#Semana Económica
Explore tagged Tumblr posts
Text
BCRD inaugura la Semana Económica y Financiera 2023
Santo Domingo, República Dominicana. – El gobernador del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), Héctor Valdez Albizu, presidió el acto de inauguración de la novena versión de la Semana Económica y Financiera (#sefBCRD), un evento que forma parte del programa de responsabilidad social de la institución, denominado Aula Central para la educación económica y financiera, realizado en…
View On WordPress
0 notes
Text
Primer fin de semana largo de 2023 dejará una derrama de más de 47 mil 219 millones de pesos por consumo de servicios turísticos
>> El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, informó que tan solo la derrama esperada por concepto de hospedaje es de 4 mil 315 millones de pesos.
>> El secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, informó que tan solo la derrama esperada por concepto de hospedaje es de 4 mil 315 millones de pesos. (more…) “”
View On WordPress
#consumo de servicios turísticos#derrama económica#más de 47 mil 219 millones de pesos#noticias de mexico#noticias de turismo en mexico#Primer fin de semana largo de 2023
0 notes
Text
¿Qué estudiaron algunos grandes escritores?
• Edgar Allan Poe: Se enroló en el ejército y pasó brevemente por la Academia militar de West Point, pero no realizó estudios universitarios.
• Ernest Hemingway: No realizó estudios universitarios. Tras graduarse de la secundaria consigue puesto como conductor de ambulancia durante la Primera Guerra Mundial.
• Fiodor Dostoievski: Estudió Ingeniería en la escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo.
• Franz Kafka: Estudió Química en la Universidad de Praga, pero se retiró a las dos semanas. Después intentó estudiar Historia del Arte y Filología Alemana. Finalmente se doctoró en Leyes.
• Gabriel García Márquez: Estudió Derecho aunque no terminó sus estudios. Tras interrumpir sus estudios de derecho se convirtió en periodista pero no estudió para esto.
• Haruki Murakami: Estudió Literatura y Teatro griego en la universidad de Waseda.
• Isaac Asimov: Estudió Bioquímica en la Universidad de Columbia.
• Jorge Luis Borges: No realizó estudios universitarios.
•James Joyce: Estudió lenguas y quiso estudiar Medicina (no lo hizo por razones económicas).
• Juan Rulfo: No realizó estudios universitarios.
• Julio Cortázar: Se formó como Profesor en Letras y obtuvo título como Traductor Público, título que logra en 9 meses cuando el tiempo normal era 3 años. El esfuerzo le provoca síntomas neuróticos.
• Julio Verne: Estudia Derecho pero de inmediato se dedica a escribir.
• J.R.R. Tolkien: Se tituló en Idioma Inglés con énfasis en Lingüística inglesa y Literatura.
• León Tolstoi: Estudió Derecho en la Universidad de Kazan pero abandona los estudios.
• Roberto Bolaño: No realizó estudios universitarios. Se desempeñó en variados oficios como lavaplatos, vigilante nocturno, camarero... antes de lograr establecerse como escritor.
• Stephen King: Estudió Inglés en la Universidad de Maine.
29 notes
·
View notes
Note
Algún consejo para cuando te agobia mucho vivir. Es decir, cuándo tienes mucho miedo al futuro. Cuándo anhelas la estabilidad económica que te permita tener una vida pero sabes qué el costo de tener esa estabilidad es regalar literalmente horas y horas de tu vida. Parece el dilema básico de cualquier persona en el capitalismo. Pero mi pregunta es cómo yo una persona extremadamente ansiosa puede encontrar un poco de calma (sin medicación porqué no me funciona)
Gracias
Quizá tener un hobbie, o alguna actividad que puedas realizar (de índole gratuita mejor). No sé de qué país sos, pero yo antes iba a un taller de lectura los sábados a la mañana y compartía lo que leía con un grupo de señoras. Era mí escape. Eventualmente lo deje de hacer porque los horarios me cambiaron, pero ahora mí actividad es escribir y dibujar. Mí meta es publicar un libro, asi que me distraigo bastante con eso. Juntarme semana por medio con mis amigas también fue otra cosa
La verdad es que creo que vos tenés que buscar eso que te llene de vida, el trabajo es exhaustivo y probablemente solo querés llegar a casa y descansar. Pero es ese descanso el que te deja sole con tus pensamientos. Lo ideal sería tratar de canalizar todas tus preocupaciones y tus ansiedades en algo positivo.
Vivimos en una sociedad (lol) y hay cosas que no podemos cambiar, entonces hay que fijarnos en qué sí podemos cambiar, pequeñas cosas que están a nuestro alcance y que nos dan esa idea de control que tan desesperados estamos por alcanzar
Espero que pronto encuentres la solución. Te mando un abrazo enorme
15 notes
·
View notes
Text
𝑁𝑜 𝑚𝑒 𝑝𝑒𝑔𝑎𝑏𝑎, 𝑝𝑒𝑟𝑜 ..
No me pegaba, pero podía dejar de hablarme y aislarme por días o semanas (ley de hielo).
No me pegaba, pero se mantenía distante, en otra habitación, frente a la televisión o computadora (hombro frío).
No me pegaba, pero era un día atento y al siguiente distante y agresivo (refuerzo intermitente).
No me pegaba, pero me dejaba meses sin tocarme ni acercarme emocionalmente (uso del sexo como castigo).
No me pegaba, pero prometía cosas que nunca cumpliría (falsificación de futuro).
No me pegaba, pero invalidaba mis emociones y me hacía sentir que exageraba o imaginaba cosas (gaslighting).
No me pegaba, pero hablaba mal de mí a otros y a nuestros hijos, llamándome loca o egoísta (campaña de difamación).
No me pegaba, pero cuando me enfermaba o me operaban, no me acompañaba ni mostraba empatía (devaluación, ausencia de cuidado).
No me pegaba, pero me culpaba por problemas ajenos a mi control, descargando su ira en mí (control por coerción).
No me pegaba, pero era mezquino con el dinero y dejaba los gastos a mi carga (parasitismo).
No me pegaba, pero ignoraba mis aniversarios y cumpleaños, boicoteando cada fecha importante (devaluación).
No me pegaba, pero dañaba mis objetos y maltrataba a mis seres queridos (violencia vicaria).
No me pegaba, pero nunca asumía su culpa, haciéndome sentir responsable de todo (transferencia de culpa).
No me pegaba, pero siempre estaba de mal humor, generando un ambiente de tensión constante (control coercitivo).
No me pegaba, pero conducía de manera imprudente cuando me llevaba a algún lugar, haciéndome sentir miedo (devaluación, control).
No me pegaba, pero no me halagaba, comparándome con otras mujeres en cambio (triangulación).
No me pegaba, pero me ignoraba cuando lloraba, sin mostrar empatía (crueldad emocional).
No me pegaba, pero aceleraba al caminar para dejarme atrás y luego se enojaba conmigo (hombro frío).
No me pegaba, pero me amenazaba con irse, asegurando que nadie más me querría (control coercitivo).
No me pegaba, pero controlaba mi tiempo, mis amistades, mi dinero y actividades (control).
No me pegaba, pero era infiel y lo ocultaba en redes sociales (triangulación).
No me pegaba, pero me hacía explotar emocionalmente para luego acusarme de ser la inestable (abuso reactivo).
No me pegaba, pero dejó cicatrices invisibles: trauma, ansiedad, depresión, insomnio, fibromialgia, entre otras.
No me pegaba, pero me aisló y me dejó sin red de apoyo ni independencia económica.
Hoy, aunque logré alejarme, me sigue acosando, difamando y controlando económicamente.
No me pegaba, pero mis heridas son profundas. Y como no me pegaba, nadie las ve ni me creen.
NO ME PEGABA, PERO...
La violencia psicológica también es violencia.
#𝑁𝑜 𝑚𝑒 𝑝𝑒𝑔𝑎𝑏𝑎#𝑝𝑒𝑟𝑜 ..#violencia psicológica#trauma#ansiedad#depresión#insomnio#fibromialgia#me aisló#me sigue acosando#difamando#abuso reactivo#hombro frío#crueldad emocional#parasitismo#tumblr#escritos#palabras#frases#vida#texto#citas#autoestima#foto#texto español
8 notes
·
View notes
Text
🔴 ÚLTIMA HORA: Biden abandona la carrera presidencial de EEUU
“Durante los últimos tres años y medio, hemos logrado grandes avances como nación.
Hoy, Estados Unidos tiene la economía más fuerte del mundo. Hemos realizado inversiones históricas para reconstruir nuestra nación, reducir los costos de los medicamentos recetados para las personas mayores y ampliar la atención médica asequible a un número récord de estadounidenses. Hemos brindado atención críticamente necesaria a un millón de veteranos expuestos a sustancias tóxicas. Se aprobó la primera ley de seguridad de armas en 30 años. Se nombró la primera mujer afroamericana para la Corte Suprema. Y se aprobó la legislación climática más importante de la historia del mundo. Estados Unidos nunca ha estado mejor posicionado para liderar que hoy.
Sé que nada de esto se habría podido hacer sin ustedes, el pueblo estadounidense. Juntos, superamos una pandemia única en un siglo y la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Hemos protegido y preservado nuestra democracia. Y hemos revitalizado y fortalecido nuestras alianzas en todo el mundo.
Ha sido el mayor honor de mi vida ser su Presidente. Y si bien mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato.
Daré un mensaje a la nación a finales de esta semana con más detalle sobre mi decisión.
Por ahora, permítanme expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han trabajado tan duro para verme reelegido. Quiero agradecer a la vicepresidenta Kamala Harris por ser una socia extraordinaria en todo este trabajo. Y permítanme expresar mi más sincero agradecimiento al pueblo estadounidense por la fe y la confianza que han depositado en mí.
Hoy creo lo que siempre he creído: que no hay nada que Estados Unidos no pueda hacer cuando lo hacemos juntos. Sólo tenemos que recordar que somos los Estados Unidos de América.”
11 notes
·
View notes
Text
Es una de las narraciones más conocidas sobre estas fiestas. Ha sido llevada al cine y la televisión en numerosas ocasiones.
Cuento de Navidad se publicó el 19 de diciembre de 1843, convirtiéndose en un éxito arrollador y vinculando para siempre el nombre de su autor, Charles Dickens, con las navidades. Desde su aparición, este relato ha sido llevado al teatro, la televisión y al cine, siendo uno de los cuentos más conocidos de la historia de la literatura. Pero, ¿qué motivos llevaron a Dickens a escribir esta historia?
El trasfondo de Cuento de Navidad no se aleja demasiado del resto de obras de Dickens, cuya visión sobre la desigualdad social y económica de la época victoriana había quedado patente en obras tan conocidas como Oliver Twist. Pero pocas historias calaron tanto en la sociedad de su tiempo como esta.
Además de la denuncia, Dickens tenía otro objetivo en mente. El dinero. Pese al éxito de obras anteriores, Dickens no era precisamente millonario; venía de una familia pobre y tenía una gran familia que sacar adelante. Su tour por Estados Unidos había funcionado bien, pero tenía que buscar una solución que le permitiera asentarse.
La primera edición de Cuento de Navidad, unos 6.000 ejemplares, se agotó en una semana. A finales del año siguiente ya había llegado a las 15.000 copias. Pero debido a la buena encuadernación y el bajo precio con el que se había decidido vender, el dinero recaudado no llegó a cubrir las expectativas de Dickens, que había esperado conseguir al menos 1.000 libras.
El propio autor llegó a comentar: Qué cosa tan curiosa es que un éxito tan grande me haya ocasionado tanta ansiedad y decepción.
Si bien no llegó a cumplir en lo monetario, lo cierto es que el impacto social que también buscaba funcionó a la perfección. Su cuento incrementó de manera notable la caridad gracias a la bondad de sus protagonistas y, posiblemente, por la viva descripción de Scrooge, en la que muchos ricos comerciantes de la época se vieron reflejados...
6 notes
·
View notes
Text
Sebastián Solace (Z-13)
Z-13, identificado como MR-P-043 y apodado "El Saboteador", es el resultado de uno de los experimentos más complejos y éticamente ambiguos de Urbanshade. Sebastián Solace, como se le conocía en su vida humana, es un híbrido entre múltiples especies marinas y un humano, cuya forma actual es una mezcla perturbadora y fascinante de adaptaciones acuáticas. Su cuerpo es predominantemente serpentiforme, cubierto de escamas azuladas que brillan bajo ciertas condiciones de luz. La textura de su piel alterna entre celeste claro en las áreas más lisas y un azul más profundo en las zonas cubiertas por las escamas. Su longitud total alcanza los 13 metros, con una cola muscular que termina en una gran aleta caudal diseñada para una natación rápida y precisa en aguas profundas. La ausencia de piernas es compensada por una musculatura dorsal extremadamente desarrollada que permite movimientos fluidos en su entorno acuático.
El torso de Sebastián conserva características humanoides, aunque desproporcionadas. Posee dos brazos principales y un brazo más pequeño en su lado izquierdo, posiblemente resultado de un crecimiento asimétrico inducido por las modificaciones genéticas. Sus manos, aunque humanoides en forma, cuentan con cuatro dedos terminados en garras afiladas, ideales para manipular objetos o defenderse en un ambiente hostil. Su rostro aún guarda trazos de humanidad, pero los elementos marinos son evidentes: un bulbo bioluminiscente, similar al de un pez rape, sobresale de su frente, emitiendo una luz tenue que utiliza tanto para orientación en la oscuridad como para distraer o atraer a otros seres. Los apéndices en forma de aletas reemplazan sus orejas, y un tercer ojo, situado sobre el ojo derecho, le otorga un rango visual ampliado y capacidades sensoriales excepcionales. Sus dientes, afilados y uniformes, sugieren adaptaciones para una dieta carnívora o defensiva.
Sebastián Solace nació el 3 de febrero de 1993 en Valparaíso, Chile, en el seno de una familia trabajadora. Su infancia estuvo marcada por la migración, ya que a los seis años su familia se trasladó a los Estados Unidos buscando mejores oportunidades económicas. Se establecieron en Houston, Texas, donde Sebastián creció esforzándose por adaptarse a un entorno que muchas veces le resultaba hostil debido a las barreras del idioma y los prejuicios hacia su origen latino.
La vida de Sebastián tomó un giro drástico en 2013, cuando, a los 20 años, fue acusado del asesinato de nueve personas en un caso que conmocionó a la comunidad local. Según los fiscales, los crímenes fueron ejecutados de manera brutal, y todas las pruebas apuntaban hacia Sebastián: sus huellas digitales estaban en la escena del crimen y varios testigos afirmaron haberlo visto cerca del lugar. Sin embargo, la evidencia era circunstancial y, en retrospectiva, se descubrió que las pruebas habían sido manipuladas.
El caso de Sebastián fue un ejemplo clásico de negligencia judicial. Su defensa legal fue insuficiente, pues no podía pagar un abogado competente y dependió de un defensor público sobrecargado de trabajo. Las irregularidades en el juicio fueron numerosas: testigos no fiables, pruebas inconsistentes y la falta de una investigación exhaustiva. No obstante, el caso se resolvió rápidamente, y Sebastián fue sentenciado a muerte.
Urbanshade intervino pocas semanas antes de la fecha de su ejecución, falsificando informes que declararon su muerte y reemplazaron su cuerpo por el de un individuo físicamente similar para evitar sospechas. El verdadero destino de Sebastián fue el confinamiento en las instalaciones de la corporación, donde su identidad fue borrada oficialmente. Esto sucedió debido a un programa de Urbanshade en el que se reutilizaban reclusos como sujetos de pruebas para experimentos.
En 2015, Sebastián fue seleccionado como sujeto de prueba para un proyecto experimental destinado a crear híbridos humanos capaces de realizar labores de mantenimiento en el Hadal Blacksite. Este experimento buscaba abaratar costos al sustituir equipos especializados por personal modificado capaz de operar en entornos extremos bajo el agua. Para ello, Sebastián fue expuesto a una sustancia mutagénica experimental que contenía ADN de diversas especies marinas, incluidas el pez rape, la ballena azul, el tiburón blanco, el pez espinoso plateado, el camarón mantis, la serpiente marina y la foca común. Este proceso fue complementado con múltiples cirugías invasivas para integrar las modificaciones biológicas.
El resultado del experimento fue un éxito parcial. Sebastián adquirió habilidades adaptativas que incluían respiración bajo el agua mediante branquias secundarias ubicadas en su cuello, una resistencia excepcional y una velocidad de nado superior, gracias a su poderosa aleta caudal y musculatura optimizada. Sin embargo, los efectos secundarios fueron significativos: su transformación física fue irreversible, resultando en la apariencia híbrida que ostenta actualmente. A pesar de que inicialmente se contempló la posibilidad de revertir algunos de los cambios mediante procedimientos adicionales, los riesgos para su salud eran demasiado altos y se descartó cualquier intento de restaurar su apariencia original.
En el mismo año, una revisión exhaustiva del caso judicial que llevó a la captura de Sebastián reveló que era completamente inocente de los crímenes que se le imputaron. Sin embargo, esta información nunca le fue comunicada, y su libertad no fue considerada, dado que oficialmente ya estaba muerto para el mundo exterior y su estado físico hacía imposible reintegrarlo a la sociedad. En respuesta, la División de Riesgos y Ética de Urbanshade abogó por mejores condiciones de vida para Sebastián, lo que resultó en su ascenso a prisionero de rango medio (MR-P), bajo la identificación MR-P-043. Este cambio le otorgó mayores privilegios dentro de las instalaciones, como acceso a áreas menos restrictivas, alimentación de mejor calidad y la posibilidad de interactuar con otros prisioneros.
2 notes
·
View notes
Text
Petición semanal: Universo si lo de manifestar funciona, por favor que está sea una buena semana y logren acomodarse todas las cosas, que logré poder dormir y mejorar al menos algo el poder comer, que consiga descansar mi mente de tanto sobre pensar, que logré arreglar todos mis pendientes y que consiga solucionar al menos algo de mi parte económica.
2 notes
·
View notes
Text
IMAGENES Y DATOS INTERESANTES DEL 29 DE NOVIEMBRE DE 2024
Black Friday, Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino, Día Mundial del Oso Hormiguero, Día Mundial de la Conservación del Jaguar, Día de No Comprar Nada (BND Buy Nothing Day), Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, Día Internacional del Ingeniero de Sistemas, Día de Concienciación sobre el Síndrome de Menkes, Año Internacional de los Camélidos.
Santa Iluminada y San Saturnino.
Tal día como hoy en el año 2012
65 años después de aprobarse una resolución en la ONU para la partición de Palestina que nunca se puso en marcha, es en el día de hoy cuando, mediante una votación celebrada en la sede de Naciones Unidas, se otorga el estatus de Estado miembro observador al declarado Estado de Palestina. (Hace 12 años)
1963
En Estados Unidos, el presidente Lyndon B. Johnson decide crear la Comisión Warren para investigar el asesinato del presidente John F. Kennedy, ocurrido una semana antes, y el del presunto magnicida Lee Harvey Oswald. Esta Comisión estará compuesta por siete miembros a las órdenes del presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, Earl Warren. El informe se presentará el 24 de septiembre de 1964 y recogerá los testimonios de 552 testigos. Las principales conclusiones que se desprenderán serán que Oswald, marxista y antiguo miembro del Cuerpo de Marines de EE.UU., actuó en solitario y sin consejo o ayuda. El informe suscitará numerosas especulaciones en torno a la existencia de otros cómplices en el asesinato, además de posibles conspiraciones de Cuba, la URSS, el crimen organizado o los exiliados cubanos en los Estados Unidos. (Hace 61 años)
1947
La Asamblea General de Naciones Unidas adopta una resolución, que nunca se pondrá en marcha, en la que se pide la partición de Palestina en dos estados separados, uno árabe y otro judío, aunque manteniendo una unión económica. Pronto los árabes atacarán el territorio del nuevo Estado sionista iniciándose el conflicto árabe-israelí. (Hace 77 años)
1929
Richard E. Byrd, explorador y piloto americano, y sus tres compañeros sobrevuelan por vez primera el Polo Sur. Esta hazaña servirá para trazar mapas desde el aire de una extensísima parte de este remoto continente. (Hace 95 años)
1877
En EE.UU., tras anunciar el pasado día 21 que ha inventado el fonógrafo (un aparato que graba y reproduce el sonido), es en el día de hoy cuando Thomas Alva Edison lo presenta a la sociedad con enorme expectación. (Hace 147 años)
1814
En Gran Bretaña, el periódico "The Times", que se está editando desde 1788, se imprime por primera vez en una modernísima y rápida impresora de cilindros, cuyo corazón es una moderna máquina de vapor. (Hace 210 años)
1800
En Francia se adopta oficialmente el metro como medida de longitud, a la vez que se le define como la diezmillonésima parte del meridiano terrestre. Al tiempo se adopta como unidad de peso el kilogramo. (Hace 224 años)
1223
San Francisco de Asís, que se ha retirado en dos ocasiones a la ermita de Fonte Colombo, cerca de Rieti (Italia), para redactar una regla para la creación definitiva de su orden, bajo ayuno y oración logra que, en el día de hoy con la participación del cardenal Hugolino, la regla encuentre su forma final y sea aprobada por el Papa Honorio III, mediante la bula "Regula Bullata", en la que se autoriza por fin la Orden Franciscana. San Francisco fallecerá el 3 de octubre de 1226 y será canonizado en 1228. Logrará una renovación de la fe cristiana. (Hace 801 años)
2 notes
·
View notes
Text
Ego,crimen e historias.
Hoy presentamos a “Pepa WEK”
Antes que nada voy a dar las gracias a Don Pepa por tomarse el tiempo de compartir sus opiniones y experiencias en esta serie de preguntas hechas a modo de entrevista , también le doy las gracias a todos los que están bancando la toma con la pagina ya sea dando like o compartiendo publicaciones o comentando la verdad que sin ustedes la pagina no seria nada , desde ya muchas gracias a ustedes y sin nada mas que agregar le damos pie a la entrevista.
¿Como empezaste a pintar graffitie?
Y en realidad a bocetear y dibujar eso del 2017/2018 porque un amigo de secundaria lo hacia y me empeso a llamar la atencion, despues para eso del 2019 arranque a pintar todo lo que veia sea pared, chapa, vidrio lo primero que se me crusaba era spot y nada mas.
¿Por que seguís pintando graffitie?
Sigo pintando porque ya basicamente es algo de mi, es como que me digas ¿y porque respiras? es algo que necesito como algo que quiero, tampoco la exagero en decir "si no pinto me muero" porque eh estado semanas y meses sin pintar pero siempre con una manija de encontrar algo en la calle o tener algo a mano y dejar una marca, mas la idea de viajar conocer otros escritores compartir tu experiencia que ellos teden la suya es algo inrremplazable, dejar algo que quisas dura años y cuando vuelvas sigue ahi, el decir bueno me voy a la concha del mono pero en la concha del mono ay alguien que te juna y podes conectar algo.
¿Que es lo que te queda por hacer?
Lo que me queda por hacer de apoco lo voy logrando, tratar de vivir de esto, tanto sea haciendo murales o vendiendo pintura, sobrevivir con lo que uno ya sabe.
¿Como haces para mantenerte activo a pesar de la fuerte crisis económica que se esta pasando por Argentina en este momento?
Por suerte me mantengo con una rotisería familiar,mas que también vender cosas de skate,así que a pesar de la crisis trato de pasarla lo mejor posible,mas que todo aumenta esta mas complicado comprarse algún tubo(lata), las brochas de hace un mes ya están en las ultimas pero por suerte la calle siempre avala.
¿Cual fue tu peor experiencia pintando?
La peor que recuerde fue en un evento de graffitie que realizaba un ex-miembro de mi crew , tubo un conflicto con una persona del lugar y habia llevado un fierro(arma)..una rre secuencia se armo , me meti a separarlos mientras el loco tenia el fierro(arma) en la mano , toda la gente que habia venido de zona sur ,norte y otros lados hasta acá zona oeste a pintar,se hicieron un viaje de mas de 3 horas para pintar y un boludo cago todo el ambiente por llevar un fierro y discutir. Por suerte no paso a mayores , solo piñas y puterio pero la cuento por mala experiencia porque fue un bajón que muchas personas de diferentes lugares tengan que presenciar eso.
¿Cual fue tu mejor experiencia pintando?
La mejor experiencia es la de viajar , conocer es algo que vale mucho la pena decir…bueno me voy a tal lado y en ese lugar hay alguien esperándote para pintar , conocer lugares que si no fuera por el graffitie no hubiera conocido , estar pintando y que alguien se acerque y te regale plata o algo para tomar , que solo por estar haciendo lo que te gusta te paren y te digan
¿cuanto cobras por eso? tengo una pared para que me pintes…experiencias únicas que solo por hacer graffitie se encuentran
¿Que es lo que se necesita para empezar a hacer graffitie ilegal en buenos aires?
Y…yo diría que nunca dudarla,ya que cuando dudas en hacer algo y la pensas en el tiempo que la pensaste perdiste,siempre ir con las ideas claras y pensar que si te atrapan o terminas en la comisaria son los gajes del oficio y nada mas.
¿Tenes proyectos a futuro?
Mi proyecto a futuro ya lo ando materializando , crear mi propio graffshop de escritores para escritores.
7 notes
·
View notes
Text
Capítulo 1 — Las reglas de la Casa
La tienda de alimentación de Gustav era un estallido de color en medio de la monotonía gris del barrio. Los estantes de madera pulida brillaban bajo la luz cálida de las lámparas de aceite, repletos de frascos y latas de todos los tamaños. Frutas y verduras frescas formaban pirámides coloridas en cestas de mimbre; sus tonos vibrantes (rojos intensos de tomates, verdes brillantes de manzanas, morados profundos de berenjenas) contrastaban con el blanco impoluto del delantal de Lars.
Trabajaba allí desde hacía poco tiempo. Lars solía ir al instituto de la zona alta de la ciudad, pero no le gustaba. Sus compañeros, los profesores… todos ellos lo hastiaban: sus preocupaciones le parecían ridículas; sus intereses, superficiales; sus actitudes, hipócritas. No congeniaba con nadie. Los estudios le aburrían. Tenía peleas cada semana por cualquier razón que él considerara valiosa. De esa manera podía dignificar aquel tiempo que, de otro modo, era un desperdicio inútil.
Así pues, se había ganado la fama de agresivo e intratable. Un día, simplemente, no pudo más. Se dirigió a la oficina de empleo en lugar de a clase y solicitó uno cualquiera. Le facilitaron la dirección de la tienda de Gustav. Pasó por allí poco después, le dieron trabajo y su vida mejoró de forma instantánea sin que él pudiera creerlo posible. Cuando comentó en casa que había dejado los estudios, lo acogieron con indiferencia. A él le asombró lo solo que había estado y lo fácil que hubiese sido tomar esa decisión mucho antes, pues a su madre no parecía importarle en absoluto.
Gustav, el dueño, era una figura imponente detrás del mostrador. Sus ojos, pequeños pero agudos, escudriñaban constantemente la tienda. Su sonrisa, amplia y llena de dientes grandes y blancos, parecía iluminar el lugar cada vez que saludaba a un cliente.
Tenía un infalible olfato comercial. En ese año 1943 que transcurría agitado, Suecia lidiaba con problemas de suministros y racionamientos. Para salvar esas circunstancias, desde hacía unas semanas, había habilitado una nueva cola para atender exclusivamente a los ciegos naturales o conversos que quisiesen hacer una compra en su tienda. Fue un movimiento genial, que había ideado en un segundo y aplicado con una fe desesperada, pues, a pesar de (o gracias a) la difícil situación, la competencia arreciaba.
Su fe en aquella idea era tal que había contratado un nuevo aprendiz, dedicado en exclusiva a ella. A Gustav le convenía: la Casa pagaba bien; por ello, sus empleados más implicados y, por lo tanto, con más responsabilidades y estatus, allí eran clientes preferentes. Y desde hacía tiempo, esos clientes eran fácilmente identificables porque, casi siempre que estaban fuera de la Casa, portaban la inevitable venda sobre los ojos. Tenían una capacidad económica muy superior al resto de los habitantes del barrio. Eran clientes golosos y el dinero que gastaban en la tienda era muy superior al de los demás. Por eso, aunque esa nueva cola estaba gran parte del tiempo vacía, tenía como contrapartida que exigía un extra de dedicación cuando algún cliente de esa categoría entraba a comprar. Debido a ello, Lars siempre prefería la otra, en la que, aunque siempre estaba atiborrada de clientes cansados y maleducados, no necesitaba mostrar un servilismo que, a su modo de ver, era humillante.
Al patrón Gustav no le importaba lo más mínimo el servilismo. Notaba que, día a día, de forma casi imperceptible, el número de conversos aumentaba. Y eso era algo en lo que fijarse. En los últimos años, el negocio había rozado varias veces el desastre y le había generado toda suerte de preocupaciones. Eso lo sabía poca gente; la mayoría solo veía su voz potentísima y su amplia sonrisa, en la que sus grandes dientes, como teclas de un piano, abrumaban a su interlocutor. Su impecable actitud de vendedor bocazas escondía una mentalidad muy aguda.
Ese era el aspecto del comercio aquel día: la cola normal estaba llena de mujeres que venían a comprar; la otra, vacía. De vez en cuando, llegaba un converso. Entraban del brazo de su lazarillo, por lo general, un muchacho que los guiaba (otra muestra más de su poderío económico), muy derechos y hablando muy alto. A pesar de que su labor en la Casa pudiera ser planchar o pelar patatas, se comportaban como si su rol fuese el de diplomático de un país extranjero. Aquello era algo que no sabía mucha gente; los trabajadores no decían cuál era su oficio allí, simplemente que trabajaban en la Casa. A veces, ni siquiera lo decían así. Era peor, más desvergonzado, afirmaban: «Pertenezco a la Casa». Jugaban con el prestigio que esta tenía en los alrededores.
Con aquella gente había ocurrido algo imprevisible: en algún momento de los últimos meses, un puñado de esos sirvientes habían permanecido con la venda en los ojos fuera de su trabajo (en su jornada laboral era obligatoria) cuando volvían a los barrios donde vivían. Habían adquirido esa costumbre como solidarizándose con sus empleadores y haciendo ostentación de su posición en la Casa. Habían tenido conflictos por ello en sus propios hogares: sus familiares señalaron como un exceso esa intención, los trataron de locos;: no obstante, en la Casa pagaban bien, entraba dinero, y la mayoría de esa gente sabía qué era la pobreza e incluso el hambre, así que habían transigido. No pasó mucho tiempo hasta que algunos de esos familiares, tras soportar la burla de sus vecinos, decidieron asumir ellos mismos la venda para señalar que abrazaban voluntariamente aquella condición, que no había nada malo o avergonzante. Que la renuncia valía la pena.
Lars observaba todo esto desde su puesto. Sus ojos verdes llenos de desdén apenas disimulado; su cabello rubio, siempre un poco despeinado, caía sobre su frente en mechones rebeldes, dándole un aire de perpetua irritación que se acentuaba cada vez que un converso entraba en la tienda. Gustav solía evitar que tratasen con él por eso, pero ese día no le había sido posible.
Los conversos eran fácilmente identificables. Además de las vendas que cubrían sus ojos (trozos de tela blanca impoluta que contrastaban con la piel de sus rostros), su porte era inconfundible. Caminaban erguidos, con una seguridad demasiado llamativa, y con sus ropas siempre impecables y de calidad visiblemente superior a la del resto de los clientes. Sus lazarillos, por lo general muchachos jóvenes con expresiones de aburrimiento mal disimulado, los guiaban con una mezcla de respeto y resignación.
La atmósfera en la tienda cambió de forma abrupta con la entrada de un converso particularmente arrogante. Lucía una vestimenta que recordaba a la de un monje. Su actitud de suficiencia y seguridad, exageradas en exceso, activaron un odio soterrado en Lars de forma inmediata.
—¿No tiene bastantes problemas como para añadir otro nuevo impidiendo a sus ojos hacer su trabajo? —le espetó Lars en lugar de un seco «Buenos días».
—¿Cómo dice? —El tono del recién llegado debió de poner sobre aviso a Lars, puesto que era el de alguien con autoridad y, por lo tanto, poder. Alguien con quien querría tener buenas relaciones.
—Olvídelo, ¿qué le pongo?
—Nada, usted no me tiene que poner nada, joven —afirmó el converso secamente.
Gustav vio su tienda cerrada y la angustia le hizo tomar una decisión. Sacó un pañuelo de su batín y, tras doblarlo, se lo puso sobre los ojos, atándolo con un nudo en la parte posterior de su cabeza. Salió despacio de la trastienda para evitar tropezar. Al entrar de esa manera, con un buscado efectismo, creó algo de desconcierto y la discusión cesó. El lazarillo susurró unas palabras al cliente, probablemente informando de la entrada del dueño y de su calidad de converso. Se trataba de un detalle importante, pues la venda era una muestra de respeto a la Casa y, por ello, generaba en la gente que provenía de allí una confianza instantánea por el ciudadano que la portaba.
—Le ruego disculpe a mi empleado.
—Es muy impertinente. ¿Cómo es posible que esté de cara al público? Venía a proponerle un negocio, pero creo que no llegaremos a un acuerdo.
Gustav se sintió helado de nuevo. Imaginó su comercio vacío y el material pudriéndose y acaparando polvo en el almacén. Entonces, despidió a Lars al instante, sin dudar. Le sorprendió la propia indiferencia, la rapidez con la que había adoptado una decisión que impactaba tanto en la vida de alguien. Culpó a la venda de tal facilidad.
—Hablemos.
2 notes
·
View notes
Text
Caja dos/Cristina Pacheco.
Muy querido Tomás:
Espero que te encuentres muy bien, ya recuperado de la caída–que por fortuna no fue grave–, tengas un ratito libre y paciencia para leer este mensaje. No te preocupes, esta vez no escribo para quejarme de mis enfermedades ni por los desaires que me hace mi ex cuñada Esmeralda, sino para contarte lo que me sucedió hace apenas una semana. Te juro que es de no creerse y yo misma, por más que lo pienso, como que no logro asimilarlo.
No estoy descubriendo el hilo negro cuando digo que para todos la vida es impredecible; nunca sabemos lo que nos depara, pero si acaso llegamos a enterarnos, de poco o nada va a servirnos la experiencia y sé por qué te lo digo. Me he pasado años alerta para defenderme de cualquier persona que aspirara a ocupar mi puesto, sin imaginarme que iba a llegar el día en que alguien o algo muy distinto –no sé cómo decirlo– iba a sustituirme sin tener que someterse a exámenes de conocimientos o llenar cuestionarios donde te preguntan si estás embarazada, tienes antecedentes penales, si has participado en actos terroristas, si eres adicta, si padeces alguna enfermedad congénita, si estás dispuesta a cambios de horario o plaza.
II
Ay, Tomás, acabo de darme cuenta de que llevo un montón de palabras escritas y aún no te he dicho lo que me sucedió. Entendería que borraras mi mensaje por encontrarlo tonto y, sobre todo, confuso. También a mí me lo parece, con todo y que antes de sentarme frente a la computadora traté de aclarar mis ideas y poner en orden los hechos tal como sucedieron, desde el lunes que me mandó llamar Lázaro al departamento de Recursos Humanos hasta la hora en que, cuatro días después, me quité el uniforme que nos dan en la empresa y lo devolví junto con mi gafete, me cambié los tenis por las zapatillas, recogí mi bolsa y caminé hacia la salida de empleados donde, gracias a Dios, sólo estaba El Negro.
El hombre no lo sabe, pero siempre le agradeceré que no me haya hecho ningún comentario y la manera en que me puso la mano en el hombro como para demostrarme que estaba de mi lado y me comprendía. Amable como siempre, se ofreció a abrirme la puerta, pero le dije que se esperara un momentito porque había olvidado algo en mi área.
Mentira: se lo dije porque necesitaba un pretexto para volver por última vez al lugarcito donde pasé nueve años de mi vida manejando la Caja Dos, sonriéndoles a los clientes y ocultando lo mejor posible los dolores de espalda. Se me han recrudecido, pero no por el cansancio de la chamba, sino por la tensión nerviosa que me provoca el desempleo y saber que ocupa mi puesto una má-qui-na. Leíste bien, Tomás: una máquina apenas un poquito más grande que la computadora que me vendió Esmeralda. ¿Pasas a creerlo? Yo, todavía no.
III
Bien sabes que nunca te miento. No necesito jurarlo para que me creas cuando digo que defendí mi puesto como loca, desde que Lázaro me dio la noticia de que la empresa ya no requería mis servicios hasta que nos despedimos. Oyéndolo sentía como si me dieran guantones en la boca del estómago, pero me sobrepuse y le pedí que intercediera por mí ante los jefes. Me contestó que era imposible, porque mi caso era apenas una parte de un programa muy amplio.
Rara vez hablo de mis problemas, pero ese día, con tal de conservar mi trabajo, le hice a Lázaro un resumen de mi situación económica: tengo una deuda con uno que presta dinero en mi colonia. Debo cuatro meses de renta y mi tarjeta está saturadísima. Arturo Emmanuel no me pasa ni un centavo para su madre y, por si fuera poco, mi sobrina la Yoyis está viviendo conmigo porque ya va a nacer su bebé, en la casa de su novio no quieren recibirla y en la de mi hermano tampoco.
Me dio vergüenza hablar de cosas tan personales, pero ya entrados en gastos, acabé por decirle a Lázaro lo que más me preocupaba: que por mi edad, con todo y la experiencia que tengo, ya nadie quiera darme trabajo. Entonces, ¿cómo voy a sostenerme? ¿Cómo voy a vivir? ¿Con quién me arrimo si en la familia el que no está quebrado está roto? Cuando pienso en el desempleo no creas que sólo me apuro por la falta de entradas, sino porque perderé a mis compañeros, el trato con personas que, a lo mejor porque no tienen a nadie más con quien hablar, me cuentan sus cosas mientras les hago su cuenta. Todas esas personas, ¿irán a tener con la máquina que me sustituya el mismo trato que tuvieron conmigo? ¡Ya no sé!
IV
No me quejo: Lázaro me oyó muy atento y cuando terminé dijo que comprendía mi angustia ante una situación tan nueva, pero que era un error de mi parte no entender que si queremos avanzar tenemos que hacerlo sirviéndonos de la tecnología y viéndola como nuestra mejor aliada en la conquista de nuevos horizontes.
El discurso habrá estado muy bonito, pero la verdad, no me sacó de mis preocupaciones. Se lo dije a Lázaro y él me contestó que debía sentirme orgullosa de pertenecer a la primera generación de trabajadores liberados por las máquinas. Si dejaba mi cerrazón me daría cuenta de que salí ganando, porque de ahora en adelante iba a disponer de tiempo libre para cumplir los sueños que sacrifiqué en aras del trabajo: viajar, asistir a clases, ver cine y teatro, pasarme horas en un museo, invitar a mis amigas a un viaje…
Estarás de acuerdo conmigo en que el panorama que me pintó Lázaro es maravilloso. Te juro que se me antojó vivir todas las experiencias de que me habló y hasta sentí que era posible hacerlo. En ese momento, no sé por qué, se me ocurrió pensar en la máquina que iba a sustituirme en la Caja Dos y me dio mucha risa. Lázaro me felicitó por mi nueva actitud frente a los cambios y me abrazó.
Antes de salir de su oficina me detuve a preguntarle si creía que con mi pensión iba a alcanzarme para mis gastos de siempre, viajar con mis amigas, inscribirme en una academia de pintura, hacer yoga, dedicarme al senderismo. Mi ex compañero sólo se me quedó mirando. Por la forma en que lo hizo, creo que recordó sus sueños fracasados. ¿Qué piensas tú de todo esto? Te abrazo y espero tu respuesta.
3 notes
·
View notes
Text
Década de 1890.
La nueva década atrajo prosperidad económica a la familia, el trato con la familia Merchant funcionaba correctamente, y Stella se ocupaba muy bien de los niños, quienes crecían debidamente, con excepción de la pequeña Ethel, la cual desarrollo un sistema inmunológico débil, y se pasaba enferma la mayor parte del tiempo.
Augustus atribuyó esa situación a la condición de la casa, si bien estaba ahora un poco mejor, no dejaba de crecer moho en las paredes. No obstante, no podía permitirse mudarse, al menos no aun.
Stella, acudía encantada al llamado de su hermano, lo que implicaba una gran carga, ella misma esperaba un bebe y, una vez que este llegara, no podría encargarse de sus sobrinos. Tendría un bebe propio por el cual velar, uno que le costo años poder procrear. En consecuencia, sin mas dilatación, decidió hablar con su hermano al respecto.
-Augus, creo que deberías buscar una nueva esposa, ya han pasado varios años.- inicio con prudencia. -¿De que estas hablando?, estamos bien así.- espeto Augustus. -Entiendo que Fidelia pueda hacer mas quehaceres ahora que es una niña y que los pequeños puedan realizar labores por si solos, pero tienes dos hijas, que serán mujeres, necesitan una madre. -Te tienen a ti.- Demando. -Si, me tienen, pero no es lo mismo. Comprende...- se interrumpió.- Estoy esperando un bebe y quiero dedicarme a el completamente, intentare encontrar una mujer para ti, ¿Qué opinas? -Lo pensaré.- emitió apesadumbrado.
Algunos días pasaron hasta que Augustus comprendió los motivos de su hermana, de todos modos, sabia en su interior que era verdad, su hija mayor se volvería una salvaje sin supervisión constante, de hecho, ya comenzaba a comportarse mal, sus hijos menores necesitaban afecto continuo, y era su hijo quien mas lo resentía.
El domingo, día que utilizaban para organizar los almuerzos familiares, decidió que era momento de disculparse con su hermana. Le había faltado el respeto de muchas maneras en su ultima visita, por lo que se prepararon y asistieron en familia.
Solían pasar todo el día en casa de su hermana cuando los niños eran mas pequeños, ahora los menores estaban por cumplir cinco años.
-Eh estado pensando en lo que sugeriste, siento mucho mi actitud. -Nunca eh querido ofenderte.- suspiro- Intentaba mejorar el ambiente, para ti y tus pequeños hijos. -Lo se, lo siento. Vine a decirte que estoy de acuerdo, si tienes a alguien en mente. Augustus no tenia idea, pero para ese momento, su hermana ya había escogido, incluso había movido sus hilos para concretar un encuentro, tenia la certeza de que su hermano aceptaría, era una persona sensata.
Para cuando volvieron a casa al atardecer, Fidelia había adoptado una pequeña gata, a la cual llamo Spoon.
El martes por la tarde, Stella había citado a su amiga de la infancia, Diana, a tomar el té. Su esposo había muerto hacia unos años y su matrimonio no había dejado frutos, por lo que considero que seria la mejor opción, dado su edad y situación.
-¿Disculpa?- expreso Diana, al escuchar tal planteo. -Lo siento, no intentaba ofenderte..-sonrió incómodamente.- Tan solo creí que, al estar en la adolescencia enamorada de mi hermano, aceptarías... Una carcajada resonó en el pequeño espacio. -Tranquila, claro que no es una ofensa, es una propuesta interesante...- sorbió un poco de té- Si el esta de acuerdo, estoy dispuesta. -De acuerdo.- sonrió enternecida.- organizare un encuentro. ¿Qué tal una cena?- ambas rieron.
El jueves por la noche de esa misma semana, Augustus dejo a los niños menores a cargo de su hija mayor, prometiendo que volvería temprano y se dirigió rápidamente a la casa de su hermana. Estaba emocionado y nervioso, no se había sentido así desde que le pidió la mano a su difunta esposa.
-Mucho gusto, ansiaba verte de nuevo.- Se presento, con algo de tartamudeo. -Igualmente, hace años que no nos ponemos al día.- Espeto, anhelante.
La cena transcurrió muy amena, Augustus encontraba placentera la compañía de Diana, hacia años que no sabia nada de ella, lo ultimo que se había enterado fue de la noticia de su boda.
No iba a mentir, se había convertido en una mujer hermosa, nada parecido a la niña con la que había tenido su primer beso. En poco tiempo se pusieron al día, resulta que Diana era autora, si bien no podía publicar sus obras por si sola, creaba entradas para autores (hombres) de mucho renombre. Algo que le había generado buenos ingresos desde que su esposo murió y le permitió vivir bien, siendo una mujer soltera.
Augustus estaba deslumbrado por la fortaleza de Diana, algo de lo que el estaba escaso en estos momentos. Probablemente ni siquiera haya desarrollado algún afecto con su difunto esposo, a diferencia de el.
La cena culmino tarde en la noche, su hija se enfadaría mucho con el, había prometido leerles para que vayan a dormir. Pero eso solo podía significar que todo había salido bien. Eligio despedirse a solas, logrando que su hermana no se entrometiera, y fue arremetido por una inquieta y agitada Diana.
-Siento mucho mi efusividad, me emocionaba mucho volver a verte, de hecho tenia grandes expectativas... -¿Pude cumplir esas expectativas?- pregunto, consternado. -Claro, incluso más.- sonrió, acercándose.
Hacia mucho tiempo que nadie besaba a Augustus, se sentía bien que sean unos labios que ya conocía, aunque en primera instancia eran inocentes, ahora la persona que se lo daba había cambiado, cautivándolo.
#ts4#ts4 decades challenge#ts4 gameplay#ts4 legacy#ts4 poses#ts4 simblr#gen 1#my sims#sims 4 decades#sims decades challenge#simsstories#sims 4 gameplay#ts4 1890s#1890ss#sims love#couple
2 notes
·
View notes
Text
Todos los días alguien lo intenta 🤗
30 de enero del 2023
A medida que he ido creciendo, hay muchos sueños que tuve que enterrar. Ya sea por falta de tiempo, recursos o porque simplemente cambiaron mis planes.
Pero de un tiempo para acá, he tenido que ir a buscarlos y desenterrar otra vez.
Porque a veces la vida se vuelve insípida, y cuando menos te das cuenta estas luchando por levantarte de la cama, tus días se resumen a cosas por hacer y sientes una constante insatisfacción y frustración con tu vida.
Pienso que tú y yo estamos hechos para más y si pudimos detectar el problema, también podemos hallar la solución.
Esto no es algo que se pueda dejar para después, necesitas hacer algo por ti ahora.
Mañana será tarde.
Solo porque vivir en automático se haya normalizado, no significa que esté bien. La vida es mucho más que estrés, deudas, enfermedad y sentimientos complicados.
Basta una decisión para cambiar tu rumbo.
No te preocupes que dirán los demás, después de todo, eres tú quien vivirá con las consecuencias de quedarte donde estás.
Ahora mira, hay veces en las cuales me desanimo por completo y quiero que la noche sea eterna, pero algo que me saca de ese estado es pensar que lo mejor esta al frente; hay muchas cosas que no he visto, he escuchado, he sentido o probado y están esperando por mí.
Por más bobo que suene, funciona para mi, porque vuelvo a soñar.
Y lo sé, ser adulto es una constante pesadilla.
Es como estrellarse de lleno con una puerta en pleno centro comercial. Debes reaccionar rápido al golpe, y continuar como si no hubiese pasado nada.
Como cuando pensábamos que cumplir nuestros 18 nos asegurarían una licencia de conducir, casa, trabajo estable, que nos gustara nuestra carrera... para luego, darnos cuenta que no necesariamente tendremos todas esas cosas, de hecho, en esta época tan inestable donde el país se está recuperando de una gran crisis económica a raíz de la pandemia, el tener aunque sea una de las cosas de allá arriba, es un milagro.
Pero hey, entre todo lo negativo, hay algo muy bueno que destacar, que es que ahora puedes llevar a cabo muchos de tus sueños. Porque tal vez no tengas tiempo, ni tanta energía como quisieras, pero cuentas con algo: la edad suficiente para poder decidir.
Elige sabiamente. También haz las cosas con amor, como para el Señor y cuida mucho tu corazón porque de él mana la vida.
Tus sueños son importantes (que la frase sea cliché no le resta valor) y si esta vida es la única que tienes ¿por qué no intentarlo? Después de todo, no vas a tener otra oportunidad.
Amix, hay muchas razones por las cuales no hacer algo, pero... ¿y si esta vez piensas en lo que puede salir bien?
Porque no vas tarde, cada segundo que pasa alguien está intentando algo nuevo.
Puedes tener 9, 15, 20, 50, 90 años y aun así poder cumplir tus sueños.
¿Y qué te puedo decir del dinero? Eso se recupera, ya que es un medio, no un fin.
Además, las ganas están sobrevaloradas, lo importante es tu voluntad para hacer las cosas.
Así que atrévete, porque ya tienes lo más importante: una oportunidad para intentarlo.
Frase de la semana:
Entonces, cuando me da miedo hacer algo, pienso:
<<Todos los días alguien lo intenta>>
Y hoy, ese alguien quiero ser yo.
xoxo, Criss
#todoslosdiasalguienlointenta#todo#entrada1#blogpositivo#animo#tu puedes#blog positivo#todos los días alguien lo intenta#entrada 1
6 notes
·
View notes
Text
EL RUIDO DEL RELOJ -Hobie Brown x Reader
---------------------------
CAPÍTULO 2: La púa
---------------------------
CAPÍTULOS: PRÓLOGO, CAP 1
---------------------------
---------------------------
---------------------------
Verano de 2023, 20 de julio 7 días para el cumpleaños de Khristina Salvatore Hora: 21:49
La cafetería estaba vacía y Khristina estaba recogiendo las últimas mesas cuando alguien entró. Quedaban cinco minutos para el cierre oficial, pero se suponía que debían empezar a recoger las cosas y apagar todo antes de echar el cierre.
Por la puerta pasaron las pesadas botas negras y el chico moreno que se había encontrado semanas atrás múltiples veces. Llegaba una guitarra colgando a la espalda, guardada en su funda también negra y con pines de diferentes colores pero temática agresiva. Tenía la misma expresión despreocupada y desinteresada que aquellas últimas veces. La diferencia era que no olía a tabaco ni estaba fumando... Ni se le veía esa vitalidad que emanaba durante el concierto.
-Estamos cerrando -le informó, caminando hacia él. Mientras, guardaba el paño mojado con el que limpiaba las mesas en el cinturón de su uniforme.
Sus ojos se encontraron rápidamente. Eran marrones, con algunos toques grisáceos, pero muy brillantes. Y grandes. Y rodeados de espesas pestañas.
-Hice el pedido hace unos veinte minutos por internet -comentó, y le enseñó en la pantalla del móvil la comanda desde la aplicación-. Para llevar.
Khris asintió lentamente, no muy convencida.
-Deja que pregunte en cocina. Quédate aquí.
Se alejó de él y fue hacia la cocina. Tuvo que cruzar la puerta con el cartel de PRIVADO y adentrarse en el pasillo con diferentes puertas. Abrió la que llevaba a la cocina, mucho más cercana, y entró. El olor de la carne friéndose y las patatas la saludaron. El cocinero que siempre se encargaba de la cocina tres días a la semana la saludó en cuanto la vio desde su posición. Khristina le explicó la atención rápidamente.
-¿Ya ha llegado? Dile que tardaré diez minutos como mínimo -le explicó, y luego frunció el ceño a la vez que sacudía la freidora con las patatas friéndose-. ¿Cómo ha llegado tan rápido? Literal que solo han pasado cinco minutos.
Khristina no se metió en donde no la llamaban. Volvió hacia donde estaba el chico de la banda -tenía que inventarse cada termino para referirse a él, y acabaría renovando el diccionario- con la respuesta fresca. Seguía en la misma posición que antes.
-Se ha retrasado -dijo. A un cliente no se le podía llevar la contraria, fuera quien fuese esa persona-. Debes esperar unos minutos.
-Cómo no.
Pese a su comentario, se sentó de buena gana en una de las mesas y sacó el móvil, seguro, para decírselo a sus amigos. Khristina se alejó sin añadir nada más. Siguió limpiando lo que quedaba en la mesa que antes había ocupado y se encargó de poner la señal de "CERRADO" antes que cualquier otra persona interrumpiera. Seguía escuchando la televisión de fondo cuando le llamó la atención el tema que estaban contando.
"-La Ley de Vivienda, propuesta por el Ministerio de Interior, ha sido rechazada por gran parte de los diputados republicanos y demócratas. Esto dejaría las encuestas de la semana pasada algo perjudicadas, ya que se suponía que la gran mayoría iban a estar de acuerdo."
Se trataba de una Ley que favorecía a la clase obrera y familias de inmigrantes recién llegados para conseguir una vivienda digna gracias a subvenciones del gobierno. También se hablaban de ayudas económicas y becas para estudios. Su beca iba a depender de esa Ley. Y si tenía esperanza de que se la dieran por los ingresos de su familia, la habría ayudado de más a conseguirla para pagar la mayoría de sus estudios en Relaciones Públicas. Ahora, con la negativa del gobierno, solo le quedaba rezar y creer en Dios o en quien fuera para que se la dieran a ella y no a otro con mejores o peores condiciones. Al menos, si fuera en peores condiciones que las suyas no podría enfadarse y lo entendería.
Pero si tardaban tanto... ¿No significaba eso que se negaban a dársela? Khristina pensó en lo peor que podía pasarle. No pagar la mitad de los gastos que necesitaba tanto para sus estudios como para ayudar a su familia. Empezó a ver todo negro.
-Fascistas -escuchó que decía el chico. Era sorprendente cómo para verlo tanto no se sabía su nombre. ¿Cómo diablos ponía en la púa?
Khristina miró hacia la mesa. La estaba mirando fijamente con aquellos enormes ojos marrones. Y se estaba comportando como sinvergüenza. Estaba apoyado contra la pared, encogido entre la mesa y el asiento, y con una pierna estirada sobre el resto de asientos.
-¿Te gustó el concierto? -le preguntó de repente. Pilló por sorpresa a Khristina.
-No era mi estilo, pero no estuvo nada mal -se sinceró al respecto.
El chico sonrió descaradamente.
-Cómo no.
-¿Sabes responder a algo más que no sea eso? Hay más vocabulario, por si no sabes.
Su sonrisa cambió. Ahora estaba siendo un obstinado.
-¿Algún problema con eso? -preguntó finalmente.
Solamente se encogió de hombros sin darle más importancia.
-Muchos con la sociedad, pocos contigo. ¿Debería tenerlos?
"Pues no lo parece", le quiso responder, pero ya le pareció demasiado. Khristina lo analizó en silencio. No parecía la misma persona que cuando estaba en el escenario tocando... O tal vez sí. Todas las personas mienten por algún motivo, pero ese chico, fuera cuando fuese su motivo, no tenía ninguno para hacerlo.
Khristina rebuscó en los bolsillos del pantalón que llevaba por debajo del delantal sin apartar los ojos de él. Él tampoco lo hizo.
-Se te cayó esto el otro día -
-Mmm... ¿Eres una ladrona?
Khris sonrió.
-Nunca haría algo como eso.
-Una pena -comentó-. Tendrías que buscarte un apodo y tengo algunos que quizás te sienten bien.
-Muy gracioso -respondió-. Dime alguno.
En ese momento, la voz del cocinero llamándola los interrumpió. Él miró por encima del respaldo del asiento mientras ella iba directamente a por el pedido. Tomó las dos bolsas por las asas, pero
-¿Puedes ir luego a llevarle algo de comida a Lexie?
-¿No puede venir ella?
-Está muy enferma y me preocupa que le haya pasado algo -le confesó, bastante preocupado por su compañera-. Iría yo pero tengo que ir al hospital a ver a mi abuela...
Khristina asintió, sin más remedio. No iba a joderle una visita familiar a un compañero por muy poco que se conocieran por un capricho. ¿Qué más tenía ella que hacer? Su padre trabajaba turno doble aquella noche y su padre ya estaría acostado o tumbado en el sofá viendo alguna de esas películas del Oeste cutres de los 70 y los 80. Lexie no había ido esa tarde-noche porque estaba enferma, según su jefe.
-Iré.
Su compañero se lo agradeció, y volvió corriendo a la cocina a por lo que le tenía que llevar nada más ese chico se marchara.
-¿A dónde tienes que ir?
Al escucharlo pegó un bote en el sitio.
-¿Sabes? Empiezas a ser muy molesto. No puedes aparecer de la nada así.
Él solamente sonrió con arrogancia. Rápido como él solo consiguió meterse en medio de las bolsas y de ella y hacerse con el pedido. Khristina lo miró entre sorprendida y enfadada. ¿Acababa de quitarle su trabajo?
-¡Al menos dime tu nombre! -exclamó, por fin.
El chico la miró unos segundos, para luego volverse y agarrar las bolsas con una mano. Con la otra, sacó la cartera y de ella asomaba un billete de veinte que le dejó en el mostrador. Khristina apenas le prestó atención.
-Adivínalo -le dijo, y no entró en más detalles. Empezaba a marcharse por donde había venido. Se dio cuenta en el había conseguido guardarse las manos en los bolsillos.
El chico salió por la puerta. Siguiendo el camino calle abajo, por donde las ventanas y el local continuaban, la silueta de él emergió de nuevo entre la oscuridad. Las farolas iluminaban esa calle cuando él pasó por debajo de ellas. Descarado como él solo, le hizo el mismo gesto que la última vez antes de abrirle la puerta; dos dedos sobre la frente y luego en su dirección, esta vez como despedida.
La estaba vacilando. Sí, era eso, le estaba tomando el pelo para hacerla rabiar. ¡Y lo estaba consiguiendo! Estaba consiguiendo hacerla comportarse como una niña pequeña cuando tiene un berrinche. "Adivínalo", le había dicho, y se lo repitió varias veces sin creérselo. Y era probable que no volviera a verlo. Una parte de ella, esperanzada, esperaba algo como eso para no volver a vérselas con otro como él. ¿Y si llegaba alguien peor? Esa era la otra parte, haciéndola dudar de sí misma.
Excepto porque la púa seguía sobre la mesa.
-------------
Hora: 22:42
El apartamento de Lexie estaba unas calles más arriba del local. Bajar de su casa y llegar al trabajo no le era complicado, en los días que estaba sana, claro. Cuando estaba enferma o tenía las complicaciones de cada mes, era una misión imposible. Y seguía siendo una mierda aunque viviera en el apartamento de arriba del local. A una chica no se le molestaba con esas cosas.
¿Lo malo? No era de los barrios más seguros. Y menos por los callejones por los que tenía que meterse uno para llegar antes al otro lado. Y esos barrios siempre eran de los peores... Sus callejones siempre eran famosos por sus atracos. Y Khristina no podía tener peor suerte.
No se dio cuenta de que la estaban siguiendo hasta que notó el tirón en el costado.
-¡Que nos lo des!
Khristina era muchas cosas. Criada en una familia pacífica, con padres hippies que aún seguían acudiendo a las manifestaciones de su grupo cuando podían y la causa lo exigía, estudiante de Relaciones Públicas en una Universidad Pública aún a la espera de una beca... Pero no una idiota.
Entonces, uno de ellos se giró de golpe. Como un perro cuando le llamaba la atención algo o lo sorprendía en el acto. En un abrir y cerrar de ojos, el tipo estaba contra la pared y con los ojos cerrados. Una masa blanca lo envolvía desde el cuello hasta la parte por encima del ombligo. A Khristina no le dio tiempo darse cuenta de lo que estaba pasado hasta que escuchó un ruido. Un ruido metálico.
-Spider-Punk...-balbuceó desorientado el tipo que estaba atado. Su compañero se volvió rápidamente hacia donde pensaba que había venido el golpe. Khristina miró también, pero no había nada a parte de una escalera de incendios.
-Ese cabronazo otra vez... No puedo dejar que me detengan -cogió el antebrazo de Khristina y tiró de ella. Khris se quejó con un alarido de dolor, pero a él no le importó lo que estuviera haciendo. Siguió caminando-. Vamos, coño.
El chapoteo de sus botas y el de sus zapatos planos resonaba con el eco en las paredes de ladrillo del callejón. Una rata pasó corriendo entre los cubos de basura arrastrando con ella los objetos con los que se chocaba. El ruido de una lata arrastrándose pareció asustar al tipo que la sujetaba.
-Hermano, no voy a detenerte Que de eso se encargue la pasma, ¿entiendes?
Un ruido algo más fuerte, como si estuvieran caminando por encima de ellos sobre alguna superficie metálica tal vez. Khristina levantó la cabeza. Una sombra se cercanía sobre ellos.
-Hagamos esto rápido -dijo, crujiéndose los dedos de las manos y estirándolos-. Tengo unas movidas que atender en vez de esta mierda del caballero azul.
"Mierda", pensó al instante. Había escuchado de ese personaje más veces de las que lo había visto en las noticias. Personalmente, nunca lo había visto en persona.
Pero ahora comprendía el apodo. Tenía el mismo estilo que un metalero desquiciado en un mundo que establece las normas de absolutamente todo. Y era delgado, muy delgado, y muy alto. Debía de superar el metro noventa, y más con las plataformas con cordones azules que llevaba. Debajo de su atuendo, el disfraz de cuerpo completo que lo relacionaba -o debía de relacionarlo- con el primer nombre, de una tela roja carmesí. La camiseta azul desgastada cubría su pecho, así como una chaqueta vaquera sin mangas. A sus espaldas llevaba una guitarra... Lo más característico eran las puntas sobre su cabeza
La policía había hecho numerosos llamamientos al orden en televisión, radio y periódicos pidiéndole que dejase ese trabajo de "justiciero", como preferían decirlo, a los verdaderos expertos. Tanto escándalo para intentar sofocar una rebelión que ellos mismos se estaban buscando con ese tipo de noticias. Su padre, en las pocas veces que lo veía enfadado, solía insultarlos por
-¿Quién coño eres?
-Un héroe, supongo, muchos me llaman así y otros deciden que soy un arrogante que hace el trabajo de los demás, así que no dejo que nadie me llame héroe.
Al tipo no le dio mucho tiempo a reaccionar cuando dos finos hilos acabaron contra él, uno golpeándola la cara y otro la pierna. Khristina chilló por la sorpresa. El hombre seguía apretando su mano, como si su vida dependiera de ello. Una maraña aún más gruesa salió con intensidad en su contra golpeándolos a ambos. El hombre acabó en el suelo con un ruido seco en la cabeza y ella aún atada a él, envuelta en una viscosa masa espesa desde la parte interior de la muñeca hasta las puntas de los dedos.
Khristina lo miró sin saber qué decir.
Ni tampoco entendiendo a qué se refería con todo ese discurso. Lo único que comprendía era que, contraria a su idea, no era un héroe común. Bueno, eso lo demostraba después de haberla pegado a la pared y atado la mano contra el cubo de basura. Con... lo que fuese. No quería pensar en eso.
Sin nadie que le impida hacer lo que quiere, el enmascarado tomó el bolso del suelo y... empezó a buscar en él. Khris le gritó algunos insultos de más, pero de nada sirvió cuando él la estaba ignorando. Sacó la mano con algo en ella. Khristina contuvo un insulto.
Miró hacia la púa. El pequeño objeto brillaba con la luz de la luna entre sus dedos. Los movía como si fuera un juguete más para su colección. De repente, algo pareció llamarle la atención.
-Bonito nombre el de tu chico -empezó a decir-. ¿Ya os habéis comprometido? Oh, el amor.
¿Eh? Khris arrugó el ceño.
-No sé de qué hablas.
-Oh, entonces no es tu novio. Mejor, la fila para casarse en el juzgado es muy grande y la de la Iglesia más -ahora, la miró hacia ella. Apretó la mano donde tenía la púa-. Y el Estado solo quiere controlar la vida de los demás con esa mierda horripilante.
-Eso no es algo que un héroe tendría que decirle a otra persona -habló-. Suena más como el discurso de un villano.
Se encogió de hombros, sin darle mucha más importancia al tema. En vez de eso, se llevó una mano enguantada por la misma tela del traje al cuello y se arrancó uno de los adornos que lo envolvían. El metal de algunas chapas cayendo al suelo resonó e hizo eco. Aquello solo consiguió asustarla más.
Empezó a acercarse a ella, las botas con cordones azules golpeando el suelo y algunos charcos, sumándose a la mezcla de ruidos del lugar. La púa pasó de una mano a otra, y en un segundo por el fino hilo plateado de la cadena. Le rodeó la cabeza con los brazos. Ambos brazos. Olía a sudor y a cuero.
-¿Qué...?
Pero ya lo estaba haciendo. Incluso si se revolvía más, él conseguía ganarle territorio. Khris estuvo por morderlo, pero tampoco sabía a qué juego estaba jugando ese chico.
-Mucho mejor. No tienes cara de saber tocar la guitarra, así que mejor llevarla en el cuello -le ató la cadena en la nuca.
Al alejar los brazos, dejó que una de sus manos pasara por el cacho expuesto de su piel hasta la punta de la púa. El recorrido en sí la estremeció, como si se estuviese tomando su tiempo, saboreando el momento de cercanía entre sus cuerpos. Y la lentitud con la que lo hizo fue horrorosa. Se quedó mirando, o eso parecía, el brillo de la púa ahora en un collar alrededor de su cuello. Al soltarla y empezar a alejarse, la púa quedó sobre sus pechos.
Un momento, ¿se estaba yendo? ¿Se estaba yendo mientras la dejaba ahí atada y a la interperie? Khristina intentó ir hacia él para atacarle, pero el peso de la telaraña sobre su mano era pesado y parecía aprisionarla aún más.
-¡No puedes hacer eso! -le gritó.
El héroe enmascarado se dio la vuelta con gracia al moverse, haciendo girar al completo su cuerpo sobre el peso de una pierda y la otra adelantándose. La miró de pies a cabeza...si es que podía ver algo con esa mascara ceñida.
-Mira lo que hago.
-Eres un cabronazo.
-Sip, lo seré. Cuando te la quites ten cuidado, a veces se enreda más.
Y se fue, dejándola a ella sola en el callejón y con una mano pegada a la pared de un cubo de basura.
---------------------------
#hobie brown x reader#hobie brown x you#hobie brown x y/n#hobie brown#atsv hobie#across the spiderverse
14 notes
·
View notes