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#masacre en el tren
xarliclub · 10 days
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Kill #MasacreEnElTren Una película India de trancazos en un tren, nos da las mejores escenas de peleas del 2024. Ya en cines
xarliclub #movie #movies #cine #cinema #film #films #peli #pelis #pelicula #peliculas #tv #cinemastodon #filmsky 🎬
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balkyssvt · 2 years
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Un poco de morbo
¿Qué es aquello que, conociendo su origen, les genera morbo cuando lo imaginan de una forma retorcida y bizarra?
Desde el anuncio, y posterior estreno, de la película de Winnie The Pooh: Blood and Honey, no he dejado de pensar en la pregunta anterior y de recordar aquellas cosas que, vistas desde un punto de vista retorcido, no generan otra cosa que no sea un morboso interés en ellas.
Hablando de la película que mencioné anteriormente, por ejemplo, no es solo lo retorcidos que los personajes de la historia que vemos en pantalla lucen, sino el como hasta su origen parece estar bastante alejado de algo bueno y gentil (aunque, bueno, nunca se menciona verdaderamente el origen de Pooh y compañía en la película, así como tampoco el que son — ya que solo los nombran "cruzas") me hacen pensar en el que tan loco y bizarro se puede poner un universo ficticio dónde impera "lo bueno".
Otro buen ejemplo que se me viene a la mente, y que me gustaría compartir en este espacio por lo bizarro que me parece, es lo ocurrido con el mundo mágico de Harry Potter una vez que se descubre un terrible complot que lo involucra, todo esto parte de lo último de la mítica historia de la novela gráfica The League of Extraordinary Gentlemen¹ (o La Liga de los Caballeros Extraordinarios, o La Liga Extraordinaria) del gran Alan Moore.
1.- Porqué sí, la "memorable" película está inspirada en una novela gráfica que NO se asemeja en nada, NADA, al producto cinematográfico.
En esta historia escrita e ilustrada por Alan Moore, se nos cuenta que "el niño que vivió" (o Harry Potter², para los cuates) es 🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁🥁 EL ANTI-CRISTO (¡Chan chaaan chaaaaaan!) y que él llevó a cabo una masacre en la escuela de magia y hechicería, así como en Hogsmeade³ y en la plataforma 9-3/4 hasta llegar a la casa de sus tíos, muy probablemente matarlos⁴ y hacerla desaparecer con un hechizo, pero no sin antes realizar una serie de destrozos — que incluyen entre ellos fusionar a gente inocente con el tren que iba desde Londres hasta Escocia, lugar donde se encontraba la escuela en este universo.
2.- Nunca se dice el nombre de éste de forma implícita, pero es más que obvio que el personaje es Harry Potter.
3.- Es un pueblecito cercano a la escuela y que es introducido formalmente en las películas a partir de la tercera entrega de la saga.
4.- No se sabe que fue lo que hizo Harry con sus tíos o si estos habían dejado su casa. Es por la falta de información y la masacre causada por Potter que digo que él los mató para luego quedarse con la casa.
Aquí unas imágenes extraídas de la fandom wiki que muestran como quedó Hogwarts, tanto por dentro como por fuera, el como quedó la plataforma 9-3/4, así como lo que quedó de Hogsmeade y unos breves fragmentos de lo ocurrido, todo visto desde la perspectiva de Potter:
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principedelinfierno · 3 months
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POLÍTICA
No me gusta hablar de política porque siempre acabo haciendo corajes, pero esa vez necesito decir unas cosas sobre las elecciones de este año y otras cosillas
Los chairos tienen el cerebro atrofiado, diciendo "si" a todo lo que el partido diga, nunca se cuestionan nada y son conformistas, hablar con ellos es como hablar con la pared, sucede alguna desgracia y le hechan la culpa a otros partidos de derecha pero nunca al que está gobernando porque para ellos Morena es perfecto y si te dicen que eres feliz es porque tú debes serlo aunque no te sientas así, les dices que no estás de acuerdo con Morena y ya creen que eres un Prianista cuando la verdad no es así, el que yo critique a la 4T no quiere decir que sea un facho, no tienen mentalidad propia, el presidente piensa por ellos y como borregos dirán "Es un honor estar con Obrador, "Arriba la 4T" al unísono como si estuviéramos en una maldita DICTADURA y para rematar el hijo de puta de López Obrador invita nuestra nación "democrática" a dictadores comunistas como Maduro, Evo Morales, es completamente surrealista de no creer.
Los chairos que defienden la 4T y ni siquiera viven en el país, más que nada los mojados que están en Estados Unidos, a ver cabrones, ¿Si tan contentos están con este mandato porque no se vienen para acá a disfrutar lo votado? bola de hipócritas vende patrias, una completa barbarie, hay más homicidios que nunca pero los chairos te saldrán con la ya tan gastada "Pero pasa en todo el mundo" o que tal de está "No solo México si no todos los países también" cuando se comete una masacre, violación, accidente fatal, para los chairos la violencia esta tan normalizada, que la defienden y culparan a terceros pero nunca harán responsable al presidente (y que no les sorprendan que defiendan a la nueva presidenta, "cof cof" la línea 12).
La tala de la selva maya para un tren pedorro que casi nadie usa y que derivó en la primavera más caliente en la historia de México, está situación me tiene hastiado, no puedo creer lo ignorante que sea la izquierda, nunca estuve de acuerdo con el presidente y no lo estaré con la presidenta y mucho menos con Morena, ¡que se jodan!
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elespectadorfanatico · 3 months
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🍿 TÍTULO: KILL, MASACRE EN EL TREN
🎥 ¿De qué se trata? Cuando el comando de las fuerzas especiales Amrit descubre que su verdadero amor, Tulika, está comprometida en contra de su voluntad, aborda un tren con destino a Nueva Delhi en una audaz misión para detener el matrimonio arreglado. Pero cuando una banda de ladrones fuertemente armados, liderados por el despiadado Fani comienza a aterrorizar a los pasajeros inocentes del tren, Amrit los enfrenta en una matanza temeraria para salvar a quienes lo rodean. 🎞 ¿Cuál es su duración? 1 hora y 55 minutos
🎬 ¿Cuál es el reparto? Lakshya, Raghav Juyal, Tanya Maniktala, Abhishek Chauhan, Ashish Vidyarthi, Adrija Sinha, Harsh Chhaya, Parth Tiwari
🎟 ¿Dónde se puede ver? Según confirmó BF Distribution, la película dirigida por Nikhil Nagesh Bhat se estrena en cines el próximo 5 de septiembre.
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eurekadiario · 1 year
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Periodista del Reino Unido arrestado por “malinformación” después de exponer la verdad sobre el aplauso nazi de Trudeau
Un periodista independiente británico fue arrestado después de exponer la verdad sobre el elogio del parlamento canadiense a un miembro nazi ucraniano de las Waffen-SS, mientras la policía británica toma medidas drásticas contra cualquiera que comparta noticias no convencionales en Internet.
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El gobierno británico ha ordenado a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que comiencen a arrestar y procesar a los ciudadanos que comparten opiniones no convencionales en línea con las que los verificadores de datos no están de acuerdo. Tras la aprobación del proyecto de ley de seguridad en línea la semana pasada, las autoridades del Reino Unido ahora tienen el poder de castigar a los ciudadanos que compartan cualquier cosa considerada "odiosa" o etiquetada como "desinformación" en las redes sociales.
Warren Thornton estaba presentando una edición de su podcast The Real Truth la noche del domingo 24 de septiembre cuando agentes de policía llamaron a su puerta.
El videobloguero ha criticado en las redes sociales el apoyo de la OTAN a Ucrania en su conflicto con Rusia. También ayudó a exponer la historia nazi de Yaroslav Hunka, residente de Ontario, de 98 años, quien recibió una gran ovación en la Cámara de los Comunes de Canadá la semana pasada durante un discurso del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky por invitación del primer ministro Justin Trudeau.
La invitada Fiona Ryan contó cómo Thornton “desapareció” 20 minutos antes de que terminara el programa, mientras hablaba con su compañero invitado Johnee, presentador del canal de YouTube Café Revolution con sede en Donetsk, en la primera línea del conflicto con Ucrania.
Cuando le envió un mensaje de WhatsApp a Thornton después de que terminó la transmisión web para preguntarle qué sucedió, él le respondió con la única palabra "policía".
Informe Sputnik: Thornton confirmó que agentes de la Unidad de Delitos Cibernéticos regional lo “invitaron” a ser “entrevistado”. Cuando se negó, lo arrestaron y lo llevaron a una comisaría de policía en Bristol, a muchos kilómetros de su casa.
Allí intentaron presentarle una amonestación formal por “desinformación” en relación con 16 vídeos que había publicado en las redes sociales.
Thornton dijo que los oficiales que lo interrogaron se pusieron “nerviosos” cuando les preguntó a qué videos en particular se oponían. Agregó que su abogado “los hizo pedazos” y exigió a la policía “acusarlo o liberarlo”.
Finalmente fue puesto en libertad sin cargos ni medidas cautelares el lunes, y le quedó un largo viaje en tren a casa.
Varios de los vídeos presentados por Thornton analizaban el conflicto en Ucrania, centrándose en el fracaso de la contraofensiva de Kiev y su bombardeo indiscriminado de zonas civiles. Otro discutió las pruebas presentadas por el Ministerio de Defensa ruso sobre el programa de biolaboratorios de Estados Unidos en Ucrania, vinculándolo con la pandemia de COVID-19.
Uno en particular, titulado “Espías, mentiras y mercenarios”, expuso cómo agentes de inteligencia franceses estaban trabajando con militantes extranjeros en Kiev ya en 2020, dos años antes del conflicto con Rusia. Otro profundizó en la invitación de la semana pasada del nazi ucraniano Yaroslav Hunka al parlamento canadiense.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hunka fue miembro de la notoria 14.ª División de Granaderos de las Waffen-SS Galicia, una unidad de colaboradores ucranianos reclutados por los ocupantes nazis que participaron en masacres de la población civil. Después de la derrota del Eje en 1945, Hunka estuvo entre los miles de nazis ucranianos que emigraron a Canadá, antiguo aliado de la Unión Soviética, incluido el abuelo de la ministra de Asuntos Exteriores y viceprimera ministra Christia Freeland.
Trudeau se disculpó por la indignación el lunes, antes de intentar centrar la atención en la supuesta “desinformación rusa”.
El incidente pone de relieve las preocupaciones de los defensores de la libertad de expresión sobre el proyecto de ley de seguridad en línea, que actualmente se debate en el Parlamento, que podría utilizarse para reprimir a los comentaristas que critican la línea oficial del gobierno.
En un vídeo publicado en la red social X (anteriormente Twitter), que ya fue retirado, Thornton dijo que “ser retirado e interrogado por ‘desinformación’ es todo un honor”.
Señaló que “la desinformación ocurre cuando sabes que algo es mentira y lo publicas. La desinformación ocurre cuando no sabes que algo es mentira y sigues adelante y lo publicas”.
"La 'desinformación' es cuando sabes que algo es completamente cierto, lo publicas y consideran perjudicial sacarlo de la esfera privada y ponerlo en la esfera pública", argumentó Thornton.
Señaló que los periodistas tienen el “deber” de exponer los delitos, las irregularidades, los riesgos para la salud y la seguridad públicas y evitar que las personas sean engañadas por figuras públicas.
"Así que muchas gracias por demostrar que los 16 vídeos que estaban investigando son total y absolutamente ciertos", dijo Thornton a la policía, señalando que "no se estaban tomando más medidas" contra él.
“No hay manera de que guardemos silencio y seguiremos diciéndole a la gente la verdad”, prometió Thornton. "Les corresponde demostrar que lo que estamos haciendo no beneficia al público".
Hizo hincapié en que su cobertura crítica y la de otros sobre el conflicto por poder de Occidente con Rusia en Ucrania era vital en interés de la humanidad, y que tenía derecho a señalar violaciones del Artículo 39 de la Carta de las Naciones Unidas, que exige una respuesta a "cualquier amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión', de lo que creía que "todos los miembros de la OTAN han sido culpables".
“Necesitamos detener las matanzas y todo el dinero que fluye hacia esta gente lunática y esta guerra lunática que se libra en nombre de estos lunáticos en el poder”, dijo Thornton.
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codigo-urbe · 1 year
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La primera masacre del Tren de Aragua
“Además de la matanza, querían generar zozobra y miedo” El 9 de setiembre del 2019 una noticia misteriosa y macabra conmocionó al país. Restos humanos habían sido hallados en la vía pública en bolsas plásticas y de rafia repartidas en dos puntos de San Martín de Porres y otro en el Rímac. No se sabía con exactitud quiénes ni cuántas eran las víctimas. Mucho menos la identidad de los asesinos. La…
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cuidarelplaneta · 1 year
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Sangre en el Hielo
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EN EL PERÍODO comprendido entre las dos campañas balleneras, Greenpeace abrazó otra causa: la caza de cachorros de foca groenlandesa en Terranova. Todos los años mueren cientos de miles de focas, sobre todo a manos de cazadores profesionales de Noruega y Canadá. Los cazadores caen sobre los cachorros en febrero y marzo, cuando sólo tienen unas semanas de edad, los golpean con un palo en la cabeza y les arrancan la piel inmediatamente.
A mediados de la década de 1270.al Intensa caza había reducido la mitad la población de focas. Los pueblos nativos y los primeros colonizadores de aquellas tierras cazaban focas adultas para aprovechar la carne, la piel y el aceite, pero los cazadores profesionales, que actuaban desde hacía muchos años sin cuotas. sólo querían las pieles para hacer abrigos, guantes, complementos forrados de piel, botas de esquí y otros artículos «de lujo»
La opinión pública ya había reparado en las carnicerías de focas años atrás, irónicamente gracias a una película de promoción turística de Quebec; los espectadores de Canadá y EE.UU. contemplaron conmocionados una secuencia, ideada por reflejar la vieja
lucha entre el hombre y la naturaleza, que recogía la muerte a palos de focas recién nacidas.
Entre aquellos espectadores estaban Walrus Oakenbough y Paul Watson, que habían hablado de la caza de focas a bordo del Phyllis Cormack durante el viaje de San Francisco a Vancouver en la fase final de la expedición contra los balleneros de 1975. Su idea era
viajar a Terranova y tratar de detener la masacre rociando a las focas con un tinte verde inocuo, para que las pieles perdieran todo valor a ojos de los cazadores.
El 2 de marzo de 1976 partió de Vancouver la primera expedición de Greenpeace para salvar a las focas; atravesaron el país en tren hasta Nueva Escocia, cruzaron a Terranova en un transbordador y viajaron por carretera hasta el puerto de St. Anthony, en el extremo de la isla. Allí les esperaban dos helicópteros que habían alquilado para trasladarse a las masas de hielo.
El invierno estaba avanzado y barrían la zona furiosas tempestades de nieve. En varias ocasiones, la furgoneta en que viajaban se salió de la estrecha y resbaladiza carretera de St. Anthony, donde la temperatura había descendido hasta – 20°C. Como si el pésimo tiempo no fuese suficiente, los expedicionarios de Greenpeace se encontraron con una banda de furiosos habitantes de Terranova bloqueando la carretera de acceso a la población. La furgoneta de
Greenpeace se detuvo lentamente, y la multitud empezó a empujar. tratando de volcarla. Pero la violencia se extinguió pronto, y se organizó una reunión para la noche siguiente en la que cada Insignia de protesta La campaña de Greenpeace llamó la atención sobre la inhumana muerte de las focas de las partes podría exponer su caso.
Los habitantes de Terranova no fueron los únicos molestos por la interferencia de Greenpeace. El gobierno canadiense había promulgado apresuradamente un decreto en virtud del cual era ilegal rociar a las focas, y prohibió desplazar a los cachorros e interponerse entre ellos y los cazadores. Los activistas se enfrentan ahora a la perspectiva de acabar en la cárcel. «Parecía aconsejable», recuerda Hunter, «cambiar de táctica, y deprisa».
En una agria reunión a la que acudieron 400 personas, Hunter anunció que, como gesto de deferencia hacia los residentes de St. Anthony, Greenpeace había decidido abandonar la idea de rociar a las focas y entregaría el tinte al día siguiente. La decisión fue controvertida, y causó protestas entre los partidarios de Greenpeace, que la veían como una rendición. La oficina de Greenpeace en Vancouver quedó bloqueada por las llamadas de donantes que reclamaban la devolución de su dinero. Pero Greenpeace no tenía intención de rendirse. Su nueva táctica consistía en centrar la atención sobre las flotas de cazadores profesionales noruegos.
Para entonces, St. Anthony ya estaba lleno de periodistas y fotógrafos procedentes de Alemania, Canadá y EE.UU. Cuando David McTaggart llegó desde Francia, llevaba consigo un equipo de televisión y un fotógrafo de una agencia de prensa internacional. 
El 15 de marzo, los helicópteros de Greenpeace despegaron de la base de Belle Isle, a unos 50 km al norte de St. Anthony, rumbo a la zona de operaciones de los noruegos. Como estaba prohibido aterrizar a menos de 800 metros de las focas, tuvieron que avanzar a pie, a través de hielos movedizos, hasta los terrenos de caza.
Originally published at https://cuidarelplaneta.com/ Juny 21, 2023.
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magistercomunica · 2 years
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🔴SUCEDIO HOY! URGENTE HACE UNAS HORAS! MIRALO ANTES QUE LO BORREN 
| NOTICIAS VENEZUELA HOY 20 DE ENERO 2023 |
NO TE LO PIERDAS!! https://youtu.be/sJaVLJ24Zkg
Favor Mirar, Comentar y compartir el link del video! Gerardo Blyde asegura que la delegación negociadora de la oposición “no tiene fracturas” Alto Comisionado de la ONU para DDHH planea visitar Caracas la próxima semana Venezolanos necesitan casi 64 salarios mínimos para costear la canasta básica Rodríguez Zapatero visitó nuevamente Caracas y se reunió con Maduro Alcalde de Buenos Aires se reunió con venezolanos y repudió la visita de Maduro Por una gorra amarilla cayó en Colombia alias “Masacre”, criminal del Tren de Aragua Winston Vallenilla se guindó con pleitesías a un nuevo cargo en la Asamblea chavista
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ivanreycristo · 2 years
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..x cierto..VIRGINIA MAESTRO..hoy GOOGLE FOTOS me recuerda q hace 8 años en SEVILLA..fotografié una Bici BOOMERANG [q me recuerda al cd ROCKNROLL BUMERANG de MIGUEL RIOS pionero Cantante de ROCK en ESPAÑA junto al malogrado Bruno LOMAS y a q el nombre de KYLIE en EXTERMINADOS ABORIGENES significa la q SIEMPRE VUELVE como EL BUMERANG y a la q RECOMIENDO para PURIFICARSE y EVITAR UN NUEVO CANCER q me de el millón de DOLARES q la pagaron unos MAFIOSOS RUSOS x actuar ante ellos LA NAVIDAD DE 2004 en LONDRES saliendola CANCER A CONTINUACION..también puede DONARME TODO LO Q GENERO CON ANDRES VELENCOSO..PUEDE PONER COMO CONCEPTO MANAGER O PROXENETA..en AMBAS COSAS HE SIDO SIN QUERER O A TRAICION ]..TAMBIEN EL RELOJ EN ROJO O ARDIENDO DEL PUB O'CLOCK DE LONDRES Y UN PORTAL DE BELEN O DE UN CUENTO PARA NIÑOS Q PUEDE SALIR AUN MAS CARO
X cierto..la bici BOOMERANG esta frente a A LA ALACENA [canción de HEROES DEL SILENCIO] de SAN ELOY [en cuyo bar me fotografié con entrenador CAPARROS nacido en UTRERA=grupo los MUERTOS DE CRISTO y malogrado J.A. REYES y el cual hizo debutar a malogrado PUERTA q tenía embarazada a su novia 20 años mayor con sólo 22 años y q fue al FUNERAL con camiseta de GSUS=JESUS..y el cual tiene LEUCEMIA de lo q acaba de morir MIHAILOVIC o uno de los mejores lanzadores d Tiro LIBRE]
..también x otro lado y hace 6 años en MADRID fotografié una ENORME TUBERIA [supongo q de AGUAS FECALES] cruzando via de TREN con una pintada de CHARLIE'S o como llamaban los YANKEES a los VIETNAMITAS y que fusionan con CHARLES MANSON en la peli APOCALIPSIS NOW con la frase CHARLIE DON'T SURF y con una REVISTA con la NOTICIA de la MASACRE q dicen mando hacer en CIELO DRIVE O MANSION DE ROMAN POLANSKY y con la camiseta de AXL ROSE con su CARA y dicha frase a la espalda de la q hicieron canción THE CLASH en su cd SANDINISTA q incluye IVAN MEETS GI JOE
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poetastroo · 4 years
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UN REGALO PARA ROSA
¡Rosa! Te conozco desde que era un niño. y ahora tengo el doble de edad que tenias cuanto te golpearon hasta matarte en enero de 1919, pocos meses después de que fundaste junto a Karl Liebknecht lo que se convertiría en el Partido Comunista Alemán.
Sueles aparecer en una pagina que estoy leyendo y a veces en una que intento escribir; vienes con un movimiento de cabeza y una sonrisa. Ni una simple pagina ni ninguna de las cárceles en que te encerraron una y otra vez pudo jamás contenerte.
Quiero enviarte algo. Antes de que llegara a mi, ese objeto se hallaba en la ciudad de Zamosc en el sudeste de Polonia. En la ciudad en la que naciste y donde tu padre tenia una maderera. Pero la relacion del objeto contigo no es tan simple como eso. 
El objeto perteneció a una mujer polaca, amiga mía, Janine. Vivía sola, no en el barrio elegante en el que pasaste tus dos primeros años sino en una pequeña casa en los suburbios de la ciudad. 
La casa y el jardín de Janine estaban repletos de macetas. Había macetas hasta en el piso de su dormitorio. Y cuando tenia visitas, nada le gustaba mas que señalar; con sus ancianos dedos de trabajadora, la particularidad distintiva de cada una de sus plantas. Eran su compañía. Ella hacia comentarios y bromas con ellas.
Pese a que no hablo polaco, en el pais europeo que me siento mas como en casa es en Polonia. Comparto con los polacos algo así como su orden de prioridades. A la mayoría de ellos no les interesa el poder porque han vivido bajo cualquier poder de mierda que podamos concebir. Permanentemente inventan estrategias para enfrentar los problemas. Respetan los secretos. Son muy memoriosos. Preparan sopa de acedera con la acedera exacta. Quieren ser alegres.
Tu dices algo semejante en una de las enojadas cartas que escribiste en prisión. La autocompasión te irritaba y estabas respondiendo a la lastimera carta de un amigo. "Lograr ser humano”, decías, “es lo mas importante de todo. Y eso significa mantenerse firme, lucido y alegre, si, alegre, pese a todo y pese a cada cosa, pues quejarse es el recurso de los débiles. Ser un ser humano implica entregarte por completo y desmesuradamente a tu destino si hiciera falta y al mismo tiempo disfrutar la luminosidad de cada día y la belleza de cualquier nube que pase”.
Durante los últimos años se ha desarrollado en Polonia una nueva profesión y a cualquiera que la ejerza se lo llama stacz, que significa “ocupa el lugar”. Se le paga a un hombre para que se ponga en una cola y tras un largo tiempo (la mayoría de las colas son muy largas), cuando el stacz esta cerca del comienzo de la fila, uno ocupa su lugar. las colas pueden ser por comida o por útiles escolares, algún tipo de permiso, el sello gubernamental en algún documento, azúcar, botas de goma...
Se imaginan muchos recursos a la hora de tener que sobrevivir.
A comienzos de los setenta, mi amiga Janine decidió viajar en tren a Moscú, tal como había hecho recientemente mucho de sus vecinos. No era una decisión fácil de tomar. Apenas un año o dos antes, había tenido lugar la masacre de Gdansk y de otros puertos, donde centenares de trabajadores de los astilleros en huelga habían sido reprimidos a balazos por los soldados y los policías polacos a las ordenes de Moscú.
Previste, Rosa, los peligros implícitos en la manera bolchevique de pensarlo todo; lo viste ya en 1918, en tu comentario sobre la Revolucion Rusa. “La libertad es solo para los funcionarios del gobierno, para los miembros del partido. A pesar de que no son pocos, la libertad no alcanza a todos. La libertad es siempre la libertad del que piensa diferente. No como consecuencia de ningún concepto de justicia, sino a causa de que todo aquello que es instructivo, purificador y amplio en la libertad política depende de este aspecto esencial. Y su efectividad se desvanece cuando la libertad se transforma en un privilegio de pocos”.
Janine se tomo el tren rumbo a Moscú para comprar oro. El oro costaba allí la tercera parte que en Polonia. Al dejar atrás la estación de Bielorruski, logro encontrar la calle en la que los joyeros autorizados ofrecían anillos. Había ya una larga cola de otras “extranjeras” esperando a ser atendidas. Para garantizar la equidad y el orden, cada mujer llevaba un numero escrito en la palma de la mano que indicaba su lugar en la fila. Había un policía que controlaba los números. Cuando finalmente le llego su turno, Janine, con sus rublos ya preparados, pudo comprar tres anillos de oro.
En su camino de regreso a la estación, descubrió el objeto que deseo enviarte, Rosa. Solo costo 60 kopec. Sintió el impulso irresistible de comprárselo. La entusiasmo que fuera tan extravagante. Podría conversar con sus macetas.
Tuvo que esperar un buen tiempo en la estación para regresar en tren. Conoces bien, Rosa, esas estaciones rusas que se transforman en campamentos para pasajeros sometidos a una espera infinita. Janine se puso un anillo de oro en el cuarto dedo de la mano izquierda, los otros se escondieron en zonas mas intimas. Cuando llego el tren y luego que se hubo subido a el, un soldado le ofreció un asiento en un rincón mientras ella suspiraba de alivio: podría dormir. No tuvo problemas en la frontera.
Al llegar a Zamoc, vendió los anillos por el doble de lo que le habían costado y aun así seguían siendo considerablemente mas baratos que cualquiera que pudiera comprar en un negocio polaco. Tras deducir el costo del pasaje, Janine hizo una pequeña diferencia.
Puso en el alfeizar de la cocina el objeto que deseo enviarte.
“El objetivo de una enciclopedia es reunir todo el conocimiento disperso por la faz de la Tierra, para mostrar su sistema a las personas con las que vivimos y transmitirlo a la gente que viva después de nosotros, de manera tal que la obra de los siglos pasados no resulte inútil para los siglos por venir, que nuestros descendientes, al estar mejor informados, pueden resultar mas virtuosos y vivir mas felices...”.
Diderot explica así en 1750 la enciclopedia que ha ayudado a crear.
El objeto en el alfeizar de Janine tiene algo de enciclopédico. Es una caja de cartón angosta del tamaño del cuanto de una hoja de papel. Sobre la tapa se ve un grabado en colores de un papamoscas acollarado bajo el cual se leen dos palabras escritas en cirílico: PAJAROS CANTORES.
Abre la tapa. Dentro hay tres filas de cajas de fósforos, con seis cajas en cada fila. y cada caja lleva un grabado en colores de un pájaro cantor diferente. Dieciocho cantarines diferentes. Y debajo de cada grabado se lee en letras pequeñas el nombre del ave en ruso. Tu que escribías con furia en ruso, polaco y alemán habrías podido leer esos nombres. Yo no puedo hacerlo. Puedo adivinarlos basándome en mis vagos recuerdos de observador de aves.
Es extraño el placer de identificar un pájaro mientras vuela sobre nosotros o desaparece detrás de un seto, ¿no es así? implica una rara y momentánea intimidad, como si en ese instante de reconocimiento - a diferencia del estruendo y la confusión de que rodea a otros acontecimientos-, uno se dirigiera al pájaro por su particular apodo: ¡Aguzanieves! ¡Aguzanieves!
De los dieciocho pájaros representados tal vez logro reconocer cinco.
Las cajas están repletas de fósforos cuya cabeza es de un verde muy llamativo. Sesenta en cada caja, los segundos que hay en un minuto, los minutos que hay en una hora. Todos son una llama en potencia.
“La clase proletaria moderna”, has escrito, “no lleva adelante su lucha de acuerdo a un plan formulado en un libro o en una teoría, la lucha del obrero moderno es una parte de la historia, una parte del progreso social. Y, en medio de la historia, en el medio de los avances, en medio de la lucha es donde aprendemos cual es la manera de pelear”.
Sobre la tapa de la caja de cartón se lee una breve nota explicativa destinada a los coleccionistas de fósforos ( se los conoce como filuministas) de la URSS en la década de 1970.
La nota brinda la siguiente información. En términos evolutivos, los pájaros precedieron a los demás animales, actualmente hay en el mundo aproximadamente cinco mil especies de pájaros; en la Unión Soviética es posible hallar cuatrocientas especies de pájaros cantores, en general es el macho el que canta. Los pájaros cantores han desarrollado cuerdas vocales al final de la garganta; suelen anidar en arbustos, arboles o en el suelo; son de una gran ayuda para agricultores pues se alimentan de hordas de insectos a los que eliminan. recientemente se han identificado tres nuevas especies de gorriones cantores en areas remotas de la Unión Soviética.
Janine puso la caja sobre el alfeizar de la cocina. Le daba placer y durante el invierno le recordaba el canto de sus pájaros.
Cuando estuviste presa a causa de tu vehemente oposición a la Primera Guerra Mundial, prestaste atención al pajarillo azul “que siempre se quedaba cerca de mi ventana, llegaba con los demás para comer y con entusiasmo cantaba su divertida cancioncita, tsi-tsi- bay, que sonaba como la broma traviesa de un niño: siempre me hacia reír y le habría respondido de la misma manera. Luego el pájaro desapareció junto a sus amigos a comienzos de este mes, sin dudas para buscar sitio donde poder anidar. Ayer sus notas reconocibles llegaron repentinamente del otro lado del muro que separaba nuestro sector de otra parte de la prisión, pero sonaban considerablemente alteradas, pues el pájaro exclamo tres veces en breve sucesión, tsi-tsi-bay, tsi-tsi-bay,tsi-tsi-bay , y luego todo siguió igual. Llego a mi corazón porque había allí de modo muy expresivo en la melodía que venia de la distancia la historia completa de la vida de los pájaros”.
Tras varias semanas, Janine decidió ubicar la caja en la despensa debajo de las escaleras. Esta despensa le parecía una especie de refugio, lo mas próximo que tenia a un sótano y guardaba allí lo que llamaba sus reservas. 
Esas reservas consistían en una lata de sal, otra de azúcar para cocinar, una lata mas grande de harina, una pequeña bolsa de granos de trigo y fósforos. Muchas amas de casa polacas mantienen estas reservas para asegurarse una mínima previsión para los días en que los negocios cierren sin aviso, durante alguna crisis en el pais, y que no tengan nada en la alacena.
La siguiente de esas crisis llegaría en 1980. Volvió a iniciarse en Gdansk, cuando los trabajadores entraron en huelga como protesta contra el aumento de los precios de los alimentos. Su acción fue el punto de partida del movimiento nacional de Solidarnosc, Solidaridad, que termino por hacer caer al gobierno.
“La clase moderna”, escribiste toda una vida antes, “no lleva adelante su lucha de acuerdo a un plan formulado en un libro o por una teoría, la lucha del obrero moderno es una parte de la historia, una parte del progreso social. Y, en medio de la historia, en el medio de los avances en medio de la lucha es donde aprendemos cual es la manera de pelear”.
Cuando murió Janine en 2010, su hijo Witek descubrió la caja en la despensa debajo de las escaleras y la llevo a Paris donde trabajaba como plomero y albañil. La trajo para dármela. Somos viejos amigos. Nuestra amistad se inicio jugando a las cartas una tarde tras otra. Jugábamos a un juego ruso y polaco llamado Imbecile. Las reglas marcan que el primero que pierde todas sus cartas es quien gana. Wirek imagino que la caja me despertaría curiosidad.
Reconocí uno de los pájaros en la segunda fila de cajas de fosforo: era un pardillo con su pecho rosado y las dos manchas en la cola. ¡Tsui! ¡Tsui!... Es frecuente que muchos de ellos canten juntos en lo alto de una planta.
“Quien se esforzó mas por que recuperara la razón fue un pequeño amigo cuya imagen estoy enviando en sobre cerrado. Ese camarada con su pico erguido y desafiante y con mirada de saberlo todo es conocido con el nombre de Hypolais hypolais, o en lenguaje cotidiano el ave del árbol o el bromista del jardín”. Fuiste encarcelada en Poznan en 1917 y es así como sigue en tu carta: “Este pájaro es casi una rareza. No canta una canción ni una melodía como los demás pájaros, pero, gracias a dios, es un orador publico y ejerce su oficio con firmeza, pronunciando sus discursos en el jardín con una voz alta y plena de un entusiasmo dramático, combinando suaves transiciones con pasajes de un elevado pathos. Formula preguntas mas imposibles, luego se apura a responderlas el mismo, por el absurdo, por medio de las afirmaciones mas temerarias, refutando ardientemente posiciones que nadie ha sostenido, acusa a través de la abierta ventana y de pronto exclama con aire de triunfo: “¿no se los había dicho?,¿no se los había dicho?". Inmediatamente después de eso advierte que quiera escucharlo o no. “¡Ya lo verán! ¡Ya lo verán!” (Tiene el astuto habito de repetir dos veces cada dicho ingenioso)”.
Rosa, la caja de cartón esta llena de fósforos.
“Las masas" escribiste en 1900. “son en realidad sus propios lideres, creando dialécticamente sus propios caminos...”
¿Cómo puedo mandarte esta colección de cajas de fósforos? Los matones que te asesinaron lanzaron tu cuerpo mutilado al canal de Berlín.  Lo encontraron en el agua estancada tres meses después. Algunos llegaron a dudar si era tu cadaver.
Puedo enviártela escribiendo estas paginas en estos tiempos oscuros. 
“He sido, soy, seré”, dijiste. Para nosotros tu vives en tu ejemplo, Rosa. Y es así, le estoy enviando la caja a tu ejemplo. 
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John Berger - Confabulaciónes.
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infacundia · 4 years
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una reseña apurada de los grundisse (homenaje a sara hebe)
la libertad es real aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos, al mundo de los muertos, al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o de la producción.
paco urondo (cárcel de villa devoto, 1973)
a whitney houston la mataron a natacha jaitt también las muertas que no hablan en los ecos del electro holográmico de tu año nuevo fantasmas que no invocan los sintetizadores del progresismo igual persisten porque de algo la luna se tiene que cargar al paso rampante del nuevo y decadente proyecto liberal pulsaciones toleradas con la estructura de la catástrofe
el espectáculo es mercancía su industria una mafia que mata encadena todo en serie sobredosis y bañeras imposibles genocidios asistidos bajo el material de la pantalla
que desdibuja toda prueba con flujos de información finanzas y divisas contra toda narrativa y percepción
posibles un baile retumba abajo de un cadáver la merca se inyecta como el dinero en hordas gordas como las cadenas de oro que chapean los traperos con su narcosimulacro bizarro de meritocracia empedernida llenan las pupilas de la era emocionante y deseante mientras las necesidades que se crean son el piso de la farsa del comercio del humo no estás ahí realmente sos el desvío de una hermenéutica blurreada para que cada cual bravee para siempre su guaracha
inane una reducción a símbolo de todo marginante moral energizante cultura de la nada ramo de yuyitos de los privilegios que le vendiste a tu empleada doméstica amaternada y a número de todos todos contra todos un ranking de acumulación originaria abre paso a tu poesía cansina de rudo canto mudo como si no fuera panfleto la intimidad la sensibilidad propia lugar común
las retóricas del todo y de la parte no abortan la negatividad en el palosanto malajunta la luna es un banco de esperma para hoyos secos en la tierra un disco plateado de bala en la noche
el trueno jipi de una nueva vida que se escucha tan de lejos circulando a pasos sendos y creeme que desoyen la manija del jinete y la goma seminada hay un proceso subjetivante ideologizante que no queremos ver en toda la bola pastiche de banderas que se acumulan un dedito en el ojal de la vergüenza pasto de ultrasonido bardeando las mágicas naranjas de un tren a punto descarrilado
cincuenta años son medio siglo medio siglo a la sombra del eco del reflejo de este engrudo setentoso reniega a sus penas de la nostalgia y la esperanza movimentar la historia también es fragmentarla contra la vida y el triste final de los ciclos de lucha por encima del empresariado el poder global de lo privado del sujeto automático no vas a palpar un algoritmo que te absorbe o te saca te traga y te hace caca te copia y reproduce en base a la matriz maldita que te mata remunerando sus causas naturales certificado de defunción funcional a lo normal natacha balbucea una verdad es aplastada por el circo de showmatch festejado por la insoportable masa nacional el mercado financiero tiraniza a millones de millones sin precisar forma alguna de personalidad y del otro lado
se valorizan señas particulares forjadas en una olla a presión publicitaria se reconfiguran modelos visibilizados para venta y consumo masivo recombinación wojak del viejo estereotipo bajo las luces encendidas en espacios vacíos cáscara rota de instituciones compostadas por el negocio inmobiliario y convertidas en activos desalojo imparable crecimiento brujo o especulativo estúpidos imberbes ya van a ver ya van a ver cuando venguemos la masacre de trelew desde una antena que recibe las fallas de este sistema y se oxida en un río sucio de agrotóxicos ceniza y purpurina
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smokiegxrl · 4 years
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━ 01.01 | Lost in Heaven (bts;au)
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                                                       『 Acto I 』
  La voz salía con cierta dificultad a través de su garganta. Dolía, poco a poco se sentía como ésta quemaba desde lo más profundo de su interior. Cada palabra rasgaba sus fauces, era como si aquel chico se estuviera dejando la vida en ello. Un par de transeúntes pasaron a su lado y quedando fascinados con el sonido de su guitarra acústica frenaron el paso para poder oír completa aquella canción; Poco a poco el público se congregó formando un pequeño pero cautivado medio círculo y, aunque Jungkook permanecía con los ojos cerrados, podía sentir como los corazones de toda esa gente latían al ritmo de su música. Se sentía… ¡tan vivo!
  Una curva surcó sus labios al concluir la melodía y terminando aquella canción acapella con una dulce armonía, el aplauso no se hizo esperar. Pero un momento, aquella fracción de segundos en los que el tiempo había parado para todos ellos en medio de una ciudad que no se detiene por nadie, fue todo lo que necesitó el muchacho para saber que lo que hacía valía al cien por ciento la pena, que no importaban las horas que debía pasar en la calle, no importaban las peleas con sus padres, ya no venían a cuenta los reproches de su novio. Nada, absolutamente nada de ello conseguía tomar tanto peso como el aplauso y la mirada de quienes oían sus canciones, la emoción que creaba en su pecho.
  Kook tomó el estuche de su guitarra recogiendo las monedas y billetes que había logrado ganar y con el alma llena, se dispuso a regresar a casa. 
  Ya las luces del río Cheonggyecheon marcaban el camino mientras el tumulto ensordecedor se amontonaba para ir a los bares de oficina. Las risas de los jóvenes y la música fuertísima saliendo de algún auto deportivo que intentaba llamar la atención distrajeron a Jeon mientras buscaba su tarjeta para el tren, mas cuando bajó la mirada hasta su bolso, inevitable fue detenerse ante aquella escena. 
  — Que tipo más raro ¡Venga, entrégame todo! — Un empujón y ese chico de ondulado y brillante cabello cayó de espalda al suelo — ¡Quita esa cara de idiota y dame tu dinero! — Un grupo de hombres que claramente doblaban en tamaño al rubio lo rodearon. En un parpadeo quedó totalmente indefenso ante los golpes que comenzaron a propinarle entre todos y, lo que podría haber acabado en una masacre, se detuvo tras el grito de un impulsivo Jungkook. 
  — ¡HEY! — El más frío de los silencios se adueñó de la escena. De pronto había dejado su papel como espectador e inesperadamente, se convirtió en protagonista. Toda la atención se concentró en su próximo movimiento — Yo… — Dudó, con el alma saliéndose de su cuerpo y, cuando parecía que ésta lograría abandonarle, espetó — ¡Lla-... llamaré a l-... la policía! — Su voz tembló como nunca, estaba tan asustado como era humanamente posible. Su pecho era una bola de nervios y sin embargo sacó fuerzas de quién sabe dónde. Cerró ambos puños a un lado de su cuerpo parándose firme ante los matones y, poniendo la expresión más fiera posible, increpó al grupo en el afán de defender al pobre muchacho. 
  De pronto, una risita copó la escena convirtiéndose en carcajada más rápido de lo esperado. Sí, se estaban muriendo de risa, burlándose de él  y es que ¿qué iba a hacer contra cinco? Quien parecía el líder del grupete se bufó y dejando salir un escupitajo contra los borcegos del valiente castaño, pasó totalmente de él regresando la vista hasta el desvalido que tenía a los pies. Los otros cuatro no se veían tan seguros como su jefe, mas haciendo caso omiso a su evidente cobardía, acortaron distancia con Jungkook de forma amenazadora — Jefecito… — Musitó uno de ellos como esperando la orden del más gordo que, con una seña, logró que pronto acataran la que ahora era su nueva tarea. 
  — ¿Q-qué… qué hacen? Le-... les dije que… ¡En serio llamaré a la policía! Te-... ¡Tengo un amigo allí! — De pronto la mirada de los cuatro orangutanes se encontraron entre sí. Jungkook supo que era ahora o nunca. Sin dudarlo sacó su teléfono celular y, abriendo la tapa del mismo, levantó el aparato mostrándoles que marcaría a emergencias — ¡Ajá! Ahora nos entendemos —Afirmó con más seguridad el músico. Inconscientemente empujó su lengua contra una de sus mejillas y es que, sentir que por un segundo llevaba las de ganar, que tenía control sobre aquella catastrófica situación, lo hacía verse victorioso, pero… 
  — No, no ¡Por favor, no! ¡Agh! — De pronto, el grito ahogado de dolor de aquel joven lo bajó de un hondazo, regresándolo a la realidad.
   ¿Qué le habían hecho? ¿Qué estaba pasando? La pared de gigantones no le permitía ver y aún así, sabía que si no actuaba rápido, ese completo desconocido iba a terminar mal. 
  “Rápido, Jungkook, rápido. Piensa” Se apresuró mentalmente.
  Odiaba tener que hacer esto pero, no veía otra salida. Y sí, sabía que él lo regañaría luego si se enteraba pero ¿qué más daba en ese momento? Tomó aire y con todas sus fuerzas vociferó — ¡PARK! ¡PARK JIMIN, LLAMARÉ AL DETECTIVE PARK! — Sentía que iba a darle un maldito ataque, mas el accionar de los delincuentes logró llevar calma a su corazón. 
  Quien estaba a cargo empujó a sus compañeros para hacerse paso y llegando en un plis hasta Jeon, levantó su navaja muy cerca de su rostro mostrando como ahora permanecía manchada con sangre del extraño que yacía entre sollozos.
  — Tú… — Farfulló entre dientes — No olvidaré tu rostro — Esbozando una peligrosa sonrisa torcida — Cuida bien de tu perro policía, o la próxima no tendrás con qué protegerte, bebé — Descaradamente le lanzó un beso en el aire y tras darle un fuerte empujón, salió corriendo con sus colegas por detrás. Todo había sucedido tan repentinamente que, en ese instante, podía sentir como si su cabeza diera mil vueltas ¿Acababa de deshacerse de una pandilla de maleantes él sólo y… ¡Había salido ileso!? Al parecer, sí. 
  Observó su teléfono, aún lo sostenía con fuerza mientras su brazo temblaba como gelatina. Espantado era poco pero, el cómo se sintiese entonces no importaba.
  — ¡El chico! — Se dijo recordando al pobre que ahora intentaba ponerse de pié para ¿acercarse hasta él? — ¿¡Pero qué-...!? No, no ¡quieto ahí! — Espetó con desesperación, moviéndose hasta el extraño y sosteniendo parte del peso de su cuerpo sobre su hombro libre — ¿Qué te han hecho? Dime ¿te robaron algo de valor? ¿Estás bien? Venga, te llevo a un hospit-... — Un reflejo sobre aquellos ojos, la luz de algún cartel que aleatoriamente había dado con ellos y decidido iluminar el rostro ajeno, ese detalle tan bobo pero tan oportuno conseguía acallar todas sus preocupaciones e interrogantes y perdido en la cristalina mirada, su mundo volvió a frenarse como si lo que los rodease entonces, simplemente ya no estuviese allí.
  Su corazón se sintió tan… pequeño. El aire se tornó dulce y aunque el ruido de la ciudad seguía allí, en ese segundo en donde sus ojos se cruzaron con los del otro, el silencio reinó. 
  La sonrisa del rubio fue lo último que alcanzó a ver antes de que éste se desmayara en sus brazos — ¿Qué… ? ¡Oh por Dios! — Jungkook miró a los lados buscando ayuda, sin saber qué se suponía que debía de hacer con ese chico a cuestas ¿Por qué todas las cosas más raras le pasaban a él? — ¡Aahh~! — Suspiró haciendo fuerza para que el otro no se le cayese y caminando torpemente hasta una de las bancas junto a la entrada de la estación de trenes, hizo el llamado que antes sí había podido evitar.
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☎︎ Jungkook ∹ Hey…  ☎︎ Jimin ∹ Eres tú ¿Qué pasa? ☎︎ Jungkook ∹ Escucha, sé que estás enfadado y entiendo que debemos resolver esto pero ¿será que me des una mano con un, uhm… pequeño problemita? ☎︎ Jimin ∹  ¿Problemita? Kook ¿otra vez te arrestaron por tocar en la pasarela de Cheong-...?  ☎︎ Jungkook ∹ ¡Que no! Por favor, Minnie, necesito tu ayuda ¿puedes venir? Estoy en la línea uno del metro. ☎︎ Jimin ∹ Claro. Voy para allá pero ¡me debes una, eh! ☎︎ Jungkook ∹ Gracias, bebé ¡Ehm, digo... Minnie!  ☎︎ Jimin ∹ Como sea. Voy para allá.
                                       C o n t i n u a r á . . .  
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serendipianativa · 4 years
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El patacón y otras historias (parte 1)
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Mi madre prende el fogón. Sale una alta llamarada azul sobre la cual pone la paila con una buena cantidad de aceite. Mientras se empieza a calentar, coge un plátano verde que viajó muchos kilómetros desde alguna parte del Urabá o alguna parte del Quindío, le hace un corte en los extremos y uno sutíl a lo largo, le quita la concha protectora dejando ver un cilindro elongado de un color cercano al beige.
Ese cilindro particular que ha sido una musa de inspiración gastronómica, histórica y curiosamente pertenece en botánica al género Musa, Es nativa del sudeste asiático, lleva miles de años siendo una planta amiga de la humanidad, a punto tal, que hoy necesita del hombre para que éste la cultive, porque no se puede reproducir por semillas, y el hombre a cambio obtiene una nutrición potente que le ha permitido seguir trabajando y sembrando.
La falsa baya, llegó progresivamente a las costas de la polinesia y otros lugares como China en la era antigua. Alguna vez fue el alimento del ejército de Alejandro Magno cuando éste andaba cerca de Persia. Cada vez se empezaba a comercializar más, se hacía más famosa, apreciada y llegaba más lejos por medio de rutas comerciales que conectaban el continente asiático. Mucho tiempo después, en los siglos de la edad media, llegó a Europa como muchas otras cosas de las rutas comerciales. Los portugueses, los primeros en tener colonias en África occidental, la llegaron a cultivar allí en los mismos siglos cuando exploraron el mundo navegando. Algunos dicen los mismos portugueses la trajeron a Sudamérica en el siglo XVI, mientras otros dicen que fueron los españoles que la trajeron desde las islas canarias. La “musa” se popularizó en el caribe, se empezó a cultivar a montones, por lo que muchas hectáreas de selva se perdieron a cuesta de tener un terreno propicio para sembrarla.
En los siglos más recientes. La industria del plátano se volvió gigante, se fundaron compañías multinacionales con personajes poderosos e influyentes que también estaban detrás de proyectos tan ambiciosos como el ferrocarril de panamá. Esa planta fue la misma musa, por la cual García Márquez describió una masacre en Cien años de soledad, con un tren de doscientos vagones llenos de trabajadores muertos de las bananeras, cuyos cuerpos terminaron en el mar. 
Gracias a estas industrias, la fruta se sembró, se cosechó y se exportó a muchos lugares lejanos hasta darle la vuelta al mundo, Volviendo incluso a su tierra nativa pero en una forma muy diferente de como salió, durante tantos años, tantos lugares y en contacto con tantas manos, nacieron variedades de la fruta con todo tipo de formas y sabores, nacieron tantas variedades como preparaciones gastronómicas y después de todo la historia de bagajes que cargan los cilindros, terminó acompañando al resto de frutas que están en un canasto de mi casa.
Cuando el aceite está caliente, mi madre coge los plátanos, los sumerge en la paila con cierta delicadeza, un cilindro a la vez. Con cada inmersión se generan un montón de burbujitas en el aceite que rodean cada plátano y generan un sonido volcánico que se sincroniza con el sonido del hambre en el estómago.
La práctica de fritar, esa práctica donde se carboniza un alimento en la parte exterior y se mantiene la estructura con sus nutrientes en el interior. Nació en la era antigua,  entre siete mil y cuatro mil años. Algunos dicen que nació en Mesopotamia, mientras otros dicen que los primeros registros son de Egipto, pero lo cierto es que cuando se logró obtener los primeros aceites, sean vegetales o de origen animal, no se demoraron en dar con ella.
Los fritos se fueron expandiendo por el mundo desde hace muchos siglos; se tienen registros en muchas culturas como la china o india. En los años de la edad media se empieza a registrar en Europa, y curiosamente hay registros de la técnica en áfrica occidental pero no se sabe realmente si fue antes del contacto con los europeos. La técnica abrió un mundo de opciones gastronómicas, se crearon recetas espectaculares, que se relacionaban con la realeza y lo divino.
Los portugueses y españoles como buenos cristianos no podían comer carne los viernes de cuaresma (Idealmente en ningún viernes), como una forma de penitencia llamada abstinencia, pero a raíz de esto se empezó a jugar con la preparación de pescados y mariscos, y ¿cómo no? con la practica de fritar. Años después tres portugueses llegaron a las costas de Japón y con aquellas recetas de los días de abstinencia, salió la Tempura japonesa por los siglos XVI. Al siglo siguiente, se creó una de las comidas más consumidas hoy; las papas fritas, sin embargo, no se ha podido aclarar si fueron los franceses o los belgas los que las crearon, pero existe la leyenda de que las primeras papas salieron de lo que hoy son tierras colombianas. En un inicio se pensaba que la papa era una fruta maldita, por el hecho de que crece debajo de la tierra, pero por necesidad, accidente o exploración se terminó consumiendo y fue muchos años después que unos soldados estadounidenses le nombraron como papas a la francesa generando un conflicto que todavía tiene agarradas a las dos naciones.
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libromundoes · 4 years
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"Una frialdad que enmascara una furia ardiente": los escritores surcoreanos se ponen de pie | Libros
yoEn mayo de 2016, una mujer surcoreana de 23 años fue asesinada en un baño público cerca de la estación de tren de Gangnam en Seúl. Su atacante afirmó en la corte que "las mujeres lo habían ignorado y ya no podía soportarlo".
Meses después, se publicó una novela delgada llamada Kim Jiyoung, nacida en 1982. Escrito por el ex guionista Cho Nam-joo, el libro detalla la vida de una "mujer" y el sexismo que vive en una sociedad profundamente dominada por los hombres. Aunque precedió a #MeToo por un año, la novela de Cho se convirtió en un grito de guerra para las mujeres surcoreanas cuando el movimiento despegó en 2018. En una de las El caso #MeToo más famoso del país, el fiscal menor, Seo Ji-hyeon, citó a Kim Jiyoung, nacida en 1982 cuando acusó a su jefe, en una entrevista televisiva, de mala conducta sexual Mujeres famosas que mencionan la novela han sido abusadas; Los fanáticos masculinos del grupo pop femenino surcoreano Red Velvet quemaron a la cantante de fotos y álbumes Irene cuando dijo que la estaba leyendo. Incluso se propuso un proyecto de ley contra la discriminación sexual en nombre del libro.
Cuatro años después de su publicación original, Kim Jiyoung, Born 1982 ha sido traducido al inglés. Aunque Cho se centra en la cultura surcoreana, la normalización de la violencia y el acoso en el libro parece demasiado familiar.
"En el primer proyecto, hubo episodios de violencia doméstica, violencia de pareja y aborto, pero finalmente los eliminé", dice Cho. "Es porque quería que los lectores varones se sumergieran en esta novela sin sentirse rechazados o a la defensiva. No puedo entender la reacción histérica que algunos hombres aún tienen ante esta novela, a pesar de mis esfuerzos. "
Las mujeres de la generación de Kim Jiyoung viven en una época en que la violencia física y la discriminación son ilegales, pero donde la cultura y las costumbres siguen siendo violentas; cuatro de cada cinco hombres coreanos admiten haber abusado de sus novias, según el Instituto Coreano de Criminología, mientras que el aborto de las niñas sigue siendo una práctica común, dice Cho. "Quería hablar sobre la violencia invisible y no evidente y la discriminación, que a menudo se considera insignificante, lo cual es difícil de evocar o incluso de reconocer por las propias mujeres".
Cho no es el único autor surcoreano que lucha contra la violencia de género. Su novela es parte de una tradición literaria emergente, con títulos como Flowers of Mold de Ha Seong-nan, A Small Revolution de Jimin Han y The Disaster Tourist de Yun Ko-eun (que se lanzará en inglés en mayo). La vegetariana ganadora del Premio Han Kang International Booker, como Kim Jiyoung, nacida en 1982, sigue a una mujer aparentemente banal que se retira de la psicosis causada por su padre y su esposo.
Han Kang, autor de The Vegetarian. Fotografía: David Levene / The Guardian
La belleza y la brutalidad se han mezclado durante mucho tiempo con la literatura surcoreana. Pero aunque la violencia se exploró previamente en la literatura en todo el mundo masculino de la guerra, las autoras feministas examinan otro tipo de violencia que es mucho más femenina. Corea del Sur tiene la tasa de cirugía plástica per cápita más alta del mundo. En The Vegetarian, dos hermanas se yuxtaponen: la vegetariana no convencional del título y su hermana mayor, cuyos "ojos eran profundos y claros, gracias a la cirugía de doble párpado que había sufrido en sus veintes"; El éxito de su tienda de cosméticos se atribuye a la "impresión de afabilidad" que le dio la cirugía.
La cirugía plástica es otra forma de mejorar las posibilidades de obtener reconocimiento social, no es diferente de usar maquillaje
Elisa Shua Dusapin, autora
"(En Corea), la cirugía plástica es otra forma de mejorar las posibilidades de obtener reconocimiento social, no es diferente de maquillarse o vestirse adecuadamente para una entrevista de trabajo". "Explica la escritora franco-coreana Élisa Shua Dusapin. "Un amigo me dijo el otro día que la habían rechazado por un trabajo alegando que en estos días" la cirugía es asequible; depende del individuo hacer todo lo posible para mostrarse de la mejor manera posible. "
El debut de Dusapin, Winter in Sokcho, traducido del francés por Aneesa Abbas Higgins, es contado por una mujer no identificada que trabaja en una casa de huéspedes donde una persona se está recuperando de una cirugía plástica. "Pude ver las heridas llorando mientras la piel estaba expuesta", observa. "Sus cejas aún no habían vuelto a crecer. Parecía una quemadura, la cara no era la de un hombre ni la de una mujer". A pesar de la disuasión gráfica, la madre, la tía y El novio del narrador intenta convencerla de que realice sus propias operaciones.
Frances Cha, cuyo debut, If I Had Your Face, se publicará en julio, quiere que su novela disipe los conceptos erróneos de Occidente sobre las razones por las cuales las mujeres surcoreanas caen bajo el cuchillo. "Me molesta cuando las mujeres coreanas son despedidas por frívolas o vanidosas", dice ella. “Quería explorar las razones muy prácticas por las cuales las mujeres (se someten a cirugía plástica) y cómo puede cambiar tu vida. Puede ser mortal, y si no es mortal, es mucho dolor y recuperación, no una decisión que se tome a la ligera. "
Hay una palabra en coreano que no tiene traducción directa al inglés: han. Cha lo define como "un resentimiento y enojo que se ha acumulado después de ser tratado injustamente". “Muchas mujeres en mi vida tienen esto. Las madrastras tienden a tenerlo porque eran hijastras y fueron abusadas por sus tener Suegra. Históricamente es un círculo muy vicioso ", dice Cha.
En novelas como Ch'oe Yun's There a Petal Silently Falls y Park Wansuh Who Ate Up All the Shinga?, Mujeres autoras han explorado la violencia post-conflicto, psicológica y de otro tipo, como la masacre de Gwangju en 1980 y la Guerra de Corea "La violencia es un gran tema en la cultura coreana en general, no son solo las mujeres. El & # 39;han " Es más parcial para las mujeres. Creo que la violencia, porque todos se comportan tan bien en una sociedad educada, es una liberación de todas las emociones acumuladas de cada día ", sugiere Cha.
"Hay dureza, dureza, violencia" … Élisa Shua Dusapin, autora de Winter in Sochko
Las ventas de ficción coreana en el extranjero han explotado y las autoras ahora superan en número a los hombres en traducción. Aunque Cho señala que hay muchos escritores masculinos contemporáneos excelentes, más mujeres están siendo nominadas para premios literarios coreanos en un momento en que "las historias feministas están cada vez más en el escenario mundial".
"Durante la recesión, muchas novelas hablaron del dolor y la ansiedad de padres y hombres jóvenes", dice Cho. "Recientemente, a los lectores les gustan las historias sobre la vida de las mujeres mayores, los libros que se centran en la vida social y las preocupaciones de las mujeres trabajadoras, expresan simpatía entre sus colegas, amigas y vecinas … temas que no eran considerado un tema de literatura ahora están cubiertos ".
Dusapin ofrece una lista de escritores coreanos contemporáneos a quienes admira: Lee Seung-u, Kim Yi-Hwan, Han Kang, Kim Ae-ran, Oh Jung-hi, Eun Heekyung.
"Hay una dureza, una dureza, una violencia que es al mismo tiempo muy sensual (en la escritura coreana)", agrega. "Una frialdad que enmascara una furia ardiente. En una sociedad donde se considera inapropiado expresar las opiniones de uno en público en voz alta, la literatura es quizás el único lugar donde las voces pueden expresarse libremente. "
• En el Reino Unido e Irlanda, se puede contactar a los samaritanos al 116 123 o por correo electrónico a [email protected] o [email protected]. En los Estados Unidos, la línea de vida nacional para la prevención del suicidio es 1-800-273-8255. En Australia, el servicio Lifeline Crisis Assistance se encuentra en 13 11 14. Otras líneas de ayuda internacional están disponibles en www.befrienders.org
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mejorunatraduccion · 5 years
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El gran guionista de Hollywood que odiaba Hollywood
Ben Hecht trabajó con el invento del cine americano moderno, mientras se encontraba proyectando otras cosas.
Por David Denby Traducción de: Elżbieta Bujakiewicz
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Ben Hecht, uno de los más grandes guionistas estadounidenses, trabajó, al final de su carrera, en una locuaz autobiografía: A Child of the Century, en donde nos cuenta lo siguiente: en 1910, a la edad de 16 años, abandonó la Universidad de Wisconsin, luego de haber asistido por tres días, y tomó un tren a Chicago. Contaba con cincuenta dólares. Habiendo dormido sobre una banqueta en la estación de tren de Chicago, trató de ir a ver una obra en el Majestic Theatre, sólo para acercarse a un pariente lejano, Manny Moyses, un vendedor de bebidas con una «gran nariz colorada». Moyses lo sacó de la fila y lo trajo para que conozca a un cliente que también tenía la nariz así, el editor del Chicago Daily Journal, un tal John C. Eastman. Esa noche, el editor estaba preparando una fiesta y necesitaba algo que pudiera destacar. Dijo al joven que lo contrataría si escribía un poema profano: un poema sobre un toro que se traga un abejorro (no pregunten). Hecht escribió el poema mientras Eastman salía a comer y luego iba al trabajo. Durante unos meses, no escribió nada para el diario, pero sirvió para acoger a personas que sufrían alguna que otra tragedia y sacar una foto de la víctima, por lo general una mujer, quien luego saldría en el diario. A los 17 años, trabajó como periodista a tiempo completo y logró lo que él llamaba una ‘ciudadanía por acomodo’ en Chicago. En su libro, Hecht recuerda las obsesiones del periodismo local allá por los años veinte: impresionantes delitos y fraudes municipales, se respiraba un ambiente de autoridad, explotación y estafa. «Los dueños de la manada llevaron a Billy Sunday para distraer a los trabajadores europeos a quienes le pagaban poco, declarando una huelga al gritarles «¡Delirio por Dios!», nos cuenta.
¿Es verdad la mayoría de todo esto? En este caso es imposible de saber, a lo mejor no sea así. Como notó Norman Mailer en 1973, «Hecht nunca fue un escritor para decir la verdad cuando un brebaje pudo dar vida a su prosa. El don de Hecht para inventar anécdotas sugiere una razón por la que tuvo tanto éxito como artista de Hollywood. Lo que Hecht obtuvo de sus años periodísticos rufianes formó su temperamento y ese temperamento, a su vez, conformó las películas americanas de los años 30. La crueldad, aspereza, la descarga de insultos y chistes, la fascinación por la violencia y lo ilícito, la división del mundo en el conocimiento (típicamente urbano y masculino) y el Servicio de Policía de Sudáfrica (SPS); tales cualidades hicieron de las comedias y melodramas de la Gran Depresión un nuevo arte americano realista, un arte que avanzaba más rápido y no era tan profunda como la vida.
El curriculum cinéfilo de Hecht es todo un enigma, en parte porque le era indiferente que apareciera su nombre en los créditos, aunque no le pagasen. Trabajó en Underworld, The Front Page (de la cual produjo, de manera sensacional, una versión eficaz de His Girl Friday), Scarface, Twentieth Century, Design for Living, Nothing Sacred, Wuthering Heights, Gunga Din, Notorious; insignificantes pero contundentes películas del cine negro, y más. Algunas de estas eran guiones originales; otras, adaptaciones y colaboraciones (junto a sus colegas Charles MacArthur o Charles Lederer); pocas veces se limitó a presentar y llevar a cabo una historia indeleble. Hecht también reunió y reavivó una película estancada como Gone with the Wind y trabajó, hasta última hora, en arreglar Stagecoach, The Shop Around the Corner, Foreign Correspondent y Gilda. Un hombre tremendamente talentoso. «Inventó el 80 % de lo que se usa hoy en las películas de Hollywood», dijo Jean-Luc Godard allá por 1968. También era frívolo, terco e indeciso. El mejor guionista de Hollywood despreciaba el cine como una «forma de arte» (lo consideraba un anexo de Parnaso), y confiaba poco en la sabiduría de los jefes y productores del estudio («idiotas que estaban a la altura de políticos mediocres que había conocido»). Un escritor siempre estaba inseguro de su identidad. Dijo que nunca se sintió como un judío hasta finales de los años treinta, pero, en los años siguientes, luchó por despertar preocupación en Hollywood y Nueva York sobre las masacres vigentes en la Europa que estaba en mano de los nazis. 
El estupendo libro Ben Hecht: Fighting Words, Moving Pictures de Adina Hoffman (de la saga Yale Jewish Lives) carga con las increíbles contradicciones de Hecht en un compacto de doscientas veinte páginas. Hoffman, nacida en Mississippi, ha vivido en Israel y ha escrito libros sobre la ciudad de Jerusalén y del poeta palestino Taha Muhammad Ali, además de trabajar como crítica de cine para Diario Jerusalem y The American Prospect. En su biografía sobre Hetch, enlaza de manera hábil a Hollywood y Nueva York, enigmas judíos estadounidenses y las complejidades de la política sionista. Inmersa en las novelas y tratados de Hecht (compleja tarea), escribe con un gran estilo sobre una figura marginal en literatura, con una gran influencia en la cultura popular del siglo XX.
Se cree que Hetch nació en 1893, en el Lower East Side de Manhattan, hijo de inmigrantes judíos de Bielorrusia y Ucrania. Pasó los primeros años de su vida en el gueto, junto a sus alegres tíos y con emocionantes visitas de celebridades del Teatro yiddish. Cuando tenía nueve o diez años, se mudó con su familia a Racine, Wisconsin, a orillas del lago Michigan, donde Hecht, por cuenta propia, tuvo alocadas aventuras juveniles, de lectura y sexo. También tocaba el violín y, durante un verano, actuaba como trapecista principiante en un circo local. «Anhelaba, crecía, lloraba, arrasaba, me sumergía en barro y me tiraba en las flores», nos dice, «y nunca salí herido ni lastimé a nadie». Este presuntuoso catálogo intenta hacerse eco de Whitman. Carl Sandburg, quien más tarde conoció a Hecht en Chicago, lo llamó «el Huck Finn judío». Sea como sea, fue un chico audaz que saltó del siglo XIX hasta la vorágine del XX.
Lo que mejor recuerda Hecht sobre sus padres incultos es que adquirieron, como regalo Bar Mitzvah, cuatro cajas llenas de obras de Shakespeare, Dickens y Twain, colecciones de bibliotecas caseras que alguna vez fueron populares en Estados Unidos. Después de eso, no le pedían gran cosa: «que fuera a la escuela, que me quedara despierto casi toda la noche leyendo todo tipo de libros y que los dejara solos. Siempre leía insaciablemente, pero (confiesa), recordaba poco lo que leía y me gustaba menos». Las palabras entraban y dejaban su mente en un caudal incesante.
En los años diecinueve, la prensa de Chicago incluía a periodistas que llevaban a cabo una labor seria como faranduleros o como corresponsales de guerra, pero Hecht estaba fascinado por la subcultura masculina del crimen y la información política, sus cigarrillos y escupideras, sus salones y prostíbulos y su poco trato con las mujeres. Desde sus repugnantes pero, al mismo tiempo, agradables temporadas entre estas escorias librescas (todas citadas por la literatura), Hecht extrajo algo memorable, el mito del periodista. En A Child of the Century, recordó:
Estoy seguro que ni lo mundano ni lo astuto de la mayoría de nosotros puede dirigir como si fuera el amo del mundo. Pero tuvimos un punto de vista. No nos encontrábamos dentro de las rutinas del deseo humano o de pretensiones sociales. No teníamos educación. Nosotros, que no sabíamos nada, hablábamos de cosas tan abrumadoras que yo, por ejemplo, salí un poco descolocado. Los políticos eran corruptos. Los líderes de las causas eran sinvergüenzas. Lo moral era una farsa llena de asesinatos, violaciones... todo «un nidito de amor». Los timadores se comían el mundo y el diablo cantaba bingo. Estos descubrimientos me llenaban de gozo.
Hecht se convirtió en un famoso periodista del pueblo. Luego de trasladarse al Chicago Daily News, escribió una innovadora columna titulada 1001 tardes en Chicago. Deambulaba por la ciudad y pasaba tiempo con gente común y corriente (un adelanto de las columnas motivacionales que Jimmy Breslin y Pete Hamill escribieron años después acerca de los neoyorquinos de la clase obrera). Casi pisando los veinte, pasó en la bohemia literaria de Chicago, bebiendo e intercambiando ideas y manuscritos con Theodore Dreiser, Sherwood Anderson, Sandburg y muchos otros miembros de lo que fue el Renacimiento literario de Chicago. Escribió historias satíricas para Smart Set de HL Mencken y el deslumbrante diario de Margaret Anderson: The Little Review y, en 1921, publicó una pretenciosa novela, Erik Dorn. El libro tiene algunos pasajes llamativos, en los que un hombre solitario divaga en un estado de incertidumbre de una gran ciudad moderna, pero los buenos momentos se pierden en un sinfín de políticas y eróticas reflexiones. Como dice Adina Hoffman, el tipo está en todos lados, volviendo de la libre asociación moderna a una novela romanticona barata. Hecht publicó otros trabajos, incluyendo una novela pornográfica que parece haber sido un intento de caer preso como mártir de la libre expresión. Carecía de paciencia y disciplina para la literatura, aunque pudo haber sido, si hubiese seguido con el periodismo, el nuevo Mencken, clavando la mirada a todo y a todos. La mejor prueba sobre el camino que no se siguió se puede leer en A Child of the Century.
A los veinte años, Hecht se casó con una colega, Marie Armstrong; pero al poco tiempo empezó a salir con la escritora y actriz Rose Caylor, jugando dos puntas, lo que llevó a cada una a escribir un libro denunciando a la otra. Con el pecho fornido, el humo del cigarrillo y la lengua larga, Hecht era, con todo y eso, una especie de trofeo. A los treinta años, se había hartado del periodismo de Chicago. En 1924, él y Caylor, a punto de casarse, se mudaron a Nueva York, donde vivieron felices, dentro de todo, por encima de sus posibilidades. Hecht estableció una asociación de dramaturgos con Charles MacArthur, otro fugitivo del periodismo de Chicago y, por un tiempo, se unió al periodístico y teatral ingenio de la Mesa Redonda del pueblo de Algonquin, algunos de ellos colaboradores del New Yorker. Luego se apartó, como un acto de supervivencia. Era un escritor que aún no encontraba su lugar.  
A fines de 1926, sin un centavo, se acostó en la cama y leyó The Decline and Fall of the Roman Empire, recibió lo que Hoffman describe como «el telegrama más legendario en la historia del cine estadounidense». El mensaje fue de su amigo Herman Mankiewicz, el futuro escritor de Citizen Kane y, más tarde, de otro miembro del grupo de Algonquin, que se había mudado a Hollywood a principios de ese año y no sentía el apoyo por parte de la compañía de Nueva York: 
¿ACEPTARÁ TRESCIENTOS DÓLARES POR SEMANA TRABAJANDO EN PARAMOUNT PICTURES? SE CUBREN TODOS LOS GASTOS. TRESCIENTOS ES UNA MISERIA. MILES LO RECHAZAN Y SÓLO LOS IMBÉCILES PELEAN POR ELLA. QUE NADIE SEPA.
Cuando Hecht llegó a Hollywood, Mankiewicz estableció algunas normas: «El héroe, al igual que la heroína, tiene que ser virgen. El villano puede acostarse con quien quiera, divertirse todo lo que quiera, engañar, robar, enriquecerse y maltratar a los sirvientes. Y al final, matarlos». No todo esto era cierto. Nadie hubiera confundido a la vampiresa del cine mudo Theda Bara con una virgen; las mujeres peligrosas y sexualmente pervertidas prosperaron en las películas sonoras hasta que, en 1934, se impuso el Código de Producción. Pero Hecht da una respuesta considerable. Decidió reemplazar a los héroes y heroínas por una película que contenga sólo villanos y prostitutas, «así no tendría que mentir», recuerda en sus memorias.
Su primer guion fue para la película muda de Josef von Sternberg Underworld (1927) que, según Hecht, estaba basado en las historias que un informante de Chicago que conoció por casualidad, en el pasillo del Hotel Beverly Wilshire, le contó. Trabajó en el guion durante una semana, creando dos mafiosas (una matona y la otra fanfarrona, y un joven que se sentía atraído por ambas). Von Sternberg convirtió la historia en una composición siniestra llena de oscuridad con personajes de poca participación. Hecht, cuya comprensión de la naturaleza visual del cine no era su fuerte, calificó los toques distintivos de von Sternberg como «sentimentales». Para su sorpresa, la historia de Underworld ganó un óscar. Primero rechazó el premio y luego dijo que lo usaría para sujetar la puerta.
Scarface de Howard Hawks (1932) contiene una poesía distinta: la desbordada furia de la guerra continua de bandas, con autos Volvo andando por calles oscuras y relucientes, disparando desde el vidrio. Hecht sabía, desde sus tiempos como periodista, que al público le encantaba los personajes extravagantes que rompieran todos los esquemas y que luego hicieran frente a las consecuencias; así que hizo, para Hawks, una historia sobre los altibajos de un matón inculto, Tony Camonte (Paul Muni), quien silba la melodía Lucia di Lammermoor de Donizetti mientras mata a sus enemigos. Tony comete un acto de violencia tan repentino que te deja con la boca abierta y muere bajo un anuncio que reza «el mundo es tuyo».
La brutal y cínica película Scarface ha sido de inspiración para muchas otras películas gángster, incluyendo, por supuesto, la escabrosa versión de Brian De Palma en 1983, en el que el mismo epitafio de burla aparece en lo alto por un zepelín. Según la versión de De Palma, en la cual Al Pacino protagoniza a un narcotraficante cubano, es lento; el ambiente o es lánguido o es violento. Hawks se mudaba de seguido y con malas intenciones; lo mismo Martin Scorsese, en otra célebre descendencia, Goodfellas (1990), una película gángster de humor barato que presenta el mismo tipo de violencia brusca que la película de Hawks. En The Departed, desde 2006, Scorsese aclamó la antigua película una vez más, colocando el mismo extracto de Lucia en la banda sonora.
Scarface salió un año después de la primera adaptación cinematográfica de The Front Page, una comedia satírica de Broadway que Hecht y MacArthur habían inventado en 1928. Esta obstinada comedia (Tennessee Williams, Kenneth Tynan y Tom Stoppard lo vieron como un hito) se establece en una sala de prensa de la corte, donde un despiadado grupo de periodistas se sientan a esperar a que ahorquen a un inocente anarquista. Los hombres son como cables pelados, provocándose unos a otros insultos, réplicas, calumnias; hablan una y otra vez, gritando a las autoridades de la oficina a través del teléfono: «escucha, Duffy, quiero que arranques toda la primera página. ¡Demonios! ¡No puede aparecer aquí!». La trama es una tormentosa historia de amor homosexual: el periodista estrella, un tipo llamado Hildy Johnson, quiere escaparse para solicitar actas de matrimonio y respetabilidad, y su editor sin escrúpulos, Walter Burns, hace todo lo posible para que siga trabajando en el diario. El material encaja mejor en la versión hetero de la película que dirigió Hawks en 1940, His Girl Friday, en la que Cary Grant interpreta a Walter Burns, un sinvergüenza; mientras que Rosalind Russell, con un traje a rayas, es Hildy, la ex esposa de Walter y la mejor periodista de la ciudad. Gran parte del lenguaje Hecht-MacArthur permanece intacto: escuchamos el ritmo frenético que Neil Simon aprendió para The Odd Couple y muchas otras comedias, todas mucho más tranquilas que ésta, con un estilo verbal más suave, en el que Aaron Sorkin se especializó.
Lo que Hecht y MacArthur crearon se convirtió en uno de los principales arquetipos del cine de los años treinta: el periodista como héroe, un hombre sin ilusiones, despreciado por la sociedad y la autoridad. Clark Gable llevó el papel al máximo en It Happened One Night; Spencer Tracy, James Stewart, Fredric March y muchos otros actores también interpretaron a periodistas arrogantes; mientras que Jean Arthur y Katharine Hepburn, al igual que Rosalind Russell, hicieron las intrépidas versiones femeninas. En los años cuarenta, la violencia y la sexualidad se han incorporado a la trama, produciendo una nueva imagen, el investigador privado, solo pero fuerte, con métodos criminalísticos de confianza. Humphrey Bogart interpretó al dramaturgo Marlowe como un tipo libre e insolente.
Hecht sentía que el público de la ciudad que crecía en la Gran Depresión quería que sus personajes anduvieran a las corridas; quería chistes zafados y sexo desenfrenado. En otra colaboración de Hawks-Hecht, Twentieth Century (1934), la guerra se convirtió en una comedia sofisticada: el productor de teatro de John Barrymore grita a la actriz Carole Lombard y ella se defiende insultando y dejándolo en ridículo. Twentieth Century fue una de las películas que estableció un modelo para un nuevo género, la comedia romántica, con amantes echándose en cara cosas y epigramas: un alboroto verbal que apartó el tono sentimental del entretenimiento convencional. La imagen se burla de los fanáticos religiosos; se trata de Nothing Sacred, la exitosa comedia que Hecht escribió para el director William Wellman en 1937, parodia a la gente lacónica en un pueblo de Vermont, así despierta una detallada y propia admiración en Nueva York. De nuevo, la prensa escrita: un periodista estrella, Wally Cook, y el editor, Oliver Stone, ambos con ganas de un artículo fantástico, se convencen de que una hermosa joven muere por una contaminación radiactiva; imponen esta farsa a sus grandes lectores. Cuando la verdad sale a la luz (la joven está en perfecto estado), el editor se lamenta y el periodista dice:
OLIVER: ¡Será peor que la Revolución Francesa! WALLY: Espero estar aquí cuando me necesites. Daré un discurso a nuestros queridos lectores antes de que nos corten la cabeza. Quiero decirles que hemos sido sus benefactores. Les dimos la oportunidad de simular que sus corazones de piedra derramaban pura bondad.
La sátira lo abarca todo: periodistas y lectores se desgastan, lo mismo sus hijos en contra de ellos y las mujeres de principios que se niegan a admitir su encargo. Nothing Sacred es la historia de Sinclair Lewis llevada al cine.
Entonces, ¿cuál era el problema con Hollywood? Hoffman lo estudia con detenimiento. Al inventar géneros, personajes y situaciones, Hecht fue una importante figura creativa. Por años, fue el escritor mejor pagado de la ciudad, una celebridad con todas las letras. Incluso disfrutó, al menos un poco, el ambiente colaborativo del estudio: «escribiste mientras el teléfono no paraba de sonar, con el jefe entrando y saliendo del taller, con el director haciendo muecas y quejándose sin mover un dedo». Suena un poco como las salas de prensa que a él tanto le entusiasmaba, y dista mucho del trabajo forzado con una azada. De todas formas, nunca duró mucho tiempo. Viajó más de veinte veces a la Costa Oeste, llevando a funcionarios, cuadros al óleo y registros suyos, cuando no trabajaba, comía bien y bebía. Luego regresó a Nyack, un pueblo en Hudson a veinticinco millas al norte de Nueva York donde, junto a Rose, vivían cerca de MacArthur, y su esposa, la actriz Helen Hayes.
En los años treinta y cuarenta, muchos buenos y grandes escritores, como Nathanael West, Dorothy Parker, Lillian Hellman, F. Scott Fitzgerald y William Faulkner, les atraía Hollywood porque se ganaba dinero con facilidad y por la oportunidad de hacer algo fascinante de manera artística, para que, al final, terminaran frustrados e incluso indignados. Pero Hecht tenía poco que perder. Como guionista, se quedó con la ética del periodista de trabajar sin esmero y sin preocuparse mucho (o aparentar que no le preocupaba) de los resultados. Al ejercer su derecho de desdén tuvo éxito, al menos en su ánimo, en no terminar siendo una víctima, aunque podría haber sido otra cosa: un cínico que subestimó el arte que lo ayudó a producir.
¿O es que sólo estaba mintiendo? Nadie que fuese completamente pesimista habría sacado tantas buenas fotos. Tampoco habría intentado dirigir películas por su cuenta: siete en total, algunas de ellas hechas con MacArthur, en el estudio Astoria, en Queens, y un par en Hollywood, incluyendo Angels Over Broadway, con Rita Hayworth y Douglas Fairbanks. Ninguno de ellos. Su mando carece de ritmo y, como dice Hoffman, el diálogo de sus películas se volvió rubicundo. Necesitaba reivindicaciones de los cuentos populares, e incluso la intromisión de productores ricachones para así dar lo mejor. La ironía se centra en el temperamento de Hecht, pero era su vida la que estaba envuelta en una ironía de la que no podía salir: lo que anhelaba (la literatura) no lo podía conseguir, y lo que despreciaba (escribir películas) sí lo consiguió. Se parecía un poco a Sir Arthur Sullivan, quien quería ser el británico Mendelssohn y produjo aburridas piezas sinfónicas y música coral, solo para alcanzar la inmortalidad con divertidas y deslumbrantes zarzuelas que escribió con W. S. Gilbert. La delgada línea entre talento y aspiración puede ser triste o no, dependiendo de cuánto sufra el artista. El escritor que se describió como «un recadero con el sueldo de un magnate petrolero» no sufría, pero en Hollywood se sentía vacío, insatisfecho, nunca fue quien quería ser.
Hecht no era creyente en absoluto, e ignoraba las organizaciones judías y las causas políticas en general. Pero en 1937 y 1938, a medida que la amenaza a los judíos europeos avanzaba, escribió una colección de cuentos sobre el tema titulado El libro de los Milagros. En uno de los cuentos, los ciudadanos leían los periódicos y descubrían que «quinientos mil judíos habían sido asesinados en Alemania, Italia, Rumania y Polonia. Otro millón más habían abandonado sus hogares para cazar en bosques, desiertos y montañas». Hecht predijo el Holocausto, como al final fue y, unos años más tarde, se enfureció cuando eso ocurrió y poca gente quería saber de ello. En noviembre de 1942, el ministerio de Asuntos Exteriores confirmó los hechos de que dos millones de judíos habían sido asesinados, sin un final en vista; The Washington Post publicó la noticia en la página 6, The Times en la página 10 y continuó minimizando la catástrofe judía durante la guerra. En 2001, Max Frankel, primer editor ejecutivo del diario, llamó a la cobertura negligente «el peor momento del siglo para el periodismo».
Durante su adolescencia, ha usurpado imágenes ajenas y se ha hecho pasar por otras personas. En tiempos de guerra, se obsesionó con preservar y afirmar una identidad propia. Los recuerdos de familias numerosas y su agitada niñez volvieron de golpe y, harto de la victimización judía, publicó artículos devastadores y anuncios sarcásticos en los periódicos sobre la masacre, con la intención de despertar a los judíos estadounidenses de la complacencia. También hizo una marcha conmemorativa en honor a los difuntos, en el Madison Square Garden, y una obra dedicada a la causa sionista, ambas con música de Kurt Weill, ampliamente considerada. Publicitó a Irgún, una Organización Militar Nacional en la Tierra de Israel, el cual comprometía la violencia contra los británicos que controlaban el territorio. Hecht se volvió tan agresivo que sus películas fueron censuradas en Reino Unido. En Estados Unidos, grupos judíos establecidos e incluso amigos estaban en su contra. Si el Lower East Side pudiese hablar, lo habría llamado Kochleffel, que en idioma yidis literalmente significa «una cuchara para cocinar»: un tipo que revuelve el caldero.
Su nuevo fervor también produjo un gran guion. En Notorious de Hitchcock (1946), una juerguista despreciable (Ingrid Bergman) va a trabajar después de la guerra para un espía estadounidense (Cary Grant) y termina en un peligroso círculo nazi de Río de Janeiro. Hecht perfeccionó y llevó los chistes de las viejas comedias estrafalarias a más ironía, mientras que Hitchcock dirigió con un dominio sin precedentes la tensión sexual. La juerguista encuentra una vida útil, incluso redención; y Hecht, con esta película antinazi, puede que haya querido hacer lo mismo por él.
Después de la guerra, instalado en Nyack, escribió obras de teatro, más ficción, reflexiones oscuras sobre la identidad judía y el nuevo Estado de Israel (un país al que nunca fue). En 1954, publicó A Child of the Century, ese vasto compendio de período de evocación, llenas de anécdotas y crisis existenciales. No se puede revivir su ficción, pero A Child of the Century, un libro tan sincero sobre el anhelo y bondad que se retrata y aprecia, podría ser editado estratégicamente en un clásico estadounidense: la autobiografía de Mark Twain.
Entretanto, antes de que falleciera a causa de una trombosis coronaria en 1964, Hecht continuó trabajando en guiones cinematográficos. Pero la censura británica había averiado su reputación comercial; su costo disminuyó y, a menudo, trabajó bajo seudónimos, como si trabajara en negro. Hollywood cambió: los jefes del estudio que Hecht había ridiculizado han muerto o se han ido; la censura se había desvanecido en parte; los antiguos géneros causaron, en gran medida, un impacto psicológico, mientras que el nuevo emprendimiento de comedias para adultos era, a menudo, explícita y de mal gusto. Aunque las películas fueron hechas con un poco más de soltura, el talento de Hecht para la sátira cínica ya no se adapta, aparte del escaso cine negro de Otto Preminger, produjo cosas poco apreciables. Era el príncipe heredero y a la vez el payaso innato del antiguo sistema. El tribunal cambió a pesar del reconocimiento, porque quien ríe último, ríe mejor.
Artículo original en The New Yorker.
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Jake Mate...pero ¿a quién?
Aunque mi cama de la residencia universitaria era de 90cm lo cierto es que me parecía muy amplia y acogedora después de la juerga nocturna de aquel miércoles por la noche. Sin embargo, el abatir incesantes de las puertas de una comunidad de unos 200 residentes hacía harto complicado conciliar el sueño más allá de las 7 de la mañana. Trataba de concentrarme en la felpa jugosa de las sábanas pero mi yo (ahora semi-consciente) me castigaba como buen Pepito Grillo por faltar a clase aquella mañana de jueves. Ojalá alguien me hubiese dicho que era totalmente innecesario sentirme culpable por faltar a 4 horas y media de ‘semiótica y sintagmática de la comunicación integrada’. Es más, debería de estar tipificado en el código penal como maltrato estudiantil. De todos modos sabía que si iba, me pasaría las horas con la frente reposando sobre la mesa de la última fila, sólo levantándola para corroborar que aquel viejo dinosaurio de la lingüística seguía vivo entre amnea y amnea explicativa. En la residencia, al menos por aquel entonces, casi todas y todos dejábamos las puertas de las habitaciones sin pasar el cerrojo, pero igualmente tocábamos antes de entrar. Tod@s salvo mi amiga –y vecina de pasillo- Carlota. Una chica muy inteligente, aunque tremendamente despistada, amante de la juerga y algo obsesionada con el color rosa. Nunca se cansaba de escucharme dándole la paliza sobre el cliché que suponía aquel color que los publicistas habían inventado para cobrar más por los mismos artículos; en el fondo creo que era consciente de ello pero simplemente lo utilizaba como una parte más de su personaje aparentemente atolondrado.Carlota estudiaba medicina (y sí, terminó la carrera, primera de su promoción), y lo compaginaba con su hobbie favorito: salir mucho de fiesta. Una combinación peligrosa, aunque más lo era el imaginártela operando a corazón abierto y despistándose unas gasas rosas dentro de un paciente. De repente oigo desde mi cama un fuerte golpe, la puerta de mi dormitorio golpeando el armario empotrado que se encontraba justo detrás.-       ¡MissLdb! ¡MissLdb! ¡Despierta!-       Joxxx…Carlota, que son las 8:30 de la mañana tía (lo primero que pensé es que por fin se habría liado con el chico de biología con el que me tenía comida la cabeza desde navidades). -Me arrinconé sobre la pared dándole la espalda y agarrando mi nórdico como el que se aferra a un oso de peluche de la infancia.-       Que no, en serio, ¡despierta! ¿Donde tienes el mando a distancia? –Pese a mi anhelo en aquella época de mi vida por estar al día de la actualidad, en aquel preciso momento no me alegraba ser la afortunada del pequeño monitor de tubo en la habitación para entretenimiento de mi amiga.-       Qué quieres Carlota… ¿pero tú no saliste ayer? ¿por qué no estás durmiendo? Luego al medio día me lo cuentas.-       Joder, que nunca me tomas en serio, mira, ¡mira! –dijo ya muy agitada encendiendo mi tele manualmente desde la base. Con solo un ojo abierto y todavía agarrada a mi suave almohada vi unas imágenes que no me esperaba. Me incorporé para ver mejor el televisor que estaba a los pies de la cama sobre una estantería. Sentada, traté de centrar la atención en lo que estábamos escuchando en la tele y enfocar la vista sobre aquella pantalla cegadora bajo el contraste de la oscuridad de mi cuarto.-       Dicen que ha habido varias explosiones, hay muertos – dijo Carlota más pausada al ver que por fin daba crédito a su alboroto mañanero--       … Jo...der...Ni ella, ni yo, sabíamos en realidad lo que estábamos viendo aquella mañana de jueves. Después de un rato salí de la cama -con un ojo pendiente en las imágenes y concentrada en la voz en off de Matías Prats- y  Carlota abrió las persianas al ver que me dirigía a enchufar la cafetera eléctrica. Bien podía haberme enchufado yo a la corriente por el estado comatoso en el que me encontraba. Todo a nuestro alrededor parecía fluir con normalidad, la gente desayunando en el comedor comentando el último partido de liga o corriendo por los pasillos para llegar a tiempo a clase.Pasada una hora de aquel despertar abrupto y dos cafés aguados más tarde, comenzamos a escuchar un incesante tráfico de sirenas de ambulancias en las inmediaciones de la residencia. Empezábamos a tener el estómago encogido, las víctimas mortales aumentaban a la velocidad de la luz. Comenzamos a tomar consciencia de la gravedad y en un arranque de ansiedad me comencé a quitar el pijama:-        Habrá que hacer algo, necesitarán voluntarios en la zona... ¿o qué hacemos?-       Párate, párate, párate. Piensa, la estación estará colapsada y no sabemos si es seguro ir. Los cuerpos de seguridad tienen la zona acotada.  Pero…Necesitarán sangre.-       Pues venga, pal’ hospital-       Voy a avisar a los que vea por el pasillo mientras te vistes. A ver si veo a Maca, es cero-negativo.-       Perfecto. En recepción en 5 minutos. Nos reunimos unos 15 en la entrada y fuimos caminando unos 20 minutos cuesta arriba al hospital más cercano. Cuando llegamos había una cola tan larga que invadía la acera por completo; transcurridas unas dos horas logramos entrar en la sala de donación. Se respiraba cierta inquietud en el trasiego introspectivo y concentrado de las enfermeras, como quien se prepara para recibir el golpe de un tsunami tras el primer impacto del terremoto.Al poco de nuestra salida, salió apresurada una enfermera para notificar a los que aún quedaban fuera haciendo cola que el banco de sangre estaba lleno. Agradeció la presencia de todos, colgó una nota y tan fugaz como llegó, se fue.En cuanto regresamos a la residencia volvimos a conectar las noticias -era ya media mañana- y el ministro Acebes iba a comparecer. Mi cuarto era ahora un bullicio de gente entrando y saliendo para enterarse de la última hora. Algunos profesores habían incluso suspendido las clases y muchos alumnos estaban de regreso en la residencia. Una compañera entró llorando en mi habitación.-       Un amigo de la facultad iba en ese cercanías. Nadie lo puede localizar. ¡Que nadie lo puede localizar! –dijo con mirada desesperada y fija en nosotras, como buscando una reacción de búsqueda activa de su amigo por nuestra parte.En ese momento la desolación se podía masticar en aquel dormitorio de 5x3m; las emociones empezaron a implosionar como bombas de racimo en el alma, contagiándonos todas en un llanto en cadena, silencioso, con las manos en el rostro como quienes tratan de no ahogarse con su propio corazón, con las manos en el pecho como quienes pretenden mitigar el temblor entrecortado de la respiración. De fondo, las cifras de personas muertas en el atentado se iban multiplicando, ascendiendo de manera exponencial tanto víctimas mortales como heridos. Esa fue la tónica hasta llegar la noche. Nosotras no sabíamos que justo eso, la cifra de muertos, era en verdad lo único real que nos habían contado a lo largo de aquel fatídico jueves de marzo.   Por la noche, acostada de nuevo en mi angosta cama sentía el latido -aún agitado- de mi corazón en la garganta. Los pasillos estaban extrañamente silenciosos y pese al sueño que tenía no podía dormir. Tratando de acomodarme en cada vuelta que daba sobre mi misma, esa noche la cama parecía haber encogido en la misma proporción que lo hacía mi pecho. Imaginaba los rostros de todas aquellas personas que desfilaban por mi mente como una proyección de V8: Unos sonreían hablando con sus hijos por teléfono, otros preocupados por algún papeleo del día anterior en la oficina,  otros esperando llegar a Atocha para reencontrarse con amigas/amigos, novias/novios de la facultad o deseando simplemente alcanzar algún logro con el que hacer sentir orgullosas a sus esforzadas familias. Pero ahora… ahora estaban muertos________________________________Me recorrió un escalofrío similar al que tuve tres años antes cuando la suerte hizo que mi visita al World Trade Center con Nakamura, una amiga japonesa, fuera 8 días antes del 11S y, con la misma suerte, que abandonáramos Manhattan pocos días antes de los atentados. Esa casualidad me hizo sentirme terriblemente dolida con aquella masacre. Una parte de mi murió en aquellas torres. Recuerdo haber llorado hasta la extenuación. Ese dolor, me trajo devuelta a mi recuerdo a la estación de Atocha. Cuántas vidas destruidas y otras tantas condenadas a la oscuridad en vida. No paraba de preguntarme: ¿Por qué? ¿Por qué? Al día siguiente, por la mañana (12M) fuimos a la parada de bus para ir a la manifestación. Los buses universitarios normalmente viajaban llenos hasta la bandera, pero aquel día… aquel día era otra cosa. El lateral por el que entrábamos al autobús estaba a penas a cuatro dedos del suelo. El conductor hizo un gesto con la mano, permitiéndonos la entrada. Cuando subí extendí el brazo por encima de algunas cabezas para darle mi abono transporte al conductor y me hizo un gesto de negación con la cabeza.-       En este bus hoy no se paga. –dijo con voz firme y rostro muy serio.Los malos gestos de incomodidad que habitualmente se darían en un bus tan abarrotado como aquel se habían transformado en empatía, en solidaridad a rebosar. La sociedad española brotaba como la flor de loto de las aguas estancadas y sin vida.-       Disculpa, ¿te estoy pisando?-       ¿Estás bien? ¿Viajas sola? Vente con nosotras si quieres-       Dame una mano, te ayudo a bajar. Al llegar aquel día en la Castellana éramos todos uno. Unidos por la rabia de la mayor masacre vivida en la historia reciente de nuestro país, unidos por la repulsa hacia quienes osaron jugar a ser no sé que Dios, bajo no sé que Corán. Pero eso, precisamente eso, entonces, no lo sabíamos. Ahora, en el 15 aniversario de aquella tragedia, recuerdo cuando a lo largo de la etapa universitaria, algunos jóvenes “super rebeldes y antisistema” decían eso de ‘yo no voy a votar; yo paso de la política’. Me pregunto hoy si a caso no fue la política la que mató a aquellas personas en un tren de cercanías. ¿En qué permanente letargo se encuentra este bello país? Sedado bajo los opiáceos propagandísticos que se repiten como un mantra, sigilosa pero sistemáticamente. Hoy, recordamos a quienes no están, pero yo no puedo olvidar el por qué no están. Porque no les mató un rayo, porque no les mato una enfermedad, porque ni siquiera –empeñándose algunos- les mató la banda terrorista E.T.A. Aquella tragedia griega se orquestó desde la política -cocinándose a fuego lento- y el fatum trágico fue ensayado desde el ajusticiamiento internacional de los rescatadores de las Azores.Las plañideras que dirigían nuestro país cuando sucedió el 11M, empozaban todo con discursos ausentes de corazón pero repletos de vanidad y mentiras - Soltaban las mismas lágrimas de cocodrilo ensayadas por la supuesta hija del embajador Kuwaití que condujo al imperioso EE.UU. a entrar en la 1ª Guerra del Golfo - mismo mantra que para la 2ªGuerra de Irak-. Una campaña de propaganda financiada por el gobierno del predecesor ideológico del ‘America first’- La historia y su método se repite, allí y aquí.En la España de hoy, nuestras plañideras políticas, tan histriónicas como siempre, siguen ahí, haciendo aspavientos entre bambalinas, escandalizadas para escandalizar y ofreciendo diferentes tipos de opio para distintos tipos de males contemporáneos, y nosotros no solo los seguimos consumiendo alegremente sino que demandamos más. Pero, yo me pregunto ¿y cuando llegue la resaca? ¿Nos manifestamos y...? ¿dejamos que todo transcurra como siempre? ¿A quién culparemos de nuestro drama? ¿Dónde quedaremos nosotros apostados y drogados mientras se juega la partida en ese gran tablero de los Dioses? Las muertes que provocaron todos aquellos gobernantes nacionales que movieron ficha en el tablero político -desde la tranquilidad de saberse su Reina protegida y los peones a merced del destino-, ni ápice de lamento se les ha escuchado en lustro y medio de aquella masacre. Aunque si bien es cierto, ni las palabras, ni tampoco el tiempo podrán aliviar semejante daño causado por el azuzamiento de aquellos al ‘juego del terror’. Pero si nosotros, humildes peones, pudiéramos aprender de algo, ojalá (ojalá) fuera de lo ya vivido, para no tener que repetir los errores de nuestro pasado y vivir otros Jake Mate con los mismos lobos guiando nuestro rebaño para después gritar: ¡Infamia! ¡Me han robado el tablero!
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