los rayos del sol, al menos fue justo a tiempo al ver a varios infantes abrazando a sus padres o simplemente recibirlos, eso la deja con una sonrisa de satisfacción.
Lamentablemente, el niño que molestaba a Nina se topa con la vampira, empujando sus piernas de manera agresiva para que la deje pasar, esto no le gustó para nada a Mavis, quien lo observó seriamente.
- ¡oye, no seas grosero! -se lo dijo para que lo tuviera en cuenta la próxima vez.
El infante le hizo caso omiso, lo que más le confundió a la vampira es que, después de lo que hizo, vaya con su madre y le diera un abrazo como si nada:
- ¿te portaste bien mi amor? -preguntó la madre feliz.
-si mami, me porte muy bien. – mintió él, dándole una gran sonrisa. -mami, esa mujer no me dejaba pasar hace rato. -mencionó el de repente, señalando de manera evidente a la vampira, quien lo observó muy confundido.
- ¿Qué? ... -preguntó ella haciendo una mueca, demostrando que de verdad no sabia que pasaba.
- deberias tener mas cuidado de lo que haces niña, no vuelvas a bloquearle el paso a mi bebe. – dijo la mujer con desprecio hacia Mavis, por su parte, el niño le saca la lengua burlándose de ella.
- acabo de llegar... -le intenta explicar a la madre pero ella la interrumpió bruscamente.
-si vuelves a hacer algo como eso hare que te metan a la carcel, no sabes con quien te metes ¿me oíste, maldita vagabunda? – amenazó ella con total seguridad, procediendo a marcharse junto a su hijo en brazos.
No podía creer de lo que acaba de pasar, acaba de decirle "vagabunda" como si nada, amenazandola de paso. La sangre de Mavis se hervía poco a poco, no podía entender porque ella sería tan capaz de hacer eso cuando no la conocia, la que debería tener cuidado era ella por desafiar asi como asi a un vampiro, todo esto lo estaba pensando en esos momentos, mirando enojada como se marchan.
Sus pupilas de nuevo se volvían rosas a medida que la ansiedad la consumía por pensar mucho lo que acaba de ocurrir hace minutos, antes de que pase a mayores, de milagro escucha una voz:
-hola Mavis. -dijo Nina para después abrazarla con cariño.
Al darse cuenta de quién era se calma, lo bueno es que, con un suspiro, sus pupilas volvieron a tener su respectivo color: el celeste.
- oh Nina, no te habia visto. -dice ella para después recibirla igualmente con un abrazo. – ¿como te ha ido en la escuela? ¿aprendiste cosas? -pregunto ya mas tranquila.
-si, fue genial... -dijo Nina intentando sonar calmada, claro que solo suena muy triste.
-oye, ¿porque tan triste? -pregunta la vampira para después observar que su cabello está arruinado por culpa de esas bolas de papel.
En esos instantes su sonrisa de calma se borra por completo, Nina no se encontraba muy feliz como había dicho antes.
-querida... ¿Qué ocurre? -pregunto amablemente pero estaba muy preocupada por ella.
-no te preocupes por eso Mavis, ¿porque mejor no nos vamos a casa? -propone ella mientras se limpiaba las lagrimas, aun sentía ansiedad de tan solo pensar en ese niño que lo molestaba y Mavis lo notaba al instante.
-podemos hablarlo si quieres. -propone la vampira manteniéndose preocupada, solo quiere ayudarla.
-porfavor solo quiero irme a casa, no te preocupes por mi ¿esta bien? -dice Nina en un tono apagado para después apresurar el paso hacia su casa.
La vampira no entendía lo que ocurre, de la nada se fue a su casa sin esperarla, parecía que estaba evitando contarle algo, eso le dejaba mucho en que pensar ya que quiere ayudarla de alguna manera, es raro eso ya que apenas se conocieron pero le agarro cariño, no tiene más opción que acompañarla antes de que se vaya sola de verdad.
- ¡cuidate mucho Nina! -se despide Susan al verla irse, ella tambien estaba mas que preocupada por ella, sin embargo, no podía hacer nada al respecto debido al estatus de la madre en esta escuela.
Aunque los demás amigos de la pequeña ya se habían reunido junto con Susan, ella misma les explica lo que está pasando, lo cual también se preocupan, incluso David estaría dispuesto en darles una golpiza por defenderla, lamentablemente no pueden hacer mucho.
Solo quedaría esperar a la chica de cabello castaño y en cómo solucionar su problema de acoso escolar, pero una cosa es segura: estarán apoyando cueste lo que cueste.
FIN
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Se siente un poco más distendida, agradada por los movimientos gráciles y calmos de la ajena, los ojos de Salomé que siguen su contorno y su constitución sintiéndose absolutamente lo contrario a ella: no hay calma en el interior de Vila, no desde hace rato. Trata y a veces pretende que las cosas se asemejen un poco al pasado pero resulta difícil y debería rendirse, lo sabe en su fuero interno. Ya ni si quiera tiene las fuerzas ni la voluntad para fingir un estado emocional que no tiene, para nada empoderada ni fuerte sino frágil, más intenta ser normal lo más que puede; intenta que la Salomé de antes refulja en el mundo, intenta sin buenos resultados que la calma la tome y la posea, pero nunca pasa. Sin embargo, fuerza una sonrisa que no sale fingida. Ante la pregunta, pestañea un momento, después chasquea la lengua. —Pues, feliz, primeramente. —Admite. Salomé rara vez puede evitar su sinceridad, incluso en los momentos donde pretende no darla a conocer. —Me seníìa fuerte y capaz y era muy relajada. Salvo con mi trabajo en la música. Ahí era una enferma del control. —Y se ríe, encogiendo los hombros a posteriori. A lo siguiente lo escucha sin interrupción, riéndose ahora de verdad cuando la contraria habla de sus buenos ángulos. — ¿Has modelado? —Pregunta. El rostro ovalado y la piel diáfana con el labial que utiliza le parecen propios de una muñeca de esas que se cuidan y se aman. Ante la pregunta, Salomé se mira el conjunto y luego saca el celular bloqueado para mirarse en el reflejo de la pantalla oscura, aunque es más un intento de distraerla para que no se dé cuenta qué tanto le afecta la posibilidad de ser observada. —Será mi primera selfie en mucho tiempo. —Asevera. Salomé no utiliza su Instagram hace un año, ahora manejado por un equipo que, aun tras su retiro, lo mantienen bien curado. Tampoco tiene TikTok ni Twitter, demasiado preocupada y auto-consciente como para exponerse. Sin embargo, no va a negárselo a Sunhee. Le parece dulce que la considere, por eso le sonríe y se acomoda tras su hombro izquierdo. — ¿Sólo sonrío? ¿O debería hacer un símbolo de paz y amor con la mano? @svnhees
@salovila / ademán de mano resta importancia al asunto, pero una vez se encuentran lejos de las cámaras, se dedica a analizar rostro opuesto con mayor detenimiento. respuesta femenina no le satisface, mas se ve a sí misma asintiendo con lentitud al pretender no indagar al respecto. ' no tienes que explicarme. ' asegura. ' sé lo que es estar agobiada de las cámaras. ' de la gente o incluso de esa vida tan pública que, en ocasiones, le ha hecho replantear el curso que le ha dado a su vida. curiosidad, sin embargo, aparece ante siguiente comentario. ' ¿y cómo eras? ' pregunta es inevitable, mas cambio de tópico llega antes de lo previsto, casi ofreciéndole indicios de una conversación no deseada. después de todo, es buena interpretando señales. ' descuida, creo que han tenido suficientes. ' y si no fuese el caso, en realidad, no le importaba demasiado. ' además, siempre puedo complementarlas con algunas selfies en instagram. ' actividad en red social siempre ha sido buena, en especial cuando se trata de asistir a eventos exclusivos. ' ellos tendrán cámaras profesionales, pero yo conozco mejor mis buenos ángulos. ' y con eso, pretende dar a entender que propias tomas serían las más bonitas. ' ¿quieres que nos tomemos una juntas? '
#svnhees#todo bien hermosa; de vacaciones en cordoba; tras las sierras :-)#y te preguntarás por qué roleo estando en medio del monte#la respuesta es: tengo un problema.#el primer paso es aceptarlo jiji#vos?? espero que bien bb
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LA SOLEDAD DE LOS NUMEROS PRIMOS (FILM DE 2010)
En 2010 vi una buena critica de este film italiano, había tenido una muy buena acogida en el festival de Venecia, y siempre quise verla, y ha sido hoy, 10 años después de su estreno, que me he decido a visionarla, y lo primero que puedo y debo decir, es que está claro que no es un film fácil, es de ritmo lento, con saltos en el tiempo, con unos personajes que toman malas decisiones constantemente, con los que puedes llegar a empatizar en algún momento, pero que en otros te indignan sus pocas ganas de salir del pozo en el que se han visto arrastrados, su desidia siendo ya adultos, y esta claro que han pasado cosas duras en su infancia, pero el film da poca esperanza a que puedan recomponer su vida, por eso no es una película amable, lo cual no tiene porque ser malo.
El film bebe mucho del cine de los años 70 italiano, tanto en ritmo en las escenas, como la escenografía, las actuaciones, algunas localizaciones y incluso algún encuadre de estilo clásico con algún que otro zoom excesivo a velocidad anormalmente alta, en fin, todo tiene un aire a cine de otra época.
La música en el film es bastante sencilla, notas sostenidas durante minutos, y en un par de escenas como en la fiesta de adolescentes o el reencuentro de Mattia y Alice, sobre todo en la escena de la fiesta donde la música pasa a ser un tema electrónico machacón, resulta molesto y te saca un poco de la escena, ya que el volumen en el que se ha colocado es a mi parecer excesivo, puede que la intención del director sea crear una atmosfera cargada, no lo se, el resto de música es bastante plana, aguantando un par de notas en crescendo queriendo aumentar la tensión de la escena y poco mas, desde luego cuando acaba la película no recordaras su banda sonora.
En concreto hay una escena que se podrían haber resuelto de manera mas clara, y esa es la escena de la nieve donde Alice sufre el accidente, la cual es confusa, de nuevo el director quiere crear la atmosfera que vive Alice para que entendamos el porque del accidente, ya que no se ve nada, hay una tormenta de nieve y bastante niebla, pero nosotros como espectadores nos quedamos expectantes de saber que pasa y mas si la música nos mantiene en vilo sin llegar nunca a un clímax claro, por lo que es bastante frustrante ver esa escena, donde al final tienes que imaginarte el tipo de accidente que ha sufrido Alice, porque no vemos apenas nada, tan solo se intuyen personas que caminan en la nieve y que ha pasado algo grave, pero no sabemos que ha pasado tan grave como para dejar coja de por vida a Alice.
La película es la historia de Mattia y Alice, su relación con el mundo, la familia, y su entorno más cercano, durante el film daremos saltos en el tiempo, a veces desde la infancia a la madurez, a veces a la adolescencia etc. La infancia de los dos personajes siguen líneas paralelas, tanto en la experiencia vital de un suceso traumático en la infancia, al igual que tener unos padres que en su rol de padres no paran de tomar malas decisiones, conductas negativas y educar torpemente a sus hijos. Alice tiene una madre que parece estar ausente de todo, apenas habla, no pasa tiempo con ella, y simplemente se limita a ser una espectadora en la educación de su hija por parte del padre que siempre está de mal humor, grita en exceso para hacerse entender, degrada a las personas por su aspecto y por momentos hay algún maltrato psicológico, a parte de que obliga a Alice a esquiar, cosa que no quiere hacer, tras ver la escena del padre felicitando a su hija delante de todos, comprendemos que ella solo accede a esquiar porque es el único momento en el que puede ver a su padre contento, flexible, cariñoso, relajado, y es curioso como la hija busca la mirada cómplice de la madre en ese momento en la montaña con los amigos, ya que solo ellas conocen la realidad que hay en casa detrás de todo ese teatro, y al igual que los dibujos que ve en la tele, tanto la madre como ella interiorizan que debe obedecer a su padre o tendrá unas consecuencias, en los dibujos el niño que ha desobedecido a su madre y ha robado, acaba asesinado por el rey.
Por otro lado, Mattia tiene una hermana con problemas mentales, de la cual sus padres le cargan demasiada responsabilidad, y todos los problemas de Mattia vendrán derivados de esa carga, en un momento dado Mattia en el silencio de la noche se despierta para jugar al juego “Operación” de manera furtiva, como si ser niño, sentirse niño y jugar como un niño tuviera que hacerse a escondidas y en un momento en el que su hermana no este con el, sin que sus padres le vean, aquí ya vemos que esa responsabilidad no es buena para un niño, ya que empieza a creer que las cosas deben ser así, ha asumido que no hay tiempo para jugar, tiene que cuidar a su hermana, y así acaba siendo el final de la escena, su hermana se levanta y la madre les oye, con el consiguiente enfado y haciendo responsable a Mattia de esa situación, y acaba diciéndole que tiene que ser un hombrecito y que se lleve a su hermana a la cama.
La película comienza a dar saltos hacia la vida adulta para mas tarde quedarse en la adolescencia, que es donde mas se agudizan los problemas que vendrán en el futuro, para Alice, el bullying sufrido en la adolescencia marcara gran parte de su relación con los demás aunque su personalidad ya venga tocada al tener un problema en una pierna y cojear por haber sufrido el accidente anteriormente citado cuando esquiaba. En Mattia vemos su brazo con cortes y como mas adelante se autolesiona delante de un compañero si pestañear, mas tarde comprendemos esa conducta, ya que cuando al ser invitado junto a su hermana a una fiesta de cumpleaños en la infancia, el siente vergüenza de ella, no quiere que le vean con ella, sabe que no debe ser así, pero... quiere ser un niño, un niño como los demás, y acaba dejando a su hermana en la calle, sentada en un banco, para poder irse a la fiesta de cumpleaños, un banco que mas tarde encontrara vacío, no volverá a ver a su hermana nunca mas.
En un momento dado, Mattia conoce a Alice, la cual le invita a un baile, y el la rechaza, esto enlaza con la aterradora pregunta de la madre de Mattia al padre, (de haber sabido que tus hijos iban a ser así, los hubieras tenido? el padre responde ¿Cómo si los hijos se pudieran elegir por catalogo? y la madre revela que el dolor mas grande de su vida se lo han provocado ellos, le han arruinado la vida, esta exhausta, y le increpa al marido que no hace nada, el padre le recuerda que lo de mikela fue un accidente, y la madre insinúa que no fue un error, vemos que la postura de la madre es completamente negativa hacia su hijo, siempre haciéndole responsable del bienestar y seguridad de su hija, y culpa a Mattia de la desaparición de Mikela, mientras que su padre ensalza los valores de su hijo, “es un buen estudiante, saca buenas notas”, a lo que la madre le dice que “ Hay algo monstruoso en esos nueves y dieces, no habla nunca, se hace cortes, no tiene amigos, esta encerrado en su habitación, me da miedo”, el padre se agarra a la esperanza de que en el futuro cambiara, por desgracia, Mattia estaba escuchando toda la conversación, pero el director no incide apenas en lo que halla podido afectarle haber oído esas confesiones de sus padres, lo cual creo que es un error, porque es una conversación terrible que realmente debería de haberle afectado mas, aunque puede que psicológicamente Mattia ya esta suficientemente mal con la perdida de su hermana, y el haber sabido la opinión de sus padres ya no le provoque nada.
Estas escenas viene precedidas de varias escenas enlazadas entre lo que vive Mattia y lo que vive Alice en casa, las que marcaran sus vidas para siempre, Mattia cuando esta intentando disfrazar a su hermana se frustra y la deja en la habitación, para ir a la cocina y preguntarle a su madre de manera temerosa si Mikela tiene que ir a la fiesta, a lo que la madre le dice que si, y aunque Mattia sabe que no esta bien, la madre de Mattia le recuerda que debe vigilar a su hermana y que revise todo lo que come su hermana a lo cual Mattia asiente de manera infantil, realmente el no quiere que le vean con su hermana. Por otro lado Alice ve como su padre llega a casa y la obliga a desayunar corriendo para irse a esquiar, a pesar de que ella insiste en que no quiere y su madre le dice a su marido que hay mucha niebla, pero su padre insiste en que hace buen día, y tirando de ella le recuerda que sus amigos están allí y que su hija no va a ser la única que no vaya, entre gritos le dice a Alice que luego si quiere se puede quedar mirando el techo y dormir.... solo quiere usarla para aparentar delante de sus amigos. Esta escena esta tensamente envuelta en una banda sonora bastante sencilla y agobiante, con notas sostenidas, creando un efecto de tensión, intuimos como Alice sufre el accidente en la nieve que la dejara coja, y a Mattia lo vemos como abandona a su hermana en un banco, para luego volver a recogerla bajo la lluvia y ver que ya no esta, llorando se arrodilla en el barro, y entonces entendemos que no es solo el dolor de perderla, si no también la vergüenza de haber sentido vergüenza de ella, Mattia quedara marcado de por vida por esa decisión, al igual que Alice al verse coja para toda la vida.
Mattia siendo ya adulto se marcha a Alemania, como su madre siempre quiso para el, a pesar de la negativa de su padre, en un momento dado antes de irse, va a una boda con Alice, donde acaba confesándole lo que paso con su hermana, los dos sentados, Alice se acerca al hombro de Mattia, no hay contacto visual, intuye que va a contarle algo muy intimo, y quizás sea mejor no mirarse a los ojos. Las confesiones mas intimas de los personajes desembocan en algún tipo de contacto y en este caso desemboca en un beso cerca de los labios, también cuando Alice le muestra su cicatriz a Mattia para que se la quite en la fiesta de adolescentes, el dice que no puede hacerlo y de nuevo acaban juntando sus cuerpos, con sus cabezas apoyadas en el cuerpo del otro. Cuando se tocan parecen sentir algo de paz o al menos sentirse mas aliviados de sus cargas emocionales, mas comprendidos, su relación parece sostenerse en eso mas que en una amistad o un enamoramiento, los únicos momentos donde los vemos un poco liberados es cuando están juntos.
En una de las ultimas escenas, cuando se reencuentran y se halagan el uno al otro, se preguntan si están casados, es un tímido acercamiento que muestra que los dos quieren algo mas en su relación de amistad, pero les vemos algo tímidos, mirando al suelo en muchas ocasiones sin querer mirarse a los ojos, tras esto, Mattia se queda dormido, Alice se queda observándole y cuando se duerme, Mattia se despierta y la observa a ella, Mattia acaba marchándose a un parque cercano, y podemos entender que en su interior se debate entre si merece ser feliz, si merece sentir algo por Alice o si debe vivir infeliz debido a lo que hizo, sentado en un banco, Alice se le une, aunque antes la vemos llorar cerca de un árbol, se acerca a Mattia y temerosa de perderle definitivamente si va un paso mas allá, apoya su mano en la cabeza de Mattia, como símbolo de que entiende y le da su perdón si es lo que necesita, tras esto, de nuevo sus cabezas se juntan y sus mejillas se tocan, Fin.
No se si es un final abierto a interpretaciones, al menos para mi esta claro, son personas marcadas muy fuertemente por lo que vivieron en sus infancias, son solitarias, y las relaciones personales siempre han acabado mal, tanto Alice con su padre y sus amigas de instituto, y también en su matrimonio, ya que confiesa a Mattia tras su pregunta de si esta casada “Que ya no”. Mattia comenzó a forjar un carácter adulto demasiado temprano para su edad, para luego quedar traumatizado al perder a su hermana. El film no deja lugar a la esperanza, a un resurgir, a creer que se puede seguir adelante y pasar pagina, los vemos tan hundidos, que lo máximo que pueden llegar a sentir es algo de comprensión mutua, ya que son las únicas personas que saben lo que les paso y se entienden, pero no habrá un final feliz posible en sus vidas, la escena final, cuando Alice llora junto al árbol parece decirnos eso, que no puede haber algo mas en la relación con Mattia, entre otras cosas porque psicológicamente ninguno de los dos está bien, no son personas equilibradas, solo hay que ver como esta físicamente Alice, el mismo Mattia se lo comenta “Estas muy delgada” a lo que ella le insinúa que Mattia esta algo gordo, pero no solo eso, la escenografía de la casa es un espejo de ella, apenas hay muebles, la butaca donde se sienta Mattia esta forrada de papel burbuja, la nevera esta semi vacía, en fin, todo tiene un aire de abandono, la misma manera de vestirse, de maquillarse, todo esta hecho para hacernos ver que no hay equilibrio, solo hay desorden, en Alice es extensible, tanto a lo que le rodea como física y mental mente mientras que en Mattia es mas mental, mas emocional, desde que perdió a su hermana es incapaz de sentir nada, ni enfado por ejemplo cuando oye la conversación de sus padres, ni dolor cuando se corta la mano delante de su amigo de instituto, ni alegría cuando le dan un premio por su trabajo, y esta claro que el dolor mas grande quizás sea que no pueda sentir tampoco amor por Alice, y están tan destrozados que tendrán que vivir sintiéndose así toda la vida.
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Una yerba loca que me lleva a la gloria nunca he sentido nada como eto en mi vida
me encontré con la necesidad de escribir sobre la experiencia de las mairihuanas para no olvidarla luego (mala memoria que me genera esta droga por lo demás)
obviamente olvidé lo que iba a decir
pero también quiero hablar de como me saca de las malas volas,
soy re buena pa las crisis
pero seca,
por lo menos en este último momento,
caigo y recaigo,
cuando estoy lúcida
me voy al hoyo
me caigo
y me cuesta mucho volver,
me auto destruyo,
pienso en mi muerte, lo dudo, me arrepiento
-llanto-
me culpo, me doy vueltas en mil pensamientos
-queman-
siento las neuronas, siento brigida la sinapsis
de mala onda a otra
cada vez mas venenosa
voy evolucionando
pasito a pasito hacia la mierda,
pero si fumo, quemo, me drogo
me relajo
los sentidos despiertan
las penas, rabias, frustraciones, miedos, se duermen y callan
la vida sigue
la vida puede ser buena y contenta
-pienso si es una forma de escape-
la vida puede ser calma
la vida puede ser tranquila
-pienso si es mi manera de callar la ansiedad-
me concilio conmigo misma
-me siento como la culpable pidiendo disculpas y a la vez como a la que le piden disculpas, mientras me agarro y me siento como alguien arrepentido que agarra a alguien a quien ha podido perdonar, sentimiento de ser perdonando y sentimiento liberador de perdonar, me explico?-
que cuático hacer las pases con une misme
que cuático sentirse y mirarse
reconocerse
sentirse una mente y cuerpo
y alma tal vez si es que crees en eso,
no sé,
-pienso que siempre me siento culpable por llorar, me siento débil, hasta conmigo misma me da un orgullo por así decirlo por llorar, quizas verguenza, quizas miedo, sentimientos que forman parte de mi personalidad, pero lloro de felicidad y curiosidad al sentirme la cuerpa-
con la yerbita me puedo dar estos espacios mas fácilmente,
de generar mejores sensaciones
de aliviar las malas,
puedo encontrar mas caminos positivos
y salgo de este circulo vicioso,
estos malos hábitos
que son:
auto destruirse
-ahora entiendo por que tantas personas predican el auto amor, incluso yo; porque te puede salvar la vida po’ niña-
(música de fondo que me hizo sentir full plenita, de panita, sin penita: Daniel Caesar ft Kali Uchis - Get You)
y esop,
no quiero promoverla
porque en exceso puede causar efectos adversos :(
como depresión xd
no se diga más
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Historia de los reencarnados: Marina edition
-Marina nace a finales del siglo XX cuando el año 1990 ya está tocando a su fin, la primera nieta de una larga estirpe de mujeres con habilidades un tanto peculiares. Paradójicamente, su madre no tiene ese don y mira con recelo a las que si la tienen.
-Poco después de su nacimiento, “algo” comienza a sucederles a las que sí tienen el don: comienza a haber accidentes raros y varias muertes, entre ellas la de la abuela materna de Marina y la propia Marina parece estar a punto de sufrir el mismo destino… pero la niña se salva. La madre entonces le pregunta a una de las supervivientes por el futuro de su hija. Su respuesta es “Tu hija vivirá un amor más grande que el de mucha gente, pero morirá joven, como le ha pasado siempre”. Aterrada, la madre decide cortar por lo sano y aislar a su hija de todo ese posible legado familiar.
-Así que la niña crece con una salud de pena , encerrada en sus libros y en sus series de dibujos animados y con unos sueños extraños y aterradores que hacen que se despierte llorando. Aunque a veces ve esos sueños sin estar dormida, hay objetos que la hacen ver esas cosas pero sus sentidos no saben procesarlo y más de una vez ha acabado con crisis epilépticas y viendo escenas demasiado vividas.
-Pero Marina aprende a no decir nada de esas visiones, no cuando su madre aulla que tales cosas no existen.
-Pero Marina recuerda cuando ha ido al Museo del Prado con el mejor amigo de su padre, su “Tío ”, ve el cuadro de María Pacheco después de Villalar por primera vez, y sin entender por qué la niña rompe a llorar al ver la imagen de dolor y de sufrimiento de aquella mujer retratada. Cuando pasan por delante del cuadro “La muerte de Viariato” vuelve a ver a la misma mujer llorar y su llanto se intensifica.
-A los 6 años, tras inconscientemente poner morado donde no debía su “Tío” comienza a hablarle de los Comuneros, y no sabe por qué pero hay algo en las palabras del hombre al que admira que le resulta muy familiar.
-Esa noche, en medio de la fiebre vuelve a tener sueños muy vivos en los que ve a una joven de ojos altivos y desafiantes, y como su rostro se va desdibujando y cambiando al de un joven que tiene los mismos ojos altivos y desafiantes que luego quedan nublados por el dolor. Y la niña no entiende por qué, pero le duele ver esa llena de dolor. Es casi como un dolor físico.
-Su familia la mira raro porque la niña sabe cosas que no tendría por qué saber como aquella vez en el colegio, que inconscientemente toma la postura de esgrima armada solo con una rama caida para intentar defenderse de sus perseguidores, o que se le da de miedo el francés. Eso hace que la niña se retraiga aun más, intentando ocultarse tras los libros y tras los cascos de su pequeño walkman, intentando desaparecer para que dejen de mirarla de esa manera.
-Sí, es una chica solitaria, pero el mejor amigo de su padre ve su potencial y no hace más que darle libros para intentar saciar ese hambre de conocimiento. Eso hace que Marina se ponga a investigar acerca de sus sueños y comience a apuntar las cosas que recuerda de ellos en unos cuadernos, pero se guarda esto para ella. ¿Que si está aterrada? Claro, pero ya la consideran una loca, no hay que dar más motivos para que la encierren o le den pastillas raras.
-Le encanta poderse escapar a otros mundos a través de novelas de fantasía o del cine, eso le hace sentirse extrañamente menos sola.
-Pero aunque trata de mantener un perfil bajo hay veces que siente un extraño fuego recorrerle las venas, una ira indescriptible que le hace irse contra la autoridad, como cuando con 15 años se acaba encarando a una profesora de su instuto que ridiculiza a un chico transexual. Acaba en el despacho del director, pero sintiendo que ha hecho lo correcto.
-Así que hace lo que su corazón le dice que haga, se pone a escribir un blog en el que denuncia el trato que se da a los transexuales o a todos aquellos que no son heterosexuales en su comunidad
-Tiene una crisis emocional brutal a los 15 cuando el mejor amigo de su padre, su mentor y maestro, muere por culpa de una neumonía mal curada y ella se siente aislada, sola y rota. Aguantando como buenamente puede las burlas en el instituto y los comentarios hirientes de su madre y durante la mayor nevada que ha caido en Madrid en la historia reciente durante un momento Marina fantasea con la idea de tirarse por la ventana, cuando de repente nota un fuerte dolor en el pecho, como si le hubieran disparado y Marina cae al suelo inconsciente aunque ella no ha sido quien ha recibido la herida.
-A los 17 acaba por primera vez en una comisaría de policía cuando en una fiesta de su instituto algunos de los amigos de los populares super conservadores de su centro comienzan a burlarse de nuevo de quienes son diferentes, Marina salta a rebatirles con sus palabras cuando alguien de repente saca una navaja y de repente todo se convierte en una pelea campal.
-Su madre comienza a negar al grito de “Se normal, nadie te va a querer si sigues así” y ella inconscientemente no puede sino pensar en el joven de ojos altivos que algunas veces aparece en sus sueños, al que por más que busca no logra encontrar.
-Acude, contra los deseos de sus padres, a cursar la carrera de Historia y allí por primera vez siente paz y tranquilidad, no es raro verla en la biblioteca leyendo los libros y dándose cuenta de que sus sueños han ocurrido en realidad, cosa que hace que acabe investigando fenómenos paranormales.
-Acaba siendo reclutada por el Ministerio para el departamento de detección de cambios históricos y cada día le resulta más frustrante que teniendo el poder para corregir los errores de la historia no se cambie, se podrían salvar tantas vidas… acaba entrando en una reunión de los Hijos de Padilla atraida por el nombre pero cuanto más escucha a algunos de sus dirigentes más ganas tiene de decirles que se están equivocando a la hora de cómo plantear su lucha, que no, que Padilla nunca fue partidario de matar a inocentes ¡que ella no lo ha sido nunca, joder!
-Se va a la biblioteca del Ministerio cabreada y coge unos cuantos libros para poder sumergirse esa noche en el placer de la lectura y así intentar no pensar en esos impulsos de querer desafiar a los lideres de ese grupo revolucionario. Pero cuando recorre los pasillos del Ministerio, casi sin ver debido a la pila de libros se choca con alguien y los libros y ella salen volando.
-El hombre con el que se ha chocado se disculpa y se lanza a ayudarla a recoger sus libros, cuando ambos van a agarrar un mismo tomo sus manos se rozan causando que ambos levanten la mirada. Y entonces es cuando pasa, notan como una sacudida a nivel mental y emocional y al mirarse el uno al otro a los ojos ven a la otra persona junto a la que han vivido todas esas vidas pasadas.
-Cuando Gonzalo ve los ojos de Marina ve el mismo aire idealista y soñador de siempre, pero esta vez con un tinte de rabia y de soledad que no estaba ahí la última vez. Por su parte, cuando Marina ve a Gonzalo reconoce en sus ojos la misma fiera determinación y altivez de siempre, aunque en esta ocasión hay una oscuridad tan grande en su mirada que ella no puede sino preguntarse qué le ha pasado.
-Esa noche acaban en un bar que cierra de madrugada, aunque al principio ambos se muestran reticentes (por si el otro ha dejado de amarles en esta vida) al final acaban hablando y renovando lo suyo, poniéndose al día. Y sí, hay demasiadas preguntas y temas que no saben como explicar, así que al final acaban cruzando puertas a momentos clave de sus vidas actuales para que el otro vea donde se está metiendo. Ni que decir tiene que cada uno se enfada con el mundo cuando ve ciertas cosas. Y podrían recriminarse ambos muchísimas cosas, pero deciden mirar hacia adelante e intentar luchar una vez más para que las cosas les salgan bien.
-Y si, sus padres ponen el grito en el cielo cuando la ven aparecer de la mano de un hombre algo mayor que ella y que encima tiene una niña pequeña de una relación anterior, pero cuando ambos están juntos en la misma habitación esta parece llenarse de repente de un extraño poder y eso a la madre le acojona mucho porque Gonzalo tiene la mirada despiadada y en el fondo la madre lo sabe, sabe que no importa lo mucho que intentase decirle a su hija que sus visiones no son verdad, que su hija sabe y tiene sus espaldas cubiertas.
-Y en medio de los hijos de Padilla, las nuevas encarnaciones de María Pacheco y Juan Padilla intentan cambiar la historia para mejor y labrarse un futuro que les permita estar juntos
#biography#headcanons#my character#Hijos de Padilla#marina#Marina y sus vidas pasadas#destroyerlovers#emdt#my fic
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Ingeniería Familiar
Prólogo
Aclaraciones: Es un semi Au, Frigga y Odín están vivos y el Rägnarok no se llevó a cabo como en el MCU.
Rating: T, es una comedia con tintes dramáticos.
Advertencia: Es un texto para sacar unas sonrisas, no aspira a nada más allá de eso.
Prólogo.
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La noche es fría, pero extrañamente ligera. Anthony pasea por los pasillos del edificio de los Avengers, lleva su bata puesta sobre su clásico pants y su playera de algodón gris. Entra a la cocina compartida y se prepara un café, tiene insomnio, otra vez. Sabe que es un manojo de nervios cuando la cuchara con la que remueve el fondo de su taza se le resbala y cae al suelo, lo hace pegar un ligero brinco de sorpresa. Mierda.
El gran Iron Man asustado por el sonido metálico de la cuchara contra el piso. Puede ser eso o todo lo demás. Puede ser su alcoholismo mal reconocido, puede ser mirarse las arrugas frente al espejo y querer borrarlas con un movimiento de manos, puede ser la partida de Pepper y el hueco que le dejó a su rutina, porque sí, en el fondo Stark ama la rutina. Sabe lo impredecible y angustioso que es cuando todo se sale de control, cuando no hay nada a lo que aferrarse. Lo sabe porque por eso amó a Potts. Y también fue por eso que ella lo dejó. Tony lo sabe y reconoce que era lo mejor para ella, aunque no esté seguro cómo lo deja eso a él.
Sale de la cocina aún con la taza en las manos, se pasea un rato más y entra a su oficina. Sabe que debería ir a la cama, pero no es lo que necesita ahora. Mira los registros digitales de la seguridad del edificio, todos son hermosos puntos azules que indican tranquilidad. Ve con atención uno en particular, el cuarto del Capitán.
“Todo dentro del edificio se encuentra en perfecto estado Señor” Viernes lo saca de su aletargamiento, agradece y se dice a sí mismo que una noche tranquila siempre es lo mejor para su edad y su situación. Avanza hasta el ventanal, gira a la derecha dispuesto a volver a la fría cama e intentar dormir por lo menos un par de horas antes de que se le haga insoportable y tenga que volver al trabajo. Como siempre.
“Señor, alerta de nivel 1 las computadoras han registrado la aparición de Loki en la Tierra”
Y esa frase sentenció no solo la noche, sino la vida. Tony corre de nueva cuenta hacia la oficina. Después de New York el sistema estaba diseñado para reconocer cualquier potencial amenaza y reportarla a la brevedad, las amenazas estaban en escalas de destrucción. Desde la 5ta hasta la 0. La 5ta era para no hacerle caso y la 0 es nivel Thanos. ¡Oh Thanos! De todas, el Dios Asgardiano era 1. Por “Un dolor de culo”
— ¿Dónde fue visto por última vez Viernes?
“Señor, apareció en la Tierra hace menos de 10 minutos. Su ubicación actual es en el acceso principal de este edificio.”
La cara de Tony debió haber sido retratada, activa las transmisiones del exterior y definitivamente Viernes no miente. Fuera del edificio Avengers, Loki Laufeyson está esperando un recibimiento, mira directamente a la cámara con esos intensos ojos verdes. Y Tony tiene miedo, joder, miedo. Porque no ve a la Diva, no ve a la reina engreída que grita “De rodillas” oh no. Ve la mirada de estar jodido. Lo sabe, porque él está igual de quebrado.
Fucked up
La alarma suena por todo el edificio, Steve se pone de pie de un solo salto. No tiene tiempo de vestirse, toma su escudo y sale con la playera y los pantalones de dormir. Sigue adormilado, pero es la voz de Tony, así que atiende “Alguien despierte a chispitas, es su loco hermano otra vez” Él es el que tiene el cuarto más cercano al Dios del Trueno, corre hacia el final del pasillo y golpea la puerta tan fuerte que escucha el sonido del cuerpo de Thor cayendo de la cama al suelo.
— ¡Es Loki! Apresúrate.
Rogers acelera hacia la entrada del edificio donde Viernes indica que se encuentra Iron Man. Es el tercero en llegar y eso no le sienta bien a su orgullo, el frío remueve sus cabellos y la capa de Vision, Tony tiene la armadura puesta y mientras sigue en el aire apunta al asgardiano con una de sus manos. Steve siente un nudo en la garganta, aunque después de la Guerra ellos han vuelto a pelear juntos, sabe que su relación con Tony no es la misma y tal vez jamás pueda reconstruir esa confianza perdida.
— ¿Qué escondes pequeño hermano? — pregunta Tony y Loki sigue sin mover un solo músculo, es como si se hubiese quedado petrificado — Dudo que busques una amable audiencia con el Dios del Trueno ¿Verdad?
— Las hostilidades parecen haber hecho mella en tu corazón Stark. — Susurra el dios lo suficientemente fuerte para que todos lo escuchen — No busco la confrontación. Busco ayuda.
Tony hace una mueca, el Capitán puede saberlo por el resoplido que se escapa debajo de la máscara. Loki lleva un traje negro con sus detalles verdes, pero su capa cubre algo, no es demasiado grande, pero cualquier cosa en manos del mago es potencialmente peligrosa. Steve siempre presta atención a los detalles, la ropa de su enemigo, su rostro, sus ojeras y su postura indican cansancio, ha peleado o escapado. Porque nadie llega con la ropa semidestruida si no es por un buen motivo.
Prepara su escudo, no quiere tener que ver los juegos verdes del mago y terminar igual de jodido que Clint. Loki tiene la mirada gacha, él sigue escuchando la voz de Iron Man gritar, pide explicaciones antes de empezar el ataque. Steve no lo culpa, pero detiene sus ojos en la dirección en la que Loki mira. Y lo que descubre lo deja frío, más frío que todo ese tiempo en el hielo.
— ¡Alto Tony! Loki lleva un bebe en brazos.
El silencio es sepulcral, Vision repara en el detalle, Iron Man no acaba de hacer sinapsis. Thor llega detrás y se queda paralizado como si hubiese visto el mismísimo Ragnarok.
— Hermano…
Steve siente el frío que recorre su nuca cada que escucha la manera en que Odinson pronuncia esas palabras, siempre que se trata de Loki, el asgardiano parece susurrar palabras de amor.
— Es un bebé, estoy seguro. — Vision se acerca y Loki no da ni un solo paso hacia atrás, permanece impávido y se limita a quitar la capa negra con la que cubre el pequeño bulto. Es un bebé, un pequeño bebé lobo.
— Es mi bebé — asegura el mismo Loki — y es tu hijo, Thor.
El Capitán América tiene que parpadear un par de veces, pero es todo lo que puede hacer cuando por el rabillo del ojo presencia el primer desmayo del Dios del Trueno. El sonido del martillo contra el suelo hace que Tony de un brinco dentro de su armadura, otra vez.
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De los Xiaomi Mi 10 a los Xiaomi Mi 10T: qué ha cambiado entre estas dos generaciones de tríos de Xiaomi
De los Xiaomi Mi 10 a los Xiaomi Mi 10T: qué ha cambiado entre estas dos generaciones de tríos de Xiaomi
La nueva familia de teléfonos de Xiaomi ya está entre nosotros y, como ocurrió el pasado año, añade una T al nombre de los modelos más emblemáticos de la marca para arrancar así el cuarto y último trimestre del año. Damos la bienvenida a los nuevos Xiaomi Mi 10T Lite, Xiaomi Mi 10T y Xiaomi Mi 10T Pro.
Observando los nombres podemos darnos cuenta de que estamos, a expensas de un futurible pero no confirmado modelo Zoom, ante una réplica de los tres teléfonos principales de la primera mitad del año. Así que es un buen momento ahora para enfrentar cada modelo con su homólogo y ver qué ha cambiado entre ellos en esta media temporada. Sobre todo por si estamos considerando la compra de alguno de cara al fin del año.
Del Xiaomi Mi 10 Lite al Xiaomi Mi 10T Lite
Arrancamos la evolución entre familias de Xiaomi con el más modesto de todos, el Xiaomi Mi 10T Lite que tiene en el Xiaomi Mi 10 Lite un espejo en el que mirarse y observar tanto parecidos como diferencias. Aunque de los primeros encontramos pocos pues la pantalla ya pasa a ser LCD, crece hasta las 6,67 pulgadas con ratio 20:9 y monta 120Hz de velocidad de refresco. Un gran salto entre generaciones, aunque el lector de huellas deba colocarse ahora en el lateral.
En Xataka
Xiaomi Mi 10 Lite 5G, análisis: gran autonomía para uno de los mejores gama media de 2020
Para el procesador, Xiaomi opta por el nuevo Snapdragon 750G de Qualcomm lo que supone un pequeño paso atrás, muy leve, con respecto al Snapdragon 765 del Xiaomi Mi 10 Lite, y también perdemos algunas opciones de memoria. El nuevo modelo, por ejemplo, ya no cuenta con una versión superior con 8GB de RAM. Aunque en el salto la batería crece considerablemente hasta situarse en 4.820 mAh y con una carga rápida superior, ahora de 33W.
Los 120Hz se hacen protagonistas de la gama Lite
Podemos decir que en el apartado fotográfico es donde apreciamos menos cambios. Más allá de que la cámara principal trasera ahora es de 64 megapíxeles en lugar de 48 megapíxeles, y que alguna lente gana luminosidad por el camino (no demasiada), los hermanos Lite se parecen bastante en este sentido.
También cuentan ambos con 5G de serie, manteniéndose casi idénticas las opciones de conectividad, incluyendo el puerto de infrarrojos tan característico de la firma, o la presencia del conector de auriculares que nos da acceso a la radio FM. Como vemos, tenemos un Xiaomi Mi 10T Lite mejor con algunos matices y tocará a los compradores decidir qué generación es la idónea para una compra. Os dejamos la lista de especificaciones.
Xiaomi Mi 10 Lite vs Xiaomi Mi 10T Lite, las especificaciones técnicas
Xiaomi Mi 10 Lite
Xiaomi Mi 10T Lite
Pantalla
AMOLED de 6,57 pulgadas Ratio 20:9 FHD+ a 2.400 x 1.080 430 nits HDR10+ Notch superior
IPS de 6,67 pulgadas Ratio 20:9 FHD+ a 2.400 x 1.080 Refresco a 120Hz (adaptable) 450 nits HDR10+ Panel perforado
Procesador
Snapdragon 765 GPU Adreno 620
Snapdragon 750G GPU Adreno 619
Versiones
6GB/64GB 6GB/128GB 8GB/256GB
6GB/64GB 6GB/128GB
Cámara trasera
48 MP f/1.8 Súper gran angular 8 MP f/2.2 Macro 2 MP f/2.4 Bokeh 2 MP f/2.4
64 MP f/1.7 Súper gran angular 8 MP f/2.2 Macro 2 MP f/2.4 Bokeh 2 MP f/2.4
Cámara frontal
16 MP f/2.5
16 MP f/2.45
Batería
4.160 mAh Carga rápida de 20W
4.820 mAh Carga rápida de 33W
Sistema operativo
Android 10 MIUI 12
Android 10 MIUI 12
Conectividad
5G Wifi 5 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
5G Wifi 5 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
Dimensiones y peso
163,7 x 74,8 x 7,9 milímetros 192 gramos
165,3 x 76,8 x 9 milímetros 214 gramos
Otros
Lector de huellas lateral, dual SIM
Lector de huellas lateral, dual SIM
Del Xiaomi Mi 10 al Xiaomi Mi 10T
Llegamos al ecuador de las familias con los modelos sin apellido. Ni Lite, ni Pro ni nada. Aquí se enfrentan los Xiaomi Mi 10 y los Xiaomi Mi 10T, y también hay diferencias entre ambos con algunas decisiones comunes al salto de generación. Por ejemplo, pasar a un panel LCD desde el AMOLED previo, lo que supone que el lector de huellas se desplaza. El panel sigue perforado pero ahora es un 20:9 con lo que tenemos 2.400 x 1.080, aunque el gran cambio se produce aquí en materia de refresco.
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Los 90Hz del Mi 10, que había que cambiar a mano, ahora son 144Hz que el sistema gestiona en función de sus necesidades y que puede reducir incluso hasta los 30Hz, nada mal. Por el camino también ganamos brillo, por cierto, llegando a los 650 nits máximos. En el procesador, repite el Snadpragon 865 ofreciendo, entre otras cosas, 5G, aunque perdemos los modelos con 12GB del Xiaomi Mi 10 de la primera mitad del año.
Pasos adelante y atrás en un teléfono muy goloso para su línea de precios: 499 euros
En fotografía, resulta curioso que Xiaomi prescinda del sensor de 108 megapíxeles (que sí mantiene en el modelo Pro, como veremos ahora) para montar uno de 64 megapíxeles, sobre todo porque por el camino nos dejamos luminosidad pasando a una lente f/1.89. Las otras cámaras se mantienen sin apenas cambios con la salvedad de que la cámara para lecturas de profundidad se convierte en un sensor ambiental a bordo del Xiaomi Mi 10T.
En batería también se produce un salto con matices, pues ahora tenemos 5.000 mAh de pila interna con 33W de carga rápida, pero la carga inalámbrica se borra de la nueva configuración. El nuevo Mi 10T vuelve a ofrecer 5G, WiFi 6, Bluetooth 5.1, infrarrojos, chip NFC y puerto USB tipo C, además de los altavoces estéreo. Os dejamos con la comparativa de las especificaciones técnicas en bruto.
Xiaomi Mi 10 vs Xiaomi Mi 10T, las especificaciones técnicas
Xiaomi Mi 10
Xiaomi Mi 10T
Pantalla
Super AMOLED de 6,67 pulgadas Ratio 19.5:9 FHD+ a 2.340 x 1.080 Refresco de 90Hz 500 nits HDR10+ Notch superior
IPS de 6,67 pulgadas Ratio 20:9 FHD+ a 2.400 x 1.080 Refresco a 144Hz (adaptable) 650 nits HDR10+ Panel perforado
Procesador
Snapdragon 865 GPU Adreno 650
Snapdragon 865 GPU Adreno 650
Versiones
8GB/128GB 8GB/256GB 12GB/256GB
6GB/64GB 6GB/128GB 8GB/128GB
Cámara trasera
108 MP f/1.7 Súper gran angular 13 MP f/2.4 Macro 2 MP f/2.4 Bokeh 2 MP f/2.4
64 MP f/1.89 Súper gran angular 13 MP f/2.4 Macro 5 MP f/2.4 Sensor ambiental
Cámara frontal
20 MP f/2.0
20 MP f/2.2
Batería
4.780 mAh Carga rápida de 30W Carga inalámbrica de 30W Carga inalámbrica inversa de 5W
5.000 mAh Carga rápida de 33W
Sistema operativo
Android 10 MIUI 12
Android 10 MIUI 12
Conectividad
5G Wifi 6 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
5G Wifi 6 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
Dimensiones y peso
162,5 x 74,8 x 9 milímetros 208 gramos
165,1 x 76,4 x 9,33 milímetros 216 gramos
Otros
Lector de huellas en pantalla, altavoces estéreo, dual SIM
Lector de huellas lateral, altavoces estéreo, dual SIM
Del Xiaomi Mi 10 Pro al Xiaomi Mi 10T Pro
El gigante de los nuevos Xiaomi Mi 10T también cuenta con un hermano, menor en algunos aspectos y mayor en otros, en este año 2020, y dicho hermano es el Xiaomi Mi 10 Pro. Un hermano con el que comparte algunas partes de la pantalla como la diagonal o la resolución, con la diferencia de que ahora hablamos de LCD y de ratio 20:9, mientras que antes teníamos Super AMOLED y 19.5:9, así que saca algo de ventaja el Mi 10T Pro en altura pero pierde, en teoría, en tecnología.
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También saca ventaja en la frecuencia de refresco pues ya no tenemos 90Hz sino 144Hz, y éstos se ajustan automáticamente según el contenido que estemos viendo o jugando, mientras que en el Mi 10 Pro había que hacer el cambio a mano. Bajo el capó, los dos modelos comparten el Snapdragon 865 con la Adreno 650 aunque el Xiaomi Mi 10 Pro fue más agresivo en memorias, con opciones de 12GB de RAM y llegando hasta los 512GB de memoria interna.
El nuevo gigante de Xiaomi se hace fuerte en el último tramo del año
También se produce un salto entre ambos teléfonos en el apartado fotográfico. Al aparente empate (por poco) en los 20 megapíxeles frontales hay que sumar un cambio de concepción en las cámaras traseras. Se mantiene el sensor principal de 108 megapíxeles pero los dos objetivos telefoto desaparecen dejando paso a un macro y un sensor ambiental. La cámara súper gran angular repite, pero de 13 megapíxeles en lugar de 20.
Por último, también hay diferencias en la batería. Los 4.500 mAh del Mi 10 Pro se convierten ahora en 5.000 mAh aunque por el camino nos dejamos algunas cosas. Por ejemplo, perdemos carga rápida bajando de 50W a 33W y ya no tenemos carga inalámbrica, ni la normal ni la inversa. Y el lector de huellas ahora viaja de detrás de la pantalla al lateral. Ésa ha sido la evolución entre modelos. Os dejamos las características técnicas en bruto.
Xiaomi Mi 10 Pro vs Xiaomi Mi 10T Pro, las especificaciones técnicas
Xiaomi Mi 10 Pro
Xiaomi Mi 10T Pro
Pantalla
Super AMOLED de 6,67 pulgadas Ratio 19.5:9 FHD+ a 2.340 x 1.080 Refresco a 90Hz/60Hz 500 nits HDR10+ Panel perforado
IPS de 6,67 pulgadas Ratio 20:9 FHD+ a 2.400 x 1.080 Refresco a 144Hz (adaptable) 650 nits HDR10 Panel perforado
Procesador
Snapdragon 865 a 2,84GHz GPU Adreno 650
Snapdragon 865 a 2,84GHz GPU Adreno 650
Versiones
8GB/256GB 12GB/256GB 12GB/512GB
8GB/128GB 8GB/256GB
Cámara trasera
108 MP f/1.7, OIS Telefoto 12 MP f/2.0, 2X Telefoto 8 MP, f/2.0, OIS, 5X Súper gran angular 20 MP f/2.2
108 MP f/1.69, OIS Súper gran angular 13 MP f/2.4 Macro 5 MP f/2.4 Sensor ambiental
Cámara frontal
20 MP f/2.0
20 MP f/2.2
Batería
4.500 mAh Carga rápida de 50W Carga inalámbrica de 30W Carga inalámbrica inversa de 5W
5.000 mAh Carga rápida de 33W
Sistema operativo
Android 10 MIUI 12
Android 10 MIUI 12
Conectividad
5G Wifi 6 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
5G Wifi 6 Bluetooth 5.1 NFC Infrarrojos USB-C
Dimensiones y peso
162,5 x 74,8 x 9 milímetros 208 gramos
165,1 x 76,4 x 9,33 milímetros 218 gramos
Otros
Lector de huellas en pantalla, altavoces duales, dual SIM
Lector de huellas lateral, altavoces duales, dual SIM
- La noticia De los Xiaomi Mi 10 a los Xiaomi Mi 10T: qué ha cambiado entre estas dos generaciones de tríos de Xiaomi fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Samuel Fernández .
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¿Que te sucede?
Te miro en el espejo y no paro de comprender que es lo que te sucede, ¿estas con miedo? ¿Esas voces volvieron a tu cabeza? A veces te planteas preguntas que te arruinan todo, ¿te sentis inutil por cosas tan idiotas como no sentirte suficiente o no ser bueno charlando? ¿extrañas ese pasado en donde podias hacerlo con naturalidad? Son cosas que pasan y volviendo a sociabilizar pasará.
¿Volvieron esos pensamientos en donde no te sentis bueno para alguien? Argumentas que el mundo seria un lugar mas lindo sin vos, pero sabes bien que alguien va a extrañarte y alguien va a estar enojado con vos.
Por primera vez tuviste ese sentimiento de amor fuerte, no se parece para nada a las otras veces ¿acaso tenes miedo de que se termine? Despues de todo lo que pasaste deberias comenzar a creer en que todo esta predestinado, hay gente que solo te acompaño para conectarte con los que valen la pena.
Hace mucho no sonreias asi, y no hay nada mas lindo que sentirte asi por alguien o ¿acaso esos celos te van a hacer sentir menos? Dejame decirte que no, no te sientas menos, tenes mucho para dar. Es raro que diga esto pero sos buen chico, atento, calido, te gusta ayudar a los otros o acompañarlos a lugares y ver sus sonrisas ¿no crees que eso es algo bueno? Solo tenes esa falla de falta de confianza y no poder sacar temas para hablar, pero con el tiempo lo vas a ganar.
Lo unico que queres ahora es tenerla durmiendo alado tuyo, mirarla, y no creer que este pasando. Aunque sea verla 1 minuto te basta para estar feliz por una semana, deseas tener ese contacto visual en donde las palabras no existen y donde mirarse dice todo.
Sabes que eso quizas no pase, pero sentite feliz por ese sentimiento de amor fuerte y, espero des todo siempre y seas feliz.
Segui reflexionando porfavor y saca todo lo que sientas.
Atte: Leandro.
Pd: Leandro del futuro si lees esto, espero que este todo genial y se cumpla todo lo que te propusiste.
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YO
Voy a hacer como si 'Tumblr' fuera 'Twitter' y en vez de hablar poéticamente, contar como me siento, como si lo estuviera charlando, porque es eso lo que me hace falta y no siento que en este momento nadie me pueda entender, ni si quiera yo.
Por momentos odio mi autenticidad, y mi forma de ser; literlamebte me deprime, cada dia me siento mas solo y siento que es por culpa mia, que yo me lo voy ganando cuando intento demostrar mis pensamientos o mis razonamientos a los demas con mi forma de ser incluida. Eso no se termina, es algo permanente de lo que me voy dando cuenta al pasar el tiempo, como si fuera una cagada de las tantas que me mando.
Otra cualidad es la de pretender que pasen cosas que son imposibles, que yo mismo hice que se convirtieran en imposibles, gracias al camino que eleji seguir. Esto genera unos agujeros mentales enormes que me estan matando, no me dejan concentrarme en mi camino y evitar las tentaciones.
No voy a mentir, pero ya no estoy triste, no lloro, ni me encierro a pensar como en un período que tuve hace un tiempo, simplemente siento que perdi mis sentimientos. Literalmente; al punto de no sentir aprecio por la gente que amo, ya sean amigos, familia o cualquier tipo de relación cercana. Llegue a un punto de ser yo y listo, de poder estar con energía positiva y otros días negativa pero aleje muchas cosas que antes estaban presentes en mi, sin dejar de ser yo pero volviéndome mas frío.
Yo pienso que es una nueva etapa y que me servirá para algo, todavía nose para que. Quizás para soltar esas pretenciones de cosas que no van a pasar, para aprender a controlar impulsos, para olvidar o dejar pasar lo que ya paso, o simplemente es la vida que sigue y me la cuestiono por ser porfiado y pensar que hay un motivo, cuando simpmente se trata de vivir.
Éste ultimo concepto cambia todos los días de significado creo yo, como lo es el de 'felicidad'. Cada uno lo estructura o lo logra a su manera, unos lo vemos a futuro y nunca llega (o quizas si llega), y otros simplemente piensan que no existe. Espero este momento no sea la transición del primer grupo, al segundo...
Dos por tres escucho la música que me estimula más, esa que me da paz y que muchas veces es la causante de esas pretenciones porfiadas o esos impulsos que parecen incontrolables, ya no la lloro, pero si me duele. Cuando tomo alcohol se cruzan sensaciones parecidas, que se extienden o no dependiendo de donde este o de quienes estén presentes en el momento. Esto es malo? A veces pienso que si y me alejo de todo, otras pienso, si es así y tanto genera, por qué alejarme? Pero intento ser cuerdo, o al menos cuerdo para los demas o por los demas (nunca lo logro).
Errores tiene cualquiera, pero no muchos saben equivocarse, que dificil es lograr esa estabilidad que muchos mostramos pero que realmente esta en pocos. Una palabra que me representa mucho en estos tiempos es inconstante... si, existe, y su significado es "que carece de voluntad firme y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo de realizarla". Fuerte que yo acepte esto, pero ya es hora de mirarse a uno de forma pura y abrir la cabeza.
Tanta búsqueda, tanta insistencia con la perfección y el sentimiento de estar tan cerca de lograrlo me hizo bajar a tierra y darme cuenta que es todo mentira, parece cliché pero no hay nada anotado, ni nada anotado habrá, simplemente esta la hoja en blanco y vos tenes que nadar por ahi, y si habré nadado!
Me duele la cabeza de escribir este texto, ya tenia mi procesador lleno de telas de araña, sin funcionamiento, no se si es bueno o malo, pero me siento bien haciéndolo. Me sentiría mejor hablandolo solo, pero mi privacidad en mi casa es casi nula, por eso el recurso.
Podria decir mis locuras, mil razonamientos y mil pensamientos, pero todos son mentira, todas las palabras mienten cuando hablan de sentimientos, porque uno no explica de forma etiquetada lo que siente, como si hubieran frasquitos dentro del cuerpo con etiquetas de colores. Entonces sigo, simplemente delirando, con mi pobre ortografía y mi corta variedad de palabras, para poder ver que sale como resultado de esta depresion pasiva por la que estoy pasando.
Que necesito? Un abrazo? No lo creo, un abrazo te calma, te reinicia, te acomoda, eso no necesito yo. Necesito una balanza, un golpe que me mueva y me haga valorar, que me borre el pizarron de la vida para poder de verdad y de una vez por todas culminar algo que no sea académico, que vaya por el lado del alma.
Me gustaría señalar en negrita todas las palabras tan importantes, lindas o significativas que voy diciendo pero quiero escribir sin retroceder y sin leer, solo para desahogar, simulando que estoy conversando y que no tengo un libreto o un historial para corregir o cambiar lo dicho. Pensamiento puro o real le llamaría a eso, solo por ocurrencia. Por otro lado pensamiento virtual es esas 'cartas' que borramos y editamos cien veces antes de mandarlas o publicarlas. Son reales, quiero pensar que si, pero es mas autentico que salga lo que salga.
Siempre nos sentimos menos cuando estamos mal, y cuando alguien nos da para adelante, ignoramos o no creemos por pensar que solo es por lástima o para hacernos sentir mejor. Por eso nos aislamos, para no escuchar esos mensajes "hipócritas" de la gente. Pero bien que luego ambos hacemos lo mismo. Eso no es por ser malo o desinteresado, es porque de verdad cuesta ponerse en el lugar del otro, saber que siente en carne y hueso, y cuales son sus pensamientos reales. Yo debo ser la persona menos entendible del planeta, y considero que me expreso bien pero bueno, inentendible en fin, como todo lo mío.
Me amo, me odio, no se, es complejo. Esta bien amarse, esta bien saber que es lo malo que tenemos o generamos, para cambiarlo. Esta bien extrañar, esta bien amar, pero no es un juego o una aventura, es la vida. La vida es amar, es discutible, pero se que a partir del amor es que hacemos todo, muchos no se dan cuenta, piensan que es otra cosa, pero es pq tienen otra perpectiva. El amor abarca mucho mas que una relación, son momentos (pasado, presente, futuro), son personas, son objetos, son sensaciones, son decisiones y muchas cosas tangibles y no tangibles. Yo todavía no lo entiendo.
Me da pena terminar esta publicación, siento que esta incompleta, y hay muchas cosas que no me animo a decir. Pero bueno, creo que voy a recurrir a desahogarme acá una vez cada tanto, me hace bien. Me hace mejor que hablar con gente que es imposible que me entienda, y escuchar un "yo te entiendo", me saca de quicio. Solo yo me entiendo, y alguna persona más.
Hasta pronto...
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LA ESPIRITUALIDAD: VIAJE A LA INTERIORIDAD De la inteligencia “boba” a la inteligencia espiritual
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Este vídeo titulado “The eyes of a child” cuenta que algo distorsiona nuestra mirada. Hugo de S. Víctor, ya en el siglo XII, constató lo mismo: “El hombre nació con tres ojos: uno corporal, otro racional y un tercero, contemplativo. Al crecer, y abandonar el paraíso, el ojo corporal quedó debilitado, el racional perturbado y el de la contemplación, ciego”. La espiritualidad es un viaje a la interioridad a lo largo del cual reeducamos la mirada de los tres ojos: el corporal para ver, el racional para entender y el contemplativo para amar. El ser humano en su dimensión espiritual puede quedar miope si no se educa. Teresa de Jesús afirmaba que aprender a mirarse por dentro no es fácil: “hay almas tan enfermas y mostradas a estarse siempre en cosas exteriores, que no hay remedio ni parece que pueden entrar dentro de sí... Y si estas almas no procuran entender y remediar su gran miseria, quedarse han hechas estatuas de sal por no volver la cabeza hacia sí [por no entrar dentro de ellas]” (1 M 1, 6). Teresa, experta en “viajes hacia adentro”, afirmará con asombro: “No nos imaginemos huecas en lo interior” (C 28, 10). Este explorar el centro de nuestro ser, en la tradición cristiana se le ha llamado “contemplación” o “viaje interior de transformación”.
1.- “Viajar” es distinto a “desplazarse”. La espiritualidad es viaje. La literatura romántica del s. XIX distinguió entre “viajar” y “desplazarse”. Hoy ambos verbos se usan indistintamente, pero no son lo mismo. Hay personas que se desplazan, incluso se pasan el día entero corriendo, haciendo kilómetros de un lugar para otro, pero, curiosamente, no “viajan”. Muchos de los desplazamientos actuales son evasión, escape y prisas. El viaje interior siempre implica “interacción” y “encuentro” con una realidad diferente que te sorprende, que te cuestiona. ToDo viaje es educativo, pues saca lo que hay escondido dentro de nosotros. Si no hay “impacto” y no me dejo “interpelar” por los lugares, momentos, culturas y personas con las que me encuentro, no hay viaje, sólo hay resort, entretenimiento, turismo y, en algunos casos más dolorosos, como vemos en nuestros días, expulsión… Hay quien ha llegado a afirmar que es más grande el microcosmos, y lo que hay dentro de nosotros, que lo exterior que nos circunda, el cosmos.
2.- El viaje es imprevisto y no calculado. La espiritualidad es sorpresa. No es sólo tomar un taxi, un autobús… El viaje no es una planificación calculada. El lunes aquí, el martes allí… A las 9 a la Torre Eiffel, a la 1 en el Louvre… Eso es una rutina mecánica y programada ¡Hala, te metes el atracón y ya has visto París! Has seguido los tópicos. Para hacer eso, es mejor comprarse una colección de postales, o sentarse delante de internet y hacer un recorrido virtual. No hay viaje interior si no hay imprevisibilidad. En la sociedad del cálculo nos cuesta mucho viajar, porque tenemos muy planificado con quién comeré, cuándo llegaré y qué hare dentro de una hora. Eso más que viajar es seguir un itinerario establecido. El viaje tiene que estar abierto siempre a lo nuevo, a lo que desconcierta, a lo que te cambia los planes, a lo que te maravilla y te sorprende porque no lo esperabas... El viaje es una ocasión para conocer cómo reacciono delante del desafío de lo nuevo. Verifico en esas circunstancias mi capacidad De audacia, prudencia, discernimiento, adaptación, mis virtudes, mis fortalezas, mis debilidades… El viaje interior siempre tiene que estar abierto a la flexibilidad. Un signo de madurez es estar abiertos a los cambios de planes. La rigidez mata el viaje contemplativo, el itinerario espiritual.
3.- El viaje interior es encuentro con la diversidad. La espiritualidad es apertura a la diversidad. El viaje es valioso si hay encuentro con la diversidad. Cuando todo es IKEA, Coca-Cola, McDonald’s, Intimissimi, las mismas tiendas y franquicias, las mismas áreas comerciales, el mundo pierde riqueza. Si todo el mundo es igual, ¿para qué me tengo que desplazarme seis horas en avión? Lo que hay allí ya lo tengo aquí. La reproducción clónica de las culturas es terrible. Hace innecesario el viajar. La riqueza de nuestro planeta es que las coordenadas son distintas a nivel gastronómico, social, espiritual, etc. La Diversidad enriquece. Si estoy siempre escondido en mi “corral de gallinas”, arropado con mi clan porque me da seguridad, no viajas. La espiritualidad es salir de ti mismo. Hay quienes viajan “dentro de su pecera” y les da miedo el contacto con otros mares. Y cada uno lleva en su pecera sus cuatro rutinillas, “el italiano, la pasta”, “el inglés, el té”, “el español, la tortilla de patata”… ¡Y no hay quién te saque de ahí! El viaje espiritual te ensancha la mirada y te invita a encontrarte con la diversidad y, especialmente, te ayuda a evitar la superioridad y la ridiculización del otro. Hay un pasaje en el libro del Principito que es elocuente a este respecto. El Principito cuando va viajando por el espacio, observa que en otro planeta había un campo de rosas maravillosas, y él pensaba que su rosa era la única, y que no había otra como aquella.
4.- El viaje interior es lento. El viaje interior está reñido con la velocidad. Esta es una de las claves de las peregrinaciones (Santiago de Compostela, Tierra Santa, etc.). A H. Ch. Andersen no le gustaba el ferrocarril en el s. XIX, porque decía que, con la rapidez, no se disfrutaba del viaje, de las personas, del paisaje, etc. Es distinto ir a Santiago de Compostela por autopista que ir a pie recorriendo fuentes, ermitas, senderos, encontrando personas… Quizás me encontraré conmigo mismo, o con un amigo para siempre, o con la chica de la que me voy a enamorar locamente, o con… Cuando uno viaja y tiene la capacidad de parar y contemplar te Das cuenta de lo que perdemos con la velocidad. Si vamos por carretera, ya sabemos lo que nos esperan: áreas de servicio, y todas iguales. Lentitud… Espiritualidad es paciencia. Guiso a fuego lento. Viajar es frenar el tiempo para no perder a nadie en el camino. El culto a la velocidad genera un estado de superficialidad tremenda y mucho nerviosismo. ¡Cuando una conexión de internet no navega rápido, fijaos cuánto nerviosismo! ¡Toneladas de correos electrónicos en los que todos quieren que les respondas ya, inmediatamente! ¡El viaje interior reivindica la carta de papel, la paloma mensajera, la cueva! Viajar es saber degustar las cosas, cortando con las rutinas habituales. Si pinto, pinto; si como, como; si leo, leo… Y no leo, al mismo tiempo que como, y, al mismo tiempo, que wasapeo y, al mismo tiempo que… Eso mata el espíritu. El viaje espiritual no permite amontonar verbos… La obsesión por la rentabilidad, rapidez, eficacia que están tan en alza, también en el mundo religioso, no siempre son compatibles con la meditación, serenidad, silencio… La cultura de la interioridad es paciente y se enamora no del producto final, sino del proceso, del itinerario.
5.- El viaje interior te pone en crisis. La espiritualidad suscita preguntas nuevas. Revolucionan el yo. Te saca de tus casillas. Los viajes te cambian, pero, hasta tal punto que, cuando vuelves, te cuestionas todo y ya no te reconoces. Te extraña tu estilo de vida y lo que estás haciendo. ¿Y yo? ¿Por qué vivo así? ¿Por qué comparto mi vida con esta mujer, o con este hombre desde hace quince años? ¿Por qué estudio o trabajo en esto? Y, ¿quién soy? ¿Por qué consumo tanto, y tan desordenadamente, si allí, donde estuve, viven mejor sin tanto? El viaje, si es serio, pone en crisis nuestras opiniones, criterios, ideas, y, sobre todo, nuestro estilo de vida. El viaje ayuda a la deconstrucción de tópicos y prejuicios. ¡El oriental es…! ¡Los latinoamericanos son…! ¡Cuidado! La espiritualidad verdadera ayuda a superar generalizaciones simplistas de los otros. Gadamer era certero cuando, sobre esta cuestión, escribía: “El viaje, entrar en contacto con otro, es descorrer una cortina. Cuando la has descorrido empiezas a conocer de verdad lo que no se veía, la realidad”. Una cosa son los fenómenos y otra es la realidad. Los fenómenos son las cáscaras de la realidad. Puede que algunas de estas crisis conlleven una iluminación y una ruptura con cosas que yo hacía antes y, a partir de ahora, ya no quiero hacerlas. Y peregrinas a Santiago, o de repente en tu camino te encuentras con tal persona y tu opción de vida, que la tenías planificada de determinada manera, de repente, cambia de rumbo. El viaje interior requiere, en este sentido, cierta capacidad de riesgo y de audacia. Te hace más universal, desarrollas tus capacidades y caes en la cuenta de tus límites físicos, lingüísticos, mentales, espirituales… En definitiva, convertir las dificultades, el sufrimiento, en una oportunidad.
6.- El viaje interior es experiencia con otros. Espiritualidad es apertura y experiencia con otros. Decía Teresa de Jesús en el Libro de su Vida: “No hablaré de nada que no haya experimentado una o varias veces”. Que el viaje interior sea “personal” y en “soledad”, eso no significa que, necesariamente, sea en “solitario”. No vamos nunca solos. Cada uno por su carril, pero, junto a otros, en la misma autopista, y a diferente velocidad. El viaje se actualiza cuando lo “narras” y lo “compartes” con otros. Comunidad, fraternidad, cobran importancia. Es muy importante contar el viaje interior a otros. Muchos no te entenderán. Es normal. Conozco gente que ha hecho el “Camino de Santiago” y dicen que, cuando cuentan las experiencias vividas, tienen la impresión que sólo les entienden aquellos que lo han recorrido antes. Y no les falta razón. Comprendemos mejor al otro si hemos tenido experiencias similares. Por ejemplo, la experiencia de enamorarse, la paternidad-maternidad, la muerte de un ser querido, la amistad, el dolor, la traición… Si el otro no ha tenido esas experiencias, es posible que no te comprenda bien o que tú no le entiendas bien. Y, también, podría suceder que, otras veces, contando tu experiencia del viaje, aunque el otro no entienda nada, provocas que le pique la curiosidad y quiera él también recorrerlo… El viaje espiritual ha sido un camino que otros han recorrido antes que nosotros (hombres y mujeres, la mayoría anónimos).
7.- El viaje interior es transformador. La espiritualidad es transformación. Al final del viaje interior no soy el mismo de antes. Algo nuevo empieza a nacer. Una criatura nueva. En el viaje, lo que he visto se ha quedado grabado en la retina del espíritu. El viaje de verdad transforma mi identidad. Aquello que vi me ha hecho pensar. La persona con la que me encontré me “alteró”, en el sentido más positivo del término (alter = me hizo ser otro). El viaje es un proceso arriesgado. Es un itinerario que puede “resetear” la identidad de la persona. Al hacer un viaje, nadie te asegura que a la vuelta seas el mismo del principio. Cuando uno sabe qué acabará pensando después de ir “allá”, eso no es viaje. Es sólo turismo. El viaje a la interioridad provoca el gran milagro de la transformación: el “éxtasis”. ¿Qué significa éxtasis? “Salir de uno mismo”. Éxtasis no en el sentido de arrebato momentáneo en el que te escapas y evades de la realidad, sino un salir del “falso yo”, cerrado en sí mismo, hacia su liberación en la entrega de sí a todos sin excepción, el yo verdadero. ¿Cuándo sabe un manzano que es un manzano? Cuando da manzanas y alimenta a la gente que está a su alrededor. El viaje interior del manzano le llevará a dar manzanas que otros comerán. La espiritualidad imprimirá “control de calidad” a nuestras manzanas. Uno de los frutos del viaje interior es el olvido de uno mismo, el cual conlleva inevitablemente la transformación del mundo. La verdadera espiritualidad nos reconduce a la realidad, te mete más de lleno en este mundo. Si te saca de este mundo no es verdadera espiritualidad, es “ideología”. Un éxtasis que te aleja de la realidad es droga de diseño o “chute”…, pero no es inteligencia espiritual, de la que sigue la “lógica de la encarnación”.
8.- El viaje interior es exterior. PoDemos hacernos una idea de lo que es Oriente, el África subsahariana o la selva amazónica, sin movernos de Salamanca. Sin embargo, un día viajas e interaccionas con esa nueva realidad y, de repente, la imagen que tenías se viene abajo. Nunca más aquella persona volverá a hablar de la misma manera del África subsahariana… El viaje te transforma la mirada interior. El contemplativo no es un observador curioso de lo que sucede alrededor. Me he encontrado con jóvenes que han viajado como voluntarios a países en vías de desarrollo. Estos jóvenes tenían mucha información, datos del país, conocían la precariedad de las infraestructuras, las estadísticas sobre la pobreza, la marginación… Llegaron allí y el contacto real los transformó. Vuelven a su casa y empiezan a relativizar muchos problemas que para ellos antes eran un drama. Ya nunca se quejarán: “¡Hoy no hay agua caliente!” Resulta que, en el pueblo donde fue hospedado ese joven, las familias tenían que hacer 10 km para ir a buscar agua potable. El viaje les ha cambiado su forma de ver. Y descubren que la abundancia de bienes más que estimular la generosidad, muchas veces la frena. Y se dan cuenta que hay que simplificar para vivir intensamente. Y empieza el diccionario a tener palabras que antes eran innombrables: renuncia, austeridad, sacrificio… Y te planteas que para hacer el bien no siempre hace falta viajar a Calcuta, pues la señora María, la del cuarto, está más sola que la una, etc. Y te importa ella. Telescopio, gafas, microscopio, todo ayuda en la espiritualidad como viaje interior. La verdadera contemplación es de “ojos abiertos”, no de “ojos cerrados”, pues el amor “tiene ojos” y también “tiene manos”.Y quieres que los pobres, los que no cuentan sean también tus compañeros de viaje… Y seas quien seas, podrás optar por vivir entre los pobres o decidir no vivir entre los pobres, pero nunca los podrás olvidar, ¡y nunca vivirás como si no existieran! Y descubres que amar y servir no es un sentimiento, es una decisión muy profunda. Y la contemplación se convierte en compasión. Y el sufrimiento de cada ser humano, incluso los que no conoces, te empieza a doler en lo más profundo del alma… ¡Los demás te importan! Hay un desplazamiento interior. ¡La espiritualidad verdadera extirpa las cataratas del egoísmo”. El viaje interior es viaje exterior.
Conclusión: De la inteligencia “boba” a la inteligencia espiritual.
1.- Viaje interior e inteligencia espiritual. Desde que Howard Gardner, en 1983, rompiese con la idea de que la inteligencia no es una, sino muchas (lingüística, musical, lógico-matemático, corporal, espacial-visual, intrapersonal, interpersonal, ecológica, etc.), en los últimos años, otros pedagogos, psicólogos y filósofos (Zohar, Mashall, Torralba) han apostado por la existencia de la denominada inteligencia espiritual. Las inteligencias si no se educan se atrofian. Algunos siguen pensando en un sistema educativo exclusivamente intelectual (amueblar la cabeza), pero el ser humano no es solo mente; también es cuerpo y espíritu. Toda educación debería ser integral. Toda inteligencia ayuda a responder cuestiones (o a plantearlas), a superar conflictos, a resolver dificultades… Hay temas que los jóvenes pueden suscitar, como el sentido de la vida, el amor, el altruismo, o por qué mi madre se fue de casa, o por qué mi padre murió de un cáncer, o por qué se suicidó mi mejor amigo… que las integrales y las ecuaciones (inteligencia lógico-matemática) y el saber mucho inglés, alemán o hebreo (inteligencia lingüística) no podrán nunca resolver. Con lo espiritual sucede lo mismo. Hay que educar en lo espiritual en la familia, en la escuela, en la parroquia, etc. La inteligencia espiritual deberá traducirse en competencia, en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
Hoy se habla de la “inteligencia boba”. ¡El mundo está lleno de inteligentes bobos! Si la inteligencia es una suma de “conocimientos”, que nos ayudan a “vivir” la “plenitud de nuestro ser”, el que prescinda en su formación de uno de esos conocimientos siempre estará en desventaja. Siguiendo el mismo razonamiento, el ser humano que no sea educado en su inteligencia espiritual se quedará empequeñecido y embrutecido. Habrá un déficit en su persona, el cual, más tarde o temprano, le pasará factura. La inteligencia espiritual no debe confundirse, ni identificarse sin más con la iniciación a la fe. Eso es otro tema distinto, que otro día abordaremos con detención. La fe implica siempre un asunto de elección, de opción personal, donde actúa la libertad humana. Pero hay que preparar la tierra, el humus. De ahí la importancia de cultivar esta dimensión espiritual en la nueva generación, porque es el escalón previo a la consciencia religiosa, a la creencia, a la fe. Formar en la inteligencia espiritual es nuestro mundo –personalmente pienso- es irrenunciable.
2.- La “atención” es la virtud por excelencia en el viaje interior, afirmaba la filósofa Simone Weil. En ningún momento de la charla he mencionado explícitamente a Dios. Lo he hecho a propósito, y mucho que me ha costado. Sin embargo, durante mi reflexión, Dios ha estado siempre ahí, jugando al escondite con nosotros. No sólo su espíritu aleteaba; a alguno, quizás, le habrán llamado la atención algunas “supuestas erratas” y letras en negrita que se han colado en el texto. Esas letras han sido las más meditadas, 7 veces han compuesto la palabra D, i, o, s. ¡Búsquenlo! ¡Sólo había que estar atento! Eso es, en parte, la espiritualidad. En todo hallar noticia de Dios. En el viaje interior cristiano sucede lo mismo. Dios es el protagonista y siempre está, pero –insisto- hay que estar atento, hace falta consciencia. “The eyes of a child” lo pueden ver... (cf. Nicodemo, el anciano, tuvo que “nacer de nuevo” (cf. Jn 3, 1-21): “Si no os hacéis como niños… (Mt 18, 3). Lo más importante en la espiritualidad, como en la vida misma, suele ser lo que no es evidente a primera vista: D i o s. “Estabas dentro de mí, era yo quien estaba fuera” (S. Agustín). La espiritualidad tiene como misión educar para ser contemplativos, formar para evangelizar los sentidos: aprender a tocar, ver, oír, oler y gustar según haría Jesús.
2.1.- El 12 de enero de 2007, el rotativo Washington Post llevó a cabo un curioso experimento cuya finalidad era calibrar el gusto artístico del ciudadano medio norteamericano y su percepción de la belleza. Para ello, convencieron a Joshua Bell –en la actualidad uno de los grandes virtuosos del violín– a que se disfrazase de mendigo, con unos vaqueros sucios y una gorra de béisbol, y en una de la estaciones del metro de Washington (L’Enfant Plaza), interpretase repetidamente el colosal concierto que, días antes, había tocado en el Boston Symphony Hall. Se hicieron famosas sus declaraciones: “Era una sensación extraña… la gente me ignoraba completamente”. Pero, contó, con cierto sentido del humor, que se había quedado impresionado. En primer lugar, por los 32 dólares y 17 centavos que había logrado recaudar aquella mañana, con su Stradivarius valorado en 3,5 millones de dólares; y, en segundo lugar, porque había aprendido que, a veces, “lo más extraordinario puede estar aconteciendo a nuestro lado y no darnos cuenta”.
2.2.- S. Juan de la Cruz. Cántico espiritual, CB 14, 10. También los grandes místicos de la tradición carmelita intuyeron que la contemplación, el viaje interior, tiene que ver mucho con la observación y atención a la presencia de Dios. Leamos este ejemplo:
Mi Amado: laS montañaS, loS valleS SolitarioS nemoroSoS, laS ínSulaS extrañaS, loS ríoS SonoroSoS, el Silbo de los aireS amoroSoS.
El Cántico Espiritual de S. Juan de la Cruz, narra el amor de Dios (esposo) y el alma (esposa). El místico cuenta en la explicación en prosa de esta lira que la voz del Amado es el Espíritu Santo, pero hay que estar muy atento para reconocerla. De hecho, si uno lee la estrofa de corrido no capta fácilmente su sentido, pero cuando la lees despacio, atentamente, empiezas a descubrir sus secretos. En primer lugar, nos encontramos con la aliteración de la “s” (21 “s”), que reproduce el efecto de la brisa y del “silbo”. Explícitamente mencionará la palabra “silbo” en el 5 verso. Leedlo acentuando las “eses” y veréis su efecto. No sólo eso. En segundo lugar, sabemos que el Espíritu Santo (ruah, pneuma, spiritus) es hálito, aliento, viento, brisa, aire. La letra que mejor representaría en el alfabeto español al Espíritu Santo es el fonema [s] [x]. La silbante “s” es perfecta para conseguir este efecto. El Espíritu Santo es invisible, no se ve, pero el contemplativo percibe su presencia donde otros no lo reconocerían. En tercer lugar, Juan de la Cruz, está citando el texto de 1 Re 19, donde Dios se le manifestó a Elías en el Horeb no en el ruido del huracán, del terremoto, del volcán, sino en la “brisa suave”. El místico está diciendo que la presencia del Espíritu Santo, la voz del Amado, es como un susurro, un silbo, que resuena en toda la creación (montañas, islas, ríos, valles), pero sólo el que está atento puede distinguir su voz. Juan de la Cruz es el poeta del silencio. Como decía Aurora Ejido, académica de la RAE, amante de la economía del lenguaje. El místico juega con el principiante, con el lector. Lo más importante en la vida espiritual, como en esta estrofa, es lo que no se ve (lo que no se dice), la parte invisible: Dios. En este caso, es la voz del Esposo, del Hijo, bajo la presencia del Espíritu. De hecho en la espiritualidad su principal protagonista es el Espíritu.
P. Desiderio García Martínez, O.Carm. Madrid, 11 de mayo de 2018 Grupo de oración para jóvenes de la Parroquia de los Carmelitas, Ayala.
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MONTONCITOS DE PLAYA SOBRE LA PLAYA
Desde temprano, las familias se instalan en la arena. Crecen, rápido, como una siembra de agujeros frente al mar. El mar respira un calor pegajoso. Lo cercan señoras con sillas plegables y jóvenes que juegan a las palas delante de sus novias, tumbonas, llantos de niño con sal en la boca.
Una familia cualquiera lleva un rato en el sitio de siempre. Bajo una sombrilla descolorida que protege del sol a la abuela (dormida) y a una enorme bolsa isotérmica que el padre, cada diez minutos, mira de reojo. A ratos, la madre grita a la hija (adolescente) que se ate la parte de arriba de su bikini rojo con volantes, que baje el volumen de los cascos, o grita al marido, ordenándole que ordene al hijo (de unos diez años) que deje de salpicar cada vez que vuelve del agua. Por lo demás, son como todos. Están muy morenos. Están de vacaciones. Se aburren.
El hijo, letárgico sobre su toalla, arranca del suelo un puñado de arena. Lo mira unos segundos, contempla cómo se le escapa entre los dedos. Antes de que termine de desaparecer, lo arroja. Queda en la playa un hueco fascinante y suyo, que el chicho mira. Toma un puñado más de arena. El agujero, que ahora es un poco más grande, despierta en el chico un interés blando.
Como tantas veces a estas horas, los padres han comenzado a discutir. El padre se atusa la corona de pelo que circunda su calva mientras la madre, chirriante, se vale del dedo índice para ilustrar una serie de protestas.
La hermana, ya mujer, se pasea dentro de su bikini rojo con volantes. Parece sorda a los gritos que la madre profiere, las protestas porosas del padre. Se arrima a éste y coloca su mano sobre el vientre gordo y velludo. Su mano es una tarántula borracha, una espiral. El padre la mira diagonalmente. Ajeno por un segundo a los gritos de su esposa, rodea su cintura con el brazo. En el centro de todo, la enorme bolsa isotérmica es un animal amodorrado que suda.
El chico, que por unos segundos se ha parado a mirarlos, vuelve la vista hacia el pequeño agujero y su centro. De sus orillas se desprende la arena, siseante, hacia el lugar de donde vino. El centro se llena, el agujero quiere volver a ser playa. Un poco más allá, los padres han retomado la discusión. La voz de la madre es una lluvia de cacharros viejos contra la tela sonora del mar. El chico excava, en contra de la arena que cae.
Minutos después, el padre se ve atraído por ese lugar de silencio donde su hijo, inclinado, remueve la playa. Se acerca. Le asombra el calambrazo febril con que se mueven las manos, expulsando a la playa, arrojándola lejos del punto invisible que sólo el hijo es capaz de ver. El padre se asoma por detrás.
- ¿Qué haces, mi vida?
La espalda de su hijo se mueve como la de un extraño animal.
- ¿Hay algo ahí?
Casi puede dibujarse la ondulación precisa, hipnótica, de sus hombros que no dejan de ir y venir.
- No me gusta que caves solo.
Su silencio está cargado de una determinación que duele al padre.
- Me da pena –insiste él. Y piensa en cómo su hijo lo acompaña todas las noches de todas las vacaciones cuando echan en la tele esa serie policíaca antigua, que tanto le gusta. De modo que responde a su hijo (aunque nadie ha preguntado nada):
- Vale, cariño.
Y se arrodilla. Y cava, también.
Se entregan a la tarea, en silencio. Fascinados por lo que puede llegar a ser esa lucha compartida, ciega, contra el suelo. No les importa el cielo, con su trasparencia incendiada. Tampoco el sudor. La playa sale despedida en explosiones pequeñas. Tras varias horas, tienen los dedos arañados, y arena en la boca. Diminutas gotas de sangre se asoman al borde de las uñas.
Es la hora de comer. La madre ordena a la hija que se quite los cascos y le ayude. Ésta se abrocha la parte de arriba del bikini, se levanta. Se acaricia el vientre ahora un poco más moreno. Camina hacia su madre, dejando el aire atravesado de curvas. La madre grita al marido, que mira un poco asustado al hijo, que no ha dejado de mirar en dirección al centro de la tierra, hacia ese fondo donde quizás existe un silencio absoluto.
De la enorme bolsa isotérmica extraen los tuppers y los termos. Como ayer, los ojos de la abuela despiertan al primer clac de plástico que emite el primero de los recipientes al abrirse.
Las mujeres se asoman al borde del foso.
Por turnos, la madre y la hija dan al padre cucharadas de paella. Éste deja de cavar a ratos, para poder comer. El hijo dice no tener hambre. Cuando le insisten grita, cacofónico, desde el hueco:
- ¡Que no quiero!
Desairada, la madre lo condena a no bañarse en lo que queda de día. Pero el chico no escucha ya, desaparecido casi en el enrome hueco que han conseguido robarle a la playa. Está postrado frente a esa arena nueva, ahora húmeda, que ha comenzado a brotar bajo sus manos, bajo las manos de su padre, como un fruto negro que han conseguido con un esfuerzo único, una respiración que se confunde.
Siguen.
Pronto sus cabezas han desaparecido. Queda un anillo oscuro en la playa. Una que emite exhalaciones de arena y jadeos.
Despacio, el mar se cubre de una respiración oscura: anochece. La abuela suelta un suspiro largo, hondísimo, con el que a diario la familia sabe que ya va siendo hora de marcharse. Se cierran las revistas. La sombrilla retrae sus huesos cuarteados. Se sacuden los pies. La madre, de un grito, saca del agujero a su marido y le señala el horizonte, donde crece un bostezo gris. Otras familias han comenzado a moverse, pesadas, hacia los edificios de apartamentos, los parkings, el rumor que llega de los bares en el paseo marítimo.
- Trae al niño.
El padre vuelve al foso. Se asoma. Admira esa catedral invertida en cuyo interior su hijo parece algo lejano, algo pequeño.
- Cielo, nos vamos.
El chico levanta su vista hacia el padre y dice: no. Pasea su mirada sobre las paredes del foso que han cavado juntos. Se miran.
- Nos tenemos que ir, mi vida. – insiste el padre, y en su voz comienza a perfilarse una inclinación hacia la súplica, el resto de una sonoridad niña. Su hijo, que ha retomado la tarea de escavar, vuelve a darle la espalda.
- No voy.
El padre sabe qué sigue. Él abrirá su muestrario de argumentos, de apelativos diminutos (chiquitín, enano, cariño) para que el chaval se deje un poco. Pero hoy probablemente el hijo responderá con más silencio, con más miradas desafiantes, algún que otro gallo. Habrá un crujir de manos que se preparan para agarrarlo de la muñeca, para darle un azote, tal vez. Habrá que perseguirse sobre la arena. Su mujer les gritará a los dos. La abuela negará con la cabeza.
Así que trata de ganar tiempo. Se mira. Estudia la enorme protuberancia de su vientre, perfectamente redondeado, cubierto de pelo. Contempla desde el borde del foso a su hijo, quien no ha dejado de excavar. Se quieren y, muchas veces, se sienten iguales. Cuando juegan al futbolín, o al ver juntos la serie de televisión del padre, u hoy, abriendo juntos el gigantesco agujero que mañana no existirá, son la misma voluntad de algo grande y absurdo. Pero el hijo es delgado y, a diferencia de él, tiene un pelo negrísimo que se alza en cresta. Pronto su delgadez se cubrirá de músculos, y los fosos inútiles darán lugar a otros intereses. El padre se queda muy quieto, mirando a ese chico diferente a él, ese extraño. En su nostalgia se dibuja una veta humeante de rabia recién nacida.
La madre, la abuela y la hermana, ya equipadas para el paseo de vuelta, se asoman al agujero. La madre grita al chico que salga. Éste vuelve a negarse.
- ¡Sácame una foto con el móvil! – pide a la hermana.
La abuela chasca la lengua.
La hermana extrae su teléfono, y el chico ensaya poses.
- Te toca hacer la cena. – advierte la madre al marido.
- Pero mujer, si ha sobrado paella. Es cuestión de calentarla en el micro.
- No me importa: te toca a ti.
Y se marcha. Seguida de la abuela.
Justo antes de retratar a su hermano, que ya ha encontrado la postura (un brazo orgullosamente apoyado sobre la pared del foso y el otro metido en el bolsillo de su bañador), la hija comienza a contonearse sobre el borde. Los volantes de su bikini tiemblan. Su piel es redonda, y se adivina tibia, salada. El padre y el chico la miran. Después, ella guiña un ojo al padre y se marcha, riendo.
- Este niño es tonto. – canturrea, mientras se aleja. Sin haber retratado al chico, que permanece un rato más en su postura, como si ella fuera a regresar.
Se quedan solos en la playa vacía. Se miran sin saber cómo seguir, qué hacer.
Mientras piensa, el padre arrastra casualmente con el pie una piedra que cae dentro del foso, emitiendo un agradable y redondeado cloc. Padre e hijo se miran un segundo y, acto seguido, comienzan a reír. Les hace gracia. Así que el padre, tímidamente, arrastra al interior un poco de arena, que cae sobre los pies del hijo, quien se ríe aún más. Vuelven a estar juntos, en esa risa, ese principio de algo. El padre patea entonces otro puñado de playa, que aterriza esta vez sobre la cara del niño. Él lo recibe con entusiasmo, y pide a su padre que siga. El padre duda unos segundos, no termina de gustarle. Pero el hijo no ha dejado de mirarlo. Una capa brillante de expectación le cubre el rostro.
- Sigue. Sigue, por favor.
Así que el padre sigue. Feliz, por haber recuperado a su hijo. Lo va enterrando. Los montoncitos de arena se acumulan sobre los pies del chaval, cubren sus tobillos, sus pantorrillas. El chico sonríe somnoliento, casi en trance. A su alrededor, la playa guarda un silencio absoluto, asomada tal vez al foso, testigo de la intimidad densa en la que ambos, padre e hijo, no paran de mirarse con un amor sereno. A ratos, el chico incurre en pequeños estallidos de excitación, y pide a su padre que arroje objetos también: no quiere estar completamente solo. Así que el padre se marcha unos minutos para buscar, y vuelve con un cubo de plástico, una tumbona, el esqueleto de una sombrilla rota. Suelta la lluvia de cacharros viejos en el interior, alrededor del chico, sobre él. Su hijo le devuelve una mirada honda, agradecida. Desde el mar han terminado de llegar las sombras.
Cuando la madre vuelve, ya no hay foso. El padre contempla una parcela de arena removida. Es casi indistinguible en la noche.
- Lo he enterrado. – dice a su mujer.
Se encoge de hombros. Ella, comprensiva, asiente.
- Todavía queda un poco. –continúa, y señala el pequeño desnivel que hay entre el parche de arena donde antes había agujero, y el resto de la playa, un poco más alto.
Resolutiva, su esposa termina de borrar la asimetría con el pie.
Permanecen así un rato. Callados. Quietos. Distinguiendo en la noche el latido que sale de la arena, esa respiración cada vez más leve.
- Vamos. – apremia la esposa. – Hace frío. Tu hija te espera. Tu serie está a punto de empezar.
El padre, manso, se vuelve. Caminan hacia la dentadura gigantesca de edificios de apartamentos, al fondo. Con el último puñado de arena fría que descubre en su mano, el padre va dejando caer, tras de sí, un rastro de montoncitos de playa sobre la playa. Por si su hijo saliera y, perdido, deseara volver.
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Hoy, ahora.
No lo puedo evitar. No puedo. Hoy mi más mejor amiga me dijo "estás nervioso!". Y se ha reído. Y era verdad. Y se seguirá riendo hasta que, ojalá no, caiga, y todo se desplome. Mientras tanto, se ríe, nos reímos. Ella no me conoce así... no, nunca me ha conocido así, creo. Tiene sus razones y existen los motivos para que así sea, y me apetece que me vea así. Como un niño pequeño antes de que le pase algo grande.
Todo esto me saca una sonrisa. Cierro los ojos e imagino. Son distintos planos, como de películas. Fotografías, grandes y buenas fotografías, donde captas esa mirada esquiva, de él a ella. Ella, coqueta, jugando con su pelo; pasear de un sitio a otro, y mirarse de manera disimulada, o no tanto. Sonrisas preguntado "¿qué?", y obteniendo una sonrisa, con un "nada", por respuesta, y que tengas que controlar cada músculo, para no dar un pequeño paso, que salta al vacío sin saber si ese beso será correspondido. Esperar por mil y una señales. Que te roce. Que te agarre la mano al salir de un sitio, que juegue a acercarse a ti según camináis, que te rete con la mirada, que te empuje a dar ese primer paso, que se ponga tan cerca de ti, que sea inevitable que se fundan en uno solo. Ese niño, que solo quiere tener un puñado de flores, y dárselas mirando sonrojado al suelo, sentir en la mejilla, los labios de esa niña, que hace cuatro días, parecía no existir, y salir corriendo con la mayor felicidad que ha sentido haciéndole zancadillas según se aleja.
Y de pronto sale esa parte adulta, mayor, la que tiene más años que yo, y dice "chico, no te emociones...", con voz grave y expeditiva. "Esto no significa nada...". Y te haces un poco más pequeñito. La sonrisa se tuerce, y esa voz a lo lejos la escuchas decir que quizá te emociones por nada, que las películas son irreales, y que precisamente tú sabes cómo se hacen, cogiendo la mejor escena de muchas que no lo son.
Pero la sonrisa se endereza, y algo dice "da igual, me emociono, y me dejo emocionar, quiero sentir ilusión, ganas de que llegue el momento, imaginar mil y una situaciones, todas sacadas de mil y una películas y libros. ¿Por qué esta no va a ser la toma buena?
Ilusión? sí. Fantasías? todas. ¿Cómo será? bien, muy bien, porque así tiene que ser. Así quiero que sea. Y si no, dará igual, habrá sido una experiencia más.
Y seguro que soy patoso. Quizá ella lo sea. Y habrá silencios, y atropellos, y quien sabe lo que habrá. No tiene hora de vuelta, y me puede salvar si me atraganto.
Así que nada, nada puede salir mal. Y si sale, ya le daremos la vuelta para que sea algo bueno. Creo que ella, es así. Quiero que ella, sea así. Y si no es así, qué más da. Ella ahora me saca una sonrisa.
Nada puede salir mal, y si sale no importa.
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Mención Honorífica en el “XXXIX Concurso Regional de Composición Literaria a Nivel Barchillerato”, en la modalidad de Prosa, con el cuento “Era él”.
Alejandra Siqueiros Pérez
El sol se reflejó en el suelo, me hizo comenzar a parpadear de lo chillante que era la luz. Llegué al Nido, que se encontraba en los parques reales del castillo, donde todos los días nos reuníamos mis amigos y yo: mis amigos de colores. El Nido era nuestro lugar, el santuario donde podíamos gritar y ser lo que nosotros queríamos.
El lugar estaba infestado de piedras rojizas y era difícil caminar por ahí con semejante vestido. Me exaltaba cada vez que tenía que atravesarlas, mi corazón se aceleraba. El lugar era muy pequeño, con diminutas bancas que apenas le cabía el trasero a uno, grandes arbustos alrededor de estos; era el lugar perfecto para ser y decir lo que nuestro corazón quería. Todas las damiselas que nos reuníamos ahí nos quejábamos de las piedras, terminábamos rompiendo nuestros vestidos. En realidad, no nos importaba, era solo la sensación de quejarse. Saludé con un cotidiano "buenos días" y todos en coro contestaron lo mismo, sonrientes y despreocupados. Estábamos ahí; como familia.
Me senté con Maló y Aba −aclaro, nunca fueron mis mejores amigas: a mí me gusta llamarlas amantes, hermosas mujeres−. Maló estaba llena de piercings en las orejas y el rostro, su vestido era uno de los más originales en todo el castillo: era negro y contra la luz se reflejaban los colores. Mientras que Aba era toda una señorita hecha y derecha, su vestido era dorado con unas hermosas perlas y un peinado sencillo y su maquillaje era lo que más destacaba de ella.
Las conversaciones con mis amigos de colores eran básicamente hablar de todo, dar nuestros puntos de vista y sacar curas de ello. Sacábamos nuestras bolsas de semillas y comenzábamos a comer en grupo, mientras que los cigarrillos rolaban por todo el lugar. Era cansado atravesar las piedras sólo para sostener ese palillo entre los dedos, pero al sentir el humo en tu boca y sentir la nicotina corriendo por tus venas, valía la pena.
Nadie nos observaba desde las torres del castillo: era nuestro lugar escondido. Pero siempre alguien tenía que cagar el palo, y era ese maldito dragón gordo. Rondaba de vez en cuando por los parques y los salones reales en busca de lombrices, las escondíamos a propósito en el fondo de la laguna para no verlo, mientras masticábamos. Sabíamos que el dragón se entretendría por al menos quince minutos, el tiempo suficiente para fumar.
Al otro lado del castillo estaba la cafetería real donde todos los sin vida se sentaban a mirarse, eso hacían, mirarse unos a otros sin dedicarse una palabra en todo el tiempo. Y ahí, del otro lado de ese castillo, estaba él. Lo podía ver desde un hoyo entre los arbustos. Sabía que él no me veía.
Y lo miré con su grupo de amigos. Brillaba de entre el bulto negro que se veía a lo lejos; su traje era de un azul claro que poseía tanto poder que atraía la mirada de todas las bellas doncellas del Nido, porque el resto eran sólo mujeres cubiertas a las que no se les podían ni ver ni sus miradas.
Yo me encontraba al otro lado del edificio con los míos, éramos grupos muy diferentes. Giré mi cabeza para encontrar su mirada, pero se encontraba conversando con los otros compañeros. Eran feos, cubiertos con una capa negra, sin vida alguna, sin emoción. “¿Por qué pasara tanto tiempo con ellos? ¿Qué les ve de atractivos?”, pensé.
- ¿Me estás escuchando, Altre? -era Maló.
Desvié mi mirada hacia ellas, me observaban asustadas.
- Sí, una disculpa –bajé la mirada a mis semillas, tomé un puñado y me lo metí a la boca.
Ambas me miraban. Aba fumaba de su cigarrillo como si no hubiera un mañana; disfrutaba mucho fumar, a veces imaginaba que durante clases masticaba el tabaco.
- Te noto muy diferente -dijo Aba mientras tiraba el humo al aire.
Dudé un momento y contesté apresurada.
- No tengo nada. Dame una calada y cállate –arrebaté su cigarrillo y le di un toque. No podían saber que tenía, nadie podía saber nada. Era mi secreto.
Para desviar la conversación, Maló comenzó a quejarse, como siempre lo hacía, de una bruja que nos impartía clase; se quejaba de su cabello, su nariz, la verruga de su ojo. Intentaba poner atención al relato de Maló, pero mi incomodidad era más grande que mis ganas de escucharla.
Por un momento pensé que era la nicotina, así que me incliné un poco para robarle un cigarrillo a Dante, siempre con una hermosa sonrisa en el rostro y esos rojizos cachetes, sus cigarrillos se encontraban en una de las muchas bolsas de su saco, el cual destacaba de entre toda la bola de colores pintorescos que pintaban el Nido. Me incliné un poco hacia su saco y logre robarle uno. Al regresar a mi lugar lo miré de nuevo y su mirada estaba fija en mi, rió.
- ¿Tienes lumbre? –preguntó Dante.
- No; rólame uno –me lanzó un encendedor por los aires.
Prendí el cigarrillo, a la primera calada mi pecho ardió y la sensación se esparció por todo mi cuerpo desde mi pecho. Era horrible. No sabía qué hacer, así que continúe fumando, pero el dolor se mantenía. Miré a Maló preocupada.
- ¿Tengo calentura? –pregunté asustada.
Maló me miró desconcertada por consecuente colocó su mano sobre mi frente para tomar mi temperatura, sus cejas estaban torcidas, confundidas.
- No, y ya deja de estar tan rara, me sacas de onda –estaba molesta, toda emoción de Maló se reflejaba en su ceja que era gruesa y detallada, con unas líneas rasuradas en la ceja izquierda. Era muy atractiva, sus chinos se acomodaban a la perfección en su cabello. Admiré su belleza un rato para olvidar el ardor, y funcionó por un momento.
Regresé la mirada hacia él, estaba sonriendo. Fue maravilloso: parecía un juego de colores, un atardecer. Se me salió una pequeña sonrisa. Una sola sencilla sonrisa y el ardor se esfumó. Respiré profundo y sentí cómo el oxígeno entraba por mis pulmones hasta mis alveolos; sentí cada parte de mi cuerpo envuelto en oxígeno, me abrazaba, me acariciaba. Era él. Lo miré. Eso era.
Me levanté sin decir nada e intenté caminar por las piedras, caí en el intento; había olvidado levantar mi falda para caminar. “Estupida”, pensé. Todos se rieron y me pareció gracioso, los miré y seguí la cura. Atravesé el Nido sin decirle a nadie a dónde iba, caminé apresurada, sin levantar sospechas. “Tranquila, todo estará bien, solo atraviesa el castillo y llega a él, no sé, dile un “Hola, Sor” o algo así, no te pongas nerviosa.”
El castillo se dividía por seis secciones importantes: el salón principal, las aulas, los dormitorios, el comedor real, la oficina principal y la biblioteca. Era aún más fácil llegar a el si tomaba el atajo secreto que creamos para escondernos del enfadoso dragón. Recordé que el barrigón se encontraba en la fuente, hablando con una de las brujas, no recordé cual, pero al menos se entrendría repitiéndole unas mil veces la misma oración hasta que la bruja se cansara y se marchara. Así el dragón continuaría con su búsqueda para regañar a alguien más.
Atravesé la red de plantas sosteniendo mi falda. “Solo tienes que atravesar una pared más, una sola más”, me dije. El atajo era de pasto muerto y hojas caídas de los árboles, cerca de la gran muralla que nos separaba del mundo exterior, los grandes árboles evitaban mi presencia ante la oficina principal. Aún no estaba segura qué decirle, sabía que quería estar con él, algo en mí me lo pedía. Lo necesitaba. Me imaginé sentada junto a él, sonriendo, charlando, admirándolo de cerca y no de lejos. Sería perfecto. En mi mente era perfecto.
El piso comenzó a temblar, fue difícil mantener el equilibrio y caí sobre mis rodillas y manos. Era el puto dragón, frente a mí, con su rostro inmenso.
- ¿A dónde cree que se dirige tan apresurada? Como dice el reglamento en el artículo tercero, versículo veintitrés; el cual citaré: Está estrictamente prohibido que una señorita del castillo corra o camine a una velocidad más arriba del nivel dos por los parques o corredores del lugar.
Lo miré con desagrado: era horrible. Tenía una cabellera amarilla y mal pintada; su maquillaje no ayudaba, era exagerado e informal y del solo verlo me provocaba asco. Sus largas uñas estaban teñidas de rosa, combinaba con su piel azul babosa. “¿Cuándo fue la última vez que tocó el agua?”, lo imaginé en una tina y solté una carcajada. El dragón enfurecido, gruñó.
- Te hice una pregunta, Altre. Necesito que expliques y justifiques mi pregunta para llevarlo a una intervención y exploración para concluir y dejarte ir.
No había entendido ni una sola palabra de lo que había dicho, pero no podía decir cualquier cosa, el camino por el que me encontraba sólo me podía llevar a una parte y era a la cafetería real, donde estaba él.
- Quiero un café, iré a ver si Gladys aún tiene –apunte con mi dedo índice hacia
la cafetería.
El dragón siguió mi dedo, y al verme, frunció el ceño.
- Pues te pido una disculpa, pero me es difícil creerte, aparte hueles demasiado a cigarro lo cual es de mi desagrado y va en contra del reglamento en el artículo décimo versículo catorce:
- Queda estrictamente prohibido entrar bajo los efectos de alguna droga ya sea legal o ilegal, o consumirlas dentro de las instalaciones -lo interrumpí.
Se molestó el dragón, escupió fuego a los aires. Me sacó de onda un segundo. Intenté mantenerme con calma.
- Yo sé a donde se dirigía, señorita, iba usted con Sor, ¿estoy en lo correcto?
El dragón giró su cabeza hacia la cafetería y señaló donde se encontraba Sor. El maldito dragón azul era gigante, nadie podía contra él, sabía que ahí me iba a mantener al menos hasta que la campana sonara.
“Puta madre, necesito quitármelo de encima, y ya no hay lombrices en la laguna”, comencé a idear un plan, pensé meticulosamente lo que diría porque sabía que si hacia una mala movida me iría al carajo. El dragón continuaba hablando, repetía una y otra vez el artículo quinto, versículo tercero donde se apuntaba que quedaba prohibido el contacto sexual con otros compañeros. Me pareció algo ridículo que mencionara ese artículo, ya que no tenía planeado nada con Sor.
- Si me disculpa, dragón, queda poco tiempo para que suene la campana, y en serio, disfrutaría una taza de café.
Hice una pequeña reverencia, sentí libertad, comencé a caminar en dirección a la cafetería. “Pendeja”, pensé. Hice un pequeño gesto de ganador. Ya iba hacia él. Quedaban pocos pasos, y no podía dejar de pensar en estar a su lado. Un gran gruñido me hizo detenerme, miré hacia arriba aterrada; el dragón era inofensivo o eso creíamos. Pensé que me lastimaría, tenía miedo de que me gritara o incluso suspendiera por el resto del día.
- ¡Te he dicho que no puedes pasar a la cafetería real! -gritó.
Todos en el castillo no eran testigos de tal acto negligente. Como dije, el atajo que tomé era bastante oculto; ni los reyes ni los burócratas idiotas podían ver el acto del dragón. Tenía que arreglármelas sola, salir de ahí sana y salva sin ningún problema.
- Con todo respeto, dragón, me apetece demasiado un café -insistí aterrada.
Me miró de nuevo. Su mirada cambió por completo, su ceño se relajó y esbozó una sonrisa, tierna, como cuando tu mamá te abraza después de un mal momento: el amor maternal, la sonrisa maternal. Sabía. Se dio cuenta de que, al insistir, no sólo quería café: quería algo más.
- ¿Qué haces, Altre? –su voz fue honesta, lo decía en serio.
Dudé un momento por su pregunta, el gran dragón gordo nunca antes se había preocupado por alguno de nosotros, su objetivo era acabar con cada uno del Nido, su objetivo era despedazarnos.
-Quiero un poco de café, –dije serena. Mi deseo por estar con él y el miedo provocado, me hicieron decir tantas mentiras ese día. No lo disfruté, pero al pensar en Sor, me hicieron sentir que valía la pena.
Soltó una carcajada al finalizar la oración.
- ¡Estupida! Sube a la torre, haré que el rey hable contigo, -gritó furioso. Era evidente que tal criatura se encontraba molesta. Sus alas estaban abiertas, su cola arriba, un gran ceño fruncido. Sentí un escalofrío recorrer desde el dedo meñique de mi pie derecho hasta la oreja izquierda; recordé cuando mamá me dijo que me iría a vivir a un castillo, por lo menos unos cinco años para ver si así agarraba el rollo. Estaba enfurecida con ellos, no podía entender cómo es que mis padres, los reyes de la isla Nari, podían hacerme eso. Nari era mi isla, mi hogar, mi gente. La cual en un futuro yo dirigiría. Mi enojo nacía de mi estómago, mi pecho, lo más profundo de mi persona. Quería llegar a mi Sor, quería ser feliz por al menos una vez en mi vida, al menos tenía que disfrutar mi estancia en esa prisión.
- ¡Por favor! ¡Deje cruzar esa pared! ¡Déjeme llegar al otro lado!
Ya no me importaba si no hablaba con él, solo quería verlo; con eso sería suficiente. Entonces el dragón podría arrastrarme hasta la dirección y dejarme ahí todo lo que quisiera, o si se le pegaba la gana me suspendería. Yo lo aceptaría sin problema: si tan solo me dejaba verlo.
- ¡Eres una niñita malcriada! Por este tipo de actitudes tus padres decidieron deshacerse de ti –su voz era burlona y grosera, quería pegarle o matarlo, lo que sea.
El dragón enfurecido se levantó y con un respiro logró mover sus alas. El viento creció y me aventó hasta la enredadera cerca del Nido, a casi unos quince metros de distancia. Escuché un suspiro de asombro por parte de Aba. Todos apagaron sus tabacos por miedo a que algún directivo apareciera. Solo se quedaron ahí, esperando, con miedo.
Nadie se atrevió a acercarse a mí. Todo estaba negro y borroso, mi cabeza daba vueltas y sentí como mis manos y rodillas punzaban. No podía levantarme, así que dejé de intentarlo y me quedé en el suelo. Esperé unos minutos a que mi cerebro se acomodara, o al menos recuperar el conocimiento. Al abrir los ojos esperé ver a Maló o a Aba, o alguien que se preocupara por mi bienestar, pero no había nadie. No me sorprendió. Como lo mencioné, no eran mis mejores amigas, solo mis amantes.
“Qué bueno que me ayudan”, pensé e intenté reírme de mi soledad, mis costillas dolían demasiado para sonreír tan siquiera. Me incorporé lentamente. Escuché la campana a lo lejos, llegaría tarde a clase o simplemente opté por no entrar. Estaba muy adolorida.
“Ya no entré a clase”, me dije y me esforcé en levantarme. Mis codos temblaron, así que me arrastré hasta una de las bancas y con los asientos me apoyé lentamente para terminar sentada. Miré mi vestido, estaba hecho añicos. Era el favorito de papá y lo había destruido por un capricho. Mis manos aún conservaban la piel descarapelada, pegada con sangre. Dolía al respirar. Cada centímetro de mi cuerpo era un dolor exagerado. “No alcance a comer. ¡Auch!”, exclamé.
Mi mochila estaba al otro lado del Nido. No estaba tan lejos, pero no podía levantarme. Opté por recostarme en la misma banca y descansar un momento. Coloqué lentamente mi espalda en la piedra, sentí una relajación y suspiré. El cielo estaba nublado y gris, pronto llovería o al menos eso decía el pronóstico. Suspiré de nuevo y cerré los ojos.
Pensé en Sor y en donde se encontraba en esos momentos, mientras yo estaba hecha mierda en una banca. Se escuchaba algo gracioso y me permití sonreír a pesar del dolor. “Ríete, es lo único que te queda”, solté una carcajada, y mi costilla se hundió un poco más y mejor paré de reír.
Quería levantarme y regresar a clase, quería que todo estuviera bien, pero nada lo estaba; mis padres me odiaban, me iba muy mal en clases, parecía no importarles a mis pocos amigos, y para colmo fui golpeada por ese dragón. “No la chingues, cálmate ya”. Sentí mis ojos húmedos. No quería llorar, pero no pude contenerme y como una estampida mis gotas se derramaron por todo el vestido, era imposible parar. Contuve la respiración unas tres veces para detenerme, pero fue inútil.
Era yo contra la realidad. Me encontraba tirada en una banca, ensangrentada, luchando por una persona la cual no sabia de mi existencia. Una parte de mí sabía que no pasaría. Sin embargo, ahí estaba, arriesgándome. Miré el cielo de nuevo y me recordó a papá; su bella sonrisa al verme llegar a casa, después de un largo día. También recordé mi primer concierto de ópera. Extrañaba a mi padre, sus abrazos, sus sonrisas, lo necesitaba. Cerré los ojos y caí en un sueño pesado donde dejé de respirar...
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Quieroser tan friki como Mark ZuckerbergSise hiciera una encuesta acerca de lo que la gente opina de losfrikis, posiblementepredominarían las respuestas cargadas de adjetivos insulsos y frasesarticuladas de manera automática, todas ellas apuntando hacia un mismodiagnóstico: losfrikisson “raros”. La naturaleza humana tiende a etiquetar, encasillar yprácticamente precintar a las personas que se salen de lo común sin preocuparsepor comprenderlas.Quizá,es más fácil apartarse de lo desconocido dejándolo en un cajón hasta que un díaalguien saca el tema, y entonces, solo hay que tirar del archivador de lasideas etiquetadas y contestar lo que todo el mundo piensa, opinandoprácticamente por inercia. El veredicto es claro: Losfrikisson lunáticos,estrafalarios, antisociales, extravagantes, excéntricos y obsesivos. ¿Es esocierto? ¿No ha cambiado ya esa mentalidad? Si aún no lo ha hecho, no tardarámucho, porque losfrikisestán de moda.Losfrikisestán de modaSerfrikiya no significaúnicamente ser raro, últimamente, se les asocia con la inteligencia, lagenialidad, la exclusividad, el ingenio y más recientemente con la riqueza. Nocualquiera esfriki, porque no cualquiera tiene las cualidades para serlo. Algo está cambiando,ya no hablamos de este grupo social de forma despectiva. ¿Qué es lo que estápasando? La respuesta es sencilla, variosfrikishan demostrado que sondescaradamente interesantes y espantosamente brillantes.Siexiste unfrikique sirve de ejemplo para demostrar lo dicho anteriormente, es sin duda,Mark Zuckerberg, el creador de la red socialFacebook, solo comparable conotro notablefriki, Bill Gates, o con los fundadores deGoogle, Larry Page y Sergey Brin. No se puede negar quesus vidas son llamativas e innegablementefrikis, sin embargo,envidiables.El colmo de un misántropo: Crear una redsocial llamada FacebookElestreno de la películaLa red socialdel directorDavid Fincher, está siendo un éxito. La historia de cómo elestudiante de Harvard Mark Zuckerberg creó Facebook está causando sensación yno es para menos, ya queFacebookes uno de los mayoresfenómenos sociales de la historia. Lo curioso, es que el lema de la película “Nohaces 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos” no encajademasiado con el perfil de unfriki, porque supuestamente son personas antisociales.Solounfrikide la informática haría lo que Mark hizo cuando su novia le dejó, crearen unas pocas horas unawebpara comparar fotos de mujeres escribiendosimultáneamente en su blog. Solo unfrikise presentaría enzapatillas de andar por casa y batín a una entrevista con unos posiblesinversores para su proyecto. Solo unfrikitomaría la idea dealguien y la haría propia de forma tan astuta y tan fresca, que se sale de lasleyes de la cordura. Si hay algo que no le falta a Mark, es cordura, sabe bienlo que hace, hasta tal punto de haber llegado a lo más alto, pasandodesapercibido.La vida social en InternetSuingeniosa forma de zafarse de los gemelos Winklevoss cuando ellos le acusan delsupuesto robo de su idea, no deja indiferente a nadie. Zuckerberg, en todomomento parece más interesado en demostrar que la idea inicial de los hermanosno tiene nada que ver con su creación, que en librarse de la indemnización queles tiene que pagar. Mark se justifica diciendo que la idea inicial de loshermanos Winklevoss era de unawebde citas y en cambio él creóFacebookcon el fin de trasladar toda la vida social a Internet. Visto así, quedatodavía más claro que Mark es un auténtico genio.Manual del perfectofrikiSerunfriki, muchas veces significa mantener una lucha con la vida social porquelosfrikis, supuestamente, son gente alienada e inadaptada socialmente. No existeunmanualdel perfecto friki, no hay normas, no hay pautas ni un patrón a seguir para convertirse enuno de ellos. Seguramente tampoco es algo que se lleve en la sangre.Quizáse trata de estar en el momento justo y en el lugar adecuado para tropezarsecon uno mismo, mirarse y gustarse lo suficiente para seguir mirándose sin queimporte la mirada del resto del mundo. Serfrikino es un estado de ánimo,no es malo ni es bueno, no es una opción ni una elección, es una forma de viday una vida sin forma que cada uno puede moldear a su antojo.Serfriki, está demoda, porque serfrikies tener una corazainvisible, es tener ideas propias sin tener miedo a expresarlas, es tener lasuerte de poder ser descarado y parecer solo diferente, es vivir sin normas, eshuir de los convencionalismos, serfrikies poseer el arma máspoderosa, la imaginación.
Quieroser tan friki como Mark ZuckerbergSise hiciera una encuesta acerca de lo que la gente opina de losfrikis, posiblementepredominarían las respuestas cargadas de adjetivos insulsos y frasesarticuladas de manera automática, todas ellas apuntando hacia un mismodiagnóstico: losfrikisson “raros”. La naturaleza humana tiende a etiquetar, encasillar yprácticamente precintar a las personas que se salen de lo común sin preocuparsepor comprenderlas.Quizá,es más fácil apartarse de lo desconocido dejándolo en un cajón hasta que un díaalguien saca el tema, y entonces, solo hay que tirar del archivador de lasideas etiquetadas y contestar lo que todo el mundo piensa, opinandoprácticamente por inercia. El veredicto es claro: Losfrikisson lunáticos,estrafalarios, antisociales, extravagantes, excéntricos y obsesivos. ¿Es esocierto? ¿No ha cambiado ya esa mentalidad? Si aún no lo ha hecho, no tardarámucho, porque losfrikisestán de moda.Losfrikisestán de modaSerfrikiya no significaúnicamente ser raro, últimamente, se les asocia con la inteligencia, lagenialidad, la exclusividad, el ingenio y más recientemente con la riqueza. Nocualquiera esfriki, porque no cualquiera tiene las cualidades para serlo. Algo está cambiando,ya no hablamos de este grupo social de forma despectiva. ¿Qué es lo que estápasando? La respuesta es sencilla, variosfrikishan demostrado que sondescaradamente interesantes y espantosamente brillantes.Siexiste unfrikique sirve de ejemplo para demostrar lo dicho anteriormente, es sin duda,Mark Zuckerberg, el creador de la red socialFacebook, solo comparable conotro notablefriki, Bill Gates, o con los fundadores deGoogle, Larry Page y Sergey Brin. No se puede negar quesus vidas son llamativas e innegablementefrikis, sin embargo,envidiables.El colmo de un misántropo: Crear una redsocial llamada FacebookElestreno de la películaLa red socialdel directorDavid Fincher, está siendo un éxito. La historia de cómo elestudiante de Harvard Mark Zuckerberg creó Facebook está causando sensación yno es para menos, ya queFacebookes uno de los mayoresfenómenos sociales de la historia. Lo curioso, es que el lema de la película “Nohaces 500 millones de amigos sin ganarte algunos enemigos” no encajademasiado con el perfil de unfriki, porque supuestamente son personas antisociales.Solounfrikide la informática haría lo que Mark hizo cuando su novia le dejó, crearen unas pocas horas unawebpara comparar fotos de mujeres escribiendosimultáneamente en su blog. Solo unfrikise presentaría enzapatillas de andar por casa y batín a una entrevista con unos posiblesinversores para su proyecto. Solo unfrikitomaría la idea dealguien y la haría propia de forma tan astuta y tan fresca, que se sale de lasleyes de la cordura. Si hay algo que no le falta a Mark, es cordura, sabe bienlo que hace, hasta tal punto de haber llegado a lo más alto, pasandodesapercibido.La vida social en InternetSuingeniosa forma de zafarse de los gemelos Winklevoss cuando ellos le acusan delsupuesto robo de su idea, no deja indiferente a nadie. Zuckerberg, en todomomento parece más interesado en demostrar que la idea inicial de los hermanosno tiene nada que ver con su creación, que en librarse de la indemnización queles tiene que pagar. Mark se justifica diciendo que la idea inicial de loshermanos Winklevoss era de unawebde citas y en cambio él creóFacebookcon el fin de trasladar toda la vida social a Internet. Visto así, quedatodavía más claro que Mark es un auténtico genio.Manual del perfectofrikiSerunfriki, muchas veces significa mantener una lucha con la vida social porquelosfrikis, supuestamente, son gente alienada e inadaptada socialmente. No existeunmanualdel perfecto friki, no hay normas, no hay pautas ni un patrón a seguir para convertirse enuno de ellos. Seguramente tampoco es algo que se lleve en la sangre.Quizáse trata de estar en el momento justo y en el lugar adecuado para tropezarsecon uno mismo, mirarse y gustarse lo suficiente para seguir mirándose sin queimporte la mirada del resto del mundo. Serfrikino es un estado de ánimo,no es malo ni es bueno, no es una opción ni una elección, es una forma de viday una vida sin forma que cada uno puede moldear a su antojo.Serfriki, está demoda, porque serfrikies tener una corazainvisible, es tener ideas propias sin tener miedo a expresarlas, es tener lasuerte de poder ser descarado y parecer solo diferente, es vivir sin normas, eshuir de los convencionalismos, serfrikies poseer el arma máspoderosa, la imaginación.
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