#democracia sentimental
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jesusespino · 7 months ago
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El ‘cliffhanger’ de Pedro Sánchez
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La excesiva carta del presidente del Gobierno completa la asimilación del discurso de Podemos por parte del PSOE y trata a todos como espectadores enfurecidos
Unos meses antes de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, las encuestas mostraban que el principal partido de España era “el antisanchismo” (sic), como explicaban expertos en demoscopia –no necesariamente antisanchistas– al analizar sus números con ojos limpios. Aquellos comicios tuvieron un resultado demoledor para el PSOE, cuyo poder territorial se contrajo hasta mínimos históricos. El presidente Sánchez, en su enésimo movimiento táctico, adelantó desesperadamente las elecciones generales al 23 de julio para detener la hemorragia. Pese a ganar Feijóo, el torniquete funcionó. Aunque salvar al paciente requirió un amargo tratamiento coagulante: tragarse el venenoso sapo de la amnistía, validar el relato del independentismo supremacista, hacer lo contrario de lo que dijo –una vez más– y tensionar la conversación pública hasta el tope.
Para lograr y retener el poder ya es más importante no generar rechazo que cosechar adhesión –véase el caso Juanma Moreno en Andalucía–. Por eso, Sánchez vio una oportunidad en las negociaciones para formar los gobiernos autonómicos: había que imponer, en ese periodo, otro rechazo capaz de disipar el rechazo previo; había que agitar el miedo a todo lo que no fuera la izquierda y meterlo en el saco de Vox; había que levantar el “muro” al que luego aludió en el Congreso. Porque, en la lógica de Sánchez, es legítimo gobernar con la ultraizquierda e ilegítimo todo lo demás; cabe hablar, conteniendo la risa, de “mayoría progresista” incluyendo en la suma los escaños del PNV ¡y Junts!; y procede acusar a los demás de trumpistas mientras se usan con desparpajo las más toscas técnicas populistas –el eterno doble rasero–.
La proclamación del falso dilema democracia-fascismo devino en la definición de la fachosfera: si no estás conmigo, eres un fascista y aquí se termina el debate. Todo lo que no fuera Sánchez se situaba en terreno antidemocrático, un marco burdo apuntalado por el persistente eco de los opinadores sincronizados. Y así fue como el PSOE aceleró la asimilación del discurso de Podemos, un proceso que se completa con la carta de Sánchez. No olvidemos que, hace casi seis años, Pablo Iglesias e Irene Montero enviaron una misiva a su militancia a través de las redes sociales y convocaron una consulta sobre su célebre chalé. Con idéntico procedimiento, Iglesias y Montero buscaban entonces lo mismo que Sánchez pretende ahora: medir visceralmente el apoyo popular, hacer política con las tripas, enardecer.
El cliffhanger de Sánchez –consistente en subordinar un país a su estado de ánimo– no parece una posición responsable, seria ni madura por parte de alguien que ocupa nada menos que la Presidencia del Gobierno. Porque la política no es una serie de televisión y trasladarla a la dramatización permanente es ficcionar la realidad, ofrecer un sucedáneo en lugar del producto que la sociedad necesita.
La carta es excesiva y victimista porque lo publicado en El Confidencial resulta relevante y merece ser investigado, lo denuncie quien lo denuncie. Es agria, simple y polarizadora. Lo es intencionadamente, con un objetivo evidente. El líder del PSOE ha entendido como pocos el nuevo paradigma de la comunicación. Sabe que ahora, en la era de las pantallas personales, se demanda más entretenimiento que información. Y así nos tiene, entretenidos, especulando sobre su anunciada comparecencia de mañana, esperando el inminente estreno de la siguiente temporada mientras comentamos el trepidante final del capítulo anterior en calidad de espectadores enfurecidos –concepto de Manuel Arias Maldonado, extraído de La democracia sentimental–. Enfurecidos todos, sea en el rechazo o en la adhesión, lo cual es un tristísimo (de)mérito de Sánchez. Cuando se marche, sea en las próximas horas o más adelante, dejará España enfrentada como nunca desde la Transición. Menudo legado.
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rinconliterario · 1 year ago
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“Canto a mí mismo” Walt Whitman
Yo me celebro y yo me canto, Y todo cuanto es mío también es tuyo, Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca. Indolente y ocioso convido a mi alma, Me dejo estar y miro un tallo de hierba de verano. Mi lengua, cada átomo de mi sangre, hechos con esta tierra, con este aire, Nacido aquí, de padres cuyos padres nacieron aquí, lo mismo que sus padres, Yo ahora, a los treinta y siete años de mi edad y con salud perfecta, comienzo, Y espero no cesar hasta mi muerte. Me aparto de las escuelas y de las sectas, las dejo atrás; me sirvieron, no las olvido; Soy puerto para el bien y para el mal, hablo sin cuidarme de riesgos, Naturaleza sin freno con elemental energía. Creo en ti, mi alma, el otro que soy no se rebajará ante ti, Y tú no te rebajarás ante él. Tiéndete en el pasto conmigo, desembaraza tu garganta, No son palabras, ni música, ni versos lo que preciso, ni hábitos, ni discursos ni aun los mejores, Sólo quiero el arrullo, el susurro de tu voz suave. Recuerdo cómo nos acostamos una mañana transparente de estío, Cómo apoyaste la cabeza sobre mis caderas y la volviste a mí dulcemente, Y abriste mi camisa sobre el pecho y hundiste tu lengua hasta tocar mi corazón desnudo, Y te estiraste hasta tocarme la barba, y luego hasta tocarme los pies. Velozmente se irguieron y me rodearon el conocimiento y la paz que trascienden todas las discusiones de la tierra, Y desde entonces sé que la mano de Dios ha sido prometida a la mía, Y sé que el espíritu de Dios es hermano del mío, Y que todos los hombres que han nacido son mis hermanos, y las mujeres mis hermanas y mis amantes, Y que el sostén de la creación es el amor, Y que son innumerables las hojas rígidas o que se curvan en los campos, Y las negras hormigas en las grietas bajo las hojas, Y las mohosas costras del seto, las piedras hacinadas, el saúco, la candelaria y la cizaña. Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma, Los goces del cielo están conmigo y los tormentos del infierno están conmigo, Los primeros los injerto y los multiplico en mi ser, los últimos los traduzco a un nuevo idioma. Soy el poeta de la mujer no menos que el poeta del hombre, Y digo que es tan grande ser mujer como ser hombre, Y digo que nada es mayor que ser la madre de los hombres. Entono el canto de la exaltación o de la soberbia, Ya estamos hartos de plegarias y de zalanderías, Muestro que el tamaño no es más que crecimiento. ¿Has dejado atrás a los otros? ¿Eres el presidente? Es una bagatela, cada uno de los otros te alcanzará y seguirá adelante. Soy el que camina con la tierra y creciente noche, Llamo a la tierra y al mar que abraza la noche. Abrázame, noche de senos desnudos, abrázame, noche magnética y fecunda, Noche de los vientos del sur, noche de las estrellas grandes y escasas, Noche serena que me llama, loca y desnuda noche de estío. Sonríe, tierra voluptuosa de fresco aliento, Tierra de los árboles dormidos y húmedos, Tierra del sol que ya se ha ido, tierra de las montañas de cumbre nebulosa, Tierra del cristalino fluir de la luna llena, apenas tocada de azul, Tierra del brillo y de la sombra manchando la corriente del río, Tierra del gris límpido de las nubes que resplandecen y se aclaran para que yo no las vea, Tierra yacente y extendida, rica tierra de azahares Sonríe, porque llega tu amante. Pródiga me has dado tu amor, te doy pues mi amor, Mi apasionado amor indecible. Walt Whitman, un cosmos, de Manhattan el hijo, Turbulento, carnal, sensual, comiendo, bebiendo, engendrando, Ni sentimental, ni sintiéndome superior a otros hombres y mujeres, ni alejado de ellos, No menos modesto que inmodesto. ¡Arrancad los cerrojos de las puertas! ¡Arrancad las puertas de los goznes! El que degrada a otro me degrada, Y todo lo que se dice o se hace vuelve a mí al fin. A través de mí surge y surge la voluntad creadora, a través de mí, el torrente y el índice. Digo el primordial santo y seña, hago el signo de la democracia, ¡Por Dios! No aceptaré nada que no sea ofrecido a los demás en iguales condiciones. Muchas voces largo tiempo calladas brotan de mí, Voces de las interminables generaciones de prisioneros y de esclavos, Voces de los enfermos y de los inconsolables, de los ladrones y de los enanos, Voces de ciclos de preparación y de crecimiento, De los hilos que unen a las estrellas, y de los vientres, y de la simiente paterna, Y del derecho de aquellos a quienes oprimen los otros, De los deformes, triviales, simples, tontos y despreciados, De neblina en el aire, de escarabajos arrastrando bolas de estiércol. Brotan de mí voces prohibidas, Voces del sexo y del apetito, voces veladas y yo aparto el velo, Voces indecentes clarificadas y transfiguradas por mí. Yo me cubro la boca con la mano, Me conservo tan puro en las entrañas como en la cabeza y en el corazón, La cópula no es para mí más vergonzosa que la muerte. Creo en la carne y en los apetitos, Ver, oír, tocar, son milagros, y cada parte de mí es un milagro. Divino soy por dentro y por fuera, y santifico todo lo que toco y me toca, El aroma de estas axilas es más fino que las plegarias, Esta cabeza es más que las iglesias, las biblias y todos los credos. Si algo hay que yo venero más que las otras cosas, ese algo es la extensión de mi cuerpo y cada una de sus partes, Traslúcida arcilla de mi cuerpo, ¡tú lo serás! Sombreados bordes y bases, ¡vosotros lo seréis! Firme reja viril, ¡tú lo serás! Tú, mi rica sangre, tú líquido lechoso, pálido extracto de mi vida. Pecho que oprimes otros pechos, ¡tú lo serás! ¡Cerebro serán tus circunvoluciones ocultas! Raíz lavada del junco oloroso, becada medrosa, nido recatado de los huevos gemelos, ¡vosotros lo seréis! Heno mezclado y revuelto de la cabeza, barba, cejas, ¡vosotros lo seréis! Savia que goteas del arce, fibra del noble trigo, ¡vosotros lo seréis! Sol generoso, ¡tú lo serás! Nubes que ilumináis y oscurecéis mi rostro, ¡vosotros lo seréis! Sudorosos arroyos y rocíos, ¡vosotros lo seréis! Vientos que me rozáis, frotando contra mí vuestros genitales, ¡vosotros lo seréis! Amplios campos musculares, ramas de encina, amoroso holgazán de mi sendero tortuoso ¡vosotros lo seréis! Manos que he tomado, rostros que he besado, mortal a quien toqué alguna vez, ¡vosotros lo seréis! Estoy enamorado de mí, hay tantas cosas en mí que son tan deliciosas, Cada momento y todo lo que ocurre me llena de alegría, No sé cómo se doblan mis tobillos, ni la causa del más leve de mis deseos, Ni de la amistad que suscito, ni de las amistades que me devuelven. Al subir por las escaleras me detengo a reflexionar si no estoy soñando, La madreselva en la ventana me satisface más que la metafísica de los libros. ¡Contemplar el amanecer! La escasa luz que va borrando las sombras inmensas y diáfanas, El sabor del aire es grato a mi paladar. Retoños del cambiante mundo ascienden silenciosos en un juego inocente, fresco sudor, Oblicuamente errando por todos lados. Algo invisible está proyectando libidinosos dardos, Torrentes de brillante zumo inundan el cielo. La tierra por el cielo invadida, la cotidiana consumación de su boda, El desafío del oriente sobre mi cabeza, La burla mordaz: ¡Ya veremos quién es el amo! Creo que una hoja de hierba no es menos que el camino recorrido por las estrellas, Y que la hormiga es perfecta, y que también lo son el grano de arena y el huevo del zorzal, Y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas, Y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo, Y que la menor articulación de mi mano puede humillar a todas las máquinas, Y que la vaca paciendo con la cabeza baja supera a todas las estatuas, Y que un ratón es un milagro capaz de confundir a millones de incrédulos. Siento que en mi ser se incorporan el gneis, el carbón, el musgo de largos filamentos, las frutas, los granos, las raíces comestibles, Y que estoy hecho de cuadrúpedos y de pájaros, Y que puedo recuperar cuanto he dejado atrás, Pero que puedo hacerlo volver cuando se me antoje. En vano la timidez o la prisa, En vano las rocas incandescentes arrojan sobre mí su antiguo calor, En vano el mastodonte se oculta detrás del polvo de sus huesos, En vano los objetos se alejan leguas y leguas y toman muchas formas, En vano el mar se oculta en las cavernas donde tienen su guarida los monstruos, En vano el buitre tiene por morada el cielo, En vano la serpiente se desliza entre las lianas y los troncos, En vano el alce busca las honduras recónditas de la selva, En vano el cuervo marino tiende el vuelo hacia el norte, hacia el Labrador, Lo sigo velozmente, trepo al nido que está en la grieta del peñasco. ¿Quién es este salvaje amistoso y gárrulo? ¿Espera la civilización, o la ha dejado atrás y la ha dominado? ¿Es un hombre del sudoeste y ha sido criado a la intemperie? ¿Es un canadiense? ¿Viene de las tierras del Mississippi, de Iowa, de Oregon, de California? ¿De la montaña, de las praderas, de los bosques, o un marino del mar? Dondequiera que vaya, los hombres y las mujeres lo desean y lo aceptan, Quieren que los quiera, que los toque, que les hable, que se quede con ellos. Obra sin ley, como los copos de nieve, sus palabras son simples como la hierba, el pelo despeinado, risas e ingenuidad. Lento el andar, comunes las facciones, emanando sencillez y modestia, Brotan de un modo nuevo desde las puntas de los dedos, Flotan en el aire con el olor de su cuerpo o de su aliento, salen de la mirada de sus ojos. Me ha tocado en suerte, lo sé, lo mejor del tiempo y del espacio; nunca he sido medido y no seré medido jamás. El viaje que emprendo es eterno (¡que todos me oigan!). Mis signos son un capote contra la lluvia, fuertes zapatos y un bastón cortado en el bosque, En mi silla no sestean los amigos, No tengo cátedra ni iglesia ni filosofía, No llevo a ningún hombre a una mesa puesta, a la biblioteca, a la bolsa, Pero a cada uno de vosotros, hombre o mujer, lo llevo a una cumbre, Mi brazo izquierdo ciñe tu cintura, Mi derecha señala los continentes y el gran camino. Ni yo ni ningún otro puede andar por ti ese camino, Eres tú quien debe andarlo. No queda lejos, está a tu alcance, Quizá estabas en él desde que naciste y no lo has sabido, Quizá esté en todas partes, en mar y en tierra. Échate tus prendas al hombro, hijo mío, y yo traeré las mías y apresurémonos; Ciudades prodigiosas y naciones libres nos saldrán al paso. Si te cansas, dame las dos cargas y apoya tu mano en mi cadera, Y a su debido tiempo me devolverás el mismo servicio, Porque ya emprendida la marcha nunca descansaremos. Esta mañana, antes del alba, subí a una colina para mirar el cielo poblado, Y le dije a mi alma: cuando abarquemos esos mundos, y el conocimiento y el goce que encierran, ¿estaremos al fin hartos y satisfechos? Y mi alma dijo: No, una vez alcanzados esos mundos proseguiremos el camino. Tú también me interrogas y yo te escucho, Contesto que no puedo contestar, tú mismo debes encontrar la respuesta. Siéntate un momento, hijo mío, Aquí tienes pan para comer y leche para que bebas, Pero después de haber dormido y haber cambiado de ropa te beso con el beso del adiós y te abro la puerta para que salgas. Demasiado tiempo has perdido en sueños deleznables, Ahora te quito la venda de los ojos, Debes acostumbrarte al brillo de la luz y de cada momento de tu vida. Demasiado tiempo has vadeado, asido a una tabla en la orilla, Ahora quiero que seas un nadador, que te arrojes al mar, que reaparezcas, que me hagas una seña, que grites y que agites el agua con tus cabellos. Dije que el alma no es más que el cuerpo, Y dije que el cuerpo no es más que el alma, Y que nada, ni Dios, es más que uno mismo, Quien camina una milla sin amor, se dirige a su propio funeral envuelto en su propia mortaja; Y yo y tú, sin tener un centavo, podemos comprar lo más precioso de la tierra, Y la mirada de unos ojos o una arveja en su vaina confunden la sabiduría de todos los tiempos, Y no hay oficio ni profesión en los cuales el joven que los sigue no pueda ser un héroe, Y no hay cosa tan frágil que no sea el eje de las ruedas del universo, Y digo a cualquier hombre o mujer: que tu alma esté serena y en paz ante millones de universos. Y digo a la Humanidad: No hagas preguntas sobre Dios, Porque yo que pregunto tantas cosas, no hago preguntas sobre Dios, (No hay palabras capaces de expresar mi seguridad ante Dios y la muerte.) Escucho y veo a Dios en cada cosa, pero no lo comprendo en lo más mínimo, Ni comprendo cómo pueda existir algo más prodigioso que yo mismo. ¿Por qué desearía yo ver a Dios mejor que en este día? Algo veo de Dios en cada hora de las veinticuatro y en cada uno de sus minutos, En el rostro de los hombres y de las mujeres veo a Dios, y en mi propio rostro en el espejo; Encuentro cartas de Dios tiradas por la calle y su firma en cada una, Y las dejo donde están porque sé que dondequiera que vaya, Otras llegarán puntualmente.
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fredborges98 · 3 months ago
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Instituições de Ensino Superior podem se posicionar politicamente?
Atenção: O grande objetivo desse artigo não é ser a favor ou contra o SISTEMA político ou mecanismo de Lobby ou influências pelo poder das elites econômicas ou financeiras, mas evidenciar ou constatar uma realidade "nua e crua" do papel dos executivos do setor educacional nos EUA para formação de novas lideranças num ciclo ou círculo de continuidade ou continuísmo onde a democracia é questionada em ser a melhor das opções em regimes governamentais ou empresariais, onde a participação das " arraias miúdas", " cardumes" são consumidos por predadores maiores, mais fortes, mais organizados,portanto mais competitivos,trazendo ou traçando o desenho de um mundo assimétrico, desigual, sem liberdade, fraternidade ou igualdade.
Por: Fred Borges
Em sua declaração, após pedir demissão a presidente da Universidade de Columbia, afirma:
“Durante o verão, pude refletir e decidi que minha mudança neste ponto permitiria melhor à Columbia enfrentar os desafios futuros.Tentei trilhar um caminho que defendesse os princípios acadêmicos e tratasse a todos com justiça e compaixão, continuou ela.Tem sido angustiante – para a comunidade, para mim como presidente e a nível pessoal – ver-me, a colegas e estudantes, alvo de ameaças e abusos."
Enquanto isso, o presidente republicano da Câmara, Mike Johnson, um crítico feroz das manifestações pró-palestinas nos campi dos EUA, saudou a notícia no X, antigo Twitter:
“Estive no gabinete do presidente Shafik em abril e disse-lhe para renunciar e, embora já deveria ter sido feito há muito tempo, saudamos as notícias de hoje”, disse ele. "Os estudantes judeus em Columbia que começam este ano letivo deveriam respirar aliviados."
“Estudantes judeus foram excluídos de partes do campus da UCLA porque se recusaram a denunciar a sua fé”, escreveu o juiz Scarsi na ordem. “Este fato é tão inimaginável e tão abominável para a nossa garantia constitucional de liberdade religiosa que vale a pena repetir.”
Quando assumimos um posto, um papel, ou uma posição, devemos conhecer o terreno e todas os seus aspectos relevantes, cabe também enxergar o infinito pormenor, àqueles que chamamos de OVNIs "não relevantes", mas igualmente importantes, os detalhes, " as letras miúdas" do contrato, do acordo, do contrário, podemos estar assinando nossa sentença de morte profissional indo parar numa lista "negra" que nunca aparece, é invisível, mas que, quando seu nome está lá, difícil será seu retorno a qualquer posto de liderança, seja por ter sido " incoerente" " incompetente", "carente de cognição"," disfuncional" ou de " falta de inteligência política", " desconhecedor dos sinais"," infiel" , " desleal" ou simplesmente não ter tido o domínio do " horizonte" passado,presente e futuro, da continuidade de um " jogo", das suas regras, estratégias e táticas ou dos seus " players" e esse " jogo" é jogado há muito tempo, e esse "jogo" é o que dá as cartas da previsibilidade, da "professibilidade" ou do continuísmo político, independente do tipo de organização, alí estará instalada uma cultura, uma mentalidade ou " mindset" que quando algo sai do " default" ou do " padrão" "cortam-lhe a cabeça" ou o " mal pela raiz ", sem compaixão, sem misericórdia, muito menos qualquer elemento sentimental, ou emocional.Neste sentido torna-se descartável ou " carta fora do baralho" de qualquer código de ética que acompanha não uma moral geral ou global, oficial,mas a que lhe dá sustentação, viabilidade econômica, financeira, administrativa, política e aí "this is the end" ou isto é o fim!
Conhecendo o contexto ou o terreno:
O lobby sionista ou lobby pró-Israel reúne grupos, organizações e indivíduos que influenciam os governos de países ocidentais no sentido de apoiar os objetivos do sionismo ou nacionalismo judaico, em todo o mundo, mas especialmente na sustentação do Estado de Israel. O lobby é particularmente poderoso nos EUA e na Grã-Bretanha, como aponta o livro The Israel Lobby and the U.S. Foreign Policy ("O lobby pró-Israel e a política externa dos EUA"), de autoria dos professores norte-americanos John Mearsheimer (Universidade de Chicago) e Stephen Walt (Harvard).
Nos EUA, a principal organização do lobby sionista é o AIPAC - American Israel Public Affairs Commitee ("Comitê de Assuntos Públicos EUA-Israel"), fundado na década de 1950 e com mais de cem mil membros ativos, é dos mais poderosos grupos de pressão norte-americanos.
Segundo levantamentos os Endowments são fundos patrimoniais, criados por doações privadas para o financiamento de diversas atividades e a sustentabilidade financeira de diferentes instituições. O objetivo principal desses fundos é gerir um patrimônio de duração perpétua, com rendimentos destinados à manutenção, divulgação e expansão de uma atividade específica. Assim, transmitem perenidade às causas a que servem e oferecem proteção contra a utilização ineficiente ou desorganizada de recursos, podendo beneficiar a atual e várias outras gerações. Embora, muitas vezes, estejam ligados às artes, ao ensino e à pesquisa, não se limitam a estas áreas. De modo geral, o capital dos fundos é controlado por um comitê gestor, responsável pelas aplicações no mercado financeiro. Somente os dividendos, obtidos por meio de aplicações e não do capital original, podem ser utilizados.
Os endowments já administram o equivalente a US$ 1,5 trilhão, em todo o mundo, e são importantes fontes de recursos para pesquisas, educação e artes. Nos EUA, a prática é responsável por grande parte do financiamento das maiores universidades do país, como Harvard e Yale, dentre outras. Boa parte do dinheiro dos fundos universitários vem de ex-alunos. Empresas que querem investir na educação, filantropia ou qualquer pessoa e entidade que tenha interesse em contribuir para o desenvolvimento do ensino superior e da ciência, também podem fazer doações. A forma como essas contribuições são utilizadas depende das regras de constituição de cada fundo. As instituições privadas americanas costumam pagar desde bolsas de estudo, pesquisas e construção de prédios, até salários de professores.
Para entender a importância desses fundos para as universidades americanas, é preciso analisar a soma de recursos que eles movimentaram nos últimos anos e sua destinação. De acordo com o Centro Nacional de Estatística para a Educação dos Estados Unidos (NCES), o valor de mercado total dos fundos patrimoniais das universidades americanas, no encerramento do ano fiscal de 2017, era de US$ 598 bilhões, representando um crescimento de 10% em relação a 2016. As 120 instituições com maiores doações representavam perto de 75% do total nacional.
Em 2019, as cinco instituições com maiores fundos eram a Universidade de Harvard (US$ 40,9 bilhões), a Universidade do Texas (US$ 31 bilhões), a Universidade de Yale (US$ 30,3 bilhões), a Universidade de Stanford (US$ 27,7 bilhões) e a Universidade de Princeton (US$ 26,1 bilhões).
Por exemplo:
No contexto da Universidade de Columbia saiu a seguinte notícia na mídia local:
Leon Cooperam suspende doações.
"Formado em Columbia, o investidor americano Leon Cooperman doou “incríveis 50 milhões de dólares ao longo dos anos” à instituição, mas fechou a carteira depois que a escola se recusou a demitir um professor que classificou os ataques do Hamas como “incríveis”. “Só temos uma democracia no Oriente Médio. É Israel e temos uma economia tolerante com pessoas diferentes: gays, lésbicas, etc. E isso é Israel. Portanto, não tenho ideia do que esses jovens estão fazendo. Vou suspender minhas doações", disse."
O National Progress Alliance [NPA, na sigla em inglês; Aliança Nacional para o Progresso, em tradução livre], uma organização americana que tem como objetivo “promover a liberdade de expressão e o discurso civil através de subvenções, parcerias e sensibilização do público”, tem promovido a campanha “Pare de doar para a sua Alma Mater” (a expressão latina refere-se à faculdade onde determinada pessoa se formou). “Cada dólar que você doa para uma universidade ideologicamente capturada é um empurrãozinho em direção à censura e ao entrincheiramento ideológico. Você pode fazer a diferença interrompendo as doações e comunicando seu apoio à liberdade de expressão”, diz o texto.
Segundo Marina Feferbaum, em artigo para revista da USP, em 19.12.2022: "Ensinar é um ato político. Trabalhamos em prol de quê, senão pela liberdade de pensamento, evolução do conhecimento científico e construção de uma sociedade melhor? É, contudo, condição que discutamos de forma coletiva o futuro almejado e os meios para que esse ideal seja atingido, pautados na pluralidade e diversidade de sujeitos e desejos."
Na " teoria a prática é outra, bem outra!", inclusive no Brasil,atualmente, o orçamento das universidades públicas paulistas está atrelado à arrecadação do ICMS. Do montante repassado pelo Governo do Estado às instituições, 5,02% são destinados para a USP, 2,34% para a Unesp e 2,19% para a Unicamp, para que esse quadro de repasses se mantenha com a aparente reforma tributária que é uma colcha de retalhos que visa adequar múltiplos interesses, menos os dos cidadãos, inclusive o o corpo acadêmico ou endêmico, formado por alunos, funcionários,terceirizados professores,pesquisadores gestores em todos os níveis há um lobby bem forte de um grupo que envolve gente graúda representada pela sociedade ou "High & Down Society", "Deep State", e o "Dark Corporate Establishment", em nada inclusivo, participativo, transparente, diverso e com uma maquiagem pesada que faria qualquer ácido hialurônico, toxina botulínica ou Peeling ser subtituido na hora.
Instituições de Ensino Superior podem se posicionar politicamente?
Podem! Desde que não firam as bases financeiras,ideológicas, logísticas, lógicas, políticas daqueles que as sustentam. Não importa o local no globo.E a isto chamamos de democracia ou "manda quem pode, obedece quem tem juízo!"
Patrocinadores, doadores, financiadores, empregadores, empresários, share e stake holders,governos são sustentados com o dinheiro público ou privado, e dinheiro não nasce em árvores! O fluxo do dinheiro é o fluxo do poder, "no money, no honey" or / ou no honeymoon, portanto quem diz que ensinar é um ato político deve se preocupar qual política sustenta seu emprego, quais são os principais fluxos de sustentação,quer extinguir uma organização corte todos os recursos que a sustentam. Nesse sentido Israel, a política sionista, o lobby global dos sionistas é infalível e como um trator sai democraticamente determinando e defendendo seus interesses, é uma questão de sobrevivência, se a longo prazo essa política trouxer externalidades de todos os tipos em todos segmentos, mas "a longo prazo todos estaremos mortos";frase de autoria do economista inglês, John Maynard Keynes (1883-1946), em seu livro Tratado sobre a Reforma Monetária (A Treatise on Monetary Reform) escrito em 1923 reflete o que somos em termos políticos como líderes empresariais,uma andorinha só, unidos poderemos ser mais fortes? Depende, a política não é ciência exata, não é ciência, não é matemática, é aquilo que estamos enquanto somos poder, política é mudança,e assim foi, é e será a democracia, seja pública ou privada a "música", o " ritmo", a" melodia" já vem pronta, cabe a nós " dançarmos" conforme a música!
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cinema-e-cidade-blog · 1 year ago
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continuação
Continuação: o risco da ciência se tornar o poder de domínio sobre o próprio homem, mesmo que por suas observações e modificações se alcance o que Marx apontava como materialismo histórico, os meios de produção remontam a história através da luta de classes e sistemas filosóficos e científicos. A história é um documento material que o homem pode modificar. No materialismo histórico, a filosofia que opera os grupos sociais está desassociado da compreensão do capitalismo enquanto o elemento das revoluções humanas, o materialismo histórico é o descrédito do comunismo enquanto vertente política, é a criação de uma sociedade pautada na eficiência e distanciamento dos processos filosóficos que estavam por trás do processo modernista, superação do modelo clerical, desdobramentos de sujeitos filosóficos mais atuantes na conformação do Estado em seu governo. Porém pelo mesmo sistema filosófico sujeito moderno está sujeito a ciência até alguns modelos científicos ultrapassar a ética humana e as disputas políticas por poder, e tecnologia criam estratificações no capitalismo que fica difícil alterar quem manda e quem obedece. Pelo Estado e suas normas, grupos humanos exercem seu domínio pelo sensível, o que há de material que podemos viver, enquanto outros sofrem pela impossibilidade da subjetividade. A subvenção do Estado por grupos de seus regimes éticos é mantido até hoje pela ideia de reinado, acerta cúpula com maior poder de ação e subversão dentro do sistema, enquanto outras subjetividade seriam moldadas por quem exerce o controle social por meio do aparato técnico-científico que vivemos em aldeia global, sem abrir espaço para o primitivo que existia na sociedade de dogmas, mas ao mesmo tempo quanto dogmático seria se a ciência além de guerra também pudesse alterar o nosso sensível, com o controle social que grupos sociais mais desenvolvidos oprimiria menos desenvolvidos, sendo possível o uso da ciência para observar e modificar a subjetividade humana de uma forma injusta, da mesma forma que a fábrica domina o operário, até que ponto o estado eticamente poderia exercer a modificação científica como meio de autoridade para correção, visto que o poder da ciência é desigual e seu uso nem sempre se comprova como êxito benéfico para a sociedade, como vivemos atualmente em época de crimes biológicos e no espaço virtual não há regulamentação, a ciência se torna um perigo no caso governar uma democracia, pois devido às estratificações sociais não é possível limitar um estado, pois tanto poder quanto possibilidades da experiência sensível se baseia na desigualdade material e imaterial. O mesmo grupo de jovens se relacionam no espectro filosófico sentimental e sensorial, enquanto outros grupos são criminalizados por comportamentos inerentes do capitalismo, mas com limitações para quem não está no totem disponível para essas tecnologias do saber e da vida sensível, e como vivemos em terreno de instabilidade política, algumas esferas do poder continuam no mesmo protocolo e manutenção da vida social, nem todos podem o mesmo e nem agem da mesma forma, mas o que se impera no mundo técnico científico e em aldeia global é que a existência de uns determinam o combate de outros, por motivos de como fomos levados a viver a confiar no abstrato da ciência como meio de analisar as mudanças sociais, e as desigualdades que existem no Estado sobre o discurso da ciência como estatuto de verdade de coerção do estado e um descompasso com o que essa cultura desigual promove na vida social, o privilégio de certos grupos a tomar em certas atitudes e não serem julgados pelo Estado, enquanto outros grupos estão em vigilância por qualquer motivo ou se inventa os motivos.
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abensica · 1 year ago
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EL GENERAL, LAS RESERVAS Y LA TRAICIÓN.
Coronel (RA) Hugo Bahamón Dussán
Hace unos años, en una de mis visitas a Colombia, saludé en compañía de mi hermano Mario, a mi General (RA) Jesús Armando Arias Cabrales en su casa, en la que sufría su injusta condena de 35 años privado de su libertad, en el Cantón Norte en Bogotá.
Encontré a un anciano delgado, vestido sobriamente, un poco encorvado pero lleno de dignidad y decoro.
Hablamos sobre su situación y lo que más me impactó, y aún hoy cuando lo recuerdo me impacta, fue su profunda claridad en lo que significa la palabra honor.
Nos manifestó a mi hermano Mario y a mí, que de la única manera que aceptaría recuperar su libertad sería si fuera declarado inocente de todos los cargos.
Nunca aceptaría ni un segundo de libertad si para ello tuviera que declarase culpable de hechos que jamás había cometido.
Su conciencia cristiana y su claro concepto del honor no se lo permitirían jamás y no quería morir con esa mancha en su alma.
Ya se lo habían propuesto, no una sino muchas veces, y jamás lo había ni siquiera considerado.
Estaba yo frente a la más perfecta personificación que en toda mi vida he conocido de lo que es la palabra “HONOR”.
Sentí un respeto reverencial por ese ser humano y un estremecimiento de admiración infinita recorrió cada una de las células de mi cuerpo.
No soy una persona sentimental, pero en ese momento no pude contener un quejido que brotó de lo más hondo de mi alma y oculté mi rostro para limpiar mis ojos humedecidos.
Estaba frente a un héroe y un mártir.
Un héroe por lo que hizo: defender la democracia.
Un mártir por lo que hizo después de defender la democracia: defender su honor.
Salí de esa casa abatido y confundido.
¿Cómo un aparato judicial puede cometer tan tremenda injusticia?
¿Cómo una clase política puede aceptar que se cometa tan evidente atropelló a la dignidad de la justicia?
¿Cómo una sociedad puede cerrar los ojos ante tan execrable muestra de venganza política?
¿Cómo unas Fuerzas Armadas pueden permitir que se castigue de esa manera infame a quien solo cumplió con su deber?
Me consolé reflexionando en el maravilloso ejemplo que estaba dejando mi General Arias Cabrales, no solo a las Fuerzas Armadas de Colombia sino todos los seres humanos del mundo entero.
El honor no se negocia.
Se tiene o se pierde.
No hay punto medio.
Las reservas unidas de las Fuerzas Armadas de Colombia debemos seguir el ejemplo de mi General Arias Cabrales.
Nuestra patria no puede soportar más a esta “caterva de descastados” que son los únicos responsables de todo lo malo que nos está sucediendo.
Toda la persecución contra nuestros compañeros en retiro y toda la iniquidad que sufren nuestros compañeros activos tienen una sola definición TRAICIÓN.
Entregamos nuestra vida, nuestra tranquilidad, el futuro de nuestras familias en defensa de la patria y el pago de esta “caterva de descastados” ha sido entregarnos a los perros de presa de La JEP mientras los verdaderos asesinos se regocijan en sus curules.
Colombia reclama un partido nuevo y limpio que enderece el camino de una vez y para siempre.
Las reservas de las Fuerzas Armadas y la Sociedad Civil Patriota lo van a conformar y serán la opción de “cambio” verdadera en el año 2026.
Colombia recuperará la democracia que hemos perdido en esta feria de coimas, puestos y contratos que se apoda “pseudodemocracia”.
Colombia recuperará su dignidad y su honor y cada uno de nosotros, los colombianos, los recuperaremos con ella.
La política será, por fin en Colombia, lo que debe ser y nunca ha sido.
La ciencia que busca el bienestar para todos.
No hay marcha atrás.
Atrás está el abismo.
Para su gentil reflexión.
Fuerte abrazo.
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senig-fandom · 2 years ago
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Al final si me atreví a dibujar a los hijos de Amor...VwVU
Les presento a Alessandro el representante del amor protector y Amanda la representante del amor sentimental.
Y como dibujo extra aun en debate mental es Ágape el que se supone es el nuevo Amor. 
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En historia aun tengo algunas ideas que debo de pensar, pero como inicio, ya conocemos.
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Amor en un punto de su vida empezó a tener visiones, visones de su muerte, en esa visones se incluían a dos personitas pequeñas, dos niños que le decían papá y mamá, pero que de un de repente se veía a si mismo sangrando, mientras los otros dos niños lloraban, y miraba como eran llevado a la corrupción.
Amor casi se volvía loco por esas visiones, que cuando ella creía que podría crear algo parecido a el, fallecía sin siquiera poder conocer el mundo, hasta que se rindió, y sus manos empezaron a crear a ambos gemelos, y cuando lo logro y los veía abrir sus ojos, un llanto de felicidad lo levanto nuevamente, diciéndoselo a su hermana.
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Pero el camino de esos niños y Amor se lleno de problemas, ya que Guerra quería llevarse a Alessandro para las luchas y amor no lo permitía, quería que su niño no sufriera los golpes de la guerra y lo dolorosa que seria.
Alessandro era un hijo protector, le decía mamá o madre a Amor, siempre quería estar con el y comúnmente seguía a su hermana o a Amor, Alessandro tenia el cuerpo frio, pero se comportaba como cualquier niño. 
Al contrario su hermana Amanda, quien le decía papá o padre a Amor,  era alguien cariñosa y cálida, y siempre buscaba aventuras, por lo cual su hermano siempre la protegía.
Pero ambos niños se comportaban como pequeñas criaturas inocentes. Y amor no iba a permitir que los pervirtieran o los maltrataran, pero y tristemente llego el día en que falleció.
Ninguno de los dos niños sabia porque, solo vieron que su progenitor desapareció, y su tía los iba a golpear, aunque Alessandro no dejo que su hermana sufriera algún golpe de su tía, y su hermana consoló a su hermano cuando Atracción se fue.
No fue hasta unos meses despues que el árbol de su creador haría nacer alguien mas, Ágape su hermano pequeño.
Y su nacimiento tambien llegaría Guerra, junto a Violencia, quienes convencerían a Alessandro de unirse a ellos para proteger a su familia.
Alessandro vivió una tortura real al otro lado del mundo, mientras su hermana vivió con la angustia y tristesa del paradero de su hermano, mientras cuido a Ágape, no fue hasta que Amanda acudió a Democracia en el 2009 y le pediría a FM que buscara a su hermano.
Fue en ese tiempo que FM con ayuda de algunos países buscaría a los representantes perdidos, personas como Igualdad, el rencuentro con Naturaleza y Sanación, el rescate de Derechos, y el rescate tambien de Alessandro.
Alessandro al igual que otros estaba en un estado deplorable, casi moribundo, tardo años en recuperarse física y mentalmente.
Alessandro siempre recuerda las palabras de violencia: ‘‘Vamos grita llora, quien te buscara, solo eres un hombre, eres tan olvidado como una hormiga, o no espera una hormiga es mas importante que tu.’’
Por lo cual su actitud protector callo un poco, mientras que Amanda siempre le recuerda que no tiene que hacerlo esto solo, y que nunca lo dejara nunca, al igual que Ágape quien ya es mayor, y busca el modo de recuperar a su familia, incluyendo a su tía Atracción.
______________
Y hasta allí, no se que les parezca esto de Amor y su historia, o mejor dicho su legado, pues no muchas organizaciones crean legados que duren mucho sin que los eliminen a los que lo crearon.
También los sucesos de estos tres hermanos, causaron tambien males, pues la locura de Alessandro causo otro mal y que actualmente lo señalan a el como algo negativo y Amanda y Ágape tambien lo crearon sin querer otros temas mas fuertes.
Pero hasta allí lo dejo XD
Espero y les guste un poco VwV
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salvomelhorjuizo · 5 years ago
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SMJ #94 – Argumentação Jurídica
O que diferencia uma decisão judicial devidamente fundamentada de uma decisão fruto de um abuso ou arbítrio individual? No momento da decisão, o juiz primeiro decide e depois busca a fundamentação ou ele encontra uma fundamentação e posteriormente aplica ao caso concreto?
O campo da Teoria da Argumentação é a área responsável por construir modelos de racionalidade para tomadas de decisão. Com a adoção de alguns desses modelos objetiva-se diminuir o arbítrio, fortalecer a racionalidade decisória e garantir assim a legitimidade pública das decisões judiciais através de uma justificação clara e controlável.
Para entender quais são as questões e dilemas existentes no âmbito da várias teorias da argumentação, o Salvo Melhor Juízo recebeu o veterano Fernando Nagib* e o estreante Tiago Gagliano**.
Não perca!
========= Indicado no programa: Podcast Rationally Speaking Lacunas Jurídicas e Direito – Tiago Gagliano Questões Contemporâneas de Direito – Tiago Gagliano e André Peixoto Cachorros de Palha – John Gray As razões do direito – Manuel Atienza O cérebro emocional – Joseph LeDoux La democracia sentimental – Manuel Arias-Maldonado ========== Comentários, sugestões, críticas: [email protected] Twitter: @SMJPodcast Facebook: www.facebook.com/salvomelhorjuizo/ Instagram: @salvomelhorjuizo Assine o Feed: feeds.feedburner.com/salvomelhorjuizo Compartilhe, divulgue, ajude-nos nesse projeto! Agora o SMJ faz parte da rede de podcasts AntiCast! Acesse: www.anticast.com.br Acesse o PADRIM do SMJ e contribua: www.padrim.com.br/salvomelhorjuizo ========
*Fernando Nagib é professor de Filosofia do Direito e História do Direito da UFBA. Mestre e doutor em Direito pela UFSC, pesquisa a História do Direito Público no Brasil. **Tiago Gagliano é Juiz de Direito no Paraná e professor de Teoria do Direito da PUC/PR. Mestre e doutor em Direito, pesquisa teorias da argumentação e teoria da decisão judicial. É autor, entre outros, do livro “Lacunas Jurídicas e Direito” (Ed. Empório do Direito).
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dyskolo · 5 years ago
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“El tiempo pondrá en su lugar a quienes persiguieron a Pasolini y revalorizará su obra”
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Entrevista a la escritora Salomé Guadalupe Ingelmo, autora de “Pasolini: pasión y muerte” (Dyskolo, 2020)
Antonio Cuesta
Salomé Guadalupe Ingelmo es una escritora de oficio, doctorada en filosofía y letras, que ha desarrollado en los últimos años una prolífica carrera que desde la narrativa, el ensayo, la crítica literaria y cinematográfica, además de como traductora y docente, nos acerca su forma de ver el mundo. Por si eso no fuera suficiente, colabora además con múltiples publicaciones culturales y desde 2003 es coordinadora del Concurso Literario Internacional “Ángel Ganivet”, entre otras ocupaciones.
Quizá por ello en su último libro “Pasolini: pasión y muerte. Crónica de una muerte anunciada”, publicado recientemente por Ediciones Dyskolo, es capaz de desgranar y abordar de manera decidida no solo los aspectos más oscuros del asesinato sino, fundamentalmente, de la vida de uno de los intelectuales más íntegros y completos del siglo XX.  
—Permíteme comenzar la entrevista con una cita que cierra tu libro, «dada la alarmante actualidad de sus temores y advertencias, volver a Pasolini y a su trágica desaparición se revela más pertinente que nunca. Porque, definitivamente, seguimos estando todos en peligro”. En tu opinión ¿qué conecta la Italia de 1975 con nuestro momento actual? ¿Cuál es el peligro que denunciaba Pasolini y que continúa amenazándonos?
La Italia del momento era terriblemente turbulenta y convulsa. La brutal violencia se manifestaba, diariamente, en las propias calles. De eso se trataba, de hecho, de generar en la sociedad inestabilidad y terror, inseguridad y psicosis: la denominada estrategia de la tensión. Sin embargo, la porquería que se escondía bajo la superficie —corrupción, uso de los aparatos del Estado en beneficio de un determinado partido, empleo del terrorismo como arma política, manipulación de los medios, pacto entre Gobierno y mafia…—, la que aún no hemos podido desenmarañar del todo y quizá no lo logremos nunca, se adivina aún peor si cabe. Se trataba de presentar, incluso a costa de la intriga y la falsedad, de minar todos los principios de una verdadera democracia y de un Estado de derecho, al oponente político como una peste, un animal sanguinario.
Ahora, en España, la tensión es patente; pero lo latente, lo subrepticio e insidioso, me preocupa todavía más. Me alarma y asquea ver cómo ciertos políticos recurren constantemente a la violencia verbal y mienten —como se mentía entonces en Italia— sin pudor alguno; cómo cada día se vuelven incluso más atrevidos en sus declaraciones; cómo son capaces de acusaciones sin fundamento no solo torpes y repulsivas, sino de extrema gravedad, que, sin embargo, e inconcebiblemente, no generan consecuencia alguna, ni legal ni política. Como si en este país determinadas personas se pudiesen permitir manifestaciones públicas aberrantes con impunidad absoluta. Se está convirtiendo en un pernicioso hábito, un vicio degradante para todos. Casi como si se compitiese por ver quién es capaz de decir la bestialidad más gruesa. No me refiero ya a la ignorancia, que es mucha en el ámbito político español —porque, a todas luces, salvo raras excepciones, nuestros políticos no gozan de gran formación—; me refiero a la mala intención manifiesta, a la vileza, al calumniar y engañar totalmente a sabiendas y con fines torticeros.
Las reacciones que la violencia de un tipo u otro genera en los seres humanos se repiten, en ocasiones, a lo largo de la historia. En el fondo, la especie no ha cambiado tanto. No es raro que, en momentos de crisis, de crisis económica y de valores, los miembros más débiles de la comunidad, como pueden ser los jóvenes, busquen consuelo en ideologías radicales y violentas que creen la fórmula para expresan su desencanto y desacuerdo, para desahogar su rabia. Cuando alguien se siente frustrado y maltratado, en cierta medida traicionado y estafado, es capaz de las reacciones más irracionales y virulentas. Especialmente si no ha recibido una formación sólida, una educación no solo académica, sino especialmente sentimental: si nadie le ha enseñado a construirse por dentro y a desarrollar su inteligencia emocional. Por eso resurgen determinados movimientos de corte reaccionario, racista, intolerante, xenófobo, homófobo, machista y un largo etcétera de lindezas precisamente ahora.
Repasando la obra de Pasolini, siempre me conmueve la enorme y sincera ternura que mostraba en su poesía y artículos hacia los fascistas más jóvenes, hacia los muchachos abandonados por la sociedad en manos de movimientos de extrema derecha; aquellos que él, con su proverbial vocación pedagógica, parecía empeñado en rescatar y reinsertar en la comunidad, que sin embargo los daba por perdidos sin hacer grandes esfuerzos. Porque Pasolini era consciente de que aquellos que se convertían en verdugos eran, a su vez, víctimas. Y que el círculo infernal jamás se rompería si alguien no tomaba las riendas del compromiso; si alguien no ofrecía, el primero, tolerancia, comprensión y diálogo. Si alguien no abría las mentes, especialmente las jóvenes, a otras formas posibles y más satisfactorias de concebir el mundo.
Respecto al peligro del que advertía Pasolini… El humanismo queda demasiado lejos. Ya en sus tiempos pertenecía al pasado remoto, y eso es algo que él no lograba digerir. A nadie le interesa ahora el objetivo ideal de un individuo moldeado según una concepción integradora de los valores humanos. Nos hemos lanzado, con fervor, en brazos de un falso ídolo, de un presunto dios llamado progreso. Un progreso que en realidad no es tal.
Pasolini denunciaba esa pérdida de valores entre la población italiana, a cuya corrupción asistía con horror, hace más de cincuenta años. Y por ello se lo acusaba de provinciano y retrógrado. Pero si leemos bien, especialmente su poesía, lo que encontramos no es nostalgia del pasado por el pasado, no es una nostalgia irracional y absolutamente visceral. Sencillamente, él se había dado cuenta tempranamente de que nos están robando nuestro acervo cultural, que es también nuestro acervo sentimental colectivo, empobreciéndonos e insensibilizándonos. Están vaciando nuestro paisaje interior, convirtiéndonos en un páramo yermo. En definitiva, se ha homologado y cosificado al ser humano insistentemente, arrebatándole su riqueza original —que disminuye con el consumismo—.
—Hablas del consumo como una pérdida de valores que afecta a lo más profundo del ser humano.
Hemos renunciado voluntariamente a nuestros orígenes, a nuestro pasado y tradiciones, a todo lo bueno que podíamos hallar al mirar atrás. Alguien nos convenció de que eso era rancio, y en nuestra sociedad cada día cuenta más estar a la moda, seguir las tendencias generalizadas: hacer lo que un misterioso alguien, tempestivamente, ha decidido que toca. Tan habituados nos tienen a esta forma de razonar, o mejor de no razonar, que no es de extrañar la proliferación de retos estúpidos y a veces mortales difundidos a través de las redes sociales.
Nos hemos vaciado tanto por dentro que, como ya no estamos seguros de ser, tenemos una desmedida necesidad de aparentar que somos. Por eso ya únicamente nos concebimos como una marca. Somos lo que nuestras redes sociales muestran. Ninguna experiencia es real si no la documentamos mediante fotos y, sobre todo, si estas fotos no son mostradas ante un público y compartidas. Carecemos de currículum si no aparecemos en Wikipedia, experimentamos tal necesidad de reconocimiento por parte de los demás que, en el fondo, aunque ridículo, resulta al tiempo enternecedor. No obstante, no sabemos canalizar ese sentimiento ni como individuos ni como especie, y eso nos está malogrando y destruyendo,
A fuerza de consumir, nos hemos convertido nosotros mismos en objetos de consumo. Y, entre tanto, paradójicamente, en nuestro intento por dejar huella, nos hemos ido consumiendo de la forma más estéril. La verdadera huella se deja haciendo escuela —una escuela que se crea no solo desde las aulas, sino especialmente en la vida cotidiana, en nuestro trato habitual con los demás—, no colgando fotos y pulsando “me gusta” en un ordenador.
Hemos rechazado nuestros referentes, pero tampoco hemos sabido construir nuevos referentes sólidos. No se trata de vivir anclados en el pasado, sino de no emprender una loca carrera hacia un adelante que en realidad no ofrece futuro, llenos de falso triunfalismo, quemando las naves simplemente para no pensar, para no tener que reconocer nuestros temores o frustraciones.
Estamos en el siglo XXI, con la tecnología más avanzada que se haya conocido hasta el momento —que podría ponerse al servicio del hombre y la cultura—, nuestros conocimientos científicos superan con creces los del pasado, y, sin embargo, yo nos veo más ignorantes que nunca. Las personas están cada día menos habituadas a pensar. Y eso es así porque el sistema no nos educa para pensar, sino para aceptar dogmas casi de fe sin cuestionarnos su autoridad y para acatar órdenes, para obedecer. Habrá que preguntarse por qué.
Naturalmente, los intereses que hay detrás han existido siempre, en cada momento de la historia. No obstante, no creo que, en nuestro conjunto, como sociedad, hayamos sido nunca tan dóciles, tan inconscientes de nuestra condición o tan resignados. Está claro que alguien ha hecho muy bien su trabajo. Necesitamos, más que nunca, referentes como Espartaco o Pasolini. Pero yo, lamentablemente, no los veo. Si alguno hay, obviamente, a los medios de comunicación de masas, siempre al servicio del discurso oficial —a veces mediante una adulación nauseabunda y a veces, para convencer a los que todavía se muestran un poquitín más críticos, mediante la psicología inversa—, no les interesará darlos a conocer.
Sin ánimo de pintar un paisaje apocalíptico, muchos de los peligros contra los que prevenía Pasolini siguen muy activos y, de hecho, han cobrado aún mayor fuerza que en sus tiempos.
—Cómo se explica esa visión profética de un intelectual único que hizo televisión, cine, radio, tradujo, editó, escribió novela, teatro, poesía, ensayo y reportaje, realmente un bagaje inabarcable.
Creo que pudo ver e intuir lo que otros aún no advertían —lo que algunos preferían ignorar por miedo— gracias a su sensibilidad, su enorme conocimiento del ser humano y su tremenda empatía hacia este. Y creo que ese profundo conocimiento de su prójimo, que se refleja tan magistralmente en sus películas, tiene su origen, amén de su contacto con los estratos más desfavorecidos de la sociedad —surgido de su situación precaria cuando llega a Roma, pero voluntariamente cultivado con pasión hasta el final de sus días, cuando ya era muy famoso en todo el mundo y disponía de una vida más que desahogada—, precisamente en la circunstancia que mencionas. Su enorme y heterogénea producción artística es fruto de su personalidad compleja. Era un artista multidisciplinar porque era un individuo polifacético, muy completo, lleno de inquietudes de diverso tipo —entre las cuales también observar y analizar a sus semejantes y a sí mismo—. En realidad, todos los seres humanos lo somos si no nos privan de nuestra vida interior, de nuestra naturaleza más humana. Si alguien incentiva desde niños nuestra curiosidad e inteligencia, en lugar de hacer lo contrario.
El ámbito académico no debería servir solo, y Pasolini —maestro que nunca perdió su vocación pedagógica— lo sabía bien, para introducir conceptos en la cabeza de los alumnos; sino para dotarles de herramientas intelectuales y enseñarles a hacer uso de ellas. A pensar en todo momento, también y quizá especialmente en la vida cotidiana: ya esté uno afrontando un análisis sintáctico o haciendo la lista de la compra. Si alguien, la naturaleza o Dios, como cada uno prefiera, nos concedió un cerebro superior, no es derecho sino obligación el usar ese don del que otros seres carecen.
Por otro lado, un docente, con su proceder, ha de servir también como ejemplo vital, referente de coherencia y honestidad intelectual. Profesor y alumno no han de compartir necesariamente todos los puntos de vista, pero sus respectivas conductas sí han de consentir que se respeten el uno al otro y cada uno a sí mismo.
—En tu libro hablas de la posible implicación en su asesinato desde la Democracia Cristiana hasta los servicios secretos o la mafia, lo que habría arrojado tantas sospechas sobre la inacción de la judicatura y la existencia de tantos cabos sueltos ¿te dejaste cosas sin escribir, nombres o declaraciones sin confirmar?
Voluntariamente no. Peco siempre de una franqueza que probablemente me aproxima más a los niños que a los adultos. Me considero totalmente transparente, y no me da miedo reconocerlo. No obstante, nuestra sociedad actual no está preparada para la sinceridad, no es un valor al alza. Quizá no lo haya sido en ningún momento de la historia. Quizá el ser humano, en general, tolera bastante mal la verdad cuando esta no refleja lo que desea escuchar.
Pasolini era muy consciente de la antipatía que generaba hacia él su tremenda honestidad. Podría, por tato, haberla evitado, sencillamente, haciendo y diciendo lo que se esperaba de él. Sin embargo, a pesar de que, como individuo sensible que era, sufría terriblemente el rechazo, no puso remedio. Por el contrario, persistió en las actitudes que generaban rencor hacia su persona. ¿Por qué?  ¿Por testarudez?  ¿Por soberbia?  No, por integridad. No estaba dispuesto a mentir a los demás ni a mentirse a sí mismo.
Como te decía, pues, voluntariamente no he callado u omitido nada que considerase poco juicioso o prudente decir. No obstante, estoy plenamente convencida de que nunca llegaremos a conocer toda la verdad. Una parte del escándalo ha ido saliendo a la luz lentamente; algunas sospechas se han ido, tímidamente, verificando… Pero se ha necesitado mucho tiempo para poco avance, y hay demasiados intereses por medio. ¿Cómo reconocer que la podredumbre ha corroído la democracia tan largamente, dinamitando sus principios más irrenunciables? Una democracia de la que, por otro lado, la actual es directa heredera…
Como sabes bien, en el libro se cita, entre otros, el parecer del compositor Francesco Guccini, que se ha demostrado agudo analista de la condición humana y la sociedad italiana en tantas canciones convertidas en clásicos contemporáneos. Pues bien, Guccini se reconoce muy escéptico, como tantos otros intelectuales italianos y ciudadanos en general, respecto al esclarecimiento definitivo de la strage di Bologna —la matanza del 2 de agosto de 1980—, lo que significa también que duda de que los italianos puedan saber finalmente lo que en realidad estuvo pasando durante los años de plomo y el nivel de implicación y responsabilidad que en los mismos tuvo el propio Estado. Por extensión, dado que no pocos vinculamos directamente su desaparición a estos hechos, difícilmente llegaremos a conocer todos los detalles sobre el caso Pasolini; no creo que salgan a la luz nombres y apellidos concretos jamás.
— Un intelectual indomable que se había ganado demasiados enemigos, dices en el texto, entre ellos la facción más reaccionaría de la Iglesia, pero también tuvo sus diferencias con el PCI. ¿Cómo fue su relaci��n con la institución católica y con el partido y otros grupos de izquierda?
A todas luces, pésima. Pasolini no era hombre de instituciones, y no le importaba manifestarlo públicamente cada vez que tenía oportunidad de hacerlo. Creo que había perdido la fe totalmente en ellas, pero jamás la perdió en el ser humano. Un ser humano al que esas instituciones, en efecto, anulan y defraudan.
La intolerancia hacia quien discrepa, la inflexibilidad y el dogmatismo se revelan a menudo defectos inherentes a las instituciones. Pasolini siempre fue un grano en cierta parte de la anatomía de las instituciones, de varias. Porque su rectitud, su integridad personal, sí le permitía denunciar las incoherencias de quienes pretendía imponer arbitrariamente normas a su antojo, por encima de las conciencias ajenas.
Cada católico ha de saber qué conducta conviene a su concepto de la moral. Cada comunista ha de mantenerse fiel a su propia visión del comunismo y ha de tener todo el derecho a manifestarla, porque eso enriquece el pensamiento comunista en general. El problema surge cuando las instituciones pretenden imponer un pensamiento único, porque un pensamiento único no deja de ser una ausencia de pensamiento.
Pasolini no soportaba la hipocresía. A la Iglesia no podía perdonarle que no se opusiese al nada cristiano consumismo. Al PCI, que se hubiese perdió demasiado en lo teórico, enfrascado en sus propias disputas sobre el sexo de los ángeles, alejado de los barrios deprimidos y sus verdaderos problemas, abandonando a los proletarios y a los campesinos a su mísero destino, lanzando —en lugar de comprender, educar e integrar— a los jóvenes desfavorecido en brazos de un discurso populista, violento y de extrema derecha.
Seguramente, como hombre de izquierdas, se sentiría especialmente traicionado por el PCI. Su hermano Guido, partisano, había perdido la vida a causa de luchas intestinas cuyas responsabilidades nuca fueron convenientemente depuradas. Me refiero a la masacre de Porzus, en la que la Brigada Osoppo, de la que él formaba parte, fue masacrada. Además, el propio Pasolini, por entonces secretario de la sección comunista de San Giovanni, había sido expulsado con deshonor —por “indignidad moral y política” y “desviación ideológica”— del partido al hacerse pública de forma bestial, a finales de 1949,  su homosexualidad: sometido a juicio —aunque tiempo después fuese absuelto por falta de pruebas— y acusado, tras un episodio inocente que los implicados no denunciaron, de corrupción de menores, es decir de pederastia, por no haberse dejado intimidar —ante las presiones de un párroco local y un diputado democristiano— para que abandonase la política y su activismo comunista.
Los verdaderos cristianos, los cristianos de base, por ejemplo los de la organización Pro Civitate Christiana de Asís, a quienes escribe pidiendo asesoramiento antes de iniciar el rodaje de la película El Evangelio según Mateo, parecían adorarlo; como si reconociesen en él a un igual. Pasolini no paraba de declararse públicamente ateo, pero en él observamos mucha más espiritualidad y compromiso con los valores cristianos que en la mayoría de creyentes practicantes. Le fascinaba la figura de Cristo por lo que tiene de humano, de indulgente y compasivo. De hecho, la película, presentada en la XXIV Muestra de Venecia, había recibido el premio de la Organización Católica Internacional del Cine, que la define como una “película cristiana”, un trabajo superior a cualquiera que se hubiese hecho antes sobre la vida de Jesús, clave para difundir su mensaje social.
Los jóvenes comunistas, por su parte, se mostraron más propensos al diálogo que sus mayores. En junio de 1974, con ocasión del referéndum por el divorcio, los dirigentes de la federación juvenil aceptaron incluso un debate público con Pasolini.
¿Quién se opone furibundamente a él, por tanto, en el ámbito católico como en el comunista? La vieja guardia. Los elementos más reaccionarios, intolerantes y dogmáticos, aquellos que alimentan los prejuicios y el odio, y no están dispuestos a escuchar razones ni a cambiar su —inflexible— juicio: los enemigos de la libertad y la humanidad. En definitiva, aquellos que carecen de caridad. Esa virtud esencial para Pasolini, sin la cual cualquier valor, incluso la propia integridad, siempre tan estimada por él, se desvirtúa y pierde sentido.
— A la vista de lo que recoge tu libro el asesinato parece más bien el punto final previsible —como de alguna manera recoge el subtítulo—, tras una crucifixión de continuas denuncias y juicios a los que se vio sometido Pasolini a lo largo de toda su vida.
Me alegra la oportunidad que me ofreces de aclarar este punto. No me gustaría que pareciese algo inevitable y asumido como tal por la víctima, lo que casi significaría dar la razón a quienes proponen una suerte de suicidio, una muerte buscada en otras manos de forma voluntaria. Se me hace una explicación despreciable que elude las verdaderas responsabilidades.
Sin embargo, sí es cierto que él era consciente del sino infausto que siempre se había cernido sobre su persona y, aun conociendo el origen de su tragedia, como decía hace un momento, se mantuvo firme por integridad personal y por honestidad intelectual; por responsabilidad social como individuo, como artista, como escritor y como periodista. Sobre todo, como ser humano.
En este sentido, dado que los poderes contra los que luchaba no parecían dispuestos a soltar su presa, sí estaba abocado al desastre. De alguna forma él era consciente, pues ya le habían destrozado la vida antes. Su miedo se hace patente en el artículo “Cos’è questo golpe? Io so”. Sin embargo, no creo que imaginase que pudiesen llegar tan lejos: la persecución y el descrédito, el ostracismo, los había experimentado en sus carnes; pero intuir incluso el crimen… Aunque él ya tenía sospechas más que fundadas, sospechas que probablemente precipitaron el desenlace —me refiero a los indicios que lo impulsaron a escribir su novela inconclusa Petróleo—, de que determinados intereses podían recurrir al asesinato.
— Hay tres cuestiones sobre las que me gustaría conocer tu opinión como investigadora del pensamiento de Pasolini. Cuando se refiere al “hedonismo de masas”, a “la civilización de los consumos” y a “la homologación del nuevo fascismo”, ¿tienen relación con sus tres enemigos declarados, burguesía, capitalismo y reacción?
La pregunta, desde luego, no tiene nada de inocente o fortuita.
Sí, yo también creo que todos son síntomas de un mismo mal. Una pescadilla que se muerde la cola. A una determinada élite social, lo que quiere decir económica —fruto de ese sistema concreto; pero también, al tiempo, necesaria para que el mismo sobreviva—, le ha convenido la proliferación del consumismo y la homologación, de la deshumanización y el desmembramiento social, de la pérdida de la conciencia individual y comunitaria, porque de esa forma, aislada e indefensa, la persona se cree impotente y se resigna a la suerte impuesta; se convierte en cordero sacrificial sin oponer resistencia. Una resistencia que no implica la violencia física o el uso de las armas, sino el desarrollo pleno y consciente de nuestras facultades intelectuales, nuestra espiritualidad —que no necesariamente ha de identificarse con religiosidad— y nuestra sensibilidad. Eso es lo que Pasolini quería: individuos instruidos y dotados de un juicio crítico, alerta y dispuestos a exigir sus derechos y a pedir responsabilidades. En definitiva, individuos preparados para articular una verdadera democracia.
— Para terminar, me ha llamado la atención la forma en que te acercas al pensamiento de Pasolini a través de su poesía, una dimensión ciertamente llamativa, pero certera y atrevida. ¿Consideras que puede resultar más accesible para el lector hacerlo por esa vía?
Es curioso que te hayas percatado de ello. O quizá es natural que te haya llamado la atención, especialmente siendo tú periodista. Como también lo fue Pasolini, un excelente periodista, por cierto: intuitivo y recto.
En el fondo creo que, en un primer momento, no lo hice de forma totalmente consciente; probablemente fue algo instintivo. Después, a medida que revisitaba su poesía y traducía parte de ella —pues en general he preferido emplear mis propias traducciones a ediciones en español previas. No porque las menosprecie, sino porque la lengua original ofrece matices que, de lo contrario, por muy bueno que sea el traductor, se escapan y porque además mi relación con el italiano es demasiado estrecha y me exige el contacto directo—, me percaté de que con este enfoque rendiría mayor justicia y tributo.
Ves, no se trata tanto de si así, a través de la poesía, llegaré más al lector, si conseguiré acercarle con más facilidad el pensamiento de su creador —que seguramente sí, porque la poesía facilita la conexión inmediata entre dos espíritus sin necesidad siquiera de apelar a la racionalidad—; sino de recobrar lo más puro y primigenio de Pasolini, su inclinación natural.
Pasolini, ya muy joven, de niño, empezó siendo poeta. Se consideraba escritor por encima de cualquier otra cosa, pero creo que, dentro de esta disciplina, se sentía especialmente poeta. No abandonó nunca la poesía. En algunos de sus versos asistimos a su desolación por no haber podido ser el tipo de poeta que hubiese deseado: él hubiese preferido poder escribir una poesía más pura, que respondiese a sí misma como único interés, y, sin embargo, por conciencia social, por cuanto su denuncia pudiese servir para subsanar las injusticias de su tiempo —que siguen siento, trágicamente, las injusticias de nuestro tiempo—, se vio obligado a escribir poesía reivindicativa, una poesía volcada más hacia el exterior que hacia el interior.
Por eso, recuperar su pensamiento a través, sobre todo, de esa forma pura de expresión, de la poesía que él tanto amó y a la que no pudo entregarse del modo que hubiese querido, se me antojaba un modo de hacerlo reverdecer como el árbol alimentado, tras las inclemencias del inmisericorde invierno, por la savia nueva. De contribuir a que sea él, en efecto, quien resurja victorioso en primavera.
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felipeandletizia · 5 years ago
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May 31, 2019: Queen Letizia inaugurated the 78th Madrid Book Fair.
The Queen bought a few books during her stroll around the fair. Among them were:
“Tsunami”, an anthology put together by Marta Sanz that brings together several women that, through their experiences, explore the different facets -corporal, emotional, material, ideological - of what it means to be a woman in the 21st century. In a historical moment of visibility of the different forms of violence exerted on women - #MeToo, #TimesUp-, ten authors of different generations, with different ideas and experiences, reflect in an autobiographical manner and through different textual genres - story, essay , vignette, memory ... - about the sentimental, social, political and cultural impact of feminism.
“Retablo”, also by Marta Sanz. The cities and citizens of the countries are evolving under the conditions of gentrification phenomena, overflowing tourism or mass commercial outlet. A satirical, grotesque, critical tone covers this reality in the hands of Marta Sanz, one of the indispensable writers of current Spanish literature.
For Princess Leonor and Infanta Sofia, the Queen bought a series of books that teach politcs to children:
-  ‘Cómo puede ser la democracia’ (What Could a Democracy Be Like)
- ‘Así es la dictadura’ (So This is a Dictatorship)
- There are Social Classes (There are Social Classes)
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unpensadoranonimo · 5 years ago
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Opiniones de política española (24/8/2019)
Carta abierta al ministro Marlaska - Miquel Giménez
Casado y la legitimidad sentimental - Álvaro Petit Zarzalejos
Cómico y caro, muy caro - Graciano Palomo
Como en el TBO, si Sánchez no le 'compra' un Gobierno de coalición, Iglesias llora y patalea - Enric Sopena
¿Democracia u oligarquía? - Juan Ramón Rallo
¿Es posible ahora un Gobierno de coalición? - Luis Arroyo
Investidura sin acuerdo, el posible regalo envenenado de Iglesias - Ignacio Varela
La reina por la reina - Graciano Palomo
Lo que le falta al Museo de las Relaciones Rotas - Marta García Aller
Nubes de verano - Gregorio Morán
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Pedro, Pablo y jajaja - Jorge Bezares
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fredborges98 · 11 months ago
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Dignidade.
Dignidade é dinheiro no bolso!
Por: Fred Borges
A dignidade é um valor da pessoa humana e deve ter por princípio garantir uma existência humana adequada, virtuosa, honrada em termos materiais e espirituais, digna.
O homem é digno de ser homem porque possui a essência, que é a humanidade.
"TEATRO POLÍTICO – Diz a sabedoria popular que passarinho, quando está na muda, não canta. Lula afinal foi obrigado a ficar quieto, descobriu que estava vivendo só um teatro( Hoje ele é o próprio teatro; do bilheteiro, palhaço, trapezista ao próprio picadeiro).
Ele se deu conta de que o teatro ao qual foi induzido por seus assessores, inclusive os de marketing, a esse espetáculo ao qual se dedicava gostosamente, mostrou-se inócuo e falso;( hoje é a falsidade e desonra em pessoa), de repente, Lula caiu das nuvens.
O mais grave disso tudo, falando no plano acadêmico, é que a impressão que passa é a de que ou os governantes sabem o que está acontecendo no ( Brasil) e no mundo e não traduzem, ou "desconhecem" esses processos avassaladores( são agentes ativos destes processos) que estão em marcha e que, se não forem devidamente avaliados( a população passa sem saber ler nem escrever), o país não pode definir algo que o faça andar( o país- Brasil é tratado como se todos fossem quadrúpedes e estúpidos).
A maioria que votou nele é!
Aliás, parece-me que este governo, tal qual o anterior( do anterior, do anterior, sempre o PT protagonista ou coadjuvante), não tem projeto porque não tem análise. ( Não tem análise, crítica e exemplificação, logo apresenta uma inviabilidade acadêmica diante de uma maioria de professores de esquerda que os aprova ou aprovam( PT ou Petistas), por representar a velha, depravada e prostituída esquerda, conferindo- lhe sempre a maior e melhor nota por pura imbricação entre os acadêmicos intelectuais e o governo que por sua vez lhes oferecem " tetas" governamentais e vermelhos aventais de açougueiros ou aprendizes ou jovens aprendizes, aventuras no velho continente, nunca na Venezuela, Cuba, Nicarágua ou outro país "fazendo água"!
Os hindus e os chineses têm projeto e têm análise( mas seriam uma referência ou um benchmarking? )
O discurso de Lula de uma certa maneira encobre essa falta de projeto( é um discurso para os" estúpidos-cupidos" . Daí o apelo( pesado e caro aparelho governamental) ao sentimental, ( populista, demagógico) e ao piegas.
Mais: às vezes é um discurso que tem cheiro de água benta. (8 de março de 2004)" OCTAVIO IANNI
Se naquele tempo, há 20 anos atrás, o discurso tinha cheiro de água benta, agora a água é quimicamente modificada na pia batismal para se fazer uma " lavagem cerebral" como anfitrião o Papa Francisco, em relação a tudo que emana a real e tangível dignidade humana.
Para se conquistar a dignidade humana devemos percorrer alguns fundamentos da liberdade,acessibilidade, democracia, educação, política, judiciário, da segurança e justiça social e econômica:
Primeiro: a dignidade não é dada ela é conquistada por uma educação desprovida de ideologias, doutrinas, dogmas, religiões, por valores éticos e morais onde o capitalismo, a democracia, o exemplo de caráter, honra, comportamento moral irrepreensível, são a bases estruturantes deste que é o valor supremo da existência humana- a dignidade.
Segundo: a dignidade vem do trabalho, trabalho como empregado, trabalho como empreendedor, empresário, como funcionário público concursado, nada de " chupa- tetas", " paraquedistas","redas" , terceirizados que representam tudo menos a dignidade, estes trabalhadores tem preço e seus preços são a venda de sua honra, caráter, e da dignidade propriamente dita, pela sua sobrevivência e de sua família.
Sobrevivência não é e nunca foi referência de dignidade!
Terceiro: O papel do empresário está diretamente ligado à liberdade de oferecer dignidade aos seus empregados por meio de salários compatíveis ao mercado, livre de impostos,e taxação, corrupção, prevaricação e outras disfunções burocráticas do Estado além de outros mecanismos que corroem seus lucros.
A iniciativa privada deve estar fora de obras públicas.
Quarto: O governo tem um papel fundamental: ser menos, de preferência desaparecer com o passar do tempo, não interferir na livre economia,promover a desregulamentação, desburocratização, tirar as suas amarras e tentáculos parasitários, não legislar em causa própria, não atuar onde exista conflito de interesses, ser transparente, ser o menos possível numa economia de mercado, tirar o Estado ou Estatais ou outras formas e formatos de Estado, deixando para iniciativa privada, simplificar, não complicar para " facilitar" com esquemas, desvios do erário público,em consequência os impostos cobrados devem ser justos e dignos, paga menos quem gera mais trabalho!Retorno maior em obras estruturais a quem tem menos recursos ou renda promovendo a dignidade e justiça social.
O trabalho, a geração de renda, é a real distribuição da riqueza de uma nação,o resto é " lorota" ou " conversa para boi dormir"!
O Estado deve estar na saúde, educação e segurança, a iniciativa privada não deve ter nenhum negócio instalado nestas três áreas, do contrário sempre acontecerá a lógica inversa: segurança se nutrindo da insegurança que ela própria provoca, saúde oferecendo a doença que ela própria provoca e educação oferecendo a ignorância ou o conhecimento manipulado ineficaz diante da realidade que ela própria produz ou provoca.
Quinto: Os impostos dos ricos que se tornaram ricos pela corrupção, roubo, devem ser expatriados dos paraísos fiscais, seus donos serem condenados a pena capital,justifica-se: a prisão perpétua é um custo ao cidadão de bem, portanto todo criminoso, independente do crime, deve pagar com trabalho pelo que fez e sua família pelo que ele fez, todos perdem a dignidade até, com o trabalho, honestidade e integridade, recuperá-la.
O bem gera o bem!
Sexto: Quanto menos Estado nas demais áreas, mais dignidade!
Sétimo: Quanto menos políticos, mais dignidade!
Oitavo: Todo político não deve receber ou ter nenhum tipo de renda direta ou indireta, seja por meio de salários, lobby, imbricação entre Estado e Iniciativa privada, que deve ser desde sempre considerada crime e seus envolvidos a pena capital sem recursos, claro diante a comprovação por meio de dados e fatos em consonância com a realidade por cinco instâncias julgadoras em cinco etapas conclusivas e deliberativas, com diferentes níveis de representação na sociedade.
Nono: O sistema judicial também não deve receber ou ter nenhum tipo de renda direta ou indireta, a não ser os funcionários concursados,e juízes concursados
Indicações politico- partidárias no âmbito do judiciário não deve ter nenhuma renda, inclusive desembargadores, procuradores, juízes do supremo, todos que têm indicação política são considerados "contaminados" pelas indicações ou seu sistema de favores e de troca de favores, o que em última análise deveria ser banido sumariamente pelo Estado Democrático de Direito e nunca existir.
Décimo: A livre concorrência, competição, cooperação, essa última, sem se constituir em formação de monopólios ou cartéis, deve dar livre acesso a planilhas de custos e despesas, revelar porcentagens de lucro auferido e ser transparente aos consumidores e bases fiscais e tributárias, sendo os preços compatíveis e em consonância com a dignidade da população já que será sua dignidade que num mecanismo da lei da oferta e demanda irá alimentar as matrizes econômicas do consumo, produção, logística, distribuição, mantendo a disseminação, multiplicação e divisão da renda não por um salário mínimo, mas por uma renda mínima, na promoção e auferindo e conferindo dignidade humana aos cidadãos.
Dignidade é dinheiro no bolso, seja ele virtual, digital, de plástico,papel, metal ou de fonte mineral!
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soyomoali · 6 years ago
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“Canto a mí mismo” de Walt Whitman (Traducción de Jorge Luis Borges)
Yo me celebro y yo me canto,
Y todo cuanto es mío también es tuyo,
Porque no hay un átomo de mi cuerpo que no te pertenezca.
Indolente y ocioso convido a mi alma,
Me dejo estar y miro un tallo de hierba de verano.
Mi lengua, cada átomo de mi sangre, hechos con esta tierra, con este aire,
Nacido aquí, de padres cuyos padres nacieron aquí, lo mismo que sus padres,
Yo ahora, a los treinta y siete años de mi edad y con salud perfecta, comienzo,
Y espero no cesar hasta mi muerte.
Me aparto de las escuelas y de las sectas, las dejo atrás;
me sirvieron, no las olvido;
Soy puerto para el bien y para el mal, hablo sin cuidarme de riesgos,
Naturaleza sin freno con elemental energía.
Creo en ti, mi alma, el otro que soy no se rebajará ante ti,
Y tú no te rebajarás ante él.
Tiéndete en el pasto conmigo, desembaraza tu garganta,
No son palabras, ni música, ni versos lo que preciso, ni hábitos, ni
discursos ni aun los mejores,
Sólo quiero el arrullo, el susurro de tu voz suave.
Recuerdo cómo nos acostamos una mañana transparente de estío,
Cómo apoyaste la cabeza sobre mis caderas y la volviste a mí dulcemente,
Y abriste mi camisa sobre el pecho y hundiste tu lengua hasta tocar mi corazón desnudo,
Y te estiraste hasta tocarme la barba, y luego hasta tocarme los pies.
Velozmente se irguieron y me rodearon el conocimiento y la paz que
trascienden todas las discusiones de la tierra,
Y desde entonces sé que la mano de Dios ha sido prometida a la mía,
Y sé que el espíritu de Dios es hermano del mío,
Y que todos los hombres que han nacido son mis hermanos, y las
mujeres mis hermanas y mis amantes,
Y que el sostén de la creación es el amor,
Y que son innumerables las hojas rígidas o que se curvan en los campos,
Y las negras hormigas en las grietas bajo las hojas,
Y las mohosas costras del seto, las piedras hacinadas, el saúco, la
candelaria y la cizaña.
Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma,
Los goces del cielo están conmigo y los tormentos del infierno están conmigo,
Los primeros los injerto y los multiplico en mi ser, los últimos los
traduzco a un nuevo idioma.
Soy el poeta de la mujer no menos que el poeta del hombre,
Y digo que es tan grande ser mujer como ser hombre,
Y digo que nada es mayor que ser la madre de los hombres.
Entono el canto de la exaltación o de la soberbia,
Ya estamos hartos de plegarias y de zalanderías,
Muestro que el tamaño no es más que crecimiento.
¿Has dejado atrás a los otros? ¿Eres el presidente?
Es una bagatela, cada uno de los otros te alcanzará y seguirá adelante.
Soy el que camina con la tierra y creciente noche,
Llamo a la tierra y al mar que abraza la noche.
Abrázame, noche de senos desnudos, abrázame, noche magnética y fecunda,
Noche de los vientos del sur, noche de las estrellas grandes y escasas,
Noche serena que me llama, loca y desnuda noche de estío.
Sonríe, tierra voluptuosa de fresco aliento,
Tierra de los árboles dormidos y húmedos,
Tierra del sol que ya se ha ido, tierra de las montañas de cumbre nebulosa,
Tierra del cristalino fluir de la luna llena, apenas tocada de azul,
Tierra del brillo y de la sombra manchando la corriente del río,
Tierra del gris límpido de las nubes que resplandecen y se aclaran
para que yo no las vea,
Tierra yacente y extendida, rica tierra de azahares
Sonríe, porque llega tu amante.
Pródiga me has dado tu amor, te doy pues mi amor,
Mi apasionado amor indecible.
Walt Whitman, un cosmos, de Manhattan el hijo,
Turbulento, carnal, sensual, comiendo, bebiendo, engendrando,
Ni sentimental, ni sintiéndome superior a otros hombres y mujeres,
ni alejado de ellos,
No menos modesto que inmodesto.
¡Arrancad los cerrojos de las puertas!
¡Arrancad las puertas de los goznes!
El que degrada a otro me degrada,
Y todo lo que se dice o se hace vuelve a mí al fin.
A través de mí surge y surge la voluntad creadora, a través de mí, el
torrente y el índice.
Digo el primordial santo y seña, hago el signo de la democracia,
¡Por Dios! No aceptaré nada que no sea ofrecido a los demás
en iguales condiciones.
Muchas voces largo tiempo calladas brotan de mí,
Voces de las interminables generaciones de prisioneros y de esclavos,
Voces de los enfermos y de los inconsolables, de los ladrones y de los enanos,
Voces de ciclos de preparación y de crecimiento,
De los hilos que unen a las estrellas, y de los vientres, y de la
simiente paterna,
Y del derecho de aquellos a quienes oprimen los otros,
De los deformes, triviales, simples, tontos y despreciados,
De neblina en el aire, de escarabajos arrastrando bolas de estiércol.
Brotan de mí voces prohibidas,
Voces del sexo y del apetito, voces veladas y yo aparto el velo,
Voces indecentes clarificadas y transfiguradas por mí.
Yo me cubro la boca con la mano,
Me conservo tan puro en las entrañas como en la cabeza y en el corazón,
La cópula no es para mí más vergonzosa que la muerte.
Creo en la carne y en los apetitos,
Ver, oír, tocar, son milagros, y cada parte de mí es un milagro.
Divino soy por dentro y por fuera, y santifico todo lo que toco y me toca,
El aroma de estas axilas es más fino que las plegarias,
Esta cabeza es más que las iglesias, las biblias y todos los credos.
Si algo hay que yo venero más que las otras cosas, ese algo es la
extensión de mi cuerpo y cada una de sus partes,
Traslúcida arcilla de mi cuerpo, ¡tú lo serás!
Sombreados bordes y bases, ¡vosotros lo seréis!
Firme reja viril, ¡tú lo serás!
Tú, mi rica sangre, tú líquido lechoso, pálido extracto de mi vida.
Pecho que oprimes otros pechos, ¡tú lo serás!
¡Cerebro serán tus circunvoluciones ocultas!
Raíz lavada del junco oloroso, becada medrosa, nido recatado de los
huevos gemelos, ¡vosotros lo seréis!
Heno mezclado y revuelto de la cabeza, barba, cejas, ¡vosotros lo seréis!
Savia que goteas del arce, fibra del noble trigo, ¡vosotros lo seréis!
Sol generoso, ¡tú lo serás!
Nubes que ilumináis y oscurecéis mi rostro, ¡vosotros lo seréis!
Sudorosos arroyos y rocíos, ¡vosotros lo seréis!
Vientos que me rozáis, frotando contra mí vuestros genitales,
¡vosotros lo seréis!
Amplios campos musculares, ramas de encina, amoroso holgazán de
mi sendero tortuoso ¡vosotros lo seréis!
Manos que he tomado, rostros que he besado, mortal a quien toqué
alguna vez, ¡vosotros lo seréis!
Estoy enamorado de mí, hay tantas cosas en mí que son tan deliciosas,
Cada momento y todo lo que ocurre me llena de alegría,
No sé cómo se doblan mis tobillos, ni la causa del más leve de mis deseos,
Ni de la amistad que suscito, ni de las amistades que me devuelven.
Al subir por las escaleras me detengo a reflexionar si no estoy soñando,
La madreselva en la ventana me satisface más que la metafísica de los libros.
¡Contemplar el amanecer!
La escasa luz que va borrando las sombras inmensas y diáfanas,
El sabor del aire es grato a mi paladar.
Retoños del cambiante mundo ascienden silenciosos en un juego
inocente, fresco sudor,
Oblicuamente errando por todos lados.
Algo invisible está proyectando libidinosos dardos,
Torrentes de brillante zumo inundan el cielo.
La tierra por el cielo invadida, la cotidiana consumación de su boda,
El desafío del oriente sobre mi cabeza,
La burla mordaz: ¡Ya veremos quién es el amo!
Creo que una hoja de hierba no es menos que el camino recorrido por las estrellas,
Y que la hormiga es perfecta, y que también lo son el grano de
arena y el huevo del zorzal,
Y que la rana es una obra maestra, digna de las más altas,
Y que la zarzamora podría adornar los salones del cielo,
Y que la menor articulación de mi mano puede humillar a todas las máquinas,
Y que la vaca paciendo con la cabeza baja supera a todas las estatuas,
Y que un ratón es un milagro capaz de confundir a millones de incrédulos.
Siento que en mi ser se incorporan el gneis, el carbón, el musgo de
largos filamentos, las frutas, los granos, las raíces comestibles,
Y que estoy hecho de cuadrúpedos y de pájaros,
Y que puedo recuperar cuanto he dejado atrás,
Pero que puedo hacerlo volver cuando se me antoje.
En vano la timidez o la prisa,
En vano las rocas incandescentes arrojan sobre mí su antiguo calor,
En vano el mastodonte se oculta detrás del polvo de sus huesos,
En vano los objetos se alejan leguas y leguas y toman muchas formas,
En vano el mar se oculta en las cavernas donde tienen su guarida los monstruos,
En vano el buitre tiene por morada el cielo,
En vano la serpiente se desliza entre las lianas y los troncos,
En vano el alce busca las honduras recónditas de la selva,
En vano el cuervo marino tiende el vuelo hacia el norte,
hacia el Labrador,
Lo sigo velozmente, trepo al nido que está en la grieta del peñasco.
¿Quién es este salvaje amistoso y gárrulo?
¿Espera la civilización, o la ha dejado atrás y la ha dominado?
¿Es un hombre del sudoeste y ha sido criado a la intemperie? ¿Es un canadiense?
¿Viene de las tierras del Mississippi, de Iowa, de Oregon, de California?
¿De la montaña, de las praderas, de los bosques, o un marino del mar?
Dondequiera que vaya, los hombres y las mujeres lo desean y lo aceptan,
Quieren que los quiera, que los toque, que les hable, que se quede con ellos.
Obra sin ley, como los copos de nieve, sus palabras son simples
como la hierba, el pelo despeinado, risas e ingenuidad.
Lento el andar, comunes las facciones, emanando sencillez y modestia,
Brotan de un modo nuevo desde las puntas de los dedos,
Flotan en el aire con el olor de su cuerpo o de su aliento, salen de
la mirada de sus ojos.
Me ha tocado en suerte, lo sé, lo mejor del tiempo y del espacio;
nunca he sido medido y no seré medido jamás.
El viaje que emprendo es eterno (¡que todos me oigan!).
Mis signos son un capote contra la lluvia, fuertes zapatos y un
bastón cortado en el bosque,
En mi silla no sestean los amigos,
No tengo cátedra ni iglesia ni filosofía,
No llevo a ningún hombre a una mesa puesta, a la biblioteca, a la bolsa,
Pero a cada uno de vosotros, hombre o mujer, lo llevo a una cumbre,
Mi brazo izquierdo ciñe tu cintura,
Mi derecha señala los continentes y el gran camino.
Ni yo ni ningún otro puede andar por ti ese camino,
Eres tú quien debe andarlo.
No queda lejos, está a tu alcance,
Quizá estabas en él desde que naciste y no lo has sabido,
Quizá esté en todas partes, en mar y en tierra.
Échate tus prendas al hombro, hijo mío, y yo traeré las mías y apresurémonos;
Ciudades prodigiosas y naciones libres nos saldrán al paso.
Si te cansas, dame las dos cargas y apoya tu mano en mi cadera,
Y a su debido tiempo me devolverás el mismo servicio,
Porque ya emprendida la marcha nunca descansaremos.
Esta mañana, antes del alba, subí a una colina para mirar el cielo poblado,
Y le dije a mi alma: cuando abarquemos esos mundos, y el
conocimiento y el goce que encierran, ¿estaremos al fin hartos y satisfechos?
Y mi alma dijo: No, una vez alcanzados esos mundos proseguiremos el camino.
Tú también me interrogas y yo te escucho,
Contesto que no puedo contestar, tú mismo debes encontrar la respuesta.
Siéntate un momento, hijo mío,
Aquí tienes pan para comer y leche para que bebas,
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miguelmarias · 2 years ago
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Entrevista a Fernando Fernán-Gómez (2)
Hay un período que arranca en 1960 y llega hasta 1966, con la excepción de dos películas, El mundo sigue (1963) y El extraño viaje (1964), en que diriges en cine una serie de obras de teatro en cadena: Sólo para hombres (1960), La venganza de Don Mendo (1961), Los palomos (1964), Mayores con reparos (1966)...
Fue una época en que se filmaban los éxitos teatrales. Ahora todo lo que se hace son novelas, hay una minoría de guiones originales. La idea de hacer en cine Sólo para hombres sí era mía. El propósito es común a todos los que hacemos cine en España: lograr que nuestro cine salga al exterior, de ahí viene el traer actores extranjeros, como Betsy Blair en Calle Mayor (Juan Antonio Bardem, 1956), Edmund Gwenn en Calabuch (Luis García Berlanga, 1956) y tantos otros. De ahí se derivan todo tipo de combinaciones. Pensé encontrar una historia que me permitiera ofrecer mi trabajo de actor y director, una historia en la que yo viera que el papel de la muchacha era mucho más importante que el del chico, para poder ofrecerlo en el extranjero como base de una coproducción. Entonces me pareció adecuada Sublime decisión, la obra de Miguel Mihura que adapté como Sólo para hombres. Quería que, con ese papel de la muchacha, que era muy bonito, atrajéramos a una actriz de gran nombre, quedándome yo el del chico, que era una estupidez. Este retrato de principio de siglo, en color, bien ambientado, quedaría muy bonito. Bueno, pues no se consiguió nada de esto. Ni se pudo hacer la película con una actriz extranjera para aprovechar lo de la coproducción, ni se pudo hacer en color. Se hizo con Analía Gadé, porque entonces era lo que se llama mi compañera sentimental. Nunca había pensado esta película para Analía Gadé ni me parecía que el personaje fuera adecuado para ella; pero yo tenía firmado un contrato de unas cuantas películas con Ágata Films, y quedaba una. Dibildos me consultó si Analía podía hacer ese papel, y le dije que sí. Pero no correspondía a mi idea de que fuera una coproducción, en color y con una señorita muy mona traída del extranjero.
Pero ¿se llegaron a hacer gestiones?
No, porque con ese proyecto sólo me dirigí a Uninci, productora de la que yo también formaba parte, y ahí sucedió una de esas cosas que hacen que nuestro país sea una verdadera maravilla. Lo mismo en la obra de teatro que en el guión, hay una sátira del sistema parlamentario y de los turnos de gobierno que dejan sucesivamente cesantes a unos funcionarios o a otros. Y Uninci consideró que aquel momento, con Franco en el poder, no era el adecuado para hacer una sátira del liberalismo. Ricardo Muñoz Suay vino a mi casa, seguramente con un mensaje de más altas instancias, para decirme que, aunque ellos no eran partidarios del liberalismo, en esas circunstancias hacer una sátira de la democracia, del parlamento y de todo eso, no era políticamente correcto. Entonces hice la gestión con Ágata Films, donde me propusieron ya lo de Analía Gadé. No es que me sintiera identificado con la historia, aunque me gustaba la idea de hacer la película por el ambiente.
¿La venganza de Don Mendo fue una idea tuya?
No. La venganza de Don Mendo también fue idea de los productores. La iba a dirigir César Fernández Ardavín, y ya lo tenían todo planeado. Me la ofrecieron a mí sólo como actor, y la rodaban en el escenario de un teatro, en blanco y negro y en cuatro días. Era baratísima y, según los productores, iba a resultar un negocio maravilloso. Un día vinieron a verme para decirme que Ardavín, que era el que había ideado el proyecto, a última hora se había retirado. Me ofrecieron que la dirigiera yo. Les contesté que a mí no me divertía nada La venganza de Don Mendo en blanco y negro, que lo que me gustaba era jugar con los colorines, y que, además, rodarlo en cuatro días no es que no me gustara, sino que no sabía.
¿Es tuyo ese enfoque tan descaradamente teatral de la representación, toda llena de forillos y de trucajes escénicos?
A mí eso es lo que me divierte. Lo que sí es personal es la utilización de esos medios escénicos de teatro para hacer el cine.
Tiene un elemento surrealista fantástico, quizá la vena más loca tuya...
Me divertía hacer lo que Laurence Olivier había hecho en películas como Enrique V (Henry V, 1944), utilizando el color y los códices medievales. Hacer eso pero en parodia, lo que es La venganza de Don Mendo, de Muñoz Seca. Eso sí me gustaba, y tuvimos la suerte... Por cierto, lo que no sabéis es que la censura estuvo a punto de prohibirla. ¡Prohibir La venganza de Don Mendo en España! Y, sin embargo, el argumento de los censores era de lo más lógico: que es antimonárquica. Yo les decía que no era tal cosa, que ocurría en el siglo XIV. Y contraatacaban diciendo que precisamente en ese momento en que había que hacer cosas para que viniera la monarquía, proyectar una película tan antimonárquica... Era la primera vez que oía decir que la obra fuera antimonárquica, porque no creo que nadie se haya tomado en serio eso.
También tuvo inconvenientes de esos ridículos que ocurren en nuestro cine a cada momento. Yo quería utilizar telones pintados siempre, no quería que hubiera tenido nada construido como decorado. Yo defendía que todas las paredes fueran de papel pintado, todo como en el teatro antiguo; y la productora no lo toleró, porque era muy barato. Unos señores que llegan con el proyecto de hacer la película en cuatro días, y yo les digo que tienen que ser cuatro semanas —siempre que el operador fuese Pepe Aguayo, pues de lo contrario no garantizaba yo las cuatro semanas—, a lo que me responden que no saben si les va a llegar el dinero, luego defienden que hay que construir los decorados porque en papel eran baratísimos. ¿Alguien entiende algo? Seguramente se debe a que con medios tan modestos no se podía inflar el presupuesto.
¿Y en La venganza de Don Mendo también llevabas participación?
Sí, esa película se hizo en un sistema que se llamaba, sin eufemismo, falsa cooperativa. Si te llamaban para algo de esto te decían: "Mira, vamos a hacer una película sobre la Legión, en falsa cooperativa, ¿sabes? ¿No te importa intervenir en esta falsedad?". El sistema consistía en que todo el mundo aportaba su trabajo, y por eso el Estado daba unos beneficios. Pero no era verdad. El productor le pagaba a cada uno su dinero, y la empresa se quedaba con todos los beneficios, además del que se obtenía por ser cooperativa. La venganza de Don Mendo se hizo con el sistema de la falsa cooperativa. Al terminar, estos señores habían comprado su parte a todos los cooperativistas, menos a mí, porque ya habíamos quedado de acuerdo, ellos y yo, en que yo no era un falso cooperativista, sino que era un socio verdadero en la propiedad de la película. Y hace cinco o seis años le dije a Gavilán, mi representante, que les escribiese una carta en serio diciéndoles que el señor Fernán-Gómez tenía la curiosidad de saber cómo se iba a efectuar el cobro de esto, ya que una vez amortizada la película le correspondía el 33 por ciento o el 50 por ciento de la propiedad. La respuesta fue que todavía no había lugar para decidir cómo se efectuaría el cobro, porque la película estaba sin amortizar. ¡No llevaba más que treinta años en explotación! Se había editado hasta en formato Súper 8, que ya ni se usa, y en videocasetes; y se ha pasado varias veces por diversas cadenas de televisión.
¿Llegó Mihura a ver las adaptaciones de sus obras al cine?
Sí. Habló muy mal, muy mal, de Sólo para hombres, no le gustó nada. Y sobre todo habló muy mal de ella a los críticos el mismo día que la vieron. En cambio, le gustaba mucho y era muy partidario de Ninette y un señor de Murcia (1965). Creo que después de Sólo para hombres pidió en los contratos una cláusula por la que no se podían modificar sus diálogos.
¿Cómo fue tu relación con Mihura, del que estrenaste El señor vestido de violeta, adaptaste Sublime decisión y Ninette y un señor de Murcia al cine, y actuaste en Las panteras se comen a los ricos?
Llegué a ser bastante amigo suyo y creo que nos comprendimos bien, aunque era un hombre de un carácter difícil, como, en otro estilo, también Jardiel Poncela. Un poco atrabiliario, muy encerrado en sí mismo. Pero, claro, de esto le salvaba el que era ingeniosísimo; y ese ingenio no lo ahorraba, no lo guardaba exclusivamente para escribir, sino que lo prodigaba en el trato cotidiano, lo que hacía que fuera muy agradable el estar con él. Luego, como autor para el que actuar o al que había que adaptar al cine, Mihura tenía la manía, muy extendida entre los autores, de creer siempre que el error es de los demás.
El señor vestido de violeta es una obra que no gustó demasiado. Entonces Mihura decidió —pero, ojo, no lo hizo durante los ensayos— que los actores, casi todos, lo hacían mal. Y eso lo descubrió cuando la obra llevaba representándose quince días y aquello no funcionaba. Le dije que el primero sería yo, y me contestó que sí, que ese personaje no era adecuado para mí, que era más adecuado para Peliche (José Luis Ozores). Me pidió permiso, y fue llamando a todos los actores de la comedia para regañarlos y decirles una cosa imposible, que es que lo hicieran de otra manera, que estuvieran más graciosos. Después de esas largas reprimendas, yo sólo hablé con uno de ellos, Joaquín Roa, al que Mihura, tras muchos consejos, le recordó que su personaje trataba de imitar al doctor Marañón. Cuando al fin el autor se fue, yo, que había estado oyendo todo desde mi camerino, escuché la voz de Roa: "¿Ha oído, Fernán-Gómez?". "Sí, lo he oído." Y Roa sentenció: "Pues ni caso". En esa época se entendía que había una especie de dirección compartida entre el autor y el director, en este caso entre Mihura y yo. Un tiempo después llegaron ya otros directores que, a la tercera intervención del autor, le dijeron: "¿Querrías marcharte, que estamos ensayando?".
Luego tienes Los palomos, basada en la obra de Paso, y Mayores con reparos, de Alonso Millán.
Salvo la excepción de Sólo para hombres, todas son propuestas de los productores, trabajos de encargo. Y no es que vea yo mal que sean trabajos de encargo.
¿Qué pones de ti mismo en esos trabajos de encargo?
Puro trabajo. De todas esas películas, si hay alguna que me haya podido compensar más el trabajo que he puesto en ella, sería La venganza de Don Mendo.
[Hay un pequeño paréntesis en el que los reunidos, al hilo de ese mundo de la vieja tramoya teatral, mencionan los espectáculos de Enrique Rambal, con obras como La vuelta al mundo en ochenta días y una serie de títulos adaptados a un teatro de gran despliegue de imaginación. Y Fernán-Gómez ofrece su explicación.]
Esos espectáculos existían porque el cine no tenía color ni tenía voz. Y casi todas las obras que montaba Rambal entonces habían sido antes película. El Miguel Strogoff que se daba en los cines era en blanco y negro, sin diálogo y sin sonido. Y el de Rambal en veinte cuadros para el teatro tenía sonido, tenía voz, tenía música, y además era en color. Vi muchas cosas de Rambal siendo niño, en los años treinta. Era lo que luego se ha llamado teatro total. Además, en aquellos espectáculos suyos había cuerpo de baile. Salían chicas y bailaban. En el fondo del mar se veían las ostras que se abrían, y de ahí salían las señoritas. Sus espectáculos estaban pensados para las clases populares. No estaba dirigido a gentes más refinadas, ni era para ricos ni para intelectuales. Siempre que podía trabajaba en los teatros más grandes, donde el precio pudiera ser un poco más barato.
¿Le iba bien a Rambal en lo económico?
Cada tres temporadas se arruinaba, era un desastre. Llevaba sus espectáculos completos a Sudamérica, todo el reparto, incluidos el cuerpo de baile y los músicos y también los decorados. Era muy parecido a un circo.
[José Luis Garci] Y llegamos en tus películas a una obra maestra absoluta, El mundo sigue. ¿Éste es un proyecto tuyo?
Sí, ésa la financié yo con el apoyo de Tibor Reeves.
Y con una gran generosidad por tu parte, ya que se trataba de un autor, Zunzunegui, del que todo el mundo en el Café Gijón, donde os reuníais, decía que era gafe.
Ya había hecho otra película suya Ana Mariscal, pero sí es verdad que había que tener valor para...
Todo el mundo en el Café Gijón decía: "¡Ojo, que viene ZZ!". Y todos ponían las manos sobre las mesas, hasta que alguien dijo que no estaba bien que gente que vivía de la cultura fuera tan injusta con él, y que dijeran el nombre, porque no pasaba nada. Y nada más decir Zunzunegui, el café se incendió.
El que hablaba tan generosamente sacó la tarjeta, para que viesen que no pasaba nada, y otro le dijo: "No seas cabrón, trae la tarjeta" y la quemó. La tiró por la rendija que daba al sótano, y explotó el gas. Yo llegué inmediatamente después de la explosión. Había bomberos, gente arremolinada. Eugenio Suárez, que luego dirigió el semanario El Caso, fue el que tiró la tarjetita.
[José Luis Garci] En El mundo sigue aflora un lado oculto de tu carácter que desconocemos, pero que sin duda existe. Es una película sombría, terrible, desoladora.
Sí, aunque el texto de origen de esta película no sea mío, ni el definitivo tampoco, porque está entresacado del otro, me siento muy identificado, no digo ya con la película, sino con la literatura de la película. Me habría gustado que se me hubiera ocurrido a mí y haberla escrito yo. Primero decidí utilizar sólo una parte de la novela, la del hombre al que le ha tocado la quiniela y el sábado y el domingo está encantado de la vida, y el lunes se entera de que por aquella quiniela no dan nada. Pero no supe. Aquí sí que tenía como modelo al neorrealismo italiano, que parte de ideas muy cortitas, pero yo no supe hacerlo con este material tan escaso y fui añadiendo más trozos. De todas maneras, es una selección de todo lo que tiene la novela, que es mucho más rica en peripecias.
[José Luis Garci] El mundo sigue cuenta con una de las mejores interpretaciones femeninas del cine español, la de Lina Canalejas (también Gemma Cuervo estaba genial), y es la primera vez en tu filmografía—y ya hemos dicho lo que valoramos La vida por delante— en que se percibe un gran instinto de narrador que cuenta ya de otra manera. Es ya una película distinta. ¿Os lanzasteis a hacerla conscientes de que no iba a dar un céntimo?
No, yo estaba totalmente equivocado. Eso mismo que acabáis de decir me lo dijeron cuando organicé una proyección privada, recién salida la película del laboratorio, a la que asistieron Lauro Olmo, Buero Vallejo y dos o tres personas más. Yo había buscado para ese visionado a unos señores a los que me parecía que les podía gustar. Y la película les entusiasmó; pero los dos, tras comentar la película entre sí, me dijeron lo mismo: "Estamos convencidos de que tú ya sabes que esta película no va a dar un céntimo. Nos han dicho que eres productor, o productor asociado, y estamos comentando que cómo has hecho esto". Les dije la verdad, lo que pensaba, y es que creía que aquélla era una película sentimental, muy comprensible por el gran público, que trataba de una cosa muy común en la gente. Son dos hermanas, una que no se atreve a lanzarse a la prostitución y otra que sí se atreve; y, claro, era una cosa muy común, que podía llegar mucho al corazón de las gentes, y que era el género popular que se llamaba melodrama. Que yo creía que el melodrama daba dinero y por eso había hecho la película. Luego, al cabo del tiempo, en coloquios muy nutridos, en universidades, por ejemplo, siempre hay alguien que me dice lo mismo que vosotros y que Buero y Lauro Olmo.
En uno de estos coloquios, alguien mostró su sorpresa de que hubiera hecho El mundo sigue afrontando yo los gastos: "Usted, un hombre conocedor de esto, ¿no sabía que esta película no podía dar nada de dinero, que podía ser su ruina?". Y le contesté que no, que yo no sabía eso, porque creía que esta película pertenecía a un género, denostado en muchos aspectos, pero que, sin embargo, se considera muy rentable, que es el folletín y el melodrama. Entonces ese señor me dijo que a la película le faltaba una cosa y es que no tiene nada que halague al público: "Y parece mentira que, con tantos años de profesión, usted no lo sepa". Debía de ser una persona muy entendida, me regañaba como a un discípulo: "Parece mentira que usted no sepa que una de las condiciones del melodrama es que tiene que haber algo que halague al público, que halague el sentimiento común de los espectadores. Y esto en su película no lo hay. La que va por el buen camino acaba estrellada contra un automóvil, la otra hermana se abalanza sobre la muerta solicitando su perdón...". Esto del perdón no estaba en la novela, lo añadí yo, y Zunzunegui, al que le gustó mucho el film, me lo hizo notar. Le expliqué que lo había puesto para suavizar. Y, como decía el señor del coloquio, la película termina con un plano que casi es blasfemo, porque, después de estos desastres, Agustín González eleva la vista al cielo y sólo dice: "¡Dios! ¡Diooos!".
Ésa es otra. Vosotros sabríais que los problemas de censura serían infinitos...
Acababan de levantar la veda del suicidio, porque había llegado García Escudero a la dirección general de Cinematografía. Antes de ese cambio, en el Ministerio nos habían echado atrás el guión, sobre todo por el lenguaje. Y cuando lo volví a presentar, no modifiqué nada de los diálogos; pero puse que el guión se basaba en la novela y que los diálogos eran de Juan Antonio de Zunzunegui, "de la Real Academia Española". A pesar de lo cual, todos los momentos en que se decía "vete a la mierda", "gilipollas" o "hija de la gran puta" los tacharon. Se ve que la Real Academia Española no sirvió de cobertura. Pero lo que aquel hombre del coloquio me dijo sobre que a la película le faltaba algo como melodrama para halagar al gran público, a mí me convenció. Lo que no sé, y lo digo para casos futuros, es cómo se hace ni en qué consiste.
Lo que pasa es que no lo sublimas nada ni ofreces ninguna escapatoria. El mundo sigue es una película atroz de arriba abajo, y además aquí está ausente un elemento de humor que no falta en otras películas tuyas, aunque sean dramáticas.
Incluso hay algunas cosas que podían haberse estilizado un poco apurando algo el sentido del humor, como es el personaje del chico, seminarista o sacristán, no me acuerdo; pero no quise hacerlo.
Es una película crispada que se ve con una incomodidad absoluta. Es extraordinaria, pero su proyección nos golpea mientras dura. Hay como un malestar físico. Y tú haces un personaje de lo más antipático que ha salido nunca en una película.
Ese personaje no lo pensaba haber hecho yo, porque el planteamiento era distinto. Quería que la película fuera en color, porque quería que mis películas fueran en color y no lo conseguía nunca. Y el papel de Lina Canalejas lo teníamos pensado para Aurora Bautista, y el del camarero, de ese marido que luego hice yo, lo teníamos pensado para Paco Rabal. Rabal no pudo hacerlo por una cuestión de fechas, y con Aurora no pudimos contar por una cuestión de precio. Fue entonces cuando decidimos hacerlo en casa. Por eso lo hice yo, que era poner un cero en el presupuesto, y Lina lo hizo por una cantidad miserable, como si fuera gratis. Y tanto Lina como Gemma Cuervo están espléndidas.
Tu personaje antipático se emparenta con el de Pim, pam, pum... ¡fuego! (Pedro Olea, 1975).
Decía yo que no había hecho un personaje tan antipático, y es cierto que el de Pim, pam, pum... ¡fuego! es todavía más antipático y siniestro. Es el malo de la película. Pero mientras El mundo sigue está dentro de un severo realismo, la película de Pedro Olea es un drama romántico, es una estilización. En mi película el tono crispado es elección mía, no se trata de nada involuntario. Creo haber leído libros y haber visto cuadros, y no digamos haber oído músicas, desde Schönberg para acá, desagradables, desagradabilísimos, y en pintura tenemos a Goya, por ejemplo, y muchas novelas del realismo y del realismo socialista de entreguerras y todo eso, o La familia de Pascual Duarte, de Cela, donde no hay una página que esté escrita para agradar a nadie.
Pero tiene humor...
No, lo de Cela no tiene humor.
El tremendismo se tolera más.
Sí, no cabe duda...
El mundo sigue es como el cuadro de Edvard Munch que se llama El grito.
Pero El grito es expresionista, y esta película mía no es ni expresionista.
Puede ser un hecho de la crónica de sucesos, uno de esos sucesos sórdidos que siguen ocurriendo... Además, es una película cuyos hechos podían haber ocurrido un siglo antes, y todo lo que sucede puede ser válido hoy.
Sí, y vuelvo a remitirme a la crítica de aquel señor que, en un coloquio, me señalaba que no hay ni un solo momento en la película en el que el espectador pueda ser gratificado, y que el espectador necesita ser halagado. Sin embargo, basta con referirse a Bernard Shaw, que dividió sus comedias en agradables y desagradables. Quiero decir que sé que hay un arte, una literatura —de la música no me atrevo a decir nada— que son desagradables, y que yo creía que por este camino de una cosa desagradable, pero donde salieran estos problemas tan melodramáticos y tan folletinescos, sí se podía hacer, no digo ya una película, sino una película muy rentable y que tuviera muchos premios. Es lo que yo creía. Y cuando la terminé y la vi, creí que había hecho eso, un melodrama donde la gente iba a llorar, que era impresionante y nos íbamos a enriquecer. Estaba convencido. Hasta que los primeros que la vieron me avisaron de que no iba a entrar nadie en los cines. Bueno, como me dijo Azcona en el primer visionado de El extraño viaje, al terminar la proyección; "¿La distribuidora ha visto ya la película?". Le dije que no, y Rafael me espetó: "Esto no se estrena". Le dije simplemente: "Rafael, gracias por tu estímulo". Y ésa sí que tenía el componente del humor que no estaba en El mundo sigue.
Lo que sí creo, a la vista de lo que se ha dicho y escrito, es que hay una zona de mi personalidad que se refleja en El mundo sigue, pese a que su literatura no es mía, sino que está ya en la novela de Zunzunegui. Es algo con lo que me siento muy identificado, y tengo ese lado.
El mundo sigue va como un tren a toda velocidad y no tiene el lado episódico que tienen otras películas tuyas. Durante toda su proyección sabes que estás ante algo real que es terrible. Se produce, además, un cambio de estilo. Creemos que es la primera vez que hay un vigor narrativo distinto. No hay estancamientos reflexivos o de puesta en escena. Es una película hecha así. No has vuelto a repetir esa experiencia nunca más.
Es difícil encontrar temas así que dé la casualidad que a uno le gusten y que se apoyen en una cosa muy actual como era la quiniela, aunque la censura tachó la frase "han convertido el país en una casa de juego", porque en aquella época sólo había la lotería y las quinielas... El juego estaba prohibido.
Aquí sí que no hay vida por delante. Todos los personajes son unos fracasados. Ni siquiera el hermano consigue ser cura.
Creo que esa idea que se desprende de la película es la idea que tenía el autor de la novela. Me parece que Zunzunegui quiso contar que no había escapatoria en la circunstancia que se estaba viviendo en aquel momento, y que quiso contarlo sin la menor referencia a la política. En el libro no la hay. Sí tiene más peripecias laterales que la película; pero creo que Zunzunegui quiso hacer no ya una obra escéptica, sino una obra muy claramente pesimista. Ésta es una de las cosas que me atrajeron más; pero que me atrajeron más, es curioso, como hombre del espectáculo. Se me ocurre un nombre de un autor que no es nada agradable, Jean Genet. Y, sin embargo, está traducido a ciento diez idiomas, y supongo que sus nietos vivirán muy bien de las rentas de este asesino. Creo que lo de Genet es como un género, no existe sólo en él sino en otros autores, y que este estilo es el que eligió Zunzunegui para su novela. Yo trataba de hacer una transposición muy fiel de eso al cine y me parece que, para desgracia de la película, eso sí está conseguido.
[José Luis Garci] Lo curioso es que no hay ninguna película de esa época ni posterior que sea equivalente. No se inscribe en ningún género del cine español. Es una película marginal y marginada. Es un film duro, árido, sin paliativos. Ni siquiera hay un momento de pausa o de descanso, como en las tragedias. ¿Qué sucedió, por qué motivos no se estrenó El mundo sigue?
En realidad, en aquella época una película —y no sé si las cosas no siguen igual— se hacía por varios motivos, que no son siempre el motivo lógico de hacerla para estrenarla en un cine, ver si le gusta al público y a la crítica y así ganar mucho dinero. Esto es lo fácil, pero no. Hay películas que se ruedan por otras razones. Raza (José Luis Sáenz de Heredia, 1941) se hace porque a Franco le ha gustado escribir un guión. Otras películas se pueden hacer, aunque sea un tópico decirlo, porque un señor ha querido ayudar a una chica a que se dedique a la carrera de actriz. Durante muchísimos años las películas se han hecho en España porque por cada película que hicieras, marchara bien o marchara mal, te daban equis permisos de importación de películas americanas; y vendiendo ese permiso ganabas mucho dinero. Estas películas no hacía falta que tuvieran densidad ni estilo ni carácter ni nada. Lo único que había que tener, por parte del que la financiaba, era una buena relación, para que no ocurriera que se la prohibieran, por ejemplo.
En el caso concreto de El mundo sigue, como en todas las otras películas mías en las que ha partido de mí la idea, las hacía al mismo tiempo para realizarme como director de cine —es decir, como señor que quería comunicar algo— y para seguir mi aprendizaje. No tenía otra manera de aprender esto más que haciéndolo. Luego hay otras muchas películas de la época que, como acabo de decir, se hacían para lo del permiso de importación del cine de Hollywood. Esta película costó un dinero que nadie de los que la producíamos tenía. Cuando se terminó, un intermediario vendió la película a una distribuidora del norte de España que necesitaba los permisos de importación, que serían dos o tres, porque daban pocos. Como esta distribuidora nos la compró, no perdimos dinero. Y seguimos en disposición de hacer otra igual de rara y que le pasara lo mismo. El motivo que tuve en realidad, no para hacer El mundo sigue, porque en este caso me gustó mucho la idea de la novela de Zunzunegui, y sobre todo me gustaron mucho los caracteres de los personajes, me parecieron unos personajes muy dramáticos, en el sentido de muy teatrales y muy puestos en pie; por lo que hice una película —una cualquiera, y fue ésta porque es la que tenía escrita en aquellos meses—, el motivo, decía, es porque estaba atravesando una crisis que podemos llamar sentimental, pero que en realidad era de soledad, y la hice para no estar solo. Tenía que rodar y por eso, a pesar de no tener a Aurora Bautista ni a Paco Rabal, y a pesar de disponer de un presupuesto miserable, me puse a hacerla. Pensad que la economía era tan paupérrima que las vías del travelling estaban alquiladas por metros. Y sólo pagábamos los días que las utilizábamos. Desde antes de empezar, sabía que el día 16 de febrero necesitaba seis metros de vía, que los demás días no habría vía y que el día 28 de febrero harían falta l6 metros. Está hecha con enorme rigor económico, porque no se podía hacer de otra manera. Pero el motivo es que me encontraba solo, muy solo, y no me podía estar el día entero en el Café Gijón. Era demasiado.
El mundo sigue se estrenó en Bilbao, por ser la tierra de Zunzunegui, y estaría unos cuatro o cinco días, no lo sé bien. Luego se convirtió en película de complemento allí donde había programas dobles.
Era un rodaje donde tenías que llegar de casa con los deberes del día muy bien preparados...
Yo siempre llevo los deberes hechos cuando voy al rodaje, entre otras cosas porque me divierte hacerlos, pero en ésta es que no había más remedio que tenerlo todo muy, muy controlado.
Es curioso que esta película sea así y que unos pocos años antes se haga El pisito (1958), de Marco Ferreri e Isidoro M. Ferry, que tiene una visión más esperpéntica, pero con muchos puntos coincidentes en la visión de la vida.
Habéis mencionado una palabra que es clave en esto, esperpéntica. A los censores de la época les gustaba mucho que las cosas fueran esperpénticas, pero en cambio no les gustaba que fueran reales. Cuando el novelista Jesús Fernández Santos y yo hicimos un guión de La familia de Pascual Duarte por encargo de Paco Rabal, una película que él interpretaría y yo dirigiría, procuramos suavizar toda la tremenda dureza que tiene la novela. Acababa de ser nombrado ministro Manuel Fraga cuando presentamos el guión, y fue prohibido, iba a decir como es natural, pero no tiene por qué ser natural que se prohíba un guión. Nos llamaron a la charla con el censor, y la regañina consistió en decir que por qué habíamos suavizado esa novela tan espléndida, a la que habíamos limado las cosas. Yo argumenté —Jesús no estaba presente— que habíamos limado las cosas porque estábamos muertos de miedo: "Como tenemos un miedo horrible a la censura, por eso hemos limado ciertos hechos de la novela". "Pues muy mal hecho", me dijeron, "porque ahora parece que todo lo que ocurre es real, y ha perdido su carácter esperpéntico. Y esto tenía que ser un esperpento. "Aparte de esto, y ya fuera de la conversación que estamos siguiendo aquí, nos dijo el censor que nos fuéramos a ver El zurdo (The Left-Handed Gun, Arthur Penn, 1958), la película de Paul Newman, y que la imitáramos en el guión.
¡Eso sí que es absolutamente surrealista...!
El mundo sigue no es un esperpento. Cuando Valle-Inclán inventó el esperpento, lo que inventó no es un realismo. La película, por no tener creencia alguna, ni siquiera tiene creencia en el destino.
La película más realista española que existe es sin duda El mundo sigue. Y así le fue...
Quisiera dejar sentada una cosa: no estoy nada arrepentido de cómo le fue. Creo que conseguí hacer lo que quería hacer en la película. Y ha sido reconocidísima.
Pero preferirías que la hubiese visto mucha gente.
No sé qué deciros. No sé si un escritor como Azorín habría preferido tener ese público multitudinario de Blasco Ibáñez o si habría preferido tener el que tuvo él, unos señores que podían leer cuatro veces el mismo artículo.
Ni siquiera la pasan por televisión a esas horas intempestivas en que emiten algunas buenas películas...
Si la pasasen por televisión, la vería un millón de personas. Ya sería un fracaso. Vamos a suponer que esta película hubiera tenido una explotación normal y que ahora, al cabo del tiempo, ya la hubiera visto un millón y medio de personas; y que la hubieran pasado últimamente por televisión y no hubiera merecido ninguno de los comentarios, aunque sean adversos, que ha merecido ésta. A mí me parecería que aquello era menos éxito. Estoy satisfecho de hacer una película como ésta y conseguir lo que he conseguido. Creí en su día que no iba a estar satisfecho, porque si iba mal no me iba a producir un rendimiento económico. Así ha sido. Pero como el rendimiento económico le da igual a uno lo mismo por haber hecho esta película que por una serie como Los ladrones van a la oficina, pues a mí qué más me da.
No estoy nada arrepentido de El mundo sigue y de El extraño viaje. Creo que mi filmografía, mi carrera profesional, laboral, sería mucho peor si no existieran estas dos películas.
Eso también le pasa a Azcona con El pisito, cuya explotación comercial fue muy mala. Pero no se pueden comparar entre sí dos películas como El extraño viaje y El mundo sigue. Para encontrar una película tan descorazonadora, tan terrible, con un final tan demoledor hay que irse, aunque como películas no tengan nada que ver, a Los olvidados (Luis Buñuel, 1950). Las dos películas tienen una imagen final desoladora. También es de ese tipo desolador, aunque no tenga parentesco alguno, El buscavidas (The Hustler, 1961), de Robert Rossen.
Pero El buscavidas es muy agradable de ver por la presencia de Paul Newman. Los americanos dicen: "Éste es un pobre mendigo, qué mal le va en la vida" y sacan a Gregory Peck. Así, claro, el espectador aguanta las dos horas plácidamente.
De todas maneras, El extraño viaje es una obra de un pesimismo absoluto que, pese al humor y a los diversos gags, está dominada por una negrura total.
Lo que he creído siempre que caracterizaba al denostado neorrealismo italiano no es que fuera real ni que fuera neo, sino que era cotidiano. En realidad, debería haberse llamado el cotidianismo. Casi todas las películas parten de contar un hecho insólito, y el neorrealismo partía de contar un hecho sólito. A un tipo le llaman para darle un dinero que le ha tocado en la lotería y justo no está en casa. O como Una hora en su vida (Prima comunione, 1949), aquella película de Blasetti con ese hombre al que no le llegaba a tiempo el traje de su hija para la primera comunión. Es lo que hace que la gente diga que una cosa es que le cuenten que ayer se han matado a tiros unos pistoleros en el saloon, y otra es que le cuenten que a una chica le pasa lo mismo que a la Encarna.
El neorrealismo siempre manejó como elemento esencial de todos sus postulados lo que se llama en Italia un fatto di cronaca.
Claro, la página de sucesos.
La fotografía de El mundo sigue está carente de belleza plástica a propósito y tiene un lado casi documental. Como en España apenas hay esos documentales, la película viene a ser un testimonio de lo que la cámara capta sin velos. ¿Has discutido mucho con los operadores del estilo fotográfico que quieres para tus películas?
No lo he conseguido casi nunca. Yo únicamente quiero que la luz de la fotografía —y sé que, por ejemplo, José Luis Alcaine me lo censura— venga de su fuente natural. No me gusta que cuando lo que sucede es muy triste, por ejemplo, que al padre le acaban de expulsar del trabajo, dé la casualidad que es un día que llueve y al mismo tiempo es a la caída de la tarde y la casa está muy oscura. Y si al chico le han dado matrícula de honor y entra muy contento en casa, es mediodía de un día de primavera y las luces están todas encendidas. Me parece que esto es exactamente lo contrario de lo que busco en El mundo sigue y en El extraño viaje. No convertir en espectáculo la vida cotidiana, sino desespectacularizar lo que el suceso puede tener. Si ayer se ha muerto mi madre... Es que yo tengo una imagen que no sé si he contado en mis memorias... Yo vivía con mis primos, dos abuelas mías, mi madre y una criada. Era jueves, y esta criada tenía permiso. Pues bien, a las ocho de la tarde sonó el timbre de la puerta, y alguien abrió. Entró la criada como un torrente, sin ver a nadie, con tres globos —creo que eran de color rojo, amarillo y verde, lo más ridículo del mundo—, y dobló el pasillo, abrió la puerta del cuarto de baño, se sentó en la taza del retrete, con los tres globos y llorando a lágrima viva, dando unos gritos espantosos. La imagen de esta mujer sentada en el retrete, con tres globos de colores y dando gritos horribles... Se acababa de morir su sobrina. Entre gritos, explicaba de forma inconexa algo de que la barra del carro la había golpeado no sé de qué forma. Mis primos y yo seguíamos aquello atónitos. Ese episodio es como la síntesis de lo que yo querría hacer. Supongo que si esto no es un suceso real sino que alguien lo escribe, el director de producción, al rodarlo, dice: "Vamos a quitar lo de los globos... Y que no se siente en el retrete, sino en la mesa de la cocina. Y a esto lo que le va estupendo es poner una música de mucho efecto". Mi idea es huir del cliché por el que si estamos contentos, la habitación ha de ser de color de rosa. Hay un género que sí admite esto y es la revista musical.
¿Por qué no has conseguido lo de la fuente de luz de los operadores?
Porque no quieren, ellos te engañan. Cuando vas a proyección y haces observaciones, te dicen que aquello se arregla subiendo o bajando dos puntos.
Siempre le dicen que en el laboratorio van a conseguir la luz que has pedido pero que no ves en la proyección. Con frecuencia, a los operadores no les gusta la luz que el director les pide.
Ante todo, quieren que quede bonito.
El operador quiere que quede bonito por temor a que no le contraten en la siguiente película.
Eso lo habéis dicho vosotros. Yo me declaro inocente de asegurar tal cosa, que los operadores pueden pensar que se dice con malicia.
Lo que sí has conseguido es que la luz de José Luis Alcaine en El Sur (Víctor Erice, 1983), que es estupenda, no se parezca a la que hizo para ti en El viaje a ninguna parte (1986), que también es extraordinaria.
Lo que pasa es que si, como en El viaje a ninguna parte, pintas un decorado deliberadamente feo, es muy difícil que el operador lo embellezca. En una entrevista he leído la respuesta de Alcaine a una pregunta sobre las indicaciones que le doy para iluminar, y dice que yo pretendo siempre que la luz proceda de su fuente natural, pero que luego él hace lo que quiere. ¡Así, con dos narices!
Parece que para el montaje te haces unos dibujos, una especie de storyboard.
A veces me hago unos dibujos para el rodaje, aunque soy muy mal dibujante; y a veces, incluso, me hago unos dibujitos después de haber rodado. En el colegio, los dos o tres años que teníamos dibujo lineal y artístico aprobé con los dibujos de otra compañera, haciendo la trampa de borrar el nombre. Me entretiene mucho dibujar y me habría gustado hacerlo bien, pero de verdad no es lo mío.
En cuanto al montaje, casi siempre he trabajado con la misma montadora, Rosa Salgado, con la que he hecho diez o doce películas; y las últimas, con Pablo del Amo. Lo que le pido al montador es que no tenga toda la película una línea especial de montaje, sino que sea el montaje adecuado a cada escena. Digamos que en eso sí sigo el camino contrario a lo que estaba explicando con lo de la luz. Si la escena es alegre, a mí me parece que las paredes pueden estar oscuras. Pero en montaje, creo que si la escena es viva y alegre, un montaje rápido puede ayudar más que uno pausado. El montaje, dicho de una manera o de otra, nunca rompe la realidad, a no ser que sea excesivo, que sea una cosa muy triturada o que no haga nada más que dejarlo todo en un solo plano.
Pero da la impresión de que no llegas con mucho material al montaje...
No. Si yo dispusiera de una gran cantidad de dinero para la parte del montaje, me sobraría mucho, porque no me gusta andar eligiendo entre muchas tomas. Me aburre sobremanera. Si es un plano muy largo de duración, tener cuatro o cinco tomas buenas y luego dos o tres intercalados de cada uno de los planos que ha habido, eso me quita la vocación.
¿Prestas mucha atención a la música de tus películas?
No, mi ideal sería que me dejaran hacer las películas sin música. El mundo sigue no tiene música, salvo la que viene de una radio o algo así. Creo que la música de fondo rompe ese realismo que busco.
En El extraño viaje hay un momento espléndido de la pareja que baila con los auriculares sin que se oiga la música. Según Pedro Beltrán, ese gag es tuyo...
Pedro insiste mucho en explicarlo, para que quede claro que todo lo demás sí es de él.
¿Cómo surge El extraño viaje, que es del mismo año en que ruedas Los palomos?
Cuando se dirigieron a mí, ya estaba montado el proyecto. No sé si se le ocurrió a Pedro Beltrán, porque es una cosa muy confusa. Creo que la idea fue de Berlanga, en una conversación. Según Pedro, Berlanga no se refirió para nada a que aquella idea suya pudiera ser aprovechable para el cine, sino que era una idea que tenía sobre cuál pudiera ser la solución del enigma del crimen de Mazarrón. El caso real es que en la playa de Mazarrón se encontraron los cadáveres de unas personas, y había un lío porque primero había una mujer y luego no había tal mujer, un enigma policíaco. Y Berlanga inventó la solución de este enigma policíaco, sin pensar para nada que eso era para cine, sino una pura conversación de café. Entonces, Pedro Beltrán y Manolo Ruiz-Castillo escribieron un argumento con aquella idea de cómo se había producido ese crimen. Ese argumento es el que ya conocí yo, porque no sé si Pedro o alguien de Impala —la productora de Vicuña—, creo que Paco Molero, me lo trajo para ver si yo lo quería dirigir. Dije que no tenía inconveniente, y en una segunda fase ya había un guión. Muchos años después, Berlanga asegura que es mentira que él no tuviera ninguna idea de que eso pudiera valer para cine, y que ya dijo el primer día que ahí había una película muy bonita. Eso es todo lo que sé respecto a los inicios de El extraño viaje.
La película la produjeron entre Impala y los Reyzábal (Ízaro Films). En el reparto primaba la opinión de Reyzábal como productor —que era a su vez distribuidor y exhibidor—, que en principio quería que el protagonista lo hiciera Jaime de Mora y Aragón y que la chica fuera una muy rimbombante de ese momento. Ese reparto me parecía muy raro, pero resultó que no pudo ser Jaime de Mora y Aragón, y dijeron que entonces lo mejor sería contratar a Ismael Merlo. Pero como Ismael Merlo no podía o no quería hacer la película, los Reyzábal dijeron que condición sine qua non era que lo hiciera Carlos Larrañaga, porque ése era para ellos el ideal de la taquilla en aquel momento. Con arreglo a estos condicionamientos se hizo la película, sin ninguna pega posterior; salvo que, cuando ya estaba terminada, la productora decidió que el título de la película fuera El crimen de Mazarrón. Les hice ver que, tal y como habíamos rodado la película, en Mazarrón no había ningún crimen. Pero ellos decían que eso era lo que tenía publicidad y lanzaron unas cosas por ahí con ese motivo. Entonces, una sociedad inmobiliaria que acababa de comprar grandes terrenos en Mazarrón influyó para que no se pusiera este título. Y ya para los últimos trabajos, cuando estaba a punto de salir la primera copia, se puso el título provisional que siempre había tenido la película, El extraño viaje. Así que los de la inmobiliaria fueron más poderosos e impidieron el título de El crimen de Mazarrón.
Lo curioso es que, siendo una película de encargo, aparezca en todas las referencias como una de tus películas más personales.
Porque se da un caso parecido al que hemos mencionado sobre El mundo sigue, aunque por otros caminos. Yo estaba muy de acuerdo con la historia y me gustaban mucho los personajes. Creo que acerté en la elección de la pareja de hermanos, pues era necesario que, de los tres, uno fuera muy distinto y los otros dos estuvieran muy acojonados. Y se me ocurrió que Rafaela Aparicio y Jesús Franco eran muy parecidos de aspecto. Como en aquella época yo estaba a diario con Jesús, le pregunté que si se atrevía, y, como él se ha atrevido a todo toda la vida, aceptó. Lo hizo encantado y quedó muy bien, lo mismo que Rafaela, que estaba genial. Y resultó muy bien el contraste con Tota Alba.
Siendo producida por la familia Reyzábal, que en ese momento debían de tener unos cincuenta cines en Madrid, ¿cómo es que no la estrenaron en una de sus maravillosas salas?
Ahí sí que sé la respuesta. Alguien, no sé si Vicuña, les preguntó por qué no se estrenaba, y la respuesta fue categórica: porque pasaba toda de noche. En su opinión de empresarios de cines, las películas que pasan de noche nunca son comerciales.
¿Retocaste algo el guión o lo respetaste mucho?
El guión estaba muy bien, y no creo que cambiase más que algún detalle propio del director, quitar o poner una palabra, cosas así. Me gustaba mucho cómo, tangencialmente, tocaba el género policíaco, al que, aunque sólo sea como consumidor, siempre he sido adicto.
La película, sin anuncio alguno, apareció como complemento en cines de programas dobles. Lo positivo es que Jesús García de Dueñas tenía la manía de verse todas las películas españolas y al encontrar ésta, de la que no sabía aún nada, le gustó y escribió una cosa en la revista Triunfo, lo que hizo que fuera a verla Alfonso Sánchez, que publicó un artículo muy elogioso en La Hoja del Lunes, el único periódico que salía ese día por la mañana.
En cuanto a los cortes de censura, que yo recuerde tiene sólo uno, en la escena en que la protagonista se está probando un bikini. En una escena se prueba el bikini un poco más de tiempo, y en la que está cortada se lo prueba un poco menos. Hay copias con dos finales distintos.
¿Rodaste finales distintos?
No, no, porque esta película terminaba con la guardia civil que se llevaba al protagonista, Carlos Larrañaga, a lo largo de una calle donde había un charco de agua y una luz. Inmediatamente después se veía que en un plano, casi mal compuesto deliberadamente, la protagonista, Lina Canalejas, se dejaba caer llorando sobre la cama en la que tenía su ajuar. Y en el momento de caer sobre la cama, se acababa la película. Yo quería poner este final de la chica, para que la película acabara de una manera menos estética que lo del charco de agua, el reflejo de la luz, la calle y los guardias civiles. Pero a Vicuña le parecía que esta película era muy dura, muy áspera, muy desagradable, que ocurría toda de noche, y que si encima en el último plano la chica se echaba llorando sobre el ajuar de novia, a la gente le iba a sentar muy mal; que lo conveniente era quitar aquel último plano y que la guardia civil se llevara al novio. Muy alegre y muy estimulante, como se ve. Eso ya parece que suavizaba el conjunto. Por eso hay una copia que tiene el final del ajuar.
¿Qué impresión te produjo hacer en el espacio de dos años dos grandes obras como El mundo sigue y El extraño viaje, que, al no tener una explotación comercial normal, prácticamente no se ven?
Me llevó a un sentimiento de tristeza, de decirme a mí mismo que estaba equivocado, que el tipo de cine que quería hacer, por la razón que sea, no funciona en nuestro país, y no sé hacer otra cosa. Por tanto, me limité a decir que si me volvían a proponer en otra ocasión cualquier trabajo de encargo, lo haría. Y si no, nada. Casi todo en el cine español es incongruente. Porque confieso que El extraño viaje a mí me parece una película divertida, una historia de terror entre paletos. A veces me dicen que es una cosa bergmaniana pasada por no sé qué. En realidad es una cosa de Arniches, que se llamaba La casa de Quirós, que es una historia de mucho miedo, con muchos fantasmas, en una casa de un pueblo. Y siempre lo he enfocado como una cosa castellana antigua, de terror ridículo, con monstruos y pájaros, pero entre paletos. ¡Qué divertido! Mi idea era que la película era un sainete, y los viejos que salen son viejos de sainete. Creía que por ese lado le podía divertir al público. Lo que no se consiguió nunca con esta película es que el público acudiera...
Lo curioso es que no conocemos a nadie que haya visto la película y no le guste. Incluso cuando la ves con extranjeros, que se quedan pasmados de que exista una película así. Por eso es evidente que la falta de contacto con su público viene de la falta de conocimiento de la película. Volviendo a tu filmografía, es curioso que hayas confesado tu afición a la novela policíaca y no hayas hecho una película de ese tipo.
Lo único que hay es Crimen imperfecto (1970), hecha en coña y que es muy floja. Ahora, desde hace muchísimo tiempo, no propongo negocios, sino que espero que me los propongan. Y hasta hace diez o quince años, casi no se cultivaba el género policíaco en novela, en narrativa. Ahora es al revés, casi no se cultiva ninguna narrativa que no sea policíaca, en todas las novelas hay por lo menos un crimen. Pero hacer ahora una cosa policíaca ya no tiene lo que a mí me podía haber despertado interés hace veinte o treinta años, y es que no fuera lo común, y que yo, por considerarme bastante ligado a ese género, sí quisiera hacerlo. Además, ahora debe de ser dificilísimo conseguir los derechos de una buena novela policíaca española, porque hay bastantes buenas novelas españolas, pero todas tienen una gran demanda por parte de las productoras de cine.
En vista de la suerte que corren El mundo sigue y El extraño viaje, dejas de intentar hacer cosas personales hasta que Televisión Española te ofrece Juan Soldado, en 1973. En ese intermedio únicamente diriges algunos encargos, como Ninette y un señor de Murcia, Cómo casarse en siete días (1970) o Crimen imperfecto.
Desistí de hacer proyectos personales después de que esas películas, que estaban bien, no tuvieran difusión y que las otras anteriores, que sí se habían visto, no me hubieran dado beneficio alguno como productor. Juan Soldado fue un proyecto de Televisión Española que me gustaba. Después de hacerlo, me preguntaron si tenía algo que presentarles y entonces les hablé de la serie El pícaro (1974). Lo curioso es que no querían programar Juan Soldado una vez hecha. Pero como tuvo un premio de dirección en el Festival de Praga, había que darla. Quedé muy contento con mi trabajo en Juan Soldado, creo que es uno de mis trabajos que más me gustan. El pícaro, por ser una serie que consta de varios capítulos, encuentro que es más desigual.
El éxito de una serie como El pícaro, ¿tuvo alguna repercusión en las ofertas que recibías para hacer películas?
No, nunca he notado que haya ninguna relación entre el éxito y tener más ofertas, y el fracaso y dejar de recibir ofertas. En mi caso, no lo he notado. Si veis mi filmografía, los papeles que hago tras el gran éxito de Balarrasa (José Antonio Nieves Conde, 1950) son de lo más endeble. Todos los proyectos parecen cuidadosamente elegidos para que no pudieran alcanzar el éxito de Balarrasa. Si vais viendo los títulos y recordáis las películas, pasa esto, hasta que llega El amor del capitán Brando (Jaime de Armiñán, 1974). No es que yo trabaje mejor ni peor, sino que en el proyecto, no en la realización, ya es raro que Me quiero casar contigo (Jerónimo Mihura, 1951) pueda tener un éxito grande. Y todas son películas así. Incluso hubo, a mediados de los sesenta, unos años en que, afortunadamente, me pude refugiar en el teatro.
Es cierto que entre 1965 y 1969 sólo haces en cine Mayores con reparos y La vil seducción (José María Porqué, 1968).
No conozco las razones de esto. Me parece que si en Balarrasa yo hacía un papel serio, dramático, muy conmovedor para el público, y que tenía detalles de humor en una estructura como de tipo melodramático, me podrían haber ofrecido esto más veces. Bien de cura, de panadero, de sargento o de fiscal del Supremo. Pero lo cierto es que no ocurrió nunca. El mejor papel que se me ha ofrecido en mi carrera ha sido el de Balarrasa, y después el que hago ahora, el de El abuelo. Y el paso de tiempo que hay no son más que cincuenta años. Es curioso, ¿no? Porque no es que no haya tenido trabajo. Al contrario, he tenido demasiado trabajo; y estoy encantado. No digo que se trate de películas fallidas, sino que ya en el proyecto no había esos personajes que te permiten hacer un buen trabajo. No sé si esto es privativo de España o si pasará igual en Bulgaria, pero aquí sí pasa.
Pero a partir de 1972 entras ya en películas muy importantes...
Al mismo tiempo coincidió con que Saura, Armiñán y Erice me llamaron, y luego ya se sumó a ellos Gutiérrez Aragón. Y estamos en esta nueva etapa.
Una entrevista de Juan Cobos, Luis María Delgado, José Luis Garci, Miguel Marías y Eduardo Torres-Dulce
Estructura y revisión, Juan Cobos
Producción, Valentín Panero
Grabada en Madrid el 6 de diciembre de 1997
Publicada en el nº 9 de Nickel Odeon (invierno de 1997)
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abensica · 1 year ago
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EL GENERAL, LAS RESERVAS Y LA TRAICIÓN.
Coronel (RA) Hugo Bahamón Dussán
Hace unos años, en una de mis visitas a Colombia, saludé en compañía de mi hermano Mario, a mi General (RA) Jesús Armando Arias Cabrales en su casa, en la que sufría su injusta condena de 35 años privado de su libertad, en el Cantón Norte en Bogotá.
Encontré a un anciano delgado, vestido sobriamente, un poco encorvado pero lleno de dignidad y decoro.
Hablamos sobre su situación y lo que más me impactó, y aún hoy cuando lo recuerdo me impacta, fue su profunda claridad en lo que significa la palabra honor.
Nos manifestó a mi hermano Mario y a mí, que de la única manera que aceptaría recuperar su libertad sería si fuera declarado inocente de todos los cargos.
Nunca aceptaría ni un segundo de libertad si para ello tuviera que declarase culpable de hechos que jamás había cometido.
Su conciencia cristiana y su claro concepto del honor no se lo permitirían jamás y no quería morir con esa mancha en su alma.
Ya se lo habían propuesto, no una sino muchas veces, y jamás lo había ni siquiera considerado.
Estaba yo frente a la más perfecta personificación que en toda mi vida he conocido de lo que es la palabra “HONOR”.
Sentí un respeto reverencial por ese ser humano y un estremecimiento de admiración infinita recorrió cada una de las células de mi cuerpo.
No soy una persona sentimental, pero en ese momento no pude contener un quejido que brotó de lo más hondo de mi alma y oculté mi rostro para limpiar mis ojos humedecidos.
Estaba frente a un héroe y un mártir.
Un héroe por lo que hizo: defender la democracia.
Un mártir por lo que hizo después de defender la democracia: defender su honor.
Salí de esa casa abatido y confundido.
¿Cómo un aparato judicial puede cometer tan tremenda injusticia?
¿Cómo una clase política puede aceptar que se cometa tan evidente atropelló a la dignidad de la justicia?
¿Cómo una sociedad puede cerrar los ojos ante tan execrable muestra de venganza política?
¿Cómo unas Fuerzas Armadas pueden permitir que se castigue de esa manera infame a quien solo cumplió con su deber?
Me consolé reflexionando en el maravilloso ejemplo que estaba dejando mi General Arias Cabrales, no solo a las Fuerzas Armadas de Colombia sino todos los seres humanos del mundo entero.
El honor no se negocia.
Se tiene o se pierde.
No hay punto medio.
Las reservas unidas de las Fuerzas Armadas de Colombia debemos seguir el ejemplo de mi General Arias Cabrales.
Nuestra patria no puede soportar más a esta “caterva de descastados” que son los únicos responsables de todo lo malo que nos está sucediendo.
Toda la persecución contra nuestros compañeros en retiro y toda la iniquidad que sufren nuestros compañeros activos tienen una sola definición TRAICIÓN.
Entregamos nuestra vida, nuestra tranquilidad, el futuro de nuestras familias en defensa de la patria y el pago de esta “caterva de descastados” ha sido entregarnos a los perros de presa de La JEP mientras los verdaderos asesinos se regocijan en sus curules.
Colombia reclama un partido nuevo y limpio que enderece el camino de una vez y para siempre.
Las reservas de las Fuerzas Armadas y la Sociedad Civil Patriota lo van a conformar y serán la opción de “cambio” verdadera en el año 2026.
Colombia recuperará la democracia que hemos perdido en esta feria de coimas, puestos y contratos que se apoda “pseudodemocracia”.
Colombia recuperará su dignidad y su honor y cada uno de nosotros, los colombianos, los recuperaremos con ella.
La política será, por fin en Colombia, lo que debe ser y nunca ha sido.
La ciencia que busca el bienestar para todos.
Los exhortó a que sigamos trabajando en la conformación de ese nuevo y limpio partido.
No hay marcha atrás.
Atrás está el abismo.
Para su gentil reflexión.
Fuerte abrazo.
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infoenn · 3 years ago
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Violencia contra la mujer en RD: los feminicidios ya marcan el 2022
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La violencia contra la mujer en RD no cesa. De acuerdo a cifras de la Procuraduría, en el 2021 ocurrieron 152 feminicidios en el país a escala nacional, 18 más que el total de casos reportados el año anterior. Y siete feminicidios entre enero y febrero de 2022. Según las estadísticas de la Procuraduría, en 17 años han sido asesinadas un total de 3047 mujeres. En el 2005, 190 mujeres fueron víctimas de feminicidios, en el 2006 unas 177. En 2007 unas 173. El 2008 costó 204 feminicidios. En el 2009 fueron 199. La cifra aumentó en 2010 con 207. En 2011 fueron 233; en 2012 fueron 196 y en 2013, 160. Para 2014 fueron 187, en 2015, 144 y en 2016, 167. Finalmente en 2017, 209, en 2018, 165, en 2019 y 134 en el 2020. Aunque la cifra ha bajado gradualmente en los últimos años, la situación no deja de ser alarmante. La violencia contra la mujer en RD ha llevado a catalogar al país como uno de los más peligrosos para la mujer en la región. República Dominicana está en los primeros lugares de tasa más alta de feminicidios entre las democracias de América Latina, con 1.9 por cada 100,000. Una lista está encabezada por Honduras (4.7 por cada 100,000 mujeres), según datos de la Cepal. La preocupación se extiende incluso a otros tipos de agresión a la mujer, como violencia sexual, violencia física, acoso, trata y legislación. Hace pocos días, la ONU manifestó su preocupación por la poca celeridad en conformar un sistema y procedimiento unificados para registrar las denuncias de violencia contra la mujer en RD. Asimismo, por el número limitado de enjuiciamientos y condenas y las penas indulgentes impuestas a los perpetradores de violencia contra la mujer. Promesas y pendientes Durante su última rendición de cuentas, el presidente Luis Abinader dedicó parte de su discurso a hablar sobre los proyectos ejecutados y planes en torno a la atención hacia políticas de equidad femenina. Como uno de sus principales logros, el mandatario resaltó la creación de 12 nuevas casas de acogida para mujeres víctimas de violencia de género. Indicó que solo en año y medio, el número de casas de acogida aumentó de tres a 15, durante su gestión. Esto para anunciar la creación de un centro nacional altamente especializado para refugio y atención a mujeres en situación de violencia, que por la complejidad de su caso requieran de servicios especiales. Entretanto, durante una participación en un reciente coloquio en España, la ministra de la Mujer, Mayra Jiménez, aseguró que se está a punto de presentar un proyecto de ley integral para enfrentar la violencia contra la mujer en RD. Aseguró que la intención es "llevarlo rápido" al Congreso. No obstante, indicó que está siendo sometido a consulta en varios ministerios, porque su aplicación tendría "implicación financiera, de presupuesto". Esta demora en la discusión y aprobación de esta ley también está entre las preocupaciones de la ONU. El Comité de Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, en inglés) manifestó que "le inquieta" la demora de la aprobación, que aglutinará todas las acciones de prevención contra las agresiones machistas, así como todos los tipos penales para castigar a los agresores. No obstante, este organismo reconoció avances en esta materia por parte del Estado dominicano. Entre ellos el aumento de los servicios de apoyo a las víctimas, como albergues temporales, tratamiento médico y asistencia psicológica y jurídica. La violencia contra la mujer en RD ya se manifiesta en 2022 Mientras estas discusiones suceden, el año empezó mal en cuanto al tema. Tan solo en enero se registraon cinco feminicidios, dos menos que en el mismo mes de 2021. Estos son los casos de enero: - Mercedes González (3 de enero), ultimada de un machetazo por su cónyuge Erasmo Liriano, en Salcedo. - Themis Carolina Cruz Hernández (9 de enero), asesinada a golpes por su pareja sentimental en Santiago. Después de matarla, el hombre le dio una sobredosis de cocaína para tratar de disimular el crimen. - Eulogia Rodríguez García (19 de enero), asesinada a manos de su compañero en Yaguate, San Cristóbal. - Dulce Guerline (24 de enero), joven haitiana de 27 años abatida a cuchilladas por su marido en Puerto Plata. - Altagracia Inmaculada Concepción Ramírez (28 de enero), ultimada por su compañero sentimental en Pedro Brand. En algunos casos los agresores mataron y se mataron, convertidos así en feminicidas-suicidas. En todos, hubo discusiones acaloradas, un historial de agresiones y señalamientos pasionales como móviles. Según los reportes, el año pasado se reportaron entre 81 y 82 feminicidios, 62 de los cuales fueron considerados como feminicidios íntimos, pues fueron cometidos por cónyuges o exparejas de las víctimas. Con este panorama, el fomento de la cultura de paz, la unión familiar, la tolerancia y el destierro del machismo siguen siendo asignatura pendiente del cambio cultural en el país. Los últimos estudios relacionados al tema revelan que todavía falta mucho por hacer en la búsqueda del desarrollo íntegro de la mujer como persona y su igualdad con el hombre. Según los últimos datos del Barómetro de las Américas, ocho de cada 10 personas en República Dominicana, con ninguna o solo educación primaria, aprueba el control sobre las mujeres, mientras que menos de la mitad de aquellos con educación superior opina igual. Son los hombres quienes más consideran apropiado monitorear el comportamiento de las mujeres (76%), sin embargo, más de la mitad de las mujeres consultas piensan igual (62%). El informe precisa que la mayoría de las personas en el país no solo aprueba el ejercicio de control de los hombres sobre las mujeres, sino que también considera a la violencia como un hecho privado, en vez de denunciarlo como un delito y un problema de salud. Otro tema pendiente es la ampliación de la visión integral de la violencia social. No son pocos los especialistas que cuestionan que las autoridades solo se enfocan en la violencia doméstica, obviando que también se cometen una gran cantidad de homicidios y suidicios en el país. El problema es mucho más amplio y desborda la mirada oficial. Read the full article
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jgmail · 6 years ago
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Una vez más sobre el proyecto islámico
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Por Geidar Dzhemal
Una vez más sobre el proyecto islámico
Entrevista extraída del libro de Geidar Dzhemal: Stena Zulkarnaina /El muro de Zulkarnayn, Moscú, 2010 ARBA.ru. Geidar, Ud. es el presidente del Comité Islámico de Rusia ¿Cuál es su función y la suya personal? Geidar Dzhemal. Históricamente el Comité Islámico ha nacido como la consecuencia de mi conversación con el doctor Turabi en Sudán aproximadamente en el año 1994. Entonces llegamos a la conclusión de que Rusia (en primer lugar) necesitaba tener una estructura que pudiera servir, utilizando el lenguaje informático, como “interfaz” entre la clase política de Kremlin y el mundo islámico. Era la época de Kózirev, el frenético desmontaje del sistema político-militar soviético, el descarado servilismo ante los EE.UU. y el libre acceso en Rusia de los norteamericanos con el derecho de los vencedores al sistema de control y de la toma de decisiones a todos los niveles dejó al Tercer Mundo indefenso ante el descaro del imperialismo clásico, cuyo último baluarte es el régimen de Washington (el globalismo, en cambio, tiene el rostro europeo y utiliza los métodos mucho más sutiles de imposición imperialista).
Pero  más importante que saber cómo ha surgido el Comité Islámico es entender en qué se ha convertido con el paso de tiempo. Hoy el Comité Islámico se ha convertido en el cerebro, el estado mayor intelectual de la Umma islámica, que asume la función del “sujeto”, capaz de ser un jugador independiente en el escenario político mundial, tal y como debe ser el Islam en su conjunto.
A. Pero en Rusia existen multitud de organizaciones islámicas oficiales, incluyendo el muftiato y las Direcciones Espirituales ¿por qué no dejarles estas funciones? ¿Por qué precisamente el Comité Islámico asume la misión de representar el Islam en Rusia?
G.D. El Comité Islámico asume la valentía de hablar en el nombre del Islam porque aquí bajo nuestro nombre se han unido prácticamente todos los impulsos y tendencias de la actual vida política de la Umma, las experiencias positivas y negativas, a veces únicas. Además, precisamente nosotros poseemos el discurso que el Islam necesita como el aire, dirigido contra el panteísmo que corroe el mensaje coránico y contra el misticismo sentimental que se esconde detrás de la marca genérica del “sufismo”.
A. Sí, pero en el papel de los luchadores contra el sufismo es más habitual ver a los así llamados wahabitas, que insisten en la fe elemental casi ascética, rechazando todo lo que el Islam fue adquiriendo a lo largo de la historia…
G.D. A decir verdad, el wahabismo, o el movimiento salafista, no pueden nada contra el sufismo, porque tampoco ellos entienden lo suficientemente bien el Islam. Intentan luchar contra el predominio del simbolismo en la mentalidad musulmana, cosa que está bien, pues el simbolismo es el arma metodológica de los sacerdotes (kahin). El simbolismo refleja la visión del mundo platónica o neoplatónica, la fe en un mundo real objetivo, que existe independientemente del testigo, en esencias que tienen arquetipos celestes, que arrojan sus sombras hacia abajo. “Lo que es arriba es abajo”, – es el principio fundamental de la metafísica pagana, escrito en la Tabla Esmeralda de Hermes Trismegisto, el principio de analogía ¡al que está sometida la intuición espiritual del hombre, un ser creado, hecho del barro! Una criatura sin alas, sin autonomía está condenada a someterse a este principio lógico. La Revelación rompe este círculo cerrado de la identificación en última instancia del todo con el todo y nos proporciona el testimonio sobre la fuente que se encuentra fuera de cualquier analogía.
En realidad Tawhid (principio del monoteísmo estricto – N. del T.) y la sura Ihlas que descubre su esencia afirma la supresión de la analogía con respecto al sujeto Único y por lo tanto declara la guerra absoluta a la razón natural (experiencia, sentidos, fe etc.).
A. ¿Por qué concretamente está condenada la oposición salafista al sufismo?
G.D. El problema consiste en que los hermanos que defienden la purificación del Islam no dominan la metodología coránica del nominalismo que permite luchar de manera efectiva contra el realismo helenista que constituye la base de la mentalidad tanto de los paganos occidentales como orientales.
Aquí justamente comienza mi labor, porque me dedico a elaborar el aparato intelectual que permita formular el principio de Tawhid no solo como el credo de la fe, sino como el instrumento para generar nuevos conocimientos, necesarios para formar el espacio político islámico global. Quiero subrayar que no hablo de la “civilización”, entendida como un espacio tecnológico-cultural específico con una serie de rasgos característicos, sino exactamente del espacio en el que se cuecen elementos humanos heterogéneos, con diferentes impulsos, motivos, pero en el que debe predominar la continua reproducción del Monoteísmo en las cabezas y en la práctica social del grupo humano que tiene que mantener el liderazgo y marcar el rumbo histórico. La misión del Islam
A. ¿Coincide el Islam en su esencia con las doctrinas de otras religiones universales?
G.D. Ya lo hemos contestado al final de la anterior respuesta. El espacio de Tawhid, que niega la analogía y la identificación, representa en sí mismo la oposición al Sistema, cuyo espíritu consiste en la homogeneidad,  la ausencia de variación, reproducción de lo mismo, la cerrazón del factor humano sobre sí mismo. Los gobernantes (que según el Corán son todos delincuentes) y sus maestros espirituales, que desempeñan el papel del faraón colectivo, se consideran la única encarnación posible de la divinidad dentro del caos de la materia muerta. Por un lado, esto parece recordar el principio islámico de representación: “El hombre es el representante de Allah”, – pero dentro del contexto islámico se trata de que el hombre es el guardián del sitio en el nombre del Sujeto absolutamente trascendente, oculto e inconmensurable, que por principio no puede ser representado ni a través de las imágenes, ni por las analogías, ni a través de las comparaciones, ni con las más locas hipótesis, nacidas de los recursos mentales humanos. El musulmán es el representante de lo Otro incondicionalmente distinto a todo lo que hay. En tanto que el pagano presupone el principio de estricta analogía entre él mismo tal y como es, y dios, en el que pretende convertirse. Por eso su verdadero dios es Lucifer (Iblís). Y, por lo tanto, los maestros espirituales y sus pupilos en el poder son una banda de satanócratas, hizbu-sh-shaitán. El producto final de la satanocracia es la sociedad de la información, cuyos rasgos ya se están plasmando en la vida real en nuestro tiempo.
A. ¿Es decir que Ud. considera que prácticamente vivimos hoy el prólogo del Apocalipsis?
G.D. Nuestros hijos se entretienen con los juegos de ordenador, sumergidos en el trabajo interactivo con la Red (¡buen nombre!), y es la primera señal de cómo será la actividad vital del ciudadano de la sociedad de la información. Las personas se convertirán en las terminales que convertirán su tiempo interior, limitado, por cierto, por un número muy concreto de latidos de corazón vivo, en el flujo de codificaciones electrónicas, cuyo intercambio constituirá la base de la nueva economía intelectual. Será una esclavitud incomparablemente peor que la de los tiempos del faraón.
Miles de millones no podrán o no querrán asumir este yugo, y los poderosos plantearán la cuestión de cómo echar este lastre fuera de la Historia y del Sentido. Ya hoy algunos “científicos” dicen en público que habría que deshacerse de las nueve décimas partes de la humanidad que no valen para nada. La mayor paradoja consiste en que la sociedad de la información explotará la metodología nominalista de forma paródica. La información en general no pertenece a la esfera de los símbolos y analogías, es en primer lugar la interpretación del signo, que de por sí es relativo. Por ejemplo, cuando vemos la estatua griega de Apolo, no recibimos información, sino que nos encontramos con un símbolo, que analógicamente señala hacia una realidad superior. Este símbolo para nosotros no es interpretable, porque percibimos esa estatua como una realidad autosuficiente – la encarnación de la perfección.  Es por lo que el Islam, luchando contra el simbolismo sacerdotal, lucha contra las estatuas en general y no únicamente contra los ídolos de culto. Por otro lado, cuando leemos una palabra escrita con letras, obtenemos información, pues las letras son unos signos convencionales, cuya configuración por sí misma no contiene ninguna esencia. Siguiendo determinadas reglas interpretamos esos signos, y el significado obtenido no tiene nada que ver con la presencia física concreta de las letras. Pues precisamente este principio de la información, que es la base de la comprensión según el método de Tawhid, será el utilizado en la sociedad de la información, pero no de una manera cualitativa, sino cuantitativa – como la última fase de la economía virtual especulativa.
Es contra lo que debe luchar el Islam.
A. ¿Luchar cómo? ¿Cuál es el orden social alternativo, cuáles son sus instrumentos?
G.D. La organización específica del espacio humano dentro del Islam, en perspectiva ideal es la red de los jamaat – células compactas (jamaat  es la comunidad de base de los creyentes – N. del T.), dentro de las cuales, y de nuevo como ideal, debe regir el modo de actuar de la democracia militar: el consejo, la toma de decisiones por parte de un grupo de líderes activos, la realización de estas decisiones en la práctica siguiendo unos métodos ágiles y creativos. En su interior el jamaat se autogestiona en base a la sharia, su instrumento global es el texto coránico, cuya letra permanece inmutable y las posibilidades de comprensión son insondables. Semejante espacio crea una fortaleza informacional, dentro de la cual vive y toma decisiones la contraélite convertida en el nuevo sujeto histórico.
Con el apoyo sobre esta base del nuevo sujeto se produce la aparición-autorrevelación del esperado Mahdi (¡Que Allah precipite su llegada!) [Mahdi en árabe quiere decir “guiado”.] La aparición de Mahdi es el sello final que Allah pone sobre la suma de los hechos de los fieles que han triunfado en la realización de Su designio providencial. Pero antes habrá una dura lucha entre dos vectores espirituales: el proyecto de los tiranos, orientado hacia el inmanente hombre-dios (el humanismo fundamental de los señores) y el proyecto de los oprimidos, orientado hacia el servicio al Sujeto inaprehensible e incognoscible (el antihumanismo trascendente de los “desheredados”)
Sufismo
A. ¿Sufismo es el Islam místico o es el elemento sistémico del Islam?
G.D. Dentro del Islam el sufismo representa exactamente la “línea tradicionalista”, orientada hacia el inmanentismo panteísta. La visión del mundo de los sufís prácticamente no se diferencia de la doctrina de los advaita-vedantistas – los metafísicos de la India védica, de la visión de los taoístas, las experiencias extáticas de los grandes chamanes de Asia y de los neoplatónicos occidentales. En otras palabras, se trata de la tradición iniciática de los sacerdotes paganos, que de facto se incorporó en el cuerpo de la Umma musulmana, aprovechando la debilidad de kalam (y su franca ausencia a lo largo de los últimos setecientos años), y las brechas metodológico-conceptuales en el sistema de la conciencia teológica islámica.
En mi opinión, la paradoja graciosa consiste en que el sufismo que tanto atrae a los profanos por su carácter enigmático y la atmósfera místico-poética de la elevada gnosis, en realidad es extremadamente banal y como cualquier otro panteísmo se reduce a los paradigmas orgánicos de la así llamada “religión natural”, propia de las creaturas hechas del barro. La creatura piensa y siente de manera homogénea, la rotura de esta homogeneidad le causa sufrimiento, y en cambio la sensación de que es una con lo Exterior que se le opone, la lleva al éxtasis y la felicidad espiritual.
La creatura percibe su carácter separado, único, efímero como un trauma y un pecado, mientras que para los portadores de la chispa del espíritu Divino (Ruh Allah) – es, al contrario, la garantía de la posibilidad de la revelación sobre Aquel, Quien está totalmente Dentro, y que justamente por eso es inaprehensible ¡y no se da ni siquiera en la sospecha!
La doctrina sobre la trascendencia y la ausencia de analogía del Único en realidad presupone traspasar aquello que para el instinto humano aparece como una paradoja imposible e insondable. La unicidad del Altísimo se comprende como la exterioridad y la oposición con respecto a todo lo que no es Él. En cambio el todo no representa más que las infinitas modificaciones de la completa ignorancia acerca del Único. Todo lo que podemos sentir, conocer, intuir, sospechar, sobre lo que podemos construir una hipótesis… no son más que las formas de pura ignorancia con respecto a Allah, que sin duda está fuera de todo esto.
Ahora, si nos fijamos en la metafísica pagana, del mismo hinduismo, por ejemplo, también contiene el principio de la ignorancia, que en sánscrito se llama “avidya”. Según su doctrina avidya es el estado subjetivo que impide al ser individual a comprender su coincidencia con Brahman (absoluto). Mientras que desde el punto de vista de la teología coránica, la ignorancia es la esencia misma del ilimitado objeto exterior, que al mismo tiempo es el Destino, o el Tiempo (Dahr). Esta ignorancia no sabe de sí misma que, en primer lugar es ignorancia, y, en segundo lugar, sabe menos aún que es la ignorancia del Sujeto oculto.
De modo que podemos decir que esa ignorancia es infinita y como tal compone el ser objetivo puro, que existe tan solo porque está desprovisto del único conocimiento auténtico, que puede entrar en el ser exclusivamente desde el exterior, a través de la irrupción de la Revelación.
El ser “cree” sobre sí mismo que es el “Todo” total. Es lo que constituye la esencia de la doctrina pagana. La doctrina coránica en cambio considera que el ser en realidad es la nada, la substancia caótica vacía, de la que Allah con su voluntad de que las cosas se hagan creó el mundo organizado, en cuyo centro colocó a Su representante.
Sobre este representante recae la tarea de tomar bajo control lo exterior como la masa inerte de la pura ignorancia y transformarlo en el espacio al que Allah envíe a su guiado, el último imam, después de lo cual se producirá la resurrección de los muertos, el Juicio Final y habrá otra realidad absolutamente nueva, si se quiere, otro ser, que representa la afirmación positiva de lo inaprehensible y lo trascendente de Allah (que ahora no es más que su afirmación negativa – N. del T.)
Habría que destacar que, a pesar de las ilusiones de algunos “teólogos”, fruto, seguramente, del sentimentalismo puramente humano, también con respecto a otro ser transfigurado (Paraíso) Allah permanecerá oculto. Pero a diferencia de la noche del antiguo ser en la que vivimos ahora la nueva realidad que vendrá afirmará en toda su extensión lo trascendente de Allah como un resplandeciente triunfo. Aquello que fue la fuente de la privación, abandono y dolor, se convertirá en el sol que brillará sin disminuir, sin entropía. Esa doctrina es infinitamente más paradójica y mística que la doctrina sufí de identificación suprema. Islam y política
A. ¿Qué se puede decir del desarrollo de los movimientos islámicos en el mundo actual?
G.D. El comienzo de los movimientos islámicos propiamente políticos está relacionado con la liberación de la doctrina política islámica del marco de la así llamada “civilización islámica”. Esta última representaba la organización piramidal de la sociedad, que reproducía los modelos paganos utilizando la terminología islámica. Dentro de aquel espacio el “representante de Allah” se entendía como “el sumo pontífice” en el sentido romano o “el emperador” en el sentido chino, y durante la última etapa histórica (otomana) “el representante” y “el monarca dinástico” prácticamente se identificaban: el mismo espacio podía llamarse tanto “Turquía del sultán”, como “Califato Otomano”. Mientras el Islam permanecía disuelto dentro de la civilización, su sentido fue perdido para los musulmanes. Se percibía como la rutina confesional, cuyo seguimiento aseguraba la salvación en la vida futura (y en este sentido Islam dejó de diferenciarse de otras confesiones), y como la base para la reglamentación jurídica de la vida estatal y privada (y en este sentido se diferenciaba en algo del cristianismo que no poseía base jurídica propia, pero en cambio coincidía con las civilizaciones tradicionales  anteriores a la colonización occidental como India, China y otras).
Hacía falta el derrumbe de la componente civilizatoria del mundo islámico, la aparición de múltiples y esteriotipados estados étnicos laicos burocratizados, que pretendían copiar a una Suiza cualquiera, para que el Islam retornara a sí mismo y a su auténtica misión: la resistencia frente al tagut mundial, el rechazo de los símbolos, valores e interpretaciones que rigen a la “humanidad de barro”, afirmación de la voluntad política del inaprehensible Dios, Quien se descubre ante la humanidad únicamente a través de la Revelación utilizando a los enviados especialmente escogidos.
A. Pero a este derrumbe, como hemos visto, no lo ha seguido la restauración de la norma política original de la que Ud. habla.  Parece que al revés – después de la debacle de los estados nominalmente musulmanes sigue la descomposición de todo aquel espacio político, su agresiva atomización, aumento del terror y la inclusión en este proceso de nuevas tendencias de la descomposición (por ejemplo, del separatismo étnico, como en el caso de los kurdos).
G.D. Naturalmente que el comienzo de la liberación de un factor como el Islam del peso de un factor como el de la civilización no podía ser tan pacífico. Los activistas políticos, intelectuales que empezaron a promover el Islam como una ideología independiente y universal, inevitablemente debían todavía permanecer bajo la influencia inerte de la reciente civilización. De manera más patente esta influencia se había manifestado como el deseo de restaurar precisamente aquella misma civilización, cuya desaparición hizo posible que se planteara la cuestión del proyecto islámico. Así, los más leales seguidores del Califato Otomano, que se derrumbó en 1922, fueron los musulmanes de la India, que con mayor agudeza sufrían el yugo colonial británico y, quienes a diferencia de los árabes, no habían tenido la experiencia de la sumisión a Estambul.  De entre ellos surgió Maududi, cuyo califatismo sigue inspirando en el día de hoy a Hizbu-t-tahrir (partido que promueve la restauración del califato – N. del T.).
Claro está, que en la etapa inicial que duró todo el siglo XX (y tampoco se podría decir que haya terminado hoy) los movimientos islámicos – y el pensamiento islámico que estaba detrás – debieron sufrir la influencia de las ideologías y civilizaciones no islámicas, a veces en forma tan sutil que pasaban desapercibidas ante los seguidores más sinceros y radicales del Monoteísmo puro. (La influencia del cosmismo (deísmo) ilustrado occidental del siglo XVIII – primera mitad del siglo XIX se nota en las ideas de Sayyid Qutb, quien a nivel consciente tendía a liberar el Islam de las contaminaciones ajenas.)
Sin duda el Islam no es una civilización. Civilización en el sentido tradicional de la palabra – que a pesar de lo que opinen los tradicionalistas (en este caso los seguidores de R. Guénon – N. del T.), también incluye a la actual civilización occidental global  – representa la realización histórica dentro de la humanidad de los “avatares” o “teofanías”. Tanto el primer concepto sánscrito, como el segundo griego significan la “presencia divina” o la “encarnación divina”. Bajo este concepto se entiende la manifestación del “príncipe de este mundo” que da forma a la substancia humana.  El “príncipe de este mundo” es el paradigma personificado de la identificación metafísica, es decir, de la identificación entre el Hombre y el Absoluto. El hombre tiende a la divinización en el sentido de que quiere equipararse al ser central situado “entre el cielo y la tierra”, al que los paganos llaman Apolo, Ahura Mazda, Ishwara, y nosotros llamamos Iblís o Satán. Como consecuencia de este deseo ontológico fundamental Iblís “se muestra” a los humanos, les proporciona las herramientas de la realización colectiva de “aproximación” a él bajo una u otra forma. Esas herramientas forman parte de la infraestructura de cada civilización concreta, siempre controlada por los sacerdotes – los servidores de Iblís. De esa práctica es de la que Allah habla en el sagrado Corán como de la permanente tentación del hombre hasta el Día del Juicio. Desde la perspectiva islámica toda la actividad histórica del paganismo mundial – desde Nimrod y Faraón hasta Stalin y Bush – está basada en el error, y todas las civilizaciones no son más que distintas formas de extravío, donde el eje del error está constituido por la palanca de la influencia de la autoridad clerical sobre la tosca naturaleza del barro humano.
Los mecanismos del juego clerical con los humanos a través de los reyes, dictadores, partidos, parlamentos etc. constituyen la gran política, un partido de ajedrez que Iblís juega sobre el tablero de la Tierra para colocar a su adversario (quien no es otro que Allah) en la situación de zugzwang. Es la situación en la que el jugador no tiene tiempo para pensar en la siguiente jugada (por cierto, justamente por eso en distintos hadiz Allah más de una vez transmite a través de su Enviado (saws), que aunque hasta el fin del tiempo solo quede un día, “Lo alargaré”). Claro que Allah no puede ser atrapado por este estratagema ¡pero la humanidad sí! El hombre como representante de Allah, según los cálculos de Iblís, podría sufrir el déficit dinámico de los recursos temporal y energético y perder.
A. ¿Cuál es el objetivo del contrincante en este juego?
G.D. Para comprender claramente cuál es el objetivo de Iblís, – y un teólogo islámico debe comprender este objetivo claramente, – hay que partir de la indicación coránica acerca de la rivalidad entre Iblís y el hombre. Iblís es el Gran Ser, es la primera de las creaciones de Allah, mediador entre los distintos niveles de la substancia universal. Las doctrinas paganas lo conocen como “el hijo del Cielo y de la Tierra”, los sufís como “el hombre perfecto” (insan al-kamil), los cabalistas lo llaman Adam Kadmón. Iblís es el arquetipo de todos los seres, compuesto del substrato de la energía pura (“Tú me has hecho de fuego…”). Su visión de sí mismo – la causa de su insumisión ante Allah y de su orgullo frente al hombre – es precisamente lo que los paganos llaman “logos” o “primer intelecto”.
El hombre a cambio, a fuerza de su comunión con el espíritu Divino, representa la posibilidad de la conciencia alternativa, a través de la cual como de un instrumento  puede actuar no solo el pensamiento expreso de Allah, que consiste en la orden que da a las cosas para que existan, sino también su pensamiento secreto, que lleva en sí la indicación del objetivo para el que las cosas son creadas. Esta posibilidad está indicada en el motivo de la creación de los hombres y de los genios con las palabras “abadu ua arifu” – “para que Le sirvan y Le reconozcan”. Iblís al haberse opuesto al hombre  como elemento final de la creación se separó de esta posibilidad, pero la propia oposición entre Iblís y Adán se convirtió en el motivo central del “guión” trazado por la intención Providencial.
De esta manera surge la polarización entre el logos que representa el realismo anterior a la aparición del significado, que es el patrimonio del “hijo del Cielo y de la Tierra”, y la conciencia del hombre que testifica e interpreta y que íntegramente se basa en el hecho de su mortalidad. El objetivo de Iblís consiste en bloquear el potencial trascendente de la conciencia humana y con ello convertir al hombre en inservible como instrumento al servicio de la Divina Providencia.
Por eso el Islam no es otra cosa que la contrapolítica, destinada a desmontar y romper la máquina de la civilización, a través de la cual “el hijo del Cielo y de la Tierra” controla a la humanidad histórica. La humanidad es extremadamente importante para los propósitos de este ser, porque por la voluntad de Allah en ella está contenido el punto crítico de todo el sistema de la infinita oscuridad de la substancia, que intenta aparecer – ¡en primer lugar, ante sí misma! – como el ser luminoso, la mejor de todas las realidades posibles.
A. ¿Entonces cómo la humanidad podría comenzar a tener conciencia de la Realidad alternativa? ¿O a partir de qué podría comenzar a tenerla?
G.D. Según la providencia de Allah el paso a la realidad alternativa, completamente opuesta a la actual por su sentido, solo podrá ocurrir si la vieja realidad explota desde dentro de ella misma. Para eso el hombre de barro posee la partícula de Ruh Allah, que es el punto de oposición a todo lo que no es el Altísimo.
La contrapolítica del Islam ensancha y profundiza esta oposición, que como consecuencia práctica debe llevar a la detención de los ciclos de las manifestaciones humanas, esta contrapolítica abre el camino a la intervención directa del Sujeto – más exactamente de Su pensamiento providencial – en el curso de los acontecimientos, en las reglas que dirigen este curso, en la propia interpretación humana de la realidad.
Se trata de un superobjetivo, del horizonte metafísico de la política islámica. En el plano técnico, más cercano, el discurso islámico debe convertirse en el “punto de ensamblaje” de todas las fuerzas contestatarias mundiales, definitivamente quitando esa función al marxismo que envejece con rapidez, al movimiento de izquierda mundial, a la derecha radical anticapitalista, a los anarco-sindicalistas y a todas las fuerzas que retan al Sistema. El Islam debe incluir a todas esas fuerzas mundiales antisistema en el campo de su estrategia. Por supuesto, que el vector de la resolución de los objetivos islámicos siempre quedará como especial, teológico, que nunca coincidirá por las dimensiones de su verdad con todas las demás protestas, motivadas por los factores externos. Para ser capaz de llevar a cabo semejante lucha de alcance planetario, Islam debe descubrir en sí mismo al sujeto, alternativo a la dimensión de la civilización (cualquier civilización es un objeto). Ese carácter de sujeto siempre se expresa en forma del estado mayor, logia, “gobierno mundial” o un grupo de personas que se junta para exigir semejante estatus. El Enviado de Allah (saws), al tener el apoyo y la fe de los primeros pocos seguidores, ya había formado así el estado mayor de la historia y del gobierno mundial. Sí, él fue el Enviado, pero en su Umma se ha conservado el principio de representación con respecto a él. Este representante es el Imam oculto (¡Que Allah precipite su llegada!), pero mientras no se ha manifestado, la función de la representación debe pertenecer a los jamaat políticos – estructura de red, que atraviesa a toda la Umma mundial, donde cada célula está compuesta por los hermanos que han aceptado la plataforma ideológica común para todos los jamaat políticos.
Está claro que jamaat, formado por aquellos que están dispuestos a entregar sus vidas para la realización de los objetivos de la política islámica, no será homogéneo. En él habrá pasionarios de la mente y pasionarios del cuerpo (el término “pasionario” fue introducido por el historiador y filósofo ruso Lev Gumiliov para designar a los elementos activos de todas las sociedades, capaces de influir en el proceso histórico de manera decisiva  – N. del T.). El objetivo de jamaat es conseguir la síntesis de ambos grupos, que solamente será posible en un espacio humano relativamente pequeño, donde todos los miembros de la comunidad se comunican permanentemente sin estorbos. Los jamaat tendrán a sus representantes que formarán los consejos de coordinación, que elaborarán las decisiones sobre todos los aspectos de la lucha y crearán los grupos ejecutivos de estos consejos, que llevarán tales decisiones a la práctica.
La situación óptima se dará cuando los consejos y los comités ejecutivos de los jamaat políticos puedan movilizar a cualquier musulmán para ayudar en la realización de las decisiones tomadas. Solo de esta manera la comunidad mundial de mil millones y medio de monoteístas se convertirá en el sujeto soberano de la historia, y no simplemente en uno de sus factores más o menos autónomos, sino en el principal operador  para realizar el designio Divino acerca del hombre, su sentido y su historia. Crisis
A. ¿En qué consiste la crisis del hombre y cuáles son los signos escatológicos de los tiempos?
G.D. La esencia de la crisis del Hombre consiste en que ha agotado su recurso ontológico. Este recurso está agotado, porque se trata de la reserva energética del “hombre de barro” que en un principio bastaría para todo el ciclo del tiempo histórico, si no fuera por un problema. Allah ha añadido a Adán, creado del barro, una partícula de Su espíritu. Como ya hemos mencionado antes, esta partícula se opone a la infinita substancia del “barro”. Se puede considerar esta partícula como un agujero negro sui generis en el campo continuo homogéneo de la substancia o de la posibilidad pura. Utilizando el lenguaje freudiano, esta partícula – “agujero negro” – es un trauma con el que Allah conscientemente dota a Adán, Su primer mensajero.
Adán no era el primer hombre, porque él era el profeta de Allah, que apareció ante los hombres “de barro” de la Edad de Oro. Los textos coránicos, en los que se nos llama los descendientes de Adán, se dirigen únicamente a los monoteístas que tienen fe y poseen un significado metafórico. (Así a veces nuestra Umma es llamada “los hijos de Muhammad (saws)”.
Cierto número de hombres de la Edad de Oro hicieron caso al mensaje de Adán, pero la mayoría no lo hizo. Antes de la llegada de este mensaje el hombre “de barro” era un animal feliz, que llevaba en su interior la sensación solar  del ser invicto. No se separaba del medio, no necesitaba el lenguaje, pues poseía la telepatía animal, probablemente poseía capacidad mágica espontánea. Los hombres de la Edad de Oro eran nómadas, se desplazaban incansables recorriendo velozmente el planeta, no poseían jerarquía, ni diferenciación en su medio. Se puede decir que el recuerdo de aquellas gentes se convirtió en el origen de la imagen de la “bestia rubia”, que fundamentó el romanticismo germano e inspiró a los nacional-socialistas.
A. ¿Y qué trajo Adán a cambio de la existencia paradisíaca?
G.D. Adán trajo a aquellos hombres, incluso los que le rechazaron, la experiencia del trauma. Después de que llegara a ellos el primer profeta los hombres de la Edad de Oro dejaron de ser las “bestias rubias” y se convirtieron en verdaderos hombres. Entonces se produjo la estratificación: en primer lugar apareció la casta de los sacerdotes. Su objetivo consistió en restaurar al hombre primordial, tal y como era antes del comienzo de la misión de Adán. Ellos empezaron a curar a sí mismos y al resto de la humanidad de este trauma – ¡y lo siguen haciendo hasta ahora!
Vean la esencia de todas las doctrinas sacerdotales – todas llaman a volver a la Edad de Oro, a restaurar la perfección primordial, a captar el ser como el todo incontaminado, a suprimir la diferencia entre el sujeto y el objeto dentro de la experiencia extática, que ellos proclaman como la única forma auténtica de alcanzar la verdad. Pero la doctrina de los profetas está basada en justo lo contrario: “furkán” – el principio de la diferenciación.
El proceso de la descomposición de la unidad en el seno de la vieja humanidad continuó después de la separación de la casta de los sacerdotes. El resto de la humanidad se dividió entre los pasionarios-guerreros y los encargados del trabajo físico, incluyendo a los que se ocupaban de las funciones intermediarias o de la dirección del proceso productivo. Por último, de esos hombres “físicos” – “hílicos” como los llamaban los gnósticos, se separaron unos seres del todo desgraciados, que se corresponden con el significado original de la palabra “proletariado”: aquellos que pueden emplearse por otros en los trabajos más primitivos o que ni siquiera sirven para realizar ninguna actividad organizada.
Pero esta última separación ocurrió en las épocas mucho más posteriores a la Edad de Oro. El trauma transmitido a la humanidad a través de la misión profética (¡así como la lengua articulada que Allah enseñó a Adán!), fue la causa de la aparición de la sociedad. El hombre primordial se encontraba en armonía con el cosmos y no necesitaba protección frente a él, no sabía lo que significaban el frío, la muerte y las enfermedades, no sospechaba nada de la entropía, y, probablemente, podía superar la fuerza de la gravedad. Pero aquellos que escucharon la buena nueva, que provenía del “agujero negro” – la partícula invisible, opuesta a TODA LA REALIDAD – ya no podían vivir como antes, se separaron del cosmos, y este cayó sobre ellos con toda la implacable fuerza de un objeto frío y terrible que siempre tiende a destruir todo lo que no es él.
A. ¿Cuál es el objetivo final?
G.D. La sociedad ha surgido y sigue existiendo hasta el día de hoy como el sistema de pago del “impuesto” que la humanidad entrega al Destino, para no ser exterminada, para vivir confortablemente, confundiendo la luna con la farola y viendo los charcos como el simple resultado del fallo de los servicios municipales. ¿Y qué es lo que entrega la humanidad? La “bestia rubia” no tenía este problema: no pagaba el tributo al medio externo. Dentro del recurso ontológico de este ser grandioso, lujoso y sin sentido, quien antes de la llegada de Adán representaba la sombra de Satán sobre la Tierra,  tampoco había nada con que pagar a la entropía, algo con que pagar para compensar la helada furia del vacío interestelar. El hombre existencial (postbestial) lleva en su corazón un “agujero negro” virtual, porque está dentro del radio de acción del rayo adánico tanto si le gusta como si no. (Únicamente los paganos de alto grado de iniciación logran deshacerse de la herencia adánica, al conseguir el estado de “moksha” – liberación del trauma de la oposición al absoluto.)
Ese “agujero negro” en realidad es su verdadero “Yo”, su alma mortal aquí y ahora, garantía de su finitud dentro de este mundo y, al mismo tiempo, es el tesoro de una colosal libertad, que se manifiesta en forma de una energía muy especial, no ontológica. Metafóricamente hablando, e incluso literalmente, se trata de la energía que permite al condenado de por vida a una esclavitud inhumana o al presidio a levantarse cada día con fuerzas renovadas para enfrentarse al reto de la vida en este valle de lágrimas. Incluso el animal más fuerte y sano, que se encuentra en estado de simbiosis con su medio, moriría con la sola insinuación de los retos a los que el hombre se enfrenta con inusitada resistencia. Es lo que nos quita la sociedad: la energía moral de nuestros corazones, el jugo de nuestra libertad interior, el propio tiempo que pasamos aquí sobre la tierra. No se trata de una metáfora. El marxismo ha descubierto que la explotación convierte nuestro tiempo en trabajo, que produce la plusvalía. Y la economía política del Islam actual añade que la sociedad tiende a convertir todo el tiempo interior del hombre en el tiempo clasificado y valorado que es alienado, que se convierte en un objeto externo, un artefacto material. En las formas tempranas de la sociedad las relaciones personales aun no eran alienadas y convertidas en objeto. Relaciones entre colegas, amigos, vecinos representaban una forma específica del transcurrir del “tiempo interior” de sus participantes. En la sociedad posindustrial actual las mismas relaciones se convierten en una modalidad de la mercancía, un objeto valorado cuantitativamente. De manera que toda la sociedad como infraestructura se convierte en el capital que crece sin parar y que para crecer debe devorar todo el tiempo interior del mayor número posible de sus miembros, y al mismo tiempo tiene que aumentar la capitalización de este recurso, es decir convertir el tiempo interior alienado de cada uno en cada vez más caro.
A. ¿Es lo que se suele llamar progreso?
G.D. Sí, para camuflarlo llaman este proceso “progreso”, aunque en realidad se trata del vertiginoso aumento exponencial de la posibilidad de explotación de los miembros de la sociedad. Cuanto más esté capitalizado su tiempo, cuanto más se pueda contabilizarles, convirtiendo su vida en un objeto externo que puede ser valorado, tanto más se considera a los miembros de esta sociedad como modernos y adaptados a la civilización. Durante una cierta etapa los procedimientos democráticos – partidos, parlamento, elecciones – aumentan la capitalización de los borregos bípedos, estimulan la posibilidad de su explotación.
Pero ese doping solo alcanza para cien-doscientos años. Hoy con la democracia no se puede conseguir que el típico yuppy de Wall Street o de City valga más y de más lana que antes. En los lugares más adelantados de la megápolis mundial el hombre actual ha alcanzado el límite de la civilización. La conservación de las libertades democráticas, y no digamos su ampliación ya no le puede añadir nada como objeto de explotación y podría influir negativamente sobre las posibilidades de los insuficientemente “socializados” para resistir ante la apisonadora de la alienación.
Es por lo que los métodos que mañana utilizará la oligarquía – ¡y que ya comienzan a utilizarse hoy! – serán los métodos que los EE.UU. emplea en Iraq y Afganistán, los métodos que Rusia emplea en Chechenia, los métodos de Karímov en Andiyán. Estamos en el umbral de la creación del imperio policial global donde por fin lo oficial y lo criminal ni siquiera se van a diferenciar. Son las señales escatológicas de la crisis del hombre: el globalismo, la creciente guerra contra el “terrorismo internacional”, organizado y producido por los servicios secretos imperiales o por grupos criminales que dependen de ellos y que hace tiempo que se han convertido en la reserva informal de los cuerpos de seguridad del Estado.
A. Dado que la alternativa inevitablemente deriva de la antropología islámica, descríbanos sus características.
G.D. Desde el punto de vista de esta antropología, la crisis del hombre es el reflejo y la consecuencia de la crisis más fundamental del ser y de la crisis de la conciencia relacionada con la primera crisis. La crisis del ser y de la conciencia están estrechamente entrelazadas: la conciencia de la absoluta mayoría de las personas, como ya hemos mencionado, está penetrada por el ontologismo, el culto del ser, con respecto al cual la conciencia se posiciona como su reflejo externo. Cuando en realidad es la conciencia la que constituye el punto de unión que organiza, que posee el potencial interpretativo y que, gracias a su independencia del ser convierte el caos en orden. Kant veía con pesimismo la posibilidad de conocer el mundo exterior, pero no dio el paso definitivo para comprender que el noúmeno no se encuentra fuera de la percepción humana, sino que es la condición previa para la existencia del propio fenómeno de la percepción. Noúmeno es el “agujero negro” en el que se instala la partícula del espíritu de Dios, y ese “agujero negro” funciona como la amalgama aplicada en el reverso del espejo, gracias a la cual el espejo puede reflejar. El noúmeno no se percibe dentro del marco de la percepción exactamente porque es la condición que hace la percepción posible. Pero toda la filosofía y la metafísica, desde Platón hasta los sacerdotes egipcios, los rishi hinduistas y los sabios taoístas chinos, colocan el noúmeno en el mundo objetivo, y ven en el sujeto la simple inversión del objeto. En el Oriente tradicional semejante conciencia metafísica hace tiempo que entró en crisis, mientras que en Occidente el posmodernismo actual es la manifestación del derrumbe de ese realismo sagrado. Claro que las raíces metafísicas de la crisis son todavía más profundas.
El realismo ontológico fue heredado por el hombre existencial de la “bestia rubia” de la Edad de Oro. Antes o después la práctica de la sociedad que absorbe la energía compensatoria para luchar contra la entropía de los “agujeros negros” de las existencias individuales, y la praxis de la conciencia, espontáneamente basada en la imagen visionaria de la Edad de Oro, deberán desembocar en una contradicción irresoluble, cuyo rehén y punto de rotura es precisamente el hombre concreto que es, a la vez, el tributario de la sociedad y el portador pasivo de la conciencia.
Las grietas que parten de este lugar de rotura se extienden tanto por el tejido social – conflicto, oposición, cisma, como por el tejido biológico – degeneración, desaparición de la libido, revolución de los mutantes (gay), racismo etc. Todos estos rasgos también forman parte de los signos de los tiempos e, indudablemente, entrarán a formar parte de la era postindustrial, en la que el Islam debe desempeñar el papel principal como corrector y anunciador de la nueva conciencia contraontológica (manifestación sobre el nivel humano del pensamiento de Dios, libre de errores), cuya aparición nos fue prometida por la revelación de nuestro Profeta Muhammad (saws) y por la que estamos luchando contra el kufr durante catorce siglos. Islam es la estrategia del espíritu.
A. ¿Y qué es la estrategia del espíritu?
G.D. En primer lugar habría que descifrar el propio concepto de “espíritu”, que en realidad tiene muchos más significados o, al menos, “lecturas” que el concepto opuesto de “materia”. (En cuanto a la “materia” también hay discusiones, pero están en exceso simplificadas porque transcurren entre los metafísicos y los profanos. Los profanos consideran como materia la esfera de la manifestación que actúa sobre sus sentidos corporales. En cambio los metafísicos entienden por “materia” lo que siempre han entendido por tal los representantes del conocimiento tradicional: substancia que representa la posibilidad pura o, más exactamente, el polo pasivo “femenino” de la substancia, como indica la raíz griega de la palabra “mater”. Como tal, la materia no está manifestada y en este sentido no puede actuar sobre los órganos de percepción sensorial; los profanos simplemente confunden la substancia con la materia y con la energía, que a su vez, representan las manifestaciones de la extensión. En tanto que la extensión pura en la metafísica tradicional recibe el nombre de “materia secunda”).
“Espíritu” – ruah en hebreo, ruh en árabe – en las lenguas semíticas tiene la misma raíz que la palabra “viento” (rih en arameo), en el griego y en el ruso este concepto está relacionado con la respiración – “pneuma”. El mismo origen “respiratorio” tiene el espíritu en latín. Mientras que en las lenguas germánicas de nuevo tiene que ver más con la acción del viento: ghost (espíritu, fantasma) – gust (fuerte ráfaga de viento). Incluso de esta breve nota lingüística se deduce que la semántica tradicional distingue en la propia génesis de la representación del espíritu sus aspectos subjetivo y objetivo. La respiración es el movimiento del aire en los pulmones del individuo, mientras que el viento o sus ráfagas representan la manifestación del movimiento libre del elemento aire sin que esté atado a un ser concreto. Esta puntualización tiene para nosotros cierta importancia, porque en el Corán “espíritu” se utiliza de las dos maneras: como “ruh al-kudus” – “Espíritu Santo”, por el que la tradición entiende al arcángel Jabrail (Jibril). Y como “ruh Allah” o aquel espíritu que Allah llama “Suyo”, partícula del cual fue introducida en el “muñeco de barro” de Adán cuando éste fue creado. En este caso encontramos la misma diferenciación: por un lado la persona concreta del arcángel, por el otro – substancia sin personificar. (Para los monoteístas es evidente y ni siquiera hay que explicarlo, que ni el Espíritu Santo, ni el espíritu de Allah tienen ninguna relación esencial con el propio Sujeto incognoscible para quien no son más que instrumentos operativos de Su voluntad creados por Él. Lo explicamos porque la coincidencia del significado de “ruh al-kudus” con el “Espíritu Santo” de la teología cristiana podría inducir a alguien al error de trazar una analogía inexistente.)
Aparece también una tercera mención del “espíritu” en la sura Leilatu-l-Qadr, en la que se dice sobre la noche del poder: “En ella descienden los ángeles y el espíritu para cumplir todos los mandamientos”. En este caso no se indica directamente de si se trata del espíritu personalizado o substancial, pero la mención a su lado de los “ángeles” y el movimiento del espíritu hacia el cumplimiento de las órdenes señalan que se trata del arcángel Jabrail. Es muy importante comprender que los aspectos subjetivo y objetivo del espíritu – o por utilizar las imágenes originales,  la “respiración” y el “viento” – se refieren a la misma esencia, al mismo instrumento, que sirve para realizar el designio divino. Adán y todos los profetas que descendían de su semilla hasta nuestro señor Muhammad (saws) – todos fueron herederos unos de otros en tanto que poseedores de esta semilla. Es el fundamento de su aspecto de elegidos que les permitió recibir la revelación. Pero la revelación es transmitida por Jabrail, es decir por otro aspecto, personificado del mismo espíritu, cuya partícula no personalizada en el corazón del profeta le permite escuchar o percibir esta revelación.
Nosotros tan solo tenemos una relación virtual con el espíritu que vive en la cadena de los profetas. Es por lo que solo podemos seguir a la Revelación creyendo en ella. La sinceridad y el total compromiso de todo nuestro ser como respuesta a aquello que el Profeta nos transmite determina el que esa relación virtual se convierta en real. Es justamente lo que se determinará el Día del Juicio, la excepción ya ahora son los mártires que han caído como testimonio de su fe, los shahid. Ellos pagaron con sus vidas la transformación de la participación virtual de la partícula del espíritu de Dios, en su posesión real, tal y como ocurría con los profetas. Es lo que les convierte en vivos, purificados y libres del Juicio ya ahora, cuando a la vista de los ojos que no ven de la humanidad mortal están muertos.
A. ¿En qué consiste entonces el espíritu coránico?
G.D. La única respuesta correcta es que ese espíritu es el pensamiento providencial de Allah acerca del destino de la creación, o aun más claro es el pensamiento de Dios en el que “se corrige” la realidad primaria, dada como la ignorancia total de Allah. Aquí habría que subrayar un cierto aspecto “dialéctico” de la teología islámica. El desconocimiento, lo incognoscible es la base de cualquier mención posible de Allah. El que tenga sifat-atributos y “nombres bellos” no cambia nada en esta cualidad fundamental, pues toda la suma de los nombres y la perfecta comprensión de los mismos no quitan un ápice del aspecto incognoscible de Aquel, Quien se oculta detrás de estos nombres. Por lo tanto la ignorancia de Allah que aparece como todo aquello que no es Él, es la necesaria forma de Su presencia trascendente. Tal desconocimiento es totalmente inevitable porque la “presencia” de Allah solo puede manifestarse en forma negativa y únicamente la voluntad de Allah de eliminar este negativo interviene dentro del abismo de esa pura ignorancia para crear en su lugar como resultado final una nueva realidad, basada en lo positivo absoluto y la justicia perfecta. En este paso de lo negativo de la ignorancia primera a lo positivo de la trascendencia “manifestada” en la vida futura el hombre juega el papel de puente. Él es aquel “espacio” en el que la partícula del espíritu Divino se contrapone al barro autosuficiente e ignorante. (Es por lo que los ángeles dicen que el hombre será la causa del desorden y derramamiento de sangre, y el Altísimo les contesta: “Yo sé…” Según el designio Providencial, el hombre ha sido colocado como su representante para realizar a través de sí la guerra entre el “espíritu” y el “barro”.) De modo que el espíritu es el pensamiento de Dios en el que está contenida la perspectiva de la superación de la ignorancia-negativo, que existe como el falso infinito. (Este falso infinito que ante los paganos aparece en calidad de Destino, se ve a sí mismo como el absoluto independiente y autosuficiente.)
Dentro de las etapas de la manifestación del Pensamiento divino el hombre se descubre como un ser que, aunque pertenece al barro, emparentado a este falso infinito según todos los parámetros de rigidez, inercia, humedad, oscuridad etc., sin embargo también está tocado por ese Pensamiento, lo cual produce en su interior la herida espiritual o trauma.
A continuación dentro de las etapas de la manifestación de ese Pensamiento surge la sociedad, como una consecuencia compensatoria por el trauma espiritual. En el espacio de esta nueva manifestación podemos descubrir a dos jugadores colectivos, entre los cuales se distribuye la polarización del hombre como un ser sometido al conflicto y a la crisis. Esos jugadores son los sacerdotes y los guerreros. Los sacerdotes, apoyándose en el instrumento de la sociedad, tienden a neutralizar el trauma de la existencia, con lo que pretenden bloquear la acción del Pensamiento Divino dentro de la creación, organizada en torno al hombre. Su objetivo consiste en reproducir el falso infinito como la única posible y perfecta afirmación.
Los guerreros tan solo se les pueden oponer virtualmente, debido a que su naturaleza ígnea apasionada busca destruir el status quo, y en última instancia tiende al sacrificio a través de la autodestrucción. La pasión devoradora situada en la cumbre de la pirámide espiritual interior de la casta guerrera se llama “amor”, porque en la destrucción propia ve de manera natural la afirmación de lo Otro. De esta manera la pasión pura se convierte en la condición previa para la apertura del hombre al principio trascendente, la voluntad de servir a aquello que no está presente.
Es por lo que los guerreros resultan íntimamente trastocados por la misión del primer profeta Adán, y es por lo que todos los profetas descienden de la casta guerrera y en todas sus actuaciones se muestran como los guerreros nobles y perfectos.
Jibril, como el Espíritu Santo, que posee una imagen concreta y la personalidad de arcángel, se dirige al análogo despersonalizado de sí mismo – la partícula del espíritu Divino que reside en el corazón del Profeta, quien la ha heredado de Adán. La elección de cada profeta concreto, tiempo y circunstancias de su aparición forman parte del mismo plan providencial, en el que todos los profetas están presentes desde el principio (y que le son mostrados a Adán durante su creación). Sería inútil hacer la llamada, revelar los grandes secretos de la providencia a aquel quien no posee esta partícula en el sentido plenamente real y quien, por lo tanto, no puede “recibir”.
Pero de la misma manera el profeta solo es escuchado por aquellos que por su cualidad mejor responden al proyecto providencial, quienes como el diapasón están sintonizados para resonar con el espíritu Divino. Son los guerreros. El Profeta se dirige a toda la humanidad, pero los guerreros son los primeros en escucharlo y se convierten en sus compañeros.
A. ¿Y qué ocurre luego?
G.D. Una vez que ellos crean la comunidad independiente y capaz de sobrevivir a través de la lucha, bajo su protección también son atraídas otras clases de la humanidad. Pero a los guerreros el Corán asigna el primer lugar dentro del material humano del que se compone la comunidad de aquellos que han seguido el proyecto Divino: “No son iguales aquellos que siguen el camino de Allah, entregando sus vidas y sus bienes, que aquellos que se quedan para dar de beber a los peregrinos”.
La lucha no termina con la llegada del profeta y la formación del jamaat. La lucha no acaba nunca. La corporación clerical pasa a la contraofensiva todavía en vida del profeta, busca brechas en su estrategia, procura desviar del camino y tentar a sus seguidores. En cuanto éste se va, una parte de los que le han seguido intenta fabricar ídolos, el becerro de oro etc. Para los monoteístas es muy importante comprender lo agudo y conflictivo de la situación: porque únicamente los profetas posen la pureza absoluta y están libres del error. Adscribir automáticamente las mismas cualidades a todos los seres humanos que han respondido a la llamada de los profetas supone hacerles el juego a los sacerdotes, cuya táctica consiste en quitarles a los profetas el estatus excepcional privilegiado y oscurecer los principios antropológicos fundamentales que acompañan al propio principio de la revelación.
A. ¿Por qué cada vez esa tendencia resulta interrumpida? ¿Quién y cómo se opone a ella?
G.D. En cuanto el profeta muere, y se trata de todos los casos, los sacerdotes y sus agentes dentro de la comunidad monoteísta pasan a la contraofensiva, intentan dividir a la comunidad, comprometer y si pueden destruir  a su parte más fiel al profeta que ya no está, crean un sistema de interpretaciones, en las que la fuerza explosiva revolucionaria del mensaje Divino es neutralizada, reducida a otra interpretación más de las mismas doctrinas tradicionales de los sacerdotes. (En este sentido nos puede servir de claro ejemplo la actividad del “apóstol” Pablo y las consecuencias históricas de aquella actividad. Gracias a ella hoy bajo la marca “cristianismo” tenemos a mitraistas y maniqueos que utilizan la terminología bíblica.)
Otra dirección en la que los sacerdotes ejercen su acción subversiva es a través de la contrarrevolución interna contra los guerreros que como resultado coloca en primer lugar dentro de la comunidad a los aliados sociales más cercanos de los sacerdotes: a los mercaderes y a los artesanos. Estos últimos trabajan activamente para “desarmar” el mensaje original, representan el obediente rebaño dirigido por los “sabios”, es decir por los fariseos y escribas, a los que Isa bin Maryam (saws) llamó “lobos vestidos con piel de corderos”. No es de extrañar que semejante público, que domina por su número y está dirigido por los experimentados tecnólogos políticos de la “eterna” corporación, restaura en lugar de la comunidad monoteísta de los compañeros del profeta a la sociedad con su principio de alienación y la eliminación del sentido y con su aparato de coacción y de violencia. Los guerreros nunca crean el Estado. Incluso en la sociedad pagana en la que los guerreros no tienen guías monoteístas y la autoridad está ejercida por los sabios a los que no se les ha dado ningún susto, incluso ahí el Estado es organizado por los escribas y los lacayos. Los restos desclasados de los mercaderes y la nobleza corrompida, se encuentran y engordan explotando “la ley”, a la que envuelven en la sangrienta niebla de la violencia permanente.
La única conquista en esa dirección podría ser la auténtica emancipación social de la casta guerrera, que en tal caso podría recrear la comunidad a nivel mundial y organizar su exitosa resistencia frente a la sociedad global. Para lo cual, en primer lugar, hace falta la victoria intelectual de la teología pura sobre la metafísica de los sacerdotes (o, en nuestro caso, del Islam, sobre las interpretaciones de la revelación por parte de los “sabios” y los tradicionalistas-místicos). Es precisamente la teología la que, al formular su método, sus horizontes, su descripción de la realidad, abre para los pasionarios de la mente el pasadizo secreto para recuperar su influencia y captar la atención de todas las fuerzas interesadas. Y los interesados en esta causa son todos los elementos de la crisis y del conflicto, todos los portadores de la protesta, en resumen, todos los desposeídos y desheredados. Entre ellos también se encuentran los hermanos menores de los pasionarios de la mente, los pasionarios del cuerpo. Su vida en las afueras del espacio humano transcurre inmersa en una manifestación pervertida del amor que les devora, dentro de la continua violencia que lo destruye todo, que estando falsificada y desprovista de su esencia, fácilmente cae bajo el control  del elemento más depredador de la sociedad: las fuerzas de seguridad del Estado y la mafia a la que estas protegen (al respecto recomendamos leer el texto de G.D. “La sociedad y el tiempo. El mecanismo global de la alienación” – N. del T.). Los pasionarios-teólogos (que significa la antítesis directa a los clericales de cualquier rango y condición) forman una alianza con los pasionarios, que no tienen nada que perder salvo sus cabezas, que en su existencia juegan el último papel. En esta simbiosis nace la guardia del Monoteísmo, en la que el pensamiento providencial obtiene su inmediata y eficaz expresión corporal. Hoy queda claro que únicamente la Revelación coránica y el material humano históricamente vinculado a ella pueden convertirse en la base de la revolución de los guerreros contra los sacerdotes y que en el caso del éxito será encabezada por el esperado Mahdi (¡que Allah precipite su llegada!).
El espíritu, que es el pensamiento de Dios, se expresa en las palabras que Allah nos hace llegar en el Sagrado Corán: “Hemos terminado para vosotros vuestra religión (din, es decir: el camino a seguir) – Islam”. Islam como sistema completo es exactamente la estrategia del espíritu, cuyo seguimiento sin compromiso debe llevar a la victoria a aquellos quienes en la tierra fueron “debilitados”, pero serán los primeros. (Por “debilitados” se entienden aquellos a los que la tradición caballeresca occidental, próxima al Monoteísmo, llama “los desheredados”: guerreros, héroes solitarios que pretenden convertir su autosacrificio en la afirmación de la realidad alternativa triunfante.)
A. ¿Cuál es la esencia de la economía islámica cuando el alma se compra por el paraíso futuro?
G.D. “Allah ha comprado vuestras almas por el paraíso”, – dice el Altísimo en la Revelación coránica, dirigiéndose a los creyentes. A algunos de nuestros contemporáneos más sentimentales les choca la terminología “comercial” que Dios aplica en la cuestión de la salvación eterna. En realidad detrás de semejante “economismo sagrado” se esconde la profundidad fundamental del pensamiento Divino acerca de la naturaleza de la sociedad. Sociedad de la que la misión de los profetas arranca, y de esa manera libera, a los mejores pasionarios, capaces de cambiar el sentido del ser.
El llamamiento del Altísimo implícitamente indica que el tiempo interior de los miembros de la sociedad está comprado por la máquina colectiva de alienación, que convierte el alma (y el alma, en realidad, es el sinónimo del “tiempo interior”) en un objeto contabilizado cuantitativamente y que conduce al hombre a la nada. La sociedad se posiciona como la “vida presente” en permanente devenir que se modifica y aumenta infinitamente, donde esta vida – ¡y por lo tanto la propia sociedad! – son eternas, mientras que generaciones de personas que alimentan el crecimiento de la “vida presente” (llamada el progreso en el lenguaje de hoy) se convierten en el polvo que se lleva el viento.
Las personas que se han gastado en la construcción de las pirámides, en las campañas de unos reyes contra otros y demás acciones para capitalizar  el material humano, no están inscritas en el libro de la vida. Se han unido corporalmente al barro del que se componen los tristes muros de la gigantesca cárcel llamada “valle de lágrimas”.
Hemos dicho que el alma es el “tiempo interior”. Antes hablamos de lo mismo como del “agujero negro”. No hay que interpretar el tiempo interior como alma en el sentido de que dentro de nosotros saltan los minutos, las horas y las fechas. La entropía biológica, el envejecimiento de nuestro organismo, del que nace la vivencia psicológica de la duración, no es el “tiempo interior”, sino uno de los aspectos del tiempo exterior.
El verdadero “tiempo interior” es el horizonte final fijo, que a diferencia del horizonte geográfico, no se aleja de nosotros a medida de que avanzamos hacia él, sino que al contrario se mantiene perfectamente fijo en su lugar. El encuentro con este horizonte, la llegada a este límite supone para nosotros la muerte y la aniquilación. El “tiempo interior” es nuestro finalismo, la condenación a un final absolutamente inevitable. Ese “tiempo interior” está presente dentro de nosotros como la perspectiva de nuestra muerte inevitable, de la que somos conscientes, pero, al mismo tiempo, también es un instante incomprensible, que no dura, un “punto” dentro del tiempo que no tiene dimensión por analogía con el punto del espacio.
Al igual que dentro del espacio vacío y homogéneo el punto representa el fin de la extensión, pero que a la vez es su centro, que no es idéntico a nada dentro de este espacio, de la misma manera este punto dentro del ser humano significa el fin de su duración individual (¡y en cierto sentido el fin de toda duración!), pero a la vez es el centro del tiempo. Es en este sentido que afirmamos que ese “agujero negro” es el tiempo interior, también llamado el alma, porque el pronombre Yo, que se refiere al irrepetible Pepe Pérez que está aquí y ahora, únicamente se refiere a este fin de la vida, que todavía dura, escondido en el corazón, y que se descubre como el fin de esta vida en el momento de la muerte y que junto con la vida deja de existir.
A. ¿Y qué significa esto desde la perspectiva de un hombre concreto cualquiera?
G.D. El irrepetible Pepe Pérez desaparece del todo y el punto negro de su interior  se une a la simple y pura ausencia, que después de la desaparición del individuo ya no está señalado de ninguna manera. Pero mientras este individuo puede mover los brazos y entrar en relaciones con otros iguales, su alma (que, como hemos visto, es su potencial y futura nada) sirve de fuente para los recursos prácticamente ilimitados que la sociedad extrae para convertirlos en “objeto”, en otras palabras, para convertirlos en la parte material visible y valorada de la civilización humana, esa misma infraestructura que los marxistas denominan las “fuerzas productivas”.
Lo específico, desde el punto de vista islámico, es que en el siglo XIX el concepto de las fuerzas productivas era bastante restringido, bastante más restringido que lo que se entendía por “civilización”. En actualidad las “fuerzas productivas” incluyen tanto las relaciones de producción como otras. Las relaciones jurídicas de los cónyuges, y por lo tanto también sus relaciones sexuales y emocionales, también se convierten en “fuerzas productivas”, porque las “ganancias” parasitarias de los despachos de abogados, que se dedican a los asuntos conyugales, también se contabilizan en el PIB del país. Y del mismo modo todas las esferas de la vida social se convierten en distintas variedades de la producción, convirtiéndose en un objeto alienado.
Allah como guía de los creyentes, que se dirige a ellos a través del Profeta, abre una perspectiva alternativa: quitarle a la sociedad, que actúa como el vampiro colectivo, su sangre espiritual – el “tiempo interior”. En este caso el “tiempo interior” no alienado recupera la libertad absoluta de la no identificación con el medio externo y se convierte en la base del nuevo significado, que se abre a través del Profeta en forma del mensaje enviado por el auténtico Sujeto.
Las palabras “Allah ha comprado…” justamente indican que el “tiempo interior” es el recurso secuestrado que la sociedad convierte en algo cuantitativamente valorado.
De modo que en la Revelación islámica, o más exactamente, en esta aleya concreta, está contenida toda la economía política del pensamiento teológico islámico: la crítica total de la sociedad humana “independiente” convertida en tagut, es decir en una máquina mitologizada, objeto de adoración, y que en realidad representa el mal en estado puro y la destrucción de todas las personas introducidas en el funcionamiento de tal mecanismo.
La llamada de Allah trae a los fieles no solamente la libertad, sino una comprensión de la libertad y unas dimensiones de la libertad que superan con mucho las pautas sociales de la conversión del esclavo en amo. La auténtica libertad para el hombre consiste en su liberación de la sociedad, lo que de por sí es el prolegómeno de la resurrección y de la vida eterna dentro de la nueva ontología.
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