#sinodale
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primepaginequotidiani · 1 month ago
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PRIMA PAGINA Eco Di Bergamo di Oggi lunedì, 11 novembre 2024
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pietroalviti · 7 months ago
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Festival del creato, i giovani cantano la bellezza, con il vescovo al Conservatorio di Frosinone
Avete dimostrato come la bellezza possa essere il veicolo straordinario del bene. Così mons. Ambrogio Spreafico, vescovo delle diocesi di Anagni Alatri e Frosinone Veroli Ferentino, si è espresso a conclusione della I edizione del Festival del Creato, un’iniziativa delle due diocesi, nell’ambito dell’itinerario sinodale, in collaborazione con il Conservatorio Licinio Refice di Frosinone. Lunedì…
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fridagentileschi · 1 year ago
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Il 5 ottobre Francesco ha ricevuto Cindy McCain, vedova del defunto senatore americano John McCain nonché attivista omosessuale e direttrice del Programma alimentare mondiale delle Nazioni Unite
In regalo al papa Cindy McCain ha portato una bambola kachina con un grosso coltello insanguinato: un demone venerato dagli indiani d’America.
Dopo la pachamama, un’altra presenza significativa in Vaticano.
Circa il sangue sul coltello, varie le ipotesi. Secondo alcuni, potrebbe trattarsi di un monito che Francesco utilizzerà misericordiosamente per mostrare il destino a cui andranno incontro i dissenzienti rispetto alla linea sinodale.
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amiguiz · 2 years ago
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Además de los requisitos sensatos (certificación de documentos académicos, entrevista, examen, incluso cartas de recomendación), los aspirantes a la maestría en Antropología de la UNAM necesitábamos la acreditación de un curso propedéutico de cuatro semanas de duración, de 10 a 2 de la tarde, de lunes a viernes, sin pago (aspirantes foráneos, olvídenlo). Es más, sin haber sido admitidos siquiera. De los cuarenta o cincuenta que éramos, solo había lugar para veinte. Cuatro semanas de Antropología para principiantes: fundamentos de arqueología, lingüística, etnología y social. (No sé para qué había yo estudiado una licenciatura, si cuatro semanas habrían bastado. Porque, sí, yo tenía un título universitario en la misma concentración en la que solicitaba acceso. Pero a la UNAM cómo le gusta alzarse el cuello).
Aprobé, me becaron, etcétera, y llegó el momento de elegir quién podría asesorar mi proyecto (la práctica del ocio en un asilo de ancianos). Me regalaron una hoja (un milagro que no escatimaran en fotocopias) con la lista de investigadores adscritos al programa para que me orientara.
Dr. Multicitado Multifinanciado Multipublicado - Especialista en antropología interpretativa. 
En aquel entonces me interesaba la interpretativa. Acudí a su cubículo y le dije que había leído en la hojita que él la trabajaba. Él me respondió: No. Es un error.
Y ya me iba... Pero me dijo:
Sí te asesoro.
Y así quedó.
Me inscribí a todos los cursos que él enseñó a lo largo de dos años. De vez en cuando le pedía tiempo para hablar sobre mi proyecto, que para ese entonces ya era más que un proyecto puesto que yo ya había empezado a acudir al asilo de ancianos cuatro o cinco veces por semana. Él tan solo me daba largas, me sugería inscribirme al siguiente curso... Etcétera.
Durante el último mes de maestría, que también era el último depósito de mi beca, en una sesión de seminario el Dr. anunció que había sido invitado a un megaproyecto en el desierto de Muy Lejos Muy Inhóspito, y que volvería en dos años.
Le pregunté por mi proyecto. Me respondió que trabajaríamos a distancia.
Nunca respondió mis correos.
Para ese entonces yo tenía que ganarme la vida, y el permiso que había obtenido para entrevistar a los residentes del asilo había expirado. Conseguí un empleo y pasaron dos años. De pura casualidad un día me enteré de que el Dr. había vuelto a México y le pedí una cita para hablar de mi proyecto. Me contestó a la de tantas, y nos vimos en su cubículo, donde me invitó a que me inscribiera a uno de sus cursos.
Pero, Doctor, el problema es de que yo trabajo.
Entonces escríbeme y vamos viendo.
(...)
Esta historia ya me aburrió mucho, y Huberman me regañaría por refocilarme en rencores. Resumo los siguientes años en una especie de cronología breve:
Por fin un día me apersono y le digo que ya estuvo claro que no nos entendemos, que prefiero conseguirme otro tutor. Me dice que no se puede, imposible, “porque lo impide Conacyt”. Acudo al director del programa, me dice que no puede hacer nada, la realidad es que han pasado muchos años y yo no he mostrado interés por continuar mi proyecto, lo cual es cierto. Me sugiere congraciarme con mi tutor. Para ese momento me he vuelto una persona muy práctica, cero rencorosa. Encuentro la manera de inscribirme a su seminario, a donde siempre voy con prisas robándole horas a mi empleo. Termino la tesis como dios me da a entender, sin recibir una sola asesoría. Se la entrego a mi tutor, completa, más de doscientas páginas, y me dice que vuelva en un mes. Un mes después me dice que invierta la primera sección y la segunda. Obedezco. Un mes después me dice que invierta la segunda sección y la primera. Obedezco. Me otorga su voto aprobatorio. Me indica que mis sinodales serán cuatro doctores del instituto. De ellos, tres me otorgan un aprobatorio casi automático, no por la calidad de mi trabajo sino por un burdo sistema de colaboraciones intra-doctores (uno de ellos, me da el voto aprobatorio literalmente al día después de la entrega). El cuarto me la pone más cansada, me pide cambios, me hace sugerencias, y después de algunas semanas también me aprueba, tal vez por la calidad de mi trabajo o tal vez porque para ese entonces ya éramos compitas (compitas que se dan de besos).
(...)
(Aburrido, aburrido, aburrido. Al grano).
El día de mi examen, resultó que uno de los tres doctores colaboradores sí había leído mi tesis, y me hizo preguntas sensatas. De los otros dos ni me acuerdo. Mi tutor se ganó sus puntitos del SNI, estrechó mi mano y no nos volvimos a ver jamás. Me escapé de la academia. De esa academia. De la UNAM. De los doctores que se estrechan la mano antes de limpiarse la cola. Doctores de zapatos cagaleados. 
No sé ni para qué escribo sobre esto. Nomás por el gusto de rumiar. Tengo atorado en el pescuezo a un montón de personajes turbios. No anhelo un enfrentamiento. No se aparecen en mis pesadillas. 
Pero.
Cuando la UNAM sale salpicada de alguno de esos escándalos pendejos, se apodera de mí una sensación que no es propiamente alegría pero que se le parece bastante. Será Schadenfreude, tal vez, pero no, tampoco es eso. Es la cagalera de los zapatos. Haberla visto, haberla olido.
La UNAM no sale salpicada, la UNAM es la salpicadura misma.
En fin. Algún día escribiré la historia como dios manda. Por ahora queda este bosquejo que, como aquella tesis, no leerá nadie. 
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cristianesimocattolico · 2 years ago
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«La Chiesa vive dove la liturgia è celebrata con riverenza e coscienziosità»
«In Germania pare esserci un solo tema: il Cammino sinodale», denuncia lo storico segretario di Benedetto XVI in una lunga intervista. Continue reading Untitled
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anticattocomunismo · 19 days ago
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Il Documento Finale del Sinodo è magistero ordinario? Sì! No! Forse!
Misteri post-sinodali. Stralci della Nota di accompagnamento (al Documento Finale del Sinodo) di Papa Francesco un mese dopo la fine dell’Assemblea sinodale. Un bel gran pasticcio. Mala tempora currunt. Continue reading Il Documento Finale del Sinodo è magistero ordinario? Sì! No! Forse!
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sbircialanotiziamagazine · 1 month ago
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laus-deo · 2 months ago
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El documento del Sínodo de la Sinodalidad ¿es magisterio? ¿No tiene fuerza legal? ¿Ambas cosas?
El nivel magisterial o la fuerza legal del Documento Final del Sínodo de la Sinodalidad, es otra de las fuentes de confusión sobre todo lo ligado a estos tres años de “tareas sinodales”. El Papa Francisco, después de que los miembros del sínodo votaran el documento, lo consideró aprobado pero no firmó nada. Algunos señalan que debido a unas reformas legales que Francisco introdujo en 2018, eso…
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valeria-manzella · 2 months ago
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\Fratelli e sorelle, come Chiesa sinodale in cammino verso Cristo, chiediamo allo Spirito Santo la grazia di essere strumenti di unit�� e di pace\Chiediamo allo Spirito Santo che ci aiuti ad essere strumenti di unità e di pace per il bene della Chiesa\Il Signore vi benedica tutti e vi protegga ‎sempre da ogni male‎‎‎‏\Dio vi accompagna ogni giorno nel vostro impegno per l'unità e la pace nei cuori, nelle famiglie e nella nazione\Papa Francesco\UdienzaGenerale\
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europahoynews · 3 months ago
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Retiro sinodal, Madre Angelini: La sed de Dios es el alma de la libertad
Comunicado de http://www.vaticannews.va — La introducción de la religiosa benedictina en las Laudes que inauguró esta mañana el retiro espiritual dedicado a los miembros, delegados fraternos e invitados especiales en la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Isabella Piro – Ciudad del Vaticano «La sed de Dios, fuente oculta de los diálogos sinodales»: sor…
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my-alejandra-fernandez-blr · 3 months ago
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Misa de retiro sinodal, Monseñor Timothy Costelloe: "ser una Iglesia humilde, en misión, que escucha"...
30 de setiembre de 2024   TRADUCCIÓN NO OFICIAL Nella Basilica di san Pietro, al termine della prima giornata di ritiro in preparazione della seconda sessione del Sinodo sulla Sinodalità, l’arcivescovo di Perth ha presieduto la liturgia per tutti i partecipanti. Gesù, ha detto nell’omelia, ci insegna pazienza, sensibilità e compassione nelle relazioni, per una Chiesa davvero sinodale. San…
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primepaginequotidiani · 1 month ago
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PRIMA PAGINA Eco Di Bergamo di Oggi lunedì, 11 novembre 2024
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pietroalviti · 2 months ago
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Casamari, grande esperienza di chiesa sinodale, domenica 13 ottobre
Chi entrava nel pomeriggio a Casamari assisteva ad uno spettacolo insolito: le volte della millenaria basilica abaziale risuonavano delle voci di tante persone, che però non cantavano come i monaci, non pregavano o stavano in silenzio nei banchi, ma discutevano, si ascoltavano fra di loro, anche senza conoscersi, esprimevano il loro pensiero, avanzavano richieste e proposte, a volte anche con…
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dominicos-es · 3 months ago
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La sinodalidad a la luz de la doctrina social de la Iglesia y de la teología de la comunicación
Fr. Manuel Rivero, O.P. 
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La Iglesia vive un nuevo proceso sinodal. No se trata de una búsqueda de la innovación por la innovación. Jesús mismo, resucitado de entre los muertos, caminó con los discípulos de Emaús. La palabra sínodo, de origen griego, significa "caminar juntos". El Señor Jesús continúa caminando con sus discípulos hoy en día. En el camino de Jerusalén a Emaús, Jesús conversó con Cleofás y otro discípulo cuyo nombre de pila desconocemos. La revelación divina se desplegó en forma de caminar y diálogo. 
El espíritu sinodal nos hace vivir y revivir la pedagogía revelada por Jesús mismo: después del Viernes Santo se encuentra con sus discípulos desanimados; camina con ellos en silencio, comienza escuchándolos, luego les hace preguntas abiertas, no intrusivas, para que expresen con sus propias palabras los pensamientos y emociones que fluyen en su corazón (cf. Lc 24,  Los discípulos releen la historia de la Pasión con Jesús. A continuación, Jesús les explica que "la derrota, la pérdida, el trauma, la muerte son inevitables, pero no destruyen nada definitivamente[1]".
Siguiendo el ejemplo de Jesús, las reuniones sinodales en Roma y en todo el mundo han reunido sacerdotes, religiosas, religiosas y laicos en fraternidad bautismal, denominador común, cemento y gloria de los fieles cristianos, renacidos del agua y del Espíritu Santo a la vida nueva de los hijos de Dios. La elección de las mesas redondas simbolizaba la igualdad de los bautizados y la corresponsabilidad en la Iglesia. 
Me parece bien vincular el proceso sinodal a los seis principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia que iluminan y realzan la vocación y la misión de los cristianos, discípulos misioneros, llamados a santificar la creación y las relaciones humanas.
Si la doctrina social de la Iglesia contiene una inmensa riqueza de enseñanzas, hay que subrayar los seis principios siguientes: la dignidad, el bien común, la subsidiariedad, la participación, el destino universal de los bienes y la solidaridad.
1)    Dignidad humana. Un concepto difícil de definir desde el punto de vista jurídico, pero que sigue siendo la matriz de todos los derechos y deberes humanos[2]. Para los cristianos, la dignidad del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, es igual para todos, universal, absoluta, intrínseca, inalienable. Toda persona humana, antes y después de su nacimiento, incluso si está enferma, discapacitada o muy anciana, conserva su dignidad, don del Creador[3].
Tenemos que diferenciar entre dignidad y dignidades. La dignidad humana va más allá de la importancia efímera de las dignidades sociales vinculadas a los cargos políticos y a los rangos eminentes. 
El comportamiento humano es indigno cuando trata a los demás como medios y no como fines. Los seres humanos no son medios para satisfacer la ambición de los dictadores o la sed de dinero o placer. El hombre es la única criatura que Dios ha querido por sí misma. En la vida moral, el fin no justifica los medios. A veces amamos las cosas y usamos a las personas cuando sería correcto amar a las personas y usar las cosas.
La creación del hombre llega al final y a la cumbre de la obra de Dios en el principio del mundo. El hombre recibe entonces un aliento de vida distinto al de los animales. "Capax Dei", "capaz de Dios", el hombre puede compartir la sabiduría divina. 
El reconocimiento de la dignidad humana se manifiesta en el respeto que presupone una segunda mirada más allá de clichés y prejuicios. Respetar a una persona equivale a mirarla por segunda vez con cautela y humildad ante el misterio de cada uno. Los sociólogos muestran que cuando conocemos a una persona, nos hacemos una idea de ella en pocos segundos basándonos en su físico, peinado, ropa, acento y gestos. Sin embargo, ¿qué podemos saber de alguien en unos segundos cuando nosotros mismos nos conocemos tan poco y tan mal?
El Concilio Vaticano II enseña que "el Hijo de Dios, por la Encarnación, se unió en cierto modo a todos los hombres" (Gaudium et spes, n. 22). La humanidad de Jesús, denominador común de todos los hombres y mujeres con la santísima Trinidad, hace resplandecer la dignidad humana con la luz de la Resurrección, victoria sobre los poderes de la muerte. Los bautizados se convierten en miembros del Cuerpo de Cristo. El Papa San León Magno predicó en un admirable sermón de Navidad en el año 461: "Cristiano, reconoce tu dignidad. Ya que ahora participas en la naturaleza divina, no degeneres volviendo a la decadencia de tu vida pasada. Recuerda a qué líder perteneces y de qué Cuerpo eres miembro. Acuérdate de que fuiste rescatado de la potestad de las tinieblas para ser transferido a la luz y al reino de Dios" (Sermón de Navidad 7:6). La sinodalidad se basa en esta dignidad de la persona.
2)    El bien común. Esta expresión evoca lo bueno y lo común, mientras que el "interés general" se refiere a una ganancia y a lo que sigue siendo general, con el riesgo de favorecer a los grupos de presión económicos y políticos. Si la definición del bien común dada por el Concilio Vaticano II parece a primera vista compleja, revela su riqueza y precisión : "El conjunto de condiciones sociales que permiten, tanto a los grupos como a cada uno de sus miembros, alcanzar su perfección de un modo más completo y fácil" (Gaudium et spes, 26). 
El bien común respeta la dignidad y la libertad de la persona, sin caer en el individualismo y en la existencia sin objetivo, al tiempo que exige condiciones sociales que permitan la igualdad de oportunidades y el perfeccionamiento integral de los grupos intermedios y de sus miembros. 
El bien común no está definido de antemano, sino que se realiza a través de las elecciones libres y sabias de las personas. La sinodalidad, a su vez, representa una búsqueda del bien de los grupos y de los individuos en la escucha recíproca activa, el diálogo y el debate contradictorio, evitando los enfoques ideológicos y rigidos. Es un equilibrio dinámico vivido que se puede comparar al personalismo comunitario de Emmanuel Mounier (+1950) que no separaba a la persona de su comunidad y de su vocación comunitaria. 
La búsqueda del bien común se opone al "yo primero" y al "después de mi vendra el diluvio".
El bien común aporta una visión del hombre, de la sociedad y de la historia en la que el hombre trabaja en sinergia con los demás y de manera responsable. 
La visión sobrenatural de la Iglesia está en sintonía con el desarrollo personal y colectivo.
La misión apostólica de los cristianos no consiste en un proceso de proselitismo, sino en "la creación de condiciones para que cada uno pueda encontrarse personalmente con Cristo Jesús, con el corazón abierto [4]".  
3)    El principio de subsidiariedad. Este principio implica que "toda persona debe poder hacer todo lo que sea capaz de hacer en el ejercicio de sus responsabilidades[5]". La etimología de la palabra subsidiariedad, del latín subsidium, designa ayuda y apoyo. La subsidiariedad no puede reducirse a una delegación que descienda de los directivos a los subordinados. La subsidiariedad es un derecho ascendente que consiste en exigir a las autoridades responsables que reconozcan la autonomía necesaria en el ejercicio del trabajo, así como el apoyo para llevar a cabo las tareas recibidas y, al mismo tiempo, el desarrollo de competencias. Cada persona, a su nivel, sigue siendo responsable de las funciones que se le han confiado. Por supuesto, en caso de culpa o de incompetencia, corresponde a la autoridad superior actuar en consecuencia para preservar el bien común y el propósito de la comunidad. "La confianza no excluye el control", dice el lema del Banco de Francia. Por el contrario, el hecho de controlar es entonces sinónimo de apoyar y garantizar el éxito honesto de las misiones, a imagen y semejanza de un ecosistema donde todos dependen de todos.
La sinodalidad en la Iglesia aplica el principio de subsidiariedad de tal manera que no se infantilice a los laicos ni se les clericice, preocupándose por el crecimiento de los fieles en la vida teológica y por la competencia necesaria para ejercer los ministerios de catequista, de dirección, de animación litúrgica... 
El principio de subsidiariedad da lugar a una cultura de estímulo y de inclusión en la que cada uno crece personalmente en la conciencia de formar un "nosotros" con los demás. 
4)     Participación. Este concepto de participación atraviesa la doctrina social de la Iglesia. No corresponde a una simple política democrática con mayorías en los votos. Partiendo de una visión humanista integral, el cristiano está llamado a participar en todos los ámbitos: familiar, económico, social, político, eclesial... Creado creativo, libre y responsable, la misión del hombre es gobernar el mundo sabiamente.
En la Iglesia, el cristiano, en sinergia con la gracia del Espíritu Santo, participa en las decisiones y en la misión de evangelización. En las diócesis y parroquias, los consejos pastorales, económicos, litúrgicos y de otro tipo cuentan con la participación activa de los bautizados, a quienes se les confía la misión por su bautismo y confirmación: "Juntos somos más inteligentes que solos". El Espíritu Santo se deleita en manifestar su voluntad en consejos y reuniones vividas en la fe y en la oración. 
Es una democracia teológica y no una simple "gestión" participativa que podría resultar de las políticas económicas. Habitados por el Espíritu Santo, todos los bautizados son enviados a dar testimonio de su fe en el corazón de la sociedad y de la Iglesia. La sinodalidad reconoce esta misión de los fieles recibida en los sacramentos de la iniciación cristiana y promueve su realización.
San Francisco de Sales no dudó en decir: "Si quieres aprender, enseña". Por su parte, el Papa Juan Pablo II dijo a los catequistas: "La fe crece cuando se da". El camino se hace al andar. En biología, la función crea el órgano. No es oportuno esperar a la perfección para participar en la marcha de la Iglesia. 
La palabra participación es una de las tres palabras clave del sínodo: comunión, participación, misión. "La sinodalidad se aprende con la experiencia[6] ", dice sor Nathalie Becquart, Xavière, subsecretaria de la Secretaría General del Sínodo. Se trata de "convertirse en sínodo", comenzando por la familia, donde la pareja vive en diálogo, un "mini-sínodo", como lo demuestra la práctica de los matrimonios, miembros de los Equipos de Nuestra Señora, cuando se citan para vivir en verdad el diálogo espiritual en el Espíritu Santo[7]. 
La participación es un derecho y un deber. No participar en la vida política y eclesial puede ser un pecado de omisión que con demasiada frecuencia se ignora o se trivializa. 
En el misterio de la Redención, Dios no ha querido salvarnos sin nuestra ayuda.
En su obra "El Diálogo" (1,6), santa Catalina de Siena revela la voluntad de Dios que quiso compartir sus gracias de tal manera que las personas se necesitaran mutuamente. "Necesito la verdad de los demás", dijo el beato obispo dominico asesinado en Argelia, Pierre Claverie O.P. (+1996). 
Oración del Padre Guy Gilbert:
"Solo Dios puede crear, pero tú puedes valorar lo que Él ha creado.
Solo Dios puede dar vida, pero tú puedes transmitirla y respetarla.
Solo Dios puede dar salud, pero tú puedes guiar y curar.
Solo Dios puede dar fe, pero tú puedes dar tu testimonio.
Solo Dios puede infundir esperanza, pero tú puedes restaurar la confianza en tu hermano.
Solo Dios puede dar amor, pero tú puedes enseñar al otro a amar.
Solo Dios puede dar alegría, pero tú puedes sonreír a todos.
Solo Dios puede dar fuerza, pero tú puedes apoyar a una persona desanimada.
Solo Dios es el camino, pero tú puedes mostrárselo a los demás.
Solo Dios es la luz, pero tú puedes hacerla brillar en los ojos de los demás.
Solo Dios es vida, pero tú puedes devolver a los demás el deseo de vivir.
Solo Dios puede hacer milagros, pero tú puedes ser el que traiga los cinco panes y los dos peces.
Solo Dios puede hacer lo que parece imposible, pero tú puedes hacer lo que es posible.
Solo Dios se basta a sí mismo, ¡pero prefirió contar contigo!
Amen. ».
5)    El destino universal de los bienes. Para los cristianos, Dios creó la Tierra para todos: "La Tierra es de todos". ¿Quién es el dueño de la Tierra sino su Creador? El principio de la propiedad privada permanece subordinado al principio del destino universal de los bienes. El Papa San Juan Pablo II enseña en su encíclica "Laborens exercens" (14 de septiembre de 1981) que no se puede "poseer por poseer". El capital, fruto del trabajo, está al servicio del trabajo y no al revés. 
La opción preferencial por los pobres se basa en el principio del destino universal de los bienes. Cuando una madre de varios hijos ve enfermo a uno de ellos, es a él a quien cuida, no porque sea bueno o lo merezca, sino porque lo necesita. En la Biblia, Dios tiene seno materno, y Él actúa como una madre para su hijo sufriente y necesitado. 
La sinodalidad también da un lugar privilegiado a los pobres y vulnerables, miembros del Cuerpo de Cristo, porque lo necesitan. Su dignidad permanece intacta en la enfermedad, la cárcel o el fracaso. Los hombres no son los dueños de la Tierra, son sólo inquilinos y administradores de la misma. "¿Qué tienes que no hayas recibido? Entonces, ¿por qué te jactas de ello ? » (I Cor 4,7), se exclama san Pablo. 
La participación en la propiedad incluye no sólo los bienes materiales, sino también el conocimiento y los bienes espirituales. La conversación espiritual, una experiencia de escuchar y compartir momentos de gracia, muestra que Dios da sus gracias para el beneficio de todos. El destinatario de la misericordia de Dios se equivocaría si dejara improductivo lo que Dios le ha concedido pensando en el bien de todos. Compartir debilidades y fracasos crea más conexiones humanas que describir cualidades y éxitos. La fuerza de Dios se despliega en la debilidad humana. El Señor eleva a los humildes, como canta el Magnificat de la Virgen María.
En la Iglesia, misterio de comunión, los cristianos ponen en común sus riquezas intelectuales y amistosas, creando relaciones y apoyándose mutuamente. 
6)    Solidaridad. —¿Soy yo el guardián de mi hermano? (Gn 4,9-11), preguntó Caín, el asesino de su hermano Abel. Como miembros de la humanidad, los hombres son responsables los unos de los otros. 
San Pablo compara la Iglesia con un cuerpo humano en el que cada miembro necesita de los demás (1 Cor 12,12-30). 
En la sinodalidad, cada cristiano reconoce su necesidad de los demás. 
El Padre Henri Caffarel (+1996), fundador de los Equipos de Nuestra Señora (https://www.equipes-notre-dame.fr/), respondió a las preguntas de algunas parejas durante los primeros pasos de este Movimiento: "¡Busquemos juntos!" Es con este espíritu que creó los Equipos de Nuestra Señora, donde parejas y sacerdotes, consejeros espirituales, buscan juntos la voluntad de Dios. 
A San Alberto Magno O.P. (+1280) le gustaba describir a la Orden de Predicadores como "una búsqueda de la verdad en la dulzura de la fraternidad". La sinodalidad es, en efecto, una búsqueda común en la dulzura de la fraternidad bautismal. 
La sinodalidad a la luz de la teología de la comunicación[8]
La sinodalidad representa una experiencia de teología práctica en la que los cristianos descubren la acción del Espíritu Santo a través de la recopilación, la escucha y el intercambio de su vida de fe en Cristo Jesús.
¿Cómo definir la comunicación? La comunicación puede definirse de forma abreviada como "una puesta en común", « un compartir ». 
El Dios de los cristianos es relación y comunicación. Se revela en la historia de la humanidad. Él llama y él manda. San Juan escribe: "Dios es Amor" (1 Jn 4,16). 
Los cristianos experimentan a Dios y dan testimonio de ello.
La teología, como su etimología indica, se ocupa del misterio de Dios. En la revelación bíblica, Dios, que es el Espíritu invisible, se manifiesta como un ser de comunicación. Establece un diálogo con la humanidad a través de la creación y la revelación bíblica. La Creación y la Biblia forman estos dos libros que lo dan a conocer. En la Epístola a los Romanos, san Pablo ve en las obras visibles de la creación la manifestación de lo divino invisible (cf. Rm 1, 20). El cardenal Ratzinger, que se convirtió en el papa Benedicto XVI, vincula la comunicación humana con el misterio de Dios: "Conocemos a Dios a través de la historia que ha vivido con los hombres. Así como la naturaleza del hombre se manifiesta en la historia de su vida y en las relaciones que establece, así Dios se hace visible en una historia, en las personas humanas, a través de las cuales resplandece su propia naturaleza, de modo que a través de ellas puede ser nombrado y en ellas puede conocerse el Dios de Abraham.  de Isaac y Jacob[9]. »
Sólo Dios habla bien de Dios. Es por eso que la teología se basa en las Sagradas Escrituras inspiradas por el Espíritu Santo.  
En la sinodalidad, la Palabra de Dios ocupa el primer lugar. Los participantes en los procesos sinodales escuchan al Espíritu Santo compartiendo las Sagradas Escrituras. En efecto, la fe nace de la escucha de la Palabra de Dios que ilumina y santifica: "Me atrevería a decir que la Sagrada Escritura es, como los sacramentos, una cosa santa[10]", escribió el padre Marie-Joseph Lagrange, O.P., fundador de la École Biblique de Jérusalem.
Mientras algunos ven en las reuniones sinodales charlas inútiles o ideológicas, hay que subrayar que el proceso sinodal nace de la revelación bíblica y que es una experiencia de Dios, una relectura de la experiencia y una interpretación comunitaria de los signos y de los acontecimientos, en una palabra, una obra de teología práctica de la comunicación llamada a convertirse en una comunicación práctica de la teología a través del testimonio y de las orientaciones que siguen. Aventura en el Espíritu Santo !  
La teología de la comunicación estudia el misterio de Dios en sí mismo, en su revelación bíblica, así como en sus manifestaciones externas, desde el ángulo de la comunicación. Para la fe católica, Dios es la comunicación, o mejor dicho, la comunión de amor, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. De este modo, la Trinidad constituye la fuente, el modelo y la finalidad de la comunicación humana.
Hay que tener en cuenta que algunas palabras que se han convertido en palabras claves en la comunicación actual, especialmente en Internet, forman parte de una larga historia de la Iglesia: compartir, icono, comunidad... 
La teología de la comunicación aspira a responder a algunas preguntas persistentes en el corazón humano: "¿Quién es Dios? ¿Por qué Dios va al encuentro del hombre? ¿Cómo se comunica Dios con los hombres? ¿De dónde viene la sed de comunicación y de amor del corazón humano? ¿Qué sucede en el acto de comunicarse y amar? ¿Existe un vínculo entre la comunicación humana, interpersonal y comunitaria y el misterio de Dios? ¿Cómo dice la comunicación humana algo acerca de Dios? ¿A qué comunicación está llamado hoy el hombre? ¿Qué medios debemos usar hoy para comunicarnos con Dios y con los demás? ».
La teología es un discurso sobre Dios a la luz de la fe. Sin fe, es posible hacer análisis de textos, sociología e historia, pero no teología. En esta ciencia divina, el hombre mira el mundo con los ojos de Dios, como enseña Santo Tomás de Aquino en la Suma Teológica: "En la doctrina sagrada, todo se trata 'bajo la razón de Dios', o desde el punto de vista de Dios, ya sea que el objeto de estudio sea Dios mismo, o que se relacione con Dios como su principio o como su fin[11]".
La sinodalidad se convierte así en un modo de hacer teología y de comunicar una teología que se presta a la transmisión de la experiencia de Dios hoy. El método sinodal promueve la expresión de la experiencia de Dios en cada persona. Estas experiencias, verdaderos fiorettis, dan como resultado ramos ricos con diferentes frutos y flores según los dones del Espíritu Santo. Corresponde a los animadores desempeñar el papel de comadrona en una mayéutica socrática que recuerda la de Jesús en su diálogo con los discípulos de Emaús. 
El cardenal Carlo Maria Martini escribió estas reflexiones sobre la proximidad de su muerte: "Experimentar a Dios es lo más fácil y, al mismo tiempo, lo más importante de la vida. Creo que lo experimento en la naturaleza, en las estrellas, en el amor, en la música y en la literatura, en la palabra de la Biblia y de muchas otras maneras. Es un arte de estar atento, un arte que debe aprenderse de la misma manera que el arte de amar o el arte de tener éxito en el propio trabajo [12] ". El arte de contemplar la belleza. 
La sinodalidad es la antítesis del espíritu de dominación o de la separación jerárquica entre los que saben y los ignorantes, comportamientos que conducen a actitudes de sobrepasar a los demás. 
En este sentido, la sinodalidad representa un camino de conversión a la fraternidad evangélica y a la humildad donde todos están al mismo nivel en relación con Dios. Como gustaba predicar al Beato Padre Jean-Joseph Lataste O.P. (+1869), apóstol de las cárceles, o Dios levanta a los que caen, o los impide caer ; el resultado es el mismo: todas las personas son salvadas y se encuentran en el mismo nivel, llenas de la alegría de la salvación.
[1] Marie Marcolini, "Comentario a Lc 24,15-35", meditación del 17 de julio de 2024, en el encuentro de los Equipos de Nuestra Señora, en Turín (Italia). 
[2] Cf. Joël-Benoît d'Onorio et al., La dignité au regard du droit, París. Éditions Téqui, 2015. 
[3] Cfr. Declaración Dignitas infinita sobre la dignidad humana. Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Roma. Año 2024.
[4] Cf. Gabriella Gambino, Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, "Vayamos con el corazón ardiente", conferencia en el encuentro de los Equipos de Nuestra Señora en Turín, julio de 2024. 
[5] Subsidiariedad. Los cuadernos EDC. 2016. Pág. 13. 
[6] Hermana Nathalie Becquart. "La sinodalidad como camino de comunión", discurso en el encuentro de los Equipos de Nuestra Señora, el 19 de julio de 2024, en Turín (Italia).  
[7] Cf. https://www.equipes-notre-dame.fr/autour-du-couple/les-points-concrets-deffort/le-devoir-de-sasseoir/
[8] Cf. Manuel Rivero. Por una teología de la comunicación. Ediciones Parole et Silence, 2015. 
[9] Cardenal Joseph Ratzinger. Hans-Urs von Balthasar, Marie, première Église, París, Médiaspaul, 1998, p. 63.
[10] Marie-Joseph Lagrange, des frères prêcheurs, Revue biblique, RB I, 1892, p. 2. 
[11] Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, Ia, q.1, a. 7. 
[12] Carlo Maria Martini, El sueño de Jerusalén. Entrevista con George Sporschill sobre la fe, los jóvenes y la Iglesia. París, DDB, 2009, p. 18. 
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cooperatoresveritatisinfo · 4 months ago
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La Chiesa sinodale imposta da Papa Francesco è dell'eretico scomunicato gesuita George Tyrrell
In mille occasioni abbiamo sempre ribadito che – per comprendere l’ideale della nuova Chiesa di Papa Francesco – è necessario conoscere a fondo il gesuitismo Modernista. Se non si fa questo sforzo di sana conoscenza e di onestà intellettuale e di fede cattolica, è praticamente impossibile capire dove, un Papa gesuita ma Modernista, sta portando la Chiesa di oggi. Non a caso parliamo spesso di un…
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cristianesimocattolico · 2 months ago
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Il caso africano spiega il caos di una Chiesa sinodale
Mentre continuano a sorgere domande sul significato della “sinodalità”, il caso della doppia risposta dell’Africa alla Fiducia Supplicans suggerisce che l’attuazione della sinodalità creerà semplicemente divisione, permettendo l’esistenza di pratiche contraddittorie nella Chiesa. Continue reading Il caso africano spiega il caos di una Chiesa sinodale
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