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estaba de lo más orgullose de sus hijos por como habían apoyado a su hermane, pero en especial de aegon, por como se había mantenido a su lado y le había ayudado a expresar como se sentía y es que los dos mellizos tenían una conexión de lo más especial. "pues vamos a descansar un rato, mi amor." continuó con los besos en su cuello y cuando esta se dio la vuelta, besó sus labios con mucha suavidad y a su pregunta, le miró con una sonrisa. "muy bien. hemos comprado la ropa que elle quería, un par de binders y cinta. le he prometido que por la tarde le enseño a ponérsela y a quitársela sin hacerse daño ni heridas." explicó. "y he llamado al cirujano. pasado mañana le verá." le hizo saber, acariciando su cintura despacio y terminando por cogerla en brazos para ir al sofá y echarse ahí un rato. tras acomodarse, ayudó a syrax a subirse también al sofá ya que le costaba un poco por la edad que tenía y se acurrucó junto a alicent mientras que sunfyre se quedó a los pies de este descansando

el apoyo de sus adres había sido fundamental para visenya a la hora de dar el paso y contarles cómo se sentía, y aquella era una de las cosas que más le reconfortaban a alicent, pues el hecho de saber que sus hijos confiaban en elles le hacía saber que estaban haciendo las cosas bien. mientras nyra y vis estaban de compras, ella aprovechó para estar con helaena, jace y aegon, escuchándoles hablar sobre cómo habían ido los entrenamientos de la mayor, sobre el proyecto final de jace y sobre las clases del instituto de aegon, además de contarles como le había ido durante el viaje y todo lo que había conseguido para la empresa. jace había comenzado a dejar entrever su interes por el negocio, y no había dudado en comenzar a darle las primeras nociones al respeto, pues sabía y esperaba que algún día el terminaría por tomar las riendas de la empresa cuando ella decidiese hacerse a un lado. tras ver el mensaje de su espose, avisó al resto y prepararon todos juntos la comida para terminar yendo al jardín y comer allí junto a syrax y sunfyre. estaba terminando de recoger las cosas cuando escuchó la puerta y a visenya corriendo hasta su habitación tras saludarle al pasar por la cocina. sin embargo, cuando notó a rhaenyra detras de ella, comenzando a besar su cuello, dejó escapar un ruidito y dejó caer su cabeza en su hombro mientras disfrutaba de aquella sensación. "mucho, que además me he tenido que pegar un buen madrugón para llegar antes." aseguró tras terminar de recoger, girando sobre si misma y apoyando las manos en su pecho mientras le miraba a los ojos. "¿qué tal ha ido? le he notado contente al subir las cosas a su cuarto."

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en aquellos momentos se sentía la peor madre del mundo por no haberse dado cuenta de lo que había estado pasando en el instituto con su hijo y, aunque sabía que ahora lamentarse no servía de nada, no podía evitar fustigarse con ello. le dio una calada al cigarro acariciando su mejilla y pasándole la mano por el mechón blanco que tenía. "vale, vale. te creo." aseguró. "mañana no iréis a clase, bueno, no iréis hasta que encontremos otro centro, pero yo me quedaré con aemond en casa. tu si quieres puedes ir al estudio con hayden y alma." le dejó, pues se fiaba de su hija ya que no solo le acompañaba para grabar sus cosas sino también todo lo que el sello producía. "¿cómo que ha perdido un ojo?" preguntó asustado. "no, mamá, a mi no me han dicho ni me han dicho nada." aseguró y es que de hecho, daeron era bastante popular en clase. cuando escuchó la puerta del garaje, apagó el cigarro junto con jae y volvió para dentro, haciéndoles un gesto de que guardasen silencio. daeron quiso ir corriendo a ver a su hermano, pero ella lo detuvo y lo abrazó contra su cuerpo. "ahora está durmiendo, mi vida. luego lo ves."

ser consciente de lo que había estado viviendo aemond le preocupaba, porque aun a pesar de que su hijo siempre había ignorado aquellos comportamientos, no merecía haberlo sufridos hasta aquel punto. tras recoger a daeron al centro, condujo con calma hacia casa, tratando de mantenerse lo más calmada posible y pensando en todo lo que había ocurrido con aemond y como ella, habiendo sufrido lo mismo, no había sido capaz de ver lo que estaba viviendo su hijo y no haberle puesto remedio antes. a la pregunta de su hijo, suspiró profundamente y ladeó la mirada ligeramente a este. "tu hermano ha perdido un ojo y le han dado el alta hace un rato. tu madre, jaehaera y él están en casa." explicó mientras conducía hasta llegar a casa. "al parecer un compañero suyo llevaba mucho tiempo acosándole y aemond le ha roto una silla en la espalda y se han enzarzado en una pelea y..." suspiró profundamente. "¿tú estás bien? ¿te han hecho o dicho algo? por favor, no me mientas ni ocultes nada, ¿vale?" le pidió con suavidad en su voz y preocupación. jaehaera cogió el cigarro y lo encendió, dándole una calada y negando con su cabeza. "no, mamá. te prometo que nadie se ha metido conmigo ni me han hecho nada." le hizo saber para tranquilizarla, mirándola a los ojos mientras su madre acariciaba su mejilla.

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cuando elle había salido del armario como no binarie se había enfrentado a un fuerte rechazo y es que no era algo que estuviese normalizado en la sociedad y menos en la gente de su clase social, pero por suerte, los tiempos habían cambiado y esperaba que visenya no tuviese que pasarlo tan mal como elle, sobre todo porque iba a tener el apoyo de toda su familia. esperó a que le pequeñe fuese a calzarse y tras despedirse de sus hijos, besó con cariño los labios de alicent y se fue con visenya a comprar. primero le llevó a la tienda de binders a la que iba elle y además de comprar un par que le hacían sentir bien, también compraron trans tape y le prometió enseñarle a ponérsela, pues la operación no era algo inmediato que pudiesen hacer y así mientras tanto le ayudaba con la disforia. tras eso, se le llevó a su tienda de ropa preferida y compraron prendas nuevas que le hiciesen sentir bien y por último, decidió llevársele a comer tras avisar a alie que llegarían un poco más tarde. cuando finalmente volvieron a casa, dejó que se fuese corriendo a su habitación feliz con sus compras y elle fue junto a alie, abrazándole por detrás y besando su cuello. "¿no te quieres echar una siesta?"

"tan solo tendrás que esperar a esta noche." murmuró sin borrar la sonrisa de sus labios antes de perderse en aquel beso, pero al escuchar las palabras de helaena, dejó escapar una pequeña carcajada antes de separarse de rhaenyra para que pudiese ir a ducharse. sin embargo, la actitud de visenya realmente le preocupó después de todo lo que había ocurrido con aemond, y es que también había tomado la decisión de sacar a sus hijos de aquel centro y cambiarlo, cosa que por suerte todos habían aceptado hacer en apoyo a su primo. dejó que rhaenyra se acercarse para animar a su hije y al ver como la pequeña sonreía emocionada y se limpiaba las lágrimas, terminó por abrazar a sus adres a la vez. "sois les mejores." murmuró le pequeñe, dejando que fuesen sus hermanos quienes le animasen también. sin embargo, cuando rhaenyra le propuso aquello, le faltó tiempo para ir corriendo a prepararse. "date una ducha rápida y no tengáis prisa, de verdad." y es que si había alguien con quien visenya podía charlar y encontrar consejo era con rhaenyra. tras besar sus labios, dejó que fuese a cambiarse y ella fue a por su maleta, aprovechando para ir a deshacerla y terminar por darle el regalo que les prometio a cada uno, además de dejar el de visenya en la mesita de su cama. tras ello, fue junto a sus hijos al jardín para estar con ellos y que le contasen cómo habían estado las cosas esos días que había estado fuera

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nunca antes en su vida había sentido tanta rabia y tanta ira y es que no era solo que su hijo hubiese perdido el ojo, sino que no se hubiese dado cuenta de lo que le estaban haciendo a aemond y que este aun encima ahora se sintiese culpable por haberse defendido. tras dejarlo dormido y bien tapado junto con morghul, salió al porche con jaehaera y se sentó allí, encendiéndose un cigarro y dejando que su hija se encendiese otro ya que sabía que fumaba y en aquel momento se lo permitía. "¿a ti te han hecho algo? ¿se han metido contigo?" preguntó preocupada, acariciando su mejilla con cariño mientras le miraba a los ojos. en cuanto su madre llegó, daeron corrió a sus brazos asustado y es que solo había escuchado rumores y lo único que sabía era que alguien había atacado a su hermano. "sí, mamá, tengo todo." cogió su mochila y se subió dentro del coche. "¿qué ha pasado, mamá? no me dejaban ir a buscar a aemond ni a jaehaera. los profesores simplemente me han llevado a secretaría y me han tenido ahí esperando."

estaba llena de ira y de rabia por la incompetencia de los responsables del centro en el que estudiaban sus hijos, pero en esos momento la única baza que tenían era demandarles y hundirlos hasta el punto de que aquel centro terminase o bien cambiando por completo la directiva o cerrándolo permanentemente y se acababa de prometer a si misma que no pararía hasta cumplir ambas. aemond, aun medio sedado, se aferró al cuerpo de su madre sintiéndose profundamente culpable de lo ocurrido, y aun a pesar de lo que había sucedido, seguía lamentándose el haberse dejado llevar por la ira y lo último que quería era haber decepcionado a sus madres. jaehaera se quedó todo el tiempo junto a su hermano y ayudó a su madre en todo momento para llevarlo hasta la cama, sentándose junto a él y dejando que morghul se acurrucase junto a este. jaehaera, al ver que su hermano se quedó finalmente dormido, salió junto a su madre hasta el jardín y asintió con suavidad. "sí, mamá, estoy bien." aseguró la mayor mientras miraba a su madre con cierta preocupación. naerys, nada más aparcar el coche, bajó de este para ir a por daeron, pero al verle, le estrechó con carió y besó su frente. "tranquilo, cielo. aemond está bien. ¿tienes todas tus cosas? nos vamos a casa." en esos momentos el pequeño estaba de lo más alterado, por lo que aguardaría a que este estuviese más tranquilo para explicarlo lo ocurrido.

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"¿ah sí? ¿y no me das una pista?" preguntó con una sonrisa pilla, dejando otro beso sobre sus labios. "que estamos delante." pronunció helaena riendo. adoraba su vida, adoraba a su esposa y adoraba a sus hijos. elle también iba a subir a ducharse cuando aegon y visenya les pidieron que se quedasen y no pudo evitar preocuparse porque después de lo que le había pasado a aemond, temía que a ellos también les pudiesen estar haciendo algo a sus hijos. escuchó con atención a su hije, siéndole imposible no emocionarse un poco. "vas a seguir siendo nuestre hijite mi vida así que tranquila, te trataremos con los pronombres que quieras." aseguró. asintió a las palabras de su esposa, no dudando en ser elle quien se levantó después y se acercó a vis. "cálzate, nos vamos a comprarte un binder mientras no vamos al cirujano y de paso ropa nueva que te haga sentir más cómode." le hizo saber, acariciando su mejilla con cariño y es que su hije tenía todo su apoyo incondicional en aquello. le pequeñe se levantó emocionade al escuchar aquellas palabras y fue corriendo a por sus zapatos. "no tardaremos en volver, ¿vale?" comentó mirando a alicent, besando con dulzura sus labios. "y niños, estoy muy orgullose de vosotros." aseguró mirando a sus hijos por el apoyo que le habían dado a su hermane.

nada le hubiese gustado más que el ver a sus padres y a sus hermanos disfrutando de sus nietos y sobrinos, pero estos habían tomado una decisión que ella había tratado de remediar en vano, y durante mucho tiempo, había sido sumamente doloroso ver cómo el tiempo pasaban y seguían con aquella actitud. sin embargo, aquello ya había quedado a un lado y tan solo se preocupaba en disfrutar de la familia que había formado. no dudó en saludar con cariño tanto a sus hijos como a las mascotas, especialmente a syrax y es que la can estaba mayor y disfrutaba como nadie aquellos mimos. "y puede que esta noche te tenga otra sorpresa preparada..." aquello lo pronunció en un susurro sobre sus labios, dejando otro beso mientras acariciaba su nuca con cariño y dulzura. cuando aegon les pidió que esperasen, no dudó en mirarles con curiosidad, pero al notar la timidez y la manera en la que visenya estaba jugueteando con sus dedos, no pudo evitar que cierta preocupación inundase su interior. "claro, cuéntanos, mi vida." tomó asiento en el regazo de rhaenyra, mirando a la pequeña. las palabras de la pequeña no le tomaron en absoluto por sorpresa, y es que su instinto de madre le hacía saber que la pequeña llevaba un tiempo cuestionándose aquellas cosas y no podía alegrarse más de ver cómo había confiado en elles para contarlo sin miedo y sin presión. "oh, vis..." se incorporó y se acercó hasta su hije y acarició sus mejillas con suavidad mientras se agachaba para quedar a su altura y buscar su mirada. "a partir de ahora te trataremos con los pronombres neutros como ada." le hizo saber con una sonrisa en sus labios. "sin embargo... lo del pecho puede que sea más complicado porque eres muy pequeñe todavía." le hizo saber, y antes de que pudiese decir nada, continuó. "pero, vamos a pedir cita con el médico para ver qué soluciones nos pueden dar hasta que podamos operar, ¿vale?" le hizo saber, acercándose para llenar de besos su mejilla y mirar a rhaenyra con cariño. "estamos muy orgulloses de ti, vis." no dudó en hacerle saber, tanto aegon, como jacaerys y helaena asintieron de acuerdo a las palabras de su madre y no dudando en apoyar a su hermane.

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aemond había sacado el caracter tímido, introvertido y tranquilo de naerys, lo que también iba con la paciencia de la mano, por lo que mucho había tenido que aguantar su hijo para haber terminado reaccionando de esa manera. agradeció que su esposa tomase las riendas de la conversación ya que ella estaba demasiado agresiva y alterada pero, cuando su hijo se abrazó a ella a pesa de que ya era mucho más alto, no dudó en apegarlo contra su cuerpo y apoyar los labios sobre su frente mientras le acariciaba con calma el cabello. "no, mi vida. no estamos enfadadas." le aseguró, asintiendo a las palabras de naerys mientras jaehaera, por los nervios de la situación, se había aferrado a la mano y al dedo de su madre como siempre solía hacer. tras recoger todo el papeleo y la medicación que tenía que tomar aemond junto con el material para hacerle las curas, se fue a casa con él y con jaehaera, revisando todo el rato que los dos estaban bien. en cuanto llegaron a casa, morghul, el último perro que habían adoptado, fue el que se puso a seguir a aemond como un loco mientras ella le llevaba a la cama. como estaba todavía bastante sedado, dejó que se echase a dormir un rato y ella se fue al porche a fumar mientras jae le acompañaba. "¿tú estás bien, mi vida?" preguntó, acariciando despacio su mejilla. cuando naerys llegó a por daeron, este corrió hasta su madre asustado. "¿mamá, qué ha pasado? están diciendo que han apuñalado a aemond."

negar que aemond era una réplica de ella era negar la realidad, y es que asi como jaehaera era una copia de léan, aemond lo era de ella. su pequeño era consciente de que era diferente al resto de sus compañeros, pero lejos de sentirse incomodado más bien prefería ignorar aquello y centrarse en lo que realmente disfrutaba como el kárate o la esgrima, y es que lejos de haber decidido practicas aquellos deportes por defensa, los practicaba por gusto. viendo la situación y lo que había pasado, algo muy serio tenían que haberle hecho a su hijo para que este hubiese terminado reaccionando de aquella manera, sobre todo porque era el primero que estaba en contra de usar la violencia. tras asegurarse de que el pequeño estaba bien, dentro de lo que cabía, se encaró con el director y con el profesor tras lograr calmar ligeramente a léan. tras echar de allí a semejantes impresentables, se centró por completo en aemond y negó con su cabeza suavemente. "no, cariño, no estamos enfadadas." aseguró dejando un pequeño apretón en su hombro. "has hecho muy bien en defenderte, y te aseguro que tanto el colegio como los padres de ese muchacho van a asumir las consecuencias de lo que han hecho." por mucho que detestase usar la violencia, en ese caso estaba a favor de que aemond se hubiese defendido de aquella manera. dejó a aemond con léan cuando le abrazó, acercándose a jehaera para estrecharla con carió y besar su frente con cariño. "gracias, mi vida." le susurró, separándose para ir a por los papeles y finalmente ir al coche. "jae, ve con tu madre y con tu hermano, voy a buscar a daeron y en seguida estamos en casa, ¿vale?"

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no podía estar más feliz con la familia que había construido con alicent y es que adoraba a su esposa, a sus hijos y no iba a negar que le encantaba que toda su familia hubiesen acogido a alicent desde el primer momento después de lo que pasó con la empresa. los cuatro en cuanto vieron a su madre salieron corriendo a abrazarla mientras syrax y sunfyre daban vueltas alrededor de ella. cuando finalmente pudo abrazarle y besarle, no dudó en llenarle la cara de besos riendo. "pues déjame decir que me encantan tus sorpresas." aseguró risueñe, pasándole un brazo por la cintura mientras le miraba con todo el amor del mundo. justo cuando helaena y jacaerys iban a subir a ducharse, aegon los detuvo. "esperad, esperad." les pidió, sentándose de nuevo al lado de visenya, que estaba más tímide de lo normal y cogió su mano. "sí, esperad, por favor. quiero hablaros de algo importante." les pidió la pequeña. "¿qué pasa, cariño?" preguntó confuse, sentándose en el sillón con alicent en su regazo mientras jace y helaena se sentaban en el otro sofá. aegon no soltó la mano de su hermana y dejó un suave apretón en esta. "veréis, llevo mucho tiempo pensándolo y...no me siento cómoda con pronombres femeninos, me gustaría que me trataseis como a ti, ada." explicó le pequeñe, que estaba heche un manojo de nervios. "y...y quiero quitarme el pecho antes de que me crezca más. me hace sentir muy mal y eso me deprime y me pone triste."

realmente no había querido darle demasiada importancia al hecho de que criston desapareciese de sus vidas. en cierto sentido hasta incluso lo había llegado a agradecer porque de aquella manera helaena no se hacía falsas esperanzas con este, y es que a pesar de lo pequeña que era en ese momento, criston le había dado innumerables plantones, por eso no se opuso cuando rhaenyra propuso el adoptarla. ahora todo aquello había quedado atras y tenía la familia que siempre había soñado, aun a pesar de no haber vuelto a saber de sus padres o de sus hermanos. nada más llegar, esbozó una amplia sonrisa ante la reacción de sus hijos, saludando a todos con cariño y sin importarle que jace y helaena acabasen de llegar de entrenar. "hola, mis vidas. no sabéis lo mucho que os he echado de menos." aseguró con una amplia sonrisa, terminando por rodear a rhaenyra con sus brazos alrededor del cuello y dejar un tierno beso en sus labios. "sí, sí, pero terminamos anoche y adelanté el vuelo lo antes posible... y bueno, también quería daros una sorpesa." aseguró dejando otro beso en sus labios, quedándose abrazada a elle cuando señaló a los mayores, cosa que le hizo reír. "anda, dadme un beso e iros a la ducha." comentó con ternura, dejando que le diesen un beso antes de marcharse. "¿cómo ha ido todo?" le preguntó con una sonrisa en sus labios, acariciando su mejilla y no resistiéndose a dejar otro beso en sus labios.

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aemond era un chico muy tranquilo e introvertido, con gustos poco comunes para su edad como lo era la ópera y la música clásica y prefería pasar inadvertido ante el resto antes que socializar pero eso no era motivo ninguno para que se metiesen con él. además, él aunque era delgado, estaba bien fuerte como su madre y sabía como defenderse ya que tomaba clases de kárate y de esgrima, por lo que no dudaba de que su hijo había estado aguantando mucho como para haber explotado de aquella forma y con razón. "el protocolo del instituto es muy claro." pronunció el profesor, a lo que ella, llena de rabia le dio una bofetada. "¿me estás hablando de un protocolo que deja que un chaval lleve una navaja a clase y le quite un ojo a mi hijo?" estaba que rabiaba con el enfado, pero cuando llegó naerys y le pidió que se calmase un poco, se centró en su pequeño, que seguía abrazado a ella con fuerza. tras las palabras de jaehaera y de su esposa, tanto el profesor como el director abandonaron la sala. "¿estáis enfadadas conmigo?" preguntó el pequeño con miedo. "no, mi vida. no estamos enfadadas contigo. hiciste lo que deberías." aseguró y es que ella tenía una idea de lo más clara y es que ninguna agresión debía de quedar sin respuesta y prefería mandar a la mierda el pacifismo. "nos vamos a casa, ¿vale?" besó con cariño su cabeza y le ayudó a levantarse con cuidado, abrazándolo con fuerza contra ella para ir al coche. "id a buscar también a daeron. no quiero que ningún hijo mío pase más tiempo en ese centro."

jaehaera era realmente una prodigio en la música, y aunque en su momento tuvieron una conversación muy importante acerca de lo importante que era que acabase sus estudios, tenía claro que su hija terminaría trabajando junto a su madre y haciendo su propia música. con aemond estaba encantada al enseñarle todo lo relacionado con la empresa, acordando con alicent que durante los veranos estaría "trabajando" en la empresa. mientras, con daeron, no tenía reparo de que sería un gran remo, porque lo había visto competir y entrenar con él y tenía un talento innato aun a pesar de su corta edad. no tenía ni la menor idea de lo que había pasado, pues solo le habían avisado de que su hijo estaba ingresado, por lo que cuando jaehaera le respondió y le le dijo aquello, realmente se temió lo peor. nada más llegar, se acercó hasta la administración para preguntar por su hijo, y en cuanto le indicaron la planta y la habitación corrió hasta llegar a esta, escuchando a léan pronunciar aquello y ver a aemond con el ojo vendado. "¿se puede saber que es lo que ha pasado?" pronunció claramente enfada y acercándose a su hijo con calma. "aemond, cariño, ¿qué ha pasado?" le habló con dulzura, centrando después su atención en el director y el profesor de su hijo. "¿lo qué esta diciendo mi esposa es cierto?" cuestionó, centrando su mirada con serieda en ambos hombres. sin embargo, ladeó su mirada a léan y le hizo un pequeño gesto para que aguardase un segundo. "aemond." se acercó de nuevo al pequeño. "¿por que le has roto una silla a ese chico?" sin embargo, aemond, asustado, no respondió y fue jaehaera quien dijo el motivo. "ese chico no dejaba de acosar e insultar a mi hermano. lleva desde principios de curso haciéndolo y nadie ha hecho nada por remediarlo, así que simplemente se ha defendido." ante aquellas palabras, centró su mirada en jaehaera y asintió con suavidad. "espero que rectifiquen e impongan el castigo al verdadero responsable, y no solo por el hecho de que mi hijo haya perdido un ojo, sino por haber permitido que sufriese tanto que tuviese que reventarle una silla a otro alumno." les hizo saber. "ah, y espero que tengan un buen abogado porque pienso llevarles a los tribunales, y ahora, lárguense. tendrán noticias mías en los próximos días."

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cuando criston desapareció de la vida de helaena no dudó elle en dar un paso adelante y formalizar su adopción. la pequeña, que ya no era tan pequeña, seguía siendo la niña de sus ojos al igual que sus hermanos, pero era cierto que pasaba mucho tiempo con ella entrenando en el gimnasio para prepararse para las pruebas de ski. aquella mañana salió a correr con ella y con jace además de con sunfyre -el nuevo perro que habían adoptado- ya que syrax ya estaba un poco mayor y prefería los paseos tranquilos. visenya estaba de lo más nerviosa ya que había estado hablando con su mellizo y con sus hermanos de que quería salir con elles del armario como no binarie y operarse el pecho además de hormonarse un poco y no sabía como decirlo, por lo que aegon le prometió que se quedaría a su lado y le apoyaría. al volver estaba en el jardín cuando apareció alicent y el estallido de alegría fue inmenso. todos gritaron casi al unísono "¡mamá!" y se lanzaron a sus brazos, pero sobre todo jace, que corrió del jardín para abrazarla con fuerza. "¡mi amor! ¿pero no llegabas esta noche? iba a ir a recogerte." se acercó a ser elle quien le rodeó con los brazos y besó con mucha dulzura sus labios. "te hemos echado mucho de menos." le hizo saber. "y vosotros dos, no os escaqueéis, id a ducharos." le recordó a helaena y a jace."

siempre creyó que su vida se resumiría en vivir junto a criston y helaena, trabajar para su padre en la empresa en un puesto irrelevante de cara al público pero gestionando ella sola la empresa. sin embargo, si le hubiesen dicho que sería la mujer más feliz del mundo jamás se lo habría creído. había formado una familia con rhaenyra, tenía unos hijos maravillosos y la empresa iba sobre ruedas gracias a las medidas que tomaron en su momento. además, helaena oficialmente era hija de rhaenyra, pues criston había tomado la decisión de hacerse a un lado y desaparecer de sus vidas, pero en verdad incluso había preferido aquello, aun a pesar de lo mal que lo pasó helaena los primeros meses. jacaerys seguía siendo el niño de sus ojos, pero también lo eran helaena, visenya y aegon. aquel día llegó de un viaje de empresa y no avisó a la familia, por lo que cuando el taxi le dejó en casa, sonrió al ver las luces echadas y abrió la puerta, dejando las maletas a un lado. syrax llegó corriendo a saludarla, y se agachó para recibirla con alegría. "hola, preciosa." llenó de besos a la can y la acarició con cariño. se incorporó para dejar su abrigo y su bolso a un lado y caminó hasta la sala, encontrándose con visenya y aegon. "sorpresa." les saludó con alegría y no dudó en abrazarles con cariño, dejando un beso en sus frentes.

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nunca había planeado demasiado su vida. cuando terminó el instituto simplemente se metió a trabajar y fue encadenando relaciones desastrosas una otras otras hasta que conoció naerys y ahí todo cambió. ahora estaba felizmente casada con ella y tenían tres hijos maravillosos. jaehaera cada vez pasaba más tiempo con ella en el estudio y aunque le había pedido que al menos acabase el bachillerato, no le importaba que estuviese con ella trabajando mientras que aemondcito ya le había pedido trabajar en verano a naerys con ella para ir ganando experiencia y el pequeño de daeron, que recién comenzaba el instituto, ya destacaba en el remo como había hecho su madre. aquella mañana estaba en el estudio con hayden y alma produciendo un disco para otra amiga cuando primero le llamó jaehaera y después el director del instituto y cuando le dijeron que aemond había sido atacado y hospitalizado, se fue corriendo para el hospital. ya había llegado cuando naerys le llamó, por lo que fue jaehaera quien cogió su móvil y le pidió a su madre que fuese rápido para allí. para cuando naerys llegó, ella ya estaba abrazando a su hijo y este con un parche en el ojo medio sedado y ella gritándose con el profesor y el director ya que decían que a aemond también le suspenderían unos días por haberle roto una silla en la espalda al chico que le atacó. "¡¿estáis de coña?! mi hijo ha perdido un ojo y por defenderse lo queréis echar. ¡¿pero qué puto problema tenéis?!"

decir que había conseguido su vida perfecta era quedarse corta. tenía a la mujer más increíble del mundo a su lado pero además de eso tenía a tres hijos maravillosos que le hacían sentir la persona más afortunada del planeta. jaehaera apenas estaba terminando el instituto para por fin dedicarse completamente al mundo de la música junto a su madre, mientras que aemond dejaba ver lo mucho que se parecía a ella al estudiar economía y derecho en sus ratos libres mientras estudiaba sus asignaturas del colegio, y daeron todavía estaba buscando su mayor pasión comenzando el instituto. sin embargo, la llamada desde el hispital avisando que su hijo había sido hospitalizado no era lo que esperaba, por lo que tras avisar a alicent, salió corriendo hacia el hospital mientras marcaba a léan desde el coche para saber si le habían avisado.

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había echado muchísimo de menos el intimar con alicent pero entre la recuperación y con jace enfermo, no había tenido mucho tiempo para elles y esa parte de su relación, pero ahora que todo parecía volver a la normalidad, iba a encargarse de hacer disfrutar a su mujer todo lo que le fuese posible. en cuanto se acomodó las piernas sobre sus hombros y comenzó a estimularle, también notó la excitación crecer en elle y por ende la erección. su lengua se deslizó por sus pliegues con calma, disfrutando cada segundo y recreándose en el momento antes de comenzar a centrarse en su clítoris, que no solo lamía, sino también succionaba con ganas. sus manos viajaron hasta los pechos de alicent y con cuidado de no hacerle daño, comenzó a masajear y a estimular estos junto con sus pezones.

"tienes ese don de que a pesar de lo malito que ha estado, contigo es con quien mejor está." aseguró mirándole a los ojos con dulzura. aquello era una realidad, y es que aun a pesar del malestar y del dolor que había padecido el pequeño, este tan solo lograba calmarse estando entre los brazos de rhaenyra. suspiró con una sonrisa en sus labios al notar a rhaenyra sobre su cuerpo, pero sobre todo al notar aquellos besos. "nyra..." susurró en un jadeo a sus palabras antes de perderse en aquel beso, totalmente ruborizada y notando cómo se le había acelerado el pulso, y es que realmente le contrarie sabía como sacarle los colores. sus manos terminaron alzando la sudadera ajena, pasando a recorrer su pecho y su abdomen con sus manos antes de llevarlas a sus costados y finalmente de nuevo a su espalda, dejando que sus labios aumentasen la intensidad de aquel beso. por suerte el parto de jace había sido mucho más tranquilo que el de helaena, por lo que la recuperación había ido genial y ya estaba recuperada, por lo que recuperar la intimidad con rhaenyra era lo que más quería. la excitación comenzó a crecer en ella cuando los besos de rhaenyra comenzaron a descender por su anatomía, dejándose hacer por completo mientras se acomodaba sobre sus antebrazos para mirarle y cuando comenzó a estimularle con su sinhueso, un jadeo escapó de sus labios mientras una de sus manos viajaba a su cabellera.

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si naerys ya se había volcado en cuidarla con el embarazo de jaehaera y todo el tiempo que había tenido que estar reposando, con el post parto de aemondcito no había sido menos y es que verdaderamente sentía que sin el apoyo de su esposa no habría sido capaz de superarlo. adoraba hacer sentir así de bien a la contraria y sus gemidos junto con sus palabras solo le hacía aumentar el ritmo de su boca y de su lengua además de hacerlo con todavía más ganas. cuando escuchó que estaba cerca del orgasmo, no dudó en ayudarse de su mano para proporcionarle más placer y en cuanto eyaculó, se llevó su esencia consigo. dejó unas últimas lamidas por la zona antes de incorporarse de su posición y dejar un húmedo beso sobre sus labios, tirando de ella y rodeándole la cintura con las piernas para que se pusiese encima de su cuerpo en la cama. "te necesito." le hizo saber en un jadeo, dejando un mordisco en su labio inferior mientras se rozaba contra ella apropósito.

si por ella hubiese sido, le habría quitado todo el dolor que vivió durante el parto y el posparto, y es que una parte de ella se desesperaba al no poder hacer absolutamente nada para aliviarle de aquel dolor. sin embargo, también era cierto que aquello había sido preferible a la cesárea, porque la recuperación había sido más fácil. aquellos momentos sin duda se estaban convirtiendo en sus favoritos, sobre todo a la hora de tener cierto cuidado para evitar algún susto, pero aquello hacía que disfrutase todavía más. una de sus manos viajó hasta su cabellera, enredando sus dígitos en esta pero dejando que fuese léan la que marcase el ritmo y la intensidad de los estímulos, acompasando inconscientemente el movimiento de su cabeza con el de sus caderas. "dios, cariño." murmuró entre jadeos, haciéndole saber lo bien que lo estaba haciendo. su mirada descendió a la ajena, admirando lo increíblemente atractiva que léan se veía desde aquella posición. comenzaba a notar el climax más y mas y más cerca, y lo notaba por la manera en la que su cuerpo comenzaba a tensarse y su respiración se aceleraba al igual que los jadeos, que comenzaban también a entremezclarse con pequeños gemidos. no dudó en hacerle saber lo cerca que estaba, y dejó caer su cabeza hacia atrás mientras se mordía el labio con fuerza para no hacer ruido cuando terminó eyaculando en su boca.

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"estoy bien, más tranquile ahora que jace está bien." y es que los días anteriores con el pequeño vomitando y llorando todo el rato habían sido de lo más complicados y ahora en cambio su hijo dormía y comía como un bendito y eso le daba mucha paz. ante sus palabras le fue imposible no reír, no dudando en acomodarse sobre su cuerpo y pasando a acariciar sus costados con calma mientras comenzaba a llenarle la cara de besos. "yo a ti te echo de menos aunque te vayas a comprar el pan, mi amor. helaena es mi princesita pero tu eres mi reina." le hizo saber, no dudando en prolongar un poco más el beso y al sentir sus manos, se quitó la sudadera que llevaba para simplemente quedarse en bóxers. al separarse de aquel beso, comenzó a besar su cuello con calma mientras iba bajando poco a poco por su anatomía. no sabía si alie estaba lista para tener relaciones con penetración de nuevo, pero decidió hacerle un pequeño regalito. cuando llegó al borde de sus pantalones, se los quitó con calma junto con la ropa interior y se acomodó las piernas en sus hombros, comenzando a pasar su lengua con mucha calma por toda la zona antes de centrarse en su clítoris ,

tuvo que hacer un gran esfuerzo par no hacer ningún ruido cuando rhaenyra le cogió en brazos y le llevó a la habitación. no dudó en abrazarse a elle y acariciar su nuca con suavidad y dejar pequeños besos en su mejilla y en su cuello. "un poco, pero bueno, a diferencia de los otros días estoy bien. ¿y tú?" cuestionó mirándole con dulzura para terminar sentándose en la cama y corresponder con una sonrisa boba cada beso que rhaenyra le iba dando, acariciando sus antebrazos con cariño. a su pregunta, tan solo pudo reír con suavidad sobre sus labios. "puede que solo un poquito, porque mi principito va a tener toda mi atención." aseguró entre besos, sin borrar la sonrisa de sus labios y recostándose ligeramente a la par que sus manos se acomodaban en la cintura de rhaenyra y tiraban de elle para que se acomodase sobre ella. "¿y tú? ¿me vas a echar de menos o vas a olvidarte de mi esquiando con tu princesita?" terminando por prolongar el beso mientras sus manos de colaban por debajo de su camiseta y acariciaban su espalda con suavidad.

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el parto y el post parto de aemondcito había sido de lo más complicado por el desgarro que sufrió y es que aunque en las ecografías ya habían visto que iba a ser un bebé grande, no había nada que te preparase para un parto así, aunque una parte de ella seguía agradeciendo que hubiese salido de manera natural y no por cesárea, porque de lo contrario el post parto habría sido muchísimo más doloroso y complicado. adoraba tener a naerys de aquella manera y es que nada le excitaba más que verla disfrutar, por lo que había extrañado mucho esos momentos y ahora agradecía tener un ratito para ellas ya que aemondcito se despertaría más tarde para la toma y jaehaera podía meterse en su cama en cualquier momento. continuó usando su boca mientras le miraba a los ojos desde aquella posición, ayudándose también de su mano y pasando su sinhueso por la zona del glande, succionando como tanto le gustaba a la contraria.

en cuanto comenzó a notar los besos en su cuello, hundió sus dígitos con suavidad en sus muslos y apegó el cuerpo ajeno al propio, y es que no podía negar lo mucho que había extrañado intimar con léan. sin embargo, también era cierto que lo más importante había sido la recuperación de esta, por lo que ahora que sabían que todo estaba bien, poder recuperar aquella intimidad era algo de lo que tenía muchas ganas. una vez en la habitación, dejó a léan con cuidado en el suelo y no tardó en comenzar a quitarle la ropa, acariciando su cuerpo a medida que lo iba haciendo y separándose de sus labios tan solo para poder retirarle y retirarse la camiseta. cuando léan comenzó a descender por su cuerpo, se mordió el labio con fuerza y la excitación no tardó en comenzar a hacerse notar en su cuerpo, y es que había añorado tanto aquel tacto de léan que apenas la tuvo de rodillas, la erección estaba prácticamente completa. "joder... léan..." murmuró entre jadeos ante la lentitud a la hora de quitarle la ropa, pero cuando comenzó a masturbarle primero con la mano, y después con la boca, su respiración se aceleró y los jadeos comenzaron a escapar de sus labios con suavidad y controlando no hacer demasiado ruido.

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una vez hubo terminado de recoger todo, subió a las habitaciones de sus hijos y primero pasó a ver a jacaerys. le daba mucha paz verlo tan dormidito y por fin sin dolor, por lo que tras estar unos instantes admirándolo, dejó un beso sobre su cabecita y finalmente fue a la habitación de helaena. allí entró sin hacer ruido y también besó la cabecita de la pequeña. al ver a alicent, no dudó en acercarse a cogerle en volandas y salir así con ella del dormitorio para ir a su habitación. "¿tú estás cansada también?" preguntó, dejándola con cuidado en la cama y finalmente cogiéndole el rostro entre las manos para besar sus labios muy despacio. "¿me vas a echar de menos o vas a estar encantada de estar a solas con tu principito?" preguntó risueñe, claramente en broma mientras seguía dejando cortos besos sobre sus labios y le acunaba las mejillas.

en realidad, sabía que quien más controlaba de aquello era rhaenyra, por lo que se lo propondría y dejaría que elle valorase la mejor opción para helaena. ella aprovecharía esos días para estar con jacaerys y hacer cosas juntos, porque no podía negar que sentía que había perdido un vínculo muy importante con él al dejar de darle el pecho. tras acabar de cenar, recogieron la cocina en un momento y dejó que rhaenyra llevase a helaena a su cama, aprovechando un momento para pasar por la cuna de jacaerys y comprobar que el pequeño también descansaba tranquilo. aprovechó para sentarse en la cama junto a helaena, quien aun a pesar de la emoción por el viaje a la nieve, se quedó dormida mientras su madre le hacía cosquillitas y le cantaba la nana que siempre le hacía dormirse. tras dejar que syrax se acurrucase junto a la pequeña en la cama, la arropó y dejó un beso en su frente antes de salir con cuidado y cerrar la puerta despacio, para después mirar a rhaenyra con una pequeña sonrisa.

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jaehaera no había parado en todo el día y a parte se había despertado bastante pronto, durmiendo solo en el trayecto en coche por lo que era normal que la pequeña se hubiese quedado completamente dormida después de cenar. tras asegurarse que los comunicadores estaban encendidos, fue a terminar de recoger y en cuanto notó los besos y las caricias de naerys, se dio la vuelta para rozar sus labios con los de ella sin llegar a besarlo. en cuanto le subió a su cintura, apretó las piernas y le pasó los brazos por el cuello, escondiendo ahí el rostro un momento mientras comenzaba a llenárselo de besos. "puedo intentarlo." susurró, dejando un mordisco en el lóbulo de su oreja. no podía negar que había extrañado demasiado intimar con su esposa por lo que aquel plan le apetecía y mucho. cuando llegaron a la habitación, comenzó a besarla con más pasión, bajándose de su cintura para quitarle la camiseta y comenzar a descender por su cuerpo. finalmente se arrodilló frente a ella cuando llegó al borde de su pantalón y le miró mordiéndose el labio inferior, desabrochándolo con calma y bajándole el bóxer para comenzar a masturbarle. en cuanto consiguió su erección, no dudó en llevarse su miembro a la boca para comenzar a estimularle.

aunque jaehaera se espabiló un poco cuando estuvo cenando y al terminar, no le llevó mucho tiempo terminar de dormirla al poco de meterse en la cama, y es que entre haber estado todo el día en el parque, más luego el viaje, y el rato que había estado jugando con las mascotas, era normal que hubiese terminado agotada. tras dejar a ambos niños durmiendo junto a las mascotas, fue de nuevo junto a léan y esbozó una amplia sonrisa nada más verla. apoyó sus labios en su hombro y acarició su vientre con suavidad por encima del jersey mientras disfrutaba de las caricias ajena, para terminar separándose lo justo para que pudiera girar sobre si misma y terminar acomodando sus manos en la parte baja de su espalda. "mhm... es suena muy bien." comentó sobre sus labios antes de corresponder el beso con la misma necesidad y calma, presionando sus manos para apegar el cuerpo ajeno al propio antes de deslizar sus manos hasta sus piernas y subirla con facilidad a su cintura. "¿pero vas a ser capaz de estar en silencio?" susurró mientras caminaba con ella en brazos hacia la habitación, cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido.

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helaena era muy buena esquiando y es que ya no era que se le diese realmente bien, sino que había desarrollando una técnica increíble y cada día lo hacían mejor. varios monitores y varias personas que le habían visto esquiar le había preguntado que como no le apuntaba a clases con un entrenador profesional pero por ahora prefería que aquello fuese un hobbie para la pequeña y no se convirtiese en una responsabilidad. además, el punto de ir a esquiar era hacerlo juntes y pasar un gran momento les dos adre e hija. tras terminar de cenar, recogió todo con ayuda de alicent y terminó cogiendo a helaena en brazos para llevarla a la cama. como de costumbre dejó que fuese alie quien le durmiese ya que era con quien se dormía mejor y con la ilusión que tenía del viaje a la mañana siguiente, sabía que era mejor que fuese su madre la que le pusiese a dormir.

helaena rompió a reír al escuchar a su adre contarle aquello, y ella tan solo pudo reír con suavidad mientras negaba ligeramente con su cabeza. "pero que conste que me encanta la nieve, eh." y es que eso era una realidad, y se lo pasaba genial haciendo muñecos de nieve con helaena. al escucharla, le miró con una sonrisilla en sus labios y asintió con su cabeza mientras cenaban. "me parece buena idea, seguro que con tus instrucciones aprendo por fin a esquiar." aseguró con una amplia sonrisa. al escuchar aquello, miró con ternura a helaena ya acarició su mejilla con cariño. "seguro que los otros niños lo han agradecido un montón, hel." realmente había visto a la pequeña esquiar con rhaenyra y lo hacía increíblemente bien para la edad que tenía, por lo que no le parecía mala idea que tomase clases profesionales, sobre todo teniendo en cuenta que la pequeña siempre andaba queriendo aprender más y más, por lo que lo hablaría con rhaenyra, ya que no dudaba de que sabría dónde ir y consultar.