#Habitante del Pueblo del Cielo
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✨...Mundo Oscuro...✨
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El Valle Del Sol y La Luna...(Cuento)
En un tiempo remoto, existía una aldea rodeada de montañas, frondosos bosques y riachuelos cristalinos. Sus habitantes vivían en armonía con la naturaleza, dedicándose a la agricultura y la artesanía. Entre ellos destacaba una pareja, Luna y Sol, nombres predichos por una anciana vidente al momento de su nacimiento. Luna poseía una belleza serena; su cabello rubio ondulado reflejaba los tonos plateados de la noche y sus ojos destellaban con la sabiduría de las estrellas. Sol, por su parte, emanaba una calidez única, su mirada ambarina y su sonrisa franca podían iluminar incluso la más oscura caverna.
A pesar de sus diferencias, o quizás debido a ellas, el amor que compartían era tan evidente como el ciclo del amanecer y el atardecer. Una tarde, cuando el cielo comenzaba a pintarse con las pinceladas del crepúsculo, el anciano del pueblo les contó sobre un valle místico, un lugar sagrado donde, según cuentan, el sol y la luna podían encontrarse en un espectáculo de eterna belleza.
-El camino es arduo y está oculto a la vista del común de los mortales, advirtió con voz temblorosa.
Los jóvenes, impulsados por la promesa de semejante maravilla y la aventura que significaba la búsqueda, decidieron emprender la jornada al amanecer siguiente. Prepararon víveres y enseres, y bajo la atenta mirada de sus convecinos, se adentraron en el bosque que custodiaba los secretos del valle.
Los primeros días de su viaje estuvieron llenos de descubrimientos y alegría. Pájaros de colores imposibles cantaban melodías que parecían bendecir su camino, y las criaturas del bosque les mostraban sendas ocultas entre la maleza. Luna y Sol se deleitaban con los sonidos tranquilos de la naturaleza, y cada noche, antes de dormir, compartían historias e ilusiones bajo el manto estrellado.
Conforme avanzaban, el paisaje cambiaba y el sendero se volvía más escabroso. Las risas se tornaron en silencio, la vía en estrechez y las certezas en dudas. Los desafíos afloraban frecuentemente, un día cruzaron un río cuyas aguas parecían danzar caprichosamente evitando que los enamorados tocaran su superficie.
-Debemos usar la lógica de las piedras y la gracia de las hojas, sugirió Luna al contemplar cómo una hoja caía, deslizándose con elegancia sobre el agua.
Tomando ese conocimiento, lograron cruzar, poniendo en práctica la paciencia y la observación en cada paso que daban. Las noches se hicieron más frías y una sombra de inquietud se acrecentó cuando atravesaron una espesa niebla.
-Pareciera que el bosque nos pone a prueba, comentó Sol quien, a pesar de su nombre, sentía el peso de la oscuridad.
-Pero no olvides, mi querido Sol, que incluso la noche más oscura se rinde ante la promesa del amanecer, respondió Luna, apoyándose en la esperanza que su amor les brindaba.
Pronto, la niebla se disipó, revelando estrellas que parecían guiñarles cálidamente. A medida que se adentraban cada vez más en lo desconocido, los rumores del viento les hablaban de criaturas encantadas y guardianes invisibles que velaban por las maravillas del valle. Y en una encrucijada, se encontraron con una criatura de aspecto etéreo, con alas tan livianas que su aleteo apenas susurraba.
-Yo soy el Guardián del Umbral, y les advierto que el camino hacia el valle donde el sol y la luna se encuentran está lleno de pruebas aún mayores, dijo la criatura con voz melodiosa.
-¿Qué clase de pruebas?, preguntó Luna con cautela.
-El viaje hacia el interior, hacia su propio corazón. Solo aquellos cuyo amor es puro y firme pueden cruzar el umbral, explicó el guardián, señalando una senda velada por una cortina de luminiscencia.
El primer desafío planteado por el Guardián fue el de la Confianza. Un puente colgante, frágil como la tela de una araña, cruzaba un abismo de sombras.
-Uno debe guiar al otro con los ojos vendados, confiando plenamente en su amor, dijo el ser alado, y así lo hicieron.
Con cada palabra de aliento de Sol, Luna cruzó segura. Luego, con la guía de Luna, Sol atravesó, superando la incertidumbre con la solidaridad de su vínculo.
El siguiente reto era el de la Comunicación. Un laberinto de espejos los rodeó, cada reflejo mostraba una perspectiva diferente de sus propias almas.
-Hablen con sinceridad, compartan sus miedos y juntos hallarán la salida, sugirió el Guardián. Así lo hicieron, y en cada reflejo, encontraron partes de sí mismos y de su pareja que solo el amor verdadero podría aceptar y comprender.
El último desafío era el de la Entrega. Llegaron a una sala con dos pedestales y una antigua inscripción: "Aquel que entrega su más preciado tesoro encontrará el camino al valle". Luna y Sol, sin dudarlo, colocaron en los pedestales sus propias creaciones: un amuleto tejido por Luna durante las noches de meditación y una melodía compuesta por Sol que resonaba como el abrazo del día. Al hacerlo, la sala se llenó de una luz dorada y plateada, y el Guardián asintió con aprobación.
-Han demostrado que su amor puede superar la oscuridad, la duda y el egoísmo. El valle les espera, anunció con beneplácito. El camino que se reveló ante ellos desembocó en un valle resplandeciente, donde el firmamento besaba la tierra y las flores brillaban con luz propia.
-Es más hermoso de lo que podría haber imaginado, susurró Luna, embelesada. Sol la abrazó, y juntos, contemplaron el fenómeno mágico: el sol y la luna, entrelazándose en el cielo, creando un eclipse perpetuo que iluminaba el lugar.
En ese valle pasaron la noche, bañados por la luz de la unión celestial. Descubrieron que la leyenda era cierta no solo en su espectáculo sino en su esencia; el sol y la luna, diferentes pero complementarios, eran el reflejo de su propio amor.
Al amanecer, con el corazón lleno de paz y la certeza de que su viaje había fortalecido su unión, Luna y Sol emprendieron el regreso a su aldea. La noticia de su éxito se esparció como un reguero de luz, y se convirtieron en un símbolo viviente de amor y perseverancia para todos los habitantes.
Años después, volverían al valle muchas veces, descubriendo en cada ocasión nuevos matices de su amor. Y aunque las pruebas del Guardián del Umbral ya no estaban, cada viaje era una oportunidad para reafirmar los lazos que los unían.
La pareja, bajo el influjo de su experiencia, llevaba consigo la serenidad del valle, enseñando a las futuras generaciones que el amor verdadero es una jornada de constantes descubrimientos y reafirmaciones; enseñanza que se perpetuó en la aldea como la más sagrada de las tradiciones.
Moraleja Del Cuento
La moraleja de esta historia, en la que Luna y Sol hicieron frente a pruebas y adversidades, es que el verdadero amor no está exento de desafíos. Sin embargo, cuando se enfrentan juntos, con confianza, comunicación y entrega, pueden superar cualquier obstáculo y encontrar bellezas inimaginables en su camino. El amor es un viaje que no se mide en distancia, sino...Sigue leyendo esta preciosa historia y descubre el final, aquí https://www.elrinconderovica.com/el-valle-del-sol-y-la-luna-cuento/
Abraham Cuentacuentos.
Rovica.
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LUNES DE LA XXVIII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, feria
Leccionario
Primera lectura
Gál 4, 22-24. 26-27. 31 — 5, 1
“No somos hijos de la esclava, sino de la libre”
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas.
Hermanos:
Está escrito que Abrahán tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre; pero el hijo de la esclava nació según la carne y el de la libre en virtud de una promesa.
Estas cosas son una alegoría: aquellas representan dos alianzas.
Una, la del monte Sinaí, engendra para la esclavitud, y es Agar.
En cambio, la Jerusalén de arriba es libre; y esa es nuestra madre. Pues está escrito:
«Alégrate, estéril, la que no dabas a luz,
rompe a gritar de júbilo, la que no tenías dolores de parto,
porque serán muchos los hijos de la abandonada;
más que los de la que tiene marido».
Así, pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.
Para la libertad nos ha liberado Cristo.
Manteneos, pues, firmes, y no dejéis que vuelvan a someteros a yugos de esclavitud.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 112, 1b-2. 3-4. 5a y 6-7 (R.: cf. 2)
R. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
O bien:
R. Aleluya
V. Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.
R. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
V. De la salida del sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos.
R. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
V. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se abaja para mirar al cielo y a la tierra? Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre.
R. Bendito sea el nombre del Señor por siempre.
Aleluya
Cf. Sal 94, 8a. 7d
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. No endurezcáis hoy vuestro corazón; escuchad la voz del Señor.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Evangelio
Lc 11, 29-32
“A esta generación no se le dará más signo que el signo de Jonás”
+Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».
Palabra del Señor.
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“Juanito el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde va? Yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios por quien se vive, creador de la humanidad y maestro del discípulo, el Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija un templo en este lugar, donde mostraré y daré todo mi amor, compasión, ayuda y protección al pueblo, a ustedes y a los habitantes de esta tierra y a los que me aman. Aquí escucharé sus lamentos y aliviaré sus dolores, miserias y penas.”
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Sofonías 1
1 Palabra de Jehová que vino a Sofonías hijo de Cusi, hijo de Gedalías, hijo de Amarías, hijo de Ezequías, en días de Josías hijo de Amón, rey de Judá.
2 Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
3 Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo y los peces del mar, y cortaré a los impíos; y raeré a los hombres de sobre la faz de la tierra, dice Jehová.
4 Extenderé mi mano sobre Judá, y sobre todos los habitantes de Jerusalén, y exterminaré de este lugar los restos de Baal, y el nombre de los ministros idólatras con sus sacerdotes;
5 y a los que sobre los terrados se postran al ejército del cielo, y a los que se postran jurando por Jehová y jurando por Milcom;
6 y a los que se apartan de en pos de Jehová, y a los que no buscaron a Jehová, ni le consultaron.
7 Calla en la presencia de Jehová el Señor, porque el día de Jehová está cercano; porque Jehová ha preparado sacrificio, y ha dispuesto a sus convidados.
8 Y en el día del sacrificio de Jehová castigaré a los príncipes, y a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero.
9 Asimismo castigaré en aquel día a todos los que saltan la puerta, los que llenan las casas de sus señores de robo y de engaño.
10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.
11 Aullad, habitantes de Mactes, porque todo el pueblo mercader es destruido; destruidos son todos los que traían dinero.
12 Acontecerá en aquel tiempo que yo escudriñaré a Jerusalén con linterna, y castigaré a los hombres que reposan tranquilos como el vino asentado, los cuales dicen en su corazón: Jehová ni hará bien ni hará mal.
13 Por tanto, serán saqueados sus bienes, y sus casas asoladas; edificarán casas, mas no las habitarán, y plantarán viñas, mas no beberán el vino de ellas.
14 Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente.
15 Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento,
16 día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres.
17 Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.
18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra.
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Nethrim es un continente milenario que se caracteriza por su riqueza en escenarios y recursos naturales que, gracias a sus habitantes, han podido mantenerse tan bastos como desde su surgimiento eras atrás. Se cuenta entre los sabios de Arcana que el continente de Nethrim en realidad flotaba en los cielos, y que su descenso a los océanos fue producto de la muerte del primer hechicero supremo. Leyendas, mitos, cuentos, historias infinitas las que se cuentan, pero la verdad absoluta permanece incierta.
Entre valles y montañas, actualmente divididos por apenas un par de riscos y un largo puente, Arcana y Nocturne alguna vez se vieron unificadas bajo la jurisdicción del Alto Círculo de Hechiceros que brindaron paz a ambos reinos. Sin embargo, tras la muerte del Hechicero Supremo, las divisiones fueron claras, imposible recuperar los lazos que antaño parecían inquebrantables.
O bueno, eso dicen algunas historias, pues actualmente las rencillas se han olvidado con los años, sólo manteniéndose las disputas gracias a prejuicios y viejos rencores que han pasado entre generaciones hasta la época actual.
Ambos reinos se han mantenido fuertes, rodeados del misticismo que Nethrim desde su concepción acarrea, con más cercanía entre sus habitantes de la que se esperaría.
Arcana
El reino de los hechiceros, territorio donde la magia y las artes ocultas proliferan. Entre sus habitantes, sin embargo, figuran también humanos comunes y corrientes que viven su día a día como cualquier otro haría, adaptándose a la magia que les rodea. Arcana es una ciudad que combina distintos tipos de arquitectura, predominando el estilo gótico y barroco.
Es una ciudad cosmopolita donde reina el clima frío la mayor parte del año, así como también lluvias y torrentes, pero también con hermosos días soleados durante el verano, los que permiten visitar y pasar tiempos agradables en las playas cercanas. Hay pequeñas ciudades y pueblos esparcidos también a lo largo de todo el reino, cada una de ellas controlada por clanes que varían en fuerza y poder, pues es sabido que hay más discordia entre hechiceros de la que se pudiese esperar, todos ellos ansiosos de poder y reconocimiento.
En la ciudad capital se encuentra la Academia Aether, la máxima institución educativa que corre a cargo del Alto Círculo, hechiceros cuidadosamente seleccionados y entrenados para mantener la paz entre ambos reinos. En esta institución se entrena a todo habitante de este reino para convertirse en poderosos hechiceros, cazadores, brujas, pero también se les enseñan distintos oficios para que no exista desigualdad con aquellos que no han nacido con los dones necesarios para practicar la magia. Por supuesto, en la actualidad, ha dejado poco a poco esas costumbres para convertirse en una institución más inclusiva, conscientes de que no todos poseen las mismas habilidades.
Su director y actual hechicero supremo, regente de Arcana, aboga por hacer las paces con el reino Nocturne, pero muchos dudan incluso de su estabilidad mental como para sugerir tal blasfemia. Arraigados en su gran mayoría a las viejas costumbres, sólo quieren mantener las cosas tal como están.
Nocturne
Tiempo atrás asediada por la guerra, Nocturne pudo recuperarse tan rápido que parecía increíble. En contraposición a lo que representa Arcana, en este territorio la unidad es más fuerte de lo que jamás ha sido en otros lugares. Criaturas sobrenaturales coexisten entre sí, ignorando sus diferencias para sobreponerse a los peligros exteriores y las amenazas por la extinción.
Cuando los territorios se dividieron, en Nocturne se decidió que la unidad era mucho más fructífera, pues desde tiempos remotos distintas criaturas se habían unido para sobrevivir, incluso si entre ellas existían diferencias claras entre pensamientos o apariencias.
En Nocturne, aunque las lluvias también son algo común, lo es más el clima cálido la mayor parte del año, repleto también de manantiales y zonas fértiles donde las cosechas dan lo necesario para subsistir.
Rodeados también de cuerpos de agua que se formaron desde que Nethrim "descendió de los cielos" según las leyendas, seres de todo tipo han encontrado en ese territorio un lugar al que llamar hogar tras la terrible guerra que se desató generaciones atrás. En su mayoría de un estilo arquitectónico neoclásico y art decó, sus ciudades se caracterizan por la vida que las rodea, calles llenas de alegría y color, y los cielos despejados la mayor parte del año brindando un hermoso paisaje que disfrutar.
Aquí se encuentra el Instituto Nightshade cuya directora, y actual reina de Nocturne, dirige con mano de hierro, pero también con la justicia que requiere un país en el que cualquier diferencia sin resolver podría provocar una nueva guerra.
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* TITULAR: FESTIVAL DE LA COSECHA .
El sol es una estrella incandescente resplandeciendo en el cielo, a pesar del clima lluvioso de mayo, el día de hoy se disfruta de un tiempo envidiable, a pesar de que las altas temperaturas parecen no querer dar tregua, los ánimos de fiesta se vuelve un agente palpable mientras el alcalde toma el podio para dar inicio con su discurso. Anunciando que el festival de la cosecha que lleva sin celebrarse desde 1979 hoy vuelve a la vida. Grandes mesas están dispuestas y decoradas con flores y frutos, con la participación de noventa miembros de la comarca. Los cultivos brillan bajo el sol con un aura peculiar. Hay un olor extraño en el aire, algo dulce y penetrante que no se puede identificar. Pero las cuestiones quedan olvidadas entre los vitores de los vecinos.
El lema “tierras altas, belleza neutral” pronunciando en los alto parlantes pronto es repetido en ecos, como es tradición la gente se viste con trajes blancos y lleva máscaras elaboradas que les ocultan la cara. Al concluir los aplausos, automóviles, bicicletas, carretas, motos y figuras de animales confeccionadas con pétalos multicolores y frutos secos se vuelve la atracción principal desfilando por la calle principal del Real del Valle, son veinticinco carros alegóricos los que conforman la procesión, destacando la riqueza que ofrece la región en su floricultura y agricultura; heliconias, gipsófilas, crisantemos, girasoles, anturios, calas rematados con follajes de solidago, vides, limonarias, maizales y helechos. La música de flautas y tambores resuena en el aire, pronto acompañan los colores que se apoderan del pueblo.
El sentimiento que estas presenciando un momento único y hermoso evita que caigas en cuenta de que algo más siniestros se está tramando a plena luz del día.
* ¡ INICIO DE INTERACCIONES EN MEDIA HORA !
Notas a pie de página:
¡Bienvenides al festival de la cosecha!. Para dar mayores referencias, la fiesta tiene lugar dentro de la Plaza de los Fundadores, frente el Palacio de Gobiernos, la calle principal de Real del Valle se encuentra entre estos dos sitios. El alcalde ha decidido revivir esta antigua tradición del pueblo en otro intento de atraer el turismo, así que no ha escatimado en gastos para esta festividad, por lo cual, se pueden encontrar varias actividades a llevar a cabo, entre ellas se pueden mencionar:
Las carrozas y mesas decorativas: como se menciono en la introducción, desfilando por la calle principal y dentro de la plaza podrán encontrar distintas carrozas y mesas con arreglos de flores y frutas, componiendo imágenes de panoramas o imitando la fauna de bosque de Real del Valle, cada habitante puede votar por su favorito, dejando una papeleta en las urnas ubicadas en distintos puntos.
Mercado de cosecha: si quieres llevarte un recuerdo de esta festividad, este es el sitio adecuado, acomodados debajo de pabellones puedes encontrar distintas artesanías con forma de frutas, flores y animales, desde los famosos alebrijes y figuras de barro hasta fotografías artísticas de los cultivos, ramilletes y canastas con frutas y vegetales.
Baile y música en vivo: terminado el desfile, el grupo de música local del pueblo: Los Visitantes, sube a la tarima para amenizar la mañana, en este enlace pueden encontrar una lista de reproducción de las canciones que se escucharon.
Feria y juegos tradicionales: como era de esperarse, los puestos de juegos también se encuentran presentes en el festival; atrapar la manzana con la boca, ponerle la cola al burro, tiro al blanco, carrera de caballos y aros y botellas son algunos de los más populares, aunque los premios en esta ocasión son peluches y almohadas con forma de animales y frutas.
Puestos de comida y bebida: de forma completamente gratuita puedes probar alguno o todos los platillos y bebidas ofrecidos en el área comederos, desde tentempiés, como marquesitas y esquites hasta comidas un poco más elaboradas como tacos y chilaquiles.
Zona de picnic y refrigerios: si es calor ha logrado ganar la batalla, también puedes disfrutar de un rato sentando a la sombra, aquí se ofertan sorbetes, paletas heladas y aguas de sabor con mucho hielo.
Otras consideraciones:
La forma de interacción para esta actividad será por medio de starters abiertos, a los cuales podrán darle reblog en el blog de starters ( @rvstarter ). Cuando sienta que han alcanzado notas suficientes puedes retirarlo del blog sin problemas.
También puede realizar una edición de la vestimenta de sus personajes y rebloguear esta en el blog de ediciones ( @rvedit ). Como se mencionó arriba el código de ropa es blanco o de tonos tierra y su personaje puede llevar una mascara consigo, un ejemplo aquí.
En caso de que aun no hayan recibido en enlace para ser miembro de dichos blogs, por favor, acérquense a la administración para arreglarlo lo antes posible.
Esta actividad tiene prevista una durar desde el día de hoy, viernes 12 hasta el día domingo 21, dándole una extensión total de 10 días. Les pedimos, por favor, que estén atentes a este blog de actividades por las futuras intervenciones.
En media hora verán la publicación de inicio de interacciones, esperarlo para comenzar a publicar sus atuendos y starters ¡ por favor !
Si leíste hasta aquí, déjanos un corazón en la publicación, y sin más, ¡esperamos que se diviertan!.
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Capítulo V: El Festival de la Bruma pt. II
El río Hjaal dividía Morthal en dos partes. Los vecinos de la villa se reunieron al este de la región meridional, junto a la casa de Falion. Como mago de la corte, era su deber oficiar la ceremonia. Habían colocado varias filas de bancos de madera y, mientras el pueblo tomaba asiento, Falion terminó de preparar la antorcha para bendecir el fuego.
Cuando la ceremonia empezó, ya había caído la noche y las estrellas brillaban en el cielo. Alicent se sintió minúscula al mirar el firmamento; Maser y Secunda brillaban sobre sus cabezas en aquella noche clara, y la luz de la aurora tenía el color del tórax de las luciérnagas y de las alas azules de las mariposas.
Falion se situó frente a la hoguera que la guardia encendió para la ocasión y contempló a su audiencia. A su espalda las frías aguas del Hjaal devolvían los destellos de luz y las ramas de los sauces se mecían al paso de la brisa, dejando caer algunas hojas y creando sombras serpenteantes en el ambiente.
—Habitantes de la comarca, nos reunimos otro año para recordar las hazañas de Magnus, el arquitecto de Mundus. —Falion giró sobre sí, encarando al fuego. Encendió la antorcha y luego alzó ambos brazos al cielo—. ¡MAGNUS! ¡Escucha nuestra voz, pues hoy recordamos tu sacrificio para que tú nos recuerdes cuando las nieblas lleguen y nos oculten a tus ojos!
Alicent se compadeció de Falion. El brujo no era una persona de multitudes y casi podía sentir su incomodidad cuando volvió a encarar al público. Era un orador terrible: dejó caer el brazo libre a un costado, donde se quedaría hasta el final del monólogo, y procedió a relatar por enésima vez el enfrentamiento que habían tenido Magnus y Molag Bal allí mismo, en la Comarca de Hjaal.
Falion siguió contando aquella leyenda que ya se sabía de memoria. La familia de la jarl ocupaba la primera fila y Alicent pilló a Joric mirando en su dirección. Ella se había sentado en la última fila junto a Seth y desde allí podía verlos a todos. Había personas a las que no conocía demasiado, ciudadanos de las afueras que solo visitaban Morthal para conseguir suministros o, en un día como aquel día, la bendición de Magnus.
Buscó a su madre con la mirada y la encontró junto a Thonnir. Últimamente pasan mucho tiempo juntos, pensó al ver cómo se inclinaban el uno hacia el otro para intercambiar comentarios. Su atención volvió a Seth; parecía estar absorto en la narración de Falion.
—Las raíces de Molag Bal en nuestra comarca son profundas. Tamriel todavía era joven cuando el señor de la dominación y la esclavitud pisó por primera vez estas tierras. En esa ocasión el cruel daedra se burló de Arkay, tras arrebatarle el alma de Lamae Beolfag, quien se convertiría en la primera hija de la noche.
Alicent se inclinó hacia Seth.
—Se refiere a los vampiros. Según las historias, Lamae vivía en esta comarca cuando conoció a Molag Bal —explicó, buscando impresionarlo.
—Había escuchado algo al respecto —respondió él sin mirarla.
—No conforme con la transgresión —Falion elevó la voz, haciendo un esfuerzo por hacerse escuchar por encima del murmullo de la gente y de la corriente del río—, Molag Bal decidió burlar una vez más a Arkay y retorció la magia de Tamriel para dar a sus creyentes el poder de secuestrar las almas de los difuntos. El poder de esclavizarlas, impidiendo su paso al más allá.
—Ahora habla de los nigromantes —comentó Alicent, intentando llamar su atención de nuevo.
Seth la ignoró por completo. A Alicent se le escapó un pequeño suspiro. Se quedó pensando en si había hecho algo mal.
—¿Tú crees que algo de lo que dice es cierto? —preguntó Seth de pronto.
La pregunta la pilló por sorpresa.
—Pues… No lo sé.
—Vamos, alguna opinión tendrás. ¿Crees que son ciertas? —Seth se inclinó hacia ella sin desviar la mirada de Falion.
Alicent se encogió de hombros.
—Cada vez que alguien no hace sus ofrendas, pasan cosas malas.
Aquello captó la atención de Seth, que la miró directamente y orientó el cuerpo en su dirección. Alicent hizo lo mismo.
—¿Qué tipo de cosas malas?
—Lalette no hizo sus ofrendas el año pasado —susurró con secretismo.
—Tenía entendido que Lalette se fue por voluntad propia —replicó él.
Alicent buscó de nuevo a su madre entre el gentío, y cuando la encontró se quedó mirando a Thonnir y a Virkmund, el hijo pequeño que el hombre había tenido con Lalette.
—Sí, pero…, no sé. Me sigue pareciendo raro.
Seth torció el gesto.
—¿Qué tiene de raro? —preguntó con impaciencia.
—No sé. Es raro, sin más —respondió ella, empezando a sentirse incómoda—. Me cuesta creer que dejase a su hijo por una guerra de la que nunca había hablado. Además, ya ha pasado otras veces…
Alicent se frotó el hombro con incomodidad y apartó la mirada cuando sus ojos se empañaron.
—¿Era alguien importante? —preguntó Seth, suavizando el tono.
—Sí… mi padre —confesó con la voz quebrada.
—Vaya —dijo Seth, tras un breve silencio—. Siento haber sacado el tema —añadió con una mirada sincera—. Perdona, estoy haciendo que no te enteres de nada.
—No pasa nada. Me sé esta historia de memoria —respondió ella, tras colocar un mechón de pelo tras la oreja.
Seth miró hacia Falion por un momento, antes de devolverle la atención.
—Entonces, prefiero que me la cuentes tú —contestó él.
Eso le arrancó una pequeña sonrisa.
—No sé yo… —dudó.
Alicent bajó la mirada hacia el suelo con timidez; la mano de Seth atrapó su barbilla y la obligó a levantarla. No necesitó decir nada, su sonrisa y aquella forma de mirarla que él tenía la animaron a hablar.
—A Magnus no le gustó mucho cómo Molag Bal usó la magia, ni tampoco que volviera a desafiar a Arkay, así que se metió en el cuerpo de uno de sus seguidores para enfrentarse a él y a su ejército. Aunque Magnus lo derrotó y lo desterró del pueblo por un tiempo, durante la pelea Molag Bal le arrancó un ojo. Por eso la niebla cubre Morthal durante meses. Y por eso hoy se bendice la llama de la antorcha, para que hoy nos vea y nos proteja de sus seguidores cuando esta llegue.
Seth quedó pensativo tras escuchar la historia, con la mirada fija en la antorcha que Falion sostenía.
—Creo que debería leer más sobre las leyendas locales —giró la cabeza para mirarla una vez más—. ¿Qué me recomiendas?
Alicent negó, cabeceando en dirección a la familia de la jarl. Joric se apuró en mirar al frente.
—Eso deberías preguntárselo a Idgrod. Ella es la que sabe de libros.
Seth asintió y volvió la vista al frente. Falion estaba terminando de narrar la batalla que habían mantenido Magnus y Molag Bal. Más que una pelea, aquello había sido la conclusión de una guerra. Tras prestar atención al mago unos minutos, tuvo la sensación de que no había explicado nada bien los hechos.
—¿Por qué nos mira así? —preguntó Seth en voz baja.
Alicent volvió a pillar a Joric mirando hacia ellos. Esta vez se fijó en sus ojos. Parecía molesto. Enfadado.
—No te preocupes por él —murmuró Alicent, tratando de quitar hierro al asunto—. Probablemente solo se está preguntando de qué hablamos.
—También me miró de esa manera cuando lo conocí. Creo que le molestó que su madre insinuara que tal vez Idgrod y yo deberíamos pasar tiempo juntos —contó como si nada.
Alicent lo miró con sorpresa.
—Oh —musitó, con una decepción muy mal disimulada—. Pensé que era por mí. Parecía muy enfadado cuando les hablé de…
Seth esperó a que continuara y Alicent se puso completamente roja, consciente de que había hablado de más.
—...¿De mí? —preguntó Seth, antes de cambiar el tono a uno más ligero—. Supongo que no vienen muchos forasteros por aquí.
—No, no muchos —dijo Alicent, sin apartar los ojos de la hoguera—. Y tú eres el primero que se queda.
—No es un mal sitio —reconoció. Alicent siguió su mirada, estaba puesta en su amiga—. Tal vez considere la recomendación de la jarl.
—¿De pasar tiempo con Idgrod? —preguntó ella, desanimada.
—De establecerme aquí. No tiene por qué ser con Idgrod.
Alicent giró la cabeza hacia él con rapidez y la volvió a dirigir hacia adelante casi a la misma velocidad, como si lo hubiera hecho sin querer. Sin saber qué decir, apuntó con la barbilla hacia la fogata, queriendo que Seth volviera la atención a la ceremonia.
Falion ya había terminado de contar la leyenda, así que dejó la antorcha en un soporte metálico junto a la mesa, donde lo tenía todo listo para preparar las ofrendas de los habitantes de la comarca. Colocó un cuenco y una vela, encendió esta última con la llama bendecida de la antorcha, y vertió un poco de cera derretida en el cuenco para pegar la vela al recipiente.
—Magnus, hoy enciendo esta vela en tu nombre para rogar tu protección. Y ofrezco este pergamino a Julianos para que él me guarde cuanto tus ojos no me vean.
Falion depositó con cuidado el pergamino en el recipiente. Con la ofrenda completa, se acercó al río Hjaal y se agachó para dejar el cuenco sobre sus aguas. La ofrenda del mago se empezó a alejar lentamente, mecida por el río.
El murmullo de las gentes de la comarca subió algunos tonos y, tan pronto la jarl se puso en pie, muchos la imitaron. Idgrod Cuervo Viejo siempre era la segunda en hacer la ofrenda. Tras eso, cada habitante de la comarca debía esperar su turno para que el mago preparase su ofrenda y, con ella, hacer su petición al aedra.
—¿Crees que le gusto? —preguntó de la nada, con inocencia.
Alicent buscó con la mirada a quién se refería. Alva estaba de pie unos bancos más adelante. Comentó algo a Benor y se acercó a la mesa de las ofrendas, a cuyo alrededor ya se había formado un corro.
—¿A Alva? —Seth asintió y ella frunció el ceño—. Llegas tarde. Ya está con alguien.
Seth siguió mirando a Alva, y Alicent dio un pequeño pisotón en el suelo, atrayendo de nuevo su atención.
—¿Sabes? —fingió cambiar de tema—. Mamá dice que algún día heredaré la Cabaña del Taumaturgo.
—¿En serio? —preguntó Seth—. ¿Y me harás descuento?
—Podrías incluso no pagar…
A Seth se le escapó la risa y ella dejó de mirarlo. Además de ellos, solo quedaban un par de parejas sentadas en los bancos. Casi todos los vecinos charlaban animadamente en torno a la hoguera, esperando su turno para hacer las ofrendas. Vio a Joric salir de entre la multitud, dirigiéndose hacia donde estaban.
Alicent recogió la ofrenda de su regazo y se puso de pie para saludar a su amigo. Seth hizo lo propio, colocándose a su lado.
—Joric, ¿ya has hecho tu ofrenda? —preguntó Alicent como saludo.
Joric lanzó una mirada fugaz a Seth y luego negó. Adoptó una expresión infantil, tímida e ilusionada. Joric tenía el pelo de un tono castaño ceniza y, aunque siempre lo llevaba corto y desordenado, aquel día había intentado peinarse.
—Esperaba que hiciéramos juntos nuestras ofrendas este año —propuso con la esperanza brillando en los ojos.
Al igual que a Seth, tampoco podía dejar de mirarlo. Pero no porque estuviera guapísimo, sino porque parecía que una vaca le había lamido la cabeza.
—Claro. Seth, ¿te unes a nosotros? —lo invitó, preguntándose si tendría el mismo aspecto a sus ojos que Joric a los propios. Tímidamente se atusó el pelo.
—Me refería a nosotros. A ti y a mí —puntualizó Joric—. No quiero hacer mis ofrendas anuales con un extraño.
—Oh, vamos Joric. No seas malo —protestó, tendiéndole la mano a Seth—. Ven… —pidió.
Aquello le arrancó una sonrisa al chico, que tomó su mano. Los tres se acercaron a la zona de las ofrendas. Había bastante gente dispersa por los alrededores aunque la mayoría se apiñaba en torno a la mesa. Los tres chicos se apartaron un poco del grupo tras reconocer que todavía les quedaba un buen rato de espera hasta que llegara su turno.
—¿Qué te pareció Falion este año? —preguntó Joric.
Alicent notó algo de resentimiento en su pregunta y frunció el ceño.
—No sé, ha estado bien… como todos los años.
Joric apretó los labios. Ahora se notaba a todas luces que estaba molesto.
—¿Ah sí? ¿De verdad escuchaste algo? Porque te vi hablando todo el rato.
Que Joric le hablase así la molestó. Abrió la boca para responder, pero Seth fue más rápido.
—Alicent me estaba explicando vuestras costumbres. Es bueno ver que alguien aquí tiene educación —reprochó con frialdad.
Aquella réplica le cayó a Joric como un jarro de agua fría. Apretó los puños mirando desafiante a Seth.
—¿Tienes algún problema conmigo, Athan?
Seth, a su lado, se llevó una mano a la cabeza y estiró los dedos para masajearse las sienes. Alicent percibió una sonrisa irritada tras su brazo. Él suspiró y luego se quedó mirando hacia la multitud. Ella siguió su mirada y se detuvo en la antorcha. La brisa había arreciado y sacudía la llama. Cada poco, Falion alzaba el brazo para encender una vela que añadir a otra ofrenda.
—¿Yo? —Seth volvió en sí de golpe, decidido a confrontar a Joric—. Parece que eres tú quien tiene un problema. Si quieres lo hablamos en privado —retó.
Joric frunció el ceño y miró a Alicent. Esta levantó los brazos, negando, pero él sacó pecho y se enfrentó a Seth.
—Con mucho gusto, Athan. Sígueme.
Joric caminó siguiendo el río, yendo tras las rocas y arbustos que los ocultarían del resto. Seth lo siguió mientras ella intentaba hacerlos entrar en razón.
—Chicos no seáis idiotas, es una fiesta, no hay razón para pelear.
Pero ninguno le hizo caso.
—Cuál es tu problema, Cuervo Imberbe —empezó Seth en cuanto estuvieron lo suficientemente lejos.
Pese a la oscuridad, Alicent pudo imaginar las mejillas de Joric rojas por el comentario.
—¿Qué me has llamado, Athan? —preguntó acortando distancias, con un tono tan chillón que a Alicent le dio la sensación de que iba a pegarle.
Una energía blanca y luminosa brotó de los dedos de Seth, envolviendo sus manos.
—Joric, basta ya… —pidió ella, intentando ponerse entre los dos, enfrentándose a él. Pero éste la apartó con gentileza para volver a encarar a Seth.
—Mi problema eres tú, Athan. No me gustas.
Seth alzó ambas cejas.
—Yo no te he hecho nada, mocoso. Que no sepas gestionar tus celos es problema tuyo, no mío.
No parecía intimidado en absoluto por la agresividad de Joric. Alicent contuvo el aliento, preparándose para intervenir si hacía falta. Por suerte, Joric se limitó a dedicarle una mueca de asco.
—Me pareces un falso, Athan. No me gusta cómo miras, ni cómo hablas, ni cómo te comportas. Y tampoco me gusta que estés todo el rato alrededor de Alicent —espetó antes de escupir frente a los pies de Seth.
Seth respondió con un mohín de disgusto.
—Qué vulgar… —se limitó a comentar Seth, con tanto desdén como frialdad—. ¿Así es como educa la jarl a sus hijos?
—¡En Morthal tenemos las formas de Morthal, y no necesitamos que venga un repeinado de la ciudad a decirnos cómo comportarnos! —exclamó Joric como un resorte.
—Si yo fuera tú, me lo pensaría dos veces antes de hablar de repeinados.
Joric la miró buscando su apoyo pero ella tardó en reaccionar, conteniendo una risa nerviosa tras el último comentario de Seth.
—Chicos —interrumpió, queriendo evitar que las cosas siguieran escalando—, es una fiesta. No hay ninguna necesidad de…
De pronto, el viento rugió sobre sus cabezas interrumpiendo la conversación. Aunque la luz de la hoguera brillaba tras las rocas que hacían de cortavientos, solo el fuego de la antorcha estaba bendito. Las flores entre sus manos la hicieron recordar que todavía no había hecho su ofrenda.
—Creo que deberíamos…
—Tal vez fue un error venir, Alicent —la cortó Seth—. Está claro que estoy estropeando la fiesta para algunos.
Las palabras de Seth acertaron en su pecho como flechas. Por aquella riña estúpida, él no estaba disfrutando del festival y quería irse. Trató de irse, pero Alicent lo sujetó de un brazo.
—No dejaré que te vayas por culpa de Joric.
—¡No entiendo por qué lo defiendes! —se quejó Joric, frustrado.
—Porque a diferencia de ti, él ha demostrado respeto por nuestras tradiciones. Y tú… Tú estás actuando por celos —reprochó ella. Estaba tan mosqueada con él, que ni se paró a pensar en cómo se sentía su amigo.
Joric la miró herido y soltó un suspiro abatido.
—Haz lo que quieras, Alicent —y pegó una patada a una piedra y se alejó de ellos.
—Gracias —dijo Seth en un susurro.
Alicent sonrió, pero se quedó mirando cómo Joric se alejaba. En cuanto se asomó a la multitud, escucharon la voz de Idgrod.
—¡JORIC!
Aquel grito sonó igual que todas las veces que Idgrod había visto a Joric estar a punto de hacerse daño. Joric se acercó a su hermana y empezaron a hablar, y no mucho después se giró hacia Alicent alarmado. Alzó ambos brazos y los zarandeó en el aire, para que se diera prisa.
Alicent cruzó el camino de la rivera a paso rápido, hasta alcanzarlos. Tan pronto se asomó a las rocas, vio que Falion no preparaba las ofrendas solo. Los vecinos apuraban sus propias ofrendas viendo que el fuego de la antorcha era más débil ante cada zarandeo del viento. Ella y Joric intercambiaron una mirada de pánico.
Los dos echaron a correr. Cuando Alicent llegó a la mesa Joric estaba cogiendo dos cuencos. El viento pegó otro revés y la antorcha se apagó sobre sus cabezas, dejándolos a ambos en completo silencio. A ellos y a todos los allí presentes.
Un susurro cada vez más alto se extendió por la rivera del Hjaal hasta que Brelas, un elfo oscuro que vivía en una cabaña al noroeste de Skyrim, pronunció en voz alta lo que todos estaban pensando.
—Esto tiene que ser un mal presagio.
Brelas estaba junto a la mesa y tampoco había hecho sus ofrendas. Alicent dejó caer sus flores al suelo, desanimada. Entonces el miedo se empezó a apoderar de ella. No fue la única; algunas voces se alzaron e incluso llegó a escuchar algún llanto.
Miró hacia Joric tras recordar que él tampoco la había hecho, justo a tiempo de ver cómo salía corriendo hacia Seth.
—Esto es culpa tuya, Athan —acusó.
Seth, que caminaba tranquilamente en su dirección, paró en seco y se cruzó de brazos. Cuando Joric llegó hasta él, le atizó un empujón. Seth se tambaleó y recuperó la postura sin hacer amago de defenderse.
—¿Mía? Fuiste tú el que empezó.
Idgrod aceleró el paso con Alicent pisándole los talones y se puso entre ambos.
—¡Déjalo, Joric! —ordenó—. Mamá quiere verte.
—Mierda —maldijo Joric, pasándose una mano por el pelo—. Va a matarme.
Joric les dio la espalda y se alejó. Idgrod se despidió con mirada antes de seguirlo. Hasta ese momento, Alicent no se dio cuenta de que la gente los miraba. Entendió por qué cuando atendió a los cuchicheos.
—No puede ser coincidencia que primero llegue el chico y luego se apague la antorcha —comentó Uthna a su esposo Hroggar.
Se giró hacia Seth preocupada por cómo podría sentarle aquello y se sorprendió al darse cuenta de que tenía la atención puesta en otra parte. Siguió su mirada y se encontró la de Falion puesta en él, cargada de dudas. Cuando Seth volvió sus ojos a ella, Alicent fingió que no se había dado cuenta.
—¿Estás bien? —le preguntó Seth, ladeando la cabeza—. Pareces preocupada.
—Yo… —musitó, con los hombros hundidos y lágrimas en los ojos—. Mi ofrenda…
—Ha sido mi culpa —dijo Seth con arrepentimiento. Puso una mano en su hombro, la atrajo contra su cuerpo y la abrazó—. Lo siento. Hagamos una cosa. Te prometo que no dejaré que te pase nada.
Alicent alzó la cabeza sobre su pecho y le sonrió con timidez.
—¿De verdad? —preguntó con un hilo de voz.
—De verdad. —Seth sonrió.
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"Ven, acércate y escucha los orígenes de nuestro humilde hogar."
Meses antes del tratado de anexión de Corea a Japón, la presión del ejército japonés se podía sentir de manera asfixiante en cada esquina. Muchos eran conscientes de cómo su futuro se vería truncado en cuanto el control de su vida estuviera en manos ajenas. Por ello, cuatro familias decidieron reunirse cada noche para preparar un plan de escape llegado el momento. El tiempo pasó más rápido de lo esperado y la misma noche del 22 de agosto de 1910, cuando los temores fueron confirmados, las cuatro familias abandonaron su hogar en mitad de la noche, escabulléndose entre las sombras para nunca más ser vistos. La travesía fue cruel; durante los siguientes seis meses, pasaron hambre, frío, enfermedades y pérdidas de niños pequeños bajo las inclemencias del tiempo. Pero cuando el cielo estaba más oscuro, una pequeña estrella brillante centelleó, marcando un lugar. Los supervivientes se encaminaron hasta allí y se toparon con un pequeño remanso de paz oculto entre las colinas del Este del país. La naturaleza era vibrante y la tierra fértil; era el lugar ideal para fundar Saesijak (nuevo comienzo). Durante los siguientes 35 años, el pueblo se convirtió en una leyenda que inspiró a muchos a salir de su hogar y embarcarse en su búsqueda con el sueño de obtener una vida mejor. Un símbolo de esperanza.
Con el final de la ocupación japonesa, los rumores sobre el idílico paraje fueron tomando fuerza, provocando una expansión del terreno para acoger entre sus calles a eruditos, artistas y viajeros que buscaban inspiración y tranquilidad. También se convirtió en el plan "B" de muchos jóvenes que, incapaces de acceder a una buena universidad, decidían probar suerte en la Universidad de Huimanggye, ubicada a 20 kilómetros del pueblo, famosa por sus excesivos alquileres y por acoger a cualquiera capaz de pagar la tasa de matriculación.
El lugar se hizo famoso por sus bosques, lagos y sus tradicionales casas de techo de paja, pero también por las leyendas urbanas que se fueron creando en torno a ciertos sucesos sin resolver, que han empañado el significado original de la fundación de Saesijak y que han sido catalogados como una maldición por unos pocos, mientras otros hablan de publicidad barata para aumentar la popularidad perdida durante los últimos años.
Afortunadamente, de una forma u otra, sí han sabido sacar provecho de las habladurías, atrayendo cada año a un grupo bastante amplio de estudiantes de lo paranormal y amantes del terror que aseguran haber visto figuras extrañas en diferentes zonas del pueblo, volviendo cada vez más difusa la línea entre la realidad y la ficción.
Debido al revuelo, las autoridades locales han emprendido investigaciones para descubrir la verdad tras estas extrañas apariciones, mientras los habitantes de Saesijak se enfrentan a la creciente sensación de que algo oscuro y perturbador se gesta en las sombras de su apacible hogar.
Amidst the Shadows, mysteries unfold, revealing tales untold by the light of day.
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✨...Mundo Oscuro...✨
#groriatrevi10#mio#Mundo Oscuro#Frem Baker#Frem la Bruja de la Miel de Fresa#Mref Cook#Mref La Bruja de la Mermelada de Fresa#Loyota Monatey#Loyota la Bruja del Brillo#Bruja#Bruja Comun#Caballero#Wattpad#Libro#Lol#Re-Dibujado#Habitante del Pueblo de Dulce#Habitante del Pueblo del Cielo#Pueblo del Cielo#Pueblo de Dulce#Mitad Lobo#Natural#Artificial#Mref#Frem#Loyota#Caballero 12#Caballero 111
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CAPÍTULO 03: LARGA VIDA AL REY.
Ambientación: 19 de Octubre, 16:00 p.m. en adelante.
Clima: Cielo nublado.
Vestimenta: Ropa casual, abrigada. Colores neutros oscuros.
Ha pasado una semana desde el inquietante incidente con los animales. Tal como lo estipula la guía de iniciación del Proyecto, un citatorio semanal llegó puntualmente a los buzones de todos los residentes. Esta vez, la invitación era para una velada sorpresa en honor al cumpleaños del alcalde.
Al leer la nota, una sensación de desconcierto te invade. La falta de explicaciones sobre lo ocurrido y la propuesta de una celebración te parecen fuera de lugar, casi una burla al silencio que pesa sobre la comunidad desde el incidente.
Aunque la idea de celebrar en medio de tanto misterio te incomoda, decides que lo mejor será presentarte, al menos para evitar problemas mayores.
[...]
El sol se oculta tras las colinas, tiñendo el cielo de tonos cálidos, mientras los residentes de Safe Haven caminan por el sendero de árboles otoñales que lleva a la casona del alcalde Benjamin. La antigua casa rústica, con su fachada de piedra envejecida y enredaderas trepando por las paredes, se alza majestuosa al final del camino, rodeada de extensos jardines que resplandecen bajo la suave luz del atardecer.
Dentro, el ambiente es festivo y cálido. La sala principal, con vigas de madera en el techo y muebles de época, está llena de gente que se reúne en pequeños grupos, compartiendo anécdotas y risas a la espera del hombre. Una gran mesa, cubierta con un mantel de encaje, está repleta de bocadillos tradicionales y botellas de vino, mientras que en el centro de la sala se alza una tarta de cumpleaños decorada con esmero.
Benjamin, protagonista de la noche y recién llegado a la celebración, está de pie junto a la chimenea, saludando a cada nuevo invitado con una sonrisa intranquila. A su lado Georiga, su secretaria, golpea una copa para pedir por silencio.
—¡Qué sorpresa verlos a todos hoy! —exclama Benjamin, alzando su copa en un gesto que atrae la atención de todos—. Esta noche es especial para mí, no solo por celebrar otro año de vida, sino por poder compartirlo con cada uno de ustedes, quienes hacen de Safe Haven un lugar tan único.
Los presentes responden con aplausos y miradas silenciosas, y un cálido sentimiento de comunidad se extiende por la sala. Sin embargo hay algo en el semblante del alcalde que no termina de convencer a algunos. Se le nota preocupado y distante, muy distinto a lo común.
—Quiero agradecerles también por su ayuda limpiando las calles del pueblo. Me hubiera gustado recibirlos con actividades más entretenidas y no una ronda de limpieza de calles —dice con una sonrisa afable, recorriendo con la mirada a los presentes—. Espero sepan que algunos habitantes nos hemos reunido para llegar al fondo del problema.
Georgia, de pie a su lado, le da un suave apretón en el brazo, como recordándole su papel ante los demás. Cuando Benjamin vuelve a mirar a los residentes, su mirada refleja un agotamiento que no logra ocultar.
—¡Por favor, siéntanse como en casa! —añade, aunque su tono sugiere que él mismo no lo siente así.
—Sus nombres están escritos en las listas de pareja.
Busca a tu acompañante, elige tu bebida e intenta congeniar con los presentes. La casona del alcalde es famosa por contar con múltiples áreas recreativas que te ayudarán a distraerte del tu nueva vida.
Archivos anexos: Ubicaciones, actividades, grupos de organización y cuidados.
Tipo de desarrollo: Starters públicos.
Duración: 10 días, 23-1 de Noviembre.
Elecciones: Intervenciones secretas.
𝗔𝗖𝗟𝗔𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦
TLDR; Georgia los citó a la casona del alcalde para celebrar su cumpleaños en una fiesta sorpresa. Todos los residentes fueron invitados también a participar en la recaudación de fondos anual en honor a Watts, teniendo que reunir propias de los residentes mayores en equipos. También se les asignó por parejas un adulto mayor al cual acompañar.
En esta actividad usaremos nuevamente la lanzada de dados para ver la cantidad de propinas que reúne cada equipo. Más información se sabrá en su momento.
El código de vestimenta es casual. Los invitamos a subir sus ediciones al blog y etiquetarlos con el nombre de sus personajes y al vecindario al que pertenecen.
¡Bienvenidos y gracias por adentrarse en el misterio de Safe Haven! Esperamos la actividad sea del agrado de todos. Cualquier duda pueden consultarla directamente en el main de forma anónima o con cuenta.
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TODOS LOS SANTOS, solemnidad
Leccionario
Primera lectura
Ap 7, 2-4. 9-14
“Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas”
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi a otro ángel que subía del oriente llevando el sello del Dios vivo. Gritó con voz potente a los cuatro ángeles encargados de dañar a la tierra y al mar, diciéndoles: «No dañéis a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que sellemos en la frente a los siervos de nuestro Dios». Oí también el número de los sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, de todas las tribus de Israel. Después de esto vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y gritan con voz potente: «¡La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!». Y todos los ángeles que estaban de pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes cayeron rostro a tierra ante el trono, y adoraron a Dios, diciendo: «Amén. La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza son de nuestro Dios, por los siglos de los siglos. Amén». Y uno de los ancianos me dijo: «Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?». Yo le respondí: «Señor mío, tú lo sabrás». Él me respondió: «Estos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Sal 23, 1b-2. 3-4ab. 5-6 (R.: cf. 6)
R. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
V. Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el orbe y todos sus habitantes: él la fundó sobre los mares, él la afianzó sobre los ríos.
R. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
V. ¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro? El hombre de manos inocentes y puro corazón, que no confía en los ídolos.
R. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
V. Ese recibirá la bendición del Señor, le hará justicia el Dios de salvación. Esta es la generación que busca al Señor, que busca tu rostro, Dios de Jacob.
R. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.
Segunda lectura
1 Jn 3, 1-3
“Veremos a Dios tal cual es”
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan.
Queridos hermanos: Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Todo el que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro.
Palabra de Dios.
Aleluya
Mt 11, 28
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados —dice el Señor—, y yo os aliviaré.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
Evangelio
Mt 5, 1-12a
“Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”
+Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Palabra del Señor.
#catolicos#iglesia#dios#gospel#mass#catholic#oracion#evangelio#biblia#evangelio de hoy#todos los santos
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Carl Gustaf Hellqvist
Carl Gustaf Hellqvist - Valdemar Atterdag Holding Visby to Ransom 1361 (1882) "Valdemar Atterdag brandskattar Visby den 27 juli 1361" Óleo sobre lienzo, 200 cm × 330 cm Pintura histórica
Esta pintura muestra cómo el rey danés Valdemar IV (también conocido como Valdemar Atterdag) recolecta tesoros de la gente en la ciudad medieval de Gotlandic de Visby en el verano de 1361 después de la Batalla de Visby . Si la gente del pueblo no llena las tres grandes tinajas de cerveza con oro, plata y otras riquezas, Valdemar se encargará de que todo el pueblo sea quemado hasta los cimientos. Este tipo de tributación se conoce como fire taxation ( en sueco: brandkattning ).
El rey Valdemar Atterdag se sienta a la derecha, en un trono rojo elevado frente a la gran iglesia de Santa Catalina, y observa a los habitantes del pueblo mientras corren para llenar las tinas. En el centro del cuadro se ven los personajes principales, es decir, el alcalde y su familia. El alcalde aprieta el puño con ira y mira al rey danés, mientras su esposa mira hacia el cielo, hacia Dios. La esposa hace el papel de la Virgen María , y tiene una lágrima en el rabillo del ojo
"Valdemar Atterdag retiene a Visby como rescate, 1361" o "Valdemar Atterdag impone un impuesto a Visby, 1361" recibió una medalla de oro en Viena, Austria, en 1882 y ahora forma parte de las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes de Estocolmo , Suecia .
📍Nationalmuseum Stockholm, Sweden
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"Un Amor Eterno"
Capítulo 1: "Encuentro en el Pueblo"
En un apacible pueblo donde el murmullo de la naturaleza se entrelazaba con la calma de sus habitantes, dos almas destinadas a cruzarse se encontraron. Sofía, una joven de mirada intensa y sonrisa radiante, paseaba por las pintorescas calles de aquel lugar. Por casualidad, o quizás por el capricho del destino, se topó con Diego.
Diego, un chico de espíritu libre y corazón cálido, se encontraba sentado en un banco del parque, contemplando el vuelo de las aves. Sus ojos se encontraron y el tiempo pareció detenerse, como si el universo les estuviera dando un momento especial para reconocerse.
Una tímida sonrisa se dibujó en los labios de ambos. Hablaron sin cesar, compartieron risas y descubrieron que tenían más en común de lo que imaginaban. Entre juegos de palabras y miradas cómplices, el amor empezó a tomar forma.
Desde aquel encuentro fortuito, sus días estuvieron llenos de paseos por las colinas, tardes en el lago y noches bajo un cielo estrellado. Cada momento a su lado se convertía en un recuerdo preciado en sus corazones.
Así comenzó la historia de amor entre Sofía y Diego, una historia que trascendería el tiempo y enfrentaría desafíos impredecibles. El pequeño pueblo se convirtió en testigo de un amor que parecía destinado a perdurar, sin importar las tormentas que la vida pudiera depararles.
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* TITULAR : LA NOCHE INFINITA .
En el desenlace de los sucesos del festival de la cosecha, los últimos rayos de sol tiñen las calles del pueblo con tonalidades ambarinas y carmines, la incertidumbre conduce a los lugareños y visitantes por igual a preguntarse qué ha sucedido, ahí cuando la rutina se rompe y las barreras de lo real se difuminan, como pueden, aquellos que encontraron su hogar dentro del pueblo o se ven obligados a quedarse, vuelve a casa con el deseo de cerrar el día con un sueño tranquilo.
Sucede en la madrugada, un rugido furioso que rompe con la serenidad de la noche, mientras las estrellas vigilan silenciosamente en el cielo nocturno, de repente, sin previo aviso; una tormenta eléctrica se desata en el horizonte, iluminando con relámpagos y retumbos de truenos el paisaje entumecido. Con la mayoría ajenos a la tormenta, el pueblo permanece en un estado inerte, sin imaginar que la naturaleza tiene un plan reservado para los incautos. Un rayo impacta en una torre cercana, desatando una descarga que atraviesa los cables y transformadores, y como resultado: la energía eléctrica se corta en todo el pueblo.
Al amanecer, los primeros rayos de sol se filtran tímidamente por las ventanas, y los pobladores se despiertan en un silencio inusual, sin el acostumbrado zumbido de los electrodomésticos en el aire. La realidad de la noche anterior comienza a tomar forma, la noticia del apagón se propaga rápidamente, y es confirmada una hora después, durante la reunión matutina de emergencia convocada por el ayuntamiento. Y la pregunta que nace entre la multitud congregada, porque resulta imposible ignorarlo; ¿son víctimas de un simple fallo eléctrico o hay algo más en juego?
En Real del Valle descubren que el verdadero enigma no radica solo en la falta de electricidad, sino en las posibilidades ilimitadas que existen en la oscuridad. ¿Qué secretos se ocultan en las sombras de Real del Valle? Solo aquellos dispuestos a explorar podrán encontrar las respuestas.
En medio de la penumbra, cuando las sombras se alarguen y cobren vida propia, ¿quiénes lograran sobrevivir a la oscuridad?
Notas a pie de página:
¡Bienvenides a la noche infinita! El pueblo ha entrado en estado de emergencia debido a los estragos provocados por la tormenta eléctrica. En personaje, el apagón tendrá una duración de cinco días, con la luz regresando al pueblo en la mañana del sexto día, los servicios de telefonía e internet se encuentra inutilizables durante este periodo. Para que todes estemos en la misma página, les dejamos una rápida lista de acontecimientos que tuvieron lugar en el pueblo desde él la aparición de los espectros hasta el quinto día sin energía eléctrica:
Luego del festival de la cosecha: aquellas personas que se desvanecieron fueron llevadas al centro de salud y pasaron la noche en el sitio. La mayoría de los habitantes decidieron volver a casa luego del encuentro con los seres extraños.
Primer día sin energía eléctrica: temprano en la mañana, el alcalde convoca una reunión de emergencia, en esta comunica el estado actual del pueblo, pero se niega a responder cualquier pregunta relacionada a los sucesos del festival. Informa también, que, dentro de unas horas, será entregado un paquete se supervivencia a cada uno de los habitantes de Real del Valle. ( Nota: el paquete contiene baterías, encendedores, velas, una linterna de baterías, una radio de baterías, botellas de agua, comida enlatada y un pager ) .
Segundo día sin energía eléctrica: la mayoría de los negocios parecen detenidos, especialmente aquellos dedicados a la comida y bebida, lo cual genera una sensación de irritación general entre los habitantes.
Tercer día sin energía eléctrica: con los ánimos caldeados, Estella Tsai aprovecha el momento para hacer sus primeras jugadas dentro del pueblo. Mientras, sin noticias del regreso de a luz, el Centro de Salud pide voluntarios para poder encargarse de los sus residentes permanentes.
Quinto día sin luz: Acusaciones extrañas comienza a plagar el pueblo, distintas teorías de, no solo el apagón, sino que también de la aparición de los espectros comienza a emerger, provocado por las tensiones y roces provenientes de las condiciones extremas.
Otras consideraciones:
La forma de interacción para esta actividad será por medio de starters abiertos, a los cuales podrán darle reblog en el blog de starters ( @rvstarter ). Cuando sientan que han alcanzado notas suficientes pueden retirarlo del blog sin problemas.
Recuerde que también pueden subir un selfpara o headcanons de lo que sucedió con sus personajes durante y después de los espectros, pueden etiquetarlo con #realdelvalletest y/o etiquetar este blog ( @rvacts ) en caso de que deseen que se rebloguee.
Los starters pueden estar ambientados en cualquiera de los cinco días sin electricidad, mencionados anteriormente, solo recuerden que existirán intervenciones a lo largo de estos días. Dejamos el cuarto día abierto para darles más libertad.
También puede realizar una edición de la vestimenta de sus personajes a través de estos caóticos días y rebloguearla en el blog de ediciones ( @rvedit ). No existe un código de vestimenta para este evento.
En caso de que aun no hayan recibido en enlace para ser miembro de dichos blogs, por favor, acérquense a la administración para arreglarlo lo antes posible.
Esta actividad tiene previsto durar desde el día de hoy, lunes 22 de mayo hasta el domingo 4 junio, dándole una extensión total de 14 días.
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Capítulo II: La Cabaña del Taumaturgo
Los rayos de sol entraban por las ventanas de la Cabaña del Taumaturgo, reflejándose en los coloridos tarros de pociones expuestos a la clientela sobre el mostrador de la tienda, dando un aire de misterio al interior del rústico establecimiento. Alicent se pasó el dorso de la mano por la frente y miró a su madre, con un aire cansado pero satisfecho.
—Mamá, la base para las pociones de respiración acuática ya está lista —avisó, pasándole el mortero con la mezcla.
Lami dejó de atender a un cliente para comprobar cómo había quedado. No tardó mucho en asentir, y a Alicent se le escapó una sonrisa entusiasmada al ver que parecía satisfecha. Algún día esperaba poder ser tan buena alquimista como ella, aunque para esto tuviera que estudiar duro y seguir practicando.
—Está muy bien, cielo. Ayuda a nuestro cliente con lo que necesite mientras yo hago el resto, ¿sí? —Alicent asintió y, tras esto, Lami dirigió una mirada pensativa hacia la puerta del establecimiento—. Con esto podemos dar la jornada por terminada.
La Cabaña del Taumaturgo era la tienda de alquimia con más fama de toda Skyrim. Las cenagosas aguas del río Hjaal nutrían la tierra de la región de tal forma que los ingredientes allí cultivados tenían un rendimiento mejor de lo habitual. O al menos eso era lo que su madre contaba a los peregrinos que preguntaban por el éxito de sus pociones. Pero Alicent sospechaba que tenía más que ver con los conocimientos secretos que su familia había pasado de generación en generación. Gracias a ellos ambas podían vivir cómodamente pese a la desaparición de su padre hacía ya algunos años y eso, en Morthal, era bastante más de lo que podían decir muchos de sus habitantes. La escasez de visitantes sumada a las desgracias naturales (y sobrenaturales) que había sufrido el pueblo en la última década había reducido la población a la mitad y quienes quedaban allí, subsistían con gran esfuerzo. Por suerte para ellas cada semana llegaba, junto al carruaje de suministros, un nuevo pedido que se repartiría por toda la provincia y una bolsa llena de septims con el pago por adelantado. Sin embargo el buen corazón de Lami, rasgo que su hija había heredado, había impedido que amasaran una fortuna, ya que destinaban buena parte de las ganancias a pasar por alto los pagos de los vecinos más desfavorecidos, a los que también ayudaban como podían en el día a día.
—Ah, la respiración acuática. ¡Imprescindible para hacer correctamente la técnica del palito de pescado! —exclamó Don Dogma, el excéntrico cliente que desde hacía algunos meses se había convertido en el único peregrino habitual del pueblo.
Alicent se rio al escucharlo. Don Dogma siempre tenía ocurrencias de lo más inusuales. No se parecía en nada a la mayoría de los adultos de la región, todos tan serios y reservados. A ella le gustaban sus visitas; eran un soplo de aire fresco en medio de la monotonía que carcomía su corazón aventurero, ese que la hacía soñar con los límites de aquel pueblo que solo abandonaba mediante su imaginación y los relatos fantásticos que su amiga Idgrod le solía leer.
—Ah, esa sonrisa tuya parece inspirada por el propio Anu, chiquilla —alabó el hombre.
Alicent sonrió con modestia, llevándose un mechón oscuro de pelo tras la oreja.
—Gracias Don Dogma —respondió tímida, bajando la mirada. Habían elogiado muchas veces la dulzura de sus facciones y, sin embargo, siempre le había costado creerlo. Los halagos la incomodaban, así que cambió rápido de tema—. ¿Cómo puedo ayudarte hoy?
Su pregunta pareció divertir a su cliente, que apretó una sonrisa y se inclinó sobre el mostrador, como si fuera a compartir un secreto o una broma.
—Busco polvo de vampiro, mi niña.
Alicent resopló en el acto, haciendo un puchero. Siempre le quedaba una sensación extraña, desagradable, cuando no podía cumplir con las expectativas de algún cliente. Aunque su madre le decía que era inevitable, ella no era capaz de evitar tomarlo como un fracaso personal.
—Pues lo siento mucho, pero no nos queda nada de nada. Me temo que eso tendrá que esperar a tu próxima visita.
—¿Seguro? —cuestionó él, atusando su bigote canoso con dos dedos y una complicidad que Alicent no comprendió.
En ese momento la puerta del establecimiento se abrió, anunciando al recién llegado con un chirrido agudo. Un chico tan solo unos años mayor que ella hizo acto de presencia y su mirada barrió la tienda antes de posarse sobre Alicent, cuyo corazón se aceleró como nunca en la vida, como si la llegada de aquel desconocido le hubiera dado una descarga. El intercambio de miradas fue breve, pero la intensidad de sus ojos dejó una sensación extraña en ella. De repente, sintió una fuerte impaciencia por despachar a Dogma lo más rápido posible.
—¿Necesitas algo más? —preguntó al hombre, esforzándose por ocultar su impaciencia. Pero este siguió acariciando su bigote, pensativo. Muy a su pesar, él no parecía tener demasiada prisa.
Cada poco su mirada se desviaba al recién llegado, que ahora se movía con gracia entre los expositores de la tienda, pasando los dedos por las etiquetas que indicaban el contenido de los frascos. Su porte elegante, sus ropas, su aspecto… nunca había visto a nadie así en su vida, ni nadie la había hecho sentir así. Era tan perfecto que a Alicent le dio la sensación de que podría haber protagonizado alguno de los relatos sobre príncipes y bailes de las historias de Idgrod.
La voz de su madre a sus espaldas la sacó de sí.
—La tienda está cerrada por hoy —anunció con el tono serio que la cálida mujer reservaba para los desconocidos.
Alicent giró sobre sí como un resorte. Algo Lami en sus ojos que frunció el ceño, y su expresión cansada acentuó las arrugas de su expresión, haciéndola parecer mayor de lo que era.
—¡Mamá! El señor Dogma necesita hacer un encargo de Polvos de Vampiro. Si te parece bien yo puedo atender al chico mientras tú le tomas nota —se apuró a ofrecer. No necesitó pedirlo por favor, no al menos en voz alta. Sus expresivos ojos hablaron por ella y a su madre le bastó una mirada para entenderla. Alicent se irguió de entusiasmo al escuchar su confirmación—. ¡Gracias! Digo... ¡Voy!
Alicent cruzó el mostrador, dejando atrás a Lami quien, con un tono paciente, comenzó a registrar el pedido de Don Dogma. Ella, por su parte, se dirigió hacia el recién llegado. En ese momento el chico le lanzó una mirada directa y le dedicó una sonrisa. Fue como si le lanzaran un hechizo de aturdimiento. Pese a su talante extrovertido, sentía un nudo en el estómago y, cuanto más se acercaba a él, más se arrepentía de haberle pedido a su madre que la dejase atenderlo. De pronto fue consciente de lo despeinada que estaba. También del olor residual a percebe que se había pegado a sus manos tras elaborar la última mezcla. Esto agrandó sus nervios, impulsando su timidez. Se paró un metro ante él, posando la mirada en el suelo, en sus botas de cuero negro y de aspecto caro.
Necesitó un instante para recomponerse para buscar su voz, la cual parecía haberse esfumado.
—¿Puedo ayudarte en algo? —preguntó con un hilo de voz cuando finalmente la encontró, armándose de valor para alzar levemente la mirada, chocando con la de él. Parecía desconcertado—. Todavía hay tiempo para un cliente más —se apuró a explicar.
El chico le dedicó una sonrisa tirante, formal.
—Busco algunos ingredientes poco comunes. No sé si tú podrás ayudarme… —comentó, desviando la mirada hacia Lami.
Aquello golpeó su orgullo, dándole el empujón que necesitaba para recuperar del todo la compostura.
—Seguro que puedo. ¿Qué estás buscando exactamente?
—Huevos de cauro, raíces de Nirn y quizá… —este hizo una pausa mientras miraba alrededor. Parecía pensativo—. ¿Tenéis algo capaz de mantener a alguien despierto durante las noches?
La petición pilló a Alicent por sorpresa. Era la primera vez que oía hablar de cabros pero, sobre todo, se preguntó para qué querría el misterioso desconocido permanecer despierto por las noches.
—Un momento —pidió Alicent antes de deslizarse nuevamente tras el mostrador.
En ese momento Don Dogma, quien parecía tener puesto el oído en la conversación, rio de forma inesperada y secamente, como quien acaba de recordar algo divertido.
—Ah, las noches en vela nunca son lo que parecen, ¿verdad? Mi señora las detesta, pero yo siempre le digo lo mismo: “Querida, no hay nada como una noche en vela para cambiar los estandartes”.
Alicent aprovechó la distracción para preguntarle a su madre si tenían huevos de cauro. Tras su negativa, volvió su mirada al chico. En ese momento el joven levantó una ceja, mirando a Don Dogma por un instante. Parecía contrariado por su interrupción.
—Lo que usted diga —espetó, cortante.
Volvió a mirarla. Intimidada por la expresión que acababa de ver, le presentó la raíz de Nirn.
—Aquí tienes la raíz de Nirn. Para mantenerte despierto tengo pociones de vigilia. Son muy efectivas —ofreció, intentando evitar decir que no tenían el otro ingrediente que había pedido.
—¿Y los huevos de cauro? —preguntó él, alzando una ceja con suspicacia.
Alicent dejó caer los hombros y desvió la mirada, deprimida.
—Me temo que no nos quedan… —confesó.
Tras unos momentos de silencio, lo volvió a mirar de reojo para escrutar su expresión. Se le rehizo el nudo en el estómago al comprobar la decepción evidenciada en su gesto.
—Ya veo —masculló—. Bueno, me llevaré igualmente la raíz y la poción. ¿Cuánto tardarás en tener los huevos de cauro?
La pregunta, aunque seca, le arrancó una extraña sensación de ilusión. Aquello solo podía significar que la presencia de aquel chico en Morthal iba a prolongarse.
—Los tendremos en unas semanas —aseguró, conteniendo débilmente la sonrisa—. ¿Seguirás aquí para entonces? —preguntó con un halo de esperanza.
Don Dogma intervino antes de que él pudiera responder, con la voz cargada de entusiasmo.
—¡Oh! ¡Deberías quedarte para el Festival de la Bruma! Una celebración para apaciguar el ánimo de dioses inquietos y nubes sociales, ¡no te lo querrás perder, muchacho!
—Gracias por la recomendación —replicó el joven, con un tono educado pero distante.
Alicent decidió aprovechar la osadía de Don Dogma para tender su propia invitación.
—¿Vendrás? Será la próxima semana y estará todo el pueblo. Además, si haces tus ofrendas a la bruma, esta te protegerá de los espíritus malignos que quieran hacerte daño.
Aquello pareció despertar la curiosidad del desconocido, que dejó de contar las monedas y alzó la vista despacio. A ella le pareció notar que contenía una sonrisa. Quizás era que simplemente no le gustaba Don Dogma, porque la forma en la que se dirigía a cada uno era bastante diferente. Entonces el joven respiró nasalmente y su mirada cambió; hasta ese momento había parecido tan seguro de sí que Alicent incluso se sorprendió al notar su inquietud y sus dudas.
—Supongo que debería hacerlo. Acabo de mudarme y todavía no conozco a nadie. Aunque no sé si es una buena idea… He oído que aquí los extranjeros no son especialmente bienvenidos.
Aquellas palabras, además de avivar su ilusión, despertaron en ella el impulso irracional de ayudarlo, de mostrarle que no tenía por qué estar solo.
—Yo podría acompañarte… —ofreció, sintiendo el calor concentrarse en sus mejillas—. Y presentarte a mis amigos, claro. Seguro que se portan muy bien contigo. Son estupendos, de verdad.
Él pareció sorprendido por la oferta, aunque se recuperó rápido.
—Entonces quizá me plantee venir —respondió tras pensarlo unos segundos—. Muchas gracias, señorita…
Volvió a clavar su mirada en ella de forma casi hipnótica.
—Alicent —dijo ella, apenas en un susurro. Se armó de valor para añadir algunas palabras más, aunque aquella mirada tenía algo que no la dejaba pensar con claridad—. Y no tienes por que dármelas. Si necesitas cualquier cosa, puedes buscarme. Quiero decir, si te puedo ayudar en algo; instalarte, hacer que te sientas más cómodo, yo…
—Lo he entendido —la interrumpió él. Su sonrisa, breve, parecía divertida. Alicent apretó los labios, agradeciendo internamente que él la hubiera cortado a tiempo, antes de que dijera alguna tontería—. Yo soy Seth. Seth Athan. Ha sido un placer, Alicent.
Seth se despidió con una inclinación de cabeza y una nueva sonrisa que la dejó completamente desarmada. Recogió su compra y salió del establecimiento tras pagar, y Alicent quedó plantada como un pasmarote tras el mostrador, incapaz de apartar los ojos de la puerta con una leve sonrisa en los labios.
—Nos vemos pronto, Seth… —susurró, aunque él ya había salido.
Todavía estaba atrapada en el remolino de sus propias emociones cuando la voz del excéntrico peregrino la devolvió al presente.
—¡Ah! Los encuentros inesperados, ¿no son maravillosos? Como cuando encuentras una aguja en un pastel —comentó, con sus ojos brillantes y chispeantes observándola.
A Alicent le pareció que Don Dogma estaba de un humor especialmente bueno ese día. Aunque quizás solo se estaba proyectando. La actitud de los demás no parecía tan irritante cuando se estaba feliz y contento.
—Querrás decir en un pajar —apuntó Lami, quien se había mantenido en un segundo plano en lo que Alicent atendió al joven.
Don Dogma también parecía dispuesto a irse. Tanto así que se acercó a la puerta mientras volvía a ataviarse con su capa de viaje. Desde la salida giró hacia ellas, alzando un dedo con convicción.
—¡Nada de eso! Quería decir lo que he dicho. ¡Pastel! Si no encuentras las agujas en tu pastel, querida, ¡quién sabe en qué te acabarás sentando!
Madre e hija intercambiaron una mirada desconcertada y, aunque no lo entendió, Alicent rio por educación.
—Adiós, señor Dogma. ¡Que tenga un buen viaje! —se despidió, dedicándole su sonrisa más dulce.
Sentía que su humor había mejorado considerablemente tras la última visita y algo en su interior la hacía desear que todos a su alrededor compartieran su felicidad. Sin embargo, el hombre pareció repentinamente serio.
—¡Don Dogma! —puntualizó, alzando un dedo—. Ni que anduviera corto de dés, criatura.
El rostro de Don Dogma se tintó de travesura y Alicent suspiró, aliviada al comprobar que su indignación había sido una broma. El hombre hizo una reverencia pomposa y, con ese último peculiar comentario, salió de la tienda, dejándolas atrás.
En el momento que se vio sola con su madre, Alicent apoyó ambos codos en el mostrador y juntó ambas manos, para apoyar sobre estas la barbilla. Se le escapó un suspiro soñador mientras se perdía en sus propios pensamientos. En Seth, en que viviría en Morthal y podría verlo a menudo. En que quizás pudieran bailar juntos durante el festival de la Bruma. En su mirada, su sonrisa, su voz y en la promesa implícita de volver a verse. Sentía que su memoria no le hacía justicia y, aunque acababa de conocerlo y el encuentro había sido breve, había dejado una huella imborrable en ella. Nunca se había sentido así con ningún chico. Ni tan siquiera con Joric, pese a que todo el mundo parecía esperar que algún día fueran novios. Hasta ella misma había aceptado ese destino hasta aquella tarde, pero ahora le parecía imposible la idea de tener algo así con alguien que no fuera Seth Athan.
—Vuelve a la tierra, Alicent —azuzó Lami con cariño—. Todavía tenemos que limpiar antes de poder echar el cierre.
Alicent asintió y trató de centrarse en sus deberes. Pero, por más que lo intentó, no pudo evitar que sus pensamientos volvieran una y otra vez a aquellos ojos del color del caramelo.
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