#mano madre pasta
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Dün akşam iş çıkışı @dusenyildizlar ‘ın şubesine gidip onu iş çıkışına kadar bekledim. Sonra Mano Madre Pasta’ya gidip 2x200gr karamelize soğan/mantarlı ile tavuk ve renkli biberli soslu makarna yedik. Allahım inanılmaz lezzetliydi. Menüde bir de pesto ve kuru domates sosu vardı, 150 gr’da ondan söyledik onu da yedik allahım tüm Bursa akın etmeli bu lezzete. Ama ben Sultan ile yediğim için bana daha lezzetli gelmiş olabilir orasını bilemem sjxjsjshhs
Neyse sonra Görükle’de Biscuiteer Bakery’e gittik. Bir san sebastian ve bir de kruvasan söyledik -ki gelen şahane şeylerin görseli yukarıda var. Mükemmellerdi.
İki mekan da f/p açısından on numara beş yıldız.
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el parto de la maestra 3
Una vez que la clase se retiro pude hacerlo yo también me costaba caminar pues el sexo solo hizo que dilatara más y el bb se desprimiera más tratando de no ser vista pude llegar a las duchas. Al cabo de unos minutos ya estaba sin mi vestido sabía que iba a tener a mi bb aquí así que intente ponerme lo más cómoda posible ya no importaba si alguien me veía . Me senté en uno de los bancos de metal pues el frío se sentía bien otra contracción me golpeó me sente con ambas piernas una a cada lado del banco y me recosté mi enorme vientre sobresalía demasiado. Está posición se sintió bien pues tenía mis piernas bien separadas y le frío del banco era reconfortante otra contracción me hizo gemir y comenze a tocar mi clítoris pues en la biblioteca había funcionado para sobrellevar el dolor. Comenze a jugar con mis dedos cuando escuche la puerta abrirse. -te estás divirtiendo sin mi - puede ver cómo se le hizo agua la boca al verme Acostada desnuda y abierta mientras trabajaba para tener a su bb eso me hizo sentir sexy a pesar del dolor que estaba sintiendo .Ven vamos a romper esa bolsa y traer a este bb me dijo de un momento a otro se sentó en la banco y me hizo subirme sobre el con las piernas bien abiertas pude sentir como se hundía en mi y solo puede gemir se sentía tan bien comenze a dar pequeños brincos sobre el pude ver cómo le gustaba la sensación de mi coño todo mojado y dilatado por su bb de pronto una contracción me hizo quedarme quieta y apoyarme en el comenzó a moverse rápidamente sintiendo como mis paredes lo apretaban se sentía tan bien casi pude olvidar el dolor siguio moviéndose rápido y fuerte hasta que ambos llegamos y finalmente mis aguas se rompieron con el en mi interior eso hizo que tuviera otro orgasmo puede sentirlo bien duro dentro de mi. Sin la bolsa de por medio todo se acelero pude sentir como mi bb bajaba por el Canal de parto estaba lista para pujar. El me.llevo hacía las duchas y me puso dejabo del chorro de agua caliente se sintió bien cuando otra contracción llego estaba lista así que me puse en cuclillas y di mi primer empujón se sintió realmente bien pude ver cómo se acercó con toallas y un pequeño kit médico supuse que no era la primer maestra que pasaba por esto. Se acercó a mi y metió un dedo - puedo sentirlo está justo ahí tienes que empujar bien fuerte y saldrá - cuando otra contracción llego hizo todo mi esfuerzo no puede evitar gritar cuando sentí que la cabeza salía de mi coño no podía creer que estaba teniendo a mi bb en las duchas del gimnasio. Otra contacion y la cabeza salió por completo. Luego el avance se reventizo con su ayuda logre pararme a pesar de tener la cabeza de mi bb entre mis piernas comenze a caminar y a pujar de pie apoyada en el esto funciono pos al cabo de dos contracciones más sentí como giraba listo para salir volví al suelo pero esta vez a cuatro pastas - tranquila estoy listo para recibir a este bb - luego de esas palabras di un gran empujón y el resto mi bb salió hacia las manos de su padre - es una niña y es idéntica a ti - con Algo de dificultad me sente y agarré a mi bb rápidamente busco mis pechos así que comenzó a lactar la sensación era .y extraña pero agradable. Luego de un rato me vesti y el me.llevo a mi casa en mi auto. Ahora era madre de una hermosa bb tal vez más adelante podría darle un hermano .
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🧊 Bruno Bucciarati 🧊 [01] Secreto de una enfermera
Sinopsis: Bruno Bucciarati, capo de la mafia italiana más importante, mentor, gran amigo y leal, pero también es famoso en su círculo de amistades más próximas como el monstruo de las cosquillas... y María se enterará de ello.
Ship: Bruno Bucciarati, María Smith
Fandom: Jojo's Bizarre Adventure
Recuento de palabras: 6996
*Italia, Passione. Bruno Bucciarati agradecía todos los días de estar vivo, también agradecía de que sus compañeros estén con él y todo fue gracias a una sola persona, María Smith. Ella apareció mucho antes de pelear con Diavolo y por sus poderes de curación y hielo, sanó a cada uno de ellos en el camino, evitó muchas muertes de otros. Al tener un poder de regenerar incluso las células muertas, es una enorme responsabilidad y es por eso que no se hizo pública su imagen. También borraron su información y pronto iban a cambiarle el nombre y varios de sus datos, debían cuidarla a toda costa. Se convirtió en un miembro más en Passione, todos la quieren por su gran amabilidad y compresión, en especial Mista, Narancia y Trish. Giorno la respeta mucho y Abbachio solo la ignora, a veces le hace alguna que otra broma pero a ella parece no afectarle. Incluso recuerda que la vez que Abbachio quiso darle de beber su propia orina en una taza de té, María se dio cuenta al instante y se la tiró ensima, después nos comentó que se recibió como médica y el aroma ya lo había olido varios minutos antes de la pesada broma. Ese día se enojó mucho con Abbachio y casi terminan en una pelea, pero Giorno los detuvo y él también. Aunque María parecía muy dulce, sospechaba que no conocía su lado "loco", su lado límite. Tampoco sabía de sus familiares, nunca hablaba de ellos, de hecho, cuando le preguntaba acerca del tema simplemente sonreía y lo desviaba o respondía con un "Está todo bien". En su registro leyó que tenía dos hermanas, un padre, una madre que falleció por cáncer de mama cuando ella tenía doce años, y que era adoptada en la familia. Su padre es un cirujano muy importante y posiblemente había salido de allí su pasión por la medicina (o quizás no)*.
Bruno: *Todo eso repasaba mientras ayudaba a poner la mesa para almorzar con los de su grupo, hoy al ser un día con una temperatura muy baja iban a comer pastas con tuco y carne picada, un clásico. No tenía tantos asuntos que atender así que ayudar a los meseros y demás empleados no le costaba nada, le gustaba hablar con ellos* ¿Mh? Buenos días, María *Le sonríe con amabilidad al verla entrar al comedor*.
María: *Se acerca y le da un beso en la mejilla a modo de saludo* Buenos días, capo ¿ayudo en algo?
Bruno: *Cuando vino ella se implementó poco a poco el saludar anotras personas con un beso en la mejilla, no estaban acostumbrados pero en la cultura de ella era muy normal (Latinoamericana)* Oh, descuida, ya terminé *Coloca los últimos cubiertos en la mesa* ¿Cómo van esos estudios? *Toma asiento en su silla esperando a que se haga la hora de comer*.
María: *También toma asiento a su lado* Bien, ya han autorizado el ingreso de nuevos suplementos para el proceso, y los científicos de otros lados me están ayudando a descifrar todo esto. Creo que lograremos hacer un gran avance tecnológico *Así es, querían crear una máquina que tuviese la capacidad de saber si la persona era portador de un stand o no a través de un laboratorio de sangre* Pero hay que tener paciencia, no todo sale de un día a otro. Puede tardar semanas, meses o años. Siempre hay que ser optimistas y seguir hacia adelante *Le regala una bonita sonrisa*.
Bruno: *Estaba serio mientras la escuchaba, pero al finalizar le devuelve una sonrisa de aprobación* Esa es la actitud, sigue así. Por el momento no hemos recibido noticias de ningún otro resto de flecha, así que estamos centrándonos en reorganizar Passione, limpiar el desastre de Diavolo y contratar a gente nueva.
María: Me parece una buena decisión *Estira su mano para tratar de agarrar la jarra con agua, pero retrocede al sentir un dolor horrible en su hombro* ¡Ay ay! *Suspira con pesadez moviendo su brazo haciendo rotación de hombros*.
Bruno: *La observa con atención y preocupación* ¿Estás bien?
María: Sí, no te preocupes. Los entrenamientos de Abbachio me pasaron por arriba como un camión. Sé que no estoy en forma, es una realidad. Me ha costado bajar de peso y el entrenamiento más el trabajo, a veces siento que es mucho.
Bruno: Oh, Abbacchio no es amable cuando suele dar entrenamientos *Se pone de pie de la silla y se acerca a ella* Te haré masajes, creo que estar mucho tiempo sentada en el escritorio también te perjudica. Después veremos escritorios que se puedan elevar automáticamente, o una mejor silla *Posa sus manos sobre sus hombros y con cuidado va presionando sobre sus músculos* ¡Oh! Menudos nudos tienes *Estaba sorprendido*.
María: ¡Ouch! ¡Ouch! Uff, así parece. Gracias *Sentía alivio cuando le hacía masajes, dolía mucho pero sabía que mañana se sentiría muchísimo mejor* ¿Crees que logre bajar de peso? Me encantaría rener una mejor figura. Mi profesión me ha obligado a no tener tiempo para actividades físicas o hobies que impliquen moverme, pero en serio me encantaría verme mejor y sentirme mejor conmigo misma *Mira al frente con esperanzas de que en un futuro su sueño se cumpla*.
Bruno: *La escucha atentamente. Suponía que quizás tiene algún defecto o inseguridad con respecto a su cuerpo, peso, figura y de sentirse bien o mal con todo eso. Debía sentirse apoyada y eso iba a hacer* Mira, yo te veo bien. Sí que es cierto que estás unos kilos sobre tu peso ideal, pero el hecho de empezar a ejercitarte es un enorme cambio para ti, mejorará a medida que pasen las semanas y los meses, ten paciencia, hace quince días que empezaste. Cambiar tu rutina y hacer que sea diferente es un gran paso, hiciste que cambie tu día a día, y ese es un comienzo *Sonríe mientras seguía masajeando sus hombros y amasaba su espalda lo más fuerte que podía*.
María: ¡Ahg! *Se queja varias veces por el intenso dolor* No me hagas recordar *Suspira al retroceder en su memoria los días de entrenamiento tan intensos que tuvo con Leone, no tenía piedad alguna ni paciencia* Va a matarme un día de estos *Sonríe un poco por su exageración*.
Bruno: No digas eso *También le causaba gracia*, hablaré con él para que no sea tan exigente. No queremos que te baje la presión o peor aún, te lesiones *Por un momento apretó entre el músculo de su espalda y pasando su dedo gordo sobre su clavícula para depositarlo en el hueco que había, pero no se esperó la reacción de su compañera. Se retorcio del lado que apretó como esquivando algo y una sonrisa temblorosa apareció en su cara* ¿Mh? ¿Te hice daño? Lo lamento *La mira preocupado*.
María: O-oh, no, no, descuida *Se pone derecha otra vez* Me hiciste cosquillas, no fue dolor de nada *Miró al frente pensando que el tema iba a quedarse aquí*.
Bruno: Oh *Su cara de preocupación y sorpresa cambió repentinamente a una más relajada y juguetona*.
Bruno: Oh~ *No pudo evitar que una sonrisa de travieso aparezca en su cara* Así que la fuerte, estudiosa y poderosa María Smith tenga algo tan sencillo como unas pequeñas cosquillas. Creo que no estas muy enterado de cómo funcionan las cosas aquí *Dijo posando ambas manos en sus hombros*.
María: ¿E-eh? *Su voz se cortó, pasó tan rápido que no se esperó nada de eso* ¿De q-que hablas? *Pregunta con voz temblorosa y girando su cabeza para mirarlo a los ojos*.
Bruno: Verás, querida *Se inclina hacia adelante para observarla mejor, hacer un contacto visual que la ponga más nerviosa de lo que ya estaba* Cuando alguien de aquí está cansado, triste o desganado, suelen poner una sonrisa de inmediata cuando me ven pasar... *Amplía su sonrisa* porque soy el monstruo de las cosquillas para todos ustedes *Dijo apretando suavemente en ese hueco sobre su clavícula*.
María: Ah, *Dice sin mostrar sorpresa* bueno. Para tu mala suerte, no tengo cosquillas. Ese solo fue un reflejo, ya sabes, de cuando uno está muy atento *Levanta sus hombros sin darle importancia al asunto. A primeras era buena aguantando las cosquillas, por ejemplo, si alguien le picaba el estómago un par de veces o las costillas. Otro tema es que si se disponían a hacerle muchas cosquillas, ahí sí no habría manera de cubrirlo*.
Bruno: ¿Mh? Por favor, todo el mundo las tiene, es imposible que tú no, además, acabas de- *Iba a decir otra cosa, pero justo entró Mista y Narancia al comedor, estaban hablando sobre un videojuego nuevo*.
Mista: Sí, lo lanzaron la semana pasada y ya está en las tiendas, deberíamos comprarlo *Se sienta en su lugar no sin antes saludar a su jefe* Hey, Bruno *Sonríe emocionado* ¿recuerdas el juego que te comentamos? Iremos a comprarlo esta tarde, así que saldré con Narancia *Dice con mucha emoción*.
Narancia: ¡Sí! ¡Y es edición limitada! Estuvimos ahorrando para este momento *Mueve sus manos con alegría*.
Bruno: *Mira a sus colegas y no puede evitar sentirse orgulloso del fruto de su trabajo* Se lo merecen, pero tampoco quiero distracciones, ¿ok? Vayan con cuidado *Aún posaba sus manos en los hombros de la chica y de vez en cuando daba pequeñas presiones sobre su clavícula*.
María: M-mh *Traga con dificultad, no se esperaba para nada la actitud tan divertida y a la vez dominante de su jefe* ¡S-Si! *Sus mejillas se tornan levemente de rosa* Me alegro mucho por ustedes. Después me enseñan qué tal el juego *Otro pequeño apretón. Justo donde su jefe estaba tocando es el lugar que menos se podía aguantar la risa. Digamos que toda la zona del cuello, nuca, orejas, clavícula y hombres eran extremadamente sensibles*.
Narancia: ¡Obvio! Es multijugador, nos falta un mando más y podremos jugar los tres *Sus ojos se iluminaban al imaginarse una noche de películas, con el juego nuevo, sus amigos y comida chatarra de por medio*.
Mista: ¡Sí! Vamos a conseguir ese mando hoy *Dice decidido a comprarlo, no eran baratos los diseños que querían pero coleccionarlos se había vuelto una cosa entre los dos*.
Bruno: Bueno, ya vamos a almorzar *Deja que Mista y Narancia hablen de las cositas extras que querían adquirir esa tarde, una lámpara de lava, lámparas de colores y decoración para su habitación gamer* Le recomiendo, señorita Smith *Se inclina hacia un costado para verla a los ojos* que se comporte en la mesa hoy, Giorno ha estado observando cómo opera en el ámbito laboral al igual que en el de descanso, no querrá largar risotadas en medio de la comida *Y dicho eso, soltó finalmente sus hombros para volver a su asiento* Hoy habrá pastas *Habla con un torno normal e incluso más inocente*.
María: *Otra vez se le dificulta tragar, ¿cómo iba a ponerla nerviosa en mitad del almuerzo? ¿usando su stand? ¿y por qué Giorno la evalúa todo el tiempo? ¿será parte de algún plan del capo? Todas esas preguntas se iban acumulando en su cabeza que apenas podía terminar de procesar lo que sucedió* S-Si, suena delicioso *Junta sus manos bajo la mesa y mira la puerta de ingreso, Giorno, Fugo, Abbachio y Trish pasan y se sientan en la mesa* Buen día *Endereza su espalda y sonríe amablemente*.
Trish: ¡María! *Se acerca rápido a ella y le da un abrazo. Había estado de viaje así que por una semana no pudo verla* ¿Cómo estás? ¿cómo es que sobreviviste tanto tiempo con estos chicos? *Se sienta a su lado*.
María: Hola, hermosa *Estaba muy feliz de volver a verla* ¿Cómo le hago? Mucha paciencia *Se le escapan unas risitas por el chiste*. Venga, cuéntame de tu viaje *Y así estuvieron hablando un buen rato mientras esperan la comida. Bruno no la molestó en ese tiempo y eso le causaba miedo, ¿ahora no la molesta? ¿qué estaba tramando?* Me alegro mucho de que la hayas pasado bien, un viaje de estudios siempre despeja la cabeza *Hace memoria un momento de sus anteriores viajes de estudio, no era tan agradables como los pintaban los profesores, su padre siempre le ponía mucha carga a sus hombros en cosas así, por ser hija de él solamente*.
Trish: Y bueno, te traje unos regalos *Dice con un brillo en los ojos* ya que, has eatado con nosotros tres años, hay que celebrarlo, ¿no? *Los demás del grupo prestaron atención, no todos, Abbachio estaba con sus auriculares y Mista escuchando a Narancia*.
Giorno: Es verdad, hoy se cumplen tres años *Mira a María y le sonríe con amabilidad* Felicidades, agradezco mucho que estés con nosotros. Haces un excelente trabajo.
María: Gra- *Sintió un abrazo enorme sobre sus hombros, era Narancia que se abalanzó para despeinar sus rulos incontrolables* ¡Jajaja! ¡También te quiero mucho! *Correspondió al abrazo*.
Narancia: ¡Jeje! Dos mujeres conviviendo con nosotros, ese es un buen logro *Recibió un golpe de parte de Trish y otro de Bruno bajo la mesa* ¡Auch! ¡Vale, vale, era una broma! *Mueve sus manos y se vuelve a sentar* Solo digo que nos soportan muy bien.
Trish: ¡Mh! *Se cruza de brazos frunciendo el ceño*.
Giorno: *Pidió con un leve gesto que su nuevo cocinero personal ya pueda llevar los platos a la mesa, y rápidamente se puso manos a la obra y con gran habilidad, dejó varios platos de pasta* Gracias *Toma un pañuelo blanco y lo coloca sobre sus muslos, era por si se manchaba con salsa*.
Mista: ¡Whoa! ¡Se ve delicioso! *Cuando el mesero dejó su plato de pastas sobre la mesa, empezó a comer enseguida, le rugia fuerte el estómago* Oh, que bueno que está *Habla con la boca llena*.
Bruno: Modales *Lo reprende* Gracias por la comida *Y dicho eso, empezó a comer como los demás*.
Giorno: *Le lanza una mirada severa a su mesero que solo ambos podían entender y lo vio retirarse. Comió a gusto* (Cocina muy bien).
María: *Durante el almuerzo, todo fue bastante normal. Habló con Trish sobre unos libros nuevos, ropa que vio en un local y maquillaje, no era de pintarse pero Trish sí, así que hablar de ello la hacía feliz* ¿Un labial azul? Uh, podemos ir este fin de semana por ese, se vería genial en ti. Me gustaría probarme algunos tonos de marrón o violeta pastel, algo más disimulado para mí *Come de la pasta* Mhh, que delicia.
Bruno: *Mientras comía, de vez en cuando miraba a María. Había activado al monstruo de las cosquillas y tenía una curiosidad latente, ¿María Smith era cosquillosa? ¿qué tanto? ¿dónde? Había días donde su compañera estaba de mal humor por una cuestión de hambre o cansancio de tanto trabajo y no sabía cómo animarla, ¡pero ahora sí! Quería molestarla en este instante, pero contuvo ya que Giorno quería hablar con ella sobre el proyecto principal. A pesar de que era parte de la familia, debía mantener una postura profesional y eso era lo que quería comprobar. Después del almuerzo, pidió que los demás se retirasen a descansar y luego a completar su rutina*.
Mista: ¡Gracias! Nos vemos *No puede evitar de revolverle el cabello a María y luego irse con Narancia, Fugo y Trish*.
María: *Frunce el ceño con una sonrisa y usa su poder para darle un golpesito en su espalda baja, le había tirado escarcha*.
Mista: ¡AY! *Da un par de saltitos tratando de sacarse el hielo de la piel y se retira viéndola* ¡Ya verás!
Giorno: *Limpia sus labios con un pañuelo, había pedido postre hoy, un flan con caramelo* Bueno, María *La mira a los ojos* ¿qué avances tenemos este mes? *Junta sus manos sobre la mesa tomando una postura más dominante pero relajada*.
Abbachio: *Se había quedado sentado para escuchar lo que tenía que decir, no estaba tan interesado pero por Bruno, debía estar. Pidió un té verde después de su comida*.
María: *Saca de un bolso que llevaba varios papeles y documentos con la información impresa, también su portatel para mostrarle más de cerca los datos* Han llegado los informes de Europa y tenemos treinta y dos usuarios de stands. También ha- ¡AY! *Lanza un grito de repente y su cuerpo se había tensado, sintió un pinchazo en su muslo izquierdo. Los tres espectadores se quedaron congelados mirándola*.
Giorno: ¿Te encuentras bien? *Frunce el ceño con preocupación, pensaba que algo le dolió al hacer un movimiento, pero no sabría de qué*.
Abbachio: *Se quitó un audífono al escucharla y enmarcó una ceja, incluso hizo una mueca de disgusto* ¿Te puedes comportar?
María: *Sintió sus mejillas sonrojándose terriblemente, sentía mucha verguenza* ¡Disculpa! *Mueve sus manos para darles la indicación de que no se preocupen* C-como venía diciendo, los resultados son fantásticos. La máquina puede detectar diferencias entre las muestras... *Siguió hablando tranquilamente pero por un momento, al conectar su mirada con la de Bruno es donde encajó todo*.
María: *Se quedó en silencio un segundo impactada por su actitud, ¿tanto se iba meter en el papel que le mencionó?* E-eh *Se había quedado callada por bastantes segundos*.
Giorno: ¿María? ¿Segura que estás bien? *Inclina levemente su cabeza pensativo* (¿Se habrá lastimado en el entrenamiento? Pudo haber sido muy duro, ¿será el cansancio?) Podemos seguir en otro momento si gustas, no soy exigente *Levanta su mano en señal de espera*.
María: ¡No, no, no! Disculpa, seguiré explicando. Estoy bien, perdona *Suspira, ahora estaba nerviosa por no saber cuando ni cómo iba atacar el condenado de Bruno*.
Abbachio: ¿Te vino acaso? *Dice en un tono despectivo y burla, lo cual es regañado por una mirada severa de parte de Giorno*.
María: *Se voltea a ver a Abbachio un poco dolida por ese comentario* Reitero, *Su voz ahora sonaba un poco más apagada* los resultados son increí- ¡EHH! *Lanza otro grito al sentir dos apretones en su cadera lo cual la hizo casi saltar de la silla* ¡Ah! ¡Jajaja! *Golpeó la mesa y bajó la cabeza para ocultar su estúpida sonrisa*.
Abbachio: ¿Te burlas de nosotros o qué? *Levantó la voz señalándola con el dedo* ¡Estamos aquí para escucharte! *Se estaba irritando bastante con su actitud y más por el ruido innecesario que hacía*.
Giorno: *No se esperaba para nada esas risotadas tan aleatorias que incluso retrocedió en su asiento. Conocía a María por hablar muy suave y pacífico, y escucharla gritar así fue muy insólito viniendo de ella*.
María: ¡No! *Grita aún riendo por las terribles cosquillas que sentía* ¡Este descubrimiento es tan increíble que me emociona! ¡P-poder- ¡Jajaja! ¡Detectar usuarios de stands! ¡Jajajaja! *Golpea la mesa varias veces* ¡C-con un laboratorio de sangre u orina! ¡Eureka d-diría! *Levanta sus brazos lo cual fue terrible error porque un apretón se depositó en su vientre, esas manos agarraban y apretujaban sus rollos de jamona -según los españoles-* ¡JAJAJAJAJAJA! *Se curvó hacia adelante de forma instintiva para proteger su pobre barriga* ¡Es sorprendente el avance! ¡Estoy tan feliz! *Mira a Bruno pidiendo compasión con las lágrimas que asomaban por sus ojos* ¡T-tan feliz que moriría aquí mismo! *Gritó dándole la indicación que iba a morir de la verguenza o por no poder respirar*.
Bruno: *Amplía su sonrisa de maldad* ¡JA JA JA! ¡Esa es la actitud! *Le da un golpesito en el hombro a sus dos compañeros de al lado* Tenemos una entusiasta trabajando con nosotros *Asiente con la cabeza dejando que su stand pare de apretar sus rollitos, había creado una cremayera debajo de la mesa*.
María: Uff... uff... D-disculpen, caballeros *Posaba su mano en su pecho, tenía que recuperar el aliento que perdió y mantener su orgullo, si es que quedaba* Me ganó la emoción *Les sonríe con nerviosismo*.
Giorno: *Suspira con pesadez, no dudaba que esta situación fue extraña pero le emocionaba el hecho de que a María le emocionase y se sintiese orgullosa de todo el trabajo que hacía todos los benditos días, sin recesos de por medio* Tienes razón, es un gran avance para todos. Te felicito por tu constancia y esfuerzo.
Abbachio: *No sabía qué pensar por lo que vio* Como sea *Se pone de pie sin interés de seguir escuchando a nadie más* Nos vemos *Toma su taza de té que no pudo terminar y se la llevó a su dormitorio*.
Giorno: Bueno, gracias por... *Piensa sus palabras* esta breve reunión *Se pone de pie acomodando un poco su saco verde con bordados de flores* Nos vemos en la cena *Los saluda para retirarse, no sin antes hablar con su nueva mano derecha, le enseñaba el protocolo*.
María: *Una vez Abbachio y Giorno se retiran, lanza una mirada furiosa a Bruno* ¡Me hiciste pasar verguenza! Ni siquiera pude terminar lo que quería decir *Extiende sus brazos y los cierra rapídismo cuando dos dedos se incrustan en sus pobres axilas* ¡No, no! ¡Jajajajajaja! *Las manos de Sticky Fingers se quedaron atrapadas en ese hueco y no podía sacarlas*.
Bruno: Jamás te escuché reír tan fuerte, ¿no crees que fue una encantadora? Giorno se quedó impresionado con tu presentación, nada salió mal de igual forma *Ríe con maldad y picardía* Deberías estar más contenta, sino te puedo ayudar con eso, me ofrezco como voluntario *Se sigue riendo, esto le parecía muy divertido. No todos los días se podía comportar como un niño juguetón*.
María: *Se concentra y utiliza su poder de hielo para congelar las manos del stand* Uff, uff... ¡No! ¡Estoy bien! *Toma su bolso con decisión y se levanta de la silla* Tengo mucho trabajo que hacer en vez de estar lidiando con-
Bruno: ¿Con qué? ¿Cosquillas? *Dijo acercándose más a ella hasta apoyar con fuerza su brazo en la mesa* ¿Qué te pasa, sra. Smith? ¿algo que no quiera que sepa? Porque te aviso que me mentiste, ¿con qué confianza te tengo ahora? Las mentiras tienen consecuencias, y no solo me mentiste... sino que a mí, tu superior *No despegaba para nada su mirada con la de María, podía saber perfectamente que estaba muy nerviosa*.
María: L-lo lamento *Da pasos hacia atrás rodeando la mesa mientras él la perseguía con lentitud, estaba muy atenta a cualquier ataque que se le lanzara*, t-tiene mucha razón, no debí me-mentir *Otra sonrisa temblorosa se asomó por su cara*.
Bruno: (Mira, mira cómo se escapa ¡Que mentirosa que es!) *Esto lo alentaba muchísimo más a ser el mejor -o peor- monstruo de las cosquillas para ella, debía cumplir muy bien su rol, ¿no?*.
María: B-Bruno, por favor *Sigue dándo vuelta por la mesa redonda, los dos la estaban rodeando* E-en serio, ya me hiciste pasar por eso ¡jijiji! *De los nervios se le escapaban muchísimas risitas*.
Bruno: Bien *Detiene su caminata, toma una silla y se sienta* Tienes un minuto completo para esconderte en la instalación, y no insistas, no me voy a detener hasta obtener lo que quiero *Apoya su brazo en el respaldo de la silla mirándola con una sonrisa inocente y feliz, como si nada pasara* Adelante, yo que tú aprovecharía muy bien cada segundo.
María: ¡Gh! *No lo pensó dos segundos y salió corriendo de allí, incluso congeló el picaporte de cada habitación por la que pasaba e incluso por las que no para despitarlo y no dejar el rastro. Pensó por unos instantes, ¿era mejor esconderse en su habitación? No, muy privado y obvio, ¿entonces el baño? No, ¡terrible idea!* Piensa, piensa, ¡maldita sea! *Estaba muy nerviosa, no era muy cosquillosa, era MUY cosquillosa* ¡Oh! *Se le ocurrió un lugar amplio donde podría escabullirse si era necesario. Corrió por los pasillos rezando porque nadie la vea e intercepte para hablar o peor, preguntarle qué estaba haciendo* ¡Tch! *Se resbaló por el piso de madera y cayó de culo* ¡Ouch! *Se sobó un poco la espalda* Ay, ay...
Bruno: *Mira su reloj de muñeca y se pone de pie cuando el minuto pasa* Bueno, no me decepciones, sra. Smith *Acomodó su ropa blanca con estampado de puntos negro, aplanó unos mechones de su cabello y salió del comedor* Veamos... *Primero que nada, fue a su dormitorio aunque pudo notar el rastro de hielo en los picaporte, pero al ser varios dedujo que quería atrasarlo en su búsqueda* Igenioso *Ríe bajito, esto le estaba divirtiendo muchísimo*.
María: *Tardó en ponerse de pie. Se le heló la sangre al escuchar la voz de Bruno acercándose, estaba hablando con uno de los empleados* M-mierda, mierda, mierda *Susurra y sale disparada de allí hasta la biblioteca, pero un error grave fue cerrar demasiado fuerte la puerta creando un ruido evidente. Congeló el picaporte y miró para todos lados pensando dónde esconderse mejor*.
María: *La biblioteca que tenían en el complejo de Passione era una preciosura, fue restaurada por expertos por su historia, los ventanales eran nuevos y a prueba de balas, los muebles restaurados todos casi desce cero pero manteniendo ciertas partes originales, y a los libros se encargaban varias personas en arreglarlos, ponerles solapas nuevas, tapar los agujeros de tela o eco cuero e incluso transcribir o pasar a digital su contenido. Giorno ayudó en la decoración con vegetación, dijo que le daba vida el salón y sacaba la escencia de Diavolo. Hubo un silencio que le dio un fuerte escalofrío, pero no podía detenerse. Analizó los estantes y muebles, ¿dónde podría esconderse? Vio el entrepiso y subió las escaleras para esconderse detrás de un estante de la enorme hilera que había, eran altos los muebles, pensaba en desplazarse si Bruno se acercaba, pero debía estar muy atenta a su stand, era muy sigiloso. Tomó asiento en el suelo contra un estante, agradecía que el suelo no hacía tanto ruido a madera*.
*El silencio reinó en la gran biblioteca... hasta que la puerta principal se abrió*.
Bruno: *Pasa directamente, tuvo que calentar el pomo de la puerta con un secador de pelo para no arruinar la madera original. Analizó con su mirada a su alrededor, en especial en las demás puertas, pero no veía hielo por ningún lado* (Está aquí) *Sonríe muy seguro de sí mismo y cierra la puerta dejando que ese ruido se impregne en los oídos de su presa* ¿María? ¿Estás aquí?
María: *Se puso de pie con mucho cuidado, solo podía guiarse por el sonido de sus pasos y su voz, pero temía muchísimo por las alfombras, amortiguaba mucho todo eso. Muerde su labio inferior sintiendo que el estómago se le revolvía*.
Bruno: *No podía detectar ningún ruido de nada. Iba a pedirle a Narancia que lo ayude a encontrarla, pero cuando se lo topó en el pasillo anteriormente, desistió de la idea. Estaba bien entrenado para enfrentarse a situaciones extremas, ¿ésta lo era? No, pero sí una misión importante* Sabes... los picaportes congelados me despistó, pero hay cosas que debes aprender y más que nada sobre tu misma *Revisa debajo de los escritorios y detrás de unos estantes que llegaban hasta el techo del entrepiso* Cuando te pones muy nerviosa como hoy, sueltas una escarcha de tu piel... eso deja un rastro húmedo en las alfombras *Y es ahí cuando al bajar la mirada a una de ellas en el piso, vio los puntitos mojados por el hielo derretido, era casi imperceptible, pero ya sabía esto de ella. En misiones pasadas donde la pusieron muy nerviosa, dejaba más escarcha de lo normal, incluso una vez vio que a medida que caminaba o corría conjelaba el camino*.
María: *No podía creer lo que estaba escuchando, ¿realmente los dejaba? ¡No tenía idea de eso! Tragó con dificultad. Dio un pequeño suspiro, debía mantenerse muy firme y no caer en provocaciones*.
Bruno: *Da un buen suspiro mientras subía las escaleras a paso lento y haciendo ruido, las pisadas eran bien notables, esa era su intención* Todas estas observaciones quiero que las tomes como una manera de aprender, para que la próxima no cometas los mismos errores *Pasa su mano por el varandal de madera* Mh... Entiendo que tu poder suele depender de tus estados de ánimo. Si estás muy triste lo congelas todo, pero si estás muy nerviosa, no puedes mantener tan sólido el hielo que largues *Ya en el entrepiso, fue pasando estante por estado del lado derecho, se fijaba arriba y abajo*.
María: *Se asoma un poquito, se encontraba del otro extremo mirándolo, lo que debía hacer Bruno era bajar las escaleras por las que subió y tomar las de caracol que esas sí conducían a su ubicación. Pensó bajar de un salto mientras él estaba de espaldas y correr a la salida, pero sabía muy bien lo rápido que es. Lo mejor era escabullirse con muchísimo cuidado, los estantes eran lo suficientemente gruesos para esconderse detrás*.
Bruno: *Cuando recorrió entre cada estante de su lado, bajó las escaleras y empezó a subir las de caracol* Te reíste mucho hoy cuando apreté tus caderas (Son grandes, debo admitirlo) y ni hablar de tu barriga, menudos gritos diste *Estaba en el piso donde María, estaba al 100% seguro que ella estaba escondida allí, detrás de alguno de los muebles. No había escondite que no conociese* No puedes escapar del monstruo de las cosquillas, sra. Smith *Camina pasando lentamente estando por estante, pensaba en pasar entre uno de esos de forma aleatoria y sorprenderla, pero notó que había una sombra en el último* Y cuando te agarrue, ¡te haré reír como nunca! *Saltó extiendiendo sus brazos hacia la sombra, pero solo era una estatua de hielo de ella* ¡Tch! *Se dio media vuelta al escuchar pasos y la vio corriendo del otro lado* ¡Ven aquí!
María: *Aprovechó para correr por el pasillo y dirigirse a las escaleras caracol*.
Bruno: ¡Sticky Fingers! *Grita manifestando a su poderoso stand, este crea una cremayera en su brazo para lanzar la extremidad suelta con la intención de agarrar a María de la ropa y detenerla*.
María: *Esquiva el brazo del stand por pura casualidad, y en vez de bajar por las escaleras de caracol decide sostenerse del barandal y saltar al otro lado, no era mucha altura. Pero no se esperaba que Bruno saltara del mismo varandal en dirección a ella, la abrazó de la cintura y ambos cayeron al suelo rodando* ¡Ahg! *Su cabeza casi choca con la pata de uno de los escritorios, pero su jefe se percató de ello y cubrió su cabeza con su mano ante cualquier posible daño* ¡Tch! ¡¿Cómo es que llegaste tan rápido?! *Por dentro sentía muchísima verguenza por haber sido tan lenta por su falta de actividad física*.
Bruno: Me llaman capo por una razón, querida *Se enderezó rápido para tratar de tomar sus muñecas, pero María no cedía de ninguna manera* ¡Acepta tu destino! *Dice con una sonrisa malvada*.
María: *Estaba boca arriba empujándolo como podía* ¡No voy a permitir que- ¡Jajajaja! ¡No, no! ¡Bruno! ¡Jaja! ¡Nooo! *Las manos de su jefe estaban enterrándose en sus costillas. En un intento desesperado apoyó sus piernas en su estómago como pudo, lo empujó para alejarlo y dejar que ruede por una alfombra* ¡Uff! ¡Uff! *Se puso de rodillas rápidamente*.
Bruno: ¡Tch! *No se esperaba ese movimiento y tampoco la fuerza de piernas que se guardaba* ¡¿A dónde vas?! *Se abalanzó contra ella, pero tuvo que detenerse y a tiempo porque un muro de hielo la rodeó hasta encerrarla en una esfera perfecta* (Estar muy nerviosa y alterada hará que la capa no sea tan rígida) Así que va en serio, ¿eh? Bien, adelante entonces *Sonreía todo el tiempo, no recordaba la última vez que juegó asi con alguien. Posiblemente fue con Narancia hace dos años cuando era más chico y no quería irse a dormir, tenía que jugar con él o hacerle cosquillas para cansarlo. A medida que crecía no pudo hacerlo más*.
María: *Se encerró en una esfera de hielo perfecta, era bastante amplio dentro como para moverse* Uff, uff (¡Mierda! ¡¿Bastará?!) *Pero una cremayera se abrió detrás de ella sin que se diese cuenta* ¡Ay! *Cuando trató de voltearse ya era demasiado tarde, Bruno la abrazó de la cintura y directamente atacó con sus manos/garras sus indefensas costillas* ¡Jajajajajajajaja! ¡No! ¡Jajajajaja! ¡Maldita sea! *La esfera de hielo se derritió con rapidez mojando las alfombras de alrededor* ¡Bruno, Bruno! *Se sacudió de un lado a otro en vano*.
Bruno: Muy buena estrategia, pensaste bastante rápido y te moviete rápido, pero no tomaste en cuenta el poder de mi stand ¡Sticky Fingers! *Una vez más, su stand hizo presencia y ayudó a picotear el cuello de la pobre chica, pero luego decidió sostener bien firmes sus brazos a sus costados* Cuanta energía almacenada, jeje. Descuida, el monstruo de las cosquillas tiene un hambre terrible, ¡inimaginable! Tanto que debe ser satisfecho en su totalidad *Con su parloteo lograba que la cara de la chica se torne muy colorada de la vergüenza, debía serlo si eras "humillada" y expuesta de esta manera* Esto te pasa por abrir la boca, ¿sabes? A veces uno debe aprender a callar.
María: ¡Jajajajajajaja! ¡Por favor, Bruno! ¡Jajajajaja! ¡Déjame ir! *Sintió las caderas de su jefe desplomarse sobre las suyas, eso la hizo sonrojar mucho más. Desde hace tiempo le gustaba su jefe, tenía una mirada cálida, a veces seria, la mayoría muy amable y cuando la miraba, era mágica. El que le haga cosquillas, el haber tenido este enfrentamiento y que esté ahora mismo sentado sobre ella era un sueño hecho realidad*.
Bruno: *Se detuvo un momento para dejarla recuperarse* Se te viene la noche, querida. Es mejor que aproveches tu receso. No intentes nada raro *Se cruzó de brazos mirándola aún*.
María: Uff... uff... Me rindo, no lo soporto *Conecta con su mirada, le suplicaba* B-Bruno, ni se te ocurra.
Bruno: ¿Por qué? ¿Muy sensible acaso? *Se inclinó hacia adelante apoyando sus brazos sobre las caderas de su compañera* Déjame divertirme un rato, hace mucho que no lo hago. Un poco de maldad no le hace daño a nadie, jeje
María: ¡¿Ah?! ¡Pero el único que se divierte eres tú! *Levanta sus hombros, a las muñecas las tenía bien sostenidas por Sticky Fingers* ¡Yo estoy aquí quedándome sin aire y- *Es interrumpida de repente*.
Bruno: ¿Te está gustando? *Aún la agarraba de las caderas con los pulgares justo sobre el hueco* Porque veo que no me insultas y tampoco te enojaste, ¿hay algo que me quieras comentar?
María: Uff... uff... ¡Claro que no! ¡Es obvio que estoy enojada! *Lo mira, pero el silencio la obligó a ver para otro lado* Y-ya... ¿terminaste? ¿puedo irme?
Bruno: Mmh... *Finge pensarlo por un rato* ¡No! ¡Sigo con hambre! *Y dicho eso, apretó el hueco de sus caderas con fuerza y rapidez* ¡Y te pondré de buen humor!
María: ¡AY! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡Bruno! *Tiró su cabeza hacia atrás y se sacudió mucho más al sentir unas manos presionando el hueco sobre su clavícula, ¡el peor lugar! Incluso los dedos viajaban y recorrían su cuello* ¡Oye! ¡No se vale! ¡JAJAJAJAJAJA! No, no, no! ¡T-tramposo! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! *Pataleaba como nunca antes, el sudor en su piel se empezaba a notar de tanta sacudida* ¡Bruno! ¡Por favor!
Bruno: Ow, mírate, ternurita *Dejó sus caderas y clavó ambas manos en su barriga, era muy moldeable y "esponjosa". No lo admitiría pero el que su compañera esté rellenita le gustaba mucho, siempre quiso apretujar esos rollitos tan tiernos, aunque llamarlos panesillos era mucho mejor* (Panesillos calentitos. Amaso para hacer esos panesillos. Madre mía, que estúpido soy) *No pudo evitar que sus mejillas se sonrojasen por sus pensamientos tan infantiles*.
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NO, NO, NO! ¡POR FAVOR! *Su uniforme que se lo dieron apenas ingresó a trabajar, se fue levantando por sacudirse tanto, eso la hacía sonrojar más* ¡PIEDAD, PIEDAD!
Bruno: *Le hizo caso y alejó sus manos para ponerlas en su cintura* ¿Sabes? No lo tomes a mal, creo que es un pensamiento muy estúpido de mi parte, pero... tu barriga parece una masa para hacer pan (Mierda, no la quiero ofender. Maldición, no debí abrir la boca y eso que dije que era mejor callar) Y hay que amasarlo bien, ¡la calidad ante todo! *Levanta su dedo índice*.
María: ¿U-una... masa... de pan? *Entre palabra y palabra necesitaba tomar una bocanada de aire* ¿T-tan mal me veo? *Sintió una pequeña punzada en su pecho, pero fue totalmente abolida cuando Bruno siguió su monólogo*.
Bruno: ¡Así es! Y como dije antes, hay que testear calidad... *Va acercando lentamente su lento a su barriga regordeta* Veamos... por lo que veo aquí, hay buena salud, la masa está bastante lisa, eso quiere decir que hubo buena hidratación *Ríe un poco por sus palabras*.
María: ¡P-pero qué dices! *Ahora sus orejas estaban coloradas por la vergüenza* (¡¿Va en serio?!) ¡O-oye, oye! ¡No, no, no, no! ¡Ni se te ocurra! ¡Jajajaja! ¡N-no, por favor! *Tiraba del agarre del stand, pero no cedía un centímetro*.
Bruno: ¡Oh, sí, sí, sí! Sino, ¿cómo sabré que le falta más o menos amasado? ¿mh? ¿falta amasado, sra. María?~ *Muerde su labio inferior de forma automática, no se había dado cuenta de ello. Fue acercando poco a poco su dedo índice a la barriga, a veces hacía espirales o circuitos invisibles para molestarla* ¡Ops! *Picó su costilla* ¡Uh! *Otro picoteo en otro lado*.
María: ¡Jajaja! ¡No, no! ¡Ay, jajaja! *Niega con la cabeza* ¡N-no necesita más amasado!
Bruno: Eso lo voy a determinar yo *Sonríe con maldad, y cuando bajó la mirada a su panza descubierta, notó un lugarsito muy curioso a explorar* Mh... ¡Hora de la prueba! *Y sin previo aviso, introdujo su dedo en el ombligo de su presa. Lo movió rápidamente y pinchó varias veces* ¡Vaya! ¡Necesita más amasado! ¿Qué piensas tú?
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡NOOO! ¡BRUNO, BRUNO! ¡NO HAGAS ESO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡ES VERGONZOSO, POR FAVOR! *Pataleaba frenéticamente como si su vida dependiese de ello* ¡NO MÁS AMASADO! ¡JAJAJAJAJA!
Bruno: ¿Pero de qué hablas? Este era solo el testeo, y según mis bastos conocimientos en cocina, ¡Necesita más amasado! *Abrió ambas manos y clavó sus diez dedos para recorrer toda la barriga de María. Verla reír así le daba años de vida y una gran alegría*.
María: ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡N-NO! ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡P-PUE- ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡RESPIRAR! *Sticky Fingers había desaparecido por completo, del cansancio no podía contraatacar y se había rendido ante los brazos de su cocinero*.
Bruno: *Notó que sus dedos ya dejaban rastros rojizos de tanto presionar*(Bien, es suficiente) Veo qué está todo bien mezclado *Cesó sus movimientos hasta detenerse. Se inclinó hacia adelante y apoyó su oído sobre su panzita* Mh... Ajá, sí. Todo mezclado y listo para cocinar.
María: Ahg... Uff... No más, por favor... Uff... Uff... *Niega con la cabeza* M-mezcla de líquidos, grasa, ocio, fracasos... *Dijo con decepción de sí misma*.
Bruno: Para ser enfermera no saves diferenciar las sustancias. Yo mezclé líquidos, esfuerzo, músculo que van creciendo, conocimiento *Se endereza y la mira*, amabilidad, comprensión... Todo está aquí, materiales de buena calidad *Toma asiento a su lado bajándose de sus caderas* Uh, el monstruo finalmente está satisfecho, por ahora hasta la próxima que le agarre hambre *Se preocupa al notar que no abría todavía los ojos y su cara seguía roja* María, ¿Estas bien? (Mierda, se me fue de las manos).
María: S-si... d-déjame... recupe... recuperar... No más... Ahg... *Rasca su frente* ¿Lo... dices en serio? *Finalmente abre sus ojos y lo mira* Sobre... mi barriga...
Bruno: Sí, María. Estás llena de cualidades muy buenas que nos han unido mucho más aquí. Y estoy muy orgulloso de que hayas empezado el cambio, ser constante, decidida, fuerte. Sé que... no te sientes bien con tu propio cuerpo, y el que hayas iniciado el cambio es un avance increíble, ¡tus actos inspiraron a Giorno a empezar su propia mejoría! No mueve un brazo desde que ascendió a ser jefe, y ahora está dispuesto a volverse más fuerte físicamente. María, inspiras mucho, eres genial *Le sonríe*.
María: *Abre más sus ojos de la sorpresa, no se esperó nunca aquellas palabras de su jefe y de nadie. Venía de una situación familiar muy difícil y sin apoyo emocional, tuvo que luchar sola al cursar la universidad y fue todo más pesado con la presión de su padre. Al haber estado muy centrada en los estudios, no tuvo tiempo para fijarse en su apariencia y en consecuencia, vino la ansiedad y el deseo de ingerir solo para saborear algo rico y sentirse satisfecha. No se sacaba fotos porque odiaba su cuerpo, de lo flácido que se volvió, no podía subir las escaleras sin que le falte el aire, las rodillas y tobillos le pesaban; cada vez se odiaba más y más. Esa noche, iba a tirarse de la torre de aquel edificio porque no soportaba su situaci��n, pero terminó salvándole la vida a un tal Bruno Bucciarati. Fue con ese grupo de desconocidos y en el recorrido sanó las heridas de Trish, Narancia, Abbachio y Mista. La contrataron apenas la tormenta se disipó, a cambio de trabajar para Passione iban a darle un hogar y dinero, sin embargo, Giorno le reclamó y aconsejó cuidarse y bajar de peso para no tener dificultades en las futuras misiones. Si ella no hacía el cambio, nadie lo haría por ella. Nadie. Tan solo de empezar a caminar por las mañanas era un cambio a la rutina, a tu vida. Ya no estabas en el mismo lugar que antes. Las personas a las que le sanó las heridas la movió para hacer ese cambio, quería estar a su nivel, hacer lo que ellos hacen con facilidad, y había solo UNA solución: déficit calórica y actividad física* Bruno... Y-yo... eh... *Desvía su mirada y se endereza bajando su ropa para tapar su gran panza* Gracias...
Bruno: *Le devuelve la sonrisa* De nada, panesillo *Se pone de pie y le estrecha la mano para ayudar a levantarla* Por cierto, eres más rápida que antes, felicidades por eso *Aprovecha a acomodarse un poco el traje y su cabello*.
María: *Ya de pie arregla su cabello enrulado y su ropa* N-no quiero que nadie se entere de esto *Se cruza de brazos frunciendo el ceño y haciendo un leve puchero* ¿Ok? Simplemente...
Bruno: No te preocupes *Levanta sus manos*, nadie lo sabrá, lo prometo *Pone una mano en el pecho* ¿Me dices chef?
María: *Suspira de alivio* No pienso decirte chef *Rodea los ojos* Solo jefe o capo, es lo que eres, ¿no?
Bruno: Y chef *Mueve sus dedos en el aire para molestarla*.
María: ¡B-Bruno! *Se aleja con rapidez* ¡Solo jefe!
Bruno: Bien, bien *Camina hacia la salida con ella y le da el paso después de abrir la puerta* ¿Nos vemos en la cena, sra. María? *Le regala una bonita sonrisa*.
María: Sí, jefe. Hasta luego *Y dicho eso, Bruno se fue de allí para continuar con su trabajo*, chef *Suspiró con cansancio, aunque debía seguir trabajando esta vez decidió tomarse una breve siesta para recuperarse. En la noche, la cena transcurrió tranquila y sin picoteos —más bien, testeos de calidad—*.
Las ilustraciones que aparezcan son hechas por mí, son de mi propiedad. Instagram Agash_Rotddom Las ilustraciones de fondos o paisajes son propiedad de sus propios autores, los links de sus trabajos están enlazados.
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CAPITULO 30 - UNA CITA
|| Vamos || respondo con una sonrisa, y con gesto gentil, Liam me lleva por el pasillo hacia una gran escalera que ascendemos juntos || Entonces, ¿quieres contarme lo que vamos a hacer esta noche? || pregunto curiosa.
|| ¡Mira, me tomé el tiempo de investigar un poco sobre las costumbres tradicionales para las primeras citas! || respondió Liam.
|| ¿Investigaste sobre las citas? || pregunté con curiosidad, notando la sorpresa en los ojos de Liam, así que rápidamente agregué || Eso es encantador... ¿Y qué descubriste en tu investigación? ||
|| ¡Vaya!... Creí que pensarías que era ridículo, pero como te mencioné, quiero que esta noche sea perfecta || exclamó Liam con una sonrisa. Su gesto me pareció tan tierno que no pude evitar devolverle la sonrisa. Luego prosiguió || Bueno, descubrí que en una primera cita suele incluirse una cena seguida de una película... Sin embargo, dado que no hay teatros locales lo bastante seguros para estar libres de amenazas, nos centraremos en la cena. ¿Me acompañas? || De repente, su mano se deslizó hacia la parte baja de mi espalda, guiándome hacia adelante mientras abría la puerta de una habitación que albergaba un comedor rústico. En él, se había preparado una cena romántica para dos. La luz del fuego brillaba dorada contra el cristal y los cubiertos de la mesa.
|| Awwww, Liam... || exclamé, quedándome sin palabras. Realmente era perfecto, él era perfecto. Mi corazón sonreía, al igual que yo
|| Una cena para dos en el mejor 'restaurante' que pude encontrar... o bueno, recrear || me dijo con una sonrisa llena de emoción, y de inmediato abrió una silla. Una vez que estuve sentada, procedió a sentarse frente a mí. Justo cuando estaba a punto de decir algo, Maxwell asomó la cabeza en la habitación y preguntó con entusiasmo:
|| ¿Están listos? ||
|| Es el momento perfecto, Maxwell || contestó Liam con una chispa de emoción en los ojos. Maxwell salió vestido como un mesero, empujando un carrito con una energía contagiosa. No pude evitar sonreír ante sus ocurrencias.
|| ¡Comensales, bienvenidos a Chateau Beaumont! || exclamó Maxwell con un tono teatral, mientras desvelaba los platos cubiertos y la botella de vino espumoso. El ambiente se llenaba de una atmósfera mágica y llena de expectación. Abrió el vino con elegancia y comenzó a verterlo en las copas con una precisión admirable.
|| ¿Max? No puedo creer que seas nuestro mesero esta noche || exclamé, dejando que la alegría y la gratitud se reflejaran en mi sonrisa y en mis ojos.
|| Por supuesto, siempre lo mejor para mis amigos... ¿No te parece gracioso, pero? Hemos invertido los roles esta vez. Eso me lleva a la noche en que nos conocimos || lancé una sonrisa a Maxwell. En mi interior, reflexionaba sobre cuánto había cambiado mi vida desde que todos ellos entraron en mi bar y en mi vida esa noche || ¡Espero poder ser la mitad de profesional que tú! Pero bueno, ahora... Para la cena, lo mejor que Chateau Beaumont puede ofrecer: BUCATINI ALL'AMATRICIANA, o en palabras sencillas, una deliciosa pasta con salsa de tomate casera. Por pedido de Liam... Disfruten || nos sonrió, y Maxwell salió de la habitación mientras Liam levantaba su copa de vino.
|| ¿Por qué deseas brindar? || me preguntó Liam.
|| En esta ocasión, brindemos por las primeras citas || le respondí con una sonrisa sincera.
|| Por las primeras citas y por la esperanza de que esto siga siendo grandioso || añadió Liam. Chocamos nuestras copas y bebimos el vino. Luego procedimos a comer el delicioso platillo.
**
Minutos después nos encontrábamos inmersos en una conversación muy interesante, mientras terminábamos la deliciosa comida, que por cierto estaba espectacular.
|| ¡Liam! ¡Es la mejor pasta que he probado! || exclamé emocionado.
|| Me alegra que te haya gustado. No estaba seguro de qué pedir, así que elegí esto. Es una pasta simple, pero me trae nostalgia... Mi madre solía prepararme esto cuando era niño || compartió Liam con una sonrisa nostálgica.
|| Es perfecto Liam, al menos para mí lo es. No hay necesidad de ser demasiado elegantes en la primera cita... Podemos tomar las cosas con calma y podemos conocernos mejor || expresé con sinceridad y tranquilidad.
|| Con que sea perfecto para ti me basta... Muy bien, ahora vamos con otra pregunta incómoda, es tu turno || dijo Liam con una sonrisa.
|| Oh, sí... tengo una. ¿Eres una persona de café o de té? || pregunté curiosa mientras Liam soltaba una carcajada.
|| ¿Esa pregunta la tenías guardada? || inquirió Liam entre risas.
|| Claro que sí, he tenido esa pequeña duda desde hace un buen tiempo, así que no creas que te has librado de ella. Por lo tanto, debes responderme || insistí.
|| Ok, ok... Entre el café o té, ¿pues? Es una blasfemia lo que voy a decir, dado que hay una ceremonia del té Cordoniano, pero yo soy una persona de café. Me parece que necesito algo un poco más fuerte que el té || admitió Liam con una sonrisa.
|| Interesante || expresé sorprendida ante la respuesta de Liam || Aunque sinceramente pensé que amabas el té || comenté con curiosidad.
|| Pues ya ves que no... Dime una cosa, ¿todas las preguntas de la primera cita son así? ¿Divertidas, pero un poco tontas? || preguntó Liam con una sonrisa.
|| Más o menos... Siempre se suelen preguntar cosas simples para conocer a la persona || respondí.
|| Vaya, no me imaginé que fueran así || dijo Liam con cierta sorpresa.
|| ¿No puedo creer que nunca hayas tenido una cita de verdad? || agregó, mostrando un poco de incredulidad.
|| Lamentablemente es cierto. La vida como parte de la familia real puede tener sus limitaciones, ya que tengo que considerar cosas como horarios y seguridad || comenzó Liam con un dejo de tristeza en su voz || Antes de que Leo abdicara el trono, solía salir con Drake a bares o karaokes en la capital. Conocía chicas, pero era algo pasajero o simple. Casi siempre se daban cuenta de quién era y me trataban diferente o se abusaban del título. Las pocas veces que no llegaban a reconocerme, solía cambiar mi nombre y casi nunca las volvía a ver. Luego de convertirme en heredero, me presentaron mujeres. Algunas me interesaron, por supuesto, pero el tiempo que pasábamos juntos era en funciones cortesanas, no en 'citas' de la manera tradicional ||
De repente, pregunté con curiosidad:
|| ¿Alguna vez has estado en serio con alguien? || En verdad quería saber si alguien había ocupado su corazón en el pasado. Liam me miro y analizo muy bien sus palabras. No puedo creer que de repente siento ansiedad por conocer esta parte de él.
|| Hubo una vez alguien con quien pensé estar enamorado || confesó Liam, y en ese momento mi corazón comenzó a latir aceleradamente, lleno de ansiedad por escuchar sus palabras || Pero la chispa no estaba allí || Un suspiro sostenido escapó de mis labios. Liam extendió su mano para tomar la mía entre las suyas y rápidamente entrelazó nuestros dedos || Antes de ti, Riley, ni siquiera sabía qué era lo que les faltaba a las demás ||
|| Awwww Liam... || susurré con un suspiro, incapaz de evitar sonreír ante su dulzura. Siempre encontraba la manera de hacerme sonreír incontrolablemente.
|| Y ¿qué hay de ti? ¿Hay algún antiguo novio del que deba preocuparme? || preguntó Liam con curiosidad, y pude notar un ligero nerviosismo en su voz mientras esperaba mi respuesta.
|| No hay nadie en Nueva York de quien preocuparse || le respondí con una sonrisa, provocando que Liam extendiera la suya ampliamente || He salido con algunos chicos últimamente, pero no con muchos. Y no es que yo los haya buscado, sino que mis amigos se han encargado de llenarme de citas a ciegas. Sin embargo, honestamente, ninguna ha ido bien. En una, por ejemplo, el tipo me llevó a un restaurante solo para no perderse su partido de básquet, y al final de la noche ni siquiera recordó mi nombre || Los ojos de Liam se agrandaron con una sonrisa al escuchar mi relato || En otra, él solo pasó hablando de sí mismo, para luego decirme que se había olvidado su billetera y que yo tenía que pagar. Es por eso que evité ir a cualquier cita que mis amigos planearan; me iba demasiado mal. Desde que mi último novio me dejó sin importarle los planes que hicimos, me volví un poco exigente con las personas con las que pasaba mi tiempo... Por eso prefiero guardar mi corazón || concluí, mientras Liam apretaba mi mano y me miraba con preocupación.
|| Que desastre de citas… Y ¿Qué paso con tu ex novio? || me pregunto curioso.
|| Se llamaba Alex y lo conocí en la Universidad. Estuvo detrás de mí durante casi un año. Después de tanta insistencia, accedí a salir con él y estuvimos juntos algunos meses. Aparentemente, era el hombre ideal. Hicimos planes, pero de repente todo cambió. Meses antes de que terminara conmigo, se volvió frío, distante; casi no nos veíamos. Hasta que un día me dijo que yo solo le servía como distracción, ya que nunca sintió amor por mí y que era mejor empezar de cero... Además, había encontrado a una nueva mujer que lo entendía, y de hecho yo la conocía y-- ¡Mierda! || Y de repente los sentimientos de esa noche volvieron, rápidamente bajé mi mirada y unas pequeñas lágrimas rodaron por mi mejilla. Recordé todas las duras palabras de Alex y cómo fríamente me dijo que solo era buena para la cama, pero no para amar. Y su rapidez para reemplazarme por una nueva mujer.
Liam tomó mi barbilla para levantarla con una de sus manos y, con la otra, limpió mis lágrimas. Me miró fijamente y con mucha seriedad dijo:
|| Déjame decirte que él fue un completo imbécil. No sabe la mujer que perdió. Nunca valoró lo que tu corazón podía ofrecerle ||
|| Gracias por tus palabras y discúlpame por llorar, pero no es que me duela; es recordar la dureza con la que me trató. Eso removió el dolor. Alex ciertamente fue y seguramente sigue siendo un imbécil, pero terminar con él me enseñó a valorarme otra vez. Desde entonces, no me arrepiento de nada || Rápidamente me sequé las pocas lágrimas que quedaban y miré fijamente a Liam || Te voy a contar un secreto. Cuando entraste a mi bar esa noche, supe que eras diferente. Después del paseo por la estatua, mi corazón de alguna manera quedó ligado a ti, sin ninguna explicación. Al día siguiente, me obligué a dejar de sentir y seguir con mi vida, pero cuando Maxwell apareció y me dio la oportunidad, no quise perderla || Liam me tocó la mejilla con suavidad, comenzando a acariciarla mientras me miraba fijamente.
|| Te voy a contar otro secreto. Esa noche yo también sentí una conexión especial contigo, algo que no podía entender. Y así como tú, me obligué a dejar de sentir porque pensé que no volvería a verte; tenía que cumplir con mi misión. Pero cuando apareciste en el baile de máscaras, me di cuenta de que el destino nos quería decir algo. Conocerte fue lo mejor que me pasó, Riley || Con estas palabras, sonreímos el uno al otro y seguimos hablando de todo un poco.
**
|| Y de esa manera fue como aprendí a tocar la guitarra || dijo Liam entre risas mientras compartía otra de sus anécdotas. De repente, me miró fijamente, como si estuviera analizando cuidadosamente qué decir a continuación || ¿Y qué pasó con tus padres? || preguntó Liam con un ligero tono de timidez en su voz. Guardé silencio por un momento || Lo siento, no quise incomodarte... || se disculpó Liam, notando mi vacilación.
|| Confío plenamente en ti... Mi madre quedó embarazada siendo muy joven, lo que le impidió continuar con sus estudios, y mi padre decidió no involucrarse en mi crianza. Ella asumió todas las responsabilidades financieras, lo que significaba que apenas podía pasar tiempo conmigo; trabajaba constantemente, tomando cualquier turno disponible. Por eso, pasé la mayor parte del tiempo con mi abuela, quien era un contraste notable con mi madre. Su cariño y dulzura eran palpables; siempre me expresaba su amor y deseaba que alcanzara el éxito en la vida. Me enseñó muchas cosas valiosas, incluyendo cómo cantar; de hecho, la mayoría de las lecciones positivas que he aprendido provienen de ella ||
|| Riley, tienes un talento increíble para cantar, lo sé de primera mano... Pero, ¿por qué mencionas que tu abuela era diferente a tu madre? ||
Mi madre nunca demostró afecto hacia mí; su actitud era distante y fría. Parecía estar constantemente enojada, y cualquier acción mía era recibida con desaprobación. Para encontrar consuelo o alegría, recurría al tabaco o al alcohol. Nunca me sentí valorada por ella. Tras el fallecimiento de mi abuela, mi madre se casó con uno de sus numerosos novios, James, y lo trajo a vivir a nuestra casa. Él tomaba mucho y solía pegarle a mi mamá, pero a ella no le importaba. Honestamente él nunca me gusto, siempre me miraba raro. Desde que tuve quince años y comencé a cambiar físicamente, James intentó muchas veces tocarme y abusar de mí, pero yo siempre lograba escaparme ||
|| ¿Y tu mamá no sabía que él hacía eso? ||
|| Una vez se lo conté, pero ella no me creyó. Decía que era una mentirosa. Por eso, la mayor parte de mi tiempo la pasaba con mis amigos. Cuando llegaba a casa, me encerraba en mi cuarto y no salía hasta el día siguiente. Pero un día olvide de poner seguro ahí fue cuando James regreso del bar muy borracho, entró a mi cuarto y quiso abusar de mí. Le golpeé tan duro en la entrepierna, que quedó tendido en el suelo, que aproveché y escapé. Fui corriendo donde el reverendo de mi barrio para contarle todo || Y mientras se lo contaba, lagrimas fluían de mi cara, Liam toco mi mano y la apretó || Ese día, mi mamá no estaba en casa, pero yo no quería regresar. Así que el reverendo, junto con su esposa, me acompañaron a la estación de policía para presentar la denuncia. Fueron a arrestar a James, y lo único que hizo mi mamá fue recriminarme, culpándome de haber metido en problemas al amor de su vida. Me insistió en que volviera con ella, pero me negué. James salió bajo fianza debido a la falta de pruebas en su contra. Entonces, la esposa del reverendo intervino y contactó con Servicios Sociales para solicitar mi custodia. Al principio, mi mamá se enfadó, pero después no puso objeciones. El reverendo y su esposa me acogieron de inmediato. Como ellos no podían tener hijos, me convertí en su hija. Juntos compartimos los años más felices; finalmente, sentí que tenía una familia. Sin embargo, cuando cumplí 20 años, sufrieron un fatal accidente en el que perdieron la vida al instante. Una vez más, me vi sola. Desde entonces, he tenido que luchar y salir adelante por mí misma || Al terminar esa frase, mi voz se quebró. Hacía mucho tiempo que no tocaba este tema. Lágrimas gruesas resbalaban por mi rostro al rememorar todo lo que la vida me había traído: dolor y más dolor. Rápidamente cubrí mi rostro con las manos, incapaz de contener la oleada de emociones.
|| Riley, lo siento tanto || escuché decir a Liam. Se levantó de su silla y se inclinó sobre sus rodillas, abrazándome con fuerza. Me aferré a él como lo haría una niña pequeña. Después, me aparté lentamente cuando me sentí más calmada. Él tomó mi rostro entre sus manos y enjugó mis lágrimas. Lo miré fijamente y dije:
|| Sinceramente, Liam, me alegra haberlos conocido. Ustedes son como una familia para mí. Tú, Drake, Maxwell, Hana... incluso Bertrand. Son muy especiales para mí ||
|| Siempre podrás contar conmigo, te lo prometo. Jamás te abandonaré, pase lo que pase, estaré a tu lado. Lamento haberte hecho llorar, por favor, discúlpame ||
|| No, todo lo contrario, discúlpame tú. Te hice perder el tiempo escuchando mis problemas. Lamento haberme dejado llevar por la emotividad ||
|| Riley, no te disculpes por abrir tu corazón. Tú nunca me haces perder el tiempo. Me encanta escucharte, y lo que compartes no son dramas en absoluto, es tu autenticidad, lo que te ha convertido en la mujer maravillosa que eres. Estoy seguro de una cosa, Riley, tú vales demasiado. Si las personas que han pasado por tu vida no te valoraron como merecías, hay otras que sí lo hacemos. Eres especial y una mujer increíblemente fuerte. No olvides eso, nunca || Suspiré y lo miré con profundo amor. Podía ver la sinceridad en sus ojos. ¿Quién hubiera pensado que encontraría mi verdadera familia aquí en Cordonia? Y este hombre... él no se compara con nadie.
|| Liam, confío en ti con mi vida, y por eso te lo conté. Agradezco mucho tus palabras tan reconfortantes para mí; significan mucho || le expresé con sinceridad. Liam me sonrió, me dio un beso en la nariz y luego regresó a su asiento.
|| ¿Crees que has vivido cada día al máximo? || me preguntó Liam con curiosidad, cambiando el tema notoriamente || Recuerdo que eso me dijiste cuando nos conocimos ||
|| Por supuesto que sí || respondí sonriendo || De hecho, estas últimas semanas han estado repletas de nuevas y emocionantes experiencias que nunca imaginé tener en mi vida ||
|| Me alegra escuchar eso || Me dice con una gran sonrisa.
|| Dime ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué deseos alberga tu corazón? || pregunté con curiosidad.
|| Pues paz y prosperidad para Cordonia, creo yo || respondió riendo, y yo me uní a su risa.
|| Muy gracioso, pero esa pregunta iba para Liam, no para el príncipe || le dije mientras él me miraba y sonreía tímidamente.
|| Tal vez lo que voy a decir suene muy sentimental, pero ha estado en mi mente últimamente, especialmente dado que... || Se detiene en silencio por un momento, luego sacude la cabeza || Lo que quiero expresar es que anhelo tener una familia. Quizás no este año o el próximo, pero eventualmente. Y no me refiero al tipo de familia que la mayoría de los reyes tienen; quiero una en la que estemos cercanos y nos escuchemos... Nunca le he mencionado esto a nadie antes. Es un sueño bastante mundano, ahora que lo digo en voz alta || concluye con una sonrisa triste y baja la cabeza con vergüenza. Toco su barbilla, elevando su rostro.
|| Liam, eso es realmente conmovedor, es lo más dulce que he escuchado decir a un hombre. Es raro escuchar a uno expresar ese deseo. Muchos suelen anhelar cosas materiales, pero desear una familia revela la verdadera nobleza del corazón ||
|| Sé que puede sonar como un cliché, pero a medida que envejezco, me doy cuenta cada vez más de que necesito eso en mi vida... La vida carece de sentido si no tienes a alguien especial con quien compartirla. El tiempo es nuestro recurso más valioso; nunca sabemos cuánto nos queda. Y una vez que el tiempo se agota... se acaba para siempre. No hay vuelta atrás... Yo quiero invertir mi tiempo en las personas que me importan. Y contigo, Riley, más que con nadie en este mundo, quiero compartir el resto de mi vida || Con esas palabras, mi corazón comienza a latir a un ritmo frenético. De repente, me encuentro imaginando un futuro junto a Liam. Él es el hombre más dulce y perfecto que he conocido en este planeta; simplemente único.
|| Liam... || es lo único que logro decir, me encuentro sin palabras || No te imaginas cuánto valoro cada uno de nuestros momentos juntos || confieso sinceramente.
|| Y tú no tienes idea de lo mucho que eso significa para mí. Por eso necesitaba asegurarme de que supieras cómo me siento || responde Liam, suavizando mi corazón con sus palabras. De pronto, un suspiro cargado de emociones escapa de mí.
|| Honestamente, debo decir que esto se está volviendo sorprendentemente romántico para una primera cita || le digo riendo. Nunca antes me he sentido tan especial en mi vida.
|| ¿Ninguno de los otros chicos con los que saliste te colmaban de elogios o te traían regalos en todas tus primeras citas? || me pregunta asombrado.
|| Nunca, en absoluto || le respondo sinceramente || ¿Recibir una rosa? ¿O unos chocolates? Jamás… Sinceramente, creo que los americanos no suelen ser así. Como mucho, algunos pagaban la cuenta de lo que comíamos o las entradas para ver una película || añado.
|| Siento lástima por esos tontos. Parece que nunca les enseñaron cómo tratar a una dama || dice él con una sonrisa. No puedo evitar sentirme feliz, sonriendo como una tonta, y enamorándome cada vez más de este hombre que parece provenir de otro planeta.
**
Horas más tarde, al concluir nuestra hermosa velada, Liam me acompañó de regreso a mi habitación. Al llegar al umbral de la puerta, me dedicó la más amplia de sus sonrisas.
|| Gracias por aceptar salir conmigo esta noche, Riley. La pasé muy bien || me dijo con gratitud.
|| Yo también lo pasé muy bien || le respondí, sonriendo como una tonta enamorada || Todo fue espectacular. Nunca antes me había sentido tan especial ||
|| ¿De verdad? Entonces, ¿esto significa que hay una segunda cita en el horizonte? || preguntó sorprendido, provocando una gran risa de mi parte.
|| Definitivamente contigo tendría todas las citas posibles. Pero si prefieres seguir el protocolo estándar, aquí es donde normalmente dirías que me enviarás un mensaje de texto o quizás me llamarás, y luego esperarás una o dos semanas para hacerlo || concluí, observando cómo los ojos de Liam se abrían enormemente ante mi comentario.
|| ¡Santo cielo! Yo no podría esperar tanto || exclamó y ambos reímos antes de que un silencio cayera entre nosotros. Liam me miró fijamente y lentamente se inclinó, besándome dulcemente al principio, pero el beso se volvió más apasionado mientras me apretaba contra él. Luego se apartó un poco || Riley, de alguna manera, besarte una vez nunca se siente suficiente... || dijo con voz suave, y nuestra respiración se aceleró. Nos miramos con ojos llenos de deseo; nunca antes había deseado tanto a alguien en mi vida.
|| Nadie dijo que te detuvieras... || le dije, y de repente me empujó contra la puerta, gimiendo mientras me besaba el cuello. Sus manos se entrelazaron en mi cabello.
|| Mmmm, esto se siente tan bien... || murmuró Liam. Luego el susurra mi nombre en mi oído e inmediatamente tiro de su camisa, levantándola lo suficiente para pasar mis manos sobre su pecho desnudo y tambien por su espalda. Lo estaba atrayendo hacia mí cuando, de repente, percibimos ruidos en el pasillo. Nuestros labios se separaron rápidamente y Liam retrocedió con respeto. En el silencio tenso, ambos luchábamos por respirar, atentos hasta que el sonido desapareció. Después de unos momentos, estallamos en risas. Sentía como si estuviéramos reviviendo nuestra adolescencia, robando momentos furtivos para besarnos || Esto me hace recordar mis días de adolescente || comentó Liam, sorprendiéndome al compartir mis pensamientos de manera poco común || Cuando me escondía para que mi padre o Regina no me descubrieran || añadió con una risa nostálgica.
|| ¿Tú también te escapabas? || pregunté, abriendo los ojos con sorpresa.
|| Por supuesto que sí, no siempre fui tan responsable || comentó Liam entre risas || ¿Recuerdas que te mencioné que solía salir con Drake a bares o karaokes? Siempre me ayudaba con eso. Si no fuera por él, mi vida habría sido aún más aburrida de lo que ya era. Gracias a él pude experimentar cómo es el mundo exterior || agregó Liam, mientras asentía con complicidad. "Claro que Drake debe haber sido su cómplice para escapar de la vida en el palacio", reflexioné. De repente, Liam soltó un suspiro contenido y me miró fijamente || Bueno, estuvo cerca de que nos descubrieran || admitió Liam con cautela.
|| Sí, estuvo cerca. Aunque ser atrapado en una sesión encubierta de besos es un clásico en una primera cita || respondí sinceramente.
|| Entonces, marcaré eso en mi lista || dijo riendo de nuevo. Luego, me miró con melancolía. || Aunque no quiera irme, creo que será lo mejor. Ya nos hemos quedado despiertos hasta muy tarde y no vale la pena que te desveles tanto || expresó, tomando mi mano entre las suyas y besándola tiernamente || Buenas noches, Riley ||
|| Buenas noches, Liam || respondí sonriendo mientras él se daba la vuelta y se iba.
Al ingresar a mi habitación, me dejé caer en la cama, sintiendo un torbellino de emociones en mi estómago. Fue una noche hermosa, repleta de momentos emotivos. Pero al reflexionar, me di cuenta de que este encuentro con Liam fue mucho más que eso; confirmó que mis sentimientos por él son profundos, abrumadores. Me siento completamente enamorada. Ahora entiendo que lo que sentía por Drake fue solo una fase pasajera, una confusión causada por la imposibilidad de estar plenamente con Liam. Por eso, decidí que es hora de dejar de lado cualquier vestigio de sentimiento por Drake.
El gran día está a la vuelta de la esquina. La gran fiesta de los Beaumont se aproxima, y con ella, la esperada decisión de Liam de elegirme como su novia y futura reina. No puedo contener la emoción.
@tessa-liam, @kingliam2019, @dutifullynuttywitch, @choicesficwriterscreations, @garrusknight
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
#choices trr#choices the royal romance#choices#liam x mc#liam x riley#trr fanfic#trr liam#trr fanfiction#novela romantica#liam rys
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En la calle somos demonios.
Pero cuidamos y cultivamos plantas, sonreímos a los niños,
salvamos animales heridos y
nos arrancamos el corazón por nuestra familia.
Pero en la calle somos demonios,
porque amamos la justicia,
la sensibilidad y el amor por encima del odio de la ciudad,
por encima de papelinas y pasta base,
por encima de la prostitución,
por encima de hermanas y madres que no encontraron otro camino...
Sí, somos demonios por tomar con nuestras propias manos la felicidad
para llevarla a los nuestros,
por usar la violencia contra un sistema violento.
Sí, somos violentamente hermosos,
demonios con alas de ángeles,
riendo a carcajadas de los que se esfuerzan por ser demasiado buenos.
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Esto comenzó como una petición de mi madre, citando sus palabras: “Escríbeme algo, algo bonito.” Ella era buena lectora y de ella aprendí, el gusto por escribir. En lo personal, empecé de nuevo a escribir, y ahora entiendo por qué te fascinaba, expresar lo que sentimos y lo que pensamos es un ejercicio para el alma, sobre todo si lo compartes y ayudas con esto a todos los que te rodean, he aprendido que la libertad de expresión implica mucha responsabilidad.
Hablar de ti es fácil, pero hablar contigo por este medio se me vuelve complicado, tenías el don perfecto de reconocer mis sentimientos y lo que me ocurría en todo momento, te extraño, en verdad, no te imaginas cuanto, me duele reconocer que no he podido superar tu partida, leí en algún libro de psicología que seis años es suficiente para superar una perdida, no la entiendo, porque tú, a ti que realmente te necesitaba, y en cada momento no dejo de sentir que me haces falta.
Antes de que volvieras a dormir, me hiciste prometer que no te dejara sola, te hice la promesa que no me iría a ningún lado y que ahí me quedaría, mientras sostenía tu mano, no dudaste en cerrar los ojos, fue la última vez que hable contigo. Al principio me enoje con Dios, le reclame que te haya llevado de mi lado, le recrimine el que se lleve siempre a la gente que vale la pena y deje a los malos a disfrutar de todo. Sé que no querías irte, tu familia, tu hogar, tu trabajo, tus hijos, tu marido, tu vida, eran muy importantes.
Recuerdo tu imagen en la silla del comedor junto a la sala, mirando fijamente la vitrina, me hubiese gustado saber en qué pensabas, me quedaba sentada en uno de los escalones viéndote a través del arco de las escaleras. Sufriste mucho en tu enfermedad, y creo que lo que más te dolió fue dejar tu trabajo, algo que realmente disfrutabas y lo hacías como pocos, igual te preocupaba la casa, tus cotorros y lo que pasaría con nosotros.
Te amo, te quiero muchísimo, fuiste mi amiga, te admiro y te admirare siempre, te extraño, te extrañare siempre, será difícil trasformar el dolor en algo que me ayude a seguir y crecer, he realizado muchas cosas en tu nombre, pero se que te gustaría que las hiciera a partir de ahora en mi nombre pensando siempre en tu memoria, el mejor homenaje a tu vida, será haciendo algo valioso de la mía, y me refiero al hecho de crecer como persona, de disfrutar y aprender de lo que me ha tocado, de lo que he elegido, entiendo tu amor hacia nosotros, hacia tus hijos, tu esposo.
Cuídanos mama, sé que siempre lo harás, te prometo que ya no llorare ni me lamentare por tu ausencia, que las cosas serán siempre de alegría y fortaleza, como tu la viviste. Gracias por tu existencia noblemente vivida, espero darme una igual y dárselas a tus nietos. En verdad te lo prometo, no más lágrimas. Mi existencia hablara por sí sola, así será.
Esta vez escribí solamente para ti y nadie más, una carta informal, hablando entre dos, hablamos de junio, hablamos de géminis, hablamos de la maca y macaria, hablamos de las dos Marthas de la casa.
Tu macarena.
PD: No recuerdo bien tú receta de “La pasta de tres quesos” y se acerca mi cumpleaños. ¿Cómo le voy hacer?
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El silencio
Caminar a la penumbra es un proceso de meses, sé llegar al lugar más oscuro y solitario cuando siento que una vez más no estoy con el mundo, ni con su felicidad, es más, estoy castrada de todo lo que me haría sentir parte de algo. Soy el gato negro en el árbol que observa en silencio, pero que también llora porque le duele observar de lejos, y le duele lo hermoso que es observar de lejos lo maravilloso y sencillo que es pactar una pequeña felicidad. Atesoro con mucho dolor y amor todas las veces que en esta penumbra hemos dicho algo que hiere el aire que inevitablemente sí nos observa a las personas que observamos, y me ha observado en calzones con una playera negra grande y pasta de dientes en la boca. ¿Cuándo crees que empiece la vida? ¿Cuándo los procesos van permitirme sentir que estoy viviendo? Me limpié mis lágrimas. Vi en el techo un perfil blanco tan hermoso como la nariz de Nayely. El proceso se ha vuelto personal, y duro, porque las afectaciones se han vuelto físicas, y con afectaciones me refiero a que he quebrado vidrios, he estado en el quirófano, he limpiado vómito, he limpiado lágrimas, tocado pies, sacado espinas, abrazado, alimentado, me ha dolido toda la noche el cuerpo, y he tenido miedo de que mi corazón se canse de latir. Mi papá el otro día me dijo que le parecía increíble que el corazón latiera desde antes de nacer. Sentí ganas de correr a la regadera, y llorar con mi corazón cansado, y también lavar el corazón cansado de mi mamá. No puedo entenderlo todo, borré mi intento de decir que entendí algo, pero sentí mucho amor y vergüenza por nunca saber nada. ¿Qué te puedo decir? No he hablado. Estoy en silencio, ¿Qué digo? ¿Qué estoy abrumada porque existen cosas que me emocionan muchísimo y no sé cómo pararme frente a ellas y enseñarles el polvo que se me juntó en los pies de caminar en la casa? He caminado sus estratos, caminé los juguetes viejos de mi madre hasta llorarle a mi papá que viniera a ayudarme. Necesitaba casa, y la casa usó mi piel para vestirse y me hizo golpear el pecho de cristal hasta reventar, el cristal y yo. Después aprendí lo que es el verdadero miedo. Escribo en mi silencio, con mis manos y pies hinchados, rojos, adoloridos, con el pecho cansado. Y no es ninguna queja.
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Las llaves de la casa que estaba cuidando debía dejarlas en manos de la madre del dueño del inmueble, que vive muy cerca de la mansión, así que cuando abandoné el castillo fui a cumplir mi última misión con la reina madre. La conozco desde mi infancia, hay confianza, y me invitó a almorzar moñitas con tuco. Me recibió hablando mal de la suegra de su hijo porque justo estaba leyendo un mensaje que le había escrito. No supe diferenciar qué tanto se debía a que efectivamente la acusada era una escoria humana, y qué tanto se debía a que estaba celosa porque lo que quiere es ser la única abuela de sus nietos. Cuando por fin me permitió llegar a la mesa, ya estaba con todo listo, solo faltaba servir la pasta que se estaba terminando de hacer. Me senté, era el único caballero en la mesa redonda, vi platos, queso parmesano, una botella con pomelo, y un blíster casi vacío: le quedaban dos pastillas. -Estas son drogas para compartir? -pregunté - para mezclar con los fideos? La señora de 75 años estaba de espaldas, revolviendo la olla. Por un segundo pensé que no había entendido mi broma, o peor: la entendió y no le hizo ninguna gracia. Justo cuando yo estaba por decir algo que me sacara de ese momento incómodo, la señora habló: -Esas pastis son dos medicamentos que tengo que tomar ahora, las puse ahí para no olvidarme -hizo una breve pausa y agregó -tenía fentanilo pero se me terminó ayer.
Acostumbradoalfindelmundolandia: linktr.ee/acostumbradoalfindelmundo
#acostumbrado al fin del mundo#llaves#casa#mansion#castillo#reina madre#almuerzo#moñitas con tuco#pastas#pastis
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Recetas Fáciles con Harina de Trigo: Pan, Galletas y Más
¿Te imaginas el aroma irresistible de un pan casero o el crujir de una galleta recién horneada? 🌾 Hoy te traemos algunas recetas sencillas y gratificantes para que uses tu harina de trigo como un verdadero profesional. ¡Es hora de ensuciarte las manos y crear delicias caseras desde cero!
1. Pan de Masa Madre 🥖
Ingredientes:
500 g de harina de trigo de fuerza
300 ml de agua
100 g de masa madre activa
10 g de sal
Instrucciones:
Mezcla la harina y el agua y déjala reposar (autólisis) por 30 minutos.
Agrega la masa madre y amasa durante 10-15 minutos.
Incorpora la sal y realiza plegados cada 30 minutos durante 2 horas.
Deja fermentar la masa en la nevera toda la noche.
Precalienta el horno a 230°C, hornea en una olla de hierro durante 30 minutos con tapa y 15 minutos sin tapa para dorar.
💡 Tip: ¡Dale un toque especial añadiendo semillas o frutos secos!
2. Galletas Crujientes 🍪
Ingredientes:
250 g de harina de trigo
125 g de mantequilla
100 g de azúcar
1 huevo
1 cda. de esencia de vainilla
1/2 cda. de levadura en polvo
Instrucciones:
Bate la mantequilla con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa.
Añade el huevo y la vainilla y mezcla bien.
Incorpora la harina y la levadura tamizadas, mezcla hasta formar una masa.
Haz bolitas y aplástalas sobre una bandeja de horno.
Hornea a 180°C por 10-12 minutos o hasta que los bordes estén dorados.
3. Pasta Fresca 🍝
Ingredientes:
300 g de harina de trigo
3 huevos
1 cda. de aceite de oliva
1 pizca de sal
Instrucciones:
Haz un volcán con la harina y coloca los huevos en el centro junto con el aceite y la sal.
Mezcla poco a poco y amasa durante 10 minutos hasta que la masa esté suave.
Deja reposar envuelta en film durante 30 minutos.
Extiende y corta al grosor deseado. Cocina en agua hirviendo con sal durante 2-3 minutos.
✨ ¿Listo para amasar tus propios panes y galletas? Sorprende a tu familia y amigos con estos clásicos de la cocina que nunca fallan. Comparte tus resultados y cuéntanos cuál de estas recetas fue tu favorita. 🍽️🧡
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› Aspirante a detective número #140 detectado. ÁNGEL URUI, proveniente de CHILE. Con 27 años, siempre le han dicho que tiene un parecido con MIGUEL CIMINO. Fue seleccionade por su impresionante desempeño en PERSUACIÓN (4) y también mostrar aptitudes prometedoras en OBSERVACÍÓN (2) y ADAPTACIÓN (1).
KIUM, como administración de Reverie Academy, queremos agradecerte tu interés. Tienes 24 horas para enviarnos la cuenta de tu personaje. Si llegases a necesitar más tiempo, no dudes en comunicarte con nosotras.
OOC
Apodo: kium
Pronombres: cualquiera
Edad: 27
Zona horaria: GMT-4
Triggers: violencia gráfica de cualquier tipo (incluída la violencia sexual) dirigida a niñxs o animales
En caso de unfollow, ¿permitirías que usemos a tu personaje en la trama como un PNJ?: Sí / No.
IC
Nombre: Ángel Ururi
Pronombres: Él/Suyo
Faceclaim: Michael Cimino
Fecha de nacimiento y edad: 2 de febrero de 1997 - 27 años
Nacionalidad: Chileno
Profesión: Artista plástico
Especialización dentro de Reverie: Infiltrador maestro
Habilidades en las que destacó en su examen: Observación (2), Adaptación (1) y Persuasión (4)
Curiosidades:
Es el mayor de 5 hermanos y hermanas, frutos del esfuerzo de una familia proveniente de un pueblo perdido entre las montañas imponentes de los Andes, hijos e hijas de la tierra, el desierto, las estrellas y la Virgen. Aunque, a sus 27 años el fervor de su fe flaquea ante los obstáculos que, a su juicio, poco se condicen con la misericordia del Dios que alguna vez creyó conocer, sigue encomendandose ante la figura de esta Madre en aquellos momentos de necesidad. Una Madre que representa a la propia y a su abuela, y que incluso en la distancia lo acompaña en la forma de una pequeña medalla de oro colgada de su cuello, tan importante para él como su propia familia.
Su camino con el arte comenzó esculpiendo. Una tarde, esperando el furgón que se supone lo llevaría, junto a sus hermanos y hermanas, de vuelta a las montañas, vio a un hombre recoger un poco de tierra y, agregándole agua, crear una especie de pasta que iba transformando con sus manos. Y Ángel, siempre tan sociable, no dudó en acercarse para averiguar más. A partir de entonces, en solo un par de meses y ante las miradas reprobatorias de su madre y abuela, que entendían que este nuevo interés podría significar, en el peor de los casos, también la pérdida de sus tradiciones, y en el mejor de los casos, sólo de la energía y vigor de uno de los muchachos, cambió la venta de hortalizas por la de pequeñas figuritas. A medida que fue desarrollándose, también lo empezó a hacer su arte. Por cosas de la vida, y por su propio ímpetu, se encontró a sí mismo luego de unos años viviendo en un pueblo turístico a un par de horas de distancia de su familia. Comenzó vendiendo pequeñas postales de los paisajes que tanto le llamaban la atención a las decenas de gringos que día a día recorrían sus calles. Por el día, retrataba escenas cotidianas, calles, casas e iglesias típicas, ocasionalmente también animales de la zona en montañas, lagos y salares reales e imaginados. Y por la noche, intentaba vivir sus sueños, en la medida de lo posible, como recepcionista de un pub en la zona bohemia del pueblo.
En general, para los niños y las niñas de su pueblo, las opciones al volverse adulto son casi tan limitadas como las carreteras que los conectan con otras localidades. Por supuesto que existen y están ahí, pero sus caminos de tierra y curvas pronunciadas en medio del altiplano hacen que navegarlas no sea comparable ni de cerca con una moderna autopista en los valles centrales del país. Por este mismo motivo, es que el primero de sus hermanos en probar suerte yendo a la ciudad no fue él, sino Miguel, quien le seguía en edad. Miguel, siempre curioso, decidió que el infinito del desierto no era suficiente para contener sus ganas de saber y de entender, y se fue de casa con un par de mochilas al hombro, y de la mano de su mejor amigo, Ángel. Aunque diametralmente opuestos, ambos siempre fueron dos caras de la misma moneda, en sintonía de maneras diferentes. Miguel, la mente de las operaciones, y Ángel el corazón que las llevaba a cabo.
El cambio, por supuesto, no fue fácil. Pasar de vivir en una casita de adobe en medio de un gran terreno tan lleno de hortalizas, como de animales, como de la vida misma que entregaban los Ururi con sus distintas travesuras, a una pequeña habitación en la pensión de una antigua conocida de su padre fue… curioso, por lo bajo. Lo bueno es que solo les tomó un par de años habituarse, quizá no del todo, pero lo suficiente como para poder pasar de ese lugar a un departamento para los dos. No era la gran cosa, para lamento de Ángel, que siempre había tenido grandes sueños de grandes salones en la gran ciudad, pero les servía. Era funcional. Era cómodo. Y era, aunque no en las escrituras y quizá sólo de forma temporal, de ambos.
Miguel tendía a recluirse, tímido, su único gran amor conocido por Ángel habían sido, desde que tenía memoria, los libros. Su abuela siempre lo felicitaba por lo quitadito de bulla, porque Miguel no daba problemas, porque apenas y se notaba. A veces, incluso, era como si no estuviera ahí. Por lo tanto, cuando aquel domingo por la mañana Ángel se escabulló por la puerta de entrada del departamento intentando no hacer ruido, de la mano de otro desconocido de fin de semana –algo, al parecer, costumbre ya en estas alturas–, y no vio ni escuchó a su hermano, no se extrañó para nada. Tampoco se extrañó cuando, a las 3 de la tarde, y despertado por el hambre que sólo provoca una noche de estas características, no lo sintió ni en la cocina. En su mente las explicaciones eran varias, en su mente Miguel estaba caminando por alguno de los senderos en el cerro, o buscando material en una biblioteca alejada del centro, o trabajando en algún barrio entrevistando a alguna señora para alguna de sus investigaciones… En su mente, la idea de que su hermano se podría haber perdido sin dejar rastro no era una posibilidad.
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HISTORIA REGINA INCANTI - GUIDACCI
𝓒apitulo I. 𝑈𝑛𝑎 𝑖𝑛𝑓𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑧.
Regina nació hace unos 26 años en el seno de una familia italiana que se dedicaba a la perfumería, Los Incanti. Carina y Lorenzo eran padres de una niña que llegaba por sorpresa a una casa de un recién formado matrimonio, una pequeña bebe de ojos claros y pelo moreno que era la viva imagen de su madre.
Pero … vamos a saber más sobre 𝐿o𝑠 𝐼n𝑐a𝑛t𝑖… La familia comenzaría su andadura en este sector con una pequeña fabrica de perfumes en la que poco a poco tuvieron que reinventarse para no quedar obsoletos frente a las grandes superficies. Dentro de esta reinvención nació “ 𝐿𝑎 𝑓𝑟𝑎𝑔𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 𝑑𝑒𝑙𝑙𝑎 𝑟𝑒𝑔𝑖𝑛𝑎 “ Un perfume de mujer que los padres de Regina inspiraron en su hija que siempre correteaba alegre por ese almacén local toqueteando y oliendo todo lo que a sus manos llegaba. El perfume no tardó en tener popularidad local debido a su bajo precio y buen olor. Así fue como se animaron a crear más y más fragancias mientras enseñaban a su hija sobre botánica, química y lo más importante: Ventas.
¿Qué hay mejor para promocionar un comercio que un anuncio? Un anuncio con una niña pequeña y una historia familiar conmovedora. Y aquí nació una estrella… porque la pequeña niña disfrutaba mucho de los focos y las cámaras, eran su juego preferido. Su primera y última andadura en este sector, nadie se puede enterar de esto ¡Qué vergüenza!
La popularidad de las fragancias caseras creció y los Incanti vendieron esta patente y con el dinero compraron dos cosas: una fábrica y una casa. Así nació la marca “𝐼𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖”.
En cuestión de un año todo había cambiado tanto que ni siquiera usaban ya a su hija como marca y sustituyeron esta imagen infantil por otra más conveniente para que la pequeña heredera de lo que poco a poco es un imperio pudiera prepararse para gobernar.
Regina, quería estar a la altura así que se esforzó por ser la mejor en todo y poco a poco crear una cortina de narcisismo protectora en la que solo amaba una cosa: a sí misma. Porque en su cabeza solo existía un pensamiento: Soy la futura reina de un imperio.
Y así llegamos a su preadolescencia, una en la que Regina estudia en un internado privado lleno de “nuevos ricos” e hijos de familias ricas ya bastante consolidadas. Ni que decir tiene la guerra clasista que hay entre ellos ¿y quien es la que incita casi todas las revueltas? la italiana con cara de ángel. Entre otras muchas cosas que les obligan, como extraescolar escoge el Lacrosse ( No creáis que esto es solo pompones y purpurina, era un ejercicio de resistencia muy completo ) siendo en poco tiempo la capitana en su afán de ser la hija perfecta y aquí empieza un peligroso juego. ¿Qué puedo decir? una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer para conseguir esos preciados 𝒥𝒾𝓂𝓂𝓎 𝒞𝒽ℴℴ que su padre no le quiere comprar por el aprobado en matemáticas. Y es que Regina acabó dirigiendo toda una red de apuestas secreta de competiciones deportivas escolares. Espíritu empresario lo llaman.
𝓒apitulo II. ¿𝐿𝑎 𝑢𝑛𝑖𝑣𝑒𝑟𝑠𝑖𝑑𝑎𝑑?
Justo antes de terminar el instituto estaba lista para estudiar química porque no se le daba mal esto de crear fragancias y como era algo que realmente amaba. Con una beca entre sus manos logró entrar en una de las universidades privadas de Italia con más fama en la rama de química y botánica.
Regina tenía un novio de instituto. No es que ella lo amase mucho… pero digamos que la primera vez en la intimidad marca. En palabras de Regina “Lo dejamos porque yo era demasiado buena en todo para él, pero lo que pasó de verdad es que ella le pilló con otra. Pobre infeliz… dicen que aún sigue yendo al baño por aquel plato de pasta que no estaba condimentado con orégano precisamente…
Sin embargo la soledad nunca es total ni para siempre. En su primer año de universidad conoció a su segundo novio serio. Un chico que realmente siempre estuvo interesado en Regina, pero como podéis imaginar las emperatrices no tienen tiempo para nada así que tras una discusión fuerte en la que él la ofendió profundamente: Ciao ciao, Robert… que te vaya lindo en la otra vida o no. No, no, por Dios, no lo mató, estoy exagerando… o quizás sí.
Cuando el pobre Robert casi muere por una sobredosis causada por un veneno de Regina(aun seguimos sin saber cómo se libró de esto) su padre, Lorenzo, que la conocía bien decide que es hora de dar una lección a la niña y tras hablar con los Boyle que son una familia amiga suya dedicada al ejercito de EEUU, la internan en una academia militar en la que acaba sus estudios superiores compaginado con el servicio militar. No tengo que deciros que la disciplina no estaba hecha para ella… así que lo pasó un poco mal, pero el servicio militar acabó, sus estudios también y eso nos lleva a…
𝓒apitulo III. ¿𝑄𝘶𝑖𝘦́𝑛 𝑞𝘶𝑖𝘦𝑟𝘦 𝘭𝑎 𝑣𝘪𝑑𝘢 𝘢𝑑𝘶𝑙𝘵𝑎?
Con los estudios acabados y un año de servicio militar regresa a su país natal. Ella quiere trabajar en la marca de sus padres, pero estos quieren saber primero si Regina es una persona responsable ahora o si sigue siendo la Regina que mandaron lejos. Así que Regina les pide que le den un voto de confianza y con ayuda económica compra una fábrica y crea la marca 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒𝑠𝑠𝑎, una marca de perfumes cuyo objetivo es fusionarse en un futuro con 𝐼𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑖.
Todo va bien hasta que… Regina recibe una llamada. Los servicios de inteligencia tienen su historial del ejército y una misión para la que Regina es su última esperanza. Durante su época en el internado Regina se había hecho muy /muy/ íntima de la hija de un empresario estadounidense pese a que solo pasó un año allí. El servicio de inteligencia sospecha desde hace años que esa familia cometió una serie de crímenes en suelo italiano, pero no poseen prueba alguna y tampoco pueden investigarlo dada la influencia de la familia en EEUU, por eso necesitan que, no solo pisen suelo italiano, sino que comiencen a asentarse aquí para poder tener autoridad para investigarlos y aquí es donde entra Regina que acaba de ser reclutada por el 𝐴𝐼𝑆𝐼 & el 𝐴𝐼𝑆𝐸 para esta misión.
Para empezar … organizan una reunion de antiguos alumnos en el internado, donde ambas mujeres se encontrarán. Allí Regina le cuenta a la hija del investigado que su marca 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑖𝑝𝑒𝑠𝑠𝑎 corre peligro. Esto es el cebo. Regina debe convencerla de que no quiere su ayuda, pero a la vez… pedirla. No es que a Regina le entusiasme este trabajo, porque es su amiga de verdad, pero ¿Qué puedes hacer cuando el gobierno te llama? Lo siguiente es un juicio por una serie de reacciones alérgicas a la colonia en la que Regina pierde la licencia de venta y la empresa entra en la quiebra… y lo siguiente… ofrecer a West algo tan barato y bueno que no pueda negarse a aceptar… y asi nace IMPERIUM, la marca de perfumes de Jade West, pero… que dirige Regina. Asi el servicio de inteligencia tiene su plan en marcha con la promesa del servicio de inteligencia de que cuando todo termine la licencia le será devuelta, todo será desvelado publicamente y ella podrá quedarse con Imperium para siempre.
Todo marcha bien hasta que… el 20/01… el día que Regina dice adiós a sus 25 y hola a los 26… ¿Recordáis esa maravillosa fiesta al estilo Bond? pues para Regina acabó en película de terror. Tras su fiesta de cumpleaños Lorenzo, Carina y su hija toman un avión que sufre un accidente. Creedme de nada te sirve estar en el servicio de inteligencia, de nada te sirve nada… cuando pasan estas cosas…
En este periodo conoció a Manuele Moretti justo a la vez que descubrió que la familia de este hombre era la causante del accidente. Así que aquí inició su venganza, pero cuando el amor llama a la puerta… olvidas lo demás. Así que… ahora todo cambió.
¿Qué pasará? Lo veremos en el siguiente capítulo que… apenas lo estamos escribiendo.
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Una catástrofe que no es tal cosa
Días de mucha actividad, y pese a ello he dormido poco. Curiosamente no he sentido un cansancio severo ni el malestar asociado a eso.
He continuado el entrenamiento en una bicicleta de cuadro muy pesado (de aluminio) con llantas “imponchables” que presentan una alta resistencia al rodamiento y la combinación de esas dos características da lugar a que el esfuerzo sea mayúsculo. Tres días por semana termino la sesión con ejercicios de musculación (haciendo uso de alteras, mancuernas, barra) y planchas (conocidas en mi país como “lagartijas”). Mi peso corporal anda en 67 kg con 1.78 m de estatura, mi índice de masa corporal anda en 21, la proporción masa muscular / tejido adiposo es óptima, y eso es un indicador de que pese a la violencia que dominó mi vida, fui capaz de apegarme a un estilo de vida muy sano y mis características son poco comunes incluso entre hombres que tienen la mitad de mi edad (60 años), mi corazón y mis pulmones funcionan de manera óptima, igual que mi presión arterial y órganos internos como el hígado, riñones, páncreas, etc.
A raíz de esa ausencia de mi madre, descubrí que necesitaba elevar mi consumo de carbohidrato en forma de pasta con verduras y ese ajuste ha traído consigo beneficios muy tangibles, disminuye el dolor muscular y óseo causado por la intensidad de los esfuerzos, así como el malestar frecuente que incluso provocaba mareos, etc. Mi consumo de azúcar es prácticamente nulo, no he tomado una gota de alcohol etílico en lo que va del año (nunca tuve un problema de abuso, bebía con moderación) porque descubrí que aún con medida, su ingesta causa alteraciones en la digestión y el metabolismo.
He pasado muchos años escribiendo en blogs y traduciendo artículos e información importante, desarrollando un talento, plasmar vivencias, ideas, expectativas, sentimientos e incluso tendencias violentas mediante la palabra escrita, pero no he conseguido realizar la transición de escribidor a escritor.
Cuando cobro conciencia del sufrimiento que tiene como origen llevar en mi psiquis miles de recuerdos de violencia perpetrada por mis padres y muchas otras personas, se me ocurre que debo ponerlos por escrito para más tarde —en un futuro no lejano, más bien a largo plazo— dar forma a algún género de composición literaria.
Al releer la obra de Erich Fromm, he descubierto que la ciencia del hombre da los elementos para vivir correctamente y así creer en Dios resulta innecesario, el ateísmo o el agnosticismo son opciones muy valiosas y apropiadas, hacer lo correcto (ética, legado de Baruch Spinoza) y optar por una existencia gobernada por la simplicidad son las claves para vivir en plenitud y el objetivo de un ser humano debe ser desarrollar sus potencialidades, en contraposición con no permitirse conocerse a sí mismo, hacer aquello para lo que fue programado desde que comenzó a tener uso de razón e ir por la vida buscando la aprobación social.
Ayer domingo 14 de julio, limpié mi dormitorio e introduje un mueble, una mesa pequeña, sobre la que coloqué mi computadora personal, dejando libre el escritorio donde usaba ese dispositivo para usarlo para estudiar, leer y escribir a mano en cuadernos. Esto es otro ejemplo de mi recuperación, supero la inmovilidad que me aquejaba y me hacía sentir impotente, no daba lugar a ideación suicida, pero sí a desesperanza, ansiedad, culpabilidad y a indiferencia por la vida.
No puedo decir que soy feliz, pero ya no me siento miserable y en buena medida me siento bien estando conmigo. Nunca me odié ni sentí desprecio por mí, pero ahora me respeto y me enorgullezco de mucho de lo que he conseguido, ideas un tanto difíciles de expresar porque pueden ser malinterpretadas, pero eso tampoco debe importarme mucho.
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‘ ¿ah? ’ pestañeó un par de veces, era hasta cómico que ambos respondieran con un monosílabo. hasta que su cabeza encontró el hilo de sus palabras: ‘ ¡también es un dios! ’ recordó la canción entre carcajadas, dios se reía por todo. era un imbécil. se inclinó un poco hacia la izquierda y apoyó la botella sobre el césped, luego, con ambas manos deshizo el paquete en el que metió su emparedado. no tardó en darle un primer mordisco, la pasta que hicieron de huevo estaba deliciosa. ‘ ¿de verdad? ¿tenía algo mal o tienes alergias? ’ él agradecía no tener demasiadas complicaciones médicas, por no decir que no tenía ninguna, ni siquiera dentales. ‘ no, de hecho, no he visto muchos niños ’ hizo un puchero que se rompió cuando decidió morder de nuevo su emparedado, subió su mano hasta su boca, para poder hablar mientras aún mascaba. su madre lo mataría si lo viera. ‘ me tocó en la cocina, estuve picando cebollas durante horas ’ exageró, quizás fue sólo media hora y las perdió de vista por toda la tarde. ‘ ¿y tú? ¿qué te tocó? ’ tenía curiosidad de las demás tareas, llevaba rato encerrado tras las paredes de la cocina.
Y no podía con otro niño, claro que le encantaban pero no por eso significaba que iba a aguantar otro grito más, por eso a penas pudo se alejo de la multitud, con suerte no lo notarían. Su mirada va en dirección a donde se escucha la voz " ¿eh? " era usual que su primera respuesta fuera una simple expresión, termino por verlo de pies a cabeza y se rió " te ves muy gracioso, pero ¿no el karma era novio? " admitió al limitar distancia entre ambos para recargarse en el árbol, con la diestra le agradeció el ofrecimiento " no tengo hambre, gracias. Una vez por aceptar comida así me hizo daño y estuve enferma por una semana, además te ves más cansado que yo, ¿Qué estuviste haciendo? ¿te toco lidiar con los niños? son unos diablillos, pero son bastante lindos, la verdad " le comentó al desviar la mirada en otra dirección "
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#365 Taco de arroz a la mexicana (arroz rojo versión Sra. Alejandra Mendoza Gutiérrez)
CIGMexico, Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
El arroz a la mexicana es probablemente la guarnición más difundida y aceptada en el territorio nacional. Se trata de un arroz sofrito en abundante grasa (puede ser manteca de cerdo o aceite vegetal) hasta dorar por completo, para después ser colado del excedente de grasa y cocinado en un caldillo de jitomate mezclado con caldo de pollo, cilantro, cebolla, ajo y sal.
En el mundo del arroz sucede lo mismo que en el de las salsas de mesa, adobos o moles: cada mano es un mundo, y cada microdiversidad de recetas son una verdad toral que se disuelve frente a la verdad toral de la otra persona que dice tenerla. Es decir, hay una infinidad de micro expresiones regionales, familiares y personales en cuanto a sazonadores, tiempo de la sofritura en grasa (puede ser hasta alcanzar puntos de marrón ligero o muy intenso), densidad o poder del caldillo de jitomate, y adición de verduras de guarnición como zanahoria, chícharos, y hasta papa en cubos.
Se trata de un plato que también puede incluir otros elementos proteínicos como hígados o mollejas de pollo adicionadas después de añadir el caldo de pollo y caldillo para comenzar la cocción del arroz; y en materia de servicio en mesa puede funcionar como entrada de cualquier menú o guarnición de muchísimos platos incluidos el mole. Su personalidad es tan poderosa y redonda, que podría llegar a competir en sabor y suculencia con platos como el mole, sin embargo, siempre se adapta, hace que los otros sabores resalten y se vuelve el complemento ideal de cualquier comida.
Esta versión es una receta adaptada de la sra. Alejandra Mendoza Gutiérrez (madre del chef Lalo Plascencia) quien utiliza arroz tipo morelos remojado en agua caliente por 2 horas, sofríe en poco aceite vegetal hasta que el arroz adquiere un color marrón intenso, añade caldillo de jitomate preparado con caldo de maíz o verduras y pasta casera de tomate, y saboriza al final con habaneros de cosecha propia y ramas de cilantro.
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Chacón, la mujer que pudo gobernar
También sobrevivió a los golpes bajos de la política, al machismo de la época, al amor y al desamor y a una cierta conciencia de fracaso. Su figura es símbolo de una generación que creció en libertad y creyó en la educación como ascensor social. Chacón rompió una esquina de ese techo de cristal que todavía somete a las mujeres al ser la primera ministra de Defensa de un gobierno de España. Política de convicciones progresistas forjadas a partir de su historia familiar y con un fuerte compromiso con la igualdad, modernizó las Fuerzas Armadas y fue la mujer que estuvo más cerca de liderar el PSOE. Se anticipó a la fractura de Cataluña con España y al movimiento 15-M e intentó renovar la vieja política de los privilegios: «Cuando decimos izquierdas, hacemos izquierdas». La periodista Joana Bonet ha dedicado varios años a escribir esta biografía tan íntima y veraz de su amiga Carme Chacón. Con ella compartió viajes, conversaciones y experiencias. El suyo es un retrato emotivo, pero que reconstruye los episodios menos conocidos de la política catalana. Con el tiempo transcurrido desde su muerte, en 2017, la autora nos descubre la faceta más humana de una gran mujer que jugó un papel importante en la vida de este país y que, según José Luis Rodríguez Zapatero, «tuvo un final político pequeño para su grandeza». "Es domingo por la tarde, que más allá de una circunstancia, es un estado de ánimo, y el vagón permanece en silencio. Los pasajeros cabecean, el cuello doblado, las piernas estiradas. Una mujer de cejas diseñadas a la moda lee La ignorancia, de Milan Kundera, y va pasando las páginas como si fueran de cristal. Dos hombres se concentran en sus pantallas sosteniéndose la frente con la mano, como si pensaran mucho. Es un vagón educado. Indicadores rojos de las salidas, veintidós grados de temperatura, el líquido azul del inodoro que brota con ira... El viajero frecuente conoce de memoria todas las rutinas. No le gustan las sorpresas, a diferencia del turista, que requiere del sobresalto para avivar el sentido del trayecto. El teléfono vibra, ha entrado un mensaje. Y mientras pienso que movernos significa perder el control cuando solo somos viajeros en ruta, miro de reojo el móvil: «¿Sabes que ha muerto Carme Chacón?». «¡Qué disparate!», me digo blindada de incredulidad, pero ¿qué me está diciendo mi amigo Andrés Pastor, un domingo por la tarde, encerrada en un vagón silencioso? Dejo el portátil como quien deja a un hijo ante una emergencia y corro hasta el baño. Me encierro y llamo a Andrés. «Hace un minuto lo acaban de dar en portada todos los digitales.» El tren rebasaba Calatayud cuando la policía precintaba el piso de la calle Viriato, donde acababan de de encontrar a Carme Chacón sin vida. Recibí mensajes y llamadas del periódico. La directora adjunta de La Vanguardia, Lola García, estaba de turno aquel domingo y me preguntó si podía escribir algo en un par de horas. «La puta política», murmuré entre sollozos... «La política le dio muy buenos ratos», respondió Lola. Era el momento de separar la cabeza del cuerpo. «Si no puedes, no te preocupes», añadió. No dijo: «Si no te sientes capaz de hacerlo». ¿Cómo no iba a hacerlo? Los viajeros seguían absortos en la película. Carme Chacón vivió siempre como si no tuviera el corazón al revés. Estaba hecha de esa pasta que sella el coraje con sentimiento y la disciplina con entusiasmo. No lo tuvo fácil. Luchó, y mucho. Sacó pecho nada más nacer. Trece médicos la ayudaron a nacer. Los primeros días ni le pusieron nombre, pero sobrevivió. La llamaron Carme. Un médico, el Dr. Màrius Petit, daría años más tarde con el diagnóstico: bloqueo aurículo-ventricular completo y transposición de grandes vasos. Un corazón al revés. Desafió esa espada de Damocles. No se crio como una enferma, todo lo contrario. De joven, era muy buena en baloncesto, pero un día se desmayó en la cancha y Esther, su madre, sentenció: «Prou!». Los libros se convirtieron en su nueva cesta. En las aulas fue brillante. A ambos lados del pupitre. Y nunca una descastada: se sabía el nombre del último camarero. Era una amiga leal. Si alguna vez le decías que habías tenido un bajón se enfadaba: ¿por qué no me llamaste? Los primeros años, en Madrid, nos resguardamos. Recuerdo una noche en la que quedamos a cenar y se lo adiviné en la luz: «Estás embarazada». Aún era un secreto. Miquel fue otro regalo del coraje. Su amor redondo. Ni se acordó de su corazón al desear ser madre. En las Navidades de 2008 me sumé al grupo de periodistas integrado en su viaje a las bases militares de Herat. Me asombró su seguridad al ejercer de jefa suprema; decía las cosas más duras en un tono como de madera. Tengo muchos cuadernos escritos sobre su vida. Un libro a medio hacer. Entrevistas con su familia, sus profesores, sus médicos, sus compañeros de partido, sus amigas... Pero surgieron las suspicacias. Las guerras internas. Que si la reprocharían por el libro, como una campaña encubierta de autopromoción. Las cruces del oficio, contra las que Chacón siempre tuvo que bregar: ser mujer, joven, charnega y, durante nueve meses, estar al mando de Defensa embarazada." Read the full article
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Mon Laferte - Te juro que volveré Letra
Mon Laferte – Te juro que volveré Letra MonLaferteVEVO Mon Laferte – Te juro que volveré Letra Apenas diecisiete años y un duro pasado La pasta el paragua y la calle le habían visitado Pero ella decide salir a buscarse la vida A los 24 maleta en la mano se iba La vida al fin le va a cambiar Nuevo pais, a trabajar Y le juro a su madre una casa le iba comprar Volveré Te juro que volveré Volveré Te…
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