#maravilloso desastre
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Maravilloso desastre, Jamie McGuire
#frases#pensamientos#notas#letras#citas#escritos#citas en español#sentimientos#amor#cariño#querer#amar#desear#relaciones#parejas#libros#romance#romance juvenil#literatura juvenil#maravilloso desastre#travis maddox#eres mia#soy tuya
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—James Mcguire
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Reseña | 'Maravilloso Desastre'
'Maravilloso Desastre' es una película vulgar y deficiente, pero que satisfará a su público objetivo.
Travis Maddox, sexy, musculoso y cubierto de tatuajes, es justamente lo que la sobresaliente estudiante universitaria Abby quiere y necesita… evitar. Él dedica sus noches peleando en combates clandestinos de boxeo, y durante el día es el máximo galán del campus universitario. Intrigado por la resistencia de Abby a sus encantos, Travis le propone una simple apuesta: si pierde su próxima pelea,…
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#con#comas#separadas#escritos de amor#noches de desvelo#baja autoestima#baby#en tu orbita#duelo#maravilloso desastre#i miss you#frases de desamor#frases en español#fuck you
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La transformación que sufre un individuo durante la dualidad de un beso es proporcional a un viaje por la ruta del vino y del queso qué soñada se mece el alma en la cuna de una palpitación con ventana a la luna un día despiertas sediento de besos sostener somnolientos alientos de un alimento neutro que nutre de alga, marea y arrecife el cabello y deja en las manos las ganas de apretar la nalga de la persona que se crushea éter de eterna asimetría polífona luz sustancia de fantasía si la CIA buscara al amor en vez de los terroristas la bondad en la existencia se e-equilibraría sé que el dinero no es una frontera que me impida hacer con los dedos un soneto en tu cadera una cadena de ritmo a go-go y bule-bule para que bailen sin bailar tus piernas ohhh prertty woman the kind I like to me mis ganas comerte empiezan en tu vestido y terminan cuando dejas mi torso sudando extasiado doliendo tan rico tras las caricias que quisiéramos llevar al trabajo tatuadas en el cuerpo para tener esperanza y soportar el desespero de no ser espíritus sinceros un te quiero sin mordidas es como un bastón sin ciego si tocas cualquiera de mis huesos me vuelvo fuego y aunque en veces te aflijes y finges el papel de roca te afloja el detalle la palabra constante en mensajito por las tardes arde en mi tanto tu pupila que cada día en mi corazón se enciende una ciudad una ciudad que se llama poesía.
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youtube
#youtube#entretenimiento#peliculas#peliculas de adolescentes#relaciones toxicas#relaciones codependientes#maravilloso desastre#beautiful disaster
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"ah, pero un bosque de bambú suena elegante." está de más aclarar que nunca ha estado en uno, comentario la deja en evidencia al instante. a decir verdad, ni recordaba la existencia de lugares similares hasta que escuchó comentario ajeno. "ojalá este fuera un bosque de bambú, imagino que fue una experiencia relajante, luego de correr por nuestras vidas deberíamos tener derecho a algo parecido." habla por hablar, sólo no quiere sucumbir al ensordecedor silencio de la naturaleza y el elefante en la habitación. "¿eres de viajar mucho?"
"¿habías estado en un bosque antes?" pregunta, sacudiendo la tierra de una piedra para sentarse a descansar. una cosa es estar agotada, otra cosa es estar sucia. no tiene tanta curiosidad, pero el silencio le abruma y necesita tener la mente ocupada. "para mí todos los árboles se parecen."
#conversaciones.#euliang#maravilloso porque me da miedo que quede hecho un desastre#perdón#vivo con ansiedad u-u#dnkddkdk
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‼️ESTE CONTENIDO NO ES APTO PARA MENTES CERRADAS‼️
'Provocar y enloquecer a un hombre'
Ellos no tienen que hacerlo todo, ellos necesitan de un sexo muy sucio, muy rico, un sexo delicioso con una putª, con su putª.
Ellos necesitan de la indecencia fresca, de la mente más retorcida para volar en medio de unas piernas.
Ellos te miran y tú debes actuar, sigue ése instinto animal, llévatelo al auto, a un rincón donde lo puedas masturb@r.
Se una completa descarada, embarra tu cuerpo a él, enséñale que sabes moverte. Hazlo gemir con palabras en su oído.
Amarlo es cosa fácil, cogerlo como debe ser no es tan sencillo, no hagas la rutina en su cuerpo.
Ellos no deben solo decirte cómo ponerte, sorprende a sus ojos.
Besa su boca, besa su pecho, besa sus mejillas que se marcan. vibra, suda, causa un desastre de tu piel pegada a él.
Ellos no sirven solo para chorrearse, ellos son la causa perfecta para arrodillarse, acaba, pide más, hazlo frente al espejo, pide aún más.
hazlo tuyo, hazlo de él, deja que camine por tu vientre con sus venas. Deja que se vengª en tu garganta, en la cara, entre tus cejas, deja que sea libre de explotar.
Ellos no tienen que cogerte a tí, tú también tienes que cogertelos y acabar tendida en la cama junto a ellos, dejarlos con ganas de volver a probar lo maravilloso que posees en tu cerebro.
—-☮️
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'Maravilloso Desastre' con Dylan Sprouse | Tráiler oficial
Diamond Films presenta el tráiler de 'Maravilloso Desastre' del mismo estudio de la saga de 'After'. Protagonizada por Dylan Sprouse y Virginia Gardner.
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"eh~ eres de tailandia" si está ligeramente sorprendida se debe a que, con el pasar de los años, había dejado de asumir de dónde eran las personas por sus facciones y esperaba que se le presentaran. "debes ser alguien por muy famoso por allí si salías en las noticias con una fotografía tan pintoresca, ¿no? ¡aunque...!" hace énfasis en su exclamación al alzar el índice de su diestra, su siniestra aun recargando su rostro, todo impulsado por la mención del saboteo en la vida contraria. "¿tienes alguna fotografía por allí que te gustaría en su lugar? facilidades de wikipedia es que puedes modificarla libremente" y es un poco sorprendente, piensa, el cambio en su actitud. y sonríe, no puede evitarlo, porque es un espectáculo de ver. todo negocios es lo que expresa su aura, seguridad en su gesto que es agradable, y lionor goza de esos pequeños detalles: las caras al público, lo que vende. "suwannarat airlines" repite, extendiendo su propia mano para estrechar la otra con una suavidad innata en ella, e irguiéndose en su lugar. "lo he hecho, por invitación principalmente. hay muchos diseñadores que la prefieren y es un poco dificil no ver por qué lo hacen" es un elogio, pero es torpe en esa área fuera del modelaje. "lionor noronha. mundo de pasarelas y revistas. tengo la sensación de que nos movemos en mundos diferentes, ¿no?" porque quiere asegurarse, porque quiere conocer y porque nunca, nunca está de más.
la cuestión foránea lo deja pensando, no sabe cómo responder. ¿existía si quiera un antes o un después? en su país de origen sería reconocido por cualquiera, en el mundo de los negocios de cualquier parte del mundo, también. ‘ tenía como dieciséis, no sé —— el tema es que todo el mundo en tailandia la utilizaba en las noticias por aquella época ’ vaya, que ni su padre pudo deshacerse de esa condenada fotografía. ‘¿no te das cuenta que me quieren sabotear desde hace años? y ahora … ¡ahora otra vez! ’ se apoya en la barra, con tanto caos en la mente que cuando escucha su nombre de boca ajena no cae en que lo pudo leer en el artículo. ‘ oh, ’ ahora se aclara la garganta, pasando los dígitos por la propia cabellera para tomar una pose más seria, no, casi sugerente. ‘ has de ser cliente recurrente de suwannarat airlines, qué suerte que sepas elegir ’ habla con una vanagloria igual de teatral que su lamento anterior, pero qué hacerle. ‘ ¿tú nombre? ’ incluso le extiende la palma para concluir una presentación profesional.
#KASJSJFL es maravilloso#lio: podemos arreglar este desastre#es muy manos a la obra ah jajksjks#𝘂𝗻𝗶𝘃𝗲𝗿𝘀𝗲 ┋ interacciones.#ajax.
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Cariño, puedo asegurar, que mi alma y la tuya no se volverán a cruzar, todo mi amor se esfumó, desvanecido en tu indiferencia, solo queda el recuerdo de lo que un día existió, convirtiéndose en algo efímero.
#con#comas#separadas#maravilloso desastre#escritos de amor#noches de desvelo#baja autoestima#duelo#baby#en tu orbita
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Te necesito mas que a nadie en este planeta, Podría jamas necesitarte, Pero te necesito para que cuides de mi, Para que me aguantes & mas que nada, te necesito para que me ames por que te amo...
#couples#love#i love you#frases#lo que me gusta de ti#maravilloso desastre#escritos#poesía en la mente#desorden en letras#escritos de amor
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Picnic
Enid estaba moviendo los pies ociosamente mientras estaba sentada en la cama. Había ordenado el desastre de ayer y aún era muy temprano en la mañana para ir hasta el otro lado del pasillo donde estaba la habitación de Wednesday. Así que perdió un par de horas en leer el único libro que había captado su atención de la biblioteca de los Addams, Entrevista con el Vampiro de Anne Rice.
El reloj de la mesa de noche hizo un leve ruido, anunciado que ya eran las 8 en punto. Enid cerró con fuerzas el libro y lo dejó al lado del reloj. Se vistió pensando en que actividad estaría sumergida hoy junto a Wednesday. Aunque el día de ayer no fue una experiencia agradable del todo.
Nunca volveré a preguntarle a Wedns por las tumbas. Wednesday le había nombrado a cada uno de los parientes que tenían el descanso eterno en el cementerio familiar. Enid retuvo la mitad de los nombres y las circunstancias en que habían muerto.
Enid salió de la habitación y cruzó el escaso espacio hasta estar frente al cuarto de su roomie, empuñó su mano derecha para golpear la puerta, deteniéndose a escasos centímetros.
—Buenos días Enid— Wednesday la saludó.
—Buenos días Wends— Enid vio que ya estaba vestida con sus colores favoritos, pantalones negros y un suéter con el diseño de una tabla de ajedrez. —¿Vas a desayunar?
—No, sabes que siempre bebo mi café por las mañanas y hoy no será una excepción.
—Pero Wends, tu padre prepara unos deliciosos pancakes y ese jarabe de miel, es simplemente delicioso.
—No Enid, no sigas insistiendo— Enid desde su segundo día como invitada de Wednesday para las vacaciones de verano había insistido en la importancia del desayuno. En Nevermore nunca estuvo segura en que consistía el desayuno de su roomie, porque siempre era la primera en levantarse.
—Lo haré, no puedo creer que puedas sobrevivir hasta la hora del almuerzo con solo café.
—Y eso que no has visto cuando competimos con el Tío Fester en nuestros juegos de supervivencia cuando nos visita— Wednesday ya iba caminando hasta la cocina, Enid se quedó con la respuesta en su mente, por ahora dejaría de insistir.
La cocina esta más animada que los días anteriores, estaba la familia completa, esperando a que Gómez terminara de cocinar.
—Buenos días mi pequeña nube de tormenta—Saludó alegremente a su hija, mientras dejaba los huevos y tocino en los platos.
—Buenos días Lobita— Enid se sentía a gusto con ese saludo, pudo comprobar que aquellos que eran importantes y queridos para Gómez Addams recibían apodos cariñosos.
—Buenos días — Respondieron el saludo al unísono.
Cada una fue al asiento que le correspondía en la mesa, se sentaron juntas.
El desayuno fue ameno, los temas de conversación fueron llevados mayormente por Enid, mientras que la familia Addams les prestaba atención.
—Dime querida, ¿qué es lo que harán hoy? — Morticia miró tanto a su hija como a Enid, estaba segura que ella era la que contestaría.
—Todavía no lo sé, quiero hacer algo totalmente opuesto a lo que hicimos ayer— Enid no podría soportar dos días seguidos estando en un lugar donde descansaban los restos mortales de los Addams. Apoyó su mejilla en su mano derecha, pensando. — ¡Ya sé! — Dijo entusiasmada.
Wednesday se mantuvo en silencio. Enid se giró hacia su izquierda para dar su respuesta.
— ¡Un picnic!
—¡Maravilloso! — Dijo Gómez, le encantaban los picnics nocturnos cerca del cementerio con su amada Tish.
Wednesday permaneció en silencio.
—¿No te gusta la idea Wends? — Le preguntó con preocupación, hasta ese día no habían tenido ningún conflicto en cuanto en que destinar su tiempo libre.
—No, solo estaba pensando en la hora y el lugar donde hacer el picnic.
—¿En la tarde? — Intentó adivinar.
—Creo que sería más conveniente al atardecer, ¿te parece bien?
—Absolutamente, ahora solo nos queda el lugar.
—¿Cerca del lago o prefieres el bosque?
Enid lo pensó por algunos momentos, estando hace varios días en la mansión, conoce cuán extenso es el terreno.
— Creo que cerca del lago— El bosque estaba a algunos metros, por si cambiaba su decisión durante el día.
—Un lugar adecuado. — Morticia comentó.
Las horas transcurrieron en diferentes intervalos, según la percepción de cada una de las adolescentes. A Enid el día se le hizo eterno, había leído, estuvo en sus redes sociales, conversó por teléfono con Yoko, hasta fue a la habitación de Wednesday mientras escribía, había adelantado su horario de escritura.
Wednesday se había mantenido realizando sus actividades diarias dentro de su hogar; leyendo, tocando algún instrumento en la sala de música y finalmente escribiendo, aunque siempre pensando en que si solo sería un simple picnic o podría agregar algo más.
—Ey Wends… — Enid le habló en el momento que había dejado de teclear sobre su máquina de escribir.
Wednesday se levantó de la silla y fue hasta donde estaba Enid.
—Dime.
—¿Está bien que me encargue de todo?
—Estaría agradecida, esas actividades me son desconocidas.
—Lo supuse — Enid se levantó de la cama — Prepararé todo y te avisaré cuando tenga todo listo.
Wednesday asintió con la cabeza.
Enid estaba sola en la cocina preparando algunos sándwiches, un termo con agua caliente para el café de Wednesday, ella se había preparado chocolate caliente. Solo faltaba una canasta para llevarlo todo.
Escribió un mensaje de texto a Wednesday para que bajara y fueran hasta el lugar que tenía en mente.
— ¿Qué tal? — Enid extendió sus brazos para mostrarle el lugar que había elegido para su picnic.
—Adecuado. — Wednesday observó con atención el lugar, estaba a unos cuantos metros del bosque, pero más cercano al lago. Por su parte ella había estado haciendo otros preparativos para cuando anocheciera.
Enid estaba extendiendo la manta para dejar la canasta sin sacar ninguno de los alimentos que había preparado.
Wednesday dejó su mochila fuera de la manta, por suerte Enid no le había preguntado qué es lo que traía, de seguro se sorprenderá, pensó.
—Dime Wends… — Enid estaba con las piernas cruzadas y descalza — ¿De verdad crees que tengo algún talento para tocar el violín?
— Enid, te lo he dicho desde la primera vez que tocaste esas primeras notas. El talento no es necesario para la música, lo que es importante es la práctica— Wednesday se había quedado sorprendida ese día, nunca pensó que Enid tuviera la habilidad para tocar el violín.
—No sé, mi antiguo maestro me dijo que no tenía talento, así que después de algunos meses, le dijo a mi madre que no insistiera en que aprendiera, que era un caso perdido.
— Creo que fue una excusa para encubrir su falta de habilidad para enseñar.
— Quizás, lo que más recuerdo era a mi madre diciendo que era una decepción. — Enid nunca más volvió a intentar tocar otro instrumento hasta hace dos días cuando Wednesday le preguntó si quería acompañarla en sus prácticas diarias.
— Verás que cuando se terminen las vacaciones podrás tocar alguna pieza completa y sin fallas — Wednesday había fijado su mirada en el lago.
— Con una maestra como tú, no tengo ninguna duda.
Se quedaron unos momentos mirando hacia el lago hasta que fueron interrumpidas por el sonido que provenía del teléfono de Enid.
— Solo es una foto de Yoko con Divina. — Le mostró la imagen a Wednesday.
— No sabía que se habían ido de vacaciones juntas.
—¡Cómo si prestaras atención a lo que conversamos durante el almuerzo!
—Tienes razón, sus conversaciones no me interesan en lo absoluto.
—¡Oye! — Le dio un golpecito en el brazo. Wednesday sonrió de medio lado.
Enid guardó su teléfono y abrió la canasta para ofrecerle el termo con su café y escogía unos de los sándwiches que había preparado especialmente para ella.
Wednesday le dio las gracias y comió el sándwich, mientras Enid observaba su reacción.
— Está delicioso, supongo que alguien te dio la receta de la salsa especial.
—Exacto, tu padre me dijo como te gustaban los sándwiches así que lo quise intentar, me alegro que te guste Wends. — Enid le estaba dando el primer mordisco al suyo.
Wednesday pensó que cualquier actividad que involucrara a Enid, le parecía fascinante, hasta un sencillo picnic.
@choicesprompts
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Tengo para mí que la escritura es una emergencia. No (sólo) la pulsión de comunicación-contacto, no (sólo) el chisme que quema la lengua y la punta de los dedos, no el apremio, no el ansia, no el te tengo que contar algo, necesito que me escuches, tú, alguien, quien sea, pero, además, que lo haga con los ojos, que me lea, que me confirme si sigo vigente, que estoy viva; a algunos seres se nos complica vivir sin testigos. No la emergencia 911. No el impacto del desastre, aunque compartan la i como prefijo. La emergencia como algo que no existe en los elementos que la preceden, sino que surge a partir de su integración e interacción.
(¿No es maravilloso que el -i signifique al mismo tiempo adentro y privación?). La escritura ingresa, inocula, interesa, inolvida, invalida los elementos previos al mismo tiempo invocándolos.
Elemento previo, la estufa.
Elemento previo, el espejo.
Elemento previo, el motor incesante de las máquinas.
Elemento previo, el combustible quemado.
El deterioro orángico (quería decir orgánico, pero orángico quedó mejor).
Tengo sueño y los ojos se me cierran.
No.
Envejezco y los ojos se me hacen chiquitos.
No realmente. Más bien, los tejidos que circundan los ojos se expanden. Las ojeras que antes eran temporales ahora son permanentes. Los párpados caen, ¿es esta la manera en la que iré bajando la cortina? (Antes decíamos ojos achinados, creo que ya no se puede decir eso. ¿Qué importa? ¿Qué importa todo esto?). Si tan solo el achicamiento me ayudara a enfocar. Infortunadamente, el mundo no es como debería, las cosas no dependen de las palabras con que las nombramos.
La escritura también se achica. A lo mejor por eso tiende al pasado. Allá las dimensiones continúan desbordadas.
Libres.
Free. Please take one.
Tome un recuerdo, nomás uno, no sea usted avorazado.
En inglés, draw significa dibujar, trazar, pero también significa robar. Jugando UNO, soltamos un draw four para chingarnos al enemy. Pero en mi casa no decíamos robar, sino comer, y esa es una nueva constelación de implicaturas que no pienso contemplar ahora.
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Detrás de las Mentiras Duskwood Capítulo 2
Capítulo 1 -------------------------------------------------------------
Habían pasado tres meses desde que MC salvó a Hannah. Ya había dejado atrás todo aquello. No quería recordarlo. No Duskwood, no Hannah… No Jake. Quería olvidarlos a todos, se había mudado de ciudad, cambiado de número de teléfono, todo lo necesario para desaparecer ella también. Quizás le dolía haber dejado atrás al grupo, pero si seguía siendo su amiga, seguiría acordándose en todas esas mentiras que Jake le contó. Qué no le amaba. Que no era el hacker que había sido perseguido. Le había ayudado a despistar a los que seguía con su hermana ¿Acaso no había importado? ¿Todo lo que se habían dicho era mentira? Es por eso que, mejor olvidarlo. No estaba huyendo, solo quería empezar de nuevo a querer una vida normal.
Su turno de mañana había terminado en la tienda de ropa y ya regresaba a casa. Tenía ganas de descansar ese viernes. El sábado tenía una cita con un hombre maravilloso al que había conocido por una de sus nuevas amigas y tocaba sesión de belleza. Escuchó un leve llanto cerca del parque. Miró a todos los lados, confusa. Se acercó al tobogán y miró dentro. Una niña, de cabellos negros estaba llorando. —Hola —saludó MC de manera amigable— ¿Te has perdido? La niña negó con la cabeza, haciendo agitar sus dos coletas. — ¿Y tu mama o tú papá? —Miró a alrededor, buscando por todas partes— ¿Estás sola? —Quería ir a ver a papi a su trabajo—dijo entre lágrima la pequeña—, me separé de mamá porque quería ir a buscarle… <<Habla mejor que yo para una ser una niña pequeña…>> MC continuó mirando a todas partes ¿Qué iba a hacer? No podía dejarla sola. Le extendió la mano, con una sonrisa. Esperaba que no se asustara. — ¿Por qué no vamos a comisaría y avisamos a los policías para que llamen a tu madre? —la niña miró con duda. Obviamente no iba a hacer caso a un desconocido, pero dejarla sola sería mucho peor— Y de camino te compro un helado ¿Qué te parece? Pensaba que quizás así le haría más caso, aunque fuera un truco rastrero, pero era lo único que se le ocurría. La pequeña asintió, comenzando a salir del tobogán. MC se apartó para dejarla salir y le tendió la mano. —Vamos, no te separes de mí ¿De acuerdo? — ¡Sí! —la niña extendió su mano, con una sonrisa. — ¿Y cómo te llamas? — ¡Rose! ¿Y tú? —Yo me llamo MC. — ¿MC? —Se puso a pensar, para luego, reír— ¡Me gusta tu nombre! —Gracias Rose, tú también tienes un bonito nombre. —Papá me lo puso. —Vaya, pues te escogió un nombre precioso —MC sonrió a la pequeña. Su manera de hablar era muy graciosa, como si intentase parecer una adulta, pero aún hablaba como una niña. Sospechó que quizás era porque intentaba imitar a sus padres, para sentirse segura.
Le compró el helado y fueron a comisaría. La policía se sorprendió ver a la niña. —Ya es la segunda vez esta semana, pequeña —dijo uno de los policías, agachándose a su altura. —Yo sólo quiero ver a mi papi… —contestó la pequeña, agarrándose a la pierna de MC. —Lo sabemos —el policía se incorporó con una sonrisa, mirando esta vez a MC—. Nosotros nos encargamos de ella, llamaré a su madre para que venga a recogerla. —De acuerdo —MC se colocó a la altura de la pequeña, sacando un pañuelo para limpiarle la cara de chocolate—. Bueno Rose, un placer conocerte, pero me tengo que ir- — ¡No! ¡No quiero! —La abrazó y miró al policía— ¿Puede quedarse ella también en el cuarto de los niños? —Rose, a lo mejor la señorita tiene que hacer cosas- —Claro que sí, estoy ocupada —separó a la niña con cuidado, arreglándola las coletas también. Quería que cuando su madre regresara, no la viera echa un desastre—. Lo siento, Rose, pero tengo que irme. —Pero no quiero, porfi…—puso la mejor mirada convincente. La joven MC suspiró. Suponía que por un poco más de tiempo, no pasaba nada. —Supongo que puedo quedarme hasta que venga tu madre —contestó al final. — ¡Bien! ¡MC se queda! —la niña se abalanzó a ella, abrazándola. — ¿Está usted segura? —le preguntó el policía. MC se encogió de hombros. No podía decirle que no a la pequeña Rose. Además de que, la niña parecía feliz estando con ella.
Esperaron en una sala en donde había todo tipo de entretenimiento para los niños. Rose se acercó a MC, con un folio en la mano. La joven lo cogió y la niña empezó a hablar. —Esta es mamá, este es papá, esta soy yo y está eres tú. — ¿Soy yo? —Preguntó sorprendida, aunque los dibujos casi eran indescriptibles— Vaya, me has retratado perfectamente. —Se lo daré a papá cuando regrese. — ¡ROSE! —Una mujer de cabellos rojos y cortos apareció en la sala, acercándose a la niña— ¿Dónde estabas? ¡Te he buscado por todas partes! —Quería ir con papi... —Lo sé cielo, pero hasta la noche no regresa —su madre no paraba de observarla, buscando alguna herida. —La encontré en un parque —dijo MC, dejando el dibujo en la mesa. La mujer cogió a la niña en brazos y la observó. MC se sintió incómoda. —Estaba hablando por teléfono un segundo cuando se marchó —explicó la mujer—. Muchas gracias por traerla, soy Katherine —extendió su mano a modo de saludo—, siento que mi hija le haya causado problemas. —MC y para nada, ha sido todo lo contrario, realmente es una niña muy valiente. Katherine la miró de arriba abajo al haber escuchado su nombre. Quizás estaba mirando si de verdad era de fiar. —Mira qué tarde es —miró la madre su móvil—. Tendrías que estar ya con la abuela. —No quiero ir con la abuela —negó la niña, señalando a MC—, quiero quedarme con MC, al menos ella me da helado para comer, la abuela no me deja ver dibujos de la tela. — ¡Rose! —su madre la recriminó, después mirando a MC como si estuviera pidiendo disculpas— Perdona, se supone que no debería hablar de manera tan directa, seguro que lo ha aprendido de su padre. —No se disculpe, los niños tienden a ser demasiado sinceros. —Mamá, porfi, porfi…. Qué me cuide MC…. Katherine miró a la joven y después a su hija. A continuación, volvió a mirar a MC. —Solo será hasta la noche —le empezó a explicar Katherine—, tengo que irme fuera de la ciudad a un trabajo y necesito que alguien la cuide. —No sé sí- — ¡Te pagaré! <<Ding, Ding, Ding.>> —Claro —asintió MC. No pasaba nada por hacer de niñera un día ¿No?
MC las acompañó al edificio. Realmente era un piso carísimo y bastante alto. Entraron en el ascensor y la mujer metió una especie de llave, activándolo. Ni el piso de MC tenía un como eso.
Llegaron al piso, pero cuando abrió el ascensor, ya estaban directamente en el piso. Era bastante grande, con unas ventanas amplias y vistas maravillosas a la ciudad. Pero eso no fue lo que le llamó la atención. Encima de la chimenea eléctrica, vio unas fotos de boda. Y, en esas fotos, salía Jake. Su corazón latió deprisa al verle tan elegantemente vestido. Era demasiado atractivo como para ser real. —Mi marido —Katherine se acercó, con una sonrisa—, estuvo cuatro años en una investigación contra una banda terrorista. Solo conoció a Rose cuando nació, antes de marcharse —la mujer suspiró, cruzándose de brazos—. Le dejó un montón de videos grabados para que conforme iba creciendo, le fuera reconociendo la voz. MC no dijo nada, tan sólo escuchó atentamente. Tenía que largarse de allí en cuanto podía. —Acabo de recordar de que tengo que hacer un par de cosas para mañana- —Sé quién eres —le cortó Katherine y MC palideció. Pensaba que iba a gritar la o algo por el estilo, pero la sorprendió bastante— y me alegra mucho que llegases a rescatar a la hermana de mi marido. Cuando me lo contó, no paraba de hablar maravillas de ti y de lo bien que lo hiciste. —Gracias…. Era algo normal ¿Verdad? Qué le hablase de ella y lo que le hizo, pero… ¿De verdad le había contado la investigación sobre los terroristas? ¿A ella? ¿A su mujer? Bueno, no le tendría que importar, al fin y al cabo, era su mujer… Tendría que confiar en ella. —Gracias a ti…. Él pudo terminar su investigación y regresar a casa y conocer a su hija…. Gracias —Katherine la abrazó y ella se quedó sin saber cómo reaccionar. La abrazó dándole palmaditas en la espalda, como si siquiera animarla. La verdad es que cuando Jake le contó la verdad, deseo que al menos un camión de camino a casa le atropellase o que se atragantara con la cena que su mujer le preparase y se quedase azul por la asfixia, pero después de esto, de saber que lo que había hecho le había devuelto también a una niña un padre, pues tuvo que dejar la ira apartada. Rose no tenía la culpa de tener un padre tan capullo. — ¡Bueno! ¡Tengo que irme ya! —se separó corriendo, desapareciendo por el pasillo— Ven, te enseño todo rápido. MC la siguió mientras iba contado dónde estaba casa cosa, qué hacía qué mando, si la nevera y los hornos… En fin, un tour por una casa mucho más magnífica que la suya con un montón de cosas que ella no podía obtener. <<Jake, te odio…>> — ¡Un beso Rose! —la madre se acercó a la niña, cogiendo su carita aplastando las mejillas, dejándole un beso en ellas— Pórtate bien y haz caso a MC, papá regresará en la noche, así que no vayas a buscarle ¿De acuerdo? —Sí mami. —MC —salieron del cuarto de la niña para dirigirse al ascensor—, te pagaré cuando regrese o si quieres, puedo decirle a Jake que- —Puedo esperar a que regreses —la corto rápidamente. Se negaba que él le diera dinero después de que ella misma se lo tirase a la cara—. No me sentiría bien aceptando el dinero de la persona que ayude a salvar a su hermana —explicó entre mentiras. —De acuerdo entonces —cogió su chaqueta y la maleta, llamando al ascensor—. Hay toda una lista de teléfonos en la nevera y si necesitas salir a por algo el código del ascensor es 725B—entró en el ascensor girándose. —Está bien- — ¡Y qué no se quedé hasta muy tarde despierta! —iba exclamando mientras las puertas se cerraban. — ¡Que pase un buen viaje! MC suspiró. Tenía que tener en mente que esa niña no tenía la culpa de nada. La había conocido sin saber quién era. No iba a ser cruel con ella, de eso estaba segura.
Fue al cuarto de la niña, para ver cómo estaba. Se encontraba pintando en los folios. MC se agachó para sentarse en la pequeña silla que tenía al lado. Su cuarto estaba hecho para una niña con mucho dinero, su cama, imitaba a un castillo de princesas, con escaleras para subir a la cama. — ¿Quieres comer algo, Rose? —preguntó MC tranquila. —Mmm… —la niña se puso a pensar, torciendo los labios y dándose golpecitos en la cara— ¡Helado! MC se rió, viendo cómo extendía sus brazos de la emoción. —No, no más helado por hoy y me refería a comer algo de verdad. — ¿Y no puede haber helado de postre? Oh, no… Ya le estaba poniendo la mirada inocente. —Habrá helado si no se lo dices a mamá y a papá de que te he dado helado dos veces en un mismo día. — ¡Prometido! ¡No digo nada! La niña ofreció su meñique y MC aceptó. Las risas cómplice de la niña le hizo gracia.
Dejó a la niña comer en la cocina, mientras ella limpiaba lo que había utilizado. —MC —la niña empezó a hablar y ella hizo un sonido de que la estaba escuchando— ¿Tú ayudaste a mi papi? —Bueno, ayudar, ayudar… —terminó de fregar y se secó las manos con un trapo, sentándose a su lado— En realidad solo fue investigar, no hice nada más. —Pero ha contado todo lo que hiciste y eso es genial —extendió sus bracitos en el aire— ¡Eres como una súper heroína! ¡Cómo papi! ¡Que derrotó a los malos! —Vaya, es un honor ser una súper heroína —MC se levantó de la encimera para acercarse a la nevera, sacando una pequeña tarrina de helado y una cuchara—. Te lo mereces. —Gracias Súper MC. MC sonrió, viendo cómo comía. No lo había pensado en ese modo, que era una heroína. Quizás porque estaba más empeñada a sentir rabia que a sentirse bien por haber hecho algo bueno.
Se pasaron la tarde jugando a tantas cosas que MC acabó agotada antes que la niña. No pasó por su cabeza que era la hija de Jake, ni que estaba en su casa. Tan solo que cuidaba a una niña. Con unos padres demasiado geniales como para tener esa casa. Esperaba que el dinero que le diera, valiera la pena.
Mientras la niña cenaba, se escuchó el ascensor. Rose saltó del asiento, aunque MC llegó a tiempo para evitar que se cayera. — ¡Papi! ¡Papi! —gritó de alegría, saliendo a correr. MC suspiró. Sabía que esto iba a pasar y que se encontraría con él. Bueno, tenía que dar ejemplo a una niña y no mostrarse rencorosa delante de ella. Mejor tragarse el orgullo y mostrar su mejor cara.
Empezó a salir de las cocina, dirección al ascensor. Ya podía escuchar su voz. Un enorme dolor en el corazón se hizo presente. —Cielo, ¿No tendrías que estar en casa de la abuela? —escuchó preguntarle a la niña. —MC me está cuidando ¡Es genial! — ¿MC? La joven apareció y le miro de manera incómoda, con las manos en los bolsillos del vaquero. Jake la miró sin saber qué decir. No la esperaba en su propia casa después de tres meses sin saber de ella. Después de que le destrozara el corazón. —Me encontré a Rose en la calle y en la comisaría, tu… —MC cogió aire pesadamente— Mujer me pidió que cuidase de ella porque no paraba de insistir. —Claro, ya veo. Se quedaron mirándose. Sin saber qué más decir. MC quería marcharse ya ahora que Jake estaba, así que decidió coger la iniciativa de ir a por su abrigo en el perchero. —Bueno, yo ya me voy- — ¡No! Quédate —dijo Rose, para luego mirar a su padre que aún la tenía en brazos—. Papi, dile a MC que se quede, al menos hasta que me vaya a dormir, por favor. Jake suspiró. Tampoco él podía resistirse a la carita de su hija. Miró a MC y se encogió de hombros. —Ya la has oído a la jefa —dijo finalmente, con una sonrisa. MC se mordió el interior de la mejilla. Tampoco ella podía resistirse a su cara. Rose era una buena manipuladora. Al igual que cierta persona. Y su madre había dicho que no se quedase hasta muy tarde despierta, sería terminar de cenar y a la cama. —Vale, me quedo —dejó la chaqueta, intentando poner su mejor sonrisa—. Pero tú tienes que terminar de cenar, jovencita. — ¡Cierto! ¡Tengo que cenar, papi! Jake la dejo en el suelo y ella salió corriendo. Se quedaron ambos en la entrada. Todavía sin decir ninguna palabra. En algún momento, alguien tendría que hablar. —Tienes un buen aspecto —dijo Jake, con las manos en los bolsillos de su traje. —Gracias —contestó MC, cruzándose de brazos— y tú.... Tienes una bonita casa. El joven soltó una risa floja. Claramente ella seguía enfadada. — ¡MC! ¡No llego a la silla! —escucharon a Rose gritar. — ¡Voy a ayudarte! —MC gritó, sin apartar la mirada de Jake. No sabía si había hecho bien en quedarse, pero por esa niña, aguantaría un poco más.
Estaban tranquilas en la cocina cuando el padre de la niña hizo su aparición, vestido con una simple camiseta negra y pantalones cómodos. La camiseta era tan ajustada que hizo que MC apartase la mirada avergonzada por sus pensamientos. No podía mirarle de esa manera con su hija delante. Y que aún lo odiaba. —Lo…. Lo siento, sólo he preparado cena para Rose —se excusó MC, sin mirarle. —No pasa nada, he cenado fuera por trabajo —se apoyó en la encimera, con una botella de agua— ¿Qué se dice, Rose? —Gracias por la cena, súper MC —contestó la niña, riendo. — ¿Súper MC? —Jake miró a MC, con una sonrisa. La joven evitó su mirada. Sé que él iba de amigo, pero ella todavía tenía que alejar esas emociones. —Soy su heroína por salvar a su tía —contestó, aclarándose la garganta—. Al parecer, alguien ha estado hablando demasiado de mí. —Bueno, procuro no ocultarle nada a mi familia —contestó Jake, bebiendo un poco de agua. MC vio cómo pasó su lengua por los labios, secándose el agua que se quedó en ellos. La joven tragó saliva, apretando la mano con fuerza. Menuda tentación le habían puesto en el camino. Pero claro, sus palabras habían sido lo bastante duras para ella. No le ocultaba nada a su familia. Lo contrario que a ella. Ojalá pudiera responderle a esa frase, pero causaría problemas con Rose y seguramente se lo diría a su madre. Y adiós dinero. —Eso es muy bonito —dijo finalmente MC, evitando sonar molesta—, tienes que ser como tu padre Rose, sé totalmente sincera, nunca mientas a las personas que te importan. Sabía que era como lanzarle una indirecta. Y él lo sabía. Rose asintió y continuó cenando.
MC fregaba lo platos de la niña con tranquilidad. Jake se puso a su lado apoyándose en la encimera. —Agradezco que te hayas quedado un poco más con ella—dijo Jake, con calma—. Aunque no quiero que lo hagas por mí. —Me he quedado porque Rose me lo ha pedido, no porque TÚ me lo hayas dicho—le dijo molesta—. Y sí, tú mujer me ha contado que sabía quién era porque le has hablado de mí —terminó de fregar, secándose las manos con un trapo, para después tirárselo a la cara. Evitaba gritar por la niña, no quería que los oyera discutir. Jake suspiró, dejando el trapo en la encimera. Sí, aún seguía molesta con él. —Bueno, Katherine y yo nos lo contamos todo —contestó Jake, encogiéndose de hombros—, no tengo nada que ocultarla. — ¿Oh? ¿Seguro? —MC se cruzó de brazos, frunciendo el ceño cada vez más enfadada— ¿Exactamente qué le has dicho? ¿Qué querías coger mi mano y huir? ¿Qué no parabas de pensar en m? —Jake hizo una mueca, pellizcándose el puente de la nariz— ¡No! Espera: Le has dicho que me querías. MC se quedó esperando a la respuesta de Jake, que parecía estar pensándoselo. Por supuesto que no se lo había dicho ¿De verdad le iba a contar a su mujer que había mentido a una chica para conseguir que siguiera ayudándolo a encontrar a su hermana? Claramente estaría muerto por jugar con los sentimientos de otra persona. Y MC lo sabía, porque Katherine la había tratado con amabilidad. —Tan sólo le he contado que me ayudaste y que somos amigos —contestó finalmente, viendo cómo MC poco a poco se iba a aproximando a él con rabia, y Jake, iba retrocediendo con miedo—. MC, vamos a calmarnos ¿De acuerdo? —Si no te mato ahora mismo es porque adoro a tú hija, es un ángel comparado con el demonio de su padre —le dio toques en su pecho, enfadada. Ni siquiera sabía por qué seguía allí, ya estaba todo terminado, Rose se iba a dormir y ella a regresar con su vida—. Un capullo que no tuvo en cuenta los sentimientos de otra persona. —Eso no es cierto y lo sabes —le dijo Jake ahora en un tono más serio. Lo que hizo que MC se riera con sarcasmo. — ¿Ah sí? Dime ¿En qué momento pensaste que hacerme creer que me amabas es parte de “preocuparte de mis sentimientos”? Jake agachó la cabeza. Incapaz de verla a los ojos. MC asintió, entendiendo que no iba a contestarle. Pero al final, el levantó la cabeza, preparado para hablar.
Unos pasitos se escucharon entrar en la cocina. Rose tenía en su mano un cepillo de dientes. Miró a los dos adultos, que la miraron un poco asustados al ver la sangre de su labio. Jake cogió papel de cocina, acercándose a ella. — ¿Rose, qué ha pasado? —preguntó su padre, agachándose para limpiar su labio. — ¿Estás bien, Rose? —preguntó MC, también poniéndose a su altura. —Me estaba cepillando los dientes y se me ha caído uno al agua —contesto, con voz temblorosa— ¡Papi! ¡¿Me voy a quedar sin dientes como la abuela?! Ambos adultos se rieron. La tensión había desaparecido entre ellos gracias a la pequeña que los había salvado. —No cielo, es algo muy natural, significa que te estás haciendo mayor —contestó Jake, con una sonrisa—, vas a cumplir seis años, es común que a tu edad los cambios de los dientes sucedan. — ¿Y sabes qué es lo mejor? —MC comenzó a decir, manteniendo la atención de la niña— El hada de los dientes te pondrá debajo de la almohada un billete de cinco euros. — ¿De verdad? —A la niña se le iluminó la cara, mirando a su padre ahora— ¿Es cierto? ¿Hay un hada que te da dinero por dientes? Jake miró a MC, que sonreía con malicia. Podría no querer su dinero, pero no se iba a librar ahora de que tuviera que darle a su hija un billete cada vez que un diente se le cayera. Muy astuta, lo admitía. Usaba a su hija de manera inocente contra él. No le molestaba porque a todos los niños se le contaba esa historia, pero un billete era demasiado. —Sí, te da dinero como agradecimiento —contestó finalmente Jake— ¿Tienes el diente? — ¡Sí! —La niña abrió la mano, mostrándolo sin miedo— ¡Ahora mismo voy a dejarlo! Se incorporaron viéndola marcharse. La discusión de antes había desaparecido. —Gracias, ahora tendré que darle a una niña de seis años billetes —le recriminó Jake un poco jocoso. —De nada, un placer ayudar en mantener la imaginación despierta de tu hija. El joven asintió, aceptando la derrota.
La niña regresó corriendo, esta vez, con una película en la mano. — ¡Me voy a mantener despierta a que venga el hada de los dientes! —Exclamó mostrando la película— ¡Papi! ¡MC! ¡Vamos a ver Frozen! Jake y MC se miraron. Tenían que terminar con esto. MC ya estaba pasando demasiado tiempo con ellos y cada vez dolía más y más el estar con él. —Rose, cariño —Jake volvió a agacharse, cogiendo la película—, ya es tarde, y estoy seguro de que mamá ya querría que estuvieras en la cama, además —dirigió la vista a MC, un poco incómodo y después se la devolvió a su hija—, MC ya tiene que irse, no puede quedarse aquí ¿Lo entiendes? —Porfi, porfi —la niña suplicó, para luego acercarse a MC con esos ojos brillantes. Los mismos ojos que su padre— ¡MC! ¡Por favor! ¡Vamos a ver Frozen! Y esperamos al hada de los dientes juntas. MC miró a Jake, que ya se había incorporado. Se encogió de hombros, suspirando. Ninguno quería ser demasiado duro con ella, aunque sólo por ese día, le estaba regalando un día con su heroína. Nunca más la iba a volver a ver. —Claro —dijo finalmente—, vamos a ver la película. — ¡Bien! —salió de la cocina corriendo. Jake se acercó a MC, murmurando entre dientes. — ¿Podías apoyarme un poco? —le preguntó a la joven, un poco molesto— No quiero tener que escuchar otra vez ‘Let It go’. —Es la paternidad, Jake —MC le dio golpes en el pecho, con una sonrisa victoriosa—, te toca aguantar las princesas y los héroes con sus chistes malos. Mientras MC salía de la cocina, le escuchó soltar un suspiro cargante. Cómo lo estaba disfrutando malcriando a su hija y luego, iba a recibir dinero de su esposa. Mejor imposible.
Se sentaron en el sofá, con Rose en medio de los dos, haciendo de muro. A veces, MC podía notar la mirada de Jake. No sabía si le resultaba incómodo o quizás excitante por ser algo prohibido.
Agitó la cabeza. No. Seguía enfadada. Le dirigió una mirada al pillarlo mirándola. Lo que hizo que él tosiera nervioso cuando vio la mirada asesina de la joven. Estaba claro. Había demasiadas cosas sin hablar. El problema era, que había hecho demasiado daño. Y eso quizás jamás lo iba a poder a arreglar.
Rose se quedó dormida, en el regazo de MC, que le acariciaba el cabello con suavidad. Al verla así, Jake quitó la película, levantándose del sofá. —Dámela, la llevaré a su cama —el joven de cabellos negros cogió a la niña en brazos. Para luego marcharse del salón. MC los siguió, al menos para ver a la niña por última vez. Se apoyó en el marco de la puerta, viendo cómo Jake la arropaba. Bueno, era un capullo, pero un capullo buen padre. Cuando Jake fue a alejarse, la niña empezó a despejarse un poco, pero aún seguía un poco dormida. — ¿Hada de los dientes…? —preguntó, sin abrir los ojos todavía. Jake hizo señales a MC para que entrara, asustado de que pudiera romperle los sueños de la niña. MC negó con la cabeza mientras que Jake la metió en el cuarto. Ella empezó entonces a buscar alguna cosa para fingir, mientras que Rose empezaba a incorporarse. La joven logro encontrar una corona y una varita de juguete, y se acercó a la cama deprisa. Jake le tendió un billete y se quedó fuera del cuarto, mirando detrás de la puerta. — ¿MC…? —preguntó la niña, con los ojos un poco abiertos. —Me has pillado —dijo la joven, con una sonrisa, dejando el billete debajo de la almohada—, has descubierto mi verdadera identidad. — ¿Eres el hada de los dientes…? —Sí, pero no se lo digas a nadie —levantó el meñique, mirándola cómplice—, es nuestro secreto. Rose sonrió un poco, todavía dormida. —MC, ¿Puedo pedir algo más que dinero? MC miró atrás, en donde Jake negaba con la cabeza. Bueno, otra cosa más con qué arruinarlo. —Claro, ¿El qué? —pudo escuchar a Jake quejarse entre dientes. — ¿Puedes hacer que mamá y papá pasen más tiempo conmigo? MC pasó de una sonrisa a una mirada triste. No esperaba que la pequeña Rose le dijeras algo como eso. —Bueno, Rose —MC se sentó en la cama, quitándose la corona—, tus padres puede que estén siempre ocupados, pero eso no significa que no te quieran. — ¿Y no podrías quedarte tú conmigo? Tragó saliva con fuerza. No podía mentirla. No podía hacerle eso. —Cariño, lo siento mucho, pero… Yo no puedo quedarme —le quitó las coletas, cepillándola el cabello con los dedos—, tengo también cosas que hacer, lo entiendes ¿Verdad? La pequeña asintió. Parecía que iba a llorar en cualquier momento. —Me he divertido mucho hoy hada de los dientes —susurró la niña, volviendo a estar cansada—, ha sido el mejor día de mi vida… Quiero que todos los días sean así… MC la tumbó despacio, acariciando su cabello con cuidado. Para una niña, necesitar a sus padres era importante. Si no hubiera sido por ella, quizás Jake no hubiera visto su primer diente de leche caer. Ya eran bastantes años que se había perdido verla crecer.
Salió del cuarto y miró a Jake, que estaba mirando a su hija. No a ella como antes. —Tienes una hija increíble —le dijo MC, sonriéndole. —Y un padre como capullo, lo sé —dijo Jake, con un suspiro—. Te acompaño al ascensor. MC asintió, siguiéndole.
Cogió su chaqueta y su bolso, colocándoselo. Se acercó al ascensor y esperó a que subiera. —Sí que me preocupé de tus sentimientos —retomó Jake la conversación de la cocina, mirándola—, el problema era que… Me dejé llevar por los míos. MC reaccionó despacio, mirándole poco a poco. ¿De verdad le estaba diciendo eso? ¿Ahora? ¿En este momento? Soltó un suspiro y se puso a darle deprisa al botón del ascensor, como si eso fuera a ir más deprisa. —MC- — ¡No! —Le gritó la joven, susurrando— Ni se te ocurra seguir. —No pude decir nada en la comisaría porque estaban mirando por el espejo —continuó hablando Jake. El ascensor llegó y MC entró deprisa en él, pulsando el botón del piso de abajo. Jake paró la puerta del ascensor, para entrar en él. Ella intentó mantener el espacio entre ellos, evitando mirarle a la cara. — ¿Acaso no tengo derecho a decirte la verdad? —se intentó defender Jake, mirándola. —No, no tienes derecho a decir que me vas a decir la verdad después de mentirme —MC le miró con enfado. —Cuando te dije que era peligroso para los dos, en parte era cierto —continuó el joven, soltando un suspiro—, por mi misión y por otra parte, rechacé tus sentimientos porque recordé que estaba casado. — ¡¿Recordaste?! —Le gritó sorprendida gesticulando rápidamente con las manos, controlándose en no abofetearlo— ¡¿Recordaste que estabas casado?! ¡¿En serio?! ¡¿Y también recordaste que tenías una hija?! —No, nunca olvidé a Rose- — ¿Ah, no? —Se cruzó de brazos, ofendida— Porque no lo parecía cuando me dijiste que no parabas de pensar en mí. —Hay dos cosas que me arrepentiré en mi vida —la joven no quería fijarse en los ojos de Jake. Podía ver que estaba dolido. Y ella sabía que iba a ser su debilidad—: La primera en no haber podido ver crecer a mi hija y la segunda… Haberte engañado. MC tragó saliva nerviosa. Evitó mirarlo de nuevo. No quería seguir escuchándole.
Se hizo el silencio en el ascensor. Jake sabía que no la escucharía.
Llegaron a la planta de abajo, pero MC, decidida, decidió cerrar las puertas y mirarle a los ojos. Quizás si de verdad le decía la verdad, podría al menos perdonarle y seguir con su vida normal, no odiándole. —Dímelo. — ¿Qué te diga qué, MC? —Se encogió de hombros Jake, sin entenderla. — ¿De verdad llegaste a sentir algo por mí? Dímelo ahora que no hay nadie vigilándonos —apretó la mandíbula, asustada de la respuesta. Jake suspiró. Colocándose en frente de ella. No la tocó. No la acarició. Pero ambos estaban lo bastante cerca como para sentir la respiración del otro. MC se sentía intoxicada por el olor de su colonia. Lo miraba a los ojos, esperando a sus palabras. Él asintió, despacio, sin apartar la mirada de ella. —Sí —contestó, sin dudar ni un segundo—. Gracias a ti pude soportar el tiempo que estuve solo. Conocerte hizo que saliera unas emociones demasiado intensas que jamás había sentido con nadie- —Jake ¿te das cuenta de lo que estás diciendo? —Tú lo has preguntado- —No es eso lo que te estoy diciendo —negó la chica con la cabeza, suspirando—. Sigues amándola ¿verdad? A Katherine. El moreno agachó la mirada. Claramente, eso no se lo podía ocultar. —Sí, la quiero —contestó despacio—. Ella siempre ha estado a mi lado y siempre ha sido comprensiva conmigo. Quizás es la mejor compañera jamás hubiera podido imaginar tener.
MC le dio al botón del ascensor para abrir la puerta. Soltó todo el aire cargado, saliendo del lugar. — ¡Espera MC! —Jake fue tras ella, parándola, colocándose delante— ¡Pero eso no significa que no sienta nada por ti! — ¡Jake! —Gritó su nombre furiosa, mirando a todos los lados asustada de que alguien los oyera— ¡¿Me estás diciendo que te parece bien que estés con TÚ mujer y que yo sea la amante?! El chico la miró, casi dudando. MC no podía creerlo. Era increíble lo que estaba sucediendo. —No pienso arruinar una familia solo porque tú no seas valiente en decirle a tu mujer de que la engañaste —negó MC con la cabeza, agarrándole con fuerza de la camiseta—. Que te quede claro, no pienso dejar a esa niña sin familia solo porque su padre es un gilipollas que le gusta jugar a dos bandas. —No, no estoy jugando a dos bandas- — ¡No puedes tenernos las dos a la vez! —MC comenzó a llorar, empujándole— ¡La quieres, Jake! ¡Esa es la verdad! ¡Yo no fui más que una aventura para ti! ¡Algo con lo que distraerte mientras yo me encargaba de buscar a tu hermana! — ¡NO! —Jake gritó con fuerza, colocando sus manos en el hombro de la joven— Nunca pensé eso de ti, no pienses que fuiste la otra. Evitó mirarle. Era increíble. Pasó la lengua por sus labios, notando el saber de las saladas lágrimas que le brotaban. Quitó despacio sus manos, respirando con dificultad. —Pero lo era… Siempre lo he sido… —Yo… —Jake cogió aire, mirándola con confusión— Yo solo sé que nunca he sabido cómo comportarme contigo… Y que fue cierto todo lo que te dije- —Ahora no puedo creerte —MC le apartó, pero esta vez sin mucha fuerza, quería alejarse de allí—. Tengo que irme. —MC… —Jake volvió a detenerla, cogiendo su mano. La chica se dio la vuelta, secándose las lágrimas— No dejo de pensar en todo el daño que te hice… En el dolor que te causé… La imagen de ti llorando por lo que te dije no la puedo olvidar. —Para… No sigas… —No puedo olvidarme de ti —colocó sus manos en las mejillas de la joven, acariciándolas despacio—. MC, me has marcado tanto que no puedo sacarte de mi cabeza. La chica respiró con dificultad, pasando su mano por su flequillo. Al final negó con la cabeza. Lo que estaba haciendo era hacerse daño. Pero si de verdad él se lo estaba diciendo de manera sincera, tendría que dejárselo claro. —Para estar conmigo, se tiene que estar en serio —dijo firme, cogiendo sus manos para quitárselas de la cara—, no te digo que dejes a tu hija, porque eso nunca te lo diría, no soy así —vio los ojos de Jake brillar. Pareciera que también él quisiera llorar. Sabía perfectamente que estaban haciendo daño a todos por su egoísmo—. Pero si de verdad me quieres, se lo tienes que dejar claro a Katherine —Jake fue a hablar, pero ella siguió—, si no… Entonces no me busques… No me hables… Déjame vivir, Jake… Si me consideraste también una amiga, entonces acepta mi decisión. —MC- —No —se alejó un poco, dejando de querer respirar su colonia. Su aroma. No quería cometer un error—. Lo siento Jake, pero no es mi decisión, es la tuya. Yo no puedo decidir a quién debes querer de verdad. Se dio la vuelta, comenzando a alejarse.
Antes de salir del edificio, miró para atrás, viendo cómo él la observaba. Al ver que ni iba a por ella, teniéndolo claro, se marchó de allí.
No iba a romper una familia siendo la amante. No iba a destruir algo que Katherine y él habían creado: La familia perfecta. Y quería que Jake se lo pensase de verdad, que supiera lo que conllevaba a querer a dos personas. No quería que él lo destruyera tampoco solo por ella, un capricho. Algo fugaz ¿Emociones intensas? ¿Cómo le podía decir eso?
Cuando estuvo más alejada del edificio, continuó llorando hasta agacharse, abrazándose a sí misma.
Se había alejado para olvidar, pero parecía que no iba a librarse de esos sentimientos todavía.
Capítulo 3
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Hola
3: 3 Miedos
6: 4 cosas que NO me excitan
9: Mi mejor primera cita
12: A qué hora nací
15: Frase favorita
Hola bonita😘
3: 3 miedos:
Pues creo que me ataque una serpiente, me coma, me asfixie.. No sé, tiene que ser una situación un poco dolorosa 😂
Atragantarme, que no es la primera vez que casi toco el límite de inconsciencia 😂 y no sé, que me pase algo verdaderamente aterrador, accidente grave y me quede de por vida con dolores o sin poder moverme..
6: 4 Cosa que No me excitan:
Que no cumplan sus palabras y hablen por hablar, personas que juegan con los sentimientos de otras sin saber el peso que tienen las palabras, ilusionar, hacer daño y jugar con terrores ejenos, traumas, problemas y manipular con ello, mofarse de alguien con algún tipo de discapacidad, trastorno.. Eso no me excita y lo evito :)
Últimamente estoy evitando muchas cosas.
9: mi mejor primera cita:
Todas mis primeras citas fueron un desastre o simplemente normales, pero por ejemplo una en Madrid al salir del concierto de Rage, fue el único momento de sinceridad que me regaló en toda la "relación". O al menos es lo que pensé en su momento 😅😅
Mis citas han sido todas muy normalicas :3
youtube
12: a qué hora nací :
Ni idea, la mi madre no se acuerda, también no estoy segura del día y a veces me planteo que me encontraron en un contenedor😂😂😂😂😂😂
Maravilloso.
15: frase favorita:
Tanta paz lleves, como descanso dejas.
Hueles a nicho cerrado.
Buen inicio de semana😘😘😘
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