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en cuanto allcent se acurrucó sobre su pecho, comenzó a acariciar con suavidad su brazo y apoyó los labios sobre su cabeza, no dudando en dejar varios besos por toda la zona. todo el esfuerzo que habían invertido en hacerle la fiesta a helaena había valido la pena por verla tan feliz, así que estaba más que satisfeche. "bueno, piensa que mañana no tenemos que madrugar y podéis estar en la cama hasta la hora que queráis." le recordó mientras le miraba con dulzura, estrechándola un poco más contra su cuerpo para que girase la cabeza y así poder besar sus labios con mucho cariño. una parte de elle se moría de ganas por dejar de esconderse, pero entendía por qué lo hacían y de hecho hasta le parecía buena idea.

al sentarse y notar a syrax, no dudó en acariciarla con cariño tras beber de su copa, dejando esta una vez vacía sobre la mesa antes de recostarse contra el pecho de rhaenyra cuando este le rodeó con su brazo. "lo mismo digo, ha sido un día de lo más intenso." aseguró cerrando los ojos por un momento mientras se perdía en las caricias ajenas, pasando a dejarlas ella por su abdomen con mucha suavidad. "creo que cansada se queda corto, la verdad." aseguró, dejando escapar una pequeña carcajada y es que entre haber terminado de organizar todo por la mañana, haber estado controlando que todo lo del cumpleaños estuviese bien y demás, se sentía agotada.

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tras darle el beso de buenas noches a helaena, fue a sentarse sobre el sofá y dejó escapar un pequeño suspiro. había sido un día de lo más movido pero por fin podía decir que se había sentido de lo más feliz y todo gracias a la pequeña y a alicent. cuando esta volvió a la sala, syrax le siguió y se tumbó a su lado en el sofá, apoyando el lomo sobre sus piernas como de costumbre. "normal, si no ha parado de jugar en todo el día." comentó risueñe. "yo creo que también en cuanto me tumbe me quedaré k.o." reconoció entre risas, dando un pequeño trago a su copa mientras le pasaba a alicent el brazo por los hombros y acariciaba estos con suavidad. "¿tú no estás cansada?" preguntó por curiosidad.

nada disfrutaba más que escuchar a helaena hablar con aquella alegría y fascinación de las cosas que le gustaban, y es que para su edad era una niña de lo más inteligente, pero sobre todo movida por la curiosidad. tras terminar de cenar, mientras rhaenyra acompañaba a helaena a lavarse los dientes, ella terminó de recoger los platos y los cubiertos de la mesa y dejó las dos copas de vino para después. helaena le dio las buenas noches a rhaenyra y a syrax, además de a su nueva mascota, y finalmente la acompaño hasta la habitación para acostarla y quedarse junto a ella hasta que se quedó dormida, cosa que no llevó demasiado porque la pequeña no había parado en todo el día y estaba exhausta. tras cerrar la puerta con cuidado, caminó de nuevo hasta el salón con una pequeña sonrisa en sus labios. "se ha quedado dormida en cuestión de segundos." comentó con una sonrisa mientras se sentaba a su lado, dejando escapar un largo suspiro y tomando de nuevo su copa para darle un trago.

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ver a helaena y a alicent así de felices lo significaba todo para elle. con cuidado, cortó los trozos de la pizza para les tres y sirvió tanto a la pequeña como a alie para después servirse elle y así comenzar a cenar. había sido un día redondo y podía decir sin miedo a equivocarse que había sido uno de los mejores días de su vida todo gracias a helaena y alicent. cenaron charlando animadamente y escuchando con atención a helaena contarles cosas sobre los camaleones y es que con la pequeña siempre aprendían cosas nuevas. una vez terminaron de cenar, llevó a la pequeña a lavarse los dientes y dejó que alicent la acostase mientras elle se sentaba en el sofá con la copa de vino.

estuvo a punto de responderle, pero cuando propuso aquella idea, terminó por asentir porque sabía que cualquier intento de que no preparase nada se quedase en nada. se quedó echando un vistazo a la pizza, aprovechando también para poner la mesa para les tres y dejando todo preparado. helaena, dejó con cuidado al camaleón de nuevo en su terrario antes de ir hasta el baño junto a rhaenyra para lavarse las manos. tras ello, volvió corriendo hasta el salón y se sentó en la mesa entre sus adres, para comenzar a cenar una vez le sirvieron la cena. "qué bien huele." comentó la pequeña, comenzando a cenar de lo más feliz por lo bien que había sido aquel día. "gracias." comentó cuando le sirvió la copa de vino y comenzó a cenar también.

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"habiendo camas no te voy a dejar dormir en el sofá." le hizo saber con una pequeña sonrisa. "pero la cama de helaena tiene otro colchón debajo. te prepararé esa, ¿vale?" le propuso. cuando se quedó sentada sobre el taburete y aprovechando que helaena estaba entretenida con el camaleón, aprovechó para dejar un rápido beso en sus labios junto con una caricia en su mejilla antes de salir de la cocina e ir a prepararle el colchón en la habitación. entre que sacó el jergón y le puso la ropa de cama, dejando todo bien acomodado, la pizza ya se había hecho. "bichito, lávate las manos que vamos a cenar." le pidió, cogiéndola en brazos para llevarla hasta la pica del baño para que se lavase. después, sirvió agua para helaena y sacó una botella de vino para elle y alicent, sirviendo dos copas y sentándose en la sala junto a ellas para empezar a cenar.

una vez en la cocina, y al ver que había preparado ya la pizza para la helaena, asintió con suavidad a sus palabras. "claro, yo me encargo de ella." asintió con una pequeña sonrisa. se sentó en una de las banquetas, mirándole con una pequeña sonrisa y a sus palabras, negó con suavidad. "no, tranquile, no te preocupes, puedo dormir perfectamente en el sofá o en la habitación de helaena." le hizo saber. dormir con rhaenyra en esos momentos, aun a pesar de cómo estaban las cosas entre elles, prefería no dormir con elle por el momento para evitar riesgos. helaena, mientras tanto, estaba jugando con su camaleón de lo más entretenida.

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mientras alicent le cambiaba de ropa a helaena y le ponía el pijama, elle terminó de guardar la tarta que había sobrado en la nevera y se puso a preparar la pizza con los ingredientes preferidos de la pequeña. al escuchar a alicent entrar, formó una dulce sonrisa. "gracias. eligió ella casi todo, la verdad." reconoció mirándole con dulzura mientras terminaba de colocar los ingredientes y abría el horno para meter la pizza dentro. "¿vigilas tú esto? voy a prepararte la habitación de invitados." comentó, pues daba por hecho que preferiría no dormir con elle para no levantar sospechas y no arriesgarse a confundir a la pequeña.

por suerte, habían logrado dejar todo recogido, pues había ido quitando la mayoría de las cosas a medida que iban acumulándose para que todo fuese más rápido. a las palabras de rhaenyra, helaena alzó su mazo gritando un yo ilusionada, cosa que le hizo reír. "a ver, bichito, ven aquí. vamos a ver tu habitación y a cambiarte la ropa, ¿te parece?" comentó, terminando por ir de la mano de helaena hasta la habitación. la pequeña, una vez dentro, comenzó a enseñarle todas las cosas que había en esta, asi como explicarle con detalle cada animal que había dibujado, asi como el terrario dónde guardaba la araña que le regaló. "es muy bonita, mi amor." aseguró, comenzando a cambiarle la ropa y dejándola ordenada y acomodada en el cajón, mientras helaena era quien se ponía el pijama y las zapatillas de estar por casa. tras ello, fue de nuevo al salón para quedarse con su camaleón y juguetear con el con cariño y delicadeza. ella no dudó en ir a la cocina para poder ayudar a rhaenyra con la pizza. "la habitación ha quedado impresionante."

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ahora que parecía que poco a poco alicent y elle iban a retomar lo suyo, quer��a que, cuando llegase el momento de hacerlo público, su familia viese que no iba a hacerle daño de nuevo y que podía darle una vida feliz. "le va a encantar seguro." aseguró besando de nuevo su mejilla y dejándola en el suelo para que fuese junto a su madre mientras terminaba de recoger las últimas cosas. helaena se despidió de sus abuelos y de sus tíos con efusividad mientras elle se dejaba caer finalmente sobre el sofá tras servirse una copa de whiskey. "¿quién quiere cenar pizza?" preguntó, riendo ante la efusiva reacción de helaena al mencionar el plato. "enséñale a mamá primero tu habitación y dile que te ponga el pijama mientras la preparo." le propuso con una pequeña sonrisa, levantándose de su asiento para ir a la cocina a preparar todo. helaena por su parte tiró de la mano de su madre para enseñarle la habitación, toda decorada con motivos naturales con plantas y bichos dibujados de manera adorable además de dinosaurios.

una de las primera conversaciones que tuvo con su familia tras volver del ingreso fue dejarles clara su postura hacia rhaenyra, y aunque sabía que estos no estaban de acuerdo, les pidió que en todo momento respetasen a rhaenyra y a la decisión que había tomado. ante el gesto de rhaenyra, esbozó una pequeña sonrisa, terminando de recoger todo. en ese momento su familia se acercó para preguntarles si se iban con ellos o si se quedaban, pero ella les explico que se quedaría esa noche por helaena. la pequeña, riendo con suavidad ante los besos de rhaenyra, alzó sus manos en señal de alegría cuando escuchó aquella respuesta, y es que por fin volvía a ver a sus adres juntes de nuevo. "no, todavía no, pero le va a gustar un montón." aseguró la pequeña, abrazándose a rhaenyra de nuevo antes de buscar bajarse para correr hasta su madre y avisarle de que podrían quedarse. "está bien mi vida, ahora ve y despídete de los abuelos y de los tíos." le pidió, dejando que fuese a despedirse de ellos y ella también.

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su relación con otto, alyrie, gwayne y lyanna había mejorado bastante, pero seguía notando como los tres primeros seguían prefiriendo guardar cierta distancia con elle mientras que lyanna había demostrado mucho más empatía y se llevaban bastante bien. cuando helaena se abrazó corriendo a su pierna, no dudó en cogerla en brazos mientras reía y llenó de besos su cabecita. a su pregunta, miró primero a alicent para después volver a mirar a la pequeña y asentir. "claro que sí, bichito. podéis dormir esta noche aquí." aseguró, dejando un suave toque sobre su nariz. "además así le puedes enseñar a mamá tu habitación, que aun no la ha visto, ¿no?" comentó mirándole con dulzura y es que cuando alicent ingresó, elle reformó una de las habitaciones de invitados para que helaena pudiese tener su habitación propia e hizo de la casa un lugar más seguro para ella.

no había planeado enamorarse de rhaenyra, pero la manera en la que había cuidado de helaena, y la manera en la que le hacía sentir era algo que nunca antes había experimentado, de ahí que se hubiese enamorado irremediablemente de elle. tras entrar dentro, agradeció a la gente que había venido y se despidió de los pequeños, para ponerse a terminar de recoger las cosas, y guardar la comida que había sobrado. sin embargo, la pregunta de la pequeña no le tomó por sorpresa, pero la miró con una pequeña sonrisa y acarició su mejilla. "luego le preguntamos a ada, ¿vale?" comentó mirándola a los ojos con dulzura. cuando rhaenyra entró, helaena no tardó en bajarse de la silla y correr hasta elle para abrazarse a su pierna, buscando que le cogiese en brazos, y cuando lo hizo, le miró con una amplia sonrisa en sus labios. "le he preguntado a mamá si podemos quedarnos a dormir y me ha dicho que te pregunte a ti primero." comentó la pequeña mirándole con una amplia sonrisa, a lo que alicent centró su mirada en elle y se encogió de hombros con suavidad.

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si bien enamorarse no entraba en sus planes, se le había hecho imposible no acabar completamente pillade de alicent, sobre todo porque había algo en ella que le hacía sentirse en casa como si hubiese pasado mucho tiempo alejade del hogar, por no hablar del buen corazón que tenía. suspiró un poco al sentir el beso y asintió a sus palabras, quedándose unos minutos más a fuera antes de entrar. "mamá, ¿podemos dormir hoy con ada?" preguntó la pequeña mientras observaba con curiosidad al camaleón dentro del terrario. cuando finalmente entró en casa, se despidió de la gente, agradeciéndoles el venir y los regalos que le habían hecho a helaena y comenzó a recoger por encima ya que limpiaría mejor a la mañana siguiente.

cuando conoció a rhaenyra y la cosas fue a más entre elles, una de las cosas que más le preocupaban era cómo sería la reacción de helaena y la relación entre elles. sin embargo, la pequeña estuvo más que encantade con rhaenyra desde prácticamente el primer momento. cerró los ojos y suspiró con suavidad al notar aquellas caricia, ladeando ligeramente su rostro para dejar un pequeño beso en la palma de esta y recuperar la compostura, dándole otra calada a su cigarro. a sus palabras, tan solo pudo esbozar una pequeña sonrisa y asentir con suavidad. "voy a entrar dentro, ¿vale?" y es que a parte de que le acababa de dar un escalofrío, quería ver que todo estaba en orden, porque las gente no tardaría mucho en irse. "ahora te veo." comentó tras acabarse el cigarro y dedicarle una sonrisa. al entrar, miró a helaena juguetear con sus regalos y comenzó a despedirse de la gente, comenzando así a recoger también todos los cubiertos de plásticos, vasos y bolsas que habían ido quedando vacías.

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siempre había querido tener hijos pero nunca había encontrado a la persona adecuada para formar una familia hasta que comenzó a salir con alicent y conoció a helaena. las dos le robaron el corazón por completo y que le hubiesen permitido ser parte de sus vidas de aquella forma significaba muchísimo. tras acomodarle un mechón de pelo tras la oreja, aprovechó para dejar una disimulada caricia en su mejilla mientras seguía fumándose el cigarro. "bueno, es mutuo. a mi nunca nadie me ha hecho tan feliz como vosotras." reconoció mirándole con dulzura y es que alicent y helaena le hacían sentirse la persona más afortunade del mundo, entendiendo perfectamente lo que léan le decía que sentía cuando estaba con naerys.

a sus palabras, tan solo pudo esbozar una amplia sonrisa, y es que no había nadie que hiciese tan feliz a helaena como rhaenyra. una de la cosas que le habían enamorado era simplemente ver lo bien que cuidaba y mimaba a helaena, y es que al ser madre soltera, jamas pensó que alguien pudiera mimar de aquella manera a su pequeña. "seguramente ella no habría perdonado a quien lo hubiese hecho." comentó riendo con suavidad, y a sus palabras, asintió con suavidad. "y tanto que sí." asintió y es que parecía ayer cuando tuvo por primera vez a helaena entre sus brazos. cuando le entregó el lirio, esbozó una pequeña sonrisa y lo tomó para acercarlo a su nariz y olerlo. cuando le acomodó el cabello, se quedó embobada mirándole a los ojos, ladeando su cabeza sutilmente para disfrutar de aquel tacto unos instantes más. "sí tengo que dártelas, nadie hace tan feliz a helaena como tú."

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viendo a alicent y a helaena tan felices tenía cierta esperanza por poder sanar elle misme y es que no había dejado de darle vueltas a las palabras que alicent le había dicho días atrás sobre perdonarse y pasar página. "oh, bueno, a ella se lo perdonaría si lo hubiesen hecho." reconoció riendo, observando durante un instante las flores que adornaban el jardín y cogiendo un lirio con cuidado para entregárselo a alicent. "un año se pasa volando, eh." se atrevió a bromear, dándole otra calada al cigarro, mirándole a los ojos con una pequeña sonrisa. "no me tienes que dar las gracias por nada, alicent." le hizo saber, acomodándole un mechón detrás de la oreja pero guardando las distancias para que nadie les pudiese ver y sospechar algo.

su relación con la pequeña parecía por fin retomar su cauce, y es que durante aquel año se había castigado mucho a la hora de sentirse una madre nefasta para helaena. sin embargo, en esos momentos sentía que por fin la estaba recuperando de nuevo. "gracias." se encendió el cigarro y tras darle una primera calda, soltó el humo, apoyándose ligeramente en la pared mientras le observaba con una pequeña sonrisa. "helaena no ha dejado que toquen tus flores. aunque como sus amiguitos son como ella, disfrutan de ellas antes de destruirlas." le hizo saber con una pequeña sonrisa. a sus palabras, asintió riendo con suavidad y bajó la mirada por unos segundos, dándole de nuevo una calada. "tenemos todo un año para planerarlo." comentó riendo con suavidad y girándose, aun apoyada para mirarle. "gracias por todo, rhaenyra."

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todo lo que quería en la vida era que helaena y alicent fuesen felices, por lo que verlas así de contentas también tenía un efecto directo en su estado anímico.. a fin de cuentas habían pasado por mucho y por fin se merecían toda aquella felicidad. estaba fumando tranquilamente en una esquina del jardín, revisando las flores que tenía ahí cuando escuchó la voz de alicent. "sí, claro." sacó el mechero del bolsillo de su chaqueta y se lo encendió, dando una calada a su propio cigarro y asintiendo con la cabeza. "yo creo que sí. a ver cómo hacemos para superarnos el año que viene." se atrevió a bromear un poco, echando el humo por la nariz con calma mientras miraba a alicent con dulzura directamente a los ojos.

la reacción de helaena fue sin duda de lo más dulce y adorable, y es que muchas veces, no podía creerse la suerte que tenía de tener una hija como ella. tras abrazarla y dejar un beso en su mejilla, dejó que se quedase mirando a su camaleón y enseñándole a sus amiguitos detalles sobre este. tras los regalos y servir la tarta, dejó que el resto se quedase disfrutando, para fijarse en que rhaenyra había salido al jardín a fumar y no tardó en seguirle, acomodándose la chaqueta y acercándose hasta elle. "hey, ¿tienes fuego?" cuestionó acercándose y encendiéndose el cigarro cuando se lo ofreció. tras darle una calada, dejó escapar un suspiro de alivió y le miró con una pequeña sonrisa. "ha ido bien, ¿no?" cuestionó con una pequeña sonrisa en sus labios tras darle una calada a su cigarro.

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nadie más que helaena y alicent se merecían tener un día así. las dos habían sufrido mucho y merecían la felicidad más que nadie. tras darle las entradas para el zoo y el acuario, besó con cariño su mejilla y finalmente le dejó abrir el gran regalo que tenían. "pero la mantita te la puedes quedar también." le hizo saber, siéndole imposible no reír al ver su reacción al ver al camaleón. "claro que es de verdad y ahora es tuyo." le hizo saber, acariciando su cabecita despacio y no dudando en abrazarla con fuerza y dejar un beso sobre su cabello cuando fue directa a abrazarles. verla tan contenta hacia que el esfuerzo de preparar la fiesta hubiese valido la pena. tras dar todos los regalos, sirvieron la tarta y elle aprovechó para salir a fumar un momento a una esquina del jardín mientras todo el mundo se quedaba en el interior de la casa ya que había comenzado a refrescar y se estaba mucho mejor dentro.

nada le podía hacer tan feliz como ver a helaena así de feliz. durante aquel año había vivido un verdadero calvario que le había alejado de la pequeña, y lo que más temía en el mundo era no poder estar a su altura o hacerle sentir que no la quería. cuando le entregaban los regalos, la pequeña se ponía de lo más contenta y abrazaba al amigo que se lo había regalado, al igual que hizo cuando abrió los regalos de sus tíos y abuelos. sin embargo, cuando abrió los de rhaenyra y el suyo, la reacción ajena hizo que una pequeña risa escapó de sus labios y no dudó en abrazarla con carió, besando su mejilla y dejando que hiciese lo mismo con rhaenyra, a quien miró con curiosidad cuando acercó aquello cubierto con la manta. "es una mantita de pascal, me encanta." comentó la pequeña con alegría. "tienes que quitarla y ver lo que hay debajo de ella." le hizo saber. helaena, curiosa, la retiró, y al ver el terrario, abrió la boca con sorpresa. "¡hala!" exclamó agachándose, y al ver al pequeño camaleón descansando en una de las ramas, les miró a ambes con sorpresa. "¿es de verdad? ¿me lo puedo quedar de verdad?" exclamó la pequeña mirándoles emocionada, y al asentir y hacerle saber que sí, la pequeña volvió a mirarlo emocionada, antes de buscar abrazar a les dos a la vez, cosa que no dudó en hacer, besando su mejilla con cariño.

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ver así de contenta a la pequeña le hacía sumamente feliz. había sido un año muy difícil para todes y helaena había pasado muchos meses sin su madre al lado, pero ahora que por fin estaban todes juntes ahí reunides, se merecía todo y más. tras quedarse junto al terrario, charló un poco con los padres que conocía de la escuela infantil mientras vigilaba que los niños no se hiciesen daño jugando en el jardín y que nadie pisase sus flores. cuando finalmente entraron para soplar las velas y abrir los regalos, cogió la cámara de fotos y se puso a fotografiar el momento. cuando finalmente fue a abrir sus regalos, se acercó a ella con alicent y le dio las tarjetas. al ver lo que eran, la pequeña abrió los ojos y rió feliz. "¡bien, bien, bien! vamos a ir al zoo y al acuario!" pronunció entusiasmada. "y mamá y yo tenemos otro regalito más para ti." con cuidado, acercó al terrario a ella y dejó que retirase la manta.

a su respuesta, asintió con una pequeña sonrisa en sus labio, manteniendo la mirad en rhaenyra por unos segundos antes de asegurarse que todo estaba en orden. dejó que rhaenyra fuese a por el terrario, mientras que ella dejaba para el final las tarjetas con las entradas para el acuario y el zoo. esa fiesta era todo lo que helaena merecía después de aquel año, y verla jugar y disfrutar con sus amigos era lo que más le reconfortaba de todo. cuando vio el terrario preparado, salió al jardín para llamar a helaena y a sus amiguitos para que entrasen a cantarle el cumpleaños, soplar las velas, y finalmente abrir todos los regalos que le habían traído y preparado. cogió a helaena para sentarla en la silla, y cuando estuvo la tarta con las velas encendidas, cantaron a unísono y dejó que la pequeña soplase las velas. tras ello, comenzó a abrir primero los regalos de sus amigos y de sus tíos y abuelos, para terminar haciéndole un gesto a rhaenyra para entregarle las tarjetas juntes. "esto es de parte de ada y mio, y esperamos que te guste mucho, mi vida."

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cuando helaena se abrazó a su pierna, agachó la mirada preocupade por si la sorpresa había sido demasiado pero al verla correr hacia su madre riendo y feliz pudo respirar tranquile. nadie se merecía más un día así de especial que la pequeña y todo el esfuerzo que habían puesto para montarle la fiesta valía la pena con verla así de feliz. dejó que saliesen a jugar al jardín mientras ayudaba a alicent a colocar los regalos sobre la mesa. "mejor juntes, ¿no? yo creo que le hará más ilusión." y es que la pequeña no se escondía y era la primera que quería verles juntes de nuevo. fue a por el terrario a su despacho y lo colocó y enchufó junto a la mesa con cuidado de que nadie fuese a tropezar con el cable y echó una manta encima que había tejido elle misme con motivos de camaleones para taparlo y se quedó al lado de este, esperando a que viniese a abrir los regalos.

con el paso de los días podía notar como el humor de rhanyra había cambiado, y en gran parte se alegraba de ello, porque incluso con helaena notaba que aquello le había venido bien. estaba realmente emocionada por que la fiesta saliese bien, sobre todo la sorpresa, de ahí que cuando vio a helaena abrazarse a la pierna de rhaenyra por el susto se preocupó por si había sido demasiado, pero en cuanto la vio correr hasta ella, se sintió aliviada y la mimó cuando la tuvo en sus brazos. cuando rhaenyra dejó aquel beso en la cabeza de helaena, la pequeña se abrazó también a elle, y al ver cómo era la temática de la decoración, se puso de lo más contenta. todos sus amiguitos se acercaron a felicitarla, para terminar yendo al jardín a jugar mientras dejaban los regalos preparados y demás. dejó que los padres de los pequeños se sirviesen la bebida y la comida, mientras ella se encargaba de que todo estuviese preparado. "¿quieres que le demos las entradas juntes o tú una y yo otra?" le preguntó tras dejar el regalo de lyanna y gwayne en la mesa, centrando su mirada en rhaenyra.

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cada vez que recordaba el tacto de alicent o como se sentía tenerla entre sus brazos de nuevo una sonrisa aparecía sobre sus labios. era increíble como en cuestión de días su humor había mejorado muchísimo y es que había pasado de ser una persona taciturna y callada a volver a tener energía y vitalidad y no solo cuando estaba con helaena. tras ir a buscarla con el coche al colegio, le llevó a su casa con la excusa de coger a syrax para ir al parque e iba escuchando con atención todo lo que habían hecho en la escuela ese día por su cumple. cuando finalmente le dieron la sorpresa, la pequeña primero se abrazó a su pierna pero al ver a toda su familia y amigos, corrió riendo feliz hacia su madre, abrazándose a ella con fuerza. "felicidades bichito." no dudó en ir junto a ellas y besar su cabecita, dejando después que toda la familia le felicitase. la pequeña estaba encantada con la decoración y la tarta, que también la habían hecho de dinosaurios y dejó que se fuese a jugar con sus amigos al jardín mientras iban poniendo los regalos sobre la mesa.

cuando se subió al coche y se marchó a buscar a helaena, estuvo pensando en todo lo que había pasado, y cada vez que recordaba el tacto de rhaenyra, una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios inevitablemente. quería ser prudente, sobre todo por helaena, pero también por rhaenyra, y es que sabía que después de lo que había pasado sabía que aquello sería también complicado de procesar por todo lo que le dijo en su día. al día siguiente tras dejar a helaena y hacer el recado, se marchó a casa de rhaenyra y de nuevo volvió a terminar entre las sábanas junto a elle. antes de marcharse, dejó todo preparado para el día siguiente, y por la mañana, tras dejar a helaena, marchó junto a su hermana hasta la casa de rhaenyra, sus padres llegaron más tarde, y llegado el momento, todos se escondieron para que helaena no les viese, y una vez escucharon a rhaenyra y a helaena, quien le estaba contando cómo le había ido el día, salieron de su escondite para felicitar a la pequeña. helaena se asustó, pero al ver toda la decoración, dejó escapar un grito de alegría y corrió hasta ella para abrazarla. no dudó en cogerla en brazos y llenarle las mejillas de besos. "feliz cumpleaños, mi vida."

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lo último que quería era causarle más sufrimiento a alicent o a helaena, así que le parecía realmente bien que se tomasen las cosas con calma y vigilasen lo que hacían delante de la pequeña, pues ya bastante le parecía que alicent le estuviese dando una segunda oportunidad como para querer hacer todo a prisa. "hasta mañana." se quedó apoyade en el marco de la puerta, despidiéndose de ella con la mano y cuando finalmente se fue, suspiró, no pudiendo evitar abrumarse un poco por todo lo que había pasado. nunca se pensó que alicent le fuese a dar algo parecido a una segunda oportunidad pero ahora que la tenía, planeaba hacer todo bien para volver a ser la pareja feliz que habían sido en un pasado. al día siguiente cuando alicent vino a hacer la tarta volvieron a acostarse y a tener un momento íntimo, pero lo importante ahora era helaena. cuando finalmente llegó su cumpleaños, fue a recogerla al colegio y le llevó a su casa con la excusa de ir a buscar a syrax. "venga bichito, ve a la sala, que syrax está ahí." le pidió, entrando detrás de ella y llevándola de la mano.

sabía que helaena era quien más quería que su madre y su ada volviesen a estar juntas, y en gran parte ella también lo quería porque de aquella manera helaena tendría una infancia puramente feliz y sin tener que estar viviendo separada de su ada o de su madre en base a quién se quedase con ella. sin embargo, también era cierto que lo último que quería era darle falsas esperanzas o ilusiones a la pequeña, de ahí que quisiera ir poco a poco y con calma. cuando acomodó los mechones de su cabello, apoyó las manos en su costado y cerró los ojos por unos segundos, asintiendo a sus palabras. terminó abrazándole, cerrando los ojos y acariciando sus costados, para terminar besando sus labios con suavidad. "te veo mañana." asintió con suavidad, esbozando una pequeña sonrisa antes de separarse para salir de la habitación e ir a coger su abrigo, su gorro y su bufanda, asi como su bolso, y tras mirarle una última vez y hacer un pequeño gesto con su cabeza, se marchó de su casa para ir a buscar a helaena al colegio.

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tras agacharse, le acomodó los zapatos con mucho cuidado y se los abrochó, poniéndose finalmente en pie una vez hubo terminado. al escuchar sus palabras, asintió con suavidad con la cabeza, pues estaba de acuerdo sobre todo en la parte de tener cuidado. no podían tener según qué gestos delante de helaena porque de lo contrario confundirían a la pequeña y lo último que querían era hacérselo pasar mal. "me parece bien." reconoció con una pequeña sonrisa, terminando por acercarse a ella de nuevo para acomodarle un par de mechones detrás de la oreja. "poco a poco y con cuidado." repitió mirándole a los ojos con dulzura, acercándose a abrazarla una vez más y dejar un beso sobre sus labio antes de que se fuese. "te veo mañana." le hizo saber, sin poder apartar la mirada de ella.

lyanna había sido quién más en contacto había estado con rhaenyra desde que se marchó para recuperarse, y al volver, esta le había estado contando cómo había visto a rhaenyra durante todo ese tiempo, y el proceso por el que ella había pasado, rhaenyra todavía lo tenía pendiente. "yo te aviso cuando este de camino aquí." tras terminar de vestirse, su mirada se centró en la ajena y se acercó hasta elle para mirarle a los ojos. estuvo a punto de hablarle, pero cuando le vio arrodillade ante ella para ayudarle a calzarse, se quedó por completo en blanco, de ahí que tan solo se quedase un tanto pillada y sin saber que decirle. sin embargo, cuando volvió en sí, carraspeó ligeramente y aguardó a que se incorporase. "lo que ha pasado... joder." negó bajando la mirada y frotándose la frente con suavidad. "no significa que hayamos vuelto a lo que teníamos antes. creo que necesitamos tiempo para recuperarnos y... tenemos que ir con cuidado, ¿vale?" y lo decía especialmente a la hora de comportarse delante de helaena. "no me arrepiento de que haya pasado, y tampoco me arrepentiré si vuelve a pasar pero, creo que es justo para ambes que vayamos poco a poco."