#Nunca tengo suficiente no lo puede evitar
Explore tagged Tumblr posts
Text
Insaciable me hace insaciable
#PERDON HAY ALGO EN ESE CACION HUEVÓN#Como EL MONÓLOGO QUE TIENE EN EL MEDIO DE LA CANCION#O no se como se llama pero que chuta#Nunca tengo suficiente no lo puede evitar#la adrenalina me domina#Soy como un vazo que gotea#AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYY
0 notes
Note
Holi! Todo bien?
Tengo un request para enzo si puede ser 😃 porque ya vi que escribís sobre embarazos y necesito un pibe con ese hombre, podrias hacer un drabble o one shot o LO QUE USTED QUIERA sobre enzo y su novia en el cual ella rompe bolsa? (Me imagino que esa es la una situación en toda la relación donde genuinamente lo veas nervioso y sin idea de que hacer yendo para aca y para allá con el bolso del hospital y mirandote con cara de terror cada vez que tengas una contracción)
Cuando sentiste un líquido caliente corriendo entre tus piernas pensaste que eran restos de lo que había sucedido horas atrás, restos del momento compartido con tu esposo luego de bromear sobre las últimas veces teniendo sexo antes de ser padres, pero cuando la sensación no se detuvo comprendiste que se trataba de otra cosa.
Lejos de entrar en pánico e intentando ignorar cuánto te molestaba que se arruinara tu pijama favorito, terminaste tu snack de madrugada y lavaste los utensilios con tranquilidad. Visitaste el baño y estabas batallando con un suéter cuando Enzo despertó, asustándose al encontrarte en medio de la habitación.
-¿Qué pasó? ¿Tenías frío?- preguntó mientras te ayudaba a vestirte, todavía sin comprender por qué estabas en ropa interior cuando abrió los ojos.
-Hay que ir al hospital.
-¿Por qué? ¿Te sentís mal?- y colocó sus dedos en tu muñeca para medir tu pulso.
-Va a nacer.
No recordabas haberlo visto tan pálido en… bueno, nunca, porque en todos los años que llevaban de relación jamás lo habías visto tan nervioso o asustado. Soltó tu muñeca y mientras intentaba recomponerse se llevó una mano al pecho, como si temiera que su corazón fuera a escapar o que sus pulmones colapsaran.
-¿Estás segura?
-Muy segura.
-¿Y cómo estamos? ¿Cómo estás?
Tu sonrisa fue contagiosa pero no lo suficiente para tranquilizarlo y mucho menos para evitar que comenzara a correr por toda la casa luego de ayudarte con tu pantalón y tu abrigo: tomó el bolso que prepararon para el bebé y el bolso con tus pertenencias y los dejó cerca de la entrada mientras buscaba las llaves del auto con desesperación.
-¿Me buscás el termo?- pediste cuando regresó a la habitación, peinándote sin prisas.
-¿El termo…?
No esperó tu confirmación y tampoco preguntó para qué querías un termo, desapareció de tu vista y pocos segundos más tarde un fuerte golpe y un grito te permitieron saber que había llegado a la cocina. Recordaste el pequeño desastre que manchaba las cerámicas y el no advertirle, junto con tu incapacidad de limpiarlo en el momento, te hizo sentir culpa.
Ponerte de pie no fue tan difícil como llegar a la puerta de la habitación, lugar donde una contracción te atacó y provocó que te doblaras presa del dolor. No gritaste pero tu queja fue suficiente para que Enzo regresara corriendo y fingiendo no masajear su cadera para disipar el dolor de la caída.
-Acomodate acá, vení- te guió hacia el mueble más cercano, tu tocador, y una vez que lograste apoyarte en este comenzó a acariciar con fuerza tus costados. A través del espejo encontraste su rostro nervioso y te sorprendió que la fuerza con la que mordía su labio no lo hiciera sangrar o desmayarse.
-Respirá- le recordaste-. No pasa nada.
-Sí, tenés razón- asintió, aún conteniendo la respiración, y luego soltó una risa temblorosa-. ¿No tendría que estar tranquilizándote yo a vos…?
No fue difícil ver en sus ojos el pánico y la desolación ante un panorama desconocido, pero las palabras de calma durante el corto trayecto hasta el hospital te confirmaron nuevamente que no podías estar en mejores manos. Enzo estaba nervios, sí, pero eso no le impedía recordar que necesitabas su apoyo más que nunca.
Entre contracciones y contracciones tomó tu mano, acarició tu rostro sudoroso y continuó masajeando tu cuerpo en un intento de aliviarte. Ambos habían acordado que no recibirían acompañantes en el hospital (y tampoco los días posteriores al parto), lo cual pareció ser una buena opción una vez que la habitación en la que se encontraban comenzó a asfixiarte y aún más cuando pareció volverse increíblemente pequeña.
Cuando se aproximaban a la sala de partos Enzo encontró la fuerza suficiente para sonreírte, contenido y sereno como siempre, y besó tu frente cuando dijo:
-Vamos a tener un bebé.
La maternidad será con Enzo Vogrincic o no será...
taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @llorented @recaltiente @lastflowrr ♡
54 notes
·
View notes
Text
El dolor de perderte
El corazón de Hinata, antes frágil, se volvió fuerte y feroz con el paso del tiempo y durante años había creído que eso fue gracias a su amor por Naruto, pero ¿Qué sabía ella sobre el amor? Ciertamente no sabía nada y lo comprendió el mismo día que perdió a su primo.
Aquel maldito día una parte de su alma había sido arrebatada de la manera más cruel. Nunca creyó que lo perdería, pero en la guerra cualquier cosa podía pasar. Eso lo sabía.
Las noches posteriores a la muerte de Neji lo había pasado mal, no existía paz en su corazón y la tristeza se apoderaba de ella cuando la luna se encontraba en lo alto del cielo. Su pecho le dolía cuando pensaba en él. Las lágrimas brotaban con facilidad y no podía hacer nada para evitar que cayeran.
«Es mi culpa —pensó—. Es mi culpa que él muriera.» Hinata lloró amargamente como lo había hecho desde ese entonces.
Un grito de dolor salió de lo más profundo de su ser. Jamás había producido un sonido tan horrendo, pero ya nada le importaba. Él se había ido y jamás lo volvería a ver.
Los sonidos de la noche eran lo único que le acompañaban hasta ese momento. La soledad la consumía y su mente se distorsiona. El dolor era abrumador. Pero, deseaba recordar los momentos que pasó junto a Neji. Aquellos maravillosos momentos en los que él la hizo sentir realmente importante y feliz. Ninguna duda existía cuando tomaba su mano y con una voz dulce, le decía que todo estaría bien.
«Oh, tonta de ti. — Le dijo una vocecita— Ni llorándole cien años lo trerás de vuelta»
La brisa gélida calaba en todo su cuerpo, pero estaba dispuesta a soportarlo. Eso no era la mitad del dolor que merecía.
Morir. Morir. Morir. Eso deseaba. Un deseo que arrastraba desde hace tanto tiempo. ¿Para qué vivir si no estás aquí? Mi sol y mi luna se han ido.
Hinata quedó perdida en sus pensamientos. La tristeza la envolvía cada vez más y los sonidos de la noche desaparecieron.
Pasos apresurados se dirigieron hacia ella, pero no giró su mirada en ningún momento. Quería desesperadamente reunirme con Neji. Pero después de tanto tiempo seguía siendo cobarde.
—Señorita Hinata— Dijo Ko. Su voz era tranquila, pero había algo de tristeza en ella. — No es bueno que se encuentre en este lugar. Hace demasiado frío y puede enfermar.
Ko puso sobre sus hombros una manta y la ayudó a ponerse de pie. Quería gritarle que se fuera, que no necesitaba de su ayuda, pero sus labios no pronunciaron palabra alguna.
Hinata giró su rostro hacia Ko y vio su rostro lleno de una profunda tristeza. No comprendió el porqué de su dolor y para ser sincera no le importaba. Volvió su vista al suelo y contemplo sus pies descalzos, los cuales estaban cubiertos por sangre y tierra.
No recordaba cómo había llegado a ese lugar. Tampoco recordaba si las heridas le habían provocado algún tipo de dolor, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su antiguo guardián sin embargo decidió ignorarlo una vez más.
En un momento inesperado Ko la tomó entre sus brazos y la llevó hacia sus habitaciones.
En el camino Hinata sucumbió al cansancio y cerró los ojos por primera vez.
Al despertar observó a su hermana dormida a su lado.
Trató de salir de su cama sin despertarla, pero fue algo inútil. El movimiento alertó a Hanabi de inmediato y sus ojos grises se posaron sobre ella. Su hermana había llorado o tal vez no durmió por días enteros. Aquellos ojos grandes estaban inyectados en sangre. Como hermana mayor era su responsabilidad cuidar y proteger a su hermana pequeña, pero esta vez le faltaban fuerzas para decirle que todo estaría bien.
— Déjalo ir, hermana —. Dijo en un susurro. La lagrimas comenzaron a brotar y sus ojos comenzaron a tornarse nuevamente de rojo. — Le has llorado lo suficiente, es momento de que avances.
—No tengo motivo alguno para avanzar —Dijo fuerte y claro. — Mi otra mitad se ha ido ¿No lo comprendes? Él era la única persona que me mantenía a flote.
Aquellas palabras resonaron en su mente como si de un eco se tratase. Tonta, tonta, mil veces tonta. Era tarde para reconocerlo, no había marcha atrás. Las pocas decisiones que tomó la habían llevado a la desgracia.
—¿Qué hay de mí? — La voz de Hanabi salió como un suave susurro. Y las lágrimas poco a poco se iban secando—. ¿Qué hay de nuestro padre y del clan? Piensa en Naruto y en el amor que tanto le profesabas.
«¿Estaba realmente enamorada de Naruto? — Pensó con amargura — ¿O estaba enamorada de la idea de ser como él? Ahora lo sabía, siempre lo había sabido, pero en su momento estaba cegada. «Su supuesto amor por él murió cuando perdonó al asesino de su primo». Eso era algo que la destrozó. La muerte de Neji no le había importado, Naruto sólo tenía sus pensamientos y su corazón en sus dos amigos, Sasuke y Sakura. Aquello le había dado vueltas a su mente una y otra vez. ¿Perdonaría a Obito si Sasuke hubiera muerto en lugar de Neji? Sabía la respuesta. Todos lo sabían. No existiría perdón para aquel que se atreviera a tocar a sus seres queridos.
Hinata sintió punzadas en las sienes. No quería tolerar esos pensamientos ni las palabras de su hermana, pero estaba tan débil que no podía ni gritar, aunque lo deseara. Lentamente se levantó de la cama y sintió que sus huesos le dolían.
El dolor de sus extremidades le hizo pensar que había dormido más tiempo de lo que creía. Ciertamente era algo que anhelaba, dormir para soñar con Neji.
— ¿Aferrarme al padre que me despreció? — La voz le había salido más fuerte de lo que esperaba. A pesar de tener eso en cuenta siguió arremetiendo contra su pequeña hermana—. Sacrificaría a todo el clan y a Naruto si eso me devolviera a Neji.
El rostro de Hanabi mostraba sorpresa. Sus ojos estaban tan abiertos que parecía que en cualquier momento saldrían de sus cuencas. La pequeña no dijo nada más y sólo bajó la mirada al piso. Sabía que eso la había herido, pero no pronunció palabra alguna para que supiera que no la sacrificaría a ella. Hinata sabía que era injusta con su hermana, ella no era la responsable de su muerte.
Hinata no estaba dispuesta a seguir con aquella conversación, y posó su vista a un punto fijo. Quería que su hermana entendiera el mensaje y en cuestión de minutos Hanabi salió de la habitación. La habitación ahora se sentía enorme y solitaria. Sin embargo, prefería la soledad. No quería hacerle más daño. La amaba, eso era verdad, era su única hermana y daría la vida por ella. Pero, sus sentimientos más profundos salieron a la luz por primera vez.
6 notes
·
View notes
Note
How would it be if Ethan had a crush for reader (she is Richie's girlfriend and this would be before Richie died)
Pairing || Pre-Ethan Landry x Fem ! Reader
TW || Pre-Scream V, really before the canon in general. Slight Richie Kirsch x Fem ! Reader. Jealousy Ethan. Protective Ethan. Lovely Ethan. Ethan is a good boy:(. Ethan's just being a sweet lovesick boy, he's not hurting anyone. My bad english.
WA || 679 Spanish ver. — 734 English ver.
NA || Again, use google translate for this, I panicked and flunked English, so don't rely too much on my corrections. The translated part is after the Spanish version, I hope you like it. Thank you for requesting<3.
También, no ahonde mucho en una trama exacta ya que realmente tengo varias ideas sobre este tema de la novia de Richie y más ideas de historias para Ethan, pero prefiero pulirlas un poco más antes de soltar algo:(.
• Está molesto, pero no contigo. No, no, no, tú no tienes la culpa de que siempre se le de todo a su tonto hermano. Está molesto con su hermano y un poco resentido con la vida, porque ante su punto de vista él ya tiene todo lo que podría querer y ahora tiene a la chica? Injusto.
• Un pequeño oso de peluche para ti, trata de no ser obvio con su amor de cachorro y menos frente a su hermano, pero no puede evitar suspirar por ti y saltar en tu llamado en las veces que han tenido que interactuar.
• ¿Olvidaste algo en su casa? Lo está cuidando por ti, Richie no lo encontró, pero él sí y se encargará de que llegue bien a tus manos, no sin antes haberlo tenido con él unos días, necesita sentirse cerca de ti. Más si es ropa, nada sucio, solo dormir abrazado a dicha prenda u olerlo, quizás lo regrese cuando tu olor se vaya, si es que no se lo has pedido antes.
• ¿Se ha hecho noche y no puedes quedarte aunque Richie lo ofreció? Él te acompaña a casa, no puede permitir que te regañen y castigue con posibilidad de no volver pronto a su casa, también que ya no hay luz de sol y no sabes quien se oculta en esos callejones. Tu caballero jurado.
• Siempre el primero en felicitarte, ya sea por tu cumpleaños o algún logro que obtuviste. No te da regalos extravagantes por el bien de no ser descubierto, pero siempre habrá un pequeño detalle de él hacia ti.
• No dudará en ponerse de tu lado si hay alguna pelea entre tú y Richie, más si su padre se pone del lado de su hermano. Quinn no opina, así que siente que alguien en esa maldita familia debe cuidar a la dulce persona que los tolera. Eso levantará algunas cejas, pero es fácil ocultarlo en su imagen de chico bueno, solo está siendo un caballero.
• No lo negara, pero tampoco aceptar que es un poco mirón. Estés acompañada de Richie o no, él estará observando desde una distancia segura. No lo hace de forma espeluznante, es más sentarse a verte mientras imagina que no es Richie con quien te acurrucas, sino con él.
• Si antes te amaba, esta totalmente hasta el fondo en su enamoramiento por ti al momento en que saltes en su defensa cuando Richie o su padre estaban siendo algo idiotas. No puedes decir que eres su amiga, pero no dejaras que molesten o dejen de lado a tu dulce y amable cuñado.
• Si en algún momento le devuelves el gesto y le das regalos, ten por seguro que los guardará y cuidara como si su vida dependiera de ello. Hay una caja en su armario con cada cosa que le has dado y cuando esta pensando mucho en ti no duda en ir a verla. Solo Quinn sabe de ella y no puede evitar reírse un poco de él, pero nunca lo ha delatado.
• No eres tan inconsciente sobre sus sentimientos hacia a ti, pero solo te parece adorable y lo tratas como el pequeño niño que promete casarse contigo cuando crezca. Totalmente Ethan no está haciendo pucheros, pero tomará lo que pueda de ti hasta que no sea suficiente y sabe que a veces lo miras más de lo necesario, ¿tus sentimientos están cambiando, (Y/N)?
• Piensa que Richie no te merece y no solo por recibir todo, sino que Richie siempre esta tan concentrado en sus hobbies que pareces una pieza secundaria y si él fuera tu novio totalmente viviría para adorarte, no solo tenerte de fondo.
• Y como sabe que Richie no te merece, esta seguro que en algún momento meterá la pata y él estará totalmente ahí, listo para tomarte entre sus brazos y consolarte. Sabe que no será de un momento a otro, pero tiene esperanza de que algún día lo mires con otros ojos. Por mientras, seguirá siendo su yo adorable para ti.
• He's upset, but not with you. No, no, no, it's not your fault that everything is always given to his idiot brother. Is he upset with his brother and a little resentful of life, because from his point of view he already has everything he could possibly want and now he has the girl? Unfair.
• A little teddy bear for you, he tries not to be obvious with his puppy love and less in front of his brother, but he can't help but sigh for you and jump at your call in the times they have had to interact.
• Did you forget something at home? He is taking care of it for you, Richie did not find it, but he did and he will make sure that it reaches your hands safely, but not before having had it with him for a few days, he needs to feel close to you. More if it's clothes, nothing dirty, just sleep hugging said garment or smell it, maybe he'll return it when your smell goes away, if you haven't asked him before.
• It's gotten dark and you can't stay even though Richie offered it? He accompanies you home, he cannot allow you to be scolded and punished with the possibility of not returning to his house soon, also that there is no sunlight and you don't know who is hiding in those alleys. Your sworn knight.
• Always the first to congratulate you, whether it's for your birthday or some achievement you got. He doesn't give you extravagant gifts for the sake of not getting caught, but there will always be a little something from him to you.
• He won't hesitate to side with you if there's a fight between you and Richie, especially if his father sides with his brother. Quinn doesn't have an opinion, so he feels like someone in that damn family should take care of the sweet person who tolerates them. That will raise some eyebrows, but it's easy to hide it in his nice guy image, he's just being a gentleman.
• He won't deny it, but he won't accept that he's a bit of a voyeur either. Whether you're with Richie or not, he'll be watching you from a safe distance. He doesn't do it in a creepy way, he's more like sitting and watching you while imagining that it's not Richie you're snuggling with, but him.
• If he loved you before, he's totally deep on his crush on you by the time you jump to his defense when Richie or his dad were being kind of jerks. You can't say you're his friend, but you won't let your sweet and kind brother-in-law be teased or pushed aside.
• If at any time you return the gesture and give him gifts, rest assured that he will keep and care for them as if his life depended on it. There's a box in his closet with everything you've given him and when he's thinking a lot about you, he doesn't hesitate to go see it. Only Quinn knows about her and she can't help but laugh a little at him, but she has never ratted him out.
• You're not that oblivious about his feelings towards you, but you just find him adorable and treat him like the little boy who promises to marry you when he grows up. Totally Ethan isn't pouting, but he'll take what he can from you until it's not enough and he knows sometimes you look at him more than necessary, are your feelings changing, (Y/N)?
• He thinks that Richie doesn't deserve you and not only for receiving everything, but Richie is always so focused on his hobbies that you seem like a secondary piece and if he were your boyfriend he would totally live to adore you, not just have you in the background.
• And since he knows that Richie doesn't deserve you, he is sure that at some point he will screw up and he will be totally there, ready to take you in his arms and comfort you. He knows that it won't be from one moment to the next, but he hopes that one day you will look at him with different eyes.You're not that oblivious about his feelings towards you, In the meantime, he will continue to be adorable to you.
#ethan landry x fem reader#ethan landry x y/n#ethan landry x you#ethan landry x reader#slasher x fem reader#slashers x y/n#slashers x you#slashers x reader
75 notes
·
View notes
Text
Kino Chaos Lineage Heaven
[Euphoria END] [Labyrinth END]
Lugar: Centro comercial • Luz interior
Yui: (Fufu, hoy tengo una cita con Kino-kun. Estoy tan feliz que no puedo evitar sonreír.)
Kino: Oye, ¿por qué estás tan emocionada?
Yui: Es que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que salimos juntos.
Yui: Anoche estuve tan emocionada pensando en qué íbamos a hacer juntos que no dormí mucho.
Kino: Hm. ¿No dormiste por algo como este? ¿Acaso eres una niña? Tan solo no te pierdas por estar emocionada.
Yui: ¿Qué…? ¡Tampoco iba a perderme!
Kino: Fufu… ¿Segura?
Yui: (Aunque esté siendo cruel, eso no quita que esté feliz.)
Yui: (¿Él también esperó ansioso este día? Si es así, entonces soy feliz.)
Kino: Vamos, no te quedes allí parada, andando.
Yui: ¡…!
Yui: (Acaba… de tomar mi mano.)
Kino: Je… parece que funciona.
Yui: ¿Eh? ¿Qué cosa?
Kino: Ayer intenté jugar un juego de romance.
Kino: Me parecía ridículo lo empalagoso y pegote que era el personaje masculino, pero parece que sus técnicas funcionan en ti.
Kino: ¿O será que eres demasiado fácil de complacer?
Yui: ¡N-no…! Claro que no.
Yui: Pero creo que cualquiera se alegraría si… la persona que ama le toma de la mano.
Kino: Je, ya veo. La persona que amas…
Yui: ¡Suficiente charla! Demos una vuelta por las tiendas.
Yui: Avísame si hay alguna a la que quieras ir en especial.
Kino: Sí, sí, entendido. Oye, quiero beber algo dulce.
Yui: Suena bien. Entonces vayamos a una cafetería.
Kino: Sí, está bien. ¿Eh…?
Yui: ¿Qué sucede? ¿Hay otro lugar que te llame la atención?
Kino: Sí. ¿Qué es esa tienda?
Yui: ¿Eh? Ah, es una dulcería.
Yui: Tiene muchos dulces y puedes comprarlos a precios más baratos de lo normal.
Kino: Hm. No paran de entrar niños pequeños… Es una tienda curiosa.
Kino: ¡Ah…! ¡¿Y eso?!
Yui: ¿Eh…? ¡Espérame Kino-kun!
Yui: ¿Por qué saliste corriendo de la nada?
Kino: Mira esto. ¡Tienen kompeito! ¡Y es una gran variedad!
Yui: Cierto, te encanta el kompeito.
Kino: Sí, es que tiene forma de estrellas. Es por eso que me han gustado desde la primera vez que los vi.
Kino: Porque deseaba atrapar una estrella…
Yui: …Ya veo.
Kino: Pero acabo de conseguir algo que realmente quería, así que supongo que ya no es lo que más deseo.
Yui: ¿De verdad? ¿Y qué es lo que conseguiste?
Kino: Aah…
Yui: ¿Eh? ¿Por qué te quedas callado?
Kino: Es que… normalmente deberías saber qué es.
Yui: ¿Eh…?
Kino: Eres realmente densa. Es obvio que hablo de ti, tú eras lo que quería.
Yui: ¿Eh…? ¡¿Y-yo…?!
Kino: Exacto. ¿Qué más podría ser?
Yui: (No puedo creer que me haya dicho honestamente eso en medio de estas tiendas…)
Kino: Fufu… Tu cara está toda roja.
Yui: ¡Es porque me dices esas cosas…!
Kino: Me hiciste decir algo vergonzoso, así que ahora acompáñame a comprar.
Yui: Por supuesto. Planeaba hacerlo desde un inicio.
Kino: Entonces vayamos a la dulcería.
Yui: Sí, vamos.
Kino: Je, tienen muchos dulces distintos. Nunca había visto de estos en el supermercado.
Kino: Ya sé, tuve una gran idea. Compremos los dulces que nos alcancen con quinientos yenes.
Yui: Oh, eso suena bien. Hagámoslo.
Kino: Entonces yo primero compraré kompeito. Sin esto no puedo empezar bien.
Kino: Y… Wow, ¿qué es esto?
Yui: Ah, ese es un caramelo que cambia de color cuando lo amasas.
Kino: Tiene un color increíble. ¿De verdad es comestible?
Yui: Es un dulce bastante antiguo, así que supongo que será delicioso.
Kino: Entonces te usaré de catadora. También lo compraré.
Yui: ¿C-catadora…? Bueno, sé que es comestible…
Yui: Entonces yo me llevaré… ¡Ah! Este dulce.
Yui: Creo que podría gustarle a Kanato-kun.
Kino: ¿Ah? Espera un momento. ¿Por qué mencionas a Kanato?
Yui: Ah… Perdón, fue sin querer.
Kino: Estás conmigo y te atreves a decir el nombre de otro hombre. Eres bastante retorcida.
Kino: …Luego me las pagarás.
Yui: ¿Eh?
Yui: (Creo que acaba de murmurar algo… ¿Fue mi imaginación?)
*luego*
Kino: Con estos creo que es suficiente. Son exactamente quinientos yenes.
Yui: Entonces vayamos a pagar.
Kino: No puedo creer que lográramos compráramos tantos, las dulcerías tienen su encanto, tengo que decirle a Yuri.
Yui: Me alegro de que te hayan gustado.
Kino: Pero la próxima vez que venga quiero venir contigo.
Yui: Sí… Yo también. Vengamos juntos otra vez.
Kino: Sí… ¿Eh? ¿Qué tienes detrás de ti?
Yui: ¿Eh…? Ah, es una lotería. El primer premio es una bolsa de dulces.
Kino: Hm. Ya veo. Es lo mismo que los gacha, ¿no?
Yui: Sí, eso creo. Supongo que son similares.
Kino: Je, pues yo soy débil ante los gacha.
Yui: Ya veo. Después de todo siempre juegas en el celular.
Yui: Sin embargo, ganar la lotería de la dulcería es más difícil de lo que parece. Puede que incluso a ti se te dificulte.
Kino: ¿Qué dices? Yo tengo buena suerte en los gacha, de seguro gano.
Kino: La otra vez incluso saqué un arma de rango SS a la primera.
Kino: La lotería de la dulcería y los gacha no han de ser muy distintas. Ya verás como gano en un intento.
Yui: ¿No crees que será difícil?
Kino: ¿Ah? ¿Acaso dudas de mi buena suerte?
Yui: No dije eso, pero es que uno no puede controlar su propia suerte. Por eso…
Kino: Si tanto insistes, entonces apostemos. Si gano el primer premio me tienes que dar una recompensa, ¿entendido?
Yui: Eh… Está bien. ¿Y qué quieres de recompensa?
Kino: Luego decidiré. Bien, aquí voy. ¡Señor, una lotería por favor!
Kino: Fufufu… ¡Observa!
Yui: Imposible…
Yui: El primer premio…
Yui: ¡Increíble, realmente sacaste el primer premio!
Kino: ¿Ves? Te lo dije. Estaba seguro de que lo iba a conseguir.
Kino: ¡Mire señor! ¡Conseguí el primer premio! Soy genial, ¿no? ¡Mire, mire!
Yui: (Pensaba que sería demasiada buena suerte que lo consiguiera, no pensé que lo lograría. Eres increíble Kino-kun.)
*luego*
Yui: No solo tenemos los dulces que compramos, sino que también los del premio, son muchos.
Kino: Bueno, está bien, de todos modos acabarás devorándolos.
Yui: Hablas como si yo fuera una glotona… ¡Ah, Kino-kun no! ¡No debes comer mientras caminas!
Kino: ¿Qué tiene? Jeje… Los kompeito son deliciosos. Te daré uno, abre la boca.
Yui: Gracias. Sí… Son dulces y deliciosos.
Yui: (Ahora que lo pienso, ¿qué pasará con nuestra apuesta?)
Kino: Oh, este lugar es perfecto. Oye, ven aquí.
Yui: ¿Eh…?
Yui: ¿Qué sucede Kino-kun…?
Kino: Acordamos que si ganaba el primer premio me darías una recompensa.
Yui: Ah… Sí, eso dije.
Yui: ¿Qué quieres? ¿Quieres que de regreso te compre un jugo de guayaba para celebrar?
Kino: Aah, tan densa como siempre. Es obvio que te quiero a ti como recompensa.
Yui: Eh…
Kino: Entr��game ese delicioso cuello… Nn… Nn…
Yui: …Kino-kun… ¡No puedes hacer eso aquí…! Nos van a ver…
Kino: Que tonta eres. Si armas tanto escándalo nos van a encontrar.
Kino: Además, debes cumplir las reglas. Ya me diste permiso de reclamar una recompensa.
Yui: Pues… tienes razón,
Kino: Por eso no puedes quejarte, sin importar qué te haga.
Kino: Te haré sentir bien, así que quédate quieta… Nn.
Yui: Nn… Aah…
Kino: Aah… Oh, cierto. ¿Debería dejarte una marca en una zona visible?
Kino: Después de todo eres del tipo de persona que puede pensar en otro hombre en medio de una cita. Si no hago esto estaré preocupado.
Yui: D-detente… No volveré a hacerlo… Perdóname Kino-kun.
Kino: Eso dices ahora, pero tu sangre… se está volviendo cada vez más dulce.
Kino: Es tan dulce… como el kompeito que comí antes…
Kino: No hay forma de que pueda parar tras probar una sangre tan dulce.
Kino: Por eso seguiré hasta estar satisfecho…
Yui: (Ay no… me estoy mareando.)
Yui: (Ahora solo puedo pensar en Kino-kun…)
*después*
Yui: (Como Kino-kun no me soltaba se nos hizo más tarde de lo que planeaba.)
Yui: Las tiendas van a cerrar. ¿Volvamos a casa?
Kino: Sí. Es la primera vez que vine, pero fue más divertido de lo que esperé.
Yui: Me alegro. Gracias por acompañarme.
Kino: No fue nada, solo te seguí porque pensé que sería divertido. Ah… Se me acabaron los kompeito.
Yui: ¿Eh? ¿Ya te los comiste?
Kino: Es que estaba comiéndolos mientras caminaba.
Kino: Aah, debí haber comprado otra bolsa.
Yui: ¿Entonces qué tal si compramos otra antes de volver a casa?
Kino: No es necesario, porque me quedaré con esto.
Kino: …Nn… *beso*…
Yui: ¡Nn! Nn…
Yui: ¿Eh…? ¡¿Eeeh?!
Kino: Fufu, te sorprendes demasiado. Nunca dije que tenías que darme solo una recompensa.
Yui: Mou… ¡Estoy segura de que nos vieron!
Kino: Obviamente, si hice esto para que nos vieran. Si sigues quejándote volveré a besarte.
Yui: ¡…!
Kino: Sí, ¡esa cara! Me encanta esa expresión tuya, es muy divertida.
Kino: Cuando lleguemos a casa te molestaré más.
[Masterpost]
18 notes
·
View notes
Text
Capítulo XXXV: El regreso de Seth a Morthal
¿Has llegado hasta aquí? Wow! Gracias! No sé ni qué decir...
a) ¿Y el capítulo?
b) No, si yo no lo leí.
>a) Adelante, que lo disfrutes.
>b) Ah... que estás aquí por error. Ya veo. Este es el último capítulo del libro, así que he escrito esto para evitarte spoilers. Y ya que estás aquí, ¿por qué no le echas un ojo? Puedes hacerlo en Tumblr desde el ÍNDICE o leernos en otras plataformas, como AO3, Wattpad, Inkspired o Inkitt.
Ya había caído la tarde cuando Seth llegó a Morthal. Desmontó a Sombra, su caballo, y lo hizo desaparecer. Había entrado por la parte de atrás, movido por la nostalgia. Quería volver a ver los restos de la Cabaña del Taumaturgo, lo único que le quedaba de Alicent.
Bordeó el jardín, observando con apatía entre la niebla los restos del edificio que el fuego había devorado. A cada paso que daba, brotaba un recuerdo. Cada recuerdo hacía daño. En el castillo había sido fácil desprenderse de la culpa, pero ahora que estaba lejos de la influencia de su padre sentía que lo devoraba por dentro, como si él fuera una manzana y tuviera un gusano. Esa culpa tenía tal poder en él que, desde que había vuelto a Myrwatch no había sido capaz de mantener a Joric la mirada.
Myrwatch. Solo había pasado una noche allí, pero el recuerdo de Alicent estaba por todas partes. Era insoportable. Tanto que hasta visitar a su madre parecía más agradable que pasar allí solo la Saturalia. Tanto que ya habría partido a Soledad si no fuera porque tenía algunas cuentas que ajustar. Ahora que era el adalid de Molag Bal, estaba dispuesto a cumplir con su cometido a cualquier coste. No dejaría que la muerte de Alicent hubiera sido en vano.
Se detuvo cuando dos figuras aparecieron entre la bruma. Reconoció a Thonir, quien no lo vio. Este se acababa de dar la vuelta y se marchó rápido en dirección al aserradero. Luego, sintió un tirón en el brazo. Seth giró la cabeza con rapidez, sorprendido. El latido de asombro dolió en su pecho cuando reconoció a la mujer
—¿Lami? —preguntó, confundido.
La madre de Alicent lo miró desde el interior del chal que cubría su cabeza y sus hombros. Había vuelto a perder peso. No había dejado de hacerlo desde el ataque de los nigromantes.
¿Así es como me veré yo en un tiempo? Sabía que no. Aun así, una risa burlona en su cabeza le hizo desear que así fuera. Que los demás supieran que la había querido de verdad, lo suficiente como para que su aspecto lo evidenciara.
No digas tonterías.
Lami se quitó la capucha y Seth tuvo que contenerse para no retroceder un paso. El ambiente frío no ayudaba; quizá con un poco de sol se hubiera visto de otra forma. Su rostro estaba tan cadavérico como rojos estaban sus ojos, sus manos también tenían un ligero temblor. Pero Lami no parecía sudorosa, así que no estaba enferma.
Skooma. Seth no había probado nunca aquella droga, pero conocía sus efectos. Aunque el Skooma estaba prohibido en todo el Imperio, sobraban sitios donde comprarla. Sobre todo en Skyrim, donde la situación era tan difícil que siempre había alguien necesitado de evadirse de la realidad. Por ejemplo, de perder a un hijo. A Seth se le hizo un nuevo nudo en el estómago. Él también había perdido a un hijo. Lo había matado él mismo.
—¿Qué…? ¿Qué querías? —preguntó, tras carraspear, fingiendo normalidad.
—Voy a pedir una nueva partida de ingredientes —empezó Lami, con un tono de urgencia—. Hace semanas que no haces un pedido. Si me acompañas puedo tomarte nota y…
Seth tiró del brazo por impulso, soltándose. No lo pudo evitar. No, ya no necesitaba ingredientes. Ya no había nadie que los preparase para él. La miró en silencio y Lami le devolvió la mirada expectante, con los ojos tan abiertos que, sumado a su aspecto entre la bruma, daba auténtico miedo.
Ante la ausencia de respuesta, Lami siguió.
—Me vendría muy bien el dinero, tengo que… tengo que reconstruir la casa, y para eso hace falta mucho dinero, y…
Y estaba mintiendo. Mientras hablaba, había empezado a rascarse un brazo a la vez que miraba a su alrededor con ojos agitados. Seth suspiró, suponiendo que necesitaba el dinero para la droga. Lami lo miró angustiada.
—Por favor. Cualquier pedido estará bien, por muy pequeño que sea.
La mirada de aquella mujer lo estaba incomodando demasiado. Estaba cargada de expectativas. Seth desnudó una pequeña bolsa de monedas de oro de su zurrón y se la dio. No era mucho, porque no había ido allí con la intención de gastar, pero tendría suficiente al menos para una botella.
Lami la cogió entre ambas manos, pero no se molestó en contar lo que había allí. Forzó una sonrisa. Por algún motivo, sus ojos seguían brillando con desesperación. Seth supuso que estaría así hasta que pudiera aliviarse el mono.
—Yo… Muchas gracias, Seth. Dime lo que quieres y lo anotaré en el pedido. Podrás venir a recogerlo…
—No quiero nada —interrumpió, incómodo—. Solo… La Cabaña del Taumaturgo… Es lo único que me queda de Alicent. Por favor, reconstrúyela.
Lami se quedó sin habla. Apretó los dedos alrededor de la bolsa de séptims y se le escaparon un par de lágrimas. Después de eso se volvió a cubrir con el chal y se marchó, dejándolo allí, pasmado.
Seth cruzó los restos del puente principal, que había sido derrumbado durante la batalla contra los nigromantes y que todavía no había sido restaurado. La villa estaba completamente desierta, lo que unido a la bruma y los edificios calcinados daba un aspecto de abandono que le tensó los hombros y dejó un mal sabor en su boca. Morthal nunca había vuelto a ser la misma desde aquel día.
Como fuera, Seth siguió su camino hasta el Salón de la Luna Alta. Tras hablar con Movarth la noche anterior, había tomado una determinación. Quizá no lo había perdido todo, sino casi todo. Idgrod seguía viva, después de todo. Había perdido la cordura, sí, pero, con suerte, eso podría jugar en su favor.
Ya casi había llegado cuando escuchó dos voces entre la niebla. Discutían.
—¿Por qué Falion sigue en la corte, Aslfur? —increpó la voz de Benor.
—Benor —Aslfur sonaba conciliador—. Entiendo tu preocupación, pero debemos mantener la calma. Falion tiene el respaldo de la jarl.
—¡Eso es lo que me preocupa! —Benor alzó la voz—. ¿Por qué lo protege? Su magia es peligrosa, está trayendo el mal al pueblo, ¿qué más tenemos que perder para que tu mujer entre en razón?
Si no fuera por el mal cuerpo que tenía tras el encuentro con Lami, Seth habría sonreído. Al menos el plan para volver las sospechas de los vecinos en contra de Falion estaba yendo como esperaba. Había pasado los últimos meses esparciendo rumores y, por fin, el malestar estaba germinando. Era cuestión de tiempo que lo hiciera, tras lo ocurrido. El pueblo necesitaba un chivo expiatorio tras lo ocurrido, y Seth se había asegurado de que ese puesto cayera sobre otro. Sobre Falion, concretamente, pues el mago de la corte había empezado a sospechar de él tras el ataque de los nigromantes, tanto que incluso lo había confrontado con preguntas sobre el ataque, pero también sobre la daga. Con ello, había firmado su propia sentencia.
Cuando escuchó que los pasos se alejaban, Seth esperó un instante y luego volvió a caminar. Se encontró a Aslfur apoyado contra la entrada del Salón de la Luna Alta, con aspecto pensativo.
—Seth, cuánto tiempo —saludó Aslfur. Su tono, cansado, reflejó sorpresa.
—He estado visitando a mi familia —confesó, mirando discretamente a su alrededor para asegurarse de que no había nadie escuchando—. No quería irme con el pueblo todavía en reconstrucción, pero… necesitaba un respiro después de todo lo que ha pasado este año —mintió.
—Ya, lo entiendo. Tampoco me habría sorprendido que te hubieras ido para siempre —admitió Aslfur con los hombros hundidos, antes de abrir la puerta de la casa comunal.
Seth entró con él y ambos caminaron en dirección al trono.
—Por cierto, ¿llegasteis a investigar a Falion? Me sabe mal hablar así de él, pues ha sido un buen mentor, pero siempre ha sido… raro.
—¿Qué quieres decir? —preguntó Aslfur con suspicacia.
Seth cargó un suspiro de dramatismo.
—Hay… detalles. Alicent me contó en su día que él tenía mucho interés por su familia, que no dejaba de preguntar por su padre. Y… —forzó un silencio y luego carraspeó, fingiendo incomodidad—. En una ocasión ví que tenía gemas negras en casa, Aslfur. ¿Sabes lo que eso significa?
La mirada de Aslfur se turbó y lo miró con seriedad. Claro que lo sabía. Las gemas de alma negras eran un artefacto prohibido. Arrancaban las almas humanas y las convertían en consumibles que un brujo oscuro podía usar para dar más poder a sus encantamientos.
—¿Estás seguro de eso? —preguntó el administrador cuando ya habían llegado a la altura del trono.
Seth asintió y Aslfur se hizo a un lado, con el ceño fruncido. Seth, por su parte, se acercó a la jarl, hasta quedar frente a ella. Era una Idgrod Cuervo Viejo muy diferente a la que lo había recibido por primera vez en aquella misma sala. Su presencia seguía imponiendo respeto, pero su mirada sabia se había teñido de una sospecha paranoide.
—Veo que has vuelto —saludó despacio, con cierto recelo.
Seth inclinó la cabeza en señal de respeto.
—Aunque no por mucho tiempo, jarl Idgrod. Pasaré una temporada más en Soledad, probablemente un mes. Con todo lo que ha pasado, necesito poner mis ideas en orden.
¿Buscando el regazo de mamá después de sufrir a papá? Seth ignoró el pensamiento, forzando la apariencia de calma que necesitaba para hacer su petición.
—¿Y por qué has vuelto?
—Tengo asuntos que tratar. Asuntos importantes —la jarl lo escrutó de una forma tan fría que Seth se tensó un poco— ¿No soy bienvenido? —preguntó, tanteando el terreno.
Idgrod Cuervo Viejo lo observó en silencio, antes de asentir.
—Eres un chico intrigante, Seth Athan. Te has vuelto indispensable para nosotros y es innegable la ayuda económica que nos has aportado tras la catástrofe; pero Falion tiene razón cuando apunta que la tragedia siguió tu llegada. Y mi pequeña, Idgrod, no deja de repetir que te acompaña una sombra oscura.
Seth perdió un poco la compostura y alzó una ceja, altanero. Pese a ser cierto, ella no tenía ninguna prueba real de aquello.
—¿A qué viene eso?—se defendió—. No busque enemigos donde no los tiene, jarl Idgrod. En vez de verme como lo que no soy, pruebe a mirarme como lo que podría ser.
—¿Y qué podrías ser? —preguntó la jarl con un cinismo afilado, aferrada al reposabrazos de su trono.
Seth apretó los labios, frustrado. Había esperado una conversación mucho más agradable pero, como fuera, tenía un buen motivo que darle para estar a su favor.
—He aprovechado el tiempo que pasé con mi familia para hacer una propuesta. Ahora que ellos están de acuerdo con mi decisión, solo falta que usted lo esté también.
La jarl frunció sutilmente el ceño, mostrándose interesada por primera vez en lo que fuera que tenía que decir.
—Te escucho. Aunque antes quisiera dejar bien claro que, por más dificultades que estemos pasando, Morthal no está en ven…
—No es eso, jarl Idgrod —interrumpió Seth, ignorando la mirada de advertencia que le dedicó por hacerlo—. Se trata de su hija.
El semblante de la jarl se tornó vulnerable tan pronto Seth terminó de hablar. Saltaba a la vista que eso era lo último que esperaba oír.
—¿Qué pasa con mi niña?
—Me gustaría casarme con ella.
Idgrod Cuervo Viejo se quedó en silencio, sorprendida. Tardó casi un minuto en recuperar el habla y, al hacerlo, habló muy despacio.
—¿Quieres… casarte… con mi Idgrod? ¿Por qué?
Seth suspiró, teatrero. Se llevó una mano a la nuca y bajó la mirada a las botas, fingiendo nerviosismo. Un entreacto de vulnerabilidad previo a erguirse y adoptar la seriedad del joven lord que la jarl creía conocer.
—No crea que no estoy al tanto de las noticias. Son tiempos oscuros para todos, no solo en Morthal, sino en toda Skyrim —Seth se llevó las manos a la espalda, para dar más seriedad a su enunciado—. Con una guerra civil en ciernes… Nadie sabe lo que pasará el día de mañana, mi jarl. Su hija Idgrod es… —tartamudeó. No necesitó fingir el paso de la tragedia por su mirada y su voz, no en aquel momento. No cuando el dolor de la pérdida era cierto y la reflexión subyacente, una verdad a medias—. Idgrod es todo lo que me queda, aunque ya no siga siendo ella misma. Solo quiero asegurarme de que, pase lo que pase, estará a salvo. Mi familia no es como la suya, Jarl Idgrod. No dependemos de un título. Ambos sabemos que yo tengo más posibilidades que usted de asegurarle una buena vida si estalla el conflicto.
—¿Quieres que crea que no haces esto por mi título? —preguntó ella, incrédula.
Seth apretó la mandíbula y la miró en silencio, antes de suspirar. Pagó su cinismo con condescendencia.
—Con todo respeto, es solo un título. Un título en un pequeño pueblo arruinado, además. Y no crea que no la admiro, porque lo hago. Puedo imaginar que incluso una comarca tan deshabitada como esta es más difícil de gobernar de lo que aparenta. Pero lo cierto, le guste o no, es que usted no es mucho más poderosa aquí de lo que lo es mi familia en la capital, y sin necesidad de ostentar ningún título. —Idgrod lo miró en silencio, con una ceja alzada. Tras analizar su mirada, Seth decidió subir la apuesta—. Mi madre está de acuerdo, pero no precisamente feliz. Usted sabe cómo funcionan las cosas. Esperaba que me casara con Ingun Espino Negro pero… —apretó los puños y desvió la mirada, fingiendo tristeza. Ingun pertenecía a otra de las familias más ricas de Skyrim, y pretendía ser alquimista algún día; Seth confió en que la jarl entendiera el conflicto interno que aquello le podría causar—. Lo único que quiero es cuidar de su hija, jarl Idgrod. Déjeme hacerlo, por favor. Por la memoria de Alicent y por la memoria de Joric. Ella es lo único que me queda de ellos.
La mención de Joric pareció funcionar, porque la expresión de Idgrod Cuervo Viejo se suavizó. La jarl desvió la mirada, ausente.
—Saber que a Idgrod no le faltaría de nada incluso cuando yo ya no esté… —musitó al fin—. Eso es más de lo que he podido siquiera soñar desde que enloqueció.
Seth apretó los puños tras su espalda, tenso.
—¿Eso es un sí?
—Las cosas han empeorado incluso para ella —contestó con una evasiva, volviendo a mirarlo—. A veces corretea por ahí y habla con Alicent y con su hermano. Otras incluso contigo, aunque no estés. Como si nada hubiera cambiado. Todo apunta a que irá a peor con el paso del tiempo.
Seth frunció el ceño, curioso y extrañado. Aquello no era lo que esperaba oír. Había estado demasiado liado como para descubrir cómo habían cambiado las cosas para Idgrod desde el ataque de los nigromantes. A decir verdad, lo había evitado activamente, demasiado temeroso a tener que enfrentarse a ella.
—¿Conmigo?
—Sí, siempre que juega a ese juego que le regalaste, al ajedrez, habla contigo.
Seth miró inconscientemente hacia las escaleras y sintió un interés sincero por saber qué se iba a encontrar. Era una rareza entre los mortales. Una mente tocada por dos daedra; Hermaeus Mora y Sheogorath, destino y locura.
—¿Quieres subir a verla? —ofreció la jarl.
—¿Puedo?
—Vé —invitó. A continuación Seth la escuchó hablar en voz baja, para sí misma—. Quizá a tu lado… con el tiempo… vuelva a ser ella misma… —murmuró, pero Seth fingió no oír nada y puso rumbo al cuarto de Idgrod.
Subió lentamente las escaleras, escuchando el crujido de la madera vieja bajo sus pasos. La petición estaba hecha, solo quedaba esperar. La jarl era inteligente, aceptaría la propuesta. No encontraría a nadie mejor. Ni tampoco a nadie peor. Incluso dentro de su paranoia, tarde o temprano Idgrod Cuervo Viejo tendría que aceptar que Seth era la solución a sus problemas.
Cerró la puerta al entrar y encontró a Idgrod tumbada en la cama, sumida en la lectura de La Habitación Cerrada. La chica reaccionó al ruido levantando la mirada, pero no lo miró a él, sino a la puerta. Tras esto, dejó caer la cabeza y suspiró por la nariz. Lo hizo tan fuerte que Seth la oyó. Era como si estuviera esperando a alguien más. Seth apretó los labios, incómodo.
—¿Por qué parte vas? —empezó, con la intención de romper el hielo. Había leído aquel libro hacía algún tiempo.
Idgrod sonrió de un modo críptico, indescifrable.
—Aunque Yana sabe que su maestro es un hombre malvado y horrible, se resiste a creer que pueda usar el asesinato como método didáctico —dijo con la voz apagada y la mirada clavada en él, de tal forma que Seth sintió que lo atravesaba.
Le mantuvo la mirada sin dejarse intimidar, a la vez que contenía un escalofrío. Estuvieron casi un minuto así, en silencio, hasta que Seth se hartó y bufó, siendo el primero en romper el contacto visual. Se acercó a la mesa del escritorio, sobre el que estaba el tablero de ajedrez. Sacó la silla y se sentó, apoyando el antebrazo en una de las esquinas del espaldero.
—¿Qué crees que sabes, Idgrod? —preguntó, directo, sin miedo a su respuesta.
Dijera lo que dijera, siempre la podría acusar de loca, pero no estaba preparado para su reacción. Donde esperaba un reproche, la chica abrió los ojos de par en par y le entró un tembleque. Bajó la mirada a su propio hombro y recorrió su propio brazo, antes de alzar de forma lenta la mirada hacia el techo, donde la dejó clavada. Aunque Seth miró en la misma dirección, no vio nada. Sí que está loca, pensó decepcionado.
—Tú también los conoces, ¿verdad? —preguntó tras el silencio, con un hilo átono de voz.
Seth parpadeó un par de veces antes de entrecerrar los ojos.
—No sé de qué estás hablando, Idgrod —replicó de forma seca.
Su vieja amiga bajó la mirada, lentamente, desde el techo hasta él. Luego la posó en la pared a sus espaldas e Idgrod esbozó una sonrisa sabihonda.
—¿Ah no? Tu sombra ha cambiado desde la última vez que te vi.
La forma en que lo dijo le hizo dudar. Tocada por el destino y la locura, se repitió, ¿es posible que esté obviando algo? Invocó un hechizo simple que amplificó sus sentidos y entonces lo vio. O mejor, lo pudo percibir. Había haces de energía verde por toda la habitación, expandiéndose como tentáculos, uno de los cuales estaba sobre el hombro de Idgrod, donde ella había mirado antes con espanto. La mayor cantidad de energía pendía sobre sus cabezas, donde Idgrod había dejado la mirada clavada. Seth contuvo un nuevo escalofrío mientras se giró, para mirar su sombra. Parpadeó un par de veces, sin dar crédito a lo que vieron sus ojos. De entre sus rizos salían dos cuernos finos y no muy largos, con una sutil curvatura a media asta. De repente, la sombra abrió los ojos. Unos iris del color de la nieve, gélidos como los de su padre, le devolvieron la mirada. Seth apartó la vista por acto reflejo y, al hacerlo, vio otra sombra al lado. Una que no correspondía a ninguno de los allí presentes. Era más pequeña, como de un animal, y salió corriendo al ser percibida.
¿Qué demonios…?
Estaba por encarar a Idgrod cuando la puerta del cuarto se abrió. Aslfur se asomó y los miró con gesto grave, antes de relajar los hombros.
—¿Está todo bien? —preguntó, mirando a su hija.
Seth se giró hacia Idgrod, a tiempo de verla asentir.
—Si queréis tomar algo…
—Está todo bien, papá —lo cortó Idgrod.
Aslfur asintió antes de irse, pero dejó la puerta abierta. Seth quedó mirando a Idgrod, que le devolvió la misma sonrisa sabihonda de antes. Pero aunque sonreía, sus ojos estaban cargados de odio.
—Tu madre dice que has estado practicando al ajedrez —comentó Seth, buscando cambiar de tema.
—¿Quieres jugar? —preguntó Idgrod. De nuevo, tenía esa expresión indescifrable que le ponía los pelos de punta. Estaba muy cambiada.
—Claro…
Respondió sin demasiado entusiasmo, todavía con la cabeza dando vueltas a lo que acababa de ver. Idgrod montó el ajedrez sobre la cama mientras él contemplaba su propia sombra, en silencio. El hechizo se terminó antes de que Idgrod hubiera colocado todas las piezas y su sombra volvió a ser normal, pero el malestar no abandonó a Seth. Preferiría no haber descubierto aquello nunca; vivir con la incertidumbre de que su padre pudiera espiar cada uno de sus pasos era mejor que hacerlo con la certeza que ahora tenía.
Cuando Idgrod colocó la última pieza, comenzaron la partida. Aunque supuso que sería tan fácil como siempre, en esta ocasión Seth encontró a una rival formidable. Tanto que no tardó en estresarse, al ver que, hiciera lo que hiciese, Idgrod parecía ir siempre un paso por delante. Tanto fue así que, en un momento dado, cuando Idgrod consiguió llevar a uno de sus peones a la octava línea, Seth volcó el tablero impidiendo el jaque mate. Lo hizo con cuidado y sobre la cama, para no formar un estruendo. Luego miró a su vieja amiga a los ojos, cabreado, ofendido.
—Estás haciendo trampa. Ya has visto esta partida —acusó.
Era la única forma que se le ocurría de que Idgrod pudiera ganarle. Tensó la mandíbula y frunció el ceño, esperando que ella lo negara. Pero, en lugar de eso, Idgrod solo se rió en un tono bajo y lo volvió a mirar igual, con el odio en las pupilas, pero también con una satisfacción que no logró entender.
—Ah, si eso fuera todo, Seth.
Idgrod volvió a mirar al techo y Seth sintió que los pelos se le ponían de punta.
—¿Qué más has visto? —preguntó, ansioso.
—Tu futuro —respondió ella, volviendo a reír.
Seth sintió cómo se le encogía el estómago.
—Idgrod, estás loca… —acusó entre dientes.
Fuera lo que fuera, no lo quería saber. Lo supo por la forma en la que sonreía.
—Quizá sí, quizá no. No lo podrías saber, pero yo sé algo que tú no. Cuando el ojo de Hermaeus Mora se abra e intentes comer una torre, un peón se convertirá en reina. Entonces no podrás evitar el jaque mate. Pero no importa. Nada lo hace, porque cuando él nos mire, todos estaremos condenados.
Tras escuchar esto Seth no pudo evitar el escalofrío que, como un soplo helado, entró por su nuca y bajó por su espalda.
#skyrim#libros#magia#fantasía oscura#terror psicológico#morthal#fanfic español#the elder scrolls#fantasía#vampiros
2 notes
·
View notes
Text
artemivsa.
“ cléo, no eres tú. ” asevera con seguridad, expresión volviéndose algo complicado y lleno de culpa. no deseaba que contraria se sintiera responsable de su decisión, algo que no podía estar más alejado de la realidad. el único causante de su destrucción mutua era koen, que había sido demasiado cobarde para enfrentar la realidad anteriormente. “ nada de lo que hiciste estuvo mal. soy yo—y dios, sé lo cliché que suena, pero es verdad. ” una ola de valentía parece apoderarse de su cuerpo en ese momento, donde ladea el cuerpo volviéndose a ella y sus manos encuentran su rostro, al que rodean con la delicadeza y el cariño habitual. su mirada recorre facciones ajenas con lentitud, esperando que orbes se encuentren antes de entregar su mensaje. “ te mereces todo lo bueno del mundo. te mereces a alguien que te entienda y te quiera tal y como eres. ” porque ese era el problema, ¿no? todo el cariño que se tenían no era suficiente para darle seguridad en su relación, y era ese mismo comportamiento que terminaba apagando la llama dentro de rubia, que la obligaba a renunciar a su esencia, la misma que había capturado su atención en un principio. “ yo también te quiero, y es por eso que no podemos seguir juntos. porque estás dispuesta a hacer cualquier cosa por mí y el amor no debería ser así. ” de eso estaba totalmente convencido, porque esa era la idea de amor con la que había crecido toda su vida.
lo que está ocurriendo en ese momento no le sorprende, no podría mentirle a nadie al respecto. era consciente de que conversación llegaría más temprano que tarde y es consciente de que es necesario, pero aún así, a pesar de todo lo que su razón le dice ( y de manera quizás sí un tanto inesperada ), no contaba con sentirse tan vulnerable, tan triste. porque no hay nada más poético o profundo en ese momento, lo único que siente es tristeza. sabe que koen menciona cada palabra con total honestidad, pero en el fondo, es consciente de que ella es la fruta podrida; quizás por eso cuando siente el contacto con su rostro se estremece, labios tiemblan en gesto que intenta controlar y no puede evitar su mirada por más de un instante. voz interior es instintiva, quiere gritar, preguntar, si acaso él no la quiere tal y como es, pero sabe que no es a lo que se refiere. diestra viaja al encuentro de mano contraria, aquella que descansaba sobre su rostro, no para apartarla sino para descansar allí, en suave caricia. “sé que no tengo una idea clara de lo que es el amor, no realmente,” admite, entre avergonzada y arrepentida. “ —pero también sé que nunca deseé tanto la felicidad de otra persona como lo hago contigo. quiero que seas feliz, más que nadie, incluso aunque sé que yo no puedo dártelo.” intenta una sonrisa, y la logra, pero es pequeña y da paso a lágrimas que amenazan con descender por sus mejillas. incapaz, como siempre lo fue, de sucumbir por completo a la angustia frente a un tercero, es que vuelve a hablar : “aún así… no vas a olvidarme, ¿verdad?” intenta bromear, comisura se estira apenas una vez más, aunque voz es ciertamente débil.
#artemivsa#🌙 ── cléo vekemans : diálogos.#cléo con koen.#me duele el corazón sofía basta de esta torturaaaa#los amo
2 notes
·
View notes
Text
¿Amor o amistad? Parte 34
Luego del mal rato, el resto de la patrulla de canes se retiró del bar, dejando al par de amigos solos, el científico solo suspiro de mala gana mientras terminaba con la bandeja de papas fritas de gran tamaño, podría decir que, para pasar el mal momento, necesitaba un buen trago dulce. Le hizo una suave seña a la botella de ron por detrás de la barra, quizá no tomaría tanto, quizá sí, dependía de que tanta información estaba dispuesto a dar según su nivel de sobriedad.
Grillby pacientemente sirvió hasta que ya tuvo un tercer o cuarto trago encima, lo suficiente para estar medianamente cómodo y suelto para hablar, además de asegurarse de que ya podía cerrar.
—Bueno, ¿tienes alguna razón para estar más caderón?
—Un pequeño accidente en el laboratorio, —dio un trago —no estaba planeado ni mucho menos… solo sucedió.
—¿Qué tan grande era la cosa?
—Bueno… su majestad me dejo testear sobre mí mismo la magia de las almas humanas.
Grillby lo miró fijo, juzgando seriamente lo que acababa de escuchar.
—¿No tenías sujetos de prueba?
—Sabes que no Grill, su majestad rechazo la idea de tener gente a disposición aún si eran voluntarios.
—¿Cómo lo convenciste de ser tú el que probara entonces?
—Discutimos un rato por ello, pero al final accedió siempre y cuando fuera cuidadoso.
—Puedo adivinar que no lo fuiste tanto.
—Tarde o temprano tenía que arriesgarme, lo hice demasiado pronto.
—¿Y qué es exactamente lo que te paso?
—Bueno, se puede decir que ya no soy un esqueleto, diría que soy un monstruo aún, sin duda, pero ya no tengo una clasificación clara, es decir…
Suspiro por lo bajo antes de sacarse su tapado negro y arremangar con un poco de esfuerzo la manga de su suéter, mostrándole a su viejo amigo que efectivamente no había huesos visibles, si no que tenía un brazo con una anchura similar al suyo, el cantinero miro un poco sorprendido aquello, el científico extendió el brazo para que pudiera tocar y asegurarse de que no estaba teniendo una alucinación. Él solo presiono un poco alrededor de la muñeca y un poco por su brazo descubierto aún sin poderlo creer del todo.
—¿Esto aplica a todo tu cuerpo?
—Si, tanto extremidades como el torso, incluido el cuello, solo mi cabeza no se vio del todo afectada, aunque tengo una ligera capa de piel blanca que la recubre.
—Pues estás relleno en buenos lugares ¿seguro que no fue a propósito?
—¡Hey!
—Solo digo, ¿estás bien, así como estas? ¿Es reversible?
—No me he puesto a investigarlo realmente, —vuelve a cubrirse —es un poco un incordio, pero si me acostumbro supongo que estaría bien quedarme así.
—Adivino, ¿a Asgore le gusto?
El científico solo enrojeció y miró a otro lado.
—Bueno, un poco, supongo… es decir, ya le gustaba antes, pero… quizá no le parece del todo mal esta forma.
—Ajá, ¿sí? —lo mira alzando una ceja.
—Ugh, cierra el pico y sírveme otro trago.
Hubo más charla, sobre todo de su nueva apariencia, el científico no podía negar que, sin dudas, tenía musculatura y otras cosas más en los lugares apropiados para verse atractivo con la mayoría de los monstruos bípedos del subsuelo, no es que nunca antes le hubiesen dicho cosas así, cuando era un esqueleto y Papyrus era un bebé recordaba escuchar mucho a las madres solteras hacer juegos de palabras con tintes sucios para adultos con su persona, algunas más atrevidas que otras, y quizá algún monstruo soltero que tenía menos respeto, pero que prefería no recordar los detalles, recuerdos reprimidos, que prefería que siguieran así.
Cuando vio que la botella estaba vacía, decidió parar con los tragos, quería evitar un mal encuentro con su niño si se enteraba que bebió hasta el punto de estar completamente dependiente de otros para volver a casa. Volvió a ponerse tu tapado y dejo una bolsa con monedas de oro para pagar lo del mes y la ronda de bebidas, siempre hacía una ligera insinuación de cuanto podía estar debiendo Sans, pero Grillby nunca le decía; resignado a que no resolvería ese misterio, se retiró del local, saludando con la mano desde la puerta.
Llegó a su hogar y llevo los pasos pesados hasta su cuarto, esperaba que sus niños a esa hora estuvieran ya dormidos, no es que necesitase ocultar nada, desde el primer día que paso lo de las pastillas, decidió no ocultarle a ninguno que había cambiado completamente y claramente alentó a que ninguno de los dos intentara postularse como voluntarios cuando las pastillas fueran dadas a ciertos monstruos. Aunque el efecto de la determinación pura podía ser la única capaz del cambio, no quería arriesgar a sus esqueletos, aun así, Sans parecía querer ir en contra de ello.
Ya llegaría el momento de hablar, pero eso podría estar muy lejos.
Cuando se hizo de mañana, tuvo un par de mensajes de Alphys que parecían requerir una atención inmediata por la cantidad enviada, se tomó un momento para leer mientras se cambiaba para salir, pero un mensaje hizo saltar todas sus alertas, los guardias reales querían llevar ellos mismos las flores doradas al sótano del laboratorio. Sabiendo que el rey podía haber dado la orden, Alphys no podría detenerlos mucho tiempo, así que inmediatamente al poner un pie fuera de casa uso el atajo más largo que le permitiera su magia actual para llegar lo antes posible.
Corrió apenas apareció en las puertas del laboratorio, para encontrarse en la puerta de atrás a los guardias, discutiendo con su pequeña asistente que de milagro los había retenido ahí.
—¿Qué sucede aquí?
—Oh, doctor, tenemos ordenes de llevar las flores doradas al sótano.
—El ascensor no aguanta demasiado peso, yo me encargare de llevarlas, pueden irse.
—Pero doctor…
—Díganle a su majestad que cumplieron y que todo está en orden, no quiero un accidente adicional aquí ni heridos por su terquedad.
Dicho esto, tomó de las manos de uno de los guardias la maceta con una flor dorada particularmente grande, al final, ellos se resignaron y dejaron todas las flores a las puertas del elevador, suspiró pesado cuando se fueron, claro que era mentira que el elevador no podía soportar mucho peso, y de ser verdad, solo haría que Alphys colocara y empujara con cuidado las macetas para él recibirlas en el sótano, sin ponerlos en peligro.
De hecho, para tener esa seguridad, procederían de esa manera.
Después de aproximadamente una hora, todas las macetas con flores estaban en el sótano, tuvo que cambiar de forma precipitada la luz del cuarto para que fuera apta y que las plantas no se marchitaran por la falta de luz, aunque debía decir que esas flores eran realmente resistentes, ya las había visto crecer espontáneamente por algunos lugares del reino, aunque morían si no tenían ciertos cuidados a largo plazo.
—E-Está es la última, d-doctor.
—Oh, muy bien —tomó la última maceta y la acomodo con el resto.
—¿C-Cómo convenció al rey de darnos las flores d-doctor?
—Él las ofreció y que las mandara tan rápido quiere decir que habla muy en serio…
—¿D-De qué habla?
—De lo que paso conmigo, tengo prohibido volver a experimentar en mí mismo, indefinidamente.
—A-Ah, q-quizá sea lo mejor ¿n-no cree?
El científico real pudo notar donde iba la mirada de su pequeña asistente, mirando al cuarto donde las amalgamas solían ocupar con mayor regularidad, si, debía admitir que era lo mejor esa prohibición, de lo contrario había una gran posibilidad de convertirse en uno de ellos. Apretó un poco los dientes, aún frustrado de no poder devolverlos a su forma, pero no tenía la magia tan fría como para intentar asesinarlos para acabar con su sufrimiento, debía haber una cura.
—Vuelve arriba Alphys, te llamaré si pasa cualquier cosa y mantenme informado de lo que suceda.
—A-A la orden d-doctor.
Espero a que la joven lagarta se fuera por el ascensor, antes de tomar el pase a la sala con las almas y todas las pastillas, ahora, quizá necesitaba volverlas a dejar en estado líquido para poder inyectarlas de manera eficiente en las flores doradas o podía volver la magia polvo de manera que las usara de fertilizante y ver sus efectos a largo plazo, ambas opciones eran tentadoras y en el peor de los casos que un humano llegara, él tendría tiempo de intentar dar las cápsulas de magia temporal a los monstruos con un nivel de vida respetable, incluso si Asgore no lo autorizaba, sería solo en un caso de emergencia absoluta.
Estuvo un par de horas, experimentando con la magia, probando algunas flores pequeñas con ciertos rasgos, sin muchos resultados significativos, solo lecturas normales la mayor parte del tiempo, sin nada que valiera la pena anotar, suspiró un poco decepcionado, pero bien, tendría que tomar las cosas con calma.
Cuando se hizo de noche, recibió un par de mensajes de Alphys, dejo las plantas en su lugar y revisó para ver como estuvo el día, antes de caer en que su asistente había avistado a alguien merodeando por el basurero desde la cámara, como rebuscando cerca de la cascada donde él había estado.
Entonces recordó su bolso.
—Maldita sea, nadie puede encontrar eso. —Sintió un escalofrío por su espalda.
¿Qué tan a la mierda se iría su reputación si alguien encontraba su bolso?
Ni siquiera espero una respuesta de Alphys, simplemente desapareció del sótano, apareciendo inmediatamente en el vertedero, si tenía algo de suerte, encontraría sus cosas antes de que ese monstruo localizara la cueva oculta, reviso por los alrededores, si hubiesen sido las amigas de Alphys moriría de vergüenza, pero al menos podía considerar que eran inofensivas.
Pudo notar por el rabillo del ojo un rápido movimiento y no tuvo el suficiente tiempo de reacción para detenerlo con magia azul, bufó frustrado y fue detrás de la cascada, no importaba si Alphys veía ese pequeño lugar, simplemente sería otro secreto más a la lista, la cual parecía agregar más conforme pasaba el tiempo. Revisó detrás del sillón, encontrando su bolso, no pudo respirar aliviado hasta que reviso que todo estuviera tal y como lo dejo, para su fortuna, no faltaba nada.
—Dios, como pude olvidarlo.
Se apretó entre los ojos y acomodo todo de nuevo, tomando la bolsa para salir del lugar, más cuando estaba de nuevo fuera de la corriente del agua, sintió un fuerte mareo, ahora que el momento de adrenalina se había esfumado, estaba notando que no se encontraba nada bien. Clavó las rodillas en el lecho del río, un poco aturdido, respiró hondo varias veces, profundo y despacio para reubicarse, ni siquiera sabía porque estaba tan mal de un momento a otro; levantó la vista a la cámara oculta en la basura, aunque no le gustara la idea, le hizo señas a Alphys para ordenarle venir por él, ya que realmente no sentía que pudiera moverse por su cuenta.
Aunque eso tomaría al menos unos veinte o treinta minutos.
"Ugh, ¿Por qué mi cabeza de repente me está matando?" Se quejo mentalmente mientras respiraba despacio.
—¡Hey Doc! —se escuchó desde lo alto.
—Ah, ¿Undyne? —levantó la vista.
Antes de que pudiera hacer o decir cualquier cosa, pudo ver como la chica saltaba desde lo alto de la cascada para caer en un montón de basura blanda, hundiéndose en ella, para luego ver como sacaba los puños por arriba y salía de la montaña a base de patear los desperdicios a un lado.
—¡Puaj! ¡Qué puto asco!
—Lenguaje Undyne, ugh… —soltó un jadeo, llevando una mano a su cabeza.
—¡Hey! ¿Está bien? Joder, lo llevare al laboratorio.
Sin darle tiempo al esqueleto de que pudiera quejarse sobre ello, lo levantó en brazos, como una princesa en apuros esta vez, lo cual era bastante vergonzoso, pero en lo único que pudo pensar fue en aferrarse fuertemente al bolso para que no se abriera; la joven procedió a saltar de montón en montón de basura para finalmente salir del vertedero y llegar a la entrada de Hotland en pocos minutos, para ese momento el mayor solo se había resignado a ser llevado, en parte porque no sentía estar del todo consciente.
—Ah, ¿el laboratorio…? —entrecerró los ojos, intentando enfocar la vista.
—¡Alphys! ¡Hey!
Cuando las dos chicas se juntaron, llevaron al doctor a la enfermería, a la vista del resto de trabajadores, que no entendían que estaba pasando, ni en qué momento el jefe había abandonado el sitio, pero nadie tenía el valor de ir a ver, no después del castigo que les cayó después de hablar a sus espaldas.
—Estoy bien, solo estoy mareado, déjame en la silla, —gruñó, todo le empezaba a dar vueltas.
—Bien, como quiera.
Tal como pidió, lo dejo sentado en la silla en lugar de la camilla, el esqueleto soltó despacio el bolso para dejarlo a un lado, mientras el mareo aumentaba progresivamente lento.
—¿D-Doctor? ¿M-Me escucha?
—Alphys, ah, ¿tú le dijiste a Undyne? —la miró aún algo desorientado.
—L-La vi en las cámaras y creí que n-necesitaba ayuda inmediata.
—Estoy bien, solo fue un momento de mareo, descansare un momento y…
—¡Hey! ¡Hey! —lo tomo de los hombros y lo enderezó —Bien no es precisamente la palabra para describirlo, diría que tiene la cara un poco más pálida de lo usual.
—Ugh, solo es un mareo.
Ambas chicas se miraron un momento, era claro que no era un simple "mareo" tonto ni nada por el estilo, al final la capitana optó por poner la mano en la frente del mayor comprobando que efectivamente, tenía temperatura, fiebre.
Fiebre, fatiga, debilidad como para caerse, mareos que no se iban y quizá náuseas por eso mismo, estaba irritado, y por sus acciones era claro que también le dolía bastante la cabeza. Entonces la chica agarró de repente a la pequeña asistente bajo el brazo y la llevó corriendo para que le abriera la sala de descanso, tomó todas las botellas de agua que pudo del refrigerador, también puso a calentar una taza de agua y puso al lado unos fideos instantáneos.
—¡Llévalos cuando estén listos! ¡Y no le pongas condimentos, solo un poco de aceite!
—¡¿E-EH? ¿Ah? O-Okey… —balbuceo sin entender nada.
Rápidamente, volvió a la enfermería con las botellas bajo sus brazos, las dejo todas encima de la mesa de indumentaria, abrió una y se la pasó al doctor, él cual no estaba del todo bien orientado, o simplemente no quería nada en ese momento.
—Escuche doc, o toma ahora mismo agua o juro por dios que traeré a Asgore sobre mi maldita cabeza para que vea como se encuentra.
Gaster se sobresaltó un momento, mirando que la chica estaba hablando muy en serio con ello, a veces bromeaba, pero su tono era demasiado frío y denotaba mucha molestia, a regañadientes, tomo la botella y dio un trago, un poco corto, sin que la chica le perdiera la vista, así que fue dando tragos pequeños hasta que noto llegar a Alphys de nuevo con un tazón de videos brillosos con solo aceite.
—¿No usaste los condimentos?
—No necesita sales ahora mismo, después le haremos otro, ahora coma también y no deje de beber agua.
Acercó la mesa con las botellas y le hizo espacio para poner el tazón de forma que fuera fácil de tomar porciones con el tenedor, el científico solo suspiro, tomando el tenedor y enrollando los fideos para comer un pequeño bocado, masticó un poco y trago, pasando con un sorbo de la botella, tanto él como Alphys estaban más que confundidos de porque estaba haciendo todo eso.
Sin embargo, luego de lo que sería una hora, el mareo se detuvo y ya no se sentía con tanto malestar, de hecho, estaba bastante mejor.
—¿D-Doctor? ¿Se siente mejor?
—Debo confesar que sí, mucho —miró a Undyne confundido.
—Doc, estaba deshidratado a mas no poder y probablemente muerto de hambre también.
—¿Deshidratación? ¿Yo?
—Ya no es un esqueleto doc, ese cuerpo si parece necesitar que lo cuide debidamente, ¿gasto mucha magia hoy?
—Hice un atajo corto y dos realmente grandes.
—¿No ha venido a comer en ningún momento? —Undyne gira la vista a Alphys y ella niega nerviosa.
—Puede que me olvidara de la comida o de venir por un café de vez en cuando… o solo beber agua de los grifos del sótano.
—¿Cuándo fue la última vez que comió y, sobre todo, bebió algo?
—Ah… —rememoro un momento —no he bebido nada desde anoche, esta mañana vine apurado y… se me paso completamente.
—Jeez, ¿en serio como esqueleto aguantaba uno o más días sin beber?
—Vivo a base de café. —Dio un trago a la botella.
—Eso me di cuenta.
—Por cierto, ¿cómo supiste con solo verme que estaba deshidratado?
—Porque me pasa a mi cada maldita puta vez que vengo con armadura a Hotland, ¿acaso se olvidó ese detalle? Solo que yo puedo reponerme con un poco de agua en mis escamas.
—Es cierto —se llevó la mano a la cara —soy yo el que va a tirarte agua y ayudarte a entrar al laboratorio para que no te cocines.
—Como sea, le voy a contar a Asgore.
—¡¿EH?! ¡No, no lo hagas!
—¡Claro que lo voy a hacer! Estuvo al borde de una deshidratación severa, ¡maldito científico loco!
—Ugh, no quiero que se entere, por favor.
—Olvídelo, volverá a pasar si me lo callo.
—¡No! ¡no puedo tener a su majestad preocupado por ello!
—¡¿Y por qué no?!
—Ugh, hay demasiadas vistas sobre mí y no quiero que pasen a ver a su majestad…
—¿Qué? ¿Vistas?
—Ah, —mira un poco a las dos —vamos a mi oficina, aquí aún hay micrófonos.
Tomo su bolso bien cerrado y se intentó levantar, pero la chica volvió a cargarlo en brazos cuando casi se cae de frente, refunfuño frustrado y simplemente se dejó llevar, ahora tendrían que hablar de nuevo en el trabajo, si es que se atrevían. Undyne pateo la puerta para abrir y pasar derecho al sillón, la pequeña Alphys traía consigo las botellas que aún tenían agua y verifico que la puerta seguía funcional, al menos para poder cerrarla de nuevo.
—Bueno, ¿suficiente con estar aquí?
—Ah, sí —suspira por lo bajo.
—T-Tomé doctor. —Le acerca una botella.
Agarró la botella y le dio un trago antes de suspirar resignado.
Al final empezó suave, con lo que ya sabían ambas o creía que sabían, Alphys estuvo bastante emocionada de confirmar sus sospechas a la obvia relación de sus jefes y Undyne tuvo que actuar con sorpresa solo para que la pequeña lagarta no le reclamara nada, luego de ello, empezó a decir lo que paso a causa de los rumores que empezaron debido a su marca y como un monstruo extendió información clasificada entre la gente de su persona, aparte del mal rumor de que fue marcado a la fuerza, en parte cierto pero no lo sentía de esa forma.
Claramente la capitana de la guardia real quería saber de inmediato quien demonios era, más Gaster se abstuvo de darle esa información ya que solo haría que la gente supiera que había algo de verdad en ello; claramente protesto, pero ambos científicos la calmaron un poco, claro que la relación era secreta y solo algunos sabían, confirmado por el propio doctor y probablemente suposiciones de algunos guardias, como los que custodiaban al rey en su celo.
Claro que Undyne los mantenía a raya.
—En verdad no vale la pena Undyne, además su majestad se hará cargo sutilmente, si sigue con lo mismo tomaremos medidas más severas.
—Puedo partirle las piernas como medida más severa.
—Ni siquiera sabes si tiene piernas —mira a otro lado, a ver si eso hace que se desvíe un poco.
—Algo tendrá que pueda destrozar.
—Déjalo, simplemente esperaremos que los rumores se dispersen, o que algo más distraiga al pueblo, se pasara como todo. No quiero problemas para su majestad.
Las chicas se miraron mutuamente, si bien era cierto que los rumores iban y venían, si alguien estaba reviviendo el mismo una y otra vez, eso no pasaría rápido. Aun así, poco podían hacer realmente con la escasa información que daba el científico y la decisión del rey de aplicar él un castigo a medida; ambas suspiraron con resignación, se haría a la antigua, con paciencia.
—Bueno, de todos modos, Asgore debería saber que casi te desplomas.
—No, no tiene qué, no lo preocupes innecesariamente, no pasara de nuevo.
—¿Seguro?
—Intentare que no pase de nuevo.
—Si vuelve a pasar, le digo.
—Ugh, bien…
------------------------------------------------------
Parte 33
Parte 35
7 notes
·
View notes
Note
hola ro, quería que me aconsejaras sinceramente, no tengo a nadie con quien acudir y realmente me siento sola
desde que tuve 9 años fui abusada por un amigo de mi madre se lo comenté y no me creyó y me dijo que había sido ella la que me había hecho eso con tal de incurrir a la persona, fue un recuerdo que pude bloquear y recordaba de vez en cuando durante temporadas pero decidí ignorarlo hasta que cumplí 11 y volvió a suceder lo mismo pero con una persona diferente, la diferencia de todo esto es que el abuso duró durante casi 5 años ahora que tengo 16, siento yo que no fue abuso por el simple hecho de que la persona nunca me tocó pero si lo hacía con otros niños y me contaba y me enseñaba y yo pues al ser muy pequeña no entendía las cosas hasta ahora que tengo 16.
ahora mismo mantengo una relación con una persona a la cual amo muchísimo, pero para mí la cuestión del tema del sexo es demasiado difícil y he llevado terapia desde los 13 años pero cada vez más se vuelven haciendo más frecuentes los sentimientos de suciedad cada que el me pide fotos o hacer otro tipo de cosas y no puedo evitar sentirme así, hay veces en las cuales desearía poder disfrutar las cosas como alguien normal, como alguien de mi edad, pero por mucho que intente hacerlo simplemente no puedo y se que eso afecta a mi relación porque mi novio es alguien más experimentado que yo, y realmente no quiero perder mi relación con alguien que amo por el simple hecho de no poder superar mi pasado, no se que hacer porque el ya se dio cuenta y siente que me obliga a hacer las cosas y por mucho que yo le comunique que no es así, siento que el sigue pensando que el me obliga y eso me hace ponerme triste. ha sido la única persona con la que me pude abrir acerca de esto además de escribirlo aquí, de forma anónima, pero realmente no se que hacer siento que yo no encajo en su vida que yo no soy lo que él busca en alguien porque estoy demasiado dañada para estar con el y no importa lo mucho que intente hacerlo feliz en eso porque siento que para el nunca es suficiente y cuando intento comunicarme con el me dice que le pregunté a alguien más pero no tengo a quien preguntarle porque estoy totalmente sola. por favor necesito este consejo. no se a quien más recurrir. no se que más hacer para mantener mi relación bien.
hola.
primero que nada queria decirte que sos muy valiente por abrirte por acá conmigo y animarte a contar todo esto a través de las palabras. se entendio perfectamente la situación por la que estas pasando y voy a intentar darte un consejo sincero desde mi ignorancia porque no tengo ningún tipo de informacion académica que avale lo que voy a dcir asi que podes tomarlo o dejarlo.
bueno, yo creo que tu pareja debe acompañarte en tu proceso. que es tuyo y de nadie mas. el proceso de sanar es dificil e infinito, no es lineal, hay momentos en los que vas a sentirte mas cómoda con los temas sexuales y momentos en los que no vas a querer saber nada. pero si vos sentis que necesitas a alguien que te acompañe más de lo que hace tu pareja, lo mejor es que te separes. no podés exigirle a nadie que comprenda lo que estas pasando, si la otra persona no entiende no podés obligarla a entender. tampoco podes hacer que actúe de una forma distinta si no le nace.
quizás no es el momento de tener una pareja o por lo menos, no esta pareja que estas teniendo porque por lo que entendí no te puede acompañar e incluso no entiende que vos sentís incomodidad por culpa de traumas del pasado.
de todas manera, no pensaste en hablarlo con tu terapeuta esto? ella va a poder aconsejarte mejor que cualquiera porque es una profesional que te conoce supuestamente más que cualquiera de nosotros acá.
2 notes
·
View notes
Text
Una de muchas historias.
En una ocasión, leí una frase para el 8 de mayo que decía; “Si los hombres supieran cuantas mujeres han sufrido acoso, se darían cuanta que sus hermanas, novias, tías, primas, abuelas, vecinas, compañeras de uni, compañeras de trabajo, mejores amigas, incluso sus mamás han sido victimas, y si todas las mujeres publicaran las historias que han sufrido estarían aterrados”
Es por eso que vengo hoy a contar mi historia, porque siento vergüenza y aunque siento que ya lo supere, aún me siento culpable, después de 5 años, siento la valentía para contar lo que me sucedió en aquella noche cuando salí del trabajo y esperaba algún bus que me llevara a mi casa.
Eran 9:30 de la noche y recuerdo que solo cargaba el suficiente dinero para tomar bus y aunque quisiera tomar taxi no me alcanzaba, recuerdo bien que tenía miedo de estar tan tarde en la calle y sin dinero, lo único que quería era llegar a mi casa, era nueva en ese pueblo, nos acabábamos de mudar, y por más que mi madre siempre me había dicho que no me suba al carro de desconocidos, estaba desesperada por llegar a casa, estaba cansada, y después de dos horas de esperar al bus que nunca llegó, y en el momento que un desconocido se acerco amablemente diciendo que iba al lugar donde yo iba acepte a subirme, No puede ser que ingenua actúe.
En ese momento me sentí aliviada, pero...
Mi tranquilidad solo duro unos minutos, el conductor parecía muy amable, conversaba con normalidad y no actuaba de manera extraña, hasta que después de unos minutos se desvió y de repente sentí un dolor en el pecho, es como esos presentimientos que dan cuando sabes que algo malo va a pasar, pero era muy tarde porque algo malo estaba pasando.
Solo recuerdo que el conductor empezó a agarrarme y yo intentaba soltarme con la voz entrecortada le pedía que me dejara, que por favor no me hiciera nada, rogaba para que no me lastimara, pero el solo quería lastimarme, como pude logre abrir la puerta y quise saltar, pero el me agarro del cabello, para así evitar que yo me escapara, y de manera rápida logre salir del carro pero el ya estaba encima de mí, con sus rodillas al lado de mis caderas y con mis muñecas en sus manos, sus horribles manos que me aterrorizaban, y que empezaron a golpearme, sus espantosos ojos que me miraban de una manera aterradora.
Realmente no sé como pude pelear con él y logre esconderme debajo del carro, mientras el trataba de sacarme de debajo del carro, estaba dispuesto a atropellarme con el carro, en ese momento corrí, corrí como nunca había corrido, con todas mis fuerzas, pero con todo el miedo que consumía mi cuerpo, corrí no quería voltear, dolía y sabía que él venia atrás de mí, fue en ese momento que apareció una moto y sentí miedo pero confíe que la persona de la moto me sacaría de ese lugar de mis pesadillas, no estaba segura de confiar o temer, que esta persona también tuviera los mismos pensamientos que el hombre que me lastimo, a quien le había creído minutos antes. Y fue así, fue un señor de unos 40 años aproximadamente que me llevó a mi casa, y a la única persona que le conté lo que me sucedió esa noche.
Desde ese entonces decidí cortarme el cabello, a no volverlo a usarlo largo, para evitar que me lastimen , deje de usar algunas prendas de ropa por miedo, pero he vuelto a usar faldas, shorts, blusa de tirantes, y he tratado de no cortarme el cabello y espero que esto sea una manera de ver como poco a poco voy superando ese miedo, y quiero lograrlo, quiero vivir sin miedo, a ser libre de usar lo que yo quiera, a peinarme como me guste.
No me considero a mi misma como feminista.
Me veo como una mujer con derechos y sentimientos, a las feministas las respeto y siento un gran orgullo por ellas, es admirable que pueden expresar sus disgustos y luchar por nuestros derechos.
Tengo sueños, anhelos, miedos.
Considero que puedo vivir sin un hombre como apoyo, pero también quiero detalles y disfruto del amor que me pueden dar, quiero casarme, viajar, no quiero hijos pero soy provida.
Y en redes sociales descubro que personas que han sufrido de algún acoso después de tantos años se atreven a contar o alzar la voz, y es gracias al esfuerzo de todas las feministas que luchan fuertemente.
Y así como yo existen muchas mujeres que no han contado su historia, que tiene miedo, vergüenza o muchas se sienten culpables, quiero decir que aquí te escuchamos, te entendemos, Te Creemos y te apoyamos.
#palabras#feminismo#sentimientos#sentimental#miedo#mis miedos#feminista#frases#escritos#realidad#niunamenos#no es no#pensamientos#emociones#Citas en español#acoso
9 notes
·
View notes
Text
Odio cuando me siento optimista lo primero que pienso es que debe ser un episodio de hipomania. Sin embargo, me permito serlo ahora.
Estoy identificando cada problema tanto físico como sicológico, problemas que he dejado pasar por mucho tiempo, con el fin de que mi año académico sea lo más llevadero posible y que pueda saltar mis obstáculos con éxito, si me caigo en mis intentos, me conformo que la caída no sea el fin del mundo. He aprendido mucho de mi misma, podría hablar de lo negativo pero en estas palabras deseo resaltar lo positivo y lo real (a pesar que mis defectos y errores me han llevado a ser la persona que soy). Me he puesto metas, volver a la abstinencia, cuidar mi salud física, cuidar mi mente y mi espíritu. No será fácil, pero ya he pasado por procesos, como dejar la marihuana, que he tenido que tener paciencia y voluntad. Mis motivaciones son que he sentido la recompensa de alejar lo que me hace daño, de notar cambios significativos, el pensar "si lo pude hacer una vez ¿por qué no podría otra vez más?". Si ya nos fijamos en lo terrenal, me motiva seguir cambiando y transformando mi versión, por el simple hecho que mi carrera me ha dado el motor que busqué toda mi vida, nunca me había esforzado tanto por algo que yo quiero tener, mi carrera y el camino a recorrer es mío, no de mis padres para que se sientan orgullosos, no de la sociedad para "ser alguien en la vida", no del sistema para ser una ciudadana ejemplar. Esto me pertenece, cumplí mi sueño, aquel sueño que nunca pensé que iba a realizarse, en momentos de sentirme tan perdida ni si quiera sabía cómo iba a sacar mi enseñanza media. Cumplí mi sueño, estudio lo que quiero y donde quiero, junto con rodearme de personas que agradezco tener en mi vida. La Catalina adolescente estudiando en un liceo que solo la atormentaba, pasando los cursos siempre con el miedo a repetir, la Catalina que se le hizo realidad sus terrores y repitió dos veces, la Catalina que estuvo dos años sin estudiar, la Catalina que se perdió en las drogas porque no podía sostener su propia vida a tal punto de casi morir por sobredosis, la Catalina que tuvieron que internar, todas esas fases de mi vida si pudiese volver y decirles todo lo que he logrado no lo creerían y sonaría surreal. Toda mi vida me ha costado encontrar un sentido a mi existencia, a mi lugar en este mundo, admito que muchas veces todavía me cuesta pero saber que estoy trabajando en mi porque merezco estar bien, porque ya 24 años de sufrimiento son suficientes pero relacionado con lo anterior, si me ayudo, podré ayudar a las demás personas, podré hacer un cambio sea macro o micro, por muy pequeño que sea ese cambio puede cambiarle la vida a alguien. Utilizar mis caídas constantes y el sufrimiento para poder entender mejor a la persona que tengo en frente, me otorga sentido. Sea hablando, escuchando o recomendando herramientas tanto a una amiga, a una extraña y en un futuro a usuarias, le entrega sentido incluso a las vivencias que todavía me duelen en el alma.
Nunca me ha gustado la frase "las cosas pasan por algo", muchas vivencias no merecía que sucedieran, prefiero pensar que tengo la capacidad de resignificar y transmutar todo el dolor para evitar (o al menos intentar) que otra persona tenga que pasar por lo mismo.
Para concluir quiero decir que nada en la vida me ha motivado a sanarme en todas las aristas como el estudiar, que no es tan solo leer e ir a clases, es sentir que todo lo que pensabas del mundo y todo tus valores no eran erróneos, que sí hay un montón de personas que comparten esa pasión y conectar tanto con mis pares como con la vocación, fue un vuelco en mi vida que agradezco mucho.
pd: tengo presente que tal vez muchas veces sienta que odie la carrera o la universidad como institución pero sé que voy en el camino correcto, en mi propio camino.
2 notes
·
View notes
Text
Que bueno que existas
Promt: 05 - “You're the smartest person I know” / “Eres la persona más lista que conozco”
Fandom: Safir
Ship: Ates x Aleyna #Ateyna
Audiencia: T
TW: none
Después del funeral de Feraye y Yaman, los ánimos en la mansión Gülsoy estaban por los suelos.
Después de que Ateş se enterara de que Yaman era el padre del hijo que esperaba Feraye entró en shock, pero escuchó a la chica y entendió lo que pasaba. Intentó protegerla de su hermano, pero no fue suficiente. Un día antes de la boda, aprovechando que estaba trabajando, Yaman se llevó a la chica por la fuerza, y la obligó a tirarse con él montaña abajo. Para Ateş, Okan y Aleyna fue un golpe durísimo, uno se quedó sin futura mujer, y tanto como el primero como el segundo se quedaron sin hermano y la otra, sin marido. Para Ömer y Gülfem Gülsoy fue una deshonra para el buen nombre de la familia. Habían conseguido que la noticia trascendiera como que fue un accidente de tráfico, pero todo el mundo sabía la verdad: Yaman había matado a Feraye. Tanto Ömer como Gülfem se fueron a la casa de verano para evitar miradas y palabras indeseadas y llevar el luto en la intimidad, pero el resto se quedó en la casa, devastados.
—Aleyna, hija, come algo. —Cemile no soportaba ver sufrir a su hija. —No quiero nada mamá, déjame sola. Por favor.
Aleyna llevaba dos días sin salir de la cama, estaba rota por dentro. No sabía cómo sentirse por la muerte de su marido, ya que, el mismo día que murió Yaman, este le confesó que nunca la quiso, que estaba enamorado de Feraye y que ella era lo peor que le había pasado en la vida. Que se vio obligado a casarse con ella por culpa de Okan y su madre. Su madre. Aleyna no quería enfrentarse a ella y decirle que lo sabía todo, que la había condenado a una vida desgraciada solo para su propio beneficio, porque en esos días había dejado de creer que alguna vez hizo algo por ella. Y ella era una mini Cemile y eso le aterraba. ¿Cómo había tratado a su hermanastra? Peor que a un desconocido. El día del entierro, Hazal habló con ella y le contó todos los horrores que pasó Feraye y se alegró de que Yaman no la quisiese, porque para querer así mejor no hacerlo. E hicieron las paces, no tenía sentido estar enfadadas. Desde entonces no ha salido de la cama.
—Hija, por favor. Hazlo por mí. —¿Por ti? —Hazal la atravesó con la mirada, no tenía fuerzas para gritarle todo lo que le quería gritar. Quería ser mejor persona y había decidido empezar por su madre. —Sí, mi niña, por mí, anda levántate y come un poco. ¿Sí? —Cemile sonrió esperanzada. —Deja la comida, pero vete. Por favor.
Cemile cedió y se fue sin decir una palabra más. Aleyna no supo cuánto tiempo pasó, solo que el sol estaba bajando, cuando alguien tocó la puerta.
—No quiero ver a nadie. —Por lo menos ya hablas. —Ateş sonrió amable cuando se asomó por la puerta. —¡Ateş! —Era la última persona que esperaba ver allí, se sentó de prisa en la cama y abrió mucho los ojos— ¿Ha pasado algo? —No, no, tranquila. No ha pasado nada, solo quería ver cómo estabas. —Ah, gracias. —Aleyna intentó sonreír, pero no le salió—. No sabría decirte.
Ateş entró en la habitación y fue a sentarse en la silla que había cerca de la cama de su cuñada, cuando vio la bandeja llena de comida sin tocar: una sopa que tenía que estar helada, un vaso de agua sin tocar y una pieza de fruta.
—Aleyna, ¿cuánto tiempo llevas sin comer? —No lo sé. No tengo hambre. No necesito comer. —Tienes que comer, no puedes enfermarte. Tienes que estar bien. Por favor, aliméntate. —Haré lo que pueda. Pero en serio, no tengo hambre. —Comer y rascar, todo es empezar. Mira, empieza comiendo este plátano. Es pequeño. Por favor. —Ateş le pasó la fruta con la esperanza de que cediera. —Vale, pero solo esto. —Alzó el plátano para puntualizar sus palabras—. Has visto que estoy bien, si me disculpas me gustaría volver a regodearme en mi pena. —No hasta que te haya visto comer.
Aleyna le miró de soslayo. Ateş le caía bien, siempre la trató como a una más de la familia y la defendía de los desplantes que Yaman le hacía. Siempre lograba hacerla sonreír y tenía buenas palabras para ella, era un buen cuñado.
—¿Estás contento? —Aleyna peló la fruta y le dio un mordisco, masticó y tragó. —No sé si contento, pero me alegro de que comas algo. Estaré realmente contento cuando salgas de la cama y vengas a comer con nosotros.
La chica hizo un mohín, tiró la cáscara del plátano hacia la bandeja, fallando estrepitosamente, y se metió debajo de las sábanas, indicando así, que no quería saber nada del exterior.
—Aleyna, no seas así. —Ateş se atrevió a tirar de las sábanas para que la chica dejase ver su cara—. Necesitas que te dé el aire. —Claudicó de seguir tirando por las sábanas, se levantó y fue a abrir las cortinas y abrir las ventanas para que entrase un poco el aire—. Está anocheciendo y es otro día que te has perdido. Aleyna, no puedes dejar tu vida en pausa por culpa de Yaman. —Sí que puedo. —La chica se quitó la sábana de la cara y se volvió a incorporar—. De hecho, lo estoy haciendo. —Pero te estás perdiendo cosas maravillosas. —¿Cómo qué? Porque, que yo sepa, ya lo he perdido todo. No sé de qué maravillas me hablas. —Ahora no lo ves… Pero, por ejemplo, que eso que te hubiera gustado hacer en la vida, que nunca pudiste hacer. —Estudiar. —Aleyna se sorprendió de sus palabras, no era algo en lo que pensara a menudo, y se sorprendió aun más de las palabras que siguieron saliendo de su boca—. Una de las cosas que más envidiaba de Feraye era que ella estudió lo que quería. Mi madre no me dejó, o yo nunca pensé que podría estudiar. Yo me tenía que casar bien, esa era la meta. —¿Y que es lo que te gustaría estudiar? —Ateş recondujo la conversación, antes de que Aleyna se volviera a encerrar en sí misma. —Te vas a reír. —No, te lo prometo. —Me gustaría estudiar para tener mi propio salón de belleza, y poder hacer tratamientos y poner guapa a la gente. —Sonrió sin querer cuando habló de su sueño. —Pues mañana vamos a buscar información sobre escuelas de estética. —¡Qué! Cómo que mañana, ¡Ateş! —Así como lo oyes, vamos a hacer tu sueño realidad. Venga, vístete que te espero abajo para cenar, y no me digas que no. Necesitas alimentarte e hidratarte para estudiar y poner bella a la gente.
Y dicho esto, Ateş se fue dejando a Aleyna completamente perpleja pero menos triste que antes. Había entrado como un torbellino, le había dado un motivo real para salir de la cama y, conociéndole como le conoce, sabe que no es una mentira. Se levantó de la cama, metió la cabeza en su armario y sacó un pantalón negro de lino y una camiseta blanca de manga corta, ropa interior y se fue a la ducha. Antes de entrar en el baño se miró en el espejo del tocador y dijo en voz alta:
—Ateş Gülsoy, eres la persona más lista que conozco, pero no te lo voy a decir nunca para que no se te suba a la cabeza. —Y con una sonrisa entró en el baño.
Cuando bajó a cenar se dio cuenta de que solo eran tres personas para cenar.
—¿Y el resto de la familia? —Aleyna se sentó al lado de Ateş, quedando en frente su cuñado Okan. —Mamá y el abuelo se fueron a la casa de verano, para evitarse malos tragos. —Okan tenía peor cara que Aleyna en su momento más bajo—. Ya ves, como si pudieras olvidar, así, que Yaman y Feraye ya no están. —Okan, no seas tan duro. Cada uno lidia con el dolor como puede. —¿Y tú? ¿Cómo es que estás tan tranquilo? No lo entiendo. —Le miraba muy duramente. —Porque no puedo hacer nada, Okan. No puedo devolverle la vida a ninguno y mucho menos restaurar el dolor de todos. Así que lo único que puedo hacer es seguir con mi vida, recordando a los que ya no están e intentar hacer lo mejor que pueda por los que están a mi alrededor. —¿Cómo puedes ser tan…? —Aleyna no sabía como describirle—. Tan ¿sabio? —Muchos años de terapia, es el único secreto. —Ateş la miró con dulzura—. Algo que os recomiendo que hagáis para llevar el duelo.
Con las palabras de Ateş llenando el ambiente, el nuevo personal de la mansión sirvió la cena, y comieron en silencio.
4 notes
·
View notes
Text
Dentro de las cinco heridas de la infancia, la del rechazo pudo ser gestada desde la concepción de quien la padece, por ello, será la primera en la que profundizaremos.
Además, los expertos coinciden en que ésta es una de las más dolorosas, porque a partir de la percepción de no aceptación de su ser, se desarrollará una infravaloración de sí mismo que destruirá su autoestima tanto como pueda.
Se sabe que la bolita de nieve inicio por un “rechazo” (consiente o no) del padre del sexo contrario, no obstante, fue el “rechazado” quien aprendió a sentirse reservado de pertenecer, de encajar, como si esta vida no tuviera cupo para él.
En consecuencia, la conducta habitual es rechazarse a sí mismo; desde su lógica es una víctima de los demás, pero él es el autor intelectual. Se saben muy capaces, por lo que al dudar de sí mismos no es respecto de su hacer si no de su esencia, entonces, aun cuando alguien halague sus capacidades buscará la forma de ofenderse o creer que lo hacen por compasión, desde la perspectiva de “pobrecito, hay que levantarle el ánimo”.
Acto seguido: el boicot. Por ejemplo, quizá esta persona tiene la cita para el proyecto por el cual ha esperado toda su vida, pero días antes se fractura el cuerpo quedando inmovilizado, o simplemente no llega a tiempo porque choca o se provoca cualquier accidente, pues el chip del no merecimiento está actuando por él.
Resulta claro que la bolita de nieve ha crecido, y es que se ha tomado todo lo que ha podido de forma personal para reafirmar que no es suficiente, ya sea por ser mujer, u hombre, morena o gordito; por ser de otra religión o de otro país, por lo que sea. ¿Ya ves lo complicado que les es poder sanar esta memoria emocional?
Fuerte aún más es que a la par de rechazarse a sí mismos, han estado rechazando a otras personas. Obvio, como es adentro es afuera. Peor aún es que si está herida no cesa, la heredas, no como si de un lunar se tratase, o una marca de nacimiento; más bien, lo que transmite a la generación siguiente son sus patrones de pensamientos, convertidos en juicios que sirven de escudo ante un mayor daño.
Lo cual, nos deja entrever que el rechazo del padre o madre pudo ser un patrón de pensamiento y no necesariamente un sentimiento. Recuerdo a un papá que me decía “es que amo a mi hija, es mi razón de ser, pero no quería que fuera niña porque sufren más y tienen menos oportunidades”, evidentemente la ama, pero le está transmitiendo que ser mujer tiene que ser difícil y doloroso.
El lenguaje alrededor de ella obedece a esa premisa, agudizando así la oportunidad de alimentar la herida. Las principales frases que emplea el rechazo para manifestarse, pero sin ser descubierto del todo, son: “No puedo”, “nada” (nunca sienten nada, nunca le pasa nada, nunca le interrumpen nada importante, etc.), y el “no me entienden”.
Si tú quieres apoyar a alguien con una herida así, deberás hacerlo de a poco pero constante, porque son muy desconfiados para recibir, así que con tu sola presencia y frases como: “tengo un proyecto en mente y fuiste la primera persona en la que pensé”; “como este trabajo es muy especial quería encargarte el diseño puesto que tú lo haces genial”; es que de a pasitos su confianza se afianzará. Sin perder de vista, que esa persona también tendrá que hacer su trabajo interno “#terapiatime”.
Lo que debes evitar es mencionar sus características físicas; él o ella mejor que nadie conocen su corporalidad, no necesitan que se las recuerdes. Su extrema delgadez no es casualidad pues lo que buscan es desaparecer o no ser vistos.
En cambio, si eres tú quien se ha reconocido con está herida, quiero que sepas que puedes curarla desde el amor propio, y no desde la autoexigencia y perfeccionismo, que te daña y obsesiona.
Para bien del joven o adulto, que eres o serás, debemos volver al niño interior que te ha acompañado todo este tiempo y mostrarle como es sentirse cómodo consigo mismo y a amarse incondicionalmente, ¿vislumbras ya, la importancia de la reprogramar los significados emocionales y no solo los conceptuales?
Dicho de otra manera, el rechazo no es más que el destino haciendo que cambies tu rumbo hacia algo mejor para ti. Lo más importante es que ya te atreviste a reconocer tu herida, porque eso ya te aleja un gran trecho del modo víctima.
Lo que sigue es aprender a verle de frente, porque es la única forma en la que se irá de ti. Con aceptación, acompañamiento y voluntad de cambiar, pronto podrás conocer y sentir el nivel de autoestima, confianza, amor propio y capacidad de perdón deseadas.
En tanto, te obsequio un tip, casi ritual, que espero practiques diariamente. Cuando te veas en el espejo dite en voz alta: Te amo, te amo, te amo. No, mejor aún: ME AMO, ME AMO, ME AMO.
Wey, cuándo me mandaron a hacer un artículo 😳 soy yo weee
6 notes
·
View notes
Text
Me dejó una tarea so aquí va:
Lo q más me gusta de nosotros (y q al mismo tiempo me sorprende) es la comunicación q tenemos. Pero no solo eso si no la comprensión q tenemos ante esa comunicación pq si bien leí por ahí q la comunicación de nada sirve si no hay comprensión. Podes comunicar mil veces algo pero si la otra persona no comprende o capta lo q le estás comunicando, en nada están & we got both. Siento q gracias a eso y a esa comunicación tan sincera y honesta q hemos tenido desde q nos conocimos es lo q ha hecho nuestro bond tan fuerte. Nunca me había sentido tan conectada con alguien como con el y la verdad se siente de lo mejor, tener algo sano por fin, tanto q hasta se siente extraño y fuera de este mundo.
Otra cosa q amo de nosotros es la conexión q tenemos, es tanta q hasta las demás personas lo notan también, es q puta madre we’re made for each other. Quisiera poder decir q ojalá lo hubiera conocido antes pero en realidad es q no, pq todo lo mierda q hemos pasado es lo q nos hace ser tan compatibles y tener la buena relación q tenemos ahora. Dudo q hayamos podido ser así si nos hubiéramos conocido antes. Siento q hubiéramos durado q, un año? Y luego dejarnos por diferencias pero con los feelings aun ahí, reencontrarnos años después cuando ambos ya tuviéramos la madurez suficiente o quizás nunca cruzar caminos de nuevo. Hay tantas cosas q pudieron evitar q nos encontráramos cuando lo hicimos, but I’m glad we did at the time we did, perfect timing.
Amo q no me aburro de estar con el, puedo pasar demasiado tiempo con el, pero q también cuando no estamos juntos no siento esa como ansiedad por separación o dependencia emocional. No se pq si es con la persona q mas he conectado en mi vida pero no lo siento al nivel tóxico q fui con mi primer ex q literalmente si no lo miraba me deprimía. Idk what it is, if it’s personal growth o q pero I can be without him y extrañarlo a un rango q se considera dentro de lo normal, nada obsesivo y me gusta. Me gusta q ya no dependo emocionalmente de las personas por mucho q las ame.
Amo q cada cosa q hacemos es una aventura, ya sea hacer mandados o ir al súper (cosa q detesto hacer) pero con el es toda una aventura. Hasta haciendo lo más pendejo son mis momentos favoritos con el. & I don’t care what we do as long as I’m with him, voy a pasarla increíble. Actually de mis momentos favoritos con el es cuando nos sentamos en el parqueo de stock a comernos una Paleta en la noche just talking random shit. Obvio me la he pasado bien cuando hemos ido a comer a restaurantes “finolis” pero nada se compara con ese día en ese parqueo. No se, es q el me hace disfrutar hasta las cosas mas simples, we can just be ourselves, nos desconectamos del mundo y solo existíamos nosotros y nuestras pendejadas. Sentí como q el mundo se detuvo en ese momento & I’ll forever cherish that day.
En un año nos veo casados y por lo menos con un hijo. Ahhhhhhh te la creíste va jajajjajajajajajajaja pero ya en serio, la vdd se me hace difícil imaginarme como vamos a ser en un año pq si en q, 2 meses? Tenemos esta conexión tan fuerte y esta relación tan sana q se me hace difícil imaginarme que tanto puede mejorar, yo se q lo hará, pero no se hasta q extent pq para empezar nunca había estado con alguien en donde estoy con el, en algo tan sano y q fluye tan natural entonces no me imagino como sería algo mejor q esto. Todo esto para mi es algo nuevo y me emociona saber hasta donde vamos a llegar. Lo q si tengo seguro es q one year from now, vamos a seguir juntos, stronger than ever, con muchísimas más memories y experiencias y aventuras. No podría decir q viviendo juntos pq siento q es algo q no se debe tomar a la ligera (no es como q no lo hayamos estado haciendo anyways😹pero no es lo mismo a fully live together) siento q hoy en día las parejas se mudan juntas way too rushed y ahí es cuando fracasan so eso si es algo q no quiero tomarlo a la ligera pq me da miedo q por una rushed decision o la emoción de hacerlo, arruine lo que hemos construido. I mean, quien quita q en un año estemos listos to do so, pero pueda q no también & that’s okay, I’m not rushed to the idea. Cuando sea el momento we’ll both know & talk about it as we do with everything. One year from now vendré a leer esto a ver q tanto fue lo q cambio jajajajaja
8 notes
·
View notes
Text
LORE: Una vista al pasado [Recuerdo]
Han pasado casi 100 años desde que tuve que abandonar mi hogar gracias a esa falsa acusación sobre mi persona. Aun no puedo creer que el capricho de un niño mimado fue más que suficiente para poner en duda mi palabra. Me siento traicionada por mi propia gente. Afortunadamente mi familia nunca dudo de mí y gracias a ellos pude escapar para evitar una muerte segura.
Mientras vagaba por estas amplias tierras termine en un lugar que me recuerda a mi tierra natal, el enorme y bello bosque de Harpya. Por lo que tengo entendido del poco tiempo que llevo aquí, la gente de esta ciudad atraviesa los claros de agua con puentes que ellos mismos construyen con las tecnologías que poseen.
Puedo decir que es una ciudad que está en constante cambio, pero siempre estando en armonía con la naturaleza.
Caminando por estos puentes un suspiro salió de mis labios al ver a una pareja caminando de manera tranquila, tomados de la mano mientras se susurraban palabras de amor en secreto a plena vista. Eso me recordó a mi amado, al cual tuve que dejar atrás cuando me vi obligada a huir. No sé qué será de él, pues desde ese entonces perdimos todo tipo de contacto. Puede que haya seguido su vida, se haya casado y ahora tenga hijos, puede que siga esperándome o puede que se haya ido a explorar muy lejos para llevar mejor su dolor, nunca lo sabre y puede que nunca lo sepa. Mi familia tampoco me habla de él, así que es todo un enigma para mí.
Decidí tomar asiento en una de las bancas de madera que daban una hermosa vista a uno de estos puentes, con los árboles adornando el panorama, el agua reflejaba los rayos del sol y las aves cantaban suavemente, haciendo del sitio un lugar bastante tranquilo.
Es en estos momentos de calma cuando me pregunto si podré volver a casa algún día, extraño a mi familia, pero hasta que mi nombre no este limpio, me temo que no podré volver. Por ahora, solo me queda seguir adelante, explorar estas tierras desconocidas para mí y aprender sobre este nuevo mundo.
9 notes
·
View notes
Text
Simplemente tengo suficiente habilidad para desaparecer de la vida de alguien que no me merece, la cual adquirí desde que era adolescente, y agradezco desde entonces porque me ha permitido irme a tiempo en adelante.
Y no necesito ocultar lo que siento, nunca tuve una conducta internalizante, siempre expreso lo que siento porque sino te enfermas, como te pasó a ti, por si no lo recuerdas. Soy simplemente transparente para evitar dañar vínculos, por eso he logrado sostener un círculo cercano y estrecho que me ha recogido los pedacitos en épocas de mi vida como esta.
Y MI sentir vulnerable, se lo muestro y traspaso a quienes quiero, confío y quien también lo merece. Para mí las cosas son más sencillas y prácticas, no importa cuanto te hayas esforzado o cuanto hayas amado si la persona no lo valoró y sigue cuestionándote inclusive, hay que conservar la dignidad que queda y vivir el duelo de la mejor manera que nuestros recursos personales lo permitan.
De igual forma, nunca se termina de aprender en el amor. Hoy puedo comprender, que si alguien te daña de manera reiterativa sin pensar en ti, no puedes esperar que simplemente se de cuenta que lo mejor que pudo haber hecho es salir de tu vida sin seguir haciendo ruido. Al menos, ya no lo haces, pero porque te lo tuve que decir.
2 notes
·
View notes