#fijeza
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ochoislas · 5 months ago
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II
Vetusto tejo, tú que ases la losa donde se nombra el soterrado muerto, la insomne frente enmallas con tus barbas, los sueltos huesos con tus cepas forras.
Retorna la sazón con la flor nueva y el tierno recental juntan al hato; y en tu prieta penumbra pulsa el tiempo las breves horas que la vida amenguan.
No hay para ti jamás lustre ni grana, que ningún cierzo ve mudanza tuya, ni alcanza el sol ardiente del estío a penetrar tu fosca milenaria.
Y al contemplarte, árbol capotudo, doliente por empecinado y bravo, parece que mi sangre me abandona y vengo a sustanciarme al cuerpo tuyo.
*
II
Old Yew, which graspest at the stones    That name the under-lying dead,    Thy fibres net the dreamless head, Thy roots are wrapt about the bones.
The seasons bring the flower again,    And bring the firstling to the flock;    And in the dusk of thee, the clock Beats out the little lives of men.
O, not for thee the glow, the bloom,    Who changest not in any gale,    Nor branding summer suns avail To touch thy thousand years of gloom:
And gazing on thee, sullen tree,    Sick for thy stubborn hardihood,    I seem to fail from out my blood And grow incorporate into thee.
Alfred Tennyson
di-versión©ochoislas
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dsirmtcom · 11 months ago
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José Lezama Lima (1910-1976)
DVPI - José Lezama Lima #Philosophie #Filosofía #SabadoEsFilosofíaCubana #SamediCestPhilosophieCubaine #Philosophes #Biographie #Doctrine #Cuba #Lezama #Poésie #Poesia
Doctrines et vies des philosophes illustres Essais Philosophiques Cubains (José Lezama Lima) José Lezama Lima (source Wikimedia Commons) Éléments biographiques José Lezama Lima naît le 19 décembre 1910 à La Havane, dans le camp militaire de Columbia. Son père, José María Lezama y Rodda (1886-1919), colonel de l’armée cubaine, meurt à 33 ans de la grippe, alors que la famille est installée en…
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maeda-ai · 3 months ago
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Vendetta --C8--
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Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo & Rukia
Sinopsis: Ichigo saboreó el momento, como un depredador acosando a su presa; aquí empezaba su venganza contra aquella familia… y Rukia sería el medio para llevarla a cabo.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 8 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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------- ADVERTENCIA -------
Este fic contiene "relaciones NO APROPIADAS". Ésta es solo una historia ficticia, con personajes ficticios, que no debe pasar más allá de la lectura.
.
* ¿Pasa algo?, no has tocado la comida. *
Rukia se había mantenido tranquila en los últimos dos días. Hasta ahora, Kurosaki había logrado distraerla con sexo intenso. . . delicioso !.
""Con su cuerpo perfecto y sexy.""
Ante aquel recuerdo, la pelinegra bajó la mirada por unos segundos, avergonzada por estremecerse ante el recuerdo del cuerpo de Ichigo unido al suyo.
Nunca se había sentido tan vulnerable. . . tan débil.
El enojo y el orgullo la hicieron alzar la mirada, enfrentando los ojos miel. Entonces, Kuchiki soltó la bomba. . . otra vez.
* ¡ Quiero ver a Renji !. *
La voz de la joven se llenó de seguridad. No era una petición y ya no aceptaría más excusas. . . ni distracciones.
* ¿Para qué?. *
Preguntó el pelinaranja, mientras se llevaba un bocado a la boca.
La ojivioleta torció los labios. ¿En serio quería que ella respondiera aquella absurda pregunta?.
""No caeré en su juego.""
Pensó ella y, suspirando en un intento de tener a raya su frustración, continuó.
* ¿No lo sabes, Ichigo-kun?. *
La voz de Rukia sonó aniñada y melosa, provocando a Kurosaki. Si la naranja tonta quería jugar, ella también tenía sus trucos.
Ichigo frunció el ceño, odiaba esa voz y el papel de niña buena que ella había mostrado en ciertas ocasiones.
* Mañana. *
* No, Ichigo !. Ahora !!. *
Ambos se miraron con fijeza, dejándose de evasivas y distracciones.
* Rukia, no puedes y. . . *
* ¿Por qué?. *
""Porque estoy celoso, maldita sea !!.""
El pelinaranja gritó en su mente, aunque para ello tuvo que morderse la lengua.
La imagen de Rukia protegiendo a ese sujeto le hacía hervir la sangre y los deseos de deshacerse de ese bastardo eran muy intensas. Pero si lograba distraer a la enana, que solo pensara en el sexo y se olvidara de su amigo lleno de tatuajes, entonces todo estaría bien.
Ichigo no se había percatado de que apretaba los cubiertos con fuerza; relajó la expresión y quiso terminar con esa tontería, al menos por el momento.
* Mañana, ¿sí?. *
Dijo y dio otro bocado. La ojivioleta le sonrió jovial para luego ponerse de pie y salir del comedor. . . con Ichigo siguiéndola.
* Rukia, Rukia, ¿a dónde vas?. *
* A buscar a Renji. *
*Ya te dije que mañana, ¿no puedes esperar hasta en, aarrgg!.*
La frase del pelinaranja quedó inconclusa cuando, furiosa de que él quisiera seguir distrayéndola, Kuchiki se giró y, con todas sus fuerzas, impactó su codo en el estómago de su carcelero, quien se dobló por el dolor.
De rodillas frente a la pelinegra, Ichigo la miraba sorprendido; sus pupilas desteñidas.
* Veré a Renji, y esta vez no vas a distraerme. Así que mueve tu trasero y llévame con él. *
Kurosaki la miró lleno de furia, pero ella ni se inmutó. Sus ojos violeta lucían. . . tan fríos, que Ichigo supo que ya no podría postergar más ese encuentro que Rukia tanto ansiaba.
Kuchiki lo dejó allí para recorrer los pasillos abriendo puertas. Ichigo la alcanzó un par de minutos después, ya repuesto del fuerte golpe.
* Eres muy fuerte. . . para ser una enana. *
* Fui entrenada. *
Dijo ella. Hasta ahora, no había usado dicho entrenamiento, por Renji, sí, además de que el pelinaranja la había distraído muy bien.
""Pero ahora sé que él no me hará daño."" _Pensaba ella._ ""Pero a Renji. . . no sé !.""
Rukia se mordió el labio ante aquella posibilidad. La joven no temía por ella, Ichigo no la dañaría. . . la forma en que la miraba se lo decía. Pero su amigo y guardián seguramente no tendría la misma suerte. De hecho, la pelinegra ya tenía muchas dudas sobre la suerte del pelirrojo. ¿Por qué Ichigo insistía tanto en postergar un encuentro entre ella y Renji?. ¿Por qué no la encerraba junto a él?. Eran tantas las dudas de la joven; aunque aparentaba serenidad, lo cierto es que Kuchiki estaba haciendo un gran esfuerzo por no echar a correr por los pasillos en busca de su amigo, aunque siguió abriendo y cerrado puertas.
Kurosaki supo que no podría detenerla así que, resignado, caminó frente a ella.
* Sígueme !. *
Le dijo sin mirarla; un claro enojo en su voz. Rukia se estremeció al escucharlo. Por fin vería a Renji.
Bajaron un par de niveles en la mansión. No había nada de especial en los pasillos que hiciera pensar que esa sección del edificio era distinta a las otras.
""Había imaginado pasillos oscuros, candelabros y. . . calabozos.""
Pensaba la pelinegra, ligeramente más tranquila, aunque con cierta inquietud. Tenía la sensación de que las cosas no eran tan buenas como aparentaban.
* Es aquí. *
La voz de Ichigo sonó hostil; sus ojos fijos en la pequeña chica junto a él, quien le sonrió, como agradeciéndole que la complaciera.
""Esta noche se lo agradeceré de una mejor manera.""
Pensaba ella mientras abría la puerta, esperado ver al pelirrojo. . . y lo vio. La sonrisa en los labios femeninos se torció hasta formar una mueca de horror. Sus lindos ojos violetas desteñidos ante la sorpresa de ver a su amigo tumbado en el suelo de una habitación totalmente blanca, con una pequeña ventana cercana al techo. Y Abarai lleno de heridas, algunas aun sangraban, Kuchiki se acercó unos cuantos pasos, como temiendo que su amigo ya estuviese muerto, pero entonces lo vio mover la mano.
* Renji !. *
Exclamó con voz estrangulada, llegando junto a él pero sin atreverse a tocarlo.
En el marco de la puerta, Ichigo miraba la escena sin comprender. Él había dado órdenes de que no lastimaran al pelirrojo, que curaran las heridas que tenía el día que lo llevaron allí.
""Solo debían mantenerlo encerrado aquí.""
Pensaba Kurosaki, pero era obvio que habían torturado a Renji y que sus heridas no habían sido atendidas adecuadamente.
* Renji, dime algo por favor !. *
La voz de Rukia sacó al pelinaranja de sus cavilaciones; la chica estaba arrodillada junto a su amigo, sosteniéndole una de las maltratadas manos entre las suyas, blancas y suaves.
* Ru. . . kia. *
Silenciosas lágrimas se deslizaron por las mejillas de la joven. Renji había sufrido mucho siendo torturado, mientras ella se había comportado como una. . . cualquiera.
Kuchiki torció la boca, se limpió las lágrimas con la manga del brazo que tenía libre, luego miró al pelinaranja. . . sus ojos violeta estaban llenos de rencor, paralizando al muchacho.
* Rukia, yo. . . *
* Por eso no querías que lo viera... ibas a torturarlo hasta matarlo!. *
* No digas tonterías !. *
* ¿Tonterías?. Míralo, Ichigo !. . . él. . . está muy mal !. *
La voz de la joven se apagó por un instante; giró a ver a su amigo con expresión de culpa, más luego sus facciones se endurecieron al mirar a Kurosaki nuevamente.
* Me engañaste !. *
* No, Rukia. *
* Me utilizaste !. *
* No !. *
* ¿Por qué?, ¿qué ganabas con traerme aquí y retenerme contra mi voluntad?. *
""Venganza !.""
Pensó el pelinaranja, más permaneció en silencio, aguantando todas las acusaciones de la pelinegra. Sabía que ella no le creería si trataba de justificarse. De cualquier forma, Ichigo sabía que en parte era culpable, debió cerciorarse de que sus órdenes se cumplían al pie de la letra.
""Pero estaba tan encaprichado, endiosado con Rukia, que me olvidé de todo lo demás.""
Pensó, bajando la mirada ante la expresión, mezcla de furia y decepción, de la joven.
* Yo. . . traeré a alguien para que lo curen y lo lleven a una habitación más. . . adecuada. *
Decía el pelinaranja, dirigiéndose a la puerta. Apenas había tocado la perilla cuando escuchó la voz de la pelinegra.
* Que tenga dos camas. *
* ¿Qué?. *
* La recamara. Cuidaré de Renji. . . no me apartaré de su lado. *
* No voy a permitir eso !. *
* Entonces me quedó justo aquí. . . con él. *
Rukia ni siquiera miraba a Ichigo, en ese momento, ella solo tenía ojos para Renji. Kurosaki odió eso, pero hubiera preferido que ella no posara sus hermosos ojos en él, cuando lo hizo unos instantes después.
* Te odio !. *
Susurró ella; sus ojos tan. . . vacíos.
* Rukia, yo. . . *
* No te acerques, no quiero que vuelvas a tocarme... me siento tan... sucia ! *
Ichigo acababa de recibir el peor de los insultos. Y dolía. . . porque él idolatraba el pequeño cuerpo de Rukia. Ella era suya, no renunciaría a ella y nadie iba a arrebatársela.
Más Kurosaki no dijo palabra alguna. Por ahora no era adecuado, podría empeorarlo todo. Después trataría de arreglar las cosas con su enana. Pero ahora, iba a partirle la cara a varios de sus hombres por no seguir sus órdenes.
* Cómo quieras !. *
Susurró el pelinaranja y abandonó la habitación.
Rukia cerró los ojos con pesar. Lo que ella quería, ella e Ichigo. . . ya no podía ser, no después de lo que le hizo a Renji.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Justo cuando los sentimientos comienzan a atrapar al ichiruki, Ichigo lo estropea todo, aunque sin querer ¬¬' .
¿Cómo podría Rukia perdonar al pelinaranja?.
Lo peor es que este no será el único problema que se interponga entre ellos 0x0 .
—I LOVE ICHIRUKI—
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai  y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Diciembre de 2022.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 9 ||
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kamas-corner · 9 months ago
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Destino
"Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos. Matamos lo que amamos. ¡Que cese esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir. El hombre es ánima de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra. Ah, pero el odio, su fijeza insomne de pupilas de vidrio; su actitud que es a la vez reposo y amenaza. El ciervo va a beber y en el agua aparece el reflejo del tigre. El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve -antes que lo devoren- (cómplice, fascinado) Igual a su enemigo. Damos la vida solo a lo que odiamos."
— Rosario Castellanos
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turangalila · 1 month ago
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Pablo Ortiz (*1956)
Gallos Y Huesos
15 Huesos (Quien se detenga en la cocina) 16 Gallos (Pero a la larga) 17 Huesos (El animal se ha ido) 18 Gallos (Cuando se mira al gallo) 19 Huesos (Quien ha visto la neblina) 20 Gallos (Si alguien llega) 21 Huesos (Uno piensa frente a la pileta)
 15 Huesos Quien se detenga en la cocina / A contemplar los huesos / El montón / De piezas blancas, grises / De un color viscoso, u oxidadas / Y de vario peso, tamaño, / Forma y diferente densidad / Verá las partes / De los gallos muertos / Luego comidos / Al igual que las vacas, corderos / Y otros animales inmolados / Cada uno con su color distinto / También, se supone / Con su particular deseo / Y pensará que los huesos / Se han divorciado / Sin dios que los vigile, ampare / Y reconozca. / Después vendrá / El retrogusto de la carne / Y el recuerdo del hueso / Embistiendo las encías / Como un gallo furioso
 16 Gallos Pero a la larga / El recuerdo es indistinto / Lo precisa el gallo / Es su aliento dirigido a olvidar / El pozo de huesos / Donde la espalda desarmada / Se confunde / con otras piezas rotas / Y sus brazos abiertos / Procuran rodear / Sin éxito el amasijo / Y en ese abrazo / A falta de mejor señal / Trazo, peso o recuerdo / Recuperar la vida. / Cuando es de noche en la cocina / Y la claridad lunar / Entra  por la ventana / Uno piensa en su alimento / Tan antiguo y próximo / En los restos apenas encendidos / Por el fósforo / Mostrando como un símbolo inútil / La poca vida conservada
17 Huesos El animal se ha ido / Ni el destello, ni el silencio / Quedan en la casa / Ni el pensamiento / Más o menos desquiciado / Que alguien intuía / En la concentración del gallo / En la dura fijeza / De los ojos brillosos / Y el cuerpo tieso. / Decir que la osamenta / Es prueba, o decir / Que es resto devaluado / Es subrayar lo evidente / Algo más puede ser dicho / Pero es poco, apenas / La hipótesis de sobre vida / Que precisa el gallo / Para confiar en el recuerdo / Como si otro ser / Desde el fondo del amasijo / O mezclado con la luz / Nocturna, lo amparara / Y le dijera: eres el mismo / No hay diferencia / Te reconozco / Esa es tu marca
18  Gallos Cuando se mira al gallo / Desde la talanquera / El piso oscuro / Donde tarde o temprano / Apoyará la cabeza / Con el cuello probablemente / Quebrado, uno piensa / Que la tierra del suelo / Aguarda disponible / Como una alfombra cuyo trazo / Secreto, también gastado / Alienta la lucha / Luego el miedo o la alarma / Y enseguida / La caída de brazos / El final o el abandono. / Apenas toca el piso / El gallo advierte / Que el furor sube / Se detiene en los espolones / Y alcanza rápido los ojos / Donde se concentra en la mirada / Se hace letal / Como sin alma / Así perdura, ni se tolera / A sí misma / Hasta que la alfombra / De nuevo la reciba / Cuando se apague / Y los ojos queden / Dibujando el trazo diagonal
 19 Huesos Quien ha visto la neblina / Que sube de los huesos / Deshacerse en sus colores / De amarillo y blanco, / Quien ha visto deshacerse / El humo que sube de los huesos / En sus colores de amarillo y blanco / Percibe el alabastro / De la luz nocturna / Que alumbra / El vapor antes contenido / En fisuras y resquicios / Cuando es liberado. / En la cocina, la pileta / Parece un cúmulo mortuorio / La callada pira de huesos / Humeando sin fuerzas / También sorda, a la espera / De la brisa que despeje / Y anticipe el olvido. / El adorado cuello / Del gallo se presenta / Entonces / Como una interrupción menor / Del tiempo inconmovible / Del hueso / Es pasado remoto / Prueba sin marca / Una pausa trivial / De la mirada o de algún gesto / Detenido / Sin mayor consecuencia
 20 Gallos Si alguien llega / Cansado a la cocina / Arrastrando los pies / Sosteniendo a duras penas / Las sobras / Con los pocos huesos que han quedado / De la última comida / Y se asoma a la pileta / Para volcar el plato / Ese alguien de encías laceradas / Por el roce de la carne / Pensará en los nombres / Ocultos de los gallos / Unos nombres que con toda / Probabilidad ignoraban / Y sin embargo conocían. / Porque uno presume / Que el gallo entiende / La palabra “yo” / La palabra “el” / En todo caso la palabra “no-yo” / O la palabra “no-él” / Y que al pronunciar / El animal no habla, solo piensa / En el acto que enseguida / Le dará nombre a su cuerpo / Un nombre anticipatorio / Que adelanta la acción / Ya superada una vez cumplida / Y por lo tanto urgido / El animal / De conseguir otro nombre / Que lo bautice / Anuncie y justifique
 21 Huesos Uno piensa frente a la pileta / Que ese nombre ahora / Es solamente “hueso” / Y al contrario de lo ocurrido / Durante la verdadera / Vida pasada / Lo seguirá siendo / Aunque la luz cambie / La noche termine / O en algún momento / Nuevos restos de gallo / Dejen de acudir / Al túmulo. / Los gallos buscan / Una posición permanente / Para acechar y pensar / No toleran su propia respiración / Sueñan con sus mismos huesos / Saben que la oscuridad / Sería algo / Aproximado a la nada / Sin una ventana / Por donde llegue la luna / Y se entregan / Al próximo pensamiento / Como un reloj que avanza
[Sergio Chejfec]
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Pablo Ortiz – Gallos Y Huesos; Notker Ars Nova Copenhagen, Paul Hillier (2015, Orchid Classics – ORC100048)
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a-tierra · 5 months ago
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Destino
Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
Ah, pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
-antes que lo devoren- (cómplice, fascinado)
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
Rosario Castellanos
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numberonethingcreator · 2 months ago
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Querida Laura @somos-deseos,
Pero para mi dolor en esas circunstancias me faltan palabras. Debería haber gritos, crujidos, fisuras, blancura pasando sobre las mantas de cretona, interferencia con el sentido del tiempo, del espacio; la sensación también de extrema fijeza al pasar objetos; y suena muy remoto y luego muy cercano; carne cortada y sangre a borbotones, una articulación repentinamente torcida, debajo de todo lo cual aparece algo muy importante, aunque remoto, que simplemente se debe mantener en soledad. Siempre he estado allí a mitad de camino para hablar contigo. ¿Podrías acercarte a la mitad del camino hacia mí?
Johnny Gonzalez
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a-l-ouest · 1 year ago
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Silvina decía algo pero pensaba lo contrario de lo que te estaba diciendo; todo el tiempo oscilaba, era un pensamiento muy paradójico y contradictorio. Iba transformando sus opiniones lentamente hasta llegar a lo opuesto en una especie de metamorfosis que se iba operando rápidamente en el pensamiento. Y uno iba pasando por sus modulaciones de pensamiento de una manera muy fluida. Cuando llegabas al final, todo lo que había dicho parecía lo más normal, esos dos opuestos que ella había logrado conciliar. Silvina no creía en la fijeza de las cosas y de la identidad. De la propia desde ya; y supongo que de las ajenas tampoco. Ella no era loca: era su manera espontánea de sentir, pensar y ver el mundo.
La hermana menor, Mariana Enríquez
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lets-chandrix · 1 year ago
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Tiempo al tiempo. Tiempo que corre, camina y se arrastra. Tiempo que se desliza como granos de arena, cuenta que te cuenta, sin un final admisible. Cae y cae, siempre fijo, consistente. Así es el tiempo, insaciable. Tiempo en que los lamentos tras las mordazas se oyen desgarradores y enseñan la cara más débil de ser humano: el miedo. Porque has conseguido lo inaudito, Scathach. Los verdugos de tus padres te tienen miedo. Temen el mañana y temen lo desconocido. Desde luego que te temen a ti. Y se paladea esa tensión en el ambiente, engordándolo de una manera poco sutil que aplasta los hombros y acelera los corazones.
—Tú. —No hay duda al hablarte. La sonrisa desafiante sigue ahí, la fijeza con la que te observa no parpadea. Todos los polluelos tienen miedo a volar, por eso se quedan en el nido grita que te grita a mamá. Se quedan ahí, arrebufados entre las ramitas, clamando por una atención que les ofrece al vomitarles en el gaznate para luego tirarlos del nido y ver si han aprendido algo de verla llegar o si lo que va a ver van a ser cadáveres al estamparse contra el suelo. En este caso tú no eres diferente. Pero, ¿vas a volar, Scar? Con ese miedo desde luego que no. ¿Vas a hacer que te hagan el trabajo? Pobrecito polluelo, que ni ansias de volar tiene. Ni ansias de volar.
Coges la navaja y avivas su interés. El primer paso está dado, te quedan los otros cien. Tiemblas tanto que todo parece un error. ¿Vas a huir, polluelito? Va a ser verdad que solo mereces ser un cadáver contra el piso. Ni tiempo tuviste de aprender al volar y para más inri ni siquiera se te ocurrió abrir las alas, a ver qué pasaba.
—Corta que te corta, sangra que te sangra. Ahí va la fierecilla, desafiando a la justicia. Grábalo en la piel, grábalo, grábalo. Que no se olvide ni después de pasar el velo. Un mensaje claro y certero. Grábalo. Grábalo en la piel. No sea que se les olvide y ni fantasmas puedan ser. —canturrea sin moverse desde su posición, canturrea mientras observa la escena cuyo deleite en formato de gritos acallados le pone la piel de gallina.
El frenesí es solo uno y los salpicones van dónde quieren. Es el espejo, es la butaca, son las mesas, son los maniquís, es Ambrose y eres tú. Todo adquiere tonos macilentos, se decora con el borgoña de la vendimia y así se pinta la sonrisa de oreja a oreja en su semblante. No dice nada de primeras. Se deleita una vez más, esta vez, escuchando tu respiración. Le gusta el sonido, los ecos lanzados al aire.
—Sabor a muerte. ¿No es una delicia? —Su lengua sale para lamer las salpicaduras—. ¿Primera muerte? —interroga poco después con una curiosidad enfermiza—. Grábate la sensación, el color, sus ruidos. —Sus pasos se acercan a la otra y le quita la mordaza de un tirón, empezando así los gritos por parte de la fémina. Ese odio que rezuma, lo alimenta.
—Ambrose Robards
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jgmail · 2 years ago
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Nietzsche, ¡el gran SÍ a la vida!
Pierre Le Vigan
Nietzsche es un perspectivista, es decir, un pensador que nos dice que todo es cuestión de punto de vista. Pero también es un vitalista, una forma de pensar que nos dice que la vida —es decir, el movimiento, la metamorfosis, la muerte y el renacimiento— es el valor más elevado, es lo que debe guiar nuestra forma de ver el mundo. ¿Qué se interpone en el camino de la vida? Esta es la pregunta que se hace Nietzsche. Y como cualquier médico, primero intenta comprender, empieza por observar, no por releer su guía práctica o sus sagradas escrituras.
En el centro del pensamiento de Nietzsche está la constatación de que no logramos "afirmar la vida". No nos atrevemos a hacerlo. No nos atrevemos a vivir. Detrás de nuestras opiniones, a menudo se esconde algo. Detrás de nuestras racionalizaciones suele esconderse un miedo: el miedo a afirmarnos, a ser realmente nosotros mismos. Ésta es la filosofía de la sospecha. Con Nietzsche, podemos ir de sospecha en sospecha, de cueva profunda en cueva aún más profunda, cada vez más río arriba. Podemos y debemos volver atrás. No debemos temer lo que descubriremos en esta investigación. Un viaje terrible, que por supuesto incluye la idea del inconsciente, o preconsciente (que precede a la consciencia, como un prejuicio antecede a un juicio).
También podría decirse que Nietzsche deconstruye el sujeto, en el sentido de que deconstruye su autoevidencia. No, el sujeto no siempre es racional; no, no siempre es previsible. Nietzsche examina al sujeto para reconstruirlo, pero de otro modo, con menos falsas pretensiones. Del hombre al superhombre, que es un hombre más allá del hombre: éste es el camino que Nietzsche despeja. Según Nietzsche, el superhombre es el hombre que comprende y acepta esto: somos llevados por un soplo de vida que nos trasciende. La voluntad es lo que nos permite aceptar que estamos atravesados por fuerzas que nos empujan hacia más ser, más poder, más vida, más creación. Pero, ¿cómo se puede decir esto, y se puede decir con palabras?
Por qué Nietzsche es irrefutable
Como filólogo —fue profesor en Basilea desde los 25 años—, Nietzsche se planteó la siguiente pregunta: ¿puede la realidad ser captada en su totalidad por el lenguaje? Él no lo creía. Las palabras se convierten en ídolos: el amor, la sociedad, la humanidad, el progreso... Dios mismo es un ídolo. "Me temo que no podemos deshacernos de Dios porque seguimos creyendo en la gramática" (El crepúsculo de los ídolos, "La razón en la filosofía", 1888). Somos prisioneros de la fijeza de las cosas, o más bien de nuestra propensión a ver las cosas en su fijeza, porque eso nos tranquiliza. Somos prisioneros de la creencia hegeliana de que todo lo real es racional y todo lo racional es real. Nietzsche rechaza así el espíritu de sistema. Ese espíritu que pretende tranquilizarnos y nos impide volver a las cavernas más profundas. "El espíritu del sistema es una falta de probidad" (El crepúsculo de los ídolos, párrafo 26). Contra el sistematismo, Nietzsche aboga por el perspectivismo. Las cosas siempre se ponen en perspectiva, y estas perspectivas siempre cambian. Es un movilismo (en el que las cosas nunca dejan de cambiar), como el de Heráclito. Panta Rhei: "Todo fluye". Todo está sujeto al devenir. Llevado por un devenir. Son las pulsiones, o instintos, los que dan sentido a los fenómenos. "Todo lo que es bueno procede del instinto y, por tanto, es ligero, necesario, libre" (El crepúsculo de los ídolos, "Los cuatro grandes errores", 2).
Los puntos de vista son luces. Son antorchas que brillan en una dirección. Por eso Nietzsche se expresa a menudo en aforismos que, más que palabras, son sonidos. "¿Acaso los sonidos no permiten seducir tanto a todo error como a toda verdad: quién soñaría con refutar un sonido?" (La gaya ciencia, párrafo 106). Así pues, más que posibles refutaciones de Nietzsche, existen múltiples interpretaciones posibles de su pensamiento. "El elefante es irrefutable", decía Alexandre Vialatte. También lo es Nietzsche. Sobre todo, hay tantas interpretaciones de Nietzsche como lectores de Nietzsche. El propio Nietzsche dijo: "Uno no sólo quiere ser comprendido cuando escribe, sino que ciertamente tampoco quiere ser entendido". "No es en absoluto una objeción a un libro cuando alguien lo encuentra incomprensible: tal vez formaba parte de la intención del autor no ser comprendido por 'nadie'" (La gaya ciencia, párrafo 381).
Nihilismo bueno y malo
A principios de la década de 1880, Nietzsche se alejó del pensamiento de Schopenhauer. Para Schopenhauer, el hombre era el juguete de una voluntad de vivir universal y sin rumbo. Schopenhauer llegó a la conclusión de que era necesario renunciar al deseo como única forma de evitar ser zarandeado por él. Nietzsche, en cambio, cree que debemos anclarnos en el deseo. El deseo debe reconciliar el cuerpo y el alma. Por eso, la salud del alma y la del cuerpo son un mismo tema. El filósofo es un médico cultural. Estudia los síntomas de la enfermedad o enfermedades que afectan a la cultura. Y señala la causa de las enfermedades, por ejemplo, las religiones que inducen a la culpa, o las filosofías que devalúan la vida en favor de un trasmundo, de un mundo 'de antes', o de un mundo que 'debería ser' pero no es, o de un mundo 'salvado' que vendrá 'después' de la vida, etc.
De este rechazo de los trasmundos procede la crítica de Nietzsche al nihilismo. El cual puede ser pasivo. Es el más común. Es el nihilismo del 'para qué'. El nihilismo del cansancio de vivir y de ser uno mismo. Ya no se cree en nada y ya no cree en uno mismo. Esto es la acedía [el desaliento vital]. Pero el nihilismo también puede ser activo: quiere destruir lo que vale algo, quiere envilecer. Quiere quitar el gusto por el trabajo bien hecho, el sentido de la honestidad, el pudor, etc. Se trata de un cinismo. Ya que la sociedad no es perfecta, que cada uno sea lo más imperfecto posible. Es un nihilismo de rabia. Y no es tanto una rabia de vivir como una rabia contra la vida.
Existe, no obstante, otra forma sutil de nihilismo que no consiste en querer destruir, sino al contrario en afirmar valores. Pero se trata de valores falsos, según Nietzsche, o más bien de valores débiles: el amor universal, la caridad mezquina sin generosidad, los derechos humanos, el igualitarismo, e l culto al progreso, el positivismo de un Auguste Comte... Se debe desmantelar esta forma sutil de nihilismo, que no se presenta como destructora, sino que sólo deja subsistir lo que es bajo y mediocre. Y para desmantelarla, puede haber (¡por fin!) un nihilismo bueno: un nihilismo activo que consista en barrer lo que nos rebaja, en liquidar los valores bajos, los valores no aristocráticos. Este nihilismo activo es entonces una negación de la negación, y esta negación es necesaria.
Proactivo, no reactivo
Tenemos que luchar contra lo que nos niega, y entre lo que nos niega están todas las utopías, desde la Utopía de Tomás Moro (1516) hasta 1984, de George Orwell (1949), pasando por Nosotros, los otros, de Zamiatine (1920), La Ciudad del Sol, de Campanella (1602) y La República, de Platón. Estas utopías son "fuerzas reactivas". Quieren reaccionar contra lo que impediría al hombre ser feliz, o justo, o bueno, o abierto al progreso, o todo ello a la vez. Quieren que el hombre sea perfecto, racional y previsible. ¡Atrevámonos a decir que entonces sería tremendamente aburrido! Así que tenemos que protegernos de los ideales basados en grandes ideas como el imperativo moral categórico de Kant, o el Espíritu Absoluto de Hegel que reconcilia la Lógica y la Naturaleza, y rechazar las utopías que imaginan al hombre reconciliado consigo mismo y con el mundo porque su propia naturaleza ha cambiado (o ha sido cambiada). Los dos procesos, uno aparentemente metafísico (por ejemplo, Hegel), el otro aparentemente imaginativo (por ejemplo, Campanella), son ambos utopías y pueden superponerse.
¿Debemos entonces destruir estas fuerzas reactivas que son los grandes relatos engañosos y las propias utopías? Nietzsche no lo cree así. Necesitamos estas fuerzas reactivas como enemigas. Es enfrentándonos cara a cara con estas fuerzas reactivas como podemos desarrollar nuevos valores que afirmen la inmanencia de la vida. Necesitamos convertir nuestras vidas en obras de arte y hacer así que los valores estéticos triunfen sobre los valores morales. Pero la estética significa aceptar tanto la alegría como el sufrimiento. El eterno retorno —una idea que se le ocurrió a Nietzsche a orillas del lago Silvaplana, en la Engadina, en agosto de 1881— significa el eterno retorno de todo, tanto de la alegría como del dolor. Es un sí incondicional a la vida, y no sólo un sí a las alegrías de la vida. Si la voluntad de poder es la fuerza motriz de este eterno retorno, no es sólo la voluntad de disfrutar, ni es principalmente la voluntad de dominar, a menos que incluyamos en la dominación la voluntad de dominarse a uno mismo. Como escribió Heidegger en Nietzsche II, la voluntad de poder es el qué, lo que la vida es (su esencia) en su inmanencia (el quid, la quiddidad), mientras que el eterno retorno es el cómo: cómo se manifiesta en cuanto inmanencia (el quod, la quoddidad).
Deseo de deseo y voluntad de voluntad
La voluntad de poder se opone a la voluntad de verdad, porque la búsqueda enfermiza de la verdad a toda costa puede ser exactamente lo contrario de la voluntad. La voluntad de poder es ante todo la voluntad de ordenar las propias pasiones. Nietzsche critica la "anarquía de los instintos" (la ve en Sócrates, el hombre que dijo: "La vida no es más que una larga enfermedad", el hombre enfermo por hipertrofia de su razón razonante). Así pues, la voluntad de poder es ante todo una voluntad de querer. Nietzsche rechaza de antemano cualquier interpretación puramente libertaria, hedonista o espontaneísta de la entrega a las fuerzas instintivas. Dicho de otro modo, Dioniso debe ser moldeado por Apolo. El uno sin el otro no tiene sentido. Sin Dioniso, no hay vida. Sin Apolo, la vida no produce ninguna obra de arte. Si Nietzsche acusa a Sócrates, a la metafísica y a la dialéctica de haber devaluado la vida, es porque quiere ser médico, recetando remedios para una "gran salud". Nietzsche opuso la metafísica y la dialéctica a la danza. ¡A Nietzsche le faltó conocer a una Lucette Almanzor! [la mujer de Céline. N. del T.].
Toda la búsqueda de Nietzsche consiste en rechazar las mentiras de un sentido del mundo que ya está dado, que sólo consistiría en el consuelo de una salvación, como con el cristianismo y las demás religiones,  en el más allá. Nietzsche no niega que haga falta encontrar un sentido a nuestras vidas, pero su filosofía de la sospecha significa que el sentido se hace inaprehensible a medida que exploramos cada vez más profundamente la cueva. De ahí la apuesta de Nietzsche:  debemos disociar la cuestión del sentido de la cuestión de la verdad. El sentido no se encuentra en las profundidades, sino en la superficie misma de la vida. En La gaya ciencia (Prefacio, IV), Nietzsche escribe: "Oh, aquellos griegos, cómo sabían vivir. Para ello hace falta a permanecer valientemente en la superficie, para ceñirse a los ropajes, a la epidermis, a adorar la apariencia y creer en la forma, en los sonidos, en las palabras, en todo el Olimpo de la apariencia. Los griegos eran superficiales… en la medida misma en que eran profundos".
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arloqui · 2 years ago
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En defensa del lugar común
La vida sería insoportable si estuviéramos obligados en todo momento a expresar ideas originales de la manera más novedosa posible. Muchas actividades cotidianas, desde viajar en taxi hasta emprender una seducción, sería atrozmente complejas si no pudiéramos acudir a todo un almacén de frases hechas para iniciar una charla tonta. El lugar común no sólo es obligatorio en infinidad de situaciones (nadie da un pésame sin recurrir a él) sino que cumple la función de acercar a los desconocidos, cuando nadie sabe cómo romper el hielo. ¡Cuántas guerras se han evitado gracias a un lugar común pronunciado a tiempo! Los enemigos del pensamiento fósil deberían meditar adónde nos conduciría erradicarlo del trato diario. ¿Acaso han olvidado que son lugares comunes preceptos universales como no matarás? Pero si este argumento no los convenciera del todo, bastaría con invitarlos a imaginar un mundo antilugarcomún donde estuviera prohibido repetir las fórmulas elementales de la cortesía:
—¡Qué tal! ¿Cómo estás?
—Ni bien ni mal, porque mis estados de ánimo no admiten definiciones simplistas. Sencillamente estoy. ¿Y a tí, cómo te va?
—No me puede ir. Estoy anclado en la fijeza del ser.
Si la única virtud del lugar común fuera salvarnos de ser filósofos improvisados y perpetuos inquisidores del lenguaje, sólo por eso tendríamos que erigirle un monumento. Pero tiene una virtud más preciosa: gracias a su opacidad sobresalen los verdaderos chispazos de inteligencia, que pasarían inadvertidos en un mundos habitado por seres pensantes. Por conveniencia propia, los intelectuales deberían ser los más enérrgicos defensores del lugar común en vez de combatirlo contra viento y marea, pues la victoria de la lucidez y el espíritu crítico sobre la inercia verbal acabaría con la notoriedad que disfrutan. Pero por más que porfíen en su guerra suicida, jamás lograrán imponer a la sociedad la fatigosa tarea de pensar. La amenaza viene por otro lado: los verdaderos enemigos del lugar común son los opinantes de toda laya que intenta privatizarlo. Doy como muestra varios botones oídos en un noticiero de radio:
—Creo que el espíritu navideño debería preservarse todos los días del año, bueno, esa es mi opinión personal.
—Desde mi punto de vista, la única vía para resolver los conflictos electorales es la política de la concertación y el diálogo.
—Pienso, y ésta es una opinión muy particular, que el problema del futból mexicano está en la mala planeación y en la falta de trabajo con las fuerzas básicas.
—Mi opinión personales es que las universidades no deberían ser teatro de actividades políticas.
He aquí un ramillete de lugares comunes malogrados por la grandayesca táctica de presentar como propia una opinión que ya forma parte del dominio público. Los inventores del hilo negro que frecuentan páneles y dan entrevistas de banqueta no siempre actúan de mala fe. Son el producto de una sociedad librepensadora donde la uniformidad del pensamiento se sustenta en el más radical individualismo. Libremente atado al modo de pensar que le embuten en el cerebro las grandes cadenas televisivas, el ciudadano medio de Estados Unidos, y el mexicano que aspira a serlo, reclaman la propiedad intelectual de los lugares comunes que utilizan para calificar lo útil, lo normal y lo hermoso. Contra más desdibujada sea su personalidad, mayor es la ilusión de haberse forjado un criterio propio. De ahí el éxito arrollador de una canción como A mi manera, caballito de batalla de las orquestas que amenizan bodas y bailes de graduación.
Insípida como la crema de champiñones que sirven los meseros vestidos de frac en el salón de banquetes del Camino Real, ramplona como el grito de "queremos pastel, pastel, pastel", coreado por los invitados al final de la cena, My way aporta a la familia mexicana una filosofía de la existencia que ignora la fuerza aplastante del lugar común y glorifica el estilo personal de fracasar. Los ruquitos que se ponen románticos al oírla, de verdad creen haber vivido a su manera. Pero si todos fueron albañiles de su propio destino, ¿por qué se parecen tanto? Como el soneto En paz de Amado Nervo, la canción de Paul Anka es un himno a la capacidad de elección de la gente que eligió no elegir. Antídoto contra el reconocimiento de la propia mediocridad, su función es disipar en el falso individualista la terrible sospecha de que no hizo nada como él quería, de que toda su vida obedeció a un poder invisible, de que ni siquiera en la tumba se pudrirá a su manera.
En las poblaciones rurales, compartir una manera de pensar con el resto de la comunidad puede ser hasta un motivo de orgullo, no así en las grandes ciudades, donde existe la misma adoctrinación colectiva —por algo funcionan tan bien las encuestas—, pero la gente se avergüenza de ella y procura disimularla. El ciudadano que aspira a la singularidad se siente obligado a tener ideas propias, pero al huir de la fe religiosa y la tradición heredada, queda atrapado en el lugar común. Los más ingenuos nunca lo descubren y viven felices con su personalidad prestada: entre ellos podemos contar a las reinas de belleza, a los futbolistas, a los lectores de Alfonso Lara Castilla y Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Otros han tomado ya conciencia de su robotización —y por lo tanto podrían superarla—, pero en vez de ejercer la duda y emprender una búsqueda intelectual propia, se conforman con estamparle su firma a las ideas que les endilgaron desde la infancia. Contra ellos debemos alzar la voz. Hace falta una cruzada nacional de salud para detener el síndrome de A mi manera o llegará el día en que nadie podrá usar abiertamente y sin tapuos personalistas un patrimonio de frases hechas que nos pertenece a todos.
Las caricaturas me hacen llorar, Enrique Serna, 2012
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dsirmtcom · 11 months ago
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José Lezama Lima, Confluencias [Confluences]
José Lezama Lima, Confluencias [Confluences] #Philosophie #Filosofía #SabadoEsFilosofíaCubana #SamediCestPhilosophieCubaine #Philosophes #Contemplation #Cuba #Lezama #Poésie #Poesia
Essais Philosophiques Cubains (José Lezama Lima) Confluencias [Confluences] J’ai vu la nuit comme si quelque chose était tombé sur la terre, une descente. Sa lenteur m’empêchait de la comparer à quelque chose qui descendait un escalier, par exemple. Une marée sur une autre marée, et ainsi sans cesse, jusqu’à ce qu’elle se mette à la portée de mes pieds. La tombée de la nuit s’unissait à…
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avenidadelospoetas · 24 days ago
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Límite
La mujer alcanzó la perfección. Su cuerpo muerto muestra la sonrisa de realización, la apariencia de una necesidad griega fluye por los pergaminos de su toga, sus pies desnudos parecen decir, hasta aquí hemos llegado, se acabó.
Los niños muertos, ovillados, blancas serpientes, uno a cada pequeña jarra de leche ahora vacía.
Ella los ha plegado de nuevo hacia su cuerpo; así los pétalos de una rosa cerrada, cuando el jardín se envara y los olores sangran de las dulces gargantas profundas de la flor de la noche.
La luna no tiene por qué entristecerse, mirando con fijeza desde su capucha de hueso. Está acostumbrada a este tipo de cosas. Sus negros crepitan y se arrastran.
Sylvia Plath
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deniziaco · 1 year ago
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Gatos
1
Aletargados en perpetua siesta
después de inconfesables andanzas nocturnas,
desentendidos o alertas,
los gatos están en la casa para ser consentidos,
para dejarse amar indiferentes.
Dios hizo los gatos para que hombres y mujeres aprendan a estar solos.
2
Estados de la materia.
Los estados de la materia son cuatro:
líquido, sólido, gaseoso y gato.
El gato es un estado especial de la materia,
si bien caben las dudas:
¿es materia esta voluptuosa contorsión?
¿no viene del cielo esta manera de dormir?
Y este silencio, ¿acaso no procede de un lugar sin tiempo?
Cuando el espíritu juega a ser materia
entonces se convierte en gato.
3
¿Cómo lograr que la quieta palabra escrita
posea la quietud del gato que duerme,
cómo hacer que la torpe palabra
nombre la oscuridad con mirada de gato,
su fijeza,
de qué manera conseguir palabras
con la tersura de la piel del gato,
a veces, pocas, palabras uña de gato,
y otras, muchas más, con el movimiento del gato,
su sigilo,
su distancia,
cómo decir palabras que posean
el silencio del gato,
cómo hacer que la palabra me contenga
y yo desaparezca,
hecho silencio,
como se desvanece entre la noche
un gato?
Dario Jaramillo Agudelo
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Ink Artwork by Endre Penovác
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irmalupo · 2 months ago
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Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
El hombre es animal de soledades,
ciervo con una flecha en el ijar
que huye y se desangra.
¡Ah! pero el odio, su fijeza insomne
de pupilas de vidrio; su actitud
que es a la vez reposo y amenaza.
El ciervo va a beber y en el agua aparece
el reflejo de un tigre.
El ciervo bebe el agua y la imagen. Se vuelve
– antes que lo devoren – ( cómplice, fascinado )
igual a su enemigo.
Damos la vida sólo a lo que odiamos.
“Destino”
Rosario Castellanos
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torosytoreros6 · 3 months ago
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Rafael de la Cueva, triunfador del Certamen del Sureste, que sale en hombros con Sergio Rollón en Brea de Tajo
Mar Muñoz/Foto: Patricia Prudencio Brea de Tajo ha celebrado la Final del Certamen del Sureste, una novillada sin picadores en la que Ruiz de Velasco, Sergio Rollón y Rafael de la Cueva se midieron a los ejemplares de la ganadería de El Montecillo. Los animales contaron con una buena presentación, derrochando fijeza y clase en…
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