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a sus palabras le fue imposible no reír y terminó asintiendo con la cabeza. "hagamos una cosa. vamos al trabajo por la mañana y a las doce nos vamos de compras, ¿vale? ni para ti ni para mi." le propuso, pues así podrían trabajar desde primera hora para tener todo listo y después podrían irse de compras sin necesidad de que alicent llegase tarde por la tarde a su casa para estar con helaena. cuando le guiñó el ojo le fue imposible no sonrojarse un poco y esperó a que entrase en la casa para irse a su hogar. se fue a dormir sintiéndose en una nube y recordando el tacto de la piel ajena sobre su cuerpo. a la mañana siguiente se despertó con las energías renovadas y fue a la oficina tal y como habían quedado el día interior, llevándole como siempre un café de especialidad a alicent y dejándoselo sobre la mesa.

una vez en el coche, apoyó su mano sobre la de rhaenyra para dejar también pequeñas caricias en el dorso de esta, centrando su mirada en la carretera y a través de la ventanilla, pero también centrándola en rhaenyra y mirándole con dulzura. a sus palabras, no pudo evitar suspirar. "rhaenyra..." murmuró, pero al final terminó por ceder y asentir a sus palabras. "lo haré con la condición de que por la tarde me dejes ir a la oficina para terminar de ultimar tus reuniones de la semana que viene y dejar la documentación de contabilidad cerrada." le hizo saber. se quitó el cinturón y cogió su bolso, asintiendo con suavidad. "yo se lo doy." comentó con una sonrisa en sus labios. "buenas noches, rhaenyra." se despidió bajando del coche. "y gracias por lo de hoy." le guiñó un ojo antes de cerrar la puerta y finalmente caminó hasta llegar a casa y por fin estar con helaena.

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"también, también." aseguró con una sonrisa pilla, guiñándole un ojo antes de agacharse a ponerle los zapatos. adoraba tener esos gestos con alicent, sobre todo ahora que tenían que tomar caminos separados hasta el día siguiente. una vez les dos estuvieron listas, bajó con ella al hall del hotel y firmó el check out para después irse directes a su coche. cuando llegaron, le abrió la puerta del auto y le dejó subir primero, subiéndose elle después para arrancar y conducir a su casa, no dudando en apoyar la mano en su pierna para acariciarla según iba conduciendo. "mañana ven a primera hora a mi casa y de ahí vamos a las tiendas, ¿vale?" le pidió una vez aparcó frente a la puerta de su casa. "dale un beso a la peque de mi parte." añadió mientras le dedicaba una cálida sonrisa. "buenas noches, alicent."

a sus palabras, tan solo pudo esbozar una sonrisa y dejar escapar una pequeña risa nasal. "y espero que desabrochártela también." comentó tras terminar de acomodarla, pasando su mano por encima para que esta quedase impoluta, antes de dejar que terminase de vestirse. al encontrarse con los violetas ajenos, se quedó embobada por unos segundos, y cuando se encontró con sus labios, no pudo evitar suspirar con suavidad. cuando se separó, descendió su mirada cuando le acomodó el calzado, mordiéndose el labio con suavidad ante aquel beso y terminó separándose para acomodarse el abrigo y la bufanda y coger su bolso, acercándose hasta elle para poder salir de la habitación y del hotel como si nada hubiese pasado. al llegar al coche, se subió a este cuando abrió y se acomodó el cinturón para que le llevase hasta casa.

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no podía negar que estaba ligeramente preocupada. más que nada porque no había recibido ningún mensaje de naerys y no sabía si le había dado por hablar con su familia y todo había ido mal. finalmente terminó por encender la tele para distraerse y es que si le daba por dar vueltas a las cosas se iba a agobiar. estaba tranquilamente en el sofá con aran dormida sobre su pecho cuando escuchó el timbre. con cuidado, se levantó del sofá mientras la can se quedaba en el mueble y fue a abrir la puerta, siéndole imposible no sonreír al ver las flores. "oh, nae, no hacía falta...." aseguró con una pequeña sonrisa, dejándole pasar y aprovechando para besar sus labios cuando fue a coger el ramo. "son preciosas." no dudó en olerlas un momento y fue a la cocina a ponerlas en agua. "¿qué tal ha ido el día? ya pensé que no venías."

en entrenamiento con rhaenyra fue bien, al igual que la comida junto a rhaenys aun a pesar de haber estado evitando cierto tema de conversación porque no le apetecía hablar de ello. sin embargo, esta le hizo saber que siempre tendría su apoyo tomase la decisión que tomase, porque lo más importante era la felicidad de su hija por encima de todo. durante la reunión junto a su padre, trató en todo momento de prestar atención, al igual que en se momento quiso hacerle saber de su situación y que quería romper el compromiso con elyse. sin embargo, la conversación terminó desviándose y no fue capaz de encontrar el momento para hacérselo saber. sin embargo, le hizo saber que las cosas con ella no estaban yendo bien, queriendo comenzar poco a poco en vez de soltar la noticia sobre sus intenciones de golpe. cuando finalmente acabó la reunión, se despidió de su padre y al ver el mensaje de léan y la hora que era, suspiró profundamente y condujo hasta su casa, cogiendo algo de cena y unas flores a modo de disculpa. cuando aparcó el coche, vio a un vecino saliendo y aprovechó para subir hasta la puerta de su casa y llamar al timbre.

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tras acomodarse el bóxer y los pantalones, se puso la camiseta y no dudó en dejar que fuese alicent quien le abrochase los botones y le hiciese el nudo de la corbata. "nadie me abrocha la corbata como tú, ¿sabes?" comentó con una sonrisa pilla, llevando las manos a sus caderas para acariciarlas con suavidad. al encontrarse con sus ojos, le dedicó una cálida sonrisa y se inclinó para besar sus labios con mucha suavidad. al separarse, no dudó en agacharse para coger los zapatos de alicent y ayudarle a ponerlos, abrochándoselos también elle y aprovechando para dejar un tierno beso sobre sus piernas. una vez estuvieron listes, cogió su abrigó, su bufanda y sus guantes y se los enfundó, esperando a alicent en la puerta de la habitación para salir juntes.

fundió sus labios con los ajenos en aquel beso, deseando con todas sus fuerzas que este no acabase porque implicaba tener que separarse, y después del día que había compartido con rhaenyra, era lo último que quería. "gracias." susurró sobre sus labios, dejando otro tierno beso mientras una de sus manos recorría su espalda y la otra acariciaba su nuca. cuando rhaenyra se separó, suspiró con suavidad y se levantó también de la cama, cogiendo su ropa interior y comenzando a vestirse. terminó de acomodarse la falda y se acercó despacio hasta rhaenyra para acomodarle los botones de la camisa y la corbata, centrando su atención en hacerle bien el nudo y con la concentración reflejada en su rostro. cuando acabó, alzó su mirada a los violetas ajenos y acarició su pecho, odiando la sensación de tener que marcharse cuando lo único que quería era estar a su lado.

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sus padres no dudaron en preguntarle por naerys y demás ya que ella nunca invitaba a nadie a comer con ellos, pero lejos de decirles la verdad, simplemente les contó que era una buena amiga del trabajo y que quería que le conociesen ya que les había ayudado muchísimo. cuando no recibió ningún mensaje de naerys para decirle que iba en camino, ella le escribió para hacerle llegar la dirección de la sala de conciertos por si aun le daba tiempo a ir. allí se reunió con hayden y alma y a ellas sí que les contó toda la verdad. estas al principio se mostraron un tanto reticentes por eso de que era la otra pero ella no dudó en hacerles saber que estaba de acuerdo con la situación y que por ahora, no le importaba que naerys siguiese con elyse. al final el concierto terminó sin que la empresaria pudiese volver y se marchó para casa, tirándose en el sofá con aran mientras esperaba a que naerys apareciese.

una sonrisa se dibujó en sus labios cuando besó su mejilla y tras despedirse de ella, se subió a su coche y condujo hasta llegar a su casa. elyse no tardó en preguntarle dónde había estado y qué había estado haciendo, cosa que simplemente decidió ignorar porque no tenía ninguna gana de hablar con ella. sin embargo, esta no dudó en insistirle mientras se cambiaba de ropa, preparando su mochila para ir a entrenar junto a rhaenyra. finalmente, terminó por acomodarse el abrigo y la mochila y se despidió de ella, haciéndole saber que hablarían cuando volviese. tras ello, se marchó para entrenar con rhaenyra y después marchó a comer junto a su madre, para después acudir a la reunión junto a su padre, la cual comenzó a prolongarse inevitablemente. su mirada se alternaba cada pocos minutos a su reloj, viendo como el tiempo iba pasando y no podía encontrar la manera de excusarse para marcharse al concierto y lamentándose sobre todo porque no podía avisar a léan.

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al principio había pensado en ganarse la confianza de helaena solo para conquistar a alicent pero a esas alturas, la pequeña ya se había logrado un lugar muy especial en su corazón y si tenía la oportunidad, no dudaría en criarla con alicent. dejó que alicent se girase, besando con ganas pero con calma sus labios mientras le pasaba los brazos por la cintura y la apegaba a elle. "te acerco en el coche, que no me cuesta nada." le hizo saber, rozando su nariz con la de ella con suavidad. el viaje a amsterdam sería en unos días y allí no tendrían que guardar las apariencias, por lo que se moría de ganas por ir. tras besar sus labios una vez más, fue elle quien se separó para finalmente levantarse y comenzar a vestirse. ahora que habían dado el paso de verse también en londres sabía que tenían que tener cuidado con criston, pero al menos la espera del viaje se haría menos dura.

decir que helaena adoraba a rhaenyra, e incluso se atrevía a decir que aquello era quedarse corta porque nunca había visto a helaena tan contenta como cuando entraba al despacho de rhaenyra y este le saludaba, de ahí que la idea de poder tener algo con elle se volviese tan sumamente tentadora. apoyó con suavidad su mano en la ajena, siseando con suavidad antes las caricias y los besos ajenos. "e-esta bien, te dejaré libre toda la mañana." aseguró disfrutando de las caricias y los besos de rhaenyra. sin embargo, a sus palabras, tan solo pudo dejar escapar un pequeño gemido y asintió con suavidad, siseando después ante aquello mordida y notando como su piel se erizaba por las palabras ajenas y la mordida en el lóbulo de su oreja. a su pregunta, negó con suavidad y se giró para quedar frente a elle, llevando su mano a su nuca para atraerle y dejar un suave y húmedo beso en sus labios. "llevo muchas horas fuera y sin responder el teléfono, asi que será mejor que me marche." le hizo saber, acariciando su mejilla al separarse, mirándole a los ojos y acariciando su mejilla con suavidad. "yo también." aseguró, y es que allí no tendrían que dar ninguna explicación y podrían pasar las horas juntes sin ninguna preocupación.

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sabía que helaena era lo más importante para alicent, de ahí que no hubiese dudado en ganarse a la pequeña para que la contraria viese que elle también podía formar parte de su vida si se lo permitía. continuó con los besos por su cuello y las caricias por su abdomen y su escote, riendo un poco al escuchar sus palabras. “tenemos tiempo de sobra para hacer todo eso y más. hazme caso, déjame la mañana y la hora de comer libres, por favor.” le pidió con un tono dulce, terminando por besar su mejilla mientras le estrechaba con cariño contra su cuerpo. “no hace falta pero quiero hacerlo. ¿vale? además, eres una buena chica y sé que vas a ser obediente.” añadió en un tono más sugerente, pasando a besar la parte de atrás de su oreja y mordiendo con suavidad el lóbulo de esta. “¿cenas en casa o llamo al servicio de habitaciones?” preguntó, dándole finalmente la vuelta para poder mirarle a los ojos y besar sus labios con mucha suavidad. “tengo muchas ganas de ir a amsterdam contigo, ¿sabes?”

no quería insistir en el tema de que alicent dejase a criston para irse con elle ya que entendía que helaena estaba de por medio, pero no por eso iba a desistir en tenerla a su lado de forma exclusiva y es que a esas alturas estaba más que pillade por ella. yacer junto a alicent era una experiencia increíble y no dudó en pasarse el día entero colmándola de placer y mimos hasta que sus cuerpos dijeron basta. al sentir como tiraba de su mano, no dudó en abrazarla con cuidado y estrecharla contra su cuerpo mientras seguía besando su cuello con mucha dulzura y mucha delicadeza. “mañana tenme la agenda despejada también, por favor. que vamos a irnos tú y yo de compras.” le pidió con una sonrisa pilla y es que le apetecía muchísimo consentirla. “y despues comeremos en mi casa, cocinaré para ti, ¿vale?” le hizo saber, acariciando con mucha suavidad su abdomen y continuando con los besos por su cuello.

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no quiso decir nada más respecto a aquello porque claramente tenían visiones muy diferentes y sabía que no iban a ponerse de acuerdo, pero sí que consideraba sano que pudiesen hablar de aquellas cosas sin discutir. “¿qué le vamos a hacer si tenemos tan buena química y somos tan buenas en la cama?” se encogió de hombros riendo, ayudándole a recoger el desayuno para que le fuese más fácil a la camarera el recoger. dejó que naerys pagase por esa ocasión y se levantó con aran para acompañar a la contraria y a las mascotas hasta el coche. “vale. yo también te quiero.” en vez de besar sus labios, dejó un beso sobre su mejilla y se fue a dar un buen paseo con su perra antes de volver a casa. aprovechó para ordenar un poco el apartamento y cambiar las sábanas y se fue a comer a casa de sus padres, haciéndoles saber que esa semana irían a comer fuera con ella y una muy buena amiga. después regresó a su apartamento y se vistió para el concierto, esperando que naerys le dijese a qué hora iría para allí.

“pero hay sacrificios y sacrificios.” o al menos así lo veía ella, pues a fin de cuentas una cosa era por ejemplo madrugar pronto para ir al trabajo y otra muy diferente el entregar tu vida a disposición completa de la empresa familiar, que entendía que era lo que le pasaba a naerys. daemon no era que le cayese mal y es que aunque lo consideraba un poco pesado, por el momento se había portado muy bien con ella como el resto de los targaryen y los velaryon así que tampoco podía quejarse porque hacer esos recados eran parte de su trabajo. “me gusta mucho dormir contigo, ¿sabes? hasta siento que duermo mejor.” reconoció con una pequeña sonrisa. “o quizá es por todos los orgasmos que me das.” rió, disfrutando del desayuno y de la compañía de naerys además de las mascotas. “¿sí, verdad? también se come y se cena genial. yo a veces pido aquí cuando estoy demasiado cansada como para cocinar.” explicó acabándose el café. “¿nos vamos? así cuanto antes te vayas, antes vuelves.”

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no quería insistir en el tema de que alicent dejase a criston para irse con elle ya que entendía que helaena estaba de por medio, pero no por eso iba a desistir en tenerla a su lado de forma exclusiva y es que a esas alturas estaba más que pillade por ella. yacer junto a alicent era una experiencia increíble y no dudó en pasarse el día entero colmándola de placer y mimos hasta que sus cuerpos dijeron basta. al sentir como tiraba de su mano, no dudó en abrazarla con cuidado y estrecharla contra su cuerpo mientras seguía besando su cuello con mucha dulzura y mucha delicadeza. “mañana tenme la agenda despejada también, por favor. que vamos a irnos tú y yo de compras.” le pidió con una sonrisa pilla y es que le apetecía muchísimo consentirla. “y despues comeremos en mi casa, cocinaré para ti, ¿vale?” le hizo saber, acariciando con mucha suavidad su abdomen y continuando con los besos por su cuello.

"y por eso mismo quiero dejarla." respondió sin rodeos. ya no sentía nada de lo que había habido en un pasado entre mysaria y elle y ahora lo único que quería era estar con alicent sin importarle en absoluto lo que la gente fuese a decir. a sus palabras, se mordió el labio inferior y dejó otro suave azote en su nalga. "déjalo por mi, entonces." le pidió directamente, rozando su nariz con la de ella y haciendo el amago de besarla pero sin llegar a hacerlo. verdaderamente se veía capacitade de cuidar de alicent y helaena sin problema alguno, por lo que sus palabreas ban muy en serio. al escuchar aquello, no dudó en tumbarla de nuevo sobre la cama y ponerse encima para comenzar a hacerle el amor, no dudando en pasarse todo el día entregándose a ella y disfrutando de cada segundo que tenían juntes. cuando llegó la hora de la cena, acarició con calma su costado mientras la abrazaba por detrás en la cama, todavía sudando y con la respiración acelerada. "eres impresionante."

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“pero hay sacrificios y sacrificios.” o al menos así lo veía ella, pues a fin de cuentas una cosa era por ejemplo madrugar pronto para ir al trabajo y otra muy diferente el entregar tu vida a disposición completa de la empresa familiar, que entendía que era lo que le pasaba a naerys. daemon no era que le cayese mal y es que aunque lo consideraba un poco pesado, por el momento se había portado muy bien con ella como el resto de los targaryen y los velaryon así que tampoco podía quejarse porque hacer esos recados eran parte de su trabajo. “me gusta mucho dormir contigo, ¿sabes? hasta siento que duermo mejor.” reconoció con una pequeña sonrisa. “o quizá es por todos los orgasmos que me das.” rió, disfrutando del desayuno y de la compañía de naerys además de las mascotas. “¿sí, verdad? también se come y se cena genial. yo a veces pido aquí cuando estoy demasiado cansada como para cocinar.” explicó acabándose el café. “¿nos vamos? así cuanto antes te vayas, antes vuelves.”

"¿y no crees qué la imágen os esclaviza también un poco?" cuestionó con curiosidad, pues naerys era el ejemplo claro de tener que aparentar las cosas para que todo el mundo estuviese contento, pero también entendía que aquellas cuestiones eran mucho más complejas que lo que estaban charlando ellas en esos momentos y que había matices en todas ellas. "tranquila, tu tío es un pesado pero es inofensivo." aseguró risueña y es que simplemente le pedía chorradas y ya. cuando les sirvieron el desayuno, apagó el cigarro y a las palabras contrarias, le miró con dulzura. "¿en serio vienes a dormir?" pronunció formando un pequeño puchero mientras le miraba a los ojos y es que le encantaba dormir con ella por lo que estaba encantada con lo que acababa de decirle. finalmente comenzó a desayunar con calma, dándole un trocito de pan tanto a aran como a meleys y bruma.

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"y por eso mismo quiero dejarla." respondió sin rodeos. ya no sentía nada de lo que había habido en un pasado entre mysaria y elle y ahora lo único que quería era estar con alicent sin importarle en absoluto lo que la gente fuese a decir. a sus palabras, se mordió el labio inferior y dejó otro suave azote en su nalga. "déjalo por mi, entonces." le pidió directamente, rozando su nariz con la de ella y haciendo el amago de besarla pero sin llegar a hacerlo. verdaderamente se veía capacitade de cuidar de alicent y helaena sin problema alguno, por lo que sus palabreas ban muy en serio. al escuchar aquello, no dudó en tumbarla de nuevo sobre la cama y ponerse encima para comenzar a hacerle el amor, no dudando en pasarse todo el día entregándose a ella y disfrutando de cada segundo que tenían juntes. cuando llegó la hora de la cena, acarició con calma su costado mientras la abrazaba por detrás en la cama, todavía sudando y con la respiración acelerada. "eres impresionante."

al escucharle reír, no pudo evitar quedarse embobada con con aquel sonriso y con la sonrisa que se dibujó en sus labios, y es que no podía negar que lo que comenzaba a sentir por rhaenyra era muy peligroso, pero lejos de preocuparle, simplemente se dejó llevar y disfrutar de aquel momento. "literalmente lo acabas de volver a hacer." le hizo saber riendo, para suspirar después al escuchar sus palabras y frunciendo el ceño con suavidad. "¿en serio?" y es que en parte se sentía mal por haber provocado aquella situación entre mysaria y ella, pues lo último que quería era romper aquella relación. "eso no es junto, rhaenyra... no es justo para mysaria." le hizo saber dejando escapar un pequeño suspiro. no pudo evitar reír con suavidad al ver la actitud que había tomado tras aquellas palabras, y ante aquella pregunta, no dudó en hacerle subir más el ego. "¿qué te hace pensar que sigo acostándome con él? ¿o que simplemente que nos acostamos, en general?" cuestionó sobre sus labios, jadeando antes las caricias ajenas y apegando su cuerpo al ajeno. cuando se alejó, rozó su nariz con la ajena antes de esconder su rostro en su cuello, disfrutando de su aroma y de la calidez que desprendía su anatomía, mientras sus carmines rozaban despacio la piel de su cuello y de su hombro. "entonces tómame..." susurró en su oído con la voz ligeramente ronca y un poco más aguda. "soy completamente tuya, nyra..."

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"¿y no crees qué la imágen os esclaviza también un poco?" cuestionó con curiosidad, pues naerys era el ejemplo claro de tener que aparentar las cosas para que todo el mundo estuviese contento, pero también entendía que aquellas cuestiones eran mucho más complejas que lo que estaban charlando ellas en esos momentos y que había matices en todas ellas. "tranquila, tu tío es un pesado pero es inofensivo." aseguró risueña y es que simplemente le pedía chorradas y ya. cuando les sirvieron el desayuno, apagó el cigarro y a las palabras contrarias, le miró con dulzura. "¿en serio vienes a dormir?" pronunció formando un pequeño puchero mientras le miraba a los ojos y es que le encantaba dormir con ella por lo que estaba encantada con lo que acababa de decirle. finalmente comenzó a desayunar con calma, dándole un trocito de pan tanto a aran como a meleys y bruma.

a sus palabras, asintió con suavidad y es que entendía a la perfección lo que ella quería decir. "nosotros al final vivimos de eso, vivimos de la imagen de damos al mundo." explicó centrando su mirada en la ajena. "pero la imagen no lo es todo. al menos eso es lo que yo considero. si no hay un trabajo y cierto sacrificio, la imagen que crees se desmorona por completo." por eso mismo ella prefería sacrificarse a la hora de trabajar y demostrar que era realmente útil para la empresa no por ser la hija del dueño, sino porque tenía las capacidades para ello. tras colgar la llamada, dejó escapar una pequeña carcajada. "yo se lo doy, descuida." sin embargo, a la mención de daemon, frunció el ceño con suavidad. "voy a tener unas palabras con daemon." comentó, dando las gracias cuando les sirvieron el desayuno. a sus palabras, asintió dejando escapar un suspiro con suavidad. "si no me da tiempo a ir al concierto, iré a casa para dormir juntas, ¿vale?"

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correspondió el beso con las mismas ganas, dejando un suave azote en una de sus nalgas antes de hundir ahí sus dedos y suspirar contra sus labios cuando se separaron. a sus palabras, le fue imposible no reír. "oh venga, no os comparo a todas. solo he dicho que tú eres la mejor y con diferencia." explicó encogiéndose de hombros. "además, con mysaria no hablo de nada en general últimamente, solo nos acostamos y yo pienso en ti, no lo voy a negar." reconoció sin pelos en la lengua. al escuchar sus palabras, no pudo evitar sentir como el ego le subía ligeramente. "¿ah sí? ¿y qué tengo qué hacer para que dejes de acostarte con él y te acuestes solo conmigo?" cuestionó con pillería y es que sentía celos de aquel hombre y no lo ocultaba. no dudó en corresponder el beso, acariciando sus nalgas y su cintura y apegándola contra su anatomía, mordiendo su labio inferior antes de separarse un poco y rozar su nariz con la de ella. "te deseo tanto..."

se sentía tan sumamente atraída por rhaenyra que le era imposible no querer hacerle disfrutar y complacerle en absolutamente todo, bien fuese a nivel profesional o a nivel personal, incluyendo el ámbito íntimo). tras llevarse consigo toda su esencia y comenzar a ascender por su cuerpo, lo hizo con una sonrisilla triunfal en sus labios, repartiendo húmedos besos por su pecho y su cuello mientras iba acomodándose sobre el cuerpo ajeno e iba recuperando el aliento. sus manos se acomodaron en sus mejillas, atrayéndole para besar sus labios en un húmedo beso, prolongándolo hasta que tuvo que separarse en un jadeo por la falta de aliento. "es mutuo." aseguró con la voz aun tomada por el placer y juntando su frente con la ajena mientras repartía cortos besos en sus labios. sin embargo, a sus palabras, se separó y le miró a los ojos alzando una ceja ligeramente. "no deberías de hablar así de tus parejas, ¿sabes?" comentó riendo con suavidad. "quiero decir, apuesto a que a ella no le dices cuanto te hacen disfrutar tus otras parejas o líos." comentó acariciando su pecho y su abdomen. "pero desde luego que en mi caso tú si que superas a criston." le hizo saber, besando de nuevo sus labios en un húmedo y lento beso mientras ahogaba un gemido sobre estos, y es que no podía explicar lo bien que se sentía en esos momentos junto a rhaenyra.

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"nunca entenderé las dinámicas de los ricos." reconoció riendo. "no lo digo a malas, eh. me refiero a que creo que la gente de clase trabajadora no tiene tiempo de preocuparse por esas cosas." explicó, dándole una calada al cigarro mientras se encogía de hombros. a fin de cuentas, naerys y ella venían de mundos muy diferentes y eso era algo que le preocupaba más que que tardase en hablar con elyse. guardó silencio cuando cogió el teléfono y le miró con dulzura a los ojos tras quitarse las gafas de sol. "¿era tu madre? dale un beso de mi parte cuando la veas, que el otro día me invitó a tomar un café y no pude ir porque daemon me necesitaba para sus chorradas." comentó risueña. "si no puedes venir tampoco te sientas mal, ¿vale? sino ya nos vemos el lunes en la oficina." aunque no iba a negar que le gustaba dormir con ella.

"todo lo que sea hacer ver al mundo que somos los mejores es bien recibido." la disputa entre su hermane y ella seguía presente, pero también era cierto que aquello no impedía que ambes tuviesen una buena relación, o al menos una relación cordial. ante aquella sonrisa, suspiró profundamente, un tanto aliviada y recuperando la compostura. tras dejar a las mascotas y pedir el desayuno, se recostó ligeramente en el pequeño sofá y centró su mirada y atención en léan, esbozando una pequeña sonrisa una vez la camarera se retiró. "no lo dudo." aseguró con una sonrisa, cogiendo su teléfono cuando este sono y al ver que era su madre, no dudó en responderle, acordando con ella el verle después del entrenamiento y comer juntas para ponerse al día. tras colgar, se disculpó y le miró con una sonrisa en los labios. "voy a hacer todo lo posible por ir, te lo prometo."

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las palabras de alicent fueron más que suficientes para que terminase eyaculando en su boca mientras le miraba a los ojos, pudiendo jurar en ese mismo momento que nunca antes nadie le había practicado sexo oral de aquella manera. se quedó tumbade recuperando la respiración pero no dudó en llevar las manos a las caderas contrarias, sentando a alicent sobre su regazo para terminar apoyándose sobre el cabecero y así mirarla a los ojos mientras acariciaba su cintura. "me dejas sin palabras, ¿sabes?" comentó con una sonrisa pilla, incorporándose un poco para besar sus labios con mucha suavidad en un lento y húmedo beso. "nunca había disfrutado tanto con nadie, la verdad. ni si quiera con mysaria." le confesó, rozando su nariz con la de ella mientras seguía acariciándole con dulzura.

no iba a negar que le preocupara el hecho de verse de aquella manera en londres por lo que trataría de que aquellos encuentros fuesen los mínimos posibles, pero que también fuesen lo bastante largo como para aprovechar el tiempo en condiciones. la química que tenía con rhaenyra era simplemente única, de ahí que disfrutase tanto dándole y recibiendo el placer. no había nada más placentero que escuchar y ver cómo rhaenyra iba reaccionando a los estímulos que iba dejando con su boca y su mano, y al notar que estaba tan cerca de culminar, mantuvo su mirada centrada en la ajena. al escucharle, retiró su miembro de su boca por unos segundos. "quiero que te corras en mi boca, rhaenyra." le hizo saber, volviendo a introducir su miembro en su boca para seguir estimulándose, y cuando finalmente alcanzó el clímax, mantuvo el ritmo hasta llevarse toda su esencia, y poco a poco fue bajando el ritmo, separando su mano para acariciar sus muslos y su abdomen y terminando por retirar su miembro de su boca para dejar una lenta lamida por todo su miembro y subir lamiendo su abdomen mientras recuperaba el aliento.

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"y vuestro padre estará encantado, ¿no?" sabía que tanto para naerys como para rhaenyra era importante tener a viserys contento y que sus hijes ganasen el trofeo del club de tenis iba a ser una auténtica delicia para el empresario. entendía los motivos por los que naerys le soltó la mano y verdaderamente lo entendía, por lo que no quería que se sintiese mal por ello, así que se bajó un poco las gafas de sol y le dedicó una sonrisa cómplice para que se relajase un poco. cuando acomodó a aran su regazo, le acarició la tripa despacio pero terminó por dejarla en el suelo ya que la pequeña prefería juguetear con meleys y bruma que estar en sus rodillas. "te va a encantar, ya lo verás." levantó el brazo al ver a la camarera y esta se acercó a tomarles nota, una vez se fue, apoyó el codo sobre la mesa y reposó la cabeza sobre la mano, mirándola con dulzura. "ojalá puedas venir al concierto esta noche. hayden y alma tienen muchas ganas de conocerte."

"eso espero, y rhaenyra seguro que piensa lo mismo así que será fácil ganar este año." comentó con una sonrisa en sus labios. rhaenyra y ella habían participado durante varios años seguidos en aquellos torneos y conocían de sobra a los contrincantes que tenían, y ninguno de ellos tenía el nivel de preparación que su hermane y ella tenían. tras solar su mano, se sintió una horrible persona, porque aun a pesar de haber hablado las cosas, seguía pensando y sintiendo que lo único que estaba haciendo era aprovecharse de léan y darle falsas ilusiones. "lo siento." se disculpó mientras caminaba a su lado, y una vez llegaron al local, caminó junto a ella hasta llegar al pequeño jardín y sentarse a su lado, ordenando a bruma y meleys que se sentasen a su lado y estuviesen tranquilas. tomó la carta cuando se la ofreció y comenzó a echarle un vistazo. "la verdad es que tienen una pinta increíble, pero me voy a quedar con la de pera, queso y miel."

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ahora que habían dado el paso de verse también en londres, no iba a dudar en seguir invitando a alicent a hoteles o incluso a su casa para no tener que esperar a que tuviesen viajes para disfrutar la una de le otre. estaba disfrutando muchísimo y es que no solo era el simple placer físico que sentía, sino algo más especial que solo alicent era capaz de hacerle sentir. estaba muy sensible del orgasmo anterior por lo que cuando la contraria comenzó a estimularle más rápido, notaba como el clímax se acercaba. su cuerpo se tensó ligeramente y tiró con cierta firmeza de su cabello. "alie, m-me corro..." le avisó por si quería separarse y es que apenas le bastaron un par de lamidas y caricias más para pronunciar el nombre de la contraria y llegar al orgasmo dejando escapar un ronco gemido, terminando por eyacular mientras miraba a la contraria a los ojos.

dejó que acomodase la mano en su cabellera para marcar el ritmo, y es que nada le encantaba más que satisfacer a rhaenyra todo lo que elle quisiera y necesitase. sus labios colmaron de besos su cuerpo, deleitándose y grabando a fuego en su mente y en sus labios aquella sensación, porque aunque volviesen a estar de la misma manera en amstedram, aun quedaban días para que aquello llegase. tuvo que contenerse un gemido cuando le escuchó gemir, haciendo que comenzase a estimularle al ritmo que a elle le gustaba, pero dejando en todo momento que fuese elle quién tuviese el control. quería todo de rhaenyra, aun a pesar de que fuese imposible para ambes por las relaciones que tenían a nivel personal y sobre todo porque eran rivales en los profesional, aunque rhaenyra no supiese aquello. una de sus manos se quedó acomodada en su miembro, masturbándole mientras acompasaba el movimiento de esta con los estímulos de su boca. su mano libre recorrió su abdomen, hundiendo sus uñas con suavidad mientras terminaba por centrar su mirada en la ajena, haciendo cada vez más rápido el movimiento de su mano y de su sinhueso, ahogando pequeños gemidos de placer.