#sonido denso
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https://www.youtube.com/watch?v=fIUGm6FQrPE
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Tenía planeado escribir varios one-shots para este mes, pero por motivos de salud no pude, asi que solo escribí esto y espero que sea del agrado para quienes lo lean.
Advertencia: escritura con mención de sangre, mordidas de vampiro, no sé si esto encaja en el tema depredador/presa, pero en caso de serlo, lo pongo como advertencia. Esto es solo ficción.
Resúmen: Por mucho que Alucard resistiera ante sus instinto, tarde o temprano debía caer y saciar su sed de sangre.
La verdad no sabías cuánto tiempo llevabas corriendo, pero lo único que sí sabías era que tenías que alejarte lo más que pudieras, escapar del peligro que estaba siguiendo sus pasos.
No llevaba nada consigo, ni un arma ni un mapa, solo el camisón con el que se había ido a la cama, ayudada por la luz de la luna para poder ver en la oscuridad del bosque, el sonido de su corazón acelerado parecía hacerse más y más fuerte con cada segundo que pasaba. Los ojos de los animales nocturnos parecían espectadores ante la pobre alma que rondaba enmedio del bosque, plagado de bestias más feroces que ellos mismos.
Un búho comenzó a cantar como si tratara de decir algo, la mujer se detuvo justo en el momento que cantó esa ave nocturna, las lágrimas que había estado conteniendo se derramaron, como un río desbordándose, su cuerpo temblaba por el llanto incesante, la adrenalina, el miedo, ansiedad y el sentimiento de sentirse un fracaso comenzaron a atormentar su ser. Fracasaste, eres un fracaso, la voz de su consciente parecía querer atormentarla más, hacerla sentir que todo lo que había hecho para que aquél ser depredador no surgiera del hombre que ama.
Había hecho todo lo posible, ¡Todo! Pero fue en vano, Alucard, su Alucard había sucumbido ante su herencia vampírica.
La sed de sangre era tan fuerte, el instinto de ver derramar sangre como si fuera un río, el deseo de beberla cómo si fuera el mejor de los vinos, ese lado oscuro haciendo eco en su cabeza, habían sido más fuertes que él y al final se había vuelto lo que siempre temió y odió ser.
Recordó aquellos ojos rojos mirándola, esa sonrisa depredadora y ese anhelo oscuro y…
“¡Alucard! ¿Qué sucede?” Había sido despertada tan repentinamente. El cuerpo más grande de él sobre ella, capturando el suyo. Y unos ojos rojos cargados de salvajismo y oscuridad.
Por un momento esos ojos cálidos volvieron a mirarla, había temor en ellos, sus manos fueron hacia su cabeza, Alucard comenzó a darse golpes a sí mismo, como si tratara de detener un dolor de cabeza insoportable para él, tratando de callar aquel lado oscuro dentro de él.
“Corre, ¡Corre! No podré soportar más, no quiero hacerte daño, amor. ¡Corre y no pares!”
Ella siguió su advertencia, corrió incluso cuando lo vio seguirla, corrió incluso cuando lo escuchó llamarla con aquellos sobrenombres cariñosos que solía decirle, pero ya no se escuchaban con amor, parecían estar cargados de algo más, como si se tratara de un deseo oscuro.
El búho volvió a cantar con insistencia, como si de una advertencia se tratara y el temor te atrapó. El ave dió un último canto hasta que tomó vuelo y la dejó sola. El bosque pareció volverse más silencioso, con el corazón volviéndose más pesado, trató de escuchar algo más. Los animales del denso bosque habían sido inteligentes al decidir marcharse de ahí, sabían que algo malo sucedería.
El sonido de pisadas más fuertes, ramas rompiéndose y el gruñido de un lobo la hizo soltar sus lágrimas para retomar su carrera. Su correr era desesperado, saltando por algunas ramas, algunas veces lanzándolas a la bestia blanca que la seguía, con la esperanza de que él quedara atrás y le diera más tiempo a ella para alejarse. Pero la fuerza se iba de ella y supo que estaba perdida.
Aquél lobo saltó y mordió a la mujer, presa de su miedo.
“¡No, no!” Había perdido, lo supo cuando sintió el peso de su captor encima, lo supo incluso cuando sintió como sangraba por la mordida infligida.
“Pobre cosita linda.” Cuando Alucard volvió a su forma normal, la volteó para que ella la mirara a los ojos, quería que ella, su preciosa presa viera su nuevo ser. El frío viento meció sus largos cabellos dorados dándole un aura más etéreo y poderoso.
Lo tenías sentado sobre ti, sabías que no podrías contra él, incluso si aún persistía el instinto de supervivencia.
“¿Te duele?” Alucard la tocó en su lugar herido, haciendo presión.
“¡Augh! ¡Déjame, suéltame, me duele!” La mujer gritó, Alucard lo había hecho con intención de verla gritar de dolor.
“No te estaría doliendo si te hubieras rendido antes. Mira cómo estás ahora.”
“¿Por qué haces esto? Tu no eres mi Alucard, él no se complacería con mi dolor.” A pesar de sentir miedo, lo confrontaste con la poca valentía que te quedaba.
“Por supuesto que soy el mismo.” Una sonrisa burlona adornó su rostro.
Aquél dhampir se inclinó aún más dejándote sin escapatoria, su respiración comenzó a acariciar tu cuello, oliendo ese dulce elixir que viajaba por tu sistema. Sus colmillos comenzaron a rozar su piel, haciéndote saber lo que haría ahora.
“Déjame mostrarte que soy el mismo.” Lamiendo una línea comenzó a besarte hasta que lo inevitable sucedió.
Un grito agonizante salió de ti, cuando sentiste hundir sus colmillos, la sensación de piel rota y el extraño dolor te hicieron llorar. El dolor era diferente, nunca lo habías llegado a sentir. Poco a poco tus ojos comenzaron a cerrarse, dejándote en los brazos de ese nuevo Alucard.
A él no le importaba que cayeras en un sueño profundo, siguió alimentando su sed de sangre, hasta saciarse. Alucard le dedicó una mirada con una decisión. La mantendría con vida, su pequeña cosita linda se volvería su fuente de alimento y pasión.
Y a lo lejos, el búho cantó siendo testigo de la escena que protagonizaba aquel Dhampir y su pobre víctima.
#adrian tepes x reader#yandere castlevania#alucard (castlevania)#alucard castlevania x reader#yandere alucard#adrian tepes x y/n#yandere alucard tepes x f!reader#Yandere alucard tepes
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Dolor
Pareja: Steve Rogers X Lectora.
Palabras: 585 palabras.
Clasificación: B.
Sinopsis: Steve rompió tu corazón
Advertencias: Dudas, infidelidad, Sharon Carter.
N/A: Esta es mi entrada para @flordeamatista Loveeeeeee Song Writing Challenge con la frase:
"¿Alguna vez has amado tanto a alguien que apenas puedes respirar cuando estás con él? Love the way you lie"
También puedes leerlo en Wattpad y Ao3.
Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo) o el uso de mis gráficos (mis separadores de texto también están incluidos), los cuales hice exclusivamente para mis fics, por favor respeta mi trabajo y no lo robes. Aquí en la plataforma hay personas que hacen separadores de texto para que cualquiera los pueda usar, los míos no son públicos, por favor busca los de dichas personas. La única excepción serían los regalos que he hecho ya que ahora pertenecen a alguien más. Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs y comentarios están bien.
DISCLAIMER: Los personajes de Marvel no me pertenecen (desafortunadamente), exceptuando por los personajes originales y la historia.
Anótate en mi taglist aquí.
Otros lugares donde publico: Ao3, Wattpad, ffnet, TikTok, Instagram, Twitter.
Tags: @sinceimetyou @black23 @unnuevosoltransformalarealidad @azulatodoryuga
Corrías lo más rápido que podías, era como si algo estuviera impidiendo que pudieras respirar. Tu corazón latía con fuerza como si fuera a explotar, pero sabías que eran por todos los sentimientos que oprimían tu pecho. Habías decidido darle una sorpresa a Steve, sabías como ayudarlo para que él y Bucky pudieran escapar. Sin embargo, la sorpresa fue para ti cuando, al llegar al lugar acordado, viste a Steve besando a Sharon Carter. El dolor que te atravesó era indescriptible, probablemente peor que si te hubieran apuñalado directamente en el corazón, haciendo que el aire se volviera denso e irrespirable, como si estuvieses atrapada y aprisionada en un lugar pequeñísimo. Te quedaste paralizada, incapaz de apartar la mirada de la escena que se desarrollaba frente a ti. "¿Alguna vez has amado tanto a alguien que apenas puedes respirar cuando estás con él?", pensaste, sintiendo cada palabra como una herida abierta en el corazón. En ese momento, te preguntaste si alguna vez podrías volver a respirar con normalidad.
Steve se separó lentamente de Sharon, pero de pronto su atención se dirigió hacía ti. Sus ojos, llenos de sorpresa y preocupación, buscaron los tuyos en busca de una explicación que él no podía dar. Nada de eso se suponía que debía de haber pasado.
Intentaste decir algo, cualquier cosa que pudiera explicar tu presencia allí, pero las palabras se atascaron en tu garganta. No podías soportar lo que a acababas de ver, querías huir, o tal vez una explicación o fingir que nada había pasado, pero, ¿cómo podrías ignorar lo que acababas de presenciar?
De igual manera Steve parecía confundido como si quisiera dar explicación alguna, aunque tampoco sabía que decir exactamente.
El silencio entre ustedes era demasiado, estabas segura de que cualquier sonido incluso el más mínimo se podría escuchar. Finalmente, fue Steve quien rompió el impasse, dando unos pasos vacilantes hacia ti.
"Lo siento", murmuró, con la voz cargada de arrepentimiento y confusión. "No sé qué decir... No deberías haber visto eso".
Las lágrimas amenazaron con desbordarse de tus ojos, pero te obligaste a contenerlas. No querías mostrarle tu debilidad, no cuando él ya había visto lo suficiente. Respiraste hondo, tratando desesperadamente de encontrar las palabras adecuadas para expresar todo lo que estabas sintiendo en ese momento, aunque te parecía imposible, te sentías como una estúpida por siempre haberlo apoyado en todo, por amarlo y dejar que hubiese jugado con tus sentimientos.
"Lo siento", Steve repitió, acercándose aún más, como si quisiera alcanzarte pero temiera asustarte. "No quería lastimarte. No deberías haber estado aquí".
Tus labios temblaron, antes de empezar a hablar, necesitabas fuerzas y concentrarte en lo que ibas a decir aunque pareciera muy difícil. "No sé por qué vine", confesaste, la voz apenas un susurro que se escuchó. "Pensé que... pensé que podría...". Te detuviste, incapaz de terminar la frase mientras el nudo en tu garganta amenazaba con no dejarte seguir hablando.
Steve te miró y extendió una mano hacia ti, pero vaciló antes de tocarte, como si temiera que su contacto solo empeorara las cosas.
"No sé qué decir", admitió finalmente. "No puedo explicar lo que pasó... entre Sharon y yo. Pero eso no cambia lo que siento por ti".
Las palabras de Steve te dejaron aturdida y confundida. ¿Cómo podía decir que te amaba mientras estaba enredado con otra persona?
Te diste la vuelta y comenzaste a caminar, a veces el amor no era dulce como todos creían, algunas veces parecía que intentaba ahogarte, al borde de impedir que respiraras.
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𝙇𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙤𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖
Raúl siempre había vivido solo en aquel pequeño apartamento de techos altos y paredes agrietadas, perfecto para un escritor en busca de soledad. Un día, mientras reorganizaba los muebles, tropezó con algo en el suelo que nunca antes había notado: una pequeña hendidura en la esquina de la pared, justo detrás del armario. Intrigado, empujó el armario a un lado y ahí estaba: una puerta de madera desgastada, oculta a simple vista.
Al principio pensó que debía ser algún tipo de despensa olvidada por el antiguo dueño, pero la puerta era demasiado baja y estrecha. Después de unos segundos de duda, la abrió con un crujido largo y agudo. Un aire denso, frío y añejo se escapó, como si la habitación hubiera estado sellada durante décadas. Con una linterna en mano, avanzó.
La habitación estaba completamente amueblada: una cama, una cómoda y una silla que parecía haber sido usada recientemente, pero todo estaba cubierto de una gruesa capa de polvo. Lo más perturbador eran los pequeños detalles: una taza de té en la mesa con restos secos en el fondo, una revista abierta en la página central y, sobre la cama, una manta arrugada como si alguien la hubiera usado la noche anterior.
Un escalofrío recorrió la espalda de Raúl. Algo no cuadraba. Esa habitación no existía en los planos del apartamento. Nadie había mencionado nada sobre un espacio oculto cuando firmó el contrato. Mientras exploraba, escuchó un suave ruido detrás de él, como si algo se hubiera movido. Giró rápidamente, pero no había nadie.
Con el corazón acelerado, se acercó a la cama, donde un libro descansaba en la mesita de noche. No había título en la cubierta, solo una desgastada encuadernación de cuero. Al abrirlo, descubrió algo aún más inquietante: las primeras páginas estaban llenas de fechas y anotaciones en letra pequeña, cada una detallando el horario de sus propias actividades diarias. La última anotación, hecha con tinta fresca, decía: “Raúl encontró la puerta hoy”.
El miedo lo paralizó. Lentamente, se dio cuenta de lo imposible: alguien había estado observándolo, viviendo en esa habitación secreta, invisible, justo al otro lado de la pared. Y lo más aterrador era la siguiente página del libro, completamente en blanco, como si estuviera destinada a lo que haría mañana.
El libro temblaba en las manos de Raúl. No podía dejar de mirar esas páginas en blanco, como si esperara que algo se escribiera solo, anticipando cada paso que diera. Retrocedió, con la intención de salir de la habitación, pero en ese momento la puerta secreta se cerró de golpe. El sonido del pestillo girando le confirma lo peor: estaba atrapado.
Corrió hacia la puerta, golpeándola con ambas manos, pero ningún grito salió de su garganta, como si el mismo miedo lo hubiera dejado mudo. Una risa suave resonó detrás de él. Se giró bruscamente y vio, sentado en la cama, a una figura demacrada y encorvada, con los ojos hundidos y fijos en él, una sombra de lo que alguna vez pudo haber sido un ser humano.
“¿Sabes cuánto tiempo te esperé?”, dijo la figura en un susurro rasgado. “Siempre supiste que no estabas solo aquí, ¿verdad?”
Raúl intentó retroceder, pero la pared fría y firme estaba a su espalda. La figura se levantó, arrastrando los pies, ya medida que se acercaba, el espacio parecía encogerse. Raúl intentó gritar, pero sus palabras murieron en su garganta cuando el hombre lo tomó por los hombros.
“Ahora que estás aquí”, dijo, “serás tú quien me acompañe. Quien me observe”.
Raúl sintió que su visión se nublaba y una presión insidiosa invadía su mente, como si se estuviera desvaneciendo en una neblina oscura. Finalmente, cerró los ojos.
Cuando despertó, estaba sentado en la cama, el libro de cuero descansando en su regazo. Miró a su alrededor y notó con horror que una gruesa capa de polvo cubría los muebles y las paredes, como si el tiempo hubiera pasado de golpe. Una nueva página había aparecido en el libro. Decía: “Esperando al próximo inquilino” .
Entonces comprendió que, a partir de ese momento, él sería quien esperaría en la habitación oculta.
𝓯𝓲𝓷
Moraleja: "Algunas puertas están cerradas por una razón. La curiosidad puede abrir espacios ocultos, pero no todos están destinados a ser descubiertos."
Oh
"A veces, al explorar los misterios que nos rodean, corremos el riesgo de convertirnos en parte de ellos."
Ambas moralejas resaltan cómo la curiosidad desmedida puede llevar a consecuencias inesperadas y cómo, en ocasiones, lo desconocido debería permanecer así para protegernos.
#𝙇𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙤𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖#historia#cuento#relato#miedo#terror#escritos#foto#tumblr#texto#aprendizaje#moraleja
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globalización
Querido amigo,
No sé si esto te llegará a tiempo, pero siento la necesidad de contarte lo que ha sucedido, de compartir contigo lo que ahora es nuestra realidad. Lo que alguna vez llamamos globalización, esa promesa de un mundo conectado, ha mostrado su verdadero rostro, y lo que estamos viviendo es algo que jamás imaginamos ni en nuestras peores pesadillas.
Todo comenzó lentamente, como una enfermedad que se propaga sin que te des cuenta, hasta que ya es demasiado tarde. Las ciudades, antes llenas de vida y diversidad, se han convertido en fantasmas de lo que eran. Las calles, que alguna vez resonaron con los sonidos de diferentes culturas, ahora están dominadas por el silencio, roto solo por el eco de la desesperación. Las grandes corporaciones que prometieron unirnos bajo un mismo techo global, ahora controlan cada aspecto de nuestras vidas, dictando qué comemos, qué pensamos, y qué creemos, te lo juro, sí antes teníamos chances de que Dios nos escuchará, en este momento ni siquiera cree en nosotros. Las naciones, antes soberanas, han perdido todo su poder frente a estos gigantes sin rostro.
Recuerdo cómo solíamos hablar de las maravillas de la tecnología, de cómo Internet nos había conectado con todo el mundo. Pero ahora, esas mismas conexiones nos tienen atrapados en una red de miedo y desconfianza. No hay escape. Las cadenas de suministro que dependían de la cooperación internacional se han roto, dejando a millones sin acceso a lo básico: agua, comida, medicina. Un simple error en un rincón del mundo provoca una reacción en cadena que hunde a todos en la miseria.
Las diferencias entre ricos y pobres, que ya eran grandes, ahora son abismos insalvables. Mientras unos pocos viven en lujo detrás de sus muros impenetrables, el resto de nosotros luchamos por sobrevivir en un mundo que ha olvidado lo que significa ser humano. No hay esperanza, no hay justicia. Solo hay sobrevivencia, día tras día.
Y el planeta, nuestro hogar, está muriendo. Los bosques han sido arrasados, los ríos se han secado, y el aire es tan denso que apenas se puede respirar. Las tormentas son más feroces que nunca, y el mar, enfurecido por nuestro descuido, se traga ciudades enteras sin piedad. Quedan pocos animales, y los que quedan tienen mutaciones o están modificados genéticamente para atacar. No hay refugio, no hay lugar seguro.
Nos enfrentamos a la furia de un mundo que hemos llevado al borde de la destrucción, y ahora estamos pagando el precio.
Somos los cuervos del fin del mundo, un grupo de sobrevivientes que detalla como la globalización convirtió el mundo, aún quedamos algunos vivos, nuestro compromiso es escribir hasta que nos encuentres...
Yo no tengo nombre, algunos dicen que soy el lider de la resistencia, pero da igual, hago esto sencillamente porque sé que en alguna parte de este mundo aún están vivas mi esposa y mi hija, solo por eso he intentado encontrar una forma de resistir, de mantener viva la chispa de lo que alguna vez fuimos. Pero me pregunto, ¿queda algo por lo que luchar? Cada día que pasa, nos acercamos más al final, a ese punto sin retorno donde la humanidad se desvanecerá, dejando solo rastros en los escombros de nuestra propia destrucción.
Sin embargo, si este mensaje llega a ti, si aún queda alguien que escuche, te pido que no te rindas. Busca a otros, forma comunidades de resistencia, porque aunque todo parezca perdido, tal vez, aún quede una oportunidad para revertir el daño, para redescubrir lo que significa ser humano, para reconstruir entre las cenizas de lo que alguna vez fuimos.
Pero hay algo más, algo que aún no he podido contarte. Algo que ha comenzado a surgir en las sombras, entre aquellos que se aferran a la esperanza de un futuro diferente. He escuchado rumores, historias que se susurran en la oscuridad... Pero no puedo decir más por ahora.
Si recibes este mensaje y crees que aún hay algo por lo que vale la pena luchar, si sientes que todo lo que conoces está a punto de cambiar, entonces prepárate. El próximo contacto podría revelar lo que muchos han intentado ocultar. Hasta entonces, mantente alerta.
Resiste.
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Soy Yo...
… Sigo el murmullo del río, que guía mis pasos, hace ya muchas lunas que salí de la aldea, hace ya muchas mareas que partieron los hombres y no han vuelto. El viento me habló, se alzó ante mí y me cantó, viejos poemas que hablaban de maleficios, de viejos males, de seres tan antiguos como el mundo, de entes que vivían antes de que le hombre fuera hombre, antes de que el sol calentara sobre la tierra.
La noche se ha hecho eterna, se fue cuando traspasé la frontera y mis huesos ya sienten frío y la humedad se ha instalado en ellos. Hay seres que me acechan en la oscuridad, que se acercan mientras me hago la dormida, y me huelen, huelen el miedo y la soledad. Los oigo respirar.
Rezo a los ancestros y les pido valor para seguir. Escucho los sonidos que la noche me trae.
El fuego ya no abriga, se ha vuelto denso y pesado, la nieve se acerca y mi caballo ahora me sirve de sustento, para no morir de hambre, para darlo como ofrenda a los espíritus en esta noche que no acaba.
He visto a los muertos levantarse a mi paso, pero yo les he mirado a los ojos; he visto a dioses alzarse ante mí, invitándome a salir de sus tierras, pero yo les he mirado a los ojos; he visto a seres del inframundo asomarse a mis sueños, para obligarme a quedarme a vivir en ellos, pero yo les he mirado a los ojos. Ahora el río me enseña mi rostro reflejado en él y me pregunta quién soy; me miro y soy yo la que me devuelve la mirada y me enseña que sigo siendo esa mujer que salió de la aldea un día para buscar a su gente, aunque más vieja, también soy yo; soy la niña que se asustaba con cuentos, soy la muchacha que se enamoró, soy la mujer que se convirtió en líder de su aldea y soy esa mujer que se marchita, todas esas y ninguna soy yo, pues he renacido y he comprendido que soy la de ahora y la que siempre fui. Y el río me sonríe y me deja pasar…
Relato de Miguel Angel Cruz
#ReencuentroPersonal#Autoexploración#CreCimientoInterior#Autoconocimiento#VolverASerUnoMismo#BúsquedaDeSíMismo#ViajeInterior#DescubrimientoPersonal#CambioInterior#ReconectarContigoMismo#RenovaciónPersonal#DespertarEspiritual#Autodescubrimiento#TransformaciónPersonal#SoyYoMismo
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10 de diciembre de 2023.
Jamás voy a superar ese día, ni esa semana... para una vida que ha sido históricamente monótona y sin grandes emociones de felicidad, haber visto en vivo a Robert Smith fue más que un sueño.
Y es que sólo en esta plataforma he podido expresar, a través de los años, cuán profundamente los admiro sin ningún tipo de inhibición. Sólo aquí me siento tranquila de vulnerarme y mostrar esa faceta mía que suele estar bastante oculta. La verdad, yo nunca he tenido las palabras correctas para describir ese nauseabundo sentimiento de morir en vida, de que te duela la carne por desear otra realidad, de querer detener el tiempo para siempre y no sentir dolor. Y tener que sentir todo eso es lo peor que me ha pasado y, en muchas maneras, me ha determinado. Yo nunca logré entender cómo en mi cabeza todo era tan lúgubre y tan denso (fue así por la mayor parte de mi vida) cuando fuera de mí todo era ruido, diversión, baile y salsa.
Pero contra todo pronóstico, sólo sus letras depresivas me ayudaron a mí en mi depresión. Sólo su desolación sintió mi desolación y sólo sus palabras entendieron mi vaciedad después de que muriera tanta gente que amo. Mis permanentes pensamientos sobre la muerte y el suicidio que jamás conversé con nadie y sólo los escribía en mi libreta que todavía conservo se sintieron comprendidos con frases cortas pero tajantes como "llorando por la muerte de tu corazón"; "es más fácil para mí acercarme al cielo que en la vida sentirme entera de nuevo"; "no hay nada que haya querido más que sentirte en lo profundo de mi corazón"; "aunque sé que la parte más difícil para ti es poner tu confianza en mí, te amo más de lo que puedo decir" o "el último día del verano jamás se sintió tan frío".
Yo, desde que tengo conciencia siempre he sentido que me falta algo. Ahora sé que me falta algo y también sé que jamás lo podré llenar. Pero ahora, también sé que se puede seguir así. Sé que el infinito vacío hace parte de la existencia tanto como sé que encontrarle un sentido resultará inútil. Y que incluso en eso hay belleza. Que eso no me imposibilitará jamás el poder vivir a plenitud o lograr cada cosa que yo quiera. Y cambiar mi perspectiva siendo consciente de todo este absurdo es lo que me sostiene y me hace reír.
«Mi cabeza y las paredes se derrumban, y el cielo y lo imposible explotan. Congelada por un instante recuerdo una canción, una impresión de un sonido. Después, todo se va para siempre» — Pornography.
Un día extraño como los muchos días extraños que he tenido a lo largo de mi vida: 13 de agosto de 2008, 24 de agosto de 2009, 14 de junio de 2011, 15 de octubre de 2015, 29 de noviembre de 2019; 29 de septiembre de 2020, 3 de julio de 2023...
Lo que ha significado su arte, sus letras profundas y místicas en las que podía —y todavía puedo— ahogarme en total soledad es mucho más de lo que puedo describir. Me han acompañado, comprendido y han logrado, irónicamente, sacarme de mi hueco. Muchas de las cosas que no entendía sobre mí las he resuelto poco a poco. Entiendo que pasarán los años y seguiré percibiéndome como un ser extraño, pero sé que así será más fácil resistir. Y yo nunca pararé. Ojalá la vida, Dios o el Universo me permitan gozar de esta dicha una vez más antes de partir de este plano.
Love The Cure y su misticismo, y su magia y la potencia de su amor. Y su gran influencia y soporte para mí.
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CRÍTICA DE DISCO
SOLO D'LIRA (2023) - Molotov
El silencio terminó de romperse.
Como fanática y activa seguidora de Molotov desde hace más de diez años, todo lo que tenía de material reciente para mi disfrute era el MTV Unplugged del 2018 y Agua Maldita del 2014 con un tibio recibimiento de la crítica y del público.
De más está decir que en un álbum de entre 12 y 14 pistas es difícil que todas las canciones estén destinadas a convertirse en hits. Molotov no es la excepción a esta regla.
Recorriendo su discografía de adelante hacia atrás,
Agua Maldita (2014) nos obsequió Lagunas Metales con una ingeniosa letra meta referencial al rock latinoamericano; Eternamiente (2007) marcó a la generación Windows XP con Yofo y Fiel por Feo; Con Todo Respeto (2004) fue un álbum experimental que buscaba su sonido por fuera del punk con temas como Marciano I Turned into a Martian y Me Vale Vergara; un año antes, el icónico Dance and Dense Denso (2003) con Here We Kum, Hit Me y Frijolero, actuales himnos exponentes de rock latinoamericano 20 años después; Apocalypshit (1999) raspa las voces de los artistas con Rastaman-Dita, No Manches Mi Vida y Parasito y por último, ¿Dónde Jugarán las Niñas? (1997) que, en mi opinión y crítica, contiene 12 pistas que son, hasta el día de hoy, hitos.
Ningún otro álbum había conseguido igualar al primero, hasta que llegó SOLO D’LIRA.
En el apartado técnico podemos ver una notable mejoría de sonido y composición, utilizan riffs de guitarra meta referenciales y estribillos pegajosos. Las letras que acompañan a la música son explosivas, están llenas de furia y su falta de escrúpulos a la hora de utilizar lenguaje antiprogresista es muy inteligente a comparación de su pasado. Molotov experimentó nuevas maneras de traducir su propio lenguaje de protesta hacia temas como el mercado mainstream de la música, la política mexicana o la cocaína.
Como de costumbre, cada integrante compone entre dos y tres sencillos para cada álbum. Sin embargo, el estilo característico de cada uno parece ganar definición en éste álbum.
Siguiendo el orden de las pistas, los puntos más altos del álbum son Money In The Bank escrito por Paco Ayala, Randy Ebright con la colaboración de WOS y Pendejo, el himno del álbum. Todos los discos de Molotov tienen uno, se caracterizan por tener la voz de todos sus integrantes y un coro homónimo al título de la canción, como, por ejemplo, Puto (1997).
Ahora bien, los puntos más bajos del álbum son las tres primeras pistas; Santo Niño de Atocha exige un conocimiento del lunfardo mexicano demasiado cerrado que, para el latinoamericano promedio, cuesta trabajo disfrutar. Denle Chayote posee una problemática parecida, y Amarren al Perro invita a la reflexión de una metáfora que no termina de entenderse.
En conclusión,
los fanáticos de Molotov no podríamos pedir más de lo que presentaron. SOLO D’LIRA es una carta de odio al presente de la industria de la música y, a su vez, una carta de amor al pasado de la misma.
Calificación Final: 4,4/5
#molotov#rock latino#cobertura#prensa#rock#rock local#punk#mexico#argentina#crítica#opinión#rock mexicano#solo d' lira#wos x molotov#molotov x wos#featuring#album review#music review#new music
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Sí, vamos! Nunca había sentido esta adrenalina, esta sensación de vertigo divertido imparable. Mi cuerpo seguía aquella silueta, alegre, vivo, al ritmo de una noche frenética.
Ella me agarraba la mano fuerte, corrimos varias calles abajo hacia el lugar, yo no podía controlar esta sensación de plenitud, este leve momento de sentirme vivo tras tanto tiempo.
Rápidamente cruzamos una puerta, y tras unos saludos amistosos, fuimos a bailar a aquella fiesta improvisada, bajo efectos de dudosas fuentes y una actitud envalentonada.
Yo solo me dejaba llevar, sorprendido, por aquellos ojos que me arrastraban al peligro, nuevamente a tener temor, a volver a sentir mi sangre fluyendo, mis neuronas palpitando al sonido de una música rompedora.
Me di una vuelta solo, saludando y conociendo a gente, tomé una nueva lata de una amable mano, y seguí dando saltos y olvidando todo lo que había acontecido hasta dicho momento.
Solo podía olvidar y captar todos aquellos nuevos estímulos, esas caras que se camuflaban entre un humo denso y luces que formaban un ambiente casi místico.
Volví con ella, y todo fue rápido. La conexión que había perdido con los demás, mi falta de humanidad, sus ojos me devolvieron a esta realidad desvirtuada que había tenido tanto tiempo. Atemorizado, sonreía y volvía a sentir que podía perderme en su mirada, que podía tener un momento íntimo y de total confianza con alguien.Ella arruinó este castillo en un segundo, en una breve conversación, una persecución alocada hacia la locura, y un baile que solo era la excusa de aquellos que allí estábamos para sentirnos vivos.
Tras seguir bebiendo, y quizás consumiendo alguna sustancia más, acabamos la noche fuera de aquel antro, junto a un grupito, y seguimos con nuestro lazo cómplice entre las calles, sin importar nada más que aquel momento, aquel recuerdo que se sentía tan vivo como ninguno.
Lo demás paso rápido, confuso, inherente a los pasos previos.
Y tras unos días, yo no volví a verla, y escribía unas líneas sobre este hecho esporádico en un post aleatorio de la red, escondido del tumulto y las luces desenfrenadas de la lujuria de las redes.
Esto ya es solo un leve recuerdo , un sueño que no es más que un relato creado en dicho post, la visión que jamás ha ocurrido creada de carencias y delirios, de idealizaciones y promesas incumplidas.
Yo solo sigo siendo el ente errante, el profeta que nada contiene, la sombra inerte que vaga en busca de su imagen.
2:03 AM, la noche es larga.
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Nésterov Mijaíl (1862-1942)
SILENCIO
1903
Tamaño - 71,7 x 116
Material - lienzo
Técnica - óleo
Número de inventario - Inv.5831
Recibido de la colección de P.I. y V. A. Kharitonenko. 1924
La pintura fue creada por el artista bajo la impresión de un viaje al Monasterio Solovetsky en 1901 en busca de personajes para la pintura "Santa Rus" (1905, Museo Estatal Ruso). El interés por la vida ermitaña de los monjes, alimentado en su juventud por la pasión por las novelas de Melnikov-Pechersky, y en su madurez por la necesidad de trabajar en grandes lienzos y cumplir órdenes eclesiásticas, impulsó a Nesterov a lo largo de su vida a realizar múltiples viajes y paradas largas en sketes remotos. Los habitantes de las provincias del norte y Siberia conquistaron al artista con su comportamiento empresarial e ingenioso. "Rezamos a Dios con un hacha y una sierra en el bosque", dijeron sobre sí mismos. Conociendo de primera mano la vida monástica oculta a los extraños, el pintor buscó en sus lienzos mostrar su lado idílico,
La extensión rosa plateada de la bahía en el Mar Blanco cerca del monte Rapirnaya, el frío cielo amarillento del norte, una colina alta cubierta de un denso bosque con una iglesia solitaria visible en la parte superior: todos los elementos del paisaje crean una atmósfera de silencio y admiración. por la majestuosidad de la naturaleza. En una de sus cartas, Nesterov escribió con admiración: “Una cosa es indudablemente buena: esta es la naturaleza. ¡Dios! cuántos sonidos, pensamientos, fragmentos de sentimientos contiene, cuántos sueños contiene...”; "Me encanta el paisaje ruso, en su contexto de alguna manera mejor, más claramente sientes tanto el significado de la vida rusa como el alma rusa". La pesca silenciosa de dos monjes, su sencillez sin prisas, la unidad completa con el mundo exterior dan un ejemplo de una vida armoniosa, desprovista de alboroto mundano y ociosidad. La percepción pausada del motivo paisajístico sintoniza con reflexiones filosóficas sobre el sentido del ser y la fugacidad de todo lo existente. La misteriosa luz de la blanca noche polar, que fluye suavemente hacia las primeras horas de la mañana, realza la impresión de una regularidad mística de lo que está sucediendo. La oposición de un anciano de barba gris y un joven navegando en botes suena como una alegoría de las diferentes etapas de la vida humana, un símbolo del ciclo eterno del orden mundial. El estado de ánimo lírico del lienzo de Nesterov se fusiona en formas generalizadas, contrastes de luces y sombras, sonido suave de colores suaves. Una composición lacónica bien pensada une todas las partes de la obra en un todo inseparable, conectado por un tema común de naturaleza animada, emocionalmente en consonancia con la condición humana. un símbolo del ciclo eterno del orden mundial. El estado de ánimo lírico del lienzo de Nesterov se fusiona en formas generalizadas, contrastes de luces y sombras, sonido suave de colores suaves. Una composición lacónica bien pensada une todas las partes de la obra en un todo inseparable, conectado por un tema común de naturaleza animada, emocionalmente en consonancia con la condición humana. un símbolo del ciclo eterno del orden mundial. El estado de ánimo lírico del lienzo de Nesterov se fusiona en formas generalizadas, contrastes de luces y sombras, sonido suave de colores suaves. Una composición lacónica bien pensada une todas las partes de la obra en un todo inseparable, conectado por un tema común de naturaleza animada, emocionalmente en consonancia con la condición humana.
Información e imagen de la web de la Galería Tretyakov.
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Compresor vs Glue Compressor: 3 diferencias clave en Ableton Live
El compresor y el Glue Compressor son dos herramientas de procesamiento de audio incluidas en Ableton Live, y aunque tienen algunas similitudes, también tienen algunas diferencias importantes. Aquí hay tres diferencias clave entre el compresor y el Glue Compressor, explicadas de manera sencilla para que puedas entenderlas:
Propósito: El compresor se utiliza principalmente para controlar la dinámica de una señal de audio. Puedes usarlo para aumentar o disminuir los niveles de sonido en ciertas partes de una pista, como para hacer que las voces o los instrumentos sean más prominentes en una mezcla. Por otro lado, el Glue Compressor está diseñado para "pegar" varias pistas juntas y crear un sonido más cohesionado y uniforme. Por ejemplo, puedes usarlo para hacer que una batería o una sección de cuerdas suenen más "sólidas" en conjunto.
Parámetros: El compresor y el Glue Compressor tienen parámetros similares, como ataque, relajación y ganancia, pero el Glue Compressor tiene algunos parámetros adicionales que no están presentes en el compresor estándar. Por ejemplo, el Glue Compressor tiene un parámetro llamado "Pump" que te permite crear un efecto de "bomba" en la señal comprimida, y un parámetro llamado "Character" que te permite añadir distorsión y color al sonido comprimido.
Sonido: Aunque ambos compresores pueden utilizarse para conseguir resultados similares, el Glue Compressor tiene un sonido más característico y distintivo que el compresor estándar. El Glue Compressor tiende a dar un sonido más denso y "pegajoso", mientras que el compresor estándar suele dar un sonido más limpio y preciso. Esto hace que el Glue Compressor sea ideal para ciertos estilos de música, como el house o el techno, mientras que el compresor estándar puede ser más versátil para usos más generales.
Espero que esta información te haya sido útil y que hayas entendido la diferencia entre el compresor y el Glue Compressor en Ableton Live. Si tienes alguna pregunta adicional, no dudes en preguntar.
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Si quieres saber mas contactanos 📩 [email protected] 📲 sandruzzo_ofc
Editor: Ingeniero Alessandro Gozzo
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Un Cazador de Monstruos (Spanish version of "A Monster hunter")
Leo era un joven explorador, le encantaba buscar cosas inteligentes y dejar su marca, desde niño le intereso los insectos, queria verlos a todos, sin embargo, habia un insecto que aparecia solo de noche en lugares llanos, un escarabajo, unos chicos en su escuela le recomendaron ir al cementerio para encontrar a aquel insecto, y al llegar las 2 AM fue al cemento y despues de buscar un rato encontro los dichosos escarabajos debajo de una roca, pero justo en ese momento escucho una rama de un arbol caer y romperse y salio corriendo de alli creyendo que era un fantasma, experiencia que lo marcaria el resto de su vida.
A la mañana siguiente les contó a sus compañeros su experiencia y quisieron asustarlo más hablándole de fantasmas. Leo se interesó por ese tema y llegó a leer varios cómics sobre lo sobrenatural y criaturas de terror. A los 16 años llegó el momento del 2010, una época brillante para internet, y sobre todo para YouTube, junto con sus 2 amigos crearon un canal para subir blogs, sin embargo la idea no era creativa y por eso No tenía tantas visitas hasta que Leo se enteró de una casa abandonada cerca de un pueblo en las afueras de la ciudad y convenció a sus amigos para grabar un blog allí. Ese Blog se convirtió en un éxito en su canal, quintuplicando las visitas de su anterior video más popular, ahí empezó el nuevo tema del canal, ser un cazador de monstruos.
Llegó el año 2016, en ese momento Leo y sus amigos tenían 22 años y se dedicaban a subir blogs de caza de monstruos a su canal de YouTube, él y sus amigos Dan e Ian estudiaban en la misma universidad y cuando tenían tiempo iban a casas embrujadas que sus suscriptores recomendaron, una de ellas estaba en una ciudad a 4 horas de su universidad, pero aun así aceptaron, hicieron las maletas y se fueron de viaje. Llegaron a un pequeño pueblo, sus alrededores estaban cubiertos por un denso bosque que les dio un grato respiro a lo que ya estaban acostumbrados en su ciudad, se hospedaron en un motel porque planeaban irse a casa a las 12 de la noche. Eran las 8 PM, y la pandilla fue a buscar algo para comer, para su sorpresa solo había un pequeño restaurante en el pueblo, decidieron ir allí, solo había 2 cosas para comer: curry de pollo y ensalada de tomate, Ian y Dan no les dio mucha confianza, así que solo comieron la ensalada de tomate, mientras que Leo con su personalidad de querer explorar lo desconocido, probó el curry, su textura era espesa y picante, parecía color piel. barro con pollo en trozos, Leo lo probó y quedó impresionado por su sabor, mientras que sus amigos quedaron asqueados con la ensalada.
Regresaron al motel para preparar todo y descansar un rato. Cuando llegó la medianoche, el equipo ya estaba en la casa embrujada donde los "fantasmas" los esperarían, en realidad nunca habían tenido una experiencia paranormal más que algún que otro jarrón que caía sin ninguna explicación, el atractivo de su canal era ver el deterioro de las casas y el suspenso por que algo pasara, muchas veces Ian recomendaba la idea de que uno de ellos se hiciera pasar por un fantasma para los videos, pero a Leo no le gusto eso, el queria ser autentico en sus reacciones y no tener que mentir o estafar a sus seguidores, además de que así la gente valoraría más su canal que otros que fingen encuentros paranormales. Sus expediciones eran los dos comentaristas (Leo e Ian) y el hombre de la cámara que era Dan, pues era el más tímido de todos, aunque a veces intercambiaban lugares para que no solo unos pocos se divirtieran. Entraron a la casa, era muy grande a pesar de estar en un pueblito en medio del bosque, lo primero que vieron fue una gran escalera desgastada en el centro que conducía al segundo piso, decidieron ir allí, estaban caminando cuando Leo notó: "¡Espera! ¡Creo que escuché un ruido!", Todos guardaron silencio para tratar de captar el misterioso sonido en la cámara, lo siguiente que sucedió es que Leo se agachó y levantó la pierna derecha para expulsar un largo y sonoro pedo mientras el gemía de satisfacción, Ian estaba molesto con la broma de Leo pero Dan dijo que no importaba y que podían cortar y editar el video. Continuaron por un pequeño sendero donde encontraron un cuadro gastado de una mujer con sus hijos, Leo comentó a la cámara: “A juzgar por la ropa de la señora, esta casa fue habitada por alrededor de los años 60” e Ian agregó: “¿De los años 60? , ¡debe ser del año 1700 aC!", continuaron su camino y encontraron una habitación con una puerta abierta al final.
Los tres jovenes estaban interesados en lo que habría allí, por lo que caminaron lentamente y escucharon un gruñido peculiar, Dan se asustó, no pensó que fuera un fantasma, sino un animal salvaje como un zorro o un lobo porque estaban en el medio del bosque y una casa abandonada sería el escondite perfecto para esos depredadores nocturnos, Ian por su parte también estaba preocupado de que fuera algún animal salvaje, pero Leo dijo: "Lo siento chicos, me duele la barriga, ese gruñido fui yo". Ian lo golpeó en la cabeza pero Leo dijo: "Tranquilo, piensa en positivo, ese gruñido es auténtico, ¿no? Dejémoslo en el video como si fuera un evento paranormal", dijo Dan: "Eso no iría contra tus principios de ser 100% honesto?" y Leo respondió: "La palabra paranormal se usa para describir algo raro, y que un gruñido estomacal suene tan fuerte que parezca un lobo, realmente es extraño y en cierto modo, aterrador", Dan estuvo de acuerdo con la idea y entraron a la habitación, había una cama completamente destrozada por los insectos, arañazos de garras en las paredes y en el piso lo que indicaría que al fin y al cabo era un refugio de algún animal salvaje, se encontraron varias telarañas en casi todos los lugares, eso Asustó mucho a Ian y Dan le dijo: "Las telarañas no deberían sorprenderte, después de todo, cada vez que vamos a estas casas abandonadas siempre vemos telarañas gigantes" e Ian responde: "Sí, pero eso no significa que yo Ya no le tengo miedo a las arañas", mientras ambos discutían, Leo se sentó en la ventana, Ian reclamó por qué hizo eso, pero la acción de Leo les daría una gran explicación sin decir una sola palabra, levantó el trasero y se tiró otro pedo largo y fuerte, el dijo , "Lo siento chicos. Todavía podemos cortar esa parte, ¿verdad?" Ian molesto dijo: "¡Ughh amigo! aunque lo tiraste por la ventana parece como si nos lo hubieras tirado a la cara!!", esto dejaba de ser algo gracioso ya que hay tantos cortes en el video que se perdería la magia.
Bajaron las escaleras y fueron al primer piso y se dirigieron al pasillo derecho de este, los amigos no encontraron nada interesante asi que usaron su arma secreta para este tipo de ocasiones y para entretener a su publico, su labia. Ian y Leo sacaban temas de conversación para evitar que el video sea aburrido, pero poco a poco Leo se notaba más apagado, el sostenia su estomago mientras que tenia una mirada triste y de preocupación, Ian se sintio mal y penso que el habia ofendido y herido los sentimientos de su amigo, asi que se disculpo diciendo que eso le podia suceder a cualquiera y que no se preocupara que iban a recortar el video, y Leo dijo:"Tranquilo, no es que me he ofendido, es que me duele el estomago, creo que estoy enfermo", Dan ofrecio regresar al motel, ya que de todas formas tenian el material suficiente para el video, iban caminando hacia la salida cuando Leo se detuvo y se sento en el suelo sosteniendo su estomago, sus amigos le preguntaron que sucedia y Leo dijo:"Ya no puedo más, creo que un fantasma se metio en mi cuerpo y esta a punto de salir!!!", y como si fuera un relampago, un pedo fuerte retumbo entre las paredes de la casa y el "fantasma" comenzo a salir de su ano, los amigos horrorizados vieron como Leo estaba literalmente liberando 1 galon de liquido de el, su diarrea cubrio todo su jean, el olor a desague invadio toda la casa, e includo moscas rodeaban sobre el. Sus amigos decidieron ayudarle y lo recogieron con ayuda de sus hombros, Leo dijo que tenia que sacarse los pantalones, una decision que no le gusto a nadie del grupo pero no habia de otra. Sus pantalones cayeron al suelo, la diarrea parecia menestra de frijoles, era marron y tan caliente que cambio la temperatura de todo alrededor, Ian y Dan cargaban a Leo completamente desnudo con moscas rondando su trasero con manchas marrón, al llegar al carro Leo dijo que lo esperasen y se puso en cunclillas para expulsar el ultimo remanente de diarrea, Dan dijo:"Amigo... para la proxima hay que traer nuestro propio alimento", llegaron al motel donde toda la noche Leo se la pasaba en el baño.
PD: perdon por no haber subido la historia ayer pero tuve una urgencia, al menos más tarde vendra otra que seria la original para el día sabado.
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Fre4k avanzaba por el bosque, inmerso en pensamientos mientras evaluaba el grupo y sus propias razones para estar allí, cuando una presencia oscura emergió de entre los árboles. Un demonio de aspecto retorcido y forma sombría, con garras afiladas y ojos rojos como brasas ardientes, saltó desde las sombras, lanzándose directamente hacia él con la intención de rasgar su carne.
Fre4k, sin siquiera mirarlo, movió un pie hacia atrás y giró ligeramente el torso, esquivando el ataque con precisión calculada. El demonio pasó de largo, fallando en su intento de embestida, y apenas se estabilizó, Fre4k ya estaba sobre él, su rostro transformado en una máscara de oscuridad y una fría determinación.
Fre4k, con un tono bajo y siniestro: —¿De verdad pensaste que podías hacerme algo?
Sin esperar respuesta, levantó su puño y lo dejó caer con una fuerza que hizo crujir los huesos del demonio al primer impacto. El cuerpo de la criatura se estremeció y un grito de dolor inhumano salió de su garganta, pero Fre4k no se detuvo.
Golpe tras golpe, su expresión se mantenía en calma absoluta, casi desprovista de emociones, mientras sus puños caían una y otra vez. Cada impacto desfiguraba al demonio un poco más; el rostro de la criatura pasó de ser una masa retorcida de odio y maldad a algo irreconocible, un amasijo de carne y sangre oscura.
Narrador: Fre4k no se detuvo ni un momento, y cada golpe parecía llevar el peso de algo más profundo, una ira enterrada bajo capas de indiferencia y sarcasmo. Con cada impacto, el cuerpo del demonio se desintegraba en fragmentos informes; los huesos se rompían, la piel se desgarraba, la esencia misma de la criatura se desvanecía en un mar de sombras que lentamente se convertía en un charco denso y oscuro bajo los pies de Fre4k.
A su alrededor, el bosque parecía haberse silenciado, como si la naturaleza misma contuviera el aliento, horrorizada ante la violencia sin freno que Fre4k desataba. Su mirada, fija y vacía, no parpadeaba mientras sus puños seguían golpeando lo que ya no era más que un residuo, una mancha oscura en la tierra. En sus ojos no había nada: ni odio, ni rabia, ni satisfacción. Solo un abismo frío, gélido, que hacía parecer que el verdadero demonio no era el que yacía en pedazos, sino él.
Fre4k, en voz baja, apenas un susurro: —Patético.
Finalmente, se levantó, exhalando lentamente mientras sacudía las manos, cubiertas de sangre negra. Se quedó mirando los restos por un instante, casi como si estuviera inspeccionando una obra de arte distorsionada, como si quisiera asegurarse de que no había ni el más mínimo rastro de vida en el demonio. Su respiración era controlada, y en su rostro no había ni rastro del esfuerzo, solo la calma de alguien que acababa de quitarse una molestia de encima.
En ese momento, un sonido suave llegó desde el bosque: pasos ligeros acercándose. Fre4k volvió a ponerse en guardia, pero al girarse, vio a Cory, que había seguido el sonido de la pelea y observaba la escena con los ojos muy abiertos, horrorizada.
Cory, con un tono de incredulidad y miedo: —¿Fre4k…? ¿Qué… qué hiciste?
Fre4k se limitó a mirarla, sus ojos carentes de cualquier emoción que pudiera dar explicación a lo que acababa de ocurrir. Un rastro de sangre demoníaca resbalaba por su mejilla, y él lo limpió con el dorso de la mano, como si fuera algo completamente irrelevante.
Fre4k, en tono sereno: —Hice lo que debía. Es lo único que necesita saber.
Cory retrocedió un paso, claramente perturbada, pero Fre4k solo le lanzó una mirada fría.
Fre4k: —No te asustes. Ese demonio ya no representa una amenaza. —Un esbozo de sonrisa apareció en sus labios, pero era una sonrisa sin calidez, algo que hizo que Cory sintiera un escalofrío recorrerle la espalda—. Aunque tal vez debería haberlo dejado vivir… solo para divertirme un poco más.
Cory, intentando recuperar la compostura: —No… no era necesario hacer… eso. Ya estaba vencido.
Fre4k simplemente se encogió de hombros y se dio la vuelta, empezando a caminar de regreso al grupo, dejando a Cory paralizada detrás de él.
Mientras se alejaba, un pensamiento oscuro cruzó por su mente. A veces, se preguntaba cuánto tiempo podría seguir ocultando esa parte de sí mismo, aquella que se deleitaba en la destrucción, que veía en los enemigos solo presas, trofeos, algo con lo que jugar antes de deshacerse de ello. La realidad era que, muy en el fondo, Fre4k sabía que no era un héroe en el sentido tradicional; su compasión, si es que existía, estaba enterrada bajo una capa impenetrable de sombras.
Narrador: Pero esa misma oscuridad era su fuerza, la chispa que lo hacía imparable, y en su mente, justificaba cada acción. "El mundo necesita seres como yo", pensaba, "para limpiar la basura, para hacer lo que los otros no pueden hacer".
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Cenizas y lirios marchitos
El reloj en la pared dejó de marcar la hora exacta; se detuvo en un instante eterno, justo cuando el aire se volvió denso y las sombras se alargaron. No recuerdo si fue antes o después de que la última palabra se deshiciera entre mis labios, como un hilo roto.
Los lirios que antes llenaban la casa de perfume ahora crujen secos al tocarlos, y su color violeta se ha desvanecido en un tono grisáceo, casi ceniza. He pasado tres días recogiendo pétalos que se desparraman por el suelo, como si quisieran formar un rastro hacia algún lugar que ya no existe.
El viento nocturno se cuela por las rendijas y acaricia las cortinas, haciéndolas bailar de una manera que solo se puede ver en sueños. Intento recordar su rostro, pero en mi mente solo quedan destellos de su sonrisa, que arde y duele como el sol de mediodía. El sonido de su risa sigue atrapado en las paredes, repitiéndose en un eco que no muere.
Sé que los días han pasado porque la luz se asoma por la ventana cada mañana, más tímida, más lejana. Me he cubierto de las sábanas que alguna vez compartimos, aquellas bordadas con hilos dorados que solíamos contemplar juntos, hablando de cómo las estrellas nunca se apagan aunque se distancien.
Hoy, el silencio me visita y se acomoda a mi lado. Los lirios marchitos me observan, testigos de lo que ya no tengo, de lo que nunca más vendrá. Por más que cierre los ojos y finja que aún estás aquí, el olor a ausencia es más fuerte, y las sombras han reclamado tu espacio.
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Black Sabbath: Vida, canciones, conciertos clave y discografía (MUSICA)
Precio: (as of – Detalles) Valoración media de los compradores: 4.5/5 Estrellas Black Sabbath cambió la historia de la música. Con 19 discos de estudio y más de setenta millones de discos vendidos, este grupo nacido en Birmingham revolucionó el panorama musical con la oscuridad de las letras de las canciones, poderosos riffs de guitarra y un sonido contundente, denso y distorsionado. Ésta es la…
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La noche que nos miró
En aquella época estudiaba la universidad, Antropología, para ser más exacta. El profesor nos había pedido sustentar el trabajo final con prácticas de campo, así que decidí realizarlo en el pueblo de mis abuelos. Tenía pensado quedarme una semana en compañía de ambos. Los primeros días corrieron tranquilamente; llegaba agotada por las noches a la casa que se ubicaba subiendo la loma y que estaba acompañada de unas cinco casas más. Sin embargo, la última noche de aquella estancia no fue nada común.
Ese día había sido ajetreado; había levantado bastante evidencia y tenía un largo diario de campo por escribir. Terminamos de cenar y mis abuelos se fueron a la habitación contigua. La mía era la habitación más grande de la casa, con dos camas matrimoniales y un closet que abarcaba las cuatro esquinas del inmenso cuarto; el olor a esas casas de pueblo invadía la noche. Escribí sin parar el diario de campo; ya me dolía la mano y los ojos, pero la noche era aún larga y tenía bastante evidencia por redactar. Me encontré con que eran minutos pasados de la medianoche y, en ese momento, me hice consciente del gran silencio que había, pero no duró mucho.
A las afueras del cuarto escuchaba movimiento; me decía a mí misma: “son los perros”. Raspaban las bolsas del maíz, raspaban la puerta con sus pezuñas y comencé a escuchar el arrastre de cadenas, pero esto último me hizo dudar de la presencia de animales. Los sonidos eran repetitivos, cada vez más fuertes e incesantes y dudé de mi lucidez. ¿Eran los perros? No. Era algo más...
Afortunadamente, me considero una persona escéptica, así que cerré el diario, me puse pijama, destendí la cama que estaba del lado del closet y apagué la luz. Pero para ese entonces yo ya me sentía confundida; sentía algo inexplicable, me atrevería a decir que sentía esa adrenalina que provoca el estar asustada. El aire se sentía denso, como si una sombra invisible se posara sobre mí. El olor a humedad y madera envejecida me envolvía, intensificando la sensación de opresión.
Me acosté boca arriba, tratando de controlar mis pulsaciones y mi agitada respiración. Me alentaba a mí misma diciéndome que no había nada allá afuera, así que me cobijé como cuando se cobijan los niños asustados, esperando a que aquellas sábanas me protegieran de lo que fuese que hubiera del otro lado de la puerta. Cerré los ojos en espera de caer en el sueño, pero más tardé yo en cerrarlos que en sentir que alguien subía por la cama a la altura de mi pierna derecha. Abrí los ojos abruptamente por debajo de las cobijas y mi respiración se volvió más agresiva; estaba sudando.
Como te había dicho, no me considero miedosa, así que tomé valor, miré por encima de las cobijas y ahí estaba ella, paradita sobre la cama, con un diminuto pantalón amarillo y una blusita blanca. Me miraba con unos ojos negros y unos hermosos rizos azabaches. Nos miramos fijamente; la respiración se me entrecortaba y los mareos me invadieron, así que cerré los ojos y, aunque las palabras no se salían de mi boca, le rogaba que se fuera. Cuando los abrí, ella ya no estaba; sentí alivio. Volví a taparme con las cobijas y giré mi cuerpo hacia mi lado izquierdo, pero mis ojos se volvieron a encontrar con los de ella; estaba acostada en la cama de al lado, me miraba, pero me miraba tan profundo que no recuerdo cuándo amaneció.
Quienes han escuchado mi historia, y quienes son creyentes, dicen que los niños no penan, al fin y al cabo, no dejan asuntos pendientes en este mundo.
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