#puntos rojos
Explore tagged Tumblr posts
elchaqueno · 8 months ago
Text
Secretario de Salud de Tarija identifica puntos críticos de dengue en la ciudad
Paul Mendoza, Secretario de Salud de la Alcaldía de Tarija, ha identificado los puntos críticos de dengue en la ciudad, señalando áreas prioritarias para intensificar las medidas de prevención y control de esta enfermedad vectorial. Mendoza informó que los puntos rojos de dengue en Tarija son el barrio San Luis, San Jorge, la zona del Cementerio y Juan XXIII, donde se registra una mayor presencia…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
primepaginequotidiani · 2 months ago
Photo
Tumblr media
PRIMA PAGINA As di Oggi sabato, 31 agosto 2024
0 notes
flashfuckingflesh · 7 months ago
Text
A Fiasco of EVIL When Jobs Collide! "Punto Rojo" reviewed! (MVD Visual / Blu-ray)
“Punto Rojo” on MVD Visual Blu-ray! Diego, an imperial member of a hooligan gang dedicated to a fútbol club, sits and waits in a car in the middle of nowhere and listening in on a radio quiz show about his club’s sport where contestants can win $200,000 if they answer the questions correctly.  Having more knowledge than any run-of-the-mill caller, Diego rings up the radio station and passes…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
geekvibesnation · 8 months ago
Link
1 note · View note
kaiarciga · 1 year ago
Text
Paranoia
Tumblr media
2022
Plumas de gel en papel
1 note · View note
sabo-pon · 1 year ago
Text
Tumblr media
2023
Sapporo
red dots
puntos rejo
赤いてんてん
0 notes
deepinsideyourbeing · 7 months ago
Text
He calls me the Devil (I make him wanna sin) - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Needy!Enzo (unos segundos de Sub!Enzo, parpadeen y se lo pierden). Biting, choking, creampie, fingering, masturbación, (breves descripciones de) plus size!reader, sexo oral, sexo sin protección, (kind of) semi-public sex, spit kink, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El vestido fue idea de Enzo.
Luego de un par de días viéndote batallar frente al espejo e intentando consolarte cuando la frustración te vencía, recordó que la caja que contenía la prenda estaba sepultada en alguna parte del armario. Enzo odiaría que lo malinterpretes y no tiene absolutamente nada en contra de la chaqueta y el pantalón de cuero que pretendías combinar con un top burdeos, pero…
-No, no sé- recuerda cómo empujaste el vestido contra su pecho-. ¿No te parece que es mucho?
-¿Para mí…? Es poco- bromeó,  refiriéndose sutilmente a los atuendos  mucho más atrevidos y extravagantes que utilizaste en ámbitos mucho menos formales.
-No son los Oscar, Enzo, es un concierto de música clásica.
-¿Y?- se mordió el labio-. ¿No te gustó el vestido? ¿Es eso?
-Me encantó, amor, pero…
La inseguridad ensombreció tu rostro por un breve momento, evocando el recuerdo del día en que le enseñaste el vestido en una página web: las únicas fotos exhibiendo el producto eran de modelos utilizando la talla small, un detalle recurrente que te aquejaba a la hora de buscar ropa. Aún puede oír la forma en que suspiraste, entre harta y triste, antes de cerrar la página y bloquear la pantalla de tu celular para arrojarlo sobre la cama.
Normalmente Enzo no se habría atrevido a husmear en tus dispositivos electrónicos, pero esa noche luego de ver tu decepción decidió revisar tu historial. A falta de una referencia fotográfica, optó por confiar en que uno de los talles se correspondía con tus medidas.
-Te queda hermoso- insistió, sosteniéndolo con delicadeza entre sus manos-. Dale, probátelo otra vez.
La forma en que te sonrojaste le pareció tierna, un tanto divertida considerando el tiempo que llevaban juntos y la inocencia del cumplido en comparación con los comentarios que guardaba para otros momentos, los cuales hacían que la sangre de tu cuerpo ardiera no sólo en tus mejillas. Observó cómo deslizabas las tiras de tu camisón por tus hombros y su respiración se entrecortó cuando vio tus pechos desnudos.
El vestido se adhería a tu cuerpo como una segunda piel, los tonos rojos de la seda resaltando tu figura y volviéndote la viva imagen de lo que Enzo llamaría la perdición.
Ahora ese recuerdo lo atormenta y se obliga a mantener las apariencias, ocultando su erección con el programa del concierto y agradeciendo por la tenue iluminación de la sala. Intenta distraerse observando los detalles del lugar, tal como lo hizo desde que llegaron al Auditorio Nacional, y por unos instantes la sincronización en los arcos de la sección de cuerdas de la orquesta es más que suficiente para cautivarlo.
Es entonces cuando siente que te movés en tu asiento y sus ojos se centran en tu figura. Tus manos se encuentran entrelazadas sobre tu regazo, cubiertas por unos delicados guantes de largo asimétrico, y al ver tus dedos jugando distraídamente con el papel no puede evitar pensar en lo bien que se verían envueltos sobre su miembro, su semilla arruinando la seda que oculta tu piel.
El súbito aplauso del público lo saca de sus cavilaciones y está a punto de sumarse al mismo, pero tu mano se cierra sobre la suya a modo de advertencia. Si la calidez de tu palma empeora su estado, la forma en que el vestido abraza la curva de tu abdomen y resalta tus pechos es prácticamente una sentencia de muerte.
-Todavía no- aclarás, señalando con la cabeza hacia el escenario-. Falta uno más.
El primer movimiento de la Serenata para cuerdas de Tchaikovsky le pareció sublime, ¿pero el cuarto…? Le resulta eterno y le cuesta horrores mantener la concentración, por lo que se muerde los labios hasta sentir el gusto metálico de la sangre en su lengua. Comienza a mover la pierna y tu mano acaricia su muslo -probablemente interpretando su agitación como nerviosismo o ansiedad- en un gesto que debería ser tranquilizador, pero que es en realidad todo lo contrario.
La preocupación en tus ojos es evidente cuando encuentran la mancha escarlata en sus labios y te inclinás para examinar el daño, ignorando que el ángulo le permite ver tu escote y el sostén de encaje rojo que contrasta con tu tono de piel. Es el mismo rojo que tiñe tus labios y que difuminaste en tus pómulos, el mismo rojo que en alguna ocasión utilizaste para dejar la marca de tus besos en su pecho, su abdomen y…
Se siente culpable cuando acerca sus labios a tu oído y susurra:
-¿Me acompañás?
La obra concluye y Enzo aprovecha el momento en que otro músico, un pianista, entra en escena. Toma tu mano y te arrastra hacia las puertas de la sala, más de una mirada curiosa posándose sobre ambos y algunos susurros, que te hacen sentir más insegura de lo que lo hicieron a tu llegada: Enzo juró que te miraban porque “¿Cómo no te van a mirar? Si estás hermosa”, pero vos no estás convencida de que ese fuera el motivo.
Ambos llegan a un corredor desierto y cuando Enzo tira de tu mano para guiarte hacia una puerta lateral, lo seguís al interior de la habitación sin hacer preguntas. Te sorprenden los estuches de instrumentos vacíos, desperdigados por doquier, y estás a punto de comentar que la puerta no debería estar sin seguro, pero el ataque de algún instrumento de viento -que no distinguís- en la habitación contigua hace que te sobresaltes.
-¿Qué pasó?- preguntás, recordando el motivo por el cual abandonaron el concierto. Cuando tomás la mejilla de Enzo para examinar su herida, sus dedos aprisionan tu muñeca-. ¿Qué…?
Dirige tu mano hacia su erección, cubierta por un costoso pantalón, sus ojos fijos en tu rostro para examinar tu reacción: tus labios se separan lo suficiente para permitirle ver tus dientes y tu respiración se torna agitada en un abrir y cerrar de ojos, obligándolo a admirar cómo el movimiento hace que tus pechos suban y bajen. Su mirada desciende hasta llegar a tu cadera y sus manos siguen el mismo camino, masajeando con fuerza tu cuerpo antes de atraerte hacia el suyo.
Soltás un gemido y, en algún recóndito lugar de tu mente, te preguntás si las personas presenciando el concierto pueden oírte con la misma claridad con la que oís el piano en este momento.
-¿Ves lo que me hacés…?- pregunta. Besa tu mejilla y sus labios trazan una línea hasta tu cuello, sus besos húmedos y su aliento cálido repercutiendo en tus sentidos-. Desde que llegamos estoy así.
El sonido del seguro llega a tus oídos.
-¿Qué hice?- fingís inocencia.
Su mano se cierra sobre tu cuello y vuelve a besarte, la intensidad de sus acciones provocando que sus dientes rasguen tu labio inferior y su lengua haciéndote gemir cuando invade el interior de tu boca. Se aferra a la parte más ancha de tu cadera con fuerza, como si la cercanía entre ambos no fuera ya suficiente, y su otra mano baja la cremallera de su pantalón.
El sonido provoca un cosquilleo entre tus piernas y mirás a Enzo de manera provocadora mientras tirás del botón de la prenda, la cual cede levemente dejando ver una franja de su ropa interior. Recorrés la tela visible con tu dedo antes de llevártelo a la boca, capturando la seda entre tus dientes para retirar el guante.
-No- te interrumpe-. Dejátelos puestos.
Le dirigís una sonrisa, intrigada y más que excitada por la situación y su petición. Tu mano colándose bajo su ropa interior hace que se muerda el labio y una expresión de dolor atraviesa su rostro, pero cuando cerrás tus dedos sobre su miembro esa expresión se transforma en placer y arroja la cabeza hacia atrás. Comenzás a masturbarlo con lentitud, tu oído atento a la orquesta percibiendo también el sonido de su piel y la aceleración de su respiración.
En cuestión de minutos y bajo las caricias que le suministran tus manos, Enzo se convierte en un desastre: sus dedos se clavan en tu carne y tenés que esforzarte para lograr mantener el ritmo de tus movimientos, el líquido preseminal brotando de su punta humedeciendo cada vez más tu guante y tus dígitos, y su miembro palpita desesperadamente en busca de alivio.
Te detiene antes de que sea demasiado tarde y te guía hacia el pequeño sofá en la esquina de la habitación, apartando unas partituras olvidadas sobre este para tomar asiento y señalar el lugar entre sus piernas. Obedecés inmediatamente, como siempre, y luego de ayudarlo a deshacerse de su pantalón y su ropa interior Enzo decide tirar de la cremallera de tu vestido y despojarte de tu sostén, liberando tus pechos.
Tomás su miembro entre tus manos para centrarte en su extensión mientras tus labios se acercan a la punta para besarla con delicadeza una y otra vez. Su excitación brilla bajo las luces de la habitación y es adictiva cuando el sabor invade tu lengua, haciéndote gemir cuando lo introducís en tu boca y provocando que las vibraciones amenacen con llevar a Enzo al borde del orgasmo nuevamente.
Sus caderas se mueven en contra de su voluntad y su punta golpea tu garganta, llenando tus ojos de lágrimas que rápidamente comienzan a deslizarse y humedecer tus mejillas. Te separás de Enzo, ya que no estás dispuesta a arruinar todo tu maquillaje, pero la solución que encontrás logra arrancar un gemido de su boca antes de que pueda procesar la imagen frente a él.
-Dios…- dice entre dientes, cubriendo su rostro con una mano luego de ver cómo rodeás su miembro con tus pechos y escupís sobre su punta. Recuerda todas las ocasiones en que lubricó el interior de tus muslos y se deslizó entre ellos hasta el agotamiento, oyéndote suplicar por un poco de placer a cambio y prometiendo hacer lo imposible para merecerlo-. Lo hacés a propósito, ¿no?
Permanecés en silencio, pero Enzo recibe una respuesta cuando tus manos presionan aún más tus pechos. Su excitación comienza a ser cada vez más abundante, gotas de líquido incoloro cayendo desde su punta hasta el largo de su miembro y entre tus pechos, llenando la habitación de los indecentes sonidos húmedos que tanto disfrutan ambos. Sus dedos contrayéndose sobre el sofá y sus nudillos blancos hacen que te detengas con una sonrisa de satisfacción.
Toma tu cabello entre sus dedos y se acerca peligrosamente a tu rostro, su pulgar delineando tu labio inferior y haciéndote sisear cuando toca la herida que sus dientes dejaron allí. Tira de tu cabello hasta posicionarte en un ángulo doloroso y te observa, el cabello cayendo a los lados de su rostro haciendo que se vea aún más imponente, y luego escupe en tu boca. Le enseñás tu lengua, su saliva mezclándose con la tuya, y tragás.
Te conduce hacia el otro extremo de la habitación sin delicadeza alguna y presiona tu cuerpo contra el espejo en la pared, el efecto de la superficie fría evidenciándose en tus pezones. Con movimientos lentos, Enzo toma el dobladillo de tu vestido y comienza a arrugarlo entre sus manos, descubriendo centímetro a centímetro de tu cuerpo y maravillándose como si fuera la primera vez que te ve.
Intenta no perder la razón al ver el encaje rojo cubriendo tu intimidad… Pero él es un hombre débil y vos, la tentación.
Se arroja sobre sus rodillas sin pensarlo y comienza a morder tus piernas con fuerza, haciéndote gemir y lloriquear debido a la sensibilidad, utilizando su lengua posteriormente como si fuera suficiente para aliviar las zonas abusadas. Aparta la prenda que lo separa de tu centro y observa cómo la humedad que cubre tu piel se adhiere en forma de hilos brillantes a la tela.
Introduce un dedo en tu interior mientras reparte besos y mordidas en tus muslos. Te oye gemir contra el espejo y sabe, aunque no puede verte, que tal imagen podría pertenecer al paraíso. Debería, asegura al introducir otro dedo y sentir tus paredes contrayéndose cuando los curva para dar con tu punto dulce, la resistencia de tus labios nula ante tus gemidos, jadeos y suspiros.
Los sonidos obscenos que producen los dedos de Enzo en tu cavidad no se comparan con la imagen entre tus piernas, tus fluidos cayendo sobre sus dedos hasta llegar a sus nudillos e incluso su muñeca. Tus piernas tiemblan y tus manos masajean tus pechos, imitando los movimientos que tu novio suele repetir para brindarte el máximo placer.
Tus rodillas están a punto de fallarte y le suplicás, pero cuando Enzo se detiene y te deja respirar la sensación de vacío junto con la desesperación te inundan. Encontrás sus ojos oscuros a través del espejo, un leve asentimiento de su parte que pretende ser un consuelo, y arqueás tu espalda para darle mejor acceso a tu entrada.
Sostiene el vestido, la tela arrugada a la altura de tu cintura, mientras acaricia tu entrada y tu clítoris con la punta goteante de su miembro. Suspirás al sentir su calor y el suspiro se vuelve un gemido cuando comienza a empujarse dentro tuyo, recibiendo el ardor que provoca su tamaño en tu entrada estrecha.
-Enzo...
-Sí, amor, ya sé- dice entre gruñidos-. Querés más, ¿no...? Vos siempre querés más.
Y él está dispuesto a dártelo todo.
Sus movimientos son delicados y mínimos para permitir que te acostumbres a la sensación, pero eso se acaba cuando ve tu expresión prácticamente pornográfica en el espejo. El placer dibuja en tus cejas una curva que acompaña la caída de tus párpados y tus labios entreabiertos permiten que un hilo de saliva caiga por tu mentón.
Desesperado por sentir más, comienza a penetrarte con fuerza y en profundidad. Adora los sonidos que dejan tu boca y aún más los que produce tu cuerpo al colisionar con el suyo, así como también adora ver los movimientos de tu carne como consecuencia de cada impacto originado entre las caderas de ambos.
El ritmo de sus estocadas es cada vez más rápido en contraste con la música (ahora muy lejana, como si la sala se encontrara a kilómetros de distancia) y te fuerza a sostenerte para no perder el equilibrio, pero la tarea resulta casi imposible cuando sentís la forma en que su punta abusa de tu cérvix de manera placentera.
Su mano repta por tu espalda y acaricia tu cuello antes de cerrarse sobre el mismo, la presión que ejerce mínima pero aún presente como un sutil recordatorio. Volvés a encontrar su mirada.
-Voy a...
-Sí- se limita a contestar. Arroja la cabeza hacia atrás.
Continúa embistiéndote hasta sentir las contracciones de tu interior caliente y te permite tocarte sólo después de atraer tu cuerpo hacia el suyo, con tu espalda sobre su pecho y su brazo rodeando tu cuello. Su otra mano sostiene tu cadera y se hunde dolorosamente en tu piel, amenazando con dejar alguna que otra marca.
El ángulo actual te deja sentir cada detalle de su miembro en tu interior y no pasa mucho tiempo antes de que llegues a tu orgasmo, con sus dedos aprisionando tus mejillas para mantener tu vista al frente, la imagen de tus pechos saltando de arriba abajo casi tan hipnótica como el rostro de tu novio al ver la escena.
Cuando Enzo alcanza su propio clímax sentís sus dientes mordiendo tu cuello antes de percibir cómo su semen caliente te llena por completo. La sensación es suficiente para causarte otro orgasmo, más breve pero de mayor intensidad.
-Te amo- dice Enzo contra tu piel-. Te amo, te amo, te amo.
-Yo también te amo- tomás su mano y la llevás a tus labios-. Mucho.
-¿No tenía razón?- oculta su sonrisa tras tu hombro-. El vestido era una buena idea.
Estás a punto de darle la razón, pero te interrumpe el sonido de alguien tocando la puerta.
-Te voy a matar- jurás, apresurándote para acomodar tu ropa.
Enzo sólo suelta una carcajada.
Notas de Lu:
La inspiración para el vestido, estoy completamente obsesionada. Espero hayan disfrutado la lectura y si ven algún error..., un hechicero lo hizo ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
161 notes · View notes
fragmentos-literarixs · 3 months ago
Text
Burning red.
A finales del 2015 recibí un mensaje misterioso cargado de humor, de un sujeto que decía haber visto a una chica linda viajando en Orlando. Cuando lo leí creí que era uno de mis amigos y sus bromas, así que seguí la corriente. Pregunté ''¿Quién eres tú''? y recibí de respuesta un ''Soy Elmo''. Claramente no era alguno de mis amigos, así que nuevamente pregunté y supe que se trataba de un chico con el que sólo había intercambiado unas pocas palabras tiempo atrás.
Los días pasaron, seguimos hablando y los sentimientos empezaron a surgir, pero en el 2016 el amor se hizo presente cuando tuvimos esa primera llamada. Como si de una novela adolescente se tratase, yo había caído en los brazos del típico chico fuckboy de ojos verdes, terriblemente guapo, a quien le gustaba las carreras, el alcohol y la vida en descontrol. Y luego estaba yo: la chica tímida de ojos cafés que no salía casi de su casa, y que cargaba consigo miles de inseguridades.
Me sentía orgullosa porque eras mío, y te veía como un trofeo al cual presumir ante todos. Y tú sólo querías acabar con tu soledad, y claro, darle celos a tu ex. Sin embargo, el tiempo fue pasando y sin pensarlo, ambos caímos profundamente el uno por el otro en el precipicio, y sin paracaídas, lo que me llevó por primera vez a experimentar el amor en forma de adrenalina.
Y así como nos convertimos en dos adolescentes locos y dependientes el uno por el otro. Yo rompía mis reglas por ti, y tú cedías tu vida sin reglas por mí. Peleábamos y chocábamos constantemente, pero después arreglábamos nuestras peleas con pasión desbordante. Imaginábamos una vida juntos, donde tú decías que querías tener una hija que tuviera mis ojos y mis mejillas, y luego yo te decía que soñaba envejecer a tu lado. Bailábamos como dos tontos ''Perfect'' de Ed Sheeran, en medio del caos y la destrucción.
Ese era nuestro amor: pasional, desenfrenado, como un brillante rojo ardiente, hasta que un día, a inicios del 2019, yo decidí llevarlo a su devastador fin.
Querido A, recuerdo que cuando estaba contigo no me podía imaginar una vida sin ti, pues sentía que podía morir si tú no estabas conmigo. Sin embargo, han pasado cinco años desde que terminamos y como ves, sobreviví a ello. Creía que la felicidad estaba a tu lado, pero la verdad era que sólo me estaba destruyendo a tal punto en donde ya no me reconocía. Eras como una droga, que me llevaba a lo más alto y me hacía ver las estrellas, mientras que por dentro me estaba consumiendo lentamente.
Siempre me pregunté: ¿Me amaste de verdad, o sólo fui otra de las chicas a las cuales sometiste en tu juego de manipulación? Y cuando dijiste que era el amor de tu vida, y que nunca habías (ni podrías) amar a alguien como a mí, dime, ¿era cierto, o sólo fue el mismo discurso que diste a todos tus amores?
Podría culparte de todo las heridas y los traumas que por mucho tiempo me han costado sanar, incluso podría odiarte infinitamente, pero querido, sé que yo también te hice ver el infierno. Después de todo ambos lo sabemos bien: fue culpa mía, fue culpa tuya y fue culpa nuestra.
— Lo que nunca pude decir VIII; Rose Noire.
86 notes · View notes
florinaranja · 8 months ago
Note
Holaaaa, primero que nada escribes INCREÍBLE, me encanta tu redacción, cuando encontré tu blog mori por qué quería leer más trabajos tuyos y no encontré, ánimo.
Y segundo quería pedirte algo con pipeeee, es un golden tiernon, no sé, se me ocurre algo como una fiesta post partido de fut y que Pipe sea medio reservado, pero por estar tan feliz, no pueda esconder el PDA y se la pase buscando contacto físico inocente y al final no le importe nada estar sobre, mostrando afecto frente a sus amigos.
Espero con ansias leer todos los trabajos a futuro que escribas. 🙏🏽🙏🏽🙏🏽🙏🏽
afición de enamorados ; felipe otaño
pairing: felipe otaño x fem!r
summary: ¿qué hay mejor que pasar un día muy futbolístico y amoroso con tu novio pipe? exacto, nada. 1.6k.
warnings: none!! puro fluff como debe ser
n/a: muchas gracias por el request! siento la tardanza, los exámenes me consumen viva. espero que te guste muchísimo y de verdad muchas gracias por el apoyo y tu mensaje😢 me ha hecho super feliz y motivado un montón!! love u!!! also esto creo que es obvio, pero soy española así que siento que no tengan el habla argentina🙏 i'm trying
Tumblr media
nunca hubiera pensado que se emocionaría viendo un partido de fútbol, pero ahí estaba ella: gritando a puro pulmón cada vez que la pelota recaía en los pies de su novio. ahora entendía la euforia que sentía felipe cada vez que veía un partido de river, equipo del que era hincha hasta la raíz, y este ganaba. 
alegrarse por su novio no cambiaría el hecho de su poca afición futbolística, pero de vez en cuando era divertido pasar la tarde gritando como una loca apoyándolo. es un tipo de orgullo explosivo, eso era indiscutible. 
no era más que un partido entre amigos, una forma más de pasar el tiempo. pero felipe estaba corriendo decidido hacia la portería contraria, esquivando con agilidad a los contrincantes y con el sudor de un ganador corriéndole por la frente; y maría, desde su posición de espectadora, tenía los puños apretados y se iba levantando poco a poco de la grada hasta que felipe marcó gol. la chica pegó un salto emocionada, aclamando el último punto que le daba la victoria al equipo de su novio. 
bajó corriendo las escaleras hasta llegar a las vallas que la separaban del césped, esperando a que todos los amigos de felipe acabaran de felicitarlo. en cuanto terminaron, el joven se escabulló y dirigió directo hacia su novia, como un perrito que regresa a traerle la pelota a su amo. maría lo recibió con una amplia sonrisa. acunó su cara entre sus manos y comenzó a llenarlo de besos sonoros por toda la cara, casi pareciendo una madre orgullosa. 
—¡has estado increíble, cariño! eres bueno en todo lo que haces, que lo sepas —pipe rio acalorado, bien por el cansancio y el calor del verano o por las palabras cariñosas de la joven—. además me hace tan feliz verte disfrutar así, como un niño pequeño… 
maría se encontró con sus ojos azules, melosos. jugaba con los piquitos ondulados que se formaban en la nuca de su chico con una sonrisa tonta y felipe no pudo aguantar más sin sentir sus labios contra los suyos. se inclinó por encima de la valla y cogió firmemente una de las mejillas de la chica, entremezclándose en un beso de simple amor. 
los silbidos de los amigos de pipe no tardaron en llegar, como era lo normal. pipe cortó el beso y se giró hacia ellos, sacándoles el dedo. —no se cansan de joder ustedes. 
volvió a dirigirse a su novia. —esta noche los chicos y yo pensamos en celebrar la victoria y ya de paso ver el partido de river. ¿qué decís?
ella entrelazó sus manos. —si dijera que no a pasar tiempo contigo estaría loca. 
llegó la noche y la pareja estaba lista para la larga celebración que les esperaba en casa de uno de los amigos de felipe. lo primero que hizo su novio al entrar en la casa fue tirarse en el sofá, ansioso y con los colores rojo y blanco de su camiseta vibrando más que de costumbre. no era lo mismo que verlo en el estadio donde el ambiente estaba cargado de los gritos de los aficionados, pero si estaba con su chica cualquier cosa era extraordinaria. se giró por encima del sofá a mirarla, estaba charlando con otra chica y, cómo no, estaba radiante. cada vez que la veía, le era imposible no pensar que era todo lo que necesitaba con él, la chica de sus sueños. se acomodó bien, de nuevo enfrentando la televisión, mientras se mordía el labio intentando reprimir las ganas que tenía de besarla allí mismo. 
nunca habían sido del tipo de parejas que están pegadas todo el rato, uno encima del otro, sino que guardaban los momentos más íntimos y cargados de emoción para la mera presencia del otro. no es que no se mostraran cariñosos en público, siempre paseaban con las manos entrelazadas y se robaban besos cada vez que podían, pero el verdadero sentimiento que se tenían se daba en la soledad de su hogar.
el partido comenzó a las nueve en punto. fue acompañado por pizzas y fernet, las risas de los amigos (entre las que maría siempre destacaba la de felipe) y la pura afición que solo el fútbol conlleva. cuando su equipo marcó el primer gol, los bramidos se escucharon por todo el vecindario. felipe no cabía en su felicidad. buscó con la mirada a su novia, quien ya se encontraba mirándolo y le hizo una seña con el brazo mientras gesticulaba “vamos”. con ese simple acto, se le llenó el pecho de una alegría abrumadora. incluso llegaron a subírsele los colores y a cosquillearle la barriga, como si fuera la primera vez que hablaba con la chica que tanto le gustaba. 
le recorrió la necesidad de cogerla, apretujarla y dejar el partido de lado para susurrarle al oído y oír sus risitas en respuesta. pero lo único que hizo fue darle una sonrisa en respuesta y volver a sentarse en el sofá cuando el ambiente ya se había calmado. 
hasta que marcaron el segundo gol a favor de su equipo, el chico echó en falta algo, o mejor dicho alguien. de vez en cuando se le colaba por el rabillo de ojo la imagen de su novia charlando con uno de sus amigos —desde el primer momento se llevó bien con todos ellos y es que, ¿quién podría no hacerlo?— y en su mente solo podía pensar en tenerla cerca. así que, aprovechando la nueva emoción, felipe pegó un salto del sofá y se acercó a la chica. le tendió la mano y esta la aceptó gustosa aunque extrañada. la condujo hasta el sofá y miró a los dos chicos que lo ocupaban.
—échate para allá, dale. 
su amigo lo hizo, no sin antes lanzarle algún que otro insulto cariñoso y burlarse de él. ahora, con maría a su lado la noche de felipe solo había mejorado. no quería hacer tan obvio que estaba anhelando el tacto de la piel suave de su novia pero falló irremediablemente. mantuvo sus manos entrelazadas y acercó su rostro al cuello de ella, descansando en su aroma a lavanda. 
la joven rio por lo bajo por las cosquillas que su pelo le hacía y llevó su mano libre a su cabeza, acariciando cada mechón de pelo castaño.
—¿y este repentino cambio tan amoroso? —el chico suspiró.
—siempre puedes volver a irte si quieres, amor —siseó juguetón felipe, para luego dejar un casto beso en su cuello. 
por nada del mundo la chica se iría de ahí. se acurrucó contra él, intentando tener el mayor contacto que podía. estaba disfrutando esta muestra pública de cariño como la que más, era un hecho. 
sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse para los rojiblancos. el equipo contrario había remontado acabando en empate, teniendo solo quince minutos de prórroga para ganar. el ambiente en el pequeño salón se notaba preocupado. felipe apretaba la mano de su novia con fuerza cada vez que veía un gol cerca aunque terminara en nada. cuando ya quedaban cinco minutos y todo los chicos habían aceptado la derrota, un jugador de river marcó, dándoles la victoria. 
todos los amigos que se habían reunido aquella noche saltaron exaltados, incluso maría se alegró por los vencedores. los chicos comenzaron a corear mientras saltaban, con unas enormes sonrisas plasmadas en sus caras y la joven esperó que felipe se les uniera. en cambio, fue sorprendida por un agarre brusco que la hizo girar para encontrarse con sus labios estampados contra los de su chico. correspondió a su beso, brusco y desaliñado por la emoción del momento, con su agarre fuerte en sus caderas derritiéndola por completo. 
al separarse, maría cogió una bocanada de aire jadeando. tampoco le dio tiempo a mucho más, porque pipe la tomó levántandola del suelo y girándola por el aire. la sala se inundó de sus risas.
—¡pipe, bájame! voy a vomitar la pizza.
el joven obedeció sin mucha resistencia y le plantó otro beso y otro y otro y así hasta que un carraspeo los interrumpió. —no bueno, si queréis nos vamos y os dejamos solos.
felipe reaccionó como hacía apenas unas horas: le mostró el dedo del medio. nadie le dio mucha importancia y la celebración continuó. maría alcanzó la mano de su novio y le sonrió. 
—quiero pasar toda mi vida contigo, cariño. acompañarte a todos los partidos de fútbol solo para verte así de feliz, a todos los castings que quieras… no sé, no puedo imaginar no estar a tu lado. es algo raro para decirte justo ahora, pero es que me lleva rondando la mente por un tiempo, quiero que sepas lo mucho que significas para mí. 
—nena, algún día de estos vas a matarme —le regaló un beso en la mejilla—,  no puedes ser más perfecta. no puedo esperar para que pasemos juntos toda la vida. 
la joven se colgó de su cuello y esta vez fue ella quien inició el beso: lento, saboreado, rosado. 
y así continuaron el resto de la madrugada, más melosos que unos recién enamorados, siempre a menos de cinco centímetros el uno del otro. al final, ni siquiera ellos podían escapar de la necesidad de sentirse cerca, no importaba el público o la situación. y qué decir que después de esa noche, maría comenzó a ver los partidos de fútbol con más cariño.
175 notes · View notes
tinta-y-cometas · 10 months ago
Text
Tuvimos un pésimo final y el hilo rojo, mil veces estuvo a punto de romperse.
Mabel
182 notes · View notes
Text
Tumblr media
Capítulo 1: Torii uno de los símbolos más emblemáticos de Japón. - Sean bienvenidos a una nueva publicación, en esta ocasión os presento uno de los símbolos más emblemáticos e importantes de japón que son los Torris (también llamados las puertas de los dioses) y los hay de muchos colores y tamaños, aunque sobre todo el más caracteristico es de color rojo. - ¿cuándo surgió el torii y cuál fue el primero?, para empezar los toriis surgieron en el periodo Heian (794-1195) y el primer Torii fue el llamado Motoki Torii Odachi, que se localiza en la región de Tohoku situado en la ciudad de Yamagata, además hay otros tres más que son considerados de los más antiguos que existen en japón. - En el siguiente capítulo profundizaremos más sobre los torris y de cómo los arqueólogos cuidan de este rico patrimonio de la humanidad japonesa. Y si os gusta la idea puedo abarcarlo desde el punto de vista histórico, antropológico, geográfico, entre otros, os deseo una feliz semana y nos vemos en más contenido de arqueología japonesa. - 第1章:日本の最も象徴的なシンボルの1つである鳥居。 - 新しい出版物へようこそ。今回は、日本の最も象徴的で重要なシンボルの1つであるTorris(神々の門とも呼ばれます)を紹介します。色やサイズはたくさんありますが、とりわけ最も特徴的なものです。赤い。 - 鳥居はいつ登場し、最初でしたか?そもそも、鳥居は平安時代(794-1195)に出現し、最初の鳥居は山形市の東北地方にある元木鳥居小立と呼ばれていました。 、日本に存在する最も古いものの中に考えられている他の3つもあります。 - 次の章では、トーリスと、考古学者がこの日本人類の豊かな遺産をどのように扱っているかを深く掘り下げます。そして、私が歴史的、人類学的、地理的観点からそれをカバーできるという考えが好きなら、私はあなたに幸せな一週間を願って、より多くの日本の考古学の内容であなたに会うことを望みます。 - Chapter 1: Tour one of the most emblematic symbols of Japan. ― Welcome to a new publication, this time I present to you one of the most emblematic and important symbols of Japan, which are the Torris (also called the gates of the gods) and there are many colors and Tama is red. ― Yamagata, in addition to sha and three others that are considered among the oldest in Japan. ― In the next chapter, we will delve deeper into the torris and how scientists take care of this Japanese world heritage site. And if you like the idea I can cover it from the historical, anthropological, geographical point of view, among others, I wish you a happy week and see you in more content on Ponsa archaeology.
36 notes · View notes
choconat67 · 5 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
I wanted to do the city at night, but I decided on something different, we can see the RRBs in the background flying through the city and the girls being higher up in the sky.
-Ohh, there go the boys!- the bubuja's voice sounded happy while in the distance above the city lights the three trails of red, blue and green that flew over the sea of ​​lights. Buttercup had her arms crossed over her chest and laughed. "Don't shout or they'll know we're up here."
Her brother looked at her bewildered. "Why wouldn't they know?"
-Don't pay attention Bubbles- Blossom smiled at her sister -She just doesn't want to accept that she lost that food fight with Butch and the others- in a mocking tone of the redhead, it bothered her endangered sister a little, who acted "indignant."
-It's not true! - She looked away - That guy has the stomach of a hyena, if Brick didn't avoid it he would probably try to eat buildings or something stupid - Buttercup said looking at the clouds below them.
The laughter of her sisters, the space behind them and the clouds beneath them made the city look so small, but despite the bright city lights it was good to see the three contrails travel at night over Townsville, Blossom knew that they They deserved this, a chance at life, the chance to live and not just survive.
-Come on girls, remember that we have a meeting! - Blossom's leader's voice caught the attention of her sisters and they followed her back to her place.
Oh I like it and in my ppg universe the fact that the boys got stronger and are trying to live more normally and the girls at this point are already good friends with the boys in different ways, remember that the two AUs are related to each other, and I intend for them to coexist at some point or meet, this AU and the Fallen Heroes one:3
Queria hacer la ciudad de noche, pero me decidi por algo diferente, podemos ver a los RRB al fondo volando por la ciudad y laa chicas estando mas arriba en el cielo.
-Ohh alli van los chicos!- la voz de buebuja sonaba alegre  mientras a la distancia sobre las luces de la ciudad las tres estelas de color Rojo, azul y verde que volaban sobre el mar de luces. Buttercup tenía los brazos  cruzados sobre su pecho y soltó una risa -No grites o sabrán que estamos aquí arriba-
Su herman la miró desconcertada -Por qué no lo sabrían?-
-No hagas caso Bubbles- Blossom sonrió a su hermana -Solo no quiere aceptar que perdió esa guerra de comida con Butch y los demas- en tono burlon de la pelirroja molesto un poco a su hermana peligra quien actuó "indignada".
-No es cierto!- ella miró a otro lado- ese bastando tiene el estómago de una hiena, si brick no lo evitará probablemente trataría de comer edificios o alguna tonteria- dijo Buttercup mirando las nubes bajo ellas.
Las risas de sus hermanas, el espacio detrás de ellas y las nubes bajo ellas hacían ver la ciudad tan pequeña, pero a pesar de las brillantes luces de la ciudad era bueno ver las tres estelas viajar por la noche sobre Townsville, Blossom sabía que ellos merecían esto, una oportunidad de vida, la oportunidad de vivir y no sólo sobrevivir.
-Vamos chicas, recuerden que tenemos una reunion!- la voz de líder de Blossom capto la atención  de sus hermanas quieres la siguieron de regresó a su lugar.
Oh me gusta y en mi universo ppg el hecho que los chicos se reforzaron y están tratando de vivir más normalmente y las chicas a este punto ya son buenas amigas de los chicos en diferentes formas, recuerden que los dos AU están relacionados entre sí, y tengo la intención de que convivan en algún momento o se conozcan, este AU y el de Fallen Heroes:3
51 notes · View notes
black-beauty-poetry · 8 months ago
Text
Desde que vi su boca, supe que no volvería a encontrar otros labios tan redondos y rojos como los suyos.
No he parado de imaginarme cómo se sentiría probar esos labios con un beso.
Acariciarlos con mis dedos, tocarlos con cuidado, como si de una reliquia valiosa se tratase, y besarlos con ansias para demostrarles lo mal que me ponen, cuánto me enloquecen.
Y ese es sólo el punto de partida porque ella es como un ser venerable, tienes que admirar hasta el espacio más recóndito de su cuerpo porque es un templo donde aprenderás maravillas nunca antes vistas, y te impresionarás de la misma forma que un gemólogo se deslumbra por una gema recién descubierta.
Pues, ella es un lujo que no se le da a cualquiera.
Aunque, una vez la conozcas, será inevitable amarla.
Te perderás en todas sus versiones, tanto en sus fortalezas como en sus imperfecciones.
Y si no caíste por su belleza, lo harás por su inteligencia, así como yo me enamoré cuando la conocí.
Estoy loco por ella, no me da pena admitirlo, tampoco temo no volver a recuperar la cordura.
Tan sólo me esforzaré en buscar la manera de conquistarla para volver realidad los sueños que tengo sobre ella.
Demostrarle que mi amor es sincero y compartir hasta el último de mis días a su lado.
Sin que me falten sus besos. Sin que le falten mis versos.
Poder revolver su cabello arreglado cuando la noche nos caliente después de nuestras citas.
Correrle el labial con cada uno de mis salvajes besos apasionados, y que en mi piel se dibujen sus chupetones, sólo para andar sin camisa al día siguiente para recordarle cuán suyo soy.
Nunca había sentido esta mezcla de contemplarla, cual pieza maestra, cada vez que se coloca un vestido y querer arrancárselo cuando estamos a solas.
Ella es la única que puede detener mi mundo y la única que puede hacerlo temblar.
Y su sonrisa... Joder, no puedo explicarlo.
Sólo quiero que nunca me falten esos labios tan redondos y tan rojos.
-Dark prince
64 notes · View notes
dudd-ie · 8 months ago
Text
Tumblr media
Titulo:Cola👇🤨
Sinopsis: rocma pone a prueba el consejo de la cuñada de idate.
/un poco sugerente/rocma toca lascivamente a idate sin saberlo/idate esta igual de confundido/
.
.
.
...Entonces idate sintio algo deslizarse desde la punta de su aleta caudal hasta rozar la base que la unía a la parte baja de su espalda.
La orca se desplomó de rodillas en el proceso,aturdido en rojo porque por alguna razón sus piernas se sintieron como gelatina cuando la almohadillas suave de los dedos de rocma rozaron un punto demasiado sensible cerca de la base de su cola.
Cuando idate trató de componerse y mirar hacia atrás para ver que demonios estaba ocurriendo, se sorprendió gratamente al ver a la depredadora ártica detrás de él cerniendose con autoridad sobre su cola de orca.
Una de sus zarpas sostenía la base superior, mientras la otra permanecía debajo tocando de manera superficial.
Ella miro la extraña respuesta fisica con interés.
Evaluando sus reacciones...
Aparentemente asimilando que acaba de hacerlo poner de rodillas solo con el roce descuidado de sus manos sobre la protuberancia alargada.
Idate trató de pronunciar su nombre o cuestionar sobre sus intenciones ,sin embargo se sorprendió al fallar en formar alguna palabra coherente.
Su garganta se sentía apretada y tensa.
Sentia la misma presión en su pantalon,pero eso ya era algo mas común cuando se trataba de la shirokuma-chan.
Lo que no fue tan normal,fue el escalofrío que lo azotó cuando los dedos de rocma se deslizaron de nuevo sobre la parte baja de su péndulo caudal.
Y ni hablar del ruido que salió de su garganta cuando sintió su toque nuevamente en el punto sensible de su piel.
Idate casi se tapó la boca por el ruido que emitio desde lo profundo de su pecho,Sorprendido al igual que escandalizado por haber gemido de esa forma.
No le extrañó sentir la mirada gélida de rocma sobre su nuca.
Acaba de estremecerse y maullar como una puta con solo el toque descuidado de sus dedos.
Idate comenzó a sentir el sudor resbalar por su cuello mientras su garganta se secaba.
No tenía idea de lo que estaba estaba sucediendo y aunque quisiera no se atrevía a moverse bruscamente entre sus manos.
Sus cola hiba a recibir heridas letales y con lo sensible que era,idate prefirio no correr el riesgo.
Otra cosa fue…Que extrañamente,no se sentía con voluntad de resistirse a su toque.
Cada pequeño roce de la almohadillas de dedos de rocma hizo temblar sus piernas y envió placentero escalofrío por su columna vertebral.
La cabeza de idate se sentía tan pesada que recostó su frente contra la fría nieve.
Los pinchazos helado se sintieron tan refrescante contra su rostro febril.
Ojalá hubiera podido sentir la misma frescura y alívio en el resto de su cuerpo que quemaba y se retorcía de frustración por tener 'algo mas.'
Rocma retrocedió en su toque y volvió a aquel punto cerca de la base de su cola.
Él volvió a gemir.
Desesperado y suplicante por algo que ni él mismo entendía.
El nudo en el estómago de idate se volvió mas tenso conforme su respiración se volvia inestable,la vista de la orca comenzo a nublarse en los bordes cuando ella volvió a raspar el punto placentero con más fuerza.
¿...Fue una tortura?
¿Humillación?
¿...Estaba él en el cielo o el infierno?
Si la cabeza de idate no estuviese tan enterrada en la nieve quizás hubiera visto la usualmente expresión fría de rocma elevar la comisura de sus labios con humor.
El hombre escucho algo parecido a un bufido de parte de ella,y en su mente delirante pensó que se estaría burlando de él.
con dificultad,idate trató de mirar hacia atrás para ver el rostro frío de su amor platónico sonreír almenos una vez en su vida,Pero apenas se incorporo sobre sus codos otra corriente de electricidad volvió a atravesarlo con una fuerza que lo hizo desplomar su cabeza contra la nieve denuevo.
Está vez no pudo contener su boca -" aaah-Ah!~ …. aaah!de-detente!!"- diferente de sus roncas suplicas, sus caderas se empujaron de forma inconciente contra la figura de rocma detrás de él,Casi buscando como por instinto más de ese toque intoxicantemente tosco sobre su piel sensible.
Rocma había comenzado una ronda rápida de caricias en esa parte en concreto,como animada por las pateticas suplicas de idate.
Ella tuvo intervalos donde raspo con más fuerzas haciendo que al hombre se le empañaran los ojos por la intensidad.
Está vez los ruidos no cesaron incluso cuando los gemidos y jadeos fueron amortiguados contra la nieve.
Idate exhalo por la nariz,sus puños estaban raspando sobre el suelo y amontonando la nieve debajo de sus dedos enguantados en un intento torpe de sujetarse de algo.
Se sentía tan antinatural ese placer.
Pero no quería que se detuviera.
Idate no supo expresar el sentimiento o porque estaba tan debilitado por el.
En el pasado había regañado a nagi por tantear en la parte inferior de su cola de esa forma descuidada,Sin embargo el toque inocente de aquella vez sólo envió un escalofrío incómodo por todo su cuerpo y simplemente decidió que era una sensación que no le gustaria repetir.
Pero por algún motivo que desconoció, el extraño y incomodo sentimiento de aquella vez parecía transformarse en algo más..Desgarradoramente Placentero y frustrante cuando fue el toque tosco pero suave de las manos de su amor platónico.
La orca movió su rostro contra la nieve,ya enloqueciendo por el roce rápido que amenazaba con romper una especie de tensión en la parte inferior de su estómago.
La cola de idate comenzó a tener pequeños espasmos involuntarios,pero rocma la mantuvo firme y erguida con su agarre.
-"..E-esper-Aah~!"- las palabras de idate fallaron y resonaron como gemido duro cuando sintió las garras de rocma rasparlo superficialmente- "..kuh… uhhh!!"-emitió la orca casi como si lloriqueara, nuevamente abrumado debajo del filo de sus mimos.
Él movió su mano sobre su espalda con dificultad,buscando desesperadamente disminuir el ritmo de los toques de rocma-"des..despacio..ah-Aah~…no..-puedo.. yo…shirokuma-chaan~….. "- suplico torpemente entre profundos jadeos mientras con su mano temblorosa sujeto la muñeca de rocma como con desesperación, ya abrumado por la sensación persistente de estimulación.
Ella pareció apiadarse de él porque su ritmo se detuvo abruptamente,idate suspiro aliviado,finalmente estabilizando su respiración errática,pero cayendo flacido en suelo.
¿Una derrota humillante?
Fue vergonzoso sin duda,pero se sentía tan estrañamente feliz y adormecido.
Finalmente se reincorporo un poco y Cuando miro hacia atras se encontró con la mirada fria de aquella mujer oso que tanto le gustaba.
Ella estaba estudiandolo otra vez.
Eso le gustó,esa mirada filosa sobre él.
"eso fue… tan…" La mente adormecida de idate trató de asimilar la experiencia lo mejor que pudo.
Rocma parecio concluir su línea de pensamiento cuando escupio un - "asqueroso…"- mientras arrugaba su nariz hacia él-" ¿algo así te llevo al límite?..ugh..¿ Eres alguna especie de degenerado?"- lo reprendió ella estrechando su mirada en él con repulsion.
Ella solto su agarre sobre su cola con asco,restregando sus manos contra la falda de su vestido como si hubiera tocado algo sucio.
Idate parpadeó confundido por el significado de sus palabras, pero tan pronto como miro entre sus propias piernas entendió a que se refirió con "ser llevado al limite".
En su defensa, no sabia que podía pasar eso.
En retrospectiva,ella acababa de descubrir un punto debil suyo espeluznante.
Pero parecía más decepcionada que otra cosa-"tch…que perdida de tiempo"- la escucho maldecir por lo bajo mientras chasqueaba la lengua.
La vio alejarse con la misma calma con la que se acercó,Él realmente quiso perseguirla para obligarla a explicar qué demonios había sido todo eso.
Pero.. al mismo tiempo se sentía tan … tan ……
¿Felizmente ultrajado?
¿Placenteramente humillado?
Y pues…. En el fondo temió que si la perseguía terminaría rogándole que lo hiciera de nuevo.
Y idate sabía que aún no estaba mentalmente listo para pasar por eso otra vez, por mucho que su cuerpo doliera con la ausencia de su toque.
él no estuvo listo....Por ahora.
.
.
.
fin 💀
56 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 7 months ago
Note
Holi hermanaa! Seria un abuso pedirte un smut que sea una continuación del Dr. Vogrincic?
Ya sea la respuesta si o no, adoro tu trabajo y tengo las notificaciones activadas para venir (y venirme ah) al toque 🫦
Preludio acá.
+18!
Un escalofrío te recorre al escuchar las palabras de Enzo y cuando volteás a verlo te sonríe, tan dulce y transmitiéndote tanta calma como siempre. Obedecés de inmediato, por supuesto, porque el doctor Vogrincic siempre sabe cómo ocuparse de vos y de tu cuerpo.
Tu brazo se contorsiona en un ángulo que debería ser doloroso y tomás el dobladillo de tu falda para apartar la prenda con lentitud. Segundos más tarde un sonido escapa de tu boca cuando sentís el algodón acariciando tu muslo, la sensibilidad de tu piel traicionándote en el peor momento... Pero podés fingir, ¿no?
-Dolió.
-¿Dolió?- pregunta incrédulo-. ¿Y si toco acá también duele...?
Sus dedos recorren tu piel hasta acercarse peligrosamente a tu entrepierna, rozando el borde de la delicada ropa interior que escogiste sólo para esta ocasión. El hematoma no llega hasta ese lugar, lo sabés, pero sus manos son adictivas y permitís que te toquetee cuanto quiera.
Cuando sus dígitos ejercen presión no te molestás en reprimir un gemido, sobre todo considerando que sentís su bulto caliente contra tu pierna y los sonidos dentro de la habitación son opacados por su respiración acelerada. Sus dedos tiran del elástico de la adorable prenda que cubre tu centro.
Enzo siempre te trató con cariño, pero...
-¿Qué te pasó acá, mi amor?- gemís cuando tantea tu entrada húmeda-. ¿Te duele?
-Sí.
Emite un sonido de falsa simpatía y su índice amenaza con colarse en tu interior.
-¿Creíste que no me daba cuenta?- estás a punto de reincorporarte ante la pregunta, avergonzada por haber sido tan obvia-. No, quedate quieta.
Su otra mano te inmoviliza mientras su dedo se abre paso a través de tu entrada, tus cálidas paredes reaccionado de inmediato y contrayéndose. Respira con fuerza, como si sus acciones demandaran un gran esfuerzo físico, y comienza a torturarte con movimientos lentos que provocan sonidos obscenos gracias a tu humedad.
-Enzo…
-Sh, sh, sh....- retira sus dedos y se los lleva a la boca-. No querés que nos escuchen, ¿o sí?
Negás aún sabiendo que es poco probable que alguien en el edificio se acerque a la puerta. Cuando te obliga a sentarte en el borde de la camilla, levantando tu falda y haciendo a un lado tu ropa interior arruinada por tus fluidos, no encontrás más opción que morder tu mano.
Baja su pantalón y su ropa interior lo suficiente para liberar su miembro, completamente erecto y cuya punta de un rojo furioso brilla con el líquido preseminal. Cuando comienza a rozarse con tus pliegues y jugar con tu clítoris nada es suficiente para silenciarte.
-Respirá- indica como si se tratara de uno de los ejercicios usuales.
El considerable tamaño de su miembro sumado a la falta de preparación hacen que la penetración inicial sea dolorosa, los dedos de tus pies se contraen y tus piernas se cierran sobre su cadera para acercarlo más. Tus ojos se llenan de lágrimas cuando sus dedos se introducen en tu boca para acallar tus gemidos.
-Te encanta, ¿no?- asentís enérgicamente.
Comienza a mover sus caderas y el movimiento de tus pechos llama su atención. Sus dedos abandonan tu boca, arrastrando un hilo de saliva sobre tu piel antes de perderse bajo tu camiseta y pellizcar tus pezones.
Colocás tu mano en tu abdomen bajo, la sensación de su miembro alcanzando tu cérvix haciéndote casi delirar, y sus estocadas se tornan más rápidas. Entre dientes, repite una y otra vez:
-Qué linda conchita tenés.
69 notes · View notes
sunflowerzyk · 8 months ago
Text
Detrás del depredador - König Híbrido!Oso x lectora [Medieval AU] Cap. 5
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
lista maestra <<
Ao3 << In English
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de tamaño, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, pelusa, violencia típica del canon, dime si me olvidé de alguno.
Si este contenido no es de tu agrado continúa deslizando, gracias
Tumblr media
Sólo había una silla.
La suerte debería estar riéndose en tu cara por ser tan ingenua, esa silla no era para ti, no necesitabas ver el rostro del príncipe para saber que tenía una enorme sonrisa en sus labios.
Tan solo la forma en que movía sus dedos sobre la tela de tu vestido en la zona de la cadera te daba un indicio de su diversión.
Sus movimientos lentos y firmes
No podías esperar un trato tan amable después de dudar de su generosidad y culparlo de poner cosas extrañas en tu comida para aprovecharse de ti.
Aunque se aprovechaba, pero ese no era el punto. Él nunca pondría nada en tu comida, no. Él no era tan cobarde para hacer algo así, si tuviera planeado hacer algo contra ti, lo haría en tu cara, de manera cínica. Y dejaría evidencia lo suficientemente obvia para que una cabecita como la tuya lo notará rápidamente. En este caso, su semilla sobre tu vientre.
Llevabas viviendo ahí (en contra de tu voluntad, un porcentaje) por al menos 3 o 4 semanas, cómoda y bien cuidada, él solo pedía como recompensa de cuidarte tan bien(mandar a una criada a hacerse cargo de ti) que solo estuvieras tranquila , dormida profundamente por tu pereza y fatiga mental, y exhibieras tu bello cuerpo para él.
Que no hubieras despertado mientras él tomaba su premio y untaba su semen sobre ti no era su problema, ya que él siempre intentaba despertarte, pero simplemente hablabas entre sueños, te movías ligeramente y seguías durmiendo poco después. Sin importar que él gruñera en tu oído y desgarrara las sábanas al lado de tu cabeza.
Él se aseguraba de entrar a tu habitación a media noche, cuando el papeleo le permitía descansar, estar limpio y enérgico de verde nuevo; Él no quería aceptarlo, pero siempre entraba a tu habitación cuando estaba cien porciento seguro de que estabas en la etapa profunda de tu sueño, toda una bestia pervertida y descarada, solo por ti.
Siempre estaba lleno de trabajo en las barracas de los guerreros, entrenamientos, adiestramiento y disciplina, gritos y golpes, sin importar cuan demandante fuera esencialmente, prefería el campo de entrenamiento a sentarse todas las noches antes de dormir a revisar los papeles que su hermano mayor. . . firmaba sin leer la letra pequeña, un incompetente de primera.
Pero el trabajo y cansancio nunca será un impedimento para könig, eso no se interpondrá nunca en sus visitas nocturnas a tu habitación para sentir tu aroma suave contra su hocico que babeaba al inhalar tu cuello.
Esos pensamientos los hicieron temblar ligeramente, reafirmando su toque en tu espalda baja.
Si, deberías saltar por la ventana de la habitación donde él te hospedó cuando tuviste la oportunidad, o comer una fruta venenosa del bosque, tal vez.
No debías ser tan inteligente para ser capaz de percibir el cambio en el ambiente y la forma en que él príncipe könig tocaba tus caderas, divertido, sin dejar de ser casi sensual.
El príncipe te guía por todo el camino hasta la silla enorme de color rojo vivo, como la sangre, la recorrió hacia atrás y tomó asiento, sin dejar de tocarte la cintura, pasando su mano enorme y enguantada de estar en tu espalda baja a tu costado, muy cerca de donde terminaba el corsé y empezaba la falda ancha. . Sin dejar de mirarte ni un segundo, se acomodó en la silla en silencio.
Un silencio incomodo
.
Humillante.
Pasaron largos minutos, solo escuchando las brasas del fuego que iluminaba la habitación, y la respiración de ambos, el sudor se estaba acumulando en una fina capa en tu frente, mientras trataba de mantener tranquila y en silencio tu respiración agitada.
— ¿No piensas sentarte?
Él preguntó con voz tranquila y profunda, buscando tu mirada con sus ojos penetrantes.
—No hay más sillas, Príncipe.
Resaltaste lo obvio, deseando que esté humillación terminará lo más pronto posible.
— ¿De verdad?
El preguntó con severidad, cambiando el tono, tratando de usar algo más sarcástico pero salió más amenazante, provocando un escalofrío por tu columna.
Aún mirabas al suelo con nerviosismo, cualquier lugar menos a él, sabías perfectamente que te estaba comiendo literalmente con la mirada, tan solo pensar directamente en ello te ponía los bellos de la nuca erizados, estrujaste la tela del vestido debajo de tus manos desnudas.
König soltó un sonido gutural, un gruñido desde lo más profundo de su garganta, un sonido de satisfacción, sin dejar de acariciar su costado con su dedo pulgar, la piel ardía debajo de él, casi quería salir corriendo de la ansiedad acumulada.
Sabías que él podía oler tu nerviosismo, el sudor y tu ansiedad, cada vez que inhalaba y exhalaba con la misma profundidad sin dejar de mirarte.
—Toma. Asiento.
Él habló de nuevo, una orden, sin petición, con un tono más severo y demandante, cerraste los ojos en respuesta, tu rostro completamente lleno de un color rosado, y la mandíbula tensa por la vergüenza. Sin miedo a reprimendas, estrujaste de nuevo el vestido, y te acercaste más.
Ya no tenías orgullo ni dignidad ahora, era eso o morir. Miraste su regazo. Gran error.
Un jadeo ahogado quedó atorado en tu garganta al notar un bulto entre sus piernas, independiente de las capas gruesas de ropa fina no se podía ocultar esa.... Cosa.
Rápidamente te quedaste quieta sin avanzar más y él gruñó en protesta, casi molesto, rodeando completamente tu cadera y arrastrándose hacia su regazo, las telas de tu vestido ayudaron a mantener una distancia considerable entre ti y su enorme.... Protuberancia.
Gemiste en voz baja, tratando de acomodarte en tu sitio, en su regazo, eso solo provocó que könig apretara mas su agarre contra tu cadera, y juntando tu cuerpo aun mas al suyo, tu costado contra su enorme pecho y abdomen, incluso en esa posición ni siquiera tu cabeza le llegaba a la clavícula, era jodidamente enorme.
König tomó con su mano libre un tenedor con elegancia, tanto como su enorme figura se lo permitió lo clavado en la carne del frente y se lo llevo debajo de la capucha, a su boca.
Inmediatamente tu barriga gruñó al oler la carne, no comer durante dos días seguidos fuer horrible, solo beber un poco de agua no era suficiente, sentís que podrías colapsar si no probabas un bocado en poco tiempo.
Pero el príncipe simplemente te ignoró, y continuó acariciando tu cadera, moviendo sutilmente su toque hacia tu estómago que rugía, presionando sus grandes dedos calientes sobre la tela. Sacando jadeos de incomodidad y nerviosismo de tus labios, lo cuál, no lo detuvo en absoluto.
Continuó atormentando tu pequeña figura en sus garras, presionando tus nervios y necesidades a tal punto que solo estabas frustrada.
—Quiero comer.
Dijiste de manera cortada, sin aliento, lamiendo tus labios por la falta de hidratación y la ansiedad.
— Príncipe-
— Puede estar envenenada, no deberías.
— Me equivoqué, por favor.
Lloriqueas, viéndolo saborear la comida sin cortar el contacto visual contigo, sus ojos ligeramente arrugados, tenia una gran sonrisa divertida detrás de su máscara, te hizo enrojecer de humillación e impotencia.
Él estaba disfrutando de su comida.
— ¿En qué te equivocas Kitz?
König deseaba verte disculparte propiamente, humillar te ante sus ojos. Pero al diablo con tu todo, realmente deseabas comer.
— En dudar de su majestad.
— ¿Sí?
El continuó comiendo y hablando después de devorar grandes bocados.
Él quería escuchar más.
Tragaste saliva, sabiendo que se refería a lo de esta mañana, cuando fue a dejarte el vestido sobre la cama, escuchó tu charla con la criada.
— Continúa Kleiner Schurke
Él ronroneó, fortaleciendo su agarre en tu cintura, pegando el costado de tu cuerpo aún más, mientras solo podías jadear, abrumada por el calor inhumano que desprendía de su enorme cuerpo.
Cortaste el contacto visual cuando se inclinó más cerca de tu rostro, la máscara tocando tu nariz, miraste hacia abajo, primero pasaste tu atención por la falda del vestido, subiendo lentamente hasta la gran mano de könig que estaba cambiando, de nuevo.
Salió un grito ahogado de tus labios, aún no te acostumbras a ver como cambiaba a una forma más animal, sus uñas se alargaban y tomaban un color marrón oscuro, y de su piel salía un pelo abundante de un color marrón más claro, como el de un oso pardo.
El cambio de forma provocó el desgarre de los guantes que cubrían la mano de könig. No sé molestó en remover los sobrantes de la tela rota
Sus dedos se ensanchan y alargan a la vez, pequeñas almohadillas del color de sus uñas saliendo en el centro de su mano. Antes cubría solo la mitad de tu vientre, ahora más de eso, y era más pesado. Las garras de su 'mano' se contraían ligeramente y salían de manera lenta, jugando con la tela de tu vestido encima del vientre.
Fácilmente podría matarte, ya lo sabías, pero ahora era más evidente, con tan solo un poco más de fuerza podría pasar la tela del vestido, tu piel y carne, una idea aterradora e incómoda, mandó escalofríos por ti columna, y te moviste de tu sitio. Mala idea.
Sus manos no fueron lo único que creció, al mover tus caderas el bulto apuñaló tu trasero, era más... Más grande. Abriste los ojos de inmediato, sin aliento, König solamente sacó una risita profunda de sus labios, disfrutando de tu sorpresa y miedo.
—dije, continúa.
El susurró, aún no levantaba la vista de su mano sobre tu vientre, cerraste los ojos, sintiendo su cálido aliento quemar tus mejillas, su tono indica diversión, pero poca paciencia al mismo tiempo, no le esperaba esperar demasiado.
— solo...., no debí suponer cosas sin sentido, acusar al príncipe de algo tan cobarde.
Murmuras entrecortadamente a todas sus demandas, mientras el te acariciaba tu vientre dolorido, gruñendo por sustento mientras él continuaba comiendo postres y deleitándose con tu figura tan avergonzada.
—Sehr klein.
Finalmente cuando se sintió satisfecho dejó de presionar tu barriga y movió una de sus enormes patas hacia un plato lleno de comida diferente, no era tan grande como el consumió, pero tampoco diminuto, suficiente para ti.
—Sehen.
Él tarareó con voz profunda, arrastrando el plato hasta enfrente de ambos, rápidamente levantaste la mirada y tú boca comienza a salivar, casi era involuntario, te moviste para tratar de alcanzar la comida pero könig no aflojó su agarre en tu cadera para que lograrás tomarlo. . tu misma.
— No, pequeña tonta, Te lo dije, ¿no?
- ¿Qué?
—Puede tener veneno, ¿recuerdas?
— Peor yo ya-
— Debo probarlo primero, antes, para que estés segura, ¿verdad?
-príncipe....
— además, tu brazo está herido, no a sanado por completo, no queremos que se habrá, y debas quedarte más tiempo.... Aunque pensándolo bien-
— ¡no!.... Por favor....
Casi querías llorar, gritarle a la cara, dos jodidos días sin comer, podrías aguantar más, eras una plebeya que se dedicaba al campo y no siempre tenían para comer, pero con tres semanas con tres comidas al día, tu estómago se había vuelto tu peor enemigo.
Igualmente la herida suponía un desgaste físico, si se volvía a abrir solo existían dos opciones, la primera, el príncipe könig se aburre de retenerte y te arroja a tu suerte en la calle de nuevo, regresas a casa, si bien te va, y vuelves al campo, con alta probabilidad de que tú mano se infecte. Y la segunda opción, permanecer aún más tiempo encerrada en el castillo con un hombre bestia completamente desquiciado y pervertido...
Un regreso que provenía del eco del príncipe te sacó de tus pensamientos, claramente estaba disfrutando atormentarte. Aunque se vislumbra una pizca de molestia..... Principalmente porque pareces horrorizada de quedarte más tiempo.
König clavó su garra en un trozo de carne asado, olía demasiado bien, moviste tus manos hacia de él que estaba en tu vientre, para alejarla, o pide misericordia, pero solo recibiste que clavara sus garras ahí, atravesando la tela del vestido y acariciando. . tu piel directamente, sacando un gemido asustado de tus labios, él solo se burló.
Observaste detenidamente como tomaba un pedazo de cada cosa y se lo metía a la boca detrás de la máscara, cuando terminó con cada cosa se acercó sus garras a tus labios.
—Sauber.
Él exigió, no debías saber su idioma para saber a qué se refería, sin importar cuan desesperada lucieras te inclinaste hacia sus enormes garras y metiste una entre tus labios, un suspiro silencioso y entrecortado te dejó, satisfacción retumbando en el pecho de könig.
Metiste más la garra, con cuidado, pasmado tu lengua por toda la longitud, absorbiendo el poco sabor que había dejado la carne y los jugos de la comida.
Eso mismo hiciste con cada uno de tus dedos, el no te permitió alejarte de cada uno de tus dedos hasta no asegurarte de que los dejaras 'limpios' lo que quería decir, llenos de tu saliva.
Al terminar el ronroneó y paso el dorso de sus dedos sobre tus labios para limpiar la saliva que había dejado pro ser tan descuidada y desesperada. por él.
En aprobación y recompensa por tu obediencia viste como movía su mano hacia la comida, y lo clavó como antes, pero ahora lo extendió a tus labios.
Él te iba a alimentar.
— Puedo comer sola.
— No, no puedes.
Gemiste contra el pedazo de carne que había extendido hacia ti, frotándolo contra tus labios para que tú le permitas alimentarte.
Abriste tus labios, y él introdujo la comida dentro, con cuidado. Deleitándose con la vista de tus labios, abriéndose para él, saboreando la carne, masticando y el sonido det u garganta al tragar.
Cada pedazo él lo llevó a tus labios con sus garras, con tanta delicadeza como un hombre bestia podría ser.
Medio plato pro terminar, y decidiste simplemente mirar hacia arriba, a sus ojos, te encontraste con una sorpresa, su máscara ahora denotaba un ligero bulto, abre los ojos con sorpresa, könig estaba aún introduciendo comida y no bajó la mirada.
Tus labios entreabiertos, pupilas contraídas por la sorpresa y la ansiedad constante, tu corazón acelerado una vez más.
Tu rostro se formó una pequeña mueca de sorpresa y temor, su rostro también había cambiado debajo de su máscara, lo sabías.
— Respektloses kleines Mädchen.
König sisea con un gruñido bajo, y profundo, sus ojos como dagas afiladas que amenazan con cortar tu garganta, rápidamente mete el pedazo a tu boca, con la sorpresa, casi te ahogas.
Él te maniobro, tu espalda chocando con su abultado pecho y tu trasero sentía aún más su masculinidad apuntando hacia ti.
Estabas por escupir el trozo de comida, pero el cubrió tu boca, solo te dejo toser contra su enorme pata, masticaste como pudiste y tragaste el pedazo, jadeando y sudando, tus ojos llorosos por el esfuerzo, y su pata y garras sobre tu rostro. , era caliente, y muy suave, su pelaje, olía a pino, y tierra húmeda, olores agradables y frescos que te hicieron sentir fresco, contrastando mucho con toda la situación.
Suspirando temblorosamente, abres tus ojos, ahora estabas completamente frente a la enorme mesa, La otra pata de könig sostenía aún mejor tu vientre debajo de la tela.
Suspiraste, indicándole que ya podía soltarte, habías pasado el pedazo, pero no parecía siquiera prestarte atención, tu mano se movió hacia la suya, pasándola por sus nudillos con suavidad, tocando su pelaje directamente.
El cuerpo del príncipe se tensó notablemente al percatarse de tus movimientos, las garras sobre tu rostro se contraían y expandían de manera ansiosa, raspando la piel debajo con mucho cuidado.
El príncipe suspiro profundamente, inclinándose se más cerca, su máscara interfiriendo con su acceso a tu piel en la zona de la nuca. Pidió a la criada Elis específicamente un peinado alto para hacer eso, saborear. Se alejó de tu nuca con un gruñido lleno de fastidio y se acercó a tu oído.
— Prohibido, darte la vuelta, ¿me entiendes? ¿kleines Rehkitz?
El gruñó, su aliento caliente y pesado quemando tu oreja sonrojada.
Afirmaste con tu cabeza rápidamente, gimiendo contra su enorme pata sobre tus labios y gran parte de la mitad baja de tu rostro, una sensación de anticipación se arremolinó en tu estómago.
— Si te pillo observando, te arrancaré tus hermosos ojos...
Él susurró, moviendo su garra para cubrir tus ojos con toda de sus dedos gordos y horribles, llenos de un pelaje suave que te dejaba sin aliento.
— Después de tu hermosa lengua rosada....
El Gimió por lo bajo, subiendo su mano que antes estaba sobre tu vientre y cintura, moviendo la hasta tus labios, separando la carne pintada de un rojo intenso, metiendo un dedo dentro.
Gemiste, experimentando arcadas por la intromisión, tus mejillas se llenaron de un color más intenso, el sudor en tu diente, cuello, y entre tus senos, lo realmente preocupante en la situación eran sus garras, el miedo de ser desgarrada por dentro era horrible , sollozaste, queriendo cerrar tu boca, cerraste lentamente tus dientes sobre el enorme dedo que könig que fácilmente eran dos dedos tuyos, la saliva cubrió su dedo, pero no pareció inmutarse.
En cambio, introdujo aún más el dedo, con su garra completamente contraída, escondida par ano lastimarte, solo quería jugar, ronroneó contra tu oreja, ahogando gemidos de placer al sentir tu lengua y dientes alrededor de su dedo peludo.
— y por último...
König sacó su dedo de tu boca, hilos de saliva los unían, el pelaje compactado por el líquido de tu boca, jadeas, alegre de tener un respiro, aún su enorme pata cubría tus ojos, pero sabías que no te iba a hacer un daño. permanente.... Aún. Ese pensamiento te dio tiempo para relajar tu cuerpo tenso, por unos segundos antes de sentir como su enorme pata caliente se odiaba sobre la falta de tu vestido.
Tocó ligeramente por encima antes de sumergir sus garras entre las capas y capas de la falda, soltaste un grito, asustada, el te hizo callar inclinado tu cabeza hacia atrás, la parte posterior de tu cabeza sobre su musculoso pecho, tu cuello, pechos y vientre a su disposición, bajo su mirada depredadora.
Desgarró la tela lo suficiente para llegar a la última capa de la falda, justo antes de llegar a tu ropa interior se detuvo y solo acunó tu pelvis y feminidad en su enorme pata. Enviando oleadas de electricidad por todo tu cuerpo, arqueado, mientras tu hiperventilabas por la confusión y el placer, algo en esas acciones movían tus entrañas, deseando ver más, sentir más.
— Te romperé las piernas para que no puedas huir nunca de aquí.
Soltó en un gruñido, apretando mas su agarre contra tu entre pierna, te quedaste entrecortadamente, el calor que te rodeaba era tanto como acogedor como amenazante.
En un intento por equilibrar tus sentidos moviste una mano para ponerla sobre la que acunaba tu coño que comenzaba a humedecerse pero la adrenalina.
— no voy a mirar... Promesa.
Susurraste, escuchando un ronroneó, dejó de acunar tu coño lentamente, subiendo por tu pelvis, vientre, pechos clavícula y alejar su toque,. Un sonido de tela desprendiéndose sino a ti lado, segundos después el príncipe liberó tus ojos.
Dejando que los abrieras, estabas mirando al frente, la pata de könig se movió al frente de la mesa, con la máscara entre sus garras, colocándola justo al lado de tu plato lleno con 1/4 de comida.
— tripa, Mein hübscher Bürger..
El príncipe se quitó la máscara, y la colocó justo frente a ti, movió su enorme pata peluda hacia la comida para atravesarla de nuevo y la llevó a tus labios.
Sin objeciones abres tus labios y te inclinas más cerca para seguir comiendo. Al hacerlo, la lengua de könig se arrastró sobre tu nuca, jadeas con el pedazo en la boca.
- Gotter....
Él Gimió en su lengua materna, acercándose poco después para restregar su.... Hocico en el costado de tu cuello, oler la piel debajo y ronronear, si así se le podría llamar. No dejó de alimentarte en ningún momento, manteniendo su agarre firme sobre tus caderas.
Miraste la comida buscando una distracción lo suficientemente entretenida para no gemir ni darle el placer de escuchar tus ruidos vergonzosos. Nada funcionó, también su protuberancia no dejaba de ser una molestia, frotándose contra tu trasero.
Te estabas volviendo loca. Él te estaba volviendo loca.
Ser un hombre bestial increíblemente testarudo y grande debería ser un pecado.
Y también gustar de eso.
— Du musst essen, deine Wunde heilen.
El príncipe deliró, contra tu nuca.
— Denn Sie werden Ihre ganze Energie brauchen, um meiner Forderung zu widerstehen.
La adrenalina te recorrió, el significado de sus palabras no podría ser bueno.
Agradezco sus likes y reblogs, para mas contenido, gracias por el apoyo <3
41 notes · View notes