#Sufrimiento innecesario

[aperint]

¿Estamos preparados para la muerte?

¿Estamos preparados para la muerte? #aperturaintelectual #aitanatología @Ligia_Tanatologa @Ligia_Tanatologa Ligia Pérez García

POR: LIGIA PÉREZ GARCÍA Al ser humano no le gusta pensar en su muerte y mucho menos que pueda suceder en forma intempestiva. La muerte causa miedo, temor, inquietud. En la actualidad la vivimos como un tabú, no hablamos de ella, incluso evitamos tocar el tema con aquellos que sabemos que están cerca de morir, como si al no hablarlo se fuera a evitar, así que vamos viviendo día a día, sin ninguna…

[alasdepaloma]

Hay personas, sueños, caminos, momentos que duelen… Que duelen en el fondo del alma, pero no es necesario sufrirlos, no, abrazar el dolor al dejar ir algo es válido, sentir ese dolor es de humanos pero no así sufrir por ello. El Ser necesita más amor que nunca cuando ha perdido un sueño, no se castiga más con innecesarios sufrimientos… No se le vuelve más desdichado de lo que se siente. Se honra y se aprecia aún en su dolor y aún cuando por ese dolor únicamente se anhela morir… ¿A quién le gusta dolerse? Es desagradable… la mente se protege… No obstante hay que hacerla entender que gracias a eso tan desagradable se engrandecerá nuestro espíritu.

Así que adiós…

Adiós…

Adiós…

Y aunque me duelas, ya no sufriré más por ti.

—Paloma. 🕊️

[yoestuveaquiunavezfrases21]

1864- Deimos y Fobos: dos tipos de miedo.

Según la mitología griega, Deimos y Fobos eran hijos de Ares, el dios de la guerra, y de Afrodita, la diosa del Amor.

Deimos era la personificación del terror y Fobos la personificación del pánico. Ambos acompañaban a su padre Ares a la batalla, pues eran de gran ayuda debido a que mermaban al ejército enemigo antes de la contienda.

Se cuenta que Harmonía, quien era hermana de los gemelos, era el único ser capaz de diferenciar a uno del otro. Y lo mismo ocurre en la vida real: cuando no podemos diferenciar al pánico del terror, con verdadera seguridad tendremos la batalla perdida.

La palabra "Fobos" (pánico) en griego, significa miedo en ausencia. Otra equivalencia de la palabra "miedo" en griego es "Deimos", con la diferencia de que aquí el temor sería fundado, pues el miedo sería en presencia de algo.

Me explico: si tuviese miedo de una invasión extraterrestre, eso sería Fobos porque no hay una amenaza real. Ahora bien, si efectivamente hay una cantidad inusitada de objetos voladores fuera de mi casa, entonces tendría razón para sentirme amenazado, y eso sería Deimos, pues el temor surge en presencia de algo. Fobos es un miedo imaginario e insano, razón por la cual la palabra "fobia" deriva de Fobos (phobos).

Aunque en la antigüedad no era conocida la palabra "ansiedad", si se tenían nociones acerca de sus efectos, por lo que distintos filósofos se dieron a la tarea de descubrir las causas originarias. Uno de ellos fue Séneca, quien fuera tutor y consejero de Nerón.

Séneca fue un filósofo estoico, una corriente que alcanzó una gran popularidad, incluso entre el naciente cristianismo. Los estoicos planteaban, por entre todas las cosas, una forma de vida marcada por la moderación, por lo que promovían la idea de que se puede alcanzar la paz interior limitándose de comodidades materiales.

La principal obra de Séneca fue Cartas a Lucilio, misma que escribió cuando se apartó de Nerón. A pesar de tener una salud enfermiza, debida en gran medida al asma que padecía desde su niñez, jamás perdió la paz interior como buen estoico que era.

Séneca decía que tenemos el hábito de exagerar e imaginar por anticipado el dolor, y eso es exactamente el estado que conocemos como ansiedad. El miedo aparece, pero es natural, completamente natural. Es imposible imaginar un hombre que no tenga miedo; estaría muerto.

El miedo forma parte de nuestra inteligencia natural, pues es un mecanismo que nos mantiene a salvo de cualquier amenaza. Es como las alarmas que instalan en las casas: son de gran ayuda cuando cumplen su función correctamente, pero si se activan, incluso cuando pasa una mosca, entonces de nada sirven porque nos hacen vivir en un estado de pánico innecesario.

Aquí algo de Séneca:

"Sí, mi querido Lucilio. Accedemos muy rápido a estar de acuerdo con lo que las personas dicen. No ponemos a prueba lo que causa el miedo, no lo examinamos. Nos acobardamos como soldados que escapan de su campamento por un poco de polvo levantado por el ganado. Entramos en pánico al dispersar algún rumor sin verificarlo.

Y de alguna forma, este rumor es lo que más nos aflige. La verdad tiene sus fronteras bien delimitadas. Pero lo que viene de la incertidumbre se deriva de nuestra irresponsabilidad y permiso de una mente asustada.

Por eso ningún miedo es tan ruin e incontrolable como el miedo que proviene del pánico. Otros miedos no tienen sustento, pero el miedo de rumores es de cobardes.

Analicemos con cuidado este tema. Es probable que nos lleguen problemas, pero no es un hecho del presente. ¿Cuántas veces lo inesperado nos llega? ¿Cuántas veces lo esperado no sucede? Incluso si llega, para qué correr a alcanzar tu sufrimiento por adelantado. Cuando llegue, podrás sufrir, mientras tanto dedícate a mejores cosas."

[marite-tesa]

Las cosas se aceptan, se cambian o se dejan ir.

Cualquier otra opción es sólo sufrimiento innecesario.

Tesa.🎶

[mariadelrefugioquintana]

El habla correcta

A veces hablamos con tanta torpeza que provocamos nudos internos en los demás. Después decimos “Solo dije la verdad”. Puede que sea cierto, pero si nuestra manera de hablar causa sufrimiento innecesario, no es el Habla Correcta. La verdad debe presentarse de forma que los demás puedan aceptarla. Las palabras que lastiman o destruyen no son el Habla Correcta. Considera tus palabras atentamente antes de decirlas, para que sean correctas en forma y en contenido. Si no eres capaz de hablar con serenidad, ese día no hables. Abre la boca y habla sólo cuando estés seguro de poder hablar con serenidad y afecto. Debes entrenarte en ello para ser capaz de hacerlo.

THAY

Via Dilia Mastronardi

[magneticovitalblog]

“La Gratitud: El Secreto para Valorar lo que Tenemos y Transformar Nuestra Vida”

¿Alguna vez te has preguntado qué nos impulsa a valorar lo que tenemos? ¿Por qué a menudo nos resulta difícil apreciar el valor intrínseco de las cosas, las personas y las experiencias que conforman nuestra vida? ¿Por qué parece que solo nos damos cuenta de su importancia cuando las perdemos o las vemos amenazadas?

Estas reflexiones me llevan a pensar en la tendencia que tenemos los seres humanos de apreciar algo principalmente en su ausencia. Esta tendencia nos impide disfrutar plenamente del presente, nos sumerge en un estado de insatisfacción y genera un sufrimiento innecesario.

Creo que esta tendencia está relacionada con nuestra naturaleza emocional. Nuestras emociones son respuestas adaptativas que nos ayudan a interactuar con nuestro entorno. Sin embargo, también son efímeras y cambiantes, y dependen en gran medida de nuestra atención y nuestra interpretación.

Cuando poseemos algo, tendemos a acostumbrarnos a ello y a darlo por sentado. Nuestra atención se desvía hacia otras cosas que nos parecen más novedosas, más importantes o más urgentes. Nuestra interpretación se basa en la comparación con lo que tienen o hacen los demás, o con lo que creemos que deberíamos tener o hacer nosotros. De esta manera, dejamos de apreciar lo que tenemos y lo que somos, y nos enfocamos en lo que nos falta o lo que queremos cambiar.

Cuando perdemos algo, o cuando lo vemos en riesgo, nuestra atención se centra en ello y nuestra interpretación se basa en la pérdida o la amenaza. Entonces, experimentamos emociones negativas como tristeza, miedo, rabia o culpa, que nos hacen tomar conciencia del valor de lo que teníamos. Sin embargo, también nos hacen sufrir y nos impiden ver las otras cosas positivas que siguen presentes en nuestra vida.

Creo que podemos romper esta tendencia si aprendemos a cultivar una actitud de gratitud. La gratitud es el reconocimiento y la valoración de lo bueno que tenemos y que recibimos, tanto de nosotros mismos como de los demás y del mundo. La gratitud nos ayuda a enfocar nuestra atención y nuestra interpretación en lo positivo, en lugar de en lo negativo. La gratitud nos hace experimentar emociones positivas como alegría, amor, esperanza o paz, que nos permiten disfrutar del presente y afrontar el futuro con optimismo.

La gratitud no significa ignorar los problemas o las dificultades, ni conformarse con lo que hay. La gratitud significa apreciar lo que hay, sin dejar de buscar lo que queremos. La gratitud significa ser conscientes de lo que tenemos, sin dejar de aspirar a lo que podemos tener. La gratitud significa valorar lo que somos, sin dejar de mejorar lo que podemos ser.

La gratitud es una habilidad que se puede entrenar con la práctica. Podemos empezar por dedicar unos minutos al día a reflexionar sobre las cosas, las personas y las experiencias por las que estamos agradecidos. Podemos expresar nuestra gratitud verbalmente o por escrito, tanto a nosotros mismos como a los demás. Podemos incorporar la gratitud a nuestras rutinas diarias, como al despertarnos, al comer o al acostarnos.

La gratitud es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos y a los demás. La gratitud nos hace más felices y más saludables. La gratitud nos hace más generosos y más compasivos. La gratitud nos hace más humanos.

Te invito a experimentar la gratitud y a compartir tus experiencias conmigo. Te aseguro que no te arrepentirás. Gracias por leerme.

Autor: @magneticovitalblog

[aqueldiciembrefue]

El rocío de la mañana me había despertado tantas veces, con el recuerdo de que no estaba en mi ciudad y que no volvería a ella en un largo tiempo.

Extrañaba el calor del sol al medio día, y caminar persiguiendo mi sombra mientras me asediaba el aire reseco del verano y las voces de los chiquillos regresando a casa luego de un día asfixiante en los gastados pupitres de la escuela.

Ahora, en está mística ciudad, a las faldas de un majestuoso nevado, en medio de las montañas, rodeada del vaivén de las personas, de la rutina escolar, y de la soledad en casa, debía cada día levantarme, imaginando que un día podría volver al calor de mis recuerdos, allá donde todo era mágico.

Divisé con desdén el autobús, cerciorándome de lo tarde que era y de qué no llegaría a tiempo a la primera hora, idealizando ya el castigo de limpiar el jardín escolar, y esperar firme junto a la puerta del salón, mientras me desvanecía en mi desasosiego.

Pero ese día, la magia que mi corazón añoraba, el destino me la traería de vuelta, sin saber, sin sentir, sin avistar, solo con una mirada furtiva.

Lo había visto antes, el era algo misterioso, cauteloso, como un cielo gris, lleno de nubes negras, cargando dentro de si una tormenta.

Mis pensamientos me llevaron a mirarlo de reojo, impávido, mirando fijamente a la nada, pensando quizás en qué ya era tarde.

Se bajó primero y quedó atrás y misteriosamente su recuerdo me acompañó el resto del día.

¿Cómo luchar contra la conspiración del corazón de conectarse a la nada? ¿Cómo luchar contra el efímero sentimiento del amor?

Y pasaron los años, convertidos en monotonía, en moretones, en lagrimas insensatas y silenciosas, en desvaríos, en soledad, en gritos, en vicios, pasaron los años y seguía haciendo frío, pasaron los años y no había vuelto al calor de mis recuerdos.

Una beata, y puritana muchacha, regia por fuera, pero llena de heridas por dentro.

La escuela estaba por terminar, el año estaba por terminar, sentada en una habitación fría, mirando un espejo frente a mi, me miré la piel, y descubrí un moretón entre la línea delgada de mis pechos jóvenes y el perfil reacio de mis labios, alguien me había mancillado, y al cerrar los ojos, aun oía sus gritos y sentía su mano golpear mi rostro, lo odiaba.

Entre lagrimas ahogadas, prometí no volver a verlo y mis recuerdos me llevaron a abrazar mi pasado una vez más, entonces las lágrimas ahogadas, se transformaron en gritos desesperados de auxilio, pero no vino nadie en ayuda.

¿Alguna vez alguien me escucharía?

Entre suspiros y agitaciones, recuperé el aliento, miré al espejo nuevamente y por encima de el, me di cuenta que había estado inmersa en mis forajidos pensamientos, dos horas.

Once de la mañana, qué rápido avanza en el tiempo cuando lloras.

¿Debería asistir a la boda? No eran mis eventos favoritos, el bullicio de la gente me sentaba fatal, fingir que me agradaban me resultaba innecesario, pero ella, ella era dulce y buena y se lo había prometido; si, debía ir, con la carga mental y los deseos de desaparecer, debía caminar hasta allí, haciendo un esfuerzo sobrenatural.

El agua fría, mojando mi cuerpo, cayendo sobre mis pechos, hasta mi abdomen plano y seco, rodando hasta mis caderas que se contraían, y terminando en mis pies cansados, me hacían retomar el aliento, entre la mezcla de mis lagrimas saladas y la ducha, mi mente viajaba hasta los años donde nadie había tocado mi piel, una risa sarcástica salía de mi, ya que no existían tales años, nunca supe donde comenzó el dolor y no sabía donde iba a terminar.

Envuelta en la toalla, me miré en el espejo, mi rostro común y sencillo, mi piel olivácea, y mis mejillas pálidas, me causaron estragos.

Abrí la mochila escolar y tomé del primer bolsillo, una máscara de pestañas color negro y un bálsamo color café, mientras el ordenador reproducía lentamente, time After time, de Eva, guarde el resto de lágrimas para la noche y me dispuse a reparar el daño causado a mi rostro por el sufrimiento, primero la máscara de pestañas, mis pupilas se dilataban y mientras tarareaba al ritmo de la canción iba limpiando las orillas del lagrimal que había manchado con mi torpeza, un rayito de sol de medio día golpeó mi espejo y su aro celestial me iluminó la mirada, mis ojos tristes parecían embellecerse y por un momento me sentí digna de ello, me sentí amada por el Creador y me sentí merecedora de su amor, pero al reparar en el golpe sobre mi quijada, recordé que me había alejado de El hace mucho tiempo y que ese rayito de sol solo era un recordatorio de que ese día estaría en su casa.

Terminé mi maquillaje, sellando mis labios con el bálsamo café.

Al tomar el vestido turquesa del armario, sentí desprecio por el, su color triste no le hacía bien a mi corazón, antes de cubrir mi cuerpo desnudo con el, me senté sobre la cama envuelta aun en la toalla y suspiré, tomé la tenaza caliente, y enrolé en ella mi cabello mechón por mechón, mientras Eva ahora cantaba Songbrid, la melodía dulce de su voz, me estaban trasladando hacía el infortunio de mis pensamientos nuevamente, pero no podía llorar, trague saliva, me mordí los labios con fuerza y grité en mis adentros, pero no lloré.

El ritual frente al espejo terminó, acompañé el vestido turquesa, con unos zapatos color plata de tacón y al salir me miré una vez más en el retrovisor del auto del vecino, suspiraré y el olor a vainilla y el aire frío del invierno se hicieron uno en mi.

Un escalofrío envolvió mi cuerpo y el temor de encontrarlo fuera de mi casa se intensificó en mi, aceleré mis pasos, mientras bloqueaba mis pensamientos con diferentes recuerdos, para no pensar en lo que me estaba consumiendo.

El primer recuerdo me lastimó aun más que el propio dolor físico que me asediaba, ese día mientras caminaba rumbo a ser testigo del amor de dos personas que seguramente estarían viviendo el mejor día de sus vidas, yo me desvanecía pensando en qué ese día al anochecer sería Noche Buena, y que solo había malos recuerdos en mi de ese año, que se equivocaron al pedirme que formara parte de la corte de honor, ya había perdido todo y precisamente honor era lo que menos tenía, el impulso de volver a casa y decir que enfermé se apoderó de mi, pero mis pies me arrastraron hasta allí y cuando menos lo pensé, ya estaba sola, sentada en un viejo pupitre de la escuela bíblica a la que asistí cuando era niña, recordé mis días en la iglesia, cantando con otros niños, encabezando el coro, escuchando historias del Caballero de la Cruz que salvó a la humanidad, y las oraciones que decían las maestras debían ser constantes para estar cerca de El, y me pregunté, si le hablo ahora mismo ¿Él me escuchará?

Entonces no pude evitar llorar, pero al saber que la lágrima que rodaría por mi mejilla sería color negro, como mi dolor, corrí al baño y me mordí los labios como en casa y soporté dentro del pecho las siguientes lágrimas, y le susurre, estoy en casa Dios, perdida pero en casa, me duele corazón, el cuerpo y el alma, lo sabes, solo no quiero llorar, solo eso.

Recompuesta, volví a la sala junto con las demás damas de honor y me senté, apartando toda oración y todo pensamiento que me rompiera.

Solo me fije en el borde de la puerta, esperando un llamado al salón de la boda, o mirando si el destino me traería un día de paz, al menos esa tarde...

[jartita-me-teneis]

eldiarioes

La Audiencia de Murcia ha anulado la sentencia de un juzgado de lo penal que absolvió a los dos hermanos dueños de la macrogranja de cerdos cuyas condiciones desveló el programa 'Salvados' de La Sexta en 2018. El fallo consideraba que no había quedado acreditado durante el juicio que los acusados “omitieran los cuidados esenciales para la salud y la vida” de los animales “de forma deliberada”, ni que “prolongaran intencionadamente el sufrimiento” de los mismos" La Fundación Igualdad Animal solicitaba para los hermanos Carrasco un año de cárcel por 14 delitos de maltrato animal y que los empresarios no pudieran durante tres años participar en negocios relacionados con los cerdos. La Fiscalía, por su parte, pedía que se les condenara a 18 meses de prisión por un solo delito pero continuado de maltrato animal. La jueza decidió absolver a los acusados Igualdad Animal recurrió el fallo y ahora la Sección número 3 de la Audiencia Provincial de Murcia resuelve que el juicio y la sentencia son nulos y que la vista debe repetirse. La Audiencia Provincial corrige el fallo de la jueza con el siguiente argumento: “Si los catorce cerdos que se encontraban en mal estado, con graves deformidades, patas rotas, abscesos, tumefacciones, malformaciones, etc. eran irrecuperables, la solución no podía ser relegarles al lazareto, alargando de manera innecesaria su sufrimiento” Igualdad Animal defendió en el juicio la situación de hacinamiento de los cerdos, que no podrían moverse ni tumbarse, y que las condiciones de higiene eran “lamentables”. El recurso remarcaba que las deformaciones por hernias de los cerdos evidenciaban enfermedades “irreversibles” que les producían “un sufrimiento innecesario y prolongado”, cuando deberían haber sido operados o sacrificados

[unversodenso]

"Si no hubieras sufrido como has sufrido, no tendrías profundidad como ser humano, ni humildad ni compasión. El sufrimiento abre el caparazón del ego, pero llega un momento en que ya ha cumplido su propósito. El sufrimiento es necesario hasta que te das cuenta de que es innecesario".

-Eckhart Tolle

[leregirenga]

Si te vas, no vayas hasta la calle donde sólo se oye la mecanicidad y la inercia. Ve buscando el camino de los almendros y el camino de los manzanos, que ellos te enseñarán. Si te vas, no mires los rostros angustiados por los surcos del sufrimiento innecesario del no saber mirarse. Mira al sol entre las gotas de rocío cuando junio les abre el cielo, y mira también las lágrimas que resbalan por el limpio rostro del mundo cuando la incomprensión compunge su corazón. Si te vas, no sientas el camino que dejaste atrás donde el tiempo hizo tantas obras. Mira lo que queda en tu frente como condensado y puro, como esencia depurada, y gástalo con Amor en el nuevo camino. Siémbralo para que se multiplique como el trigo y el maíz se multiplican en la palma de la mano de la tierra y dan mil multiplicado por mil. Si te vas, llévame en ti como yo me quedo contigo.

Cayetano Arroyo

[dismalinfluence]

Y entonces aprendí que todo lo que sentía, era sufrimiento innecesario por alguien que no me merecía.

[wadibadi]

Night thoughts

La verdad es que la comida me entra por los ojos. Muchas veces veo algo y al instante pienso "esto tiene pinta de estar/ser riquísimo". Ok fine. Lo compro, lo pruebo y frecuentemente termino decepcionada al sentir (llamemoslo) un gusto agridulce. En lo personal, odio lo agridulce. Siento que es un sabor a medias, totalmente innecesario. Muchas de las conexiones que experimenté con las personas fueron agridulces. Al mirarlas por primera vez sentía una gran atracción, totalmente inexplicable, pero al probarlas perdían su encanto, la magia. Mi deseo de que me gusten era tal que la decepción llegaba a ser peor, dejándome con el miedo de volver a intentar, de volver a probar.

Aún (sin tanta frecuencia, pues no me siento en condiciones a veces) voy por la vida probando distintos tipos de comida. Por un lado con la esperanza de al fin encontrar el plato que me haga sentir el dulce gusto del amor sin sufrimiento ni miedo, con entrega en cuerpo y alma. Por el otro, voy con ese deseo de querer probar y sentir el gusto de las saladas lágrimas que puedas llegar a soltar por alguien de tanto amor que sientes en el pecho y que no sepas que hacer con el. Pero al querer esto estoy queriendo querer sentir por separado. Contradictorio lo mío. Esto o aquello. Siempre fuí blanco o negro.

Entonces aquí es donde me pregunto: que sabor tiene el amor? Dulce o salado? O tal vez sea la combinación de ambos? Será aquella combinación que yo tanto odio admitir que en realidad me gusta por miedo a que me destrocen en mil pedazos y no sea capaz de volverme a armar? Será?

[coffee-in-the-island]

Arrancame el corazón y hazlo trizas contra el suelo, rompelo, alejalo de mí, tenerlo no es más que un dolor y sufrimiento innecesario

[marite-tesa]

Las cosas se aceptan, se cambian o se dejan ir.

Cualquier otra opción es sólo sufrimiento innecesario.

Tesa.🌹

[hairam1108]

Querida estrella, pequeña chispa, menguante llama:

Estás cansada, lo sé, de tanto intentarlo, de no poder respirar, de querer que todo termine;

de sentirte sola en este mundo tan vasto y ruidoso, sin calma, sin paz.

Ya tus ojos se sienten tan pesados, tus pasos tan innecesarios. Quizás también la comida perdió su sabor, los colores se ven más grises, la vida poco a poco te va pareciendo más y más sin sentido; demasiado simple, o demasiado difícil.

Sin saberlo, el vaso se fue llenando, tu corazón va desbordando, no lo notarás hasta que ya no lo puedas soportar.

Escucha, escucha el agua cayendo. Siente las gotas resbalar hasta tus pies.

Has cavado mucho, ya te parece tan profundo…

Y te pido perdón, de parte de todos. Perdón, por no escucharte, por no haber prestado atención cuando pediste ayuda, allí, en silencio, con tu mirada anhelante.

Perdón, porque todo ha llegado a parecer mejor del otro lado de la existencia, cruzando ese puente que pide tu alma como peaje, tomando esa decisión de la cual no llegas a arrepentirte a tiempo.

Perdón por haber silenciado tu sufrimiento.

Yo también soy vulnerable, me gustaría que lo supieras. Yo también he llorado y me he sentido perdida, yo también he sentido dolor.

No puedo entenderte, pero aquí estoy. Aquí están mis brazos, aquí está el latido de mi corazón para recordarte que también soy real. Que esta vida es real, y no está por debajo de la muerte.

Ven, por favor, permíteme acompañarte.

Vayamos a ese puente tan oscuro a mirar las nubes, intentaré mostrarte que aún quedan colores, sostendré tu mano y lloraré contigo.

Aquí estoy, déjame escucharte, busquemos ayuda.

No dejes de vivir.

No nos dejes así.

Aún hay muchas cosas que hacer por aquí, lo prometo.

Aún puedes recuperarte, aún hay esperanza para ti, aún hay soluciones, mucho amor que no has sentido, amor que mereces sentir, vivir.

Por favor, por favor,

no nos dejes, no te vayas.

Esto debe detenerse.

🎗️

Para todas aquellas personas que han pensado en el suicidio como una solución, para los merideños venezolanos que han sido atraídos a los viaductos para lanzarse y escapar de todo, y para aquellos que ya no están con nosotros.

A ti, que lees esto. Tu vida importa.

Lost in Translation (2003)

[juegaelgallego]

Lluvia de goles

Deportivo Español salió a jugar obligado a ganarle a Sportivo Barracas si pretendía mantener alguna aspiración en la recta final del campeonato. Un formato insólito, donde tras ¡cincuenta! fechas (más dos finales) asciende un solo equipo, achica de por sí cualquier margen de error. Español, encima, viene corriendo de atrás. Terminó séptimo en el Apertura y lleva varias jornadas en el tercer lugar de la tabla del Clausura. A falta de cinco juegos, sabe que no puede resignar puntos. Así salió a enfrentar a Berazategui hace una semana y le ganó con autoridad. Lo mismo sucedió en la tarde de ayer ante un rival más accesible. La pregunta se impone: ¿Y si hubiera mostrado esa enjundia en todos los partidos? Ya no hay tiempo para llorar sobre la leche derramada.

El césped del España soportó bien el aguacero que cayó en el área metropolitana de Buenos Aires y que obligó a suspender los otros dos partidos programados para un lunes a las tres de la tarde (ay), Central Ballester vs. Lamadrid y Centro Español vs. Luján. La cancha pesada parecía que nivelaría a dos equipos dispares en presupuesto, jerarquía y aspiraciones. El primer cuarto de hora fue con un leve predominio de la visita, sin inquietar al bueno de Ruggero. A partir de que Yossini hizo pie en la defensa y Palisi se puso el overol en el medio, ya no hubo equivalencias en el trámite. Vocos abrió el marcador con un derechazo sin ángulo que sometió a un flojito Alejandro. Tras el descanso, otra vez Vocos capitalizó un jugadón de Víctor Gómez, que había entrado por Vivanco, lesionado desde los cinco minutos del primer tiempo pero que recién abandonó la formación en el entretiempo. Sportivo Barracas descontó en un córner y hasta lo pudo empatar antes de los veinte minutos con un remate de Bermejo que pegó en el poste izquierdo de Ruggero. Sufrimiento innecesario para un equipo que se enojó y volvió a convertir no una ni dos, sino tres veces más. Yossini hizo una réplica del gol que le había hecho a Berazategui el 28 de mayo, en el mismo arco, recibiendo un centro del mismo volante. Aquella vez Nico Ríos lo tiró a la carrera. Esta vez fue de pelota parada. El anticipo fue idéntico, el resultado también. ¿En qué momento Yossini pasó de ser el centro de las cargadas a titular indiscutido? El problema no era su técnica ni las dimensiones de la cancha, el problema era el puesto: Yossini tiene que jugar en la línea de fondo. Con el partido sentenciado, Apuzzo metió a Nahuel Gómez, Fede González, Farías y el Bicho David. Todos tuvieron su chance de asistir o convertir. Farías la concretó para hacer el cuarto gol a los 91 minutos y Fede, para asistir a Víctor Gómez que convirtió unos segundos después. Español ganó cinco a uno. Quedará para la estadística que no hacía tantos goles en un partido desde el 23 de abril de ¡2002! en aquella recordada goleada en el clásico a Italiano por seis a tres, campaña en la que terminó coronándose campeón y ascendiendo a la B Nacional.

Son otros tiempos. El vaso medio vacío mostrará que el equipo de Apuzzo se acordó tarde de ser protagonista, que regaló muchos puntos ante equipos flojos, que le faltó plantarse más veces de visitante. La parte medio llena dirá que hace siete días estaba a diez unidades de Real Pilar y hoy está a cinco. A falta de cinco fechas para terminar el torneo todavía está compitiendo, algo que ni por asomo sucedió en el paupérrimo año pasado. El margen de error es casi igual a cero, el menor resbalón lo sacará de competencia. Hoy celebra que ganó y que ninguno de los tres competidores directos (Real Pilar, Lamadrid, Berazategui) pudo hacerlo: una fecha a pedir de Español. El domingo visitará el feo estadio de Luján, como si estuviera jugando un partido eliminatorio. Acaso lo sea.

Primera C 2024 ─ Torneo Clausura Fecha #20 ─ Estadio España ─ Lunes 04/11/2024

Deportivo Español 5 ─ 1 Sportivo Barracas