#realismo especulativo
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«Por un lado, somos cada vez más conscientes de que el mundo en el que vivimos es un mundo no-humano, un mundo exterior, un mundo en el que son evidentes los efectos del cambio climático, los desastres naturales, la crisis energética y la paulatina extinción en masa de las especies que lo habitan. Por otro lado, todos estos efectos están vinculados, directa e indirectamente, a nuestra forma de vivir en y como parte de ese mundo no-humano. Y es por esta razón que este reto está inherentemente sumido en una contradicción: no podemos dejar de pensar el mundo como un mundo humano, debido a somos nosotros, los seres humanos, los que lo pensamos.
Y sin embargo, este dilema no es necesariamente nuevo. La filosofía ha vuelto repetidamente al problema del mundo no-humano. El dilema que hoy en día en algunos ámbitos filosóficos se denomina “correlacionismo”, “aceleracionismo” o “política atmosférica”, se llamó antes el problema del “ser-en-el-mundo”, la dicotomía entre nihilismo “activo” y “pasivo”, o los límites del pensamiento humano en tanto “antinomias de la razón”».
Eugene Thacker: En el polvo de este planeta. El horror de la filosofía vol.1. Materia Oscura Editorial, págs. 12-13. Segovia, 2015
TGO
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#eugene thacker#en el polvo de este planeta#el horror de la filosofía#mundo no-humano#mundo humano#correlacionismo#aceleracionismo#política atmosférica#nihilismo activo#nihilismo pasivo#antinomias de la razón#mundo-para-nosotros#mundo-en-sí#cambio climático#desastres naturales#crisis energética#extinción en masa#realismo especulativo#colapsología#teo gómez otero#viz muniz#imágenes de basura
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"En lugar de hacer de la ausencia de razón inherente a toda cosa un límite que encuentra el pensamiento en su búsqueda de la razón última, tenemos que entender que semejante ausencia de razón es, y no puede sino ser la propiedad última del ente. Es preciso hacer de la facticidad la propiedad real de toda cosa, como de todo mundo, de ser sin razón, y a este título de poder sin razón devenir efectivamente otro. Debemos comprender que la ausencia última de razón -lo que denominaremos la irrazón es una propiedad ontológica absoluta, y no la marca de la finitud de nuestro saber. El fracaso de principio de razón, desde esta perspectiva, proviene entonces, muy simplemente, de la falsedad -e incluso de la falsedad absoluta- de semejante principio: porque nada, en verdad, tiene razón de ser y de seguir siendo así más que de otra manera, ni las leyes del mundo ni las cosas del mundo"
Quentin Meillassoux Después de la Finitud
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Divagar. Devenir en la mente en el cuerpo en lo físico Rizoma danzante que enlaza Vidas pasadas Nuevos reencuentros
Danzar en el devenir danzante Activar la mente Los pies las manos El cuello los hombros
Aura que se expande vibración que circundante se expande y protege Danza protectora Íntima De cuidar retorno
Enlace Ensamble Relación interconexión del hacer Manual expresivo
Afectivo Táctil Sensorial baile Danzante devenir despierto
Mente abierta Mente expandida Nueva relaciones de la conciencia Vibración múltiple
Gestualidad (conexión con la memoria, manualidades, procesos de ejercicios mentales, previos. aperturas mentales, aperturas poéticas)
Luna llena Equilibrios aguas Medio Meditación
Voluntad Secuencia tiempo espacio Consciencia Nuevas espacialidades / subjetividades mentales Nuevas formas de transitar
tiempo largo reflexivo decretos escucha contemplación ACCIÓN / EL HACER ENGENDRA EL SABER
Placer y deseo Imaginarios visuales Poéticas táctiles Poéticas hápticas sensibles creativas
Colectividad pensante Micropolíticas Materia vibrante Políticas sensibles
Devenir clandestino / devenir imperceptible Nuevas sensaciones Nuevas escuchas Nuevas pausas
Reconocerse íntima y colectivamente Por dentro y por fuera Aceptarse Valorarse Entregarse Guardarse Conectarse Afectarse con les amigues Compartir espacio de reflexión
Dejarse ser Eres lo que creas
Repeticiones de escritos callejeros La calle dice La ciudad dice Contenme Debajo el asfalto y entremedio reverdecen Rutas Memorias de Aguas subterráneas
Cuencas Interiores Intimidades
especulativos intuitivas convergen artífice materialismos des-materialismos
pensamiento consciencia realidad imaginaria
sensación oscilación luz semejanza
identidades espejos sombras caos distancias apego cercanía
Enlazar Perderse devenir deriva
Caminar
Cerros
cartografías imaginarias barriales Encontrarse encontrar-nos
Micro pensamientos Micro sensaciones Efímeras del devenir danzante
Cuerpo forma contengo suelto salto atraigo corto llamo cuido amo Camino Mente despierta / Mente consciente / Mente abierta Pensamiento colectivo
Punto de fuga Punto de pensamiento raíz que nutre Recíproco
Entorno Coexistencia terrenal física ancestral sensorial dirección de escucha Comunicación activa
Entrelazados Confluir Fluir Resonar Desembocar
Hipervinculo físico orgánico Vínculo afectivo Sentir sintiente del sentido Escritura reflexiva de la escucha
Atmósfera de contención Habitar Colectivizar la memoria
Hacer hacer hacer A tiempo lento Des aceleracionar el sistema que abruma / ralentizar el ciberespacio / la cibertecnologia algorítmica
Autonomía proyectual Independencia / Libertad / Decisión
Conceptos sociológicos emocionales Auto etnografía del cuerpo Cartografías del cuerpo Sensaciones múltiples
Diversificación de oficio Liberación de paradigmas Desestructurar la lógica
Pluralismo Pluralidad Tiempo transformación Ritualidad Habitar territorio Cotidianidad Barrial Conexión vecinal Seres que transmutan / ¿cómo afecta a lo otro?
Metafísica Física Cuántica Espiritualismo/ meditación colectiva/ meditaciones autónomas íntimas
Simbolismos / puntos específicos Astronomía / estrellas que señalan / solsticios
El cuerpo escucha / Percepciones colectivas / Pérdidas- quebrantos / CRISIS / corporalidades, colectiva sanación física mental / Restauraciones / curar la herida
Estímulos /ruido / sonido / / melodía / consonante / resuena / Respiración consciente / meditación / reflexión.
Clarividencias / Visiones / presente futuro / apertura / desenlace / proceso proyecto Abstracción / multiforma
Consciencia colectiva/ Recuperar la memoria / Recuperación Territorial / nuevos brotes / re territorialidades / nuevas formas de vivencias / desarraigar / enlazar / interconectar / archivar / conceptualizar / teorizar / poetizar pensante
Recurrente Materia vibrante Seguir con el problema Nuevos realismos
Eco poéticas / nuevas prácticas grupales
Comunitarias / redes barriales / Inter comunales / transatlánticos / transpacíficos / mares / aguas / acuosidades / ondulantes / agua energía / aguas dulces y saladas / equilibrio acuoso / ciclo del agua natural no intervenido / protección de las aguas / agua que está viva / agua que llevamos en nuestras cuerpas / caricias celestes / corporalidades sensibles sensitivas / agua cuerpo / fluyen / reverdecen / sintonizan / agudizan / extremidades
Poner primero la naturaleza / Cuidados sensibles Cuidado mutuo / Reciprocidad / Correlación
Interconexiones universales / sueño inconsciente / empatía / organización / horizontalidad / divergencia / convergencia / árbol / intercepción / hipervínculos
Puntos de fuga / Puntos abierto / Puntos de inflexión / Puntos de cuestionamiento / Puntos de des-estructuralismo / Salir de la normatividad social
Convergencia social artífice Artesano manual del pensamiento Escritura colectiva Arquitecturas constructivas Bio construcción Ensambles naturales Red de disminución contaminante Red de disminución de la huella de carbono
Devenir caminante
Respirar y caminar / salir del transporte normativo / caminar físico terrenal / corporalidades / juego / danza / ruta/ urdimbre / trama / gestualidad / tejido / textura / tacto / afectar (volver a la escucha) / círculo / contención / devenires chamánicos / conexión con espíritu / sentir nativa / originaría / sentir natural / devenir natural imperceptible / camuflaje espejo del entorno / acción reacción voluntad luminosidad / eres lo que creas / lucha anti antropocentrista / antropocéntrico jerárquico destructor de libertades / cultura de carencias / diferencias sociales
Liberaciones sensoriales colectivas / disminución del prejuicio / la no competencia / rizoma que nutre / Conocimiento sabiduría ancestral universal / cooperación
Antroposófico Diseños sustentables Metodologías de diseño sustentable Nuevas orgánicas Nuevas formas
La forma que no tiene forma La forma que sale de la forma La forma que traspasa la forma La forma que se deforma
Trama que se trenza / genética espiral / geometría sagrada / morfología matérica de la tierra/ energías común semejanza / comunidad universal / cartografías imaginarias / distancias / viajes / observaciones críticas a considerar / cambio de paradigmas
MEMORIAS ÍNTIMAS Y COLECTIVAS.
La ruina en la ciudad La tierra en la ciudad Lo antiguo en la ciudad El oficio en la ciudad El barro en la ciudad Alfarería en la ciudad contemporánea
REVOLUCIÓN MEDIANTE EL SENTIDO EMPÍRICA -EXPERIENCIA- OBSERVACIÓN PERCEPCIÓN SENSORIAL CONSTRUCCIÓN FLEXIBLE sensible DIBUJOS PARA LA MEMORIA PALPABLE IMAGINARIO DIALÉCTICO.
Valparaíso, 2023. Rocío mercado jara. Artista visual y ceramista. (poema en relación a la memoria íntima, colectiva y creativa. Reflexiones sobre el oficio y el hacer)_
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Hacia una teoría general del horror
Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Poco a poco hemos avanzado en una cierta dirección: hacia una teoría general del horror. Heidegger contrapone el horror (Angst, angustia) al miedo (Furcht, temor). El miedo nos hace huir, mientras que el horror nos inmoviliza. La distinción que hace la psiquiatría entre el trastorno de ansiedad y miedo es algo diferente, pero complementaria a la idea de Heidegger. El horror surge del interior, es el enfrentarse a algo indefinido e inexpresable. El miedo siempre viene de fuera y tiene – aunque sea un fantasma – una causa, una forma y una explicación.
Las películas de David Lynch transmiten maravillosamente la angustia, pero se trata de un género de terror muy diferente. El horror interno hace que una persona no tenga miedo. Por el contrario, el estar inmersos en un terror mezquino y terrible (la «criatura temblorosa») nos protege contra el impacto del horror interior.
La deshumanización del hombre, cada vez más aguda y cercana, puede generar tanto miedo como horror. El miedo nos hace esquivar el problema, mientras que el horror nos empuja al combate. El horror es más cercano a la eternidad, en cambio, el miedo es inherente al tiempo.
Eugene Thacker, en su libro Horror of Philosophy, explica el horror a través de tres tipos de «mundo», siguiendo las ideas del realismo crítico (OOO - Ontología Orientada hacia Objetos):
El mundo-con-nosotros, es decir, el mundo como existencial de Heidegger (in-der-Welt-sein). Este tema lo desarrolla el amigo de Heidegger y alumno de Husserl, Eugen Fink – kosmologische Differenz – la diferencia entre las cosas del mundo y el mundo en su conjunto. Fink interpreta esto en el espíritu de la distinción de Heidegger entre el ser y los entes (el juego como imagen del mundo).
El mundo en sí. La teoría materialista del objeto.
Y el mundo sin nosotros. Según Thacker es este último el que nos infunde el horror, ya que se sitúa entre el mundo-con-nosotros y el mundo-en-sí. Esta dimensión intermedia es la experiencia del contacto con algo que suprime activa y concretamente nuestra propia naturaleza. Es la zona del horror puro, no del miedo. El contacto con el mundo-sin-nosotros es mucho más grave que la muerte personal. Cuando perecemos, nuestra especie permanece. Pero la experiencia de la extinción de la especie es verdaderamente horrorosa. Elon Musk ha reflexionado recientemente sobre ello.
Este tema aparece entre otros realistas especulativos como Meillassoux y Harman en un contexto similar. Al construir una ontología de los objetos, se plantea el fin del sujeto (y de cualquier correlacionismo) hasta llegar a la hipótesis del ser del otro lado de las cosas, donde se concentra el horror absoluto. Esto se ilustra con motivos y tramas lovecraftianas, integrando en la filosofía sus imágenes e ideas sobre dioses idiotas y civilizaciones subacuáticas.
El propio Heidegger lo insinúa, ya que para él el horror (Angst) actúa como experiencia de la nada o del ser puro («¿Qué es la metafísica?»). Sin embargo, los realistas críticos toman de Heidegger a su obsesión por los objetos dejando de lado la vida, el sujeto y el Dasein, mientras que para Heidegger el Dasein es central.
Por supuesto, una teoría general del horror debería comenzar con la naturaleza de lo sagrado y el Temor de Dios (aquí, claramente, estamos hablando de horror, Angst, Dios no asusta, sino que horroriza). Después, Boehme, Pascal, Hegel y Kierkegaard, hasta finalmente llegar a Heidegger y el pensamiento post-heideggeriano: Sartre y Camus hasta Deleuze y OOO.
Por cierto, para Pascal y Kierkegaard, el horror es evocado por el mismo Universo autónomo descrito por la física de los Nuevos Tiempos como algo frío e infinito. Tal vez sea éste el responsable de las grotescas descripciones de la naturaleza oscura en Dios según la teosofía de Boehme.
El pensamiento de Plotino y Dionisio Areopagita sobre el pre-ser de lo Uno, sobre la teología apofática, nos preparó para otro tipo de horror: uno transformador, elevador y deificador. El Temor al Señor es el eje vertical del ser.
¿Cuál podría ser el fenómeno o concepto más cercano al horror ruso? ¿Cómo viven e interpretan el horror los rusos? A primera vista, un ruso no conoce el horror ante el mundo porque, para nosotros, el mundo es una continuación orgánica de uno mismo: las raíces de las palabras «��ир» (mundo) y «милый» (querido) son la misma según Kolesov. Lo querido no inspira horror. Tampoco el mundo como comunidad.
Entonces, los rusos no conocen la naturaleza como tal (en sí misma, como objeto). Los rusos tienden a animarla y espiritualizarla (de ahí el tecnoanimismo de Andréi Platónov, su bolchevismo mágico). Y, por supuesto, Fedorov, para quien la materia es la danza de partículas de las cenizas de nuestros padres. Los átomos de Tsiolkovsky han probado la dulzura de la vida. Nuestra ciencia no es materialista, sino panteísta.
Lo que horroriza a un ruso no es tanto la ausencia y la alienación de la vida, sino sus excesos y aberraciones. De ahí el tema predominantemente eslavo del vampiro. Un vampiro es un exceso de vida. Debería estar muerto, pero, de algún modo, no lo está.
El obstinado amor por la vida en un ruso, al parecer, desplaza el horror demasiado adentro, tan adentro que ni nosotros mismos nos damos cuenta. Pero los demás sí lo notan. El horror es lo que inspiramos.
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Hora de jogar uns pensamentos fora.
Meu problema maior com o landianismo nos últimos tempos tem sido o quanto ele me parece cada vez mais ultrapassado — mesmo se tratando de algo ainda tão ‘juvenil’. Nutro por ele — o antigo Land, o landianismo, quem ou o que for que seja — ainda uma integral admiração e gratidão (e o problema é, justamente, que não é disso que se trata). A problemática, ao menos para mim, vem a ser a seguinte:
Enquanto o inumanismo, neo-racionalismo e o realismo especulativo se apresentam como ‘projetos’ muito mais amplos e ‘atualizados’ (com ênfase no primeiro), o landianismo tem cada vez me parecido, até certo ponto, ter sido abandonado à deriva nesse mar esquizofrênico — que ele mesmo o diagnosticou enquanto tal — depois do próprio capitão ir com o barco em direção ao iceberg; alguns afortunados morreram logo na colisão, outros pobres coitados se afundaram e se perderam e, ainda, (não tão, em certos casos) milagrosamente, alguns pouco se salvaram, se agarrando nos restos flutuantes do navio — um desses poucos sendo o próprio capitão.
Por conseguinte, seguindo com a analogia, o problema parece germinar não nos corpos daqueles que morreram na colisão, muito menos naqueles que se afogaram, mas sim nos que sobreviveram: a maioria deles, que chegaram à terra firme, continuam a seguir e cultuar o seu capitão — já enlouquecido e com boa parte das suas virtudes anteriores enfraquecidas e/ou esgotadas —, formando uma espécie de culto tribal tecnocracta masculinista de faxada em uma ilha deserta, para, assim, dar às imbecilidades que todos ali repetem uns aos outros uma espécie de erudição masturbatória cult. Por outro lado, a minoria reconhece a degeneração daquele que um dia seguiu como capitão, e, portanto, se afasta de quem ele veio a se tornar. Ainda sim, tentam resgatar os ensinamentos concebidos a eles pelo capitão que mapeava o desconhecido daquele mar que ele próprio, agora, em desespero, veio a condenar parte deles a se afogar.
Aí, então, está o desgaste: mesmo que essa minoria tenha realmente algo a dizer e que com eles temos a aprender — como eu mesmo não o deixo de fazer —, serão eles capazes de manter essa potência original da abordagem materialista libidinal do landianismo? Infelizmente, não é o que me parece; periodicamente aparecem ‘outsiders’ interessados com o landianismo e com o aceleracionismo dos anos 90, com o CCRU, influenciado fortemente por D&G e Bataille — o trágico acontece pouco depois: logo mais esses mesmos sujeitos tendem a ser vistos por aí pagando de pseudo-intelectuais com o uso dos jargões neo-reacionários (uma tentativa de reaproveitar o vocabulário esquerdista deleuzoguattariano, mas que acaba resultando apenas em pobreza estética). E, com eles, vai-se junto o materialismo libidinal, o batailleanismo cibernético, o mergulho na teleoplaxia da modernidade, a preocupação dos ‘problemas acerca do conceito de experiência’, como bem descreve Fisher. Deixa, então, aos poucos — mas agora cada vez mais rápido —, de ser sobre a libertação dos fluxos libidinais, mapeamento do desconhecido e das linhas de fuga proporcionadas pela ciberpositividade do tecnocapital — passa a ser sob Techbros.
Enfim, tudo isso pode ser só uma baboseira minha, um overthinking imbecil e infantil, mas senti a necessidade de compartilhar esses pensamentos que vêm pairando sob minha mente nestes últimos dias, com a queda do Twitter, meu isolamento, e tudo mais — principalmente o já cansativo contato tanto com os imbecis referenciados acima quanto aos ressentidos com o aceleracionismo da bolha frankfurtiana e (às vezes) fenomenológica.
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Presentación del Monográfico Nietzsche de la espectacular Revista Pensando de Brasil.
La lectura, siempre actualizándose, que Ricardo Espinoza Lolas hace del gran Nietzsche muestra lo humano en lo real mismo. Casi, como afirma Espinoza, en contra de otras filosofías o lecturas de Nietzsche desde lo categorial y con un tinte ontológico, como el realismo especulativo, ciertos feminismos, psicoanalistas, teoría crítica, que suponen un paso atrás en cuanto reutilizan herramientas…
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OOO: Arte Sonora e Tecnologia como Realismo Especulativo. Hugo Paquete, 2023.
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HiperArchivos
#Literatura & #Realismo #Especulativo
En Revista Luthor #45
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«El concepto de un pesimismo americano es un oxímoron. En una cultura que prospera a partir del emprendeurismo, la farmacología y la autoayuda, “pesimismo” no es más que una forma elegante de referirse al mal humor. Es una cultura que premia la actitud proactiva y el espíritu emprendedor, ser pesimista no es más que resultar quejoso; si no eres parte de la solución, eres parte del problema. Vivir en una cultura así es estar perpetuamente a la sombra de un optimismo obligatorio, un nuevo tipo de coerción que es patologizada a temprana edad por la educación infantil mediante la apreciación “No le gusta jugar con otros”».
Eugene Thacker: Tentáculos más largos que la noche. El horror de la filosofía vol.3. Materia Oscura Editorial, pág. 151. Segovia, 2019
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#eugene thacker#tentáculos más largos que la noche#el horror de la filosofía#pesimismo#mal humor#emprendeurismo#iniciativa emprendedora#farmacología#autoayuda#actitud proactiva#espíritu emprendedor#optimismo#educación#educación infantil#pesimismo americano#nihilismo#realismo especulativo#colapsología#teo gómez otero
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"Tiene sentido pensar como propiedad del objeto en sí a todo lo que puede ser formulado del objeto en términos matemáticos. Todo lo que, del objeto, puede dar lugar a un pensamiento matemático (una fórmula, una traslación a números), y no a una percepción o a una sensación, es lo que tiene sentido convertir en una propiedad de la cosa sin mí tanto como conmigo" - Quentin Meillassoux "Después de la Finitud"
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a ver cuenta de los dinosaurios
Ya conté bastante en mis últimos asks... pero una pregunta interesante fue siempre sobre que hubiese pasado si los dinosaurios no se hubiesen extinguido, hubiesen evolucionado inteligencia y una civilización como nosotros?
El paleontólogo Dale Rusell hizo un diseño especulativo en 1982 al respecto, en base al dinosaurio Troodon (el dinosaurio con el mayor cerebro encontrado hasta la fecha), pero a mí en lo personal me parece que Dale Rusell es un pelotudo, miralo:
Este es el famoso “dinosauroide” y está por todos lados, lo odio.
Dejando de lado la falta de plumas (en esa época tengo entendido que aún estaba en debate) y el diseño oooohhhh alien uhhhhhh (que sacó mil teorías conspirativas) el tipo lo diseñó con una evolución absolutamente paralela a los humanos es una bosta, hasta decía que tenía sus crías vivíparas (ningún ave o dinosaurio conocido es vivíparo), 0 creatividad, lo odio odio odio odio
Afortunadamente otro tipo en deviantart hizo unos diseños de dinosaurios inteligentes espectaculares:
Ahh ese realismo y creatividad sí que se puede ver. Me encanta desde el diseño físico hasta las herramientas culturales, un genio.
Hay más acá: https://www.deviantart.com/povorot/gallery/9348116/the-dinosauroids
También había algo muy parecido hecho por unos rusos, que hasta tenía dinosaurios con armadura medieval y trajes de astronauta! Pero no lo estoy pudiendo encontrar. Me recontra cago en pinterest.
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El pasado ancestral se convierte en efecto en un pasado que no ha pasado nunca, que nunca ha sido presente, que retrocede del futuro hacia él mismo en lugar de progresar de sí mismo hacia un futuro. Todo antirrealismo parece implicar una destrucción del sentido de la ciencia.
Quentin Meillassoux (2019), Metafísica, especulación, correlación, Realismo Especulativo, Materia Oscura Editorial.
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Lua nos signos
Acompanhando diariamente o movimento da Lua pelos signos é possível aproveitar suas qualidades para alcançar o sucesso que almejamos, e evitar tratar de assuntos quando a lua não estiver favorável ao assunto. A Lua permanece em média 2 dias em cada signo. Se for possível adiar, podemos obter resultados favoráveis com menor chance de problemas. A Lua atua sobre o humor e quem trata com o público, pode perceber facilmente essa influência da Lua. Para usar a Lua com maior eficiência, verifique suas influências:
Lua em Áries - dinamismo
As pessoas estão mais entusiasmadas e com energia mas também mais agressivas e impacientes, se impondo e se afirmando mais. Quem trabalha com o público deve ser mais ágil e eficiente nesses dias.
Beneficia as atividades esportivas ou realizar atividades sozinho; dar início a projetos e tudo que dependa de energia, entrar para uma academia, começar um programa de condicionamento físico etc. Favorece lançar liquidações e coisas que terão curta duração, pois as pessoas estão mais impetuosas.
Desfavorece coisas que se pretenda constância e longa duração.
Lua em Touro - estabilidade
As pessoas estão mais afáveis e calmas mas há preguiça e teimosia.
Beneficia as atividades mais tranquilas e também os assuntos relativos a finanças, tratar de preços, fechar negócios e realizar compras. Viabiliza o prazer em geral e sugere descanso. Todos estarão se dedicando a algo que tenha firmeza e constância. Por isso, favorece lançar empreendimentos imobiliários e coisas que se queira constância e longa duração.
Desfavorece projetos que se queira resultados rápidos.
Lua em Gêmeos- aprendizado e comunicação
As pessoas estão bem humoradas e ágeis mas há instabilidade e inconstância.
Favorece a comunicação ampla, troca de idéias, divulgação, comprar livros e buscar estímulos variados. Todos estarão se dedicando a algo que tenha versatilidade e troca, e favorece a propaganda e divulgação. Bom período para passeios, viagens e deslocamentos.
Quaisquer negócios fechados nessa época tendem a mudanças de idéias posteriormente.
Lua em Câncer- proteção
Todos estão buscando proteção e carinho mas há maior carência e hipersensibilidade. Todos estarão se dedicando a acolher e ser acolhido, se interessam mais pelos sentimentos, mas podem estar mais introspectivos.
Favorece encontros familiares ou para buscar intimidade; cuidar da casa e assuntos particulares, para acolher e ser acolhido nas necessidades; resoluções em assuntos relativos ao ambiente doméstico. As pessoas estão interessadas em melhorar o ambiente doméstico e adquirir eletrodomésticos e aparelhos para cozinha ou alimentos.
Deve-se estar disposto a lidar com a carência de outros.
Lua em Leão - criatividade e sucesso
As pessoas estão mais extrovertidas e calorosas mas há maior orgulho e tendência a levar tudo para o lado pessoal.
É favorável para se divertir e fazer coisas criativas, se dedicar ao que dá prazer ou aos filhos; participar de eventos alegres e extrovertidos, festas e lazer. É uma boa época para chamar atenção, brilhar, realizar eventos grandiosos e glamourosos.
Deve-se evitar ferir o orgulho das pessoas; é preferível reverenciá-las e estar disposto a lidar com o egocentrismo e orgulho dos outros.
Lua em Virgem - organização
A Lua em Virgem aumenta a prestatividade e simplicidade mas as pessoas estão mais exigentes, com espírito crítico e de perfeccionismo.
É favorável para pequenas tarefas ou para lançar serviços relacionados à limpeza e organização, saúde, dietas, cuidados com alimentação, cuidar dos animais e e de tudo que exija espírito prático.
Deve-se estar disposto a lidar com exigências e críticas alheias.
Lua em Libra - diplomacia e sociabilidade
A Lua em Libra evidencia a sociabilidade e diplomacia mas há maior indecisão e dificuldade em dizer ‘não’.
É favorável para encontrar com as pessoas e lidar com público, encontrar resoluções e resolver problemas com diplomacia, lidar com assuntos de justiça. É uma boa época para apresentar coisas belas e atraentes para o público, e também quando se deseja obter aprovação ou concordância em projetos. Favorece para obter favores e concessões, e beneficia os passeios e eventos românticos.
Deve-se estar disposto a lidar com a indecisão dos outros.
Lua em Escorpião- reciclagem e restauração
As pessoas estão com desejo de maior intimidade e profundidade mas há tendência a viver as coisas de maneira intensa e negativa. Boa época para limpar o que está deteriorado ou resolver pendências de coisas mal resolvidas do passado. O magnetismo das pessoas está aumentado e todos percebem além do físico e da personalidade, e aumenta a atração entre as pessoas.
Favorece atividades de pesquisa e análise profunda. Beneficia tratar assuntos sobre sexualidade, intimidade e tudo o que peça intensidade. Existe muita curiosidade e as pessoas estão com olhares penetrantes e desconfiadas.
O ciúme pode aparecer acompanhado de agressividade e acusações; há maior tendência a controlar a vida dos outros. Deve-se evitar conflitos e assuntos litigiosos, pois só vai conseguir o rancor das pessoas. Coisas misteriosas acontecem e aumenta a sensitividade e o psiquismo, mas desfavore visitar lugares com baixo psiquismo. Não favorece realizar negócios e fazer compras, pois tudo fica mais especulativo e o desejo de levar vantagem aumenta demasiadamente, além de que, todas as compras realizadas durante a Lua em Escorpião tendem a se deteriorar mais rápido.
Lua em Sagitário - entusiasmo e expansão
As pessoas estão buscando expansão e desejam buscar novos horizontes. Há maior falta de concentração e desperdício. É boa época para diálogos de alto nível - filosofia, estudos.
Beneficia as atividades expansivas, viagens e aventuras, esportes e tudo o que necessite de entusiasmo; tratar de assuntos que se queira divulgação ampla; exposição de livros e tudo que represente cultura; lançamento de promoções de viagens.
Deve-se estar disposto a lidar com a dispersão de outros.
Lua em Capricórnio - objetividade e estruturação
As pessoas estão mais objetivas, mais produtivas. Há aumento de frieza emocional e tendência depressiva.
É favorável para planejamento, cuidar da profissão ou discutir negócios; iniciar atividades que exijam disciplina constante; cuidar de assuntos que necessite de paciência e persistência, fechar negócios, principalmente sobre coisas duráveis.
Não favorece para obter favores, e concessões, pois as pessoas ficam insensíveis.
Lua em Aquário - liberdade e inovação
Há maior estímulo no plano mental e muitas idéias novas, mas também tendência ao nervosismo extremo e radicalismo. Torna as pessoas mais originais em tudo que fazem, pensam ou dizem, e é uma boa época para mostrar e implantar novas idéias, sair da rotina, fazer algo que seja agitado e diferente. É nesse trânsito que nascem projetos originais, é tempo de inovar e todos estarão mais abertos e acessíveis. Representa momento de liberdade e descontração, e se você possui possui valores ou convive com sistemas ou pessoas fechados e restritivos, é hora de se libertar.
Viabiliza conversas francas, diretas e sem muitos rodeios, já que as pessoas estarão mais idealistas e dispostas a entender o ponto de vista dos outros. O sentido de liberdade aumenta e respeitamos mais a liberdade dos outros. Beneficia encontros com amigos ou fazer novas amizades e para romper com tudo o que esteja incomodando ou buscar algum ângulo incomum na sua maneira de pensar. O amor estará mais livre de conceitos e preconceitos. O lado lúdico e especial das pessoas estará mais acentuado, por isso favorece sair e se divertir, há maior descontração. Também há maior excentricidade e acentua a necessidade de possuir algo original e diferente, por isso favorece lançar no mercado produtos diferentes, inovadores, tecnológicos e tudo o que possa ser novidade.
Deve-se ter cuidado nas inovações e compras de coisas excêntricas, pois pode se arrepender posteriormente.
Lua em Peixes - intuição e imaginação
Há maior sensibilidade e empatia mas também fragilidade e excessiva permeabilidade. As pessoas estão mais sonhadoras, há maior imaginação. Tendência a criar um mundo à parte ou liberar a criatividade.
Favorece as atividades calmas, repousantes ou meditação; permitir que as coisas fluam, saber o que realmente importa no final de tudo, mas pode não conseguir ver as coisas com clareza. Beneficia as ações que pretendam atingir a sensibilidade do público, lançar produtos que se relacionem aos sonhos, ao sono, à imaginação, e produtos relacionados ao mar, às águas, à fantasia e encantamento.
Desfavorece assuntos que dependa de realismo e praticidade
Para saber as melhores influências da Lua em um determinado dia verifique:
O signo que está sendo ativado pela Lua no dia e as mansões lunares,
Verifique a fase da lua no dia
Verifique o regente do dia da semana e escolha de acordo com o regente de acordo com o assunto a ser tratado.
Domingo: Sol - dia de cuidar de si mesmo, da sua alegria e sucesso
Segunda-feira: Lua - dia de sensibilidade e instabilidade
Terça-feira: Marte - dia de desejos e conquistas
Quarta-feira: Mercúrio - dia de estudar, aprender, comunicar, negociar
Quinta-feira: Júpiter - dia para tratar de finanças e justiça
Sexta-feira: Vênus - dia de conforto, prazer e sedução
Sábado: Saturno - dia de responsabilidade, estabilidade e realismo
Fonte: http://astrologiaeradeaquario.blogspot.com/p/lua-diaria-nos-signos.html
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EL EJE ARQUEOFUTURISTA DE ALEKSANDR DUGIN, DE PLATÓN A HEIDEGGER
Por Luca Siniscalco
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
El joven filósofo Luca Siniscalco explica el pensamiento del filosofo ruso de la Cuarta Teoría Política. Explica también el pensamiento político y filosófico de uno de los intelectuales más originales de la escena eurasianismo, Aleksandr Dugin según un posible eje "arqueofuturista": este es el objetivo del diálogo con Luca Siniscalco, uno de los traductores en Italia de la obra del pensador moscovita.
Luca Siniscalco, de la Cuarta Teoría Política al Platonismo político. Dugin va más allá de las corrientes actuales del pensamiento político-filosófico. ¿Cuál es su perspectiva?
Toda la especulación filosófico-política duginiana es un valiente intento de desentrañar los escenarios hermenéuticos, simbólicos y narratológicos inéditos a través de los cuales comprender - y orientarse demiúrgicamente – en un nuevo horizonte comunitario de significado y destino.
Si la Cuarta Teoría Política representa un patio abierto para la elaboración de una doctrina y práctica política capaz de ir más allá de las tres grandes narrativas ideológicas del siglo XX (liberalismo, comunismo, nazi-fascismo) según un eje arqueofuturista que conecta instancias tradicionales con escenarios posmodernos, el platonismo político constituye una fórmula para re-tematizar la estructura política en un sentido axial, tradicional y organicista, a través de un esfuerzo revolucionario-conservador dirigido a repensar la estructura global a partir de una "topografía vertical" y una "política trascendente" de la vida total del hombre del nuevo milenio.
¿Dónde se encuentran estas especulaciones?
La conexión entre las dos perspectivas surge claramente en el ensayo La teoría existencial de la sociedad (publicado en Platonismo político), donde Dugin reivindica la conexión entre la Cuarta Teoría Política y el redescubrimiento del vínculo vital que existe entre la esfera de Sagrado, conexión que surge del corazón palpitante del platonismo: “En la Cuarta Teoría Política, el pueblo decide tener a Dios, y es el mismo Dasein quien toma esta decisión, el Dasein como pueblo (Volk). Y si en los campos metafísico, filosófico y sociológico, la Cuarta Teoría Política resulta ser revolucionaria (revolución conservadora), también debería serlo en el contexto de la religión. Así, la fe del pueblo despertado a la historia es la fe de quien se atreve a creer en el Dios vivo, en el Selbst de Dios, en Dios como antítesis de su simulacro institucionalizado, el Gran Inquisidor”.
¿En qué consiste la referencia a una reelaboración del platonismo?
El ensayo Platonismo político contiene en sí mismo numerosos escritos, que profundizan en cuestiones muy heterogéneas entre ellos. El rasgo de unión que sin embargo permite unificar coherentemente las reflexiones de Dugin es el reconocimiento, dentro de la filosofía platónica, de un núcleo arquetípico: la "unidad fundamental de las estructuras del conocimiento, la sociedad y el cosmos". A diferencia de la fragmentación reduccionista y analítica de la realidad promovida por la modernidad racionalista y liberal, el horizonte especulativo platónico sanciona, con el rigor metodológico de la filosofía dialéctica, la verdad hermética del Unus Mundus: hombre y naturaleza, alma y mundo, microcosmos y macrocosmos, que son un reflejo el uno del otro, al igual que la teoría y la práctica, la psique y la política, el individuo y la comunidad. El platonismo político identifica en la estructura jerárquica, vertical, organicista y metafísicamente orientada de la política al instrumento por excelencia - bien arraigado en la tradición indoeuropea - para lograr la trascendencia en la inmanencia haciendo el cielo en la tierra, ya que "el hombre es un anillo en la cadena de los dioses. Está tendido entre los dos orígenes (nachala) y realiza por sí mismo, con su existencia, el traspaso de uno a otro, como un demiurgo, un dios (...). Crea el orden del cosmos, organiza las copias y disuelve los fenómenos en la contemplación de las ideas”. Asimismo, “la República - Politeia - es un corte transversal del cosmos (la República de las almas, en el platónico Crisipo) (…). La República (Platonopolis) se organiza de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo (poiesis/noesis). Fija la verdad revelada por los filósofos del derecho; el impulso se delega en los guardianes, mientras que los artesanos encarnan la orientación en la producción de cosas empíricas. Los filósofos crean la República de forma demiúrgica. El Alma del Mundo se encuentra precisamente en el centro de la República. Este es el oro del ser. Es la concentración noética del intercambio dinámico entre el mundo de las ideas y el mundo de las cosas”. El platonismo político -es esta intuición la que hace del ensayo duginiano no un mero ejercicio filológico, sino una propuesta paradigmática concreta, inmersa en la facticidad del mundo de la vida- es una forma original de la Política que, mutatis mutandis, siempre puede reactivarse. Y esto sobre todo porque sigue la idea de platonismo que se aclara en Noomajía. Revuelta contra el mundo posmoderno, no se trata simplemente de entender el corpus platónico, sino una forma arquetípica del Logos apolíneo que, en la milenaria Guerra de los Logos (la Noomajía de hecho), se manifiesta también en las civilizaciones que nunca tuvieron contacto directo con Platón. Gran parte de la cultura griega, romana, iraní, india, eslava es, según Dugin, apolínea y, en este sentido, políticamente platónica. De ahí la riqueza de un horizonte mítico-simbólico al que los futuros estudios metapolíticos deben mirar con vivo interés.
¿Cuánto afecta el pensamiento de Dugin al debate ruso?
Pregunta insidiosa. Como le ocurre a cualquier pensador de alto rango, no es nada fácil establecer hasta qué punto la visión duginiana afecta la autoconciencia cultural, política y existencial de un pueblo, el ruso en este caso. La posteridad juzgará eso.
A menudo se le describe como cercano al presidente Putin...
Ciertamente, un examen lúcido de la cuestión debe ignorar la esclerotización a la que a menudo se reduce la información, tanto italiana como internacional, sobre el tema. Dugin no es un intelectual "orgánico" para la clase dominante rusa, ni el "Rasputin del Kremlin" o la "eminencia gris de Putin", ya que ha sido parcialmente definido. Igualmente erróneo, sin embargo, sería considerar completamente irrelevante el pensamiento de un autor conocido internacionalmente, traducido a decenas de idiomas, que en Rusia ejerció una importante carrera como profesor en la Academia Militar, en la década de los noventa, ocupó el cargo de Catedrático de Sociología en la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú y sigue siendo protagonista de importantes debates públicos sobre temas culturales y de actualidad. Lo cierto es que la discusión del pensamiento de Dugin concierne principalmente, en Rusia como en el resto del mundo, a sus reflexiones sobre la actualidad política y sobre cuestiones geopolíticas (multipolarismo, relaciones internacionales) y filosófico-políticas (Cuarta Teoría Política). Mucho más restringido es el debate sobre su obra de tipo metahistórico, metafísico y ontológico, sobre el que quizás, según informa el propio profesor, el estudio más interesante de ella está comenzando en Italia, probablemente sobre la base de una cierta tradición antigua y del arraigado interés por los autores tradicionales (principalmente Julius Evola) y por el pensamiento metapolítico de orientación revolucionario-conservador.
¿Quiénes son los autores del panteón del pensador ruso?
Son numerosos y extremadamente heterogéneos. La gran fuerza y originalidad de la obra de Dugin, así como algunas contradicciones (algunas aparentes, otras quizás insolubles) de su sistema, derivan de esta inteligente apertura, sin prejuicios, a la pluralidad de formas del pensamiento humano. Creo que es posible identificar cinco líneas culturales principales con las que el trabajo de Dugin conecta explícitamente de manera crítica en el campo filosófico-especulativo.
¿Cuáles?
El Pensamiento de la Tradición o Tradicionalismo Integral (Guénon, Evola y, en la interpretación duginiana, Eliade); el esoterismo occidental, mediado por la experiencia del Círculo Yuzhinsky (con Mamleev, Golovin y Dzhemal); Nietzsche y la revolución conservadora (Heidegger, Jünger, Niekisch, Schmitt); el posmodernismo francés (Deleuze y Guattari, Lacan, Baudrillard, Foucault); la teología ortodoxa y la conexión con el eurasianismo anti-occidental (Leont'ev, Danilevski, Alexeiev, Gumilev).
A estos se suman, además de los clásicos de la geopolítica, los autores de las escuelas de etnología rusa, sociología alemana, antropología cultural estadounidense y sociología y antropología estructural francesa (sobre todo Širokogorov, Weber, Tönnies, Sombart, Boas, Durkheim, Lévi-Strauss, Durand), de los cuales él toma prestados muchos de los conceptos subyacentes a su modelo “etnosociológico” (que está destinado a un próximo volumen para la editorial de Aga).
Dugin en Occidente: ¿con que se puede asociar en la crítica del globalismo? ¿Cuáles son sus peculiaridades?
El rechazo revolucionario-conservador a la "planetarización" globalista (Heidegger) sigue en Dugin una lógica no dicotómica y en ocasiones vanguardista, dado el interés del autor por la posmodernidad, las últimas tendencias de la cultura pop, las cuestiones tecnológicas (cibernética, virtualidad, posthumanismo, realismo especulativo) y los “mitos modernos”, que el mundo conservador a menudo ha tratado superficialmente o simplemente pasado por alto, debido a su miopía intelectual. En este sentido, el antimodernismo duginiano apela a un Origen metafísico que no se sitúa en el pasado histórico, sino en el poder transfigurador de la mirada que el individuo y las civilizaciones proyectan sobre el mundo, y que siempre, en el aquí y ahora, puede renovarse y transfigurarse metamórficamente.
En el plano de la doctrina del Estado, Dugin rechaza la globalización liberal y capitalista, pero también las opciones soberanistas en un sentido nacionalista y chovinista - que él concibe como el resultado último de la política moderna - y vuelve a proponer la idea tradicional de Imperio, en correlación con el concepto de "Civilización" (Huntington). El Imperio, según el filósofo ruso, "se distingue del Estado nación por tres rasgos principales: la existencia de una misión histórica o metahistórica (sagrada) que supera ampliamente el simple juego de intereses pragmáticos (...); la preservación de enclaves étnicos con sus peculiaridades lingüísticas, religiosas e incluso jurídicas (…); y finalmente el control de un gran espacio" (en el sentido schmittiano del término). Una figura premoderna, por tanto, que es protagonista de los desarrollos multipolares de la geopolítica posmoderna.
Por esta poderosa carga sintética de carácter metafísico y tradicional, que recientemente ha encontrado un compendio teórico, también en Italia, en la citada Noomajía. Rebelión contra el mundo posmoderno, y por la postura filosófica antiliberal, antimaterialista y antirreduccionista que lo distingue, en mi opinión el pensamiento de Dugin encuentra armonía y resonancia en Occidente, con todas las distinciones del caso, sólo en las obras de su brillante, erudito y polígrafo amigo francés Alain de Benoist y el visionario - pero muy olvidado - Jean Parvulesco, el cantor de la "Estrella del Imperio Invisible", para usar una definición del propio Dugin.
El volumen Platonismo político contiene un interesante diálogo entre Dugin y Henry-Lévy. ¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de los dos pensadores?
El 21 de septiembre de 2019, el Instituto Nexus de Ámsterdam celebró su 25 aniversario con un simposio público titulado La montaña mágica revisitada: cultivar el espíritu humano en tiempos de desesperación: cultivar el espíritu humano en tiempos del desánimo, a raíz de la novela de Thomas Mann La montaña mágica. El Simposio se abrió con el citado duelo intelectual, presentado como la reinterpretación del siglo XXI de los famosos debates entre Settembrini y Naphta en la novela de Mann.
Las cuestiones filosóficas y geopolíticas discutidas por los pensadores, que han surgido en los medios de comunicación como emblemas de dos facciones antitéticas: el liberal progresista políticamente correcto Henry-Lévy frente al tradicionalista antiliberal políticamente incorrecto Dugin, son numerosas, y ciertamente no podemos resumirlas aquí. Sin embargo, en el corazón del desacuerdo entre las dos cosmovisiones, quizás originado antes de sus respectivas posiciones en la esfera política e internacional (sobre la que se ha jugado gran parte del debate), está la interpretación de la cuestión del nihilismo, sobre la que me gustaría hablar brevemente. Dugin y Henry-Lévy, de hecho, se acusaron respectivamente de nihilismo, el "invitado inquietante" de Occidente.
El nihilismo es un tema recurrente en la especulación filosófica del siglo XX y luego en la modernidad...
Dugin toma explícitamente la idea de la obra de Friedrich Nietzsche y demuestra que conoce el carácter de las dos caras del fenómeno, tal como lo abordó el filósofo Zaratustra y posteriormente la retomó Martin Heidegger; hay un nihilismo pasivo y activo: el primero coincide con la pérdida de la fe en los valores tradicionales y en la verdad metafísica; el segundo "dice sí" al ocaso del mundo pasado y, reconociendo en sí mismo la fuente del mundo futuro, lo funda como legislador del sentido según la voluntad de poder. El sistema liberal global representa, según Dugin, sobre la base de la escuela revolucionaria-conservadora, la inversión sociopolítica del nihilismo, con la desintegración total, en Occidente, de la Europa tradicional.
¿El filósofo francés?
Henry-Lévy, por otro lado, parece usar el concepto de nihilismo de acuerdo con un significado más común y popular: nihilista es el individuo oscuro y sulfuroso que no quiere nada: muerte, estasis, maldad, por lo tanto, lo opuesto al progreso y a la libertad democrática utópica. De ello se desprende que para el intelectual francés son nihilistas no los habitantes del espíritu moderno (como en la tradición filosófica postnietzscheana), sino Dugin, los euroasiáticos y los conservadores, los enemigos de la "sociedad abierta", por citar a Popper. De hecho, Henry-Lévy afirma, con gran patetismo, pero con poca precisión filosófica, que “la mejor definición del nihilismo (…) es Rusia, con sus veinticuatro millones de muertos durante la Gran Guerra Patria. Es Europa, ocupada por el nazismo. Y son los judíos, mi pueblo, casi exterminados, reducidos a la nada por los peores nihilistas de todos los tiempos. Sí, hay una definición clara de nihilismo, y es: los que han cometido estos crímenes. Y esta gente, estos nazis no vinieron del cielo. Surgieron de ideólogos. De Carl Schmitt. De Spengler. De Steward Chamberlain. De Karl Haushofer. Toda la gente que, lamento tener que señalar, le gusta, que cita y de cuyas palabras se inspira. Por eso, cuando digo que eres nihilista, cuando digo que Putin es nihilista, cuando digo que en Moscú hay un clima de nihilismo malsano, que provoca, entre otras cosas, muertes reales - Anna Politkovskaya, Boris Nemtsov, y muchos otros, asesinados en Moscú o Londres, lo digo en serio. Quiero decir que, ay, en esta gran civilización rusa de hoy, en la gran Rusia, sopla un viento oscuro, negro, de nihilismo en el verdadero sentido del término, que es un sentido nazi y fascista”.
¿Cómo responde Dugin?
Dugin recoge efectivamente la acusación del adversario invirtiendo los términos de la pregunta: admite explícitamente que es un nihilista, pero solo por su rechazo de la "universalidad de los valores occidentales modernos" y el prejuicio "de que la única forma de interpretar la libertad está representado por la libertad individual, y que la única forma de interpretar los derechos humanos es proyectar una versión moderna, occidental e individualista de lo que significa ser humano en otras culturas”. El nihilismo de Dugin es el nihilismo activo que deconstruye los dogmas de los solones de la modernidad para construir nuevas tablas de valores, según principios inspirados en la claridad apolínea del platonismo político. Además, al especificar qué es lo moderno en su totalidad lo que es propiamente nihilista, en un sentido teórico, que incluye los regímenes mencionados por Henry-Lévy, pero también la sociedad liberal contemporánea, Dugin muestra una comprensión mucho más radical del Zeitgeist contemporáneo a nosotros, revelando un pensamiento tan lúcido como excéntrico.
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¿Es la epistemología evolutiva realista o idealista? (5/22/2019)
Abstract: El ensayo pretende defender la tesis de concebir a la epistemología evolutiva como, primeramente, realista. Y también pretende argumentar que es mejor postular una cosmovisión de corte realista, donde se sostenga que el cosmos, la naturaleza o los objetos, poseen independencia con respecto a nuestros modos de concebirlos. Para ello explicamos y rebatimos, en la primera parte, seis argumentos débiles que nos ofrece la postura contraria, a saber, la idealista en general (con sus matices: subjetivista o constructivista). Mientras que en la segunda parte se extiende la discusión previa y ofrecemos una perspectiva que favorezca un método que prepondere el análisis realista de la naturaleza, en lugar del idealista. Para ello, igualmente, rebatimos o mostramos la debilidad de unos pocos argumentos en contra de la tesis[1].
Palabras clave: epistemología evolutiva, ontología, idealismo, darwinismo.
Primera parte[2]
En este breve ensayo[3] nos proponemos responder lo siguiente: (1) ¿Es la epistemología evolutiva realista? (Pregunta primaria). De lo que se desprende: (2) ¿En qué medida es inconveniente concebirla como idealista? Contestaremos a ambas preguntas; la primera la respondemos afirmativamente[4].
La epistemología evolucionista le debe mucho a la epistemología naturalizada, fundada principalmente por Quine, la cual sostenía que dicha naturalización: “significaba que la epistemología debía abandonar los procedimientos especulativos y a priori que la venían caracterizando y pasar a formar parte de las ciencias empíricas; en particular, según Quine, de la psicología” (Diéguez, 2003, p.1)
La epistemología evolucionista se puede explicar de múltiples maneras, pero ahora nos conformaremos con dos: 1ero, en relación con la filosofía de la ciencia popperiana, esto es, “pretende aplicar los principios de la teoría de la evolución al desarrollo y los avatares del conocimiento científico”, en otras palabras: establece un paralelismo entre conocimiento científico y evolucionismo darwiniano, todo ello mediado por el esquema de ensayo-error. En un 2do sentido, se pregunta por las influencias que ha tenido la filogénesis en las estructuras del conocimiento, patente por ejemplo en biología, en cuestiones vinculadas con la relación mente-cerebro (Muños y Velarde, 2000, p.210). La revolución epistemológica del siglo XIX, a saber, la darwinista, constituyó un giro de comprensión de la manera tradicional de concebir la epistemología (platónica o cartesiana, por ejemplo). Se investigó cómo nuestros marcos conceptuales y nuestras estructuras biológicas y psíquicas cognitivas habían sido modificadas a partir de la adaptación medioambiental, así como por posiblemente otras influencias de la actividad humana en relación con su entorno: nueva tecnología, invención y uso de nuevos instrumentos, cambios políticos, etc.
Si bien asimismo existen diferentes versiones de la epistemología evolucionista (Velázquez Carbajal, Mejía Escobar, 2016), vamos a situarnos en una concepción que sostendría mayormente los postulados de la epistemología evolucionista cognoscitiva (EEC), en contraste con la epistemología evolucionista del desarrollo científico (EEDC). Porque lo que nos interesa no es defender una postura acerca del desarrollo de los paradigmas científicos o autoconcepción de su quehacer (Rivas Castaño, 2006), sino defender la evolución de los objetos (por ejemplo, el cerebro, cuerpo, cambios físicos del medio natural) con notable independencia de las ideas sobre dichos objetos (esto es, digamos, el objeto de la biología, geología o arqueología). A la manera de David Stove[5], pretendemos objetar en contra de algunas exageraciones que han presentado posturas idealistas (o por lo menos muy vinculadas a ellas).
Así, algunos de nuestros argumentos son los siguientes: Dado que le epistemología evolucionista tiene como objeto de estudio cosas, entre otras, que son condición de posibilidad para el pensamiento (neuronas, neurotransmisores, células nerviosas, etc.), creencias (gasto de energía calórica, etc.) o corporalidad humana viviente (bacterias, microorganismos, etc.), tiene que ser realista. Puesto que “la evolución” implica un largo recorrido de objetos que son previos al advenimiento del ser humano como especie (desde las primeras formas de vida hasta el advenimiento de la autoconciencia) “pensante”. Y puesto que la postura idealista (entendiendo por ella la postura que establece que solo podemos conocer o solo tiene realidad aquello que pensamos) sostendría que todas estas cosas son (y son posibles)únicamente en relación con nuestro pensamiento, pero no que son independientes (de cierta manera autónomas) del mismo. Luego, la postura realista es mucho más convincente.
El idealismo incurrió en una falacia: del ser-saber (o confusión entre ontología-epistemología)[6], siguiendo a Ferraris (2015), es decir, sobre el ser que es, y el pensamiento sobre aquello que es. Desde la modernidad, cotidianamente, se tenía el supuesto de que nosotros teníamos sólo una relación inmediata (Descartes, Berkeley), con el pensamiento, y de ninguna manera, con el ser. Pienso, luego soy (Descartes), da cuenta de ello. O ser es ser percibido (Berkeley). “Más todo es mente. La mente es todo, el pensamiento está allá, cerca de la estufa, y arde en la estufa, es fuego (…) es sólido muro” (Ferraris, 2015, p.51)[7]. El pensamiento, la mente, es lo que existe (incluso lo que está dentro de ella). Este pensamiento se confunde con el ser, y con los objetos (la independencia del ser con respecto a ser-pensado) del ser de las cosas o incluso del mismo pensamiento[8]. No son siempre equiparables. La pregunta por lo que es es diferente (es otra) a la pregunta por lo que se piensa de lo que es.
Argumentos en contra de si el evolucionismo epistemológico es realista
1. La epistemología evolucionista no puede ser realista porque sus resultados solo pueden verificarse a partir de la utilización de herramientas y métodos de índole subjetivo. Lo cual va en contra de sus pretensiones de objetividad. Por lo que cualquier cosa real que podamos extraer de un fenómeno de la naturaleza tiene directamente como fundamento una metodología subjetivista.
2. Verdaderamente, no sabemos si en la realidad del mundo ha ocurrido un cambio, dado que son solo nuestras representaciones del mismo quienes aparentan mostrar una evolución, pero no se trata más que de una suerte de modificaciones en nuestros conceptos e ideas (o nuestras sensaciones) y no en los objetos del mundo.
3. El realismo pretende tener una postura neutral, objetiva e independiente a los seres humanos que la enuncian, pero no ha habido ningún cambio sustancial en la historia de la tierra, si no es precisamente porque una persona ha enunciado esos cambios. Con todo, aquellas evidencias históricas son maleables y siempre están sujetas a un discurso.
4. El realismo se basa en una creencia colectivizada que requiere ser situada, esto es, sus postulados deben de plantearse de acuerdo a las necesidades de las clases sociales y los grupos desfavorecidos. La supuesta evolución siempre está encaminada a beneficiar a una clase aventajada; así, pues, la epistemología debe de estar comprometida con causas sociales.
5. (*) No hay nada objetivo, definido e independiente de los determinados atributos de los sistemas microfísicos cuando éstos no están siendo observados. Dicha tesis ha sido sostenida por interpretes tanto de Heisenberg como por Bohr, si es que no por ellos mismos (Dieguez, 1998, p. 47).
6. (*) Este último argumento parte de una postura constructivista de los conocimientos de la realidad. Bruno Latour, un sociólogo francés, por ejemplo, sostuvo dicha postura cuando unos científicos habían llegado a la conclusión que Ramses II había muerto por tuberculosis, debido al bacilo que produce esa enfermedad. Y la pregunta de Latour fue: ¿Cómo habría podido morir a causa de un bacilo que fue descubierto por Robert Koch en 1882? Y dijo que “antes de Koch, el bacilo no tenía existencia real alguna” (Boghossian, 2009, p. 49). Dicho en otros términos, el constructivista considera que nuestros conocimientos son construcciones con base en descripciones y esquemas. Un hecho no está separado de sus condiciones de construcción social, y mientras la construcción sea persuasiva es válida. Ahora bien, puesto que el propósito de la construcción es intencional, y responde a nuestros intereses contingentes, entonces las cosas, los hechos, habrían sido distintos. Ilustremos este punto con el siguiente ejemplo, expuesto por Richard Rorty (ibid, p. 52-53):
“(…) describimos las jirafas como lo hacemos, es decir, como jirafas, debido a nuestras necesidades e intereses. Hablamos un lenguaje que incluye la palabra jirafa porque hacerlo nos conviene. Otro tanto vale para palabras comoórgano, célula, átomo, etc., es decir, para los nombres de las partes de las que se componen las jirafas, por así decirlo. Todas las descripciones que damos de las cosas nos resultan convenientes (…).
Explicación de los argumentos
1. La epistemología es una ciencia compleja encargada de estudiar las condiciones de posibilidad de nuestro conocimiento[9]. Mientras que el realismo es una doctrina polisémica que puede ser distinguida, por ahora, en dos vertientes, de manera básica, como realismo ingenuo y como realismo científico (o también especulativo)[10], que no vamos a describir, sino solamente a distinguir del primero. El primero piensa que la realidad (en sí misma) es tal y como la intuimos, mientras que el segundo la reconoce irreducible a nuestro mero pensamiento. Ahora bien, desde el punto de vista moderno, el realismo epistemológico, indica que es la realidad la que impone a la conciencia sus contenidos; y desde un punto de vista ontológico, el realismo sostiene que las cosas existen independientemente de nuestro conocimiento, de nuestra conciencia, de ellas (como las formamos o intuimos) (Muños y Velarde, 2000, p. 421). El problema que aquí no se observa es que las herramientas y métodos son estrategias y mecanismos para filtrar y entender dicha realidad, pero, por el contrario, no la crean, no la constituyen. Dicho de otra manera, incurre en una causa falsa, ya que sostiene que la realidad (de los objetos independientes, a priori) son determinadas por nuestra metodología subjetiva. La realidad no puede supeditarse a nuestra metodología, ella la atraviesa y supera.
2. No siempre sabemos lo que cambia en el mundo (oculta ciertas características a nuestro pensamiento y facultades cognoscitivas), el error consiste en atribuirle a las cosas la identidad de la representación. Aunque nuestros conceptos e ideas intervienen en ciertos elementos de la cultura humana, hay otros que acontecen fuera o a pesar de nuestras ideas o creencias sobre el mismo (mi muerte no depende de mi creencia). Tenemos una representación de un celular, así como juicios sobre la calidad del celular, etc., sin embargo, no podemos usar dicha representación para hacer una llamada, porque si fuese el caso el celular físico-material (y sus componentes eléctricos, etc.,) serían superfluos. En problemático reducir el objeto, sus propiedades, a nuestras representaciones (Ferraris, 2004). Además, por más que reinventemos nuestra idea del celular, no será posible que adquiera una herramienta o tecnología nueva”, sino se modifica suobjetualidad (objeto).
3. El lenguaje no es la realidad. Si tal fuese el caso, el mejor lingüista del mundo sería capaz de construir una casa (podríamos emplear nuestro lenguaje para la creación de nuevas realidades). Si bien el lenguaje permite comprender el mundo, y la comprensión y la historia la pensamos discursivamente. El problema de este argumento es que equipara al discurso con el desarrollo de entidades per se. Si bien las comprendemos a partir de nuestra comprensión discursiva, no cesan de subsistir (no pierden su existencia[11]) por medio de la misma. Cuenta de eso nos lo ofrece la distribución de los seres vivos y la historia de la tierra; claro, la historia se presta vastamente a la interpretación y la subjetivación, hay elementos que se le escapan y son condición de su interpretación misma. A una historia, por ejemplo, del comercio y la política a partir de la modernidad, también se sabe que hubo y hay lo que podríamos llamar evolución, historia o simplemente formación de la atmósfera en el planeta tierra, la extinción de especies y la partición del super-continente Pangea. Y si bien no encontramos “La Historia” en el sentido de que esté flotando en el viento y se nos explique ex nihilo, tampoco podemos obviar que dichos cambios evolutivos o históricos de la realidad se produjeron con independencia de si alguien haya enunciado esos cambios. Ocurrirían cambios (y afectarían) sin que se hubiesen enunciado o puedan ser enunciados. Incluso, no es necesario enunciar el envejecimiento de las especies y de nuestra persona para queefectivamente continúe dicho proceso. Menos es necesario el discurso de la tectónica de placas para que seaontológicamente, (con independencia de nuestro vocabulario y descripciones). El lenguaje no es su condición ontológica de posibilidad, las describe. Para mostrarlo además existen campos rigurosos de las ciencias que proporcionan evidencia de alteraciones en el medio ambiente, evidencias de carácter paleoclimático, evidencias paleontológicas, paleomagnéticas, etc (Bousquets, Papavero, Simoes, 2016).
4. El último argumento procede de un periodo evolutivo cortado de la realidad más vasta del universo espacio-tiempo. Esto es, sostiene que el fin último y el fundamento de toda evolución se origina de las condiciones socio-económico-políticas de nuestro presente. Por lo que cualquier descripción de la realidad y de nuestra relación intrínseca con la misma se deriva y debe servir orgánicamente para combatir, esto es, ir en contra del orden ideológico y cultural imperante (entendido como falso o moralmente impermisible). Pero desatiende que el universo espacio-temporal contiene una complejidad que de modo alguno es reducible a un punto de vista ideológico-político de las condiciones actuales (por más injustas que sean las circunstancias), desatiende, pues, la evolución cósmica (formación de dimensiones espacio-temporales), galáctica-estelar (formación de galaxias, estrellas, planetas, agujeros negros), química (surgimiento de la atmósfera de diversos planetas, moléculas, etc.), molecular (RNA, DNA) biológica (organismos unicelulares, plantas, animales, etc.), psico-social (población animal, selección natural, etc..) para llegar a la evolución cultural (de donde se pretende explicar todo) sin recurrir a las teorías científicas pertinentes (Ursua, 1993, p. 31).
5. (*) Primero, es importante mencionar que Bohr y Heisenberg no se consideraban idealistas en un sentido absoluto, sino que planteaban que había una intervención evidente a partir de los instrumentos de medición (y aunque ciertas afirmaciones suyas puedan, analizadas aisladamente, considerarse idealistas, en conjunto no consideraban que el átomo fuese reductible a la conciencia). El problema también aquí reside en que dicho veredicto de la realidad (que puede ser modificada por nuestros instrumentos o nuestra percepción) pueda llevarnos a un instrumentalismo de poder efectuar modificaciones en los datos empíricos con base en modificaciones en nuestros instrumentos, pero esto presupone un estado objetivo o real de cómo las cosas funcionan, y con base en el cual nos movemos de forma ambigua. Tendrían, en su defecto, que formular una nueva teoría sobre cómo funciona de hecho el mundo subatómico. Porque no lo han descalificado, lo han vuelto ambiguo (Dieguez, 1998, p. 49)[12].
6. (*) Distingamos dos cosas: que debamos describir a los objetos como son, sea más claro, útil o prácticamente, es distinto a negar que exista algo así como la manera en que las cosas son en y por sí mismas, independientemente de cómo las describamos o queramos describirlas (Boghossian, 2009, p.54). El problema con esta postura, de nuevo, es que los objetos quedan supeditados a la voluntad o creencia, es decir, tendríamos que afirmar consecuentemente: “hay jirafas de acuerdo a una teoría que aceptamos; o de acuerdo a una teoría que creemos, existieron los dinosaurios”. Para expresar dicha inconsistencia de manera más ingeniosa o divertida, nos valemos de la ironía de Thomas Nagel:
“Supongamos que yo soy de la teoría de que una dieta a base de helado cubierto de chocolate derretido me permitirá perder medio kilo de peso al día. Si me alimento únicamente a base de helados cubiertos de chocolate derretido y me peso cada mañana, mi interpretación de las cifras de la balanza dependerá indudablemente de una teoría de la mecánica que explica cómo la balanza responde ante los distintos pesos que se colocan sobre ella. Pero no dependerá en lo más mínimo de mis teorías dietéticas. Si de la constatación de que las cifras van continuamente en aumento yo dedujera que mi ingestión de helado probablemente esté alterando las leyes de la mecánica en mi cuarto de baño, sería una idiotez filosófica defender este razonamiento apelando al dictum de Quine según el cual todos nuestros enunciados sobre el mundo exterior toman la experiencia como si fuera un todo orgánico, en lugar de enfocarse en cada pieza de experiencia por separado. Ciertas revisiones que efectuamos en respuesta a la evidencia son razonables; otras son patológicas” (ibid, p. 175).
Hacia la conclusión de la cuestión
La postura idealista que niega el realismo (independencia existencial con respecto a nuestros marcos conceptuales) pareciese considerarse como un creacionismo[13] subjetualista, es decir, todas las entidades aparentemente evolucionadas biológicamente son productos de nuestra conciencia y de nuestras ideas (o están duramente delimitadas por ellas). Este argumento es rebatible cuando se enfatiza el origen realista-evolucionista de las entidades o de los seres vivientes; por ejemplo, en cuanto a los últimos, el modelo evolucionista ya señala que todos los seres vivos son originados de un proceso natural basado en propiedades de la materia inorgánica; que a continuación genera mutaciones lentas y graduales (Ibid, p. 39). Además, el evolucionista idealista (que hemos tratado de crear como un posicionamiento) le costaría explicar las lagunas sistemáticas entre la aparición de especies y sus transiciones, ya que para esta postura habría múltiples apariciones súbitas, así como una arbitrariedad en la coherencia de aparición de diversos órdenes (“inferiores, intermedios, etc”). La epistemología evolucionista es realista, entendiendo por ella que ésta se fundamenta en una realidad independiente de nuestras creencias (que no conocemos sino imperfectamente) y que a partir de la cual se puede fundar y establecer relaciones de procesos cognitivos, es decir, “acumular información sobre ciertas propiedades del medio, que será procesada, elaborada y almacenada como programa cognitivo” (Ibid, p. 40).
No pretendemos, sin embargo, negar que exista una evolución cultural y que dicha realidad se filtre en nuestras facultades epistémicas, las cuales nos permiten conocer ciertas cosas y ciertas otras no. Así, podemos distinguir, en términos de conocimiento. a la “realidad cognoscible” y al “sujeto cognoscente” Sin embargo, dicha división sigue perteneciendo a la realidad (los órganos de los sentidos, el cerebro, también pertenecen a la misma…), como el planeta y los ecosistemas “ahí fuera”, en palabras de Nicanor Ursua (ibid, p.55): en “tanto los objetos, las cosas, del mundo real, cuanto el sujeto cognoscente, en este caso el ser humano con su capacidad cognitiva, son producto de la evolución biológica”.
Segunda parte
Idealismo, constructivismo y realismo
En esta segunda parte argumentaremos a favor de la tesis de por qué es conveniente para la ciencia y el conocimiento adoptar una postura (en cuanto al método y los objetivos científicos) realista, en lugar de idealista; asimismo, daremos ejemplos de objeciones idealistas que intentarán persuadirnos hacia su teoría, a lo cual también responderemos.
La postura realista dice a grandes rasgos que los objetos externos a nosotros (a nuestro pensamiento y sensibilidad) existen y son ontológicamente autónomos (condición para nosotros conocerlos). Recordemos que la ciencia no es perfecta, ni el ser humano es capaz de apreciar todo el comportamiento de los objetos, ni el realismo acapara a cabalidad lo que es, nuestro conocimiento no es acabado ni perfecto, y, sin embargo, podemos confiar en que existen en un plano objetivo e independiente (donde hay interacciones mutuas), lo que podríamos decir, con Morton (2016), como interobjetual, mientras que también existen en un plano intersubjetivo (donde son “objeto” de otras conciencias[14]). No obstante, siempre hay un residuo idealista (propio exclusivamente de la subjetividad) que yace presente en la formulación o formación de las características más evidentes o notorias del mundo. Pese a ello, como hemos dicho previamente, la postura realista asume la irreductibilidad ontológica de las cosas externas y permite predecir fenómenos a grandes distancias, pronosticar eventos, calcular comportamientos animales con base en químicos que producen diversos efectos físico-anatómicos, trazar una historia del cosmos, etc., aunque todo ello sea mejorable. De hecho, explica cómo fue posible el conocimiento, las creencias, los sentimientos, etc., a través de la zoología, biología, química, etc., en relación con la psicología y otras influencias más de aspecto socio-histórico.
El idealismo (y con especial énfasis el más recalcitrante o extremo) parece sostener una tesis como la siguiente
1) Todo ente está puesto por el ser humano.
Los entes son derivados de un acto de conciencia o de razonamiento. ¿Pero de dónde procede dicha conciencia o razonamiento? Si seguimos el siguiente simple argumento, la tesis previa no es plausible:
1. El ser humano es un ente.
2. Todo ente está puesto por el ser humano.
3. Por tanto, el ser humano está puesto por el ser humano.
Lo cual conlleva a absurdo. Puesto que supondría la autocreación del ser humano desde un estrato espiritual o desde la nada. Ahora bien, la tesis realista que nos parece más convincente es más moderada: Algunos entes no están puestos por el ser humano.
La idea de que los entes sean puestos en la realidad por las personas conduce evidentemente a ideas (de Protágoras) como: “el ser humano es la medida de todas las cosas, tanto de las que son como de las que no son”.
Así, pues, el idealismo (más radical, sobre todo) suele conducir a cierto relativismo (ya sea metodológico o subjetivista), donde se sostienen tesis como que “la ciencia es solo un sistema de creencias” entre otros. Roger Anyon, decía, por ejemplo: “La ciencia es sólo una de las numerosas maneras de conocer el mundo. (La concepción zuñi del mundo es tan válida como el punto de vista de la arqueología acerca del contenido de la prehistoria” (Boghossian, 2009, p. 16). Además de implicaciones sobre la validez de nuestros conocimientos en cuanto al método y las herramientas mismas: “A medida que vamos reconociendo el estatus convencional y artificioso de nuestras formas de conocer, se nos hace patente que somos nosotros, y no la realidad, los responsables de aquello que conocemos” (ibid, p. 17)[15].
Primero, diremos qué entendemos por una visión realista del mundo y, segundo, por qué es preferible a la postura idealista. En una visión realista del universo el ser humano es una cosa más existente en él, como un animal distinto con distintas funciones y características; en el universo también se encuentra un espacio en expansión o en tránsito, existen estrellas, agujeros negros, cuásares y otras galaxias, existen microbios, células y electromagnetismo. Al decir esto no queremos suponer exacta y perfectamente que estas cosas sean específica y exactamente cómo las concebimos, cómo las representamos; sin embargo, son, existen y producen efectos en la realidad. La cual no es un artificio o una ficción, producto de nuestro pensamiento. Asimismo, se prefiere la postura realista que la idealista (entendidas en su sentido general) por varias razones, entre ellas, porque 1) una visión idealista de la naturaleza concibe que esta es moldeable a partir de nuestra conciencia o de nuestras creencias, es decir, nuestra percepción determina el comportamiento de los objetos; una explicación idealista de la naturaleza parece que tendría múltiples impedimentos para legislar leyes permanentes, como las leyes de la mecánica clásica o de la relatividad. Primero, no supondría un objeto independiente de nosotros, y segundo, mostraría incertidumbre a los procedimientos de verificación y demostración de dicha conjetura. Además, 2) representaría a distintas especies de acuerdo a nuestros propios modos de conocer, y le costaría, tal parece, aceptar que existen estructuras otras de aparatos cognoscitivos. 3) La postura realista se presenta como más efectiva y útil. Aunque sus experimentos hayan llevado a infortunios y desastres, al final algunos de sus objetivos han sido beneficiosos, como la producción de ciertas medicinas, la electricidad o medios de transporte. Todo ello debido al conocimiento de cómo los objetos “objetivamente” se comportan/reaccionan, más allá del lenguaje que usamos para explicarlos, de la persona en cuestión o del lugar en donde se encuentre su lugar de enunciación.
Ahora, ilustremos 2 argumentos en contra de nuestra postura de la factibilidad (o mayor confiabilidad) del método realista o la cosmovisión realista
1. Los métodos de la cosmovisión realista (y sus resultados) han desplazado otro tipo de conocimientos que no son válidos como conocimiento científico, y, por ende, por conocimiento fidedigno. Pero esta relación entre lo que es científico con lo que es verdadero es falsa y debe ser descartada para dar pie a otras cosmovisiones de la realidad, nos referimos a sabidurías ancestrales y especulativas que permiten abrir el campo de posibilidades de explicación. Que los fenómenos no sean analizados objetivamente no implica que sean absurdos.
2. El idealismo científico (en tanto propuesta) es un área del conocimiento que debe ser estudiada y desarrollada. Sería algo como una ciencia que ofrecería respuestas sobre cómo nos concebimos a la materia, sobre cómo la subjetividad marca un límite a la exploración e interpretación científica. La metodología debería tratar la relación, no del mundo con el ser humano, no de un cocodrilo y un venado, sino la relación que establecemos nosotros mismos con respecto a nuestras sensaciones, estímulos, impulsos y pensamientos. Esta tesis fue sostenida por los críticos al materialismo a finales del siglo XIX: prima facie, Mach y Avenarius formulan una teoría del conocimiento en el seno de las ciencias donde, dicho en otras palabras, el objeto de la ciencia no sería estudiado como independiente, sino que se trataría de “investigar las leyes de relación entre las representaciones (sicología). (…) Descubrir las leyes de relación entre las sensaciones (Física)”. En este ejemplo, la física estaría encargada de estudiar la relación, no entre cosas o cuerpos, sino entre nuestrassensaciones.
“Las sensaciones no son ‘símbolos de las cosas’; más bien la ‘cosa’ es un símbolo mental para un complejo de sensaciones relativamente estable. No las cosas (los cuerpos), sino los colores, los sonidos, las presiones, los espacios, los tiempos (lo que ordinariamente llamamos sensaciones) son los verdaderos elementos del mundo" (Lenin, 1974, p. 34)[16].
Explicación de los 2 argumentos:
1. Es posible que ciertos conocimientos que puedan ser en un futuro formalizados y aceptados con mayor confiabilidad hayan sido descartados por no poseer claramente un método de comprobación o de verificación; sin embargo, tales desplazamientos son necesarios, en cierta medida. Puesto que si la ciencia no tuviera un grado de certeza o realismo (teoría sobre cómo son o cómo interaccionan o se comportan las cosas de manera independiente a cómo las pensamos), como dice Boghossian: “acaso no tendríamos más remedio que conceder tanta credibilidad a la arqueología como el creacionismo zuñi o la teoría de la evolución como el creacionismo cristiano” (ibid, p. 20). Es, pues, necesario tener un patrón de elementos que son más fiables y otros que sencillamente tienen que concedérseles menos probabilidad, ya sean implausibles o incoherentes, etc.
2. Dentro de los múltiples principios con los que cuenta la ciencia (sistematicidad, verificabilidad, consistencia, experimentación o comprobación) destaca la pretensión, por lo menos como intento, de objetividad, esto es, ser lo más objetiva posible. En este planteamiento de un idealismo científico, tal y como nos lo presenta Lenin, no podría ser consistentemente objetivo, o al menos se enfrentaría a múltiples atropellos. Si los verdaderos objetos del mundo son las sensaciones o las vivencias, como podría sostener un intuicionista, ¿cómo podría establecer una consistencia sin incurrir en el subjetivismo al que parece condenada a deparar?, puesto que las sensaciones parten de una cuestión cualitativa, y lo cualitativo, como es sabido, apela al gusto, a la experiencia, ¿cómo determinar qué gusto o qué sensación es fidedigna y no es falsa? Incurriríamos en subjetivismo y relativismo, sobre teorías de gustos o sentimientos, y sobre estos mismos, no es posible ni la “disputación” efectiva ni la refutación. Se trataría de un emotivismo epistemológico (no ético, como el que desarrolló una vez Russell)[17], donde vale lo mismo que se diga, entre dos personas, por ejemplo, que un helado de chocolate es agradable al paladar o no lo es, que es amargo, duro o aguanoso, porque al fin y al cabo se discuten puntos de vista.
Conclusión:
Primero, parece pertinente defender el realismo con la intención de conectar a las diversas ciencias (y sus campos categoriales) consistentemente, esto es, bajo un supuesto de que todas estudian una realidad que nos supera y no es reducible meramente a nuestra subjetividad; asimismo, habría que plantear que la inversión de esta tendencia también sería problemática, a saber, la reducción de toda experiencia o de vivencia subjetiva a una interacción de partículas o un examen de la materia, soslayando aquí que es un concepto ampliamente problemático. Asimismo, hemos concluido, a través de estas páginas, que el realismo es más asimilable y adecuado a la ciencia, que vale la pena confiar en ciertos de sus principios en miras al estudio cada vez más agudo de nuestra realidad conocida.
La postura idealista del conocimiento pareciera “estable” y reputada en ámbitos académicos de la filosofía. Tal y como podríamos diagnosticar, en la actualidad el idealismo más recalcitrante, vinculado al relativismo o constructivismo posmoderno, ha perdido seguidores y fiabilidad; en la segunda década del siglo XXI, el postmodernismo ha ido desvaneciéndose con el resurgimiento de cierta vena realista y materialista. Sin embargo, no es nuestro objetivo desestimar la labor positiva y crítica que puede efectuar las vertientes teóricas más moderadas del idealismo (al plantear cuáles son las condiciones que nosotros “ponemos” subjetivamente para que sea posible el conocimiento mismo, para que podamos representarnos “ese afuera” que nos antecede, etc.,), la reflexión idealista en torno a la subjetividad puede constituir un límite y critica a ciertos excesos del cientificismo mismo (que seguramente posea un flanco amplio de críticas).
En este ensayo hemos defendido una postura moderada de realismo (en primer término, acercándonos a la ontología como eslabón necesario para pensar la epistemología, y vinculándolo con el evolucionismo), y hemos considerado, en la segunda parte, que es científicamente más confiable, práctico o consistente. Finalmente, el filósofo no debería temer a aceptar ciertos conocimientos; a aceptar la necesidad de ciertos presupuestos que no dependen enteramente de la subjetividad o la individualidad; debería de confiar, al menos hasta que lo inquiete la duda o se le hayan ofrecido argumentos contrarios convincentes, en cierta realidad que no es puro lenguaje, puro símbolo o pura percepción.
Bibliografía
1. Bacherlard, G. (1974). Epistemología. Barcelona: Editorial Anagrama.
2. Boghossian, P (2009). El Miedo al conocimiento Contra el relativismo y el constructivismo. Madrid: Alianza Editorial.
3. Crosby, D. (1988). The Specter of the Absurd : Sources and Criticisms of Modern Nihilism. New York: SUNY Series in Philosophy
4. Dieguez, A. (2003) ¿Qué es la epistemología evolucionista? TELESKOP. Vol. 1, num. 3, octubre.
5. Diéguez, A. (1998). Realismo Científico. Una introducción al debate actual de la ciencia. España: Universidad de Málaga.
6. Ramírez, M. (2015). El Nuevo realismo: La filosofía del siglo XXI. México: Siglo XXI editores.
7. Ruiz, R. & Ayala, F. (2015). El Método en las Ciencias: epistemología y darwinismo. México: FCE.
8. Ursua, N. (1993). Cerebro y Conocimiento. Un enfoque evolucionista. España: Anthropos.
9. Lenin V.I. (1966). Materialismo y empiriocriticismo. México: Grijalbo. Versión electrónica:
http://ciml.250x.com/archive/lenin/spanish/lenin_materialismo_y_empiriocriticismo_spanish.pdf
10. Llorente B., Paravero, N. & Simoes, M. (2016). La distribución de los seres vivos y la historia de la Tierra. México: FCE.
11. Morton, T. (2016). Dark Ecology: For a Logic of Future Coexistence. New York: Columbia University Press.
12. Muñoz, J. & Velarde, J. (2000). Compendio de epistemología. España: Trotta.
13. Velásquez Carvajal & Mejía Escobar (2016). Hacia una epistemología evolutiva extendida: la retroalimentación entre variación y extensión. 21(3):473-480, septiembre-diciembre 2016. Universidad Nacional de Colombia.
14. Consultado por última vez el 3/26/2019. Sobre la epistemología naturalizada y la epistemología evolucionista: https://www.centrolombardo.edu.mx/epistemologia-naturalizada-una-vision-panoramica/
[1] Es importante dejar claro que algunas de las posturas a las que objetamos probablemente no sean en un sentido estricto o puro idealistas; sin embargo, sí se desprenden de un idealismo que niegue independencia o existencia de cosas ajenas u otras a la conciencia o pensamiento.
[2] Sobre la estructura del trabajo: en esta segunda versión del primer trabajo, se añaden algunas objeciones y replicas, y ellas quedarán señaladas bajo un asterisco: *.
[3]Orientado bajo el problema de si es posible objetar convincentemente al idealismo.
[4]Nuestra finalidad es objetar convincentemente al idealismo, bajo el subtema de la epistemología evolucionista.
[5] Franklin (2002) Stove’s Discovery of the Worst Argument in the World. Philosophy, 77. The Royal Institute of Philosophy. p. 615.
[6] O la falacia trascendental. “Es decir, había interiorizado profundamente dos supuestos de ninguna manera obvios. El primero es que nosotros tenemos una relación inmediata sólo con el pensamiento, que a su vez media toda relación nuestra con el mundo. El segundo es lo que yo he llamada “falacia trascendental”, la confusión entre ontología y epistemología, entre lo que hay y lo que sabemos, o creemos saber, a propósito de lo que hay”. (Ferraris, 2015, p.29).
[7] En Ramírez, M., T. (2014, coord.,). El Nuevo Realismo. La filosofía del siglo XXI. México: Siglo XXI.
[8] P. Bozzi; 1991. Citado por Ferraris en su artículo. “Realismo por venir”.
[9] Además, las condiciones de posibilidad del conocimiento de otros seres animales (con cerebros suficientemente desarrollados en entendimiento o, por lo menos, sensibilidad, etc.). Hay modelos de animales que establecen similitudes con la forma en que conocen los seres humanos, (entre ellas, pruebas de comportamiento o experimentos en medicina, estudios neurocientíficos. (Véase Philip Low, etc.)
[10] Véase sobre el giro realista contemporáneo: Graham Harman (2011, 2018, etc.) o Niemoszcinski (2014), Gratton (2014) o, en México, Teodoro Ramírez (coord., 2014).
[11] (*) Aunque claramente el concepto de existencia sea ambiguo y defectuoso, el realista tiene la opción de que las cosas son los elementos últimos de la realidad y no la conciencia o la mente.
[12] “Para Heisenberg la “onda de probabilidad” sería, pues, algo parecido a una posibilidad o tendencia, pero sería también algo objetivo, algo inherente al objeto antes de la observación. Sin embargo, lo que podemos conocer del objeto observado es siempre el resultado de su interacción con los instrumentos de observación. Por eso, la “función de probabilidad” que se obtiene como resultado “combina elementos objetivos y subjetivos”. Más adelante cita al mismo Heisenberg, quien dijo que “ciertamente, la teoría cuántica (…) no contiene genuinos rasgos subjetivos, no introduce la mente del físico como una parte del suceso atómico” (ibid, p. 51)
[13] Es notorio el paralelismo: “(…) los creacionistas (…) creen que todas las transformaciones tienen lugar dentro del código genético de la especie, dentro de las limitaciones de la especie, tal como la ha diseñado y puesto su creador” (ibid, p. 38).
[14] Por ahora, claro está, no es pertinente definir conciencia y ser humano. Lo consideramos en su uso cotidiano general, como aquello que lo hace reconocer algo y así mismo. Mientras que ser humano entendido como el homo sapiens sapiens con ciertas facultades que lo distinguen o vuelven peculiar con respecto a otros animales.
[15] Steven Shapin & Simon Schaffer, Leviathan and the air-pump: Hobbes, Boyle and the Experimental Life (Princeton: Princeton University Press, 1985).
[16] Versión digital: http://ciml.250x.com/archive/lenin/spanish/lenin_materialismo_y_empiriocriticismo_spanish.pdf. Consultado por última vez el día 22 de mayo del 2019.
[17] Crosby (1988, p.14)
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