#quiero escapar
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¿A dónde se escapa cuando quieres huir de ti?
#soledad#no se que hago con mi vida#odio mi vida#quiero morir#tristeza#ya me canse#amor y dolor#desesperación#mente suicidia#sin amigos#depresión#desespero#quiero escapar
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Salta 🎈
#pensamientos#feliz#amor#felicidad#ser#realidad#recuerdos#en nuestro infinito#decepcion#ansiedad#depresión#saltar#escapar#te amo mucho#paciencia#esperar#enamorado#enamorada#te quiero#mi amor#sapo#escritos#textos#fyp#filosofia#libre#decepción#estres#latino#cosas que escribo
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Quien para abrir un Discord server donde fingamos que estamos en el Oxxo (empleados y clientes) 😭😭😭

#osea digan lo que quieran de facebook pero esos grupos de “grupo donde fingimos x o y” son la pura sabrosura 😭#quiero escapar quiero escapar quiero escapar
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Hoy. Solo. Quiero. Desaparecer. Volar. Huir. Evaporarme. Desvanecerme. Convertirme en humo, buscar una rendija y escapar.
Corazón de mariposa -Andrea Tomé
#frases en español#frases de libros#frases#español#libros#Corazón de mariposa -Andrea Tomé#hoy#solo#quiero#desaparecer#volar#huir#evaporarme#desvanecerme#convertirme#en#humo#buscar#una#rendija#y#escapar#dolor#tristeza#sufrimiento
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Someone want to send me ideas so I can deform it to my likes and make an character out of it? :D
Alguien se prende? Porfis? 🥺
#quiero quiero quiero#quiero hacer personajes#necesito desesperadamente escapar de la realidad#ayuda#boony's rambles#don't be shy#ask right now#ᕕ( ՞ ᗜ ՞ )ᕗ
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#cosas que escribo#mis fotos#escapar#mí vida#mi vida#paz#estar en paz#quiero#mentalidad#mi mentalidad#mí mentalidad
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Por si algún día lees esto , papá no culpes a mamá por favor , la única cobarde y egoísta al final fui solo yo .
#mundo de mierda#mi vida#mi deseo#desahogarse#escapar#morir#realidad#no quiero estar aqui#me siento vacia
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solo quiero escapar de los pensamientos que tengo
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"Me siento jodido, cansado de discutir contigo y conmigo... Quiero descansar; por un rato escapar."
-S.B
#sb#notas#citas#frases#escritos#caostalgia#textos#pensamientos#tristeza#dolor#emociones#sentimientos#soledad#exilio
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Hoy es una de esas noches dónde quisiera desprenderme de mi rostro, enterrar mi nombre y olvidar que alguna vez existí.
No quiero desaparecer, pero quisiera desvanecerme en la esencia de todo aquello que fui, soy y podría ser.
Quisiera empezar desde cero, sin mirar atrás, aunque esto signifique escapar.
Norxaki
#solxs#escritos#notas#Norxaki#citas#frases#pensamientos#textos#escrituras#tumblr#poesia#texto#escritura#reflexiones#introspección
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(Countless) Good Occasions - Enzo Vogrincic

+18! SoftDom!Enzo. Age Gap (implícito), creampie, dirty talk, edging, fingering, hiperespermia, marking, masturbación, (breve) orgasm denial, (menciones de) sexo oral, sexo sin protección, virgin!reader, (breve) aftercare. Uso de español rioplatense.
El café de los viernes comenzaba a volverse una costumbre.
Sin importar dónde se encontraran o qué estuvieran haciendo, cada vez que pasaban juntos la tarde de un viernes tu novio sugería beber café. Compartiendo algún libro o disfrutando una película, caminando por el centro de la ciudad, en el parque, siempre surgía la propuesta.
-¿Por qué siempre café?- preguntaste mientras esperaban en la mesa más alejada de la cafetería que frecuentaban cada vez más.
El sol cayendo del otro lado de la ventana te cegaba y por ese motivo Enzo había ofrecido intercambiar asientos, pero te negaste porque te gustaba ver cómo se iluminaba su cabello.
-El café magnifica cualquier experiencia- explicó-. Así que cuando pienses en mí inconscientemente vas a querer verme porque ahora tu cerebro está convencido de que tenés unos recuerdos espectaculares conmigo.
Soltaste una carcajada y él sonrió ampliamente, complacido.
-Mis recuerdos con vos no necesitan de un café para ser hermosos.
-Mejor asegurarme, ¿no?- tomó tu mano por sobre la mesa-. ¿De qué querías hablar?
Tu nerviosismo era evidente y soltaste su mano para poder acomodar tu ropa. Los interrumpieron con la llegada de sus pedidos y aprovechaste los segundos extra para reunir todo el valor que encontraste en tu cuerpo, ordenando en tu mente las palabras que utilizarías para expresarle tus deseos. No podía salir mal, ¿no? Era algo simple.
Tomaste tu taza con dedos temblorosos y él te imitó.
-Quiero tener sexo.
Se ahogó con su bebida y rápidamente cubrió su rostro con la servilleta que le ofreciste.
-¿Estás segura?- preguntó aún tosiendo-. ¿Conmigo?
Llevaban dos meses juntos y en todo ese tiempo él jamás había intentado y mucho menos insinuado más que lo que permitiste. Alguna sesión de besos apasionada en la que terminaste sobre su regazo, roces sutiles mientras estaban recostados o en el sofá, pero siempre dejando en claro que los límites que no pronunciaste estaban más que presentes y que los respetaba.
Lógico. Era Enzo, después de todo.
-Y sí, ¿con quién más?
Deslizó sus dedos por su cabello y tomó una profunda respiración antes de volver a beber de su taza. Su comportamiento te resultó extraño y no comprendiste por qué no contestaba, por qué de pronto parecía incómodo, ¿era tu culpa? ¿Le molestó el lugar que escogiste para hablar del tema? ¿Y si no quería tener sexo con vos y ese era el motivo de su paciencia?
-Me vas a matar- dijo con una repentina y estúpida sonrisa.
-¿Por qué?
-Porque no voy a pensar en nada más hasta que...
Tu rostro comenzó a tomar temperatura y dejaste escapar una risa temblorosa.
-Bueno, nada, eso- intentaste restar importancia a tu confesión.
Entrelazó sus dedos con los tuyos y tiró de tu mano para besar tus nudillos de manera cariñosa.
-No tiene que ser ya mismo sólo porque me lo dijiste- comentó-. Vamos lento, ¿querés?
-Sí.
De verdad pretendían ir lento.
-¿Te quedás a dormir?- preguntó esa misma noche-. Ya es tarde.
Sus intenciones eran completamente inocentes y no tenías motivo alguno para rechazar la invitación. No era la primera vez que pasarías la noche en su casa y mentirías si dijeras que no era extremadamente relajante dormir con él, escuchando el latido de su corazón mientras reposabas tu mejilla en su pecho y disfrutando de sus caricias constantes sobre tu piel.
Pero…
Horás más tarde te encontraste nuevamente sobre su regazo, sus manos en tu cadera guiando tus movimientos y presionándote todavía más contra su notoria erección, haciéndote temblar por las nuevas y placenteras sensaciones. Tus gemidos, tímidos pero desesperados y constantes, no tardaron en llenar la habitación y provocar que Enzo repitiera sus acciones para oír más.
Sus besos comenzaron a descender por tu mentón, húmedos y sonoros, bañando tu piel. Te abrazaste a él y mientras atacaba tu sensible cuello con sus labios tus dedos se deslizaron por su cabello hasta prácticamente enredarse entre las hebras; sin ser consciente tiraste y sentiste sus dientes rozándote la piel, como si se tratara de una promesa de venganza.
Tus pezones estaban duros por la excitación y el roce con su pecho tonificado, más alla de las capas de tela que aún los separaban, comenzó a ser demasiado. Lo mismo ocurría en tu centro en constante fricción con su bulto, pero cuando te separaste para advertirle ya era tarde y él continuó moviéndote sobre su cuerpo para llevarte hacia la cima de tu orgasmo.
Sólo podías describir el placer como insufrible y en la desesperación del momento tu cerebro te obligó a luchar. Intentando huir de la sensación golpeaste el pecho de Enzo y sin mucha fuerza lo arañaste, pero él sólo sonrió y te sujetó para guiarte a través de las oleadas de placer que te arrastraban. Tus gemidos sonaban débiles y de tus ojos cayeron unas pocas lágrimas.
Besó tu mejilla y te ayudó a calmar tu respiración.
-¿Te gustó?
-¿No es obvio?- preguntaste con la voz quebrada. Todavía podías sentirlo, duro y muy caliente, suplicando por atención-. Vos no…
-No importa.
-Sí importa- insististe-. ¿Puedo?
-¿Estás segura?
-Me vas a tener que ayudar un poco- reíste nerviosa-. Quiero ver, por favor.
Abandonaste tu lugar para permitirle deshacerse de su pantalón y cuando regresó a la cama ver el contorno de su miembro te robó el aliento. Una mancha de su excitación oscurecía la tela gris de su ropa interior y cuando hizo un gesto afirmativo tus dedos se posaron sobre ella de inmediato: estaba caliente y tus yemas se mojaron en un parpadeo. Suspiraste.
Masajeaste su erección por sobre la tela, todavía nerviosa, mientras sus ojos seguían todos tus movimientos y las hermosas expresiones en tu rostro. Estabas segura de que de corresponder su mirada todo tu valor se esfumaría, pero resultó todo lo contrario: cuando tus ojos encontraron los suyos te sentiste más segura, más tranquila, más valiente.
-¿Puedo?
-Sí, mi amor.
Tiraste de la cintura elástica de la prenda y reprimiste un sonido de sorpresa cuando por fin viste lo que ocultaba. Tus dedos se deslizaron sobre su extensión caliente, desde su punta brillante y trazando la vena que lo recorría, hasta llegar a la base donde encontraste un poco de vello. Lo tomaste en tu palma y con la primer caricia experimental Enzo gimió, sensible.
-¿Así?
-Podés…- se aclaró la garganta-. Podés agarrar más fuerte si querés.
-¿No duele?
Arrojó la cabeza contra el respaldo de la cama y negó. Tu inocencia era tentadora y se sentía culpable cada vez que por su mente cruzaba el pensamiento de corromperte, de tocarte donde nadie más te había tocado, enseñarte un sinfín de posibilidades para que descubrieras con él todo lo que te gustaba. Intentó calmarse con respiraciones profundas.
Tu mano masturbándolo fue su fracaso.
-Mirá, así- envolvió tu mano con la suya, mucho más grande y cubierta de venas que te encantaban, y comenzó a guiar tus movimientos justo como lo había hecho cuando estabas sobre él. El ritmo que estableció era más rápido que el que llevabas y te desconcertó, pero más lo hicieron los giros de su muñeca y los gruñidos que arrancaron de su garganta.
Entre tus piernas otra vez quemaba la necesidad y rogaste porque él no lo notara.
Observaste hipnotizada las gotas de líquido traslúcido brotando en su punta y el sonido de su humedad llenó tus oídos rápidamente. Continuaste tocándolo de la misma manera cuando retiró su mano –sólo para sujetar tu muslo, su pulgar acariciándote sin saber cuánto te afectaba- y luego de unos minutos te sorprendió ver el movimiento rebelde de sus caderas alzándose.
Pronto sentiste su abundante excitación recorriendo su miembro, dificultando tu agarre allí donde humedecía tu palma, y unos minutos más tarde unas gotas se deslizaron sobre tus dedos. Buscaste la mirada de Enzo, entre sorprendida y excitada por la imagen ante tus ojos.
-Perdón- dijo en voz baja-. Es que se siente bien.
Él no tenía idea de cuánto te motivó con su confesión y vos no tenías idea de cómo la dulce expresión en tu rostro lo estaba orillando hacia un orgasmo vergonzosamente temprano. Llevó una mano a tu rostro y con el mismo pulgar que había estado peligrosamente cerca de tu centro, acarició y tiró de tu labio inferior.
Jamás supiste qué te llevó a abrir la boca para succionar el dígito entre tus labios. Sólo supiste que se sintió bien, sobre todo cuando pensaste en cómo se sentiría reemplazarlo con su pesado y duro miembro, y que eso fue todo lo que Enzo necesitaba para derramarse.
Con un gemido grave y ronco se dejó ir, salpicando con su liberación su cuerpo y también el tuyo. Manchó de blanco la mano con la que continuabas acariciándolo, prolongando su orgasmo con la más dulce tortura que jamás había experimentado, tus piernas desnudas y la camiseta que te había prestado para ir a la cama. Una vez que su respiración volvió a ser normal te sonrió.
Te llevaste los dedos a la boca, curiosa, para probar su esencia. Juraste ver su erección palpitar.
Con una mano en tu nuca rompió la distancia y te besó.
-Qué linda que sos- dijo contra tus labios.
El café de los viernes pronto estuvo acompañado por otras costumbres.
Ahora los dedos de Enzo torturan expertamente tu clítoris, dibujando círculos y aplicando la presión justa para hacerte delirar como sólo él logra hacerlo. Tus uñas están enterradas en su brazo musculoso, el ardor de las marcas que dejás sobre su piel haciéndolo suspirar constantemente y frotarse de manera descarada en tu muslo desnudo.
Antes de permitirte llegar a tu orgasmo y sin importarle tus protestas, sus dedos bajan más allá de tu clítoris, deslizándose entre tus pliegues húmedos, para luego tantear tu pequeña entrada con cuidado. Gemís mirándolo a los ojos y él te sonríe, mostrándose sereno para no ponerte todavía más nerviosa, pero su corazón está latiendo descontrolado en sintonía con el tuyo.
Besa tu frente y suspira contra tu piel.
-Estás muy mojada, ¿sabías?- negás avergonzada-. ¿Estás segura de que querés hacerlo?
-Segura.
Llevan semanas preparándose para este preciso momento y explorando el cuerpo del otro para conocerse aún mejor. Recordás el momento en que sus labios hambrientos besaron tus muslos y la forma de las marcas que sus dientes dejaron en tu piel, el tiempo indefinido que pasó con su rostro entre tus piernas y su lengua jugando con tu clítoris de mil maneras, robándote incontables orgasmos y haciéndote llorar.
También recordás vívidamente el gemido que cayó de sus labios la primera vez que lo tuviste en tu boca. Tu mandíbula comenzó a doler luego de unos minutos –con sólo un tercio de Enzo más allá de tus labios- y tus pulmones dolían por la deficiente oxigenación, detalles que ignoraste junto con todas sus sugerencias cargadas de preocupación por las lágrimas en tus ojos.
Todavía sentís sus manos en tu nuca y su semen escapando de tu boca.
-Si en algún momento querés parar…- te recuerda-. Rojo, ¿sí?
-Sí.
Besa tu mejilla y sus labios permanecen en contacto con tu piel. Sus largas pestañas rozándote te hacen cosquillas. Cuando presiona suavemente contra tu entrada tu humedad permite que la primera falange de su dedo se deslice en tu interior: no es la primera vez que se encuentran en esta posición, lejos de eso, pero la intrusión todavía resulta un poco extraña y sorpresiva.
-¿Bien?- pregunta.
-Bien- asegurás-. ¿Más?
Otro beso en tu mejilla y pequeños movimientos del dígito en tu interior para entretenerte mientras te prepara. Suspirás cuando lo introduce por completo, rozando inmediatamente y concentrándose en ese lugar que te hace temblar en cada ocasión, siempre atento a cualquier reacción en tu rostro o tu cuerpo.
Pronto son gemidos los únicos sonidos que emitís y él intenta contenerse besando tu mejilla, tus labios, tu cuello y cada centímetro de piel que encuentra en su camino. Continúa empujándose contra tu costado, desesperado por sentirte, encantando con los sonidos de tu cuerpo y tu voz que no deja de provocarlo más y más. La humedad en su ropa interior comienza a mojar tu pierna y él intenta no pensar en cómo eso es una manera de marcarte.
-Más, Enzo.
Acaricia tus pliegues con dos dedos extremadamente húmedos, tentándote antes de conducirlos a tu entrada pulsante y tu interior ansioso por más. Esta vez duele y te mordés la lengua para contener el quejido que lucha por hacerse oír, repitiéndote mentalmente que sólo durará un momento y que Enzo se va a asegurar de que el dolor sea mínimo, como siempre.
Con el correr de los segundos el escozor se desvanece y retoma el ritmo previo luego de ver tu cuerpo relajarse. Tu expresión de reposo se interrumpe cuando vuelve a curvar sus dedos en busca de tu punto dulce y tu mano vuela hacia su cabello, tus ojos vidriosos mirándolo con lágrimas de placer y rogándole por más. Obedece, obvio, ¿cómo podría no hacerlo?
-Ahí- repetís sin ser dueña de tu voz y tus acciones. Rasguñás su pecho y él muerde tu mejilla sin demasiada fuerza, perdiéndose en la adictiva sensación de tus paredes contrayéndose sobre sus dedos e imaginando no por primera vez cómo se sentirá estar dentro tuyo-. Voy a…
-No.
Retira sus dedos rápidamente y el sentirte vacía es angustiante.
Se deshace de su ropa interior y separa tus piernas con manos temblorosas que te hacen sonreír. Es extrañamente reconfortante saber que él también está nervioso por la situación y ese simple pensamiento te permite relajarte mientras se posiciona sobre tu cuerpo, sus brazos a ambos lados de tu cabeza antes de que tome su erección y la guíe hacia tu entrada.
-¿Querés que te la meta?
El consentimiento es importante y sorprendentemente excitante, pensás mientras se desliza por tus pliegues una y otra vez, pero en esta ocasión todo es diferente. Preguntó lo mismo hace unos días, mientras te rozabas con él sin ninguna prenda que los separara, pero entonces sólo intentaba provocarte así como lo hizo cuando utilizaba tus muslos para estimularse.
-Sí- contestás con voz entrecortada-. Toda.
Busca tus labios pero no te besa y sus ojos permanecen fijos en los tuyos cuando se introduce. Comparten un gemido, él suyo grave y el tuyo agudo, quebradizo y desesperado, cuando su punta desaparece en tu interior.
Los lentos movimientos milimétricos de su cadera te roban el aliento y permiten que tomes más y más de su miembro sin provocarte molestia alguna… hasta que un punzante dolor provoca que intentes cerrar tus piernas. Él se detiene para permitirte acostumbrarte, preguntándote silenciosamente si eso es suficiente o si preferís detenerte toda actividad.
-Estoy bien- asegurás-. Arde un poco.
-¿Paramos?
-No. Quiero seguir.
Se estira para tomar el lubricante olvidado sobre las almohadas y con tu ayuda coloca un poco sobre sus dedos. Intentás ignorar el rastro de sangre que los adorna como un anillo, imposible, y cuando bajás la mirada para contemplar cómo cubre su miembro y tu entrada con el producto frío, encontrás en su base el mismo rojo intenso. Temblás.
-¿Estás bien?
-Hay sangre.
-No pasa nada- besa tu mejilla y borra el rastro de lágrimas de tus mejillas-. Es normal, tranquila, no pasa nada.
-Pensé que no iba a sangrar.
-¿Te molesta la sangre? ¿Querés parar?
-No- insistís-. Perdón. Por las sábanas.
-No pasa nada, tonta- te sonríe-. Se lavan y listo.
Entrelazás tus dedos en su nuca, jugando con su cabello, y abrazás su cadera con tus piernas. Comprende cuáles son tus intenciones y continúa moviéndose delicadamente hasta que se hunde por completo en tu interior cálido, su punta besando tu cérvix deliciosamente y su tamaño haciéndote sentir plena, imposiblemente llena.
Te regala unos segundos e imitás el ritmo de su respiración.
-Más.
En pocos segundos un placer que no podés describir recorre tu cuerpo y te hace gemir con fuerza, nublando tu mirada y también tu juicio. Los sonidos que surgen cada vez que golpea tu cuerpo inundan tu audición y se entremezclan con los sonidos de placer que brotan de tus labios, tus palabras entrecortadas cuando suplicás por más, más, más y su respiración trabajada.
Enzo busca refugio en el espacio entre tu cuello y tu clavícula y sus dientes rozan tu piel una decena de veces antes de hundirse allí, marcándote. Gritás su nombre y eso sólo desata el deseo de hacerte suya en todos los sentidos: marcando tu piel, abusando de tu interior hasta que lo único que recuerdes sea su persona, llenándote en cuerpo y alma, entregándose a vos.
Su mano recorre tu cuerpo hasta llegar a tu centro y presionar sobre tu clítoris, sensible y aún desesperado por cualquier mínima atención. Jadeás. La combinación de la penetración y sus dedos es exquisita, te hace temblar bajo su cuerpo mientras él continúa arruinándote con embestidas profundas que se roban tu cordura.
-Se siente muy bien- confesás entre gemidos-. Me encanta.
Abandona su escondite luego de morderte una última vez y observa tu rostro.
-Vos me encantás- remarca sus palabras con una dura estocada-. Y esta conchita tan linda que tenés…
Lloriqueás por lo obsceno de sus palabras y arañás sus hombros cuando una particular sensación se instala en tu abdomen bajo. Los dedos sobre tu clítoris no te dejan respirar y mucho menos lo hace su miembro, deslizándose con mayor facilidad gracias a la excitación de ambos, la cual hace brillar tus pliegues y se extiende hasta tus muslos.
-Enzo, ¿puedo?
Besa la comisura de tus labios.
-Si, bebé, podés.
Te dejás ir bajo su atenta y arrolladora mirada.
Tus músculos se contraen sobre su miembro palpitante y pronunciás un hilo de incoherentes palabras entre las cuales sólo es entendible Enzo. Captura tus labios y silencia tus gritos cuando la velocidad de sus caderas aumenta, entre frenética y errática, para encontrar su propio orgasmo: la sobre estimulación se roba el último pensamiento lógico en tu mente.
Permitís que te utilice como él quiera.
Tu cuerpo se sacude por la fuerza que emplea y él se pierde en el movimiento de tus pechos cubiertos por tu camiseta, tus labios brillando con su saliva y la tuya, las lágrimas que hacen brillar tus pestañas y el ángulo que adoptan tus cejas. Entre gemidos te oye suplicándole, pidiéndole que te llene, y eso lo arroja hacia el precipicio.
Sentís los incontables hilos de semen salpicando tu interior, pintando tus paredes de blanco y llenándote justo como querías. Sus movimientos se apagan gradualmente y cuando se desliza fuera de tu cuerpo todavía está derramándose, de su punta brotan gotas y más gotas calientes que caen directamente sobre tu piel y se deslizan por tus pliegues hasta unirse con los restos escapando de tu interior.
Intentás regular tu respiración y todavía asombrada, comentás:
-Es mucho.
-Perdón, es que…
-No- lo interrumpís-. Me encanta.
Un beso es su única respuesta antes de recorrer con su boca tu mandíbula, tu mejilla, tus párpados pesados que amenazan con cerrarse, tu frente y tu nariz, donde deposita otro tierno y corto beso. Acaricia tu pómulo con sus nudillos y luego masajea tu cuello y tu clavícula, disimulando cuánto disfruta ver sus marcas allí.
-¿Querés ir al baño?
-Estoy bien.
-¿Querés agua?
-No.
-¿Qué querés entonces?- pregunta con una risa.
-A vos. Nada más.
-Me tenés- te sonríe-. Pensé que lo sabías.
Jugás con un mechón de su cabello que cae sobre tu rostro y te hace cosquillas.
-Te quiero, Enzo.
-Yo te quiero más, hermosa… Pero me están matando los brazos- agrega con una carcajada-. Vení que te quiero abrazar un ratito.
Un ratito, por vos, podría ser toda la eternidad.
Notas de Lu: No sean como yo, que estaba convencida de que dejé bien programada la publicación pero fue todo lo contrario y sólo lo descubrí cuando estaba preparando la publicación de un drabble. Sean inteligentes. Espero que hayan disfrutado la lectura ♡ taglist: @creative-heart @madame-fear @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented @lastflowrr @chiquititamia ♡
#deep inside - love letters#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#lsdln smut#lsdln x reader
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Poseer cuerpos siempre ha sido mi forma de disfrutar de mi vida. La sensación de tener el control de alguien me pone muy cachondo. Actualmente vivo solo en un condominio de dos habitaciones y normalmente contrato a un stripper gay para que venga a mi casa y me apodere de su cuerpo cuando no está mirando, pero solo podría quedarme en ellos una noche y devolverlos al día siguiente para no levantar sospechas. No quiero que la policía venga y llame a mi puerta. Un día se me ocurrió una idea: ¿para qué tener un compañero de cuarto? Trabajo desde casa, así que apenas salgo, el alquiler no es un problema debido a mi trabajo y tener un cuerpo agradable disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin plantear ninguna pregunta, es un plan perfecto.
Publiqué un anuncio en Internet buscando un compañero de piso y he recibido varias llamadas. Después de un par de entrevistas y encuentros, me he decidido por mi nuevo "compañero de piso". Alexis, de 25 años, busca un lugar donde quedarse mientras busca trabajo. Sus pasatiempos son hacer ejercicio y nadar. Tiene una personalidad increíble, pero lo más importante es que tiene un cuerpo atractivo.

El día de la mudanza, saludé a Alexis afuera de mi departamento y lo ayudé a llevar sus pertenencias. Después de que todo estuvo listo en el departamento, le dije que se sintiera como en casa y que fuera a descansar a mi habitación, ya que su cama aún no estaba allí. Me agradeció y entró a mi habitación. Sonreí cuando entró y comenzó a quitarse la ropa hasta quedar en calzoncillos tipo bóxer. Se volvió hacia mí y me preguntó si me molestaba que se desnudara, ya que estaba más cómodo así cuando estaba adentro. Le dije que no me molestaba. Agotado, se acostó en mi cama y se quedó dormido.
Momento perfecto. Me quité la ropa y entré en mi habitación y le sonreí al príncipe dormido. Serás mío. Lentamente le quité los calzoncillos boxer y me coloqué encima de él. Hay muchas formas de poseer un cuerpo, pero esta es, de lejos, mi forma favorita, el sexo. Pensar en estar dentro de su cuerpo ya me tiene dura, coloco mi pene frente a su ano y empujo lentamente hacia adentro. La invasión repentina despertó a Alexis cuando giró la cabeza para ver qué estaba pasando. Grita preguntando qué le estaba haciendo. Antes de que pudiera escapar, lo inmovilizo con mi cuerpo. Le digo que no se preocupe y que solo dolerá un poco antes de que se convierta en nada más que placer. Se retuerce debajo de mí haciendo todo lo posible por liberarse hasta que la cabeza de mi pene completa su entrada. Jadea por la sensación y deja de moverse. Sonreí y continué empujando más, lo que le hizo gemir. Una vez que todo mi pene estuvo dentro de él, me incliné hacia sus oídos y le susurré que su cuerpo iba a ser mío. Comencé a empujar dentro y fuera de él, lo que le hace gemir aún más fuerte. Antes de que se diera cuenta, comencé a fusionar sus piernas con las mías hasta que solo las suyas eran las únicas allí. Miré hacia atrás y admiré mis nuevas piernas antes de continuar el proceso. A continuación fue su torso inferior, mientras continuaba empujando pronto fue solo su cadera la que empujaba y se frotaba contra las sábanas. Gime aún más ahora que es su propia polla la que siente el placer de ser frotado contra las sábanas combinado con mi placer. Luego su torso superior, luego sus brazos y finalmente fue solo mi cabeza sobresaliendo de su cuello. Antes de completar la posesión, me puse de pie con nuestro cuerpo y caminé hacia mi espejo colgante para admirar nuestro cuerpo. Sonreí cuando vi a Alexis jadeando por el proceso de posesión tratando de recuperar el aliento. Alexis se mira a sí mismo y a mí sobresaliendo de su cuello y me ruega que pare. Sonreí y con sus propias manos agarré la cara de Alexis y la giré hacia la mía y cerré mis labios con los suyos antes de decirle que no. Regresé a la cama y comencé a frotar nuestra polla en las sábanas lo que lo hizo gemir nuevamente. Después de un par de frotamientos más, puedo sentir que estamos a punto de corrernos y antes de que nos corramos, empujé mi cabeza contra la suya y tomé el control total y me corrí por todas las sábanas. Me acosté boca arriba y admiré mi nuevo cuerpo mientras el semen seguía goteando de mi nueva polla. Tomé el semen y lo esparcí sobre mis nuevos músculos y sonreí. Voy a disfrutar de este cuerpo.

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[English version below]
Entonces, surgió la idea de crear una niña Dipcifica en este Au y ahora me siento obligada (conmigo misma) a desarrollar esa idea, lo que me llevó a desarrollar primero el cómo chingados se llega ahí.
Entonces, Dipper y Mabel. Me duele pensar que ellos tendrían una pelea de ese tipo, pero claro que la tendrían.
También, siento que Dipper no es taaaan científico como Ford(? Quiero decir, es un gran Nerd, y en general es muy inteligente, pero no lo veo tan inclinado a lo científico per se. Pero como investigador paranormal? Claro que sí. Ese tipo solo quiere cazar fantasmas y criptidos y mostrárselos al mundo.
(También pensé un poco si hacerlo periodista o Detective, esas son completamente sus vibes)
Oh! Oh! Oh! un detalle más. Dipper se dejo crecer el cabello porque lo hacia sentir cercano a Mabel aunque estuvieran distanciados. Lo mismo con Mabel, mantenia su cabello más corto para sentirse más cerca de Dipper.
A esta idea le falta algo de desarrollo, pero va más o menos así.
Mientras tanto, Mabel es rechazada de una escuela de artes, también había escuchado a sus padres con un maestro hablando en que deberían empezar a buscarle un marido y que Dipper podría aplicar a algunas universidades por su promedio, en general hacer que los Gemelos mantuvieran distancia para no frenarse mutuamente. Una mala temporada en general, que la hace ponerse celosa de que a Dipper le esté yendo (relativamente) bien, especialmente porque ella no estaba con él cuando lo logró.
Entonces, van a exponer al este fantasma que está almacenado en *algún lado* Mabel va a ver el fantasma y lo libera por accidente justo cuando está por mostrárselo a la revista y Dipper queda en ridículo por esto (dudando si hacer mayor la humillación si la revista lo deja como un fraude local). Dipper descubre uno de los pins de Mabel en la escena y asume que fue ella.
Dipper va con Mabel y le reclama, a lo que ella le reclama alguna otra cosa y él menciona que seguro lo hizo porque no la aceptaro en su escuela y blah blah blah, cosas hirientes aquí, cosas hirientes allá. Los padres llegan, Dipper va a su cuarto, la pelea continua y los padres amenazan con echarla de la casa, Mabel dice que no la pueden echar si ella se va primero.
Esta no es la primera pelea que tienen así, pero generalmente son los Gemelos contra sus padres.
Dipper esta lógicamente enojado, hasta que dos días después se da cuenta que Mabel realmente se a ido y no solo esta ignorandolo (como ha pasado antes) negocia con sus padres el regreso de Mabel a cambio de estudiar la carrera que ellos quieran. Ellos aceptan, pero no encuentran a Mabel por ningún lado.
Mabel, mientras tanto, termino robandole el auto a su exnovio, decidida a hacerse un nombre como artista. Digamos que ella tuvo un poquito más de suerte que Stan en un inicio, pero más pronto que tarde se mete en problemas. La imagino estafando a la gente con imitaciones de cuadros que hace pasar por originales y terminar descubierta porque tenia que ponerle “su toque”.
Inevitablemente se enamoraría de algún malandro que la metería en cosas más turbias hasta que logra escapar.
Dipper, solo por primera vez en su vida, empieza la universidad por presión de sus padres, donde conoce a Pacifica Noroeste. Oh si, mi niña entra en escena. No son compañeros de cuarto, pero si de estudio. Tienen una rivalidad silenciosa de quien saca las mejores notas y en general mucha tensión no resuelta jajsh
Al final, se terminan llevando bien y se molestan mucho entre sí.
Dipper es un nerd de primera, así que de hecho le va bastante bien, pero su afición por lo paranormal y extraño se nota y él no se calla al respecto. Es por Paz que Dipper se entera de Gravity Falls. Y consigue el préstamo estudiantil bajo la excusa de una tesis/investigación. (También consigue un descuento porque el terreno que consigue para la cabaña es de los Noroeste y Paz se encarga del trato jsjsj)
Dipper también se entera de que Pacifica engaño a sus padres, que pensaban estaba haciendo alguna licenciatura en negocios o una wea así, y en su lugar entro a una ingeniería por puro capricho y descubrió que se le da bien arreglar e inventar cosas.
A Dipper le pone de nervios como es capaz de manejar maquinarias y circuitos con uñas tan afiladas y perfectas.
No son compañeros de habitación, pero como si lo fueran. Aprenden a colarse en la habitación del otro a horas indebidas por cualquier cosa
(Paz! Ya sé porque salía ese resultado!)
(Nerd, mira lo que construí! Podríamos agregarlo al proyecto de…!)
Sus respectivos roomies están hartos.
Dipper termina la universidad y se da cuenta que puede hacer pasar su investigación paranormal como una tesis, así que eso hace y termina en Gravity Falls.
Luego detallare como fue el tiempo de Dipper en gravity falls antes de que llamara a Mabel.
La relación de Dipper con Bill… creo que él sería mucho más desconfiado de un triángulo parlante, pero terminaría cayendo al final, porque este hombre lleva la curiosidad a niveles insanos.
ojala la que la traducción sea decente, se va a notar que mi inglés es pobre en el mejor de los casos jsjs
I hope the translation is decent, it will be noticeable that my English is poor at best lol
[English version ]
Oh! Oh! Oh! One more detail. Dipper let his hair grow because it made him feel close to Mabel even though they were far apart. Same with Mabel, she kept her hair shorter to feel closer to Dipper.
So, the idea of creating a Dipcifica girl in this Au came up and now I feel compelled (to myself) to develop that idea, which led me to first develop how the hell you get there.
So, Dipper and Mabel. It pains me to think that they would have a fight like that, but of course they would.
Also, I feel like Dipper isn't as scientific as Ford (? I mean, he's a huge nerd, and he's generally very smart, but I don't see him as scientifically inclined per se. But as a paranormal investigator? Sure he is. That guy just wants to hunt ghosts and cryptids and show them to the world.
(I also thought a bit about making him a journalist or a detective, those are totally his vibes)
This idea is a bit lacking in development, but it goes something like this.
Dipper wanted to look for monsters/ghosts and Mabel wanted to be an artist, obviously they thought they were crazy but they helped each other and planned to travel the world looking for ghosts and showing their art respectively. Mabel was still more sociable (although her art was looked down upon, it's like the 60's). One day when they're not together, Dipper manages to actually catch a ghost or creature. He manages to get the attention of a local newspaper/magazine that offered a very good sum of money if he could prove paranormal activity.
Meanwhile, Mabel gets rejected from an arts school, she's also overheard her parents and a teacher talking about how they should start looking for a husband for her and that Dipper could apply to some colleges because of his GPA, generally making the Twins keep their distance so they don't hold each other back. A bad season overall, which makes her jealous that Dipper is doing (relatively) well, especially since she wasn't with him when he made it.
So, they're going to expose this ghost that's stored *somewhere* Mabel goes to see the ghost and accidentally releases it just as she's about to show it to the magazine and Dipper is made to look ridiculous by this (hesitating to make the humiliation even greater if the magazine leaves him as a local fraud). Dipper discovers one of Mabel's pins at the scene and assumes it was her.
Dipper goes to Mabel and complains, to which she complains about something else and he mentions that she must have done it because he didn't accept her in his school and blah blah blah, hurtful things here, hurtful things there. The parents arrive, Dipper goes to his room, the fight continues and the parents threaten to kick her out of the house, Mabel says that they can't kick her out if she leaves first.
This isn't the first fight they have like this, but it's usually the Twins against their parents.
Dipper is understandably angry, until two days later he realizes that Mabel is really gone and she's not just ignoring him (as has happened before) he negotiates with his parents for Mabel's return in exchange for studying whatever career they want. They accept, but they can't find Mabel anywhere.
Mabel, meanwhile, ends up stealing her ex-boyfriend's car, determined to make a name for herself as an artist. Let's say that she was a little luckier than Stan at first, but sooner rather than later she gets into trouble. I imagine her scamming people with imitation paintings that she passes off as originals and ending up discovered because she had to put “her touch” on them.
She would inevitably fall in love with some thug who would get her into shadier things until she manages to escape.
Dipper, alone for the first time in his life, starts college due to pressure from his parents, where he meets Pacifica Noroeste. Oh yes, my girl enters the scene. They are not roommates, but they are study mates. They have a silent rivalry about who gets the best grades and in general a lot of unresolved tension lol
In the end, they end up getting along and they annoy each other a lot.
Dipper is a first-class nerd, so he actually does quite well, but his fondness for the paranormal and strange is noticeable and he does not keep quiet about it. It is through Paz that Dipper finds out about Gravity Falls. And he gets the student loan under the excuse of a thesis/research. (She also gets a discount because the land she gets for the cabin is in the Northwest and Paz takes care of the deal lol)
Dipper also finds out that Pacifica deceived her parents, who thought she was doing some business degree or something like that, and instead she entered an engineering school on a whim and discovered that she is good at fixing and inventing things.
Dipper gets nervous about how she is able to operate machinery and circuits with such sharp and perfect nails.
They are not roommates, but as if they were. They learn to sneak into each other's rooms at odd hours for anything
(Paz! I know why that result came out!)
(Nerd, look what I built! We could add it to the project of…!)
Their respective roommates are fed up, hehe
Dipper finishes college and realizes he can pass off his paranormal research as a thesis, so he does just that and ends up in Gravity Falls.
I'll go into detail about Dipper's time in Gravity Falls before he called Mabel.
Dipper's relationship with Bill... I think he'd be a lot more suspicious of a talking triangle, but he'd end up falling for it in the end, because this guy takes curiosity to insane levels.
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Dígame que me quiere, que me necesita ahora.
Es una mentira que estoy dispuesto a aceptar.
Sentimiento del cual no quiero escapar
Porque es usted la persona de la cual no se puede olvidar.
Peregrino:
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Poesía... - N.P
── ☆ neil perry x girl! reader
Sinopsis: En una tarde tranquila, Neil Perry se encuentra bajo un árbol, reflexionando sobre su vida, el peso de las expectativas y sus deseos más profundos. La aparición de una chica misteriosa, con una pasión por la poesía como la suya, cambia todo.
Advertencias: ninguna
a.n: 686 palabras
neil perry masterlist! / dps masterlist! / masterlist
── ・ 。゚☆: *.☽ .* :☆゚.─── ・ 。゚☆:
El viento de la tarde acariciaba suavemente los árboles del campus, creando un susurro que parecía narrar secretos antiguos. Neil Perry estaba sentado bajo su roble favorito, el que solía visitar cuando necesitaba escapar de los gritos silenciosos de su padre o de las expectativas que ahogaban su pecho. Con el cuaderno abierto sobre sus piernas, la pluma descansaba entre sus dedos, pero las palabras no fluían como solían hacerlo.
Miraba al horizonte, donde los últimos destellos del sol comenzaban a transformarse en el suave resplandor del atardecer. Sus pensamientos vagaban, atrapados en el laberinto de su mente. ¿Qué quería realmente? ¿Qué deseaba ser? Era como si la vida estuviera forjando su destino sin preguntarle, como un escritor que no conoce a su protagonista, pero que ya ha decidido el final.
De repente, una voz suave interrumpió sus pensamientos.
—¿Escribes poesía?
Neil levantó la vista, sorprendiendo la joven que se había acercado con paso silencioso. Ella era de cabello castaño, con ojos oscuros y profundos que reflejaban la misma melancolía que él sentía en su pecho. Llevaba un libro entre las manos, uno que Neil reconoció enseguida.
—Cumbres Borrascosas —dijo, señalando el libro.
La chica sonrió, un brillo travieso en sus ojos.
—Es uno de mis favoritos. ¿Y el tuyo? ¿Eres poeta?
Neil se ruborizó ligeramente, sintiendo una leve incomodidad. Sabía que la gente lo veía como el chico perfecto, el alumno que cumpliría las expectativas, pero nadie conocía la verdad. Nadie conocía sus sueños, su pasión por la poesía.
—No... Bueno, sí. A veces —respondió, mirando su cuaderno vacío.
Ella se sentó en el suelo junto a él, como si hubiera sido invitada por el propio roble. El silencio entre ellos era cómodo, lleno de una comprensión silenciosa. Por fin, Neil rompió el hielo.
—¿Por qué Cumbres Borrascosas?
La chica se encogió de hombros, su mirada perdida en el horizonte.
—Porque es un amor salvaje, visceral... es un amor que no se limita. Es un grito de libertad, ¿no crees?
Neil asintió lentamente, dándose cuenta de que había encontrado a alguien que entendía. A alguien que, al igual que él, sentía el peso de las expectativas y la falta de libertad.
—Sí... Lo creo —dijo suavemente.
Ella lo miró de reojo y sonrió, como si hubiera descubierto algo en él que pocos veían.
—¿Sabes? Me gusta pensar que, si los poetas pudieran vivir en sus propios versos, serían mucho más libres. Serían como los árboles... firmes en la tierra, pero con sus hojas tocando el cielo.
Neil sintió un pequeño nudo en el estómago al escuchar sus palabras. Era lo que él había estado buscando todo el tiempo. Una forma de escapar, una forma de ser él mismo. En ese momento, parecía que el universo le había dado una respuesta.
—A veces... siento que estoy atrapado entre lo que quiero y lo que se espera de mí. —La voz de Neil tembló un poco, pero la chica solo lo miró con dulzura.
—No tienes que elegir entre una cosa u otra. Puedes ser quien quieras ser... si te atreves a vivir para ti. —Ella levantó el rostro hacia las hojas del roble, como si cada palabra fuera una promesa que ella misma necesitaba escuchar.
Neil la miró en silencio, y por un breve instante, el mundo se desvaneció alrededor de ellos. El cielo parecía más claro, el viento más suave. La chica cerró los ojos, como si absorbiera el aire y el susurro de los árboles. Luego, de forma casi imperceptible, le extendió el libro de Cumbres Borrascosas.
—¿Lo lees conmigo? —preguntó suavemente, con una mirada que parecía contener un mundo entero.
Neil tomó el libro con una sonrisa tímida. Su corazón latía un poco más rápido, pero de una forma cálida, reconociendo algo en ella que no había encontrado en nadie más.
—Sí, me encantaría.
Juntos, abrieron las primeras páginas y comenzaron a leer, pero en ese instante, Neil sabía que no se trataba solo de las palabras de Emily Brontë. Era más que eso. Era el inicio de algo que había estado esperando, algo más grande que cualquier miedo o expectativa: la libertad.
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Ya no tengo nada
Ya no tengo nada y aun así, no sé qué más quieres de mí. No sé quién te dio el derecho de hacerme sufrir.
Te di todo, sin dudar, sin arrepentimientos, sin pedir. Y aun así, lo perdí… no me arrepentí, pero quiero partir.
Déjame ir, no entiendo por qué ahora buscas mi cariño si lo dejaste escapar. ¿Por qué reclamas un lugar a mi lado cuando tú mismo lo borraste sin mirar?
No sé qué quieres de mí, y aun así… yo te sigo queriendo a ti.

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