Si te apasionan las historias que te ponen los pelos de punta, que te mantienen al borde de tu asiento y que te hacen revisar bajo la cama antes de dormir, este es el lugar perfecto para ti.
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Cada mañana me despierto con un mechón de cabello menos y la sensación de que alguien ha estado acariciándome mientras dormía
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𝙇𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙖 𝙥𝙞𝙚𝙡
Desde pequeño, Alex había escuchado historias sobre la maldición que azotaba a su familia. Decían que sus ancestros habían pactado con fuerzas oscuras para obtener poder y resistencia, y que el precio era transformar a cada nuevo hijo en bestia en las noches de luna llena. Su madre le contaba estas historias como advertencias, diciéndole que tendría que hacer todo lo posible por resistir.
A los dieciséis años, Alex empezó a notar cambios inquietantes. Sus sentidos se agudizaban en los momentos más inesperados: oía pasos a cientos de metros, sentía el miedo de sus amigos en el aire, y, lo peor de todo, empezaba a ver a las personas de su alrededor como presas.
Desesperado por evitar su destino, Alex buscó ayuda en hechiceros y brujas de la ciudad, rogándoles por una cura o un amuleto que frenara su transformación. Le dieron encantamientos, brazaletes y pociones, pero nada parecía detener el proceso. Cada noche de luna llena, su cuerpo comenzaba a retorcerse, sus huesos se deformaban y su piel ardía como si tratara de abrirse para dar paso a algo mucho más oscuro.
La primera vez que se transformó completamente, Alex no lo recordaba. Al día siguiente, despertó cubierto de sangre en un bosque, con arañazos en su piel y un dolor insoportable en cada músculo. Intentó convencer a su madre de encerrarlo, de mantener atado para que no pudiera salir la próxima vez. Pero las puertas se rompían, las cadenas se astillaban, y él siempre encontraba la forma de escapar y correr hacia la noche.
Finalmente, en un acto desesperado, Alex decidió enfrentarse a la bestia que habitaba en su interior. En una noche de luna llena, se encerró en una cabaña lejos de la ciudad, decidido a resistir. Pero en la oscuridad de la cabaña, escuchó una voz susurrante que no era humana. Era una voz que venía de su propia mente, una presencia que le hablaba y le decía que todo esfuerzo era inútil. La voz le prometía poder, velocidad, fuerza; Le prometía libertad y un destino grandioso, solo si dejaba de resistirse y aceptaba su verdadera forma.
Aterrorizado, gritó Alex, rogando por mantener su humanidad. Sin embargo, al amanecer, cuando los primeros rayos de sol tocaron su rostro, sintió la terrible verdad: había dejado de luchar por completo, y ahora la bestia era parte de él, como un segundo corazón que latía dentro de su pecho. En la siguiente luna llena, no habría intento de resistencia, y se convertiría por completo en el ser salvaje que su familia había tratado de contener por generaciones.
Y así, Alex desapareció en el bosque, su humanidad lentamente devorada, mientras los aldeanos comenzaban a contar historias de una criatura oscura que merodeaba en las sombras, cazando todo lo que encontraba a su paso.
𝓯𝓲𝓷
Moraleja: Luchar contra nuestra naturaleza puede ser una batalla noble, pero a veces el verdadero enemigo está dentro de nosotros mismos. Si no enfrentamos nuestros miedos y sombras de forma sincera, pueden consumirnos y transformarnos en aquello que más tememos
La historia de Alex refleja cómo intentar reprimir nuestras partes oscuras sin comprenderlas ni aceptarlas puede llevarnos a ser dominados por ellas. Para mantener su humanidad, no solo debía resistirse a la bestia, sino también entenderla y enfrentar lo que significaba. A veces, el miedo a lo que llevamos dentro hace que no busquemos ayuda adecuada o que evitemos aceptar quiénes somos.
#𝙇𝙖 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙗𝙖𝙟𝙤 𝙡𝙖 𝙥𝙞𝙚𝙡#miedo#terror#escritos#tumblr#horror#historia#cuento#relato#foto#texto#aprendizaje#moraleja
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Los invitados han llegado... la fiesta puede comenzar 🎈🎈🎈🎈💀
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𝙃𝙖𝙡𝙡𝙤𝙬𝙚𝙚𝙣 🎃
Oh… ¡saludos a tus amigos en la penumbra de tu mente! 👋 Porque sé que no son solo voces pasajeras… no, no, ¡ellos son sombras, moradores de tus pensamientos! 💀 Esas criaturas que, sin que nadie más lo note, te acompañan en cada respiro y susurro. Ellos están ahí cuando el mundo calla, observando desde las esquinas de tu conciencia, ayudándote a elegir, a puntuar… ya sentir ese frío en la nuca cuando hablas incluso mientras duermes.
Ellos no necesitan preocuparse, claro, ¡son tus compañeros eternos! Pero recuerda… algún día podrías abrir los ojos y darte cuenta de que ya no están en tu cabeza, sino… mucho más cerca… 👁️👁️
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𝙀𝙡 𝙘𝙪𝙖𝙙𝙧𝙤 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙩𝙤 🖼️
Había heredado un cuadro antiguo de un pariente lejano, un retrato de una mujer sorprendentemente bella, vestida con un largo y sedoso vestido rojo. Su mirada, aunque vacía, tenía un aura seductora que me resultaba difícil de ignorar. Decidí colgarlo en la sala, a pesar de que algo en su sonrisa enigmática me hacía sentir incómodo.
Desde que el cuadro estuvo allí, comenzaron a suceder cosas extrañas. Primero, pequeños detalles: las luces parpadeaban, y el aire se volvía más frío cuando me acercaba al cuadro. Pero luego, algo mucho más perturbador ocurrió: los ojos de la mujer empezaron a seguirme. Dondequiera que estuviera en la habitación, su mirada parecía fija clavarse en mí. Al principio, pensé que era mi imaginación, pero pronto supe que algo más estaba sucediendo.
Una noche, mientras dormía en el sofá, escuché un leve crujido. Al abrir los ojos, vi que el cuadro estaba inclinado, como si alguien lo hubiera movido. Lo coloqué de nuevo en su lugar, pero al día siguiente, el cuadro estaba en el suelo, el cristal roto, como si hubiera caído solo. La mujer, aún hermosa, me sonreía de una manera que me inquietaba y atraía al mismo tiempo.
Decidí deshacerme de él. Lo llevé al sótano, pensando que todo terminaría ahí. Pero las cosas empeoraron. Por las noches, sentí una presencia, pesada, sobre mi pecho, como si alguien estuviera conmigo, pero invisible. Lo más aterrador eran los sueños. En ellos, la mujer del cuadro me visitaba. Su voz, suave y dulce, me susurraba palabras que no podía entender, pero que me llenaban de un deseo incontrolable. Intentaba seducirme, y cada noche estaba más cerca de mí.
Despertaba cada mañana con la sensación de que su imagen me dominaba. Me obsesioné con ella, con su mirada y su vestido rojo que se movía como el fuego en mis sueños. El deseo de estar cerca de ella crecía, hasta que un día, no pude más. Bajé al sótano para enfrentar el cuadro, para destruirlo de una vez por todas. Pero cuando llegué, ya no estaba donde lo había dejado.
Desde entonces, mis sueños se volvieron más intensos. Ya no solo la veía, la sentía. Su piel fría rozando la mía, sus labios susurrando promesas que no podía resistir. Poco a poco, mi vida real y los sueños se mezclaron. Hasta que, una noche, desperté dentro del cuadro.
Ahora estoy con ella. En su mundo. Su mirada sigue fija en mí, pero ya no quiero escapar. He sido consumido por el deseo, por la obsesión que ella plantó en mi mente. Y en este nuevo lugar, soy suyo para siempre.
𝓯𝓲𝓷
Moraleja: La obsesión, aunque seductora, puede consumirnos por completo si no sabemos controlarla. Lo que al principio parece atractivo y tentador puede llevarnos a perder el control sobre nuestra propia vida, atrapándonos en una realidad de la que ya no podremos escapar.
Este mensaje resalta el peligro de caer en la trampa de nuestros deseos más profundos, especialmente cuando estos nos arrastran hacia lo desconocido y oscuro.
#historia#cuento#relato#miedo#terror#escritos#foto#tumblr#texto#aprendizaje#moraleja#El cuadro maldito#horror
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Había encontrado el disfraz perfecto en una tienda de antigüedades. El vendedor me avisó que no me lo pusiera después de la medianoche, pero no hice caso. En cuanto el reloj marcó las 12, sentí algo extraño. Mi cuerpo no respondía a mis órdenes , y el reflejo en el espejo mostraba un rostro que no era el mío."
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𝑴𝒊𝒄𝒓𝒐𝒓𝒓𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐
Vivía en una casa aislada, pero cada noche, veía a dos niños mirando a través de mi ventana.
Parecían asustados, pálidos y vestidos con ropas antiguas.
Un día, llamé a la policía.
Al llegar, me contaron la historia: esos niños habían muerto en un incendio hace más de cincuenta años… en mi casa.
#𝑴𝒊𝒄𝒓𝒐𝒓𝒓𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐#miedo#terror#escritos#foto#tumblr#texto#horror#cuento#intriga#Vivía en una casa aislada
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Los payasos no son peligrosos. Ya he matado a tres y ninguno se defendió
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𝑴𝒊𝒄𝒓𝒐𝒓𝒓𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐
Clara, una joven mestiza de piel dorada y rizos negros que enmarcaban su rostro, era adicta a los selfies. Había perfeccionado la técnica: el ángulo perfecto, la luz ideal, la sonrisa coqueta. Sin embargo, siempre buscaba mejorar. Fue entonces cuando descubrió una nueva aplicación, "Visage+". Las fotos eran impecables, con una nitidez y perfección que ni los filtros más avanzados pudieron lograr. Sin pensarlo mucho, la descargó.
La primera vez que abrió la aplicación, apareció una advertencia: "Cada foto tiene un precio, un pequeño sacrificio a cambio de la perfección" . Clara rió, tomándolo como una broma de mal gusto, y se tomó una selfie. Era perfecta. La piel lisa, los ojos brillantes, cada rizo en su lugar. No podía dejar de mirarse.
Día tras día, Clara tomó más y más fotos. Su galería se llenaba de selfies que obtenían cientos de "me gusta". Pero cada vez que usaba la aplicación, algo extraño ocurría. Al principio eran detalles pequeños, como olvidar cosas o sentir un leve malestar, pero pronto, su reflejo en el espejo comenzó a cambiar. Una ligera sombra oscurecía su mirada, como si una parte de ella se desvaneciera lentamente.
Ignoró las señales, dicta a la atención que estaba recibiendo. Pero una mañana, al despertar, sintió un escalofrío que recorrió su cuerpo. Miró su teléfono, ansiosa por tomarse su primer selfie del día, pero cuando abrió la cámara, algo estaba mal. Terriblemente mal. No tenía rostro.
Desesperada, corrió hacia el espejo, pero solo encontró una superficie lisa y vacía donde solían estar sus ojos, su nariz, su boca. La pantalla del teléfono brilló una vez más con una notificación de la aplicación: "Gracias por tu sacrificio" .
Clara intentó gritar, pero no tenía voz.
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𝙇𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙤𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖
Raúl siempre había vivido solo en aquel pequeño apartamento de techos altos y paredes agrietadas, perfecto para un escritor en busca de soledad. Un día, mientras reorganizaba los muebles, tropezó con algo en el suelo que nunca antes había notado: una pequeña hendidura en la esquina de la pared, justo detrás del armario. Intrigado, empujó el armario a un lado y ahí estaba: una puerta de madera desgastada, oculta a simple vista.
Al principio pensó que debía ser algún tipo de despensa olvidada por el antiguo dueño, pero la puerta era demasiado baja y estrecha. Después de unos segundos de duda, la abrió con un crujido largo y agudo. Un aire denso, frío y añejo se escapó, como si la habitación hubiera estado sellada durante décadas. Con una linterna en mano, avanzó.
La habitación estaba completamente amueblada: una cama, una cómoda y una silla que parecía haber sido usada recientemente, pero todo estaba cubierto de una gruesa capa de polvo. Lo más perturbador eran los pequeños detalles: una taza de té en la mesa con restos secos en el fondo, una revista abierta en la página central y, sobre la cama, una manta arrugada como si alguien la hubiera usado la noche anterior.
Un escalofrío recorrió la espalda de Raúl. Algo no cuadraba. Esa habitación no existía en los planos del apartamento. Nadie había mencionado nada sobre un espacio oculto cuando firmó el contrato. Mientras exploraba, escuchó un suave ruido detrás de él, como si algo se hubiera movido. Giró rápidamente, pero no había nadie.
Con el corazón acelerado, se acercó a la cama, donde un libro descansaba en la mesita de noche. No había título en la cubierta, solo una desgastada encuadernación de cuero. Al abrirlo, descubrió algo aún más inquietante: las primeras páginas estaban llenas de fechas y anotaciones en letra pequeña, cada una detallando el horario de sus propias actividades diarias. La última anotación, hecha con tinta fresca, decía: “Raúl encontró la puerta hoy”.
El miedo lo paralizó. Lentamente, se dio cuenta de lo imposible: alguien había estado observándolo, viviendo en esa habitación secreta, invisible, justo al otro lado de la pared. Y lo más aterrador era la siguiente página del libro, completamente en blanco, como si estuviera destinada a lo que haría mañana.
El libro temblaba en las manos de Raúl. No podía dejar de mirar esas páginas en blanco, como si esperara que algo se escribiera solo, anticipando cada paso que diera. Retrocedió, con la intención de salir de la habitación, pero en ese momento la puerta secreta se cerró de golpe. El sonido del pestillo girando le confirma lo peor: estaba atrapado.
Corrió hacia la puerta, golpeándola con ambas manos, pero ningún grito salió de su garganta, como si el mismo miedo lo hubiera dejado mudo. Una risa suave resonó detrás de él. Se giró bruscamente y vio, sentado en la cama, a una figura demacrada y encorvada, con los ojos hundidos y fijos en él, una sombra de lo que alguna vez pudo haber sido un ser humano.
“¿Sabes cuánto tiempo te esperé?”, dijo la figura en un susurro rasgado. “Siempre supiste que no estabas solo aquí, ¿verdad?”
Raúl intentó retroceder, pero la pared fría y firme estaba a su espalda. La figura se levantó, arrastrando los pies, ya medida que se acercaba, el espacio parecía encogerse. Raúl intentó gritar, pero sus palabras murieron en su garganta cuando el hombre lo tomó por los hombros.
“Ahora que estás aquí”, dijo, “serás tú quien me acompañe. Quien me observe”.
Raúl sintió que su visión se nublaba y una presión insidiosa invadía su mente, como si se estuviera desvaneciendo en una neblina oscura. Finalmente, cerró los ojos.
Cuando despertó, estaba sentado en la cama, el libro de cuero descansando en su regazo. Miró a su alrededor y notó con horror que una gruesa capa de polvo cubría los muebles y las paredes, como si el tiempo hubiera pasado de golpe. Una nueva página había aparecido en el libro. Decía: “Esperando al próximo inquilino” .
Entonces comprendió que, a partir de ese momento, él sería quien esperaría en la habitación oculta.
𝓯𝓲𝓷
Moraleja: "Algunas puertas están cerradas por una razón. La curiosidad puede abrir espacios ocultos, pero no todos están destinados a ser descubiertos."
Oh
"A veces, al explorar los misterios que nos rodean, corremos el riesgo de convertirnos en parte de ellos."
Ambas moralejas resaltan cómo la curiosidad desmedida puede llevar a consecuencias inesperadas y cómo, en ocasiones, lo desconocido debería permanecer así para protegernos.
#𝙇𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙞𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙤𝙘𝙪𝙡𝙩𝙖#historia#cuento#relato#miedo#terror#escritos#foto#tumblr#texto#aprendizaje#moraleja
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Octubre llega con promesas de cambio. Las hojas caen, pero el viento las arrastra entre susurros que no deberíamos escuchar. Lo que parece el final, podría ser solo el principio de algo que acecha entre las sombras.
Es el momento de dejar atrás lo que pesa, pero cuidado con lo que recoges en el camino, porque no todo lo que viene te hará bien. A veces, caminar hacia adelante puede llevarte a lugares donde el frío no es solo del aire..
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Me mudé porque sentía que alguien me seguía en mi casa anterior. Pero ahora la misma sombra se para fuera de mi nueva ventana todas las noches.
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𝑴𝒊𝒄𝒓𝒐𝒓𝒓𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐
Clara se despertó en la madrugada con un extraño ruido en la puerta. Era un golpe suave, constante, como si alguien intentara llamar sin fuerzas. El corazón le dio un vuelo; su esposo, Pedro, había muerto hacía tres días. Pensando que era su imaginación, intentó ignorarlo, pero el golpe continuó, más insistente.
Temblando, se acercó a la puerta y miró por la mirada. Ahí estaba Pedro, pálido, cubierto de tierra y con los ojos vacíos. Pero no era solo eso: su piel estaba podrida en algunas partes, y su boca se movía lentamente, como si intentara hablar.
Contra todo instinto, Clara abrió la puerta. Pedro levantó la cabeza y con una voz rota y débil murmuró: “Déjame entrar... tengo frío”. Ella dio un paso atrás, aterrada, pero incapaz de cerrar la puerta. Entonces, de la oscuridad, más figuras comenzaron a aparecer. Otros vecinos, amigos... todos muertos. Todos con el mismo vacío en la mirada.
La casa se llenó de ese silencio aterrador antes de que el caos comenzara.
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𝙇𝙖 𝙈𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙑𝙞𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙨
Hace más de un siglo, la casa de campo de las afueras, perteneció a los Villegas, una familia involucrada en prácticas ocultas. Ignacio Villegas, el patriarca, realizó un ritual en busca de la inmortalidad, sacrificando a sus propios hijos como ofrenda a un demonio. Sin embargo, fue traicionado: en lugar de la vida eterna, él y su familia quedaron malditos, atrapados en la casa entre este mundo y el otro.
Ignacio se convirtió en el anfitrión de la entidad demoníaca, y su espíritu, junto con el de sus hijos, vagaba por la casa, esperando nuevas víctimas. Cualquiera que entrara corría el riesgo de ser poseído, atrapado en un ciclo eterno de horror y muerte.
Una pareja joven, Laura y Daniel, se mudaron a una antigua casa de campo, atraídos por su precio increíblemente bajo. Apenas se instalaron, cosas extrañas comenzaron a suceder. Pequeños objetos se movían de lugar, puertas que siempre cerraban terminaban abiertas. Al principio, lo tomaron como coincidencias. Pero la atmósfera de la casa parecía volverse más pesada, especialmente al caer la noche.
Una noche, Laura se despertó por el sonido de susurros. Daniel, a su lado, hablaba dormido en un idioma extraño y gutural. Lo sacudió para despertarlo, pero sus ojos se abrieron vacíos, fijos en ella. "No es Daniel", susurró una voz que no era suya. Las luces parpadearon.
Durante los días siguientes, Daniel comenzó a cambiar. Su comportamiento se volvió errático; se encerraba horas en una habitación del sótano que jamás había mostrado interés en explorar. Laura lo encontraba mirando al vacío, murmurando palabras que no entendía. Una mañana, al intentar entrar al sótano, la puerta se resistió, como si estuviera sellada desde el otro lado, aunque la cerradura no tenía llave.
Una noche, cuando Laura despertó de nuevo, encontró a Daniel parado frente a la cama, con la mirada fija en la pared. "Ya no queda nada de él", susurró con una voz distorsionada. De repente, una sonrisa grotesca se extendió por su rostro, y sus manos se movieron hacia ella con rapidez inhumana. Laura corrió al baño y se encerró, temblando. Escuchó golpes en la puerta y una risa siniestra que poco a poco se fue alejando.
Al amanecer, la casa estaba en silencio. Reuniendo valor, Laura bajo al sótano. Lo que encontró la hizo retroceder de terror: símbolos tallados en las paredes, figuras extrañas y el cuerpo de Daniel, colgado del techo. Pero lo más perturbador no era su cuerpo, sino su rostro… sonriendo.
Mientras intentaba salir de la casa, escuchó el susurro detrás de ella: "Ahora te toca a ti".
𝓯𝓲𝓷
Moraleja: La búsqueda de poder a cualquier costo lleva a la destrucción, y los actos atroces que se cometen en nombre del egoísmo no solo condenan al perpetrador, sino también a quienes lo rodean. Jugar con fuerzas oscuras tiene consecuencias que trascienden el tiempo y el espacio
#𝙇𝙖 𝙈𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣 𝙙𝙚 𝙡𝙤𝙨 𝙑𝙞𝙡𝙡𝙚𝙜𝙖𝙨#miedo#terror#escritos#foto#tumblr#horror#aprendizaje#moraleja#egoísmo#texto#fuerzas oscuras#búsqueda de poder#historia#cuento
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Cerré los ojos por un segundo al conducir, y al abrirlos, vi mi propio cadáver en el asiento del copiloto.
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𝑴𝒊𝒄𝒓𝒐𝒓𝒓𝒆𝒍𝒂𝒕𝒐
Siempre hubo algo extraño en el vecino del 303. Nunca habló con nadie y solo salía de noche. Los otros residentes murmuraban, pero nadie se atrevía a preguntarle nada.
Una madrugada, Silvia escuchó ruidos provenientes del apartamento del vecino. Eran golpes secos, como si estuvieran arrastrando algo pesado. La curiosidad la venció y decidió espiar a través de la mirilla de la puerta.
Lo que vio la dejó petrificada: el vecino arrastraba una figura envuelta en una sábana, manchada de algo oscuro. Entonces, como si la sintiera, se detuvo en seco. Lentamente, su cabeza giró hacia la puerta de Silvia. Sus ojos, fríos y vacíos, se clavaron en la mirada.
A la mañana siguiente, el apartamento del vecino estaba vacío. Nadie lo había visto irse. Pero al salir de su casa, Silvia encontró una nota pegada en su puerta: "No vuelvas a mirar".
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Mientras camina por el bosque, se da cuenta de que la sombra que la sigue bajo los árboles no se mueve a su compás.
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