#Vuelta a la Manzana
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Con un Blunt en la boca, una boba en la cabeza, una vida corta…
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Lo más dulce
Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente. Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona. La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
��Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? – nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic fanfic#la sociedad de la nieve#society of the snow#sociedad de la nieve fanfic
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SIGUE LA CADENA‼️❤️🤫 Y DEDICALE ALGUNAS ESTROFAS A LA ULTIMA PERSONA QUE ESTUVO CONTIGO 💅😜Atención‼️ Solo parejas resentidas
No me gustan las cadenas wey, no soy resentida jaja pero a ver qué sale
........
Y te pareces tanto amor! a una enredadera
En cualquier tronco te atoras y le das vueltas
Con tus ramitas que se enredan donde quiera
Y entre tanto ramerio ya te apodamos la ramera
....
Hijo de puta no sabes el odio que tengo guardado aquí dentro por ti
Quiero meterte al horno y cocinarte como un jabalí
Con la manzana en la boca y rellenarte por el .....
Darte de comer un perro y sonreír con disimulo
Quiero que te viole un somalí que tenga SIDA
Que te saque las entrañas y a sus hijos les dé de comida
Que quede claro que no te guardo rencor
Yo te dedico con cariño, ¡mi última canción de amor!
Ah! Y ojalá que te mueras <333
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Perdí tantas amistades, pero la que más me dolió fue la tuya, te tenía agarrada de la mano, cuando di vuelta ya no estabas, no se en que momento te solté, nuestra amistad al final no fue para siempre, fuimos un momento en el pasado, en este presente somos desconocidas con un pasado conocido, en el fondo te extraño y te quiero.
-manzana
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Estoy de vuelta
Lind@s, me motiva mucho hablar de mi proceso con ustedes, hoy me siento de nuevo aquí, comí 402 calorías (las vomité lo más rápido que pude), hoy no cenaré, y mi próxima comida será hasta mañana el medio día, sé que muchos tienen un día en que consumen 1000 calorías para no dañar el metabolismo, pero cuando como de más siempre termino en atracón, prefiero ignorar la comida.
HAMBRE: Una manzana y un café. No hay secretos entre nosotr@s
#@n@ diary#hasta los huesos#tw ana bløg#ana y mia#@na motivation#quiero ser flaca#princesas ana y mia#skin&🩻fightback
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"Los Olvidados" es considerada la cinta culpable del declive de la época de oro.
Estuvo sólo tres días en cartelera, la prensa y la clase alta estaban vueltas locas, querían quemar a Luis Buñuel y todo lo que oliera a él.
Era 1950 y el cine mexicano estaba en su esplendor , el cineasta español Luis Buñuel ya tenía éxito, pero estaba enamorado de nuestro país, grabada en Nonoalco, en lo que entonces eran los límites norteños de la Ciudad de México. Y tenía un propósito, una visión desgarradora de los niños de la calle en las grandes urbes; Aquellos de los que nadie habla, los que callan, los olvidados.
CINE
El poeta Octavio Paz escribió: “Pero Los Olvidados es algo´más que un filme realista. El sueño, el deseo, el horror, el delirio el azar, la porción nocturna de la vida, también tiene su parte. Y el peso de la realidad que nos muestra es de tal modo atroz, que acaba por parecernos imposible, insoportable. Y así es: la realidad es insoportable; y por eso, porque no la soporta, el hombre mata y muere, ama y crea”.
Su nombre original era "La Manzana Podrida" y en realidad, no tenía ningún nombre de peso, se tenía a Estela Inda, Miguel Inclán y Alfonso Mejía, además de un grupo de niños comandado por Roberto Cobo, un chico que había salido como extra en varias cintas y un día que audicionó para una película de Tin Tan se enteró que Buñuel estaba entrevistando para su nuevo filme, hizo la audición y se quedó con el rol de “El Jaibo”.
DORADO
Sin embargo, desde su inicio, la cinta tenía problemas, dentro y fuera. El productor Oscar Dancingers se opuso a que se incluyeran muchos detalles que resultaban amorales; Jorge Negrete, líder del Sindicato de Actores, quería evitar su grabación e instó a técnicos y camarógrafos a abandonarla; una de las peinadoras renunció por la escena en que la madre de Pedrito, le niega la comida.
Pedro de Urdimalas, escritor de la cinta al lado de Buñuel, pidió que su nombre no apareciera en los créditos y en la primera función privada que se hizo, Lupe Marí, esposa de Diego Rivera, y Bertha, esposa de León Felipe, reclamaron al director que era un miserable y lo que mostraba no era México. David Alfaro Siqueiros por su parte aplaudió el trabajo asegurando que Luis era un genio nacido para el cine.
MX
Los Olvidados era la primera producción sería de Luis Buñuel y quería hacerlo todo al máximo de sus posibilidades, la filmó en 21 días entre el 6 de febrero y el 9 de marzo de 1950, pero aunque la cinta es posiblemente una de las más galardonadas de su cine, él solo recibió dos mil dólares por ella y no pudo participar en las ganancias de la misma.
Ante las críticas, Buñuel respondió durante una entrevista que estaba orgulloso de su filme “La libertad total no existe, yo jamás he sido libre, yo soy libre cuando cierro mis ojos y estoy conmigo mismo sin que sepa que ya estoy viejo; El sistema de inconformidad es esa tendencia a romperse la cabeza por recuperar la propia libertad, lo que es imposible, es por tanto una inconformidad permanente de la realidad exterior”.
En los albores de los 50, el presidente mexicano Miguel Alemán estaba planeando la industrialización en el país, para dejar atrás la agricultura como primera fuente de recursos de los nacionales, pero el cine estaba en su apogeo, por ello las reacciones ante la cinta eran tan violentas.
Se tiene registro de que algunos cines fueron destruidos por los asistentes al estreno en noviembre de ese 1950, los fanáticos salían furiosos, la llamada “Liga de la Decencia” intentó expulsar a Buñuel del país y aunque no lo lograron, el director si dejó el territorio.
CINE
A pesar de los múltiples problemas, Luis Buñuel estrenó su cinta en Europa y la crítica mexicana tuvo que aceptar la gran equivocación cuando el gran jurado del Festival de Cannes le dio el premio como Mejor Director en 1951.
La película tiene una trama dura, y a diferencia, por ejemplo de "Nosotros los pobres" no busca causar lástima sino presentar una realidad diferente a la que se creía que existía en el país.
La historia nos lleva por los barrios más pobres de la Ciudad de México, donde los niños de la calle son una plaga para las altas esferas de la sociedad. Jaibo (Roberto Cobo) es un adolescente que escapa de un correccional para reunirse con Pedro (Alfonso Mejía). En presencia de él, Jaibo mata a Julián, el muchacho que supuestamente le delató. También intenta robar a un ciego (Miguel Inclán) al que finalmente maltrata. Acompañados de Ojitos y Meche (Alma Delia Fuentes), el destino del Jaibo y Pedro están marcados por la muerte."
DORADO
Para muchos expertos en cine de la época consideran que la película terminó con idiosincrasia qué se tenia de México en el extranjero, México había pasado de ser la nación rural donde el romanticismo ranchero era el emblema, las comedias rancheras pasaron a ser del pasado, para dar paso al verdadero país que se tenia olvidado, una sociedad muy corrompida.
Sin embargo la nueva forma de hacer cine gracias al ojo del director Buñuel, con el paso de los años se fueron realizando producciones crudas sobre la sociedad mexicana.
MX
Si bien el termino de la era dorada del cine fueron más factores internos y externos, como la sobre explotación de comedias rancheras, la pobreza de recursos y el que Estados Unidos de alguna manera haya retomado la industria cinematográfica después del conflicto mundial.
epoca de oro Los Olvidados luis buñuel
Cine Mexicano Cine Dorado Mx
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Un pícnic con Spider-Man
Spider-Man Loves Mary Jane (2005) #5 Sean Mckeever (Escritor), Takeshi Miyazawa (Dibujante)
— Spider-Man: Hola. — Mary Jane: Madre mía. ¡Has preparado un pícnic! — Spider-Man: Pues sí. Como podrás ver, he tirado la casa por la ventana con el contenido. Tenemos sándwiches de cacahuete y mermelada, manzanas deliciosas, agua y, de postre… galletas de nueces de macadamia. — Mary Jane: Esto es… en serio, es… Pero ¿Por qué aquí, en este callejón? — Spider-Man: Porque…
— Mary Jane: Gracias. Esto es genial… pero me sentiría mucho mejor si te quitaras la máscara y me acompañaras. — Spider-Man: Ah, yo no… er… no como. Bueno, no comida de gente. ¡Je! ¡Es broma! La verdad, soy normal. En gran parte. Creo. — Mary Jane: Entonces… cuando no llevas eso ni haces cosas de superhéroes… — Spider-Man: Ah, ¿Podrías, er… podrías no hacerme preguntas sobre… esas cosas? — Mary Jane: Ah, vale. Claro. Er… Vale, entonces. El otro día vi que detuviste a un tipo llamado Hipnotizador Disco en una rave… O sea, sé que tenéis nombres raros y tal, pero ¿Qué os pasa con…? Hum…
— Spider-Man: Lo siento. — Mary Jane: No, no, está… ¿Por qué lo haces? O sea… puedes hacer lo que quieras, ¿Por qué eres tan… desinteresado? — Spider-Man: Ah, tengo egoísmo de sobra, créeme. Obtengo mucha satisfacción ayudando a la gente. — Mary Jane: Ya, pero podrías quitar cosas a otros, y nadie podría detenerte. — Spider-Man: Supongo que los Sres. Spider-Man educaron a un buen chico. — Mary Jane: ¿Tus padres saben que…? Oh. Lo siento. He olvidado… ¿Qué? ¿Qué pasa? — Spider-Man: No sé si es demasiado pronto. Mmm, quizá sí que lo es… — Mary Jane: ¿Demasiado pronto para qué? — Spider-Man: ¿Crees que es demasiado pronto para ir a dar una vuelta?
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Romeo y Julieta (Benjicot x lectora)
Masterlist de mi autoría
Continuación del especial Fall in love
Resumen: tras compartir un tiempo con la joven Bracken, Benjicot entendió que estaba perdidamente enamorado de ella. Pero para su desgracia, las diferencias entre sus familias influenciaban esa bonita burbuja que intentaban mantener.
Los días fueron pasando y el enamoramiento entre el par de adolescentes era cada vez más grande. Pero debido a las obvias diferencias de casas, cada vez era más difícil manejar la relación.
—¿Eras tú hoy en la mañana? En los campos junto al bosque.—Ben miró a la chica enfrente, quien comía una manzana con la mirada fija en él.
—¿Me viste?—
—Estaba practicando con el arco, te dije que quiero empezar a ir de caza con papá...—
—¿Cómo vas con eso?—Ben sonrió.
—Almorzamos conejos hoy, todos atrapados por mi solita.—soltó con cierto orgullo—. Como sea, vi que los Blackwood increparon a un anciano.—
—Ah... es que volvieron a mover las rocas. Solo le dijimos que las pusieran donde iban y ya.—la chica frunció el ceño apenas.
—Lo empujaron... Y el señor Robert tiene problemas en los huesos, pueden lastimarlo.—
—Si, bueno. Mover las rocas no pareció molestarle ¡Oye!—Ben se llevó la mano a la frente al sentir un golpecito. ____ le había lanzado un pedazo de manzana.
—No sean unos brutos, si crees que las rocas fueron movidas, van y lo discuten con los de arriba. No ataquen a un viejo agricultor.—
—Es que tú no lo entiendes.—
—No, no entiendo porqué resuelven todo a los golpes.—Ben se puso de pie, algo inquieto por el tono de la mujer.
—Pues yo no entiendo porqué los Bracken son tan molestos.—
—¿Yo lo soy?—
—A veces, si.—Ben entendió enseguida que ese comentario fue... Desafortunado.
—Pues si tanto te molesta, me voy.—La chica se levantó enseguida, tomando su bolso y comenzando a alejarse a paso apresurado.
—Oye, no quise decir eso. No te enojes.—tomó su mano, intentando detenerla.
—Vete al diablo, mañana no vendré a verte. Intenta no empujar viejos en el camino de vuelta ¿Si?—____ se liberó de su agarre, y siguió su camino, haciendo que Ben se sintiera ansioso. No le gustaba pelear con la chica.
Últimamente los roces entre ambas casas eran muy frecuentes, y para el par chicos era muy difícil mantener una conversación normal sin tener que mencionar alguno de esos hechos.
El maldito cerco de piedras era un problema latente, y terminó de explotar cuando una tormenta azotó Riverlands... Y el ganado de los Bracken terminó en tierra de los Blackwood.
____ caminaba por el bosque en silencio, buscando algún indicio que pudiese alertarla de alguna presa.
Su mente no estaba muy despejada esa mañana, por lo que no notó lo cerca que estaba del límite de sus tierras. Suspiró mientras volteaba y encaraba hacia el lado contrario.
—¿Buscas conejos? ¿O ya subiste de nivel?—un Ben sonriente se acercó a la mujer, aún de su lado del límite.
La mujer ignoró su presencia, siguiendo su camino. Pero Ben no iba a ceder tan fácil. Cruzó el cerco parándose frente a ella. La chica se veía enojada, cosa que a Ben le parecía adorable.
—Vuelve a tu lado, tenemos la orden de acabar con cualquier Blackwood que cruce nuestros límites.—pasó de él.
—¿No tendrías misericordia conmigo?—
—¿Como la que tu primo tuvo con mis ovejas?—la sonrisa de Ben se desvaneció—. A Lanita la enterré en pedazos, Ben... Lárgate de nuestras tierras.—
—No sabía nada de eso...—
—Tú nunca sabes un carajo de nada.—siguió caminando.
—Oye, no te enojes conmigo.—
—¿Con quién entonces? ¿Con tu gente?—volteó a mirarlo molesta—. ¿Te parece bien que le dé un flechazo en la cara al imbécil de tu primo entonces? ¿Hará que las cosas entre ambas familias sean mejores?—Ben no supo qué responder—. Todo es muerte para ustedes... Violencia, sangre y muerte.—____ parecía querer llorar—. Y escucho rumores de ti... Lo que haces... No sé si quiero estar con alguien que es conocido por ser tan sanguinario. Tal vez, lo mejor sea que nosotros no-
—No digas eso.—el chico tensó la mandíbula, intentando controlar el miedo que le generaba siquiera imaginar esas palabras.
—¿Crees que funcionaría?—
—Haré... Que funcione.—suspiró, cerrando los ojos por un segundo.
—No traicionaré a mi casa, y dudo que tú traiciones a la tuya. Asi que no, Ben... No podrás hacer que funcione.—La chica quiso volver a marcharse, pero Ben la tomó nuevamente de la mano.
La situación ya era muy difícil de manejar, y la insistencia de Ben era algo que solo hacía que ____ se sintiera peor. Ella lo quería, lo quería mucho. Pero estaba segura de que ese amor no era correcto.
—Voy a golpearte, Benjicot... Suéltame.—
—No me llames así... Nunca lo haces.—
—Benjicot Blackwood... Suéltame... O te golpearé.—
—... Golpéame.—la miró frustrado—. Adelante, hazlo... De todas formas, los Bracken son unos debiluchos.—
—¡Cállate!—____ lo empujó—. ¿¡Por qué eres tan molesto!?—lo empujó de nuevo.
—¿Esto es lo más fuerte que puedes golpear?—La joven no quería golpearlo, pero estaba frustrada. Solo se limitó a empujarlo, hasta que un árbol a espaldas de Ben la hizo detenerse—. ¿Piensas empujarme hasta Harrenhal?—La miró con cierta burla—. Golpéame, sigo esperando.—
—Te odio...—
—No, no lo haces...—Ben sonrió—... Vamos... Golpéame...—
____ lo miró durante unos segundos, odiando ese rastro de prepotencia en sus ojos. Pero aún asi...
Lo tomó de las mejillas, besándolo con cierta rudeza. Ben sonrió contra sus labios, aferrándose a la cintura de la chica con firmeza.
—¿No que me odiabas?—Ben dejó un beso en el cuello de la chica, aprovechando para rodearla entre sus brazos—. Yo no te odio. Para nada. Todo lo contrario.—dejó otro beso en su cuello—. Te amo, ____... Tanto que es doloroso.—____ sintió que se derretía en sus brazos. Ben giró, aún sujetando a la mujer. La arrinconó contra el árbol—. ¿Puedes decirlo? ¿Que también me quieres?—soltó en su oído, causándole escalofríos—. Vamos... Te escucho.—
—No te diré nada...—
—¿Eso crees?—Ben atrapó su mentón con cierta fuerza, mirándola exaltado—. ¿No me quieres entonces?—
—... No debería hacerlo.—
—Me quieres entonces...—Ben acercó su rostro al ajeno, mientras sus manos bajaban nuevamente a su cintura. ____ suspiró al sentir los dedos del chico rozar la piel de su abdomen bajo la camisa.
—Ben...—
—¿Qué pasa? ¿Me dirás que me quieres?—sonrió al ver que su rostro se tornaba rojo.
—Si, Ben. Claro... ahora apártate.—intentó apartarlo, pero Ben se mantuvo en el lugar.
—¿Sabes por qué lo golpeé?—coló aún más las manos en su ropa—. Al tipo de ayer.—
—¿Golpeaste a alguien?—
—Ah... No sabías... Bueno, lo sabes ahora.—Ben hundió su rostro en el hombro de la chica, dejando un besito en su piel—. El tonto con cabello de niña... Dijo que su padre le pediría al tuyo tu mano.—
—... ¿Aeron? ¿Golpeaste a Aeron?—Ben se detuvo al escuchar ese nombre, mirándola enseguida.
—¿cómo lo conoces? ¿Sabías de eso?—
—Siempre se habló de un compromiso, nunca lo tomé en serio. Menos ahora.—
—... ¿Por qué?—Ben tomó el rostro de la chica con cierta rudeza sin darse cuenta.
—Sabes porqué.—____ suspiró al sentir que Ben se pegaba aún más a ella, usando su mano libre para volver a acariciar su abdomen.
—¡Dilo!—
—¡Porque te amo a ti, idiota!—____ apartó la mano que tomaba su rostro—. Ya, compórtate.—
Ben respiraba agitado, pero escuchar eso le dio el último empujón para terminar de perder la cabeza. Sonrió ampliamente.
—¿Qué diría el idiota de Aeron si supiera que su enamorada se encuentra a escondidas con un Blackwood?—
—¿Ben?—
____ reprimió un suspiro al sentir la mano de Ben colarse por el borde de su pantalón.
—Tú eres mía, ____... Te casarás conmigo, te entregarás a mi... Solo a mi.—la chica se aferró a sus brazos con fuerza al sentir la mano bajar más y más—. ¿estás de acuerdo con eso?—____ le mantuvo la mirada con dificultad, sin saber en dónde enfocar su atención—. Dilo, ____... Aquí y ahora...—
—Si, Ben... Te elijo a ti.—El chico sonrió, sintiendo como la chica se contraía bajo su toque.
—Toda mía, mi bella ____...—
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la unica persona que esta para mi es mi ex novio de 2019, ese que me arruino la vida en su momento e hizo que yo terminara internada en aquella epoca. me acuerdo que estuvimos 8 meses saliendo, yo lo presentaba a todos como mi novio y él de la nada me dejó de hablar. desaparecio por dos semanas y volvió de la nada con una foto en instagram en la que estaba besandose con una chica. yo ya presentia algo, presentía que andaba con otra era una sensación del mas alla. pero esa foto me arruinó. y despues el mensaje "tenemos que hablar". obviamente me dijo "me puse de novio"... ¿como? si eras MI novio, si te habia presentado como MI novio, si nunca me hiciste entender otra cosa, si nunca me lo negaste o me dijiste "che, ro, estas flayando, no quiero que seamos novios yo estoy conociendo a alguien mas". para vos todo era un juego. jugaste conmigo. y con ella tambien claramente al principio... luego duraron casi 3 años.
pero ahora volviste a hablarme. me hablaste en noviembre del año pasado, hacia calor, yo estaba llegando tarde a la clase de historia de la lengua, con mi pollera marron larga y mis labios pintados de rojo y mis dos rodetes en el pelo. siempre llegaba tarde y toda la clase se daba vuelta para verme. y me hacia sentir tan viva el calor primaveral y despues saber que me iba a hacer ejercicio con mis amigas al parque y ver a mis compañeras guardandome un lugar en la clase y comer una manzana siempre en los recreos mientras miraba a la nada... esa vez estaba desayunando una banana, aunque yo soy alergica. me dijiste que estabas escuchando a babasonicos y pensaste en mi. ese era el mensaje, nada mas. despues de 5 años sin saber de vos, despues de tanta mierda... volvias como si nada. impune.
al principio estaba muy enojada, resentida, queria hacerte pasar por todo el dolor que yo pase. pero me demostraste desde noviembre que hablamos que cambiaste, que estas dispuesto a apoyarme, y estuviste. me pasaste a buscar la otra vez, me acompañaste a hacerme un evatest, me acompañaste al medico, me invitaste a cenar, me invitaste a ver una pelicula, me prestaste plata, me dijiste que estas para mi y lo demostraste con cada cosa que haces y eso me da muchisimas ganas de llorar porque quiero creerte y de hecho me emociona y me pone triste que me demuestres tanto interes y tanto apoyo cuando la persona que tendria que estar conmigo apoyandome y cuidandome tendria que ser otra, a la que no le importo absolutamente nada. a la que solo le importa coger con cualquier piba y estudiar sus cosas. solo le importa él mismo...
¿como son las vueltas de la vida, no? mi yo del 2019 se moría si se enteraba de esto, se moría de amor seguramente, porque ella estaba loca por vos, estaba enganchadísima... me enferme de amor literalmente. pero ahora sos una persona mas que quiere que le haga un lugar en mi vida y no lo dejo. no hay mucho espacio aca, es un lugar oscuro, frio y en el fondo, muy blando. tan blando que puede romperse con cualquier cosa. me da mucho miedo guardar cosas filosas en mi alma. pero lo hago. le dejo el lugar al diablo por si quiere venir, aunque siempre me rechaza.
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holaa, buenas. Te tengo una pregunta pq e tratado de buscar la respuesta y no la encontré.
Conozco el shifting dese 2020-2021 (no me preguntes como) y desde ese entonces e tratado de shiftear, nunca lo logre, te seré sincera.
Pero nunca me rendí, el mes pasado tuve un sueño lucido y desde q me paso eh estado probando shiftear desde ahí, es lo más cercano que tuve lit.
mi problema es q nose hasta q punto es tan lucido pq aunque soy consciente de una manera extrema en el sueño (del tipo del que ni por la impresión se despierta, o se distrae) no soy capaz de controlar, como crear un portal, volar o incluso atravesar algo y me da una re bronca JJAJAAJ.
Tener un sueño lúcido es relativamente fácil, lo difícil es conseguir controlarlos. A veces puede llevar práctica y es frustrante, yo también estoy trabajando en ello (por eso no he logrado shiftear todavía desde mis sueños, aunque los tengo de vez en cuando), pero te puedo dar algunos consejos que he leído y que voy probando cuando tengo ocasión. Si ya puedes estabilizar los sueños y no despertarte, es un gran paso, porque a veces nos despertamos antes de poder hacer nada. Lo siguiente es tener confianza en ti y en tu intención para que ocurra lo que deseas.
En una guía que leí hace tiempo recomendaban empezar con cosas pequeñas para empezar a controlarlo poco a poco. Por ejemplo, hacer aparecer pequeños objetos como una fruta. También dicen que es mejor hacer que aparezcan detrás de ti, porque a veces ver aparecer algo de la nada es demasiado shock para tu cerebro y te despiertas o aparece distorsionado (esto se aplica también a los portales). Puedes decir "cuando me dé la vuelta, habrá aparecido una manzana", para que aparezca detrás de ti. Luego te das la vuelta y compruebas si ha aparecido. Si no es así, vuelta a empezar. Si aparece una, comprueba si es la fruta que querías, si se ve y se siente real o está distorsionada... puedes incluso probarla. Cuando domines las frutas puedes pasar a objetos más grandes, personas... y finalmente portales que te lleven a tu RD.
También hay muchísima gente que dice que no le funcionan los portales haga lo que haga, y han dado ideas alternativas para shiftear: - Dejarte caer hacia atrás, diciendo que caerás en el cuerpo de tu yo de tu RD. - Decir afirmaciones (tipo "cuando despierte estaré en mi realidad deseada" y relajarte hasta que sientas tu entorno cambiar o te despiertes allí. - Decir afirmaciones para entrar en el estado del Vacío y shiftear desde allí. - Hacer un método de shifting cualquiera, se supone que si lo haces en el sueño es más efectivo. - Tumbarte en el suelo o una cama y dejarte hundir hasta que atravieses el suelo, diciendo que caerás en tu RD. - Pedir a un personaje del sueño que te ayude a shiftear o que te enseñe el camino a tu RD. Yo he probado varias de estas cosas en diferentes sueños y no ha llegado a funcionarme, pero sigo trabajando en ello. En el próximo planeo probar la última, que es la única que no he hecho aún. ¡¡Mucha suerte!!
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Reiji Sakamaki Chaos Lineage Capítulo 10
[Capítulo 9]
Yui: …Nn…
Yui: (Algo se siente cálido y agradable… Es muy relajante. Quiero estar más cerca—)
Yui: (¿Alguien está acariciando mi cabello? Esta amable mano… ¿De quién es…?)
Yui: ¿Hmm…?
Lugar: Mansión Scarlet, habitación de Reiji
Reiji: Oh, ¿te desperté? Puedes seguir durmiendo.
Yui: Ah… ¿Reiji-san…?
Yui: ¡¿Eh?! ¿Por qué estoy en tu cama?
Reiji: Debiste estar agotada. Mientras organizabas la información te vi cabecear en la silla.
Reiji: Estabas a punto de golpear tu cabeza contra la mesa, así que te traje hasta la cama.
Yui: Ah… es verdad.
Yui: (Estaba organizando la información que los familiares recopilaron de las otras familias.)
Yui: (Si hacemos esto finalmente terminaremos el mapa y aun así me quedé dormida…)
Yui: L-lo siento. Y eso que dije que te ayudaría…
Reiji: No te preocupes. Tú también debes haber acumulado cansancio en todos estos días. Por favor descansa un poco más.
Yui: No, estoy bien. Seguiré ordenando los datos.
Yui: …Por cierto, ¿me estuviste observando durante todo el tiempo que estuve dormida?
Reiji: Claro que no, no haría algo tan vulgar. Simplemente te observé mientras tomaba un descanso.
Reiji: Aunque admito que me relajaba verte dormir despreocupadamente.
Yui: (¡O sea que sí me vio dormir…!)
Yui: (Que extraño, hasta ahora hemos pasado mucho tiempo juntos…)
Yui: (¡Pero estuvo tanto tiempo sin recordar que soy su novia que ahora esto me da vergüenza…!)
Reiji: Tu rostro está tan rojo como una manzana. ¿En qué piensas?
Yui: ¡¿Eh?! No, esto es—
Porque sentí vergüenza ♙
Es por la fatiga ♟
Porque sentí vergüenza:
Yui: E-es que me dio vergüenza. Ha pasado mucho tiempo desde que estábamos juntos…
Reiji: Pero si pasamos bastante tiempo juntos desde que llegaste a esta mansión.
Yui: Pero es distinto.
Yui: Durante el tiempo en el que tus recuerdos estaban alterados no me veías como tu novia, ¿verdad?
Reiji: Entiendo, tienes un punto. ¿Entonces ahora te avergüenza que volvamos a convivir como pareja?
Yui: A-algo así…
Yui: (No necesitas confirmarlo. Si lo dices en voz alta me da aún más vergüenza.)
Es por el cansancio.
Yui: Creo que es por el cansancio. ¡Puede que tenga fiebre!
Reiji: Entiendo, eso es malo. Entonces déjame comprobarlo midiendo tu temperatura al juntar nuestras frentes.
Yui: (¡¿Hya?! ¡Está sosteniendo mis mejillas! ¡Quiere juntar nuestras frentes! ¡Espera un poco!)
Reiji: ¿Qué sucede? Parece que tu temperatura ha aumentado solo porque me acerqué.
Yui: L-lo siento, lo de la fiebre era mentira. Lo que sucede es que me dio vergüenza estar a solas contigo tras tanto tiempo…
Reiji: Fufu, di eso desde un inicio, es fácil saber lo que piensas.
Yui: (Uuh, lo sabía.)
Fin de las opciones.
Reiji: Parece que te hice sentir más desolada de lo que imaginé. Esto es malo.
Reiji: Estuve tan absorto en mi investigación que te dejé de lado. Soy un fracaso como novio.
Yui: Eh, ¡claro que no! Siempre eres amable y cariñoso, eres un novio maravilloso.
Reiji: Muchas gracias. Sin embargo, no me siento conforme con eso. Por eso—
Yui: (¿Eh? Tomó mi mano.)
Reiji: Haré esto para compensarte… Nn…
Yui: ¡Hya! ¡No necesitas compensarme!
Reiji: No te contengas. Además, ¿olvidas que estás en mi cama?
Reiji: Si me seduces demasiado en vez de compensarte acabaré castigándote.
Yui: (¡Eso es peor!)
Reiji: Parece que te has decidido. Solo déjame consentirte.
Yui: S-sí…
Yui: (Siento que me está mimando más de lo normal con tal de compensar el tiempo que fue frío conmigo…)
Yui: Ah, ¿pero ¿qué hay del mapa?
Reiji: Está en pausa por ahora. Estoy descansando hasta que los familiares regresen con más información.
Yui: Ya veo. Entonces está bien.
Yui: Reiji-san, cuando el mapa esté completado, ¿crees que podremos encontrar una salida de este lugar?
Reiji: No estoy seguro. Por ahora solo podemos dar nuestro mejor esfuerzo.
Yui: Ya veo…
Yui: (Somos los únicos que han recuperado sus recuerdos. Debemos dar vuelta a esta situación sin importar qué.)
Yui: (¿Pero realmente podremos hacerlo solos—?)
Lugar: Almacén
Shu: ¿Por qué debo ayudar a cargar las cosas…?
Yui: Reiji-san te lo pidió, así que no te quejes.
Shu: ¿Pedírmelo? Más bien me lo ordenó.
Yui: P-puede que tengas razón…
Yui: (Shu-san podrá vigilar a Kino-kun cuando Reiji-san esté demasiado ocupado.)
Yui: (Lo lamento Shu-san, pero eres alguien confiable y del que se puede depender.)
Shu: Solo nos pidió los ingredientes de la cena de hoy, ¿no?
Yui: ¡S-sí! Basta con que sean suficientes para todos.
Yui: (También tenemos las verduras del huerto de Yuma-kun, así que tenemos bastantes ingredientes.)
Yui: (¿Eh? Ahora que lo pienso…)
Yui: Aquí no hay tiendas ni pueden pedirse cosas por correo, ¿verdad? ¿Entonces cómo consiguen comida y artículos de primera necesidad?
Shu: ¿Ah? ¿Ni siquiera sabes eso? Los suministros simplemente aparecen.
Yui: ¿Eh? ¡¿Aparecen de la nada?!
Shu: Hay lugares específicos en donde los suministros se reponen periódicamente.
Shu: Solo hay que enviar a los familiares a que los recojan.
Yui: Así es como consiguen suministros…
Yui: (Es imposible que aparezcan de la nada. Estoy segura de que la persona que creó este jardín en miniatura es quien los repone.)
Yui: (Y manipuló los recuerdos del resto para que no duden de lo extraño que es…)
Yui: (Que aterrador es que manipulen tus memorias. Así eres incapaz de saber en qué creer.)
Shu: Te ves pálida.
Yui: ¡Ah, no! Estoy bien. Llevemos todo esto a la cocina.
Yui: (Estoy segura de que Reiji-san también lo notó. Este jardín en miniatura… es aterrador.)
Yui: Oh, cierto… ¿Hiciste las paces con Reiji-san?
Shu: ¿Ah? ¿Las paces?
Yui: ¿No lo recuerdas? En la última reunión tuvieron una pequeña discusión.
Yui: Estoy segura de que Reiji-san se arrepiente de haber dicho todo eso, por eso quiero que las cosas vuelvan a la normalidad.
Shu: Ah, eso… No me molesté ni nada por el estilo.
Shu: Reiji y yo siempre somos así con el otro.
Yui: No puede ser… ustedes son hermanos, no deberían tratarse con tanta frialdad.
Shu: ¿Debemos llevarnos bien solo porque somos hermanos? Hmph… que asco.
Yui: (…El Shu-san original a pesar de aparentar ser frío, en realidad… se preocupa por Reiji-san, por su hermano menor.)
Yui: (Pero ahora no parece que sea así…)
Yui: (Se comporta así con la persona con quien era más cercano, si él es así me pregunto si los demás de verdad podrán recuperar sus memorias…)
Lugar: Mansión Scarlet, living comedor
Yui: (Aah… no puedo dormir…)
Yui: (Sé que aún dentro de la mansión no debería deambular sola… pero no consigo conciliar el sueño.)
Yui: Estaba tan empeñada en recuperar los recuerdos de todos… Pero no encuentro ningún desencadenante para lograrlo.
Yui: Parece que mientras más tiempo pasa más ansiosa me vuelvo…
Reiji: Eso está mal. Todavía es muy pronto para rendirse.
Yui: ¡¿R-Reiji-san?!
Reiji: Recuerdo haberte dicho que no deambularas sola por la mansión.
Yui: L-lo siento…
Reiji: No, también tengo culpa por no darme cuenta de tu estado. No necesitas disculparte.
Reiji: Prepararé un té de hierbas. Ayuda a provocar somnolencia.
Yui: ¡Ah, sí! Muchas gracias.
*luego*
Yui: Aah… El té de verdad es reconfortante.
Reiji: Usé lavanda como base, así que pronto debería darte sueño.
Yui: Lamento que hayas tenido que tomarte tantas molestias…
Reiji: No… La verdad es que yo tampoco podía dormir, estaba hundido en mis pensamientos.
Yui: ¿Eh? ¿De verdad?
Reiji: No encuentro una forma efectiva de devolverle los recuerdos al resto… Por lo menos creo que nosotros no podemos hacer nada.
Reiji: Al pensar en eso acabé agobiándome.
Yui: (Reiji-san tenía la misma preocupación…)
Yui: Me lo imaginaba, será difícil, ¿no…?
Reiji: No sé. Supongo que es una cuestión de habilidad.
Reiji: Desearía tener el carisma suficiente para convencer a todos.
Reiji: Como Shu.
Yui: ¿Eh?
Reiji: Él siempre ha sido así, es capaz de atraer a la gente y convencerlas de que lo ayuden.
Reiji: Si él hubiera recuperado sus recuerdos en lugar de mí, es probable que ya hubiera resuelto es hubiera resuelto esta situación.
Reiji: No debería discutir esto contigo, ¿verdad? Es malo pensar así…
Yui: Reiji-san…
Yui: (Eso era en lo que estaba pensando. Es cierto que sería tranquilizador que Shu-san recuperara sus memorias, sin embargo—)
Yui: Inherentemente de quien hubiera recuperado sus memorias, creo que igualmente habría acabado en un punto muerto.
Reiji: ¿Sin importar quién?
Yui: Sí. En esta situación cualquiera habría estado confundido.
Yui: Pero aun así habrían hecho todo lo que estaba en su poder… Eso es lo que creo.
Yu: De hecho, yo misma avancé a ciegas.
Reiji: Es verdad, ahora que lo pienso, hacías cosas bastante aleatorias.
Reiji: Para colmo hacías cosas de más, a pesar de que debías saber que provocar mi ira te pondría en desventaja
Yui: (Uuh… no tengo cómo rebatir.)
Reiji: Sin embargo, al final conseguiste que lo recordara todo.
Reiji: Y ahora buscamos una forma de cambiar nuestra situación.
Yui: (¡…!)
Reiji: …Es verdad. En lugar de preocuparme por lo que me falta debo centrarme en luchar con mis propias habilidades.
Reiji: Puede que eso sea lo correcto.
Yui: Sí… Estoy segura de que sí.
Reiji: Sí…
Yui: (Su expresión mientras bebe té se ha vuelto más tranquila.)
Yui: (Espero que sus dudas se hayan aclarado, aunque sea un poco…)
Reiji: Se suponía que venía a consolarte y el consolado al final he acabado siendo yo.
Reiji: Creo que podré tener buenos sueños. ¿Puedo agradecerte por tus consejos?
Yui: ¿Agradecerme?
Reiji: Sí. Es para que puedas dormir bien… ¿Puedo?
Yui: Ah… Ehm, pues.
Yui: (L-lo sabía, pasar tanto tiempo sin interactuar como pareja provoca que ahora esté más nerviosa de lo normal.)
Yui: (No sé qué hacer cuando me trata con tanta amabilidad…)
Reiji: ¿Podrías responder? No pienso obligarte a nada.
Yui: Eh… Es que, pues…
Yui: Creo que me calmaría más si me obligaras un poco…
Reiji: ¿Ah…? De verdad que puedes llegar a ser vulgar.
Reiji: Sin embargo, tengo que asumir la culpa por haberte disciplinado de tal forma… Como gustes.
Reiji: Dame tu deliciosa sangre y a cambio te otorgaré un placer inimaginable.
Reiji: No perdonaré que te niegues ni que te resistas.
Yui: S-sí…
[Si tocas las flores:
Cabeza de Yui: ¿Por qué te avergüenzas ahora? Esta no es ni la primera ni la segunda vez que te ataco. Sin embargo, ver como nunca te acostumbras… no es algo que me disguste.
Hombro de Reiji: ¿Qué sucede? ¿Por qué tomas mi mano? ¿Tanto te ha intrigado? Entonces puedes tocarla cuanto gustes.]
Reiji: Buena respuesta—…Nn…. Nn…
Yui: …Aaah…
Yui: (Sus colmillos, los clava varias veces intentando encontrar… el momento adecuado…)
Reiji: Guarda silencio. ¿Acaso no te importa quién pueda vernos?
Yui: S-sí me importa…
Reiji: Entonces intenta contener tu voz. Nn… Nn…
Yui: (Ah… Me siento mareada… Pero no debo alzar la voz…)
Yui: Nn… Uuh…
Reiji: Fufu… Que devota eres. Eso es encantador— Nn…
Yui: (¡¿Ah…?!)
Reiji: Siento que tu sangre me está embriagando. Dejémoslo hasta aquí por hoy.
Reiji: ¿Te sientes adormilada?
Yui: Ah… Sí… Tengo algo de sueño…
Reiji: Entonces volvamos a la habitación. Voy a cargarte, no te muevas.
Yui: (Me relaja estar entre los brazos de Reiji-san…)
Yui: (Y tengo… sueño…)
Reiji: Vaya, ¿se durmió?
Yui: Zzz…. Zzz…
Reiji: Que problemática es. Por más veces que le repita que debe ser más precavida no parece que vaya a llegar el día en que lo sea.
Reiji: Sin embargo, si con esto puedes liberarte de los problemas, aunque sea por un momento, entonces deseo que tengas dulces sueños.
Reiji: Buenas noches. Yui—
Lugar: Mansión Orange, living comedor
Kanato: ¡Ah, basta! ¡Es demasiado ruidoso!
Kanato: Eres solo un familiar de los Scarlet. ¿Crees que tienes derecho a interrumpir mis horas de sueño?
Shin: Que dejes de enojarte por un mísero murciélago. Haces demasiado ruido, ¿puedes callarte?
Shin: ¿…Hm? Espera. Tiene una carta.
Ayato: Oh. ¿Qué es? Suena divertido. Hay que abrir la ventana para que entre.
Shin: ¡Ah, tonto! ¡No abras sin permiso…!
Kanato: Entró. Parece bastante tranquilo.
Shin: ¿Qué? ¿De verdad solo trajo una carta? Déjenme ver.
Shin: ¿…Eh? Esto es…
Ruki: ¿Qué sucede? ¿Qué es todo este escándalo?
Shin: Hermano, creo que acaba de pasar algo interesante. Mira esto.
Ruki: ¿Qué es? …Oh, ya veo. Uno pensaría que es una trampa, pero si es verdad, entonces sí, es interesante.
Ruki: Hay que responder, “gracias por la ayuda.”
[Capítulo 11]
[Masterpost]
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Capítulo XXXV: El regreso de Seth a Morthal
¿Has llegado hasta aquí? Wow! Gracias! No sé ni qué decir...
a) ¿Y el capítulo?
b) No, si yo no lo leí.
>a) Adelante, que lo disfrutes.
>b) Ah... que estás aquí por error. Ya veo. Este es el último capítulo del libro, así que he escrito esto para evitarte spoilers. Y ya que estás aquí, ¿por qué no le echas un ojo? Puedes hacerlo en Tumblr desde el ÍNDICE o leernos en otras plataformas, como AO3, Wattpad, Inkspired o Inkitt.
Ya había caído la tarde cuando Seth llegó a Morthal. Desmontó a Sombra, su caballo, y lo hizo desaparecer. Había entrado por la parte de atrás, movido por la nostalgia. Quería volver a ver los restos de la Cabaña del Taumaturgo, lo único que le quedaba allí de Alicent.
Bordeó el jardín, observando con apatía entre la niebla los restos del edificio que el fuego había devorado. A cada paso que daba, brotaba un recuerdo. Cada recuerdo hacía daño. En el castillo había sido fácil desprenderse de la culpa, pero ahora que estaba lejos de la influencia de su padre sentía que lo devoraba por dentro, como si él fuera una manzana y tuviera un gusano. Esa culpa tenía tal poder en él que, desde que había vuelto a Myrwatch no había sido capaz de mantener la mirada a Joric.
Myrwatch. Solo había pasado una noche allí, pero el recuerdo de Alicent estaba por todas partes. Era insoportable. Tanto que hasta visitar a su madre parecía más agradable que pasar allí solo la Saturalia. Tanto que ya habría partido a Soledad, si no fuera porque tenía algunas cuentas que ajustar. Ahora que era el adalid de Molag Bal, estaba dispuesto a cumplir con su cometido a cualquier precio. No permitiría que la muerte de Alicent fuera en vano.
Se detuvo cuando dos figuras aparecieron entre la bruma. Reconoció a Thonir, pero este no lo vio. Se acababa de dar la vuelta y se marchó rápido en dirección al aserradero. Sintió un tirón en el brazo. Seth giró la cabeza, sorprendido. El latido de asombro dolió en su pecho cuando reconoció a la mujer
—¿Lami? —preguntó, confundido.
La madre de Alicent lo miró desde el interior del chal que cubría su cabeza y sus hombros. Había vuelto a perder peso. No lo había dejado de hacer desde el ataque de los nigromantes.
¿Así es como me veré yo en un tiempo? Sabía que no. Aun así, una risa burlona en su cabeza le hizo desear que así fuera. Que los demás supieran que la había querido de verdad, lo suficiente como para que su aspecto lo evidenciara.
No digas tonterías.
Lami se quitó la capucha y Seth tuvo que contenerse para no retroceder un paso. El ambiente frío no ayudaba; quizá con un poco de sol se hubiera visto de otra forma. Su rostro estaba tan cadavérico como rojos estaban sus ojos, sus manos también tenían un ligero temblor. Pero Lami no parecía sudorosa, así que no estaba enferma.
Skooma. Seth no había probado nunca aquella droga, pero conocía sus efectos. Aunque el Skooma estaba prohibido en todo el Imperio, sobraban sitios donde comprarlo. Sobre todo en Skyrim, donde la situación era tan difícil que siempre había alguien necesitado de evadirse de la realidad. Por ejemplo, de perder a un hijo. A Seth se le hizo un nuevo nudo en el estómago. Él también había perdido a un hijo. Lo había matado.
—¿Qué…? ¿Qué querías? —preguntó, tras carraspear, fingiendo normalidad.
—Voy a pedir una nueva partida de ingredientes —empezó Lami, con un tono de urgencia—. Hace semanas que no haces un pedido. Si me acompañas puedo tomarte nota y…
Seth tiró del brazo por impulso, para soltarse. No lo pudo evitar. No, ya no necesitaba ingredientes. Ya no había nadie que los preparase para él. La miró en silencio y Lami le devolvió la mirada expectante, con los ojos tan abiertos que, sumado a su aspecto entre la bruma, daba auténtico miedo.
Ante la ausencia de respuesta, Lami siguió.
—Me vendría muy bien el dinero, tengo que… tengo que reconstruir la casa, y para eso hace falta mucho dinero, y…
Y estaba mintiendo. Mientras hablaba, había empezado a rascarse un brazo a la vez que miraba a su alrededor con ojos agitados. Seth suspiró, suponiendo que necesitaba el dinero para la droga. Lami lo miró angustiada.
—Por favor. Cualquier pedido estará bien, por muy pequeño que sea.
La mirada de aquella mujer lo estaba incomodando demasiado. Estaba cargada de expectativas. Seth desató una pequeña bolsa de monedas de su zurrón y se la dio. No era mucho, porque no había ido allí con la intención de gastar, pero tendría suficiente para una botella.
Lami la cogió entre ambas manos, pero no se molestó en contar las monedas. Forzó una sonrisa. Por algún motivo, sus ojos seguían brillando con desesperación. Seth supuso que estaría así hasta que pudiera aliviarse el mono.
—Yo… Muchas gracias, Seth. Dime lo que quieres y lo anotaré en el pedido. Podrás venir a recogerlo…
—No quiero nada —interrumpió, incómodo—. Solo… La Cabaña del Taumaturgo… Es lo único que me queda de Alicent. Por favor, reconstrúyela.
Lami se quedó sin habla. Apretó los dedos alrededor de la bolsa de séptims y se le escaparon un par de lágrimas. Después de eso se volvió a cubrir con el chal y se marchó, dejándolo allí, pasmado.
Seth cruzó los restos del puente principal, derrumbado durante el ataque de los nigromantes. Todavía no lo habían restaurado. Al otro lado, la villa estaba completamente desierta. Cuando los edificios calcinados aparecían entre la bruma, el pueblo parecía abandonado. Morthal nunca había vuelto a ser la misma desde aquel día.
Se superpuso a la mala sensación que le dejó el camino hasta el Salón de la Luna Alta. Tras hablar con Movarth la noche anterior, Seth había tomado una determinación. Quizá no lo había perdido todo, sino casi todo. A fin de cuentas, Idgrod seguía viva. Había perdido la cordura, sí, pero, con suerte, eso podría jugar en su favor.
Ya casi había llegado cuando escuchó dos voces entre la niebla. Discutían.
—¿Por qué Falion sigue en la corte, Aslfur? —increpó la voz de Benor.
—Benor —Aslfur sonaba conciliador—. Entiendo tu preocupación, pero debemos mantener la calma. Falion tiene el respaldo de la jarl.
—¡Y eso me preocupa! —Benor alzó la voz—. ¿Por qué lo protege? Su magia es oscura, trae el mal al pueblo, ¿qué más tenemos que perder para que entre en razón?
Si no fuera por el mal cuerpo que tenía tras el encuentro con Lami, Seth habría sonreído. Al menos el plan para volver las sospechas de los vecinos en contra de Falion estaba yendo como esperaba. Había pasado los últimos meses esparciendo rumores y, por fin, el malestar estaba germinando. Era cuestión de tiempo que lo hiciera, tras lo ocurrido. El pueblo necesitaba un chivo expiatorio; Seth se había asegurado de que ese título lo ostentase otro. Falion, concretamente. El mago de la corte sospechaba de él desde hacía tiempo, tras el ataque de los nigromantes. Tanto que hasta se atrevió a acusarlo de practicar magia negra durante una clase, la última que habían tenido. Con ello, había firmado su propia sentencia.
Cuando escuchó que unos pasos se alejaban, Seth retomó la marcha. Aslfur estaba apoyado contra la entrada del Salón de la Luna Alta, pensativo.
—Seth, cuánto tiempo —saludó el nórdico. Su tono, cansado, reflejó sorpresa.
—He visitado a la familia —compartió, y miró discretamente a su alrededor para asegurarse de que no había nadie escuchando—. No quería irme con el pueblo todavía en reconstrucción, pero necesitaba un respiro después de todo lo que ha pasado este año.
—Ya, lo entiendo. Tampoco me habría sorprendido que te hubieras ido para siempre —admitió Aslfur antes de abrir la puerta de la casa comunal.
Seth entró después que el padre de Idgrod y ambos caminaron en dirección al trono.
—Aslfur, antes no puede evitar oír lo que te dijo Benor. ¿Llegasteis a investigar a Falion? Me cuesta decir esto, pues ha sido un buen mentor, pero siempre ha sido… raro.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Aslfur con suspicacia.
Seth cargó un suspiro de dramatismo.
—Hay… detalles. En su día, Alicent me contó que él parecía muy interesado en su familia. Le hacía muchas preguntas sobre su padre —forzó un silencio y carraspeó, fingiendo incomodidad—. Además está lo que vi. Tenía una gema negra en casa, Aslfur. Sabes lo que eso significa, ¿verdad?
La mirada del nórdico se endureció. Claro que lo sabía. Las gemas de alma negras eran un artefacto prohibido. Arrancaban las almas humanas y las convertían en consumibles que los brujos podían usar para dar más poder a sus encantamientos.
—¿Estás seguro de eso? —preguntó el administrador cuando ya habían llegado a la altura del trono.
Seth asintió y Aslfur se hizo a un lado, con el ceño fruncido. Seth, por su parte, se dirigió al trono, hasta quedar frente a la jarl. Era una Idgrod Cuervo Viejo muy diferente a la que lo había recibido por primera vez en aquella misma sala, hacía poco más de un año. Su presencia seguía imponiendo respeto, pero su sabia mirada se había teñido de paranoia.
—Veo que has vuelto —saludó despacio, lo estudió con recelo.
Seth inclinó la cabeza en señal de respeto.
—Aunque no por mucho tiempo, jarl Idgrod. Pasaré otra temporada en Soledad, probablemente un mes.
¿Buscando el regazo de mamá después de sufrir a papá? Seth ignoró el pensamiento, forzando la apariencia de calma que necesitaba para hacer su petición.
—¿Y por qué has vuelto?
—Tengo asuntos que tratar. Asuntos importantes —la jarl lo estaba tratando de una forma tan fría que Seth se tensó— ¿No soy bienvenido? —preguntó, tanteando el terreno.
Idgrod Cuervo Viejo lo observó en silencio, antes de mirarlo a los ojos. A pesar de todo, su mirada seguía imponiendo respeto.
—Eres un chico intrigante, Seth Athan. Te has vuelto indispensable para nosotros y es innegable la ayuda económica que nos has aportado tras la catástrofe. Pero Falion tiene razón cuando apunta que la tragedia siguió tu llegada. Y mi pequeña Idgrod no deja de repetir que te acompaña una sombra oscura.
En un arrebato de orgullo, Seth perdió la compostura y alzó una ceja, altanero. Aunque lo que había dicho era verdad, ella no tenía ninguna prueba.
—¿A qué viene eso?—se defendió—. No busque enemigos donde no los tiene, jarl Idgrod. En vez de verme como lo que no soy, ¿por qué no me mira como lo que podría ser?.
—¿Y qué podrías ser? —preguntó la jarl con un cinismo afilado, aferrada al reposabrazos de su trono.
Se le alzaron las comisuras al escuchar esa pregunta. Había practicado aquel momento.
—Aproveché el tiempo que pasé con mi familia en Soledad para hacer una propuesta formal. Ahora que sé que ellos están de acuerdo con mi decisión, solo falta que usted lo esté también.
Aunque su expresión se mantuvo plana, la jarl se acomodó mejor sobre el trono, revelando que sí estaba interesada en lo que él tuviera que decir.
—Te escucho. Aunque antes quisiera dejar bien claro que, por más dificultades que estemos pasando, Morthal no está en ven…
—No es eso, mi jarl —interrumpió Seth, ignorando la mirada de advertencia que la mujer le dedicó por hacerlo—. Se trata de su hija.
El semblante de la jarl se volvió vulnerable en cuanto Seth terminó de hablar. Saltaba a la vista que eso era lo último que esperaba oír.
—¿Qué pasa con mi niña?
—Me gustaría casarme con ella.
Idgrod Cuervo Viejo se quedó en silencio, sorprendida. Tardó casi un minuto en recuperar el habla y, cuando lo hizo, habló muy despacio.
—¿Quieres… casarte… con mi Idgrod? ¿Por qué?
Seth suspiró, teatrero. Se llevó una mano a la nuca y bajó la mirada a las botas, fingiendo nerviosismo. Un entreacto de vulnerabilidad previo a erguirse y adoptar la seriedad del joven lord que debía ser ante su mirada.
—No crea que no estoy al tanto de las noticias. Son tiempos oscuros para todos, no solo en Morthal, sino en toda Skyrim —Seth se llevó las manos a la espalda, para dar más seriedad a su enunciado—. Con una guerra civil en ciernes… Nadie sabe lo que pasará el día de mañana, mi jarl. Su hija Idgrod es… —vaciló. No necesitó fingir el paso de la tragedia por su mirada y su voz, no en aquel momento. No cuando el dolor de la pérdida era cierto y la reflexión subyacente, una verdad a medias—. Idgrod es todo lo que me queda, aunque ya no siga siendo ella misma. Solo quiero asegurarme de que, pase lo que pase, estará a salvo. Mi familia no es como la suya, Jarl Idgrod. No dependemos de un título. Ambos sabemos que yo tengo más posibilidades que usted de asegurarle una buena vida si estalla el conflicto.
—¿Quieres que crea que no haces esto por mi título? —preguntó la jarl, incrédula.
Seth apretó la mandíbula y la miró en silencio, antes de suspirar. Pagó su cinismo con condescendencia.
—Con todo respeto, es solo un título. Un título en un pequeño pueblo en ruinas, además. Y no crea que no la admiro, porque lo hago. Puedo imaginar que incluso una comarca tan deshabitada como esta es más difícil de gobernar de lo que aparenta. Pero lo cierto, le guste o no, es que usted no es mucho más poderosa aquí de lo que mi familia lo es en la capital, y sin necesidad de ningún título. —La jarl lo miró en silencio, con una ceja alzada. Tras analizar su mirada, Seth decidió subir la apuesta—. Mi madre está de acuerdo, pero no del todo feliz. Usted sabe cómo funcionan las cosas. Ella quería que me case con Ingun Espino Negro pero… —apretó los puños y desvió la mirada, amagando tristeza y frustración. Ingun pertenecía a otra de las familias más ricas de Skyrim y quería ser alquimista; Seth confió en que la jarl entendiera el conflicto interno que aquello le podría causar—. Lo único que quiero es cuidar de su hija, jarl Idgrod. Déjeme hacerlo, por favor. Por la memoria de Alicent. Y por la de Joric. Tu hija es lo único que me queda de ellos.
La mención de Joric pareció funcionar, porque la expresión de Idgrod Cuervo Viejo se suavizó. La jarl desvió la mirada, ausente.
—Saber que a Idgrod no le faltaría de nada incluso cuando yo ya no esté… —musitó—. Eso es más de lo que he podido siquiera soñar desde que perdió la cordura.
Seth apretó los puños tras la espalda, tenso.
—¿Eso es un sí?
—Las cosas han empeorado para ella —contestó con una evasiva, volviendo a mirarlo—. A veces corretea por ahí y habla con Alicent y con su hermano. Otras incluso contigo, aunque no estés. Como si nada hubiera cambiado. Todo apunta a que irá a peor con el paso del tiempo.
Seth frunció el ceño, curioso y extrañado. Aquello no era lo que esperaba oír. Había estado demasiado liado como para descubrir cómo habían cambiado las cosas para Idgrod desde el ataque de los nigromantes. A decir verdad, lo había evitado activamente, acobardado por la idea de tener que confrontarla.
—¿Conmigo?
—Contigo. Siempre que juega a ese juego que le regalaste, al ajedrez, habla contigo.
Seth miró inconscientemente hacia las escaleras y sintió un interés sincero por saber qué se iba a encontrar. Idgrod era una rareza entre los mortales. Una mente tocada por dos daedra; Hermaeus Mora y Sheogorath, destino y locura.
—¿Quieres subir a verla? —ofreció la jarl.
—¿Puedo?
—Vé —invitó. A continuación Seth la escuchó hablar en voz baja, para sí misma—. Quizá a tu lado… con el tiempo… vuelva a ser ella misma… —murmuró, pero Seth fingió no oír nada y puso rumbo al cuarto de Idgrod.
Subió lentamente las escaleras, escuchando el crujido de la madera vieja bajo sus pasos. La petición estaba hecha, solo quedaba esperar. La jarl era inteligente, aceptaría la propuesta. No encontraría a nadie mejor. Ni tampoco a nadie peor. Tarde o temprano, Idgrod Cuervo Viejo tendría que aceptar que Seth era la solución a sus problemas y él se haría con el control de la Comarca del Hjaal.
Cerró la puerta al entrar y encontró a Idgrod tumbada en la cama, sumida en la lectura de La Habitación Cerrada. La chica reaccionó al ruido levantando la mirada, pero no lo miró a él, sino a la puerta. Tras esto, dejó caer la cabeza y suspiró por la nariz. Lo hizo tan fuerte que Seth la oyó. Era como si estuviera esperando a alguien más. Seth apretó los labios, incómodo.
—¿Por qué parte vas? —empezó, con la intención de romper el hielo. Había leído aquel libro hacía algún tiempo.
Idgrod sonrió de un modo críptico, indescifrable.
—Aunque Yana sabe que su maestro es un hombre malvado y horrible, se resiste a creer que pueda usar el asesinato como método didáctico —dijo con la voz apagada y la mirada clavada en él, de tal forma que Seth sintió que lo atravesaba.
Le mantuvo la mirada sin dejarse intimidar, a la vez que contenía un escalofrío. Estuvieron casi un minuto así, en silencio, hasta que Seth se hartó y bufó, siendo el primero en romper el contacto visual. Se acercó a la mesa del escritorio, sobre el que estaba el tablero de ajedrez. Sacó la silla y se sentó, apoyando el antebrazo en una de las esquinas del espaldero.
—¿Qué crees que sabes, Idgrod? —preguntó directo, sin miedo a su respuesta.
Dijera lo que dijera, siempre la podría acusar de loca, pero no estaba preparado para su reacción. Donde esperaba un reproche, la chica abrió los ojos de par en par y le entró un tembleque. Bajó la mirada a su propio hombro y recorrió su propio brazo, antes de alzar de forma lenta la mirada hacia el techo, donde la dejó clavada. Aunque Seth miró en la misma dirección, no vio nada. Sí que está loca, pensó decepcionado.
—Tú también los conoces, ¿verdad? —preguntó tras el silencio, con un hilo átono de voz.
Seth parpadeó un par de veces antes de entrecerrar los ojos, tras comprender que se refería a los daedra.
—No sé de qué estás hablando, Idgrod —replicó de forma seca.
Su vieja amiga bajó la mirada, lentamente, desde el techo hasta él. Luego la posó en la pared a sus espaldas e Idgrod esbozó una sonrisa sabihonda.
—¿Ah no? Tu sombra ha cambiado desde la última vez que te vi.
La forma en que lo dijo le hizo dudar. Tocada por el destino y la locura, se repitió, ¿es posible que esté pasando algo por alto? Invocó un hechizo simple que amplificó sus sentidos y entonces lo vio. O mejor, lo pudo percibir. Había haces de energía verde por toda la habitación, expandiéndose como tentáculos, uno de los cuales estaba sobre el hombro de Idgrod, donde ella había mirado antes con espanto. La mayor cantidad de energía pendía sobre sus cabezas, donde ella clavó la mirada. Seth contuvo un nuevo escalofrío mientras se giró, para encarar a su sombra. Parpadeó un par de veces, sin dar crédito a lo que vieron sus ojos. De entre sus rizos salían dos cuernos finos y no muy largos, con una sutil curvatura a media asta. De repente la sombra abrió los ojos. Unos iris del color de la nieve, gélidos como los de su padre, le devolvieron la mirada. Seth apartó la vista por acto reflejo y, al hacerlo, vio otra sombra al lado. Una que no correspondía a ninguno de los allí presentes. Era más pequeña, como de un animal, y salió corriendo al ser percibida.
¿Qué demonios…?
Estaba por encarar a Idgrod cuando la puerta del cuarto se abrió. Aslfur se asomó y los miró con gesto grave, antes de relajar los hombros.
—¿Está todo bien? —preguntó, mirando a su hija.
Seth se giró hacia Idgrod, a tiempo de verla asentir.
—Si queréis tomar algo…
—Está todo bien, papá —lo cortó Idgrod.
Aslfur asintió antes de irse, pero dejó la puerta abierta. Seth permaneció mirando a Idgrod, que le devolvió la misma sonrisa sabihonda de antes. Pero aunque sonreía, sus ojos estaban cargados de odio.
—Tu madre dice que has estado practicando al ajedrez —comentó Seth, buscando cambiar de tema.
—¿Quieres jugar? —preguntó Idgrod. De nuevo, tenía esa expresión indescifrable que le ponía los pelos de punta. Estaba muy cambiada.
—Claro…
Respondió sin demasiado entusiasmo, todavía con la cabeza dando vueltas a lo que acababa de ver. Idgrod montó el ajedrez sobre la cama mientras él contemplaba su propia sombra, en silencio. El hechizo se terminó antes de que ella hubiera colocado todas las piezas y su sombra volvió a ser normal, pero el malestar no abandonó a Seth. Preferiría no haber descubierto aquello; vivir con la incertidumbre de que su padre pudiera espiar cada uno de sus pasos era mejor que hacerlo con la certeza de que lo hacía.
Cuando Idgrod colocó la última pieza, comenzaron la partida. Aunque supuso que sería tan fácil como siempre, en esta ocasión Seth encontró a una rival formidable. Se fue estresando poco a poco al comprobar que daba igual lo que hiciese, porque Idgrod parecía ir siempre un paso por delante. En un momento dado, cuando Idgrod consiguió llevar a uno de sus peones a la octava línea, Seth estaba tan frustrado que volcó el tablero, impidiendo el jaque mate. Lo hizo despacio y sobre la cama, para no formar un estruendo. Luego miró a Idgrod a los ojos, tan cabreado como ofendido.
—Estás haciendo trampa. Ya has visto esta partida —acusó.
Era la única forma que se le ocurría de que Idgrod pudiera ganarle. Tensó la mandíbula y frunció el ceño, esperando que ella lo negara. Pero, en lugar de eso, Idgrod solo se rió en un tono bajo y lo volvió a mirar igual, con el odio en las pupilas, pero también con una satisfacción que no logró entender.
—Ah, si eso fuera todo, Seth.
Idgrod volvió a mirar al techo y Seth sintió que los pelos se le ponían de punta.
—¿Qué más has visto? —preguntó, con una mala sensación creciendo en el pecho.
—Tu futuro —respondió ella, volviendo a reír de aquella manera lunática.
Seth sintió cómo se le encogía el estómago.
—Idgrod, estás loca… —acusó entre dientes.
Fuera lo que fuera, no lo quería saber. Lo supo por la forma en la que sonreía.
—Quizá sí, quizá no. No lo podrías saber, pero yo sé algo que tú no. Cuando el ojo de Hermaeus Mora se abra e intentes comer una torre, un peón se convertirá en reina. Y entonces no podrás evitar el jaque mate. Pero no importa. Nada lo hace, porque cuando él nos mire, todos estaremos condenados.
Esta vez Seth no pudo contener el escalofrío que, como un soplo helado, entró por su nuca y bajó por su espalda.
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Agosto se fue desvaneciendo suavemente y con el comienzo de septiembre recordó los días previos a la vuelta al colegio, los primeros soplos del otoño, la tarta de manzana en la cocina iluminada los sábados por la tarde, las películas en el cine los domingos.
Cada vez que llegaba septiembre, llegaba a su corazón un mundo de comienzos y nuevas posibilidades de renacer.
Texto: El lector de Once
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TWST: Historia principal – Episodio 7-135 (traducción español)
Libro 7 - El Líder del Abismo (Diasomnia)
Episodio 7-135 ¡Oscuridad inmersiva!
[ ♪ ]
CIUDAD MÁSBELLA – PALACIO DE LA REINA
NEIGE: Venga, Gran vil, mira bien hacia aquí.
Aquí está el trofeo al mejor actor que tanto querías. Es tan dorado y brillante… ¿a que es bonito?
VIL: Sí… sí. Es lo que siempre he querido. Mi motivo para seguir viviendo…
ROOK: ¡Para, Vil! ¡No te dejes engatusar por las palabras de la “oscuridad”!
NEIGE: Jijiji, eso es. Mientras estés aquí, aunque no hagas nada, sieeempre serás el número uno.
Ya no hace falta que sigas esforzándote tanto en el entrenamiento y cuidado del cutis por el bien de tu belleza.
Podrás vivir sin sufrimiento ni angustia.
NEIGE: Así que… Vi… Cierra los ojos…
VIL: Ah…
ROOK: ¡Ugh! “Vamos, intenta huir de mí. ¡I See You¹!”
EPEL, ROOK: ¡¡VIIIIL!!
EPEL: ¡Hay algo que se acerca poco a poco!
¡A este paso nos absorberá a nosotros también…!
SILVER, SEBEK: ¡Jáaaa!
GRIM: ¡Fuaaaaaaaag!
ORTHO: ¡Rook, Epel! ¿Estáis bien?
GRIM: ¡En cuanto os subisteis al escenario, todos los que estaban alrededor se convirtieron en “oscuridad”…!
¡…y sólo conseguir entrar en el Palacio de la Reina nos ha costado un montón!
ROOK: ¡Vil ha sido absorbido por la oscuridad! Lo marqué inmediatamente con mi Unique Magic, pero aún así…
¡no deja de hundirse!
SILVER: ¡Tenemos que seguirle, aún podemos sacarle!
EPEL: Seguirle… ¿dices que nos metamos en esa masa borboteante?
ORTHO: Si cae en un sueño aún más profundo, será más difícil despertarle.
YUU: ¡Deprisa! / ¡Vamos!
SILVER: Este lugar…
SEBEK: Se parece al interior del coliseo de Night Raven College.
ROOK: ¿Este pasillo no es…?
*llanto*
GRIM: Se oye a alguien llorando.
ROOK: En la dirección de la que viene el llanto también hay señal de mi I See You.
EPEL: ¡Sigámosla!
GRIM: ¡Mirad, hay alguien tirado en medio del pasillo!
EPEL: Ese es… ¿¡Neige!?
ROOK: ¡¡¡!!!
DOMINIC: Buah, ¿por qué…? ¿Por qué Neige ha tenido que…?
GRUM: ¡N-no llores, estúpido! Buu buaah…
HOP: ¡BUAAAAH! ¡NEIGE, NEIGE!
ROOK: ¡Disculpad! ¿Qué está sucediendo?
DOMINIC: No lo sé. Nos fuimos a ver los puestos del festival cultural y cuando volvimos Neige estaba en el suelo…
TODOS: ¡¡¡!!!
ORTHO: ¡Atrás todos! Voy a comprobar las constantes de Neige LeBlanche.
*piii*
ORTHO: ¡Está…!
GRUM: Hagamos lo que hagamos no se despierta. Ni el dormilón de Shelpie es así… ¡jolín!
HOP: ¿Qué vamos a hacer? Se está poniendo frío… ¡A este paso, Neige se va a…!
GRIM: *susurrando* ¡Oye, esbirro! Esta botella de zumo de manzana que estaba tirada en el suelo, ¿no será…?
ROOK: Está vacía… ¡No puede ser, Roi du Neige!
YUU: ¡Lo cual significa que ha sido poseído! / ¡A este paso nunca va a…!
EPEL: Ah… ¡Es verdad! ¡Chicos, echaos un poco atrás!
¡Cierra los ojos y aguanta la respiración… Sleep Kiss!
GRUM: ¿¡Qué crees que haces, payaso!?
EPEL: Mi Sleep Kiss pone una barrera que detiene por completo a la persona atrapada.
¡Podemos ganar un poco de tiempo retrasando el avance de la maldición y quizás consigamos traerte de vuelta a este mundo!
… Rook, ¿no estaremos en…?
¿... el sueño en el que el Clan NRC llega al número uno?
ROOK: ¡No puede ser! ¡Aah, Vil…! ¿Por qué haces esto?
Convertirte en el mejor del mundo de una forma digna de pesadilla no es nada bonito.
A pesar de que él mismo lo sabe y se arrepiente de sus actos…
SILVER: Su alma está siendo arrastrada por la “oscuridad” por momentos.
Cuando la “oscuridad” me absorbió, yo también perdí la razón. ¡Seguro que Vil senpai también!
EPEL: Aunque esto sólo sea un sueño, no dejaré que esto llegue a un punto irreversible.
ROOK: Sí. ¡Vamos a presentarnos ante la Reina!
TODOS: ¡Sí!
[ ☆ ]
¹ La Unique Magic de Rook tiene dos nombres: se pronuncia como “I See You” (“te veo”) y se escribe también como “Arco y flecha que llegan hasta el final” (果まで届く弓矢, en japonés).
Siguiente → Episodio 7-136 ¡Colapso del escenario!
↪ Lista de capítulos
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⚠ Por favor, no resubas mis traducciones sin permiso. Puedes usarlas si me das créditos ⚠
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¡Espero que os haya gustado y podéis sugerirme correcciones en los comentarios!
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Los días siempre empiezan agitados y luminosos para los Hechiceros, cada uno tiene un trabajo, trabajo y movimiento... Son días luminosos y de buenos augurios, piensan... En el Castillo pasa lo mismo, los sirvientes se mueven de un lado a otro, los Guardias vigilan y ayudan a los sirvientes a veces aunque no sea su deber, todo es normal.../The days always start hectic and bright for the Sorcerers, each one has a job, work and move... They are bright days and good omens, they think... In the Castle it is the same, the servants move from one side to another, the Guards watch over and help the servants sometimes even if it is not their duty, everything is normal...
Eso es lo que piensan.../That's what they think...
Hasta que ven a la Princesa correr rápidamente hacia su habitación, con una extraña alegría.../Until they see the Princess running quickly towards her room, with a strange joy...
No dicen nada, la chica en sí es algo especial.../They don't say anything, the girl herself is something special...
Brittany puede decir que este día es el mejor, así que cuando llega a su habitación, se encierra y salta de alegría.../Brittany can name this day as her best, so when she gets to her room, she locks herself in and jumps with joy...
¿A qué se debe?.../What is it due to?...
Había conocido a un Hombre, exactamente amable y lindo... Parecía estar buscando algo específico, pero no se lo dijo... Había sido tan bueno con ella, que también la había salvado de unos Cazadores que la habían atacado, la confundieron con una bruja..../She had met a Man, exactly kind and cute... He seemed to be looking for something specific, but he didn't tell her... He had been so good to her, he had also saved her from some Hunters who had mistaken her for a Witch...
Podría ser exagerada, pero su corazón latía... Quería volver a ver a ese Hombre, era como un sueño.../It could be exaggerated, but her heart was beating... She wanted to see that Man again, it was like a dream...
Un sueño que quería repetir.../A dream that she wanted to repeat...
Lo único que podía hacer por ahora era tirarse en su cama y abrazar una almohada, tenía muchas ganas de volver a verlo.../The only thing she could do for now is throw herself on her bed and hug a pillow, she really wanted to see him again...
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Brittany sabe que mataría a su "Madre" si pudiera, su mirada muestra un odio ardiente.../Brittany knows she would kill her "Mother" if she could, her gaze shows burning hatred...
Y más aún cuando el Hombre que había conocido sonríe al escuchar hablar a su “Madre”…/And even more so when the Man he had known smiles when he hears his "Mother" speak...
Obviamente enamorado de la Reina.../Obviously in love with the Queen...
--Y esta es mi hija Teagan.../And this is my Daughter Teagan...--
Odia ese nombre.../Hate that name...
El Hombre le sonríe alegremente, eso la hace sonrojar un poco, pero recuerda lo que sucede a su alrededor… La furia regresa, solo furia dirigida a la Reina…/The Man smiles at her happily, that makes her blush a little, but she remembers what is happening around her... The fury returns, only fury directed at the Queen...
--Bonito nombre... Pero creo que ya nos habíamos conocido... ¿No te llamabas Brittany?.../Nice name... But I think we had already met... Wasn't your name Brittany?...--
Brittany no dice nada, solo se da vuelta... No quiere parecer grosera con el hombre que le gusta, pero necesita salir de allí... Logra agarrar una manzana de alguna mesa, susurra maldiciones.../Brittany doesn't say anything, she just turns around... She doesn't want to seem rude to the man she likes, but she needs to get out of there... She manages to grab an apple from some table, whispers curses...
La Manzana se vuelve negra, se pudre lentamente, perdiendo su belleza... Cómo desea Brittany que su "Madre" se pudra.../The Apple turns black, it slowly rots, losing its beauty... How Brittany wishes her "Mother" would rot...
Porque en los cuentos de hadas, la Princesa se queda con el Príncipe, siempre en los cuentos las Reinas son las malas... Siempre... No hubo ningún cambio.../Because in fairy tales, the Princess stays with the Prince, always in the stories the Queens are the bad ones... Always... There was no change...
Su "Madre" quería tomar su corazón como la Reina Malvada en el cuento de Blancanieves, Brittany no lo permitiría... Porque será ella quien le quite el suyo a la Reina.../Her "Mother" wanted to take her heart like the Evil Queen in the Snow White Story, Brittany wouldn't allow it... Because she will be the one who takes hers away from the Queen...
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****La Reina Umbra y la Princesa Teagan en sus 7-8 años.../Queen Umbra and Princess Teagan in their 7-8 years...****
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Umbra: Es mia... {It's mine...}
Brittany {Teagan} es de {Brittany {Teagan} is from}: @askkassandragf-v-2
#groriatrevi10#mio#Au#...¡throne labyrinth!...#Reina Umbra#Umbra#Reina#Umbra Benaroch#Hechicera#Hechicera Mística#Umbra La Hechicera del Sol y la Luna#askkassandragf-v-2#Princesa#Princesa Teagan#Princesa Brittany#Teagan#Brittany#Teagan Benaroch#Brittany Benaroch#Teagan La Hechicera de las Espinas#Brittany La Hechicera de las Espinas#Hechicera Común#Hechiceras#Madre y Hija#El Callejón de las Velas#Pasado#Corto#Presente#Pequeña Teagan#Pequeña Brittany
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sus orbes se paseaban por los sabores de helado en la vitrina, cada uno con un nombre más peculiar que el otro. su índice rascó el puente de su nariz y apuntó una de las fuentes de color verde, para pedirle una muestra a la chica al otro lado de la vitrina. ‘ entre todas las personas que pensé que podrían juzgar a mickey mouse, nunca te me pasaste por la cabeza ’ suspiró pesado, con una decepción que no sentía realmente, cuya sonrisa torcida reveló como una verdadera burla. ‘ a mí se me hace un tipo honesto, uh ’ recibió la cucharita y lo probó, manzana. ‘ quiero este y el blanco de allá, por favor ’ le sonrió de vuelta a quien los estaba atendiendo. ‘ confiaría menos en alegría, la verdad. ’ movió su mentón para apuntar a la figura enorme tras del ostara.
# INSIDE OUT: JOYFULL SWEETS 𓂃 @wolfganqs ha dicho ‘ espero que no tengamos que interrogar a mickey mouse ’
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