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caostalgia · 8 months ago
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Si los hombres supieran lo que es la muerte ya no le tendrían miedo. Y si ya no le tuvieran miedo, nadie podría robarles nunca más su tiempo de vida.
Momo – Michael Ende.
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librowttpad · 1 month ago
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ENTRE SUSURROS Y MIRADAS (on Wattpad) https://www.wattpad.com/story/384961171-entre-susurros-y-miradas?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_myworks&wp_uname=Wendy_Vanessa2000 Para Emma, la vida en la secundaria es simplemente un juego de supervivencia. Entre exámenes, grupos sociales y la presión de ser perfecta, su refugio ha sido siempre mantenerse invisible. Con su cabello castaño y corto, y esos brillantes ojos verdes que oculta tras libros y auriculares, Emma cree que pasar desapercibida es la mejor manera de evitar dramas innecesarios. Pero todo cambia cuando Alex, el chico con ojos color miel y una sonrisa irresistible, se cruza inesperadamente en su camino. Conocido por ser el chico perfecto: carismático, atlético y siempre rodeado de amigos, Alex parece tenerlo todo... excepto la capacidad de entender por qué no puede dejar de pensar en la chica que nunca sonríe.
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wenwan47 · 1 year ago
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Te extraño
Me duele el hecho de saber que ya no estás aquí ! Y despertar con un vacío en mi es que me va matando
Te extraño como si hubiéramos vivido una vida juntos
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dobercat · 2 months ago
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Hєαятвяєαкєи - Ojos de rabia (on Wattpad) https://www.wattpad.com/1425238479-h%D1%94%CE%B1%D1%8F%D1%82%D0%B2%D1%8F%D1%94%CE%B1%D0%BA%D1%94%D0%B8-ojos-de-rabia?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_reading&wp_uname=Doberhood Caos y esperanza.
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mentes-revueltas-sin-salida · 5 months ago
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Shared love (on Wattpad) https://www.wattpad.com/story/374512757-shared-love?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_myworks&wp_uname=berni-pao No me di cuenta como aquel desconocido hizo que me consumiera de amor, pero todo aquello quedo ahora solo en mi imaginación de lo que no fuimos. Advertencia: contenido +21. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ♡
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flecha49 · 3 months ago
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Yo soy Ángel Salazar (El psicópata) - Capítulo 24. Enterrado vivo (on Wattpad) https://www.wattpad.com/1482856299-yo-soy-%C3%A1ngel-salazar-el-psic%C3%B3pata-cap%C3%ADtulo-24?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_reading&wp_uname=Flecha49 Ángel Salazar es un magnate de mente brillante y rasgos psicopáticos que no dudará en emplear cualquier medio para lograr sus objetivos. Su única preocupación es la silla de ruedas en la que vive confinado. Pero, si todo sale según lo planeado, eso es algo que está a punto de cambiar.
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loslibrosteayudanavolar · 4 months ago
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CON LOS OJOS DEL CORAZON - CAPITULO 8 MATEO ESTA LOCO (on Wattpad) https://www.wattpad.com/1465031765-con-los-ojos-del-corazon-capitulo-8%0Dmateo-esta?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_reading&wp_uname=MisslauraCorral UNA JOVEN ADOLESCENTE SE ENCUENTRA CONVIVIENDO CON SU CANTANTE FAVORITO, MATEO ROSSI, EL IDOLO DE SUS COMPAÑERAS, AQUEL HOMBRE QUE MUCHAS CONSIDERAN INALCANZABLE. FRUTO DE UNA EXTRAÑA Y SINGULAR COINCIDENCIA CAMBIARA EL RUMBO DE SU VIDA¿SURGIRA ACASO EL AMOR VERDADERO?
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raulescribesblog · 4 months ago
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El Club de los Desaparecidos | Raúl Bueno Reyes - Capítulo 13 (on Wattpad) https://www.wattpad.com/1474244115-el-club-de-los-desaparecidos-ra%C3%BAl-bueno-reyes?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_reading&wp_uname=SingularStoryteller El Club de los Desaparecidos es una historia de amistad, valentía y el enfrentamiento con lo desconocido, donde un grupo de adolescentes se adentra en un misterio que ha atormentado a su pueblo por décadas. Con un toque de lo sobrenatural y una atmósfera cargada de suspense, la novela explora el poder de las leyendas y los secretos que pueden estar ocultos en cualquier comunidad.
En este capítulo, nuestro grupo de aventureros se adentran en un templo antiguo en busca de un artefacto llamado el Espejo de los Mil Ojos. ¿Conseguirán este espejo o será un reto más en su aventura?
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cristhiann2004 · 4 months ago
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Les Comparto unos cuantos dibujos que tengo,¿les gustaría apoyar a este novato de Tumblr?
Expresa lo que te gusta mediante el arte 💫
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entre-un-mar-de-libros · 2 years ago
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"No me arrepiento de ningún segundo contigo... Y nunca lo haré".
Hermoso Desastre, Jamie McGuire.
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malaparalosusername · 8 months ago
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Si la soledad fuese compañia
nadie estaría solo
Porque en un mundo repleto,
inconmensurablemente lleno,
cada uno está en su propio andar
náufragos a la deriva
en un mar de cabezas demasiado apretadas para girar a mirar
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loshijosdebal · 11 months ago
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Capítulo VII: La visión de Idgrod
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Alicent, Joric e Idgrod se reunieron tras el aserradero al caer la tarde, cuando ya habían cumplido con sus quehaceres. Habían pasado unas tres semanas desde el Festival de la Bruma y, pese al mal presagio, las cosas seguían igual en Morthal. 
Casi todas, pensó Idgrod al reparar en que Alicent miraba una vez más en dirección al camino que unía el aserradero con el pueblo, mientras apretaba ansiosa la falda de su vestido con una mano. Siguió su mirada y la esperanza de su amiga le produjo ternura; la densa niebla ya había caído sobre la comarca y era casi imposible ver nada que no estuviera en un radio de tres metros a la redonda.
—¿Habéis quedado otra vez? 
A Alicent se le escapó una sonrisa y asintió. Desde el festival, cada vez que Seth visitaba Morthal buscaba un rato que pasar con ella. Aunque al principio no le había hecho gracia la idea, su presencia había ayudado a su amiga a sobrellevar el hecho de no haber podido hacer su ofrenda anual.
—Pasó antes por la tienda para preguntar por los huevos de cabro. —Idgrod apretó los labios para no reír por la forma en que Alicent llamó a los cauros. Pero no dijo nada, para no avergonzarla—. Se fue rápido, pero prometió que luego vendría a buscarme.
Idgrod miró a su hermano de reojo, notando que apretaba los puños con un enfado que se reflejaba en su mandíbula tensa.
—De verdad que no sé qué le ves, Ali. Da miedo, con esa mirada fría parece que te quiere robar el alma. —Su expresión se tornó teatral, y un escalofrío fingido recorrió su espalda—. Y esa sonrisita falsa —siguió—, me pone de los nervios. Ese tipo no es trigo limpio, escuchad lo que os digo.
Idgrod vio como su amiga se ponía a la defensiva. Ahí van otra vez.
—Para ya de hablar mal de él, Joric —protestó Alicent en un tono infantil—. Solo intenta ser amable y hacer amigos, ¡no te ha hecho nada!
—Por su culpa no pudimos hacer nuestra ofrenda, ¿¡te parece poco!? 
Idgrod intervino antes de que volvieran una vez más sobre el mismo tema. Habían discutido aquello al menos siete veces desde el festival.
—Chicos, parad de una vez. De verdad, empiezo a no saber cuál de los dos está más obsesionado con Seth.
Ambos se cruzaron de brazos y desviaron la mirada, cada uno a un lado. Se formó un silencio incómodo que se prolongó varios minutos. Entonces tuvo una idea. Quizá no era la mejor broma del mundo dado el contexto, pero no pudo resistirse.
Quedó inmóvil, como paralizada. Tensó los músculos de su cuerpo y entrecerró los ojos, haciendo todo lo posible por dejarlos en blanco antes de romper a temblar, como si hubiera caído en trance. Su interpretación debió de ser lo bastante creíble, ya que no tardó en sentir que alguien a su espalda la sostenía por los hombros.
—Tranquila, estoy aquí —murmuró su hermano con tono protector.
Se sintió un poco culpable por lo que estaba haciendo, pero ya no tenía sentido echarse atrás. Empezó a hablar con voz trémula.
—Alicent, te veo cruzando el templo de Mara. Y ahí está Seth junto al altar, esperándote. Pero, ¡oh no! Joric irrumpe en el templo, espada en mano, listo para desafiar a Seth por tu mano.
Relajó la mirada, curiosa por ver sus expresiones. No pudo ver a Joric, que seguía a su espalda, pero Alicent la miraba con el ceño fruncido y los labios entreabiertos, confundida. Aquello le arrancó una carcajada que fue incapaz de contener. 
Joric la soltó de golpe al escuchar su risa, y cuando se giró vio el reproche en su expresión dolida. 
—No tiene gracia, idiota —masculló con la voz ronca—. ¿Sabéis qué? Me vuelvo a casa. Tengo que hacer algunas cosas. 
—Oh, vamos Joric. No seas enfadica. 
Joric se limitó a alzar una mano reafirmando su despedida, antes de perderse entre la niebla. Idgrod intercambió con Alicent una mirada cargada de remordimiento. 
—¿Crees que me he pasado?
Alicent no sabía mentir y desvió la mirada.
—Sí… pero creo que yo también. No debería hablar de Seth cuando estamos con Joric…, ¿verdad?
Idgrod se acercó para abrazarla; Alicent era la persona más dulce y empática que conocía. Incluso en aquella situación, no podía evitar sentirse mal por herir los sentimientos de Joric a pesar de que este no tenía ningún reparo en intentar boicotear su relación con Seth.
—A Joric le gustas mucho, Ali —confesó sin romper el abrazo—. Vas a tener que ser paciente con él. 
—Pero a mi me gusta Seth —replicó Alicent con un tono cargado de culpa, alejándose un poco para hacer contacto visual. 
Sus manos quedaron sobre los hombros de Alicent y rodó los ojos.
—No me digas. No lo había notado.
En ese momento, una figura cobró forma entre la niebla. Idgrod afinó la mirada con la esperanza de ver volver a su hermano pero, en su lugar, vio llegar a Seth Athan. Intentó avisar a Alicent con un gesto mudo.
—¿Interrumpo algo? —preguntó al llegar hasta ellas. Seth tenía una sonrisa apretada, como si algo le estuviera haciendo gracia. Por un momento, Idgrod dudó si habría escuchado algo de lo que hablaban. 
Dejó caer las manos de los hombros de Alicent al tiempo que esta giró como un resorte para saludar a Seth.
—No —se apuró a decir, sin quitarle la vista de encima. Sonreía como no lo había hecho en toda la tarde—. Te estaba esperando. 
Seth, por su parte, destensó la sonrisa al escucharla y le tendió el brazo a Alicent. Aquella situación la hizo sentir incómoda. Alzó la mano para saludar a Seth, pero también dispuesta a despedirse de ambos. Cuando su amiga vio su gesto, abrió mucho los ojos y miró a Seth, haciendo uno de sus pucheros. Siempre ponía esa expresión cuando quería algo.
—Seth, ¿qué te parece si hoy nos quedamos con Idgrod? Así os podéis conocer mejor, aprovechando que no está Joric.
Seth asintió sin necesidad de pensarlo, como si la idea le pareciera estupenda. Idgrod sintió cierto alivio ante la oportunidad que se abría. Tenía sus reservas sobre la relación de Seth y Alicent; ella era dulce y un poco ingenua. Le preocupaba que él pudiera aprovecharse de eso. Con un poco de suerte, aquella tarde podría salir de dudas. 
Seth tomó asiento en uno de los troncos y Alicent no tardó en ir a su lado. Ella, por su parte, se quedó de pie, frente a ambos.
—¿Qué tal estás llevando todo lo del festival? —empezó Idgrod. 
Seth la miró como si no supiera a qué se refería. 
—¿Lo del festival?
—La gente sigue hablando de lo que pasó. Y de ti. Imagino que no están siendo muy amables —se explicó.
—Ah, eso. Sí, pero mientras Ali y tú no hagáis caso de lo que digan, todo irá bien.
Idgrod se volvió hacia Alicent, que seguía sin apartar los ojos de Seth. Desde que había llegado parecía como si para ella no hubiera nadie más que él. Podía entenderlo; Seth no solo era atractivo, sino que también cuidaba mucho su apariencia. Joric tenía un punto en lo referente al peinado; de algún modo Seth conseguía estar siempre impoluto, incluso tras haber cabalgado a Morthal desde el Cerro.  
—Sigo pensando que es muy injusto —intervino Alicent—. Tú tampoco pudiste hacer tu ofrenda.
Tras el comentario, se formó un silencio que cayó con tanta pesadez como lo hacía la bruma sobre Morthal. Idgrod pensó en su hermano y en su amiga, en el peligro que se cernía sobre ambos. Comprendió por la expresión de Alicent que ella estaba pensando en lo mismo.
Seth rompió el silencio.
—¿De verdad os sentís tan inseguras por ello? 
—Los ritos son importantes por algo. No cumplir con ellos trae consecuencias. Siempre lo hace, ¿por qué si no iba a haber tanta literatura al respecto?
Seth resopló. 
—Lo sé, pero… ¿no os parece sospechosa la fecha del festival? 
—¿Qué le pasa a la fecha? —preguntó Idgrod.
—Coincide con el día de Mephala —explicó él.
—¿Mephala? —repitió Alicent. 
—Es la daedra de las mentiras, los secretos y las conspiraciones —respondió Idgrod, todavía mirando a Seth contrariada—. Pero eso no tiene sentido… 
—Si lo piensas bien, al hacer la ofrenda revelas parte de tus temores. Cualquier seguidor de Mephala encontraría muy interesante esa información. 
Buscó la forma de rebatir su tesis, pero no se le ocurrió nada. Seth tenía razón. No sabía cómo se le había podido pasar por alto aquello. Lo miró impresionada. Tener a alguien en el grupo que compartiera sus intereses intelectuales era algo nuevo y estimulante.
—Pues es verdad —admitió Idgrod.
—Seth sabe mucho sobre daedras —dijo Alicent inocentemente. 
—¿Lo hace? —Idgrod intercaló una mirada entre su amiga y Seth, quien sonrió.
—Mi tutor me enseñó todo lo que consideró necesario para poder desenvolverme en el mundo. 
—¿Y entre esas cosas había todo un capítulo sobre daedra?
Seth se encogió de hombros, restándole importancia.
—Y aedra. 
—¿Cuál es la diferencia? —quiso saber Alicent. 
La pregunta consiguió irritar un poco a Idgrod. Seth se dio cuenta y se adelantó. 
—Daedra lleva una d al principio y aedra no lleva nada —comentó en broma, arrancándole una sonrisa a Alicent—. No, pero, hablando en serio, podría decirse que la diferencia fundamental es que, mientras que los aedra no suelen intervenir directamente en el mundo, a los daedra les encanta entrometerse en la vida de los mortales. 
Aquello hizo sentir a Idgrod un poco más cómoda. Tal vez se había preocupado por nada y a Seth realmente le gustaba Alicent, dedujo por la paciencia y la forma en que se lo había explicado. Además, Alicent le estaba prestando atención, algo que ni ella misma había conseguido. Quizá Seth fuera una buena influencia después de todo. 
—Pero Akatosh se manifestó durante la crisis de Oblivion —apuntó Alicent. 
Su comentario, exacto y oportuno, sorprendió a Idgrod. Seth también la miró con curiosidad, como si no se creyera que ella hubiera dicho aquello. 
—¿Y tú cómo sabes eso? —preguntó Idgrod. 
—Por un cuento. Mi padre me lo contaba cada noche antes de dormir —respondió Alicent ofendida, probablemente porque parecieran tan extrañados de que ella también supiera cosas. 
Idgrod intercambió una mirada perpleja con Seth. No conocía ningún cuento sobre aquel hecho histórico. 
—¿Recuerdas cómo se llama? —preguntó.
—Qué va. ¿Nunca os lo han contado? —Idgod y Seth negaron a la vez—. Qué raro… ¿A vosotros qué cuentos os contaban? 
—Pues… Sobre todo de Hermaeus Mora —respondió Idgrod—. Por las visiones.
Seth, que había estado escuchando en silencio, la miró de pronto con súbito interés. 
—Hablando de eso, Idgrod…, la visión que tuviste el día que nos conocimos ¿podría estar relacionada con lo que pasó durante el festival?
Idgrod miró hacia Alicent instintivamente. Su amiga la miraba con curiosidad, y también con un ligero reproche. No le había hablado de aquella visión. No porque le gustara guardar secretos, sino porque no había querido asustarla. No pudo evitar lanzar una mirada cargada de reproche a Seth, que alzó ambas manos.
—Discúlpame si he hablado de más. Imaginaba que se lo habrías contado. 
Idgrod negó con un suspiro, restándole importancia al asunto. Hundió los hombros y cerró los ojos, buscando la mejor forma de compartir con ellos lo que había visto. Ya no tenía sentido seguir ocultándolo. 
—El mes pasado tuve una visión, Ali. No te lo había contado porque la visión no es del todo clara y no te quería preocupar —se justificó.
Alicent asintió y miró a Seth de reojo con nerviosismo, pero él no se dio cuenta. Tenía los antebrazos sobre las pantorrillas, y la miraba con sumo interés.
—¿Qué viste? —preguntó él.
—Como decía, fue algo confuso. Mi madre insistió en que probablemente no sería nada pero… había fuego, gritos y magia —tragó saliva y desvió la mirada un instante, antes de clavar los ojos en los de Seth—. Magia negra. 
A Alicent se le escapó un gritito de horror y se tapó la boca con ambas manos. 
—Nigromantes —dijo en un susurro lo bastante alto como para que ambos pudieran oírlo. Idgrod asintió lentamente y Alicent volvió a hablar, ahora en un tono más alto— ¿Por qué no dijiste nada antes?
—Me imagino que la jarl querría mantener la información en secreto para no alarmar al pueblo —intervino Seth. 
Quiso dedicarle un gesto de gratitud, pero él había pasado un brazo por los hombros de Alicent y ambos intercambiaron una mirada; la de ella, asustada, contrastaba con la seguridad de la de él. A Idgrod le dio la impresión de que estaban teniendo una conversación sin necesidad de intercambiar palabras. Que Alicent se relajara un poco en lugar de romper a llorar se lo confirmó.
En cuanto pareció más calmada, Seth la soltó para volver a centrarse en el tema. 
—¿Cómo puedes estar tan segura de que era magia negra? —preguntó con seriedad.
Idgrod apretó los labios. Había evitado a propósito el detalle más escabroso de la historia, pero Seth no parecía dispuesto a pasar nada por alto. Quizá sea la actitud más adecuada si queremos estar preparados para lo que viene.
—Los padres de Agni estaban allí. Pero… No estaban como siempre. Estaban reanimados, lo sé. 
—¿Reanimados? —preguntó él.
—Era como si sus ojos no tuvieran vida. Daban miedo. 
Recordar aquello le provocó un escalofrío. Seth entrecerró los ojos, su expresión seguía cargada de interrogantes.
—¿Viste algo más? ¿Algún detalle que nos pueda ser de ayuda? 
Idgrod se esforzó por hacer memoria, repasando una vez más el batiburrillo de imágenes que habían asaltado su mente en aquel día. Al forzarse a recordar, cayó en algo en lo que no había reparado antes y abrió mucho los ojos.
—¡La nieve! —exclamó mirando a Seth— La nieve empezaba a fundirse, pero todavía cubría el suelo. Eso solo puede significar que ocurrirá…
—Justo después de mi cumpleaños —la cortó Alicent con un hilo de voz. Idgrod la miró y notó que temblaba. En aquel rato, sus ojos se habían empañado—. Yo no quiero que un nigromante me robe el alma, Seth. No quiero que mi alma vaya a Puerto Gélido.
Idgrod frunció el ceño, preguntándose qué clase de historias le había contado Seth. No obstante no le dio más importancia de la cuenta. Él había demostrado cierta pasión por la mitología, así que supuso que le habría hablado de Molag Bal tras el festival. Sin embargo, no le terminó de gustar que le hubiera hablado de aquello a Alicent. Mucho menos, después de lo ocurrido. Claro que Seth no la conocía como ella lo hacía. Quizá debería intercambiar con él unas palabras si aquel par pretendía seguir compartiendo tiempo.
Entre tanto, Seth había tomado el mentón de Alicent, que ahora lo miraba con las emociones a flor de piel aunque intentando reprimir el llanto.
—Shh, Ali, ¿qué te he dicho yo? —preguntó con un tono firme.
 Ella intentó responder, pero se le quebró la voz. Necesitó un segundo intento.
—Que no me pasará nada mientras estemos juntos.
Seth cabeceó secamente, como afirmación.
—Morir a manos de un nigromante es una de las cosas más horribles que te podrían pasar, ¿crees que dejaría que te ocurriera algo así?
Idgrod frunció el ceño. Aunque las intenciones de Seth fueran buenas, su elección de palabras había sido terrible. Le bastó una mirada para confirmar que habían asustado a Alicent más de lo que la había aliviado. Tanto que la joven finalmente rompió a llorar. Fue a abrazarla por instinto, pero Seth se adelantó. Alicent buscó refugio en su pecho.
—Lo siento, no quería asustarte —se disculpó él, acariciando su espalda.
Idgrod se quedó ahí sin saber qué hacer además de luchar contra la estúpida sensación de celos que le había entrado al sentirse desplazada por él. Así que empezó a caminar de un lado a otro, inquieta. 
—Ali, ninguno dejaremos que te pase nada malo. Encontraremos el modo de que estés a salvo —prometió, intentando ayudar.
 —Además, las visiones de Idgrod no siempre tienen que cumplirse ¿verdad?
Seth la miró fijamente, esperando su respuesta. Idgrod dejó de caminar y desvió la mirada. No tenía sentido mentir. No cuando Alicent ya sabía la verdad de primera mano. 
—Siempre lo hacen —respondió Alicent, aún con la voz cortada.
—Siempre hay una primera vez para todo. No pienso permitir que un puñado de nigromantes tome Morthal.
La voz de Seth fue seca, tajante. Tanto que a ella misma le sorprendió. Era como si aquello le hubiera afectado de un modo personal. Volvió a mirarlos a tiempo de ver a Seth de pie y a Alicent con los brazos todavía alzados hacia al chico.
Seth se alejó unos pasos en dirección al camino que bordeaba el aserradero antes de volverse hacia ellas. Idgrod escrutó su expresión; era seria y estaba llena de determinación. También había algo más. Parecía molesto. O enfadado. Pero aquello no tenía demasiado sentido; a fin de cuentas, acababa de mudarse al pueblo, ¿por qué le habría de afectar aquello tanto? 
—Tengo que irme —se intentó despedir él.
Pero Alicent se levantó y fue tras él, volviendo a abrazarlo.
—Quédate un rato más, por favor.
Él la separó, tomándola de los hombros. La miró a los ojos, sin ablandarse. 
—No puedo. Lo siento. Hay algunas cosas que debo hacer. 
Tras estas palabras, soltó a Alicent y, por último, miró a Idgrod y se despidió con un cabeceo antes de girar sobre sí. Echó a caminar e, igual que había llegado, Seth Athan desapareció entre la niebla.
En un claro de bosque bañado por la luz crepuscular, tres jóvenes se encuentran en medio de una reunión secreta. La escena se centra en Idgrod, una joven con expresión intensa, ojos cerrados y manos levantadas como si recibiera mensajes del más allá. A su alrededor, Alicent y Joric observan con una mezcla de asombro y escepticismo. La atmósfera es tensa, cargada de expectativa. A pesar de la seriedad del momento, un atisbo de sonrisa juguetona se asoma en los labios de Idgrod, insinuando que todo es parte de una elaborada broma. El entorno está envuelto en una tenue niebla, añadiendo un aire de misterio y anticipación. Esta imagen debe capturar el momento justo antes de que Idgrod revele la verdad, jugando con la dualidad entre lo sagrado y lo profano, lo místico y lo mundano.
Imagina una escena de tarde, tras el aserradero de una villa medieval a orillas de un río cenagoso, donde una chica adolescente de piel blanca, pelo castaño oscuro y lacio, cara larga y ojos pequeños está de pie y finge tener una premonición. Pone los ojos en blanco, finge temblar y parece estar en trance. A su espalda, su hermano varón la sujeta por los hombros, preocupado por su hermana.
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wenwan47 · 1 year ago
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Ella me dijo
- Tienes que aprender a estar solo y enamorarte de su soledad, no puedes depender de nadie
Y tenía razón, me dolió pero lo acepte con una leve sonrisa llena de tristeza, pero debía enamorarme de mi soledad y aferrarme a ella, por qué al final es la única que se quedó cuando tú te fuiste
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archivodemargenes · 2 years ago
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j-juvenil
contenido mas de peques y amor jovenn
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missgeneralreylo · 2 years ago
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An Opportunity to love. (REYLO FIC) - Tiempo al tiempo (on Wattpad) https://www.wattpad.com/1019848688-an-opportunity-to-love-reylo-fic-tiempo-al-tiempo?utm_source=web&utm_medium=tumblr&utm_content=share_reading&wp_uname=Ladywhiterose&wp_originator=0brXYSRDhhDRBfpIbIO%2B%2FNYzeMc0XIuLpXunFTR88pXzwG7uQhqEkkcFDkeWi9XnynPfPn7qE6VDlXNDV4CWyT9zEOotbMLGGHlVf%2BbWEhI9f3i1aqnC3LzB9YmvE5Vb Dos almas, dos personas con un pasado similar, un dolor igual que los hará conocer poco del uno como del otro, una historia de amor, pasión y nuevas oportunidades de amar. Dos personas distintas pero que se necesitaran para sobrevivir y volver a sentir aquello que pensaron no volver a vivir...AMOR. #REYLOFIC
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