#PICABAN
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@sayuriiz — ‘ no hay... razón en el mundo que pudiera haberme llevado a pensar que tú querrías llevarme flores ’ admite, tras pensarlo por un momento; quizá había asuntos demasiado complicados en su mente que lo llevaban a ni siquiera sospechar que cualquier persona, fuera sayuri o alguien con quien acostumbrara tener una mejor relación, pudiera querer visitar una tumba con su nombre. ‘ obviamente vas a vivir más que yo, pero lo consideraría un triunfo de mi parte, en realidad ’ le contesta, presionando sus labios en una fina línea; a juzgar por lo que le ha dicho la última vez, ambos parecen tener ideas similares sobre eternidad. decide acomodarse en el suelo, también, de frente a pequeña tumba que ahora asume de un completo desconocido. ¿estarían molestando allí con su presencia, o no existiría en verdad una eternidad después de la muerte definitiva? ‘ mi mejor amiga de toda la vida ’ comenta, con la mirada puesta en malezas que sólo tarda un momento en decidir arrancar, entreteniéndose con eso. ‘ quizá el tener que visitarla aquí es el castigo que merezco por pensar tantas veces en que fuera a la inversa ’ reconoce egoísmo en sus ideas, pero fue precisamente por ello que optó por apartarse de ella e impulsarla a tener una vida lejos de él. claramente, no salió como él mismo habría esperado. la mira con curiosidad después, preguntándose si se arrepiente de la idea de haber pensado en asesinar a su sire — por un momento piensa que podría ser que en verdad no le gustaría verla muerta, pero a medida que avanza en su relato, ya no está tan seguro. ¿sería el referirse a ella como una bruja una manera de demostrar cariño, para sayuri... o habría otra cosa que la lleva a arrepentirse de sus deseos? ‘ tal vez asume que tarde o temprano regresarás ’ se le ocurre, mientras vuelca su atención en hierbas que ahora rompe con sus dedos, sólo por distraerse con algo. ‘ no te convirtió hace mucho, ¿no? tal vez a sus ojos todavía eres alguien que no sabe cuidarse por cuenta propia ’ sugiere, teorizando sin muchas pruebas para apoyar sus ideas. sólo recuerda que mencionó la edad que debería tener y lo que debería estar haciendo si no hubiera recibido el abrazo, motivo por el que descubrió que es más joven de lo que habría imaginado. ‘ ¿dónde has estado durmiendo? ’ pregunta primero, observándola, y después comprueba alrededores con la mirada, preguntándose si algún espacio del cementerio le ha servido de refugio temporal. ‘ no sé si dormir en ataúdes ayude mucho a lidiar con esa crisis existencial sobre ser un vampiro ’ sonríe por su propia broma, volviendo la mirada hacia ella. ‘ te puedo prestar un sofá si necesitas donde quedarte, el único requisito es que sepas lidiar con el pelo de gato ’
“¿en serio? que cosa tan extraña para prometer entre vampiros…” supone. pero la mayoría de ellos ni siquiera hablarían de la muerte y ahí estaban, quien era ella para juzgar. “un poco egoísta también, tal vez me gustaría traerte flores en su momento, después de todo soy más joven, se espera que te sobreviva” sólo una broma tonta de su parte, tratando de ser irónica con todo el asunto, como si ambos siguieran vivos cuando no era así. con una ceja levantada, inclina la cara hacia un lado mientras le mira. se sienta mejor en el suelo, también, decidiendo aquel era el mejor sitio para conversar. “así que es algo más que una mala afición, eh. un..." ¿qué dirías en una situación así? “¿un viejo amigo está aquí? o — ¿cuál es la razón? debe ser importante para ti para permanecer en japón a pesar de todo lo que está pasando” tiene que preguntar, incapaz de atar cabos ella misma, pero lo suficientemente curiosa como para querer escuchar más sobre esta historia que trajo lo que ella percibe como melancolía al rostro de daeul. también se da cuenta de que ambos no saben relativamente nada el uno del otro a nivel personal. y ugh, casi se estremece al recordar ese plan suyo, así que levanta los brazos de repente para cruzarlos frente a ella. “no lo digas otra vez, por favor” suplica. “yo... sí, yo no lo hice, ni siquiera la vi desde entonces. me... escapé” sonaba tan tonto. como una cosa de adolescentes. ¿era realmente una adolescente rebelde ahora? que cosas. en su vida habría imaginado tal cosa. más pruebas que ya no era quien supo ser. “esa noche... después de nuestra charla y de todo lo que había pasado, tenía muchas cosas en la cabeza y quería estar sola” tal y como dijo, conversación persiste en mente. “así que deambulé un poco, escondiéndome. la gente del príncipe no me dejó ir muy lejos. pero aún no ha pasado nada, lo que me incomoda porque no sé si la bruja me está buscando o qué tiene en mente” no espera que él entienda del todo la situación, pero da suficientes pistas para indicar que su sire es malas noticias sin desvelar toda la historia. y realmente no tenía ni idea de cómo seguía paseando libre tras días de ausencia. “la cosa es que no quiero volver y…” presiona sus labios en una línea recta, encogiendo sus hombros. "todo es una mierda, yay." @daeulj
#sayuriiz#tw no los perciban parte 2 ahr#algún día sayuri se enterará de q si le picaban las orejas era por culpa de este
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
summary:
Alana Lomelí tiene todo lo que alguna vez soñó: Un best selling en Latinoamérica, un departamento en España y un novio para compartir sus triunfos, sin embargo, todo cambia una noche, cuando su actor favorito le confiesa que ella es su autora favorita.
Or
En donde Enzo y Alana se encuentran el uno al otro cuando ambos estaban perdidos.
Inspired by high indelity and tolerate it de taylor swift.
tw: infidelidad por parte de enzo y protagonista, uso de alcohol y otras drogas, smut eventual. La mayoría de la escritura será en lenguaje neutro, una disculpa de antemano si utilizo modismos incorrectos:).
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Capítulo 1.
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—Muchas gracias por todo—dice Alana amablemente mientras le abre la puerta a Julieta, su estilista de confianza.
—Gracias a ti—dice ella—. Ya sabes, si se te empiezan a soltar las ondas…
—Dejo que lo hagan y no meto mato—termina la oración, recordando como en el último evento al que asistió, arruinó su peinado intentando componer un rizo suelto.
—Eso es—dice riendo—. Mucha suerte hoy.
—Vale, gracias—le responde cerrando la puerta una vez se marcha del departamento.
No necesita suerte.
No la necesita porque no está nominada a ningún premio, no tiene que presentar artistas o entrevistar gente que no conoce, simplemente se dedicará a ver una premier de una película independiente, beber alcohol gratis y comer palomitas, un viernes bastante apetecible a decir verdad.
Hace dos años y medio que se mudó a Sevilla, antes de eso, nunca había visitado Europa, y la primera vez que lo hizo, se quedó.
Nunca se hubiera imaginado viviendo en España, fuera de su país y fuera de su familia, pero todo cambió cuando le ofrecieron un nuevo trabajo a Sebastián.
Sebastián era su novio desde hace largos cuatro años, se conocieron precisamente por el trabajo, cuando él fue el encargado de editar su libro de fantasía, el chico hizo un trabajo impecable, como de costumbre, y el libro terminó siendo best selling en Latinoamérica, cosa que hasta el día de hoy, Alana encontraba como algó impactante y maravilloso.
Decidieron separar su relación del trabajo, por lo cual el resto de libros de la saga (otros tres en total) fueron editados por otra colega, eso no fue impedimenta para que el resto de los libros fueran igual de aceptados que el primero, actualmente, Alana era una de las autoras más proclamadas del habla hispana, firmando contrato con una editorial que le daba libertad de escritura, escuchaba sus opiniones y conseguía que asistiera a eventos divertidos: la premier de una película underground en el teatro más grande la ciudad.
Después de quemarse las pestañas durante cuatro años, consiguiendo de alguna manera escribir un libro por cada uno, Alana decidió tomarse unas vacaciones, aún así, sus dedos picaban por seguir creando, por lo cual actualmente se dedicaba a leer y corregir los manuscritos de Sebastián, el cual había decidido escribir su propio libro a la par de editar para otros autores, para este punto, a Alana le parecía un poco irónico todo el asunto, pues cuando acordaron separar el trabajo de su relación, no pensó que eso significaría leer los cientos de relatos sin terminar del chico mientras que él no se dignaba a leer nada de lo que ella hacía, pero no quería culparlo, sabía más que nadie que su novio se encontraba lleno de trabajo hasta las narices, y cuando no lo estaba, él mismo buscaba encontrarse en aquella incómoda situación.
—Me da mucha pena no acompañarte hoy—dijo Sebastián viéndola desde el marco de la puerta mientras que ella terminaba de aplicarse la última capa de rubor, Alana hacía su maquillaje para todos los eventos a los que iba, era una de las cosas que más le apasionaba, sin embargo, su rebelde cabello sólo podía ser domado por Julieta, por lo cual la mujer siempre trabajaba en su melena mientras que ella se maquillaba.
Alana hizo una mueca mientras lo veía por el espejo, Sebastián llevaba la misma camisa con la que se había dormido y un short de ejercicio, unas profundas ojeras decoraban su rostro y su barba estaba mal afeitada, los últimos meses habían sido así, Sebastián se la pasaba más tiempo en su propio estudio del departamento que a su lado, nuevamente, Alana no quería culparlo, pero no pudo evitar sentir una punzada de coraje en su pecho, no era el hecho que Sebastián hubiera decidido no acompañarla a la premier, era el hecho de que nuevamente había decido no pasar tiempo con ella, Alana hubiera cambiado su costoso vestido (prestado, claro) y sus lujosas joyas (rentadas) por quedarse en casa aunque sea viendo una película con su novio, llevaban meses sin pasar tiempo juntos y sin hacer otra cosa actividad recreativa que no fuera hacer el desayuno o las compras del supermercado.
—No pasa nada—mintió devolviendo la mirada a su reflejo, al menos se veía guapa—. Sé que estás ocupado.
—No tienes idea, creo que acabo de escribir lo mejor de toda mi vida—dijo emocionado, Alana le sonrió sinceramente, ignorando el hecho de que el chico decía eso cada vez que escribía un nuevo capítulo para el thriller que se encontraba creando.
—Estoy segura que sí, cariño—dijo ella viéndose por última vez y tomando su pequeño bolso de la cama.
—Sabes que al menos te llevaría al teatro, pero…
—Estás ocupado—lo interrumpió—. Ya lo sé.
Sabía a ciencia cierta que Sebastián mentía, hace tres semanas, Alana se había despertado en la madrugada por unos horribles retorcijones en el abdomen, unos mariscos le habían caído pesado y la chica vomitó una cantidad de veces que ni siquiera sabía que eran posibles para el cuerpo humano, cuando buscó con su brazo a Sebastián en la cama no lo encontró, y cuando le pidió que si por favor la podía llevar al hospital mientras él se preparaba un café, él le dijo que tomara un taxi.
Porque claro…estaba escribiendo lo mejor de su vida.
Sebastián apretó los labios apenado, al menos tenía la decencia de fingir importancia, sabía que cuando dejara de hacerlo, sería el quiebre para ellos.
A veces se sentía que estaban en la cuerda floja, pero ella no podía simplemente tirar cuatro años de relación a la basura, se había mudado a un jodido continente desconocido por él, eran el apoyo del uno al otro, en la extraña y retorcida manera de Sebastián.
O tal vez Alana era tan estúpida como para quedarse en un lugar donde ya no sentía bienvenida por el simple hecho de sentir miedo a estar sola.
—Te esperaré despierto—le aseguró él dejando un pequeño beso en su mejilla, al menos Alana sabía que eso sí era verdad.
—De acuerdo, ya llegó el taxi—dijo ella viendo su celular.
—Diviértete.
El viaje hacia el teatro fue tranquilo y la llegada fue más explosiva de lo que imaginaba, el lugar estaba repleto y desde la calle había una especie de alfombra roja donde le obligaron a caminar, Alana no era famosa en el mundo del cine pero ciertamente era conocida, adoraba el séptimo arte y aunque fuera un sueño bastante loco, le encantaría que alguna vez llevaran alguno de sus libros a carne y hueso.
Había celebridades de todo tipo, ella se tomó fotos con los que conocía y admiraba y le sonreía a los que no, la presentación de la película fue bastante emotiva (como suelen hacerlo) y al finalizar la transmisión, comenzó la fiesta.
Alana no dejó mostrar su incomodidad mientras se paraba en uno de los pilares del teatro y tomaba una copa de champagne, era introvertida, por lo cual no solía hacer muchos amigos en eventos como estos, pero no podía negar que se estaba divirtiendo, la película había resultado medianamente buena, adoraba la comida de cine y el alcohol le sabía delicioso.
—¿Alana Lomelí?—un acento bastante dulce y diferente al español que había estado escuchando durante toda la noche la sacó de sus pensamientos, ella se giró a ver al protagonista de aquella melodiosa voz e inmediatamente se ahogó al verlo.
Literalmente se ahogó: el champagne se fue por el orificio equivocado, quemando su vía aérea, comenzó a toser tan fuerte que algunas personas la miraron con preocupación y vergüenza ajena, el actor levantó su mano, como indicando que estaba por tocarla y después comenzó a palmear su espalda.
¿Qué mierdas hacía Enzo Vogrincic evitando que ella muriera asfixiada?
¿Y por qué mierdas sabía su nombre?
¿Y por qué mierdas era jodidamente guapo?
—Perdón si te asusté—se disculpó con una tímida sonrisa una vez que ella dejó de toser y abrir la boca como un pez fuera del agua, sentía lágrimas en las orillas de sus ojos y su garganta aún picaba un poco, un frío recorrió su espalda una vez que la enorme mano de Enzo dejó de tocarla, quién sabe si había sido su intención, pero sus palmadas habían sido fuertes aunque efectivas.
Y seguramente las ondas que le caían por la espalda ya estaban arruinadas.
Y por primera vez, no le importaba que Julieta la regañara si llegaba a ver las fotos.
—¿Me hablas a mí?—preguntó ella sintiéndose estúpida apenas las palabras abandonaron su boca, se golpeó la frente mentalmente.
—Ehh, sí—dijo él riendo, ¿qué siempre estaba feliz?—. Al menos que exista otra Alana Lomelí por aquí—dijo él levantando las cejas como escaneando el lugar.
Para este punto de su carrera, Alana ya estaba algo acostumbrada a conocer gente famosa, pero nunca se le había pasado por la mente encontrarse con su jodido actor favorito y mucho menos que él supiera de su existencia.
—Perdón—se disculpó nerviosamente—. Es que wow, soy en verdad una gran fanática tuya.
El chico le sonrió dulcemente y se llevó la mano al pecho, como si su corazón se hubiera llenado de la confesión de la chica, ella no pudo evitar sonreír estúpidamente.
Dios, qué bueno que había aceptado venir.
—Lo mismo digo—dijo él—. Me leí la saga completa de arco de sangre, uff—expresó resoplando al final.
Alana parpadeó varias veces, los recuerdos de los años anteriores invadieron su mente rápidamente, ella escribiendo en su habitación hasta la madrugada, en la biblioteca de la facultad después de sus exámenes, en casa de Sebastián una vez inició con el manuscrito del segundo libro, todo tomaba sentido cuando la gente le decía que en verdad leía lo que escribía, que habían tenido un buen tiempo haciéndolo, incluso cuando la odiaban por matar a sus personajes favoritos, ahora en este mismo instante, mientras Enzo Vogrincic le decía que se había leído la saga completa, todo tomaba sentido.
Sintió la sangre subir por sus mejillas y un calor extraño en el vientre, tuvo que bajar la mirada a su copa, usualmente no se sentía intimidada por la gente, pero Enzo estaba parado ahí, con su cabello largo perfectamente peinado pero despeinado, con una piel reluciente y bronceada y un perfecto traje, se dio cuenta que sus ojos eran más claros que en las fotografías o en vídeos, la cámara no le hacía justicia para capturar la belleza y aura que emanaba.
—Vengo siguiendo tu trayectoria desde años, desde el teatro hasta el cine—le informó rápidamente, sintiéndose como una adolescente que acababa de conocer al cantante de su boyband favorita, Enzo le regaló una sonrisa que mostró todos sus dientes y de pronto se sintió como si se encontraran solos en el lugar y no estuvieran repletos de gente y flashes de cámaras.
—Sos mi escritora favorita de habla hispana, sos una genia—dijo él abriendo sus ojos, Alana sintió un tirón en su corazón al escuchar esas palabras, Enzo jodido Vogrincic le había llamado genia.
Ya podía morir en paz.
—Esto significa muchísimo para mí, muchas gracias—agradeció y dio otro sorbo de champagne, sintiéndose agradecida de que el coraje líquido estuviera haciendo su efecto.
—¿Conocés a Rodri de hace mucho?—preguntó él casualmente, Alana supuso que el chico se refería a Rodrigo Saltz, el director de la película que acababan de ver, Alana cayó en cuenta que estuvo sentada durante más de tres horas en el mismo lugar que Enzo Vogrincic sin tener idea alguna al respecto.
—No realmente—respondió sinceramente a decir verdad, no conocía a nadie del electo o staff de la película, había asistido únicamente porque Maricia, su agente, la había invitado—. Pero soy muy fan del cine, desde que me mudé acá he estado asistiendo a este tipo de eventos.
—No sabía que te encontrabas viviendo acá, sos de México, ¿cierto?
—Sí, ya voy para dos años viviendo acá, me mudé por el trabajo de mi novio.
—Ah, qué interesante—respondió él inclinándose en el muro y entregando su completa atención—. ¿Escribe también?
—Sí, algo así—respondió—. Fue el editor de arco de sangre y ahora se encuentra trabajando en su primer libro.
—¡Ah! ¿Editó toda la saga?
—No, sólo el primer libro—informó, se sentía culpable, pero hablar de Sebastián de pronto le aburría.
—El segundo es mi favorito—informó él para después tomar una copa de la bandeja que un mesero iba pasando, Alana inclinó la cabeza con gesto de curiosidad al escucharlo—. ¿Qué?—preguntó al notar la reacción de la chica.
—No te creo—respondió ella, el segundo había sido su libro favorito al escribir, pero también había sido el menos aclamado por el público y el que peores reseñas tuvo (dentro de las tantas buenas) incluso se pensó cancelar la saga completa, pues por un momento pensó que a la gente no le había gustado tanto por haber sido editado por una persona diferente y no Sebastián.
—Es verdad—dijo él—. Fue donde más protagonismo le diste a Luther, que por cierto, es mi personaje favorito.
Alana no pudo evitar morderse el labio inferior, Luther era el protagonista masculino de su saga.
Dios, Enzo no tenía idea alguna…
—¿Sabes? Casi cancelo la saga entera precisamente por ese libro—dijo ella alzando su copa.
—Nah, no te creo—dijo él con el mismo tono que ella había empleado momentos atrás.
—Te lo juro—respondió—. Al público no le gustó mucho.
—Estás jodiéndome, a ver, que tengo ese libro en mi GoodReads y sé que a la gente le encantó—gritó pues la música era alta y los cientos de voces se mezclaban entre su conversación—. Yo mismo le di 5 estrellas, la reseña estará por ahí si la buscas.
Nota mental: Buscar la reseña de Enzo apenas llegara a casa.
—Bueno, tal vez tenía algo de problemas para aceptar las críticas cuando recién inicié—confesó, precisamente por eso no le ponía mucha atención a las reseñas, no le tomó mucho tiempo en darse cuenta que Enzo emanaba una confianza que te hacía querer hablar hasta los codos.
O tal vez era el alcohol y ese estúpido traje negro, la imágen de Sebastián le picó en el fondo de su mente pero ella la empujó, no tenía nada de malo que estuviera conversando con su actor favorito, ¿cierto? Era de esas oportunidades que se presentaban una vez en la vida, además, Enzo estaba siendo jodidamente amable y para nada le hablaba con otras intenciones, además, Alana le hizo saber inmediatamente que se había mudado al jodido continente por el trabajo de su novio.
—Yo era igual al principio—dijo él asintiendo—. Cuesta, pero uno se termina acostumbrando y a la larga aprendés a bloquear los malos comentarios y sacar lo bueno de las críticas constructivas.
—Debe ser más difícil para ti—apuntó ella—. Tú cara literalmente está en la pantalla grande o enfrente del público, yo oculto mi rostro detrás de letras, la mayoría de la gente que está aquí no tiene puta idea de quién soy—dijo ella aliviada, le gustaba ser reconocida, pero no amaba los reflectores.
—¿Qué va?—dijo él rodando los ojos—. Cualquiera que haya comprado un libro tuyo te verá en la contraportada—rió—. Pero entiendo a lo que te refieres.
—¿Tú conoces a Rodrigo de hace mucho?—preguntó cambiando un poco la dirección del tema.
—Sí—dijo—. Precisamente estoy trabajando con un amigo de él, andamos filmando acá, entonces ya llevo unos meses viviendo en España.
—¿Cómo te trata el país?—preguntó ella, España era hermosa, pero el cambio le había parecido brusco al inicio.
—Eh, me gusta pero me asusta—dijo él—. Por eso cuando noté a la primera latina del lugar corrí hacia a ella—dijo él para después darle un trago a su copa, Alana se sintió sonrojar, ciertamente se sentía agradecida de que Enzo se le hubiera acercado, ella probablemente hubiera muerto del coraje si se hubiera dado cuenta que Enzo estaba en el mismo lugar que ella y ella no había tenido idea alguna.
—Gracias, la verdad este lugar estaba ahogándome, no conozco a nadie, digo, no es como que te conozca a ti, supongo que ahora sí, bueno tú entiendes, gente latino, digo latina—sacudió la cabeza—. Y así—habló rápidamente, Enzo soltó una carcajada, para ser una escritora, Enzo parecía robarle el sentido de las palabras.
—Qué tierna que sos—sonrió él, Alana sintió la necesidad de darle un abrazo, pues aunque precisamente acababa de conocerlo hace unos instantes, llevaba años siguiendo su trayectoría, le admiraba de demasiado, sin embargo, antes de que se atreviera a acercarse más, llegó un hombre con una gigantesca cámara.
—Enzo, ¿una foto con Alana?—preguntó el hombre captando la atención de más presentes, inmediatamente personas comenzaron a acercarse.
—Claro, claro—dijo él llevando su brazo delicadamente sobre los hombros de Alana, ella sonrió y posó para todas las fotografías.
—¿Se conocen de mucho?—preguntó un reportero, Enzo se giró a verla y rió, Alana apretó los labios.
—Lo acabamos de hacer pero llevo leyéndola años atrás—respondió él.
—Y yo llevo viéndolo años atrás.
Flashes resplandecieron ferozmente, pero ellos mantuvieron la mirada fija sin borrar sus sonrisas.
No tenían idea de que sus vidas no volverían a ser las mismas.
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Shhh, es un secreto
Pareja: Neteyam x Reader
ADVERTENCIA: escritura oscura | violencia | sangre | fluidos | obscenidad | situaciones incómodas |
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Capítulo 8
" COLAPSO "
Neteyam no dudó en tomarte en sus brazos y obligar a su ikran a ir a toda velocidad hacia el laboratorio. Sus manos se aferraba a ti trayendo a su mente la primera vez que te conoció, la misma situación. Tú aferrándote a tu vientre suplicando por tu bebé, suplicando porque lo salvaron mientras te desangrabas.
Neteyam en ese momento era lo menos que le importaba, pero ¿ahora...? Ahora se sentía morir, sentía que su corazón era arrancado ante la idea de tu muerte. Cuando vio a su madre encima tuyo con el cuchillo en su mano sintió que su mundo se volvía pequeño. La desesperación por llegar a ti lo más rápido posible lo consumía a cada segundo y cuando pudo estar cerca tuyo no dudó envolver protectoramente tu cuerpo mientras que sus ojos miraron a su madre fijamente, alerta ante cualquier movimiento de la Na'vi, dispuesto a sacar las garras si era necesario.
Eras su pareja.
Neteyam se había apareado contigo escogiendo pertenecerte, aunque un tiempo lo estuvo negando no dudó en aceptar lo que le deparaba el destino cuando abrió su corazón a ti.
Eras totalmente distinta, tal vez la cultura era completamente ajena a ti y por supuesto que estabas en mucho más peligro que ellos. No eras una Na'vi, no creciste en Pandora. Había tantas cosas peligrosas y más grandes que t��, las cuales podrían matarte si se llegaba a descuidar un segundo, incluyendo a Neteyam en eso. Su principal preocupación deberías ser tú y te había desprotegido, había dejado que su madre te hiciera daño y eso lo estaba hundiendo.
La sangre en sus manos era un horrible recordatorio de su nula capacidad de protegerte.
Cuando llegó al laboratorio golpeó con fuerza la puerta. Norm abrió de golpe, ya esperándolo con una camilla, observó a los médicos correr y llevarte a un cuarto mientras que tú seguías llorando y suplicando por tu bebé.
Un bebé.
Neteyam caminó hacia donde te habían llevado con pasos lentos. Sus manos picaban, teniendo recuerdos vagos de lo que hizo estando ebrio. Podía sentir como su respiración se volvía inestable conforme se acercaba a la pequeña habitación, no lo había pensado... Un bebé, un bebé suyo.
Los recuerdos del cadáver del primer bebé invadieron su mente y de repente se sintió aterrado de que algo así pasará con algo que era de ustedes dos.
Neteyam se sentó en el suelo de ese frío laboratorio. Las paredes blancas comenzaron a abrumarlo llenando su mente de tus alaridos dolidos. El Na'vi ocultó su rostro entre sus rodillas deseando que toda esta situación acabe, esperando a que tú volvieras a sus brazos pronto y lograrás calmar la ansiedad que comenzaba a invadir su corazón. Deseaba que todo esto fuera una horrible pesadilla.
Estuvo unas horas ahí. Sin moverse ni un milímetro esperando a que dijeran algo sobre ti. Norm le daba agua y le entregó una máscara de oxígeno, Neteyam solo asentía en agradecimiento mientras que Norm hablaba con su padre por el intercomunicador.
Escuchó algo de prohibir a Lo'ak entrar al laboratorio.
Cuando su padre apareció no estaba Norm, así que fue directamente hacia él haciendo que Neteyam sacará su rostro de entre su escondite. La mano de su padre tocó su hombro intentando confortarlo, el muchacho de trenzas pudo ver la mirada preocupada del mayor haciendo que una punzada atravesará su pecho.
Neteyam lo miró con ojos desesperados.
----Perdón, y-yo debí quedarme a cuidarla, esto es mi culpa yo-
----Ey, ey muchacho. Tranquilo, esto no es tu culpa ---- interrumpió su padre. Jake cerró sus ojos suspirando pesadamente, cansado ----. Tu madre odia a los humanos, le hicieron daño y tú hermano... ¿Cómo no te diste cuenta de eso?
----¿Qué?
---- De Lo'ak y (T/N)... ---- él aún lo miraba sin entender, su padre apretó la mandíbula. Mirando el suelo sin saber cómo decirlo ---- Ella y tú hermano se estaban cortejando. Lo'ak se niega, pero hay tantas pruebas.
Neteyam apretó la mandíbula, sus hombros poniéndose tensos cuando su padre aseguró sin dudar de las intenciones de Lo'ak contigo. Podía imaginar cuan decepcionado estaría su padre si descubriera quién realmente es el que te está cortejando.
----Tal vez Lo'ak está diciendo la verdad ----. Hablo Neteyam, apretando los puños sintiendo como su mandíbula dolía.
---- No hijo, las cosas que Lo'ak hacía en forma de cortejo. Todas están en la carpa de ella ---- Jake se levantó de su lado ---- incluso Tuk confesó ver en las noches a su hermano levantarse y salir de la gran hamaca.
La cola de Neteyam se movió ansioso. Comenzando a sentir como se alteraba poco a poco.
---- Lo'ak pudo salir a ver a la chica Na'vi con la que se la pasa últimamente ----. Intentó justificar a su pequeño hermanito ganándose la mirada incrédula de su padre.
----¿Porque intentas defenderlo tanto? ---- señaló Jake con su ceño fruncido.
Neteyam se levantó del suelo de golpe, dando unos cuantos pasos hacia su padre. Su cola se movía irritada y sus orejas gachas demostraban que estaba totalmente alerta.
----¿Porqué nunca puedes creerle? Ellos simplemente no podrían estarse cortejando mutuamente a espaldas de todos.
----Tu hermano y ella fueron varias veces al bosque solos.
Neteyam soltó una risa sarcástica.
Jake alzo sus cejas sorprendido. La actitud de su hijo mayor era tan nueva para él, el que mostrará sus colmillos y levantara la voz contra él era una gran falta de respeto y por supuesto esa risita.
Toruk Makto estaba negando ver lo que estaba pasando, aunque las señales fueran tan claras.
----¿Qué mierda fue eso?
Neteyam estaba al borde. Toda esta situación ya lo tenía de los nervios alterando la química de su cerebro y ahora tenía que soportar que su padre llegara y asegurara que tú y su hermano han estado saliendo a espaldas de todos.
Tú salías con él. Tus noches eran con él, todos tus días siempre fueron con él y si, tal vez Neteyam no te daba regalos tan obvios como los de su hermano, pero tú y él ya estaban un paso más adelante. Que tú estuvieras en peligro desangrandote en una habitación lo estaba alterando lo suficiente como para destrozarlo lentamente. Él estaba aquí esperando por ti. No nadie más.
Solo él.
Abrió su boca, listo para por primera vez cuestionar la autoridad de su padre pero fue interrumpido por un estruendoso sonido.
La puerta se abrió.
La discusión fue ignorada, ambos se centraron en el médico el cuál miraba hacia arriba con una mueca de cansancio.
---- Ella está estable. La herida ya está sellada y está recibiendo transfusiones de sangre ---- ella masajeó su cien ----. Si seguimos con estas sesiones la pobre chica quedará mal.
Jake se acercó un pasó. Su mirada inexpresiva observando al médico.
----¿El bebé?
Neteyam miró fijo a la doctora, sintiendo como su boca se secaba ante la horrible espera.
Ella negó.
Neteyam soltó un suspiro tembloroso, sintiendo como por un momento sus piernas se debilitaron.
----No hay ningún, bebé. ---- ella hojeó la libreta en sus manos ----. Pudo haber sido un ataque de pánico debido a la sangre y la herida en su vientre. Fue justo como la vez pasada, deberían usar esto a su favor si quieren saber de dónde viene la chica.
----¿Qué? No ----. Negó Neteyam de inmediato ---- eso es cruel.
Jake lo miró.
----Si esto nos ayuda a proteger al clan...
----Señor, eso-
----Neteyam.
Apretó la mandíbula de la rabia, ignorando a su padre para ir directamente hacia ti.
----Me quedaré aquí. Yo la vigilaré por la noche.
Neteyam se adentró al cuarto, observando cómo un mascarilla descansaba encima de tu boca, dabas pequeñas respiraciones subiendo y bajando tu pecho con tranquilidad. Su mano tomó la tuya observándote en silencio mientras apreciaba tu rostro.
Neteyam nunca podía verte de esta forma, tan tranquila y serena. Siempre eras la última en quedarte dormida y la primera en despertar, recibiendo a Neteyam con una suave sonrisa. Estuvo ahí un largo rato, permitiéndose cerrar los ojos al escuchar tu pulso en aquella máquina, durmió a tu lado esperando a que decidieras abrir tus ojos para volver a pasear por el bosque o simplemente platicar de cualquier cosa.
Cuando abriste los ojos miraste el cielo brillante de Pandora. El sonido de animales desconocidos acariciaban tus oídos con dulzura, podías sentir como la máscara que te brindaba oxígeno se apretaba a tu rostro manteniéndote tranquila recargada en aquel árbol. Tus ojos estudiaron tu cuerpo totalmente curado con curiosidad, podías notar que ya no había heridas abiertas, simplemente la ropa rasgada debido a los ataques de viperlobos. Estabas tan en calma pese a casi haber muerto ayer y ser herida de gravedad.
Pero te sentías tan bien en ese punto que simplemente ignoraste la rareza de la situación.
Miraste a tu alrededor observando con cuidado como una de esas medusas voladoras flotaba frente a ti haciendo que sonrieras y uno de tus dedos intentara tocarla siendo interrumpida por una voz desconocida.
Tus ojos se dirigieron rápidamente hacia aquella dirección colocándote en posición de ataque ante la nueva presencia.
----Sigues viva ----. Murmuró perplejo el Na'vi frente a ti.
Lo miraste confusa, sin dejar de observar aquellos ojos verdes los cuales no se despegaban de tu persona, totalmente alertas ante tu presencia. Tus ojos comenzaron a estudiar al alien frente a ti, admiraste sus trenzas tomadas en un cola, las grandes líneas de pinturas recorriendo todo su pecho y ese gran mancha de ceniza color negro alrededor de sus ojos, esta vez el Na'vi llevaba una gran capa color negro, estabas segura de que era la piel de un thanator y recordabas en algún rincón de tu cabeza haber escuchado que está vestimenta era usada por el Olo'eyktan de cierto clan al que habían estado vigilando estas semanas.
----¿Cómo un idiota de tu clase pudo sobrevivir al bosque de Pandora?
Tu cabeza se ladeó, tus ojos demostraban la extrañeza al poder entender cada una de las palabras que el Na'vi te decía. Cuando te dejó ir recordabas no entender nada de lo que te decía y estabas segura de que él no hablaba inglés.
----¿Idiota...? ---- saltaste en tu lugar cuando lo observaste elevar su arco.
-----Bueno, te advertí que no te dejaría ir una segunda vez si te volvía a ver. Me dieron muchas bajas en mi clan, escoria de humano.
---- ¡E-espera yo-
Ambos guardaron silencio cuando la pequeña medusa flotó entre ustedes, sus miradas atentas en sus movimientos hasta que las enormes hojas de una planta que crecía a tu lado de forma poderosa te rodeó lentamente, cubriéndote de la vista del Na'vi que te amenazaba con una flecha. Diste unos pasos hacia atrás debido a la sorpresa, tu mano ya estaba preparando tu cuchillo para cualquier emboscada. Lanzaste un ataque cuando la hoja frente a ti se alejó bruscamente. Atacaste sin cerrar los ojos observando cómo tu cuchillo atravesaba la mano de aquel Na'vi. Él no hizo mueca alguna de dolor sino que siguió mirándote fijamente con su ceño expresando la molestia que le causaba tu presencia, su mano tomó tu muñeca mientras que la mano que era atravesada simplemente se aferraba a tu mano, dejando escurrir la sangre por su brazo.
Su frente se pegó a la tuya causando que tú corazón bombeara más rápido, ansioso por la cercanía del guerrero, sus ojos verdes miraron profundamente los tuyos y jurabas que estabas sintiendo como tus orejas comenzaban a calentarse debido a lo intimidante de su mirada.
---- Eywa y sus extrañas señales...
Murmuró cerca tuyo. Frunciste tu ceño sin entender a lo que se refería.
----Vendrás conmigo, humana.
----¿Qué? ¡No! ---- forcejeaste intentando alejarte lo más lejos de aquel Na'vi pretencioso ---- ¡Intentaste matarme!
---- Y tú mataste a varios de mi familia ---- él devolvió. Sonrió burlón ante tus intentos por sacarte de su agarre ---- sin tu arma eres totalmente inútil, eh.
Apretaste tus labios con furia, alejando tu rostro de él para estampar con fuerza tu frente contra la suya causando que el Na'vi te soltara masajeando su frente debido al dolor. Ahí es cuando aprovechaste a huir de aquel tipo, un gran grito de festejo Na'vi se expandió por todo el bosque, justo el que gritaban cuando daban inicio a una cazería, aquello provocó que tu mente entrara en pánico y eso evitó que dejaras de correr, estaba tan cerca de ti y el sonido de su voz haciendo llamados raros te alteró. Justo cuando estaba a punto de alcanzarte abriste los ojos.
El techo blanco nuevamente se hacía presente. Giraste tu rostro encontrando a un Na'vi que tomaba tu mano con fuerza, como si estuviera ansioso por estar a tu lado. Al parecer sintió tu movimiento porque te miró en cuestión de segundo y poco después te abrazó con fuerza. Su voz hacía eco en tus oídos acariciando todos tus sentidos con suavidad haciéndote tranquilizar.
Era tan cálido, que no lo entendías... Lagrimeaste recordando la sensación de cariño que siempre te brindaron aquellos brazos después de haberte sentido abandonada. Tus manos se aferraron a su espalda dejando que te consolara con suavidad.
Tus sentidos poco a poco se fueron aclarando, podías sentir sus manos acariciar con delicadeza tu espalda mientras su otra mano tomaba con fuerza tu mano temblorosa.
----Está bien, bebé. Estoy aquí, estoy contigo --- susurraba con tanto amor que dolía.
Dolía pensar que todo esto era falso y era su forma de aprisionarte eternamente a su lado.
Ska'anekx era tan cruel cuando lo deseaba ser.
----Perdón, perdón... Perdí al bebé, perdí al bebé, Yawne.
Escuchaste como su corazón se aceleraba contra tu oído ante el apodo. Él era tan cruel, casi podías asegurar que esté Na'vi estaba tan profundamente enamorado de ti como tú de él.
----Está bien, cariño. Esta bien, tranquila no fue tu culpa ---- confortó con suavidad dejando un suave beso en tu cabeza.
Abriste los ojos aún llorando, sintiendo un vuelco en tu corazón sabiendo que tu Yawne nunca hacía eso, por más destruida que estuvieras él jamás te cuidaría con palabras suaves.
Él tomaría cualquier oportunidad de reclamarte, podías oír su voz retumbar en tus oídos.
"por no dejarte cuidar nuestro bebé está muerto".
No te consolaría al menos que estuviera a punto de irse por un tiempo y quisiera mantenerte en la aldea mientras no estaba y aquellos pensamientos eran aterradores porque sabías exactamente lo que significaba.
Abriste tus ojos aterrada ante la idea de dejarte de nuevo sola, sola con Maikte y su desquiciado clan.
----¡Ska'anekx no me dejes, por fa-!
Tus palabras fueron cortadas por unos ojos amarillos lagrimeando. La lucidez volvió a tu mente, la imagen de Ska'anekx desapareció de tus recuerdos y ahora podías ver quién era el Na'vi que te estaba consolando realmente.
----Neteyam... ---- tus manos se aferraban a sus mejillas negando rápidamente intentando borrar el nombre que acababa salir de tu boca ----. No, no, no yo no-
----Está bien, está bien tranquila ---- él sonrió besando tu labios tan suave y lento que envió escalofríos por todo tu cuerpo ---- No importa. Yo estoy aquí, (T/N). Solo eso importa ahora.
Asentiste cuidadosa, dejando que Neteyam se aferrara a tu cuerpo besando con cuidado tu hombro, tus manos jugaban con su cabello intentando hacerlo olvidar, olvidar que realmente no estabas tan entregada como él a ti y que en tus pensamientos aún vivía aquel hombre del pasado.
---- Pensé que mi madre iba a matarte.
Neteyam apretó más el abrazo cuando sintió como tú cuerpo comenzaba a temblar.
----¿Porqué comenzaste a gritar por un bebé? ---- preguntó Neteyam cuidadoso, acariciando tu espalda cuando sintió que tus hombros se tensaban ---- no debes decirme sino quieres.
----Solo... Solo recordé a mi bebé ---- murmuraste con la voz temblorosa, recordando a tu pequeño niño que no sobrevivió ---- perdón, si te hice pensar... Otra cosa.
El soltó un suspiro pesado escondiendo su rostro en tu cuello.
---- Está bien, cariño ---- Neteyam tragó pesadamente sintiendo como su pecho dolía ante el siguiente pensamiento ----. ¿P-puedo...? ¿Puedo saber quién es el padre?
Tomaste aire temblorosa. Aferrandote a su mano. Tu rostro se escondió en su pecho y suavemente negaste, temerosa a su reacción, sin embargo, solo obtuviste sus labios besandi tu hombro con cuidado.
---- Está bien, tranquila.
Neteyam era tan bueno y correcto, tan abrumador y reconfortante que te preguntabas porqué Eywa no te hizo encontrarte con él en lugar de Ska'anekx, tal vez todo sería distinto para ti.
Te aferraste a Neteyam, alejando tu rostro para robarle un beso al cuál correspondió suavemente. Tus manos se aferraron a su cabello intentando juntar sus cuerpos con desesperación. Necesitabas que apretara tu cuerpo y te hiciera olvidar todo.
Tu lengua intentó adentrarse en su boca siendo interrumpida cuando Neteyam se alejó del beso con suavidad observando tus ojos preocupados, sin entender tu cambio de actitud tan repentina.
---- Por favor, no me rechazes ---- suplicaste, besándolo de nuevo ---- por favor, Neteyam.
Tus manos fueron a su taparrabos intentando desatarlo de manera desesperada. Neteyam negó, tomando tus manos con cuidado separando tus labios de los suyos. Pegó su frente con la tuya persiguiendo tu mirada con sus ojos desesperados.
---- ¿Qué sucede, (T/N)? ¿Que ocurre, cariño? ---- preguntó, notando como tus ojos intentaban mirar a todos lados menos a él ---- Hablame, (T/N). Por favor.
Sollozaste, dándote por vencida ante su voz. Ante la forma en la que te cuidaba.
----Duele, quiero que deje de doler ---- lo miraste a los ojos suplicante ---- haz que deje de doler, por favor.
----¿Dónde duele, cariño? ---- repitió preocupado mirando tu cuerpo en busca de heridas.
Tu mano llevó la suya a tu pecho, llorando cuando sus ojos amarillos te miraron con dolor.
----Por favor, duele... Hazme olvidarlo, por favor ---- tomaste sus mejillas entre tus manos --- Haz que deje de doler, Neteyam. Te lo suplico.
Neteyam asintió, sintiendo como su corazón se destrozaba poco a poco ante tus lamentos.
----¿Cómo hago que deje de doler, bebé?
---- Lastimame.
Su rostro se arrugó con tristeza al oír esas palabras salir de tu boca.
----No puedo hacerlo.
----Porfavor Neteyam, por favor hazme sangrar, por favor. Hazme olvidarlo
Él negó desesperado, tomando tu rostro entre sus manos.
----No puedo hacerte daño, no me pidas que te haga eso.
Neteyam ahora lo entendía. Todas la veces que lo miraste esperanzada cuando fue brusco contigo, cuando hablo borde, cuando fue cruel. Entendió porqué nunca te alterabas o hacías muecas de dolor cuando su mano era demasiado brusca contigo.
El Na'vi decidió que sus manos te abrazarían con fuerza, intentando darte confort en su brazos para que dejaras de tener esos pensamientos autodestructivos. Dejó que tu cabeza se pegara a su pecho mientras que su espalda se recargaba en la pequeña cama donde te había dejado.
----Lo siento, perdón. No puedo hacerlo.
Toda la noche sollozaste en su pecho hasta que te quedaste dormida en sus brazos. Por primera vez desde que se conocían, Neteyam fue el último en quedarse dormido y el primero en despertar.
Nadie los interrumpió.
Su padre no se adentró al cuarto y la doctora no volvió para hacerte en chequeo. Todos dejaron que Neteyam se encargará y se hundiera en tu presencia, sintiendo un poco de tranquilidad cuando supo que estabas bien.
Cuando Jake se presentó al día siguiente él y Norm se quedaron quietos ante la imagen de Neteyam mirándote fijamente acariciando tu cabello.
----No dejaba de llorar ---- aclaró sin mirarlos.
Jake se acercó a su hijo haciendo una mueca de pena al ver sus enormes ojeras.
---- Deberías ir a dormir, muchacho.
Él negó.
---- Puede despertar en cualquier momento y volver a llorar.
----Yo y Norm estaremos aquí, ve a dormir Neteyam --- intentó convencer su padre. El volvió a negar ahora dándole una mirada de lado.
----Seria lo mismo que dejarla sola.
Jake sully abrió sus ojos con sorpresa ante la respuesta de su hijo. Miró a Norm quién solo subió sus hombros confundido.
La preocupación del Olo'eyktan comenzaba a verse en sus facciones, porque se había negado tanto a ver ciertas señales y su hijo estaba haciendo que sus sospechas se volvieran reales.
Neteyam soltó un suspiro mientras tallaba su rostro.
----Lo siento, estoy cansado... Fue una noche muy pesada ---- Neteyam miró a la medico que iba a revisar tu herida. Él se levantó de tu cama dándole espacio.
La mano de su padre se colocó en su hombro intentando brindarle paz.
Aunque también podía sentir la incertidumbre de su padre ante su actitud contigo. Miró al suelo mientras la mirada de Jake cada vez penetraba más y más su nuca, lo comenzaba a poner de los nervios que nadie hablara.
----Jake ---- llamó la doctora llamando la atención de todos ----. Ya que estamos más tranquilos y con cierto nivel de privacidad. La muchacha tiene mordidas recientes, también hay rastros de actividad sexual.
----¿Qué? ---- su padre se acercó rápidamente ---- ¿Cómo lo sabe?
---- Tuvimos que escanear su cuerpo bajo la maquinaria para buscar heridas internas. Hace poco fue su cirugía por la perdida de bebé, debíamos asegurarnos. ---- ella levantó tu vestido mostrando tu piel desnuda a todos ---- Estás marcas de aquí, son más rojas que cafés además de que su vagina mostraba heridas internas.
Neteyam sintió la rabia recorrer todo su cuerpo cuando ella hizo aquello sin más, estaba seguro de que iba a alejarla de ti de un tirón de no ser por que abriste tus ojos de golpe, pateando el estómago de la doctora para cubrirte de inmediato y hacerte un ovillo en la esquina de la cama.
----¡No me toques, Skxáwng!
----- ¡Ey, ey tranquila! Somos nosotros, mírame ---- habló su padre moviendo las manos frente a ti, sonriendo para que volvieras a relajarte ---- Solo estaba revisando que no estuvieras herida.
Por alguna razón tus ojos miraron con rabia a Jake. Tus hombros se habían vuelto tensos y lo único que hacías era mirar a Toruk Makto con enojo.
Neteyam se preocupó, intentando acercarse hasta que la mano de su padre se estiró señalando que se quede quieto.
----Ayer fue un día duro, niña. Debíamos revisar que la herida no estuviera abierta por tus movimientos mientras dormías.
---- No soy idiota. "Son mordidas recientes" ---- el silencio se extendió en toda la habitación Jake apretó la mandíbula ante eso ---- ¿Cuidarme? Si has mantenido a tu hijo pegado a mi para sacarme información, Toruk Makto.
---- Eso es muy malagradecido por parte de alguien que se ha quedado en mi clan, alimentándose y durmiendo bajo un techo ---- reclamó el Olo'eyktan, mirándote con su entrecejo fruncido.
Te levantaste acercándote a él amenazante.
---- No mientas, no te preocupas por mi. Solo quieres averiguar a quien pertenecía mi bebé y después de asegurarte de que no sea nadie de tu clan me echarás a mí suerte. Solo te preocupas por los Na'vi, por eso traicionaste a toda una raza.
Él se levantó de golpe. Un siseó salió desde lo más profundo de su pecho, alejándose cuando Neteyam se interpuso entre ustedes dos, manteniéndote detrás de él para protegerte de su furioso padre.
----Señor, debes cálmarte. Es... Solo está enojada ---- habló suavemente preparado para cualquier ataque de su padre.
Por tu parte te sentías desesperada. El terror recorría cada centímetro de tu pecho y el recuerdo de Ska'anekx estaba presente en cada rincón de tu mente. Necesitabas que hicieran algo, que alguien arrancara de tu pecho la imagen de ese Na'vi, necesitabas que tú cuerpo ardiera, que tus huesos rompieran, que tú garganta quemara para olvidar.
Entonces hiciste lo que mejor sabías hacer.
Provocar.
Pinchar hasta obtener lo que necesitabas.
----¿Que necesitas saber, Toruk Makto? ---- tu mano recorrió el pecho de Neteyam mientras que una sonrisa burlona aparecía en tu rostro cuando besaste el cuello de su hijo ---- ¿Quieres la descripción gráfica de como ellos me devoraron?, ¿Qué te hace pensar que solo fue un Na'vi?, ¿Qué tal si fueron varios en diferentes momentos?, ¿Qué harías Toruk Makto, si uno de ellos resultará ser uno de tus hijos?
Neteyam se paralizó al sentir tus manos rodearlo desde su espalda, su cuerpo comenzaba a reaccionar a tu toque burlón y tus labios en su cuello. Sus ojos miraron ansioso a su padre, pudiendo sentir cómo su cuerpo tembló al ver la oscura mirada del Olo'eyktan.
Neteyam observó como su padre se lanzó para atacar y él no dudó en lanzarte a un lado protegiendote de su enorme padre quien ya estaba siendo consumido por la rabia.
----¡Corre, (T/N), corre! ---- gritó Norm empujandote fuera de la habitación cerrando la puerta mientras dentro se escuchaba el desastre y los gritos de Toruk Makto.
Tu respiración se aceleró cuando escuchaste como Norm y Neteyam le gritaban al Olo'eyktan que se calmara. Tus oídos captaron unos pasos pesados cerca de la puerta y aquello fue tu señal para comenzar a correr. Saliste a toda velocidad de la pequeña área. Empujando a varios avatar los cuales solo sonreían ante la extraña escena, pronto cambio cuando veían a un Jake furioso detrás de ti, Norm y Neteyam gritando que se detuviera y pensara las cosas.
Saltabas entre los árboles sintiendo como tu respiración se volvía entrecortada conforme los pasos que dabas. Tus pantorrillas comenzaban a arder debido a cómo corrías por tu vida, podías sentir como las piedras del bosque hacían sangrar tus pies y sin embargo no dejabas de correr, porque recordabas muy bien lo que ocurría si él llegaba a alcanzarte.
Estabas tan aterrada, recordabas que Ska'anekx siempre hacia sonidos en su cazería, disfrutando como tu olor era invadido por el miedo de ser alcanzada. Toruk Makto no hacía ruido, era un soldado. Un soldado retirado que te acechaba por el bosque provocando que tu corazón intentará salir de tu pecho. Tus pulmones cada vez se sentían más apretados en tu pecho y pronto las lágrimas de desesperación comenzaron a bajar por tu rostro demostrando el terror que tenías en estos momentos.
El recuerdo de colmillos encajándose en tu piel perturbó tu mente durante toda tu huída. Cuando escuchaste las voces de Neteyam y Norm haciendo eco por todo el bosque gritando tu nombre supiste que estabas perdida. Ellos lo habían perdido de vista y pronto volviste a los viejos tiempos. Deberías defenderte por ti misma de un enorme Na'vi del cual sabías tenías una enorme desventaja que no podrías superar.
La voz de Ska'anekx susurró en tu oído.
----Te tengo.
Y pronto tu cuerpo golpeó el suelo duro, Toruk Makto estaba encima tuyo mostrándote sus enormes colmillos en forma de amenaza. Su mano tomó tu cuello con fuerza mirándote con pura rabia manteniéndote en tu lugar, tus manos golpearon su abdomen provocando que una de sus manos retuviera tus muñecas con fuerza.
----Dame una razón para no matarte ahora mismo ---- preguntó, su ceño estaba tan fruncido y sus ojos demostraban tanta rabia que sabías que no saldrías ilesa de aquí.
Abriste la boca dispuesta a hacerlo rabiar, aquello hizo que su mano apretara con más fuerza tu cuello enviando espasmos por todo tu cuerpo. Podías sentir como tus muñecas comenzaban a doler debido a la fuerza que usaba para retenerte. Si decías una estupidez te rompería la muñeca, era una amenaza clara, el problema es que estabas cegada y necesitabas que Ska'anekx te quebrara para volver a sentir que estabas viva.
----No querrías matar a la madre de tu nieto ----. Desafiaste estúpidamente.
Un grito salió de tu garganta, los pájaros gritaron ansiosos ante tu dolor, Eywa obligó a las hojas a ser ruidosas demostrando que está situación no le estaba agradando. Podías sentir como tu muñeca comenzaba a hincharse debido al hueso roto. Los ojos amarillos del Olo'eyktan no dejaron de ver tu rostro ni un segundo y por un momento viste como estos se volvían verdes.
Ska'anekx estaba encima tuyo con una sonrisa sádica. Riéndose de tus inútiles intentos de retener tu llanto.
----Te odio. Te odio, te odio, te odio, te odio ---- escupiste con rabia desde el fondo de tu corazón. La mano en tu cuello vaciló un momento y aquello encendió más el enojo ---- ¡Tu me hiciste esto, tu me volviste esto! Ahora vive con ello, maldito skxáwng.
---- Guarda silencio ----. Murmuró apretando la mandíbula sin apartar sus verdes ojos de los tuyos.
Una risa incrédula abandonó tu boca.
----¿Ahora lloras? ---- intentantaste safarte de su agarre aunque el dolor fuera insoportable, aunque cada punzada debido al hueso roto recorra todo tu cuerpo ----. ¡Me destruiste, me arruinaste por completo y ahora quieres que te dé todo de mi!
----¡Te estás lastimando, detente! ---- exclamó soltando tus manos con un tono preocupado.
Volviste a golpear su abdomen.
----¡A quien le importa! ¡Mírame!, ¡Mírame! ---- Exigiste con las lágrimas saliendo de tus ojos ---- ¡Me destruiste, ni siquiera lucho por apartarme de ti!
Mordiste tus labios, odiando como te habías acostumbrado tanto a sus maltratos.
---- Golpeame, rasguñame, jala mi cabello, rompe todos mis huesos haz lo que quieras conmigo... Solo no me dejes, por favor. ---- suplicaste aferrándote a sus brazos ----. No soy nada sin ti, no valgo nada sino estoy a tu lado. No me dejes sola aquí, por favor... ---- Sollozaste dejando caer tu cabeza contra el suelo ----. No me dejes sola aquí por favor, eres lo único que me queda.
El peso desapareció y aquello te asustó tanto porque recordabas que a él le agradaba abandonarte en medio del bosque. Te levantaste rápidamente aferrándote a Ska'anekx evitando que se alejara de ti, atemorizada de que volviera a dejarte en este bosque porque ya no le agradaba cómo esperabas a que él volviera a maltratarte.
---- Por favor, por favor. Renuncié a todo lo que me quedaba por ti ---- apretaste el abrazo cuando él intentó empujar tus hombros ----. No me quejaré, tomaré todo lo que me des sin poner resistencia.
Jake dejó salir un suspiro tembloroso, tragando pesado cuando recordó a su joven yo. Haciendo cualquier idiotez para traer a su hermano de vuelta o siquiera olvidar todo lo que había pasado en la guerra. A veces cosas que atentaban contra su vida que lo hacían sentirse tan vivo que estuvo varias veces cerca de la muerte.
Eso estabas haciendo tú en este momento. Sabía que no hablabas realmente con él, tal vez recordando al Na'vi que te dejó todas esas marcas en la piel. Tal vez está persecucion había desatado un recuerdo de tu pasado. Jake te separó un poco mirando cómo tus ojos parecían desenfocados, notando como tú estabas tan inmersa en tu mente y él estaba seguro de que seguirías haciendo esto, pondrías tu vida en riesgo hasta olvidar ese recuerdo que últimamente rondaba por tu cabeza. Jake decidió hacer lo que varias personas hicieron a lo largo de su vida para traerlo de vuelta. Su mano se elevó y pronto tu cuerpo cayó al suelo cuando su puño golpeó tu mejilla esperando que eso traiga de nuevo a la curiosa humana que amaba a todos los niños Na'vi y disfrutaba de las pequeñas cosas que Pandora le ofrecía.
Neteyam salió de la nada, dejando que su cuerpo tirara el de su padre siseándole en la cara cuando ambos cayeron al suelo.. Jake levantó sus manos dejando en claro que no haría nada, asintió a su muchacho quien rápidamente se acercó a ti tomando tus hombros para obligarte a mirarlo.
----¿(T/N)? ¿Estás bien?--- sus manos tomaron tus mejillas provocando que tus ojos miraran los suyos ---Responde, por favor.
Lo miraste fijamente sintiendo como poco a poco tus ojos comenzaban a llenarse de lágrimas. Los sollozos comenzaban a escapar de tu boca aferrandote a Neteyam, quién ya estaba escondiendo tu cuerpo entre sus brazos, meciéndose de atrás hacia adelante.
----Estas bien, está bien bebé. Estoy aquí, ya estoy aquí ---- consoló Neteyam. Sintiendo el nudo en su garganta cuando tu cuerpo comenzó a temblar. Besó tu cabeza con cariño, acariciando tu espalda suavemente ---- Esta bien, estoy aquí.
Jake solo los observó. Es todo lo que pudo hacer cuando su hijo te consoló y besó.
No era tonto y Neteyam no era tan bueno ocultando cosas.
Él estaba actuando distinto desde que llegaste, distrayendo su mente con facilidad. Toruk Makto recuerda que siempre estaba ansioso de volver a casa y "cumplir con la misión ". Jake podía ver cómo te miraba de lejos, cómo sonreía cuando aparecías en su vista y la mirada que siempre aparecía en su rostro cuando hablaba contigo. Tan suave y cálida, como la de Neytiri cuando hablaba con él.
Jake podía verlo salir por las noches de la hamaca. Yendo directamente a tu carpa, también podía ver cuánto tiempo se perdía en el bosque contigo o como antes de iniciar cada cazería se iba radiante con sus orejas más azules de lo normal.
Cada que regañaba a Lo'ak por ser tan pegajoso contigo también era dirigido a Neteyam. Quería que ambos se centraran y olvidaran si quiera entablar una conversación contigo. Todas las veces que Jake recalcaba tu relación con Lo'ak miraba a Neteyam esperando a que tuviera alguna reacción y por supuesto la obtenía, su cola comenzaba a moverse inquieta y sus ojos lo miraban de reojo intentando distraerse con cualquier otra actividad.
Jake era débil con sus hijos y un poco contigo. No podía evitar distraer a Neytiri cuando sus hijos iban corriendo hacia ti con sus colas moviéndose emocionadas. Cuántas veces no desvío el camino de Kiri por el bosque cuando sabía que ustedes dos estaban allá. No pensaba que fuera sano, para nada. No sabían nada de ti y tenías estás tendencias autodestructivas dónde Neteyam siempre se veía arrastrado y afectado. No quería ver a su hijo de esta forma, pero tampoco podía simplemente echarte sabiendo que Neteyam iría corriendo a buscarte. Tampoco tenía el corazón de abandonarte a tu suerte, podía ver lo solitaria que eras y como había momentos donde te dejabas arrastrar por la tristeza.
Norm lo miró incrédulo, Jake negó señalando a que guarde silencio.
Ya se encargaría de esta situación.
Cuando volvieron al laboratorio te sedaron para arreglar tu mano y volver a cerrar la herida que se abrió debido a la carrera.
Neteyam miró a su padre el cuál soltaba suspiros pesados mirando la tablet de Norm quién le mostraba los posibles padres del bebé.
Neteyam cerró sus ojos con un dolor de cabeza. Recordando como le habías rogado que te lastimara para olvidarte de este Na'vi. Lo tenía acomplejado, aterrado de que volviera por ti y te arrebatara de su lado.
Miró a su padre serio. Sentándose derecho para al fin hablar.
----Ska'anekx.
Su padre levantó la mirada.
---- Su nombre... Es Ska'anekx.
---- Lo buscaré en la lista de datos. Tal vez Grace haya guardado algo de él, deberías investigar con Mo'at. Tal vez ella sepa de algo.
Jake asintió, agradeciéndole a Norm mientras se despedían.
Notó como Norm le envío una mirada de soslayo y su padre le asintió, sentándose a su lado. Ambos observaron como Norm dejaba la habitación.
Neteyam no quería escuchar el regaño por su comportamiento de hace rato.
----Señor yo-
----Está bien... Ya sé todo, hijo ---- aclaró Jake sin mirarlo.
Neteyam lo miró con ojos miedosos. Suplicando con la mirada que por favor no hiciera nada en contra tuyo. Jake abrazó a su hijo mayor, palmeando su espalda al sentirlo temblar entre sus brazos.
----Debió ser duro cargar con todo esto tu solo, ¿no?---- consoló Jake sintiendo como su pecho se mojaba debido a las lágrimas de su hijo.
----N-no se que hacer... Me duele tanto verla así y no poder hacer nada para que ella mejore ---- sollozó como un niño pequeño ---- quiero que ella esté bien, pero siento que es demasiado, incluso para mí. No sé cómo arreglarlo, papá.
Jake asintió escuchando cada palabra de su hijo. Sintiendo que por primera vez en años soltaba todo lo que le acomplejaba.
----Siento que hago mal al estar con ella. Siento que estoy traicionando a mamá y al clan y.... Que clase de Olo'eyktan seré si estoy con ella... Es tanta presión, no quiero decepcionar a nadie, pero tampoco quiero dejarla. Y-yo no se que hacer.
Neteyam lloró y lloró. Siendo consolado por los brazos de su padre, Neteyam había llegado al punto donde todo era demasiado para él y simplemente ya no podía cargar con más.
----No importa lo que elijas, Neteyam. Yo nunca estaré decepcionado de ti y te apoyaré en cada decisión que tomes ---- aseguró Jake, sin soltar a su hijo tembloroso.
----¿Y si elijo lo incorrecto? ---- preguntó inseguro.
---- Aún así voy apoyarte.
Neteyam se aferró a eso. Por fin pudo tener paz en su corazón, solo necesitaba esas palabras. Necesitaba escuchar que obtendría el apoyo de alguien aunque tomara la decisión más egoísta en su vida.
Y al fin las había recibido.
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Yo: Seño los tacos pican
La seño: No no pican
Yo: A bueno deme tres para llevar
(Si picaban 😔)
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Sus pasos acabaron donde iniciaba la barra. Adelantándose, ordenó otra piña colada. Era tonto pero con su gusto por lo dulce y todo aquello que tuviera exageradas cantidades de azúcar, era la única forma en la que podía pasarse el alcohol.
Se volvió cuando escuchó a Lenny llegar a su lado y lo miró. Había algo en sus ojos azules, potentes, que decía más de lo que sus labios hacían y eso que hablaba bastante. Quizás fuera el efecto del alcohol, o el hecho de que hasta en ese momento no había reparado del todo en el atractivo de su compañero.
Esbozó una sonrisa ladina por el pensamiento y se recargó, apoyando los codos y la espalda sobre la bella superficie de granito, estando de frente a Lenn. — ¿Entonces me vas a contar?— Retomó lo dicho tan solo minutos atrás. — ¿O me vas a dejar con la duda? Un trago más y estaré dispuesto a descubrirlo yo mismo.�� Bromeó, sin conocer el trasfondo. Le colocaron su bebida a un lado y la tomó, llevándose a los labios para beber con premura. Estaba borracho enserio.
Un hilito de sabor a coco lo mojó hasta la barbilla.
—Estoy interesado, Lenny~ —
— No estoy seguro de que realmente quieras saberlo. O más bien, no es el lugar adecuado para poder decirlo. —Satoru había dado en el clavo con aquello de preguntárselo sin considerar el contexto del trabajo, lo que causó que Lennart divagara justamente mas no pronunció nada al respecto. Alguien más podía oírles y tenía una imagen que mantener con esta gente de la fiesta.
Miró por un momento su vaso vacío, solo se derretía el hielo en este. Y quería más del sabor amaderado del whisky en sus labios. Por ende, siguió a Satoru hacia la barra. Eso los alejaba ciertamente del gentío.
Comenzaba a sentir calor, maldita la hora donde pensó que era buena idea ponerse esa chaqueta que si bien era elegante, se transformaba rápidamente en un incordio. Lo único que hizo para atender su atisbo de desesperación fue desabrocharse los primeros botones de la blanca camisa, a ver si eso le ayudaba a refrescarse.
#narrativa ; satoru gojo.#v; the honored one ( teacher verse )#satoru & lennart.#me picaban las manos por responder esto hasdfg
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holiss, podes escribir el número 31 de angst "i can't love you" de pedri?
graciass😁
no puedo amarte, pedri.
advertencia: lectora fem e intento de angst.
odiabas la lentitud con la que pasaban las semanas para ver a tu novio, pedri, el cual permanecía solo en su mundo cada vez que salías con él. la relación se había tornado extraña, rara vez compartían sus ideas como antes, ahora se mantenían de pura esperanza.
los sábados, por alguna extraña razón, el tiempo pasaba como si de una tortuga se tratase. sentías la necesidad de verlo, querías hablar con él y también aclarar mil y un cosas.
estabas triste.
y no era para menos, todo estaba tirando a mal. en las noticias había salido una nota sobre el supuesto amorío que tu novio traía con alguna modelo que no conocías. sabías controlar bien tus inseguridades, pero te sentías celosa. era una sensación turbia, algo que no podías controlar.
todo se sentía tan frío y diferente, pero confiabas en él, confiabas en pedri ciegamente, aunque eso te costara la sanidad mental.
la espera culminó cuando escuchaste la puerta de la entrada abrirse. recordaste la manera en la que abriste la puerta por primera vez entonces, eran tan jovenes, aún más jóvenes cuando decidieron mudarse juntos.
“llegué, amor.” su voz estaba tan cansada, tanto que apenas y podías distinguirla. ya no había emoción en sus palabras. estaban drenadas de toda nota.
lo saludaste con la mano, tu semblante frío lo miraba desde el sofá. pedri caminó hasta donde estabas, tiró su maleta al suelo y se sentó junto.
quiso acercarse para abrazarte, y vos también querías eso, querías sentir su calor tan hogareño y su piel contra la tuya. querías hundirte en sus brazos y no salir de ahí nunca jamás.
pero te apartaste.
“¿qué pasa, t/n?”
su pregunta te vació de toda emoción. tu rostro ya no podía ocultarlo. tus ojos picaban con lágrimas amenazando con salir de una vez por todas.
“ya no puedo… lo siento, pedro” sollozaste en voz baja. eso obviamente preocupó mucho al mayor, quien te miró extrañado.
pedro… nunca lo llamabas así.
“¿no puedes qué?” cuestionó.
¿deberías decirle? ¿realmente querías eso? sabías que tenías que sincerarte, pues en toda relación las bases se construyen de confianza y honestidad.
pero lo de ustedes ya no se sentía como una.
“no puedo amarte, tenemos vidas tan diferentes que me es imposible ignorar el hecho que nos estamos desmoronando poco a poco. no quiero dejarte, pero tampoco quiero ilusionarme.”
pedri se quedó helado en su lugar. no sabía que hacer, nunca antes había experimentado tantos sentimientos al mismo tiempo.
enojo, confusión, tristeza. sabía que todo eso se debía a los jodidos chismes que estaban saliendo sobre él y la chica que nunca conoció realmente.
“¿escuchaste los rumores?” dijo con una risa más bien de impotencia. su vida se estaba yendo al carajo, y si te ibas vos también, estaría todo arruinado.
“si, pero eso no importa, ya no puedo estar contigo” lo amabas tanto, y porque lo hacías, debías dejarlo ir.
te sentías tan bien junto a él que habías olvidado los sentimientos destrozadores que guardabas en tu pecho.
“si puedes, quédate conmigo, sabes que los rumores no son más que eso, rumores vacíos. yo te amo a ti y quiero estar junto a ti, ¿no entiendes eso?”
“la verdad es que no.” sollozaste mirando al suelo por culpa de las lágrimas que caían con la fuerza de gravedad. “somos muy diferentes, no puedes amarme, no podemos amarnos.”
“justamente me encantas porque eres diferente. podemos hacerlo juntos, si podemos, t/n…”
“no hagas esto más difícil, por favor, no me mires así.”
“¿y las promesas que hicimos? ¿todo lo que nos prometimos no significó nada para ti?”
pudiste notar sus ojos cristalizados, y te sentiste tan culpable por aquello. pedri te prometio todo lo bueno, él nunca te haría llorar, pero ahora tú lo estabas lastimando a él.
“lo siento tanto.” fue lo único que pudiste decir.
pedri se levantó del sofa con el rostro rojo de las lágrimas que estaba guardando. quería besarte, hacerlo tan fuerte que se te quitarán las ganas de irte.
“no entiendo nada, yo si quiero estar junto a ti, quiero despertar cada mañana a tu lado y pasar el resto de mi vida contigo hasta ser ancianos, t/n, yo de verdad te amo.” murmuró mirándote fijamente. “y porque te amo, quiero estar toda mi vida contigo, no con una modelo que ni siquiera conozco”
“es que no entiendes, no lo digo por la modelo, ella me da igual, lo digo porque lo de nosotros ya no se siente como… ya no se siente bien, se siente vacío y frío, quiero volver a sentirme en un hogar lleno de paz, no en una casa abandonada.”
pedri entonces se acercó a vos, se hincó en el suelo y te tomó de las manos mientras te miraba con las lágrimas escurriendo por sus mejillas rosadas.
“si es por mi trabajo, puedo dejarlo…”
“no es eso, tú amas el fútbol y yo siempre te he apoyado, no niego que eso nos quite tiempo juntos pero si es lo que amas no debes dejar de hacerlo por nadie.” dijiste, cordialmente retirando sus manos de las tuyas.
no podías mirarlo más, si lo hacías, no tendrías el valor para irte después.
“amo el fútbol pero más te amo a ti.” su voz se quebraba por los sollozos.
miraste el techo, intentando hacer que las lágrimas dejaran de resbalar por tus mejillas.
“no digas eso.”
tu novio se levantó del suelo, sus manos se fueron a su rostro en un intento de ocultar su llanto. no quería que lo vieras tan débil, pero solo tú podías causar esos crudos sentimientos en él.
“por favor, dime que todo esto es una mala broma, dime que es mentira y que quieres estar conmigo tanto como yo quiero estar contigo, t/n, dime que me amas aunque sea mentira, dime que me amas aunque ya no lo sientas.”
escuchar esas palabras saliendo de su boca solamente podían afectarte más. ahogaste un sollozo y eso provocó una errante sensación de vacío en todo tu cuerpo.
“no puedo amarte, pepi”
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Corretee las últimas esporas de un suspiro. Picaban en el umbral... Mire mi voz de pequeñuela, de resuello entre el avicioncito que estaba pintando en el suelo, sobre las alas de papel que guarde en mi cajón, me las habían encontrado en uno de los rincones de la escuela ... Miro mis rodillas que solían estar empolvadas, tiro de una margarita. Alguna vez alguien me dijo; "que la luna era el sueño de las conchas, o el muerte de las mismas" ... Lugo de un tiempo, entendí que los detalles sencillos hacen la vida, como esa risa ante aquella frase, ese loco y disparatado momento que se integra lentamente, esa mirada y ese sabor suave que se disipa, recorre los dedos y se queda inamobible, como si fuera escritura. Comencé a escribir, con esos detalles, con la vida hablando a mis ojos, a veces llorando.. otras riendo
Ocaso-Inefable
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para que @ksanouk / @yongsaengz encuentre a darcy en la AFUERA DEL BAÑO.
' ¿hasta siendo vampiros se formaran filas fuera del baño? ' pregunta con cierta gracia porque parecía algo totalmente descabellado, ni siquiera sabía a quien estaba esperando o por que no salían, no tenían ese tipo de necesidades. ' ¿para que viene usted por estos lares? ' consulta intentando no sentir como sus manos picaban aunque no corriera sangre.
#(*) 𝐚 𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐝𝐢𝐯𝐢𝐧𝐞 ╱ conversaciones al alba.#graciiiias por enviar#lo pueden cargar a él tambien pero esta estresado con la situacion ah
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ayer
Cuando decimos del ayer, pensamos músicas y recordamos tiempos de cuando inocentes, torpes y honestos hasta el delirio, cuando no había nada que equivaliera a un yum yum de banana un tema de pescado un fiat 600 que iracundo se alejaba haciendo chirriar las ruedas y coleaba en la pequeña manzanita de enfrente donde éramos una coca fría de litro de vidrio de verdad, no este brebaje en plástico, ácido, desganado de eructos, ciclamatoso.
Decimos también que algunas miserias eran bellas, el paraíso de la calle, el ruleglobo y las bulucas del árbol que picaban, mierda que picaban y las risas al escondernos en el balcón que nunca nadie barría, que no existía más que para nosotros cuando en un escape artesanal y dedicado burlábamos el alambre tejido y librábamos batallas contra los transeúntes. Cuando había posibilidad de irse al cielo con algún abuelo esperando y llegar allí sin mácula, sin desesperanza, sin dolores, cargados de naranjas silvestres como las que había en la cuadra de la iglesia y adornaban la mirada desde los cuadraditos repartidos de la ventana del jardín de invierno. Porque un niño muerto no tendrá tiempo para que se lo odie, se lo abuse, se lo coma crudo el consumo y el psicoanálisis.
Lo decían los viejos y no creíamos que seríamos viejos. Por más intentos de seguir aprendiendo, enamorándonos, estar a tono, acercarnos a lo nuevo, todo, absolutamente todo lo que teníamos quedó allí, en ese balcón, en el paraíso, en cada uno de los vasos de coca-cola helada.
Nos vemos como en una foto antigua.
La del medio soy yo, antes de ser ésta, ahora, aquí, con más de media vida y tanto, tanto amor lejos.
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hoy te ví a ti y a mí al fondo de un callejón.
y yo estaba, sorprendentemente, tomado de tu manito.
no recordé la sensación ni la extrañeza; no tenía nada presente, más que el sonido latente de mi corazón ardiente y de un deseo incontrolable.
el deseo de un beso por el que mis labios picaban, mientras contemplaba la oscuridad
y lloré, no por miedo, ni por desagrado
por primera vez en mi vida no estaba aterrado ni de la sensación, como tampoco de la oscuridad. lloré sin saber qué sentía, aunque muy en el fondo lo presentía; era mi corazón anunciando que finalmente sentíamos seguridad
lloré porque te quería, aunque ya se había convertido en un querer más intenso. se convirtió en amor sin tenerlo en cuenta y sin pensarlo; pero era, así como inesperado, inevitable, y también estremecedor.
y te amo. te amo como los amantes aman a ese filme en sepia que se hacía para capturar las memorias de las familias. si debo confesar, así nos imagino siempre; tomados de las manos, a veces muertos de risa, de repente simplemente abrazados o incluso, de vez en cuando, tan solo compartiendo un espacio mientras cada uno hace sus cosas.
te amo tanto como siempre has amado al sol y te amo como amo a las estrellas y a mis canciones favoritas. te amo como la noche ama al cielo del día, este con el que se mezcla y crea el lila.
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Cuando me rompieron el corazón por primera vez,
senti mi cuerpo desfallecer, mi boca secarse y mis dientes temblar,
mis dedos picaban y mis piernas flanqueaban,
mi corazón dolió de una manera horrible y mi pecho se helo completamente.
No sabia que sentir y las palabras simplemente se quedaron sin ningún fin,
pero mis ojos lloraron y sacaron hasta mi alma,
no grite, no me moví, no golpeé, solo estaba ahí,
con mi corazón despedazado cual masacre,
con mis manos tratando de sacar el puñal,
queriendo correr y gritar para eliminarlo de mi,
tratando de quitar sus fotos y recuerdos de aquí,
quería despegar a la fuerza ese amor que con tanto cariño construí.
Pero al final solo me caí,
y llore tanto que no recuerdo cuando empecé a dormir,
mi corazón sangraba a borbotones,
sentía punzadas en manos y piernas,
y aunque doliera tu ausencia,
estaba mejor con espinas de hiedra.
-Pmeraki.
#pmeraki#frases#tristeza#2023#escritos#mi dolor#corazon#soledad#poesia tumblr#amor#pensamientos#mis cartas#cartas#mi corazon
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en definitiva, con naerys la vida era mucho mejor. a su lado había aprendido a amar de manera saludable y a curar todas las heridas internas que llevaban sangrando desde la muerte de sus padres y por la educación de otto. además, junto a ella había aprendido a apreciar los momentos más sencillos y pequeños y es que hasta cuando se picaban jugando a la consola en el sofá su corazón latía con fuerza de la felicidad. a medida que fue aumentado el ritmo sus gemidos se hicieron más altos y se agarró con más fuerza al cabecero de la cama. el placer poco a poco se fue abriendo paso por toda su anatomía y mientras gemía su nombre, se deshizo por completo consiguiendo eyacular y notando como el clímax recorría todo su cuerpo. notaba que las piernas le temblaban pero al menos fue capaz de cambiar de posición y girarse para primero lamerle los dedos y después llevarse su miembro a la boca, empezando a estimularle mientras le miraba a los ojos.
una de las cosas que más había valorado era el hecho de dejar de vivir en una constante soledad. tener a léan a su lado le había levantado el ánimo, y ya no buscaba encerrarse en si misma o alejarse del mundo para meramente sobrevivir. ahora tenía una vida junto a léan, y no iba a dejar que nada ni nadie la arruinase. tan solo ella era quién le había dado un sentido a su existencia. en cuanto le notó cómoda, sus caderas comenzaron a moverse con ritmo y firmeza, al igual que su dígito seguía estimulándole con suavidad, y no podía contenerse los pequeños gemidos que escapaban de su garganta. su mano libre se aferró con firmeza a su cadera, marcando el ritmo de las embestidas y acompañando el movimiento de las ajenas a las propias para hacerlas más intensas y profundas. el escuchar su voz tomada por el placer, entremezclada por la súplica hicieron que mantuviese el ritmo, haciéndole saber lo mucho que le estaba haciendo disfrutar. podía notar como el cuerpo ajeno comenzaba a tensarse, sabiendo que el orgasmo estaba muy cerca, y es que ella de lo excitada que estaba también sentía que iba a alcanzarlo muy pronto.
#* / léan - i won't do what you tell me.#* / léan & naerys - i wanna be the broken love song that feeds your misery.
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Aguilucha.
II. Identidad.
Jean se retiró a su habitación, alegando que comenzaba a sentirse mal debido a su resfriado. Ciel lo dejó ir con una de sus sonrisas melifluas. “Es un embustero”, pensó con rabia. Apretó las manos, formando puños, pero trató de invocar la calma mientras avanzaba por los pasillos oscuros, iluminados por la tenue luz de los faroles y el habitual relampagueo del exterior. Poco a poco, relajó los dedos.
Lo que Jean debía hacer ahora era pensar, encontrar una forma de ayudarlo. No era inteligente dejarse llevar por la ira. Pero “él” se encontraba en una situación verdaderamente delicada: lo habían descubierto mintiendo sobre su identidad, y, lo peor de todo, lo acusaban de una serie de asesinatos con pruebas incriminatorias contundentes.
Ciel Phantomhive había realizado una jugada impecable, tendiéndole una trampa en su propia casa. Bueno, la mansión Phantomhive también era su hogar… él era el hermano mayor. Su gemelo.
—No puedo creerlo —musitó.
—¿Qué no puedes creer? —le respondió una voz, provocando que Jean diera un respingo del susto.
Era el Sepulturero, quien se había inclinado hacia él, con el dedo índice en sus labios, evaluando a Jean con una mirada de arriba abajo, incluso dio vueltas alrededor suyo, inspeccionándolo como si fuera un espécimen extraño.
—¿Qué está haciendo? —le inquirió con una ceja alzada, pero el hombre lo ignoró. De pronto, tomándole el rostro con sus manos de uñas largas y negras, cuyos bordes picaban su piel pálida.
Jean intentó zafarse, removiéndose con fuerza.
—¡¿Qué cree que hace!? —exclamó, empujándolo con sus pequeñas manos en vano, dado que el hombre era más grande y fuerte. —¡Suélteme de inmediato!
Al final, el Sepulturero le hizo caso, soltándolo y mirándolo... Bueno, era difícil saberlo cuando sus ojos estaban tapados por su flequillo, pero su posición indicaba que miraba a Jean detenidamente.
—¿Quién eres, pequeño? —le preguntó tras unos segundos de silencio, que Jean había aprovechado para sobarse las mejillas.
—Soy Jean, el primo del conde Charles Grey.
—¿En serio? —ladeó un poco la cabeza, su sombrero negro moviéndose a la par. —¿Por qué estás aquí? No te había notado…
Eso quería decir que Jean había hecho un buen trabajo pasando desapercibido en la mansión. Solo los sirvientes del ex-conde Phantomhive habían estado atentos a él, dado que lo trataban como un invitado más.
—El conde… el hermano del conde Phantomhive me dejó quedarme hasta que me recuperara de mi resfrío —respondió con calma la misma excusa que había utilizado con Ciel.
—¿En serio? —dijo el Sepulturero, llevándose una mano al mentón en gesto de duda. —Yo te veo bastante bien.
—Si usted fuera médico, le permitiría revisarme para que pudiera confirmar que efectivamente estoy enfermo —replicó con cierta irritación. —Ahora, si me disculpa, estoy de camino a mi habitación.
—¡Qué carácter!
El Sepulturero soltó una risita, pero no se interpuso en el camino de Jean, quien se encaminó hacia su dormitorio con paso firme.
Sin que el niño lo notara, en el rostro del Sepulturero se asomó una mirada extraña en su dirección. --------------------
Cuando Jean entró a su habitación, cerró la puerta con el seguro y se dirigió hacia el escritorio. Se sentó en la silla y, abriendo el cajón de la mesa, sacó una libreta de su interior.
Era pequeña, de aproximadamente 5 centímetros de diámetro, lo que la hacía caber perfectamente en su mano, e ideal para esconderla entre sus ropajes. En su tapa dura, se encontraba el emblema de la familia Phantomhive, el águila bicéfala, acompañada de su respectivo escudo de armas y lema familiar.
Potentia Regere.
El poder para gobernar.
Acarició con afecto la tapa de color azul oscuro, y esta le transmitió calma.
"No puedo dejarme dominar por las emociones", pensó con resolución. Jean debía pensar y elaborar un plan de acción para poder ayudarlo a "él” y poder escapar de esta situación.
Abrió la libreta y se encontró con una fotografía familiar. La tomó suavemente, dejando la libreta sobre el escritorio.
En la fotografía se veía a un Jean más pequeño, de unos cuatro años, acompañado de sus padres.
Miró la imagen de su familia con añoranza. Ver sus sonrisas calentó su corazón en esa noche fría y siniestra. Pero su expresión se volvió nostálgica.
¿Cuándo podría volver a casa?
Miró hacia la ventana; la lluvia seguía cayendo con intensidad.
—La tormenta aún no termina.
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
Capítulo 8:
Alana tuvo que tomar varias respiraciones profundas antes de atreverse a responder la llamada de Enzo, sus manos aún picaban del coraje que Sebastián había despertado en ella, había usurpado su jodida mochila.
Se rascó el cuello tan fuerte que le dolió y se dignó a contestar.
—Hola.
—Lana, hola—saludó Enzo tan amable como siempre, ella tragó saliva en seco, usualmente la voz del uruguayo tenía un efecto relajante en ella, pero esta vez ella se encontraba tan furiosa que no creía que eso fuera posible—. ¿Ya estás en casa? Olvidé echarle agua a las plantas de la ventana, ¿vos me podés hacer el favor?
Claro que lo haría, el problema es que no tenía forma de ingresar al departamento.
—Yo—pensó varios segundos qué decir—. No puedo.
—¿Eh?
—Me quedé afuera, no tengo forma de entrar al departamento—soltó simplemente mientras apoyaba la espalda en la pared y se dejaba caer en el piso del pasillo.
—¿Olvidaste las llaves?—preguntó él riendo, Alana cerró fuertemente los ojos y se apretó el puente de la nariz—. Alana.
—Algo así—respondió.
—Bueno, si querés te puedo pagar el taxi para que volvás por las llaves a tu casa y así escribas hoy, no hay problema—sugirió él con su típico tono tranquilizador.
—Eh…no, eso no va a funcionar.
—No te estoy entendiendo.
—Sebastián me sacó las llaves—se le rompió la voz—. Se enojó porque no le dije dónde queda la supuesta oficina y no me las va a devolver hasta que se lo diga.
—Es que no puede ser más pelotudo—bramó, nunca lo había escuchado así de enojado—. ¿Querés que vaya para allá? Decíme que querés que haga y dejo todo—exclamó.
Alana se restregó la cara con la mano que tenía libre, Sebastián no sólo estaba arruinando su día de trabajo, también estaba por arruinar el de Enzo.
—No, no, gracias—respondió—. Te espero acá, no quiero volver a casa.
—Lana, son las 10 de la mañana, no regreso al departamento hasta dentro de 12 horas.
—No importa—si tenía que quedarse 12 horas sentada en el pasillo esperando a Enzo, lo haría.
—Vos estás loca, voy por ti ahora mismo.
—Tienes un montón de trabajo.
—Vos también.
—¿No hay otra solución?—preguntó ella.
—Mmm…—esperó unos segundos, se escuchaba bastante ruido de fondo, claramente el chico estaba bastante ocupado—. Te puedo pedir un taxi para que vengas al estudio de grabación, te doy las llaves acá, ¿te parece?
—Sí, sí—respondió ella esperanzada—. Gracias, Enzo.
—Vale, ahora mismo te lo pido—dijo él—. Alana…
—¿Sí?—preguntó nerviosamente, sabía que probablemente Enzo quería quejarse de Sebastián.
—Nada—no lo hizo—. Te espero acá.
En menos de cinco minutos había un taxi esperándola afuera del departamento de Enzo, Alana apagó el celular, tenía la bandeja de mensajes repleta obviamente por Sebastián, el chico seguía insistiendo que ella regresara a casa por las llaves, claro con la condición de que él la llevara de vuelta a ''la oficina''.
Sonaba más como amenaza que como sugerencia, Alana no aceptaría eso por ninguna razón.
El viaje hacia el estudio de grabación no duró más de treinta minutos, no podía negar que se sentía bastante nerviosa por visitar a Enzo en su lugar de trabajo, nunca había pisado un set de grabación en toda su vida y sabía que estaría lleno de gente importante.
El de seguridad la dejó pasar en cuanto ella le dio su nombre, el set de grabación se trataba de una pequeña bodega con un patio gigantesco, había una gran variedad de campers de metal y personas con audífonos y cámaras caminando de un lado al otro, Alana se paró apretando las correas de su mochila sin saber muy bien qué hacer.
—¿Sois Alana Lomelí?—preguntó una chica bajita, al igual que la mayoría de las personas ahí, llevaba unos audífonos de diadema con micrófono y una carpeta.
—Sí—respondió tímidamente.
—Vale, por acá—le indicó el camino con su brazo—. Enzo me dijo que vendrías, justo ahora le andan haciendo el maquillaje en su camper.
Alana asintió con la cabeza y aún aferrada a su mochila siguió a la mujer, no tardaron mucho en encontrar uno de los campers plateados, tenía una pequeña escalera afuera y en la puerta había un cartel que ponía ''Enzo Vogrincic''.
—Enzo, tu amiga está aquí—la chica tocó la puerta de metal tan fuerte que Alana se sobresaltó, al instante Enzo abrió, llevaba el cabello recogido con unas horquillas y su piel lucía reluciente.
—Lanita, pasa, pasa—le indicó—. Gracias Mónica—le agradeció a la chica, ella le guiñó el ojo a Alana y desapareció de su vista.
—Wow—exclamó Alana ingresando al camper, no tenía nada de lujoso a decir verdad, sólo un grande espejo con la mesa llena de maquillaje, la silla alta que seguramente era de Enzo, una mesita con su libretos y un pequeño sillón.
—¿Cómo estás?—preguntó él con la voz llena de preocupación, su mirada la inspeccionó de arriba a abajo mientras colocaba sus manos sobre sus hombros.
—Estoy bien—le respondió colocando sus manos sobre las de Enzo.
—¿Segura? ¿Discutieron muy feo?—preguntó él, el cartílago de su garganta subió y bajó, Alana negó efusivamente con la cabeza, lo último que quería era seguirlo preocupando.
—Anda insoportable por saber en dónde he estado escribiendo.
—Podés decirle, no me importa—dijo él quitando sus manos, pero sin despegarse ni un centímetro de ella.
—Enzo, es tu casa, Sebastián no tiene por qué saber dónde vives.
—No es como que me vaya a hacer algo—rió.
—Pues no—dijo ella—. Pero no sé, es raro—dijo, Enzo no respondió a eso.
—Después hablamos más tranquilos de esto—dijo—. Ehh, voy a andar todo el día filmando, así que te doy las llaves y ya vos me abrís el departamento cuando regrese.
—¿Y si escribo aquí?—preguntó Alana observando el lugar, era silencioso ahí y de todas maneras podía disipar el sonido de afuera poniendo algo de música.
—¿Estás segura? Digo, por mí no hay problema, pero no sé si te encante escribir aquí.
—Por mí está bien—dijo ella sentándose y procediendo a sacar su computadora, de todas formas le haría bien cambiar un poco de aires para escribir.
—Bueno, será un placer tenerte aquí—dijo él sentándose en su silla, se sonrieron a través del espejo—. Sólo que van a estar maquillándome en lo que no grabo, Lucía puede hablar mucho—advirtió, Alana supuso Lucía era la maquillista.
—No pasa nada—dijo sinceramente.
—Escuché mi nombre—una mujer rubia entró al camper dando un portazo, llevaba ropa bastante casual y un cinturón con al menos unas 30 brochas.
—Lucía, Alana, Alana, Lucía—Enzo las presentó, Alana saludó con la mano pero la rubia se le acercó a plantarle un beso en cada mejilla.
—La famosa Alana Lomelí—dijo ella para después comenzar a colocar una crema sobre el rostro de Enzo, se notaba que lo conocía a la perfección porque sus dedos se movían con suma precisión y profesionalismo sin necesidad de verlo, Enzo por su parte tenía los ojos cerrados, claramente relajado al toque de la chica—. Enzo me ha hablado muchísimo sobre ti.
—Calla—dijo él.
—Espero que cosas buenas—rió Alana mientras bajaba la mirada hacia su ordenador.
—Obvio—respondió ella—. ¿A qué se debe que visites a Enzito? No se le para ni una mosca al pobre aquí.
Alana apretó los labios al escuchar el apodo, pero hizo lo posible para borrar su mueca y responder amablemente, abrió su boca para hacerlo, pero Enzo le ganó.
—Lana escribe en mi departamento—le informó—. Pero tuvo un problema con las llaves, así que escribirá aquí hoy—Alana agradecía que no hubiera entrado en detalles, pero aún así no podía evitar sentirse observada por la maquillista.
—Ah, claro, claro, sos escritora, ¿cierto?
—Te lo he dicho un millón de veces—replicó Enzo haciendo un ademán con la mano, permaneciendo con los ojos bien cerrados, Lucía le guiñó un ojo a Alana.
—¿Qué género escribís?—preguntó Lucía al fin viendo a Enzo, ahora estaba aplicando algo con una brocha.
—Fantasía principalmente—respondió.
—No podría jamás.
—¿No podrías qué?—preguntó Enzo riendo.
—Escribir, leer, me causa pereza—expresó la chica—. Soy más de películas, obvio.
—Bueno, tal vez podrías darle una oportunidad—sugirió Alana amablemente.
—Nah, prefiero ver a guapos como este en la pantalla grande—dijo dándole una palmada en el hombro a Enzo, Alana volvió a bajar la mirada, se notaba que se tenían bastante confianza, ¿y cómo no? Pasaban un montón de horas juntos, más de las que ella pasaba con Enzo…
¿Por qué eso le molestaba tanto?
Ni Alana ni Enzo respondieron, el resto de la hora Lucía se dedicó a preparar la piel del actor en completo silencio, para la suerte de Alana, pudo lograr escribir un par de páginas sin importarle que ellos estuvieran ahí.
—Tengo que ir a la primera escena—le avisó Enzo parándose de la silla—. Lucy tiene que estar allá para dar unos retoques, la toma puede tardar fácil un par de minutos o bien horas, así que tendrás el lugar para ti sola unos momentos.
—Claro, genial—respondió sin dejar de teclear.
Enzo salió primero, Lucía comenzó a guardar algunos productos en su cinturón, sin embargo, cuando Alana pensó que la rubia abandonaría el lugar, carraspeó.
—¿Te gusta?—preguntó seriamente.
Alana detuvo sus dedos en seco y levantó la cabeza para ver a la mujer.
—¿Disculpa?
—Enzo, ¿te gusta?
—Somos amigos—respondió Alana confundida.
—Es fácil caer por Enzo—dijo Lucía apoyándose del tocador—. Es un hombre bastante encantador.
—Lo es—coincidió.
—Pero vos tenés novio—dijo Lucía cruzando los brazos, Alana inclinó la cabeza.
—No sé a qué viene todo esto.
—Enzo es una buena persona, pero ser tan bueno lo puede hacer algo tonto, no ve la maldad en las personas.
—Enzo no es ningún tonto—saltó a la defensiva.
—Se la pasa todo el día hablando de ti, pero sé que vos tenés novio, así que no sé qué pretendés viniendo aquí con tu finta de niña buena, y por si no te habías dado cuenta, Enzo podría tener a la mujer que él quisiera, así que no le hagas perder su tiempo—antes de que Alana pudiera responder algo, Lucía salió del lugar, dejándola completamente consternada.
Alana rodó los ojos en cuanto la mujer abandonó el lugar, suficiente trabajo tenía con escuchar la mierda de Sebastián como para tomarle importancia a la mierda que una mujer desconocida le decía, así que tomó todo ese coraje para escribir durante horas.
El resto del día Enzo entró un par de veces más para asegurarse que todo estuviera bien, Alana se limitaba a asentir sin despegar la mirada de la pantalla, no lograba descifrar si no se atrevía a mirarlo por la concentración que había ganado en el camper o porque mirarlo le recordaba a lo que Lucía había dicho, entre casi 5000 palabras escritas y las visitas rápidas del actor, la noche finalmente cayó.
—Vaya forma de trabajar—la voz de Lucía la despertó, Alana miró a su alrededor, se había quedado dormida, miró la hora de la pantalla, dándose cuenta que había tomado una siesta de 15 minutos.
—Tiene la manía de quedarse dormida en los lugares más extraños posibles—mencionó Enzo sentándose en la silla, Alana cerró su computadora, se sentía irritada, tanto por haber sido despertada de su siesta tan abruptamente, como por haberse dado cuenta que Enzo iba por ahí soltándole comentarios a Lucía sobre ella.
Enzo cerró los ojos para que Lucía comenzara a aplicarle desmaquillante con un algodón, Lucía arqueó las cejas ante el comentario de Enzo y después le ofreció una mueca extraña a Alana.
—Es mejor que me vaya—dijo Alana guardando la laptop en su mochila, se sentía cansada, sus ojos pesaban y sus muñecas le dolían por tanto escribir, había avanzado bastante en la historia, pero tal vez había sido una mala idea escribir en el camper.
—¿Tu novio te espera?—preguntó la mujer haciendo movimientos circulares con el algodón sobre el cuello de Enzo, ni siquiera lo había maquillado ahí, Enzo carraspeó—. Qué lindo, ¿no? Tener a alguien esperando por ti en casa.
—¿Te vas tan pronto?—preguntó Enzo fingiendo no escuchar los comentarios de la maquillista.
—Son pasadas las 10 de la noche, tengo que pedir el taxi.
—Pero aún no me enseñas lo que escribiste hoy—dijo Enzo apartando la muñeca de Lucía de su cara y finalmente abriendo los ojos, mirando a Alana fijamente.
—¿Puedo leerlo yo también?—preguntó Lucía levantando la mano.
—Pensé que no sabías leer—soltó Alana abruptamente, Enzo hizo un sonido de sorpresa ante el comentario.
—Claro que sé leer, no me gusta—replicó elevando la voz.
—Misma cosa, buenas noches—Alana salió del camper con un portazo, a este paso el pobre camper terminaría desmoronándose, pero no podía importarle menos.
Respiró varias veces, tenía que controlarse, ¿qué mierda le ocurría?
Caminó hacia una de las esquinas del set de grabación, la mayoría de los actores ya se habían ido y sólo quedaban un par de personas limpiando el lugar.
—¿Qué fue eso?—preguntó Enzo riendo, ella se encontraba en una esquina del patio del estudio.
—¿Qué fue qué?
—Tú y Lucía.
—No sé de qué hablas—respondió Alana cruzando los hombros, Enzo inclinó la cabeza y rió.
—Vos la llamaste analfabeta.
—¡No la llame así!—dijo Alana riendo por primera vez en horas.
—Eh…—Enzo la apuntó con el índice—. Vos le dijiste que no sabía leer, la misma cosa.
Alana rodó los ojos divertidamente.
—Ya, me pasé un poquito, ¿verdad?—preguntó rascándose el cuero cabelludo.
—Sólo un poquito—dijo él juntando el pulgar con el índice.
Alana sonrió, de pronto toda la acumulación de enojo y frustración que había sentido a lo largo del día había desaparecido por completo, Enzo tenía ese efecto sobre ella ella, tenía el efecto de que ella olvidara que efectivamente había alguien esperando por ella en casa, tenía el efecto de que olvidara que estaban en un lugar repleto de gente con cámaras, tenía el efecto de que ella se diera cuenta que efectivamente, él podría tener a la mujer que quisiera, sin embargo estaba aquí, riendo con ella, viéndola a ella, cuando estaba con Enzo, se sentía invencible, sentía que ellos eran las únicas personas en el mundo entero.
—¿Qué tanto estás pensando?—preguntó Enzo en un susurro, el lugar estaba muy oscuro y a duras penas podía ver sus facciones gracias al reflejo de la luna, contrario a como usualmente lo hacían, en esta ocasión sus ojos se veían más oscuros de lo normal y sus pupilas estaban bien dilatas.
''Se la pasa todo el día hablando de ti, pero sé que vos tenés novio, así que no sé qué pretendés viniendo aquí con tu finta de niña buena, y por si no te habías dado cuenta, podría tener a la mujer que él quisiera, así que no le hagas perder su tiempo'' Las palabras de Lucía no dejaban de retumbar en el fondo de su mente, ¿lo peor de todo? Alana sabía que eran ciertas.
No podía seguir jugando ese juego, no podía darle sus noches a Enzo y fingir que no le interesaba más que un amigo, no podía permitirse sentir esa atracción cuando Sebastián era su pareja.
La sonrisa de Enzo se borró de su rostro y se acercó más a ella, Alana tomó una profunda bocanada de aire y se atrevió a hablar.
—Lo que pasó el otro día—murmuró—. No puede volver a repetirse—dijo refiriéndose al beso que Enzo le había dejado en su cuello.
—¿Qué pasó el otro día?—preguntó haciéndose el tonto, la seriedad duró sólo un par de segundos en su rostro, porque ahora volvía a irradiar esa energía despreocupada y hasta burlona.
—Enzo—suspiró.
—Alana—dijo él imitando su tono de voz, ella le dio un manotazo en el hombro, haciéndole saber que no estaba para bromas—. Ya, ya, estoy jodiéndote—rió.
—Sí, precisamente eso estás haciendo, estás jodiendo mi puta cabeza—bramó entre dientes dejando que sus sentimientos volvieran a apoderarse de ella, él tragó saliva en seco ante el tono que la chica había empleado.
—Repetí eso—dijo a pocos centímetros de su boca, colocó sus brazos a los lados de la cabeza de Alana, acorralandola contra la pared.
—Estás jodiendo con mi puta cabeza—respondió ella con un hilo de voz, bajó la mirada, escuchó la respiración agitada de Enzo, no supo si era por la proximidad o por la manera en la que ella le estaba hablando, Alana volvió a levantar la mirada—. Lo que pasó el otro día no puede volver a repetirse—volvió a decir, Enzo parpadeó pesadamente y bajó la mirada a los labios de ella.
—Lo que vos mandés—carraspeó Enzo empujando el interior de su mejilla con su lengua.
Alana asintió levemente, pero Enzo estaba tan cerca de ella, viéndola de una forma en la que nunca había sido vista, estudiada, apreciada.
Así que tirando a la basura todo lo que acababa de decir, tomó a Enzo del cuello y estrelló sus labios contra los de él en un beso desesperado que él respondió con un jadeo y tomándola fuertemente de la cintura.
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Shh, es un secreto
Pareja: Neteyam x reader
ADVERTENCIA: obscenidad | violencia | escenas gráficas| sangre | Fluidos | situaciones incómodas | escritura oscura.
Capitulo uno:
Nota: no voy a poner tn, aunque es claro que eres tú. Siento que corta el momento. Ya saben, aquí no se han ido y así. Por cierto, avisé que era oscuro queria escribir algo horrible de esto y aquí esta. No me juzguen no disfruto nada de esto en la vida real, solo escribirlo.
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Capitulo dos
"INVASORA"
Cuando abriste los ojos observaste un techo blanco, escuchando el sonido de tu respiración a través de la mascarilla en tu rostro. Tus ojos adormilados miraron a tu alrededor, observando una enorme figura azul borrosa frente a ti. Estiraste tu mano intentando alcanzarlo, lo necesitabas tanto en estos momentos te sentías tan rota que necesitabas de sus brazos consolandote, cómo cada que llorabas.
----Esta despierta.
Arrugaste tu entrecejo ante el sonido lejano de su voz. Sonaba más suave de lo normal, más ajeno a lo que recordabas. Entonces cuando esté navi se acerca lo miras bien, una expresión de confusión en tu rostro mientras el intentaba hablarte en un inglés. Tu cabeza comenzaba a doler. Hace tiempo que no hablabas ese idioma que sentías que las palabras se te confundían y revoloteaban por toda la habitación.
Abriste tu boca.
----No te entiendo... ---- murmuras en claro dialecto Na'vi. ---- Tengo sed...
Pronto te levantan, quitándote la máscara para que bebas agua y volviendo a ponerla en su lugar rápidamente. Tu visión se aclara y pronto intentas alejarte del Na'vi que te apuntó con su arma hace unas horas atrás. Tus manos se dirigen a tu estómago mirando a tu alrededor al reconocer un aroma, tus ojos miran la bandeja en la mesa bajando de la camilla tropezando, levantas la toalla y pronto estás de nuevo en el suelo. Sientes unas manos masajeando tus hombros intentando brindar calma a los gritos que salen de tu boca.
----¡Mi bebé, mi bebé!---- lloras desconsolada ---- ¡Mi bebé!
Unas manos grandes acarician tu espalda mientras que tú te aferras a su brazos pellizcando su piel, mientras el hueco de tu corazón se hace cada vez más grande. No de nuevo, no podías perder de nuevo a tu bebé, no lo soportaría, ninguno de los dos lo soportaría. Te aferras sintiendo cómo tú garganta se desgarra debido a los gritos debido a la perdida de tu tan esperado y amado bebé.
Neteyam abrió la puerta de golpe, observando a su padre en el suelo abrazando tu pequeño cuerpo mientras llorabas desconsolada aferrandote a una bandeja, gritando por tu bebé. Neteyam desvió la mirada, sintiendo su estómago revolverse ante el aroma y la imagen de tu persona desconsolada en el suelo, imaginando lo que había pasado.
El bebé no sobrevivió.
Lo'ak se aferró a su brazo.
Su pequeño hermano miraba la escena con sus ojos llorosos, Neteyam colocó una mano en su cabeza intentando consolar.
No había razón para llorar sinceramente, no te conocían de nada y más que nada deberían estar alejados de ti. Sin embargo ver cómo te aferrabas a su padre mientras llorabas en qué te devolvieran a tu bebé era desgarrador. Tu dolor era intenso, podías palparlo en el aire, hacía que sus hombros se tensen de forma inconsciente su estómago se apretaba y sus manos picaban debido a la ansiedad. Necesitaba alejarse de ese ambiente y todo sería más fácil si simplemente volvieran a casa y se alejaran de esta situación.
Estaba estresado.
En realidad está vez si necesitaba un descanso de esta irritante situación.
La madre Eywa o su padre solo lo dejó descansar unas pocas horas en su hamaca familiar. El problema fue cuando el clan comenzó a alterarse, Tuk lo movió llamando su nombre causando que se levantara de inmediato pensando que había problemas, cuando observo lo que pasaba miró confuso a su padre. Ahí estabas tú, aferrandote a su brazo mientras avanzas en medio de todos los Na'vi dirigiéndose a la carpa del Tsahik.
Neteyam no perdió el tiempo tomando su cuchillo para ponerlo en su cadera. Miró a Tuk, revolviendo su cabello suavemente.
----Quedate aquí, Tuk.
Ella asintió.
Rápidamente él entró a la pequeña casa de su abuela. Kiri estaba ahí, atenta a tu pequeño cuerpo arrodillado en el suelo sin mirar a nadie.
Se movió al lado de su hermana mirando como pegabas tu frente al suelo, mientras su abuela te miraba fijamente y su padre tenía una expresión de sorpresa en su rostro.
----Que Eywa le brinde una vida llena de sabiduría, Tsahik.
Neteyam miró con sorpresa como hablabas fluidamente en idioma na'vi. No sabía nada de esto y tampoco entendía porque su padre había arriesgado a todo el clan al traerte aquí.
-----¿Qué es esto Jakesully? ---- pregunto su abuela mirandote fijamente.
Jake se aclaró la garganta, intentando levantarte del suelo.
---- Es una humana.
----Ya lo veo.
----Puede respirar el aire de Pandora, estaba aen medio del bosque muerta y de repente respiraba. Además...
Mo'at te miró levantando su mano a su padre. Ella levantó de su lugar acercándose a ti comenzando a inspeccionar tu cuerpo encorvado en el suelo.
----Hay restos de vida en tu estómago ---- murmuró sus abuela provocando que tú mirada se levantara.
Neteyam desvió la mirada incómodo al igual que su padre. Kiri lo miró preguntando con ojos extrañados al no ver ningún bebé cerca, él negó lanzándote una mirada.
Su hermana abrió sus ojos entendiendo. Mirando con pena en tu dirección.
Neteyam no entendía como de repente todos estaban olvidando que era una humana y que era peligroso tenerte aqui, aún si hayas pasado tantas cosas frente a ellos no tenían por qué atenderte o cuidarte. Eso era cosa de los humanos, a la raza que pertenecías.
Su abuela comenzó a hacer un ritual, kiri lanzaba hierbas mientras murmuraban. Neteyam estaba al lado de su padre mirando como su abuela apretaba tu estómago y como tú llorabas en silencio recordando la perdida de tu bebé. Sin embargo, no te quejaste, aportaste tus labios y dejaste que ellas dos manejaran tu cuerpo como necesitaran. Cuando su abuela puso sus manos en tu vientre ya estabas gimoteando, cubriendo tu boca mientras murmurabas por tu bebé.
Mo'at abrió tus piernas llevando sus manos por debajo del vestido sucio que llevabas. Neteyam desvió la mirada al igual que su padre. Escuchó un quejido de tu parte mientras su abuela revisaba dentro de ti, buscando la causa o cualquier cosa que le diera una pista. Neteyam miró un momento, observando como los dedos de su abuela salían llenos de sangre observo ponerlo en un brebaje y pronto comenzó a murmurar palabras mientras lo batía.
De repente acabó.
Mo'at te miró fijamente. Neteyam nunca había visto a su abuela hacer ese tipo de rostro, dando condolencias a una humana, algo revuelto con pena.
Entonces ella habló.
-----Su cuerpo lo rechazó debido al estrés.
Neteyam miró a otro lado pensando que era bastante obvio.
-----Bueno, es claro debido a la situación ---- murmuró su padre de vuelta.
Mo'at negó.
---- No es la primera vez que su cuerpo rechaza un bebé.
Neteyam te mira perplejo. Ve como tu cuerpo poco a poco se hace ovillo, apretando tu vientre mientras sollozas temblorosa.
Su padre suelta un suspiro tembloroso mientras revuelve su cabello ansioso.
----¿Alguna respuesta de la respiración?
Mo'at guardó silencio volteando a mirarte para soltar suavemente.
----Un regalo de Eywa.
----¿Un regalo?... ---- soltó sin pensar, miró a Mo'at quién lo miraba suavmente.
----Es lo único que Eywa quiso informar ---- ella miró a su padre como si informará que debía hablar a solas con él ---- ella debe descansar, Jakesully.
Su padre lo miró. El asintió obediente sintiendo una picazon en su manos al acercarse a ti. Una de sus manos te toco colocándose de cuclillas para tomarte en brazos. Tú no hiciste nada, solo ocultarte entre tus brazos mientras seguías llorando desconsolada. Neteyam sentía como temblabas en su brazos, su corazón se prestaba y el miraba al frente sin dirigir la mirada a los Na'vi que lo observaban curiosos. Siempre tan incómodo ante la mirada de tantas personas. Odiaba tanto llamar la atención que siempre caminaba velozmente. Sin embargo, te vio sangrando su lado responsable le decía que si caminaba veloz podría hacerte sangrar, así que fue a paso ligero.
No encontró dónde dejarte y su casa no era una opción. Así que tomo de esas cabañas en el suelo que eran más que nada para areas de descanso. Te dejó encima de la manta. Sentándose en la entrada, vigilando como un alcon sin apartar ni un segundo la mirada de ti. Iba a perder todo el día aquí y solo por ti, cuando realmente podría estar entrenando o vigilando la zona.
----Mi bebé...
Neteyam se removió incómodo. Sin saber realmente consolar algo que él no entendía por completo.
----P-por favor... ---- estiraste tu mano hacía él. Neteyam frunció su ceño sin entender ----. Por favor... ----sollozaste.
Él se acercó, tal vez necesitabas un poco de agua. Su mirada dura no desapareció de su rostro. Intentando intimidarte y hacerte entender que si hacías un movimiento estúpido a él no le dudaría la mano. Cuando estuvo a centímetros de ti tus manos se aferraron a la suya, intentó apartarse rápidamente , sin embargo te aferras a ella pegando su frente contra el dorso de su mano.
----Yawne... Perdón, mi bebé ---- murmuraste. Neteyam intentó apartarse, notando que lo estabas confundiendo con quién el imagina es el padre del bebé que acababas de perder. ---- yo en verdad quería esta bebé, perdóname, por favor. Por favor, perdóname.
Lloraste ante el silencio. Apretando su mano mientras frotabas tu cara contra ella. Neteyam suspiró cerrando sus ojos mientras masajeaba su cien, odiándose debido al sentimiento incómodo que invadía su corazón. Se apiadó de ti, dejando caer un pequeño pedazo de su muro para consolarte. Su mano acarició tu cabello brindándote calma, dejaste de temblar sin embargo el llanto seguía ahí. Neteyam logró murmurar un poco.
----Tranquila... No fue tu culpa.
No habías durado mucho tiempo en la carpa de descanso, los Na'vi se habían puesto tan incómodos con tu presencia que Neytiri le ordenó a Jake que te cambiarán de lugar para que el clan estuviera tranquilo sin tener que verte constantemente. Entonces Jake no había dudado y de inmediato hizo que sus hijos te llevarán a otro lado, entonces aquí estabas analizando cada cosa que sucedía a tu alrededor en esta nueva aldea, observabas a los Na'vi trabajando a tu alrededor lanzándote miradas sospechosas, alejando a sus hijos de tu alrededor. Sonreíste suave a cada niño que te miraba, tus manos tocando suavemente tu vientre intentando ignorar el dolor de tu pecho.
No había tiempo de llorar, necesitabas mantenerte alerta ante cualquier ataque. No estabas en tu hogar estabas tan lejos de todos rodeado de muchos desconocidos y no sabías sus actitudes ante los humanos. Tus hombros estaban tensos mientras los hijos de Jake sully te acompañaban a una hamaca que se había para los prisioneros. Ellos intentaban aclarar que no eras su prisionera, simplemente no sabían dónde dejarte y esto era lo más cercano a un carpa improvisada.
No dijiste nada, porque realmente no querías llevarles la contraria y de todos modos estabas buscando lugares para poder escapar pronto de este lugar. Nada era seguro cuando todo era nuevo y desconocido.
Tu ojos miraron fijamente la espalda de Na'vi con cejas. El cuál te dirigía miradas rápidas, sonriéndote de vez en cuando para rápidamente voltear al frente cuando sentía a su hermano mirándolo.
Tu cabeza comenzó a trabajar cuando el muchacho volvió a mirarte con un sonrisa moviendo su cola curioso.
Maldita zorra.
Susurró una suave voz en tu cabeza que decidiste ignorar por completo. Si ibas a huir de aquí usarías todos los medios posibles para salir con vida, aunque eso sea usando a ese Na'vi emocionado.
Tu espalda se enderezó, dejando que tus pechos salieran un poco por el borde del cuello, relamiste tus labios dándoles un toque brilloso haciéndolos ver provocativos y cuando el Na'vi volvió a mirarte tu mirada estaba recorriendo todo su cuerpo. Tus ojos se detuvieron en los suyos y sin dudar una pequeña sonrisa ladina le fue dirigida. Tu cuerpo se balanceaba con delicadeza a cada paso que dabas y aquellos removió algo en el Na'vi. Sonreíste cuando sus ojos miraron tu pecho por un momento para volver a subir a tu rostros.
---- Lo'ak ---- llamó el otro Na'vi ---- dirigie el camino.
----¿Qué?, ¿Porqué?
----Solo házlo ---- Ordenó el otro.
Ladeaste tus rostro. Recordando su nombre ser dicho por Jake sully.
¿Nete... Neteyam?
Sus ojos amarillos te miraron desconfiados, una mueca de molestia invadió todo tu rostro y pronto te viste encogida de hombros ante su actitud. Decidiste mirar a cualquier otra parte que no sea a este macho. Centrándote en lo más lejano del bosque, los árboles elevándose imponentes mientras la vegetación te llamaba.
Miraste detrás tuyo observando a dos Na'vi más grandes cuidando que no escapes por la espalda. Sus ojos amarillos te miraban con odio puro, sus cicatrices de guerra los hacia ver intimidantes y aquello hizo que un escalofrío recorríera todo tu cuerpo. No era hora de distracciones, tu vida estaba en peligro, no sabías las intenciones de estos de aquí.
----¡Llegamos! --- exclamó con un tono alegre Lo'ak.
Él y su hermano hicieron espacio. Dejándote el paso libre para que te adentraras a aquel lugar, mirándote de manera expectante esperando cualquier reacción de tu parte.
Tus manos comenzaban a temblar. Diste un ligero paso atrás observando el interior de la carpa. El suelo se veía machado y justo en el centro de la carpa había un palo que iba desde el techo al suelo. Este mismo estaba desgastado, lleno de arañas de uñas y la madera parecía astillada. el suelo justo debajo de el estaba mucho más oscuros que otros lados.
Y recordaste... Recordaste que había sucedido la primera vez que te adentraste a una igual de estás.
Volviste a dar otro paso hacia atrás cuando el tal Neteyam te miró con su entrecejo fruncido, intentando tomar tu muñeca para adentrarte a la fuerza.
Sus ojos amarillos eran tan intimidantes que por un momento pensaste que iba matarte. Diste más pasos hacia atrás, negandote a entrar a ese maldito lugar entonces tú espalda golpeó contra el duro abdomen de uno de los Na'vi que los seguía desde atrás. Su mano tomó tu hombro con fuerza y aquello te hizo saltar del susto. Lo empujaste alejándote de golpe.
----No me toques ---- advertiste mirando directo a sus ojos amarillos.
El Na'vi sonrió burlón hacia su compañero. Apuntándote como si esta situación fuera muy divertida.
----Ey, no hagas idioteces y solo entra a la carpa.
Tus ojos miraron rápidamente a Neteyam quién ya se acercaba a ti bruscamente sus trenzas balanceándose de un lado a otro con su mirada llena de fastidio con tu escenita.
Sucio, no hay reglas tu siempre estarás en desventaja en Pandora.
Tus ojos miraron a su taparrabos dispuesta a golpear su entrepierna para salir corriendo. Tu respiración comenzaba a acercarse conforme su cuerpo se acercaba y su mano estaba a punto de tocar tu piel su hermano se interpuso.
----¡Wooow, WOW! Hay que calmarnos un poco ---- habló Lo'ak deteniendo la caminata de su hermano quien se detuvo de golpe con sus ojos mirándote fijamente ---- hermano, la estás asustando, es claro que estará nerviosa.
Lo'ak se alejó un poco cuando miro los hombros de su hermano relajándose solo un poco. Te miró, sonriendo intentando brindarte calma.
---- Lo'ak... --- advirtió Neteyam.
----Está bien, hermano. Yo me encargo.
Tus ojos miraron a los otros dos Na'vi, los cuales asintieron hacía él hijo de Jake sully dándole espacio al niño para que hablara contigo. Solo unos cuantos pasos atrás.
----Hey ---- llamó tu atención el Na'vi, tus ojos lo miraron con desconfianza ---- siento la actitud tonta de mi hermano ---- tranquilizó acercándose poco a poco a ti ---- ya sabes, cosas de personas histéricas. Está bien, entiendo que no te agrade la idea, digo, ese lugar está sucio y se ve totalmente aterrador. Pero te prometo que no te ocurrirá nada, es solo que papá intenta mantenerte a salvo. Aquí todos están un poco desquiciados acerca de los humanos.
Ladeaste tu cabeza, observando como daba pasos pequeños, acercándose poco a poco a ti. Una de sus manos se estiró cuidadosa en tu dirección.
----Si te sientes más tranquila, puedo entrar un rato contigo y me quedaré hasta que padre llegue. ¿Te agrada la idea? ---- tus ojos miraron su sonrisa, era suave y sobretodo sincera ----. Solo toma mi mano.
Tus ojos miraron sus mano, la curiosidad se reflejó en tu rostro cuando observaste un dedo meñique. Cinco dedos en su mano, tan distintos a las manos de un Na'vi común. Observaste el titubeó en sus dedos, tus ojos miraron los suyos amarillos los cuales se veían perdidos mirando su propia mano.
Algo recorrió tu pecho al reconocer esa mirada en los ojos ajenos.
La vergüenza en sus facciones por algo que él es.
Tu mano tomó la suya con cuidado, sin dejar de mirar sus expresiones. Una sonrisa se formó en su rostro y pronto te llevó lentamente hacia la carpa. No dejaste de ver sus mano tomadas, hace tiempo que no habías visto una mano con cinco dedos más que la de los médicos. Ninguna había sido cálida ni bienvenida, solo frías y profesionales. Y ahora estaba la de este Na'vi, tomandote con delicadeza mientras te miraba con ojos soñadores.
Sonreíste en tu interior recordando a tu joven yo.
Sin embargo, ese sentimiento se vio opacado por la sensacion de tu estómago revolviéndose. Recordaste que no estabas en casa y que no deberías bajar la guardia. En todo caso Lo'ak sería útil, nada como usar un corazón desesperado por aprobación.
Cualquier tipo de aprobación.
Y si el muchacho la buscaba en ti se la darías , Lo'ak era un boleto asegurado para huir.
Cuando te sentaste en el suelo Lo'ak imitó tu acción, lo cual significaba que el hermano mayor haría lo mismo, protegiendo a su hermano de tu presencia. Solo que Neteyam decidió sentarse cerca a la entrada frente a ustedes dos, sin quitar la vista de ambos. Lo'ak observaba el techo tarareando una melodía desconocida mientras su cola golpeaba el suelo.
El silencio era incómodo, la pesada mirada de Neteyam comenzaba a hacerse tensa conforme el tiempo pasaba. Tus dedos se encontraron jugando con tu cabello como una forma de distracción. Tomaste un pequeño mechón comenzando a trenzarlo pacientemente murmurando el cántico que las mujeres del clan cantaban cada que peinaban a sus crías.
Por la vista periférica pudiste observar a Lo'ak levantándose de su lugar, mirándote sin disimulo interesado en tus acciones.
---- ¿Qué es lo que cantas? ----- preguntó curioso. Le dirigiste una pequeña sonrisa, dejando de cantar sin dejar de trenzar tu cabello ----. ¿No hablas mucho, verdad?
Negaste sin borrar la sonrisa. Lo'ak era tan curioso y directo que te daba gracia.
---- Lo'ak, deja de hablar con ella, padre estará molesto si te ve hacerlo.
Tus ojos miraron al fantasma de Neteyam, quién simplemente estaba ahí sentado sin hacer nada más que mirarlos a ambos como un obediente soldado.
Lo'ak rodó los ojos. Volviendo su atención a ti, cosa que te hizo tragarte un risa.
Estabas bajando la guardia con alguien que acababas de conocer, pero él era tan abierto con lo que pensaba que te era imposible no seguirle el juego.
---- Ignoralo, últimamente parece que tiene un palo metido en la cola. Papá lo presiona demasiado, eso hace que deje de lado a sus otros hijos ---- recalcó. La cola de su hermano golpeó el suelo como una advertencia silenciosa.
Tus ojos miraron las orejas de Lo'ak, las cuales estaban contra su cráneo rectas. Miraste curiosa cuando notaste un suave sentimiento de rencor en sus ojos. Suavizaste la mirada notando la pequeña competencia por la atención de su padre que tenían estos dos de manera inconsciente y al parecer Neteyam iba ganando con una gran ventaja.
No dijiste nada, no querías hacer más tortuoso este momento así que solo te dedicaste a terminar tu pequeña trenzita. Cuando la acabaste la dejaste caer, sabiendo que en cualquier momento se destruiría. Entonces una mano se puso frente a tus ojos. Una pequeña cuenta estaba en la gran palma del Na'vi a tu lado. Lo miraste sin entender, él te asentía señalando la piedrita en su mano.
---- Lo'ak ----. Volvió a advertir el mayor, como un pequeño verdugo que aparecía en momentos importantes ---- No puedes hacer eso.
----¿Porqué no? ---- cuestionó el Na'vi a tu lado desafiante.
Un suspiro cansado salió de los labios de Neteyam ante la actitud estoica de su hermano.
---- Sabes porqué.
Esas pequeñas piedras representaban a su familia. Al clan que pertenecían por sus colores, eran adornos que Tuk había recogido con cariño y ver a una humana ajena a todo usar esto sería un insulto. Además de que si viene del cabello de Lo'ak sería como una declaración de cortejo.
Y eso claramente estaba totalmente prohibido.
Neteyam te observó tomarla con cuidado provocando que su cabeza palpitara con dolor. Si su padre descubría esto tendría nuevamente que asumir la culpa ante las tontas ideas de su hermano.
---- Tómala, no le prestes atención. Solo está de amargado.
Tu mano tomó aquella pequeña piedrita. Comenzando a amarrarla en tu trenza para que está no se deshiciera. Cuando la mano de Lo'ak intento alejarse tus ojos la siguieron lentamente. Tu mano la tomó, más específicamente tomó su dedo meñique, preguntando con la mirada porqué de la existencia de este.
Lo'ak sonrió incómodo.
---- Es... Es un regalo de mi padre. Lo heredé de él ---- Lo'ak hizo un cara extraña, mirando su mano con un poco de odio ---- ¿es un poco extraño, no? Ver a un Na'vi con cinco dedos.
Tu cara mostró extrañeza ante sus palabras sin entender porqué sería raro.
Tu mano fue a sus cejas, marcandolas con tus dedos sin intentar detenerte.
----¡Ey! ---- ibas a alejar tu mano al oír la voz de Neteyam elevarse de no ser porque la mano de Lo'ak tomó tu muñeca y te obligó a no moverte.
----Está bien, Ignoralo ---- susurró sin dejar de mirar tus ojos.
Sonreíste recorriendo sus cejas con tu pulgar. Miraste a tu costado cuando un Neteyam se había levantado de su lugar de golpe, caminando hacia ustedes a paso rápido. Fuiste empujada hacia atrás, alejando tu tacto de Lo'ak. Su hermano se había sentado en medio de ustedes dos, te asomaste ligeramente mirando a Lo'ak, quién veía molesto a su hermano ante su acción.
Lo único que pensaste en ese momento fue "infantil"
----Skxáwng... ---- murmuró Lo'ak, soltando un suspiro frustrado.
Carraspeaste un poco al ver la expresión triste de Lo'ak. Ambos hermanos te miraron, pero tus ojos se centraron en el menor. Levantaste tu mano derecha con tus dedos completamente estirados comenzando a mover solo el dedo meñique provocando que Lo'ak dejará salir una pequeña risa ante tu ridícula acción. Sin embargo, él levantó su mano imitando el movimiento de tu dedo meñique.
Sonreíste divertida, observando a Neteyam cuando su mirada se volvió demasiado pesada. Sus ojos expresaban un claro "no te atrevas a hablarle a mi hermano menor" te sentaste en tu lugar mirando al frente, fuera de la carpa, notando como un Na'vi se acercaba lentamente acompañado de una Na'vi preciosa.
Cuando los hermanos Sully se levantaron de golpe tú los imitaste, el ambiente se había vuelto más tenso que antes ahora los dos se mostraban nerviosos y tú cuerpo no evitó ponerse en alerta también. Toruk Makto entró a la carpa, sonriendo incómodamente colocando una mano frente a la Na'vi quién ya te estaba mirando fijamente disgustada.
Tus ojos miraron al suelo. Saludando como siempre lo habías hecho causando un pequeño siseó en la mujer.
---- Está bien Neytiri. Ella es la chica, estará bajo mi mando te aseguro que todos estaremos bien.
El silencio se presentó en la carpa y eso era demasiado para ti. Por un momento levantaste la mirada, tus ojos se encontraron con los de Neytiri haciéndote temblar ante la rabia que sus ojos te expresaban. Volviste a bajar la mirada evitando cualquier contacto visual que hiciera enojar más a la Na'vi.
----Confio en tu maJake ---- declaró la mujer suavemente ---- pero mis hijos no se acercarán a ella.
----¿Qué? Pero mamá-
---- Lo'ak ----. Advirtió su padre ----. Esta bien cariño, yo me aseguraré de eso.
----Neteyam, Lo'ak. Vámonos.
Los hermanos salieron de la carpa, Lo'ak te miraba mientras era arrastrado por su hermano a la fuerza. Dejándote sola en la carpa con Toruk Makto quién se sentó en el suelo señalandote que hicieras lo mismo.
Te sentaste rápidamente frente a él, mirándolo expectante a sus planes contigo.
Él te miró un largo rato. Soltando un suspiro para después hablar con voz firme sin dejar de mirarte a los ojos. Ya no era Jake Sully, era Toruk Makto.
----Te quedarás aquí mientras investigamos tu situación. Además debemos hacer que vayas a revisiones para ver que tu sutura no se abra, ¿Lo entiendes?
Asentiste. Teniendo varias objeciones, pero no servía de nada puesto que ellos eran más grandes y si te negabas podrían llegarte a verte como una amenaza. Aunque ahora ya lo hacían.
----Si, señor.
Jakesully contrajo su cara ante tu carácter obediente. Sin fiarse todavía de ti, aún era bastante extraña toda esta situación.
---Te quedarás aquí, dos guardias cuidarán tu entrada para evitar cualquier peligro. Traerán comida tres veces al día a la misma hora.
Asentiste pensando que está situación ya la habías vivido, solo que en la anterior hubo un poco más de sangre y dolor debido a tu terquedad. Toruk Makto salió de la carpa y tú iniciaste tu vida de prisionera en aquel lugar.
Todos los días fue lo mismo en una semana solo comiste, dormiste, volviste a comer, hiciste trenzas en tu cabello y volviste a dormir. Toruk Makto venía justo cuando el sol estaba saliendo, te despertaba y hacía pocas preguntas. Tu cabeza asentía o negaba ante sus preguntas y justo cuando traían tu desayuno él se iba dejándote en tu aburrida rutina.
Un mes. Pasaste un mes entero en la carpa sin ningún intento de escape, a veces podías ver a Lo'ak intentando acercarse. Siendo retenido por los dos Na'vi que cuidaban la entrada casi amenazándolo de que lo ocusarían con Toruk Makto. Intentaste conversar con los Na'vi que te custodiaban. En la primera semana fueron reacios y en la tercera ya podías hablar un poco con ellos, mencionando lo cansado que había sido la cacería y eso.
Tú solo escuchabas y hacías pequeños comentarios, al parecer les divertiste, te tomaron como su pequeño payasito.
Y no dudaste en intentar seducirlos un poco probando las aguas.
Ambos estaban emparejados.
Noticias. Entre ellos.
Te reiste cuando lo descubriste sonriendo con vergüenza cuando ellos confesaron saber lo que intentaste hacer en un momento. Te hiciste a un lado, deseándoles y rogando a Eywa que ellos tengan una vida larga y prospera uno al lado del otro.
Un día Toruk Makto entró a la cabaña de improvisto, justo cuando habías decidido que esa sería tu hora de sueño. Te levantaste de golpe, tambaleandote mientras tallabas tu ojo perezosa.
----Vamos.
Estabas a punto de preguntar, guardando silencio sin saber si a Toruk Makto le gustaba ser cuestionado. Tal vez él miró tus ojos inseguros, puesto que pronto te aclaró lo que tenía planeado.
----Simplemente saldrás a caminar. Te mostraré los lugares importantes de la aldea, no puedes simplemente quedarte y comer nuestro suministros.
Tiene un muy raro concepto de prisionera. Pero también podría ser una prueba, una prueba de que no escaparías de la aldea.
Caminaste detrás de él mirando hacia abajo, estaban en una copa de árbol puesto que a un prisionero sería difícil huir desde aquí. Más específicamente un prisionero humano, Toruk Makto hizo que bajarás por las enredaderas junto a él. No eras idiota, abajo seguro había más guerreros Na'vi esperando a que hagas un movimiento estúpido para lanzarte una flecha así que te comportaste. Cuando llegaste al suelo miraste a tu alrededor. Niños Na'vi corrían alegres por todo el lugar y a lo lejos podías ver grandes carpas las cuales, imaginaste, eran casas de familias Na'vi. Una pequeña sonrisa apareció en tu rostro cuando un grupo de niños Na'vi se quedaron quietos mirándote con grandes ojos curiosos.
---- Vamos ---- saltaste en tu lugar ante la repentina voz de Toruk Makto.
Lo seguiste de cerca mirando curiosa todo a tu alrededor. Tus ojos miraban las copas de los árboles los cuales estaban conectados con largos caminos hechos de telares dónde varios Na'vi te miraban curiosos, otros más cuidadosos.
Te permitiste volver a sentir curiosidad. Habías vivido tanto tiempo en Pandora y aún así se sentía como la primera vez. Realmente nunca tuviste la oportunidad de apreciar las maravillas que Pandora otorgaba, siempre estabas al borde de la muerte, siempre estabas buscando las maneras de cómo sobrevivir a los peligros de ella y nunca apreciar lo hermosa que podía ser.
Saltaste en tu lugar cuando tu sesión de admiración se vio interrumpida por un golpe en tu pierna. Miraste al suelo, un pequeño niño Na'vi estaba en el suelo mirándote con enormes ojos temerosos, el pobre niño había chocado contra tu pierna jugando con los demás. Te agachaste a su altura, Jake te observó a cada segundo asegurándose de que no le hicieras nada al niño.
Lo ayudaste a levantarse, sonriéndole suavemente cuando colocaste una de sus trenzas detrás de su oreja. Saludaste en Na'vi provocando una risa en el niño quién rápidamente corrió alejándose de ti hacia los otros niños risueño.
Soltaste una risita, mirándolos melancólica trayendo recuerdos que hace tiempo habías decidido ignorar. Debido al dolor que estos traían.
---- Sigamos --- llamó Toruk Makto, intentando disispar el aura solitaria que de pronto había comenzado a invadirte.
Cuando te levantaste tus ojos se encontraron con los de un Na'vi que ya conocías. Neteyam los miraba a su padre y a ti con desconfianza, observando de lejos como su padre te daba un recorrido por la aldea para al fin sacarte de esa sucia habitación. Saludaste como era debido, tu mano fue de tu frente hacia él provocando que hiciera una mueca desviando su mirada ante tu saludo.
Grosero.
Un Lo'ak saltó desde atrás de su hermano, reiste ante la escena de un Neteyam serio siendo casi tirado al suelo por su hermano menor. Lo'ak te miró, una enorme sonrisa apareció en su rostro saludando como normalmente un humano lo hace, le ibas a corresponder de no ser porque su sonrisa paso a ser una expresión incómoda, mirando al suelo con sus orejas hacia abajo.
Miraste a Toruk Makto de reojo, su mirada advirtiendo a los hermanos que no se atrevieran a tener ningún contacto contigo. Miraste a a otro lado, sintiéndote mal por Lo'ak quién se había visto muy emocionado por verte después de un mes con fallidos intentos por hablar contigo.
Te parecía extraña su insistencia, pero era de alguna manera acogedora.
---- Ignorales, sigamos. Debes mover esas piernas débiles.
Cuando el Olo'eyktan se dio vuelta miraste a Lo'ak, el cuál ya te estaba mirando. Levantaste tu mano a la altura de tu cintura moviendo ligeramente tu meñique, él sonrió ante eso imitando tu acción siendo regañado por su hermano Neteyam. Reíste siguiendo a Toruk Makto de cerca.
cuando estaban a punto de ir al bosque no evitaste mover tus manos ansiosas, recordando la primera vez que llegaste a Pandora esas ansias por recorrer cada rincón del bosque. La expectativa comenzaba a llenar todo tu cuerpo, dos Na'vi más se unieron entendiendo que si intentabas huir estos tres adultos irían a cazar. Sabes que si en este momento no estuvieras un poco disociada harías todo para que ellos intentarán matarte.
Cuando entraron al bosque donde ya no había más casas del clan, lograste ver algunos recogiendo frutas, otros estaban en el lago divirtiéndose. Querías ir a todos lados y a la vez quedarte para escuchar todo lo que pasaba a tu alrededor.
---- Puedes ir a dónde quieras yo y ellos iremos detrás tuyo.
Lo miraste con sorpresa ante la libertad que te estaba otorgando. Moviendo los dedos de tus pies para disfrutar la sensación de la tierra húmeda. Tu respiración comenzaba a acelerarse conforme tus sentidos se agudizaban debido a los sonidos de Pandora. La emoción recorrió tu cuerpo y aunque fue la acción más estúpida después de una advertencia hiciste lo que hace tanto tiempo necesitabas.
Corriste.
----¡Ey! ---- Jake soltó un gruñido ---- maldita sea, ¡Vamos, por ella!
Los pasos de Jake fueron rápidos detras tuyo, fue idiota. Pensando en que tal vez tu inocencia era más fuerte que tus ansias de huir, por un momento Jake se vio en ti. Te veía tan maravillada con todo lo que rodeaba que se olvidó que eras una humana, una humana que salió de la nada y que no debía darte tanta libertad.
Cuando Jake estaba a punto de retenerte por tu cabello escucho aquello que lo hizo vacilar.
Un risa.
No una risa de burla o de nervios. No, era una risa de completa emoción.
Jake alejó su mano mirando a los otros Na'vi negando con su cabeza. Ellos lo miraron confundidos más siguieron sus órdenes, Jake siguió corriendo detrás tuyo intentando retener una sonrisa cuando tu emoción comenzaba a contagiarse. tus manos acaraciaban cada hoja que se te atravesaba, saltabas cada roca y tocabas cuánta flor podías.
Te sentías tan viva en este momento que lo veías sorprendente. Nunca habrías esperado que una acción tan simple como correr en un inmenso bosque te llenaría tanto. Lanzaste un grito de emoción, de esos que siempre lanzaban en el clan cuando llegaban de una cacería victoriosa, el cual resonó por cada rincón de Pandora y eso hizo que tu emoción incrementará reíste fuerte mirando a tu lado con sorpresa cuando Jake correspondió tu grito de emoción.
Los Na'vi lo imitaron, pronto los cuatro gritaban cómo idiotas sin dejar de correr hasta llegar a un inmenso claro. Tropezaste con un gran rama cayendo de bruces contra el suelo al distraerte por la hermosa vista.
---- ¡Mierda! ---- Toruk Makto te levantó rápidamente. Revisando tu cara observando como tu nariz sangraba ---- ¿Estás bien?
Reíste de manera tonta, tambaleando tu cuerpo para limpiar la sangre con el dorso de tu mano. Miraste a tu alrededor, corriendo hacia las plantas brillosas en el suelo.
Jake negó divertido. Nunca antes había visto a alguien con tanta emoción. A veces olvidaba ese sentimiento, olvidaba como su raza podía sorprenderse por cosas tan bobas. Sin embargo Pandora era mucho más que eso, él a pesar de estar aquí por años no dejaba de asombrarse con cada cosa que veía.
---- ¡Esto es asombroso! ---- festejaste, recostandote en el suelo mientras mirabas el cielo azul con una gran sonrisa ---- Gracias, Toruk Makto.
Jake asintió, esperando paciente a qué te cansaras de simplemente recorrer todo este mundo. Lo cual veía imposible, debido a como llevabas más de una hora tocando una flor que se cerraba y abría con tu toque.
----Toruk Makto, ya se hace tarde. El eclipse está por salir.
Jake asintió, dejando su descanso para acercarse a ti agachándose a tu lado observando tu sonrisa.
----Es hora de volver, niña.
Lo miraste con ojos grandes. Te levantaste rápidamente asintiendo mientras limpiabas la suciedad del vestido.
El camino de vuelta fue tranquilo, sin embargo seguía siendo mágico. Cuando entraste al bosque detrás de ella no dejaste de mirar el suelo, que se iluminaba con cada paso que dabas, las flores a tu alrededor brillaban brindando una luz suave, no te detuviste a tocar cada una de ellas con asombro. Jake te miró de reojo, sonriendo ante tus risas cada que tocabas una nueva planta.
Entonces el decidió mostrarte lo que Neytiri le demostró la primera vez que llegó aqui. Sus manos removieron unas hojas dejando salir esas cosas voladoras brillantes.
---- ¡Waaa!
Pronto los tres Na'vi te vieron correr entre el pastizal alto, dejando que cientos de estás criaturas salieran de su escondite yendo a buscar rápidamente uno nuevo.
En todo el camino te la pasaste riendo disfrutando de estos pequeños momentos, cuando llegaron a casa tú estabas con una enorme sonrisa. El sol ya estaba escondiéndose y en el coan fueron bienvenidos por varios niños curiosos Na'vi.
Uno se acercó a ti, estirando una pequeña flor en tu dirección. Te arrodillaste dejando que lo colocará en tu cabello, en cuestión de segundos los niños Na'vi te estaban rodeando, tocando tu cabello, piel y vestido, curiosos por tu distintiva apariencia. Sonreías ante sus preguntas; si el sol te había despintado o si habías comido tanta miel que se había llevado tu color.
A lo lejos Neteyam observaba tu llegada, te veías tan emocionada y su padre se veía tan relajado que la curiosidad lo invadió, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver una mirada suave en su padre. La mirada que solo era dirigida a Tuk o incluso a Kiri. Los labios de Neteyam se apretaron cuando te observó reír y a su padre sonreír por eso.
Su madre definitivamente no estaría de acuerdo con esto.
Al día siguiente no fue Toruk Makto quien te despertó, no. Había sido Neteyam, el hijo mayor de los Sully con una expresión molesta. Lo miraste confusa, esperando a que hablara. Sin embargo, el niño no dijo nada, simplemente se sentó cerca de la puerta y comenzó a afilar su cuchillo. Te sentaste intentando estar tranquila ante su presencia comenzando a trenzar tu cabello ante el enorme silencio que rodeaba la carpa.
Los muros que ayer se habían derrumbado volvieron y ahora estabas más alerta que nunca alrededor de Neteyam. Era tan parecido a su madre que era imposible no ponerte nerviosa con él.
~•~
Neteyam frotó su rostro frustrado, sus ojos miraron a su padre quien masajeaba su cien estresado observando el mapa frente a el con todos lo clanes cercanos al gran bosque, no encontró a nadie más que ellos.
----Señor, nadie se ha intentado acercar a ella, ningún Na'vi macho la ha mirada, no hay rastro de nada.
Neteyam estaba frustrado, su padre le había dado esta misión donde debía vigilar a la humana. No lo entendía sinceramente, pues, le había dicho a su madre que no dejaría que ninguno de sus hijos se te acercara. Y aquí estaba él, haciéndose cargo de alguien más, además de cuidar a sus hermanas y vigilar a su hermano menor para que no haga estupideces.
El Olo'eyktan suspiró ocultando su rostro en sus manos, su cola se movía de un lado a otro frustrado. Además de esto, no había nada. Ni un rastro de quién sea que te haya abandonado en el bosque con un bebé en el vientre. Es como si aquel Na'vi hubiera desaparecido de la faz de la tierra, como si realmente aquel Na'vi no existiera. Pero esas marcas en tu piel era claramente de un Na'vi y el bebé que salió de tu cuerpo era de un Na'vi.
----- Cómo es posible que no logremos saber nada de ella ---- Jake miró fuera de la carpa ---- ¿Qué es lo que ella hace en todo el día?
Neteyam evitó rodar los ojos, quinta vez que repetía tu maldita rutina. Aburrida, simple y para nada importante.
----Duerme, se levanta, desayuna, hace amuletos, duerme, se levanta, trenza su cabello, come y vuelve a dormir.
----Debemos estar dejando pasar algo, no puede ser que no haga nada en todo el día... ---- Jake lo miró confuso ---- ¿No las has sacado de la carpa?
Él negó.
----Eso sería peligroso, señor.
Jake soltó un suspiro frustrado.
----Neteyam, la humana debe salir para no traer más problemas de salud.
Neteyam miró a su padre en desacuerdo.
----Señor, es una humana. Sacarla de su carpa puede poner en riesgo al clan y no sabemos que esta-
----Neteyam ----. Cortó su padre rápidamente ----. La humana debe salir de vez en cuando, perdió un bebé.
----Eso no es-
----Neteyam ----. Advirtió su padre dándole una mirada dura, provocando que el muchacho mirara al suelo ----. Esto también nos ayudará a ver la interacción que tiene con otros Na'vi. Podemos ver si es más cercana con alguien de aquí. Por favor, hijo.
Neteyam estaba a punto de negarse. De no ser por su hermana menor entrando a la carpa mirando a su padre con un ceño enojado y él ya había soltado un suspiro sabiendo que de nuevo lo'ak se había metido con ella.
---- Bebé, estamos en algo importante.
----Pero Lo'ak no me quiere dejar ir con él y la humana.
Jake se levanta de su asiento y Neteyam pronto se está asomando de la carpa mirando como su hermano te intenta llevar a quien sabe dónde, cuando tu deberías estar en la carpa de prisioneros siendo vigilada por Lo'ak, no en la aldea. Solo una orden le dio a Lo'ak y no pudo acatarla.
Ambos salen, Neteyam cargando a su hermana mientras que su padre camina a pasos apresurados a ustedes dos. Quienes reían tontamente ante algo que lo'ak explicaba con movimientos extraños en sus manos.
----¡Lo'ak! ---- llamó su padre molesto.
Su hermano miró a su padre, bajando la mirada mientras hacia la seña de un saludo. Tú lo imitaste, agachando la cabeza ante su padre como si debieras doblegarte a él.
---- ¿A dónde pensabas ir? Y específicamente con quién ----. Preguntó su padre tomándolo de los hombros alejándolo de ti.
----¿Qué...? Yo no- --- miró en dirección a Tuk frunciendo su ceño mientras una mueca se formaba en su rostro ---- Chismosa.
Tuk sacó la lengua en su dirección.
Neteyam te observó. Tus manos apretaban la vata de laboratorio, mientras que tus ojos vagaban por todos lados excepto la discusión enfrente de ti. De repente miraste un punto fijo y observó como relamías tus labios ansiosos. El miró hacia donde lo hacías, un Na'vi macho estaba ahí platicando con otro Na'vi mientras mostraba su arco.
Neteyam prestó atención a como apretabas tus muslos y cómo tus ojos se relajaron ante la vista enfrente. Su cola se movió curiosa.
Conocía al Na'vi, un guerrero de los más hábiles. Un Na'vi perfecto para las hembras. Muchas se derritan por él. Pero él nunca aceptó los cortejos de nadie y tampoco vio cortejar a nadie. Neteyam pensó, que tal si este Na'vi de aquí era al que tanto buscaban, fui el primero por el que mostraste interés
----Neteyam ---. Llamó su padre.
----¿Si, señor?
---- Lleva a este terco a casa.
Lo'ak rodó los ojos comenzando a caminar con pisotones. Neteyam tomó su hombro, intentando brindarle paz a su hermano le siseo provocando que él riera.
Antes de seguir su camino te miró una última vez, tu atención ya estaba en su padre quien te guiaba hacia la carpa de su abuela para un revisión.
Neteyam no miró cómo le echaste una mirada. Se perdió como tus ojos recorrieron el cuerpo de su hermano.
Completamente ansiosa por obtener todo.
Neteyam entendió lo que su papá quiso decir con dejarte salir y ver cómo interactuabas con los Na'vi. Te seguía a todas partes y a cualquier lado al que fueras, observando por lo que tus ojos mostraban interés. Normalmente siempre era la flora de Pandora y los niños que te seguían curiosos.
Hablando de curiosidades, su hermano los seguía de cerca. Actuando como un niño pequeño ante tu presencia callada y pacifica, Casi como sino existieras.
Realmente todo parecía darte igual y eso ponía ansioso a Neteyam. Cualquiera en su sano juicio ya se habría quejado, incluso mostrado tan siquiera un poco de incomodidad. Pero ahí estabas tú, dejándote llevar por Lo'ak a dónde sea sin emitir una sola queja sintiendo la insistente presencia de Neteyam a tu alrededor, atrapándolo mirándote y aún así él no apartaba la mirada porque él quería dejar en claro que no eras bienvenida para nada. Que estabas vigilada y un paso en falso significaba la muerte.
----Mierda ¡estoy seguro de que te encantará volar en mi ikran! ---- emocionó su hermano llevándote de la muñeca ansioso a dónde todos los ikrans estaban ----. También conocerás a Spider, últimamente se la pasa fuera con Kiri así que por eso no has podido conocerlo, eh pero él es un humano como tú. Solo que él no puede, ya sabes, respirar el aire de Pandora.
Neteyam acató las órdenes de su padre. Te saco de carpa dos veces a las semana, como si fueras un perro que debía ser paseado de vez en cuando, inevitablemente su hermano se colaría y Neteyam veía más cansado estarlo alejando, así que lo dejó ser mientras él estuviera cerca. Su hermano era un hablador, lo sabía, pero en este preciso momento sus palabras se le escapaban incluso por las orejas. Neteyam por primera vez en mucho tiempo veía a su hermano emocionado, hablando sin parar ni un segundo. Aunque era un poco peligroso debido a que se podría encariñar contigo y todos sabían que no eras de largo plazo, porque en cuanto encontraran al causante de tu embarazo te desterrarian con él, lejos del clan para no causar problemas. Así que era un peligro para su hermano, pues él tiende a ser impulsivo cuando se encariñaba demasiado con alguien.
Su padre lo había dicho, "no dejo esto en las manos de tu hermano por qué él es un poco sentimental"
Su hermano buscaba consuelo en lo primero que le brindara atención y eso es exactamente lo que estaba pasando. Estaba bien, mientras Neteyam estuviera cerca y evitara el contacto físico, solo serías el basurero de Lo'ak. Solo dejaría que su hermano se sintiera un poco más escuchado, puesto que para él era más fácil abrirse a desconocidos que a conocidos.
----Oye te puedo llevar volando en mi ikran
----No.
Su hermano lo miró extrañado.
----No vamos a volar en los ikrans, dijiste que solo los veríamos, es todo.
Tus ojos serenos lo miraron. Neteyam te miró fijamente, intimidante, inflando su pecho haciéndote ver qué no iba a caer en ese juego que tenías. Un rugido surgió, no hubo movimiento alguno de tu parte, hasta que Lo'ak te llevo emocionado hacia su ikran.
Neteyam sacudió su cabeza, moviendo la cola ansioso mientras el nudo en su estómago se relajaba. Esto de estar en alerta constante ya comenzaba a pasarle factura, ni siquiera debía estar tan tenso a tu alrededor, eras una humana. Él podría con facilidad inmovilizar tu pequeño cuerpo y acabar con todo esto, pero su padre había dado otras órdenes.
Neteyam se acercó al suyo propio, acariciando con cuidado su rostro mientras miraba como Lo'ak te explicaba cómo lo obtuvo. Tu mano acariciaba a su compañero sin mirarlo a los ojos. Como si ya te hubieran explicado como se comportaban estos animales, como si supieras que era peligroso mirarlos a los ojos. La cola de Neteyam se movió curiosa ante el pensamiento. Sus ojos estudiaron cada uno de tus expertos movimientos, observó como rodeabas al ikran como si ya hubieras convivido con ellos cientos de veces. Y tal vez si él no estuviera tan atento en estudiarte a ti habría notado como su hermano conectaba su trenza al ikran.
----¡Lo'ak, tú skxáwng! ---- siseó cuando su hermano saltó al ikran y comenzó a elevarse contigo encima.
Neteyam se apresuró a subir al suyo. Voló detrás de su hermano a toda velocidad, escuchando como el idiota lanzaba gritos llenos de emoción. Comenzando a hacer trucos tontos, Neteyam hierve de rabia, si resultabas herida su padre descubriría que estaban tonteando y que él nuevamente no pudo controlar a su hermano menor.
----¡LO'AK! ---- regañó ya a su lado ----¡bajala ahora mismo antes de que caiga del maldito ikran!
Su hermano lo miró risueño.
-----¡Vamos, hermano! ---- Lo'ak extendió sus manos, dejando espacio libre para que tú cayeras por los lado ---- ¡Diviértete un poco deja de ser la mini copia de papá!
Un vuelco apareció en su pecho cuando observó como sonreías hacia el vacio que había debajo de ellos.
---- ¡Tú idiota, ella puede caer, sostenla!
---- ¡Vamos hermano, cálmate un poco!--- respondió Lo'ak burlón.
----¡No me estás escucha-... LO'AK!
Era divertido. Para ti era totalmente divertido como estos dos hermanos eran tan distintos y discutían. La adrenalina invadía cada centímetro de tu cuerpo. Hace tanto tiempo que no volabas en una de estas preciosuras, el calor de Lo'ak detrás de ti te estaba volviendo loca. Tan maldita ansiosa de un toque, de ser rescatada. Necesitabas que la atención volviera a ti de cualquier manera, recordabas cómo su atención se había centrado por completo en tu cuerpo cayendo y como había evitado que tú cuerpo golpeara el duro suelo.
Unos ojos verdes aparecieron en tus recuerdos, recuerdas como sus manos apretaba tu cuerpo desesperado. Aterrado de poder haberte perdido.
Sonreíste con emoción ante el recuerdo
Entonces, volviste a tus andanzas. Cuando Lo'ak extendió sus manos y Neteyam te miró aterrado de que caigas y se metan en un gran problema tu pecho se hincho de ansias y emoción.
La necesidad de la adrenalina se estaba volviendo insoportable, tu cuerpo comenzaba a temblar y sentías esa picazón en las manos cuando el peligro era tan cercano. Tu cuerpo actuó solo mientras tu mente se ponía en blanco, pronto te encontrabas cayendo en picada al suelo sintiendo como el agujero en tu estómago se volvía más grande. Las emociones arremolinaron en tu pecho y los recuerdos de unas manos rodeando tu cuerpo te invadieron. Extendiste tus manos intentando tomarte a lo que sea que encontrarás, justo como en el pasado.
El sentimiento del terror rodeando cada centímetro de tu mente se volvió placentero. Tan correcto en esos precisos instantes. Y justo cuando pensabas que chocarías contra los enormes árboles de Pandora unas manos tomaron las tuyas y te jalaron a un firme pecho el cuál subía y bajaba de manera inestable.
Tus ojos se abrieron observando el rostro borroso del Na'vi. Tus manos fueron inconscientes a su rostro acariciando con suavidad y anhelo.
----Yawne... ----murmuraste amorosa.
Tu vista se aclaró encontrando la mirada iracundo del hijo mayor de Toruk Makto.
Tus manos se alejaron de su rostro y tus ojos parpadearon lentamente hacia el de manera inocente.
----¿¡Estás demente!? ---- exclamó enojado, sus manos te obligaron a acomodarte frente a él, derecha. Sosteniendo fuertemente tú cintura, hiciste una mueca ante la fuerza excesiva ----- ¡Pudo haber muerto maldito idiota! ¿¡Sabes lo que papá pudo haber dicho acerca de eso!?
Lo'ak volaba a su lado arrepentido, mirando preocupado en tu dirección. Tú lo miraste con una ligera sonrisa brindando calma, no importaba. Realmente no te importaba mucho eso, fue lo más emocionante que te había pasado en todos estos días así que no estabas enojada.
Viste que el menor se tranquilizaba un poco ante tu nulo enojo.
Ahora te céntraste en la bola de estrés que sostenía con fuerza tú cintura. Su voz retumbaba en tu cabeza mientras el tono molesto se calaba en tus huesos, era tan, tan abrumador que eso hacía sentir a tu pecho latir de manera ansiosa tan acostumbrada al sentimiento que al fin lograbas sentirte cómoda cerca de él.
----¡No volverás a volar con ella! ¿Lo entiendes? ---- regañó Neteyam ---- y si vuelves a cometer una idiotez de éstas le diré a padre que haz estado siguiéndonos y conviviendo con ella.
----Bien...---- murmuró Lo'ak.
Neteyam estaba furioso. Respiraba pesadamente intentando tranquilizarse para no desquitarse con su hermano o incluso ser cruel con él. Todo su cuerpo estaba tenso y él apretaba la mandíbula tanto que ya comenzaba a doler, su entrecejo comenzaba a ser incómodo de tanto mantenerlo hacia abajo. De repente su atención se centró en como te removías entre sus piernas. Tu cabello acariciaba su pecho debido al viento y aquello lo distraía.
Su mano apretó más fuerte tú cintura que casi era rodeada por toda su mano. Escuchó como te quejaste y pronto quitó su agarre sintiendo que la palma de su mano quemaba debido al calor de tu piel. Tomó la rienda con ambas manos, encarcelando entre sus brazos tu cuerpo para que no cayeras logrando mantener la distancia entre su piel y la tuya.
Neteyam suspiro frustrado, recordando como tu cuerpo caía al vacío y tú no dejaste salir ni un sonido de tu boca, no hubo gritos de terror ni siquiera un llamado de auxilio, simplemente el silencio mientras te dejabas caer y tus manos estirándose intentando tomar algo que realmente no estaba ahí.
Los ojos amarillos del Na'vi observaron tu nuca, el recuerdo de tu suave voz llamándolo nuevamente "Yawne" se grabó en su mente. Neteyam intentó ignorar su curiosidad de porqué llamar a tu amado en esta situación, lo guardó en sus recuerdos pensando que esto podría ayudarlo en un futuro. El Na'vi probablemente manejaba un ikran, no todos montaban un ikran o convivían tanto con ellos no tanto como un cazador o guerrero.
Cuando llegaron a casa Neteyam se aseguró de que sus hermanos no hiciera otra estupidez. Lo'ak te miraba ansioso, como si temiera en qué ya no volverías a hablar con él o más bien prestarle atención después de casi haber terminado con tu vida.
----Ve a casa, Lo'ak ---- ordenó Neteyam aún molesto.
Observaste como el Na'vi ladeaba su cabeza con arrepentimiento mirando con ojos suplicantes los tuyos. Cómo si deseara que no estuvieras decepcionado con él, tu boca se abrió intentando brindar calma, pero ni un sonido salió de tu boca. Tu voz te dejo cuando se trataba de hablar con otros Na'vi que no fuera el Olo'eyktan o la Tsahik. Recordando la advertencia acerca de no convivir o intercambiar palabras con Na'vi machos.
Frunciste tu ceño frustrada, llevando tu mano a la garganta. Tus ojos miraron como las orejas de Lo'ak bajaron demostrando su tristeza. Cuando lo miraste asentir resignado avanzaste ignorando la advertencia de Neteyam. Tu mano tomó la mano de Lo'ak y rápidamente lo obligaste a inclinarse. Sus ojos se abrieron con sorpresa cuando tus manos tomaron sus mejillas y obligaste que su frente tocará la tuya. Mirando directamente sus ojos sonreíste suavemente, Lo'ak sonrió de vuelta mirando profundamente tus ojos, una mueca de dolor apareció en tu rostro cuando una mano tomó tu muñeca con fuerza alejándote del Na'vi.
----¡Lo'ak, a casa!
Lo'ak huyó rápidamente, tú te despediste levantando tu mano y moviendo tu meñique, el hizo lo mismo con una sonrisa.
Neteyam te arrastró hacia tu carpa de prisionera sin soltar tu mano, enviándote una mirada fija cuando te adentró a la fuerza. Sus ojos te miraban profundamente, intimidantes y aunque parecía que quería decirte de todo guardó silencio, saliendo de la carpa para ir con su padre, probablemente.
Neteyam se alejo un poco, frotando su cara cansado ante las actitudes de su hermano y tuyas. Sintiendo que se estaba escapando de sus manos en cuestión de segundos, verte ser tan íntimo con su hermano lo puso en alerta. ¿Y si...? ¿Y si su hermano es el Na'vi que tanto buscan?
Neteyam negó, dejándose caer en el suelo mirando a tu carpa. Esto estaba siendo tan complicado y estresante, más que el de ser Olo'eyktan se atrevía a decir y lo peor de todo.
Su mano aún picaba con el recuerdo de tu piel en ella.
#avatar smut#jake x reader#avatar loak#neteyam smut#avatar the way of water#avatar#avatar el camino del agua
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Hola! Hoy escribo de nuevo para hablar un poco de las investigaciones de Rosa, espero que lo disfrutéis!
La especialidad de mi abuela eran aves e insectos. Sus libretas se llenaron de estudios de escarabajos, mariposas, palomas… Se sentaba en la orilla del río y pasaba las tardes junto a sus libretas (le picaban muchos mosquitos).
Tengo entendido que su animal favorito era la abubilla aunque debido a la contaminación y la destrucción de ecosistemas, no tuvo la oportunidad de ver muchas en su vida, pero eso también lo hacía más emocionante. A veces tenemos que encontrar la parte positiva de las cosas para buscar motivación y determinación. Rosa escribía que buscar una abubilla no era trabajo fácil, pero cuando lo conseguía se llenaba de vida y de satisfacción.
Aquí os dejo algunas fotos de sus estudios y libros.
Tened un buen día, un beso.
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